revista artes 2 febrero 2014

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Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014 www.lahora.com.ec 5 >> GALERÍA. Un viaje hacia el origen de ‘El Principito’. >> 2-3 >> HOMENAJE. Adiós terrenal a José Emilio Pacheco. >> 4 852 Un recorrido fantástico Eduardo Villacís Pástor presenta su obra ‘Antilógica’.

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Revista Artes 2 febrero 2014

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Page 1: Revista Artes 2 febrero 2014

Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014 www.lahora.com.ec

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Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014

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>> GALERÍA. Un viaje hacia el origen de ‘El Principito’.

>> 2-3

>> HOMENAJE. Adiós terrenal a José Emilio Pacheco.

>> 4

8

PAÍS: EE. UU. AÑO: 2013CALIFICACIÓN: **** TIEMPO: 126min. DIRECTOR: John Lee HancockGUIÓN: Kelly Marcel y Sue SmithREPARTO: Emma Thompson, Tom Hanks, Colin Farrell.

‘Al encuentro de Mr. Banks’

bambalinas

Nº 852

INTERPRETACIONES. Tom Hanks, como Disney, y Emma Thompson, como Travers, convencen con sus actuaciones en un filme al que le falta credibilidad..

El misterio de ‘Mary Poppins’RICARDO SEGREDA• Mientras que el cine en-tra a su segundo siglo, su historia se ha convertido en un nuevo género. El año pasado, por ejemplo, estuvo ‘Hitchcock’, sobre la producción de ‘Psicosis’, así como ‘La Niña’, también de Hitchcock, y la producción de ‘Los pájaros’. Además, en 2013 hubo ‘Mi semana con Marilyn’, acerca de cuando Marilyn Monroe fue a Inglaterra para hacer una película con Laurence Olivier.

Este año tenemos ‘Al encuentro de Mr. Banks’, sobre la producción de la película clásica ‘Mary Poppins’. Esto merece una reflexión. Se puede comentar que si las épocas históricas pueden ser identifica-das como “oscuras” o “industriales”, tal vez el siglo anterior podría ser descrito como la “edad de la celebridades”. Esta tendencia actual del cine, como autoexa-men, puede ser un índice acerca de cómo la celebridad y la popularidad definen nuestra sociedad.

Con ‘Al encuentro de Mr. Banks’ hay la propuesta de que había un drama en el desarrollo de ‘Mary Poppins’. El guion, de Kelly Marcel y Sue Smith, explica que P. L. Travers, la autora de libros popula-res sobre una niñera mágica que es capaz de resolver problemas con familias infeli-ces, experimentó un grave conflicto cuan-do Walt Disney propuso una adaptación de sus obras.

Por una parte, estaba tan pobre que casi iba a perder su casa en Londres. Pero, por otra parte, no le gustaba la cultura norteamericana, las películas de Walt Disney en particular. Se preocupó mucho de que sus historias, influidas por las experiencias traumáticas de su infancia en Australia, se convertirán en material de entretenimiento frívolo con animación y música.

En la película, Disney, consciente de su renuencia, le invita a Hollywood para que pueda hablar directamente con los guionistas y compositores que serán los adaptadores. Acepta la invitación, pero, inmediatamente, expresa desdén contra todo lo norteamericano. Mucho humor es generado por su reacción hacia las pre-suntuosas intenciones de buena volun-tad por Disney, como un enorme Mickey Mouse en la cama de su hotel. Travers también se comporta grosera con todos en California, con Disney, sus asistentes y

sus colaboradores, expresando oposición a todo lo que quieren hacer con ‘Mary Poppins’.

Entre tanto, en flashback, los cineastas relatan la historia de su infancia infeliz, con un encantador, aunque alcohólico, padre, quien fue un empleado infeliz en un banco, pero que hubiera preferido tener una carrera como actor y cantor. Mientras tanto, su madre intentó suici-darse. Su tía solterona, Ellie, quien llegó a ayudar a la madre y rescatar la familia, sirvió como inspiración para el personaje de Mary Poppins. Así que se hace claro el porqué Travers se opuso a una adapta-ción de Disney del material que fue muy personal y doloroso.

Según ‘Al encuentro de Mr. Banks’, Disney se dio cuenta de cuál fue el proble-ma y siguió a Travers a Londres, donde finalmente la persuadió con una historia de su propio dolor de su niñez. Hay tam-bién la creación ficticia de un chofer con su historia de su hija discapacitada, que toca el corazón de Travers. Pero, es más probable que Travers cedió por motivos económicos y su desprecio por la pelícu-la de ‘Mary Poppins’ fue tan fuerte que, a pesar de su enorme éxito y su nueva ri-

queza, prohibió secuelas.En el último término, a la historia le

falta credibilidad. Sin embargo, la pelí-cula es un enorme placer, debido en gran parte a la magnificencia de los actores, sobre todo Emma Thompson, como Tra-vers, Colin Farrell, como su padre, y Tom Hanks, como Walt Disney.

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RECOMENDADOS

‘Como si fuera la primera vez’ (2004) es una comedia romántica estadounidense, dirigida por Peter Segal y protagonizada por Adam Sandler y Drew Barrymore.

SinopsisAmbientada en la paradisíaca Hawai, Henry (Sandler), un biólogo marino, se enamora perdidamente de Lucy (Barrymore), una profesora de arte. La conoce en una cafetería y empieza a seducirla. Todo marcha bien en el primer encuentro. En una segunda oportunidad, ella no recuerda para nada a Henry: lo que sucede es que la mujer tiene un problema de memoria y quedó atrapada en su pasa-do. El reto del biólogo será enamorar cada día al amor de su vida. El filme se exhibe por la cadena HBO (televisión pagada) durante este mes (revisar programación).

Uno de los guitarristas más reconocidos dentro de la industria musical, David Crosby, recordado como fundador de The Byrds, lanza su primer disco en estudio después de 20 años.Se trata de ‘Croz’, producido junto a su hijo James Raymond y Daniel García, donde incluye un total de once canciones que dan cuenta de su virtuosismo en las cuerdas.Como el músico aseguraba en una entre-vista a medios internacionales, llega un momento en que hay que dar una sorpre-sa, y Crosby la brinda con este álbum, el cual enseña que en cada etapa de la vida se tiene algo que decir… y siempre hay algo nuevo por escuchar.

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AMOR VERDADERO

TRAS DOS DÉCADAS

Un recorrido fantástico

Eduardo Villacís Pástor presenta su obra ‘Antilógica’.

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Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014

2 Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014 7galería memoria

Exclusivo para Revista Artes

Las raíces de ‘El Principito’MARÍA HELENA BARRERA-AGARWAL, NUEVA YORK • Manhattan acoge en estos días lo que parecería una paradoja superlativa. En la Biblioteca y Museo Morgan coexis-ten, frente a frente y en espacios gemelos, Edgar Allan Poe y Antoine de Saint-Exu-péry. La sala dedicada a Poe es sombría. Entre sus muros, de un rojo oscuro, pare-ce habitar la inmensa angustia inherente al autor y a la obra. En contraste, la sala dedicada a Saint-Exupéry tiene muros pintados de azul claro, moteado del blan-co de las páginas del manuscrito prelimi-nar de ‘El Principito’.

Tan radical distinción oculta una si-militud. ‘El Principito’ no emergió de la calma o de la dicha. Al concebirlo, Saint-Exupéry se hallaba atormentado por una situación que Poe no habría desdeñado incluir en alguno de sus relatos. Exiliado por voluntad propia a los Estados Uni-dos, el francés observaba cómo su amada patria, desgarrada entre resistencia y co-laboración, se debatía bajo la ocupación nazi. Su mundo intelectual y social se desmoronaba, sin que le fuese dado lu-char en su defensa.

A finales de 1940, Saint-Exupéry ha-bía aceptado la necesidad de abandonar su patria, reluctante a seguir a De Gau-lle y ante la imposibilidad de continuar combatiendo como piloto de guerra bajo sus propios términos. Su destino será Nueva York, donde sería acogido por sus editores estadounidenses, Eugene Reynal y Curtice Hitchcock. Dejaba en Francia a su madre – a quien no vería nunca más – y a su esposa, la salvadoreña Consuelo Suncin, que arribaría a Manhattan tan solo un año más tarde.

El tiempo de Saint-Exupéry en Nueva York poseerá paralelismos con aquel de Federico García Lorca en la misma urbe. Como García Lorca, Saint-Exupéry expe-rimentará a la vez un deslumbramiento con la ciudad y una inmensa aprensión ante su desmesura. También como Gar-cía Lorca, habrá de profundizar allí en una de sus más caras preocupaciones, la oposición entre naturaleza y civilización. El español plasmará su visión en ‘Poeta en Nueva York’; el francés se servirá de la suya en ‘El Principito’. La exhibición en el Morgan, intitulada ‘The Little Prin-ce, a New York Story’, explora, precisa-mente, la historia de la obra maestra de Saint-Exupéry, considerada dentro de su contexto neoyorquino.

