suplemento universitario agosto 2015

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Guatemala, 25 de agosto de 2015, Suplemento Especial de Diario La Hora ELECCIONES 2015 ¿Puente o precipicio?

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Suplemento Universitario Agosto 2015

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Page 1: Suplemento Universitario Agosto 2015

Guatemala, 25 de agosto de 2015, Suplemento Especial de Diario La Hora

ELECCIONES 2015 ¿Puente o precipicio?

Page 2: Suplemento Universitario Agosto 2015

Nery ChucuyUniversidad Francisco MarroquínCiencias [email protected]

Astrid Yohanna Del Águila Universidad de San Carlos Relaciones [email protected]

Javier Santizo MansyllaUniversidad Rafael Landívar [email protected]

Ana Lucía Zelada GuevaraUniversidad del Istmo Psicopedagogí[email protected]

Abner Cottóm PeñaUniversidad de San Carlos Filosofíaabnercottom@yahoo. Com

Luis Pedro Martínez V. Universidad Rafael Landívar [email protected]

Tania Melissa Estrada C.Universidad Rafael Landívar Ciencias Polí[email protected]

Nadia Ninoshka Solano B. Universidad Panamericana [email protected]

Alejandro Pokus ÁlvarezUniversidad Rafael Landívar [email protected]

Antes del domingo, el Presidente había dicho algo que La Hora ha venido diciendo desde hace muchos meses, en el sentido de que el problema del país está en un sistema polí-tico que no funciona porque fue carcomido por la corrupción y la impunidad. Antes de que fuera señalado por la CICIG y el MP, el general Pérez Molina dijo que cambiar de personas no resuelve ese problema, tesis que hemos también sostenido, y que lo que hace falta es introducirle cambios de fondo a ese régimen perverso que se ha construido desde 1986 cuando se inició el proceso democrático actual y se promovió la reelec-ción de diputados, luego en la reforma constitucional la de alcaldes y la forma en que políticos y empresarios se reparten el recurso público a costillas de un pueblo pobre.

Creemos que se está llegando a unanimidad en cuanto al diagnóstico del problema y sus serias dificultades estructu-rales. No tenemos un mecanismo de control y fiscalización digno de tal nombre y los Contralores de Cuentas tendrían que tener un mínimo de vergüenza para reconocer que han sido absolutamente inútiles y que devengan un sueldo por ser tapadera de la corrupción.

Tenemos un sistema de partidos políticos podrido e ineficiente, diseñado exactamente para que haga lo que está haciendo, es decir, una maquinaria para producir alcaldes, diputados y gobernantes como los que hemos tenido y que no puede aportar nada diferente. Tenemos un poder judicial que es una vergüenza porque nuestros jueces y magistrados responden a los bufetes de la impunidad y están puestos para que los pícaros no paguen nunca las consecuencias de sus actos.

Pero, sobre todo, tenemos un Congreso en donde si no es porque las telefónicas les pagan, no se aprueban leyes por-que el país les importa un pepino y lo demuestran de manera permanente.

Y con ese panorama, vamos a las elecciones del 6S que se vuelven un referéndum ciudadanos para avalar o rechazar el sistema, y habrá rechazo si el abstencionismo prevalece.

Como en todas las elecciones, no hay necesidad de conocer los planes de los candidatos (el papel aguanta con todo), es necesario saber los planes y deseos de los financistas que son al final del día, amos y señores de nuestro sistema y de nues-tro país, en detrimento de las grandes mayorías.

 Estas elecciones no son un paso al precipicio porque ya es-tamos en el abismo, aunque lo malo es que no hemos tocado fondo.

En el abismo

Página 2/Diario La Hora/Guatemala, 25 de agosto de 2015

Editorial

PARTICIPANTES DEL 21º SUPLEMENTO UNIVERSITARIO DEL DIARIO LA HORA

INVITACIÓNSi el amable lector es estudiante universitario, de sexo masculino o femenino, cursando los últimos años de su carrera profesional en cualquier universidad del país (preferiblemente de derecho, humanidades, ingeniería, economía, pedagogía, mercadeo o ciencias de la comunicación) lo invitamos cordialmente a participar como columnista de este suplemento que mensualmente se publica inserto en una de nuestras ediciones del Diario La Hora. Los interesados pueden enviar su solicitud acompañada de currículum vitae y fotografìa reciente al correo electrónico [email protected]

Page 3: Suplemento Universitario Agosto 2015

La Hora / Suplemento Universitario / Guatemala, 25 de agosto de 2015, Página 3

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Desde 1986 se concretizó un cambio nacional, se estableció el primer go-bierno democrático, representando a la población civil, brindando estabilidad socio-política a la coyuntura.

