AL PUEBLO DE CHILE/viene del reverso de la contraportadaj

La tirana usa y abusa del anticomu-nismo para ocultar los problemas princi-pales que aquejan al pas y para dividiry seguir reinando.

En realidad, el exclusionismo equivalea prosternarse ante el anticomunismo.No obstante, ningn demcrata conse-cuente tiene derecho a olvidar que elanticomunismo est en el origen del gol-pe militar y ha sido y es el argumentopara justificar los asesinatos, fusilamien-tos, desapariciones, torturas, relegacio-nes, destierros, de los que han sido yson vctimas miles de chilenos oposito-res, sean o no comunistas. El anticomu-nismo es la esencia de la llamada Doc-trina de la Seguridad Nacional.

Nunca como ahora, bajo la dictadurafascista, ha sido ms claro para el pue-blo que el anticomunismo es un factorde corrupcin poltica y moral.

Nadie debe llamarse a engao por lasdeformaciones que se hacen de nuestrapoltica. Basndose en la caricaturiza-cin de nuestras posiciones, alguna gentehonesta es arrastrada a hacer declaracio-nes contra nosotros. Nos esforzaremospor sacarlos de su error y continuaremosen nuestro empeo unitario, porque esosirve a Chile y a su pueblo.

La cuestin de la violencia se ha con-vertido en recurso predilecto de la cam-paa divisionista. Nadie puede descono-cer que la violencia es inherente a todasociedad dividida en clases y se hacems brutal bajo un rgimen como el dePinochet.

La violencia no parte de los comunis-tas. Es el rgimen el que la convierte eninstrumento privilegiado de su agresinal pueblo. Ante sto, no queda otro ca-mino que enfrentarla empleando todaslas formas de lucha.

Si el pueblo en su respuesta empleaviolencia para contraponerse a la agre-sin y a la opresin de que es objeto,acta legtimamente.

Los Padres de la Patria no iniciaron laviolencia, pero la asumieron cuando fuenecesario y nadie osara condenarlos poreso.

Nosotros promovemos la unidad de to-do el pueblo, su movilizacin activa, suautodefensa ante la agresin, la desobe-diencia civil y el esfuerzo permanente porinfluir en los hombres de armas para quedejen de sustentar una tirana corruptay cruel. Esta es la esencia de nuestraperspectiva de Sublevacin Nacional, di-rigida a poner fin, en el ms breve plazoposible, a este rgimen oprobioso quemientras permanezca har pesar sobrenuestra patria la peor de las violencias.

La responsabilidad que en este sentidocabe a las FF.AA. es muy grande. Mien-tras hagan odos sordos a las demandaspopulares, seguirn siendo un escollopara toda iniciativa o proyecto democr-tico.

Compatriotas:es hora de actitudes resueltas y claras.

Es hora de unir fuerzas y hacerse ecodel clamor que viene del pueblo. Es horade terminar con el exclusionismo y lasfalsas ilusiones que tienden a inmovili-zar a las masas.

Es hora de elevar el combate en formadecidida y audaz.

Del conjunto de las fuerzas opositorasdepende que un rgimen que agonizatermine ahora y no siga cometiendo otropellos y sembrando violencia y muerteen la pretensin sin destino de salvarse.

Cuanto ms amplias y fuertes sean lasmanifestaciones de los prximos das ymeses, tanto ms cerca estar la libertady la democracia.

Ante las amenazas que profiere el dic-tador acorralado, Chile entero debe de-cir basta! y hacer valer su palabra.

Estamos seguros que si toda la oposicin promueve la desobediencia civil yla rebelin y se logra la inmovilidad y laingobernabilidad del pas para la tirana,la victoria sobre el fascismo estar ase-gurada.

Fuera Pinochet! Democracia ahora!Con la razn y la fuerza, venceremos!

Santiago, agosto 1985.

Partido Comunista de Chile.

