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INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS
SUPERIORES DE OCCIDENTE
Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios de Nivel Superior según Acuerdo Secretarial
15018, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29 de noviembre de 1976
DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS SOCIOCULTURALES
MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA Y LA CULTURA
Prácticas de comunicación científica en redes temáticas de CONACyT
Tesis que para obtener el grado de
Maestro en Comunicación de la Ciencia y la Cultura
Presenta:
Lic. Alan Gabriel Telpalo Lozano
Director de tesis
Dr. Raúl Fuentes Navarro
Tlaquepaque, Jalisco, julio de 2016
Índice de ContenidoPRESENTACIÓN.................................................................................................................................................5
INTRODUCCIÓN.................................................................................................................................................7
CAPITÚLO 1. PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN.............................................................................................9
1.1 OBJETO DE ESTUDIO.....................................................................................................................................9
1.2 PROBLEMA...............................................................................................................................................13
1.3 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN......................................................................................................................20
1.4 HIPÓTESIS DE TRABAJO...............................................................................................................................21
1.5 . JUSTIFICACIÓN........................................................................................................................................22
1.5.1 COMO PROBLEMA CONCEPTUAL.................................................................................................................22
1.5.2 ENFOQUE SOCIOCULTURAL........................................................................................................................25
CAPITULO 2. ESTADO DE LA CUESTIÓN..............................................................................................................29
2.1 COMPRENSIÓN PÚBLICA DE LA CIENCIA Y ESTUDIOS SOBRE CIENCIA, TECNOLOGÍA, Y SOCIEDAD...................................29
CAPÍTULO 3 REVISIÓN DEL PERFIL DEL ACADÉMICO MEXICANO. TRES MOMENTOS DE DESARROLLO.................................47
3.1 CAMPO CIENTÍFICO: EL CASO MEXICANO.........................................................................................................47
3.2 CIENCIA Y EL PROYECTO DE MODERNIDAD.......................................................................................................48
3.3 CIENCIA MODERNA EN MÉXICO: MOMENTOS AMATEUR, ACADÉMICO Y PROFESIONAL..............................................52
CAPÍTULO 4 DE LA SOCIEDAD Y LOS CIENTÍFICOS.....................................................................................................57
CAPITULO 5................................................................................................................................................68
5.1 MARCO TEÓRICO.......................................................................................................................................68
5.2 MARCO EXPLORATORIO: CIENCIA POSCADÉMICA DESDE LA PROPUESTA DE CAMPOS DE BOURDIEU...................................79
6. ENFOQUE METODOLÓGICO............................................................................................................................84
6.1 CRITERIOS DE SELECCIÓN.....................................................................................................................................90
CAPÍTULO 7.........................................................................................................................................................97
7.1 PRIMER ACERCAMIENTO EN LA OBTENCIÓN DE DATOS..............................................................................................97
7.2 SEGUNDO ACERCAMIENTO CON SUJETOS CLAVE..............................................................................................102
7.3 TERCER ACERCAMIENTO DE CONTRASTE CON ACADÉMICOS EXTERNOS..................................................................104
7.4 ANÁLISIS DE RESULTADOS..........................................................................................................................105
7.5 DESCRIPCIÓN DE ESTRATEGIAS....................................................................................................................107
7.5.1 DEFINICIÓN DE PÚBLICOS........................................................................................................................107
7.5.2 PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO.............................................................................................................108
7.5.3 TRADUCCIÓN DE MENSAJES.....................................................................................................................108
7.5.4 CANALES DE COMUNICACIÓN...................................................................................................................109
7.5.5 EVALUACIÓN........................................................................................................................................109
9. REFERENCIAS............................................................................................................................................112
Resumen:
El siguiene documento contiene el trayecto, desarrollo y resultados del proyecto de investigación
Prácticas de comunicación científica en redes temáticas de CONACyT que busca conocer el
impacto social de la investigación científica desde una perspectiva sociocultural a a paorti del
estudio de las prácticas de Comunicación Pública de la Ciencia de redes de trabajo auspiciadas
por CONACy; propuesta que busca insertarse en la reflexión sobre las características que definen
el sentido público de las obras y un segundo que aporte elementos sobre el lugar de la
divulgación en la conformación del habitus de investigación en el maro del modo2 de producción
de conocimiento.
Palabras clave:
Impacto social, ciencia normal, modo2, campos sociales, habitus
Presentación
Quien suscribe este documento es Sociólogo por la Universidad Autónoma del Estado de México
(UAEMex) con línea de especialización en Comunicación científica y desde esa área de interés
realicé el trabajo de obtención de grado titulado Producción de conocimiento y sus
desavenencias: Peer review como legitimador de la ciencia, el cual ahonda en prácticas
editoriales de una comunidad revistas académicas (en Estudios Territoriales) y cómo es que estas
impactan en el valor simbólico en el campo social que se inserta.
A su vez en el ejercicio laboral me he desempeñado en distintas posiciones que han abonado al
interés por los temas de la comunicación de la ciencia como temática abarcadora, en particular
los que se refieren a las revistas académicas y los diferentes movimientos de democratización de
la producción del conocimiento (por ejemplo el movimiento Open Access).
Inmediatamente al egreso de licenciatura, me incorporé al cuerpo de evaluadores de revistas
académicas del Sistema de Información científica Redalyc, labor que consiste en ser el primer
filtro revisor tanto en políticas editoriales como de contenido científico de las publicaciones que
postulan a dicho índice; en el ejercicio de esta función tuve un acercamiento práctico a los
conceptos y diferentes posturas que en el sector académico se esgrimen a favor o en contra de las
corrientes sobre los estudios de la producción de conocimiento.
Los distintos lugares en que me he desempeñado a lo largo de mi trayectoria académica y
profesional, han sido orientados en la búsqueda de una mejor preparación y entendimiento de los
temas que la producción del conocimiento y su socialización implica. Durante mi formación de
estudiante, la línea de especialización que escogí me llevó de la mano a estar en contacto directo
con la comunicación científica y a medida que mi carrera profesional se ha ido desenvolviendo
he tenido la oportunidad de aplicar las distintas competencias que en la Universidad desarrollé, el
conocer académicos interesados en el tópico de comunicación científica durante las distintas
actividades realizadas a lo largo de ese periodo amplió mi visión sobre los alcances y sobre todo,
la importancia de estudiar temas relacionados con la dinámica científica.
De este antecedente académico- profesional es que surge el interés por analizar el ejercicio
científico desde un ángulo diferente al que mi formación inicial ha permitido; en el ejercicio
universitario tuve oportunidad de conocer temas de comunicación científica desde enfoques
cuantitativos, temas como los índices de citas, factor de impacto y demás mediciones numéricas
son fundamentales en el campo y sin embargo en aras de normalizar el ejercicio científico, hay
conteos que no permiten conocer temas que van más allá de los números; uno de esos temas es el
impacto social de la ciencia, el cual ha sido poco estudiado en México dada la complejidad en la
construcción de modelos fiables que den cuenta de esta relación.
Por lo que el objetivo principal del proyecto de investigación es el explorar una propuesta de
reflexión sobre la eficacia de la Comunicación ciencia- sociedad a partir de sus prácticas de
Comunicación y vinculación científica desde la visión de los agentes desde elementos analíticos
de Pierre Bourdieu y John Ziman, que responda a las condiciones en que los productos de
investigación tienen impacto en la resolución de problemáticas sociales desde la visión de los
agentes que producen y difunden en el marco de redes profesionales de investigación.
Introducción
Existen tres abstracciones claves que justifican socialmente la inversión de gasto público en
Ciencia y Tecnología: La primera es su relación directa con el desarrollo social1; la segunda es
que los programas y apoyos de las estructuras reguladoras del campo científico están
encaminados a impactar positivamente en la calidad de vida de los ciudadanos2 y que una de las
claves del crecimiento económico de las naciones está directamente relacionada con el volumen
de producción científica que se logre articular. Éstas ideas a su vez se encuentran relacionadas
con las dinámicas propias de cada disciplina que en definitiva configuran el habitus o ethos sobre
cómo se realiza investigación académica y a su vez la relación entre el conocimiento producido y
la sociedad no especializada.
Este ethos es denominado por Ziman (1972) y Gibbons (1997) como el modelo normal,
académico o modo1 de producción de conocimiento científico, modalidad que supone -entre
otras cosas- el desarrollo y creación de investigación científica al interior de las estructuras
disciplinares; tal desarrollo se caracteriza por ser homogéneo y jerárquico, ya que responde a
construcciones históricas sobre la constitución de cada campo. Es el propio Gibbons quien en su
texto La nueva producción del conocimiento. La dinámica de la ciencia en las sociedades
contemporáneas (1994) plantea la transformación de tales condiciones para relacionarlas con
elementos que se encuentran aparentemente fuera del campo social de la ciencia, como: la
industria, la sociedad civil, organizaciones sin fines de lucro -entre otras- y caracteriza a dicha
modalidad como transdisciplinar, heterogénea y heterárquica nombrándola como el modo 2 o
1 Idea tomada a partir de la revisión hecha en el Estado del Arte desde los campos académicos: Comprensión Pública de la Ciencia y Estudios Sociales sobre Ciencia y Tecnología
2 Tomado de misión y visión de CONACyT
ciencia pos académica revisitando lo planteado por Ziman en ¿Qué es la ciencia? (1998), de
modo que las condiciones de producción y difusión del conocimiento germinan en el contexto de
aplicación (resolución de problemáticas sociales), es decir en temas, lugares geográficos o
situaciones de intervención específicas en lugar del interior de cada disciplina,
El trayecto de conformación de esta investigación comenzó en la indagación de cómo es que los
productos de investigación de redes de investigación impactan a partir de sus actividades de
Comunicación Pública de la Ciencia; es decir, en medir el impacto social de tales ejercicios
académicos, sin embargo, como se discutirá, la noción es, cuando menos incompleta. A partir del
camino trazado en la construcción del proyecto de investigación, fue posible detectar que el
aspecto del impacto social de las investigaciones es un elemento de estudio de un planteamiento
más amplio relacionado con la transformación en la producción del conocimiento; tal marco de
pensamiento, como ya se mencionó, se refiere al modo2 de producción de conocimiento que
Gibbons refiere, razón que obligó a ampliar la mirada desde una óptica sociocultural que
permitiera dialogar y a su vez contrastar con los enfoques de corte cuantitativo.
La orientación mencionada, no representa un apartado teórico sino elementos que permiten
categorizan y dimensionar el tema propuesto. Si bien se parte de elementos del modo2 se
consideró necesario partir de la aportación teórico conceptual del sociólogo francés Pierre
Bourdieu sobre la construcción del habitus, necesaria de incluir para el desarrollo de un análisis
más completo sobre formas de producir conocimiento pensadas en principio para los campos
científicos (disciplinares), pero que continúan explicando las condiciones transdisciplinares que
se plantean en este nuevo modo de producción.
El campo científico está estructurado en sus reglas, construidas de esa manera por estar situadas
social e históricamente, sin embargo, y siguiendo la línea de pensamiento de Bourdieu, el tema
no es que las estructuras determinen el actuar de los agentes, por el contrario, la tensión entre
éstas y su propia subjetividad es lo que construye el sentido de sus prácticas sociales, por lo cual
cómo es que los sujetos se agencian de las condiciones que este modelo emergente de
producción de conocimiento supone, permite esbozar cuáles son las características que hacen que
el ejercicio académico impacte desde las actividades de Comunicación Pública de la Ciencia,
entendida ésta última en su posibilidad de provocar una apropiación cultural de contenidos
científicos para públicos no especializados.
A partir de lo anterior es que se plantea comprender cómo se construye el sentido público de las
obras que los académicos miembros de redes de investigación realizan a partir del Programa
Redes temáticas CONACyT en el marco de los atributos del modo2 de producción de
conocimiento.
CAPITÚLO 1. Planteamiento de la investigación
1.1 Objeto de estudio Partiendo de la relación que indica que los países desarrollados invierten en promedio 2% del
PIB en ciencia y tecnología y -por lo general-, cuentan con los más altos índices de desarrollo
social; hay lugar para suponer que no existe la necesidad ni la urgencia por conocer el impacto
de las políticas científicas en forma de planes, programas y apoyos porque la fórmula funciona,
son claros los beneficios3. Pero en Latinoamérica y en particular en México, las diferentes
brechas y problemáticas sociales llevan a reflexionar sobre las estrategias de desarrollo y su
eficiencia pero sobre todo la eficacia de esta inversión.
3 Sin embargo esto no quiere decir que no se haga, es precisamente en países europeos que las propuestas de medición más desarrolladas se encuentran.
En México, gran parte de la inversión en Ciencia y Tecnología es pública (más de 92 mil
millones de pesos para el ejercicio de 2016 de acuerdo a información contenida en el presupuesto
federal); ya sea vía municipal o estatal y la proporción más alta es a partir de recursos federales
canalizados por una entidad nacional; el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT)
que de acuerdo al sitio oficial en internet tiene como meta principal el siguiente texto:
Consolidar un Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología que responda a las
demandas prioritarias del país, que de solución a problemas y necesidades
específicas, y que contribuya a elevar el nivel de vida y el bienestar de la
población. (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 2014)
Por otro lado, la visión general del CONACyT se refiere a:
La contribución conjunta con otras dependencias y entidades del Gobierno Federal, así
como del sector productivo para que México tenga una mayor participación en la
generación, adquisición y difusión del conocimiento a nivel internacional, y a que la
sociedad aumente considerablemente su cultura científica y tecnológica,
disfrutando de los beneficios derivados de ésta (Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología, 2014)
Estas dos ideas resumen a grandes no sólo las directrices nacionales, sino que pueden ser
tomadas como ejemplos de cualquier política científica en el mundo4: Invertir en Ciencia y
Tecnología –CyT- para generar beneficios sociales, premisa por la que las políticas científicas
4 En Argentina el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva se presenta así“El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva fue creado con el fin de incorporar la ciencia y la tecnología al servicio del desarrollo económico y social del país” En Brasil el Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico afirma que “Desempeña un papel vital en la formulación y aplicación de políticas de ciencia, tecnología e innovación. Sus operaciones contribuyen al desarrollo nacional y el reconocimiento de los investigadores brasileños y la investigación por las instituciones de la comunidad científica internacional”. En España la Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación (SEIDI) es el departamento de la Administración General del Estado encargado de la propuesta y ejecución de la política del Gobierno en materia de investigación científica y tecnológica, del desarrollo e innovación en todos los sectores, así como la coordinación de los organismos públicos de investigación de titularidad estatal y de asegurar la coherencia y la coordinación del fomento de la I+D+I en el territorio de España. (Por citar algunos ejemplos sobre los objetivos y misiones de los organismos encargados de realizar y ejecutar políticas científicas públicas en Ciencia y Tecnología)
a través de distintos programas y apoyos son implementadas y que además es una fórmula que es
díficil de cuestionar, basta buscar cualquier noticia sobre cortes al presupuesto destinados a éstos
fines en México -o alguna otra parte del mundo- para notar el descontento y el inmediato rechazo
que generan estas medidas en distintos sectores por la relación casi automática que suele hacerse
con el bienestar del país. Milanés Guisado, Solís Cabrera, & Navarrete Cortés (2010) apuntan al
respecto “La prioridad estratégica (de la CyT) se asocia, con la necesidad de garantizar una
distribución adecuada de los recursos en función de las líneas de I+D5 e innovación que
realmente tengan una utilidad comprobada en el entorno social en cualquier dimensión”.
Impactar socialmente a partir de los derivados de la investigación científica es una idea
fundamental -no la única- en el planteamiento de los diferentes planes y proyectos que los
organismos encargados de regular recursos en Ciencia y Tecnología -CyT- patrocinan; por lo que
un planteamiento de esta naturaleza tiene como trayecto lógico el pensar en la evaluación de
resultados sobre la inversión de los proyectos planteados una vez se han ejecutado.
Los tópicos que una política de inversión en CyT abarca, son variados y responden a diferentes
factores relacionados pero distintos entre sí, por condiciones que van desde el tipo de disciplina
en que se desarrollan como por el tipo de alcance que se plantean así como los productos
tangibles que se generan, todo ello -por lo general- en el terreno de lo cuantitativo; y desde esa
premisa es que se plantea necesario ampliar la mirada, es decir, desarrollar propuestas que
también tomen en cuenta los factores socializadores alrededor de la dinámica científica.
La evaluación en los términos de lo antes descrito suele ser englobada en la noción del Impacto y
ya el término por sí mismo resulta ser motivo de controversia por los diferentes enfoques que
señalan, por una parte, que la medición que sugiere la palabra, está relacionada con la
5 Investigación y desarrollo
construcción de una serie de indicadores que remiten a análisis de políticas públicas, lo cual
permitiría tener una idea clara sobre hacia dónde dirigir los esfuerzos y recursos en el rubro de la
inversión en CyT, siendo ello el principal resultado de una evaluación de tal magnitud; por otro
lado, un enfoque que no se centre en el desarrollo de las políticas públicas pero sí a la
socializaciones que surgen de ellas es el que alude al que: si bien generar una serie de
indicadores es de utilidad en la toma de decisiones, se corre el riesgo en dejar fuera elementos
sustanciales que no pueden ser visibles en las cifras, pero que se presumen fundamentales por
quienes los producen y a quienes son dirigidos. Dicho argumento cobra fuerza a la luz de lo
expuesto a principios del texto, en donde las evaluaciones de los programas encargados del
desarrollo científico tecnológico no alcanzan a explicar el desfase entre el tamaño de la inversión
y del desarrollo social, por lo que se presume que acercarse a los individuos -agentes- a quienes
afecta la dinámica científica (productores y receptores) visibiliza las relaciones y prácticas
ocultas que permitan explicar la relación entre desarrollo científico y social desde otro ángulo de
análisis.
Como se ha mencionado, el uso del término impacto social, apunta hacia un trayecto de
elementos que no necesariamente se relacionan con la intención de la presente investigación, por
lo que a partir de la revisión realizada para construir el proyecto, se decidió complementar con la
noción de sentido pública de una obra, propuesta por Pierre Bourdieu en Campo intelectual,
como “el juicio objetivamente instituido sobre el valor y verdad de la obra con relación a todo
juicio de gusto individual referido necesariamente al colectivo”(Bourdieu,2002,p.24), lo que
significa incluir la estructuraciones propias de los sistemas sociales así como las dinámicas
estructurantes en el marco de tales campos campos sociales, es dotarle entonces, del matiz
sociocultural a la intención original del proyecto; no se abandona la idea de conocer cómo y de
qué forma se impacta socialmente, pero desde una óptica distinta, ya no desde las cifras
relacionales sino desde las prácticas, hábitos y demás propiedades de la agencia, es decir
“Preguntarse quién juzga y quién consagra, cómo se opera la selección que, en el caso
indiferenciado e indefinido de las obras producidas e incluso publicadas, discierne las obras
dignas de ser amadas y admiradas, conservadas y consagradas” (Bourdieu,2002,p.25) o para
efectos lo aquí plantado, cómo se construyen aquellas producciones que tienen impacto social..
