su venerable erceb - institutum historicum ordinis de mercede virtual/publicaziones... · porque la...

21
erceb Organode su Venerable Orden Terrera y Cofradías. Dirección, y Administración: PP. MERCEDAR1OS Silva, 39.— Madrid (12) ANO 24 MAYO 1924 NÚM. 70 s-o-m MARÍA MEDIANERA UNIVERSAL DE TODAS LAS GRACIAS, por Fr. Juan Gil abert.—LAS FIESTAS DE LA BEATIFICACIÓN DE MARIANA DE JESÚS, por Fr . Miguel López. PÁGINA MISIONAL. ¡CARIDAD! (Conclusión), por Julia G . Flerreros.—SABELITA, por Fr. Miguel Escánez. CANTARES DE PRI- MA VERA, por el mismo —NOTAS RELIGIOSAS, por Fr. Martín O. de Arria- ga. ---CRÓNICA MENSUAL, por Fr. Lorenzo Santamaría.—RADIOGRAMAS, P o r Ilján.—NoTiciAs. María Medianera Universal de todas las grados. Así como el ac,ueducto, por el que en una ciudad entran tod as las aguas, se puede llamar el medianero de todas ella s; del , mismo modo María se llama y es Medianera de t odas las gracias, porque todas ellas, que como aguas viv as saltan del seno de Dios, por ella fluyen y se comuni- ca n a todos los hombres, y, según opinión aceptable, aun ü lo s mismos ángeles. Lo que el acueducto para las aguas, e , l a atención y respeto que Dios tiene a María para todas ' e s g racias que dispensa a las criaturas. San Efrén, hablan- do con María, le dice: «Por tí, la sola inmaculada, se den- "O, se deriva y se derivará desde el mismo primer Adán !i a sta el fin del mundo a los apóstoles, a los profetas, a los Justo s y a los humildes de corazón toda gloria, todo honor t oda santidad, y en tí, la llena de gracia, se alegra toda la creación». Plin damentos de la mediación universal de María. Siendo María la Medianera universal de todas las gra- cias , n ecesariamente ha de estar encumbrada sobre toda cri atura, p orque si alguna hubiese superior a María, entre elle y Dios no podía ser MAría medianera, y a la tal mejor que a María le convendría por este capítulo el oficio de la Medi ación; y, además, debe estar relacionada con los dos

Upload: doanhuong

Post on 26-Sep-2018

225 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

ercebOrganode su VenerableOrden Terrera y Cofradías.

Dirección, y Administración:

PP. MERCEDAR1OSSilva, 39.— Madrid (12)

ANO

24 MAYO 1924

NÚM. 70

s-o-mMARÍA MEDIANERA UNIVERSAL DE TODAS LAS GRACIAS, por Fr. Juan

Gilabert.—LAS FIESTAS DE LA BEATIFICACIÓN DE MARIANA DE JESÚS, porFr . Miguel López. — PÁGINA MISIONAL. — ¡CARIDAD! (Conclusión), por JuliaG . Flerreros.—SABELITA, por Fr. Miguel Escánez. — CANTARES DE PRI-MAVERA, por el mismo —NOTAS RELIGIOSAS, por Fr. Martín O. de Arria-ga. ---CRÓNICA MENSUAL, por Fr. Lorenzo Santamaría.—RADIOGRAMAS,Por Ilján.—NoTiciAs.

María Medianera Universalde todas las grados.

Así como el ac,ueducto, por el que en una ciudad entrantodas las aguas, se puede llamar el medianero de todasellas; del , mismo modo María se llama y es Medianera detodas las gracias, porque todas ellas, que como aguasvivas saltan del seno de Dios, por ella fluyen y se comuni-ca n a todos los hombres, y, según opinión aceptable, aunü los mismos ángeles. Lo que el acueducto para las aguas,e, l a atención y respeto que Dios tiene a María para todas' es gracias que dispensa a las criaturas. San Efrén, hablan-do con María, le dice: «Por tí, la sola inmaculada, se den-"O, se deriva y se derivará desde el mismo primer Adán! i asta el fin del mundo a los apóstoles, a los profetas, a losJustos y a los humildes de corazón toda gloria, todo honor

toda santidad, y en tí, la llena de gracia, se alegra todala creación».

Plindamentos de la mediación universal de María.

Siendo María la Medianera universal de todas las gra-cias , necesariamente ha de estar encumbrada sobre todacri atura, porque si alguna hubiese superior a María, entreelle y Dios no podía ser MAría medianera, y a la tal mejorque a María le convendría por este capítulo el oficio de laMediación; y, además, debe estar relacionada con los dos

— 162 —

extremos, Dios y criatura, entre quienes media, con Dioscon unión del orden de la gracia en que media, y con lacriatura en orden a la gracia para que media.

Maria encumbrada sobre toda criatura, aun laangélica.

La Divina Maternidad establece entre Dios y María unaunión más estrecha que la que establece la gracia en losjustos y la gloria en los bienaventurados, y, por lo tanto,aproximando a María más a Dios que las uniones de graciay gloria, la eleva sobre todos los justos y bienaventurados,porque la unión de la gracia y gloria es de orden intencio-nal, la de la maternidad de orden causal y real; por lagracia y la gloria la criatura es hija adoptiva de Dios, porla Maternidad María es real y verdaderamente Madre deDios, y por la maternidad se le debe a María un culto espe-cial, el de hiperdul í a, excedente al culto tributado a losdemás santos, como lo es su carácter de Madre de Dios.Así que en su clase la Maternidad divina es superior a lamisma visión beatífica de Dios y la suprema dignidad posi-ble en pura criatura.

Aun en el mismo orden de la gracia por la dignidad me-ternal, es María superior a toda criatura; ya porque la ma-ternidad, por su función o por la relación que con el Hijo deDios crea, sea forma santificante en grado supremo, comosuprema es la dignidad maternal según quieren algunosteólogos; ya porque esta dignidad maternal exige, encierto modo, una santidad correspondiente y, por lo mismo,superior a la de toda otra pura criatura, como quiere elcomún de los teólogos.

Para entender algo esta suprema dignidad de Madre deDios y la exigencia de gracia que entraña, consideremos loque dir5 María por la maternidad y a quien lo die).

Dió la Santísima Virgen lo que las otras madres dan asus hijos, pero de un modo virginal, y por obra y graciadel Espíritu Santo y tan perfecto como convenía a tal Hijo.Porque el Hijo de Dios no quiso solamente tomar la natura-leza humana, sino emparentar con nosotros, naciendo denuestra familia; porque pudo tomar la naturaleza humanasin ser nuestro hermano, formando su cuerpo, como el delprimer Adán, de la flor de la tierra, o tomándolo de unamadre vulgar i nterponiendo entre la función maternal de latal madre su efecto y una intervención milagrosa para que elcuerpo humano no fuese vulgar, sino conveniente a la nobi-

— 163 —

' islill a alma y unión personal del Hijo de Dios. Si del primer'nodo hubiese tomado Jesucristo nu?stra naturaleza, seríanuestro semejante, pero no hermano nuestro; si del segundoM odo, si es que eso es posible, sería de nuestra naturaleza y,de n uestra parentela, pero contraviniendo, por lo menos en10 accidental, a la ley de que cada uno engendra a su seme-•ante. Teniendo, pues, esto en cuenta, y hablando el lenguaje

las figuras de la Escritura, convenía que fuese tal el tallo,L' ar ta, cual la flor, Jesús, que de él debía brotar, como her--

osa mente lo dice santo Tomás de Villanueva: «Más que8 otros hijos fué Cristo parecedisirno a su Madre, que,9s t como en el cielo cual el Padre tal el Hijo, imitan los

niios las más de las veces a sus padres, y los padres trans-a sus hijos, no sólo las p articularidades, las inclina

Ones, las enfermedades, la figura, el color, las facciones,eire y los modales, sino que también los vicios y las vir-

d!`-tes , hasta tal punto, que parecen hereditarios el talento, lavirt ud y la elocuencia. Y si esto sucede en los otros hijos,con m ucha más razón en Cristo,,porque los otros lo son der;idre y madre, y así heredan algo del padre y algo de laMadre, viniendo a ser como una mezcla y una semejanzaMedia tizada; pero Cristo, que (en lo humano) era todo de sutiladre sin padre terreno, fue parecidísimo a María».

Estas bellísimas cualidacjes corporale3 de María, querrneci eron aquel elogio del Espíritu Santo en el Cantar de los:,'r nta res: «Qué hermosa eres, amiga mía, qué hermosa

isens,aalua

forma de

a un lado los tesoros que se esconden enc

di interior», pueden considerarse en sí mismas y en rela-de donde dimanan.

Cons ideradas en sí mismas, como corpóreas, parece8211 inferiores por lo mismo a las cualidades puramente es-virit uales , de manera que la más exce!sa de estas cualidadesfees. in ferior a la mínima del espíritu; pero atendiendo a la

rill a de donde proceden, el alma, parece, podrá decirse

- d,gunas cualidades corpóreas pueden ser superiores aebe:tesnede algún espíritu; porque primero hay en el cuerpo

evr° Pi edades que exceden la capacidad ac mliva de la ateria,s c.° 1110 las vitales, animación, vivificación, sensación, y en

,,i-In do lugar, entre éstas, hay algunas que sólo puedenpj,rIvarse de alma bienaventurada, como las dotes de euer-e - glorioso, en las cuales hay una gradación Casi infinita,e° 111 ° l a hay en las almas bienaventuradas, desde el tenue

de la imperceptible estrella hasta los fulgores ra-lein

o

I5 del sol a mediodía, y estas cualidades de cuerpo

— 164 —

glorioso no podía infundirlas en un cuerpo un angel que,por posible o imposible, pudiese informarlo, si no fuesebienaventurado y en aquel grado a que el de las dotes glo-riosas respondiese.

Por lo cual comparada la naturaleza humana de Maríacon la angélica, creo puede decirse que María, sin los donespropiamente sobrenaturales, por los que es ciertamentesuperior a toda pura criatura, con los solos dones preterna-turales es superior a los ángeles, es decir, que más que losángeles entiende y puede. Claro está que si por naturalezahumana entendiésemos exclusivamente, atendiendo ahorapara nuestro propósito a lo más excelente de ella, el enten-dimiento que, infundido en el cuerpo, al que informa yanima, no tiene otro campo de intelección, acto común conlos ángeles, que los objetos recogidos por los sentidos yofrecidos por la fantasía, y en sus discursos tiene que atem-perarse al paso tardo de tortuga de la fantasía, indudable-mente que es y muy inferior al ángel el hombre, pues elángel tiene más ancho campo para su inteligencia, los obje-tos sobre que versa son puramente espirituales y por lomismo más inteligibles, y así, con la rapidez del relámpago,el ángel ve, escudriña y alcanza la verdad; y no sólo porrazón de lo apuntado, sino también por razón de la mismapotencia intelectiva es inferior a la angélica la naturalezahumana, porque, ¿para qué Dios, que todo lo hace ordena-damente, había de dar al entendimiento humano más perspi-cacia y actividad que la necesaria para entender el númeroreducido de objetos que entran por los sentidos y para laslimitadas deducciones que de ellos puede sacar?

