revista aquí Águilas n. 1 diciembre 2015

68

Upload: aquiaguilas

Post on 10-Apr-2016

348 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

TRANSCRIPT

Page 1: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 2: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 3: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 4: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 5: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

3aquí águilas

Page 6: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

4 aquí águilas

Page 7: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

5aquí águilas

Page 8: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

6 aquí águilas

Page 9: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

7aquí águilas

Texto y Fotos: Gabriel Muñiz

Page 10: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

8 aquí águilas

ero, curiosamente, nuestro gasterópodoterrestre por antonomasia se ha convertido ahora enun inquilino más entre las ingentes estructuras agrí-colas de Águilas. Arropado -más que domesticadopues tal cosa sería imposible-, el caracol ha pasadode ser un recurso más de la subsistencia familiar tra-dicional, a significar una prometedora inversión paraquienes hoy en día le procuran "techo y comida". Los productores de caracol aguileños se encuentranagrupados en torno a la cooperativa Helix ÁguilasMediterránea. La Cooperativa, que agrupa tanto apequeñas empresas agrícolas que buscan en estesector una ampliación de su negocio, como a particu-lares que quieren iniciarse en este mundo, es la plata-forma ideal desde la cual obtener el asesoramientonecesario a la hora de establecer un criadero de cara-coles, así como de tener acceso a toda la informaciónreferida al correcto cuidado y salud del animal.Y es que, aunque en principio la cría de caracol nocomportaría excesivas medidas de control, sí son

P

LA COOPERATIVAGracias a la pertenencia laCooperativa, los productores pueden recibir cursos, así comocompartir las experiencias y secretos que encierra una correctaexplotación, como la adquisición de caracoles prebordados (adultosque todavía no se han reproducido),o el modo de adecuar correctamenteel medio ecológico de los criaderos.No obstante, la comercialización esfundamental para todos aquellos quese plantean iniciar una nueva explo-tación de caracoles. En este sentido,la pertenencia a la Cooperativa es elúnico modo de asegurarse no solo decumplir con los requisitos sanitarios,sino de dar salida al producto en elmercado nacional e internacional.

Una explotación de caracoles, convenientemente gestionada, puede obtenerrentabilidad a los tres o cuatro años de existencia.

Page 11: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

muchos los pequeños secretos que encierra sucorrecta reproducción en cautividad. A grandes ras-gos, podríamos decir que temperatura y humedadson los dos parámetros que un productor no debedejar nunca al azar. Según los cooperativistas aguile-ños, el rango de temperatura para la supervivenciadel caracol nunca debería bajar de los 7 grados cen-tígrados ni sobrepasar los 28 grados centígrados. Alrespecto, como podrán imaginar, en estas latitudes eltalón de Aquiles serían las altas temperaturas e inten-

sidad lumínica, motivo por el cual los criaderos estándotados de doble protección que incluye telas desombreado.Capítulo aparte, la correcta alimentación es tambiéncrucial para el desarrollo del caracol. Ésta se basa enel aporte de nutrientes a base de piensos compues-tos, a los que se sumarían el propio forraje naturalcomo podría ser el trébol o la acelga, plantados en laspropias calles de reproducción en el interior de loscriaderos.

9aquí águilas

Page 12: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

Son miles las subespecies de gasterópodos terres-tres y marinos catalogados hasta ahora. El Helixaspersa Muler, sin embargo, es con mucho el quedestaca por su adaptabilidad y en el que está basadala incipiente industria del caracol en España. En Águi-las no podía ser menos, pero llama la atención quemientras en otras latitudes sólo se consiguen dosrecolecciones al año (primavera y otoño), la bonanzaclimática permite que en nuestro área climática lle-guen a obtenerse hasta cuatro cosechas al año, unapor cada estación.Como colofón, son los departamentos de control decalidad los encargados de analizar el producto obte-nido y de garantizar la ausencia de cualquier tipo deplagas durante el proceso. En este caso, la empresaaguileña Esal Seguridad Alimentaria es la encargadade asegurar y controlar los estándares de calidad yseguridad alimentaria, mediante análisis periódicosdel agua, la tierra y los propios caracoles. El resulta-

do es un producto de excelente calidad, made inÁguilas, que es demandado por consumidores deotras regiones, especialmente Cataluña, así como deotros países de Europa como Francia.La Cooperativa aguileña, siempre en marcha, afrontaen la actualidad nuevos retos. Hasta el momento, lacomercialización de nuestro caracol se realizaba envivo y en recipientes de frío, pero ahora se ha aumen-tado la oferta con el envasado del caracol en salmue-ra, un sistema que garantiza una conservación másprolongada y el sabor intacto del producto.Algunos restauradores de Águilas, tal como apuntanlos cooperativistas, han recuperado la tradición gas-tronómica del caracol, que está siendo reincorporadoen nuevas propuestas culinarias. Preparaciones tra-dicionales como son el arroz con caracoles, o lossuculentos caracoles en salsa, auguramos queseguirán formando parte de nuestro repertorio culina-rio de siempre.

10 aquí águilas

En otras latitudes españolas y sobre todo europeas, existen productores que destinan su cosecha a empresas decosmética o que están dedicados a la producción de "caviar de caracol".