1.2 Problema
El éxito de las políticas y planes de Ciencia y Tecnología suele ser pensado en términos de la
eficiencia en su relación con su producción cuantificable y tangible desde una idea economista
del impacto del ejercicio científico, esto es, desde la lógica inversión-ganancia, sin embargo,
para autores como Weiss y Lindquist (2015) la principal contribución de la investigación
científica tendría que referirse a:
Adquirir nuevo conocimiento y comprensión de los fenómenos, superando con ello
viejos mitos y ganando nuevas perspectivas sobre los problemas de una sociedad. Este
proceso ayuda principalmente a cambiar prioridades de políticas publicas y a construir
capacidades en los países, a través de procesos participativos que involucran tanto a la
sociedad civil como a las autoridades públicas en la toma de decisiones.
La apuesta por un enfoque cualitativo en esta investigación está fundamentada en la intención de
profundizar en una reflexión complementaria a la existencia de una serie de instrumentos
metodológicos estandarizados6 que se encargan de medir el impacto de diferentes acciones y
programas a partir de enfoques cuantitativos; tales instrumentos parten de la lógica de
financiación- ganancia que da cuenta de forma directa o indirecta de la relación entre la
inversión monetaria y el desarrollo social de un país.
6 Por estandarizados me refieroa socialmente aceptados, en este caso por la comunidad científica.
De acuerdo a Fernández Polcouch (2001) y siguiendo la lógica que sugiere la evaluación de las
políticas de ciencia y tecnología se plantean tres cuestiones clave a considerar retomadas de
Kosoff (1998), éstas son ¿Cuál ha sido la amplitud de los impactos a largo plazo de las
investigaciones realizadas en el pasado?, ¿Cuáles han sido el éxito y los impactos de
investigaciones realizadas recientemente? Y ¿Cuál es el conocimiento que se proyecta ganar de
la investigación propuesta, qué tipo de beneficios se podrían obtener y cuál es la probabilidad de
que éstos resultados a largo plazo puedan ser obtenidos?. Éstas cuestiones suponen ya un
trayecto metodológico, así como los lugares de observación en que puede situarse el objeto y se
sugieren tres alternativas de respuesta:
Impacto en el conocimiento
Impacto económico
Impacto social
El impacto en el conocimiento, está relacionado directamente con la cienciometría, que es la
disciplina que se encarga de la aplicación de las matemáticas y los métodos estadísticos para
analizar el curso de una determinada disciplina científica, así como a su comportamiento de
acuerdo a Spinak (1998) .Entre las características a estudiar se pueden enunciar los siguientes:
El factor de impacto de las revistas académicas en las bases de datos especializadas.
El factor de impacto es un indicador que resulta de la ecuación del número de citas de
una revisa entre el número de publicaciones en un periodo de tiempo determinado, se
parte de la lógica que la relevancia de un trabajo académico se ve reflejado en el número
de referencias que el documento logró tener, dicho índice está calculado por el ISI,
Institute for Scientific Information7 . La empresa -actualmente Thompson- Reuters-
7 www.isinet.com
gestiona una de las más importantes base de datos en el mundo y ésta abarca alrededor de
7.500 revistas o journals de la gran mayoría de las áreas de conocimiento. En general, se
considera que las revistas incluidas en la base de datos del ISI están entre las mejores del
mundo de sus respectivas especialidades.
Índices de citas: Es un indicador que señala a los autores que tienen más referencias o
citas en las publicaciones más reconocidas en las principales bases de datos científicas8.
De acuerdo al Diccionario enciclopédico de ciencias de la documentación (2004) los
índices de citas, son aquellas bases de datos de información bibliográfica cuyo principal
sistema de acceso consiste en los índices que contienen las referencias realizadas por los
autores de los documentos indizados a otros trabajos, es decir, las citas bibliográficas; al
igual que el factor de impacto, lo que se busca medir con este indicador es la relación de
relevancia de un autor en los trabajos académicos de otros colegas particularmente en
revistas de alto impacto (es decir las referidas en bases de datos como ISI o SCOPUS,
ambas privadas)
El desarrollo de patentes. Pos su parte, el desarrollo de patentes de un país está
directamente relacionado al desarrollo científico y tecnológico de un país, ya sea en el
ámbito público o privado, la tecnología, “implica un proceso intelectual de asociación
entre las relaciones propias del entorno material con la metodología experimental
suficiente para arrojar resultados demostrables, originales y dotados de repetibilidad”, el
desarrollo tecnológico de un país permite una mayor independencia a través de la
8 Pierre Bourdieu (2010) afirma que la ciencia reposa en el postulado de que la verdad del producto (verdad científica) reside en particulares condiciones sociales de producción, en un estado determinado de la estructura y del funcionamiento del campo científico.
transformación de materias primas en artefactos que puedan tener impacto en la calidad
de vida diaria de los individuos.
Los niveles de certificación de los programas de posgrado. Una de las instituciones
fundamentales en la sociedad de producción y comunicación del conocimiento se
encuentra en las universidades, que se ven obligadas a aplicar a diferentes procesos que
certifiquen su calidad académica a nivel institucional pero también en particular con sus
empleados, para ello, en México existen una cantidad de mediciones en éstos términos
que permiten diferenciar entre las universidades de mejor calidad entre las de menor.
Como ejemplo práctico de estas mediciones se puede mencionar las certificaciones en
México, que dan cuenta de cumplimientos administrativos por parte del personal
académico a partir de metas trazadas por organismos externos e internos a la institución.
Uno de los filtros más respetados en cuanto a programas de estudio es el que se otorga a
posgrados vía CONACyT, que les significa a las instituciones -además de capital
simbólico- recursos para sus alumnos y el programa a través de una relación causal
calidad- financiamiento.
Relacionado a este último punto se encuentra las mediciones individuales a las que los
académicos son sometidos a fin de obtener reconocimiento académico pero también
económico; en México el más importante de este tipo es el nivel SNI, que significa
pertenecer a la élite de investigadores del país, aunque a la par existen otros apoyos a
investigadores en la misma línea. Para ser acreedor a este tipo de estímulos, quienes se
dedican al ejercicio profesional de la Ciencia no necesariamente tienen que validar sus
aptitudes en el ámbito académico sino también en una serie de puntajes que el órgano
regulador considera como prácticas complementarias a la actividad primaria, en donde
por cierto dentro de las actividades complementarias no se incluye la vinculación o
difusión del conocimiento. Los sistemas de reconocimiento institucional como el SNI
constantemente son blanco de críticas por la cantidad de requisitos burocráticos que los
investigadores tienen que realizar que genera una actitud de producción a costa de la
calidad a fin de cumplir con los requisitos que el sistema requiere para el ingreso o
renovación de tal apoyo, tales como.9
Producción académica en general materializada en libros, capítulos de
libro, congresos y literatura gris10
En áreas como las Ciencias de la Salud, cuantificar y evaluar los resultados de investigación es
de vital importancia y desde la cienciometría es que se han complejizado estudios que dan cuenta
de la relevancia de una institución o autor en tanto la cantidad y referencia de sus publicaciones,
sin embargo, ello no garantiza la vinculación social de éstas, menos aún, ayuda a reconocer sí
tales investigaciones generan productos que ayudan a mejorar la calidad de vida de la sociedad
en la que se insertan.
En términos del Impacto económico se toman como referente estándares precisos y normalizados
como la balanza de pagos de la tecnología, el comercio de alta tecnología y la innovación
tecnológica. La primer idea, la balanza de pagos, se refiere a la evaluación que se hace en
términos de costos y beneficios en el tópico de inversión sobre Ciencia y Tecnología, idea que
9 http://www.conacyt.mx/index.php/el-conacyt/convocatorias-y-resultados-conacyt/convocatorias-sistema-nacional-de-investigadores-sni
10 Es cualquier tipo de documento que no se difunde por los canales ordinarios de publicación comercial. Ejemplos son: tesis de pre y posgrado, actas de congresos, informes de investigación, memorias, proyectos, patentes, normas, traducciones científicas, documentos de sociedades científicas, boletines, cuadernos de trabajo, informes técnicos, programas de computación, autobiografías, separatas, weblogs, y catálogos de productos y servicios de empresas, dosieres, carteles, encuestas y otros documentos fuera de los libros y las revistas seriadas. (Formación Universitaria, 2011)
prevalece cuando la cantidad de recursos en inversión tecnológica es a gran escala; esta relación
se construye a partir de la cantidad de dinero que se invierte al exterior con la que ingresa de
otras naciones. Este indicador suele ser usado para medir bienes y servicios, sin embargo
también es aplicable al desarrollo tecnológico, permitiendo con ello, un mejor control sobre el
movimiento y destino de capitales en este rubro. Las otras dos mediciones no difieren en idea, si
bien miden otros rubros, la orientación es similar: el saber qué se invierte, cómo, cuánto y cómo
reditúa al país inversor, de modo que la conjunción de éstos elementos se considere vital en la
toma de decisiones, permitiendo clarificar el beneficio material pero invisibilizando las
relaciones sociales circundantes a éstos elementos.
El estudio del impacto social, se presume multifactorial, de ahí la complejidad en el
planteamiento de análisis de este tipo. Para quienes toman como refrente la evaluación para la
construcción y aplicación de políticas públicas, resulta de utilidad mediciones que permitan
cuantificar y como ejemplo de la prevalencia en la idea de cómo abordar el objeto desde las
correlaciones numéricas, se encuentran enfoques como el de Benjamín Scharifker (1996) que
proponen explicar el nexo entre producción científica y desarrollo económico a partir de la
detección del crecimiento del PIB y número de publicaciones científicas; Scharifker explica que:
La generación de riqueza se puede medir por el producto interno bruto (PIB). La
generación de conocimientos por la publicación de trabajos científicos en revistas
especializadas. La figura muestra esta correlación obtenida con datos correspondientes
a más de cien países. En un extremo tenemos a los Estados Unidos, que produjo en
1992 más de 2x105 artículos científicos y un PIB de casi $ 1013. En el otro extremo
de esta correlación tenemos a algunos países de África, con tan solo una publicación
(cinco órdenes de magnitud menos que EUA) y también cinco órdenes de magnitud
menor PIB. Venezuela, con 549 publicaciones científicas, está muy bien ubicada
dentro de la correlación (s2 = 0.85) y alejada de ambos extremos.
Fuente: Scharifker(1996)
Sin embargo un enfoque como el anterior a pesar de apostar por combinar el impacto del
conocimiento con las mediciones del impacto económico, considera el resultado desde la línea
economicista que no toma en cuenta las condiciones sociales de producción, no es de extrañar
que los países con menor volumen en impacto social desde los parámetros que Scharifker apunta
sean países Latinoamericanos y Africanos, conocidos como la periferia del desarrollo científico y
tecnológico del mundo más avanzado.
Siguiendo la ruta trazada por Fernández (2001), cuando se plantea un tema como el del impacto
social es necesario reconocer y tener presente que la ciencia, en sí misma es una actividad social
(Fernández,2008; p.3), por lo que si bien no se pueden descartar las propuestas señaladas en
párrafos anteriores, resulta interesante el planteamiento de incorporar elementos que den cuenta
del proceso social que significa la producción y difusión del conocimiento para quienes -se
supone- están dirigidos éstos esfuerzos.
Las primeras luces al respecto las provee Kostoff (1998), quien señala que “el impacto de la
investigación científica se encuentra en el cambio efectuado en la sociedad debido al proceso de
investigación”, el tema entonces es cómo encontrar ese cambio al que Kostoff entre otros
piensan y que presumo, no es posible conocer desde las estadísticas.
Detectar el cambio se convierte entonces en tierra de fértil de propuestas por lo abarcador del
término; el cambio o impacto desde una perspectiva cualitativa, puede ser estudiado de diferentes
maneras, teniendo en cuenta sobre todo que tal empresa involucra toda clase de expresiones de
conocimiento científico producidas, tangibles desde lo cuantificable, pero también estudiable
desde las prácticas sociales de investigación. El problema es entonces, cómo conocer el impacto
social de la investigación científica desde una perspectiva sociocultural; planeando que quizá sea
desde las prácticas sociales, tomando en cuenta que el trayecto en ese sentido se encuentra poco
explorado por lo vasto que podría ser un planteamiento de esa naturaleza, el reto es entonces
clarificar y encontrar referentes lo suficientemente explicativos a lo que se busca conocer.
Objeto de estudio Problema
1.3 Pregunta de investigación
A partir de lo expuesto, considero pertinente preguntar ¿Cómo es que los sujetos se agencian de
las condiciones que este modelo emergente de producción de conocimiento supone? Y a partir de
de ello esbozar cuáles son las características que hacen que el ejercicio académico impacte desde
las actividades de Comunicación Pública de la Ciencia. Pregunta que da pie a dos objetivos que
son la descripción de las estrategias de divulgación en el marco de las redes de trabajo que
permita reflexionar sobre las características que definen el sentido público de las obras y un
Análisis desde lo
sociocultural
Comunicación
Ciencia- sociedad
segundo que aporte elementos sobre el lugar de la divulgación en la conformación del habitus de
investigación en el maro del modo2 de producción de conocimiento.
1.4 Hipótesis de trabajo
A partir de la revisión documental llevada a cabo en la construcción inicial del proyecto de
investigación, pareciera que no hay propuestas que tomen en cuenta a los actores -académicos-
que llevan a cabo el proceso de vinculación científica y que permitan conocer cómo es que los
productos emanados de este tipo de esfuerzos se reflejan en la calidad de vida de las personas a
las que están dirigidos desde la perspectiva de los agentes; es decir, no hay mecanismos que
permitan conocer la influencia de los productos académicos y cómo éstos abonan a la resolución
de problemáticas sociales11. A su vez se presume una contradicción en la forma en que los planes
y políticas en materia de Ciencia y Tecnología alientan un trabajo medible por cantidad
quedando fuera factores no medibles: como las características propias de las disciplinas,
relaciones sociales, conformación de campos por área o tema de estudio, entre otros.
La respuesta a esta pregunta entonces busca incluir las condiciones que no sólo pudieran ser
tomadas en cuenta por la naturaleza estadística de los métodos cuantitativos, de modo que se
busca insertar en la discusión sobre las cualidades que permitan analizar efectos de las políticas
en Ciencia y Tecnología en México y dibujar una propuesta con los agentes productores. La ruta
sugerida entonces se relaciona con el estudio, descripción y análisis de las prácticas de
Comunicación Pública de la Ciencia de agentes en redes interdisciplinares de investigación en el
marco del programa “Redes temáticas CONACyT” que de cuenta de la construcción pública del
trabajo realizado en el marco de este programa durante el periodo 2015.
11 Para una definición más clara de lo que institucionalmente se reconoce como problemáticas sociales, visitar http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5299465&fecha=20/05/2013
1.5 . Justificación
1.5.1 Como problema conceptual
Como se ha sostenido a lo largo del documento y de acuerdo a Estébanez (2000) el impacto en la
sociedad es el fundamento último de toda acción política que se ejerce en el campo de la ciencia
y la tecnología. sin embargo antes de emprender cualquier trayecto de análisis considero
necesario recordar el planteamiento sobre la noción de impacto social como discusión
conceptual.
Como parte de un problema conceptual se enfrenta con las dificultades sobre lo que se busca
medir, puesto que al ser un elemento multifactorial, no hay hasta la fecha acuerdos sobre qué
indicadores pueden ser los más apropiados, ya en 1998 en el marco de los talleres que la RYCYT
en Argentina desarrolló con relación al tema, se planteaba la ausencia de consenso sobre como
medir el impacto, idea que prevalece a más de 20 años de tales reflexiones, puesto que a
diferencia de índices como el PIB, de natalidad, mortalidad o en el plano de la Ciencia y
Tecnología sobre desarrollo e innovación, proporciones sobre el PIB en actividades de CyT en
cada país -entre otras-, el impacto que busca medir los cambios que suceden en la calidad de vida
de las personas a partir del uso, desarrollo o apropiación de productos derivados, no ha logrado
tal consenso conceptual, de ahí que exista una cantidad de propuestas disímiles entre sí y desde
diferentes áreas de interés.
De acuerdo a Garret Jones y Sam (2000) la definición de impacto, ubica el término como un
resultado de las actividades científicas y tecnológicas que se distingue de los insumos, recursos
o imputs y de los productos intermedios o finales o outputs (publicaciones). Es una medida de
influencia de los logros materiales que contribuyen a la calidad de vida, es decir económicos,
sociales, culturales y ambientales.
De Libera Bonilla retomo las siguientes definiciones que la autora rastrea de distintos enfoques
para el término Impacto Social:
El impacto se refiere a los efectos que la intervención planteada tiene sobre la comunidad
en general. Ésta afirmación se sustenta en el criterio en la idea que el impacto como
concepto es más amplio que el concepto de eficacia, porque va más allá del estudio del
alcance de los efectos previstos y del análisis de los efectos deseados, así como del
examen de los mencionados efectos sobre la población beneficiaria.
El impacto puede verse como un cambio en el resultado de un proceso (producto). Este
cambio también puede verse en la forma como se realiza el proceso o las prácticas que se
utilizan y que dependen, en gran medida, de la persona o personas que las ejecutan. Esta
definición se refiere a cambios, pero se diferencia de otras en que el cambio ocurre en los
procesos y productos, no en las personas o grupos.
El impacto social se refiere al cambio efectuado en la sociedad debido al producto de las
investigaciones, es decir que los resultados finales (impactos) son resultados al nivel de
propósito o fin del programa. Implican un mejoramiento significativo y, en algunos
casos, perdurable o sustentable en el tiempo, en alguna de las condiciones o
características de la población objetivo y que se plantearon como esenciales en la
definición del problema que dio origen al programa. Un resultado final suele expresarse
como un beneficio a mediano y largo plazo obtenido por la población atendida.
El impacto de un proyecto o programa social es la magnitud cuantitativa del cambio en el
problema de la población objetivo como resultado de la entrega de productos (bienes o
servicios). A diferencia de otros expertos, estos autores enfatizan solamente en la
información cuantitativa, sin considerar los cambios cualitativos que también pueden
indicar la existencia de impactos.
La definición de impacto social no se limita a criterios económicos. Para definir el
concepto de impacto es preciso diferenciar entre efecto, resultado e impacto. El impacto
es el cambio inducido por un proyecto sostenido en el tiempo y en muchos casos
extendido a grupos no involucrados en este (efecto multiplicador).
El impacto es la consecuencia de los efectos de un proyecto. Los impactos y efectos se
refieren a las consecuencias planeadas o no previstas de un determinado proyecto; para
ellos, los efectos generalmente se relacionan con el propósito mientras que los impactos
se refieren al fin. Los impactos son los logros derivados del desarrollo de un proyecto y
que pueden observarse a largo plazo (después de año y medio).
Cuando nos referimos a impacto de la superación o capacitación, debe considerarse la
existencia, entre otros, de los rasgos siguientes: expresa una relación causa-efecto entre
la(s) acción(es) de superación y el comportamiento en el desempeño profesional de los
participantes en ellas (y) los resultados organizacional los cambios tienen carácter
duradero y son significativos”.
