sueños de aliste

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MIS SUEÑOS, ILUSIONES, IMAGINACIONES, JUEGOS, DIVERSIONES, APRENDIZAJES, TRABAJOS , EDUCACIÓN, INSTRUCCIÓN, CULTURA Y, OTROS, POR LAS TIERRAS DE ALISTE. CON CENTRO EN TOLILLA DE ALISTE, DEPOSITARIO DE MI HISTORIA GENÉTICA. Por Simón KATON ÁLVAREZ Desde la computadora personal : PC / Ordenador de mesa, en el escritorio de mi Casa en el Barrio de Almagro de la ciudad de Buenos Aires, a una cuadra (manzana) al Norte de la Avenida de Rivadavia, y cuatro cuadras (manzanas) al Sur de la Avenida Corrientes; a unos 10.200 kilómetros al Suroeste de Tolilla de Aliste (donde nací) en el Hemisferio Sur: Latitud 34º-51´Sur y Longitud 57º-49´ Oeste, doy apertura parcial a mis “archivos de memoria”, que fueron acumulando vivencias, bien diversas, en los primeros 18 años de mi Vida. Pero antes de relatarlas, voy a situar con detalle toponímico los parajes donde ocurrieron la mayor parte de las mismas, aunque sé, que a la mayoría de mis lectores no les interesarán tales parajes, ni incluso mis vivencias en los mismos, dado que ya no cuento con casi testigos que hayan participado de las mismas, o las propias parecidas, por la rueda de la Vida y de la Muerte, y el adicional de la despoblación de la Comarca, a partir de los años 60 del siglo XX,

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MIS SUEÑOS, ILUSIONES, IMAGINACIONES, JUEGOS, DIVERSIONES, APRENDIZAJES, TRABAJOS , EDUCACIÓN, INSTRUCCIÓN, CULTURA Y, OTROS, POR LAS TIERRAS DE ALISTE. CON CENTRO EN TOLILLA DE ALISTE, DEPOSITARIO DE MI HISTORIA GENÉTICA. Por Simón KATON ÁLVAREZ

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MIS SUEÑOS, ILUSIONES, IMAGINACIONES, JUEGOS,

DIVERSIONES, APRENDIZAJES, TRABAJOS , EDUCACIÓN,

INSTRUCCIÓN, CULTURA Y, OTROS, POR LAS TIERRAS DE

ALISTE. CON CENTRO EN TOLILLA DE ALISTE, DEPOSITARIO DE

MI HISTORIA GENÉTICA.

Por Simón KATON ÁLVAREZ

Desde la computadora personal : PC / Ordenador de mesa, en el

escritorio de mi Casa en el Barrio de Almagro de la ciudad de Buenos

Aires, a una cuadra (manzana) al Norte de la Avenida de Rivadavia, y

cuatro cuadras (manzanas) al Sur de la Avenida Corrientes; a unos

10.200 kilómetros al Suroeste de Tolilla de Aliste (donde nací) en el

Hemisferio Sur: Latitud 34º-51´Sur y Longitud 57º-49´ Oeste, doy

apertura parcial a mis “archivos de memoria”, que fueron acumulando

vivencias, bien diversas, en los primeros 18 años de mi Vida.

Pero antes de relatarlas, voy a situar con detalle toponímico los

parajes donde ocurrieron la mayor parte de las mismas, aunque sé,

que a la mayoría de mis lectores no les interesarán tales parajes, ni

incluso mis vivencias en los mismos, dado que ya no cuento con casi

testigos que hayan participado de las mismas, o las propias parecidas,

por la rueda de la Vida y de la Muerte, y el adicional de la

despoblación de la Comarca, a partir de los años 60 del siglo XX,

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causada por el éxodo de la Comarca hacia los polos del desarrollo

económico y social, derrumbando el quietismo ancestral de Aliste

apegado a los pobres recursos de su Tierra. Pero tal descripción, para

mí, es absolutamente indispensable, pues las vivencias sin sus

entornos geográficos y naturales, quedarían huérfanas y sin norte,

perdidas en el olvido de los tiempos. Y yo, sin ese entorno emocional,

tampoco sentiría cercanos los placeres del relato, de manera que

como escribo disfrutando los recuerdos, y la mayoría de mis neuronas

han sido testigos de ellos, también tengo la obligación de alegrarlas y

divertirlas, y de esta manera, el placer global es más completo (aparte

de darle pistas costumbristas y geográficas a mis descendientes, si

tienen la curiosidad de su lectura, que como todas las cosas, el tiempo

las olvidará).

Y allá vamos con los detalles de las toponimias, de mi Pueblo y de su

término o territorio, enclavado entre las Rayas de los Cinco pueblos

vecinos: Mellanes (Suroeste), Lober (Sur y Sureste), Rabanales

(Oeste), Flores (Noreste) y Fradellos (Norte), todos apellidados de

Aliste; que es la Comarca que tiene a la Villa de Alcañices como

Capital, con marquesado del mismo nombre: Marqués de Alcañices,

emparentado con otras importantes noblezas históricas privilegiadas,

desde antes que España se unificara en 1492, y vinculado con

posterioridad a los llamados Grandes de España.

Page 3: Sueños de aliste

La Comarca forma parte del Noroeste de la provincia de Zamora, de la

hoy Comunidad de Castilla y León, y antes del Reino de León,

teniendo su frontera más larga, con la provincia de Tras-os-Montes e

Alto Douro, capital Bragança , Portugal.

01)-Descripción de las Casas de Tolilla de Aliste, sus calles, y su

entorno:

Las casas se cuentan – por costumbre – en sentido inverso de las

agujas del reloj, conforme a los sorteos comunales, las vacadas, las

borricadas, los quiñones, las eras, las bellotas, la leña y otros repartos

comunitarios. Y las coordenadas del Pueblo son: Latitud Norte 41º-

44´.Longitud Oeste 6º-13´:

01-01)-Casa de la tía María Gelado y José Gago.// 01-02)-La tía María

y el tío Andrés. Luego la Familia del tío Santos Casas.// 01-03)-La tía

Catalinas Casas.// 01-04)-Santiago y María.// 01-05)-La tía Rita.// 01-

06)-Rafael y Lucía.// 01-07)-El tío Vicente Cruz y la tía Rafaela.// 01-

08)-La tía Vicenta y el tío Pablo Casas.// 01-09)-El tío Benito y la tía

Catalina.// 01-10)-Mi tío Simón Casas.// 01-11)-La tía Ángela y el tío

José Calvo.// 01-12)-El tío Juan y la tía Manuela.// 01-13)-El tío Daniel

Alvarez.// 01-14)-La tía Luisa y el tío Pablo.// 01-15)-El abuelo

Domingo y la abuela Toribia.// 01-16)-Agustín y Josefa (los

taberneros).Luego los tíos Aquilino y Victorina. // 01-17)-Mi abuelo

Simón.// 01-18)-María y Francisco. Nuestra Casa. // 01-19)-Jacinto y

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Familia. // 01-20)-El tío Juan y la tía Martina. // 01-21)-La tía Lucía

Casas. // 01-22)-La tía Rosa Gelado. // 01-23)-La tía Dolores y Familia.

Luego Santos Casas y Valentina // 01-24)- Paula Fernández y tía

Antonia. Luego la tía Antonia y el tío Agustino.// 01-25)-Florencio y

Benita. // 01-26)-Anastasio y Claudia. // 01-27)- La casa del Maestro.

Total 27 y la Escuela solitaria en las Praderas . 27 Casas de familia,

aparte de portales, establos, cortejas-pocilgas, pajares y corrales

intermedios, y casas de familia deshabitadas, con otro destino de

depósito de granos, patatas, cebollas, paja, hierba, aperos y refugio

de ovejas en invierno.

