SONDEOS ARQUEOLÓGICOS ENEL HOGAR DOZ DE TARAZONA

(ZARAGOZA).José Luis Cebolla Berlanga**Francisco Javier Ruiz Ruiz**

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RESUMEN

En este artículo se presentan los resultados de las excavaciones arqueológicas realiza-das en 2004 y 2005 en el Hogar Doz de Tarazona. A través de las excavaciones se puedeevaluar la presencia de niveles y estructuras de época romana (segunda mitad del siglo Ia. C.-finales del siglo III d. C.) y la documentación de materiales del período celtibérico(segunda mitad del siglo I a. C.-primera mitad del siglo I d. C.). Este hallazgo es intere-sante debido a la escasez de restos arqueológicos de este período localizados en Tarazona,donde tradicionalmente se ha situado Turiazu.

Palabras clave: Arqueología, excavaciones arqueológicas, Tarazona, época celtíbera.

ABSTRACT

In this article we present the results of archaeological excavartions conducted in 2004and 2005 at «Hogar Doz» (Tarazona). Through the excavations can assess the presence oflevels and structures of Roman period (second half of the first century AD – the late thirdcentury AD) and documentation of materials of celtiberian period (second half of thecentury BC-first half of the first century BC). This finding is interesting because of thepaucity of archaelogical remains from this period found in Tarazona, where traditionallyhas been located Turiazu.

Keywords: Archeology, archeological excavations, Tarazona, Celtiberian period.

Fecha de recepción: 22 de julio de 2009.Fecha de aprobación: 24 de septiembre de 2009.

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l Hogar Doz fue fundado en1591 como Colegio de laCompañía de Jesús graciasal apoyo de Pedro Cerbuna,obispo de Tarazona,1 mante-

niendo estas funciones hasta la expul-sión de los jesuitas en 1767.

A principios del siglo XIX el edificiofue convertido en hospicio e inclusa de-pendiente del Cabildo Catedralicio, sien-do gestionado por la Diputación Pro-vincial de Zaragoza desde la década de1840.2 Separados físicamente por sexos,los niños se ubicaban en la zona quebaja hacia la calle Tudela y las niñas enla parte de la calle Quiñones. Posterior-mente, recibió el nombre de Hogar Dozen memoria de uno de sus grandes be-nefactores, Bonifacio Doz. En la actuali-dad funciona como residencia de ancia-nos dependiente del Instituto Aragonésde Servicios Sociales.

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ISSN: 0211-7207-2007

Como es lógico pensar, a lo largo desus cuatro siglos de vida el edificio ha si-do objeto de continuas obras de refor-ma y de adecuación a los diferentes usosque ha tenido.3 Actualmente el HogarDoz se compone de una amalgama deconstrucciones de distintas épocas, sien-do las más modernas las ejecutadas en elaño 1998 en la esquina Nordeste, dondeen su momento estuvo situado el jardín.4

En el lado contrario se localiza laiglesia dedicada a San Vicente mártir,obra de mediados del siglo XVII, y enparalelo a la calle Arenales se sitúandos pabellones que cierran en su trase-ra un patio de casi 100 m. de longitudy una anchura máxima de 12 m. Per-pendicular al anterior, se emplaza otropatio más pequeño (23 x 12 m.) que lle-ga hasta la calle Quiñones, conforman-do entre ambos una planta aproxima-damente en forma de L.

En el año 2005 nos fue encargadapor parte del Instituto Aragonés de Ser-vicios Sociales la realización de sondeos* Arqueólogo.

Correo electrónico: arq1960@gmail.com

** Arqueólogo.Correo electrónico: jrrcadix@hotmail.com

1. José Ignacio CALVO RUATA y Jesús CRIADO

MAINAR, «Dos cuadros de San Pedro y San Pabloprocedentes del antiguo colegio de la Compa-ñía de Jesús de Tarazona», Tvriaso, XVII, (Tara-zona, 2003-2004), pp. 315-336.

2. José VALLEJO ZAMORA, «La investigación his-tórica en Tarazona: siglos XVI-XX», Tvriaso, X,t. I, (Tarazona, 1992), pp. 253-280.

