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AÑO 14 – Nº 55– Abril 2015 ÓRGANO DE PRENSA Y DIFUSIÓN DE LA ASOCIACIÓN VETERANOS DE GUERRA DE MALVINAS (AVEGUEMA) Asociación Civil sin fines de lucro. Pers. Jurídica Nº 805/2002 Tel. / Fax: (011) 4373-5440 [email protected] SUMARIO SUMARIO SUMARIO SUMARIO SUMARIO Ejército ............. Pag. 3 Anecdotario ...... Pag. 15 Soviéticos en MLV?Pag. 23 Fuerza Aérea .... Pag. 8 AVEGUEMA ...... Pag. 17 Historia ............ Pag. 29 Crónica ............ Pag. 12 Armada ............. Pag. 20 Arenga ............. Pag. 36 Imagen de las islas Malvinas captada desde la Estación Espacial

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AÑO 14 – Nº 55– Abril 2015

ÓRGANO DE PRENSAY DIFUSIÓN DE LAASOCIACIÓNVETERANOSDE GUERRA DEMALVINAS (AVEGUEMA)

Asociación Civil sin fines de lucro.Pers. Jurídica Nº 805/2002Tel. / Fax: (011) [email protected]

SUMARIOSUMARIOSUMARIOSUMARIOSUMARIO

Ejército............. Pag. 3 Anecdotario ...... Pag. 15 Soviéticos en MLV? Pag. 23

Fuerza Aérea .... Pag. 8 AVEGUEMA ...... Pag. 17 Historia ............ Pag. 29

Crónica ............ Pag. 12 Armada............. Pag. 20 Arenga ............. Pag. 36

Imagen de las islas Malvinas captadadesde la Estación Espacial

Página 2 - La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 EDITORIAL

Propietario:Asociación Veteranos de Guerra de Malvinas

Personería Jurídica Nº 805/2002

La Gaceta MalvinenseTitulo y marca Nº 1954.110 (INPI)

Prop. Intel. Nº 5077773

Director:CNIM VGM (R) Oscar H. OULTON

Diagramación [email protected]

Correo de LectoresCecilia SEFFINO yCarla Yanina SINI

EditorAsociación de

Veteranos de Guerra de MalvinasUruguay 654, Piso 4º Of. 403 (1015) - CABA

Tel. & Fax: (011) 4373-5440

Correo [email protected]

Sitio Web: www.aveguema.org.ar

Impreso en Mariano Mas S. A.Perú 555 CABA (1068)

e-mail: [email protected]

Las opiniones vertidas en artículos firmados sonde exclusiva responsabilidad de sus autores.

EDITORIALEDITORIALEDITORIALEDITORIALEDITORIAL

A treinta y tres años de la Gesta deMalvinas, queremos hacer llegar a to-dos los veteranos el reconocimiento porel amor a la Patria y por el valor demos-trado, que se han visto reflejados en losmiles de actos de entrega total, de he-roísmo y de sacrificio que quedaron parala Historia, desde aquel memorable1982.

Las circunstancias de la crisis, pri-mero, y de la guerra, después, nos lle-varon a vivir a cada veterano, experien-cias distintas, en lugares y acciones dis-tintos, con diferentes organizaciones, ode distinta gravedad. Pero, por sobretodas las particulares vivencias individua-les, nos hermana un espíritu de entregasuprema por la Patria y un sentimientode camaradería generado bajo los mis-mos cielos grises del Atlántico Sur. Aúnsin habernos encontrado entonces, sereconoce en cada veterano un hermanodel buen combate librado por la sobera-nía de la República Argentina.

Estamos orgullosos de haber servi-do a la Nación en su hora más difícil delsiglo XX. Estamos orgullosos por el va-lor absoluto de nuestros camaradas ci-viles y militares, que dieron su vida en la

contienda. Estamos orgullosos por aque-llos que cargan sobre sí las gloriosasheridas de guerra. Estamos orgullososde haber podido dar testimonio de nues-tro esfuerzo por la defensa de la sobe-ranía en el mar, en la tierra y en el aire.

Queremos agradecer a cuantos,ayer y hoy, nos han apoyado y sosteni-do, material y espiritualmente, a travésde las más variadas acciones. Desde loinstitucional hasta el más humilde gestode aprecio a un veterano, todo adquiereel valor de reconocimiento y de consoli-dación del ser nacional. ¡A nuestras fa-milias, principal soporte de los duros mo-mentos del regreso y de la necesariarecuperación, todo el afecto!

Estamos hoy, a treinta y tres añosde la guerra, luchando aún contra la in-comprensión de algunas autoridadesque deberían ser ejemplo de rectitud,de grandeza y de justicia. Estamos aúnhoy tratando de ayudar a veteranos quese encuentran en situaciones críticas porlas más variadas causas, en buena me-dida, motivadas también por la desidiade los que deberían dar el ejemplo.

Seguimos también tratando de re-

solver deudas pendientes con varios delos caídos y sus familias, hasta dondecreemos que podemos, con el apoyo delos más insospechados aliados en estatarea, que juzgamos importante. Sagra-da.

Seguimos contribuyendo, modesta-mente, a defender los intereses nacio-nales en cuanta oportunidad se presen-ta, tratando que el esfuerzo y el sacrifi-cio de ayer sean fructíferos mensajesde patriotismo con miras al futuro.

Y porque creemos en la construc-ción de un futuro venturoso para la Ar-gentina, seguiremos luchando cada día,convencidos de la justicia de nuestracausa y del compromiso que asumimosalgún 20 de junio, cuando juramos labandera de la Patria. La que defendi-mos en Malvinas. La que cubrió a nues-tros caídos...

No nos faltan obligaciones y tareaspor cumplir a los argentinos en estasjornadas del siglo XXI. El desafío es porla gran Nación que nos debemos a no-sotros y a nuestros hijos.

«¡Argentinos, a las cosas!»

Sergio FernándezGeneral de Brigada VGM (R)Presidente de AVEGUEMA

La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 3EJÉRCITO

La 3La 3La 3La 3La 3aaaaa sección de la Ca. B del RI 6 «Gral. V sección de la Ca. B del RI 6 «Gral. V sección de la Ca. B del RI 6 «Gral. V sección de la Ca. B del RI 6 «Gral. V sección de la Ca. B del RI 6 «Gral. Viamonte»iamonte»iamonte»iamonte»iamonte»Coronel VGM Esteban Vilgré La Madrid

El Coronel «VGM» Esteban Vilgré La Madrid, es del arma de Infantería. Ingresó al Colegio Militarel 3 de abril de 1979 egresando como Subteniente del Arma de Infantería «En Comisión» el 6 de abril de1982 para ser movilizado al Regimiento de Infantería 6 « General Viamonte» con el que marchó aMalvinas.

Estuvo destinado en: Regimiento de Infantería 1 «PATRICIOS», Regimiento de Infantería Mec. 3«Grl. Belgrano», Colegio Militar de la Nación, Liceo Militar «Gral. San Martín», Centro Argentino deEntrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz, Dirección General de Personal (Dpto. de Veteranosde Guerra) y Dirección General de Salud (como Director General del Centro de Estrés Postraumático«Malvinas Argentinas» para Veteranos de guerra). Prestó servicios en las Naciones Unidas como Especialista en operacionesmilitares de Paz. Ha participado de diferentes actividades docentes en el Colegio Militar de la Nación, Escuela de las Armas,

Escuela de Suboficiales del Ejército, Escuela Superior de Guerra, Escuela de Defensa Nacional y otros Institutos como así también ha brindado charlas yconferencias en Universidades, Institutos militares y del medio civil. Ha publicado trabajos relacionados con la historia de la guerra y colaborado conlibros, filmaciones y publicaciones como asesor en la materia. Ha recibido diferentes condecoraciones y distinciones tanto por su participación en laguerra del Atlántico sur como en Operaciones de Paz en el marco de las Naciones Unidas; también ha sido condecorado por el gobierno de la Repúblicade Chile por sus servicios distinguidos.

ron en ese combate ocurrido en los esteros paragua-yos, un siglo atrás), hasta ese momento la única quemarcharía, fue completando sus efectivos; hasta Mar-celo Di Sciulo, ¡el Soldado del Casino de Oficialesestaba allí! Lejos estaban de imaginar que serían pro-tagonistas de los combates más encarnizados y deconstituir la última fracción de la Infantería del Ejérci-to en batirse contra el enemigo en momentos previosa la rendición… no sin antes haber agotado la muni-ción, cayendo heridos o vendiendo cara su vida.

Fugazmente pasaron la interminable y aburridainspección en el Regimiento de Infantería 3 de la Ta-blada; las noches embalando el equipo en la cuadrade la Subunidad; la preparación de la carga marítima;las recomendaciones del Encargado de la Compa-ñía, Sargento 1ro Pitrella y la seguridad y aplomo quetransmitía el carismático Jefe de Compañía, Tte. 1roAbella.

Así, nuestros jóvenes soldados que solo unosdías atrás se encontraban conversando en la guardiadel vivac de Colonia Olivera, se encontraban ahora abordo de dos camiones MB 1114 y dos Unimog 416 -con un nuevo Jefe de Sección, el Subteniente «EnComisión» La Madrid, quien horas antes era Cadetede IV año del Colegio Militar- cantando, alborozados,rumbo a la Base Aérea de El Palomar, bajo el aplau-so del pueblo de Mercedes y el de las ciudades ubi-cadas a lo largo de la ruta, que los saludaban orgullo-sos.

La estadía en El Palomar previa al vuelo fuecargada de emoción y adrenalina; las distintas frac-ciones desplazándose a sus lugares de reunión yembarque, la espera en el hangar; alguna llamada dedespedida desde el cuartel de Bomberos de la BaseAérea; el olor de la combustión del JP1 de los moto-res de los aviones que bramaban al despegar, los gri-tos de los jefes de Grupo tratando de mantener elorden (el Sargento Echeverría con su vozarrón, la to-nada mendocina del Cabo 1ro Zapata o la litoraleñaserenidad de los Cabos Palomo y Fernández). Pron-to todo el bullicio fue dando lugar al sonido monocor-de de las turbinas del avión y el silencio de las altu-ras; algunos dormían, otros como Segovia, Strizzi oBordón recordaban a sus seres queridos, ¿Cuándolos volverían a ver? y otros, como Gómez, Roldán yRamos bromeaban en voz baja… pero todos sentíanla excitación del honor y responsabilidad que signifi-ca ser los únicos llamados a defender nuestra Patria.Comprendían ahora la importancia del largo año deentrenamiento y el porqué de tanta exigencia en elcampo de instrucción, se preguntaban si el Teniente

Coronel Halperin, Jefe del Regimiento, habría sospe-chado el desafío que deberían enfrentar. Así, con latranquilidad de quien sabe hacer su trabajo, la 3raSección marchaba rumbo a la guerra… y sin saberlo,a la gloria.

Poco a poco la oscuridad y el silencio del sue-ño fueron ganando la aeronave hasta llegar a RíoGallegos donde el cambio de avión fue precedido porun caliente mate cocido con leche y pan servido porlos camaradas de esa Guarnición Militar para, ahorasí, marchar definitivamente a las Islas Malvinas. ¡Alfin! Las islas a un paso, cuántos argentinos envidia-ban estar en su lugar, qué orgullo sentirían sus fami-liares y cuánta responsabilidad depositada por el Es-tado en sus fuertes espaldas. Así en poco tiempo, lasluces del Aeródromo de Puerto Argentino se divisa-ron en la lejanía y un aterrizaje más que violento - porlo corto de la pista - les anunció que era la hora de laverdad, la 3ra Sección había llegado para hacersesentir.

El combate del infante posee una característi-ca, obedece a técnicas sencillas pero requiere unagran creatividad, coordinación y sincronización. Uncombatiente puede prepararse en poco tiempo perouna fracción de infantes con mayúsculas requiere algomayor: «el espíritu del Infante». Este es el que le daráprecisión letal; el jefe sabe que debe lograr que sushombres den la vida en el cumplimiento de la misióny que solo lo logrará por medio del ejemplo personaly el afecto, y a su vez, ellos saben que lo harán através del entrenamiento duro; eso les crea una sen-sación de «Unidad», a sentirse pares en el verdaderosentido de esta palabra en la hermandad de los gue-rreros, los lleva a sentirse invencibles, al desprecioheroico de la propia vida (sin ser temerarios), y trans-forma a sus integrantes en un cerrado núcleo de her-mandad bajo la palabra «camaradería». Así, un sol-dado que no posee ese espíritu será un comba-tiente… mas no un ¡INFANTE!

El Regimiento de Infantería 6 poseía ese espí-ritu y la 3ra Sección lo transformó en algo trascen-dente y contagioso a medida que pasaron los días.No había ningún hecho (bueno o no tanto), que notuviese el sello de alguno de ellos. Una vez desem-barcada, la Sección realizó una agotadora marcha contodo su equipo hasta un viejo depósito de municiónde la 2da Guerra Mundial en cuyas inmediaciones seinstaló un «vivac provisorio». Allí ocurrió un hecho fun-damental para ellos: su Encargado original tuvo queser reemplazado contra su voluntad por cuestionesde salud e ingresó voluntariamente en su lugar quiendespués sería un excelente camarada y consejero desu joven jefe, el Sar-gento 1ro Corbalán.Sanjuanino pulcro yde modales educa-dos que demostrabacon el ejemplo que elsoldado debe ser cui-dadoso con su cuida-do personal, aún en

«El combate de la Infantería tiene su parti-cularidad, porque aislado y en soledad, uno pue-de ver la cara de quien lo viene a matar y en esosmomentos, solo Dios es ayuda y testigo»

(De un héroe de nuestras Islas Malvinas)

El Alistamiento inicial y la llegada aEl Alistamiento inicial y la llegada aEl Alistamiento inicial y la llegada aEl Alistamiento inicial y la llegada aEl Alistamiento inicial y la llegada aMalvinasMalvinasMalvinasMalvinasMalvinas

El primero de abril había sido cansador y en lanoche los soldados de la Clase 1962 montaban guar-dia en los campos de la «Colonia Olivera», mientrasen el vivac, los nuevos Soldados Conscriptos finali-zaban su instrucción nocturna. Desde el Puesto de laentrada, los Soldados Guanes, Todde y Minutti dis-frutaban de un momento de descanso, pocos circula-ban a través de la «calle de los Plátanos» que unía laRuta Nacional Nº 5 con el vivac del Regimiento; lossonidos iban muriendo y la noche era solo interrumpi-da por el «crack crack» de los fusiles al ser compro-bados o algún zorro en la lejanía… se acercaba labaja y ese era el tema de conversación.

Eran los últimos que aún permanecían en loscuarteles, los primeros habían partido licenciadoshasta la baja definitiva y en Mercedes, Lobos, Nava-rro, Luján, General Rodríguez y muchas otras locali-dades bonaerenses se encontraban nuevamentecomo ciudadanos… Sí, había sido un año duro, deinstrucción intensa; premonitoriamente la Jefatura delRegimiento había sido muy exigente en ese aspecto.El Oficial de Operaciones, el Mayor Jaimet, siempreles decía que frente a un enemigo, cara a cara, nohabría excusas, ni desaliento o falta de fe, serían unou otro… pero eso ya quedaba atrás, finalizaba la cons-cripción y pronto regresarían a casa…. Ese año seríaimborrable en sus recuerdos y sus vidas, pero lejosestaban de saber cuánto. Habían aprendido a amar yservir a la Patria: unos se habían formado en sus pri-meras letras dentro de las aulas de la Escuela Prima-ria del Regimiento, otros habían reforzado enseñan-zas inculcadas en sus hogares, habían aprendido quenuestra Nación y sus valores se defienden con unarma, pero también siendo honestos, trabajadores,buenos ciudadanos.

Aún no había amanecido cuando un movimien-to inusual se vivía en el cuartel del Regimiento en laciudad de Mercedes, todos volvían presurosos de sufranco y los centinelas del «Puesto de entrada», Poli-zzo, Adorno y Becerra, - próximos ya a su relevo- seenteraron que «habían recuperado las Malvinas».¿Las Malvinas? ¿Esas islas del sur que en la Escue-la les enseñaron a amar? Pero… ¿no las tenían losingleses?... A partir de allí todo se sucedió muy rápi-do, volvieron a ver a sus compañeros que se habíanretirado de baja, los que se fueron presentando enaltísimas proporciones llamados por el sagrado de-ber. Pese al secreto, pronto se anoticiaron que parti-rían para las islas o a «algún lugar en el sur». Así, laCompañía de Infantería B «Peribebuy» (en homena-je a los infantes del mismo Regimiento que se batie- Tercera Sección en Malvinas

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medio del combate, pero que cuando de luchar setrata, se embarra hasta las narices protegiendo el re-pliegue de los suyos.

En Malvinas, los prEn Malvinas, los prEn Malvinas, los prEn Malvinas, los prEn Malvinas, los preparativos en laseparativos en laseparativos en laseparativos en laseparativos en lasposicionesposicionesposicionesposicionesposiciones

Tres movimientos más esperaban a la fracción:El primero, al oeste de Puerto Argentino. El segundo;donde termina la bahía de Puerto Argentino (o Stan-ley Harbour, su nombre inglés), al pie del cerro Sap-per Hill, en un sitio denominado Moody Brook («elcuartel de los Royal Marines» en la jerga de la gue-rra). Allí pasaron los últimos momentos de tranquili-dad y serena espera los integrantes de la Compañíade Infantería B que había sido designada ahora bajoel pomposo nombre de «Reserva Helitransportada»del Componente Ejército de la Guarnición Malvinas.Entrenamiento en helicópteros, algún asado fugaz deun cordero que «accidentalmente» había caído en susmanos (al que Poltronieri, Braschi y otros, con indu-dable habilidad, carneaban y cuereaban en minutos),la cooperación en la descarga de material del Bata-llón Logístico 9 (que siempre implicaba algún «pago»en especies), la asistencia espiritual de nuestros ca-pellanes, algún aerograma a la familia, lecturas decartas «al soldado argentino», guardias y las patru-llas fueron las actividades de esos días. Así, cuandoel tercer y último movimiento fue ordenado, la Com-pañía de duros infantes ya era un engranaje sólido yaceitado, listo para la exigencia que se avecinabadesde la isla Ascensión… y que ya había golpeadoen las Georgias.

Hacia fines de abril fue el esperado desplaza-miento: parte del equipo fue trasladado en helicópte-ros y camiones Unimog por el difícil «camino a SanCarlos» que cruza el río Murrel en las faldas del Mon-te Kent; el resto fue trasladado por nuestros durosinfantes en una marcha épica. Había que ver la largahilera de hombres que, cual serpiente, se internabaen territorio «más allá de las propias líneas», bajo elsonido de los rotores de los helicópteros y los gritosde aliento de los Jefes en una suerte de imagen béli-ca surrealista…

El cerro «Dos Hermanas» pasó a ser el hogarde estos hombres… más tarde se le sumaría una frac-ción del Regimiento 4, que también dio muchos hé-roes a nuestro Ejército (Martella, Silva y tantos otrosoficiales, suboficiales y soldados caídos en los com-bates finales). Pronto el cerro se transformó en unafortaleza, todas las armas fueron regladas y las «zo-nas muertas» cubiertas bajo el fuego de morteros yametralladora, las avenidas de aproximación del ene-migo puestas bajo la protección de «trampas explosi-vas» (colocadas en persona por el Jefe de la Compa-ñía) y la retaguardia, con fajas de minas instaladaspor los hermanos de la valiente Infantería de Marina.La Compañía fue reforzada con coheteras (a órde-nes del Sargento Primero Zucón), un ObservadorAdelantado de Artillería, equipos de comunicacionesTRC 300 «Thompson», Misiles SAM 7 (que fueronutilizados sin éxito contra los aviones británicos), mi-siles Blow Pipe a órdenes del Sargento Mac Dougalldel RC Tan 8, un Mortero de 120mm del Regimientode Patricios recientemente arribado, más munición yuna reserva de raciones de combate reforzadas (quefueron vitales en los dos últimos días de la batalla).Por eso no fue de extrañar que un tiempo antes, cuan-do el enemigo inglés desembarcó e inició el largo ca-mino a Puerto Argentino, se le asignase un Jefe deSector (el Mayor Jaimet) y fuese elegida para la eje-cución de tareas que por ese entonces solo realiza-ban los comandos: puestos de vigilancia y escuchaen los Montes Wall, Challenger y Kent, protección deaeronaves, patrullas a lugares donde presuntamentese desplazaban los británicos, emboscadas en el«Murrel Bridge», etc.

Otro tema fue la relación con los «vecinos», elRegimiento de Infantería 7 en el Longdon y el Bata-llón de Infantería de Marina 5 (BIM 5) en el Tumble-down, allí no solo se intercambiaba información o secoordinaban tareas sino que también se realizaban

trueques (Mantecol por cigarrillos, latas de ración porpetacas de whisky, etc.) como verdaderos financis-tas!

Monte «Dos Hermanas», verano

Monte «Dos Hermanas», invierno

Pero así como los días se acortaban y el climase hacía cada vez más frío, la oportunidad del com-bate se aproximaba; ya en junio los británicos se ha-cían cada vez más osados en las cercanías de Puer-to Argentino, no obstante, varias de sus patrullas fue-ron descubiertas tratando de infiltrarse. A esa alturase cancelaron los reconocimientos del Escuadrón deExploración de Caballería Blindado 10, se replega-ron los cañones de la artillería más adelantados y laactividad de bloqueos se suspendió. No había ningu-na duda; el fuego de preparación naval, aéreo y te-rrestre y la actividad cada vez más intensa del enemi-go, presagiaban una dura prueba para esos inque-brantables soldados que por ese entonces se reíandel enemigo, apostando «por el silbido» al lugar don-de explotaría el próximo proyectil… o respondían alas alertas con la corrida del Soldado Rodríguez a al-guna altura donde, con gestos obscenos, desafiabaa los enemigos. Ya eran parte de la turba y sabíancómo obtener todo de ella: lograr fuego de las ramashúmedas, agua del hielo, escondites para comida ymunición de reserva, fabricar velas con cordón y gra-sa de oveja, armar cigarros con papel y yerba o hastausar de mate el casco de una granada con un bolí-grafo Bic y virulana como bombilla, fabricar una radiocon restos de un vehículo destruido o construir posi-ciones a las que no les llegaba ni el agua ni el frío (sinel auxilio de zapadores como lo hacen otros ejérci-tos). Se veían a sí mismos invencibles, su ánimo nose quebraba y en las largas noches de guardia en laposición «al 50 %» (en las que uno duerme y el otrovigila, por turnos de dos horas) siempre lo evidencia-ban con hechos (lluvia de voluntarios ante una alertapara ir en busca del enemigo aproximándose, las lar-gas horas que los apuntadores Poltronieri y Horisber-ger dedicaban a limpiar y cuidar «como niñas» susametralladoras, las bromas subidas de tono por ladelicadeza con que se cubría a la novia del soldado:el fusil, o los que permanecían más tiempo que elordenado en los puestos de escucha al frente parapermitir más descanso a los que no estaban de tur-no) El sueño que tal vez otros infantes no han visto niverán en su vida, desfilaba ante los ojos de los pocosque a esa altura por allí pasaban… una fracción listapara el combate, con el espíritu templado y sus ar-mas listas.

Ametralladora MAG

Lejos estaban el Comando 45 de Royal Mari-nes o el 2do Batallón de Guardias Escoceses de es-perar semejante recibimiento. Esto honra aún más anuestros soldados, no era cualquier Infantería la queenfrentaban, era «LA» infantería moderna por exce-lencia; el soldado británico es muy profesional y efi-ciente, entrenado bajo las estrictas reglas del arma yforjado en los más diversos frentes de batalla delmundo, un rival digno de ser enfrentado y envidiadopor cualquier combatiente… Y pensar que al volvernuestros combatientes fueron humillados por algunoscon el apodo de «chicos de la guerra».

Los combates en el monte «Dos Her-Los combates en el monte «Dos Her-Los combates en el monte «Dos Her-Los combates en el monte «Dos Her-Los combates en el monte «Dos Her-manas»manas»manas»manas»manas»

El mes de junio comenzó con durísimos com-bates que arrojaron como resultado un cerco a Puer-to Argentino y una intensa lluvia de proyectiles sobrelas posiciones propias buscando quebrar el espíritude lucha. Esto no hizo más que preparar e incremen-tar las medidas de seguridad, racionar el uso de losvisores nocturnos «Litton» y preparar posiciones aretaguardia con munición y raciones para el caso deperder el contacto o necesitar un repliegue. Se hicie-ron ensayos del movimiento y se reconocieron callesentre las trampas y minas terrestres. Nada quedó li-brado al azar y la ansiedad en las posiciones era cal-mada con el rezo diario del Santo Rosario (no se sus-pendía bajo ningún motivo) o el intercambio de noti-cias e información; no obstante, el deseo de medirfuerzas se incrementaba, «que vengan de una vez»era la frase más escuchada por ese entonces.

La noche del 11 al 12 los aprestos realizadospor los británicos en el monte Kent, el adelantamien-to de su artillería y la lluvia endemoniada de proyecti-les anunciaban la acción. Existía la firme convicciónque esa «era la noche». En las primeras horas de lanoche (oscura y sin visibilidad) el puesto adelantadodel Cabo 1ro Zapata envió al Soldado Roldán paraadvertir sobre el comienzo del avance de los Paracai-distas del Para 3 (que habían sido martillados todo eldía por el fuego de la Artillería propia de los Grupos 3y 4 y reglado por los integrantes de la Sección, lamás cercana al enemigo) en dirección al MonteLongdon, posición del RI 7. Una vez delatado el ata-que por un Cabo británico que pisó una mina, los pa-racaidistas intentaron un desplazamiento por el valleal este de la posición. Allí se encontraron con lasametralladoras de la 3ra Sección (a cargo de susapuntadores, los Soldados Poltronieri y Horisbergercon sus eficaces auxiliares González, Andreacola, Bi-derbost y Ramírez) que les abrieron el fuego. Esaacción y la certeza de los británicos de que se po-seían armas antitanque (los Soldados Pereira, Cor-valán, Ramos, Repetto, Strizzi y Uboldi eran sus efi-caces apuntadores) evitó el desplazamiento de susvehículos Scimitar y Scorpion para ser utilizados des-de el valle. Con el transcurrir de las horas la Secciónfue testigo de uno de los combates más heroicos dela guerra. Los paracaidistas británicos atacaron conconvicción las posiciones del Regimiento de Infante-ría 7 en el sector de la sección del Subteniente Baldi-ni pero una y otra vez fueron rechazados. Fue emo-cionante ver el cielo iluminado por las bengalas y lasráfagas de las municiones trazantes rebotando con-tra las rocas.

La posición de ametralladora MAG más cerca-na al enemigo disparaba con precisión sangrienta yen cada pausa para cambiar las bandas de proyecti-les, los británicos le devolvían el fuego con furia; máscuando los observadores creían que era imposible quelos infantes del RI 7 hubiesen sobrevivido… estosvolvían a escupir munición como si estuviesen prote-gidos por una fortaleza… Esos hombres si que po-seían atributos… el ser testigos del derroche de cora-je exhibido dejaron sin palabras a los integrantes dela 3ra Sección. Pronto el Longdon se fue acallando yel combate se hizo más lejano… El fuego insistentesobre las crestas del cerro Dos Hermanas que indi-

La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 5EJÉRCITO

caba que se acercaba el momento decisivo los volvióa la realidad, la brutalidad de la guerra no brinda mu-cho tiempo a las emociones. Los hombres se prepa-raron para el combate en medio de los bramidos en-sordecedores de los disparos de la artillería de cam-paña británica al impactar contra el suelo, prepararonsus armas y se acomodaron en sus posiciones paratener buen campo de tiro. Los apuntadores de ame-tralladora revisaron las marcas hechas en sus afus-tes para cubrir las zonas muertas y leyeron por veznúmero mil la carta de distancias, mientras los apun-tadores de lanzacohetes colocaban en sus cañoneslos proyectiles que habían cuidado como bebés des-de su llegada. Cada uno revisaba sus elementos y sumisión. Era el momento esperado y –aunque con mie-do, nadie se dejaría vencer; el Jefe de Sección leshabía dicho: «la diferencia entre un héroe y un cobar-de es que uno se deja vencer por el miedo y el otrono». Comenzó el movimiento británico pero sorpresi-vamente cambió de dirección… ¡Nadie venía por elfrente! Solo ráfagas esporádicas que golpeaban con-tra la turba y las incesantes explosiones del fuego deapoyo permanecieron… ¿qué pasaba? El tiempotranscurría y el combate se hacía más cercano pero…¡a retaguardia! Oían claramente las voces y los gritosde furia de los Soldados del Regimiento de Infantería4, sus ametralladoras de 12,7 mm ya se habían aca-llado y las 2 secciones de 1ra línea recibían ahorafuego desde la cresta del cerro, quedando así en po-sición de absoluta desventaja. El Jefe de la fracciónvecina, el Subteniente Corbella -que se encontrabapróximo al enemigo- envió al valeroso Sargento 1roRuíz, quien atravesó la zona batida en medio de lametralla, para alertar de la situación al SubtenienteLa Madrid. El Subteniente ordenó dar frente haciaatrás y prepararse mientras los ingleses llegaban; enese momento, un estafeta del Comando de la Com-pañía, el soldado Britos, corrió arriesgando su vidapara avisar: «replegarse a la PR 1 (posición de re-pliegue 1)»; esa era la señal de abandonar la posi-ción. Allí, disciplinadamente y enmedio de los disparos, la Secciónse mezcló con los infantes delRI4 en repliegue y marchó al lu-gar de reunión, no sin antes re-coger algunos heridos como elSubteniente Jiménez Corbalán(que enceguecido por una explo-sión, clamaba por reunirse consu gente). Al llegar, fueron infor-mados de que el cerro habíaprácticamente caído en manosde los ingleses, el combate eratan cercano que se mezclabanlos disparos propios y ajenos. Pero la Compañía B nose rendiría así nomás, tampoco se replegaría sin com-batir… el plan consideraba (y así lo habían coordina-do a fines de Mayo el Jefe de Sector, Mayor Jaimet yel Comandante del BIM 5, Capitán de Fragata Roba-cio) reforzar las posiciones de la Infantería de Marinaen el Mte Tumbledown. En el cerro nada había porhacer; así la primera línea defensiva, comprendidapor los montes Kent, Wall, Challenger, Harriet, DosHermanas, Goat Ridge y Longdon había finalmentecaído dejando ejemplos imborrables del valor de losoficiales, suboficiales y soldados argentinos.

Con pesar, los integrantes de la Compañía Brecogieron munición de las reservas escondidas tiem-po antes y dejaron las magníficas raciones «C/F» aefectos de aligerar la carga. Las retaguardias de com-bate quedaron a órdenes del Jefe de la 2da Sección,el Subteniente Franco y la 3ra Sección le dejó un gru-po de sus mejores hombres para ello. Es difícil com-batir como retaguardia y hay que tener realmentemucho espíritu de sacrificio y camaradería para ha-cerlo, se requiere de enorme coraje para ver a la pro-pia tropa replegarse y quedarse resistiendo el mayortiempo posible para dar espacio a los que buscan rom-per el contacto, sacrificando la vida por ellos si fuesenecesario. El enemigo comenzó a disparar con susarmas automáticas desde la cumbre de la hermanaSur; sus morteros y cohetes golpeaban con precisión

milimétrica la resistencia sorpresiva en su avance. LosSoldados Pedeuboy, Olguin, Esteche y otros más, dis-paraban empeñosamente sus armas contra los ingle-ses que se vieron forzados a detener el avance. Nue-vamente el espectáculo del Longdon se repitió, lasarmas escupían fuego ruidosamente y el tableteo delas ametralladoras de ambos lados entablaba un duelode gladiadores. El Jefe de la 3ra Sección estaba in-tentando desprender a sus últimos soldados, cubier-to por el fuego de la retaguardia, cuando se escuchóun terrible estruendo en medio de los últimos hom-bres que esperaban para encolumnarse. El Subtenien-te La Madrid y el Soldado Di Sciulo fueron levantadospor la explosión que les arrancó el casco y los dejóatontados en el suelo, el aire parecía quemarlos y nolos dejaba respirar, pero los gritos del Soldado Minutti(excelente radio operador y ca-marada) los sacaron de su tran-ce: «Mi Subteniente, Guanes yTodde están heridos», les dijo.Corrieron hacia allí, el segundotenía una esquirla clavada en sutobillo y Guanes había sufridouna fea herida en sus piernasal haber sido alcanzado de lle-no. Rápidamente fueron en suayuda, Todde valientemente pi-dió que asistan a su compañero primero por lo que elSubteniente le pidió al Soldado Olguin y a otro cama-rada que lo cargaran en sus espaldas; lo envolvieronen una manta y desaparecieron en la oscuridad de lanoche, seguidos por el fuego enemigo, hacia las po-siciones suplementarias. Eso fue un claro ejemplo decamaradería y valor, realizar un cruce sin cubiertas ybajo el fuego enemigo a riesgo de la propia vida…solo el convencimiento en la causa que se sirve pue-de vencer el instinto de supervivencia humano y su-perar el temor de morir que demostraron estos bra-vos. Entretanto Guanes rápidamente comenzó a des-vanecerse pese a los torniquetes y al auxilio del Sol-

dado Enfermero de la Compañía,Walter Goñi quien lo atendió contotal desprecio de las ráfagasenemigas que rebotaban entreellos, lo tranquilizó y le inyectómorfina. Mientras le rezaban a lavirgen de Caacupé, de la cualcomo buen hijo de paraguayosera devoto, se quedaron con élhasta que quedó inconsciente...(1) Pero la situación no permitíaquedarse mucho más allí, el res-to de sus hombres aguardaban yla fracción a órdenes del Subte-

niente Franco había cumplido su misión. Los últimosintegrantes de la Subunidad iniciaron su repliegue…el cerro Dos Hermanas había caído y como no que-riéndose ir, habían dejado allí a uno de sus integran-tes de custodio. Cruzaron el valle velozmente parareunirse con el resto de la Compañía. Un telón caía yuno nuevo comenzaba a descorrerse.

Este episodio es digno de destacar porque esparadigmático, ninguno de los muertos argentinos enla guerra lo hizo con un disparo en la espalda (hechoreconocido hasta por los propios británicos); Guanesfue la primera de nuestras bajas. Todos cayeron gri-tando e insultando al oponente, mordiendo pero noodiando. Murieron con su cara al viento helado de lasislas y con el pecho desnudo desafiando al enemigo.Vendieron cara su muerte y como Guanes en éstecaso, salvando las vidas de sus camaradas que nopudieron así ser blanco de los británicos. Gracias asu acción, se evitó que muchos otros quedasen en elcamino. El cruce fue hábilmente guiado por un hom-bre del BIM 5; con las primeras luces, la Compañía alcompleto se encontraba en la ladera Este del cerroTumbledown ocupando posiciones; Todde (que cru-zó sin una queja pese al dolor y al frío en su pie) yJiménez Corbalán (que, sin poder ver, seguía claman-do por reunirse con sus hombres «cerca de la canchade futbol») habían sido depositados en el Puesto So-corro que los infantes de marina poseían en el cerro.

Pronto un Land Rover los trasladó para su atenciónal Hospital de Puerto Argentino. Para ellos la guerrahabía terminado.

Una pausa en el combateUna pausa en el combateUna pausa en el combateUna pausa en el combateUna pausa en el combate

El día 12 transcurrió protegiendo el valle queconducía a Puerto Argentino. Pese a lo duro del mo-mento, la gente permaneció en calma y se refugió enlos huecos existentes entre las rocas mientras prepa-raba su refugio para la noche en la que, seguramen-te, los británicos iniciarían la segunda fase de la ope-ración. Ellos también necesitaban reorganizarse, loscombates habían sido más duros de lo esperado, elbombardeo de Bahía Agradable y la poca artilleríaexistente los obligó a revisar sus planes. Eso no evitó

que siguiesen enviando susfuegos endemoniados. A lolejos se veía a sus helicópte-ros trasladando carga, y co-lumnas de tropa desplazán-dose hacia sus posiciones departida. La situación en elfrente había quedado en ma-nos de algunos integrantesdel RI 7 en Wireless Ridge;

una fracción del Regimiento de Infantería 3 cerca delmonte William y más cercanos a los británicos, el BIM5 y dos fracciones del Regimiento de Infantería 6: ungrupo morteros que había sido adelantado entre elMte Sapper Hill y William y la Compañía de InfanteríaB.