Posteriormente como indicaba la Constitución, en 1991 se estableció el segundo gobierno democrático, presen-tando un quiebre que demostró la vulne-rabilidad del sistema político y marcando muy puntualmente quien realmente po-see el control del Estado; siendo esta la primera demostración directa y sigilosa del poder elitista tras los gobiernos.

En 1996 se establece el tercer gobier-no democrático, momento en el cual se da la histórica y tan esperada firma de los Acuerdos de Paz. A partir de este aconte-cimiento Guatemala recibe las primeras luces y respiros de nuevas oportunida-des; se presenta ante la sociedad y la forma de gobierno una línea de cambios y rutas a seguir para levantar al país de la situación precaria en aspectos sociales, políticos, económicos y culturales que dejaron los gobiernos dictatoriales y el conflicto armado interno. Este gobierno tuvo una peculiaridad al igual que el an-terior, se presentó con una ideología de derecha acompañado del disfraz religio-so de moral cristiana, la cual idealmente refleja solidaridad y compasión a ciertos sectores los cuales en la práctica fueron ignorados en la gestión gubernamental.

Y así, sucesivamente Guatemala has-

ta la actualidad ha tenido ocho presiden-tes en siete periodos democráticos, los cuales no han respondido a las deman-das y no han suplido las carencias y nece-sidades reales del país; esto significa, 30 años de representación civil al mando de las instituciones públicas sin rumbo.

Ninguno de los siete gobiernos ante-riores que han formado parte de la era democrática ha tenido la capacidad, ni la visión de sentar las bases que el Estado necesita, las cuales se encierran en dos palabras; Política de Estado.

En la coyuntura actual se presentan más de 10 Partidos Políticos que buscan la presidencia, ninguno de ellos posee un enfoque estratégico tomando como base los Acuerdos de Paz para sus planes de gobierno. La población sigue igual que hace 30 años, el sistema democrático parece haber caducado.

Al final de cuentas, es notorio que el sector empresarial parece ser parte de la ignorancia nacional que nos estanca, al poseer aún un sistema esclavista en época moderna, que no genera estabi-lidad y bases sólidas en aspectos polí-ticos, sociales ni económicos, afectán-donos a todos en el territorio nacional y frente a la tendencia internacional. Se ha perdido la esencia de la política y se ha dejado a un lado el valor real de la humanidad.

Se debe fomentar un juego de gana-gana entre los diferentes sectores. Las

elecciones que se avecinan pare-cen carecer de legitimidad mas no de l e g a l i d a d , se presenta incertidumbre en el sufragio. La población sale a exigir a las calles, pero aún esta se encuentra desarticulada; las demandas y exigen-cias se pierden aun entre los sectores y grupos sociales.

Guatemala necesita personas efi-cientes, comprometidas y con visión de nación al mando de la función guberna-mental. La oxigenación que se demanda en la clase política es fundamental para establecer una visión de país.

Este país exige líderes capaces, ho-norables, legítimos, con enfoque, justi-cia social y un rumbo para establecer las prioridades reales de la población, y no responder a presiones sectoriales cuya ambición estanca el desarrollo nacional.

Es necesario sentar bases sólidas, retomar los objetivos de los Acuerdos de Paz y exigir su cumplimiento, y para ello se deben presentar líderes idóneos, que formen parte de las opciones parti-darias. Un Estado con múltiples partidos políticos sin líderes con ética política, será otro gobierno de paso aumentando la precariedad de vida en el país.

Es tan atractivo pensar en una sociedad en la cual las cosas marchan del todo bien de acuerdo a nuestra opinión personal y es tan evidente la problemática nacional que resulta fácil volvernos máquinas produc-toras de despiadadas críticas destructivas que emitimos literalmente sobre cualquier cosa que pasa a nuestro alrededor, en señal de descontento con la incongruencia que existe entre la realidad que quisiéramos tener y la realidad que tenemos. En el contexto de la época en la cual nos encontramos en Guatemala, pedimos que haya elecciones solo cuando se reforme todo el sistema; pedimos que haya elecciones solo cuando exista garantía de transparencia durante los comi-cios; pedimos que haya elecciones solo cuando los candidatos sean idóneos… pero, ¿existe alguna sociedad en donde lo ante-rior se cumpla? ¿Es tan siquiera posible lo que pedimos? ¿No será que lo que estamos anhelando es una utopía?

