reseña - las repúblicas del aire

5
Instituto de Altos Estudios para el Desarrollo Universidad Externado de Colombia Maestría en Análisis de Problemas Políticos, Económicos e Internacionales Contemporáneos Luisa Fernanda Mejía Reseña Las Repúblicas del Aire Utopía y desencanto en la revolución de Hispanoamérica Rafael Rojas Del autor Rafael Rojas es historiador y ensayista cubano. Licenciado en Filosofía por la Universidad de La Habana y doctor en Historia por El Colegio de México. Obtuvo la beca otorgada por la Fundación Rockefeller para realizar una investigación sobre los temas de identidad, la soberanía y la reconciliación nacional cubanas en 1996 y la beca Tinker de la Universidad de Texas en Austin en 2009. Ha sido profesor visitante en las universidades de Princeton, Columbia y Austin. Actualmente es profesor e investigador del Centro de investigación y Docencia Económicas (CIDE), en la ciudad de México. De la obra Casa Editorial: Taurus - Santillana Ediciones Generales S.A.México D.F., México, 2009. El texto obtuvo el Primer Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco.Se presenta en tipo ensayo y está compuesto por ocho (8) capítulos para un total de 350 hojas de contenido. El autor tardó dos años en investigar y en escribir el libro, tanto en la ciudad de México como en (estancias cortas) en Nueva York y Austin. La obra aborda, desde el revisionismo histórico,el quehacer de los primeros republicanos en su lucha por la independencia de las naciones hispanoamericanas y la construcción de las nuevas repúblicas a través de una acuciosa exploración a la historia política, en el periodo comprendido entre 1810 y 1848.El título de la obra hace alusión a una frase de Bolívar que pone de manifiesto la levedad de las bases sociales sobre las cuales se construyeron las nacientes repúblicas hispanoamericanas y su incompatibilidad con las constituciones que se estaban ideando. La obra se desarrolla en un lenguaje formal, elegante y un tanto técnico; cargada de contenidos densos y donde cada argumento se justifica con amplios ejemplos, situaciones, hechos y nombres, que dan muestra de certeza y un fuerte trabajo investigativo. Conceptos clave: Utopía, Revolución, Traducción, República, Exilio I. Principales planteamientos del autor Protagonistas de la historia revolucionaria hispanoamericana: Simón Bolívar (Venezuela), Andrés Bello (Venezuela), fray Servando Teresa de Mier (México), Lorenzo de Zabala (México), Félix Varela (Cuba), José María Heredia (Cuba), Manuel Lorenzo de Vidaurre (Perú) y Vicente Rocafuerte (Ecuador) Las revoluciones de independencia en Hispanoamérica fueron, al mismo tiempo, un conflicto militar, un proceso de cambio político y una rebelión popular, no siempre capitalizadas por las élites criollas, que estallaron en el momento de la fractura del imperio borbónico. Los héroes de la independencia se debatían entre la utopía (construcciones de la diversidad religiosa, mítica e ideológica del mundo moderno; procesos de imaginación

Upload: luisa-mejia

Post on 04-Jul-2015

112 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Reseña - Las Repúblicas del Aire

Instituto de Altos Estudios para el Desarrollo – Universidad Externado de Colombia Maestría en Análisis de Problemas Políticos, Económicos e Internacionales Contemporáneos Luisa Fernanda Mejía

Reseña Las Repúblicas del Aire

Utopía y desencanto en la revolución de Hispanoamérica Rafael Rojas

Del autor Rafael Rojas es historiador y ensayista cubano. Licenciado en Filosofía por la Universidad de La Habana y doctor en Historia por El Colegio de México. Obtuvo la beca otorgada por la Fundación Rockefeller para realizar una investigación sobre los temas de identidad, la soberanía y la reconciliación nacional cubanas en 1996 y la beca Tinker de la Universidad de Texas en Austin en 2009. Ha sido profesor visitante en las universidades de Princeton, Columbia y Austin. Actualmente es profesor e investigador del Centro de investigación y Docencia Económicas (CIDE), en la ciudad de México. De la obra Casa Editorial: Taurus - Santillana Ediciones Generales S.A.México D.F., México, 2009. El texto obtuvo el Primer Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco.Se presenta en tipo ensayo y está compuesto por ocho (8) capítulos para un total de 350 hojas de contenido. El autor tardó dos años en investigar y en escribir el libro, tanto en la ciudad de México como en (estancias cortas) en Nueva York y Austin. La obra aborda, desde el revisionismo histórico,el quehacer de los primeros republicanos en su lucha por la independencia de las naciones hispanoamericanas y la construcción de las nuevas repúblicas a través de una acuciosa exploración a la historia política, en el periodo comprendido entre 1810 y 1848.El título de la obra hace alusión a una frase de Bolívar que pone de manifiesto la levedad de las bases sociales sobre las cuales se construyeron las nacientes repúblicas hispanoamericanas y su incompatibilidad con las constituciones que se estaban ideando. La obra se desarrolla en un lenguaje formal, elegante y un tanto técnico; cargada de contenidos densos y donde cada argumento se justifica con amplios ejemplos, situaciones, hechos y nombres, que dan muestra de certeza y un fuerte trabajo investigativo. Conceptos clave: Utopía, Revolución, Traducción, República, Exilio I. Principales planteamientos del autor