Pero si consideramos a la naturaleza humana elevada alorden sobrenatural, y tenemos en cuenta que en él Maríaobtuvo la primacía, siendo su aptitud para ver a Dios supe-rior a la del más encumbrado espíritu, y que para estaelevación no hubo obstáculo en la naturaleza humana, ¿porqué no ha de poder admitirse que para el conocimientonatural de las criaturas fué el entendimiento de Maria su-perior al angélico, y que fueron tan excelentes las cualida-des del cuerpo de María derivadas de su alma y que porherencia había de transmitir a Jesús, fruto bendito de 3 11vientre, que ningún ángel, por elevado que sea, pudieseinfundirlas en un cuerpo que, por posible o imposible, pu-diera informar?

Si atendemos a la Persona a quien María dió la natura-leza humana, es la maternidad de María divina y toca los

— 165 —

Limites de lo infinito. «La Santísima Virgen, dice santoTo rnas, por ser Madre de Dios, goza de cierta dignidadinfinita, porque infinita es la persona que ha dado a luz, yPor esta razón no puede pensarse cosa mejor, como es im-Posible que haya algo mejor que Dios.»

Hay una distancia infinita entre pura criatura y Dios,Y Si Dios Nuestro Señor no la acortase, cuanto es posible,entre María y su Hijo que era Dios, no pudieran entenderseni congeniar, ni alternar, por lo cual, to diré con palabrasde San Bernardino, «para que una mujer concibiera y(.)liera a luz era congruente que fuera elevada a cierta211aldad con Dios mismo». Esto lo pide el trato familiar,

in timo y entrañable que existe entre Madre e Hijo.

lla mó dioses; si a sus amigos le manifiesta todas sus cosasY, cara a cara a Sí mismo, ¿qué no habrá manifestado a Ma-lla , cómo le llamaría, pues el Padre le dió participación des U au toridad paterna, y el Hijo le prestó sumisión filial, elEsp íritu Santo le infundió el amor maternal, reflejo del amorCO n que entre Sí se aman las divinas Personas?

Por lo cual la gracia de María y su consiguiente subli-t9ación sobre todo lo criado está en proporción de la supe-rioridad que tiene la madre de familia sobre el mero criado,que no es más el ángel, por encumbrado que esté.

Unión con Dios.Es la segunda condición de la mediación, estar en con-

' acto con los extremos entre quienes media; y María lo esta'cOn Dios por la suma semejanza y, por consiguiente, suma81. 111 Patía que tiene con El. Es la sombra de la Paternidad di-v,Ina , porque al que el Padre engendra en la eternidad igual a

entre los esplendores de la santidad, engendró María en.. Iliertipo semejante a sí también en los esplendores de la san-

es María la sombra del Hijo, porque al que es figurasubstancial e increada de Dios, se parece María figura cria-

, es lo del Espíritu Santo término de las divinas proce-s!ones; siéndolo María de toda la creación, porque por Ma-lla Y para María se hizo todo lo que Dios hizo en el ordenICtural y sobrenatural, y María es el verdadero sábado de, 1 °8 en el que descansa y se alegra como en la más per-Jecta de las obras que hizo.

Unión con los hombres.Es de nuestro linaje; nació y creció y murió como nos-

etros; vivió en casa como las nuestras; sintió los afectos a

— 167 —

su pueblo natal, a su patria, corno nosotros; sufrió trabajoscomo los nuestros y superiores a los nuest ros; nos consi-dera como suyos, y como valor de la sangre de su Hijo,que no hay que perder y que hay que exigir haciendo efectivala redención por l santificación; con más razón que sanPablo a los fieles de Filipos nos considera como su gozo ysu corona y con entrañas verdaderamente maternales, mástiernas que las de san Pablo, nos dice en todo momento ycon más verdad que el Apóstol de las gentes lo decía a los(huatas: Hijitos míos, a los que doy a luz todos los díashasta que Cristo (vuestro hermano mayor) se configureperfectamente en vosotros.

FR. JUAN GILABERT

La3 liesla3 de la Hollilicacin de Marinade J3$113, oil la 113311ica

Era el 25 de Mayo de 1783. Roma había vestido lasmejores galas como suele en las grandes fiestas. El en-tusiasmo popular hablase desbordado en todos los pechos,y los que sentían latir dentro de sí el espíritu mercedario,radiantes de placer, esperaban con santa impaciencia aqueldía, señalado para las fiestas de la Beatificación de la Siel"va de Dios Mariana de Jesús. Excusado es advertir que,desde que se celebran solemnemente las canonizaciones Ybeatificaciones, todas las Ordenes y los pueblos rivalizan,con justa emulación, en dar el mayor esplendor y suntuosamagnificencia a tales manifestaciones del culto, las primerastributadas a aquéllos que nos han legado el ejemplo de susvirtudes y de quienes, al ser declarados oficialmente nues'tros modelos e intercesores ante e! Señor, nos prometemoscopiosas gracias y beneficios.

El 9 de Agosto de 1761, había declarado el Papa Ce'mente XIII haber sido en grado heroico las virtudes de Ma'nana de jesús; Pío VI, por un decreto publicado el 31 deAgosto de 1782, aprobó corno milagrosos dos prodigiosobrados por intercesión y en prueba de la santidad de laSierva de Dios; el mismo Sumo Pontífice, a 18 de Enerode 1783, estableció y decretó que pudiesen los fieles cristia'nos darle culto público y manifiesto, y por fin, el 13 deMayo del mismo año, concedió el título de Beata a Mariano

de Jesús, bella flor de santidad de la Orden Tercera de laMerced, .honra de España, y una de las más preciadas glo-rjas de Madrid, donde se meció su cuna y se guarda suvenerando sepulcro.

Senalóse para la solemne Beatificación (1) el 25 deMayo de 1783, que aquel año cayó también en domingo.

La Orden de la Merced, en especial la Familia Descalza,desplegó todo su estusiasmo, que era mucho, y según re-fiere una Memoria anónima (2), de que me valgo para per-gefiar estas líneas, debido a los esfuerzos del P. Postula-dor en la Causa, Fr. Pedro del Espíritu Santo, «fué magní-fica y en extremo sumptuosa la idea de el grande adornodisp uesto para tan sagrada función».

Sobre la azotea del Vaticano se divisaba un magnificoestandarte, que había pintado al temple D. Liborio Cocceti,que representaba la gloria de la Beata, con esta inscrip-ción:

Maride Annae. A Jesu. MatritensiTen. Ord. sodaluim. Discalc. Capt. Pedimendis

Mortificatione. carnis. Quam. jugiter. in corpore. sao.Tu/it. Innocentiaque. vitae. admirandae. cuan/ale.

Adversus Deum. et Nomines. Flagrantissima.Ex Decreto Pii Sexti. P. M.

Virginum. Bealarum. Fas/is adscriptaeH011orum-coeleslium-el Diei-Fesii

Dedicatio.

(1) Pío VI concedió a la Orden de la Merced, a la villa de Ma-'rld Y a la diócesis de Toledo, oficio y misa de la Beata. Sabidoe, a que a los Beatos sólo se les puede honrar con culto público enul s iglesias donde la Santa Sede autorice.

No se autorizan las fiestas particulares de Beatificación hasta4,esPués de celebradas en el Vaticano, donde suelen hacerse conMagnificencia extraordinaria.

(2) « Relación de la solemne Beatificación de la Venerable María'na de 1e3t13, religiosa profesa cl e la Tercera Orden de Padres Mer-7narios descalzos, Redemptores de cautivos cristianos, alabada cone l y,sagrada magnificencia en la Sacrosanta Basílica Vaticanael día 25 de Mayo de 1783». Arch. de Don Juan de Alarcón, Madrid.

— 168 —

Dedicación de los honores celestiales y día de fiestaa Mariana de Jesús, madrileña,

de la Orden Tercera de los Descalzos para la redenciónde cautivos, admirable por la mortificación de la carne,

Que continuamente llevó en su cuerpo,y por la inocencia de vida, por la caridad ardentísima

para con Dios y los hombres,puesta en los Fastos de las Vírgenes bienaventuradas

por decreto de Pío sexto, Pontífice Máximo.

Debajo de esta colosal pintura habían sido puestas lasarmas del Sumo Pontífice, las de Roma, !as del CardenalDuque de York, Arcipreste del Vaticano; las del Cabildo deesta Basílica y las de la Orden de la Merced.

Pendían de las claraboyas laterales de aquella suntuosafaaada soberbias colgaduras de terciopelo en campo deoro y plata; el pórtico estaba tapizado de damasco, confranjas de oro y, de trecho en trecho, tapices de Rafaelhermoseaban la entrada.

Sobre la puerta mayor, en un medallón ingente, velasela Beata de rodillas en actitud de aparecérsele el NiñoJesús. Esta hermosa pintura al temple, obra de D. Cons-tantino Borti, tenía la siguiente inscripción:

Coelitum. vilam, in ferris. aemulalaCoeliium. Peginae. et Pueri. Jesu. adspectu

Et alloquiis dignalur.

La que en la fierra emuló la vida de los moradores delcielo, hácese digna de las apariciones y coloquios de la

Peina de los cielos y del Niño Jesús.

A ambos lados, sobre las puertas, se leía en grandescartelones:

Accepit. coronan-i. quam. ei. Dominaspraeparavll. in. aeteruum.

Recibió la corona que el Señorle preparó por toda eternidad.

El de la izquierda decía:

— 169 —

• Apud. Deum. nota, es!. el apud.homines.

Es conocida delante de Dios y delos hombres.

El inmenso templo de San Pedro estaba adornado conda mascos y franjas de oro; desde la Confesión hasta laCatedra, aun el pavimento estaba recubierto de tarimasPintadas; las lámparas, fanales de hermosos follajes, festo-nes de flores naturales, cornucopias, etc., eran incon-tables.

La relación que seguimos, añade: «Como en los quatronichos superiores faltaban las estatuas de los Santos Fun-dadores, que se veían hechas de primoroso mármol en losnichos inferiores, se colocaron en los primeros otros qua-tro , semejantes a los segundos, que representaban a los2a ntos de la Religión: San Pedro Nolasco, Fundador; San

Nonnato, San Pedro Pascual y San Pedro Ar-Inengol».

Los dos milagros aprobados para la Beatificación, asaber: la incorrupcción de su cuerpo durante ciento sieteallos de su muerte, y la curación instantánea de una paráli-8is consuntiva del soldado Pedro Fernández, estaban re-_Presentados en sendos medallones, pintados al temple por

Tadeo Cunzé, colocados en los arcos laterales, consUS inscripciones:

B. Marianae. corpus. ita. uli. Sepulcro.Mandatum. eral. Integrum. solidum queCarne. Humecta. Intestinis recentibus

Quasi. spiritum, adhuc. ContinenteVII et C. Post. anno. Invenitur.

El cuerpo de la B. Mariana, de la misma manera quecuando fué enterrado

Hállase, después de ciento siete arios,Integro, sólido, con la carne flexible e intestinos frescos,

como si aún estuviese viva.

En el segundo medallón:

— 171 —

ninguna otra cosa pide con más instancia, sino que coneste deseado decreto sea más ensalzada su Orden. Lo cual,sicndo así, sin duda, nadie me puede detener, para que porel oficio que tengo, ye también pida a V. Eminencia, con lasmas humildes súplicas, que no permita se retarde por mástie mpo la promulgación de las Letras Apostólicas, con lasque la Venerable Virgen Mariana de Jesús pueda llamarseBeata, y que lícitamente pueda ser venerada con públicoc ulto. Porque así corno los fieles han ex perimentado hastaahora que es muy poderosa para con Dios su intercesión,de la misma manera en lo sucesivo, cuando hayan de im-Plorar su intercesión, puedan con mayor seguridad conse-guir, por su mediación, los más abundantes frutos».

