TE QUIEROS A DESTIEMPO

Marie

1

NDICE Sin m .................................................. 3

No fue ni ser, ni es ......................................... 4

Qu Barcelona solo me habla de ti, y t no lo ves. ...................... 6

Blanco y negro, t y yo ....................................... 7

Promesas ................................................ 9

Disfrazada de pasado.........................................10

Aquel jueves ..............................................12

Besabas ms que hablabas .....................................14

Volar...................................................15

Volver a volar, contigo .......................................16

361 ....................................................17

363 ....................................................19

365 ....................................................21

Quererte ................................................22

Con quin te gustara soar? ...................................23

Hblame a besos ...........................................25

Libre para quererte..........................................26

Y los besos siguientes fueron "Hoy qudate". .......................27

Andrs Surez ............................................27

La ltima balada ...........................................28

Barcelona. l. .............................................29

Todava no s vivir sin tu risa ...................................31

2

A l, por haberme hecho sentir tanto. Y a Barcelona, por ser testigo de ello.

3

Sin m Me dijiste con besos lo que no podas decirme con palabras.

Y me lo cre.

No s si tus besos siguen hablando,

si tus palabras siguen besando.

Solo s que sigues por aqu, sin m.

T ya no ests, pero no, no has desaparecido.

De m s, o no,

o deberas.

Dijiste que te iras,

sigues aqu. Te has ido y sigues aqu.

4

No fue ni ser, ni es

Ocho y cuarto de la maana,

mis pies bailan una cancin lenta

tienen sueo, pero se saben el camino.

Mis ojos resiguen el nombre de la cancin,

no son conscientes de su descuido.

La cancin empieza.

Pero mis ojos la olvidan,

se centran en mis manos heladas,

sin olvidarse de la calle indefensa y fra.

Y entonces le veo;

pelo rubio,

ojos azules,

serio, muy serio,

y alto, demasiado alto.

Y por primera vez en mucho tiempo,

siento miedo.

Camina haca la direccin opuesta,

siento un hormigueo en mis manos

acompaado de temblor.

No es consciente de mi mirada,

ni yo de lo que est ocurriendo.

Oigo sus pasos a travs de esa cancin,

mi mirada se topa con humo.

Siento este en mi nariz

justo cuando est a tres pasos

de poder verme.

De poder verle.

Escondo mis manos,

tienen ms miedo que yo.

Me arriesgo, y le miro;

l no.

Pero entonces me fijo:

camina erguido, sin nada de chulera;

tiene una peca en la barbilla;

y cuatro granos en la frente.

No es l.

No es aquel que no sinti dolor,

al verme a m con l.

No es aquel 19 de Octubre.

Ni aquel 24 vestido de felicidad.

No lleva las cicatrices de aquel repetido jueves.

No fue ni ser,

ni es.

5

Respiro, de nuevo.

Vuelvo a mirar mis manos,

que an tiemblan.

Obligo a mis pies a seguir,

y a mis ojos a no ser lluvia.

La cancin se acaba.

Y de golpe vuelve el fro,

y s que l ya no existe.

6

Qu Barcelona solo me habla de ti, y t no lo ves.

7

Blanco y negro, t y yo

Cllate y luego

mrame:

Soy aquellos trocitos de pan,

esparcidos por la mesa,

que no quieres.

El ticket que te devuelven,

con tu tiempo malgastado.

Aquel silencio

que tanto buscabas,

sin saberlo.

Yo no soy la que llora,

ni la que te sigue convenciendo

de tanto sin argumento alguno.

No soy la de los ojos verdes,

ni la de la sonrisa que temblaba,

a cada una tuya.

No soy la que fui,

t tampoco.

Y me duele

Somos desconocidos

El pasado es nuestro nico aliado,

punto .

Nada

No queda nada.

Para ti ya no.

En ti ya no estoy.

Ya no soy nada contigo.

Lo entiendo.

Hay noches que ni yo,

compartira conmigo.

