revista internacional-nuestra Época-edición chilena junio de 1985

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revista EDICIÓN CHILENA RNACIONAL NUESTRA ÉPOCA N° 6 JUNIO 1985 PITTMAN: ACERCA DEL MESIANISMO NORTEAMERICANO J. ROJAS: TERROR Y REPRESIÓN EN PARAGUAY SIQUEIRA: LA INTERNACIONAL SOCIALISTA JUEGA LA CARTA DE BRASIL NUEVO ORDEN ECONÓMICO INTERNACIONAL: APRECIACIONES COMUNISTAS

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Revista Internacional-Nuestra Época, edición chilena de la publicación teórica e informativa de los partidos comunistas y obreros de junio de 1985

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  • revista EDICIN CHILENARNACIONAL

    NUESTRA POCA N 6 JUNIO 1985

    PITTMAN:ACERCA DELMESIANISMONORTEAMERICANO

    J. ROJAS:TERRORY REPRESINEN PARAGUAY

    SIQUEIRA:LA INTERNACIONALSOCIALISTA JUEGALA CARTADE BRASIL

    NUEVO ORDENECONMICOINTERNACIONAL:APRECIACIONESCOMUNISTAS

  • ADIS A LAPATOJA

    por Volodia Teitelboim

    De ella hizo l casi todas las comparaciones posibles. Laproclam cabal l i to de greda negra, pa loma del crepsculo quevol en los caminos, a l canc a con l g r imas de nuestra pobrei n f a n c i a . La coron con laureles del sur y organo de Lota.La l l am bienamada. Encontr que su sombra tena un olora c i rue la y que su cuerpo era liso como las piedras en elagua. Le pidi que no estuviera le jos de l ni un solo d a .Le comunic su f i l o s o f a respecto al amor y la muer te : Dosamantes dichosos no t i enen fin ni muer te , / nacen y muerenmuchas veces mientras v iven , / t ienen la e ternidad de la n a t u -raleza. Tal vez sea as. Seguramente es as, por lo menospara el poeta. El f a l l e c i el 23 de Septiembre de 1973 y ellamuri el sbado 5 de Enero de 1985, a las 3 de la maana ,en su casa san t i agu lna , La Chascona, t repada sobre el f a l -deo del cerro San Cristbal. Esa casa fue bau t izada por elpoeta de aquel modo en honor a la cabel lera f rondosa y despeinada de Mat i l de U r r u t t a .

    En los l t i m o s ve in te aos de la poesa ne rud lana ella re-presenta el Eterno Femenino. Le dedic dos libros completos.Uno i n i c i a l m e n t e annimo, que m a n t u v o en secreto el nombredel au tor hasta la rup tu ra de su ma t r imonio con Delia delCarril, Los Versos del Capitn, compuesto en la Isla de Capr i .Otro de pasin pbl ica , abier ta y a l eg remen te dedicado aM a t i l d e , seora suya muy a m a d a , para la cual escribe nadamenos que Cien Sonetos de Amor, que t i enen sonido de bos-ques, poesa con msica de madera.

    Conoc esa relacin amorosa en su etapa c landest ina . Estuvemuchas veces en sus palomares ocultos. Y cuando Neruda sefue a v ivi r con e l l a , sola yo acompaarlos en v ia jes por elpas, que casi siempre ten an cierta s ign i f i cac in n t ima . Pors j e m p l o , sus visi tas a C h i l l a n eran para l sobre todo lavuel ta a la gran pa t r ia chica de Mat i lde . En un momentoen t raab le e l la cant en un teatro de su ciudad natal . Suamiga y maestra B l a n c a Hauser enton los aires de La Chi-l l a n e j a . Tocaba al piano en el escenarlo desvenci jado de pro-vincia el fundador de la Orquesta Sinfnica de Chile, ArmandoCarva ja l . Neruda despus ley tres sonetos de los Cien. Yodije algo prescindible e i n c i d e n t a l sobre ese pueblo dondeella naci y sobre el poeta que la l lam pr ima del organo,reina del apio y de la artesa, pequea leoparda del h i lo y lacebolla. . ., que manejaba el sntoma de su ca l ig ra f a y en-contraba en la arena del cuaderno las letras extraviadas.