Page 13: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 14: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

urante la Reconquista, y paralelamen-te a las rivalidades entre al-Ándalus y el Reino deCastilla, el litoral mediterráneo fue escenario del ata-que constante de corsarios. El fenómeno se enmarca-ba en las disputas por el control marítimo entre elIslam y la Cristiandad, pero tuvo sus particularidadesdependiendo de la zona. El Reino de Aragón, quehabía recuperado su territorio con anterioridad, a par-tir del siglo XII va experimentando un crecimientopaulatino de su comercio marítimo, lo que se tradujoen la progresiva construcción de infraestructuras por-tuarias. Con el tiempo, especialmente durante el sigloXIV, aquellos puertos se convirtieron en fácil objetivode los corsarios, pues adolecían de fortificaciones yprotección militar. Las naves corsarias utilizaban como base territoriosinsulares, en particular Formentera, desde dondehacían rápidas incursiones con el fin de perpetrarsecuestros y reclamar cuantiosos rescates. Los

secuestros personales se convirtieron en un enormeproblema para la época, y hay estudios que arrojancifras desorbitadas de víctimas al respecto. El Reinode Aragón rehabilita y completa a su manera el anti-guo sistema de atalayas de litoral, distribuidas espe-cialmente en la zona prepirenaica, desembocaduradel Ebro y litoral valenciano. Paralelamente a las ata-layas de señales, sin embargo, gracias a la iniciativaprivada se levanta un nuevo tipo de torres destinadasa la protección de cultivos en las masías, así como enlas salinas, tan importantes para la supervivencia y laconservación de alimentos en el transporte marítimo. Sin embargo, en cuanto al litoral meridional, tras latoma de Granada sólo se contaba con el puerto deCartagena, que no estaba bien defendido ni prepara-do para el comercio como los puertos de Barcelona yValencia. Es con la unión de Castilla y Aragón cuando se pre-sentará por fin la posibilidad de una defensa coordi-

D

Page 15: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

Texto y fotos: Gabriel Muñiz

aquí águilas 13

Page 16: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

nada, pero el litoral seguirá siendo escenario de lasincursiones. La piratería, no obstante, dejará de inte-resarse progresivamente por el secuestro individual,decantándose por el secuestro colectivo con vistas asu utilización como mano de obra en los cultivos ycentros de producción de ultramar. Los piratas berberiscos siembran el terror en lascomunidades desperdigadas por la costa, en zonasde cultivo o almadrabas pesqueras, haciendo acopiode víveres y personas a su antojo; un problema gene-

ralizado en el Mediterráneo español, pero que se agu-dizaba en las provincias de Alicante, Murcia y Almeríapor su despoblamiento. Así, Carlos I de España tomóla iniciativa, aún tímida, de elaborar un plan de defen-sa por todo el litoral, reocupando viejas estructurasárabes y construyendo algunas nuevas en lugaresestratégicos como por ejemplo las salinas del MarMenor y Cartagena. Será Felipe II, no obstante, quientrate de implementar un verdadero plan de fortifica-ción a base de atalayas costeras y en lugares de pro-

14 aquí águilas

Restos de una atalaya árabe en la provincia de Almería

Page 17: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

ducción, poniendo especial atención en los depósitosnaturales de agua dulce donde los enemigos preten-dían proveerse. La fortificación integral y efectiva del litoral no era tareafácil y en cierto modo quedaría en papel mojado, puessurgieron infinidad de cuestiones relativas al modo deconstrucción, número de emplazamientos, lugaressensibles al ataque etc. La polémica, reflejada en lossucesivos informes remitidos al rey por VespasianoGonzaga y el ingeniero Juan Bautista Antonelli tras susinvestigaciones de campo, se centraba en la necesidadde construir muchas torres, o por el contrario pocastorres pero bien pertrechadas, ya que su función pri-mordial era la señalización porque resultaba inútil tratarde repeler desde ellas cualquier desembarco. Las cró-nicas de la época, igualmente, dan muestra de la pre-ocupación por los enormes costes que suponía laconstrucción, dotación armamentística y humana delsistema. El Rey se decantó por el empleo de mampos-tería, y se barajó la utilización de prisioneros paraponerlas en pie. En realidad, ocasionalmente, se trata-ba de pequeños fuertes con sus respectivos baluartesmás que de atalayas propiamente dichas, en los cua-

les debía quedar una dotación de hombres suficientepara defender las costosas piezas de artillería quealbergaban, así como cuadrillas a caballo que peinaranconstantemente el territorio que separaba unas atala-yas de las otras, especialmente despoblado y desiertoen la costa levantina. Tales proyectos tuvieron unaimplementación desigual, y podemos decir que nuncallegaron a cumplir realmente con todas las expectati-vas. Incluso el abandono de las torres por sus respon-sables se convirtió en un problema, ampliando las con-denas para quienes lo hicieran. Con todo, poco a pocose fueron consolidando atalayas autónomas o especia-lizadas en mensajería a lo largo de todo el litoral medi-terráneo, desde las estribaciones pirenaicas hastaGibraltar, e incluso la isla de Mallorca. La costa, aun-que seguía expuesta a escaramuzas puntuales, enprincipio se encontraba a salvo de cualquier invasiónpues los puertos de atraque a gran escala se encontra-ban perfectamente protegidos. No obstante, cundía lapreocupación de que se diera tal posibilidad si los inva-sores contaran con el apoyo de los moriscos, suficien-te motivo para continuar con el reforzamiento deinfraestructuras y atalayas. La expulsión de los moriscos significó el principio delfin con respecto a las atalayas. Una vez embarcados,la mayoría de ellos acabaron en Túnez, disminuyen-do así la necesidad imperiosa de mano de obra y portanto la presión corsaria sobre el litoral español. Apartir de entonces, la necesidad de construir y utilizaratalayas menguó considerablemente, aunque lossaqueos se perpetuaron hasta la ocupación francesade Argel en 1830

15aquí águilas

Será Felipe II, quien trate deimplementar un verdaderoplan de fortificación a base deatalayas costeras