Quiz no lloro,

pero dicen que,

por dentro estoy gritando.

Adis,

fueras quin fueras.

No puedo echar de menos

a quin ya no est.

T ya no eres aquel

yo ya no soy aquella.

No ests.

No estoy.

No estamos.

8

Espero que un da

eches de menos quin fui.

Si lo haces, llmame.

El blanco y el negro

siguen siendo mis colores preferidos.

Ahora ya entiendes el por qu.

9

Promesas El mundo est hecho de personas bonitas,

de sonrisas que encuentras,

algo perdidas.

Y t ests ah, sin preguntarte

cunto tiempo lleva sin sonrer. Si l cumplir su promesa,

si t cumplirs la tuya.

Decides sonrer por ella, quiz l recuerde los dados que tir,

aquel jueves de diciembre.

10

Disfrazada de pasado Ayer me hiciste recordar,

aquel banco,

tus tonteras y las mas.

Yo escondindote el tabaco,

con tu camisa puesta

y tu olor.

Ya no recuerdo como hueles,

no importa.

Ya ests aqu.

Hay personas que de una forma

u otra, necesitas.

Porque te han marcado,

te han llenado,

o te han pintado tantas sonrisas

que odias haberlas perdido.

No quiero recordar pasado

solo el principio.

Era bonito y lo sabas,

hasta t lo echabas de menos.

Verme disfrazada de ti.

Y luego t,

disfrazado de mi olor.

Ofrec coger un tren,

e irnos.

Han pasado trenes desde aquello.

Han habido lgrimas,

anhelos,

sonrisas,

y fuego.

Aquel fuego que quem

nuestras no ltimas

palabras.

Estoy disfrazada de pasado.

Un pasado diferente,

y seguir disfrazada de l.

Pero ya no hay rencor.

He dejado de llorar

y de culparme por tanta culpa.

Hay un disfraz en tu armario?

Blanco y negro, por favor.

Quiz cueste encontrarlo:

lleva los nmeros 24 y 9

11

a rayas y sin Black XS.

Tiene el estirn

en aquella boca de metro.

Y la falta de tiempo

en aquel botn perdido.

Estoy segura de que ayer,

sin decrmelo,

abriste el armario

y te la pusiste.

Nunca es tarde para vestirme de pasado, nunca es tarde para acordarme de ti.

12

Aquel jueves

Tcame una cancin, susurr.

Cul?

Me da igual, t solo toca.

Y toc,

manteniendo promesas.

Le record aquella promesa

justo al acabar.

Pero l no me mir

y empez a tocar de nuevo.

El reloj marcaba la espera,

estaba tan cansado...

Llevaba siete meses esperando,

empezaba a perder su voz

Dej la guitarra a un lado,

cogiendo el tabaco.

Se lo quit.

Y sonri, le resultaba familiar.

Nos miramos.

Eran las 19:24

Casualidad?

Puede.

O su suspiro,

o el mo,

o el ltimo del reloj.

Y entonces se acerc,

y empez a contarme,

susurrando,

que la prdida y el dolor

van cogidos de la mano,

que aquel disfraz segua en su armario,

que recordaba, vagamente,

como me acariciaba el pelo,

aquel jueves.

Y que a veces, debes ser egosta

y pensar en ti.

Me advirti que en ese momento,

solo pensaba en l,

y se disculp.

Pues, en ese justo momento,

me bes.

13

Olvdame si te quiero, quireme si te equivocas.

Paula Garca

@corazoncoraza__

14

Besabas ms que hablabas

Ayer habl de ti,

de tus manas por rer siempre.

Cont demasiadas mentiras,

pero nadie fue consciente de ello.

Ni t lo eres,

creme.

Cuento ms mentiras que verdades.

T ya no s qu cuentas,

pero no me importa.

Tienes derecho a mentirme,

y a dejar que yo lo haga.

Pero amor,

los recuerdos no mienten.

Contigo sonrea.

T fumabas ms que hablabas,

o quiz

besabas ms que hablabas.

