revista dialogo universitario

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3 ¿Hay un lugar para los adventistas en política? Dinosaurios: Preguntas que se hacen los cristianos 1844: ¿Coincidencia o providencia? Depresión: Cómo detectarla y vencerla Volumen 18 E s p a ñ o l F r a n c é s I n g l é s P o r t u g u é s

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Revista para universitarios provista por la iglesia adventista del séptimo día

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  • 3Hay un lugar para los adventistas en poltica?Dinosaurios: Preguntas que se hacen los cristianos1844: Coincidencia o providencia?Depresin: Cmo detectarla y vencerla

    Vo l u m e n 1 8

    E s p a o l F r a n c s I n g l s P o r t u g u s

  • DILOGO 183 006

    Hay un lugar para los adventistas en poltica?Si bien no somos de este mundo, tenemos la responsabilidad de portar la voz de Dios en asuntos que interesan al mundo.Jane Sabes

    Dinosaurios: Preguntas que se hacen los cristianosDentro de la concepcin bblica del mundo, cmo entender el misterio de los dinosaurios?Elaine Graham-Kennedy

    1844: Coincidencia o providencia?Varios movimientos globales que comenzaron en torno al ao 1844 desafiaron las verdades cruciales de Dios.Ron du Preez

    Depresin: Cmo detectarla y vencerlaDiez pasos para prevenir o sobreponerse a la depresin, un estado que afecta el 14% de la poblacin del mundo.Mario Pereyra

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    DIVISN ASITICA DEL PACFICO NORTEP.O. Box 43, Koyang Ilsan 411-600, RePBLIca De cOReachek Yat Phoon: [email protected] Shin: [email protected]

    DIVISIN ASITICA DEL PACFICO SURP.O. Box 040, 4118 Silang, cavite, FILIPInaSStephen Guptill: [email protected] Yabut: [email protected]

    DIVISIN DE FRICA CENTRO-OCCIDENTAL22 Bote Postale1764, abidjan 22, cOSta De MaRFILchiemela Ikonne: [email protected] nlo nlo: [email protected]

    DIVISIN DE FRICA CENTRO-ORIENTALP.O. Box 14756, 00800-Westlands, nairobi, KenIaHudson e. Kibuuka: [email protected] tschimanga: [email protected]

    DIVISIN DE FRICA MERIDIONAL Y OCANO NDICOP.O. Box H.G., 100 Highlands, Harare, ZIMBaBWeellah Kamwendu: [email protected] eugene Fransch: [email protected]

    DIVISIN EURO-AFRICANASchosshaldenstrasse 17, 3006 Berne, SuIZaRoberto Badenas: [email protected] cozzi: [email protected]

    DIVISIN EURO-ASITICAKrasnoyarskaya Street 3, 107589 Mosc, FeDeRacIn RuSaGuillermo Biaggi: [email protected] Sirotkin: [email protected]

    DIVISIN INTERAMERICANAP.O. Box 830518, Miami, FL 33283-0518, ee.uu.Moiss Velszquez: [email protected] Rodrguez: [email protected]

    DIVISIN NORTEAMERICANA12501 Old columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, ee.uu.Gerald Kovalski: [email protected] James Black: [email protected] Feldbush: [email protected]

    DIVISIN DEL PACFICO SURLocked Bag 2014, Wahroonga, n.S.W. 2076, auStRaLIaBarry Hill: [email protected] cangy: [email protected]

    DIVISIN SUDAMERICANAcaixa Postal 02600, Braslia, 70279-970 DF, BRaSILcarlos Mesa: [email protected] Kohler : [email protected]

    DIVISIN SUDASITICAP.O. Box 2, HcF Hosur, 635 110 tamil nadu, InDIanageshwara Rao: [email protected] Lionel Lyngdoh: [email protected]

    DIVISIN TRANSEUROPEA119 St. Peters St., St. albans, Herts, aL13eY, InGLateRRaDaniel Duda: [email protected] tompkins: [email protected]

    REPRESENTANTES REGIONALES

    ENSAYOS

    CONTENIDO

    DEPARTAMENTOS

    EDITORIALLa pruebaElla Smith Simmons

    CARTAS

    PERFILESemily akunoHudson E. Kibuuka

    Jonathan GallagherBonita Joyner Shields

    LOGOSeres un verdadero discpulo de cristo?Leah Jordache

    PUNTO DE VISTADiez razones por las cuales decido continuar siendo adventistaDan Smith

    EN ACCINconferencia sobre creacionismo en PortugalMiguel A. Nunes

    estudiantes se renen en Brasil para aprender y compartir Charlise Alves

    estudiantes adventistas de Gana organizan conferencias sobre la BibliaErik Adjapong

    LIBROSBeginnings: Are Science and Scripture Partners in the Search for Origins? (Leonard Brand)Resea de Timothy G. Standish

    Misin y contextualizacin: Llevar el mensaje bblico a un mundo multi-cultural. (Gerald a. Klingbeil)Resea de Mario Riveros

    PRIMERA PERSONALa luz de Dios brill en el escenarioSunshine, como le fue contado a Kay D. Rizzo

    FORO ABIERTODnde se encuentra el infierno?Ekkehardt Mueller

    ETCTERAPablo habla en la universidadDaniel Denk

    SUPLEMENTOIntercambio

  • 3DILOGO 183 006

    Recientemente, al buscar ilustraciones para mis sermones y temas devocionales, tropec con esta ancdota que puede ser conocida, pero an as vale la pena repetirla:

    En la sala de ciruga de un gran hospital, una joven enfermera estaba terminando su primer da de trabajo. Doctor, Ud. ha removido once gasas y se usaron doce le dijo al cirujano. Yo saqu todas, -replic el mdico- y vamos a cerrar la incisin ahora. No, -objet la enfermera- usamos doce gasas. Yo asumo toda la responsabilidad. Sutura! fue la orden. Ud. no puede hacer eso! -se exalt la enfermera- piense en el paciente... El cirujano sonri, levant su pie y le mostr a la enfermera la duodcima gasa, dicindole: Sers una buena profesional (Today in the World, 7 de abril de 1992).

    Es claro que se trataba de una prueba a la integridad de esa joven. Elena White nos recuer-da: La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hom-bres que sean sinceros y honrados en lo ms ntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brjula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos. *

    Nuestras decisiones cotidianas tienen grandes consecuencias. Es importante mantenernos firmes en lo que es correcto aunque debamos hacerlo solos o enfrentando a quienes tienen autoridad sobre nosotros. Al hacerlo, ellos no siempre expresan aceptacin. Sin embargo, si te acercas de manera adecuada, te respetarn por tus convicciones y por tu coraje.

    Entr a la Iglesia Adventista siendo adolescente cuando cursaba el segundo ao en una escuela pblica secundaria muy grande. Algunos podrn imaginar las burlas y el ridculo que tena que enfrentar cuando rehusaba algunas comidas o no participaba en actividades de vier-nes de noche o sbado. No obstante, muchos de mis compaeros y profesores con frecuencia demostraban su admiracin por mis decisiones. Antes de la graduacin hicieron excepciones, ajustando los procedimientos en consideracin por mis principios alimentarios o mis limitacio-nes sabticas, para que yo pudiese participar en los eventos que ellos saban, eran importantes para m. Pensndolo bien, esa fue una prueba de integridad y fe.

    La Biblia nos relata algo similar en el primer captulo de Daniel. El rey le orden al jefe de oficiales de la corte que ensee a Daniel y sus compaeros el idioma y la literatura de Babilonia. Tambin les asign alimento y vino, provenientes de su propia mesa. Los jvenes deban cumplir este entrenamiento durante tres aos. Curiosamente este perodo de 36 meses es similar al tiempo que demandara una carrera universitaria actual. Para ellos era un perodo complicado en sus vidas. Hay investigaciones que indican que la persistencia en la educacin superior y el xito acadmico dependen grandemente de la habilidad del estudiante para asi-milarse a la nueva cultura. As era tambin en la poca de Daniel. La tentacin de mimetizarse con la nueva cultura debe haber sido importante, pero ellos resistieron la prueba.

    Cuando contamos este relato habitualmente nos centramos en los jvenes rehusando aceptar la comida y el vino del rey. Aplaudimos los resultados fsicos obtenidos al finalizar la prueba, pero pasamos por alto los resultados intelectuales. Si bien lo primero es parte medular de esta leccin bblica, mi inters particular es subrayar lo que dice Daniel 1:17 (RV): A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visin y sueos.

    Esta declaracin hoy se yergue como una promesa para ti. Siendo adventista y estudiando quizs por primera vez en un mbito educativo que opera

    fuera de tu esfera espiritual, te hallas ante una gran oportunidad de dar testimonio por el Seor mantenindote firme en tu fe, viviendo a la altura de tus convicciones y valores. Por lo

    Esta revista internacional de fe, pensamiento y accin, se publica tres veces al ao, en cuatro ediciones paralelas (espaol, francs, ingls y portugus), bajo los auspicios de la comisin de apoyo a universitarios y Profesionales adventistas (cauPa) de la asociacin General de los adventistas del Sptimo Da.

    Volumen 18, Nmero 3. copyright 2006, de la comisin de cauPa. todos los derechos son reservados.

    Dilogo Universitario afirma las creencias fundamentales de la Iglesia adventista y apoya su misin. no obstante, los puntos de vista expresa-dos en los artculos corresponden a los autores.

    Junta EditorialRedactor en Jefe: Humberto M. RasiDirector: John M. FowlerDirector Asociado: Martin FeldbushRedactora: Susana SchulzEdiciones Internacionales: Susana SchulzRevisores de Manuscritos: corinne egasse (Francs) Guilherme Silva (Portugus) Susana Schulz (espaol)

    Correspondencia Editorial Dilogo12501 Old columbia Pike; Silver Spring, MD 20904-6600; ee. uu.Telfono: (301) 680-5060Fax: (301) 622-9627Email: [email protected]

    Directivos de CAUPAPresidente: ella S. SimmonsVicepresidentes: c. Garland Dulan, Martin Feldbush, Baraka G. Muganda Secretario: Humberto M. RasiVocales: Rex edwards, John M. Fowler, Jonathan Gallagher, clifford Goldstein, Linda Koh, Bettina Krause, Kathleen Kuntaraf, Kermit netteburg, Vernon B. Parmenter, Gerhard Pfandl, Roy Ryan, Gary B. Swanson

    Informacin Sobre Distribucin: Dirigirse al representante regional de cauPa en la zona en que reside el lector. Su nombre y direccin apare-cen en la pgina 2.

    Suscripciones: uS$13,00 por ao (tres nmeros, va area). Ver el cupn en la pgina 10.

    Sitio en la Red: http://dialogue.adventist.org

    DiloGo ha recibido correspondencia de lectores en 117 pases del mundo.