    Nunca quiso ser ba i l a r ina ; pero con el t i empo le encontrcierto parecido fsico con Calina Ulnova . Era una mujer f inade cuerpo y de espritu, no porque hubiera aprendido modalesdelicados, sino porque le venan de adentro. El poeta recordabaa su ch i l l ane j a viniendo no de la opulencia sino de las estre-checes de las casas l lov idas del sur, de las regiones durascon f r o y terremoto. H i j a de obrero, conserv siempre sucorazn y sus pies acostumbrados a las piedras. El tena unorigen anlogo. Eran, pues, con siete aos de d i fe renc ia , dosretoos de la misma regin, dos descendientes de idnticapenuria originaria. Se s in t ie ron tambin atrados por ese signocomn que contr ibuy a juntar los . Eres del pobre Sur, dedonde viene mi a lma : / en su cielo tu madre sigue lavandoropa / con mi madre, por eso te escog, compaera.

    Vi muchas veces a Mat i lde regar plantas, maneja r la poda-dora, el azadn y dirigir el agua. El poeta contemplaba a lalaboriosa casera atravesando el medioda cargada de flores.

    Buscaba en el ondulante ro de las mujeres una seal suya.Es verdad que a veces los ojos se le iban tras la estela delos muslos rtmicos, h ipnot izado por el vaivn navegante delas hembras, y lo seducan hasta la locura las sobrinas de uncerezo o de Mat i lde . Pero en el ancho estuario f e m e n i n o , lsiempre vo lv a a e l l a po rque de todas eres la u n a .

    A q u e l l a co rd i l l e r ana , c h i l l a n e j a evidente r a t i f i c a b a nofue , sin embargo, la sombra del poeta. Posea carcter fue r t e ,personal idad recia. Y se le enf ren taba de igual a igua l , comouna leona, cuando algo no le gustaba. De ah que el poetasupiera que su voz tena el vuelo y la precisin de la f l echay que el tono, en respuesta a su conducta , poda ser de soly de l l u v i a .

    Cuando ese amor sali de su a lveolo secreto, no slo caycomo dolor sobre otro d u l c e rostro, Delia . Tambin estallcomo una pasin rechazada tan to por los espadones de f i e r rol i terar io, como por amigos quebrados de sbito, estremecidospor una sorpresa desagradable o una revelacin que despeda-zaba el esquema establecido. El poeta los conden con ira ysin ambages: Odian los que no amaron nuestro amor, / ni n in-gn otro amor , desventurados / como las sillas de un salnperdido, . . .. En ese sent ido , aque l los Cien Sonetos son unaa u t o b i o g r a f a polmica de esa pasin enmaraada y violenta ,a sangre y luego. A fuego y lava, s, te lr ico. Subray variasveces que Diego Rivera la pint con dos cabezas de volcny a l l desl iz, como j u g a n d o a las escondidas, el pe r f i l delque era entonces su aman te fuera de la ley. La l l a m sucruz del Sur, o sea, estrella de su hemisferio. Y le pidien el soneto 89 que e l l a hiciera ciertas cosas cuando l yano estuviese. Cuando yo muera quiero tus manos en misojos. . . Quiero que vivas mient ras yo, dormido , te espero, /quiero que tus odos sigan oyendo el viento, / que huelas elaroma del mar que amamos juntos , / y que sigas pisando laarena que pisamos. Un poco ms adelante , en el 91, com-probando que la edad nos cubre como la l l o v i z n a , / i n t e r m i n a -ble y rido es el t i empo, le dice amor mo, si muero y tno mueres, / amor mo, si mueres y no muero. . . este amor,no ha t e rminado , . . . no tiene muerte, es como un largo r o.

    Los sonetos f i na l e s reinciden prec isamente en el t ema delf i n . Piensa en la muer te separada. SI Ma t i l de muere, si susmanos se o lv idan de v o l a r y se duermen, si l parte antes,y algn da se jun tan . Entonces el poeta predice: Y as cuan-do la t ierra reciba nues t ro abrazo / iremos confundidos en unasola muer te / a v iv i r para s iempre la e te rn idad de un beso.

    LA VIUDA QUE ANDA CON LA BANDERA.

    M a t i l d e lo sobrevivi para cumpl i r sobre todo con su man-dato: Si muero sobrevveme con t an t a f u e r z a pura / que des-piertes la f u r i a del p l ido y del f r o . Le pidi que conservarasu herencia. Saba que la ausencia en una casa tan grandeque ella pasara a travs de los muros y colgar a los cuadrosen el aire. Pero le pidi que esa ausencia que l ya sin vidala vera v iv i r , la man tuv ie ra con energa, porque si sufres,mi amor, morir otra vez. M a t i l d e se esforz por hacerlo delmodo solicitado. No se sumergi en la desolacin. Trat deconst i tuirse en la ident idad del poeta. Cuid de su obra ylevan t su bandera. Desafi a Saturno. Se pronunci pol t ica-mente en todo momento contra la d ic tadura , que, irri tada,o f i c i a l i z el robo de Isla Negra, tras haber p rec ip i tado lamuerte de Neruda con el zarpazo del 11 de septiembre. EstuvoMat i lde en muchas acciones del pueblo chileno, porque as losenta, pero sobre todo porque crey que Pablo hubiera estadoall , ya que siempre el pueblo cont con l. Fue una opositoraabsoluta a Pinochet. El poeta le haba dicho que la mirar adesde el polvo de su corazn y en medio de la t ierra apa r t a -ra las esmeraldas para divisarla. Mat i lde se comport comosi siempre el poeta la estuviera mirando.

