propuestas recientes de desarrollo y cambio estructural

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Propuestas recientes de desarrollo y cambio estructural Propuestas recientes de desarrollo y cambio estructural. A lo largo de la historia del pensamiento económico sobre desarrollo, muchas han sido las recomendaciones hechas por diferentes autores para generar un proceso de desarrollo. Sin embargo, en este apartado sólo nos vamos a ocupar de las propuestas de solución planteadas en la última década y correspondientes a las tres corrientes de pensamiento de la Economía del Desarrollo que, a nuestro juicio, siguen activas en la actualidad, a saber la neoliberal, la estructuralista y la alternativa, entendiendo que la teoría de la modernización desapareció en los años setenta y que la teoría neomarxista del desarrollo no ha realizado aportaciones significativas durante los noventa 1 . Las tres propuestas de políticas de desarrollo que vamos a estudiar son políticas de cambio estructural que se corresponden con modelos de desarrollo alternativos. No obstante, cada corriente utiliza expresiones diferentes para referirse a lo mismo, al cambio estructural; así, los neoliberales hablan de estabilización, ajuste estructural y reformas; los neoestructuralistas de transformación productiva con equidad; y los pensadores alternativos de ajuste con rostro humano y desarrollo humano. Como veremos al final, a pesar de defender cada 1 Este apartado se basa en un trabajo ya publicado sobre la Economía del Desarrollo (Hidalgo Capitán, 1998-a). Otro trabajo sobre el mismo tema es el de Bustelo (1998). Historia económica y social de Costa Rica 1

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Propuestas recientes de desarrollo y cambio estructural

Propuestas recientes de desarrollo y cambio estructural

Propuestas recientes de desarrollo y cambio estructural.

A lo largo de la historia del pensamiento econmico sobre desarrollo, muchas han sido las recomendaciones hechas por diferentes autores para generar un proceso de desarrollo. Sin embargo, en este apartado slo nos vamos a ocupar de las propuestas de solucin planteadas en la ltima dcada y correspondientes a las tres corrientes de pensamiento de la Economa del Desarrollo que, a nuestro juicio, siguen activas en la actualidad, a saber la neoliberal, la estructuralista y la alternativa, entendiendo que la teora de la modernizacin desapareci en los aos setenta y que la teora neomarxista del desarrollo no ha realizado aportaciones significativas durante los noventa.

Las tres propuestas de polticas de desarrollo que vamos a estudiar son polticas de cambio estructural que se corresponden con modelos de desarrollo alternativos. No obstante, cada corriente utiliza expresiones diferentes para referirse a lo mismo, al cambio estructural; as, los neoliberales hablan de estabilizacin, ajuste estructural y reformas; los neoestructuralistas de transformacin productiva con equidad; y los pensadores alternativos de ajuste con rostro humano y desarrollo humano.

Como veremos al final, a pesar de defender cada corriente un modelo diferente, en los ltimos aos se ha venido produciendo una cierta convergencia de las posiciones poltico-ideolgicas hacia una nueva que integra elementos de cada uno de ellas.

1. El neoliberalismo y las reformas estructurales.

A lo largo de los aos noventa los autores neoliberales han ido moderando el radicalismo de sus propuestas de polticas de desarrollo, as vemos como las recomendaciones del Consenso de Washington, se moderan en la estrategia de intervencin orientada al mercado y en los planteamientos acerca de la consolidacin de las reformas.

a) El Consenso de Washington.

Las propuestas de los neoliberales para hacer frente al problema del subdesarrollo quedaron sintetizadas en lo que se conoce como el Consenso de Washington.

A principios de los noventa ya exista en los organismos internacionales con sede en Washington (FMI y Banco Mundial, particularmente), en las administraciones dependientes de la Casa Blanca (el Tesoro y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, particularmente) y en los ministros de economa del G-7 y los presidentes de los veinte mayores bancos internacionales (con gran influencia en las instituciones anteriores), una especie de consenso sobre la naturaleza de la crisis latinoamericana y sobre las reformas que deban aplicarse para superarla.

Esta concepcin comn en las instituciones con peso internacional localizadas en Washington fue recogida por John Williamson en un libro, compilatorio de las ponencias de un seminario internacional, titulado Latin American Adjustment, publicado en 1990. Este documento recoge una adecuada sntesis del pensamiento neoliberal de los noventa, bajo la expresin del Consenso de Washington.

Tres son los elementos centrales del citado consenso: el diagnstico de la crisis de los pases latinoamericanos, que haban aplicado las polticas de industrializacin por sustitucin de importaciones, las recomendaciones de polticas econmicas a aplicar a corto plazo y las recomendaciones de polticas de reforma estructural.

Por lo que se refiere al diagnstico de la crisis, las causas que los neoliberales encontraron fueron esencialmente dos. La primera, el excesivo crecimiento del Estado, del proteccionismo, de la regulacin y del peso de las empresas pblicas, numerosas e ineficientes. La segunda, el llamado populismo econmico, consistente en la incapacidad de los gobiernos para controlar tanto el dficit pblico como las demandas de aumentos salariales del sector pblico y del sector privado (Williamson, 1990, pp. 7-20).

Las polticas recomendadas a corto plazo, o polticas de estabilizacin, estaban destinadas a combatir el populismo econmico y alcanzar el equilibrio fiscal y la estabilizacin y eran las siguientes (Williamson, 1990, pp. 7-20):

a)una autntica disciplina fiscal que permitiese reducir el dficit pblico;

b)un cambio en las prioridades del gasto pblico, eliminando los subsidios y redirigiendo parte de esos recursos hacia la educacin y la sanidad;

c)una reforma tributaria basada en aumentos de los impuestos, sobre una base amplia y con tipos marginales moderados;

d)la determinacin por el mercado de los tipos de inters, de forma que stos fuesen positivos;

e)y la determinacin, tambin por el mercado, del tipo de cambio, de forma que ste fuese competitivo.

Las polticas de reforma, o de ajuste estructural, pretendan generar un modelo de desarrollo orientado hacia el mercado y se basaban en la reduccin del Estado, la liberalizacin del comercio internacional y la promocin de las exportaciones. Las recomendaciones en este campo fueron las siguientes (Williamson, 1990, pp. 7-20):

a)la liberacin del comercio y su orientacin hacia el exterior, eliminando cualquier tipo de barrera arancelaria y no arancelaria;

b)la atraccin de inversiones extranjeras, eliminando cualquier tipo de restriccin;

c)la privatizacin de las empresas pblicas;

d)la desregulacin de las actividades econmicas;

e)y la firme garanta del derecho de propiedad.

La implementacin de polticas reformistas tendentes a la liberalizacin de la economa en pases subdesarrollados, particularmente latinoamericanos, ha permitido que se vaya configurando en el plano terico un modelo de desarrollo orientado hacia el mercado, denominado por algunos autores como el nuevo modelo econmico, del cual el caso chileno es el principal exponente. Las polticas reformistas se articulan alrededor de cinco ejes, el primero, la liberalizacin del comercio exterior, el segundo, la liberalizacin del sistema financiero, el tercero, la reforma del Estado, el cuarto, la reforma del mercado de trabajo y el quinto, la atraccin de capitales extranjeros (Bulmer-Thomas, 1996, pp. 295-312).

