revista coronelía guardas del rey nº 25

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La Coronelía Guardas del Rey Año V NUMERO 25 2007 Año V NUMERO 25 2007 “H ijos somos del ínclito Marte” Premio Internacional 2005 Dia de la Unidad 2007 Dia de la Unidad 2007

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Page 1: Revista Coronelía Guardas del Rey nº 25

La CoronelíaGuardas del Rey

Año V NUMERO 25 2007Año V NUMERO 25 2007

“H ijos somos del ínclito Marte”

Premio Internacional 2005

Dia de la Unidad 2007Dia de la Unidad 2007

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La Coronelía Guardas del Rey 2

Esta revista está abierta a todo el perso-nal que desee colaborar en la misma. Lostrabajos publicados representan, única-mente, la opinión personal de los auto-res.

RReeddaacccciióónn

Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey nº 1

DIRECTORCoronel D. Juan Valentín-Gamazo de Cárdenas

COORDINADOR Y REDACTORTeniente D. José Román del Álamo Velasco

COLABORACIÓN ESPECIALProfesor Dr. D. Guillermo Calleja Leal

COLABORADORESTeniente Coronel D. Carlos Ruiz LaprestaSoldado 1ª D. Óscar Sevillano Vergara

FOTÓGRAFOSdo. Dª Monica Blazquez García

CORRECTOR DE ESTILOComandante D. Jesús María González del Saac

DISEŃO GRÁFICO Y MAQUETACIÓNTeniente D. José Román del Álamo Velasco

Desposito Legal: M-54.655.2002

Http://www.et.mde.es/inmemorial/

Http://www.coronelia-guardas-del-rey.com

Éstos meses que han pasado desde nuestra última revista han estado llenos de actividades propias de unaUnidad como la nuestra, hemos tenido, desde el punto de vista institucional, una agenda muy apretada,entre las que se cuentan los conciertos de música, que es una forma más extender la cultura de defensa a

través de la música.

La revista de este mes cuenta con una serie de artículos, como siempre muy interesantes, en especial ydebido a su emotividad el de “Los Héroes Esos Desconocidos”. Para el próximo mes nuestro querido Profesornos está preparando un artículo sobre la historia de los duelos, muy de moda hasta bien entrado el siglo XX.

Posiblemente esta sea la última revista de este 2007, así que aprovecharemos para desearles todo lomejor en las Navidades y deseamos un sincero feliz año 2008.

La redacción

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SSuummaarriioo

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Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey nº 1

Regimiento.................. 4

Los Heroes, esosDesconocidos............... 7

D. Alvaro de Luna,Contexto Sociopolítico..... 11Juramento a la

Bandera ...................... 32

Nuestra Historia, El sitio y

la rendición de Breda.........34

WWW .........................53

Tecnología .................. 56

¿Sabias que ................ 58

Humor ........................ 60

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“ “ HASTA SIEMPRE,HASTA SIEMPRE,ELISABETH”ELISABETH”

Cap. D. Modesto Rodriguez Araujo

El miércoles día 18 de estemes de junio, sentado en un bancode piedra a la sombra y rodeado deun pequeño estanque cerca de lasierra madrileña, entorno ideal sino fuera por donde era y las cir-cunstancias que me llevaron allí,cerré los ojos y presté atención atodos los sonidos posibles, desdeel tictac de mi reloj hasta la llega-da de distintos vehículos.

Repetí varias veces estaescucha atenta para poder compa-rar los distintos sonidos pero pormás que lo intentaba había unoque destacaba sobre todos losdemás, este era fácil identificarlodebido al entorno que estaba;sollozos, sollozos y sollozos, ….,estos entraban en mi cabeza a tra-vés de mi conducto auditivo sinparar.

Mis ojos estaban húmedos,mi mente no comprendía que pasa-ba pero lo real era que estaba en eltanatorio de un pueblo de la sierramadrileña, Villanueva de laCañada, una muchacha de 24 años,sin poder comprender la causa, noshabía dejado, Dios la había llama-do a su lado.

Elisabeth, nombre de pila ynombre por el cual la conocíamos

todos, era la niña de la Sección deConservación de la Unidad deServicios, ella sola entre docemuchachos a los cuales adoraba, alos cuales orientaba, a los cualescasi dirigía y a ellos les encantaba.

Elisabeth, muchacha ilu-sionada con su nueva casa, conplanes de futuro, de temperamentotranquilo y muy agradable, diverti-da, con facilidad de escuchar a losdemás y con una fácil sonrisa.Palabras de sus compañeros que ladespedían con todo su cariño conun “hasta siempre” debido a quenunca la olvidaran.

Madrid, 25 de julio de 2007

PASE A LAPASE A LARESERVARESERVA

TCOL.TCOL.RUEDARUEDA

El pasado día 6 de septiembrese realizó un acto en elAcuartelamiento Cavalcanti conmotivo del pase a la reserva delTeniente Coronel D. Antonio RuedaCaballero. El acto estuvo compuestopor Escuadra de Gastadores, Bandade Guerra, Unidad de Música y unaCompañía de Honores, y fue presidiopor el General Secretario General delEME el Excmo. Sr. D. Jorge Viñe

Blanco. En el mismo se leyó un resu-men biográfico, el cual paso a deta-llar.

El Teniente Coronel D.Antonio Rueda Caballero, ingresóen el Ejército como SoldadoVoluntario, en el Regimiento deInfantería “León” nº 38, en noviem-bre del año 1.964.

Tras su paso por los empleosde Cabo y Cabo 1º, sale de laEscuela de Aplicación de Infanteríacon el grado de Sargento en 1.971.

En 1.978 ingresa en laAcademia Especial Militar con la 1ªPromoción, 5ª Convocatoria, de laEscala Especial de Mando.Obteniendo el empleo de Alférez en1.980, y el de Teniente en 1.982.

Asciende a Capitán por anti-güedad en el año 1.988, aComandante por Selección en 1.997y a Teniente Coronel por Elección en2.001.

Está diplomado enEducación Física, Carros deCombate, Mando de OperacionesEspeciales, Mando de UnidadesParacaidistas, Derecho de la Guerra,y Comunicación Pública, entreotros.

RReeggiimmiieennttoo

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Ha sido recompensado conla Placa, Encomienda y Cruz de laReal y Militar Orden de SanHermenegildo, cuatro Cruces delMérito Militar con distintivo Blanco,una Mención Honorífica y dosMedallas de la OTAN.

Está en posesión de losDistintivos del antiguo Sahara espa-ñol, de Permanencia en OperacionesEspeciales, Paracaidista belga,Paracaidista francés, de Mante-nimiento de la Paz, Permanencia enla FAR y Permanencia en laAgrupación de Tropas del CuartelGeneral del Ejército.

Ha estado destinado enTropas Nómadas del Sahara,Regimiento de Infantería “Wad-Ras”nº 55, COE 11 del RegimientoInmemorial del Rey, Grupo deOperaciones Especiales “OrdenesMilitares”, Agrupación de Trans-porte, Agrupación de Abasteci-mien-to, Policía Militar de la DivisiónAcorazada “Brunete” 1, BanderaParacaidista “Ortiz de Zárate” III,Cuartel General de la Fuerza deAcción Rápida y en el Regimiento

de Infantería “Inmemorial del Rey”nº 1 del Cuartel General del Ejército.

A lo largo de su Carrera, casisiempre ha ejercido el mando detropa, participando en incontablesejercicios y maniobras, tanto nacio-nales como en el extranjero, y hatomado parte en dos misiones deMantenimiento de la Paz, primero en

Bosnia-Herzegovina y más tarde enKosovo.

Durante los cinco años queha permanecido destinado en elRegimiento Inmemorial, el TenienteCoronel Rueda, ha ejercido sus fun-ciones como Jefe de la Unidad deServicios, donde su experiencia,entrega y profesionalidad han hechoque la Unidad que ha mandado hayacumplido las misiones encomenda-das de manera sobresaliente.

Durante el acto le fuéimpuesta una medalla al MeritoMilitar. En el mismo se realizó unActo a los Caidos, finalizando conun desfile y un vino de honor en laresidencia de Oficiales.

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CELEBRACELEBRA--CION DELCION DELDIA DE LADIA DE LA

UNIDADUNIDAD

El pasado día 18 se celebró elDía de la Unidad, el cual fuecreado en fecha próxima al día

del Rosario la cual tiene una gran vin-culación histórica con el Regimientocomo afirma el Servicio Histórico ensu publicación de 1965 “ResumenGenealógico Histórico delRegimiento Inmemorial del Rey:

“Este cuerpo está consi-derado como el más antiguo delEspaña; según la tradición, sesupone que su origen fue unahueste de las que el ReyFernando III llevó en 1248 a laconquista de Sevilla. Se fundaesta creencia en la donación deuna imagen de la Virgen delRosario hecha por el Santo Reydespués de la toma de Sevilla, a latropa de dicho cuerpo, y que fue

conservada por el mismo hastaprincipios del siglo pasado, enque quedó depositada en laIglesia parroquial de Reus; y enuna declaración del CapitánGeneral, Conde de Charny, firma-da el 14 de Junio de 1707 y exhi-bida en forma auténtica, por laque se supone que este Cuerpoprocedía de la hueste llamada“Banda de Castilla””.

El acto fue presidido por elExcmo. Sr. D. Jorge Viñe Blanco,General Secretario General del EME,

en el mismo se hicieron entrega delas condecoraciones otorgadas enSan Juan y los distintivos deCaballeros de la “Coronelía Guardasdel Rey”. Este año han recaído en elAlcalde de Pozuelo el Excmo. Sr. D.Jesús Sepúlveda Recio, el Excmo. Sr.General de División D. FranciscoRamos Oliver, el Excmo. Sr. Generalde Brigada D. Rosendo EscribanoNavarro, el Subinspector de laPolicía Municipal D. Ángel RabadánRuiz, el Sr. D. Carmelo LaraCamacho (Tommy Lara) y elSubteniente D. Antonio LópezEscribano. Éstos nombramientosfueron aprobados por unanimidaden el Capitulo celebrado el pasadodia 2 de octubre.

El acto consistió en la entregade condecoraciones, entrega deAlbalás y distintivos, un Acto deHomenaje a los Caídos, finalizandocon un conciert. El vino de honorfue suspendido por la trágica muer-te en accidente de circulación de dosdestacados en misiones de paz enKosovo.

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“LOS HEROES, “LOS HEROES,

ESOS DESCONOESOS DESCONO--

CIDOSCIDOS””

Tte. D. José Román del AlamoVelasco

Nuestra his-toria estáp l a g a d a

hechos heroicos, en muchas oca-siones desconocidos, y da penapensar que cuando un hecho glo-rioso no se recuerda, es como si nohubiera existido y en su caso suesfuerzo ha sido en vano.

Hace poco leí en el DiarioEspañol “El Mercantil” del lunes 8de agosto de 1910 una gloriosagesta que me impresionó profun-damente, y que paso a describirpor su emotividad y belleza.

El 10 de septiembre de

1910 el vapor “Isla de Panay”repatrió los restos del gloriosoComandante Don Julián Fortea,muerto el 18 de Septiembre de1898 en la defensa de SantoDomingo de Basco (IslasBatanes).

La profunda admiraciónque nos inspira el hecho sublimede Fortea nos mueve a recordarloen estas columnas, tratando deaventar el negro polvo del olvidocon que dejan cubrir el tiempo ynuestra frágil memoria los laurelesde nuestros héroes. Muchos denosotros, aquí, hemos ido olvidan-do la acción ejemplar de aquelbravo español, otros no la conocenni han oído, quizá, jamás el nom-bre de Fortea. España en ha hechojusticia glorificando el recuerdo desu sacrificio con el reconocimien-to oficial premiado con la CruzLaureada de San Fernando. Vayanestas líneas como pálida loa yhomenaje a la memoria del másheroico español que entregó enestas insignificantes islas su vida

por España.

Don Julián Fortea Selvínació en Camarena (Teruel) el día8 de Marzo de 1845. Su vocaciónmilitar le llevó a sentar plaza comovoluntario en el regimiento deBorbón. Hizo la campaña delNorte en la que por méritos deguerra conquistó dos ascensos.Más tarde, en estas islas, tomóparte en las operaciones de laParagua y en 1882 entró en laGuardia Civil en donde prestógrandes y valiosos servicios, entreellos la captura de una partida demalhechores que en septiembre deaquel año apresara un convoy enlas cercanías de Manila. En estaocasión luchó cuerpo a cuerpo conel cabecilla Raimundo Cecilio ycon dos partidarios hiriendo al pri-mero y desarmando personalmentea los tres.

En 1883 regresó a laPenínsula, volviendo otra vez aFilipinas, cuando se manifestaronlos primeros chispazos de la insu-rrección. Fue nombrado entoncesgobernador político-militar de lasislas Batanes con residencia enSanto Domingo de Basco endonde se estableció con su esposa,cinco hijos de corta edad y dossobrinas.

Fue allí, en aquellas peque-ñas y apartadas islas donde laProvidencia deparó que el nombrede España quedase para siempreesculpido en sus rocas por el hero-ísmo sereno y consciente de aquelespañol estoico.

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En 1898 al declararse laguerra entre España y EstadosUnidos, estas islas quedaron total-mente desguarnecidas e incomuni-cadas, Fortea no tenía fuerza algu-na a sus órdenes. Previendo elpeligro trató, sin embargo, deorganizar una milicia indígena,auxiliado por los españoles donRafael Romero, interventor dehacienda, y el médico don MarcialMoreiras, pero bien pronto, el lle-gar las noticias del triunfo de larevolución filipina en el centro ynorte de Luzón, los indígenas leabandonan. En un acto de valerosaserenidad, Fortea, seguido de susdos auxiliares, intentan contener lainiciativa rebelde de los isleñosarengándoles conciliadora y amis-tosamente, pero éstos, ya mani-fiestamente hostiles, hacen armascontra los españoles, hiriendo a

Romero y haciéndole prisioneroen unión de Moreiras, Fortea lograretirarse ileso a la casa-gobierno.

Reúne en ella sus huestes, lasmás fantásticas y maravillosashuestes que haya mandado jamáscapitán alguno: una mujer, cinconiños y dos niñas. ¡Brava guardia¡Fortea arma y arenga a sus solda-dos. Los más pequeños, cuyasdébiles manos no pueden levantarel fusil, se encargan del reparto delas municiones, los mayores seciñen bizarramente las cartucherasy aquella tropa formidable, anima-da por el aliento heroico que sucapitán les comunica, se apresta ala defensa.

No se hace esperar la acciónde los revolucionarios, quienes, nopudiendo sospechar que el inde-fenso gobernador trate de resistir,le intimidan varias veces a que serinda, entregue las armas y la casa-gobierno. A estas intimacionescontestó Fortea, primero con razo-nes negativas, después con elfuego de sus armas.

El bravo comandante noquiere rendirse. Los rebeldes, due-ños de la población y alzadostodos en armas, le ponen cerco y leatacan empezando el sitio másdesigual y sin ejemplo que registrala larga historia de las guerras deEspaña. Acometen los sitiadorescon furor; contestan los sitiadoscon serena calma, al fuego con elfuego. Los pequeños combatientesapostados por Fortea en los sitiosestratégicos de la casa, resguarda-dos y atrincherados lo mejor posi-

ble se dirigen a sus tiros sobre lospuntos que el jefe indica, cayendomuchas veces arrastrados por elretroceso de las armas.

Sugestionados por la calmaheroica de su padre en quien fíanciegamente, los pobres niños sebaten de entusiasmo. La luchaenardece a los sitiadores y en elestruendo de las descargas la casatiembla envuelta en humo y elpavimento se cubre de astillas ydel yeso de las paredes. Forteaatiende a todos los lados, se multi-

plica, anima tranquilo imperturba-ble, a los suyos y a los gritos eimprecaciones de los de fuera con-testa con un silencio trágico.

La esposa del héroe no quie-re dejarle solo, le sigue a todaspartes, trata inútilmente de alejarlede los sitios de mayor peligro ymientras alienta valerosa a sushijos contiene sus lagrimas pidien-do a Dios en rezo callado y fervo-roso la salvación de todos.

Así transcurren las horas crue-les, las horas eternas, durantevarios días.

En una de las treguas, el

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Doña Ascensión García de Fortea

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enemigo, asombrado de tan tenazdefensa trata de explorar el interiorde la casa-fuerte. Trepando por elalto ramaje de los arboles quefrente a la casa se alzan, varios sol-dados atalayan las ventanas y elcuadro dramático que en el interiorcontemplan les espanta y emocio-na. Fortea en el centro de la habi-tación tiene a sus pies a toda sufamilia pidiéndole arrodillada quela salve y que se salve entregandoel fuerte. La esposa le abrazasollozando; le muestra desespera-da a los pequeñuelos. Fortea hoscoimponente con la llama del doloren los ojos resiste en silencio lahorrible lucha interior que despe-daza su corazón; aparta suavemen-te a los suyos, les arenga y lesseñala de nuevo los puestos decombate. Es necesario esperar,luchar, luchar más…

Atónitos comunican los indí-genas a sus jefes lo que han visto yéstos, creyendo debilitado el tesóndel padre por el llanto de los hijos,que se oye desde la plaza, destacanun sargento con bandera blanca,como parlamentario. En vanoruega el emisario al español que serinda, diciéndole que los soldadosindígenas no tienen queja de sumando, que será respetado y quese le ofrece una capitulación hon-rosa para él, para su familia y paratodos los españoles residentes enlas islas Batanes. Fortea, asomadoa la ventana, acalla las súplicas desu esposa y contesta al mensajero:- “Sargento; agradezco sus inten-ciones. No puedo escuchar la vozde los rebeldes. Mi deber me loimpide “– Insiste el emisario en su

demanda y la voz enérgica deFortea le hace retirarse.

La llegada imprevista de unvapor apresado por los revolucio-narios engrosa con fuerzas tagalasbien armadas las huestes de lossitiadores. El contratiempo esterrible, pero el indomable arago-nés no cede. La lucha se reanuda.Al enemigo le irrita la brava tena-cidad de aquel viejo soldado queconsideran loco. Desean ocuparinmediatamente la fantástica forta-leza, pero la empresa no es fácilmientras el pecho del héroe alien-te. Furiosas atacan todas las fuer-zas revolucionarias acribillando lacasa a balazos, honrando cienveces la bandera que ondea en loalto. La música metálica de lasbalas hiende, rasga y abrasa losaires.

El instinto de conservacióny la fuerza alentadora de su padretransforma en el interior de la casaa aquellos niños-soldados en cau-tos y serenos defensores que pro-curan aprovechar los tiros. Su

madre les besa y les anima. Forteadispara su fusil desde los puntosmás vulnerables. Las fuerzas taga-las bien disciplinadas van cerrandoel cerco haciendo el fuego por des-cargas, dispuestas a no cejar en laacometida, a tomar la casa gobier-no por asalto en aquella mismanoche del 18 de septiembre.

¡Trágica y memorable noche!El fragor del combate enloquece alos sitiados; entre besos y lágrimasdisparan sus armas, pero las fuer-zas, al fin decaen, los brazos des-obedecen y aquellos niños heroi-cos se rinden en el regazo de sumadre desolada. Las niñas rezanllenas de terror, pidiendo a gritos asu padre que no las abandone. Peroél, el viejo león, no oye nada; yano se oculta, ya no se resguarda;dispuesto serenamente al sacrifi-cio, con el solo deseo de salvar lavida de aquellos pedazos de sucorazón, quiere entregar la suyacuanto antes. Con augusta abnega-ción de mártir, va en busca de lamuerte, única liberación conhonor. Dispara sin cesar desde lasventanas sobre el enemigo que sellega audazmente hasta las puertasdel fuerte. Una bala le alcanza enel pecho pero sigue haciendofuego y cuando su esposa horrori-zaba, loca, trata de abrazarse a él,frente a una lluvia de plomo.Fortea la rechaza y entonces otrabala perfora mortalmente aquelpecho poderoso.

Un grito de angustia anunciaa los sitiadores que el león hacaído. La familia le arrastra hacíael centro de la estancia mas res-

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Hijos del Cte. Fortea

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guardada; ¡Momento pavoroso,momento cruel en que todo calla ylos corazones sangran! De prontouna explosión de noble anhelo devenganza impulsa a los hijos a dis-parar rabiosos sus armas. Sumadre les acaudilla trasfigurada. –“¡No quitéis la bandera! “ — lesgrita Fortea agonizante— “¡Miradsi están bien cargados de fusiles“!– “¡No quitéis la bandera!-“repiteentre estertores al entrar su espíri-tu glorioso en la Eternidad a lastres de la madrugada, entre elestruendo del combate, reanudadocon mayor furia….

La ideal compañera recogede los labios del héroe el últimosuspiro y con él su temple indoma-ble. Al nacer el nuevo día los sitia-dores rendidos apagan sus fuegospero los defensores ocupan suspuestos y la bandera continuaenhiesta en lo alto de la casa. Elpanteón del héroe quedaba custo-diado por la heroína, la brava cas-tellana Dª Ascensión García SanMartín, viuda de Fortea.

Cuando después de algu-nas horas esta valerosa mujer, faltaya de municiones, agotadas lasfuerzas físicas, aceptó las proposi-ciones de honrosa capitulaciónofrecidas por un parlamentario, losrevolucionarios penetraron silen-ciosos y emocionados en la casadel gobierno. Al poner el jefe fili-pino su planta en ella, atónitodudaba de lo que veían sus ojos:una mujer y siete niños rodeandoarmados el cadáver de su capitán.Con generoso impulso dispuso allímismo que se procediese al entie-

rro de Fortea con todos los hono-res militares y que no se arriase labandera española mientras el cuer-po no recibiera sepultura. “Comoprueba de admiración a un “hechode tanta bravura, tanta lealtad yseñalado patriotismo”.

Este es el glorioso hecho dearmas del comandante Fortea. Porsu grandeza estoica ha sido com-parado al de Guzmán el Bueno porsu semejanza, al de mártir de laIndependencia, Don VicenteMoreno que acepta el suplicioantes de reconocer al Rey “intru-so”, rechazando las súplicas de sumujer y de sus cuatro hijos.

Pero más grande, mas dramá-tico é interesantes que éstos, es elcaso de Fortea, el cual no tieneigual en la historia de nuestrasarmas.

Fortea que “hubiera podidocapitular honrosamente con garan-tías y condiciones”, según informede consejo supremo de Guerra yMarina, Fortea, sacrificando susmás caros amores, su propia vida,al cumplimiento del deber yhaciéndolo sereno, reflexivo,consciente, es la idea pura levan-tándose sobre el imperio de lamateria. Los apagados espíritussanchunos que no aciertan a com-prender estos sublimes sacrificios,no podrán mirar de frente sin que-darse cegados por esa luz deslum-bradora que irradia tan alta espiri-tualidad. Estos héroes, estos“locos sublimes”, son los que sal-van y afirman los más nobles con-ceptos que dignifican nuestra

alma. Sin la obra de estos héroesde que tan pródiga fue nuestra tie-rra, España hubiera perdido sugrande é inconfundible personali-dad. Martín Cerezo, Dujiols,Comas – aquel bravo capitánComas, héroe impulsivo, temera-rio, arrebatador, de muchos desco-nocido y de todo olvidado, que fueel ídolo de los soldados de la divi-sión Lachambre- y Fortea, el másgrande de todos, cuando todo seperdía en estos mares, salvaron lomás preciado: el nombre y elhonor de España.

