r.bastide- el prójimo y el extraño

13
7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 1/13 «La epoca modernaf ...  J  esta l:arac:eYizadapor  I.zCOft/ron. taci(mcon ios «desconocidos"', ios ..«(<Jxtranjeros"  y  .sus rmm· dos, .unitJcrsos  ins6litos,nQ familiares, exoticas ()  arcaicos». Mircea  Eliade,Mephistopheli:r.> de l'Androgyne. DesdeIostiempos  J?~ehi.stol"koshanexi.stido contactos entre hombres ,entredvilizaciones: grandesmigraciones, desplfJ- zamientos de pueblos, intercambios comerdales, guerras de conquiSIll. ..  <.  Peroalmismo tiempolos individuostierden  a arraigarse a un  rerruiio,  a tltrind:'lerarse tras  fosmurasde  una casa, a  distiaguirentte los«suyos»  y  los«otros». .. .Los «arms», esdedr, 10s extran.jeros, 10s barbaros,aqaeilos que

Upload: bluesman-adrian

Post on 22-Feb-2018

216 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 1/13

«La epoca m odernaf ...   J   esta l:arac:eYizadapor    I.zCOft/ron.

taci(mcon ios «desconocidos"', ios ..«(<Jxtranjeros"   y   .sus rmm·

dos , .un i tJcrsos   ins6litos,nQ familiares, exoticas ()  arcaicos».

Mircea   Eliade,Mephistopheli:r.> de l' Androgyne.

DesdeIostiempos   J?~ehi.stol"koshanexi.stido contactos entre

hombres ,entredvilizaciones: grandesmigraciones, desplfJ-zamientos de pueblos, intercambios comerdales, guerras de

conquiSIll. . .   <.   Peroalmismo tiempolos individuostierden   aarraigarse a un   rerruiio,   a tltrind:'lerarse tras   fosmurasde   unacasa, a   distiaguirentte los«suyos»   y   los«otros». .. .Los«arms», esdedr, 10s extran.jeros, 10s barbaros,aqaeilos que

Page 2: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 2/13

n~estras i~norancias, nuestra dificultad para salir de nosotrosnusmos, 51es que no -aun con posterioridad a la deseoloni-zaei6n-- nuestros suenos de poder 0 hegemonia. Esto haeeque .Ia muItiplieacion de 10s comactos entre pueblos   0  civi-hzaelOnes conduzca; en la mayoria· de 10s casos solo a mul-tipliear las harreras 0 las incomprensiones. cV;mos, pues, adejar que   S e   pierda la gran oportunidad ofrecida al hombre

de nuesrrosdias?cAeaso la tarea mas importante de nuestraepoea no e~ l~ lueha contra el racismo, ese enemigoque impideeI estableelm1entode una organizaci6n mundial funclada en laP3;z'y elrespeto mu~~o? Seria injusto negar que e1 racismoesohclalmentecombauao, pero tales ataques no se diriaencontrasus formas arcaicas,   y   asi, mudando de rostt,,;:puede mante-?erse en pie. Po~que e1racismo, como un nuevo Proteo, adoptalncesantemente mrmas nuevas, se disfraza 0 se ocalta en lassombras, •.para manejar mas a sus anchas   -0   con mayor impunidad~ los.hilosdel titereen que nos haconvertido.El libroque ahora. presentamos reproduce diversos artlculos

 publicados a partir de 1950,agotados   0dificiles deconseauir,asi   como algunostextos· inediros, todosdlos inscriptos :n la pers~)ectiva de la luchacontra e1 racismo. Porque,digamoslo

vez mas, del. triunfo en esta batalladepende todo   1 0 paz mundial, el desarrollo economico y social de

Hamados subdesarrollados (va que de otro modorealizaraen el marco del neocolonialism a 0 del

del con£1ictoentre 10s iroperialismos rivales)las instancias internacionales. La primera

dedicada aconsiderar 10s pf.()blemaslasraices del mal, porque solo un

 permitil·.aextirparlo.Pero Ia .luchacont-ranecesariamente por la lucha contra eles   ·$H   ultimo sucedaneo,   y   no e1 menos

 peligroso. qqe a veces puede asumir las apariendas delamor;pero es ;lrnor que tiraniza   y   asfixia. Los asiaticos vafridlnos se van dando cuenta de dlo cada vez mas, a medidaque adopran -no· por obligacion sino por propia voluntad-los valores   y   t.<knicasde Occidente:corren el riesgo de perdil'sus personalidades.Por nuestra parte, creemos que unica-mente Ia preservaei6n desus identidadesculturales oermitira a1osgruposestablecer lazes fraternales entre   S 1,  porqJie entonees

cada unoadquirira el sentido de su dignidad, que consiste encontribuir al acrecentamiento de la riqueza camtin con unaporte unico-un aporte qtle llingUn otro pueblo Dodriahacer~ a la gran aventura de la especie humana sobre Ia

tierra. La posicion politica, economica y  social de 10s africanosy   los asiaticos en dorden internacional ha cambiado. ha me-Jorado. Pero es cuestion de preguntarse si el hecho de que enestos ultimos aiios se los haya induido. en la organizaci6nmundial de los Estados   y   de la economia debera traducirsenecesariamente en la p~rdida de los valores originales decada etnia. Porque la inclusion no debe llegar a ser· asimila-cion. Si Ia iguatdad   'y   e1 respeto mutua no puedenestable-cerse, evidentemente, entre. un pueblo optesor    y   un pueblooprimido,. tampoco·es posibie que se establezean entre un. pue- blo que aporta   y   ottO que reniega de su identidad paralimi-tarse a recibir.Por esohemos dedicado la segunda parte de esta obra. al en-cuentro de las civiHzaciones,despues de haber considerado loscontactos entre 10shombres. Losdistintosestudios quehemosreunido tienen laexclusiva finalidad de mostrar,en- casosde-terminados, algunos de los procesos de esos intereambiosculturales, que en alguna medida son siempre intercambios enambos sentidos,   y,   en consecuencia, se rraducen por unenri·queci:miento mutua de los dos grupos en confrontacion. Laamistad entre los hombres'de codaslas razas, todos los colaresy   todasIas religiones debeprolongarseen Ia union de suscivilizaciones. Todo progreso esta senalado por in"lemos,   y

toda invencion consiste en una sintesis de elementos queanteriormenteno habiall sido reladonados entre   S 1 .   Tamooconaceria el nino, promesadeI porvenir, 5i no hubiese dos cuer- posque se prestaran al abrazo. Otro tantoocurre en el terrenosocio16gico; la cultura no se desarroHa par autofecundacion

sinopor intertecundacion. La luchacontrae1 racismo debe,flues, completarse conla Iucnacontra ese otro racisrno insi-dioso, el de la creencia en   12 1   superioriclad de la civilizacionra?ion~lisia   (y   ya no organica), tecnica   (y   ya no cosmica),sabre lusdemascuIturas. Enronees,   'I  solo entonces, podremosasistir a un nuevo· milagro de la multiplicacion de los panesque sacie a una humanidad ilvida de nuevos alimentos. ali-mentes espirituales. Es posiblequealg-unos lectoresse'sor- prendan alencontrar, hacia el. £in de esta oOra, un coniuntode textos referidos al rnesianismo, que solo cOfJ.stituYeuncaso particular deesosencuentros entre civiIizaciones. Sin

embargo resuIta, para .•nUestro enfoque, especiaimente esda-reeedor.En primer lugar porqued~nuncia los peligros del raeismo,   Y

reve1a que estos inc1uyen hasta Ia perturbacion de Ia moraldel cientifico. El cientifico debe busear Ia verdad,   y   para ha-

Page 3: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 3/13

cerIa dehe desprenderse de su etnocentrismo, salir del mundode sus valores. La lectura de las obras y artlculos dedicados almesianismo que se da en llamar colonial demuestra que, conescasas ex:cepciones, e1 mesianismo no esta bien comprendido--0no 1 0   estuvo hasta hace poco tiempo-- porque se 1 0 abord6desde una perspectiva occidental. Los artfculos que hemos reu-nido aqui con re1aci6n al problema tienen, pues, un aspecto

 pol6nico: intentamos mostrar que ese mesianismo ~o_nstituyeWlil_£ormanormal y:JegitimLd~la dinemica.social; una crisis,quiza,pero de ·credmiento.En segundo lugar, porque el meshinismopropordona una  exce-