El Consenso de Washington y el modelo reformista de desarrollo derivado de l, asumen que, una vez que las economas sean estabilizadas, liberalizadas y privatizadas, stas retomarn la senda del desarrollo; dicho desarrollo vendra dado por la restauracin de un crecimiento sostenido, cuyos efectos se iran distribuyendo por toda la economa y por toda la sociedad, mejorando el nivel y la calidad de vida de la poblacin.

b) La estrategia de la intervencin orientada al mercado.

Sin embargo, el planteamiento neoliberal se ha ido moderando a lo largo de los noventa y ha ido aceptando que la intervencin del Estado en la economa puede ser positiva bajo determinadas circunstancias. As, en 1991, el Banco Mundial en su Informe sobre el desarrollo mundial propuso la denominada estrategia de intervencin orientada al mercado, sobre la que profundiz en otra publicacin de 1993, El milagro de Asia oriental. Crecimiento econmico y poltica pblica. Dicha estrategia se basaba en un estudio del proceso de desarrollo de los pases del sudeste asitico y rompa con la idea de que este proceso haba sido fruto de la aplicacin de polticas neoliberales por medio de las cuales el Estado se haba abstenido de intervenir. El Banco Mundial aceptaba, por tanto, que la intervencin del Estado podra ser un importante factor de desarrollo, pero siempre que tratase de apoyar y no de sustituir al mercado, es decir, que se tratase de una intervencin del Estado a favor del mercado.

Este enfoque se apoyaba en las siguientes ideas (Bustelo, 1997, pp. 259-271):

a)El Estado debera permitir el funcionamiento del mercado cuando esto fuese posible, abstenindose de realizar actividades productivas o distributivas directas y de proteger el mercado interno, salvo que los beneficios secundarios de dicha proteccin fuesen altos.

b)La intervencin estatal slo sera legtima cuando el mercado estuviese poco desarrollado, para potenciarlo, o cuando su libre funcionamiento fracasase o fuese inadecuado y para liderar la inversin en salud, educacin o infraestructuras.

c)La intervencin del Estado habra de hacerse en armona con el funcionamiento de mercado, evitando las distorsiones de los precios, y pudiendo ser eliminada si sus efectos se tornasen indeseados.

Segn todo lo anterior, las funciones del Estado seran:

a)El mantenimiento de los equilibrios macroeconmicos, por medio de un dficit pblico sostenible y un tipo de cambio realista, para evitar, por un lado, el aumento de la inflacin y la contraccin de la inversin privada y, por otro, la contraccin de las exportaciones, los controles rgidos de cambio y el racionamiento de las divisas.

b)La creacin de un entorno competitivo para las empresas, estableciendo un marco jurdico, con sistemas jurdicos, judiciales y normativos eficaces, donde los derechos de propiedad estuviesen bien definidos y protegidos, y un marco econmico, que fomentase la innovacin, la difusin tecnolgica y el aprovechamiento eficiente de los recursos, por medio de la apertura a las importaciones y las inversiones extranjeras, as como de la reduccin de la distorsin de los precios.

c)La inversin pblica en capital humano (educacin, salud, planificacin familiar, apoyo a los pobres...), en infraestructuras (carreteras, suministro de agua y electricidad, telecomunicaciones...) y en proteccin del medio ambiente.

d)El desarrollo institucional, mejorando la eficiencia de la administracin pblica y promoviendo las libertades polticas y civiles.

c) La consolidacin de las reformas.

Pero no qued aqu la moderacin ideolgica del pensamiento neoliberal y as, tras la revuelta zapatista y la crisis cambiaria mexicana en 1994, algunos analistas comenzaron a percibir que el hecho de haber reformado con xito la economa no era condicin suficiente para un desarrollo sostenible y equitativo, por lo que se haca necesaria una serie de medidas para consolidar dichas reformas; uno de estos analistas fue el chileno Sebastin Edwards, un destacado economista del Banco Mundial que en 1995 publica Crisis y reforma en Amrica Latina.

Este autor afirmaba (Edwards, 1997 [1995], pp. 373-391) que la consolidacin de las reformas pasaba por el establecimiento de un amplio y estable consenso entre las fuerzas polticas y por el convencimiento de la mayora de la poblacin de las bondades de las polticas reformistas; para ello, sera preciso mantener la estabilidad macroeconmica, generar un crecimiento rpido y sostenido, mejorar las condiciones sociales y reducir o eliminar la corrupcin, la violencia y el crimen.

El nuevo consenso poltico debera permitir la discusin, pero salvaguardando los pilares esenciales del reformismo, a saber, la estabilidad, la apertura, la orientacin al mercado y el alivio de la pobreza. Estos dos ltimos pilares supondran la necesidad de reconstruir el Estado, de forma que ste slo se encargara: de aquellas actividades productivas en las que la iniciativa privada dudase o fracasase, para concentrase en la provisin de servicios sociales para los pobres, de una educacin de calidad y de una infraestructura bsica; de garantizar un sistema normativo estable y un entorno macroeconmico que permitiese la expansin de las exportaciones; y de la proteccin del medio ambiente.

Las lneas de actuacin para la consolidacin de las reformas seran tres, una administracin macroeconmica prudente, una serie de reformas estructurales e institucionales que permitiesen el aumento de la productividad y un conjunto de programas sociales que redujesen la desigualdad y aliviasen la pobreza.

Por lo que se refiere a la primera de las lneas de actuacin, lo esencial sera mantener la disciplina fiscal, pero junto a ello habra que: elaborar polticas que fomentasen el ahorro privado; aumentar la inversin en infraestructura; desarrollar instituciones que aadiesen transparencia a la poltica macroeconmica y la aislasen de la presiones polticas; vigilar los movimientos de capitales; y evitar el endeudamiento excesivo, la apreciacin del tipo de cambio real, la prdida de competitividad y el declive del dinamismo de las exportaciones.

En esta lnea destacaba la recomendacin de reformar los sistemas de seguridad social, de forma que redujesen la carga fiscal del Estado, introdujesen la posibilidad de elegir el sistema de salud (mejorando as su justicia y eficacia), redujesen las distorsiones del mercado de trabajo, promoviesen el empleo y el aumento de la productividad y estimulasen el desarrollo de los mercados financieros locales y el ahorro privado.

Otra forma de estimular el ahorro privado sera por medio del aumento del ahorro pblico y de la creacin de instituciones financieras seguras y fiables, as como de un sistema efectivo y eficaz de reglamentacin e inspeccin.

El aumento del ahorro pblico pasara por el incremento de los ingresos fiscales y la reduccin del gasto pblico. La mejora de la recaudacin y la administracin de los impuestos junto con un refuerzo de la persecucin del fraude y el aumento de las penas por evasin, podran influir significativamente en el aumento de los ingresos fiscales. Por otro lado, el gasto pblico podra reducirse por medio de la eliminacin de subvenciones y del despilfarro, as como por medio de privatizacin de empresas ineficientes.

Para aumentar la dotacin de infraestructuras sera preciso, en primer lugar, aumentar la inversin pblica, pero en este caso y para asegurar un alto rendimiento social, sometiendo los proyectos a rigurosos procesos de evaluacin. En segundo lugar y para fomentar el desarrollo de infraestructuras a travs de la iniciativa privada, se precisara de un marco regulador creble que protegiesen los derechos de propiedad.