3. Durante unas obras en 1980 fue localizadoun importante depósito de vajilla del siglo XVIII.Véase Juan José BIENES CALVO e Ignacio Javier BO-NA LÓPEZ, «Hogar Doz (Tarazona)», en IgnacioJavier Bona López et alii, El Moncayo: Diez años deinvestigación arqueológica, Tarazona, Centro de Es-tudios Turiasonenses, 1989, pp. 188-195.

4. Más adelante incidiremos en estas obras,que supusieron la destrucción de los restos ar-queológicos allí presentes.

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arqueológicos en estos patios interioresdel Hogar Doz, con vista a la elabora-ción de un nuevo proyecto de obrasque aún no se ha llevado a cabo.

PRIMERA ACTUACIÓN. AÑO 2004

Previamente, en noviembre de 2004efectuamos una pequeña intervenciónconsistente en la ejecución con mediosmecánicos de cinco catas destinadas ala construcción de las zapatas que ha-bían de soportar dos nuevas escaleras.La cota 0 se estableció en la parte supe-rior del suelo y se excavó hasta la cotarequerida de -0,80 m. de profundidad,por lo que no se obtuvo ningún resul-tado significativo.

Los tres sondeos situados en la parteOeste del patio interior del edificiomostraron la misma estratigrafía. Entrelas cotas de 0 y -0,30 m. se superponíandos soleras de hormigón. Desde estacota y hasta el final (-0,80 m.) se desa-rrollaba la U.E. 1, que se configurabacomo un nivel arcilloso de color ma-rrón oscuro con algunos cantos, puntosde cal y abundantes fragmentos de tejas,ladrillos y yeso. El material arqueológicorecuperado fue muy escaso y ofreciórestos romanos, como un fragmento deT.S.H. lisa y otro de tegula, revueltosjunto a un fragmento de azulejo de car-tabón y varias cerámicas y lozas encua-drables entre los siglos XVII-XIX.

A tenor de los sondeos realizados lassoleras de hormigón contemporáneassellan un nivel de escombro (U.E. 1)compuesto fundamentalmente porfragmentos de tejas, ladrillos y yeso. Esteescombro ha de proceder de algunaobra de reforma del edificio que ocupael Hogar Doz realizada en el siglo XIX,cuando fue convertido en Hospicio.

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Las dos catas realizadas al interiordel edificio evidencian la elevación delsuelo con gravas en las últimas obrasde rehabilitación realizadas en 1980,pues hasta la cota final de -0,80 metrosse desarrollaba un nivel estéril de gra-vas de nivelación.

SONDEOS ARQUEOLÓGICOS.AÑO 2005

En diciembre del año 2005 se reali-zaron siete catas [lámina nº 1] median-te medios mecánicos a lo largo de todoel patio interior en forma de L delHogar Doz, siendo imposible accedercon la máquina retroexcavadora a unpequeño patio situado al Oeste del edi-ficio, que además se encontraba ocupa-do prácticamente en su totalidad poruna rampa para minusválidos.

Las catas 3 a 7 se realizaron de Oestea Este en el patio interior paralelo a lacalle Arenales, mientras que las catasnúmeros 1 y 2 se efectuaron en unafranja situada al Sur y que llega hasta lacalle Quiñones. A continuación detalla-remos los resultados de los diferentessondeos. Las cotas que se ofrecen encada uno de ellos se establecen con res-pecto a la parte superior de las mismas.

Cata 1: Negativa.Dimensiones: 2,60 x 1,10 m.

Hasta -0,50 m. de profundidad se su-ceden una fina solera de hormigón yun nivel estéril de gravas de nivelación.Desde esta cota aparece el escombroprocedente del derribo del inmueblepreexistente, hasta alcanzar las arcillasnaturales a la cota de -2,10 m. El son-deo se profundizó hasta -2,60 m. conti-nuando estas arcillas naturales.

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Cata 2: Positiva.Dimensiones: 2,60 x 1,10 m.