    Pocos meses despus de la muer te de Pablo nos vimos aorillas del Mar Negro, en esa Y a l t a que no slo es el escena-rio chejoviano del amor de r.a dama del perr i to, sino quefue tambin teatro de das azules y fel ices para Pablo y Ma-tilde. Entonces el amor llenaba grandes barricas como laantigua miel de los pastores. Ahora estaba viuda y doloridahasta el tutano. Me cont todo el desenlace, los l t imos das,la muer te , el entierro. Me reiter que estaba decidida a cumplir.

    Despus la vi casi todos los aos, cuando vena a Europa,para arreglar los asuntos editoriales de Pablo. Algn da enPars la invit Jean Louis Barraul t a ver una obra suya, versin

    sigue en el reverso de la contraportada I

    Proletarios de todos los pases, u nas I

    REVISTAINTERNACIONAL{Problemas de la Paz y del Socialismo)

    P U B L I G A C I NT E R I C A E I N F O R M A T I V A

    DE LOS P A R T I D O S

    C O M U N I S T A S Y O B R E R O S

    A P A R E C E D E S D E 1 9 5 8

    (322) 6J U N I O

    1985

    FORMAN PARTE DEL COLEGIO Y DEL CONSEJO DE REDACCIN DEREVISTA INTERNACIONAL REPRESENTANTES DE LOS PARTIDOSCOMUNISTAS Y OBREROS DE ARABIA SAUDITA, ARGELIA, ARGEN-TINA, AUSTRIA, BLGICA, SOLIVIA, BRASIL, BULGARIA, CANAD,COLOMBIA, COSTA RICA, CUBA, CHECOSLOVAQUIA, CHILE,CHIPRE, DINAMARCA, ECUADOR, EGIPTO, EL SALVADOR, ESPAA,EE.UU., FILIPINAS, FINLANDIA, FRANCIA, GRAN BRETAA, GRECIA,GUATEMALA, GUYANA, HONDURAS, HUNGRA, INDIA, INDONESIA,IRAK, IRN, IRLANDA, ISRAEL, ITALIA, JAMAICA, JAPN. JORDA-NIA, LESOTO, LBANO, LUXEMBURGO, MXICO, MONGOLIA, PALES-TINA, PANAM, PARAGUAY, PER, POLONIA, PORTUGAL, RDA, RE-PBLICA DOMINICANA, RFA, RSA, RUMANIA, SENEGAL, SIRIA, SRILANKA, SUDAN, SUECIA, SUIZA, TURQUA, URSS, URUGUAY, VE-NEZUELA Y VIETNAM.

  • Pese al terror, la vigilancia po-licial y las masacres masivas, losjvenes guatemaltecos realizan ungran trabajo de agitacin y pro-paganda. Aprovechando cuales-quiera posibilidades legales com-peticiones deportivas, conciertos,etc., intervienen en defensa delos derechos de la juventud altrabajo, el pan y la vivienda. LaJPT organiza tambin manifesta-ciones callejeras abiertas. As, losfunerales de jvenes activistas pa-triotas, asesinados por bandasparamilitares, se transforman confrecuencia en multitudinarias ma-nifestaciones de protesta contrala violacin de los derechos hu-manos y por el castigo de losculpables. Entre los participantesde esas manifestaciones se puedever a muchos jvenes con sus ros-tros cubiertos con pauelos, por-que un patriota que desfila pararendir el ltimo homenaje a suscamaradas cados, corre el riesgode compartir su trgico destino.

    Durante las transmisiones tele-visadas desde el Festival Mundialde la Juventud y los Estudiantescelebrado en La Habana, millonesde personas de todo el mundo pu-dieron ver a esos mismos jvenesguatemaltecos, encapuchados parano ser reconocidos. En vsperas

    del Festival de La Habana, en me-dio de brbaras represiones, laJPT logr organizar su propio Fes-tival Nacional Preparatorio, quejalon un avance cualitativo enla organizacin del movimientojuvenil guatemalteco, demostran-do que aun en estas difciles con-diciones es posible impulsar lasluchas propias de la juventud.