Durante el primer año de su estancia, Saint-Exupéry redacta ‘Vuelo a Arras’,

PUBLICACIÓN. Edición original de ‘El Principito’, Reynal & Hitchckcock, Nueva York, 1943.

MANUSCRITO. EL preliminar de ‘El Principito’, en el que aparece la mano del Aviador. CURIOSIDAD. Página original del manuscrito que registra una quemadura.

RAQUEL MARTORI, LA HABANA, EFE• Un dia-rio inédito y desconocido del escritor cubano Alejo Carpentier (1904-1980), premio Cervantes de Literatura 1977, revela sus angustias y preocupaciones durante el proceso de creación literaria.

La Fundación ‘Alejo Carpentier’, en-cargada de la custodia de su obra, lan-zó en La Habana el título ‘Diario’. Esto, conmemorando el 109 aniversario del natalicio del reconocido autor y perio-dista, que se celebró el 26 de diciembre.

Carpentier es una de las principales figuras del denominado ‘boom’ que re-novó la literatura latinoamericana en el siglo pasado, y es reconocido entre los primeros en introducir el término de ‘lo real maravilloso’ y el neobarroco en el continente.

A través de los 149 folios del día a día de su estancia en Venezuela, el novelis-ta confiesa sus avatares literarios entre los años 1951 y 1957, considerado uno de sus períodos de mayor actividad crea-dora, literaria e intelectual.

El diario fue encontrado entre la papelería y los documentos que con-servaba en su casa habanera, tras el fa-llecimiento de su viuda, Lilia Esteban en 2008, según explicaron los investi-gadores que se ocuparon de la edición.

Una relecturaLa directora de la Fundación, la Premio Nacional de Literatura Graziella Pogo-lotti, dijo que la esencia del libro está en “la invitación a la relectura de Carpentier, al redescubrimiento de su obra a partir de las pistas que esta confesión parcial –como todas las confesiones– nos da sobre sus búsquedas y sus inquietudes”.

Los editores señalaron que Carpen-

Diario revela sus inquietudes

tier siempre se mostró remiso a las confe-siones personales, el documento que en-contraron estaba escrito a máquina, con notas a mano en el margen y también correcciones, lo que para ellos de-muestra el interés del escritor por su posible publicación.

También advierten a los lectores de que asistirán a la creación de sus grandes novelas y noveletas, como ‘Los pasos perdidos’, ‘El siglo de las luces’, ‘El acoso’ y ‘El camino de San-tiago’.

El autor del prólogo de ‘Diario’, Arman-do Raggi, explicó que el texto descubre “su tortuoso” proceso creativo, sus dificultades editoriales, los periodos de poca producti-vidad creativa de Carpentier, su ocupación en la publicidad radiofónica y la televisión, pasajes enigmáticos y episodios de su es-tancia en París entre 1938 y 1939, así como sus frecuentes sueños y pesadillas.

Al repasar detalles del texto, Graziella Pogolotti analizó que en 1951 cuando Car-pentier está comenzando este diario “res-ponde al apremio de una necesidad interna

en un momento de crisis singular”.“Necesita encontrar un interlocutor,

una suerte de espejo en el que se reconoce y explora una vez más el lugar don-de se encuentra, en aquel momento estaba terminando la elaboración de ‘Los pasos perdidos’, una novela que significó un punto de giro en su obra”, indicó la intelectual.

Pero, a juicio de la investiga-dora, la creación de esa novela “lo llenó de dudas y vacilaciones en cuanto al resultado literario defini-

tivo” y “esa angustia” del escritor se per-cibe día a día en las notas que va dejando sobre los cambios que tiene que introdu-cir en la obra que estaba escribiendo.

‘Tiene de todo’“Al leer un diario como éste podemos percibir hasta qué punto en la obra de un escritor está su experiencia, su vida”, apuntó Pogolotti y adelantó que “tiene de todo”, “elementos anecdóticos, de algún modo las mujeres que pasaron por su vida”, y también están “algunos amigos y

amigos que dejaron de serlo”.En un aparte con EFE, Pogolotti re-

sumió que en la lectura de este diario se va a encontrar “cómo trabaja un escritor, la enorme disciplina, el trabajo de orfe-brería, de cuidado del detalle y algo de primordial importancia: la amplitud de miras de un escritor”.

Y recuerda que Carpentier fue un au-todidacta que se hizo de una enorme cul-tura “abierta no solamente a la literatura, con una visión integradora de la cultura, en la que lo mismo era la ciudad, la ar-quitectura, la vida cotidiana, los pregones callejeros y la publicidad moderna”.

En este momento la Fundación sigue un plan de publicaciones críticas de su obra que ha incluido la novela ‘Ecué Yam-baó’, trabaja ahora en ‘Concierto Barroco’ y tiene en perspectiva ‘El arpa y la som-bra’, su última novela publicada.

Para ese fin aseguran que disponen de la documentación esencial y la bibliote-ca personal de escritor con más de 4.500 volúmenes, un tesoro para dar a conocer y socializar.

Alejo Carpentier está considera-do como uno de los grandes escritores en lengua española del siglo XX.

EL DATO

LANZAMIENTO. La directora de la Fundación ‘Carpentier’, la escritora cubana Graziella Pogolotti, cuando se presentó este inédito.

HALLAZGO. Carpentier no compartía nada personal, por lo que la publicación es todo un descubrimiento.

ALEJO CARPENTIER

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Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014

Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014biblioteca 36 galería

LOS MÁS VENDIDOS

ARGENTINA

° El juego de Ripper, Isabel Allende (Random House).° Pa que se acabe la vaina, William Ospina (Planeta).° Sinsajo, Suzanne Collins (Plaza & Janés).° Cincuenta sombras de Grey, E. L. James (Random House).FUENTE: LIBRERÍA NACIONAL

COLOMBIA

° La ladrona de libros, Markus Zusak (Debolsillo).° Melocotón loco, Megan Maxwell (Planeta). ° El juego de Ripper, Isabel Allende (Plaza & Janés).° Mi hombre obsesión, Jodi Ellen Malpas (Planeta).FUENTE: CASA DEL LIBRO

ESPAÑA

MÉXICO

° Los juegos del hambre 3: Sinsajo, Suzanne Collins (Océano).° El héroe discreto, Mario Vargas Llosa (Alfaguara). ° Divergente, Verónica Roth (Molino). ° Tokio Blues, Haruki Murakami (Tusquets).FUENTE: LIBRERÍA GANDHI

° El héroe discreto, Mario Vargas Llosa (Alfaguara).° Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).° Inferno, Dan Brown (Planeta).° Cincuenta sombras de Grey, E. L. James (Grijalbo).FUENTE: LIBRI MUNDI

° Y las montañas hablaron, Khaled Hosseini (Salamandra).° El héroe discreto, Mario Vargas Llosa (Alfaguara).° Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).° Hush, Hush, Becca Fitzpatrick (Ediciones B).FUENTE: MR. BOOKS

ECUADOR

Nota: Listado de libros de ficción de EFE, excepto Ecuador.

Composición electrónica:Pantone Impresiones

Edita: Editorial Minotauro S.A.Correspondencia:

Planta Diario La HoraAv. Galo Plaza N62-08 y Nazaret

Fax: 247-6085 casilla 17-17-243 CCIcul tu ra @la ho ra .co m.ec

Quito, Ecuador

Director (e): Francisco Vivanco RiofríoEditor: Agustín Garcells CordónRedactor: Damián de la Torre AyoraDiseño: Guillermo Sánchez B. Marcelo Mejía R.

Imágenes: Cortesía de The Morgan Library and Museum.

una memoria de sus misiones como pi-loto de guerra en la Batalla de Francia. El volumen, publicado en febrero de 1942, influencia la opinión estadounidense so-bre la guerra en Europa y es un éxito de ventas. Poco importa. Saint-Exupéry pre-feriría ser de nuevo un combatiente más, lejos de las envidias e intrigas que en su contra abundan dentro del círculos de emigrados franceses de Nueva York. Eli-zabeth, esposa de Eugene Reynal, busca animarlo. Luego de apreciar el dibujo de un chiquillo – imagen que Saint-Exupéry tiene por hábito bosquejar - le sugiere es-cribir un libro para niños.

La idea es providencial. Durante el período final de su permanencia en Nue-va York, Saint-Exupéry va a entregarse obsesivamente a la tarea. Volcará en ella el recuerdo de su infancia, remanso de paz interior. Concurrirán también las ex-periencias de su vida de aventura, de su pasión por la aviación, de sus tragedias y desencuentros personales. Junto a esas vertientes, fluirá aquella, filosófica, que ha explorado al redactar ‘Ciudadela’, mo-numental libro que dejará inconcluso.

ExposiciónEn la muestra, la evolución de ‘El Princi-pito’ se delinea con gran sensibilidad. El manuscrito y las acuarelas originales se confrontan repetidamente con las pági-nas de la edición final, develando las mu-taciones de cada idea. El resultado es una excepcional oportunidad para atisbar de-talles de su proceso creativo. Así, Saint-Exupéry incluyó originalmente la imagen del piloto, para luego reducir su presen-cia física hasta obviarla completamente. La transformación de los rasgos del Prin-cipito es también evidente: a medida que las páginas avanzan, se van cristalizando aquellos universalmente conocidos.