El Pueblo (Tolilla), estaba trazado de casi Norte a Sur – de abajo hacia

arriba – con un buen desnivel de arriba hacia abajo, por donde pasaba

orillando el Río Mena. Su entorno era: Por el lado Norte el monte del

Castro, luego entre el Castro y el Pueblo los dos brazos del Río Mena

y las cortinas y huertas de riego, en su parte más ancha, desde los

Llenaderos hasta las cortinas de Abajo el Castro. Por el Sur las

Praderas de las Portillas: Fontaninas y el Campo (donde estaba la

Escuela solitaria).Del lado Este, cortinas y negrillos. Los prados y

cortinas de La Moral y de la Clementa; un sendero camino de la

Fuente el Campo por entre las tierras de secano cerealeras, la Iglesia

del Pueblo, con su Patrona Santa Inés, San Antonio y la Virgen María;

San Ildefonso y San Fructuoso a los costados del Retablo del Altar; y

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el Camino de rodera de la Corredera que va a Lober, quedando en la

cercanía del mismo, el Cementerio, donde están enterrados la gran

mayoría de los predecesores de mi generación hacia atrás, de todas

las familias arraigadas como vecinos del Pueblo. Incluso muchos de

mi generación o cercanías, con pocas diferencias de años. Por el

Oeste, de abajo hacia arriba: Cortinas de Tras las Casas con sus

negrillos (antes de la peste que acabó con ellos, la “grafiosis”).

Por el Pueblo, cuando llovía, en especial durante los meses de

invierno, pasaba el arroyo a cielo abierto denominado la Guadiana,

que se alimentaba especialmente con las aguas que venían de las

tierras del Ñal de la Cigüeña y las praderas de la Punta Arriba el

Pueblo, más la de las cortinas del Este y el Oeste, dado que Tolilla se

edificó en una hondonada, inclinada de Sur a Norte, y sus laterales

longitudinales de Este y Oeste, aunque menos, también derivan las

aguas hacia las calles del Pueblo. Ese arroyo aluvional (la Guadiana),

que desembocaba en el Río Mena, todo el invierno traía agua, y

muchas veces grandes cantidades; pero como el desnivel era grande,

no solía producir daño alguno, al ir a parar el agua al Río (aunque

cuando el Río venía crecido, la Guadiana rebalsaba agua hacia atrás,

por las cercanía de la casa del tío Juan González y su pajar (luego a

los años en éste construyó la Casa su hijo Angelito) . Desde hace

años, ese arroyo de ocasión ha sido canalizado bajo superficie, y las

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calles asfaltadas. Estas y otras mejoras (incluida la energía eléctrica-

luz), llegaron tarde, bastante después de 1951, año que viajé a la

Argentina. En general el recorrido por el Pueblo de la Guadiana era

por la Calle la Moral, la más corta; la más larga la Calle Real, es la

larga y va de punta a punta del Pueblo. No obstante, en la Real, a

pesar que la Guadiana casi no pasaba por ella, salvo en el tramo final

cercano al Río, y el cruce en las cercanía del Pozo de Arriba, en el

tramo que pasaba por el lado del prado del tío Vicente Cruz, frente al

Nido de la Cigüeña en el Negrillo del Cabañal de los hermanos Álvarez

y Álvarez (Marciano, Antolín, Celedonio, Domingo e Isaac), se

formaban todos los inviernos “unas viejas” (fango movedizo, inestable,

pegajoso y profundo), con las que había que tener cuidado de no

pisarlas, ni personas ni animales (aunque los animales era difícil que

las pisaran), pues si te descuidabas metías cholas, pies y piernas

dentro de ese fango arcilloso y denso, que en el frío invierno, un

descuido de esos traería consecuencias. Eso por ejemplo no sucedía

en el cercano pueblo de Lober de Aliste, que está edificado en alto y

escurría bien el agua, aunque sí era más frío que Tolilla, a pesar de la

cercanía de 2,5 km.

02)-Toponimia del espacio terrenal o término territorial de Tolilla de

Aliste.

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Los parajes o toponimia de Tolilla, que fueron testigos de los

recuerdos evocados (aparte de la Casa Solariega, sus dependencias,

y los vínculos con los animales, de matanza, cría y renovación: Vacas,

burras, gurriatos, cerdos, gallinas y otros. Aperos, enseres y otros

comodines), voy a denominar el término rural del Pueblo, en franjas

longitudinales - de acuerdo a los plegamientos geológicos – de la

siguiente manera: De IDA, entre las Rayas de Mellanes y Flores de

Aliste (de Suroeste a Noreste de unos 03 Km en línea recta), con

cabecera en la Raya de Lober, y terminación en las Rayas de

Rabanales y Fradellos de Aliste; de VUELTA, la cabecera en

Rabanales y Fradellos y terminación en la Raya de Lober (unos 03,5

Km en línea recta), a la manera del “arado de las tierras”. En el caso

de los cerros alargados – casi todos de Norte y Noroeste a Sur y

Sureste -, primero se describe la solana (lado del sol) o lado Suroeste

y luego su parte Noreste(o lado de sombra):

02-01)-Primera IDA. Desde la Marra de Lober, Tolilla y Mellanes, en

las tierras del Campetón, la llanura de las tierras del Campetón, las

Pirinquinas, debajo el Camino, encima el Camino, los inicios del arroyo

de Urrieta el Espino, con su hilera de prados, la Cañada del Camino

de Rodera de Lober a Mellanes, los prados hacia el Río Mena, la

Ladera, la pradera y la fuente de Ferradales, otra cañada entre prados,

en uno de los caminos de Rodera deTolilla a Mellanes, por el Camino

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de la Peñona. Luego la Fuente de Urrieta el Espino, la Solana la

Cumbre, hasta la hondonada de la Ribera del Molino Tubal del Río

Mena, a su entrada desde Mellanes en término de Tolilla. Del otro lado

del Río, la Fuente de Valdecarbayo y el arroyo del mismo nombre,

receptor de las aguas del alto cerro de Mellanes y de la Majadona de

Rabanales. La solana del monte de los Ferreros de Tolilla, con sus

jarales y matas de robles, hasta la raya tangencial de Rabanales, con

una Marra de Mellanes, Tolilla y Rabanales en común; una zona, de

ahí hasta Valle la Marra y Cantos Blancos, donde había muchos

encuentros, charlas y peleas, entre los muchachos vaqueros de

Rabanales y Tolilla. También, en forma más pacífica, con los pastores

de ovejas, aunque menos frecuentes.

Entre los muchachos vaqueros, yo tuve una pelea en solitario con tres

de Ranales, pues llevaba un palo de madera de una escoba de barrer

(largo y duro para arrear las vacas), y me lo querían quitar, sí o sí. Yo

siempre he sido en general muy pacífico, pero cuando me asistía la

razón me potenciaba. El más prepotente y fuerte, vino con la intención

de quitármelo a lo macho, y cuando intentó manotearlo, yo le di un

fuerte golpe con el palo, en las costillas flotantes del lado izquierdo, y

cayó al suelo muy dolorido y quieto por un gran rato. Luego se vinieron

al humo los otros dos, y siguiendo el ejemplo de mi abuelo Simón,

recordando su acción recién casado en Flores con la abuela Justina,

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con un pastor bravucón de Fradellos, yo lo escuché con mucha

atención cuando lo relató en su día, y al acercarse el primero con una

vara de roble en alto con la intención de pegarme, le metí una patada

rápida con la chola en la entrepierna, cayendo el muñeco al suelo; y

ante este panorama, el tercero se escapó corriendo cruzando la Raya

hacia sus vacas en el término de Rabanales. Los otros dos maltrechos

y cabizbajos hicieron lo mismo, aunque a mí me temblaban las

piernas por el riesgo que había corrido, pero en el fondo me sentía

valiente y triunfador, ante el desafío provocador que yo nunca iniciaba,

pero sí respondía ante esas prepotencias. Esto sucedió del lado de

Tolilla, cuidando las vacas de mi abuelo Simón y las nuestras, allá por

mediados de Septiembre de 1939, a un mes y días de mi cumpleaños

Nº 11. Al final nunca supe quiénes eran ni como se llamaban los

vaqueros de Rabanales, de edad parecida a la mía. Yo siempre tuve

bastante fuerza, y en las luchas libres y boxeo era bueno, por la

habilidad, flexibilidad y rapidez para actuar; nunca fui peleador, ni

camorrero / camorrista / y/o pendenciero. Pero si me buscaban,

tampoco esquivaba el desafío (a menos que hubiera mucho

desequilibrio de fuerzas, en cuyo caso tampoco quería ¡suicidarme!). Y

este es el caso del único incidente personal tenido con mis vecinos de

los pueblos rayanos con el mío (Tolilla de Aliste).

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En esta Raya con Mellanes, en sentido longitudinal de Suroeste a

Oeste, es de destacar el Cerro macizo , alto y ancho, cuyas

estribaciones de base marcan toda la Raya con Tolilla, de tal manera

que desde el término de Tolilla, no se ve el pueblo de Mellanes.