En el libro Anarquía, Estado y Utopía, Robert Nozick define a la utopía y señala su inconsistencia de forma muy interesante. Citan-do a Nozick: “El total de condiciones que nos gustaría imponer en la sociedad, las cuales son (prominentemente) utopías, tomadas en conjunto, son inconsistentes. Que es imposible simultánea y continuamente discernir lo que es bueno en la sociedad y la polí-tica es un lamentable hecho acerca de la condición humana…” y más adelante continúa Nozick: “El mundo, de entre todos los que puedo imaginar, y que consideraría como un mundo perfecto para vivir, no será precisamente el mundo en el que los demás decidan vivir. Utopía, sin embargo, debería ser, en un sentido estricto, lo mejor para todos nosotros, el mejor mundo imaginable, para cada uno. ¿En qué sentido puede esto existir?”.

Dado lo complejo del fenómeno social, considerando que to-das las personas somos diferentes y en base a lo que menciona Nozick acerca de la utopía, podemos pensar que “la situación” ideal nunca puede alcanzarse y que lo único que podemos hacer es reducir o minimizar aquello que afecta a nuestra sociedad, para lo cual, es imprescindible que participemos activamente en ella, incluso en las condiciones que nos encontramos actualmente.

Las elecciones son un ejemplo claro de lo anterior. Podemos no estar de acuerdo con los candidatos o con el contexto de las elec-ciones, podemos criticar y regañar, pero ¿Hasta cuándo aceptare-mos que ese fue nuestro resultado como pueblo? Los candidatos que tenemos y la situación política en la que nos encontramos son la suma de las acciones que cada uno realizamos.

Bajo este contexto, pongamos los pies sobre la tierra y démo-nos cuenta de la realidad que como pueblo hemos construido y de la cual somos parte y dejemos de culpar a los demás por un momento. El asumir la responsabilidad que conlleva el ser parte de la sociedad y tener claro que la acción individual tiene un im-pacto colectivo es lo que va a ser puente o precipicio para el país en el largo plazo. Por ello debemos concentrar nuestros esfuerzos como sociedad civil en ser unidos, ser eficientes, ser responsables, buscar el bien común y construir una sola nación. Está claro que nuestra sociedad atraviesa por una crisis y ante ello tenemos dos caminos, seguirles exigiendo a los políticos que hagan bien su trabajo o además de exigirles, hacer nosotros algo también; de lo contrario ¿Qué hacemos mientras mejora la situación?

Desde que se instauró la “era de-mocrática” en el país hemos vivido en una constante expectativa que año con año se ha visto frustrada cada vez que termina un período de gobierno. Dicha era, constante decepción para el guate-malteco, nos ha hecho comparar presi-dentes y nos ha convencido por votar, no por el más adecuado, sino por el “menos peor”. Casualmente, en nuestra incansa-ble lucha por encontrar al “menos peor”, se ha creado de forma espontánea una regla que dicta que al segundo lugar en las elecciones le toca ganar en la próxi-ma contienda electoral.

Dicha norma ha sido aprovechada en el presente proceso electoral por el par-tido LIDER, quien presume ser el digno heredero de la victoria. Es más, el parti-do rojo ha llegado a ser tan prepotente que incluso ha utilizado como estrategia de campaña la frase “le toca”, dándole una bofetada a los electores, a quienes se les dice prácticamente que no tienen voluntad para elegir a su próximo go-bernante.

Dicho fenómeno, aunado a la falta de representatividad de los candidatos,

ha incrementado considerablemente el voto nulo, cuestión que bajo la vigente Ley Electoral y de Partidos Políticos be-neficia también al partido rojo.

Todo iba pues de maravilla para el doctor Baldizón, quien confiando en las estadísticas históricas y en la apatía de la clase media guatemalteca se creía justo vencedor de la contienda… sin embargo cometió un error fundamental al no medir las consecuencias del que ha venido a ser el factor determinante en la presente contienda electoral: la CICIG.

Dicha organización, siempre sujeta a escrutinio por haber sido “impuesta” por la comunidad internacional, ha venido a destapar el bote de basura en el que nos encontramos todos los guatemal-tecos. Su esfuerzo constante y el hecho que ha logrado poner en evidencia a los políticos corruptos nos ha dado a todos un sentimiento fuerte de justicia y de no conformismo con la actual situación. En contraposición, el político tradicio-nal se ha dado cuenta que robar en el gobierno ya no es tan fácil como solía serlo y que cada #juevesdecicig se corre el riesgo de terminar involucrado en un

proceso judi-cial que puede acabar con su vida política e inclusive con su libertad individual.

