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¿Muerto odormido?

¿Has experimentado alguna vezla muerte de alguien que amasentrañablemente? Si es así, lapregunta que surge en tu mente es:“¿Por qué?”

¿Por qué muere tan joven? ¿Porqué Dios permite eso? ¿Y por qué nohay una buena respuesta a estapregunta? Es cierto, la Biblia notiene una respuesta apropiada paraestas preguntas. Pero la historia deLázaro nos señala algunas pautas.(Referencias: Juan 11:1-16; ElDeseado de todas las gentes, pp.482-485.)

María y Marta estabanpreocupadas por su hermano,Lázaro. Una fiebre muy alta le vinode la noche a la mañana. Un díaestaba atendiendo sus negocios, yal día siguiente estaba transpiran-do, prácticamente delirando poresa intensa fiebre. La única cosaque se podía hacer era avisarle aJesús, quien era como otrohermano para ellas. Él habíasanado a tanta gente en los

SábadoHaz Para

esta semana hazla actividad de

la p. 39.

DomingoLee Lee “¿Muerto o dormido?”

Piensa ¿Qué nuevas preguntasse harían los discípulos al regresara Betania? ¿Qué es lo que siemprese quiere saber sobre la muerte?

Aprende Comienza aaprender el versículo dememoria.

Ora Pídele a Dios que te ayudea confiar en él.

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últimos tres años. Las hermanas escribieron elmensaje y lo enviaron con un mensajero allugar donde se encontraban Jesús y susdiscípulos. Y esperaron pacientemente.

Cuando Jesús recibió el mensaje: “Señor,he aquí, el que amas está enfermo” (Juan11:3), respondió en voz baja: “Estaenfermedad no es para muerte” (versículo 4).El mensajero esperaba que Jesús dijera oescribiera algo, pero él prestó atención másbien a otras cosas. Obviamente, el Maestro nopensaba regresar a Betania en ese momento, y

por eso elmensajero regresósin Jesús.

“¿Dónde está

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PENSAMIENTOPENSAMIENTO

VERSÍCULOVERSÍCULO

SE I SCuando

Jesús es nuestro

amigo no necesita-

mos temer ni al

sufrimiento ni a la

muerte.

“Yo sé que miRedentor vive, y que

triunfará sobre la muerte. Ycuando mi piel haya sidodestruida, todavía veré a

Dios con mis propios ojos”(Job 19:25, 26, NVI).Lunes

Lee Lee Juan 11:1-16.

Pregunta Pregúntale a unadulto cuándo se preguntó:“¿Por qué?”, y ¿qué respuestarecibió?, o ¿cuánto tiempo sedemoró para entenderla?

Ora Pídele a Dios que teayude a confiar en él aunqueno puedas entender todasestas cosas.

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Jesús?”, preguntaron las hermanas al mensajero cuando regresó. Pero elmensajero, moviendo la cabeza, apenas les dijo:

“El Maestro dijo que ‘esta enfermedad no es para muerte’”.María y Marta se contentaron al escuchar esas noticias. Cuidadosamente le

dieron el mensaje al paciente que se encontraba casi inconsciente.Ansiosamente se pusieron a esperar las señales de mejoría. Pero quedaronamargamente chasqueadas, y vieron cómo Lázaro moría. En su dolor seconformaban sólo con la gracia de Jesús. Nunca dudaron ni lo culparon denada.

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MartesLee Lee Job 19: 25-27.

Habla Habla con tus abuelos y conpersonas adultas. Léeles los versículos.Pídeles que te expliquen el significadode estos versículos.

Escribe Escribe en tu diario delestudio de la Biblia sobre tuconversación. O si no tienes unaconversación, escribe tus reacciones alversículo 27. ¿Cómo te sientes con todoeso?

Ora Dale gracias a Dios porque ha conquistado la muerte.

Los discípulos, por otro lado, estaban confundidos acerca de la actitud deJesús. Les parecía un poco fría. Recordaban cuando no respondió el día quepusieron preso a su primo Juan. ¿Por qué no lo hizo? ¿Por qué no se apresuróa regresar a Betania? ¿Por qué siguió predicando como si nada hubierasucedido? Sabían muy bien el gran consuelo que sería su presencia para lafamilia, esa familia que amaba tanto. Tal comportamiento era un misterio paraellos.

Durante dos días más siguió Jesús atendiendo sus negocios. No volvió amencionar a Lázaro.

Los enemigos de Jesús, los fariseos, también se habían dadocuenta que Jesús no había rescatado a Juan el Bautista. Paraellos era una realidad que Jesús no era el que pretendía ser —el Hijo de Dios. “Si él es el Hijo de Dios, y si tiene tantopoder”, razonaban los fariseos, “¿por qué permitió que suprimo muriera? ¿Y por qué no sana a su amigo?”

Para los discípulos, esos dos días fueron de graninquietud. Jesús había hablado sobre pruebas, pérdidasy persecución. ¿Sería capaz de olvidar esosmomentos de prueba de la mismamanera que se había olvidadode Juan y de Lázaro?

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MiércolesLee Lee Juan 11:11.

Busca Busca en la Biblia lasreferencias que más puedasrelacionadas con la muerte comoun sueño.

Pide Si tienes problema, pídeleayuda a una persona adulta.

Ora Pídele a Dios que te ayudea entender que la muerte es comoun sueño y por eso no debestener temor alguno.

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Dos días después de haber estado al otro lado del Jordán, Jesús fue aBetania. Aunque Jesús iba a consolar a sus amigos, los discípulos estabanalarmados. “Ése es el lugar donde los judíos trataron de apedrearte”, lerecordaron. “¿Estás seguro que quieres regresar a Betania?” Pero Jesús noestaba preocupado de su propia persona, sabía que el Espíritu Santo lo estabaguiando.

“Lázaro duerme”, les explicó. Ahora los discípulos estaban más confundidosque nunca. Si Lázaro dormía, ¿cuál sería la mejor muestra de su mejoría? Nopodían comprender que Jesús no estaba hablando del sueño natural, sino de lamuerte.

“Lázaro está muerto”, les explicó más tarde. Y antes que los discípulosvolvieran a preguntar, “¿Por qué?”, les dijo: “Me alegro por vosotros, que yono haya estado allí, para que creáis. Vamos a él”.

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JuevesCanta Canta el himno queaprendiste en la Escuela Sabáticaesta semana, o escribe una nuevatonada.

Observa Si es posible, observa aun niño cuando está durmiendo.

Ora Dale gracias a Dios porcomparar la muerte con un sueño.Pídele que te dé paz por la muertede un ser querido que has perdido

o vas a perder pronto.

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Losdiscípulos loacompañaron aBetania,preguntándosesi estaríanpronto muertos,o durmiendo, ocualquier otracosa.

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6ViernesComparte Durante el culto familiar comparte lo

que has aprendido esta semana.

Recita Recita el versículo de memoria. Procuraaprender también el versículo 27.

Canta Lee los versos del himno “Cara a cara”, ycántenlos juntos.

Habla Habla acerca de las palabras de este himno.

Ora Denle gracias a Dios que quiere consolarte yfortalecerte con su gracia, cara a cara.