residuos de construcción e demolición

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  • 8/16/2019 Residuos de Construcción e Demolición

    1/8

    Durante la ejecución de toda obra

    aparecen lo que se ha dado en llamar

    residuos de la Construcción y de la

    Demolición que, en principio, serían

    todos aquellos residuos que se gene-

    ran durante el proceso de dichas activi-

    dades. Así, en toda obra se generan

    residuos peligrosos en mayor o menor

    cantidad, consecuencia de distintasoperaciones como el mantenimiento de

    la maquinaria, operaciones de encofra-

    do y desencofrado, aditivos del hormi-

    gón, pinturas, envases contaminados,

    etc., así como residuos urbanos como

    consecuencia de los comedores y otras

    actividades desarrolladas en la obra, y

    residuos no peligrosos, de entre los que

    cabe destacar los denominados iner-

    tes, como una fracción especialmente

    importante de los mismos.

    Los residuos peligrosos, así como

    los urbanos, se encuentran ordenados

    mediante la correspondiente legislación

    que establece un circuito independiente

    para los mismos y define un proceso de

    gestión absolutamente delimitado y

    regulado de forma muy específica. Su

    gestión dentro de las obras, como ele-

    mento novedoso, responde más bien a

    una mayor y mejor organización de las

    constructoras en torno a los requisitos

    legales preexistentes que a un cambio

    radical en la legislación.

    Sí conviene decir que, en materia

    de residuos, la legislación ha cambiado

    mucho en muy poco tiempo (recorde-

    mos simplemente que la Ley de Resi-

    duos es tan sólo de 1998), pero es el

    desarrollo de dicha nueva legislación lo

    que está haciendo cambiar los hábitosen la construcción a marchas forzadas.

    Y dicho desarrollo se evidencia, en

    mucha mayor medida, en torno a los

    Introducción

    Gestión de residuosde constru cción y demolición

    Antonio Burgueño MuñozDirector Dpto. Medio AmbienteFCC Construcción, S.A.

     The building sector is not considereda great pollutant although it doesgenerate considerable amountof waste, traditionally called inertwaste, as that is what it is composedof in the main, which requires specificmanagement and for which specificrules and regulations are currentlybeing drawn up (generally calledConstruction and Demolition Waste).So far, for the most part,they have ended up in the dumpbut a trend favouring recyclingis the direct result of the regulationsbeing drawn up and resultant financialcriteria.

     The building industry

    will have to change its normsof conduct, it will have to startassessing waste, reduce the volumeof the same and segregate properlywhat it generates.

     The former, necessarily linkedwith economic factors, factors relatingto delivery dates and available space,will inevitably imply a changein the building sector in Spain

    in the medium term.

    Summary

    RCD

    Los resid uo s generad os

    en la constr ucción

    y la dem ol ic ión

    son pr incipal m ente in er t es

    y n o p el igrosos,

    pero no únicam ente.

    Puede h ab er, en ocasion es,

    gran cant ida d d e residuospeligrosos como aceites,

    am iant o, f ibras m inera les,

    disolvent es y a dit ivos

    de l hormigón, p in tu ras,

    resin as, pl ásticos,

    CFC de l os cond uct os

    de refr i geración,

    PCB de transformadores,

    compuestos halogenados

    para l a prot eccióncontra e l fuego

    lum inar ias de mercur io,

    sodio o níquel-cadm io 

  • 8/16/2019 Residuos de Construcción e Demolición

    2/8

    Residuos de la Construcción y de la

    Demolición (en adelante, RCD) que en

    otro ámbito. La legislación en materia

    de Residuos Peligrosos no ha dado un

    vuelco total (sigue vigente, casi en su

    totalidad, el Reglamento 866/88 de la

    antigua Ley de Residuos Tóxicos y

    Peligrosos), y, en lo tocante a Residuos

    Urbanos, tampoco hay grandes cam-

    bios para las obras (salvo la separación

    de envases y resto), aunque se haya

    previsto una importante inversión para

    disponer de la infraestructura necesaria

    en un plazo muy breve.

    Pero es en materia de RCD donde

    los cambios normativos están afectan-

    do muy directamente al sector de laConstrucción. Estos cambios están

    centrándose muy principalmente en

    aquellos residuos que tradicionalmente

    hemos llamado escombros (RCD de

    nivel II, según la clasificación técnica

    asumida en los Planes de RCD de

    algunas comunidades autónomas). Y

    suponen importantes cambios en el

    sector a corto y medio plazo.

    Los residuos generados en la

    construcción y la demolición son prin-

    cipalmente inertes y no peligrosos,

    pero ya hemos comentado que no

    únicamente. De hecho, puede haber

    en ocasiones gran cantidad de resi-

    duos peligrosos como aceites, amian-

    to, fibras minerales, disolventes y adi-

    tivos del hormigón, pinturas, resinas,

    plásticos, CFC de los conductos de

    refrigeración, PCB de transformado-

    res, compuestos halogenados para la

    protección contra el fuego y lumina-

    rias de mercurio, sodio o níquel-cad-

    mio.