Page 18: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

16 aquí águilas

u lugar de trabajo se antoja como un mer-cado de abastos a pequeña escala. Sacos de patatas,cajas de tomates, calabazas, pimientos, frutas, cebo-llas, lechugas, pepinos, salchichas, docenas de hue-vos frescos y pollos, circulan de un lado a otro paraacabar sobre la mesa central, donde las voluntarias seafanan en racionar cada producto en bolsas tamañofamiliar. A lo largo del pasillo, más de 50 grandes cajasde cartón numeradas aguardan el surtido de alimentosasignado semanalmente a cada núcleo familiar. La actividad, aunque meticulosa y constante, discu-rre en un relajado ambiente de compañerismo y ter-

tulia. Se percibe una mezcla de satisfacción por lalabor desempeñada, pero también de agradecimien-to hacia todos aquellos que, con sus donaciones dealimentos, hacen posible que la máquina solidaria nose detenga.Hogar Betania surgió por y para los necesitados,hace ya más de tres años. El punto de inflexión, afir-man sus fundadoras, fue la constatación de que aquímismo, en Águilas, muchas familias recurrían a loscontenedores de basura al cierre de mercados ygrandes superficies, con el fin de aprovisionarse dealimentos con los que llenar la nevera.

S

Page 19: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

El grupo, formado íntegramente por amas de casa ya su vez feligresas de la parroquia de San José, fueconsciente desde un principio de su responsabilidadmoral, ética y solidaria para con aquellas familias,laceradas no solo por la carestía económica, sino porel rechazo social y marginalidad que llevaba implícitasu situación. Hogar Betania, como tal, comenzó su andadura de unmodo decidido aunque titubeante a la hora de imple-mentar sus acciones solidarias. Dice Concha Castelo,impulsora de la idea junto a Juanita Carrasco, que enun primer momento se plantearon diferentes opciones

como la creación de un comedor social, de un cate-ring a domicilio, o incluso se contempló la posibilidadde ofrecer vales de comida para consumir menús enrestaurantes de nuestra localidad. Aquellas opciones, no obstante, acabaron descartán-dose por diferentes motivos, en buena medida al ado-lecer de la infraestructura necesaria y en parte porincompatibiliades relacionadas con el buen uso de laayuda solidaria por parte de los beneficiados y por elinsostenible efecto llamada que pudieran suponer. Finalmente, la opción elegida fue la de ofrecer a lasfamilias necesitadas alimentos de nuestra tierra, fres-

17aquí águilas

Page 20: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

cos y perecederos, como complemento nutricional alos productos envasados que pudieran recibir delBanco de Alimentos y donaciones privadas a travésde Cáritas. Trabajando paralelamente a Cáritas,donde comparten gastos e infraestructura, y siempreen colaboración con el párroco Don Manuel Amatrian,Hogar Betania centra su atención en la captación dedonantes entre el gran número de empresas y coope-rativas de nuestro entorno dedicadas a la agrícultura.Urcisol, Koper, Pozosur, Agrícola Aguileña, Paloma,Adesur, Agrisel, Agrasa, Agrícola Soler, Primaflor y

18 aquí águilas

Page 21: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

Coáguilas son empresas implicadas directamente enesta labor generosa y altruista. Podríamos decir, por tanto, que con los años HogarBetania se ha consolidado como referente social enÁguilas. Sin embargo, a nivel cotidiano nada resultatan fácil como parece, apunta Concha Castelo. El díaa día está plagado de pequeños y grandes obstácu-los que hay que afrontar. Por una parte, nos constaque la organización no se conforma con la ayuda quesemanalmente prestan a unas 150 familias, porquesaben que hoy por hoy es insuficiente. Por otra parte,

las integrantes de Hogar Betania son celosas de suindependencia a la hora de tomar sus propias decisio-nes, y aunque trabajan en coordinación con losServicios Sociales, por lo general no son proclives arecibir subvenciones públicas para evitar cualquiertipo de dependencia y politización de su obra social.Hogar Betania es amable, diáfana y cien por cienvocacional. Las mujeres que la integran son el almade una asociación en la que se necesita nuestraayuda, donde siempre serán bienvenidos todo tipo decolaboradores y voluntarios ocasionales.

19aquí águilas

Page 22: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

n los carnavales más antiguos que se celebran de laPenínsula Ibérica, principalmente en enclaves apartados deExtremadura, Castilla León, Asturias, Galicia y norte de Portugal,podemos rastrear la existencia de personajes que recuerdan clara-mente a nuestra mussona. Como en el caso aguileño, se trataría de figuras enigmáticas cuyasraíces antropológicas se pierden en la noche de los tiempos. Su sig-nificación y función festiva, así mismo, estaría cargada de simbolis-mo, pues hablamos de personajes que, al igual que ocurre con nues-tra mussona, son personificaciones del mal y de la oscuridad a lasque hay que sacrificar como antesala del carnaval, inaugurando unnuevo periodo de fertilidad tras el solsticio de invierno. Este misterioso elenco de personajes, en unos casos tienen aspectoantropomorfo, y en otros encontramos curiosas representaciones deanimales mitológicos o reales. También están confeccionados conmateriales orgánicos, principalmente de esparto, de paja, de cortezade árbol, hojas de de diferentes especies arbóreas, o de papel. De igual modo a nuestra mussona, son personajes que, individual-mente o junto a su cortejo, surgen amenazantes y recorren las callessembrando la confusión.

E

SOBRE EL AUTOR:Las fotografías pertenecen a la colección sobre las Mascaradasde Invierno. Su autor, Carlos González Ximénez, centra sutrabajo en realizar reportajes de interés etnográfico, y tiene ensu haber diferentes reconocimientos y premios nacionales.

