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de la producción del texto. Por ejemplo. en la hermana Clara la mujer reconoce el cuerpo de la otra por primera vez, lo cual marca el com ienzo de una trayec- toria que en su propia labor le devolverá su propio cuerpo, centrado en la sinéc- doque de las manos . Pero no acepta la parternidad/maternidad como emble- ma tutelar de la producción de la escri- tura . Dicho emblema lo es más bien la figura y la labor de la tía Sara que, como su homónimo bíblico, tampoco es fe- cunda en un sentido literal. En cambio, es fecunda en palabra. De la tía. "siempre en papel aparentemente su- balte rno" al de su hermana casada, es- cribe la mujer, " la poca imaginación que tiene. la necesidad de contar. se las debe a ella" (35). Marg inal con respeto al centro del poder fam iliar. el padre y la madre. la tía se define en el amor por las dos sobrinas. en su labor y en sus palabras. Cuando cose y no le alcanza la tela. usa la expresión: " jugar a la gata parida" (35). Se refiere a un juego in- fant il en el cual una fila de niños se em- pujan hasta dejar a uno, "el parido", fuera del límite marcado. La tía usa el juego para describir la hechura de una pieza de ropa con una cantidad de tela que casi no alcanza. En el uso metafóri- co que hace Sara del juego infantil para referirse a su labor de costura, " cuando se empeñaba en ubicar de modo abso- luto todas sus proyecciones en un rec- tángulo de género". no hay expulsión del "parido". sino que termina el juego "en la no salida del parido. en una con- tención satisfactoria" (35): es decir, al- canza el género y term ina de coser la pieza. La metáfora de la tía Sara. "jugar a la gata parida" . anuncia la escena del parto de la gata de la mujer . la fecundi- dad en tono menor; su metáfora es también metonimia pues garantiza la cont inu idad del discurso y af irma su pa- pel de productora de cuentos. Curiosa- mente en una versión pre-bíblica el nombre de Sara se asocia al culto de la luna." La tía Sara es otra versión de la Diana y en ella traza la mujer uno de los orígenes de su labor de escritora . Al final no dom ina ni una ni otra figu - ra de la Diana : ni la fecunda ni la violen- ta. La mujer reconoce que su prop ia imagen no depende de la una o de la otra sino de las palabras , que pueden ser como las dos Dianas, " pesadas como la matrona de Éfeso, huidizas como la cazadora" (' 50 ). La mujer bus- RESEÑAS ca "una conjunclon buena"; la frase evoca la "contención satisfactoria" de la labor de costura de la tía, la que le enseñó " Palabras viejas. quizá desusa- das. que sólo contaban cuando las de- cía ella" (35). No es la paternidad/ma- ternidad el emblema de una "creación" literaria dictada por la figura paternal autoritaria; es la labor con la tela. di- chosamente llamada "el género" en Ar- gentina. la figura de la producción del texto. Es la relación con las palabras. aprendida de la tía costurera. finalmen- te la figura tutelar. la que garantiza la escritura no como creación sino como una labor en el "lugar provisorio" donde se arma un sujeto que usa la tercera persona y a quien se le escapa un yo. Pero ni la una ni la otra persona contie- ne al sujeto. ni hay nombre que la fije. Al entregarse a la escritura se difiere todo individualismo para afirmar la su- premacía de una labor cuyo anhelo se- ría la lectura del otro. En breve cárcel termina en un aero- puerto donde la mujer. aferrada a lo que ha escrito. implacablemente lúcida. es- pera la partida de un avión. Se ha des- pedido de Renata. a quien no verá más. como no verá a las otras mujeres. su hermana Clara. la de los juegos infanti- les. Vera. la dueña de otro relato. y su madre. nombrada una vez. Isabel. Lle- vándose lo que ha escrito. la mujer "ha decidido armarse para el ejercicio" (' 58). En la imagen final de la mujer en el aeropue rto perdura la imagen del cuarto donde ha escrito y donde siem- pre debe escrib ir otra . Al final la mujer se prepara para continuar la escritura. Lo que ha hecho. la violencia que ha su- frido al transcribir recuerdos. al fabricar un orden legible del teatro amoroso. de los sueños. de la "realidad vivida". lo que le devuelve en fin de cuentas es su propio cuerpo armado no en el indivi- dualismo ni en la creación sino en la la- bor con la letra ; finalmente aprende a manipular un lastre que ya no la detie- ne. que la impulsa tal vez hacia una la- bor futura, temida pero llena también de posibilidad. Osear Montero Notas 1 De aquí en adelante cito ent re paréntesis el nú- mero de página correspondiente a la edición de Seix Barral. En este caso. ver pág. 50. 43 , En el suei'\o el padre dice la palabra " Egeo" antes de decir "Éleso ". " Egeo" recuerda el titulo del poema " Eheul" de El canlo emlnle de Darlo cuyos versos tienen su eco en el relato . El conocerme a mi mismo ya me va costando muchos momentos de abismo y el cómo y el cuando ... Poesía (Caracas: Ayacucho. 1977l. p. 336. 3 En Onelli: los procesos de conslrucción del releto (Buenos Aires: Editorial Sudamericana. 1977) . Joselina Ludmer escribe que "una de las bases de la ideol09fa de la escritura en Oneni: el mito de la 'creación' según un modelo femenino. con embarazo y parto en el hombre , el escritor ", p.33 . • Frazer escribe, "In Greece the great goddess Artem is hersell appears to have been annually hanged in effigy in her sacred grove 01Condylea among the Arcadian hills. and there accordingly she went by the name 01the Hanged One. Indeed a trace 01 a sim ilar rite may perhaps be detected even at Ephesus. the most lamous 01her sanctua- ries, in the legend of a woman who ' hanged her- sell and was thereupon dressed by the compas- sionate goddess in her own divine garb and called by the name 01 Hecate" . The Golden Bough: A Sludy in Magic and Religion (New York: [19221 MacMillan. 1963l. p. 413 . s En Onetti, "la caida de la maternidad es lle- nada por la pa-ter-nidad simbólica " , Ludmer, p. 31 . "lt is noteworthy that in the Terahite genea- logy the two lemale names Sarah (princess) and Milcah ('queen') correspond to two deities in the pantheon 01Harran: Sarratu being the title 01the moon goddess, the consort of Sin. En Diclionery of Ihe Bible (N. Y.: Scribner's. 1963l. p. 887 . En G. W. Anderson , "The Aeligion of Israel", Peake's Commentary on the Bible (London : Thomas Nel- son. 1962) , p. 161 , dice: "i t has often been clai- med that some atleast 01the patriarchs were ori- ginally divine figures . The names Terah, Laban, Sarah, and Milcah may be associated with moon worship" (130d). SS $$$$$$$$$$$$'$'$$,j'$$ LA NOVELA NEGRA COMO FUENTE El nombre de José Pablo Feinmann arn- pezó a tener mayor difusión a partir de la película argentina Los últimos días de la víctima. dirigida por Adolfo Arista- rain y estrenada en 1981 con notable éxito de público. La novela había apare- cido como Últimos días de la víctima en 1979 editada por Feinmann. nacido en Buenos Aires en 1943. es un hombre A José Pablo Feinmann: Los últimos •• de la víctima, Hachette. Buenos Aires. 1979. Ni.l tiro del final Pomaire. Buenos Aires. 1982,