No soy la nia que crees que era,

he crecido y no lo ves.

A veces las palabras fingen,

pero sin ellas hoy no estaras aqu.

El ao termina,

pronto har un ao.

As que ven,

llama a aquel diez de Enero,

y dile que no nos ha ganado.

Grtale que mentirs.

Y susrrale al tiempo,

que las verdades

te las guardas para l.

Y que, quiz,

no me mientes

si te pregunto qu.

Sin mentiras, por favor.

Quedan besos para m,

o debo seguir mintiendo

para que creas que no los necesito?

15

Volar Hay amores que te harn volar,

y otros que te harn caer.

Preprate,

la cada no es agradable.

Crees sentir mucho,

estar preparada para el dolor.

Pero nunca se est preparada

para dejar de querer.

Hay amores que volarn a tu lado,

y otros ni siquiera

saben que vuelas.

A los que volaron;

disfrutad.

Que lo bueno dura poco,

y lo malo nunca deja de serlo

si hablamos de amor.

A aquel que no ve;

No veas,

no sientas ni quieras.

Cuando vueles, enamrate.

16

Volver a volar, contigo

Hace unos meses alguien me dijo que los puntos dbiles existan; que el profesor de

Latn tena a alguien por quin matara, que el chico ms chulo del instituto tendra

alguien en su vida por quin sufra da a da, que un padre no slo tiene uno, que una

madre tiene ms. Esa persona me dijo que yo tena uno desde haca mucho tiempo,

pero que no lo haba querido aceptar. No dije nada, no quera decir nada. Esa persona

supo que me habas venido a la cabeza. Y s, los puntos dbiles existen... t existes.

Quiz este 2014 no ha sido nuestro mejor ao, pero estoy segura de que este 2015 s.

Yo he crecido, ya no soy una cra que no tiene las cosas claras. T tienes un ao ms.

Los dos nos hemos "olvidado" durante un tiempo, pensando en que nunca

volveramos a vernos, pero no ha sido as. Sabes el miedo que sent al sacrmelo de

encima para intentar saber de ti despus de seis meses? Ya te lo dije, estaba muerta

de miedo. Pero ya no lo tengo, ya no estoy muerta de miedo por lo que pase o deje de

pasar, porque ahora tengo las cosas claras.

Y ese eres t, mi punto dbil. El que ha confiado en m, me ha escuchado llorar, y me

ha dado todos sus consejos para que escondiera el miedo, dejara de tragarme el

orgullo, y dijera todo aquello que me haba callado. Porque a veces las verdades

debes decirlas, si se quedan dentro, es cuando duelen ms.

Quiero que sepas que la espera no importa. Que quiero volar mientras me hablas,

aterrizar y tener un accidente cuando confunda las cosas, y volver a volar cuando t

me las dejes claras. Eres esa persona que necesito para volver a despegar y volar de

nuevo. Aunque tenga miedo. Porque todos tenemos miedo de perder a alguien, de que

por la ms mnima tontera, esa persona desaparezca. Y ms cuando ya lo hizo una

vez. Yo quiero dejar de tener miedo, que poco a poco me des razones para que deje

de tenerlo, y yo te dar razones para que sepas que voy a quedarme. Porque quiero

quedarme contigo, aunque aterrice ms de una vez y nadie entienda nada... S que

volver a volar, contigo.

17

Eres t porque slo entiendes

el idioma abrazo

a punta de pistola.

Pablo Benavente @Trokimoki

361

Me has abierto los ojos

cuando crea tenerlos abiertos.

18

Y aqu ests.

con tu sonrisa de chulo,

y esos ojos que hace tanto que no veo.

Llamndome estirada,

cuando ests equivocado,

muy equivocado.

Pero eso no lo sabes,

hace 361 das que no me ves.

361 das esperando otro estirn,

como el que hubo en el metro,

entre puerta y puerta

por culpa del aire.

Quiz no lo recuerdes,

pero me besaste justo despus.

Y te echo de menos,

porque duele no verte.