El manuscrito preliminar suma el do-ble del texto de aquel publicado. Ello deja entrever cómo la relativa exuberancia de las primeras etapas de redacción es reem-plazada por una sobriedad cada vez más exigente y acentuada, que se refleja tam-bién en las ilustraciones. La página en la que el Principito observa reiteradamente la puesta de sol desde su pequeño aste-roide es buen ejemplo. Inicialmente más compleja, presenta en su versión final gran simplicidad. Otro pasaje, probable-mente el más citado de la obra, da prueba de la evolución del texto. Es el del secreto del zorro, que Saint-Exupéry utiliza en quince diversas ocasiones, emergiendo de la mente del Principito y luego, defini-tivamente, de aquella del zorro.

Las hojas que recogen esos cambios llevan rastros de su autor - marcas de café y té, incluso una quemadura causada por un cigarrillo. Una de ellas ha sido estruja-da y desechada, para luego ser rescatada de alguna papelera. Se ignora a quién se debió tal decisión, si al autor o a su ami-ga Silvia Hamilton, a quien confiaría el

manuscrito justo antes de marcharse. El libro sería editado en Nueva York, simul-táneamente en versiones de lengua ingle-sa y francesa.

En una urna de cristal cercana reposa otra huella tangible de Saint-Exupéry: un brazalete roto, aquel con el que desapa-reció durante su última y mortal misión como piloto de guerra, en 1944, pocos días antes de la liberación de París. En 1998, un pescador lo recuperaría en sus redes. En el metal gastado, aún puede leerse su nombre y su dirección postal fi-nal, la de sus editores en Nueva York.

En ese brazalete se halla la metáfora más apta de la obra cumbre de Saint-Exu-péry. Es la saga de pérdidas devastadoras, de tristezas insondables, de abrasadora nostalgia. Y, paradójicamente, es también una historia en la que todo lo perdido ja-más está lejano, si recordamos que “sólo con el corazón se puede ver bien; lo esen-cial es invisible para los ojos”.

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ECO. Consecutivamente, dos imágenes del manuscrito y la versión final publicada en edición de 1943.

PERSONAJE. Fotografía de Saint-Exúpery captada por John Phillips semanas antes de la muerte del escritor, en 1944.

RECUERDO. Brazalete que Saint-Exupéry portaba en su misión final.

VITRINA DE LIBROS

LA VÍA NOCTURNANicolás Jiménez M.La novela descubre ámbitos y callejones por donde el lector puede extraviarse, en el mundo de la noche, hasta dar con el lado oculto de la vida y de las cosas. Se reconoce a un Quito que con-curre en antros del placer, subte-rráneo, pero que, curiosamente, contribuyó a las transforma-ciones de acuerdo a su tiempo. Una obra realista, de lenguaje pulcro, que se ubica en célebres lugares de la bohemia. EDICIONES BERNARDO DE LEGARDA

LA SOMBRA DEL OLVIDOPablo Tapia E.José está fascinado por las fantásticas historias que escucha sobre la Amazonía ecuatoriana, narradas por el nativo Saulo. José llega a tra-bajar en el Oriente y, una vez allí, descubrirá un mundo des-conocido, encontrándose con realidades que no esperaba. La novela aborda escenarios y personajes que cambian a través de los años, donde las sorpresas del destino afloran para dar desenlaces que nadie espera. EL CONEJO

° Cincuenta sombras de Grey, E. L. James (Grijalbo).° Y las montañas hablaron, Khaled Hosseini (Salamandra).° Los años de peregrinación del chico sin color, Haruki Murakami (Tusquets).° El juego de Ripper, Isabel Allende (Sudamericana).FUENTE: GRUPO ILHSA

Símbolo de libertadesOSWALDO PAZ Y MIÑO J. • Creo en los médi-cos de la patria, sea ésa la premisa. Como presumo de la buena fe de todas las per-sonas y estoy convencido de que la liber-tad y los Derechos Humanos se soportan en valores tales como la convivencia en democracia, la buena fe, la presunción de inocencia y la seguridad jurídica: Pro-clamo a la lectura como un acto de vida y estoy seguro de que los libros nunca lle-gan al lector por casualidad, sino por una misteriosa causalidad.

La receta que consta la he comparti-do días atrás con ese grupo maravilloso de inteligentes y guapas mujeres que in-tegran el Club de Lectura Alfredo Pareja Diezcanseco, que me invitará a departir sobre libros y autores, desde el pretexto literario surgido de la obra del autor ira-ní- holandés, Kader Abdolah, ‘El reflejo de las palabras’.

Los médicos del Ecuador escriben, y lo hacen tan bien algunos, como curan los males del cuerpo. Por esto, la sociedad confía en su siempre sacrificado trabajo, en el nivel que lo ejerzan, público o pri-vado. Uno de ellos, el doctor Germánico Mayorga Basantes, cuando concluía 2013, con quien comparto que padezco el ‘Mal de Montano’, del que el escritor español Enrique Vila Matas explica que es el que sufren los enfermos de literatura, me re-galó la estupenda novela de su autoría, ti-tulada ‘Un vacío antes del cielo. Diagnós-tico presuntivo’.

No es posible deslindar a la obra del autor. En todo el recorrido de las que son 166 páginas, es perceptible la palabra humanista, el verbo social y la impronta científica del médico, que también oficia de escritor.

De la vida real, los capítulos están reunidos en una nouvelle armada cual un puzle. Una historia que se desborda hacia lo social, que atiende temas de do-lor, que no se tratan con analgésicos, que no se curan con antibióticos, que no se

extirpan en las mesas de operaciones, tales como: “el narcotráfico infiltrado en todos los estratos de la sociedad, la corrupción actuando con todos los métodos y estrategias, el enga-ño con fines de lucro, la intolerancia de opi-nión, el desgaste de la sociedad, visualizada en la vida de perso-najes frágiles, como un estudiante univer-sitario; la respuesta humana, solidaria, en la sensibilidad de una pequeña niña”.

‘Un vacío antes del cielo. Diagnóstico presuntivo’, letras li-bres de un médico de los nuestros, que vive en carne y hueso los traumas de la socie-dad que habita.

Que no improvisa en los diagnósticos, que sabe de lo que prescribe y lo que firma. Que conoce la historia clínica de sus pacientes y no los abandona a medio camino. Que está claro, en toda la novela, de que los médicos no se reemplazan como fichas en un juego. En el truque habrá vidas de por medio, siempre: “Su madre intubada con un res-pirador automático para controlar la bue-na oxigenación pulmonar, tenía alimen-tación parenteral, sonda naso gástrica, sonda vesical, cables en el pecho conec-tados a un monitor que controlaba datos vitales del pulso, la frecuencia cardiaca, la presión arterial, el electrocardiograma y la capacidad de ventilación pulmonar con la saturación 02 Y el PH. Por su brazo iz-

quierdo, entraban fluidos y la medicación antibiótica.” (Pág. 104)

En definitiva, una novela que se trans-forma en símbolo de libertades.

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BiografíaGermánico Mayorga Basantes

° Nace en Salcedo, Ecuador, en 1941. Médico de pro-fesión. Autor de obras científicas, también ha publica-do, poesía y relatos como: ‘Perfiles’, ‘Los Misterios del Tren’, ‘Semblanzas: Más allá de la Cátedra’, ‘Lamiendo Membrillo’ e ‘Historia de un largo viaje’.

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Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014

Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014homenaje4 5protagonista

REDACCIÓN ARTES/AGENCIAS • “La poesía que busco/ es como un diario/ en donde no hay proyecto ni medida”, así cierra su poema ‘A quien pueda interesar’, el escri-tor mexicano José Emilio Pacheco.

El autor de ‘Las batallas en el desierto’ falleció el pasado 26 de enero. Un golpe en la cabeza, víctima de una caída, aceleró su partida. Producto de esto fue hospitali-zado, allí su corazón, según su hija Laura Emilia, dejó de palpitar para partir “tran-quilo y en paz”.

Lo que no deja de palpitar son sus versos, esos que permiten –en presente, totalmente vivos- caminar entre el sim-bolismo y la introspección, hasta el exis-tencialismo; a veces irónico, a veces de-sesperanzado, pero siempre con la pasión puesta en cada palabra alimentada por la memoria y el tiempo.

Poeta por excelenciaAmado por sus coterráneos y por todos los amantes de la literatura en lengua expañola, Pacheco ni siquiera se con-sideraba “el mejor poeta de su barrio”, como él decía, porque era vecino de Juan Gelman -su gran amigo, quien falleciera pocos días antes -, Sergio Pitol y Carlos Monsiváis.

“Soy poeta, porque no sirvo para otra cosa. No sé dibujar planos ni repetir una melodía, como otros nada más oírla”, compartía la víspera de recoger el Pre-mio Cervantes, cuando con justicia lo recibía.