Leyóse el Decreto de Beatificación; descubrióse el retra-to de la Beata a la veneración de los fieles, entre vítores ynu tridas salvas de artillería; cantóse un solerrinísimo Te-cleum, y, finalmente, la Misa, en la que ofició. Mons. Guidodel Baño, Arzobispo de Mira.

Así entre las aclamaciones y júbilo de todos empezó aeer venerada públicamehte nuestra Beata, cuya devoción yculto había de extenderse mucho, aunque no tanto comoMerece la prodigiosa vida llena de favores celestiales,Y l a eficaz intercesión con Dios de la B. Mariana de Jesús,cuyo sepulcro se ve tan visitado en estos días.

FR. MIGUEL LÓPEZ.

PÁGINA MISIONALBorn Jesús do Gurgueira, 12 de Febrero de 1924.

R. P. Director de LA MERCED., Mi querido hermano: La V. O. T. dedicó muy solemnes cul-tos a nuestro Padre San Pedro Nolasco. Cada uno de los corosse encargó de uno de los días de la novena, compitiendo unos conOtros en que su respectivo día fuese el más solemne en el ador-no

ifl e il uminación de la iglesia. Corno quedaban aún tres corostr ibutar sus homenajes al Santo Patriarca, continuaron éstos'os festejos celebrando los días de la octava, que concluyó el7 de Febrero. El día 31, por la larde, predicó el panegíricoei Taborda.Lo más interesante de esta fiesta fue la administración delnainismo a varias personas y la primera comunión de otras.

'!aciar

ya tiempo que la sección catequística de nuestros Tercia-los venía trabajando diariamente en preparar esta gente para

— 170 —

Petrus. Fernandius. ex Paralysi. et Atrophia° Sinistri. cruris. Cum. Inferiore. Coxendice

B. Marianae opem. lmplorans. San/tale. PrecesExcipient: momento Con valescit.

Pedro Fernández obtiene instantáneamente la saludde una parálisis y atrofia de la pierna y muslo izquierdos,implorando el auxilio de la Beata Mariana que escucha

su plegaria.

D. Gabriel Durán había pintado al óleo la gloria dela Beata. Este cuadro fué colocado frente al baldaquinodel célebre Bernini, con cuyo estilo hacía juego, entrenubes y cabezas de ángeles. Junto a los mausoleos dePaulo 111 y Urbano VIII había cuatro columnas con án-geles sosteniendo preciosas arañas, y los escudos dearmas del Sumo Pontífice y de la Orden Mercedaria.

Asistió a este acto la S. Congregación de Ritos en ple-no, con sus Ca rdenales, Prelados y Religiosos Consulto-res; el Cabildo de la Basílica de San Pedro; Mons. CarlosAiroldi y el P. Pedro del Espíritu Santo, Postulador de laCausa; quienes suplicaron al Emmo. Cardenal Prefecto JuanArchinto que publicase el Breve de Beatificación.

En este acto pronunció el P. Postulador su hermosodiscurso, que sentirnos no poder copiar íntegro.

Empieza congratulándose de que haya amanecido el díadeseado de decretar los honores de culto público a la Sier-va de Dios; recuerda brevemente las virtudes de la Beata,por las que mereció tener su lámpara bien provista parasalir al encuentro de su Esposo, que la recibió en su eternamorada y al que acompañará donde quiera que vaya.

«Todos—concluye—los que se hallan animados del só-lido amor a la Religión.., piden el decreto de la Silla Apos-tólica, con el que seguramente sea lícito publicar las ala-banzas de esta Virgen; las que ciertamente sirven paranuestra Religión, no sólo de aumento, sino también deornamento. Por lo cual, el católico Pey de España, Car-los III, y toda su Peal Familia, toda la Corte de Madrid,toda la España, y muchos Príncipes eclesiásticos Yseculares, están pidiendo esto mismo hace ya mucho tiem-po. Todo el Orden de Nuestra Señora de la Merced, Re-dención de Cautivos, y con especialidad de la misma Ordentoda la Familia Descalza, ninguna otra cosa más desea,

— 172 — — 173 —

la recepción de estos sacramentos. La primera comunión la hi-cieron catorce niños y varias personas mayores, una de éstashabía recibido el santo bautismo unos momentos antes. A con-tinuación vistieron nuestro santo hábito quince individuos. Elseñor juez y jefe político de uta comarca, Dr. D. José CornelioLeitäo Ra p gel, que, como ya saben, es el maestro de noviciosde la Tercera Orden, nos obsequió después de la comunióncon un variado desayuno, que ayudará a hacer grato el recuer-do de este día memorable.

Así como en Sáo Paymundo sirve de imagen de este santouna que indudablemente lo es de San Carlos Borromeo, asíaquí, a falta de imagen o cuadro de nuestro Santo Padre, de-signé y bendije como tal una oleografía de San Bruno, queaquí dejó el P. Bolados.

Gracias a Dios que, por fin, llegó este padre a Corrente,después de pasar tres meses entre los «cangaceiros», que nobuscan más que dinero, y convencidos de que el padre no lleva-ba ninguno, lo dejaron marchar a su parroquia. Nos escribiódiciéndonos que habla pasado mil apuros y sufrido mil percan-ces en el camino y que pasó muchas noches desvelado por elcontinuo tiroteo de aquellos salvajes; cómo no tuvo duranteveinticuatro horas con qué restañar la sangre de una herida enla cabeza, y cómo estuvo a pique de perecer ahogado al vadearun río y, en fin, termina con estas palabras: «Nesta terra acham-se multo caras as coisas e sómente a fame e a mor& é barata.

De los padres que en estas apartadas regiones nos espiri-tualizamos, nada nuevo tengo que decir, a no ser que la seriede peripecias quv me acaecieron en un viaje que tuve que haceral Pirajá, les interese. Vinieron a buscarme para administrar losúltimos sacramentos a una enferma, que me decían distaba tansólo cinco leguas. Demasiado crédulo a los cálculos de estabuena gente, que nada tienen de aproximados, salí sin ningúnpreparativo, haciendo cuenta de llegar aquella misma tarde comolos mensajeros también me lo prometían. Nos cogió la nochemuy fresca y sin cena en Curraes. Aligerados de alimento, a lamañana siguiente, 6 de los corrientes, proseguimos nuestroviaje bien mojados, esperando en vano que el sol enjugasenuestra ropa. A eso de las nueve de la mañana llegamos alBaixáo do Frío, así llamado por el frío de miedo que antes seapoderaba de los transeuntes de estos parajes, por las muchasy grandes « onz-s» que había. Los caballos, buenos por cierto,se nos inutilizaron, y tuvimos que subir a pie la montaña. Per-dimos lo mejor del día y llegamos por la tarde al Pirajä en me-dio de una copiosa lluvia. Asistí a la enferma; aquel mismo díabuscamos nuevas cabalgaduras, y al siguiente, de madrugada,regresamos sin otra novedad, que para mí pudo ser la última,que la de una caída, en que de espaldas di con la cabeza en unaspiedras. Si no me maté, fué gracias a la solicitud con que el An-gel Custodio nos cuida constantemente. En Curraes descansa-

inos como dos horas, y en medio de una tronada deshecha ylloviendo torrencialmente etitramos en Born Jesús.

Y ahora, como le prometí en una anterior, le voy a darun a sucinta relación de las culebras que aquí más abundan, yque reunidas en un parque zoológico formarían una vistosa sec-ción. Dejando para otro día las de tamaño descomunal, des-cribiré hoy las principales venenosas de las pequeñas, que sonlas que más víctimas causan en el Piauhy.

De las que pertenecen al grupo general de víboras hay aquívarias clases, mucho mayores que las de España, y tan abundan-!,es que aparecen por todas partes. La que aquí vulgarmentellaman surucucu (Lachesis muta), suele medir unos tres metros,de color amarillento como de naranja, el dorso algo oscuro yadornado a lo largo con una serie de losanges negros. La urutú(1-achesis alternata), llama la atención por su colorido vivo, re-gularidad de sus adornos y la buena y casi artística combina-C ión de colores; es muy bonita y vistosa; rara en el Piauhy, yone visto una en el huerto de la casa cuando fuimos hospedadosen Santa Filomena, y me dió lástima matarla, dejándola tran-quila, que no me persuadía pudiera ser venenoso animal tanb°nito. La jararacuzú o chararacuzú (Lachesis atrox), sueletener de dos a dos metros y medio, es ovovivípara, acostumbraa dar de quince a veinte hijos cada vez, por lo cual abunda en,el Pa ís, encontrándosela con frecuencia entre los muebles y enles calles. Al limpiar la plaza de esta villa para nuestra entrada,1,11 Mayo último, mataron cuarenta y cinco. Causa muchas víc-; finas; su mordedura es tan segura, si no se hurta el cuerpo a;s aco metida, como cierta y casi instantánea es la muerte que: e s igue. La culebra cascabel (Crotalus terrificus) es una de

más venenosas, aunque no de las más temibles, pues se111.ce notar por el ruido del cascabel al andar, y al revolverseLUri osa para dar el salto fatal. El P. Francisco guarda uno deestos a péndices que consta de siete cascabeles.

Las demás clases de venenosas que hay en el Piauhy, per-lenecen a las Najidas, como el coral; de color negro con unaSeri e de anillos de carolina; aunque venenosa, no causa muchasvíctimas porque de suyo es pacífica y huye del hombre; sólo2luerde si se le pisa o coge, como sucede cuando está escondi-gs entre la hierba.

Por hoy basta de culebras. Recuerdos a todos y especialesP.el

Serratosa y s. r. un abrazo del último de sus hermanos enSeñor,

FR. MARIANO FERRER

i Patronato Agrícola de San Ramón Nonato.—Ad-nfa con la anterior carta, nos manda el P. Ferrer la relación

4`e los trabajos de nuestros Misioneros en la parroquia de San,j1'161-1, especialmente en el aspecto social. La damos íntegrar°r ser de mucha importancia en sí misma y por tratarse de la

— 174 —

primera obra de esta índole fundada en la Prelatura de BornJesús.

En el 1. 0 de Abril del año 1923, el Ilmo. Prelado D. PedroPaschoal Miguel bendijo el Patronato Agrícola de Sáo Ray-mundo Nonnato ante selecta y numerosa concurrencia, y nom-bró Director de dicho plantel de educación al padre HoracioRaymundo de Moraes.

Con grandes dificultades comenzó una obra que anunciabapoca vida, por la pobreza de la gente, por la indolencia y apatíageneral de los habitantes y por ser una cosa nueva entre nos-otros. Aquí todo se espera de los Padres Misioneros; pero nolos ayudan suficientemente para desarrollar su obra apostólicay educadora. Ha sido un verdadero milagro de Sáo RaymundoNonnato, quien, sin duda, nos trajo aquí por la devoción quele profesa el pueblo.

En este Colegio, además de las letras, se enseñan artes yoficios y agricultura práctica, de manera que el alumno, ademásde salir instruido en la santa religión, lleva aprendido un oficiopara ganarse la vida y ampliaciones sobre la agricultura queaquí se practica de modo rudimentario, sin arados ni máquinasde ninguna clase. No es así todo el Brasil, que hay partes a laorilla del mar que pueden competir con los mejores países agri-cultores del mundo; pero aquí estamos casi como en el 1500,año del descubrimiento del Brasil por el almirante portuguésPedro Alvarez Cabral.