Joder,

claro que duele.

Pero s que ests

y que no quiero que te vayas.

Te necesito aqu

porque t ms que nadie,

sabes lo que duelen las palabras

de aquel que un da fue tanto.

A veces las cosas terminan,

y las personas se marchan.

Pero t me has enseado algo;

Nunca eliges el final,

porque nunca sabes con certeza si lo es.

As que no quiero elegir finales.

Ni contigo ni con nadie.

Solo quiero ser feliz,

sin contar los das que faltan

para que se cumpla un ao

de aquel jueves,

de aquel estirn,

de aquel beso,

de ti.

19

363

Quiero ser la que sonre

al escuchar esa cancin

que me recuerda a ti

en medio de un trayecto que no,

no llega a ti.

Quiero contarte verdades,

pero no puedo.

No te las creeras.

Pensaras que no soy yo

y lo nico que no te dira es que.

Para qu decirlo?

No lo leers nunca,

ni quiero que lo hagas.

Si fueras t yo sera yo

y te dira todo.

Y es que todo tiene miedo

de ser nada

en cuestin de segundos.

Soy nada vestida

un poco de ti

aunque el blanco y el negro,

estn ah.

Quiero que ests,

ser todo,

sin dejar de ser nada.

Quiero dejar,

por una vez,

el blanco y el negro.

Quiero dejar de pintar

la palabra nada,

en todos nuestros recuerdos.

20

Si no eres eterna, dime

cmo paras el reloj

al irte.

Pablo Benavente @Trokimoki

21

365

Quin me dira a m,

hace un ao,

que todo habra cambiado.

Hace 365 das

a esta hora an ola a ti.

Y t olas a m.

An llevabas aquel disfraz puesto,

no lo habas guardado en el armario

como habas hecho durante seis meses.

Hoy no s como vistes,

si de pasado,

si de ti,

si de m.

Hay verdades y verdades,

Hay personas y personas.

Y luego est la palabra

"te quiero" y t.

Cierra los ojos

e imagina que me necesitas ah,

a tu lado.

Vuelve haca atrs,

ata cabos sueltos

y deshaz la mentira:

"odio estar mal contigo"

"lder"

"solo escribo a las personas importantes"

"tena miedo"

"pronto har un ao"

"te quiero"

Se me olvid decirte que,

las ltimas dos palabras,

iban en serio.

Enfdate,

chilla,

re,

pero no te vayas.

Te necesito aqu,

no te vayas.

22

Quererte

No quiero volver hacia atrs.

No quiero rectificar errores.

Quiero seguir viviendo esto

sin saber que pasar.

Quiero ms tardes como aquella,

ms noches escuchando tu voz

y sonriendo sin saber por qu.

Sabes poner las cosas en su sitio,

ordenar mi cabeza cuando es un caos

y hacer que todo vuelva a ser como antes.

Ayer me pediste razones,

no supe que contestarte

pero me tragu la verdad.

Tena -y tengo- miedo.

Pero esto no me asusta,

no me asusta quererte.

Me asusta que sepas que te quiero

y todo cambie.

Y no vuelva a tener

a alguien como t,

que amueble mi cabeza,

me proteja por las noches,

y haga que deje de sentirme sola,

entre tanta gente.

23

Con quin te gustara soar?

-Y a ti, con quin te gustara soar?

-Con l ya sueo, y no, no quiero.

Todos piden razones,

"porqu"

pierden el sentido y tratan de buscarlo.

Yo solo voy ahogando gritos

y, mientras sonro

hago como si l tambin,

soara conmigo.

Acercaba su mano haca mi cuello,

rodendolo.

Tena las manos algo fras,

solo s que no importaba.

Su pelo estaba ms largo,

sus ojos seguan siendo azules.

Yo segua temblando,

y no precisamente por el fro.

Su mano buscaba la ma,

se entrelazaban.

No s si volv a mirarle,

si me habl,

si sonri,

pero me bes.

Moments, son.

