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Semanario del Nuevo MAS Año XVIII | Nº 540 | 05/12/19 | $30 | Precio Solidario $100 Nuevo Movimiento al Socialismo. Chile 1362, Buenos Aires, Argentina | www.izquierdaweb.com

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Semanario del Nuevo MAS

Año XVIII | Nº 540 | 05/12/19 | $30 | Precio Solidario $100 Nuevo Movimiento al Socialismo. Chile 1362, Buenos Aires, Argentina | www.izquierdaweb.com

2 | Socialismo o Barbarie | Año XVIII | Nº 540 | 05/12/19

La rebeldía de los molineros abre la puerta de la Legislatura

Política Nacional

Un conflicto duro

Eduardo Mulhall

Los trabajadores delMolino Minetti vienenenfrentando hace cuatro

meses a una patronal durísima,patronal tan dura que es cóm-plice de crímenes de lesa huma-nidad durante la dictadura,todo un directorio acusado deser cómplice de la desaparicióny muerte de los principales diri-gentes del ingenio la fronterita.

La misma patronal que hoyno le importa que 150 familiasestén sin ninguna moneda, quesobreviven con alguna changa,con el trabajo de las compañe-ras verdadero bastión de estalucha, que subsisten con losbolsones que se compran conel fondo de huelga y con lasolidaridad de cientos de tra-bajadores , vecinos, familiaresy organizaciones políticas

El conflicto está en unasituación limite donde cada díaque pasa se hace más angus-tiante, es por eso que estuvo endiscusión diversas propuestasque se dieron en el plenario detrabajadores pero también enla discusión entre los mismoscompañeros, como hacer paraganar este conflicto, entre estasdistintas orientaciones esta lanecesidad de poner el molinoen funcionamiento posiciónen la cual la 18 de diciembrefue la única corriente sindicalque planteo con claridad estaposición de cara a los trabaja-dores del molino, junto tam-bién con a otras delegacionesobreras presentes.

Pero por el momento eldebate entre los trabajadoresllego a concretar diversas acti-vidades, entre ellas mantenerla defensa del molino con pre-sencia permanente, pero lacentral fue la movilización a lalegislatura, a exigir al gobiernola puesta en marcha del moli-no Minetti.

Una movilización que demostró la fortaleza de los molineros

Una marcha que naciócomo una movilización decara a la legislatura que si bienhabía una gran parte de lostrabajadores, se fue transfor-mando en una gran moviliza-ción acompañados por lascorrientes de izquierdas delcual el nuevo MAS y la 18 dediciembre participamos conun gran número de compañe-ras y compañeros. Orgullososestar en primera fila junto a losmolineros

Lo que hay que destacar laausencia de las organizacionessindicales, ni hablar de laUOMA y de las CGTs y laCTAs ausentes en forma per-manente, miran para otro ladoante los ataques de la patronaly la ausencia de respuestas porel gobierno, ni hablar de losfuncionarios del próximogobierno

El gobierno espero a lostrabajadores con la infanteríay vallas, a 100 metros de lalegislatura, hecho que causoindignación y que unificó ladecisión de los molineros que

pasaron empujando las mis-mas, enfrentando a la policíaante los golpes, con muchavalentía, junto a su compañe-ras, y llegando de esa formahasta las mismas puertas derejas de la legislatura.

Esta rebeldía es en definiti-va la que arranca la entrevistacon Oscar González presiden-te de la legislatura, hombredirecto de Schiaretti, uno delas principales figuras delgobierno de la provincia, elcual le recibe el petitorio pre-sentado, con un compromisode contestar el mismo y de dis-cutirlo con el gobierno.

Nadie a esta altura tienegrandes expectativa de unarespuesta inmediata, pero sidemostraron que están todavíafuerte, y eso el gobierno y la

patronal lo saben, eso es lo quetienen que aprovechar, y es enese sentido de que las medidasque hagan deben ser aquellasque los fortalezcan, saben denuestra posición, pero como lodemostramos hoy vamosacompañar la lucha de losmolineros.

Lo más importante es quele demostraron al gobierno ya la patronal que son unnúcleo de trabajadores quejunto a sus familias y mujeresestán dispuestos a dar peleapor sus puestos de trabajo,que esa rebeldía permitióconseguir la entrevista en lalegislatura, en la cual entraroncuatro trabajadores los dele-gados más otro compañero.Que el apoyo en las organiza-ciones como se demostró hoy

como la del nuevo MAS y la18 de Diciembre entre otrases un acierto

Hay que seguir apoyando la lucha de los molineros

Los trabajadores salieronde esta jornada y ante la pro-vocación con la sensación dehaber ganado la batalla del día,ahora mientras se espera algu-na respuesta, y se discuten laspróximas acciones hay que lle-var adelante las próximas acti-vidades fortaleciendo el fondode huelga, el bono organizadopor la comisión de mujeres, einvitar a todo el mundo al granfestival de Los Trabajadoresdel Molino Minetti. A reali-zarse el Sábado 7 a las 19 hs.

Todos a la Legislatura para garantizar el triunfoResidentes y concurrentes de CABA

La semana pasada, los residentes yconcurrentes fueron tomadospor sorpresa con la presentación

de un proyecto de ley por parte delGobierno de la Ciudad de HoracioRodríguez Larreta, sin haber habidoninguna instancia previa de discusión.Esta ley es una reforma de precariza-ción laboral por la cual se aumentaríala jornada laboral a 64 horas por sema-na, se recortarían licencias por paterni-dad/maternidad y por estrés y se deja-ría de reconocer a residentes y concu-rrentes como trabajadores. En definiti-va, estamos frente a un ajuste brutal enlínea con las políticas que se vienen. Enuna sesión escandalosa pactada con elperonismo, el macrismo aprobó la Ley2828/2019 mientras en las puertas dela Legislatura el gobierno reprimía alos residentes y concurrentes que sehabían movilizado.

Los residentes y concurrentes sostie-nen cotidianamente los hospitales públi-cos, poniendo el cuerpo en jornadasinterminables y por salarios de miseria.Esta reforma precarizadora les imponecondiciones laborales de esclavitud. Eneste contexto, se organizaron desdeabajo asambleas por hospital las cualesconfluyeron en una asamblea general.En estos espacios democráticos se deci-dió realizar un histórico paro sin guardiapor tiempo indeterminado hasta que sevete la ley, lo cual fue traducido al slogande lucha “Veto o paro”. Esta medida con-tundente, hoy cumplió una semana demasivo acatamiento, lo que ha generadouna presión enorme contra el Gobiernode la Ciudad.

En el día de hoy, los residentes yconcurrentes montaron un acampefrente a la Jefatura del Gobierno de laCiudad, en Parque Patricios. Allí, en

una asamblea general, votaron realizarun “abrazo” a la sede de gobierno paraejercer presión y ser atendidos por losfuncionarios. Esta medida resultó enun bloqueo de todos los ingresos a laJefatura. A las 2 horas y media de blo-queo, el gobierno accedió a reunirsecon los delegados de todos los hospita-les. La medida de fuerza continuómientras sucedía la reunión.

Alrededor de las 16hs, tras 5 horasde bloqueo, los delegados de los hos-pitales salieron de la Jefatura con elcompromiso escrito por parte de fun-cionarios del Gobierno de la Ciudad aderogar la ley en la Legislatura el díade mañana.1 Este gran avance se viviócon enorme alegría, pues se trató de

un triunfo del paro sin guardia y delas movilizaciones masivas. Pero losresidentes y concurrentes saben queno pueden confiar en este gobierno,por eso mismo se está convocando auna gran movilización para la maña-na del jueves frente a la Legislaturapara ratificar este triunfo, para quefinalmente se derogue esta ley de pre-carización laboral.

Desde RH Combativo, la CorrienteSindical 18 de Diciembre y el NuevoMAS tenemos en claro que todo loconseguido hasta ahora fue por hacerfuertes medidas de lucha y no aflojar.Por eso vamos a movilizarnos con todopara que se conquiste definitivamentela derogación de la Ley 2828/2019.Hay que profundizar la organizaciónen cada lugar de trabajo y mantenernosen estado de movilización hasta que secumplan todos los reclamos.

1 Larreta no quiere saber nada con vetaresta ley, promovida por su gobierno, apocos días de la asunción de su nuevomandato.

Año XVIII | Nº 540 | 05/12/19 | | 3Socialismo o Barbarie

José Luis Rojo

En pocos días más Al-berto Fernández asu-mirá la presidencia. El

“cronograma” de aconteci-mientos se ordena con elanuncio del gabinete el jueves5 o viernes 6, el acto de Macridel sábado 7, la cadena nacio-nal de despedida del mismoMacri el lunes 9 y el acto deasunción de Alberto y CristinaKirchner el martes 10.

Hasta acá las cosas estánclaras. Se escenificará la“grieta” por arriba que tangrandes réditos le han dado aambos sectores políticos pa-tronales para –intentar- aca-parar la vida política del país.

Parte de este operativo deacaparamiento ha estado en el“show” judicial de Cristinadías atrás denunciando a lajusticia por perseguirla.

Sin embargo, detrás deljuego de artificios de unos yotros y detrás también de lasenormes expectativas que ro-dean la llegada del nuevo go-bierno, están los desarrollosinerciales y/o las dificultadesque está dejando traslucir lafalta de definiciones.

Se podría decir que el fer-nandismo y el kirchnerismoson grandes “tiempistas políti-cos”. Y quizás lo sean y en lospróximos días saquen varios“conejos de la galera”… Se verá.

Pero también es verdad quecon semejante crisis que arras-tra el país, con los meses deespeculaciones que han pa-sado desde que Alberto Fer-nández se impuso en las PASOen los lejanos días de agosto,quizás hubiera sido mejor parael gobierno entrante haberadelantado, al menos, algunasdefiniciones.

Si estas definiciones hanfaltado, quizás se deba a difi-cultades de dos órdenes. Enprimer lugar, dificultades pro-gramáticas, por así decirlo, enla medida que la dinámicamundial sigue siendo neolibe-ral y formular un programadistinto a ese guión –estruc-turalmente distinto- no es tansencillo (salvo que se esté dis-puesto a ir más allá del ordenestablecido).

En el mundo y la regiónmuchos países han estalladocontra las reformas neolibera-les. En ciertos casos, se hanempezado a administrar cier-tos paliativos.

Pero el guión sigue siendoneoliberal en la medida quemás allá de determinados pa-liativos, de momento no apa-rece un programa realmentealternativo1.

Así las cosas, la primera de-finición es si Alberto trazaráun programa alternativo oserá más bien un aggiorna-miento de lo que se viene.

En segundo lugar, existeotra cuestión que tiene quever más con la “táctica” quecon la “estrategia”: ¿cómojugará Albertos las fichas?Es decir, ¿de qué manera iraanunciando las medidas?

Este elemento tambiénpuede introducir cierta indefi-nición –aunque las definicionesestán al salir-. Si lo que se va aadelantar es un programa queen definitiva tendrá elementosde ajuste económico, es evi-dente que la forma en que se lopresente no será secundaria.

Descartamos que el nuevogobierno intentará disimular entodo lo posible este carácter:mediarlo, maquillarlo, paliarloy todo lo que se les ocurra paraque quede algo más bonito.

Este editorial es delicadoporque a la vera de definicio-nes concretas es muy fácilequivocarse en la “sintoníafina” del análisis.

Sin embargo, queremos in-sistir en que la demora en dardefiniciones, el manejo de lostiempos demasiado “especula-tivo”, no es solamente astucia:expresa ciertos elementos decrisis incluso antes de asumir.

Por una parte ha sido inte-ligente -dada la estrechez demárgenes de maniobra- evitaranticipar los tiempos; que-marse antes de tiempo.

Esa estrechez tiene que vercon que ningún sector empre-sarial y/o acreedor de la deudaquiere hacerse cargo de la cri-sis. Ningún sector patronalquiere pagarla.

Llegar al filo del martes 10

sin definiciones apuntó a sa-carse de encima presiones an-ticipadas. Y, además, evitar so-meter a desgaste a losfuncionarios que estarán acargo de determinada área so-bre todo en materia econó-mica (cargo sobre el cual si-guen pesando interrogantes).

Sin embargo, y por otraparte, la falta de definicionespueden estar significando elprocesamiento de elementosde crisis anticipados por asídecirlo; la dificultad de to-mar definiciones y asumir-las frente a la sociedad.

Y este no es solamente unproblema en el área econó-mica. Es probable que AlbertoFernández haya definidoavanzar en el derecho alaborto; más bien en algunaversión limitada y/o escamo-teada del mismo consa-grando, por ejemplo, la liber-tad de conciencia. No losabemos.

Pero lo que sí sabemos esque si el nuevo gobierno dael paso de avanzar por estecamino las relaciones con elPapa Francisco no serán fáci-les. El problema aquí no essolamente que la Iglesia Ca-tólica es una institución fun-damental para mediar en lacrisis social “santificando” uneventual pacto social.

Un gobierno que asumiráen medio de cierto aisla-miento internacional no estan fácil que renuncie a pres-cindir de una de las pocas re-laciones internacionales depeso que podría tener, comoes la Santa Sede.

Nada de esto quiere decirque nos sorprendamos si pre-senta algún proyecto de ley.Todo parece indicar que lo hará.

Sin embargo, lo que que-remos ilustrar es que Alberto

no las tiene todas consigo. Setrata de un gobierno queasume en medio de grandesexpectativas, pero sería unerror no ver los elementos decrisis, las presiones sociales ypolíticas contrapuestas a lasque estará sometido.

Presiones dramáticas so-bre las cuales podría hacertanto un arbitraje como ter-minar destrozándolo, se verá.

Es que más allá de lasenormes expectativas popu-lares en medio de las cualesasume, el contexto interna-cional y regional lo colocancomo una suerte de “barco enmedio de la tormenta”…

Si el piloto de tormentases capaz, quizás logre ende-rezar el rumbo y llegar a buenpuerto. Pero si las presionescontrapuestas de tan ferocesque son no pueden ser admi-nistradas, sobrevendrán unao varias crisis2.

Que podría ir afirmán-dose, sin duda alguna. Que losinicios siempre son más omenos tentativos, tampoco sepuede dudar. Que posible-mente tengan pericia paramanejar el rumbo “estraté-gico” y la administración tác-tica de las medidas, seríaerróneo descartarlo de plano.

Sin embargo, igualmenteequivocado sería perder to-dos los parámetros objeti-vos e impresionarse por lamagnitud de los actos y/o lorimbombante de los anun-cios que vengan.

El margen político del go-bierno entrante es inversa-mente proporcional a su es-trechez en materia económica

y social. Incluso en el terrenopolítico está marcado portensiones contradictorias vin-culadas a las expectativas“progresistas” que vienen desu base social -y de las rebe-liones populares en curso enla región- versus la base socialclase-mediera reaccionariaque apoya a Macri.

Iguales “proporciones in-versas” se pueden apreciar enmateria económica y social.Es muy difícil sino imposiblerecuperar el salario real y de-jar dolarizadas las naftas y lastarifas…

También es dificilísimo noenemistarse con el campo y almismo tiempo obtener recur-sos dolarizados vía retencio-nes agrarias para pagar ladeuda; retenciones agrariasque son una de las pocas fuen-tes de superávit comercial.

Y lo anterior por no hablarde Vaca Muerta –que tambiénpodría ingresar divisas vía in-versiones- sin pensar en ladolarización de las naftas,como ya hemos señalado.

Desde ya que, en últimainstancia, lo que inclinará labalanza o no es la experienciaque vayan haciendo los tra-bajadores, sus expectativas, eltiempo que estén dispuestosa darle al nuevo gobierno,cuánto calen las excusas delnuevo oficialismo, así comoel decisivo rol de contenciónde las direcciones sindicalesy políticas; es decir, en resu-men, la dinámica que tendrála lucha de clases.

La lucha de clases podríaestar mediada en el próximoperíodo. Luchas que al co-mienzo de la gestión fernan-dista serán probablementeduras y aisladas. Aunque tam-poco se puede descartar unacierta “avalancha” de recla-mos frente a un nuevo go-bierno que muchos trabaja-dores y trabajadorasconsideran “suyo”. Las difi-cultades de Larreta para im-poner la nueva y draconianaley de residentes y concu-rrentes en los hospitales deCABA, quizás esté vinculadaa esto.

En todo caso y aunque seamuy difícil presentar defini-ciones taxativas a pocas horasde asumir el nuevo gobierno,nos interesa prevenir contrala creencia que las cosas leserán fáciles a Alberto.

Rumbo a un nuevo Plena-rio Nacional de Cuadrosdonde discutiremos la coyun-tura internacional, el nuevogobierno fernandista y las ta-reas de la izquierda frente alnuevo gobierno, hay algo quetenemos muy claro: nuestropartido será oposición de iz-quierda al nuevo gobiernopatronal y estará en las ca-lles junto a los trabajadores,las mujeres y la juventuddesde el primer día acompa-ñando sus reclamos.

1 Una definición aguda es la quehabla que muchos gobiernos sonhoy –o tienden a ser- “nacional-liberales” en el sentido que adop-tan medidas más proteccionistas–son menos “globalistas”- perointernamente siguen siendogobiernos de ajuste en relación a las masas laboriosas.

2 Para ilustrarlo tenemos variosejemplos en el país. Por ejemplo,el gobierno de Menem pasó pordos años de crisis dramática hastaencontrar el rumbo.

EDITORIAL

ALBERTO NO LA TENDRÁ FÁCIL

Detrás de la euforia de la asunción asoman elementos de crisis

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Política Nacional

La titular de Madres dePlaza de Mayo La Rioja,Marcela Brizuela de

Ledo, y los familiares del sol-dado Ledo fueron los impul-sores de la causa contra el exjefe del ejército “progre”. Setrata de un escandaloso casode impunidad que llevó aMarcela Brizuela de Ledo,madre del soldado desapare-cido, a calificar a los defenso-res de Milani de traidores.