Tampoco el de Ceadea, que dista de Tolilla unos 8 kilómetros; a

Ceadea sólo se lo ve – por la apertura de ese Cerro de Mellanes , que

deja la gran hondonada de la garganta del Río Mena , casi cortada a

pico –desde el Monte el Carqueisal-Carquejal de Tolilla, desde donde

se veía un panorama general de casi todo Aliste, desde la cumbre del

Sierro que va desde la Raya de Rabanales y Fradellos, hasta la

Corona el Castro de Tolilla. En Aliste, después de la Sierra de la

Culebra, que es el contrafuerte de la Comarca, y la reguladora del Río

Aliste, que la recorre desde el principio, de la vecina Sanabria, hasta la

de Alba, camino del Esla (afluente del Duero), ese macizo de Mellanes

que se genera por los laterales del curso del Río Mena, con fuentes

en Tola de Aliste, es el 2º más importante de la Zona de Aliste, aunque

es casi en su totalidad labrable / laborable, y del lado de la solana de

cara al Pueblo, es apto para cultivos de cereales y viñedos. Además

de la protección que le da a Mellanes de los vientos del Norte y

Noreste.

Ahora damos la VUELTA, del lado de la sombra de los parajes

precedentes del recorrido por la Raya de Mellanes, de la Raya de

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Rabanales hacia la de Lober, a partir de la pradera de Valle la Marra,

monte de Ferreros abajo, con más robles que del lado de la solana, en

especial hacia la parte de la cumbre. Las hojas de los robles, eran

comidas – sin mucho entusiasmo – por las vacas, aunque parece que

le resultaban saludables y entretenidas. Por la base del monte de los

Ferreros, cargado de jaras y matas de robles, a partir de las praderas

de Rabanales y la de Tolilla de Cantos Blancos (zona llena de piedras

cristalizadas y blancas), cursaba también el arroyo de los Corredíos /

Correderos, que según la cantidad de lluvias caídas arrastraba

bastante agua por invierno y primavera. Afluente del Río Mena, donde

terminaba la azuda (azud) y pradera del Ancho, de la cual salía la

calienda / canal que abastecía el Molino de Tolilla – el único molino del

Pueblo que yo conocí en activo –, cercano al Pozo el Pontón y la

pradera del Ejido. En ese arroyo de los Corredíos, se daban dos

particularidades: La primera, la gran cantidad de sardas que venían

del Río Mena en procura de las aguas del tramo bajo del Arroyo - allá

por los primeros días de Febrero de cada año –, mucho más calientes

que las del Río, y con más cantidad y calidad de alimentos, para el

desove, lo que permitía pescar sardas a mansalva, inclusive con las

propias manos, pues se juntaban cientos y cientos, en espacios

reducidos, y en ese amontonamiento y concierto de perpetuación de la

especie estaban como atontadas y sin percepción del peligro. Y fritas

en la sartén – luego de destripadas y limpias – eran una exquisitez.

Page 12: Sueños de aliste

Esto se daba en casi todos los arroyos con agua más soleada y

caliente que la del Río, en los tramos más cercanos al Mena (como el

del Carrascal, en segundo lugar, aunque con menos cantidades de

sardas). La segunda particularidad, era la enorme cantidad de Poleos

que se desarrollaban en sus orillas, incluso en todo el lecho del Arroyo

cuando ya tenía poca agua; una planta, de olor agradable, que en la

Comarca no se tenía en cuenta, que ha demostrado en infusiones,

sola o mezclada, ser buena en los malestares estomacales, de mucho

uso en Argentina – vía las costumbres italianas –.Terminada la

descripción del monte de los Ferreros, y el montículo del Cotorrón,

que enmarcaban el arroyo de los Corredíos citado, y los prados de la

Villosina; del otro lado del Río, estaba el lado de la sombra de la

Cumbre, con extensión más llana a las tierras de la Vasca y los prados

del mismo nombre, que llegaban a las tierras del Cotorro , las

Cortinonas y las Lizaces. Y desde su cumbre, del lado de Mellanes,

hasta las praderas de arriba el pueblo de Tolilla, se extendía la

pradera comunal de las Fontaninas, con su Fuente y Poza, pradera

de pastos vacunos (de la Vacada) que se conectaba con la de

Ferradales del lado de la Solana, en los años de la Hoja de Arriba, la

que se segaba los años pares. Luego vendrían las tierras del Ñal de la

Cigüeña, sus vecinas intermedias entre éstas y las de la Ladera, las

de los Pradicos y el Ramajal, para dar paso al Sierro las Corzas, con

matas de robles, con un recodo de tierras, entre el Ramajal del

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Campo, y el Camino de Rodera de Lober a Mellanes, ya especificado.

Ese Sierro las Corzas, con una depresión en el arroyo de la Fuente

Ferrada (la de Lober), el que pasa por el pueblo de Lober de Aliste,

continúa en el término de ese Pueblo por el cerro que contiene las

perforaciones de las Minas, cerca de la Fuente nominada.

02-02)-Volvemos del lado de Lober al de Rabanales, iniciando la

descripción desde la Marra que está (o por lo menos estaba hace 65

años), a unos 50 metros de donde empezaba la pradera del Campo

de Tolilla, como se dijo, en el Camino de Rodera de Lober a Mellanes

donde está la Marra clavada en el suelo. Esta es la pradera más

emblemática del Pueblo, con sus Carrascones y encinas grandes y

añosas en el Camino de Rodera por el Remajal hacia Ceadea, y en

sus partes centrales y funcionales revistaban cada año las Eras de las

Trillas en verano, las siestas de las Vacadas en las cercanías de los

Carrascones, la Peña el Campo (la más famosa y conocida de Tolilla,

que era además un hito desafiante de valentía el subir por ella hasta la

corona, como lo hacían las cabras), en sus estribaciones con la

Majadica, que viniendo del lado de Lober, antes de la Majadica, llena

de encinas y jaras por la parte de la solana, están las tierras labradas

del Escobal del lado también de la Solana, y del lado de la sombra,

desde la Raya de Lober, solía haber quiñones comunales y de sorteo

sembrados de centeno. Y en esa parte de solana y en su base, había

Page 14: Sueños de aliste

dos caminos de Tolilla a Lober: Uno el de rodera que parte de la

Iglesia de Tolilla por la Corredera, que cuando existía (hace muchos

años que se cayó desmoronada con techos y paredes y en su lugar se

instaló una gran Cruz recordatoria ) pasaba por las cercanía de una

Ermita, que era común a los pueblos deTolilla y Lober, aunque la

misma estaba en término de Tolilla, donde solían celebrarse Misas

para los vecinos de ambos Pueblos, el Domingo de Ramos y las

Pascuas de Resurrección, a las que yo todavía asistí alguna vez de

chico / pequeño. El otro Camino, era un sendero peatonal que

arrancaba en la cañada / caleja / calleja de Tolilla que daba acceso a

carros y parejas de las cortinas de la Clementa y sus vecinas, y

subiendo por la cortina de la Casa de mis Padrinos, Rafael y Lucía,

por el Cotorro de la Fuente Ferrada de Tolilla, y pos esos quiñones

nombrados (desde años cargados de jaras), el sendero se juntaba con

el Camino de Rodera citado, a la altura de la nombrada Ermita.

A la vera de ese camino, había varios prados: Uno del tío Benito

MARTÍN, otro del tío Pablo CASAS y una cortina de la tía Paula

FERNÁNDEZ ( la abuela de la tía Antonia GALLEGO), sembrada con

hortalizas, pero de riego manual del Río Mena, del pozo de

Vegamolino, donde en las cercanías había otra peña grande

denominada la Peña de Vegamolino.Y cruzando el Río en diagonal,

por la puente de piedra del Molino los Corderos, nos metemos en el

Page 15: Sueños de aliste

Cotorro de la Puente de abajo, donde en el recodo del Camino de

Rodera de los ramales de Fradellos y de Flores (que se bifurcan a 150

metros más arriba) está la Peña San Marcos, el Carrilón de subida al

Monte del Castro, el más alto del Pueblo, de la base a la corona, pero

no el punto más alto del término del Pueblo sobre el nivel del mar, que

está en el Sierro las Corzas ya nombrado, unos10-12 metros más alto

que el Castro, según el agrimensor don Mario Molano Veguer, que de

1938 a 1940 hizo un relevamiento catastral del término de Tolilla (unos

años antes había hecho el de Mellanes), comunal y particular.