Mi mano estaba cerrada,

como si no quisiera dejar ir algo.

El mvil tena una luz azul,

era un mensaje.

Buenas noches mentirosa,

yo te quiero ms.

24

Barcelona es tan bonita que anocheci conmigo, para

darme el placer de verla sin ti.

25

Hblame a besos

Escchame chillar a susurros,

mientras le dices al vecino

"compra tapones anti-felicidad,

anti-libertad,

anti-serunomismo,

anti-susonrisa

encima de m"

Hblame del sabor de ese beso de despedida,

que nunca sent.

No saba que lo era.

Dime si queras darlo,

si perteneca a ti,

o si te arrepientes de l.

Hblame de bailes,

de cada silencio entre ellos,

de mi pelo revuelto,

de mi cuerpo cayendo cogido a ti,

de tu sonrisa deseando sentir la ma.

Quireme a veinte segundos de decirme lo contrario,

y hblame a besos.

Busca en m los resquicios que confund cada da,

como si cada uno fuera una nueva oportunidad.

Como si t, si quiz t,

quisieras volver.

Hblame de mis lunares,

de esos tres en mi mejilla derecha,

de los que se esconden en mis hombros,

y de los que quieres buscar ms abajo.

Hblame a besos.

No dejes de hablar.

26

Libre para quererte Hoy vengo a darles verdad a todas aquellas mentiras. Vengo a sacarte de la boca

gritos, o quiz sonrisas. He vuelto para que te canses de mi miedo a ti, y de mi miedo

a m, enamorada de ti. He vuelto 48 horas atrs, y me he sentido como una cra

pequea a la que se le olvida la hora de llegar a casa.

He reseguido tu cuello hasta tocar tu pelo y sentir que en ese momento no importaba

nada. No importaba todo el agua que quera caer sobre nosotros, haciendo como si

tenernos fuera algo cotidiano. 13 meses no nos haban bastado para que dejaras de

hacerme rer a nerviosismo puro. 13 no haban sido nada para que olvidaras qu

palabras ayudaran a hacerme sonrer. Me senta libre. Como si siempre hubiera sido

libre para quererte.

No supe ser yo, y gritarte, o susurrarte, que no creo que haya nadie ms que te quiera

tanto. Que si quieres sinceridad, no me la pidas a gritos, no acostumbro a decirte que

te necesito, que me lo he tragado como quin se traga un caramelo sin saborearlo,

para que se haga ms fcil.

He perdido la costumbre de no ser una cobarde, porque lo estoy siendo. Pero

entindeme, esto es como perderte cada vez que te escribo, aunque s que ahora,

puede suceder de verdad. Te he escrito caricias, aunque la tinta sea demasiado tmida

como para dejarse ver.

Hemos hecho todo lo posible para que t seas t y yo sea yo. Pero yo no puedo.

Tranquilo, que no duele. Doleras si mis pestaas no hubieran vuelto a secarse, pero

lo han hecho. Doleras si mi garganta no hubiera vuelto a saborear la risa. Doleras s i

hubieras cogido el coche, y hubieras decidido irte con la lluvia como compaa.

Quiero armarme de valor y amarme. Y demostrarte que, a travs de mis dedos, puedo

dejarte tres caricias en el brazo que llevan cuatro seales temblorosas. No sufras por

el temblor, solo quieren decirte que esa soy yo en realidad. La que debera -y quiero-

ser contigo.

Y ahora pronuncias mi diminuto nombre. Y mis comisuras se elevan, les falta el miedo

a no volver a escucharlo. Ha desaparecido. Me oyes? Te lo grito? O mejor a

susurros? La tercera pregunta incluye cercana. Solo necesito interrupciones y

anuncios en Spotify, esos que tanto odias, para hacer que las adores. Y entre cancin

y cancin, susurrarte que te quiero aqu. Que el aqu no quiere all, quiere un contigo.

Y que luego suene la nica cancin que no me cansara de or nunca: Tu voz. Y que

Barcelona, nuestra querida Barcelona, baile con nosotros hasta que caiga dormida, a besos, encima de ti.