Justamente, cuando recibía dicho pre-mio el 21 de abril de 2010, el más preciado galardón en nuestro idioma, al depositar, como es tradición, una serie de objetos en la Caja de las Letras del Instituto Cervan-tes que se abrirá en 100 años, José Emilio Pacheco dijo, con sencillez, que “lo que dejo sirve para que quien abra esto en cien años sepa quién fui, porque no creo que nadie recuerde mi obra”. Difícilmente se olvidará su legado.

ReaccionesDurante su despedida, celebrada en el Aula Magna del Colegio Nacional, bajo la leyenda ‘Libertad por el saber’, el historia-do mexicano Enrique Krauze destacó el alto humanismo del poeta, a quien calificó como “un maestro cautivante” y “un con-versador amenísimo” cuya vocación fue “llegar al público, no solo al especializado sino al lector común”.

“Ahora, frente a su muerte sorpresiva, los temas poéticos de José Emilio, la pesa-dumbre, la melancolía, la desesperanza, el desconsuelo, el paso implacable del tiem-po, adquieren una nueva dimensión”, la de “una profecía cumplida”, añadió Krauze.

En declaraciones a la prensa, la escrito-

ra Elena Poniatowska, reciente ‘Cervan-tes’, dijo que con la partida de Pacheco “se pierde un pilar de la poesía en México”, de una poesía “que estaba ligada a la gente de la calle, a todos nosotros, pero también una poesía muy culta”.

Las reacciones del exterior tampoco se hicieron esperar. A través de un comu-nicado de prensa, José Ignacio Wert, ministro de Cultura español, recordó una parte del discurso del mexicano cuan-do recogió el Premio Cervantes: “La lengua en la que nací cons-tituye mi única riqueza”. “Con estas pa-labras, el poeta mostraba su humildad, al mismo tiempo que homenajeaba a la lengua con la que nos hizo y nos seguirá haciendo disfrutar, compartiendo su ri-queza a través de sus versos”, expresó el Ministro.

También se sumó el escritor nicara-güense Sergio Ramírez, quien, a través de su cuenta Twitter, compartió: “José Emi-

lio Pacheco fue las palabras, fue la lengua, fue la poesía más pura de nuestro tiempo y lo será del tiempo futuro. Un clásico”.

ApreciaciónLa admiración hacia el también ganador del Premio Reina Sofía no sólo se eviden-cia tras su deceso. Esto, porque Pacheco,

de 74 años de edad, fue uno de los más importantes poetas e intelectuales mexica-nos del siglo XX.

Autor de una obra con amplios re-

gistros desde su ingreso a la literatura en 1958 con sus relatos ‘La sangre de Medu-sa’. Carlos Monsiváis -fallecido en 2010-, su gran amigo, destacó en José Emilio “la pasión por la metáfora, la concentra-ción en unas cuantas líneas de un relato casi siempre pesaroso, el gusto por los relatos inesperados, el despliegue del poder de síntesis, el ejercicio múltiple de la metáfora, el juego de analogías como espejos de la devastación, la alabanza ju-

bilosa del paisaje”.Sobre sus versos, Monsiváis apuntó,

tiempo atrás, que “en poesía, ajusta sus dones melancólicos, su pesimismo que es resistencia al autoengaño, su fijación del sitio de la crueldad en el mundo, su pode-río aforístico”.

“No le temo a la muerte, le temo a morir sin terminar un libro”, pronunció alguna vez Pacheco, quien deja gran parte de su obra inconclusa, según fuentes cerca-nas, por lo que los herederos quedan con una saldo pendiente, tanto con el escritor como con sus lectores.

JOSÉ EMILIO PACHECO

ESCRITOR. Con sus versos y relatos llegó a todos, por lo que se metió en el corazón de los mexicanos.

El adiós de quien ‘batalló en el desierto’

Perfil

° Escritor y traductor mexicano (Ciudad de México, 1939-2014). Es uno de los máximos poetas de la denominada ‘Generación de medio siglo’. Su trabajo le hizo merecedor de importantes galardones, donde destacan el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamerica-na y el Premio Cervantes. No le temo a la muerte, le

temo a morir sin terminar un libro”.

JOSÉ EMILIO PACHECO.

El arte, en sí, rompe con la lógica de la realidad. Cu-riosamente, Eduardo Vi-llacís Pástor rompe con la lógica del arte. Por eso no sorprende que el recorrido

antológico de su obra esté bautizado como ‘Antilógica’.

Risueño y amable se deslinda de la or-ganización de la muestra que ofrece en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC), en Quito. “Los culpables de esta exposición son Karen Solórzano y Juan Carlos León (curadores). Ellos son los mentores y los organizadores. Su tenacidad e instancia hizo esto posible”, explica.

“Presumo que les parece interesante enseñar parte de una cierta trayectoria que tengo, donde se miran áreas poco exploradas del arte… Me imagino que les parece interesante mostrar algo que con-sideran relevante o de interés”, agrega con total sencillez.

En medio de algunos de sus óleos –don-de los desnudos y los retratos rompen con el vacío de la tela- recuerda cómo surgió su apego hacia las expresiones artísticas.

“Desde niño estuve involucrado en los temas culturales. El trabajo poético e in-telectual de mi padre (Eduardo Villacís Meythaler) me permitió acercarme a las manifestaciones artísticas, pero fueron otras cosas las que me llevaron a reflexio-

nar sobre cómo quería abordarlo”, com-parte el creador de ‘El Espejo Humeante’.

Con apenas 12 años tenía claro que los soportes tecnológicos eran esenciales para trabajar su propuesta, aunque pasó un buen tiempo para que se animara a de-dicarse como artista. Esto, porque había decidido estudiar Matemáticas en la Poli-técnica Nacional, carrera que no terminó.

“Me encanta esas posibilidades imagina-tivas e investigativas que te dan los núme-ros. Y, mucho ojo, con las propias matemá-ticas puedes desestructurar ciertas lógicas”, comenta con tono pensativo, antes de se-ñalar que “sus cuestiones imaginarias son interesantes porque pueden ser pensadas y después se les encuentra un uso: lo rico es que no haya una justificación inmediata”.

Mirada universalReconocido como uno de los referentes de la ilustración en el país, con su obra y con su filosofía de vida busca la ciudadanía del mundo. “Me parece interesante eso del rea-lismo social, pero tiene sus limitaciones. Eso de hablar sólo de un territorio no te permite alcanzar una mirada universal”.

A esto se debe que le guste tanto Jorge Luis Borges, a quien tiene como un au-tor de cabecera y al que define como “un hombre capaz de llevar al mismo terreno a todos los hombres, con un don para hablar con la misma fluidez de un vikingo que de un gaucho”.

Y esto, justamente, es lo que me-taforiza Villacís con su trabajo. A través de distintas técnicas y sopor-tes –la pintura y el dibujo, la anima-ción 3D, videojuegos y el cómic- ha logrado plasmar un obra robusteci-da por la ficción, donde lo narrativo se funde por medio de la forma.

Muestra de aquello son los trazos que dan vida a su serie ‘Arte Fantástico’, así como todo el concepto de ‘El Espejo Hu-meante’, una novela épica donde se plan-tea que los aztecas colonizan Europa. Dicho trabajo se recoge en un libro, del mismo nombre, además de presentarse en un ‘falso museo’ de la ficcionada con-quista, que fue exhibido por primera vez

en EE. UU. (2003).“No se trata de hacer una apología. Lo

que pretendo mostrar es que las culturas precolombinas, en un acto de colonizar, podrían ser tan violentas como las euro-peas. La violencia es algo muy humano, que trasciende de lo cultural”, explica este dibujante que en su juventud se dejó en-volver por películas como ‘The Wall’ y ‘Tron’, que le llevaron a entender que “con la música y la gráfica se pueden hacer cosas

profundas”.Por ahora, su preocupación más

grande es lo efímero del arte en la actualidad. “El arte de este tiempo será después obsoleto”, dice con convencimiento. Es por esta razón que le agarró “el gusto de hacer las cosas con las manos”.

“Pienso que hay que trabajar en un arte que trasciende en el tiem-po, y es lo que encuentro en los óleos que hago, que son un intento por perfeccionar técnicas como la

flamenca, que me apasionan”, manifiesta el artista, sin antes dejar entrever la triste-za que siente al saber que muchos de sus cómics originales (trabajados en digital) se perdieron, porque resulta que la pla-taforma de su commodore amiga (orde-nador personal) ya no era tan amiga, y desapareció. (DVD)

[email protected]

Perfil

° Eduardo Villacís Pástor ha incursionado en los cam-pos de la animación, la ilustración, el arte secuencial y la pintura. Obtuvo una maestría en Artes Visuales en la Universidad Estatal de California. Su trabajo ha sido reconocido con importantes premios nacionales e internacionales. Fundó el Día de San Violentín, día de reflexión crítica contra la violencia y que se celebra cada 13 de febrero. Dirige el Centro de Investigaciones Fantásticas de la Universidad San Francisco de Quito.

El arte de este tiempo será después obsoleto”.