La gran conquista demo-crática en nuestro país, losjuicios que pusieron a cente-

nares de genocidas presos,fueron en base a los testimo-nios de familiares y compañe-ros de las víctimas, sobrevi-vientes de los centros clan-destinos y cárceles de la dicta-dura. Sin ellos, hubiera sidoimposible avanzar. No es dis-tinto en el caso del generalMilani. No obstante, en estecaso todos los testimoniosfueron desechados. Se tratade un alineamiento evidentedel poder judicial con elnuevo gobierno que le garan-tiza impunidad a uno de los

actores del genocidio de ladictadura militar.

Meses atrás, había sidoabsuelto también por la acu-sación se inscribía en elmarco del juicio por críme-nes de lesa humanidad queempezó en mayo de este año,acusando a Milani de priva-ción ilegítima de la libertad,imposición de tortura y aso-ciación ilicitita,   cuando esteera parte del Batallón deIngenieros 141 en la provin-cia de la Rioja durante la últi-ma dictadura cívico-militar

del 76.  Ese juicio se llevó acabo luego de que RamónOlivera, hijo de PedroOlivera, denunciara al ex Jefedel Ejército por primera vezen el año 1984 ante laCONADEP. Las leyes deObediencia de Vida y PuntoFinal hicieron caer la causa yen el 2013 se reiteró ladenuncia que hoy llevó aljuicio a estos responsablesde los crímenes del genoci-dio de Estado.

El caso de Milani es tal vezuno de los más notorios de losjuicios a los genocidas a lolargo de los últimos años. Enparticular, la defensa cerradade buena parte del kirchne-rismo puso al descubierto supolítica de DerechosHumanos. Mientras cooptabaa buena parte de los históri-cos luchadores que son partede los organismos deDerechos Humanos, necesita-ba como gobierno capitalistaque era hacerse de aliadosentre los responsables de larepresión. Si el ex carapintaday abierto derechista Bernisigue revistando en las filas delos K, Milani fue el caso másescandaloso.

La podredumbre queimplica la cooptación estatalfue puesta al descubierto gra-cias al caso Milani. En Mayopasado, una Madre de Plazade Mayo (Brizuela de Ledo)fue echada del juicio en LaRioja. ¿Por qué? Porque nopudo soportar el brutal escar-nio al que estaba siendosometida e hizo un más quejustificable escándalo. Milanise defendió de la acusación dehaber secuestrado a su hijo, elconscripto Ledo… leyendouna carta de apoyo de Hebede Bonafini. El quiebre entrelos luchadores consecuentes yquienes son podridos hastalos huesos por la cooptaciónestatal se pone aquí en evi-dencia con una claridad queno se le escapa a nadie. Y lapodredumbre de quienesdefienden genocidas desde lasfilas de los luchadores fueabierta para que al aire libreesparza toda su pestilencia.

Ni olvido, ni perdón. Ungenocida, aunque se vista deseda (o de funcionario pro-gresista), genocida queda.

Masin Fir

G endarmería le entregó a laministra saliente PatriciaBullrich un polémico rega-

lo: Un sable con una frase de rei-vindicación de su rol de impuni-dad en el caso SantiagoMaldonado. Sergio Maldonadodijo que es “un mensaje mafioso”

Gendarmería Nacional, la fuerzaprivilegiada por la gestión deCambiemos para reprimir la protes-ta le presentó su homenaje a PatriciaBullrich, a días que deje el gabinete,por cuatro años de impunidad en laforma de un sable con una polémicainscripción: “No voy a tirar un gen-darme por la ventana”.

Eso había dicho la Ministra deSeguridad en Agosto de 2017, cuandole tocó comparecer ante el Senado enmedio de la investigación por la des-aparición de Santiago Maldonado ycon esa frase anunciaba públicamentela impunidad a las fuerzas de seguri-dad. En esa misma alocución, Bullrichse encargó de diseminar pistas falsas,estigmatizar la lucha de los pueblosoriginarios y de minimizar la respon-sabilidad de la fuerza en una represiónabsolutamente ilegal, que contó con lapresencia de Pablo Nocetti, su enton-ces Jefe de Gabinete.

Luego de esto siguió el asesinato,esta vez en manos de Prefectura, deljoven mapuche Rafael Nahuel.Ambos crímenes siguen impunes apesar de las multitudinarias movili-zaciones que durante 2017 llenaronlas calles de todo el país exigiendo larenuncia de Bullrich y justicia porMaldonado y Nahuel.

Bullrich, que también estuvo acargo de los operativos represivos del14 y 18 de Diciembre de 2017, oficiódurante 2018 como vocera delgobierno y hoy es la favorita paraasumir la presidencia del Pro luegodel cambio de gobierno, agregándoleuna impronta aún más conservadoray reaccionaria a la ya de por sí nefastafuerza política que comandaMauricio Macri.

Este es sólo uno más de losmuchos agravios que han tenido quesufrir la familia Maldonado y todoslos que luchan por Memoria, Verdady Justicia en el país por parte de lasfuerzas de seguridad, funcionariosdel Estado y grupos políticos que sesienten amparados por la impunidadalrededor del caso. La semana pasa-da un cartel con la cara deMaldonado y Nahuel en Esquel fueviolentado y posteriormente inter-

venido por artistas locales pararemarcar la responsabilidad de lasfuerzas de seguridad.

Sergio Maldonado, hermano deSantiago consideró en una entre-vista radial que se trata de “unmensaje mafioso” y se mostró pas-mado por “el grado de impunidad

y sarcasmo con que se manejan.Sobre todo desde un lugar institu-cional en que tienen que tenercierto cuidado. No pueden decir yhacer las cosas que hacen tanlibremente”

Masin Fir

Impunidad

Caso Santiago Maldonado

Absuelven a Milani por la desaparición de Ledo

Bullrich, Gendarmería y el regalo de la impunidad

Socialismo o BarbarieAño XVIII | Nº 540 | 05/12/19 | | 5

Marcelo Buitrago

Se dieron a conocer los datos pre-liminares del CensoAgropecuario 2018, que viene a

confirmar las tendencias más profun-das del desarrollo capitalista del sectoragropecuario argentino, clave para laobtención de divisas, pero que a con-tramano del discurso ruralista, tieneuna importancia mucho menor en elempleo, la recaudación impositiva o elaporte al PBI.

El primer dato saliente es que secensaron unas 250.000 explotacionesagropecuarias (EAP) lo que represen-ta una reducción de unas 80.000explotaciones en relación al Censoanterior de 2002.

El censo también revela que “elcampo argentino”, lo cual no es ningu-na novedad, se centra en la pampahúmeda: la superficie implantada conalgún cultivo en el país es de unos33.000.000 de hectáreas concentradasen Buenos Aires, Santa Fe y Córdobacon un 65% del total. Si le agregamosEntre Ríos, La Pampa y Santiago delEstero la proporción llega al 83%. Estaprovincia ha visto una explosión soje-ra, pasando su superficie implantadade 1.000.000 hectáreas a 2.800.000 dela mano de la reducción de las explota-ciones de 21.000 a 15.000. Esta pro-vincia, junto a Misiones, presenta unnúmero proporcionalmente elevadode propiedades minifundistas, por loque será objeto de otro artículo el aná-lisis social, económico y ambiental del“progreso” traído por los sojeros.

El desarrollo capitalista en la pampa húmeda

El campo argentino sufrió profun-das transformaciones(1) que se acele-raron en las últimas tres décadas,consolidándose el modelo de siembradirecta, transgénicos y glifosato. Estepaquete tecnológico, que vino de lamano de la implantación de la sojacomo el principal cultivo por lejos,pero que no se limita a ella, trajo apa-rejado la incorporación también de lacontratación por los “productores”de la siembra, fumigación y cosecha,lo cual no es una acusación moralhacia los campestres, sino que devie-ne de la más estricta lógica capitalis-ta: el aumento de la productividad, almenor costo posible, sin importar elmedio ambiente ni la salud de laspoblaciones rurales, detrás de la pro-paganda de las multinacionales deque sus productos son inocuos, lo quees avalado por todos los organismosde control estatales. Este paquete,junto al desarrollo de nuevos elemen-tos tecnológicos (uso de GPS y mapassatélites, monitores de siembra, dosi-ficadores variables, cosechadoras demayor potencia y eficiencia, control adistancia de la maquinaria, etc.), tra-jeron aparejados una sensible reduc-ción de tiempo destinado a laboresque ya no se realizan, y/o es más efi-ciente contratar.

Como consecuencia de ello seprodujo el despoblamiento delcampo: el productor que residía en suexplotación, tenía sus plantas frutalesy sus hortalizas y algunas cabezas deganado, y realizaba la mayor parte delas tareas, se fue a los pueblos y ciu-dades vecinas. En Buenos Aires, de27.000 productores que explotansimilar número de EAP(2), sólo el32% residen en ellas; similar porcen-taje se da en Córdoba, y aún más bajoen Santa Fe (21%). El mismo censorevela que hay más del 30% de vivien-das deshabitadas en las explotacionesde esas provincias.

Así Buenos Aires, Córdoba, SantaFe, presentan similares porcentajesde servicios contratados: para entreun 50% y 60% de la superficie se con-trata la aplicación de herbicidas, paraentre un 50% y un 70% de la siembrase acude a los contratistas, y lomismo para entre un 55% y 65% de lasuperficie cosechada.

El mismo Censo determina la exis-tencia de unos 25.000 prestadores deservicios agropecuarios entre BuenosAires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríosmientras que el número de producto-res para esas provincias se eleva a73.000, constituyendo un actor socialya consolidado. El monto de inversiónnecesario para llevar adelante su acti-vidad lo ubica como un sector burguésde pleno derecho(3).

Otro sector chacarero directa-mente dio su propiedad en arriendo.En lo referido al régimen de tenenciade la tierra el Censo informa que entodo el país un 72% de la superficie espropiedad y el resto es arrendado. Sinembargo, la situación es muy distintaen Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe,con proporciones que van del 60% asólo el 55% de propiedad de lasexplotaciones: unas 17.600.000 dehectáreas se explotan bajo distintasformas de arrendamiento.

El dato central del Censo es lareducción de la cantidad de explota-ciones. Hoy queda el 60% de las quehabía hace 30 años. Pero atención,que a pesar del cinismo de todos losdirigentes campestres sobre “la cargaimpositiva”, “la reducción de los már-genes” y versos de todo tipo, estefenómeno no se debe a quiebrasmasivas sino al desarrollo de unida-des económicas cada vez más grandesen desmedro de las medianas y lasmás pequeñas. En Buenos Aires, lasuperficie de 3.416 explotaciones demás de 1.500 hectáreas concentra el55% de la superficie censada. Y todaslas explotaciones de más de 5.000hectáreas han aumentado en númeroy superficie desde el Censo de 2002.

Esto no obedece al avance de loslatifundios pre capitalistas como delirael PCR, o las penurias de los chacare-ros, pequeños productores rurales,como esgrimieron el MST e IS paracorrer atrás de la Sociedad Rural, sinorepetimos, a la más estricta lógica capi-talista. Aún sin los precios records delas materias primas que gozó los pri-meros años del kirchnerismo (los añosde los superávits gemelos, el fiscal y eldel comercio exterior) la rentaextraordinaria que reciben los propie-tarios rurales sigue siendo elevada, y eldesarrollo tecnológico que permitemaximizar las ganancias requiere unainversión creciente en maquinaria; laeconomía tradicional lo denomina“economías de escala”: la inversión enmonitores de rendimiento, banderille-ros satelitales, guías automáticas, trac-tores con auto guías de conducciónsatelital, el uso de sensores remotos, elcontrol automático y a distancia enmaquinarias, la comunicación móvilen tiempo real, tractores y cosechado-ras de mayor potencia, capacidad ysofisticación demandan una inversiónque para que sea eficiente requiere unamayor superficie de explotación: de las36.000 explotaciones en Buenos Aires,sólo 5.000 tienen cosechadoras y elmayor número de cosechadorascorresponde a las de más potencia.Porcentajes apenas superiores se regis-tran en Córdoba y Santa Fe.

Buenos Aires pasó de 51.000 explo-taciones a 36.000, Córdoba de 26.000 a21.000 y Santa Fe de 28.000 a 20.000EAP, con respecto al Censo 2002, y esaes la lógica capitalista del desarrollodel sector agropecuario que, comoconsecuencia, genera las condicionespara su socialización directa: expro-piar sólo 611 explotaciones en BuenosAires supone poner la producción decasi 5.500.000 de hectáreas en benefi-cio del conjunto de la sociedad.

Pero reiteramos, este proceso no serealizó por la quiebra y despojo de losmás pequeños: éstos simplemente seretiraron de la producción vendiendo supropiedad o arrendándola. Como diji-mos en la rebelión campestre, negar larealidad e idealizar un sujeto social queha sufrido tan profundas transforma-ciones (el pequeño/mediano productorde la pampa húmeda) sólo puede llevar alevantar un programa reaccionario. Hasido el desarrollo económico agrope-cuario el que requiere que el programasocialista sea el de la expropiación de lagran propiedad pampeana y su explota-ción con el más moderno desarrollo tec-nológico, siendo parte fundamental elcuidado del medio ambiente, y de lasalud de los trabajadores y de las pobla-ciones rurales.

Además la agricultura a mayorescala posibilitaría la explotación enBuenos Aires, Córdoba y Santa Fe, degran parte de las 14.500.000 hectáreasque hoy son pastizales y de las 850.000hectáreas de “superficie apta no culti-vada” por la vigencia de la ley del valory la propiedad privada capitalista.

Incrementar la producción no sig-nifica continuar envenenando a man-salva, como hoy pasa en la Argentina,preocupación que le es ajena a lainmensa mayoría de productores sinimportar su tamaño: ante la prisióndecretada en Pergamino, a un produc-tor, un ingeniero agrónomo y un apli-cador, por fumigar a 90 metros dezona poblada, la Federación AgrariaArgentina expresó: “en Argentina, laestupidez humana ha llegado a talpunto que llevamos preso a alguienque le erró por 10 metros una restric-ción para pulverizar”, quejándose que“los productores aledaños son res-tringidos en su derecho a producir”.Esta es también una rémora de laexplotación capitalista de la pampahúmeda, que deberá ser superada sinel romanticismo de la vuelta a lapequeña producción.

La industria de maquinaria agrícola

La industria de maquinaria agrí-cola (cosechadoras, sembradoras,tractores e implementos) es unaprueba definitiva de la aversión cró-nica de la burguesía argentina a lainversión productiva en el país, y noen vano se estima en un PBI entero lafuga de capitales al exterior(4).

Siendo el sector agropecuario unmercado que ha adoptado los ade-lantos tecnológicos masivamente, sepodría suponer que habría allí no unmercado cautivo, pero por lo menossí un mercado por el cual competircon mejores posibilidades que enotros sectores industriales. Peronada de eso ha pasado. Sólo en elsector de sembradoras y algunosimplementos, de complejidad inter-media, la industria local tiene algode desarrollo. En cosechadoras ytractores la brecha tecnológica esamplísima.

Así, de las 8 principales empresasde maquinaria agrícola en el país, 3son extranjeras y de las nacionalessólo 2 fabrican cosechadoras. Y apesar del derrumbe de las importa-ciones en general, producto de ladevaluación, un 40% de las cosecha-doras continúan siendo importadas,lo mismo que más del 30% de lostractores, un 70% de banderillerossatelitales o un 90% de guías automá-ticas. Como el secreto estadístico seaplica a las sembradoras, no podemossaber qué proporción hay en el rubro.Para empeorar aún más estos porcen-tajes, debemos tener en cuenta quelas empresas locales importan granparte de sus componentes; tanto losfabricantes nacionales como las mul-tinacionales importan conjuntos ysubconjuntos, motores y partes demotores de sus manufacturas.

Una radiografía del campo en la ArgentinaCenso Nacional Agropecuario 2018

Cantidad de EAP EAP por superficie en hectáreas 5001-7.500 7.501-10.000 10.0001-20.000 Más de 20.000 2002 291 94 78 14 2018 353 124 108 26

Superficie de hectáreas

Superficie de EAP por categoría 5001-7.500 7.501-10.000 10.0001-20.000 Más de 20.000 2002 1.291.911 807.521 1.070.255 430.814

2018 2.111.138 1.065.866 1.493.193 737.701

Política Nacional

6 | Socialismo o Barbarie | Año XVIII | Nº 540 | 05/12/19

Política Nacional

Ana Vázquez

T an pomposo su nombrecomo el currículum de suspromotores. Ellos son, por

el lado del sindicalismo, el srArmando Cavalieri (1) y del otrolado (o el mismo, porque segúnAlberto Fernández y Héctor Daerel movimiento obrero organizadoes parte del próximo gobierno)Gustavo Béliz, futuro ministro delgabinete fernandista (ex funciona-rio en una multitud de gobier-nos).(2)

Con la venia del Santo Padre,segurísimo, porque tantoCavalieri como Béliz, quien perte-nece al Opus dei, son públicamen-te reconocidos como de su entor-no más cercano.

Su lanzamiento es dentro delCongreso de la FederaciónArgentina de Empleados deComercio y Afines (FAECyS) quese realizó el miércoles 27 de estemes en Parque Norte.

El mismo seguramente tendráresonancia no sólo mediática, sinoen el futuro de los trabajadores.Por eso creemos que hay que pres-tarle atención. Atención, no sólopor quienes lo llevan adelante,sino porque fue un pedido expre-so de Alberto cuando entró a laCGT, en la cual instó a crear allí:“un centro de educación tecnoló-gica para capacitar a los trabaja-dores.” Un plan orquestado desdegobierno hacia el movimientoobrero de pies a cabeza.