Con las más recientes encuestas se puede apreciar que, a pesar de la baja significante en la intención de voto a favor del partido LIDER, el mismo si-gue siendo favorito para conseguir la victoria en las próximas elecciones. Sin embargo, a pesar de ello lo alcanzado hasta ahora perdurará sin importar el ganador ya que este se encontrará con una ciudadanía atenta y cansada de tanta corrupción, una comunidad in-ternacional vigilante y una CICIG incan-sable en su lucha por darnos un mejor país. No dejemos pues que los esfuerzos conseguidos hasta el día de hoy mueran con el resultado de las próximas elec-ciones, demostrémosle en cambio a la clase política que despertamos para hacerles ver que este país no les perte-nece y que, en última instancia, están para servirnos y no para servirse a ellos mismos.

Universidad de San Carlos

AStrid YoHAnnA deL ÁGUiLA

nerY CHUCUY

Universidad Francisco Marroquín

El arte de lo posible

De la ceguera al despertar sin rumbo

Elecciones 2015, puente o precipicio

Página 4/Diario La Hora/Guatemala, 25 de agosto de 2015

JAvier SAntizo MAnSYLLA

Universidad Rafael Landívar

Page 5: Suplemento Universitario Agosto 2015

La Hora / Suplemento Universitario / Guatemala, 25 de agosto de 2015, Página 5

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Los meses anteriores a las elecciones deberían ser una época de interés y reflexión, en el que nos sintamos atraídos por enterarnos de las propuestas que tienen los candidatos, cono-cer las distintas opiniones e identificarnos con la ideología de un partido para apoyar el proyecto que presentan. Sin embargo, debido a la situación actual y a que los políticos no tienen ni la menor idea de lo que hacen, lo único que se puede sentir en momentos así es una terrible ansiedad.

Es deprimente ver cuánto cinismo demuestran los candidatos al autoproclamarse los representantes ideales, tanta hipocresía al seña-larse los unos a los otros de corruptos cuando ellos son peores, y tanto descaro como para decir tantas mentiras confiando en que la gente les creerá. Sin embargo, es aún más deprimente sentir que no se puede confiar en nuestros propios compatriotas al pensar que probablemen-te ellos caerán en las mentiras y engaños de los políticos y condenarán nuestro futuro.

Con encuestas falsas, fotografías manipuladas y sobornos, los can-didatos nos ponen unos en contra de otros, nos confunden y atormen-tan con tal de sacar el mayor provecho a toda esta situación. Mientras unos dudan sobre el candidato ideal, otros han decidido votar por el que sea mayor competencia para los candidatos que “definitivamente no se quieren”, algunos siguen promoviendo el votar nulo para de-mostrar disconformidad, y algunos preferimos sentarnos a esperar y a rogar que ocurra un milagro que mejore toda esta situación.

¿Cuál es la realidad actual? ¿Qué tan cerca estamos de que ese milagro sea la verdad? Es difícil saberlo, pues los medios suelen es-tar manipulados por el dinero, y si llegaran a ser realmente honestos, hemos sido engañados por tanto tiempo que es imposible creerle a alguien. ¿Es real que el pueblo ha despertado y el futuro es favorable, o los cambios ocurridos no son suficientes para crear un mejor país?

Dada la situación en la que vivimos, lo único que nos queda es esperar a que un milagro ocurra, que haga que las cosas realmente mejoren. Pero, ¿cómo esperamos cambiar el país si nos alejamos de pensar en las elecciones?

Fácilmente lo peor que podría pasar ya ha pasado y está pasan-do, es momento de continuar con nuestras vidas y mejorar el país con nuestras propias manos. El gobierno ha perdido por completo su cre-dibilidad, no podemos seguir dependiendo de algo que únicamente nos roba y no cumple con lo que debe hacer, pero tampoco podemos seguir dejando que el gobierno cargue con toda la responsabilidad de llevar adelante a un país entero.

¿Seguimos dejando que unos pocos mantengan engañados a nuestros compatriotas? ¿Seguimos pensando que el choque de ideas es inevitable y que lo mejor es competir por ver quién grita más alto? ¿Seguimos sin voltear a ver a quién tenemos al lado para ver en qué le podemos ayudar?

Dejemos que los políticos sigan peleando en su propio circo. Cami-nemos todos juntos hacia construir un mejor país para nosotros mis-mos y para nuestros hijos. Trabajemos para que en futuras elecciones existan candidatos en los cuales podamos confiar, y que entonces se viva una verdadera fiesta en la que todos nos sintamos emocionados de decidir el futuro del país.

Quizás sea muy poco lo que se pueda hacer por cambiar la situa-ción actual frente a las próximas elecciones, pero no debemos dejar de luchar por un futuro mejor. Esperemos que al final se descubran las mentiras y podamos ver la realidad, encontrando que el milagro ha ocurrido y nada es tan malo como no lo han pintado.