Tras eliminar la solera de hormigóny su nivelación (-0,40 m.) aparece unrelleno compuesto por escombro pro-cedente del derribo del edificio prece-dente hasta la cota -1 m. A esta profun-didad surge una potente solera dehormigón, bajo la cual aparece nueva-mente escombro sin ningún tipo de in-terés arqueológico.

Sin embargo, desde la cota de -2,10m. de profundidad se desarrolla un ni-vel arcilloso de color marrón-verdoso(U.E. 3) con numerosos carbones, al-

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gunos cantos y abundante material ar-queológico de época romana, que al-canza las arcillas naturales (-2,90 m.).

Cabe destacar el hallazgo de abun-dante material constructivo (tegulae e im-brices), dolia y varios fragmentos deT.S.H. decorada de buena calidad. Setrata de bordes [lámina nº 2, 1-2], fon-dos [lámina nº 3] y paredes [lámina nº2, 3-5] decorados con los típicos moti-vos geométricos, vegetales y animales,en ocasiones en el interior de círculos,dispuestos en frisos metopados. Ade-más, uno de los bordes [lámina nº 2, 1]presenta decoración burilada. Todosellos pertenecen a la conocida forma

Lámina 1. Plano de situación de los sondeos arqueológicos.

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Hisp. 29, cuya cronología se estableceentre los años 40/50 d.C. y 80/85 d.C.5

También están presentes diversasproducciones, tanto comunes como en-gobadas, que se han identificado comopertenecientes a un alfar de época ro-mana situado en Tarazona.

En cuanto a las formas comunes deeste alfar6 se hallan representados losgrandes cuencos de cuerpo hemiesféri-co con asas horizontales aplicadas bajoel borde [lámina nº 4, 1], los morterosque imitan la forma Dramont D 2 [lámi-na nº 4, 2] y las jarras de un solo asa conel borde moldurado [lámina nº 5, 1].

Entre las producciones engobadas7

locales hallamos un fragmento deborde engrosado de un cuenco con en-gobe rojizo casi totalmente perdido[lámina nº 4, 3]. Y dos pequeños frag-mentos de borde y fondo de paredesfinas con un engobe marrón [láminanº 5, 2-3], pertenecientes a la Forma IIde los vasos de paredes finas de cuerpobitroncocónico de dicho alfar.

Cata 3: Positiva.Dimensiones: 2,30 x 1,10 m.

Tras eliminar dos soleras de hormi-gón superpuestas de unos 30 cm. de

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grosor, se desarrolla un nivel arcillosode color marrón oscuro (U.E. 1) conalgunos cantos, puntos de cal y abun-dantes fragmentos de tejas, ladrillos yyeso, que ha ofrecido materiales ar-queológicos de los siglos XVII, XVIII yXIX. Se trata de una fosa fechable enel siglo XIX, que en el perfil Norte dela cata alcanza -0,60 m. de profundi-dad, mientras que en el Sur llega hasta-1,80 m. cortando los niveles romano yceltibérico subyacentes.

Entre las cotas de -0,60 m. y -1,20 m.se desarrolla un nivel compuesto porarcilla marrón (U.E. 2) con abundan-tes carbones y escaso material arqueo-lógico de época romana. En general setrata de materiales constructivos comoadobes quemados, tegulae, imbrices yuna placa de mármol [foto nº 1], aun-que también se recogieron algunos pe-queños fragmentos de vasijas.

Además de una pared de T.S.H. de-corada con ángulos [lámina nº 5, 5],de nuevo se hallan presentes las pro-ducciones locales comunes del alfar deTarazona.8 Por ejemplo, un borde en-grosado de cuenco de cuerpo hemies-férico con asas horizontales aplicadasbajo el borde [lámina 4, 4] y otroborde saliente y moldurado [lámina nº5, 4] correspondiente a la Forma I debotellas con un asa de dicho taller.