Los adelantos tecnológicos son avances enormes que losponen al servicio de sus billeteras

“Los robots, la inteligencia artifi-cial o internet de las cosas, el des-arrollo tecnológico en general, noson el enemigo de la clase trabaja-dora; pueden contribuir a crear unasociedad de superabundancia, redu-cir el trabajo al mínimo, proteger elmedioambiente y no continuar des-truyendo el planeta. Pero el princi-pal obstáculo para ello es el capital.Mientras los medios de producciónestén en manos de unos pocos, elresultado será el opuesto. (…)”(Robotización, Marcelo Buitrago,Revista SoB 32/33, p. 416)

Suscribiendo estas líneas, rati-ficamos que todos los adelantos yavances están al servicio de mejo-rar la productividad. Pero esto noes ningún avance real, ya que lacontracara es que la misma nosignifica un alivio en la extensiónde la jornada laboral, ni tampocoen los ritmos de trabajo. Porqueesos extraordinarios procesos quellevaron a ampliar las comunica-ciones, en el mejoramiento de los

productos, en su elaboración yutilización más rápida, estánpuestos al servicio de la gananciade los empresarios. Por lo tanto,ellos ganan más, y nosotros nomejoramos nuestras condicionesde trabajo ni nuestros salarios. Alcontrario, se vienen en picada.

Esa brecha tecnológica que inten-tan equiparar con otros países, nospondría en mejores condiciones.Ponen como ejemplo, en la publica-ción oficial del Banco Interamericanode Desarrollo, que Brasil y Méxiconos superan en número de robots portrabajador (entre 1 y 2 por cada 1000trabajadores).

Seguramente es así, pero eso nosignifica que los trabajadores deesos países no tengan un nivel dederechos conquistados mayores alos nuestros y mejores salarios.Todo lo contrario. Y los actualesgobernantes no parecen muy pre-ocupados por ello, en especial JairBolsonaro, que acaba de dictar lareforma previsional y va por más.

¡Vaya con esta dupla de “inno-vadores”! Innovadores ya dema-siado conocidos por nosotros, queponen su sólida estructura de susindicato y su federación y unhábil político de los más requeri-dos por los gobiernos capitalistas,para hacernos pasar “moderniza-ción” por más explotación denuestro trabajo.

Ya nos iremos enterando de sucontenido (de lo que sea público) yanalizaremos en consecuencia. Nonos negamos a incorporar todas lasnuevas tecnologías. Éstas no tienenpor qué conspirar contra nuestrospuestos de trabajo y extensión delmismo, si se las utiliza para lo opuesto:crear más laburo y reducir nuestrossacrificios cotidianos.

Ellos se juntan para convencer-nos de que tenemos que hacer locontrario. Nosotros nos tenemosque preparar para demostrarlesque podemos pelear para defendernuestros intereses y que desde la“innovación” que promueva ladupla Cavalieri-Béliz lucharemospara ponerla a nuestro servicio yde las futuras generaciones. Comolo están haciendo los trabajadorespetroleros que, con su “moderno”convenio de ultraactividad avala-do por el dirigente del sindicato yde la federación, GuillermoPereyra, hoy están enfrentandolos despidos y suspensiones.

Notas(1) Titular de la Federación Argentinade Empleados de Comercio yServicios (FAECYS), secretarioGeneral del Sindicato de Empleadosde Comercio (SEC), presidente de laObra Social de Empleados deComercio y Actividades Civiles (OSE-CAC). Ostenta estos “títulos” desdehace 33 años, con denuncias decorrupción y de fraudes electoralesvarias en el medio.(2) Ex ministro de Justicia, Seguridady Derechos Humanos de la NaciónArgentina, durante la presidencia deNéstor Kirchner, desde 25/5/03 hasta24/7/04, cuando se le pide la renun-cia, ex senador de la NaciónArgentina por Capital Federal, electoen 2001, ex legislador de la Ciudad deBuenos Aires, desde el 10/12/97 hastael 10/12/00, ex ministro del Interiorde la Nación Argentina, desde el4/12/92 al 1/8/93, ex Presidente delINAP, desde el 10/12/99 al 4/12/92.Integró el PJ hasta el 95, luego fundóNueva Dirigencia, integró el Frentepara la Victoria desde el 2003, crean-do otros partidos previamente, comoEncuentro por la Ciudad en el 2000 yFrente por Nuevo País en el 2001.

Empleados de comercio

Instituto de Inteligencia Artificialpara el nuevo desarrollo argentino

Campo + Ciudad: Guardianes de la República

El último informe de la industria demaquinaria agrícola del INDEC revelaun aumento en la venta en unidadesdel tercer trimestre de 2019 con res-pecto al tercer trimestre del 2018 deun 54% en cosechadoras, un 40% entractores un 13% en sembradoras y un20% en implementos.

Negando esta realidad de súperganancias, se reunió recientementeen Córdoba el “Primer EncuentroFederal Campo Más Ciudad”, orga-nizado por los autodenominados“Guardianes de la República”, con elobjetivo de avisarle a Fernández que“no se aumenten más los impuestosporque el pequeño productor no damás”(5). Y que “sería lógico que sesiente con las entidades teniendo encuenta lo que pasó en 2008.Esperamos que no repitan los erro-res”, “Esta película ya la vimos.Estamos de acuerdo con que hay quesolucionar el tema, pero no conaumentos de impuestos”

Conscientes de su insignificancianumérica, pero también que a partirde 2008 lograron el apoyo de ungran sector de la clase media de lasciudades, vuelven a presentar suinterés particular (pagar menosimpuestos) asociándolo a laRepública. Y que el esfuerzo lo siganhaciendo los trabajadores.

Macristas confesos, beneficiadospor las devaluaciones y la baja deretenciones, no quieren resignar uncentavo, convocando ya a movilizar-se “al costado de las rutas”, lo queplantea un escenario conflictivo parael próximo gobierno, si pretendeaumentar las retenciones; pero si nole aumenta los impuestos a la patro-nal que más gana, ¿a qué otro sectorde la patronal se los va a aumentar?Sea cual sea la definición con loscampestres, al proyecto de PactoSocial le opondremos un programaque plantee quién pagará la crisis, sinuevamente serán los trabajadores ytrabajadoras encorsetados en unpacto tramposo de la mano de losempresarios y los dirigentes sindica-les traidores, o los empresarios, loscapitalistas del campo, los banqueros,los acreedores externos, las empresasenergéticas, de servicios, propician-do un diálogo con los trabajadores ylas trabajadores que vayan haciendosu experiencia con un gobierno en elque han depositado sus expectativas.

Notas1 “El desvanecimiento del mundo chacare-

ro” de Javier Balza hace una vivida e intere-sante descripción de este proceso.2 Del total de 36.700 EAP en la provincia,27.000 corresponden a personas físicas ysociedades de hecho, el resto a distintostipos de sociedades, siendo las más impor-tantes las Sociedades Anónimas (4.700) ylas SRL (1.500).3 Una cosechadora, un tractor y una sem-bradora promedio suponen una inversiónde $25.000.000.4 Recordemos que se declararon casi100.000 millones de dólares en el exterioren el blanqueo macrista, lo cual es sólo unaparte de lo realmente fugado.5 http://semanariodejunin.com.ar/nota/9885/el_campo_organiza_una_mateada_y_profundiza_la_grieta/

Socialismo o BarbarieAño XVIII | Nº 540 | 05/12/19 | | 7

Política Nacional

Federico Dertaube

Una vez más, La Nación de-dica un editorial anó-nimo a hacer públicas

sus más nefastas posiciones. Pi-den arancelar las universidadespara quienes “puedan pagarla” ybecas para quienes “no puedanpagarlas”. Básicamente, propo-nen el modelo chileno y colom-biano: pobres excluidos de laeducación y clase media endeu-dada para toda la vida.

La presentación del artículo espomposa hasta volverse insopor-table. Cita largamente la historiaargentina – la reforma del 18, elprimer peronismo, los debates le-gales en torno a las universida-des- para esconder detrás de lapretensión de erudición históricay posición razonable y objetiva laopinión de que una de las más im-portantes conquistas de las masaspopulares argentinas debe ser eli-minada. ¿Qué tiene que ver conel debate que en la reforma del 18no pidieran gratuidad universita-ria? Sólo que al autor le permitecubrir con su autoridad la posi-ción de un diario que… se opusoa la reforma del 18 (como al su-fragio universal, las huelgas porla jornada laboral de 8 horas, etc.)

Nos regalan después una críticade los impuestos pagados por lospobres para llegar a la curiosa con-clusión de que los pobres deberíanpagar las universidades: “Nada esgratis. Debe comprenderse queformar un profesional universita-rio tiene un costo y que si no lopaga el propio beneficiado, lo hacealgún otro. Ese otro son los con-tribuyentes. Puede ser un produc-tor que lo incorpora al precio desus productos, como la humilde se-ñora que compra bienes esencialespagando el IVA.”

Es siempre curiosa esa manerade razonar. Como el IVA está mal –porque lo pagan los pobres- no pro-ponen eliminarlo y aumentar los im-puestos a los ricos sino arancelar lasuniversidades. Lo mismo esbozó Es-pert en el debate presidencial, ha-blando de los niños pobres pero enrealidad apelando al sentido de or-gullo del cheto mantenido por lospadres que se paga la universidad

privada (de nuevo, con plata de lospadres), cree que la paga con su “es-fuerzo” y no quiere “mantener” a na-die con “sus impuestos”.

De que educar no es “gratis” yque el sistema impositivo argen-tino está mal no pueden caber du-das. Peor aún es el destino de losgastos del estado, pero hablare-mos de eso más abajo. Sobre losimpuestos en Argentina decíamoshace unos meses:

“El resultado es que la recau-dación fiscal en nuestro país estésostenida por los impuestos al con-sumo, que pagan todos, ricos y po-bres, capitalistas y trabajadores:pero no es lo mismo los $1.000 deimpuestos al cargar el tanque denafta, o de la factura de luz, telé-fono, gas o del súper: son un sa-blazo para unos, un vuelto paraotros. Mientras los impuestos alconsumo recaudan el 34% del total,Ganancias y Bienes Personales sóloaportan el 20%. Pero este últimodato oculta que las sociedadesaportan menos de la mitad de larecaudación del impuesto y la pre-sión que soportan se reduce al 2,5%del PBI; nuevamente, como en elIVA, son los trabajadores los quepagan la cuenta, con el maldito im-puesto al salario.

El primer  obsequio macristaa las empresas fue la brutal rebajade las retenciones a las exporta-ciones; mientras que fueron alre-dedor de más que el triple que losderechos de importación en la dé-cada anterior, ubicándose en im-portancia sólo por detrás del  IVAy Ganancias, llegando a aportarel 10% de la recaudación en 2010y un 5% en 2015. Ahora se inscri-ben en el pelotón de “otros” conel 2% en 2017: al reducirlas drás-ticamente, es probable que los ri-cos en la Argentina, como decíael estudio de CEPAL, para 2008estén entre los que menos paganen el mundo. Como si no fuesesuficiente, ahí están los anunciosde que “las retenciones son malas”y la intención de eliminarlas de-finitivamente.

El mundo al que nos quiere“integrar” Macri es al del capita-lismo de la precarización y des-igualdad para los jóvenes (pa-gando impuestos desde levantarsehasta acostarse) y de las ganancias

sin fin (y sin impuestos) de lascorporaciones.

Son las 500 empresas másgrandes de la Argentina y sus due-ños las que tienen que empezar apagar una parte de sus fabulosasganancias: ¿de dónde sacaron sinolos más de 100.000 millones dedólares que han blanqueado, queningún estudio serio se anima adecir que no sean más que unaparte del total negreado?”

Con esta estructura imposi-tiva, pagada mayoritariamentepor los trabajadores, las cosas sonclaras: los vagos mantenidos estánen los barrios privados, no en lospobres. Y los ricos son manteni-dos por los pobres por doble par-tida; de manera directa por su tra-bajo y de manera indirecta porsus impuestos. La solución nopuede ser hacerle pagar aún mása los trabajadores y la clase media,hay que tratar de una vez con lafórmula de que los ricos vayan atrabajar y dejar de vivir del resto.

Y el resultado de la política delmacrismo de bajarles impuestosa los ricos no fue la “lluvia de in-versiones”. Entonces tuvieron laidea brillante de endeudarse hastano poder más, volver a endeu-darse para pagar la deuda anteriory así hasta llegar a las tasas de in-terés de la deuda del estado demás del 70%. El resultado es quela deuda pública está por encimadel 80% del PBI mientras la in-versión anual en educación es demenos del 6%. Los liberales queescriben este tipo de editorialesson la versión ideológica del con-tador que manipula los númerosde una gran empresa para evadirimpuestos. Mienten, pero lo ha-cen consagrados por un título yla respetabilidad de un diario. Yahora nos quieren convencer quecon una deuda de más del 80% delPBI nuestros problemas son… lasuniversidades.

Si el IVA es injusto… elimine-mos el IVA. No hay que darle másrodeos a los razonamientos. Todolo demás son mentiras y trampasde los voceros de los ricos. Y si és-tos pagan más impuestos es apenasuna tenue devolución de lo que sa-can de los trabajadores, que son losproductores de todas las riquezasde la sociedad.

Ahora bien ¿quién decidequien “puede pagar” la universi-dad y quién no? Los funcionariosdel estado –vinculados por un mi-llón de hilos a los intereses de losempresarios- suelen interpretarlas ambigüedades legales contralos trabajadores para ahorrar di-nero del estado a costa de los deabajo. Como hoy la universidades por ley gratuita, hacen manio-bras como tener miles de docen-tes ad honorem, sin paga alguna,en todas las universidades delpaís. La gratuidad de la universi-dad es un muro de contención deesas maniobras.

La propuesta de La Naciónes el modelo contra el que se harebelado la juventud chilena. Elestado chileno decide que la ma-yoría “puede pagar” porquepuede acceder a un crédito ycondena al sector de trabajado-res profesionales a estar endeu-dados para toda la vida por sueducación. Con esa estructura,las deudas familiares alcanzanallí apenas un poco menos del50% del PBI, convirtiéndose és-tas en una permanente espadade Damocles que pende sobre lascabezas de millones, poniéndo-los toda la vida bajo el peligrode la pauperización absoluta.

La discusión abierta por eleditorial de La Nación de hoy daen el clavo: está en el centro delas discusiones en la rebelión la-tinoamericana. Y los ejemplos del“modelo” que proponen estánmuy lejos de ser el de los pobrespagando menos impuestos por-que las universidades están aran-celadas. La realidad es exacta-mente la opuesta: los pobrespagan más y las posibilidades deacceder a la educación superiorson aún más inalcanzables.

Por supuesto que la educaciónuniversitaria está muy lejos de seruna panacea en Argentina, perosu gratuidad es una conquista in-discutible que se ha logrado de-fender con lucha y sacrificios. Lerecordamos a La Nación lo quesucedió con el último funcionarioque intentó arancelar las univer-sidades en Argentina a modo deadvertencia. López Murphyanunció el arancelamiento y sesostuvo en su cargo dentro del

gobierno de De La Rúa apenashoras más. Y su carrera políticase vio definitivamente enterrada.

No compartimos tampoco ladefensa “progresista” de la educa-ción gratuita, que la ve como unaherramienta de ascenso individual,de escape a la opresión y la explo-tación por la vía de la profesiona-lización. La Universidad sirve efec-tivamente para la formación decapas de funcionarios y técnicosprovenientes de las clases mediasque cumplen la función de admi-nistradores, cuadros de la políticay la explotación capitalista. Para lasamplias mayorías, la Universidad(por más gratuita que sea) está ve-dada por dificultades sociales queescapan a las cuatro paredes de unafacultad. Un sector (muy minori-tario) de los trabajadores lograráascender renegando de su clase.Otro, más numeroso, engrosará lasfilas de los explotados especializa-dos. La mayoría no llegará ni a eso.El proyecto de Universidad delprogresismo es y seguirá siendo elde una educación puesta a dispo-sición de la clase burguesa. La edu-cación es para la burguesía y sushijos la formación para los puestosde dirección, así como la prepara-ción de los jóvenes trabajadorespara el mejor provecho de los pri-meros. Ese es el motivo de fondode que el kirchnerismo nunca hayatocado los pilares legales de la edu-cación impuesta por el mene-mismo. La perspectiva de un es-cape individual a una vida deexplotación seguirá siendo unaenorme mentira para la mayoría.

Nuestra perspectiva de de-fensa de la Universidad y la edu-cación pública parte de las con-tradicciones que las mismasencierran. Si bien cumplen el rolque más arriba describimos, paranosotros son en primer lugar una he-rramienta de sistemática elevacióncultural de sectores de masas. Laeducación capitalista está muti-lada por su contenido de clasepero es educación al fin. Y si hayalgo que amplía enormemente lacapacidad de autoemancipaciónde los oprimidos, abre sus pers-pectivas de otro destino, hace cre-cer su voluntad de lucha; es suelevación cultural.

Voceros del ajuste

El diario La Nación pide arancelar las universidades

Santiago FolletSocialismo o Barbarie Francia

Mientras las rebelionespopulares se extiendena nivel internacional,

las condiciones se preparan paraque la rebeldía explote nueva-mente en las calles francesas. Enlos últimos meses, las experien-cias de lucha se han ido acumu-lando con las marchas estudian-tiles y del clima, contra laislamofobia, el aniversario de losChalecos Amarillos y las huelgaspor sector en los transportes, hos-pitales y la educación. La recientemanifestación contra la violenciahacia las mujeres fue de una ma-sividad poco antes vista última-mente y puede ser la antesala paradarle impulso a la huelga generalque comienza a partir del 5 de di-ciembre para derrotar al gobiernode Macron.