Pues bien, vaya la descripción del monte del Castro, con su abrupta

solana Sur Sureste (mirando al Pueblo, o el Pueblo mirando al Castro),

llena de jarales, piornos, escobas y muchas encinas añosas, sus

Fonticas, y desde mis años niños, recuerdo que había unas cuevas

donde los zorros tenían sus crías, que a la vez eran refugios de

conejos –era el Monte una hábitat especial de conejos –, pues aparte

tenían un buen sustento en las berzas, herrañas y otras hortalizas de

las cortinas y huertas de la base del Castro, que solían visitar de

noche y dejaban sus huellas. Además allá por noviembre de cada año,

cuando las bellotas, las encinas eran refugio de las bandadas de

pegas jardas, gritonas y peleadoras entre sí, como si pertenecieran – a

imagen de los ciudadanos – a diferentes partidos políticos; y para los

muchachos del pueblo, subir y bajar el Castro de la base a la corona

Page 16: Sueños de aliste

(desde donde se tenía un amplio panorama del Pueblo y de parte de la

Comarca en su parte Norte, y se veían con más nitidez las estrellas y

la vía láctea por las noches, que yo varias veces miré, primero cuando

era pastor mi tío Agustino y yo le iba a llevar la cena, y años después

como pastor del rebaño en el chiquero y la cabaña) y su bajada,

mucho más rápida, de la corona a la base, era otro desafío para entrar

en un mayor nivel de la “rapazada social de Tolilla”.

Del Castro, Sierro del Castro atrás, hasta la Raya de Rabanales y

Fradellos, vamos a describir sus solanas y sus sombras, con los valles

más cercanos. Del lado de la Solana, por cuyos bajos corría el Camino

de Rodera a Rabanales (hoy más o menos el curso de la precaria

carretera entre ambos Pueblos), venía la pendiente de la Güera

(Huera), y sus tierras circundantes, y la descarga del arroyo de

Valdesanabria en el Mena, luego venía la pradera de las Llameras con

su fuente, donde empezaba el prado de la familia del tío Juan

González Salvador, para seguir las tierras de labranza aptas para

centeno, hasta la zona de cantos Blancos, donde en la cima del Sierro,

aparecía una franja de monte de jaras y carquejas, denominado Monte

del Marqués, por donde cruzaba el Camino de Rodera de Flores a

Rabanales. Desde su base de las Llameras nombradas, comenzaba la

franja de pradera denominada Valdesanabria, que se interrumpía a la

altura de nuestro prado, del mismo nombre, para aparecer medio de

Page 17: Sueños de aliste

soslayo la pradera de Cantos Blancos, algo más arriba. Y es de

señalar, que en esa zona del Sierro: Cantos Blancos, Monte el

Marqués, y el Carqueisal, era el lugar donde más anidaban los

Pernileros (burhinus oedicnemus, alcaraván común, pernilero, canillas

hinchadas,etc), aves pardas, grandes y gritonas, que ponían hasta

tres (3-4) huevos, en un revolcadero mimetizados con la tierra, que

eran más grandes que los de las gallinas; además cambiaban de

revolcadero con facilidad, en las propias cercanías, trasladando los

huevos del otro nido al nuevo. Eran aves muy desconfiadas y astutas,

de gran vista y oído, de muchas precauciones preventivas. Yo nunca

pude tener ningún pernilero en la mano, ni grande ni pequeño, aunque

algunas pocas veces sí encontré algún nido. Se llamaban de común

Pernileros porque emitían una especie de canto ¡Pernilll ! ¡Pernill

!¡Pernill…! Cuando comenzaba la carrera para levantar el pesado

vuelo, dado que eran aves grandes pero pesadas ( y de gran

resistencia) para iniciar el vuelo, ayudados por sus largas y fuertes

patas.

Haciendo el mismo recorrido desde el Castro, pero del lado de su

sombra y sus bases más llanas hacía el Norte Noreste, desde la

Puente de Abajo y la Peña de San Marcos, con la desembocadura del

arroyo del Carrascal, que empezaba a gestarse en los límites de la

Raya con Fradellos, y era el de mayor caudal de agua en invierno y la

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más templada, por la gran superficie pluvial recolectora y soleada, la

gran mayoría en término de Tolilla, pues del término de Fradellos y

Flores (de éste fluían las del arroyo de las Jaras, que parte iba por

término de Tolilla, pero desembocaba en el Río Mena, en término de

Flores-Lober) sólo fluían unas superficies muy pequeñas a este arroyo

del Carrascal. En este lateral de la sombra del Sierro el Castro, desde

la Ribera izquierda del Río Mena – mirando el curso de las agua del

Río hacia su desembocadura en el Aliste, en las cercanías de

Gallegos del Río –, voy a incluir la porción de término de una parte del

Carrascal, que empalma (hacia la Raya de Fradellos), con el monte de

Entre los Prados, y la retahíla de sus prados laterales: Los de las

barrancas del Carrilón de subida al Castro, que empezaban con uno

del tío Antonio Pérez de Lober, luego venía uno del tío Vicente Cruz,

uno de mi tía Victorina, el de mi abuelo del Carrilón, el del tío Pablo

Casas y el nuestro, el último de esa serie, que lateralizaban el Camino

de Rodera a Fradellos. Y, luego, el grande de tras del Castro de la

herencia de mi bisabuelo Domingo Álvarez (que originó algún hecho

desgraciado de venganza familiar, con la llegada de la Guerra de

España del 36), y otro adosado al anterior, del tío Juan González

Salvador. La otra hilera de los prados del Carrascal – por donde

cursaba el arroyo del mismo nombre referido -, comenzaba con uno de

mi abuelo Simón, con cabecera en el Camino de Rodera a Flores, que

era un paso entre prados; luego venía el de nuestro Primo Domingo

Page 19: Sueños de aliste

Casas, con su poza honda de caída de agua del Arroyo por el

desnivel, y varios más hacia el lado de la Pradera de Pielamula,

quedando en solitario uno llamado el Redondo, por su pared circular,

del tío Juan González Salvador. Y un poco más arriba, se iniciaba una

ristra de prados, quizá la más importante de Tolilla: El del tío Benito

Martín, el Nuevo y grande del tío Juan González Salvador, el nuestro

de los Urrieta los Chiqueros el prado más grande de nuestra

propiedad, vecino a uno de nuestro tío Simón Casas. Entre este

nuestro y otro de nuestro tío Simón Casas, de la línea de prados que

seguía hasta Pielamula y Urrireta el Agua, había una cañada de paso

para carros, y más arriba hacia Fradellos, otra cañada de paso

carrero entre Pielamula y las tierras labradas del rincón de Urrieta los

Chiqueros y Urrieta el Agua, cada una de las Urrietas con sendos

manantiales de agua permanente : Dos la de los Chiqueros (que se

secaron en la sequía de 1945, luego en el 46 una de las fuentes

reapareció ) y una la de Urrieta el Agua. En esta Urrieta nosotros

teníamos dos prados, y una llamera en la pradera de la Fuente, de

siega a guadaña, cuando la Hoja de Siega era la de Abajo, en años

impares.

En cuanto a las tierras de labranza – todas de secano como eran las

destinadas a cereales –, el Sierro del Castro en su recorrido hacia el

Norte Noreste (las Rayas de Fradellos), o el lugar de sombra, se

Page 20: Sueños de aliste

componía de estos tramos: Tras del Castro, Urrieta los Chiqueros.

Urrieta el Agua, y las de la llanura de Majada el Camino , entre el

Carqjueisal – Monte el Marqués y la pradera de Pielamula, la mayor de

la llamada Hoja de Abajo, que era pastizal de la Vacada en Junio y

Julio en los años impares como se dijo, y de ovejas desde mediados

de Agosto, hasta la sementera de Octubre del siguiente año. Los

confines de esta pradera, llegaban hasta la Fuente de Majada el

Camino, por donde pasaba el Camino de Rodera de Flores a

Rabanales. El de Tolilla a Fradellos, también pasaba por Pielamula,

pero algo más abajo en el final de la parte ancha de la misma, al

terminar las paredes de unas cortinas y prados laterales del lado

derecho, mirando en dirección a Fradellos.

