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Universidad del Zulia Facultad de Humanidades y Educación División de Estudios para Graduados
Maestría en Ciencias de la Comunicación
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
Trabajo especial de grado para optar al título de Magíster Scientiarum en Ciencias de la Comunicación, mención Sociosemiótica de la
Comunicación y la Cultura
Maracaibo, julio de 2012
Autor César Eduardo Pérez Villalobos C.I: 14.217.350 Dirección: avenida 21 entre calles 65 y 66. Residencias Aldebarán, piso 3, apartamento 3. Teléfono: 04146264837 Correo electrónico:
[email protected] Tutor
Dr. Juan Pablo Boscán
iv
Agradecimientos En primer lugar, debo agradecer a Dios por las bendiciones recibidas en la producción de este trabajo y en la guía para la concreción de cada logro. A mi madre, Ana Rosa, a mi hermana Tania y a mi tía Doris, quienes a pesar de la distancia física han estado presentes en todas mis ejecuciones. A mis guías y compañeros espirituales: Carlos Eduardo, Ana de Dios, Blanca Socorro, Dulce María y Ángel Fernando, quienes en vida apostaron por mis logros y fomentaron grandes valores en mí. A Elianna, compañera y amiga en todo el recorrido de vida. A Rafael Arturo, mi gran amigo y consejero. A Jesús Alfonso, apoyo incondicional en momentos difíciles. A Nerio, por las interrogantes y el intercambio intelectual y metodológico. A mis amigos y colegas del “piso 10”, espacio de convivencia y aprendizaje vivencial. Johandry, Daniela, Gusmán, Jesús, Grissel, Diego, Nayarith, Roberto, Anabely, Jorge, Alexandra, Leisy, Evelyn, Anthony, Silvia. A todos, gracias. A Johandry, amigo e impulsor de aventuras académicas. A Daniela, compañera de grandes proyectos. A Gusmán, por sus contribuciones en las “correcciones eternas”. A mi maestra Marga, por sus orientaciones y por inculcarme la pasión por la escritura. A Juan Pablo, mentor y compañero en esta travesía por descubrir cosas nuevas. A Georgina, por sus sabias y oportunas apreciaciones en la construcción de nuevos saberes. A Vanessa Caldera, quien desde el otro lado del Atlántico, sin mezquindad alguna, me brindó el apoyo en la columna vertebral de esta investigación. A mis tíos Carmen Leonor y Gerardo, por el apoyo irrestricto en momentos importantes. A mis estudiantes de la Universidad del Zulia y de la Universidad Católica Cecilio Acosta, fuente inspiradora para seguir creciendo profesionalmente. A mi familia y amigos que simplemente creen. A todos, gracias.
v
A mi madre, hermanos, amigos, maestros y estudiantes, fuentes de crecimiento y libertad intelectual
vi
Índice general Página Veredicto iii Agradecimientos Dedicatoria Índice General Índice de gráficos Índice de tablas Índice de cuadros
iv v vi ix x xi
Resumen xii Abstract xiii INTRODUCCIÓN: LA PRESENCIA DE LA ORALIDAD EN LA PRENSA ESCRITA
15
1. Planteamiento del problema 16 2. Formulación del problema 21 3. Objetivo General 21 4. Objetivos específicos 21 5. Justificación de la investigación 21 6. Delimitaciones de la investigación 6.1 Delimitación teórica 6.2 Delimitaciones espacial y temporal
22 22 23
II PARTE. RECORRIDO TEÓRICO DE LAS MARCAS DE ORALIDAD Y EL DISCURSO INFORMATIVO
24
1. Marcas de oralidad: inconsistencias entre lo oral y lo escrito 25 2. Español coloquial: terminologías y conceptos 27 3. Primero hablo, luego escribo. 30 4. Enunciación y marcas de oralidad 36 5. El enfoque y la competencia comunicativa 5.1 Antecedentes sobre la competencia comunicativa 5.2 Otros aportes sobre competencia comunicativa
41 42 47
6. Escritura y marcas de oralidad 7. Modalidades discursivas 7.1 Modalidad enunciativa 7.2 Modalidad interrogativa 7.3 Modalidad exclamativa
50 52 52 52 52
8. Actos de habla en la pragmática de lo oral 53 9. Modos de organización del discurso 9.1 La narración 9.2 La descripción 9.2.1 Tipos de descripción 9.3 La explicación 9.4 La argumentación
55 55 59 62 63 65
10. Otros aspectos sobre pragmática y competencia comunicativa 10.1Criterios de textualidad
68 68
vii
10.2 Concordancia y discordancia 10.3 Uso de los pronombres o adverbios relativos 10.4 Uso de los gerundios 10.5 La puntuación 10.6 Silepsis 10.7 Anacoluto 10.8 Anantapódoton 10.9 Zeugma 10.10 Pleonasmos 10.11 Anfibologías 10.12 Cacofonías 10.13 De la producción textual
74 75 77 77 82 83 83 84 84 85 86 86
11. Lenguaje Periodístico 87 11.1 Redacción y Estilo Periodístico 88 11.2 La noticia 95 11.3 El reportaje 96 11.4 La titulación periodística 97 11.4.1 Características de los titulares periodísticos 97 11.4.2 Elementos de la zona de titulación 98 III PARTE. MÉTODOS Y TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN PARA ESTUDIAR LAS MARCAS DE ORALIDAD
100
1. Tipo de investigación 101 2. Diseño de la investigación 103 3. Población y muestra 103 4. Variables e indicadores 104 5. Técnicas e instrumentos de recolección de datos 107 IV PARTE. LAS MARCAS DE ORALIDAD EN LA PRENSA ZULIANA. ANÁLISIS DE RESULTADOS
108
1. Contexto editorial del Zulia 109 2. Consideraciones sobre Panorama, La Verdad y Versión Final 110 3. Medición y valoración cuantitativa 110 3.1 Posición en página 3.2 Criterios de valoración gráfica 3.3 Ubicación en el ejemplar 3.4 Marcas orales en la zona de titulación 3.5 Extensión ocupada
111 114 116 119 121
4. Parámetros comunicativos de la oralidad 4.1 Espontaneidad, cotidianidad y relación de igualdad y solidaridad entre los interlocutores
123
123
viii
4.1.1 Uso de conectores 4.2 Copresencia de los interlocutores 4.3 Conocimiento de los interlocutores y saberes compartidos
129 131 134
4.4 Participación emocional 136 4.5 Dialoguicidad 138 5. Componente pragmático de lo oral 5.1 Nivel Morfológico-Sintáctico 5.1.1 Formas de enunciar 5.1.2 Formación de palabras
139 139 139 141
5.2 Nivel Léxico-Semántico 145 5.3 Nivel Discursivo 149 5.3.1 Modos de organización del discurso 149 5.3.2 Modalidades discursivas 150 5.3.3 Dominios presentes en la muestra 151 6. Competencia Lingüística 152 CONCLUSIONES: HACIA UNA RECONSTRUCCIÓN DE LA ESCRITURA PERIODÍSTICA
158 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 163 ANEXOS
173
Ficha de medición hemerográfica para oralidad en la prensa escrita zuliana
174
Guía de análisis para la oralidad en el discurso informativo de la prensa zuliana. Primeras páginas de los diarios que integran la muestra
175
178
ix
Índice de gráficos Página Gráfico 1. Ubicación de las piezas informativas con rastros orales en el diario La Verdad
111
Gráfico 2. Ubicación de las piezas informativas con rastros orales en el diario Panorama
112
Gráfico 3. Ubicación de las piezas informativas con rastros orales en el diario Versión Final
113
Gráfico 4. Uso de fotografías en las piezas informativas con rastros orales en el diario La Verdad
114
Gráfico 5. Uso de fotografías en las piezas informativas con rastros orales en el diario Panorama
115
Gráfico 6. Uso de fotografías en las piezas informativas con rastros orales en el diario Versión Final
116
Gráfico 7. Tipo de página en las informaciones con marcas orales del diario La Verdad
117
Gráfico 8. Tipo de página en las informaciones con marcas orales del diario Panorama
118
Gráfico 9. Tipo de página en las informaciones con marcas orales del diario Versión Final
119
Gráfico 10. Elementos de la zona de titulación con marcas orales 120 Gráfico 11. Extensión ocupada por las informaciones y los elementos de valoración
122
Gráfico 12.Parámetros comunicativos de la oralidad presentes en la muestra 129 Gráfico 13. Tipo de deixis presentes en la muestra 133 Gráfico 14. Conocimiento de los interlocutores y conocimientos compartidos 135 Gráfico 15. Participación emocional 138 Gráfico 16. Diátesis escogida para la titulación 140 Gráfico 17. Tiempos verbales en la titulación 141 Gráfico 18. Procesos de formación de palabras presentes en la muestra 144 Gráfico 19. Formación de palabras por medio presentes
en la muestra (generalidad) 145 Gráfico 20. Uso de perífrasis, estiramientos y palabras polivalentes 148 Gráfico 21. Modos de organización del discurso 149 Gráfico 22. Modalidades discursivas 150 Gráfico 23. Dominios presentes en la muestra 151 Gráfico 24. Uso no canónico de la puntuación 154 Gráfico 25. Uso frecuente de verbos polivalentes (realizar, efectuar, hacer, ser, estar) 156 Gráfico 26. Uso de lugares comunes y frases hechas 157
x
Índice de tablas Página Tabla 1. Parámetros comunicativos. 32 Tabla 2. Caracterización de los parámetros comunicativos según el tipo de discurso.
34
Tabla 3. Deixis: tipos y deícticos. 39 Tabla 4. Marcadores textuales para estructurar el texto 70 Tabla 5. Marcadores textuales para estructurar las ideas 72 Tabla 6. Funciones y usos de algunos pronombres relativos 75 Tabla 7. Usos frecuentes de algunos signos de puntuación 78 Tabla 8. Características del buen estilo 88 Tabla 9. Características del mal estilo 92 Tabla 10. Títulos de las informaciones con marcas de oralidad 124 Tabla 11. Frecuencia del uso de conectores en la prensa zuliana 130
xi
Índice de cuadros Página Cuadro 1. Cuadro de Variables 104
xii
PÉREZ, César Eduardo. Las marcas de oralidaden el discurso informativo en la prensa zuliana. Trabajo especial de grado. Universidad del Zulia. Facultad de Humanidades y Educación. División de Estudios para Graduados. Maestría en Ciencias de la Comunicación, mención Sociosemiótica de la Comunicación y la Cultura. Maracaibo, Venezuela.
RESUMEN El objetivo de este trabajo se centra en el análisis y la descripción, desde una
perspectiva semiolingüística, de los signos propios de la oralidad presentes en los
textos escritos de la prensa zuliana. El análisis se sustenta en los aportes de
Mancera (2008), Níkleva (2008), Llamas (2005), Almela (2003), Ong (1987), entre
otros autores. Para el análisis y caracterización se utilizó una guía que contempló
aspectos léxico-semánticos para precisar la existencia de rasgos orales en la
producción escritural de periodistas y editores. La muestra contempló 30 piezas
informativas de los géneros noticia y reportaje de los diarios zulianos La Verdad,
Panorama y Versión Final del período enero-julio de 2010. Como resultado se
reflejan que algunos de estos signos están referidos a una oralidad fingida en la
que se propone una especie de interacción con el lector a partir de un registro
informal y de marcas coloquiales. En la muestra es el diario La Verdad el que
presenta el mayor uso de estos rasgos de oralidad, sobre todo en la zona de
titulación, aunque todos los diarios recurren a estos usos. Las aproximaciones de
este estudio abren espacio para otras discusiones e investigaciones en el área de
los trabajos sobre oralidad y escritura.
Palabras clave: oralidad, escritura, prensa escrita
xiii
PÉREZ, César Eduardo. Las marcas de oralidaden el discurso informativo en la prensa zuliana.Trabajo especial de grado. Universidad del Zulia. Facultad de Humanidades y Educación. División de Estudios para Graduados. Maestría en Ciencias de la Comunicación, mención Sociosemiótica de la Comunicación y la Cultura. Maracaibo, Venezuela
Abstract
The aim of this work focuses on the analysis and description, semiolingüística
perspective, of the signs of orality in written texts present the press Zulia. The
analysis is based on the contributions of Mancera (2008), Níkleva (2008), Llamas
(2005), Almela (2003), Ong (1987), among other authors. For analysis and
characterization was used a guide that looked lexical-semantic aspects to
determine the existence of oral traits in the literary production of journalists and
editors. The sample included 30 pieces of information from the genres of news and
newspapers report zulianos La Verdad, Panorama and Version Final of the
January-July period of 2010. The result reflected that some of these signs are
dealing with a feigned orality in proposing a kind of interaction with the reader from
an informal record marks and colloquialisms. The exhibition is the newspaper the
Truth that has the highest use of these features of orality, especially in the area of
certification, although all newspapers are turning to these uses. The approach of
this study open space for further discussions and research in the area of work on
orality and literacy.
Keywords: orality, writing, print
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«La oralidad no es un ideal, y nunca lo ha sido. Enfocarla de manera positiva no significa enaltecerla como un estado permanente para toda cultura. El conocimiento de la escritura abre posibilidades para la palabra y la existencia humana que resultarían inimaginables sin la escritura. [...] Asimismo, la oralidad nunca puede eliminarse por completo: al leer un texto se le “oraliza”. Tanto la oralidad como el surgimiento de la escritura a partir de la oralidad son necesarias para la evolución de la conciencia».
Walter Ong
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Introducción
La presencia de la oralidad en la prensa escrita
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Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa zuliana
«El verdadero modo de no saber nada es aprenderlo todo a la vez».
George Sand
1. Planteamiento del problema
El dominio de la redacción es uno de los requisitos fundamentales que se exige a
los profesionales de la Comunicación Social. Sin embargo, cada vez se hacen
más manifiestas las dificultades de muchos periodistas para redactar textos
competentes que respondan a las necesidades del ejercicio profesional. El poco
bagaje cultural y el desconocimiento de las posibilidades que ofrece la lengua en
cuanto a vocabulario son sólo algunos de estos problemas. La pobreza léxica y la
aparición de vicios lingüísticos son solo algunos de ellos.
La situación no es nueva; sin embargo, debe estudiarse con detenimiento. En la
actualidad, múltiples son las quejas cotidianas de profesores universitarios,
empleadores y periodistas sobre las deficiencias en el manejo del lenguaje escrito.
De igual forma, periodistas, poetas y escritores, por igual, han denunciado el
empobrecimiento expresivo y la falta de rigor gramatical por parte de los medios
de comunicación y otros factores influyentes en los patrones lingüísticos, así como
las pésimas traducciones de textos y obras literarias. En 1996, Gabriel García
Marquez lo advertía:
«La mayoría de los graduados llegan (al periódico) con deficiencias flagrantes, tienen graves problemas de gramática y ortografía, y dificultades para una comprensión reflexiva de los textos (...) Para muchos redactores de periódicos, la transcripción (de la grabadora al texto escrito) es la prueba de fuego: confunden el sonido de las palabras, tropiezan con la semántica, naufragan en la ortografía y mueren por el infarto de la sintaxis».
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La pérdida de formalidad en la escritura periodística ha sido evidente en los
periódicos del mundo de habla hispana. Además, se ha hecho recurrente una
deformación del lenguaje en múltiples niveles tanto sintácticos como semánticos;
es decir, se hace un uso del lenguaje de modo ineficiente y en consecuencia se
introducen vicios que le restan rigor gramatical a las construcciones utilizadas en
la producción de textos. Clichés, frases hechas y redundancias léxicas
(pleonasmos) además de la permanente presencia de palabras y expresiones
polivalentes (cosa, algo, persona, sinnúmero, innumerables…).
Aspectos fundamentales para la redacción exitosa como la coherencia, cohesión,
adecuación y corrección resultan ajenos para los profesionales por diversos
motivos, como su ausencia en algunos programas académicos de las
universidades, la escasa consulta bibliográfica o el lenguaje abstracto de los
textos, un factor que obstaculiza la comprensión cabal de los contenidos.
Quizás la mayor evidencia se puede notar en el uso de lo oral en lo escrito. La
oralidad es el primer sistema comunicativo que adquiere el individuo dentro de la
actividad semiótica compleja que es la producción textual y discursiva. Ocurre que
desde siempre ha existido un modelo de lengua oral muy próxima a la escrita, es
decir, son dos modos del lenguaje humano que se sitúan en planos distintos mas
no disociados y, por tanto, su vinculación trasciende y permea a cada uno de
estos sistemas sígnicos.
La oralidad es la primera forma que los hablantes aprenden para lograr un
propósito comunicativo. En ella se utilizan además códigos paralingüísticos como
gestos, ademanes, mímicas, modulación de voz, movimientos, intensidad y
entonación, entre otros; y códigos deícticos, repeticiones, insistencia y elipsis del
contexto. Así, la producción lingüística en la comunicación oral es espontánea,
efímera y más o menos informal.
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Ocurre que actualmente la escritura a través de las distintas plataformas de
interacción social (Messenger, Skype, Gtalk, Facebook, Twitter…) evidencian
distintos niveles de formalidad en la escritura. Ese uso excesivo de estas
plataformas ha generado que en el caso de la escritura periodística se vea una
permeación del carácter informal propio de lo oral.
La escritura –periodística o no– es un proceso que requiere de una actitud formal,
reflexiva y rigurosa y un grado mayor de planificación en la producción lingüística.
En la escritura se exige una precisión distinta del léxico, las normas gramaticales,
la corrección ortográfica e incluso un cierto grado de cultura, así como un ejercicio
activo y constante del pensamiento diáfano.
Algunos investigadores como Mancera (2008), Palencia (2006) y Mostacero
(2004), entre otros, han precisado en sus trabajos las manifestaciones y
modalidades de la oralidad y su recurrencia en la escritura periodística.
Una de las variantes que más preocupa del uso de lo oral en lo escrito es su
acercamiento al lenguaje coloquial, puesto que se producen algunas confusiones,
vacilaciones, errores en el uso del español. Incluso, hay quienes aseguran que
estos rastros orales también surgen como producto de una deformación de la
lengua y degeneran en vicios lingüísticos .
Al precisar este objeto de estudio se han identificado distintas formas de
enunciarlo (como español hablado, coloquial, familiar, vulgar, conversacional,
cotidiano, espontáneo, popular, etcétera) que plantean cierta discrepancia
conceptual.
En los periódicos se hace cada vez más común el uso de marcas propias de lo
oral en distintos textos. Hay géneros que permiten crear textos híbridos con la
relación escritura-oralidad como el caso de la entrevista periodística. Sin embargo,
hoy se puede notar que el uso indiscriminado y sin ningún criterio de lo oral en lo
escrito conduce a una pérdida de formalidad en la escritura periodística y, en
consecuencia, a una deformación y uso inadecuado del español.
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Este tipo de deficiencia en el uso de la lengua debe partir desde una reflexión del
acto comunicativo en sus diversas formas ─orales, escritas y no verbales─, que
permita el desarrollo de la competencia comunicativa indispensable en todo ser
que pertenece a grupos sociales y requiere del lenguaje como medio de
comunicación para hacer visibles los discursos.
Son los periodistas –según su función social de orientadores de la sociedad–,
quienes deben tener claras las fronteras entre lo oral y lo escrito como par
dicotómico, que puede fusionarse en algunos géneros como la entrevista, la
crónica, el artículo, pero que requiere de la formalidad de la escritura en otros
géneros como el reportaje informativo. Esa superación de fronteras en la relación
oral-escrito depende, además, de cada acto de comunicación y del medio de
transmisión del mensaje, además de las variables contextuales que regulan y
condicionan el acto comunicativo (grados de formalidad).
Esos grados o niveles de formalidad en la escritura están estrechamente
vinculados con el uso que los hablantes hacen de la escritura. El uso de las
distintas plataformas de interacción social ha hecho que la informalidad de la
escritura a través de un chat, por ejemplo, permee –y rompa– el grado de
formalidad en la escritura periodística de una noticia o un reportaje.
Cada hablante del español es responsable de su propia competencia
comunicativa, toda vez que a lo largo de su vida ha adquirido conocimientos y
destrezas lingüísticas que le permiten comunicarse y lograr entender y hacerse
entender con los individuos de los grupos sociales en los que hace presencia a
través de la denominada lengua materna o lengua de origen.
Lo anterior se sintetiza en el planteamiento de Jorge Lozano (1982) en el que
define la competencia comunicativa como «los conocimientos y aptitudes
necesarios a un individuo para que pueda utilizar todos los sistemas semióticos
que están a su disposición como miembro de una comunidad sociocultural dada».
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Como una hipótesis inicial puede plantearse que lo que ocurre en el caso del
lenguaje periodístico es que no se tiene clara una diferencia entre una
competencia comunicativa para lo oral y una competencia comunicativa para lo
escrito. Desde las universidades se enseña que la relación oralidad-escritura es un
par dicotómico caracterizado por formalidades e informalidades y por patrones
totalmente antagónicos. Sin embargo, conviene explicar que como estado natural
la oralidad se impone al código artificial1 de la escritura y que es precisamente
esta invención la que exige mayor dominio del conjunto de procedimientos que la
regulan.
En Venezuela, uno de los diarios de circulación nacional en los que se registra
mayor presencia de rastros orales en la escritura es el diario Últimas Noticias, que
utiliza en sus titulares expresiones del habla coloquial caraqueña y justamente de
de eso podrían hacerse múltiples lecturas para precisar si es una estrategia
discursiva o si es simplemente por la asociación oral-escrito.
En el estado Zulia –región del occidente de Venezuela donde focalizamos esta
investigación– desde 2005 aproximadamente, el diario La Verdad ha venido
utilizando expresiones coloquiales, vulgares, informales, sustituibles por cualquier
otro término del español formal y propio del código semiótico de la escritura, que
indican una aparente pobreza lexical en los usuarios del español (periodistas) de
ese medio, por un lado, o una clara tendencia editorial a calar en los sectores más
populares de la región.
La situación es contraria a lo que ocurre con medios que desde su nacimiento han
trabajado con formas coloquiales y vulgares como estrategias para “vender”. Allí
es evidente una intencionalidad para acercarse al lector, pero también es evidente
una notable deformación del lenguaje.
1 “Afirmar que la escritura es artificial no significa condenarla sino elogiarla. Como otras creaciones artificiales y, en efecto, más que cualquier otra, tiene un valor inestimable y de hecho esencial para la realización de aptitudes humanas más plenas, interiores” (Ong, 1982: 85).
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2. Formulación del problema
¿Es posible identificar las marcas de oralidad en los textos de la prensa escrita
zuliana?
3. Objetivo general
Analizar la presencia de las marcas de oralidad en el discurso informativo de la
prensa escrita zuliana.
4. Objetivos específicos
Caracterizar los parámetros comunicativos de la oralidad en los textos
periodísticos informativos de la prensa escrita zuliana.
Describir el componente pragmático de la oralidad en los textos
periodísticos informativos de la prensa escrita zuliana.
Determinar el grado de corrección lingüística en los textos periodísticos
informativos de la prensa escrita zuliana.
5. Justificación de la investigación
Esta investigación sustenta su pertinencia en la descripción de los rastros orales
presentes en la prensa escrita zuliana. Además, la investigación pretende ampliar
los postulados teóricos que en este tema de investigación se han tratado. En este
sentido, se debe considerar la oposición discursiva entre lo oral y lo escrito.
Mediante la caracterización del lenguaje utilizado en los textos periodísticos se
pretende evidenciar la presencia de rastros orales en la producción textual de
periodistas en Venezuela.
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También debe alertarse a los usuarios del lenguaje sobre el uso indiscriminado de
lo coloquial-oral en la escritura, que requiere de mayor formalidad. Como aporte,
este trabajo de investigación pretende describir y analizar un recorrido que permita
permita una delimitación entre lo oral y lo escrito en el periodismo para profundizar
en el uso correcto del lenguaje.
Este estudio también pretende determinar –concretamente en los casos de tres
diarios de la región zuliana: Panorama, La Verdad y Versión Final– si este uso
obedece a una estrategia del discuro de cada medio para calar en su público
lector o si es por una competencia comunicativa escritural limitada.
Suele ocurrir que los periodistas entregan sus textos a un editor que puede
transformar –en muchos casos lo hace– ese discurso informativo. Cuando esto
sucede y se incorporan marcas orales, entonces se plantea que en esa edición de
textos evidentemente hay una oralización de la escritura con un criterio mercantil.
El objetivo es vender más periódicos, según refieren los propios editores en sus
reuniones con los periodistas del medio.
6. Delimitaciones de la investigación
6.1 Delimitación teórica
Esta investigación seguirá los postulados teóricos sobre la relación
oralidad/escritura de Níkleva (2008), Mancera (2008), Llamas (2005), Almela
(2003), Briz, (1998, 1996), Tusón (1997), Ong (1996), Blanche-Benveniste (1998),
Bustos Tovar (1997, 1995), Öesterreicher (1997).
El enfoque comunicativo en la enseñanza de la lengua, en el que han desarrollado
investigaciones los teóricos españoles Amparo Tusón, Carlos Lomas y Andrés
Osoro (1993), se tomará como referencia en este estudio. También lo que al
respecto plantean Calsamiglia y Tusón (1999) en cuanto a análisis del discurso.
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Asimismo se trabajará con fundamentos teóricos sobre competencias escritas y
competencias orales desarrollados por González y Martínez (2002) y sobre la
Teoría de la Oralidad propuesta por Abascal (2004). Además es pertinente la
revisión de los aportes de Briz y el grupo de Valencia.
Para precisar los enfoques conceptuales sobre la relación oral/escrito en los
distintos géneros del periodismo, se hará referencia a los preceptos de Alex
Grijelmo (2004, 2001), escritor y periodista, actual director de la agencia de
noticias EFE; los también españoles Gonzalo Martín Vivaldi (2000), José Martínez
Albertos (1992), María Victoria Romero (2002), Carolina Figueras (2001), Manuel
Seco, José Martínez de Sousa (2000), Fernando Lázaro Carreter, Alexis Márquez
Rodríguez (1996), y las revistas científicas especializadas en el área de lengua y
comunicación.
6.2 Delimitaciones espacial y temporal
La investigación se desarrolló en Maracaibo como un trabajo especial de grado
para la División de Estudios para Graduados de la Facultad de Humanidades y
Educación en el programa de Maestría en Ciencias de la Comunicación, mención
Sociosemiótica de la Comunicación y la Cultura e inició en julio de 2010.
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II Parte. Recorrido teórico de las marcas de oralidad y el discurso informativo
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II Parte. Recorrido teórico de las marcas de oralidad y el discurso informativo
La relación oralidad/escritura constituye una de las principales dicotomías que se
ha planteado en el uso del lenguaje. En este apartado se hará un esbozo teórico
que contextualiza este problema en el discurso informativo.
1. Marcas de oralidad: inconsistencias entre lo oral y lo escrito
Con el término oral se hace referencia a la dimensión de la lengua que se conoce
con el término hablada, que expresa justamente la oposición a la lengua escrita.
De acuerdo con Almela (2003) el término hablada incluye dos sentidos: el opuesto
a escrita y el común —en lo pragmático— a las dos manifestaciones. En un gran
sentido, abarca la comunicación lingüística.
Estas cuestiones universales en el par oral/escrito aluden, en primer lugar, a una
propiedad –también universal– del lenguaje: la materialidad, es decir, “el lenguaje
se presenta al mundo como hecho físico, observable, perceptible por los sentidos”
(González y Martínez, 2002: 70).
Esa materialidad de la que hablan González y Martínez (2002) debe ser vista
desde los dos grandes soportes de los medios que usan el lenguaje: el medio oral
y el medio escrito. El medio oral consta de los sonidos vocálicos y consonánticos
producidos por el aparato fonador y recibidos por el oído. La materialidad escrita
se percibe visualmente a través de las grafías. Frente a la materialidad oral, el
soporte escrito no es fugaz sino estable, lo que permite al lector regular su
recepción.
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Por mucho tiempo se han tenido prejuicios en esas relaciones y oposiciones
oral/escrito. Muchos de ellos están relacionados con una escala de valores en los
que la lengua oral se opone a la escrita, donde la oral ocupa un rango
marcadamente inferior. Se tiende a asociar lo oral con la improvisación, las
reiteraciones, las agramaticalidades y cualquier otro tipo de desviación que, como
parte de la espontaneidad característica de lo oral, no reflejan la competencia
lingüística real de los usuarios del lenguaje (González y Martínez, 2002: 71).
Hay datos que coadyuvan a ese mayor prestigio de la escritura y que están
vinculados directamente con sus funciones sociales como el almacenamiento de la
información, su especialización como vehículo de la ciencia, de la técnica, de la
filosofía, del derecho, del periodismo, el desarrollo tecnológico y burocrático, su
relevancia en el entorno académico, etcétera.