Por impacto se entienden los resultados diferidos de los programas de superación
A la luz de lo expuesto, no debe desconocerse también y en el ánimo de clarificar el término, la
inclinación ideológica que supone el término; una evaluación de impacto, en cualquiera de sus
acepciones remite a medir lo que se ha alcanzado tal como señala Libera Bonilla (2007)
introduciendo con ello la lógica de utilitarismo y producción que se refleje en planes y políticas
pero también en la calidad de vida de a quienes está dirigida. La evaluación de resultados, es
también un elemento fundamental de las formas de producción del sistema capitalista, no debe
desconocerse que las intenciones relacionadas con los productos tangibles y útiles sociales pero
también comerciales, pensados de esa manera dado la innegable orientación productiva que
implica medir cualquier expresión social.
1.5.2 Enfoque sociocultural
Adoptar una postura crítica con respecto a los enfoques cuantitativos,es asumir la posición que
indica que aquellas propuestas de análisis suelen dejar de lado o al menos no quedan explícitos
temas como la relevancia social de las investigaciones y sus productos (amén de las diferentes
disputas por el capital simbólico que representa aparecer en tales índices o numeraciones), es
decir: el factor social12, en favor de los productivos o medibles. Polcouch (2008; p. 5) observa
que “Hay una suerte de ingenuidad y de mistificación – ilusión cientificista- que consiste en
creer que los problemas de la salud y el ambiente, podrían resolverse en proporción a las
inversiones de investigación científica consagradas a su solución”. En consonancia Olivé (2009,
p.32) apuntala que “Fortalecer la ciencia y tecnología no es suficiente para el desarrollo social, es
necesario articular estos sistemas con el resto de la sociedad, de manera que los diferentes grupos
se apropien críticamente del conocimiento y lo utilicen en su beneficio por medio de diversas
prácticas”.
El obstaćulo que supone la medición desde indicadores numéricos es que invisibiliza las
prácticas sociales propias de cada campo así como el estudio del impacto la eficacia del gasto 12 Por factor social se entiende que es la manifestación tangible del comportamiento en sociedad
público y que tiene impacto en la vinculación entre los productos científicos con relación al
desarrollo; por ello es que la propuesta por abordar éste objeto desde un enfoque desde lo socio-
cultural permitiría ahondar en una propuesta que se interne en las prácticas sociales que permitan
conocer en voz de los agentes productores cómo es que su actividad profesional en el contexto de
una red de trabajo impacta socialmente con relación a la estructura institucional que respalda este
trabajo. En esta propuesta de investigación no se descarta las formas cuantitativas de medición,
lo que se busca es trazar acaso una ruta complementaria a tales enfoques.
Como se ha mencionado en párrafos anteriores, la orientación de esta investigación es de
carácter cualitativo, es decir, se analizará desde el lente de lo sociocultural que como Reguillo
(2000) menciona, una aproximación desde lo sociocultural, permite hacer visibles las relaciones
entre estructuras y sujetos, es decir, aquellos elementos que permanecen invisibles en los
indicadores numéricos.“El enfoque sociocultural implica, entonces, historicidad, es decir miradas
de largo plazo y, necesariamente, una problematización que atienda lo instituyente, lo instituido
y el movimiento”(Reguillo, 2000, p.3). Asimismo de Stuart Hall puede retomarse su visión
particular sobre lo que significa estudiar desde esta perspectiva: “Es la articulación entre el
pensamiento y la realidad histórica, reflejada en las categorías sociales del pensamiento mismo, y
la continua dialéctica entre conocimiento y poder, la que da sentido al registro de tales
rupturas.”(Hall, 2007, p.5)
El origen de la perspectiva sociocultural descansa en dos corrientes que Stuart Hall detecta en el
texto Estudios Culturales: dos paradigmas a partir de los años cincuenta13; la idea de cultura
que permea la primer época de los estudios Cultura y Sociedad se refiere la vinculación de la
cultura “con la suma de todas las descripciones disponibles a través de las cuales las sociedades
13 Hall detecta que los textos Uses of Literacy de Richard Hoggart y Culture and Society de Raymond Williams son fundamentales en la solidificación de estos estudios
confieren sentido a, y reflexionan sobre, sus experiencias comunes”, esta afirmación será
discutida, modificada y cuestionada en el trayecto de conformación del nuevo campo, sin
embargo significa uno los puntales más importantes en los estudios desde éstos abordajes, es
decir a pasar a un segundo plano a las estructuras (económicas, principalmente) como las
determinantes del mundo social, para asumirlas como un componente más de las relaciones
sociales a la par del arte, la política, la ciencia, -entre otras- pero ninguna de ellas entendida
como ente autónoma sino con profundo impacto sobre las otras.
La primera es la visión naturalista que se caracterizará por “el intento de descubrir la naturaleza
de la organización que es el complejo de estas relaciones”. Lo que tendría como consecuencia
natural la detección de las regularidades propias de tales interacciones “no serán descubiertos en
el arte, la producción, el comercio, la política, o la crianza de familias tratados como entidades
separadas, sino mediante el estudio de una organización general en un ejemplo particular”
(Hall, 2007,p. 61). La apuesta analítica entonces busca estudiar las relaciones entre éstos
elementos experimentados como totalidad, Hall llama a esta conjunción de elementos estructura
de sentimiento. Un aspecto de suma importancia que el naturalismo aportó a éstos estudio, es el
de desmontar la concepción de la Alta Cultura como la única posible por conocer/estudiar y
asume que todas las expresiones derivadas y construidas en un espacio social también
corresponden al estudio desde lo socio cultural, que significo la ampliación del espectro de
estudio en cuanto a significados y representaciones.
Ya no consiste en la suma de “lo mejor que ha sido pensado y dicho”, considerado como cúspide
de una civilización lograda, aquel ideal de perfección al que, en anteriores usos, todos aspiraban.
Hasta el arte, que en el anterior contexto tenía asignada una posición de privilegio, como piedra
de toque de los más altos valores de la civilización, ahora es redefinido sólo como una forma,
especial, de un proceso social general (Hall, 2007,p. 90)
Este elemento será de vital importancia ya que permite entrar con diferentes herramientas
analíticas a expresiones que tradicionalmente fueron pensadas como fuera de su contexto, pero
que a día de hoy son enfoques que prevalecen en visiones de corte cuantitativo; para la
investigación que se encuentra en el presente documento, asumir que el ejercicio científico y en
particular el de la vinculación social se encuentra permeado de tensiones objetivas, pero también
subjetivas- contextuales, es fundamental en tanto que permite entonces, conocer prácticas más
allá de su mera relación con las estructuras, para llevarla al estudio en sus dimensiones más
amplias.
Por su parte y siguiendo la ruta histórica que Hall traza, el estructuralismo irrumpe en el enfoque
de los estudios socioculturales tomando elementos de Althusser y Levi Strauss, Hall encuentra
una de las primeras diferencias conceptuales a partir del término ideología, que en el enfoque
naturalista es importante pero no central; para los estructuralistas gran parte de la articulación
cultura- sociedad está mediada por este elemento retomado principalmente desde el marxismo de
Gramschi. Para Levi- Strauss retomado por Hall (2007) la cultura es definida como “las
categorías y los marcos de referencia del pensamiento y el lenguaje a través de los cuales las
diversas sociedades hacen la clasificación de sus condiciones de existencia”.
Un punto de referencia importante para diferenciar estos enfoques es el de la experiencia, que
para los estructuralistas esta no podía ser, por definición, terreno vacío, “ya que uno sólo puede
vivir y experimentar las propias condiciones en y a través de las categorías, las clasificaciones y
los marcos de referencia de la cultura” por el contrario en el naturalismo la experiencia fue el
terreno en “donde se intersectan conciencia y condiciones”.
El problema entonces queda conformado en dos ideas que desde la Sociología de Pierre
Bourdieu es analizable, por un lado los elementos objetivos que se refieren a la relación de los
agentes con con las estructuras sociales en forma de hábitos y prácticas de vinculación
académica, y lo subjetivo que se encuentra en las interpretaciones simbólicas, internalización de
roles y formación de identidades individuales.
CAPITULO 2. Estado de la cuestión.
2.1 Comprensión Pública de la Ciencia y Estudios sobre ciencia, tecnología, y sociedad.
En este apartado se presenta el estado de la revisión bibliográfica en constante construcción a lo
largo del proceso de investigación, que tiene como fin identificar las diferentes líneas de
abordaje que que se han desarrollado para explicar el tema a través de la relación: Ciencia,
Tecnología y Sociedad con el énfasis en propuestas sobre el impacto social. El proceso de
revisión de textos se realizó a partir de varios textos contenidos en diferentes bases de datos y
bibliotecas como la Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y
Portugal –REDALYC 14-, Scientific Electronic Library Online -SCIELO15 -, la base de datos
EBSCO16 y los recursos institucionales de ITESO, Documentación en Ciencias de la
Comunicación -CC-DOC17 - –REI18 - así como textos físicos referidos por especialistas en el
tema; en particular a la Organización de Estados Iberoamericanos19 -OEI- ya sean textos propios
o derivados de las observaciones de este grupo de académicos. El cruce que se realizó en los
14 www.redalyc.org
15 www.scielo.org
16 www.ebscohost.com
17 ccdoc.iteso.mx
18 rei.iteso.mx
19 http://www.oei.es/index.php
diferentes recursos es a partir de las palabras clave: Ciencia, sociedad y socialización del
conocimiento, incorporándose después nociones sobre el trabajo en red y su diferencia con otras
formas de colaboración -por ejemplo los grupos de investigación o cuerpos académicos-; de
modo que los resultados que la conexión entre estos términos, es la base inicial en la búsqueda
de textos para el proyecto de investigación y en segundo lugar, los autores referidos que los
propios textos aluden.
Desde la revisión documental, se puede afirmar que la tarea que los agentes realizan como
divulgación está dentro de la categoría abarcadora de Comunicación Pública de la Ciencia, que
de acuerdo a la definición de Calvo Hernando (2003) es “cualquier sistema susceptible de ser
vehículo de comunicación científica para la gente común” y a su vez existen dos subcampos de
estudio acordes a la intención del presente proyecto, no necesariamente rivalizados y en todo
caso afines entre ellos para situar el tema de investigación dentro de los cuales se inserta el tema
del impacto social, por lo cual, en principio, fue necesario adentrarse en ambos enfoques a fin de
comprender sus propuestas; también fue necesario reconocer que el impacto social es parte de
una reflexión de orden ético sobre la relación ciencia sociedad, lo que sin duda dirigió los
esfuerzos de estas investigación.
Para abordar las temáticas referentes a la relación entre ciencia y sociedad -y en consecuencia el
impacto social-; estos subcampos son: la comprensión pública de la ciencia- CPC- y los estudios
sobre ciencia, tecnología y sociedad –CTS-. Cabe señalar que tales campos toman el referente
teórico del Programa Fuerte de la Sociología del Conocimiento iniciado por los autores
identificados con la llamada “Escuela de Edimburgo”, que en el apartado teórico se retomarán
desde la genealogía del trayecto teórico en la figura de Pierre Bourdieu a aquellas apuestas
teóricas a las que se refirieron en su tiempo quienes se adscribieron a esa corriente de
pensamiento.
Los dos subcampos de estudio –CPC y CTS- surgen a partir de mediados del siglo XX y en la
época posterior a la II Guerra Mundial y es en el marco de la Guerra Fría que comienza a notarse
la necesidad de mostrar al público no especialista los avances científicos con el afán de
contribuir al desarrollo social y se consolida en el Reino Unido a partir de los años ochenta ya
como campo formal, a través de una iniciativa patrocinada por la Royal Society de Londres para
que los científicos se dedicaran también a estudiar los aspectos sociales de las ciencias naturales.
“En un primer momento, y según el espíritu que imprimió la Royal Society, se quería que,
“además de la visión de los sociólogos sobre el quehacer científico, también los licenciados en
ciencias naturales se dedicaran a profundizar es estos aspectos” (Elías, 2012, p. 4)
A partir de estos esfuerzos es que comienza a pensarse en la necesidad de la socialización del
conocimiento, no sólo ya en la visión de transmisión de información sino de posibilitar la
aprehensión de temas científicos para la sociedad y como elemento necesario en la búsqueda del
desarrollo social. Como bien lo resumen (Villarroel, Valenzuela, Vergara, & Sepúlveda, 2013),
“el paradigma de la ciencia como elemento del desarrollo social se encuentra presente en
diversos autores como Feyerabend, (1992); Giddens, (1993); Ziman, (2003); Beck, (2002)”
quienes confirman la relevancia de la producción del conocimiento científico para la sociedad;
de acuerdo con estos autores “La ciencia como institución y el conocimiento científico como
producto forman parte integral de los fundamentos de la era moderna desde sus inicios y han ido
cobrando una relevancia social creciente desde entonces” (Villarroel, Valenzuela, Vergara, &
Sepúlveda, 2013), o al menos ese es el discurso que permea en la institucionalización de la
producción del conocimiento científico.
Para Villarroel y otros (2013) la forma de ilustrar que el tema de la relevancia social de la
Ciencia cobra cada vez más ascendencia en las políticas públicas se manifiesta en la importancia
que otorgan los Estados modernos, en especial los más desarrollados a recursos humanos y
económicos. La preeminencia social de este tema se manifiesta “Ya sea como sustento de la
formación académico-profesional y de la competitividad económica de los países, o como
criterio de base en los procesos de toma de decisiones en la gestión pública “(Villarroel, et al,
2013)
Paralela a esta afirmación, la relevancia social de la ciencia se expresa también, según Villarroel
(2013) en la importancia que han adquirido en los últimos sesenta años los sistemas terno-
científicos de los países, que se constituyen como organismos cuyo principal objetivo es
promover el desarrollo científico-tecnológico y la valoración social del mismo. Estos sistemas,
cada vez más sofisticados y complejos en su operación se han trasformado además en un
elemento constitutivo del capital simbólico de la Ciencia definido por Bourdieu en el libro El
oficio del científico.
El primero subcampo, la Comprensión Pública de la Ciencia -CPC- surge a partir del modelo de
intervención de déficit, en donde el público no especializado es concebido como carente de
ciertos conocimientos científicos que debería poseer. La determinación de lo que el público
necesita saber es externa –del campo científico y los medios principalmente-, y la comunicación
de la ciencia se concibe como la herramienta capaz de rellenar los vacíos cognitivos en temas
científicos. Existen algunos elementos clave en el estudio e intervención a partir de esta
disciplina; la divulgación de la ciencia –museos, ferias científicas, publicaciones, etc.- y el
periodismo científico, en periódicos impresos por lo general.
Existen cuatro modelos de acuerdo a Lewenstein (2003) que han emergido como cánones del
campo de la Comprensión Pública de la Ciencia. El primero es el modelo de déficit que tiene
como objetivo primordial el rellenar los espacios en blanco que el público no especializado
podría tener en materia científica y que ésta información sea aplicable a su vida diaria; el
siguiente modelo se refiere a atender el contexto en que se presenta la información y que de
alguna manera configura la aplicación práctica. El tercer modelo se refiere a una forma laica que
retoma el conocimiento y la apropiación tradicional en términos sociales. Por último, el modelo
de participación pública que entre otras cosas busca la apertura y diálogo de los científicos en su
papel de élite y la sociedad en general en búsqueda de aportar a dicha dinámica.
El modelo de déficit es la base por la que giran los otros tres y la importancia en la discusión
sobre la relevancia de la apropiación de contenidos por parte del público no especializado toma
ascendencia en cada uno, sin embargo es una visión vertical en donde el científico y el
divulgador juegan un papel de evangelizador y no existe la posibilidad de tomar en cuenta a la
sociedad, en aras de generar un modelo integral. Por su parte el modelo contextual parece notar
la falta de la visión del público no científico, sin embargo parece que al final es una estrategia de
marketing; más allá de un programa de apropiación social, puede decirse que este modelo fue
tomado en cuenta por los medios de comunicación masivos, en particular la televisión como
táctica publicitaria.
El tercer y cuarto modelo parecen intentos actualizados de salvar la distancia científicos-
sociedad, sin embargo la falencia que observo de los cuatro planteamientos es que en principio
no se preguntan tres cuestiones que tendrían que ser básicas: ¿Para qué la sociedad debe saber
de ciencia?, ¿Qué de la ciencia?, ¿Dónde buscarla?
Cabe hacer la aclaración que a pesar que el modelo de déficit opera como fundacional de este
enfoque, es una forma de intervención criticada y justo el campo se encuentra en pleno proceso
de reflexividad sobre la forma de abordar la problemática ciencia- sociedad. Ya desde autores
como Roqueplo (1983) se invita a asumir el rol político que tiene posicionarse en el papel de
divulgador, es decir reconocer que existe una relación entre saber y poder, pero que asumiendo
esas condiciones el divulgador sea capaz de generar mecanismos de democratización del
conocimiento.
Existen dos conceptos fundamentales en el ejercicio de la CPC; el primero es el de la tecno-
naturaleza que de alguna forma es un símil a una actitud que reconoce la apropiación del ser
humano de los saberes para dar paso a la tecno- estructura que se referirá a el conjunto o redes
de científicos y técnicos que se constituyen y autorreferencian.
Como bien menciona Roqueplo (1983), se debe abandonar la idea ilusoria del reparto de
conocimiento a partes iguales ya que si se pretende desarrollar una comunicación efectiva entre
ciencia y sociedad, partir de ese supuesto es como mínimo erróneo, es deseable reconocer que el
éxito de esa comunicación dependerá de cuestiones que escapan al divulgador, por ejemplo el
acceso a tecnologías y medios de información que posibilitarían la apropiación de los
conocimientos.
El papel del divulgador se convierte en un aspecto fundamental de la disciplina, desde la
perspectiva de Roqueplo, no se le puede exigir al científico que comunique sus resultados ya que
no es parte de su actividad diaria y el propio ejercicio científico se construye en otra dirección,
por lo cual un alguien que se posicione en el medio (periodistas científicos por lo general), son
deseables desde esta forma de concebir la CPC.
En Peters (2008) se encuentra otro tópico interesante a discutir; el rol de los públicos en la
discusión sobre Ciencia y Tecnología, es decir en su relación con la Sociedad a partir de sus
productos. De acuerdo con el autor, y desde la idea de la Ciencia Posnormal20 en donde las
problemáticas sociales actuales requieren de un trabajo colegiado y auto- regulatorio que se nutra
de los actores sociales afectados por algún tema específico. El papel del científico no se asume
por el hecho de serlo, sino que este es llevado un paso más allá al obligarle al diálogo con el
público.
Al otro costado de esta aseveración se encuentra lo que Peters (2008) denomina Explosión de la
participación, enmarcada en la emergencia del papel activo de la sociedad civil; para Peters
(2008), las características incluyen elementos como el involucramiento del ciudadano común,
evaluación, consultas, acceso a la información, etc. Estos elementos terminan por caracterizar lo
que se espera de la participación pública; aunque estas características puedan pensarse como un
tipo ideal, desde esta perspectiva se encuentran condiciones que dan a pensar que el diálogo entre
actores se está dando.