02-03) -Y aquí damos la última VUELTA camino la Raya de Lober,

describiendo la última franja de toponimia del término de Tolilla de

Aliste, un lateral más corto que el vecino al término de Mellanes de

Aliste (por donde empezamos las denominaciones de los parajes).

Empezamos por las Tierras de la Urretona, las de los Carrapitales ( de

Carrapitos, una especie de carrasca y sus matas, de la familia de las

encinas, que en general se quedan en matojos sin llegar a ser las

históricas encinas grandes y añosas), las de Pielamula , los Campetes

( y su pradera vecina comunal de pastoreo abierto, con alguna fuente

primaveral, salpicada por varios prados, algunos de los Campetes y

Page 21: Sueños de aliste

otros los de las Jaras, por los que pasa el arroyo del mismo nombre,

atravesado por una cañada entre prados, que da paso al Camino a

Flores de Aliste, arroyo que es casi Raya entre Flores y Tolilla, que en

la parte baja sobre el Mena ya es Raya de Flores y Lober). A la

pradera de los Campetes, le siguen las del Picón, con sus tierras

emparedadas, con portillos caídos por el tiempo, que las convirtieron

en pastoreo público abierto, que en su día habrían sido cerradas, y

tratadas como cortinas con siembra de cebada, berzas, garbanzos y

muelas-almortas, o algo así. Y este valle estrecho entre jarales,

carrapitos y encinas jóvenes, con un sendero peatonal camino a

Gallegos del Río – con cañada al paso –, llegaba hasta los confines

del Río Mena en sus límites con la entrada del mismo en territorio de

Lober, entrada que lo hacía en una hilera de prados, camino de su

encuentro con el Río Aliste, unos kilómetros más abajo, en término de

Gallegos del Río. Que como dice Jorge Manrique en la parte

pertinente a la Memoria de su Padre…Es el morir:

““ (III)…Nuestra vida son los ríos / que van a dar en el mar /

que es el morir ; / allí van los señoríos / derechos a se acabar

y consumir ; / allí, los ríos caudales , / allí los otros ,

medianos, y más chicos ; / allegados son iguales , / los que

viven por sus manos y los ricos…””

Page 22: Sueños de aliste

En la última azuda del Río, rayana con territorio de Lober, se daban

unas espadañas muy especiales, que tenían un tallo, que seco y duro,

se usaba como varilla para tirar los cohetes. Era el único lugar del

Río, a su paso por la Ribera de Tolilla, donde crecían ese tipo de

espadañas de varilla cohetera.

02-04)-Para concluir el relato, voy a escribir estos recuerdos:

02-04-01)-Toponimia del curso del Río Mena a su paso por Tolilla:

Para empezar, dejo constancia que toda la Ribera del Río estaba

bordeada en su totalidad por las hileras de Alisos, de enormes

raizadas, parte de ellas en la tierra y otra gran parte bebiendo agua del

Río, de hojas verdes, tupidas y gruesas, de sombra muy fresca e

insalubre, que mantenía al agua arremansada y de profundidad en las

azudas, mucho más fresca. Eran de madera dura, y corteza llena de

tanino, que años ha – yo todavía conocí de niño el procedimiento –, se

utilizaba en el teñido de las lanas y los paños pardos a negro, con

aquellas piedras de tinte disueltas en agua caliente, a cuya cocción se

le agregaban las cortezas de Aliso para la mejor fijación del tinte

negro. También el macizo entero y redondo del Aliso de tamaño

adecuado, se usaba de común en Tolilla, como viga en las cocinas,

encastrado en las paredes por sus puntas, para colgar la Cadena

forjada del LLAR, en cuyo gancho regulador se colgaban las calderas

y calderos de cobre, encima de la lumbre, para hacerle la comida a los

Page 23: Sueños de aliste

cerdos, calentar el agua en cantidad para fregar y lavar utensilios de

cocina, y otros menesteres, como por ejemplo (lo recuerdo en este

momento), asar las castañas en una lata grande de sardinas colgada

del Llar, agujereada con pequeños agujeros en su base para que el

calor de las llamas penetrara , y tapadas las castañas en la lata con

unas hojas de berzas para humectarlas y reducir las explosiones de

las mismas, dado que dentro de ellas (de las castañas) se formaba

vapor con el calor de la lumbre y explotaban con variedad de

estruendos, pero las hojas de berza las contenían dentro de la lata

hasta que estuvieran asadas y listas para comer calientes ¡ Un

manjar…!

Y como las castañas se mezclaron con los Alisos y el Río,

vamos a seguir el curso del agua y la ribera:

La entrada del Río en el término de Tolilla, lo hacía por una vieja

represa en la Raya con Mellanes, que en sus lejanos días su canal o

calienda abastecía el Molino Tubal, cuyas huellas en las praderas de

la Ribera, en mis años jóvenes todavía eran visibles. El curso de los

pozos y remansos de ese trozo de Río, hasta que empezara la Azuda

(azud) bordeada por las praderas del Ancho y de encima la Azuda,

unos metros más abajo de la Puente de piedra de paso por el Río

hacia los Ferreros, era pródigo en la pesca temprana de cangrejos –

los tradicionales de Aliste, tipo langosta en miniatura de color verdoso

Page 24: Sueños de aliste

oscuro y de sabores inigualables – con cangrejeras cebadas, en mis

tiempos de infancia y primera adolescencia .En la Azuda, de mayor

profundidad y agua más fría, había muchos barbos de excelente

tamaño, pero con caña nunca pude pescar ninguno, aunque sí se

acercaban al cebo, pero no lo picaban. Había que usar red de mallas

adecuada, con plomos en la base y flotadores de corcho, e irlos

arrinconando hasta que cercados quedaran enganchados en la red,

habilidades que desempeñaban muy bien – eran tenedores de la red y

expertos –, mi tío político Simón CASAS, y su hijo, nuestro primo

hermano Domingo CASAS, a quien yo acompañé, como escudero, en

varias oportunidades. Para esta pesca de barbos, era especial el Pozo

el Pontón, que más adelante será mencionado.

Del lado derecho de la azuda, mirando Río Abajo, estaban las cortinas

de secano de Encima la Azuda, y de ella salía el canal o calienda que

abastecía de agua al Molino harinero de Tolilla, calienda que tenía un

paso de puente de piedra, a la altura de la cortina / huerta con la

noria del tío Juan González Salvador, en la zona ribereña de Entre las

Aguas, que estaba entre la calienda del Molino y el curso del Río

(Mena), zona poblada de chopos de grosor y altura, en llatas /

parcelas estrechas particulares, que eran verdaderas alamedas,

donde las oropéndolas colgaban sus nidos, como cestas, en las

puntas de la ramas bamboleantes con el viento. En el Río, para su

Page 25: Sueños de aliste

cruce hacia la Ribera, del lado de las cortinas y huertas del Alisón,

había otra puente de piedra, que eran piezas enteras y alargadas

asentadas sobre pilares también de piedra. Luego venía otra azuda,

que tenía la base de la represa en el Río a la altura del Molino, y

embalsaba el agua casi hasta la puente del Alisón referida, bordeada y

bordada por los Alisos, donde en los meses de mitad de Junio y todo

Julio, se hacían excelentes pescas de cangrejos con las cangrejeras al

mantenerse el agua más fresca y saludable; del lado izquierdo del Río

– mirando aguas abajo – estaban el Camino a Rabanales, el prado

nuestro de San Antonio con el Manzano, y las huertas y cortinas de la

Güera. Algo más abajo la Puente carretera de Arriba; a continuación

en Pozo el Pontón (muy apto para nadar, y en la primavera: Mayo y

Junio, para pescar anguilas con las cuerdas de media docena de

anzuelos cada una cebados con sardas. Yo pescaba algunas todos los

años) y la Azuda de la Juncal, con pradera ribereña del mismo nombre

a la izquierda, y con cortinas y huertas, también de la Juncal del

mismo lado izquierdo. Del lado Derecho, las praderas y los huertos

del Ejido. El nuestro, plantado con chopos espléndidos. Al final de ese

Ejido, de esa represa de la Juncal, salía el brazo del Río hacia la parte

de Abajo del pueblo de Tolilla, con la Calzada de Arriba lateral al Río:

Los Llenaderos, los Lavaderos y los Huertos, con las Praderas y las

huertas de las Cruces, hasta juntarse con el brazo principal del Río en

el Espadañal, el que venía del brazo de la Caleja, derivado de la

Page 26: Sueños de aliste

Azuda del Pradote (prolífica en cangrejos de Abril a Junio con

cangrejeras), sus patatales del Pradote, sus cortinas en la base del

Castro , y todo ese núcleo de huertas entre los dos brazos del Mena,

de la Juncal al Espadañal, de patatales, legumbres , berzas y otras

hortalizas y verduras para el consumo de personas y animales .El

paso del Pueblo por esos brazos del Río, tenía dos puentes de piedra:

Uno sobre el canal de riego (regadera), cercana al cabañal externo del

tío Juan González, que iba a los Linares y los huertos de la Puente

carretera de Abajo, donde empezaba la Calzada de Abajo

lateralizando al Río; el otro para el paso del Río camino la pradera de

los Lavaderos, que daba paso también a la Cañada / Caleja entre

huertas, para pasar el brazo principal del Río por otra puente de

piedra, al Castro y a las huertas del Prado Curato, llamada la Puente

de la Caleja. Antes de los Llenaderos, encima de su curso de agua,

había otra puente de paso peatonal de una laja alargada, que daba

paso – medio a los saltos por encima de las piedras sobresalidas –

hacia la pradera de las Cruces, y con unos pontones unitarios

clavados en el suelo en forma vertical, también se pasaba a la pradera

y huertas que tenían paredes de entrada por esa pradera de los

Lavaderos, en la parte de arriba.

Y Río abajo, venían del lado derecho los huertines y huertos de la

Puente de Abajo en línea. Y linderos con estos, del lado de la

Page 27: Sueños de aliste

Corredera / Cementerio camino de Rodera a Lober, estaban las

huertas de los Linares, y más arriba en la barranca lar cortinas de la

Palomara. En el Río, frente a los Linares, los pozos se llamaban los

de la Puente de Abajo y de los Linares. Del lado izquierdo del Río,

venía algún prado y unas pocas huertas en la zona de la

desembocadura del arroyo del Carrascal, aparte de la Huerta del Cura,

que estaba al final, cercana a la puente peatonal de lajas alargadas de

Vega el Molino. Todo este lote de huertas, y las predecesoras del

Prado Curato, se regaban con un canal / regadera que partía de la

Azuda del Pradote / la Caleja, cuando había agua ¡Claro!.

Algo más abajo, estaba la zona del Molino los Corderos, y un lote de

huertas, que se regaban con una larga regadera que venía por la parte

externa de los Huertos de la Puente de Abajo, que perdía agua en el

largo camino y por tanto presión de empuje hidráulico, aunque por

ejemplo, la del tío Benito Martín, en ese complejo de huertas entre el

Río y el Camino a Lober, primero tuvo un cigüeño para riego ( que

había armado en un pozo pequeño Teodoro MARTÍN, allá por los años

30, cuando su padre, el tío Benito estaba en Argentina) , y luego, años

después, instalaron una noria tradicional con fuerza motriz de BURRO

dando vueltas en la plataforma circular, tirando del travesaño que

movía mecánicamente la noria, que volcaba sus cangilones de agua

sobre el depósito de caída, que distribuía la regadera interna de la

Page 28: Sueños de aliste

huerta, que cruzaba tangencialmente a todos los surcos cóncavos, por

donde corría el agua a los lados de las hortalizas, especialmente las

patatas / papas.

Esta zona del Río, como la de la Caleja , la azuda de la Calzada de

Arriba, y el Molino Tubal, eran abundantes en cangrejos de

cangrejeras, especialmente en Abril y Mayo, cuando abundaban las

tormentas eléctricas ruidosas, dado que los mismos salían de sus

cuevas desesperados en busca de los cebos de las cangrejeras. Y

finalmente, del lado izquierdo del Río, finalizaban las cortinas de Vega

el Molino, con algún prado al final, para casi estrecharse totalmente la

Ribera del Mena, entre los quebrados y peñascosos cerros

engarzados de jaras y matas carrascosas hasta su ingreso en territorio

de Lober, donde se abría un recodo de prados, por donde el Río

giraba en arco semicircular, obligado por la maciza presencia de uno

de los altos cerros de Flores de Aliste.

02-04-02)-Aves y pájaros habituales en los Pueblos y Tierras de Aliste.

Sin distinción entre emigrantes y permanentes, voy a intentar la

denominación:

Grandes aves: Águila negra, águila parda, buitres carroñeros o

quebrantahuesos (al parecer los tres anidaban en las profundas

gargantas formadas de peñascos por las que se emboscaba, desde

Page 29: Sueños de aliste

Pino del Oro, y más precisamente desde la zona del Castro de

Alcañices el Río Duero, donde tenían su hábitat de protección

natural).Cigüeñas tradicionales, Pernileros, cuclillos / cucos,

golondrinas, vencejos, abubillas, cogujadas, jilgueros, negrilleros,

ruiseñores, oropéndolas, pinzones, mirlos, lechuzas, mochuelos,

martín pescador pequeño mediano y grande (familia de los Alcedines)

y otros (aves /pájaros migratorios). Perdices, codornices, palomas

torcaces, tórtolas, tordos, pardales /gorriones, azores / halcones,

pollas del agua, pegas tradicionales (urracas, pica pica), pegas jardas,

cuervos o grajos, y otros de permanencia estable. Era común ver

pasar bandadas de patos silvestres hacia el Norte, lo mismo que las

grullas, cuando iba llegando las primaveras, y la vuelta de las mismas

cuando avanzaba el otoño.

Yo el cancionero de los pájaros lo recuerdo bien, pero muy

especialmente el de los ruiseñores, por encima de todos los demás.

Luego sitúo los trinos de los mirlos, para dar paso después a los del

jilguero macho. Sin duda los tres, sabían cantarle a la reproducción y a

la Vida, y escucharlos con atención, producían en la intimidad un

placer inenarrable. En Argentina, yo no he escuchado a ninguno de los

tres. Aunque claro, si los hubiera – que no lo sé –, es natural que no

van ni anidar ni a cantar en los núcleos urbanos de la ciudad de

Buenos Aires, ni del Gran Buenos Aires, pero tampoco los he visto ni

Page 30: Sueños de aliste

escuchado en las arboledas y praderas del Club de Campo. Lo que sí

hace la calandria, que anida y canta en las zonas urbanas, pájaro que

yo no conocí ni escuche en Aliste y abunda en Argentina, en las zonas

urbanas.

02-04-02)-Animales silvestres que andaban por las tierras de Aliste:

Aunque yo no los he visto, en mis viajes he escuchado que por Aliste

(en concreto en Tolilla) ha vuelto parte de la fauna que alguna vez

sería histórica, tales como los jabalíes, jinetas, garduñas y otros. Pero

claro, me estoy refiriendo a Tolilla y los pueblos del entorno, no a los

enclavados en los alrededores de la Sierra de la Culebra, que siempre

ha ofrecido más y mejores refugios a la “fauna silvestre”.

El animal más representativo ( y temido) de mis tiempos era el lobo, y

naturalmente el zorro – no por el miedo que inspirara, sino por las

zorrerías que solían contarse desde las fabulas Esopo -, que me

consta, por haber vivido algunas, que también hacía de las suyas,

sobre todo con algún cordero distraído fuera del rebaño, o con alguna

oveja que se quedara por ahí enzarzada en solitario en las lejanías, en

el silencio solitario, o en la nocturnidad a distancia, lejos de perros,

pastores y rebaños. Teniendo en primera instancia como bocados de

Page 31: Sueños de aliste

preferencia chupar la sangre de la arteria carótida y comerse la tripa el

culo, con alto nivel de grasa ¿Que el zorro en Tolilla se haya comido

alguna gallina? No tuve noticia alguna en mis años de vecino. En el

orden de pequeños roedores, los ratones caseros hacían sus fiestas, y

los del campo, que en mis tiempos no eran comunes, no

representaban peligro. Tampoco causaban problemas, en esos años

habría pocas, las ratas, más vinculadas a los desperdicios y recorridos

cloacales urbanos, que a los pueblos y sus términos agrícolas, donde

en los hechos no había desperdicios sobrantes, dado que gatos y

perros los apuraban. Los topos, tampoco producían mayor daño,

haciendo túneles bajo tierra en la búsqueda de alimentos y sus

reproducciones. Luego estaban los animales de caza: conejos y

liebres, muy estimados y perseguidos por los cazadores de escopeta;