La creacin de instituciones que garantizasen la transparencia de las polticas macroeconmicas y las aislasen de las presiones, para evitar as el ciclo poltico, seran otras de las medidas recomendadas. En este caso, la independencia de los bancos centrales del poder ejecutivo podra permitir una poltica monetaria eficaz, as como la definicin de los procesos presupuestarios podra ayudar a mantener la disciplina fiscal necesaria.

El segundo de los ejes de la consolidacin sera el propio desarrollo de las reformas estructurales e institucionales, al entenderse que las reformas parciales e incompletas obstaculizaran un proceso de crecimiento autosostenido al restar credibilidad y generan aplazamientos, mientras que las reformas de base amplia generaran una sinergia positiva.

Dos lneas prioritarias destacaran en el desarrollo de las reformas, el aumento de la eficacia y la productividad y la creacin de instituciones que fortaleciesen el nuevo Estado. Entre las reas principales del desarrollo de las reformas destacaran el mercado de trabajo, la educacin, la privatizacin y desregulacin, la funcin pblica (o servicio civil) y la consolidacin de la apertura.

Sera necesario eliminar las rigideces del mercado de trabajo para permitir un adecuado desarrollo de los mercados de bienes y servicios. Particular relevancia tendra la flexibilizacin y abaratamiento del despido, de forma que las empresas pudiesen adaptarse a las cambiantes situaciones del mercado internacional. Otro aspecto importante a tener en cuenta sera la necesidad de reducir el sector informal, ya que afectara negativamente a la recaudacin de impuestos, la modernizacin y la igualdad. Adems, la consolidacin democrtica requerira de procesos de negociacin colectiva, donde los sindicatos representasen verdadera y justamente a los trabajadores.

En el plano educativo, la educacin elemental habra de ser prioritaria, ya que sus rendimientos sociales y econmicos seran altos; habra que generar iniciativas innovadoras en el sistema educativo y reforzar la enseanza en ciencia y tecnologa, base de la competencia internacional; adems, habra que incorporar a los grupos tradicionalmente olvidados en los sectores econmicos dinmicos y para ello sera necesario mejorar la educacin de las poblaciones indgenas con programas bilinges; la participacin de las comunidades en la educacin tendra que ser un elemento a tener en cuenta en los procesos de descentralizacin; habra de combinarse la oferta educativa pblica con la privada, permitiendo que la poblacin pudiese elegir por medio del sistema de cupones; habra de fomentarse la formacin de los trabajadores por medio de incentivos fiscales; y habran de mejorarse los conocimientos y la responsabilidad de los profesores, vinculando los salarios de stos a los resultados obtenidos.

La consolidacin del proceso de apertura dependera del aumento del valor aadido de las exportaciones y esto slo podra lograrse por medio de la elaboracin de polticas que mejorasen la capacidad tecnolgica de los sectores implicados, as como aprobando leyes que protegiesen los derechos de propiedad en actividades basadas en el conocimiento.

Si se redujese la dimensin del Estado con nuevas privatizaciones sera posible aumentar su eficacia global, al centrarse ste en los programas sociales, la educacin y las infraestructuras bsicas; los beneficios de dichas privatizaciones deberan emplearse en reducir el pasivo del Estado, en lugar de en financiar gastos corrientes. Pero adems, estas privatizaciones deberan ir acompaadas de marcos modernos de desregulacin e inspeccin, que garantizaran que los servicios pblicos privatizados no abusasen de su poder y que las autoridades no se apropiasen de sus bienes. La funcin pblica habra de ser profesional, eficiente y bien retribuida.

El tercer eje los constituiran los programas sociales para tratar de reducir la desigualdad y aliviar la pobreza, ya que esto no slo mejorara las condiciones de vida de la poblacin, sino que dara mayor estabilidad al nuevo sistema econmico y a la democracia. Sera preciso que los Estados reasignasen el gasto social hacia los servicios sociales prioritarios, eliminando los subsidios que beneficiaran a los segmentos acomodados, compensando a los pobres por dichas reducciones y recuperando los costes de los servicios que recibieran los ricos; adems, sera preciso ampliar la base imponible, mejorar la recaudacin fiscal y disminuir la evasin de impuestos para garantizar una adecuada poltica redistributiva. Sin embargo, habra que huir de los instrumentos de poltica social que generasen distorsiones en los mercados, tanto de trabajo como de bienes y servicios.

Tres seran los elementos de este eje; el primero, las polticas a largo y medio plazo de crecimiento, empleo y mejora salarial (liberalizacin comercial, reducciones de impuestos al uso del trabajo y el capital, inversin en capital humano...), ya que la reduccin de la pobreza pasara por incorporar a los pobres al aparato productivo; el segundo, los programas a corto plazo de elevacin del nivel de vida de los pobres, abordando problemas como la desnutricin, el acceso a los servicios de salud y el suministro de agua potable, donde la participacin de las comunidades en su diseo y gestin sera esencial; y el tercero, las polticas que redujesen la desigualdad y ofreciesen servicios pblicos eficientes a la clase media (educacin, instituciones que fortalezcan el Estado, seguridad ciudadana...), ya que sta podra dar un apoyo poltico ms amplio al proceso de reforma.

Por ltimo, cabe sealar que los tres ejes de la consolidacin de las reformas se reforzaran mutuamente; por ejemplo, el control de la inflacin beneficiara el mantenimiento del poder adquisitivo de los pobres y las reformas en la seguridad social aumentaran la eficacia del mercado de trabajo y la productividad, al tiempo que mejoraran las finanzas del sector pblico y el equilibrio macroeconmico global.

2. El neoestructuralismo y la transformacin productiva con equidad.

El pensamiento estructuralista consigui salir de la travesa del desierto que supuso la dcada prdida del desarrollo, los ochenta, y ello gracias a una profunda renovacin ideolgica liderada por Fernando Fajnzylber y que dio pie al llamado neoestructuralismo.

A partir del trabajo de Fernando Fajnzylber, en el seno de la CEPAL se fue elaborando un diagnstico de la crisis de los pases latinoamericanos alternativo al del Consenso de Washington; segn el diagnstico cepalino las causas de la crisis estaban ligadas al carcter rentista del modelo de desarrollo latinoamericano.

A pesar de que la inyeccin de recursos (ahorro externo) fue mayor en los pases latinoamericanos que en otros de industrializacin tarda, aqullos no alcanzaron el dinamismo de stos, ya que gran parte de dichos recursos en lugar de destinarse a la inversin se derivaron hacia un consumo de imitacin de patrones de los pases desarrollados. Adems el modelo de desarrollo se bas en la renta de los recursos naturales, en el endeudamiento externo, en el desequilibrio financiero, con el consiguiente impuesto que supona la inflacin. Cuando estos elementos se fueron erosionando y se produjo en 1981 el colapso de la deuda externa, el patrn de desarrollo no pudo prolongarse.