Un hecho para destacar (aunque risueño) pintade cuerpo entero el espíritu que animaba a la frac-ción: como dijimos, el cruce se hizo con el mínimoequipo necesario y si la noche llegaba sin tener comi-da o abrigo, sería realmente dura. Los Soldados DiSciulo, Montoya y otros más, se infiltraron nuevamenteen el cerro Dos Hermanas regresando con algunasmantas y raciones que compartieron con sus cama-radas (aún sabiendo que serían severamente repren-didos por su Jefe de Sección, quien fingiendo enojo,los retó orgulloso de los hombres que comandaba),también informaron que los británicos ya habían reti-rado el cuerpo de Guanes lo que trajo un cierto alivioal pensar que ya no estaría tan solo. Por otra parte,una fracción liderada por los soldados Azcárate y Va-llejo había hecho lo mismo en el sector de Moody Bro-oke, regresando con algunos dulces y otros elemen-tos. Esa noche del 12 al 13 fue inolvidable pero, para-dójicamente, la más tranquila de los últimos días.Puerto Argentino había apagado sus luces, replega-do su artillería y destruido el ex cuartel de los RoyalMarines; sus llamas, como fantasmas, se veían des-de la distancia. Ya no se observaban vehículos ni mo-vimientos a retaguardia… Al frente, solo alguna ben-gala que preanunciaba los fuegos de la artillería sur-caba los aires… el día había sido alegrado solo por elsonido de los cañones propios de 155 mm que ha-cían temblar la tierra en el Dos Hermanas y Longdony por una fragata británica que tocada por un exocet«terrestre», pagó humeando su osadía desaparecien-do mar adentro. Otro hecho digno de destacar (y queda por tierra con muchas difamaciones) fue la visitaen pleno bombardeo británico del Comandante de laXma Brigada de Infantería Mecanizada y Comandan-te de la Agrupación Ejército de Puerto Argentino, elya fallecido General Jofré, quien saludó a la tropa yrecorrió las posiciones. Al detenerse frente al solda-do Poltronieri le preguntó cómo se sentía, éste le res-pondió pícaramente que «bien pero con un poco defrío en las manos» (había perdido sus guantes en elrepliegue) lo que no dejó más remedio al comandan-te que darle sus guantes en gesto de camaradería.Finalmente se retiró hacia Sapper Hill perseguido porel fuego británico. Más tarde cumplió su palabra en-viando más munición y elementos de abrigo que, ge-nerosamente, enviaron los integrantes del regimientoque se encontraban en sus posiciones al oeste de laciudad. Destaco lo del general pues… si hubo unmomento en toda la guerra para estar lejos de prime-ra línea… ¡¡ése fue el momento!!

Rio Murrel en verano

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Los combates finalesLos combates finalesLos combates finalesLos combates finalesLos combates finales

El día 13 transcurrió sin mayores novedades,solo interrumpido por el fuego del enemigo y los dis-paros de armas automáticas a la distancia, pero losbritánicos habían comenzado la segunda fase y esta-ban dispuestos a completarla. Concentraron sus fuer-zas en una pinza en torno a las posiciones de la in-fantería de marina. Poco ya les quedaba de su apre-ciación inicial y se jugaron a todo o nada sin una re-serva digna en caso de fracasar. Eso prueba la clasede enemigo a la cual se enfrentaban. Por la tarde losescoceses intentaron un ataque de distracción quefracasó rotundamente y con las primeras sombras dela noche intentaron otra acción que fue detectada porlos infantes de marina. Los Gurkhas (hasta el momen-to inactivos) y los Guardias Escoceses abandonaronlas posiciones de partida e iniciaron su aproximacióna los Montes Tumbledown y Williams aprovechandola oscuridad y protegidos por un intenso fuego terres-tre y naval que hacía temblar el cerro. El Jefe de la3ra Sección reunió algunos de sus hombres (estabandesperdigados por toda la cresta del cerro) y los aren-gó para el combate final. Era claro que la noche seríalarga, no obstante eso no los privó de descansar (hastael Jefe de Sección se quedó dormido y hubiese sufri-do el congelamiento de sus piernas si no hubiese sidopor la habilidad del Cabo 1ro Zapata, veterano de lamontaña), había que reservar fuerzas para el últimocombate. Desde las posiciones se oía la furiosa lu-cha que los infantes de marina estaban librando, lasmuniciones trazantes y los tiros de apoyo que pasa-ban «largo» silbaban cayendo sobre la Sección. Elsonido indicaba que finalmente la Compañía Golf delos escoceses lograba hacer pie en el cerro. Pasadala medianoche el ruido y los gritos eran aún más in-tensos. La Compañía escocesa Flanco Izquierdo, almando del bravo mayor Kiszely, asaltaba las posicio-nes del guardiamarina Miño y del teniente Vázquez(jefe de la 4ta Sección de la Compañía Nácar que seencontraba reforzado por el subteniente Silva con 4soldados y una fracción de 12 hombres del regimien-to de Infantería 12 al mando del Subteniente Mostei-rin) que no aflojaban y los obligaron a replegarse; fueallí que el Jefe de Subunidad apreció que debía pedirrefuerzos por lo que se comunicó con su jefe el Capi-tán Villarraza. El Soldado Britos, estafeta del Jefe dela Compañía, llegó transmitiendo la orden al Jefe dela 3ra Sección de presentarse en el Puesto Coman-do. A grandes zancadas trepó hasta las posiciones.Allí esperaban: el Jefe de Compañía, Teniente 1roAbella; el Jefe del Sector; el Encargado de la Compa-ñía y otros más. El Mayor Jaimet ordenó al Subte-niente La Madrid que reuniera a su fracción y la pre-parase para atacar; el Batallón de Infantería de Mari-na estaba siendo sobrepasado en el sector de la 4taSección, el Guardiamarina Miño había sido obligadoa replegarse y era necesario aliviar la presión. Con elcorazón escapando de su pecho, reunió a su gentepero su orden no llegó a todos pues como el tiempourgía, los dos últimos hombres, por la distancia enque se encontraban, nunca llegaron a enterarse (hastael día de hoy sienten que se perdieron una parte de laguerra, y faltaron a sus camaradas... ¡como si hubie-se sido su culpa!).

Con sus Grupos de Tiradores encolumnadosdetrás suyo marchó hacia el Puesto Comando de laCompañía Nácar del BIM 5 guiado por el valiente yexcelente camarada, Teniente de Corbeta Aquino; dejósus hombres ocultos en las rocas y concurrió a recibirórdenes. Al bramido del viento y la nieve se le suma-ba el rugido de los cañones. Elsuelo temblaba y gigantescas ben-galas con su silbido siniestro trans-formaban la noche en día.

El Teniente de Navío Villara-za, Jefe de la Compañía, lacóni-co, empapó de la situación al Jefede la Sección - no sin antes recor-darle que la Infantería de Marinano se rendiría y que esperaba que

esa fuese su posición -. Luego de «tomar sin permi-so» un jugo del cajón que oficiaba las veces de escri-torio, el subteniente se retiró a reunirse con sus hom-bres, seguido por el sonido de la radio en la que losJefes de Sección le informaban al Comandante de laCompañía acerca de la situación caótica en que seencontraba la primera línea en todos sus frentes. Unabengala iluminó los rostros cansados de sus solda-dos, sus ojos brillaban con decisión pero sus carasflacas evidenciaban el desgaste de los últimos días.Se sintió conmovido por esos hombres que lejos deintentar una excusa, se levantaban lentamente, to-maban sus armas y lo seguían.

Todo era un desborde; a retaguardia, la confu-sión del intercambio de disparos de los integrantesdel BIM 5 –algunos ya mezclados en combate cuerpoa cuerpo-; al flanco derecho las restantes seccionesde la Compañía envueltas en combate por el fuego yhacia el mar el combate en Monte William. Las ráfa-gas enemigas buscaban por todas partes un cuerpopara alojarse. Cuando orde-nó «seguirme» nadie dudó.Un nudo atenazó su pecho…qué ejemplo, qué valor, quésentido del deber irradiabansus hombres. Tomó rápida-mente su fusil y siguió al Te-niente de Corbeta Aquino,que se encontraba acompa-ñado por un joven oficial y unsoldado infante de marina. Enel trayecto cada vez que lasbengalas los iluminaban lossoldados de la sección se «in-movilizaban» cómicamentepara que su aproximación no fuese percibida. Unavez llegados a la altura del puesto observatorio delbatallón, la situación adelante se hizo confusa. Eranecesario un reconocimiento previo para no caer enmanos del enemigo que disparaba en su dirección yhacia la primera línea, generando un caos difícil decomprender. El Jefe de Sección, el soldado infantede marina y el Soldado Arrúa cruzaron un pequeñovalle en silencio. En su avance hallaron una posicióndonde desde una radio llamaban a un operador quetal vez ya nunca contestaría. Al llegar al centro delvalle, el infante de marina mostró al subteniente porel visor nocturno que quienes se encontraban a cortadistancia no eran propia tropa… eran británicos «apre-cio 3 / 4 hombres señor», le dijo. Situación increíblese había generado: en medio de un valle «pelado» ¡ya merced del enemigo! Al descubrirlo los británicosabrieron fuego impidiéndole reunirse con el resto dela sección que aguardaba aproximadamente a 500metros a retaguardia. Arrúa y el Subteniente se ocul-taron detrás de una roca, aunque sería por poco tiem-po. El resto de la Sección, para no delatar su ubica-ción (desventajosa por cierto) no había contestado elfuego y el encargado de la sección, Sargento 1roCorvalán, la había desplegado entre las rocas apre-ciando - con buen criterio - que allí terminaba el avan-ce pues el contacto estaba hecho. En ese momento,más por instinto que por valor, el Subteniente tomóuna granada para fusil y la disparó hacia el lugar don-de se veía a quien comandaba la operación mientrasArrúa y el infante abrían fuego. Con la explosión seoyeron algunos cuerpos cayendo. La confusión ge-nerada les permitió reunirse con la sección. Mientrasllegaban, los británicos se alertaron de un enemigono detectado y comenzaron a disparar. El TenienteAquino, pese a los disparos, se paró sobre una roca ycon gritos desafiantes comenzó a disparar en direc-

ción a ellos. Su acción permitióla reunión con la fracción y des-plegar para el combate, perotambién fue un modelo de valorque retempló su espíritu. Enesos momentos ignoraban queen ese lugar se encontraban elMayor Kiszely (que acababa detomar las posiciones del Tenien-te Vázquez, donde muere el

subteniente Silva con sus cuatro soldados) y el Ma-yor Price… si, los dos jefes de compañía británicoshaciendo un relevo por sobrepasaje. La Sección sehizo fuerte en el cerro y combatió con fiereza durantetoda la noche. Cada ráfaga británica era respondidapor otra igual. Con el transcurrir del tiempo el enemi-go comenzó a ganar la espalda y la situación se hizocomplicada, el Jefe de la Compañía Flanco derecho,el mayor Price, contaba con las ametralladoras y mi-siles Milán de su compañía y los de la compañía rele-vada, conformando una considerable y efectiva má-quina de matar. No obstante, cada vez que creíanhaber silenciado las ametralladoras, Horisberger yPoltronieri disparaban nuevamente con sus cañonesal rojo. Los morteros ubicados en William entretanto,ya agotada su munición y luego de destruir las piezasiniciaban el repliegue, el cabo Duarte marchaba ade-lante y detrás venían Vallejos, Fragatti, Di Paolo yAzcárate entre otros. El Sargento Abrigo comenzó adestruir los morteros y en momentos que Azcárate

aprovechando una pau-sa, conversaba con suamigo Vallejos, mostrán-dole una ráfaga de mu-nición trazante, una ex-plosión de artillería cayóentre ellos hiriendo demuerte a Azcárate. Enmedio del caos se acer-caron a su camarada yamigo inconsciente, noquerían dejarlo. Figueroalo cubrió con una mantay les dijo que ya nada sepodía hacer. Como exi-

ge la camaradería, sinónimo de amigo en el guerrero,un soldado nunca abandona a otro soldado; así, ro-deado de sus hermanos de la guerra, casi sin darsecuenta, murió este paisano de Lobos. Los lanzacohe-tes propios agotaron su munición contra los nidos deametralladoras y lentamente la situación comenzó adesbalancearse. Sin apoyo de morteros, sin radios,sin visores, sin cohetes y casi sin munición los infan-tes venderían cara la posición; el Jefe de la Secciónse vio envuelto en un diálogo en inglés intentandoconfundir –sin éxito a los británicos. Repentinamentela ametralladora de Horisberger (2) se trabó por lasobre exigencia, dos veces esperó una pausa de fue-go para regular los gases sin éxito. Una ráfaga en supecho lo arrojó hacia atrás. El Jefe de Sección, elsoldado Andreacola y el soldado González llegaron asu lado para verlo morir sin un quejido con su ametra-lladora aún en los brazos, González asumió su fun-ción con decisión y siguió tirando. La situación co-menzó a descontrolarse pero los británicos no con-seguían tomar la cresta, no obstante sus fraccionesmás adelantadas, a órdenes de los tenientes Stuart yLawrence comenzaban a envolverlos. El 2do Jefe dela Compañía británica, el Capitán Bryden, junto conel Cabo Ian Morton (con un arma antitanque) intentóacercarse en silencio para arrojar granadas en lasposiciones. Las trazantes levantaban lluvias de pie-dras, las bengalas daban un toque lúgubre al lugar ylas explosiones de los cohetes y misiles daban la sen-sación de que en el lugar la temperatura era más ele-vada aunque hiciese frío y nevase. Algunos hombresempezaron a caer heridos y otras armas a silenciar-se. En su cubierta de rocas eran alcanzados por elfuego Gómez y Ramos; cerca de ellos y más hacia eloeste Duarte y hacia atrás, Peralta. La posición don-de estaba el Soldado Delfino con su Jefe de Grupo yotros más cayó recién cuando éstos estaban casi sinmunición. El Teniente Stuart cayó herido sin poderalcanzar su objetivo. Los Soldados Rodríguez (3),Balvidares (4) y Bordón (5), tomaron cargadores aban-donados de las posiciones y eran de los pocos queaún tenían munición. Desde su sector abrieron el fue-go sobre los ingleses que los flanqueaban hiriéndo-los y deteniendo su avance (allí cae herido mortal-mente el Teniente Lawrence, quien recibió la máximacondecoración del imperio británico, perdiendo el 45%de su cerebro). No pensaban siquiera en rendirse ycayeron disparando contra los ingleses que intenta-Capitán de Navío IM Waldemar Aquino

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ban avanzar por el flanco derecho para rodear la po-sición obligándolos a replegarse. Si lo hubiesen lo-grado, toda la fracción hubiese caído bajo sus dispa-ros. Inmediatamente fueron heridos en otro pozo,Adorno y Pedeuboy intentando detener una fracciónbritánica que avanzaba por su derecha. El SoldadoDelfino y otros más permanecieron en sus trincherashasta que sin munición, fueron capturados. El Jefede Sección reunió a las bocas de fuego que aún lequedaban perdiendo contacto con el Grupo del CaboPalomo, abrieron fuego sobre una fracción que seaproximaba por su izquierda hiriendo gravemente alCabo Morton. Sin radios ni munición, el Subtenientetotalmente sobrepasado decidió que era hora de re-plegarse. Ordenadamente, disparando y apoyándo-se mutuamente, comenzaron a descender del cerropero otro obstáculo esperaba, el enemigo les habíacortado la retirada alargando los fuegos. Fue en eseinstante que una voz milagrosa gritó: «por acá». Erael Subteniente Robredo y Venencia, Jefe de la Sec-ción Apoyo de la Ca B, quien junto con el Sargento1ro Corbalán y una ametralladora comenzaron a dis-parar a los británicos, los que al encontrarse con unanueva resistencia detuvieron su avance. Así, saltan-do entre las rocas, cayendo una y otra vez, la secciónsalió de la zona batida con las municiones picandoentre sus piernas. Al ir replegándose se ubicaron enposición nuevamente entrelas rocas para disparar, erasuicida jugar a la ruleta rusa.Los pocos hombres reuni-dos decidieron nuevamen-te vender cara su vida y co-menzaron el fuego. Allí cayóheroicamente empuñandosu fusil FAP en automáticoWalter Becerra (6), aquelque siempre hablaba de sunovia en las noches de mateen las posiciones. Mientras ocupaban una posiciónen la base de Sapper Hill para apoyar el combate enWireless Ridge, cayeron también Echave (7) y Balvi-dares (4) combatiendo con furia (quien, agotada sumunición le pidió a su Jefe de Sección la pistola paramorir matando). Nadie corrió ni huyó, el caos se adue-ñó del lugar pero no de sus almas. Así, agotados perosin entregarse, las primeras luces del 14 de junio vie-ron a una Sección diezmada pero no vencida llegan-do a la base del cerro protegidos por la ametralladorade Poltronieri(8), quien, en un acto más que heroicose quedó nuevamente para proteger el repliegue. ElCombate llegaba a su fin, luego de casi 6 horas decombate la «Right Flank» de los Guardias Escoce-ses, superior tres veces en número había conquista-do el objetivo; a derecha e izquierda espesas estelasde humo se elevaban del cerro y en medio de ellas,largas columnas del BIM 5 iniciaban su repliegue or-ganizadamente. Al encontrarse con su Jefe de Com-pañía y el Jefe de Sector, el joven oficial descargó suimpotencia con un grueso epíteto y se preparó parareunir lo que quedaba de su gente: pocos habían sa-lido, algunos cayeron prisioneros en la posición, otrosresultaron heridos o muertos, solo 23 hombres de 47se encontraban en la base del cerro cuando los ingle-ses desataron una cerrada barrera de fuego en la en-trada a Puerto Argentino para frenar el avance. Unafracción del Regimiento de Infantería 3, mezclada conalgunos integrantes del Regimiento de Infantería 25,había quedado del otro lado de la bahía. El Teniente1ro Abella ordenó reunir la gente que se pudiese yabrir el fuego contra las posiciones que se habían ocu-pado minutos antes para posibilitar su repliegue. He-cho esto con éxito, se continuó el avance en direc-ción al pueblo. El Jefe de Sección, el Sargento Eche-verría, el Cabo 1ro Zapata, los cabos Palomo y Fer-nández, los Soldados Minutti, Montoya y otros solda-dos (mezclados con el Subteniente Franco e integran-tes de su Sección) se dedicaron a tratar de destruirtodo lo utilizable a su paso y consiguieron cruzar labarrera de fuego en la entrada de Puerto Argentino(no sin antes esperar una pausa de fuego dentro dela caldera de una casa abandonada). Al llegar, el Jefe

de Sección se detuvo, miró hacia atrás, observó loscerros que durante dos meses habían sido su hogary rezó pidiendo encontrar a la gente que en ese mo-mento creía perdida… eran su responsabilidad y de-bía hallarlos. Era cerca del mediodía cuando entra-ron a Puerto Argentino, allí recibieron la orden demarchar a los puestos comando de los respectivosRegimientos…El resto es conocido, la rendición y lapreparación para el regreso. La 3ra Sección marchócon la Compañía al mismo bunker que ocupasen alllegar. A las doce de la noche, hora del inicio de sucumpleaños, cuando un grupo de sus soldados seacercaron a saludarlo, el subteniente lloró amarga-mente. Al día siguiente debieron desplazarse hacia elAeropuerto, previo entregar el armamento a un Capi-tán del Comando 45 británico, quien dijo: «pelearonbien, ahora: buena comida, buena cerveza, buen des-canso y a prepararse para la próxima». El SoldadoCaminos, el Subteniente Franco y el Subteniente LaMadrid discutieron algunos temas tácticos con él ymarcharon con el resto de su gente. Un día despuésse les ordenó marchar hacia un galpón de las FalklandIslands Company, próximo al Puerto. El paso de lafracción por las calles de la ciudad se hizo mostrandoorgullo, con el pecho levantado y mirando desafian-tes a los captores. Ya dentro de la barraca, aprove-chaban cada vez que salían a tomar aire desde su

encierro, para mirar connostalgia el contorno delos cerros que habían sidosu hogar y su mortaja. Lanieve cubrió las islas de unsuave manto blanco la no-che que –en silencio- su-bieron en el trasbordadorpara embarcar rumbo alcontinente. Una tristeza ydolor indescriptible embar-gó a todos sus integrantes.

Al subir a la cubierta del buque ARA Bahía Paraíso,se encontraron con algunos de los que creíanmuertos…el resto no es historia, el resto será pre-sente mientras uno solo de los integrantes del Regi-miento de Infantería 6 «Gral. Viamonte» se encuen-tre con vida. Fue también un honor para sus integran-tes combatir a la par de sus hermanos de la Infante-ría de Marina: fueron un ejemplo, modelo de camara-dería interfuerzas y valor para todos. Nuestros com-batientes fueron a la guerra convencidos de la causaque defendían y lucharon con bravura, más allá dellímite humano. Fueron derrotados por los enemigosmás formidables del planeta. Baste comparar el nú-mero de bajas que tuvieron los británicos en sus re-cientes campañas a Iraq y Afganistán con las que tu-vieron en las Malvinas para comprender la medida delo que aquí hemos relatado. Los argentinos posee-mos un triste defecto: encontrar errores entre nues-tras obras y no rescatar lo verdaderamente trascen-dente en las gestas heroicas, que deberían mostrarmodelos de ciudadanos a nuestros jóvenes tan nece-sitados hoy de ideales (buscados entonces en lucha-dores o héroes de foráneos juegos en red o dibujosanimé). Nuestros héroes no son cibernéticos ni po-seen los músculos de Rambo. Son ciudadanos nor-males, altos, bajos, morochos o rubios, algunos conmuy escasa preparación intelectual y otros instruidos,pero unidos por una conciencia clara de lo que es elhonor y la dignidad nacional. Nadie muere en su po-sición por temor al superior que está en la retaguar-dia, si no, que le pregunten al Soldado Poltronieri o(si hubiese sobrevivido) a Juan Domingo Rodríguezque ante cada bombardeo trepaba a la cumbre delcerro y en señal de orgullo exhibía a los británicossus genitales como señal de desafío. Por eso hoypuedo decir que de mis Suboficiales y soldados apren-dí que el vencedor no siempre es aquel que disparaprimero, de ellos también aprendí que la dignidad dela Patria es una exigencia en nuestros actos y que elamor a nuestra tierra es una condición con la cualdeben vivir los ciudadanos con honor. He sido since-ro y auténtico porque lo que he relatado no me lo con-tó nadie, lo viví yo y así lo transmito: estos hombres

con los que compartí la guerra, lucharon como leo-nes, se batieron como valientes, levantaron sus pe-chos hacia el enemigo con sus armas en la mano,defendiendo no un pedazo de rocas o una isla sinonuestra tierra toda; lo hicieron mirando al enemigo ala cara, con valor, con dignidad…orgullosos y sober-bios, como los héroes de nuestra historia, como losde los libros de historia. Yo vi sus rostros brillar en laoscuridad reclamándome tomar decisiones, yo sentísus miradas dándome ánimo y diciéndome que po-díamos dar más, yo los oí rugir como el tigre dispa-rando sus armas. Hoy cada uno de los infantes quehemos mencionado ha envejecido un poco pero vibracon el mismo valor su propio combate. En vano hasido que algunos tratasen de discriminar a los solda-dos de los oficiales y suboficiales que combatieroncon ellos codo a codo. Todos son veteranos de gue-rra y así se sienten. Hoy viven con la misma humildadcon que lucharon; esa misma humildad que los hacecallar cuando otros se inflan o minimizar sus propiosméritos no hablando jamás en primera persona. Dijoun pensador: «el honor está por encima de la vida yde la hacienda, y de cuanto existe en el mundo, por-que la vida se acaba en la sepultura y la hacienda ylas cosas que poseemos son bienes transitorios, mien-tras el honor a todo sobrevive y trasciende a los hijos,y a los nietos, y a la casa donde se mora, y a la tierradonde se nace, y a toda la humanidad, finalmente,como un aroma eterno de virtud». Lo importante noes cuánto vivimos sino como vivimos y más aún, comomorimos. En eso, los soldados caídos en la guerra,nos han mostrado el camino de la vida digna de servivida y hoy, sus camaradas veteranos, su Regimien-to, su comunidad, en fin, su Patria, debemos dar tes-timonio de ello y vivir una vida de servicio a la Patria«digna de ser vivida». Sepa el lector que todo lo aquíexpresado es absolutamente cierto, sepa que muydentro suyo nuestros veteranos tienen un león, sere-no pero listo para luchar con bravura hasta el fin, sifuera necesario, en defensa de su tierra y sus valo-res… Dos Hermanas, Tumbledown, Harriet, San Car-los, Wall, Longdon, Darwin, Kent, Top Malo, el cieloargentino, el mar austral y muchos otros lugares sontestigos de su bravura, patriotismo y desinteresadaentrega. Honor y Gloria a nuestros héroes que des-cansan en los turbales de Darwin, su casa, nuestracasa.MENCIONES:

S/C Pedro Francisco AdornoS/C Juan Antonio DuarteS/C Néstor Osvaldo GómezS/C Arturo Ricardo PedeuboyS/C Hugo PeraltaS/C Daniel Ricardo Ramos (Heridos)

DISTINGUIDOS POR EL EJÉRCITO CON LAMEDALLA «HERIDO EN COMBATE»:

Cabo Marcos FernándezCabo Marcos PalomoCabo César Manuel RodríguezS/C Pedro Francisco AdornoS/C Juan Antonio DuarteS/C Néstor Osvaldo GómezS/C Arturo Ricardo Pedeuboy, Ca BS/C Hugo PeraltaS/C Ricardo Daniel RamosS/C 62 Daniel Todde.

Notas

(1) a (7) De los 8 muertos en combate pertenecientesa la Ca I B «Peribebuy» del RI 6, 7 pertenecie-ron a la 3ra Sección: S/C 62 Horacio Balvida-res, S/C 62 Walter Ignacio Becerra, S/C 62 LuisJorge Bordón, S/C 62 Horacio José Echave, S/C 62 Héctor Antonio Guanes, S/C 62 Juan Do-mingo Horisberger, , S/C 62 Juan Domingo Ro-dríguez, el octavo S/C 62 Ricardo José Luna,pertenecía a la 1ra Sección pero cayó con la3ra sección.

(8) El Soldado Oscar Ismael Poltronieri debido asu actuación es el único conscripto de las FF.AA.sobreviviente, condecorado con la Cruz La Na-ción Argentina al Heroico Valor en Combate.

Página 8 - La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 FUERZA AÉREA

Mirage en MalvinasMirage en MalvinasMirage en MalvinasMirage en MalvinasMirage en MalvinasRecopilación de AVEGUEMA de distintas fuentes

designados EA y DA respectivamente (A por Argen-tina).

La Fuerza Aérea Argentina asignó lasmatrículas I-001 e I-002 para los biplazas, y de I-003 a I-012 para los monoplazas. El primer avión enllegar fue el I-001, el 5 de septiembre de 1972.

Los Mirage III fueron destinados a la localidadde José C. Paz («Escuadrón Mariano Moreno»). Launidad comprendía un escuadrón de mantenimiento,otro de abastecimiento y el primer escuadrón de cazainterceptora, encargado de operar los nuevos avio-nes.

En 1977 se decidió adquirir un segundo lote desiete Mirage III EA. La creciente importancia de launidad motivó su ascenso a rango de Brigada, pa-sando a llamarse VIII Brigada Aérea y su componen-te Grupo de Operaciones 8. Debido a las bajas sufri-das por diversos motivos, se adquirieron en 1980 otrosdos Mirage III DA.

A fin de desempeñar la misión principal de laFFA (la defensa del aeroespacio argentino), los Mira-ge III eran desplegados frecuentemente a distintospuntos del territorio para poder cubrir todo el espacioaéreo nacional. Para estas misiones los Mirage dis-ponían del misil aire-aire Matra R 530 de guía infra-rroja o electromagnética y de los dos cañonesinternos DEFA de 30 mm. Las limitaciones del R 530en el combate aéreo a corta distancia hicieron que en1980 la FAA decidiera adquirir los misiles Matra R 550Magic, de guía infrarroja, más adecuados para estetipo de combate.

Como misión secundaria, los Mirage podían rea-lizar misiones de ataque a tierra con bombas conven-cionales de caída libre o retardada, o cohetes de di-verso tipo, portados en 5 puntos bajo el fuselaje y lasalas, o en los depósitos auxiliares de combustibleequipados como portabombas.

Todas estas posibilidades de armamento hicie-ron que desde un principio el Grupo 8 se adiestraratambién en misiones de caza y bombardeo, realizan-do simulacros de interceptación diurna y nocturna,defensa de zonas, cobertura superior para otros avio-nes, y ataques contra blancos terrestres. La autono-mía del M III, puede incrementarse con depósitos decombustible auxiliares de 500, 1300 ó 1700 litros.

Guerra de las MalvinasGuerra de las MalvinasGuerra de las MalvinasGuerra de las MalvinasGuerra de las Malvinas

El Grupo 8 estaba equipado con los únicos in-terceptores de la FAA nuevos y sus pilotos estabanbien adiestrados. Sin embargo, la situación táctica noera la ideal para los Mirage, que debían defender elterritorio continental argentino de posibles ataques delos bombarderos Vulcan de la RAF, escoltar a los ca-zabombarderos de la FAA, e impedir los ataques de

aviones de la Royal Navy y de la RAF sobre las Mal-vinas y el continente.

Demasiadas tareas para pocos Mirage III. Ade-más, las misiones de defensa del continente se veíandificultadas por la enorme distancia entre los objeti-vos probables. En cuanto a los vuelos sobre las islas,sin capacidad de reabastecimiento en el aire, queda-ba sólo un reducido margen de tiempo para perma-necer en la zona «caliente». Con respecto al arma-mento, se consideró que el misil R 550 Magic era elmás adecuado para el combate con los Sea Harrier,mientras que el R 530 sería utilizado en misiones deintercepción.

Los ingleses recibieron ayuda francesa paraadiestrar a sus pilotos en el probable enfrentamientocon los Mirage Argentinos, para ello algunos Miragepara simular combates aéreos con la Royal Navymientras esta viajaba hacia el Sur, de modo que lospilotos ingleses conocieran a su adversario.

Una vez concretado el despliegue operativo or-denado para enfrentar el conflicto por Malvinas, que-daron formalmente constituidos el Escuadrón MirageComodoro Rivadavia y el Escuadrón Mirage Río Ga-llegos. Los primeros días fueron utilizados en el en-trenamiento y familiarización con la zona de opera-ciones y la coordinación con otras unidades. Mien-tras tanto, se recibían los misiles Matra 550 Magicadquiridos tiempo antes. El entrenamiento con estemisil era nulo y se realizó de manera acelerada con elcorrer del mes.

El 1 de mayo, tras los ataques de los Vulcan ySea Harrier contra Malvinas, y confusos informes so-bre desembarcos británicos, la FAA lanza al ataqueuna gran cantidad de aviones, incluidos los Mirage III(Ver nota adjunta con el parte oficial de esa jornadade la FAA). Se realizaron 5 salidas desde Río Galle-gos en misiones de escolta, operando en seccionesde dos aparatos.

La primera pareja despegó para brindar cober-tura superior a una escuadrilla de A-4B, que debíanbuscar y atacar buques ingleses. Sobre Isla Soledad,los Mirage lograron colocarse entre los Skyhawk yuna PAC de Sea Harrier que trataba de interceptar-los, pero el controlador aéreo no autorizó a disparar,por lo que los Mirage regresaron a su base.

Otras dos parejas de Mirage fueron lanzadassobre Malvinas ese día. Dos de los Mirage III persi-

AMD M-IIIEA / DA MirageAMD M-IIIEA / DA MirageAMD M-IIIEA / DA MirageAMD M-IIIEA / DA MirageAMD M-IIIEA / DA Mirage

En 1982, los Mirage III fueron utilizados por laFuerza Aérea Argentina en la Guerra de Malvinas.

Este fue sin dudas el avión de combate de ma-yor éxito producido en Europa Occidental. Durantemucho tiempo se constituyó en la espina dorsal delsistema de defensa francés, seleccionado por su sim-plicidad, confiabilidad y alto desempeño. Exhaustiva-mente probados en combate, los Mirage III fuerondecisivos en la campaña aérea de la Guerra de losSeis Días, en 1967, cuando piloteados por la FuerzaAérea Israelí, obtuvieran decenas de victorias aire-aire y la total destrucción de la aviación árabe en tie-rra. En diciembre de 1971, los pilotos paquistaníesconsiguieron con sus Mirage III ocho victorias en elaire y dos en tierra contra la Fuerza Aérea India.

En 1982, los Mirage III fueron utilizados por laFuerza Aérea Argentina en la Guerra de Malvinas.

Procedencia: FranciaFabricante: Avions Marcel DassaultTipo: Interceptor de defensa aéreaEnvergadura: 8,21 mLongitud: 14,08 mPeso vacío: 6531 kgPeso máx. de decolaje: 13.510 kgPlanta motriz: Turboreactor SNECMA Atar-

09C-03, de 4.284 kg. de em-puje a nivel del mar; y 6.185kg. de empuje con postcom-bustión.

Velocidad máxima: 2.217 km/h (Mach 2.1) a12.200 m de altura.

Autonomía máxima: 2.800 kmPrincipales sistemas: Radar monopulso de 200 kw

de potencia Thompson-CSFCyrano II bis, operando enlas bandas I/J. Mira CSF 97.IFF LMT 3560J. TACAN

Armamento: 2 cañones DEFA 552A de 30mm y 125 proyectiles. 4.000 kg. de carga, distribui-da entre 4 estaciones alaresy una estación ventral.Un misil Matra R530E deguía IR o SARH (Semi Auto-matic Radar Homing) en laestación central y dos misi-les Matra R550 Magic Ide guía IR, en los soportesalares externos. TanquesRP30 de 1.700 lts. y RP62Supersonique de 500 lts.,RPK y Madnap, Bombas BK-BR.

Los Mirage en la FuerLos Mirage en la FuerLos Mirage en la FuerLos Mirage en la FuerLos Mirage en la Fuerza Aérza Aérza Aérza Aérza Aérea Area Area Area Area Ar-----gentinagentinagentinagentinagentina

En 1968, el gobierno argentino comenzó lasnegociaciones en firme con la corporación Dassaultque concluyeron con la compra 10 aeronaves mono-plazas y 2 biplazas de entrenamiento avanzado,

La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 9FUERZA AÉREA

guieron a una PAC de Sea Harrier a mediana distan-cia hasta que, cuando los separaban unos 25 km, losaviones ingleses invirtieron su rumbo y se cruzaronde frente con los Mirage, aunque sin que ninguno delos cuatro pilotos lograra adquirir un blanco para susmisiles. Escasos de combustible, todos los avionesrompieron contacto.

La última misión en esa jornada para el Grupo8 fue realizada por el Cap. García Cuerva (en el I-019) y el primer teniente Perona (en el I-015), ambospilotos en su segunda misión del día. Los M III fueronvectoreados por el radar de Puerto Argentino haciauna pareja de Sea Harrier del 801 Squadron (XZ423,piloto Flt. Lt. P. Barton y XZ453, piloto S. Thomas),detectados sobre la Isla Soledad.

Sin embargo, el control terrestre no aclaró queeran dos los aviones enemigos por lo que la creenciade los pilotos de M III era que se dirigían a un soloobjetivo.

Los pilotos argentinos se acercaron a los avio-nes ingleses desde lo alto, tratando de maniobrar paracolocarse a la cola de uno de los Harrier, pero mien-tras Thomas mantenía su curso, Barton giró hastacolocarse a un costado de los Mirage. A unos 8 km ytras establecer contacto visual, Perona y García Cuer-va eyectaron sus depósitos auxiliares; casi inmedia-tamente, Thomas y Perona se cruzaron a muy pocadistancia (menos de 100 metros), cuando el pilotoargentino comenzó a virar para perseguir a Thomas,su avión fue alcanzado por un Sidewinder AIM-9L lan-zado por Barton desde unos 1500 m de distancia.