nutrias se veía alguna de vez en cuando en la orillas del Río, aunque

eran perseguidas por el valor de la piel .Con alguna frecuencia se

veían las comadrejas, flexibles, alargadas, astutas y rápidas por

alguna pared, colándose por entre los huecos de las piedras; y

recuerdo también de niño haber visto una jineta meterse en un hueco

de encina. Aparte quedaban los reptiles: Lagartos (inofensivos);

culebras de agua y tierra, repugnantes pero inofensivas; los

culebrones, entre 1,60-1,80 y hasta 2 metros de largo, que

mayormente no eran agresivos, peso sabían defenderse si uno se

interponía en su camino al escondite, y también metían miedo y

Page 32: Sueños de aliste

escalofríos de rechazo, siendo conveniente y efectivo, darle con un

palo duro un buen golpe seco y atravesado en el espinazo lo más

cerca posible de la cabeza, dado que al romperse la espina dorsal,

todo el resto del cuerpo quedaba inmóvil y no podía arrastrase de

ninguna manera por la falta de locomoción oscilante con todo el

cuerpo a partir de la cabeza, aunque su mordedura sería dolorosa, no

inyectaba veneno peligroso para los humanos. Otra cosa eran las

víboras, que en el término de Tolilla, eran escasas, pero de tanto en

tanto aparecía alguna (de tamaño pequeño, y menos peligroso su

veneno) de las llamadas de “coral”, por tener sartas tipo coral, de

colores azules, verdes y rojos a lo largo del cuerpo. Por otro lados

abundaban los escorpiones en las laderas soleadas y pedregosas del

término: Por ejemplo , en las barrancas del Carrilón y el Castro, a nivel

de la circunvalación del Camino de rodera de la base del Castro,

desde la entrada (o salida) por la Caleja de la Güera, hasta la salida(o

entrada) del lado de la Puente de Abajo, aunque no eran grandes, y

por tanto menos peligrosos que los más desarrollados en zonas más

cálidas, que sí tienen un potente veneno. También abundaban las

arañas de muchos tipos, entre ellas las que hacían sus cuevas en el

suelo en profundidad, y muchas veces si se le metía por el agujero

una paja de centeno, la apresaban con las mandíbulas, y con un tirón

seco y rápido salía la araña a la superficie, de aspecto peludo, grande

y agresivo. De la misma manera salían si se le llenaba la cueva de

Page 33: Sueños de aliste

agua con rapidez, cuevas muy comunes en los rastrojos de las tierras

de cereales segadas, que se veían a simple vista.

En otro orden de cosas, también era muy divertido el canto sostenido

de un tipo de grillos que abundaban en primavera y hacían sus cuevas

en el suelo en las praderas, en su parte más alta y menos húmeda. Y

como eran muchos, se mandaban unas serenatas espectaculares en

las praderas, al lado de las bocas de sus cuevas, que cesaba en las

cercanías cuando uno se iba arrimando a su agujero de cantor-

zumbador y largo aguante, que se comunicaban entre sí en quién

sabe en qué idioma, aunque es posible que fuera en el de la búsqueda

de pareja para el apareamiento y el instinto de la reproducción de la

especie.

Mención aparte, eran los insectos amantes de la sangre humana,

como por ejemplo las pulgas (los piojos en la Comarca eran casi

desconocidos; las chinches que se escondían en las camas de

madera , en los huecos de las de hierro o entre los jergones, que

salían de su letargo, en cuando la luz daba paso a la oscuridad de la

noche, que se combatían con plumas largas de gallinas, mojadas en

querosén (petróleo), y metidas en los intersticios de las maderas o

hierros de las camas, pues la succión de las chinches eran molestas y

alérgicas, dejando tremendos rosetones colorados, y exigentes al

rascado profundo.

Page 34: Sueños de aliste

De tanto en tanto aparecían los ruidos de los motores de los

mosquitos, más zumbadores a la madrugada, que aparte de picar con

saña, muchas veces zumbaban alrededor de los oídos que daba la

sensación que querían meterse en ellos, y hubo caso que lo hicieron,

como por ejemplo una noche en uno de los de mi hermano Paco, que

lo asustó enormemente, aunque el mosquito muriera.

Y si hablemos de los famosos y molestísimos cínfanos, que aunque

invisibles, a la salida del Sol y luego de su puesta, eran

verdaderamente insoportables, y las picazones y los rascados

producían verdadera histeria.

02-04-03)-Despedida del presente, y de cómo imaginé y soñé mi

Mundo, con sufrimientos y alegrías, voluntad, tenacidad y esfuerzos,

que sin duda formaron la base de mi personalidad – no sé si buena,

regular o mala, pero es la mía –, durante los primeros 18 años que viví

por Aliste. En especial en Tolilla de Aliste, donde nací, y a donde

pertenecen mis orígenes:

En primer lugar, agradezco a mi Familia nuclear y ampliada. Luego a

la Escuela y a casi todos sus Maestros, y finalmente a mí, en lo que

me toca, que entre imaginaciones y sueños, fui formando un “mundo”

de expectativas y deseos, más allá de la “histórica gleba” del alistano

esclavo – voluntario y resignado– de su Tierra. Y para ello, intuía, que

esa liberación, sólo llegaría a través de la instrucción para ir sudando

Page 35: Sueños de aliste

la larga escalera del “conocimiento básico”, aunque fuera por los

complicados caminos de las periferias excluidas. Para mi

entendimiento, el saber era el único recurso que suponía a mi alcance,

para conseguir la liberación de los trabajos en las Tierras de Aliste.

Después por suerte, para las generaciones posteriores, la movilidad

social que trajo el desarrollo económico de otras latitudes – extranjeras

y nacionales –, post Segunda Guerra Mundial: 1939-1945, donde hubo

que hacer la reconstrucción de los desastres, y aplicar en la sociedad

civil las tecnologías desarrolladas en el conflicto bélico (se da la

paradoja, que la ciencia y la tecnología inventada por el hombre para

matar al enemigo – al fin y al cabo al hermano –, siempre se ha

potenciado a través de los desarrollos bélicos experimentados, pues

ya el romano Titus Maccius PLAUTUS (254-184 a.C) en su obra

Asinaria, dijo que el “Hombre era el lobo del hombre”, que luego

Thomas HOBBES popularizó en el siglo XVII en su obra el Leviatán)),

han brindado a los derivados de Aliste ( y de otras muchas comarcas

olvidadas), la posibilidad de ingresar en el segmento de los

conocimientos profesionales de los nuevos tiempos.

Yo, aprisionado desde 1936 a 1950, en la Guerras de España (1936-

1939) y en la Segunda Mundial (1939-1945) ,y en las consecuencias

– políticas , económicas y sociales – de las mismas, debí emigrar a la

Argentina (por suerte), donde he tenido la posibilidad de entrar “ un

Page 36: Sueños de aliste

poquito”, en los suburbios del vasto mundo del conocimiento. Pero

volvamos al tema:

En mi Vida, como dije, aparte de la Familia y la Escuela, casi todos

esos parajes toponímicos nombrados han tenido algo que ver en la

formación de la personalidad. Pues en la mayoría de ellos, tanto como

joven vaquero, y adolescente pastor, al sol en invierno y a la sombra

en primavera y verano, he leído, estudiado, filosofado, reflexionado,

machacado, redactado, intuido y deseado, cómo podría entrar en el

mundo “imaginario”, que deducía de los libros y las lecturas, de los

periódicos; en especial del Correo de Zamora que recibía mi tío Simón

den forma gratuita como Juez de Paz del ayuntamiento, y

fundamentalmente, del YA de Madrid, al que primero se suscribió el

primo Marciano Álvarez en 1940 con otros vecinos, y el 41 la

suscripción era para la Familia de Marciano y para la Nuestra, que

aunque oficialista como toda la prensa, yo aparte de las noticias, leía

el resto de cabo a rabo, tanto avisos, como anuncios y propagandas (a

las que escribía y pedía folletos e informes que me enviaban por

correo, sobre todo a las Editoriales que anunciaban sus libros, y a otro

tipo de empresas por otros anuncios que me parecían de interés en

cuando a la información que podían suministrar a mi pedido, con el

sólo ánimo de informarme por todos los modos y maneras posibles), y

especialmente las opiniones de los colaboradores internacionales :En

Page 37: Sueños de aliste

Buenos Aires (Horacio Estol ), de Washington, N.York , Paris (a partir

del 45), Londres y Roma (a partir del 45). Además los amplios

comentarios de los estrenos de las películas, nacionales y extranjeras,

que me introdujeron en uno de los mundos fantásticos. De manera

que para mí, los periódicos ( y los libros) me abrieron una importante

ventana a un mundo desconocido, pero imaginado y armado a mi

manera.