Honremos reconocidos sumemoria, que el culto a los héroeses la más alta manifestación delculto a la Patria.

A sus órdenes ComandanteFortea

CCoollaabboorraacciioonneess

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DDoonn ÁÁllvvaarroo ddeeLLuunnaa.. CCoonntteexxttoo

SSoocciiooppooll íí tt iiccoo

Dª Inmaculada López Martín. Licenciada en Humanidades.

Profesora del Dpto. Enfermería dela UEM.

INTRODUCCION.-

Cuando se hablade la historiamedieval, se rela-

ciona con una etapa oscura yantiguos relatos fantásticossobre las cruzadas, el SantoGrial, brujería,… pero tambiéncon incultura, enfermedadesterribles, suciedad, muerte ycostumbres que rayan lo salvaje.Se nos hacía ver durante nues-tra época escolar la visión cris-tiana de la reconquista quejustificaba la guerra contra losherejes; más tarde también senos quiso hacer ver que la cul-tura, el refinamiento y el cono-cimiento estaban en Oriente,no en Occidente.

Sin embargo la EdadMedia fue el momento, unmomento de casi mil años, enque se pusieron los cimientos ylos primeros ladrillos de lasestructuras que luego consti-tuyeron la base de la sociedadmoderna. Los inicios de la uni-ficación de culturas y pueblosibéricos, aunque a costa desacrificar alguno de los másricos.

Me parece más atractivala profundización en el comple-

jo entramado de los ReinosCristianos porque sus intrigaspolíticas, la etapa incierta res-pecto al futuro y el germen dela unificación de los reinos enCastilla, creo que menos cono-cido que otras épocas de la his-toria de España. Por otra partelas particularidades en cuantoa ideas políticas, el concepto

de poder, la estructura guber-namental y territorial, tiñen deinterés el estudio de ese largoperiodo. Aunque en este traba-jo me voy a centrar exclusiva-mente en el siglo XV, y másconcretamente en la primeramitad de siglo, es necesariopara entender hechos y perso-najes, remontarse en algunosmomentos a siglos anteriores ytambién a la etapa de los ReyesCatólicos.

El enfoque y desarrollode este trabajo está pensadocon una estructura a modo de“círculos concéntricos”. Deforma que el círculo másamplio constituye el contextohistórico de la Baja EdadMedia, a continuación nosubicaremos en el reino caste-llano-leonés, coincidiendo con

el reinado de Juan II deCastilla. Tras abordar comoera la sociedad y las estructu-ras políticas y territoriales, mecentraré en la figura del validoDon Álvaro de Luna y los ava-tares sociales y políticos queacaecen durante su ejerciciode poder. Por último abordarémás extensamente su proyectode unificación de los reinos ysu apoyo a la absorción de losjudíos en los territorios cristia-nos.

La búsqueda de docu-mentación ha sido laboriosa.Los textos generales sobre laetapa medieval y su adminis-tración y gobierno fueron loca-lizados sin grandes dificulta-des; pero los textos específicossobre el condestable D. Álvarode Luna los localicé con ayudadel bibliotecario y documenta-lista de la universidad en otrasfacultades españolas.

Ha sido crucial la lectu-ra del texto de Los judíos enEspaña (Haim Beinart; 1993),que me dio la clave para enla-zar con la idea de unificaciónnacional que tenían Isabel yFernando, revisada en Isabella Católica (Luis Suárez; 2004).A partir de los dos textos pudecentrar la búsqueda y concre-tarla en el proyecto político delCondestable de Castilla DonÁlvaro de Luna.

Por otra parte, me hetomado la licencia de adecuarel formato y la presentación delpresente trabajo a la estéticade los textos de la época, cues-tión nada baladí que me hagenerado una satisfacción

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Dos monarcas medievales jugando, SigloXIII. Ilustración del "Libro del ajedrez,

dados y tablas" Museo: El Escorial.Miniatura

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añadida.

1. INTRODUCCIÓN. LA EDADMEDIA.-

Los siglos medievaleshan constituido para los histo-riadores un sustrato repleto desemillas para estudiar e inves-tigar la aparición y origen delas ideas y las institucionespolíticas en Occidente. En estaépoca se pueden identificardiferentes rasgos que nos per-miten realizar un primer acer-camiento a un largo periodo dediez siglos. Esta larga etapa,entre 711 (invasión musulma-na) y 1474 (desaparición deEnrique IV), se caracteriza ini-cialmente por invasiones yconquistas y durante casi unmilenio por la formación denuevos asentamientos, forma-ción de reinos, guerras y perio-dos de hambruna, hasta laconsolidación incipiente deestructuras sociales y políticasque pervivieron durante siglos,y son el precedente de lasactuales.

La época visigoda prece-de a la llamada Edad Media,pero no podría explicarse laAlta Edad Media sin ella; deigual forma, aunque el reinadode los Reyes Católicos ya no seconsidera Edad Media, sino losinicios de la Edad Moderna,aunque para algunos autoressería más correcto considerar-la “etapa tardo-medieval”, tam-poco se podría comprenderesta última sin las reformasincipientes que tienen lugardurante el siglo XIII, XIV yparte del XV, que correspon-den a la llamada Baja Edad

Media.

De cualquier modo, ydado que diez siglos es unespacio de tiempo nada desde-ñable, el término global deEdad Media no debe interpre-tarse como una etapa de lahistoria uniforme y homogé-nea, todo lo contrario. En estelargo tiempo, coincidente, esosí, con la ocupación árabe delterritorio de la península, estácompuesto por etapas diferen-ciadas y momentos históricosmuy distintos.

¿Qué es lo que diferen-cia especialmente a la futuraEspaña de los demás estadoseuropeos durante la EdadMedia? Precisamente la inva-sión musulmana y los proce-sos de reconquista que desen-cadenó en los territorios cris-tianos. La España visigoda sedirigía hacia una estructurafeudal, similar a la que se pro-duciría en Francia, sin embar-go esta tendencia feudal seinterrumpió y se tornó hacía laprotección de la vida urbana,el desarrollo comercial y arte-sanal.

Rasgos generales que caracte-rizan la Edad Media:

No es un periodo estable. Suscontinuos avatares en hechosy pensamientos, no nos hanllegado en escritos, por lo quemuchas cuestiones son desco-nocidas o poco perceptibles;quizá por eso es común deno-minarla “etapa oscura de lahistoria”.

Es el resultado de la

fusión de los restos de lasinvasiones del mundo germá-nico, del imperio romano endecadencia y del cristianismoen expansión.

Existe cierta unidad delos saberes, donde se juntanfilosofía, teología, moral y dere-cho; en estos momentos nopueden distinguirse conoci-mientos o disciplinas diferen-tes, como ocurrirá posterior-mente.

La progresiva fusión delo romano, lo germánico y cris-tiano se produce bajo la atentamirada y la sombra del clero;que es quien detenta el instru-mento del saber, y por lo tantola capacidad de abordar lascuestiones desde el conoci-miento reflejándolas en escri-tos. El principal objetivo de laiglesia no es el poder político yeconómico, sino la enseñanzade la moral cristiana y su difu-sión.

La condición cristianaune a las incipientes socieda-des no invadidas o no ocupa-das por los musulmanes. Seconcibe la sociedad bajo laidea de comunidad de Dios,cuyo orden y jerarquía debenseguir un modelo divino. Hastamás avanzada la Edad Mediano se definen de manera orga-nizada las estructuras políti-cas, coincidiendo con el augede las universidades, el redes-cubrimiento del derecho roma-no y las obras de Aristóteles.

En consecuencia, lasideas políticas medievales vaninseparablemente unidas al

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origen y ejercicio correcto delpoder, como un don que pro-viene de Dios pero que a la vezdebe conjugarse con el poderque el pueblo deposita en suslegítimos representantes. Deuna forma u otra, existe el con-vencimiento de que todo podertiene un origen divino y debepor tanto ser acatado por lossúbditos.

El poder del Estado,durante el Medievo oscilaráentre el sometimiento a laIglesia, como súbdito de esta; ycomo protector y vigilante deesta.

Pero en los últimossiglos medievales, las guerras,crisis económicas que conlle-van hambre y enfermedad entoda Europa, problemas dinás-ticos y conflictos territoriales,cambios en las relaciones depoder entre señores y vasa-llos,… llevan a considerar elpensamiento escolástico ajenoa los tiempos que corren,anclados en el plano teórico ylejos de la realidad. El poderpolítico, religioso y culturalentra en crisis en la etapatardo-medieval.

2. SIGLO XV ENE S P A Ñ A . C O N T E X T OHISTÓRICO.

Durante la Baja EdadMedia ya Fernando III yAlfonso X redujeron los terri-torios ocupados por los musul-manes dejando la reconquistaprácticamente solucionada, afalta del reino nazarí deGranada, que quedó resuelta

por los Reyes Católicos.

La nobleza va a conocer,especialmente a partir de lasubida al trono de la dinastíade Trastamara, unos momen-tos dorados, en los que va asituar a la monarquía en unasituación delicada, invadiendosu ámbito de poder real. Lanobleza acapara el poder enlas ciudades, las Cortes, elConsejo Real, los monasterios.A pesar de esto, se van defi-niendo las nuevas institucio-nes, de forma que con losReyes Católicos se conformaráun nuevo modelo de sociedad yestado.

En esta etapa final de la EdadMedia, la Corona ya no cedeterritorios a los nobles deforma indiscriminada, con laconsiguiente pérdida del poderreal; sino que se frena la exten-sión del régimen señorial. Elepílogo de la reconquista loescriben los Reyes Católicos ytambién el prólogo de la EdadModerna, con la unión de losreinos de Castilla y Aragón, lareforma del Consejo Real y dela Hacienda Real, y todo elloconstituirá el freno a las ambi-ciones de la nobleza.

Mientras que en el sigloXIV la peste negra ocasionógran mortandad entre lapoblación, despoblando tierrasde labranza. En el siglo XV, seprodujo una importante recu-peración demográfica en lastierras de la Corona deCastilla, se repoblaron las tie-rras meridionales y las ciuda-des constituyeron un foco deatención para los súbditos del

reino. En definitiva, hubo unproceso demográfico expansi-vo. La ganadería ovina caste-llana experimentó una predo-minancia notable frente a laagricultura. La lana fue el ejede la economía en los últimossiglos de la Edad Media.Castilla fue un punto impor-tante de exportación de lana yestudios recientes destacanque la industria textil, sin lle-gar al desarrollo de la indus-tria de Flandes, adquirió ungran auge durante el siglo XV.

3. LAS INSTITUCIONESPOLÍTICAS DEL REINO DECASTILLA-LEÓN DURANTE ELSIGLO XV.-

Evolución de laordenación territorial deHispania desde los visigodoshasta la creación del EstadoModerno con los ReyesCatólicos.-

Durante el tiempo en quelos visigodos controlaron lapenínsula se mantuvieron lasdivisiones territoriales roma-nas. Será Leovigildo quienintente hacer un reinoterritorial. Se forma así la ideade una comunidad histórica deorigen romano: Hispania. A

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Mapa de las religiones. Siglo XV.

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partir del 711 la península esdominada por los musulmanesque imponen una nuevaregionalización, sin tener encuenta la romana, especial-mente en el sur.

Los musulmanesorganizan el territorio sobre labase de los condados yobispados visigodos. Elnúmero de provincias de laEspaña musulmana esvariable, pero en general haymás de 20 provincias, a lasque hay que llamar coras.

En el norte peninsularse crean una serie de reinoscristianos que se iránconsolidando independien-temente hasta el siglo XIII. Enel 722 se asientan los reinos deAsturias y el Pirineo. Asturiases el más activo en laReconquista, controlará todala franja cantábrica y elterritorio al norte del Duero.

En el este las condicionespara la Reconquista sonmenos favorables, ya que elvalle del Ebro es un territoriomuy poblado e islamizado.

Además, están bajo el vasallajedel emperador Carlomagno.

Aragón y Cataluña seacercarán por motivosdinásticos, y en 1170 formaránuna sola corona. Los límitesentre los distintos reinosvarían continuamente. Álava,Logroño, etc., pasan de unosreinos a otros.

En el siglo XI hay un intentode unir todos los reinos yrestaurar el ImpériumToletánum. El siglo XII es laEspaña de los cinco reinoscristianos: Portugal, Castilla,León, Navarra y la Corona deAragón, que tienden a launificación. En Aragón cadareino tendrá sus Cortes,mientras que en Castilla existeunas Cortes para todos losterritorios castellanos. Perotodas estas uniones son frutode las relaciones vasalláticasfeudales y las herenciasdinásticas.

Aragón tratará de crearun reino en el Pirineoextendiendo sus dominiossobre el sur de Francia y en elMediterráneo. Castilla con-tinúa la reconquista en el sur.Navarra entroncará con losreyes de Francia. Isabel deCastilla es nombrada herederaal trono de Castilla en 1468.Fernando de Aragón era elheredero de la Corona deAragón; con su matrimonio seunen ambos reinos. En 1512Fernando V el Católicoconquistará Navarra, cul-minado así la unificación deEspaña ratificada por lasCortes en 1515.

El concepto de Estadomedieval.-

No se puede hablar deun Estado feudal, como ya hereferido anteriormente, debidoa los derroteros que tomaronlos reinos cristianos durantelos largos años de laReconquista; pero sí se puedehablar de que comenzaron agestarse los requisitos para loque más tarde se daría enllamar el Estado Moderno.

En la Baja Edad Mediaexistía una administración consu burocracia organizada, unejército permanente que seocupaba de hacer avanzar losterritorios cristianos frente alos ocupados por losmusulmanes, y la disponi-bilidad de recursos econó-micos, las arcas que sosteníanlas tareas del poder público.

Ya a partir del siglo XIII,los reyes castellanos volvierona las olvidadas estructurasorganizativas-territorialesromanas, durante la Alta EdadMedia. Se consolidó el régimenmunicipal en la mayor partedel reino de Castilla, lo cualsignificó la incorporación deuna tercera fuerza social alEstado, junto con la Iglesia y lanobleza.

Por este motivohablamos de un concepto deEstado Estamental, en la quese distinguen los tresestamentos referidos.

Nobleza, Clero y burguesía.-

En una sociedad tandesigual, pertenecer a la

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Los Reyes Católicos y la infanta doñaJuana, 1482. Imágen del "Rimado dela conquista de Granada", de Pedro

Marcuello. Miniatura.

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nobleza o al alto clero suponíadisfrutar de exencionesfiscales, ventajas económicas,protección jurídica y el disfrutede honores. El hecho dearrebatar territorios a losmusulmanes en Al-Andalus,propició la adquisición degrandes territorios por parte dela nobleza, cedidos por el reyen premio a sus éxitos en lasbatallas con los moros;especialmente en lo que serefiere a las tierras del valle delGuadalquivir, que pasaron alos nobles castellanos. Estetipo de repartos de tierrasfavoreció la concentración dela propiedad rústica en manosnobles. Las ciudades tambiénacabaron formando parte deseñoríos, tanto laicos comoeclesiásticos. El reparto detierras, rentas, ciudades ycargos entre la nobleza, enpago por sus servicios o portomar parte y apoyar causasde los reyes enfrentados enguerras, fueron en aumentohasta el reinado de los ReyesCatólicos. Pero fué durante laprimera mitad del siglo XV, yparte de la segunda mitad,durante los reinados de JuanII y Enrique IV cuando másprosperaron los nobles,especialmente dados aaumentar la riqueza de losnobles, con el consecuenteaumento del poder político.

Prosperó también laaparición de pequeños ymedianos nobles, no desangre, sino “por serviciosprestados” al rey o a nobles dealto linaje, cuya base de poderera la posesión de señoríos,adjudicados por la gracia del

rey. Entre la nobleza deservicio había diferentescategorías. Muchos de estospequeños nobles se hicieroncon el control de losmunicipios, al reservarles elrey la dirección de estos.

La generosidad del reyno sólo abarcaba a las casasnobles, también favoreció enmuchos casos a sujetos debaja condición que consi-guieron ocupar altos cargos en

la administración, a los cualesconcedió altos favores por susservicios. En este sentidodestacan los casos de loscondestables de Castilla donÁlvaro de Luna y Miguel Lucas.Cuando D. Álvaro fuécondenado a muerte, poseíauna fortuna personal capaz decompetir con la del rey y losnobles del momento.

La riqueza acumuladaentre los caballeros fue elcriterio utilizado a partir deAlfonso XI y hasta finales delsiglo XV, para crear ymantener con ellos un cuerpode caballería ligera en cadazona importante de Castilla.Son los llamados caballeros de

cuantía o cuantiosos,obligados a cumplir con sustareas militares cuando se lesrequería, se les destinabancargos municipales ynumerosos beneficioseconómicos y honoríficos.

La aparición de lasciudades en la Edad Mediaintrodujo un nuevo elementoen la sociedad. Los campesinosencontraron en el mundourbano la oportunidad dellevar una vida más libre,transformándose en artesanosy mercaderes. Aparece elestamento burgués, ligado aldesarrollo de las ciudades,dedicado mayoritariamente ala agricultura, concretamenteen Castilla. La burguesía estenida en cuenta en las Cortesy se hará valer como principalestamento pagador detributos. Está compuesta dejornaleros, comerciantes,artesanos, profesiones libera-les, con niveles eco-nómicosmuy diferentes entre ellos.

También la Iglesia, entérminos generales, puedeenglobarse dentro del grupo delos privilegiados, aunque notodos tenían el mismo statussocial. El alto clero procedía defamilias nobles y tenían losmismos derechos que estos,llevando el mismo estilo devida (obispos, abades y altosprelados). Había religiososmodestos, que ascendieron porméritos propios y un bajoclero, rural, mal formado, cuyoestado y educación fuémejorando, especialmente conel desarrollo de las ciudades.

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Miniatura francesa, Siglo XV.

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La Escolástica entró endeclive a partir del siglo XIV,en lugar de impulsar elpensamiento de la época,constituía un obstáculo,especialmente para eldesarrollo de la ciencia. Dosmanifestaciones que a modode ejemplo, reflejan lascontroversias internas y larelajación moral de la Iglesiafueron el traslado de la cortepapal a Aviñón y el GranCisma de Occidente,cuestiones en las que mecentraré más tarde al referirmeal contexto histórico en el quese desenvolvió el condestableD. Álvaro de Luna,emparentado con BenedictoXIII (el papa Luna).

Todos los estamentos delmundo... se encierra entres: al uno llaman defensores,et al otro oradores, et al otrolabradores.

Libro de los estados (1ª mitad siglo XV). Infante don Juan Manuel

La ciudad medieval.-La ciudad bajomedieval

fue un producto delcristianismo. La ciudadencarnaba algunos de losvalores propios delcristianismo. Constituía unacomunidad de trabajadoreslibres, no de propietarios detierras y de siervos. Vivían bajoel imperio de la ley y contabacon mecanismos de control delpoder populares. El poderestaba condicionado en suejercicio por una legitimidadcondicionada a su vez por lavoluntad, libremente ex-

presada por los habitantes dela ciudad, de clase noprivilegiada. Este fué el orígende la comuna, instituciónmedieval urbana que consistíaen la asociación de loshabitantes de la ciudad parareservar la paz, mantener laslibertades y asegurar la ley.Respetaba la autoridad moralde la iglesia, pero a la vez,

ponía de manifiesto suindependencia frente al podertemporal del obispo.

La ciudad tambiénpropició la aparición de unestílo artístico diferente delrománico de la culturamonástica: el gótico. Tambiénsería un nuevo entorno para laaparición de otras órdenesreligiosas, como los francis-canos, y dominicos; queaprovecharon la aparición delas universidades, y endefinitiva una nueva culturaurbana.

Cristianos, judios, mozá-rabes y mudéjares.-

En el esquema social dela época no tenían cabida lossiervos y las minorías

religiosas. Era una estructurade hombres libres, conprivilegios o sin ellos, pero dereligión cristiana. Los siervosconstituían un volúmen depoblación mucho menossignificativo que en laantigüedad, básicamentemusulmanes apresados; y alfinal de la Edad Media algunosafricanos negros y algunosgrupos reducidos como loscanarios.

Las llamadas minoríasconfesionales, eran a efectospersonales, personas libres,igualmente sometidos al rey,pero discriminados debido a sureligión.

La minoría judía sehabía quedado en la penínsulapoco después de la destrucciónde Jerusalén por Tito. En laEspaña musulmana se regíanpor el mismo estatuto que losmozárabes, manteniendo sucultura, lengua, derecho,...Las invasiones de almorávidesy almohades propiciaron porsu talante intolerante, la huidade judíos y mozárabes hacialos territorios cristianos.Desempeñaban trabajosartesanales, comercio y banca,también profesiones liberales yarrendatarios de impuestosreales. Fueron apreciados porla monarquía y debido a lapráctica de la usura, tambiénrepudiados por la sociedad. Enla Baja Edad Media eran objetode ira; cuestión que forzó unaconversión casi general en1391 (los pogroms).

Tanto los eclesiásticoscomo los monarcas estaban de

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Catedral de Toledo.Triforio del transepto

Autor: Maestro Martín

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acuerdo con la necesidad deseparar a los judíos de losconversos para evitar queestos últimos volvieran a sureligión. En 1393, Juan I deAragón (1387-95) ordenó queambos grupos de poblaciónfueran separados y prohibió alos conversos, comer o rezarcon los judios, en consonanciacon la directriz del dominicoVicente Ferrer.

En Castilla se tomarontambién medidas. Después dela muerte del rey Enrique,gobernaba en Castilla la reinamadre Doña Catalina deLancaster, apoyada porFernando de Antequera. En1408 se prohibió a los judíosarrendar impuestos y tenerotros cargos en el gobierno,basando esa decisión en lasSiete Partidas (VII, 24, 3),donde se declara que un judíono puede tener jurisdicciónsobre un cristiano. Fernandode Antequera fué elegido Reyde Aragón en 1410 por consejode Vicente Ferrer. Y desdeentonces reinó en Castilla yAragón la casa de Trastamara.Una serie de medidasrestrictivas se tomaron contralos judios tanto en Castilla yAragón que también afectarona los cristianos social yeconómicamente.

La conversión masivaen 1391 y la Disputa deTortosa en 1413-1414,auspiciada por el antipapaBenedicto XIII, fueron hechosque conllevaron un cambiocrucial en la existencia de losjudíos en España.

Además otro suceso en

Toledo en 1449, esta vez localpero de resultados expansivos,afectó de llenó al elementosocial converso, equiparableen importancia y trascen-dencia al año 1391, en relacióncon el elemento social judío.Una exacción fiscal de sesentacuentos de maravedíesencomendada por el valido deJuan II, a sus recaudadoresmayoritariamente conversos,encabezados por su tesorerotambién converso Alonso Cota,provocó el violento rechazo delos toledanos cristianos viejos,al frente de los cuales estaba elrepostero mayor real PedroSarmiento, defensor delAlcázar y favorable al príncipeEnrique. Las casas de muchosconversos fueron asaltadas,produciéndose saqueos yalguna muerte.