Para estos próximos comicios electora-les muy poco ha cambiado efectivamente. Como joven estas son las segundas eleccio-nes en las que participo, mi primera opor-tunidad fue en 2011, y de esa fecha a hoy en día, la situación social en general de las personas de mi cuadra, colonia, zona y mu-nicipio no ha cambiado significativamente. Los partidos continúan con el mismo juego sucio. Sin pena ni vergüenza exceden el lí-mite de gasto para sus campañas. Utilizan a la gente más pobre y de escasos recursos aprovechándose de sus necesidades para elevar sus niveles de proselitismo politique-ro. Y ahora frenan las propuestas de reforma a diferentes leyes elaboradas por diversos sectores organizados de la sociedad. Las elecciones 2015 tendrán mucho de las ma-las costumbres pasadas, pero un sector de la población joven (que inicia este proceso “democrático”) se cuestionan así mismos y a los demás el por qué funcionan así. Muchos de los guatemaltecos votan sin ni siquiera saber por y para qué lo hacen. La gran ma-yoría desconoce la función de los diputados al Parlamento Centroamericano, las fun-ciones de los Alcaldes Municipales y de los diputados al Congreso de la República. Si las elecciones continúan con la inercia cos-tumbrista de un pasado político repleto de gobiernos militares y de golpes de Estado, es muy probable que continuemos como esta-

mos porque somos como somos. Las oscuras estructuras paralelas que manejan al Estado y sus tres poderes, seguirán controlando la organización social desigual, la corrupción y la impunidad. Es interesante observar que la violencia que ejerce el estado y la clase política hacia su población ahora es mayo-ritariamente psicológica, se les promete ab-surdamente, se les regala playeras, gorras, pelotas, pulseras y todo tipo de fruslerías, se les atrae con comida (bolsas con víveres) como animales, se les cantan canciones y se entrometen a donde quiera que volteen gra-cias a su exorbitante y enferma publicidad. El continuar avalando procesos pseudode-mocráticos nos mantendrá siempre fuera de la participación política ciudadana di-recta, pues se concibe al estado en términos paternalistas (este debe resolverlo todo), buscando cada vez menos involucramiento de la población en solucionar los problemas en común. Siempre ha existido corrupción en todos los poderes del estado, solo que en estas elecciones muchos guatemaltecos son un poquito más conscientes de que efectiva-mente (y “gracias” a intervención extranjera) unos cuantos funcionarios ambiciosos pue-den no salirse con la suya. Estas elecciones y las anteriores no son un puente de salva-ción, pero tampoco son un precipicio hacia el abismo. La mayoría de guatemaltecos seguiremos caminando en el mismo círculo

de necesidades básicas mal s a t i s f e c h a s , sin acceso a la tierra y a una vivienda digna, sin capital propio para inversión, sin un empleo humano, sin oportunidades de una educación de calidad, seguiremos con las más de quince muertes violentas diariamente, la discri-minación a las personas indígenas y a las y los homosexuales, y con las carencias des-vergonzadas del sistema de salud pública. Nuestro enfermo sistema democrático no es la única causa de todos nuestros pro-blemas como nación, sino que también es la consecuencia de prácticas culturales e históricas como el machismo, el servilismo, el conformismo, el miedo, la mediocridad y la intolerancia. Pero una parte de la juven-tud ha despertado, una parte segura de que puede influir cultural y políticamente en las situaciones y consensos de mejoras en la calidad de vida de los pobladores de su nación. El vaso no está ni medio lleno, ni medio vacío, simplemente la juventud cues-tiona quiénes y porqué colocaron un vaso a la mitad cuando pudieron haberlo llenado o haberlo entregado vacío, para que otros lo pudiesen llenar.

Desde sus inicios, los puentes se han considerado como una victoria de la huma-nidad a los grandes obstáculos que presen-ta la naturaleza. Su función principal con-siste en trasladar la civilización de un lugar a otro, que en otras circunstancias parece-ría imposible de lograr. Este año, en Gua-temala, se vislumbra ese destino utópico acompañado del deseo férreo de trasladar-nos, como guatemaltecos, al tan anhelado estado de derecho. Nuestro puente para lograrlo serían, como cada cuatro años, las elecciones democráticas que se celebrarán en septiembre. Ante esto, surge una pre-gunta, ¿será un puente que nos permita alcanzar o siquiera acercarnos a dicha uto-pía o bien, será un tronco sobre el cual solo algunos cruzarán mientras el resto de la sociedad cae a un precipicio tal y como ha sucedió en las elecciones pasadas?