    Dichos residuos no pueden ir

    mezclados con los que, por su menor

    peligrosidad, admiten una gestión

    más fácil y menos costosa. La legis-

    lación nos impone su separación y

    esta se lleva a cabo con una eficacia

    creciente en las obras.

    Por otra parte, existen residuos

    que, no siendo peligrosos, tampoco

    son inertes, y cuya gestión tambiénes necesario hacer de forma diferen-

    ciada. Hablamos de la madera, los

    plásticos, los materiales que no res-

    ponden a la definición que de inerte

    hace el R.D. 1481/2001: “aquellos

    residuos no peligrosos que no experi-

    mentan transformaciones físicas, quí-

    micas o biológicas significativas”. Y

    para fomentar el reciclado o la reutili-

    zación de los materiales contenidos

    en los residuos, estos deben ser ais-

    lados y separados unos de otros.

    Esto hace precisa la selección y

    segregación, preferentemente en ori-

    gen, de los materiales que no son

    inertes. Selección nada fácil en oca-

    siones, debido a problemas de espa-

    cio en las obras para almacenarlos

    segregados, o a dificultades para su

    separación en origen, según el méto-

    do constructivo empleado.

    A continuación, tenemos las tie-

    rras y rocas limpias, que son objetode una gestión particularizada que

    tiende a su aprovechamiento en relle-

    nos para la propia obra u otras obras

    próximas, o para labores de restaura-

    ción o regularización topográfica del

    terreno, siempre que ello es posible.

    Por fin, tenemos los residuos iner-

    tes (los otros residuos inertes). Pero

    aun los inertes, que también carecen

    de peligrosidad, en principio, consti-

    tuyen un gran problema por su volu-

    men y destino final, dado que aproxi-

    madamente un 5% se valoriza y el

    resto se destina a vertedero. Eso sig-

    nifica una rápida colmatación de los

    vertederos, tanto municipales como

    especiales de RCD. En ocasiones,

    incluso, son vertidos de forma incon-

    trolada, con el consiguiente deterioro

    ambiental y paisajístico.

    Existen diversas estimaciones

    sobre la producción de RCD en Espa-

    ña. La estimación del Plan Nacional

    de RCD ahorquilla la posible produc-

    ción entre 0,45 y 1 t/hab/año, lo que

    arroja cantidades entre 18 y 42 millo-

    nes de toneladas al año. La produc-

    ción de este tipo de residuos enEspaña, dentro de la UE, nos deja

    con la estimación más moderada rea-

    lizada por el Plan Nacional de Resi-

    duos de la Construcción y Demoli-

    ción, por debajo de la media de la

    Unión (Tabla 1).

    Dentro de los residuos arriba con-

    siderados, no suelen incluirse los

    generados como consecuencia de

    excavaciones de suelos o ejecución

    de carreteras y grandes infraestructu-

    ras, sino más bien los procedentes de

    reformas de calles del casco urbano,

    las mezclas de escombros de cons-

    trucción y demolición y los rechazos o

    roturas del empleo de piezas y ele-

    mentos de construcción.

    Las tierras y rocas limpias son

    objeto de una gestión particularizada

    que tiende a su aprovechamiento en

    rellenos para obras viarias, para

    labores de restauración o regulariza-

    ción topográfica del terreno, siempreque ello es posible. Y es el segundo

    tipo de residuos el que centrará prin-

    cipalmente el artículo.

    RCD

    Los residuos de laconstrucción y la demolición

    Datos de generación de RCD

    en la Unión Europea

    (kg/hab/año)

     Alemania

    Dinamarca

    España

    Holanda

    Reino Unido

    Irlanda

    Bélgica

     Austria

    720

    600

    450

    730

    530

    285

    700

    650

    Francia

    Italia

    Portugal

    Grecia

    Suecia

    Finlanda

    Luxemburgo

    Media U.E.

    427

    350

    n/d

    200

    235

    200

    n/d

    480

    Algunos datos sobre la producción

    Tabla 1

  • 8/16/2019 Residuos de Construcción e Demolición

    3/8

    RCD

    En la Tabla 2, se refleja la composi-

    ción de los residuos según el Plan

    Nacional de RCD.

    Aunque existen notables diferen-

    cias según las fuentes, y en otros estu-

    dios se encuentran datos absolutamen-

    te dispares en función, lógicamente, del

    tipo de obra de que se trate y, natural-

    mente, de la fase de obra en que se

    encuentre.

    La composición más frecuente de

    los RCD catalogados por CER figura

    en la Tabla 3.