El Cap. G. García Cuerva (derecha) y el SuboficialAux. J. Fazio junto al Mirage IIIDA durante un

despliegue a la BAM El Plumerillo en 1981 (J. Fazio).

El cruce de los aviones y el impacto del misil seprodujeron casi simultáneamente, lo que hizo pensara Perona que había colisionado con el Sea Harrier.De todas formas, con el avión desintegrándose, elpiloto argentino alcanzó a eyectarse, y poco despuésde llegar a tierra fue rescatado por personal de la Avia-ción Naval Argentina apostado en la Isla Borbon. Mien-tras tanto, Thomas lanzaba un Sidewinder contra elMirage de García Cuerva, que advirtió el disparo y selanzó en picada entre las nubes a fin de eludirlo. Lamaniobra tuvo éxito, y ambos aviones, faltos de com-bustible, rompieron contacto. Ante la imposibilidad deretornar al continente, García Cuerva, en un valerosoesfuerzo por salvar su avión, decidió intentar un ate-rrizaje en la corta pista de Puerto Argentino. Lamen-tablemente, al salir de las nubes cerca del aeropuer-to, fue derribado por la artillería antiaérea argentina,sin que el piloto pudiera eyectarse.

Mayor (Post Mortem) García Cuerva

La noche del 1º Mayo resultó muy oscura parael ánimo del Grupo 8. Había muerto uno de sus mejo-

res pilotos, se habían perdido dos aviones nuevos yse llegó a la conclusión de que, bajo las condicionesplanteadas, era casi imposible enfrentar al binomioSea Harrier/AIM-9L.

Durante el resto del mes, los Mirage realizaronsalidas de escolta para los aparatos de ataque, mien-tras que se ocupaban de la protección de las basesdel sur ante un posible ataque de bombarderos Vul-can.

Además de las misiones de escolta, el Grupo 8de Caza comenzó a realizar salidas actuando como«señuelo», simulando ataques sobre los buques bri-tánicos para distraer a los Sea Harrier y dejarle elcamino libre a los cazabombarderos «verdaderos».Este tipo de operaciones tuvo su máximo éxito el 8de junio, cuando los Sea Harrier fueron tras los Mira-ge mientras los A-4B del Grupo 5 destruían los bu-ques de desembarco británicos Sir Galahad y Sir Tris-tram en Bahía Agradable.

Las misiones del Grupo 8 continuaron hasta lamisma noche del 14 de junio (la última de la guerra),cuando una pareja de Mirage escoltó a los Canberradel Grupo 2 de Bombardeo que atacaron las posicio-nes británicas en Monte Kent. De esta manera, termi-naba la guerra para el Grupo 8, habiendo efectuado47 misiones de cobertura y 9 salidas de distracción.

Mirage Dagger en MalvinasMirage Dagger en MalvinasMirage Dagger en MalvinasMirage Dagger en MalvinasMirage Dagger en Malvinas

Los aviones Mirage Dagger arribaron en dostandas a la Argentina, previo al conflicto por Malvi-nas: 26 aparatos en 1978 y 13 en 1980, con deno-minación Dagger, incluyendo 35 monoplazas, DaggerA, y 4 entrenadores biplaza, Dagger B.

Con estos aparatos se formó una nueva uni-dad, la VI Brigada Aérea, que se alistó inmediatamen-te.

El Conflicto del Atlántico SurEl Conflicto del Atlántico SurEl Conflicto del Atlántico SurEl Conflicto del Atlántico SurEl Conflicto del Atlántico Sur

El 4 de abril de 1982 se recibieron instruccio-nes para alistar los aviones hacia tierras patagónicas.El 25 de abril de 1982 se constituyeron 2 Escuadro-nes aeromóviles a saber:

El I Escuadrón Aeromóvil «Avutardas Salvajes»en la Base Aérea Militar Río Grande a 690 Km.de Malvinas a órdenes del Mayor Carlos Martí-nez e integrado por los Capitanes Cimatti, Ma-ffeis, Mir González, Rhode, Janett, Moreno, Ro-bles, los Primeros Tenientes Ratti, Luna, Gabari,Ardiles, Antonietti, y los tenientes Bernhardt,Bean, y Volponi.

El II Escuadrón Aeromóvil «La Marinete» en laBase Aérea Militar San Julián a 700 Km de Mal-vinas a órdenes del Mayor Sapolsky que al pocotiempo fue reemplazado por el Vcom L. Villar eintegrado por los Mayores Piuma, Puga, los ca-pitanes Donadille, Díaz, Dellepiane, Dimeglio,Demierre, los Primeros Tenientes Musso, Senn,Román, Callejo y los Tenientes Aguirre Faget,Valente y Castillo.

Cada Escuadrón disponía de 10 a 12 Dagger yoperaban con 3 tanques pendulares de 1300 Lts ycon bombas inglesas de cola lisa de 1000 y 500 li-bras con paracaídas de frenado de origen español.Para misiones de combate aéreo estaban disponibleslos misiles Shafrir Mk IV.

El 1 de mayo de 1982 tuvo lugar el bautismo defuego de la FAA jornada durante la cual los Daggercompletaron 13 salidas.

Como queda dicho, durante la Guerra de lasMalvinas fueron desplegados en lasbase aeronaval de Río Grande y un aeródromode Puerto San Julián. A pesar de la distancia de losobjetivos y de la falta de capacidadde reabastecimiento en vuelo, consiguieron realizarmás de 100 salidas contra objetivos tanto terrestrescomo navales, dañando los buques HMS Antrim(D18), HMS Brilliant (F90), HMS Broadsword (F88),HMS Ardent (F184), HMS Arrow (F173) y HMS Ply-mouth (F126). Once Daggers fueron perdidos en com-bate (nueve por misiles AIM-9 Sidewinder lanzadospor Sea Harrier y dos por misiles tierra-aire).

EntrEntrEntrEntrEntrevista al Primer Tevista al Primer Tevista al Primer Tevista al Primer Tevista al Primer Teniente (Cap.eniente (Cap.eniente (Cap.eniente (Cap.eniente (Cap.Re) VGM Carlos Alberto MussoRe) VGM Carlos Alberto MussoRe) VGM Carlos Alberto MussoRe) VGM Carlos Alberto MussoRe) VGM Carlos Alberto Musso, Pi-, Pi-, Pi-, Pi-, Pi-loto de Daggerloto de Daggerloto de Daggerloto de Daggerloto de Dagger

El Capitán (R) Musso pidió la baja de la FuerzaAérea Argentina en el año 1980, ingresando comopiloto a Aerolíneas Argentinas.

Apenas iniciada la guerra, fue convocado y re-habilitado para luego participar de varias misiones.Fue el único piloto «civil» que intervino en misionesde guerra con aviones de combate. Fue condecoradocon la Cruz de «La Nación Argentina al Valor en Com-bate».

El 2 de abril de 1982 la Ar-gentina recuperó las Islas Malvi-nas, y el Reino Unido se embarcóde inmediato en la mayor opera-ción militar desde la Segunda Gue-rra para devolverlas a las posesio-nes británicas.

«Yo estaba en Buenos Aireshaciendo el curso para copiloto de737, y llegó el 2 de abril. En esosdías estaba a punto de hacer lastandas de simulador», cuenta. Un viejo camarada, elMayor Puga, lo contactó para ver si quería colaborar.«Les dije que sí. Es más, hasta esperaba que me lla-maran, y además lo sentía como mi obligación».

Había que formar un escuadrón de Mirage Da-gger de reserva, y el 30 de abril llegó a manos deMusso un telegrama oficial del Poder Ejecuti-vo indicándole que se presente nuevamenteal servicio.

El 1º de mayo fue el bautismo de fuego de laFuerza Aérea Argentina. En lugar de ir a los simula-dores de Aerolíneas en la porteña zona de Catalinas,en Aeroparque lo esperaba un Lear Jet para llevarlo

Página 10 - La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 FUERZA AÉREA

a Tandil. Su familia supo hasta ahí. «Voy a hacer uncurso», les dijo a medias. «Fue una pequeña mentirapiadosa», reconoce. «No ganaba nada asustándolos».

Ya en la base, le dieron un manual del Daggerpara que se pusiera a estudiar, «cosa que por ciertono me atraía mucho» (risas). «Realmente, con todolo que estábamos escuchando sobre lo que pasabaen el Sur, era difícil concentrarme. Así que leía unpoco, iba al hangar, charlaba con los mecánicos, yasí volví a familiarizarme con el Dagger». Sigue elrelato: «Al día siguiente le dije al instructor que queríaque voláramos en un biplaza. Salimos, y cuando vol-vimos me dijo que me veía bien. Así que luego sali-mos cada uno en un monoplaza. A partir del 2 de mayoya empecé a volar sólo de nuevo».

Musso volvió a la aviación de combate, en épo-ca de guerra. Sus misiones consistían en llevar avio-nes a las bases del Sur, para reemplazar otros quenecesitaban reparaciones. También probaban bom-bas en Mar Chiquita, y entrenaban con los pilotos másnuevos que aún no se habían desplegado.

Otra función –que terminó siendo providencialpara Puga- fue probar los trajes anti-exposición deneopreno. La Fuerza Aérea no tenía trajes suficien-tes para todos los pilotos, y se mandaron a hacer nue-vos a Puerto Madryn. Salían a ver cómo era volar conesos trajes puestos. Se ponían directamente sobre elcuerpo, y arriba iban el buzo de vuelo y el traje anti-G.«Realmente, era como un baño turco. Nos dejába-mos todo el día el traje puesto. Además del traje, te-níamos puestas unas medias de neopreno, y llevába-mos guardados una capucha y unos guantes», expli-ca. Fueron muy efectivos, al punto que en una misiónde combate –el 24 de mayo- Puga se eyecta y cae alagua. Estuvo 8 horas flotando, hasta que la marea lollevó hasta la costa, y luego pudo caminar hasta po-nerse a salvo.

El 21 de mayo tuvo que llevar un avión a SanJulián. Cuando aterriza se entera que habían derri-bado a tres compañeros suyos. «Quédese», le dijo eljefe de escuadrón.

- ¿Qué pensó en ese momento?

Nada en particular. Hasta ese momento, eracomo una sucesión lógica de acontecimientos, y ve-nía como enganchado. La primera sensación fuertefue a la noche, porque me tocó dormir en la cama deuno de los pilotos que habían derribado. Esa nochees como que entré en situación, y tomé concienciaque el asunto era serio.

La GuerraLa GuerraLa GuerraLa GuerraLa Guerra

Efectivamente, el asunto era serio. Tres díasmás tarde Musso lo comprobó en carne propia. «El24 de mayo me tocó mi primera misión, que fue unasalida sobre la Bahía San Carlos, en un ataque a laflota que había desembarcado el 21», recuerda. «Alas 5 y media de la mañana empezamos el día, y fui-mos a la base. Ese día hubo bastante actividad deataques. Con nosotros iba otra escuadrilla (N. del A.:Escuadrilla «Oro», formada por el Capitán Raúl Díaz,Mayor Luis Puga y Teniente Carlos Castillo), y fueronderribados los tres, por Harriers».

-¿Cómo fue el ataque?

Nosotros pasamos bien, me queda la impresiónque los Harriers se dedicaron a atacar a los otros tresaviones nuestros. Yo tenía un blanco sobre el puerto,y la flota estaba en la bahía. Apenas aparecimos, nosempezaron a tirar con todo: cañones, misiles, armas

portátiles desde tierra... Un infierno.Yo vi el puerto, algunas de las cosas que ya

habían desembarcado y nada más. Íbamos a 550nudos. En un momento determinado, Dellepiane (quevenía al lado mío) me muestra la panza de su avión,como si estuviera por hacer un viraje. En ese mo-mento veo una cosa blanca que nos pasó por el me-dio, y era un misil que lanzaron desde tierra. Yo avan-zo a mi objetivo, tiro las bombas sobre el puerto (dosbombas de 250 kilos cada una) y trato de salir.

- Una vez tiradas las bombas, había que volvera la base...

Llegué a ver a varios infantes con misiles an-tiaéreos portátiles, y pensé: ‘Acá me pegan’. Empecéa hacer virajes para un lado y para el otro, convenci-do que me iban derribar. Después de un momento deestar yendo para todos lados, miro el rumbo y me doycuenta que estaba orientado hacia el Este, para Áfri-ca. Me calmé un poco, puse rumbo al continente yempecé a volar rasante. Pasé al lado de dos fragatasque le dispararon a mi compañero, Callejo. Pasadoese momento, pude ascender y llegué a San Juliántranquilo. Al rato llegaron los otros dos aviones. Unavez en tierra vi que mi avión tenía toda clase de im-pactos de proyectiles.

Una eternidad envasada en escasos segundos,y arrojada hacia la flota enemiga al ras del agua. Elbautismo de fuego para el Lobo fue al comando delM-V Dagger matrícula C-420, como parte de la es-cuadrilla «Plata», junto con el Capitán Jorge Delle-piane y el Teniente Mario Callejo.

- ¿Cómo eran las condiciones de vuelo?

La altura de crucero era baja, teniendo en cuentalas características del avión, más o menos 7 u 8 milmetros, contra casi el doble de lo que el avión permi-tía normalmente. Como el Dagger no tenía posibili-dad de reabastecerse en vuelo, salíamos con el aviónfull de combustible, con tanques suplementarios quedebíamos conservar a toda costa (dos tanques de alay uno central). Por ende, no podíamos subir mucho,ni volar supersónico. El armamento eran dos bombasy los cañones, nada más. En esas condiciones, salía-mos siempre con peso excepcional de despegue, in-cluso por arriba de lo permitido por el manual. Eracasi una versión de traslado del avión, no de comba-te.

- ¿Había practicado alguna vez vuelos rasantes?

Rasante volábamos a lo que pudiera cada uno.Practicábamos en el continente, frente a la torre decontrol. Estábamos entrenados para vuelo bajo, perono para bombardear a tan baja altura. Normalmente,cuando uno tiene que atacar (ya sea con bombas ocañones) tiene que tomar algo de altura para poderbajar la trompa del avión. En estos casos, en cambio,tirábamos las bombas cuando el buque entraba enel parabrisas del avión, confiando en que le dábamos.

- ¿Cuáles fueron las sensaciones luego del debut?

Tanto en los tramos de ida como de vuelta a lamisión, uno tenía tantas cosas para hacer que no ha-bía mucho tiempo de pensar. El tema fue cuando ate-rrizamos, y especialmente a la noche. Ahí es cuandotomamos contacto con la realidad. Nos dábamos cuen-ta de lo que habíamos hecho y de lo peligroso quepodía ser. Sobre todo la primera noche. Empezás ahacerte muchas preguntas. Habíamos pasado una, ypodíamos caer en la siguiente. Varios compañerosnuestros ya habían muerto.

- ¿Cómo era la vida cotidiana en la base?

Empezábamos temprano a la mañana, y todotranscurría en bastante silencio aunque estuviéramosen grupo. Es como que cada uno estaba metido en

sus pensamientos. Cada uno lo manejaba como po-día. Tratábamos de poner la cabeza en blanco y nopensar en nada, sobre todo en la familia. Pensar mu-cho en los afectos era un atajo a la depresión. A lalarga, creo que todos tuvimos algún momento de mie-do, que tuvimos que manejar para seguir adelante.

Los días sin actividad nos quedábamos en labase, cambiados con el equipo de vuelo esperandoque llegaran las órdenes. Era una situación muy des-gastante. Tratábamos de distraernos jugando al ping-pong, al ajedrez, pero la espera era matadora, por-que sabías que en cualquier momento se abría lapuerta y aparecía alguien con una hoja de misión parasalir inmediatamente.

Jugábamos, nos juntábamos para comer, can-tábamos... Las unidades de combate tienen un altogrado de espíritu de equipo y de compañerismo.

- ¿Se contaban experiencias de combate?

Antes de la primera salida, los que ya habíantenido alguna experiencia contaban cómo eran lascosas, pero era como en una película. Hasta que nopasábamos por eso, no nos podíamos dar una ideade la magnitud de los acontecimientos.

En esos días hubo mucho movimiento, muchassalidas. Fue el pico de actividad en la guerra. Lo pri-mero luego de bajar del avión era dar un reporte parala gente de Inteligencia. Después nos comentábamoslas novedades, lo que le había ocurrido a cada uno,quiénes habían salido y quiénes habían caído.

Pilotos de Dagger

- ¿Mantenía contacto con su familia?

Hablaba por teléfono. Curiosamente, mis hijosme vieron por televisión. Algunos periodistas habíanido a hacer una nota, y justo mis chicos me vieron.Las esposas de los oficiales se mantenían en perma-nente contacto, así que ayudaban a mantener la co-municación.

- ¿En cuántas misiones participó?

A partir del 24 de mayo, debido a la cantidad debajas que sufrimos, a la meteorología y a cuestionestácticas, las misiones se fueron espaciando. A mí metocó salir un par de veces más, para bombardear atropas inglesas en Monte Kent para atacar un buque,pero cuando llegamos no lo encontramos y nos volvi-mos. Finalmente, el 8 de junio participamos en losataques de Bahía Agradable. Salimos en la primeramisión, que era una simulación de ataque a PuertoSan Carlos para distraer a las patrullas aéreas ingle-sas, mientras que los demás atacaban a la flota. Yadespués del 8 de junio bajó mucho nuestra actividad,y yo no volví a salir.

- ¿Tuvo algún encuentro con Harriers?

No, afortunadamente no, porque en esas con-diciones era un combate desigual a favor de ellos.Casi todos los que los enfrentaron no volvieron.

Dagger sobre San Carlos

- ¿Ustedes se enteraban de lo que pasaba con elresto de los escuadrones de la Fuerza Aérea?

Sí, sabíamos todo. En San Julián también esta-ban los A4, por lo que estábamos muy al tanto de loque les ocurría. Y teníamos contacto con las otras

La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 11FUERZA AÉREA

bases también, así que nos enterábamos de las mi-siones, de los resultados y de las bajas.

- ¿Alguna vez creyeron que podían torcer el rum-bo de la guerra?

No, nunca lo creímos. Peleábamos contra GranBretaña y también contra los Estados Unidos. En elmomento, confiábamos en que estábamos haciendolas cosas muy bien, pero si bien les infligíamos mu-chas bajas y les provocamos mucho daño, para ellosera algo que podían sobrellevar.

Nosotros no teníamos capacidad para un en-frentamiento tan grande. Para darse una idea, de 18o 20 pilotos de nuestro escuadrón que empezaron laguerra, terminamos ocho. El resto fue derribado.

- ¿Cómo vivieron el 14 de junio?

Ese día fue muy conmocionante. Era previsi-ble, porque además nosotros ya no teníamos muchaactividad. Pero sufrimos un gran golpe anímico.

El 1 de Mayo de 1982 - El 1 de Mayo de 1982 - El 1 de Mayo de 1982 - El 1 de Mayo de 1982 - El 1 de Mayo de 1982 - Bautismo enBautismo enBautismo enBautismo enBautismo enCombate de la FuerCombate de la FuerCombate de la FuerCombate de la FuerCombate de la Fuerza Aérza Aérza Aérza Aérza Aérea Area Area Area Area Argen-gen-gen-gen-gen-tinatinatinatinatina

Parte oficial de las OperacionesParte oficial de las OperacionesParte oficial de las OperacionesParte oficial de las OperacionesParte oficial de las Operaciones

Fuente: Página web de la Fuerza Aérea

Sábado 1º de mayo - CrSábado 1º de mayo - CrSábado 1º de mayo - CrSábado 1º de mayo - CrSábado 1º de mayo - Cronología de accio-onología de accio-onología de accio-onología de accio-onología de accio-nes - nes - nes - nes - nes -

PARTE METEOROLÓGICO

Lluvioso y techos bajo mínimo en losaeródromos de despliegue de la Fuerza Aérea Sur,que dificultarían la operación de los aviones de com-bate argentinos.

LA SITUACIÓN DE LA TASK FORCE

El 30 de abril el grueso de la Fuerza de Tareasinglesa se había reunido en la zona TRALA de reta-guardia (área de remolque y reparaciones situada aunos 400 Km al NE de Puerto Argentino). El coman-dante del grupo de batalla, vicealmirante Woodward,recién arribado al buque insignia, el HMS Hermes,tenía órdenes de atacar al día siguiente, e iniciar laoperación Corporate, cuyo objetivo ulterior era la re-cuperación de las islas.LA OPERACIÓN BLACK BUCK

El comandante aéreo estratégico de la RAF,Marshall Benthan, ordenó ejecutar la operación BlackBuck (Carnero Negro). Dos bombarderos Vulcan ma-trículas XM 598 y XM 607 del Escuadrón 44 de laRAF, despegando del aeropuerto de Wideawake, enla isla Ascensión, debían volar hasta Puerto Argenti-no y lanzar veintiuna bombas de 1.000 libras sobre laBAM Malvinas.LA APRECIACIÓN OPERATIVA DE LAFUERZA AÉREA SUR

El comando de la FAS, informado del ataqueenemigo, apreció correctamente, que se produciríannuevas incursiones aéreas, sobre objetivos terrestresen Malvinas (radares y otras posiciones defensivasen Puerto Argentino), por parte de la aviación de laTask Force. Se asumió que los portaaviones se man-tendrían lo suficientemente alejados al Este, fuera delradio de acción de los cazabombarderos. Por ello, sehabía concebido el empleo de interceptores MirageIII y M-5 Dagger en tareas de sombrilla aérea sobrelos blancos propios.

Antes del amanecer se ordenó a las BAM RíoGallegos, Río Grande y San Julián que, en distintosgrados de apresto, se pusieran en alerta seccionesarmadas con misiles aire-aire Magic / Matra / Shaffrir ycañones, esperando órdenes para entrar en acción.EL BAUTISMO DE FUEGO DE LA FAA

A las 07:45 despegaron de Río Grande 2 M-5

Dagger, indicativo «Toro» armados con misiles Sha-ffrir. Pilotos: capitán Carlos Moreno, teniente RicardoVolponi. Los cazas argentinos, sin llegar a entrar encombate, apoyados por la Estación de Interceptacióndel CIC Malvinas, evolucionaron en contacto con dosSea Harrier del HMS Invincible, (LtCdr RN Robin Kenty Lt Brian Haigh). Los Toro aterrizaron, de regreso enRío Grande, a las 09:45.

En comparación con los Mirage argentinos, losSea Harrier, por el diseño de sus motores orientablesy la posibilidad de ganar una sustentación extra enlas maniobras de combate, tenía mayor maniobrabili-dad a bajas cotas. Los misiles AIM-9L Sidewinder queequipaban, eran all aspect, es decir que se podíandisparar en cualquier posición relativa con respectoal blanco y no desde el cono de cola como los Shaffrirargentinos, pero sobretodo disponían de mayor tiem-po de permanencia en la zona de objetivos. El com-bate a bajas cotas aumentaba el consumo de los Mi-rage III y M-5 Dagger que, sin capacidad de ser re-abastecidos, quedaban sin posibilidad de regresar alcontinente.ALERTAS EN VUELO

Con las primeras luces, como se suponía, losSea Harrier embarcados atacaron las BAM Malvinasy Cóndor. Si bien fueron detectados con suficienteantelación no hubo posibilidad de interceptarlos conlos Toro porque, inmediatamente después del despe-gue descendieron a cotas bajas y se aproximaron ra-sante debajo de la capa de nubes. Alertada a tiempo,la artillería antiaérea de Puerto Argentino, dio buenacuenta de ellos, no así la de la BAM Cóndor que enesos momentos, pese a la alerta roja, para que no lossorprendieran en tierra, intentaba hacer despegar asus Pucará.

Ante el resultado exitoso de los primeros ata-ques aéreos británicos y las numerosas detecciones,visuales y electrónicas, que efectuaban los defenso-res argentinos de las islas, que alertaban sobre la pre-sencia de gran cantidad de buques enemigos, el co-mando dedujo que era inminente un asalto anfibio enalguna de las playas o puertos no defendidos de Mal-

vinas. Porque así estaba previsto y coordinado, la FASordenó el despegue escalonado de prácticamente el100% de sus aviones de combate que, configuradoscomo interceptores o atacantes debían volar hastalas islas y permanecer en alerta en vuelo para serdirigidos por el CIC Malvinas hacia los blancos. Asísalieron...LAS MISIONES DE ATAQUE

Las misiones interceptoras relatadas, tenían porobjeto atraer las PAC británicas, para poder infiltrarnuestras misiones de ataque a objetivos navales.

Balance del día

Se concretaron 58 salidas de combate:

3 aviones derribados. 2 tripulantes fallecidos, 1recuperado.

1 avión, derribado por la artillería propia, pilotofallecido.

2 aviones regresaron por inconvenientes técni-cos.

5 aviones regresaron por ser interceptados.

El componente aéreo del Comando ConjuntoMalvinas, al mando del brigadier Castellano, habíasobrellevado también un intenso día de operaciones,participando así del bautismo de fuego de la FuerzaAérea Argentina.

En este día ofrendaron su vida al servicio de lapatria:

Capitán D. Gustavo Argentino García Cuerva Primer Teniente D. Mario Hipólito González Primer Teniente D. José Leónidas Ardiles Teniente D. Daniel Antonio Jukic Teniente D. Eduardo Jorge Raúl de Ibáñez Cabo Principal Mario Duarte Cabo Principal Juan Antonio Rodríguez Cabo Primero Miguel Ángel Carrizo Cabo Primero José Alberto Maldonado Cabo Primero José Luis Peralta Cabo Primero Agustín Hugo Montaño Cabo Primero Andrés Luis Brasich Soldado Clase 62 Guillermo Ubaldo García Soldado Clase 62 Héctor Ramón Bordón

Invitamos a todos nuestros lectores a comunicarse con esta revista para darnos sus opinionesy sugerencias, siempre en procura del mejor cumplimiento de nuestra tarea «Difundir lo acontecidoen Malvinas en 1982, contado por sus propios protagonistas, de manera directa, sin segundas inten-ciones»

Programa: Con la mirada en Malvinas (En vivo)

Emite los días: Sábados de 10:00 a 12:00Emisora: LX23 Radio La Costa, Bernal, QuilmesConduce: Carlos Sánchez, Quique Miranda, Emilio

AlsinaTeléfonos: 15-24702429 (En horarios de trasmisión)Mail: [email protected] Señal en vivo: http://www.lx23-radiolacosta.com.ar

Asimismo les solicito su anuencia para poderverter en el programa anteriormente citado algunasde las informaciones editadas en LA GACETA MAL-VINENSE, lo que daría también al mismo una fuentede información fidedigna de lo acontecido o acontez-ca en el ámbito de los VGM.

Desde ya agradecido por su atención, Saludoatte.

VGM Carlos A. SánchezRIMEC 7 «Cnel. Conde» Cia. B

Respuesta: Muchas gracias y desde ya que estánautorizados a difundir lo publicado en esta re-vista de los Veteranos de Malvinas

Quien suscribe la presente SC/62 VGM Sán-chez, Carlos Alberto, DNI N° 16.139.108, integrantede esa asociación; me dirijo a Uds. con el objeto de,en primer lugar, agradecerles y felicitarlos por el en-vío y el contenido de las noticias vertidas en su perió-dico LA GACETA MALVINENSE, órgano de difusión yconocimiento no solo para los VGM sino también parael público en general, cumpliendo y haciendo cumplircon lo que anhelamos los VG que se conozcan lasacciones de aquellos que en el año 1982 supimosdefender nuestro territorio nacional .

En otro aspecto quería comentarles - y dentrode sus posibilidades puedan publicar en LA GACETA- que conjuntamente con otros VGM tenemos un pro-grama de radio por Internet en vivo que se emite losdías sábados de 10:00 a 12:00 y que denominamosCON LA MIRADA EN MALVINAS. Se puede escuchartambién por celular ingresando a la página web de laradio.

En el mismo informamos y comentamos contotal libertad todos temas referentes a Veteranos deGuerra en un ámbito distendido y ameno sin perderel respeto por la causa y sus actores.

Con el fin de la inclusión dentro del listado deEmisora Radiales le adjunto el detalle de la misma:

Página 12 - La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 CRÓNICA

Reunión de camaraderíaReunión de camaraderíaReunión de camaraderíaReunión de camaraderíaReunión de camaraderíaDel personal de la dotación de la Estación Aeronaval Malvinas

El pasado sábado 6 de diciembre de 2014, se llevó a cabo, en las instalaciones del Centro Naval de Núñez, una reunión de camaradería del personalde la dotación de la Estación Aeronaval Malvinas (ETAM).

La ETAM estaba establecida en los dos peque-ños hangares próximos a la plataforma de carga y aunos veinte metros de la torre de control. Era el puntode contacto inicial para el personal de mari-na que llegaba a las islas Malvinas con ungran entusiasmo y deseos de cumplir un rol,por nuestras islas, en suelo malvinense.

Este grupo aeronaval tuvo su bautis-mo de fuego el 1° de mayo de 1982 cuandoa las 4.42 hs comenzaron a estallar en PuertoArgentino una serie de bombas lanzadas porun avión «Vulcan» y el posterior ataque delos Sea Harrier.

En la reunión de camaradería se revi-vieron los momentos pasados en aquellosdías y cada uno de los reunidos se manifestó orgullo-so de haber participado en el conflicto.

Previo al brindis, el jefe de la Estación Aerona-val, CN (Re) VGM Manuel ARCE pronunció unas pa-labras de reconocimiento a los integrantes de la ETAMpor su actuación en Malvinas y por continuar mante-niendo vivo el espíritu por nuestras islas. También hizoun agradecimiento a aquellos que, viviendo alejadosde Buenos Aires, no dudaron en concurrir a esta re-unión.

El SIAE JUAN C. HIDALGO, que debió sufrir laamputación de una pierna debido a una herida causa-da por el bombardeo británico a Puerto Argentino el 1°de mayo, recibió la distinción: «HERIDO EN COMBA-

Estación Aeronaval MalvinasRelación de Personal y Dotación

GRADO 1982 Apellido Y Nombres

CFAV Anselmi, LuisCte. de la Fza. Aeronaval MLV

CFAV Arce, Oscar MJefe de la ETAM

TFIN Tondo, Santiago JulioSSAE Hidalgo, Juan CarlosSIAE Gutiérrez, OsvaldoSSEL Lujan, LuisSSMQ Díaz, RománCIAE Fochesato, José Luis

CSCORT Acuña, Jorge HoracioCC62 Tuchfeldt, ClaudioCC62 Lo Curcio, GuillermoCC62 Zamora, WalterCC62 López, EmilioCC62 Barrientos, RamosCC62 Rivera, JulioCC62 Moreno, Ángel NelsonCC62 Ballon, EduardoCC62 Belén, CarlosCC62 Orellano, AlbertoCC62 Gaitan, RicardoCC62 Beron, José LuisCC62 Bordon, JulioCC62 Lara, Jorge

TE»

Nota de ANota de ANota de ANota de ANota de AVEGUEMAVEGUEMAVEGUEMAVEGUEMAVEGUEMA

La Estación Aeronaval fue constitui-da el mismo día 2 de abril de 1982, cuandodesembarcó el CF Alberto Olcese y ocupóel galpón que constituyó el asentamientoinicial.

Con él desembarcó el TF SantiagoTondo, con experiencia en aeródromos decampaña y el personal subalterno y cons-criptos seleccionados.

El 10 de abril, el CF Olcese fue re-emplazado por el CF Luis Anselmi, que se

constituyó en el Estado Mayor del Comando NavalMalvinas y el CF Oscar M. Arce quedó a cargo de laEstación Aeronaval.

Recordatorios deMalvinas

Adquieralos en

nuestra sedede 08.30 a 12.00

Uruguay 654 Piso 4º Of. 403CABA Tel: 4373-5440

La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 13CRÓNICA

Guatrache, Campamento Malvinero en la LagunaGuatrache, Campamento Malvinero en la LagunaGuatrache, Campamento Malvinero en la LagunaGuatrache, Campamento Malvinero en la LagunaGuatrache, Campamento Malvinero en la LagunaDel 22 al 23 de noviembre se realizó en la ciudad de Guatrache, provincia de La Pampa, el «Primer Campamento Malvinero», un histórico encuentro

de camaradería en el que Veteranos de Guerra y malvineros de varios lugares del país se dieron cita para mantener encendida la llama del Patriotismo. Laconvocatoria nació por obra de la Prof. María Teresa Stebner, docente que conduce en equipo, el ciclo radial «Malvinas, Historias de Héroes» que se emitepor la FM Cielo 93.5 de la ciudad. La propuesta rápidamente encontró adhesión y apoyo de numerosos Centros de Veteranos y malvineros de Argentina.Invitados por sus organizadores, AVEGUEMA concurrió a este evento, en ésta oportunidad representada por el VGM Carlos Montiel y su Sra. LucíaCachazo, quienes poseen la muestra bibliográfica «Pensar Malvinas, sentir la Patria».

En la mañana del 22 se realizó el acto de apertura,con el izado de la enseña argentina en el mástil del pre-dio. Luego en el escenario, se entonaron las estrofas delHimno Nacional a viva voz por los veteranos presentes yun grupo de niños guiado por sus docentes lo hicieron enlenguaje de señas, emocionando a los presentes. El re-presentante de la iglesia local realizó la bendición del cam-pamento, que se instaló en un amplio predio ubicado jun-to a la bellísima laguna de Guatrache. Los visitantes fue-ron cálidamente recibidos por la Prof. Stebner y los Vete-ranos de Guerra presentes. A lo largo de la jornada semultiplicaron las charlas, los momentos de camaradería,y las actividades recreativas organizadas por Stebner yla Intendencia. Los campamentistas mantuvieron anima-dos y fraternales diálogos con distintos e importantes re-ferentes malvineros como los VGM Carlos Montiel (Regi-miento de Infantería 12), quien organiza periódicamentemuestras itinerantes y conferencias por todo el país paracontar la verdadera historia de la Gesta, José RodolfoSilva (Grupo de Artillería Aerotransportado 4), Veteranosde la Provincias de Corrientes, Neuquén, Córdoba y el

joven músico Diego «Koya» Furci, bajista de la conoci-da banda de rock patriótico Feed. Se generaron espa-cios de charlas y debates bajo la frondosa sombras delcaldén, árbol insignia de la a Pampa.

Al llegar la noche, en el escenario principal mon-tado a la entrada del campamento, entregaron oficial-mente distintos presentes al Intendente Arrese y a laProf. Stebner; algunos fueron enviados por el Centrode Veteranos de Guerra de San Martín y por el VGMJuan Domingo Frías, Centro de Veteranos de Bahíablanca, Luego, músicos representantes de diversos rit-mos melódicos realizaron interpretaciones que anima-ron la velada.

El domingo se compartió el almuerzo, un sabrosocordero pampeano, continuando con el clima de cama-radería y los presentes pudieron expresar colmados deemoción, sus vivencias y sentimientos por la causaMalvinas.

Ley ProvincialLey ProvincialLey ProvincialLey ProvincialLey ProvincialPublicada en Boletín Oficial de la Provincia de Santa Fe el Día Jueves 15 de Enero de 2015Registrada bajo el Nº 13464

La Legislatura de la Provincia de Santa FeSanciona con Fuerza de Ley:

ARTÍCULO 1.- Incorpórase como artículo 1 bis de la Ley Nº 12.867 el siguiente:ARTÍCULO 1 bis.- El 2 de Abril de cada año, se convocará a los excombatientes

y sus familias a efectos de rendir homenaje y recordar a quienes ofrecieronsu vida en defensa de los valores y la soberanía nacional, manteniéndolosvivos en la memoria del Pueblo Argentino.