    La prueba

    Contina en la pgina 4

    EDITORIAL

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    Agradecimiento por el compromiso bblico

    Como acadmico, he llegado a ser un lector frecuente de Dilogo. Aprecio profundamente su enfoque adventista en los temas presentados y discutidos. En un tiempo en que algunos cristia-nos dejan esfuman sus convicciones, es refrescante encontrar una revista que aborda temas complicados y los encara bblicamente, sin titubeos o disculpas. Estoy particularmente interesado en el rea de Creacin/Evolucin, que Dilogo aborda bastante a menudo. El concepto de Diseo Inteligente est proveyendo argumentos adicionales para aquellos que como yo, creen en la creacin tal cual est descripta en los dos primeros captulos de Gnesis. Es alentador ver como algunos evo-lucionistas ateos estn comenzando a asumir una postura defensiva a medida que la ciencia provee en forma cre-ciente, evidencias de diseo y de una maravillosa Mente creativa, detrs de la intrincada estructura del universo. Esperamos ansiosamente ms artcu-los que afirmen la fe y estimulen el pensamiento. Transmitan mi sincero aprecio a todo el equipo responsable de la publicacin de Dilogo. Miles de lectores la necesitan!

    Paul Pichot, Ph.D.RectorUniversit Adventiste ZurcherAntsirabe, MADAGASCAR

    Se necesita mayor participacin Adventista

    He seguido con intenso inters la controversia en relacin a la enseanza del Diseo Inteligente en las escuelas norteamericanas, como una hiptesis viable del origen de la vida junto con su aparicin espontnea. Este asunto est siendo discutido en crculos eru-ditos, publicado por muchos medios, y ha llegado a las cortes en varios estados del pas. Hasta ahora el establecimien-to cientfico, atrincherado en su com-promiso con la idea de la supervivencia del ms apto y respaldado por aboga-dos muy astutos, ha logrado rechazar todos los desafos. El naturalismo filosfico an reina supremo. Otras interpretaciones de los datos son consi-deradas supersticiosas o no cientficas. Dnde est la voz adventista en estas discusiones pblicas? Muchos cientfi-cos cristianos se han involucrado con el movimiento del Diseo Inteligente y han publicado artculos y libros bien fundamentados del tema. Creo firme-mente que investigadores y cientficos adventistas que estn comprometidos con la creacin, tienen el conocimien-to y la credibilidad necesarios para proveer argumentos que sostengan la verdad. Ellos podran hacer ms para reforzar la aceptacin pblica de una creencia racional en un Diseo, supre-mamente, inteligente.

    Harold MayHinsdale, IllinoisESTADOS UNIDOS

    Los editores responden:Concordamos con su deseo de ver a

    ms cientficos adventistas involucrados en estas importantes y crecientes discusio-nes. Dilogo publica en cada edicin al menos un artculo que aborde temas de la creacin desde una perspectiva cient-fica y tambin examina libros relevantes acerca del tema, escritos por autores adventistas. Estos son ledos por miles de futuros cientficos que estn estudiando en universidades pblicas alrededor del mundo. Podr encontrar artculos y reseas ya publicados en Dilogo, ingre-

    sando en nuestro sitio de web: http://dia-logue.adventist.org. La Iglesia Adventista tambin patrocina el Geoscience Research Institute cuyo equipo de cientficos cali-ficados est abocado a las ciencias de los orgenes. Su sitio ofrece informacin para cristianos creyentes en la Biblia como usted. Vistelo en: www.grisda.org.

    tanto te pido: (1) que busques a Dios y su jus-ticia en primer lugar y en toda circunstancia; (2) que te esfuerces para lograr todo aquello que sea posible alcanzar acadmicamente junto con Dios, quien es el dador de todo cono-cimiento y sabidura, y tu Maestro; (3) que pidas cada da orientacin divina; (4) que ores diariamente para obtener proteccin continua a fin de mantenerte fiel al tomar decisiones y llevarlas a la accin.

    Atrvete a ser un Daniel o una Daniela an en los momentos de tus ms duras pruebas, cuando hasta puedas sentir que te han arrojado al foso de los leones. Jess estar all contigo. Confa en l. Dios te bendiga en este camino que recorres para cumplir tus sueos!

    * Ellen G. White, La Educacin (Buenos Aires, Argentina: Asociacin Casa Editora Sudamericana, 1974) p.54.

    Ella Smith Simmons, obtuvo su docto-rado en educacin en la Universidad de Louisville. Se desempea como vice-presidenta de la Asociacin General de la Iglesia Adventista en Silver Springs, Maryland, EE.UU., y preside el directorio de AMiCUS, responsable de la publica-cin de Dilogo.

    EditorialContinuacin de la pgina 3

    Escrbenos! te invitamos a escribirnos expresando tus

    reacciones y preguntas sobre el contenido de los artculos, pero limita tus comentarios a 200 palabras. envalas a Dilogo-cartas; 12501 Old columbia Pike; Silver Spring; MD 20904; ee.uu., o va fax: (301) 622-9627, o bien email: [email protected].

    nos reservamos el derecho de editar tu carta por razones de claridad y espacio.

    CARTAS

  • DILOGO 183 006

    Abrahn, Jos, Ester, Daniel, Moiss. Nombres bien conocidos para casi todos. Consideremos por un momento cmo fueron catapultados al centro del escenario todos estos personajes bbli-cos. Tambin tengamos en cuenta las significativas bendiciones que se obtu-vieron como resultado de que ellos se ocuparon de asuntos polticos.

    Jos ejerci el don que Dios le dio de interpretar sueos, cuando predijo siete aos de prosperidad para Egipto, a ser seguidos por igual nmero de aos de hambruna devastadora. Dise entonces un plan para salvaguardar la nacin y sus habitantes durante esos tiempos peligrosos. Como recompensa por su buen consejo fue designado jefe de estado, segundo despus del rey. Por qu dispuso el Seor exaltar a Jos a tan grande altura entre los egipcios? Poda lograr sus propsitos [] de cualquier otra manera [] pero quiso hacer de Jos una luz, y lo puso en el palacio del rey para que la luz celestial alumbrara cerca y lejos []. Tambin mediante Moiss, Dios coloc una luz junto al trono del mayor reino de la tierra, para que todos los que quisieran, pudieran conocer al Dios verdadero y viviente.1

    La experiencia de Daniel, Ananas, Misael y Azaras fue similar a la de Jos. Al ver en esos jvenes promesa de notable capacidad, Nabucodonosor decidi prepararlos para ocupar posi-ciones importantes en su reino. He ah al cautivo judo [Daniel], sereno y dueo de s mismo en presencia del monarca del ms poderoso imperio del mundo []. El Rey de reyes esta-ba por comunicar una gran verdad al monarca babilnico.2 Recompensado

    por su distinguido servicio, el rey puso a Daniel en un puesto prominen-te y lo colm de regalos, lo nombr gobernador de toda la provincia de Babilonia y jefe de todos sus sabios. Adems, a solicitud de Daniel, el rey nombr a Sadrac, Mesac y Abednego administradores de la provincia de Babilonia. Daniel, por su parte, per-maneci en la corte real. (Daniel 2:48,49).*

    El desfile de piadosos individuos en servicio pblico contina en el Antiguo Testamento, con Esdras. Su vida entre los judos que permane-cieron en Babilonia era tan singular que atrajo la atencin favorable del rey Artajerjes, con quien habl libremente acerca del poder del Dios del cielo []. Era tan grande la confianza que tena el rey en la integridad de Esdras, que le manifest un favor sealado [] hizo de l un representante espe-cial del reino medo-persa y le confiri extensos poderes.3 Del mismo modo Nehemas, jefe de seguridad (copero) del rey Artajerjes tena libre acceso a la presencia real. En virtud de su pues-to y gracias a su capacidad y fidelidad, haba llegado a ser amigo y consejero del rey.4

    Abdas, otro devoto creyente, fue designado mayordomo del palacio del rey Acab (1 Reyes 18). Permaneci fiel a Dios independientemente de su cargo junto al rey ms malvado de Israel. Adems, por su elevada posi-cin, Abdas pudo albergar y alimentar a cien profetas de Dios durante el hambre de tres aos y medio.

    Tambin tenemos a Ester, que por providencia de Dios fue elegida reina del Imperio Medo-Persa. Desde esa posicin pudo frustrar los planes de Amn para exterminar al pueblo de Dios y su to Mardoqueo, por infor-mar de un atentado contra la vida del rey Asuero, recibi el cargo anterior-mente ocupado por Amn, ascen-dindolo a un puesto ms alto que el de todos los dems funcionarios que estaban con l (Ester 3:1).5

    En contraste con el Antiguo Testa-

    mento, los escritores del Nuevo explo-ran ms el reino de la justicia. Sin embargo continan dando el perfil de personas involucradas en los asuntos pblicos. Recordemos a Zaqueo. En Lucas 19 se relata el notable cambio que se oper en la vida de este hom-bre debido a su encuentro con Cristo. Como resultado del mismo, este per-sonaje anteriormente de mala fama, ejerci luego sus deberes con limpia conciencia, sin que haya indicios para sugerir que Cristo le hubiera pedido que abandone su cargo de recolector principal de los impuestos en Jeric.

    En pocas ms modernas tenemos a Juan Wiclef, un cristiano ejercien-do diversos cargos gubernamentales. Elena White comenta: Mientras desempeaba el cargo de capelln del rey, se opuso osadamente al pago de los tributos que el papa exiga al monarca ingls []. Las exigencias del papa haban provocado profunda indignacin y las enseanzas de Wiclef ejercieron influencia sobre las inteli-gencias ms eminentes de la nacin []. Wiclef fue nuevamente llamado a defender los derechos de la corona de Inglaterra contra las ususrpaciones de Roma, y habiendo sido nombrado embajador del rey, pas dos aos en los Pases Bajos []. Poco despus de su regreso a Inglaterra, Wiclef recibi del rey el nombramiento de rector de Lutterworth. Esto le convenci de que el monarca, cuando menos, no estaba descontento con la franqueza con que haba hablado. Su influencia se dej sentir en las resoluciones de la corte tanto como en las opiniones religiosas de la nacin.6

    A travs de los siglos, los seguidores de Cristo han influido sobre las auto-ridades. Lo que todas estas personas tuvieron en comn fue un carcter irreprochable, respeto por las autorida-des terrenas y sensibilidad a la voz de Dios. Sus vidas ejemplares subrayan el valor de que los cristianos accedan a cargos pblicos.

    Aparte de estos ejemplos bblicos, hay gran divergencia de opinin sobre

    Si bien no somos de este mundo, tenemos la res-ponsabilidad de portar la voz de Dios en asuntos que interesan al mundo.

    Jane Sabes

    Hay un lugar para los adventistas en poltica?

  • 6 DILOGO 183 006

    el grado de participacin cristiana en asuntos de poltica. El pensamiento de los creyente en relacin al estado parece oscilar entre dos extremos. En un lado estn aquellos que, como los testigos de Jehov, se alejan de todo lo que sea poltico, esquivando toda forma de participacin poltica, inclu-yendo el voto, el servicio militar o el acceder a cargos pblicos, en base a su conviccin de que todos los gobiernos estn bajo el control de Satans.7 Esto contrasta agudamente con la iglesia catlica, que regularmente formula posiciones sobre justicia social y pol-ticas de estado, y que mantiene un ente que representa la posicin de la iglesia ante el congreso de los Estados Unidos,8 y un sitio en la red inform-tica para dar a conocer a los laicos sus posiciones sobre diferentes asuntos polticos.9 Entonces estn tambin los que se sitan a la extrema derecha del espectro poltico, trabajando para establecer el reino de Dios como un dominio terrenal; una teocracia en nuestros das.