    La JPT despliega una gran la-bor, a travs de la cual desen-mascara las atrocidades de la dic-tadura y moviliza a la opininpblica mundial en apoyo de laresistencia que opone a la tiranael pueblo guatemalteco. Educa alos jvenes en el espritu del in-ternacionalismo proletario, la fra-ternidad y la solidaridad con lospueblos que luchan contra el yugoy la explotacin imperialistas,viendo en ello su contribucin ala causa revolucionaria comn.

    La Juventud Patritica del Tra-bajo es organizacin miembro dela Federacin Mundial de la Ju-ventud Democrtica, mantiene es-trechas relaciones de amistad conmuchas organizaciones hermanasde Amrica Latina, de los pasessocialistas y capitalistas.

    El rgano de prensa de la JPTes el peridico Juventud.

    UNION DE LA JUVENTUD COMUNISTA DE URUGUAY(UJC)

    Fue fundada en 1921 y trabajabajo la direccin del Partido Co-munista de Uruguay (PCU), pro-curando aplicar a nivel juvenil lapoltica general del PCU. En elpresente agrupa a ms de 20 milafiliados provenientes de sectoresobreros, asalariados, estudiantilesy, en menor medida, campesinos.

    La UJC es una organizacin coninfluencia entre la juventud, en-tre la cual se ha granjeado pres-tigio como luchadora inquebran-table por los cambios democrti-cos, en defensa de los interesesy los anhelos de los jvenes uru-guayos. En los ms duros y difci-

    les aos de la represin fascista,la juventud comunista continuluchando en la clandestinidad yconstituy una fuerza fundamen-tal en el enfrentamiento contra elfascismo, movilizando a los jve-nes a la lucha por restablecer laslibertades civiles y desempeandoun papel significativo en el de-rrocamiento de la dictadura mili-tar fascista. En estos aos, msde 3.000 miembros de la UJC pa-saron por la crcel y fueron tor-turados, entre ellos el Primer Se-cretario de la UJC, Jorge Mazza-rovich. Muchos fueron asesinados.

    La UJC considera como tarea

    permanente suya el logro de unaamplia unidad de la juventud mo-vilizndola, a la vez, a la luchapopular por mejorar la situacinde los trabajadores, por una de-mocracia avanzada, por la libera-cin nacional y por el socialismo.Los militantes de la UJC partici-pan en las luchas huelgusticasorganizadas por diversos sindica-tos, divulgan octavillas y tomanparte en mtines y manifestacio-nes. La UJC presta apoyo totala la coalicin poltica de izquier-da Frente Amplio y en este fren-te poltico trabaja junto con miem-bros de la Juventud Socialista, dela democracia cristiana y de otrasorganizaciones juveniles de iz-quierda. Influye en forma decisi-va en la Federacin de Estudian-tes Universitarios del Uruguay, enlas Comisiones Sindicales Juveni-les de la Convencin Nacional deTrabajadores, en las estructurasgremiales de los estudiantes se-cundarios y en las propias orga-nizaciones de carcter barrial.

    En la presente etapa, su objeti-vo consiste en hacer de la UJC,aprovechando el ascenso de lasluchas revolucionarias, una orga-nizacin de cuadros y de masascon influencia a nivel nacional,uniendo ese accionar con las ta-reas de la educacin ideolgicade sus miembros, sobre todo dela nueva militancia, y de la soli-daridad internacional, la cualsiempre fue concebida como partefundamental de la educacin re-volucionaria de la UJC y de susafiliados.

    La Unin de la Juventud Comu-nista de Uruguay es miembro dela Federacin Mundial de la Ju-ventud Democrtica.

    La UJC se estructura segn elprincipio bsico del centralismodemocrtico. Tiene organizacionesde base en todos los departamen-tos en que se divide administra-tivamente el pas, as como en lasescuelas, universidades y empre-sas. El rgano mximo es el con-greso. Entre los congresos, dirigelas labores de la UJC su ComitCentral.