    La Ley de Residuos establece una

     jerarquía en cuanto a la gestión de resi-

    duos, al frente de la cual coloca, lo que

    se ha dado en llamar, las tres erres:

    reducir, reutilizar y reciclar residuos. El

    problema de la generación de residuos

    es, como sabemos, de un doble orden:

    supone, en efecto, la aparición de un

    residuo al que hay que dar un destino

    normalmente nada fácil, pero supone

    también el despilfarro de un recurso

    que, en todo caso, habrá que extraer

    de otro lugar para dar satisfacción a la

    necesidad que existe del mismo.

    El principio de reducción satisface

    ambos extremos en el sentido de que

    no generar residuos supone la no apa-

    rición de los mismos, pero significa

    también que no se genera la necesidad

    de “cubrir huecos” rellenando lo vacia-

    do o sustituyendo lo que se da por gas-

    tado. Se trata del primer principio y es,

    evidentemente, la gestión óptima.

    El sector de la construcción ha sido

    tradicionalmente ahorrativo, pero sushábitos tienen que volver a cambiar,

    tendiendo de nuevo a aquel punto de

    origen en que el ahorro de materiales y

    el aprovechamiento de los mismos era

    una prioridad indiscutible. El adveni-

    miento de los nuevos métodos de

    construcción y de demolición, el abara-

    tamiento de los materiales en compara-

    ción con la mano de obra, la imposición

    de unos plazos que difícilmente permi-

    ten andarse con contemplaciones, han

    provocado una pérdida paulatina del

    sentido ahorrativo del que hablamos.

    Además, la disponibilidad de verte-

    deros con tasas de vertido mínimas

    que no cubrían el coste ecológico del

    mismo (cuando no hablamos de

    escombreras ilegales, fuera de todo

    control y de “coste cero”) contribuía a

    asentar la falsa percepción de que no

    pasaba nada por generar algunos resi-

    duos más de lo necesario.

    La reutilización y el reciclaje (seentiende por reciclaje la reutilización

    tras someter los residuos a algún tipo

    de proceso o transformación previo a

    Composición de los RCDMaterial

    Ladrillos, azulejos

    y otros cerámicos

    Hormigón

    54

     Arena, gravay otros áridos

    4

    Porcentaje (%)

    12

    Piedra 5

    Madera 4

    Vidrio 0,5

    Plásticos 1,5

    Metales 2,5

     Asfalto 5

    Yeso 0,2

    Papel 0,3

    Basura

    Otros

    7

    4

    Tabla 2

    RESIDUOS PELIGROSOS

    CER Descripción

    080111Residuos de pintura y barniz que contienen disolventes orgánicosu otras sustancias peligrosas

    080409Residuos de adhesivos y sellantes que contienen disolventesorgánicos u otras sustancias peligrosas

    130208 Aceites de motor, de transmisión mecánica y lubricantes

    140601 Disolventes

    150110 Envases de plástico contaminados

    150110 Envases metálicos contaminados

    160107 Filtros de aceite

    160601 Baterías de plomo

    170303 Alquitrán de hulla y productos alquitranados

    170503 Tierra y piedras que contienen sustancias peligrosas

    170601 Materiales de aislamiento que contienen amianto

    170605 Materiales de construcción que contienen amianto

    170801Materiales de construcción a partir de yeso contaminados con

    sustancias peligrosas

    170903 Otros residuos de construcción y demolición (incluidos los resi-duos mezclados) que contienen sustancias peligrosas

    170902Residuos de construcción y demolición que contienen PCB (sellantes,

    revestimientos de suelo a partir de resinas que contienen PCB, acristala-

    mientos dobles que contienen PCB, condensadores que contienen PCB)

    170901 Residuos de construcción y demolición que contienen mercurio

    201021 Tubos fluorescentes

    170603Otros materiales de aislamiento que consisten en, o contienen,

    sustancias peligrosas

    170409Residuos metálicos contaminados con sustancias peligrosas

    (por ejemplo, depósitos de combustible, envases)

    Tabla 3

    Los principios de reducción y reutilización

  • 8/16/2019 Residuos de Construcción e Demolición

    4/8

    su uso) se han considerado de forma

    insuficiente. Muchas veces se ha prefe-

    rido verter los sobrantes y extraer los

    recursos de otra fuente a plantearse la

    posibilidad de reincorporar al circuito

    los residuos generados. A veces, inclu-

    so cuando esto no entrañaba especia-

    les dificultades para la obra. Desde

    luego, casi nunca cuando la cosa se

    complicaba algo más de la cuenta.

    Sin embargo, muchos de los resi-

    duos tradicionales de la construcción sí

    pueden encontrar un destino satisfacto-

    rio, y gestionarse de modo que se

    obtenga el valor que aún es posible

    extraer de los mismos. Este proceso

    dependerá, en gran medida, de la cla-

    sificación que haya sido posible llevar a

    cabo de la pureza del material conside-

    rado y de los medios de que se dispon-

    ga.