Un contexto mundial de rebeldía

Cada semana se suma unnuevo país a la lista de aquellosque se levantan contra los gobier-nos capitalistas del planeta. A losya conocidos casos de Catalunya,Hong Kong, Líbano, Irak, PuertoRico y Haití, entre otros, se sumacon cada vez más énfasis la luchade los pueblos sudamericanos. Loque comenzó por Ecuador conuna pelea contra el aumento de loscombustibles, siguió por Chile conuna revuelta masiva que se originóen la presión de los estudiantescontra el aumento del precio delmetro, tuvo su contracara con elgolpe de Estado en Bolivia (aunquecon rebelión popular de resisten-cia) y continúa ahora con la huelgageneral en Colombia contra el go-bierno de Duque.

Si hay algo que compartencada uno de estos ejemplos es una

tendencia creciente a que losasuntos políticos se desarrollenpor fuera de los límites estrechosdel parlamentarismo burguéspara dar lugar a enfrentamientosmás directos. Dicho de otraforma, la lucha de clases está en-contrando momentos de choquedirecto, más físico, en las calles,al calor de las rebeliones popula-res que se están desarrollando.Decimos esto porque la secuenciainiciada el año pasado en Franciacon la irrupción del movimientode los Chalecos Amarillos es dealguna manera la antesala que an-ticipó muchos de los elementosque se están verificando en otrospuntos del planeta y que podríanreiniciarse con fuerza en las pró-ximas semanas.

El “efecto de espejo” es unacosa muy concreta en la lucha declases, que tiene su fundamentoen una acumulación de experien-cias compartidas, y, por supuesto,en las condiciones materialesconcretas de vida, que hacen delcapitalismo un sistema de explo-tación insoportable para la granmayoría del planeta. La crisis eco-nómica abierta internacional-mente a partir de 2008, aún noha sido resuelta, y en un contextoque amenaza aún más con unaposible recesión mundial en elcorto plazo, los gobiernos capi-talistas del mundo -giro a la de-recha mediante- no han encon-trado otra mejor solución que lade ajustar y ajustar cada vez máslas condiciones de vida de las am-plias masas de trabajadores.

Es allí cuando entra en juegola reforma de las jubilaciones,dentro del paquete internacionalque incluye también la reformalaboral, la liberalización del pre-cio de los combustibles y la res-tricción de las libertades demo-cráticas. Digamos que el trabajoen Francia ya está “hecho” a me-

dias con la Ley de trabajo y elEstado de emergencia de Ho-llande que Macron se ha encar-gado de ratificar y profundizar.Aunque el gobierno no pudoavanzar en el aumento del pre-cio de los combustibles, graciasa la enorme resistencia de losChalecos Amarillos, ahora vienea la carga con una reforma es-tructural de las jubilaciones, quebusca inclinar la balanza en de-trimento de los trabajadores.

La reforma jubilatoria es la gran apuesta del programa capitalista de Macron

Podemos resumir la granapuesta del “acto 2” del gobiernode Macron como la voluntad depasar del actual sistema solidariode repartición a un sistema uni-versal de capitalización indivi-dual por puntos. Es decir, ac-tualmente son los trabajadoresactivos quienes hacen sus apor-tes para que los trabajadores pa-sivos puedan cobrar sus pensio-nes. El gobierno planteaterminar con esto de raíz, bajola lógica de que cada trabajadorcotice durante toda su vida parapagarse su propia jubilación demanera individual.

Esto implica terminar con lajubilación basada en los mejores25 años en el sector privado yen los últimos 6 meses en el sec-tor público. Con la nueva re-forma se contaría el conjunto dela carrera de un trabajador otor-gando “puntos” por una ciertacantidad de euros cotizados.Claro que el gobierno no nosdice ni cuánto valdrán esos pun-tos, ni con cuánto dinero uno sejubilaría a partir de la reforma.De este modo, el conjunto de lostrabajadores quedaría preso deque el gobierno decida bajar elvalor del punto de la jubilación

a su antojo, bajo cualquier pre-texto que quiera.

Otra de las intenciones esque este nuevo sistema sea uni-versal, para que “todos tengamoslos mismos derechos”, como dijoel primer ministro Philippe. Esdecir, se suprimirían los “regí-menes especiales”, los convenioscolectivos que ciertos sectoresde trabajadores han obtenidogracias a las luchas de décadasanteriores. Sin tener en cuentala insalubridad ni la edad de re-tiro particular de ciertos em-pleos, todo el mundo pasaría aformar parte del sistema univer-sal, aunque con algunas excep-ciones privilegiadas especial-mente: ¡El gobierno excluye dela reforma a los policías, los mi-litares y los parlamentarios!

Por otra parte, Macron pre-tende elevar de manera tram-posa la edad de retiro más alláde los 62 años. Si bien la edadlegal para jubilarse seguiríasiendo la misma, ahora para al-canzar una jubilación completase deberá trabajar durante variosaños más. Se habla de imponeruna “edad pívot” a los 64 años ode aplicar una cifra sideral deaños de cotización para llegar auna jubilación completa, porquecomo dijo el presidente: “comovivimos más tiempo, hay quetrabajar más tiempo”. Lo que es-conde el gobierno es que la tasade desempleo en las personasmayores de 60 años alcanza másdel 50%, por lo que los “seniors”deberán elegir entre hacer frenteal desempleo, trabajar hasta lamuerte o conformarse con unajubilación miserable. Esto im-plica correr más la correlaciónde fuerzas hacia la derecha,desde que en 2010 Sarkozy ter-minó con el tope de los 60, paraimponer dos años más al finalde la carrera.

Con el criterio del “equilibrio”el gobierno pretende paliar porcompleto el déficit fiscal para queno se gaste ni un centavo más enlas jubilaciones con respecto a losaportes que haya habido en elmismo año presupuestario. Y,como si esto fuera poco, se tratade imponer un límite máximo del14% del PBI para las jubilaciones.Con lo cual, las jubilaciones po-drían bajar automáticamente y deforma generalizada si estos re-querimientos así lo impusieran:no importa cuán miserable seanlas jubilaciones resultantes. En re-sumidas cuentas, los jubilados yavenían siendo un sector fuerte-mente castigado, pero ahora setrata de dar un paso más; esto esdirectamente un cambio estruc-tural. Que busca resolver la crisisexprimiendo más y más a los deabajo. Una medida que, sin lugara dudas, despierta la bronca ydebe generar una resistencia ca-paz de enfrentar la reforma en lascalles hasta derrotarla.

El feminismo da el impulso para continuar la pelea

Nos gustaría parafrasear enestas líneas eso que venimos es-cuchando a propósito de la re-belión chilena y decir que “el fe-minismo en Francia despertó”.En efecto, la manifestación del23 de noviembre en el marco dela Jornada internacional contrala violencia hacia las mujeres al-canzó una magnitud que hacíatiempo no se registraba en unevento de este tipo. Se calculaque más de 50.000 manifestan-tes se hicieron presentes en laciudad de París y al menos másde 100.000 se movilizaron en elconjunto del hexágono.

Es que la situación es insos-tenible en un país que ya registramás de 130 casos de femicidios

8 | Socialismo o Barbarie | Año XVIII | Nº 540 | 05/12/19

En el Mundo

Francia: No a la reforma de las jubilaciones

¡Huelga general contra Macron!

Una derecha en ascensoAle Kur

Matteo Salvini es un dirigente político ita-liano derechista, neoliberal y nacionalista.Pertenece al partido conocido como “la

Liga” (anteriormente “Liga Norte”) que se originódécadas atrás defendiendo la independencia del nortedel país (región tradicionalmente más rica) y con unfuerte desprecio al sur de Italia, más empobrecido.Luego se reconvirtió en un partido nacional dejandode lado el independentismo, sin perder nunca sucomponente racista y elitista. En los últimos años laLiga y Salvini lograron instalarse en la política na-cional gracias a una feroz prédica anti-inmigrantes-en un país que es el destino de gran cantidad de mi-grantes africanos, de los cuales miles mueren inten-tando cruzar el Mediterráneo en las condiciones másprecarias. Por otra parte, Italia se encuentra sumida,desde la crisis mundial de 2008, en un largo periodode estancamiento del cual nunca ha podido salir: estaes la base material de la creciente inestabilidad polí-tica y la tendencia a la polarización.

En Italia, la Liga se nutre del espacio políticode las anteriores encarnaciones de la derecha ycentroderecha -como Silvio Berlusconi- que nopudieron adaptarse a los nuevos tiempos, dondelo que triunfa son los liderazgos carismáticos yprovocadores que aparecen como “outsiders” delsistema político, que recurren intensivamente a lasredes sociales y movilizan a sus bases en las calles.Pero la Liga también se hizo fuerte en regionesdonde tradicionalmente tenía mucho peso la iz-quierda1.

A nivel internacional, el crecimiento de la Ligaes parte de un fenómeno global de partidos y figu-ras de “lejana derecha” como Trump y Steve Ban-non en EEUU, Bolsonaro en Brasil, Vox en España,Front National en Francia, AfD en Alemania, los“brexiteros” de derecha en Reino Unido, etc. Setrata de una derecha individualista y conservadoraque en todos lados brota como respuesta reaccio-naria a la crisis mundial y a sus manifestacionesen todos los terrenos (económico, social, humani-tario), con la consigna de excluir al más débil: seael extranjero, el pobre, el originario, el de la peri-feria y las regiones menos desarrolladas, etc.

Salvini y la Liga eran -hasta septiembre del añocorriente- parte del gobierno nacional italiano, enuna coalición junto al partido “Cinco Estrellas”(centro). Pero esa coalición se rompió y en su lugarse armó otra nueva (entre el “Cinco estrellas” y el“Partido Democrático” -centroizquierda-) dejandoafuera a la Liga. La nueva coalición de gobiernoparece bastante débil y plagada de contradiccionesinternas, lo que puede llevar a su caída en plazosno muy lejanos.

Por el contrario, Salvini goza de una fuerte po-pularidad que eventualmente lo podría llevar alpoder: las encuestas lo dan encabezando la inten-ción de voto2 con un 34%, muy por encima delcentroizquierdista Partido Democrático -y al re-

sultado de la Liga hay que sumarle los de aquellasfuerzas con las que podría formar coalición de go-bierno: más de un 9% de otro partido neofascista(“Hermanos de Italia”), así como más de un 7% delpartido de Berlusconi. Es decir, la intención devoto combinada de estos tres partidos conserva-dores superaría el 50%.

En este contexto, en enero de 2020 se realizaránelecciones regionales que serán uno de los primeros“tests” electorales de la nueva situación política. Sitriunfa la derecha (como ya lo hizo en las regionalesde Umbría), puede desencadenar un adelanta-miento de las elecciones nacionales, en las condi-ciones que ya describimos.

De cara a esta pelea política, Salvini viene con-vocando una serie de movilizaciones en su favorcon asistencia masiva, lo cual plantea un peligroconsiderable. Es precisamente en reacción a estoque hizo su irrupción, en las últimas semanas, el“movimiento de las sardinas”.

El movimiento de las Sardinas

A mediados de noviembre, estaba convocadaen la ciudad de Bolonia una movilización pro-Sal-vini. Pero en esta ocasión, la diferencia fue que sedesató una importante oposición a la misma, desdeposiciones progresistas radicalmente opuestas aldiscurso reaccionario de la Liga. A través de redessociales se difundió una convocatoria, comenzadapor cuatro jóvenes treintañeros, que llamaban arealizar una contra-manifestación en la Plaza Ma-yor de la ciudad. Finalmente acudieron a ella quincemil personas, mayormente jóvenes. Eligieron comosímbolo de la misma a las sardinas: por separadoson vulnerables, pero si se juntan logran formaruna masa compacta que puede enfrentar a sus pre-dadores en muchas mejores condiciones.

El “movimiento de las sardinas” causó un fuerteimpacto político, volviendo a dar esperanzas a unaenorme cantidad de italianos hastiados del creci-miento de la derecha. Por ello se repitieron movi-lizaciones importantes en varias ciudades3: Mo-dena, Génova, Florencia y varias otras. Además dela presencia de miles de personas enfrentando a laderecha, estas protestas mostraron otro rasgo degran interés: en ellas entonaron la famosa canción“Bella Ciao”4, histórico himno de los partisanositalianos -las guerrillas antifascistas que colgarona Mussolini en 1945. Se trata de un hecho alta-mente simbólico, ya que significa recuperar tradi-ciones históricas antifascistas y de izquierda -unelemento enormemente progresivo para la forma-ción de la conciencia e identidad política de lanueva generación.

El “movimiento de las sardinas” se trata de unaimportante novedad política, ya que si logra masi-ficarse puede empezar a formar un contrapolo ca-paz de plantarse contra el ascenso de la derecha, yeventualmente quizás comenzar a inclinar el pén-dulo político hacia el otro lado. Esto podría ali-mentarse del ciclo político internacional de rebe-liones que crece en países como Chile, Hong Kong,Cataluña, y que esta misma semana tendrá unnuevo hito con la huelga general en Francia. Re-sultaría extraño que un país con la enorme tradi-ción combativa de Italia no exprese de alguna ma-nera este ciclo.

En este marco, está convocada una nueva granmarcha de “sardinas” en Roma para el 14/12. Será elescenario para medir el alcance de este movimientoen la capital del país, y por lo tanto, la oportunidadde pegar un importante salto en calidad, instalándosede lleno en la escena política nacional.

1 Italia supo albergar a una de las izquierdas más grandesdel mundo occidental - especialmente su PartidoComunista, que durante toda la segunda posguerra tendió aobtener resultados en las elecciones parlamentarias nacio-nales de entre el 25% y el 30% de los votos (llegando en1976 a obtener casi el 35%). Pero luego del colapso de URSSesa corriente implosionó dejando un enorme vacío político:en parte ese espacio fue llenado por la centroizquierda neo-liberal (el “Partido Democrático”, formado en gran partepor antiguos miembros del PC), pero en parte también fuellenado por la derecha. A su vez, esto dejó huérfanos derepresentación a amplios sectores de la sociedad. El movi-miento “ciudadanista” Cinco Estrellas pareció inicialmentedarle un cauce a esos sectores descontentos, pero su incapa-cidad para articular un programa político coherente (dandobandazos hacia derecha y centroizquierda) lo anuló comofactor de peso, dejando nuevamente un espacio vacante -enel que ahora irrumpe el “movimiento de las sardinas”.2 “Matteo Salvini still looms large over Italy’s politics”,MILES JOHNSON, Financial Times, 4/12/19. En:https://www.ft.com/content/e8e3b560-0f6d-11ea-a7e6-62bf4f9e548a

3“Sardinas en las plazas”, Eduardo Barajas Sandoval, ElEspectador, 3/12/19. En:https://www.elespectador.com/opinion/sardinas-en-las-plazas-columna-893992

4 Ver, por ejemplo, el siguiente video: https://www.youtu-be.com/watch?v=-sjnDYcPYC0

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en lo que va del año. Las pro-mesas gubernamentales del pre-sidente y la secretaria de EstadoMarlène Schiappa sólo han sidopuro humo, pero con ningunamedida concreta. Por el contra-rio, el gobierno se ha dedicadoa hacer ataques islamofóbicosen contra de las mujeres convelo, lo cual ha movilizado engran número a la población paraexpresar la defensa de la convi-vencia y de la tolerancia.

El éxito de la marcha femi-nista del pasado sábado tiene suimpacto en relación con el cre-cimiento del movimiento femi-nista a nivel internacional y serelaciona sin ningún lugar a du-das con este momento particu-lar de la lucha de las clases en elpaís. Para remontarse a unamarcha de este volumen en un25 de Noviembre hay que re-montarse al año 1995, justo an-tes de la histórica huelga ferro-viaria que paralizó Francia yderrotó la avanzada neoliberalde privatizaciones. Este parale-lismo podría ser un buen sín-toma para lo que viene.

Por nuestra parte, hemos ob-servado la presencia de unagran cantidad de organizacio-nes, partidos, sindicatos y aso-ciaciones de todo tipo, peroconsideramos que éstos man-tienen poca o insuficiente co-ordinación entre ellos. Uno delos principales problemas es lafalta de marcos de auto-organi-zación del movimiento para po-der politizarlo y desarrollar unaestrategia que sirva a los efectosde identificar a los enemigos ydesarrollar los métodos necesa-rios para vencer en la lucha.

Desde Las Rojas hicimos unaintervención junto a una co-lumna de compañeras y com-pañeros que se sumó a levantarlas consignas de pelea contra elgobierno, contra toda violenciasocial, sexual y patriarcal. Eneste sentido, insistimos en la ne-cesidad de desarrollar la orga-nización del movimiento, comovenimos haciéndolo el interiorde “On arrête toutes” y de apor-tar nuestra estrategia feministasocialista en la pelea en las callescontra el capitalismo y el pa-triarcado.

¡Vamos a la huelga general! Hayque bloquear el país hasta derrotara Macron

La oportunidad que se abreel 5 de diciembre es un desafíopara derrotar el proyecto de re-forma jubilatoria del cual de-pende fuertemente el destinodel programa del gobierno. Loselementos para construir la re-sistencia están a la vista en lasasambleas y reuniones sindica-les que se vienen impulsando enlos distintos lugares de estudioy de trabajo. Las huelgas porsector que ha habido reciente-mente muestran que la fuerzade los trabajadores está dispo-

nible para hacer una entradamasiva y potente en la próximasemana. Y, además, los ejemplosinternacionales contribuyen aaportar herramientas para des-arrollar la lucha en este país.