    CRNICA Por Invitacin de los respectivos partidos hermanos,representantes de Revista Internacional asistieron alXIII Congreso del Partido Socialista Hngaro (25-28 demarzo de 1985] y a la Conferencia Nacional del PartidoComunista Portugs (30-31 de marzo de 1985). Representantes de la revista participaron en las con-ferencias cientfico-tericas Internacionales dedicadas al40 Aniversario de la Victoria sobre el fascismo (Da-

    masco) y a las cuestiones de perfeccionamiento delsistema poltico del socialismo (Bak). Atendiendo las Invitaciones formuladas por los CCdel Partido Comunista Blgaro y del Partido del Trabajode Corea, delegaciones del Consejo de Redaccin deRevista Internacional visitaron Bulgaria y la RPDC a finde conocer el trabajo que desarrollan los respectivospartidos.

    ADIS A LA PATOJA/viene del reverso de la portada)

    de un vie jo cuen to oriental ce Vol ta i re . A l l el noble Pierrotde Les e n f a n t s du paradis rememor que haba pedido aNeruda que escribiera un escenario que l l l evar a al teatro.Mat i lde contest que de esa proposicin, que a pr imera vistaal poeta le pareci humorst ica y descabel lada , naci Fulgory Muerte de oaqun Murtela.

    Mati lde no fue la m u j e r - l u n a que slo emite la luz r e f l e j adel hombre-sol. Fueron el sol y la l u n a ; pero ella br i l labacon su propio resplandor . No era una simple recadera delmensaje mar i t a l . Era eso y mucho ms. Si bien lo que l d i j ocorresponda a su sentir y a su pensar, e l l a cons t i t uy unapersonalidad por s misma, de def in ic iones t o t a l m e n t e a jenasa la ambigedad de la repet icin sin vida y sin coraje. Lodijo todo intensamente, c laramente. Prueba convincente , paratomar un solo e jemplo , la dio en una de sus l t imas ac tua -ciones pblicas, en el discurso que ella pronunci en Octubrede 1983 en el Teatro Caupol lcn de Sant iago, en el acto dehomenaje a Neruda . Sera d i f c i l m e n t e concebible mayor f i d e -lidad al pensamien to de su gran amor, una d i a f a n i d a d de ex-presin ms pura y c r i s t a l ina , expresada con la fuerza cor-tante del diamante: Ahora , a diez aos de su muer te , no hayduda que lo necesitamos. Pero l est con nosotros, est vivoy ac tuan t e , no solamente por su genio potico, sino por sucondicin de hombre de esta poca, por su patr iot ismo, porsu inmersin en los problemas de su pueblo. Por esa d ign idadde hombre, de poeta, de patr iota , su corazn y su voz siguenla t iendo y luchando con nosotros. Y agradezco que sea sa luda-do desde los ms d i fe ren tes rincones de la t ierra.

    Porque j u n t o a nosotros est diciendo: Basta de relegados!Por qu convierten nuestro quer ido y hermoso pas en unainmensa crcel?

    Exigiremos la verdad sobre los detenidos-desaparecidos. . .Los detenidos-desaparecidos, esa pesadil la increble que hemossufr ido tantos chi lenos .

    La Patr ia para todos los exiliados. El derecho a vivi r ensu Patr ia es lo ms sagrado que t iene cada ser humano, escomo el derecho a tener madre y parece incre b le que alguiense atreva a qui tar algo tan sagrado.

    Exigiremos just iciadolor.

    f r en te a los responsables de t an to

    A q u est una par te de ese pueblo chileno, in te r rumpidopor la cesanta o la muer te y el habi tante que vive hacinadoen el desorden, l leno de nios con hambre. . . Sin embargo,yo les digo: yo los he visto en la l t ima protesta, l lenos dedignidad, de valor, de fe, con sus banderas y el retrato desu Presidente asesinado, Salvador Al lende .

    Yo les pido a estos dursimos chilenos que tratemos deunir nuestra voz a otra voz, juntemos nuestra mano a otramano, fo r jemos la unidad. Slo la unin nos dar la fue rzasuf ic iente para solucionar los problemas fundamenta les delpas y poder alcanzar una Patr ia con pan, t rabajo, jus t ic ia yl iber tad. Tenemos que salir de una vez de la ley del embudo,como deca Pablo: todas las fac i l idades para unos pocos, y parael pobre que reclama unos pocos metros de tierra para levan-tar una mediagua, al que protesta porque no tiene t raba jo yquiere pan, se le responde con la relegacin, los palos, lacrcel y ahora las balas.