ARTÍCULO 2- Modifícanse los artículos 3, 4 y 16 de la Ley N° 12.867, los quequedan redactados de la siguiente forma:

ARTÍCULO 3.- EXTENSIÓN DEL BENEFICIOS.- El beneficio establecido en elArtículo 1 será extensivo, en caso de muerte del titular a:

1.- La cónyuge;2.- La conviviente que al momento del fallecimiento del titular, acredite haber

convivido con éste en relación estable durante los dos (2) años anteriores aldeceso. En éste, supuesto, se requerirá que el causante haya sido soltero,viudo, divorciado, separado de hecho o legalmente y hubiera convido públi-camente en aparente matrimonio durante por lo menos dos (2) años inme-diatamente anteriores a su fallecimiento. La conviviente excluirá al cónyugesupérstite cuando ésta hubiera sido declarada culpable de la separación per-sonal o divorcio. En caso contrario, cuando el causante hubiere estado con-tribuyendo al pago de alimentos o estos sido demandados judicialmente o elcausante hubiere dado causa a la separación personal o al divorcio, la pres-tación se otorgará al cónyuge y a la conviviente por partes iguales.

3.- Los hijos sin límite de edad.4.- Los progenitores del veterano.

La extensión del presente beneficio tendrá efectos aun cuando el causantehubiera fallecido antes la entrada en vigencia de la presente ley.»

ARTÍCULO 4.- CONCURRENCIA DE BENEFICIARIOS.- En caso de concurren-cia de beneficiarios, la pensión se distribuirá según estas condiciones:

a) Si concurren los padres del causante y la cónyuge o conviviente supérstite,el beneficio se distribuirá en un cincuenta por ciento (50%) para los padres yel cincuenta a por ciento (50%) restante para la cónyuge o conviviente su-pérstite.

b) Si concurren los padres e hijos, el cincuenta por ciento (50%) del haber co-rresponderá a los ascendientes y el restante cincuenta por ciento (50%) a loshijos por partes iguales.

c) Si concurren la cónyuge y/o conviviente supérstite e hijos, el cincuenta porciento (50%) corresponderá a la cónyuge o conviviente según corresponda yel restante cincuenta por ciento (50%) a los hijos por partes iguales.

d) Si concurren los progenitores, la cónyuge y/o conviviente supérstite según

corresponda e hijos, el haber se distribuirá en un tercio (1/3) para los proge-nitores, un tercio (1/3) para la cónyuge o conviviente y un tercio (1/3) para loshijos por partes iguales.Si alguno de los concurrentes falleciera o perdiera su estado de beneficiario,su parte se distribuirá entre los restantes.»

ARTÍCULO 16.- VACANTES EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA PROVINCIAL.-En el supuesto de producirse vacantes en la Administración Pública Provin-cial y en caso de igualdad de condiciones y puntaje obtenido en el concurso,tendrán prioridad para acceder a la vacante producida los hijos de los Vetera-nos de la Guerra de Malvinas incluidos en los artículos 1 y 2 de la presenteley. Facúltase al Poder Ejecutivo a adecuar el sistema de ingreso a la Admi-nistración Pública, a fin de otorgarles a los hijos de los Veteranos de la Gue-rra de Malvinas preferencias que faciliten su ingreso, siempre que se en-cuentre acreditada la idoneidad para el puesto.

ARTÍCULO 3.- Invitase a los Municipios y Comunas de la Provincia a adherir a lospostulados fijados en el Artículo 16 de la Ley N° 12.867 modificada por lapresente ley y a adoptar, en consecuencia, las medidas tendientes a la efec-tiva aplicación de los mismos en sus respectivos ámbitos.

ARTÍCULO 4.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.DADA EN LA SALA DE SESIONES DE LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA DE

SANTA FE, A LOS DIECÍOCHO DÍAS DEL MES DE DICIEMBRE DEL AÑO2014.

Luis Daniel Rubeo Presidente Cámara de DiputadosJorge Henn Presidente Cámara de SenadoresJorge Raúl Hurani Secretario Cámara de DiputadosRicardo H. Paulichenco Secretario Legislativo Cámara de Senadores

Decreto Nº 5123Decreto Nº 5123Decreto Nº 5123Decreto Nº 5123Decreto Nº 5123

SANTA FE, Cuna de la Constitución Nacional», 30 DIC 2014

VISTO:

La aprobación de la Ley que antecede Nro. 13.464 efectuada por la H. Legislatura:El Gobernador de la ProvinciaDecreta:

Promúlgase como Ley del Estado, insértese en el Registro General de Leyes conel sello oficial, publíquese en el Boletín Oficial, cúmplase por todos a quienescorresponde observarla y hacerla observar.-

BonfattiRubén Darío Galassi

Página 14 - La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 CRÓNICA

VVVVVigilia en San Andrés de Gilesigilia en San Andrés de Gilesigilia en San Andrés de Gilesigilia en San Andrés de Gilesigilia en San Andrés de GilesUna multitud rindió homenaje a los héroes de Malvinas

Imágenes y reseña de la Vigilia y acto del 2 de abril en San Andrés de Giles, «Capital de la Malvinización»

misa de campaña Monseñor AntonioBasseotto y el Cura Párroco de estaciudad, Padre Hernán López. Termina-da la misma se procedió a la bendiciónde los 649 Rosarios, cada uno de elloscon un nombre de un caído en Malvi-nas.

Posterior al acto religioso actua-ron distintos artistas, entre ellos sobre-salieron varios veteranos de guerra, quese sumaban con su música a rendirleun homenaje a sus compañeros caídosen Malvinas.

A las 21:00 hs, en un emotivomomento, la ciudad de San Andrés deGiles, reconoció a los compañeros delhéroe de la ciudad, el Soldado JorgeMaciel, por haber estado hasta los últi-mos momentos con el mismo asistién-dolo en Malvinas. Se les entregó unaestatuilla, replica del monumento queJorge Maciel tiene en su ciudad y en elMercado Central. Los camaradas reco-nocidos fueron los Veteranos CarlosSalazar (Chaco), Pedro Miranda (de lamisma provincia), Sergio Scarano (SanAntonio de Areco) y Ferreyra (Pcia Bue-nos Aires), quien sepultara a este bravosoldado.

Nélida Maciel, madre del héroe local,haciendo entrega de reconocimientos

Se vivió un momento emotivocuando el padre del soldado caído encombate José Luis Galarza, oriundo dela localidad de Duggan, partido de SanAntonio de Areco, descubrió un placa enagradecimiento a esta ciudad, por ha-ber recordado a su hijo y por el apoyobrindado al haber inaugurado la escul-tura con que su pueblo natal lo recuer-da en la localidad de San Antonio de Are-co.

A las 23:00hs se encendieron 649antorchas, cada una de ellas represen-taba a un caído por nuestras Islas Mal-vinas y se daba comienzo al desfile deveteranos de guerra, una guardia dehonor de la Gendarmería Nacional, elTercio de Montañeses, una Guardia deHonor de la Armada y una representa-ción del Regimiento de Infantería Nro.6, que con uniformes históricos se unían

¡San Andrés de Giles le Cantó a Malvi-nas!

En otro imborrable encuentro quese dio cita en el fogón criollo «Malvinas,San Andrés de Giles te canta», se reen-contraron innumerables veteranos deguerra sin diferencias de armas, ni degrados. Todos juntos para conmemo-rar un nuevo aniversario de la gesta. Sereunieron así, pueblo, autoridades, fuer-zas armadas y veteranos de guerra deMalvinas.

Roberto Rimoldi Fraga

En un encendido Himno Nacional,encabezado por el padrino de la vigilia,el cantautor Roberto R. Fraga, los vete-ranos de guerra rejuvenecieron con lasestrofas «OH JUREMOS CON GLORIAMORIR», como renovando su compro-miso de seguir defendiendo a la Patria.

Todo comenzó en la mañana conun día pleno de sol, con exposicionesde Malvinas y de libros para escuelasdel distrito.

A las 18:00 hs daba comienzo convarios números artísticos originarios dela localidad, de la zona y de provinciascomo Mendoza y Tucumán, que habíanconcurrido en forma gratuita para su-marse a esta patriada.

A las 19:00 hs concelebraron una

a los fuegos de artificio.

Un número cercano a 400 vete-ranos de guerra, muchos con sus uni-formes o medallas, orgullosos de suhistoria, se unían para acompañar a fa-miliares de los caídos en Malvinas. Unavez congregados al frente del escena-rio, lleno de hijos y nietos de veteranosde guerra y familiares de caídos, se pro-cedió a cantar las estrofas de nuestroHimno.

Héctor Horacio Brito, ganador delpremio Soldado Maciel, elegido por los

lectores de El Malvinense

Acto seguido, la hija del veteranode guerra, el entonces Subteniente Gó-mez Centurión, cantó un tema en re-presentación de todos los hijos y nietosde veteranos. Acto seguido se escuchóel tema «Veterano del Honor» en voz desu autor Alcides Núñez de la provinciade Tucumán, quien en forma gratuita se

ofreció a cantar su obra. Ambos temasarrancaron lágrimas de orgullo a estosbravos hombres de nuestra historia con-temporánea.

Finalmente, se entregaron reco-nocimientos de los propios Veteranosde Guerra a personas que luchan por lacausa post Malvinas. Recibieron estasdistinciones el cantautor Alcides Núñez,el Sr Héctor Britos por su incansabletrabajo de difundir la causa Malvinas enla sociedad (votado por la página de in-ternet «EL MALVINENSE»), el ConcejoDeliberante de la ciudad de San Andrésde Giles y por último el Intendente deesta ciudad por la colaboración para lle-var adelante esta fiesta de los Vetera-nos y el pueblo.

Alberto Puglelli, Presidente del Centrode Veteranos de Guerra de San Andrés

de Giles

Esta ciudad demostró una vezmás, haber defendido lo que muchosVeteranos de Guerra piden, que seadeclarada oficialmente como la «Capi-tal de la Malvinización».

Monumento al soldado Maciel

La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 15ANÉCDOTARIO

Un HérUn HérUn HérUn HérUn Héroe, Toe, Toe, Toe, Toe, Todos los Hérodos los Hérodos los Hérodos los Hérodos los HéroesoesoesoesoesSergio Núñez y Ernesto Castillo,«La Nación», 03 de abril de 2011

Varios relatos británicos mencionan a un heroico soldado argentino del que casi nada se sabe, que fue ultimado poco antes de la caída de PuertoArgentino, tras negarse a rendirse, cuando su sección ya lo había hecho. En 1983, fue hallado un cuerpo en la zona de ese combate y se lo enterró comoNN en Darwin. Con los años, varios estudios empezaron a relacionar una cosa con otra dando origen a «la leyenda del soldado Pedro», un héroe anónimoal que todavía sus ex compañeros de batalla siguen tratando de identificar

En la noche del 13 de junio de 1982, cubierto por la nevisca reinante, el Segundo Batallón de Guardias Escoceses asaltó las posiciones argentinas enTumbledown, un monte de 228 metros de altura que dominaba la última línea defensiva de las tropas nacionales alrededor de Puerto Argentino, capital delas islas Malvinas. Tras ocho horas de combate -reconocido por ambos bandos como el más duro de la campaña- y un último y desesperado contraataque,los argentinos se vieron forzados a retirarse. Detrás dejaban la última chance de detener el asalto enemigo hasta la llegada del invierno y evitar así laderrota total, que llegaría pocas horas más tarde. Pero su resistencia y entrega dejaban algo más entre los británicos: una leyenda.

Bicheno colectó información acerca de las intencionesargentinas sobre las Islas, que el gobierno Británico eli-gió ignorar. Las razones detrás de esa decisión de lasautoridades de su país y las desastrosas consecuen-cias son los temas que aborda en su libro.

TTTTTras un manto de misterioras un manto de misterioras un manto de misterioras un manto de misterioras un manto de misterio

El notable desempeño de Pedro no fue la ex-cepción en Tumbledown. La noche del 13 al 14, elgrueso de los argentinos que permanecía allí perte-necía al Batallón de Infantería de Marina Nº 5, Com-pañía Nácar, con base en Tierra del Fuego en tiempode paz. Los hombres del BIM-5 estaban acostumbra-dos al frío y al viento, y su duro entrenamiento de dosaños los había preparado mejor que a la mayoría delEjército. Estaban bien equipados y contaban con am-plio entrenamiento en cartografía y combate noctur-no, algo fundamental en Malvinas, donde la mayoríade los ataques británicos se dio por la noche.

Los tropas enemigas consideraban al BIM-5 delo mejor de la Argentina. Y la unidad hizo justicia a sufama: sobre dos secciones de la Compañía Nácarcayó la furia de la Compañía Left Flank de los Guar-dias Escoceses, pero los infantes contuvieron a esafuerza muy superior en número alrededor de seis ho-ras. Para desalojarlos, los británicos tuvieron que asal-tar una a una sus posiciones, recurriendo a la artille-ría terrestre y naval, los misiles antitanque, las grana-das, y el combate cuerpo a cuerpo. Teniendo en cuentaque Pedro luchó con tanta garra, no sería de extrañarque hubiera pertenecido a este grupo.

Salvo por un dato: el BIM-5 batalló, en general,en la parte oeste de Tumbledown, lejos de donde ha-llaron a Pedro. Sin embargo, por mucho tiempo no sedescartó que Pedro pudiera ser un infante de marinaque escapó de la derrota inicial y se replegó para se-guir peleando. Aunque algo revelado por Bichenopermitiría desechar esa posibilidad: «Pedro vestíacomo los del Ejército. Si hubiese tenido el uniformedel BIM-5, los que recuperaron su cadáver lo habríancomentado. Los británicos pensaban erróneamenteque el vestuario de los infantes de marina era distinti-vo de los comandos argentinos».

Dado que no es lo mismo combatir con una fuer-za de élite que con conscriptos, si Pedro hubiese ves-tido como un integrante del BIM-5, los británicos nose hubieran privado de destacarlo. Eso es lo que hi-cieron en las batallas donde enfrentaron a gruposcomandos porque les enorgullecía haberlos vencido.Así las cosas, si Pedro era del Ejército, ¿a qué uni-dad pudo pertenecer?

En Tumbledown participaron varias unidades delEjército: 48 hombres de la 3ª sección de la CompañíaB del Regimiento de Infantería Motorizada 6, de Mer-

cedes, Buenos Aires; 12 de la compañía B del Regi-miento de Infantería 12 de Mercedes, Corrientes, acargo del subteniente Celestino Mosteirín y que su-frió la baja del conscripto Ramón García, y otra sec-ción aún más disminuida (cinco hombres) del Regi-miento de Infantería 4, con asiento en Monte Case-ros, Corrientes, a cargo del subteniente Oscar Silva,que murió junto a sus cuatro muchachos. La mayoríaprocedía de Dos Hermanas, enclave perdido la no-che anterior.

Soldados escoceses celebran el alto el fuego en Tum-bledown

Oscar Teves, autor local del libro «Pradera delGanso» y próximo a escribir otro sobre Tumbledown,no descarta a ninguno de estos grupos. Ni siquiera alBIM-5: «En verdad, no sé si La Terraza es el lugardonde cayó Pedro. Es más, recorrí la zona y no vilugares inaccesibles como el que describe Bicheno».

En cambio, para el hoy teniente coronel y porentonces subteniente de 19 años de la 3ª B/RIM6,Esteban Vilgré La Madrid, las líneas de investigaciónsiempre fueron dos: «Hasta saber lo del uniforme dePedro, siempre pensé que era un infante de marinadesprendido de la sección del teniente de corbetaCarlos Vázquez -la última del BIM-5 en resistir- o unode mi sección, que luchó en el lado este de Tumble-down, donde abatieron a Pedro. Aparentemente, estejoven cayó a 400 metros del sitio inicial donde estabayo, pero eso no significa que no perteneciera a migrupo porque no estábamos todos juntos».

Teniente de Corbeta IM Carlos Daniel Vázquez ySubteniente Oscar Augusto Silva

La Madrid descarta a los muchachos del sub-teniente Silva, ya que se encontraban en el sectoroeste del monte. También al soldado García, del RI-12. «Me lo aseguró el subteniente Mosteirín», acota.

Los conscriptos muertos del RIM-6 en Tumble-down cayeron durante un contraataque lanzado so-bre el final, una vez doblegada la sección del tenienteVázquez. El RIM-6 estaba bien entrenado por su jefe,el teniente coronel Oscar Jaimet, antiguo comando

Una vista desde Monte Tumbledown y una cruz enmemoria de los caídos

Ya en la madrugada del 14 de junio, cuando lasposiciones argentinas iban cayendo, un soldado crio-llo habría decidido seguir peleando, quizá para per-mitir la retirada de sus compañeros o tal vez por noaceptar la inminente derrota.

Algunos relatos británicos dicen que resistió unahora, otros sostienen que aguantó toda la noche, aun-que todos coinciden en que este muchacho cambióde posición constantemente e hizo fuego contra losGuardias, negándose a rendirse; incluso cuando unoficial argentino capturado le ordenó hacerlo. Hastaque fue abatido por una combinación de cohetes an-titanque y un último y fatal disparo en la frente. Cayóen la ladera este del monte, denominada La Terraza,en un despeñadero tan inaccesible que su cuerporecién pudo ser recuperado en enero de 1983.

Los Royal Pioneers y los enterradores civilesque rescataron el cadáver desconocían el nombre deeste joven, como el de la mayoría de los 649 argenti-nos que murieron en las islas. Sólo sabían que habíasido un héroe, que de haber sido uno de ellos, hubie-ra recibido los más altos honores. Su recuerdo per-duró, y con el tiempo lo apodaron Pedro. ¿Por quéPedro? Probablemente, porque para los británicos esun nombre apropiado para un latino desconocido,como John podría serlo para un británico desconoci-do. Sea como fuere, recién varios años después seempezó a profundizar en el tema.

«Pedro podría haber esquivado la batalla, peroen cambio peleó solo y a muerte, y es triste que sunombre no sea conocido y honrado como merece»,afirma el historiador británico-estadounidense HughBicheno en su libro Razor´s edge, que aunque conalgunas críticas, es considerado el más serio de losque alude al personaje.

Cuando se dio con el cuerpo, todos los argenti-nos caídos en Malvinas ya estaban enterrados enDarwin, en tumbas anónimas. A Pedro le correspon-dió la B-1-15, y con eso pasó a ser un «soldado des-conocido» más.

¿Cómo develar entonces quién fue este heroi-co conscripto? Hay una primera respuesta bastante

imprecisa, aunque cierta: Pedrofue uno de los cerca de 30 ar-gentinos que murieron en Tum-bledown.Hugh Bicheno, autor Inglés, autordel libro «Razor’s edge» – Por cin-co años antes del inicio del conflictoMalvinas, el escritor británico fueuno de los espías ingleses más en-cumbrados en Argentina. En ese rol,

Página 16 - La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 ANÉCDOTARIO

que había instruido a sus hombres en combate noc-turno. Pese a no estar tan aclimatados como los fue-guinos del BIM-5, los muchachos del RIM-6 eran engeneral peones de Lobos, Mercedes, Luján y zonasaledañas, que sabían de heladas e intemperie. Y co-raje no les faltaba: Oscar Poltronieri, el soldado máscondecorado del Ejército en su historia era uno desus dos ametralladoristas.

La historia de Poltronieri tiene varios puntos encomún con la de Pedro: Poltronieri cambió constan-temente de posición y se rezagó durante la retirada,aletargando el ataque británico. Y también fue dadopor muerto, aunque en realidad logró escapar.

¿Es posible que la leyenda británica mezclaravarias historias? No se puede descartar. De hecho,en batallas anteriores también aparecieron relatos defrancotiradores o ametralladores argentinos detenien-do ataques durante horas. Hay un cierto patrón en lapsique británica, más dispuesta a creer en historiasde «súperargentinos» que en la resistencia organiza-da de varios grupos oponiéndoseles al mismo tiem-po. Es más, como en el caso de Pedro, en los relatossobre el combate del 28 de mayo en Pradera de Gan-so, se habla de criollos negándose a rendirse ante elpedido de oficiales capturados.

No es lo único. Ya que hay diferentes versionesde la leyenda de Pedro: en una, el joven dispara con-tra los helicópteros británicos de evacuación médica.En otra, son dos los que lo hacen, y se encuentran alotro lado del monte.

Esto tiene su lógica. La batalla de Tumbledownno sólo fue de noche sino que nevaba, por lo que lavisibilidad era muy mala. Y los militares británicosestaban librando una durísima pelea, bajo fuego ene-migo. Relatos de ambos bandos cuentan que el mon-te literalmente temblaba por los impactos de sendasartillerías, que saltaban esquirlas cortantes de roca yque el ruido era tan ensordecedor que apenas se es-cuchaban las órdenes y se tenía conciencia de lo quesucedía a pocos metros. Es factible entonces que bajotanto estrés, los británicos mezclaran situaciones di-ferentes con distintos soldados argentinos (entre ellosPoltronieri). Además de los relatos que ya habían es-cuchado y lo que esperaban de sus enemigos.

Por eso no hay que desechar que haya habidomás de un Pedro. Uno de ellos, el hallado en enerode 1983.

Pero dándoles crédito a los dichos de Bicheno,¿de quién era el cuerpo recuperado en el despeña-dero?

Las alternativas se reducen a los soldados delRIM-6 que cayeron en combate. En 2010, para el bi-centenario de ese regimiento, La Nación viajó a sunuevo cuartel, en Toay, La Pampa, donde hay unaplaca en homenaje al conscripto Juan Horisberger,que dice que el enemigo lo apodó Pedro por su va-lentía. Sin embargo, más allá de su coraje, sólo setrataría de una iniciativa ligada a la buena voluntadde algunas personas. Asimismo, testimonios de va-rios de sus compañeros indican sin duda que Horis-berger fue el primero en morir, de un tiro en el pecho.

Otros tres soldados, Horacio Balvidares, Hora-cio Echave y Héctor Guanes, murieron en posicionesconocidas. Los dos primeros habían caído cerca deSapper Hill y Guanes, en Dos Hermanas.

Sobre Ricardo Luna surgieron dudas, pero paraLa Madrid, su deceso no coincide con el momento enque habría caído Pedro. También hubo interrogantesen torno a Juan Rodríguez, aunque según La Madrid,el tirador de la sección David Torres fue testigo de sumuerte, cerca del fin del combate de Tumbledown, enla madrugada del 14 de junio. La última baja del RIM-6 fue Sergio Azcárate, que murió cuando la secciónse encaminaba a Puerto Argentino, alcanzado porfuego enemigo.

Así, quedan sólo dos: Luis Jorge Bordón, deLobos, y Walter Ignacio Becerra, que en 1982 vivíaen el barrio Zarza de Moreno, Buenos Aires. Ambosintegraban el primer grupo de tiradores.

«A mí me suena más la chance de Becerra. Pri-mero, porque Bordón no estaba tan cerca del lugardescripto, aunque tampoco lo descarto. Y además,

por su forma de ser: un tipo muy astuto, vivaracho. Elrelato sobre un muchacho cambiando de posicionespara despistar al enemigo cuadraría con él, con supersonalidad. Y también por el arma que usaba, unFAP, versión ametralladora del FAL normal, con mu-cha cadencia de fuego, que hubiera llamado podero-samente la atención de los británicos, por sonar dis-tinto al grueso de las armas propias y ajenas», seña-la La Madrid.

Una forma de saber si Pedro y Becerra fueronla misma persona era averiguar quién fue el militarargentino que lo habría intimado a rendirse. Segúnrelatos británicos, ese oficial podía ser Vázquez. Noobstante, en ese momento el teniente del BIM-5 esta-ba siendo «interrogado» por sus captores del otro ladodel monte porque lo confundieron con un francotira-dor que les había matado varios hombres. Vázquezno habla mucho sobre Malvinas, aunque por interme-dio del investigador Teves se pudo confirmar que élno fue quien habría intentado disuadir a Pedro. Tam-poco lo fue el subteniente Mosteirín, que cayó presojunto al teniente de corbeta. Por lo que la leyenda dePedro sigue reservándose algunos misterios.

El Ejército no se pronunció oficialmente sobreesta historia. Por ende, se descarta que se haya pen-sado en recurrir a análisis de ADN para conocer laverdadera identidad de Pedro. Además, en cuanto aBecerra sería imposible hasta que no se logre dar consu familia. «En los casos de Becerra y Guanes, nun-ca pudimos establecer contacto; con el resto, sí. Alprincipio, cuando llamábamos, muchos estaban muyenojados, eran padres que habían perdido a sus hi-jos en la guerra. Pero cuando les explicábamos quelo hacíamos para invitarlos a homenajes que rendía-mos a sus hijos, cambiaban de actitud», explica elteniente coronel Marcelo Pollicino, responsable dealgunas de esas búsquedas, como de actividadesrelacionadas con el stress postraumático de vetera-nos de guerra y familiares y entusiasta seguidor de lahistoria de Pedro. «Hacer estudios de ADN conlleva-ría una decisión política, cuestiones diplomáticas, fon-dos. Además, debería ser para todas las familias quetienen un hijo sepultado como NN en Malvinas», aña-de.

El último intento para localizar a la familia deBecerra fue en 2004, en la dirección y teléfono de sumadre, en el barrio porteño de Parque Patricios. LaNación retomó la búsqueda mediante la Unidad deAtención y Asistencia al Veterano de Malvinas de laANSES, aportándole nombre completo y DNI del fa-llecido, aunque al cierre de esta edición no se habíaobtenido respuesta, lo que impidió saber si alguiencobra una pensión en su nombre e intentar contactar-lo.

Como Pedro habría muerto en soledad y nadiepudo certificar que se tratara de Becerra, esta inves-tigación sigue abierta. Sólo un testimonio clave queeste trabajo tal vez no halló o un ADN al cuerpo ente-rrado en la tumba B-1-15 de Darwin podría quizá des-entrañar el interrogante. Pero no cabe duda de que,sea quien fuere, Pedro encarna el valor de muchosjóvenes que ofrendaron o estuvieron dispuestos a darsu vida por la Patria. Muchos de los cuales hoy cami-nan por las calles, anónima y humildemente, a pesarde haber actuado como verdaderos héroes.

El Conscripto con la máxima conde-El Conscripto con la máxima conde-El Conscripto con la máxima conde-El Conscripto con la máxima conde-El Conscripto con la máxima conde-coracióncoracióncoracióncoracióncoración

Por: «Constituirse durante toda la campaña enejemplo permanente de sus camaradas, por su espí-ritu de lucha, sencillez y arrojo, ofreciéndose como

voluntario para misiones riesgosas.En combates desarrollados en laszonas de los montes Dos Herma-nas y Tumbledown operó eficaz-mente con una ametralladora dete-niendo ataques enemigos. Fuesiempre el último en replegarse, re-sultando sobrepasado en ocasionespor los ingleses. Dos veces se lo

tuvo por muerto, pero logró reunirse con su sección ysiguió combatiendo con igual decisión y eficacia». Asíreseña la Cruz de la Nación Argentina al HeroicoValor en Combate el accionar en Malvinas de OscarPoltronieri, el único conscripto condecorado con estegalardón por el Ejército Argentino en toda su historia.«El Poltro» nació en Mercedes el 3 de abril de 1962,hoy cumple 49 años. En su ciudad natal realizó diver-sas tareas de campo desde chico (no pudo ir a la es-cuela) y también hizo la conscripción, a la que se pre-sentó porque no lo convocaban. Tras la guerra, conlas medallas, pasó por la TV local y europea, hastaque llegó la hora de seguir con su vida. Se casó, tuvocinco hijos (el primero murió), se mudó al conurbanoy trabajó 14 años en una compañía láctea. Luego em-pezó a deambular por un sinfín de lugares y hastallegó a pedir en los trenes. Callado y solitario, ahoravive humildemente en Entre Ríos, aunque al menosya no piensa en vender las medallas que dan cuentade sus hazañas malvineras».

El ex - Soldado Poltronieri hoy

Veteranos de guerra de Merlo, San Luis volvieron aTumbledown

LibrLibrLibrLibrLibros en la pesquisaos en la pesquisaos en la pesquisaos en la pesquisaos en la pesquisa

El primer texto británico que hizo referencia a laheroica resistencia de un soldado argentino en Tum-bledown fue «Going back: return to the Falklands»,de Simon Weston, un ex guardia galés que sufrió muygraves quemaduras durante el hundimiento del bu-que Sir Galahad. El libro, tildado de poco confiabledebido a la experiencia que atravesó su autor, hablade dos conscriptos del BIM5 que le dispararon a heli-cópteros médicos del Reino Unido en el lado opuestodel monte al que aludirían los siguientes títulos. En1989, salió «The fight for the Malvinas», del militar ehistoriador Martin Middlebrook, el primero en cruzarfuentes de ambos bandos. «5th Infantry Brigade in

the Falklands», de Nicholasvan der Bijl y David Aldea,volvió a decir en 2002 queel conscripto le había tira-do a los helicópteros deevacuación. Algo que el his-toriador Hugh Bichenonegó tajantemente en«Razor´s edge», en 2006.De los cuatro, sólo el últi-mo texto se tradujo al cas-tellano tres años despuéscomo «Al filo de la navaja».

Soldado Poltronieri, RI 6

La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 17AVEGUEMA

CENTRO INFORMACIÓN TELEFÓNICA PARA

VETERANOS DE GUERRA DE MALVINAS (VGM)

El Ministerio de Defensa habilitó el Servicio Gratuito de Información Tele-fónica para brindar atención personalizada a los VGM (Veteranos de Guerra deMalvinas); responder y derivar adecuadamente consultas y solicitudes.

0800-666-4584

EMERGENCIAS PSIQUIATRICAS, PSICOLÓGICAS, MEDICAS EINFORMACIÓN EN GENERAL PARA VETERANOS Y SU GRUPO

FAMILIAR

Atendido por Veteranos las 24 hs. Los 365 días del añoteléfono gratuito: 0-800-9998348

Depende del Ministerio de Salud de la Pcia. de Bs. As. Departamento de Salud, Mental

Se ha detectado que una importante cantidad de socios no registran la actualización de su cuota social. SiUd. verifica tal hecho en su boleta de haberes, recibo del ANSES, o no tiene su cuota al día en caso de pagar enefectivo le solicitamos que para regularizar la situación se comunique con nuestra administración en:

Uruguay 654 p.4 of.403 – CABA – TEL: (011) 4373-5440.-

Sr. AsociadoMantenga actualizados sus datos,

teléfono, dirección y E-mail, en nuestrasoficinas,

para poder brindarle un mejor servicio

Los Veteranos de Guerra podrán efectuar consultas consultas consultas consultas consultas per-sonales o relacionadas con su grupo familiar sobre aspectossobre aspectossobre aspectossobre aspectossobre aspectosmédicos médicos médicos médicos médicos tomando contacto con el Doctor Eduardo GERDIN Doctor Eduardo GERDIN Doctor Eduardo GERDIN Doctor Eduardo GERDIN Doctor Eduardo GERDIN -coordinador medico de la Subgerencia de Veteranos de Guerradel PAMI de 13 a 20 horas o personalmente en Avenida deMayo 801 p iso 10 , env iando un e -ma i l [email protected] o a los tel.: Subgeren-te 4339-7521

Jefe Dto. Operativo 4339-7336Div. Prest. Médicas 4339-7367

REQUISITOS PREQUISITOS PREQUISITOS PREQUISITOS PREQUISITOS PARA LA AFILIAARA LA AFILIAARA LA AFILIAARA LA AFILIAARA LA AFILIACIÓN DE LOS VETERANOS DECIÓN DE LOS VETERANOS DECIÓN DE LOS VETERANOS DECIÓN DE LOS VETERANOS DECIÓN DE LOS VETERANOS DEGUERRA AL INSTITUTO NAGUERRA AL INSTITUTO NAGUERRA AL INSTITUTO NAGUERRA AL INSTITUTO NAGUERRA AL INSTITUTO NACIONAL DE SERCIONAL DE SERCIONAL DE SERCIONAL DE SERCIONAL DE SERVICIOS SOCIALES PVICIOS SOCIALES PVICIOS SOCIALES PVICIOS SOCIALES PVICIOS SOCIALES PARAARAARAARAARA

JUBILADOS Y PENSIONADOS (INSSJPJUBILADOS Y PENSIONADOS (INSSJPJUBILADOS Y PENSIONADOS (INSSJPJUBILADOS Y PENSIONADOS (INSSJPJUBILADOS Y PENSIONADOS (INSSJP-P-P-P-P-PAMI)AMI)AMI)AMI)AMI)

1 .1 .1 .1 .1 . Presentar el primer recibo de sueldo de la Pensión Nacional.Presentar el primer recibo de sueldo de la Pensión Nacional.Presentar el primer recibo de sueldo de la Pensión Nacional.Presentar el primer recibo de sueldo de la Pensión Nacional.Presentar el primer recibo de sueldo de la Pensión Nacional.2 .2 .2 .2 .2 . Presentar el DNIPresentar el DNIPresentar el DNIPresentar el DNIPresentar el DNI3 .3 .3 .3 .3 . TTTTTener actualizado el domicilioener actualizado el domicilioener actualizado el domicilioener actualizado el domicilioener actualizado el domicilio4 .4 .4 .4 .4 . Con lo mencionado presentarse a la Agencia ó Delegación (UGL) deCon lo mencionado presentarse a la Agencia ó Delegación (UGL) deCon lo mencionado presentarse a la Agencia ó Delegación (UGL) deCon lo mencionado presentarse a la Agencia ó Delegación (UGL) deCon lo mencionado presentarse a la Agencia ó Delegación (UGL) de

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En el país:En el país:En el país:En el país:En el país:

Hay 36 UGL (Delegaciones) en todo el país. Si el VGM es deHay 36 UGL (Delegaciones) en todo el país. Si el VGM es deHay 36 UGL (Delegaciones) en todo el país. Si el VGM es deHay 36 UGL (Delegaciones) en todo el país. Si el VGM es deHay 36 UGL (Delegaciones) en todo el país. Si el VGM es deSantiago del Estero le corresponde la UGL 19.Santiago del Estero le corresponde la UGL 19.Santiago del Estero le corresponde la UGL 19.Santiago del Estero le corresponde la UGL 19.Santiago del Estero le corresponde la UGL 19.

P a g o c u o t a s s o c i a l e s e n o t r a s e d eP a g o c u o t a s s o c i a l e s e n o t r a s e d eP a g o c u o t a s s o c i a l e s e n o t r a s e d eP a g o c u o t a s s o c i a l e s e n o t r a s e d eP a g o c u o t a s s o c i a l e s e n o t r a s e d e

Se solicita que los Señores Socios que efectúandepósitos de su cuota social en delegaciones de laMUPIM o en sucursales del Banco Nación, informena esta Asociación una vez realizado el mismo, parapoder efectuar las anotaciones correspondientes.

ODONTÓLOGA

DRA. MARÍA RUTH AGNOLI - ODONTÓLOGA GENERAL - M.N. 29760 M.P. 23825 ATENCIÓN POR IOMA A EX COMBATIENTES DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

SAN MARTIN 82, BERNAL, BUENOS AIRES

TELÉFONO 1540487371 EMAIL: [email protected]

Centro de Salud de las Fuerzas Armadas

El Centro Integral de Salud «Veteranos de Malvinas» será utilizado por miembros civilesy militares de las tres Fuerzas Armadas, Veteranos de Guerra y personal que está o haya estadosometido a situaciones potencialmente traumáticas como las Misiones de Paz o accioneshumanitarias de otro tipo.A la atención psiquiatría y psicología, que brindará el Centro de Salud, se sumarán las áreas decardiología, neumonología, neurología y oftalmología contando con un laboratorio de análisisclínicos destinadas a pacientes que requieran resolver in situ patologías relacionadas.

Av. Cabildo 381 (1426) CABA Teléfonos 011-4576-5545 al 49 interno 177El Centro va más allá de la asistencia a la salud mental. «Aparte de los problemas de stress posttraumático por la guerra, se agregó el paso de la vida. Es un centro modernísimo de asistenciaintegral de la salud, con alta tecnología, con el sistema más moderno de historia clínica nacio-nal, que será replicado en Comodoro Rivadavia (Chubut), en Curuzú Cuatiá (Corrientes) y porúltimo en Córdoba. Todos tendrán el mismo abordaje y creo que de esta manera estamospagando parte de la deuda que tenemos con los veteranos, que hasta él nadie lo había tomadoen serio»

Incremento Cuota SocialSeñores Asociados:

La Asociación Veteranos de Guerra de Malvinas, informa asus Señores Socios que de acuerdo a lo resuelto por la ComisiónDirectiva, en reunión de Comisión celebrada el pasado 20 de Mar-zo del presente año y según lo establecido en la Asamblea Anual 07de Julio del año 2010, donde se fijo actualizar la Cuota Social en unvalor, equivalente al 0,5% de la Pensión Honorífica Nacional, y elcual no ha sido actualizado en su totalidad a la fecha, a partir delpróximo 01 de Mayo del año en curso, se incrementó el valor de lacuota, para los sociosACTIVOS: de $ 20,00 a $ 40,00 ADHERENTES: de $ 8,00 a $16,00

Dicho aumento se hace IMPRESCINDIBLE, dado el aumentodel costo de vida, producto de la inflación reinante, la que es depúblico conocimiento.