El ejercicio de poder se manifiesta en las reflexiones de quienes toman a la ciencia como objeto
de estudio en tanto la definición de lo que los científicos y los organismos encargados de la
promoción de la Ciencia más allá de los campos especializados entienden como Científico; por
su parte Jane (1998) habla de la existencia de documentos que dan cuenta de propuestas sobre
terminologías y saberes mínimos que quienes no se dediquen profesionalmente a la producción
de conocimiento deberían conocer; la preocupación del gobierno Norteamericano por dar a
conocer lo que sus científicos estaban produciendo, no surgió de un interés altruista, sino en la
competencia que la Guerra Fría generó para/con los soviéticos, de forma que apostándole al
20 La ciencia posnormal tiene un enfoque metodológico centrado en la calidad de la información y en las estrategias de resolución de problemas (Funtowicz & Ravetz, 2000)
conocimiento público se legitimarán las grandes cantidades de dinero que se invirtieron en la
producción desarrollo científico, idea que hasta nuestros días persiste no sólo en Estados Unidos
sino en la mayoría de los países que apuestan por el crecimiento económico a partir de la
inversión en Ciencia y Tecnología.
Como se mencionó, el periodismo científico es fundamental en la relación Ciencia- sociedad ,
Dunwoody (2008) da cuenta de ello reconociendo que a finales del siglo XIX comienza a existir
una emergencia e interés por parte de los científicos por socializar el conocimiento que
producían; sin embargo en los albores del siglo XX y por la dinámica de especialización de las
ciencias en general es que comienza a existir una separación entre la sociedad y los científicos en
cuanto al intercambio de información. De acuerdo al Dunwoody (2008), el hueco dejado por los
científicos es llenado por los periodistas quienes en principio tratan la información científica
como cualquier otro ámbito de información aunque paulatinamente se van especializado en
temáticas científicas de la mano de la propia lógica del periodismo, de esta forma, la información
que llega a los públicos es procesa diferente a como se produjo en la esfera del ejercicio
científico.
Dunwoody (2008) detecta que los contenidos por los que los periodistas se deciden a escribir y
por tanto divulgar tienen una aplicación práctica en la vida cotidiana, por lo que es más fácil
encontrar en los análisis a los medios notas sobre ingenierías o cuestiones biológicas pero
adaptadas a situaciones cotidianas, lo cual da luz para entender qué tipo de temáticas y
situaciones son las que mejor son comunicadas.
El segundo enfoque, estudios sobre ciencia, tecnología y sociedad –CTS- provienen del mismo
origen pero con matices puntuales en forma de abordaje; en los estudios de este tipo la
característica principal es la condición crítica de la imagen esencialista de la ciencia y tecnología,
asimismo, quienes se adscriben a esta forma de pensamiento provienen de disciplinas como la
filosofía, historia de la ciencia y la tecnología, sociología del conocimiento científica y la
economía del cambio técnico.
Una orientación clave en éstos estudios, es el cuestionamiento a la relación lineal entre Ciencia,
Tecnología y Sociedad, fórmula socialmente aceptada como el camino hacia el progreso de las
naciones, asumir tal relación lineal como lo deseable o lo común en el desarrollo evita pensar los
tres términos como categorías de análisis separadas, por ello, se propone decantar y cuestionar
cada uno a fin de reflexionar sobre la relación entre ellos. Puede afirmarse con certeza, que los
Estudios sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad han adoptado un papel crítico en aras de conocer
las consecuencias de la interacción de éstos tres elementos en la sociedad, cuestionado y
buscando situar cada término en espacio y tiempo con la finalidad de cuestionar la visión más
extendida sobre la importancia de la ciencia que versa sobre como el conocimiento adaptado por
las tecnologías genera artefactos útiles para la vida cotidiana y que se manifiestan en el
desarrollo social e individual de las personas, nombrado por estudiosos de este campo como la
visión escencialista.
La OEI (Organización de Estados Iberoamericanos, 2015) define al los estudios sobre ciencia
tecnología y sociedad como aquellos que “tratan de entender los aspectos sociales del fenómeno
científico-tecnológico, tanto en lo que respecta a sus condicionantes sociales como en lo que
atañe a sus consecuencias sociales y ambientales” y como menciona López Cerezo (1999) sus
comienzos se produjeron a partir de las lecturas hechas por este grupo de académicos del
programa fuerte de la sociología del conocimiento científico –SCC- que propusieron y
desarrollaron autores como Barry Barnes y David Bloor en la Universidad de Edimburgo durante
los años 70. éstos autores posicionan su pensamiento con respecto los productos científicos y su
relación con el público como “un conocimiento que ha asentado su posición mediante el
desarrollo y la consolidación de unas estrechas relaciones de interdependencia con las
instituciones sociales más importantes, en el campo de la tecnología, en la economía, en el
contexto militar, en el gobierno y en la esfera política”, pensamiento que permite situar la
actividad social de ciencia en su función social y a su vez reflexionar sobre el nivel de estima que
goza con el público no especializado. El planteamiento del programa fuerte puede ser entendido
como una extensión de la clásica sociología del conocimiento, y sobre la base de una lectura
radical de la obra de Thomas Kuhn, la SCC , apunta Barnes (1985) “presenta una imagen del
conocimiento científico del todo distinta e incompatible con la tradicional visión esencialista y
triunfalista de la ciencia”. Éstas lecturas, permitieron separar los conceptos y realizar la
genealogía del término a partir de su historia social.
Un elemento que López Cerezo (1999) menciona como eje en las discusiones desde este cobijo
es el de la controversia científica, la cual se refiere a “la flexibilidad interpretativa de la realidad
y los problemas abordados por el conocimiento científico, desvelando la importancia de los
procesos de interacción social en la constitución misma de esa realidad o en la solución de esos
problemas” (López Cerezo, 1999, pág. 2).
En la década de los sesenta, en particular en los últimos años -1968- suele ser reconocido como
el periodo en que se da el punto de quiebre en la aceptación de la lógica lineal de financiación-
desarrollo, es decir, aquella que dicta que la inversión en Ciencia y Tecnología tiene como
consecuencia casi natural, mejora en la calidad de vida de la población; de acuerdo a García
Palacios, y otros, (2001), en esa época comienzan a existir críticas y reflexiones con respecto al
papel determinante de la tecnología en las relaciones sociales y esa prevalencia también estaba
dejando de lado factores sociales al momento de las decisiones en inversión en Ciencia y
Tecnología, y es que se comienza a pensar en el papel intervencionista de la ciencia, dónde los
poderes públicos desarrollan y aplican una serie de instrumentos que permitan el seguimiento de
las actividades científicas no sólo en términos económicos sino también en su impacto a los
estratos sociales a los que se dirigen las diferentes políticas en forma de planes y productos,
aspecto que más adelante Gibbons (1994), (1997), denominará como el modo2 de producción de
conocimiento.
La ideas de estos dos campos de estudio coinciden con la afirmación de Barbero (2010; p.27)
que apunta que “la intervención de la política en la comunicación y la cultura no concierne
solamente a la gestión de unas instituciones o unos servicios, a la distribución de unos bienes o la
regulación de unas frecuencias, sino a la producción misma del sentido de lo social y sus modos
de reconocimiento entre los ciudadanos”, afirmación que podría decirse que ya se encuentra
permeada por éstos enfoques de aproximación, lo cual sería prueba de la amplitud del marco de
explicación.
De lo antes planteado, se decidió que el enfoque Ciencia Tecnología y Sociedad, es el más
apropiado para continuar la búsqueda de las respuestas a las preguntas que se plantearán; como
ya se mencionó, los términos que dan nombre al grupo de estudios, también pueden ser
considerados como términos que nombran un objeto de estudio: la relación entre ellos y en
consecuencia su impacto, razón que termina por sedimentar la elección de esta óptica; la
posibilidad de delinear un objeto de estudio más claro y conciso. Una vez que se decidió por
tomar las direcciones que el campo de CTS promueve, es necesario retomar la discusión sobre
las tres nociones que lo constituyen; para ello, resulta útil el estado del arte realizado por
miembros de la OEI en tanto la genealogía de éstos términos y las discusiones en torno a sus
relaciones. En principio, en el texto Ciencia, Tecnología y Sociedad: Una aproximación
conceptual (2001) se presenta una versión que considero suficiente en rigurosidad, pero sobre
todo claridad en el tema mencionado.
En principio y siguiendo el camino trazado por los autores del texto mencionado, se retoma la
noción de Ciencia para realizar la pregunta ¿Qué es la ciencia?, pregunta que asegura un proceso
reflexivo sobre una noción que en apariencia se encuentra lo suficientemente aceptada y
discutida; cómo se podrá ver en el apartado posterior sobre la idea que el público tiene de lo que
es la ciencia en México, existe la noción entre los encuestados, sobre lo importante que es lo que
se produce en el campo científico, así como el respeto que generan las profesiones con éstas
orientaciones así como las instituciones que se encargan de regular y promover la explicación del
mundo social y natural desde lo académico, sin embargo, a los encuestados no termina por
quedarles claro ¿qué es?. Como es de suponerse, no hay una sola definición sobre lo que
significa hacer ciencia ya que si bien suele reconocerse el auge del pensamiento griego como el
principio de las inferencias lógicas inductivas, después lo que es o no, depende de las disciplinas,
métodos y formas de explicación del mundo.
Para García Palacios et al (2001) existen tres definiciones claras: la primera relacionada con la
idea del método científico desde el pensamiento lógico, el cual se encuentra fuertemente influido
por las ideas filosóficas de los griegos, quienes se preocuparon por encontrar las esencias
fundamentales del mundo desde la reflexión, lo cual suponía que cualquier conocimiento que no
proviniera de semejante abstracción de pensamiento trascendental, no podría ser tomada como
tal. La actualización en el pensamiento moderno se encuentra en personajes como Francis Bacon,
con la diferencia, que este busca que el conocimiento le sea útil al hombre, en contraste con lo
propuesto por los filósofos clásicos buscando así la separación del pensamiento tradicional y el
especializado, lo cual, brindaría de certezas fuera del mundo metafísico a los fenómenos del
mundo social y natural.
De acuerdo a lo enunciado por García Palacios, aparece a la par la visión antagónica que si bien
respeta el empirismo propuesto por el método anterior, busca colocar la finalidad del
pensamiento científico fuera de las explicaciones esenciales para situarla en las causales, lo cual
a posteriori, será tierra fecunda para la creación de las disciplinas sociales. El cambio que hasta
la fecha permea parte del ejercicio científico, apuesta por el uso de la proposición de hipótesis y
su confirmación inductiva, en tal contexto Karl Popper propone no buscar la confirmación de
hipótesis, sino la falsación, de modo que en espíritu, lo que se busca es poner a prueba las
formulaciones previas con base a postulados y enunciados con secuencias lógicas y por lo
general ancladas a aparatos teóricos y metodológicos. Hasta este momento y del extracto de
reflexión que se retoma de García Palacios etal (2001), puede decirse que el punto común de las
dos orientaciones sobre la definición de la ciencia o lo científico, coincide en eliminar
explicaciones metafísicas y reemplazarlas por elementos relacionales observables, estudiables
y/o analizables en el mundo natural. Si se hace una revisión histórica paralela a lo expuesto, se
podrá notar que en esa época es que comienzan a aparece las sociedades de pares que se encargar
de luchar por el capital simbólico con las entidades religiosas. Puede concluirse entonces que; si
bien se reconoce que no todos los saberes son producidos en el campo científico, cada saber está
contenido en su propio campo social bajo sus parámetros y condiciones; para el caso del
conocimiento científico, los saberes o explicaciones con pretensiones de veracidad, denominados
como conocimiento científico, encuentran su diferencia con el conocimiento tradicional en la
validación legitimizada entre pares (o agentes), así como en la creación y mantenimiento de cada
campo disciplinar adscrito a una noción abarcadora como lo es la del campo científico; asimismo
el aprendizaje y transmisión de saberes no son únicamente herramientas de los científicos, sino
un elemento fundamental de las relaciones sociales y en el modo2 de producción de
conocimiento, el proceso de validación se alarga hacia instancias fuera del campo como se
explicará en párrafos posteriores.
A la par de la constitución de los sub campos y campo mencionados, se detectaron los
planteamientos teóricos más relevantes en el tema enmarcado en los estudios sobre sociología
del conocimiento; ya mencionados en párrafos anteriores, Feyerabend, Giddens, Beck, Latour,
Ziman, y Bourdieu.
En Paul Feyerabend en particular en el texto Tratado contra el método (1986), el académico
austriaco reconoce como característica fundamental en la actividad del científico su condición de
caótica e imprevisible, lo que la que la constituye como una forma de proceder definible como
anarquista; es decir, reivindica en los científicos irritaciones del mundo social, más allá del
propio campo y que influyen de forma determinante en los temas prioritarios y formas de
abordarlos; este planteamiento puede ser entendido también como una crítica a los
procedimientos de reproducción del conocimiento científico y a su posición hegemónica en las
sociedades contemporáneas. “La ciencia, posee una doble autoridad, por un lado autoridad
teórica, y por otra autoridad social” (2002, p47) Por lo que Feyerabend propone -entre otras
cosas- retomar reflexiones sobre el papel social de la ciencia en su relación con la sociedad en
que es producida, argumento que coincide con lo que la Sociología del Conocimiento comenzaba
a plantear; desmitifica el conocimiento científico para estudiarlo como práctica social, no mejor
ni peor sino un sistema de significados relacionados o con valor en referentes culturales
particulares; el fondo de ambas críticas parece dirigirse al esencialismo de la ciencia, es decir, en
disconformidad por quienes buscan leyes en el mundo natural y social, apelando a métodos
únicamente racionales para llegar a ellos, en Feyerabend se encuentra pues, la invitación a
explorar formas de construir y analizar el conocimiento, incluso fuera de los límites aparentes de
las disciplinas y con todo ello, abonando al progreso científico.
Anthony Giddens, en la propuesta teórica de la estructuración, apunta a nociones sobre cómo
entender el doble papel de la producción de conocimiento sobre las principales tareas de la teoría
social con relación a la sociedad; cabe apuntar que los intereses del autor inglés no son
precisamente sobre la Sociología de la Ciencia, pero los tópicos que se han señalados como a
tomar en cuenta sobre la función de la Sociología para con la sociedad retomados por el campo
de CTS es la posibilidad de habilitar el análisis de elementos objetivos (en consonancia con
apuntes de Bourdieu) que constituyen a los sistemas sociales que se encuentran ya
estructurados en su relación con los agentes sociales y cómo interpretan ciertos roles y que en
definitiva se objetivan en las prácticas sociales, se puede entender entonces, que para los
académicos de CTS pensar al científico como un sujeto estructurado y estructurante representa
un enfoque importe para el campo. Como afirma Dos Santos (2000), en la concepción de
Giddens, además de producir explicaciones abarcativas de la sociedad, una de las principales
tareas de la teoría social es:
Proveer concepciones de la naturaleza de la actividad social humana y del agente humano
que puedan ser puestas al servicio del trabajo empírico. La principal preocupación de la
teoría social es idéntica a la de las ciencias sociales en general: la elucidación de los procesos
concretos de la vida social
Continuando con la explicación que Dos Santos (2000) provee de la teoría de Giddens, se aborda
cómo es que Giddens analiza algunas investigaciones realizadas por estudiosos de diversas áreas,
buscando develar sus aspectos positivos y negativos para delinear, a través de un análisis
comparativo, los fundamentos teórico-analíticos que deben orientar las investigaciones de los
científicos sociales. Tales fundamentos sirven para que Giddens comienza a plantear la
necesidad de “establecer un amplio diálogo e interconexión entre las diversas ciencias sociales,
dado que la retracción de cada una de ellas a sus especialidades dificulta mucho (para no decir
que imposibilita) develar efectivamente los rasgos esenciales de las prácticas (re)productivas
individuales y colectivas de la vida humana”.(Dos Santos, 2000, p.23). Por lo cual se advierte
que para el autor inglés, los estudios sobre la ciencia disciplinar sin el mátiz social, son
insuficientes, dada la magnitud que los problemas sociales alcanzan, por lo cual quizá convenga
pensar en las formas que éstas interactúan a a partir de la transdisciplina.
Por el lado de las reflexiones de Ulrick Beck, este autor señala la condición del riesgo en las
sociedades tecno- científicas, sobre todo a partir de la tragedia de Chernobil. Beck argumenta
que, en la modernidad avanzada, la producción social de riqueza va acompañada
sistemáticamente por la producción social de riesgos, por lo cual desde esta perspectiva, de
acuerdo a Gutiérrez (2001) se afirma que en algunas ocasiones las situaciones sociales de peligro
están estrechamente vinculadas a la desigualdad de las situaciones de clase y de capas:
Las sociedades del riesgo hacen valer una lógica de reparto esencialmente diferente: los
riesgos de la modernización afectan más tarde o más temprano también a quienes los
producen o se benefician de ellos. Contienen un efecto bumerán que hace saltar por los aires
el esquema de clases.” (Beck, 1986: 29).
El sociólogo alemán detecta la necesidad de socializar el conocimiento en aras de reducir la
brecha social que produce la desigualdad en la repartición del conocimiento en sus diferentes
aristas; desde el momento en que el conocimiento científico se constituye como un factor
decisivo para la producción de bienestar, la distribución de este conocimiento se torna cada vez
más desigual. De acuerdo a Gutiérrez
En la actualidad, lo que distingue a los pobres de los ricos (sean personas o países) no es
solamente la inaccesibilidad a los bienes sino también al conocimiento. En el mundo de hoy
existen grandes masas de la población excluidas de la producción de conocimiento
científico-tecnológico, pero también de la apropiación de los beneficios producidos por la
ciencia y la tecnología.
Bruno Latour (1987) es uno de los exponentes más importantes con el trabajo Ciencia en acción,
que se presenta como un texto clave en el campo ya que, entre otras cosas, ahonda en los
orígenes de la teoría de la red de actores y su intento de superar las dicotomías del mundo
moderno -naturaleza/sociedad o sujeto/objeto- en el estudio de los condicionantes de la dinámica
del conocimiento científico. Cabe señalar que el propio Latour es uno de los pioneros en realizar
estudios antropológicos en laboratorios buscando entender cómo se produce el conocimiento
desde las entrañas. Los científicos según Latour no construyen realidades, ni son capaces de
encontrar problemas sociales que simplemente estén ahí, expectantes en el mundo social. Lo
que sí hacen es crear sistemas de referencias o representaciones “que permiten referirse a un
fenómeno generando un esquema descriptivo”(2001). Estas descripciones, consolidadas por su
interacción con otras representaciones es lo que permite la explicación de los fenómenos sociales
además de permitir esquemas futuros, este elemento es parte fundamental del campo de
operación de las disciplinas y lo que se advierte de la teoría Acción Red es la posibilidad de
incorporar al estudio de la producción científica actores más allá del interior de los campos; para
Latour un actor social es equiparable con uno tecnológico -por citar un ejemplo-, lo cuál
constituye una red de explicación del mundo tecno científico.