Fotos: Carlos González Ximénez

Page 23: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

21aquí águilas

Page 24: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

22 aquí águilas

Page 25: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 26: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 27: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

25aquí águilas

Page 28: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 29: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

27aquí águilas

Page 30: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

28 aquí águilas

Page 31: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

n un tiempo en que arte y sociedad pare-cen tomar rumbos opuestos, el medio urbano es sus-ceptible de transformarse en un lienzo donde losartistas poder expresarse y, sobre todo, donde hacervisible su obra ante el gran público. El arte en la calle, o arte público, alcanza ese "otronivel" que no entiende de reglas impuestas por gale-rías y críticos, un arte que se democratiza, para bieno para mal, y que solo rinde cuentas ante los ciuda-danos. El juicio popular se decantará a un lado o al otro de labalanza. Aparte de la creatividad de la obra, unosverán tal intervención como una maravillosa aporta-ción al paisaje urbano, como una paleta de color quegana la batalla a la sobriedad grisácea del hormigón.Otros, en cambio, la considerarán como un añadido

urbano gratuito, como una aportación expresiva y cro-mática que no ofrece nada nuevo al medio en el quenos movemos diariamente.Lo cierto es que, en los últimos años, en nuestro paíshemos sido testigos de transformaciones pictóricasurbanas muy interesantes, algunas de las cuales,incluso, han acentuado o multiplicado el interés turís-tico de ciertas localidades. La conclusión es que, aun-que tan solo fuera por ese motivo, la intervención deJavier Hernández Espinosa en nuestro puerto pes-quero es digna de atención. Con tan solo 23 años, el joven artista aguileño afron-tó uno de sus mayores desafíos en su corta biografíapictórica, una gran responsabilidad no solo en lo refe-rente a su propia factura, sino en cuanto perdurabili-dad en el tiempo de su mural.

E

aquí águilas 29

Page 32: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

Tal como afirma el autor, el punto de partida fueronvarias decenas de bocetos, tres de los cuales forma-ron parte de la propuesta ante la Dirección Generalde Puertos. Tras una cementación e impermeabiliza-ción del muro, Espinosa dedicaría largas jornadas ala consecución final de la obra, trasladando a escalasus bocetos finales.El resultado es una obra que, fiel al estilo del autor, seencuentra plagada de elementos simbólicos. Unmural que trata de explorar, desde su peculiar visióncreativa, el contradictorio mundo del mar y de lapesca. Según el autor, las figuras representadas se crearíana partir de historias y leyendas, tanto de libros demitología como de relatos de los propios pescadores.Por un lado. se trata de un homenaje a Águilas comolugar de paso de grandes civilizaciones, como grie-gos, fenicios, romanos. A su vez, la combinación de

especies en constante movimiento trata de represen-tar el caos que reina en las profundidades.El pintor tuvo en cuenta el color del entorno, buscan-do para su obra tonos que contrastaran con los domi-nantes del entorno, principalmente azul y gris. Así, Enla parte superior del mural podemos ver un atardeceraquileño, cuyos colores representan el ocaso y losreflejos del sol en el agua. En la esquina, un pezespada de color rojo como homenaje a las marraje-ras, un arte de pesca casi desaparecido. En el muroprincipal podemos observar gran número de atunesque se mueven en círculo entre formas coralinas yreflejos del sol, a un pez luna que mira a la superficieo al pez volador como símbolo de libertad.Finalmente, el hombre queda representado por unamano que parece romper la superficie del agua. Laentrada de Águilas desde el mar queda reflejada poruna llave custodiada por dos peces enfrentados.

30 aquí águilas

Page 33: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 34: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

32 aquí águilas

Por Gabriel Muñiz

Page 35: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

l Sirio, uno de los mayores transatlánticosde la época, llevaba años cubriendo la ruta entre elpuerto de Génova y el Nuevo Mundo. Aquel día, 4 deagosto de 1906, a bordo del buque la vida transcurríaen una especie de letargo. La nave, de 115 metros deeslora, avanzaba imperturbable y sin novedad.Dependiendo de la escala social se trataba de un cru-cero de lujo, para los más adinerados, o de un insalu-bre cascarón, en el caso de los humildes. Los pudien-tes navegan en pos del éxito artístico o comercial,otros, a veces familias enteras, simplemente huían delas calamidades, dejando atrás yuntas y arados.Aquel día, y a aquella hora, en nuestro escenario noocurría nada fuera de lo normal. Quizás algún pesca-dor, faenando por la zona, se extrañaba por la proxi-midad del barco a la costa, presagiando para susadentros que el buque se acercaba peligrosamente auna trampa mortal. Y es que, dibujando un arcoterrestre que se internaba en las aguas a varios kiló-metros, se extiendía el rosario conocido como LasHormigas, una sucesión de pequeños islotes más omenos visibles, y de otros bajíos muy peligrosos yocultos bajo la superficie del mar.

UNA ESTAMPA DANTESCALa realidad, en ocasiones, supera con creces a la fic-ción. El historiador Luis Miguel Pérez Adán, autor dellibro "El Naufragio del Sirio", da buena cuenta de ellobasándose en el relato de los hechos tal como loscontaron sus verdaderos protagonistas.En un instante, la calma dio paso a la tragedia. ElSirio colisionó de lleno con una aguja rocosa, el Bajode Fuera, cabalgando sobre ella hasta que el barcofue frenándose en su inercia. Como el fiel de unabalanza, el buque comenzó a sumergirse por la partede popa; la proa a su vez fue inclinándose hacia arri-ba y escorándose unos 35 º a estribor, abriéndoseuna gran brecha en el casco del barco. Transcurridos unos segundos interminables, el barcoquedó en esa comprometida posición. Por fin se detu-vo, pero el pánico del pasaje hizo acto de presencia,ya de forma incontenible, apoderándose de la cubier-ta. Los pasajeros peor parados, aquellos que descan-saban en sus aposentos de primera clase, se ahoga-