Protagonistas de la historia revolucionaria hispanoamericana: Simón Bolívar (Venezuela), Andrés Bello (Venezuela), fray Servando Teresa de Mier (México), Lorenzo de Zabala (México), Félix Varela (Cuba), José María Heredia (Cuba), Manuel Lorenzo de Vidaurre (Perú) y Vicente Rocafuerte (Ecuador)

Las revoluciones de independencia en Hispanoamérica fueron, al mismo tiempo, un conflicto militar, un proceso de cambio político y una rebelión popular, no siempre capitalizadas por las élites criollas, que estallaron en el momento de la fractura del imperio borbónico.

Los héroes de la independencia se debatían entre la utopía (construcciones de la diversidad religiosa, mítica e ideológica del mundo moderno; procesos de imaginación

Page 2: Reseña - Las Repúblicas del Aire

social) y el desencanto derivado de la heterogeneidad étnica, regional, económica y cultural, producida por el orden estamental y corporativo del antiguo régimen y acentuada por la guerra, que esas élites diagnostican, en la mayoría de los cosas, como obstáculos para la construcción republicana.

La construcción utópica de las naciones hispanoamericanas estaba fundada en demandar del ciudadano – soldado, un compromiso devocional con la guerra además de manifestar la concepción que la nación americana era una feligresía o una comunidad de ciudadanos fieles. Esa heterogeneidad cultural, no reñía con la homogeneidad jurídica.

La lectura y la traducción de textos políticos entre diversas tradiciones atlánticas, y dentro de la propia tradición hispánica, acompañó el proceso ideológico de la independencia.

La historia de los intelectuales en Hispanoamérica, no sería concebible sin una reconstrucción de los desplazamientos migratorios y políticos, de los viajes, diásporas y exilios de las élites letradas

La colonia de intelectuales y políticos conformada en Filadelfia durante la tercera década del siglo XIX, tuvo un papel decisivo en la difusión del americanismo republicano. Estos intelectuales comentaron, editaron y tradujeron textos básicos de la tradición republicana que posteriormente fueron enviados a las principales ciudades de Hispanoamérica. De aquella pedagogía republicana, que propagó nuevos discursos políticos en la región, emergieron las primeras estrategias de construcción del Estado nacional y los primeros intentos de construcción de una ciudadanía moderna.

Entre 1814 y 1830, la consumación de la independencia en casi todos los países de la región se dio acompañada por intentos constitucionales de inspiración republicana que convergían en cuatro principios básicos: la soberanía popular, el gobierno representativo, la electividad de la primera magistratura y los derechos de los ciudadanos.

Filadelfia funcionó, en el momento republicano, como un puente que comunicaba las revoluciones hispanoamericanas y su devenir constitucional con la revolución de independencia estadounidense de 1776, a pesar de que la mayoría de los intelectuales y políticos de ambas Américas enfatizaran las diferencias entre ambos procesos.

José María Heredia, al igual que Andrés Bello, llegó a vislumbrar ese crepúsculo hispanoamericano que se iniciaba con las dictaduras y las guerras civiles, los caudillos y los golpes militares. Heredia, también como Bello, comprendió que una narrativa histórica integradora del antiguo régimen era indispensable para la edificación de las nuevas repúblicas en Hispanoamérica. Los Estados nacionales no podían nacer de la nada, desconectados de tradiciones y costumbres metropolitanas, pero tampoco podían reproducir mecánicamente valores e instituciones heredadas.

Para Bolívar el sistema federal tal y como funcionaba en Estados Unidos, era demasiado “sublime”, adaptable acaso a una “república de santos”, pero inadecuado para sociedades como las hispanoamericanas, recién salidas de tres siglos de centralismo colonial. Bolívar rechazaba el federalismo pero asumía el republicanismo

Page 3: Reseña - Las Repúblicas del Aire

estadounidense; admiraba a Estados Unidos pero se quejaba de la tibieza de su respaldo a la revolución de Hispanoamérica.