    Extranjeros y advenedizosComo iglesia, los adventistas del

    sptimo da manifiestan ambivalencia hacia la participacin en la poltica, con la sola excepcin de defender la libertad religiosa. Lo ms proble-mtico parece ser la interpretacin y aplicacin de cinco pasajes de la Bibla. El primero se refiere a los cristianos como extranjeros y advenedizos en el planeta (Hebreos 11:13-16; Filipenses 3:20,21). Asimismo, los himnos de la iglesia se refieren al pueblo de Dios como peregrinos. Pero, debieran estas alusiones de otro mundo lle-varnos a concluir que los creyentes no tienen responsabilidad moral para con el mundo terrenal?

    Cristo fue confrontado precisamen-te en este asunto de dnde debiera depositarse la lealtad del cristiano. La pregunta fue, a quin debieran pagar-se los impuestos, a Dios o al Csar? En esa ocasin el Maestro introdujo el concepto de doble ciudadana afir-mando claramente que tanto la esfera celestial como la terrena merecen nues-tra lealtad (Mateo 22:15-22; Romanos 13). Los cristianos deben obedecer las leyes nacionales y apoyar las ini-ciativas del pas, cuando no violan su conciencia, a la par de tener en mente una comisin celestial ms elevada (2 Corintios 5:20).

    El papel divino en las potestades terrenas

    Un segundo concepto bblico con el que los cristianos se debaten, es el de distinguir el papel divino y el nuestro, en relacin a los gobiernos terrenales. Dado que la tarea de Dios es la de poner y quitar reyes (Daniel 2), no es entonces la participacin de los cristia-nos en el proceso poltico algo innece-sario o an entrometido?

    De hecho, es verdad que quienes gobiernan presidentes, primeros ministros y reyes lo hacen slo bajo permiso divino. Consideremos, por ejemplo, el control que Dios ejer-ci sobre el orgulloso rey babilonio Nabucodonosor. Mientras andaba

    un da por la terraza de su palacio musit: Miren la gran Babilonia que he construido como capital del reino! La he construido con mi gran poder, para mi propia honra! Todava estaban estas palabras en los labios del rey cuando vino una voz del cielo: ste es el decreto en cuanto a ti, rey Nabucodonosor. Tu autoridad real se te ha quitado. Sers apartado de la gente y vivirs entre los animales sal-vajes; comers pasto como el ganado, y siete aos transcurrirn hasta que reconozcas que el Altsimo es el sobe-rano de todos los reinos del mundo, y que se los entrega a quien l quiere (Daniel 4:29-32).

    Pero el profeta Miqueas (6:8) llama nuestra atencin a las importantes responsabilidades que nos caben como creyentes; practicar la justicia y otorgar misericordia, ejercida con la mayor humildad. Del mismo modo Ams (5:24) exhort a que la justicia flu-yera como un ro, y la rectitud como corrientes perennes. Sera entonces suficientemente concienzudo de parte de los buenos samaritanos el encontrar repetidamente vctimas a la vera del camino sin preguntarse sobre cmo reducir la tasa de delincuencia? Sera responsable de parte de los cristianos repartir diariamente pan a los ham-brientos sin considerar la poltica eco-nmica de la nacin y los mtodos por los cuales se la podra mejorar? Ayudar a formular polticas pblicas es un camino por el cual los cristianos pue-den mostrar su fe a travs de sus obras, ocupndose de los dems.

    La unin en yugo con los incrdulosUna tercera advertencia emitida por

    los que quieren disuadir a los cristianos que desean ocupar cargos pblicos es la de que no debemos unirnos en yugo desigual con los incrdulos (2 Corintios 6:14-17). La preocupacin es que la afiliacin al mundo nos con-taminar espiritualmente o comprome-ter los principios.

    Un telogo que ponder la apli-cacin de este principio bblico es

    Dilogo para ti, gratis!

    Si eres un estudiante adventista en una universidad no adventista, la iglesia tiene un plan que te permitir recibir la revista Dilogo gratis mientras mantengas tu condicin de estudiante. (aquellos que ya no son estudiantes pueden suscribirse a Dilogo utilizando el cupn de la pgi-na 6.) Ponte en contacto con el director del Departamento de educacin o del Departamento de Jvenes de tu unin y pide que te incluyan entre los que reciben la revista. Proporcinale tu nombre comple-to, tu direccin, el nombre de la universidad a la cual asistes, la carrera que ests cursan-do y el nombre de la iglesia local de la cual eres miembro. Puedes escribir tambin a nuestro representante regional a la direc-cin provista en la pgina 2, incluyendo una copia de la carta a los directores de la unin mencionados. Si no logras comunicarte con nosotros por estos medios, usa la siguiente

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    por principios santos y elevados: (4) los miembros no han de alinearse con polticos que no apoyen la libertad reli-giosa; (5) los cristianos no deben usar divisas polticas que lleven de algn modo a la divisin en la iglesia: (6) no se debe usar el diezmo para pagar a alguien para discursear sobre asuntos polticos; y (7) las publicaciones de la iglesia no debieran exaltar a los indi-viduos influyentes porque son meros mortales, ni alabar su trabajo, porque es pasajero.17 Viviendo vidas ejempla-res, los cristianos sirven de epsto-las conocidas y ledas por todos (2 Corintios 3:2) con el expreso propsito de reclutar ciudadanos para el reino eterno de Cristo.

    Separacin de iglesia y estadoLa separacin de iglesia y estado

    es el quinto y ms fuerte argumento dirigido a los cristianos que buscan cargos polticos. Pero lo que puede sorprendernos es saber que la mayor parte de los gobiernos comparten las preocupaciones de la comunidad reli-giosa en cuanto a mezclar lo sagrado con lo secular. La exsecretaria de esta-do Madeleine Albright escribi: La mayora de nosotros no queremos que nuestros dirigentes confundan su pro-pia voluntad con la voluntad de Dios, pero tampoco queremos que pasen por alto los principios religiosos y mora-les.18

    Una apreciacin sincera de la rela-cin entre iglesia y estado muestra abundantes beneficios que los grupos religiosos obtienen de legtimas estruc-turas polticas; por ejemplo, la exen-cin de impuestos sobre propiedades de la iglesia. Pensemos cunto ms difcil sera la obra de la iglesia sin las garantas gubernamentales de liberta-des civiles y del imperio de la ley.

    Consideremos cmo estaran los pobres, sin la presencia de un pueblo que teme a Dios. Al mantener altas normas morales, actuar en favor del prjimo, realizar obras de beneficen-cia y asistencia en caso de desastres, los cristianos ejercen una influencia

    Ronald Thiemann, decano de la facul-tad de teologa de Harvard University. Escribe que precisamente porque una sociedad pluralista requiere dilogo e intercambio de ideas con aquellos que son diferentes es que el espacio pbli-co proporciona un contexto dentro del cual la fe busca el entendimiento en conversacin con personas que tienen diferentes compromisos.10 La plaza pblica brinda un foro exigente pero recompensador para seguir la admo-nicin de Cristo de ser sabios como serpientes aunque inofensivos como palomas (Mateo 10:16).

    Reino y mundoEl cuarto argumento usado para

    confrontar a los cristianos que entran en poltica consiste en las palabras de Cristo mismo, mi reino no es de este mundo (Juan 18:36). Se hace refe-rencia tambin al comentario de Elena White, de que el gobierno bajo el cual Jess viva era corrompido y opresivo; por todos lados haba abusos clamoro-sos: extorsin, intolerancia y crueldad insultante. Sin embargo, el Salvador no intent hacer reformas civiles, no atac los abusos nacionales ni conden a los enemigos nacionales. No intervino en la autoridad ni en la administracin de los que estaban en el poder. El que era nuestro ejemplo se mantuvo ale-jado de los gobiernos terrenales. No porque fuese indiferente a los males de los hombres, sino porque el remedio no consista en medidas simplemente humanas y externas. Para ser eficiente, la cura deba alcanzar a los hombres individualmente, y deba regenerar el corazn.11

    Ningn cristiano discutira el hecho de que la humanidad no puede ser mejorada por medios legislativos o edictos gubernamentales. En cambio, es el corazn transformado que cambia el carcter, la conducta, las situaciones, y por lo tanto la sociedad. Pero esta declaracin de Elena White no tena el propsito de limitar los escenarios en los cuales los cristianos pueden trabajar y testificar.

    Es un hecho que Elena White habl y us extensamente la pgina impresa en favor de la aplicacin estricta de los edictos municipales que ordenaban el cierre de bares,12 contra la promulga-cin de leyes dominicales,13 y tambin en contra del pecado de la esclavi-tud.14 Asimismo habl en defensa de los adventistas del sptimo da amena-zados por el servicio militar obligatorio durante la guerra civil.15

    Ella tambin proporcion aliento a los jvenes que consideraran la pol-tica como vocacin cristiana de esta manera: Queridos jvenes: cul es el blanco y propsito de vuestras vidas? Ambicionis una educacin para tener un nombre y posicin en el mundo? Tenis pensamientos que no os atre-vis a expresar, de un da estar en la cima de la grandeza intelectual, de sentaros en los concilios deliberativos y legislativos, y ayudar a promulgar las leyes de la nacin? No hay nada malo en estas aspiraciones. Cada uno de vosotros puede alcanzar su blanco. No debierais contentaros con logros mediocres. Apuntad alto, y no ahorris sufrimientos para alcanzar la norma.16 La vida de ella demostr que hay una vocacin de participacin en la poltica que nace, no del espritu partidista, sino de un anlisis bien considerado de los asuntos en juego y de la accin responsable.

    Por cierto, hay prohibiciones espe-cficas dirigidas a los adventistas con respecto a la participacin eclesistica en la poltica: (1) los que ensean la Biblia en las congregaciones y escuelas no deben expresarse con parcialidad en favor o en contra de ciertos polti-cos o cuestiones polticas porque esto podra agitar la mente de otros, lle-vando a divisiones en la iglesia; (2) no se aconseja a los miembros de iglesia votar sistemticamente ciertos parti-dos, porque no sabemos por quin estamos votando; (3) se aconseja a los miembros no tomar parte en ningn plan poltico o asociaciones polticas. En su lugar, Elena White nos recuer-da que los adventistas han de guiarse

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    positiva sobre el orden social. Si los que sirven a Dios fuesen quitados de la tierra, y su Espritu se retirase de entre los hombres, este mundo quedara en desolacin y destruccin, como fruto del dominio de Satans. Aunque los impos no lo saben deben an las ben-diciones de esta vida a la presencia, en el mundo, del pueblo de Dios al cual desprecian y oprimen.19

    ConclusinLos adventistas tienen un papel vital

    para desempear en el proceso guber-namental de una nacin. Cuando los cristianos se ausentan de la poltica, lo que David Easton llama la distri-bucin de valores con autoridad20 la vida pblica queda en manos de los incrdulos: se disean los currculos educativos, se fija la poltica de esta-do, y se hacen decisiones globales sin que se ofrezcan perspectivas cristianas o adventistas. No ser que los que gobiernan pueden interpretar nuestro silencio respecto de los asuntos en dis-cusin como si no tenemos nada que contribuir al debate?