Según Tusón (1997) hay evidencias que demuestran que el lenguaje humano es
eminentemente oral y la escritura es un sistema secundario. Sin embargo, en la
cultura occidental la escritura tiene un gran peso y las sociedades han privilegiado
esta modalidad del lenguaje. Históricamente, los seres humanos han empleado, a
lo largo de su existencia, el sistema oral casi de manera exclusiva, pues la
escritura apareció cerca del año 3.300 antes de Cristo.
Para Níkleva (2008) las relaciones entre oralidad y escritura remiten a una serie de
cuestiones interdisciplinares propias de los ámbitos tanto de la lingüística como de
la literatura, de la antropología lingüística y de la etnografía, de la lingüística del
discurso y de la semiología.
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De lo anterior pudiera pensarse que el aprendizaje consciente de estrategias
discursivas implica sólo el universo de lo escrito. Sin embargo, se debe tener en
cuenta que la oralidad puede tomar muchas formas, no sólo de las conversaciones
espontáneas e informales, que atienden a la socialización. Hay géneros orales que
tienen cierto grado de ritualización y exigen un conjunto de estrategias discursivas
(lingüísticas y no lingüísticas), en los cuales se puede mencionar: sermón,
conferencia, entrevista, mesa redonda, debate, etcétera (González y Martínez,
2002: 72).
Partiendo de esas premisas y de acuerdo con Calsamiglia (1991) se debe tener
presente que la competencia oral está de igual manera condicionada a prácticas
culturales propias del medio en que la persona crece y se desenvuelve. De allí
debe deducirse que se debe aumentar la percepción y la sensibilidad respecto al
uso oral.
2. El español coloquial: terminologías y conceptos
En la caracterización de la modalidad oral de la lengua, Mancera (2008) plantea
como un reflejo para atajar el objeto de estudio la variedad de términos que se
utilizan para designarlo: español hablado, coloquial, familiar, vulgar,
conversacional, cotidiano, espontáneo, popular.
Como el tema ha sido tratado en reiteradas ocasiones por autores como Seco
(1970), Polo (1971 y 1976), Tejera (1984), Narbona (2000), Briz (1996 y 2008),
López Serena (2007), entre muchos otros, se comparte en esta sección la
clasificación hecha por Mancera (2008) para caracterizar la modalidad del
lenguaje oral/coloquial de acuerdo con los siguientes criterios: a) Espontáneo e
informal, b) Vulgar y popular, c) Familiar y privado.
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El carácter espontáneo e informal no está exento de cierta ambigüedad. Con la
expresión ‘habla espontánea’ se intenta hacer referencia a una modalidad
homogénea; la noción de espontaneidad es gradual. De manera espontánea se
puede hablar desde muy bien y con total corrección, hasta muy mal y con
abundantes transgresiones (Mancera, 2008: 29).
A este respecto, Narbona (1998) advierte sobre la imprecisión de calificativos para
referirise a la lengua coloquial como informal, natural o espontánea, pues para
este autor sólo se le ha enfrentado desde la perspectiva de la lengua culta.
Mancera (2008) refiere:
“La inexactitud provendría, por una parte de que ‘los términos con que se intenta resumir tal oposición son variados y responden a puntos de vista no coincidentes’ [Narbona, 1998: 205]; y por otra, de su insuficiencia para dar cuenta de esta modalidad de uso, al no haber sido seleccionados para caracterizara por sí misma, sino por oposición a la lengua culta, escrita o literaria” (Mancera, 2008: 30).
Para esta autora, el español coloquial ha sido calificado erróneamente con los
adjetivos vulgar o popular, puesto que se le ha identificado con los usos anómalos
o incorrectos, situados al margen de la norma estándar, como producto del
descuido o de la incompetencia lingüística. Cabe destacar en este sentido la
reflexión sobre español coloquial de Blasco (1988), entendido como “el conjunto
de voces y estructuras, orales y escritas, producidas por los hablantes españoles
que carecen de una cultura general básica” (Blasco, 1988: 257).
Esa concepción de español coloquial, compartida en el pasado por un gran
número de investigadores, se ha ido superando de forma paulatina, por lo que hoy
ya no es posible sostener que este modo de uso sea una variante deficiente,
pobre o primitiva de la llamada lengua culta. Además, un hablante culto no es
aquel siempre atenido a una única modalidad idiomática, sino aquel que domina
una gama amplia y flexible de registros correctos y adopta el adecuado a cada
situación, contexto y acto comunicativo (Mancera, 2008: 30).
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Incluso, no resulta válida la distinción de Bernstein (1972), basada en la
comparación de lo coloquial con la norma culta, pues no se puede identificar la
lengua coloquial con un determinado nivel sociocultural. Tampoco cabría
establecer una diferenciación entre dos códigos sino entre los distintos grados de
concepciones y parámetros, En cada uno de esos grados existe una
correspondencia con una determinada estructura y modo de organización de los
sintagmas.
Se debe tener en cuenta, además, que otros factores socioculturales y ciertas
variables como la edad o el sexo generan nuevas variedades del lo coloquial,
como el lenguaje rústico, el lenguaje popular urbano. En este aspecto, Mancera
(2008) señala:
“La caracterización de la lengua coloquial sólo es posible mediante la consideración del concepto de variación lingüística resultante de la coexistencia de un conjunto de subsistemas que se hallan en equilibrio dinámico. Lo coloquial es una cuestión gradual. Es la mayor o menor incidencia de un conjunto de factores graduales, paramétricos y no todos estructuralmente lingüísticos, lo que nos permite hablar del carácter más o menos coloquial de un intercambio lingüístico” (Mancera, 2008: 31).
Briz (1998)2 advierte que los registros formal/coloquial de la lengua son usos que
pueden manifestarse tanto en lo oral (fónico) como en lo escrito (gráfico). Debe
precisarse, entonces, lo acertado de utilizar el mismo término para hacer
referencia a un determinado registro (informal) como a un tipo de discurso
(conversación), “ya que este último puede manifestarse de manera formal,
solemne, etc.” (Mancera, 2008: 34).
2 Los trabajos de Briz y el grupo Val.Es.Co señalan al menos 4 realizaciones discursivas en la lengua oral: coloquial oral, coloquial escrito, formal oral y formal escrito.
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Suele confundirse lo coloquial con lo hablado3. Debe tenerse en cuenta que una
conversación se desarrolla en varios registros, niveles de habla, estilos o como se
denomine a la modalidad objeto de este debate. Al mismo tiempo, el estilo informal
se puede detectar en textos escritos, de la misma forma en que es posible
reproducir conversaciones (formales e informales) en obras literarias y otra clase
de documentos escritos. Mancera (2008) aclara este punto:
“Lo más conveniente sería reservar informal para hacer alusión únicamente al registro, hablado u oral para el medio de realización física del discurso, conversacional para el tipo de discurso y coloquial, como viene siendo la práctica común en la literatura especializada, para la zona de intersección entre la conversación y el registro informal, no exclusiva de un único medio de realización” (Mancera, 2008: 34).
3. Primero hablo, luego escribo
Suele pensarse que la lengua oral se aprende naturalmente y que la lengua
escrita se va adquiriendo de forma artificial. Lo cierto es que la lengua oral es
anterior a la lengua escrita tanto filogenéticamente como ontogenéticamente.
Pero, cabe estudiar la oralidad sólo a través de la escritura. No se puede estudiar
lo oral oralmente, confiando en la memoria (Níkleva, 2008: 227).
Si se parte de las premisas “nadie habla como escribe” y a la inversa “nadie
escribe como habla”, se debe tener en cuenta que hay una opinión extendida de
que la modalidad oral de la lengua debe acercarse al máximo a la lengua escrita
en cuanto a léxico, sintaxis y estructuras de organización textual.
De acuerdo con Níkleva (2008) el tránsito de la oralidad a la escritura se hizo
necesario para asegurar la supervivencia de la memoria cultural y del saber del
ser humano. La escritura alcanzó gran prestigio con el tiempo, puesto que se
impuso en muchos ámbitos de gran importancia para la sociedad como el
científico, religioso, judicial, administrativo, periodístico. 3 A Beinhauer (1968) en su obra se puede atribuir esta confusión entre coloquial y hablado, por la falta de delimitación entre los distintos tipos de discurso y su relación con los canales o medios de realización lingüística.
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Son varios los factores pragmáticos que determinan las propiedades lingüísticas y
textuales de los discursos: el conocimiento mutuo de los interlocutores y el saber
que comparten, la relación de igualdad o desigualdad entre ellos, la participación
emocional, la finalidad interpersonal o transaccional, etcétera.
Como ya se ha dicho, las distinciones entre discurso oral y discurso escrito no
deben estar basadas sólo en el soporte físico del lenguaje, sino que además
deben atender a las propiedades lingüísticas —léxicas, morfosintácticas y
textuales— y al contexto que interviene en determinada situación comunicativa
(Llamas, 2005: 403).
Se debe advertir que el contexto condiciona lo lingüístico. Autores como Koch y
Osterreeicher (1985) explican que dentro de los factores pragmáticos, lo oral se
caracteriza por la inmediatez comunicativa que implica simultaneidad de emisión y
recepción pero no la copresencia física de los interlocutores. Sin embargo, lo
escrito no implica simultaneidad ni de emisión ni de recepción, así como tampoco
la copresencia física de los interlocutores.
Llamas (2005) señala que además de la inmediatez comunicativa existen otros
parámetros que miden las condiciones de comunicación y se aproximan a una
caracterización de los extremos de la oralidad y la escritura así como todas las
gradaciones intermedias. Estos parámetros son: espontaneidad, copresencia de
los interlocutores, conocimiento mutuo de los interlocutores y saber compartido,
participación emocional, dialoguicidad, cooperación, finalidad interpersonal,
cotidianidad, relación de igualdad y solidaridad entre los interlocutores.
Revísese la siguiente tabla, adaptada por Llamas (2005) de la propuesta hecha
por González y Martínez (2002) donde se precisan algunas características de
estos parámetros comunicativos:
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Tabla 1. Parámetros comunicativos.
Parámetro comunicativo Características
Espontaneidad El discurso se contruye sin pensar, no hay tiempo para la planificación.
Copresencia de los interlocutores Los interlocutores comparten un mismo espacio y, por ende, un mismo tiempo.
Conocimiento mutuo de los interlocutores y saber compartido
Los interlocutores comparten una serie de vivencias.
Participación emocional Los sentimientos y emociones del emisor quedan reflejados en el texto
Dialoguicidad Existe cambio de turno de palabra
Cooperación El receptor tiene un papel activo de ayuda en la construcción del discurso.
Finalidad interpersonal Predomina la función socializadora o interpersonal de mantener un contacto y no la sola transmisión de información.
Cotidianidad Se habla de temas cotidianos, poco específicos desde el punto de vista científico o profesional.
Relación de igualdad y solidaridad entre los interlocutores
No existe una diferencia jerárquica social o funcional.
Fuente: Llamas (2005: 403).
Bustos Tovar (1995) precisa que la oposición entre lo oral y lo escrito no se limita
a señalar dos polos sino que constituye una gama de matices entre la inmediatez
comunicativa y la distancia comunicativa, precisamente por la variabilidad interna
de los diferentes parámetros y por su situación combinatoria.
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Para algunos autores, los parámetros que permiten caracterizar el discurso desde
una perspectiva que no se limita sólo al canal o soporte físico, sino que da cuenta
de una amplia gama de posibilidades intermedias entre los extremos de la oralidad
y la escritura, siempre que es posible caracterizar ambos polos. En estos extremos
cabe identificar lo oral y lo escrito con los registros4 cololoquial y formal,
respectivamente (Llamas, 2005: 404).
Briz (1998) propone una línea continua de posibilidades para combinar los dos
soportes físicos con las posibilidades graduales de los parámetros comunicativos
descritos en la Tabla 1, que puede representarse de la siguiente manera:
coloquial oral coloquial escrito formal oral formal escrito
En cuanto al registro de la lengua, en los últimos años se ha puesto mayor
atención a lo relativo a las variaciones existentes en especial a la variación
diatípica o diafásica, entendida como aquella que depende de la situación y no del
usuario, ni de su procedencia geográfica, ni de su edad, sexo, grado de filiación a
un grupo étnico, a una clase, a un determinado nivel económico o cultural
(Calsamiglia y Tusón, 1999: 326).
4Calsamiglia y Tusón en Las cosas del decir. Manual de Análisis del Discurso (1999) dedican todo un capítulo (Cap. 11) a explicar que la elección del registro depende de factores como el campo, el tenor y el modo del discurso. En este punto, el canal o medio a través del cual se emite el mensaje formaría parte del modo del discurso que puede ser oral o escrito. Para estas autoras el registro “sirve para adecuarse a una situación, pero también sirve para crear una situación cuando esta no existe” (Calsamiglia y Tusón, 1999: 327).
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Desde los parámetros comunicativos descritos anteriormente cabe señalar que
desde el punto de vista metodológico es importante el acercamiento a las
peculiaridades lingüísticas del discurso oral y el discurso escrito. Estos parámetros
comunicativos determinan las características lingüísticas y textuales de ambos
tipos de discurso. De este modo, Llamas (2005) ejemplifica:
“El conocimiento mutuo de los interlocutores favorece, por lo que respecta a la manifestación lingüística del discurso, la aparición de elipsis, a la vez que dicho conocimiento permite inferir lo que el hablante quiere expresar aunque falte información, esto es, aunque se digan las cosas ‘a medias’; por otra parte, la participación emocional conlleva la posible aparición de unos determinados rasgos lingüísticos: la entonación expresiva, la tendencia a la intensificación, a la exageración o a la fraseología; igualmente, la cotidianidad permite la reducción y selección del léxico común, el empleo de unidades polisémicas y de expresiones coloquiales” (Llamas, 2005: 405).
La caracterización de la relación existente entre los parámetros comunicativos y
las características lingüísticas, paralingüísticas o textuales que los identifican en el
discurso oral y el discurso escrito puede evidenciarse en la siguiente tabla,
adaptada de Llamas (2005):
Tabla 2. Caracterización de los parámetros comunicativos según el tipo de discurso.
Parámetro comunicativo
Discurso oral Discurso escrito
Espontaneidad Desorganización de las partes. Ausencia de conectores que articulen las partes. Cambios frecuentes de tema. Anacolutos. Presencia de rodeos explicativos, reelaboraciones (digo, vaya, bueno, o sea…), autocorrecciones que pueden afectar al léxico y a la gramática. Alto grado de redundancia, repeticiones literales. Faltas de concordancia. Ausencia de marcas gramaticales (por ejemplo, preposiciones). Sencillez en la construcción de las oraciones: falta de sintaxis
Organización de las partes. Presencia de conectores que señalan el orden de las partes y su relación lógica. Los cambios de tema son menos frecuentes y han de señalarse. Construcción correcta de la frase. Ausencia de autocorrecciones. Ausencia de repeticiones literales, redundancias, etcétera. Ausencia de errores de concordancia. Complejidad en la construcción de las oraciones: sintaxis elaborada (dominio de la
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elaborada (dominio de coordinación y yuxtaposición, oraciones breves, voz activa). Léxico común, de poca profundidad semántica.
subordinación). Léxico apropiado, preciso y adecuado.
Copresencia de los interlocutores
Referencia a elementos de la realidad mediante deícticos del tipo aquí, allí, esto, entonces, etcétera. Se corrige, se matiza, se aclara lo dicho, puesto que el emisor puede reaccionar ante la actitud del receptor. Uso de gestos que acompañan o sustituyen la comunicación verbal.
Las marcas deícticas han de tener una referencia clara y explícita en el texto. No se puede corregir lo escrito en función del interlocutor. El lector solamente comprenderá el texto en función de la palabra.
Conocimiento de los interlocutores y conocimientos compartidos
Elipsis. Implicaciones. Ironía.
Necesidad de que aparezca explícitamente todo o casi todo lo que se quiere comunicar para evitar malentendidos
Participación emocional
Entonación expresiva, tendencia a la intensificación,a la exageración (hipérboles, sufijos aumentativos, exclamaciones, fraseología, etcétera), a la redundancia con fines expresivos. Presencia de relatos. Estilo directo. Orden de palabras marcado. Referencia a la primera persona: el YO como centro. Léxico valorativo.
Ausencia de marcas expresivas. Ausencia de estilo directo. Estructuras impersonales: Pasiva refleja, terceras personas, entre otras.
Dialoguicidad Presencia del TÚ. Abundancia de referencias a la segunda persona. Frecuencia de modalidades apelativas (interrogaciones, imperativos). Estrategias para enfatizar o atenuar lo dicho.
Ausencia de referencias a la segunda persona. Ausencia de modalidades apelativas
Cooperación Manifestación del acuerdo (bien, vale, claro), de la recepción (sí, sí; ya, ya). Se ayuda al interlocutor a encontrar la expresión justa.
Quien escribe no cuenta con la ayuda del interlocutor para construir su discurso.
Finalidad interpersonal
Menor coherencia. Presencia de reguladores fáticos: ¿no?, ¿verdad?, sí, ya, claro, de acuerdo, mira, fíjate, etcétera.
Mayor coherencia. Ausencia de reguladores fáticos.
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Parámetro comunicativo
Discurso oral Discurso escrito
Cotidianidad Reducción y selección del léxico común. Empleo de unidades polisémicas. Expresiones coloquiales.
Selección de un léxico preciso. No aparecen expresiones propias del registro coloquial.
Relación de igualdad y solidaridad entre los interlocutores
Registro informal. Registro formal
Fuente: Llamas (2005: 406)
4. Enunciación y marcas de oralidad Cada intercambio lingüístico implica la existencia de dos sujetos entre los que se
constituye una relación de intersubjetividad, un saber compartido que permite la
comprensión mutua y la valoración de la situación comunicativa, y una serie de
convenciones, normas y acuerdos que regulan los intercambios lingüísticos.
Charaudeau (2003) plantea al respecto que todo acto enunciativo —en cuanto a
su significado— depende de un contrato de comunicación.
Mancera (2008) explica que esta metáfora del contrato permite comprender la
existencia de un marco de condiciones entre las partes, cuyo reconocimiento por
parte de cada una es esencial para que el intercambio de significados sea posible.
Hay que tener en cuenta que aunque el hablante está determinado por el contrato
que caracteriza a cada situación de comunicación, es evidente que ningún acto de
comunicación se encuentra determinado con anterioridad.
Los rasgos principales de ese contrato de comunicación pueden evidenciarse a
partir de las estrategias para llevar a cabo un acto de comunicación, identificar su
finalidad, las características identitarias de los participantes, los temas más
frecuentes y las restricciones derivadas de las circunstancias materiales en las
que se produce el intercambio comunicativo.
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Este contrato de comunicación consiste en las condiciones globales de realización
de una serie de intercambios verbales que se traducen en planes de habla, más o
menos reglados entendidos como acuerdos conversacionales. A partir de esta
premisa, Charaudeau (1995) plantea:
“La noción de contrato añade, a la necesidad de los partenaires de poseer en común cierto saber y de tener una aptitud para relacionar texto y contexto, la obligación de reconocer el ‘proyecto de influencia’ en el que se han comprometido, que les obliga a dar cuenta de su legitimidad, de su credibilidad y del alcance de su capacidad de persuasión” (Charaudeau, 1995: 159).
Mediante el contrato de comunicación se reconoce a los interlocutores y se les
asigna una posición en lo referente a los ámbitos cognitivos y social, con unos
derechos y unos deberes en cuanto a su posible actuación en todo el proceso
enunciativo. En las conversaciones se negocia sobre la marcha; en un texto
escrito se establece un contrato de lectura en el que el único requisito es que el
lector se ubique en la naturaleza temática: ficción, especialidad científica,
información general, etcétera (Calsamiglia y Tusón, 1999: 158).
Kerbrat Orecchioni5 (1996) explica que en cada situación de comunicación hay,
por un lado un eje horizontal y otro vertical. En el eje horizontal se puede medir la
distancia y proximidad entre las personas que interaccionan. Para ello se debe
tener en cuenta el grado de conocimiento mutuo, la relación afectiva entre ellas y
la situación en la que se encuentran. En este eje las interacciones se dan entre
‘iguales’ (socios, miembros de una pareja, presidentes, colegas, amigos) y el
estatus —sea alto o bajo— actúa en el plano de la igualdad.
5 Esta autora ha situado sus aportes en la línea de la Etnografía de la Comunicación. En ese sentido ha desarrollado trabajos inscritos en la Teoría de la Enunciación y en complementar el modelo “Speaking” propuesto por Hymes (1972) que incluye los siguientes componentes para cada acto o contrato de comunicación y para lograr una competencia comunicativa: situación, participantes, fines perseguidos, actos realizados, tono adoptado, medios empleados, normas y los géneros.
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En cuanto al eje vertical, la misma autora señala que en él se puede determinar
una relación jerárquica entre dominante y dominado, superior e inferior, jefe y
subordinado. Esta relación surge a partir de las diferencias de edad, el estatus
profesional, la clase social, los conocimientos adquiridos. Estos marcadores de la
posición que ocupan los hablantes —definidos como Taxemas por Kerbrat
Orecchioni (1996)— pueden ser verbales (tratamientos, órdenes, consejos,
prohibiciones) y no verbales (distancia física, gestos, miradas).
La cuestión de la interactividad no corresponde sólo al discurso oral, toda
enunciación posee una interactividad constitutiva. El discurso informativo, al igual
que cualquier acto de comunicación que forma parte de una práctica social, es de
carácter interaccional, pues su construcción se da gracias al encuentro entre una
instancia emisora y una instancia receptora. A partir de ese proceso dialógico
entre las instancias emisora y receptora cobra importancia el principio de alteridad
—condición de ser otro— pues lo característico de un enunciado es su orientación
hacia un interlocutor (Mancera, 2008: 56).
Según Mancera (2008) en toda actividad lingüística se distinguen dos tipos de
sujetos: los interlocutores y los intralocutores. Como interlocutores6 se conoce a
los protagonistas de la situación de comunicación, a esos seres sociales a quienes
se les pueden atribuir intenciones. Los intralocutores7 son los protagonistas de la
enunciación, los ‘seres de palabras’. Esta doble distinción es válida para ambas
instancias: la emisora y la receptora.
Así como la alteridad, la subjetividad es otro de los principios que existen en el
contrato de comunicación. Benveniste (1977) considera la subjetividad como el
fundamento mismo del lenguaje, por eso su especial interés en analizar el papel
del hablante en el proceso de enunciación, al igual que la presencia del
enunciador, evidenciada a través de los signos textuales.
6Charaudeau (1983) identifica a los interlocutores como sujeto comunicante y sujeto interpretante. 7 Conocidos también como sujeto enunciador y sujeto destinatario, según los aportes de Charaudeau (1983).
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En el coloquio ocurre la presencia de determinados enlaces extraoracionales
como bueno, vale, bien, ajá, oye, mira, ¿no?, utilizados para expresar la
modalidad, la subjetividad del hablante o para apelar directamente al interlocutor
instándole a que colabore en el acto discursivo. Este tipo de marcadores es
considerado por distintos autores8 como una especie de ‘agarraderos del habla’,
que sirven de apoyo a los interlocutores para formular o reformular sus mensajes.
Además, existen marcadores discursivos con los que el hablante no sólo apela al
oyente, sino que le incita a que colabore con él en la elaboración del enunciado.
Estos elementos, identificados como enfocadores de la alteridad, pertenecen al
ámbito de la enunciación, pues hacen referencia al acto comunicativo y se utilizan
para mantener la coherencia básica de la comunicación, al favorecer el contacto
con los interlocutores (Mancera, 2008: 143).
Otro aspecto importante es el uso de la deixis para contextualizar propiamente una
situación de comunicación. En el siguiente cuadro se reflejan algunos tipos de
deixis y los elementos más comunes, a partir de los aportes de Calsamiglia y
Tusón (1999) y Kerbrat-Orecchioni (1980):
Tabla Nº 3. Deixis: tipos y deícticos
Tipo de deixis Características Elementos deícticos
Personal Señala a las personas en
el discurso, las presentes
en el momento de la
enunciación y las
ausentes en relación a
aquéllas.
Pronombres personales y posesivos
y los morfemas verbales de persona.
8Vigara (1992) los llama soportes conversacionales, Briz (1998) los define como conectores metadiscursivos, Portolés (1999) los considera marcadores conversacionales o marcadores de control de contacto. Además, Cortés y Camacho (2005) han dedicado la obra Unidades de segmentación y marcadores del discurso a esta característica del discurso.
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Tipo de deixis Características Elementos deícticos
Espacial Señala los elementos de
lugar en relación con el
espacio que crea el yo
como sujeto de la
enunciación.
Adverbios o perífrasis adverbiales de
lugar (aquí, acá, ahí, allí, allá, cerca,
lejos, arriba, abajo, delante, detrás, a
la derecha, a la izquierda…), algunas
locuciones prepositivas (delante de,
detrás de, cerca de, lejos de) y
algunos verbos de movimiento (ir,
venir, acercarse, alejarse, subir,
bajar)
Temporal Indica elementos
temporales tomando
como referencia el
«ahora» que marca quien
habla como centro
deíctico de la
enunciación.
Adverbios y locuciones adverbiales
de tiempo, morfemas verbales de
tiempo, algunas preposiciones y
locuciones prepositivas (antes de,
después de, desde, a partir de…) y
algunos adjetivos (actual, antiguo,
moderno, futuro, próximo…).
Textual Este tipo de deixis señala
y organiza las partes del
texto unas con respecto a
otras. El texto en sí
mismo se convierte en el
espacio y en el tiempo de
referencia.
Por preferencia suelen utilizarse
expresiones adverbiales de lugar y
de tiempo (antes que nada, primero
de todo, primero, en primer lugar, por
un lado, por otro lado, por una parte,
por otra parte, entonces, luego,
antes, hasta el momento, más arriba,
hasta aquí, en este momento, aquí,
ahora, al mismo tiempo, mientras, a
la vez, después, más abajo,
seguidamente, más adelante, por
último.
Fuente: Calsamiglia y Tusón (1999) y Kerbrat-Orecchioni (1980)
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5. El enfoque y la competencia comunicativa
En los últimos tiempos, algunos lingüistas de diversas partes del mundo han
tratado de descifrar algunas de las competencias que establecen si los hablantes
hacen o no un uso inadecuado del lenguaje para poder desarrollar algunos
enfoques en la enseñanza de la lengua.
En este sentido, encontramos dos competencias9 fundamentales de los hablantes:
la competencia comunicativa y la competencia lingüística. Cuando un hablante
establece un intercambio comunicativo, utiliza una serie de conocimientos,
habilidades y estrategias lingüísticas y sociales, está haciendo uso de su
competencia comunicativa. En otras palabras, cuando una persona desea
comunicarse, debe ser competente para poder lograrlo exitosamente. Para ello
debe adaptar todas esas estrategias a los diversos elementos del esquema de
comunicación: emisor, receptor, mensaje, situación, canal, código (González y
Martínez, 2002: 53).
Por otra parte, existe una preocupación porque en muchas ocasiones los
hablantes no son competentes en su propia comunidad cultural o lingüística, pero
siempre los hablantes preocupados por el uso que hacen del idioma mejoran
constantemente con la lectura y con el uso consciente del lenguaje. En este
sentido, el uso y dominio que tenga un hablante sobre las estructuras y normas
que rigen su lengua determinará su competencia comunicativa.
Al respecto, González y Martínez (2002) plantean que la competencia lingüística,
aparte de que está dentro de la competencia comunicativa, implica el domino de
las reglas de una lengua en sus distintos niveles, es decir, el hablante debe
dominar: 9Estas competencias están contempladas en lo que hoy se conoce como enfoque comunicativo, que no es más que una orientación hacia la forma cómo se enseñan las lenguas y que plantean estas y otras competencias. Utilizar el enfoque comunicativo para enseñar lengua resulta pertinente, pues antes de recurrir a otros enfoques que pudieran dejar por fuera varios aspectos del lenguaje que ellos no contemplan, es preferible utilizar el enfoque comunicativo, pues ha sido desarrollado con el fin de que se aplique en la enseñanza de la lengua y en los procesos comunicacionales (Tusón, 1997: 35).
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42
La gramática, tanto textual como oral.
La escritura, no sólo conocer los grafemas sino las reglas básicas de
ortografía y puntuación.
La articulación correcta de los sonidos, así como sus esquemas de
acentuación y entonación.
Las reglas de combinación de palabras y los procedimientos relativos a la
forma y función, es decir debe dominar el nivel morfosintáctico.
El conocimiento pasivo y activo del vocabulario del idioma y su habilidad
para emplearlo. Con esto pueden evitarse errores de tipo lexicales.
Para efectos de este estudio se tomarán los postulados teóricos de González y
Martínez (2002) referidos a la Competencia Comunicativa.
5.1 Antecedentes sobre la competencia comunicativa
El estudio de la competencia comunicativa ha ocupado a muchos, pasando por
Chomsky (1965), Dell Hymes (1972), Grice (1975), Lyons (1980) y Canale (1985),
por mencionar algunos. Las bases de estos estudios se cimentan en el desarrollo
de teorías que, por su trascendencia y aporte a esta área de estudio, merecen
recordarse.