JiJNMiWMHdJMrevistaINTERNACIONAL

NUESTRA POCA N 11 NOVIEMBRE 1985

JESS MONTANE: AMERICA LATINA EN LA HORADE LA UNIDADLA DEFENSA DE NICARAGUA ES NUESTRODEBER COMNEL SALVADOR: PODER POPULAR EN ACCININTERNACIONALISMO Y DEFENSA DE LA PAZ(MATERIALES DE UN SIMPOSIO INTERNACIONAL)

DECLARACIN DEL PARTIDO COMUNISTA:'AL PUEBLO DE CHILEIM II

AL PUEBLODE CHILE

Se cumplen ya doce aos de dictadurafascista, la ms cruel y sanguinaria queha conocido la humanidad en los ltimostiempos. Estos aos constituyen la etapams negra y trgica de nuestra historia.

Desde el primer momento, el pueblo deChile ha protagonizado luchas heroicasen defensa de sus derechos, en demandade sus reivindicaciones y exigiendo elfin de la tirana. Este combate unitarioy multifactico se ha convertido en elfactor ms determinante en la crisis delrgimen.

Doce aos de tirana al servicio delgran capital extranjero y de las minorasoligrquicas han llevado al pas al desas-tre econmico, han sumido en la miseriay el hambre a millones de trabajadoresy provocan la ruina de la actividad in-dustrial, agrcola, del transporte y el co-mercio.

Los horrorosos crmenes cometidos porcarabineros y agentes de seguridad, pororden expresa de Pinochet, ponen unavez ms al descubierto el carcter repre-sivo del rgimen que se asienta en elatropello permanente de los derechos hu-manos y remarcan ante el pas y la co-munidad internacional la profundidad dela crisis poltica, econmica y moral enque se debate la dictadura.

Como estn las cosas, no basta conconstatar la profundidad de la crisis, esobligatorio empearse en abrirle paso auna salida democrtica ahora. El senti-miento de toda la nacin, de cada unode los chilenos, exige poner en primer

plano el deber de luchar para echar abajoeste rgimen de una vez por todas.

El documento emanado de un sector dela oposicin con el auspicio del seorCardenal Juan Francisco Fresno es unclaro reflejo de la crisis de la dictadura.Su aparicin est tambin, sin duda mo-tivada por la intensidad que alcanza lamovilizacin social para imponer un pro-fundo y urgente cambio de rumbo en elpas.

El arco de firmantes, que incluye apersoneros que apoyaron o facilitaron elgolpe, una parte de los cuales detenta-ron cargos oficiales de la dictadura hastahace muy poco tiempo, y tambin a sec-tores de izquierda, patentiza el extremoaislamiento de Pinochet.

En el documento hay aspectos positi-vos que recogen aspiraciones apremian-tes de los chilenos, como son, por ejem-plo, el respeto de los derechos humanos,el imperativo de la vuelta a la democra-cia, el regreso de los exiliados, el retornoa la vida poltica de todos los partidossin excepcin.

Sin embargo, presenta tambin noto-rias insuficiencias, las que derivan, enprimer lugar, del hecho que su gestacinestuvo marcada por la exclusin de signi-ficativas fuerzas de izquierda.

En primer lugar, no contiene proposi-ciones concretas para terminar con latirana antes del ao 1989.

Es evidente que no se puede pretenderllegar a la democracia manteniendo aPinochet en el poder. Su reaccin de re-chazo frente al documento, su obceca-cin para mantener el itinerario que haimpuesto al pas, ratifica su determina-cin de permanecer como tirano hasta elfin de sus das.

La experiencia de estos aos enseaque para llevar adelante siquiera las m-nimas proposiciones contenidas en el do-cumento, la salida de Pinochet es la con-dicin fundamental. En torno a esta de-manda es posible y necesario unir a unarco de fuerzas ms amplio que el decentro derecha. Tal exigencia no debieraexcluir a nadie que est dispuesto a sus-cribirla.