Hasta este punto, se han dado pinceladas de las diferentes aristas por el que el tema de la relación
ciencia- sociedad ha transitado, sin embargo, se puede afirmar que gran parte de los análisis
realizados a propósito de la Comunicación Pública de la Ciencia, se encuentran dispersos en
tanto objetos empíricos observables y por otro lado por la carencia de un marco de referencia que
permita ubicar y reflexionar con mayor amplitud el tema. Un punto complementario a
consideración del autor de esta investigación se encuentra en el texto de Michael Gibbons La
nueva producción del conocimiento. La dinámica de la ciencia en las sociedades
contemporáneas, quien reconoce el valor del conocimiento científico en las sociedades
modernas, así como de la socialización de saberes desde los académicos y plantea la posibilidad
de unión de la Academia y la sociedad a partir de un cambio de paradigma -inspirado en Thomas
Kuhn- con respecto a la forma en que los académicos se encuentran produciendo conocimiento a
partir de su relación con agentes hasta ahora externos en el modo tradicional o modo1 y que entre
otras cosas, incorpora el factor social como fundacional de éstas perspectivas. El factor social,
está manifiesto en las investigaciones hechas en el marco del modo2 de producción del
conocimiento en tanto que están caracterizadas por iniciarse en un contexto de aplicación
particular, por lo cuál los desarrollos salen de las disciplinas para formar campos temáticos con
el interés de resolver problemas específicos.
Gibbons plantea que el modo2 de producción de conocimiento no desplaza al modo1, y en todo
caso co-existe espacial y temporalmente, ya que la conformación de nuevos campos es a partir de
construcciones previas disciplinares y los académicos en principio actúan bajo esas premisas,
también es justo reconocer que no todo el ejercicio académico se ha transformado, sino que
responde a necesidades sociales específicas el cambio antes señalado.
Los autores hasta ahora señalados sirven para trazar el mapa de los estudios sobre la relación
ciencia sociedad y su responsabilidad social; tal trayecto permitió que los planteamientos de
Pierre Bourdieu y John Ziman, se entiendan como complementarios y como los más adecuados
además de los atributos de Michael Gibbons; esto es por las características de la concepción de
campos en el sociólogo francés suelen atribuirse al modo1 de producción de conocimiento, en
dónde la generación y principal salida del los productos científicos es al interior de las
disciplinas, en principio esta idea podría prestarse a una contradicción dado que el estudio de
redes de investigación pertenece al modo2 de conocimiento, sin embargo, si se recuperan los
conceptos hacia una noción abarcadora, el concepto de habitus sigue proveyendo explicaciones;
tal empresa de actualización se pretende realizar en el marco de lo que John Ziman y Michael
Gibbons señalan como ciencia poscadémica, caracterizada por aceptar irritaciones exteriores al
campo, pero que en esencia también constituyen un habitus de socialización de conocimiento.
En opinión del autor de esta investigación, las piezas que los enfoques expuestos aportan a los
estudios sobre la relación ciencia sociedad, permiten construir un marco analítico por el que es
posible estudiar este fenómeno desde una mirada más amplia, no olvidando que es parte de todo
un modelo de producción de conocimiento. Las características y atributos del modo2 se
explicitarán en el marco exploratorio con mayor detalle.
CAPÍTULO 3 Revisión del perfil del académico
Mexicano. Tres momentos de desarrollo
3.1 Campo Científico: el caso mexicano
En la historia previa de México como país, se pueden encontrar diversas manifestaciones de lo
que constituye hasta nuestros días, la conformación del campo académico más allá de sus
instituciones, es decir, el origen de las estructuras que estructuran; en el presente apartado se
busca partir de dos puntos para caracterizar el campo científico mexicano: el primero es el
ubicarlo como parte del proyecto de modernidad (en particular a partir de la Revolución
Industrial) consecuencia de las influencias como parte de imperio de la Nueva España y posterior
al México Independiente; el segundo, busca trazar esbozos a partir de lo denominado como
ciencia normal, lo que se persigue es puntualizar más que hacer un análisis historiográfico a fin
de encontrar puntos para el análisis posterior.
3.2 Ciencia y el proyecto de modernidad
De acuerdo a Enrique Dussel (1993), la modernidad en realidad se dividió en dos etapas “Un
primer concepto de la modernidad sería el eurocéntrico, provinciano, regional (…) los
acontecimientos históricos claves para la implantación del principio de la subjetividad (moderna)
son la Reforma, La Ilustración y la Revolución Francesa" (Dussell: 1993:45)." lo que describe el
autor argentino es entonces, un proceso histórico que se cumpliría en Europa como centro
principalmente en el siglo XVIII y lo que se vive en actualidad es la segunda modernidad que es
aquella que a partir de la tecnificación y especialización del mundo industrializado, inserta
formas de dominación diferentes a la del primer momento, caracterizadas sobre todo por la
coerción física; con ello, lo que se pretende argumentar es que la convivencia espacial y temporal
de los sujetos occidentales, pero también de los no-occidentales configura también las
experiencias del mundo moderno.
En la segunda modernidad es donde se viven lo procesos de independencia de las colonias
francesas, españolas y británicas principalmente; sin embargo, para el filósofo argentino el
proceso de des colonización no tendría que ser sólo geográfico, sino también en ideas, de modo
que se inaugure con ello el revisitamiento de la historia de los pueblos modernos para su re
colocación discursiva.
La des- colonización física del mundo moderno en el siglo XX produjo no sólo países
independientes y nuevos límites geográficos, des- colonización también comenzó a significar un
proyecto intelectual que busca reflexionar sobre las prácticas y efectos que se asocian con la
larga experiencia colonial; es decir, quienes comenzaron a adscribirse a esta corriente de
pensamiento buscaron dotar de una nueva reflexión histórica a los procesos que la modernidad
estaba teniendo sobre sus lugares de origen. A grandes rasgos, se caracterizó la critica pos
colonial por cuestionar la relevancia política, cultural, pero sobre todo moral del pensamiento
occidental europeo, poniendo especial atención en las prácticas discursivas que distintos actores
enuncian; para el caso de la presente investigación, especial atención al mundo intelectual y su
relación con el no-occidente.
De acuerdo a Santiago Castro-Gómez (2005), el proyecto de la ciencia moderna, pertenece a una
pretensión de gramática general que, entre otras cosas, pudiera nombrar los fenómenos sociales y
naturales desde una óptica neutra, las diferentes disciplinas científicas que con el periodo de
Ilustración en Francia vieron su florecimiento, partieron del supuesto fundamental de objetividad
para observar el mundo, por ello disciplinas como la Física se posicionan en un estatus particular
ya que ofrece la posibilidad de observar y descubrir al mundo en su esencia, sin el inconveniente
de condiciones contextuales que pudieran afectar la interpretación. La apuesta por un lenguaje de
esas características supondría entonces la posibilidad de diálogo y enseñanza universal, sin
embargo, una óptica como la de Castro-Gómez apunta a darle una visión diferente al punto cero
de observación científica, a ese punto, qué entre otras cosas perfila lo que Fernández (2008)
denomina como ilusión cientificista.
Desde las ciencias de lo social, apostar por la construcción de una física social que se proponía
encontrar los elementos fundamentales y más básicos, la esencia pues de la interacción social,
fue una idea que sirvió como punta de lanza en la consolidación de los campos académicos, no es
de extrañar que los primeros grandes trabajos tuvieran como característica el estudio de formas
básicas y primarias de interacción, el punto no es resaltar el fin, sino el espacio en que se
proponía realizar tal empresa, tales medios, por lo general, buscaron objetivar grupos en
automático asumidos como subalternos e iniciar el proceso de caracterización desde una visión,
la occidental, posicionando entonces ideas como: vida primitiva, natural, silvestre,
precolombinas, entre otras.
Como ejemplo, el trabajo de Emile Durkheim en Las formas elementales de la vida religiosa
(1968) quien en la introducción al texto señala como objetivo: “entender la naturaleza religiosa
del ser humano a partir del análisis de las concepciones religiosas más primitivas en las
diferentes sociedades alrededor del mundo” (Durkheim:1968: p14). Sobra decir que el texto
referido es una de las obras más importantes en la constitución de la Sociología como disciplina
y cuyo aporte metodológico también sirvió a otras como la antropología en su solidificación. El
ejemplo del pensador alemán es traído a colación por la intención de re situar el pensamiento, no
con ello descartando el importante aporte al campo de estudios. Con el fragmento del texto,
Durkheim propone encontrar elementos básicos y naturales en términos religiosos, en
poblaciones que aún no se encuentran contaminadas por el auge del industrialismo europeo, que
entre otras cosas, siguiendo a Durkheim, opacan éstas formas elementales de interacción. El
enfoque fue en su tiempo innovador y fue junto con Max Weber y Karl Marx quienes
establecieron los cimientos de la Sociología al introducir éstos elementos a la discusión
académica, lo que se pretende es que al insertar la óptica de lo pos colonial no se obvie la manera
en que se sitúa el observador y cómo es que éste enuncia sus hallazgos, situar pues, el origen de
la constitución del campo mexicano,
Continuando con el ejemplo Durkhemiano, si bien el abordaje metodológico significó todo un
inicio en perspectivas etnográficas, lo que quedó de lado, por no decir obviado, es el lugar de
enunciación del investigador; al asumir que los sujetos con quienes realizaría sus observaciones
pertenecen a un grado primitivo de interacciones sociales, en automático se asume que quien lee
y observa no pertenece a esa clasificación y ello rompe entonces con el mito de observación
desde lo neutro, ya que pareciera entonces, no tomarse en cuenta que la interacción se da en dos
sentidos y afecta a ambos por igual. Se debe reconocer por supuesto, que el texto del autor
francés fue escrito en el siglo XIX y no se pretende hace una crítica más de cien años después
desconociendo lo que sucedió en medio de todo ello sino ilustrar los elementos que los estudios
pos coloniales, en particular la visión de Castro-Gómez resaltan.
Dialogando con Agamben (2011) es que se puede dotar de la noción de dispositivo como una
red, en dónde el ejercicio científico no opera sólo en términos de rigurosidad científica o de
paradigmas propios del campo, sino en su relación con el establecimiento de legitimidad de la
noción occidental de nombrar al otro y que se manifiesta en diferentes ámbitos del mundo socio
cultural, poniendo en el centro la aparente neutralidad del punto cero de observación, pero que
con éstos elementos permite des objetivizar la producción de saberes y re situar los discursos
académicos.
En el ejercicio de poder vislumbrar el ejercicio de comunicación científica como dispositivo de
poder, en Castro-Gómez se realiza la pregunta en su texto La hybris del punto cero (2011). ¿Qué
tiene que ver la ciencia ilustrada de la lengua con la política ilustrada de la lengua? Y entre otras
cosas se responde en la idea que la expansión colonial de la Europa moderna supuso
necesariamente el diseño e imposición de una política imperial de lenguaje, pero no sólo un
lenguaje como el español en la primera fase de conquista o el inglés y francés en la siguiente; el
lenguaje científico es la apuesta más fuerte de homogenización de contenidos y visiones sobre el
mundo constreñidas a una visión occidental construyendo para sí una serie de elementos
construidos por comunidades de especialistas. Otra de las preguntas propuestas es ¿Puede ser
vista la ciencia como discurso colonialista?, la respuesta a priori es que sí, pero el tema de
reflexión en esta investigación no pretende acusar el carácter colonialista de las practicas
discursivas de las disciplinas científicas sino el recordar el tema del punto de enunciación y
producción del conocimiento que impacta directamente en las formas de comunicar ciencia, es
decir, dotarle de la orientación ideológica a la conformación del campo.
3.3 Ciencia Moderna en México: momentos Amateur, académico y profesional
Como se puede ilustrar en el texto de Ruy Pérez Tamayo Historia de la Ciencia en México
(2010), en México la introducción del pensamiento científico para estudiar los fenómenos que
ocurrían alrededor de los habitantes de aquella época; el territorio prehispánico ya contaba con
una larga data de observaciones con riguroso carácter científico en campos como la astronomía y
la botánica, la primera en particular por la nación maya y sus reconocidos científicos que
hicieron mediciones a partir de sus observaciones. En el campo de la botánica como menciona
Trabulse (2010) es quizá el campo que mayor repercusión causo al México colonial e
independiente gracias a los trabajos de algunos divulgadores de la época como Fray Bartolomé
de las Casas, quien se preocupó por conservar y aprovechar los conocimientos de los nativos
hacia en Nuevo Imperio.
El territorio previo al México Independiente denominado “Nueva España”, fue uno de los
principales benefactores de la hibridación cultural que supuso la conquista; ya que los
exploradores que llegaron al Nuevo Mundo encontraron en éstos territorios un lugar fértil para
sus exploraciones y comparaciones con elementos del Viejo Mundo; Trabulse (2010) afirma que
campos como la Geografía, Marítima y Biología se vieron beneficiados de tales cambios, al
momento de configurar los nuevos mapas y características de la Nueva España; por otro lado, la
explotación de recursos naturales propulsó disciplinas hasta entonces desconocidas en el nuevo
territorio y que significaron la punta de lanza económica de la colonia; en particular el campo de
la minería.
En México la historia de la ciencia y tecnología está de la mano con la minería, plata en
particular y los métodos para eficientar su extracción, asimismo en materia biológica por la
cantidad de especímenes de flora y fauna en obras como la de Humboldt.
La superioridad de las tecnologías modernas respecto de las antiguas, abría la posibilidad de
caracterizar la historia de la ciencia y la técnica como una marcha progresiva y ascendente,
estrechamente vinculada a la evolución de la humanidad Trabulse (2010)
A partir del pensamiento pos colonial la idea del progreso y evolución de la sociedad SE
relacionó con el avance de la técnica a partir de la ciencia; las observaciones en áreas de las
llamadas Ciencias Duras son las que prevalecen y son de las más reconocidas en la colonia; sin
embargo a la par de la consolidación del campo académico también comienzan a aparecer
medios tempranos de divulgación en este periodo; son destacables la Gaceta General y el Diario
de México. Asimismo divulgadores mencionados por Trabulse como: Bartolache, Alzate,
Guadalajara, Tello, Barquera, Barreda que tenían por intención “Transformar su realidad por
medio de las ciencias”
Puede afirmarse que la tradición científica de la ciencia mexicana se encuentra en la colonia a
partir del proceso de hibridación de saberes locales con los europeos, eso sí, en una relación
asimétrica ya que el pensamiento eurocentrista es lo que prevaleció en consonancia a lo que
sucedía en el resto del mundo. En este periodo no podría hablarse de un surgimiento de las
Ciencias Sociales como importantes (salvo quizá las económicas) ya que los precursores de
disciplinas como la Sociología aún no caracterizaban los límites de está y en particular en el
territorio mexicano las disciplinas teóricas vieron reducido su alcance al estar relacionadas a la
escolástica y la religión, los enfoques desde lo social son propios del México Independiente y de
los diferentes procesos para constituirse como nación.
Del origen de la Ciencia Moderna en México es que puede afirmarse que el campo mexicano a
pesar de lo peculiar de su combinación de saberes indígenas y españoles, fue fiel reflejo de las
ideas que prevalecían en la época, que es el pensar el desarrollo científico en su nivel práctico-
industrial más allá del reflexivo, ya que aquellas reflexiones de largo alcance le correspondían a
los ministros de la religión católica y su enseñanza en centros auspiciados por las diferentes
ordenes religiosas de la época.
Continuando con la línea de lo que se expone en el texto compilado por Pérez Tamayo realizan
la disección de la ciencia mexicana en el periodo posterior a la guerra de independencia, en él,
los autores señalan las características más importantes en el desarrollo de la ciencia mexicana; a
diferencia del periodo colonial, en donde se observa cierta continuidad en ideas y proyectos,
seguramente por ser parte de un periodo más o menos estable en cuanto al régimen que gobernó
durante casi tres siglos bajo la corona española, sin embargo, en el periodo posterior a la guerra
de independencia y previo a la Revolución Mexicana ya en el siglo XX, el país se encontraba en
plena conformación como país, y se señala cómo es que el papel de la ciencia y la educación son
fundamentales en la constitución de la identidad nacional, en el siglo XIX no puede hablarse de
la estabilidad de proyecto que se vivió en la colonia, cómo se recordará, tal periodo estuvo
caracterizado por las tensiones de poder entre grupos antagónicos en formas de gobierno,
filosofías y proyectos de crecimiento; pasando por monarquías, presidencias simultaneas e
ideologías contrarias, lo cual quedó evidenciado en los golpes de dirección que se observaron en
los distintos momentos de la constitución de la ciencia del México Independiente.
Ya en el siglo XIX era patente la idea de la ciencia y su utilidad mediante la creación de grupos
orientados a promover conocimientos útiles, los más destacados en Guadalajara, Ciudad Real y
México a la par de la popularización de la introducción de las imprentas en el país. El primer
volumen de este tipo para las Ciencias Sociales de acuerdo al Pérez Tamayo es la obra Economía
política en 1822 por José María Luis Mora, que fue un compendio que buscó acercar los temas
que se estaban discutiendo en ese rubro en Europa y acercarlos al contexto local. Por su parte,
Lucas Alamán, es de los intelectuales que comienzan a pensar en el paradigma de la educación
como principio de prosperidad del país, afirmando que sin educación no es posible la libertad
por lo que se comienza a luchar por la institucionalización de tales ideas filosóficas y es entonces
que los primeros liceos de enseñanza, aparecen en el país.
A partir de la consolidación del proyecto independentista a lo largo del siglo XIX y a la luz de
las disputas entre grupos políticos y a partir del paradigma positivista que en Europa introdujo
Augusto Comnte, en donde el conocimiento pasa a tener un lugar trascendente sobre las formas
religiosas de explicación del mundo, en esta lógica, para el francés “el conocimiento auténtico es
el conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación de las
hipótesis a través del método científico”, por lo que en México tal idea comienza a ser
importante y significa entonces la llave al progreso del país, pero ya a un nivel programático,
algo que quizá en las épocas anteriormente señaladas, quizá no quedó de manifiesto. De acuerdo
a lo que Pérez Tamayo refiere, es en el gobierno de Benito Juárez y en su posterior consolidación
con Porfirio Díaz, es que dicha corriente filosófica cobra fuerza como elemento fundamental
para el país. No es de extrañar entonces que bajo la tutela de Porfirio Díaz, el país gozó de cierto
grado de actualización en términos arquitectónicos, políticos, ideológicos y sobre todo científico-
tecnológicos más acordes a los europeos.
De la mano de intelectuales como Gabino Barreda, José Vasconcelos y Justo Sierra es que de
acuerdo la idea positivista de instrucción se instala en las diferentes esferas de la vida social del
país y como uno de los instrumentos para alcanzar consensos sobre el momento político de la
época; la labor en especial de Vaconcelos, traslada la idea del progreso del país anclado al
desarrollo científico en diferentes áreas, principalmente en la educación, en donde la Escuela
Nacional Preparatoria ve su nacimiento así como el fortalecimiento de instituciones autónomas
de enseñanza como la Universidad Nacional y algunas locales, todo ello, desde el entendimiento
que suponía un esfuerzo por modernizar la ciencia mexicana.