En 1965, Noam Chomsky publicó su trabajo Aspectos de la teoría de sintaxis, en
el que dio lugar a la gramática generativa, definida como “un sistema de reglas
que de manera explícita y bien definida asigna descripciones estructurales a las
oraciones” (Chomsky 1965:10). La teoría plantea que el hablante de una lengua
interioriza y domina una gramática generativa que expresa su conocimiento sobre
la lengua y se traduce en su competencia para comunicarse.
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César Eduardo Pérez (2012)
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Hymes (1972) completó su trabajo Acerca de la Competencia Comunicativa,
ubicado en el contexto de la etnografía del habla. Hymes utilizó el término
competencia comunicativa para referirse “al conocimiento y a la capacidad de una
persona para utilizar todos los sistemas semióticos a su disposición como
miembro de una comunidad sociocultural dada” (Lyons, 1980:514). Así, la
competencia lingüística, entendida como el conocimiento del hablante sobre su
sistema lingüístico, es apenas una parte de la competencia comunicativa.
Grice (1975) formuló el principio de cooperación, considerado por éste como el
principio regulador de todo acto comunicativo. “El hablante produce aquellos
enunciados que, de acuerdo con la situación concreta de comunicación y el
entorno sociocultural, considera que el oyente interpretará más fácilmente y más
adecuadamente sus intenciones.” (Alcoba, 2000:17).
Grice (1975) desarrolla este principio en cuatro aspectos: 1) cantidad: haga su
contribución tan informativa como sea necesario. 2) calidad: no diga lo que cree
que es falso. 3) relación: sea pertinente. 4) manera: sea breve y ordenado.
Lyons (1980) propuso un modelo de competencia basado en el conocimiento que
posee un hablante ideal omnicompetente de una lengua, en el cual la
omnicompetencia está determinada por un perfecto dominio de formación de
enunciados y por la capacidad de adaptarlos al contexto.
Canale (1985) propuso un modelo de aplicación de la competencia comunicativa a
la didáctica, en el que divide la competencia comunicativa en cuatro
subcompetencias: gramatical, sociolingüística, discursiva y estratégica.
Para este autor la competencia gramatical se demuestra mediante la
memorización de reglas; la competencia sociolingüística comprende tanto la
adecuación del significado como la forma del discurso en relación con el contexto
descrito; la competencia discursiva, asociada con la capacidad de generar un
discurso consistente, coherente y conciso y la competencia estratégica refería el
manejo de dos estrategias fundamentales: las comunicativas y las de aprendizaje.
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Por su parte, Charaudeau (2002) propone retomar los aspectos tratados por la
pragmática, la enunciación y la sociolingüística dentro de una teoría del sujeto. El
autor propone un modelo que consta de tres niveles, con tres tipos de
competencias correspondientes para el sujeto: nivel situacional y competencia
situacional, nivel discursivo y competencia discursiva, nivel semiolingüístico y
competencia semiolingüística.
La competencia situacional exige que todo sujeto que se comunica esté apto para
construir su discurso en función de la identidad de los protagonistas del
intercambio, de su finalidad, su propósito y sus circunstancias materiales.
La competencia discursiva requiere que cada sujeto, al comunicarse, esté en
capacidad de manipular y reconocer las estrategias de puesta en escena que se
desprenden de las necesidades inherentes al marco situacional, de tipo
enunciativo, enunciatorio y semántico.
La competencia semiolingüística demanda que todo sujeto que se comunica e
interpreta, puede manipular y reconocer la forma de los signos, sus reglas
combinatorias y su sentido, a sabiendas de que se usan para expresar una
intención de comunicación, de acuerdo con los elementos del marco situacional y
las exigencias de la organización del discurso. Este proceso comprende tres
niveles y cada uno requiere de un saber-hacer: la comprensión del texto, la
construcción gramatical y el uso del léxico.
En el ámbito de la lingüística aplicada a la enseñanza de la lengua en diferentes
centros de investigación y universidades de Venezuela y otros países, se han
desarrollado algunas investigaciones.
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En 2001, la revista Aula de Innovación Educativa publicó el artículo de María
Portillo titulado Habilidades sociales y competencia comunicativa en la escuela. El
trabajo plantea la dimensión comunicativa en la educación de las habilidades
sociales en la escuela, relacionando las competencias comunicativas con las
competencias sociales y se señala que muchas de las carencias en habilidades
sociales de los sujetos provienen y/o interactúan con sus posibilidades
comunicativas y discursivas. La investigadora exhorta a los profesores a que
investiguen en entornos naturales y cotidianos, junto con su alumnado, las
condiciones de vida comunicativa en los centros de enseñanza hacia la
prevención y no sólo la resolución de conflictos.
Arnáez (2001) propuso la investigación Propuesta para enseñar gramática en las
clases de lengua, donde se ofrece una alternativa para que, a partir de sus propios
escritos, los estudiantes reflexionen sobre los aspectos normativos y
convencionales de la lengua, adquieran un conocimiento más adecuado de ella y
mejoren sus producciones.
En la Universidad del Zulia, Vílchez, Manrique, Fuenmayor, Delgado y García
(2002) presentaron la investigación titulada Presencia de marcas orales en textos
escritos de estudiantes universitarios, donde se muestra un alto índice de marcas
orales en las producciones de 25 informantes universitarios. Se considera que las
pragmáticas-procedimentales son muy resistentes al cambio, por lo que la mayoría
de los errores de redacción son producto de la transferencia de código. Los
resultados permitieron proponer la metodología discursiva para mejorar algunas
competencias.
En la Universidad Austral de Chile, Eduardo Roldán (2004) presentó el trabajo La
competencia comunicativa y la expresión oral, en el que se desarrolla la relación
expresión oral-competencia comunicativa en el ámbito de la educación, a través
de una investigación que consistió en aplicar un cuestionario de formato Lickert a
alumnos universitarios, en el que se presentan algunos problemas propios de la
comunicación pedagógica y de la competencia comunicativa del profesor. Dentro
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de las conclusiones citadas en el estudio se encuentra el interés de los alumnos
por aprender a usar óptimamente los recursos del lenguaje oral para evitar el uso
de comodines léxico-gramaticales y la disposición a ser corregidos en sus
presentaciones orales.
Aguillón y Palencia (2004) concluyeron la investigación Características del
discurso escrito de los estudiantes que cursan lenguaje en educación a distancia
en LUZ-COL. El análisis revela desconocimiento de la estructura de un texto
escrito, predominio de textos con párrafos muy extensos e inicios de párrafo sin
concluir el anterior, construcción sintáctica inadecuada de oraciones, ausencia y
uso incorrecto de la puntuación, acentuación y mayúsculas. Los resultados
obtenidos en esta investigación permitieron la formulación de una propuesta
orientada hacia el diseño de un módulo instruccional para la unidad curricular
Lenguaje y Comunicación ajustado a los lineamientos del Sistema de Educación a
Distancia de la Universidad del Zulia.
La revista Lingua Americana publicó de Lucía Fraca de Barrera (2006), el artículo
titulado Los estudios psicolingüísticos en Venezuela: un devenir desde la oralidad
a la escritura, donde se exponen los postulados teóricos y metodológicos de la
psicolingüística en Venezuela a partir de los años setenta del siglo XX, y se
proponen nuevos ámbitos de temáticas e investigación generados por la
comunicación mediada por el computador y la emergencia de la ciberlingua como
una variedad de lengua en Internet.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
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Palencia (2008) en su trabajo de ascenso denominado La competencia
comunicativa oral: una propuesta para su enseñanza, planteó la situación del
sistema educativo tradicional como un sistema que contempla sus métodos de
aprendizaje en el proceso casi exclusivo de la competencia lingüística escrita de
los hablantes, dejando a un lado la enseñanza de competencias comunicativas
orales. Describe los problemas de enseñanza en áreas en que la oralidad es parte
del perfil profesional. Con esta revisión, se propone un programa de enseñanza de
esta competencia comunicativa a través de información y de ejercicios para el
beneficio del hablante público en general.
En el trabajo La competencia comunicativa oral de los estudiantes de periodismo:
revisión y propuesta, Palencia, Fernández y Villalobos (2008) ofrecen una
descripción de dos escenarios que modelan la competencia comunicativa oral de
los estudiantes de periodismo: diseño curricular y actuación comunicativa de los
docentes, para constatar las estrategias de esfuerzo y refuerzo empleadas para
desarrollar habilidades de producción oral. El estudio permitió sugerir la
actualización de los recursos y discursos en el área de la competencia
comunicativa oral al considerar que ésta se hace necesaria, por el dinamismo de
la nueva sociedad de la información que no atiende modelos bidireccionales de
interacción ni admite interlocutores incompetentes.
5.2 Otros aportes sobre competencia comunicativa
El estudio de la competencia comunicativa ha sido abordado por generaciones
que proceden de una tradición, sobre todo, etnológica y filosófica, donde se
abarca el estudio de la lengua en uso y no como sistema descontextualizado.
Dentro de los teóricos que se han interesado en el abordaje de este tema, destaca
Dell Hymes (1995), quien presentó cuatro dimensiones de la competencia
comunicativa:
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a) La competencia lingüística: refiere la actuación lingüística según las
reglas gramaticales.
b) La factibilidad: está referida al grado de factibilidad de las expresiones de
acuerdo con los medios disponibles y limitaciones existentes.
c) La aceptabilidad o adecuación: se refiere al grado de aceptabilidad de los
enunciados de acuerdo con las reglas sociolingüísticas del contexto en que
se producen.
d) El darse en la realidad: se refiere a los usos reales de la lengua, es decir,
a la concordancia de los enunciados con lo que realmente se produce en la
comunidad lingüística, pues el hablante no puede inventar usos por razones
paradigmáticas, sino adaptarse a los usos de los nativos de la lengua, a
factores como tematización, deixis y entonación.
Por otra parte, Charaudeau (2002) afirma que para que haya sentido, es necesario
que el discurso esté vinculado con el conjunto de las condiciones dentro de las
cuales se produce, aspecto conocido dentro del análisis del discurso como
condiciones de producción. En consonancia presenta un modelo que consta de
tres niveles, con tres tipos de competencia correspondientes para el sujeto: nivel
situacional y competencia situacional, nivel discursivo y competencia discursiva,
nivel semiolingüístico y competencia semiolingüística.
a) Competencia situacional: todo sujeto que se comunica debe construir su
discurso en función de la identidad de los protagonistas del intercambio, de
la finalidad del mismo, su propósito y sus circunstancias materiales. b) Competencia discursiva: el sujeto que se comunica e interpreta debe
estar apto para manipular e identificar las estrategias de puesta en escena
que vienen dadas por las necesidades inherentes al marco situacional;
éstas son de tres tipos: enunciado, enunciatorio y semántico.
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El primer tipo está relacionado con las situaciones enunciativas que el hablante
construye en función de los elementos de identificación e interrelación del evento
comunicativo, así como en función de la imagen que quiere transmitir de sí mismo
y de la que quiere atribuirle al otro, objetivo que logrará a través de la
modalización de su discurso y de la construcción de los roles enunciativos.
Por su parte, las estrategias de tipo enunciatorio remiten a los modos de
organización del discurso: descriptivo, por medio del cual el sujeto hablante
nombra y califica a los entes del mundo de manera objetiva y/o subjetiva;
narrativo, a través del cual el sujeto describe las acciones del mundo incluyendo
los distintos actuantes que en ellas intervienen; y argumentativo, con el cual el
hablante organiza las secuencias causales que explican el acontecimiento.
Por último, se hallan las estrategias de orden semántico, en las que los
participantes deben poseer conocimientos compartidos para comprenderse el uno
al otro. Las creencias y los sistemas de valores que posean los protagonistas de la
situación comunicativa determinarán, en gran medida, estos conocimientos.
c) Competencia semiolingüística: todo sujeto, al comunicarse, puede manipular
y reconocer la forma de los signos, sus reglas combinatorias y su sentido, a fin de
expresar una intención de comunicación, de acuerdo con los elementos del marco
situacional y las exigencias de la organización del discurso. Esta competencia está
comprendida por tres niveles que requieren de un saber-hacer: la composición del
texto, la construcción gramatical y el uso del léxico.
Dentro de la competencia comunicativa, debe considerarse la conexión entre
comprender y producir. Teun van Dijk (1998) plantea que la psicología
cognoscitiva y el estudio de la inteligencia artificial han prestado atención, cada
vez más, a los procesos involucrados en la producción del discurso y,
particularmente, en su comprensión.
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6. Escritura y marcas de oralidad
Aunque ya se ha dicho que la lengua oral es primaria10, lo escrito pareciera estar
relacionado con la formación de ciudades, Estados, escuelas, democracias, es
decir, de organizaciones sociales complejas, y con el desarrollo de disciplinas
estructuradoras de las civilizaciones actuales como el derecho y el sistema
judicial, la historia y la memoria colectiva o las formas de pensamiento empírico y
razonado, que forman la base de la ciencia.
Desde esta perspectiva no se puede considerar la escritura como la causa única
de civilización moderna, aunque es indudable que desempeña un papel
preponderante en ella. Cassany (1999) asegura que aprender a escribir adopta
una dimensión que va más allá de la simple idea de conocer la correspondencia
entre alfabeto y fonología, e incluso de tomar conciencia de las diferencias
pragmáticas, discursivas y gramaticales existentes entre los tipos más frecuentes
de oralidad (conversación, diálogo) y escritura científica o académica.
El uso escrito tiene algunas propiedades que facilitan el desarrollo de nuevas
habilidades intelectuales tales como el análisis, el razonamiento lógico, la
distinción entre datos e interpretación o la adquisición de un metalenguaje, aunque
gracias a las tecnologías estas propiedades no son exclusivas solamente de la
escritura, pues existen productos de audio y video y plataformas o contextos como
la televisión, la radio, el contestador, internet (Cassany, 1999: 47).
De acuerdo a la clasificación planteada por Cassany (1999) existen algunos
rasgos relevantes de la escritura, que posibilitan el desarrollo intelectual, aunque
aclara que las fronteras entre ellos no siempre pueden notarse. Estos rasgos son:
descontextualización, interacción diferida, cosificación y bidireccionalidad.
10 Walter Ong (1982) utiliza la denominación primaria en al cultura oral para distinguir las culturas con nula o escasa alfabetización, que se han construido a partir del diálogo y la conversación oral, de las culturas alfabetizadas que recuperado la oralidad a través del desarrollo de las tecnologías (teléfono, radio, televisión, etcétera) que desde luego no son culturas orales primarias.
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La descontextualización está relacionada con la nula coincidencia en lugar y
tiempo entre los elementos fundamentales en la comunicación escrita:
emisor/producción, texto y destinatario/recepción. En una situación escrita —sin
contexto compartido— resulta difícil poder transmitir una intención de
comunicación de un modo indirecto. Cassany (1999) explica al respecto:
“La descontextualización exige que, hasta cierto punto, el texto se independice de sus usuarios y de las situaciones de producción y recepción. Dejamos de pensar en términos de ¿qué pretende el emisor al dirigirme estas palabras a mí?, para pasar a preguntarnos ¿qué significan las palabras del escrito? El texto se convierte en un instrumento mucho más fino y completo para referirse a la realidad, para representarla o etiquetarla” (Cassany, 1999: 49).
Esa misma descontextualización anula la posibilidad de interacción directa y
simultánea entre la instancia emisora y la instancia receptora. En una situación de
comunicación donde ambas instancias comparten el mismo contexto es más
habitual que emisor y receptor compartan e intercambien roles y construyan de
manera cooperativa el texto. En ese sentido, reflexiona Cassany (1999):
“En la comunicación descontextualizada no hay respuesta del destinatario, o esta llega al emisor bastante después de que acabe su texto, por lo que éste no puede utilizarla para mejorarlo. Por esta razón, el autor no sólo debe aprender a elaborar discursos sostenidos, absolutamente monologados, sino también a calcular las posibles reacciones del lector para evitar los errores antes de que ocurran” (Cassany, 1999: 50).
Existe otro elemento llamado cosificación con el que Cassany (1999) hace
referencia a que facilita los estudios sobre el lenguaje, en los que se plantea
características como: 1) desarrollo de géneros más despersonalizados
(Periodismo, leyes, ciencia); 2) incremento del control de los usos lingüísticos y 3)
se desarrollan formas de conciencia sobre el lenguaje.
En cuanto a la bidireccionalidad, Cassany (1999) establece que está vinculada con
la planificación, como otra característica fundamental, no exclusiva, de la escritura.
“Al poder avanzar y retroceder por el discurso, el redactor-lector puede componer
su texto indefinidamente” (Cassany, 1999: 51).
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7. Modalidades discursivas
Los valores que adquieren las distintas modalidades discursivas dentro del
discurso son consecuencia de las intenciones de comunicación del emisor y de las
condiciones de emisión. Aguilar (2000) asume que el empleo de las distintas
modalidades es el resultado de la tensión entre la transmisión eficaz de
información y las estrategias de mantenimiento de las relaciones sociales.
Diferencia, además, tres modalidades discursivas y las resume de la siguiente
manera:
7.1 Modalidad enunciativa
Conocida también como asertiva o declarativa, se emplea para designar aquellos
enunciados en los que el hablante asegure, afirme o niegue algo; dicho de otro
modo, son aquellas intervenciones en que se declara alguna cosa con certeza.
7.2 Modalidad interrogativa
En esta modalidad tienen lugar preguntas absolutas, relativas, restrictivas,
aseverativas, pronominales, reiterativas, exclamativas, hipotéticas y alternativas.
Se incluyen también elementos que aparecen dentro de las preguntas, como los
vocativos, paréntesis o enumeraciones, en caso de tratarse de interrogaciones
escritas.
Las modalidades interrogativas absolutas, por ejemplo, preguntan por la verdad o
falsedad de la expresión y parten del desconocimiento completo del emisor acerca
de la respuesta y del supuesto de que el destinatario dispone de la información;
“son aquellas que se contestan con sí o no” (Aguilar, 2000:130).
7.3 Modalidad exclamativa
Según Aguilar (2000), en las frases exclamativas se expresan emociones,
sentimientos, afectos, percepciones. Esta modalidad está muy ligada a las
circunstancias del acto comunicativo y muy especialmente al hablante.
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8. Actos de habla en la pragmática de lo oral
Según Austin (1971) los actos de habla representan una de las consecuencias de
la filosofía del lenguaje peculiar, cuya teoría es el arranque de uno de los enfoques
de la pragmática más populares. Posteriormente John Searle (1989) amplió esta
teoría.
Un acto de habla es un tipo de acción que involucra el uso de la lengua natural y
está sujeto a cierto número de reglas convencionales generales y/o principios
pragmáticos de pertinencia. La escuela de Oxford y la pragmática siguen a John
Searle, al considerar que “acto de habla" se refiere usualmente a lo mismo que se
designa con "acto ilocutivo", término a su vez acuñado por John L. Austin (1971).
En cada acto de habla, Austin (1971) distingue entre lo que podría considerarse
como una simple locución y esa misma locución dotada de una fuerza especial
que le otorga el hablante o la situación en que se emite. Efectuar un acto de habla,
expresando una oración correcta gramaticalmente y con sentido, implica un
compromiso con el entorno; un acto de habla puede ser solicitar información,
ofrecer, disculparse, expresar indiferencia, expresar agrado o desagrado,
amenazar, invitar, rogar. Fuera del lenguaje el acto de habla no existe; pero el
lenguaje, a su vez, no puede existir sin los actos de habla. Por lo tanto, cada
fenómeno aparece como constitutivo del otro.
Austin (1971) considera los actos de habla como el resultado de un procedimiento
convencional, que puede incluir cierta actitud o disposición interna de quien realiza
la acción. Por su parte, Searle (1989) consideró que los universales tienen una
naturaleza derivativa; antes de “amabilidad” existe “es amable”. La predicación es
anterior a la constitución del universal.
A propósito de los actos de habla o la emisión de enunciados, se debe señalar
que pueden realizarse en forma oral o escrita, siempre y cuando se efectúe la
realización de una acción mediante palabras. Según Searle (1989) los actos de
habla se dividen en dos tipos:
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1. Actos directos: son aquellos enunciados en los que el aspecto locutivo e
ilocutivo coinciden, es decir, se expresa directamente la intención.
2. Actos indirectos: son aquellas frases en las que el aspecto locutivo e
ilocutivo no coinciden, por lo tanto la finalidad de la oración es distinta a lo
que se expresa directamente.
Los actos de habla, a su vez, constan de tres factores elementales:
1. Acto locutivo: consiste en la emisión de determinados sonidos con arreglo
a convenciones gramaticales y semánticas. Es la idea o el concepto de la
frase, es decir, aquello que se dice.
2. Acto ilocutivo: es la intención o finalidad concreta del acto de habla. Para
que, al decir algo, se realice un acto ilocutivo debe haber ciertas
condiciones e intenciones. 3. Acto perlocutivo: es el efecto que el acto ilocutivo produce en los
sentimientos, pensamientos o acciones del auditorio o del hablante.
Convencer, por ejemplo, es el efecto producido en el oyente por la
realización de determinados actos ilocutivos. De forma aproximada, puede
decirse que el acto ilocutivo se lleva a cabo al decir algo, mientras que el
perlocutivo es el efecto producido por ese algo dicho.
Searle (1989) también plantea que los actos de habla ilocutivos pueden ser
clasificados según su intención o finalidad en cinco tipos básicos:
Actos asertivos o expositivos: el hablante niega, asevera o corrige algo,
con diferente nivel de certeza. Ejemplo: No llenaste la jarra; está vacía en la
nevera.
Actos directivos: el hablante intenta obligar al oyente a ejecutar una
acción. Ejemplo: Te pido votes por mí en las elecciones.
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Actos compromisorios: el hablante asume un compromiso, una obligación
o un propósito. Ejemplo: Mañana te devuelvo el libro tal como me lo
entregaste.
Actos declarativos: el hablante pretende cambiar el estado en que se
encuentra alguna cosa. Ejemplo: Me niego a la decisión del juez; pues está
errada.
Actos expresivos: el hablante expresa su estado anímico. Ejemplo: ¡Qué
grata visita!
9. Modos de organización del discurso
9.1 La narración
La narración de un hecho abarca desde las causa de origen hasta el modo en que
se encadenan los eventos para adquirir un nuevo significado (efecto), lo que
apoya la premisa de que “el movimiento o dinamismo es una de las leyes
fundamentales de toda narración” (Del Caño, 1999:110).
Las funciones del discurso narrativo pueden ir desde informar, argumentar y
persuadir hasta entretener y recrear, dado que es la forma más cercana de
aproximación a la realidad. Por esta razón, la narración aparece con particular
frecuencia en los medios de comunicación social, en géneros periodísticos como
la noticia, el reportaje y la crónica. En ocasiones, está ligada a otros modos de
organización del discurso.
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Uno de los elementos clave de la narración es la evaluación, situación final o
sentido del relato. Del Caño (1999) señala que su importancia reside en ser el
motor de la historia, pues se debe considerar que su preexistencia respecto a lo
narrado es lo que impulsa al narrador a explicar los hechos. De modo que la
finalidad del relato es dotar de sentido a la historia y la evaluación permitirá
asegurar la unidad de acción del relato.
Debido a que la narración tiene como eje fundamental la acción, que consiste en
el paso de una situación inicial a una final, a través de un proceso en un espacio y
tiempo determinado, debe considerarse una organización textual en su realización.
Del caño (1999) plantea seguir un modelo tripartito de organización narrativa
integrado por un planteamiento (presentación de la acción, de los personajes y del
ambiente), un nudo (desarrollo de los hechos) y un desenlace (solución o
conclusión de la situación planteada).
Por su parte, Adam (1992) propone un modelo de secuencia narrativa,
comprendida por la situación inicial que contempla la caracterización de los
actores, del tiempo y del lugar; la complicación que se refiere al cambio del estado
precedente, a partir del que se desencadena el relato; luego, toma la lugar la
reacción y evaluación de quienes han sido afectados en la complicación; aparece,
entonces, la resolución, que es un elemento modificador originado a partir de la
reacción. La situación final establece un estado distinto al inicial y, finalmente, la
moraleja cumple con la función de dotar de sentido (implícito o explícito) a la
secuencia narrativa.
Para poder relatar un hecho, se requiere la utilización de elementos gramaticales
que permitan establecer una coherente secuencia narrativa. Del Caño (1999)
reduce la estructura gramatical de la narración a la frase formada por ¿Quién? +
Verbo (acción; tiempo pasado) + ¿Dónde? + ¿Cuándo?:
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a) ¿Quién?
El “quién” responde al personaje o personajes del relato y, muy especialmente, al
protagonista. Dentro de la narración debe considerarse como dato relevante la
caracterización o descripción de los personajes, pues resulta necesaria tanto para
la unidad de acción como para que se cumpla el fin último de la narración: “crear
una serie de expectativas, a propósito de la acción, en los receptores” (Del Caño,
1999:117).
b) El verbo
Según plantea Del Caño (1999) en la narración, deben usarse verbos de acción y
referirse al tiempo pasado, predominantemente en indefinido, pues así se relatan
los hechos como sucedidos; sin embargo, el pasado perfecto puede usarse
también, para acentuar el efecto que el acontecimiento tiene sobre el presente o
momento del relato. Asimismo, es frecuente el uso del imperfecto para aportar
información complementaria, básicamente en la descripción del estado inicial y en
posibles incisos descriptivos intercalados en el relato. En algunos casos, se usa el
presente con la intención de actualizar las acciones narradas. En las redacciones
periodísticas es un estándar el uso del presente en los titulares y el indefinido y el
perfecto en el cuerpo de la noticia.
c) El cuándo y el dónde
El cuándo y el dónde se introducen en la narración para aportar precisión acerca
del espacio y el tiempo en el relato informativo. Son una serie de circunstancias
que pueden toman lugar, por medio de diferentes elementos gramaticales: con el
uso de adverbios y sintagmas con valor temporal y deíctico (para situar la acción
en un tiempo específico); el uso de sintagmas con valor locativo no deíctico (para
ubicar al receptor en un espacio determinado). No se recomienda el uso de
adverbios con valor locativo, pues podría tornarse imprecisa la referencia,
pudiendo causar confusión en el receptor.
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Otro de los elementos gramaticales usados en la narración son los conectores,
los cuales sirven tanto para expresar la sucesión temporal de los hechos (cuando,
desde que, antes que, etcétera) como para referir la sucesión casual (porque,
puesto que, ya que...); “aunque a menudo la sucesión cronológica de
acontecimiento se deduce mejor de la disposición del texto que del uso de otros
elementos” (Del Caño, 1999:119).
Siguiendo a Del Caño (1999), se presentan, de manera simplificada, los enfoques
posibles en la narración: cero, interno y externo.
a) Enfoque cero: es cuando el narrador, situado fuera del relato, no participa en él
pero tiene conocimiento total de lo narrado, ya que no sólo relata acontecimientos
externos, sino también sentimientos, emociones y reflexiones íntimas de los
personajes que intervienen en el relato.
b) Enfoque interno: tiene lugar con la narración de monólogos interiores dentro
del relato. Consiste, en otras palabras, en una especie de omnisciencia parcial o
restringida del narrador.
c) Enfoque externo: el narrador actúa como informador del evento; está ausente
del texto; funciona como un simple observador o testigo de la acción. Este tipo de
enfoque es el empleado en los medios de comunicación social, pues el periodista
no se incluye en el relato de los hechos.
A su vez, estos enfoques se presentan correlacionados con las distintas personas
del discurso (primera, segunda y tercera persona):
a) Narración en primera persona: este tipo de narración pone de manifiesto la
presencia del autor en lo narrado. El autor del relato funge como protagonista, al
narrar éste sus propias vivencias, cual autobiografía. Este tipo de narraciones
brinda un aire de mayor credibilidad a los hechos, en comparación con la segunda
y la tercera persona.
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La narración en primera persona se utiliza, también, para manifestar el monólogo
interno o fluido de conciencia, lo que constituye una técnica eminentemente
literaria que busca expresar los pensamientos de los personajes tal como surgen
de su subconsciente, antes de ser organizados mentalmente (Del Caño, 1999).
b) Narración en segunda persona: con este tipo de narración el autor busca
evadir responsabilidades; no se enuncia como autor del hecho, sino mas bien
intenta analizar el pensamiento del personaje-narrador cuando “se dirige a un tú,
verdadero sujeto de la historia.” (Del Caño, 1999:123). Esta moralidad narrativa es
poco frecuente; generalmente, se encuentra combinada con la primera o tercera
persona.
c) Narración en tercera persona: la narración en tercera persona, así como el
enfoque cero, es una modalidad que busca el logro de un texto impersonal. Este
estilo pretende ubicar al narrador como mero observador o testigo de los hechos
relatados, como en el caso de la narración informativa.
