tesoro bÍblico para hoy-nuevo testamento

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Devocional del Nuevo testamento: En este material encontrará un estudio expositivo para todos los días, tomándo como base uno de los versículos de cada capítulo.

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TESORO BBLICO PARA HOY NUEVO TESTAMENTO

Captulo a captulo abordado de forma expositiva cada da, Con Amor en CristoYorley Aleiro Parra Ra- [email protected] Da 1 EMBARAZO DIVINOMateo 1:20 Y pensando l en esto, he aqu un ngel del Seor le apareci en sueos y le dijo: Jos hijo de David, no temas recibir a Mara tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espritu Santo es.

Si alguna vez algn hombre tuvo el derecho de dudar sobre la paternidad del nio que vena en el vientre de su futura esposa, ese fue Jos; porque estando l y Mara, segn las leyes Judas, en un estado ms serio que el del compromiso matrimonial actual, el desposorio; y no habiendo an consumado su unin matrimonial; se encontr con que Mara estaba embarazada (Mateo 1:18). Para Jos debi haber sido un golpe muy duro, una desilusin muy grande; el encontrar que los planes que se traz con Mara no se llevaran a cabo; y que Mara, la mujer que an amaba, podra ser ejecutada, segn las leyes del antiguo testamento, por haber cado en adulterio; por lo cual Jos quiso dejarla en secreto (Mateo 1:19). Pero as como cuando un creyente recibe una responsabilidad del Seor, y por ver que no concuerda con sus expectativas y planes, debe ser reconvenido por Dios; as tambin, Jos tuvo que ser advertido con respecto al origen divino del hijo de Mara (Mateo 1:20); para que as se cumpliera, no solo la promesa hecha con respecto al nacimiento virginal del salvador (Mateo 1:21-25), sino tambin el que sera descendiente de David; lo cual se cumpli por medio de Jos, hijo de David o descendiente de David (Mateo 1:1-17). Como Jos, nosotros tambin necesitamos ser convencidos por el Seor, para creer verdaderamente en la naturaleza divina que Cristo tuvo desde antes de ser concebido; a pesar de ser un ser humano completo, pero sin pecado. Esto significa que solo Cristo, quien no recibi la herencia pecaminosa de Adn, y que posee todos los atributos divinos, es quin nos puede salvar eternamente (Mateo 1:21). Como Dios embaraz, por medio del Espritu Santo, a Mara; as tambin necesit Jos que se le implantara la fe en el salvador; y as tambin usted puede clamar al Seor, por el milagro de la fe salvadora en su vida; para que pueda concebir a Cristo como su Seor y con l pueda servir confiadamente a Dios, a pesar de la incredulidad y el temor del corazn humano.

Da 2 NIO JUDO SALVADOR DE TODOS LOS PUEBLOSMateo 2:1-2 Cuando Jess naci en Beln de Judea en das del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusaln unos magos, diciendo: Dnde est el rey de los judos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

Es curioso que el gobernante de esa poca en Israel, teniendo un equipo de intrpretes del Antiguo testamento que indagaba sobre la venida del Mesas, del Salvador (Mateo 2:3-6); no hubiera conocido del nacimiento de Jess (Mateo 2:7-8). Pero un grupo de magos del oriente, de una cultura distinta a la juda, que iban siendo dirigidos milagrosamente por una estrella; si pudieron encontrar al salvador (Mateo 2:9-11). Ellos tambin necesitaban al Mesas; as como hoy todo tipo de persona sigue necesitando a Cristo como salvador de su vida. La respuesta del poder poltico Judo, mezclado con el religioso, no pudo ser ms abominable; derramaron la sangre de nios inocentes (Mateo 2:16-18), solo por no perder sus posesiones y privilegios, que segn crean ellos, estaban amenazados por el Mesas. Pero la gloria de Dios se manifest, conforme a la escritura, previniendo a los magos y guiando a Jos, para librar la vida de Jess de sus enemigos (Mateo 2:12-15, 19-23). Por la sencilla razn, de no ser ms un recin nacido; sino por el contrario, siendo ahora el nico varn glorioso que se sienta a la diestra divina; ya ningn gobernante puede perseguir a Cristo para matarlo: Pero quienes no quieren perder el poder poltico y religioso, siguen persiguiendo la correcta enseanza del evangelio, incluso, como Herodes, hacindose ver como fieles adoradores del salvador. Su misin, si decide aceptarla, es buscar incesantemente al salvador del mundo; a pesar de la oposicin y por medio de lo revelado en su palabra. Y habindolo hallado, rendir su vida, sus bienes y todo su ser ante l; y vivir en adoracin ante el nico rey celestial. (Mateo 2:11)

Da 3 ARREPENTIMIENTO, SEAL INEQUVOCA DEL REINO DE LOS CIELOSMateo 3:1-2 En aquellos das vino Juan el bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

Si un tren, o un gran camin, atropella a alguien; esta persona no puede quedar igual; su vida reflejar el encuentro violento que tuvo con dicho vehculo. As mismo, quien se encuentra de frente con el Reino de los cielos, es afectado por dicho encuentro; su corazn se desmorona en arrepentimiento, al entender cuan pecaminoso es su ser y cuan santo es su Dios. El Ministerio de Juan el Bautista fue anunciado desde el antiguo testamento (Mateo 3:3); y l lo desarroll en medio de circunstancias y caractersticas muy particulares (Mateo 3:4). Saliendo al ro Jordn, haca que la gente confesara sus pecados (Mateo 3:5-6) y los confrontaba para que entendieran que el arrepentimiento genuino necesita de la confesin de la culpa, pero que no basta con ella; se deben ver sus frutos a travs del cambio de vida (Mateo 3:7-8); y sin argumentar excusas que nunca han podido, ni podrn librar del castigo eterno (Mateo 3:9-10). La clave del arrepentimiento verdadero est en lo que Juan anunci sobre Jess (Mateo 3:11-12), y que se pudo observar en forma de paloma durante su bautismo (Mateo 3:13-17), la obra poderosa del Espritu Santo. l es quin convence del pecado al inconverso (Juan 16:8) y lo capacita para dejar sus malos caminos, convirtindolo en un creyente genuino de Cristo (Romanos 8:9-17). Si no se puede abandonar la vida de pecado, es que no se tiene un arrepentimiento verdadero; pero la buena noticia, es que Cristo, para mostrar el reino de los cielos en sus siervos: los impacta, no con un camin; y los purifica, no con agua; sino con su Santo Espritu.

Da 4 EL SECRETO DEL MINISTERIO DE CRISTOMateo 4:1 Entonces Jess fue llevado por el Espritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

Los superhroes de ficcin deben recibir su poder de la picadura de un animal, o de un compuesto qumico, o de un accidente de la naturaleza; pero Cristo, quien en su humanidad venci los poderes antagnicos del diablo, lo hizo en el poder del Espritu Santo. Los milagros realizados mientras predicaba en Galilea, al igual que la respuesta inmediata de quienes llam como discpulos, tienen como base el poder del Espritu Santo que operaba en Cristo (Mateo 4:12-25); y esto queda claro, por el hecho de haber sido guiado, en primer lugar, por el mismo Espritu Santo al desierto; para vencer la tentacin del diablo (Mateo 4:2-11). Si Jess no hubiera resistido a Satans, tanto el poder milagroso como la capacidad de atraer las almas, no hubiera servido de nada; porque lo primordial, era cumplir la voluntad divina de morir en la Cruz por el pecador, lo cual no habra sucedido si Cristo hubiera cedido una sola vez a la tentacin de Satans. Como el Salvador, el creyente en l, debe apelar al poder glorioso del Espritu Santo; este le capacita para vencer la tentacin, por medio de la oracin y de la meditacin continua de su Palabra.

Da 5 El INICIO DE LA MS FAMOSA PREDICACINMateo 5:1-2 Viendo la multitud, subi al monte; y sentndose, vinieron a l sus discpulos. Y abriendo su boca les enseaba, diciendo:

Si usted tuviera la atencin de una multitud, y deseara proclamar la Palabra de Dios, Qu les enseara? y Cmo empezara? Cristo comenz proclamando repetitivamente la bienaventuranza, o felicidad plena, de quienes buscan agradar a Dios antes que a s mismos y antes que al mundo (Mateo 5:3-12); luego, llam la atencin de los creyentes por medio de la exaltacin de la magnitud moral y espiritual de su llamado, refirindose a ellos como sal de la tierra y luz del mundo (Mateo 5:13-16); y finalmente entr en materia, ratificando cada doctrina del antiguo testamento, por medio de la clarificacin de la correcta interpretacin de las mismas (Mateo 5:17-48). Esta secuencia en la enseanza de Cristo, tuvo como propsito eliminar, tanto la interpretacin libertina, como la legalista, de la vida de sus seguidores (Mateo 5:17-20); y dirigir completamente sus almas hacia el centro de la voluntad de Dios. Temas como el enojo, la infidelidad conyugal, el divorcio, los juramentos a la ligera, y las persecuciones de personas enemigas, hoy tambin deben ser entendidos conforme Dios lo revela. Busca a Cristo para comprender correctamente lo que Dios piensa y demanda de usted? O solamente desea que l complazca sus deseos. Si se esforz tanto en el Sermn del Monte por revelar la verdad de la Palabra de Dios, no merece que usted tenga su opinin como la principal en su vida? Permita que Cristo le ensee su Palabra hoy!

Da 6 BUSCAR A DIOS, REMEDIO CONTRA LA ANSIEDADMateo 6:33-34 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os sern aadidas. As que, no os afanis por el da de maana, porque el da de maana traer su afn. Basta a cada da su propio mal.

Que busca la mayora de personas cuando tratan de vivir lo ms piadosamente posible? lamentablemente, la respuesta real en la mayora, sera que buscan las cosas secundarias o las aadiduras. Buscan esto, antes que lo primordial, que es someterse al reino de Dios y su justicia; porque solo desean satisfaccin terrenal, o humana; y no la complacencia de la voluntad divina. En la mitad del sermn del monte, Cristo va confrontando cada prctica piadosa con la motivacin real del practicante: Primero, deja al descubierto la generosidad ejercida por el deseo de ostentar (Mateo 6:1-4), junto con la oracin y el ayuno levantados con el objetivo de ser admirado por otros y de poder manipular la voluntad de Dios (Mateo 6:5-18); Luego, el Seor examina la costumbre personal de acumular riquezas, la cual tiene como base un corazn codicioso (Mateo 6:19-24), que se refleja en la forma de mirar y en un estilo de vida de continuo afn y ansiedad por el sustento. (Mateo 6:25-32); y concluyendo esta parte de su sermn, lanza la respuesta a todo afn humano: Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os sern aadidas. Si usted vive en afanes y ansiedad, es porque no confa plenamente en Dios, ni busca hacer solo su voluntad. No basta con orar, ayunar o dar a los pobres; se debe rendir la vida entera en las manos del salvador para poder disfrutar de su Paz.

Da 7 CRISTO, LA ROCA QUE FUNDAMENTA AL CREYENTEMateo 7:24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le comparar a un hombre que edific su casa sobre la roca.