A lo largo del siglo XX es que la idea se consolida, y de parte institucional hay apoyos al
impulso de las disciplinas – sobre todo de Ciencias Duras- se encontraban a la vanguardia
mundial, sin embargo y a pesar de ya ser una realidad la institucionalización de tales prácticas, es
hasta 1971 que se decide crear el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología -aunque ya existían
instituciones de promoción y apoyo al desarrollo científico- con una visión y misión muy
similares a la actuales, esto es, la búsqueda “por el aprovechamiento de los recursos naturales y
sociales para el beneficio público”, (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 2016)
permitiendo con ello, aglutinar o al menos generar un impulso central a los esfuerzos de
investigación del país. El CONACyT no ha sido el único organismo de académicos en la historia
del país, ya que como se mencionó, varias ligas y sociedades civiles se preocuparon por agrupar
a los más destacados intelectuales con el fin altruista de un mejor país; sin embargo, la
particularidad del CONACyT es que dicho agrupamiento provenía ya desde el estado, en forma
de organismo, de políticas públicas, de programas y distintas clases de apoyo para los
académicos nacionales, siendo el más importante el Sistema Nacional de Investigadores -SNI-
creado en 1984 bajo la presidencia de Miguel de la Madrid y a iniciativa de Jesús Reyes Heroles,
Jorge Flores, Salvador Malo and José Sarukhán, quienes ante la situación de crisis en la época,
deciden crear un apoyo extraordinario a las labores de investigación de quienes profesionalmente
ya se dedicaban a la ciencia mexicana. Cabe señalar que dicho apoyo, fue pensado en inicio
como la solución del estado ante la constante fuga de cerebros, por ello es que una de las claves
fundacionales de tal proyecto fueron los incentivos económicos que apoyaran la estancia en el
país de dichos académicos.
Otra de las particularidades de dicho programa es que se encontraba -hasta la fecha- regulado y
evaluado por los propios académicos, siendo este uno de los pocos programas que no tienen
techo presupuestal, ya que la lógica de desarrollo científico = al desarrollo social permanece
intacta y consolidada por este tipo de programas, asimismo, podría decirse que esas dos fechas
(1971 y 1984) suponen la consolidación del momento profesional de la ciencia mexicana, ya
como forma de vida para quienes participaban de ella, pero también instrumentada en políticas
públicas más claras, programas de desarrollo específicos y orientaciones productivas más claras
que lo que la historia había marcado, quizá, por primera vez existe un periodo de cierta
estabilidad del campo científico a partir de la obtención de recursos económicos individuales y
colectivos, lo que supone, un nivel de autonomía que permite el desarrollo de las diferentes
temáticas y disciplinas hacia el final del siglo XX y principios del actual.
Capítulo 4 De la sociedad y los científicos.
A partir de los datos de la Encuesta Nacional sobre Percepción Pública de la Ciencia –ENPECyT
en adelante- es que se pueden encontrar una referencia clara sobre el estado que guarda la
relación Ciencia- Sociedad en México desde la visión de los agentes receptores. Este instrumento
ha sido aplicado por CONACyT desde 1997 y a partir de 2003 se lleva a cabo cada dos años con
apoyo del INEGI -la versión de 2011 es la más reciente y fue publicada en 2013- , el instrumento
de recolección de datos surge de un esfuerzo emanado del Simposio sobre Comprensión Pública
de la Ciencia y Tecnología realizado en 1996 en Tokio, Japón que entre otras cosas propuso
indagar sobre las actitudes públicas ante la ciencia y tecnología así como su comprensión por
parte del público no especializado.
La calificación que la población encuestada otorga a los científicos en términos de respetabilidad
es de 9 en una escala de 1 al 10, lo cual da a entender que existe una sensación más que aceptable
al ejercicio científico y los sujetos que la realizan; a su vez los científicos son considerados en un
nivel muy confiable en la escala de confianza que la encuesta contempla.
Gráfica 1.
Fuente: ENPECyT 2011 (CONACyT – INEGI)
Gráfica 2
Fuente: ENPECyT 2011 (CONACyT – INEGI)
El alejamiento que existe entre la población y los profesionales de la ciencia es atribuible a la
especialización de las disciplinas científicas21, ya que entre otras cosas, la excesiva polarización
en el lenguaje especializado con el no especializado produce desinterés. Como bien puede
observarse en los datos que la ENPECyT ofrece, una gran parte del público encuestado se
considera ajeno al ejercicio de construcción de conocimiento institucionalizado; además,
considera que la Ciencia y la Tecnología no tienen como objetivo la solución de problemas
sociales. En la pregunta sobre si se considera que la Ciencia erradicará la pobreza y hambruna
en el futuro 47.9% de los encuestados está en desacuerdo. No se busca que estos datos sirvan
para condenar la aparente desconexión entre ciencia- sociedad y se busque establecer forzados
juicios de valor; sino esbozar el estado actual como punto de partida de la investigación ya que el
campo científico y las diferentes formas de legitimación social, se encuentran como esferas
21 En consonancia con John Ziman
relacionadas pero no dialógicas en la Sociedad y la propuesta de establecer campos temáticos
supondría el punto medio de los costados.
John Ziman (1998) encuentra en la educación y el campo epistémico, el puente que subsana el
alejamiento de las prácticas científicas hacia la sociedad; para este autor, la desconexión no es
total y desde el campo educativo es deseable que los docentes e investigadores viren sus
objetivos hacia productos aplicados “incluso en campos tan abstractos como la economía, la
matemática, la química y la física teórica” (Ziman, 1998, p. 62). Del lado epistémico, es salvable
a partir del archivo22, es decir, requiere que los científicos faciliten el proceso de socialización
publicando los resultados de sus procesos de investigación de una forma rápida, completa y libre
(Ziman, 1998, p. 63).
Este elemento será parte de un apartado ético que la investigación le debe a la sociedad, que
tampoco significa una puerta de entrada hacia el campo científico, porque también ni siquiera es
la intención; la meta es que se pueda saber en qué medida el ejercicio científico afecta a la
sociedad en términos cualitativos, pero no que la segunda influya en la forma ni objetivos de
conocimiento.
La ENPECyT se aplicó en una muestra de 3200 viviendas en un periodo de 4 semanas que
consiste en un cuestionario que permite evaluar los conocimientos científicos y tecnológicos
básicos y de actualidad que tienen los individuos, sus actitudes ante los cambios derivados del
desarrollo de estos conocimientos, así como el perfil socio económico de los encuestados. Cabe
la aclaración que los encuestados son mayores de edad.
La metodología que se usó en esta encuesta se encuentra explicitada de la siguiente forma: “El
marco de muestreo que se empleó para la ENPECyT es el Marco Nacional de Viviendas 2002 de
22 O producto académico
INEGI, construido a partir de información cartográfica y demográfica que se obtuvo del XII
Censo General de Población y Vivienda 2000” (INEGI, 2007). La información recabada
pretende medir:
El conocimiento de las personas sobre conceptos básicos de ciencia y
tecnología, así como de planteamientos de procesos científicos y
tecnológicos.
El interés de la sociedad y su entendimiento por la ciencia y la tecnología.
Actitudes ante el avance científico y tecnológico.
La disposición social para apoyar el gasto gubernamental en ciencia y
tecnología.
Consumo de medios.
Conocimiento e imagen del CONACyT.
El perfil socio económico de las personas participantes y su relación con
los anteriores indicadores.
Cuadro 1: Distribución de la muestra
Fuente: ENEPECYT 2011
Los primeros datos que arroja la encuesta tienen que ver con el grado de conocimiento que las
personas encuestadas tienen con ciertos temas de interés público, que no necesariamente
responden únicamente a temas científicos, pero otorgan un panorama sobre el tipo de
información que la población muestreada consume y le interesa, así como los medios en que se
informan.
Resulta llamativo que los encuestados consideren que los temas de Deportes y Espectáculos
despierten más interés que los concernientes en Ciencia y Tecnología, que además coinciden en
la formas de apropiación de acceso a la información que los individuos tienen –por lo general la
televisión-En el aspecto complementario, la ENEPECYT aporta datos que acompañan a los
anteriores con datos sobre las motivaciones de quienes dijeron tener un Nulo interés en temas
relacionados con Nuevos inventos y tecnología y Nuevos descubrimientos científicos que
señalaron que el principal motivo es porque el No los entienden (37.0% ) En contraste, quienes
manifiestan interés por temas científicos tienen especial atención en tópicos Medio ambiente
(15.7%) como el más mencionado así como el que menos interés genera fue el de Astronomía y
viajes espaciales (5.4%).
Gráfica 3
Fuente: ENEPECYT 2011
Como complemento a los temas que generan interés al público encuestado, estos tópicos de
relevancia pueden explicarse a partir de las principales fuentes de información que los individuos
consideran; la televisión resulta ser el medio principal que proporciona información, pero
también en particular sobre la comunicación de información sobre desarrollos científicos. De
acuerdo a la opinión del 30.2% de los entrevistados es ese aparato en el que se condensa la
información relevante en términos de divulgación científica. Internet ocupa el segundo lugar
(27%) como fuente primaria de información entre los entrevistados.
Entre los medios caracterizados como menos importantes en cuanto a divulgación de
información científica los informantes posicionaron en primer lugar a las Revistas académicas
(29.9%), dato que quizá no sirva más que para mantener la idea que estas publicaciones son para
y por científicos. Lo que no queda claro en el cuestionario aplicado es ¿Qué entiende la
población encuestada por este tipo de publicaciones, es decir por Revista Científica? En segundo
lugar de las preferencias negativas está la Escuela/Universidad (22.9%) que podría estar
relacionado con la brecha en el acceso a la educación superior en México.
Gráfica 4
Fuente: ENEPECYT 2011
De acuerdo a los parámetros enunciados por la UNESCO (2005) como ideales hacia las
Sociedades del Conocimiento, el acceso a las tecnologías es un componente básico en el camino
hacia las sociedades del Conocimiento, conforme a la siguiente gráfica, es destacable que el
acceso a internet esté relacionado directamente con el nivel de instrucción escolar; se observa
que quienes cuentan con un nivel de instrucción básica les es más difícil el uso y acceso del
internet y por otro lado que los encuestados con Educación Superior son quienes tienen mayor
conocimiento sobre el uso de esta herramienta; tópicos como las brechas digitales y cognitivas
pueden ser ilustradas con este punto; para lograr el cometido que la UNESCO impulsa es
necesario articular políticas y programas que permitan el acceso a la educación a más personas,
de modo que sean capaces de aprender y aprehender información que a su alrededor se
encuentra.
Gráfica 5
Fuente: ENEPECYT 2011
La idea que el campo científico mexicano se encuentra en poco contacto con el público no
especializado se materializa en la siguiente gráfica -en consonancia con los datos de la gráfica 1-
ya que por un lado existe un sesgo en cuanto a la información científica que los encuestados
conocen pero a la vez 46.4% de las personas entrevistadas consideran al CONACyT como una
institución Muy confiable, es decir, existe reconocimiento social hacia el ejercicio científico a
pesar de no estar seguros del todo qué se hace en México y cómo las acciones que CONACyT
lleva a cabo repercuten desde la distribución de recursos públicos en diferentes programas.
Gráfica 6
Fuente: ENEPECYT 2011
Cabe destacar que para los encuestados, el Conocimiento Científico se refiere en su mayoría a las
disciplinas que provienen de las Ciencias Naturales, en la gráfica que refiere a la consideración
que los encuestados tienen a ciertas disciplinas se encuentra que las que la población en general
considera con grado Muy científico son la Medicina, las Matemáticas y la Física (52.0%, 41.4%
y 37.8% respectivamente) , asimismo las que se consideran Científicas están la Biología (56.6%)
y la Astronomía (49.2%). Del lado no científico resulta llamativo que la única Ciencia Social –
Economía- es considerada en este rubro con 22.1% a la par de pseudociencias como la
Astrología (horóscopos, tarot, etc.) 26.3%.
Gráfica 7
Fuente: ENEPECYT 2011
De acuerdo a lo propuesto por la UNESCO (2005) como las cuatro condiciones para alcanzar las
Sociedades del Conocimiento y en el cruce con lo que la ENEPECYT arroja, se puede hacer un
primer acercamiento sobre cuál es el estado que guarda ese transitar en México y que sirve como
base para entender el escenario en que se presenta el proyecto de investigación.
En la primera condición que se refiere a la “promoción del acceso libre y universal a la
información como dominio público con fines de promover la educación, la ciencia y la cultura”
(UNESCO, 2008), se observa que hay una desconexión entre lo que la sociedad entiende por
el ejercicio científico, la producción de conocimiento y los canales de divulgación científica,
por lo cual es necesaria la articulación de programas que promuevan un piso mínimo de
conceptos que permitan tener un consenso común sobre lo que es y lo que no la ciencia,
programas como las Redes temáticas CONACyT es un ejercicio para subsanar tal emergencia
El conocimiento no es entendido como un bien público común sino que para los encuestados
es un bien simbólico (capital simbólico) que pertenece en exclusiva a los profesionales del
conocimiento científico y que para el público no especializado, no le es fácil el acceso para
apropiar tal producción, de modo que tampoco existe aprovechamiento compartido del
conocimiento, sino una vez más, se observa el alejamiento entre éstos dos campos sociales y aún
no se puede afirmar que el conocimiento se establece como el punto nodal entre las prácticas y
valores que han de estar en la médula de las sociedades del conocimiento.
La idea que el conocimiento es una de las claves del desarrollo económico y que además
contribuye al desarrollo humano y la autonomía de los individuos es algo que en el contexto
mexicano se encuentra difuso y poco claro de cualificar ya que si bien hay esfuerzos para
vincular la sociedad y la ciencia, estos no parecen ser suficientes y es necesario que sean
instrumentados desde apoyos y proyectos en áreas problemáticas específicas.
CAPITULO 5
5.1 Marco teórico.
Partiendo de la idea que el proyecto de investigación es de carácter exploratorio, se habilita la
posibilidad de tomar elementos teóricos diversos a fin de construir una propuesta para analizar
cómo se construye el sentido público de las obras de divulgación en el marco del Programa
Redes CONACyT. En el apartado anterior se ha mención a los enfoques por el que el objeto
relación ciencia- sociedad es observado, sin embargo se reservaron elementos teóricos para un
apartado particular que provea de los instrumentos analíticos para contestar los cuestionamientos
de investigación; para ello se recurre a dos autores que se encargaron en delimitar elementos
objetivos y subjetivos en la estructura del campo científico y que permite conocer las tensiones y
juegos de poder al interior de un campo social, el campo científico; éstos autores son el francés
Pierre Bourdieu y el inglés John Ziman así como matices puntuales encontrados en Michael
Gibbons.
En principio, se piensa posible el uso de la visión estructuralista de Bourdieu porque esta fue
construida para buscar explicar aquellos fenómenos sociales ligados a los distintos ámbitos de
producción y consumo de bienes simbólicos, tal y como se enuncia en La construcción social del
gusto, ésta relación entre los ámbitos de producción y el consumo de ellos, parte de que es
observable en las prácticas en el marco de un campo social, definido en su estructura y reglas, de
modo que la forma de entender el entramado de relaciones sociales que supone el ejercicio
científico se refiere entre otras cosas a la institucionalización de producción de conocimiento en
forma de prácticas sociales que implican las condiciones constitutivas del capital simbólico de la
ciencia, definidas por Bourdieu en el libro El oficio del científico (2002):
El capital simbólico es un conjunto de propiedades distintivas que existen en y
mediante la percepción de agentes dotados de las categorías de percepción adecuados,
categorías que se adquieren especialmente a través de la experiencia de la estructura
de la distribución de ese capital en el interior del espacio social o de un microcosmos
social concreto, como el campo científico.
Siguiendo tal lógica, se piensa que el principal capital que se pone en juego en el campo social
de la ciencia es la autonomía, que le significa a quienes son parte de él, libertad de acción,
adhesiones y fuerzas de negociación con otros campos sociales. El campo, como se puntualiza en
La construcción social del gusto debe ser entendido como “un sistema de posiciones y de sus
relaciones objetivas, el campo, en sentido general, asume también una existencia temporal, lo
que implica introducir la dimensión histórica en el modo de pensamiento relacional y con ello
tomar distancias respecto de la tradición estructuralista y conformar una perspectiva analítica
auto definida como “estructuralismo constructivista”, (CITA) por lo cual, al buscar un análisis en
tales parámetros, situar el objeto históricamente es necesario para rastrear cómo es que se ha
construido.
Es pertinente recordar, para los fines contextuales que se mencionan, que el proyecto de
modernidad impulsado a partir de la ilustración europea está estrechamente relacionado con el
aprendizaje y transmisión de saberes como parte esencial del programa económico de cada país;
de acuerdo a la definición de la primer modernidad de Enrique Dussell (1993) “los
acontecimientos históricos claves para la implantación del principio de la subjetividad (moderna)
son la Reforma, La Ilustración y la Revolución Francesa", todos ellos relacionados directamente
con el establecimiento de una idea sobre la producción de conocimientos; en dicho proyecto, el
establecimiento de una ciencia moderna o académica como Thomas Kuhn (2004) le llama, es
fundamental para el desarrollo de las naciones y entonces es que la ecuación inversión+
desarrollo científico = a desarrollo social, comienza a instalarse como paradigma de lo válido, lo
deseable, al punto de ser una idea poco cuestionada por gobiernos y sociedad no especializada; a
día de hoy, pensar en no invertir o los recortes presupuestales cada vez más frecuentes en los
organismos científicos, son condenados socialmente a través de los medios masivos de
comunicación, aludiendo a que esto -entre otras cosas- representa un atentado directo al
crecimiento y bienestar de un país.
La propuesta teórica de Pierre Bourdieu proviene del constructivismo- estructuralismo
(enunciado por el propio Bourdieu y rescatado por Giménez, 2002) y puede ser entendida como
la búsqueda de mediación de dos grandes bloques de ideas. El primero referirá la adscripción a
las ideas de la Sociología del Conocimiento propuesta por autores principalmente a la Escuela de
Edimburgo, en Escocia, quienes en términos generales, proponen pensar las acciones de los
científicos como acciones sociales. A partir de los esbozos teóricos enunciados en apartados
anteriores es necesario ahondar en cómo se ha construido el trayecto analíticos de tales
propuestas, buscando trazar la genealogía de los estudios CTS con Bourdieu como punto de
partida.
La obra de Thomas Kuhn es un elemento articulador de la Sociología del Conocimiento a partir
de la publicación del libro La estructura de las revoluciones científicas (1962), en donde se
propone la noción de paradigma como un tipo de ideal (a la forma weberiana), un paradigma
funciona como faro conductor de las disciplinas científicas.
Este modelo propone que en la historia de la construcción del conocimiento científico, las
disciplinas científicas son reconocibles desde sus principios fundacionales: los paradigmas, que
funcionan como elementos que articulan la orientación metodológica pero también de trayectoria
social del conocimiento científico. “Considero a éstos como realizaciones científicas
universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y
soluciones a una comunidad científica”.Kuhn (2004;p13). El cambio o transformación de
paradigmas se da cada cierto tiempo a partir de cismas y rupturas que significan a la disciplina el
proceso de reflexividad que el programa fuerte de la Sociología de la Ciencia en conceptos de
David Bloor (1998) propone. La noción de paradigma en Kuhn no sólo atañe a reflexiones
etimológicas o teóricas de la producción de saberes sino que también se relaciona con las formas
de producir y comunicar el conocimiento, aspecto que en Bourdieu se refleja en el concepto de
habitus.
Bloor (1998) y Barry Barnes (1985), postulan las cuatro condiciones para el estudio de la
producción social del conocimiento, que son: causalidad, imparcialidad, simetría y reflexividad.