Por otro lado, yo en el año 1940, no sé cómo me enteré que la

Embajada Inglesa en España, emitía un boletín confidencial, en el que

comentaban las batallas y estado de los frentes de la Segunda Guerra

Mundial, en forma mucho más objetiva que la Prensa de España

sujeta a la censura. Escribí a la Embajada Inglesa y comencé a recibir

un Informe semanal de la marcha de los acontecimientos bélicos en

los distintos frentes, que difería bastante de las noticias periodísticas

oficiales.

Ese boletín lo seguí recibiendo hasta Septiembre de 1945, y como

Correos a través de sus agentes de entrega final, oficiaban como

servicio de inteligencia paralelo, yo aparecí registrado en forma

silenciosa entre los “rojillos jóvenes” contrarios al Régimen, de manera

que mis antecedentes de Registro tenían una doble mancha política:”

La heredada de mi Padre, por Alcalde de la República, y la propia, por

ese boletín informativo.

Page 38: Sueños de aliste

Tal cuestión salió a la luz, cuando la Guardia Civil de Fonfría, donde

estaba la Comandancia de la Zona de Tolilla, no me entregaba el

Certificado de buena conducta, para solicitar el pasaporte del viaje

como emigrante a la argentina. Y como yo era amigo del hijo del

Tte.Coronel de la Guardia Civil de Zamora, el Jefe de la Provincia,

incluso él sabía bien quien era yo y la familia, recurrí a su consejo;

quien me explicó que en una semana fuera a retirarlo a Fonfría, lo que

así fue; y a partir de ahí me entregaron el Pasaporte.

Por otro lado, mi padre, que era un amante de los libros y de la política

con un enfoque romántico y cristiano, recibió con entusiasmo la

Segunda República del 14 de Abril de 1931, siendo Alcalde del Pueblo

primero, y del Ayuntamiento después. En un Reino de León (en aquel

entonces. Hoy Castilla y León), que por naturaleza, siempre ha sido

conservador tradicionalista a la vieja usanza, de exclusión y opuesto a

las igualdades sociales. Él decía, y con razón, que la igualdad ante la

ley, los sexos y la instrucción, eran doctrinas humanistas derivadas de

las Predicaciones de Jesucristo, que daba a cada persona, a todo el

prójimo, la dignidad de ser todos iguales y hermanos; y el Socialismo

Democrático y Republicano (al que no estaba afiliado, pero que

compartía la filosofía de los principios) era lo más cercano a esas

doctrinas cristianas.

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Mi Padre, por otro lado, era amante de la buena redacción, y le

encantaban los discursos políticos bien articulados y argumentados,

esos que tienen la calidad de grandes piezas oratorias donde la

riqueza del vocabulario y la originalidad y profundidad de las ideas

prevalecen. A partir del 33-34 (yo con 5-6 años), en los paseos

campestre, que hacíamos con frecuencia en primavera, o en la

oportunidad que fuera, solía relatarme discursos, de por ejemplo la

oratoria de Castelar, de Azaña, de Indalecio Prieto, de Galarza, de

Martínez Barrios, Sánchez Albornoz, Jiménez de Asúa y otros muchos

( después exiliados); que intercalaba con otras preguntas y

enseñanzas de interpretación y moralejas de las Fábulas de Esopo,

Samaniego, Iriarte y otros autores. De manera que todas esas cosas

concluían en un interés emocional e imaginativo, que iban

sedimentando la formación personal.

Así iban de bien las cosas familiares y personales, visto a la distancia,

y recordando aquel pasado lejano, hasta que llegó el Golpe

conspirativo final a la Segunda República. Conspiración que de hecho

comenzó el mismo 14 de Abril de 1931, y se potenció cuando el

Gobierno de Azaña puso en funcionamiento la solidaridad, la igualdad

ante la ley, la libertad religiosa, el sufragio universal secreto, el voto de

las mujeres, los derechos de huelga de los trabajadores, horarios

máximos de trabajo, y un principio de reforma agraria que pusiera en

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producción partes de tierras destinadas a cotos de caza y

entretenimiento. Ahí empezó a organizarse la CEDA (Confederación

Española de Derechas Autónomas), que ganó las elecciones

parlamentarias de 1933 de la mano de Gil Robles, y dio marcha atrás

con las conquistas sociales del bienio de Azaña, lo que originó la

Revolución de Asturias de 1934, y la huelga general en España

reprimida con toda violencia por el aparato militar. Ya antes en Sevilla,

el general Sanjurjo se había sublevado contra la República, y aunque

fracasó la sublevación, la semilla de la conspiración ya estaba

sembrada., y empezaba a ser cultivada por las jerarquías militares

tradicionalistas, la Iglesia Católica y la derecha conservadora

absolutista, reaccionaria y excluyente, que veía tambalear sus grandes

privilegios personales y de clase.

Ese Golpe militar del 36 que inauguró la Guerra de España de 1936 a

1939, con la “Dictadura franquista”, que de principio a fin duró 40

años, con sus persecuciones políticas y sociales a los amantes de la

Libertad, la Verdad y la Justicia, es la que expulsó de España a

muchos españoles, vedándoles la posibilidad de acceder a puestos

públicos ( incluso privados, que era pocos y de recomendación) por los

antecedentes políticos familiares de “enemigos y contrarios al régimen:

Los llamados Rojos y Rojillos”, aparte de la pobreza franciscana que

invadió a aquella España clasista, que dejaba afuera a las mayorías

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de las clases populares, y cada uno tenía que arreglarse como podía.

Eran años donde el principal productos de exportación de España,

hacia América Hispana primero, hacia Europa después, y en la misma

España de comarcas pobres a comarcas desarrolladas en multitudes

a partir de los años 60, eran los jóvenes españoles, que gracias a la

propia Guerra, más la Segunda Guerra Mundial, produjeron una

movilidad social nunca soñada. Y como dice el refrán: “ No hay bien

que por mal no venga”, yo (por consejo de mi hermano Paco, que me

convenció), me vine a la Argentina (donde formé mi propia Familia),

por lo que estoy agradecido; pues sigo pensando, que esa decisión de

los 50, fue una decisión acertada para muchos, inclusive para mí, pues

la Argentina me permitió – aunque con grandes sacrificios – , la

posibilidad de acceder a la cultura Universitaria del mundo profesional.

Aunque las Raíces son las que son, y los que las conocen y

recuerdan, nunca las olvidan. De manera que al tener la doble

nacionalidad, soy Español en la Argentina y Argentino en España o

viceversa.

No puedo despedirme sin una nota especial recordando a mi

MADRE (Balbina ÁLVAREZ ÁLVAREZ), que en el año 1936,

con sólo 29 años cumplidos, tuvo que hacerse cargo de sus tres hijos

(entonces Simón 7 años, Paco 4 años y Consuelo 4 meses) y de la

gestión del pobre patrimonio Familiar, pues en Aliste todos los

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patrimonio eran de mera subsistencia. Y a pesar de todo, hizo lo

indecible para que nosotros no dejáramos de ir a la Escuela, pues Ella

(casi analfabeta como las mujeres de Aliste de los tiempos) tenía muy

claro que el saber era la única herramienta de liberarse de las duras

rutinas de la Tierra .Y nosotros, sus hijos, todos orgullosos de ser

escuderos de nuestra madre; especialmente yo, que era el mayor,

seguido por mi hermano Paco, que aunque con tres años menos, hizo

de niñero eficiente de nuestra hermana Consuelo. Rufina, la hermana

menor, apareció en escena recién en 1942 – donde ya se intuía el fin

de la Contienda internacional, con la entrada abierta y total de los

EE.UU de América –, cuando mi Padre ya había salido de la Cárcel,

por haber sido Alcalde de la Segunda República.

Un abrazo.

Simón-

En la ciudad de Buenos Aires, en la entrada de los días de la

Primavera (18 y 19 de Septiembre) del año 2015 en el Hemisferio Sur.

[email protected]

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