La muestra per-manecerá abier-ta hasta el 20 de abril, en las gale-rías bajas del CAC (Montevideo y Luis Dávila, Antiguo Hospital Militar), de mar-tes a domingo de 09:00 a 17:30.

TOME NOTA

El artista que evade a toda lógica

EDUARDO VILLACÍS

A QUIEN PUEDA INTERESAR Que otros hagan aúnel gran poemalos libros unitarioslas rotundasobras que sean espejode armonía

A mí sólo me importael testimoniodel momento que pasalas palabrasque dicta en su fluirel tiempo en vuelo

La poesía que buscoes como un diarioen donde no hay proyecto ni medida

Page 5: Revista Artes 2 febrero 2014

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

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Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014

Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014homenaje4 5protagonista

REDACCIÓN ARTES/AGENCIAS • “La poesía que busco/ es como un diario/ en donde no hay proyecto ni medida”, así cierra su poema ‘A quien pueda interesar’, el escri-tor mexicano José Emilio Pacheco.

El autor de ‘Las batallas en el desierto’ falleció el pasado 26 de enero. Un golpe en la cabeza, víctima de una caída, aceleró su partida. Producto de esto fue hospitali-zado, allí su corazón, según su hija Laura Emilia, dejó de palpitar para partir “tran-quilo y en paz”.

Lo que no deja de palpitar son sus versos, esos que permiten –en presente, totalmente vivos- caminar entre el sim-bolismo y la introspección, hasta el exis-tencialismo; a veces irónico, a veces de-sesperanzado, pero siempre con la pasión puesta en cada palabra alimentada por la memoria y el tiempo.

Poeta por excelenciaAmado por sus coterráneos y por todos los amantes de la literatura en lengua expañola, Pacheco ni siquiera se con-sideraba “el mejor poeta de su barrio”, como él decía, porque era vecino de Juan Gelman -su gran amigo, quien falleciera pocos días antes -, Sergio Pitol y Carlos Monsiváis.

“Soy poeta, porque no sirvo para otra cosa. No sé dibujar planos ni repetir una melodía, como otros nada más oírla”, compartía la víspera de recoger el Pre-mio Cervantes, cuando con justicia lo recibía.

Justamente, cuando recibía dicho pre-mio el 21 de abril de 2010, el más preciado galardón en nuestro idioma, al depositar, como es tradición, una serie de objetos en la Caja de las Letras del Instituto Cervan-tes que se abrirá en 100 años, José Emilio Pacheco dijo, con sencillez, que “lo que dejo sirve para que quien abra esto en cien años sepa quién fui, porque no creo que nadie recuerde mi obra”. Difícilmente se olvidará su legado.

ReaccionesDurante su despedida, celebrada en el Aula Magna del Colegio Nacional, bajo la leyenda ‘Libertad por el saber’, el historia-do mexicano Enrique Krauze destacó el alto humanismo del poeta, a quien calificó como “un maestro cautivante” y “un con-versador amenísimo” cuya vocación fue “llegar al público, no solo al especializado sino al lector común”.

“Ahora, frente a su muerte sorpresiva, los temas poéticos de José Emilio, la pesa-dumbre, la melancolía, la desesperanza, el desconsuelo, el paso implacable del tiem-po, adquieren una nueva dimensión”, la de “una profecía cumplida”, añadió Krauze.

En declaraciones a la prensa, la escrito-

ra Elena Poniatowska, reciente ‘Cervan-tes’, dijo que con la partida de Pacheco “se pierde un pilar de la poesía en México”, de una poesía “que estaba ligada a la gente de la calle, a todos nosotros, pero también una poesía muy culta”.

Las reacciones del exterior tampoco se hicieron esperar. A través de un comu-nicado de prensa, José Ignacio Wert, ministro de Cultura español, recordó una parte del discurso del mexicano cuan-do recogió el Premio Cervantes: “La lengua en la que nací cons-tituye mi única riqueza”. “Con estas pa-labras, el poeta mostraba su humildad, al mismo tiempo que homenajeaba a la lengua con la que nos hizo y nos seguirá haciendo disfrutar, compartiendo su ri-queza a través de sus versos”, expresó el Ministro.

También se sumó el escritor nicara-güense Sergio Ramírez, quien, a través de su cuenta Twitter, compartió: “José Emi-

lio Pacheco fue las palabras, fue la lengua, fue la poesía más pura de nuestro tiempo y lo será del tiempo futuro. Un clásico”.

ApreciaciónLa admiración hacia el también ganador del Premio Reina Sofía no sólo se eviden-cia tras su deceso. Esto, porque Pacheco,

de 74 años de edad, fue uno de los más importantes poetas e intelectuales mexica-nos del siglo XX.

Autor de una obra con amplios re-

gistros desde su ingreso a la literatura en 1958 con sus relatos ‘La sangre de Medu-sa’. Carlos Monsiváis -fallecido en 2010-, su gran amigo, destacó en José Emilio “la pasión por la metáfora, la concentra-ción en unas cuantas líneas de un relato casi siempre pesaroso, el gusto por los relatos inesperados, el despliegue del poder de síntesis, el ejercicio múltiple de la metáfora, el juego de analogías como espejos de la devastación, la alabanza ju-

bilosa del paisaje”.Sobre sus versos, Monsiváis apuntó,

tiempo atrás, que “en poesía, ajusta sus dones melancólicos, su pesimismo que es resistencia al autoengaño, su fijación del sitio de la crueldad en el mundo, su pode-río aforístico”.

“No le temo a la muerte, le temo a morir sin terminar un libro”, pronunció alguna vez Pacheco, quien deja gran parte de su obra inconclusa, según fuentes cerca-nas, por lo que los herederos quedan con una saldo pendiente, tanto con el escritor como con sus lectores.

JOSÉ EMILIO PACHECO

ESCRITOR. Con sus versos y relatos llegó a todos, por lo que se metió en el corazón de los mexicanos.

El adiós de quien ‘batalló en el desierto’

Perfil

° Escritor y traductor mexicano (Ciudad de México, 1939-2014). Es uno de los máximos poetas de la denominada ‘Generación de medio siglo’. Su trabajo le hizo merecedor de importantes galardones, donde destacan el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamerica-na y el Premio Cervantes. No le temo a la muerte, le

temo a morir sin terminar un libro”.

JOSÉ EMILIO PACHECO.

El arte, en sí, rompe con la lógica de la realidad. Cu-riosamente, Eduardo Vi-llacís Pástor rompe con la lógica del arte. Por eso no sorprende que el recorrido

antológico de su obra esté bautizado como ‘Antilógica’.

Risueño y amable se deslinda de la or-ganización de la muestra que ofrece en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC), en Quito. “Los culpables de esta exposición son Karen Solórzano y Juan Carlos León (curadores). Ellos son los mentores y los organizadores. Su tenacidad e instancia hizo esto posible”, explica.

“Presumo que les parece interesante enseñar parte de una cierta trayectoria que tengo, donde se miran áreas poco exploradas del arte… Me imagino que les parece interesante mostrar algo que con-sideran relevante o de interés”, agrega con total sencillez.

En medio de algunos de sus óleos –don-de los desnudos y los retratos rompen con el vacío de la tela- recuerda cómo surgió su apego hacia las expresiones artísticas.

“Desde niño estuve involucrado en los temas culturales. El trabajo poético e in-telectual de mi padre (Eduardo Villacís Meythaler) me permitió acercarme a las manifestaciones artísticas, pero fueron otras cosas las que me llevaron a reflexio-

nar sobre cómo quería abordarlo”, com-parte el creador de ‘El Espejo Humeante’.

Con apenas 12 años tenía claro que los soportes tecnológicos eran esenciales para trabajar su propuesta, aunque pasó un buen tiempo para que se animara a de-dicarse como artista. Esto, porque había decidido estudiar Matemáticas en la Poli-técnica Nacional, carrera que no terminó.

“Me encanta esas posibilidades imagina-tivas e investigativas que te dan los núme-ros. Y, mucho ojo, con las propias matemá-ticas puedes desestructurar ciertas lógicas”, comenta con tono pensativo, antes de se-ñalar que “sus cuestiones imaginarias son interesantes porque pueden ser pensadas y después se les encuentra un uso: lo rico es que no haya una justificación inmediata”.

Mirada universalReconocido como uno de los referentes de la ilustración en el país, con su obra y con su filosofía de vida busca la ciudadanía del mundo. “Me parece interesante eso del rea-lismo social, pero tiene sus limitaciones. Eso de hablar sólo de un territorio no te permite alcanzar una mirada universal”.

A esto se debe que le guste tanto Jorge Luis Borges, a quien tiene como un au-tor de cabecera y al que define como “un hombre capaz de llevar al mismo terreno a todos los hombres, con un don para hablar con la misma fluidez de un vikingo que de un gaucho”.

Y esto, justamente, es lo que me-taforiza Villacís con su trabajo. A través de distintas técnicas y sopor-tes –la pintura y el dibujo, la anima-ción 3D, videojuegos y el cómic- ha logrado plasmar un obra robusteci-da por la ficción, donde lo narrativo se funde por medio de la forma.