Entre mejor y ms profunda sea la base de una edificacin, ms difcil ser hacerla caer; as es la vida de quien tiene como base slida a Cristo. Nadie poda haber encontrado una mejor forma de concluir este maravilloso sermn del Monte; en su conclusin, el Seor Jess ilustra la fortaleza de un creyente ante las pruebas, con la resistencia de una casa fundamentada en la Roca (Mateo 7:25-27); pero si la base de una vida es el mismo salvador, entonces las palabras de Cristo sern la nica gua en todos los aspectos de su existencia (Mateo 7:28-29). Si un verdadero cristiano juzga algo como indebido, lo har juzgndose primero a si mismo segn la enseanza de Cristo y con el deseo de ver a Dios glorificndose en otras vidas (Mateo 7:1-6); si ora a Dios, lo har convencido de la bondad y generosidad del Seor a travs de Cristo (Mateo 7:7-12); si cree haber entrado por la puerta de la salvacin en Jess, se asegurar de estar viviendo en el camino de la salvacin, que es el mismo Cristo (Mateo 7:13-14); y si busca ser edificado por medio de otros creyentes, los identificar por la transformacin de su vida (frutos) y no por la grandeza de sus dones o talentos (Mateo 7:15-23). De tal forma ser sostenida su vida, al fundamentarla en la enseanza del salvador, que el mismo Cristo se encargar de mantenerlo en pie cuando le azoten las ms terribles pruebas; as como la casa sobre la roca se sostuvo, a pesar de las lluvias, los ros y los vientos. El seor nunca prometi que no pasara por pruebas, pero si comprometi su propia existencia para guardarlo en medio de ellas; si es que usted vive segn su palabra.

Da 8 AUTORIDAD SUPREMAMateo 8:27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: Qu hombre es ste, que aun los vientos y el mar le obedecen?

An Elas, un profeta tan recordado y admirado por sus milagros, en medio del pueblo judo; cuando hizo cesar la lluvia (1 Reyes 17:1) y cuando hizo que volviera a llover (1 Reyes 18:41-45), fue por medio de su oracin ferviente y dependiente de la voluntad de Dios (Santiago 5:17-18); pero Jess, lo hizo reprendiendo directamente a los vientos y al mar para que se calmaran; cosa que ningn profeta del antiguo testamento, ni apstol del nuevo testamento lleg a realizar. La reaccin de los discpulos ante este hecho fue de asombro, porque an no entendan plenamente el origen de la autoridad de Cristo; la misma autoridad que el centurin identific en l, al punto de pedirle que solo dijera la palabra para que su siervo sanara (Mateo 8:5-13); la misma autoridad que de forma incipiente el leproso le reconoci, al pedirle que lo sanara si quera (Mateo 8:1-4); la misma autoridad con la que san a la suegra de Pedro y reprendi a quienes queran ponerle condiciones para seguirlo (Mateo 8:14-22); y la misma autoridad con la que los demonios le obedecan, al punto de solo poder rogarle que los enviara a los cerdos, en vez de oponerse a salir de los gadarenos (Mateo 8:28-34). Esta es la autoridad divina de quien sustenta todas las cosas con el poder de su palabra (Hebreos 1:3), la autoridad del Hijo eterno de Dios hecho carne. Esta autoridad sigue vigente en Cristo, aunque ya no ande en barcas, ni se le vea poniendo sus manos sobre enfermos. No obstante, estos hechos que l realiz, deben producir ms que asombro en nosotros, deben alimentar nuestra Fe en l; para que podamos hacer lo que el centurin, pedirle con la absoluta confianza de que l responder, sin que lo veamos moverse y conforme a su voluntad.

Da 9 LA RAZN DE LA FORMA DE ACTUAR DE CRISTOMateo 9:36 Y al ver las multitudes, tuvo compasin de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

A pesar del pecado del corazn humano, y de acuerdo a la voluntad del Padre, Cristo haca cada milagro y enseanza con el objetivo de pastorear a las almas perdidas. Por qu le perdon los pecados al paraltico?, sino para demostrar su poder de salvar el alma (Mateo 9:1-8); Por qu comi con los ms pecadores?, sino para demostrar su amor por el alma perdida (Mateo 9:9-13); Por qu no ayunaba con sus discpulos?, sino para demostrar que su pastoreo es lo ms importante para el alma humana (Mateo 9:14-17); Por qu levant de la muerte a la Hija de Jairo y en el camino san una mujer enferma de flujo de sangre?, sino para demostrar su cuidado pastoral sobre el alma perdida (Mateo 9:18-26); Por qu devolvi la vista a los ciegos que clamaron a l?, sino para demostrar su capacidad de abrir los ojos espirituales a quienes son pastoreados por l (Mateo 9:27-31); y Por qu ech fuera al demonio que mantena mudo a un hombre?, sino para demostrar su poder sobre los enemigos espirituales de las almas que l pastorea (Mateo 9:32-34). No importa su circunstancia; ya sea enfermedad, dolor, soledad, libertinaje, persecucin o ataques espirituales, Cristo lo puede librar de todo ello (Mateo 9:35); pero con el nico deseo de convertirse en el pastor de su alma; la cual, se debe reconocer como desamparada y dispersa, para poder experimentar la compasin del Pastor.

Da 10 EL GRUPO DE CRISTOMateo 10:1 Entonces llamando a sus doce discpulos, les dio autoridad sobre los espritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.

Qu clase de equipo seleccionara usted, si tuviera la misin de salvar a los pecadores? Qu instrucciones les impartira y que advertencias les dara? En el captulo 10 de Mateo, Cristo contesta plenamente estos interrogantes a sus discpulos. El Seor Jess llama a sus discpulos por nombre propio (Mateo 10:2-4), les da como objetivo las almas descarriadas (Mateo 10:5-6) y les encarga el mensaje de la venida del reino majestuoso de Dios a los hombres pecadores (Mateo 10:7); este mensaje es el evangelio, que especialmente, en el caso de los apstoles, deba ser respaldado por prodigios divinos (Mateo 10:8); para certificar la revelacin, que a travs de ellos, Dios dejara en la Biblia. Este mensaje del Evangelio, demanda por lgica un arrepentimiento verdadero de quienes realmente lo reciben; y por ello, a los enviados de Cristo, se les manda a confiar en la provisin que Dios da a travs de quienes l ha rescatado del mundo pecador (Mateo 10:915); y adems, se les asegura una dura resistencia del mundo hacia ellos, como verdaderos portavoces del Evangelio; por lo cual, Cristo se extiende al prepararlos (Mateo 10:16-25, 34-39), consolarlos (Mateo 10:19) y alentarlos (Mateo 10:26-33, 40-42). Jess nunca niega la dureza del cristianismo, y menos a quienes estn llamados como misioneros; por lo cual, es necesario temer ms el repudio divino, que el de los hombres (Mateo 10:31-33). Por ello, no importa si usted es una persona tan comn como los doce apstoles, Dios ha dispuesto todo lo necesario para que se entregue verdaderamente a Cristo y le sirva; a pesar de lo grande de las adversidades; solo necesita seguirlo realmente a l.

Da 11 SENSIBILIDAD AL RITMO DIVINOMateo 11:16-17 Mas a qu comparar esta generacin? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compaeros, diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis, os endechamos, y no lamentasteis.

Nunca habr un buen pan para quien se niegue a comer; as, como la meloda del evangelio, nunca podr llegar al corazn de quin se empee en imponer su propio ritmo. Juan por su dieta rigurosa (Mateo 11:18) y Jess por su amplitud al alimentarse (Mateo 11:19), ambos fueron cuestionados y rechazados; es por ello que el Seor apela a lo sucedido en las plazas de esa poca, para demostrar que el corazn humano no desea someterse a Dios, sin importar los mecanismos que use para acercarse al alma perdida. Frente a la pregunta que le mand a hacer Juan el Bautista, Cristo contest pblicamente citando sus seales divinas como prueba del ministerio (Mateo 11:1-6); pero inmediatamente confront a sus oyentes por la falta de aceptacin del ministerio de Juan, solo por su apariencia y costumbres (Mateo 11:7-15); y sabiamente pas a mostrarles el rechazo a arrepentirse de quienes ms recibieron milagros por medio de l (Mateo 11:2024). Lo paradjico del asunto, es que si Juan no recibi el don de hacer milagros, vivi de forma tan particular y exhort fuertemente a arrepentirse, fue por el plan divino de usarlo como preparador de los corazones para la venida de Cristo (Mateo 3:1-12); el cual, hizo seales milagrosas y vivi conforme a sus costumbres, para mostrarles su autoridad divina para salvar al alma de la carga pesada que le impone el pecado (Mateo 3:25-30). Hoy tambin se puede disfrutar de estar sujeto bajo el yugo o seoro de Cristo, y ser libre de la carga eterna del pecado; pero para ello, se debe ser sensible al ritmo con el que Dios nos revele la salvacin en su Hijo: si Dios obra poderosamente en respuesta alguna de sus necesidades, no se quede solo con la respuesta, corra a someterse a Cristo; y si solo es llamado a arrepentirse a travs de circunstancias poco convencionales y sin ninguna seal milagrosa del cielo, no espere ms, corra a Cristo. Lo que importa realmente es venir a l, sea cual fuere el ritmo circunstancial que Dios nos imponga.

Da 12 JESS ES SUPERIOR A TODO LUGAR, PRCTICA Y LDER RELIGIOSOMateo 12:6 Pues os digo que uno mayor que el templo est aqu.

Ningn sistema religioso, por organizado, bien intencionado, o teolgicamente correcto que sea, podr superar a Jess; l es mayor, porque es el nico en quin hay salvacin. Ni los mandamientos ms respetados de la palabra de Dios, como lo era el da de reposo para los Judos (Mateo 12:1-13); ni los grupos ms celosos en doctrina y comportamiento, como los escribas y fariseos (Mateo 12:14-45); ni los ms cercanos fsicamente al salvador, como su propia familia de sangre (Mateo 12:46-50), pudieron reemplazar a la persona de Jesucristo; y por lgica, tampoco podrn nunca desplazarlo del trono del corazn del creyente, ofrecindole solo estructuras religiosas que no podrn nunca asegurar el poder de Dios por medio de ellas. Cristo, Seor del da de reposo (Mateo 12:8), conocedor del corazn fariseo (Mateo 12:25) y ms poderoso que cualquiera de los hombres de Dios registrados en la Biblia (Mateo 12:41-42), reclama el ser tratado con mayor respeto que un lugar o sistema religioso; interpreta como ilgica una reverencia mayor al templo de Jerusaln, que la dada a l; siendo que el templo fue profanado por David sin ser castigado por Dios y que Jess era el tabernculo, tienda o templo viviente de Dios en medio de las personas (Juan 1:14). Hoy, no pretenda poner los ojos en un sistema religioso; ms bien proclame a cada sistema religioso que conozca, que debe dejar de confiar en sus lugares, hombres santos y ceremonias, y debe someterse solo a Cristo.

Da 13 PARBOLAS, MEDIO DE REVELACIN O SEAL DE JUICIOMateo 13:34 Todo esto habl Jess por parbolas a la gente, y sin parbolas no les hablaba;

La misma tcnica de enseanza que a unos le clarificaba las verdades divinas reveladas por Cristo (Mateo 13:16-17, 35), a otros los dejaba sin ver, ni entender a Dios; y esto ltimo, a causa del pecado del corazn humano. Es ms fcil entender una enseanza cuando se usan las parbolas, porque en ellas se recurren a situaciones y elementos de la vida diaria que ilustran el mensaje, como la siembra (Mateo 13:1-9, 18-23, 31-32), la cosecha (Mateo 13:24-30, 36-43), la cocina (Mateo 13:33), el comercio (Mateo 13:44-45) y la pesca (Mateo 13:47-50) usadas por Cristo para ensear sobre el reino de los cielos, por ser actividades cotidianas de su poca. Tan efectivo fue el mtodo, que Cristo compar a quien as ensea, con un padre de familia que busca nuevas estrategias para transmitir las viejas verdades a los suyos (Mateo 13:5152). Pero cuando el Seor fue interrogado por la causa de su enseanza por parbolas, cit el antiguo testamento; dando a entender que ese mismo mecanismo que clarificaba la verdad a unos, a otros les servira de juicio; porque revelara su corazn endurecido a la verdad divina (Mateo 13:10-17). Hoy no es distinto; ya sea por el afn de esta vida, como la tierra con espinos (Mateo 13:22); o por las aflicciones de este tiempo, como la tierra con pedregales (Mateo 13:2021); o por el entendimiento entenebrecido por la exposicin continua a la obra del maligno, como la tierra de junto al camino y con aves (Mateo 13:19); la mayora cierra su corazn a Cristo y su reino. Deseche todo lo que le estorba y sea una tierra frtil para la palabra del Seor (Mateo 13:23).

