salud pp

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Crítica A La Salud En Colombia En Colombia pretender hablar sobre la salud o sobre el estado actual en el cual reposa, es perseguir la noción de bienestar elaborada por colectivos a su vez que minorías son; de las cuales se puede divisar el ancho de sus barrigas atoradas en el interior del túnel que separa espaciadamente la fugaz idea de salubridad orgánica y mental que pignora el Estado corporativo a quienes “considera” pacientes (clientes), de la insaciable e incauta sociedad que tras las longilínea telefónica espera un turno para pasar por el tomógrafo milagroso o (maquina tapa huecos). Dejando entrever que la salud al parecer vive dentro de una cartilla rellena de sofismas normativos, expedita, de toda traba o zancadilla popular. Normas que giran entorno al redondel creado por políticos y tinterillos (engalanados con abstractos lenguajes jurídicos) en cabeza y voz silente de un ministro o un gabinete de turno, quienes seccionan claro está, en favor de los tutelaton-eros de la salud. Es entonces la salud, no un Estado de normalidad del ser, como lo reza la Real Academia Española, sino por el contrario un Estado de anormalidad, véase la visión que comparte el sociólogo ingles Anthony Giddens: Un joven con problemas de salud puede ser bastante consciente del riesgo de fumar, pero sitúa el peligro potencial que ello conlleva muy distante en el futuro - tal y como cuando él o ella cumplan los 40. Los riesgos alejados de los contextos

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Critica a la salud en Colombia.

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Page 1: Salud PP

Crítica A La Salud En Colombia

En Colombia pretender hablar sobre la salud o sobre el estado actual en

el cual reposa, es perseguir la noción de bienestar elaborada por

colectivos a su vez que minorías son; de las cuales se puede divisar el

ancho de sus barrigas atoradas en el interior del túnel que separa

espaciadamente la fugaz idea de salubridad orgánica y mental que

pignora el Estado corporativo a quienes “considera” pacientes (clientes),

de la insaciable e incauta sociedad que tras las longilínea telefónica

espera un turno para pasar por el tomógrafo milagroso o (maquina tapa

huecos).

Dejando entrever que la salud al parecer vive dentro de una cartilla

rellena de sofismas normativos, expedita, de toda traba o zancadilla

popular. Normas que giran entorno al redondel creado por políticos y

tinterillos (engalanados con abstractos lenguajes jurídicos) en cabeza y

voz silente de un ministro o un gabinete de turno, quienes seccionan

claro está, en favor de los tutelaton-eros de la salud.

Es entonces la salud, no un Estado de normalidad del ser, como lo reza

la Real Academia Española, sino por el contrario un Estado de

anormalidad, véase la visión que comparte el sociólogo ingles Anthony

Giddens:

Un joven con problemas de salud puede ser bastante consciente del

riesgo de fumar, pero sitúa el peligro potencial que ello conlleva muy

distante en el futuro -tal y como cuando él o ella cumplan los 40. Los

riesgos alejados de los contextos ordinarios de la vida del individuo -tal

como los riesgos de elevadas consecuencias- se encuentran fuera de la

cobertura del Umwelt1. Los peligros que ellos presentan son, dicho de

otro modo, pensados como algo separado de los compromisos prácticos

1 Del alemán Umwelt significado "medio ambiente" o "entorno" […] El término se traduce generalmente como "mundo egocéntrico".

Page 2: Salud PP

de la persona, con lo cual se evita que esta los contemple seriamente en

tantas posibilidades.2

Esta perspectiva es tenida en cuenta en este ejercicio ya que muestra o

revela, como el Estado local actúa frente a las variables generadoras de

riesgo cuando aún no se prevé. Actúa como el joven que este autor

menciona en su artículo. Pues para el Estado, la salud es un

“compromiso” distante, no formal. Además en el espectro aparece el

“Umwelt”, que se entiende de una u otra forma como un “Mundo

Egocéntrico”, para el cual la salud es el medio que ataca

subliminalmente a las poblaciones, ya sea corporal o materialmente,

logrando así se aumenten los ingresos en sus arcas. Afirmación que bien

pudiera respaldar el Señor Marijn Dekkers consejero delegado de la

químico-farmacéutica Alemana, Bayer. En sus palabras: "No creamos

medicamentos para “indios”, sino para quienes pueden pagarlos"3

expresión bastante locuaz que se dio a conocer para el mes de Enero

del año en curso.