Para poder siquiera empezar a construir un puente, es necesario analizar el contex-to geográfico sobre el cual se construirá, es decir, verificar que sean las condiciones óp-timas para su construcción. Las elecciones del presente año se realizarán, si es que se llevan a cabo, en las peores condiciones po-sibles para el ejercicio democrático. El des-contento político por parte de la sociedad está más fuerte que nunca, fiscalizando cada movimiento realizado tanto por los candidatos políticos como por el actual go-bierno. El Organismo Judicial junto con la

Corte de Constitucionalidad, que deberían servir como base para el camino hacia un estado constitucional de derecho, se pre-sentan como un suelo flojo e inestable en el cual la impunidad es la orden del día, los favores políticos desplazaron a la justicia y los jueces se ven implicados en casos de co-rrupción y cohecho. Así mismo, el informe de la CICIG sobre el financiamiento de los partidos políticos sacó a la luz una verdad oculta, las organizaciones políticas han sido y son financiadas ilegalmente, aunado a que los medios de comunicación, en es-pecial los canales nacionales, sirven como vehículos de campaña y desinformación al electorado.

En cuanto a la persona encargada de diseñar el puente y el equipo que la acompaña para construirlo, uno pensa-ría que debería ser un grupo de personas preparadas, especializadas y con propues-tas concretas, viables y aptas para llevar a cabo aquello que parece imposible. Lastimosamente, en las presentes elec-ciones no existe ningún candidato que llene dicho perfil, al contrario se postulan quienes no respetan las leyes electorales, aquellos acusados de cometer ilícitos pe-nales y que carecen de preparación o ex-periencia alguna en política. Así mismo, los diputados destacan por su corta edad, poca o nula experiencia profesional, por tener talentos como futbolistas o cantan-

tes y, en general, sobresale el hecho de que no exista una p r o p u e s t a para recupe-rar la institu-cionalidad del país y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, la recaudación y distribución fiscal, la disminución de los salarios exce-sivos de algunos funcionarios públicos, entre otras.

Lastimosamente es imposible pensar que las elecciones que se celebrarán en septiembre servirán como puente para alcanzar un mejor país, sino que todo lo contrario, las pocas o nulas propuestas po-líticas y los candidatos hacen ver que cada uno de ellos está construyendo su propio puente para alcanzar su beneficio, pagar aquellos famosos favores políticos y me-jorar sus propias condiciones a expensas de los ciudadanos. No obstante lo anterior, detrás de este panorama, la ciudadanía junto con los medios de comunicación se-rios e independientes, tomaron sus propias herramientas y han decidido construir por su propia cuenta ese anhelado puente y ese movimiento ciudadano e indignación popular, sin lugar a dudas, será lo mejor que nos brinden estas elecciones.

LUiS Pedro MArtínez v.

Universidad Rafael Landívar

A la espera de un milagro

Ni medio lleno, ni medio vacío

Un puente por construir

Abner CottóM PeñA

Universidad de San Carlos AnA LUCíA zeLAdA GUevArAUniversidad del Istmo

Página 6/Diario La Hora/Guatemala, 25 de agosto de 2015

Page 7: Suplemento Universitario Agosto 2015

tAniA MeLiSSA eStrAdA C.

Universidad Rafael Landívar ALeJAndro PokUS ÁLvArez

Universidad Rafael Landívar

Actualmente el padrón electoral en su ma-yoría está compuesto por jóvenes, que para algunos será la oportunidad de votar por primera vez. Gran porcentaje de estos jó-venes se han involucrado en exigir el res-peto de la ley y que en aquellos casos de corrupción que se han ventilado a la luz pú-blica sean investigados y sobre todo que sean castigados los funcionarios públicos de ser comprobada su participación. Esto se ha manifestado a través de distintas marchas realizadas a lo largo del año como también por medio de declaraciones que existen en los distintos medios de comu-nicación.

Aunado a lo anterior, Guatemala atraviesa una serie de mo-mentos polémicos en materia electoral, debido a la falta de acep-tación de la población hacia los políticos que aspiran a los distin-tos cargos públicos, lo cual ha conllevado a que varios sectores se pronuncien en contra de éstos, llegando a tal extremo a incitar al voto nulo o de inducir a la ciudadanía a la abstención de ejercer el derecho de sufragio.

Sin embargo, es importante mencionar que el voto nulo no tie-ne validez en nuestro país debido a que no se encuentra regulado en el ordenamiento jurídico, que si bien la iniciativa de reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos pretende que se contemple el voto nulo vinculante, éstas aún no han sido aprobadas.