ron irremisiblemente en los camarotes de popa.Otros, con no mejor suerte, pugnaron por sobreviviratrapados bajo las lonas, convertidas en un cepomortal del que era imposible escapar. Los más, atur-didos aún por el duro impacto, corrieron hacia la depor sí abarrotada proa. Como bien apuntó la descendiente de uno de los tes-tigos, muchos de los pasajeros, procedentes delámbito rural, nunca hasta ese momento habían vistode cerca el mar. Por descontado no sabían nadar, sin-tiéndose impotentes a la hora de tomar la decisión desaltar o quedarse en cubierta. En esta tesitura, elcolapso se apoderó rápidamente de la proa. Dicen lascrónicas que cientos de personas se vieron entoncesinmersas en una auténtica batalla por la superviven-cia, y parece ser que nadie impuso orden entre tantaconfusión. Los pasajeros sólo fueron capaces dearriar un bote, pero más de 150 personas se encara-maron a él, zozobrando en cuanto llegó al agua.

TODOS AL RESCATEJuan de la Cierva, que fue testigo de la tragediadesde su residencia de verano en tierra, relató en elDiario "El Liberal", los momentos que se vivieron en la

Uno de los mayores interrogantes consistió ensaber por qué el Sirio navegaba tan cerca de lacosta, con el evidente riesgoque esto comportaba.

E

aquí águilas 33

Page 36: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

costa tras la colisión. Desde el teléfono familiar delpolítico, única línea disponible en todo Cabo dePalos, se pidió socorro a las autoridades deCartagena, pero no había tiempo que perder y, segúnrelató, todos en el pueblo se movilizaron. Las humil-des barcazas de pesca fueron aparejadas en la playade poniente, partiendo con ayuda de los remos endirección al Sirio. Pero, según las crónicas de laépoca, en las inmediaciones del Sirio ya se encontra-ban una serie de embarcaciones en el momento delsuceso. Alertadas por el humo y las señales de soco-rro, muchas acudieron al auxilio del barco, otras en

cambio, como un vapor inglés y otro francés, temie-ron por su propia seguridad y se manttuvieron a dis-tancia. El mayor riesgo consistía en que las calderasdel Sirio podían explotar en cualquier momento alcan-zando a los demás barcos, lo que no fue óbice paraque varios laúds de pesca se aproximaran temeraria-mente al siniestro. La primera embarcación de Cabode Palos en llegar al Sirio es el laúd "Cristo", pilotadopor un humilde pescador conocido como el "Potro",que consiguió rescatar del agua a 65 pasajeros convida. Otros laúds con nombre propio, como el "SanPedro", el "Joven Vicente", el "Francisca", el "NuestraSeñora de los Ángeles", el "San José" o el "PepeHermanos", dependiendo de sus posibilidades salva-ron a numerosos náufragos. Sin embargo, el episodiomás renombrado fue la gesta protagonizada a bordodel "Joven Miguel". Este pailebote era patroneado porun lobo de mar llamado Vicente Buigues, hombre cur-tido en otras "batallas" relacionadas con el salvamen-

34 aquí águilas

Según se dice, la siguienteescala del Sirio iba a producirse en el puerto deÁguilas para embarcar unnuevo contingente de emigrantes.

Page 37: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

to en el mar. Según las crónicas, puso rumbo hacia elSirio en cuanto su capitán se percató de la situación.La operación de rescate emprendida por este barcodebió superar varias dificultades en principio insalva-bles. Buigues sabía que debía acercarse al buque lomás posible, pero una parte de la tripulación se negóa acatar sus órdenes ante la posibilidad de que explo-taran las calderas. El capitán, dice el relato, no dudóen utilizar su propio revólver para imponer su deci-sión. Pero no todo acabaría ahí; el calado del "JovenMiguel" hacía pensar que también podía embarrancaren el Bajo de Fuera si se acercaba demasiado.Desafiando el riesgo, Buigues aproximó su barco a lacubierta del Sirio, amarrándose a él. Por descontado,en caso de sumergirse el Sirio arrastraría con él al"Joven Miguel", pero el capitán Buigues tendió unpuente, valiéndose del palo de su proa, hasta alcan-zar la cubierta del Sirio. Buigues trató de poner ordenentre las decenas de pasajeros que pugnaban pordescender a través de aquella improvisada pasarela,llegando a utilizar de nuevo su revólver. Serían tensosminutos, durante los cuales decenas de personas fue-ron ocupando la cubierta y las bodegas del pailebote,hasta evacuar entre 400 y 450 náufragos.

EL DÍA DESPUÉSTras el suceso, era necesario evaluar las pérdidashumanas, buscar las verdaderas causas del siniestro,y depurar responsabilidades en caso necesario. Uno

de los mayores interrogantes consistió en saber porqué el Sirio navegaba tan cerca de la costa, con elevidente riesgo que esto comportaba. Las islasHormigas figuraban en todas las cartas de navega-ción, y el capitán Piccone, experimentado marino quellevaba años cubriendo esa misma ruta, conocía sulocalización perfectamente. Sin embargo, el capitánrecurrió a todo tipo de subterfugios para sacudirse laresponsabilidad del accidente. Sabemos que llegó adecir que los bajos de Las Hormigas no estabanseñalizados convenientemente en las cartas. Mástarde pondría el acento en las corrientes marinas y enuna hipotética fuerza magnética (a causa de lasminas de hierro presentes en la zona), que habríaalterado el normal funcionamiento de la brújula. Pero las hipótesis de lo que había ocurrido realmenteiban en otra dirección. Por una parte el capitán estabaa punto de retirarse y ésta era su última travesía a lasAméricas. De por sí, tal motivo haría sospechar cierta