    Por cierto, la vida de fe debe recibir prioridad sobre los asuntos polticos. Como cristianos somos embajadores, no de un partido poltico, sino del reino de Cristo. La poltica es voltil y si no somos cuidadosos, un asun-to ganado en una discusin poltica puede significar perder una oportu-nidad de alcanzar los corazones de la gente de opinin contraria. Los cristia-nos deben siempre tener presente cul es su primera vocacin.

    Las Escrituras contienen numerosos ejemplos de mensajeros de Dios que pusieron en riesgo la comisin que se les haba dado. El rey Sal se absorbi tanto en la eliminacin de su presunto enemigo que no pudo conducir a la nacin al ideal divino. Otro ejemplo es el de David, a quien Dios haba pedi-do no censar los varones de edad mili-tar por temor a que la nacin basara su seguridad en el tamao de su ejrcito antes que en la confianza en el poder divino. A pesar de ello David orden

    realizarla, con resultados devastadores. El ms sabio de los hombres, Salomn, permiti que su nacin degenerase como consecuencia de su obsesin por las mujeres. Entonces tenemos tambin al rey Ezequas quien, al invitar a los representantes de Babilonia, ensalz la vitalidad econmica de la nacin en lugar de conducirlos a Dios, la fuente de tales bendiciones.

    Intensas eran las tentaciones que los rodeaban [a Daniel y sus tres ami-gos] en aquella corte corrompida y lujuriosa.21 Pero no fue el orgullo o ambicin lo que los haba llevado a la corte del rey, junto a los que no cono-can ni teman a Dios.22 Conscientes de que Dios los haba puesto donde estaban, y de que estaban haciendo su obra y cumpliendo las exigencias de su deber.23 Hoy, docenas de adventistas sirven a sus pases fielmente como jue-ces, embajadores, intendentes, minis-tros de gobierno y otras tareas promi-nentes. Ya sea que sirvan como desig-nados polticos, personal de gobierno, o ciudadanos privados dotados de voz y voto as como de oracin (Jeremas 29:7), que la gloria de Dios irradie a travs de nosotros, promoviendo la justicia y el bienestar, y atrayendo hombres y mujeres al reino eterno de Cristo.

    Jane Sabes (Ph.D., Auburn University) es profesora de ciencias polticas en Andrews University. Anteriormente tra-baj como secretaria del departamento de Salud y servicio social en el estado de Wyoming. Email: [email protected].

    REFERENCIAS * Todas las citas bblicas corresponden a la Nueva

    Versin Internacional. 1. Elena White, Patriarcas y profetas, (Mountain View,

    California: Pacific Press Publ. Assn., 1975), p. 385. 2. _____, Profetas y reyes, (Mountain View, California:

    Pacific Press Publ. Assn., 1979) pp. 363,364. 3. Ibid., pp. 448. 4. Ibid., p. 464 5. Ibid., pp. 442,443. 6. _____, El conflicto de los siglos (Mountain View,

    California: Pacific Press Publ. Assn., 1977), pp. 88-91.

    7. http://en.wikipedia.org/wiki/Jehovahs_Witnesses#endnote_w96_0601_1.

    8. http://www.usccb.org/index.shtml. 9. http://thecatholicvote.org/. 10. Ronald F. Thiemann, Religion in Public Life: A

    Dilemma for Democracy (Washington, D.C.: Georgetown University Press, 1996), 169.

    11. Elena White, El deseado de todas las gentes (Mountain View, California: Pacific Press Publishing Assn., 1977), p. 470.

    12. _____, Signs of the Times, (December 04, 1907). 13. _____, Review and Herald, (March 30, 1911). 14. _____, Review and Herald (August 27, 1861);

    Testimonies for the Church (Mountain View, California: Pacific Press Publ. Assn, 1948), vol. 1, pp. 264, 534.

    15. Arthur White, Ellen G. White: The Progressive Years 1863-1876 (Hagerstown, Maryland: Review and Herald Publ. Assn., 1986), p. 40, cf pp. 34-44 and 99-109.

    16. Elena White, Fundamentals of Christian Education (Hagerstown, Maryland: Review and Herald Publ. Assn., 1923), p. 82.

    17. _____, Special Testimony Relating to Politics, Fundamentals of Christian Education (Hagerstown, Maryland: Review and Herald Publ. Assn., 1923), pp. 475-484.

    18. Madeleine Albright, The Mighty & the Almighty (New York: HarperCollins Publishers, 2006), p.104.

    19. Elena White, El deseado de todas las gentes, p. 272. 20. David Easton, A Framework for Political Analysis

    (Chicago: University of Chicago Press, 1979). 21. Elena White, Profetas y reyes (Mountain View,

    California: Pacific Press Publ. Assn. 1979), p. 353. 22. Ibid., p. 355. 23. Ibid., p. 363.

    Lets Talk!Deseas enviarle un mensaje o una pregunta

    al pastor Jan Paulsen, presidente de la Iglesia adventista del Sptimo Da? Puedes hacerlo, utilizando este sitio en la red:

    http://www.letstalk.adventist.org

    el propsito de este nuevo sitio electrnico es promover la comunicacin entre los jvenes adventistas de diversos pases del mundo y la oficina del presidente de la asociacin General. en el sitio tambin encontrars varios enlaces tiles y una coleccin de preguntas y respues-tas sobre varios temas importantes.

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    Dinosaurios: Preguntas que se hacen los cristianosElaine Graham-Kennedy

    El pequeo Mateo estaba como en trance, cautivado por el zoolgico de Fort Worth (cerca de Dallas, Texas). Apenas poda creer lo que vean sus ojos! Se hallaba frente a Cera, la dino-sauria preferida de su pelcula favorita, La tierra antes del tiempo. Miraba fija-mente. Sus padres, algo decepcionados de que prefiriera estar frente una figura animada mecnicamente antes que con animales vivos, insistan en que ya era hora de ir a algn lado, a cualquier lado menos ah. Sollozando, imploraba ms tiempo: pero me encanta. Al alejarse en las firmes manos paternas grit: Cera, te quiero. Tal apego infantil a los dinosaurios puede desdibujarse con el paso del tiempo, pero algunos con-servan un amor a esas criaturas por toda la vida.

    Los nios dentro de la comunidad cristiana no son excepcin. Sin embar-go, en el mbito de las denominaciones ms conservadoras surgen preguntas basadas en la teologa, que se vuelven ms problemticas a medida que los nios maduran. Se las puede resumir en una sola: Cmo encajan los dinosau-rios dentro de una concepcin bblica del mundo?

    En la actualidad hay una creciente base de datos sobre los dinosaurios que incluye huesos, dientes, huellas, embriones, marcas dejadas por la piel, y estircol. Aparentemente, estos ani-males terrestres existieron en todos los tamaos y formas. La informacin que tenemos sugiere poblaciones activas y reproductivas a escala global.1 En base a evidencias en aumento, es difcil negar que los dinosaurios hayan existido. Hay quienes toman esa posicin, no

    Dentro de la concepcin bblica del mundo, cmo entender el misterio de los dinosaurios?

    porque crean que los cientficos hayan inventado esas criaturas para engaar-nos, sino porque no pueden reconciliar la existencia de los dinosaurios con su comprensin de la naturaleza de Dios. De ese modo, los cristianos necesitan plantearse la trascendencia de estos ani-males dentro de la visin bblica de la historia del planeta.

    A menudo se expresa este dilema diciendo No puedo creer que Dios pusiera un tiranosaurio rex en el jar-dn del Edn. Otros comentan que los dinosaurios eran muy feos. No pueden creer que un Dios amante y compasivo, crease tan feroz mquina de matar, pero se hallan perfectamen-te cmodos frente al hecho de que Dios creara leones. Esto nos lleva a preguntar: Qu diferencia hay entre un tiranosaurio y un len? Claro que hay muchas diferencias, pero aqu se trata de animales de presa en el jar-dn del Edn; ambos son carnvoros. Aunque los cristianos seguidores de la Biblia creen que Dios cre un gnero

    de felino, suponen que los felinos eran herbvoros en el Edn, al menos hasta el pecado de Adn y Eva. Pareciera lgico aplicar el mismo argumento a los dino-saurios. Pero esta cuestin aparentemen-te simple se complica bastante al tratar las consecuencias. Examinemos esto mediante las siguientes preguntas.

    Existieron realmente los dinosaurios?Unos pocos huesos dispersos no

    alcanzara para llegar a la conclusin de que los dinosaurios realmente existie-ron. Sin embargo, el registro de huesos de dinosaurios es bastante extenso, y la variedad nos permite comprender mejor a estas criaturas. Sus bien preservadas huellas, huevos y embriones nos indican que vivan, andaban y se reproducan.2 Las huellas son los argumentos ms poderosos de su existencia.

    El registro en rocas de todo el mundo nos provee informacin fascinante. Los cientficos encontraron grandes dep-sitos de huesos de dinosaurio que se mineralizaron y de esta manera fueron

    Huellas de terpodos en el parque estatal Glen Rose de Texas. La foto es cortesa de la autora.

  • 10 DILOGO 183 006

    preservados para que pudiramos verlos. Estos huesos petrificados se conocen como fsiles. Si hay suficiente material fsil, los cientficos pueden reconstruir el animal. Por 1990 los cientficos haban logrado reconstruir ya 197 esqueletos completos de dinosaurios.3 Al presente existen muchos ms.

    Al estudiar estos huesos los cientficos desarrollaron un sistema de clasificacin basado en una cantidad de estructuras seas que son peculiares a este grupo de animales. Tengamos en cuenta, por ejemplo, que el crneo de los dino-saurios presenta orificios que no se encuentran en los reptiles ni mamferos; la articulacin del tobillo es simple; y las vrtebras difieren de las de otros organismos.4 El examen de la estructura interna de los huesos sugiere que se trata de un grupo distintivo de anima-les, muy diferente de los mamferos y reptiles. Una gran parte de la estructura sea exhibe sustitucin [por minerales] y preservacin de cada clula en el pro-ceso de fosilizacin.5 Este fino detalle de la fosilizacin implica que podemos

    observar lneas y vesculas de crecimien-to en los huesos. Esta combinacin de caractersticas no se encuentra en los reptiles ni mamferos y es peculiar a los dinosaurios, aunque algunos sostienen que hay semejanzas entre los dinosau-rios celofsidos y las aves.

    Los dinosaurios han sido clasificados en dos grupos distintos sobre la base de la estructura de su pelvis. En el pri-mero estn los terpodos o dinosaurios carnvoros, y los saurpodos de estruc-tura grande como si fueran puentes colgantes con largos cuellos y colas y pelvis similares a los reptiles. El segundo grupo engloba a todos los otros dino-saurios que tienen caderas semejantes a la de las aves. Sin embargo, a pesar de estas coincidencias con otros animales las estructuras plvicas son peculiares a los dinosaurios.6

    Los problemas en la clasificacin de los dinosaurios surgen de la dificultad de distinguir gneros y especies. En 1990, de 285 gneros de dinosaurios, el 45% fue identificado por un solo hueso. Muchos son escpticos respecto

    a tales identificaciones. La clasificacin tambin preocupa a los investigadores por el hecho de que muchos gneros constan de una sola especie. Sospechan que algunos de estos gneros son en realidad especies comprendidas en uno solo de los gneros descriptos.7 A pesar de estas dificultades, hay suficiente material como para concluir que existi una amplia variedad de dinosaurios.