Este tipo de narración se caracteriza por un “lenguaje con poca modalización o sin
ella, ausencia de descripciones directas, falta de análisis de los pensamientos de
los personajes y preferencias por las conjunciones aditivas en vez de las
adversativas y causales” (Del Caño, 1999:123).
9.2 La descripción
La descripción es el proceso por medio del que se representa lingüísticamente la
imagen de algo -bien sea un objeto, una persona, un animal, o un lugar-, a fin de
acercar al receptor a la percepción directa de la realidad del objeto descrito. Al
describir, se consideran las cualidades y circunstancias que rodean al elemento;
razón por la que, tradicionalmente, se define la descripción como “pintura hecha
con palabras” (Del Caño, 1999:124).
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Por su parte, Calsamiglia y Tusón (1999) plantean la posibilidad de describir tanto
estados como procesos, según una perspectiva determinada, desde el ángulo más
objetivo al más subjetivo, condicionado por el contexto comunicativo.
El uso de la descripción, en el interior de la narración, conlleva a la creación de
personajes que deben estar ubicados en situaciones específicas y, además,
poseer determinadas características especiales; con lo que la descripción, más
que ser un decorativo, es una herramienta que condiciona el discurso narrativo.
En el caso de los medios de comunicación, es frecuente hallar la descripción como
apoyo de los textos informativos orales o escritos, pero donde tiene una
importancia fundamental es en publicidad (Del Caño, 1999).
Las construcciones descriptivas se sustentan en cuatro operaciones
fundamentales: el anclaje, la especulación, la puesta en relación y la tematización.
El Anclaje a la palabra de entrada o punto de partida de la descripción,
generalmente, coincide con el título o tema que se propone describir, a fin de
orientar al receptor sobre el contenido específico del texto.
A pesar de que el anclaje se ubica con mayor frecuencia al inicio de la descripción;
en ocasiones, y por distintos fines expresivos, el autor lo reserva para el final de la
secuencia descriptiva, como sucede en el caso de la publicidad, en la que se
busca que el receptor recuerde el producto descrito. A esta variante se le conoce
como anclaje con afectación.
Otra de las modalidades de uso del anclaje, es por medio de la mención sucesiva,
en la que se muestran los diferentes enfoques o modos posibles de percepción
designados al objeto descrito. A esta técnica de anclaje se le denomina
reformulación.
La aspectualización es la fase en que se describen y enumeran las partes o las
propiedades del objeto descrito. Depende de la intención del autor la
exhaustividad de la descripción en esta etapa.
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La puesta en relación de los objetos descritos con el mundo exterior se realiza
mediante procedimientos lingüísticos como asociaciones, comparaciones y
metáforas, por medio de los que se determinan las formas en la que los elementos
descritos se disponen en el espacio y el tiempo y las relaciones entre ellos
(enmarque situacional).
La tematización es la operación por medio de la cual se persigue la expansión
descriptiva, para destacar unos aspectos sobre otros. Con este procedimiento se
intenta asegurar la progresión teóricamente indefinida de la descripción, porque
cualquier elemento puede ser seleccionado como un nuevo tema y generar
sucesivas descripciones.
Del Caño (1999) propone el uso de los siguientes elementos gramaticales para el
discurso descriptivo:
a) Las formas verbales
En los discursos descriptivos, las formas verbales más frecuentes son las que
expresan el estado o apariencia de lo descrito. Se conjugan en un tiempo durativo,
que puede ser tanto el presente como el pretérito imperfecto, pues el presente
demarca la naturaleza intemporal de lo descrito, mientras que el imperfecto, aun
refiriéndose a un determinado período temporal, se presenta también como una
acción sin su término. Es decir, ambos tiempos comunican el aspecto no limitado
de dicho estado o apariencia.
b) El adjetivo
Se usa, en la descripción, para completar o matizar la información que otorga el
sustantivo. Su presencia resulta esencial, sobre todo en la fase de
aspectualización, en la que se detallan las propiedades de los objetos o
personajes.
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Los procedimientos de adjetivación empleados en la descripción son diversos;
implican el uso de calificativos, complementos preposicionales, aposiciones y
cláusulas relativas.
c) Los adverbios
Son elementos gramaticales también frecuentes en la descripción y más aun los
de modo, pues sirven para precisar el significado de las formas adjetivas y
contribuyen a caracterizar más acentuadamente el objeto descrito.
d) La estructura sintáctica
En el discurso descriptivo suele emplearse la yuxtaposición, pues ésta responde al
objetivo de expresar el objeto como un todo para mostrar la simultaneidad de las
impresiones recibidas. Sin embargo; la coordinación es también muy frecuente,
por permitir la sucesión de los distintos componentes del objeto. Por su parte, la
subordinación se utiliza para hacer comparaciones, que, generalmente son
introducidas por las conjunciones como y que.
Además, las secuencias descriptivas se apoyan en el uso retórico de símiles y
metáforas, procedimientos que ayudan al receptor a relacionar o vincular lo
descrito con una información ya conocida, sirviendo, además, para embellecer o
deformar la visión personal que el autor tiene del objeto.
9.2.1 Tipos de descripción
Dada la diversidad de objetos posibles que una descripción puede tomar como
referente, resulta difícil establecer tipologías; no obstante, Del Caño, (1999) señala
una serie de modos o formas que toda descripción puede adoptar frente a su
objeto:
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a) El retrato
Refiere los rasgos físicos o morales, necesarios para que el receptor identifique y
reconozca lo descrito. Puede presentarse a través de la prosopografía o mediante
la etopeya; en la primera, se describe el aspecto externo del personaje (detalles
físicos, vestimenta, objetos vinculados a su proceder o modo de ser habitual),
mientras que en la segunda, se hace referencia al carácter psicológico, a la forma
de pensar, a sus aficiones, trabajo u ocupación.
b) La descripción de acciones
Aquí se caracteriza a los personajes (humanos o no) a partir de su
comportamiento, o el que se sigue para describir una situación tomando las
acciones de diferentes agentes que intervienen en ella, o los momentos y pasos
que, en forma de proceso, la integran.
Este tipo de descripción “utiliza los verbos de acción en lugar de los de estado, y
cuya sucesión ordenada en un tiempo y espacio precisos parece acercarla a la
narración” (Del Caño, 1999:132).
9.3 La explicación
El discurso explicativo consiste en ofrecer al receptor un tema claro y ordenado
con un desarrollo progresivo y articulado de las ideas que contribuyen a su
manifestación para facilitar la compresión o el conocimiento de éste. “Demostrar lo
que se afirma o asegurar la comprensión de una idea es la finalidad del texto
explicativo” (Del Caño1999: 138).
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La explicación es común encontrarla compartiendo espacio con narraciones,
descripciones o argumentaciones, por lo que resulta complejo decidir cuál de
dichas secuencias es la dominante y cuál la secundara en el discurso. Del Caño
(1999) asume que la orientación final del texto es la que permite ver qué
secuencias se supeditan unas a otras y cuál es su inclinación o carácter global.
En el ámbito periodístico, las secuencias explicativas “aparecen como
consecuencia de la repercusión que ha tenido algún hecho extraordinario que ha
sido tema de noticia” (Del Caño, 1999:137). La explicación incluye las causas y
consecuencias, previsiones y expectativas, opiniones de expertos y otros datos de
interés, con respecto al tema.
Del Caño (1999) propone que el orden al que se ajusta la explicación suele
desarrollarse en tres fases: de cuestionamiento, resolutiva y conclusiva. Así, en el
cuestionamiento se ubica el planteamiento del tema; luego, se halla el desarrollo
de las explicaciones, cuyo objetivo es el esclarecimiento de la complejidad
temática; y finalmente, la conclusión conecta con el planteamiento e intenta
asegurar la comprensión del tema.
Por su parte, el orden seguido en el texto puede ser deductivo o inductivo, con la
explicación desde de lo general para llegar a lo particular, o viceversa, con los
ejemplos o pruebas seguidos de la hipótesis o idea central, respectivamente. Lo
importante es guardar claridad en el discurso, expresar ideas con un orden
coherente y lógico, sin redundancias ni ambigüedades, para no entorpecer la
compresión al receptor.
Una peculiar sintaxis y un léxico igualmente específico son los aspectos
gramaticales más destacados en el discurso explicativo. En este sentido, la
presencia de secuencias de carácter explicativo se hace explícita a través de
conectores, conjunciones o locuciones con valor relacionante.
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Como resultado de lo antes acotado, se obtendrá una mayor utilización de
oraciones subordinadas que explican relaciones lógicas de causa (porque, ya que,
por ello, por este motivo...), de consecuencia (así pues, por lo tanto, por
consiguiente...), de finalidad (para que, a fin de que...), de condición (si, siempre
que, a condición de que...), de obstaculización (aunque, a pesar de que...) (Del
Caño, 1999).
En cuanto a la selección léxica, hay que considerar que debido al propósito de
claridad y precisión inherente al discurso explicativo, debe evitarse, en la mayor
cantidad posible, la ambigüedad de las palabras y emplearse la terminología
específica del ámbito referido (tecnicismos). Esto provoca, generalmente, la
creación de neologismos y la inclusión de préstamos o extranjerismos.
9.4 La argumentación
Argumentar es defender una idea u opinión con razones que justifiquen la postura
adoptada. Los objetivos prioritarios de este tipo de discurso son la justificación de
los pensamientos o comportamientos, así como la capacidad de influir en el
receptor para que piense o actúe de un modo determinado.
Para Del Caño (1999:144) “quien argumenta piensa que su interlocutor posee
ideas o creencias distintas a las que él desearía que tuviese”; es decir, el hablante
parte de una diferencia con su interlocutor e intenta reducirla con la utilización del
lenguaje y las técnicas de persuasión.
El discurso argumentativo presenta tres tipos de hechos enunciativos: los que
indican el punto de vista que defiende el locutor, los que hacen referencia al
locutor y los que se refieren al interlocutor-destinatario. Así pues, la argumentación
se entiende como dependiente de la situación discursiva: los argumentos no son
simples palabras al aire, sino que son la respuesta a las opiniones del interlocutor-
destinatario, a quien se busca convencer mediante el lenguaje (Del Caño, 1999).
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Los hablantes pueden argumentar por medio de ejemplos, con hechos que ilustran
y apoyan una generalización, y conducen a la conclusión; éstos deben ser lo
suficientemente representativos, pues su debilidad puede ser interpretada como
una información aislada. Por su parte, el contraejemplo también sirve para
argumentar, y se hace al dar ejemplo contrario que invalide la regla o debilite la
tesis que desea atacarse.
Las analogías se emplean para relacionar dos o más términos, apoyándose en
alguna característica común o semejanza fundamental para la argumentación.
Entre los argumentos por analogía, cabe mencionar la metáfora, cuya base
analógica debe ser sobreentendida. La metáfora fosilizada, o de amplia tradición,
sirve, además, de apoyo irrebatible a cualquier argumentación.
La autoridad es una herramienta que refuerza a la argumentación; está constituida
por testimonios fidedignos y citas de conocidos famosos o expertos sobre un
tema. Se emplea para dar fuerza a la idea sostenida, o bien para adelantarse a
posibles contraargumentaciones. En cualquiera de los casos, lo indispensable
para mostrar la fiabilidad de los argumentos y evitar malinterpretaciones es referir
la cita exacta con la información necesaria.
Las causas son argumentos, por medio de los cuales el hablante relaciona un
hecho con su causa o con su consecuencia. También, pueden emplearse las
deducciones, que, con basamentos verdaderos, garantizan la verdad de las
conclusiones.
Las secuencias argumentativas se organizan en base a premisas, argumentos y
conclusiones. El orden en que se presentan depende de la situación comunicativa:
pueden organizarse con fuerza decreciente, con fuerza creciente o bajo criterio
homérico (con los más débiles en medio). El emisor es quien dispone,
convenientemente, estos elementos para lograr la aceptación del destinatario. De
ahí que la argumentación sea el tipo de discurso en que el receptor se halla
involucrado de forma más directa; pues el emisor cuenta con él, en todo momento.
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Del Caño (1999) considera que toda argumentación consta de los siguientes
elementos:
a) objeto de la argumentación: es el tema sobre el que se argumenta.
b) la tesis inicial: manifiesta la postura que el argumentador adopta
respecto al tema. Es el núcleo o idea fundamental sobre la que se
reflexiona.
c) el cuerpo argumentativo: está constituido por las razones en que el
emisor basa su postura ante el tema objeto de la argumentación. Es la
exposición del razonamiento en sí, la materia básica de este tipo de
secuencias.
d) la conclusión: supone el planteamiento de un nuevo concepto,
derivado de la argumentación, que implica la superación de las
premisas.
Aunque resulta muy difícil señalar los elementos gramaticales específicos del
lenguaje argumentativo, debido a la diversidad de temas en que puede emplearse
y la variedad de niveles y puntos de vista implicados, es posible señalar una serie
de rasgos generalizados. Del Caño (1999) plantea los siguientes:
Los verbos predominantes son los que indican afirmaciones, declaraciones o
estimaciones de todo tipo; también aparecen los relacionados con la causalidad y
la consecuencia (causar, producir, ocasionar). Los indefinidos se reservan para lo
acabado o cumplido; los imperfectos, para expresar lo transitorio; el presente,
incide tanto en la actualidad como en lo que se consideran valores universales o
constantes.
Los sustantivos más usados en este tipo de secuencias son los términos técnicos
correspondientes a la disciplina objeto de argumentación; aunque también
aparecen palabras propias del lenguaje ordinario y polisémicas, a las que “se les
restringe su significado mediante un adjetivo o un elemento adyacente para evitar
precisamente la polisemia y dotarlas de sentido unívoco” (Del Caño, 1999:157).
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La sintaxis argumentativa se caracteriza por ser compleja, razón por la cual en sus
secuencias es frecuente el uso de largas oraciones en las que predomina la
subordinación, la comparación, la presencia de incisos aclaratorios o ejemplos de
apoyo a la tesis defendida.
La modalidad enunciativa es la que se emplea con mayor frecuencia, sobre todo,
en argumentaciones con las que se pretende demostrar suma objetividad. Por su
parte, las modalidades exclamativas e interrogativas se presentan para acentuar la
postura, actitud o intención de quien argumenta. Estas últimas, además, sirven
para contraargumentar, pues vehiculan las ideas y razonamientos opuestos a las
tesis formuladas del interlocutor y las rechazan.
10. Otros aspectos sobre pragmática y competencia comunicativa
10.1 Criterios de textualidad
Los últimos estudios que han desarrollado algunos investigadores, sobre todo en
Europa, en cuanto al texto y las normas de textualidad que deben estar presentes
en su producción, han llevado a pensar que un escritor es competente
textualmente si desarrolla y aplica estas normas dentro de sus estrategias de
composición y redacción. Entre ellas se encuentran:
a) Coherencia
La coherencia junto con la cohesión son quizás algunas de las propiedades o
características de un texto. Según González Ruiz (2002) la coherencia consiste en
la conexión de las partes de un todo e implica la unidad, que es necesaria para la
inteligibilidad y la aceptabilidad de un texto.
Para que un texto resulte coherente es necesario que se conjuguen factores
internos del propio texto y factores externos a él. En este sentido, es importante
aclarar que la coherencia atiende a las siguientes características:
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Unidad semántica y gramatical, que se logra a través de las cadenas de
unidades lingüísticas utilizadas.
Unidad informativa, que indica que en la confección del texto debe existir un
equilibrio entre información conocida e información nueva.
Unidad situacional, el conocimiento del contexto (conocimiento del mundo,
conocimiento cultural, contexto situacional, etcétera.) puede resultar
favorable o entorpecer la coherencia textual.
Asimismo, un texto que no presente esta conjugación de factores o elementos no
puede resultar un texto coherente. En muchas ocasiones esto ocurre porque,
algunas veces, los productores de textos creen que el lector sabe de todo lo que él
está escribiendo, cuando en realidad hace falta más información explícita. Esto
hace que los productores de textos confíen demasiado en la información externa,
y dejan la puerta abierta para otras interpretaciones que muchas veces no son las
intenciones de comunicación del emisor (González, 2002: 106).
También debe tenerse en cuenta que para que exista coherencia textual, el
productor del texto debe hacer notar el tópico o tema del texto. Además debe
mantener que las secuencias del texto se interpreten como del mismo tema.
b) Cohesión
La cohesión proporciona al texto la estructura armónica que debe tener. Según
González (2002) es la “propiedad constituida por la interrelación lingüística de las
distintas partes de un texto”. La cohesión precisa de algunos mecanismos para
poder “hilvanar” un texto.
En las siguientes tablas se presentan algunos de los conectores más usados de
acuerdo a la clasificación planteada por Cassany (1993) y que los divide en dos
grandes grupos: marcadores textuales para estructurar el texto y marcadores
textuales para estructurar las ideas.
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Tabla N° 4. Marcadores textuales para estructurar el texto
Introducir el tema del texto el objetivo principal de este texto trata de nos proponemos exponer nos dirigimos a usted para
Iniciar un tema nuevo con respecto a en cuanto a en relación con por lo que se refiere a sobre acerca de otro punto es el siguiente punto trata de
Marcar orden en primer lugar primero primeramente de entrada en segundo lugar segundo ante todo antes que nada en tercer lugar tercero para empezar luego en cuarto lugar cuarto después además en último lugar finalmente al final en último término para terminar como colofón
Distinguir por un lado por otro ahora bien por una parte por otra no obstante en cambio sin embargo por el contrario
Continuar sobre el mismo punto Además después a continuación en este sentido Luego asimismo así pues
Hacer hincapié es decir hay que hacer notar o sea en otras palabras lo más importante esto es dicho de otra manera la idea central es en efecto como se ha dicho hay que destacar vale la pena decir hay que tener en cuenta
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Detallar por ejemplo en particular como botón de muestra asíen el caso de a saber como, por ejemplo, verbigraciacfr. P.ej. baste, como muestra
Resumir en resumen brevemente recogiendo lo más importante resumiendo en pocas palabras en conjunto recapitulando globalmente sucintamente
Acabar en conclusión para finalizar así pues para concluir finalmente en definitiva
Indicar tiempo
antes al mismo tiempo después ahora mismo simultáneamente más tarde anteriormente en el mismo momento más adelante poco antes entonces a continuación acto seguido
Indicar espacio arriba/abajo derecha/izquierda al centro/ a los lados más arriba/más abajo en el medio/en el centro dentro y fuera delante/detrás cerca/lejos en el interior/en el exterior encima/debajo de cara/de espaldas
(Basado en Cassany, 1993)
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Tabla N° 5. Marcadores textuales para estructurar las ideas
Indicar causa Porque ya que pues dado que Visto que puesto que como considerando que A causa de gracias a que a fuerza de teniendo en cuenta que Por razón de por culpa de con motivo de
Indicar consecuencia En consecuencia por tanto de modo que por esto A consecuencia de así que por lo cual pues Por consiguiente consiguientemente razón por la cual con que
Indicar condición A condición de que siempre que con solo que En caso de que siempre y cuando en caso de que Si con tal de que
Indicar finalidad Para que a fin de que con el objetivo de que En vistas a con el fin de que a fin y efecto de que Con miras a con la finalidad de
Indicar oposición (adversativas) En cambio ahora bien con todo sin embargo Antes bien por contra por el contrario de todas maneras No obstante
Para indicar objeción (concesivas) Aunque a pesar de que por más que con todo Si bien aun + (gerundio)
(Basado en Cassany, 1993)
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c) Adecuación
Esta característica hace referencia al registro de la lengua que deben mantener
los interlocutores para que su mensaje sea comprendido. Se trata más bien de un
ajuste en el registro lingüístico de los hablantes, pues la lengua no es uniforme ni
homogénea y varía de acuerdo a distintos factores: la geografía, la historia, el
grupo social, la situación de comunicación y el canal de comunicación, entre otros.
Martínez de Sousa (2000) establece que la adecuación o registro lingüístico es la
modalidad expresiva que adopta el hablante teniendo en cuenta la situación y/o el
receptor de su mensaje.
Al respecto, cada país tiene registros lingüísticos distintos que forman las
variantes dialectales en una misma región geográfica. Pero también se debe tener
en cuenta que cada palabra es apropiada dentro de un mismo contexto. Por
ejemplo, no se puede decir que un perro ha expirado, pues esta forma resulta
apropiada para decir que una persona ha muerto. En realidad lo más frecuente es
utilizar la forma ha muerto.
De este modo, el castellano que se habla en América presenta múltiples variantes
que hacen posible que existan diversos registros entre las formas de hablar y
escribir el castellano en distintas regiones. Incluso en un mismo país hay varios
registros en las formas de hablar en español. Por ejemplo, al hacer referencia al
aguacate, un hablante venezolano o uno colombiano sabe de lo que se le está
hablando: la fruta tropical con una gran cantidad de calorías. Sin embargo, si
utilizamos la palabra aguacate, un hablante del español en Argentina o Chile
desconocerá el término, pues para ellos lo usual es llamar a esta fruta “palta”.
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10.2 Concordancia y discordancia
La concordancia es la relación que existe entre dos o más miembros de una
estructura sintáctica y que se manifiesta en la igualdad o semejanza entre dos o
más de los morfemas de los términos relacionados (Martínez de Sousa, 2000:
105).
Esto significa que existe concordancia en la igualdad de género y número entre
adjetivo o artículo y sustantivo y en la igualdad entre número y persona entre el
verbo y su sujeto (Martínez de Sousa, 2000: 105).
Como características de concordancia se pueden citar las siguientes:
Sujeto y verbo siempre mantendrán concordancia de número.
Las dudas que presentan las frases del tipo: una parte de, la mayoría de, un
tipo de, serán resueltas colocando el verbo en singular, aunque deben
evitarse disparates del tipo: el 5% de las mujeres está embarazado.
Las cifras deben concordar en plural.
Los cargos y títulos guardarán rigurosa concordancia de género con los
sustantivos de sus poseedores. En este caso, se escribirá la doctora, el
doctor, la ingeniera, el ingeniero, la diputada, el diputado, la médica, el
médico, la jefa, el jefe. Debe tenerse cuidado en los casos de modista y
periodista, que son nombres únicos en cualquier género. Se escribe la
poetisa y no la poeta. Es válido utilizar presidenta para hacer referencia a
una mujer que preside. Sin embargo en los casos como juez no debe
caerse en la incorrección de escribir jueza, puesto que no existe un juezo.
Se escribela juez o el juez.
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10.3 Uso de los pronombres o adverbios relativos
Grijelmo (2001) refiere que los pronombres tienen como misión sustituir a un
nombre, por lo que ellos nos pueden auxiliar para evitar redundancias. En este
terreno a la hora de redactar los periodistas y estudiantes de periodismo cometen
errores cuando usan cierto tipo de pronombres.
Por ejemplo, existe una clara diferencia entre los pronombres “que” y “quien”,
aunque el uso del relativo “que” siempre representa un problema a la hora de
redactar, porque no se ha hecho una clara separación entre los distintos usos de
cada uno de los pronombres relativos.
Los relativos se usan generalmente para introducir incisos que, en la mayoría de
los casos funcionan como oraciones subordinadas adjetivas, es decir,
construcciones que sirven para explicar o especificar algo. En la siguiente tabla se
detalla algunos de los usos de cada uno de los relativos.
Tabla N° 6. Funciones y usos de algunos pronombres relativos
Pronombre relativo Usos Frecuentes
Que - Introducción de subordinadas adjetivas
explicativas o especificativas, cuyo antecedente
es un objeto o animal.
Quien - Introducción de subordinadas adjetivas
explicativas o especificativas, cuyo antecedente
es una persona.
Como - Explicar o detallar algo sobre el nombre que
funciona como antecedente. Generalmente
introduce subordinadas adjetivas explicativas.
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Pronombre relativo Usos Frecuentes
Cuando - Introduce subordinadas adjetivas referidas a
informaciones relacionadas con momentos
temporales y que generalmente está precedido
de un antecedente que también tiene que ver con
una información temporal.
Donde - Introduce subordinadas adjetivas referidas a
informaciones relacionadas con lugares y
espacios y que generalmente está precedido de
un sustantivo que funciona como antecedente y
hace referencia a un lugar.
Cuyo - Aunque hoy este relativo está cayendo
lamentablemente en desuso, sirve para indicar
una atribución o una relación de pertenencia de
un sustantivo con este pronombre. Actualmente
se usan formas que indican impurezas en la
prosa como: …del que…, …de la que…, …de los
que…, …de las que…
El cual / la cual,
Los cuales / las cuales
- Son utilizados por gran cantidad de escritores y
periodistas y hablantes que evitan usar los otros
pronombres relativos. Estas formas sirven para
introducir oraciones subordinadas adjetivas y
generalmente sustituyen al relativo “que”
(Basado en Martínez de Sousa, 2000)
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10.4 Uso de los gerundios
El libro de estilo del diario español El País (2002) establece que este tiempo verbal
expresa una acción en desarrollo, anterior, simultánea o muy próxima a la
realidad, pero nunca expresará una acción posterior.
Esta forma verbal es usada incorrectamente con frecuencia, pues se utiliza en
lugar de los adjetivos en función de atributo. Al respecto el Diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española (1999) ha aceptado dos formas como válidas:
“agua hirviendo” y “palo ardiendo”.
Para aclarar esta forma de uso de los gerundios, es importante tener una
concepción clara de este tipo de forma verbal. En este sentido, se comparte la
establecida por Grijelmo (2001): “el gerundio funciona en la oración como un
adverbio: modifica al verbo”. Esta aclaratoria servirá para que muchos periodistas
no cometan errores en el uso de este tipo de forma verbal, pues a menudo
algunos creen que el gerundio modifica a otros elementos de la oración, lo que
trae como consecuencia la construcción de frases incorrectas y absurdas.
Entre sus usos incorrectos destacan:
- Expresar una acción posterior. Ejemplo: Viajó a Caracas en avión, asistiendo a un
congreso de odontología.
- En lugar de adjetivos o subordinadas adjetivas. Ejemplo: un barril conteniendo
100 mil litros de cerveza.
10.5 La puntuación
En referencia al uso de la puntuación, Carolina Figueras (2001) ha realizado
investigaciones que son adecuadas para fijar un uso apropiado para cada signo de
puntuación. En la tabla N° 7 se puede observar algunos de los usos más
frecuentes de algunos signos de puntuación.
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Tabla N° 7. Usos frecuentes de algunos signos de puntuación
Signo de puntuación Usos frecuentes
La coma
( , )
- En enumeraciones.
- Para separar el vocativo.
- Para separar incisos.
- Para separar la oración principal de la
subordinada, siempre que la subordinada vaya
delante de la principal y no sea sustantiva ni
adjetiva.
- Después de locuciones adverbiales y
complementos oracionales.
- Para sustituir a un verbo.
- Para separar oraciones unidas por la conjunción
‘y’, siempre que no constituyan elementos de una
misma serie o enumeración.
- Para separar decimales.
- Para separar elementos topicalizados.
- Para separar oraciones coordinadas o
yuxtapuestas.
- Delante de oraciones coordinadas adversativas y
consecutivas.
- Delante de etcétera.
- Después de un paréntesis o una raya.
- Nunca se separa al sujeto del verbo con coma,
salvo que esté interrumpido por un inciso o una
secuencia muy extensa.
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Signo de puntuación Usos frecuentes
El punto
( . )
- Indicar pausa completa y entonación descendente.
- El punto final indica la conclusión total de un
escrito.
- El punto y seguido generalmente separa oraciones
en las que se trata un mismo tema.
- El punto y aparte separa párrafos; indica el final de
una idea o de un aspecto de ella y el principio de
otra.
- Indicar el final de una abreviatura.
- Algunos manuales recomiendan el uso del punto
para separar los minutos de las horas.
- Para marcar los millares en las cantidades
numéricas escritas con cifras.
- Después de paréntesis, raya o de las comillas de
cierre.
El punto y coma
( ; )
- Para separar componentes mayores que son
paralelos o se oponen dentro de un texto en el que
hay varias comas.
- Antes de algunas locuciones adverbiales del tipo:
sin embargo, por tanto, pues bien, ahora bien, y otra
parecidas que exigen coma después de ellas.
- Cuando a una oración sigue otra precedida de
conjunción que no tiene perfecto enlace con la
anterior.
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Signo de puntuación Usos frecuentes
Los puntos suspensivos
( … )
- Para expresar suspenso.
- Para dejar algo incompleto o interrumpido, o para
cambiar bruscamente de tema.
- Para indicar vacilación, inseguridad o nerviosismo
en el hablante.
- Con el valor de etcétera en las enumeraciones.
Los dos puntos
( : )
- Después del encabezamiento de cartas,
instancias.
- Cuando se anuncia o se cierra una enumeración.
- Delante de una conclusión.
- Introducir citas de estilo directo.
- En textos administrativos o jurídicos después de
verbos realizativos como: certificar, exponer,
suplicar, hacer constar.
- Para ejemplificar algo dicho anteriormente.