35aquí águilas

Page 38: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

dejadez de funciones a expensas de sus subalternos.Hay quien apunta que el barco podría estar entablan-do alguna clase de "competición" con otros buquespara llegar antes al próximo puerto o, simplemente,tenía prisa en el cumplimiento de su ruta programada. Esta última sospecha, la más lógica y plausible, seexplicaría al tener en cuenta los métodos que porentonces se utilizaban en las compañías dedicadas ala navegación civil. Y es que, según se dice, lasiguiente escala del Sirio iba a producirse en el puer-to de Águilas para embarcar un nuevo contingente deemigrantes. Esto ocurría frecuentemente en otrospuntos del litoral mediterráneo, donde subían a bordode forma clandestina, y a bajo precio, decenas depasajeros que no constaban en las listas de embar-que. Cabe suponer que las tripulaciones, tal vez conla connivencia de las compañías, obtenían buenosréditos de estas prácticas fraudulentas. En conclu-sión, el hecho de que el Sirio navegara tan cerca dela costa pudo deberse a que tratara de ahorrar eltiempo y las millas que un barco de gran calado debíainvertir en rodear el Cabo de Palos. El asunto del pasaje ilegal no es baladí, pues explica-ría el baile de cifras en cuanto a pasajeros rescatados,muertos y desparecidos. Las listas más optimistas,como la perteneciente a la aseguradora del barco,

hablaron 669 personas rescatadas y 223 fallecidas.Las más pesimistas, como la recientemente elaboradapor el historiador García Echegoyen, elevaría la cifrade fallecidos a 440. La falta de acuerdo, en general,provenía del embarque de personas no registradas, alo que hay que añadir que en el Sirio viajaban muchosniños pequeños, cada cuatro de ellos contabilizadoscomo una sola ración en el rancho de a bordo. Pero pudo ser mucho peor. Las calderas del barco nollegaron a estallar, lo que habría supuesto una catás-trofe de enormes proporciones. Del mismo modo, elSirio no prosiguió su hundimiento, incluso se mantuvoen la posición del naufragio hasta 16 días más tarde,cuando un temporal de levante lo envió definitivamen-te al fondo. Ante este temor de hundimiento, el capitánPiccone y su tripulación exhibieron toda su iniquidad ycobardía. En lugar de mantener la calma entre lospasajeros, y poner orden en el desalojo se inhibieronde sus funciones hasta el punto de que el capitánresultó uno de los primeros en abandonar el buque. Otros hechos, finalmente, empañarían los gestos desolidaridad vecinal e institucional, así como el carác-ter épico del salvamento del Sirio. A la pasividad de latripulación, se sumó un gran número de denunciasrelacionadas con el saqueo del barco, en el quehabrían tomado parte, desde la misma noche del nau-fragio, diferentes embarcaciones que arriaron susbotes para buscar todo tipo de riquezas en el barcoembarrancado. El Bajo de Fuera se convirtió, a partir de entonces, enuno de los lugares malditos de la navegación en aguasespañolas. El Sirio, partido en dos, descansa hoy entre50 y 60 metros de profundidad, acompañado de otrosbarcos que durante la historia reciente cayeron en lamisma trampa, como el buque Minerva y el NordAmérica. Pero, y aún más importante, el naufragio delSirio puso sobre el tapete el drama de la emigración,obligando a un replanteamiento de las normas denavegación civil, que ya nunca fue como antes.

Nota: Queremos agradecer al historiador Luis Miguel PérezAdán y al especialista en buceo Miguel Angel G. Gallego, suinestimable colaboración como autores del libro "El Naufragiodel Sirio", un exhaustivo estudio de documentación escrita yvisual que ha sido imprescindible para este artículo.

36 aquí águilas

Page 39: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 40: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

Por Andrea GarróFotos: Gabriel Muñiz

Page 41: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

39aquí águilas

ay días en que los astros parecenponenerse de acuerdo, creando un paisaje de espumay olas espectaculares frente a las costas de Águilas.Los aficionados al surf, pueden llevar semanas omeses esperando a que se den las condiciones idóne-as para practicar su deporte. Por eso dejarán todo loque estén haciendo, algunos incluso interrumpirán sutrabajo, para reunirse y lanzar sus tablas al mar.

Dicen quienes lo practican que éste es un deporte dis-tinto a todos los demás. Por una parte, los surfistasdeben mantenerse siempre alerta y comunicados entreellos, consultando en todo momento las previsionesatmosféricas e interpretándolas para descifrar cuándo,cómo y dónde se producirá el milagro de la ola. Ymucho más aún, si tenemos en cuenta que nos encon-tramos en el Mediterráneo, un mar bravío en ocasiones,

H

Page 42: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

pero apacible en relación al Atlántico o al Cantábrico. La dirección del viento, la frecuencia de las olas, sutamaño, la composición de los fondos donde rompeny un largo etcétera, son tenidos en cuenta a la hora desurfear en cualquier lugar. Y es que las mejores olasgeneralmente se producen cuando el viento procedede tierra adentro, y el tiempo transcurrido entre ola yola es mayor.Por añadidura, otra de las características de los surfis-tas es el respeto por la naturaleza. Surf y ecología,para estos deportistas, se encuentran indisolúblemen-te unidos. Pero, en general, el surf podría considerar-se como la búsqueda de un equilibrio entre el riesgo

calculado y la adrenalina. De algún modo, dicen, escomo recuperar las sensaciones de la infancia, puessurfear es lo más parecido a los juegos de la niñez enla orilla del mar. Hablaríamos también de un deporte corporativistacien por cien. Como ocurre entre los submarinistas,los surferos exhiben un gran compañerismo, creandogrupos, compartiendo experiencias y ayudando a losprincipiantes a la hora de lanzarse al mar.El surf, en definitiva, es un deporte minoritario perocon un alto grado de satisfacción entre quienes lopractican. Como ellos dicen, no hay palabras paradescribir la sensación de cabalgar las olas.