Votar nulo o abstenerse de ejercer el sufragio no conlleva un resultado positivo, más bien es darle la opción a que otros deci-dan por nosotros, dado lo anterior la única opción que tenemos es hacer valer nuestra inconformidad, rechazo o no por alguno de los partidos políticos es llegar el día de las elecciones que lo tenemos “a la vuelta de la esquina” y hacer cumplir nuestro de-recho al voto.

Los jóvenes tenemos en nuestras manos una gran responsa-bilidad, ya que en gran parte está de nuestro lado decidir sobre quiénes dirigirán en los distintos puestos nuestro país los próxi-mos cuatro años.

Por lo que debemos de ejercer un voto consciente con el fin de que continúe el desarrollo en nuestro país y tengamos la Guate-mala que anhelamos para nuestro futuro, cómo podemos lograr esto: debemos de informarnos, ser meticulosos, conocer bien quiénes son nuestros candidatos y a quién vamos a elegir para un determinado puesto de elección, ya que debemos estar conscien-tes de que si un candidato aspira a la Presidencia, Vicepresidencia o a la Alcaldía es porque conoce los pasos de la administración pública con la finalidad de lograr una administración efectiva y transparente, o en caso pretenda pertenecer al Organismo Le-gislativo es porque tiene conocimientos para poder legislar, y no únicamente que tenga aspiraciones por el poder que el cargo otorga o por un buen salario.

Al tomarse lo anterior con seriedad conlleva a obtener prime-ro, un puente para alcanzar el fin supremo de la Constitución Po-lítica de Guatemala que es el bien común; segundo, provocaría un precipicio para aquellos candidatos que no tengan las aptitudes necesarias e idóneas para optar a un cargo público; y por último, provoca que los ciudadanos que poseen características idóneas tengan la oportunidad de desempeñar un cargo público, logran-do una mejor administración pública, quienes abran oportunida-des laborales, logren mejorar los servicios como lo es la salud, la seguridad y sobre todo la libertad de cada uno de los ciudadanos guatemaltecos a través del desarrollo del país.

“La definición de locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes”.-Albert EinsteinComo si acabáramos de quitarnos un

par de gafas oscuras y pudiésemos distin-guir colores y figuras más claras, la actual coyuntura está revestida de una concien-cia ciudadana que nos invita no solo a observar de manera distinta la realidad actual, sino también a analizar nuestro proceder ciudadano con mayor seriedad y profundidad. Imagínese ahora sin esas gafas y apenas aprendiendo a ver sin ellas, frente a un puente que no está seguro de cruzar porque podría llevarlo de regreso a la ceguera selectiva. ¿Una paradoja? No, son las Elecciones Generales 2015 de Guatemala.

En este escenario las elecciones se han convertido en un puente que hace posible o facilita el paso de un lugar a otro. Decidir si lo cruzamos o no debería depender de cómo respondemos al menos a las pre-guntas más básicas: ¿Hacia dónde nos lleva? y ¿Quién lo construyó? Y con una crisis institucional que atraviesa los tres poderes del Estado y algunas de sus insti-tuciones independientes como la Corte de Constitucionalidad y la Contraloría Gene-ral de Cuentas de la Nación, las respuestas no parecen muy alentadoras en vistas del cambio social. Decidir conscientemente

–o no– participar de este proceso, es sin lugar a dudas un elemento determinante para los incipientes procesos de transfor-mación social del país. ¿Por qué?

Primero, porque cuando el clamor por cambios en las reglas del juego es engavetado por las mismas personas corruptas que ponen las reglas, esta-mos presenciando una burla pública de la voluntad ciudadana, lo cual nos lleva a pensar que nuestras demandas no serán tomadas en consideración en un futuro próximo. Segundo, por el riesgo que se corre de quedar en un estado aletargado de pasividad frente a un nuevo gobierno con el fin de “darle la oportunidad” por un año, o dos, o tres, hasta que haya tenido suficiente tiempo de probar nuevamente que en estas condiciones no se puede avanzar. Y tercero, porque las elecciones –aún en estas condiciones– son un proceso propio de la democracia, que como tal debe ser asumido desde nuestro com-promiso con ella.

¿Una gran responsabilidad? Sí. ¿Una gran decisión? También y ante la misma, usted y yo tenemos una amplia gama de opciones: apoyar la realización del proceso eleccionario o su suspensión, acudir a las urnas o no, votar en blanco, nulo o válido, emitir un voto de castigo o por afinidad. El gran requisito indispensable de la deci-

sión que elija es que no se deje llevar por la inercia si es que quie-re ver cambios sustanciales en el país. Examine su actuar anterior y los resultados obtenidos, evalúe sus opciones y actúe con responsabilidad.

