puntualidad
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1.- ¿QUE ES PUNTUALIDAD?
Puntualidad es una actitud humana considerada en muchas sociedades como la virtud de
coordinarse cronológicamente para cumplir una tarea requerida o satisfacer una
obligación antes o en un plazo anteriormente comprometido o hecho a otra persona.
Algunas culturas tienen sobreentendido que los plazos reales son diferentes de plazos
indicados. Por ejemplo, en una cultura particular
puede ser entendido que la gente llegará una hora
de más tarde de lo anunciado. En este caso,
puesto que cada uno entiende que una reunión a
las 9 am comenzará realmente alrededor de las
10 am, nadie se incomodará cuando todo el
mundo aparezca a las 10 am.
En las culturas que valoran puntualidad, retrasarse es lo mismo que demostrar desprecio
por el tiempo de otra persona y se puede considerar un insulto. En tales casos, la
puntualidad se puede hacer cumplir por penas sociales, por ejemplo excluyendo
enteramente a los que llegan más tarde de las reuniones. El valor de la puntualidad es
la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestras obligaciones: una cita del
trabajo, una reunión de amigos, un compromiso de la oficina, un trabajo pendiente por
entregar.
El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra personalidad de carácter,
orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud estamos en condiciones de realizar
más actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo, ser merecedores de confianza. La
falta de puntualidad habla por sí misma, de ahí se deduce con facilidad la escasa o nula
organización de nuestro tiempo, de planeación en nuestras actividades.
2.- ¿COMO INFLUYE LA PUNTUALIDAD EN UNA PERSONA?
La puntualidad en una persona influye en sus valores y también en poder ser confiable
en el hogar, en el trabajo y sobre todo en su familia. El tiempo es un recurso no
renovable, de allí su extremado valor. Por eso la puntualidad
es cortesía, educación y respeto. La impuntualidad es una
muestra de falta de cultura, es no apreciar el tiempo de los
otros ni el propio. El valor de la puntualidad es la disciplina
de estar a tiempo para cumplir nuestros compromisos
adquiridos deliberadamente: una cita del trabajo, una reunión
de amigos, un compromiso de la oficina, un trabajo
pendiente por entregar, una cita médica. La puntualidad es necesaria para dotar a
nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud
estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo,
ser merecedores de confianza.
¿Por qué no somos puntuales?
La falta de puntualidad denota desorden, mal manejo del tiempo, falta de planeación en nuestras actividades, y por supuesto carencia de una agenda, pero, ¿qué hay detrás de todo esto?
El interés, el deseo y los gustos están muy asociados con la impuntualidad. Es decir, cuando tenemos un total interés en algo, como por ejemplo una cita para aplicar a un empleo, seguramente estaremos antes de la hora acordada y tomaremos todas las medidas para cumplir con este compromiso. Al contrario de la cita donde el odontólogo la cual nos causa molestia y buscamos aplazarla hasta el último minuto.
Obviamente hay actividades que nos generan un mayor interés y atracción, por eso para algunas personas, el valor del tiempo varía dependiendo de la situación. El resultado de vivir de acuerdo a nuestros gustos, es la pérdida de formalidad en nuestro actuar y poco a poco se reafirma el vicio de llegar tarde.
Hay otro factor que también influye en el valor de la puntualidad y es el orden. Cuando no tenemos claridad de ideas, ni prioridades, tampoco una lista de pendientes, y menos un mapa de actividades que nos guía, lo más coherente es que el tiempo se pierda fácilmente. La pereza, el olvido, la falta de concentración, también son motivos que afectan este valor.
Además de lo anterior, la falta de puntualidad tiene un cierto grado de egocentrismo. Es decir, partir de la base de que el tiempo de los otros es menos valioso que el propio, así que no importa llegar tarde porque la otra persona no es tan “importante” como lo soy yo. Además de ser una actitud egoísta es totalmente irrespetuosa.
3.- ¿QUÉ HACER PARA PRACTICAR ESTE VALOR?
Si los padres no practican la puntualidad, será imposible que los hijos la aprendan. En los países de más alto nivel de vida, la puntualidad se practica y enseña desde la
niñez. A ciertas comunidades les califican mal, e incluso no quieren hacer negocio ni mantener
relaciones sociales con sus miembros, debido a su impuntualidad colectiva, calificación de la que no se salvan ni los puntuales.
La puntualidad está relacionada con otras virtudes y valores humanos, como el orden, la responsabilidad, la exactitud, la precisión, la rectitud, la formalidad, el rigor, etc. y la impuntualidad con la negligencia, la dejadez, la desidia, la indolencia, la pereza, el desorden, el egoísmo, etc.
Puntualidad. La puntualidad es la virtud que representa el respeto hacia uno mismo y hacia los demás, siendo necesaria para dotar a nuestra personalidad, de carácter, orden y eficacia. Es una de las normas básicas de la buena educación, ser puntual supone un signo de consideración hacia las personas que están esperando. También es la forma de satisfacer una obligación en un plazo determinado, para empezar o terminar algo. Se va construyendo con esfuerzo, voluntad y sacrificio para hacer las cosas a tiempo o estar a tiempo en el lugar adecuado, y así cumplir los horarios aceptados.Retrasarse es equivalente, a demostrar desprecio por el tiempo de otra persona y se puede considerar un insulto. La impuntualidad puede excluir, a los que llegan más tarde a las reuniones acordadas.Es una virtud que debe enseñarse, desde los primeros años de la vida y dentro de la familia, donde las normas y costumbres, establecen horarios para cada actividad familiar.Practicar la virtud de la puntualidad, es una forma de hacer a los demás la vida más agradable, mejorar nuestro orden e intentar convertirnos en personas dignas de confianza.La puntualidad está interrelacionada con el concepto del minuto heroico, del que escribí en el Blog 10 Ocasiones para practicar el “minuto heroico”. Valores y virtudes. Si se tiene que empezar ahora mismo, una actividad o terminarla, no vale buscar disculpas para aplazarla, hay que hacerla, so pena de tomar el riesgo de que se altere el programa de actividades y posteriormente, no se pueda cumplir con la puntualidad acordada. Para ser puntual, primeramente debemos ser conscientes que toda persona, reunión, actividad o cita, es importante para los que lo organizan y para los asistentes.Ejemplos. En algunos países, al que llega tarde a una reunión o a una entrevista, se la anulan y no le dan la oportunidad de hacerla en otro momento, pues no suelen dar una segunda oportunidad. En algunas culturas hay una pequeña tolerancia de 5 ó 10 minutos, que se llaman minutos de cortesía, para los posibles problemas de circulación.Es en esos mismos países, donde la puntualidad se refleja, incluso en los sistemas públicos de transporte, y es tan estricta, que en la mayoría de las paradas de trenes y autobuses, hay un reloj electrónico que indica el número, clase y características del vehículo que va a llegar y la hora exacta con minutos y segundos. En los trenes, si se produjese un retraso superior a 5 minutos sobre la hora fijada de llegada, la empresa le devuelve al viajero el importe pagado por el billete. Incluso se considera como incumplimiento del contrato laboral, las faltas injustificadas o repetidas de puntualidad o asistencia al trabajo.Cuando ha empezado un espectáculo, por respeto a los espectadores que han llegado a tiempo y a los artistas, no se permite entrar a los que llegan tarde, hasta que se produzca un intermedio o descanso.