Se trata de un ataque histó-rico y la resistencia debe tam-bién ser del mismo tamaño. Laconvocatoria contará con laparticipación de los trabajado-res ferroviarios, del transporteurbano, de la salud, de la edu-cación, de los estudiantes, de losChalecos Amarillos, de diversospartidos políticos y de los prin-cipales sindicatos nacionales:CGT, FO, SUD, FSU, UNEF yUNL. Se prevé una parálisis ge-neralizada de todo tipo detransporte y en la educación na-cional habrá una enorme canti-dad de escuelas sin clases o di-rectamente cerradas. Por suparte, los estudiantes acumulanuna bronca creciente contra laprecariedad que se vive, denun-ciada por el joven que se inmolófrente al CROUS de Lyon, y se-rán de la partida con múltiplesbloqueos en cientos de centrosde estudios.

La tarea es desarrollar la re-sistencia hasta que caiga la re-forma, exigiendo el total retirodel proyecto, sin aceptar cam-bios o enmiendas tramposas.También habrá que estar aten-tos al rol de la burocracia sin-dical que podría intentar hacerarreglos por sector que debilitenla pelea de conjunto. Al res-pecto, son elocuentes las decla-raciones de ciertos burócratassindicales y de los grandes me-dios de comunicación que acon-sejan que manifestar durante unsolo día sería la opción correctay razonable, porque de prose-guir la huelga se daría lugar a laposibilidad de que los sindicatosno puedan contener a la masaincontrolable.

De más está decir que estees precisamente el camino quedebemos privilegiar: que lahuelga general dure no un solodía, ni dos, sino hasta la derrotade la reforma de las jubilaciones.Derrotar esta reforma es unpaso fundamental para poderderrotar el conjunto del plan ca-pitalista de Macron y pasar a laofensiva con un programa delos trabajadores. Por una jubi-lación digna y plena a partir delos 60 años, y al menos 55 añosen los trabajos insalubres. Porel fin de la precariedad y el me-joramiento de las condicionesde vida. Para que la crisis la pa-guen los capitalistas. ¡Vamos ala huelga general ilimitada entodos los lugares de estudio yde trabajo! Desarrollemos lasasambleas por abajo para sobre-pasar las trampas de las buro-cracias sindicales. Hay que blo-quear el país para enterrar estareforma. ¡Hagamos de estahuelga una huelga histórica paraderrotar a Macron!

Italia: el “movimiento de las sardinas” se planta contra el derechista Salvini

JOC, desde Bogotá para Socialismo o Barbarie

Este artículo, tiene sus limitaciones. Por ejemplo, esparcial, pues su visión y los datos de la actividad apartir del 21N son básicamente de Bogotá. Pero, apesar de eso, entendemos que es útil para hacerseun panorama que refleja las vivencias de estosdías en Colombia.

El 21 de noviembre, día del paro nacionalen Colombia, se da un paso más en unnuevo entramado de país. Y este paso

es cualitativo. Ya de alguna manera se habíaplanteado que las negociaciones del gobiernoSantos con la guerrilla de las FARC, daban ré-ditos a cada uno de los negociadores en variosaspectos[1]. Pero también ya se advertía que,en cierta medida, este era un paso para que lamayoría del pueblo colombiano y la clase obrerase pudieran expresar con su propia voz.

Confluyen varios factores para que, de ma-nera contundente, la mayor parte de los co-lombianos respaldase de manera directa lajornada del 21 de noviembre, ya sea en las mar-chas o con el espontáneo cacerolazo. Para esose combinan diversos factores: un acumuladoy creciente malestar en lo económico; un ve-cindario de países que salen a la protesta enlas calles; una incertidumbre de futuro paratodas las generaciones, principalmente los jó-venes y niños. Un país inviable en el respetode la vida misma.

En resumen: la vida no vale nada… y llegara fin de mes es cada vez más difícil.

La política que vende el gobierno de Duqueen sus diferentes planes generales de “equidad”o “justicia social”, por más que los adorne debella fraseología, no pueden ocultar que sonmás de lo mismo. Como siempre, se trata dederivar grandes ganancias a los sectores privi-legiados nacionales e internacionales. Ellos hansido los grandes ganadores en los últimos 30años de las políticas de los gobiernos de turno.Por tanto afectan a las grandes mayorías, in-cluyendo (y esto es muy importante) un sectorcada vez mayor de la clase media.

Los temas generales de los sectores en con-flicto son reales. Aunque el gobierno, de maneradescarada, diga que en estos momentos ningunode los puntos demandados aparece en sus planes,la reforma fiscal, laboral, pensional existen. Soncompromisos que están adquiriendo los lacayosque gobiernan los países latinoamericanos conlos entes internacionales del imperio. Su objetivoes mantener los márgenes de ganancia de losentes financieros mundiales.

Duque, debilidad y represión

El gobierno de Duque no ha ido a fondocon la represión de la protesta, no sólo por elapoyo de la población a la misma, sino tambiénporque su gobierno se ha debilitado al ritmode la pérdida de adhesión popular[2] de su par-tido el Centro Democrático y de su su jefe na-tural Álvaro Uribe Vélez, dos veces presidentey actual senador.

A eso habría que agregarle también su papelde defensor de la “democracia” en la región yen especial en la vecina Venezuela, donde res-palda al autoproclamado Guaidó contra el ré-gimen hambreador de Maduro.

Con esta postura sería inexplicable cómo,para los vecinos venezolanos, dice apoyar lalucha social y recrimina la represión del Estado,mientras recurre a esas armas aquí.

Colombia marchó el 21N y lo hizo en lasgrandes y medianas ciudades. En sólo Bogotáse programaron 18 marchas y el centro de laciudad se paralizó luego del medio día. El co-mercio cerró y el transporte desapareció. Ungran aguacero que duró varias horas, no amainóel deseo de los manifestantes por llegar a la

plaza Bolívar, que se llenó varias veces. Mientrasmuchos de los convocados salían, también lle-gaban otros. Creo en sólo Bogotá los marchan-tes se acercaron al millón de personas.

La jornada del paro fue un éxito total. Los“convocantes” (entre comillas, porque los diri-gentes de las centrales lo hicieron a regaña-dientes), emitieron un parte de victoria y dieronpor terminada la jornada. Luego las fuerzas re-presivas del ESMAD (escuadrón antidisturbios),hicieron lo suyo, desalojando a punta de gasesla plaza.

En Cali, el alcalde había declarado toque dequeda a partir de las 7:00 pm, y en el resto delpaís se daba por finalizada la jornada.

Pero en esta constante repetición de los úl-timos paros, [3] sucede lo inesperado. Por redessociales se convocaba un cacerolazo en horasde la noche del mismo día y de manera espon-tánea y multitudinaria, la población hace sonarsus utensilios de cocina.

Así el objetivo del gobierno de cerrar unajornada a su favor, enlodándola de vandalismoy violencia, fracasa.

Colombia había despertado. Queda aúnmás claro que las razones del paro eran másque justas. Señalemos además que esos cace-rolazos, transmitidos en unos pocos medios decomunicación, mostraron que el respaldo alparo, no sólo venía de los sectores más popula-res, sino que abarcaba a sectores de clase me-dia,[4] que de manera directa también se venafectados por las políticas económicas y socialesde los gobiernos.

El día viernes 22, varias zonas de la ciudadde Bogotá, amanecen con bloqueos y confron-taciones con los aparatos represivos. En los he-chos el paro se mantiene, ya que el desplaza-miento y las jornadas laborales se ven afectadas.

En horas de la tarde el gobierno tanto anivel nacional como municipal, se da una polí-tica de generar pánico en la población.

Para logar eso, hacen un siniestro manejode los enfrentamientos y en algunos lugaresvandalismo. Corren la voz que la ciudad, susbarrios y conjuntos cerrados, están o van a sersaqueados.

En algunos casos, la propia policía pasabanegocio por negocio desinformando y en vi-deos de los ciudadanos, queda perfectamentedocumentado su papel en la logística de llevarsaqueadores y boicoteadores profesionales azonas de Bogotá. Se decreta para toda la ciudadel toque de queda a partir de las 9:00 pm.

Esta campaña hizo que una nueva jornadade cacerolazos languideciera, pero en algunospuntos de la ciudad se hizo actividad inclusodespués del decreto de toque de queda, comosucedió en uno de los predios que tiene el pre-sidente Duque en el norte de Bogotá.[5]

El objetivo de esta campaña sobra decirlo,era bajarle presión al respaldo general de losbogotanos y el resto de colombianos con elparo y volver a una visión de deslegitimar lalucha. Ese día, por televisión Duque anunciasu intención de llevar adelante un diálogo na-cional, con los diferentes sectores de la sociedadcolombiana.

Al sábado 23, es el propio alcalde EnriquePeñaloza, quien tiene que rectificar la gran ma-yoría de las alertas del miedo del día anteriorque eran infundadas.

Asesinato de Dylan Cruz

En una de las varias actividades que se pro-graman para continuar con el paro, cae grave-mente herido por un ataque del ESMAD a unamarcha pacífica, el estudiante Dylan Cruz de18 años. Estas jornadas vuelven a plantear variascosas, que el paro se mantiene, que los jóvenesy los estudiantes son los verdaderos hacedo-res del paro y que su entusiasmo y creatividadvan de la mano con la resistencia y combati-vidad de la tarea.

El domingo 24, hay marchas con cacerola-zos en varios puntos de la ciudad y de gran en-vergadura. En ellas ya se denota el manejo decolectivos y organizaciones políticas popularesque dan eje a la actividad. El gobierno dentrode lo que llama el “diálogo nacional”, se reúnecon alcaldes y gobernadores electos del país.Algunos de ellos señalan que ellos no son losinterlocutores reales del paro.

El eje de la jornada del lunes 25 fue laconmemoración del Día Internacional dela No Violencia contra la Mujer, moviliza-ciones, jornada lúdica y velatón. En horasde la noche fallece el estudiante Dylan Cruz.El gobierno, contraviniendo sus propias de-claraciones de que las causas del paro soninfundadas, presenta el decreto 2111 paracrear el holding financiero de entidades dela nación, que es un primer paso para aca-bar con las nóminas y garantías laboralesde los trabajadores de estos sectores.

Miércoles 27 en horas de la tarde, con sullamado al “gran diálogo nacional”, sobre eltema de la educación, los representantes de FE-CODE (sindicato nacional de educadores) yACREES (organización estudiantil) no se hi-cieron partícipes. Al igual que el día anterior,los delegados del comité de paro solicitan unanegociación directa de sus puntos, sin la parti-cipación de empresarios y expertos.

En Bogotá hay convocatoria para marchar,un sector va a plaza de Bolívar, no hubo llenototal, ni hubo un acto central, El momento demayor aglomeración fue a eso de las 4 de latarde. Otro sector se desplaza por la autopistanorte; esta marcha iba acompañada por la vee-duría ciudadana y grupos de derechos humanos,además de transmisión por un canal regional,estos entes se retiran de la marcha y a los pocosminutos el ESMAD entra en acción, los jóvenesson rodeados y su única salida es mediante unpuente peatonal, en esta desbandada por elpuente cae el joven Cristian Camilo Caicedode 21 años y queda gravemente herido.

Jueves 28: El gobierno se reúne con entescomo la procuraduría, fiscalía, partidos políticos,en el marco de la lucha contra la corrupción, enla mesa “transparencia”. La jornada de protestase mantiene en algunos puntos del país.

Viernes 29: En Bogotá hay jornadas parareivindicar, pueblos originarios y negritudes,Llega a la capital una delegación indígena ymarchan junto a los universitarios a la plaza deBolívar. Se suma al equipo negociador por elgobierno el actual embajador en Costa RicaAngelino Garzón, un antiguo dirigente sindi-cal, luego político del establecimiento y hoy di-plomático del uribismo.

Cambios en la estructura política de Colombia

Este proceso de cambios en la estructurapolítica del país es bueno desarrollarlo un poco.

Los sectores llamados “progresistas”, vienenconsolidando su espacio en la política nacional.La candidatura de Gustavo Petro a las presi-denciales tuvo un poco más de 8 millones devotos (17-06-2018), 41% del total.

Luego, una consulta anticorrupción contrala vieja clase política (26-08-2018), obtuvo 11millones y medio de votos, faltándole, mediomillón para su trámite obligatorio.

En las últimas elecciones regionales (21-08-2019), el uribismo –sector de derecha– fue elprincipal derrotado. Perdió en las grandes ciu-dades y en la mayoría de los departamentos.

Todo eso es un reflejo en el marco elec-toral de los cambios en las costumbres delpueblo colombiano. Lo que se vive por estosdías en Colombia, es cualitativo y muestraque el país, orientado económicamente porel neoliberalismo e ideológicamente por laderecha, ha entrado en crisis en dos aspec-tos a partir del 21N:

Por un lado, la gente ha llegado a un límite,viendo que su estabilidad en todos los órdenes,se desvanece. Económicamente, el empobre-cimiento o reducción de la calidad de vida sepalpa en sectores de clase media y no sólo entrelos más pobres. El empleo cada vez es más pre-cario, la informalidad del trabajo hoy ronda el55% y gana terreno cada día.

Los jóvenes con futuro incierto, a quienesles vendieron el cuento de la educación comoherramienta en el ascenso social, ven que noes tal.

Los trabajadores que buscan terminar unaetapa productiva para pensionarse, ven que sealeja cada vez más lograrlo.

Los servicios básicos de agua, energía, saludy educación, cada día son más un negocio quela responsabilidad del Estado en garantizarlos.

El campo y sus campesinos no ven llegarla reforma agraria. Pero sí cabalga la violenciaque asesina a sus líderes.

Por el lado político, al uribismo y a la bur-guesía en general, se les cayó el pretexto delas guerrillas como culpables de todo lo maloque sucedía en el país. Una “pequeña pero largaguerra fría” al interior de Colombia comenzóa tambalear a partir de los acuerdos entre elgobierno y los alzados en armas.

Así el país hoy se acompasa con el resto dela región y el mundo en una pelea contra el ca-pitalismo y no sólo el neoliberal,

Ante esta nueva realidad, el pueblo colom-biano, sus trabajadores, sus mujeres y las mi-norías, la generación de los sin miedo hacesu primera aparición. Todo parece indicarque esta primera batalla dentro del marco dedécadas de retroceso, se perfila como untriunfo parcial para estos últimos.

El paro nacional aún no ha tenido un final

El paro nacional del 21N aún no ha tenidoun final. Las actividades siguen programadas,

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En el Mundo

21N, el día que Colombia despertóColombia

pero el comando y el comité de paro, (las di-recciones de las centrales obreras) fueron in-capaces o conscientemente rehuyeron la lecturade la realidad.

Están en una “posición intermedia”, más enplan de ver desvanecer la protesta que en re-definir un plan de lucha recurriendo a las basetrabajadoras y el resto de la sociedad en su con-junto contra Uribe-Duque.[6]

Ponerse a la cabeza de las luchas, juntocon los congresistas del progresismo es suresponsabilidad, ya que únicamente se lesvio el día de inicio de la protesta. Deberíanestar arremangados en los eventos cotidia-nos impulsando el paro.

En ese terreno de la dirigencia de las cen-trales, se ve también claramente el vacío ge-neracional. Por un lado los jóvenes que re-almente mantienen las tareas prácticas deldía a día y, por el otro, los burócratas de ofi-cio que hace mucho dejaron de pelear, si esque algún día lo hicieron.

Por un cambio generacional

Sobre las nuevas generaciones de luchado-res, estudiantes y jóvenes colombianos, de Amé-rica Latina y el mundo, se hace necesario unpárrafo aparte.

Su grito de guerra ha sido: “se metieroncon la generación que no tiene nada que per-der, porque hasta el miedo perdimos”.

Esto aquí puede marcar el camino no sólode un cambio generacional, sino de un reco-mienzo de la lucha de los débiles y explotadosa nivel mundial, contra la barbarie capitalista ylo que queda de los regímenes burocráticos enel mundo.

Es un proceso que apenas comienza, quetiene la tarea de dilucidar que los problemasque aquejan a la humanidad no están en lasmanos de una sociedad regida por la mano in-visible del mercado, como lo entroniza el capi-talismo en todas sus variantes. Pero tampocoes claro el futuro en lo que representó el “so-cialismo real” de los países del pacto de Varso-via, caídos en los noventa del siglo pasado.

Este trasegar que inician las nuevas gene-raciones tiene entre otras cosas, asuntos pro-

blemáticos que resolver. ¿Porque si no es el ca-pitalismo, entonces qué debe ser?

Son generaciones que hay que entender,que hasta cierta medida son huérfanas nosólo de futuro como bien lo establecen ellasmismas, si no también adolecen de pasadohistórico y político.

Aunque se le planten a los gobiernos deturno y por momentos los hagan retroceder,su propuesta de gobierno no sale hasta ahorade los marcos de la Revolución Francesa, de“libertad, igualdad y fraternidad”. Y esto se con-solida, a lo sumo sólo realiza un cambio deopresores, por otros opresores.

Los años 90 y la caída de los países del Este(suceso que este año cumplió 30 años) fueronprocesos de largo aliento. Hay que hacer el es-fuerzo por estudiarlos y explicarlos para dejarclaro lo ocurrido, y para que se aborde un fu-turo socialista en clave antiburocrática oanti-estalinista que logre en algún momentouna verdadera revolución obrera que corrijalos errores del pasado.