    Muchos de los procesos no son

    directamente realizables en la obra,

    pero algunos sí. Será necesario plante-

    arse la necesidad o conveniencia de

    instalar una planta móvil de macha-

    queo en la obra o bien llevar los resi-

    duos generados a una instalación fija,

    en función de la rentabilidad de ambas

    opciones.

    Algunas alternativas para los mate-

    riales que se pueden extraer de las

    obras son las siguientes:

    La tierra superficial y de excavación

    se puede reutilizar en la formación de

    paisajes, la restauración de espacios

    degradados o como relleno en la

    misma obra o en otras próximas.

    El asfalto se puede reciclar como

    asfalto en la propia obra o mediante su

    traslado a una central, bien mediante

    procesos en frío o en caliente, o bienreciclar como masa de relleno.

    El hormigón triturado (en masa,

    armado, prefabricados de hormigón) y

    los pétreos en general (áridos, terra-

    zos, granito, mármol, etc.) pueden ser

    empleados como grava en hormigones

    sin excesiva necesidad resistente, reci-

    clarse como grava suelta en firmes de

    carreteras o como material para relle-

    nos. También pueden emplearse como

    granulado drenante para rellenos, jardi-

    nes, etc.

    Las obras de fábrica y pequeños

    elementos cerámicos (ladrillos, tejas,

    rasillones, bloques, etc.), pueden reuti-

    lizarse directamente, si se encuentran

    en un grado de integridad suficiente, o

    bien reciclarse como grava en subba-

    ses de firmes, rellenos, etc.

    Los metales pueden ser reutilizados

    o reciclados en nuevos productos. Se

    pueden reincorporar a otra construc-

    ción o los puede utilizar la industria

    mecánica, por medio de un proceso de

    fusión y conformación de un nuevo ele-

    mento.

    La madera de construcción se debe

    reutilizar para andamios y vallados

    tanto como sea posible, y en su tramofinal, es triturada y reincorporada en

    forma de virutas o de granos pequeños

    para fabricar aglomerados de madera.

    Se deben reutilizar los palés como tari-

    mas o tableros auxiliares para la cons-

    trucción de la obra.

    También es posible reutilizar algu-

    nos elementos arquitectónicos. Las

    piezas más valiosas son las de mejor

    recuperación. Vigas y paneles metáli-

    cos, tejas, carpintería de maderas

    valiosas, etc. Todo ello si la recupera-

    ción en origen ha sido suficientemente

    cuidadosa como para permitir la reutili-

    zación.

    Los elementos más fácilmente reu-

    tilizables son de la estructura: vigas y

    pilares, cerchas y elementos prefabri-

    cados de hormigón. De la fachada:

    puertas, ventanas, revestimientos de

    piedra y de paneles ligeros, y elemen-

    tos prefabricados de hormigón. De la

    cubierta: tejas, soleras prefabricadas,estructuras ligeras de soporte de sole-

    ras, lucernarios y claraboyas, chapas

    y tableros, y placas sándwich. De la

    Tabla 3

    RESIDUOS NO PELIGROSOS

    CER Descripción

    170201 Madera

    170401 Cobre, bronce, latón

    170402 Aluminio

    RESIDUOS NO PELIGROSOS INERTES

    CER Descripción

    170101 Hormigón

    170102 Ladrillos

    170103 Tejas y materiales cerámicos

    170403 Plomo

    170404 Zinc

    170405 Hierro y acero

    170406 Estaño

    170407 Metales mezclados

    170202 Vidrio

    170604Materiales de aislamiento distintos de los especificados en los

    códigos 170601 y 170603

    170802 Materiales de construcción a partir de yeso distintos de los espe-cificados en el código170801

    170107Mezclas de hormigón, ladrillos, tejas y materiales cerámicos dis-

    tintos de los especificados en el código 170106

    RCD

  • 8/16/2019 Residuos de Construcción e Demolición

    5/8

    partición interior: mamparas, tabiques

    móviles y fijos, barandillas, puertas y

    ventanas. De los acabados interiores:

    cielos rasos, pavimentos sobrepues-

    tos en el suelo, pavimentos flotantes,

    revestimientos verticales, revestimien-

    tos de paredes en zonas húmedas,

    elementos de decoración, perfiles y

    piezas de acabados. De las instalacio-

    nes: maquinaria de acondicionamiento

    térmico, radiadores y otros aparatos

    acondicionadores, mobiliario fijo de

    cocina, mobiliario fijo de cuarto de

    baño. Y finalmente, equipos electro-

    mecánicos en buen estado de funcio-

    namiento.