1ente_i1!l$.t~aci6ndeesa union de las civilizat;ion~~a ·que noshemos rererido lineas atras. Constituye un intento, a vecesdramatico, siempre autentico, de integrar valores occidentalesen civilizaciones distintas de Ia nuestra, dentro. del respeto por 10s valores cultura1es tradicionales. Plantea el problemade 1a Encarnacion de 10 divino en 10 humano. Aspire a quequienes me lean se planteen, apenascerrado este libro, el pro·

 blema de saber si ese mesianismo no deberia ser repensado,interiorizado de algunmodo, revivido --en todo su patetis·mo-- como un castigoyunmensaje de vida al mismo tiempo.Como un castigo, en Ia medida en que es nuestro desconod·tniente<le Ias realidadesculturales   1 0   que nos ha impulsado, ennuestro orgullo, a ~ortar a 10s demas a que copien Usa yllanamente nuestracivilizacion; cemo mensaje de vid.a,en lamediaa en que tengamos el coraje de darnos cuenta de que1abUsqueda de   1 0   Sagrado es algo que tambien nos concierne:hemes. puesto a nuestro Dios en un escaparate, rodeado de bolillas de naftalina para asegurar su conservaci6n,   y   asi, con

un vidrio 0 una puerta,   1 0   mantenemos separado del mundoque palpita a..tuera.Hay que echar abajo esa puerta, quebrar ese vid...'"ie.

Re"'..I1contrarel sentido de Iareheli6n £ecunda, hacer que   10divino vuelva a la tierra. Los  ell1tos   decargamento   0 fos deSion representan algo mas que «fenomenoscuriosos» dignosde analisis: son lIamados quedebemos. escuchar.

Primera ·parte. EI encuentro de   1 0 shombres

Elestudio del_prejuicio racial no puedesepararse de1examende las.situ~ciones sociaies en lasque interviene,   y,   dado quetales sltuaclOnesse hallan en permanente· transformacion tam-

 bien el prejuicio racial se modifica con el andar del ti~mpo:manteniendose identico en   1 0   esencial, muda de forma oderopaje.S610 podremos percibirlo, pues, si   1 0   .examillamosdentro delas sociedades globales concretas. Es posible,pese a todo sepa.

. rar algunas variables que pueden parecer especialmente imper-

tantes, dado que algunos sociologos las han convertido en~a~t?res -:-a menudo exdusivos-.- de la creacion de 10s·.pre-JUlCIOS   raclales. De modo que,culdando de no olvidarnada delacomplejidad de Ias sociedades glob   ales a lasque nos rereri-remos, y para que se comprendan mejolfla fundon y e1IUD'ar de esas   variables   0 faetores en un ensayo de sistematica del

 prejuicio, vamos a examinar sucesivamente:   J

1. La variable economica (a traves de 1a industrializacion delBrasil) .2. La variable sexual (a traves de una comparacion que esta

vez ya no se haraentre etapas de la evoluci6n temooral de unmismo pais, sino entre naciones distintas) . •3. Por Ultimo, la variable religiosa( a traves de un estudiosabre   las   reladonesentre el calvinismo   y   el radsmo).

Page 4: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 4/13

1.   Elprejuicio' raciaP

Me complace, senores, estar entre ustedes para hablar sabreel problemadel prejuicio racial. En Francia hay muthos. hom-

 bres de buena voluntact, pero desgraciadamente' la ,.buena   '10-

Iuntad no basta sino estl sustentada porconocimientos pre-vios. Hemos knid.o la triste experiencia deello hace algunosanos, cuando, apenas. concluida la Segunda Guerra Mundial,

Ilego lln primercontingente de estudiantes africanos a traba- jar en las universidades francesas. Pot ese enronees hubo mi-sioneros, tantocatolicos como protestantes, que recomendaronalas familiasde clase media de Paris  y otras dudades univer-sitariasrecibir con amistad yamora esosestudiantes, quesehabian forrnaclo en ·1as•escuelas misionales de' Africa.. YeSGS

estudiantes fueron, efeetivamente, r¢cibidos con mucha baenavoluntad,muchoespititu amistoso. ~y   hasta'me atreveria adedr que con mucho amor-por esas familias.   POI'   desdicha,los temas de conversation elegidos fueron desastrosos,  y levan-taron una murallaentre los interlocutores Se hablo a esos

Page 5: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 5/13

E~ esas condiciones las mujeres afncanas que esperaban unhijo, no q1?:erianit a las maternidades, y muy a menudo fue

 preClSOobl.1garlas,10cual signific6, tambien esta vez un choaueentreh comunidad africana y   la   comunidadblanc~. -Estos,dos ejemplos demuestran que noes suficiente tener buenavoluntad. Se.~ecesita, adem~s, conocer y comprender   los   pro.

 blemas, yfelicltO a lo s   orga1llZadoresde este Centro;   y   tambien11   ustedes,que por voluntad propia han venido a estudiar aes~a casa, porque. comprendieron cabalmente que e1 conoci.

!fl1ent?~$Lllet:e~afl()~a   ,l a   ~?ci6!1.:" '" ' -.,En ese ~arco,~e unii 'iriveStigad6n puramente teorica sobrelas re1aclOueshumanasen el interior de las comunidades mul-tirr~ciales, se inscribe de algtin modo Ia exposici6n quehoyhare ante ustedes acerca del prei,uicio racial.S.etrata de un ~rejuicio que en mayor   0menor medida expe-t1menta~?s tooos,   y   muy a menudo sin dll,rnos cuentll,. Enu~a ocaSlOnlaD"NESCO me encarg6 Ill,realizaci6u de unestu-dio sohre las relaciones raciales en la dudll,d de San PabloBrasil,   y   enotra tuve ia responsll,bilidad de una tarea simila;refenda a 10sestudiantes africanos en Francia. En ambas opor-

t~~~ades ,organic~ u~ pequeiio equipo de. trabajo, al qae mediN~l enestos ternuno.s: «Antes que nada vamos a psico-~na1izarnos nosotr?s m1s~os, 109"ual significll,que prirneromtentaremos ver   Sl n0t:xl.s~een nuestro fuero intimo, sin que10 sos~echem?s~ un preJUlcl0de raza a un prejuido de color escondido omsImulado». En el Brasil, porejempl0, donde se-gUn   se dice el prejuicio radal no existe, 10salumnos exdama-ron en seguida: «Pero oosotros no tenemos prejuicios, absolu-t~~ente nin~ prejuici?;>.Pues bien: gracias a este psicoanaIi-SIS Hegaron a ill,conclusIOnde que realmente habia.en ellos un

 prejuicio racial   y  no 10 haMan percibido. Por 10 tanto, debatir 

este problema reviste importancia,   y  me alegra mucho hacerlohoy con ustedes.

~Q~e.e.sun prejuicio? No me refiew al prejuicio racial sino al pl:eJUICloengeneral. Es un conjunto de sentimientos, de juicios y,.  natura~ente, de acdtudes individuales qlle provocan   --0al menos tavorecen,   y   en ocasiones simplemente justifican-medidas de discriminacion. El prejuidoesta vinculado con ladiscriminad6n. Existen prejuicios de sexo que discriminan en-tre hombre   y  mujer, prejuiciosde dase quediscrirninanentte

 pr01etarios   y   burgueses,   y,   portin, prejuiciosde ra2a o.. c d e_  ernia.. Pero en cadacaso se trata siemprede actitudes senti-

mientos   y   juicios que justifican  0 provocan fenomenos d~ sepa-racion, segregacion   y   explotaci6n de un grapo por otro.

Sin embargo,  e l  prejuicio racial asume formas extrem~damentediversas,   y   con~ie~e distinguir entre el prejuicio racial pro-giamente dicho,el prejuido de color, e1 prejuido de c1iiseenuna sociedad multirracial --es decir, que comprenda muchasiazas que, viven juntas pero formando estratos superpuestos--y, pgr ultimo, el prejuicio etnico  0cultural. Por cierta que

'muy   it   menudo esas'distintas formas de prejuicio se entremez-clan   y   fusionan, pero creo que para mayor claridad convienedistinguirlas desdedcomienzo. .