    Las caractersticas aqu comenta-das sugieren que los dinosaurios eran criaturas peculiares y que, como tales, bien podran representar uno de los gneros creados, como lo registra el Gnesis. La variedad, distribucin y combinacin de caractersticas sugieren que la hibridacin es posible, como es el caso de las flores y los perros en la actualidad. No obstante, la variacin de las especies es mucho ms factible que la variacin que se encuentra entre las familias de dinosaurios as como lo es tambin el surgimiento de nuevas clases de organismos.

    Para quienes piensan que los huesos de dinosaurios son fraudes, hay infor-macin adicional que sugiere lo contra-rio. Parte del material seo se encuentra superpuesto a la impronta dejada por la piel del animal. Estos fsiles sumi-nistran informacin adicional sobre la apariencia de estos organismos. Si los huesos fuesen fraudulentos, alguien se habra tomado mucho trabajo extra para incluir tambin la impresin de piel fsil en el depsito sedimentario.

    Si fueran fraudes, el falsificador habra tambin creado las huellas. La informacin aportada por las huellas es de lo ms interesante8 ya que apare-cen en una gran variedad de tamaos y formas. Cuando la hilera de huellas se suficientemente larga, se puede cal-cular el largo del paso y la postura del animal. La mayor parte de estas huellas muestra que los dinosaurios camina-ban, no corran, y hasta parecen haber andado cojeando. Es difcil determinar la razn. Pueden haberse lastimado o haber estado llevando cras o comida. Cualquiera sea la explicacin, la presen-cia de huellas confirma que los dinosau-

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    rios vivieron realmente, movindose a travs del terreno. Es interesante que los investigadores no hallaron todava dino-saurios muertos junto a sus pisadas. Se encuentran capas de huesos por encima y por debajo de las huellas pero no con estas ltimas.

    Algunos de los rastros tienen hue-llas grandes que rodean a otras ms pequeas.9 Esto sugiere una manada de dinosaurios. Algunos investigadores suponen que estas manadas seguan una ruta natural de migracin a travs de la regin, mientras que otros disienten. Dentro del contexto de una historia bblica del planeta, el movimiento de los dinosaurios puede reflejar respuestas de supervivencia y de tensin debidas a una tierra cambiante con aguas diluvia-les en ascenso y descenso.

    Por ltimo, existen evidencias de poblaciones reproductivas de dinosau-rios. Se han informado nidos, huevos, embriones y cras.10 Hay ms de 200 yacimientos de huevos en todo el mundo. No abunda la evidencia de nidos in situ y los embriones y cras son bastante raros. La existencia de estos depsitos indica que por lo menos algu-nos de estos dinosaurios se reproducan.

    No siempre los investigadores pueden decir qu dinosaurios pusieron cules huevos. A principios del siglo XX se pens que los huevos encontrados en Mongolia haban sido puestos por protoceratops, el dinosaurio herbvoro dominante en la regin.11 A fines del mismo siglo se encontr otra nidada con los huesos de un pequeo depre-dador, ovirraptor, superpuesta a los huevos. Estos depsitos de Mongolia plantean muchos interrogantes. Por qu se habra quedado en la nidada un ovirraptor mientras una tormenta de arena lo sepultaba? O es que se ahog en una laguna entre mdanos durante un aguacero repentino? Se quedaba el ovirraptor en la nidada empollando porque tena sangre caliente? Cuntos ovirraptores empollaban los huevos?

    Cuntos nidos haba? Hay muchas preguntas sobre las caractersticas de los dinosaurios, an sin respuesta, pero

    el gran cuerpo de datos disponible nos confirma que ciertamente existieron.

    Cundo existieron los dinosaurios?No es tan clara la evidencia de cun-

    do existieron los dinosaurios. Aparecen en los estratos mesozoicos (vida media) del registro rocoso (columna geolgica). Las fechas radiomtricas para la ceniza volcnica y la lava aso-ciada con ellos indicaran que vivieron entre 65 y 225 millones de aos atrs, mucho antes de las edades bblicamente aceptables. (De acuerdo al fechamiento radiomtrico, la tierra tendra entre 4.600 y 4.700 millones de aos).

    Los huesos de dinosaurios ms anti-guos en el registro rocoso aparecen en la misma unidad del perodo trisico (Carniano), en cuatro de los continen-tes.12 Esta aparicin difundida y diversa de los dinosaurios en el registro fsil es difcil de explicar de acuerdo a la teora evolucionista corriente. Raras veces se presenta esta dificultad al pblico, lo que no es difcil de entender, porque a nadie le gusta hablar de cosas que no sabe.

    Es importante recordar que las fechas radiomtricas no son datos (hechos reales), sino clculos basados en la dis-tribucin de materiales radioactivos en las rocas.13 El tiempo transcurrido no se mide directamente, sino que es un exponente en la frmula que describe la pendiente de la lnea generada por la distribucin de los istopos. Esta dis-tribucin se basa en propiedades fsico-qumicas dentro del cuerpo rocoso fun-dido. En consecuencia, el relato bblico de la historia de la tierra es igualmente legtimo como fuente de datos respecto del tiempo.

    En resumen, as como los cientficos creen que tienen un medio confiable de medir los perodos de tiempo en el registro rocoso, muchos cristianos creen que tienen una fuente confiable de informacin (la Biblia) respecto a la edad de la tierra. En consecuencia, fijar la edad de los dinosaurios es asunto polmico.

    Vivieron juntos dinosaurios y humanos? Cmo?

    La creencia en que humanos y dino-saurios vivieron al mismo tiempo en esta tierra, no se basa en evidencias cientficas (no las hay) sino en la con-fianza en la palabra inspirada de Dios. La creencia de que Dios cre todas las cosas y que stas eran buenas, as como la creencia de que no haba derrama-miento de sangre (depredacin) en la tierra hasta despus del pecado del hombre, llevan a muchos a creer que humanos y dinosaurios pueden haber vivido juntos pacficamente.

    Es importante observar que no todos los dinosaurios pertenecan a las varie-dades grandes y carnvoras.14 La mitad de las familias de dinosaurios tenan el tamao de una jirafa adulta (unos 7 metros) o menos, y algunos eran del tamao de un perro grande o un pavo. Adems la mayora eran herbvoros.

    Es Satans de algn modo responsable por el origen de los dinosaurios?

    Alterara Satans de alguna forma el DNA de los animales para producir los dinosaurios? Son los seres humanos responsables de ese origen? Habran manipulado genticamente los primeros dinosaurios? En mi opinin, la respues-ta a todas estas preguntas es no. Los dinosaurios eran organismos peculiares que tenan estructuras y trazos propios. Esto indica que su origen requiri ms que una mezcla o alteracin; requiri nueva informacin, una actividad crea-dora que la mayora de los cristianos cree que reside nicamente en el poder de Dios.

    Eran los dinosaurios cruza de otros tipos de animales?

    El cruzamiento que algunos cristianos sugieren para dar origen a los dinosau-rios exige cras viables a partir de una mezcla de mamferos y reptiles, dos tipos zoolgicos distintos. En nuestro mundo no es posible entrecruzar tipos. La cruza de especies es bastante comn, aunque hay lmites a este tipo de repro-duccin.15

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    Entonces cri Dios realmente a los dinosaurios?

    Por qu habra de crear un Dios de amor al tiranosaurio? Viva el tirano-saurio en el Edn? Es razonable supo-ner, en base a los datos (hechos firmes) que poseemos, que Dios cre alguna clase bsica de dinosaurios, o varias. Algunos terpodos, que pueden haber incluido al tiranosaurio, podran haber existido en el Edn.

    Sin embargo, dada la perspectiva teolgica de la mayora de los creyentes en la Biblia, sera difcil creer que los animales del Edn eran carnvoros. La alteracin de su rgimen alimentario pudo haber ocurrido tras la cada, as como los cardos y espinas aparecieron tras el pecado de Adn y Eva.

    Qu mat a los dinosaurios?Se han propuesto muchas teoras

    para explicar esta desaparicin:16 (1) un cambio drstico en el clima debi-do al impacto de un asteroide, y/o un aumento de la actividad volcnica; (2) una ruptura en la cadena de alimen-tacin; (3) o la transformacin de los dinosaurios en aves. Muchos cristia-nos no creen que se transformaran en aves, y la evidencia de una ruptura en la cadena alimentaria ha sido difcil de documentar. La destruccin de los dinosaurios por el diluvio del Gnesis encaja bien, dentro de la perspectiva bblica sostenida por muchos cristianos. Ms all de la cuestin del tiempo, la sepultura de dinosaurios en todo el mundo dentro de sedimentos deposita-dos por agua17 es consistente con el rela-to bblico. Adems, dada la complejidad del diluvio del Gnesis, los impactos de asteroides y el aumento del vulcanismo pueden haber jugado un papel impor-tante en la destruccin de la tierra y sus organismos vivos.

    Si los dinosaurios fueron creados por Dios, por qu se han extinguido?

    Muchos organismos que los cristianos creen haber sido creados por Dios, se han extinguido. Los sistemas marinos

    han cambiado drsticamente desde la era antediluviana. Las poblaciones de insectos, anfibios, reptiles y mamferos son radicalmente distintas. No todo lo que cre Dios ha sobrevivido hasta el presente. Esa probablemente no fue la voluntad divina sino el resultado del pecado humano. Dios actu continua-mente durante el diluvio del Gnesis para salvar vidas. Desafortunadamente, no todo lo que se salv pudo sobrevivir en el mundo postdiluviano.

    Haba dinosaurios en el arca?Al menos la mitad de las familias

    de los dinosaurios pudo estar en el arca dado que eran suficientemente pequeos. Es importante recordar que no fue necesario que todas las especies estuviesen all. Slo se necesitaban clases o tipos bsicos representativos porque reconocemos que existe variacin por lo menos dentro de los gneros de seres vivos. Sin embargo, es importante recordar que no hay datos cientficos que apoyen esta idea. La creencia en que los dinosaurios estuvieron en el arca de No es una afirmacin de fe.

    ConclusinAlgunos pueden pensar que estas

    preguntas son ridculas. Sin embargo, los cristianos las plantean porque desean una explicacin de la naturaleza que tenga sentido dentro del relato bblico de la historia de la tierra. Si bien las res-puestas aqu ofrecidas pueden dejar algo insatisfechos a algunos, por lo menos suministran una base para comentar e investigar ms sobre el tema.

    An quedan muchas maravillas de la creacin de Dios, tanto previas como posteriores a la entrada del pecado, que pueden ser investigadas. Tenemos la promesa de que conoceremos misterios a travs del Maestro eterno en la Tierra Nueva. Mientras tanto, como cristianos, debemos estudiar la historia de la tierra con la asistencia divina, a travs de la orientacin bblica y la inspiracin del Espritu Santo.

    Elaine Graham-Kennedy (Ph.D., University of Southern California) es una geloga que concentr su investi-gacin en el Gran Can de Arizona y en Patagonia, Argentina. Al presente est estudiando un depsito de huesos en Wyoming y trabaja como profesora adjunta de geologa en Southwestern Adventist University en Keene, Texas. La Dra. Kennedy ha publicado recien-temente Dinosaurs: Where Did They Come From . . . And Where Did They Go? (Boise, Idaho: Pacific Press Publishing Association, 006), disponible a travs de: http://www.adventistbookcenter.com. Email: [email protected].