La Inquisición persiguióa los judios conversossospechosos de ejercer suantigua religión. En los añosochenta del siglo XV, los ReyesCatólicos optaron finalmentepor la expulsión de los judiosno conversos en 1492.

Los mudéjares, llama-dos también moros de paz o

moros horros, no represen-taron un problema en cuanto ala asimilación del cristianismo,como sucedió con los hebreos.Perma-necieron en sus lugaresde residencia durante la re-conquista, entre los cristianos.Eran menestrales y cam-pesinos y eran muy apreciadospor sus señores. Pero alterminar la reconquista deGranada y tras la imposiciónde la conversión en 1505, lasituación de los mudéjares sedeterioró y Felipe III(comienzos del siglo XVII)decidió la expulsión de todos,sin distinción.

Los mozárabes, cris-tianos en territorio islámico,gozaban del mismo estatutoque los judios, como ya hedicho, al agruparse todos ellosen gentes del Libro (biblia).

El gobierno en Castilla.-

De esta forma, laestructura social se organizóentorno a tres estamentos: lanobleza, el clero y lasciudades, a partir de la BajaEdad Media. Este orden, era decarácter jurídico y poco tieneen común con las estructurasdemocráticas actuales. LasCortes funcionaban en base alas intervenciones de dichosestamentos delante del rey, yhacían llegar las disposicionesreales a la sociedad.

Sería erróneo pensarque los distintos reinoshispánicos siguieron el mismorecorrido en el desarrollo delas instituciones políticas. Elcarácter mismo de la

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Judios sefardíes.

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monarquía, difería en el reinocastellano-leonés y en el de laCorona de Aragón. Segúnalgunos autores, la concepciónautoritaria del poder real,desembocó en el siglo XV enun modelo absolutista.

En la Corona de Castillael fortalecimiento de laautoridad monárquica y sutendencia centralizadora sebasaban en principios teóricosy también en el desarrollo deinstituciones al servicio de laadministración central yterritorial. El rey, repre-sentante de Dios en su reino,como se afirmaba en lasPartidas, tenía, comocompetencia exclusiva, lafacultad de legislar, y nadiepodía quedar fuera de su ley.

Que ninguno non sea osado de tocaren su rrey e prinçipe commo aquel quees ungido de Dios nin aun de retraernin dezir del ningunt mal nin aun lopensar en su espíritu, mas que aquelsea tenido como vicario de Dios eonrrado commo por esçelente e queningunt non sea osado de le rresistir,por que los que al rrey rrresisten sonvistos querer rrresistir a la ordenançade Dios...

Cortes de Olmedo, 1445.

Después del estable-cimiento de la dinastíaTrastámara, especialmente, laadministración monárquicaexperimentó grandes transfor-maciones. Nace en el siglo XIVel Consejo Real y la Audiencia,se desarrolla la Hacienda Realy se introducen novedades enel terreno militar, que yahemos tratado de formasomera.

Órganos de gobierno:

Consejo Real: asesora almonarca en las tareas degobierno. Formado pordoctores letrados (hastadoce miembros en tiemposde Enrique IV).

Audiencia: órgano supremode justicia que en principioacompañaba al rey en susviajes, pero a partir de1442 estableció su sede enValladolid, con el nombrede Chancillería.

Contaduría Mayor deHacienda: dirigida porcontadores mayores y unaContaduría Mayor deCuentas gestionada por doscontadores mayores. Cadadistrito del reino contabacon un recaudador deimpuestos. El conjunto delsistema estaba dirigido porun Mayordomo Mayor.Durante el siglo XIV y XV laHacienda experimentó unaumento impresionantetanto en gastos como eningresos. El ingresofundamental eran lasalcabalas, tributo sobre elcomercio instituido desdela época de Alfonso XI, y lastercias (participación realen los diezmos que recibíala iglesia).

Administración territorial:

Las diferentes circuns-cripciones territoriales en lasque se dividía en reinocastellano-leonés estabangobernadas por adelantados omerinos mayores, cargosconfiados a miembros de la

alta nobleza. En base alderecho romano el monarcaestableció como un ordenlegislativo para el reino,necesario para clarificar lasituacion jurídica de este: enprimer lugar se acudiría a lalegislacion real y en segundo alos fueros municipales.

En el siglo XIV secomenzaron a convocarconjuntamente las Cortes deCastilla y León. Durante elsiglo XV se tomaron impor-tantes decisiones durante lacelebración de las Cortes, conun indudable protagonismoinstitucional. Pero tambiénperdió vitalidad por ausenciadel alto clero y de las ciudadesa las sesiones; hasta quedarlas Cortes limitadas adiecisiete ciudades.

Por lo que respecta a losmunicipios, las principalesinnovaciones que sufrieron enestos siglos, fueron lasustitución de la antiguaasamblea vecinal por unconcejo restringido, la presen-cia de un regimiento, y lafigura del corregidor comodelegado del rey. Aunque enlas Cortes, los procuradoresdel tercer estado o estamento,

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Pago de gabelas, Siglo XIV. Miniatura

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solicitaron que sólo seenviaran corregidores cuandolo pidieran las ciudades, supresencia se convirtió enpermanente, y constituyó unaforma eficaz de controlcentralizador monárquico.

4. D. ALVARO DELUNA. CONTEXTOHISTÓRICO Y SOCIAL.

Durante la primeramitad del siglo XV los reinosibéricos se mantuvieronalejados de la Guerra de losCien Años aunque, comoFrancia e Inglaterra,experimentaron las mismasluchas nobiliarias por elcontrol de unas estructurasmonárquicas consolidadas yaa principios de siglo. Lapolítica de Fernando deAntequera propició la unióndinástica de las Coronas deCastilla y Aragón y una mayordependencia de Navarra a lasdirectrices políticascastellanas. La lucha por elpoder en Castilla fue elprincipal problema peninsulary afectó en mayor o menorgrado a todos los reinoshispánicos.

En un contexto dehegemonía peninsular yrecuperación demográfica yeconómica, la Castilla de JuanII (1406-1454) se vio alteradapor una nueva pugna entre lamonarquía y la nobleza, en laque sobresalieron tres fuerzaspolíticas diferentes, aunque nocohesionadas ni totalmenteautónomas: la monarquía,defendida por el valido Álvarode Luna, la nueva alta nobleza

dinástica de los Infantes deAragón, y la oligarquía de laencumbrada noblezatrastamarista, dispuesta arespetar a la Corona, perotambién a someterla a susintereses frente al autorita-rismo regio y a los Infantes deAragón.

Álvaro de Luna nació enCañete entre 1388 y 1390 (lafecha nunca ha podidoestablecerse con precisión). Supadre, del mismo nombre,perteneció a una de lasgrandes ramas de la noblezaaragonesa, emparentada dehacía poco con la poderosafamilia castellana de losAlbornoz y con importantesintereses en Castilla. Coperomayor del rey Enrique III1,fue señor de las villas deAlfaro, Juvera, Corgano yCañete, además de otroslugares menores.

Su madre fue una mujersin linaje, María Fernández deJarana, moza de singular

hermosura, esposa del alcaidede la fortaleza de Cañete,Nicolás de Cerezuela, quientuvo que transigir cuando suseñor Don Álvaro la requirió deamores, circunstancia biencomún por aquellos tiempos.Los adversarios del valido, conel correr de los años,incidieron sobre el hecho de labaja cuna de la madre, a la quecalificaron como “mujer deconducta nada loable” a la vezque le adjudicaban el apodo deMaría “La Cañeta” con el queha pasado a la historia.

D. Álvaro pasa su infanciaen Cañete, residiendoprobablemente en la fortalezacuya tenencia ostenta Nicolásde Cerezuela y teniendo comocompañero de correrías al hijolegítimo del alcaide y LaCañeta, Juan de Cerezuela,que años después sebeneficiará sobremanera delencumbramiento de suhermanastro. De muchachoera de cuerpo escaso, aunqueno enclenque, inteligente yperspicaz, de forma que supadre, el de Luna, lo saca deCañete a los 14 años y lo poneal servicio de su tío elarzobispo de Toledo, el quemás tarde sería BenedictoXIII2, el papa Luna. Pocodespués, gracias a la sutilezade Don Álvaro y al peso de lafamilia, pasa a ser paje deljoven rey Juan II (1405-1454)durante su minoría de edad.Acababa de cumplir 18 años.

Aproximadamente quinceaños mayor que el rey, D.Álvaro supo ganarse laconfianza y el aprecio del

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D. Álvaro de Luna, Maestre de la Ordende Santiago.

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monarca-niño; y en pocos añosestaba ya al corriente deasuntos de Estado y gozaba deun poder fáctico creciente en lacompleja Corte de Castilla. Elpanorama del momento esespecialmente sombrío: unanación en crisis, por ladesmedida ambición de lanobleza, con un rey menor deedad cuya custodia se repartenlas facciones sin que nadieparezca poder controlar a losgrandes señores. Entre estosse hallan los famosos Infantesde Aragón, D. Juan, D.Enrique y D. Pedro, cuñadosdel rey, hermanos de Alfonso Vde Aragón y de Juan I deNavarra y dueños de inmensasheredades en Castilla. En lasfronteras, las ambiciones deAragón y Navarra son fuentede conflictos constantes.

El 7 de marzo de 1419 el reyDon Juan es declarado mayorde edad con 15 años,comenzando un reinadoefectivo de 35 años que se verámarcado por una guerra civilendémica y las calamidadesderivadas de ella.

El Trastámara Juan II3 seabstendrá de los asuntos degobierno para dedicarse alcultivo de las artes, campo enel que destacó especialmente,llenando la Corte de literatosilustres. Su abulia para reinarhará que gradualmentedescargue en su amigo íntimoy consejero Don Álvaro laslabores de gobierno. Poco apoco, se va haciendo patentepara todos en el reino que elprivado del rey posee unasdotes políticas excepcionales,

además de una considerablefalta de escrúpulos.

Los primeros pasos de DonÁlvaro en tareas de gobiernoson sin embargo prudentesbuscando consolidar suposición en alza. Así procura elconsenso entre los diferentesbandos que hasta el momentose habían repartido el poder eintenta aparecer comoconciliador y pacificador ennombre del monarca. Ello no leimpide contribuir a socavar laposición del mayordomomayor, Juan Hurtado deMendoza (otro ilustrepersonaje relacionado conCañete) a quien el rey habíadejado nominalmente al cargodel gobierno, ayudando a surápida caída.

Los buenos oficios deÁlvaro de Luna no pueden

evitar sin embargo la guerraentre las dos principalesfacciones nobiliarias,encabezadas cada una por uninfante de Aragón, DonEnrique y Don Juan, cada unode los cuales es capaz delevantar un ejército de variosmiles de hombres.

Don Enrique en un golpede audacia entra al frente desus tropas la noche del 14 dejulio de 1420 en Tordesillas,donde se encontraba la Corte,y secuestra al rey y a D.Álvaro. Estos, fuertementecustodiados, inician unperegrinaje por ciudadesafines a Don Enrique (Segovia,Ávila y Talavera).

Por su parte Don Juan deAragón, al saber lo sucedido,reúne un gran ejército paraenfrentarse a su hermanoantes de que pueda extraerconcesiones forzadas del rey.Sus miedos se cumplen:acobardado, Juan II accede acasar a Don Enrique con suhermana Catalina y a otorgarleel Señorío de Villena, enormedominación fronteriza repletade poderosas fortalezas.Mientras tanto Álvaro de Luna,en condiciones muy precarias,intriga y establece contactospara procurar la libertad delrey.

El primer triunfo para DonÁlvaro se produce el 29 denoviembre. Ayudado porelementos leales consigue lafuga de Talavera del rey y unospocos caballeros, querápidamente perseguidostienen que refugiarse en la

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Benedicto XIII, el papa Luna, SigloXIX

(Ilustración de la "Historia deEspaña Ilustrada" de R.del Castillo)

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gran fortaleza de Montalbán,cuya fidelidad se habíaasegurado Don Álvaro. Elcastillo es sitiado por DonEnrique y la guarnición tieneque rechazar asaltos encar-nizados. Con el tiempo en sucontra el favorito pacta conDon Juan su intervención paraalejar de Montalbán a DonEnrique, a la vez que mantieneal rey prudentemente alejadodel segundo infante de Aragón,a quien intenta lentamenteatraerse con mercedes yprebendas.

El año 1421 marca elcrucial equilibrio de poderesentre la Corte (ahora dominadade manera unívoca por Álvarode Luna y apoyado por Juande Aragón) y el infanteEnrique, que sigue en rebeldíacausando no pocos daños alreino.

En 1422 Don Álvaroculmina una de sus intrigasmagistrales: con promesas deconciliación atrae a DonEnrique a Madrid con laexcusa de atender susdemandas. Devolviendo al deAragón la audacia de antaño lehace prender con todo suséquito, confisca suspropiedades y comienza portodo el reino la represión desus partidarios. La mujer delcautivo, Doña Catalina, huye aAragón poniéndose bajo laprotección de Alfonso V. Es eltriunfo de Don Álvaro, suencumbramiento definitivo. Enreconocimiento a sus manejosJuan II le concede el máspreciado de sus títulos, el deCondestable de Castilla, cargo

fundamental por sus impli-caciones en la organización ydirección del ejército caste-llano.

El periodo 1422-1425marca un periodo de paz en elreino. Con Don Enrique presoy el rey ajeno al gobierno, DonÁlvaro acumula un poderabsoluto y suma unas rentaspersonales desmesuradas,incluyendo en su patrimoniopersonal un sinfín de villas ylugares. El valido comienzatambién a hacerse grandesenemigos en el universo de laalta política castellana.

En tanto la situación conAragón se deteriora gradual-mente, pues Alfonso V reclamacon insistencia la liberación desu hermano, amenazando condesenca-denar la guerra conCastilla. Ante la subida de tonode las reclamaciones arago-nesas el condestable Lunadecide finalmente la libertadde D. Enrique en 1425 y larestitución de buena parte desus bienes. El tiempo seencargaría de demostrar loerróneo de tal medida.

No obstante tiene DonÁlvaro de repente mayoresproblemas. Celosos de lapreeminencia del favorito, unapoderosa coalición de noblesfraguada en secreto pide al reysu destitución. Además delapoyo tácito del infante DonJuan de Aragón figuraban enla conspiración personajes deenorme peso: los maestres deSantiago, Calatrava y Alcán-tara, el Almirante de Castilla,el duque de Arjona, los condes

de Haro, Benavente y Castro yalgunos miembros influyentesdel propio Consejo del Rey. Elgolpe, que cuenta con losapoyos en la sombra de Aragóny Navarra, es del todoinesperado para Don Álvaro.También para Juan II, que notiene coraje para defender a sufavorito, a quien ya tantodebía.

Juan II accede a que senombre en Valladolid unacomisión de arbitraje de cuatromiembros para decidir sobre lacontinuación del gobierno deDon Álvaro. De ellos, tres sonencendidos partidarios de lacaída del favorito, quedictaminan con una premuracasi escandalosa. El de Lunasin embargo reacciona demanera extraña: mientras susopositores preparan sus tropaspara hacer frente a laprevisible reacción del favorito,éste rehuye el enfrentamiento,finge acatar la sentencia y seretira pese a los ruegos del reya su villa de Ayllón. Allí pareceabandonar del todo la políticay se dedica a administrar susrecién adquiridos señoríos.Sus enemigos, en el fondoaliviados, se desentienden deél.

La maniobra estácuidadosamente calculada.Ante la aplastante superio-ridad de las fuerzas que sealzan contra él y consciente deque no puede contar con el rey,Don Álvaro se ha plegado a lasituación. Pero también lo hahecho porque conoce a susadversarios. En pocos meses elgobierno del reino deviene en

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el caos más absoluto.Incapaces de crear un gobiernosólido y una jefatura única, losgrandes nobles disputan entreellos en la Corte y en unnúmero inacabable de pe-queñas guerras locales. Al finlos daños a sus haciendas y suprestigio son tan grandes queacuerdan algo impensable dosaños antes: pedir al rey quehaga volver a Don Álvaro deLuna, para evitar malesmayores. La petición estáfirmada por casi los mismosnobles que hace apenas mesespropugnaban la eliminacióndel favorito.

El rey Juan, que llevabafrancamente mal la ausenciade su valido, aprobóinmediatamente la petición,aunque D. Álvaro se la hizorepetir por tres veces antes deaceptar e impuso a los noblesduras condiciones de some-timiento antes de volver algobierno. Cuando vuelve alpoder, una gran recepción delos mismos nobles que lohabían depuesto le recibetriunfalmente en Turégano, en1428. Comienza el segundo ymás largo periodo de gobiernode Don Álvaro, que duraríahasta 1439.

Estos once años, sinembargo, no fueron de paz. Elinfante Enrique de Aragón,enemigo irreconciliable de D.Álvaro, continúa intrigandoaprovechando sus lazosfamiliares en Navarra yAragón. En 1429 consigue quesus hermanos, los reyes deambos reinos, invadan Castillay ofrezcan la batalla en

Cogolludo, extremo que llegó aevitarse.

Mientras tanto el Condes-table penetra en Aragón con elejército castellano causandonume-rosos estragos. En tantoDon Enrique con algunastropas devasta Extremadura,adonde tiene que acudirtambién Don Álvaro enpersona para expulsarle. Losdaños en el reino soninnumerables, y Juan IIdecreta la expulsión de DonEnrique y una nuevaconfiscación de todos susbienes, así como de todas laspropiedades que los reyes deAragón y Navarra poseen enCastilla. Se firma con Aragón yNavarra una tregua por cinco

años. En pago a sus nuevosservicios, el favorito recibe elMaestrazgo de Santiago (1430)el segundo de sus grandestítulos.

Don Álvaro se vuelve hacia elreino de Granada. La treguavigente con los morosgranadinos expira endiciembre de 1430, y DonÁlvaro estima convenienteromper hostilidades. El motivoes doble: arrancar algún

territorio al sur, y hacerostentación del impresionantepoderío militar castellano decara a los demás reinospeninsulares. Iniciados loscombates por los capitanes defrontera, Juan II y Don Álvaroacuden a la campaña en laprimavera de 1431 con uncolosal ejército de 70.000infantes y 10.000 jinetes,consiguiendo el día 1 de juliola victoria en la Batalla de LaHigueruela y causando gravespérdidas al ejército nazarí. Laguerra se prolongaría conmenor intensidad hasta 1441,con diversos éxitos para loscastellanos.

Esta batalla, en la queparticipó personalmente DonÁlvaro, marca el apogeo delfavorito, que cuenta con laconfianza plena del rey, haacumulado propiedadesinmensas y se ha convertidoen el personaje más poderosode la Península: Condestablede Castilla, Maestre deSantiago, Conde deSantiesteban, Duque deTrujillo y señor de setentavillas e innumerables lugaresrepartidos por todo el reinocastellano. Reparte mercedesentre sus partidarios, que lesuponen nuevas envidias yrencores. A su hermanastro

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Cruz de la Orden de Santiago

Batalla de la Higueruela

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Juan de Cerezuela, hijo delviejo alcaide de Cañete ycompañero de sus días deinfancia en la villa, lonombrará arzobispo de Toledo,entre otros cargos.

Los años siguientes son derelativa paz, alterada poralguna maquinación delinsistente infante Don Enriqueque auxiliado por su hermanoDon Pedro, trató de reactivar laguerra civil en 1442 desde elcastillo de Alburquerque(Badajoz), de donde tuvieronque ser expulsados.

Pero la nueva caída endesgracia de Don Álvaro noviene de la mano de su antiguoenemigo, sino de un nuevoadversario: el influyente DonPedro Manrique, Adelantadode Castilla. Los orígenes de laenemistad no están claros,pero ambos personajes seenzarzan a partir de 1438 enuna pugna que vuelve aencender las relaciones entrelos nobles del reino, tantrabajosamente sofocadas porel Condestable.

Don Pedro, político capaz,aglutina en torno a sí a todoslos descontentos con elgobierno de Don Álvaro, que yason legión. Los Infantes deAragón, atentos a la másmínima fisura en la defensadel favorito, se adhierenrápidamente a la Liga,atrayendo consigo también yde nuevo, a Navarra y Aragón.Intimidado por el alcance delos acontecimientos, elasustadizo Juan II se aviene afirmar el Convenio de

Castronuño (1439) por el cualDon Álvaro es de nuevoseparado del gobierno ydesterrado a sus posesiones,esta vez por seis meses.

Los acontecimientos seprecipitan, y son en ciertamedida parecidos a lo sucedidoen 1425-28. El condestable seretira, esta vez a su villa deSepúlveda. Los triunfadores,incapaces de mantenerseunidos salvo en la enemistad aDon Álvaro, se fragmentan eninacabables tirantecesinternas. El rey evita servirsede ellos para el gobierno, en unrasgo inusual de energía, y seapoya en sus leales de suConsejo, aconsejado en secretopor Don Álvaro. Lossublevados, furiosos, se hacencon varias ciudades delpatrimonio real e inclusoganan a su causa al jovenPríncipe de Asturias, el futuroEnrique IV4, haciendo talpresión sobre el rey quefuerzan a que éste despida a lamayor parte de miembros desu Consejo, decididospartidarios de Don Álvaro. Niaun así se cortó lacomunicación con el favorito,quien desde su retiro alienta alrey a la firmeza. Juan II,decidido por una vez a resistir,mantiene cerrados los resortesdel poder a los rebeldes.

Los sublevados se vuelvencontra las posesiones delCondestable, intentandoincluso hacerse con supersona. Pero Don Álvaro se havuelto demasiado fuerte, y envarios enfrentamiento derrotaa las fuerzas nobiliarias que

invaden sus dominios,llegando a sitiar en Torrijos alpropio infante Don Enrique.Éste llama en su auxilio denuevo a su hermano Juan I deNavarra, repitiendo una vezmás el viejo problemaendémico de las injerenciasentre los reinos peninsulares.

La guerra de bandosenciende toda Castilla otra vez,con los numerosos partidariosde Don Álvaro luchando entodos los frentes con sus nomenos abundantes enemigos.El talón de Aquiles de DonÁlvaro es el rey, que nodispone de los grandesrecursos bélicos de su favorito,además de ser un político yestratega sumamentemediocre. A comienzos de1441, Juan II se ve sitiado porlos miembros de la Liga en lagran ciudad de Medina delCampo, donde se guardaba elarsenal real y los trenes deartillería. Conocida su críticasituación, Álvaro de Luna correen su auxilio, consiguiendopenetrar en la plaza con tropasde refuerzo y alentar laresistencia. El de Cañetecomprende que ha cometidoun terrible error tácticoencerrándose en Medina con lomejor de su gente, puescompromete al mismo tiempola cabeza del rey y la suya,dando ocasión a lossublevados de acabar de ungolpe con la guerra. Pero nopuede hacer otra cosa si quiereevitar la captura del rey y lavuelta a los peores episodiosde 1421.