_ E l p r e ju ic io d e r az a   existe espedalmente en el sur de EstadosUnidos yen las republicas del sur de Africa. Alina ra2a no

,esta. definida.por ,cara<::~x~sbiol6gicos sino por caracteres _ sQ : -,

._ell:iles._ELconceptode raza no es un conceptode antropologiaflsica sino un concepto sociolog.ico. TQcio_aquel par cuyasyenas carra una gota de sangre negra es considerado negro. Par 

.ende, e1 mulato, e induso e1mulato daro, el mulato queenatras paises --el Brasil, pOl'ejemplo-- podria pasar   1 '01 '   blan-co, es dasificado en. Estados Unidos como negro,' y sepal'adode 13comunidad de 10s blancos. POl'consiguiente, es elorigenet.q!.co,pol' remoto que sea" e1 que define la, raza.   B aS - fa con

tener un abue10 0 un bisabuelo de color, aunque todos   10sdemas miembrosde la parente1asean bIancos, paraser consi-deradonegro. Aqul tienen ustedesla misma definicion queHitler empleo para definir alas judios en Alemania.En esos paises 10$grapos estan separadQs pOl' barreras infran-queables. No se me escapa que anuallllente hay en EstadosVnidos unas diez mil personas con poca -peto, can muy

 poca- sangre negra que consiguen crazar la «linea de color»y confundirse en media de 1acomunidad blanca;pero no 10graneste objetivo sino a cambia de abandonar el Iugaren, que hannaddo, donde se sabeque entre   S 'US   antepasadosrelllotos

figura unesdavo, unnegx:o. POl'10 demas, es de observar quemucnas de las personas que crozaron Ia linea de color acabanmuy a, menudo pOl' reencontrar la fidelldad ancestral y pre-fieren volver a su ciudad natal, inclusoparaconvertirse alli,como a veces sucede, en Hderes de Ia casta negra.Este prejuicio es un prejuicio muy fuerte   y   que se manifiestaen medidas institudonales. Quiero dedr c()nesto que Ias leyessiguen la misma direcd6n que   las·   cbstumbres; por. ejemplo,

 prohiben   3 "los negros frecuentar ciertas escuelas y viajar en10smismos coches de ferrocarril   Uoeupar   105  misrnos' asientosde omnibus que 10sblancos; les fijan, asimismo, entradas esp~

dales enlas oficinasde correos, 0 butacas reservadasen losteatros •Y   10s cines;, inclusive existen plazas ptlblicas para

Page 6: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 6/13

negros, distintas· de J a s   plazas que se hallan destinadas a los blancos.El ..segpndo prejuicio,   elprejuicio de color, parece menos viru-lento. Para examinarlo tomare el ejemplodel Brasil. Las reglasa9mitidas en este pais son simetricamente opuestas a Ias quese practiclln en.Estados Unidos: una gotade sangre blanca

 basta paraqtie,en   e l   Brasil, se c1asifique a un individuo en.el grupo de los blancos. En consecuencia, un mulato claro no

sera considerado como un negro sino exactamente igual a un blanco; no sera objeto dediscriminaci6n alguna; sera recibidoen   los   salones de 10sblancos yse le·servira en elcomedor.Por otra parte,elcolor de la piel   no dene demasiada importanciaen el Brasil; roasimportancia se concede a la textura de loscabeHos  0 la forma de la nariz. Efectivamente, como en el

Brasil hay muchbs indios   y   estos indios se han mezclado canIds blancos, resulta avecesque entre gentemorena no es

 posible discernir can facilidad quienes son mestizos de indiosy   blancos yquienes euarteronescle negros   y   blancos. El color de la pie! no es rouy"significativo, mientras que la textura de105   cabel10s y   1a forma de Ia nariz asumen gran importancia.Si se tiene e1 pe1a crespo es evic!ente que secuenta a un negroentre los antepasados,ya quelos indios Henen elpe10 lado.Una narizdemllsiadochata v fosas nasalesdemasiac!o abiertasson asimisrno indicios de a;cenclencia africana. Par eso sueledecirse, hablandoclelos clemis: «Tienen buen pelo» (traduzcoaqui la expresi6n portuguesa) ; can ello se quiere inc!icar:tienen pelo Iacio,pueden pasar por'rnestizos de indios yevitar la sospecha de que corre sangre negrapor sus v~nas.Pero junto alcolor de 1>1' piel, la textura de los cabellos   y   laforma de Ia martz,en e1Brasil intervienen otroselementos para

clasificar alas negros: laeducacion,   12 1  instruction   y   la riqueza.Existe un proverbiosegun e1cualun negro rico esun blanco,

..£...l!nblanco pobreesun negl:Q.Con esto se quiere decir quela posesiondecierta£orrunapermite dasificar a   III gente, del'mismo modo que e1 color de   12 1   piel. Algunos negros han

.Uegado a ser abogados   0 medicos, y ocupan posiciones impor-tames dentro de la sociedad brasileiia. En Estados Unidos elsolo hecho de ser negros y  descender de esclavos determinariaque lacomunidad blanca 10srechazase sin tom!!ren cuenta paranada su inteHgencia   0 su fortuna personal. En el Brasil nohay naciade eso:si un negro es rico e instru{do,y especial-

mente si ha recibic!o una· buena educadon   y   tiene buenas ma-neras, si sabe comportarse en un sa16n, sera recibido en cual-quier parte exactameme igual que si fuese un blanco.

(En que consiste, entonces, el prejuicio  4 e .  color? Resp01'!'d~a la idea de que cuanto mas negro. es algUlen, mayores poslbl-lidades habra de que 'Seaun proletario,. pertenezca a las capas bajas de Ia poblaci6n, Ie £alt~ e~u~aCl~n Y·,sabre todo, se.aPQhre.   POl'.  consiguiente, la c!iSetlmlnaC16nrecae en e~B~as~sabre 10s negros mas oscuros. POl' otra parte, esa c!iscrlml-naci6n asume una forma hip6crita; ahf e:sta la ~az6n de quehace un momento les dijese: en· el Brasl1 se a£lr,?~ .que no

existen prejuidos de color, pero todos tenemos preJulclo~, par 10 cual debemos luchar a cada inStllnte con hosotros mlSmO$.y   renovar mcesantei'hente n';le~t!a autocdtica. . , .En.el Brasil, deciamos, elpreJulclo asume una .forma hlpocrlta.Cuando, porejemplo,un negro ~ep~esenta en un banc? a unacasa comercial a pedir empleo, Jamas se Ie respondera: «No,aqui no tom,amosn~~ros»; se 1~di~a,: «POl' ahora no tenemosvacantes, aSl que deJenos su duecclOn   y   cuando ~a'y~ alga. ~oIlamaremos». Naturalmente, el negro nunea reclblta nO~lclaalguna. El mulato, ~ncambio, entra en c':lalquier parte ySlem-

 pre es bien recibido. De modo que a .su vez, para no verse

asimilado a tm negro   y   separarse melor de u?a, c1ase•.a- lacual pertenece en alguna 11?'edida,d.rr:~lato -q~l1za con mayor erufasisqueel blanco-ahenta .preJUlClOS.de COlorcontra esc;,shermanos suyos COn mas cantidad de· sangre n~g:a que el.Ustedes saben que ese es el gran problema de Ham, ~on~e laoposici6n de· los coloresse 'Ie aumentada por unanvahdad oolltica entre la c1ase burguesa c!e.los mulatos   y   cIadase c8:m-

 pesina de losnegros. Muchos hechos analogosaparecen tamblenen el Brasil, y un proverbio expresa:   «£1  !pulato esco,nde enla cocina e1 retrato c!e su madre negra, pero cue1ga el de su

 padre blanco en la sala». .... . . . ,

£1  tercer prejuicio,   el preiuicio de .ctase,   suele estar vlnculaaocan el de color. Existe en todas partes;   1 0   encontramos entodos 10s parses donde hay dases sociales: lfn~urgues ,.nose alegrara de quesu hija se c~se con un Rroletano,   y   enelsubterraneoven1os genteque eVlta,sentarseJunto a uno~r~r?,en particular sieste va un poco sucio. Pot 10tanto, e1preJUlClOc!e c1ase no. depende· del problema de las..razas. Pero .er:-.1~ssociedades delos paises de America latina .~n,91;le121dlVIS1::>nnordases corresponde exactamente a 1 a   dIViSionporetl1las~por razas, e1prejuicio racial adopta   fiUy  amenudo la formac!elprejuiciode dase.