- Cuando se establecen relaciones de causa o
consecuencia sin la intervención de ningún tipo de
conector entre las oraciones.
Las comillas
(‹‹ ››), ( “ ” ), ( ‘ ’ )
- Las comillas latinas (‹‹ ››) y las comillas inglesas ( “
” ) son las más usadas en textos periodísticos para
enmarcar citas de estilo directo.
- Para marcar palabras o expresiones que se
quieren destacar (aunque en este caso muchos
periodistas y manuales de estilo imponen el uso de
la letra cursiva).
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- Las comillas simples ( ‘ ’ ) señalan que una
palabra o sintagma se utiliza en su valor conceptual
o como definición de otras.
- También se usan las comillas simples (‘ ’) cuando
un entrecomillado va dentro de otro. En el
entrecomillado interno se utilizan las comillas
simples (‘ ’) y en el principal se utilizan comillas
latinas (‹‹ ››) o inglesas ( “ ” ).
- Se colocan siempre antes del punto final y no
después.
El paréntesis
[ ( ) ]
- Para aislar una observación al margen del objeto
principal del discurso.
- Para incluir una llamada o un dato relacionado con
el discurso.
- Para incluir incisos que se encuentran al margen
del relato.
La raya
( — )
- Para facilitar la lectura cuando se forma una
aposición dentro de otra.
- En la transcripción de un diálogo para marcar el
comienzo de las frases pronunciadas por los
interlocutores.
El guión
( - )
- Como elemento de unión.
- Para unir dos adjetivos cuando, cada uno por
separado, siguen conservando su identidad.
- Dividir palabras al final de un renglón.
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Interrogación
( ¿ ? )
- Engloban el objeto de la pregunta. Su función
prácticamente es la de indicar el comienzo y el final
de una pregunta; por esto, se usa un signo de
apertura ( ¿ ) y uno de cierre ( ? ). Luego del cierre
de la interrogación no debe colocarse punto.
Exclamación
( ¡ ! )
- Se utilizan para expresar fuerza o vehemencia.
Indican generalmente una exclamación señalada en
un cambio en la entonación. Al igual que los signos
de interrogación, en las exclamaciones se debe
usar uno de apertura ( ¡ ) y uno de cierre ( ! ).
(Basado en Figueras , 1999 y Grijelmo, 2001)
10.6 Silepsis
La silepsis, conocida también como concordancia ad sensum, consiste en alterar o
quebrantar la concordancia en género, número o persona, para atender al sentido
de la frase (Cassany, 1993: 123).
Cabría preguntarse cuál de las siguientes frases debemos escribir: 1. La mitad llegó a tiempo. 2. La mitad llegaron a tiempo. 3. La mitad de los invitados llegó a tiempo. 4. La mitad de los invitados llegaron a tiempo. 5. La mitad de los invitados, entre los que figuraba el representante del
Partido Reformista, llegaron a tiempo. 6. La mitad de los invitados llegó agotada. 7. La mitad de los invitados llegaron agotados. 8. El 25% de las jóvenes adolescentes quedó embarazado [La Voz de
Galicia, 1992].
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La recomendación general es preferir la concordancia gramatical y tolerar aquellas
desavenencias más corrientes que no causen extrañeza. De este modo preferimos
la frase 1 a la 2, pero aceptamos la 3 y la 4. En la 5, la mayor distancia entre
sujeto y verbo permite la silepsis. También preferimos la frase 7 a la 6, que causa
extrañeza por el predicativo agotada, y sólo escribiríamos la 8 en una antología del
disparate (Cassany 1993: 124).
10.7 Anacoluto
Los anacolutos son frases rotas, en las que la segunda parte no acompaña a la
primera o no se corresponde con ella. También se conocen como ideas
quebradas, aisladas o rotas dentro de un mismo hilo discursivo (Cassany, 1993:
124).
Ejemplos:
- La televisión aparte de distraernos, su función tendría que ser educativa.
Reconstrucción: La televisión, aparte de distraernos, tendría que educarnos.
- Entre el 38% de residentes en Cataluña que se consideran castellanohablantes
lo interesante sería saber la clase social a la que pertenecen [La Vanguardia, 22-
4-94].
Reconstrucción: Sería interesante saber la clase social a la que pertenece el 38%
de residentes en Cataluña que se considera castellanohablante.
10.8 Anantapódoton
Es una variante de los anacolutos, en la cual sólo se expone uno de los dos
elementos correlativos que tendrían que aparecer en la frase para establecer una
relación suficientemente clara (Cassany, 1993: 125).
Ejemplos:
- El sistema permite mejorar, por una parte, el ruido de los vehículos y el alto
riesgo de accidentes.
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Reconstrucción: El sistema permite mejorar, por una parte, el ruido de los
vehículos y, por otra, el alto riesgo de accidentes.
- En los Estados Unidos, los unos querían intervenir, pero nadie quería la guerra.
Reconstrucción: En los Estados Unidos, los unos querían intervenir, pero los otros
no querían la guerra.
10.9 Zeugma
En el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (1999) el zeugma
consiste en que cuando una palabra tiene conexión con dos o más miembros del
período, está expresa en uno de ellos y ha de sobreentenderse en los demás.
Por otra parte, Cassany (1993) define al zeugma como un tipo de elipsis que evita
repeticiones innecesarias, pero que puede dar lugar a regímenes irregulares y
discordancias gramaticales.
Ejemplos:
- Major planta cara a sus rivales y Rocard, sin opción a la presidencia.
Reconstrucción: Major planta cara a sus rivales y Rocard no tiene opción a la
presidencia.
10.10 Pleonasmos
Los pleonasmos son asociados frecuentemente con la redundancia y el énfasis
pero se oponen a la elipsis. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española (DRAE) define al pleonasmo como el empleo en la oración de uno o más
vocablos innecesarios para el recto y cabal sentido de ella. El DRAE no censura
este fenómeno de la lengua pese a su carácter redundante.
Por otra parte, Martínez de Sousa (2000) clasifica los pleonasmos en correctos e
incorrectos. Considera correctos los pleonasmos que dan mayor énfasis en la
oración pero censura otros.
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La reflexión de Cassany (1993) es una de las más apropiadas, pues la frontera
entre lo que debe censurarse y debe tolerarse no está muy clara aunque el
concepto de pleonasmo esté muy claro y resulte útil para mejorar la redacción. Al
final siempre se impone el criterio subjetivo del autor, quien debe decidir si
escribirá con una escritura tensa o se dará el lujo de utilizar algunos pleonasmos
redundantes repetitivos y reiterados (Cassany, 1993: 129).
Ejemplos:
1. Hacer frente a los dos frentes.
2. Volver a reincidir.
3. Reiniciar de nuevo.
4. Este fármaco es aproximadamente unas diez veces más potente.
5. No ha recibido apenas ningún tipo de atención.
6. Tampoco no lo haré nunca jamás.
7. Elegante y grandiosa a un mismo tiempo.
8. Nosotros escribimos este libro, yo salí a la calle.
9. Pequeña vaquilla, pequeña miniencuesta, niño pequeño.
10. La ciudad de Magdeburgo (donde burgo significa “ciudad“).
En estos ejemplos las palabras en cursiva podrían suprimirse o cambiarse por
otras distintas sin modificar el significado de la frase.
10.11Anfibologías
Son frases que pueden ser interpretadas de dos o más maneras distintas. Son
construcciones que tienen un carácter ambiguo, incierto o de doble sentido. La
dificultad de las ambigüedades y los dobles sentidos es que no se detectan
fácilmente, Por este motivo es recomendable que los autores de los escritos
revisen sus textos para poder anticiparse a las posibles reacciones de los lectores
y evitar las frases ambiguas (Cassany, 1993: 130).
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Ejemplo:
- El deportista declaró que había ingerido sustancias prohibidas repetidamente.
El deportista declaró repetidamente que había ingerido sustancias prohibidas.
10.12 Cacofonías
Son ruidos que se producen en algunas partes de los textos. Según Cassany
(1993) la cacofonía hace referencia a la repetición casual de algunas letras o
sílabas, en un mismo párrafo o frase, que producen un sonido desagradable.
Ejemplo:
- Algunos de los solecismos más corrientes de la prosa –que no siempre son
evidentes– son los siete siguientes:
Reconstrucción: Algunos de los solecismos más habituales de la prosa –que no
siempre sabemos detectar– son los siguientes:
10.13 De la producción textual
El productor del texto utiliza el lenguaje para codificar el mensaje. A través de un
proceso de semiotización, la instancia emisora genera un mensaje codificado a
través de la lengua. Según Molero (2003), mediante la deconstrucción lingüística
de ese mensaje, evidenciado en la escogencia de los signos se podrán conocer
las estrategias e intenciones de la instancia emisora.
Todo este proceso está vinculado con las competencias lingüística y comunicativa
de las instancias emisora y receptora.
Para producir el mensaje, la instancia emisora escoge delos verbos,evidenciados
con la aplicación del módulo actancial11, estructura lógica que tenemos los
hablantes de la lengua en nuestra memoria, y que caracteriza sintáctica y
semánticamente las lexías. 11El módulo actancial es un esquema lógico que tenemos los hablantes para evaluar las construcciones sintácticas a través de actantes que se encuentran en torno al verbo. Se encuentran más detalles sobre el uso y aplicaciones del módulo actancial en el Curso de Lengua Española de Antonio Franco (2000).
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Luego, la instancia emisora escoge el tipo de construcción verbal: diátesis activa,
diátesis pasiva y nominalización. Después se escogen las operaciones
facultativas, expresadas en los esquemas integrados, representadas en los
procesos de subordinación, coordinación y yuxtaposición.
11. Lenguaje Periodístico
Debe hacerse la consideración de que el lenguaje periodístico es ese ‹‹peculiar
sistema de signos que emplean los medios de Comunicación››. Según Hernando
(2004) existe una serie de elementos que deben tenerse en cuenta en la
pretensión que tienen los medios de información-comunicación de llegar a un
mayor número de lectores-espectadores. Dentro de esos elementos se cuentan:
a) Finalidad de su empleo: todo queda supeditado a la intencionalidad informativa-
noticiosa de lo publicado-emitido. Se trata de dar información y de que esta llegue
lo mejor posible a la instancia receptora.
b) Complejidad del código: las palabras en el lenguaje periodístico se ponen en
acción sobre escenarios que no son mero adorno o marco de representación, sino
que forman parte del mensaje informativo.
c) Carácter heterogéneo del receptor: los medios de información comunicación
hablan para todos y han de atenerse a la heterogeneidad de sus audiencias. En
consecuencia, su lenguaje debe armonizar aspectos nunca fáciles de armonizar.
Debe mantener niveles culturales decentes sin eliminar a sus receptores de poca
sensibilidad cultural; o viceversa, vulgarizar su lenguaje sin ofender a la audiencia
más sensible.
d) Carácter colectivo y mixto del lenguaje periodístico: es notable en las listas de
créditos de los periódicos, películas , programas de televisión… Es fruto de la
colaboración de muchas personas, jamás atribuible a un solo autor, con funciones
diversas.
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e) Cohesión de los elementos anteriores: la palabra escrita o hablada no es, por sí
sola, la sustancia de la información. Los distintos escenarios de los que se
hablaba anteriormente forman parte de la información porque pueden transformar
las palabras y el propio mensaje informativo.
Como la parte fundamental de este trabajo consiste en la revisión de géneros
periodísticos, que forman parte del discurso informativo, cabría precisar algunas
aproximaciones teóricas a las definiciones de Noticia y Reportaje.
11.1 Redacción y estilo periodístico
Uno de los aspectos que más se evalúa en la producción de un texto es el estilo.
Dentro de los criterios redaccionales a la hora de revisar un escrito se busca un
estilo particular en cada escritor en la forma de producir un discurso escrito.
Al respecto, Grijelmo (1997) ha clasificado los distintos tipos de estilo y los ha
relacionado con diversos elementos que caracterizan un texto. Esta clasificación
ha sido agrupada por Grijelmo en dos grandes categorizaciones: buen estilo y mal
estilo. En las siguientes tablas se trata de compilar y resumir la clasificación hecha
por Grijelmo (1997) en cuanto al estilo.
Tabla N° 8. Características del buen estilo
Características Detalles
Claridad - Las frases no deben prestarse a ambigüedades.
- Una frase periodística no sólo debe entenderse bien, sino
que no debe prestarse a otras interpretaciones.
- Un redactor debe tener claro lo siguiente: “Jamás
escribas nada que tú no entiendas” (Grijelmo, 1997: 302).
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Literario - Se basa principalmente en la sorpresa.
- Se utiliza para que el lector disfrute y se aleje del tedio.
- Cada vez que el redactor intuya lo que el lector espera,
deberá cambiar de fórmula para lograr la sorpresa.
- En el contenido, el escritor podrá desarrollar determinada
trama y dar un vuelco por donde nadie lo espera.
Humor - Requiere de cierta elegancia para que el redactor no quede
como un chistoso.
- No se deben hacer tantos chistes; se debe seguir un relato
de sentido lúdico.
- Se logra reduciendo al absurdo las tesis que se refutan,
contraponiendo ideas o reiterándolas.
- La palabra clave en el estilo humorístico no figura al inicio,
ni siquiera en el medio, sino al final. Detrás de ella sólo debe
leerse el punto.
Para dominar esta técnica basta con escuchar atentamente
cómo se cuentan los chistes en una reunión de amigos.
Ironía - Esta figura retórica da a entender lo contrario de lo que se
dice, pero de tal forma que se dice mucho más que si dijera
exactamente lo que el redactor quiere decir.
- Juega con el doble sentido de las palabras.
- Sirve de cause para evitar el insulto y conseguir algunos
efectos.
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Vocabulario - Del léxico del redactor depende el número de posibilidades
para desarrollar cualquier estilo, sobre todo el de humor y el
de sorpresa.
- Cuando se emplea palabras pocos comunes para los
lectores, el contexto debe explicar su significado.
- Antes que lucirse, lo principal para el redactor es hacerse
entender.
Paradoja - Supone una llamada a la sonrisa pero también una llamada
a la conciencia.
- Consiste en presentar un razonamiento que juega con
ideas lógicas que resultan lógicas.
Ritmo - El ritmo viene dado por el acento, la pausa y la rima.
- La riqueza del vocabulario proporcionará al redactor la voz
adecuada para componer el ritmo que desea.
- Se construye con la combinación de frases largas y cortas
y su juego con las pausas.
- Generalmente, en la prosa funcionan los grupos
octosílabos porque congenian con el ritmo natural del
castellano. Sin embargo no se debe abusar de este recurso,
porque se puede caer en el terreno de lo cursi y pedante.
- El ritmo también depende de los signos de puntuación y de
la entonación que se dé al escrito.
Adjetivo - Se debe huir del exceso de adjetivos a la hora de informar
o reportar algo. Si el redactor lo utiliza, debe aportar
información pero nunca juicios de valor.
- En los textos opinativos, generalmente son usados para
formar tópicos y reiteraciones.
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- Algunos adjetivos vulgarizan las frases, por ello es
conveniente huir de ellos.
Metáfora - Se recurre a la metáfora cada vez que el redactor cree que
ha escrito una frase muy vulgar, para sustituirla por una
imagen literaria.
- Las metáforas no deben desviar la atención de lo que se
está diciendo en realidad.
- Se utilizan figuras para representar cosas.
- Puede reflejarse con el uso de adverbios que implican
comparación.
-También es notoria con la personificación.
- La reificación (referirse a personas como si se trataran de
objetos) también es útil para implementar metáforas en los
escritos.
Sonido - Consiste en la repetición de un determinado fonema para
asemejar el sonido de las palabras a lo que se desea
asemejar. Este fenómeno es conocido como aliteración.
Ambiente - Consiste en la adaptación del léxico para describir algún
tipo de ambiente, para evitar las disonancias.
Orden - Es de relevancia a la hora de desarrollar el estilo. En este
tipo de estilo se utiliza la técnica del hipérbaton: alterar el
orden natural que debería corresponder a las distintas partes
de la oración, para buscar un efecto expresivo. Este tipo de
estilo difícilmente resulta apropiado para los textos de corte
informativo, pero si es muy útil en el terreno de la opinión.
Remate - Consiste en abordar el final de un trabajo como el momento
más importante.
(Basado en Grijelmo, 1997)
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En la tabla N° 9 se definirán algunas de las características que se pueden asociar
a lo que, según el criterio de escritores y redactores, se ha considerado como mal
estilo y que es recopilado en Grijelmo (1997). En este sentido, se mostrarán
algunas precisiones que los redactores deberían tener en cuenta para no caer en
este tipo de estilo.
Tabla N° 9. Características del mal estilo
Características Detalles
Pobreza lexical o de expresión
- Uso de expresiones vulgares o de la calle que no son
precisas ni acordes con el vocabulario personal que deben
tener los trabajadores a la hora de expresar sus ideas en la
organización.
-Uso de verbos que sirven para muchas cosas y se prestan
a varias interpretaciones. Se deben utilizar verbos
apropiados con el contexto. Para atribuir se pueden utilizar
verbos que permitan precisar el contenido de lo que se
informa o redacta.
- Uso frecuente de los verbos ‘realizar’ y ‘efectuar’. En
muchos de estos casos es preferible utilizar el verbo ‘hacer’.
- Uso y abuso de los verbos ‘haber’, ‘ser’ y ‘estar’. En
muchas ocasiones estos verbos son usados como auxiliares
y aparecen con mucha frecuencia en los textos que se
producen en español e indican pobreza. Es importante decir
algo con la menor cantidad de palabras en pro de una
economía lingüística.
- Uso de lugares comunes y frases hechas.
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- Uso de palabras innecesarias que no añaden expresividad
y alargan el texto de tal modo que la lectura es interrumpida.
Esto es el uso de pleonasmos inapropiados.
- Reiteración de verbos y palabras en un mismo párrafo.
Esto hace pobre al relato y en muchos casos se pierde al
lector.
- Rimas que afean la prosa. Es importante que el redactor
huya de las rimas que no desea lograr porque ocasiona
reiteración fonética y produce cacofonías.
- El uso de palabras aproximadas. Los redactores deben
utilizar las palabras con precisión porque tienen
responsabilidad en el uso del lenguaje y ejercen gran
influencia en el vocabulario de los demás.
Los estiramientos - Uso de perífrasis innecesarias, cuando la idea se puede
expresar con más precisión y menos palabras.
- Uso y abuso de la conjunción ‘ya que’.
- Uso de frases como ‘el mismo’ o ‘la misma’. En este caso
es preferible sustituirla por el adjetivo posesivo ‘su’, un
pronombre, o suprimirla siempre que eso no altere el
significado de la frase.
- Uso de la fórmula ‘dicho’+sustantivo. Casi siempre puede
sustituirse por un artículo determinado (el, la, los, las).
- Abuso en el uso de incisos y aposiciones intercalados en
las frases.
- Dejar el verbo para el final. Deben evitarse las
construcciones donde el verbo aparezca al final. El redactor
debe procurar que aparezca a tiempo en la frase para evitar
cansar al lector.
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Uso de la primera persona
- En los trabajos que realiza un informador no están
permitidos los verbos conjugados en primera persona. No se
pueden usar el “yo”, el “nosotros”, el “nuestro”. Aunque en la
opinión estas formas pueden ser válidas.
Abuso de las siglas
- La excesiva presencia de siglas en un texto proporciona
poca lucidez en el estilo del texto.
- En un texto, el abuso en el uso de siglas puede aportar
ruidos que se pueden corregir con un poco de habilidad del
redactor.
Abuso del guión - El guión se usa correctamente para unir dos palabras, no
para separarlas. Deben evitarse construcciones en las que
el guión funciona como la raya (—) e introduce incisos o
comentarios aparte.
Mal empleo de preposiciones
- En muchos casos, escritores y redactores emplean
preposiciones a su antojo y como mejor les parece. Esto
deja mucho que decir del buen estilo del redactor. Para
corregir algunos textos donde se emplean mal las
preposiciones, se puede aplicar el módulo actancial12.
(Basado en Grijelmo, 1997)
12 El módulo actancial es un esquema lógico que tenemos los hablantes para evaluar las construcciones sintácticas a través de actantes que se encuentran en torno al verbo. Se encuentran más detalles sobre el uso y aplicaciones del módulo actancial en el Curso de Lengua Española de Antonio Franco (2000).
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César Eduardo Pérez (2012)
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11.2 La noticia
Al acercarse a la definición de noticia suele plantearse como un hecho o
acontecimiento actual que puede comunicarse. Martínez Albertos (1992) la define
como un «hecho verdadero, inédito o actual, de interés general que se comunica a
un público que pueda considerarse masivo, después de que ha sido recogido,
interpretado y valorado por los sujetos promotores que controlan el medio utilizado
para la difusión».
Serrano (2004) propone varias definiciones para clasificar lo que es noticia entre
las que destacan:
Noticia es cualquier cosa que ocurra y que la gente esté interesada en ella.
Noticia es la exacta y oportuna información de los acontecimientos,
descubrimientos, opiniones y asuntos de todo tipo que afecten o interesen a
los lectores.
Noticia es todo lo que ocurre: las causas y los resultados de los
acontecimientos.
Noticia son los hechos esenciales de un acontecimiento, evento o idea que
tengan interés humano, que afecten o posean alguna influencia sobre la
vida de las persona.
Noticia es todo lo que los lectores desean saber.
En la estructura y elementos de identificación o valoración de una noticia se
comparte con Martínez de Sousa (1981) los establecidos en su Diccionario de
periodismo: actualidad, proximidad, prominencia, curiosidad, conflicto, suspense,
emoción y consecuencias.
En la redacción de las noticias autores como Martín Vivaldi señala que su
estructura interna es la de la novela policíaca pero al revés. La técnica de la
pirámide invertida ha sido la base del género de la información. En ese sentido,
Serrano (2004) ofrece cuatro razones que justifican la estructura de la pirámide
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invertida: facilita la lectura, satisface la curiosidad, facilita la composición y facilita
escribir el titular.
Aunque algunos autores difieren en la estructura de la noticia. En este trabajo se
comparte la estructura básica que plantea Serrano (2004): a) una entrada o lid, b)
una ampliación del material contenido en el lid, c) una información que sitúa la
noticia dentro de un determinado contexto (background); y d) material secundario.
11.3 El reportaje
Existen múltiples definiciones de lo que es un reportaje. Domínguez (2004) lo
presenta como un género periodístico de indudable valor informativo al que
diferentes autores dotan de diversas cualidades. Se sigue en esta investigación la
clásica definición de reportaje propuesta por Martín Vivaldi (1973: 46), quien lo
considera como un «relato periodístico esencialmente informativo, libre en cuanto
al tema, objetivo en cuanto al modo y redactado preferentemente en estilo directo,
en el que se da cuenta de un hecho o suceso de interés actual o humano».
Para Domínguez (2004) el reportaje no solo relata –como la noticia o información–
sino que además describe y explica. En cuanto al léxico que debe emplearse en
un reportaje, Martínez Albertos (1993) propone que la palabra que debe
emplearse en los reportajes es la una palabra viva, sabida y digna.
«Palabra viva, sin arcaísmos, sin neologismos, sin barbarismos todavía no suficientemente asimilados. Palabra sabida, una palabra no pedante, en la que caben los extranjerismos usuales y las palabras habituales entre las personas cultas de un país. Y una palabra digna, convencionalmente culta y correcta, ni soez ni desgarrada» (Domínguez, 2004: 364).
Todo reportaje encierra una labor de documentación e investigación amplia.
Cuando se siguen criterios para organizar todo el material recogido y seleccionado
se la da estructura al reportaje, en la que se distinguen tres partes fundamentales:
la entrada o lead, el cuerpo y el cierre.
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Domínguez (2004) sintetiza esta estructura de la siguiente manera: el lead o
entrada es la puerta de acceso al texto, donde se engancha al lector y donde se le
da indicio del contenido del reportaje. En el cuerpo se fundamentan los
argumentos, se exponen los hechos y se explican las situaciones. El cierre es el
remate final, la salida del reportaje, con el que el periodista deja clara su visión y
exposición de los hechos.
11.4 La titulación periodística
El primer encuentro entre un lector y un texto periodístico ocurre en el titular
periodístico. Ellos cumplen dos funciones principales: anunciar el contenido del
texto y llamar la atención del lector. Pou (2004) advierte que en estas dos
funciones básicas de la titulación hay que evitar que el titular obligue a leer, en
lugar de invitar. Esa fórmula no es adecuada para la información.
11.4.1 Características de los titulares periodísticos
Tanto para la información como para la opinión, Pou (2004) propone una serie de
características que deben tener los titulares:
1) Claridad. El título es el principal reclamo para el lector y, en muchas
ocasiones, su único acceso al contenido.
2) Concisión. Implica no solo síntesis sino precisión en el uso del lenguaje de
modo que cada término sea significativo e incluya un matiz en la narración,
exposición o argumentación.
3) Veracidad. El título no puede ser engañoso y prometer algo que el lector no
va a encontrar. El titular debe responder al contenido del texto.
4) Atractivo. Un titular ha de ser interesante, invita a continuar leyendo.
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5) Adecuación. El título debe ceñirse a las características del idioma en el que
está escrito, a la tradición periodística y cultural, a la sección, al lugar donde
se ubique, al momento en el que se publique el texto y al estilo del
periódico.
6) Actualidad. En la información el titular ha de recoger el último dato conocido
que da pie a la noticia.
7) Autonomía. Los titulares deben ser independientes, deben designar la
noticia sin depender del texto ni de los demás elementos de la zona de
titulación.
11.4.2 Elementos de la zona de titulación
Los titulares que tradicionalmente han compuesto la cabeza de un texto
periodístico son: el antetítulo, el título, el subtítulo y el sumario. El título es el
principal y junto a él aparecen, en la parte superior el antetítulo y en la parte
inferior, el subtítulo. De Pou (2004) se toma los elementos que propone en la
construcción de la zona de titulación:
a) Título. Es el titular principal de cualquier texto periodístico. Es
imprescindible y recoge lo esencial. Un titular informativo debe
necesariamente resumir el hecho; si es de un género de opinión o
interpretación proporciona una clave del documento de forma más
crativa.
b) Antetítulo y subtítulo. Son titulares complementarios del principal que
incorporan otro dato importante del texto aunque su contenido difiere
según el género periodístico de que se trate. En la información e
interpretación proporcionan datos que ayudan a contextualizar. En la
opinión su uso es menos frecuente.
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c) Sumario. Es un titular que se inserta en el texto con un cuerpo de
letra mayor que el de este y que en el argot periodístico se conoce
como “destacado”. Sirve para aportar datos de forma rápida y
visualmente fácil de captar.
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III Parte. Métodos y técnicas de investigación para estudiar las marcas de oralidad
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¿Qué tanto ha contribuido la prensa en la de-formación lingüística de las
personas? ¿Es posible escribir como se habla? ¿Se pueden encontrar marcas de
la oralidad en los textos periodísticos? ¿Qué propósito persiguen los periodistas y
editores que se dirigen a sus lectores como si conversara con ellos? ¿Puede
ayudar el uso del español coloquial a incrementar el número de lectores? Estas
preguntas, tan desafiantes como urgentes, plantean un análisis pormenorizado
sobre el análisis de los rasgos de la oralidad presentes en la prensa zuliana.
1. Tipo de investigación
Las estrategias metodológicas implementadas en este estudio se segmentan en
dos grandes partes, según los dos paradigmas de la ciencia predominantes en la
actualidad: investigación cuantitativa y cualitativa. Este criterio está relacionado
con un aspecto de gran importancia sobre el paradigma de conocimiento científico
que se está propiciando hoy: el no descarte de cualquier modelo científico,
siempre que contribuya a la búsqueda de respuestas orientadoras sobre los
problemas actuales.
De acuerdo con Taylor y Bogdan (1987), en ciencias sociales han prevalecido dos
grandes corrientes epistemológicas, la primera, el positivismo, que busca conocer
los hechos y causas de los fenómenos sociales con independencia de los estados
subjetivos de los individuos. Y una segunda tendencia ubicada en la línea
fenomenológica, que se preocupa en comprender cómo los individuos
experimentan o vivencian esos hechos.
Estas dos líneas de conocimiento dan inicio a dos grandes métodos de
investigación en ciencia —que soportan la presente investigación—: el primero, el
método empírico analítico relacionado con el positivismo, y el segundo, el método
fenomenológico. El método empírico-analítico emplea métodos y técnicas
preferencialmente cuantitativos.
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En cambio, el método fenomenológico, etnográfico o semiótico usa métodos y
técnicas preferencialmente cualitativos con técnicas de investigaciones propias y
definidas.
El nivel de investigación se refiere al “grado de profundidad con que se aborda un
objeto o fenómeno” (Arias, 1999: 45). El estudio que se presenta se inició en un
nivel exploratorio, debido a que el tema de investigación que se examina ha sido
poco estudiado, aun cuando se han hecho estudios similares, pero en otros
contextos. Es exploratorio, a su vez, porque se efectúa sobre un tema u objeto
desconocido o poco estudiado, por lo que sus resultados constituyen una visión
aproximada del objeto.