En las escuelas nocturnas ha habido en el presente añopocos alumnos, no han pasado de 15, en su totalidad paraaprender inglés, y uno que otro comerciante para aprender aescribir a máquina y redacción comercial. Los oficios de sas-trería, zapatería y de sillas de montar, han sido los más favo-recidos, pudiendo ya encontrarse una media docena de alumnosque saben hacer chinelas, que es el calzado preferido por suprecio, comodidad y mas a propósito para el clima. Los peque-ños sastres han trabajado en hacer el propio uniforme del co-legio, que consiste en pantalón y blusa de dril blanco, de cortemilitar, y los trabajadores de sillas han hecho el quepis con lavisera de suela y el monograma P. A. (Patronato Agrícola).

Reunir tablas para la carpintería ha sido obra de romanos.En un país de bosques, lo que es más escaso es la madera. Afuer de constancia, el Director reunió ochocientas tablas deumburana de abelha, que no sirve s i no para hacer bancos ymesas para la escuela. Pero para hacer los seis grandes piza-rrones que posee el Colegio, ¡qué trabajo! La umburana deabelha no sirve, porq e no acepta la cola. Hubo que buscarumburana de Che/ro, por lo cual las pizarras costaron 180.000pesos. ¡Ah! si las niñas de Berriz nos ayudaran a pagar estacantidad que hemos gastado en las pizarras, nuestros meninosles pagarían con un Padre Nosso cantado, que las llenaría debendiciones.

— 175 —

Para 35.000 almas de este Municipio, había tres pequeñasescuelas, frecuentadas por 30 alumnas y alumnos; total noven-ta , y los otros ¿dónde están? Estas escuelas no tienen mate-rial escolar. De modo que a los Padres les cabe la honra de ha-ber hecho las primeras pizarras para escuelas en este Munici-Pio. Este hecho debe contarse como importante en la historiade la Prelacía de Bon Jesus do Gurgueia.4. Aprovechando unos días de feriado del Patronato, el Direc-lor , P. Horacio R. de Moraes, salió a lo que aquí se llama«desobriga»; es decir, sale el padre con el sacristán, montadoser‘ri caballos flacos, o jumentos, modelados en el rocinante dello n Quijote, a visitar las capillas de los campos para adminis-trar los Santos Sacramentos de bautismo, penitencia, etc., yfacilitar en todo tiempo el cumplimiento pascual. Al mismotie mpo que recorrió en diez días veinticinco leguas, mal comi-u,o y peor alojado, fundó las escuelas de Fachadáo, Born Firn,

Aldeia, Duas Barras, Pedregulho, Caldeiráo, Macacos,Lagoa de Barro. Administró 70 comuniones, que supone un tra-bajo abrumador de confesiones con el calor tropical so-focante., ¡Cuántas dificultades para hacer entender la conveniencia de' as escuelas, los frutos ópimos que más tarde se pueden reco-ger , aún aquí en la tierra, y más tarde en el cielo! Pues nada; leresponden que hasta ahora han vivido sin escuela, que paracu ltivar la mandioca y el maíz, el arroz, las bananas y losfrejoles no necesitan saber leer; que el libro no hace engordarel chancho (cerdo) para sacar tocino; que para cuidar el gana-;21 0 en los bosques no necesitan saber números; que sus abue-los , sus padres y ellos necesitan del azadó I para vivir y, portr, r1t o, que sus hijos y sus nietos no han de ser más que ellos.'-'tras veces suelen decir que ese es un engaño del Gobierno,q, ue paga a los padres para saber a quiénes pueden sacar de' Os bosques para hacerlos soldados, y otras muchas sandeces13r, o Pias de gente ignorante y desconfiada. Pero como respetan

Padre, aceptan después lo que el Padre dice, si les aseguraqu e sólo se busca el bien de ellos. Así es como el Padre, usan-Lci° de autoridad, impone la instrucción, obligando a todo hom-re casado que ayude con una peseta mensual para pagar elmaestro o la maestra. Nombra un presidente de entre ellos,Inismos para vigilar la escuela, un secretario, aunque no sepaicer ni escribir, un tesorero con tal que tenga un burro para ir11 Cobrar la peseta para el maestro. En general, el maestro oriaestra es quien lleva todo el trabajo, quien tampoco es muyletrado; pero de vez en cuando el P. Director los reune durantena semana en el Patronato y les enseña la manera de enseñar,

Y as í se va preparando una era de mejoramiento. Con este finSe abrió un curso normal de maestros en el Patronato para pre-p arar profesores para las catingas, y ya ha dado buenos resul-"os . En seis meses ya queda un maestro listo para enseñar

— 176 —

el A. 13. C., que así se llama el primer libro que se pone en lasmanos del alumno.

Una palanca poderosa para las escuelas de los campos hasido la Sociedad «Liga de Damas de Nossa Senhora das Mer-ces», que es la Orden Tercera en embrión. Esta Liga regala acada escuela que cuente 25 inennos de asistencia diaria, unabandera nacional brasileira, y cuando tiene 50 alumnos presen-tados a examen, un premio en dinero. Este método ha produci-do espléndido resultado. Para recibir la bandera viene el maes-tro del campo con todos los alumnos que puede traer de suescuela, asiste a la santa misa, donde el padre les hace ,unaplática sobre la instrucción y el significado del pabellón nacio-nal; bendice la bandera, que está ostentada por la dama queproteje esa escuela, se sale en procesión al Patronato, dondese celebra un acto literario musical por los alumnos del Patro-nato, y allí solemnemente la dama con un discurso entrega labandera bendecida al maestro o maestra, y todos los alumnosdeben besarla y prometer estudiar para hacer siempre victorio-sa esa bandera. Ya son cuatro las escuelas que tienen banderabendita y hay otras cuatro que la están reclamando; pero laLiga no tiene dinero y las banderas han subido de precio. Lasprimeras se compraron en Bahia a 20 pesos, y por las mis-mas banderas nos piden ahora 35.000 reis, que equivalea unas 35 pesetas. Apelo de nuevo a las alumnas de los Cole-gios de nuestras Mercedarias en España, y en particular a lasde Berriz, cuya revista última he visto, que se compadezcande estas alumnas y alumnos de 1-s escuelas y de los Misioneros,y que nos manden dinero para comprar para las escuelas cate-cismos, muy caros en Bahia; antes los obteníamos a dos cru-zados, ahora hay que pagarlos a mil reis, una peseta cadauno.

Terminado el año escolar, salió de nuevo el P. Directo p delPatronato en «desobriga» y visitó las escuelas de los cam-pos. ¡Qué diferencia! Aquellos mismos que antes se oponíana la escuela, ahora, ufanos, presencian los exámenes de sushijos e hijas. Se nota que ya ha prendido el amor a la ins-trucción en toda esta parroquia, y de todas partes nos pidenles fundemos escuelas. Ya son dieciséis las fundadas. ¡Ojaláel Gobierno vea y aprecie la obra de los Padres de estaPrelacía Apostólica y ayude, como prometen las leyes, a ladifusión de la instrucción primaria!

Se hicieron exámenes en nueve escuelas, siendo más deun centenar aprobados en la cartilla de A. B. C. y promovi-dos al primer año primario. En algunas partes, como Far-tura, se han presentado ciento catorce a la nueva matriculay nos hemos limitado a aceptar sólo cuarenta entre hombresy mujeres, y que todos son de primeras letras y de edad dequince a veinte años, porque los pequeños pueden esperarun poco para aprender a leer.

- 177 -

hasta la edad de sesenta años, con preferencia los analfa-betos, y

fes iones y cincuenta primeras comuniones; entre ellas secuentan dos matrimonios que hicieron la primera confesión ycomunión; pues que en uestra escuela se admite alumnos

En las escuelas se hicieron sesenta y siete primeras con-

tenemos la honra de tener en Caldeiräo, Pedre-gulho y Fartura tres matrimonios aprendiendo a leer, ynaturalmente que adelantan más que los pequeños, siempredisp uesto a brincar.

De la visita a la Varsem Grande y Sitio do Mocó, elI) • Director llegó herido de una rodilla y de una mano poruna doble caída que tuvo la mula en que iba. El se cree, afuer de chileno, buen caballero; mas el hecho es que cayóY que aún sufre las consecuencias de la caída.

Las distancias enormes recorridas para visitar las escuelasY fundar nuevas, cansa la cabalgadura y da en tierra conel caballero.

Resumen de la última visita del P. Director: Predicacio-nes , 36; confesiones, 200; comuniones, 180; 35 bautismos, 14Matri monios, 318 alumnos examinados, 50 leguas recorridasmontado y visita a tres enfermos, con dos caídas de la mula.

Las «desobrigas» del Padre Vicario Fr. Francisco Freiría,son de mucho más peligro que las del P. Director. La «de-sobriga» larga dura todo el mes de Junio y quince días delmes de Julio, y otras de ocho días, más cortas, según lasnecesidades y llamadas, las que contaré en otra, porque estaYa va demasiado larga. Si tiene ocasión de escribir a lasniti as de Berriz y a las misioneras, dígale de nuestra parteque el Patronato Agrícola de Säo Raymundo y los alumnosde sus escuelas, las saludan y piden por amor a la Virgen? igún auxilio para vencer la suma pobreza y necesidad de lainstrucción en esta parte del Brasil. También agradeceríamosel envío de algunas semillas de sandías, melones, frejoles,ebada, trigo, l egumbres y flores para hacer experiencias de

introducir algunas de las que se dan en España.Seu amigo e creado

Homo.

¡CARIDAD!(CONCLUSIÓN)

III

Bien ajena a la persecución de que era objeto, salió Cari-uad de su casa el día convenido y subiend3 al simón queYa le esperaba, se reclinó sobre sus duros almohadones ce-

ando los ojos como el que quiere recoger su espíritu, ais-14 ndole de los objetos exteriores.

- 178 -

Sumida en sus pensamientos no se apercibió de que sucoche era seguido por otro, que deteniéndose a alguna dis-tancia esperó que ella descendiera y entrara en el templo deSan Sebastián.

Entonces se abrió la portezuela del segundo coche y des-cendiendo de él María Teresa pagó al cochero penetrando a suvez en la iglesia.

No tardó en ver a su prima devotamente prosternada anteel altar, su inmovilidad era tal, que por un momento temióMaría Teresa que, efectivamente, sólo la devoción fuera el mó-vil que guiara a Caridad a aquel lugar; pero cuando terminóla Misa, ésta se levantó y después de persignarse devota-mente se dirigió con paso rápido a la salida de la calle de lasHuertas.

—Ah! ya eres mía—dijo María Teresa—ocultändose tras unconfesionario para no ser vista.

Y cuando Caridad salió, esperó que estuviera a algunadistancia para seguirla.

Ambas jóvenes tomaron por la calle de las Huertas hastallegar a la del Fúcar, en la que se internó Caridad llegando auna estrecha callejuela y ante una casa de mal aspecto en laque penetró sin vacilar.

María Teresa se detuvo perpleja.La repugnaba aquel estrecho y obscuro portal a cuyo fon-

do se veía una empinada y medio derrufda escalera por laque su prima subía ligera y animosa como si a penas pisarasus peldaños; pero cuando su prima desapareció en su pri-mera revuelta, se lanzó en su seguimiento, ansiosa por llegarhasta el fin de su aventura.