As! es que en pa~ses c<?mo¥exico; P~r;1,Ven;zuela, G~a.te-mala etc. conocidos baJo la aenOmlnaClOncomun de Amencaindigena ~ causa del alto nlimero de indios que componen   $U

Page 7: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 7/13

 poblaci6n, existen tres clasessociales: la clase alta. a elite,constituid? casi can exclusividad por blancos descendlentes deespanoles; en Un nivet' extremadamente inferior co~ respectoa '   ella, hl' clase baja, mtc::grilda~porindios puros   y   en casostambieIl por negros mas <?menos puros. Entre estas dos seubica una tercera,' que'no me atreveria a l1amar clase media-po;que no guard; relaci6n alguna 'con la clase media euro-

 pea- pero·si. en-,cambio (permftaseme -la. expresi6n), dase

intermedia, compuesta par 'mestizos: mestlzos denegros/   y blancos, mestizos de indios Y' blancos y rambien mestizos deindios   y   negros -ya que, contrariamente a In que se'sueledocir, no existe oposici6nracial entre indios   y   af:ticano.s,y   Iosdescendientes de africanos se mezelan de buena gana canlosdescendiemesde·indios-. Esta clase intermedia es lade los «ladinos», gente instruida que habla espanol, gente em-

 prendedora   y   astuta, que sabe deseIlvolverse.En consecuencia, losprejuicios asumiran aqui la forma de pre-

 juicios de la dase blanca contra la dase de los interme<lios,de los ladines contra los indios «salvajes», de 10s mulatos

contra los negros.Pero a un indio pum -desde e1 punto de vista racial- queen virtuddesu instt'Uccion0  su riqueza alcance una posicionde cierta importanci.a (en el comercio, p. ej.) dentro de laclase intermedia, se 10 dejara de llamar indio   y   pasaraaser un ladino, aunque no sea mestizo. A.su vez, si un mestizo-y esto ocurre con creciente frecuencia, como resultado d~las alteradones econ6micas que presenciamos en Ia··actuaI1-clad-, par el hecho de ingresar en la universidad y salk;:leella convertido en medico  0abogade alcanza la cIase alta, In-mecliatamente Sera tratado como un Integrante de la elite. ,

Por   10   tanto,este prejuidoes, mucho mas que un prejuiciode raza, un prejuicio de dase;pero no hay duda de que ambasnociones estan ligadas,   y   siempre que se 'lea a alguienmuynegro, muy oscuro, se   1 0   creera  a. priori   miembro de Ia clase baja   y  en conseC'.1enciase  1 0   evitara ose   1 0   tratara can dertodesden. Si esenegro pretende ser aceptado debera probar que

 pese a su dnte no forma parte de In clase inferior. Es indudableque ese primer cant actO Ie dejara cierto resentimiento y ani-mosidadcontra e1 blanco,   V    no 10 es menos que tales senti-mientos pueden perturbar el juegode las relaciones entre leshombres   010s gt'UDOSde una misma sociedad.

El   Ultimo   prejuici~,   el prejuiciocultural,   es elque mas clifun-dido se encuentra en Francia.El nuestro es el pais de Descartes, de Voltaire, de Ias ideas

darasy distintas; es tambien'un pais misione~o,tanto desdeel punta de vista cristiano -10 digo pensando en las Cruza-das- como desde eLrevolucionerio -pienso en nuestra ma-nera de propagar las ideas de 1789. .Tendemos, asimismo, a considerarnos'superiores a 10s otto:>

 pueblos. No hay como ir ai-exterior para .d.arse cuenta deello' se advierte que 10s franceses, cuando vtaJan fuera de su pais', dan siempre" la impresi6n~e ser per~onas· pretendosas.

 No quierq decir que seamos mas pretenClososc(ue muchosotros; pero creemos que nuestra civilizaci6n y nuestra culturason superiares a Jas otras dviliza~i?nes   y   la.s otras culturas.Siempre nos.J::01Ilportamoscomo IDl510neros;Slempre queroemo,s-por otra parte, a causa precisamentedel   ~?~  qt;~ nos mspl-ranle.$ demas pueblos- llevar nuestra clvilizaclOn a todoslos pueblos de la tierra, afrancesarlos, -i<asimilarlos».Esto esJo que yo llamo p~E.~ci?.Et:l!£1:1~Prejuicio, porque todas las£:ivilizadones tienenun-mensaJe queentregar al mundo; todas-no solo la civimacion franeesa- tienen algo de, grancleza'/ bel1eza.

Cuando entramos en contacto con 10s pueblos asiaticas  y   10 s pueblos africanos -tiempo - atras 10s espanoles   y   10s portu-O"uesesse habian conducidodel mismomodo frente a. 10s;ueblos americanos-, 10s consideramos   como   pueblos infe-~iores al nuestro y 10s tratamoscomo a salvajes   0 barbai'os.Era, por   10 demas, la epoca -principias del sigl0   XIX-   enque elevolucionismo se hallabaen boga,   y   segUn el evola-cionismo la humanidad pasa por toda una'serie de etapas: laetapa del salvajismo, luego la de la barbarie (que de cualquier manera yaes un progreso can relacion al saIvajismo primitivo)y,   finalmente; laetapade Ia civilizaci6n. Por 10 tanto, de

acuerdoconesta reoria, considerabamos saJvajes a loscanacasde Nueva Caledonia   y   barbaros a 10s africanos de Ia costaoccidental. En todo caso 10s considerabamos nines grandesque seguramente podian sereducados,   y   «ser educados» sig-nificaba adquirir nuestra civilizaci6n. Pero nadahay mas tristey   doloroso para un ser humano que sentirse tratado como unser inferior por el hecho de pertenecer a una civilizaciol1dis-tinta.Creo -que allf reside la forma de prejuicio mas. difundida enFrancia. Mientras que   los   ingleses -pordespreci.o 0 por aLta-Mria quiza- conservaron 1Iluchas ttadicionesafricanas en

sus c~lonias, nosotros, a la inversa, -combatimos a las civili-zaciones africanas  -ylas combatimos pol' amor, clicho seade paso, ya que,convencidos de la superioridad de nuestta

Page 8: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 8/13

civilizaci6n, quisimos darselaa los africanos, tanto como a losll.siaticos-. Pero en principio ello significaba desarraigll.rlosdesu propia cultura,   y   esos desarraigados se convirtieron necesa-riamente en hombres alienados; hoy nos 10 reprochan.Ciertamente, este prejuicio etnicono es una exclusividadde losfranceses, pero siempre aparece vmculadocon Ill.raza y el color.Los franceses, cuando vemos a un africano, pensamos mme-diatamente en Ill.civilizacion de su pais y, como consecuenciade ello, 10 consideramos   a priori   inferior a nesotres. Inclusocuundo se trata, por ejemplo, de un estudiante en el quereconocemos igual cultura que Ill.nuestra, nos decimos:   «Si,

 peroes una cultura de imitacion, Una culturaaplicll.dasobre su barbll.rieprimitivll.,   y   este africano no puede ir muylejos;estacerca de nO~FOs solo aparentemente; en el fondodesualma es muy distinto,   y  jamas lograra asimiIll.rsepor completo».Esta es Ill.forma que aSume el prejuicio entre nosotros, losfraneeses.Veamos ahoracual es el origen de estos diverses precjuiciosque, como les. dije, se fusionan   y   entremezdan.Creo que casitodos los etnografos   y   todes los sociologos handestacadoel heeho. de que ·los prejuicios raciales no siempreexistieron,. mientras que, a lainversa, losprejuicios culturalesy   los prejuicios teligiosos se han mani£estaclo siempre. Por ejemplo, los griegosde la Antigiiedad se separaban de los bar- baros,   y   tambien los.judios se oponianvielentamente a   los   no judios. Pero estos no eran prejuidos raciales sino etnicos: 10s birbaroseran aquellos que ignoraban Ill.civilizacion.helenica,y no judio,quien noadoraba a Jehova   y   rechazaba alDiosde Israel. Laopasicion, pues, se debia a di£erenciaseulturales

oa una ·diferencia· de religiones.· Volvemos a eneontrarestaoposician, aun en nuestros dias, en el Islam. Se dice que elIslam noeontiene prejuicios raciales,   y   sin embargo ustedesconacen laooosicion que alza al musulman contralos cris-danos. Es   q u 'e ,   precisamente, Ill.oposidon surgidade1.Islamno es unaoposid6n racial sino una oposicicSnreHgiosa. CaandotH1  negro se convierte en mahometano es colocado en estricto pie de igualdad con 10s demas mahometanos, puesto que prac-tica e1 mismo cuIto, eleva las mismas plegarias   y   cree en Ill.misma divinidad. Un cristiano, en cambio, par mas que sea blanco, sera considerado como un «perro» por los musulma-

nes. Ashe caracterizan las formas antiguasde este prejukio.E1 prejuido racial comienza a desarrol1arse de manera notoriaa partir del siglo   XVI.   Esta relacionado con dertas ideologills,que sonideologias de la .dase capitalista. El descubrimiento ...