Da 14 NO TEMISMateo 14:27 Pero en seguida Jess les habl, diciendo: Tened nimo; yo soy, temis! no

Frente a las circunstancias ms terribles, es difcil no temer; pero, si miramos con detenimiento en medio de la prueba ms oscura, podremos ver a Cristo acercarse para salvarnos, diciendo: Tened nimo; yo soy, no temis! Los discpulos de Jess saban de la muerte injusta que se le propino a Juan por predicar la verdad (Mateo 14:1-12); y esto era suficiente para fomentar una actitud de cuidado al predicar el evangelio; tanto, que Cristo, prudentemente, al or de la muerte de Juan, parti en una barca a un lugar apartado (Mateo 14:13); pero su compasin por las almas, al ver la multitud que le sigui, le llev a sanarlos y a darles alimento de forma milagrosa (Mateo 14:14-21). En medio de todas estas emociones encontradas, de tristeza por la muerte de Juan y de asombro por los milagros del Seor; en su viaje de regreso, los discpulos quedan atrapados en el mar, en medio de las fuertes olas (Mateo 14:24); y estando sin el Seor, el cual se qued despidiendo la multitud y orando en soledad (Mateo 14:22-23), tuvieron gran miedo, cuando vieron a alguien acercarse andando sobre el mar (Mateo 14:26); pero rpidamente el Seor Jess les habl para que lo identificaran (Mateo 14:27); era l, quin en medio de la madrugada, luego de estar en comunin con el padre en oracin, se acercaba para socorrer a sus discpulos en medio de su gran dificultad y temor (Mateo 14:25). Y tal efecto tuvo en Pedro este gesto del Seor, que le impulso a pedirle que lo hiciera caminar sobre el agua (Mateo 14:28); lo cual en efecto hizo mientras mir con Fe a Cristo (Mateo 14:29), pero al ver las dificultades alrededor, se hundi (Mateo 14:30); pero an, en ese momento, Cristo lo rescat con su propia mano (Mateo 14:31). El resultado de tener la mirada en el Salvador, es libertad del temor a las circunstancias. Por grandes que sean sus adversidades, por la Fe en Cristo podr caminar sobre ellas; y si duda, el mismo Cristo lo rescatar con su mano; para que, al igual que los discpulos, viva para adorarle (Mateo 14:31-33) y pueda seguir viendo como l obra sobre los dems (Mateo 14:34-36). No temis!

Da 15 POR DENTRO Y POR FUERAMateo 15:11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.

Por su conviccin de no ser contaminado espiritualmente por las actividades y compaas fsicas, es que Cristo san a muchos de diversas enfermedades (Mateo 15:29-31), saci milagrosamente el hambre de las multitudes (Mateo 15:32-39) y de forma especial, contest la peticin de una mujer no Juda, la cual clamaba por la sanidad de su hija (Mateo 15:21-28). Imagine lo que hubiera pasado si Cristo adoptara la misma postura religiosa y rgida que tenan los Judos Fariseos, basados en tradiciones humanas; No hubiera podido redimirnos! Por el contrario, el Seor reprendi fuertemente a quienes invalidaban la correcta vivencia de los mandatos bblicos, solo por satisfacer a las autoridades religiosas y por no ir en contra de las costumbres y tradiciones (Mateo 15:1-20). El mismo reto contina para el cristiano de hoy; el cual debe servir al Seor desde lo ms profundo de su corazn; no para ser aprobado por una religin, ni por cumplir las costumbres de su cultura, sino para guardarse en pureza y santidad ante el Seor que lo redimi.

Da 16 LA PREGUNTA MS IMPORTANTEMateo 16:15 l les dijo: Y vosotros Quin decs que soy yo?

Si no se nos responde desde el cielo ante nuestras inquietudes personales, es porque no estamos haciendo la pregunta ms importante, de la cual brotan todas las respuestas, Quin es Cristo? Por su falta de entendimiento de quien era Cristo, es que los fariseos pedan seales milagrosas (Mateo 16:1-4), las cuales no podan clarificar las dudas de su alma; pero el entender la persona y obra de Jess, se sustenta el corazn cansado y se alegra el alma abatida y confundida por la religiosidad (Mateo 16:5-12). En vez de vivir preguntando por la razn de todo lo que nos acontece, y vivir inquieto por el motivo de nuestra existencia; debo inquietarme por conocer verdaderamente al Salvador, el cual conoce a la perfeccin el propsito de mi vida (Mateo 16:13-20). Una vez que conozca a Cristo, l le guiar a su muerte redentora (Mateo 16:21-28), porque es la parte de su vida terrenal que nos revela claramente su ministerio y nos ensea el propsito de nuestra vida: glorificar a Dios hasta la muerte.

Da 17 GRATA PRESENCIA DIVINAMateo 17:4 Entonces Pedro dijo a Jess: Seor, bueno es para nosotros que estemos aqu; si quieres, hagamos aqu tres enramadas: una para ti, otra para Moiss, y otra para Elas.

Ninguno de los que haya podido vislumbrar la majestuosa divinidad de Cristo, puede negar lo grato de la experiencia; tal vez sea atemorizante (Mateo 17:6-7; Marcos 9:6; Lucas 9:33), porque al estar frente a la santidad divina, se percibe el justo juicio que la propia pecaminosidad merece; pero aun as, no existen palabras que describan lo acogedor de la comunin con Dios en Cristo. El impulso de Pedro fue pedir al Seor que se quedaran all; pero Jess, saba que su obra deba continuar, an haba gente que sanar (Mateo 17:14-21) y sobre todo, deba preparar a sus discpulos para su muerte en la Cruz (Mateo 17:22-23), mientras les sustentaba espiritual y fsicamente (Mateo 17:24-27). Djese sostener por Cristo tambin usted; ya que, as como dio a Pedro para pagar el impuesto (Mateo 17:24-27), y obr la sanidad en el endemoniado (Mateo 17:14-21), as tambin l tiene el poder para cubrir sus necesidades fsicas por completo. Pero recuerde, que al acceder por medio de la oracin y la meditacin de su Palabra, a la presencia de Cristo; lo inolvidable ser el experimentar lo agradable de su compaa, que siendo terrible en magnificencia, es espiritual y gloriosamente reconfortante. Su presencia es vida para el alma.

Da 18 LOS NIOS DE CRISTOMateo 18:2-3 Y llamando Jess a un nio, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvis y os hacis como nios, no entraris en el reino de los cielos.

Esta situacin que Cristo provoc, no tuvo como objetivo, aunque muchos as lo malinterpretan, el demostrar la libertad de condenacin divina de un nio; sino ilustrar ciertas caractersticas que tiene un creyente que hace parte del reino de los cielos. Al mirar el contexto, vemos a Cristo lidiando con el deseo de poder de sus discpulos (Mateo 18:1); por lo cual, l les ensea que deben mantener un bajo perfil y humillarse, para ser ms grandes espiritualmente y as demostrar su dependencia de Cristo, como la de un nio hacia su padre, o hacia su hermano mayor. Pero adems de la humildad, los nios espirituales de Cristo, o sus pequeos, deben procurar alejarse de la compaa de personas que los inciten al pecado (simbolizados por la mano, el pie y el ojo que hacen caer), por lo cual estas personas sern castigadas duramente por Dios (Mateo 18:6-9); tambin deben ser valorados as como el Seor los estima, porque a pesar de sus cadas, son trados de nuevo al rebao por l, como ovejas perdidas (Mateo 18:10-14); y asimismo, necesitan aprender a perdonar a su hermanos espirituales en Cristo, para mantener la santidad de la familia cristiana que es la Iglesia (Mateo 18:15-22) y para evitar la justa reprensin divina por no perdonar, habiendo sido grandemente perdonados por medio del sacrificio de Jess en la Cruz (Mateo 18:23-35). Entonces, ser un nio en Cristo significa depender siempre de la gua y fortaleza divina, para no caer definitivamente en la necedad, el orgullo y la falta de perdn en que est sumido el mundo. Es preferible ser un nio en Cristo, a ser un adulto en las cosas del mundo.

Da 19 CREACIN DIVINA Y PATRN HUMANOMateo 19:4-5 l, respondiendo, les dijo: No habis ledo que el que los hizo al principio, varn y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejar padre y madre, y se unir a su mujer, y los dos sern una sola carne?

Lo que Dios ha hecho determina el modelo que el hombre debe seguir; su creacin muestra los principios que deben regir a la humanidad y su carcter indica el ideal que las personas se deben trazar. Al ser interrogado por la legalidad del divorcio, y sabiendo que el antiguo testamento reglamentaba su aplicacin, Cristo contesta con lo que Dios hizo en la creacin: varn y hembra. Esto fundamenta el principio de la certificacin divina en la unin conyugal; ya que, como Dios cre una mujer para un hombre, y los mand a unirse; entonces cada matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer, debe constituir una unidad familiar independiente de sus hogares anteriores y debe ser indisoluble (Mateo 19:1-6). Pero si por adulterio se busca la separacin, se podra llevar a cabo; pero con la salvedad de que la voluntad real de Dios es que haya perdn y reconciliacin; y que el divorcio solo es reflejo de la dureza del corazn humano (Mateo 19:7-12). Tal dureza no solo se ve en los divorcios; se pudo ver en los mismos discpulos, que alejaban a los nios de Jess, sin entender que ellos mismos eran nios espirituales dependientes de l (Mateo 19:13-15); y tambin se pudo ver en el Joven rico, que pretenda ser lo suficientemente bueno como para heredar la vida eterna, y Cristo lo confront mostrndole que la verdadera motivacin de sus actos no era Amar a Dios sobre todas las cosas, sino hacer tesoros en la tierra (Mateo 19:16-30) Cada acto de Dios lleva implcito principios de vida para el creyente; y cada atributo de Dios le muestra al creyente cun lejos est de ser como su Seor, pero al mismo tiempo lo alienta a aferrarse a l, confiando en que es el nico ser verdaderamente bueno, al cual debe dedicar su vida para poder ser transformado conforme a su imagen.

Da 20 BONDAD SOBERANA DE DIOSMateo 20:15 No me es lcito hacer lo que quiero con lo mo? O tienes t envidia, porque yo soy bueno?

En la mente del hombre actual prima el reclamo de sus derechos, incluso ante Dios, antes que el agradecimiento por los privilegios recibidos; pero Jess, deja al descubierto la envidia que fundamenta la actitud rebelde ante la soberana bondad de Dios para con los dems. En la parbola de los obreros de la via (Mateo 20:1-16), queda claro que Dios, simbolizado por el dueo de la via, no es injusto con ninguno de los que le sirven; pero si es soberano para recompensar segn la bondad de su corazn. Luego de anunciar su muerte de nuevo (Mateo 20:17-19), queda al descubierto el deseo de poder del corazn humano, cuando la madre de dos de sus discpulos pide una posicin privilegiada para sus hijos (Mateo 20:20-21); ante lo cual, Cristo reconoce que estn determinados ciertos privilegios para ellos, pero que son adjudicados por la soberana bondad de Dios, y que esto no debe afectar su actitud de humildad, sino por el contrario impulsarla (Mateo 20:20-28). Como los ciegos de Jeric (Mateo 20:29-34), muchos se humillan ante Cristo para recibir su favor; pero lo que el Seor busca es una vida en continua rendicin a su voluntad, que reconozca la bondad de los designios divinos, y que viva feliz de tener el privilegio de estar sometido a la soberana de Dios. Despus de todo, quien es el nico que tiene todos los derechos de actuar libremente, sino aquel que tiene todas las perfecciones en su ser. A l sea la Gloria!