Es tambin evidente que no puede ha-ber pleno respeto a los derechos huma-nos sin eliminar de inmediato los rga-nos represivos de la dictadura, cuya men-cin el documento evita. Del mismo mo-

fsigue en el reverso de la contraportada

Proletarios de todos los pases, uni s I

REVISTAIMTERNACIONAL(Problemas de la Paz y del S ocialismo)

P U B L I C A C I NT E R I C A E I N F O R M A T I V ADE LOS P A R T I D O S

C O M U N I S T A S Y O B R E R O S(327) 11

NOVIEMBRE

A P A R E C E D E S D E 1 9 5 8 1985

FORMAN PARTE DEL COLEGIO Y DEL CONSEJO DE REDACCIN DEREVISTA INTERNACIONAL REPRESENTANTES DE LOS PARTIDOSDE ARABIA SAUDITA, ARGELIA, ARGENTINA, AUSTRIA, BLGICA,BOLIVIA, BRASIL, BULGARIA, GANADA, COLOMBIA, COSTA RICA,CUBA, CHECOSLOVAQUIA, CHILE, CHIPRE, DINAMARCA, ECUA-DOR, EGIPTO, EL SALVADOR, ESPAA, EE.UU., FILIPINAS, FINLAN-DIA, FRANCIA, GRAN BRETAA, GRECIA, GUATEMALA, GUYANA,HONDURAS, HUNGRA, INDIA, INDONESIA, IRAK, IRN, IRLANDA,ISRAEL, ITALIA, JAMAICA, JAPN, JORDANIA, LESOTO, LBANO,LUXEMBURGO, MXICO, MONGOLIA, PALESTINA, PANAM, PARA-GUAY, PER, POLONIA, PORTUGAL, RDA, REPBLICA DOMINI-N1CANA, RDPY, RFA, RSA, RUMANIA, SENEGAL, SIRIA, SRILANKA, SUDAN, SUEC1A, SUIZA, TURQUA, URSS, URUGUAY, VE-NEZUELA Y VIETNAM.

de la CA, John Hull y ClmacoS alazar.

QUERELLAS INTESTINASSin embargo, ningn apoyo es

capaz de proteger a los bandidosde los golpes sensibles que lesasestan las fuerzas armadas nica-ragenses. ltimamente, ha ido enaumento la desercin de los des-tacamentos contrarrevolucionarios.Cuando en diciembre de 1983 elGobierno sandinista promulg eldecreto de amnista, comenz elproceso de rendicin voluntariade quienes haban sido intimida-dos, engaados o llevados por lafuerza. Este proceso se intensificsobre todo despus de que laAsamblea Nacional aprobara, enenero de 1985, la nueva ley deamnista. Quienes regresan cuen-tan las atrocidades perpetradaspor las bandas somocistas. A laspersonas que desean volver a Ni-caragua se les amenaza con lamuerte y la eliminacin fsica detodos sus familiares. Efrn Mon-dragn, ex dirigente de las fuer-zas de tarea de las FDN querompi con los contras, dijo queen las proximidades de sus cam-pamentos hondurenos (Las Judasen el departamento de Choluteca,San Marcos de Coln en el de ElParaso, etc.) haba cementeriosclandestinos donde se enterrabaa los nicaragenses asesinados porhaberse negado a participar en loscrmenes contra su propio pueblo.

A los contras les resulta cadavez ms difcil reclutar a nicara-genses. Una confirmacin indi-recta de ello es el creciente n-mero de mercenarios procedentesde EE.UU. y ciertos pases capita-listas de Europa Occidental, queparticipan en la guerra no decla-rada contra Nicaragua. Su reclu-tamiento para las FDN y la ARDEcorre a cargo de la revista Soldierof Fortune y muchas organizacio-nes de extrema derecha. Los ultrasnorteamericanos se encargaron dereclutar a los mercenarios delgrupo detenido en abril de 1985

en Costa Rica. Lo integraban ciu-dadanos de EE.UU., Gran Bretaay Francia, quienes contaron quehaban participado en operacionesde los contras nicaragenses,incluido un ataque a la base san-dinista en La Esperanza.

El proceso de desintegracin haafectado tambin a la cpula delos contras. Entre sus cabeci-llas no cesan las rias por teneracceso a los dlares que fluyende Washington.