El asedio de Medina del

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Campo se prolonga. La Ligaconcentra todos los efectivos yla defensa de la plaza se hacecomprometida. La resistenciano está todavía quebrada

cuando la traición abre unportillo en los muros, en lamadrugada del 29 de junio.Durante todo el día se lucha enlas calles furiosamente, hastaque la situación se haceinsostenible. El monarca, cuyavida no peligra, pide a DonÁlvaro que se abra paso con sugente y huya. El Condestable,ante los ruegos, organiza unasalida y gana el campoperdiendo muchos hombres.Irá a refugiarse a su fortalezade Escalona, a lamerse lasheridas y examinar lasituación.

Le queda poco margen. Elrey es hecho prisionero y seconvierte en una marioneta dela Liga, controlada por losInfantes de Aragón y con elapoyo explícito del heredero altrono. Juan II se ha vistoobligado a firmar el destierropor seis años de su favorito asus dominios.

El Condestable conservasus títulos y sus vastas

propiedades, cuya conquistasupondría a los conjuradosuna larga guerra, y un sólidogrupo de partidarios que,aunque anulado, podríaservirle en un futuro. Pero lasituación ahora es demasiadodesfavorable, demasiado fuerteel adversario. Hace vidapalaciega en sus recintos deEscalona, y espera.

Aguardará Don Álvaro tresaños, hasta 1444. Intuyendo ladebilidad progresiva de la Liga,siempre tan propensa a caeren vaivenes. Don Álvaroatacará de improviso. Haurdido en el mayor secreto unaalianza con los condes de Albay Haro y el Duque delInfantado. La ha reforzado conel apoyo incondicional delobispo de Ávila, Lope deBarrientos, y con los recursoscasi ilimitados de la mitra deToledo, desde donde le apoyasu medio hermano Juan deCerezuela. En el últimomomento, en una magníficamaniobra política, ha logradoatraerse coyunturalmente a subando al Príncipe de Asturias ya su poderoso consejero, JuanPacheco.

Pocas semanas mástarde, Juan II y Don Álvaro sereúnen de nuevo. Pero el deLuna sabe que tiene pocotiempo: repuestos de susorpresa inicial, los miembrosde la Liga se reagrupan paradar la batalla a Juan II y alfavorito. En sus dominios, losInfantes de Aragón levantanejércitos, y los reyes deNavarra y Aragón se aprestande nuevo a acudir en apoyo de

sus hermanos. Lospreparativos de ambos bandosduran meses y la batalla va adarse en Olmedo (Valladolid) el19 de mayo de 1445. La mayorbatalla de toda la guerra civiles también el mayor triunfo deÁlvaro de Luna, cuyo ejércitoaplasta a las tropascombinadas de la Liga. Lastropas navarras y aragonesashuyen en desbandada haciasus reinos, y el propio infanteDon Enrique, el viejo eincansable enemigo, muere enCalatayud de las heridassufridas en el combate.

La gran victoria deOlmedo anuncia también el findel Condestable. Don Álvarogozará de algunos años derelativa paz en su últimoperiodo de gobierno, quehabría de ser breve y amargo.Las diferencias con el futuroEnrique IV no cesan, y laestrella de Don Juan Pachecoasciende, en tanto que la suyaempieza a declinar.

Con sesenta años a lasespaldas, Don Álvaro es unviejo que empieza a perder lafinísima intuición política quele ha procurado el triunfodurante toda su vida. Susantiguos adversarios handesaparecido, y a los nuevosno llega a conocerlos bien.Intuye que una vasta red seurde poco a poco a sualrededor, pero no lograidentificar del todo a losculpables. Sabe que de nuevoel Príncipe de Asturiasconspira en su contra,ayudado ahora por la nuevareina, Isabel de Portugal,

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CASTILLO DE LA MOTA. Medinadel Campo

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segunda mujer de Juan II, queodia al favorito.

Con el país arruinado porlas guerras, tiene que recurrira nuevos impuestos pararehacer las arcas del reino.Esta medida lo hará impopulare incluso provocará lasublevación de variaspoblaciones, como Toledo. Seceba injustamente con algunosnobles ajenos a su partido,como el conde de Plasencia,que debe refugiarse en Béjarhuyendo de las tropas delvalido, dando pie a nuevasconspiraciones. El puntocrítico vuelve a alcanzarsecuando ordena el asesinato deAlonso Pérez de Vivero,Contador del rey.

La muerte del Contador,dictada despiadadamente yejecutada con rasgos decrueldad por los sicarios deDon Álvaro, dañairreparablemente la imagen delfavorito y aglutina aún más asus adversarios.

En 1453 el ambiente entorno a Don Álvaro estácompletamente enrarecido.Comprendiendo el declinar desu estrella, muchos de susantiguos partidarios leabandonan. El rey, que sabe loque se está tramando, leaconseja que abandone elcargo y se acomode unatemporada en sus dominios,pero a Don Álvaro sólo lequeda el ejercicio del poder.Rehúsa enérgicamente.

La conspiración que acabacon él es de una sencillezridícula. El 4 de de mayo está

Don Álvaro en Burgosacompañando una vez más(¿Cuántas a lo largo de treintay cinco años?) a su rey.Comisionado en nombre delJusticia Mayor del Reino, elalcaide Diego de Estúñiga (o deZúñiga), con alguaciles y gentede armas le prende en nombrede la reina. Él, que puedelevantar miles de vasallos, quepodría escabullirse o abrirsepaso a la fuerza con su nutridaguardia acorazada, se entregapacíficamente pensando en laintervención del rey Juan. Peroel monarca, viejo y enfermo,hace la última traición yforzado por la reina y elpoderoso partido hostilabandona a su consejero. Nopoco debió influir en el ánimodel rey la posibilidad de echarmano al fabuloso tesoro delvalido, a buen recaudo en el

castillo de Escalona, dondeinmediatamente se atrincherala familia de don Álvaro tras suprendimiento. El proceso esuna farsa, unos días de juiciofrenético con final ineludibleen el patíbulo. Don Álvarosube con entereza al cadalsoen Valladolid el 2 de junio de

1453, después de una vida queroza lo increíble y de hechosque trascendieron a su tiempo.El bastardo de Cañete habíaterminado con una vida quedejaría una profunda marca enesos años.

De Alvaro de Lunahablaron poetas y cronistas.Estudiosos y académicos,leyendas y cuentos, fábulas ymitologías populares...siempre ha sido, desde hacemás de cinco siglos, unareferencia obligada al hablarde la Edad Media. De él decíaJuan de Mena en su“Laberinto de Fortuna”:

“Éste caualga sobre la Fortunay doma su cuello con ásperasriendas;aunque d`el tenga tan muchas deprendas,ella non le osa tocar ninguna;míralo, míralo, en plática alguna,¿cómo, indiscreto, y tú noconosçesal condestable Álvaro de Luna?.

Pero quizás sean losbreves y hondos versos deJorge Manrique en las “Coplasa la muerte de su padre” dondese estremece el lector ante larealidad cruda de su vida ymuerte:

“Pues aquel gran Condestablemaestre que conosçimostan privadono cumple que dél se fable,sino sólo que lo vimosdegollado;sus infinitos tesorossus villas y sus lugaressu mandar¿qué le fueron sino lloros?,¿qué fueron sino pesaresal dexar?”

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Representación de la muerte por decapi-tación de D. Álvaro de Luna

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Su cadáver decapitadofue enterrado en la iglesia deSan Andrés de Burgos, dondese daba sepultura a loscriminales. Su inmensopatrimonio fue objeto derepartos y rapiña. Sólo con elpaso de los años su memoriapudo ser rehabilitada y setrasladaron los restos aToledo, donde reposan en laactualidad, en la Capilla delCondestable.

Don Álvaro de Luna secasó dos veces, en 1420 conDoña Elvira de Portocarrero,hija del Señor de Moguer; y en1431 con Doña Juana dePimentel, hija del conde deBenavente. Tuvo abundantedescendencia con ambosmatrimonios. Paradojas de losenlaces dinásticos, una de susnietas se casó con eldescendiente de JuanPacheco, más tardetodopoderoso marqués deVillena, quien tuvo mucho quever en la ruina de Don Álvaro.

Juan II, se dice que,consumido por los remordi-mientos, apenas sobrevivió unaño a su amigo y consejero(murió en Valladolid, el 21 dejulio de 1454).

6. LA POLÍTICA DURANTE ELVALIMIENTO DE D. ALVARODE LUNA.

Las monarquías deEuropa occidental alcanzaronhacia el año 1500 las condicio-nes necesarias para dirigir losdestinos de gran parte delmundo. Esto fue posible por-que en la Edad Media se conju-garon los elementos para

inventar un modelo de Estadomás avanzado y organizadoque los modelos previos. Haciael año 1300, las monarquíasdel Occidente europeo poseíanya “los elementos básicos delEstado”, pero fue en Inglaterra,Francia y los reinos hispánicosdonde la evolución hacia elEstado Moderno se produjomás rápidamente. Como ori-gen de Estado moderno medie-val, se entiende el proceso porel que las monarquías occiden-tales pasaron, durante la BajaEdad Media, de una organiza-ción feudovasallática a otracentralizada de característicasestatales y absolutistas. Estalarga y compleja evolución (queculminará en el siglo XVIII)sufre una etapa de estanca-miento entre mediados delsiglo XIV y el primer tercio delXV a causa de la crisis genera-lizada a la que nos hemos refe-rido con anterioridad. Y unperiodo de consolidación queya es irreversible, desdemediados del siglo XV. Laconstrucción del EstadoModerno supuso la afirmaciónterritorial de la autoridadmonárquica frente a obstácu-los interiores y rivales exterio-res, una creciente centraliza-ción política y económica, laextensión y ampliación de lacapacidad decisoria de laadministración real (burocrati-zación) y la consolidación de lamonarquía autoritaria comoeje central de un sistema polí-tico complejo. Pese a sus limi-taciones, hacia el 1500 lasmonarquías occidentales habí-an establecido firmemente lasbases del Estado centralizadoy absolutista.

En el reino de Castilla,en 1422, D. Álvaro fue elevadoa condestable. El valido inicióuna política promonárquicacon apoyo nobiliario, quesupuso la aristocratización delreino a costa de la anulaciónpolítica de las ciudades de rea-lengo. Estas estaban divididasen bandos y en pleno procesode oligarguización. Tambiénlas Cortes se sometieron alpoder real.

D. Álvaro, en nombre deJuan II, sostenía la convenien-cia de que se aumentara laindependencia en las accionesemprendidas en nombre delmonarca, frente al poder de lasCortes, el Consejo, laAudiencia y la Contaduría;basándose en que el poderabsoluto real estaba por enci-ma de la ley. Esto no significa-ba actuar en contra de losnobles y de las instituciones,puesto que el poder de estas seinterpretaban como una deri-vación del poder real, que a suvez le daba mayor fuerza aeste.

Ordenamiento Real deMedina del Campo de1433.-

El 20 de diciembre de1433 se promulgó elOrdenamiento Real de Medinadel Campo (está conservadoen un original del siglo XV enla Biblioteca del RealMonasterio de San Lorenzo deEl Escorial; Manuscrito Z.III.1bajo el título Leyes yOrdenamientos de los reyesAlfonso XI, Pedro I, Enrique II y

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Juan I si bien pertenece en rea-lidad al reinado de Juan II). Sutexto ha influido en recopila-ciones modernas.

Este Ordenamiento Realera una recopilación de leyes,que comprendían el períodoque transcurre entre los años1419 y 1433, elaboradas en lasCortes y en base a algunaspragmáticas y cartas realeshasta un total de 88 leyes; enlas mismas se trataban asun-tos como la gobernación delreino, con particular referenciaa la administración local de lasciudades. Con este Ordena-miento Real se comenzó larecopilación legal en Castilla,que hasta ese momento sehabía considerado iniciada conel Ordenamiento de Montalvode 1484 (recopilación de leyesrealizada por un jurista priva-do). El ordenamiento deMedina del Campo se produjoa instancia de las Cortes,teniendo por ello plena oficiali-dad.

J.M. Nieto, en su análi-sis del ordenamiento deMedina del Campo explica queaunque este se originó a partirde una demanda de las Cortes,su elaboración y promulgaciónes el resultado de la afirmaciónde la absoluta potestad legisla-tiva del rey, dejando huella ensus propios contenidos dealgunas de sus aspiraciones enel contexto de su época.

El Ordenamiento Realde Medina del Campo de 1433se elaboró en una fecha en laque existía una ingente canti-dad de leyes, siendo necesario

sistematizarlas y recopilarlaspues muchas de ellas eranincluso contradictorias. Hastaesta fecha no existía ningunarecopilación legal (excepto larecopilación de OrdenanzasReales de Castilla de AlfonsoDíaz de Montalvo, en 1484). Larazón de ser de esteOrdenamiento Real fue, comoseñaló el mismo Juan II, quelos jueces “judgan por las leyese ordenamientos delos rreyesmis anteçesores“. Reguló lossiguientes ámbitos temáticos:el oficio público, la administra-ción local, la justicia, el proce-dimiento administrativo, la fis-calidad y el orden social; perotodos ellos estaban imbricadoscon la articulación entre elpoder real y los poderes loca-les. El procedimiento adminis-trativo planteaba la problemá-tica de la existencia de cartasreales contrarias al derecho omercedes reales anteriormenteconcedidas; efectivamente entiempos de Juan II era usual lacláusula “obedézcase pero nose cumpla” que se recogía endiversas leyes.

En algunas materiasquedó patente el absolutismoreal; fue el caso de los oficialesde la administración local en lamedida en que el rey podíahacer nombramientos no pre-vistos y promovidos por la solainiciativa de su voluntad, asícomo en el caso de las merce-des reales. El Ordenamiento deMedina del Campo asumió laregulación de las SietePartidas en lo relativo a losemplazamientos ante la Cortey el procedimiento que habíade aplicarse en los juicios.

La importancia políticade las ciudades influyó decisi-vamente en el OrdenamientoReal y el gobierno y estructurainstitucional de las ciudadesdel reino; efectivamente, desdelos primeros años de la mayo-ría de edad de Juan II, elincumplimiento real en lasCortes, entre 1419 y 1433, conlas ciudades era patente, sien-do precisamente ese incumpli-miento el mismo origen delOrdenamiento Real.

El reinado de Juan II secaracterizó por la importanciade la legislación respecto alcontenido hacendístico; deeste modo en el OrdenamientoReal de Medina del Campo seregularon las alcabalas y losexcusados que dieron lugar anumerosas protestas antes y dEl Ordenamiento de 1433reglamentó la organización yactividades de la Corte; nofaltaron alusiones al oficiopúblico, así como la burocraciareal o la actividad de la Cortecomo centro de justicia yafuesen oficiales encargados deejecutarla como los orga-nismos principales que teníanalguna competencia en talmateria como fue el caso delConsejo Real, pero sobre todola Audiencia Real.espués de1433. Esta situación dio lugara continuas luchas políticaspor el control del Consejo Real;de hecho el Consejo en base aórdenes reales anteriores debíahaber transferido sus compe-tencias a la Audiencia en lascausas judiciales pero fuereacio a ello.

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A juicio de J.M. Nieto (2000)este Ordenamiento tuvo losmismos efectos que otrastantas leyes vigentes: su faltade aplicación adecuada o lasimple falta de aplicación.Parece ser que no se envió sutexto ni a las Cortes ni a lasciudades, quedando su controllimitado prácticamente a laAudiencia Real y, en todo caso,al Consejo Real. Esta falta dedifusión pudo contribuirtambién a la limitación de sueficacia. Por lo que se podríaconcluir que el Ordenamientofue el resultado de laimbricación de las Cortes, laMonarquía, el Consejo Real yla Audiencia Real. Además,existió una “aparenteineficacia del acto legislativoen un contexto en el que lasentencia no necesita serlegalmente argumentada, talcomo sucedía en la Castilla delsiglo XV, y en el que elcumplimiento de la ley enmuchos aspectos tendía más alo excepcional que a locotidiano”, según Nieto.

Las estrategias políticas deD. Álvaro de Luna.-

Entre 1430 y 1439 D.Álvaro de Luna prosiguió consu política promonárquica, conapoyo de las ciudades. Lasherramientas políticas consis-tían en el apoyo a linajes pode-rosos y a una oligarquía queacabó amenazando su propiogobierno; el aumento de susdominios como soporte de suprograma político; la reapertu-ra de la guerra contra Granadacomo medio de prestigio perso-nal, el control de los recursos y

ocupación de la nobleza(ambas políticas inspiradas enFernando de Antequera); y elequilibrio anglo-francés en prodel comercio atlántico y de suestabilidad interna.

Su capacidad para eva-dir y esquivar, pero sobre todoanticiparse, a las estratagemasde los Infantes y otros noblesera sobresaliente. Las conspi-raciones contra él, como frutode las envidias que generabasu situación de poder y rique-za fueron constantes durantesu vida al lado del rey. Con elcual, tras la lectura de diver-sas crónicas y estudios de laépoca, llego a la conclusión dela existencia de una relaciónen la que influyó notablementela débil personalidad de JuanII, y su carácter influenciable yasustadizo.

Si bien la actitud cons-tante de D. Álvaro hacia sumonarca es la de protección ydefensa de la institución querepresenta; lo utiliza para finespropios, porque sin duda eraambicioso, ávido de poder yterritorios. De su biografía sededuce también el valor nece-sario para enfrentar decisionesy actos temerarios de los que

finalmente salía triunfante,aunque con algunas de ellas,como se vio al final de su vida,ya escaso de “reflejos palacie-gos”, los rencores y venganzasse volvieron en contra.

El condestable habíadefendido un sistema autorita-rio cuyo eje principal era élmismo y no el rey, contradic-ción profunda que acabó preci-pitando su propia caída.

La consideración deljudío converso durante elvalimiento de D. Álvaro deLuna.-

D. Álvaro tenía entresus más allegados colaborado-res judíos conversos; entreellos se consideraba su manoderecha Abraham Bienveniste,se dice que leal y honesto. Losjudíos conversos, invención delmundo cristiano, empeñado enutilizar la unidad en Cristofrente al musulmán y a todo loajeno a sus valores, sentimien-tos y méritos colectivos; eranmercaderes, prestamistas,cambiadores, banqueros,médicos, boticarios; no solíandesempeñaban faenas bajas olabores del campo.

Venía de antaño elrechazo especialmente entre laplebe y el campesinado hacialos judíos, aunque fueran bienconsiderados entre los noblesdebido a su formación y habili-dades. La recolección deimpuestos, y el ejercicio de lausura en unos tiempos dehambruna y enfermedad, aveces utilizando la fuerza con

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El banquero y su esposa, de Marinusvan Reymerswaele. 1539. Museo del

Prado.

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permiso institucional, hizo cre-cer como una madeja un odioprofundo hacia los conversos.Acusados en falso en múltiplessituaciones, segregados, repu-diados y considerados falsoscristianos sin excepción.Aunque algunos conversosocuparan altos cargos ecle-siásticos como es el caso delArzobispo de Toledo.

A pesar que su historiaen España parecía destinadaal destierro; comenzando porla retirada de derechos, delejercicio profesional, la perse-cución y aislamiento enbarrios y por fin la expulsiónpor Isabel y Fernando. Huboun periodo durante el tiempode gobierno del condestable deCastilla en la que se creó yaprobó un procedimiento parala integración de los judeocon-versos en la sociedad cristiana,de forma que esta absorbiera aun grupo de población que, dehecho, llevaba asentado en lapenínsula muchas generacio-nes, y se sentía hispana sinquerer renunciar a sus oríge-nes.

“No pienses correrme por llamar losebreos mis padres. Sonlo por cierto yquiérolo; ca siantigüedat es nobleza, ¿quién tanlexos? Si virtud, ¿quién tan cerca?O si al modo de Españala riqueza es fidalgía, ¿quién tan ricoen su tiempo?”

Son versos de Juan deLucena, poeta de la corte deJuan II, recogiendo laspalabras del obispo conversodon Alonso de Cartagena, ensu Diálogo de vita beata, como

réplica a los versos que lelanzara otro poeta, Juan deMena, al recordarle suascendencia judía.

Este procedimiento seconvirtió en ley en una reuniónde las Cortes, celebrada enValladolid, en 1432; con elbeneplácito del rey Juan II; loque viene a significar con elapoyo y asesoramiento de D.Álvaro de Luna, a su vezapoyado por el conversoAbraham Bienveniste.

7. LAS TAQQANOT DE VALLA-DOLID DE 1432: UN ESTATU-TO COMUNAL RENOVADOR.

El procedimiento por elcual los judíos estarían repre-sentados legalmente ante elrey, sustituyó al de las leyes deAyllón. Coincidiendo con unareunión de las Cortes, se cele-bró en Valladolid unaAsamblea de procuradores delas aljamas, los cuales, orien-tados desde el Consejo Real,elaboraron un Ordenamiento(takkanoth o taqqanot, segúndistintas fuentes), que una vezanalizado por el rey y sus cola-boradores, pasó a constituirseen ley. Los judios, bajo elpatrocinio del Consejo Real, sedaban a sí mismos normas,sólo modificables en el marcode las Cortes, a petición del reyo de la propia comunidadjudia. Desde esos momentos se eligeun Rab mayor nombrado por elrey, el primero de ellos fueAbraham Bienveniste. Hasta1492 hubo cuatro rab, perso-

najes notables que viajabancon el rey y le asesoraban encuestiones diversas. Duranteel reinado de Enrique IV, lanobleza estaba disconformecon el Ordenamiento de lacomunidad judia y reclamaronvolver a las leyes de Ayllón.También levantó “ampollas”las takkanoth de Valladolidentre los eclesiasticos cristia-nos. Existía la creencia muyarraigada, de que los conver-sos, por el hecho de serlo, yhaber sido bautizados, se mez-claban con los cristianos y“empozoñaban” de formaencubierta los cimientos y ver-dades cristianas. El funda-mento de esta creencia erasencillamente, que el judio,aunque se bautizara, seguiríasiempre siendo judio, por supropia naturaleza ancestral.Pero vamos a profundizar unpoco más en el concepto“Taqqanot”. ¿Qué son exacta-mente?

Las Taqqanot, literalmente“estatutos” u “ordenanzas”, con-sisten en decisiones rabínicas quetienen valor de ley para la pobla-ción hebrea, sin posibilidad algunade apelación; pueden consistir enun reglamento o en una prescrip-ción. En general, responden anecesidades concretas y circuns-tanciales de una determinadacomunidad, y le afectan única-mente a ella, siendo mucho másraras las Taqqanot de caráctergeneral para el conjunto de lascomunidades hebreas de un reino.

Una vez explicado esto,

tiene especial relevancia las

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Taqqanot redactadas en Valladolidy aprobadas en 1432, por unacomisión de judíos notables,representantes de las principalesaljamas del reino de Castilla, bajola presidencia de AbrahamBienveniste; puesto que estasTaqqanot servirían como norma degobierno general para todas lascomunidades hebreas castellanas,y su objetivo principal consistía enla recuperación del judaísmo traslas desastrosas consecuencias deri-vadas de las persecuciones antiju-días de 1391.