Da 21 LIMPIANDO LA CASAMateo 21:13 Y les dijo: Escrito est: Mi casa, casa de oracin ser llamada; mas vosotros la habis hecho cueva de ladrones.

Al entrar en medio de alabanzas a la ciudad de Jerusaln (Mateo 21:1-11), reprender a los mercaderes del templo (Mateo 21:12-13) y recibir ms alabanzas en donde solo Dios debe ser adorado (Mateo 21:14-17); Cristo estaba confirmando su autoridad divina para purificar la adoracin. Esta autoridad es ratificada cuando hizo secar la higuera (Mateo 21:18-19), lo cual sirvi para fomentar confianza en los adoradores al momento de orar (Mateo 21:20-22); tambin se ratifica al confrontar a quienes le cuestionaban (Mateo 21:23-27), mostrando la sabidura divina que un verdadero adorador debe contemplar en su Seor; y termina de ratificarla al mostrar la desobediencia del gremio religioso judo por medio de parbolas (Mateo 21:2846), lo cual conduce al arrepentimiento genuino a quienes le adoran en espritu y verdad. Que Jesucristo limpiara el templo, solo muestra su capacidad de limpiar la adoracin; purificando los corazones de quienes le adoran, por medio de una Fe llena de confianza en su poder y sabidura, y a travs de un arrepentimiento claro ante su reprensin. Si como los mercaderes, su cercana a la adoracin solo tiene como fin el lucro personal, deje que Cristo limpie hoy su corazn; y su vida ser hecha casa de oracin.

Da 22 DUDAS CONTRA DE CRISTOMateo 22:17-18 Dinos, pues, qu te parece: Es lcito dar tributo a Csar, o no? Pero Jess conociendo la malicia de ellos, les dijo: Por qu me tentis, hipcritas?

Detrs de las preguntas que muchos hacen sobre Cristo, o a Cristo, subyace un deseo enfermizo de hacerlo caer de la posicin de nico salvador del ser humano. Como en la parbola de la fiesta de bodas (Mateo 22:1-14), en la que un asistente no tena vestido de bodas, el cual simboliza la actitud y comportamiento de quien se sujeta al Reino de Dios en Cristo; algunos de los que dicen ser seguidores de Cristo mantienen una actitud de duda frente a la persona y obra del salvador. Los que preguntaron a Jess por los impuestos, se presentaron como conocedores de Cristo (Mateo 22:16), pero realmente deseaban encontrar motivos para despojarlo de su autoridad para seorear y salvar su vida (Mateo 22:15); lo cual era conocido por el Seor (Mateo 22:18) y por ello respondi mostrndoles que su deber en esta tierra no se contrapone, ni es superior, a su responsabilidad ante Dios (Mateo 22:19-22). En la segunda pregunta que le hicieron a Cristo, de las registradas en este captulo, intentaron demostrar lo ilgico de ver el poder de Dios fuera de la esfera material y normal que conocemos, negando la resurreccin y la veracidad de las mismas escrituras; pero Cristo, respondi con la lgica divina del eterno dominio de Dios sobre las almas que el crea (Mateo 22:23-33). Y en la ltima pregunta, los fariseos intentaron encontrar contradicciones en la forma en que Jess interpretaba las escrituras; pero los dos mandamientos del antiguo testamento citados por l, resumen perfectamente el espritu de la ley y la ley divina en si misma (Mateo 22:34-40). Si como muchos supuestos Cristianos de hoy, usted duda sobre la supuesta contradiccin entre su responsabilidad terrenal y la celestial, o sobre la lgica del poder espiritual divino sobre su vida, o sobre la coherencia y perfeccin de las escrituras; recuerde que ms grande que sus dudas con respecto a Cristo es la seguridad que l tiene de su incapacidad para seguirle; y aun as, lo llama hoy a creerle, confiando en su sabidura divina y no en la humana, que es imperfecta.

Da 23 DEL DICHO AL HECHOMateo 23:3 As que, todo lo que os digan que guardis, guardadlo y hacedlo; ms no hagis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.

Lo importante de ensear la palabra de Dios, no radica simplemente en transmitir conocimientos correctamente interpretados; sino en poder dar de lo que nos ha transformado. Ciertamente, la enseanza de los Fariseos sobre la ley de Moiss, era correcta; el mismo Seor Jess lo afirm en Mateo 23:1-3. Pero la gran condena que Cristo levant contra ellos, fue porque sus mtodos revelaban las motivaciones errneas de su corazn; y esas motivaciones dejaban al descubierto que realmente no crean lo que enseaban, as lo ensearan bien. Sus motivaciones se basaban en complacer sus deseos personales; y por ello, no practicaban las duras exigencias que les hacan a los dems (Mateo 23:4) y solo buscaban tener una posicin importante para ser reconocidos y atendidos por los dems (Mateo 23:5-7). Por ello, Cristo le demanda al creyente en l, y mayormente a los que lideran en la iglesia cristiana, que su motivacin no debe ser el tener una posicin de reconocimiento o de privilegios; sino el servir humildemente a los dems, como hermanos en Cristo. Los mtodos de los fariseos, a pesar de su correcta enseanza, cerraban la puerta de la salvacin, a ellos y a sus aprendices (Mateo 23:13).Ellos se aprovechaban econmicamente de las viudas, con la excusa de ser sus guas espirituales (Mateo 23:14); se esforzaban enormemente por conseguir discpulos, solo para someterlos a su rgimen religioso egosta (Mateo 23:15); daban mayor importancia al dinero para la obra de Dios, que a Dios mismo (Mateo 23:16-23); e invertan a tal punto la importancia de las cosas, que como dijo Cristo: colaban el mosquito y se tragaban el camello (Mateo 23:24), dando ms importancia a la apariencia externa que a la obra interna del espritu de Dios en el hombre; por ello, Jess los compar con vasos y platos sucios por dentro (Mateo 23:25-26), con sepulcros blanqueados (Mateo 23:27-28), y hasta con vboras asesinas, porque ellos, como sus antecesores, mataran a los enviados por el Seor (Mateo 23:29-39). Cuando ensee la Palabra de Dios, debo verificar si mis mtodos, y las motivaciones de los mismos, reflejan que vivo conforme lo que enseo; porque eso ser lo que finalmente transmita.

Da 24 LO PREDICHO POR CRISTOMateo 24:35 El cielo y la tierra pasarn, pero mis palabras no pasarn.

La persona cuya vida est en Cristo, debe examinar los acontecimientos a la luz de la Palabra de Dios y prestar especial atencin a las advertencias, recomendaciones y expresiones de aliento y seguridad que Cristo nos dej. En la mentalidad de los discpulos, la destruccin del templo, el regreso de Cristo y el fin de la era o del mundo como se conoce, estaban relacionados; y por ello lo preguntan al mismo tiempo (Mateo 24:1-3); y probablemente, por eso mismo, Cristo les contesta sin diferenciar contundentemente lo uno de lo otro. El Seor no les respondi realmente para saciar su curiosidad sobre las fechas, sino que basado en la realidad de la consumacin de esta era, quiso: Estimular una actitud cuidadosa para no caer ante las herejas oportunistas (Mateo 24:4-5, 11, 23-25), dejar clara la necesidad de acontecimientos previos antes del fin de la era (Mateo 24:6-8), impulsar una actitud evangelstica en quienes creen en l (Mateo 24:13-14) y clarificar la imposibilidad de determinar el da de su segunda venida, debido a su carcter sorpresivo (Mateo 24:27, 36, 42, 44). Solo quin ha entregado su vida a Cristo, arrepentido por su pecado y confiando en su obra sustitutoria en la Cruz; puede vencer la tentacin de dejarse llevar por las corrientes doctrinales herticas de hoy en da, puede permanecer confiado a pesar de los acontecimientos catastrficos, puede perseverar dando testimonio de Cristo con su vida y predicacin, y puede esperar con gozo la segunda venida de su Redentor. Cielo y tierra pasarn, pero su palabra no pasar.

Da 25 ACTITUD VIGILANTEMateo 25:13 Velad, pues, porque no sabis el da ni la hora en que el hijo del hombre ha de venir.

La actitud con la que cada individuo afronta la vida, refleja si cree, o no, en el regreso de Cristo. En la parbola de las diez vrgenes (Mateo 25:1-13), el problema de las insensatas no fue que no creyeran que el esposo vendra, el cual simboliza a Cristo en su retorno; ni tampoco que permanecieran despiertas, porque todas se durmieron; el problema fue no haber considerado importante el estar listas, con el suficiente aceite. En la parbola de los talentos (Mateo 25:14-30), el gran error del que fue reprendido, no fue el perder el talento, porque lo escondi para devolverlo igual; su gran error fue no haber puesto a producir lo que le entregaron, para mostrar a su Seor un fruto de lo que invirti; as como Cristo espera ver el fruto de su obra en nuestra vida, cuando regrese. Entonces, la gran equivocacin, de muchos que profesan que formaran parte del reino de Cristo cuando el venga; no radica en su falta de conocimiento con respecto a su regreso, ni en su debilidad humana mientras esperan, ni en que les falte dones o talentos recibidos del Seor; sino en que su vida, no refleja la conviccin de tener que presentar cuentas al seor en su segunda venida, no viven con actitud vigilante (Mateo 25:41-46). Pero si una persona en verdad cree en el retorno de Cristo, vive haciendo el bien como una forma de ratificar que su vida no est centrada en s mismo, sino en la satisfaccin de la voluntad de su Seor; a tal punto, que cada accin suya, la realiza como si directamente Cristo la estuviera recibiendo (Mateo 25:35-40). Es mejor vivir vigilante para satisfacer la voluntad de aquel que nos salv, a dormir con el mundo el sueo que lleva a la perdicin; para que un da, cuando regrese, Cristo nos diga: Venid benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros (Mateo 25:31-34)

Da 26 CUANTO VALE CRISTO?Mateo 26:15 y les dijo: Qu me queris dar, y yo os lo entregar? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata.

La cantidad recibida por Judas era lo que poda costar un esclavo; a tal punto desconoci al salvador con el que anduvo, que le dio el valor ms bajo (Mateo 26:14-16, 47-50). La actitud de los fariseos al reunirse a planear la captura, ofrecer poco dinero a Judas, prender a Cristo como a un vil ladrn, darle un juicio injusto y maltratarlo antes de su crucifixin; tambin demuestra el mnimo valor que le dieron al salvador (Mateo 26:1-5, 55-68). El comportamiento de los discpulos, enojndose con la mujer que derram un perfume costoso sobre Cristo, durmindose cuando Jess les pidi compaa mientras oraba, huyendo cuando lo capturaron, y como en el caso de Pedro, negndolo abiertamente; tambin evidencia lo poco que valoraban a Cristo; vala la pena vivir con l, pero no morir por l. (Mateo 26: 8-9, 30-46, 56, 69-75). Pero todas estas actitudes contrastan con la de una mujer que derram lo ms valioso que posea, un perfume costoso; el cual vaco por completo sobre Jess, como smbolo del valor incalculable que para ella tena el salvador (Mateo 26:6-13). Y sobre todo contrasta con los dems, lo que Cristo mismo valoraba su propia vida; al punto de proclamar su sangre, su sacrificio, como base para el perdn de pecados (Mateo 26:26-29); y de no negarse a sufrir, porque solo su vida en la cruz poda redimir a los pecadores (Mateo 26:39). Cunto vale Cristo para usted?