¿No apoyará el proceso eleccionario? Comprenda las consecuencias de tal ac-ción y únase a los grupos que apoyen tal postura. ¿Apoyará la realización de elec-ciones? Acuda a las urnas. ¿Irá usted a vo-tar? Lea los planes de gobierno, infórmese y emita un voto consciente. ¿No acudirá a las urnas? Atienda entonces a las ma-nifestaciones masivas o a cualquier otra iniciativa de cambio. De cualquier forma, su responsabilidad con la construcción de la democracia no empieza ni termina el 6 de septiembre, sino se constituye en una tarea diaria.

Las elecciones generales 2015 serán sin duda un parteaguas. El momento de dejarnos llevar por la corriente terminó hace mucho, sintámonos afortunados por eso y actuemos de manera consecuente con nuestra postura ante la grave crisis que atraviesa la institucionalidad del país.

No solo vea el puente, tome una deci-sión… ¿lo cruzará o no?

Queridos lectores ¿qué es la fe?, de acuerdo a la Biblia la fe: “Es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Hebreos 11:1.

Y en este clima político, eso es lo que nos están pidiendo los partidos políticos, que tengamos certeza en sus respectivos candidatos a curules, cuando se les olvi-da que nosotros tenemos la convicción de que aunque no veamos los grandes robos que han hecho o de lo que han sido cómplices, sabemos que existen y que muchos de esos candidatos que es-tán buscando reelección con los mismos o diferentes partidos son los que lo han hecho. Entonces desde aquí, eso se ve como que nos están pidiendo que nos tiremos al precipicio, pero con los ojos cerrados, ya que no hay más opción que las que ya están inscritas.

No sólo eso, estamos tan cansados de esta situación que estamos recurrien-do a querer solicitar modificaciones a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (dicho sea de paso las necesita con urgencia, pero es un tema que viene desde el gobierno “democrático” de Ce-rezo) creyendo que eso nos va a salvar, nos queremos amparar bajo el Estado de Derecho en el cual se supone que vivimos, pero y ellos qué? Se amparan

de no llegar a trabajar para no aprobar iniciativas, cambian agendas políticas, hacen berrinche de niños, porque eso es la política en Guatemala, un juego de niños berrinchudos, en donde gana el que más juguetes tiene.

Queremos ver esta situación como una oportunidad, porque estamos presen-ciando el hecho de ver que una entidad internacional está poniendo orden en la casa, pero lo que me pregunto es, en realidad porqué les llevo tanto tiempo, ¿no hubiera sido más fácil y menos con-traproducente para la población hacerlo antes? ¿por qué le estamos exigiendo hasta el día de hoy los cambios a la ben-dita Ley Electoral, cuando es algo que se ha tenido desde hace años? ¿Alguien co-noce los cambios que hasta el momento se están amparando o solo están abo-gando por la aprobación de los mismos sin saber cuáles son?

Esta columna era relacionada a sí en este momento tan convulso del país estamos entre la creación de un puente que nos ayudará a salvar, entender y me-jorar nuestro sistema de elección o nos estamos tirando a un precipicio. Consi-dero que la respuesta está clara, esta vez al igual que las anteriores nos estamos tirando a un precipicio, pero gracias a

Dios, con un poco más de c o n c i e n c i a , veo en redes sociales grupos de “debate” que aunque en su mayoría son memes ab-surdos o muy cómicos, hay comentarios que vale la pena rescatar, veo que hay más participación ciudadana en temas políticos, escucho foros donde las res-puestas ya no son sólo lo que estamos acostumbrados a escuchar, sino tienen un poco más de cabeza. Tengo la espe-ranza que en las próximas elecciones, podamos realmente ver el puente que ayudamos a construir en este momento tan convulso, que no está listo, pero ya iniciamos la obra y sólo espero que no desmayemos el 1 de febrero, cuando ya todo se haya calmado.

Veo una luz al final del túnel, pero todo depende de que este fervor cívico no de-caiga, recordemos que hace más bien a la patria no el que mejor haya salido en los actos cívicos del colegio, sino el que realmente lucha por el bienestar de su nación, eso implica que como ciudada-nos sigamos siendo entes fiscalizadores del trabajo de nuestros representantes en cada uno de los poderes estatales.

Elecciones a la vuelta de la esquina

Y los partidos políticos piden fe

Los puentes colgantes de Guatemala

Diario La Hora/Guatemala, 25 de agosto de 2015/Página 7

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Universidad Panamericana

Page 8: Suplemento Universitario Agosto 2015

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