Dentro del paradigma positivista de la ciencia, este estudio también es descriptivo,
porque requiere preguntas de investigación, busca especificar las propiedades
importantes de los fenómenos y dan por resultado diagnósticos y taxonomías.
Las investigaciones descriptivas buscan caracterizar un fenómeno o situación
particular al indicar sus rasgos más peculiares o diferenciadores, mediante una
enumeración de ellos. En este paradigma de investigación cuantitativo la medición
es la parte medular del estudio.
El Modelo de Análisis Semiótico contempla dos niveles de análisis: 1) el nivel de
los lenguajes, que describe el lenguaje verbal y ; 2) el nivel semántico, que estudia
la lectura uniforme del discurso, tal como ella resulta de lecturas parciales de los
enunciados que la constituyen, y de “la resolución de sus ambigüedades que está
guiada por la búsqueda de una lectura única” (Greimas y Courtés, 1979: 197). En
este análisis se privilegiaron conjuntos paradigmáticos en una muestra tomada de
titulares, llamados, entradas y cuerpos de noticias y reportajes.
La investigación que se presenta es ex post facto, debido a que se analizan las
noticias y reportajes ya publicados de los diarios Panorama, La Verdad y Versión
Final.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
103
2. Diseño de la investigación
El diseño de la investigación se refiere a la “estrategia que adopta el investigador
para responder al problema planteado” (Arias, 1999:20). El presente estudio es
documental; porque está fundamentado en la revisión de investigaciones previas
mediante la consulta bibliográfica y porque, además, la fuente de los datos a
analizar está representada por noticias y reportajes de los diarios Panorama, La
Verdad y Versión Final.
3. Población y muestra
La población de este estudio está constituida por las noticias y reportajes
publicados en los diarios Panorama, La Verdad y Versión Final durante el período
enero / junio de 2010.
La selección del corpus se obtuvo a partir de un muestreo no probabilístico de tipo
intencional, porque consiste en una “selección de los elementos con base en
criterios o juicios del investigador” (Arias, 2006: 52).
Para este estudio se seleccionaron 30 ejemplares (10 de cada medio impreso), de
los cuales se extrajeron datos que evidencian marcas de oralidad en el discurso
escrito para registrarlos en la ficha de medición y su posterior análisis. Los criterios
de selección de la muestra atienden a la presencia de: 1) oralidad en la zona de
titulación, 2) oralidad en llamados de primera página; 3) rastros de oralidad en las
entradas de las piezas informativas; 4) oralidad en el cuerpo de texto de las
informaciones.
Para la evaluación cualitativa, se apeló al aporte teórico de los autores
consultados para hacer un análisis aplicado.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
104
4. Variables e Indicadores
Una variable es “una cualidad susceptible de sufrir cambios” (Arias, 1999:17). Esta
investigación describe la variable marcas de oralidad en el discurso informativo. Sus dimensiones están representadas por los parámetros
comunicativos, el componente pragmático y la competencia comunicativa.
Cuadro 1. Cuadro de Variables
Objetivo General: Analizar la presencia de las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana.
Objetivos específicos
Variables Dimensión Subdimensión Indicadores Fuente Técnicas/ Instrumentos
Caracterizar los
parámetros
comunicativos
de la oralidad
en los textos
periodísticos
informativos de
la prensa
escrita zuliana.
Marcas de
oralidad en
el discurso
informativo
Parámetros
comunicativos
Espontaneidad
Organización de las
partes.
Uso de conectores.
Cambios frecuentes de
tópico.
Anacolutos.
Presencia de rodeos
explicativos,
reelaboraciones,
autocorrecciones que
pueden afectar al léxico y
a la gramática.
Grado de redundancia,
repeticiones literales.
Discordancia.
Uso no canónico de
preposiciones.
Dominio de coordinación ,
yuxtaposición,
subordinación, oraciones
breves.
Léxico común, de poca
profundidad semántica.
Noticias y
reportajes
de los
periódicos
Panorama,
La Verdad
y Versión
Final.
Observación /
Ficha de
medición
hemerográfica
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
105
Copresencia de
los interlocutores
Uso de deícticos
temporales, espaciales y
modales.
Conocimiento de
los interlocutores
y conocimientos
compartidos
Elipsis.
Información implícita.
Ironía.
Participación
emocional
Intensificación a la
exageración (hipérboles,
sufijos aumentativos,
exclamaciones).
Redundancia con fines
expresivos.
Referencia a la primera
persona: el YO como
centro.
Dialoguicidad
Referencias a la segunda
persona.
Frecuencia de
modalidades apelativas
(interrogaciones,
imperativos).
Cotidianidad
Presencia de léxico
común.
Empleo de unidades
polisémicas.
Expresiones coloquiales.
Relación de
igualdad y
solidaridad entre
los interlocutores
Registro informal.
Describir el
componente
pragmático de
la oralidad en
los textos
periodísticos
informativos de
la prensa
escrita zuliana.
Componente
Pragmático
Nivel Morfológico-
Sintáctico
Formas de enunciar: Voz
activa, Voz pasiva,
Nominalización.
Formación de
palabras:derivación,
composición, parasíntesis,
neologismos, Préstamos
(germanismos, arabismos,
galicismos, anglicismos,
italianismos, lusismos,
indigenismos americanos,
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
106
galleguismos,
catalanismos, zulianismos,
vasquismos), Cultismos
(del griego y del latín),
Neologismos, Calcos,
Acrónimos.
Nivel Léxico-
Semántico
Lexías frecuentes
Sobrelexicalización
Relexicalización
Ambigüedades
Imprecisiones
Pobreza léxica
Escogencia de Perífrasis
verbales
Frases y palabras
polivalentes
Nivel Discursivo Modo de organización:
Narrativo, Descriptivo,
Argumentativo, Explicativo
Modalidades: Enunciativa,
interrogativa, Exclamativa,
Imperativa.
Actos de Habla: Asertivos,
Directivos,
Compromisorios,
Declarativos, Expresivos.
Funciones de las
estrategias discursivas: Legitimación,
Deslegitimación,
Victimización, Coerción,
Resistencia, Oposición,
Protesta.
Dominios (Política,
Economía, Internacional,
Farándula, Deportes,
Sucesos).
Determinar el
grado de
corrección
lingüística en
los textos
periodísticos
informativos de
la prensa
escrita zuliana.
Competencia
comunicativa
Competencia
lingüística
Reglas básicas de
ortografía: Acentuación y
Puntuación.
Uso de expresiones
malsonantes .
Ambigüedades
Uso frecuente de verbos
polivalentes (realizar,
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
107
efectuar, haber, ser, estar)
Uso de lugares comunes y
frases hechas.
Uso de pleonasmos.
Reiteración de verbos y
palabras en un mismo
párrafo.
Cacofonías.
Imprecisiones
Economía de expresión
Abuso de la conjunción ‘ya
que’.
Uso pronominal del
adjetivo ‘mismo’ o ‘misma’.
Uso de la
fórmula ‘dicho’+sustantivo.
Alteración del orden de las
construcciones sintácticas.
Fuente: Pérez (2012).
5. Técnicas e instrumentos de recolección de datos
Mediante la técnica de observación como “registro sistemático, válido y confiable
de comportamiento o conducta manifiesta” (Hernández, Fernández y Baptista,
1998: 309), se obtienen los datos que evidencian la oralidad en el discurso
periodístico informativo de la prensa zuliana.
La caracterización del lenguaje se hizo a través de una ficha de medición
hemerográfica. Se siguen las nociones de Méndez (2008) para medir el índice de
peso informativo y analizar cuantitativa y cualitativamente el contenido relacionado
con las noticias y reportajes en los diarios seleccionados: Panorama, La Verdad y
Versión Final.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
108
IV Parte. Aproximación a las marcas de oralidad en la prensa escrita zuliana.
Análisis de resultados
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
109
1. Contexto editorial del Zulia
En el estado Zulia, región que ocupa 63.100 kilómetros cuadrados dentro de
Venezuela, la oferta editorial es diversa. Prevalecen medios impresos, dentro de
los que existen predominantemente tres periódicos que satisfacen la necesidad
regional de información: Panorama, La Verdad y Versión Final. También se
encuentra el diario El Regional del Zulia, de menor impacto y circulación, dirigido a
las poblaciones de la subregión Costa Oriental del Lago de Maracaibo.
Panorama es uno de los medios tradicionales de más influencia en la agenda
mediática venezolana; sus casi 100 años de existencia lo constatan. El diario La
Verdad, su más cercana competencia, tiene 12 años de fundación y posee una
amplia lectoría sobre todo en la capital del estado. Versión Final, a pesar de tener4
años en la industria editorial, ha calado en la audiencia zuliana.
Para este estudio se seleccionaron 30 piezas informativas (10 de cada medio
impreso), a partir de un muestreo no probabilístico de tipo intencional, de los
cuales se extrajeron datos que evidencian marcas de oralidad en el discurso
escrito. Los criterios de selección de la muestra atendieron a la presencia de: 1)
oralidad en la zona de titulación, 2) oralidad en llamados de primera página; 3)
rastros de oralidad en las entradas de las piezas informativas; 4) oralidad en el
cuerpo de texto de las informaciones.
Para la evaluación cualitativa, se apeló al aporte teórico de los autores
consultados para hacer un análisis aplicado en el que mediante una guía de
análisis donde se registraron aspectos vinculados a las marcas de oralidad y a la
competencia lingüística que se evidenciaron en las 30 piezas que integran la
muestra.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
110
2. Consideraciones sobre Panorama, La Verdad y Versión Final
El diario La Verdad circuló por primera vez en Maracaibo (Venezuela), el 3 de abril
de 2000. Morfológicamente, es de tamaño estándar (mide 53 centímetros de alto
por 31 de ancho)13 y generalmente tiene 24 páginas.
Panorama circuló el 1 de diciembre de 1914. Actualmente su formato es estándar
(de 55 centímetros de alto por 31 de ancho). Consta generalmente de 4 cuerpos y
su promedio de páginas es de 32. También ha tenido una reingeniería y ajustes
recientes en su diseño.
El 8 de septiembre de 2008 circuló el primer número de Versión Final. Su formato
tabloide (38 centímetros de alto por 28 de ancho) presenta un promedio de 24
páginas.
Esta investigación abre un espacio de discusión sobre el tema de la oralidad en
prensa escrita, entendida como la presencia de expresiones propias de la oralidad
en el contexto formal del discurso de la información escrita. Los resultados que se
describirán a continuación solo constituyen una aproximación a lo que este objeto
de estudio puede representar.
3. Medición y valoración cuantitativa
En primer lugar se hará referencia a los elementos que pueden cuantificarse a
partir de una ficha de registro hemerográfico (Ver anexo A). Dentro de estos
aspectos se hace una medición de tres elementos principales vinculados con la
medición hemerográfica: la posición en la página, la ubicación de la pieza en el
ejemplar (morfología de la página) y los criterios de valoración gráfica como uso
de fotografías a color, en blanco y negro e infografías.
13 En abril de 2012, el diario La Verdad hizo una reingeniería del diseño del periódico y redujo el tamaño del papel a 51 centímetros de alto por 29 de ancho.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
111
Superior Derecha
30%
Superior Izquierda
20%
Inferior Izqierda
20%
Centro 10%
Página completa
20%
Superior Derecha
Superior Izquierda
Inferior Derecha
Inferior Izqierda
Centro
Página completa
3.1 Posición en página
El primer aspecto por observar es la ubicación de las piezas del discurso
informativo que contienen rastros de oralidad en cada uno de los medios
seleccionados. En los siguientes gráficos se evidencia la frecuencia con la que se
distribuyen las informaciones.
Gráfico 1. Ubicación de las piezas informativas con rastros orales en el diario La Verdad
(Fuente: Pérez, 2011)
En La Verdad, el 30% de las informaciones con presencia de marcas de oralidad
se ubicó en el cuadrante superior derecho de cada página; el 20% en el cuadrante
superior izquierdo; otro 20% en el cuadrante inferior izquierdo; un 10% en centro
de páginas y un 20% en páginas completas. Esto permite inferir que se privilegiael
cuadrante superior (con 50%), es decir que la ubicación de las informaciones se
hace en función del interés del lector. De acuerdo con Méndez (2007) en el caso
de estas valoraciones una información publicada en la parte superior de la página,
tiene más importancia que una ubicada en la parte inferior14.
14 Se puede utilizar como guía para determinar la jerarquía que el periódico le atribuye a una pieza informativa las tarifas de avisos de los periódicos que forman parte de este estudio, pues a mayor importancia en la ubicación en cada ejemplar y en la página, la tarifa será mayor. Para más información sobre las tarifas de los diarios, se pueden consultar en los diarios disponibles a través de los siguientes enlaces: La Verdad: http://laverdad.com/images/productos/tarifas2012.pdf Panorama: http://www.panorama.com.ve/sites/anunciantes/tarifas_2012.pdf Versión Final: No disponible.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
112
Gráfico 2. Ubicación de las piezas informativas con rastros oralesen el diario Panorama
(Fuente: Pérez, 2012)
En Panorama, el 40% de las informaciones con marcas de oralidad se ubicó en el
cuadrante superior izquierdo de cada página; un 30% en el superior derecho; el
10% en el inferior izquierdo; otro 10% en el cuadrante inferior derecho y un 10%
en centro de páginas. No hay presencia en páginas completas. Si se observa este
resultado, el 70% de las informaciones están ubicados en el cuadrante superior. A
partir de estos datos se infiere que se privilegia al lector por el cuadrante15 donde
se ubican las informaciones.
15 Méndez (2007) precisa que en la construcción del índice de peso informativo, la ubicación de las informaciones es un aspecto importante que debe considerarse y detalla una segmentación con un orden a través de los siguientes cuadrantes: 1) Superior Izquierdo, 2) Superior Derecho, 3) Inferior Derecho y 4) Inferior Izquierdo.
Superior Derecha
30%
Superior Izquierda 40%
Inferior Derecha 10%
Inferior Izqierda 10%
Centro 10%
Superior Derecha
Superior Izquierda
Inferior Derecha
Inferior Izqierda
Centro
Página completa
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
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113
Gráfico 3. Ubicación de las piezas informativas con rastros orales en el diario Versión Final
(Fuente: Pérez, 2012)
En Versión Final, tanto a los cuadrantes superiores derecho e izquierdo les
corresponde el 40% de las informaciones con presencia de marcas de oralidad,
respectivamente; el 20% restante contiene las informaciones ubicadas en páginas
completas. Tanto el cuadrante superior (80%) como las páginas completas
representan lugares privilegiados según Méndez (2007), quien establece que esta
jerarquización y valoración es congruente con lospreceptos de las empresas
periodísticas para establecer sus tarifas publicitarias16.
16 Se debe hacer referencia a los distintos tipos de página en la construcción de peso informativo. En este estudio se consideraron seis posiciones (Superior Izquierdo, Superior Derecho, Inferior Derecho, Inferior Izquierdo, Centro y Página Completa). Sin embargo en muestreos no intencionados se deben considerar otros tipos de página, indistintamente del formato del periódico. Entre estas posiciones pueden señalarse: media página vertical izquierda, media página vertical derecha, media página horizontal superior, media página horizontal inferior, robapágina inferior izquierdo, robapágina inferior derecho, robapágina superior izquierdo, robapágina superior derecho, páginas enfrentadas, medias páginas enfrentadas superiores, medias páginas enfrentadas inferiores, orejas, centro inferior… (Méndez, 2007)
Superior Derecha 40%
Superior Izquierda
40%
Página completa
20% Superior Derecha
Superior Izquierda
Inferior Derecha
Inferior Izqierda
Centro
Página completa
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
114
3.2 Criterios de valoración gráfica
Otro elemento que le otorga un valor importante al análisis es el uso de fotografías
e imágenes en las piezas que utilizan elementos de la oralidad en la escritura. En
los siguientes gráficos puede notarse como ocurre este fenómeno en los tres
periódicos.
Gráfico 4. Uso de fotografías en las piezas informativas
con rastros oralesen el diario La Verdad.
(Fuente: Pérez, 2012)
En el 50% de la muestra se hace uso de las fotografías a full color; un 30%
acompaña los textos con imágenes en blanco y negro; y el 20% restante conserva
texto sin imagen. Se infiere un esfuerzo editorial por mostrar la oralidad
acompañada de elementos paratextuales que permiten “captar” más lectores: La
valoración en cuanto al uso de fotografías se evidencia en que el 70% de las
informaciones que registran marcas de oralidad en el diario La Verdadestán
acompañadas de recursos gráficos.
Color 50%
Blanco y negro 20%
Sin imagen 30% Color
Blanco y negro
Sin imagen
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Gráfico 5. Uso de fotografías en las piezas informativas con rastros orales en el diario Panorama
(Fuente: Pérez, 2012)
El diario Panorama utiliza, en todas las informaciones de la muestra, recursos
fotográficos e infográficos. En el 40% de la muestra se usan las fotografías a todo
color; el 50% acompaña los textos con imágenes en blanco y negro; y el 10% la
precisa de la infografía como recurso. De esto se desprende que
Panoramaincluyeelementos paratextuales que le otorgan una mayor valoración a
cada pieza informativa de las que incorpora marcas orales, por lo que pudiera
inferirse que además se usa como estrategia de mayor “proximidad” al lector.
Color 40%
Blanco y negro 50%
Infogra�as 10%
Color
Blanco y negro
Sin imagen
Infogra�as
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Gráfico 6. Uso de fotografías en las piezas informativas con rastros orales en el diario Versión Final
(Fuente: Pérez, 2012)
En el diario Versión Final si se usa fotografía para acompañar informaciones con
marcas de oralidad, este recurso debe ser a full color, pues no se registra
fotografía en blanco y negro que acompañen informaciones de la muestra. En el
50% de la muestra se hace uso de las fotografías a full color y el 50% prefiere
conservar texto sin imagen. Hay, entonces, un esfuerzo editorial por mostrar la
oralidad acompañada de elementos paratextuales con el uso de fotografías a full
color, puesto que no se hace uso de la fotografía en blanco y negro.
3.3 Ubicación en el ejemplar
En cuanto al tipo de página donde el periódico presenta las informaciones con
marcas de oralidad,hay cierta preferencia por la ubicación en primera página. En
los siguientes gráficos se puede notar la distribución de estas informaciones.
Color 50%
Sin imagen 50%
Color
Blanco y negro
Sin imagen
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César Eduardo Pérez (2012)
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Gráfico 7. Tipo de página en las informaciones con marcas orales del diario La Verdad
(Fuente: Pérez, 2012)
Del 50% de informaciones que aparecen en primera página con marcas de
oralidad, en su totalidad corresponden a llamados de información. El 20% de
informaciones con estas marcas se ubica en la última página, mientras que a las
primeras de cuerpo, internas pares e internas impares corresponde el 10% en
cada una. En última página de cuerpo no hay, al menos en esta muestra, rastros
de oralidad17.
17 Hay que tener en cuenta la jerarquía que tiene cada página según la ubicación. Méndez (2007) precisa una jerarquización descrita en cuanto al grado de importancia, de mayor a menor: 1) Primera página, 2) Última página, 3) Primera de cuerpo, 4) Última de cuerpo, 5) Interna par y 6) Interna impar.
Primera Página
50%
Primera de Cuerpo 10%
Interna Par 10%
Interna Impar 10%
Úl�ma Página
20%
Primera Página
Primera de Cuerpo
Interna Par
Interna Impar
Úl�ma de Cuerpo
Úl�ma Página
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
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Gráfico 8. Tipo de página en las informaciones con marcas orales del diario Panorama
(Fuente: Pérez, 2012)
En el diario Panorama, el 60% de informaciones con marcas de oralidad se ubica
en páginas internas pares. A las páginas internas impares, primeras de cuerpo,
últimas de cuerpo y primera página corresponde 10% a cada una. En última
página no hay, al menos en esta muestra, rastros de oralidad18.
18 Aunque cause curiosidad que la muestra tenga su mayoría de marcas orales en las páginas internas pares, se debe recordar que este diario por más de tres décadas utilizó esta estrategia de leer el periódico desde la última página a la primera. El periodista Heberto Camacho fue una referencia en la fuente de sucesos del diario Panorama de Maracaibo. Narraba las “noticias de sangre y muerte” desde una perspectiva literaria que le ganó adeptos, aunque también detractores. Actuaba como una especiede investigador policial y “reconstruía” los casos desde el final hasta el principio. Fallecido en 2006, permanece en la memoria de los zulianos que aprendieron a leer el periódico de “atrás palante”.
Primera Página 10%
Primera de Cuerpo 10%
Interna Par 60%
Interna Impar 10%
Úl�ma de Cuerpo 10%
Primera Página
Primera de Cuerpo
Interna Par
Interna Impar
Úl�ma de Cuerpo
Úl�ma Página
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
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Gráfico 9. Tipo de página en las informaciones
con marcas orales del diario Versión Final
(Fuente: Pérez, 2012)
En Versión Final, del 50% de informaciones que aparecen en primera página con
marcas de oralidad, todas corresponden a llamados de información. El 20% se
ubica en páginas internas pares, mientras que un 30% se ubica en páginas
internas impares. En última página, primera de cuerpo y última de cuerpo no se
encuentran, al menos en esta muestra, rastros de oralidad.
3.4 Marcas orales en la zona de titulación
Atendiendo a los criterios establecidos para la selección del corpus, en cuanto a
los elementos del discurso informativo, en el que hay presencia de oralidad en la
escritura, la gran mayoría se encuentra en la zona de titulación. En los siguientes
gráficos se muestra cómo es esa distribución.
Primera Página 50%
Interna Par 30%
Interna Impar 20%
Primera Página
Primera de Cuerpo
Interna Par
Interna Impar
Úl�ma de Cuerpo
Úl�ma Página
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
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Gráfico 10. Elementos de la zona de titulación con marcas orales
(Fuente: Pérez, 2012)
0
1
2
3
4
5
6
7
La Verdad Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
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121
En La Verdadel 100% de la muestra evidencia el uso de marcas orales en la zona
de titulación, concretamente en el título. De esto puede inferirse que por ser un
elemento de anclaje, resulta útil para “enganchar al lector”, pues es lo primero que
se ve. Solo el 10% de la muestra utiliza signos de oralidad tanto en antetítulos
como en sumarios, acompañados por los títulos mientras que el 20% lo hace en
las entradas que acompañan también al título. Es decir, se privilegia la zona de
titulación para el uso de lenguaje coloquial y como una estrategia para acercarse
al lector.
Panorama evidencia el uso de marcas orales en el título solo en 7 de las 10 piezas
informativas (4 de ellas también presentan marcas orales en el cuerpo, 1 en la
entrada más el cuerpo de la información y 2 que incluyen sumario, entrada y
cuerpo de texto, además del título). 2 se ubican solo en la entrada y 1 en el cuerpo
del texto. Se privilegia la zona de titulación para el uso de lenguaje coloquial al
igual que el diario La Verdad, aunque en menor proporción.
El diario Versión Final presenta uso de marcas orales en 9 de los 10 títulos que
integran su grupo dentro de la muestra (7 solo en los títulos, 1 en título y cuerpo y
1 en título, entrada y cuerpo). Solo 1 información presenta marcas orales en la
entrada. En los antetítulos no se registran rastros de oralidad.
3.5 Extensión ocupada
Un elemento importante que debe compararse en el estudio es la extensión que
ocupan las informaciones en cada medio. La unidad de medida es el centímetro
cuadrado (cm2)19 para medir la mancha que ocupan las informaciones y los
recursos gráficos utilizados. En esta extensión se midieron cuatro aspectos: la
mancha que ocupan las informaciones, las imágenes a full color, las fotografías en
blanco y negro y las infografías que acompañan las informaciones de la muestra.
19 Anteriormente, la medición se realizaba utilizando como unidad el centímetro por columna (cm/col), cuando los periódicos se hacían manualmente en columnas con ancho invariable. Con la composición y maquetación digital de periódicos y las variaciones en un mismo formato, para precisar más certezas en los datos de la extensión se usa como unidad el centímetro cuadrado (cm2). (Méndez, 2007: 104)
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
122
En cuanto a la extensión de la información, de un total de 13.271,34 cm2el diario
La Verdad ocupó una mancha de 4.381,09 cm2 (33,01%), Panoramaabarcó
4.913,84cm2 (37,02%) y Versión Final3.976,41 cm2 (29,96 %). La extensión de las
imágenes a full color dominó una mancha de 2.286,97 cm2 de los cuales La
Verdad utilizó 1.125,43 cm2 (49,21%); Panorama, 244,73 cm2 (10,7%); y Versión
Final, 916,81 cm2 (40,08%).
En cuanto a la extensión de imágenes en blanco y negro, la muestra se extendió
en una mancha de 1.142,96 cm2, de estosLa Verdad abarcó 147 cm2 (12,86%) y
Panorama995,96 cm2 (87,13%). Versión Final no presentó en la muestra
informaciones acompañadas con imágenes en blanco y negro como valor
agregado.
En relación conel uso de infografías dentro de la muestra seleccionada, solo el
diario Panorama hace uso de ellas para acompañar una información que presenta
marcas orales. La mancha ocupada por el uso de infografías en este diario es de
540,1 cm2.
Gráfico 11. Extensión ocupada por las informaciones y los elementos de valoración
(Fuente: Pérez, 2012)
0 500
1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500 5000
Extensión de las
informaciones
Extensión de las fotogra�as a
full color
Extensión de las fotogra�as
en blanco y negro
Extensión de las infogra�as
La Verdad
Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
123
4.Parámetros comunicativos de la oralidad
En resumen se ha dicho que la oralidad está caracterizada por rasgos de
espontaneidad, coloquialidad, informalidad; mientras que laescritura requiere del
conocimiento de las normas gramaticales, de corrección y de un código que
requiere de formalidad.A través de la observación de ejemplos propios de la
prensa escrita, se pueden evidenciar las características de la oralidad presentes
en el lenguaje informativo escrito. Entre esas características destacan, en función
de los resultados:
4.1 Espontaneidad,cotidianidad y relación de igualdad y solidaridad entre los interlocutores20
Uno de los indicadores hacia los que la muestra presenta una tendencia a incluir
marcas de espontaneidad propia de la oralidad en la escritura periodística
informativa es la presencia de léxico común con poca profundidad semántica. Tal
como lo expresa Llamas (2005), la espontaneidad se refleja porque el discurso se
construye sin pensar; no hay tiempo para la planificación. También se evidencia
en el uso de oraciones breves y con poca tendencia a la subordinación.
La cotidianidad, por su parte, está reflejada en la selección del léxico. El empleo
del léxico común, de unidades polisémicas y de expresiones coloquiales son
características propias del discurso oral, pues la escritura requiere de precisión
léxica y en ella no aparecen expresiones del registro coloquial (Llamas, 2005:
406). Sin embargo, muchos manuales de periodismo sugireren el uso de formas
“cercanas” al lector.
20 Aunque estos tres parámetros son estudiados de manera separada, no pueden desvincularse, pues los indicadores que permiten determinarlos según lo establecido por Llamas (2005) son similares y correlacionales: léxico común, de poca profundidad semántica, empleo de unidades polisémicas y expresiones coloquiales, así como el uso del registro informal propio de la oralidad en el lenguaje informativo escrito.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
124
En la Tabla 10 se pueden ver cómo en la zona de titulación se recurre al uso de
expresiones coloquiales y al léxico común que precisan la espontaneidad y la
cotidianidad como parámetros del discurso oral presentes en la escritura
informativa.