L;ct?\.   ~~.:)

\

~'J    -,v..v ,0'

de America permiti6 alas europeos Ill. conquista de nuevasderras, dando a 10s blaneos Ill.posibiIidad de convertirse en

 propietarios de inmensos latifundios de los· 'cuales P?dianlograr abundantes recurs~s. Pero es.ta toma' ~e P?Ses.lOndeenormes extensiones de tIerra necesItaba un JustIfIcatIvo: sedebia. mostrar que los. indios no las cultivaban, no les hadanrendir todo el provecho posib1e, todos los beneficiosqueco·rrespondia extraer de ellas; en virtud de 10 cual era justoque 10s blancos se las aprapiasen, sustitu!,en~o a 10s i~diosen la misiondecultivarlas. Dado que 10s IndIOSno pudleronresistirelregimen' d~ las plantadones, yaque muchosdeellos'.eran namades y porende incapacespal'a establecerse enun ·1ugar fijo,   y 'puestoque la extensicSnde esas plantacionesrequeria abundante mana de obr,a.,-una. mane de. obm que;ademas estuviese habituada a1 chma tropl-cal-, se reemplazoal· indi~ con e1 africano. E1 trafleo de negras se initi6 haciafines del si010 XVI,   paradesarrollarse sobre· todo a partir delsiglo   XVII.   "Pero a-qui tamhien habia que justificar,   y   jnstili-

carse a   S 1   mismo, ladesvergonzada explotaci6n de una raza par otra. Y el mejor recurso era alegarque 10s negros con~-tituian Un pueblo inferior al de .los blancos. Hasta 10s teo~logos discutian gravemente si los. a.frieanos·tenian alma'.o. SIno serian mas semejantes al mono que alhombre. Esenton-ces -ysolo entonces- cuando nace e1 prejuicio· racial.Durante elsiglo   XIX ese prejuiciodioorigen a una doctrina dela que todos ustedes han oido hablar,   y   que se llama racism?_ Han sido franceses como Gobineau   y  G.-V. de Lapouge qUle-nes establecieron sus baseste6ricas. Sin embargo, esteracism0se desarrollo sobre tedo fuera de Franeia:' iniciaLmente"entre

10s ingleses, aquienespermiti6 justificar. el imperia~ismo·an-glosajon, y.luegoentre los alemanes, dond.e  toma   Ill.to~ma delmitoario. Pero debe seiialarse que e1 raClsmo de Gobmeau'lLapouge no era un justificativo para ladiscriminacio? y   Ill.

segregacicSncon respectoa 105 negros; era una doetnnadehlancos y  para· blancos. Originariamen te se trataba de una doc-trina arisLOcraticadestinada a .raciona1izar prejuicios· de· clasemas que prejuicios de raza. Se tra,taba der;nost~~r q?e_lo.seam-

 pesinos   y   los proletarios, mereClan su sltuacl.on Intenor enel campesinadoo la industria .pot el hecho de pertenecet. arazasbraquicefalas morenas, rmentras que, por e1 contratlo,

todas las elites, en especial las urbanas e in,telectuaIes, pene-nedan a la raza de 10sdolicocefalos rubios. Inicialmente, pues,la meta de esta doetrina consistia en darun justificativo· a Iaseparacion de las dases sOcialesdentro de Europa. Pera, como

Page 9: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 9/13

ustedes Yen, eLracismo siempre procura justificar la separa-cion, la segregaci6n y la explotaci6n. POl' eso, con toda natu-ralidad, pudoser utilizado despues para justificar la esc1avitud,y mas tarde Ia colonizacion.Elprejuicio, pues,se presenta siempre como e1 acto dedefensade ·un .grupo dominarite frente al grupo dominado, o· como

 justificativo de la explotacion. Es~a circunstancia se ve ilus-

trada-potla evolucion del concepto de prejuicio en Americadel Norte.Durante el perfodo de laesc1avitud, ycontrariamente a 10quese afirma en La   cabana   del Tio   Tom,   las relacionesentre blan-cos y negros nofueron mal~ls. Losnegros noeran pe1igrosos

 para 10s blancos; muy a lainversa: les resultaban uti4es. Losintegrantes de la c1asealta, la dase de 10s amos, manifestabaninc1uso cierta especie de paternalismo afectivo, sentimental,tespectode sus esclavos, 0al menos de algunos de ellos. Lasnodrizas de 10s ninos Mancos, las mucamas y cocineras,erantratadas exactamente igual que como•hasta hace algunos anos

se trataba ennuestra sociedad burguesa a 10s domesticos, esdedr, como parientespobres que sin embargo forman partede Ia familia,   y   no   como   personas de una dase distinta.Perocuando, pordecision de .loshombres de! Norte, la es-c1avitudfue abolida en el sur de Estados Unidos, 10sblancostuvieronmiedo; temieronel ascensode losnegros,.que podianconvertirse en competidores. El miedo cundio especialmenteentre losblancos pobres, simples artesanos   0 pequenos gran- jeros que veian proximo e1 momento en que, gracias a la ins-trucdon, 10s negros los alcanzarian, les harlan Ill.competenciay, finalmente, 10s vencerian. Ei prejuicio racial se convirti6,

 pues, en e1sur de Estados Unidos, en verdadero instrumento belieo de la ·luchaentablada en el mercado del trabajo entredos dases competidoras, lade 10sMancos pobres.y la de 10snegros, laultima de lascuales pcxila.escalar posiciones en Iasociedad   '1 , ·si no empunar las riendas, cuando menos ganll.r e11ugar a que sus meritos y esfuerzos lediesen derecho.Asi es comoactualmente vemos que el prejuicio se desarml1atambien en e1norte de Estados Unidos. ~A que se debe esto?La intervenci6nnorteame:ricanaen la PrirneraGuerra Mundialhizo que 10sHancos fuesen apeleara Europa, en el momentoen que se produdaunaumento en Jademanda de mano de

obra,   y   las fabricas del Norte se vieron obligadasa cubrir las plazas vaeantes. En consecuencill. los negros dejaron elsur y   seencaminaron hacia las grandes metr6polis como NuevaYork, Chicago   y   Detroit; all! vivian, es cierto, pequeiias

rninorias negras, pero en aquella ocasi6n 10$grll.ndes centrosurbanos se vieron invadidospor una verdadera ola de gentesde color. Conc1uida laguerra, 105.obrems blancos s~ ~iieroncuenta de-que ademas ~e la mana de obr~.blanca. ex;stl~ unamano de obra disponible que, al no hallarse smdicaltzada,aceptaba trabajar. pOI' salarios masbajos,   y   una sensaci6n de

 panicogano susfilas. Inmediatamente, pOl' contragolp~, e1

 prejuicio racial t01?6,cuerpPiir.n el norte de Estados Umdos,donde antes no exlstla. ~,Ven ustedes,pues, que. siempre~re1acionentre e1 factor econ6mico --es decir, la luc5apor .Clerto status soci;iI oeco-- ~-~~-_-_,--,·_·~ __~···.-...--7-----n6mico--::-y e1preJUlClO,. . •. .•.   i