    Los aceites, pinturas y productosquímicos empleados en la obra no

    deberían sobrar, si se hace, como se

    recomienda en las buenas prácticas

    de gestión medioambiental en obra,

    acopio de la cantidad que se va a

    emplear, y no más, y se consume todo

    lo solicitado. En caso de excedentes,

    debe buscarse un destino (normal-

    mente otras obras) para evitar su pér-

    dida además de su gestión (onerosa)

    como residuo peligroso. En ello influ-

    yen también las condiciones de alma-cenamiento adecuadas que eviten su

    salida de especificaciones.

    La nueva situación viene propiciada

    esencialmente por los cambios norma-

    tivos que han aparecido y que continú-

    an surgiendo, así como los que, sin

    duda, aparecerán de forma paulatina.

    Son muchas ya las Administracio-

    nes que han adoptado disposiciones

    como las que a continuación comenta-

    remos, pero son más aún las que no lo

    han hecho todavía, aun cuando pare-

    ce inevitable que lo hagan, esto es:

    nos encontramos prácticamente al

    principio del proceso de estableci-

    miento de las nuevas condiciones de

    contorno.

    Así, el Plan Nacional de RCD

    2001-2006 (Resolución de la Secreta-ría General de Medio Ambiente de

    14/6/2001) establece la necesidad de

    que las distintas Administraciones

    autonómicas desarrollen sus respecti-

    vos planes regionales de gestión de

    este tipo de residuos.

    Hasta la fecha, únicamente la

    Comunidad Autónoma de Cataluña,

    con su Programa de gestión de resi-

    duos de la Construcción (2001-2006) y

    la de Madrid, con su Plan de Gestión

    integrada de los Residuos de la Cons-

    trucción y Demolición (Acuerdo del

    Consejo de Gobierno de 21 de febrero

    de 2002), lo han hecho, en una línea

    convergente con la establecida en el

    Plan Nacional, pero con toques de ori-

    ginalidad e innovación en la gestión

    que pueden suponer cambios impor-

    tantes en la construcción, especialmen-te si se considera combinado con la

    reciente Ley de Residuos de la CAM y

    con la aparición del impuesto sobre el

    depósito en vertedero. En dicho Plan,

    se establece una red pública de 13 ver-

    tederos completada con plantas de

    transferencia de residuos e instalacio-

    nes de reciclaje de escombros. Se cie-

    rran los cerca de 100 vertederos

    actualmente operativos (la mayoría de

    los cuales no gozaban de la preceptiva

    autorización de la Comunidad Autóno-ma, aunque tuvieran licencia urbanísti-

    ca) dentro del presente año 2003 y,

    para fomentar la reducción y la reutili-

    zación de residuos, se establece una

    tasa desincentivadora del vertido, la

    misma para todo el territorio de la

    Comunidad, que viene a sumarse al

    impuesto sobre el vertido apuntado

    anteriormente.

    Se producirán, previsiblemente,

    sustanciales incrementos en los costes

    derivados de la gestión de RCD, como

    consecuencia de las nuevas tasas, de

    los impuestos y de las mayores distan-

    cias de transporte hasta vertedero. Si

    no se modifican sustancialmente los

    hábitos de gestión de residuos, la

    nueva situación sí va a modificar sus-

    tancialmente los costes de las obras.

    Por otra parte, la nueva Ley de

    Residuos de la CAM establece tam-

    bién, como ya venía haciendo en Cata-

    luña el Decreto 201/1994, la obligaciónde entregar a un gestor autorizado,

    para su reciclado o deposición en ver-

    tedero, los residuos de este tipo que se

    RCD

    El nuevo marco

    La clasificación de los residuos resultafundamental para la valorización posteriorde los mismos

    Disponer del suficiente espacio en la obrapara realizar una clasificación adecuada esmuchas veces un lujo.

    La manipulación adecuada de los materialeses imprescindible cuando se manejan volú-menes importantes

    La adecuada segregación de residuos contri-buye a crear una sensación de orden y limpie-za que favorece la actividad de construcción

    Una adecuada planificación de los RCDs quese van a generar permite la optimización delos recursos

  • 8/16/2019 Residuos de Construcción e Demolición

    6/8

    Los ambiciosos objetivos

    esta bl ecid os en el Pla n

    Nacional de RCD, de reciclaje 

    y reuti l ización d e al menos 

    el 40% en 2005 y del 60%

    en 2006, par tiendo del

    escaso 5% actua l, sup one

    necesariamente un cambio en los hábi tos de la constr ucción 

    generen en la construcción. Asimismo,

    establece la necesidad de realizar una

    previsión de los residuos que se van a

    generar, estimando cantidades y tipos,

    así como estableciendo un destino

    para los mismos. Para obtener la pre-

    ceptiva licencia municipal de obras

    será preciso disponer una fianza que

    garantice el correcto fin de los residuos

    previstos en proyecto, como ya se

    viene haciendo en el área metropolita-

    na de Barcelona o como se ha estable-

    cido recientemente en el Decreto

    352/2002 de la Comunidad Autónoma

    de Galicia, e incluso en algunas corpo-

    raciones municipales.