Tabla 10. Títulos de las informaciones con marcas de oralidad
Diario La Verdad Código Título Fecha LV1 Moratinos busca sacarle las patas del barro a Chávez
03-03-2010
LV2 En San Francisco no quieren dar los cobres a los concejales
10-03-2010
LV3 Chama de 16 años termina con su novio y éste la mata 15-03-2010 LV4 En los hospitales de Maracaibo dieron carreras debido al
calor 16-03-2010
LV5 Calorón dispara hipertensión y dolores de cabeza en emergencias
16-03-2010
LV6 Enelven baja el suiche sin avisar 17-03-2010 LV7 Plomazón en LUZ 17-03-2010 LV8 Agrupaciones culturales trabajan con las uñas 17-03-2010 LV9 Es peor el remedio que la enfermedad 19-03-2010 LV10 Se quieren volar a mil maestros interinos del estado
Zulia 23-03-2010
Diario Panorama Código Título Fecha DP1 BCV: PIB venezolano cayó 3,3% en el 2009 03-03-2010 DP2 Fernández le apuesta a cita Chávez-Uribe 03-03-2010 DP3 Les negó la entrada a una disco y lo mataron 15-03-2010 DP4 Secuestros no paran: Dos en apenas un día 16-03-2010 DP5 Caen 3 integrantes de “Los Pavitas” 17-03-2010 DP6 El azúcar sigue en picada 24-03-2010 DP7 Llamas no dan tregua al Warairarepano 25-03-2010 DP8 El océano Índico se tragó una isla 25-03-2010 DP9 El arte de las tablas prende su fiesta 26-03-2010 DP10 Cuatro bandas azotan a conductores del noroeste 17-06-2010 Diario Versión Final Código Título Fecha VF1 Se calentó la Mesa de la Unidad 03-03-2010 VF2 Polisur clavó contra un cojín a camarógrafo de
Globovisión 04-03-2010
VF3 España viene a la caza de etarras en Venezuela 08-03-2010 VF4 Henri Falcón se bañó de pueblo y demostró su liderazgo 16-03-2010 VF5 Cesta básica alcanzó BsF. 4.081,82 17-03-2010
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Diario Versión Final VF6 Hugo Chávez le puso el ojo a la Zona Industrial 19-03-2010 VF7 El Gobierno metió preso a Oswaldo Álvarez Paz 23-03-2010 VF8 Reforma a la ley del BCV es una cortina de humo para
ayudar a financiar al fisco 25-03-2010
VF9 Tirotean en la cabeza a otro líder de Los Pavitas 26-03-2010 VF10 Otros dos asesinados en el matódromo local 28-04-2010
Por ejemplo, en el título Se quieren volar a mil maestros interinos del estado Zulia
(La Verdad 23 de marzo de 2010) se evidencia mejor la situación. Si se observa la
perífrasis quererse + volar la construcción no es quizás la más apropiada para el
código escrito. Querer algo implica desear, apetecer, intentar, pretender o procurar
algo. Volar no significa, en este caso, precisamente “saltar por los aires” o
“elevarse en el aire”, acepciones registradas de este verbo en el Diccionario de la
Real Academia Española. Es usado más bien como sinónimo de “despedir”,
“concluir una relación laboral”. Una lexía de registro coloquial que adquiere el
significado de deshacerse de algo a alguien.
Al revisar el cuerpo de texto, se evidencia que se trata,con esta información, es del
despido de unos docentes interinos del sistema de educación media adscritos a la
Zona Educativa del estado Zulia. No puede obviarse que en la coloquialidad
“quererse volar” está vinculado con “despedir” o “botar”, por lo que se está en
presencia, entonces, de un rastro oral en la construcción del título. Si se propone
una reconstrucción para evitar la marca oral una salida podría ser: Despiden a mil
maestros interinos del estado Zulia, o en consonancia con la forma propuesta,
Pretenden despedira mil maestros interinos del estado Zulia.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
126
De igual manera en el título En los hospitales de Maracaibo dieron carreras debido
al calor (La Verdad 16 de marzo de 2010) basta con observar el carácter informal
de la expresión “dieron carreras” para hacer ver que “trabajaron deprisa” o
“trabajaron más de lo normal”. Por supuesto hay que precisar el contexto en el que
se da la información y la forma “dar carreras” expresa una marca de oralidad por el
carácter coloquial que la distingue y el uso extendido en la comunidad de
hablantes de Maracaibo.
La posible salida escritural pudo ser: En los hospitales de Maracaibo trabajaron
deprisa por el calor, pero “trabajar de prisa” implica que lo hacen con celeridad y
nada tiene que ver con el volumen de pacientes atendidos, que es a lo que
realmente hace referencia la información. En este caso, la salida pudo ser recurrir
a una reconstrucción general del título: En Maracaibo se registran más casos de
afecciones por el calor, que es en rasgos generales lo que se presenta en el
relato; no obstante, la propuesta luce menos llamativa y un tanto
descontextualizada.
El llamado de esa página dice: Los hipertensos se las vieron de cuadritos.Las
altas temperaturas continuarán, aunque no tanto como el fin de semana (La
Verdad 16 de marzo de 2010). En este ejemplo se registra un uso marcadamente
oral en la expresión “se las vieron de cuadritos”. Obviamente, el verbo “ver” en
este contexto no significa “percibir algo a través de los ojos”. Tampoco el
sustantivo “cuadritos” representa una forma alusiva a un cuadrilatero. Se trata de
una referencia a problemas, aprietos o situaciones engorrosas.
Se puede ver el caso como una representación en la que al tener la forma léxica
“vérselas-de-cuadritos”,difícilmente cada unidad de la construcción tiene una
significación literal como si cada forma se estudiara por separado. Coloquialmente,
la forma “Vérselas de cuadritos”está relacionada con “estar en dificultades”, “estar
en situaciones adversas”. También se observa una imprecisión léxica en el uso de
la frase “no tanto como” que introduce una comparación entre las temperaturas y
que resulta un término propio de la lengua hablada.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
127
Por estas razones, para eliminar la marca oral de ese llamado una posible
propuesta sería: Los hipertensos se vieron afectados. Las altas temperaturas
continuarán, aunque con menor intensidad que el fin de semana.
En el caso del título El arte de las tablas prende su fiesta (Panorama, 26 de marzo
de 2010) debe evaluarse el verbo “prender”. El DRAE registra 11 usos, pero
ninguno vinculado con la celebración de algo. Al revisar la información, puede
notarse que se trata la celebración del Día Internacional del Teatro por los grupos
teatrales del estado Zulia, por lo que el verbo ‘prender’ evidencia un uso de léxico
común y la recurrencia a una unidad polisémica, establecidos como características
de la espontaneidad, la cotidianidad y la relación de igualdad y solidaridad entre
los interlocutores. En la oralidad coloquial de Maracaibo existen expresiones como
¡se prendió la fiesta!, ¡se prendió el verguero! a las que los hablantes recurren
para precisar el comienzo de algo o determinar el punto más importante de una
situación.
Les negó la entrada a una disco y lo mataron (Panorama, 15 de marzo de 2010)
constituye un ejemploen el que el carácter coloquial está presente. La palabra
“disco” aparece registrada en el DRAE como un acortamiento de la palabra
discoteca y señalada como una expresión coloquial.
Otra evidencia de rastro oral en la prensa se encuentra en la propuesta de título
Hugo Chávez le puso el ojo a la Zona Industrial (Versión Final 5 de marzo de
2010). Primero se debe revisar lo apropiado de la construcción “poner el ojo”. En
el lenguaje coloquial “poner el ojo” significa fijarse, mirar, observar e incluso
sentenciar (sin juicio ni tribunal). Como forma parte del habla coloquial, la
construcción pierde el carácter formal propio de la escritura, por lo que puede
considerarse como impropia para el código escrito del periodismo. Además, el
Diccionario de la Real Academia Española no registra el uso de esta forma,
bastante arraigada en el colectivo maracaibero.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
128
El título hace referencia a las expropiaciones de terrenos y edificaciones
decretadas por el presidente Chávez, luego de hacer un anuncio para que
revisaran la situación en la zona industrial de Maracaibo. Una posible
reconstrucción del título sería: Chávez ordena revisar la situación de terrenos y
galpones en la zona industrial.
Como estos ejemplos, en la prensa se hace cada vez más común encontrar
construcciones que ceden el carácter formal de la escritura por convenciones que
contradicen los principios y normas que sustentan la creación del código artificial
de la escritura. Los signos de la oralidad pueden concretarse en un gran
identificador: el carácter coloquial y espontáneo, la busqueda de la aceptación
popular y el acercamiento a ultranza del colectivo zuliano.
En el Gráfico 12 se ilustra cómo es el comportamiento de cada uno de los medios
zulianos estudiados en cuanto al uso de parámetros comunicativos como la
espontaneidad, la cotidianidad y la relación de igualdad y solidaridad entre los
interlocutores.
A partir de la Guía de análisis(Ver anexo B) utilizada para registrar estos
parámetros —entre otros— El diario La Verdad muestra una tendencia mayor al
uso de estos elementos, seguido por Panorama y Versión Final, respectivamente.
Esto ratifica que en la prensa zuliana escrita se incorporan parámetros propios de
una situación comunicativa oral que Llamas (2005) y Mancera (2008) han
precisado en los parámetros comunicativos y en el registro informal del lenguaje
escrito.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
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Gráfico 12. Parámetros comunicativos de la oralidad presentes en la muestra.
(Fuente: Pérez, 2012)
4.1.1Uso de conectores Dentro de los indicadores para medir la espontaneidad para los códigos oral y
escrito, en la muestra Llamas (2005) propone el uso de conectores que, según
Cassany (1993), se registran con los denominados Marcadores textuales para
estructurar las ideas. En la Tabla 9 se registra el uso de conectores y la frecuencia
con la que aparecen en toda la muestra, tanto en la zona de titulación como en los
cuerpos de texto.
0
2
4
6
8
10
Espontaneidad (Oraciones breves y
léxico de poca profundidad semán�ca)
Co�dianidad (empleo de
unidades polisémicas y expresiones coloquiales
Relación de igualdad entre los
interlocutores (registro informal)
La Verdad
Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
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Tabla 11. Frecuencia del uso de conectores en la prensa zuliana
Conector La Verdad Panorama Versión Final
Porque 48 52 36
Ya que 19 12 10
Puesto que 0 0 2
Dado que 2 0 0
Pues 22 20 18
Como 32 28 30
Considerando que 0 0 1
A causa de 0 1 0
Gracias a que 0 0 1
A fuerza de 1 0 1
Teniendo en cuenta que 4 1 1
Por razón de 0 0 1
Por culpa de 0 2 0
Con motivo de 0 0 1
En consecuencia 0 2 2
Por lo tanto 8 6 4
De modo que 3 1 6
Por esto 11 14 12
A consecuencia de 0 0 1
Así que 8 8 14
Por lo cual 32 26 28
Por consiguiente 0 0 1
Razón por la cual 6 4 4
Siempre que 10 6 12
Siempre y cuando 4 2 4
Si…/…entonces… 1 8 6
Para que 7 12 10
Con el fin de que 0 0 1
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
131
Conector La Verdad Panorama Versión Final
Con la finalidad de 1 2 0
Con miras a 0 1 0
En cambio 6 4 6
Ahora bien 0 0 1
Sin embargo 17 20 16
Por el contrario 0 2 4
Aunque 16 21 9
A pesar de que 0 1 3
Aun + gerundio 3 4 4
Fuente: Pérez, 2012.
El número que se indica en cada una de los espacios correspondiente a cada
medio representa la frecuencia con la que aparecen en toda la muestra. Los
conectores o marcadores discursivos más usados por los tres medios de este
estudio son: porque, ya que, pues, como, por esto, por lo cual, siempre que, para
que, sin embargo, aunque.
4.2 Copresencia de los interlocutores
La copresencia de los interlocutores viene determinada por el uso de elementos
deícticos en los textos. De acuerdo con Llamas (2005), las marcas deícticas han
de tener una referencia clara y explícita para que el lector pueda comprender el
texto. Aunque en la muestra se registran muy pocos usos de deícticos, es
importante señalar que los que aparecen ofrecen además el contexto necesario en
el código escrito.
En el siguiente ejemplo tomado de Panorama (17 de marzo de 2010) se observa
el uso de un deíctico espacial: […]Los hampones usaron un auto modelo Mitsubishi, Signo, color plata, placas VBK 736 para cometer el delito. Los funcionarios del Cicpc recibieron la novedad y activaron la búsqueda, hasta que avistaron a ambos autos en dirección hacia La Concepción. Allí comenzó el enfrentamiento entre oficiales y delincuentes […]
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
132
En dirección hacia presupone una ubicación, un estar del lado de, del sentido
Norte-Sur-Este-Oeste. El uso del deíctico Allí contextualiza el espacio, referido
previamente. En concordancia con Kerbrat-Orecchioni (1980) este tipo de marcas
deícticas espaciales vienen expresadas por adverbios o perífrasis adverbiales de
lugar (aquí, acá, ahí, allí, allá, cerca, lejos, arriba, abajo, delante, detrás, a la
derecha, a la izquierda…), algunas locuciones prepositivas (delante de, detrás de,
cerca de, lejos de) y algunos verbos de movimiento (ir, venir, acercarse, alejarse,
subir, bajar).
Otro ejemplo de este tipo se evidencia en el diario La Verdad (15 de marzo de
2010) en el que usan además los deícticos para establecer la presencia de los
interlocutores, pero dejando claro el contexto situacional de la información que se
está dando:
[…] Pasó todo el día donde los Flores Parra. Keinnia apenas lo tomó en cuenta. En la tarde salió a la plaza de El Bajo y regresó a las 9.00 de la noche. Compartió con su familia y dos horas después se acostó a dormir […]
En el caso del adverbio donde hay un uso coloquial del adverbio como
preposición, es decir para evitar la incorrección idiomática y seguir los parámetros
escriturales sería preferible usar la forma: Pasó todo el día en la casa de los
Flores Parra. En el ejemplo se observa el uso de una marca deíctica que indica el
tiempo en el que ocurre el suceso y sirve para contextualizar al lector e
incorporarlo en el relato a través de estos usos con fines informativos. La locución
adverbial “En la tarde”
El diario Versión Final (28 de abril de 2010) presenta otro uso de un deíctico
adverbial en el sumario también para contextualizar la información de sucesos que
narran y “ubicar” al receptor como interlocutor. En este caso, el uso del adverbio
“ya” indica al lector el tiempo de lo que está ocurriendo.
Uno de los cuerpos hallados presentaba un avanzado estado de descomposición. Ya era devorado por gusanos. Un tiro de escopeta le destrozó el cráneo […]
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
133
De acuerdo con lo registrado en la Guía de análisis que se aplicó a la muestra, no
es frecuente el uso de deícticos comunes en el código oral (pronombres
personales, frases que sirven para corregir lo dicho anteriormente). Sin embargo,
si debe decirse que se usan deícticos, estos serán los deícticos textuales21. La
muestra arroja una tendencia al uso de deícticos en el diario La Verdad para
acercar al lector, aunque la deixis textual también está presente en toda la
muestra de La Verdad, Panorama y Versión Final.
El Gráfico 13 ilustra la tendencia al uso de marcas deícticas para que los
interlocutores, en este caso las instancias receptoras, sientan que el medio es
cercano a ellos.
Gráfico 13. Tipo de deixis presentes en la muestra
(Fuente: Pérez, 2012)
21 Sobre este apartado Calsamiglia y Tusón (1999) y Kerbrat-Orecchioni (1980) precisan que este tipo de deixis señala y organiza las partes del texto unas con respecto a otras. El texto en sí mismo se convierte en el espacio y en el tiempo de referencia.
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Deixis Temporal Deixis Espacial Deixis Personal Deixis Textual
La Verdad
Panorama
Versión Final
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134
4.3 Conocimiento de los interlocutores y saberes compartidos
Generalmente, en el lenguaje informativo de los periódicos se hace necesario que
aparezca explícitamente todo o casi todo lo que se quiere comunicar para evitar
malentendidos. Según Llamas (2005) ese tipo de conocimiento se da en el
discurso oral cuando ocurre la elipsis, existe información implícita o se asume que
el lector/oyente sabe de que se le está hablando, e incluso con la ironía.
En la muestra solo ocurre el registro de información implícita en los diarios La
Verdad y Versión Final. En el ejemplo Enelvén baja el suiche sin avisar (La
Verdad, 17 de marzo de 2010) se registra una selección léxica que implica que el
lector debe conocer de qué se le está “hablando”; es decir, hay información
implícita. En la entrada de la información se hace necesario aún más conocer los
detalles:
Recompensa y castigo. Así parece moverse este Gobierno. Enelvén no parece la excepción. Ayer, sin previo aviso, en la empresa decidieron bajarle el suiche a varios sectores de Maracaibo, considerados como de alto consumo, dependientes de la subestación Don Bosco: La Virginia, Bella Vista, Zapara, incluyendo a los centros hospitalarios, como sucedió en la clínica Paraíso […]
El ejemplo, aparte de mostrar el uso de oraciones breves, que lo ubican en el
parámetro de la espontaneidad, también dificulta que el lector entienda
explícitamente que se habla de la suspensión del servicio eléctrico. Además, para
un lector fuera del contexto zuliano, con otro registro del español, difícilmente
comprenderá que se habla de la interrupción de la electricidad. Hay incluso un
saber enciclopédico que remite a la clase alta de Maracaibo y la posición del
Gobierno frente a este sector.
En los títulos Agrupaciones culturales trabajan con las uñas (La Verdad, 17 de
marzo de 2010),Es peor el remedio que la enfermedad (La Verdad, 19 de marzo
de 2010) y Hugo Chávez le puso el ojo a la Zona Industrial (Versión Final, 19 de
marzo de 2010) se obliga al lector, mas no se invita, a continuar con la lectura
para poder conocer de qué trata la información.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
135
Se obliga al lector, puesto que no se brinda mayor cantidad de datos informativos
y eso contradice lo establecido por Pou (2004), quien señala que un titular
informativo debe tener claridad, autonomía y no tener dependencia con otros
elementos. Las expresiones coloquiales “con las uñas” y “le puso el ojo” no
aportan claridad ni dato relevante; menos aún el título Es peor el remedio que la
enfermedad. Sin embargo, este uso obedece, quizás a una pretensión de quien
escribe por atrapar con las “garras discursivas” al lector, es decir por querer
enganchar.
Gráfico 14. Conocimientos de los interlocutores y conocimientos compartidos.
(Fuente: Pérez, 2012)
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
Elipsis Información implícita Ironía
La Verdad
Panorama
Versión Final
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Como en la muestra solo se analizaron piezas informativas de los géneros Noticia
y Reportaje el hecho de que no se registre elipsis ni ironía resulta congruente con
la apreciación de Llamas (2005) en la que determina que en el discurso escrito
para que se den estos conocimientos compartidos es necesario que toda la
información esté explícita. La Verdad deja información implícita en 3 de las 10
piezas informativas, Versión Final en 1 y Panorama en ninguna.
4.4 Participación emocional
Según Llamas (2005) y Mancera (2008), la participación emocional en el discurso
oral viene dada por referencias a la primera persona, la redundancia con fines
expresivos y la intensificación a la exageración mediante las hipérboles, los sufijos
y las exclamaciones. Cuando esto se refleja en la escritura periodística se está,
entonces, oralizando el texto.
En el título Calorón dispara hipertensión y dolores de cabeza en emergencias (La
Verdad, 16 de marzo de 2010) la adición del sufijo aumentativo a la palabra “calor”
evidencia la participación emocional y la oralización de un titular de prensa escrita.
En la entrada de esta pieza informativa se observa también el uso de un registro
informal y sufijos que marcan la participación emocional de la instancia emisora:
El calor lleva locos a los zulianos. Desde el fin de semana viven pegados a un vaso con agua, un cepilla’o, un refresquito o un jugo de limón. Todo es bueno si de refrescarse se trata y paliar las altas temperaturas, aunadas al racionamiento eléctrico y la escasez de agua […]
El uso de las perífrasis “lleva locos” y “viven pegados” reflejan una intensión por
exagerar y el uso de sufijos en palabras como “refresquito” muestran la
participación emocional. También el uso de la contracción en la palabra “cepillado”
expresa una carga emocional en el mensaje escrito, pese a que en español solo
existen dos contracciones aceptadas: al y del. Incluso la redundancia con fines
expresivos se da unos párrafos más adelante:
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
137
[…]Hablar del calorón natural ya se ha vuelto costumbre en Zulia. Pero aunado a la falta de sensación térmica también hay que soportar los racionamientos de agua y luz, imposiciones del gobierno que hacen cuesta arriba salir airosos de esta oleada calurosa […]
El diario Panorama también tiende a la exageración en ejemplos como el
siguiente:
[…] El presidente Leonel Fernández fue encargado por los países de la región de la tarea quizás más difícil que se pueda considerar en este momento: sentar a Hugo Chávez y Álvaro Uribe en una misma mesa después de que la sangre casi llega al río la última vez que compartieron en Cancún […] (Panorama, 3 de marzo de 2010).
En el texto se utiliza la expresión “la sangre casi llega al río” como una figura
retórica que expresa una tendencia a la exageración, rastro de oralización de la
escritura en el parámetro comunicativo de participación emocional.
El uso del léxico es importante para que en cada situación de comunicación, oral o
escrita, la participación emocional ocurra en cada contexto. En el título Polisur
clavó contra un cojín a camarógrafo de Globovisión (Versión Final, 4 de marzo de
2010) el editor escoge el verbo ‘clavar’ que profiere una tendencia a la
exageración, cuando realmente no es lo que ese verbo describe. Sin embargo es
una ‘imagen’ potente con una fuerte carga semántica.
En el Gráfico 15 se registra la participación emocional como parámetro
comunicativo de la oralidad den el discurso informativo de la prensa escrita
zuliana. El diario La Verdad muestra la mayor tendencia a esa participación
reflejada en exageraciones y redundancias con fines expresivos, frente a
Panorama y Versión Final.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
138
Gráfico 15. Participación emocional
(Fuente: Pérez, 2012)
4.5 Dialoguicidad
En la muestra no se evidencia este parámetro con las características de lo oral.
Por el contrario, hay ausencias de referencias a la segunda persona y ausencia de
modalidades apelativas del tipo interrogaciones o imperativos. En este sentido hay
congruencia con lo establecido por Mancera (2008) y Llamas (2005) sobre la
dialoguicidad como parámetro comunicativo.
0
1
2
3
4
5
6
7
8
Intensificación a la exageración
Redundancia con fines expresivos
Referencia a la primera persona
La Verdad
Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
139
5. Componente pragmático de lo oral
En cuanto al componente pragmático en la producción del discurso informativo,en
este estudio se analizaron elementos inherentes a los distintos niveles de la
producción del discurso (Morfológico-Sintactico, Léxico-Semántico y Discursivo).A
través de un proceso de semiotización, la instancia emisora genera un mensaje
codificado a través de la lengua. Según Molero (2003), mediante la deconstrucción
lingüística de ese mensaje, evidenciado en la escogencia de los signos se podrán
conocer las estrategias e intenciones de la instancia emisora. En ese sentido se
detectaron:
5.1 Nivel Morfológico-Sintáctico En este estudio se analizaron dos temas en este nivel: las formas de enunciar
(diátesis activa, pasiva o nominal) y los procesos de formación de palabras,
mediante los cuales se incluyen marcas de oralidad en la escritura. Se debe
recordar que todo este proceso está vinculado con las competencias lingüística y
comunicativa de las instancias emisora y receptora.
5.1.1 Formas de enunciar Dentro de las formas de enunciar se encuentra la escogencia que hace el
productor del mensaje para utilizar la voz activa, la pasiva o las frases nominales
al momento de presentar las informaciones. Autores como Pou (2004) establecen
que en el lenguaje periodísticose usa mas la voz activa que la pasiva porque es
más directa.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
140
En la Tabla 10 (páginas 124 y 125) pueden verse los títulos y la diátesis escogida
para enunciarlos. La forma predominante en La Verdad, Panorama y Versión Final
es la voz activa, aunque en algunos casos se recurre al uso de frases nominales.
Tal como lo establece Grijelmo (2001), el lenguaje del periodista debe deslizarse
por la mente del lector. “Las palabras y las construcciones han de adoptar, por
tanto, formas naturales, fluyendo por el cauce sin atascos. Y la forma natural de la
construcción sintáctica en castellano es la oración en activa” (Grijelmo, 2001: 177)
Gráfico 16. Diátesis escogida para la titulación
(Fuente: Pérez, 2012)
Otro aspecto importante está relacionado con la selección del tiempo verbal
escogido para titular. En la muestra, tanto La Verdad como Panorama tienen una
tendencia mayoritaria al uso de verbos en presente para titular. Versión Final, por
el contrario, opta por hacerlo con verbos en pasado. La elección de verbos en
presente para titular tiene que ver con otorgar una falsa sensación de cercanía y
proximidad al lector, así como el carácter contemporáneo de la pieza informativa.
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Voz ac�va Voz pasiva Frases nominales
La Verdad
Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
141
Esto concuerda con Pou (2004), quien establece que el tiempo verbal escogido
para titular es el presente, porque en él se da una “ficción del presente”, pues se
construye ante el lector esa falsa impresión de cercanía y proximidad.
Gráfico 17. Tiempos verbales en la titulación
(Fuente: Pérez, 2012)
Sin embargo, en las entradas y en los cuerpos de texto pueden encontrarse piezas
en las que predomina el uso de perífrasis verbales que no implican el uso de voz
pasiva en la construcción del texto. Ninguno de los diarios que forman parte de la
muestra utiliza voz pasiva en las construcciones sintácticas de sus entradas y
cuerpos de texto.
5.1.2 Formación de palabras
En este estudio se precisaron los procesos en la formación de palabras que se
ubican en el registro informal y coloquial dentro de los parámetros comunicativos
del discurso oral referidos en el discurso escrito periodístico.
0
1
2
3
4
5
6
7
8
Presente Pasado Frases nominales
La Verdad
Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
142
Dentro de estos procesos de formación de palabras en la muestra se registran
derivación y composición así como el uso de préstamos y neologismos en la
construcción de los títulos y entradas de las piezas informativas.
El título Plomazón en LUZ (La Verdad, 17 de marzo de 2010), mediante un
proceso de derivación los morfemas –azo-n al sustantivo “plomo” le confieren el
carácter coloquial y el registro informal discordante con la escritura periodística–
formal–. Dado que el registro coloquial se emplea en un discurso informal, de
confianza, y se caracteriza por ser afectivo, emotivo, lleno de humor, expresividad
y exageración —características contempladas en los parámetros comunicativos de
la oralidad—, los sufijos idóneos para el empleo son todos aquellos22 que poseen
los rasgos diminutivos, aumentativos, despectivos, peyorativos y afectivos.
Otros dos asesinados en el matódromo local es una título publicado por Versión
Final el 28 de abril de 2010. La palabra “matódromo” se forma además por la
terminación “dromo”, que según el diccionario en línea Clave es un sufijo que
significa “lugar” o “pista”. La información hace referencia a un suceso ocurrido en
la periferia del municipio Maracaibo y hasta la fecha de publicación era el cuarto
hallazgo de cadáveres en la misma zona. El término matódromo no aparece
registrado en el DRAE, por lo que su construcción genera un neologismo mediante
un proceso de derivación.
Dentro del contexto de las informaciones surgen frases coloquiales como producto
de un proceso de composición. Véase el siguiente ejemplo tomado del cuerpo de
texto de una noticia publicada por el diario Panorama (17 de junio de 2010):
[…] Para garantizar que la unidad no sea atracada, el cobravacunas se monta de colector, va cuidando y haciendo señas. Hay líneas que, si las autoridades no ponen control, tendrán que salir de circulación […].
22 En el registro coloquial encontramos muy a menudo los sufijos como: -astro, -ón, -ajo, -azo, -ito, -illo, , -ín, -ales, -ata, -orro, (Alvar Ezquerra, 1999: 53).
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
143
El término cobravacunas23 se forma, mediante un proceso de composición entre el
verbo “cobrar” y el sustantivo “vacuna”. En este caso la palabra vacuna nada tiene
que ver con la inoculación de un virus sino que el término es más bien usado
como una metáfora para establecer una especie de extorsión: si se paga la
“vacuna” no ocurrirá nada fuera de lo normal.
Dentro de la formación de palabras debe observarse también el uso de algunas
expresiones propias del argot del venezolano común que en este trabajo se han
denominado “venezolanismos”. En el título Moratinos busca sacarle las patas del
barro a Chávez (La Verdad, 3 de marzo de 2010) la expresión “sacar las patas del
barro” es propia de la coloquialidad venezolana, de carácter oral. Su significado
implica el ofrecimiento de ayuda para solucionar un problema, por lo que el uso de
esta metáfora produce un estiramiento que afecta la claridad y la economía de
expresión que se profesa en la enseñanza de la redacción periodística.
Otra muestra de un venezolanismo se encuentra en el título Se quieren volar a mil
maestros interinos del estado Zulia (La Verdad, 23 de marzo de 2010). La
construcción de la perífrasis “se quieren volar”, propia del registro informal y del
contexto venezolano le otorgan ese carácter propio de lo oral. En la escritura
periodística se practican valores como la claridad y economía de expresión, por lo
que una alternativa pudo ser el uso del verbo despedirán, que en lugar de tres
palabras requiere de una sola, más clara.
Los títulos Enelven baja el suiche sin avisar (La Verdad, 17 de marzo de 2010)y
Agrupaciones culturales trabajan con las uñas(La Verdad, 17 de marzo de 2010)
apelan al uso de expresiones conocidas solo en el contexto zuliano. En el primero
se apela al uso de la palabra “suiche” en lugar de “interruptor”, que es la
registrada. En el segundo ejemplo, “trabajar con las uñas” implica trabajar con
dificultades, en situaciones adversas. Obviamente, fueron colocadas para hacerlas
más familiares al lector.