Muestra de aquello son los trazos que dan vida a su serie ‘Arte Fantástico’, así como todo el concepto de ‘El Espejo Hu-meante’, una novela épica donde se plan-tea que los aztecas colonizan Europa. Dicho trabajo se recoge en un libro, del mismo nombre, además de presentarse en un ‘falso museo’ de la ficcionada con-quista, que fue exhibido por primera vez

en EE. UU. (2003).“No se trata de hacer una apología. Lo

que pretendo mostrar es que las culturas precolombinas, en un acto de colonizar, podrían ser tan violentas como las euro-peas. La violencia es algo muy humano, que trasciende de lo cultural”, explica este dibujante que en su juventud se dejó en-volver por películas como ‘The Wall’ y ‘Tron’, que le llevaron a entender que “con la música y la gráfica se pueden hacer cosas

profundas”.Por ahora, su preocupación más

grande es lo efímero del arte en la actualidad. “El arte de este tiempo será después obsoleto”, dice con convencimiento. Es por esta razón que le agarró “el gusto de hacer las cosas con las manos”.

“Pienso que hay que trabajar en un arte que trasciende en el tiem-po, y es lo que encuentro en los óleos que hago, que son un intento por perfeccionar técnicas como la

flamenca, que me apasionan”, manifiesta el artista, sin antes dejar entrever la triste-za que siente al saber que muchos de sus cómics originales (trabajados en digital) se perdieron, porque resulta que la pla-taforma de su commodore amiga (orde-nador personal) ya no era tan amiga, y desapareció. (DVD)

[email protected]

Perfil

° Eduardo Villacís Pástor ha incursionado en los cam-pos de la animación, la ilustración, el arte secuencial y la pintura. Obtuvo una maestría en Artes Visuales en la Universidad Estatal de California. Su trabajo ha sido reconocido con importantes premios nacionales e internacionales. Fundó el Día de San Violentín, día de reflexión crítica contra la violencia y que se celebra cada 13 de febrero. Dirige el Centro de Investigaciones Fantásticas de la Universidad San Francisco de Quito.

El arte de este tiempo será después obsoleto”.

La muestra per-manecerá abier-ta hasta el 20 de abril, en las gale-rías bajas del CAC (Montevideo y Luis Dávila, Antiguo Hospital Militar), de mar-tes a domingo de 09:00 a 17:30.

TOME NOTA

El artista que evade a toda lógica

EDUARDO VILLACÍS

A QUIEN PUEDA INTERESAR Que otros hagan aúnel gran poemalos libros unitarioslas rotundasobras que sean espejode armonía

A mí sólo me importael testimoniodel momento que pasalas palabrasque dicta en su fluirel tiempo en vuelo

La poesía que buscoes como un diarioen donde no hay proyecto ni medida

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Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014

Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014biblioteca 36 galería

LOS MÁS VENDIDOS

ARGENTINA

° El juego de Ripper, Isabel Allende (Random House).° Pa que se acabe la vaina, William Ospina (Planeta).° Sinsajo, Suzanne Collins (Plaza & Janés).° Cincuenta sombras de Grey, E. L. James (Random House).FUENTE: LIBRERÍA NACIONAL

COLOMBIA

° La ladrona de libros, Markus Zusak (Debolsillo).° Melocotón loco, Megan Maxwell (Planeta). ° El juego de Ripper, Isabel Allende (Plaza & Janés).° Mi hombre obsesión, Jodi Ellen Malpas (Planeta).FUENTE: CASA DEL LIBRO

ESPAÑA

MÉXICO

° Los juegos del hambre 3: Sinsajo, Suzanne Collins (Océano).° El héroe discreto, Mario Vargas Llosa (Alfaguara). ° Divergente, Verónica Roth (Molino). ° Tokio Blues, Haruki Murakami (Tusquets).FUENTE: LIBRERÍA GANDHI

° El héroe discreto, Mario Vargas Llosa (Alfaguara).° Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).° Inferno, Dan Brown (Planeta).° Cincuenta sombras de Grey, E. L. James (Grijalbo).FUENTE: LIBRI MUNDI

° Y las montañas hablaron, Khaled Hosseini (Salamandra).° El héroe discreto, Mario Vargas Llosa (Alfaguara).° Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).° Hush, Hush, Becca Fitzpatrick (Ediciones B).FUENTE: MR. BOOKS

ECUADOR

Nota: Listado de libros de ficción de EFE, excepto Ecuador.

Composición electrónica:Pantone Impresiones

Edita: Editorial Minotauro S.A.Correspondencia:

Planta Diario La HoraAv. Galo Plaza N62-08 y Nazaret

Fax: 247-6085 casilla 17-17-243 CCIcul tu ra @la ho ra .co m.ec

Quito, Ecuador

Director (e): Francisco Vivanco RiofríoEditor: Agustín Garcells CordónRedactor: Damián de la Torre AyoraDiseño: Guillermo Sánchez B. Marcelo Mejía R.

Imágenes: Cortesía de The Morgan Library and Museum.

una memoria de sus misiones como pi-loto de guerra en la Batalla de Francia. El volumen, publicado en febrero de 1942, influencia la opinión estadounidense so-bre la guerra en Europa y es un éxito de ventas. Poco importa. Saint-Exupéry pre-feriría ser de nuevo un combatiente más, lejos de las envidias e intrigas que en su contra abundan dentro del círculos de emigrados franceses de Nueva York. Eli-zabeth, esposa de Eugene Reynal, busca animarlo. Luego de apreciar el dibujo de un chiquillo – imagen que Saint-Exupéry tiene por hábito bosquejar - le sugiere es-cribir un libro para niños.

La idea es providencial. Durante el período final de su permanencia en Nue-va York, Saint-Exupéry va a entregarse obsesivamente a la tarea. Volcará en ella el recuerdo de su infancia, remanso de paz interior. Concurrirán también las ex-periencias de su vida de aventura, de su pasión por la aviación, de sus tragedias y desencuentros personales. Junto a esas vertientes, fluirá aquella, filosófica, que ha explorado al redactar ‘Ciudadela’, mo-numental libro que dejará inconcluso.

ExposiciónEn la muestra, la evolución de ‘El Princi-pito’ se delinea con gran sensibilidad. El manuscrito y las acuarelas originales se confrontan repetidamente con las pági-nas de la edición final, develando las mu-taciones de cada idea. El resultado es una excepcional oportunidad para atisbar de-talles de su proceso creativo. Así, Saint-Exupéry incluyó originalmente la imagen del piloto, para luego reducir su presen-cia física hasta obviarla completamente. La transformación de los rasgos del Prin-cipito es también evidente: a medida que las páginas avanzan, se van cristalizando aquellos universalmente conocidos.

El manuscrito preliminar suma el do-ble del texto de aquel publicado. Ello deja entrever cómo la relativa exuberancia de las primeras etapas de redacción es reem-plazada por una sobriedad cada vez más exigente y acentuada, que se refleja tam-bién en las ilustraciones. La página en la que el Principito observa reiteradamente la puesta de sol desde su pequeño aste-roide es buen ejemplo. Inicialmente más compleja, presenta en su versión final gran simplicidad. Otro pasaje, probable-mente el más citado de la obra, da prueba de la evolución del texto. Es el del secreto del zorro, que Saint-Exupéry utiliza en quince diversas ocasiones, emergiendo de la mente del Principito y luego, defini-tivamente, de aquella del zorro.

Las hojas que recogen esos cambios llevan rastros de su autor - marcas de café y té, incluso una quemadura causada por un cigarrillo. Una de ellas ha sido estruja-da y desechada, para luego ser rescatada de alguna papelera. Se ignora a quién se debió tal decisión, si al autor o a su ami-ga Silvia Hamilton, a quien confiaría el

manuscrito justo antes de marcharse. El libro sería editado en Nueva York, simul-táneamente en versiones de lengua ingle-sa y francesa.

En una urna de cristal cercana reposa otra huella tangible de Saint-Exupéry: un brazalete roto, aquel con el que desapa-reció durante su última y mortal misión como piloto de guerra, en 1944, pocos días antes de la liberación de París. En 1998, un pescador lo recuperaría en sus redes. En el metal gastado, aún puede leerse su nombre y su dirección postal fi-nal, la de sus editores en Nueva York.

En ese brazalete se halla la metáfora más apta de la obra cumbre de Saint-Exu-péry. Es la saga de pérdidas devastadoras, de tristezas insondables, de abrasadora nostalgia. Y, paradójicamente, es también una historia en la que todo lo perdido ja-más está lejano, si recordamos que “sólo con el corazón se puede ver bien; lo esen-cial es invisible para los ojos”.

[email protected]

ECO. Consecutivamente, dos imágenes del manuscrito y la versión final publicada en edición de 1943.

PERSONAJE. Fotografía de Saint-Exúpery captada por John Phillips semanas antes de la muerte del escritor, en 1944.

RECUERDO. Brazalete que Saint-Exupéry portaba en su misión final.