    Pero no son éstos los únicos cam-bios que están apareciendo. Algunos

    ya han empezado. Otros están por

    venir. La distribución de los mismos por

    la geografía nacional es desigual, pero

    el frente de avance está abierto en

    todas las comunidades autónomas.

    Sería deseable una gestión coordi-

    nada de los sobrantes en las distintas

    obras del ámbito geográfico que se

    abarque en cada Administración, posi-

    bilitando la compensación entre lasmismas. Esto es lo que se pretende

    con la bolsa de excedentes de tierras

    que se plantea en la Ley de Residuos

    de la Comunidad de Madrid, cuyo fun-

    cionamiento aún está por ver.

    Hace falta también una normativa

    técnica de los materiales reciclados

    que garantice una utilización adecuada

    del material para distintas aplicaciones

    y permita y anime a promotores y cons-

    tructores a su empleo en las obras. Y

    aunque en este sentido se está avan-

    zando de modo importante (recorde-

    mos el “Catálogo de residuos utiliza-

    bles en la construcción” elaborado por

    el CEDEX para el MIMAM, o las distin-

    tas especificaciones técnicas y norma-

    tiva que permiten la utilización de ári-

    dos reciclados en la construcción de

    capas de firmes de carreteras, como

    las O.C. 5/2001, 10/2001, 10/2002,

    etc.), falta aún mucho camino por

    andar, y queda por desarrollar todo un

    cuerpo normativo que permita elempleo de áridos reciclados como

    materia prima para, por ejemplo, hormi-

    gones u otros usos.

    Es preciso un mayor control de los

    vertederos autorizados y de los verti-

    dos ilegales que, aunque en mucha

    menor cantidad, se siguen produciendo

    sistemáticamente, dañando al medio

    ambiente y distorsionando el mercado

    a través de una competencia desleal

    con los buenos gestores.

    Es necesario también terminar de

    definir determinados conceptos como

    la titularidad de los residuos de cons-

    trucción y demolición en la figura del

    promotor (como se ha hecho en Cata-

    luña, pero que no termina de definirse

    claramente en otras comunidades

    autónomas).

    También el mercado tiene que ir

    cambiando paulatinamente. No se

    conocen aún los precios con los que va

    a funcionar la red de vertederos de

    Madrid, y no existe transparencia en

    los precios de vertederos en general,

    incluso en aquellos que ya aplican

    tasas diferenciadas en función de la

    segregación a que se haya sometido el

    residuo previamente a su transporte a

    vertedero o a planta de reciclaje, con la

    incertidumbre muchas veces de lo quese va a considerar residuo limpio y lo

    que no, o con la intermediación de

    transportistas que hacen opaco a la

    obra el resultado de la clasificación en

    origen, mediante un precio medio

    cerrado.

    Los ambiciosos objetivos estableci-

    dos en el Plan Nacional de RCD, de

    reciclaje y reutilización de al menos el

    40% en 2005 y del 60% en 2006, par-

    tiendo del escaso 5% actual, supone

    necesariamente un cambio en los hábi-

    tos de la construcción, además de la

    puesta a punto de un conjunto de medi-

    das, e inversiones en infraestructuras

    que van a definir el nuevo marco de la

    gestión de residuos.

    El principal cambio en cuanto a la

    gestión de residuos en el sector de la

    construcción pasa por ver el residuocomo un recurso, más que como un

    problema del que hay que desembara-

    zarse. Este cambio de cultura es el

    Cada vez es más frecuente en nuestras obrasel empleo de machacadoras para el reciclaje“in situ” de los residuos pétreos

    El empleo de herramientas para la reduccióndel volumen de los residuos puede resultarmuy útil

    Unas adecuadas condiciones de acopio

    reducen la generación de residuos

    Cambio de hábitos en el sector

    RCD

  • 8/16/2019 Residuos de Construcción e Demolición

    7/8

    único que puede permitir la adecuada

    evolución en el sentido de reducción,

    de prevención en la generación.

    Una correcta gestión en obra pasa

    primero, y necesariamente, por la reali-

    zación de una planificación de la obra,

    considerando la generación de resi-

    duos: previsión de qué residuos se van

    a generar, de qué tipo y en qué canti-dad, y cuándo se van a producir.

    Hay que planificar qué se va a

    hacer con los residuos, determinando

    la conveniencia o no de instalar una

    pequeña planta de reciclaje móvil en la

    obra, en función de los volúmenes y el

    tipo de residuos generados, o decidien-

    do un destino más adecuado para los

    RCD que van a aparecer.

    Es preciso localizar los gestores de

    todos los residuos que se van a gene-

    rar en la obra y entrar en contacto con

    ellos para verificar la disponibilidad de

    los mismos, así como las condiciones

    en que nos van a aceptar los residuos.