Esta labor combinada de lucha diaria, comola presenta la realidad mundial (con nuevas cri-sis, guerras y revoluciones), debe estar comple-mentada con la tarea del estudio de las luchasdel proletariado y los pueblos en el siglo pasado,y los cuatro lustros del presente, en sus avancesy retrocesos y tareas pendientes, que de maneramuy avanzada dejó para el porvenir, LeónTrotsky y sus copartidarios en todo el trans-curso de sus vidas, de la Revolución Rusa en1917 hasta nuestros días, Este es el único hilorojo de continuidad de lo más abnegado y re-volucionario, para las luchas de hoy. Comoejemplo, aquí uno de sus mensajes a las nuevasgeneraciones:

“Si nuestra generación se ha revelado dé-bil para imponer el socialismo en la tierra,dejemos al menos a nuestros hijos una ban-dera limpia. La lucha que se desarrolla so-brepasa en importancia a las personas, a lasfracciones, a los partidos. Es una lucha porel porvenir de la raza humana. Será una lu-cha dura. Y larga. Los que buscan la tran-quilidad y el confort que se aparten de nos-otros. En las épocas de reacción, ciertamente,es más cómodo vivir con la burocracia que

investigar la verdad. Pero aquellos a los queel socialismo no les resulta una palabra vanasino el objetivo de su vida moral, ¡adelante!Ni las amenazas, ni las persecuciones, ni laviolencia nos detendrán. Será tal vez sobrenuestros huesos, pero la verdad se impondrá.Le abriremos el camino. La verdad vencerá.Bajo los golpes implacables del destino, mesentiré dichoso, como en los grandes díasde mi juventud, si he logrado contribuir altriunfo de la verdad. Pues la más grande fe-licidad del hombre no está en el usufructodel presente, sino en la preparación del por-venir”. (León Trotsky)

Exigir y luchar por estas reivindicaciones

• Reforma laboral, que contenga: Contratos atérmino indefinido para todos. Jornada de 8horas, vacaciones obligatorias y pagas. Recargonocturno a partir de las 6:00 pm. Política deempleo del Estado, gobernaciones y alcaldías.Derecho a pensión desde los 55 años (hombresy mujeres). Fin a los contratos basura y fin dela flexibilización laboral.• Reforma agraria inmediata:Desarrollar el puntode los acuerdos entre FARC y gobierno en estetema; reposición de tierras a los campesinos.Plan vial del Estado para sacar los productosdel campo. Asesoría y respaldo económico parala producción del pequeño campesino. Accesodel campesino a la educación desde primariahasta la Universidad. Salud y planes de viviendaen el sector rural. Cuidado del medio ambiente.• No más asesinatos de líderes sociales, sindica-les, políticos y de las minorías. Parar ya la ma-sacre. Investigación y condena a los responsa-bles materiales e intelectuales de los crímenes.Aclaración inmediata de quiénes están detrásde las Águilas Negras y las Autodefensas Gai-tanistas. Fin a su labor macabra y condena asus creadores.• La ciencia como proyecto de una mejor vidapara todos: Educación pública desde la primariahasta la Universidad garantizada por el Estado.Cancelación de la deuda de la nación con losestudiantes y los trabajadores de la educaciónpública. En el ICETEX, exigir la cancelaciónde las deudas de los estudiantes con esa insti-

tución. Presupuesto para entes científicos es-tatales. Construcción de nuevos planteles edu-cativos del Estado en el país, que cubran la de-manda real y lleven la ciencia y la educaciónhasta el último rincón de la nación.• Derecho a la protesta social. Desmonte inmediatodel ESMAD.Derecho a marchar y manifestarse.Respeto a la juventud y su desarrollo individual.Derechos electorales, de televisión y radio paratodos los partidos políticos.• El paro hay que mantenerlo y fortalecerlo. Lla-mado a los dirigentes de las centrales, sindicatosdel país y gremios de transportistas, entre otros,a reforzar el paro. Apoyo en los hechos a lasactividades de los jóvenes y estudiantes. Reu-nión de emergencia del comando del paro del21, con los organizadores y ejecutores de lasjornadas subsiguientes. Por un nuevo comandode paro más representativo, democrático ycombativo. Integrar nuevas peticiones de losdiferentes sectores, en un pliego único parapresentar al gobierno.¡Colombia despertó! ¡Viva el paro nacional!

Notas:1.-Ante Colombia, a Santos lo deja como el presi-dente que firmó la paz entre colombianos. Y anteel mundo quedó como Premio Nobel de la Paz.2.- La última encuesta antes del paro, le daba alpresidente Iván Duque una desfavorabilidad o re-chazo del 65%, de los colombianos.3.- En Bogotá se volvió común que al finalizar lasmarchas o jornadas de lucha, un grupo de estudian-tes se enfrenta con la policía o los antidisturbios, enun combate donde de un lado vuelan papas explo-sivas y de otro vienen las bombas aturdidoras ygases lacrimógenos. En los hechos, esto contribuyea disolver las marchas sin haber culminado la jor-nada por parte de los convocantes.4.- Este fenómeno de la clase media respaldandoel cacerolazo, no es fortuito. Es que la golpea di-rectamente las políticas del gobierno, el desem-pleo, los costos universitarios de sus hijos, la am-pliación de la base tributaria, etc.5.- Durante varias noches seguidas en este lugarse hicieron cacerolazos.6.- “Duque-Uribe, la misma cosa son” decían lasconsignas de las marchas. También los diferen-ciaban diciendo: “El uno (Uribe) es un paraco (pa-ramilitar) y el otro (Duque) es un ladrón.” Las ma-yorías ven una relación siamesa en estecontubernio.

Socialismo o BarbarieAño XVIII | Nº 540 | 05/12/19 | | 11

Con la excusa de la persecucióna dos criminales en la favela de

Paraisópolis, São Paulo, la PolicíaMilitar reprimió brutalmente unafiesta con más de cinco mil jóve-nes. La estampida que se desatópara huir de los gases y balazosdejó un saldo de al menos nuevemuertos, de entre 14 y 23 años.

Las autoridades de laPolicía Militar, conocidapor su brutalidad contra

la población civil –y con losnegros y pobladores de la peri-feria en especial- sostuvieronque se trató de un operativopara aprehender a dos crimi-nales que se encontraban en lafiesta. Pero la agresión brutalde la policía sobre los poblado-res pobres que participaban deuna fiesta un sábado a la nochequedó profusamente registra-da por los múltiples videos que

circulan por las redes sociales.En ellos, se puede ver sin lugarposible a las dudas que hubouna orientación deliberada deescarmiento sobre la juventudnegra y pobre.

Las víctimas fatales sonMarcos Paulo Oliveira DosSantos (16 años), BrunoGabriel Dos Santos (22),Eduardo Silva (21), DenysHenrique Quirino Da Silva(16), Mateus Dos Santos Costa(23), Dennys Guilherme dosSantos Franca (16), GustavoCruz Xavier (14), GabrielRogério de Moraes (20) yLuara Victoria de Oliveira(18). Muchos padres poblado-res de la favela siguen esperan-do la vuelta de sus hijos,habiendo muchos que sin con-tarse entre los muertos todavíano se sabe dónde están, ni siestán heridos… o vivos.

En los videos se puede vercon claridad la saña con laque actuó la policía, quetiene en Brasil una larga tra-yectoria de racismo y bruta-lidad sin límites. En este casose llevan la vida de jóvenesmuy jóvenes (¡14 años!), sem-brando el terror sobre lapoblación de la favela y delas periferias en general.

Según cuentan la mayoríade los testigos, la calle dondese realizaba la fiesta era muyestrecha y sólo contaba contres salidas, por donde eradifícil que pasara muchagente a la vez. Alrededor delas tres salidas es que seubicó la Policía Militar,rodeando la fiesta para luegocomenzar con el gas pimien-ta y los balazos. Por su nivelde alevosía se trata de unaevidente emboscada para

sembrar el terror entre lapoblación pobre de la que esla favela más grande y pobla-da de la ciudad más pobladade Brasil.

A la población trabajadoramás empobrecida, precarizaday discriminada por ser mayo-ritariamente negra, la policíala mantiene bajo control a tra-vés de una violencia sistemáti-ca y permanente. Las fuerzasrepresivas del Estado brasileroson las herederas directas dequienes sostenían la esclavitudinstitucionalizada, el desplaza-miento forzado de las pobla-ciones pobres hacia la periferiay tantas otras prácticas históri-cas del Estado brasilero.

João Dória, el gobernadorde São Paulo, es uno de losimpulsores de la política sis-temática de la violencia poli-cial. Sostuvo públicamente

incluso que la orientacióncorrecta para la PolicíaMilitar debía ser “tirar amatar” y consiguió así que lapolicía de São Paulo ejecuta-ra a casi 400 personas enapenas los primeros seismeses de este año. Por suparte, Bolsonaro y Moroimpulsan la impunidad abso-luta para las prácticas de ase-sinato y racismo de las fuer-zas policiales brasileras conproyectos de ley que lasdejan en total impunidad encualquier caso de asesinato yrepresión sobre la juventudpobre y negra.

Los números de las masa-cres policiales sobre laspoblaciones desarmadas delas periferias dejan saldosque son verdaderos “núme-ros de guerra”.

Masín Fir

Masacre policial en una fiesta de una favela conmueve Brasil

Policía y racismo

12 | Socialismo o Barbarie | Año XVIII | Nº 540 | 05/12/19

En el Mundo

Entre la rebelión, la maniobra constitucional y el refuerzo represivo

Crónicas desde Santiago de Chile

Melvin Gallardo M.

Apartir de este lunes 2de diciembre entra-mos a la séptima

semana de movilizaciones yprotestas desde que comen-zó esta crisis política ysocial en Chile.

Fueron semanas inten-sas, con gran despliegue deenergías y entusiasmo porparte de un pueblo que selevantó después de muchosaños de estar subyugadopor un sistema económico,social e ideológico nefastoy marcadamente desigual.La represión estatal secobró casi una treintena devíctimas, con miles de heri-dos y detenidos. Hubocientos de casos de maltra-tos, golpizas, torturas,agresiones sexuales, pérdi-das de la visión de losmanifestantes, y un largoetcétera. Las cifras sonespeluznantes y nos hacencomprender en su totaldimensión las palabras dePiñera y la Derecha cuandodijeron estamos en unaguerra, pero no comoexpresó contra la delin-cuencia y el narcotráfico,su guerra es contra el pue-blo chileno que ya no acep-ta las condiciones misera-bles y oprobiosas del neoli-beralismo.

Aunque en la últimasemana las manifestacionesy protestas perdieron masi-vidad, lo que es comprensi-ble, porque el desgaste des-pués de tanto tiempo yesfuerzo se hace sentir, elpaís no regresa a la “norma-lidad”. A esa normalidadque quieren los de arriba,los poderosos. Probable-mente nunca se regresará alpaís que existía antes del 18de octubre. Hoy la pobla-ción debate, confrontaideas y toma posicionespolíticas sobre los diferen-tes temas sociales y políti-cos que afectan al país. Unclaro ejemplo de ello, esque hace unos díasHermógenes Pérez de Arce,un abogado, economista yperiodista, defensor acérri-mo de la dictadura dePinochet (ha escrito varioslibro en ese sentido) fueexpulsado de un matinal dela TV en que participaba

como panelista por insistiren la teoría negacionista delas violaciones a los dere-chos humanos durante ladictadura militar. Conseguridad una situacióncomo esta no habría ocurri-do nunca antes del estallidode esta rebelión popular.

Los manifestantes duran-te las últimas semanas hanimplementado otras formasde protesta: corte de rutas,evasión de los molinetes delmetro por parte de los estu-diantes secundarios (recor-demos que así comenzótodo), movilizaciones dealgunos gremios, paros yhuelgas, protestas en mallcenter costanera en la capital,y en barrios acomodados,movilización de feministas(la performance El violadoreres tú, se ha replicado encasi todas las ciudades y pue-blos de Chile y aun en otroslugares del mundo), etc.

Piñera, el responsablepolítico de la brutal repre-sión ejercido por carabine-ros y militares contra supueblo, no ha renunciado, yes sostenido (con niveles deaprobación de la poblacióna su gestión por el piso) porlos partidos del sistemapolítico chileno. Una dere-cha muy fuerte que cuentacon la complicidad de lacasi totalidad del arco polí-tico, incluido la centroizquierda y la izquierda (PCy Frente Amplio) para man-tener la gobernabilidad.Todos nadan en el mismolodo. La clase política haceoídos sordos ante lasdemandas populares, aleja-dos de la realidad social yde lo que sucede en la callecon el ciudadano a pie, eltrabajador, el jubilado y losestudiantes. La connivenciaentre poder político yempresariado tambiénaporta lo suyo a esta espe-cie de miopía política.

Los medios de comuni-cación se hacen cómplicesde criminalizar la protestasocial, mostrando los des-bordes de violencia y lossaqueos que han continua-do en algunas ciudades y enalgunos puntos de la capi-tal. Sospechosamente estoshechos ocurren ante lapasividad de la policía, queargumentan que estánsobrepasados y no pueden

hacer mucho. En cambio,los carabineros reprimencon energía y entusiasmolas manifestaciones pacífi-cas, con un saldo de cientosde heridos y detenidos.Esta parece ser una estrate-gia política que reforzaríala intención de Piñera deconvocar a las FuerzasArmadas a salir nuevamen-te a las calles para apoyar acarabineros en defensa dela infraestructura crítica(definida por Piñera: servi-cios básicos, hospitales,etc., aunque podríamospensar en realidad que serefiere a empresas privadas,barrios acomodados, etc.).Para muchos esta medidabusca aplacar las críticas delos sectores más derechis-tas que critican a Piñerapor no imponer mano dura.Un proyecto que ademáslibera a los militares de lasconsecuencias de la repre-sión, y les da carta blancapara reprimir sin que pue-dan ser acusados despuésde violaciones a los dere-chos humanos. Este pro-yecto ha generado discu-sión y todavía debe seraprobado por el Congreso(y además, hay que ver sieste proyecto no es incons-titucional: ya que laConstitución actual esta-blece que los militares sólopueden salir duranteEstado de Emergencia yEstado de Sitio).

Hasta el momento elgobierno de Piñera hahecho las siguientes conce-siones frente al movimien-to social: aumento escalo-

nado de las pensiones bási-cas, rebaja en el boleto ajubilados en el transporte,rebaja de la dieta parlamen-taria en un 50%, también aministros y subsecretariosministeriales (aprobada enDiputados, falta refrendar-la en la Cámara deSenadores). Estas son con-cesiones mínimas, migajasque buscan desactivar almovimiento social. Otrasmedidas en curso son:cobertura médica y repara-ción económica para laspersonas que sufrieron lapérdida de sus ojos porparte de las fuerzas policia-les. Además de la acusaciónconstitucional en contradel ex ministro del InteriorAndrés Chadwick por suresponsabilidad en larepresión. Lo que puedeleerse como una estrategiapara liberar a Piñera dedicha responsabilidad yentregar un alfil, a cambiode preservar la pieza másimportante del tablero deajedrez: Piñera.

El “Acuerdo por la pazsocial y la NuevaConstitución” que firmarontodos los partidos políticos(a excepción del PC querápidamente salió a  aclararque participará del plebisci-to que impulsa el mismoacuerdo) es una trampa. Nosólo no dejó conforme a lamayoría de la población, yaque fue un acuerdo de lascúpulas a espaldas del pue-blo y del movimiento socialy popular. Dada la naturale-za de este gobierno y del sis-tema político chileno, hay

mucha desconfianza en losmecanismos establecidospara arribar a una nuevaConstitución, ya que separte de desconocer el pedi-do claro de AsambleaConstituyente Soberana. Elproceso por el cual se arri-baría a una nuevaConstitución no es ni deAsamblea, ya que se parte deun acuerdo entre los parti-dos garantes del régimenque integrarán el “órganoconstituyente” en un 50% através de sus parlamenta-rios, dejando sólo el 50%restante a la libre elección.No es Constituyente, ya quesu concreción dependerá deque 2/3 en las cámaras legis-lativas voten positivamentepara lograr su aprobación. Ypor último, no es soberano,ya que no puede establecersu propio funcionamiento.

En momentos dondeestá en pleno debate elintento de reforzar lasfuerzas represivas de cara-bineros y habilitar la parti-cipación del ejército en lavida civil sin necesidad dellamar a estado de sitio,queda claro que la únicasalida que puede torcerdefinitivamente el rumbodel país es seguir luchandopor una AsambleaConstituyente y Soberanaque discuta las bases sobrelas cuales debe erigirse unpaís que tenga como centrolas necesidades de los tra-bajadores, las mujeres, lajuventud y la población ori-ginaria presente mayorita-riamente en la araucanía.

Socialismo o BarbarieAño XVIII | Nº 540 | 05/12/19 | | 13

Zoila Mara desde Caracas

Pasé diez días en Caracas.Aquí van algunas impre-siones de la situación por

la que hoy atraviesa Venezuela.El intercambio comercial

ahora se realiza en dólares yeuros. Después de intentar“relanzar” en varias ocasionesdiversas reediciones del Bolívar,los precios se fichan sobre todoen la moneda estadounidense.

En ese contexto, se advierte másactividad comercial que hace unaño. En las calles se venden vegeta-les, fruta, pescado, en dólares.

También se nota muchomenos angustia. Es que el hechode tener una moneda (extranje-ra) estable, permite prever losgastos y las ganancias. En lascompras dan vuelto en dólares oen bolívares.

Se ve que hay una gran canti-dad de dólares en circulación.Maduro dijo que le convenía la cir-culación de monedas extranjeras siestabiliza la economía. Podría pen-sarse que, a la larga, esto podría sermuy peligroso para el gobierno,pues es visible para todos lo ridícu-lo de los salarios.

El salario mínimo son ape-nas 5 dólares mensuales. En elsector privado, estarían pagan-do unos 140 dólares mensualesen Caracas. Al mismo tiempo,

no hay verdaderamente luchaspor salario.