Se dirá entonces que el negocio salud, es en Colombia un brazo más del

capitalismo glocal4 que nunca cierra las fauces.

Si bien el capitalismo hace su aporte, el sistema de salud nacional como

tal, no es precisamente un conjunto homogéneo o heterogéneo de ideas

2GIDDENS, Anthony. BAUMAN, Zigmunt. LUHMANN, N. BECK, U. (1996). Las Consecuencias Perversas De La Modernidad. Modernidad contingencia y riesgo. Josetxc Beriain. comp. ; traducción de Celso Sánchez Capdequí. Barcelona: Anthropos. Pp 62.

3 "No creamos medicamentos para indios, sino para quienes pueden pagarlos": Bayer. (24 enero 2014 – 10:59 am). El Espectador: Salud. Tomado de: http://www.elespectador.com/noticias/salud/no-creamos-medicamentos-indios-sino-quienes-pueden-paga-articulo-470652. 02 sep. 14.

4 Glocal: Es un proceso que es local, nacional y global a la vez. [..] hace una década el geógrafo Eric Swyngedouw (1997) habló de procesos que no son "ni globales ni locales" sino "glocales". Citado por BEBBINGTON, Anthony. (2007). Elementos para una ecología política de los movimientos sociales y el desarrollo territorial en zonas mineras. En Minería, movimientos sociales y respuestas campesinas, ed. Anthony Bebbington, 23-46- Lima: IEP: CEPES.

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asentadas a la situación real que debiese interesar u ocupar a estas

eminencias de la razón. Quienes dignifican sus discursos a través de

temas dirigidos hacia lo financiero, lo estructural, lo jurídico, o lo

profesional, basados en un concepto que considero deplorable, pues se

requiere poseer ausencia de salud para merecer atención. En términos

generales el servicio cobija la situación del individuo enfermo, además

de polarizar el medio entre sistema subsidiado y contributivo, (pobres y

ricos), obviando la integralidad y universalidad que originalmente

necesita el concepto SALUD, bien lo puede bosquejar el Filósofo

Austriaco Iván Illich en las siguientes líneas:

Veinte años después del reconocimiento público de que las

prescripciones médicas son marginales a la salud de una nación, el costo

de una medicina profesional insalubre continúa sobrepasando el de un

estilo de vida saludable.5

En otras palabras peor el remedio que la enfermedad, pues sobre la

mesa no hay más que transitorias y livianas soluciones a problemas de

peso, que requieren ingentes esfuerzos. El régimen pareciera auto

agotarse con tanto intermediario (Clanes de EPS y demás), entidades

que flagelan a diestra y siniestra, sin importar si se trata de un paciente

que muere revolcándose en el tapete del lobby de la EPS, o si se trata de

un hospital desangrado, sería oportuno citar a Juan Gossaín quien en el

artículo: “Así se robaron el sistema de salud de los colombianos” replica

información sobre deudas de las EPS a los hospitales, véase el siguiente

segmento:

“1. A la Fundación Hospital San Vicente de Paúl, de Medellín, le deben

248.000 millones.

2. Al Hospital General de Medellín le deben 137.000 millones.

5 ILLICH, Ivan. (2002). Necesidades. Letras libres. Pp 13.

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3. A la Fundación Oftalmológica de Santander le deben 122.000

millones.”

Así entonces los dueños de la salud seguirán forzando al individuo para

que reivindique su poder y los individuos seguiremos tras la longilínea

telefónica esperando el conmutador asigne una cita con la muerte.

Juan David Acevedo Marín.

70142311.

Politólogo.