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Page 1: RESEÑAS - revistadelauniversidad.unam.mx · figura y la labor de la tía Sara que, como su homónimo bíblico, tampoco es fe ... Elnombre de José Pablo Feinmann arn

de la producción del texto. Por ejemplo.en la hermana Clara la mujer reconoceel cuerpo de la otra por primera vez, locual marca el com ienzo de una trayec­toria que en su propia labor le devolverásu propio cuerpo , centrado en la sinéc­doque de las manos . Pero no acepta laparternidad/maternidad como emble­ma tutelar de la producción de la escri­tura . Dicho emblema lo es más bien lafigura y la labor de la tía Sara que, comosu homónimo bíbl ico, tampoco es fe­cunda en un sent ido lite ral. En cambio,es fecunda en palabra . De la tía." siempre en papel aparentemente su­balte rno" al de su hermana casada, es­cr ibe la mujer, " la poca imaginaciónque tiene. la necesidad de contar. se lasdebe a ella" (35). Marg inal con respetoal centro del poder famil iar. el padre y lamadr e. la tía se def ine en el amor porlas dos sobrinas. en su labor y en suspalabras. Cuando cose y no le alcanzala tela. usa la expresión: " jugar a la gataparida" (35). Se ref iere a un juego in­fant il en el cual una fila de niños se em­pujan hasta dejar a uno, " el parido" ,fuera del límite marcado. La tía usa eljuego para describir la hechura de unapieza de ropa con una cantidad de telaque casi no alcanza. En el uso metafóri­co que hace Sara del juego infantil parareferirse a su labor de costura, " cuandose empeñaba en ubicar de modo abso­lut o toda s sus proyecciones en un rec­tángulo de género". no hay expulsióndel " parido" . sino que term ina el juego" en la no salida del parido. en una con­tención sati sfactor ia" (3 5): es decir, al­canza el género y term ina de coser lapieza. La metáfora de la tía Sara. " jugara la gata parida" . anunc ia la escena delparto de la gata de la mujer . la fecundi­dad en tono menor; su metáfora estambién meton imia pues garantiza lacont inu idad del discurso y af irma su pa­pel de productora de cuentos . Curiosa­mente en una versión pre-bíblica elnombre de Sara se asocia al culto de laluna." La tía Sara es otra vers ión de laDiana y en ella traza la mujer uno de losorígenes de su labor de escritora .