Sin otro particular lo saludamos muy atentamente

La Subgerencia Veteranos de Guerradel PAMI, cambió la dirección de su

sede,

siendo la actual

Paseo Colon 975 - 1º PISO - CABA

Página 18 - La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 AVEGUEMA

AAAAAVEGUEMA Rinde Homenaje a las JorVEGUEMA Rinde Homenaje a las JorVEGUEMA Rinde Homenaje a las JorVEGUEMA Rinde Homenaje a las JorVEGUEMA Rinde Homenaje a las Jor

Ceremonia en honor de Jorge Águila

Maestro de la Escuela primaria de JorgeÁguila brindando unas palabras al

público presente en el Mausoleo

El VGM Walter Agüero, camarada deJorge Águila, presente en el homenaje

de su pueblo natal

En la plaza que lleva el nombre delsoldado neuquino caído en combate

Jorge Águila de Cutral Co se concretóla ceremonia en conmemoración del

Veterano de Guerra.

San JuanSan JuanSan JuanSan JuanSan Juan

Programa de los homenajes del puebloSanjuanino

onumento

a Malvinas en San Juan

Mar del PlataMar del PlataMar del PlataMar del PlataMar del Plata

Mausoleo del Capitán Giachino

VVVVVeteranas de Guereteranas de Guereteranas de Guereteranas de Guereteranas de Guerrarararara

Silvia Barrrera y Susana Maza,dos enfermeras instrumentistas que

estuvieron embarcadas en el buque ARAAlmirante Irízar

GeorGeorGeorGeorGeorgias del Sur – 3 de Abrilgias del Sur – 3 de Abrilgias del Sur – 3 de Abrilgias del Sur – 3 de Abrilgias del Sur – 3 de Abril19821982198219821982

Georgias del Sur

Hace 33 años, el 3 de Abril de 1982 enlas Islas Georgias del Sur, caían en

combate los primeros héroes, susnombres: Conscriptos Jorge Águila y

Mario Almonacid, ambos pertenecían alBIM1. También caería el bravo CaboPatricio Guanca, primer Suboficialcaído en combate, pertenecía a la

tripulación de la Corbeta ARA«Guerrico»

Homenaje en la ciudad de Salta a losfamiliares del Cabo Guanca

Capital FederalCapital FederalCapital FederalCapital FederalCapital Federal

Ceremonia Central en el Monumento aMalvinas en Plaza San Martín

Abanderado y Portaestandarte deAVEGUEMA

NeuquénNeuquénNeuquénNeuquénNeuquén

Paso Aguerre, Tierra de Jorge NéstorÁguila Héroe de las Georgias del Sur el

3 de Abril de 1982

Como todos los años una guardiamontada de su pueblo natal rinde

homenaje al primer neuquino caído encombate

La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 19AVEGUEMA

Punta Alta, PrPunta Alta, PrPunta Alta, PrPunta Alta, PrPunta Alta, Provincia de Buenosovincia de Buenosovincia de Buenosovincia de Buenosovincia de BuenosAirAirAirAirAireseseseses

Escribe el Capitán de Navío VGMRafael Molini en su Facebook, 2 de abril2015: «Esta noche se encendió la llamaeterna en el Centro de Veteranos de laGuerra de Malvinas de la ciudad dePunta Alta»

VVVVVilla Carlos Paz, Córilla Carlos Paz, Córilla Carlos Paz, Córilla Carlos Paz, Córilla Carlos Paz, Córdobadobadobadobadoba

El presidente del centro deveteranos de guerra de Malvinas PunillaSur, Walter Díaz, expresó que »es unaemoción muy grande estaracompañados hoy por todo este pueblode Carlos Paz, tener también aveteranos de otros lugares de nuestropaís acompañándonos y dedicandoeste día pleno a nuestros héroes. Digonuestros héroes porque nosotrosdejamos compañeros en Malvinas ynuestro deber, como veteranos quepudimos volver, es rendirles homenajey junto a nuestro pueblo tenerlos ennuestra memoria», manifestó.

Recordó que el Centro seencuentra ultimando los detalles de loque serán las Olimpiadas de Veteranosde Guerra en Malvinas que se realizaránel próximo 2 de octubre a lo largo dediez días, que tendrán comoprotagonistas a ex combatientes dediferentes regiones del país, los queparticiparán en diversas disciplinasdeportivas y la sede será la ciudad de

Carlos Paz.«Venimos trabajamos mucho con

los ex combatientes de Malvinas parahacer este evento y para nosotros esun orgullo que hayan elegidos a los excombatientes de esta ciudad paraorganizar el evento en Carlos Paz.Vamos a tener la suerte de recibir amiles de personas que van a participarde actividades deportivas y recreativas»

Empedrado, CorrientesEmpedrado, CorrientesEmpedrado, CorrientesEmpedrado, CorrientesEmpedrado, Corrientes

La «Perla del Paraná» fue escenario delacto central con motivo del 33°

aniversario de la Gesta de Malvinas.Autoridades provinciales y municipales,

fuerzas de seguridad, institucioneseducativas y asociaciones de ex

combatientes de Malvinas de distintospuntos de Corrientes se dieron cita en latarde de este miércoles 1° de abril frente

al edificio municipal de Empedrado.

MendozaMendozaMendozaMendozaMendoza

En la IV Brigada Aérea se realizó elacto oficial conmemorando el 33

aniversario del desembarco en las IslasMalvinas

Santiago del EsterSantiago del EsterSantiago del EsterSantiago del EsterSantiago del Esterooooo

Funcionarios provinciales ymunicipales, familiares de ex

combatientes y delegaciones escolares,en la plaza Sarmiento de la capital

provincial.

TTTTTucumánucumánucumánucumánucumán

La Municipalidad de San Miguel deTucumán rindió homenaje en la Plaza

«Héroes de Malvinas» a los veteranos ycaídos en la Guerra de 1982.

La PampaLa PampaLa PampaLa PampaLa Pampa

Acto desarrollado en la Plaza de losCaídos, estuvieron presentes el

intendente municipal, Juan JoséRainone, el viceintendente, José Osmar

García, el jefe del Regimiento de

Tanques XIII, Héctor Tornero, lasecretaria de Cultura de la provincia de

La Pampa, Analía Caballero, ladiputada provincial Fernanda Alonso,

así como también concejales de GeneralPico y funcionarios del Departamento

Ejecutivo.

VVVVVigilia en Rio Grande, Tigilia en Rio Grande, Tigilia en Rio Grande, Tigilia en Rio Grande, Tigilia en Rio Grande, Tierierierierierrararararadel Fuegodel Fuegodel Fuegodel Fuegodel Fuego

El Cantautor Jairo Entona el HimnoNacional

as Jors Joras Jors Joras Jornadas del 2 y 3 de Abril de 1982nadas del 2 y 3 de Abril de 1982nadas del 2 y 3 de Abril de 1982nadas del 2 y 3 de Abril de 1982nadas del 2 y 3 de Abril de 1982

Página 20 - La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 ARMADA

¡Lobos a las Seis!¡Lobos a las Seis!¡Lobos a las Seis!¡Lobos a las Seis!¡Lobos a las Seis!La Aviación Naval en la Isla Borbon

Artículo del Instituto Aeronaval, colaboró Pablo NapoliCapitán de Navío Aviador Naval (VGM) Daniel Manzella

La Guerra de Malvinas, en su faceta aeronaval, mostró historias notables referidas al accionar de la Fuerza AéreaArgentina y de la Aviación naval sobre la flota británica, al tiempo que ubicó a los Harrier de la RAF o de la Royal Navy comoplenos dominadores en los cielos australes. Pero más allá del lustre de los Super Etendard, del letal arrojo de los pilotos deDagger y A4, y del reinado de los Harrier, una escena de combate aéreo vivido con toda la intensidad dio lugar a una curiosahistoria personal.

era Teniente de Corbeta en el tercer año. El 2 de abrilnos despertamos y escuchamos la noticia por la ra-dio.

Nadie de la dotación de la Escuela sabía nadaal respecto. A partir de ese momento, vivimos unasituación vertiginosa. Todos queríamos ir, con muchoentusiasmo», explica.

En el entusiasmo que tenían por ir a las is-las, ¿se plantearon la conveniencia estratégico-política de la guerra?

No, para nada. En nuestro nivel, siendo oficia-les jóvenes, queríamos ir por lo que significaba la re-cuperación de un territorio propio tan emblemáticocomo las Malvinas. Ninguno de nosotros, al menosen la Base, hacía consideraciones políticas al respec-to. El entusiasmo que vivíamos nosotros, y que yopercibía en el ánimo de la sociedad en general, eramás bien sanguíneo.

La decisión de destacar aeronaves como los T-34 al Teatro de Operaciones del Atlántico Sur obede-ció a su capacidad de operaciones desde pistas rudi-mentarias, no asfaltadas, para cumplir misiones deapoyo aéreo. La única pista importante de las islasera la de Puerto Argentino. En el despliegue sobre lageografía insular, la Fuerza Aérea se instaló en la zonade Pradera del Ganso (cuyas instalaciones fueronbautizadas como Base Aérea Militar Cóndor), y la Ar-mada hizo lo propio en la isla Borbón, al norte de laisla Gran Malvina. Allí se creó la Estación AeronavalBahía Elefante, más conocida luego como EstaciónCalderón, o simplemente como Borbón. La dotaciónaérea de la Armada fue de cuatro Turbo Mentor: Losaviones N° 401, 408, 411 y 412.

T-34 Mentor de la Aviación Naval

La capacidad armada que tenían los T-34 erade tres coheteras (con siete cohetes cada una) y dosametralladoras calibre 7.62 mm.

Sigue Manzella: «El despliegue a las islas fueprogresivo. Primero fueron los Macchi, y casi en si-multáneo fue la escuadrilla de reconocimiento, de B-200. Por último se decidió que la Escuela de Aviaciónparticipara con cuatro T-34, en apoyo de operacionesde infantería de marina.

Yo crucé a las islas el 29 de abril, saliendo deRío Grande. Fue un vuelo bastante complicado, endonde si había dificultades para aterrizar (ya fuera enBorbón como en Puerto Argentino) no podíamos vol-ver al continente. En la planificación previmos unameteorología aceptable, que se cumplió parcialmen-te. Todo el trayecto sobre el agua lo hicimos sobrecapa de nubes. Ya sobre las islas se aclaró. La nave-gación del vuelo la hizo un B-200, ya que nuestrosinstrumentos podían darnos un error importante.

Al principio creíamos que las islas eran peque-

ñas, pero desde el aire son notablemente más gran-des. El estrecho de San Carlos, por caso, tiene espa-cios amplios, en donde hay puntos en los que no sellega a ver la costa de enfrente. Cuando cruzamos,habrán sido tres o cuatro minutos de navegación so-bre el estrecho».

Manzella llegó a Río Grande, en Tierra del Fue-go, el 23 de abril. El 24 cruzaron los primeros inte-grantes de la escuadrilla, el Teniente de Navío JoséPereyra Dozo (con el 401) y el Teniente de FragataMiguel Uberti (con el 408). El 29 fue el turno de Man-zella (piloteando el 412) y del Teniente de FragataMarcelo Batllori (al mando del 411). El B-200 que sir-vió como navegador fue el 4-G-44.

- ¿Cómo se organizó la base Borbón?- El jefe de la escuadrilla era el entonces Te-

niente de Navío Pereyra Bozo, quien lamentablementefalleció en un accidente automovilístico años más tar-de. La escuadrilla formaba parte de un grupo aerona-val que dependía del Comando Aeronaval de PuertoArgentino. Pero como había serios problemas de co-municaciones en las islas, muchas veces las órde-nes venían directamente desde Río Grande.

T-34 en Borbón

Inicialmente, la dotación aérea estaba confor-mada por los cuatro T-34 y un Skyvan de Prefectura,que hacía las veces de apoyo logístico. Más adelan-te, como consecuencias de dificultades meteorológi-cas y de problemas operativos en otros aeródromosde Malvinas, actuó como pista de escape de avionesde Fuerza Aérea. Así fue que llegaron, paulatinamen-te, cinco Pucarás de la FAA que terminaron siendoparte del elenco estable de la Base.

La pista tenía entre 700 y 800 metros, y nor-malmente se usaba para tráfico local de abastecimien-to y comunicación para las estancias. El suelo máshabitual del archipiélago es la turba, muy esponjoso,que no tiene capacidad de absorción de humedad.Tal es así que tuvimos algunas misiones hasta el 7 demayo, y después tuvimos tres días seguidos de lluviaen donde quedamos totalmente fuera de servicio: po-nías máxima potencia de motor para el despegue,pero el avión quedaba clavado.

- ¿Cómo era la relación con los kelpers?- La población local era de unas 40 personas.

Para decirlo en términos sencillos, con la mitad, larelación era buena, y con la otra mitad era mala. Engeneral, quienes tenían un trato más amigable ha-bían tenido (ellos o algún allegado) una experienciabuena con la Argentina a raíz de los acuerdos de 1971,en donde tenían muchas facilidades de comunicaciónde relación con nuestro país.

Nuestro trato con ellos, igualmente, era míni-

Daniel Gustavo Manzella nació hace 53 añosen Lomas de Zamora, en el sur del Gran Buenos Ai-res. Ingresó a la Armada el 30 de enero de 1974, cuan-do puso pie como cadete en la Escuela Naval de RíoSantiago. Cursando el tercer año de la Escuela reali-zaron una visita a la Base Punta Indio, para tener unvuelo de demostración del brazo aéreo de la Armada.Ahí, reconoce, lo atrapó la actividad. Su única expe-riencia en el aire había sido como pasajero, y el pro-ceso de selección para los pilotos navales era muyestricto. Pero el desafío no lo desanimó y otro 30 deenero (en 1979) recibió las alas de aviador naval.

«El curso lo hice en un T-28, avión a pistón. Eracomplicado, porque un avión de estas característicastiene muchos más comandos que un turbohélice. Esteavión tenía un comando diferente para el acelerador,el paso, la mezcla, el radiador, el flap de capot y elradiador de aceite, todos elementos que había quecorregir o verificar constantemente con las variacio-nes de ascenso y descenso. En aviones más moder-nos todo eso se reduce a un control automático. Fui-mos la última promoción que utilizó el T-28 para ins-trucción. Justo ese año llegaron los T-34 «Turbo Men-tor», recuerda Manzella.

La guerra golpeó a su puerta con la crisis conChile, a fines de 1978. Situación curiosa, aún no te-nía su brevet de aviador naval, pero fue asignadocomo navegador en vuelos de helicóptero en la zonadonde se desplegaban las unidades argentinas. Man-zella relata: «Yo tenía 22 años, y vivía esa situacióncon una mezcla de temor y ansiedad. Años después,en Malvinas, llegué con mucho más adiestramiento ypreparación, que es fundamental para darle a uno másseguridad, sabiendo hasta dónde se puede llegar yhasta dónde no. En el caso de Chile, era una situa-ción un tanto incómoda, porque además de tener pocaexperiencia, al ir como navegante uno no domina per-sonalmente las acciones, sino que depende de otro.Afortunadamente, fue por poco tiempo y la crisis seresolvió pacíficamente.

Distintivo de la Escuela de Aviación Naval

Dentro de la Aviación Naval, Manzella sentía unespecial interés por la especialidad de caza y ataque.Las primeras horas de vuelo, sin embargo, fueron enuna escuadrilla de propósitos generales en Trelew conaviones de sostén logístico: C-45, Porter y Tracker.En 1981 volvió a Punta Indio, esta vez como instruc-tor en la Escuela de Aviación. El ritmo de vuelo eramuy intenso, y las horas volando se multiplicaban dea cientos.

2 de Abril de 19822 de Abril de 19822 de Abril de 19822 de Abril de 19822 de Abril de 1982

«En el ’82 yo vivía en la base. Tenía 25 años, y

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mo. El jefe de la Base les impuso reglas claras, encuanto a horarios y movimientos. Estaba claro queellos hacían inteligencia para las fuerzas inglesas, porlo que hubo requisas de equipos de radio. Pero engeneral, la relación era buena. Con algunos más sim-pática, con otros más cortante.

- ¿Dónde se alojaban ustedes?- En una escuela, separados de la estancia y

de la población civil. Como albergue era muy cómo-do, por lo que no sufrimos tanto la dureza del clima.

- ¿Y cómo era la convivencia con los efectivosde Prefectura y Fuerza Aérea?

- Excelente, no se notaba que éramos de dis-tintas fuerzas.

Ubicación relativa de la Isla Borbon

1º de mayo, día de bandidos1º de mayo, día de bandidos1º de mayo, día de bandidos1º de mayo, día de bandidos1º de mayo, día de bandidos

- ¿Cómo fue el bautismo de fuego?- El 1º de mayo amanecimos temprano, a eso

de las 6 y media de la mañana. A las 9, aproximada-mente, nos ordenaron desde Puerto Argentino des-pegar para interceptar un helicóptero que presumi-blemente desembarcaba tropas inglesas en las proxi-midades de la capital. Salimos tres aeronaves, y yoera el número 2. Los aviones salieron pesados, car-gados con ametralladoras y coheteras. El despeguefue utilizando toda la pista, sin que sobrara nada.

Despegamos de Borbón, seguimos la línea dela costa hasta Puerto Argentino y comenzamos unpatrullaje un poco al noroeste de la ciudad, duranteunos 20 minutos. En ese momento, yo observé unhelicóptero de color claro, que no respondía a las ca-racterísticas de los helicópteros propios. Le indiquéal líder que había visto el helicóptero, se lo marqué ylo detectó (siempre visualmente). Ordenó adoptar for-mación de ataque, y aceleramos. Casi instantánea-mente después, el número 3 (el entonces TenienteUberti) nos dice: «¡Lobos a las seis!».

La formación de ataque es una especie de trián-gulo levemente desfasado, con el líder adelante y losdos numerales atrás. Uberti, que venía atrás nuestro,vio dos Harrier que nos estaban atacando. Yo rompípor derecha, y al mismo tiempo sentí los disparos decañones de 30 milímetros de los Harrier que pasa-ban a muy poca distancia.

- ¿Se podían escuchar los disparos?- Hasta ese momento, en realidad, yo no sabía

que se escuchaban. Y a tan poca distancia, además,un avión tan chiquito como el Turbo Mentor tiembla. Atal punto que dije: «Me dieron».

Luego de romper, miré hacia mi izquierda, y ahívi al Harrier subiendo. Puse la proa de mi avión paraperseguirlo, pero en un punto el Harrier –utilizandosus toberas de orientación de flujo- logró ponerse fren-te a frente conmigo. Nos cruzamos, yo subiendo y élbajando, sin tirarnos. Cuando estaba en el pico deuna nueva tijera, vi a unos metros de altura una nubecúmulus que parecía un buen lugar en donde enmas-cararme. Nos volvimos a cruzar, esta vez en un planoun poco más horizontal, y entré a la nube. El me per-dió, y me quedé volando ahí dentro. En un momentome fijé y vi la sombre del Harrier que estaba tambiéndentro de la nube. Salí de allí, y vi al otro T-34 con el

otro Harrier haciendo exactamente lo mismo que no-sotros, en otro cúmulus cercano.

- ¿Tenía algún sentido que el Mentor tratarade responder al ataque?

- No, para nada. Además, no podíamos respon-der. Luego del primer cruce, el líder ordenó eyectarcargas. El avión no es de combate aéreo, y no estápreparado para llevar tanto peso bajo las alas. Contodo ese peso, vuela al borde de la pérdida, porqueademás le cambia la forma del ala. Puede servir paraatacar un helicóptero, o un grupo de infantería en tie-rra. Pero no para maniobrar contra otro avión, y mu-cho menos contra uno de semejante diferencia deperformance como el Sea Harrier. Entonces no habíaotra opción que tirar las cargas para tratar que el aviónvolara un poco más.

Al eyectar las cargas, nos quedamos desarma-dos en cuanto a armamentos, pero armados en loque se refiere a capacidad de maniobra. Nuestra po-sibilidad de supervivencia era mucho mayor basán-donos en la maniobrabilidad del avión ligero, que apos-tando a los disparos de una mini gun de 7.62 mm.

- ¿Había comunicación entre ustedes?- Muy poca. El tercer Mentor se había plancha-

do a la superficie y fue a Borbón. Los ingleses ni seenteraron que estaba. Con el líder nos comunicába-mos para informarnos dónde estaba cada uno.

En general, se habla entre pilotos durante uncombate cuando se quiere coordinar una maniobrade ataque. En este caso, eran movimientos absoluta-mente defensivos, individuales. Además, los cuatroaviones eran de performance totalmente desigual.Ante esta situación, cada Harrier atacó a un Mentor.Supongo que ellos tal vez se comunicaban entre sípara no superponerse y hasta para evitar chocarse.

- De alguna forma rememoraron un combateaéreo de la Segunda Guerra Mundial.

- Más o menos. Eran performance de la Segun-da Guerra (los Mentor) contra performance de finalesdel siglo XX. Los Harrier tienen sistema de teleme-tría, misiles, cañones automáticos. Hay que recono-cer, igualmente, que esa diferencia los complicabatambién a ellos. Nuestras maniobras eran más rápi-das, en espacios reducidos. Un avión a reacción re-quiere mucho más espacio para maniobrar. De algu-na manera, una vez lograda la posición de ventajaera más fácil para ellos derribar un Mirage o un A-4que un Mentor.

- ¿Podrían los Harrier haber disparado un mi-sil?

- Creo que evaluaron que eran blancos no ren-tables para un misil. Además, un turbohélice comoeste genera una firma infrarroja más chica que unreactor. En una carta que me mandó el piloto poste-riormente, me dijo que en realidad ellos se sorpren-dieron de encontrarnos. Esperaban, como mínimo,un Macchi, no dos T-34.

- ¿Cómo se resolvió la escaramuza?- Estábamos en dos nubes distintas, en parejas

de Harrier – T34, sin coordinación entre todos. En unmomento dejé de ver la sombra de mi oponente, salíde la nube, me planché y volví a Borbón. Por suerte,el Harrier no me vio y pude aterrizar sano y salvo. Ellíder ya había hecho lo mismo que yo, pero antes. Lomío fue bastante más largo, al punto que en la basepensaron que me habían derribado. Todo el combatehabrá durado no más de cinco minutos, que parecie-ron una eternidad.

Entre el lugar del combate y la Base habría unos20 minutos de vuelo, que también parecieron horas.Cuando aterricé me di cuenta de lo que había vivido.La adrenalina y el entrenamiento lo llevan a uno apensar y actuar a una velocidad tremenda. Es increí-ble.

En tierra me estaban esperando todos, y nosabrazamos festejando que estábamos vivos. Inclusoabrimos una botella de whisky que alguien había lle-vado. Terminado todo eso, volvimos a nuestra rutina

para la próxima misión.

- ¿Usted es creyente?- Sí, y la fe –sea de la religión que sea- ayuda

mucho en momentos como ese.- ¿Cómo terminó el día?- Si bien nosotros no salimos a volar nuevamen-

te, hacia el final del día se eyectó en la zona el PrimerTeniente Perona. Lo fue a buscar un helicóptero y lotrajo a la base. Estaba muy dolorido, y los primerosauxilios se los dió un conscripto de Infantería de Ma-rina que estudiaba medicina.

Para nosotros, además, ese día fue el últimoen el que tuvimos cruces con el enemigo en el aire.Hubo algunas salidas de reconocimiento, pero com-bates aire-aire no volvimos a tener. Las lluvias entreel 7 y el 10 de mayo dejaron la pista prácticamenteinoperativa.

El 1º de mayo, además de ese combate, trajootras novedades a la base. A la mañana aterrizarondos Pucará de la Fuerza Aérea. Uno de ellos, merceda una falla en el tren de aterrizaje, no volvió a despe-gar. A la tarde, otros seis IA-58 se sumaron a los queya estaban.

Al día siguiente, un B-200 (matrícula 4-G-45)trasladó a Perona al continente. Entre el 2 y el 14 demayo se realizaron varias operaciones, tanto salidasde los T-34 (que no registraron novedades) como ate-rrizajes de Pucará. Las condiciones meteorológicasno ayudaban, y la pista se fue deteriorando, al puntode quedar inutilizable, y con varios aviones dañadospor «clavarse» en la tierra.

A A A A Aviadorviadorviadorviadorviadores sin avioneses sin avioneses sin avioneses sin avioneses sin aviones

- ¿Qué pasó el 15 de mayo?- Durante la noche del 14, un componente del

SAS (tropas comando de la Fuerza Aérea británica)realizó una incursión a la base. Antes de eso había-mos tenido cañoneos navales, y también algún ata-que desde el aire. Los comandos pusieron cargasexplosivas bajo nuestros aviones, y se trabaron encombate con los Infantes de Marina que estaban pro-tegiendo la Base.

Los pilotos estábamos durmiendo en la escue-la, a unos 150 metros de la pista. Salimos con nues-tras armas reglamentarias (un revólver calibre 38),pero obviamente sin muchas chances de hacer nada.Cada movimiento nuestro era seguido por un disparode ellos en la misma dirección, producto de los equi-pos de visión nocturna que tenían.

Fotografía que muestra los daños en la pista de la IslaBorbon

Los Infantes de Marina tenían como consigna,antes de entregar la guarnición, volar la pista paradejarla inoperativa. Suponemos que esa maniobrapudo haber dejado heridos entre las filas británicas,porque con la luz del día vimos apósitos con sangreen el lugar. Casi instantáneamente luego de esa ex-plosión cesó el fuego enemigo.

- ¿Era habitual que recibieran ataques des-de el mar?

- No. El ataque a esa base fue porque la proxi-midad de nuestro aeropuerto con el estrecho SanCarlos podía ser peligrosa en sus planes de desem-barco, que se produjo poco tiempo después.

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- ¿Quedó algo en condiciones de volar?- Nada. Todos los aviones quedaron destruidos.

- En términos humanos, ¿cuándo se sintióen mayor riesgo, en el combate del 1º o en el ata-que a la Base?

- Es una cuestión de sensaciones. Yo me sentímás vulnerable en el ataque del 15, porque era unasituación para la que no estaba particularmente en-trenado. Es probable que haya tenido más riesgo deperder la vida el 1º, contra el Harrier. Pero yo sentíaque en mi avión me sentía seguro.

El cuadro ilustra el ataque nocturno del SAS británico

- ¿Qué hicieron luego de ese ataque?- Tratamos de ser proactivos, y darle alguna uti-

lidad a lo que había quedado. Intentamos usar lascoheteras de los aviones como elementos de artille-ría tierra-tierra, pero nunca llegaron a funcionar. Re-cibimos varios ataques de Harrier, que tiraron bom-bas Beluga. Los intentábamos repeler de manera cier-tamente primitiva, con disparos de armas portátiles.

El 21 o 22 de mayo se rescatamos al MayorPuga y al Capitán Díaz, de la Fuerza Aérea. A Díaz lorescatamos inmediatamente después de su eyección.Puga, en cambio, fue derribado a la tarde. Pasó todala noche a la intemperie y lo rescatamos a la mañanasiguiente, casi congelado.

La dotación de la Base fue disminuyendo, amedida que se iban los pilotos. Primero se fueron losde Fuerza Aérea, y pocos días más tarde, el 1º dejunio, nos replegamos de regreso al continente dosaviadores navales junto con Puga y Díaz. Fue en unTwin Otter, en un vuelo muy traumático, de noche y abaja altura. Hicimos Borbón-Puerto Deseado sin es-calas. Minutos antes y minutos después hubo bom-bardeos de Harrier sobre la Base.

- ¿Ustedes aportaron información como ob-servadores para ataques a buques ingleses?

- Contribuimos decisivamente para el ataque alCoventry. El 25 de mayo apareció un buque para rea-lizar fuego naval sobre nosotros, a eso de las 6 o 7 dela mañana. Pasamos el dato de su presencia a RíoGrande, y sobre las primeras horas de la tarde nosinforman que iban a atacarlo. Nos ordenaron desple-garnos sobre posiciones elevadas para vectorear alos A-4 de la Fuerza Aérea que iban a efectuar el ata-que. Nos dividimos. Yo fui a una elevación para infor-mar sobre posibles patrullas de Harrier en la zona, yun Infante de Marina fue a otro lugar para informarsobre la posición del buque. Nosotros le transmitía-mos a un Lear Jet de la FAA, que a su vez le retrans-mitía al continente y a los A-4. El Coventry ya estababien lejos, sobre la línea del horizonte. A las 5 de latarde, más o menos, pudimos ver los aviones nues-tros, la figura del buque y una nube de humo blancoproducto del ataque. La confirmación del éxito del ata-que la tuvimos unos minutos después, cuando sobrela zona confluyeron unos cuantos helicópteros ingle-ses que salieron de San Carlos, para las tareas derescate.

El Lear Jet retransmisor era el LR-35A, indicati-vo «Ranquel». Despegó de Comodoro Rivadavia alas 13:45 hs., y regresó tres horas más tarde. Losataques al Coventry y al Broadsword fueron realiza-dos por sendas escuadrillas de tres A-4B cada una,que se vieron disminuidas porque un avión de cadaescuadrilla debió regresar al continente por proble-mas técnicos. El HMS Coventry fue hundido, mien-tras que el Broadsword recibió el impacto de una bom-ba sin mayores consecuencias.

- ¿Se vivía con la misma intensidad la gue-rra desde tierra?

- Sí, totalmente. Lo vivíamos con mucha inten-sidad, y estábamos eufóricos sabiendo que había sidoexitoso. De la misma manera, era terrible cuando de-rribaban aviones propios. Influía mucho en el factorpsicológico. Cuando rescatábamos a los pilotos convida, sentíamos alivio. Pero en el caso del Primer Te-niente Volponi, que fue derribado delante nuestro,encontramos sus restos junto con los del avión. Esoscasos tiraban la moral abajo. En ese caso particular,lo que hicimos fue recuperar su cuerpo y enviarlo deregreso al continente.

En Borbon , restos de un avión argentino T-34

- Para el momento en que se fueron ustedesde la Base, ¿cómo era la relación con los isleños?

- Durante la guerra fue deteriorándose. Nues-tros movimientos se traducían en ataques ingleses, yteníamos indicios muy fuertes de que pasaban infor-mación. Por ende, había mucha desconfianza haciaellos. Además, el devenir propio de la guerra tensabalos ánimos de ambos lados. Para nosotros, honesta-mente era un problema, porque teníamos que tratar-los bien, pero sabíamos que jugaban para el otro equi-po.

- En el ataque del 15 de mayo, ¿ellos estu-vieron también bajo fuego?

- No, estaban en sus casas, y no hubo disparoshacia ellos. Nos tiraban directamente a nosotros, queestábamos afuera.

Final anticipado de la guerraFinal anticipado de la guerraFinal anticipado de la guerraFinal anticipado de la guerraFinal anticipado de la guerra

- ¿El 1º de junio se acabó la guerra para us-ted?

- Sí. Llegamos a Puerto Deseado. Luego metrasladaron a Comodoro Rivadavia en donde dormíesa noche, y después en un avión naval fui a la BaseAeronaval de Ezeiza, y pude volver a casa. Estuvedos o tres días descansando, y luego fui al EdificioLibertad a hacer los informes para Inteligencia sobretodo lo que habíamos vivido. El 5 de junio estaba deregreso en Punta Indio.

- Cuando salió en el Twin Otter de Borbón,¿era consciente que la guerra estaba llegando asu fin?

- Yo pensaba que podía volver. Hay que teneren cuenta que vivíamos en una isla con poco accesoa información. Escuchábamos radio, fundamental-mente uruguayas. Pero no teníamos mucho conoci-miento de la situación estratégica.

Era un poco extraño volver sabiendo que habíacamaradas que seguían en combate.

- ¿Cómo fue su vínculo con la familia duran-te la guerra?

- Por carta. Yo escribía al continente, y esascartas llegaron, pero la correspondencia de ellos nome llegaba a mí. El reencuentro fue el 2 de junio,cuando me fueron a buscar a Ezeiza.

- ¿Se informó sobre el estado general de laguerra?

- Pude tener un panorama más claro. Ya paraese momento el aire y el agua eran dominados porlos ingleses, sin dudas. Había cierta euforia con ac-ciones puntuales, como fueron el ataque al Invincibleo a Bahía Agradable. Pero el estado general ya eracrítico para nosotros.

- ¿Estaba al tanto del ataque al Belgrano?- Sí. Incluso a bordo había dos compañeros

míos, muy amigos, y estuvimos bastante tiempo has-ta saber que estaban a salvo.

- ¿Perdió a algún amigo en la guerra?- A varios aviadores navales. Especialmente

recuerdo el caso del Teniente de Fragata MarceloMárquez, derribado a bordo de un A-4 en Darwin. Erauna persona excepcional.

La guerra pasó a ser una realidad cargada enla mochila del pasado para Manzella. Obviamente conla sangre todavía caliente por la experiencia vivida,se reincorporó a sus funciones en la Escuela de Avia-ción en Punta Indio. La vida –personal y nacional-seguía.

«Seguimos el curso de instrucción como erahabitual. Obviamente, la situación general del paísera traumática. Pero nos concentramos en seguir connuestro trabajo, lo cual era la mejor manera de abs-traernos del contexto nacional», recuerda. «Yo per-sonalmente tenía una ‘aceleración’ un poco mayorpara transmitir en la instrucción mis conocimientos,producto de haber pasado por situaciones extremas.Era un entusiasmo muy fuerte por transmitir mi expe-riencia. Cuando empezamos a regresar los que fui-mos a Malvinas, el ritmo normal de instrucción lo ha-bremos retomado diez días después de la finaliza-ción del conflicto», concluye.

- ¿Se sentía distinto a sus colegas que nocombatieron?

- No, en absoluto. Me sentía (y me sigo sintien-do) privilegiado por haber ido, y muy afortunado porvolver. Pero no creí nunca que eso me pusiera másarriba o más abajo que los demás. Me pasó, sí, queen muchas ocasiones, sobre todo en ceremonias yrecordatorios, se pronunciaron frases o discursos muyemotivos sobre nosotros.

Desde el punto de vista estrictamente técnico,fue una experiencia importantísima. La vivencia decombate real es muy valiosa, sobre todo en un paíscomo el nuestro que no tuvo otras guerras aéreas.

La herLa herLa herLa herLa hermandad del airmandad del airmandad del airmandad del airmandad del aireeeee

Enemigos a muerte en mayo de 1982, DanielManzella y Mike Watson tuvieron la posibilidad deescribir un capítulo de caballeros en la historia de laguerra. En diciembre de 1987, merced a la iniciativadel historiador británico Martin Middlebrook, Watsonle envió una carta al piloto argentino contándole suversión de los hechos de aquel 1º de mayo. CuentaManzella: «Fue una muy linda carta, en donde conta-ba desde su punto de vista el combate y sus viven-cias, sus miedos e incertidumbres. Termina la cartamuy conceptuosamente diciendo: ‘Espero que la próxi-ma vez que nos encontremos sea chocando dos va-sos de cerveza y no entre fuego de cañones’».

Imagen de Borbon en el amanecer, luego del ataqueinglés

Sigue: «En el 2000 acompañé en un viaje aLondres al Jefe de la Armada. Le pedí al oficial deenlace de esa visita si podía contactar a Watson. Lue-go de rastrearlo, coordinamos el encuentro (Watsonestaba a tres horas de tren de Londres). Nos encon-tramos en la estación, nos abrazamos y bebimos cer-veza durante dos horas, compartiendo experienciasy vivencias. Esta es una muestra de la faceta huma-na de la guerra. Uno pone el foco en derrotar al opo-nente, no en matar a una persona», concluye.