27

Y los besos siguientes fueron "Hoy qudate".

Andrs Surez

28

La ltima balada Quererte es imaginar tus caricias en mi espalda, a las tres de la maana, mientras tus dedos recorren cada centmetro de mi piel, y mis labios tiemblan con delicadeza. Tenerte es quererte a todas horas, mientras Surez juega con nuestro silencio, y nosotros lo hacemos nuestro. Pregntale a mis caderas si tienen va libre, aunque creo que no te tienen demasiado cario. Ya jug alguien con ellas, y las deshizo por completo. Resigues mi columna con esos ojos azules, y te vas topando con mi pelo, algo liso. Encuentras un rizo entre tanta monotona, y me preguntas la razn. No la encuentro, y t zarandeas el rizo, llamndome imprevisible. Yo lo llamo verdad. Mi oreja izquierda reposa sobre mi cojn, solo puedo ver una pierna tuya, que cae de la cama haca abajo. Tus dedos olvidan el rizo lleno de sinceridad, y bailan sobre mi cuello. Es una balada. Cierro los ojos, y me pides que hoy sea yo la que cante. "Qu canto?" "Mentiras. Eres experta." Retiro mi pelo haca el mismo lado que mi cabeza, y dejo mis hombros desnudos a tu alcance. Pero tu atencin no se centra en mi espalda, si no en mi cuello. Coges mi "montono" pelo y lo dibujas haca la izquierda. Tus dedos vuelven a conducirse, con cautela, sobre mi cuello. Surez canta Benijo y mis labios le siguen. Canto a susurros. Canto verdades. No te opones. Tus dedos escalan la parte derecha de mi cuello, y sonres mientras trato de no ser verdad una vez ms, no quiero cantar Benijo ganndole a tus cosquillas. No quiero contarte verdades con una sonrisa. Te percatas de ello y, sin separar tus dedos de m, tu otra mano recoge un rizo, con menos fuerza que el anterior, que haba cado sobre mi mejilla derecha. No juegas con l, esta vez le recomiendas el dorso de mi oreja y, sin despedirte de l, acercas tus labios haca mi mejilla. Cntame algo y cant. Sonres, despus de besarme. Tiene toda la pinta a coincidencia, pero yo no lo veo as. Juegas con esos tres lunares, y no puedo evitar sonrer. "Por qu sonres, mentirosa?" "Qu tienen esos lunares?" "Belleza" No te creo, pero finjo que s.

Jur contar nuestra historia, nunca decir la verdad. Surez declara recuerdos, y yo le imito. T no dejas de reseguir mis lunares. Benijo termina. Tus dedos caen, poco a poco, haca mis labios. No quiero mirarte, aunque t no quieras otra cosa. Veo tu pierna buscar el suelo de una vez por todas, y la otra sigue el mismo proceso. Quiero perder mi mirada entre tus ojos. Estos se ponen a la altura de los mos, y se vuelven an ms oscuros. Sabes que no puedo, ni quiero, mirarte. Est todo demasiado encharcado. Coges mi cara con tus manos, luego mi cuello a caricias, y me obligas a sentarme. El miedo tambin se levanta conmigo. Una gota moja un lunar, y t sonres. "Aun as, ests bonita." "No era mentirosa?" "Deja de serlo, vamos." "Ya no lo soy."

29

Barcelona. l. Barcelona est preciosa.

Siempre lo ha estado, pero ltimamente tiene otros ojos, otros labios, otra sonrisa.

El otro da me llam y me habl de ti, de tu cara de sueo por las maanas, de tu

coche recorrindola sin valorarla. Ella se extra, todos la miraban con recelo, con

admiracin, con belleza. Pero l no.

Y por eso me llam, quera encontrar el motivo. Respond indecisa, pero clara.

"Espero que al menos, se valore a l, Barcelona."