Al final no dom ina ni una ni otra figu ­ra de la Diana: ni la fecunda ni la violen­ta. La mujer reconoce que su prop iaimagen no depende de la una o de laotra sino de las palabras , que puedenser como las dos Dianas, " pesadascomo la matrona de Éfeso, huidizascomo la cazadora" (' 50 ). La mujer bus-

RESEÑAS

ca "una conjunclon buena" ; la fraseevoca la "contención satisfactoria" dela labor de costura de la tía, la que leenseñó " Palabras viejas. quizá desusa­das. que sólo contaban cuando las de­cía ella" (35). No es la paternidad/ma­ternidad el emblema de una " creación"literaria dictada por la figura paternalautoritaria ; es la labor con la tela. di­chosamente llamada "el género" en Ar­gentina. la figura de la producción deltexto. Es la relación con las palabras.aprendida de la tía costurera . finalmen­te la figura tutelar. la que garantiza laescritura no como creación sino comouna labor en el "lugar provisorio" dondese arma un sujeto que usa la tercerapersona y a quien se le escapa un yo.Pero ni la una ni la otra persona contie­ne al sujeto. ni hay nombre que la fije.Al entregarse a la escritura se difieretodo individualismo para afirmar la su­premacía de una labor cuyo anhelo se­ría la lectura del otro.

En breve cárcel termina en un aero­puerto donde la mujer. aferrada a lo queha escrito. implacablemente lúcida . es­pera la partida de un avión. Se ha des­pedido de Renata. a quien no verá más.como no verá a las otras mujeres. suhermana Clara. la de los juegos infanti­les. Vera. la dueña de otro relato. y sumadre. nombrada una vez. Isabel. Lle­vándose lo que ha escrito. la mujer "hadecidido armarse para el ejercicio"( ' 58) . En la imagen final de la mujer enel aeropuerto perdura la imagen delcuarto donde ha escrito y donde siem­pre debe escrib ir otra . Al final la mujerse prepara para continuar la escritura.Lo que ha hecho. la violencia que ha su­frido al transcribir recuerdos. al fabricarun orden legible del teatro amoroso. delos sueños. de la "realidad vivida". loque le devuelve en fin de cuentas es supropio cuerpo armado no en el indivi­dualismo ni en la creación sino en la la­bor con la letra ; finalmente aprende amanipular un lastre que ya no la detie­ne. que la impulsa tal vez hacia una la­bor futura, temida pero llena tambiénde posibilidad.

Osear Montero

Notas

1 De aquí en adelante cito entre paréntesis el nú­mero de página correspondiente a la edición deSeix Barral. En este caso. ver pág. 50 .

43

, En el suei'\o el padre dice la palabra " Egeo"antes de decir "Éleso " . " Egeo" recuerda el titulodel poema " Eheul" de El canlo emlnle de Darlocuyos versos tienen su eco en el relato .

El conocerme a mi mismoya me va costandomuchos momentos de abismoy el cómo y el cuando ...

Poesía (Caracas: Ayacucho . 1977l. p. 336.

3 En Onelli: los procesos de conslrucción delreleto (Buenos Aires: Editorial Sudamericana.1977) . Joselina Ludmer escribe que " una de lasbases de la ideol09fa de la escritura en Onen i: elmito de la 'creación' según un modelo femenino .con embarazo y parto en el hombre , el escritor ",p.33.

