Sergio Gutiérrez Estudios Literarios 15/06/2015

Literatura clásica, griega y latina Universidad Nacional de Colombia

Muerte fundadora: la Eneida de VirgilioMaría Florencia Campelo IssalyJulieta Cardigni Moralesen Cuadernos de Filología Clásica. Estudios LatinosUniversidad Complutense de MadridPublicado en 2001

En este trabajo las autoras elaboran y argumentan su tesis sobre el papel de la muerte en le Eneida. La muerte como una cadena que atraviesa toda la obra y que es el eje central para la misma, es el mecanismo por el cual se va construyendo Roma. La muerte entonces en la Eneida cumple la función de ser mors genetrix, muerte generadora, muerte fundadora.

La seguidilla de muertes que se ve en la obra entonces además de darle orden y sentido al poema, le da contenido a los valores romanos y por lo tanto a la fundación de Roma. Eneas comienza siendo un recipiente vacío, representando a Roma, y con cada muerte se va llenando de virtudes, con cada muerte se va moldeando a través de la obra y a su vez construyen cual ladrillos los pilares de la cultura e ideales romanos, edificando el futuro nuevo imperio.

Es así como entonces la muerte en la Eneida tiene un doble valor o función, siendo el cierre de un ciclo pero un mecanismo para la creación de algo nuevo. Por medio de la muerte se borra lo pasado, Troya y lo que antes era Italia, para poder construir desde el vacío una cultura libre de principios y valores ajenos a aquellos pasados.

Roma se construye con cada una de las muertes, primero se encuentra el perecer de Troya con la muerte de Príamo y de Creúsa, Príamo con su muerte le entrega a Eneas esa posición como rey que luego va a desempeñar en Roma pero también significa el desaparecer de Troya y sus costumbres, lo cual es imprescindible para el proceso fundacional que emprende Eneas. Creúsa le otorga a el héroe libertad para luego casarse con Livinia y representa en una menor medida esa caída troyana.

La siguiente es la muerte de Anquises, que convierte a Eneas en una figura paterna y guía del pueblo que empezará a fundar. Luego está la última muerte antes de llegar al territorio itálico, Dido, que le deja a Eneas el amor pasión como un tipo de amor, pero también gana lo opuesto a lo que tenía Dido y adquiere un respeto y cuidado por la ciudad.

En Italia, donde Eneas ya se ha deshecho de los valores troyanos, están entonces las muertes de Amanta y Camila; Camila es un opuesto a lo que sería el ideal romano

debido a que es amazona y tiene una sexualidad ambigua lo que anula una de las esencias femeninas, la procreación. Amanta por su lado también representa actitudes que no corresponden a Roma debido a que no respeta el matrimonio de Eneas con Livinia. Luego esta Lauso y Mecencio, aquí la muerte de Mecencio se produce por la muerte de Lauso y se justifica por el irrespeto de Merencio frente a los dioses.

Por último y como punto culmen está la muerte de Turno, que va ligada a la de Palante que le deja a Eneas rectitud, lo deja como heredero de Evandro y legítimo poseedor de Italia. Pero a su vez la muerte en manos de Turno sobre Palante hace nacer en Eneas furor y lo lleva a concretar esa última muerte de la Eneida, la de Turno, símbolo antagónico de los ideales romanos, es en el asesinato de Turno en manos de Eneas donde se inicia la fundación de Roma, es el momento donde parece que tanto Eneas como Roma terminaron de llenarse y edificarse.

Pero en esa última muerte Eneas además de borrar esa imagen antiromana también carga consigo el furor, que empieza entonces a hacer de Eneas un personaje que no representa en su totalidad el ideal romano y las autoras del artículo sugieren que, a pesar que la Eneida termina luego de la muerte de Turno, la siguiente muerte sería entonces la del propio héroe, evidenciando así que Eneas es entonces una simple herramienta para la fundación de Roma. Roma tendría que sacrificar a su héroe para seguir su proceso de fundación, es así como se fortalece la idea de la muerte generadora, mors genetrix.