A continuación se documentó un po-tente estrato que alcanza una cota finalde -3,20 m. de profundidad. Se trata dela U.E. 4, unidad de matriz arcillosa decolor verdoso caracterizada por la pre-sencia de algunos carbones, cantos, pie-

5. Luis Carlos JUAN TOVAR, «La Terra SigillataHispánica», en Luis Caballero Zoreda (dir.), Ar-cóbriga II. Las cerámicas romanas, Zaragoza, Insti-tución «Fernando el Católico» 1992, pp. 35-134.

6. Mª Carmen AGUAROD OTAL, «Avance al es-tudio de un posible alfar romano en Tarazona:IV. La cerámica común», Tvriaso, VI, (Tarazona,1985), pp. 21-62.

7. Mª Carmen AGUAROD OTAL, «Avance al es-tudio de un posible alfar romano en Tarazona:II. Las cerámicas engobadas, no decoradas», Tv-riaso, V, (Tarazona, 1984), pp. 27-106.

8. Mª Carmen AGUAROD OTAL, «Avance al es-tudio… IV», ob. cit., pp. 21-62.

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Lámina 2. T.S.H. forma Hisp. 29 (U.E. 3). Dibujos Inmaculada Soriano

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Lámina 3. T.S.H. forma Hisp. 29 (U.E. 3). Dibujos Inmaculada Soriano.

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Lámina 4. Cerámicas romanas de las UU.EE. 2 y 3. Dibujos Inmaculada Soriano.

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Lámina 5. Cerámicas romanas de las UU.EE. 2 y 3. Dibujos Inmaculada Soriano.

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dras, restos óseos de fauna y abundantematerial cerámico de época celtibérica[láminas núms. 6, 7 y 8].

La mayor parte del material se co-rresponde con paredes oxidantes he-chas a torno y sin decorar, aunque hayun par de fragmentos pintados. Enprimer lugar, un borde excavado de-corado con semicírculos concéntricosde color rojo oscuro [lámina nº 7, 1]que se hayan prácticamente perdidos.Y otro fragmento de pared [lámina nº8, 5], pintado con un motivo en formade Π.

Entre las formas se puede destacarla notable presencia de fragmentos dedolia [lámina nº 6, 1] y, en menor me-dida, de cuencos [lámina nº 6, 4 y lá-mina nº 8, 3] con claros paralelos en

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el cercano yacimiento de Albortu, enGrisel.9

Otros objetos como la olla [láminanº 6, 3], la forma de mesa cerrada [lá-mina nº 7, 1-2 y lámina nº 8, 1] o laforma de mesa con perfil en S [láminanº 7, 3-4] presentan paralelos en LaOruña, en Vera de Moncayo.10 Tam-bién se hallan presentes un fragmentode tapadera [lámina nº 8, 2], un cuello

1. Materiales constructivos romanos pertenecientes a la U.E. 2.

9. Juan José BIENES CALVO y José Ángel GARCÍA

SERRANO, «Aproximación a cuatro nuevos yaci-mientos celtibéricos en la Comarca del Monca-yo», en Francisco Burillo Mozota (coord.), Po-blamiento celtibérico: III Simposio sobre los Celtíberos,Zaragoza, Institución «Fernando el Católico»,1995, pp. 235-238.

10. Ignacio Javier BONA LÓPEZ et alii, «Catálogode la colección arqueológica del Monasterio deVeruela», Tvriaso, IV, (Tarazona, 1983), pp. 9-92.

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de jarra [lámina nº 8, 4] y otro tipo deolla [lámina nº 6, 2].

Los niveles naturales de gravas apa-recen a partir de la cota -3,20 metros,habiéndose excavado la cata hasta los-3,50 m. de profundidad.

Cata 4: Positiva.Dimensiones: 2,30 x 1,10 m.

Hasta la cota de -0,40 m. se superpo-nen dos soleras de hormigón. A conti-nuación se encuentra la U.E. 1, es de-cir, el mismo nivel documentado en laCata 3 y datable en el siglo XIX. En laesquina Norte del sondeo se ha locali-zado un caño de bodega construidocon ladrillos y relleno con escombrosde la misma época (siglo XIX).