El gobierno compensa estoparcialmente con la caja de ali-mentos que vende mensualmen-te por unos céntimos de dólar enel sitio de trabajo. En realidad,tiene alimento por unos 30 dóla-res. En Caracas, puede comprar-se todos los meses otra cajasimilar por intermedio delConsejo Comunal, según elbarrio donde se habita.

Si se compran en el “mercadolibre”, los precios de estos pro-ductos de primera necesidadestán casi a niveles internacio-nales. En este contexto, los sin-dicatos hacen ruido pero nomovilizan sino minorías.

Gran cantidad de funciona-rios han abandonado los cargospara irse del país o hacer otraactividad pagada en dólares,como cuidar ancianos cuyosfamiliares han emigrado, o dedi-carse al comercio vía internet oen la calle.

Por esta razón en las escuelasno hay suficientes maestros y losempleados administrativosdeben ocuparse de los niños.

Los funcionarios de aduanay/o migración del aeropuertohan sido sustituidos por milita-res que son despóticos, sobretodo con los venezolanos.También amenazan con impedirla salida o la entrada cuando setiene pasaporte extranjero.

Los pasaportes venezolanosson muy difíciles de conseguir,hay que pedir cita por internet.Pero el sitio web generalmenteno funciona y los militares pre-tenden que los venezolanospidan una autorización en elServicio de Identificación deCaracas para poder salir. Estosignifica pagar una coima endólares al empleado para quehaga el trámite.

Un problema quizás másgrave que la alimentación es lafalta de agua. Por 20 años (dechavismo, por cierto) no se hizomantenimiento a la infraestruc-tura de suministro de agua. Hoyen la capital, se pueden pasarhasta 10 y 12 días sin aguacorriente. Hay que pagar unagóndola privada que cobra endólares el metro cúbico. En pro-vincia es aún peor. Se ven muje-res por las calles con recipientesimplorando un poco de agua.

La marcha mundial de las mujeres en Caracas

El 25 de Noviembre es el“Día Internacional de laEliminación de la Violencia con-tra la Mujer”.

Lo positivo es que se realizóen Caracas una manifestaciónindependiente de mujeresjóvenes por los feminicidiosautomáticos y con consignasbastante correctas, como

“aborto legal ya”. La encabezó elcolectivo llamado “TintaVioleta”. Este Colectivo TintaVioleta es parte desde su funda-ción de la “Red de Colectivos LaAraña Feminista”.

Por su parte, el oficialismotrató de aprovechar la ocasión.Organizó una manifestaciónencabezada por todas las minis-tras del gobierno de Maduro,rodeando al general DiosdadoCabello, que es la verdaderacabeza del régimen.

Asimismo, sectores de la opo-sición de izquierda y sindical rea-lizaron una manifestación muypequeña de unas 30 personas,contra la violencia del gobierno,pero hablando mucho menossobre la violencia sexual y otrosproblemas de las mujeres.

La oposición de derecha, debilitada

Por último, un hecho impor-tante es que, en general, se notael debilitamiento notable de laoposición de derecha, encabe-zada por el autoproclamado“presidente” Juan GerardoAntonio Guaidó Márquez.Mientras estuve allá, la derechaconvocó a varias manifestacio-nes, que resultaron muy minori-tarias, y que no lograron pertur-bar el orden en la capital.

Este debilitamiento de laoposición de derecha tendríavarios factores. Uno de ellos

podría ser la importante migra-ción de venezolanos registradaen los últimos tiempos. Pero loindudable es que los rotundosfracasos que cosechó Guaidódesde el primer momento –consus diversos operativos paraderribar al gobierno chavista,como fue lo de Cúcuta– tambiénpesaron mucho.

Su desprestigio creció luegocon otros fracasos algo ridícu-los, como el intento de golpedesde una base militar en el cen-tro de la misma Caracas.

Pero no es el único problemaque salpica al autoproclamado“presidente de Venezuela” y a suentorno. Hay cada vez másdenuncias de corrupción contraGuaidó y su entorno. La últimafue hecha hace pocos días por suex embajador en Colombia,Humberto Calderón Berti. Ésteacusó a representantes de Guaidóde manejo indebido de recursosdestinados a atender a 148 milita-res venezolanos que desertaronen febrero en apoyo al llamado“gobierno interino” y huyeron aColombia.

El “gobierno” de Guaidórecibió fondos de Yanquilandiapara sostenerlos… Pero esosdólares se habrían esfumado ensus bolsillos y el de los esforza-dos luchadores antichavistasque lo acompañan, dejando alos militares exiliados en laestacada…

Impresiones de Venezuela y comentariosVenezuela

La COP 25 se desarrolla en Madrid yreúne jefes de Estado, funcionariosclimáticos, científicos y representan-

tes de asociaciones civiles, con el supuestoobjetivo de “responder a la emergencia cli-mática”. Pero mientras la mayoría de laspotencias derrama lágrimas de preocupa-ción sin mover un dedo por cumplir conlos Acuerdos de París, Trump anuncia queno aceptará los tratados.

El discurso de apertura a cargo delSecretario General de la ONU, AntonioGuterres, puso en evidencia la verdaderanaturaleza del problema que atañe alcombate contra el cambio climático.Guterres aseguró que existen los mediostécnicos y económicos para luchar demanera eficiente contra la crisis climá-tica, pero la carencia principal es  lafalta de acción política. ¿A quién se refie-re Guterrezs? No dijo nada en su discursode a quién iban dirigidas sus críticas, peroes sabido que Trump, a pesar que EstadosUnidos es el segundo emisor mundial dedióxido de carbono, piensa retirar el paísdel acuerdo de París; acuerdo que buscalimitar la emisión mundial con el objetivode reducir el impacto que ésta genera enel efecto invernadero.

Una pregunta válida que podríahacerse nuestro lector es: Si EstadosUnidos se mantuviera dentro del acuer-do, ¿el problema de la emergencia climá-tica tendería a resolverse? La respuesta

lamentablemente es negativa, debido avarios factores: En primer lugar, sólo un20% de los países del mundo está llegandoal nivel de emisión pactada por el acuer-do. En segundo y, más importante, lasformas que estas cumbres han encontra-do para enfrentar supuestamente estasituación es crear un mercado de comprade bonos de emisión. Es decir,  que aque-llos países que no cumplan sus objetivosde emisión les deberían comprar “cupos”a aquellos que los sobrecumplen, mante-niendo bajos niveles de emisión.

Esta “iniciativa” por parte de los jefesde Estado “comprometidos” que “piensanen el medio ambiente” (a diferencia deTrump y los negacionistas del cambio cli-mático como Bolsonaro), es  un gesto polí-tico sin consecuencias positivas reales.Para quienes crean que somos demasiadodesconfiados e injustos con estos líderes“preocupados por el planeta”, tenemosalgunas consideraciones: Sabemos quesólo el 20% de los países cumplen sus obje-tivos de emisión, pero no sabemos quéporcentaje los “sobre cumple”; es decir, quépaíses tienen cupos de emisión para el res-tante 80%, 90% o 95% que se excede. Porotro lado, ¿realmente alcanza que una por-ción tan minoritaria de países sobre cum-pla los objetivos cuando la inmensa mayo-ría no? ¿Qué va a pasar con los países queno   cumplan los objetivos y no puedancomprar cupos?

Este acuerdo alcanzado en el2015,  elaborado a partir de la participa-ción de más de 200 países del “AcuerdoMarco del Cambio Climático” de 1992,todavía no tiene reglamentación sobre suaplicación. El plazo para que los gobier-nos de los países se pongan de acuerdosobre la compra de cupos y los objetivosde cada país vence en el 2020.  Lejos de lasgrandilocuentes declaraciones de funcio-narios y de los “gestos políticos”… está larealidad. Según estudios de la propiaONU, la emisión de gases desde 1992hasta la fecha no ha parado de crecer yencontró su máximo histórico en el 2018.Razón por la cual  los últimos cinco años,desde 2015 a 2019, van camino de con-vertirse en el periodo de mayor tempera-tura media jamás registrada.

¿Por qué es tan difícil que estas cum-bres lleguen a buen puerto?  Una de lasrespuestas nos la da nuevamente la propiaONU. En un reciente informe estima quelas cinco mayores compañías petroleras yde gas a nivel mundial invierten anual-mente alrededor de 200 millones de dóla-res al año al mantenimiento de lobbies queinfluyen, retrasan o impiden el desarrollode políticas climáticas.

Por todas estas razones, la COP 25 esuna farsa. Estamos hablando de un grupode presidentes y funcionarios discutiendoideas que nunca aplican y que de aplicar-se, no resolverían ningún problema. Esto,

con el único objetivo de intentar mostrar-se “comprometidos” ante una comunidadinternacional que cada vez les cree menosy los enfrenta en la calle .

Afuera de los grandes y pomposos edi-ficios se encontraban miles de manifes-tantes en las calles de Madrid con cartelesque decían “Cambiemos de sistema, no deplaneta”, “Ni un grado más”,activistas   que denunciaban en megáfo-nos: “Hoy Amazon tiene la misma canti-dad de emisión de gases de efecto inver-nadero que un Estado”. Las concentracio-nes se replicaron en París, Berlín,Londres, etc. Es en esos encuentrosdonde se procesan las verdaderas discu-siones, en donde se va ganando en cons-ciencia que no hay forma de parar el cam-bio climático sin derrotar a todos losnegacionistas, todos los Trump y losBolsonaro y a todos los supuestos líderes“comprometidos” que terminan defen-diendo, al igual que los primeros, los inte-reses de las grandes empresas multinacio-nales contaminantes.

Son esos manifestantes, que en la últi-ma huelga mundial por el clima llenaronlas calles del mundo con 7 millones devoces gritando que el capitalismo mata, laesperanza del planeta que hoy se encuen-tra condenado por la negación de algunosy las farsas de otros.

Marcel Ling

La farsa de la cumbre contra el cambio climáticoMadrid

En el Mundo

Roberto Sáenz

Alo largo de los últimos años ha cre-cido en el seno de la izquierda revo-lucionaria el debate acerca de cómo

caracterizar las manifestaciones de luchaque de manera creciente se están viviendoen el mundo.

Desde nuestra corriente hemos insistidoen que aprendiendo de las enseñanzas delpasado, conviene echar mano de una combi-nación de factores objetivos y subjetivos a lahora de entender los desarrollos en curso.

Es decir: que no cualquier levanta-miento es una “revolución”; que en la va-riedad de las formas de la lucha se en-cuentran, también, las revueltas o más ensu conjunto, lo que hemos dado en llamarlas rebeliones populares que son aquellasmanifestaciones de lucha que vienendesde abajo, que impactan sobre el ordenpolítico y social, pero que no tienen to-davía la capacidad de ponerle verdade-ramente en cuestión.

Nos dedicaremos en este texto a trazaralgunas de sus características.

Un ciclo internacional de rebeliones populares

La variedad de formas de la rebeldíapopular puestas en marcha la última dé-cada es de una enorme riqueza: disturbios,movilizaciones de masas, ocupación deplazas públicas, cortes de rutas, paros ge-nerales, ocupaciones de fábrica, e incluso,en los casos más extremos como en Siria,armamento popular y circunstancias deguerra civil.

Esta variedad de las formas de la ac-ción desde abajo de amplios sectores delas masas, es lo que genéricamente ha lle-vado a muchos analistas (y corrientes dela izquierda), a caracterizar estos procesoscomo lisas y llanas revoluciones. “Revo-luciones políticas”, “revoluciones demo-cráticas”, o revoluciones tout court son ca-tegorías que si bien imprecisas, tienen elvalor de destacar el brusco ingreso delas más amplias masas en la vida polí-tica (Trotsky) y, en ese sentido, retienentoda su validez.

Sin embargo, al darle tal contenido “po-lisémico” a la categoría de “revolución”, mu-chas veces se tiene la dificultad de oscurecermás que aclarar los procesos en curso.

Porque lo que una utilización tan gené-rica de esta categoría tiende a opacar, es laextrema desigualdad de los factores obje-tivos y subjetivos que la están recorriendo.

Es decir: existe la complicación de llamar“revolución” a todo proceso emergente delucha desde abajo que plantea determinadocuestionamiento al orden de cosas.

Por nuestra parte, creemos que sirvemás a los objetivos de la comprensión delo que está en juego, el establecer una de-limitación entre las categorías de rebeliónpopular, y la que requiere mayor madurez

de los factores objetivos y, sobre todo, sub-jetivos, de revolución social.

Nos parece que categorías como “re-volución política” o “revolución democrá-tica” tienen el problema que si bien marcanun evidente giro revolucionario en losacontecimientos de determinada región opaís (y tratan de limitar sus efectos preci-samente con la connotación de “política”o “democrática”), dan cuenta defectuosa-mente que lo que está en curso no es to-davía un proceso que haya alcanzado talgrado de madurez para plantear la trans-formación social del sistema, esto comoproducto del uso tan genérico de la cate-goría “revolución”.

Porque ese es el límite que vienen te-niendo los procesos de rebelión popular ex-tendidos mundialmente. Marcan un extraor-dinario despertar: un recomienzo históricode la experiencia de los explotados y opri-midos. Pero la inmadurez del conjunto delos factores subjetivos puestos en acción, sig-nifican que el pasaje de “umbral” –por así lla-marlo- entre un proceso de rebelión populara uno de revolución social anticapitalista, estodavía una experiencia histórica a ser re-corrida en el nuevo siglo.

Claro, es evidente que sería un error po-nerle a priori, o abstractamente, un techo alos procesos en curso; hablemos de cual-quiera de los procesos que hablemos.

También, que sería un despropósito per-der de vista que entre los procesos de rebe-lión popular y su eventual transformaciónen revolución social, no pueden dejar deexistir vasos comunicantes, los que hacen ala acumulación de experiencias que vanadquiriendo los explotados y oprimidos,y que dependiendo del juego de una seriede factores (tanto objetivos como subjetivos),esta potencial dinámica podría ser inhibidao facilitada.

En todo caso, nuestra definición de unciclo extendido internacionalmente de re-beliones populares intenta mostrar  tantolos alcances como los límites del reco-mienzo de la experiencia histórica queestá en curso; experiencia que debido alatraso de sus factores subjetivos tiene pordelante dar un  complejo salto encalidad para poner a la orden del día la ac-tualidad de la revolución socialista en estenuevo siglo.

Hay que tener algo en claro: cuandonos referimos al atraso de los factores sub-jetivos, no nos referimos a la enorme mag-nitud de los enfrentamientos en curso (porejemplo, las situaciones de guerra civil enSiria o mismo Turquía), sino a aquellosfactores que  como la centralidad de laclase obrera, la conciencia, los progra-mas, los organismos de poder y el pesode las organizaciones políticas revolu-cionarias, marcan la emergencia de un es-cenario de revolución social.

Yendo a determinaciones más con-cretas, hay varios elementos que mues-tran lo que venimos señalando. Hay queexplicar, por ejemplo,  el uso de la de-

mocracia burguesa como antídotocuasi universal.

Cuando se trata del mundo árabe, estotiene una determinada “inconsecuencia” porcuenta que en dicha región no se aplican deigual manera algunas de las característicasque son más “universales” hoy: la combina-ción de las formas de mediación electoral yde los mecanismos de dominación directa,casi militar, es distinta a la mayoría de las re-giones de occidente, lo que a la vez, no quieredecir que sea más sencillo el pasaje del pro-ceso de la rebelión popular en uno de revo-lución social (¡sino más bien lo contrario, porcuenta de un cualitativamente mayor atrasoen los factores subjetivos!).

De todas maneras, es un hecho que la au-sencia de un verdadero proceso de radi-calización en los países europeos, y, másaun, en los EE.UU., hacen que a pesar detodo lo eventualmente deslegitimadas quepuedan estar o no las instituciones de la de-mocracia patronal, la salida político-electoralse siga imponiendo todavía en la generalidadde los caso; es evidente que no se logra to-davía desbordar realmente a las institu-ciones de la democracia burguesa y que,mediante el voto, se siguen operando, apesar de todo, recambios entre los parti-dos del sistema. Íntimamente vinculado alo anterior, está el peso que conservan lasdirecciones sindicales tradicionales.

Existen todo tipo de desigualdades; unacosa es Europa y los EE.UU. (mismo dentrode Europa no es igual Grecia, España o Fran-cia, por no hablar de Alemania), y otra evi-dentemente muy distinta lo que está ocu-rriendo en Siria, Egipto o Turquía,  conelementos abiertos o encubiertos de gue-rra civil.

Pero aun a pesar de las desigualdades, elhecho es que en el caso griego, francés, es-pañol, italiano o mismo inglés, todavía laburocracia sindical administra más o me-nos a su “antojo” jornadas nacionales de lu-cha, movilizaciones e incluso paros genera-les, dosificándolos de tal manera de evitarque tengan la contundencia para desatar unalucha generalizada y abiertamente revolu-cionaria que los desborde.

Si lo anterior es evidente, no deja de ha-ber otros elementos respecto de la dinámicade la rebelión. El momento de apogeo es,en general, subproducto de una acción máso menos espontánea de las grandes masas:estallidos de furia, disturbios, desbordes, re-beliones e, incluso, hasta podríamos decir,“semiinsurrecciones”; acciones que even-tualmente hacen caer gobiernos e imponencambios en el estado de cosas.

En su transcurso se producen grandesenfrentamientos con las fuerzas represivas(aunque en general, salvo en los casos delmundo árabe, no llega a intervenir el Ejér-cito), y en estos enfrentamientos puede ha-ber hasta rudimentos de organización; peroesta claro que de parte de los explotados yoprimidos no se llega con ningún plan sis-temático (por lo que no se ha estado en pre-sencia de  verdaderas insurrecciones). Y,habitualmente, los manifestantes enfrentanla represión con piedras, palos, molotovs yno mucho mas (el caso de Siria ha sido dis-tinto por la maduración de elementos deguerra civil; aunque aquí, lo que las ha tirado“para atrás”, es lo atrasado de los factoressociales de clase y de la conciencia políticade los actores).