Da 27 EL PESO DE LA CRUZMateo 27:32 Cuando salan, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simn; a ste obligaron a que llevase la cruz.

La Cruz pesaba extraordinariamente para Cristo, no tanto por la tortura que previamente haba recibido, sino por la carga espiritual de servir de instrumento del castigo divino, por el pecado de quienes seran redimidos con la crucifixin del Seor. Judas se suicid, en vez de ayudar a Cristo con la Cruz (Mateo 27:3-10); Pilato no quiso comprometerse a liberar a Cristo de la Cruz, a pesar de reconocerlo inocente (Mateo 27:1531); el Cireneo, Simn, no carg la Cruz voluntariamente (Mateo 27:32); y los compaeros de Crucifixin del Seor se unieron a la burla que le hacan los que pasaban y los lderes Judos, a pesar de estar clavados igualmente de un madero (Mateo 27:33-44). Nadie entendi el peso sobrenatural de la Cruz, sino hasta percatarse de la santidad y justicia divina que posea el hombre Clavado en ella, como le pas al Centurin y a sus acompaantes (Mateo 27:45-54). Aunque fue sepultado en un buen lugar, mandaron a custodiar la tumba, porque en el fondo suponan que poda cumplir lo que prometi (Mateo 27:57-65). El peso de la Cruz que lo llev a la muerte, no fue su propio pecado, sino el muestro; y el poder de su santidad divina lo levantara de los muertos. Si, como todos los seres humanos, usted no pudo ayudar a Cristo con su Cruz; y aunque hubiera podido, como los de su poca, tampoco habra querido; Entonces descanse en el poder salvador de la muerte sacrificial de Jess. Usted nunca podr con el peso de su pecado, pero l s pudo; y por ello, para vivir en paz, debe confiar en la obra perfecta de Cristo en la Cruz.

Da 28 LA TUMBA VACAMateo 28:6 No est aqu, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Seor.

El contraste es tremendo; fue puesto por otros en la tumba, pero l mismo se levant dejndola vaca. Aunque los lderes Judos de la poca hicieron creer que los discpulos haban levantado el cuerpo de Jess (Mateo 28:2-4, 11-15); los verdaderos seguidores del Seor, como las mujeres que fueron al sepulcro, al ver la tumba vaca, creyeron que haba resucitado conforme lo haba predicho (Mateo 28:1, 5-8). Mientras corran a avisar a los otros, Cristo sali al encuentro de las mujeres (Mateo 28:910); y al final, se apareci a todos para darles la gran comisin a cumplir (Mateo 28:16-20): deban predicar a Cristo y hacer discpulos del nico Salvador que muri para redimirnos y que resucit para darnos vida eterna. Usted, como yo, puso a Cristo en la tumba a travs de su pecado; pero ni usted, ni yo, le levantamos de los muertos. Es por ello, que solo l tiene el poder de transformar nuestras vidas; para que as, como la tumba no tuvo ms un cuerpo en descomposicin, as tambin nuestras vidas queden vacas de toda esclavitud al pecado y sean llenas de la vida del resucitado.

Da 29 MINISTERIO MULTIFUNCIONAL DE CRISTOMarcos 1:14 Despus que Juan fue encarcelado, Jess vino a Galilea predicando el evangelio del Reino de Dios.

Lo atractivo de la predicacin de Cristo, era la gran variedad de sus obras milagrosas y de sus enseanzas; las cuales giraban en torno al arrepentimiento y la fe que demandaba el acercamiento del Reino de los Cielos en Cristo. Hoy en da, estos requisitos siguen vigentes, para percibir la multiforme accin del salvador. Cristo, en este primer captulo de Marcos, se ve recibiendo y dndole plenitud al ministerio de proclamacin del Reino de los Cielos que tena Juan el bautista (Marcos 1:1-8); a travs del bautismo (Marcos 1:9-11), la tentacin en el desierto (Marcos 1:12-13) y la muerte del profeta (Marcos 1:14-15). Adems, el Seor es registrado en la variedad de su obra ministerial: llamando discpulos (Marcos 1:16-20), expulsando demonios (Marcos 1:21-28), sanado enfermos (Marcos 1:2934, 40-45), orando (Marcos 1:35-37) y predicando (Marcos 1:38-39); siendo estas dos ltimas actividades el eje central de su labor; ya que la oracin guiaba y mantena poderosamente su obra; mientras la predicacin, fundamentaba las vidas en l como Salvador. No importa la variedad de las necesidades de cada persona, todas pueden ser suplidas por el salvador; pero teniendo como fundamento su enseanza, la cual nos lleva a formar parte de sus discpulos, y as ser verdaderamente bendecidos por l. No se conforme con algn beneficio de la obra de Cristo; clame a l por su llamado, y por tenerlo en medio de su vida, ensendole su voluntad.

Da 30 NECESIDAD DE PERDNMarcos 2:5 Al ver Jess la fe de ellos, dijo al paraltico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

La necesidad ms grande del ser humano es experimentar el perdn divino; as no se vea como un pecador, necesita estar en paz con Dios. Esa era la razn de cada obra de Cristo, brindar el perdn que solo viene a travs de l. Los religiosos de su poca cuestionaban los actos y palabras de Jess; cuestionaron el que le dijera al paraltico que perdonaba sus pecados (Marcos 2:1-12), que comiera con publcanos y pecadores en la casa de Lev (Marcos 2:13-17), que no ayunara con sus discpulos (Marcos 2:18-22) y que los dejara recoger espigas en el da de reposo (Marcos 2:23-28). Pero en todas las ocasiones, Cristo buscaba darse a conocer como quin tiene la autoridad para perdonar; por ello le habl as al paraltico y lo san, por ello estaba en compaa de los pecadores que reconocan su necesidad de perdn, por ello no les permita a los discpulos afligirse en ayuno siendo que estaban en la compaa de su redentor y por ello les dejaba realizar ciertas labores necesarias en sbado, porque andaban con el Seor del da de reposo, el nico que con su perdn da descanso al alma. Nuestra mayor necesidad no es ser sanos, andar en buenas compaas o en buenas prcticas religiosas; nuestra mayor necesidad es experimentar el perdn divino en Cristo. Todo lo que no viene de Cristo nos brinda un perdn meramente humano, que apacigua por un momento nuestra conciencia; pero el perdn de Cristo, llena el alma de paz, por estar a cuentas con el autor de la vida.

Da 31 LO LCITO Y LO BUENOMarcos 3:4 Y les dijo: Es lcito en los das de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.

Lo legal, o socialmente aceptable, no siempre es lo bueno segn la voluntad de Dios; pero lo espiritualmente bueno, lo que salva vidas, nunca se contrapone a lo lcito; si es que esa ley viene de Dios, y si ha sido correctamente entendida. En esto se bas la oposicin a Cristo; en buscar en su comportamiento acciones que estuvieran fuera de la ley Juda de ese tiempo, o fuera del entendimiento judo de la ley divina. Por ello fue incitado a sanar al hombre de la mano seca en el da de reposo (Marcos 3:1-6); y por ello tambin, fue acusado de ser un instrumento del prncipe de los demonios, ya que no queran entender su autoridad bblica sobre todo ser espiritual; lo cual Cristo diagnstico como un pecado imperdonable en contra del Espritu Santo, ya que estaban totalmente endurecidos ante su obra a travs de l (Marcos 3:20-30). Pero, como dentro de toda sociedad, lo conveniente, o aceptable, llega a tener tanta fuerza como lo establecido por medio de leyes; la propia familia de sangre de Cristo, lleg a pensar que estaba fuera de s (Marcos 3:21); a lo cual, Cristo argument, que sus familiares solo son los que verdaderamente le necesitan y le entienden como su salvador (Marcos 3:31-35). Teniendo como fundamento el bien y la salvacin divina, el Seor predicaba y sanaba a las multitudes desde una barca (Marcos 3:7-12); y escogi de entre sus seguidores a doce hombres que sirvieran de instrumentos de la bondad de Dios, anunciando la salvacin en l (Mateo 3:13-19). Siguiendo el ejemplo del Seor, nuestras acciones deben ser impulsadas por lo que Dios en su buena voluntad desea para las personas. No debemos hacer simplemente lo lcito, o lo conveniente, sino lo bueno y lo que traiga salvacin en Cristo; as el mundo entero nos persiga por ello.

Da 32 MIRAR LO QUE OMOSMarcos 4:24 Les dijo tambin: Mirad lo que os; porque con la medida con que meds, os ser medido, y an se os aadir a vosotros los que os.

Cuando se juntan los sentidos se aprende mejor; y aqu, Cristo une, en su forma de hablar, la visin con la audicin, para enfatizar la importancia de prestar mucha atencin a su enseanza; si es que se espera que ella produzca resultados. Este llamado de atencin, se hace en medio de sus enseanzas por medio de parbolas; como la del sembrador (Marcos 4:1-20), la de la luz (Marcos 4:21-22), la de la semilla de trigo (Marcos 4:26-29) y la de la semilla de mostaza (Marcos 4:30-32); todas ellas, con la intencin de mostrar la dinmica del Reino de los cielos. Ante sus enseanzas Cristo demand, y an demanda, especial atencin; tratar con mayor y mejor cuidado lo que qued registrado en la Biblia, para tener una vida conforme a su voluntad y ser parte del reino de los cielos. Curiosamente, hoy en da, muchos ponen mayor atencin a las enseanzas de los hombres contemporneos; las cuales no son dadas por el Hijo de Dios, ni tienen como objetivo el Reino de los Cielos; por lo cual terminan por alejarnos de Cristo. Fijemos como meta el mirar bien lo que omos; desechando lo que no concuerda con la enseanza del Hijo de Dios, y profundizando en sus palabras; para as llegar a producir, para su reino, fruto al treinta, o al sesenta, o al ciento por uno (Marcos 4:20).

Da 33 HECHOS PARA PUBLICARMarcos 5:20 Y se fue, y comenz a publicar en Decpolis cun grandes cosas haba hecho Jess con l; y todos se maravillaban.

El ejemplo de obediencia y agradecimiento del hombre de este versculo, del Gadareno, debera animarnos a publicar las grandes obras que el Seor Jesucristo ha hecho en nosotros. Este Gadareno, se encontr en una situacin en la que ni poda pedir ayuda, ni lo podan ayudar, ni tena alguien que clamara a Cristo por l (Marcos 5:1-5); por el contrario, los nicos que se dirigieron a Cristo por l, fueron los demonios que lo atormentaban, para que el Seor no los echara de su ser. Pero Cristo lo liber poderosamente, a pesar de lo extremo de su caso (Marcos 5:6-13). Por otra parte, en este mismo captulo 5, estn otros dos casos ms, que si pidieron ayuda a Cristo; uno es el de Jairo clamando por su hija moribunda y el otro es el de la mujer que, en vez de pedir verbalmente la sanidad de su flujo de sangre, se arrastra entre toda la gente para tocar a Jess. Ambos sanidades se entrelazan en el mismo curso de acontecimientos relatados en Marcos 5:21-43. No importa si usted tuvo quien intercediera ante el Seor, o si usted mismo clam a l, o si ni siquiera pudo orar al Seor en medio de sus conflictos, como el Gadareno; lo importante es que usted reconozca la obra Cristo en su vida, y publique lo grande del salvador; y eso solo lo lograr, si rinde su vida al Seor. .

Da 34 INCREDULIDAD Y FE EN CRISTOMarcos 6:6 Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorra las aldeas de alrededor, enseando.