La Alianza Revolucionaria Demo-crtica se debate en una larga yprofunda crisis. Tras la separa-cin del grupo de Alfonso Rbelo,en 1984, abandon la alianza otraminifraccin: El Movimiento Ter-cera Va que, segn declaracionesde sus dirigentes, pretende lle-nar el espacio poltico que quedaentre las fuerzas del Norte (laselas FDN. Aut.] y la ARDE. Estafraccin se unific ms tarde conotros grupos tambin pequeos,bajo el lema La unidad es lavictoria, muerte al comunismo,viva Nicaragua libre. La CA,procurando reanimar esta alian-za, la complet el verano pasadocon algunos grupos de contras,formando con ellos el Bloque deOposicin del Sur.

Washington intenta cierto quesin xito unificar todos los gru-pos de contras nicaragensesque actan en las fronteras Nortey Sur del pas. El ltimo expe-rimento de esta ndole fue lacreacin, en 1984, de la OposicinUnificada Nicaragense, a la cual,a ms de las FDN, slo se incor-poraron dos grupos poco numero-sos que desarrollan sus activida-des en el Sur del pas: las Fuer-zas Armadas Revolucionarias Ni-caragenses y el Movimiento De-mocrtico Nicaragense. La direc-cin de la nueva organizacin que-d integrada, junto a los cabeci-llas de las FDN, Alfonso Callejasy Adolfo Calero Portocarrero, porA. Cruz, a quien la CA consideracomo una de las figuras centralesdel eventual Gobierno nicaragen-

se en el exilio. La postura deeste personaje burgus sin prin-cipios polticos, que no hace unsecreto de sus vnculos con los ser-vicios de inteligencia de EE.UU.,coincide plenamente con la pol-tica antinicaragense de la Ad-ministracin Reagan.

A PRINCIPIOS DE JUNIO DE1985, luego de una fuerte presinpor parte de la Casa Blanca, elCongreso de EE.UU. vot la con-cesin de un nuevo subsidio a loscontras por el monto de 27 mi-llones de dlares, lo cual signi-fic el inicio de una nueva etapaen la escalada de la agresin im-perialista contra el pueblo nica-ragense. El nombre de ayudahumanitaria con que fue bauti-zado este subsidio no podr en-gaar a nadie. Los mismos diri-gentes de la contrarrevolucin ni-caragense no ocultan sus prop-sitos de adquirir con estos nuevosmillones de dlares equipos mi-litares: helicpteros, paracadas,medios de comunicacin, etc. Porsupuesto que Washington no pon-dr ningn obstculo.

Los contras son mercenariosdel imperialismo estadounidenseque intenta, cueste lo que cueste,derrocar el Gobierno legtimo dela Repblica de Nicaragua e im-pedir que se lleven a cabo trans-formaciones progresistas en estepas. Pero, la agresin armada, elchantaje, las amenazas y el terrorcontra la poblacin civil, o sea,todas las acciones criminales delos servidores de la CA, no po-drn aplastar la voluntad de li-bertad, democracia e independen-cia del heroico pueblo de Nicara-gua. El pueblo nicaragense noest solo. Cuenta con el apoyode toda la humanidad progresista.El pueblo nicaragense sabr de-fender su revolucin!

Grupo de trabajo de la Comisinsobre informacin cientfica

y documentacinde R e v i s t a I n t e r n a c i o n a l

CRNICA Sendas delegaciones de Revista Internacional parti-ciparon en los festivales de Trybuna Ludu, rgano delCC del POUP, y de Avante/, el peridico de los comu-nistas portugueses, organizados respectivamente en Var-sova y Lisboa.

En la Feria Internacional del Libro, que se celebren septiembre pasado en Mosc, se exhibieron libros dela Editorial Paz y Socialismo. Las publicaciones consti-tuyen recopilaciones de artculos de Revista Internacio-nal por temas.

AL PUEBLO DE CHILE/alee del reverso de la portada/

do, la sola peticin de compromiso gu-bernativo de no aplicar el artculo 24, noconstituye garanta alguna, pues, mien-tras subsista y Pinochet siga en el po-der, puede ser aplicado en cualquier mo-mento.