Apoyndose en lo anterior, en 1990 la CEPAL public un informe titulado Transformacin productiva con equidad. La tarea prioritaria de Amrica Latina y el Caribe en los aos noventa. Dicho informe, adems de presentar un diagnstico alternativo al neoliberal, sobre la situacin de subdesarrollo de los pases que haban aplicado la industrializacin por sustitucin de importaciones, recoga un conjunto de recomendaciones de poltica econmica que obedecan a una concepcin neoestructuralista del problema del subdesarrollo latinoamericano y a las enseanzas que haba dejado la crisis de los aos ochenta.

La transformacin productiva con equidad pretenda crear nuevas fuentes de dinamismo que permitiesen alcanzar algunos de los objetivos de una nueva concepcin de desarrollo basada en crecer, mejorar la distribucin del ingreso, consolidar los procesos democratizadores, adquirir mayor autonoma, crear las condiciones que detengan el deterioro ambiental y mejorar la calidad de vida de toda la poblacin.

La propuesta de transformacin productiva estaba apoyada en una serie de criterios que recogemos a continuacin (CEPAL, 1990-c, pp. 14-15):

a)La bsqueda de la mejora en la competitividad, por la va de la incorporacin del progreso tcnico, que generase aumentos de productividad, en lugar de conseguir stos por la va de la depreciacin de los salarios reales.

b)La transformacin integral del sistema socioeconmico, ya que la transformacin productiva se insertara en una red de vinculaciones con el sistema educativo, la infraestructura tecnolgica, energtica y de transportes, las relaciones entre empleados y empleadores, el aparato institucional pblico y privado y el sistema financiero.

c)La industrializacin como eje de la transformacin productiva, ya que este sector incorporara y difundira el progreso tcnico, al tiempo que permitira la vertebracin intersectorial de la industria con la agricultura y los servicios.

d)La incorporacin de la dimensin ambiental y geogrfico-espacial, que permitiese revertir las tendencias negativas sobre el medio ambiente y al mismo tiempo utilizar los recursos naturales sobre las bases de la investigacin y la conservacin.

e)La necesidad de compatibilizar el crecimiento sostenido apoyado en la competitividad y la mejora de la equidad, priorizando en cada pas segn sus circunstancias entre competitividad y equidad.

El documento tambin daba una serie de orientaciones respecto de cmo disear las polticas de la transformacin productiva (CEPAL, 1990-c, pp. 16-19):

a)No sera suficiente con crear un marco macroeconmico estable, ni con aplicar una poltica de precios correctos; sera necesaria tambin la aplicacin de polticas sectoriales, as como la integracin de las polticas a corto y largo plazo. Seran igualmente necesarios cambios institucionales que permitiesen una nueva forma de interaccin entre los agentes sociales pblicos y privados, entre el Estado y la sociedad civil.

b)La transformacin productiva, debido al retardo que lleva consigo, en cuanto a sus efectos sobre la incorporacin de los sectores marginados, debera venir acompaada de una poltica redistributiva mientras perdurase la heterogeneidad estructural. Entre dichas medidas redistributivas estaran: servicios tcnicos, financieros y comerciales; capacitacin de microempresarios, trabajadores autnomos y campesinos; apoyo a la formacin de microempresas; adecuacin de los servicios sociales a las necesidades de los sectores ms pobres; fomento de las organizaciones sociales que permitiesen la ayuda mutua y una adecuada representacin de los ms desfavorecidos ante el Estado; y aprovechamiento de las potencialidades redistributivas de la poltica fiscal, tanto por el lado de los ingresos como por el del gasto pblico.

c)El xito de la transformacin productiva con equidad estara muy influido por el logro de una integracin regional; dicha integracin habra de estar basada en criterios sectoriales, tener mbitos subregionales y ser graduales, de forma tal que tomasen protagonismo las empresas, instituciones y las asociaciones en aras de la competitividad y la rentabilidad.

La transformacin productiva debera darse en un contexto institucional determinado y ste tendra que ser democrtico, pluralista y participativo. Las estrategias polticas deberan reflejar la voluntad mayoritaria y estar sujeta a los cambios que sta determine; adems, la concertacin estratgica se convertira en herramienta decisiva de la transformacin productiva con equidad y en ella el papel del Estado pasara por ser el anfitrin de la misma y generar comportamientos convergentes con los propsitos comunes (CEPAL, 1990-c, pp. 15-16).

La transformacin productiva con equidad planteaba la necesidad de generar un crculo virtuoso entre crecimiento, competitividad, progreso tcnico y equidad, al igual que hicieron otros pases de industrializacin tarda. La equidad favorecera el crecimiento, pues permitira la existencia de un patrn de consumo compatible con una mayor inversin y promovera patrones de comportamiento, de valorizacin social y de liderazgo favorables al crecimiento. Adems, la equidad reforzara la competitividad autntica (basada en el progreso tcnico), ya que favorecera la difusin, asimilacin progresiva y adaptacin de patrones tecnolgicos adecuados, la homogeneizacin de productividades y de patrones de comportamiento y, de esta forma, la capacidad de insercin internacional. Una sociedad no equitativa slo favorecera la competitividad espuria o de corta vida (basada en bajos salarios o en la explotacin de los recursos naturales), dificultando que los recursos se encauzasen hacia el progreso tcnico y redirigindolos hacia el consumo o hacia el exterior; as, al poco tiempo, la competitividad espuria se ira erosionando y el crecimiento se ralentizara. De esta forma, los pases que enfatizasen la competitividad descuidando la equidad no se insertaran slidamente en los mercados internacionales y los que priorizasen la equidad descuidando la competitividad veran como sus economas se deterioraban, perjudicando de este modo la equidad conseguida (CEPAL, 1990-c, pp. 63-99).

Las formas tradicionales de intervencin del Estado tambin deberan modificarse aumentando su eficacia y eficiencia sobre el sistema econmico, sin que ello signifique necesariamente ni el aumento ni la disminucin del sector pblico. El fortalecimiento de la competitividad, basada en la incorporacin del progreso tcnico y la evolucin hacia una mayor equidad, pasara a ser la prioridad de la accin pblica. Tambin seran necesarias nuevas formas de planificacin que permitiesen una mejor articulacin entre las decisiones a corto, a medio y a largo plazo, una mayor articulacin intersectorial y un respaldo tcnico a la concertacin estratgica (CEPAL, 1990-c, pp. 63-99).

La transformacin productiva con equidad propuesta en este informe se apoyaba, por tanto, en tres pilares fundamentales, la interdependencia internacional, la competitividad y la concertacin social.

Durante los aos noventa la CEPAL ha venido desarrollando las ideas que se esbozaban en Transformacin productiva con equidad y ha elaborado varios informes sobre ello, destacando: El desarrollo sustentable: transformacin productiva, equidad y medio ambiente; Equidad y transformacin productiva: un enfoque integrado; Educacin y conocimiento: eje de la transformacin productiva con equidad; Poblacin, equidad y transformacin productiva; El regionalismo abierto en Amrica Latina y el Caribe (Lahera et al., 1995; Ottone, 1992-1993).

En el enfoque integrado (CEPAL, 1992-d) se defenda la idea de que las polticas econmicas no slo deberan estar al servicio del crecimiento sino tambin de la equidad y que las polticas sociales, adems de preocuparse por la equidad, habran de tener un efecto productivo y de eficiencia que redundase en el crecimiento econmico.