Las Taqqanot de Valladolidde 1432 pueden consultarse a tra-vés de la edición de MORENOKOCH, Y., Fontes IudaeorumRegni Castellae. V. De iure hispa-no-hebraico. Las Taqqanot deValladolid de 1432. Un estatutocomunal renovador (1987).

Este estatuto tenía en aquelcontexto, ventajas para todos.Estratégicamente para D. Álvarosuponía reconocer y limitar a lavez el poderío de los judios, apro-vechar la sapiencia y versatilidadde estos, sobre todo en cuestioneseconómicas, y a la vez tenerlos

controlados con los instrumentosmonarquicos centralizadores. Porotra parte las comunidades judiasse regían por sus propias reglas,con la aprobación del gran reinode Castilla.

Las causas por las que sedeterioró hasta extremos insosteni-bles para muchos, la situación delos judios y de muchos conversosbajo sospecha (la mayoría) envarias décadas, pasando del reco-nocimiento en los estatuos deValladolid a la expulsión en 1492,son complejas y diversas. Muchasde ellas las hemos ido desgranan-do durante la exposición de estetrabajo, pero fundamentalmente elpeso de la opinión pública fue laque lideró e impulsó los aconteci-mientos hasta la desgraciada deci-sión de los Reyes Católicos, por-que no solo perdieron los judiossefardíes, sino todos los que sequedaron en la península, de una uotra forma.

Las taqqanot de Valladolid forma-ron parte del complejo entramadopolítico que tuvo entre manos D.

Álvaro de Luna; quizá fue este suproyecto político con mayores ras-gos de modernidad, y que marca-ron posteriormente las acciones deotros gobernantes.

8. EL LEGADO DE D. ALVARODE LUNA.-

Su herencia política, sinembargo, no sería olvidada.Durante los diez primeros añosde reinado de Fernando eIsabel, siguieron las línas que

estableciera D. Álvaro, en defi-nitiva, garantizar, limitar y ais-lar una comunidad judíaabundante, que producíamuchos beneficios a la Corona. La actitud era la de soportar lapresencia de los herejes paraevitar males mayores de todaíndole.

Isabel de Castilla contó con lapresencia cercana desde suniñez de Gómez Manrique yGonzalo Chacón y sus respec-tivas esposas; ambos caballe-ros fueron muy cercanos alvalido de Luna por lo que es desuponer que le participaronvivencias compartidas con él.Cuando Isabel fue reina conti-nuó muchas de las accionesque D. Álvaro tenía incluidasen su programa político, cen-trado en el refuerzo del poderreal y compatible con la conso-lidación y estabilización de lanobleza.

9. BIBLIOGRAFIA.

Fundación MAPFRE América.ColecciónAmérica 92.Coordinador J. Andrés-Gallego. Los judíos en España.Haim Beinart. Editorial MAP-FRE, S.A. Madrid, 1993.

García MªF.: El legado sefardí.De la Sefarad a la España con-versa. Pág. 425-439.Universidad de Salamanca.

MORENO KOCH, Y., FontesIudaeorum Regni Castellae. V.De iure hispano-hebraico. LasTaqqanot de Valladolid de1432. Un estatuto comunalrenovador, Salamanca,

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La Toráh

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Universidad Pontificia deSalamanca-Universidad deGranada, 1987; en Cantera,E.: La aportación hebrea a lasociedad riojana medieval.Acceso electrónico en:

www.geocities.com/uru-nuela24/cantera/cante-ra.htm

Nieto, J. M.: Legislar y gober-nar en la Corona de Castilla: elOrdenamiento Real de Medinadel Campo de 1433. Madrid,2000; en Rev. Estudios histó-rico-jurídicos. ISSN 0716-5455 versión impresan.22 Valparaíso 2000.

Porras, P.A., Ramirez, E.;Sabaté F.: Historia de EspañaVIII. La Época Medieval: admi-nistración y gobierno. EditorialIstmo. Madrid, 2003.

Suárez, L.: Isabel la Católica.Biblioteca ABC. EdicionesFolio, 2004.

Vallespin, F. (editor): Historiade (1) La Teoría Política. Cáp.III: Barcala, A.: La Edad Media.

Alianza Editorial. Madrid,1990. Pág. 217-324.

Valdeón, J.: El final de la EdadMedia. Historia de España II.Historia16. Tomo 5.Información y Revistas S.A.Madrid, Año VI-Extra XXVII,Abril. 1981.

Vidal, C.: El Legado del

Cristianismo en la CulturaOccidental. Espasa Calpe.S.A.Madrid, 2000. Pág. 162-163.

Otras fuentes utilizadas:Sobre el contexto histórico ycoetáneos de D. Alvaro deLuna.

http://www.artehisto-ria.com/historia/

Página web exclusiva sobre lavida de D. Alvaro de Luna.

http://www.alvarada.com/alvaro.htm

NOTAS

1 Hijo de Juan I de Castilla y deLeonor de Aragón, casó con Catalinade Láncaster en 1388 en virtud deltratado de Bayona, siendo nombradopríncipe de Asturias. Ascendió altrono en 1390. En política interior,lleva a cabo una verdadera obrareformista, encaminada fundamen-talmente a asentar el poder real. Así,deroga los privilegios y concesionesanteriormente alcanzados por lasCortes, como la alcabala y laasistencia al Consejo Real, ypromueve la figura del corregidor enlas ciudades. El período de paz quevive Castilla logra equilibrar las arcasde la corona. Además, emprende laconquista de Canarias y consiguedetener el antisemitismo imperante.Presta su apoyo a Benedicto XIII ensu pretensión al solio pontificio ydetiene un intento de invasión dePortugal. Reanuda las operacionescontra Granada. También consiguealejar a los piratas del estrecho deGibraltar. La mala salud le hacedelegar en sus últimos años en suhermano Fernando de Antequera.

2 Aragonés nacido en Illueca, defamilia ilustre y de nombre PedroMartínez de Luna, comenzó lacarrera militar y estudió derecho

canónico en Montpellier, alcanzandoel grado académico de doctor. En1375 es nombrado cardenal diácono,y viaja con el papa Gregorio XIdesde Avignon a Roma. En 1378, ala muerte del papa, se reúne elcónclave cardenalicio para designarsucesor. La elección de Urbano VIfue apresurada y en modo algunounánime y tras muchos conflictosgeneró dos bandos entre lospartidarios de Urbano VI y los deltambién elegido Clemente VIII.Pedro de Luna se muestra partidarioen principio de la renuncia de ambospapas para darle solución al cisma.Pero la muerte de Clemente VII y suelección por los cardenales deAvignon como nuevo papa bajo elnombre de Benedicto XIII le hacencambiar de opinión. Las estrategiasdel papa Luna para hacerse con elmando único de la iglesia, fracasan.La oposición francesa conseguiráaislar al papa Luna, quien contarásólo con el favor de Navarra yAragón. En el Concilio ecuménico dePisa, el 25 de marzo de 1409, sederroca a ambos papas por “herejesy por fautores del cisma”, se declarala Sede vacante y se elige aAlejandro V. Los papas cesados noaceptan la decisión. En 1417 fueelegido papa Martín V, dando así porconcluido el Cisma de Occidente. Losúltimos apoyos que le quedabandejan solo a Benedicto XIII, al acatarsus cardenales las determinacionesdel Concilio y al retirarle sureconocimiento los reinos deCastilla, Navarra, Aragón y Escocia.Retirado en el castillo de Peñíscola,Pedro de Luna muere en 1424.

3 Nacido en Toro, es hijo de EnriqueIII y Catalina de Láncaster. Sumadre y su tío Fernando, futuro reyde Aragón, asumirán la Regenciahasta su mayoría de edad. El interésdel monarca por la cultura, más quepor los asuntos políticos, permite elsurgimiento de poetas y literatoscortesanos, protegidospersonalmente por el monarca. JuanII murió en 1454 en Valladolid.

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4 Hijo de Juan II de Castilla y deMaría de Aragón, antes de acceder altrono ya intervino en la convulsapolítica castellana de la época, juntoa su favorito Juan Pacheco. En 1440casa con Blanca de Navarra, sepa-rándose de ella en 1443 por impo-tencia. Un año más tarde accede altrono. Casa de nuevo en 1455 conJuana de Portugal, para asegurar lacooperación entre ambos reinos. Lapresión de los nobles obliga al rey aceder y a reconocer como herederoa su hermano Alfonso, en lugar desu hija Juana “La Beltraneja”, porconsiderarla ilegítma. Se forma elbando partidario de Juana y el parti-dario de Alfonso. La sentencia deMedina del Campo (1465), de signodesfavorable a los intereses deEnrique IV, empuja a éste a comba-tir a los sublevados, quienes respon-derán proclamando rey a Alfonso(farsa de Ávila). Los combates seprolongarán durante tres años,hasta la muerte de Alfonso (1468).La cuestión sucesoria aun no queda-rá resuelta. Los partidarios deAlfonso prestarán ahora su apoyo ala hermana del rey, Isabel, en contrade Juana la Beltraneja.

EL REGIMIENTOEL REGIMIENTO“INMEMORIAL DEL“INMEMORIAL DEL

REY” Nº 1 ORGANIZAREY” Nº 1 ORGANIZAUN JURAMENTO A LAUN JURAMENTO A LA

BANDERA PARA UNBANDERA PARA UNGRUPO DE CIUDADAGRUPO DE CIUDADA--

NOS MADRILEÑOSNOS MADRILEÑOS

Tomás Ríos, ex Presidente de laAsociación de Tiro

de la Hermandad Nacional de

Antiguos Caballeros Legionarios

El Pasado 16 de junio, elRegimiento “Inmemorial del Rey”nº 1 organizó un acto castrense, decarácter cívico-militar, por el cualmás de 250 civiles pudieron reali-zar el juramento o renovarlo a labandera, en el Acuartelamiento“General Cavalcanti”, en Pozuelode Alarcón (Madrid).

En este emotivo acto tuvosingular presencia, entre otrosasistentes, una representación dela Policía Municipal de Madrid yun nutrido grupo de miembros dela Hermandad de AntiguosCaballeros Legionarios de Madrid,la mayoría integrantes del ClubDeportivo Hermandad Legionaria(CDHL), que gracias a las infati-gables gestiones del Coronel deInfantería Don Fernando SánchezFernández, Vicepresidente de laHermandad Nacional de AntiguosCaballeros Legionarios y antiguoCoronel 1º Jefe de esta Unidad,pudieron ver cumplido su anhelo

de renovar el juramento a laBandera.

Cabe reseñar que, el 29 deNoviembre de 2004, el Ilmo. Sr.Coronel 1º Jefe del Regimiento,Don Pedro Berzal, acompañado deuna licita representación de estaUnidad, recibieron de manos delCoronel de Infantería Don RamónMoya, como Presidentede laHermandad, el nombramiento deMiembro de honor para elRegimiento “Inmemorial del Rey”Nº, en la sede de esta Hermandad.

Así como otra nota históri-ca cabe decir que el fundador deLa Legión, el General MillánAstray, dio sus primeros pasos ensu carrera militar como Tenienteen 1896 en este Regimiento.

Previamente al acto princi-pal, los civiles realizaron un ensa-yo de la jura a la Bandera. A lasdoce del mediodía se dio comien-zo el acto castrense con la entradade la Fuerza a la plaza de armas alson de una marcha militar. A la lle-

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gada del Teniente General delCuerpo General de las Armas delEjército de Tierra Don IgnacioRomay Custodio se le recibiócomo es perceptivo, pasandorevista a la Fuerza presente.Seguidamente entraría la banderaocupando su sitio en la formación.El Teniente General tuvo unaspalabras para los asistentes, agra-deciéndoles su decisión de jurar,unos por primera vez y otros reno-vando su compromiso cuandocumplieron el Servicio Militar;

seguidamente realizaría la fórmulade juramento, en fila de a uno,cada una de las personas que habí-an prestado su juramento desfila-ron delante de la Bandera paraofrendarla un beso.

La jornada continuaría conun acto de homenaje a los caídospor la Patria y entonar la canciónde “La muerte no es final”. Paraseguidamente entonar el himno deinfantería. Se concluyó la parada

militar con la retirada de forma-ción de la Bandera al son delhimno nacional y el posterior des-file de la Fuerza.

Luego tuvo lugar un con-cierto de música a cargo de laUnidad de Música del Regimiento“Inmemorial del Rey” Nº 1, la cualinterpretó obras como “La Torredel Oro”. “La Gioconda” o“Legionarios y Regulares”, paraconcluir con el pasodoble “LaBanderita” de la zarzuela “LasCorsarias”. Como anécdota cabeseñalar que se estrenó una compo-sición en honor del Coronel 1º Jefedel “Inmemorial del Rey” nº 1.Don Juan Valentín-Gamazo deCárdenas.

Tras el concierto se invitóal público asistente a este actomilitar a un vino español en elcomedor del Acuartelamiento,donde se formuló en primer lugarel preceptivo brindis por el Rey.Seguidamente, el máximo respon-sable militar de nuevo tendría unaspalabras de agradecimiento paraaquellos que habían jurado lealtada la Bandera Española, en especiala los integrantes de la PolicíaMunicipal de Madrid y a la repre-sentación legionaria presente.

Cabe destacar el éxito deasistencia a este tipo de actos cívi-co-militares, reforzando así losvínculos de la ciudadanía con susFuerzas Armadas. Aun a pesar devivir en una sociedad – laOccidental – donde priman losvalores materiales por encima detodo, este tipo de gestos altruistas

de lealtad a la Nación y de reafir-mación por los miembros de lasociedad civil. De ahí que, porejemplo, cuando se entonó elhimno de la infantería, los civilespresentes cataran sus estrofasacompañando a los militares queformaban en la plaza de armas delacuartelamiento “General Caval-canti”. Un ejemplo vivo de que loemocional aun sobrevive por enci-ma del egoísmo material.

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Coronel Sánchez

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EL SITIO YEL SITIO YLALA

RENDICIÓNRENDICIÓNDE BREDA,DE BREDA,

1624-16251624-1625

Profesor Dr. D. Guillermo CallejaLeal

I. LOS ANTECEDENTES

Ambrosio de Spínola: de comer-ciante genovés a militar al servi-cio de España

Ambrosio de SpínolaDoria nació en Génova en 1569 yera miembro de una de las familiasmás poderosas de su ciudad, comotambién lo era la de los Doria, suprincipal rival. 1 Su padre se lla-maba Filipo de Spínola, marquésdel Sesto y Benefro, quien contabacon una renta anual de más de100.000 ducados; y su madrePolicena Doria, hija del príncipede Salerno.

Hijo primogénito, sucarácter era reflexivo y por tantomuy acorde para continuar conéxito los negocios familiares, aun-que el destino le depararía un futu-ro muy diferente. Aficionado alestudio, se dedicó a la lectura delos clásicos como cualquiermuchacho de su condición en suépoca; pero desde muy pronto se

sintió muy interesado por lasmatemáticas y sobre todo por lostratados militares, convirtiéndoseen un brillante estudioso y expertoen los dedicados al sitio y a la for-tificación.

En 1592, Ambrosio contra-jo matrimonio con JuanaBassadonna, transcurriendo suvida en una plácida y prósperamonotonía, tanto en lo familiarcomo en los negocios y en el estu-dio de los tratados militares. Perosucedió que a finales de siglo, los

Doria ganaron un pleito jurídico asu familia y se quedaron con elsuntuoso palacio que había sidopropiedad de sus antepasados. Talsuceso le llenó de amargura y seríalo que años después le empujaría aabandonar la vida conspirativagenovesa para buscar junto a suhermano Federico la gloria militarque les permitiera emular a la delos Doria, quienes aventajaban enello a los Spínola como destacadosalmirantes al servicio de la Coronade España.

Federico de Spínola erados años más joven que Ambrosio.Pero si éste había cumplido con lasexpectativas familiares al dedicar-se a los negocios, su madre nuncalogró que Federico entrara en lacarrera eclesiástica por su carácteraventurero y pendenciero. Porello, tras su breve paso porSalamanca, donde estudió Leyes,Federico marchó a luchar aFlandes hacia 1589 y permanecióallí a las órdenes de sucesivosgobernadores. 2

Hallándose en Flandes,Federico pudo percatarse del graveerror que se había cometido alabandonar el control de los maresa los holandeses, por lo que pre-sentó un elaborado plan a Felipe IIy luego a su hijo y sucesor FelipeIII, consistente en levantar unaflota capaz de bloquear el comer-cio enemigo holandés y las ayudasque recibía desde Inglaterra.Felipe III le adjudicó seis galerascon 1.000 soldados y dicha fuerza

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naval la empleó para practicar lapiratería contra los holandeses en1599. Tal fue su éxito, que obligóal enemigo a distraer gran parte desu armada para proteger su marinamercante y fue nombrado granalmirante.

Federico concibió un planbasado esencialmente en la con-quista de un puerto inglés, fortifi-carlo luego y desde allí estableceruna base desde donde podría aco-sar a los ingleses, apoyar a los disi-dentes católicos y dificultar elenvío de ayuda inglesa a los rebel-des flamencos. Pero aunque suplan fue muy celebrado por FelipeIII y su Real Consejo, la falta definanciación lo hizo completamen-te inviable; por ello en 1602Federico le pidió auxilio económi-co desde Flandes a su hermanoAmbrosio, entonces en Génova,para poder emprender su proyectode atacar Inglaterra.

Ambrosio de Spínola acep-tó la petición de su hermano ydesde entonces le quiso emular enla carrera militar. Muy poco des-pués envió a Felipe III su propues-ta, consistente en reclutar y pagarde su bolsillo los Tercios que nece-sitaba su hermano por una dura-ción de tres años, con la única con-dición de ponerse él mismo alfrente de estas tropas. Aunque lacompra del cargo de maestre decampo era muy mal vista en elEjército, su ofrecimiento tuvo queser aceptado por la enorme necesi-dad que tenía la Corona de hom-bres y de dinero.

En el mes de mayo de1602, los hermanos Spínolaemprendieron el viaje desde Milán

hacia Flandes al frente de 9.000soldados veteranos por el entoncesllamado Camino Español. Pero alllegar a su destino, el archiduqueAlberto de Austria, que era elgobernador de Flandes, se opuso alplan de atacar Inglaterra al consi-

derar que lo más urgente eraemplear tales tropas en la luchacontra los holandeses y reforzar elsitio de Ostende, que se había ini-ciado en julio de 1601.Desdeentonces las relaciones entre elgobernador de Flandes y losSpínola se hicieron muy tensas,aunque éstos contaban con elapoyo del Rey. Mas luego sucedie-ron dos acontecimientos que echa-ron por tierra el proyecto de atacarInglaterra: la muerte de Federico yla firma de la paz con Inglaterra.

En efecto, en la primaverade 1603, Federico de Spínolazarpó con sus galeras para enfren-tarse a una escuadra holandesa,cuando una bala de cañón le arran-có un brazo, provocándole ademásvarias heridas en la cara, y unahora después murió desangrado(26-05-1603). Tal circunstanciaimpidió la realización del proyec-

tado ataque a Inglaterra, ya queambos hermanos resultabanimprescindibles: Ambrosio al serquien lo financiaba y Federico porsu conocimiento de los mares. 3

Tras la muerte de Federico,Ambrosio decidió entonces no darmarcha atrás y se decidió por lacarrera de la Milicia, dando así unnuevo rumbo a su vida. Aunquemuy impresionado por el aciagofinal de su hermano, decidió pasara combatir a tierra, con lo que laArmada había perdido un buenalmirante, como lo era Federico,pero el Ejército con Ambrosioganó a unos de sus mejores gene-rales. En cuanto al mencionadoplan de Federico para atacar aInglaterra, tuvo asimismo que serparalizado debido al ascenso altrono inglés de Jacobo VI, unmonarca muy proclive a la paz conEspaña, que precisamente se fir-maría en la primavera de 1604.

Toda la Corte sintió la pér-dida de Federico de Spínola congran pesar e incluso Quevedo lecompuso un vibrante soneto:

Blandamente descansen,caminante,debajo de estos mármoleshelados,los huesos, en cenizas desata-dos,del Marte genovés siempretriunfante.No lo pises, no pases adelan-te,que es profanar despojos res-petados. Cuando no de la muerte, delos hados, que obligan a la fama que los

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Felipe III

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cante.

El rayo artificioso de la gue-rra,emula de virtud la diestraairada,en esta piedra a Federicoencierra;que la muerte en el plomo dis-frazada;no se la puede dar, en mar nitierra,sin favor de su mano y de suespada.

De la dirección del sitio deOstende al nombramiento deSpínola como general jefe delejército de Flandes (1603-1605)

Al cambiar la situación enel otoño de 1603, el Gobernadorde Flandes propuso a Spínola quese hiciera cargo del sitio de laplaza portuaria de Ostende, puestoque duraba más de dos años yhasta ese momento sólo habíasupuesto enormes gastos y bajas.Spínola meditó tal propuesta y trasinspeccionar personalmente lasobras del cerco decidió aceptarla,pero con dos condiciones: el con-trol de la financiación del sitio y elmando exclusivo de las fuerzassitiadoras.

Una vez nombrado jefe delas fuerzas de sitio de Ostende,bajo su mando las operacionescobraron nuevos bríos. Spínola sedejaba ver constantemente en pri-mera línea y se interesaba perso-nalmente por los soldados.Además se ocupó de que se lespagara puntualmente y de que seles alimentase, para lo que adelan-

tó de su bolsillo dos millones deducados. Sin embargo pronto sedio cuenta de que si no bloqueabael acceso por mar al puerto deOstende su conquista resultaríaimposible, por lo que ordenólevantar diques que impidieran elatraque de los barcos enemigos.

Ante el avance del cerco,los 8.000 defensores (la mitad eranmercenarios ingleses) comenzarona sentirse amenazados. Entoncesel caudillo holandés Mauricio deNassau decidió contraatacar y enabril de 1604 lanzó su ejército asitiar el cercano puerto de LaEsclusa, que se rindió a las pocassemanas. Ello hizo aún más apre-miante la necesidad de tomarOstende, lo que Spínola logrómeses después (22-09-1604) trasduros asaltos que redujeron losefectivos de los defensores amenos de la mitad.

Pero el éxito militar nopudo ocultar el desastre que habíasupuesto el sitio de Ostende, pues-to que había durado tres años y lasbajas de los sitiadores habíansuperado los 40.000 hombres;aunque por otra parte, la toma dela plaza era la primera noticiapositiva para España en muchosaños. En cuanto a Spínola, elgobernador de Flandes apreció suscualidades militares y rogó al Reyque impidiera su retiro a Génova.

Spínola visitó la Corte,entonces en Valladolid, y fue col-mado de honores y recompensas.Fue entonces cuando retomó partede los planes de su difunto herma-no Federico y expuso al Rey lanecesidad de emprender una ofen-siva por mar, mientras en tierra se

creaban dos ejércitos: uno destina-do a la defensa del territorio y otroa la ofensiva sobre Holanda. Sibien Spínola pidió ser nombradogeneral en jefe de todas las fuerzasen Flandes, su solicitud provocóno pocos recelos entre los vetera-nos militares; aunque en la prima-vera de 1605, poco antes de ini-ciarse las operaciones, recibió elnombramiento de maestre decampo general que le confería elmando absoluto de los Tercios deFlandes y por tanto la dirección dela guerra con los holandeses(1605-1606).