Creemos que es mejor ver las cosascomo son. La constitucin de Pinochetest hecha a su medida, es una institu-cionalidad que niega la soberana po-pular. Su reforma parcial no puede ase-gurar el ejercicio de los derechos delpueblo. Lo que corresponde es su dero-gacin total.

Por otra parte, vivimos bajo el pesode una gigantesca deuda externa; cadanio nace en nuestro suelo debiendo msde dos mil dlares. Una actitud digna,de rescate de la independencia del pas,de rechazo a la intromisin del imperia-lismo yanqui, y como premisa fundamen-tal para mejorar la situacin del pueblo,exige que las fuerzas democrticas con-cordemos en el no pago de la deuda ex-terna contrada por la dictadura. Si ungobierno democrtico negocia sobre estabase, puede garantizar efectivamente lasoberana nacional.

Debe ser claro que los trabajadores noestn dispuestos a seguir soportando sa-crificios para enriquecer a unos cuantosprivilegiados. El drama del hambre, lamiseria y la cesanta es tan grande, quesu solucin debe ser inmediatamentepuesta en primer plano, con un progra-ma de emergencia en torno al cual debecombatirse desde ahora.

En cualquier caso, ni siquiera unproyecto con las insuficiencias anotadas,ni ningn otro, es realizable si no lo to-ma el pueblo en sus manos y lleva ade-lante una constante y resuelta moviliza-cin, todava mayor -que la que hastaahora ha venido realizando.

La oposicin verbal, las ideas sobrereconciliacin, las proposiciones de basede un futuro rgimen democrtico, tienensu importancia, que valoramos, pero nobastan para cambiar un rgimen fascista.Contar con la razn es indispensable,pero a ella hay que agregar la fuerza de

la unidad y la lucha de las grandes mayo-ras, de todo un pueblo resuelto a con-quistar su libertad.

Esto es, en verdad, el asunto central.Los comunistas, convencidos de que

no existe otra senda para conquistar lalibertad y la democracia que la ms am-plia concertacin y la lucha resuelta ydecidida, hemos asumido en estos doceaos una actitud consecuente con nues-tra idea. Hemos sealado al pueblo elcamino de la rebelin ante la tirana con-tribuyendo con ello a generar en el senode las masas un nuevo estado de nimoy sembrando, as, la semilla de la victo-ria cierta.

La nuestra es una actitud responsabley patritica, abierta a todo lo que ayudea terminar con el fascismo. Toda inicia-tiva que apunte a la rpida recuperacinde la democracia para nuestra patria,cuenta con nuestra comprensin y apoyo,pero la vida ha demostrado, una y otravez, que sta no puede ser sectaria niexcluyente y debe ir acompaada de lams grande y decidida movilizacin delpueblo.

La exclusin siempre ha hecho el jue-go a la dictadura y los que la promuevenechan sobre sus hombros una grave res-ponsabilidad histrica. Slo el reencuen-tro democrtico de todos los chilenos,cuyas bases se elaboren en conjunto,puede asegurar el trnsito a la libertad.

En las poblaciones y en las empresas,en las universidades y en las oficinas,all donde el pueblo vive y trabaja, seunen hombres, mujeres, jvenes y estu-diantes de los pensamientos democrti-cos ms diversos. Al l la unidad no sediscute: se vive en la lucha diaria.

En algunos partidos se impone una po-ltica de exclusin y pretenden que seaavalada por la Iglesia, con dao paraella y para el pas. Imaginan que la de-rrota de Pinochet ser ms fcil si se ex-cluye a las fuerzas del MDP, y entre ellasa nuestro partido, de todo acuerdo pol-tico. Se ilusionan pensando que, sobreesta base, pueden llegar a acuerdo conel rgimen.

/sigue a la vuelta]

AL PUEBLO DE CHILE/viene del reverso de la contraportadaj

La tirana usa y abusa del anticomu-nismo para ocultar los problemas princi-pales que aquejan al pas y para dividiry seguir reinando.