Menos habituada que Caridad a andar por aquel terrenodesigual y resbaladizo a que apenas llegaba la luz del día,por carecer del menor resquicio que le diera paso, María Te-resa subía lentamente, con los brazos extendidos, tocando lasparedes de ambos lados; de pronto su cabeza chocó violenta-mente con un obstáculo y aturdida por el golpe, vaciló, perdióel equilibrio y cayó rodando escalera abajo.

Al estruendo que produjo su caída se abrieron varias puer-tas en los descansillos de la escalera, asomando a ellas muje-res y chicos de miserable aspecto.

—Es una seriorita—dijeron con admiración—. ¿Se habrámatado?

Y en lo alto de la escalera apareció Caridad que bajá co-rriendo a prestar su socorro a la desgraciada.

—SiI es María Teresa! -exclamó con doloroso asombro—.¿Cómo ha venido hasta aquí?

—¿Es conocida de la señorita? - preguntó un hombre, jovenaún, que bajó detrás de ella... ¿Pobre señora, parece muerta!

—No, no está más que desmayada; ayúdeme, la subiremosa su cuarto de usted, y con ayuda del joven, Caridad levantó a

- 179 -

re- ttn,yrit coeona.--\ •

n

mmim..z.e•imnmoonulnuuonnuunomzwm-

180 — 181 --

wa=malNW -1._ ___.,,, , .9 ”Alb .., rr 1

'--r- ; ----

ite-tg,,,,,Tru co-1- Tia. _ _ t2 Ixt -1,1111, - C1, ....... '--111111111,Pa

.. ,.. 1 =1.311.1111111M11,118I

IM4« ar e.

1.

t- btAxiii. CO-1.0ea- -13- -VOYI — 1.11341; _ CD-'0% - 1.A.• ,A a., - ' - ette, cee

........04, .1.im

11•11-

,, , ik, ______ z._--.--

li e-tbblve, c,,-Yo- na.. _ - te„. t-tv1t - t, k il--co vn, - ornina.t0 - -

er 'I,..,.t. 1

n---

BB MB= ir •1111311•11NIMM I MB

II 1 Y ro,e*

1 k !

1111:21113111111 BM _ WI IBM • Mi • . IM ILAIII• -,--- ZIMININIIIPIM111L1 _RUM W IBM —

111•111118•211•111 II .• t

,

Ir.., .

__ ...1

.... 1...

I oMai

r

'reim h,../.30)

_

- 1111,11t1111

0-=Ur<'e

tuet

- munuel, ivr‘ Ye..‘•etAtt• .v.vnetra.I

e.

111:1;etwe't

MW/ 311rdi MIIBIHM11111111111111.211111133 er . --r > new.,-.

11111..• ANI __..,,,,=+ . , . I --,-=,--

1 1111111.n

t N,...

T3-

,

I 1 I .I

•r1

_.....

eo,

- 182 -

UW•arar Illllaarimalioniaemanwele

manromummoirowVIIMIZMIIMIllrlffl7.i. id. N. calma

runanne311111111111111111,11 AA baillegar. 1111411111 lat 1111111.111M~101

•111.~ IC:=CJ111114111/11 31111•1111111/211211.:111~1111~11limpr". mar «I 11~

Itu.«..e. IC.;" - te*

1111111.11131111111•111111311111.11111111~111~~111111Vl A11.111~11111P111

eh ' !IV Creeimuur morumburi~M1111111~711111111all

r....—.11111M1113MB

vaquinsamm

mame

IIIIIIIMIL..~1•111131111

. ama

= : Mg

I. eet el im— ,---1. ' - —IIMI111111W UNE

11/4111111%13INAle /11111111111111.4•1111N

VIINIIR

--

...c....c.,.._111MOIIIIIII _-nn1111~1•1116/.. 1111111•11.11111.11111~ 11111111111111111111/~131111111111•11111fflla

41,t ',Asxclx mem

11111111fflON1 MI•1•11

111:111

_.....___------

À ..._ — 11\em

11~11111111~111111•1INIPMBIMINUNIKIII.111.1111111•11

IONbeffletia

et %. 1% S i Cti-Vb- ig Fa

Wnminemaamr II 1 I f 1111.-11111=111011111.1111111111111113111111111•111111 al211111~311•1111 1".~1111111111111111

e ,.v% rae-v.111-1X cu-...., - - _ ...we as=mmidil~ä.ameit_ffleemesimming11111111/ 1111 1111111/1111111malMe1111M111111111111:10n 91111111•111111111111IMISIIII

311111113•1111 1111~11111111IMIIMMmorumw Ammirrami M11111411•1~11131111W= -11~111~~111111111~111111111

--

—lo - y btim e. .Bilmilailla

owom__~,.. •n• .......IIIIIIIIMibrIBINI

\ y,,ein

--__s.._ ---N11111111111 ININZINA11111~111%.118•111111•1115 1111121n1111/ —

—lit .

iiummim Malamase 21.1n•nn ni 1M MI

,men

--!MI 111111111111111111

ZUMO NI NI, Cl nf f Å-l._ ...-rum

- 183 -

au malhadada prima y la condujo escalera arriba hasta unaPobre bohardilla, cuya puerta estaba abierta.En ella se vela, en un lecho limpio y cómodo, una mujer muy

joven con un niño de pocos días al lado y otros -tres niñosacos tados en una camita improvisada en un rincón, dos de loscuales se habían sentado curiosamente en el colchón al oir el

-No se asuste, Marta-dijo Caridad antes de entrar. Es unaPritna mía, que venía sin duda en mi busca, y ha caído por la es-calera. La echaremos en el sofä mientras su marido va a la casade socorro en busca de un medico.,:r Ydnsdi itochLo.. y hecho, María Teresa fue colocada en un sofä dev, itoria, mientras los tres niños, en camisilla, la rodea ?an cu-!'losamente, diciendo:

-¡Qué guapa es!... ¡Qué blanca!... ¡Parece a la Virgen del

estarä muerta!- dijo Marta.-IN°, no-dijo vivamente Caridad-. Vera cómo oliendo

v ' n9yre vuelve en sí.

öCY0 ndirigiéndoset e nido a un pequeño vasar, tomó una botella que

u ' oler a la desmayada, después de rociarla las sienes con

María Teresa abrió los ojos, llevändose ambas manos a laCabeza.f„ sabía que el techo estaba tan bajo...-murmuró con-" r11,,id a, sin atreverse a mirar a Caridad.

Pero esta sonrió con bondad, diciendo:-Sin duda supiste que vivía aquí Marta y venías a soco-rrerla...

- i Marta!-dijo con asombro María Teresa.Si; la hija de nuestra antigua cocinera.., con esto de lasic..elgas su marido no encuentra trabajo y... ya ves, su cuarto' LIJO ha venido al mundo en bien tristes condiciones.

-Como que a no ser por la señorita Caridad, no hubie-

:113'tiileainmicio°8 nviencda imd oa

dijo vivamente la joven obrera-todo lo

„ Mientras tanto, Caridad ponía en la dolorida frente de su'rim a una compresa de agua y vinagre.CO

ESta , avergonzada, la dejaba hacer, y cuando llegó el mal-° Y declaró que no le quedaba nada que hacer, alabando los

Me os prestados por Caridad, MarfaTeresa sintió que las l

4

ägri-sus5 a sus ojos; lagrimas amargas en que aún luchaban

8

s antiguos rencores con la confusión y el arrepentimiento.

e - Z,Entonces podrä ir a casa sin peligro de alguna compli-c_iön jin - ppreeliggurnotónicnugiudnaodo. samente la excelente joven.

V e l médico se despidió mientras Caridad decía:, -En la calle de Atocha, ante San Sebastiän, tengo un co-cne

esperando. ,Querrä ir su marido, Marta, a buscarle?

- 184

—En seguida, señorita—dijo el joven, que salió corriendoY poco después, Caridad ayudaba a bajar a María Teresa

la empinada y obscura escalera y la sostenía para subir al co-che, sin que en su rostro se advirtiera la menor sombra, ni sealterara la dulzura de su sonrisa.

Cuando el coche partió, María Teresa levantó la cabeza mi-rondo a su prima con el último resto de animadversión:

—¿Te habrá extrañado mi presencia en esa casa?--dijoprocurando calmar la alteración de su voz—ser ä preciso que teexplique...

que...?—respondió sencillamente Caridad—. ¿No ve-nia yo sin dar cuenta a nadie...? Perdóname mi reserva, que nodebía haber usado contigo, conociendo corno conocías a Mar-ta. Pero de hoy en adelante no me ocultaré de tí, y si tienes.gusto en ello, me acompañaras en mis correrías.

María Teresa no comprendió tal vez toda la delicadeza queencerraban las palabras de Caridad; pero se sintió subyugadapor su bondad, y estrechando por primera vez su mano sin ren-cor, dijo conmovida:

—Eres demasiado buena conmigo, prima mía. ¿Dónde hasaprendido a ejercer así la hermosa virtud cuyo nombre llevas?

--En casa te lo diré—dijo ésta sonriendo.Y cuando hubieron llegado, subió con su prima hasta su

habitación, y llegando ante el altarcito de la Virgen Santísimade la Merced:

—He aquí la Reina y Madre de la Merced y Misericordia; laMaestra de toda caridad... Ella rompe todas las cadenas quenos retienen lejos de su Divino Hijo; Redentora de cautivos YMadre de los pecadores, tiene los amorosos brazos abiertospara cuantos la invocan. ¿Por qué no la invocas tú, prima

—Desde hoy la invocaré—dijo María Teresa inclinando sufrente Tienes razón, Caridad, Ella me miraba amorosa y Yucerraba los ojos por no verla..., era el enemigo que quería " per-derme alejándome de su maternal protección.

Con el rostro radiante y los ojos llenos de lágrimas de gra-titud, Caridad posó sus labios en la sagradarimagen, mientrassus labios murmuraban:

¡Gracias, Madre querida, gracias!--¿La,jpedías, pues, por mí...?—dijo aún María Teresa ad-

mirada.—¿Por qué no...? Todos los días desde tu llegada; veía que

estabas enferma, y por los enfermos se ruega, ¿No es «salufinfirmorum?

—Entonces sabías'que yo...--Veía cuánto sufrías, y sufría yo más que tú; pero ya ric

hay que pensar más en ello. ¿No te sientes curada...?curada completamente—dijo María Teresa abrazan&

— 185 —

a. Caridad—. Pero para no recaer todos los días, la pediremosMutas mi salud. ¿Quieres?

— Con toda mi alma.Y a los pies de la Madre de la Merced, las dos primas, per-

ma necieron largo tiempo dulcemente abrazadas.JULIA G. HERREROS

Acuarelas grises.

SAE3ELITA— Después acá, créame usted, ni amé ni quise amar ya

,°sa alguna de la tierra; dejé pasar mi vida triste y sinIlusió n, hastiado de todo lo mundable, y ansiando tan sólover llegar el día en que mi alma pueda volar.., volar haciaülg'0 que desde entonces echo de menos aquí (esto decíalosefi alando a su pecho), y que sólo Aquél que está allá arribaPodrá suplirlo cumplidamente.