A partir de la cota de -1,70 m. se ha-lla de nuevo el nivel arcilloso de épocaromana denominado U.E. 2, con lasmismas características que las descritasen la Cata 3. En este caso la unidad es-tratigráfica cubre un muro de mampos-tería con dirección Este-Oeste, queapareció a la cota de -2,10 m. Para evi-tar su destrucción, la cata se abandonóa esa profundidad sin haber podido al-canzar los niveles naturales.

Cata 5: Negativa.Dimensiones: 2,80 x 1,20 m.

Tras eliminar una primera solera dehormigón asentada sobre gravas de ni-velación, a la cota de -0,42 m. de pro-fundidad aparece una segunda soleranuevamente asentada sobre gravas. A-0,80 m. surge una potente zapata dehormigón con emparrillado de ferrallaque no fue posible eliminar, por lo quese renunció a continuar con su excava-ción a los -1 m. de profundidad.

Cata 6: Negativa.Dimensiones: 2,30 x 1,10 m.

Tras eliminar la solera de hormigón,de unos 14 cm. de grosor, se desarrollaun nivel estéril de gravas de nivelaciónhasta la cota de -0,72 m. A esa cota apa-rece una potente zapata de hormigóncon emparrillado de ferralla que no seha podido eliminar, habiéndose abando-nado la cata a -1,10 m. de profundidad.

Cata 7: Negativa.Dimensiones: 2 x 1,10 m.

Hasta -0,60 m. se suceden una solerade hormigón y su nivelación mediantegravas. A esa cota aparecen las arcillasnaturales, que a continuación dan pasoa las gravas naturales desde los -0,80 m.El sondeo se ha proseguido hasta -1,50m. de profundidad, continuando las gra-vas naturales.

VALORACIÓNHISTÓRICO-ARQUEOLÓGICA

Situado en el centro histórico de Ta-razona, el edificio del Hogar Doz ocupauna ladera en la orilla Oeste del ríoQueiles, observándose un fuerte desni-vel de unos 6 metros desde la parteOeste del patio hasta la entrada al in-mueble desde la Avenida de Navarrapor el Este. Así pues, tomando comocota 0 la Avenida de Navarra y teniendoen cuenta los sondeos donde han apa-recido los niveles de arcillas naturalesno alterados, se puede decir que el te-rreno natural discurre en pendientedesde los +2,75 m. de la Cata 3 hastalos -0,90 m. de la Cata 2.

Los dos sondeos (números 6 y 7)ejecutados en la zona Este del patio,

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Lámina 6. Cerámicas de época celtibérica de la U.E. 4. Dibujos Inmaculada Soriano.

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Lámina 7. Cerámicas de época celtibérica de la U.E. 4. Dibujos Inmaculada Soriano.

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Lámina 8. Cerámicas de época celtibérica de la U.E. 4. Dibujos Inmaculada Soriano.

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cuyo suelo se encuentra aproximada-mente a -1 m. por debajo del nivel dela Avenida de Navarra, se hallan por lotanto por debajo del inicio de los nive-les naturales y por ello arrojaron resul-tados negativos. Cabe recordar queesta zona, donde en su momento estu-vo situado el jardín del Hogar Doz, fuevaciada y destruida a principios de1998 durante unas obras de amplia-ción de la residencia.11

Sin embargo, los sondeos que ejecu-tamos en el año 2005 indican que enlos dos patios donde se ubican las Catas2, 3 y 4, que dieron resultados positivos,aún queda una notable superficie, ci-frada en torno a los 900 m2, con restosarqueológicos de gran interés.

Fase contemporánea (siglo XIX)

En las catas 3 y 4 se ha documentadola existencia de un nivel de época con-temporánea (U.E. 1) y alguna estructu-ra moderna, como el caño de bodegalocalizado en la Cata 4, que cortan losniveles y estructuras de época romana.Este nivel, datado en la segunda mitaddel siglo XIX, se compone fundamen-talmente de escombro antiguo (tejas, la-drillos y yeso) con abundantes materia-les arqueológicos de los siglos XVII alXIX. Este escombro ha de proceder deobras de reforma acometidas en el edifi-cio cuando fue convertido en hospicio aprincipios del siglo XIX.