• Frazer escribe, "In Greece the great goddessArtem is hersell appears to have been annuallyhanged in effigy in her sacred grove 01Condyleaamong the Arcadian hills. and there accordinglyshe went by the name 01the Hanged One. Indeeda trace 01 a sim ilar rite may perhaps be detectedeven at Ephesus. the most lamous 01her sanctua­ries, in the legend of a woman who ' hanged her­sell and was thereupon dressed by the compas­sionate goddess in her own divine garb and calledby the name 01 Hecate" . The Golden Bough: ASludy in Magic and Religion (New York: [19221MacMillan. 1963l. p. 413 .

s En Onetti, " la caida de la maternidad es lle­nada por la pa-ter-nidad simbólica " , Ludmer, p.31 .

• "lt is noteworthy that in the Terahite genea­logy the two lemale names Sarah (princess) andMilcah ('queen') correspond to two deities in thepantheon 01Harran : Sarratu being the title 01themoon goddess, the consort of Sin. En Diclioneryof Ihe Bible (N. Y.: Scribner's. 1963l. p. 887 . EnG. W. Anderson , "The Aeligion of Israel", Peake'sCommentary on the Bible (London : Thomas Nel­son. 1962) , p. 161 , dice: "i t has often been clai­med that some atleast 01the patr iarchs were ori­ginally divine figures . The names Terah, Laban,Sarah, and Milcah may be associated with moonworship " (130d).

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LA NOVELA NEGRACOMO FUENTE

El nombre de José Pablo Feinmann arn­pezó a tener mayor difusión a partir dela película argentina Los últimos díasde la víctima. dirigida por Adolfo Arista­rain y estrenada en 1981 con notableéxito de público. La novela había apare­cido como Últimos días de la víctima en1979 editada por Feinmann. nacido enBuenos Aires en 1943. es un hombre

A José Pablo Feinmann: Los últimos dí•• dela víctima, Hachette. Buenos Aires. 1979. Ni.ltiro del final Pomaire. Buenos Aires. 1982,

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que viene de la filosofía y como tal pu­blicó el libro Filosofía y Nación y ahoraacaba de terminar una "historia de pen­samiento argentino de 1810 a 1880".

En un reportaje publicado por el dia­rio Clarín (12-8-19821. Feinmann de­clara: "Me angustia tener 39 años yque digan que soy un autor joven, por­que no es cierto. Me angustia que noshayan hecho perder tanto tiempo. Meangustia que gran parte de mi genera­ción haya tenido que escaparse, queotros hayan muerto o desaparecido. Esun precio demasiado alto para una ge­neración". Esta cita vale como acota­ción contextual a tener en cuenta , asícomo la alusión a su "generación" valepara recordar las especiales condicio­nes de la literatura argentina actual (yde los últimos seis años): gran númerode escritores se hallan en el exilio escri­biendo sobre el exilio y otros desde elpropio país, escribiendo "novelas delexilio"; como exponente del primercaso se puede mencionar a OsvaldoSoriano (Triste. solitario y final, No ha­brá más penas ni olvido. Cuarteles deInvierno) ; como ejemplo del segundo, aRicardo Piglia (Respiración Artificial) aquien el mismo Feinmann incluye como"el escritor que en los últimos años másme interesa" y con el cual comparte"una convicción sobre la literatura encuanto a la tarea de escribir bien". Perose pueden agregar más elementos vin­culantes entre uno y otro: 10 ) Pigliatransitó por el género policial (en 1975ganó el concurso de cuentos policialesorganizado por la revista "Siete Días" ydirigió la "Serie Negra" creada en 1969por la editorial Tiempo Contemporá­neo; 2 0

) también lo relaciona con Pigliala común " afición" por Borges -muycompleja y tributaria de la organizaciónde la ficción en Piglia, corporizada en elnivel lexical en Ultimas días de la vícti­ma : "abominaba", "conjeturar", "caraminuciosamente arrugada", "bigotesunánimemente negros" - especial­mente legible en el epígrafe de la nove­la: junto a la cita de Hammett ("Estabaparado en el umbral del Iivingcroom,

con un revólver en la mano") está la deBorges ("Después, muy cuidadosa­mente. hizo fuego") perteneciente alcuento "La muerte y la brújula" (Ficcio­nes). Las citas delinean una doble ad­hesión y son también dos códigos delectura superpuestos o dos claves dedesciframiento:

a) Borges: la realidad puede no serinteresante, pero sí las hipótesis, dice

tonrot en " La muerte y la brújula "cuando investiga los crímenes que sesuceden . El perspicaz Lonrot dilucida elenemigo de la cuarta muerte, o sea, lu ­gar, fecha y hora, y allí acude- pero éles la víctima . Perseguidor-perseguido.mutación final que marca la simetríaentre el cuento de Borges y Últimosdías de la víctima, su cruce intertextual.Pero hasta llegar a ese trueque hay enel cuento un camino de enigmas resuel­tos quedando vacante el nombre de lacuarta víctima ; en la novela de Fein­mann existen pistas, anticipaciones,pequeñas fallas , algo oscuro e indecisoen el desarrollo del trabajo de Mendi­zábal que hacen ligeramente previsi­ble el final; lo que persiste es un puntoque no se aclara : las razones que sus­tentan el encargo de asesinato que elcuento de Borges deja explícitamentenarradas.

En síntesis, en el ámbito de las sirne ­trías que pautan ambos textos y que asu vez los vinculan, se destacan dos :Lonrot/Red Scharlach y Mendizábal/­Külpe, perseguidores/víctimas y latransformación final. El minucioso tra ­bajo realizado por los primeros miem­bros de cada día da (L ónrot­Mendizábal) silencia el trabajo paralelo.casi idéntico de los segundos que vero­similiza el trueque final.

2 0) Hammett : Últimos días de la

víctima se inscribe explícitamente en elgénero policial. y más específicamente,en la "serie negra" con su particularmanera de representar las relacionessociales marcadas por el dinero y lapropiedad. Conviene quizás examinarsomeramente la historia del género po­licial en la Argentina. cuyo auge se si­túa en las décadas del '40 y '50, aun­que es entre mediados de las décadasdel '50 y '60 que arraigan en forma de­finitiva las propuestas de la novela " du­ra". tanto en sus vertientes de críticasocial (Hammett, Chandler, Goodislcomo en la línea "negra" de la novelade sexo, sadismo y acción (Spillane.Cheyney, Chase). Es importante desta­car la carga de crítica social de estos re­latos y el desenmascaramiento de unsistema competitivo e individualista enel que se identifican dinero . poder yprestigio. Desde 1973 se conocieronen la Argentina muchos textos que revi­talizaron el género: El agua en los pul-

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manes de Juan Carlos Martlnl . El jefede segundad de Julio César Gaitero;Los tigres de la memorrs de Juan Car­los Martelll . Triste: sotnerio y fmal deOsvaldo Soriano, ingenIoso homenaje ala manera " hard -bo uad y al detectivePhillp Marlowe. espejo de los grandeshéroes "quemados" y punto de referen­cia de toda una generacrón de escrito­res ; Un revólver para Mack de PabloUrbanvr: Noches sm lunas ni soles deRubén Trznar» . Su turno para moru deAlberto Laiseca . etc También hay querememorar aquí el papel Jugado porBorges en la mstona del cuento y de lanovela pohciates la rOIVllulocilcrón delgénero. sus comentanos lllhloográflcossobre textos y autorus pohcurlus su ca­rácter de director do coluccrones lIueca-fundador del " SÓpt1l11 0 Circulo" ] ysu misma condicr ón do ¡HIto, (h! algu·nos de 105 relotol mils pnrlllclo" dumrodel género

Últimos días d. l. victnna ru corre tu

propro sendero adlcllh,,~,"h)"1! " 11I "!Ia·ci6n borgeana y apcl\lA'"I""" ,,1 cÓ<hgode la " serie nogra " o "durn dO/ulo resl'de otro de 105 placerulI Ilu MI Ir'ChHII enpoder reconocerlo Allí y " ,loInluncl8de la poliCial clállca . COrnl""/11por romoper con la Idea de " 1l11l\l rtll l C O IllO n ú­

c1eo de la narr,cl6n y trllld . mAII bien.de brindar una deICII¡X:lón dril mundode la margmalldad. 1011 rtnllOCIOS tur ­bias, el sexo y la vrolencra No hllY uncrimen anterior al relato IIl/lO quu 01 re·lato comcide con la aCCIÓI1 111 CllrTllnales un profeSional que no mlllll por r810 '

nes personales. no hay IUIIOI poro losanálisis pSicológiCOS, etc Texro diVidi­do en tres partes - " Slgu,ellClo ji KUI ·pe", "Buscando a Külpe" y " FUlar ' ­narra los pasos de Mendllabal . un pro­fesional del crimen El pnrner enigmaaparece en el InClplt mismo de la nove­la: quien le encarga el trabaro es el"hombre importante" 105 lectores des­conocerán siempre su Identidad asícomo Mendizábal no sabe por Qué debematar a Rodolfo Külpe El segundoenigma se mantiene hasta el final y peromite conjeturar distintas mterpretscro­nes siempre adecuadas al verosímil ge ­nérico y textual.