Y , acabando de decir estas palabras, se levantó, secóse'los l ágrimas con el dorso de su mano sarmentosa, requirióel bordón en que se apoyaba, y, despedido que se hubo de

el Pueblo conducía.tul , alejóse paso a paso por la alfombrada vereda que hacia

k Era un viejo simpático, de cabellos canos, mirar apaci-ui le Y prócer estatura, si bien el peso de los años habíai cigraclo disminuirla encorvándolo algún tanto hacia ade-lante., Vivía solo en una miserable casuca de una aldehuela de

Alpuj arras, y con la leña apañada en la sierra, las dona-ciones espontáneas que los vecinos le hacían (porque sabíanque antes se dejaría morir de hambre que mendigar), y lot1r,11.2 recogía de un bancalillo de hasta fanega y media de

r,re11 0 que poseía, iba viviendo, y aguardando la hora ded"plar , como él decía, con sentido más profundo y filosóficob'e lo que a primera vista pudiera sospecharse. Era éste eltvaure de la propia heroina de esta historieta que voy a con-21. ! Y que él me refirió tras algunas preguntas que adrede le'ingi para tirarle de la lengua.

* * *,.„ Cosa de un cuarto de legua vendría a distar del pueble-

'O la casita del tío Catalino. Hallábase enclavada en la

— 186 —

orilla del áspero sendero que, flanqueando y serpeando poraquellas sierras, llevaba al caminante desde el reducido yrisueño valle por ella formado, hasta dar cima a las mismas,haciéndole contemplar de paso y a lo lejos la vista deliciosade la marina.

Víspera del]. Asunción, patrona de la aldea, era aqueldía.

Las trochas y veredas que a ella conducían, veíanserecorridas por trincadoras caravanas de gente labradora yjoven, que acudían cantando a solazarse en la fiesta a susabor.

Rojeaba mortecino el sol en el poniente, y hundíasesoñoliento, ungiendo las encentadas cumbres en divinastonalidades de escarlata y oro.

Bajo las ramas de un roble centenario, dosel frondosode una pequeña glorieta que sé hacía a la vera del camino,y sentada en un poyo adosado al tronco de aquél, halláb asesentada la cieguecita María-Isabel, hija única del tío Ca-talio.

Silenciosa y abstraída, acaricia con sus manos los albosvellones de un recental, su amiguito y compañero insepara-ble.

Un velo de profunda tristeza, de esa tristeza sabrosa ydesgarradora a un tiempo, que suele lacerar las almas ino-centes, parecía oscurecer en aquella tarde su nacarina ysonrosada tez.

¿Qué tenía Sabelita, la palomita ciega, como cariñosa-mente la llamaban sus amiguitas y conocidos?

¿Qué hacía aquella tarde sentada al pie del roble queexpandía sus ramas delante de su casita, contestando alsaludo dirigido por los romeros camino de la aldea, y enfanto que llegaban los ecos de las flautas y dulzainas de lafiesta?

Algo le hurgaba en su interior; la sonrisa con que aquellatarde saludaba, no era la habitual en ella; era la suya otramucho más franca y cristalina con que regocijaba el ánimode cuantos la hablaban.

Los que así juzgaran cierto no se engañaban, porque,a la verdad, era muy grande y terrible la batería que lamemoria de Sabelita, con remembranzas más amargas queel ajenjo, descargaba en aquellos instantes sobre su cora-zón. Víspera de la Asunción fué cuando conoció, siendoaún niña de nueve años, a Gabrielín, el hijo de Juan -Manuel, ojizarco, vaquerillo el más gallardo y jaquetón de

— 187 —

aquellos contornos; víspera de la Asunción se habían pro-metido cinco años más tarde cariño mutuo y eterno mientrasei se despedía de ella para ir a servir al rey y pretendía di-simular dos lágrimas rotas en el cristal de sus azulencos°los , mordisqueando el extremo de un pañuelo multicolorque de recuerdo Sabelita le regalara; víspera de la Asun-ción ¡ay! la explosión de un cohete que cayó antes de es-tallar , apagó para siempre la lumbre de sus ojos negros yLensóliadores; víspera de la Asunción (aquella misma tarde)"abiase sabido en el pueblo la desaparición, en un comba-te de Africa, del soldado Gabriel González del Río y, por siesto no era bastante, acababa de pasar, caballero en una

te de mala estampa y peores intenciones, la repugnan-' e Y satánica figura de Ramírez, el hijo del cacique, en cuyoPech o manaba sangre el desgarrón que a su amor propiocansara la rotunda negativa de Sabelita a dar oídos a SUSrequeri fflientOS de amor en menoscabo de las promesasque erla hiciera a Gabrielín. Aquella alma vil había juradodesde entonces matarla, y después que a la niña acaeció ladesgracia que apuntada queda, lejos de conmoverse, seccull Placía en zaherirla dondequiera que la encontraba, re-cordándole entre soeces remoquetes sus vengativos propó-sitos , y ¡cómo le comían los pies por darles cumplimiento!

FR. MIGUEL ESCASEZ

(Continuará)

contares de primavera.A mi distinguido amigo el exce-

lentísimo Sr. D. Juan de Aguilar.

(Preludio).

Gorjearan mis cantarescomo los pájaros

si en mi pecho no hurgasenlos desengaños.

¡Feliz el almaque celando SUS penas

alegre canta!...

— 188 —

1

Yo quise un día escucharuna historia de dolor,y mi corazón me dijo:¿quieres que la cuente yo?

¡Capullo que a la mañanatan bello sueles abrir!,¡cuánto en tu mudo lenguajeal alma sueles decir!...

Si el cantar sale del almay son negros los pesares,¿cómo de color de rosahan de brotar mis cantares?

IV

Cuando un hombre allá en su pechoencierra un hondo sentir,¡cuánto ha de sufrir en tantono empieza el llanto a salir!

V

¡ Yo bien sé por qué lloranaquellas niñas

que a loselito» entierrantan doloridas!... (I)

¡Ay de mi Españael día que sus tradiciones

sean enterradas!

VI¡Virgencita mía

de Mercedes Madre,cuando yo me muera,¿no harás por salvarme?

— 189' —

yllCuando veo las golondrinas

tornar del Africa ledaspregunto: ¿no tornaránasí a Dios las almas buenas?

VIIIMadre, con las llores

que da nuestro huertono te olvides ornar mi sepulcrosi antes que tú muero.

IXBarquilla que con las olas

bregando subes y bajas,¿por qué cuando rota vuelvessiente escalofríos el alma?

X¡Poesía de las callejas

de Andalucía,que muchos no te encuentren

no es maravilla.

Piensan que sólopara admirar lo bello

bastan los ojos!...XI

Yo quiero hacer mis cantaresal estilo de mi tierra,antes que cantar nos hagana estilo de Inglaterra.

XIIMuerta a su hija en la cunila

de vuelta el padre encontró...¡Desde entonces creo que a un pechopueda partir el dolor!...

XIIISupulcro del niño huérfano

que sin una flor te veo,dime: ¿aunque muerto, a su madreno echará el hijo de menos?

Perro/.(1) Alusión al bellísimo mausoleo de M. Beni/jure para el sepul- FR. MIGUEL E. MINGORANCE

cro de aquel torero.

— 190 —

NOTAS.' RLIO1O.SÂSINGLATERRA

No creo exento de interés dar una idea, .aunque pobre,de la obra del P. Lester.

No hay idea más corriente que la importancia de lasvocaciones sacerdotales, y, sin embargo, el P. Lester hasabido hacer con ella una emoción más honda que la quepuede producir la'novedad más importante. La verdad máselemental que flota en el ambiente de los espíritus no sueleser evaluada justamente hasta que aparece un sistematiza-dor o un apóstol. El P. Lester ha hecho que el fomento devocaciones sacerdotales sea un principio viviente, orgánico,que incorpora e informa las energías y generosidades demuchos miles de fieles para la obra importantísima deformar evangelizadores de Cristo. Si no hubiera hecho másque producir tan sólo esa emoción eminentemente práctica,hubiera merecido grande y general estima, porque de esosólo son capaces los elegidos de Dios, con sentido es pe-cial para el objeto. El P. Lester busca vocaciones tardías yno oculta su preferencia personal por esas vlcaciones,como que él mismo está también entre este número. Unrecién convertido se le presentó hace poco exponiéndole:Me brindan un empleo público, que me daría 500 librasanuales, y tengo que resolverme dentro de la semana arechazarla o aceptarlo. Si usted me admitiera en la casadel 13. Campión, con gusto lo renunciaría. Lo examinóbien y lo admitió. Y así, en la mayor parte de los casos,jóvenes, que bien preparados en la segunda enseñanza,teórica o técnica, han pasado algún tiempo en el escritorioo la oficina, y a consecuencia de unos ejercicios, sienten lavocación de Dios para el ministerio por excelencia; y que,ni que decir tiene, sin la providencial obra del P. Lester, lasmás de las veces, sus deseos se verían frustrados. La obraempezó en 1919 con solos nueve aspirantes, y actualmentepasan de doscientos. Observemos de paso el esfuerzo eco-nómico que supone su manutención y gastos anejos, o seaalgo más de 5.000 pesetas semanales; hay que endosárs e

-las al celo ingenioso y activísimo del Padre. Bajo su inme'diata dirección se están formando en Osterley sesenta Yseis jóvenes; los demás, claro es que a cuenta también delP. Lester, moran en la Abadía de Fost-Augustus y otroscentros similares.

— 191 —

Anotaremos que la Casa Campiem es a la vez una,̀.ran proveedora de vocaciones excelentes, según confesión

ue diversos maestros de novicios y superiores eclesiásti-COs , para los noviciados y seminarios de la isla. Actual-mente están admitidos para otoño, y en esos mismoscentros, treinta y tres jóvenes del P. Lester, que con los deanteriores hornadas puede que no bajen del número 200.,lieY ya algunos ordenados en diversas misiones; India,lierra Santa y creo que también alguno en Noruega.

La obra está en vías de un desarrollo mucho mayor,Pues el celoso Padre ha sabido interesar también a la cla-se Pudiente, ¡cosa rara!, de la que últimamente han salidoMuchas vocaciones; circunstancia, además, que facilita lamarcha, bien trabajosa, de la obra en su doble aspecto deeducación y economía. Organos de esta obra son las dosrevistas mensuales, especialmente la segunda, de Osterley:1_,,eiesit/der.iliaris e Introibo. La primera tira cada vez 60.000Leierli plares. También son organismos de esta obra los ca-uull eros y doncellas del Santísimo Sacramento, con variosMillo nes de miembros, y especialmente las caritativasMadrinas que salvan tantas vocaciones por medio del Padre

, Mi única fuente de información son las cartas que el"stno Padre suele escribir en el «Universo» londinense, yel leer sobre todo algunas de ellas, siempre tengo a flor del? lui d esta consideración: Cuando se escribe lo que se ama' Cómo germina al ser leido con riqueza inexhausta de pen-sam iento y emoción y cooperación!

La coincidencia del retorno o inclinación al catolicismograndes muchedumbres en este país y de la formación

'e Sacerdotes, parece indicar que la mies está madura yque e l Señor se apresura a mandar operarios.