Spínola, general jefe del ejércitode Flandes

A comenzar el verano de1605, llegaron los refuerzos pro-metidos y, tras amagar ataquescontra varias ciudades, penetró enAlemania por el valle del Rhin yde ahí se lanzó contra Holandatomando las ciudades de Oldensel,

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Mauricio de Nassau

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Linghen y Wachtendok. Luego, a principios del año

siguiente, regresó a España paraexigir nuevos envíos de tropas ydinero. 4 Estimó que para acome-ter una nueva ofensiva con éxitoserían necesarios 300.000 ducadosmensuales. La Corte estuvo deacuerdo, pero como el dinero nollegaba, se vio forzado a tener queempeñarse para poder adelantartan elevada suma.

De vuelta a Flandes, enabril, Spínola llevaba consigo unaorden secreta: tras invadirHolanda, tendría que intentar elnegociar la paz con el enemigo,aunque siempre dando la intenciónde no desearla. En efecto, lamonarquía española era conscientede los enormes esfuerzos financie-ros que conllevaba la guerra y dela imposibilidad de asumirlos; portanto, una tregua sería muy bienrecibida y como una bendición,aunque naturalmente el Rey deEspaña, por cuestión de honor y deprincipios, debía de aparentar queaspiraba a la victoria total. De ahíque Spínola recibiera la orden delograr esa cuadratura del círculo.

Pero la campaña militar deese verano no resultaba nada fácil,ya que el enemigo había levantadouna importante red de fuertes quebloqueaban las vías de invasión,por lo que los avances eran muchomenores. Además, los motines ylas deserciones por falta de dinerovolvían a dar el traste con los pla-nes ofensivos, por lo que el gene-ral genovés se vio precisado ainsistir en la necesidad de recibirrecursos para proseguir la guerra.

A principios de 1607, antela paralización forzosa de las ope-raciones militares, algunos secto-res de la Corte recomendaron ensecreto el abandonar la guerra,pues iba mal en tierra y la Armadaholandesa batía a la española entodos los mares. Ese mismo año laReal Hacienda volvió a declarar labancarrota y Spínola se sumó albando los partidarios que pedían lapaz, en el que estaba el propioarchiduque Don Fernando, gober-nador de Flandes. Spínola no sóloera consciente de que resultabaimposible continuar la guerra entales condiciones, sino que ade-más, de no cesar las hostilidades,perdería por completo su prestigioy los millones de ducados que leadeudaban.

En la primavera, elGobernador de Flandes logró porfin el deseado armisticio para enta-blar las conversaciones. Aquelcese de hostilidades fue bien reci-

bido en la corte española; peromuy pronto los rivales de Spínola,quienes se habían visto desplaza-dos con su ascenso, aprovecharonsu firme postura pacifista para cri-ticarle. Pese a todo, lo cierto eraque la situación militar de Españaen Flandes era desastrosa y sólo lapaz podía poner remedio.

La Tregua de los Doce Años(1609-1621)

Las conversaciones explo-ratorias fueron muy complicadas,pues también en Holanda se habíaproducido la división entre elbando de los partidarios de la gue-rra y el de los de la paz, aunque alfinal prevalecería la posición delsegundo de ellos.

Mientras tanto, en 1607,Spínola salió nuevamente a cam-paña para ayudar en nombre deEspaña al príncipe palatino católi-co que disputaba al propio mar-qués de Brandeburgo (protestantey auxiliado por Mauricio deNassau) su marquesado. En reali-dad, se trató de una campaña mili-tar un tanto curiosa puesto que, poruna parte, tanto Nassau comoSpínola evitaban por encima detodo el hostilizarse para no que-brantar el armisticio y permitir laviabilidad de una tregua; y porotra, ambos acometían las plazasque hallaban a su paso, apoderán-dose de ellas sin apenas resisten-cia, y repartiéndose el país deforma incruenta. Así, Wessel,Orsoy y otras villas y ciudadespasaron al poder español.

En febrero de 1608, se ini-ciaron las negociaciones oficiales

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Archiduque Don Fernando

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en La Haya, con Ambrosio deSpínola como principal delegadode la parte española. A las mismaspuertas de la ciudad le fue a recibirsu principal enemigo, el caudilloholandés Mauricio de Nassau,quien se dirigió a él cortésmenteen italiano y él le respondió en ale-mán. Acto seguido, ambos com-partieron el carruaje y Spínola fuealojado en un suntuoso palacio quedecoró con los muebles, tapices yel abundante ajuar que acarreabaconsigo; y además, dispuso unahabitación con los objetos de cultoque también llevaba, para que allíse oficiara misa dos veces al día.

Las conversaciones fueronduras y se prolongaron durantemeses hasta febrero de 1609.Luego, en julio, Felipe III ratificóel acuerdo alcanzado y que resul-taba un tanto humillante paraEspaña, aunque se quiso disimularcon una ambigua redacción: sedaba libertad de comercio aHolanda por todos los mares, sereconocía de facto su independen-cia y los católicos que allí vivíanno obtendrían ninguna mejora.Aunque, pese a todo, la treguatuvo también su parte positiva paraEspaña en Flandes, en cuanto aque redujo su Ejército, los gastosdisminuyeron de forma notable yse procedió a la necesaria restaura-ción y ampliación de las fortifica-ciones.

Aprovechando la paz,Spínola solicitó permiso alGobernador de Flandes para regre-sar a Génova para gestionar susgraves problemas financieros,pero se lo denegó argumentandoque debía supervisar la reorganiza-

ción militar. A finales de 1609, Spínola

se vio envuelto en un escándalo deuna enorme gravedad y que estuvoa punto de ocasionar la guerraentre Francia y España. Resultóque Enrique de Borbón, príncipede Condé, huyó a Bruselas enbusca de refugio junto a su esposaCarlota, de quince años de edad, yallí solicitó protección alGobernador y a Spínola por lasamenazas y a la persecución quesufrían por parte del viejo monar-ca Enrique IV de Francia, empeña-do en mantener relaciones íntimascon la joven.

La obtención de asilo delos Príncipes de Condé enBruselas vino a aumentar la cre-ciente tensión que existía en lasrelaciones hispano-francesas.Francia y España aspiraban a con-trolar los ducados alemanes deCleves y Jülich, fronterizos conFlandes, y ante la muerte de sutitular sin heredero, podían caer enmanos de los príncipes protestan-tes. Mientras que España rechaza-

ba tal posibilidad, Francia apoyabaa los candidatos luteranos.

Tras las gestiones infruc-tuosas de Enrique IV para queregresara el Príncipe de Condé ysu esposa, ordenó su secuestro asus espías de Bruselas, peroSpínola y sus hombres descubrie-ron el plan francés y lo abortaron.El rey francés, ciego de ira, ame-nazó con declarar la guerra aEspaña y Spínola tuvo que organi-zar un ejército de 10.000 hombresen Namur, junto a la frontera fran-cesa. Mas luego, en mayo de 1610,Enrique IV fue asesinado y talsuceso puso fin al conflicto.

Spínola viajó a España en1611, donde fue colmado de hono-res y pudo ver en Madrid a sushijos, que desde hacía cuatro añosrecibían allí educación. Al primo-génito, Felipe, lo envió a Génovapara que gestionase los negocios ylos asuntos familiares; su segundohijo, Agustín, seguiría la carreraeclesiástica y años después alcan-zaría el cardenalato y sería arzo-bispo en varias diócesis españolas;y su hija Policena, se casaría pocodespués con el Marqués deLeganés.

Durante su estancia en laCorte, Spínola intentó activar ladevolución de los millones deducados que había prestado a laCorona de España. Luego, en suviaje de regreso a Flandes, pasópor Versalles y fue recibido por elnuevo rey Luis XIII, por entoncesun niño enfermizo y tartamudo; yluego, una vez en Bruselas, sededicó a instruir al ejército y man-tenerlo en buen estado. 5

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Principe de Condé

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En 1613 fue enviado comoembajador a Praga, para felicitar alnuevo emperador Matías; aunqueen realidad la misión principal desu viaje era pactar una alianza quepermitiera el control católico delaún disputado Ducado de Cleves,en Alemania, que se hallaba ocu-pado por protestantes holandeses yalemanes. Para ello, y con el fin deno romper la tregua entre España yHolanda, el Imperio tendría quedeclarar la guerra, aunque precisa-mente fuera Spínola quien seencargara de atacar con sus tropas.Así se hizo y en 1614 invadió elDucado en nombre del Emperador.Primero marchó contra Aquisgrán,que se rindió tras varios días deasedio; luego prosiguió su campa-ña relámpago apoderándose demás de la mitad del Ducado; ymeses después, dio por terminadoel conflicto, quedando el territorioducal dividido en dos zonas.

Un año más tarde, en 1615,Spínola se enteró por carta que sumujer Juana Bassadonna habíafallecido en Génova; y golpeadopor el dolor de su muerte, se retiróunas semanas a la abadía deBrunendal, cerca de Bruselas. Trassu retiro, regresó a Bruselas ypudo comprobar con amarguracuál era su situación financiera:seguía sin dinero, la RealHacienda no le devolvía los millo-nes de ducados que le adeudaba dela última campaña de Flandes nitampoco los sucesivos préstamosque había hecho, no se le pagabacon regularidad, y lo peor de todo,se veía obligado a seguir desem-bolsando nuevas y continuas canti-dades. Por todo ello, creyendo que

se le trataba con mucha ingratitud,escribió varias veces al Rey muydolido; pero lejos de resolverse susituación económica, sus relacio-nes con la Corte fueron haciéndo-se cada vez más tensas.

II. SITIO Y RENDICIÓN DEBREDA

Reanudación de la guerra enFlandes

En 1618 estalló la Guerrade los Treinta Años. Aunque se tra-taba de un conflicto surgido en elseno del Imperio, España lo apoyódesde el comienzo para obtener elcontrol de Alsacia, territorioimprescindible para mantener elCamino Español desde Italia hastaFlandes, ya que cada vez estabamás estrangulado por Francia. Enel propio marco del conflicto,Spínola invadió el Palatinado alfrente de entre 25.000 y 30.000hombres en 1620. Luego, tras cru-zar el Rhin, simuló que pretendía

atacar Francfort, pero giró brusca-mente con sus tropas haciaMaguncia y a principios de sep-tiembre ya había tomado la mayorparte de las ciudades que domina-ban el río.

Felipe IV subió al trono en1621, a los dieciséis años de edad.Al mismo tiempo, expiraba laTregua de los Doce Años conHolanda y había que decidir entredos opciones: mantenerla o reanu-dar la guerra. En realidad, desdenuestra perspectiva actual, lo razo-nable era mantener la tregua ycontinuar la guerra suponía ungrave error que podríamos califi-car como un verdadero disparatepor muchas razones: los escasosrecursos que disponía España; suacusado descenso en población,productividad y recursos proce-dentes de América (especialmenteen metales preciosos); y los enor-mes esfuerzos que se estabanempleando en la Guerra de losTreinta Años y en otros conflictos

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bélicos del norte de Italia. Contodo, se dio la circunstancia de queentonces sólo se valoró que lacompetencia de los holandeses enel comercio ultramarino había sidonefasta para España y por tanto, siHolanda no renunciaba a sus pre-tensiones comerciales (algoimpensable) se volvería a la gue-rra. Eso fue lo que ocurrió.

Tanto el Gobernador deFlandes, el archiduque Alberto,como Spínola, eran contrarios a lareanudación de las hostilidadespor su convencimiento de queresultaba imposible una victoriarotunda contra los protestantesholandeses. Además, ambos sabí-an perfectamente que aquellosdoce años de tregua concluidoshabían sido empleados en mejorarde forma muy considerable la for-tificación de todas las ciudades deFlandes; de ahí que intentar tomar-las supondría numerosos sacrifi-cios y sitios muy prolongados conla consiguiente enorme pérdida de

efectivos materiales y humanos.Así lo advirtió Spínola a la Corte,insistiendo en que sólo podría con-quistarse una o dos ciudades enuna campaña como mucho. Perotales sensatas opiniones del geno-vés fueron desoídas por Gaspar deGuzmán y Pimentel, duque deSanlúcar la Mayor y más conocidocomo el Conde-Duque deOlivares, que era el nuevo validodel joven rey y se sentía embarga-do por un desbordante optimismorespecto a las capacidades quetenía España.

Por entonces falleció elarchiduque Alberto, lo que convir-tió a su viuda, Isabel ClaraEugenia, en la nueva autoridad delFlandes español, por no existirdescendencia y por decisión real.Nada más asumir el poder, nombróa Spínola su principal consejero entemas políticos, cargo al que seunió la jefatura militar.

A finales de ese verano de1621 se reanudaron las hostilida-des, con el objetivo de lograr unapaz mucho más favorable en tér-minos comerciales. El generalSpínola tomó la iniciativa inva-diendo Holanda, pero lo difícilconsistía en lanzarse contra unaciudad sin dar tiempo a que susdefensores pudieran reforzarla; loque requería una gran habilidad ycapacidad de engaño, virtudes delas que él estaba muy sobrado. Así,supo sorprender a la guarnición deJülich y entabló un cerco en todaregla, pese a que para conseguir eléxito resultaba necesario mantenerel sitio en invierno. Tras neutrali-zar los contraataques enemigos,

Spínola logró rendir la plaza enfebrero de 1622 y aunque en reali-dad se trataba de una única ciudad,el éxito de tal victoria le valió elreconocimiento de la Corte y delRey, quien poco antes, el 17 dediciembre de 1621 le había conce-dido el título de Marqués de losBalbases con Grandeza de España6 y con el que firmaría a partir deentonces.

En el verano de aquel año,la suerte no acompañó a Spínolaporque su ejército se vio reducidoa la mitad de sus efectivos por lasenfermedades, los motines y lasdeserciones. Así, como contrapun-to al éxito de la toma de Jülich, elejército español de Spínola pusositio a Bergen-op Zoom y fracasóde forma contundente al ser ataca-do por las tropas de Mansfeld y deNassau; aunque también se podríadestacar que el genovés dirigiócon tanta habilidad la retirada quealgunos de sus biógrafos llegaronincluso a calificarla como laacción más gloriosa de su brillantey larga carrera militar. 7 Pero, pesea todo, sus enemigos supieronexplotar este revés y estuvo apunto de caer en desgracia de nohaber sido por la intervención per-sonal del Conde-Duque deOlivares a su favor, quien le man-tuvo en el mando del ejército espa-ñol de Flandes.

Por otra parte, el fracaso deBergen-op Zoom y la importantepérdida de efectivos del ejército deFlandes no impidieron el que seprodujera una mayor actividad dela guerra por mar mediante dosflotillas con base en Dunkerke y

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Conde Duque Olivares

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en Ostende, que lograron obstacu-lizar seriamente el comercioholandés, y el que las tropas holan-desas continuaran sometidas a unafuerte presión durante los dos añossiguientes.

La guerra prosiguió en1623 con escasos avances y unenorme desgaste por ambos ban-dos contendientes, aunque máspara España por ser la que atacaba,tal como lo había previsto el pro-pio Spínola. Este estancamientocausó un profundo malestar en laCorte, pues veía con gran desagra-do como los metales preciososvenidos de América se gastaban enFlandes sin ningún resultado, ytambién a él mismo al darse cuen-ta cómo su prestigio militar ibamenguando.

Breda: una plaza dotada de uncomplejo sistema defensivo

Olivares alardeaba de serél quien dirigía personalmente laguerra de Flandes desde su propiodespacho, para lo que había dadotoda su confianza a Spínola. Suestrategia se basaba en lograr unéxito rotundo en Flandes paraluego intentar firmar una paz ven-tajosa para España, y para ello ele-girá Breda en la primavera de1624.

La plaza de Breda habíacaído en manos españolas y holan-desas sucesivamente desde 1567,estaba en manos enemigas desde1590 y poseía unas poderosasdefensas. Conviene advertir quesegún cuenta una leyenda muyconocida y repetida en los manua-les de historia, Spínola recibió un

mensaje escrito por el propio reyFelipe IV con la siguiente orden:“Marqués, tomad Breda”; pero setrata de una leyenda muy lejana ala realidad histórica. En primerlugar, debido a que fue el propiogenovés quien tomó la decisión detomar Breda con el firme apoyo dedoña Isabel Clara Eugenia, gober-nadora de Flandes y lo hizo encontra del parecer de otros genera-les; en segundo lugar, porque lanoticia llegó a Madrid cuando elsitio ya se había iniciado y por ellocausó una gran sorpresa; y en ter-cer lugar, porque en aquella épocaresulta absolutamente impensableque el propio Monarca escribierauna orden a un general.

En aquella época, el com-plejo sistema defensivo de Bredaestaba considerado como un ejem-plo modélico de fortificación parainstruir a los oficiales holandeses yextranjeros en la lucha. El Rvdo. P.Hugo Hermann, jesuita y capellánde Spínola, uno de los testigos pre-senciales del asedio y de la rendi-ción de Breda, nos ha dejado esta

magnífica descripción de dichaplaza:

“La figura desta plazafuera triangular, si el castillofabricado en los muros, no se alar-gara algo hacia el un lado, losportales, las galerías con suscolumnas, las calles y amenidadde sus jardines hacen que se juz-gue con dificultad si es más her-mosa o más fuerte. Las murallasde la villa no son de ladrillo, sinode tierra; las puertas una en cadaesquina del lugar, demás de otra,por do salen del castillo, cuyascortinas y las de la villa se susten-tan con 15 baluartes, bien proveí-dos de artillería con algunos moli-nos de viento. Hay dos platafor-mas para tirar a lo largo; tienenbaxos, que sirven como de retira-da. Cerca la parte inferior otracerca de espinos, que cerrándoseentre sí la fortifican, y cubren laarcabucería. No son igualmenteanchos los fosos, tienen donde más150 pasos, por donde menos, 70.Los tres se juntan con la murallapor los puentes de las puertas y

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por otros dos se llevan los diquescon que se dividen en el foso lasaguas de entrambos ríos. Vense enella cinco fortificaciones en frentede las cuatro puertas de la villa ycastillo, con horbeques, rebellinesy baluartes. Todos estos reparos dedentro y fuera están en tan buenadisposición y correspondencia,que de los lados y de arriba, sedefienden unos a otros.Finalmente todo el contorno es talo por naturaleza o por arte, que enmuchas partes es inaccesible porlos pantanos o porque de improvi-so se puede empantanar”. 8

El excelente plan de asedio deSpínola

Tras disimular sus verda-deras intenciones, Spínola marchóhacia Breda en la madrugada deldía 28 de agosto de 1624 con sus18.000 hombres y llegó aGinneken, a unos diez kilómetrosal Sur de la ciudad de Breda y ellugar más elevado de los alrededo-res. Allí supo por sus espías que laguarnición enemiga ascendía a7.000 hombres, comandados porsu gobernador Justino de Nassau,hermano de Mauricio. Luego, aldía siguiente, Spínola comenzó atrazar el plano de las obras de ase-dio desde lo alto de un campana-rio, que se iniciaron con la cons-trucción de los fuertes y de los

cuarteles que debían rodear el ase-dio, junto a las villas de Terheiden,Teteringen, Hage y Prinsenhage,las cuales quedaron al mando delos generales de Spínola: el condeEnrique de Bergh, el conde deBalançon, Paolo Baglioni, CarloRoma, el conde de Ysenburg, elbarón de Beauvois y Juan deNassau.

A continuación se procedióa trazar la circunvalación fortifica-da que unía todos los fuertes yreductos, empleando un dique de20 pies de ancho y 6 pies de altodesde Ginneken a Prinsenhage,con un puente reforzado sobre elrío Mark, que era donde se encon-traba el tercio del maestre de

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campo Tisdorf. La línea de contra-valación iba desde las GrandesDunas por el pólder Vucht, elDique Negro y el camino deTeterin hasta los Montes de Arenay el río Mark, y por el puente sobreel río Aa, a través del camino deLa Haya, hasta el río Emer. Elextremo inferior del Dique Negroestaba unido al castillo de Bredapor medio de una avenida que lle-vaba a Het Speelhuis, la casa decampo del príncipe de Orange.

En diecisiete días, traba-jando con turnos de día y denoche, Spínola logró que su ejérci-to concluyera la doble línea fortifi-cada que estaba protegida por 96reductos, 37 fortines y 45 baterías.En definitiva, todo un verdaderolaberinto de fosos, parapetos ytrincheras que tenía por finalidadel impedir la salida de los defenso-res y que también permitía la posi-bilidad de inundar artificialmenteel terreno para evitar la llegada delos refuerzos que preparaba el

príncipe Mauricio de Nassau. El asedio tuvo una dura-

ción de nueve meses y Spínola dis-puso el que hubiera una caravanade 400 carros que se encargara deabastecer diariamente a sus tropas.Por otra parte, resulta muy oportu-no destacar que la fama de Spínolacomo ingeniero militar era enton-ces tan grande que el asedio deBreda se hizo muy popular y contócon la visita de numerosos obser-vadores extranjeros que pudieroncontemplar con admiración lasaparatosas fortificaciones de losatacantes y de los defensores.Entre los visitantes extranjerosilustres merece citarse a LadislaoSegismundo, rey de Polonia, cuyapresencia provocó que atacantes ydefensores pactaran una tregua decuatro días, con el fin de quepudiera recorrer sin peligro yobservar con detalle todas lasobras. Además, existe una leyendasobre la supuesta visita que hizoDescartes y algunos historiadores

de la época aseguraron que elDuque de Baviera informó aSpínola que en algunas corteseuropeas se estaban haciendoapuestas sobre el éxito o el fracasode su plan de asedio, siendo lamayoría de las apuestas en su con-tra.

Pero lo cierto es que hastaen Madrid se desconfiaba del ase-dio de Breda y sólo el apoyo de laGobernadora pudo impedir queSpínola recibiera la orden delevantar el cerco. Tal desconfianzaen el éxito de Spínola era compar-tida por los holandeses y elloexplica el que Mauricio de Nassaucreyera al principio que resultabainoportuno enviar refuerzos aBreda al considerarla como unaplaza inexpugnable. Sin embargo,el caudillo holandés cambió deparecer unas semanas después y sedirigió hacia allí al frente de sustropas; aunque luego, cuandoSpínola quiso presentar batalla,ordenó retirada por temer a caerderrotado y que la victoria españo-la resultara fatal para la suerte deBreda.

Durante el invierno prosi-guió el sitio, como asimismo losbombardeos y las labores de zapa.Las tropas españolas tuvieron quesoportar unas condiciones climáti-cas extremadamente duras, pero lafalta de provisiones y la evidenciade que no llegarían socorroscomenzaron a hacer mella en lamoral de los defensores. En unintento desesperado, los holande-ses desviaron el cauce de un ríopara inundar el campamento sitia-dor, pero los españoles respondie-ron tal acción levantando diques

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de contención con los quelograron desviar las aguas.Tras fracasar con dichointento, los defensores tra-taron de expulsar de laplaza a un millar de perso-nas no aptas para la lucha,entre ancianos y niños,puesto que resultaban seruna carga inútil; peroSpínola se opuso y losdevolvió a la ciudad.