Estos rellenos contemporáneos yafueron detectados en la intervención

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efectuada en el año 2004 en la mismazona, con motivo de la realización deunas zapatas.

Fase romana (segunda mitad del siglo Id. C.-finales del siglo III d. C.)

La presencia de estratos y de estruc-turas de época romana en el HogarDoz es bien conocida desde que en elaño 1990 Juan José Bienes Calvo exca-vara en el jardín una cata de 14 x 2 m.y publicara los resultados.12 La estrati-grafía que aporta en dicha publica-ción, con dos niveles arqueológicos(Nivel C y D) y estructuras datables enépoca romana, es muy similar a la apa-recida en nuestros sondeos, por ello re-sulta conveniente analizar en paraleloambos resultados.

Los materiales arqueológicos recupe-rados de la U.E. 2, tanto en la Cata 3 co-mo en la 4, han sido muy escasos perosignificativos. Se trata fundamentalmen-te de materiales de carácter constructivo(adobes, tegulae, imbrices y una placa demármol), lo que indicaría el desplomede la techumbre y, posteriormente, lacaída de los adobes que componían losalzados de los muros, cuyos zócalos esta-rían construidos en mampostería (comola aparecida en la Cata 4) y quedaría cu-bierta por este desplome.

Por lo tanto, la U.E. 2 corresponde aun nivel de abandono, pero no dispone-mos de materiales suficientes para sudatación, pues muy probablemente los

11. Durante el mes de marzo de 1998 se pudoseguir en la prensa la agria polémica que levan-tó esta destrucción entre el Centro de EstudiosTuriasonenses y el Ayuntamiento de Tarazona.

12. Juan José BIENES CALVO, «Informe (resu-mido) de la excavación arqueológica realizadaen la C/ Arenales, s/n de Tarazona (Jardín delHogar Doz)», Boletín del Museo de Zaragoza, 11, (Za-ragoza, 1994), pp. 141-147.

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pequeños fragmentos de T.S.H. y otroscomunes hallados correspondan a losdesgrasantes presentes en los adobes.Sin embargo, esta misma secuencia es-tratigráfica estaba presente en la excava-ción dirigida por Juan José Bienes, porlo que la U.E. 2 puede ponerse en rela-ción con el Nivel C13 de abandono, data-do gracias al hallazgo de una monedaen la segunda mitad del siglo IV d. C.

Los restos estructurales, cubiertospor el Nivel C, hallados en dicha exca-vación fueron identificados por el autorcomo viviendas.14 Recientemente, en lapublicación coordinada por MiguelBeltrán Lloris y Juan Ángel Paz Peral-ta,15 estos vestigios del jardín del HogarDoz han sido relacionados con los deun ninfeo excavado en el año 1980 enel cercano patio del Colegio JoaquínCosta y con otros restos aparecidos en lasproximidades,16 conformándose de estemodo un gran conjunto identificadocomo un santuario de culto a las aguas.

Teniendo en cuenta esta sugerentehipótesis, la U.E. 2 también podría co-rresponderse con el Nivel 2 que rella-naba el interior de la piscina. Dichosautores17 lo caracterizan como un nivel

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de destrucción tras un incendio quesupuso el desplome de la cubierta detegulae e imbrices, datándose hacia fina-les del siglo III d. C.

En cuanto a la U.E. 3, el nivel roma-no documentado en la Cata 2, tiene cla-ramente una cronología más antigua,que bien podría situarse durante la se-gunda mitad del siglo I d. C., teniendoen cuenta la cronología de los materia-les arqueológicos hallados. Tanto laforma HISP. 29 decorada,18 como lasproducciones del alfar romano de Tara-zona19 han sido datadas en la segundamitad del siglo I d. C. Este mismo hori-zonte cronológico presenta el Nivel Dde la excavación de Juan José Bienes de1990,20 que puede identificarse con laU.E. 3 documentada por nosotros.