La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 23MISCELÁNEA

Soviéticos en MalvinasSoviéticos en MalvinasSoviéticos en MalvinasSoviéticos en MalvinasSoviéticos en MalvinasMariano Sciaroni, publicado en el Boletín del Centro Naval N° 830

«…me gustaría que ellos (los soviéticos) dejen de entrometerse en el conflicto Malvinas»

Ronald Reagan, presidente de los Estados Unidos, 14 de abril de 1982

bable que tuviese que sufrir reparaciones extensas.(Coronel Gueorguiy Bul’bénkov, Aviación Naval de laArmada Soviética). Es interesante comentar que elvuelo de observación del portaaviones británico HMSHermes que menciona el Coronel Bul’bénkov, ocurri-do el día 11 de julio, fue interceptado por un aviónPhantom FRG.2 del Escuadrón 29 de la RAF, quedespegó desde el aeropuerto Wideawake, en la islade Ascensión. El avión en la fotografía es el PhantomXV484, al comando del Sqdn Ldr Morle (foto ArmadaSoviética) Estas interceptaciones no dejaban de serhabituales pero, lejos de lo que muestran las pelícu-las, los aviones no se apuntaban sus armas unos aotros (el «Bear D» posee armamento en su cola) nise acercaban en demasía. Finalizada la contienda,los «Osos» volvieron a sus tareas habituales y, añosdespués, dejaron de volar desde Angola.

Buques espíaBuques espíaBuques espíaBuques espíaBuques espía

La presencia de buques espías de la UniónSoviética fue común en cada despliegue militar de laOTAN en la guerra fría. Con ellos, la Armada Rojamitigaba la ausencia de estaciones terrestres quepudieran captar información electrónica de los buquesenemigos.

El Zaporozhye (CER-501), desde la cámara de unavión de la US Navy (foto US NAVY)

Estos buques fueron, en un comienzo, pesque-ros de arrastre convertidos pero, a la largo de los añosy a medida que el uso del espectro electromagnéticose fue haciendo más asiduo y complicado, nacierondiversos tipos especializados, con sofisticados equi-pos de guerra electrónica, interceptación de comuni-caciones, descifrado de datos y otros similares. El co-nocimiento que brindaban estos buques para el altomando servía para entender qué pretendían las mari-nas enemigas y, sobre todo, para saber cómo debe-rían enfrentarlas en el mar. En el conflicto Malvinasintervino un solo buque del tipo llamado por los sovié-ticos «SSV» («Sudno Svyazyy», que se puede tradu-cir como «Buque de Comunicaciones»), pero otros,pesqueros o buques factoría, también estuvieron rea-lizando inteligencia en las aguas de Atlántico Sur. Sedebe tener en cuenta, especialmente, que la flotamercante y pesquera de la URSS era controlada porel estado (como todo en un régimen comunista), yque muchas veces embarcaba en sus buques perso-nal militar. No era de extrañar, por ello, que muchasveces se suscitaran «problemas», que hacían quetuvieran que atracar en un puerto no tan amigo, sa-liendo su tripulación a tomar fotografías «turísticas»de instalaciones de interés militar. Dentro de la pri-mera categoría, cabe considerar al Zaporozhye (CER-501), el cual, a fines de marzo de 1982, se encontra-ba registrando electrónicamente cierta actividad anti-submarina de la OTAN en el Mar de las Hébridas, alnoroeste de Escocia. El buque según constancias dela época, operaba conjuntamente con un submarinotipo Proyecto 671 (Código OTAN, Víctor): mientras elsubmarino testeaba las defensas, el buque espíaconstataba las reacciones.

El 501 era un buque de 4.500 toneladas de des-plazamiento, de la clase Primorye (Proyecto 394B)

que llevaba a 160 hombres a cargo del Capitán dePrimera Clase P. Zyryanov. Un buque relativamentemoderno, pero de diseño viejo (sus primos eran bu-ques factoría), con una tripulación bien entrenada paralas tensiones de la guerra fría en el mar. La presenciadel buque en la zona no dejaba de ser habitual, entanto la existencia de diversas bases de la Royal Navyy de la US Navy, pero resulta (visto retrospectivamen-te) una indudable coincidencia con los eventos quesucederían días después en el Atlántico Sur, tenien-do en cuenta que desde allí podría monitorear la par-tida de submarinos nucleares hacia las zonas de con-flicto. Una vez recuperadas las Islas Malvinas, el 501se mantuvo en su estación y, desplegada la flota bri-tánica hacia el sur, comenzó a seguir su derroterohasta alcanzar la Isla de Ascensión. La flota británicase detuvo en ese importantísimo punto logístico, que-dando el buque espía a una distancia entre 3 y 15millas de la isla, donde podría tanto realizar observa-ciones al tráfico mercante y aéreo, como dedicarse asu función de inteligencia electrónica específica.

Submarino nuclear código OTAN Oscar I (Foto Arma-da Soviética)

El Zaporozhye era constantemente observadopor aviones de patrulla «Nimrod», así como los «Phan-tom» FRG.2 y «Harrier» Gr.3 de la RAF estacionadosen la isla practicaban ataques aeronavales contra elmismo. Como recuerda un radio operador del buque:Escuchamos por la radio «Blanco primario, distanciatanto dirección otro tanto». Nos quedamos pensando«¿Qué es eso del blanco primario?» Entonces, devuelta «Distancia 500», luego «300», por último «es-toy sobre el blanco» e inmediatamente «notamos unsonido de un jet sobre el buque». No eran estos losúnicos favores de la guarnición de la isla, en tanto seprogramaron muchos vuelos de helicópteros «Chino-ok», los cuales intentaron provocar un daño «acci-dental» a antenas y mástiles del buque espía, utili-zando como arma el feroz tornado que provocabansus rotores. Ninguno de ellos tuvo, hasta lo que sesabe, el resultado esperado y tampoco provocó reac-ciones de las defensas antiaéreas del 501. Es buenorecordar que en plena guerra fría los contendienteseran sutiles en sus acciones y reacciones, ambos te-niendo en claro que cualquier incidente aún menorpodía tener consecuencias inimaginables.

El Zaporozhye estuvo finalmente 153 días tota-les en el mar, navegando 19.000 millas náuticas sinmayores complicaciones. Mucho más al sur, otrosbuques soviéticos cumplían, encubiertos, su rol deinteligencia. Uno de ellos habría sido el AkademikKnipovich, un buque de investigación antártica sovié-tico que el día 15 de abril de 1982 entró al puerto deUshuaia. Otro habría sido un buque factoría, que na-vegaba disimulado entre 25 pesqueros polacos ysoviéticos, el cual sería confundido electrónicamentepor un avión S-2E «Tracker» (se creyó que era unafragata británica) el día 2 de mayo. Es dudoso si elpesquero soviético Belokamensk, que participó (pre-

La guerra fría puede entenderse como un con-flicto cierto entre las dos superpotencias (la Unión deRepúblicas Socialistas Soviéticas y Estados Unidosde América) que se exteriorizaba en campos de bata-lla secundarios, o como la eterna preparación para lagran conflagración, la cual, felizmente, jamás se pro-dujo. En todos los casos, la bipolaridad del mundoimponía una constante diligencia en la vigilancia delas actividades del enemigo, cuyo obtenido podía acer-carse a los aliados / satélites o, como sucedía en lamayor parte de los casos, ser asimilado como ense-ñanza para un conflicto bélico futuro. Siguiendo estalógica, la movilización de la flota británica y, ulterior-mente, la guerra aeronaval que se suscitó en el At-lántico Sur de abril a junio de 1982 dieron una imper-dible oportunidad a la Unión Soviética para tratar deentender cómo peleaban las fuerzas armadas de laGran Bretaña y, por extensión, todas las adscriptas ala Organización del Tratado del Atlántico Norte(OTAN). Así las cosas, la Unión Soviética movilizódiversos medios de espionaje aéreo, naval y espa-cial, los cuales, además de los beneficios esperados,le permitieron tener un seguimiento casi en tiemporeal de los acontecimientos en Malvinas. Veamos endetalle cuál fue la participación de los medios soviéti-cos en Malvinas, y dejaremos para otro momento eltratar de establecer si la información colectada fuepasada de alguna forma a las fuerzas argentinas. LaAviación Naval Soviética. Los Tu-95 «Bear D» Desdeel año 1977, el 392º Regimiento Aéreo Independientede Reconocimiento a Larga Distancia de la ArmadaSoviética desplegaba una sección de aviones TU-95RTs (Código OTAN «Bear D») al aeropuerto deLuanda, Angola. Estos grandes aviones cuatrimoto-res, derivaciones de reconocimiento marítimo de unmodelo ya vetusto de bombardeo estratégico, conta-ban con excelentes radares y equipos electrónicos.Sus tripulaciones, asimismo, estaban acostumbradasa interactuar con buques de superficie y submarinos,en tanto uno de sus propósitos era el de buscar blan-cos para los misiles anti-navío de largo alcance queestos portaban. Su misión desde Angola era mera-mente la de establecer presencia soviética en el At-lántico Sur, así como monitorear el tráfico mercanteque, habiendo pasado por el Cabo de Buena Espe-ranza, se dirigía al hemisferio norte. Encontrándosefuera del área habitual de operaciones de las mari-nas occidentales, las tripulaciones tenían una vidarelativamente apacible, volando menos de 200 horasanuales. El conflicto Malvinas hizo que el destaca-mento, que operaba a 10.950 km de su base habitualen el aeródromo de Fedotovo (norte de Rusia), sevolviera especialmente activo. Específicamente, se leordenó seguir la evolución de la flota británica, ver sucomposición y formación, tomar fotografías de losbuques y recoger inteligencia electrónica. Los cuatri-motores «Bear» volaron más de 100 horas solo enabril, en misiones que duraban hasta 15 horas, sinaeródromos de alternativa y muchas veces habiendoperdido la comunicación radial con su base, que ter-minaban usualmente a mil pies o menos casi sobre lavertical de cualquiera de los dos portaaviones británi-cos. Como recuerda uno de los comandantes de lasaeronaves: Se nos ordenó que siguiéramos a los bri-tánicos hasta el Atlántico Sur desde la Bahía de Viz-caya, tan pronto como la armada zarpó rumbo a lasMalvinas. Volando desde Angola, los seguimos todoel camino. Podíamos ver claramente, colocados so-bre cubierta de los portaaviones, los cazas «Harrier.»Más tarde, una vez que regresaron, otra vez fue ne-cesario examinar al Hermes, ya que las comunicacio-nes interceptadas mencionaban que el portavioneshabía sido dañado por misiles argentinos y era pro-

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via autorización expresa del Ministerio de RelacionesExteriores de la URSS) del rescate de tres cadáveresdel Crucero ARA General Belgrano, estuvo realizan-do tareas de espionaje. Lo cierto es que el buqueabandonó sus faenas y se encaminó a realizar tareasde salvataje, aún sin muchas esperanzas de poderencontrar sobrevivientes. Un ingeniero del buque elDr. Vasili Terentyev, recuerda: «No teníamos espe-ranza, ya que la temperatura del agua no sube de los7º C, nadie puede sobrevivir a la demora en el resca-te. Se pudo rescatar a tres argentinos en sus salvavi-das naranjas, todos sin signos de vida. Los cuerposhabían sido atacados por las gaviotas. Se dejaron enel freezer y se siguió buscando, pero llegó la ordende Moscú de frenar la búsqueda y dirigirse al puertomás cercano en Argentina, donde se ordenó no des-embarcar» Los cuerpos fueron cargados en un boteque se acercó al buque y los tripulantes miraron porsus binoculares mientras en el puerto estaban mu-chos de los habitantes de Río Gallegos.

HMS Hermes y RFA Tidespring desde el TU-95 delCoronel Bul’bénkov. El avión en la fotografía es el

Phantom XV484, al comando del Sqdn Ldr Morle (fotoArmada Soviética)

Vale aquí agregar que la presencia de buquessoviéticos en el rescate de náufragos del Belgranogeneró, luego de la guerra, rumores que personas enel buque fallecidas se encontraban viviendo en laUnión Soviética. Inclusive, dichos comentarios fue-ron ventilados en el parlamento británico, sin llegarsea nada concreto. La Flota de Mar Soviética Los na-víos de guerra de la orgullosa Armada Roja tuvieronuna participación secundaria en la recolección de in-teligencia del conflicto Malvinas, algo que resulta ló-gico, teniendo en cuenta que no resultan plataformasespecializadas, así como su presencia resulta lo sufi-cientemente amedrentadora como para hacer quecesen las operaciones habituales de las fuerzas enpugna. A mediados de abril, existían solamente cincobuques de guerra soviéticos en el Atlántico Sur, entreellos un grupo de batalla centrado en el crucero portahelicópteros Moskva (Proyecto 1123). Este buque,especializado en guerra antisubmarina, poseía ungrupo aéreo embarcado de 14 helicópteros Ka-25 (enversiones OTAN «Hormone-A» y «Hormone-B») y,conjuntamente con su escolta y un buque logístico,tocó los puertos de África Occidental de Lagos (Nige-ria), Luanda (Angola) y Point Noire (Congo). Este gru-po de superficie se habría mantenido en aguas afri-canas, realizando posiblemente tareas de escucha,aun cuando ciertas versiones que circulan en pági-nas de Internet rusas indican que se tenía planeadoque pasara a la «caza» de submarinos británicos encaso de que se lanzara un ataque nuclear contra laArgentina. Dicho trascendido indica que la inteligen-cia soviética había detectado a un submarino de bom-bardeo estratégico posicionándose para atacar la Ar-gentina y, por tanto, se habrían tomado medidas paraprevenir o sancionar su actividad. Amén de estos ru-mores inconfirmados (ya que posiblemente el grupode tareas soviético estaba haciendo tareas habitua-les de «mostrar la bandera» cuando estalló la gue-rra), vale señalar que el otro buque soviético que tuvoalguna actividad durante el conflicto Malvinas fue elcrucero Mariscal Timoshenko (Proyecto 1134A, Kres-ta II), el cual se acercó al HMS Hermes entre la Isla

Ascensión y las Azores el día 16 de julio, habiendodesplegado un día antes un helicóptero para investi-garlo de muy cerca. Sin embargo, como queda dicho,la actividad de la Flota de Mar Soviética fue puramentecircunstancial en el conflicto.

Isla de Ascensión desde el CER-501. El buque de lafoto posiblemente sea el CS Iris (foto Armada Soviéti-

ca)

Submarinos El submarino es quizá el mejormedio para realizar inteligencia, y por eso no es deextrañar la presencia de submarinos soviéticos en lasaguas de operaciones. Debo aquí decir que, en loque respecta a fuentes confirmadas, ya he tratado eltema en «Tras los Submarinos Ingleses» (Instituto dePublicaciones Navales, 2010). Entraré aquí en un te-rreno resbaladizo, cual es el de opinar acerca de ope-raciones de submarinos recurriendo a fuentes perio-dísticas y otros. Adelanto que mi opinión no ha cam-biado respecto de lo que indiqué en el libro precitado(que es probable la existencia de un submarino so-viético, pero a la fecha no ha sido confirmada). Ahorabien, la bibliografía disponible hace mención a diver-sos tipos de submarinos soviéticos involucrados, asaber: * Submarino nuclear clase Víctor. El mismohabría operado en Ascensión con el mismo patrónque se utilizó para el CCB-501 en el Mar de las Hébri-das. La idea que subyace esta tesis es que el buqueespía no viajó solo, sino que fue acompañado, en for-ma subrepticia, por este submarino. * Submarino nu-clear clase Echo II, re-desplegado desde el OcéanoÍndico. Se intenta con ello «mantener el honor» delos comandos antisubmarinos de la US Navy y RoyalNavy, los cuales indicaban que ningún submarino sehabía perdido en el Atlántico Norte y, por otra parte,justificar muchos avistamientos en el Atlántico Sur (ycon ello, «mantener el honor» de los capitanes de losbuques como la HMS Yarmouth que indicaban quehabían atacado submarinos desconocidos). * Subma-rino convencional clase Kilo, desde Kola. Siendo im-probable que un submarino convencional pueda se-guir a la flota, teniendo en cuenta su alta velocidad detránsito. El origen de la versión me es desconocido. *Submarino nuclear clase Oscar I, numeral K-525 Ar-cángel (Comandante en Abril de 1982, AP Ilyushkin).Es el presente un caso interesante. Un personaje re-lacionado con el mundillo submarinista ruso, me indi-có que existe información acerca que este submarinosiguió a la flota británica desde el 5 de abril al 21 demayo de 1982. La historia oficial del submarino indicaque estaba haciendo tests de torpedos de 650 / 533mm y de misiles Granit / SS-N-19 (normal, ya que fuecomisionado el 21 de enero de 1981), pero realmente–se comentó– se habría orientado hacia el AtlánticoSur, con instrucciones (aún hoy secretas) de hundir aambos portaaviones británicos si le fuera ordenado.Nuevamente, la Unión Soviética temía la utilizaciónde armas nucleares sobre Argentina, siendo (segúnesta versión) este submarino su reaseguro. Por tan-to, abortó su misión cuando se entendió que las mis-mas no serían lanzadas. Durante su patrulla, la mis-ma fuente informa, habría sido atacado por fuerzasargentinas, que no habrían logrado un impacto. Si bienes la versión que parece más descabellada, dos da-tos en particular dejan flotando en el aire una idea derealidad. El primero es que el entonces PresidenteLeonardo F. Galtieri informó al General Haig (el «me-diador» estadounidense) que los soviéticos le habíanofrecido hundir a un portaaviones y que la Argentina

tome el crédito; por lo que puede entenderse que exis-tía un submarino con esa misión. Obviamente, pudotratarse de una estratagema del argentino o, cuandono y como se dice, de una conversación en una no-che con copas de más. El segundo tiene relación conel sistema de armas que utilizaba el submarino, con-sistente en los misiles antibuque de largo alcance SS-N-19. Dichos misiles, en lo que hace a su adquisiciónde blancos, se encuentran asociados a la constela-ción de satélites «Leyenda». Debe señalarse que es-tos satélites se utilizaron por primera vez para obser-var las maniobras de Malvinas, ufanándose el Minis-terio de Defensa Soviético de que «permitió estable-cer con antelación lugar y fecha del desembarco bri-tánico» (en San Carlos, el 21 de Mayo). Si se piensaen la asociación submarino-satélite como un sistemapara favorecer a los misiles, sería ilógico pensar queuno pudo ser utilizado sin el otro (ver fotografía deportada de este artículo). * Submarino convencionalclase Foxtrot, operando desde Angola. Este es el úni-co submarino cuya presencia fue confirmada por laUS Navy, aun cuando es desconocido cuánto se acer-có al área Malvinas o a la de tránsito de la flota britá-nica. Por último, vale señalar que la mayoría de lasfuentes coinciden en que fueron no más de dos lossubmarinos soviéticos afectados a las operacionesde Malvinas aún, como hice ver, no se ponen de acuer-do en cuál de ellos se trataba. En suma, posiblemen-te haya existido algún submarino soviético rondandolas aguas del Atlántico Sur. A la fecha, sin embargo,no existen certezas sino solo transcendidos y comen-tarios algunos, como dije, más que interesantes. Sa-télites De los 101 lanzamientos al espacio durante1982, la Unión Soviética, sin embargo, aplicó solo unnúmero limitado de satélites al conflicto del AtlánticoSur. Cabe señalar que la inmensa mayoría de los in-genios especiales soviéticos de reconocimiento es-pacial de ese momento implicaban el uso de cáma-ras fotográficas con film, el cual era lanzado una vezque el satélite pasaba por territorio continental sovié-tico. Ello hacía que no fueran aptos para seguir losmovimientos de un teatro aeronaval, amén que noeran ayudados por la siempre nubosa meteorologíamalvinense. Asimismo, los satélites soviéticos poseíanuna duración en el espacio increíblemente limitada,en algunos casos de solo unas semanas, por lo queno podía contarse con elementos en órbita para obte-ner ya información. Puede entenderse que los satéli-tes Kosmos-1368 (de reconocimiento fotográfico, quepasó a 240 km de altura sobre Malvinas todos losdías de mayo y junio a las 11:00 am), Kosmos-1455,de inteligencia electrónica y Kosmos 1365 y 1372, dereconocimiento radar, fueron los que aportaron la in-formación más importante acerca de lo que estabasucediendo en las islas y sus alrededores. Asimismo,como se indicó más arriba, se utilizaron otros siste-mas satelitales, como el «Leyenda» de búsqueda deadquisición de blancos para misiles crucero. Conclu-sión La Unión Soviética se benefició enormementecon la información obtenida durante la Guerra deMalvinas, tanto por los medios antes reseñados comopor otros (espías, inteligencia realizada en otros tea-tros y demases). Por ejemplo, los ejercicios de la flo-ta soviética durante los años 1983 y 1984 reflejan lapreocupación con que observaron las debilidades dela Royal Navy en lo que hace a defensas antimisil,debilidades que se replicaban también en la armadasoviética. Asimismo, fueron motivo de estudio las for-maciones de la flota, la ubicación de piquetes radar yantisubmarino, la seguridad en las comunicaciones yotros tópicos, capitalizando la experiencia ajena. Valeagregar que lo sucedido en el año 1982 otorgó uncrédito muy importante a las fuerzas armadas argen-tinas, el que se sigue manteniendo a la fecha, segúnlo que puede leerse de la bibliografía rusa actual.Como se dijo, la Unión Soviética obtuvo mucha infor-mación en una guerra que fue bisagra para el conflic-to aeronaval, la cual utilizó en su provecho. En otromomento, analizaremos cuánto de ello llegó o podríahaber llegado a la Argentina. Por ahora, solo conclu-yamos que poseyeron información oportuna y másque interesante para compartir.

La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 25MISCELÁNEA

El Rol de la ex Union Soviética en MalvinasEl Rol de la ex Union Soviética en MalvinasEl Rol de la ex Union Soviética en MalvinasEl Rol de la ex Union Soviética en MalvinasEl Rol de la ex Union Soviética en MalvinasVisión de un periodista soviético

Rubén Guillemi en el periódico «La Nación» - Blog «Solo Malvinas»

En un libro publicado en el mes de mayo de 2010 en Rusia, el periodista Sergey Brilev revela, en su opinión, aspectos desconocidos de la ayudacrucial que los servicios secretos de la URSS brindaron a las fuerzas argentinas durante la Guerra de Malvinas.

Sergey Brilev es hoy uno de los presentadores y analistas políticos más conocidos por los televidentes de la Federación Rusa, donde además esvicedirector del canal Rossiya TV (RTR). Pero cuando comienza a hablar en un fluido español, su inocultable acento rioplatense -» Ssho ssiempre leo LaNassión «- revela que algo de su historia tiene que ver con esta parte de América latina.

cú, donde vive con su esposa y una hija de tres años.«A esta altura de mi vida tengo el panorama de unmundo multicolor e interconectado», dice. Esa visiónle permitió por ejemplo profundizar en el tema Malvi-nas, aun cuando su historia tiene más que ver conUruguay que con la Argentina.

La investigación sobre la guerra del AtlánticoSur comenzó hace un par de años, cuando la casaeditorial rusa le propuso escribir sobre su particularexperiencia de vida multicultural. En ese momento,entre otras cuestiones, recordó un viejo artículo de larevista norteamericana Time, publicado durante elconflicto, que muy sucintamente mencionaba el lan-zamiento del satélite soviético Kosmos-1365 un mesy medio después del desembarco argentino en lasislas, cuando la guerra estaba en su apogeo.

El Coventry, mortalmente averiado, se escora a babor

Para comenzar a tirar de la punta de ese hiloinformativo, Brilev intentó acceder a los documentosoficiales, pero la primera traba que encontró en losarchivos rusos fue el infranqueable sello de «Infor-mación clasificada». Entonces optó por recoger da-tos entre quienes fueron los líderes militares de co-mienzos de los 80.

«Al primero que acudí fue al general NikolaiLeonov, primer vice del servicio analítico de la KGBdurante la guerra. Y él me confirmó que desde el co-mienzo del conflicto hubo varios envíos de informa-ción satelital a los militares argentinos. Lo mismo medijo luego el general Valentín Varennikov, que enton-ces era primer vicejefe del Cuartel General de lasFFAA soviética», recuerda Brilev.

Un TU-95 escoltado por un Sea Harrier durante elconflicto

En su libro hace un cruce cronológico de datosentre los hechos más relevantes del conflicto de Mal-vinas y las actividades de la inteligencia de su país.Brilev sostiene, por ejemplo, que los aviones navalesargentinos lograron hundir la fragata británica HMSSheffield gracias a la información que ya le estabanbrindando los satélites soviéticos en órbita aun antes

del lanzamiento del Kosmos-1365. «La versión de quehundieron al Sheffield gracias a la tarea de los avio-nes exploradores argentinos Neptune suena muy «pa-triótica», seguramente, al oído argentino. Sin embar-go, me parece mucho más probable que haya habidoayuda de los soviéticos. El Neptune era un avión muyviejo y con problemas de mantenimiento. En todo casoestaba en condiciones de prestar colaboración en elterreno, pero la información estratégica la tenían lossatélites soviéticos».

Información compartidaInformación compartidaInformación compartidaInformación compartidaInformación compartida

Otra victoria que en aquel momento alimentó elentusiasta «Vamos ganando» de los argentinos llegócomo «regalo patriótico» el 25 de mayo de 1982. Bri-lev afirma que fue gracias al satélite Kosmos-1365que los misiles argentinos pudieron hundir el buqueinglés HMS «Coventry», una joya de la OTAN, y tam-bién al Atlantic Conveyor, una especie de portaavio-nes que fue a parar al fondo de las aguas del Atlánti-co Sur con 15.000 toneladas de vehículos a bordo.

Pero, según el investigador, la ayuda soviéticafue más allá de la información satelital. «La URSSutilizó naves TU-95, modificadas como aviones deinteligencia, para sobrevolar las fuerzas británicas quese dirigían a la zona de combate y esa informacióntambién fue transmitida a los argentinos», asegura. Yañade: «Hubo ocasiones en que los TU-95 llegaron avolar a alturas muy peligrosas, 20 o 40 metros de al-tura, casi tocando los barcos británicos que llevabanarmamento atómico». El coronel soviético GeorguiyBulbenkov confirmó hace algunos años su propia par-ticipación en esos vuelos, y explicó que el área deobservación soviética sobre los barcos británicos ibadesde el Golfo de Vizcaya hasta la línea ecuatorial.

Como buen ruso, una de las principales curiosi-dades de Brilev cuando se lanzó a escribir su libroera tratar de desentrañar cómo funcionaba la maqui-naria del poder en el régimen comunista que gobernósu país hasta 1991. ¿Cómo se llegó a tomar la deci-sión tan delicada de espiar a la Armada británica parafavorecer a una junta militar ferozmente anticomunis-ta y en las antípodas ideológicas del Kremlin?

La duda que lo carcomía era en esencia quiéndio el sí a esta decisión. Con sus investigaciones, elpresentador ruso llegó hasta el mismísimo MikhailGorbachov, el último presidente de la Unión Soviéti-ca, que durante el conflicto del Atlántico Sur era miem-bro del Buró Político del Partido Comunista, el órga-no por el que pasaban obligatoriamente todas las gran-des decisiones estratégicas de la URSS. Pero la res-puesta de Gorbachov fue tajante: «Jamás hubo unadecisión del Comité Central de colaborar con la Juntaargentina».

HMS Sheffield alcanzado por un misil Exocet.

La conclusión a la que llega Brilev entonces en

A manera de catarsis, cuenta, por una vida am-bulante de hijo de un ex representante comercial so-viético, Brilev acaba de publicar en Moscú el libro«Fidel, Fútbol y Malvinas», en el que presenta lo quees un mundo exótico y casi desconocido a los ojosrusos. Pero además dedica todo un capítulo a pro-fundizar un aspecto poco investigado, incluso en laArgentina: el rol fundamental que jugó durante la Gue-rra de Malvinas la Unión Soviética, un impensado ami-go de un feroz anticomunista como fue el generalLeopoldo Galtieri.

Sergey Brilev, autor del artículo ruso

«Por aquello de que el enemigo de mi enemigoes mi amigo, los soviéticos se pusieron en riesgo deun conflicto mundial brindando una ayuda militar queresultó clave para los principales triunfos argentinosdurante la guerra», asegura Brilev.

Siempre se supo del acercamiento entre Mos-cú y Buenos Aires durante el conflicto, pero en su li-bro Brilev reúne datos pocos conocidos sobre esaayuda. Por ejemplo, que el 15 de mayo de 1982 lossoviéticos lanzaron específicamente el satélite Kos-mos-1365 para posicionarlo en una órbita desde lacual pudiera proveer información estratégica a las fuer-zas argentinas en el Atlántico Sur.

Avión TU-95 soviético

Como lugar de la entrevista con LA NACION,Brilev eligió el restaurante del último piso del hotelRitz Carlton en la capital rusa, con una vista fantásti-ca sobre la Plaza Roja, el Kremlin y la Catedral deSan Basilio, adornadas para el desfile del 9 de mayo,aniversario de la victoria soviética sobre los nazis.«¡Pensar que desde allí se dominó gran parte delmundo durante más de siete décadas! -reflexiona elperiodista-. Pero eso se hizo bajo la amenaza perma-nente de guerras y conflictos, y hacia el final hubodecisiones muy graves dejadas en manos de los man-dos medios. Fue muy extraño el funcionamiento delpoder durante el régimen soviético», observa.

El pasaporte de Brilev afirma que su ciudad natales Moscú, pero es sólo un artilugio legal. Cuandonació, en 1972, el destino de su padre era La Haba-na. El resto de su niñez la pasó en Ecuador, su ado-lescencia en Uruguay y luego se casó y vivió en Lon-dres, hasta que finalmente decidió radicarse en Mos-

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su libro es que en esta etapa de la Unión Soviética elesquema de poder autocrático ya se estaba resque-brajando. La ayuda a los argentinos fue una estrate-gia asumida a nivel de generales del mando militar,como una consecuencia lógica del apoyo que se de-bía brindar al «enemigo de un enemigo». Pero agre-ga otro dato: «Tampoco hay que olvidar que sólo dospaíses no participaban del embargo de alimentos de-cretado contra la URSS después de la invasión so-viética a Afganistán, en 1979. Y esos dos países eranprecisamente Argentina y Uruguay. Y el mando mili-tar era muy consciente de la importancia de ese res-paldo», dice.

En sus tiempos de escuela primaria en Américalatina, a Brilev le intrigó siempre ese pequeño trian-gulito blanco del continente helado, que países comola Argentina o Chile incluyen en sus mapas oficiales.Con humor se suma a la polémica: «¿Qué duda cabede que la Antártida es rusa? Si el que descubrió esecontinente en 1820 fue un ruso...»

Pero luego insiste en ponerse serio cuando ad-vierte que en las próximas décadas la Guerra de Mal-vinas va a ser considerada «el primer pequeño inci-dente del conflicto militar antártico». Esa fue la impre-sión que le quedó al periodista ruso, luego de visitarel Instituto Antártico Argentino, el británico y el ruso.«En un par de décadas vamos a llegar a la situaciónen que los yacimientos tradicionales se acabarán. Yel último reservorio de yacimientos minerales impor-tantes, de oro, petróleo y diamantes, es el continentehelado», dice.

«En este sentido -concluye-, yo no tengo dudasde que en unos años la Guerra de Malvinas será re-

cordada como la primera gran guerra por la Antárti-da.»

Características del satélite RusoCaracterísticas del satélite RusoCaracterísticas del satélite RusoCaracterísticas del satélite RusoCaracterísticas del satélite RusoKosmos 1365Kosmos 1365Kosmos 1365Kosmos 1365Kosmos 1365

Spacecraft: US-ANumbers: 1982 payload #52; 1982-043C; 3211th

spacecraft.Type: Ocean surveillance («RORSAT»)Sponsor: Soviet Union (Korolev’s Design Bureau)Launch: 14 May 1982 at 19h26 UTC, from Ba-

ykonur Cosmodrome’s LC-90, by a F-1/Tsyklon 2.

Orbit:Decayed:Mission:Source: Jonathan McDowell’s Master

List ; Mark Wade’s EncyclopediaAstronautica ; National Space ScienceData Center‘s; TRW Space Log;

Imágenes del satélite espía soviéticoImágenes del satélite espía soviéticoImágenes del satélite espía soviéticoImágenes del satélite espía soviéticoImágenes del satélite espía soviéticoKosmos 1365Kosmos 1365Kosmos 1365Kosmos 1365Kosmos 1365

Trayectoria posible del satélite Kosmos 1365

Malvinas 1982Malvinas 1982Malvinas 1982Malvinas 1982Malvinas 1982

Vista general de Malvinas desde una aproximación aérea al aeropuerto en1982. En el centro de la fotografía el mencionado aeropuerto, a la izquierda elistmo que comunica con la ciudad de Puerto Argentino. Se puede observar elcamino que une con la ciudad, la localidad y más allá la sucesión de alturasdonde se libraron los combates más importantes: Los montes Challenguer, DosHermanas, Kent, Harriet, Williams y Tumbledown. Falta el cerro Longdon, cuyaubicación se confunde, inmediatamente más cercano a Puerto Argentino, entrelas figuras del Dos Hermanas y Kent.

A la izquierda de monte Williams, se observa la ensenada de Bahía Agrada-ble, escenario del ataque aéreo más cruento sufrido por las fuerzas inglesas, acargo de la Fuerza Aérea Argentina. Este ataque diezmó al regimiento Galés,dejándolo prácticamente fuera de la guerra.