En la obra de Bourdieu, éstos elementos están latentes a pesar de no ser mencionados de forma
explícita. El principio de causalidad, que se refiere a las condiciones sociales en que se produce
el conocimiento, refiere directamente a la intención de los autores por revisar qué de lo social se
encuentra en la producción académica. La imparcialidad en el análisis sociológico busca estudiar
por igual a los principios científicos identificando los falsos y verdaderos por igual. El principio
simétrico es nodal en el entendimiento de este enfoque, la simetría en el análisis de la
construcción social del conocimiento propone que el mismo tipo de explicaciones funciona para
las asunciones falsas y las verdaderas. En la propuesta constructivista, este elemento es el que
más polémica ha causado en las Ciencias Naturales, ya que causa cierta incomodidad que los
productos de éstas disciplinas se vean igual de influidas por lo social que las ciencias blandas.
Por último, el tema reflexivo trazado desde Kuhn, es quizá el que queda al frente de las ideas del
constructivismo, en tanto que la propia Sociología debe poder aplicársele éstos elementos de
critica.
El segundo gran bloque que aquí se considera, se divide a su vez en dos y es el que emana de las
tradiciones clásicas de la Sociología. El constructivismo que Bourdieu propone tiene la intención
de reconciliación o mediación entre posturas en apariencia polares por medio del concepto
habitus. Por un lado, se asume con la ascendencia del pensamiento de Emile Durkheim (2001) en
tanto tratar a los hechos sociales como cosas, en consonancia a los supuestos de la Sociología del
Conocimiento, aspecto que a lo largo de su teoría queda de manifiesto e incluso es llevado más
allá para proponer cómo se estudia la producción social de sentido a partir de la idea de los
campos. Desde ésta proposición, lo que se toma para el estudio constructivista, es el empirismo
que permite generar observables de investigación verificables por el método científico, en el caso
de la Sociología del Conocimiento, a partir de los postulados de Robert Merton en 1973.
En el otro costado de la ecuación, se encuentra la corriente propuesta por Max Weber y las ideas
sobre las acciones referidas a otros, no sólo individuos sino con referencia a valores, objetivos,
etc. En Economía y Sociedad (1977) Max Weber propuso una Sociología de la interpretación, es
decir, una ciencia de lo social que se encargara de interpretar la acción social, entendida como
cada acción que tenga un sentido para quienes la realizan, en el caso del ejercicio académico
éstos podrían ser los propios científicos, afectando la conducta de otros.
Éstos elementos se ven reflejados en el constructivismo en la idea de legitimación en los campos
que Bourdieu introduce en sus estudios, ya que lo que se propone como idea fundamental, es que
el valor de las proposiciones científicas no se encuentra en los contenidos (a pesar de la
rigurosidad del método de extracción de datos o el análisis al que sean sometidos), sino que la
comunidad académica juega un papel fundamental en el proceso de validación de conocimiento,
es decir en la consecución del capital simbólico como bien se explica en El oficio del científico
(2002)
Las dos perspectivas mencionadas, son reconocidas en el proceso de instrucción a la Sociología,
sino como rivales, al menos con un componente antagónico, de ahí que la importancia de esta
propuesta por reconciliar éstas visiones desde la revisión de elementos que de acuerdo a éstos
autores no es contraria ni incompatible.
Con la pretensión del rescate y revisión de los fundadores de la disciplina, el pensamiento de
Karl Marx también influye en la manera en que el constructivista piensa la realidad en su símil
con la conciencia Marxista; ambas determinadas por el lugar social del sujeto y relacionadas a su
actividad humana. El pensamiento Marxista no podría tomarse como antecedente o como
fundamento del constructivismo, pero sin duda, ejerce su influencia desde esta postura que
considero, es política.
Para Bourdieu (2002), la realidad logra su establecimiento en la sociedad (y en consecuencia en
lo individuos) mediante un proceso dialógico entre elementos objetivos y subjetivos. Los
elementos objetivos son observables en forma de hábitos, prácticas, relaciones y estructuras
sociales: lo subjetivo se encuentra en las interpretaciones simbólicas, internalización de roles y
formación de identidades individuales. La forma de entender la realidad, entonces, es la síntesis
de estos elementos en y para el individuo a través del conocimiento, esta síntesis, es llamada
habitus. La síntesis de estos elementos de la realidad social está delineada por la conjunción de
relaciones de fuerza históricamente estructuradas, por un lado; y por un conjunto de relaciones
de sentido que configuran el plano de la reproducción social de la dominación, por el otro.
Estructura estructurante, que organiza las prácticas y la percepción de las prácticas [...]
es también estructura estructurada: el principio del mundo social es a su vez producto
de la incorporación de la división de clases sociales. [...] Sistema de esquemas
generadores de prácticas que expresa de forma sistémica la necesidad y las libertades
inherentes a la condición de clase y la diferencia constitutiva de la posición, el habitus
aprehende las diferencias de condición, que retiene bajo la forma de diferencias entre
unas prácticas enclasadas y enclasantes (como productos del habitus), según unos
principios de diferenciación que, al ser a su vez producto de estas diferencias, son
objetivamente atribuidos a éstas y tienden por consiguiente a percibirlas como
naturales (2002; p.170-171).
El objetivismo y el subjetivismo son reconocidos como un par de estadios analíticos en donde el
primero, refiere a la instancia en la que el investigador reconstruye la estructura de relaciones
externas e independientes de la conciencia y la voluntad de los agentes; y el segundo, al intento
por captar las representaciones y vivencias de los protagonistas de las prácticas.
Partiendo de la premisa que afirma que la realidad se construye socialmente, para el autor
francés, la Sociología del Conocimiento es la que deberá hacerse cargo de analizar los procesos
por los cuales se produce. En este punto, es pertinente reconocer que los intercambios entre las
nociones objetivas y las subjetivas, son analizadas en el marco del concepto de campos sociales:
Los campos sociales son espacios de juego relativamente autónomos: son campos de
fuerzas pero también campos de luchas para transformar o conservar estos campos de
fuerzas. Sólo pueden funcionar con los agentes que invierten en él, en los diferentes
significados del término, que se juegan en él sus recursos (capitales), en pugna por
ganar, contribuyendo así, por su propio antagonismo, a la conservación de su
estructura o, en condiciones determinadas, a su transformación que se refiere a los
lugares/momentos específicos en los que se articulan las relaciones ya sea de orden
económico, político, etc. (todas ellas simbólicas), que posicionan a los agentes que
participan, voluntaria o involuntariamente, de una red de juegos configurada por
intereses particulares, determinados por la división del trabajo y las posiciones de
clase que generan, condiciones de exclusión-reciprocidad, que abren nuevas
contradicciones en el campo específico de mediación y, finalmente, en la estructura
social. (Bourdieu, 2002, p.123)
Quienes realizan las operaciones al interior del campo social son llamados por Bourdieu como
agentes¸ cabe señalar que a pesar que una de las premisas fundamentales del constructivismo se
refiere a que lo social determina o influye de manera sustancial en el comportamiento del
individuo en sociedad, con el concepto de Bourdieu se concede la posibilidad de apropiación y
manejo de las reglas del campo en favor de la consecución del capital simbólico, esta capacidad,
es llamada, agencia.
El capital simbólico que se ha mencionado en párrafos anteriores, es el premio en la lucha entre
agentes al interior del campo social; con la analogía de la lucha o el juego, se propone que para el
establecimiento y manutención del campo, es necesario el algo que funcione como recompensa
en la búsqueda de posiciones; el capital entonces es definido por Bourdieu (2002) como aquel
valor que sólo es eficaz en un campo social determinado, es entendido a modo de arma pero
también como articulador de la batalla; permite a los agentes disponer de influencia en el campo.
El capital económico, político y cultural, y el capital simbólico brindan a sus agentes, poder,
prestigio, estatus etc.
Todos esos capitales, son transformables en capital económico, y viceversa, por ende, es
relevante estudiar en cada caso qué estrategias son conformadas por los agentes. Un elemento
importante en el proyecto aquí presentado se refiere a las estrategias de los científicos en el
campo de la comunicación científica, por ello es necesario considerar que las estrategias se
refieren a los elementos enunciados en La distinción (2002): La posición, distribución de capital
específico y la percepción que tengan dentro del campo.
En Pierre Bourdieu se busca también ahondar en la idea de las prácticas sociales de
Comunicación del campo interdiciplinares o temáticos; para el francés, el ejercicio científico es
entendido como el campo social en que existe un espacio de posiciones y tomas de decisión. “La
ciencia se propone establecer el estado del mundo y, al mismo tiempo, las tendencias inmanentes
de ese mundo, el futuro probable de ese mundo, lo que no puede suceder (lo imposible) o lo que
tiene algunas posibilidades, más o menos considerables, de suceder (lo probable)” (Bourdieu,
2001, p.107). A partir de esta idea, la ciencia como campo social se autorregula y genera sus
propias condiciones permitiendo a los científicos un código común de acuerdo a su disciplina de
adscripción y este código como el elemento mediador denominado capital simbólico del que
dispone la ciencia que permite la preservación del campo y su diferenciación con la producción
tradicional de conocimientos, lo que en definitiva significa su solidez hacia el interior, pero
también con respecto al público no científico.
Los elementos entonces que se retoman en Bourdieu quedarían representados de la siguiente
forma:
PRÁCTICAS SOCIALES= CAMPO + CAPITAL
HABITUS
Por su parte John Ziman en un enfoque orgánico, llamado enfoque naturalista por el propio
autor; desde este se afirma que “la ciencia aparece como un -modo de producción de
conocimiento- cuya singularidad reside en que sus normas sociales son inseparables de sus
normas epistémicas a las que los filósofos llaman principios regulativos” (Ziman, 2003). De
acuerdo con (Otero, 2010) Ziman establece esta definición para poder constituir un modo
comparativo aludiendo tres formas de entendimiento que tradicionalmente se han utilizado para
comprender el campo científico, estos tres modelos son cercanos a los paradigmas fundacionales
en las Ciencias:
Las tesis positivistas, al que denomina la Leyenda
Un segundo modelo, que considera más ajustado a la realidad, al que
denomina Modelo de la Ciencia Académica
Un tercer modelo al que denomina Modelo de la Ciencia Post-académica y
que considera como un modelo emergente de cientificidad.
Desde la perspectiva positivista que Ziman enuncia, la ciencia pierde en historicismo, desde esta
visión, el conocimiento científico es entendido como una visión válida creada por el hombre para
entender el mundo, en particular el mundo social, pero también le dota de un elemento de
reflexividad importante:
El conocimiento científico no es una meta-narración universal a partir de la cual se
podría esperar poder deducir, a la larga, una respuesta fiable a cualquier cuestión
significativa sobre el mundo. No es objetivo, sino reflexivo: la interacción entre quien
conoce y lo que se conoce es un elemento esencial del conocimiento. Y como
cualquier otro producto humano, no está libre de valores, sino que los intereses
sociales lo impregnan. (Ziman; 1981; p.328)
Ziman reconoce en la ciencia académica un escenario de prácticas sociales, “La relación entre
las normas que regulan el ethos de los científicos y los principios que sustentan sus propias
creencias” (Otero, 2010, pág. 5). En este punto cabe aclarar que el modelo de Ziman proviene de
las llamadas normas mertonianas que son una serie de condiciones que Robert Merton enunció
en 1942 y que se refieren al conjunto de valores culturales y costumbres que gobiernan las
actividades científicas, es decir, no a su actividad epistemológica ni metodológica, sino en su
función de práctica social. Ziman resalta que la principal virtud de estas normas – y de ahí por
qué tomarlas como base para su propuesta de entendimiento- es porque enfatizan prácticas y
principios que impactan directamente sobre los individuos y se distinguen genuinamente de la
ciencia y otras profesiones.
A partir de esta base, el pensamiento de Ziman se relaciona con el objeto de esta investigación a
partir de la afirmación que enuncia que las prácticas sociales que la ciencia logra articular, se
convierten a su vez en un poderoso mecanismo social (Ziman, 2003, p.61). En un primer
momento y en consonancia a Bourdieu, Ziman piensa que la fortaleza de la estructura de este
sistema, les provee de una sensación de libertad o autonomía a los científicos para el ejercicio de
su profesión, para la búsqueda de sus objetos de estudio y su construcción de entendimiento. Al
igual que Bourdieu, Ziman considerará que el campo científico no se encuentra en contacto
directo con la sociedad; pero a diferencia de éste, hay probabilidad de contacto cuando la ciencia
afecta la práctica, es decir, si bien ambos autores plantean que de inicio, el ejercicio científico
florece al exterior de los factores sociales que le rodean, Ziman piensa que existe una relación en
algún punto del proceso de construcción de conocimiento, la pregunta subyacente entonces es el
¿cómo?; es decir ¿Cómo investigar la relación de los sujetos y objetos de estudio de la ciencia
como campo?- y a la sociedad a la que en apariencia en algún momento tendría que rendirle
cuentas.
La respuesta que brinda Ziman, es a partir de la caracterización de lo que es la Ciencia Post-
Académica, que tiene por singularidad el romper con la ciencia tradicional o académica para
planear la construcción de conocimiento con otros actores fuera del campo, incluye también
temáticas interdisciplinares y acaso se hace un esbozo de acercamiento con la iniciativa privada.
Ziman (2003), planteamiento que después de desarrollado a profundidad por Michael Gibbons,
Para Bourdieu y Ziman los científicos son un grupo de individuos relacionados entre ellos sólo a
partir de un interés común que es campo disciplinar sin embargo, ser actor también significa
convertirse en mediación de modo que los científicos no sólo son actores del campo científico
que se relacionan con lo social a partir de una mediación desconocida, sino que ellos mismos son
actor y mediación, por lo cual son productores y producto de conocimiento que desde la lógica
del programa Redes Temáticas CONACyT será socialmente relevante en la resolución de
problemáticas.
5.2 Marco exploratorio: Ciencia poscadémica desde la propuesta de
campos de Bourdieu
El modelo de hacer ciencia en que se insertan las redes temáticas de investigación se encuentra
denominado como el modo2 de producción de conocimiento o la también llamada, ciencia
poscadémica, que se caracteriza por la búsqueda de relacionar elementos de la ciencia académica
o normal como lo define Ziman (1998) y Gibbons (2007), con las problemáticas sociales
focalizados tomando en cuenta actores fuera del campo científico, como por ejemplo,
empresarios que patrocinan investigaciones o el propio estado no sólo en su función de
regulador. La propuesta de un modelo de análisis exploratorio, que involucre la noción de campo
social en Bourdieu y la noción de Ciencia Post-académica supone, brindaría respuestas al tema
de la relación Ciencia- Sociedad y su relación con la resolución de problemáticas sociales.
En Jiménez y Ramos (2009) se encuentran sintetizados los elementos por las que la Ciencia Post-
académica o modo 2 se caracteriza con referencia a la Ciencia Académica o modo 1.
Fuente: Gibbons (1994) en Jiménez y Ramos (2009)
La relación entre ciencia y sociedad es abordada en este proyecto desde un diálogo entre la idea
de campos de Bourdieu y la ciencia Post Académica de John Ziman. Bourdieu es quien
argumenta que los autores –científicos- no se conectan de modo directo a la sociedad, ni siquiera
a su clase social de origen, sino a través de la estructura de un campo intelectual, que funciona
como mediador entre el autor y público no especializado. “Una de las propiedades paradójicas es
que los campos muy autónomos, como la ciencia o la poesía, tienden a tener como único vínculo
con el mundo social las condiciones sociales que aseguran su autonomía respecto ese mundo”
(Bourdieu; 2010, p.35), de lo cual podría desprenderse que de origen, la ciencia o mejor dicho, el
campo científico, no contempla en realidad la socialización del conocimiento como parte
intrínseca de sus modos de producción y legitimación, por lo que la apuesta por redes temáticas o
campos temáticos supondrían una ruptura o cambio, de las estructuras objetivas del campo
social de la ciencia.
En el texto, La nueva producción de conocimiento, el investigador inglés, Michael Gibbons
expone las características de lo que él considera es, una nueva forma de hacer ciencia, los
parámetros a los que Gibbons se refiere no son condiciones ideales o premoniciones de lo que
podría pasar, sino que una de las tesis que sostiene es que éstos son atributos que ya se
encuentran en las formas de producción conocimiento; atributos que el autor encuentra en una
amplia variedad de actividades científicas y académicas y que persisten a través del tiempo; por
lo cual es posible argumentar que se encuentra ante un nuevo paradigma en términos de
producción de conocimiento. Gibbons señala que sus afirmaciones no son una valoración sobre
si el modo anterior es mejor o peor, sino lo que busca es describir a partir de la ciencia de
frontera, es decir la que se construye fuera de las disciplinas para constituir temáticas abordables
por diferentes enfoques.
La tendencias que el autor señala en este texto no son individuales, por ejemplo, una
característica del nuevo modo de producción o modo2 como se le llama a lo largo del texto, es lo
heterogénea que resulta ser la composición de investigadores, temas y abordajes, pero la
heterogeneidad por sí misma no constituye una forma diferente de hacer ciencia, sino en su
combinación e interacción con los otros elementos que plantea Gibbons, los cuáles son: la
transdisciplinariedad en la construcción de conocimiento; el conocimiento se lleva a cabo en un
contexto de aplicación particular y no únicamente al interior de las disciplinas; es heterárquico y
transitorio, es decir, los procesos de investigación no responden a la estructura tradicional
disciplinar, sino que el liderazgo cambia de acuerdo al momento en que se encuentre la
investigación, asimismo, el conocimiento producido, no busca abonar al crecimiento y
mantenimiento de una disciplina -pensemos por ejemplo en la Comunicación, Sociología, Física
o la Biología- sino que construye desde las fronteras, en la resolución de problemáticas que
responden a intereses sociales más allá de los bordes disciplinares; de ahí que temas como los
medioambientales o de género hayan cobrado tal relevancia en el cobijo de esta forma de
producción. Por último, el control de calidad, en el modo2 es más responsable socialmente y
reflexivo, incluye un conjunto de practicantes cada vez más amplia, temporal y heterogéneo, que
colaboran sobre un problema definido dentro de un contexto específico y organizado (p14), de
modo que la validación no sólo se da al interior de las disciplinas -entre pares- sino que hay otros
actores que influyen en la prevalencia de temas y sus posteriores productos de aplicación.
En este marco es que las redes de investigación se generan; a partir de las disciplinas existentes
pero en la ampliación de sus objetivos comunes, lo cual supone -entre otras cosas- nuevas formas
de comunicación y de creación de lenguajes comunes entre investigadores de otras áreas y con la
sociedad informada que han pasado de ser legos a sujetos informados, interesados en las
herramientas que los académicos puedan proveerles en la resolución de problemáticas sociales
focalizadas.
Uno de los supuestos por los que esta investigación transita es que el modo2 de producción de
conocimiento es estudiable desde las ideas de Pierre Bourdieu y desde el tema de la vinculación
social o de la noción de conocimiento socialmente distribuido de los autores que hablan sobre la
ciencia pos académica, es que se busca dotar de un marco de interpretación para responder cómo
es que se da el impacto social de las investigaciones desde la perspectiva de los agentes que
producen y ejecutan, sin que quede en segundo plano que pertenecen a una forma de actuar a
partir de los condicionamientos que el campo estructura y hace estructurar, lo que desde
Bourdieu configura el habitus.