Race ya varios afios·me taco estudiaren San   Pa!>lb   un· pro- blema semejante.En esa ciudad, 10 mismo·'que ,en'~l rest.o.d~lBrasil, no existiaelprejuicio de raza, sinoux: srmple preJUlqode color. En lasrelacionesraciales predommaba e1 pate.:na-Iism~. M..uchos negrose1egian, padrinosbl~ncos para sus hIJ?S;en VIrtud de esehecho queaaba estabieCldo un lazo afecnyo

entre una familia negra y una familia bianca. Cuando   Ill. mUJer  blam:a caia enferma podia estar segura de encontrar una ro,u- jer negra que iria a cuidada   0   ayudarla. Reciprocamente,   S1 e1negro tenia problemas con .la·policia --cosa bastante .c?rnUn~iba a eneontrar un blanco bien ubicado ycon medIas. parasacarlo del trance (en elBrasil, las amistades pollt~cas desem·

 penan   lL.'1   papel muyimportante). Por u~ la~o.; el negrovo-taba al candidato del blanco; pOI'eIotro,   S1  sUhilo demostrabainteligencia era e1padrino quien seocupaba ~e p~garl<?losestudios. As! erainduso posible que llegase a·la umversldad,v a veces --como ocurri6 haciafines del siglo  XVlII-   a 1a

~niversidaddeMontpeHier para seguir estudios demedicinao a Coimbrapara doctorarseen derecho. ... .••. ,Pero actuaimente e1Brasilesta en pleno proceso de mdus'i'tLa-liz;acion, y   San Pablo. se ha corwertido en dcentro indust~~almas O'randede toda America latina. Ahora ya noes cues-tionde algunos negros-:-los e1egidos pOl' padr~nos b1a~c~~-:- queascienden socialmente pero   1 0  hacen en cal1dad de mdlvldu~s;todo e1 infraproletariado de color es el que, merced.~ la m-dustrializad6n asdendecolectivamente para convertl!'se enun proletariaJo .•·Esto constituye una v~rdadera. pramocion.Una promocion, yaque el infraproletarlado no ,puede estar 

segura del manana; cuando caeenrermo, cuand? se vuelveviejo, se ve reducido a .la mendicidad. E~ camblO, el·prole-tariado esta amparado pOI' todo un cOllJunto de leyes .queen America del Sur se conocen como leyes laborales; nene,

Page 10: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 10/13

 por'lo tanto, el porvenir asegurado. Ademas, cuando se es proletario sf: cuentacon el dinero suficiente para dar instruc-cion a loshijos, enviandolos a la escuela, a institutos de artesy oficios, e incluso quizas al colegio secundario. En conse-cuenda, la proletarizaci6n significa para el negro una verda-dera promoci6n.Pero como la industrializacion se desarrolla lentamente

-porque hacen £aha capitales,tecnicos y cierto espiritu deempr~sa que en el Brasil esta apenas despuntando--, resultaevidente que de aqui en mas 10s negros pasan a ser posiblescompetidores. para 10s blancos, y en particular para los des-cendientes de inmigrantes italianos, portugueses y espanolesque proporcionaron 10s.primeros cuadros obrerosgracias a10s cuales fue posible esa industrializaci6n. Una lucha,pues,esta par entablarse,   y,   actualmente vemos como el prejuicioracial, que en otros tiempos era, clesconocido par completo   0'casi no existia, roma·forma en las grandes capitalesde Ame-rica del Sur. Tambien en este caso, par   1 0   tanto, el factor 

econ6mico yel prejuicio racial se ha:lIan estrechamenteuni-dos. ~Significa esto que, fuera de la que acabode exponer,no existen Otras teorias acerca del origende1prejuicio racial?De ningun modo; por .10 demas, aunque muy rapidamente,

~

voy a pasar revista aalgunas de ellas.}"'-Veamos primero la teoria segun .1acual e1 prejuicio proviene

''''''.. de h igno"neia. E eviden" """ nu"""",, eon,eptns eompren·den cierto numero deestereotipos; eso quise sugerir a ustedescuando les dije:«Debemos hacer a cada momento nuestra au-tocritica, unpsicoam'ilisis de nosotros mismos». Tengamos e1comje de plantearnos. algunas preguntas, como por ej,emplo

esta: «(Aceptaria yo que mi hija se casase con unaf,ricano,  0

ml hijo con una africana, inclusivesi advierto que se quiereny pueden formar una pareja feliz?». Siempre debemos plan-tearnos pregunras de esta espede para saber si tenemos   Q.   notenemOSl1n prejuicio,La ignorancia interviene, pues, en e1 nacimi.ento del prejui-cio.Podemos, JP'orejemplo, imaginatnosa   priOl'i   que losafricanos   Q   los asiaticos tienen determinados defectos de in-teligencia 0 de conducta moraL Pero nocreo que la ignoranciaseaun£a.ctor decisivo, porque losestereotipos varian de acuer-do con las situaciones econ6micas. Cuando, porejemplo,   105

 primeros chinos Uegaron a la. costa del Pacifico, ios norte-americanos alimentaron un prejuicio segun el cual los orien-tales eran hipocritas, traidores, sadicos, etc, Pero mas ade-lante, cuando 10s.chinospasaron a ocupar una posicion de

importancia en 1.aeconomia del pais, ycuando- -poco antesde la Segunda Guerra Mundial- estallo e1.conflicto'entre-China   y  e1Jap6n, 10s norteamericanos les tomaron simpatiay   los estereotipos se vieron transformados de la noche a lamanana.Los norteamericanos,   po r    10 demas, procutaron combatir el prejuicio en las escue1as, por medio de HImes, conferencias

o mesas redondas,  y

  estono Ie impidi6subsistir. Parece claro pues, que la ignoranda no constituye la unicacausa del prejuicio.Exisreotra tearia, la de Adorno, que vincula· al prejuicioconcierto tipo constitudonal. Efectivamente., la escue1a de Ador-no distingue dos temperamentos   0  tipos: el tipe autoritarioy el tipo democratico.El tipo autoritarioesaque1que dene en la esquizofrenia, sise quiere; su caricatura. Corresponde' a una personaHdad r:i~gida, que carece de la necesaria flexibilidad de espirituparaadaptar su compo"rtamientoa   la   evoludonde las estructuras

de una sociedadcomo la .fl\Uestra,que es una sociedad enconstante metamo:t:fosis,Es el hombre de losprejuicios.El tipodemocratico ~eria, por locontrario, mucho mas tole·mnte v mucho. mas flexible.Pero ~1ejemplo de Estados Unictosse apone aesta teorfa:   tlrejuicio es obra de grupos.   y   no de~bres. La teoria.de

dorno .pOdCia.sostenerse quizas en un. pais wmo el Brasil,donde el.·prejuicio no esta institucionalizad o   y la ley, lejos·de estimulatIo, 10 combate: e1rector de un colegio secundarioque niega la inscripcion a un alumno negro es castigado canuna multa, e induso· puede recibirpenade prisi6n; e1 hote-

lero que rechazaa un africano oun indiose hace oasible de'sanci6njudiciaL En el Brasil, pues,ei prejuicioes a~unto per-sonal   '!   no degrupos. Par el contrario,en Estados' Unidosel preJuicio. es prejuicio del grupo: todas las personas. perte-necientes a la clase blanca experimentanun prejuicio contratodas las personas que pertenecen a ia' dase negra, seacualfuere la instrucci6n,educaci6n   y   fortuna de esos negros.En realidad, e1 tipo. autoritario corresponde a un tipo   £ "111 -

tural, que en el caso de Estados Unidos es el del puritanismo protestante. Enefecto, es curioso advertir quelos prejuiciosraciales se encuentran mas desarroHados.en zonas protesta1'ltes_ 

como Africa del Sur   0   Amerka del Notte. que en los paisescat6~El ano pasado dedique todo ·un curso· a tratar el problema de las re1aciones entre la religion y el prejuicio --enespecial entre e1 calvinismo   y   el racismo--,' pero desgracia-