    REFERENCIAS 1. K. Carpenter, K. Hirsch, and J. Horner, Dinosaur

    Eggs and Babies] (Nueva York: Cambridge University Press, 2000), p. 372.

    2. M. Lockley, Tracking Dinosaurs (Nueva York: Cambridge University Press, 1991), p. 238.

    3. D. Lambert y el grupo Diagram, Dinosaur Data Book (NuevaYork: Avon Books, 1990), p. 320.

    4. A. Romer, Vertebrate Paleontology (Chicago: University of Chicago Press, 1966), p. 468.

    5. A. Chinsamy-Turan, The Microstructure of Dinosaur Bone (Baltimore: Johns Hopkins University Press, 2005), p. 216.

    6. Romer, pp. 148-163. 7. P. Dodson, Counting Dinosaurs: How Many Kinds

    Were There? Proceedings of the National Academy of Sciences 87 (1990), pp. 7608-7612.

    8. Lockley, pp. 61-70. 9. Ibid., pp. 71-82. 10. Carpenter, et al., p. 372. 11. http://www.dinosaur-world.com/feathered_dino-

    saurs/oviraptor_philocerataops.htm. 12. A. Hunt, Synchronous First Appearance of

    Dinosaurs Worldwide During the Late Triassic (Late Carnian: Tuvalian), Geological Society of America, Abstracts with Program (1991), p. A457.

    13. G. Faure, Principles of Isotope Geology (Nueva York: John Wiley and Sons, 1986), p. 608.

    14. Lambert, et al., p. 320. 15. http://origins.swau.edu/papers/evol/gibson/default.

    html: Ponencia de J. Gibson, Creation and Evolution: A Look at the Evidence (1999).

    16. http://www.priweb.org/ed/ICTHOL/ICTHOL04papers/04.htm: Opsculo annimo que resume una variedad de explicaciones para la extin-cin de los dinosaurios.

    17. Lambert, et al., pp. 230-261.

  • 13DILOGO 183 006

    Fueron los sucesos ocurridos durante el ao 1844 mera casualidad o tiene este ao un profundo significado para la comprensin bblica del plan de redencin de Dios? Los adventistas del sptimo da deberamos concordar con el ltimo planteo. Para nosotros es el ao en que termina la profeca de los 2300 das de Daniel 8:14. Es el hito que marca el comienzo del juicio previo al advenimiento en el cielo y la culmi-nacin de la profeca de mayor duracin de la Biblia, proclamando al mundo que el fin no va demorar y que la segunda venida de Cristo est prxima.

    Lo que muchos no entienden, incluso siendo adventistas, es que 1844 es un ao clave no slo en la historia sagrada sino tambin en relacin a una serie de eventos mundiales de gran magni-tud, ocurridos en torno a esta fecha, que marcan una especie de divisoria de aguas. Pero primero, analicemos la importancia de 1844 para la Iglesia Adventista del Sptimo Da.

    De un gran error a un mensaje poderoso

    En torno a 1840, muchos predicado-res alrededor del mundo proclamaban que Jess volvera pronto. El investiga-dor Le Roy Edwin Froom seala que estos predicadores, provenientes de una variedad de denominaciones cristianas incluan blancos, negros, mujeres e incluso nios predicadores. Sabemos que una nia de campo en Europa capt la atencin de tres a cuatro mil personas predicando acerca del fin del mundo y el impacto se extendi a muchos otros.1

    En los Estados Unidos las predica-ciones y los escritos de William Miller, un granjero convertido en predicador, encendieron la pasin de creyentes as

    Ron du Preez

    1844: Coincidencia o providencia?

    Varios movimientos globales que comenzaron en torno al ao 1844 desafiaron las verdades cruciales de Dios.

    tambin como de no creyentes. Miller y sus ayudantes proclamaban este simple mensaje: Tal como el primer adve-nimiento de Jesucristo fue predicho en Daniel captulo 9, as tambin su segundo advenimiento se identifica en Daniel 8:14. Siendo que la tierra debe ser el santuario a ser purificado, esto ocurrir con fuego cuando Jess regre-se. Comenzando con el ao 457 a.C., la profeca de los 2300 das/aos de Daniel 8:14 culmina alrededor de 1843-1844. Jess volver aproximadamente en ese momento, as que preprate para encontrarte con l! Su regreso ser un evento literal, visible que preceder el milenio. Esta era la clave del mensaje millerita.

    Se estableci que el 22 de octubre de 1844 sera el da cuando culminara la profeca de los 2300 aos y cuando la tierra sera purificada por el regreso de Jess. Miles de milleritas, ms exac-tamente decenas de miles, esperaron paciente y expectantemente hasta que el reloj marc el comienzo de aquel da. Esperaron largas horas pero Jess no vino. Qu decepcin amarga! Tuvieron que reconocer el temible hecho de que en algn lado haba un error.

    Unos pocos de los que sufrieron el chasco estudiaron las Escrituras an con ms fervor. Pronto descubrieron que, aunque la fecha del 22 de octubre de 1844 era correcta, su compren-sin del evento estaba equivocada! Comprendieron que el santuario a ser purificado no estaba en la tierra sino en el cielo. Jess haba ingresado al lugar ms santo del santuario celestial para comenzar el juicio. Como observ Elena White ms tarde: El asunto del santua-rio fue la clave que aclar el misterio del desengao de 1844.2

    ngel Manuel Rodrguez comenta: Habiendo cumplido en la tierra la labor para la cual haba venido (Juan 17:4, 5; 19:30)*, Cristo fue tomado [...] al cielo (Hechos 1:11) para sal-var a los que por l se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos (Hebreos 7:25), hasta que en su segunda venida aparecer sin relacin

    con el pecado, para salvar a los que le esperan (Hebreos 9:28). Entre estos dos polos, la cruz y el retorno glorioso del Seor, Cristo acta como real sacer-dote de aquel verdadero tabernculo que levant el Seor, y no el hombre (Hebreos 8:2), el abogado (1 Juan 2:1) e intercesor en favor de aquellos que creen en l (Romanos 8:34). Como Sumo Sacerdote, Cristo est impartiendo los beneficios de su sacrificio a aquellos que se le acercan, un ministerio tan esencial para nuestra salvacin como su muerte expiatoria.3

    De esta forma, la devastadora decep-cin del 22 de octubre de 1844 se convirti en un mensaje maravilloso. Es verdad que Jess no volvi como los milleritas haban esperado, pero un pequeo grupo de creyentes decepcio-nados descubri nueva luz bblica; la verdad que Cristo haba entrado a la fase final de su ministerio sumo sacerdo-tal en el Santuario celestial, y que luego vendra a la tierra a redimir a su pue-blo. As naci la Iglesia Adventista del Sptimo Da, cuya fe est firmemente arraigada en el pronto retorno de Jess y el compromiso de predicar toda la ver-dad en nombre de Jess. El ao 1844 es sin duda significativo para el nacimiento del adventismo.

    Pero el ao1844 es interesante en otras reas tambin. Movimientos alar-mantes y destructivos de la fe comenza-ron a agitar al mundo aproximadamente al mismo tiempo, formando un escena-rio desafiante respecto a la urgencia de la proclamacin adventista que llamaba a la humanidad a observar la verdad acerca de Dios y su papel al final de la historia humana. Examinaremos tres de estos movimientos.

    El surgimiento del MarxismoEn agosto de 1844, Frederick Engels

    se encontr con Karl Marx en Pars y los dos se unieron en amistad y esfuer-zos revolucionarios; como dijo un escri-tor,4 una asociacin de por vida que cambiara el mundo.

    Mientras los cristianos creyentes en la Biblia estaban predicando que Jess

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    volvera pronto para llevar a su pueblo al cielo, poner fin al pecado y sufrimien-to y proveer paz y felicidad por toda la eternidad, Marx y Engels estaban pro-clamando que el camino a la felicidad verdadera era el de eliminar a Dios de la vida; que el camino hacia la paz y seguridad era a travs de los principios del socialismo y comunismo; que ellos eran capaces de liberar a los cautivos del mundo introduciendo una sociedad pacfica sin clases sociales en la tierra.5 Por lo tanto, Marx y Engels intentaron desviar la esperanza humana alejndola de la segunda venida de Cristo hacia una utopa comunista a la cual millones estuvieron sujetos la mayor parte del siglo pasado.

    En el contexto de ese desafo, el movimiento adventista de 1844 fue encomendado a proclamar el evangelio sempiterno del santuario celestial en el que deberamos anclar toda nuestra esperanza.

    El dispensacionalismo y falsas ideas sobre la salvacin

    Mientras que el despertar del Segundo Advenimiento estaba tomando auge en varios pases, en Europa un predicador evanglico ambulante, John Nelson Darby, comenz a promulgar una nueva teora acerca de la segunda venida de Jess. Mientras predicaba en Suiza ide la teora del dispensaciona-lismo, teora que divide la historia en siete eras o dispensaciones desde la edad de la inocencia antes de la cada, hasta la edad de la restauracin al final del tiem-po. Aunque Darby insista que lleg a la doctrina del dispensacionalismo nicamente a travs del estudio de la Biblia, entre 1843 y 1845 introdujo una innovacin llamativa: el rapto secreto.6 Esta teora ensea que Cristo volver en secreto, arrebatar a los santos y los llevar al cielo.

    Un comentario moderno de esta teo-ra de rapto secreto es la famosa serie de libros Dejados atrs, que ya ha vendido ms de 60 millones de copias en todo el mundo. Los autores de estos popu-lares libros argumentan que aunque

    millones quedarn atrs durante el arre-batamiento, no estarn sin esperanza; tendrn una segunda oportunidad para la salvacin. En Dejados atrs los autores Tim LaHaye y Jerry Jenkins promueven directamente la teora de la segunda oportunidad:

    Millones de hombres, mujeres, nias y nios reconocern que, aunque no fueron seleccionados en el rapto y por lo tanto tendrn que sufrir los terrores de la tribulacin, Dios an los est llamando, atrayndolos a su lado []. Nosotros creemos que estos santos de la tribulacin podran ser miles de millo-nes. Y no olvide: cada uno de estos nue-vos creyentes habr sido dejado atrs en el rapto, precisamente porque l o ella haba, hasta ese momento, rechazado el ofrecimiento de salvacin de Dios. Pero incluso entonces, Dios no se dar por vencido con ellos.7

    Esta es la parte ms alarmante y peli-grosa de la teora del rapto: la creencia que habr una segunda oportunidad de salvacin. La Biblia no ensea en nin-gn lugar acerca de un rapto secreto o una segunda oportunidad de salvacin luego de la muerte de una persona. La enseanza consistente de las Escrituras es que la segunda venida de Jess tiene lugar como un evento nico: ser literal y personal (Hechos 1:11), visible y audi-ble (Apocalipsis 1:7; 1 Tesalonicenses 4:16), gloriosa y triunfante (Mateo 24:30), con cataclismos (Daniel. 2:44; 2 Pedro 3:10) y repentina (Mateo 24:38, 39, 42-44). Muchas seales, algunas de las cuales ya han acontecido, precedern la venida; en el mundo natu-ral (Apocalipsis 6:12, 13), en el mundo moral con aumento de mal y corazones malvados (Mateo 24:37-39) y en el mundo religioso donde habr falsos profetas guiando a varios a la perdicin (vers. 24).