En abril de 1625,el príncipe Mauricio deNassau fracasó en unnuevo intento de socorrer Breda ymurió unos días después. Por sifueran pocas tales contrariedadespara los defensores, su situación sehizo cada vez más crítica duranteel asedio por la escasez de provi-siones. Finalmente, tras nuevemeses de asedio los defensores ylos no combatientes fueron presasdel hambre, por lo que se decidióhacer un último intento con uncapitán inglés que dirigió unaferoz salida por sorpresa al frentede los quinientos soldados quehalló en mejores condiciones paraluchar. Aquellos valientes solda-dos holandeses que combatían a ladesesperada, lograron destrozarlas líneas atacantes, pero luegosucedió que los sitiadores recibie-ron refuerzos y aquella formidablesalida resultó inútil por completo.Ante el fracaso, el gobernadorJustino de Nassau decidió darlotodo por perdido y el 31 de mayoinició las conversaciones previas ala rendición de la plaza.

La rendición de Breda

Pero si bien los defensoresde la guarnición holandesa deBreda no podían soportar por mástiempo el sitio por falta de víveres,los atacantes españoles tampocohubieran podido continuar comba-tiendo por mucho tiempo al encon-trarse agotados. Ante las condicio-nes en que se hallaba su propioejército, Spínola quiso llegar a unacuerdo cuanto antes y por ello semostró muy generoso con el ene-migo, que se rindió el 2 de junio de1625. 9

Tres días después, el 5 dejunio, los 3.500 hombres de laguarnición superviviente salieronde la plaza en muy lamentablescondiciones y lo hicieron con susarmas, sus banderas desplegadas,sus resonantes tambores y susbagajes. Justino de Nassau, acom-pañado de sus oficiales y autorida-des, se dirigió a la tienda de cam-paña del general genovés, quien lerecibió con sus mejores galas yaceptó su rendición. Tal como hanseñalado los testigos, dicho acto derendición no tuvo lugar al airelibre como hoy podemos apreciar

en el lienzo velazqueñoque se conserva en elMuseo del Prado. El men-cionado capellán deSpínola, testigo de la ren-dición de la plaza deBreda, nos ha dejado lasiguiente descripción:

“Defendió elMarqués, que ni aún bur-lándose, como suelen lossoldados, si dixesse algoa alguno de los que salie-sen, juzgando que debíausar modestamente de la

Victoria. Guiaba la vanguardia lacompañía de caballos deBergagne, otra venía de retaguar-dia, apenas se veía alguno, assí seles habían acabado. Venía enmedio de la infantería, y entre ellaJustino a caballo. Cada coronel ycapitán iba delante de su regi-miento o compañía. Llevaban lasbanderas tendidas, tocaban lascaxas, juntáronse al pie de tres milinfantes, porque a los enfermostrayan en las barcas. Gentil tropade verdad, ahora se considerassenlas personas o las armas, que res-plandecían más que las de losnuestros, porque estuvieron mejory más largamente alojados y amejor fuego, y no les había faltadopan hasta el día que salieron. ElMarqués acompañado de la noble-za ilustre vía victorioso la pompahonrosíssima de su triumpho,saludando cortésmente a cada unode los capitanes que passaban, yen particular al gobernadorNassau, venerable por sus canas,a su muger e hijos volviendo ellosa saludarle con semblante y pala-bras que declaraban su constan-

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cia, inclinaron modestamente lasbanderas. No se oyó ninguna vozafrentosa de parte a parte, calla-dos se sonreían”. 10

La noticia de la toma deBreda fue recibida en Bruselas yen Madrid con gran júbilo, dandolugar a banquetes y festejos paracelebrar la victoria sobre losholandeses protestantes, comotambién a misas y peregrinacionesen acción de gracias. Días des-pués, la Gobernadora hizo suentrada triunfal en Breda en mediode fuegos de artificio que fueroncosteados por el propio Spínola,como siempre le ocurría.

Aquel año 1625, Felipe IVquiso recompensarle con el cargode Comendador Mayor de Castillay Spínola le contestó expresandosu agradecimiento por tan altamerced que le hacía, aunque apro-vechó la ocasión para manifestarlecon la mayor sinceridad que prefe-ría una compensación económicapor el estado de ruina en que sehallaba. Sucedió que como dichotítulo lo había empeñado el Duquede Lerma (el anterior valido) porun período de doce años, el cargono le reportaría beneficio econó-mico alguno hasta que no expirarael plazo.

Después de Breda: La Guerra deMantua y los últimos días deSpínola

Entre 1605 y 1627, Am-brosio de Spínola cumplió unpapel político, militar y financieromuy difícil y que pocos generales

se hallaron en condiciones de des-empeñar dentro de los PaísesBajos meridionales. En cuanto a larendición de Breda, no sólo fue suúltima victoria importante, sinoque, junto con Ostende, fueron lasdos últimas victorias españolasrelevantes durante la segundamitad de la Guerra de Flandes.Aunque en realidad sus conse-cuencias estratégicas fueronmucho menores de lo esperado porlos éxitos progresivos que obten-drá la contraofensiva holandesabajo la dirección del príncipeFederico Enrique de Orange, suce-sor de Mauricio de Nassau, en lassiguientes campañas militares.

Hasta 1627, último año deSpínola como Mariscal de CampoGeneral del ejército de Flandes,apenas hubo batallas de considera-ción en dicha región y los frentespermanecieron estáticos. Ese añovolvió a faltar el dinero y se pro-dujeron motines, siendo el geno-vés acusado de nuevo de inoperan-te y de mal administrador; y mien-tras tanto, los holandeses atacaron

y tomaron Groll. La situación sehabía tornado tan grave, queSpínola solicitó permiso paraexponerla en la Corte.

En enero de 1628 partió deBruselas para no volver jamás.Tenía 59 años de edad y con éliban su hijo Felipe y su yerno elMarqués de Leganés. De camino,al pasar por Francia, asesoró alCardenal Richelieu sobre lasobras del sitio de La Rochela, quese hallaba entonces en manos pro-testantes. Al llegar a Madrid seorganizaron fiestas en su honor ytodo fueron agasajos, e incluso elpropio Felipe IV le distinguióhaciéndole el honor nada habitualde ir a visitarle a su propio domici-lio.

Días después se debatió lasituación de Flandes en el Consejode Estado y Spínola sostuvo queresultaba imposible continuar laguerra sin dinero y sin que se cre-ara una armada que combatieracon eficacia a los holandeses pormar, por lo que el genovés propu-

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so una tregua con Holanda; ya que,en caso contrario, aseguraba que laderrota estaba asegurada. AlConde-Duque de Olivares no legustó en absoluto los razonamien-tos y la sinceridad de Spínola, porlo que le replicó que en Flandes sepodía hacer mucho más de todocuanto se había hecho hasta enton-ces, le acusó de derrotista y leordenó regresar de inmediato aFlandes.

Nuestro general genovés sesintió injustamente maltratado porel valido del Rey, por lo que cayóenfermo de depresión y se negó aobedecer en aquellas condiciones.Debido a su actitud de abierta des-obediencia, Olivares se encolerizóy quiso castigarlo de forma ejem-plar; pero intervino Felipe IV,quien aceptó que permaneciera enla Corte, aunque sin empleo algu-no.

Aquel mismo año 1628estalló en el norte de Italia laGuerra de Sucesión de Mantua,provocada por la disputa existentepor dicho Condado entre los doscandidatos que lo reclamaban: elnuevo Duque de Mantua, apoyadopor Francia; y el otro, por España.La guerra iba mal para España enItalia, a donde se enviaron allí losrecursos destinados a Flandes; yen consecuencia, los holandesescosecharon importantes victorias.

El Conde-Duque creyó quelo más oportuno era recurrir aSpínola, quien en julio de 1629 fuenombrado Gobernador de Milán ygeneral en jefe de los ejércitos deItalia, aunque le ordenó que, cuan-do le fuera posible, cediera elmando y partiera con la mayor

urgencia a Flandes para buscar portodos los medios la paz conHolanda. A nuestro entender, talesnombramientos podrían muy bienconsiderarse como una forma dedesagravio hacia Spínola por partedel Rey, puesto que iban acompa-ñados de una recompensa econó-mica. Para el genovés, aquellaguerra era otro dislate de Olivares,pero acató sus órdenes.

En septiembre Spínolallegó por mar a Génova. Luego, encoordinación con el ejército impe-rial, entró en el Monferrato, seapoderó de las plazas de Niza de laPalla, Vigual, Ponzone,Pontdestura y Resignano, y sitióCasale, a orillas del Po, que estabaen manos de los franceses.Mientras tanto, los imperialesponían cerco a Mantua.

Una vez ocupado elDucado de Milán y cercado Casaleen 1630, los franceses contraataca-ron y comenzaron a surgir diferen-cias entre el genovés y el generalaustriaco, insinuando éste últimoque Spínola estaba realizando tra-tos secretos con Richelieu. El sitiode Casale resultaría largo y costo-so, puesto que era una de las pla-zas más fuertes de Europa y sudefensor, el general francés Toiras,era uno de los mejores militares deaquella época. Allí en el cerco deCasale, sitiadores y sitiados pasa-ron grandes calamidades y tuvie-ron lugar muy duros combates,hasta que el 4 de septiembre,Spínola y Toiras ajustaron una sus-pensión de armas basada en que elfrancés entregaría la plaza si antesdel 31 de octubre no había recibi-do refuerzos.

Pero si Spínola conducíacon éxito su campaña militar enItalia, el Conde-Duque de Olivaresle destituyó durante el sitio deCasale. Ya por entonces era unhombre que había enfermado degravedad 11 a causa de todo unconjunto de contrariedades: lasdifamaciones y calumnias delgeneral austriaco; las intrigas delos generales alemanes, celosos desu gloria militar; la ingratitud delrey Felipe IV; las torpezas políti-cas que se cometían; las guerrasinútiles en las que estaba inmersaEspaña; el rencor de Olivares, queno le perdonaba los anterioresenfrentamientos que habían teni-do; el abandono de los ministrosde Felipe IV, a quienes inútilmentepedía continuamente refuerzos; lafuerte epidemia de peste que diez-maba a sus tropas; y para colmo demales, la supuesta falta de valentíade su propio hijo Felipe, que fue loque finalmente terminaría con él.

Sucedió que su hijo, queestaba al mando de una unidad deCaballería con la misión de defen-der un puente, huyó al verse inca-paz de defenderlo ante el ataque delos franceses. Al enterarse de estesuceso, Spínola preguntó si su hijohabía caído muerto, herido o pri-sionero, y se le contestó que habíalogrado escapar y ponerse a salvo.Para él, la huida de Felipe suponíaun gran deshonor, lo que le hizoperder el juicio y se quedó sinhabla.

Ambrosio Spínola Doria,marqués del Sesto y de Benefro,de los Balbases y de SantaSeverina, Grande de España,

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Comendador Mayor de Castilla yCaballero de la Orden del Toisónde Oro, tras ser relevado de suscargos por orden de del Conde-Duque de Olivares, completamen-te hundido física y psicológica-mente, marchó a su castillo deCastelnuevo de Scrivia para pasarallí el resto de sus días.Finalmente, el 25 de septiembre de1630, sus últimas palabras, llenasde amargura, vinieron a expresarlas ideas que bullían en su menteenferma: iba a morir con deshonory sin reputación, que eran todocuanto podía quedarle, ya que elhaber servido a la Corona deEspaña con valor, lealtad y espíri-tu de sacrificio le había conducidoa su ruina económica. Luego expi-ró.

III. VELÁZQUEZ Y SU CUA-DRO DE LA RENDICIÓN DEBREDA

La toma o la liberación dela plaza de Breda tuvo una enormeimportancia, tanto para los holan-deses como para los españoles, yaque se trataba de una ciudad esen-cial en el territorio de Brabante ymuy emblemática para la tradiciónpatrimonial de la Casa de Orange.Por ello, si la rendición de Bredatuvo lugar el día 2 de junio de1625, el momento de la salida dela vencida guarnición holandesa,que tuvo lugar tres días después,constituyó en ese sentido una esce-na de una relevante importancia ennuestra Historia Militar. Fueentonces cuando se produjo elmemorable encuentro entre el vic-torioso maestre de campo general

del ejército español de Flandes,Ambrosio de Spínola, y el gober-nador de la plaza Justino deNassau, que fue fuente de inspira-ción artística para Pedro Calderónde la Barca en su drama “La ren-dición de Bredá” y también paraDiego de Velázquez y Silva en sucuadro que lleva el mismo títuloque dicho drama calderoniano,aunque hoy es más conocido como“Las lanzas”.

Un cuadro para el Salón deReinos del Palacio del BuenRetiro

A falta de La expulsión delos moriscos, esta obra al óleosobre lienzo es el cuadro de mayorformato de Velázquez (307 x 367cm) y uno de los más conocidos yreproducidos. Esta magistral obrafue pintada diez años después de latoma de la plaza fortificada deBreda (1625-1635), probablemen-te en 1634 y con seguridad antesde 28 de abril de 1635, 12 por el

pintor sevillano como obra deencargo y para ser colocada en elSalón de de Reinos 13 del Palaciodel Buen Retiro, donde se salvódel incendio de 1640 y permanecióallí hasta 1703. Años después figu-rará en los inventarios del PalacioNuevo, de 1772 a 1774; y final-mente ingresará en el Museo delPrado en 1819, donde hoy pode-mos contemplarlo.

La rendición de Bredaformó parte de todo un conjuntode cuadros encargados por elConde-Duque de Olivares y que seexpusieron en el Salón de Reinospara ilustrar las victorias impor-tantes logradas por las armas espa-ñolas en las diversas guerras quese mantenían para mantener lahegemonía de la Casa de Austria.Además de Velázquez intervinie-ron otros pintores, quizás por indi-cación suya, tales como Zurbarán,Pereda, Maíno, Jusepe Leonardo,Vicente Carducho, Castelo yCajés.

Sin embargo, resulta muy

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Petere Snayer, Vista caballera del sitio de Breda

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importante tener en cuenta quetodos los cuadros del Salón deReinos eran de temas contemporá-neos y no simplemente de historiamilitar; y además, algunos de ellos- como el de Las lanzas – no sóloestaban basados en las crónicas yboletines de los ejércitos, comosolían hacerlo los pintores deaquella época cuando pintabanescenas de batallas, sino tambiénen las obras dramáticas que porentonces se estrenaban con granéxito en los corrales madrileños.Así, en el caso concreto de estecuadro velazqueño, puede decirseque su composición está estrecha-mente relacionada con La rendi-ción de Bredá, comedia dramáticade Pedro Calderón de la Barca.

Como quedó antes reseña-do, la rendición de Breda fue unepisodio que tuvo lugar en las gue-rras que España mantuvo contra lainsurrección de las provincias delnorte de los Países Bajos. Sucedióel 2 de junio de 1625 y el acto ofi-cial de la entrega de la plaza por sugobernador Justino de Nassau almariscal de campo general de losTercios de Flandes Ambrosio deSpínola fue tres días después, el 5de junio.

Análisis de la composición delcuadro de Las lanzas

Siempre que hablamos oleemos sobre la rendición de Beda,nos viene de inmediato la imagendel famoso cuadro de Velázquez.No obstante, existen también en elmismo Museo del Prado tres mag-níficos cuadros sobre el sitio y larendición de la plaza y que están

catalogados con los números1743, 1747 y 1748. Se tratan detres lienzos encargados al excelen-te pintor holandés Peeter Snayers,14 que tienen un enorme valor des-criptivo y que desde el punto devista de la Historia Militar superanpor completo al de Velázquez porestar sin duda mucho mejor docu-mentados. Es cierto, pero siSnayers concibió sus tres cuadrostal como si se trataran de paisajestopográficos minuciosos y muydetallados, a los que añadió peque-ñas figuras, Velázquez con el suyole superó con creces en cuanto agenialidad artística al lograr deforma magistral que el espectadortenga la impresión de estar obser-vando una escena real que aconte-ce ante él, con un fondo de decora-do que el pintor sevillano recreócon humaredas de incendios,nubes y horizontes.

Podemos distinguir en ellienzo a todo un conjunto de retra-tos de personajes que participaronde alguna forma en las guerras deFlandes. Pero nos extraña el queno hubiera hecho la más mínimareferencia a la infanta Isabel ClaraEugenia, hija de Felipe II. Quizásno lo hizo para evitar caer en des-gracia, puesto que el Conde-Duque de Olivares y laGobernadora de Flandes se halla-ban enfrentados por la forma enque debería conducirse la guerra,él era partidario del bando belicis-ta y ella del pacifista; pero inclusopudo deberse a que el propio todo-poderoso valido del Rey le diera laorden de obviar cualquier referen-cia a ella en el lienzo.

Por otra parte, convieneinsistir en que Velázquez no pre-tendió en modo alguno pintar confidelidad histórica la rendición de

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Breda, aunque pueda parecerlo alespectador. La propia disposiciónde los personajes nos recuerda aLa rendición de Bredá deCalderón de la Barca, como tam-bién la entrega de las llaves de laciudad que hace Justino de Nassaua Ambrosio de Spínola y queVelázquez tuvo que ver en la obrateatral. Es justo el momento en queJustino de Nassau entrega la llavede la ciudad fortificada a Spínola,quien le dice:

Justino, yo las reciboy conozco que valientesois, que el valor del vencido

hace famoso al que vence.15

Esta hermosa frase se ajus-ta perfectamente a la escena delcuadro, en la que el vencedorextiende la mano con gracia y ele-gancia para abrazar al vencido, ylo hace con la sonrisa satisfechadel que obra con magnanimidadporque está en condiciones dehacerlo. Esta lección calderonianamuy propia de la cortesía castren-se, aparece perfectamente plasma-da en el lienzo de Velázquez; comolo estará dos siglos más tarde enun cuadro de José Casado delAlisal titulado Rendición deBailén. No obstante, ambos cua-dros son diferentes en cuanto altratamiento de la cortesía prover-bial de los jefes militares, porqueen el lienzo del pintor palentinonacido en Villada, el generalFrancisco Javier Castaños, vence-dor en la batalla de Bailén, se des-cubre ante el general Dupont y losoficiales franceses de una forma

tan exagerada, que convierte aéstos en protagonistas. EnVelázquez, Spínola es cortés yamable con el enemigo porquepuede permitírselo al haberle ven-cido.

Otro detalle interesanteque puede observarse en el cuadrode Las lanzas es que el acto de larendición de Breda sucede al airelibre; sin embargo, los testigos quepresenciaron la escena real, comoel mencionado capellán deSpínola, aseguraron que tuvo lugaren la tienda de campaña del propioSpínola. Pensamos que Velázquezsabía que el mariscal de campogeneral de los Tercios de Flandestenía un carácter indulgente y unacaballerosidad exquisita, y por esoquiso resaltar tan excelentes cuali-dades como lo hizo Calderón en suobra teatral. De ahí que pintara aSpínola saliendo él mismo alencuentro de Nassau para recibirlecon cortesía extrema y evitando

cualquier gesto de humillación. En definitiva, Velázquez en

su cuadro La rendición de Breda oLas lanzas logra con gran maestríael convertir una escena completa-mente inventada e inspirada enuna obra teatral de Calderón en untestimonio aparente de la realidad.

En agosto de 1629, mien-tras Velázquez realizaba su primerviaje a Italia, coincidió conSpínola en el barco que hacía latravesía de la Ciudad Condal aGénova; y como el rostro y la pos-tura de Spínola en el cuadro pare-cen muy personales, se ha supues-to que debió de hacer entoncesalgunos apuntes del Marqués delos Balbases, que habría de moriren su fortaleza de Castelnuevo deScrivia el 25 de septiembre de1630. Sin embargo, Velázquez niestuvo jamás en Breda ni tampococonoció a Justino de Nassau; portanto, pudo basarse en estampillasde ambos y lograr una asombrosa

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realidad. Ello explicaría el queSpínola en el cuadro aparenta unoscincuenta y tantos años, que eranlos que tenía en 1625; y por otraparte, aunque Nassau nació en1579 y por tanto tenía diez añosmás, Velázquez lo pinta tal comosi fuera más joven.

En un cuadro de tangrandes dimensiones,Velázquez resolvió suestructura dividiendo laescena en dos partes, colo-cando a la izquierda a losholandeses vencidos y a laderecha a los españoles vic-toriosos, y también por elmovimiento vertical de laslanzas que insiste en el ladode la derecha y que nosrecuerda los frescos de Labatalla de Piero de laFrancesca, el Martirio deSan Mauricio de El Greco,y obras de otros pintores.En cuanto al centro de la composi-ción, lo encontramos en la llave, ycomo señala Julián Gállego, éstase recorta se recorta sobre elsegundo plano, muy luminoso, delos soldados que están desfilando.

En este cuadro, Velázquezno renunció a la definición de lospersonajes, que aparecen retrata-dos; pues detrás de Spínola a laderecha, vemos agolpados losmilitares españoles, que Carl Justiha intentado identificar sin totalcerteza, al menos entre los jefes ycapitanes: Alberto de Arenbergh,el príncipe de Neuburg, el condede Feria, Gonzalo de Córdoba(nieto del Gran Capitán) y otros.Por otra parte, conviene advertirque durante mucho tiempo siem-

pre se ha mantenido que el perso-naje que lleva puesto un chamber-go con plumas en la cabeza y queestá entre el caballo y el bordederecho del cuadro, es un autorre-trato de Velázquez; sin embargo,nada permite asegurar que lo sea y

sólo puede decirse que su indu-mentaria corresponde a la época.16

Tras los jefes españolespueden verse a los temibles solda-dos de los Tercios con sus largaspatillas y grandes bigotes. Sobresus sombreros asoman las lanzasque han dado su sobrenombre alcuadro y que forman una especiede reja que nos hace retroceder lavista del paisaje posterior, contri-buyendo a acentuar la disciplinaproverbial de los Tercios. ParaJosé Ortega y Gasset, las lanzas delos Tercios tenían un carácter casisacro y de ahí que a veces se vie-ran coronadas de unas misteriosasllamitas. Sin embargo, Velázquez

no omite el colocar cuatro de ellasen posición inclinada, no sólo paraaumentar el realismo, sino tam-bién para coadyuvar a la líneaoblicua marcada por la bandera yque forma parte de la composiciónen aspas de esta escena, que nos

recuerda al Martirio deSan Mauricio de ElGreco.

Detrás de Justinode Nassau vemos a losholandeses, que sonmás escasos que losespañoles y se encuen-tran desperdigados,portando lanzas y ala-bardas mucho más cor-tas y desordenadas;como también fuertescontrastes de luz yposiciones, marcandola simetría con el caba-llo, el gabán de ante delholandés de espaldas,

tras el cual asoma una silueta deperfil recortada sobre el elegantecapitán de blanco, sobre cuyobrazo asoma la cabeza de otrocaballo y, detrás de éste, otra silue-ta de perfil que se recorta en el pai-saje. Asimismo, puede verse comoel caballo “holandés” por unaparte y el caballo “español” porotra, forman ambos un modo deespacio principal en cuyo centro seencuentran el vencedor y el venci-do.