O se cree en Cristo, o no se cree en l; no hay trmino medio; y como resultado, o se ver plenamente la obra del Seor en la vida, o simplemente se recibir lo poco que en su misericordia soberana el da al incrdulo. El asombro de Cristo por la incredulidad de sus coterrneos Galileos, explica los pocos milagros que ellos recibieron del Salvador (Marcos 6:1-5); pero aun as, el Seor no dejo de ensearles las verdades del reino de los cielos. Y seguramente, en medio de esta situacin, Cristo vio el momento ideal para enviar a sus discpulos a predicar de dos en dos (Marcos 6:7-13); a pesar de la incredulidad generalizada. Este tipo de incredulidad es la que llev a Herodes a matar a Juan el Bautista, a pesar de admirarlo; y luego a confundirlo con Jess, creyendo que los poderes milagrosos eran porque el Bautista haba vuelto de los muertos (Marcos 6.14-29). Y a pesar de la incredulidad de los mismos discpulos, el Seor saci milagrosamente el hambre de las multitudes, con lo poco que ellos tenan; y tambin subi milagrosamente a la barca en que navegaban a viento contrario, y calm el viento. Pero al finalizar Marcos captulo 6, se ven personas que recibieron sanidades solo con tocar su manto, debido a su Fe en l. Usted y yo podemos esperar que en algn momento, por su misericordia, el Seor nos brinde su ayuda providencial; pero si queremos percibir su mano sobre nuestra vida, de forma continua y plena, debemos creer en l, ms de lo que creemos en las personas, o en los sistemas religiosos, o en la ciencia. Debemos confiar en Cristo, ms de lo que confiamos en nosotros mismos. Qu Cristo quede asombrado, ms bien, por nuestra fe en l!

Da 35 LIMPIEZA DEL CORAZNMarcos 7:15 Nada hay fuera del hombre que entre en l, que le pueda contaminar; pero lo que sale de l, eso es lo que contamina al hombre.

La obsesin por seguir costumbres, religiosas, culturales o filosficas, para limpiar el alma; solo demuestra lo contaminado de la misma (Marcos 7:1-23). El pecado es lo que contamina nuestras costumbres, y no al revs. Y solo Cristo nos limpia de pecado. De hecho, Cristo san a una mujer, que segn el concepto religioso Judo, era impura por ser extranjera (Marcos 7:24-30); el san a esa sirofenicea, porque al igual que los que trajeron a un sordomudo para que lo sanara (Marcos 7:31-37), puso la fe en l. La Fe en Jess, como salvador del pecador, por medio de su muerte y resurreccin, no solo da la seguridad de ser perdonado por Dios; tambin purifica el alma, hacindole caer en cuenta de su pecado, dndole aborrecimiento hacia la prctica del mismo e impulsndole a obedecer al Seor. Por su sangre sacrificial, Cristo logra lo que ningn ritual de purificacin, ha podido, ni podr lograr: la limpieza del corazn. Es hora de confiar plenamente en Cristo, para ser tan puros por dentro, como aparentamos serlo por fuera. Es hora de arrepentiros del pecado que ocultamos detrs de nuestra limpia apariencia, y de ser purificados en nuestros corazones por la Fe en Jess.

Da 36 ENSEANZAS LEUDADASMarcos 8:15 Y les mand diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes.

As como la levadura eleva el Pan, hacindolo ver ms grande y mejor; as tambin, muchas enseanzas, basadas en seales externas y milagrosas, ocultan la perdida de la esencia del verdadero cristianismo. El seor Jess, acababa de multiplicar milagrosamente siete panes y unos pececillos, para alimentar a cuatro mil (Marcos 8:1-10); y los fariseos le piden una seal, o prodigio milagroso del cielo; tentndolo, o probndolo en su carcter de Mesas salvador (Marcos 8:11-13). Esta peticin, emanaba de la mentalidad de los lderes judos de la poca; que daban preponderancia a las seales milagrosas, antes que a cualquier otra cosa, para certificar si algo, o alguien vena de Dios. Esto sobre todo se vea en medio de los fariseos; pero en medio de los herodianos, que era una faccin poltica juda, seguramente se esperaba una demostracin de podero militar y libertario de parte del Mesas. Ambas interpretaciones del salvador, contaminaron las enseanzas del mismo; no permitindoles ver a Cristo como Mesas. Que ms seales queran!, si entre tantos milagros, san a un ciego con el lodo hecho de su saliva (Marcos 8:22-26); y que ms libertad, si liber poderosamente a quienes estaban ciegos espiritualmente, a quienes no haban entendido lo que dijo de la levadura (Marcos 8:14-21); fue a ellos a quienes les revel que l era el Cristo, el Mesas, el Salvador (Marcos 8:27-30); y hasta les revel su plan de salvacin, a travs de su muerte sacrificial y su poderosa resurreccin (Marcos 8:31-38). Si Cristo le ha revelado su amor salvador y le ha hecho experimentar el perdn divino y la nueva vida en l, no espere demostraciones mayores de su poder salvador; viva en agradecimiento y obediencia a l. Todo lo que l le d en adicin a su salvacin!, ser eso, una aadidura; pero lo principal seguir siendo el milagro de su salvacin.

Da 37 EL MONTE DE LA TRANSFIGURACINMarcos 9:2 Seis das despus, Jess tom a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llev aparte solos a un monte alto; y se transfigur delante de ellos.

Cuando se sube al monte, se sube a buscar perseverantemente a Dios en oracin; y si se hace con sinceridad, se puede percibir la gloria divina del Hijo de Dios; la cual es indispensable para vivir cuando se desciende del monte. Pedro, Jacobo y Juan tuvieron el privilegio de ver el resplandor divino de Cristo (Marcos 9:2-13), el cual los espant, pero al mismo tiempo los sobrecogi. Esta experiencia se dio en el monte de la oracin; oracin que les hizo falta a los discpulos para poder sanar al muchacho con espritu sordomudo (Marcos 9:14-29); y que tambin les hizo falta a los discpulos para comprender las palabras de Cristo sobre su muerte (Marcos 9:30-32), para aprender la necesidad de servir humildemente (Marcos 9:33-37), y para servir a Cristo sin egosmos (Marcos 9:38-41). La oracin, por medio de la exposicin a Dios y a su voluntad, orienta a cada discpulo de Cristo para no caer en la influencia tentadora de las personas inconversas. Estas personas inconversas, son llamadas por el Seor como aquellas que hacen tropezar a sus pequeitos (Marcos 9:42-50). Hoy tambin, por la constante comunin con Dios en oracin, exponindose al resplandor divino de Cristo, se obtiene la gua divina para no caer en tentacin; para vivir en humildad y para ser un verdadero instrumento del poder de Dios. Subamos al monte de la oracin, en el cual seremos impactados, transformados y equipados por el divino resplandor de nuestro salvador.

Da 38 POR LA DUREZA DEL CORAZNMarcos 10:5 Y respondiendo Jess, les dijo: Por la dureza de vuestro corazn os escribi este mandamiento;

Cuando Dios permiti el divorcio, en el Antiguo Testamento, lo hizo como una forma de contener la maldad del hombre; pero, como en muchas otras circunstancias, esto fue debido a la dureza del corazn humano (Marcos 10:1-12). La dureza de corazn se produce al querer, cada vez ms, servir a los deseos personales pecaminosos, dejando de sujetarse a los principios divinos. El ejemplo inicial de dureza, en este captulo, es el divorcio; pero tambin, se puede percibir en la actitud de los apstoles para con los nios que se acercaban a Jess (Marcos 10:13-16), en la incapacidad del joven rico de renunciar a sus bienes (Marcos 10:17-31), y en la peticin de preeminencia que Santiago y Juan le hicieron al Seor (Marcos 10:35-45). Por la dureza del corazn, el joven rico se alej de Cristo sin salvacin y los propios discpulos, no entendieron el verdadero carcter de su servicio; as Jess les revelara abiertamente su sacrificio salvador (Marcos 10:32-34) y vieran la consecuencia de acercarse al Seor con un corazn dcil y humillado, como lo hizo el ciego Bartimeo (Marcos 10:46-52); aun as, muchos seguan endurecidos en su interior. No importa que tanto haya usted sufrido, o que tan terribles circunstancias este pasando; est alerta de no endurecer su corazn. Si clama por misericordia al Seor, como lo hizo Bartimeo, l le dar un corazn de carne; para que pueda disfrutar la vida que el mismo le regal.

Da 39 FE Y PERDNMarcos 11:24-25 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiris, y os vendr. Y cuando estis orando, perdonad, si tenis algo contra alguno, para que tambin vuestro Padre que est en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.

Al orar se debe creer que Dios responder; pero solo cree realmente, quien ha recibido el perdn en Cristo; y solo ha sido perdonado, quien es capaz de perdonar. Tal vez, muchos de los que recibieron en medio de alabanzas al Seor Jess, en la entrada a Jerusaln (Marcos 11:1-11), formaron parte de los que gritaron luego Crucifcale!, sin clemencia para con el Seor. Los mismos fariseos, no le pudieron perdonar a Cristo que ejerciera su autoridad divina en el templo, para purificarlo (Marcos 11:15-19); mientras que l, a travs de prodigios, como el hacer secar la higuera (Marcos 11:12-14, 20-26), y de demostraciones de su sabidura celestial (Marcos 11:27-33), confirmaba su Seoro sobre todo ser humano. Que paradjico, l que poda perdonarlos de sus pecados, deba apelar al sentido de conveniencia de los lderes judos, para que en cierta forma le perdonaran la vida y lo dejaran seguir predicando (Marcos 11:31-32). El hombre no debe, ni pude buscar a Cristo; ni esperar una respuesta de l, o profesar que cree en l; si no se siente necesitado de su perdn. No se trata de creer que todo lo que venga a la mente, sin dudar, l lo dar; se trata de ser perdonado por l, y vivir perdonando como l; para que se pueda pedir confiadamente para la gloria de l; y l mismo lo contestar. No hay verdadera fe sin perdn.

Da 40 EL HIJO DEL DUEOMarcos 12:6,8 Por ltimo, teniendo an un hijo suyo, amado, lo envi tambin a ellos, diciendo: Tendrn respeto a mi hijo. Y tomndole, le mataron, y le echaron fuera de la via.

El respeto y obediencia hacia Dios, el dueo de todo ser humano; fue medido, y an se mide, por el respeto y sumisin a su Hijo Jesucristo. Lo mataron por disfrutar de lo que es de Dios, sin sujetarse a l; y hoy, lo rechazan por la misma razn. Querer disfrutar de los beneficios de la via del Seor, no significa estar sujetos al Seor de la via, ni mucho menos a su Hijo, quien es su legtimo heredero (Marcos 12:7). Esto qued demostrado por la continua oposicin de los lderes y religiosos de la poca de Jess; los cuales buscaban la manera de matarlo, ponindole trampas pblicas, con preguntas mal intencionadas sobre los impuestos (Marcos 12:13-17), sobre la resurreccin (Marcos 12:18-27), y sobre los mandamientos (Marcos 12:28-34); ante las cuales Cristo, como buen heredero de la via de su Padre, supo contestar con sabidura celestial. Es ms, Cristo demostr la ignorancia de quienes buscan los beneficios del Reino de Dios sin rendirse a l, citando la misma escritura (Marcos 12:35-37); y los confront hacindoles ver su ambicin y egosmo (Marcos 12:38-40); y ms bien, puso como ejemplo a sus discpulos, a una viuda pobre, que ofrendaba con lo ltimo que tena; no buscando recibir sino dar (Marcos 12:41-44). Es cierto que todas las bendiciones de Dios nos son dadas en Cristo; pero si usted viene a l solo para recibir, podra caer en el error de la mayora, que incluso terminan revelndose a su dominio; as como los que le crucificaron. Venga a rendirse completamente ante l, entrguese totalmente y deje que l sea su Seor, porque solo a quienes lo hacen, se les hace partcipes de la via de Dios.