Los preparativos para el cnrnen ocu­pan todo el espacio nanauvo y llegan aconfigurar un obsesivo trabaJO en el Queel fin (matar a Külpe) no lleva rrnpticrtoel despliegue persecutono que montaMendizAbal: se muda a una penSión

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frente al departamento de Külpe para"entregarse a esa fiesta excitante y se­creta de conocer lo que él ignoraba. deobservarlo. de sentirlo vivir y saberse ala vez dueño absoluto de su dest ino"(pág. 15); prepara las armas desdeñan­do las que matan solas: le saca a Külpegran cantidad de fotos : lo sigue hasta laplaza en la que aquél se encuentra fre­cuentemonte con una mujer y un niño:lo espía cuando llega a su departamen ­to con Cecilia: visita el departamento ydeja un rastro de su paso por él. una pe­queña quemadura de cigarrillo en lacort ina : se acerca a las dos mujeres y alniño. etc. El encabalgamiento de lahuella borgeana que hace persistir elenigm a. y de la " serie negra" que justi­fica los pasos de Mend izábal. son lospuntos claves del interés del lector y eldoble " enganche" de un autor que seinserta en el género policial para hablarde la violencia sin eludir la literatura .

La segunda novela de Feinmann. Niel tiro del final (Ed. Pomaire. Bs. As..1982) se aleja parcialmente de los có­digos que pautan Últimos días de la víc­tima aunque persisten ciertas claves dela polic ial "dura" .

Los signos dirig idos a la recepción.que encauzan su lectura . son sutilmen­te dist into s: están corpor izados en el tí­tu lo de la novela y en el de alguna desus partes - "Susy Rivas e Ismael Na­varro interpretan para ustedes" , " La se­ducc ión del poder" , " El lugar del cri­men" . " El lobo de la histor ia", " La fies­ta" y " Ni el tiro del final" - e impl ican el

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reconocimiento metonímico del títulocomo perteneciente al tango "Desen­cuentro" de Cátulo Castillo ("Yen esetu total fracaso de vivir/ni el tiro del fi­nal te va a salir") : la apelación del títulode la primera parte, "para ustedes" , seenlaza con lo anterior y constituye unaespecie de clave textual que el tema, laorganización ficcional y el nivel lexicalcorroboran : la historia comienza en1978 cuando Ismael Navarro (38 años)V Susy Rivas (30 años) llegan a Mar delPlata donde se encuentran con PedroBernstein, quien les consigue un traba­jo en un bar nocturno a uno, como pia­nista, y a la otra, como cantante, y elque le encarga a Ismael que escribapara su revista " Historia de crímenes einiquidades varias" un cuento al estilo"Jack el destripador" que Ismael lIama­rá "El primo Matías" y firmará comoRobert .Jones, Más tarde, aparece Fer­nando Ortiz, abogado ocupado en se­guimientos e investigaciones con lapropuesta de un " negocio" , un chantajea Alejandro Salas, hombre de muchodinero a quien Susy deberá "compro­meter" erótica mente para que Ismaelles saque unas fotos útiles para amena­zarlo con mostrárselas a su mujer a laque ellos suponen, erróneamente, laposeedora de la riqueza. Peroel proyec­to fracasa por una doble causa: porqueSusy los traiciona y porque, en realidad,es Salas quien tiene el poder y su mujeres sólo una figura acostumbrada a soli­citar esos seguimientos que, a veces, elmismo Salas term ina pagando. Este

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fracaso lleva a Ortiz al intento de conti­nuar con el proyecto por otra vía. inves­tigando los negocios de Salas. pero lomatan. Con lo sintetizado queda hechoel bosquejo temático del texto: el fraca­so que tocó a una generación de argen·tinos y que Ismael le describe a Susyasí. hablando de Fernando: "Deletrea­mos juntos unos cuantos acertijos he­gelianos. juntos nos emocionamos conel Prefacio de la Fenomenología deles­píritu. juntos. como dos patét icos igno­rantes pero juntos, creímos que nuestrageneración cambiarla la historia y jun­tos estamos aquí. hoy. sin un mango yreventados. No es poca cosa para quete diga que es mi amigo" (pág, 82) .