Todas las repúblicas, antiguas, renacentistas o modernas (Grecia, Roma, Génova, Suiza, Holanda o Estados Unidos), tuvieron en común la base social de una ciudadanía virtuosa, asociada al ejercicio, durante siglos, de derechos individuales y locales, y a hábitos y costumbres de la civilización y el autogobierno. El argumento de Bolívar es que para fundar repúblicas se requiere de ciudadanías virtuosas que no existen en Hispanoamérica. Esas ciudadanías deben ser creadas y, para ello, es preciso adaptar constitucionalmente el gobierno republicano a las sociedades poscoloniales por medio de la centralización administrativa y la limitación de las autonomías personales, partidarias y regionales.

Ni siquiera al final de su vida, desencantado ya de la posibilidad de alcanzar una Hispanoamérica fuerte y unida, Bolívar abandonó el principio de la homologación republicana de las dos Américas.

José María Heredia utiliza la alegoría de “los últimos romanos” para hablar del desencanto de muchos republicanos con la vida de la nueva nación. Los protagonistas de esta tragedia están conscientes de que la república finalmente dará paso a un imperio que no está regido por la virtud cívica, sino por la fuerza y el dinero. La crisis del orden republicano, se manifiesta en facciones masónicas, caudillos regionales, corrupción, fragmentación territorial del país.

Recalca el papel de Jane McManus Storm Cazneau (firmaba con el pseudónimo de Cora Montgomery) quien se convirtió en una de las más elocuentes portavoces de la doctrina del Destino Manifiesto. Montgomery respaldaba la ampliación territorial de Estados Unidos hacia México, el Caribe y Centroamérica como parte del proceso de expansión sureña iniciada con la independencia de Texas en 1836 y su anexión a Estados Unidos en 1845. Luego de la invasión a México, Montgomery se interesó en el Caribe, especialmente en Cuba, y trasladó la tesis del Destino Manifiesto a esa región, argumentando que la incorporación de las islas españolas a Estados Unidos reforzaría a este país frente a sus rivales europeos. Propone la integración comercial y política entre la cuenca del Mississippi, el Golfo de México y el Caribe

Desplazamiento de la Doctrina Monroe a la Doctrina del Destino Manifiesto

Nueva Orleans como refugio y ciudad bisagra. La oposición a España generó en los exiliados de esta ciudad, una natural aproximación a Estados Unidos. Lograr el reconocimiento y el respaldo de Washington a la causa liberal mexicana y la destrucción del orden colonial y esclavista de España, por medio de la anexión de la isla a Estados Unidos, eran objetivos complementarios para aquellos conspiradores.

Hispanoamérica era nueva en “artes y ciencias” porque no era ilustrada, y era vieja en “usos de la sociedad civil” porque provenía de las tradiciones estamentales y corporativas de una monarquía absoluta.

La confederación hispanoamericana se consideraba como una utopía

Se reconoce en el último capítulo del libro el agotamiento de los "héroes de la patria" en cuanto a seguir luchando por la construcción de un proyecto de unidad política en

Page 4: Reseña - Las Repúblicas del Aire

Hispanoamérica. Dichos personajes coinciden en que los pueblos que han libertado, son ingratos. En su gran mayoría pasan a reconocer que para el proceso en que se encuentran las nuevas repúblicas, podría ser mejor un proyecto autocrático.