De las tres polticas que contribuyen a la equidad, empleo productivo, inversin en recursos humanos y transferencias, slo la ltima no favorece el crecimiento. En este sentido, la CEPAL apoyaba su estrategia en el progreso tcnico, el empleo productivo y la inversin en recursos humanos, para tratar que los pobres acumulasen el capital necesario para salir de su situacin de pobreza; las polticas asistenciales perderan relevancia frente a las polticas productivistas. El capital acumulado por los pobres, bien utilizado en promover la competitividad, implicara mayor crecimiento, al igual que economas abiertas con equilibrios macroeconmicos y equilibrio social reforzaran la competitividad, con lo que la equidad y el desarrollo pasaran a ser complementarios en lugar de competitivos.

Un elemento central del enfoque integrado era, por tanto, la ampliacin del empleo productivo en sectores de creciente productividad, con remuneraciones adecuadas, en favor de los ms pobres, pero como ste sera un proceso lento, se precisara de una serie de medidas redistributivas complementarias. Dichas medidas podran ser: la ampliacin de los mercados de capital a las pequeas, medianas y microempresas; el establecimiento de programas masivos de capacitacin para microempresarios, trabajadores por cuenta propia y campesinos; la aprobacin de reformas legislativas que favoreciesen la creacin de microempresas; la adecuacin de los servicios sociales en favor de los ms pobres; el fomento de las organizaciones de ayuda mutua y de representacin de los pobres ante el Estado; y el aprovechamiento de la capacidad redistributiva de la poltica fiscal.

Para fomentar la relacin entre competitividad y equidad se precisara de la formacin de los recursos humanos (capacitacin, educacin, ciencia y tecnologa), por lo que la educacin y el conocimiento se convertiran en un eje de la transformacin productiva con equidad; este aspecto fue recogido en el documento (CEPAL, 1992-c) as denominado en cuya elaboracin particip junto a la CEPAL, la UNESCO.

El ciclo educativo que surgi en Amrica Latina en la posguerra estaba agotado, haba cado la calidad de la educacin y su capacidad integradora en el sistema productivo, la capacitacin en las empresas era embrionaria, la formacin tcnica era obsoleta y la investigacin cientfica era insuficiente y alejada del sistema productivo. La transformacin productiva con equidad requerira, por tanto, de un nuevo sistema educativo, cuya definicin que habra de estar basada en el consenso social y en la visin estratgica del desarrollo que tuviese el Estado. La reforma del sistema educativo habra de centrarse en dos objetivos, la ciudadana (equidad, responsabilidad social, transmisin de valores y formacin de cultura democrtica) y la competitividad (adquisicin de habilidades y destrezas para el trabajo productivo). Deberan ser principios inspiradores de la reforma, la equidad (igualdad de oportunidades y compensacin de diferencias) y el esfuerzo (evaluacin de los rendimientos e incentivo a la innovacin). Los lineamientos que se proponan eran la integracin (dirigida a fortalecer la capacidad institucional de los pases) y la descentralizacin (dirigida a favorecer una mayor autonoma de la accin educativa, tratando de asegurar los rendimientos y responsabilizar a los agentes de los resultados).

La estrategia educativa de la CEPAL a puntaba a la combinacin de criterios rectores tradicionales (ciudadana, equidad e integracin) y modernos (competitividad, esfuerzo y descentralizacin).

El desarrollo sustentable ha sido otro de los aspectos del desarrollo de la transformacin productiva con equidad, donde sta se puso en relacin con el medio ambiente (CEPAL, 1993-c). Una estrategia de crecimiento basada en la exportacin de los recursos naturales, manufacturados o no, no podra ser sostenible y esa competitividad espuria se ira erosionando en poco tiempo, a la vez que ira empeorando la calidad de vida de la poblacin. Por tanto, la conservacin del medio ambiente sera un elemento ms de la estrategia de desarrollo, una vez superada la falaz dicotoma entre medio ambiente y desarrollo.

Para incorporar la dimensin ambiental en el proceso de desarrollo la actividad prioritaria debera ser la formulacin de polticas nacionales de educacin y comunicacin, al objeto de aumentar la conciencia pblica sobre le problema de sustentabilidad del desarrollo.

Adems, se hara necesaria una mayor reglamentacin ambiental en materia de salud, contaminacin de mares, gestin de cuencas hidrogrficas, transporte, eliminacin de residuos peligrosos, etc. Tambin se haca imprescindible vincular la poltica econmica con el medio ambiente, de forma que los precios de los bienes y servicios reflejasen el coste social de su produccin (impuestos de contaminacin a las industrias, tarifas de circulacin vial, peajes en zonas congestionadas de grandes ciudades, sobre-precio de la energa...) y que se incluyese el impacto ambiental en la evaluacin de los grandes proyectos de inversin. Por otro lado, podra haber una importante fuente de dinamismo econmico en todas aquellas actividades vinculadas a las energas limpias, la eliminacin de residuos, el tratamiento de aguas, el reciclaje, etc.

En el plano de la insercin internacional, la CEPAL elabor su propuesta de Regionalismo abierto (CEPAL, 1994-c), con la que trataba de compatibilizar la liberalizacin de las relaciones econmicas exteriores (comerciales y financieras) en el mbito internacional con los acuerdos de integracin regional. La propuesta se basaba en modelos de integracin ms liberalizadores que las tendencias internacionales, por ejemplo, una reduccin arancelarias generalizada de mayor intensidad dentro del rea de integracin. Con esta estrategia se contribuira a elevar la competitividad internacional, por la va de la liberalizacin, sin perjudicar la integracin regional e incluso hemisfrica, donde el ingrediente preferencial se considera esencial.

El regionalismo abierto, adems, requerira: una liberalizacin amplia en trminos de sectores y de pases; una estabilidad macroeconmica de los pases; adecuados mecanismo de pagos y de comercio; la construccin de infraestructura; de la armonizacin de normas comerciales, regulaciones internas, estndares y normas laborales y de inmigracin; un arancel exterior comn moderado; el refuerzo de los organismos regionales de apoyo a la balanza de pagos; unos mecanismos rpidos de consulta y resolucin de conflictos; las polticas de defensa de la competencia; y unos esquemas flexibles de integracin, de forma que la dinmica del proceso impusiera el ritmo del desarrollo institucional.

En los ltimos aos la produccin de documentos de desarrollo de la propuesta de Transformacin productiva con equidad ha disminuido sensiblemente; aun as merece la pena destacar los documentos Fortalecer el desarrollo: interacciones entre macro y microeconoma (CEPAL, 1996-c) y El pacto fiscal: fortalezas, debilidades, desafos (CEPAL, 1998-c).

Todos estos documentos han permitido a la CEPAL profundizar en su propuesta y seguir enriqueciendo el pensamiento neoestructuralista durante la dcada de los noventa.

3. El pensamiento alternativo y el desarrollo con rostro humano.

El pensamiento alternativo surgido del Relatorio de Uppsala ha tenido entre sus ms importantes manifestaciones desde finales de los aos ochenta el ajuste con rostro humano de la UNICEF y el desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); en ambos se recoge una versin actualizada de la concepcin del desarrollo como negacin de la pobreza.

a) El ajuste con rostro humano.