Page 11: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 11/13

damente no me resulta posible ampliar   .1 'a   consideradon deltema. Debo limitarme a senalar que es entre los puritanos

dcnde mas se han desarrollado   105   prejuidos; 1'01' otra parte,las investigaciones de Adorno   y   de su escuela estan referidas,

 precisamente, al 'area cultural del puritanismo   y   del tram-

~ cionalismo anglosaj6n.~o/   lUna tercera teorfa explica e1 odgen de ·los prejuicios 1'01' el

horror ante las diferendas. Evidentemente, sentimos mayor simpatfa 1'01'quienes se nos asemejan que 1'01' aquellos que seencuentranexterior y visiblemente muy lejos de nosotl:'os. Peroesto no siempre es cierto. No habtia motivo para que no exis-tiera un prejui.cio de lagente de pelo oscur<> contra los peli-rrojoso los rubios. En materia de prejuidos, el color de 10s

cabeUos   y   el de 10s ojos carecen 1'01'completo de importancia.(POl' que la tiene, entonces, el color de lapid? Algo habra,

 pues, detras deestas diferencias,   y   algo, seguramente, mas

importanteque ellas. PorIa demas, bien 10demuestran 105argumentas con que justificamos nuestrasrepugnancias: son,

en la mayoria de 10s casos, justificacianesconttadictorias. De10s jndios, par ejemplo, se did «que no observan ningunadase de moral, que 1es gusta el dinero, que son ambiciosos,

que ocupan siempre los mejores puestos ydesplazan a losnativos, a los naturales del pais». Peroen otras ocasiones se

hara notar «que siempre andan sudos, se ocultan en sus gue-tos, viven en Ia miseria   y   en la mugre». Estos dos tipos dereproche dirigidos a los judios son, evidentemente, contradic-tOrios. En realidad, sucede que entre los judios hay, 10 mismoqueen cualquier pais ycualqnier otro pueblo, ricos y pobres.Pero   el   hecho de que tan pronto 10s acusemos de esto   y   tan

 pronto de aquellose debe, simplemente, a que no los que-temos.En 10 que se re£iere a los africanos ocurre otro tanto. Deci-

-,mos: «Los negros son unos perezosos, unos incapaces; noentienden el funcionamientgde las maquinas, nunca log-ranin

nada». En cambio, es posible que ante e1 ascenso de un negrocomentemos: ,<Hay que ponerlo ensu lugar, hay que tratar de hacerle comprender que no esta hecho como nosotros ...   ».

Estos juiciosopuestos prueban que e1 prejuicio es ajeno alasdiferencias de color: la causa de que siempre les hallemos

-~' • algocriticab1e esta en que sentimos hostilidad hacia .elios.~~ •Pero existe una teoria de orden psico16gico que me parece de

, •..•.interes: se trata de Ia teoria psicoanalitica de Dollard, la teoria.deJaJrustraci6n-agresi6n   0, unavez mas, del chivo emisario.

Quizas ustedes conozcan ese pasaje de laBiblia: cuando 105

hebreos se hallaban en dificultades como consecuencia de una

enfermedad, una crisis economica, etc., entendian que elloera e1 resultado de que hubiesen pecaJo contra Dios. Era

 preciso, pues, expulsar 10s pecados. Se tomaba un chivo,   y

sele transferian misticamente Ios pecados del pueblo; Juego se10 echaba de la dudad    y   se 10 apedreaba hasta darle muerte.De esta manera, 105 pecados del pueblodesaparedan juntJ"

con el animal.Y he aqui que tambien nosotros -todos nosotros- tenemos-

 pecados. Pesa en nuestra cuenta la sensaci6n de haber sufridofracasos 0 exoerimentado«desencantos» en la vida. Deseamosciertas cosas,' pero no Iogramosconcretar todo 10 que desea-

mos; se nos impide Ia realizad6n de nuestras mascaras aspi-raciones. Esto es 10 que se conocecon e1 nombre de frustra-

ci6n. Soiiamos, pol' ejemplo, con ser ricos, celebres   0   dicho-sos. ..   y   somos pobres, desconocidos   0   desdichados. Estafrustraci6n se traduce, naturaimente,en voluntad de asresi6n:queremos lucharcontra los obstaculos que se nosoponen,pero

evitamos confesarnos •que ·la verdadera causa de los fracasosreside ennos<Jtros· mismos, autores de nuestra propia miseriay  de nuestra propia impotencia. Es entonces cuando buscamos

tuera de nosotros un chivo emisario. Ese chivoemisario hahnade ser el judio en Ia Alemania nazi,   y   el negro en EstadosUnidos.

Alemania, trassUderrotaen laguerra de 1914"1918, se hundi6en el desastre,yfue entoncescuando los alemanesbuscaronun chivo emisario. El pais habia sido derrotado, la miseria seh4bia insta1ado en los hogares y ef rogido de la rebell6n vibraba

de un extremoa otro de lapatria, pero noeran ellos,los

alemanes ~a.lemanes rubios, alemanes arios, ~tlemanes de ojosazules-, quienes habian renido la. culpa. La culpa era deotros: se arrojo el pecado de Aiemania sobre los judios, '.quetueron perseguidos. Del mismo modo, seha podiclo observar 

que e1 numerodelinchamientos de negros en Estados Unionsguardaba una estrechacorI'e1aci6n con las crisisecon6micas.

Al camparaI' Ia cutva de   10 s   linchamientos con la de los   cic10S econ6micos se tepara en que aquellos aumentan durante 10s

 periodos de mas .aguda depresion econ6mica, yen cambiadesaparecen --0 poco menos~enepocas de prospetidad. Es

decir que aqui rambien lagente empobrecida busca fnera de sf misma d6nde voIcar su furia..

Pienso que puede ser de interes reunir estas dos teorias: 1a

teorh econ6mica que desarrolle hace un instante,   'I   la teoria psicoanalitica que les acabo de comentar. Esta ultimaexplica

Page 12: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 12/13

el cankter virulento que puede alcanzat el odioracial, peto

no explica Dor que eseodio va dirigido contra determinadaraza antes que contra cualquier otra. La teoda economica, encambio, explica par que la raza judia   -0   la african a- se

conviene en destinataria de ese odio: en ambos CflSOSse tratadeuIla raza competidora capaz de invadir el mercado del tra-

,b~.Lq.y.llpoderarse de los puestos directivos. del pais, de manera

ql,!~:~s preciso combatirla, si re~lmente los bl/an~os   -0   ~os

arios- deseanconservar su proplO status eCO~?mICOy socIaLEn Africa del Sur, la polftica de  apartheid    -es:decir, de sepa-

raclon entre negros   y   blancos- tiene exactamente las· mismas bases, Los hlancos, que son una minoria, temenquedar sumer-(Fldos par 10.5bantues, cuyo ritmodeexpansioll   demografica~ mucho mayor. En atenci6n a ello cienan sU':)~ociedad alasnegros, alzando frente a estos una autentica barrera. Elapartheides   Ii   reacci6n defensiva de un grupo racial que sesiente amenazado. Esta teoria del   apartheid    es, a primera

vista, bastanreseductora; se une a La teorfa del racismo

negro y procIama su voluntad de desarrollo autonomo para

ambas comunidades, una junto a laotra en pacifica coexisten-cia. Pero   elapartheid    oculta otra cosa: la voluntad de man-tener· a la mayoria africana bajo el dominiode una rninorfa

 blanca_ .

Si huhiese tenido tiempo me habriagustado estumar con uste-des las-:funciones y efecros del prejuicio. Podemos, sin embargo,

descuidar sin mucho remordimientoe1 problema de las fun-

ciones> porque 10 que ya les dije con respecto alas fuentesdel orejuicio.· puede sugerirles sus. funciones: ayudar a unadas'; para que d01!line a otra, ayudar a un grupo racial para

que conserve sustatussocial yecono1!lico. En ca1!lbio, con-

sidero indispensabledecir al menos dos palabras acercadelosefectos del prejuicio. Y como ya no me queda machotiempo me limitare a recordarles una sola de lasconsecuenciasdel racismo :elefecto de la bola· de nieve.

El· racismo blanco crea unracismo· negro   0 .un racismo aSla-tico.Este racismo de 10s hombres de color conttibuye, a suvez, al acrecentamiento del racismo blanco,y asf nos vemosarrastrados -como labola de nieve que se agranda a medidaque rueda- por un movimiento infernal en que el odio acaba

 por imponerse a toda huena voluntad y, asimismo, fa todo ges-

to de amor.

En 1a hora presente, el racismo aparece un poco en todas partes,   y   por- eso el problema principal del mundo actual es,

al parecer, el de Ia integraci6n, e1 de la coexistencia entre

razas diferentes, unidas por un trabajo util que sirva a lahumanidad entera.