José Luis Morales señalacon acierto que Velázquez se ins-piró en los grabados flamencospara los fondos paisistas.17 Peroademás, podemos contemplar enel cuadro como la impresión de

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aire libre y degradación de tonos ysombras conforme se alejan lasfiguras y el paisaje, se encuentraapoyada en una alternancia deluces y claros que da una ilusiónde profundidad; lo cual llevómucho después a la perfección enLas meninas, en 1656, y un añodespués en Las hilanderas.

Un aspecto muy interesan-te es que Velázquez pinta de formamuy libre respecto a la técnica, yaque no es uniforme y se adaptamaravillosamente a las cualidadestáctiles de los materiales represen-tados; por ejemplo, es compacta enel capote de ante, acuarelada en elholandés de blanco, chisporrotean-te en la armadura damasquinada yla banda de Spínola, o seguida ylarga en la grupa del caballo. 18

El pintor Antonio Lópezafirma con razón que, desde elpunto de vista pictórico, este cua-dro es uno de los ejemplos mássignificativos de la concordancialuz - espacio - color en Velázquez.19 También resulta oportuno aña-dir que se han encontrado numero-sas obras que pudieron servir aVelázquez de fuentes de inspira-ción o ejemplos para pintar suRendición de Breda, como ocurrecon Alciato; la estampa de BernardSalomón, Abraham yMelquisedec, publicada enQuadrins historiques de la Bible,Lyon, 1553; los frescos de laBatalla de Heraclius y Chosroes yla Victoria de Constantino sobreMagencio de Piero dellaFrancesca, pintados en los años1452-1456 y que se encuentran enla iglesia de San Francisco de

Arezzo; en el Martirio de SanMauricio del Greco, que pintó enlos años 1580-1582 y que está enel Monasterio de El Escorial; elEncuentro de Fernando deHungría con el cardenal infante enNördlingen, pintado por Rubensen 1634 y que se conserva en elKunsthistorisches Museum deViena; y otras obras de artistasanteriores a Velázquez. En efecto,pero como señala Julián Gállegocon gran acierto, todos siempredecimos que todas esas obras dedichos artistas nos “recuerdan” laobra velazqueña y nunca al contra-rio; por tanto, queda sobradamentedemostrado que Velázquez lassuperó a todas. 20

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1 El linaje de los Spínola se remonta alsiglo XI, que fue cuando un tal Guido lofundó en Génova. Dedicados los Spínolaal comercio y a la navegación en elMediterráneo, muy pronto acumularongrandes fortunas, desde 1102 ocuparonimportantes puestos de la República deGénova y se convirtieron en una de lasprincipales familias, como la de losDoria. En el siglo XV, una rama de losSpínola se afincó en España y tanto éstoscomo los que permanecieron en Italia sevincularon económica y políticamente ala Península Ibérica actuando como pres-tamistas de los reyes. 2 Según otras versiones, Federico deSpínola entró en la milicia al servicio deEspaña en 1598. DiccionarioEnciclopédico de la Guerra. Tomo VI.Madrid, Editorial Gesta, 1958, tomo VI,p. 571.

3 Tras fallecer Federico, Felipe III ofrecióa su hermano Ambrosio el mando supre-mo de la Armada de Flandes, pero lorechazó. Aunque poco después aceptaríala jefatura del ejército de los Países Bajosy el encargo de dirigir las operaciones delsitio de Ostende. 4 En 1606 fue nombrado Consejero deEstado y de Guerra. 5 En 1612, Felipe III nombró a SpínolaGrande de España. 6 GONZÁLEZ-DORIA, Fernando:Diccionario Heráldico y Nobiliario delos Reinos de España. San Fernando deHenares (Madrid), Editorial Bitácora,1987, p. 81. 7 Diccionario Enciclopédico de la

Guerra. Ob. cit., tomo VI, pp. 573-574.8 HERMANN, Hugo (S. J.): ObsidioBredana armis Philippi IIII, auspiciasIsabellae ductu Ambr. Spinolae perfect.,pp. 122-123. Cita en: DiccionarioEnciclopédico de la Guerra. Ob. cit.,tomo VI, p. 10.9 Catorce años más tarde, en 1639,Federico Enrique de Orange reconquistóBreda y España perdió esta ciudad parasiempre.

10 HERMANN, Hugo (S. J.): ObsidioBredana armis Philippi IIII, auspiciasIsabellae ductu Ambr. Spinolae perfect.,pp. 122-123. Cita en: DiccionarioEnciclopédico de la Guerra. Ob. cit.,tomo VI, pp. 13 y 19. 11 Hay quienes sostienen que Spínolafalleció a consecuencia de haber contraí-do la peste. Diccionario Enciclopédico dela Guerra. Ob. cit., tomo VI, p. 574. 12 GÁLLEGO, Julián: “Catálogo”. En:Velázquez. Ministerio de Cultura, Museodel Prado, 1990, p. 212.13 El Salón de Reinos es el edificio delMuseo del Ejército, cuyas piezas seencuentran en proceso de traslado alAlcázar de Toledo. Situado hoy junto alParque del Retiro, el Salón de Reinos y elCasón del Prado son lo único que pervivedel antiguo Palacio del Buen Retiro, quefue residencia de los Reyes de Españatras la destrucción del antiguo Alcázar delos Austrias y antes de que se construyerael Palacio Nuevo (Palacio Real deMadrid). 14 Peeter Snayers o Snyers. (Amberes,1592 - Bruselas, después de 1667). 15 MORALES Y MARÍN, José Luis:“Escuela española”. En Varios autores.:El Prado. Barcelona, Lunwerg Editores,2004, p. 104.16 GÁLLEGO, Julián: Ob. cit., p. 217. 17 MORALES Y MARÍN, José Luis: Ob.cit., p. 104. 18 GÁLLEGO, Julián: Ob. cit., p. 218. 19 LÓPEZ, Antonio: 20 GÁLLEGO, Julián: Ob. cit., p. 218.

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Diez claves para no perder el tiempo buscando en InternetDiez claves para no perder el tiempo buscando en Internet

Olvidaos de la biblioteca de Alejandría. Internet es, sin lugar a dudas, la mayor fuente de informaciónde la historia. Sin embargo, encontrar información útil en esta caótica y quasi-infinita estructura puedeser bastante complicado. Si no quieres perder el tiempo inútilmente, te damos diez consejos paraoptimizar tu tiempo de búsqueda.

1. Ten claro lo que buscas

Parece mentira, pero si hay algo que nos permita divagar y dispersarnos sin darnos apenas cuenta, es sin dudala búsqueda por Internet. Cuando hacemos una búsqueda, a veces encontramos cosas que no eran exactamen-te nuestro objetivo, pero automáticamente nos resulta irresistiblemente interesante, por lo que perdemos elcamino.

Cuando comencemos a buscar, pongámonos un objetivo, como por ejemplo: “saber cuál es el nombre de lossiete enanitos de blancanieves en castellano”. Así seguro que no perderemos el tiempo averiguando quién

doblaba a cada uno, el año de la película de Disney, etc. Un buen enfoque de labúsqueda es básico para optimizar nuestro tiempo.

2. Escoge la herramienta adecuada

“¡Pues Google!” diréis... pero aunque el buscador por excelencia es la respues-ta en la mayoría de los casos, no tenemos que cerrar las puertas a otras mane-ras de buscar. Otros medios pueden ser foros, blogs, páginas especializadas, oincluso los contactos del messenger. La información fluye por caminos extra-

ños, y puede que la respuesta esté a un contacto de distancia.

También son útiles las salas de chat, listas de correo, o incluso las salas de usuarios de juegos online. Si que-remos buscar algo y los medios tradicionales fallan, ¡todo vale!

3. ¡Aprende a utilizarla!

Si escogemos un buscador, antes de nada vale la pena invertir un minutopara saber cómo funciona exactamente. Si es mejor realizar la búsquedacon comillas, si acepta operadores lógicos AND, OR, etc., o si realiza bús-quedas contextuales en páginas concretas.

Puede que con las prisas nos saltemos este paso, pero hay que recordar quetodo el tiempo que invirtamos para conocer la herramienta es tiempo quenos ahorraremos en futuras búsquedas.

4. Sé claro y conciso

Aunque los buscadores se van optimizando para que puedan entender la manera de razonar humana, no estáde mas que nosotros conozcamos la manera de razonar de un buscador. Así, si tenemos que realizar una bús-queda de varias palabras, será conveniente que no sólo pensemos en cómo lo buscaríamos nosotros, sino encómo lo entenderá el programa que gestione la búsqueda.

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Eso quiere decir que será mejor que en vez de decir “amor y poesía”, unafrase que tiene un “y”, que muchas veces es ignorado por los buscadores,podemos decir “poesía amor”, con lo que el programa entenderá que sondos palabras claves que tiene que considerar en sus parámetros de búsque-da.

5. Aprende a discriminar a primera vista

Cuando realices una búsqueda, tienes que conseguir determinar, de unsolo vistazo, si los resultados tienen algo que ver con lo que quieresencontrar. Mira las primeras palabras de cada resultado y verás si lo quehas hallado es información útil o son páginas que tienen poco en comúncon tu búsqueda... o peor, son páginas “trampa” que utilizan tus términosde búsqueda y los añaden al contenido de la página aunque no tengan nada

que ver.

Pierde unos segundos en analizar las primeras líneas de los resultados y sabrás si estás sobre la pista correc-ta.

6. Utiliza diccionarios

El español puede ir ganando peso en Internet, pero la triste reali-dad es que la gran mayoría de las páginas están en inglés. Por eso,si buscamos algo y no encontramos una respuesta válida en laspáginas en castellano, es más que conveniente que busquemos latraducción de las palabras clave y repitamos la búsqueda. Siencontramos una página interesante, siempre podremos pasarlapor un traductor online.

7. Aprende a buscar indirectamente

Seguro que lo hemos hecho más de una vez, pero quizás no siem-pre lo hagamos. La búsqueda indirecta en Internet da unos resulta-dos fenomenales cuando parece que sea imposible encontrar aque-llo que buscamos. Se trata de no atacar directamente el tema que buscamos, sino algo relacionado con ello.Por ejemplo, si buscamos la letra de una canción de Elvis Presley, y no encontramos nada a partir de “ElvisPresley” y no recordamos el título de la canción, podemos intentarlo con un trozo de la canción que recorde-mos.

Esto es aplicable a una gran variedad de temas, y es especialmente útil cuando el tema principal de nuestrabúsqueda es demasiado amplio o cuando, por ejemplo, buscamos el nombre de una persona, dado que pue-den haber muchas más personas con ese nombre de lo que hubiéramos podido imaginar.

8. Imágenes

La búsqueda de imágenes es especialmente complicada porque se realiza respecto al nombre que la personaque la haya subido a Internet le haya puesto como nombre de archivo. Así, para conseguir los mejores resul-

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tados, aparte de utilizar técnicas como las expuestas anterior-mente (búsqueda indirecta, traducción al inglés/francés/ale-mán), lo mejor es no quedarse únicamente con la búsqueda deimágenes de Google (por poner un ejemplo), sino repetir labúsqueda para páginas web.

Nos encontraremos la mayoría de las veces que podemosencontrar una gran cantidad de imágenes a través de una webrelacionada con la palabra escogida, cosa que no habríamosconseguido limitándonos a la herramienta de búsqueda de imá-genes.

9. La Wikipedia es tu amiga

Si lo que buscamos es algo “popular”, lo más seguro es que yaexista en la wikipedia. No está de más realizar una primerabúsqueda en esta enciclopedia global para ver si encontramos

información de utilidad. No perderemos demasiado tiempo y nos podemos ahorrar mucho tiempo.

10. Tu principal aliada: la experiencia

Ah, la experiencia, ese boleto de lotería ganador comprado después del sorteo... en la búsqueda por Internet,la experiencia no es un grado. Son 360. A medida que realices búsquedas, aprenderás a discriminar mejor,añadirás a tus favoritos aquellos buscadores especializados que mejor funcionen, y aprenderás a pensar comoun buscador, por lo que “os entenderéis mejor”.

Así que ya sabéis: buscad y aprended de aquello que busquéis y en poco tiempo os convertiréis en una herra-mienta indispensable para otra gente que ya no necesitará un buscador para encontrarlo todo... ¡os tendrá avosotros!

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Te adelantamos cómo serán los móviles de aquí a unos años... o meses

Ya sea por la integración de nuevas tecnologías, o porque se trata de un mercado en ebullición, latelefonía móvil está en constante evolución. Por ello, las compañías buscan nuevos conceptos parallegar a los usuarios. Veamos 10 de los diseños que podríamos ver en no demasiado tiempo.

Diseños conceptuales de teléfonos móviles hay cientos, quizás miles, perosólo una ínfima parte pueden llegar a convertirse en un modelo comercia-lizable. Claro está que si el diseño proviene de los laboratorios de R+D deuna compañía puntera, o si ha ganado un premio de diseño, tiene muchascartas para llegar a la siguiente fase: el estudio de viabilidad. A continua-ción estudiemos las tendencias que veremos en breve en el mercado de latecnología móvil.

Tradicionales con carcasa estilizada

Quizás son los que veamos en menos tiempo, los teléfonos que son direc-tamente evoluciones de móviles tradicionales no arriesgan mucho, y selimitan a minimizar el volumen para así poder optar a carcasas de diseñoscada vez más finos y atractivos. Un ejemplo claro es este diseño concep-tual de Sony Ericsson, con tapa con el teclado y un look brillante.

Fujitsu opta por el “blanco apple” parasus concept phones, que apuestan por un estilo “slider”, ocultando unteclado completo que podemos utilizar para sacar el máximo provecho delas funciones tipo smartphone. Al margen de las líneas redondeadas y elteclado sin relieve, y a pesar de tratarse solamente de un diseño concep-tual, no aporta demasiadas novedades.

Por último, el “Diamante Negro”, también de Sony Ericsson, apuesta poruna carcasa tipo espejo acompañada de detalles plateados y, como intro-ducción de la siguiente tendencia que veremos a continuación, una panta-lla OLED sin borde que hace que las imágenes que muestra parezcan partedel interfaz del teléfono. Sin embargo, mantiene el teclado clásico.

Todo pantalla

Pero si en algo coinciden los diseños conceptuales de los móviles del futu-ro es en la omnipresencia de las pantallas OLED por toda su superficie.Así, vemos este muy atractivo ejemplo de Nokia, que presenta un móvilde formas suaves y doble pantalla OLED. La parte inferior es táctil paraque así la podamos utilizar también como teclado. Como veremos a con-tinuación, no es la única marca que opta por esta opción.

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La empresa Synaptics, del grupo Pantech, apuesta también por una pantallaOLED que ocupa casi toda la superficie del teléfono y que cuenta con senso-res táctiles para dotarla de multifuncionalidad. Su aspecto nos recuerda más aun reproductor MP3 que a un móvil, dado que toda la pantalla está rodeada decarcasa negra con look espejo.

Por último, BenQ-Siemens, antes de susproblemas económicos, presentó su apuestapor el móvil del futuro, llamado “Caja

Negra”. Se trata de un teléfono muy parecido a la versión que han sacadopara Prada, con una forma tradicionial cuadrada y toda la superficiecubierta por una pantalla OLED táctil. Sin embargo, a diferencia delPrada, toda la superficie era reconfigurable como interfaz.

Móviles para vestir

NEC presentó hace ya algún tiempo su móvil flexible “Tag”. Se trata deuna banda elástica de material plástico que incorpora una pantalla y tecla-do y que podemos ponernos alrededor de la muñeca para llevarlo puesto.El diseño es espectacular, pero en la actualidad es inviable por la limita-ción técnica de las baterías, dado que no podemos encontrarlas construí-das en material flexible.

También Nokia ha apostado por este tipode diseño, y no es de extrañar, dado que cuando se consigan materiales losuficientemente flexibles para implementar batería y pantalla, se converti-rán con toda seguridad en un boom tecnológico. ¿Qué te parecería llevar elmóvil cosido en la chaqueta, gorro, o guantes? Quizás no tengamos queesperar tanto como parece.

Por último, Nokia también apuesta porlos más aventureros con el Surv1 un móvil todoterreno que, según prome-ten, será a prueba de agua, barro, polvo, etc. Su forma le permite ser incor-porado con un mosquetón a cualquier prenda de vestir y ser transportadosin que ello nos moleste, aunque practiquemos deportes de riesgo.

Móviles para tirar

Incorporamos un último modelo por la curiosidad que representa. En Japónse estudia realizar móviles totalmente compuestos por materiales recicla-bles, recubiertos por una capa de papel (también reciclado). Se trata de unmodelo pensado para usar y tirar, aunque para que tenga éxito su precio ten-drá que ser tremendamente bajo. En todo caso, es una buena iniciativa parareducir los residuos causados por la telefonía móvil.

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Serpiente que cambia de color

Existe una serpiente que cambia de color.La serpiente venenosa, de aproximadamente

medio metro de longitud, fue descubierta en loshumedales y selvas pantanosas del parque nacionalde Betung, en la parte Indonesia de la isla, que com-parten Malasia y Brunei.

Cuando la capturaron y la metieron en uncubo era de un color marrón rojizo pero después sevolvió blanca, aparentemente en una reacción auto-mática para camuflarse en el entorno.

Los biólogos pusieron a la serpiente, de lacual fueron recuperados dos especimenes, el nombrede “serpiente de barro del Kapuas”, el río que reco-rre la región.

Aunque algunos reptiles con patas, como ellagarto camaleón, tienen la capacidad de cambiar decolor, es algo inaudito en las serpientes.

Hallan un tiburón prehistóricovivo

En Japón hallaron un tiburón prehistórico vivo.

Trabajadores de una reserva marina japonesahan logrado filmar a una rara especie de tiburón quevive en las profundidades marinas y que está consi-derado como un fósil viviente por su escasa evolu-ción desde la prehistoria. El animal murió poco des-pués de ser capturado.

El animal es conocido como frilled shark(tiburón con volantes) y es muy raro que se deje verporque habita entre los 600 y 1.000 metros de pro-fundidad. Sin embargo, un pescador japonés alertó alos trabajadores de un parque acuático en Shizuoka,al sur de Japón, de haber visto lo que describiócomo una criatura de aspecto primitivo, forma deanguila y con una enorme dentadura.

Los trabajadores se pusieron en marcha ylograron capturar al tiburón, que medía 1,6 metros yque identificaron como una hembra de la especiemencionada. Además, lograron grabar un vídeo enel que se aprecia claramente al pez en movimiento.

Sin embargo el animal, que parecía debilita-do y desorientado, murió a las pocas horas de sercapturado. Uno de los responsables del parque apun-ta a que el tiburón podía estar enfermo y por eso fuehallado a escasa profundidad.

El ser vivo mas grande delmundo

El ser vivo mas grande del mundo es un hongo.

El ser vivo mas grande del mundo es laArmillaria Ostoyae, también conocida como la “setade miel” , aunque no sabíamos del gran tamaño quepuede llegar a alcanzar y lo invasiva que puede lle-gar a ser.

Cuando se descubrió que este organismo erael causante de la muerte de grandes masas de árbo-les perennes en Blue Montains (Oregón), los investi-gadores comenzaron a observarlos con más detalle.Y al cortar un árbol infectado descubrieron en suinterior filamentos extensibles de color blanco, lla-mados micelias, que le extraían agua y carbohidra-tos al árbol para alimentar al hongo. Entonces reco-gieron muestras del hongo en múltiples puntos a lolargo de un área muy amplia y analizaron el ADN.

Cuando acabaron de recopilar y analizar lasmuestras descubrieron que todas pertenecían almismo organismo: un hongo, la Armillaria Ostoyae.

Hasta agosto del año 2000, se creía que elorganismo vivo más grande del planeta era unhongo de la misma especie que cubría un área de1.500 acres (600 hectáreas) en el estado deWashington. Pero entonces, expertos micólogossupusieron que si una Armillaria tan grande vivía en

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Washington, entonces podría haber otro en unascondiciones climáticas semejantes. Y dieron con unoaún mas grande en el Bosque Nacional de Malheur,en las Blue Mountains del este de Oregón.

Los investigadores quedaron asombradosante la gigantesca magnitud del descubrimiento. Secree que este hongo cubre una superficie de más de2.200 acres (890 hectáreas) y podría tener una edadde unos 2.400 años.

Si te acercas a visitar el bosque que estegigante ha convertido en su hogar, no esperes poderver una seta monstruosa y amenazadora. LaArmillaria crece y se extiende principalmente deforma subterránea, por lo que la mayor parte delorganismo yace escondido en el suelo.Ocasionalmente, durante el otoño, este espécimenenvía algunas setas de color dorado a la superficie, yesas son las únicas evidencias visibles de la granmasa que existe debajo. Los científicos aún no hanestimado el peso de este gran hongo.

A causa del clima, las esporas de los otros“habitantes del bosque” tienen dificultad para esta-blecerse, lo cual ha dejado vía libre a los “viejos dellugar” para que se extiendan. Sin competencia, lamajestuosa Armillaria ha sido capaz de crecer yextenderse incontroladamente.

Robert Widlow, el hombre másalto del mundo

El hombre más alto del mundo medía 272cm.

Ha habido muchos casos de gigantes en lahistoria del ser humano, excluidos de la sociedad enmúltiples ocasiones, actuando en circos, pero pocoscasos ha habido como el de Robert PershingWadlow, un estadounidense nacido en Alton,Illinois, también conocido como el gigante de Alton.

Robert nació el 22 de febrero de 1918 con

una estatura y peso normal, pero a la edad de 5 añosya tenía una estatura de 168cm, a los 12 años yamedía 210cm y murió a los 22, midiendo 272cm ypesando 199kg, aunque anteriormente, a los 21,había llegado a pesar 222.7kg. Robert calzaba unoszapatos de 47cm de longitud y poseía unas manosde 32.4cm desde la muñeca hasta la punta del dedocorazón.

La altura de Robert Wadlow se debía a unaenfermedad en la pituitaria que le hacía crecer sinparar, de hecho, hubiera seguido creciendo si nohubiera contraído una infección derivada de unaampolla provocada por un aparato ortopédico quellevaba en el tobillo.

En 1985 el pueblo de Alton homenajeó aeste personaje realizando una estatua de bronce entamaño real, en su nombre.

Apellidos más populares

El apellido más común en Estados Unidos es Rodríguez.

En estados unidos tenemos que bajar hasta elnoveno puesto para encontrar un apellido inglés,Smith, los primeros puestos están copados por ape-llidos Españoles, en este orden, Rodríguez,González, García, López, Fernández, Pérez,Martínez y Sánchez.

Pero Rodríguez no es el apellido más popu-lar del mundo, lo es Wang, de china. Otros paísescon apellidos Españoles son, sorprendentemente,Australia, con Fernández como primer apellido yGarcía en Italia y Francia.

En España, el apellido más popular esGarcía, que lo llevan 1.5 millones de personas, sinembargo, EEUU superado esta cifra, con 2 millonesde García.

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