Se qued sorprendida, y me dijo que se marchaba. No quera perderse su sonrisa, sus

ojos dormidos y sus bostezos de las ocho de la maana. Le dije que tena suerte. Y

ella solo respondi: "Oh, l tambin la tiene. Te tiene a ti."

30

Barcelona ya no quiere hablarme de ti,

esta es la ltima vez que yo,

le hablar de ti.

31

Todava no s vivir sin tu risa Recuerdo el vaivn de mi risa,

el temblor de mis manos, las tuyas sobre el volante.

T, al volante de esa risa,

que, con rapidez, quiso escuchar la tuya cada maana.

Os mentira si os dijera: Hemos desgastado Barcelona.

La hemos llenado de besos, de carreras en medio de las Ramblas.

Hemos roto camisas a estirones, y el fro a reencuentros inesperados.

Barcelona ha sido testigo de mentiras,

de necesidad, de te quieros a destiempo.

Pero no de ti y de m.

Dice que nos echa de menos.

que ha visto cmo te quiero. que no te ha visto a ti, pensando en m.

Anoche grit saba que, de nuevo,

aquel sueo lo haba dejado por imposible.

Y grit. La o gritar,

pero no la calm. No saba cmo decirle,

que la toalla haba cado al suelo. Debamos olvidar,

no querer. Deba, perdn.

T no debes hacer nada. Pero me duele,

porque yo no quera esto. Y me jode,

porque sigo buscndote. Por eso Barcelona grit, no s que dijo despus,

pero ojal no quiera que te quiera

sin que t quieras quererme a

m.

As que cuando deje de buscarte, bscame t.

Bscame en tus silencios, en esa Barcelona que nunca calla,

32

en esos te quiero que siempre se quedan a medio camino.

Bscame y vers que yo todava

no s vivir sin tu risa, sin esa sonrisa

que mata los das grises y le dice a Barcelona:

yo no entiendo de amor, pero ojal

ella me lo ensee.

33

Agradecimientos

Quiero darle las gracias a mi madre, que desde un buen principio crey en m, y en

esas manos tan peculiares que han acabado escribiendo tanto. Y a mi padre, por

todos sus consejos y su apoyo. A mi hermano, por todas esas cosquillas, esas risas, y esas bromas que, en el fondo,

saba que estaban repletas de apoyo.

Tambin quiero darle las gracias a Cata, esa mallorquina tan especial que siempre

consigue que crea en m y en mis posibilidades. No puedo olvidarme de Irene, por todo el cario, por animarme y estar ah en cada

momento. Y tampoco puedo olvidarme de Tamara, Alba y Ana, por estar cada da a mi lado y al

lado de mis versos. No me cansar nunca de darles las gracias. Aparecieron de casualidad, un da cualquiera, y esto no sera lo mismo sin Cludia,

Judit, Ana, Celia y Nria, que no se han cansado de leer nunca.

Se lo digo poco, pero debera darle las gracias a Maria, la nica persona que lleva

ms de trece aos conmigo, una de las primeras personas que supo que escriba.

Hay alguien que es como si fuera mi hermana pequea, y es Paula, esa morena, rubia

o pelirroja, que siempre ha estado ah para no perderse ni un solo poema. Gracias a Aroa, Marta, Eva, y Judith por querer leer ms despus de cada poema.

Aunque me sienta muy pequeita a su lado, tambin tengo que darle las gracias a Natlia, por convencerme de que lo que escriba era bueno, y por ser todo corazn.

No puedo olvidarme de todas aquellas personas que me han seguido y han ledo todo

aquello que escriba, ya sea desde Facebook o Twitter, habis sido, muchas veces, el

empujn que me faltaba para seguir escribiendo.

Y por ltimo, darle las gracias a l, porque ha sido el culpable de este libro. Ha sido

inspiracin, sonrisa y, desgraciadamente, cada. Cuando se cruz en mi vida no saba

hasta qu punto llegara a escribirle. Espero que ahora, l, lo sepa.

Gracias por aquellos te quieros a destiempo,

han sido y siempre sern pura poesa.

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