ESCANDINAVIATa mbién la mies de Escandinavia dicen que está machi-

rria • Tal es el resumen del discurso pronunciado por el Car-mre"I Van Rossum en la apertura de la última reunión de la

° ugregación de Propaganda Fide. En su expedición del,,versno último a los países' del Norte encontró, con sorpresa,

" todas partes, espíritus muy bien dispuestos para la?rdad , ilustrados y convencidos, que sentían la misma

sta lgia, tan frecuente en los grandes ingenios protestan-tej, Por la ciudad de las almas, que decía el averi-grero Byron. Entre paréntesis por ser este año el centena-

-192

rio de su muerte, recordemos que precisamente por creer laReligión Católica mucho más perfecta, no quiso el ingeniosajón otra religión para su hija, Allegra, que el catolicismo,en que de hecho fue' educada. Puédese perder, a fuerza deprevaricaciones, el sentimiento religioso, connatural en todohombre; pero mientras exista, no puede contentarse conapariencias, y el protestantismo nunca ha dejado de ser unavana apariencia de religión.

Esto puede explicar el hecho de que el Cardenal holan-dés haya encontrado espíritus refinados, a quienes sólo lesfalta la última gracia, esa gracia que muchas veces depen-de de la actuación asidua de un sacerdote catequista. No sonpocas las familias que pasan por luteranas en Copenhague,que mandan a sus hijos a colegios ca:ólicos, a sabiendasde que allí van a recibir educación católica. El mero hechodel viaje del Cardenal por aquellas latitudes, ha hecho quemuchos pidieran un sacerdote que los instruya en la Reli-gión. El Vicario Apostólico de Dinamarca está convencidode que sería facilísimo doblar el número de los católicoscon un clero más numeroso y más medios materiales.Lo mismo dice el Vicario Apostólico de Noruega. Le im-presionó mucho al Cardenal el recibimiento solemne que letributó el Rey Haakon VII, de Noruega, en su Palacio.

No sabía cómo agradecer el gigante noruego, así esllamado el Rey por su estatura, el honor que suponía la vi-sita de un Cardenal de Roma, después que habían pasadounos siete siglos desde que otro Cardenal, Di Sabina,habla ido a coronar a un antecesar suyo llamado HaakonHaakouson.

Aún le impresionaron mäi al Cardenal las palabras quele dijo el Rey: «Si Noruega pudiese girar sobre su extremoSur, el extremo Norte llegaría un poco más allá de Roma ycasi tocaría a Nápoles». Palabras significativas si se tieneen cuenta el momento que las inspiró. El rey le devolvió lavisita por el primer ministro y varios miembros delGobierno.

«Los noruegos son gente de mucha fe, dice Van Rossum, que siente la necesidad de la fe y la verdad, queoyen con gusto al predicador, al apóstol, el misionero queles anuncia la palabra de Dios. Pero ¿qué puede un obispocon tan pocos presbíteros en un tan vasto territorio?» En lainmensa longitud de Noruega sólo hay veintitrés sacerdotes;de éstos «uno murió en Agosto, seis pasan ya de sesento-nes y vados más han visto cincuenta inviernos».

— 193 —

ESTADOS UNIDOSLos católicos acaban de conseguir un triunfo, de cuya

iln P ortancia da la mejor medida el feroz empeño de losanticristianos en que no fuera un hecho. En algunos Estadosdeja Unión, donde campeaban los fanáticos del K. K. K. y,Sen aldda mente en el de Oregón, las escuelas particularesfla n sido blanco de una violenta campaña durante estos dosúltimos años. La consigna era acabar con las escuelasParroquiales católicas. En 1922 se pronunció el estado de°regón por medio de un referendum en favor de un pro-,Yiecto de ley que impusiese la clausura de todas las escuelasli ° res de cualquier confesión que fuesen y la obligación detnandar a los niños a las escuelas del Estado, que sonneutras o laicas, como es sabido. La ley debía entrar enVigOr desde el 1.° de Septiembre de 1926. El bill llevaba elvoto ardiente de los fanáticos K. K. K. y de los francmaso-nes del rito escocés. Los católicos unieron a la suya laPro testa de otras confesiones igualmente perjudicadas, y el,aslinto fué llevado al más alto tribunal del Estado. Al finnd salido el veredicto con fecha 31 de Marzo, favorable al Os intereses católicos.

«A nuestro juicio, dicen los jueces de Oregón, el Estadokild excedido el límite de su competencia, al pretender arre-"la r a los querellantes sus derechos constitucionales y suPri vilegio de enseñar en las escuelas primarias.

El Estado llega a despojar a los querellantes de su pro-Piedad por un procedimiento nada legal...» Ahora, el"bernador del Estado, viéndose humillado, pues era parte,vsl a a pelar al Tribunal Supremo de los Estados Unidos;Pre. ro la sentencia de los jueces de Oregón, dice New-York

hEnes, está tan sólidamente expuesta que tiene poquísimaProbabilidad de ser revisada, cuanto menos de ser anulada.Los católicos que han tenido que pasar tantos días de

"gustia por esta causa, ahora respiran tranquilos yseguros.

FRANCIAd. En 15 de Abril se ha constituido en París la Asociacióndi

En conforme al deseo del Papa. Se celebró en el

7-2 tiguo Palacio Arzobispal, que estuvo en poder de losmoblemos perseguidores de la Iglesia, y ahora está denuev° e n poder de su legítimo dueño. Además del Cardepüli

-D ubois, los dos Obispos auxiliares y muchos sacerdo-eS) asistieron diez distinguidos seglares, todos ellos exce-

--- 194 —

lentes católicos. Es circunstancia consoladora, porqueindica que los sectarismos viejos están en baja:

Sin embargo quisiera ser optimista y no me dejan serlo.De las elecciones del 11 del corrienie es casi seguro quesaldrá robustecido el bloque que gobierna actualmente enFrancia, y si no sale, peor para la Iglesia.

Poincaré, el primer representante de ese bloque, pro-nunció en la Cámara francesa, el 7 de Marzo pasado, undiscurso que guardo íntegro. Voy a transcribir algunosde sus interesantes párrafos, dejando el comentario a loslectores: «Desde un principio he declarado sin ambajesque no permitiremos atentado alguno contra la laicidad delEstado... Yo he dicho el 15 de Junio pasado en esta Cärn a

-ra que, a nuestro juicio, era imposible toda cuestión sobreel restablecimiento en una forma u otra del régimen conco r-datorio. Este régimen que he conocido y practicado en dosocasiones como ministro de cultos—tengo, pues, experien-cia personal—llevaba consigo una mezcla y a veces con'fusión de atribuciones del Estado y la Iglesia o al menosuna interdependencia que no concuerda con los principiosde las sociedades modernas.»

«Debo ahora volver a la cuestión de las Congregaci o-nes... He precisado bien la posición que habíamos tomado.

Permanecemos fieles a la doctrina de Waldeck-Rousscu.Cuando en efecto Waldeck-Rousseau había dispuesto elproyecto de ley sobre las asociaciones, quería poner finlas usurpaciones de ciertas congregaciones.»

He aquí un Estado débil que por todas partes ve enerni'gos y especialmente del lado de la Religión. Por ir°la odia.

Consecuencias: Escuelas läicas para largo rato, ni Po"sibilidad de que pueden vivir en Francia las órdenesreligiosas.

Waldeck-Rousseau, como se sabe, establecía ciertabenignidad con las órdenes tituladas hospitalarias o debeneficencia y misioneras, lo que no quita nada a lo dich°antes.

FR. MARTIN O. DE ARRIAGA

— 195 —

CRONICA MENSUALContinúa alentador el movimiento iniciado en Castilla por

1aS Llniones Patrióticas, que se extienden por toda España,haciendo concebir halagüeñas esperanzas respecto de suinfl uencia en los futuros destinos de la Patria. La de Madridhizo su presentación con un acto encaminado al conocimien-123 Y propaganda de la nueva ley municipal. El acto resultóprill antísimo por la calidad de los oradores, la selecta y nu-m erosa concurrencia y el entusiasmo que reinó en él. Empe-znó e l doctor Simonena haciendo historia del origen y desarro-

O de la Unión en Madrid, afirmó que sus ideales eran lak<e ligiön, la Patria y la Monarquía, terminando con una invi-leció n a alistarse en sus filas para la defensa de esos tresgrandes ideales. Hablaron a continuación los señores Sáinzle los Terreros, Fuentes Pila y Calvo Sotelo, estudiando la

municipal en conjunto y en alguno de sus aspectos prin-e ' Pales, siendo premiados con frecuentes y clamorososaPlausos.

El presidente del Directorio, en su reciente triunfal viajeBarcelona, Valencia y Bilbao, ha hecho importantes decía-

rac io.ies sobre el nuevo partido en formación que, mal inter-Pretadas, han servido para fantasear acerca de próximaselecciones generales, partidos, distritos, etc., etc.; pero nue-vas declaraciones señalando diez o doce meses para la revi-sión del Censo necesaria para unas buenas elecciones muni-e ; Pales, por las que ha de empezar la consulta del Gobierno'2 : P a ís, y dos o tres años para que éste se capacite para laelección de sus representantes en Cortes, han llevado nueva-inlen te el desaliento y la amargura a los políticos, que no venni ° . hora de lanzarse a la reconquista de España. El general" rim o de Rivera ha manifestado además la simpatía que lemere cen las Uniones Patrióticas, ha excitado a los delegados

uhernativos para que procuren su formación y las secunden,`nvit a a todos los españoles de derecha e izquierda que ten-el la moral de una conducta que sea reflejo de una con-v2eción ideal a formar parte de ellas y promete el apoyouel G obierno para que en las elecciones lleguen a formar unarila Y ór ia parlamentaria en la cual pueda confiar el Rey, y quesea el primer paso hacia la normalidad constitucional. NoObstante, será respetada la existencia autónoma de las Unjo-ttle,s Por el Directorio, limitándose su acc ón ca alentar con1 °110 entusiasmo a una fuerza social que tiene un origen tanPur° , cuyos principios fundamentales de orden, de disciplinar. L ue autoridad son los que encarna el Directorio, y que,, l 'ure de los vicios de los partidos del viejo régimen, consti-

11 Ye una positiva esperanza de la política futura de España».s 'as manifestaciones del general Primo de Rivera, hechas

— 196 —

a los señores Callejo y Serrano, de la Unión Patriótica deValladolid, en la entrevista en que le invitaron a presidirel mitin de las Uniones Patrióticas que las provincias cas-tellanas y leonesas piensan celebrar en Medina del Campo Yla aceptación de la invitación, han despertado el interés yla expectación por esta magna Asamblea,que se aplaza hastael primero de Junio.

Con asistencia de los Reyes, y presidida por el marquésde Magaz, en representación del Gobierno, y por el Carde-nal Primado, celebróse en el Teatro Real la sesión de aper-tura del Congreso Nacional de Educación Católica. Empezóel acto el Primado con un elocuentísimo y bien razonadodiscurso. El señor Sandoval leyó una bellísima poesía. Hablóa continuación el señor Siurot, cuyo discurso, lleno degracejo y de provechosas enseñanzas, hizo el deleite delos concurrentes, que le interrumpieron frecuentemente conaplausos y risas. Finalmente, el almirante Magaz terminó elacto diciendo que el Gobierno sabe que una de lascausas de nuestras desdichas es la falta de cultura, y estadecidido a mirar por ella, y que espera que las conclusionesde este Congreso le faciliten orientaciones para formar elplan de educación que traiga la prosperidad de la Patria.Imposible seguir detallando los trabajos del Congreso en losdías sucesivos en las , secciones en que se dividió para el estu-dio de las Memorias. En sesiones generales hablaron el señorMarín Lázaro y el P. Rodés, 5. J., y en la sesión de clau-sura, a la que asistió la Infanta Isabel, pronunciaron discur-sos el Sr. Obispo de la diócesis doctor Eijo y D. Blancade los Ríos.