El pensamiento alternativo sobre desarrollo emanado del Relatorio de Uppsala se vio fortalecido a finales de los ochenta con la propuesta del Ajuste con rostro humano de la UNICEF, publicada en 1987. Dicho informe supuso la ms elaborada alternativa a las recomendaciones de estabilizacin y ajuste estructural propugnadas por el FMI y el Banco Mundial desde los aos setenta.

En este documento se defenda la necesidad de una estabilizacin econmica (ajuste ortodoxo, preconizado por el FMI) y de un ajuste estructural (ajuste orientado hacia el crecimiento, preconizado por el Banco Mundial), pero se iba ms all defendiendo que dicho ajuste habra de hacerse garantizando la proteccin de los grupos vulnerables, es decir, que toda la poblacin viese cubiertas sus necesidades bsicas de nutricin, salud y educacin (Cornia et al., 1987, vol. 1, pp. 163-166).

Para iniciar una senda de crecimiento que permitiese mejorar el nivel de vida de los sectores ms vulnerables de los pases en desarrollo, lo primero sera reducir los desequilibrios econmicos externos e internos; una vez estabilizada la economa resultara necesario ajustarla por medio de una reestructuracin productiva que permitiese iniciar una renovada senda de crecimiento. Sin embargo, el crecimiento por si slo no garantizara la proteccin de los grupos vulnerables, que en muchos casos veran como sus condiciones se deterioran a corto plazo como efecto de la estabilizacin y el ajuste; se haran necesarias, por tanto, una serie de polticas compensatorias de los efectos a corto plazo, redistribuidoras de los beneficios del crecimiento econmico y una selectividad en las polticas de ajuste, incluyendo como criterio de prioridad no slo el crecimiento sino tambin la erradicacin de la pobreza.

La forma de conseguir un ajuste con rostro humano supondra la aplicacin de una serie de medidas concretas dependiendo de cada pas, pero que habran de corresponderse con los principales elementos del enfoque, que eran los siguientes (Cornia et al., 1987, vol. 1, pp. 166-173):

a)Macropolticas expansivas graduales, destinadas a conseguir la estabilizacin.

b)Mesopolticas selectivas, que garantizasen la satisfaccin de las necesidades bsicas y promoviesen el desarrollo econmico.

c)Polticas sectoriales de reestructuracin del sector productivo, priorizando las actividades de pequea escala.

d)Polticas destinadas a incrementar la equidad y eficiencia del sector social.

e)Programas compensatorios, para proteger los niveles bsicos de vida, salud y nutricin, antes que los efectos positivos del crecimiento generado llegasen a los grupos vulnerables.

f)Seguimiento regular de los niveles de vida, salud y nutricin de los grupos vulnerables durante el ajuste.

Las macropolticas de estabilizacin habran de llevarse a cabo minimizando sus efectos deflacionarios a los estrictamente necesarios. Es decir, cuando fuese posible, se debera equilibrar la balanza comercial sin necesidad de reducir la demanda interna, bien exportando ms o bien sustituyendo importaciones; se deberan evitar las reducciones del consumo y de la inversin interna, realizadas con el fin de disminuir las importaciones, para no perjudicar a medio plazo el stock de capital fsico y humano; y la reduccin de la inflacin slo habra de ser un tema prioritario cuando amenazase a los grupos vulnerables, por lo que se precisa de un menor rigor en el equilibrio presupuestario y el volumen del crdito.

El equilibrio de los presupuestos habra de realizarse por la va del aumento de los ingresos fiscales y no tanto por la de la reduccin del gasto, ya que existiran algunas prioridades que seran responsabilidades del sector pblico y que no deberan dejarse de atender, tal es el caso de la atencin primaria en salud, la educacin primaria, el saneamiento, la infraestructura econmica, etc.; en muchos casos incluso sera necesario un aumento del gasto en estos sectores. Los ingresos podran aumentarse mejorando la eficacia recaudatoria y/o aumentando la base imponible y los tipos impositivos.

Adems, habran de considerarse sistemticamente los efectos que sobre los grupos vulnerables tienen cada uno de los instrumentos utilizados en las diferentes polticas, eligiendo aquellos cuyo impacto negativo fuese menor o cuyo impacto positivo fuese mayor. Normalmente al tener en cuenta esto el ritmo de aplicacin de las diferentes medidas de ajuste sera menor, producindose as un ajuste gradual, frente al ajuste rpido del enfoque ortodoxo (Cornia et al., 1987, vol. 1, pp. 190-197).

Las macropolticas deberan ser complementadas con una serie de mesopolticas que influyesen tanto en la disponibilidad de bienes y servicios (polticas de oferta) como en la distribucin del ingreso (polticas de demanda) (Cornia et al., 1987, vol. 1, pp. 197-204).

Entre las polticas de oferta que contribuiran al ajuste con rostro humano tendramos las siguientes:

a)La selectividad en la asignacin del gasto pblico, tanto entre sectores (por ejemplo, entre defensa y educacin) como dentro de los propios sectores (por ejemplo, entre educacin primaria y superior), as como en el tipo de gasto (por ejemplo, gastos corriente o de capital).

b)La reasignacin de la ayuda financiera internacional atendiendo a las prioridades de crecimiento y de dimensin humana, utilizando criterios de valoracin social y de anlisis coste/beneficio social para los proyectos.

c)La asignacin del crdito segn reas prioritarias (por ejemplo, pequeos agricultores o pequeos empresarios industriales o de servicios).

d)La modificacin de los precios mnimos o mximos garantizados de los productos agrcolas para que el productor oriente su produccin hacia los productos bsicos de alimentacin en lugar de hacia productos de exportacin, o para mantener unos niveles de ingresos en las zonas rurales (por ejemplo, el aumento de los precios de los alimentos, que favorecera el abastecimiento y los niveles de ingresos rurales, pero que tendran que ser compensados con subvenciones al consumo para proteger a los grupos vulnerables de zonas urbanas que no podran pagar esos precios).

Por otro lado, tambin las polticas de demanda contribuiran a esta estrategia y entre ellas podramos destacar:

a)Una mayor presin fiscal que permitiese aumentar el gasto destinado a mejorar la situacin de los grupos vulnerables; aqu unos impuestos directos progresivos, unos impuestos indirectos sobre los bienes de lujo y unas subvenciones a los bienes de primera necesidad podran ser muy eficaces.

b)Unos controles de precios al consumidor donde existiese una oferta suficiente que permitiera precios estables para los productos de primera necesidad (por ejemplo, alimento bsico, combustible bsico, jabn y medicamentos esenciales).

c)La modificacin de los controles y aranceles de importacin, elevndose para los productos menos prioritarios y reducindose para los prioritarios, respecto de los bienes necesarios para la produccin sus aranceles deberan determinarse segn el producto final para el que se utilizasen.

d)La reduccin de empleo pblico y salarios pblicos slo si no incidiera directamente sobre los grupos vulnerables y siempre con gradualidad y selectividad en el despido y la reduccin salarial para proteger a los trabajadores de estos grupos, creando al mismo tiempo empleo compensatorio (por ejemplo, en obras pblicas, construccin de viviendas o pequeas empresas).

e)La redistribucin de los activos en favor de los grupos vulnerables (por ejemplo, reforma agraria).