Si bien la organización temporal ­causal es lineal. el discurso está entre­cortado por el relato que Susy le va ha­ciendo a Ismael. "post -festurn". de lahistor ia de la relación ,de ambos desde" su" punto de vista que just ifica la trai­ción final . y por los fragmentos delcuento " El primo Matías" cuyo engarceen determ inado lugar de la novela no escaprichoso sino que amplía. en otro re­gistro, lo que está ocurriendo o sucede­rá. Literatura de consumo incorporadaal texto, no lejana a la parodia pero conuna función adicional : inscribir la locu­ra: la persecución y la violencia por uncamino desviado del entretejido textualy que una generación de argentinos vi·vió y padeció de manera fatal.

En esa misma línea se hace inteligi­ble el título de la novela, proveniente dela letra de un tango que tematizó el"desencuentro" . el fracaso. el escepti­cismo, atrayendo un rasgo sentimentalque se intenta distanciar con obstina­ción aunque se recaiga en él hacia el fi­nal del texto: la inflexión tanguera con­tribuye a confirmar ese ámbito de asñ­xia, de caminos cerrados, de frustrac ióny soledad que, por diferentes razonessocio-históricas. el tango argentino re­gistró y ahora lo hace esta novela.

El alejamiento de los códigos másevidentes de la "serie dura". la amplia­ción temática. la adhesión tangencial altango. la precisión espacio-temporal(1978, Mar del Plata) historizan másesta novela que Últimos días de la vícti­ma, promueven mediante la incorpora­ción de objetos y hechos de cuya exis­tenc ia extratextual se t iene concienciaun tipo de recepción cuasi-pragmáticay favorecen la ident ificación emocional .por lo menos. de un sector de una clase

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social que se encuentra más que aludi­do. re-presentado en la novela. Esto nosignifica hablar del texto en términos de" realidad" como " contexto de causali­dad" sino. más bien. de facticidad. esdecir. de la remisión a algunos estadosy procesos realmente acaecidos en unmomento del pasado. La coincidenciade puntos de vista del narrador y de losotros personajes' (Pedro. Fernando)descarta cualquier matiz de ambigüe­dad porque hasta la voz que disiente. lade Susy. finalmente deja abierta la po­sibilidad de un re-encuentro.

La re-presentación o el reflejo no sonen sí mismos valores literarios pero siubicamos la recepción del texto en suscoordenadas histórico-sociales y reco­nocemos una coyuntura -en la que losmedios masivos jugaron un rol de grantrascendencia- marcada por una de­sinformac ión en la que confluyeron tresaspectos: la creencia del emisor de quesus enunciados eran verdaderos (error).la pretensión del emisor de hacerlos pa­sar por verdaderos (mentira) y la censu­ra. encontrar un texto literario que fic­cionaliza la facticidad o la hace posibley provee una historia ind ividual hechade "recortes". como una pieza arqueo­lógica. reconstruida. no es nada desde­ñable. sobre todo para muchos que to ­davía están juntando sus piezas paravolver a empezar.

Ana María Zubieta

ssssssssss,'ss'sssssssssssssssssss

CULTURA ENOPOSICION

Asistimos a la publicación de un libroespecial. Ya sus autores. desde el prólo­go. reconocen que la obra fue encarga·da en un principio por la editorial Sal­vat. que se desentendió luego del com­promiso al tomar nota de su conten idoy confirmar que las elucubraciones deFernando Savater y de Luis Antonio deVillena habían llegado demasiado lejos.Pero lejos.. . ¿para quién ? Obviamente.para los responsables de la casa editorade fascículos. Las páginas alusivas al

& Fernando Savater y Luis Antonio de Ville­na . Heterodoxias y contracultura. Mo ntesinos .Barcelona. 1982.