    CON LA SONRISA DE SIEMPRE.Anduve con ella, en romera con sol y fro, por aples,

    Capri , F r a n k f u r t y Estocolmo. Su salud no marchaba bien, perosu nimo tenda al resplandor y su rostro era transparente.Estuvimos jun tos en Pars, para part icipar en el homenaje aNeruda que r indi la UNESCO. Sacaba fuerzas de f l aqueza .Por la tarde ya nos recibi en su lecho de enferma en elHotel Saint-Honor. Despus bamos a visitarla al cuarto enel Hospi ta l Cochin, de Pars. A l l Neruda se Intern variasveces para operaciones y t ra tamiento. Su mal era el mismo de

    Pablo. No s. A f i n i d a d amorosa que se t r aduce en dolenciasparecidas? Su personalidad se vea in tacta , vivaz. P lan i f i caba .Conversbamos largo y t end ido . Al da s iguiente yo debapar t i r a Venezuela y me pidi que hablara con su vie jo amigoel escritor Miguel Otero Silva, sobre el proyecto de FundacinPablo Neruda . Cuando volv de Caracas, pens que ya no laencon t r a r a en Pars. Pero haba re tornado a la pieza del HotelSaint -Honor , donde yaca despus de un par de intervencionesquirrgicas ineficaces. Su ausencia de Chi le se haba prolon-gado demasiado. E l la dec a deba estar a l l donde se en-contraba Pablo. Se l evan t como pudo para regresar.

    Las comunicaciones del exi l io con los amigos del in ter iorno son tan fc i les . Not ic ias in t e rmi ten tes . Mat i lde v i a j aHouston. En Estados Unidos hay gente que quiere verla. El laprefiere estar sola. Vuelve a Sant iago sin mejora. Se encierraen La Chascona. El t r a t amien to de cobalto la mal t ra ta . Abo-rrece la iconografa de la vejez devastadora. Siente que elt iempo hace i r reparable el cuerpo y que Pablo la est l l a m a n -do. Esa es la nica alegra del momento apoca l p t ico . La man-dbula voraz, omnvora del cncer se la va comiendo invadien-do un rgano tras otro. E l l a experimenta todos sus humoresdisolventes en su organismo. En un lento t ranscur r i r sienteel ga lopan t e avance del proceso, f a t a l , i rreversible. Si elhombre y la m u j e r pasan como un re lmpago, el dolor quese s u f r e es largo. Ha l legado el t i empo del eclipse. No ledicen nada de las r ad iogra f a s , pero el la sabe lo que viene.Mant iene una vo lun tad i r reduct ib le . Rememora todo: la fami l i amodesta y numerosa, las apreturas de la n iez en C h i l l a n , elt r aba jo dur s imo, el canto, el amor. En f racciones de minutosrevive la jo rnada , el espacio fe l iz , el ms dichoso, aquel quevivi con el poeta que invent el amor, que ex t ra jo de sucuerpo un l engua je y una inspiracin. M u r m u r a b a entresonrien-do: Todo lo tuve. . . Ahora no tengo nada. Mat i lde , presa porla nosta lgia del mundo perdido, se dice mil veces que elt iempo, que gobierna los relojes, estaba t e r m i n a n d o para e l l a .

    A principios del pasado diciembre estuve unos das en BuenosAires. Visi tando en su casa a Margar i ta Aguir re , b igrafade N e r u d a , le pregunt por Mat i lde . Me contest que estabamoribunda. Haba pasado recin por Argent ina Teruca Hamel,una de las pocas personas que la vea. Las metstasis se ha-ban extendido y el f i n a l se anunc iaba prximo. Un amigo queviene l legando de Sant iago me cuenta su l t i m a conversacincon M a t i l d e tres das an tes de su fa l l ec imien to . Tuve lasuerte y la tristeza de verla el l t i m o mircoles de su vida.Era un huesito, con muchos dolores; pero con la sonrisa desiempre. Ella le cont que haba ledo la obra que escribsobre Neruda, pensando un poco en el la . Me conmueve saberlo.Muri a las tres de la madrugada del sbado 5 de Enero, sinnadie de su f a m i l i a , acompaada por dos empleadas, mientrasla ciudad viva o mora bajo la Ley del Terror.

    Con todo, cuando la no t ic ia de que Mat i lde Ur ru t i a hablamuerto qued dolorosamente asombrado. No s por qu. Talvez porque como le d i jo el poeta: el amor no tiene muerte;slo cambia de t ierras y de labios.

    EL AMOR DEL SOLDADO.Sigue r ig iendo la ley de las semejanzas. Los funera les de

    Mati lde guardan analoga con los de Pablo. Neruda tuvo unacapilla ardiente bajo toque de queda. El la tambin. En eseda de verano el cor te jo se encamin desde la misma casaarbolada hasta el cementerio, en un pas su je to a Estado deSitio. Hizo un t rayecto igual al de Neruda, desde el barrioBellavis ta hasta la tumba instalada en un nicho vecino al delpoeta bajo el o jo -met ra l l e ta de las mesnadas de Plnochet. Esepar de kilmetros recorridos a paso lento vieron el funera lde una mujer peligrosa para el rgimen, porque a la Cancin

    (sigue a la vuelta)

  • ADIS A LA PATOJAluiene del reverso de la contraportadal

    Nacional segua la I n t e r n a c i o n a l , voceada desde la mul t i tudcon el puo en al to, acordonada por la t ropa represiva.