II. Consideraciones personales El autor no muestra tendencia a establecer juicios de valor y provee la mirada de un espectador histórico, en consecuencia las consideraciones no estarían dirigidas tanto al contenido de la obra, como al proceso histórico-político que se llevó a cabo. A mi forma de ver, y si bien los primeros capítulos detallan claramente tanto el proceso de construcción de las repúblicas hispanoamericanas, sus características y la actividad de los diferentes héroes, es el último capítulo que condensa realmente lo que Rojas quiere demostrar con su libro. Me llama la atención la dicotomía que muestra de Bolívar, al enfrentarse a la realidad de divergentes conceptos: monarquía como gobierno estable pero despótico y el sistema federal como un modelo “sublime” pero inadaptable a las sociedades hispanoamericanas. En lo que se refiere al primer punto, Rojas deja muy claro la difícil situación de los héroes, especialmente de Bolívar al encontrarse con la crítica de Constant a la forma en la que estaba liderando el proceso de revolución, independencia y formación de constituciones; crear una base democrática para una sociedad que incluso, hoy en día, no ha podido desarraigarse completamente de su herencia colonial, es un gran obstáculo para la formación de repúblicas equitativas, inclusivas y unánimes. En lo relacionado a la segunda dicotomía, se vislumbra la gran impotencia y frustración de Bolívar al concebir al federalismo estadounidense como el mejor modelo de gobierno, pero imposible de aplicar a la realidad de Hispanoamérica, dado el “riesgo implícito” del trade off, entre buen gobierno y construcción de nacionalismo. El libro se centra en la imposibilidad de la ciudadanía de asimilar las virtuosas constituciones que se estaban creando en Hispanoamérica, dada la heterogeneidad de su cultura y la herencia de un pasado colonial de dominación y concentración de poder. Si bien para Bolívar el republicanismo estadounidense era el modelo ideal de gobierno, pero inadaptable a Hispanoamérica, valdría la pena, tal como Rojas lo expone (poniendo de manifiesto una carta de San Martín a O’Higgins), de intentar no sólo orientar la política a modelos prestados, sino descubrir en el seno de la sociedad hispanoamericana, el mejor modelo político coincidente con sus características endógenas. “Yo estoy firmemente convencido de que los males que afligen a los nuevos Estados de América no dependen tanto de sus habitantes como de las constituciones que los rigen. Si los que se llaman legisladores en América hubieran tenido presente que a los pueblos no se les debe dar las mejores leyes, pero sí las mejores que sean apropiadas a su carácter, la situación de nuestros países sería diferente” (Cap. 8, pág. 349) Es también de resaltar la concepción que se dibujade Bolívar como un usurpador. El imaginario colectivo construido alrededor de este personaje, orbita en la figura del caudillo libertador, sin el cual, Hispanoamérica no hubiera podido liberarse del yugo opresor del régimen colonial. Rojas pone de manifiesto un tipo de “tiranía cívica”, determinada por las consideraciones de Constant Para mí, tal vez lo más interesante del libro, es que a pesar de hacer una exhaustiva revisión de la historia política, en su consideración principal, “la falta de ilustración y virtudes de la ciudadanía requería de gobiernos firmes e ilimitados para construir nuevas repúblicas”, Rojas deja entrever que los elementos base de esa premisa, aún no son tan fuertes en la ciudadanía actual. Como se ha visto en el desarrollo de la cátedra, América Latina ha tenido dificultades

Page 5: Reseña - Las Repúblicas del Aire

para alcanzar democracias que garanticen una mayor igualdad e inclusión social. A mi forma de ver, los pueblos latinoamericanos, si bien han hecho esfuerzos por alcanzar criterios democráticos en sus procesos políticos, no son todavía ilustres y virtuosos y la construcción de “verdaderas repúblicas” tiene todavía fronteras porosas. Es también importante resaltar del texto, la pertinencia y coincidencia con los autores analizados en clase. Es el caso del concepto de “comunidades imaginadas” acuñado por Benedict Anderson y del concepto de “hibridez” del ciudadano hispanoamericano, revisado por Alan Knight y Francois Xavier Guerra. En el caso de Anderson, se puede ver tanto diferencias como similitudes de enfoque en los conceptos. La diferencia radica en que Anderson establece la “comunidad imaginada” desde el punto de vista de la sociedad, donde ésta será imaginada porque “aun los miembros de la nación más pequeña, no conocerán jamás a la mayoría de sus compatriotas; no los verán ni oirán siquiera hablar de ellos, pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión”. Será limitada puesto que las naciones tienen fronteras finitas, pero elásticas, más allá de las cuales se encuentran otras naciones. Será soberana, dado el ejercicio libre de las religiones y la fe. Y será comunidad dado que la nación se concibe siempre como un compañerismo profundo, horizontal y fraterno y Rojas, establece el proceso de imaginación social desde la perspectiva caudillista que piensa y reflexiona sobre las características de esa sociedad. Una de las similitudes en las concepciones, es el establecimiento del sentimiento de inferioridad y rechazo que las élites criollas sintieron con respecto al imperio y que fue decisivo para el proceso de emancipación. En lo que se refiere al concepto de hibridez, tanto Knight como Guerra establecen que la construcción de los conceptos “nación” y “ciudadanía”, enmarcados en los procesos independentistas de Hispanoamérica de comienzos del siglo XIX, ha estado caracterizada por la convergencia de dos imaginarios colectivos derivados de la ruptura de relaciones con el Imperio. En el caso de Guerra, el imaginario criollo y el imaginario hispánico, consolidaron un híbrido de nación y ciudadano que reñía entre idearios de libertad y la existencia de un orden social no moderno. Por su parte, Knight establece la hibridez en términos de lo “instrumental” y lo “orgánico”, lo de “arriba” y lo de “abajo”. Rojas por su parte, deja ver en su texto esa hibridez, como una característica de la imperfección de esa comunidad: “Hispanoamérica era nueva en “artes y ciencias” porque no era ilustrada, y era vieja en “usos de la sociedad civil” porque provenía de las tradiciones estamentales y corporativas de una monarquía absoluta” (Cap. 8, pág. 329 – 330)