Parte brillantísima del Congreso ha sido la ExposiciónPedagógica por la variedad y notabilidad de los trabajosexpuestos que dan una alta idea de la labor desarrollada porlos educadores católicos. Quiere el Señor que el entusiasmode estos días sea duradero y que se traduzcan en obras prác-ticas las conclusiones aprobadas.

Cumpliendo la justicia humana han sido ejecutados el 9de Mayo, en la Cárcel Modelo de Madrid, los autores delcrimen del expreso de Andalucía, que llenó de consternacióna toda España. La sincera contrición con que los res con'fesaron sus pecados y la resignación cristiana con que ace p

-taron y recibieron la muerte, les habrán abierto los brazosde la misericordia divina y han sido lecciones muy saluda-bles para la sociedad.

Los periódicos en general han tronado contra la inmo-ralidad y relajación de costumbres que suponen hechos deesta índole, pero es seguro que no todos estarán libres deno haber contribuido a tal estado de cosas. Bueno es, sinembargo, la enmienda, aunque un poco tardía, si es sincera.

El subsecretario de Gobernación publicó también, con este

— 197 —

111 ° Iivo, una Real orden para que se actúe enérgicamenteco, u tra el ambiente de perversión que engendró el crimen enel ex preso de Andalucía, persiguiéndose la blasfemia, lasexhib iciones inmorales y la expendición de drcgas.

Con buen acuerdo, para no sentar precedentes y paraevitar posibles, aunque no probables, alteraciones del ordenPúblico, prohibió el Directorio la manifestación socialista del1. ° de Mayo. La mayoría de los obreros celebró la fiestacic,eslp atir. ajo holgando, Pero transcurrió tranquila en toda

, El señor conde de Romanones y don Melquiades Alvarez,2ciendo honor a su fama de oradores, han sentido deseos'le hablar a sus correligionarios, tanto tiempo privados desn elocuente verbo, y se han dirigido al presidente del Di-rectori o en demanda de la oportuna autorización que, comoes natural, les ha sido denegada hasta «el momento en que,

spusiderándose al país innecesitado de régimen especial que' e cure de pasados males, que tan gravemente comprometíansil existencia, se haya de solicitar su opinión en los comi-ctLos sobre el camino político a seguir en lo futuro, ya que

ll 'c'ra parece evidente que marcha per el de su prefe-rencia»...../AerrNlitoureivoasm. ente ha habido combates con los riffetios en Sidi"1esaud, en los que nuestras tropas se han portado brava-Ten te, infligiéndoles duro castigo. Ha sido nombrado coman-:',9nte general de Melilla el general Sanjurjo, que tanto se,' Istiuguió en las operaciones de reconquista de aquellos

Sus Majestades los Reyes y el Príncipe de Asturias están-1 „` endo objeto en Barcelona de entusiastas y generales mues-Cde cariño. El alcalde de la ciudad, en nombre de ésta,h izo entrega a don Alfonso XIII del Palacio Real construido

el esfuerzo de todas las clases sociales. El Rey dijo:Podéis suponer, señor alcalde, la satisfacción íntima y

er,°funda que experimento en este acto, y al recibir estai' lre nda y en demostración de lo mucho que la estimo, heIsicl o conmigo lo que más quiero: mi real familia».

F. L. SANTAMARÍA.

RADIO GRAMASla hija de María.—Cómo era la Santísima Virgen en su,statur a, figura y hermosura?

a d

IMPosible dar una contestación cierta, ni aun probablesu- pregunta Sabemos que era de estatura conveniente

- . e figura hermosísima y tal, que hace verdadera la frase

sE,TbUida a San Dionisio Areopagita: (Si la fe no me en-'flase que no eres Dios, te tendría por tal», y que los

— 198 —

pintores, por mucho que se esforzaron, y cuidado que, pre-tendiendo pintarla, han pintado vírgenes hermosísimas, nohan llegado ni al diseño.

San Epifanio hace una descripción de ella, que AndrésRey de Artiecla, recogió en este soneto:

' Vistió la humilde Virgen lino y lana,Honró en su estado al grande y al pequeño,Ira, cólera o risa, ni por sueñoMostró tener ni turbación humana.

De estatura de cuerpo fué mediana,Rubio el cabello, el color trigueño,Afilada nariz, rostro aguileño,Cifrado en él un alma humilde y llana.

Los ojos verdes de color de oliva,• La ceja negra, arqueada, hermosa,

La vista santa, penetrante y viva.Labios y boca de purpúrea rasa,

• Con gracia en las palabras excesiva,Representando a Dios en cualquier cosa.

Un joven dudoso de su vocación.--¿Cómo podré conocer sisoy llamado al estado religioso?

Según opinión muy probable, Dios nuestro Señor llama atodos los hombres a la práctica de los consejos evangélicos,en lo que consiste la esencia de la vida religiosa, y comoen general sólo es realizable en el estado religioso, a élllama el Señor a todos. Esta vocación general no imponeobligación y deja, por consiguiente, en libertad a los hom-bres de seguirla y disponerse para ella o no. En algúncaso puede ser obligatorio el seguir esta vocación, ya porparte del mismo llamamiento, ya de las circunstancias es-peciales del llamado. Remotamente, pues, todos los hombresson aptos para la vida religiosa, aun aquellos de natura-leza más rebelde y todos pueden considerarse como llamados'al estado religioso. En el examen de la vocación basta, pues,el de la aptitud para los oficios de la vida común y para lapráctica de los consejos evangélicos, y aquellos que, atendi-das sus disposiciones presentes y su psicología, dan esperan-zas de perseverancia, pueden reputarse como llamados pró-ximamente al estado religioso. Este juicio, las más de lasveces, si se trata de disposiciones externas, han de remitirlonuestros superiores, y si de disposiciones internas, nuestrosconfesores, en quienes debemos descansar.

UJAN

NOTICIASROMA

Del- Vaticano.—Su Santidad Pío XI, felizmente reinante,en el Consistorio último se ha dignado nombrar al Eminen-

— 199 —

tfshno Cardenal Lucidi, titular de nuestra Diaconía de SanAdrián. Con tal motivo los Muy Reverendos Padres Procu-fador G eneral y Rector del Colegio fueror4a cumplimentar-,l ° a su casa y a ofrecerle los incondicionales homenajes deGs religiosos de toda la Orden. Su Eminencia se dignó, a su

civez ) Pagar la visita pasando un rato ameno en este curia queal sea al nuevo Purpurado toda suerte de bendiciones en su"' to puesto de Príncipe de la Iglesia.

De la Curia General.—E1 Reverendísimo Padre Vica-—0 General Fr. Constancio Vallejo concedió carta de Her-1-larl-dad a las beneméritas Religiosas Crocejisse Adoratrici di

Su Sacramentato, cuya obra eucarística por excelencia,

r;se,itnietaoddae pnourelsotsraRoormdeann.os Pontífices León XIII, Pío X, Be-

" e`licto XV y PíO XI, es una prolongación del espíritu euca-

MADRIDN uestro P. Provincial. Ha llegado de su viceprovincia de

alencia, el 10 del corriente, y el 19 del mismo mes salióCra Ba rcelona, en donde pronto desembarcará, o por lo me-Cs,hará escala, el reverendísimo padre Maestro General de" urden, de su viaje a América.ci Fiestas centenarias a la Beata Mariana de Jesús. El 18,sPués de las fiestas de San Isidro, la Congregación de se-

s2

j' tares naturales de Madrid dedicaron a su paisana la0.elaetrnanMidaardiaan: una solemne función en la Catedral. La igle-ja, estaba adornada e iluminada como en las grandes

r . Privilegios para el Centenario. El reverendo padre Ame-Postulador de las causas de canonización de la

1:) 1."en , nos comunica ha obtenido de la Santa Sede permiso"raPue que el excelentísimo señor Obispo de Madrid-Alcalá ,-1 •- a inspeccionar el sagrado cuerpo de la Beata Mariana,-XPonerlo a la pública veneración y sacarlo en procesión.,inis af,oidarebi minieeär:a.i aC. omunión en nuestro Colegio de San Pedro.—El

24 del corriente, hicieron su primera Comunión1 0-

s

rlos alumnos de este Colegio, y la general mensual todos

p

ai a este acto fueron preparados durante cinco1.4 ,..„as Por el padre Armengol Fernández, Comendador de—vrencia.

tier acto resultó solemnísimo y muy fervoroso. Se repar-°n a los niños preciosos obsequios, recuerdo de tan me,

„. MARCHENAro c lercictos espirituales.--Los dieron el R. P. Emilio Ferre-aer cedario descalzo, y el sacerdote D. Miguel Velázquezeo,,a,s alumnas de la escuela nocturna y dominical, con muy"gso fruto. Comulgaron todas las alumnas, que pasan del

entenar

— 200 —

SITGES (Barcelona)Toma de hábito.—El 2 de Marzo tomó el santo hábito la

Srta. María del Pilar Frauquet. Se lo diö el M. R. P. Provin-cial de Aragón, Fr. Alberto Barros, después de una elocuen-te y fervorosa plática. Le acompañaron en la ceremonia susecretario el P. Florencio Nualart, el Párroco y el Capellánde este monasterio.

Semana Santa.—Las celebramos con mucha solemnidad;ofició los tres días el M. R. P. Francisco Ferrer, Asistentegeneral. El monumento estaba precioso; cada año lo pone-mos diferente y gusta mucho porque el altar es muy bonitoy se presta para el adorno.

Para nuestras Misiones.—Nuestras alumnas están pintan-do un tapiz de 1,39 por 0,93 metros que representará la Des-censión de Nuestra Santísima Madre a Barcelona, para unarifa a beneficio de las Misiones. El sorteo se verificará pro-bablemente en Agosto o Septiembre. En la primera tentati-va nuestras misioneras recaudaron de rifas 475 pesetas.

VERIN (Orense)Fallecimiento sentido.—Lo fué para nosotros el de doll

Arturo Feijóo, cofrade de la Merced, católico práctico, ínti-mo amigo nuestro a quienes prestó muchos favores, sobretodo, como cantor, imponiéndose en esto a veces verdaderossacrificios, pues, enfermo de las piernas, se hacía llevar a laiglesia con gran trabajo. Recibió con gran fervor los sacra-mentos. El 12 del actual celebramos el funeral de la Her-mandad.

Cultos.—Estamos celebrando el mes de Mayo y desde , el13 la Novena de Santa Rita.

EXTRANJEROChile.—E1 R. Fr. Ramón Piña, diácono, que desde hace

varios formaba parte de la Sociedad Científica de Chile, hasido agraciado con el cargo de bibliotecario de la mismaSociedad, distinción muy merecida por sus profundos cono-cimientos en Astronomía. Nuestra enhorabuena.

El convento de Santiago ha adquirido en Roma un pre-cioso grupo de San Pedro Nolasco y dos bellísimas imág e-nes de San Ramón Nonato y de la Beata Mariana deJesús.

Argentina.—En nuestro Convento de Córdoba vistieronnuestro santo hábito nueve fervorosos jóvenes, a quienesdeseamos el don de la perseverancia.

Editorial Católica Toledana, Juan Labrador, 6, telf. 211.—Toledo.