40 aquí águilas

Emili

o Pa

rra

Page 43: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

41aquí águilas

Emili

o Pa

rra

Page 44: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

l vínculo entre Águilas y su ferrocarril estan sólido y profundo que, frente a todo tipo de adver-sidades y malos augurios, nunca ha llegado a mate-rializarse la desaparición de nuestra línea férrea. Enello han tenido mucho que ver los ferroviarios y aman-tes del ferrocarril de Águilas, que bajo la siglas de laAsociación Cultural de Amigos del Ferrocarril "ElLabradorcico", han luchado y continúan batallandopor la supervivencia del ferrocarril en Águilas.Fue en 1984 cuando, ante la notificación recibida porparte de Gobierno que catalogaba a la línea férreaAlcantarilla-Guadix y Almendricos-Águilas, como"Altamente Deficitarias", nació esta asociación comomovimiento en defensa de nuestra herencia ferroviaria.Conscientes de la baja afluencia de viajeros y preocu-pados por la difícil situación, la Asociación tomó eltimón en las negociaciones que se iniciaron con laadministración, con el Gobierno Regional y con

RENFE. Si bien su papel no fue nunca el de protago-nista, si sería determinante a la hora de aunar esfuer-zos, lo que finalmente llevaría al mantenimiento delramal Lorca-Águilas. En estas negociaciones resultaría decisiva la inter-vención del Marqués de Águilas, Don AlfonsoEscámez López, quien tomó el asunto como algo per-sonal y se encargó de poner en contacto al Ministeriode Transportes, al Presidente de la Comunidad de

42 aquí águilas

los amigos del ferrocarril hacen gala de una profesión que les dio todo, en muchos casos heredada de padres y abuelos

E

Page 45: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

aquí águilas 43

Murcia y al Presidente de RENFE, consiguiendo unacuerdo que aseguró el futuro de la línea hasta nues-tros días, en los que afortunadamente nuestra líneaférrea está catalogada de Interés Nacional.

La misión de la Asociación, sin embargo, no habíahecho más que empezar. Este gran logro espoleó alos amantes del ferrocarril, que impulsarían desdeentonces gran número de actividades que han trata-

Page 46: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

do de sensibilizar a la población y de dar a conocerentre nuestros visitantes la riqueza cultura del ferro-carril aguileño. Algunas de estas actividades han calado muy hondo,como fue la recuperación del Tren de los Baños, laCelebración del Viajero del Año, numerosos concur-sos, a nivel nacional, de dibujo, poesía o cuentos, sinolvidar la constante edición de libros relacionados conel ferrocarril y su historia en Águilas. Muy importante,por su trascendencia, fue también la celebración dedos congresos ferroviarios que trajeron hasta Águilasa importantes personalidades políticas, sindicales yempresariales que se comprometieron con Águilas enel futuro mantenimiento del Ferrocarril y la Estación. Los aguileños le debemos mucho más de lo que pen-samos a esta asociación de Amigos del Ferrocarril.Su constante labor emprendedora y de colaboración,ha ayudado para que el consistorio promoviera conéxito la llegada de trenes directos procedentes deMadrid y de Barcelona. De igual modo, fue determi-nante su labor de representación popular para que,junto al decisivo impulso municipal, se produjera la re-inauguración del ferrocarril Lorca-Águilas tras las gra-

ves inundaciones de Septiembre de 2012.Pero sin duda el gran legado de la Asociación ha sidoel Museo del Ferrocarril, que se inició como un hobbyy ha terminado convirtiéndose en un referente culturaly pedagógico que cada año es visitado por miles depersonas. Entres sus muros se puede admirar unacolección inimaginable de objetos, entrañablesmaquetas, fotografías, y documentos que hacen refe-rencia al glorioso pasado de nuestro ferrocarril. La mayoría de ellos jubilados, los amigos del ferroca-rril hacen gala de una profesión que les dio todo, enmuchos casos heredada de padres y abuelos.Cuando se reúnen, la cultura de los dos raíles estápresente en la conversación. Tertulias donde nostal-gia y futuro son parte de un mismo discurso.

44 aquí águilas

El Museo del Ferrocarril, ha terminado convirtiéndoseen un referente cultural ypedagógico que cada año esvisitado por miles de personas

Page 47: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 48: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

46 aquí águilas

Page 49: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 50: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

48 aquí águilas

Foto

: Gab

riel M

uñiz

Page 51: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

e les puede ver enredados en cualquierbatalla, siempre rodeados de artilugios o probandoingenios teledirigidos. Son Miguel Hernández y JoséVivente López, integrantes principales del GrupoLibélula en el apartado audiovisual. Miguel recuerdaque su padre, desde niños, les llevaba a él y a su her-manos de viaje a una infinidad de lugares fantásticos,siempre con su proyector de Super-8, experiencia

que les llevaría a descubrir una enorme cantidad dehistorias que en su madurez les han marcado a nivelprofesional tanto a él como a sus hermanos.Así, los integrantes del Grupo Libélula, junto a suscolaboradores, han acabado creando una empresaque abarca todos los campos imaginables de la acti-vidad cinematográfica y teatral. Dividida en seccio-nes, son capaces de ofrecer un trabajo completo que