Imágenes del ataque en Bahía AgradableImágenes del ataque en Bahía AgradableImágenes del ataque en Bahía AgradableImágenes del ataque en Bahía AgradableImágenes del ataque en Bahía Agradable

La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 27PUBLICIDAD

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Programa: Destino… MalvinasEmite los días: Jueves 20:00 a 22:00Emisora: FM del Este FM 99,3 Berazategui; Bs. As.Conduce: Claudio DomínguezTeléfonos: 011-4226-7573 * 15-5709-6544Mail: [email protected]ñal en vivo: http://www.fmdeleste.8k.com y las 24hs en el WINAMP: http://200,58,112,14,11410/listen.pls

Programa: El Ángel de la MemoriaEmite los días: Jueves 19:00 a 22:00Emisora: OASIS FM 93.9 General Rodríguez; Bs. As.Conduce: S/C 1962 VGM Jorge Eduardo ChoqueTeléfonos: 0237-485-0590 * 15-4156-6640Mail: [email protected]ñal en vivo:http://www.fmoasis.listen2myradio.com/

Programa: Historia del Conflicto del Atlántico SurEmite los días: Sábado 12:00 a 14:00Emisora: FM Patagonia FM 90,7 Ezeiza; Bs. As.Conducen: Gerardo Furne y Prof. Miguel MenéndezTeléfonos: 011-4234-1755Mail: [email protected]: Calle 5ta Av. Nº 1132 La Unión; Ezeiza

Programa: La Otra Cara de la MonedaEmite los días: Domingo 13:00 a 17:00Emisora: FM 106.1 La Matanza; Buenos AiresConduce: Ángel DucoMail: [email protected]

Programa: La Voz del Cóndor MalvinenseEmite los días: Martes 14:00 a 17:00Emisora: Radio Ciudad AM 1320 Lanús; Bs. As.Conduce: H. Ricciardelli, Vicecomodoro (R) (VGM)Teléfonos: 4225-3823 * 4225-1081 * 4225-2654Mail: [email protected]ñal en vivo: http://www.radiociudad.com.arNuestro sitio de internet: www.movcondor.com.ar

Programa: Malvinas desde AdentroEmite los días: Viernes 22:30 a 00.00Emisora: Radio FM 94.1; San LuisConducen: Andrés Ponce (VGM) y Roque Juárez (VGM)Teléfonos: 02657-436470Mail: [email protected]ñal en vivo: http://www.fmestacionderadio.com.arIMPORTANTE: Emite los días Viernes 22,30 (hora deSan Luis, una hora menos que el resto del país)

Programa: Malvinas HoyEmite los días: Domingo21:00 a 23:00Emis: Radio Argentina FM 106,5 M. del Plata; Bs. As.Conducen: Daniel Correa y Graciela FrancoTeléfonos: 0223-495-3830Mail: [email protected]ñal en vivo: http://www.acordesargentinos.com.ar

Programa: Malvinas hoy… Historia de una GuerraEmite los días: Lunes 21:00 a 23:00Emisora: Ciudad de Luján FM 104,1 Luján; Bs. As.Conduce: Pascual DistéfanoTeléfonos: 02323-427774 * 02323-422639Mail: [email protected]

Programa: Malvinas Nuestras VocesEmite los días: Viernes 19:00 a 21:00Emisora: La Luna AM 1140 El Palomar; Buenos AiresConduc.: Manuel R. Carabajal y Elizabeth MeriglianoTeléfonos: 4443-7424Señal en vivo: http://www.radiolaluna.com.ar

Programa: Malvinas Tierra QueridaEmite los días: Jueves 20:00 a 22:00Emisora: FM ÁLVAREZ FM 98,1 Moreno; Bs. As.Conduce: Carlos Alberto MontielTeléfonos: 0237-487-2599 * 0237-487-2767Mail: [email protected]ñal en vivo: http://www.fmalvarez.com

Programa: Malvinas Un Sentimiento ArgentinoEmite los días: Viernes22:00 a 23:00Emisora: Radio mi país AM 1170 C. A. de Bs. As.Conduce: Miguel AldecoTeléfonos: 15-6440-7031Mail: [email protected]://www.radiomipais1170.com.ar/reproduct.htm

Programa: Malvinas, Ayer, Hoy y SiempreEmite los días: Sábado 15:00 a 16:00Emisora: FM Nativa FM 93.5 Santa Teresita; Bs. As.Conducen: Santiago Torres y Miguel GómezTeléfonos: 02246-521541Mail: [email protected]ñal en vivo: http://www.nativa935.com.ar

Programa: Con la Mirada en MalvinasEmite los días: Sábado 10.00 a 12:00Emis.: LX23 Radio la Costa Bernal, Quilmes.Conducen: Carlos Sanchez, Quique Miranda, EmilioAlsina

Teléfonos: 15-2470-2429 (En horarios de transmisión)Mail: [email protected]ñal en vivo: http://www.lx23-radiolacostacom.ar

Programa: Malvinas, Clamor de GloriaEmite los días: Lunes 16:00Emis.: LV 19 Radio Malargüe AM790 Malargüe; Mza.Conduce: Rolando CárdenasSeñal en vivo: http://www.radiomalargue.com.ar

Programa: Malvinas, Es hora de volver a casaEmite los días: Sábado 11:00 a 13:00Emisora: FM 90,9 Olivos; Buenos AiresConduce: Susana SaeliceTeléfonos: 011-4711-6731Señal en vivo: www.okradio.com.ar

Programa: Malvinas, Corazón de mi PatriaEmite los días: Lunes20:00 a 21:00Emisora: Radio Tradición AM 1580San Martín prov. de Bs. As.Conducen: Manuel Villegas y Esteban Juan TriesTeléfonos: 4754-8784 4713-2517Facebook: Malvinas... Corazón de mi PatriaMail: [email protected]ñal en vivo: http://www.amtradicion.com.ar

Programa: Malvinas, su historiaEmite los días: Jueves 18:00 a 19:30Emisora: FM Soldados FM 87.5Conduc.: Esteban Juan Tries; José Ramón NegrettiMail: [email protected]: www.malvinassuhistoria.com.arSeñal en vivo: http://www.ejercito.mil.ar se repite losdomingos de 21 a 22...30 hs por la AM 990 Formosa

Programa: Mas Allá del SurEmite los días: Sábado 23:30 a 00:00Emisora: Radio Nacional AM 870 C. A. de Bs. As.Conducen: Susana Rigoz y Pablo CrocchiMail: [email protected]ñal en vivo: http://www.radionacional.gov.ar/ Un es-pacio antártico para todo el país

Programa: Micro Radial «Malvinas, Crónica de unaJusta Causa»Emite los días: Martes 11:15Emisora: FM Total FM 90,9 Curuzú Cuatiá; Ctes.Conduce: Rubén José Sereno VGMTeléfonos: 03774-423191 * 03774-425829Mail: [email protected]ñal en vivo: www.agenciacuruzu.com.arLugar: Gobernador Gómez Nº 518 - CP 3460 (Ctes.)

Programa: Misión MalvinasEmite los días: Domingo 10:00 a 12:00Emisora: FM del Sol FM 97.9 Río Gde.; T. del FuegoConducen: Carlos Pereira; Aníbal Espósito y AndrésSánchezTeléfonos: 02964-43-3300 * 02964-43-3617Mail: [email protected],ar

Programa: Soberanía NacionalEmite los días: Domingo 22:30 a 00:00Emisora: LT9 Radio Brigadier López AM 1150 Sta. FeConduce: Adolfo SchweighoferTeléfonos: 4-101-999Mail: [email protected]ñal en vivo: http://www.lt9.ceride.999

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Programa: Esperanza ArgentinaEmite los días: Sábado 10:00 a 12:00Emisora: Radio Baradero FM 103,5Conduce: Marisa MercadoTeléfonos: (03329) 915512469www.tiemponoticias.com.ar

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Programa: Malvinas... Historias de HéroesEmite los días: Jueves 18:00 a 19:00Emisora: FM Cielo 93.5 de Guatraché, La PampaConduce: María Teresa Stebner y Norma Noemí DietrichSeñal en vivo: www.deguatraché.com.ar/medio/fmcielo/

Programa: Malvinas, la gestaEmite los días: Miercoles 17:00 a 18:00Emisora: AM 610Conducen: Ernesto Fernández Maguer, Gustavo Vare-la Carlomagno y Luís Nicolás PoloTeléfonos: 4755-6061 y 4755-6062Señal en vivo: www.radioam610.com.arMail:[email protected]

Programa: «Malvinizar Pampeano» Un espacio dedi-cado a todos los héroes que participaron en la gestade Malvinas... porque un soldado no muere en elcampo de batalla, sino... cuando su patria lo olvida.Emite de: 18:00 a 19:00Emis: FM Radio Ciudad 98,9 Toay, La Pampa.Conduce: Sonia WisnerSeñal en vivo: http://www.toayenses.com.ar

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La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 29HISTORIA

Operación Black BuckOperación Black BuckOperación Black BuckOperación Black BuckOperación Black BuckFuente: Wikipedia y reportes argentinos

Durante la Guerra de las Malvinas en 1982, el Reino Unido dio el nombre en código Operación Black Buck, a la serie de siete misiones de muy largoalcance encomendadas a los bombarderos Avro 698 Vulcan de la Real Fuerza Aérea (RAF), los que partiendo desde la isla Ascensión, atacaban lasposiciones argentinas en las islas Malvinas. De estas siete misiones, solamente cinco fueron llevadas a cabo. A cada una de esas misiones, se le dio unnúmero correlativo.

aviones Blackburn Buccaneer de la base de la RAFHonington, fueron ubicados en pilones improvisadosen las alas. Para navegar a través de los mares, su-perficie sin rasgos distintivos, los sistemas de direc-ción de inercia fueron pedidos prestados de los VC-10 y de a dos instalados en cada Vulcan.

Los depósitos de combustible podían contener9.200 galones (41.823 litros), y basado en estimacio-nes de las necesidades de combustible, once Víctor,incluyendo dos aviones en espera, fueron asignadospara reaprovisionar de combustible a los Vulcan an-tes y después de sus ataques contra las Malvinas.Cada Vulcan que atacaba fue reaprovisionado de com-bustible cinco veces en el viaje de ida y una vez en elviaje de vuelta, usando más de 220.000 galones decombustible de aviación durante cada misión. Cadaavión llevaba veintiún bombas de 1.000 libras (450kilogramos) o cuatro misiles antiradares AGM-45Shrike (DASH 10) con tres depósitos de gasolina auxi-liar de 1.000 galones (4.546 litros). Las bombas fue-ron pensadas para causar daño a las instalacionesargentinas, especialmente al aeropuerto de PuertoArgentino. Se esperaba que los ataques hicieran alos defensores encender los radares defensivos, queentonces serían apuntados por los misiles. Los Vul-can armados con Shrike eran más ligeros y podíanmaniobrar en el área con más comodidad que losVulcan armados con bombas.

A pesar del intenso bombardeo la pista fue ape-nas deteriorada, lo que contribuyó a eso fue el inge-nio y astucia de los argentinos que pinta-ron cráteres en la pista para hacer creer a los británi-cos que ya se encontraba incapacitada. Recién des-pués de la guerra que los ingleses se dieron cuentade la treta.

Dos Vulcan en Ascensión

MisionesMisionesMisionesMisionesMisiones

Black Buck IBlack Buck IBlack Buck IBlack Buck IBlack Buck I

El XM607 fue el primer Vulcan que participó en laOperación Black Buck.

El primer ataque por sorpresa a las islas tuvolugar entre el 30 de abril y el 1 de mayo. Estaba des-

tinado a la pista principal del aeródromo de PuertoArgentino/Stanley. Se transportaron 21 bombas de usogeneral de 1.000 libras cada una. El bombardeo serealizó atravesando la línea de la pista a unos 35 gra-dos. El sistema fue programado para soltar secuen-cialmente a 10.000 pies para que al menos una bom-ba cayera sobre la pista.

Para la misión, dos Vulcan despegaron de labase de la RAF en la isla Ascensión, el XM598 fue ellíder con el XM607 como la reserva. Poco despuésde despegar, el XM598 comandado por John Reevesufrió un fallo de presurización (un sello de cauchosobre la ventana lateral de visión directa falló), y elavión se vio obligado a regresar a Ascensión. ElXM607, capitaneado por el teniente de vuelo MartinWithers, se hizo cargo de la misión.

Uno de los Víctor regresó a Ascensión por undefecto en el sistema de la manguera de reabasteci-miento y su lugar fue tomado por un avión de reser-va.

El Vulcan estaba excedido de su peso máximode despegue, pues cada uno llevaba equipamientoadicional, tales como el DASH 10 y un baño químico,y un instructor de gran experiencia en reabastecimien-to en el aire de la fuerza de aviones Víctor, por lo queel combustible utilizado fue mayor de lo esperado.Como resultado de la demanda de combustible y losproblemas con el repostaje en vuelo, dos de los Víc-tor tuvieron que volar más al sur de lo previsto, con-sumiendo sus propias reservas, y uno de ellos, el úl-timo Víctor que debía repostar al Vulcan fue pasadoal último tramo antes de regresar a la base. AmbosVíctor necesitaron ser repostados para poder regre-sar a Ascensión.

El XM607 realizó la fase de aproximación finalen alrededor de 300 pies sobre el nivel del mar. Elataque fue realizado alrededor de las 4 am, hora lo-cal.

Reaprovisionamiento en vuelo

El XM607 se alejó ascendiendo del aeropuertoy se dirigió casi derecho al norte. Cuando esto pasó,el British Task Force señaló la clave «superfuse», in-dicación de un ataque acertado. El viaje continuó ha-cia el norte siguiendo la costa sudamericana haciaotra cita con un Víctor a la altura de Río de Janeiro.Para ayudar al regreso de los dos aviones, un aviónde reconocimiento marítimo Hawker SiddeleyNimrod fue enviado al área. El XM607 hizo el acopla-miento y pudo volver a Ascensión.

Northwood recibióel mensaje «superfu-se» a las 8:30 y elMOD poco después.Las noticias del bom-bardeo fueron divulga-das sobre el serviciomundial de la BBC an-tes de que el Vulcan yel último Víctor llega-ran a Ascensión.

AntecedentesAntecedentesAntecedentesAntecedentesAntecedentes

Sin aviones capaces de cubrir la distancia has-ta las Malvinas, las actividades en el océanoAtlántico Sur hubieran dejado fuera de la guerra a laReal Fuerza Aérea.

Avión VULCAN británico

El campo de aviación utilizable más cercanopara las operaciones de la Royal Air Force en lasMalvinas era la isla Ascensión; un territorio británicopero con una pista aérea arrendada a los EstadosUnidos. Las misiones de los Vulcan a las Malvinasfueron enteramente dependientes de los aviones tan-ques VICTOR, utilizados como aviones cisternas parareabastecerlos en vuelo. Estos aviones fueron trans-feridos desde la base británica de Marham,en Inglaterra, a la isla Ascensión.

El Avro Vulcan era el último de los bombarde-ros británicos en uso operacional para el bombardeo,pero sus escuadrillas estaban en inminente disolu-ción. Basado en el Reino Unido y asignado ala OTAN para las operaciones nucleares, ni el reapro-visionamiento de combustible aire-aire ni el bombar-deo convencional había sido practicado por muchosaños con esos aviones.OBB 01

En Marham, la fuerza de reaprovisionamientofue planeada para reabastecer a uno o más bombar-deros en ruta hacia las Malvinas y en sus viajes deregreso. En la Base Waddington de la RAF en Ingla-terra, se comenzó el adiestramiento de las tripulacio-nes en el bombardeo convencional y en el reaprovi-sionamiento de combustible en vuelo. Los avionesfueron seleccionados por sus motores; solamenteaquellos con los motores de más alcance, BristolOlympus 301, fueron considerados convenientes. Unade las tareas más duras fue reinstalar el sistema dereaprovisionamiento de combustible, que había sidobloqueado.

Vulcan sobre la isla Ascensión el 18 de mayo de 1982

Un Víctor fue convertido en un improvisadoavión de foto reconocimiento. Los Víctor arribaron aAscensión el 18 de abril de 1982.

Tres Vulcan de 22 años de existencia pertene-cientes a los escuadrones N° 44, 50 y 101 de la RAFfueron desplegados en la base de la isla Ascensión.Los líderes de escuadrón Neil McDougall y John Ree-ve y el teniente Martin Withers capitanearon a losVulcan.

Para mejorar las contramedidas electrónicascontra las defensas argentinas, de las que se sabíaque incluían el misil Tigercat y armas antiaéreas con-troladas por radar, los sistemas DASH 10 de los Mira del VULCAN XM607

sobre la pista

Página 30 - La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 HISTORIA

La línea de 21 bombas cruzó el campo de avia-ción y alcanzó con éxito la pista con un solo impactodirecto cerca de su mitad. Sin embargo, todavía si-guió siendo operacional para los transportes C-130Hércules argentinos. Las bombas que cayeron a am-bos lados de la pista causaron daño leve a las insta-laciones adyacentes en el perímetro del aeropuerto.Esto era debido a la dispersión cuidadosa del equipopor el comandante argentino de la base. El ataquetomó a los argentinos (así como el resto del mundo)totalmente por sorpresa.

Withers recibió la cruz de vuelo distinguido porsu participación en la acción. Tuxford que había pilo-teado al último Víctor para reaprovisionar XM607 decombustible, recibió la cruz de la fuerza aérea

Tripulación del primer ataque de los VULCAN

Black Buck IIBlack Buck IIBlack Buck IIBlack Buck IIBlack Buck II

Durante la noche del 3 al 4 de mayo, el XM607(volado por John Reeve y su tripulación del Escua-drón Nº 50) voló una misión idéntica a la primera. Esteataque fue dirigido al área del extremo occidental dela pista de aterrizaje de Puerto Argentino. Su inten-ción fue la de prevenir que los ingenieros argentinosextiendan la pista lo suficiente como para hacerla ca-paz de operar con aviones de combate de altorendimiento. El XM598 actuó como reserva de vuelo.

Black Buck IIIBlack Buck IIIBlack Buck IIIBlack Buck IIIBlack Buck III

La misión, planeada para el 13 de mayo con losVulcan XM612 y XM607, fue abortada antes del des-pegue debido a los fuertes vientos de proa.

Black Buck IVBlack Buck IVBlack Buck IVBlack Buck IVBlack Buck IV

Un AGM-45 Shrike misil antirradar provisto por losEEUU

Esta misión con el Vulcan XM597, planeada parael 28 de mayo, fue también abortada 5 horas des-pués de que el Vulcan hubo despegado. Uno de losaviones Víctor, que debía reabastecerlo, sufrió unafalla de su unidad de abastecimiento, y el vuelo tuvoque ser retornado. El XM598 actuó como avión dereserva.

La misión iba a ser la primera en utilizar los mi-siles antirradares AGM-45 Shrike suministrados porlos Estados Unidos, que fueron montados en los Vul-can en forma improvisada.

Black Buck VBlack Buck VBlack Buck VBlack Buck VBlack Buck V

Esta misión, dirigida el 31 de mayo por el líderde escuadrilla Neil McDougall y su equipo del Escua-drón 50 en el XM597, fue la primera misión exitosaequipada con los misiles antiradar AGM-45A Shrike.

El blanco principal fue un radar 3D Westinghouse AN/TPS-43 de largo rango que la Fuerza AéreaArgentina desplegó durante abril para vigilar el espa-cio aéreo que rodeaba a la Malvinas. Para que losmisiles lo pudieran alcanzar, el radar debía transmitirseñales hasta el momento del impacto. El primer mi-sil impactó a 10 metros del blanco, causando dañosde menor importancia al montaje de la guía de la onda,pero no inhabilitando el radar. Temiendo un nuevoataque, los operadores argentinos utilizaron la sim-ple contramedida de apagar el radar para prevenir sudestrucción. El radar AN/TPS-43 siguió estando ope-rativo durante el resto del conflicto. El Vulcan XM598actuó como avión de la reserva.

Black Buck VIBlack Buck VIBlack Buck VIBlack Buck VIBlack Buck VI

Esta misión, de nuevo conducida por Neil Mc-Dougall en el avión XM597, atacó el 3 de junio y des-truyó un radar de control de tiro Skyguard del Grupode Artillería de Defensa Aérea 601 (GADA 601)del Ejército Argentino, matando a 4 de los operado-res: un oficial, un sargento y dos soldados. En su vuelode regreso, el avión se vio obligado a desviarse a Ríode Janeiro en el Brasil después de que su sonda dereabastecimiento en vuelo se rompió. Uno de los mi-siles que transportaba fue arrojado al océano parareducir la resistencia al avance, pero el otro misil nopudo ser descartado. Los documentos sensibles quecontenían información clasificada fueron lanzados almar a través de la escotilla de la tripulación, y se en-vió la señal internacional de ayuda «Mayday». Laaeronave fue autorizada a tomar tierra por las autori-dades brasileñas con menos de 2.000 libras de com-bustible remanente, lo que apenas era suficiente comopara completar el circuito del aeropuerto. El avión fueinternado durante nueve días, permitiéndoseles par-tir al avión y a la tripulación el 11 de junio, sin embar-go, el misil Shrike que permanecía en el avión fueconfiscado por Brasil y nunca fue devuelto al ReinoUnido. El avión XM598 actuó como reserva de vuelo.

Black Buck VIIBlack Buck VIIBlack Buck VIIBlack Buck VIIBlack Buck VII

La misión final de la Operación Black Buck (elXM607 pilotado por el teniente de vuelo MartinWithers) fue realizada contra las posiciones de lastropas argentinas cerca de Puerto Argentino el 12 dejunio, sin alcanzar el objetivo. Solo provocó algunoscráteres en el extremo este de la pista aérea y causóun daño relativo en los almacenes y a las instalacio-nes del campo de aviación. Debido a que la incursiónde bombardeo fue realizada en un punto tan tardíode la guerra, la RAF no se arriesgó a dañar la exten-sión de la pista. Esa pista sería luego importante paralas operaciones de los aviones F-4 Phantom II de laRAF cuando las islas de Malvinas volvieran al domi-nio británico. El avión XM598 actuó como reserva delvuelo.

ConclusionesConclusionesConclusionesConclusionesConclusiones

El XM597, mostrando marcas de sus dos misiones y delinternamiento brasileño.

El éxito militar de la operación sigue siendo po-lémico hasta el día de hoy con algunas fuentes inde-

pendientes que lo describen como mínimo, los dañosal aeropuerto y a los radares fueron reparadosrápidamente. La pista continuó siendo utilizada porlos C-130 argentinos hasta el final de la guerra y es-taba también disponible para los jets de AermacchiMB-339 y Pucará.

Los propósitos de la incursión y de su impactosobre la pista son también comúnmente incompren-didos. La doctrina británica de la potencia aérea re-conoce que los ataques contra las superficies opera-tivas de pistas pueden tener efecto limitado. El pla-neamiento de la incursión pidió un bombardeo en unángulo de 35° cortado a través de la pista, con la in-tención de colocar por lo menos una bomba sobreella y posiblemente dos. El propósito principal parahacer eso era prevenir el uso de la pista por los avio-nes a reacción argentinos, a este respecto la incur-sión fue acertada pues la pista fue remendada y acausa de eso hubo posteriormente varios accidentes.Sin embargo, se observó en ese entonces que la pis-ta seguiría probablemente estando abierta al uso porlos C-130; la Royal Air Force practica rutinariamenteel uso de esos aviones en campos deteriorados.

Los argentinos dejaron la pista cubierta de tie-rra durante el día, llevando a la inteligencia británicaa conjeturar que las reparaciones estaban todavía encurso y engañaron a los británicos en cuanto a la con-dición del campo de aviación y el éxito de sus incur-siones.

Para los británicos, las incursiones alcanzaronun número de objetivos no materiales. Éstos incluye-ron: demostrar su voluntad de defender de invasio-nes los territorios británicos, señalando el intento bri-tánico de recobrar las Malvinas y demostrar su capa-cidad para atacar a las fuerzas argentinas en las is-las. También demostró la posibilidad de extender elconflicto en el futuro atacando blancos industriales enel territorio continental argentino. Sin importar inde-pendientemente de si los británicos habían previstorealmente perseguir esas opciones para extender elconflicto, los líderes argentinos habrían sido plena-mente conscientes de las implicaciones.

En ese momento fue el bombardeo más largode la historia, cubriendo más de 4.000 millas náuticas(7.000 kilómetros), que fue realizado sobre el marabierto. Este record no fue quebrado hasta que un B-52 estadounidense volara desde los Estados Unidosa Irak, y después regresara a la base de la RAF,en Mildenhall, en Inglaterra durante la Operación Tor-menta del Desierto en 1991.

Ubicación de la Isla Ascensión en el Atlántico Sur

Isla Ascensión, puede observarse la pista en el extremoinferior

La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 - Página 31HISTORIA

Los HérLos HérLos HérLos HérLos Héroes Sin Nombroes Sin Nombroes Sin Nombroes Sin Nombroes Sin NombreeeeeExtraído de «Médicos: Salvando vidas de Dunkerque a Afganistán» por John Nichol y Tony Rennell, publicado por Viking 2009

El Cuerpo de Sanidad en Combate - Médicos Británicos en Malvinas Tuvieron que Amputar Miembros Ayudados Únicamente por una Navaja Suiza ysin Poder Utilizar Anestesia

John Nichol es Teniente retirado de la Fuerza Aérea Británica (RAF) cuyo avión Tornado fue abatido sobre Irak y fue hecho prisionero de guerra en laPrimera Guerra del Golfo. Tony Rennell es un escritor del periódico Daily Mail y ex vice- editor del Sunday Times.

En las guerras, muy pocos escriben acerca de la tarea de los médicos, su trabajo normalmente permanece en el anonimato. En este artículo AVE-GUEMA transcribe parte de un libro escrito por dos autores británicos sobre la labor realizada por los médicos de su país en la guerra de Malvinas.

AVEGUEMA rinde en este artículo tributo también a los médicos argentinos que actuaron en Malvinas y que contribuyeron a salvar, de la mismamanera, vidas propias y del adversario.

En esta entrega los autores se remontan a 1982 en el helado y duro terreno de las islas Malvinas, donde esforzados médicos de los RegimientosParacaidistas británicos no se detuvieron ante ningún obstáculo en procura de salvar vidas propias y de soldados argentinos, aun empleando elementosde absoluta circunstancia, tal como una simple navaja suiza, para amputar una pierna en el transcurso de la lucha, debido a la situación que se vivía en elcampo de combate de DARWIN – PRADERA DEL GANSO (GOOSE GREEN).

tros del puesto de socorro. El silbido de los proyecti-les estaba demasiado cerca para sentirse cómodo yel ruido de las salvas de artillería y morteros se escu-chaba como trenes expresos.

Los soldados heridos eran traídos al puesto casipermanentemente y Hughes y su pequeño equipo deparamédicos se movían en el terreno multiplicándosepara atender sus heridas, limpiando las mismas yadministrándoles antibióticos y calmantes.

Determinar prioridades era imperioso, cada casoera urgente, ¿pero en cuál debían concentrarse?

Se arrodilló junto a un soldado con múltiplesfragmentos de esquirlas de artillería en su costado yen el cuello; podía escuchar la fuga de aire a travésde las heridas en la garganta. Su uniforme de campa-ña enmascarado era como un papel secante empa-pado en su propia sangre.

Otro soldado estaba medio escondido bajo untrozo de metal corrugado con una parte de su cere-bro escapando de su cabeza como la pasta de dien-tes de un tubo dentífrico. Todavía estaba consciente.

Sorprendentemente, fue la menor de las pre-ocupaciones de Hughes. Este soldado podía espe-rar, decidió. «Si él ha sobrevivido tanto tiempo, es queno está en peligro inmediato.»

En cualquier caso, no había un especialista delcerebro en el hospital de campaña de la Fuerza deTarea - un almacén destartalado, alguna vez utilizadopara la exportación de corderos – distante unos mi-nutos en vuelo del helicóptero de evacuación en AjaxBay. Los cirujanos tendrían como prioridad segura-mente atender a heridos con situaciones más fácil-mente tratables.

Algunos de sus asistentes entendieron mal ypensaron que Hughes había puesto al hombre a unlado para morir. Uno de los enfermeros estaba prepa-rándose para hacer lo humano y darle una dosis letalde morfina.

Hughes intervino justo a tiempo y detuvo la ac-ción de su subordinado. Posteriormente, el hombreconsiguió su lugar en un helicóptero. Sobrevivió. Pero,en el campo de batalla y en la niebla de la guerra,esta situación describe claramente lo estrecho de lalínea entre la vida y la muerte.

El cabo Bill Bentley, un paramédico asistentede Hughes, estaba aprendiendo todo esto de primeramano, era también su primera experiencia de comba-te y con un paquete de medicina en la espalda y unsubfusil Sterling al hombro, saltó hacia el campo abier-to para encontrar otras víctimas de la lucha.

Un paracaidista británico se protege del fuego demorteros argentinos

«Uno está impulsado por la idea de que suscompañeros están ahí fuera, muertos o heridos», dijo.

Un soldado de los que trajo de regreso al pues-to de socorro era un viejo amigo, caído con una heri-da en la cabeza, estaba muerto, pero el enfermero lotransportó hacia el refugio, como un acto de amistady protección. Mientras aferraba una esquina del pon-cho en el que se había colocado el cuerpo, la rodillade Bentley no paraba de golpear contra la cabeza delsoldado muerto, golpeteo que nunca sería capaz deborrar de su memoria.

En otra recorrida por las posiciones, saltó enuna trinchera argentina y sintió un cuerpo que semovía debajo de sus pies, cubierto por una lona. Eltamaño del individuo superaba al paramédico inglés,por lo cual, casi instintivamente, le disparó al bulto.No era el momento de correr riesgos.

Pero no ocurrió lo mismo con otro soldado ar-gentino al cual descubrió en otra posición, el jovensoldado tenía un disparó en la pierna y estaba en es-tado de shock profundo.

«No hizo gestos agresivos, así que lo levantépor encima de mi hombro y lo llevé a nuestras pro-pias líneas, ‘dijo.

Sólo más tarde se detuvo a considerar que elenemigo colgando en su espalda podría haberle arre-batado bayoneta y atacarlo.

Incluso más arriesgado fue el rescate del sol-dado Dave «Chopsey» Gray, que estaba sangrandoherido de muerte en el terreno intermedio de la lucha,después de que un proyectil de mortero prácticamen-te le había arrancado su pierna derecha, destrozadola otra y lo había llenado de metralla. Bob Cole, unode los compañeros de Gray, angustiado y llorando,logró llegar al puesto de socorro para pedir ayuda.«No hay problema, voy a ir», dijo Bentley.

El enfermero se agachó y siguió a Cole hastauna colina, cruzaron través de una brecha en un murode piedra y pudieron ver al herido, Chopsey yacía aunos 25 metros de distancia, al otro lado de la ladera,estaba acostado en un cráter poco profundo en uncharco de su propia sangre y totalmente expuesto alas armas de los enemigos. Bentley se arrastró haciaél (La leyenda entre el Regimiento cuenta que cuan-do Gray fue herido por la explosión de una granadade mortero, gritó: «¡Perdí mi maldita pierna!» y unode sus compañeros detrás de una roca cercana res-pondió: «No, Chopsey, no está perdida, acaba de ate-rrizar aquí»). De hecho, la pierna todavía estaba uni-da, aunque no por mucho. Cuando Bentley llegó, sedio cuenta de que era una situación desesperada yque debía tomar medidas desesperadas. «Yo teníaque amputar lo que quedaba de su pierna derecha, loantes posible».

Sacó su navaja suiza, la que guardaba con sufilo bien afilado, para emergencias. Manteniéndoselo más pegado al piso que podía, mientras los pro-yectiles volaban sobre su cabeza, cortó carne y ten-dones, que era lo único que mantenía la pierna ad-junta.

Gray simplemente se encogió «en el campo debatalla hubo una amputación sin anestesia, el efectode shock en el que estaba Chopsey debe haber sidoalguna manera de aliviar el dolor.

El enfermero puso un torniquete en el muñóncuando otro enfermero portando una camilla surgiócorriendo por la colina hacia él. El fuego enemigo se

Steven Hughes en 1982

«Mientras el capitán médico Steven Hughesavanzaba en medio de una barrera de fuego de mor-teros argentinos en Pradera del Ganso, deseaba des-esperadamente estar en otro lugar.

Sáquenme de aquí murmuró para sí debajo dela persistente y helada llovizna típica de la zona, mien-tras agachaba la cabeza poniéndose a cubierto delos disparos, de un francotirador argentino, que silba-ban sobre su posición.

Hospital británico en Ayax Bay

¡Llévenme de vuelta a casa! prometo trabajarlas 24 horas del día, los 365 días del año en cualquierhospital público, se quejó…Esto no es para lo cualestudié tantos años en la universidad.

Desde que Steven Hughes se enroló en el Ejér-cito británico, poco tiempo después de su graduación,había sido tratado casi como una basura por el cerra-do grupo que formaban los paracaidistas, con unavaloración casi tan insignificante como la dispensadaa un cocinero o un administrativo…Hasta que fueronenviados al combate.

En la larga travesía desde Gran Bretaña hastael Atlántico Sur con la misión de capturar las islasahora en poder de Argentina, el médico vio como cre-cía la valoración que de él hacían los duros soldadosde los regimientos de paracaidistas.

A medida que los instruía en las normas bási-cas de los primeros auxilios en combate y que lesexplicaba cómo proceder cuando un proyectil les per-forara sus cuerpos, podía sentir como crecía el res-peto hacia su trabajo y lo consideraban formando partede la Unidad, como alguien que podía llegar a salvarsus vidas y no alguien extraño al grupo… Y ahora, enplena zona de combate, estaba haciendo justamenteeso.

Pensando en todo eso, estableció su puesto desocorro en un barranco. Hacía mucho frío y el olor apólvora se sentía acre en el aire. No había ningúnrefugio alrededor, ni un solo árbol y apenas algún ar-busto, que era castigado por el fuerte y helado viento.Era difícil creer que hacía unas pocas semanas ha-bía estado trabajando en el ambiente cálido y secode un hospital sobre calefaccionado de Londres.

El combate se desarrollaba a unos pocos me-

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intensificó y más proyectiles acribillaron la turbaLa colina parecía estar explotando. «Se sentía

como si todo el ejército argentino estaba abriendo fue-go sobre nosotros», dijo Bentley.

El equipo de rescate arrojó a Gray en la camillay, sin olvidar la pierna cortada, corrió de regreso de-trás de la colina perseguido por una fila de proyecti-les detonantes en el suelo detrás de ellos que pare-cían fuegos artificiales.

De vuelta en el puesto de socorro, Hughes lu-chó desesperadamente para salvar al soldado herid.Había perdido tanta sangre que el médico no pudoencontrar una vena en su piel absolutamente pálida.Tuvo que cortar con un bisturí para hacer una abertu-ra para fluidos.

Hughes lo puso en el primer lugar de la colapara la evacuación inmediata en helicóptero. «Perono pongo demasiado esperanza en su superviven-cia», dijo.

Hospital de campaña en Ayax Bay

Bentley ayudó a levantar al hombre, por el quehabía arriesgado su vida para salvar, hasta una cami-lla lateral del helicóptero de evacuación. La piernarecortada se fue, también en la camilla.

«Creo que hasta ese momento no se dio cuen-ta de lo que había pasado», dijo Bentley. «Él sólo miróla pierna».

«Lo abracé, le di un beso y le dije:». «Vas aestar bien», «Entonces cerré la parte superior de lacamilla y lo dejé ir.»

Heridos en tratamiento en Ayax Bay

Gray estaba consciente cuando arribó al hospi-tal de campaña en Ajax Bay. Respiraba con dificultad,como si acabara de correr una maratón y deliraba sinsentido.

No tenía pulso o presión arterial discernible.Cuando se retiró el torniquete, el muñón de la piernaestaba seco, sin sangre. Necesitaba una transfusióninmediata.

Un médico tomó algunas bolsas de sangre quese mantenían ‘refrigeradas’ fuera en el frío antártico,envueltas en arpillera húmeda, y los calentó bajo susaxilas, antes de que la sangre se escurriera en lasvenas que ya empezaban a colapsar.

Tres litros más tarde, en la sexta bolsa de san-gre, el muñón comenzó a supurar sangre. El color enlas mejillas de Chopsey volvía, iba a lograr salvarse.

Caía la noche al final de un día terrible. En Pra-dera del Ganso, la batalla se desaceleró y luego sedetuvo. Un Hughes desesperadamente cansado po-dría por fin hacer un balance. Sus notas, garabatea-das en un cuaderno manchado de sangre, le mostra-ron que había tratado a 34 Paras y decenas de vícti-mas argentinas.

Tendidos en un barranco detrás de un arbustomás abajo, yacían los que habían estado más allá delas posibilidades de asistencia médica. Los observó,parecían maniquíes en el suelo, excepto por un agu-

jero de bala en medio de una frente.«La escena parecía irreal. Hace unas horas que

había hablado con algunas de estas personas, y aho-ra se fueron, « se dijo.

En cuanto a todas las víctimas que había en-viado a Ajax Bay, le resultaba imposible creer quecualquiera de ellos podría haber sobrevivido, tan bá-sico había sido la atención de emergencia que habíasido posible brindarles.

A la mañana siguiente, se despertó para escu-char que los argentinos se habían rendido.

La batalla de Goose Green - el primer paso enla recuperación británica de las Malvinas - había ter-minado.

Hughes hizo lo que pudo para con los argenti-nos heridos, aunque estaban desconcertados por sucompasión.

‘¿Por qué me tratas?’ Preguntó uno en un in-glés vacilante, cuando el médico le puso un goteo desuero.

La respuesta fue que era su deber tratarlos atodos por igual, amigo o enemigo. La Convención deGinebra lo exigía, pero también él se lo exigía a símismo. Todos los médicos lo hicieron, de ambos ban-dos.

Atendiendo un herido argentino

El último soldado argentino herido fue traído,más muerto que vivo, y todos trabajaron para salvar-le. Había estado en el campo de batalla un día y me-dio antes de que se lo descubriera en el fondo de unapila de cadáveres en una zanja anegada.

Con una bala en un ojo y una fractura en la manoy la pierna, estaba rígido por el frío, pero también tem-blaba de fiebre.

Tendría que haber estado muerto por la gan-grena que estaba comiendo su cuerpo, excepto queel frío había paralizado la infección y la fiebre le habíaimpedido la congelación. Se le calentó y se le dio lasangre. Cuando fue operado, el anestesista lo ventilóa mano durante dos horas, imprimiendo la vida denuevo en él en cada respiración.

El soldado argentino sobrevivió y regreso a suhogar, con un solo ojo y una sola pierna.