La reestructuracin productiva necesaria para el crecimiento se acometera fundamentalmente a travs de polticas sectoriales; en este caso, debera priorizarse el fomento de aquellas actividades que generasen empleo y elevasen los ingresos de las familias pobres (por ejemplo, programas de ayuda y de crditos para pequeos agricultores y pequeas y medianas empresas manufactureras y de servicios).

Tambin deberan aplicarse polticas que incrementasen la equidad y la eficiencia del sector social, redistribuyendo el gasto social hacia los servicios bsicos y las intervenciones de bajo coste.

Los programas compensatorios deberan ser un elemento ms de la poltica de ajuste, ya que, normalmente, sta traera consigo a corto plazo una reduccin de los ingresos de los grupos de poblacin vulnerables y un aumento de los precios de los alimentos. Los programas de obras pblicas seran muy eficaces en este sentido ya que adems de mejorar la infraestructura social y econmica elevaran los ingresos de los grupos vulnerables a travs de la creacin de empleo. Adems los programas de nutricin tambin contribuiran a paliar los efectos del ajuste, tal es el caso de las subvenciones de alimentos para grupos especficos, la asistencia de salud y la aportacin directa de alimentos a los grupos ms vulnerables.

Respecto al seguimiento del ajuste, ste debera incluir adems de los tradicionales indicadores econmicos mensuales, trimestrales y anuales, otros que con la misma temporalidad reflejasen los ingresos, la nutricin y la salud de los grupos vulnerables, al objeto de poder actuar con celeridad cuando dichos indicadores se deteriorasen (Cornia et al., 1987, vol. 1, pp. 171-163).

El papel de la ayuda financiacin externa, aunque no imprescindible, si resultara importante. Gracias a dicha financiacin, en forma de crditos, de ayuda al desarrollo, o de aplazamiento en el pago de la deuda, se podran obtener recursos para la inversin sin necesidad de contraer el consumo y sin incrementar el desempleo, adems podra permitir que se mantuviesen los niveles de gasto pblico; esta inyeccin de recursos externos en las economas podra suponer una ms lenta reduccin de los desequilibrios pero al mismo tiempo podra significar un menor impacto negativo sobre los grupos vulnerables (Cornia et al., 1987, vol. 1, pp. 186-189).

Para garantizar la defensa de los intereses de los grupos vulnerables se hara necesario incluir dentro del equipo que desarrollase el ajuste, adems de a los ministerios de economa, a aquellos otros ministerios encargados de cuestiones sociales, tales como los de desarrollo, planificacin o bienestar social; tambin habra de fomentarse la capacitacin y la participacin de estos grupos vulnerables para hacerlos actores de su propio desarrollo.

La justificacin de un ajuste alternativo al ajuste ortodoxo no slo se encontrara en razones justicia social, sino que habra razones econmicas a favor de dotar de rostro humano al ajuste: la mayor productividad de las explotaciones agrarias pequeas; las mayores tasas sociales de rendimiento de las pequeas empresas industriales; los altos coeficientes coste/beneficio de las inversiones en obras pblicas; la correlacin entre los bajos niveles de productividad y los bajos niveles de nutricin; la menor productividad de los adultos con retraso en el crecimiento consecuencia de una desnutricin infantil; las altas tasas de rendimiento de la inversin en educacin primaria frente a la realizada en educacin secundaria o superior o capital fsico; la relacin entre las tasas de crecimiento y el nivel de alfabetizacin, etc. (Cornia et al., 1987, vol. 1, pp. 176-177).

b) El desarrollo humano.

En 1990 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) public Desarrollo Humano. Informe 1990; dicho documento, que recoga las ideas bsicas del Ajuste con rostro humano, marc el inicio de una nueva etapa en la estrategia de desarrollo de las Naciones Unidas.

Segn del PNUD, el objetivo central del desarrollo humano sera el ser humano, ya que dicho desarrollo sera un proceso por el cual se ampliaran las oportunidades de ste. Dichas oportunidades, en principio podran ser infinitas y cambiar con el tiempo; sin embargo, las tres oportunidades ms esenciales seran disfrutar de una vida prolongada y saludable, adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos necesarios para poder lograr un nivel de vida decente. Si no se poseen estas oportunidades esenciales, otras resultaran inaccesibles (PNUD, 1990-c, pp. 8-12).

Pero el desarrollo humano comprendera otras muchas dimensiones tales como la libertad poltica, econmica y social, la posibilidad de ser creativo y productivo, respetarse a s mismo y disfrutar de la garanta de los derechos humanos.

El desarrollo humano tendra adems dos aspectos distintos, la formacin de las capacidades humanas (mejor estado de salud, conocimiento y destreza) y el uso que la poblacin hace de las capacidades adquiridas (descanso, produccin y actividades culturales, sociales y polticas). Si el desarrollo humano no consiguiese equilibrar los dos aspectos podra generar una gran frustracin humana.

El desarrollo humano ira ms all de la satisfaccin de las necesidades bsicas ya que compaginara la produccin y distribucin de bienes de consumo con la expansin y uso de las capacidades humanas, incluyendo adems un proceso dinmico de participacin social, lo que lo convertira en un concepto vlido tanto para pases desarrollados como subdesarrollados (PNUD, 1990-c, pp. 8-12).

El informe del noventa presentaba una serie de importantes conclusiones (PNUD, 1990-e, pp. 22-33):

a)Los pases en desarrollo habran realizado progresos significativos en materia de desarrollo humano durante las ltimas tres dcadas (aumentos significativos en esperanza de vida, alfabetizacin adulto, cobertura mdica primaria, acceso a agua potable y produccin de alimentos, y reduccin de la tasa de mortalidad infantil).

b)La brecha Norte-Sur, en el campo del desarrollo humano bsico, se habra reducido considerablemente durante las ltimas tres dcadas, a pesar de que la brecha de ingresos se habra ampliado; la brecha se habra estrechado en los componentes de la supervivencia bsica (esperanza de vida, analfabetismo, mortalidad infantil) y continuara amplindose en los campos del ingreso y de los conocimientos avanzados y alta tecnologa.

c)Los promedios de progreso, en cuanto a desarrollo humano, ocultaran grandes disparidades dentro de los propios pases en desarrollo, entre zonas rurales y urbanas, entre hombres y mujeres, y entre ricos y pobres; el desarrollo humano sera sensiblemente menor cuando nos fijsemos en la poblacin rural, femenina o pobre, por lo que la intervencin pblica, va gasto social, sera ineficiente si no lograse llegar a estos grupos preferenciales.

d)Sera posible lograr niveles bastante respetables de desarrollo humano incluso con niveles de ingresos bastante modestos; habra pases con mejor clasificacin segn el desarrollo humano que segn los niveles de ingresos, lo que indicara que habran canalizado una mayor parte de sus recursos econmicos hacia el progreso humano que aquellos otros pases con mayores niveles de ingresos y menores niveles de desarrollo humano.

e)No existira un vnculo automtico en crecimiento econmico y progreso humano; el camino ms efectivo para el desarrollo humano sera el crecimiento econmico acompaado de una distribucin razonablemente equitativa del ingreso; sin embargo, a corto y medio plazo sera posible alcanzar un mayor desarrollo humano sin crecimiento, tan slo con una distribucin ms equitativa de la riqueza.