Da 41 ETERNIDAD EXCLUSIVA DE DIOSMarcos 13:1-2 Saliendo Jess del templo, le dijo uno de sus discpulos: Maestro, mira qu piedras, y qu edificios. Jess, respondiendo, le dijo: Ves estos grandes edificios? No quedar piedra sobre piedra, que no sea derribada.

En todo lo que la humanidad disfruta, se encuentra la marca de lo temporal, de lo que no dura para siempre; pero Dios, quien es el creador, y quien determina el final y el comienzo de todo, si puede brindar verdadera seguridad y satisfaccin al ser humano; la de su eterna salvacin en Cristo. Mientras Jess da a sus discpulos un vistazo proftico sobre las seales anteriores al fin y a su venida (Marcos 13:3-37), su enseanza tiene como imagen de fondo las maravillas arquitectnicas de la poca; dentro de las cuales, se destacaba el templo de Jerusaln. La tendencia de la naturaleza pecaminosa del hombre, le hace deslumbrarse ms por todo lo que percibe a travs de sus sentidos, que por aquello que sea revelado por medio de la Fe; es por ello, que todos, incluyendo los primeros discpulos, tendemos a fijarnos en cada detalle de las seales que Cristo describi en este captulo 13 de Marcos; pero olvidamos, que en el trasfondo, el Seor nos est alertando a no confiar en la majestuosidad temporal de lo que vemos, sino en la magnificencia eterna del que controla todo; la cual nos alienta por medio de la Fe en Cristo. Hoy tambin, debemos enfocarnos en vivir por la Fe en Cristo, la cual nos permite participar de la Eternidad de Dios; ya que todo lo dems, no permanecer para siempre.

Da 42 APROVECHANDO LA COMPAA DE JESSMarcos 14:7 Siempre tendris a los pobres con vosotros, y cuando queris les podris hacer bien; pero a m no siempre me tendris.

Aun cuando Jess, por medio del Espritu Santo, est con todos sus siervos; no todos saben aprovechar su presencia y agradarlo, como lo hizo la mujer que derram el perfume de nardo puro sobre l. En la antesala de su sacrificio, despus de lo cual, sus discpulos no podran continuar viviendo de la misma forma con l, Jess disfrut del sentido comn de una mujer; la cual seguramente pens, que si no tena otro momento para estar junto al salvador, le entregara todo lo que era y lo que posea, aprovechara la compaa de Jess (Marcos 14:3-9). Mientras se acercaba la hora de su muerte, el mismo Seor, planeaba disfrutar el estar con sus discpulos, ya que haba apartado el lugar para la cena de pascua (Marcos 14:12-25); pero, al mismo tiempo, los sacerdotes y escribas planeaban su muerte (Marcos 14:1-2), Judas le ofreca por dinero (Marcos 14:10-11), y los apstoles se comprometan ligeramente a estar con Cristo (Marcos 14:26-31); sin saber, que no seran capaces de acompaarlo en oracin (Marcos 14:32-42), ni de acompaarlo hasta la Cruz (Marcos 14:43-52), ni de confesarlo abiertamente en medio de la persecucin (Marcos 14:53-72); no aprovecharon la compaa del Seor. Hoy tambin hay muchas obras buenas por hacer, pero lo que realmente agrada el corazn del Salvador, es que el alma se rinda ante l en oracin, por medio de su palabra y con la ayuda del Espritu Santo. l est vivo, y es ms real que todo lo que usted y yo conocemos! Aprovechemos el tiempo, vengamos ante l en adoracin.

Da 43 EL PESO DE LA CRUZ DE JESSMarcos 15:21 Y obligaron a uno que pasaba, Simn de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que vena del campo, a que llevase la cruz.

Si nos hubiera tocado ayudar a Cristo con su Cruz, vindolo sufrir por nuestro pecado; el peso de aquel madero se habra multiplicado, por la carga pecaminosa de nuestro corazn; y entenderamos mejor su salvacin. Se cree que Rufo, el hijo de Simn, el Cireneo, fue un cristiano reconocido; ya que es incluido dentro de los saludos del apstol Pablo en su Carta a los romanos (Romanos 16:13). Esto hace suponer que la experiencia vivida por Simn, el da que Cristo fue crucificado, transform su corazn, y trajo la salvacin a l y a su familia. Hoy se pueden encontrar pelculas, libros y diferentes formas de ilustrar el da en que Jess fue entregado a Pilato (Marcos 15:1-5), sentenciado a Muerte (Marcos 15:6-20), crucificado (arcos 15:21-41) y sepultado (Marcos 15:42-47); pero ninguna de ellas reemplaza la experiencia de Simn, quien camin llevando la cruz de Cristo, y seguramente, percibiendo en ella el peso de su propio pecado. Nada puede reemplazar la obra del Espritu Santo, quien nos convence de nuestro pecado, hacindonos percibir el peso de nuestro castigo; el cual, fue descargado sobre la humanidad de nuestro salvador. Esto transforma al ms incrdulo y pecador de los hombres! Esto produce verdadera salvacin!

Da 44 PIEDRA REMOVIDAMarcos 16:3 Pero decan entre s: Quin nos remover la piedra de la entrada al sepulcro?

La mayora de creyentes nos preguntamos por la forma en que Dios nos ayudar, como en el caso de la piedra que necesitaban mover las mujeres que queran ungir el cuerpo de Jess; mientras que Dios est obrando algo ms grande, con su poder de resurreccin. Mara magdalena, Mara la madre de Jacobo y Salom, haban comprado especias aromticas para ungir a Jess (Marcos 16:1); y muy temprano, en la maana del primer da de la semana (Marcos 16:2), se dirigieron a la tumba donde ellas mismas haban visto poner el cuerpo del Seor (Marcos 15:47). Aunque su deseo era muy noble, no contaban con las fuerzas suficientes para remover la gran piedra que sellaba el sepulcro, y seguramente, adems de ir pensando en quin les ayudara a moverla (Marcos 16:3), tambin iran pidiendo a Dios que les enviara a alguien que las socorriera. Pero no imaginaban la sorpresa que el Seor les tena preparada; Dios, no solo haba removido la piedra, tambin haba dejado la tumba vaca, porque Cristo haba resucitado (Marcos 16:4-8). Solo el poder de Divino vence las dificultades que, como la piedra del sepulcro, se interponen para no permitir el entendimiento de la muerte y resurreccin del Seor; y una vez, se es creyente, el mismo poder de Dios nos sorprende, al contestar nuestras oraciones de forma mayor a lo que nosotros podamos imaginar, con el nico propsito de afianzar nuestra fe en el Seor Jess, quin resucit para darnos vida eterna.

Da 45 VERDAD BBLICALucas 1:4 para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.

A quien conoce la verdad del evangelio, la Palabra de Dios escrita le sirve de confirmacin, gozo y aliento de su Fe; ya que, nadie ha conocido al Salvador sin que se le presente, al menos oralmente, lo contenido en los evangelios escritos. El propsito que el Espritu Santo coloc y control en los escritores de los evangelios, qued claramente expuesto en el evangelio de Lucas: conocer bien la verdad de las cosas (Lucas 1:4); recurriendo a testigos oculares aprobados por Dios, como los Apstoles (Lucas 1:2-3); y entendiendo la autoridad de los escritos de los otros evangelistas, como diferentes enfoques, o formas de poner en orden, a los mismos hechos ciertsimos de la vida de nuestro Seor Jesucristo (Lucas 1:1). Lucas inicia con detalles no relatados por los otros evangelistas; como el anuncio a Zacaras del nacimiento milagroso de Juan el Bautista (Lucas 1:5-25); tambin narra la revelacin dada a Mara, sobre el privilegio de ser tomada como madre del Salvador (Lucas 1:26-38); luego describe el encuentro entre Mara e Isabel, durante el sexto mes de embarazo de esta ltima (Lucas 1:39-56); y finalizando el primer captulo, describe el nacimiento de Juan y la reaccin que Dios inspir en su padre Zacaras (Lucas 1:57-80). Todos estos acontecimientos, aunque estn llenos de eventos sobrenaturales divinos, deben ser tomados tal y como son narrados; ya que as son presentados, para ser credos como fundamento histrico de la fe en Cristo. Si realmente ha credo que Jess es el Hijo de Dios, puede creer la verdad de su concepcin virginal como prueba de su naturaleza divina! No se confe de las instrucciones de una religin, por grande que sea. Aproveche la Biblia para conocer bien la verdad de las cosas en las cuales ha sido instruido!

Da 46 NACIDO PARA SALVARLucas 2:50-51 Mas ellos no entendieron las palabras que les habl. Y descendi con ellos, y volvi a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazn.

An desde su niez, en medio del asombro de sus Padres, Jess mostr obediencia; a pesar de saberse llamado por el Padre Celestial a algo mucho mayor. Cuando tena doce aos, se qued en Jerusaln conversando y asombrando con su sabidura a los doctores de la ley de la poca (Lucas 2:41-52); y aunque sus padres realmente no entendan los que pasaba, Mara simplemente guardaba el recuerdo de lo sucedido en su corazn, as como lo hizo cuando los pastores visitaron al nio recin nacido (Lucas 2:120), o como debi haberlo hecho cuando Simen y Ana se regocijaron al conocer al nio en el templo, mientras lo presentaban segn la ley (Lucas 2:21-38). Al vivir durante varios aos con Jess en Nazaret (Lucas 2:39-40), y verlo crecer como un hijo obediente, sus padres debieron acostumbrarse a su compaa; olvidando que l haba venido al mundo para estar en los negocios de su Padre Celestial (Lucas 2:49). l no naci para llenar de felicidad a su familia, aunque lo hizo; ni naci para asombrarnos con la humildad de su nacimiento y su ejemplo de vida santa y obediente, aunque lo hizo; el naci para mostrarnos, con su vida y enseanza, el pecado de nuestro ser; y al mismo tiempo revelarnos su amor misericordioso, con el cual nos salvara en la cruz. Seguramente, los mismos maestros de la ley, que se sorprendieron por la sabidura de Jess, lo crucificaron de adulto; ya que como nio creci, y asombr a quienes lo conocieron; pero luego fue aborrecido al revelar el pecado del corazn humano. l espera de nosotros ms que asombro; debemos reconocer nuestro pecado y someternos por completo a su seoro; l es el Salvador, Cristo el Seor.

Da 47 CUANDO EL CIELO SE ABRILucas 3:21 Aconteci que cuando todo el pueblo se bautizaba, tambin Jess fue bautizado; y orando, el cielo se abri,

La diferencia entre una ceremonia religiosa y una experiencia espiritual, consiste en la soberana intervencin divina; la cual, a su vez, y de forma simultnea, genera una relacin profunda, nica y permanente con Dios. En el caso del salvador, el bautismo confirm su naturaleza divina, como verdadero Hijo amado de Dios; y certific la capacitacin que el Espritu Santo le dio en su humanidad, para llevar a cabo la obra salvadora. El mismo Juan, cuyo ministerio era dirigido por Dios (Lucas 3:1-20), no solo tena como suficiente el hecho de que Cristo estuviera dentro de la lnea de descendencia de David, la cual era la lnea mesinica (Lucas 3:23-38); necesitaba ver en el Mesas salvador una comunin especial y nica con el Padre Celestial, y un revestimiento particular del Espritu de Dios (Lucas 3:16-17). Juan pudo ver sobre Jess como el cielo se abri (Lucas 3:22). Hoy, el mundo debe ver ms que ceremonias; y los verdaderos creyentes, anhelan tener comunin con personas que nos sean meramente religiosas. Se necesitan aquellos que tengan una relacin profunda, especial y permanente con Dios, por medio de la fe en Jess. Tomando de forma simblica lo acontecido al salvador, se necesitan aquellos sobre los cuales el Seor haya abierto los cielos, verdaderos creyentes en comunin con Dios.