    Cuando todas las seales que anun-cian la segunda venida de Jess se hayan cumplido, Jess volver para: buscar a su pueblo, resucitar a los salvados falle-cidos, transformar y recibir a todos los santos, destruir el poder del mal y los malvados, vindicar el carcter de Dios,

    restaurar la tierra y reestablecer la comu-nin con Dios. El lenguaje bblico acer-ca de la segunda venida no da margen a ningn rapto secreto.

    Las Escrituras tampoco hablan acerca de una segunda posibilidad de salvacin despus que una persona muere. La pos-tura bblica es clara: luego de la muerte no hay posibilidad de una segunda oportunidad; solamente hay juicio.Y de la manera que est establecido para los hombres que mueran una sola vez, y despus de esto el juicio (Hebreos 9:27)

    Sin embargo, cun siniestra y sutil es la teora del rapto. Definidamente es una infiltracin al cristianismo, un ata-que a la preciosa doctrina de la salvacin y de la segunda venida de Cristo.8

    Es simple coincidencia que Dios eligi el movimiento del advenimiento de 1844 para proclamar la verdad acerca de la segunda venida y el juicio final, aproximadamente al mismo tiempo que aparecan en la escena mundial doctri-nas engaosas tales como el rapto secre-to y el dispensacionalismo?

    Darwin y el surgimiento de la evolucin naturalista

    Luego de un viaje cientfico de cinco aos como naturalista a bordo del barco HMS Beagle, Charles Darwin volvi a su hogar en Inglaterra en 1836. El viaje lo llev a pensar mucho sobre religin y comenz a dudar del cristianismo como una revelacin divina.9 Ms tarde coment: En junio de 1842 me per-mit la satisfaccin de escribir un breve resumen de 35 pginas en lpiz, acerca de mi teora [de la evolucin]; durante el verano de 1844 ste se extendi a un ensayo de 230 pginas. As comenz el libro de Darwin Origen de las especies, un libro que revolucion el pensamien-to cientfico y cuyo propsito fue negar el informe bblico de la creacin.

    Sin embargo en ese mismo ao,1844, Dios estaba arrojando luz sobre una verdad bblica olvidada: el sbado como celebracin del papel de Dios como creador. Una denominacin rela-tivamente pequea, los bautistas del sptimo da de Norte Amrica, haban

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    tenido gran preocupacin en 1843 por la aparicin de una nueva legislacin respecto al domingo, la cual poda afec-tar sus libertades. As es que se dedica-ron a orar y realizaron ms actividades en favor del sbado como sptimo da. Apartaron un da en 1843 y luego otro en 1844 para ayunar y orar para que Dios se levantase e interviniese por su santo sbado.

    Durante el invierno de 1844, la Sra. Rachel Oakes, una bautista del spti-mo da de Nueva York, visit a su hija en New Hampshire. Mientras estaba all asisti a la Iglesia Cristiana de Washington, donde se estaba llevando a cabo un culto dirigido por Frederick Wheeler, un pastor metodista que haba aceptado el mensaje millerita. La Sra. Oakes se sorprendi al escuchar a Wheeler decir: Todos los que confiesan comunin con Cristo en un culto como ste deberan estar dispuestos a obedecer a Dios y guardar sus mandamientos en todos los aspectos. Cuando el pastor Wheeler visit a la familia Oakes unos das despus, la seora le coment que casi se haba puesto en pie ese da en la iglesia para decirle que mejor hiciese a un lado la mesa de la comunin hasta que l estuviese dispuesto a guardar todos los mandamientos de Dios, inclu-yendo el cuarto!

    El sincero pastor Wheeler fue a su casa, estudi su Biblia y unas semanas mas tarde acept las enseanzas bblicas acerca de la santidad del sptimo da, el sbado. Su primer sermn sobre este tema fue predicado en marzo de 1844. Varios miembros de esa iglesia acepta-ron la verdad del sbado. De las sesenta o ms personas que pasaron por el gran chasco de 1844, aproximadamente cua-renta aceptaron la doctrina del sbado y fueron los miembros de la primera igle-sia adventista que guard el sptimo da.

    Otro pastor millerita, un bautista llamado Thomas Preble, escuch el mensaje del sbado en New Hampshire y decidi investigar. El tambin, en agosto de 1844, acept esta verdad. Unos cuatro meses despus del gran chasco, Preble escribi un artculo acer-

    ca del sbado, en la publicacin mille-rita The Hope of Israel. Joseph Bates, un ex capitn de barco lo ley, acept esta verdad y tom la decisin de publicar una serie de artculos acerca del asunto. Desde ese momento, Joseph Bates uno de los padres fundadores de la Iglesia Adventista del Sptimo Da, se convirti en lder de la proclamacin del mensaje de reforma relativo al sbado. Como es conocido, este asunto tena tal impor-tancia que pas a formar parte del nom-bre de la Iglesia Adventista del Sptimo Da. Elena White habl claramente sobre la importancia del sbado al resal-tar a Dios como creador. La suposicin incorrecta que los eventos de la primera semana requeran siete perodos prolon-gados e indefinidos para ser cumplidos, ataca directamente el fundamento del sbado del cuarto mandamiento. 10

    Es casualidad que Dios gui el sur-gimiento de una iglesia que proclamaba la verdad sobre el sbado y el carcter creador de Dios al mismo tiempo que Darwin escriba su teora evolucionista que negaba la actividad creadora de Dios? El mensaje de los tres ngeles de Apocalipsis 14 y el compromiso adventista de proclamarlo con toda seriedad como alerta final de Dios para el mundo, no es casualidad. Por el con-trario, es parte de su plan para el tiempo del fin.

    El cientfico adventista Ariel Roth llama la atencin a lo siguiente: Nuestra confianza que la Biblia es la palabra de Dios no admite alternativas a la creacin [bblica] tales como creacin progresiva, evolucin testa o evolucin naturalista. No deberamos rendirnos a especulaciones sin sentido. Como pue-blo del Libro, tenemos una oportuni-dad especial de presentar toda la Biblia, incluyendo su mensaje de la creacin, a un mundo que est a la deriva en rela-cin a la gran pregunta de cmo surgi la vida en la tierra.11

    Nada que temer del futuroEn nuestro breve pero cautivante viaje

    a la dcada de 1840 hemos repasado el surgimiento de apenas unos pocos

    movimientos globales importantes: el marxismo, el dispensacionalismo y la evolucin, que cuestionaron la verdad crucial de Dios para los ltimos das. Podramos haber analizado, adems, otros eventos significativos que ocu-rrieron en torno a 1844 tales como el surgimiento del espiritismo moderno, el comienzo de la religin Bahi en el este y la aparicin del pensamiento existencialista en Europa. Pero la verdad nunca queda sin defensores. Dios, en su gracia y providencia levant un grupo pequeo de creyentes de la Biblia, llenos de audacia, quienes descubrieron la ver-dad en toda su plenitud y la hicieron su prioridad de misin global y testimonio. S, 1844 y el surgimiento de la Iglesia Adventista no es casualidad. Es el plan de Dios mantener la verdad viva en medio de todos los engaos que acecha-ron la historia humana aproximadamen-te al mismo tiempo.

    El ao 1844 y su gran trascendencia podra ser minimizado y olvidado slo si lo permitimos. El consejo de Elena White es oportuno: Como he partici-pado en todo paso de avance hasta nues-tra condicin presente, al repasar la his-toria pasada puedo decir: Alabado sea Dios! Al ver lo que el Seor ha hecho, me lleno de admiracin y de confianza en el liderazgo de Cristo. No tenemos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en que el Seor nos ha conducido, y lo que nos ha ense-ado en nuestra historia pasada. 12

    Ron du Preez (D.Min., Universidad de Andrews; Th.D., Universidad de Sudfrica) ha sido misionero y profesor universitario. Ahora se desempea como pastor de la Asociacin de Michigan. Este artculo fue adaptado de su libro No Fear for the Future, que es distribuido por la Review and Herald Publ. Assn., Hagerstown, Maryland, EE.UU. Se lo puede contactar por email: [email protected].

    Contina en la pgina 31

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    Anny, 36 aos, vive con su esposo y dos hijos, aunque su estado deplorable difcilmente puede llamarse vida. La mayor parte del da sufre de ansiedad y miedo; no es un miedo a algo sino a todo. Permanece tensa, crispada, con el rostro demacrado. Por momentos es presa del llanto sin saber por qu. La alegra de sus hijos ya no le inte-resa. En la noche no puede descansar, vctima del insomnio. Qu horrible! Es espantoso! Estoy desesperada, no aguanto ms..., me confiesa. No tengo ganas de nada, no puedo hacer las cosas; nada me llama la atencin. No salgo a ningn lado ni quiero ver a nadie. Vivo acostada, aunque no puedo dormir; me paso dndoles vueltas a los problemas... La comida me da asco, no como nada, he bajado 5 kilos... A veces pienso que lo mejor sera acabar de una vez con esta pesa-dilla.

    Anny es vctima de depresin, la ms comn de los trastornos mentales y afecciones de la salud. Actualmente existen en el mundo 400 millones de personas que sufren de depresin, con una prevalencia estimada entre el 12% y el 14% de la poblacin.1 Los sntomas ms frecuentes son el nimo triste, la prdida de inters o de placer, sentimientos de culpa, baja autoestima, trastornos del sueo y del apetito, falta de energa e incapacidad para concen-trarse. Pero, lo peor de todo es que la depresin puede llevar al suicidio, una tragedia que afecta a 850.000 personas cada ao.2

    Otro dato inquietante dentro de este sombro panorama es que dos terce-ras partes de las personas que sufren depresin no buscan tratamiento, en

    tanto el 80% de quienes tratan su depresin clnica se recuperan feliz-mente.

    Tipos de depresinLos expertos clasifican las depresio-

    nes en diferentes subtipos.3 Ellos son:1. Episodio depresivo mayor la

    persona se siente deprimida todo el tiempo, sin inters en nada, inapeten-cia, insomnio, inquietud, cansancio, culpas, dudas e ideas suicidas.

    2. Distimia es una depresin ms prolongada (dos aos como mnimo; un ao en los nios y adolescentes), con sntomas similares al episodio depresivo mayor pero de una intensi-dad menor.

    3. Depresin bipolar est caracteriza-da por la presencia de episodios depre-sivos mayores y episodios manacos, que es un estado de nimo anormal, expansivo o irritable, que dura al menos una semana, con manifesta-ciones de grandiosidad, ausencia de

    sueo, hablador ms de lo habitual, pensamiento acelerado, activismo y agitacin psicomotora.

    4. Ciclotimia es semejante al trastor-no bipolar, pero de mayor duracin y menor intensidad.

    Soy un depresivo?Si desea evaluar su estado anmico

    lo invitamos a completar la prueba de Wang. Para extraer los resultados siga las indicaciones que aparecen al final.