S

aquí águilas 49

Page 52: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

abarca desde el rodaje, la edición y tratamiento decualquier campo audiovisual, pasando por la creaciónde vestuario y caracterización, y hasta la construcciónde decorados, atrezzos y todo tipo de escenografías. En el apartado audiovisual es un equipo joven, dinámi-co y lleno de ideas frescas, que se esfuerza día a díapor estar a la última en cuanto a tecnología y creativi-dad. Su inquietud, así mismo, les lleva a investigarconstantemente sobre especialistas españoles yextranjeros, sobre nuevas propuestas y nuevos len-guajes audiovisuales. El equipo, cubre todos los pro-cesos, desde la idea inicial, hasta la salida multiplata-forma de cada uno de los trabajos. Desde el comien-zo apostaron por trabajar con tecnología de últimageneración, contando con la colaboración de un equi-po propio de producción, operadores de cámara, desonido, fotógrafos, editores de vídeo, motion graphics,VFX, animadores 3D, diseñadores gráficos y todo elpersonal necesario para satisfacer las necesidades desus proyectos. Hoy día, la empresa es capaz de abar-

car proyectos de Realización y Producción de Spotspublicitarios para Cine y TV, Videos Corporativos deEmpresa, Grabación de Eventos con Multicámara,Documentales y un largo etcéteraHan realizado vídeos de gran envergadura paraempresesa locales como Koppert y Urcisol, pero suproyección a nivel nacional es evidente. Fueron,como todos sabemos, los artífices de dos videoclipsde Luz Casal. Al respecto, opinan que Águilas estaríaperdiendo una oportunidad de oro en cuanto al poten-cial turístico que este tipo de rodajes supone. Por eso,deberíamos dar a conocer nuestro inigualable paisa-je como localización de todo tipo de spots, videoclipsetc. Tú pones la idea y nosotros la convertimos enrealidad. Éste es el reto profesional que este grupoofrece a sus clientes, que abarcan tanto a institucio-nes como a empresas y particulares. Y es que, elloslo saben bien, en el cine y el audiovisual el único lími-te es la imaginación. Y si algo es imaginable, tambiénes posible.

50 aquí águilas

Page 53: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 54: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

52 aquí águilas

Page 55: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 56: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

54 aquí águilas

Page 57: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 58: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

56 aquí águilas

Page 59: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 60: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

a mayoría de niños esperan ilusionados lallegada de la Navidad y uno de los principalesmotivos, sino el que más, es esa relación mágicae instintiva que establecen entre las fiestas y losregalos. Pero cabe preguntarse hasta qué puntosomos conscientes de que los juguetes sonmucho más que un mero objeto de entretenimiento infantil; sobre cuánta es nuestra responsabilidad, de cara al futuro del niño, a lahora de elegir uno u otro regalo.La responsabilidad es sólo nuestra. La publicidad, que por estas fechas nos bombardeaa diario con sus mensajes, solo tiene en cuentasus objetivos de mercado y apenas repara en susimplicaciones pedagógicas. Además, las restrictivas leyes que defienden al consumidorponen el acento en el aspecto material, es decir,en asegurar que las piezas y los materialesempleados en la fabricación del juguete nosupongan un peligro físico para el niño.Lo que no transmiten esos anuncios, de eso estamos seguros, es la necesidad de saber compartir los bienes materiales con los demás.A los niños se les incita a poseer más y mejoresjuguetes, iniciándolos así en el discutible hábito

del consumo y, en cambio, no se les transmite elvalor de saber y querer compartir con otrosniños esas posesiones.Según los psicólogos, un niño que comparteobtiene múltiples beneficios tanto a corto comoa largo plazo, pues lo ayudará y acompañará ensus futuras relaciones personales e incluso detrabajo. Compartiendo aprenden a ser generososy a desarrollar su empatía a nivel social.Otra cuestión a tener en cuenta son los rolesimplícitos en el consumo y la adquisición de losjuguetes, en particular los relacionados con elsexo. La pregunta es: ¿qué problema hay realmente en que un niño juegue a las muñecaso que una niña juegue a los coches?. En primerlugar los juguetes son solo eso, juguetes, un llamativo objeto de entretenimiento pero, y loque es más importante, un vehículo a través delcual los niños exploran su relación con elmundo y con los demás niños.Los juguetes no pueden ni deben ser sexistas, talcomo marca la sociedad actual. Jugar con muñecas o a las cocinitas, para un niño, no implica ningún trauma que desemboque en unatendencia homosexual sino, más bien,

58 aquí águilas

L

NIÑOS Y JUGUETESPor Myriam Asensi Pallarés

Page 61: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

desarrollará sin complejos ni tabúes su sensibilidad así como su responsabilidad futuraen el cuidado de los hijos y las tareas del hogar.En el caso de las niñas, jugar con coches o conlas construcciones no hará más que ayudarla en eldesarrollo de su intelecto y, si acaso, en la sanacompetitividad. Tanto niños como niñas disfrutancon un juego de construcción, o con peluches, ysomos nosotros quienes marcamos a fuego esosroles estereotipados que obtienen su reflejo en lapublicidad, a través de colores e incluso músicas

totalmente diferenciados para niños o niñas.Debemos abrir nuestra mente y dejar a un ladoesa costumbre de hacer distinciones entre las"cosas de chicos o de chicas", ya que creamosuna barrera que cercena su inteligencia emocional, que dificulta que los niños muestrensus emociones sin miedo a ser juzgados. Ellosaún están forjando sus personalidad, no debemos sugestionarlos ni condicionarlos, sinopermitirles jugar con libertad, porque son niñosque mientras juegan, aprenden.

Page 62: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

60 aquí águilas

Page 63: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

aquí águilas 61

Page 64: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 65: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015

63aquí águilas

Page 66: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 67: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015
Page 68: Revista Aquí Águilas n. 1 Diciembre 2015