Pero, además, en general no se han des-arrollado grandes experiencias de puesta enpié de organismos alternativos e indepen-dientes de lucha y poder de la clase obrera.

Es decir, no se constituyen elementos deun poder alternativo o “dual” de los explo-tados u oprimidos, o, cuando esto ocurre, serevela como demasiado efímero todavía.

Repetimos. Es evidente que son los fac-tores “más subjetivos” los que vienen másatrás: el grado de conciencia política de clasees inexistente o muy inicial; las demandassuelen ser económicas mínimas y democrá-ticas: no apuntan todavía -en su generalidad-al cuestionamiento directo a la clase capita-lista y el sistema (aunque ha habido valiososcasos de ocupación obrera, su puesta en pro-ducción por los trabajadores y cooperativas);amén de que, en términos generales, las co-rrientes y partidos socialistas revolucio-narios pueden tener peso en la vanguardia(¡incluso importante!), pero otra cosa esque alcancen peso de masas.

Así las cosas, el actual ciclo de rebelionespopulares se mueve entre dos límites queno se deben perder de vista al hacer una ca-racterización precisa de los mismos. Por unlado, constituyen un inmenso giro respectode la tónica de derrota dominante las déca-das anteriores y un inmenso laboratorio dela lucha de clases. Porque el hecho es que seestá viviendo un recomienzo histórico dela experiencia de la clase trabajadoramundial, y esta es la gran noticia de losúltimos años.

Pero, por otra parte, caracterizar estosprocesos como revoluciones “lisas y llanas”ya es demasiado. Hacer una definición asísolamente puede servir para confundir lascosas dando la impresión de que aquellosproblemas que siguen pendientes de ser re-sueltos, ya lo están.

Porque es todavía el conjunto de las ca-racterísticas observables que hemos men-cionado, lo que hace a la configuración delactual ciclo mundial como uno de rebeliónpopular. Y, en todo caso, lo que se está co-locando en la agenda  es trabajar porqueestos procesos de rebelión se transformenen procesos de revolución socialista.

Cuando se “desfonda” la democracia burguesa

Si el actual ciclo político es, en su gene-ralidad, de rebelión popular, nos interesaestablecer aquí algunos parámetros alrede-dor de los cuales estaría planteado el pasajea uno de revolución social.

Comencemos señalando que todo pro-ceso revolucionario supone una determi-nada relación entre las masas populares,sus vanguardias y sus organizaciones delucha y políticas.

Esta relación (dialéctica) –escenario deprocesos de acción y reacción, de mutuadeterminación- inevitablemente está pau-tada por una serie de desarrollos desigua-les; en todo caso, el grado de condensa-ción que vayan alcanzando estoselementos es la expresión, en cada mo-mento de su desarrollo, de la determinadamadurez (objetiva y subjetiva) de la ex-periencia de la lucha.

Si un ascenso realmente de masas coin-cide que una “maciza” intervención de laclase obrera en el centro mismo del procesode la lucha; con el desplazamiento a iz-quierda (y la división) de partes sustancialesde las “clases medias”; con la creación de or-ganismos de pelea y, eventualmente, de po-der; y con la maduración de una direcciónrevolucionaria reconocida. Y si, además, ycomo presupuesto, la crisis económica y po-lítica e, incluso militar que está por detrásde esta experiencia, tiene tal grado de ma-

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Teoría

¿Cómo se “crea” una revolución?Rebeliones y partido revolucionario

Presentamos a continuación una nota publicada en el año 2012 que intentareflexionar acerca de la relación entre las rebeliones populares y una dinámicaabiertamente revolucionaria. Opinamos que mantiene vigencia en lo sustancial,más allá de precisar que en la actual coyuntura se aprecian más elementos decrisis y desbordes en el régimen de la democracia burguesa, donde aparecen enescena tanto golpes de Estado (más o menos clásicos, dependiendo de lascircunstancias, como en Bolivia), como también escenarios de desborde porizquierda a las instituciones y el desarrollo de acciones directas, quizás con mayorintensidad a los vivido años atrás (dejando aparte el mundo árabe).

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durez que provoca una dinámica de accionesrealmente revolucionarias y divisiones enlas alturas, esto colocaría al proceso en elumbral de una revolución social.

Sin embargo, lo anterior no es tan sen-cillo: todo lo variable de los resultados in-termedios (resultados intermedios que son,justamente, los que caracterizan las expe-riencias y situaciones concretamente deter-minadas), proceden, precisamente, de la di-ficultad para lograr tal grado de“simultaneidad” de los elementos quecomponen una situación revolucionaria.

Teniendo presente lo anterior (respectode los procesos en el mundo árabe, Grecia,España y otros países), lo que se observa entodo caso, en términos muy generales, esuna intervención de masas más o menos es-pontánea, con una todavía desigual parti-cipación de la clase obrera como tal, ungrado relativamente bajo de madurez de suconciencia política (inicial todavía), y unacasi total falta de organismos de lucha y po-der alternativos, por no hablar de la carenciade todo peso de masas de las organizacionespolíticas revolucionarias, razón por la cualse está todavía lejos del umbral necesariopara una revolución social.

En todo caso, la mediación más generaldel momento es la distancia entre la expe-riencia que recorren las masas respecto de loscomponentes de la amplia vanguardia. Es enesta desigualdad dónde se colocan las orga-nizaciones políticas y burocráticas fieles alsistema,  las que operan como mediadoraspara una radicalización ulterior (sea con losropajes ideológicos que sea que necesiten “ves-tirse”). De ahí también el peso de la mediaciónelectoral, única forma de existencia de la po-lítica para las masas “más lentas”.

Porque, precisamente, uno de los elemen-tos más evidentes que están faltando toda-vía, es la emergencia de un proceso de ra-dicalización política entre las grandesmasas. Esto es lógico dado que la caracterís-tica ideológica distintiva de las últimas déca-das no fue su “radicalidad” sino todo lo con-trario:  un período “posmoderno” dedespolitización, de orfandad de alternati-vas políticas, de crisis de alternativas en elsentido profundo de la palabra.

Y, ahora, cuando la experiencia de losexplotados y oprimidos está en un reco-mienzo histórico, el hecho es que nadie po-dría ahorrarle a esas mismas masas elaprendizaje que deben hacer a partir desu propia experiencia.

Recordemos que a comienzos del sigloXX, cuando se procesó el período más re-volucionario de la humanidad alrededor dela experiencia de la Revolución Rusa de1917, la clase obrera europea constituía unmovimiento socialista de masas que si bienera mayoritariamente reformista,  confor-maba un punto de partida alto a partir delcual se procesó esa clásica experiencia deradicalización política revolucionaria entorno al bolchevismo.

Claro que nadie puede saber a cienciacierta cómo será la reemergencia de la re-volución socialista en el siglo XXI; está claroque tendrá todo tipo de combinaciones ydesarrollos desiguales; aunque, quizás, debaprimeramente pasar por nuevas expe-riencias del tipo Comuna de Paris, dóndela clase obrera sea vista en el poder, aunquemás no sea episódicamente, experiencia quefacilite la emergencia de partidos revolucio-narios de masas.

Lo que sí es seguro, es que el actual ciclode rebeliones populares está creando, entodo caso, las “bases materiales” para reto-mar la experiencia de la revolución socialistano como una “abstracción (es decir, comoun producto de “laboratorio”), sino comofenómeno histórico.

Porque de profundizarse la crisis estosdos procesos que aparecen muchas veces

como en “paralelo” –los de las masas y losde la vanguardia-; como unas “asíntotas”que nunca se van a tocar, deberían tendera entrelazarse, poniéndose más en “sinto-nía” y creando, eventualmente, mejores con-diciones para el pasaje del actual ciclo de re-belión popular a uno marcado por laactualidad de la revolución socialista.

Cuando hablamos más bien de “rebelio-nes” que de revoluciones (para caracterizarlos procesos de lucha de hoy que se extiendenmundialmente), no los hacemos para quitar-les ni un ápice de su importancia. Lo únicoque nos impulsa es precisar lo más exacta-mente posible en qué punto se está de sumadurez, y de las posibilidades de retornode la revolución socialista en el nuevo siglo.

Cómo se ha podido observar en la his-toria de las revoluciones, las mismas operanmediante una mecánica de radicalizacionescrecientes, una dialéctica de acción y reac-ción, que también hace al grado de madu-ración de la conciencia política subjetiva delas masas participantes.

El péndulo de la lucha de clases

¿Pero de qué se trata este proceso de ra-dicalización creciente? Simplemente, que lodeterminante son las oscilaciones del pén-dulo de la lucha de clases; es decir, entrequé límites se mueve el mismo: cuál es la“gradación” de sus movimientos.

Es que la mecánica de la revolución fun-ciona, precisamente, por intermedio delas bruscas oscilaciones que van llevandode un grado de radicalización a uno mayoren la medida que se establece un juego deacción y reacción: a tal impulso de unafuerza para un lado, tal grado de respuestadesde el otro (una crisis catastrófica, unaguerra o un derrota en la misma, es obvioque mueven el péndulo político de una ma-nera mucho más radical que una crisis polí-tica producida por un político corrupto, porponer un ejemplo).

Aquí, digamos que visto desde unpunto de vista “sociológico”, uno de loselementos centrales que actúan siempremotorizando esos momentos de radicali-zación, es la “muerte”.

Es decir: el asesinato de determinados lu-chadores, el carácter crecientemente “san-griento” o no de los enfrentamientos, choquesque conmueven a las más amplias masas yque, simultáneamente, muestran una de-terminada pérdida del control de las cosaspor parte de los que ejercen el poder.

Por otra parte, estas oscilaciones se mue-ven dentro de ciertos límites dependiendodel marco más de conjunto estructural (eco-nómico, social y político) de la crisis. Y estaclaro que, en la medida que la crisis econó-mica vaya haciéndose más “catastrófica”, in-cluyendo incluso enfrentamientos abiertosen el seno de la clase dominante, o mismoguerras entre estados, ya las condiciones ob-jetivas en las cuales se desarrolla la expe-riencia de la lucha se hacen más radicaliza-das  sentando bases materiales para unamucho mayor radicalización de las clasespuestas en acción.

El grado de profundidad de la experienciapolítica, de los procesos actualmente en curso,lo podemos observar a simple vista depen-diendo del grado de las alternativas que estánhoy día puestas sobre la mesa. Si en el casodel mundo árabe la dureza de los enfrenta-mientos físicos ha desbordado lo ocurridoen Latinoamérica, sin embargo, su grado deradicalidad política no ha traspasado elumbral latinoamericano.

De ahí, repetimos, que el antídoto uni-versalmente aplicable tanto en Latinoaméricacomo en el mundo árabe (aunque en estecaso, con algunas determinaciones que tienenque ver a un grado proporcionalmente mayorde autoritarismo, lo que ha dado lugar, en

verdad, a otro tipo de configuración), e, in-cluso, más aun obviamente en Europa, sigasiendo el de la democracia burguesa.

Claro que existe todo un “arco iris” desituaciones; pero la universalidad de ese an-tídoto (el voto popular), algo debe hablarrespecto de la inicial radicalidad todavía li-mitada de los procesos en curso.

Si nos transportáramos a los años 30 delsiglo pasado veríamos que ahí la mecánicano era ya entre la rebelión y la reabsorciónde la misma en la democracia patronal (comoocurre todavía en la generalidad del mundohoy): la mecánica era entre la revolución yla contrarrevolución.

¿Cómo operaba esa mecánica? ¿Cuál erasu expresión política más característica? Esaexpresión era el hundimiento de la demo-cracia burguesa. Una tendencia a la polari-zación política dónde las fuerzas “extremis-tas”, de derecha y de izquierda, tendían aadquirir un peso de masas. Una circuns-tancia dónde la alternativa era hacia gobier-nos bonapartistas lisos y llanos (sino dic-taduras abiertas como el fascismo), o haciadictaduras del proletariado.

Sin embargo, por una serie de razonesobjetivas (la crisis económica actual no estan grave como la de los años 30, ni tampocotan dramáticos sus desarrollos políticos) ysubjetivas (no centralidad todavía de la claseobrera, ausencia de conciencia revolucio-naria), actualmente las oscilaciones del pén-dulo no son tan graves: se mueven entre larebelión y la lenta reabsorción de lamisma por los mecanismos de la demo-cracia burguesa, más que entre la revolu-ción y la contrarrevolución.

Connatural a esto hay otro hecho deenorme importancia: la clase obrera no ter-mina de romper con “sus” organizacionessindicales y políticas tradicionales. Estáen curso un probablemente histórico pro-ceso de recomposición obrera por ahoramás “sindical” que directamente político.Pero todavía atañe a amplios sectores devanguardia y no todavía a la masa de lostrabajadores.

En todo caso, el ciclo de rebelión popularsignifica que las oscilaciones no son tan gra-ves, y los “umbrales de la experiencia” nohan llegado todavía a esos grados de radi-calización; no llegan a ser una dialécticade revolución y contrarrevolución; sino,más bien, una acumulación de experien-cias que puede, eventualmente, ser pre-paratoria para ese momento.

En último análisis, la dinámica de la lu-cha de clases mundial dependerá del des-arrollo de la crisis. Hemos señalado repe-tidas veces que todavía no se ha llegado unpunto en el cual se altere el equilibrio capi-talista de las últimas décadas.

En el terreno político, esto es lo que ex-plica que desde la Revolución Cubana no sehayan vivido revoluciones anticapitalistas(y, mucho menos, propiamente socialistas),que hayan llegado a la expropiación de laburguesía.

La ofensiva neoliberal de las últimas dé-cadas, la crisis de alternativas provocada porla caída del Muro de Berlín, las derrotas vi-vidas por la clase obrera mundial en las pos-trimerías del siglo XX,  parecieron hacerretroceder varios “siglos” la madurez po-lítica de la clase obrera mundial (amén dehaberle infringido una serie de golpes “es-tructurales”).

Sin embargo, el propio desarrollo de laacumulación capitalista en el período de lamundialización (con la aparición de nuevoscentros del proceso de reproducción am-pliada del capital), ha dado lugar a la emer-gencia de una nueva clase obrera: una nuevageneración que comienza a hacer sus pri-meras armas.

En ese contexto material, el procesode rebelión popular latinoamericano y,

posteriormente, la extensión “universal”de un ciclo de rebelión popular, ha sig-nificado que, desde abajo, se hayanpuesto en cuestión las condiciones eco-nómicas y políticas de existencia.

Precisamente de eso se trata una re-belión:  de un cuestionamiento que nosignifica una transformación “estruc-tural”, aunque si profundasreformas (pero la naturaleza social delsistema no se ve afectada).

En el mundo árabe se barrieron inicial-mente dictaduras, así como en Latinoaméricase barrieron gobiernos neoliberales (que man-tenían “relaciones carnales” con el imperia-lismo yanqui). A nivel de amplios sectores devanguardia, incluso se fue más allá, ponién-dose en pié experiencias que cuestionaron lapropiedad privada capitalista (ocupación defábrica) y el monopolio de la autoridad pú-blica por parte del Estado.

Sin embargo, el marco o “carcaza” ge-neral en el cual se viene procesando la ex-periencia no ha dejado de ser, repetimos, lade la democracia burguesa; no es casualque el gran antídoto universal que se vieneensayando frente a estos procesos sea elde la democracia y las elecciones.

Las subsistentes instancias de mediaciónson, de alguna manera, los diques de con-tención para evitar un desborde que vayamás allá. Es decir: a) un proceso de organiza-ción independiente; b) de radicalización po-lítica; c) de creación de sus propios organis-mos de lucha; d) de masificación de lasorganizaciones de la izquierda revolucionaria(todavía muy de vanguardia); e) de puesta enpié de organismos de poder; f) y de accionesrevolucionarias no espontáneas sino organi-zadas; g) de insurrecciones armadas que pe-leen por el poder.

Claro está que esta perspectiva ya sig-nificaría la emergencia, en este siglo XXI,de la revolución social, de la revoluciónsocialista, umbral al cual ninguna de lasexperiencias puestas en marcha hoy hallegado todavía.

En la medida que la crisis económicamundial no sea resuelta; en la medida queestallen algunas de las “olla a presión” que lamisma crisis configura en varios países o re-giones; en la medida que el desarrollo mismode la crisis no solamente agigante las contra-dicciones entre las clases, sino incluso impli-que la emergencia de contradicciones, en-frentamientos e, incluso, guerras entreEstados; en ese caso, si, el mundo vería des-lizarse hacia la re-apertura de una épocade crisis, guerras y revoluciones.

A nivel político, la experiencia de unaépoca así, como la que se vivió,  grossomodo, sobre todo en la primera mitad del si-glo pasado en los países centrales, implicóel desborde de la democracia burguesa: ungrado de polarización política (fortaleci-miento de los extremos) como no ha sevisto en las últimas décadas.

Pero una experiencia así, repetimos, esla que lleva al desborde de las institucionesexistentes, a la puesta en pie de nuevas, alcuestionamiento generalizado a la propie-dad privada, al armamento del pueblo enlucha, a la generalización de organismos dedoble poder en las fábricas, a la construc-ción de fuertes partidos revolucionarios.

Este es el umbral que hay que traspasarpara poner de nuevo en la agenda históricaa la revolución socialista. Este es el umbralque hay que traspasar desde las actualesrebeliones populares hacia las revolucionessociales que están en el porvenir. Ese es elumbral que rompería todos los “muros” o“diques de contención” de la democraciapatronal y de las direcciones tradicionales;es hacia ese “traspaso” que hay que enfocarlas imprescindibles tareas preparatoriasde las corrientes revolucionarias hoy.