    El declogo antidepresivoLos dos pilares bsicos de tratamien-

    to para combatir la depresin son la psicoterapia y la terapia farmacolgica. Para esta ltima hay que acudir a un psiquiatra, quien prescribir el trata-miento a seguir. Por su parte, la terapia psicolgica ms efectiva es la cognitivo-conductual, cuyo principal objetivo es que el paciente adquiera nuevas habi-lidades en su forma de percibir, enten-der y reaccionar ante las dificultades,

    Depresin: Cmo detectarla y vencerla

    Diez pasos para prevenir o sobreponerse a la depresin, un estado que afecta el 14% de la poblacin del mundo.

    Mario Pereyra

    Escala de autoevaluacin de Wang

    ConsignaMarque una cruz en el casillero que mejor indique su estado de nimo o situacin en cada uno

    de los tems de la escala. Luego de completar el test, lea las instrucciones de correccin que apare-cen al final del artculo y obtenga su diagnstico.

    Items Nunca Rara vez De vez A menudo Siempre Puntaje en cuando

    1. Me siento triste. o o o o o ________

    2. tengo buen apetito. o o o o o ________

    3. Lloro o tengo ganas de llorar. o o o o o ________

    4. Duermo mal de noche. o o o o o ________

    5. tengo confianza en m mismo. o o o o o ________

    6. tengo ganas de trabajar. o o o o o ________

    7. Me siento irritable. o o o o o ________

    8. tengo fe en el porvenir. o o o o o ________

    9. Me sento nervioso o ansioso. o o o o o ________

    10. estoy cansado. o o o o o ________

    Suma ________

    Multiplique x 2 ________

    total ________

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    para reducir as la gravedad y duracin de la enfermedad. Entre los consejos que pueden ayudar a superar la depre-sin, seleccionamos diez que titulamos el Declogo antidepresivo.4

    1. Luche contra los pensamientos pesimistas. Los pensamientos nega-tivos ms importantes son la llamada trada cognitiva: (1) las ideas nega-tivas sobre s mismo; (2) la tendencia a interpretar el entorno en forma negativa; (3) ver el futuro de manera pesimista. Por ejemplo, Anny estaba convencida de que era mala madre y una esposa desastrosa; crea que su marido ya no la amaba y seguramente la abandonara. Adems, pensaba que le sucedera lo mismo que a su madre, que muri depresiva postrada en la cama. Cmo luchar contra estos pen-samientos? El mtodo tiene dos pasos: Primero detectar o descubrir los pen-samientos negativos y luego confron-tarlos con las evidencias de la realidad, para demostrar su insensatez.

    Le pedimos a Anny que llevara un registro de las situaciones negativas en una planilla con cuatro columnas, donde deba escribir el evento, qu pens y sinti al respecto, y qu tipo de evidencias posea. En la ltima columna, tena que colocar un pensa-miento alternativo positivo, que podra reemplazar al anterior. Por ejemplo, un da se cruz con una amiga que vena absorta y muy seria. Como no la salud, Anny pens que estaba enojada con ella. Al respecto escribi.

    Situacin: Mi amiga pas a mi lado sin salu-darme.

    Qu pienso y siento: Que est enojada conmigo. eso me produjo miedo y rechazo.

    Evidencias: el gesto serio y antiptico.Pensamiento alternativo: Puede ser que

    no est enojada, sino preocupada por alguna cosa personal.

    2. Rompa los circuitos de ideas negativas! Anny pensaba que su espo-so se iba a cansar de ella y la abando-nara. Por lo tanto, se retraa y adopta-ba una actitud de desdn haca l. Si me va dejar, para qu voy a ocuparme

    de l?, comentaba. Vio lo que dijo cuando vino? Qu no me iba a curar ms, como mi madre. Lo que quiere es deshacerse de m. Estos pensamientos la predisponan contra l, favoreciendo una respuesta negativa del esposo, que a su vez reforzaban sus creencias de rechazo y de futuro abandono. Anny estaba atrapada en un crculo vicio-so que la hunda cada vez ms en el pozo depresivo. Cmo cambiar estas ideas? La confrontamos con sus pro-pios pensamientos y sus consecuencias desdichadas. Comprendi que deba cambiar de actitud. Realmente su esposo Omar la quera mucho, y haca todo lo posible por lograr su mejora. Entendi que deba luchar por con-servar su matrimonio y su familia; que deba ser ms cariosa y dispuesta con Omar. Confrontando las ideas negativas y reforzando las positivas, Anny pudo romper el crculo vicioso de pensamientos que la subestimaba y devaluaba su potencial, logrando as recuperarse. Cuando cambian las acti-tudes, todo cambia.

    3. Evite los pensamientos abso-lutistas, de todo o nada. Nunca ms Omar me va querer como antes. Siempre me sale todo mal. Tales pen-samientos y actitudes son tpicas de los pacientes depresivos. Es la tendencia a juzgar las experiencias, situaciones, personas y a s mismo, de acuerdo a dos categoras opuestas, bueno o malo, siempre o nunca, santo o pecador, etc. Para cambiar esa manera de pensar, el mtodo ms efectivo es introducir matices en el razonamiento con un sesgo optimista. Por ejemplo, Anny comprendi que conservaba el amor de su esposo, aunque era cierto que l se encontraba un poco cansado. Aprendi a decir: Voy a salir adelante, con la ayuda de Dios; hay cosas que me salen mal, pero hay otras que hago bien.

    4. No se castigue y autocensure. Otro marcado vicio de los depresivos es estar permanentemente juzgando y evaluando los propios comportamien-tos, enfatizando los defectos y errores

    personales. Tienden a ignorar sus vir-tudes para destacar sus debilidades. La actitud de autodevaluacin incapacita y destruye, en tanto, el reconocimien-to de las virtudes ayuda a la accin y construye un nuevo futuro.

    5. Rehuya a la tirana de los deberas. Cuando los deberas son permanentes acaban tiranizando a la persona en forma continua, exigin-dole cumplir expectativas desmedidas. En lugar del debera, conviene usar preferira, que est relacionado con las aspiraciones y las metas a alcanzar. Si hay un momento cuando hay que ser ms flexibles, es precisamente cuan-do se padece una depresin, porque la voluntad est debilitada.

    6. Prescinda de situaciones desa-gradables y estresantes. Se debe evitar todo lo que puede fomentar la depre-sin. Ir a funerales o al cementerio, por ejemplo, son lugares o eventos que producen estrs.

    7. Reconozca sus valores y virtu-des. Reconocer las propias capacidades y vala personal es parte del camino que conduce hacia el bienestar.

    8. Aprenda a disfrutar y obtener satisfaccin con lo que hace. La depresin es la enfermedad que impide disfrutar de la belleza y las bendiciones de la vida. Benjamn Franklin dijo: No es rico el que tiene mucho, sino el que disfruta de lo que tiene. Aprender a reconocer las cosas buenas y hermo-sas que estn a nuestro alrededor, es un salto trascendente para descubrir la alegra de vivir.

    9. Promueva la esperanza. La desesperanza es un componente esen-cial de la depresin.5 Se ha descubierto que la correlaciona con la depresin, los sntomas depresivos y las tendencias suicidas.6 Las investigaciones sobre los tratamientos de la depresin muestran que la reduccin de la desesperanza es un importante factor de xito, especial-mente durante las primeras semanas del mismo.7 Cmo se combate la

    Contina en la pgina

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    PERFIL

    n Podra Ud. mencionarnos algo acerca de sus primeros aos?

    Mi padre era polica y sus tareas lo alejaban de nuestra casa muy a menu-do. Por ello fui educada por mi madre que era miembro fiel de la iglesia. Viva su fe y nos ense que Dios nos ama y cuida. Mi abuela materna tambin era adventista y disfrut de mucho tiempo en su compaa. Puedo entonces decir, que soy una adventista de tercera generacin.

    Despus de la educacin primaria fui a una prestigiosa escuela secundaria. All tuve mi primer encuentro con sta como materia de estudio. A partir de ese momento, mi inters por la msica sigui creciendo. Al concluir la edu-cacin secundaria sent algo definido: estudiara msica. En ese momento eleg asistir a la Kenyatta University ya que esta institucin posea un buen curso. Posteriormente viaj a los Estados Unidos para realizar una maes-tra y luego a Inglaterra donde comple-t mis estudios doctorales.

    n Entonces, su inters por la msica comenz cuando asista a esa prestigiosa escuela secundaria?

    No. All conoc la msica de manera formal, acadmica. Mucho antes de eso estuve involucrada en el ministerio musical de mi iglesia local que contaba con tres coros. Fui miembro del primer coro, equivalente a lo que hoy sera un coro del Club de Conquistadores. As es que desde los cinco aos estuve rela-cionada con el canto y puedo decir con seguridad que conoc la msica en mi hogar y la iglesia.

    n Siendo miembro de la Iglesia Adventista del Sptimo Da, cmo se

    relaciona la actividad de ensear msica con su fe?

    No concibo la msica como un fenmeno por s solo, sino como una herramienta. Dentro del ambiente educacional, la msica es la herramien-ta que optimiza cambios de compor-tamiento y ayuda en la percepcin de uno mismo. Es una herramienta que cambia a la gente y esto me desafa como adventista. Cmo puedo utili-zar esta herramienta para aprovechar al mximo su efecto positivo? Como adventista, quiero usar la msica para transmitir los valores correctos. Con esa finalidad, utilizo los dones que Dios me ha otorgado para ensear de manera tal que mis alumnos puedan tomar decisiones sabias en cuanto a la utilizacin de sus talentos musicales. Mi fe tambin me orienta hacia el tipo de msica en la que puedo participar. Esto no significa que slo interpreto msica cristiana, pero s que permito que mis valores cristianos sean una influencia visibles en la manera en que ejecuto msica sacra o secular, clsica o contempornea.

    n La msica constituye hoy en da un tema controversial, particularmente cuando se la relaciona a la adoracin, ya sea dentro de la Iglesia Adventista o en otras iglesias. Como profesional y en este contexto qu consejo dara usted acerca de cmo debiera percibirse la msica?

    Considero tres principios. Primero, la msica debe alabar a Dios. David dice, Aclamen alegres a Dios, habi-tantes de toda la tierra! (Salmo 66:1 NVI). l agradeci con msica las bendiciones que Dios le haba dado. As es que la buena msica debe ser

    Emily Akuno Dilogo con una profesora de msica en Kenia

    La Dra. Emily Akuno naci en Kenia, en el seno de una familia con nueve nios. Aunque su padre no era adven-tista, el compromiso con los valores y el estilo de vida adventista de su madre conformaron el legado para Emily. Obtuvo un ttulo en msica en la Kenyatta University donde sirve actualmente como profesora. Cuenta tambin con una maestra en msica de la Northwestern State University de los Estados Unidos y un doctorado de la Kingston University de Londres.

    Debido a sus logros acadmicos y aptitud musical la Dra. Akuno fue elegida para presidir un festival musical que convoca a todas las instituciones educativas del pas. Ha sido tambin presidenta del Festival Musical y Cultural de Kenia para instituciones no acadmicas y presidenta de la Asociacin de Educadores de Msica para la regin del este de frica. Hasta hace poco tiempo atrs se desempe como decana de los estudiantes de la Kenyatta University mientras encabezaba el Departamento de Msica de la mencionada institucin. Junto a su esposo y sus dos hijos asiste a la Iglesia Adventista Central de Nairobi.

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    la que complazca al Seor y lo alabe, concebida con alegra y en accin de gracias. En segundo lugar, como cristianos ne