VITRINA DE LIBROS

LA VÍA NOCTURNANicolás Jiménez M.La novela descubre ámbitos y callejones por donde el lector puede extraviarse, en el mundo de la noche, hasta dar con el lado oculto de la vida y de las cosas. Se reconoce a un Quito que con-curre en antros del placer, subte-rráneo, pero que, curiosamente, contribuyó a las transforma-ciones de acuerdo a su tiempo. Una obra realista, de lenguaje pulcro, que se ubica en célebres lugares de la bohemia. EDICIONES BERNARDO DE LEGARDA

LA SOMBRA DEL OLVIDOPablo Tapia E.José está fascinado por las fantásticas historias que escucha sobre la Amazonía ecuatoriana, narradas por el nativo Saulo. José llega a tra-bajar en el Oriente y, una vez allí, descubrirá un mundo des-conocido, encontrándose con realidades que no esperaba. La novela aborda escenarios y personajes que cambian a través de los años, donde las sorpresas del destino afloran para dar desenlaces que nadie espera. EL CONEJO

° Cincuenta sombras de Grey, E. L. James (Grijalbo).° Y las montañas hablaron, Khaled Hosseini (Salamandra).° Los años de peregrinación del chico sin color, Haruki Murakami (Tusquets).° El juego de Ripper, Isabel Allende (Sudamericana).FUENTE: GRUPO ILHSA

Símbolo de libertadesOSWALDO PAZ Y MIÑO J. • Creo en los médi-cos de la patria, sea ésa la premisa. Como presumo de la buena fe de todas las per-sonas y estoy convencido de que la liber-tad y los Derechos Humanos se soportan en valores tales como la convivencia en democracia, la buena fe, la presunción de inocencia y la seguridad jurídica: Pro-clamo a la lectura como un acto de vida y estoy seguro de que los libros nunca lle-gan al lector por casualidad, sino por una misteriosa causalidad.

La receta que consta la he comparti-do días atrás con ese grupo maravilloso de inteligentes y guapas mujeres que in-tegran el Club de Lectura Alfredo Pareja Diezcanseco, que me invitará a departir sobre libros y autores, desde el pretexto literario surgido de la obra del autor ira-ní- holandés, Kader Abdolah, ‘El reflejo de las palabras’.

Los médicos del Ecuador escriben, y lo hacen tan bien algunos, como curan los males del cuerpo. Por esto, la sociedad confía en su siempre sacrificado trabajo, en el nivel que lo ejerzan, público o pri-vado. Uno de ellos, el doctor Germánico Mayorga Basantes, cuando concluía 2013, con quien comparto que padezco el ‘Mal de Montano’, del que el escritor español Enrique Vila Matas explica que es el que sufren los enfermos de literatura, me re-galó la estupenda novela de su autoría, ti-tulada ‘Un vacío antes del cielo. Diagnós-tico presuntivo’.

No es posible deslindar a la obra del autor. En todo el recorrido de las que son 166 páginas, es perceptible la palabra humanista, el verbo social y la impronta científica del médico, que también oficia de escritor.

De la vida real, los capítulos están reunidos en una nouvelle armada cual un puzle. Una historia que se desborda hacia lo social, que atiende temas de do-lor, que no se tratan con analgésicos, que no se curan con antibióticos, que no se

extirpan en las mesas de operaciones, tales como: “el narcotráfico infiltrado en todos los estratos de la sociedad, la corrupción actuando con todos los métodos y estrategias, el enga-ño con fines de lucro, la intolerancia de opi-nión, el desgaste de la sociedad, visualizada en la vida de perso-najes frágiles, como un estudiante univer-sitario; la respuesta humana, solidaria, en la sensibilidad de una pequeña niña”.

‘Un vacío antes del cielo. Diagnóstico presuntivo’, letras li-bres de un médico de los nuestros, que vive en carne y hueso los traumas de la socie-dad que habita.

Que no improvisa en los diagnósticos, que sabe de lo que prescribe y lo que firma. Que conoce la historia clínica de sus pacientes y no los abandona a medio camino. Que está claro, en toda la novela, de que los médicos no se reemplazan como fichas en un juego. En el truque habrá vidas de por medio, siempre: “Su madre intubada con un res-pirador automático para controlar la bue-na oxigenación pulmonar, tenía alimen-tación parenteral, sonda naso gástrica, sonda vesical, cables en el pecho conec-tados a un monitor que controlaba datos vitales del pulso, la frecuencia cardiaca, la presión arterial, el electrocardiograma y la capacidad de ventilación pulmonar con la saturación 02 Y el PH. Por su brazo iz-

quierdo, entraban fluidos y la medicación antibiótica.” (Pág. 104)

En definitiva, una novela que se trans-forma en símbolo de libertades.

[email protected]

BiografíaGermánico Mayorga Basantes

° Nace en Salcedo, Ecuador, en 1941. Médico de pro-fesión. Autor de obras científicas, también ha publica-do, poesía y relatos como: ‘Perfiles’, ‘Los Misterios del Tren’, ‘Semblanzas: Más allá de la Cátedra’, ‘Lamiendo Membrillo’ e ‘Historia de un largo viaje’.

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Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014

2 Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014 7galería memoria

Exclusivo para Revista Artes

Las raíces de ‘El Principito’MARÍA HELENA BARRERA-AGARWAL, NUEVA YORK • Manhattan acoge en estos días lo que parecería una paradoja superlativa. En la Biblioteca y Museo Morgan coexis-ten, frente a frente y en espacios gemelos, Edgar Allan Poe y Antoine de Saint-Exu-péry. La sala dedicada a Poe es sombría. Entre sus muros, de un rojo oscuro, pare-ce habitar la inmensa angustia inherente al autor y a la obra. En contraste, la sala dedicada a Saint-Exupéry tiene muros pintados de azul claro, moteado del blan-co de las páginas del manuscrito prelimi-nar de ‘El Principito’.

Tan radical distinción oculta una si-militud. ‘El Principito’ no emergió de la calma o de la dicha. Al concebirlo, Saint-Exupéry se hallaba atormentado por una situación que Poe no habría desdeñado incluir en alguno de sus relatos. Exiliado por voluntad propia a los Estados Uni-dos, el francés observaba cómo su amada patria, desgarrada entre resistencia y co-laboración, se debatía bajo la ocupación nazi. Su mundo intelectual y social se desmoronaba, sin que le fuese dado lu-char en su defensa.

A finales de 1940, Saint-Exupéry ha-bía aceptado la necesidad de abandonar su patria, reluctante a seguir a De Gau-lle y ante la imposibilidad de continuar combatiendo como piloto de guerra bajo sus propios términos. Su destino será Nueva York, donde sería acogido por sus editores estadounidenses, Eugene Reynal y Curtice Hitchcock. Dejaba en Francia a su madre – a quien no vería nunca más – y a su esposa, la salvadoreña Consuelo Suncin, que arribaría a Manhattan tan solo un año más tarde.

El tiempo de Saint-Exupéry en Nueva York poseerá paralelismos con aquel de Federico García Lorca en la misma urbe. Como García Lorca, Saint-Exupéry expe-rimentará a la vez un deslumbramiento con la ciudad y una inmensa aprensión ante su desmesura. También como Gar-cía Lorca, habrá de profundizar allí en una de sus más caras preocupaciones, la oposición entre naturaleza y civilización. El español plasmará su visión en ‘Poeta en Nueva York’; el francés se servirá de la suya en ‘El Principito’. La exhibición en el Morgan, intitulada ‘The Little Prin-ce, a New York Story’, explora, precisa-mente, la historia de la obra maestra de Saint-Exupéry, considerada dentro de su contexto neoyorquino.

Durante el primer año de su estancia, Saint-Exupéry redacta ‘Vuelo a Arras’,

PUBLICACIÓN. Edición original de ‘El Principito’, Reynal & Hitchckcock, Nueva York, 1943.

MANUSCRITO. EL preliminar de ‘El Principito’, en el que aparece la mano del Aviador. CURIOSIDAD. Página original del manuscrito que registra una quemadura.

RAQUEL MARTORI, LA HABANA, EFE• Un dia-rio inédito y desconocido del escritor cubano Alejo Carpentier (1904-1980), premio Cervantes de Literatura 1977, revela sus angustias y preocupaciones durante el proceso de creación literaria.

La Fundación ‘Alejo Carpentier’, en-cargada de la custodia de su obra, lan-zó en La Habana el título ‘Diario’. Esto, conmemorando el 109 aniversario del natalicio del reconocido autor y perio-dista, que se celebró el 26 de diciembre.

Carpentier es una de las principales figuras del denominado ‘boom’ que re-novó la literatura latinoamericana en el siglo pasado, y es reconocido entre los primeros en introducir el término de ‘lo real maravilloso’ y el neobarroco en el continente.

A través de los 149 folios del día a día de su estancia en Venezuela, el novelis-ta confiesa sus avatares literarios entre los años 1951 y 1957, considerado uno de sus períodos de mayor actividad crea-dora, literaria e intelectual.