Otros no regresaron.En el hospital de Ajax Bay, la docena de muer-

tos en la batalla de Pradera del Ganso del Regimien-to 2 de Paras estaban alineados en camillas al ladoen una tumba.

Fue muy triste, ver como sus ropas fueron cor-tadas y retiradas de los cuerpos y sus posesionespersonales colocadas en bolsas para ser devuelto asus familiares.

Le cupo al cirujano jefe del hospital, Coman-dante RM Rick Jolly, examinar cada cuerpo, pronun-ciarse sobre la causa de muerte y completar un certi-ficado de defunción en combate.

Se agachó al pasar por hombre y dictó sus con-clusiones a un asistente, quien escribió cada una delas causales de muerte: Herida de bala en el cora-zón, heridas múltiples en el pecho y el abdomen, le-siones múltiples por explosión…

En la cara del coronel muerto «H» Jones, elcomandante del Regimiento 2 «Para», cuyo acciónheroica pero fatal había jugado un papel importanteen romper la resistencia argentina, Jolly vio una son-risa burlona. Tenía los ojos abiertos, pero él parecíatranquilo. Una sola bala lo había matado. «Cerré susojos suavemente». Luego lo levantó, colocó su cuer-

po en una cubierta de plástico y luego en una bolsapara cadáveres.

Poco después, Steven Hughes, el rostro gris defatiga, asistió a los funerales de todos los caídos.

Evitó los ojos del Comandante Rick Jolly, as-pecto que sorprendió al cirujano. Él conocía y estima-ba al médico Paracaidista, había escuchado nada másque elogios para él y su gente de las víctimas quehabían pasado por sus manos.

Jolly abrió la boca para hablar, pero fue silen-ciado por un arrebato de Hughes, disculpándose, ab-surdamente, por no haber hecho lo suficiente en elmedio del campo de batalla y por haber enviado alhospital tantas bajas en mal estado.

Jolly interrumpió este flujo de remordimientodesesperado. Hughes no tenía nada porque culparsea sí mismo. Cada uno de los paracaidistas heridostransportados desde el terreno al hospital estaba vivo.

Hughes se lo podía creer. Durante todo el ca-mino en el helicóptero había estado temiendo descu-brir cuántos más de sus hombres habían muerto acausa de sus lesiones. Jolly agarró sus brazos y, casia gritos, para sacarlo de su estado de shock le decla-ró: «¡No, Steve, no! Todos ellos están aún con vida. «

Hughes negó con la cabeza. ¡No podía ser! Sacósu cuaderno de campo y escogió un nombre. «¿Quépasó con este? ¿Soldado Gray?

Jolly saltó: «¿Quiere decir Chopsey? No lo per-dí de vista. Prácticamente estaba desangrado cuan-do llegó aquí, pero él está bien ahora. «

Hughes se quedó mirando con asombro al ciru-jano jefe. Entonces el color volvió a sus mejillas, justocomo le había pasado a Chopsey. Fue una transfu-sión de alivio y alegría.

Todos esos cuerpos jóvenes maltratados queél había administrado ayuda en el borde de una bata-lla encarnizada, atendiendo las emergencias lo mejorque pudo y luego enviados a retaguardia, estaban vi-vos.

«Habíamos pasado por una experiencia queninguno de nosotros había esperado,» él recuerda.Se sintió cerrar emocionalmente, quedarse en blan-co con las imágenes terribles de sufrimiento. Más tar-de, años después de haber dejado el ejército, volve-rían a rondarlo y abrumarlo.

Aprendió lo que algunas otras personas, milita-res o civiles, se dan cuenta: que los médicos estáninmersos en los horrores de la guerra de una maneraque nadie más puede estarlo. Todo el sufrimiento vie-ne canalizado a través de ellos. No pueden mirar paraotro lado.

Otros soldados pueden ver compañeros heri-dos o lesionarse a sí mismos. Pero sólo los médicosven el dolor sin parar y la miseria de la guerra. Y mu-chos de ellos, al igual que Hughes, pagan el precioposteriormente con su salud.

Paramédicos atendiendo heridos en pleno combate

Steven Hughes en la actualidad

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FrancotiradorFrancotiradorFrancotiradorFrancotiradorFrancotiradores en la Gueres en la Gueres en la Gueres en la Gueres en la Guerra de Malvinasra de Malvinasra de Malvinasra de Malvinasra de MalvinasMayor Luis R. CARRANZA TORRES (FAA) – Ilustraciones AVEGUEMA

Mayor Auditor de la F.A.A., Coordinador de la Cátedra Fundamentos Jurídicos. Profesor de la asignatura: Derecho Internacional Públi-co, Derechos Humanos, Derecho Internacional Humanitario y Derecho Internacional de los Conflictos Armados en el Escuadrón Estudios delCuerpo de Cadetes (EAM)

El término «francotirador», al igual que su equivalente en inglés «sniper», como nos dice Martin Pegler, ha provocado senti-mientos encontrados, que pueden definirse como una mezcla de respeto e inquietud, incluso entre los propios soldados.

mas a medida que se iban presentando», en pala-bras del escritor de temas militares Martin Pegler.

El sentimiento de superioridad propio del oficio,entre los francotiradores británicos, pronto desapare-ció frente a las muestras de pericia argentina. Comosucedió en otras guerras, aun soldados sin prepara-ción especial, pero dotados de un innato sentido parala puntería y el ocultamiento, demostraron ser piezassiempre difíciles de atrapar, a la par que su peligrosi-dad comenzó a tomar ribetes de leyenda, como en elcaso del soldado argentino llamado «Pedro» por losbritánicos en las luchas por las alturas previas a PuertoArgentino.

En la batalla por Darwin, Ken Lukowiak cuentade un francotirador argentino que desde el extremosur del campo de aviación, los mantuvo detenidos ensus posiciones en un banco de turba, hasta que llegóun miembro del pelotón de francotiradores de la com-pañía de apoyo, el cual lo ultimó a una distancia deunas 1000 yardas.

Contarían sobre esa misma batalla dos para-caidistas que uno de sus compañeros había retroce-dido «bajo el fuego para recoger el cinturón de unsoldado que contenía 100 cartuchos. Repentinamen-te, dio un grito y cayó al suelo. Un disparo de un fran-cotirador le atravesó el cuello… cuando golpeó el sue-lo con su cuerpo ya estaba muerto», contarían al TheSunday Times Insight Team. Nunca supieron de don-de o quien había efectuado el disparo tan certero.

Sniper británico

Frente a la peligrosidad de los snipers argenti-nos, que eran maestros en disparar y refugiarse en-tre las piedras, los británicos no quisieron tomar ries-gos, y hacia el final de la guerra, no enfrentaban a losfrancotiradores con otros de su tipo, sino que busca-ban de destruirlos utilizando misiles antitanques.

El método británico para suprimir francotirado-res, provenía de largo tiempo atrás y en un escenarioque no podía resultar más disímil al de Malvinas. Ha-bía ocurrido en la calurosa Adén, en 1967 y en unambiente de combate urbano. Un francotirador, tanescurridizo como sus homólogos argentinos tiempodespués, se había refugiado en una casa, haciendofracasar, uno tras otro, todos los intentos de los fran-cotiradores del 42º Comando de los Royal Marinesde neutralizarlo. Hartos de no acertarle con sus fusi-les de precisión, dispararon a la casa con un lanzagra-nadas contracarro Carl Gustav. Se trataba de un armaque disparaba granadas de poco más de dos kilos ymedio a una distancia de 1.000 con efectos obvia-mente devastadores para cualquier ser humano. Di-cha arma fue también utilizada en Malvinas, aun cuan-do lo fue en menor medida que el misil antitanqueMilan, destinado a suprimir bunkers y empleado tam-

bién para acabar contra tiradores especiales argenti-nos especialmente duros, aun cuando se ocultaranen posiciones fortificadas.

Recreación del uso del Misil Milan contra posicionesde tiradores argentinos

Gran Bretaña equipó inicialmente a sus franco-tiradores en Malvinas con el fusil L-42, que en reali-dad era diseño basado en el fusil Lee Enfield Nº 4 dela segunda guerra mundial, adaptado al calibre 7,62mm y equipado con un cañón más pesado, mante-niendo el antiguo visor de tres aumentos de éste. Conun peso total de 5,6 kg era cerca de medio kilo máspesado que el arma a la que reemplazó.

Su desempeño no fue feliz en los combates enlas islas. Frente a los rigores del clima cuasiantártico, sus telescopios se empañaban, los tambo-res de ajuste presentaban problemas y el funciona-miento del cerrojo comenzaba luego de un tiempo arealizarse sólo forzadamente.

Sobre todo respecto de las miras telescópicas,éstas se sellaban de forma especial para impedir quepenetrara la humedad, y se ubicaban dentro de cu-biertas protectoras de cuero hasta el mismo momen-to de empleo, a más de cubrir la boca del fusil concinta aislante. Pero ninguna de tales prevenciones,pareció ayudar mucho.

Un Marine británico en entrenamiento con el fusil L 42-A1

«Un francotirador de infantería dijo que este fu-sil se bloqueaba con tanta frecuencia que, en un ac-ceso de irritación, lo tiró a un riachuelo y se hizo conun FAL argentino, que utilizó durante el resto de lacampaña y le funcionó sin ningún fallo», comentaráPegler en la parte de su obra dedicada a los tiradoresde élite en Malvinas.

Respecto de los argentinos, y su armamento,se utilizaron varios sistemas de armas, incluido elmáuser modelo argentino con visores de puntería. Porcaso, la compañía de Comandos 602 utilizó unos diezMáuser en calibre 300 Winchester Magnum con miratelescópica. El más utilizado de todos fue el propiofusil FAL, con el aditamento de diversos sistemas depuntería, que se comportó de forma inmejorable fren-te a los rigores del clima. Algunos oficiales llevaronsus propios fusiles particulares, armas civiles paracaza mayor, como el Remington 700, o el Weatherby300. No obstante ello, en opinión de quienes han es-

Hay en ellos algo que los hace diferente, y unade las razones de dicho resquemor, no exento de ciertaadmiración, se halla dado por el hecho que «entre lastropas de combate, el francotirador era un personajeúnico debido a su capacidad de decidir sobre la viday la muerte de la persona que veía a través de sumira telescópica. Muy pocos soldados se podían per-mitir el dudoso lujo de decidir a quién matar o cuándohacerlo».

El primer francotirador de que se tiene registrodurante el conflicto de Malvinas, fue uno inglés el mis-mo 2 de abril. Durante las operaciones que siguieronal desembarco, el Suboficial Comando Anfibio, de laArmada Argentina Jacinto Batista (el mismo que seharía mundialmente conocido por su foto escoltandoa los marines británicos rendidos en la casa del go-bernador) dice:

Ocurrió cuando se acercaban a la casa del go-bernador, luego de haber tomado los cuarteles de-siertos de Moody Brook.

«Fui con otros suboficiales adelante de la Agru-pación de Comandos Anfibios, y en la primera casaya habíamos quedado combinados que íbamos ahacer técnicas de combate en localidades; por lo tan-to, rodeamos la casa. Fui por el frente y tomé a unfrancotirador de los ingleses que nos estaba espe-rando. Se sorprendió porque lo agarré desde atrásde una ventana. El soldado en cuestión estaba cu-briendo el camino por donde venían los nuestros. Losaqué afuera, lo dejé cuerpo a tierra, tiré la municióny el fusil e hice una señal de apoyo para que lo cu-brieran por el fuego. Seguí adelante; hasta ese mo-mento se escuchaban pocos disparos. Muy próximoa la casa del gobernador había unos matorrales muytupidos y pastizales. Y un caminito donde habían pues-to trampas caza bobos (trampas explosivas). Toméentonces a dos Royal Marines que nos estaban es-perando con todo. Se veía que estuvieron toda la no-che aguardando nuestra llegada bien pertrechados yarmados. Esta gente se sorprendió mucho. Luego,dejé a los prisioneros a cargo de otro comando quevino un apoyo y seguí hasta la casa del Goberna-dor».

El entonces Cabo Batista custodiando efectivos ingle-ses el 2 de abril

Malvinas tuvo un empleo especial en cuanto alos tiradores de élite. Se trataba de un terreno en sumayor parte deshabitado, con malas comunicacionesy posibilidades casi nulas de vivir del terreno. Es porello que el francotirador independiente, que actuabaen solitario con independencia de sus unidades pro-pias, tuvo poco empleo. En lugar de ello, los tiradoresespeciales permanecían con sus unidades, actuandocuando eran requeridos para «solucionar los proble-

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tudiado la cuestión como es Pegler, uno de los mejo-res sistemas argentinos fue el fusil estadounidenseNational Match M 14 equipado con un visor nocturnode la misma procedencia AN/PVS-2. »Con ese con-junto, muchos francotiradores argentinos pusieron enserios aprietos a las fuerzas británicas en los ataquesnocturnos».

Durante los combates por Monte Harriet, la com-pañía «L» de los infantes de marina británicos tardócinco horas de combate ininterrumpido en avanzarpoco más de 600 metros, siendo en todo momentohostigados por un tirador nocturno. Cuando finalmentepudieron batirlo, cayeron en la cuenta que quien te-nía esa precisión terrible, era un soldado conscriptode infantería.

Es que muchos de los mejores francotiradoresargentinos durante la contienda, no proveían de fuer-zas especiales, ni habían tenido entrenamiento es-pecial para ello. Eran simples oficiales, suboficiales osoldados, equipados con un FAL con mira de luz resi-dual y muy buena puntería, que se revelaron en labatalla, terriblemente eficaces.

No pocas veces, uno de ellos paralizó el avan-ce de toda una compañía británica, o diezmó a sussecciones con sus disparos.

Fusil Máuser con mira telescópica

Como cuentan Jofre y Aguiar, los francotirado-res que los británicos refirieron les habían provocadobajas y el estancamiento del avance en las primerasetapas del ataque a monte Longdon, no eran «tirado-res especiales, sino fusileros con anteojos de visiónnocturna».

En la misma batalla, cuando aproximadamentea las 5 de la mañana el soldado conscripto HoracioCañeque, vio como algunos paracaidistas avanzabanhacia el puesto de comando de la compañía, sobresu flanco derecho, les disparó con su FAL, en cuyocargador había puesto un proyectil trazante cada doscomunes para precisar la puntería en la noche. Y comoescuchaba gritos y órdenes en inglés y sabia ese idio-ma, empezó a insultarlos en la misma lengua.

Misil Antitanque «Milan»

«Los insultos son lo primero que se aprende yyo tenía una pronunciación norteamericana bastantebuena. Insulto a los gritos, vociferando, durante unrato. Tal vez por acciones como esta, los ingleses lue-go dirían que en Malvinas hubo American SpecialForces o American Snipers», recordaría después enla obra Así Peleamos.

El hecho prueba las dudas, temores y disquisi-ciones que los tiradores argentinos provocaban enlas mentes de los soldados británicos, aun siendoéstos militares profesionales.

Tal era la ofuscación, rabia, impotencia y furiaque los francotiradores argentinos producían en losbritánicos, que éstos inclusive no les guardaban elrespeto debido en virtud de la Convención de Gine-

bra una vez tomados prisioneros. Adrián Weale y Christian Jennings expusieron,

en su libro «Green Eyed Boys» que tras la batalla deMonte Longdon se produjo el fusilamiento de un sol-dado argentino herido.

El suboficial Gary «Louis» Sturge, estando enla tarea de enterrar a los caídos en combate, encon-tró un conscripto argentino vivo y luego de alejarsedel grupo, desenfundó su arma y lo apuntó con ella,para luego dispararle. De nada valió que el prisioneroherido le pidiera que no lo hiciera, o le mostrara sucrucifijo, mostrándole que era también cristiano. Losgritos llevaron al capitán Anthony Mason hacia el lu-gar, viendo como el soldado argentino era baleadoen la cabeza y caía sin vida al suelo. Al increpar aSturge respecto de lo que había hecho, éste simple-mente le contestó que «era un francotirador».

A más de la cuestión inherente al crimen deguerra que supone ajusticiar a un prisionero desar-mado y herido, el hecho muestra los sentimientos enno pocos soldados ingleses, que la efectividad de lostiradores de élite argentinos provocaba.

Uno de quienes experimentaron en carne pro-pia la precisión de los tiradores especiales argenti-nos, fue el teniente Robert Lawrence, durante el com-bate de Tumbledown, cuando trataba de tomar consus hombres un área de administración y abasteci-mientos argentina en dicha elevación.

Como suele suceder en el fragor de los comba-te, no se cae en la cuenta que uno es blanco de untirador especial, hasta que es demasiado tarde. Endicha ocasión, uno de los hombres que avanzaba conel teniente Lawrence, el guardia escocés de la reinaMcEnaggart se le volvió para decirle:

-Disculpe señor, pero creo que me han herido.El teniente estaba por decirle que no dijera es-

tupideces, cuando observó que había sido rozado poruna bala en el hombro derecho.

Luego de ello, mientras caminaban, él fue el si-guiente blanco. Y como lo contaría en el libro de suhistoria personal: »Ocurrió segundos más tarde. Sentíun estallido en la parte posterior de la cabeza y creíhaber sido embestido por un tren y no alcanzado poruna bala. En realidad se trataba de una bala de altavelocidad que se trasladaba a una velocidad de 3800pies por segundo y la onda de choque y turbulenciadel aire fueron las causantes de tanto daño. Eso losupe después. En ese momento todo cuanto supeera que mis rodillas habían desaparecido y caí al sue-lo, totalmente paralizado».

El disparo le atravesó su cabeza. Pudo recupe-rarse, si bien arrastró consecuencias a nivel de motri-cidad no menores.

La unidad cuyos francotiradores fueron másrespetados por los británicos, fue la del 7º Regimien-to de Infantería durante el combate de monte Longdon.Una vez más, la combinación del fusil de asalto FALcon aparatos para visión nocturna estadounidenses,se reveló devastadora. Una compañía inglesa ente-ra, fue detenida por horas en su avance por la acciónde un solo de estos tiradores. «Los hombres se en-contraron batidos más de una vez por el mismo fran-cotirador, un terrible tributo a la precisión del fuego delos argentinos», dirán luego en su obra Max Hastingy Simón Jenkins.

Entre los tiradores argentinos que se destaca-ron en la guerra, muchos fueron héroes anónimos,que combatieron hasta morir, aislados de sus unida-des, protegiendo su repliegue o, simplemente, negán-dose a rendirse. Es por ello que algunos de sus nom-bres, aun al día de hoy son desconocidos.

Sin embargo, de entre los conocidos, se desta-ca el Cabo 1º de la infantería de marina Carlos RafaelColemil, en los combates de Monte Longdon. EsteChubutense pertenecía a una compañía de ametra-lladoras, pero se reveló un tirador emboscado sobre-saliente en tal lucha.

Durante tales combates, también ganaría suapodo. Una bala inglesa le cortó a lo largo de su ca-beza, por el cuero cabelludo. Por la cicatriz que lequedó, le pusieron «alcancía». Al quedar aislado delos suyos y rodeado por los ingleses durante el com-

bate nocturno, pese a la herida, vendada muy impro-visadamente, se dedicó a sembrar la confusión entrelos ingleses, movilizándose cuerpo a tierra entre laspiedras, con un FAL con visor nocturno. No se sabecuántos eliminó, deteniendo el avance por horas, an-tes de escabullirse a las líneas argentinas, luego dehaber agotado tres cargadores de veinte tiros cadauno en su tarea.

Francotiradores Militares, HistoriaEl libro de Martin Pegler

Fuentes:

Pegler, Martin, Los Francotiradores, Osprey Publis-hing- RBA Coleccionables, Barcelona, 2009.

Fundación Malvinas. Malvinas, historias ocultas de laguerra, Ediciones del Boulevar, Córdoba, 2011

Lawrence, John y Lawrence, Robert con Carol Prin-ce, Después de la batalla. Una historia perso-nal de la batalla de Puerto Argentino (Tumble-down Mountain) y sus consecuencias, EditorialR.E.I. argentina, Buenos Aires, 1989.

Braslavsky, Guido, Cómo fue el 2 de abril, contadopor el hombre que hizo rendir a los ingleses,aparecido en Clarín del lunes 1º de abril de 2002

Jenkins, Simón y Hasting, Max, La batalla por lasMalvinas, Emecé, Buenos Aires, 1983.

The Sunday Times Insight Team, Una cara de la mo-neda – The Falklands war, Editorial Hyspaméri-ca, Buenos Aires, 1983.

Héroes de Malvinas Nº 10, En el horizonte el enemi-go. Año 4, abril de 2010.

AAVV, Así Peleamos: Malvinas. Testimonios de vete-ranos del Ejercito, Biblioteca Soldados, Ed. Fun-dación Soldados, Buenos Aires, 1999.

The Falkland Islands. A history of the 1982 conflict.Battles of the Falklands Conflict

Mount Harriet - 11/12 June 1982. Disponible en Inter-net desde: http://www.raf.mod.uk/falklands/harriet1.html (último acceso: 19/08/2011)

Jofre, Oscar y Aguiar, Félix, Malvinas. La defensa dePuerto Argentino, Círculo Militar, Buenos Aires,1990.

Jennings, Christian y Weale, Adrián, Green Eyed Boys.3 Para and battle for Mount Longdon, HarperCollins, 1996

Notas de ANotas de ANotas de ANotas de ANotas de Aveguemaveguemaveguemaveguemaveguema

Brigadier Julián Thompson

Dijo el Brigadier General RM Julián Thompson(Comandante de la Tercera Brigada de Royal Mari-nes) acerca del contraataque en monte Longdon:

En un determinado momento estuve a punto deretirar mis paracaidistas de monte Longdon. No po-

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díamos creer que estos adolescentes disfrazados desoldados nos estuvieran causando tantasbajas. (Véase Jon Cooksey, 3 PARA Mount Longdon:The Bloodiest Battle, página 98, Pen & Sword BooksLtd.)

El 12 de junio entre las 04:00 y 04:30, los solda-dos británicos controlaban la mayor parte del monteLongdon. Pero habían sufrido 13 muertos y 27 heri-dos en la Compañía B del Batallón 3 de Paracaidis-tas, y la resistencia continuaba próximo al puesto decomando del segundo jefe del Regimiento 7.

Aproximadamente a las 05:00, el soldado cons-cripto Horacio Cañeque, vio cómo algunos paracai-distas (los remanentes de los pelotones 4 y 5 de laCompañía B del 3 PARA) avanzaban por el sectornorte al puesto de comando en monte Longdon (encercanías de Wireless Ridge) del mayor Carlos Carri-zo sobre su flanco derecho. Cañeque disparaba suFAL de a dos proyectiles comunes y uno trazante paraprecisar la puntería, mientras estallaban bengalas yexplosivos por todas partes. Ante los autores de Asípeleamos: Malvinas (testimonios de veteranos delejército), (Biblioteca Soldados, 1999), Cañeque re-cuerda:

«Se escuchan gritos y órdenes en inglés. Co-mienzo a insultarlos en su idioma. Los insultos son loprimero que se aprende y yo tenía una pronunciaciónestadounidense bastante buena. Insulto a los gritos,vociferando, durante un rato».

Francotiradores en Malvinas:A la izquierda argentino, a la derecha británico

Tal vez por acciones como ésta, los paracaidis-tas británicos luego dirían que en Monte Longdonhubo US Green Berets o American Mercenaries.

Los argentinos sobrevivientes de la 1ª, 2ª y 3ªsecciones adelantadas pugnaban por seguir comba-tiendo hasta agotar la munición cerca del puesto demando del mayor Carrizo Salvadores.

Así lo relata el aludido Cañeque, quien habíaguiado al teniente primero Castañeda y su pelotónhacia los paracaidistas británicos:

Recreación de la batalla de Monte Longdon

«Alejandro Rosas y el cabo Oscar Mussi se tre-paron a un pico rocoso y disparaban, con gran ries-go, desenfrenadamente, contra una de las MAG quenos hostigaban (habría sido el cabo Vincent Bramley).Poco después el lugar se convierte en un infierno de

proyectiles. No pueden mantener la posición. Por suer-te logran replegarse».

Frente a esa crítica situación, aproximadamen-te a las 06:30, el mayor Carrizo ordenó replegarse alos 78 hombres de la Compañía B que le quedabanen monte Longdon hacia Wireless Ridge. Para ello,el infante de marina Jorge Colombo hizo disparar suametralladora Browning 12.7 a fin de defender la re-taguardia de los que se retiraron de monte Longdon.

TTTTTestimonio del Suboficial deestimonio del Suboficial deestimonio del Suboficial deestimonio del Suboficial deestimonio del Suboficial deInfanteria de Marina PedrInfanteria de Marina PedrInfanteria de Marina PedrInfanteria de Marina PedrInfanteria de Marina Pedro Colemilo Colemilo Colemilo Colemilo Colemil

Suboficial Colemil con su familia

Preparamos la defensa de la posición comoestábamos acostumbrados, obras profundas, con re-fugios, trincheras de arrastre, depósito de municio-nes, etc., siempre estábamos trabajando en su per-fección. Era la mejor forma de pasar el tiempo antesde entrar en combate, pues nosotros estábamos con-vencidos que íbamos a tener que combatir y el traba-jo permanente era la mejor forma de superar la espe-ra, según la tradición de la Infantería de Marina. Cuan-do sobrevino el asalto inglés vimos lo acertado de esaactitud. Los que no lo hicieron, sufrieron bajas gratui-tas y no pudieron combatir con eficacia. Dos días an-tes del ataque, concurrí al Servicio de Apoyo de Com-bate de la IM, allí el Teniente Scotto me dijo: «Visca-cha (otro apodo de Colemil) aquí tenés las alzas noc-turnas recién llegadas, llevate éstas para fusil y paralas ametralladoras». Me llevé tres para fusil, una en-tregué a mi Jefe, el Teniente Dachary, otra se la di alCabo Lamas y la tercera me la quedé. También car-gué con seis alzas Litton para las máquinas (NR ame-tralladoras) y 5 o 6 visores nocturnos de cabeza queno nos fueron útiles. El día siguiente nos pasamosejercitándonos con las miras nocturnas. En la nochedel 11 de junio el fuego artillero inglés se hizo muchomás intenso, incluso los barcos tiraron iluminando laaltura. Cuando vi a los paracaidistas que atacaban,abrí fuego y se desató el combate de fusiles y ame-tralladoras. De mis tres ametralladoras, sólo una te-nía un buen campo de tiro terrestre, (era la Nro 4 delos Conscriptos Guiseppetti, Inchauspe, Fernández yScaglione), pues la habíamos preparado para com-batir contra helicópteros y su visual horizontal no erabuena. Pese a ese inconveniente la Nro 5 tiró hastaque se trabó, la 6 tiro algo más pero también se trabóy luego el fuego enemigo les impidió seguir comba-tiendo. Pero la Nro 4 tiró con gran eficacia y detuvo elataque enemigo. Yo estaba algo alejado de la mismapero oía el combate hasta que fue acallada por unaexplosión, me dijeron que fue un misil Milán. ¡EsosConscriptos de Infantería de Marina, sí que fueronheroicos! Me contaron los Conscripto de IM Leivas yFerreira que luego del combate -ya prisioneros- de-bieron enterrar a los caídos y en la pieza 4 los cuer-pos estaban irreconocibles, todos QUEMADOS. Enmi caso, cuando se inició el combate traté de dirigir elfuego de la pieza 6 señalando los blancos con muni-ción iluminante de mi fusil, ayudado por mi alza devisión nocturna, hasta que la máquina se trabó. Lue-go quedé aislado por el combate, el fuego era durísi-mo, veía ingleses por todos lados. Quedé con losConscriptos Ferrandís y Cardozo, ellos me acompa-ñaron en forma intermitente durante todo el combatee incluso me ayudaron y curaron cuando fui herido en

la cabeza. Ambos a su vez combatieron por el fuegoy resultaron heridos por el fuego artillero propio. Fe-rrandís con esquirlas en las costillas y Cardozo conesquirlas en las piernas. Fueron dos sobresalientescombatientes estos dos Conscriptos de IM, ¡lástimaque no se los condecoró! Con mi visor nocturno pudever la aproximación de los ingleses. Serían las 22/23horas cuando llegó a mi posición el Subteniente delEjército Argentino Baldini con el Cabo Primero Ruiz;el Subteniente estaba lleno de coraje y excitado porel combate, me pidió un fusil, se lo sacó a un Cons-cripto y quiso correr hacia su Puesto de Comando,salió de mi posición abriendo fuego e insultando a losingleses, fue abatido de inmediato. Lo mismo hizo elCabo Primero Ruiz y cayó al lado de su Jefe. Erandos hombres valientes. Vi en un momento que el ene-migo estaba tratando de recuperar un cañón sin re-troceso propio que estaba cerca de mi posición, abrífuego sobre ellos, vi caer a un inglés y luego se desa-tó un fuego horroroso sobre mi posición. Allí me dije:si no combato estoy muerto. Empecé a arrastrarmede posición en posición y abrir fuego cada vez queveía un enemigo... Vi un inglés parado sobre un para-peto con un fusil con bípode, le tiré, cayó como fulmi-nado, y luego le continué tirando a sus otros camara-das que se le querían acercar, seguramente para re-cuperar el fusil. Serían las 23,30 horas más o menoscuando intenté asomarme en busca de blancos y re-cibí un tiro, que dio en la parte frontal de mi casco, loperforó y luego se introdujo en mi cuero cabelludo yse detuvo en la nuca. Sentí que algo húmedo y tibiome corría por la cara y el cuello. Los Conscriptos Fe-rrandís y Cardozo me pusieron un apósito de cura-ciones pero siguió sangrando. Continué combatien-do a veces solo, otros con los Conscriptos antes men-cionados, creo que batí otros blancos. A las 02:00horas aproximadamente no replegamos hacia el Pues-to de Comando de la Compañía B. No sé en quémomento fui herido en la pantorrilla con un proyectilde 9 mm, que aún no me fue extraído. Me fui quedan-do adormecido, seguramente por la pérdida de san-gre y algunos me dieron por muerto. Permanecí ho-ras boca abajo semi inconsciente, hasta que a eso delas 10:00 horas de la mañana gente de sanidad ingle-sa me recogió. Ellos trataban igual y con el mismoesmero a ingleses y argentinos. Me llevaron en heli-cóptero a un hospital de sangre de San Carlos dondeme operaron, en especial por la herida de la cabeza(Nota: por la forma de la herida que va desde la frentea la nuca recibió otro apodo por parte de sus camara-das, alcancía). Luego fui trasladado al buque británi-co Camberra, y posteriormente desde este buque alcontinente junto a otros heridos. Por haber sido dadopor «desaparecido» y visto por Conscriptos de suSección herido, boca abajo y como muerto, cundió lanoticia de su fallecimiento y hasta le rezaron una misaen Neuquén. Se lo ofrecieron sus compañeros decolegio, donde lo conocían como «Tata». El actualSuboficial Superior Rafael COLEMIL, está felizmentecasado y es padre de tres hijos, parece no dar granimportancia a su combate, pero nuestra Infantería deMarina valora el claro ejemplo profesional de lo quepuede hacer un integrante de su Cuerpo debidamen-te adiestrado y templado. Fue condecorado con lamedalla al HEROICO VALOR EN COMBATE por: «Sualto valor combativo demostrando al continuar el com-bate, herido, sin enlaces con sus superiores y ejecu-tarlo por propia iniciativa hasta el agotamiento de susfuerzas».

Suboficial Infante de Marina Colemil

Página 36 - La Gaceta Malvinense - Año XIV - Nº 55 - Abril de 2015 AVEGUEMA

ArArArArArenga del Comandante de la Fuerenga del Comandante de la Fuerenga del Comandante de la Fuerenga del Comandante de la Fuerenga del Comandante de la Fuerza de Desembarza de Desembarza de Desembarza de Desembarza de Desembarco,co,co,co,co,Contraalmirante Carlos BüsserContraalmirante Carlos BüsserContraalmirante Carlos BüsserContraalmirante Carlos BüsserContraalmirante Carlos Büsser, Difundida El 1º de, Difundida El 1º de, Difundida El 1º de, Difundida El 1º de, Difundida El 1º deAbril de 1982, EntrAbril de 1982, EntrAbril de 1982, EntrAbril de 1982, EntrAbril de 1982, Entre los Buques y Efectivos que See los Buques y Efectivos que See los Buques y Efectivos que See los Buques y Efectivos que See los Buques y Efectivos que SeAprAprAprAprAprestaban a Recuperar las Malvinasestaban a Recuperar las Malvinasestaban a Recuperar las Malvinasestaban a Recuperar las Malvinasestaban a Recuperar las Malvinas

«Soy el Comandante de la Fuerzade Desembarco, integrada por losefectivos de la Infantería de Marina ydel Ejército Argentino embarcados eneste buque, de algunas fracciones abordo del destructor SantísimaTrinidad, del rompehielos AlmiranteIrízar y de los buzos tácticosembarcados en el submarino Santa Fe.Nuestra misión es la de desembarcaren las Islas Malvinas y desalojar a lasfuerzas militares y a las autoridadesbritánicas que se encuentran en ellas.Esto es lo que vamos a hacer. Eldestino ha querido que seamosnosotros los encargados de repararestos casi 150 años de usurpación.

En esas islas vamos a encontrar una población con la que debemos tener untrato especial. Son habitantes del territorio argentino y, por lo tanto, deben ser tratadoscomo lo son todos los que viven en la Argentina. Ustedes deberán respetarestrictamente la propiedad y la integridad de las personas, no entrarán a ningunaresidencia privada si no es necesariamente por razones de combate. Respetarán alas mujeres, a los niños, a los ancianos y a los hombres. Serán duros con el enemigopero corteses, respetuosos y amables con la población de nuestro territorio, a laque debemos proteger. Si alguien incurre en violación, robo o pillaje, le aplicaré enforma inmediata la pena máxima.

Y ahora con la autorización del Señor Comandante del Grupo de Transporte,quiero expresar que lo que haga la fuerza de desembarco será el resultado de labrillante tarea que los integrantes de este grupo han realizado. Gracias por traernoshasta acá y gracias por ponernos mañana en la playa.

No dudo que el coraje, el honor y la capacitación de todos ustedes nos daránla victoria. Durante mucho tiempo hemos venido adiestrando nuestros músculos ypreparando nuestras mentes y nuestros corazones para el momento supremo deenfrentar al enemigo. Ese momento ha llegado. Mañana mostraremos al mundouna fuerza argentina valerosa en la guerra y generosa en la victoria. Que Dios losproteja. Ahora digan conmigo: ¡Viva la Patria!»

«Nuestra Señora de Malvinas»«Nuestra Señora de Malvinas»«Nuestra Señora de Malvinas»«Nuestra Señora de Malvinas»«Nuestra Señora de Malvinas»Permanecerá en UshuaiaPermanecerá en UshuaiaPermanecerá en UshuaiaPermanecerá en UshuaiaPermanecerá en Ushuaia

2 abril, 2015, «El Sureño», Actualidad Río Grande

Luego de dos años de viaje, finalmente laVirgen que recorrió todo el país se quedará enUshuaia en la ermita que se construyó para talfin.

La ceremonia de entronización formó partede los actos que se realizaron el miércoles,durante la Vigilia por el 33º aniversario de laGesta de Malvinas. Cabe recordar que laimagen de la Virgen de Luján recorrió todaslas provincias argentinas, por tierra, aire y mar,llegando hasta las Islas Malvinas, visitando elcementerio de Darwin, continuando su caminohacia el Continente Antártico Argentino, parafinalizar su peregrinar en la capital fueguina.

Finalmente su periplo terminó en Ushuaiay se quedará en la ermita que se construyó paratal fin, junto al cenotafio donde figuran losnombres de los 649 argentinos caídos durantela guerra, en la plaza Islas Malvinas de Ushuaia,capital de las Islas.

Esta imagen fue bendecida por el papaFrancisco y es una réplica de la Virgen deNuestra Señora de Luján, que fue entronizadaen el cementerio de Darwin (Islas Malvinas) yque peregrinó por todo el país bajo laadvocación de Nuestra Señora de Malvinas.

Vista parcial del monumento alegórico en la Prov. de San Juan