    Ello condicionará las condiciones de

    separación, almacenamiento y trans-

    porte en obra.

    La separación y recogida selectiva

    de los residuos reduce su volumen, lo

    que puede ser importante en obras con

    poca disponibilidad de espacio. Lamezcla de residuos pétreos con otros

    de formas alargadas (como los tableros

    de la madera) producen huecos que

    facilitar una buena gestión o para

    abaratar costes de vertido o de trans-

    porte, como son las compactadoras

    para materiales ligeros, de baja resis-

    tencia, flejes, para empaquetado de

    sacos y envases de papel y cartón, o

    machacadoras de pétreos para redu-

    cir el volumen de los residuos defábrica, mampostería u hormigón, e

    incluso para prepararlos para su reu-

    tilización en la propia obra.

    La separación en obra de resi-

    duos de diferente naturaleza supone

    un esfuerzo y un costo importante,

    además de unos requerimientos de

    espacio para la disposición de dife-

    rentes contenedores, que no siempre

    existe en las obras. Una perspectiva

    realista nos dirá que para conseguir

    una separación suficiente en las

    obras y unas tasas adecuadas de

    reciclaje de materiales, hay que con-

    seguir que la situación de mercado

    sea, cuando menos, equiparable a la

    de vertido en vertedero, lo que,

    lamentablemente, hoy todavía no

    sucede en casi ninguna obra.

    Ya se han apuntado algunas delas principales dificultades para una

    adecuada gestión de RCD en las

    obras. Tal vez la primera sean los

    desaprovechan el espacio del contene-

    dor y, en consecuencia, encarecen la

    gestión. En función de los diferentes

    valores de los costes de vertido en el

    vertedero puede que esa mezcla de

    residuos ligeros y pesados encarezca

    el vertido e incluso el transporte.

    Cuando se realiza una separación

    selectiva de los residuos en diferentes

    tipos, cada uno de ellos se deposita en

    un contenedor específico, y será nece-

    sario que en los contenedores figuren

    claramente especificados los materia-

    les que debe alojar cada uno de ellos.

    Por supuesto, es imprescindible en

    todos los casos separar los residuos

    peligrosos de los no peligrosos, asícomo de los urbanos, cuya gestión es

    diferente siempre.

    Una mayor clasificación depende-

    rá de la disponibilidad de espacio y

    de las condiciones, todavía muy cam-

    biantes en el tiempo y heterogéneas

    en el espacio, del mercado de resi-

    duos y de los destinos posibles para

    cada tipo de residuo. La segregación

    de residuos que finalmente se hace

    depende absolutamente de las dis-tancias de transporte, de la existen-

    cia o no de recicladores en las proxi-

    midades, de los precios de vertedero,

    de los impuestos existentes para el

    vertido y de las posibilidades reales

    de separación en obra.

    También pueden instalarse en la

    obra determinados elementos para

    RCD

    Una correcta gesti ón

    en ob ra pa sa pri m ero,

    y n ecesari am ente,

    por la realización

    de una planif icación

    de la ob ra, considerando

    la generación d e residu os: 

    previsión de qué residuos

    se van a generar,

    de qué tipo y

    en qu é cantida d,

    y cuándo se van a p roducir 

    La sepa ración en obra

    de residuos de diferente

    nat uraleza supon e

    un esfuerzo y u n costo

    importante,

    ademá s de unos 

    requerim iento s de espa cio

    para la disposición

    de diferentes contenedores,

    que no siempre existeen las obra s 

    Una perspecti va realista

    nos dirá q ue para conseguir

    un a separa ción suf iciente

    en la s obr as y una s ta sas

    ad ecua da s de reciclaj e

    de ma teria les,

    ha y que conseguir qu e

    la situa ción de mercado sea,

    cuando m enos, equip arab le

    a la de verti do en vert edero,

    lo que, lamentab lemente,

    hoy t oda vía no sucede

    en casi nin guna obra 

    Dificultades y expectativas

  • 8/16/2019 Residuos de Construcción e Demolición

    8/8

    efectos de distorsión creados por las

    diferentes Administraciones con dife-

    rentes requisitos normativos en lo

    tocante a la gestión de los residuos,

    que crean confusión en torno a los

    mismos y dificultan que se generalice

    una cultura de valorización de los

    RCD en el sector de la construcción.

    Por otra parte, todavía tiene que

    desarrollarse un mercado real para

    los residuos que se generan, de

    modo que resulte más atractivo incor-

    porarlos al circuito de recuperación

    que llevarlos a vertedero. Hoy en día

    es aún difícil encontrar destinos eco-

    nómicamente más rentables para los

    residuos generados que los vertede-ros, incluso en aquellos casos en los

    que se grava el vertido con impuestos

    o en los que las tasas de vertido han

    crecido considerablemente.