f)Los subsidios sociales seran absolutamente necesarios para los grupos de menores ingresos; los mecanismos del mercado podran ser muy importantes para una asignacin eficiente de los recursos, pero no garantizaran una distribucin justa, por lo que se hara necesaria una poltica compensatoria que diese oportunidades econmicas a la poblacin ms pobre.

g)Los pases en desarrollo no son tan pobres como para no poder pagar por el desarrollo humano y atender su crecimiento econmico; los beneficios a medio y largo plazo de los gastos sociales sobre el desarrollo humano son muy importantes, por lo que resultara muy conveniente una reestructuracin de las prioridades presupuestarias de los pases en desarrollo y mejora de la eficiencia pblica.

h)Los costos sociales del ajuste suelen ser optativos y no coercitivos; ante una reduccin de los recursos pblicos disponibles, el ajuste presupuestario podra recaer sobre distintas partidas, permitiendo salvaguardar los programas de desarrollo humano a costa de otros sectores de la sociedad menos necesitados.

i)Sera indispensable contar con un entorno externo favorable que respaldase las estrategias de desarrollo humano; se hara necesaria una inversin de la transferencia neta de recursos Sur-Norte en Norte-Sur, lo que requerira de una efectiva solucin al problema de la deuda.

j)Algunos pases en desarrollo, especialmente frica, necesitaran ms asistencia externa que otros; el alto grado de privacin humana que padecen determinados pases, sobre todo africanos, los convierte en prioritarios de la ayuda externa que contribuya a la reestructuracin del desarrollo a largo plazo.

k)Si la cooperacin tcnica tiene como propsito ayudar a consolidar aptitudes humanas y capacidades nacionales en los pases en desarrollo sera preciso someterla a un proceso de reestructuracin; la cooperacin tcnica habra de medir su xito por la velocidad de desmantelamiento de sus programas.

l)Un enfoque participativo, incluida la participacin de las organizaciones no gubernamentales (ONGs), resultara vital en cualquier estrategia tendente a lograr un desarrollo humano exitoso; el Estado habra de ceder competencias a la sociedad civil, donde destaca la labor de las ONGs, que suelen ser pequeas, flexibles, eficientes, funcionan con costes reducidos y promueven un desarrollo autosuficiente.

m)Sera imperativo reducir drsticamente las tasas de crecimiento demogrfico a fin de lograr mejoras apreciables en los niveles de desarrollo humano; las tasas de crecimiento de la poblacin de los pases en desarrollo desbordan la capacidad de estos pases para satisfacer sus necesidades bsicas y generan migraciones masivas, por lo que resultara necesario fortalecer los programas de planificacin familiar, alfabetizacin femenina, reduccin de la fertilidad y atencin mdica materno-infantil.

n)El crecimiento acelerado de la poblacin en los pases en desarrollo se estara concentrando en las ciudades; dada la inevitable urbanizacin de los pases en desarrollo, los urbanistas habran de solventar problemas como la descentralizacin del poder y los recursos, la movilizacin de los ingresos locales de origen local, la construccin de viviendas e infraestructuras (incluida la asistencia a los ms dbiles) y la mejora del entorno urbano con especial incidencia en los suburbios.

)Las estrategias de desarrollo sostenido deberan satisfacer las necesidades de la presente generacin sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propios requerimientos; debera tenerse en cuenta que cualquier tipo de deuda (financiera, de negligencia humana o de deterioro medioambiental) afectara a las generaciones futuras y que la pobreza es el primer contaminante.

Los informes posteriores han seguido utilizando la misma metodologa que el de 1990, aunque se han centrado en temticas concretas (1992, desigualdad; 1993, sociedad civil; 1994, Cumbre Social; 1995, gnero; 1996, crecimiento; 1997, pobreza; 1998, consumo; 1999, mundializacin).

El informe de 1997 merecera una especial atencin por cuanto identificaba el desarrollo humano como la negacin de la pobreza, enlazando de forma inequvoca con el mensaje del Relatorio de Uppsala. Este informe defina la pobreza como la denegacin de opciones y oportunidades bsica para el desarrollo humano, vivir una vida larga, sana, creativa y disfrutar de un nivel decente de vida, libertad, dignidad y respeto por s mismo y de los dems (PNUD, 1997, pp. 2-14). Adems, sealaba la multidimensionalidad de la pobreza, destacando entre las principales dimensiones, la vida breve, el analfabetismo, la exclusin social y la falta de medios materiales.

4. Hacia una convergencia de las corrientes.

Las aportaciones de la estrategia orientada al mercado y de la consolidacin de las reformas, vienen a significar una cierta convergencia del pensamiento neoliberal hacia las recomendaciones neoestructuralistas y alternativas, donde el papel activo del Estado es incuestionable y donde la reforma de las instituciones es un elemento imprescindible, sin el cual la estrategia de desarrollo neoliberal es inviable; por tanto, se observa una cierta convergencia moderadora y homogeneizadora entre las diferentes Economas del Desarrollo.

El debate que se ha producido en la Economa del Desarrollo en los aos noventa ha servido para limar diferencias entre las diferentes corrientes de pensamiento. Los neoliberales han conseguido que se acepte de forma generalizada la necesidad de una estabilizacin y de un ajuste estructural que oriente las economas hacia el exterior con el fin de aprovechar las ventajas que ofrece un entorno internacional globalizado.

Los neoestructuralistas han conseguido que se acepte que el papel del Estado es esencial en el proceso de desarrollo y que ste debe seguir interviniendo en la economa, aunque si bien con un nuevo enfoque. Los alternativos han conseguido que las cuestiones sociales y, particularmente, la lucha contra la pobreza ocupen un lugar prioritario en las estrategias de desarrollo, evitando que dichas cuestionen queden reducidas al efecto cascada del crecimiento econmico.

Pero adems de esta homogeneizacin de la Economa del Desarrollo, lejos an de la homogeneidad de la Economa del Desarrollo de posguerra, tambin es indiscutible la moderacin ideolgica del debate; han pasado los tiempos del radicalismo dependentista y defensor de la desconexin y de los experimentos neoliberales de los Chicago Boys en regmenes autoritarios; y, aunque la situacin de subdesarrollo y sus correspondientes lacras perduran y aun los diagnsticos de dicha situacin difieren bastante, trminos como competitividad, equidad y democracia parecen ser consustanciales a una nueva concepcin del desarrollo.

Parece que se abren las puertas a la refundacin de una nueva Economa del Desarrollo en el seno de la Economa Poltica, donde factores externos e internos, econmicos y no econmicos, estructurales y coyunturales, histricos y corrientes, otorguen de nuevo a la subdisciplina la categora de especialidad abierta y la conduzcan a lo que Seers (1979) llam Estudios de Desarrollo, para referirse a la comunin de las distintas disciplinas que se ocupan del desarrollo. En el campo de la economa se hace necesaria la constitucin de una Economa Poltica del Desarrollo, donde el anlisis econmico y la economa aplicada se complementen y favorezcan el acercamiento a otras disciplinas.

Este apartado se basa en un trabajo ya publicado sobre la Economa del Desarrollo (Hidalgo Capitn, 1998-a). Otro trabajo sobre el mismo tema es el de Bustelo (1998).

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