    Recapi tu lemos: ve lada en Noche de Reyes, mi l la res de chi le -nos desaf ia ron al fascismo acompaando en su l t i m o v ia je ala viuda del poeta. Tras el f re t ro no reinaba el s i lencio.Hemos d icho que se escuchaba h imno tras h imno, cancionesde protesta, consignas an t id ic t a to r i a l e s , mientras una l luviade f lo res rojas clave les y rosas cubr a el a t ad como sifue ra un j a r d n . El Pa r t i do , la J u v e n t u d Comunis ta d e s e n f u n -daron en su honor enseas con cen te l l ean tes emblemas. I r rum-pieron estandartes del Movimiento Democrtico Popular . Resonel Venceremos. Todo el arcoiris de la oposicin se dio apre-tada cita. Haba democratacristianos como Radomiro Tomic yMximo Pacheco. Se despleg el abanico l i te rar io , tea t ra l , a r t s -tico. No f a l t a b a n los sacerdotes ni los estr ibi l los recitados: M a t i l d e , Neruda , el pueblo te saluda. : , o Compaera M a t i l d eUr ru t i a , Presente.

    En el c amino , por las calles interiores del cementer io , losvivos saludaban a los muertos al pasar f r en te a las tumbasde V i o l e t a Parra y de Vc tor Jara . Se de tuvieron j u n t o alnicho de Neruda . A su lado estaba preparado el hueco pararecibir a Mat i lde . Como el poeta lo quiso. A u n q u e l lo querea lmen te que r a , y as lo estamp muchas veces en su obra,fue dormir el sueo largo en Is la Negra, f r e n t e al re tumbardel oleaje del gran ocano.

    No f u e r o n exequias mudas , de n i n g n modo. Porque en Chilees t i empo de decir , pese de la censura o f i c i a l . R e n e LargoParas, de vue l t a de la relegacin en el l e jano Cochrane pa-tagnico, fue anunc iando a los que h a b l a b a n . Abr i la rondade las oraciones luctuosas, con voz recogida y so lemne, elactor Roberto Parada, para expresar que tras la muerte dePablo, M a t i l d e recogi su legado para d ivulgar lo , pero tambincombati por todas las causas que abraz su marido el lucha-dor, de tal modo que el Par t ido Comunis ta supo reconoceren ella la act i tud democr t ica que lu c a r a c t e r i z a .

    De verdad, no fue una v iuda inconso lab lemen te t r i s te , re-c lu ida en un rincn de la ausencia, para l lorar vest ida deeterno luto. Fue con t i nuado ra del hombre y del poeta b a t a l l ador, aquel que en los das de la pasin sigilosa escribi enCapri para el la: En plena guerra te l lev la vida / a ser elamor del soldado. . . Bsame de nuevo, quer ida . / T . i m p l a esef u s i l , camarade.

    Por eso el ex Pres idente de la Sociedad de Escri tores deChile, Luis Snchez Latorre , con jus t i c ia seal el t e m p l e deMat i lde para de fende r la l iber tad y los derechos humanos.Por los f ieles amigos del ma t r imonio que ahora se j un t abaen la vecindad inmedia ta de dos humi ldes nichos, habl Mar-gari ta Aguirre, de f in i endo a Mat i lde como la m u j e r msamada. No fue, como harto se sabe, el nico amor del poetasino el ms consolidado y d e f i n i t i v o . Todo el mundo coincidien que por el crculo n t imo de la pareja que ahora vo lv aa dormir j u n t a , hablaba quien corresponda .

    La muje r del poeta fue ta de desaparecidos en el z a f a r r a n -cho pretoriano. Clam por el sobrino carnal que los genzarosy la pol ic a secreta de P inoche t hicieron humo y cenizas, jun toa miles de otros chilenos evaporados en la noche. Pidi enlas calles, con un cartel y la fo tog ra f a de su par iente in-molado, que se hiciera luz sobre el crimen. Exigi en cienlugares pblicos que se d i je ra dnde estn? Por eso estuvoen su sitio Ana Gonzlez , a quien le arrebataron el marido,dos hijos y su nuera, cuando intervino en representacin dela Agrupacin de Familiares de Detenidos-Desaparecidos, hon-

    rando en la hora de su muer te a la m u j e r i n o l v i d a b l e delinolvidable poeta.