23 Tanto el término cobravacunas como matódromo(pág. 131) a partir de ese proceso de formación de palabras se convierten en neologismos, es decir palabras que se incorporan a la lengua por el uso que hacen los hablantes de ellas y son comprendidas en el contexto venezolano.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
144
Sin embargo, puesto que se trata de una muestra formada por piezas de géneros
del lenguaje informativo, se comparte la premisa de Grijelmo (2001) en la que
establece que el lenguaje del informador “debe tender hacia la precisión, y
resultará, por tanto, más eficaz si elige palabras con significados muy concretos,
ceñidos a la idea que se desea trasladar” (Grijelmo, 2001: 341).
Gráfico 18. Procesos de formación de palabras presentes en la muestra
Fuente: Pérez, 2012.
Aunque no toda la muestra presenta formas orales a través de procesos de
formación de palabras lo registrado en la Guía de análisis evidencia que en el
caso del diario La Verdad ocurren procesos de formación de palabras en los que
el uso informal hace que permee en la escritura periodística. Lo sigue el diario
Versión Final y el diario Panorama.
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
4
La Verdad
Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
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En el caso de La Verdad 8 de las 10 informaciones recurren a estos procesos de
formación, en Versión Final 3 de 10 y en Panorama igualmente 3 de 10. Si se
traducen estas cifras a valores porcentuales generales puede decirse que La
Verdad ocupa un 26,67%, Panorama un 10% y Versión Final un 10%. El resto de
la muestra (53,33%) no hace uso de procesos de formación de palabras que
produzcan marcas de oralidad en la escritura periodística.
Gráfico 19. Formación de palabras presentes por medio en la muestra (generalidad).
Fuente: Pérez, 2012.
5.2 Nivel Léxico-Semántico
Dentro de este nivel en el estudio se registra la selección léxica la escogencia de
frases ambiguas, verbos polivalentes, usos de perífrasis verbales y algunos
indicadores de pobreza léxica. Veáse el siguiente ejemplo tomado del cuerpo de
texto de una noticia del diario Panorama (15 de marzo de 2010):
26,67
10
10
53,33
La Verdad
Panorama
Versión Final
Resto de la muestra
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
146
[…] Aseguró que los sujetos se fueron molestos del lugar y después regresaron haciendo disparos desde una camioneta modelo Ford Explorer, blanca.
Almedo Hernández recibió un disparo en la zona intercostal derecha con orificio de salida. Aunque su suegro dijo que fue el pasado jueves, la policía científica reportó que el hecho se registró el pasado 5 de marzo. […]
[…] La víctima era técnico superior de administración de empresas y dejó un hijo, de tres años. Estaba casado.
El cadáver del celador fue trasladado a la morgue forense de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia para la necropsia de ley. […]
Nótese la reiteración del verbo ser y la construcción de perífrasis verbales que
“estiran” el discurso informativo. Además, en la frase “estaba casado” no hay
claridad, aunque por el contexto sabemos que una persona de tres años no puede
estar casada, la ubicación de las lexías escogidas se presta a una ambigüedad.
El siguiente ejemplo, tomado del diario La Verdad refleja el uso de perífrasis para
construcciones del registro informal del español:
[…] El calor lleva locos a los zulianos. Desde el fin de semana viven pegados a un vaso con agua, un cepilla’o, un refresquito o un jugo de limón. Todo es bueno si de refrescarse se trata y paliar las altas temperaturas, aunadas al racionamiento eléctrico y la escasez de agua.
Aunque los zulianos se caracterizan por tener guáramo y aguantar a diario los rayos de un sol inclemente y un calor que parecía insuperable, las temperaturas y la sensación térmica de los últimos dos o tres días demuestran lo contrario. Lo que antes era motivo para decir en maracuho: ¡que molleja de calor!, ahora es sólo un punto de referencia para saber que siempre se puede esperar un sofocón peor.
Están derretidos, sin fuerzas y a punto del desmayo. Las temperaturas del fin de semana dejaron a más de uno sin aliento y peor aún, con fuertes dolores de cabeza y afecciones cardiacas. Las cifras de morbilidad registradas entre el sábado y el domingo en las emergencias de los distintos hospitales de Maracaibo lo confirman.
En el Hospital General del Sur las enfermeras dieron más carreras de lo normal, pues los casos de cefalea, es decir, migrañas, aunadas a la hipertensión, aumentaron cerca de 25 por ciento con respecto al fin de semana anterior. […]
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
147
Puede observarse que el texto es claro y correcto pero no ha y concisión en parte
de sus párrafos. El uso de perífrasis hace que se prolongue el texto sin medir la
efectividad. Aunque algunos autores como Grijelmo (2001) catalogan el uso de
perífrasis innecesarias y los estiramientos como unas características de mal estilo
en la escritura periodística. La concisión, tal como lo asegura Hernando (2004), no
es una carrera hacia las menos palabras posibles, sino saber decirlo con las
palabras exactas24.
En el siguiente ejemplo, tomado del diario Versión Final (17 de marzo de 2010)
debe observarse la selección léxica que se hace para aportar esa claridad de la
que habla Hernando (2004):
[…] Los venezolanos ya no saben qué hacer, cada vez es peor. Mientras el sueldo mínimo aumenta la incidencia de la inflación se traga las mejoras salariales […].
La organización de los enunciados en un texto debe estar en función de la
claridad. Un informador no debe opinar y en este caso con la frase “cada vez es
peor” se cae en el terreno de la opinión. En el caso del verbo “tragarse” se hace un
uso oral en un intento por hacerlo atractivo. Se comparte con Hernando (2004) la
premisa en la que establece que enunciados largos y enrevesados, en los que la
oración principal se esconda en una maraña de afluentes al estilo del lenguaje
oral-conversacional, atentan contra la claridad hasta suprimirla (Hernando, 2004:
132).
En casi todos los ejemplos que componen la muestra se observa un uso y abuso
de los verbos ser, estar y haber, que como plantea Grijelmo (2001) son los más
habituales en español, pero también los de menor contenido. Por un asunto de
riqueza lexical, quien escribe debe huir de estos verbos que generalmente se usan
en construcciones con muchas palabras y poca riqueza expresiva (Grijelmo, 2001:
343).
24 En consonancia con lo expresado por Cervantes en el Persiles: No hay razonamiento que, aunque sea bueno, siendo largo lo parezca. No se trata de escribir corto a toda costa sino de ajustar las palabras a los conceptos y a las cosas de modo que se diga lo que hay que decir de la manera más exacta posible (Hernando, 2004: 133).
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
148
Se ha hablado de estiramientos e insistido en que el estilo periodístico debe tender
a la concisión mediante el uso de las palabras precisas. El uso superfluo de
algunos términos deben desaparecer en las revisiones. En la muestra
seleccionada se observaron giros lingüísticos en los que se usa varias palabras
para decir algo que cabe en una sola. Por ejemplo: hacer mención (mencionar),
por motivo de (por), se dio a la fuga (huyó), dio aviso (avisó), es por esto que (por
esto), procedió a inaugurar (inauguró)…
Gráfico 20. Uso de perífrasis, estiramientos y palabras polivalentes
Fuente: Pérez, 2012
En este apartado, todos los medios hacen uso de perífrasis y palabras
polivalentes. Dentro de esas palabras que pueden precisarse de mejor manera se
encuentran algunos verbos de atribución como asegurar, decir, señalar… El diario
La Verdad en 9 piezas de la muestra hace uso de perífrasis innecesarias que
pueden sustituirse por una sola palabra, mientras que en 7 piezas usa verbos
polivalentes.
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Perífrasis Palabras polivalentes
La Verdad
Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
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Panorama en 7 de las piezas informativas recurre a los estiramientos y en 7
emplea palabras polivalentes. En el caso de Versión Final la mayoría de sus
piezas presentan uso de perífrasis (9) y usos de palabras y verbos polivalentes
(10)
5.3 Nivel Discursivo
Dentro del nivel discursivo se estudiaron los modos de organización del discurso,
las modalidades discursivas, los actos de habla, las funciones de las estrategias
discursivas, los dominios a los que pertenecen las piezas informativas que forman
parte de la muestra.
5.3.1 Modos de organización del discurso
Se reconocen cuatro modos de organizar el discurso: narrativo, descriptivo,
argumentativo y explicativo. Puesto que se trata de una muestra con piezas
informativas predomina en 100% de la muestra el modo narrativo.
Gráfico 21. Modos de organización del discurso
Fuente: Pérez, 2012
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Narra�vo Descrip�vo Argumenta�vo Explica�vo
La Verdad
Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
150
Se precisa entonces que las funciones del discurso narrativo pueden ir desde
informar, argumentar y persuadir hasta entretener y recrear, dado que es la forma
más cercana de aproximación a la realidad. Como la muestra está constituida por
piezas informativas de los géneros periodísticos noticias y reportajes, es
congruente la afirmación de Del Caño (1999), quien plantea seguir un modelo
tripartito de organización narrativa integrado por un planteamiento (presentación
de la acción, de los personajes y del ambiente), un nudo (desarrollo de los hechos)
y un desenlace (solución o conclusión de la situación planteada).
5.3.2 Modalidades discursivas
En las modalidades discursivas se identifican cuatro: enunciativa, interrogativa,
exclamativa e interrogativa. En vista que se trata de una muestra con piezas
informativas pertenecientes a los géneros periodísticos noticias y reportajes, hay
predominio absoluto de la modalidad enunciativa.
Gráfico 22. Modalidades dircursivas
Fuente: Pérez, 2012
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Enuncia�va Interroga�va Exclama�va Impera�va
La Verdad
Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
151
Como los valores que adquieren las distintas modalidades discursivas dentro del
discurso son consecuencia de las intensiones de comunicación del emisor y de las
condiciones de emisión, en este caso se evidencia lo planteado por Aguilar (2000),
quien establece que la modalidad enunciativa se emplea para designar aquellos
enunciados en los que el hablante asegure, afirme o niegue algo; dicho de otro
modo, son aquellas intervenciones en que se declara alguna cosa con certeza.
Como la muestra está constituida por 30 piezas informativas entre noticias y
reportajes es congruente que 100% de ella presente la modalidad enunciativa en
la organización del discurso escrito.
5.3.3 Dominios presentes en la muestra
En los dominios en los que pueden agruparse las piezas informativas
correspondientes a la muestra se encuentran: Política, Economía, Internacional,
Cultura, Deportes, Sucesos, Otros.
Gráfico 23. Dominios presentes en la muestra
Fuente: Pérez, 2012.
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
4
4,5
5
La Verdad
Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
152
El diario La Verdad presenta 50% de sus informaciones en el dominio Otros, que
agrupa informaciones de distinta naturaleza a la planteada en el resto de los
dominios; 20% se ubica en sucesos, 10% en cultura, 10% en internacional y 10%
en política. En el caso del diario Panorama 30% se ubica en el dominio otros, 30%
en Sucesos, 20% en Economía, 10% en Internacional y 10% en Política. Versión
Final ubica 40% de sus informaciones con rastros orales en el dominio Política,
20% en Economía, 20% en Sucesos y 20% en Otros.
6. Competencia Lingüística
Cuando un hablante establece un intercambio comunicativo, utiliza una serie de
conocimientos, habilidades y estrategias lingüísticas y sociales, está haciendo uso
de su competencia comunicativa. Hay que recordar que la competencia lingüística,
aparte de que está dentro de la competencia comunicativa, implica el domino de
las reglas de una lengua en sus distintos niveles.
En cuanto competencia comunicativa y competencia lingüística se ubican en este
estudio aspectos relativos al uso de las reglas básicas de ortografía, acentuación y
uso no canónico de la puntuación y de las preposiciones así como otros aspectos
de competencia entre los que destacan el uso de expresiones vulgares, el uso
frecuentes de verbos polivalentes y lugares comunes en las construcciones
sintácticas, las redundancias, la reiteración de verbos y palabras en un mismo
párrafo, las cacofonías, las imprecisiones, los estiramientos, el abuso de la
conjunción ya que, el uso pronominal del adjetivo mismo y misma, uso de la
fórmula “dicho+sustantivo, la alteración del orden de las construcciones
sintácticas, entre otros.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
153
En la muestra solo se evidencia una imprecisión en el uso de las reglas básicas de
acentuación, lo que representa un 3,3% del total de la muestra. El ejemplo es el
siguiente:
Víctor Ruz, presidente de la Fedaración de Centros Universitarios de La Universidad del Zulia (FCU-LUZ) y el Consejero Universitario, Romer Rubio, presentaron sus credenciales en la sede de Acción Democrática (AD) ante Juan Carlos Velazco, coordinador regional de Postulaciones de la alternativa democrática en la región (Versión Final, 3 de marzo de 2010)
En cuanto al uso no canónico de la puntuación en la muestra se evidencian
algunos ejemplos, tal es el caso del publicado por el diario Panorama:
El jefe del Estado Mayor del Comando Regional número 5, Antonio Benavides hizo un llamado a los voluntarios que quieran sumarse a combatir el fuego en el Warairarepano , considerado el principal pulmón vegetal de Caracas (Panorama, 25 de marzo de 2010)
En el ejemplo anterior hay un uso impreciso de la coma. Figueras (1999) y
Grijelmo (2001) plantean que la coma se usa para separar incisos. En este caso
“Antonio Benavides” es un inciso de “El jefe del Estado Mayor del Comando
regional número 5” por lo tanto debe ir entre comas, es decir, quien escribe debe
colocar coma después de Benavides.
EL diario Versión Final también presenta muestras con uso no canónico de la
puntuación, en los que pudiera entenderse que el usuario de la lengua propone un
uso inadecuado de la puntuación porque requiere de “una pausa” para “escribir
bien”:
[…] El Jefe de Estado, estuvo acompañado del ministro para la Alimentación Félix Osorio, y del alcalde de ese municipio Omar Prieto para el corte de la cinta del establecimiento que se estima beneficie a mil 240 habitantes […] Otra de las cosas que trascendió durante la visita, fue que una de las representantes comunitarias le reclamó al Presidente la falta de recursos para culminar un CDI en Maracaibo […] (Versión Final, 19 de marzo de 2010).
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
154
En el ejemplo anterior deben evaluarse varias situaciones: la primera es que,
atendiendo a Figueras (1999) y Grijelmo (2001) nunca se separa al sujeto del
verbo con coma, salvo que esté interrumpido por un inciso o una secuencia muy
extensa. La segunda es que los incisos deben ir entre comas, por lo que los
nombres “Félix Osorio” y “Omar Prieto” deben ir entre comas, puesto que se trata
de incisos de personas que ocupan esos cargos.
Ese texto se reconstruye de la siguiente manera atendiendo el orden canónico de
la puntuación:
[…] El Jefe de Estado estuvo acompañado del ministro para la Alimentación, Félix Osorio, y del alcalde de ese municipio, Omar Prieto, para el corte de la cinta del establecimiento que se estima beneficie a mil 240 habitantes […] Otra de las cosas que trascendió durante la visita fue que una de las representantes comunitarias le reclamó al Presidente la falta de recursos para culminar un CDI en Maracaibo […]
Gráfico 24. Uso no canónico dela puntuación
Fuente: Pérez, 2012
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
4
La Verad
Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
155
De las 10 piezas informativas correspondientes al diario La Verdad ninguna
presenta uso no canónico de la puntuación. En el caso de Panorama y Versión
Final cada uno presenta 4 informaciones con uso no canónico de preposiciones lo
que representa un 13,3%, es decir, que en 26,6% de la muestra hay un empleo
inadecuado de las preposiciones.
En cuanto al uso frecuente de verbos polivalentes como realizar, efectuar, haber,
ser y estar la muestra presenta, en el caso de La Verdad un 20%, en Panorama un
50% y en Versión Final un 40%. Grijelmo (2001) establece que el periodista debe
buscar el verbo adecuado y debe ceñirse con precisión a lo que desea expresar.
El diario La Verdad hace un uso de este tipo de verbos en 2 de las 10 piezas que
pertenecen a su porción en la muestra. El ejemplo siguiente representa una
evidencia de ese uso:
Desde el martes el sistema eléctrico está que lo tumba el viento. La llegada de las lluvias el pasado miércoles terminó de enredar la cosa, pues el polvo acumulado en transformadores y aisladores, fallas de mantenimiento, ha originado apagones de hasta dos horas en diversos sectores de Maracaibo y San Francisco. El colmo fue para los vecinos de la calle 61 […] (La Verdad, 19 de marzo de 2010)
En el caso de diario Panorama se presenta un uso de este tipo de verbos en 4 de
las 10 piezas que integran lo correspondiente a su porción en la muestra. Uno de
estos ejemplos se puede notar en el siguiente texto, en el que ocurre un abuso del
verbo ser para construir perífrasis:
Tres delincuentes, presuntos miembros de la banda “Los Pavitas” fueron abatidos ayer tras enfrentarse con funcionarios […] Los fallecidos fueron identificados como Enrique Alberto Fuentes Estrada […] Los sujetos fueron trasladados, malheridos, al Hospital José María Vargas de La Concepción, pero ingresaron sin signos vitales […] Rafa “El Cabezón” fue señalado por testigos de darle muerte a William Darío Méndez […] También fue acusado, el pasado 10 de febrero, del crimen en contra de Adolfo Maza Palacios […] Más de la mitad de estos hampones son jóvenes entre 14 y 22 años, quienes son utilizados como “soldados” por “El Titi” para la extorsión […] (Panorama, 17 de marzo de 2010).
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
156
Versión Final usa este tipo de verbos en 4 de las 10 piezas que integran su
porción en la muestra. Uno de estos ejemplos es:
La juventud y los “outsiders” zulianos ya salieron al ruedo electoral, a dos días de culminar la inscripción de postulaciones ante la Mesa de la Unidad Democrática […] El presidente de la FCU-LUZ, quien fue elegido para el cargo con la más alta cantidad de votos […] Romer Rubio, quien también debería separarse de su compromiso como Consejero Universitario, fue electo el año pasado con 11 mil votos [...] (Versión Final, 3 de marzo de 2010).
Gráfico 25. Uso frecuente de verbos polivalentes
(realizar, efectuar, hacer, ser, estar)
Fuente: Pérez, 2012
Grijelmo (2001) establece que el periodista aunque debe mostrar un lenguaje
común no debe ser vulgar. El lenguaje del informador debe apuntar hacia la
precisión, por lo que ser más eficaz deberá escoger palabras con significados muy
concretos. En este caso, en la muestra se encuentra una serie de estiramientos,
lugares comunes y frases hechas.
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
4
4,5
5
La Verdad
Panorama
Versión Final
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
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[…] El calor lleva locos a los zulianos. Desde el fin de semana viven pegados a un vaso de agua […] Aunque los zulianos se caracterizan por tener guáramo aguantar a diario los rayos de un sol inclemente […] Las temperaturas del fin de semana dejaron a más de uno sin aliento […] En el Hospital General del Sur la enfermeras dieron más carreras de lo normal […] (La Verdad 16 de marzo de 2010)
[…] A Roccalo metieron a la fuerza en un Volkswagen Bora, color negro, placas AA698DN, que posteriormente fue abandonado en el sector Belloso, informó la comisaria Odalis Caldera, secretaria de Seguridad y Orden Público de la Gobernación del Zulia […] (Panorama, 16 de marzo de 2010).
Otro ejemplo se encuentra en el título Henri Falcón se bañó de pueblo y demostró
su liderazgo (Versión Final, 16 de marzo de 2010)
La mayor parte de la muestra presenta el uso de algunos de estos lugares
comunes en más de la mitad de las porciones correspondientes a cada uno de los
medios que la integran. El diario La Verdad hace uso de estas forma léxicas en
16,66%, Panorama en 23,33% y Versión Final en 23,33%. El 36,68% restante de
piezas de la muestra no usa frases hechas.
Gráfico 26. Uso de lugares comunes y frases hechas
Fuente: Pérez, 2012
16,66
23,33
23,33
36,68
La Verdad
Panorama
Versión Final
sin frases hechas
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
158
Conclusiones:
hacia una reconstrucción de la escritura periodística
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
159
En este análisis se partió de la descripción de marcas o rasgos orales presentes
en las informaciones previamente seleccionadas de acuerdo con los criterios de
investigación establecidos inicialmente. En primer lugar, los tres medios impresos
que integran la muestra de este estudio (La Verdad, Panorama y Versión Final)
prefieren ubicar sus piezas con marcas de oralidad en el cuadrante superior y esto
se traduce en privilegio informativo para el lector, pues es lo primero que
encontrará al hacer su recorrido de lectura.
Dado que se trata de criterios de valoración, hay que destacar que, en todas las
informaciones escogidas para la muestra, la porción correspondiente al diario
Panorama viene acompañada de imágenes fotográficas en su totalidad, mientras
que La Verdad y Versión Final presentan una parte de sus informaciones con
rasgos de oralidad sin imágenes.
Una particularidad en el diario Versión Final es que si usa información con marcas
de oralidad, esta es acompañada por fotografías a todo color, pues este tabloide
imprime casi todas sus páginas a full color.
El hecho de que se usen marcas orales en la primera página no es fortuito. Más
de la mitad de la muestra las usa en los llamados a informaciones internas y
precisamente en la zona de titulación. El título, como elemento de enganche,
contiene el mayor uso de lenguaje coloquial y de “escrituración de la oralidad”, por
una desmedida pretensión de “llegar” al lector de cualquier forma. A partir de acá
podría iniciarse un debate o discusión sobre la pertinencia de esta estrategia de
los editores de medios para llegar a sus audiencias.
También vale precisar que, ante la difícil delimitación de fronteras entre el discurso
oral y el escrito, la comparación de la correspondencia entre este tipo de
estrategias y lo que se enseña en las universidades y facultades de Comunicación
Social o Periodismo en cuanto a escritura periodística.
Las marcas de oralidad en el discurso informativo de la prensa escrita zuliana
César Eduardo Pérez (2012)
160
La situación responde más a un asunto contextual y a un esfuerzo para
“conectarse” con los lectores. En este punto, el diario La Verdad hace mayor uso
de marcas orales en los títulos de sus informaciones, seguido por Versión Final y
Panorama, respectivamente.
Conversar con rasgos coloquiales y escribir una noticia o un reportaje son actos
comunicativos diferentes. Sin embargo, muchos de estos medios recurren a
construcciones sintácticas más propias de “lo inmediato” que de la “distancia
comunicativa”, que evidencia –en primer lugar– una cierta “oralización”.
No se pueden definir las categorías oralidad y escritura tomando en cuenta solo el
medio por el que se transmiten –esto es, el canal fónico-auditivo o el gráfico visual
para la transmisión del mensaje– sino que, además, hay que atender el uso de los
parámetros comunicativos que reflejan mayor o menor proximidad o lejanía entre
los participantes de un acto comunicativo.
En la producción de un trabajo informativo –sea noticia o reportaje– las
condiciones de producción del mensaje al que el lector tendrá acceso horas –
incluso días– después no son las mismas que las de la oralidad general, menos
aún que las de la oralidad coloquial. Las noticias y reportajes son discursos
condicionados por su carácter público, puesto que son difundidos en medios de
comunicación de masas, cuyas audiencias son heterogéneas. En una
conversación, predomina el carácter privado y contextual entre los interlocutores.
En ese interés por establecer cercanía con los lectores se finge una relación de
solidaridad e igualdad que no es real en el género informativo, una comunicación
caracterizada por la intervención de un único emisor que se dirige a una audiencia
amplia y heterogénea. Así, el grado de cooperación del receptor es, en
consecuencia, muy limitado o nulo.
En esa oralidad fingida el escritor/periodista se vale de estrategias constructivas
del discurso para recrearla. Tal como concluye Mancera (2008), es la andadura
sintáctica –más que la pronunciación o el léxico– la que permite reflejar las
peculiaridades del coloquio.
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Algunos casos donde se usan estas unidades lingüísticas, que podrían parecer
vacilaciones o intentos de corregir imprecisiones, obedecen más bien a un intento
del escritor por ironizar o darle una connotación de doble sentido al discurso, y los
adapta al contexto de la audiencia.
En los textos analizados se finge, además, una convivencia con los lectores a
quienes se les pretende hacer partícipes de los acontecimientos –tal como sucede
en las conversaciones, en las cuales el grado de participación emocional es
relativamente fuerte–. Y en ese intento de cercanía o alejamiento se debe aclarar
que la distancia dependerá, como casi todo en la lengua, de la subjetividad del
hablante, en este caso del productor del mensaje.
Así, pareciera que no importa mucho si la situación comunicativa es oral o escrita,
pues ante la imposibilidad de conocer con certeza todos los saberes, creencias y
sentimientos de la audiencia –heterogénea– su identificación con la selección
léxica de quien escribe dependerá de la recreación que seleccione quien produce
el mensaje.
Consideraciones finales
Los trabajos de investigación se caracterizan más por abrir puertas que por cerrar
algunas. En este trabajo se describieron algunos de los parámetros que
caracterizan las marcas de oralidad del discurso informativo en la prensa escrita
zuliana. Sin embargo, hubiese sido clarificador precisar el grado en que los
periodistas escogen un tipo de recurso “coloquializador” para fingir las condiciones
propias de una conversación inmediata.
También puede abrirse otro estudio para precisar el mayor o menor acierto con el
que el productor del género informativo utiliza estos recursos, porque eso excede
el propósito de esta aproximación inicial al estudio de la recreación de la
interacción conversacional en la prensa zuliana.
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162
Otro aspecto que queda por estudiar consistiría la caracterización de la audiencia;
es decir, del tipo de lector de cada uno de estos diarios para determinar si en
efecto cada uno de ellos presenta rasgos oralizadores como los mencionados
porque hay una vinculación directa con la pretensión de su línea editorial por
abordar la actualidad noticiosa con un tono informal.
Otra investigación podría surgir a partir de la comparación entre el giro editorial
que dio el diario La Verdad en el año 2011 y contrastar la disminución de esta
recreación de oralidad en el género informativo. De igual forma sería interesante
desarrollar desde otro estudio –quizás no de una sola persona– un análisis
pormenorizado para tratar de averiguar si se trata de una tendencia cada vez más
recurrente –tal y como se sospecha– en toda la prensa venezolana –o
latinoamericana en un estudio de mayores proporciones–.
Queda entonces un camino para establecer una línea de investigación enfocada
en los estudios de la oralidad en el discurso escrito, en la que se puedan abordar
los temas en los distintos géneros del periodismo, puesto que cada vez se va
evidenciando este uso en nuestros medios impresos. Por investigar hay mucho, el
trabajo está y no es poco.
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Anexos
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Periódico Fecha Código
Ubicación Extensión Fotografía Infografía
Sup. Der Sup. Izq Inf. Der Inf. Izq Centro Pag. Com
______cm x col.
B/N Color Cm x col:_____
B/N Color Cm x col:_____
Número PP PdC IntPar IntImp UdC UP Otro (especifique):
Antetítulo
Título
Sumario
Entrada
Observaciones
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Oralización del discurso informativo en la prensa zuliana
Guía de análisis
Diario La Verdad Diario Panorama Diario Versión Final
Características/Código LV1 LV2 LV3 LV4 LV5 LV6 LV7 LV8 LV9 LV10 DP1 DP2 DP3 DP4 DP5 DP6 DP7 DP8 DP9 DP10 VF1 VF2 VF3 VF4 VF5 VF6 VF7 VF8 VF9 VF10
Espontaneidad
Organización de las partes.
Uso de conectores.
Cambios frecuentes de
tópico
Anacolutos.
Presencia de rodeos
explicativos,reelaboraciones,
autocorreccionesque afectan
al léxico y a la gramática.
Grado de redundancia,
repeticiones literales.
Disconcordancia.
Presencia no canónica de
preposiciones.
Coordinación ,
Yuxtaposición,
Subordinación,
Oraciones breves.
Léxico común, de poca
profundidad semántica.
Copresencia de los
interlocutores
Uso de deícticos:
Temporales
Espaciales.
Modales.
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Conocimiento de los
interlocutores y
conocimientos compartidos
Elipsis.
Información implìcita.
Ironía.
Participación emocional
Intensificación a la
exageración (hipérboles,
sufijos aumentativos,
exclamaciones).
Redundancia con fines
expresivos.
Referencia a la primera
persona
Dialoguicidad
Referencias a la segunda
persona.
Frecuencia de modalidades
apelativas(interrogaciones,
imperativos).
Cotidianidad
Presencia de léxico común.
Empleo de unidades
polisémicas.
Expresiones coloquiales.
Relación de igualdad y
solidaridad entre los
interlocutores
Registro informal.
Nivel Morfológico -Sintáctico
Formas de enunciar:
Voz activa
Voz pasiva
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Uso no canónico de la
Puntuación
Otros aspectos de
competencia
Uso de expresiones vulgares
.
Uso frecuente de verbos
polivalentes (realizar,
efectuar, haber, ser, estar)
Uso de lugares comunes y
frases hechas.
Uso de pleonasmos.
Reiteración de verbos y
palabras en un mismo
párrafo.
Cacofonías.
Imprecisiones
Economía de expresión
Abuso de la conjunción ‘ya
que’.
Uso pronominal de adjetivo
‘mismo’ y ‘misma’.
Uso de la
fórmula ‘dicho’+sustantivo.
Alteración del orden de las
construcciones sintácticas.
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