La biologia ha demostrado que la integracion Hsiea es posibley   no produce inconvenientes. Ya saben ustedes que hasta hacealgunos anos la mestizaci6n fue muy criticada. Se dijo que

los mestizos   y   mulatos eran -tanto desde el punto de vistafisico como en el aspecto moral- inferiores a los blancos, losnegros   y   10s indios. Se dijo que los mulatos y 10s mestizos

tertian menos hijos que las personas raciaImente puras. Estasideas son a'bsolutamente falsas. Para e1 caso del Brasil, ianatalidad, por ejemplo, alcanza su nivel mas bajo elltre 105

negros. Pero es casi seguro que· esta situacionno· obedece acausas raciales sino a motivos de orden economico v al hechode que e1 control de los nacimierttos ha sido siei'npre muy

riguroso en las sociedades africanas. En e1 Brasil, la tasa denatalidad de 10s bIancos es mucho mas aJ.ta que lade losnegros, pero son los mulatos   y   los mestizos quienes registran

latasa de natalidad mas elevada   v   constituven la base de laimportante expansion demografic~ del pais; e1 promedio de

hijos par familia es de cinco para 10s blancos yde aIt-ecledor desiete para los mulatos.

Es evidente, pues, que la integraci6n biologica vesuIta posible.

Recuerdoque lapropuse como una de las sol:uciones para e1 problema •de Ias relaciones raciales euando vol'll a Francia,contIuida Ia mision que tuve a mi cargo en e1 Brasil. Pero

tropece con La oposicion de los africanos.Estos son decidida-mente hostiles a los casamientos interetnicos, respecto de 10sc2.a1es objetan, en primer lugar    -yno les faIta razon-, que

10s ninos negros no son considerades hermanos por los nuios bLmcos, cosa que puede .mortificarlos,   y,   en segundo· termino,

que es muy ccmun que esas uniones mixtasno sean unronesdichosas.Si matrimonios de esta especie conduyen en un£racaso -10 eual ocurre   CO!)   bastante freeuenda-, dIe nodebe imputarse a razones bioI6gicas sino a' causas de . orden

etnico, de orden cultural. Esevidente 'que Ias civilizacionesfrancesa   y   africana, aunque hermosas ambas, son heterog@neas,

y   cuando un africano   y   un europeo 'liven· juntos   -10 mismoen Africa que en Francia, pew en Africa mucho masque en

Francia- tienen £recuente oportunidad de en£rentar y oponer $llS   respectivas mentalidades.

Por fortuna la integraci6n hio16gica no es la unica pesible . .Hay-otra clase de integraci6n, que en todos los casas resulta prac-ticable,   Y ' es la integraci6n social. Por eso me alegro -como al principio me alegr6 verificar que ustedes han decidido apli-

Page 13: R.bastide- El Prójimo y El Extraño

7/24/2019 R.bastide- El Prójimo y El Extraño

http://slidepdf.com/reader/full/rbastide-el-projimo-y-el-extrano 13/13

c~se al estudio de estos problemas- cuando pienso que todoun gropo de funcionarios ~sumir:i en los territorios de ultra-mar Ia tarea de.promover esa integracion de: razas, esa comu-nion de los coJ:azones0, en codo caso, esa cooperaci6n entreseres humanos. S6 que la empresa es muy dificil. Pero lasdificultades que presentason de ungenero tal que siempre

'podra resolverlas quien se autoanalice y se mantenga docu-mentado,leyendo las obms de etnologos y soci61ogos, acerca

del problema de Ias relaciones interraciales y el choque decivilizaciones diferentes.Las dificultades se complican porque el hombre de buenavoluntad sude. sentirse inclinado a ir demasiado lejos -a ser demasiadobueno-, dando asi a los africanos 0 asiatice,sentreIos cuales va a vivir 1a impresi6n de que pese a todo losconsidera como a personas diferentes, ya que les perdonacosas que. no Ie perdonaria a un blanco. Con la gente que pertenecea otras razas u atras etnias espreciso observar exac-tamenre Ill.misma conducta que se ll.doptll.riafrente a hom-

 bres de Ia propia raza.0 la propia etnia. Entre losfranceses,

supongamos ,ustedes hacendistinciones: hay personas indolen-tes y personas trabajadoras,gente honesta   ygente deshonesta.Y es ·seguro que ustedes 'sienten simpatla por el hombre honra-do   y   trabajador, mientras que el indolente   0deshonesto lesinspira· rechazo.•.Pues bien: del mismomodo hay que ll.ctuar con la O'enteque pertenece a otra raza u otrll.emia. No se debetratar ~. esas personas como si necesitasen indulgencia sinocomo aiguales, como a seres adultos, esdecir, segUn sus me-rites individuales y·no enfunci6n del color de su piel.Pero e1 inconvenienteesta en que el racismo ya hacreado unciima des£avorable, y el asiatico·0el negro con eigue ustedes

se comoor,ten exactamenteigualque' con los blancos tendrafrecuentemente e1convencimiento de' que' se 10 d:esprecia notanto pordeshonesto   0 perezoso sino por ser negt'o  0asiatico.EI resentimiento ha llegado a tales extremos que se hacedi£lcil actuar con naturalidaden lasrdaciones interraciales. Laobserve en el Brasil, a prop6sito del trabajo de unas mesasexaminadoras. No habla ninguna duda de que se juzgaba aloscandidatos de acuerdo con susconocimientos. Sin embargo,siempre que fraeasa en unexamen, el negro alega que ·se1 0  haquerido perjudicar:«Me pusieron una mala nota porque. soynegro». No digo que tal cosa nunea vaya a ocurrir,pero resul-

tarfa verdaderamente excepcional, sobre tadoen Ia calificaci6nde proebas escritas, si se considera que 10s negros del Brasilllevan apellidos portugueses corrientes. Durante todo e1 pe-

I

, I, I

I

I~ I

riodo esdavista el raeismo fue unmedio para justificar Iaesclavitud, y produjo enlos africanos un traumatismo tanintenso. que ailn hoyconservan algoasi como una mania per-

 _ secutona.

Como ustedes ven, en cada.extremo nos aguarda un peligro,   ynosotros estamos en. medio:   0 tratamos sin discriminacionalguna, en completo pie de igualdad, a quienes no pertenecen anuestra razll.,corriendo el riesgo de herirlos a causa de Iadol.orosa heren~ia de~ pasado,   0   bien les cIispensamos unaactltud de~speclal amIstad, y entonces se les da una impresi6nde paternal1smo que hace nacer en eHos sentimientos de infe-rioridad,   y   tambien -par eso mismo- ciertoencono. Una   yotra direccien nos conducen al mismo atolladero.~Existen soluciones para este problema? No hay, a mi enteo-der, remedios ya preparados   y   de unaeficacia mas 0 menosllutomatica. Pienso que es posible hallar una 50lucion si se

 procura e1 conoc.imiento mutua, •y   para eso hay que perma-l1ecermucho tiempo en e1 fnismoJugar, en elmismo pais. Conlqs ~egros b~asilefios me unie· una gran amistad,   y   cuando

v'olvi a FranCIay se me confiaroneseudiantes africanos estabaconvencido de que entre nosotros iba a reinar una amistad semejante, pesea las di£erenciasde edad. Debo confesarlesq u e :   r,uveuna profun~a decepcion alcomprobar que no se mereclbla como 1 0   hablaesperado. Soy un gran admirador del~s civilizaciones tra?!cionales,~fricanas, pero la apologia quehice de ellas me valloesta CrItlca: «Ustedes·un colonialista'a u~~edle ag?adaria que nosotros, en vez de progresar, perma~neCIesemossl~mpreen   Ut;  estadio inferior». Al principi(), pues,nuestr~s relaciones est~v~eron fundadasen unequivoco   y  unafalt.a   de mutuOC?nOClmlento; pero ~so no dur6,y aquellas

meloraron a medida que nos conocfamos mejor.En. consecuencia,siempre esposible lograr que florezca laamlstad.entre personas de razas cliferentes, acondfci6n de quenos tratemoscomoseres humanos, es decir, COmoseresdota<1os pOl'   igualde alma, inteligencia   y   sentimientos.La suerte de las reladones raciales depende del modo comoilctuemos manana. En nuestras manosqueda. Todos somosresponsables deella.