Sin embargo, Miguel Beltrán y JuanÁngel Paz21 han precisado aún más lacronología del alfar romano de Tarazo-na a partir del estudio de los materialesde la Casa de los Delfines de Celsa. Pro-ponen para este taller el período em-plazado entre los años 60 y 95 d. C. Almismo tiempo, plantean como fecha ini-cial de la construcción del santuariolos años 80/90-95 d. C., durante el rei-nado de Domiciano.

13. Ibidem, pp. 141-143.

14. Ibidem, p. 141.

15. Miguel BELTRÁN LLORIS y Juan Ángel PAZ

PERALTA (coords.), Las aguas sagradas del Munici-pium Turiaso. Excavaciones en el patio del Colegio Jo-aquín Costa (antiguo Allué Salvador). Tarazona (Za-ragoza), en Caesaraugusta, 76, (Zaragoza, 2004).

16. El mosaico de la calle Tudela y los hallaz-gos recuperados durante la construcción de laestación de Autobuses T.HER.PA.S.A., en ibidem,pp. 25-27.

17. Ibidem, pp. 39-40.

18. Luis Carlos JUAN TOVAR, «La Terra Sigilla-ta Hispanica…», ob. cit., pp. 64-65.

19. Mª Teresa AMARÉ TAFALLA, «Avance al estu-dio de un posible alfar romano en Tarazona:III. La cerámica engobada decorada», Tvriaso,V, (Tarazona, 1984), pp. 107-139.

20. Juan José BIENES CALVO, «Informe (resu-mido)…», ob. cit., p. 143.

21. Miguel BELTRÁN LLORIS y Juan Ángel PAZ

PERALTA (coords.), Las aguas…, ob. cit., p. 80.

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Nos apoyaremos en su hipótesis, se-gún la cual las estructuras documenta-das en el Hogar Doz forman parte deun gran complejo de culto a las aguas.Esos muros se asientan sobre el Nivel Didentificado con la U.E. 3, por lo queesta unidad estratigráfica podría inter-pretarse como la nivelación del terre-no previa a la construcción del santua-rio en los años 80/90-95 d. C.

Fase celtibérica (segunda mitad del siglo IIa. C.-primera mitad del siglo I a.C.)

Finalmente, añadir que sí resulta no-vedoso el hallazgo en la Cata 3, situadaen la parte más alta del yacimiento, deun estrato de época celtibérica (U.E.4), donde no hay presencia de cerámi-ca hecha a mano, ni de las característi-cas importaciones romanas de cerámi-ca campaniense.

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Este nivel reviste un gran interésdesde el punto de vista arqueológico da-da la parquedad de restos de esta épocahallados hasta el momento en Tarazo-na, en cuyo solar se ha ubicado tradi-cionalmente la ciudad celtibérica deTuriazu.22

La U.E. 4 podría corresponder a unnivel de vertedero datado entre la se-gunda mitad del siglo II a. C. y la pri-mera mitad del siglo I a. C. Para estadatación hemos utilizado los paralelosmás claros con el yacimiento de Albor-tu, en Grisel,23 dados los problemas me-todológicos que ofrecen los materialesde La Oruña, en Vera de Moncayo,24 yen espera de la pronta publicación delas actuaciones arqueológicas llevadas acabo en el yacimiento durante los últi-mos años.

22. Véase la reciente recopilación de los res-tos de cronología celtibérica en José Ángel GAR-CÍA SERRANO, «Turiaso-Turiazu. ¿Dónde está laciudad celtibérica?», Turiaso, XVII, (Tarazona,2003-2004), pp. 121-133.

23. Juan José BIENES CALVO y José Ángel GAR-CÍA SERRANO, «Aproximación…», ob. cit., p. 236.

24. Aparte del artículo de Juan José BIENES

CALVO y José Ángel GARCÍA SERRANO, «Avance alas primeras campañas de excavación en LaOruña (Vera de Moncayo-Zaragoza)», en Fran-cisco Burillo Mozota (coord.), Poblamiento celtibé-rico: III Simposio…, pp. 239-244, la mayor partede los materiales conocidos se hallan descontex-tualizados, pues pertenecen a las excavacionesllevadas a cabo por el Padre Mundó a principiosdel siglo XX y de las que muy poco se sabe.

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