En realidad, el exclusionismo equivalea prosternarse ante el anticomunismo.No obstante, ningn demcrata conse-cuente tiene derecho a olvidar que elanticomunismo est en el origen del gol-pe militar y ha sido y es el argumentopara justificar los asesinatos, fusilamien-tos, desapariciones, torturas, relegacio-nes, destierros, de los que han sido yson vctimas miles de chilenos oposito-res, sean o no comunistas. El anticomu-nismo es la esencia de la llamada Doc-trina de la Seguridad Nacional.

Nunca como ahora, bajo la dictadurafascista, ha sido ms claro para el pue-blo que el anticomunismo es un factorde corrupcin poltica y moral.

Nadie debe llamarse a engao por lasdeformaciones que se hacen de nuestrapoltica. Basndose en la caricaturiza-cin de nuestras posiciones, alguna gentehonesta es arrastrada a hacer declaracio-nes contra nosotros. Nos esforzaremospor sacarlos de su error y continuaremosen nuestro empeo unitario, porque esosirve a Chile y a su pueblo.

La cuestin de la violencia se ha con-vertido en recurso predilecto de la cam-paa divisionista. Nadie puede descono-cer que la violencia es inherente a todasociedad dividida en clases y se hacems brutal bajo un rgimen como el dePinochet.

La violencia no parte de los comunis-tas. Es el rgimen el que la convierte eninstrumento privilegiado de su agresinal pueblo. Ante sto, no queda otro ca-mino que enfrentarla empleando todaslas formas de lucha.

Si el pueblo en su respuesta empleaviolencia para contraponerse a la agre-sin y a la opresin de que es objeto,acta legtimamente.

Los Padres de la Patria no iniciaron laviolencia, pero la asumieron cuando fuenecesario y nadie osara condenarlos poreso.

Nosotros promovemos la unidad de to-do el pueblo, su movilizacin activa, suautodefensa ante la agresin, la desobe-diencia civil y el esfuerzo permanente porinfluir en los hombres de armas para quedejen de sustentar una tirana corruptay cruel. Esta es la esencia de nuestraperspectiva de Sublevacin Nacional, di-rigida a poner fin, en el ms breve plazoposible, a este rgimen oprobioso quemientras permanezca har pesar sobrenuestra patria la peor de las violencias.

La responsabilidad que en este sentidocabe a las FF.AA. es muy grande. Mien-tras hagan odos sordos a las demandaspopulares, seguirn siendo un escollopara toda iniciativa o proyecto democr-tico.

Compatriotas:es hora de actitudes resueltas y claras.

Es hora de unir fuerzas y hacerse ecodel clamor que viene del pueblo. Es horade terminar con el exclusionismo y lasfalsas ilusiones que tienden a inmovili-zar a las masas.

Es hora de elevar el combate en formadecidida y audaz.

Del conjunto de las fuerzas opositorasdepende que un rgimen que agonizatermine ahora y no siga cometiendo otropellos y sembrando violencia y muerteen la pretensin sin destino de salvarse.

Cuanto ms amplias y fuertes sean lasmanifestaciones de los prximos das ymeses, tanto ms cerca estar la libertady la democracia.

Ante las amenazas que profiere el dic-tador acorralado, Chile entero debe de-cir basta! y hacer valer su palabra.

Estamos seguros que si toda la oposicin promueve la desobediencia civil yla rebelin y se logra la inmovilidad y laingobernabilidad del pas para la tirana,la victoria sobre el fascismo estar ase-gurada.

Fuera Pinochet! Democracia ahora!Con la razn y la fuerza, venceremos!

Santiago, agosto 1985.

Partido Comunista de Chile.

JiJNMiWMHdJMrevistaINTERNACIONAL

NUESTRA POCA N 11 NOVIEMBRE 1985

JESS MONTANE: AMERICA LATINA EN LA HORADE LA UNIDADLA DEFENSA DE NICARAGUA ES NUESTRODEBER COMNEL SALVADOR: PODER POPULAR EN ACCININTERNACIONALISMO Y DEFENSA DE LA PAZ(MATERIALES DE UN SIMPOSIO INTERNACIONAL)

DECLARACIN DEL PARTIDO COMUNISTA:'AL PUEBLO DE CHILEIM II

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