El diario fue encontrado entre la papelería y los documentos que con-servaba en su casa habanera, tras el fa-llecimiento de su viuda, Lilia Esteban en 2008, según explicaron los investi-gadores que se ocuparon de la edición.

Una relecturaLa directora de la Fundación, la Premio Nacional de Literatura Graziella Pogo-lotti, dijo que la esencia del libro está en “la invitación a la relectura de Carpentier, al redescubrimiento de su obra a partir de las pistas que esta confesión parcial –como todas las confesiones– nos da sobre sus búsquedas y sus inquietudes”.

Los editores señalaron que Carpen-

Diario revela sus inquietudes

tier siempre se mostró remiso a las confe-siones personales, el documento que en-contraron estaba escrito a máquina, con notas a mano en el margen y también correcciones, lo que para ellos de-muestra el interés del escritor por su posible publicación.

También advierten a los lectores de que asistirán a la creación de sus grandes novelas y noveletas, como ‘Los pasos perdidos’, ‘El siglo de las luces’, ‘El acoso’ y ‘El camino de San-tiago’.

El autor del prólogo de ‘Diario’, Arman-do Raggi, explicó que el texto descubre “su tortuoso” proceso creativo, sus dificultades editoriales, los periodos de poca producti-vidad creativa de Carpentier, su ocupación en la publicidad radiofónica y la televisión, pasajes enigmáticos y episodios de su es-tancia en París entre 1938 y 1939, así como sus frecuentes sueños y pesadillas.

Al repasar detalles del texto, Graziella Pogolotti analizó que en 1951 cuando Car-pentier está comenzando este diario “res-ponde al apremio de una necesidad interna

en un momento de crisis singular”.“Necesita encontrar un interlocutor,

una suerte de espejo en el que se reconoce y explora una vez más el lugar don-de se encuentra, en aquel momento estaba terminando la elaboración de ‘Los pasos perdidos’, una novela que significó un punto de giro en su obra”, indicó la intelectual.

Pero, a juicio de la investiga-dora, la creación de esa novela “lo llenó de dudas y vacilaciones en cuanto al resultado literario defini-

tivo” y “esa angustia” del escritor se per-cibe día a día en las notas que va dejando sobre los cambios que tiene que introdu-cir en la obra que estaba escribiendo.

‘Tiene de todo’“Al leer un diario como éste podemos percibir hasta qué punto en la obra de un escritor está su experiencia, su vida”, apuntó Pogolotti y adelantó que “tiene de todo”, “elementos anecdóticos, de algún modo las mujeres que pasaron por su vida”, y también están “algunos amigos y

amigos que dejaron de serlo”.En un aparte con EFE, Pogolotti re-

sumió que en la lectura de este diario se va a encontrar “cómo trabaja un escritor, la enorme disciplina, el trabajo de orfe-brería, de cuidado del detalle y algo de primordial importancia: la amplitud de miras de un escritor”.

Y recuerda que Carpentier fue un au-todidacta que se hizo de una enorme cul-tura “abierta no solamente a la literatura, con una visión integradora de la cultura, en la que lo mismo era la ciudad, la ar-quitectura, la vida cotidiana, los pregones callejeros y la publicidad moderna”.

En este momento la Fundación sigue un plan de publicaciones críticas de su obra que ha incluido la novela ‘Ecué Yam-baó’, trabaja ahora en ‘Concierto Barroco’ y tiene en perspectiva ‘El arpa y la som-bra’, su última novela publicada.

Para ese fin aseguran que disponen de la documentación esencial y la bibliote-ca personal de escritor con más de 4.500 volúmenes, un tesoro para dar a conocer y socializar.

Alejo Carpentier está considera-do como uno de los grandes escritores en lengua española del siglo XX.

EL DATO

LANZAMIENTO. La directora de la Fundación ‘Carpentier’, la escritora cubana Graziella Pogolotti, cuando se presentó este inédito.

HALLAZGO. Carpentier no compartía nada personal, por lo que la publicación es todo un descubrimiento.

ALEJO CARPENTIER

Page 8: Revista Artes 2 febrero 2014

Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014 www.lahora.com.ec

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Ecuador, domingo 02 de febrero de 2014

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>> GALERÍA. Un viaje hacia el origen de ‘El Principito’.

>> 2-3

>> HOMENAJE. Adiós terrenal a José Emilio Pacheco.

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PAÍS: EE. UU. AÑO: 2013CALIFICACIÓN: **** TIEMPO: 126min. DIRECTOR: John Lee HancockGUIÓN: Kelly Marcel y Sue SmithREPARTO: Emma Thompson, Tom Hanks, Colin Farrell.

‘Al encuentro de Mr. Banks’

bambalinas

Nº 852

INTERPRETACIONES. Tom Hanks, como Disney, y Emma Thompson, como Travers, convencen con sus actuaciones en un filme al que le falta credibilidad..

El misterio de ‘Mary Poppins’RICARDO SEGREDA• Mientras que el cine en-tra a su segundo siglo, su historia se ha convertido en un nuevo género. El año pasado, por ejemplo, estuvo ‘Hitchcock’, sobre la producción de ‘Psicosis’, así como ‘La Niña’, también de Hitchcock, y la producción de ‘Los pájaros’. Además, en 2013 hubo ‘Mi semana con Marilyn’, acerca de cuando Marilyn Monroe fue a Inglaterra para hacer una película con Laurence Olivier.

Este año tenemos ‘Al encuentro de Mr. Banks’, sobre la producción de la película clásica ‘Mary Poppins’. Esto merece una reflexión. Se puede comentar que si las épocas históricas pueden ser identifica-das como “oscuras” o “industriales”, tal vez el siglo anterior podría ser descrito como la “edad de la celebridades”. Esta tendencia actual del cine, como autoexa-men, puede ser un índice acerca de cómo la celebridad y la popularidad definen nuestra sociedad.

Con ‘Al encuentro de Mr. Banks’ hay la propuesta de que había un drama en el desarrollo de ‘Mary Poppins’. El guion, de Kelly Marcel y Sue Smith, explica que P. L. Travers, la autora de libros popula-res sobre una niñera mágica que es capaz de resolver problemas con familias infeli-ces, experimentó un grave conflicto cuan-do Walt Disney propuso una adaptación de sus obras.

Por una parte, estaba tan pobre que casi iba a perder su casa en Londres. Pero, por otra parte, no le gustaba la cultura norteamericana, las películas de Walt Disney en particular. Se preocupó mucho de que sus historias, influidas por las experiencias traumáticas de su infancia en Australia, se convertirán en material de entretenimiento frívolo con animación y música.

En la película, Disney, consciente de su renuencia, le invita a Hollywood para que pueda hablar directamente con los guionistas y compositores que serán los adaptadores. Acepta la invitación, pero, inmediatamente, expresa desdén contra todo lo norteamericano. Mucho humor es generado por su reacción hacia las pre-suntuosas intenciones de buena volun-tad por Disney, como un enorme Mickey Mouse en la cama de su hotel. Travers también se comporta grosera con todos en California, con Disney, sus asistentes y

sus colaboradores, expresando oposición a todo lo que quieren hacer con ‘Mary Poppins’.

Entre tanto, en flashback, los cineastas relatan la historia de su infancia infeliz, con un encantador, aunque alcohólico, padre, quien fue un empleado infeliz en un banco, pero que hubiera preferido tener una carrera como actor y cantor. Mientras tanto, su madre intentó suici-darse. Su tía solterona, Ellie, quien llegó a ayudar a la madre y rescatar la familia, sirvió como inspiración para el personaje de Mary Poppins. Así que se hace claro el porqué Travers se opuso a una adapta-ción de Disney del material que fue muy personal y doloroso.

Según ‘Al encuentro de Mr. Banks’, Disney se dio cuenta de cuál fue el proble-ma y siguió a Travers a Londres, donde finalmente la persuadió con una historia de su propio dolor de su niñez. Hay tam-bién la creación ficticia de un chofer con su historia de su hija discapacitada, que toca el corazón de Travers. Pero, es más probable que Travers cedió por motivos económicos y su desprecio por la pelícu-la de ‘Mary Poppins’ fue tan fuerte que, a pesar de su enorme éxito y su nueva ri-

queza, prohibió secuelas.En el último término, a la historia le

falta credibilidad. Sin embargo, la pelí-cula es un enorme placer, debido en gran parte a la magnificencia de los actores, sobre todo Emma Thompson, como Tra-vers, Colin Farrell, como su padre, y Tom Hanks, como Walt Disney.

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SinopsisAmbientada en la paradisíaca Hawai, Henry (Sandler), un biólogo marino, se enamora perdidamente de Lucy (Barrymore), una profesora de arte. La conoce en una cafetería y empieza a seducirla. Todo marcha bien en el primer encuentro. En una segunda oportunidad, ella no recuerda para nada a Henry: lo que sucede es que la mujer tiene un problema de memoria y quedó atrapada en su pasa-do. El reto del biólogo será enamorar cada día al amor de su vida. El filme se exhibe por la cadena HBO (televisión pagada) durante este mes (revisar programación).

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