    Ms de una vez como ya se ha recordado Neruda resaltla est irpe prole tar ia , exa l t la raz a l t i v a y h u m i l d e a la vez,la cuna agreste hecha de tab las sureas en que se meci,pequea, su fea , de cuya boca d i j o con un dejo de h u m o r se podan hacer dos y cuyos besos eran frescos como sandas.No se silenci sino que destac su per tenencia al pobrero,a los que se ganan la vida d i f c i lmente con las manos. Erala que saba p l an ta r , coser, cocinar, c lavar , escribir, la quenaci y fue pueblo hecha mu je r y as atraves toda la vida.Por eso cuando Sergio Troncse extendi el psame en nombredel Comando Naciona l de Trabajadores , son n a t u r a l . Por aa-didura , como era hora de vida y muer t e , f l u y como de! ma-nan t i a l que un sacerdote amigo, del c u a l Mat i lde me hablen el e x t r a n j e r o muchas veces con car io , Mar iano Puga , l eye-ra unos versculos del Apocalipsis. As lo ms d i s mi l cupoy se hizo coherente y a r t i cu lado por la s i tuac in que se v iv ay el personaje al cua l se daba la despedida. As resul t tanarmnico que el joven poeta Gus t avo Becerra d i je ra un res-ponso, como que Patr icio Hales le r indiera t r ibuto por el Mo-v i m i e n t o Democrt ico Popu la r y Edua rdo Gut i r rez hab la ra ennombre del Pa r t ido Socia l is ta encabezado por Clodomiro A l -meyda y del M I R . Todo era l e g t i m o y todo le era debido. Enese contexto resu l t aba tan lgico que el presidente demcratacr is t iano de la Federacin de Es tudian tes de Chi le , Yerko L j u -betic, comunica ra su pesar en nombre de la organizacin dequien Neruda fue la estremecida voz potica hace 65 aos,como que a lzara la suya Fabin , en su calidad de por tavozde las J u v e n t u d e s Comunis tas , a las cuales el poeta dedicaraun da un venturoso trbol de cua t ro hojas.

    Qu pasar con la herencia n e r u d i a n a ? En una escuetadec la rac in ent regada a la prensa el da de los f u n e r a l e s semani f ies ta que la f a m i l i a y los amigos conf an en que ellegado de Pablo Neruda , pa t r imonio de Chile y la cu l tu raun iversa l , se conserve in tac to y pueda ser mate r ia de estudioy r e f l e x i n para las generaciones f u t u r a s . . ..

    M i e n t r a s subsista la t i r a n a ser necesario l ib ra r incesanteba ta l l a para que as sea. Por l l a m a d a s razones de SeguridadNacional la dic tadura como es de domin io pblico seapoder de Is la Negra das despus del golpe. Luego, ante laf u e r z a de la c a m p a a pidiendo que la medida se revisara, nose anu l el despojo; pero se le concedi el u s u f r u c t o a M a t i l d em i e n t r a s e l l a v iviera . Ahora que ha muerto, qu suceder?El pueblo, el pas, el mundo de la c u l t u r a estarn vigilantespara que la voluntad y las disposiciones testamentarias muchasveces expresadas por el poeta en su obra, sobre todo en elCanto General, sean respetadas.

    A e l l a , h u m a n i d a d de t amao discreto, l le dio un nombren;s, que prevalec i sobre todos los apodos que le puso elpoeta: Pa to ja . Alguna vez Neruda escribi para su Patoja: Dosamantes dichosos hacen un solo pan, / una sola gota de l u n aen la hierba, / d e j a n andando dos sombras que se renen, / dejanun solo sol vaco en una cama.

    De jan algo ms. Un sol repleto, la poesa del poeta, queseguir echando resplandores sin f i n ni muer te . D e j a n dosperfi les transparentes. Dejan la historia de un gran amor, labsqueda de un sueo. Y una leyenda que acompaar a loschilenos, por enc ima de actuales cadenas y gemidos, paravibrar maana, cuando el pas sea l ibre, con un rumor decampanas , que abrindose paso a travs de la t in ieb la , anun-cien el nuevo nac imien to de la l ibertad, a pa r t i r del corazny del canto del poeta que am a esa muje r que ahora duermea su lado, desaf iando juntos oprobios y olvidos, como dossombras, como dos vidas que la muerte ha vue l to a reunir .