~SEÑAS

consumo de drogas. tratado sin mojiga ­tería. a calzón quitado como prefierendecir sus autores. y la referencia alOpus Dei. aun sin mención exp resa dela estrecha relación de Man uel Salvatcon la herencia hecha iglesia de Escribáde Balaguer. eran temas vedados parala línea editorial de la empresa cata la­na. que prefir ió escapar a sus ob ligacio­nes de contrato y eludir el choque fron ­tal con la moral y las buenas costum­bres. Así, pues. parece ser que inclusopara hablar de inconform ismo - prev ioencargo- hace falta apretarse la fajadel recato y con los aires de un cirujanoen trance llevar hasta la mesa de opera­ciones la heterodoxia para. una vez allí.

bisturí en ristre . realizar una autopsiadistanciada. sin apasionamientos nipreferencias. no fuéramos a sacudir laira de los verdugos o. lo que es aún pe­or. resucitar al finado. De esta suerte. ellibro que comentamos se ha convertido-antes de su multiplicación en la im­prenta- en objeto de lesa -mo ral paralas buenas conciencias. cuando su in­tención. en todo momento. fue precisa­mente el cuestionamiento de esa mis­ma moral. incluso bajo la forma de re­flex ión histórica.

La editorial Montesinos. nada afec­tada por el sarampión de una moralinaque se intenta camuflar a golpe de títu ­los "marginales". dec idió pub licar laobra como parte de una colección di­vulgativa que comprende los más varia­dos temas : desde el helenismo hasta lasemiótica. pasando por los siemprecuestionables métodos de esco lariza­ción. Se trata de un loable esfue rzo poracercar al lector asuntos importantesque aún inciden en lo contemporáneo yque. en el caso concreto de la hete rodo­xia y la contracultura. se hilvana n conun estilo asequible. oportuno para elpúblico hacia quien supuestamente seorienta la colección - pero en el cualseñálese. Savater ve por momentosmermada su capac idad excepc ionalpara el ensayo. Pese a ello . el filósofo sedesenvuelve con soltura en las distintasépocas de lo ofic ial y lo oficioso e irrum­pe en el zaguán de la historia para de­sempolvar los recuerdos (la actua l pa­sión por las referencias sin fundamentohacen más meritoria la introspección) Ypresentárnoslos en un contexto dondelas heterodox ias se enlizan en el tiempocomo respuestas a la intransigencia delos amos del poder- cuya cerrazón. pa-

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radójicamente, hunde muchas vecessus raíces en una ya desechada acti tudtambién heterodoxa. Parafraseando aCioran : " Los más feroces mqursidoresse reclutan entre mártir es a los que nose les cortó a t iempo la cabeza"

La oposic ión al sistem a de turno-cada siglo tiene su dueño - entrañamucho más que una mconícr rmdad aci­calada por los tint es del esnobismo.Como afirma Savater en su aproxima­ción a la ortodoxia religiosa. generado­ra siempre de hereJÍas " oponerse alas creencias religiosas vigentes encualquier época supono rechazar elsentido del mundo aceptado por la ma­yoría y poner en t la d JU IC10 la legiti­mación imperante del ord n polinco eincluso de las costumbr coudumas" .

Quizá porque la burocr cla octusié s­

tica - como "1 I P ns dor espa­1'101- ha ido plan r y modulo dI todalas restant s burocr CI y u clasesacerdotal p jo rurn do d lo rno­demos san dn n s CI ntihco, r" tí IICO ofinanciero . la r le 16n conun ú I ndouno dios c ntros d poi ' rmc m C·

t ivo en la aoci d d cont mpo: n Ysus escriba s si n m CI ndo ,,1 resqu .mor de lOS h r I a ca turntnudosleer entrelln aa. cu ndo no oh IIn dospaseante s d I tr cho m ocul to d lavida .

Lo gol iard os - lOt I ctuetes y tu ­diantes d la Ed d M di . au rr doplacer d la vid y m nI d I cu rpo yla cultura - . los inqUISidor . prot tan­tes. utopista s ci nt lücos. hlósofo . mar­xistas. freudiano , Junto SQCI dadessecretas . mayo del 68 y n cronahs­mas. terminan por compon r un cuadrode la ortodoxia contrapunl oada siern­pre por el no existen cial quo habla de lazarandeada tray ectoll a dol hombro des­de que Galileo soltara en entred ós esablasfemia de la contrariedad: EPPUf simuo ve.

El MIII/eus Mallelicafum . deliran temanual de ant ibru jería ideado por 10 5

inquisidores dom inicos Sprenger y Kra·mero ha sufrido algunas reformas al filode los años. pero su esencia. connnentede postulados incontrovert ibles. siguelozana en nuestros días Ha camb iadoel estilo y la burda cruzada a la Quemade herejes ha devenido en sofist icadocontrol de la disidencia. donde Inclusoel sistema se aviene a ciertas manifes­taciones heterodoxas para acabar Inte­grándolas a ese extra"o código que la