Da 48 EN EL PODER DEL ESPRITULucas 4:14-15 Y Jess volvi en el poder del Espritu a Galilea, y se difundi su fama por toda la tierra de alrededor. Y enseaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.

La gran ventaja del creyente no radica en ser libre de dificultades, sino en que como Cristo, sea fortalecido por el Espritu Santo. Luego de su bautismo, en el cual el Espritu Santo confirm su llamamiento mesinico, Jess fue dirigido por el mismo Espritu de Dios; fue llevado al desierto para ser probado (Lucas 4:1-13, 42-44), a las sinagogas para ensear sobre su obra salvadora (Lucas 4:1530), y a la gente necesitada para predicarles, liberarlos y sanarlos (Lucas 4:31-41); todo en el poder del Espritu. Muchos desean tener fama, incluso por medios nobles, como la enseanza y la ayuda a los necesitados; pero carecen de la presencia poderosa del Espritu de Dios. Si el salvador, siendo Dios hecho carne, venci la tentacin, ense en medio de quienes queran matarlo y ayud a los necesitados de su poca, fue porque en su humanidad estaba totalmente sometido a la gua poderosa del Espritu Santo. Lo primero que el Espritu Santo har en quienes haya de usar con su poder, ser convencerlos de su pecado, para traerlos a los pies del salvador; y luego, con su poder, los capacitar para vivir venciendo la tentacin, proclamando la verdad del evangelio en medio de la oposicin y ayudando a otros por medio de su comunin con el Seor en oracin. Anhele vivir bajo el poder del Espritu!

Da 49 EN SU PALABRALucas 5:5 Respondiendo Simn, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echar la red.

La gua de la Palabra del Seor, aplicada a las circunstancias particulares de cada creyente, permite ver la obra poderosa de Dios; ya que es en su palabra que debemos realizar todo trabajo y actividad. Por el poder inmerso en la Palabra autoritativa de Cristo, no solo Simn se vio beneficiado; tambin el leproso, que fue sanado (Lucas 5:12-16); el paraltico, que fue perdonado y curado (Lucas 5:17-26); Lev, que fue transformado y redireccionado (Lucas 5:27-32); y todos los discpulos, los cuales fueron instruidos sin necesidad de los viejos rudimentos religiosos (Lucas 5:33-39). Todo esto lo hizo Cristo por medio de su poderosa palabra. Las dificultades que Simn, el que luego llamaran Pedro, sufri durante toda una noche de trabajo, no le impidi echar la red conforme a lo que Cristo le dijo; y por ello, pudo disfrutar de una pesca milagrosa (Lucas 5:1-11). Ni el trabajo, ni lo incapacitante de una enfermedad, ni la presin poltica y religiosa, fueron impedimentos para que las personas obedecieran al Seor; y quienes lo hicieron, pudieron disfrutar de su poder. La invitacin divina para este tiempo sigue siendo la misma: bogar mar adentro en medio de las dificultades de este mundo y actuar en obediencia a la Palabra de Cristo. El Seor, no solo quiere darnos pescas milagrosas; lo que realmente quiere, es convertirnos en pescadores de almas para l! (Lucas 5:10)

Da 50 EL BUEN ARBOLLucas 6:43 No es buen rbol el que da malos frutos, ni rbol malo el que da buen fruto.

La vida es el reflejo de lo que se cree; y quin realmente ha credo en Cristo, vivir conforme a su fe, en obediencia a la Palabra de Dios, produciendo los frutos del cambio que Dios obr en su Corazn; no podr producir frutos malos, por ser ahora un buen rbol. La maldad del corazn se vea en la actitud de los fariseos que juzgaban las buenas obras de Cristo; como el que les dejara recoger espigas en el da de reposo a sus discpulos (Lucas 6:1-5), o como el que sanara a un hombre en el da de reposo (Lucas 6:6-11). En la eleccin de sus apstoles (Lucas 6:12-16), en la atencin a las multitudes (Lucas 6:17-19) y en sus enseanzas consoladoras, edificantes y transformadoras (Lucas 6:20-49), Cristo no hizo ms que mostrar la bondad y santidad de su ser. La tarea que nos queda es examinar nuestra conducta; y determinar, por la palabra de Dios, si en nosotros predomina el buen o el mal fruto; y buscar a Cristo, quien es el nico, que por el poder del Espritu Santo, nos puede cambiar en un buen rbol.

Da 51 AYUDA O TROPIEZO EN CRISTOLucas 7:23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en m.

La felicidad del ser humano se encuentra en hallar al salvador y disfrutar de su salvacin y de su ayuda constante; pero algunos ponen obstculos, hallan tropiezo en Cristo, por no querer someterse a completamente a l. El centurin (Lucas 7:1-10) recibi la ayuda de Cristo, la sanidad de su siervo, cuando reconoci la autoridad del Seor. Igualmente, muchos ms fueron beneficiados por Jess, como el hijo de la viuda de Nan (Lucas 7:11-17); por lo cual, deban haberse rendido ante l, como lo hizo la mujer en la casa de Simn el fariseo (Lucas 7:36-50); pero lamentablemente, como el mismo Simn, gran cantidad de personas rechazaron el Seoro de Cristo, por no estar de acuerdo con su forma de salvar; hallaron tropiezo en Cristo. Hasta el mismo Juan bautista, quin se haba rendido ante Cristo, tuvo dudas de su obra salvadora; pero al recordar lo escrito sobre l, y ver el cumplimiento en su obra sobre las personas, afianzara su fe y le dara paz en medio de su encarcelamiento (Lucas 7:18-22). Es por ello, que a pesar de haber sido el ms grande de los profetas nacidos de mujer, Juan no sera mayor que el ms pequeo de los creyentes en Cristo (Lucas 7:24-35); los cuales vivimos confiados en la obra del Seor Jess. Hoy, puede usted confiar en Cristo y recibir su ayuda salvadora, si se rinde plenamente a l; pero si desconfa de su forma de salvar, o duda de su autoridad, encontrar tropiezo en Cristo.

Da 52 LA FAMILIA DE CRISTOLucas 8:21 El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.

Aunque la mayora deseen llamarse hijos de Dios, o formar parte de la familia de Cristo; solo se le concede ese privilegio a quienes oyen realmente la Palabra de Dios y viven conforme a la misma. La actitud del Seor Jess, frente al aviso de la llegada de su familia carnal (Lucas 8:1921), la cual no pudo acercarse ms a causa de la multitud, fue deliberadamente dirigida a mostrar lo especial de su relacin con quienes verdaderamente le siguen. A quienes le oan y obedecan, a su familia espiritual, Cristo les permiti servirle con sus bienes (Lucas 8:1-3), les explic con detalle sus enseanzas (Lucas 8:4-15), los exhort a producir frutos visibles de su fe (Lucas 8:16-18), los socorri con su poder cuando flaquearon espiritualmente (Lucas 8:22-25) y los hizo testigos de su poder sobre las opresiones demonacas, la enfermedad y la muerte (Lucas 8:26-56). Viniendo a Cristo, no para que haga lo que pensamos (como seguramente quera su familia carnal), sino para hacer su voluntad registrada en la biblia, es como recibiremos el privilegio de disfrutar una relacin familiar con l.

Da 53 SEGUIR INCANSABLEMENTE A CRISTOLucas 9:57-58 Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Seor, te seguir adondequiera que vayas. Y le dijo Jess: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dnde recostar la cabeza.

La realidad del creyente en Cristo, al igual que lo fue la del ministerio terrenal del salvador, es permanecer activo en el servicio de su Seor. El ritmo de quienes acompaaban al Seor Jess deba ser tan agitado como el del mismo Mesas. Solo en este captulo nueve de Lucas, simultneamente con la eleccin de sus apstoles (Lucas 9:1-6), Cristo los envi a las ciudades a predicar; y luego, los hizo acompaarlo durante sus largas enseanzas al aire libre (Lucas 9:10-17), los ense en privado sobre su identidad y su oficio redentor (Lucas 9:18-27, 44-45), les permiti vislumbrar su gloria mientras oraba (Lucas 9:28-36), los corrigi personalmente y de forma continua (Lucas 9:46-62) y los hizo presenciar sus milagros gloriosos (Lucas 9:37-43). Qu experiencia tan maravillosa y agotadora! Hoy tambin debemos seguir a Cristo las 24 horas del da; estando con l en todo lugar y frente a todo tipo de compaa. Por agotador que parezca, quin sirve al Seor encuentra fuerzas en su presencia; y sin faltar a sus compromisos terrenales, es capaz de dar testimonio de Cristo en todo tiempo. Sguelo incansablemente!

Da 54 OBREROS DEL SEORLucas 10:2 Y les deca: La mies a la verdad es mucha, ms los obreros pocos; por tanto, rogad al Seor de la mies que enve obreros a su mies.

Cristo pide a sus discpulos orar por obreros, y al mismo tiempo los enva a trabajar recogiendo la cosecha de almas para el Seor; lo cual demuestra que la obra de Dios se hace por medio del trabajo de sus hijos. A quienes el Seor llama a compartir su evangelio, l los equipa espiritualmente de tal forma, que los hace enfocarse en la extensin del Reino ms que en su propio sustento (Lucas 10:4); l mismo se compromete a castigar a aquellos que los rechacen (Lucas 10:3, 10-16) y a recompensar a quienes sustenten su labor (Lucas 10:5-9), asegurando as la provisin para sus necesidades. La alegra de los discpulos, mal enfocada en su poder sobre los demonios, en vez de ser por el privilegio de ser parte del reino de Dios (Lucas 10:17-20), contrasta con el gozo expresado por Cristo, por el hecho de que el Seor se revele a quienes no son sabios segn el mundo (Lucas 10:21-24). De alguna forma, este contraste tambin se presenta en casa de Marta y Mara; donde la una trabaja por hacer muchas cosas, solo centrada en su labor, mientras la otra ocupa todas sus fuerzas en escuchar y entender al Seor, se ocupa en el reino de Dios (Lucas 10:38-42). Como el evangelio de Cristo debe ser llevado hasta el prjimo que padece por su propio pecado en el mundo, necesita de gente como el buen samaritano de la parbola (Lucas 10:25-37); que sin mirar las diferencias sociales, raciales o tnicas; invierta su esfuerzo, sus finanzas y su propia vida en servir a los dems. Dios desea que oremos por obreros para su obra, y desea que respondamos efectivamente al llamado a la misma! La mies es mucha y los obreros pocos!

Da 55 EL MEJOR REGALO PARA PEDIRLucas 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabis dar buenas ddivas a vuestros hijos, cunto ms vuestro Padre celestial dar el Espritu Santo a los que se lo pidan?

Quien ora convencido de la generosidad de Dios, espera recibir su respuesta; pero si adems, entiende la suprema bendicin de ser transformado, consolado, y dirigido por l, clama por su Santo Espritu. Es por el poder del Espritu Santo, o por el dedo de Dios (Lucas 11:14-23; Mateo 12:28), que los demonios se sujetaron a Cristo; Es tambin, por la presencia del Espritu Santo, que se evita que los poderes demonacos regresen al alma que consideran su hogar (Lucas 11:24-26; Mateo 12:44), al darle la capacidad de or y guardar la Palabra de Cristo (Lucas 11:27-28); y es por el nuevo nacimiento, dado por el Espritu Santo, que alguien recibe la muerte y resurreccin de Cristo como la nica seal poderosa de la salvacin divina (Lucas 11:29-32), siendo lleno de la luz divina (Lucas 11:33-36) que le libera de la