    Existen dificultades en cuanto a

    las distancias de transporte que es

    preciso recorrer en ocasiones para

    encontrar plantas de reciclaje, dada

    su escasez. Existe dificultad en cuan-

    to a la proximidad o lejanía de los

    puntos en los que puede ser aprove-chado, incluso con tratamiento de los

    inertes efectuado en la propia obra

    origen o en la obra destino de los

    mismos. Existe dificultad en cuanto a

    las superficies necesarias para el

    acopio de los residuos antes o des-

    pués de su tratamiento, en espera de

    su reutilización.

    Hay también dificultades tempora-

    les, dado que es difícil sincronizar las

    necesidades de áridos con la genera-

    ción de los mismos, dentro de un

    área razonable (que haga rentable

    incluso ecológicamente el transporte,

    considerando los costes medioam-

    bientales del mismo: emisiones

    atmosféricas, gasto de combustibles

    fósiles, ruido, congestión de vías,

    tiempo de ocupación, etc.), a veces

    incluso dentro de una misma obra, en

    que es preciso planificar cuidadosa-

    mente las operaciones para evitar

    volúmenes excesivos de acopios.

    Sería preciso que todos los pro-

    yectos constructivos previesen los

    residuos que se van a generar e

    ce, de ahorrar los recursos que su

    aprovechamiento supone. La Cons-

    trucción se encamina indefectible-

    mente hacia una nueva forma de ges-

    tionar los residuos, y eso significa

    una nueva forma de construir.

    Hablando de sostenibilidad, de

    ese hoy tan famoso y necesario equi-

    librio entre los componentes sociales,

    ambientales y económicos, de las

    ventajas económicas que supone o

    puede suponer la demolición selecti-

    va, la adecuada modulación de los

    elementos constructivos para el aho-

    rro de materiales, la posibilidad de

    realizar un reciclaje móvil dentro de la

    obra o entre distintas obras, de aho-rrar materias primas, parece claro

    que es necesario hablar también de

    una nueva forma de planificar las

    obras, de gestionar sus residuos.

    Hablemos también del factor

    social, de primar la reutilización sobre

    el reciclaje, y la prevención sobre la

    reutilización. De elementos más dura-

    deros y con mayor vida útil. Hable-

    mos del ciclo de vida de los produc-

    tos y su repercusión sobre el usuario.De la formación y la sensibilización

    de los trabajadores, y de la sociedad

    en su conjunto.

    Y hablemos también, cómo no, de

    la faceta ecológica. De la posibilidad

    de reducir espacios ocupados, de

    minimizar el impacto visual, de preve-

    nir episodios contaminantes del suelo

    o de las aguas, de reducir el consumo

    de recursos, de prolongar la vida útil

    de los vertederos y de evitar o mini-

    mizar impactos ambientales en gene-

    ral.

    Conseguir administrar adecuada-

    mente nuestros RCD revertirá en

    beneficio claro para la sociedad en su

    conjunto, pero también para cada uno

    de los agentes que intervienen en el

    proceso (promotores, proyectistas,

    constructores, gestores, Administra-

    ción). Abrirá, o más bien ampliará y

    consolidará, lo que es un nuevo merca-

    do y nuevas oportunidades de negocioque deben asimilarse en el sector y que

    redundará en una mayor calidad de

    nuestro medio global.

    incluyesen un plan de gestión de los

    mismos, con inclusión de la pertinen-

    te partida presupuestaria que facilita-

    se su ejecución.

    Por otra parte, el flujo de residuos

    no peligrosos distinto de los inertes

    desde las obras representa un orden

    de magnitud pequeño para las

    empresas que se dedican a su recu-

    peración, por lo que tampoco los pre-

    cios son competitivos o justifican el

    coste de la segregación, el acopio y

    el transporte. Además, las empresas

    dedicadas al reciclaje de estos resi-

    duos tienden a no aceptar o a poner

    pegas a los productos procedentes

    de la construcción, al considerarlos

    de mala calidad, sucios, sin la sufi-ciente segregación y caros en su

    recogida.

    No obstante lo anterior, es eviden-

    te que la tendencia del mercado, de

    la sociedad, apunta hacia la necesi-

    dad de recuperar los residuos, de evi-

    tar los impactos que su vertido produ-

    Conseguir adm inistrar

    adecuadamente nuestros RCD 

    revertir á en benefi cio clar o

    para la sociedad

    en su conjunt o, pero tam bién

    par a cada u no d e los agent es

    qu e int ervienen en el proceso

    (p rom oto res, proyecti sta s,constru ctores, gesto res,

    Administración).

    Abrirá, o m ás bien amp liará

    y consoli da rá, lo qu e es

    un n uevo m ercado

    y nu evas oport unid ades

    de negocio qu e deben 

    asim ila rse en el secto r

    y que redun dará

    en una ma yor cal idad

    de nuestro m edio g lobal 

    Conclusiones

    RCD