Propuesta de modelo de análisis
6. Enfoque metodológico
La investigación aquí planteada, es de carácter exploratorio dado que, cómo se ha expuesto en un
principio, el tema del estudio del impacto social, no ha logrado un consenso pragmático sobre
cómo estudiarlo, pero sí , hay esbozos y trazos sobre el camino a seguir y en esa lógica es que el
presente documento pretende aportar ideas para su estudio en México desde una óptica
sociocultural a partir de la literatura revisada y de la experiencia recabada en la estancia de
investigación realizada en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina en los meses comprendidos al
periodo abril- julio de 2016.
Se planteó de inicio ahondar en las prácticas de comunicación de diferentes grupos de
investigación como puente con la sociedad como puerta de entrada hacia la vinculación ciencia-
sociedad; si bien el planteamiento y sujetos pertenecen al ámbito mexicano, se optó por
aprovechar las experiencias de académicos en el tema no sólo como parte de alguna asesoría,
sino también aplicándose el mismo cuestionario y sin que ello signifique una perspectiva
comparada, poner a prueba algunos de los supuestos que se presumían universales o que al
menos escapaban al ámbito mexicano para situarlos como parte del campo científico a manera de
contraste.
A partir de la descripción de las prácticas de investigación y de comunicación se busca conocer -
desde la visión de los productores- de qué manera impactan socialmente. La idea de apostar por
académicos en su fase de comunicadores y no públicos se sustenta en dos momentos. El primero
tiene que ver con la revisión del estado de la cuestión y la búsqueda de elementos conceptuales
para el análisis que sugería los distintos caminos metodológicos que el tema tiene y que fueron
mencionados en la primera parte del texto (sobre todo los elementos relacionales provenientes de
la estadística); el segundo se relaciona con la hipótesis planteada que pudo ser confirmada en el
trayecto de conformación de éste proyecto, es decir, al no existir consenso en los elementos de
evaluación se propone conocer cómo se dan éstos esfuerzos; puede pensarse como un regreso al
sujeto (académicos) y a partir de ello, la posibilidad de plantear explicaciones sobre el rol
aparentemente emergente de la divulgación académica en su función de vinculación social.
En el proceso de revisión de autores para la construcción del proyecto de investigación se
encontraron dos orientaciones por las cuales podría ser posible abordar el tema propuesto, toda
vez que la óptica relacional desde los números quedó descartada; por un lado se encontraron los
enfoques que apuestan por el regreso a los sujetos y conocer sus prácticas sociales, retomando la
noción de construcción pública de la obra en Bourdieu; el otro enfoque, el de estudiar el impacto
social en quienes en efecto son receptores de los productos comunicativos en forma de talleres,
libros, artículos o algún otro elemento producido en el campo académico con intención de
vinculación social.
Tales orientaciones son provenientes de la Sociología del Conocimiento, como corriente
epistemológica , en donde se encuentra que autores como Peter Berger y Thomas Luckman en La
construcción social de la realidad (2003), proponen una tesis paralela a la de Bourdieu sobre el
conocimiento como producción social pero como el mátiz fenomenológico de Alfred Shutz; la
diferencia en las propuestas se caracteriza por el acercamiento empírico en ambos enfoques;
adoptar el lente de Berger y Luckman significaba apostar por el estudio de los públicos, es decir,
cómo es que ciertas prácticas académicas influyen en la vida cotidiana de los individuos, colocar
pues, al centro a los receptores y no productores. Hago mención sobre la posibilidad de analizar
los públicos porque en definitiva a ellos concierne ser receptor final de tales esfuerzos y sin duda
tienen una visión privilegiada sobre el éxito de tales ejercicios, es decir, sobre el impacto social
real del ejercicio académico más allá de las cifras.
Sin embargo, como obstáculo metodológico se presenta que un análisis de productores y
receptores es excesivamente exhaustivo y quizá tal esfuerzo no se tradujera en un análisis
realmente efectivo; a la par, la segmentación de sujetos clave no se correspondía en ambos lados.
Estudiar el universo de académicos mexicanos en sus actividades de vinculación social exige
buscar puntos comunes que permitieran agrupar a quienes serían entrevistados, tarea que es
posible porque el campo académico mexicano, como en cualquier parte del mundo, se encuentra
estructurado en sus reglas y organización; se encuentra ya segmentado de una u otra manera, el
tema sería encontrar los puntos comunes que permitieran extraer información representativa y
que explicase de acuerdo a los objetivos planteados.
Se optó por descartar criterios de división vertical, es decir, que asumieran de inicio condiciones
jerárquicas como: universidad de adscripción, disciplina o algún socio demográfico, ya que
siendo los campos en Bourdieu el marco de exploración complementado con las características
del modo2 tendrían que ser en otro sentido, más horizontales, abiertos a la participación de otros
factores estructurante, por ello la elección a partir de programas emanados de políticas púbicos
que permitiera abarcar de forma más precisa lo que se consideró más pertinente.
Por su parte, el estudio de púbicos significaría estudiar a una población -que ya de entrada
significaba un ejercicio extenso- a la que se hubiese dirigido algún esfuerzo de una red particular,
pero entonces no se podría haber estudiado más expresiones académicas; es decir, por un lado,
por parte de los académicos productores se tenía un crisol de disciplinas, enfoques y
orientaciones variadas unidas por un mismo programa de fomento, pero ésto no era posible en
los públicos; no sólo por la imposibilidad de unir en un sólo criterio tan variados receptores, sino
porque éstos, son una proporción mucho mayor a los académicos; me parece que de igual manera
habría que empezar a planear estudios de este tipo, pero considero que si esto sucediese tendría
que se como parte de un programa formal de investigación o de organismos tipo observatorio
dedicados, en particular desde la visión de la divulgación académica como sucede en Argentina
donde -entre otros- el Centro Redes con apoyo de CONICET desarrollan reflexiones desde hace
más de veinte años con resultados como publicaciones y un trabajo cercano con las entidades en
la toma de decisiones en el ámbito de políticas científicas, sin que ello signifique que eso
constituye un campo sólido, ya que la porosidad del término impacto social, aún no permite
generar un paradigma abarcador. Una vez decidida la población de la cual se extraería la
información, fue necesario revisitar el análisis a partir de la noción de campos sociales, el
acercamiento que Pierre Bourdieu propone se relaciona con el estudio de las prácticas sociales
desde la noción de habitus y campo social. Para ello se propuso un abordaje cuya fuente
principal de información fuese la entrevista semiestructurada.
La técnica entrevista semiestructurada, es pertinente en cuanto a los objetivos de este proyecto
ya que como lo menciona Flick (2007), es más probable que los sujetos entrevistados expresen
su punto de vista y por tanto sus prácticas en una situación de entrevista diseñada de manera
relativamente abierta a diferencia de las entrevistas estandarizadas, cuestionarios o encuestas
asimismo el carácter exploratorio del abordaje teórico también indica la forma de plantear la guía
de entrevista.
La intención del instrumento está basada en las ideas de Scheele y Groeben (1988) retomadas en
Flick (2007) en tanto la importancia de delinear una guía de cuestionario que reconstruya teorías
subjetivas23. De acuerdo con estos autores, el entrevistado debe contar con apoyos metodológicos
que permitan desdoblar los supuestos explícitos e inmediatos en dos vías: desde preguntas
abiertas que permitan expresiones espontáneas y a su vez materiales como representaciones
gráficas –datos- que ayuden a reconstruir de modo que se logre validar24 en términos
comunicativos la entrevista. Este enfoque de acuerdo a Flick (2007) surge como un elemento de
contrapeso para derrumbar ciertos estereotipos que no necesariamente se encuentran visibles en
23 La expresión se refiere al hecho que el entrevistado tiene un caudal complejo de conocimientos sobre el asunto en estudio.
24 A partir de la representación gráfica llamada “técnica de generación de estructura”
la realidad social y por el otro lado, atienden a la necesidad de construir una imagen más
fidedigna de elementos. Como se ha venido señalando, la apuesta metodológica refiere a
visibilizar aquellas relaciones que se encuentran ocultas en los análisis relacionales propios de la
estadística, es entonces, la entrevista semiestructurada, la herramienta que posibilita el análisis
sociocultural.
Durante el trayecto de obtención de datos, se observó la pertinencia de la técnica por la
confluencia de dos factores que considero importante mencionar: Si bien el criterio del programa
de redes temáticas fue utilizado para delimitar la población de estudio, al momento de realizar las
entrevistas, la referencia al programa también posibilitó un faro común a los entrevistados, es
decir, las teorías subjetivas a las que Scheele y Groeben (1988) aluden, fueron posibles de
obtener por tener los entrevistados un marco común al cual del cuál referir; en un primer nivel el
programa y a nivel estructural del CONACyT. Por otra parte, la característica semiestructurada
de las entrevistas, posibilitaron cierta apertura en las respuestas que los informadores
proporcionaron, abriendo la posibilidad a temas que de inicio no se encontraban en el
cuestionario inicial, pero que después quedaron manifestados en las distintas entrevistas
realizadas.
Como técnica complementaria se contempló el análisis documental de los productos de
investigación de las redes temáticas que se seleccionarán para el análisis; dado que la mayoría de
las redes produjeron materiales de distinta índole; el objetivo de complementar a partir de esta
técnica fue el conocer con mayor profundidad el funcionamiento de las redes en su fracción
formal para identificar elementos que puedan interpretarse como parte de una estrategia de
comunicación. Sin embargo, esta idea se abandonó a la luz de la información que las entrevistas
proveyeron, es decir, desde el principio quedó claro que existía una diferencia entre lo que el
programa pide/permite y lo que los agentes realizan, entonces ceñir el análisis a los productos no
permitía más que la referencia tangible, sin embargo, las prácticas de comunicación se
encontraban en lugares – físicos y simbólicos- diferentes a lo producido, por lo cual, a pesar de
existir la revisión documental, su participación se redujo al entendimiento del programa, sus
reglas y posibilidades y poco más.
6.1 Criterios de selecciónSe partió del supuesto que los procesos comunicacionales en este programa son diferentes a los
de otros programas y apoyos del propio CONACyT dada la naturaleza objetiva de incidir en la
resolución de problemáticas sociales específicas y si bien ello se cumple, es necesario recordar
que el programa sólo es una referencia que permitió generar un grupo más preciso de
informadores.
A principios del año 2015 es que comienza a realizarse el rastreo de grupos de investigación sin
distinción en México, todo ello con el afán de realizar un primer mapeo del estado del trabajo de
este tipo en el país, localizando la variedad de tipos de grupos de investigación con diferentes
niveles con relación al ámbito institucional.
Como ejemplo del tipo de redes en la primer búsqueda se encuentran tipos como la Red en
Defensa del Maíz, que es una red que se caracteriza por su activismo político y su interrelación
con productores y sociedad en general a partir de un tema de interés nacional y con gran
presencia a nivel local; asimismo otras conformadas en apoyo a proyectos políticos como el
liderado por el colectivo Wikipolítica en la figura de Pedro Kumamoto, que en las elecciones de
2015 fue actor preponderante en las elecciones locales en Jalisco y en la que no sólo participan
agentes académicos. Otro ejemplo más con un perfil académico, podrían ser las sociedades de
académicos que suelen ser las más añejas y que están agrupadas en torno a un objeto de estudio,
disciplina o temática en particular; como ejemplo se encuentra la AMIC (Asociación Mexicana
de Investigadores de la Comunicación; la SOMEE (Sociedad Mexicana de Estudios Electorales o
la Sociedad Astronómica de México -entre otras- , todas ellas caracterizadas por una variedad de
productos académicos (encuentros, revistas, libros, conferencias, talleres, etc.), pero sin la
claridad de una apuesta por la difusión de conocimientos y características comunes que
permitieran agruparlas para el estudio propuesto y sobre todo sin necesariamente compartir
características comunes en su conformación y dinámicas regulares, además de ser compuestas
por miembros de las mismas disciplinas, por lo que buscar observar desde el lente del modo2 no
hubiese sido lo más adecuado. Asimismo en un primer mapeo de tales sociedades, se observó
que el papel que juegan en todo caso es de retro alimentación de los propios campos académicos
tradicionales, por lo que la interacción hacia el exterior es escasa o nula.
Por lo que le ruta se encuentra desde la búsqueda por reconocer elementos que desde la agencia
de los sujetos permita entender cómo es que la transmisión de conocimientos científicos en el
marco de trabajo de grupo de investigación impacta en la vida cotidiana de a quienes van
dirigidos. Por ello es que se optó tomar como segundo criterio de búsqueda; grupos que contaran
con algún proyecto con respaldo de recursos públicos, en particular CONACyT y que
favorecieran la conformación y mantenimiento de redes de investigación, encontrando varios
apoyos como los (APOYOS REDES DE INVESTIGACIÓN), y de ellos el programa Redes
Temáticas de investigación, un apoyo relativamente nuevo, pero que contaba (al menos en papel)
el objetivo claro en el impacto de los productos académicos en problemas sociales.
El caso de estudio, programa Redes temáticas de investigación es un tipo de apoyo que
CONACyT impulsa a partir de 2010 –programa aprobado en 2008- que busca “conectar grupos
de investigación con intereses comunes para la resolución de problemas de gran dificultad”
(Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 2014), la idea del fomento de grupos de
investigación temáticos son parte de un grupo de esfuerzos enmarcados en los estudios de
Ciencia, Tecnología y Sociedad. Los objetivos particulares del programa se refieren a la creación
de grupos de investigación específicos que desarrollen productos académicos que aporten
soluciones a problemáticas sociales focalizadas25.
De acuerdo a la página oficial del micro sitio26 en el portal de CONACyT la concepción del
programa se refiere a un área enfocada en apoyar, promover, articular y consolidar esfuerzos en
el desarrollo de la ciencia “con el fin de dotar de infraestructura, contribuir a la formación de
recursos humanos y al desarrollo de capacidades técnicas a las instituciones en áreas estratégicas
para el desarrollo del país.” (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 2014). Dentro de su
visión se busca “promover y fortalecer la construcción y desarrollo de redes científicas
nacionales en temas estratégicos que respondan a problemas (científicos, tecnológicos y sociales)
y procuren la vinculación entre la academia, el gobierno y la sociedad.”
De acuerdo al sitio oficial de CONACyT las áreas prioritarias para el desarrollo son:
Las tecnologías de información y las comunicaciones,
La biotecnología,
Los materiales avanzados,
El diseño y los procesos de manufactura,
La infraestructura y el desarrollo urbano y rural, incluyendo sus aspectos
sociales y económicos.
25 Objetivo principal tomado de la página del programa alojado en el sitio oficial de CONACyT
26 http://www.conacyt.gob.mx/index.php/el-conacyt/desarrollo-cientifico/redes-tematicas-de-investigacion
A su vez, para el programa se consideran como temas, a las diferentes problemáticas que pueden
ser atendidas por las Redes de manera multi, inter o transdisciplinaria y que estén dentro de las
áreas de los temas prioritarios considerados en el PECiTI27:
Ambiente
Conocimiento del Universo
Desarrollo Sustentable
Desarrollo Tecnológico
Energía
Salud
Sociedad
Además se añade que “Las innovaciones en estas áreas se orientarán a atender a la población
menos favorecida. Recibirán también especial atención las acciones relacionadas con la atención
a mujeres, personas con discapacidad, grupos indígenas y migrantes”.
En un ejercicio exploratorio que se llevó a cabo durante el período -abril- septiembre 2015, se
estableció contacto con los coordinadores de algunas de estas redes y se identificó como
diagnóstico primario que no hay criterios homogéneos en cuanto a la medición del éxito o
fracaso de este tipo de proyectos desde el área institucional más allá del propio cumplimiento de
la entrega formal de documentación y plazos -lo cual ya significaba la comprobación de la
hipótesis inicial-, ya que en apariencia la evaluación de las redes se realiza previamente, es decir
antes de la inclusión al padrón del programa, sin embargo después no parece existir rastro de
algún tipo de seguimiento institucional del programa, por lo cual se puede afirmar que no hay
mecanismos que permitan conocer si los productos científicos generados por estos grupos de
27 Programa especial de Ciencia Tecnología e Innovación 2014-2018
investigación influyen socialmente en la resolución de problemáticas sociales tal y como se
enuncia en la concepción inicial del proyecto. Como complemento de este diagnóstico y a partir
de un análisis de la Auditoría Superior de la Federación en 2013 con respecto a los criterios de
evaluación, se encuentra que no existen antecedentes de revisiones ni evaluaciones de ningún
tipo. Se establece que:
Se carece de procedimientos aprobados; de criterios específicos de evaluación de los
proyectos; de indicadores para la evaluación del desempeño, así como de mecanismos
de control que eviten duplicidad de apoyos, lo cual propicia la discrecionalidad en el
otorgamiento de apoyos. (Auditoria Superior de la Federación, 2012)
No obstante, otro de los hallazgos interesantes en el ejercicio de exploración es que los
académicos argumentaron que sí hay formas de conocer cómo es que las actividades de difusión
del conocimiento en éstas redes impacta socialmente más allá del llenado de formatos o el
cumplimiento de indicadores, esto es entonces ahondando en el trabajo particular de cada
red ,entonces habría que recurrir a un enfoque cualitativo (que se detalla en el apartado
metodológico) que ahondara en el habitus de académicos en el marco de un programa de
fomento a grupos de investigación con intención de impactar socialmente.
Una vez detectado el programa como primer filtro en tanto objeto empírico, la siguiente tarea se
referiría a qué académicos entrevistar en el marco de tales grupos de investigación, es decir la
detección de agentes; se debe mencionar que en la mayoría de éstas redes participan un número
considerable de personas tomando en cuenta a académicos y estudiantes de nivel superior o
posgrados e incluso en algunas personas de la sociedad civil, por lo cual fue necesario establecer
filtros a fin de proporcionar un grupo uniforme de sujetos clave a entrevistar; para ello la
selección se realizó en 3 fases:
Detección del padrón total de Redes en activo
Revisión y selección de redes con productos y proyectos de difusión específicos
Selección de redes con énfasis en temas de relevancia específicos
Contacto con encargados del área de difusión/ divulgación / vinculación o algún término
relacionado
Como se mencionó, en el padrón oficial del programa en CONACyT es en que se encuentra la
lista de redes activas y que existen para el año 2015, cabe destacar que no se propone un espacio
temporal de estudio por dos razones: el programa fue implementado en 2010 y en 2012-2014 el
apoyo había sido suspendido, sin embargo, eso no significa que las redes hayan dejado de
trabajar, sólo dejaron de recibir ese apoyo. Por otro lado, las redes que se encuentran activas en
2015 (nuevas o que se caracterizan por su permanencia) cuentan con productos y actividades
comprobables en el sitio oficial de cada red.
El sitio oficial aporta la información de las 42 redes para el ejercicio 2015 y a partir de éstos
datos es que se realizó la búsqueda en internet de cada sitio; algunos se encuentran no
disponibles, suspendidos o con poca información que permita saber el funcionamiento de la red,
por lo cual esta condición es lo que emergió como primer filtro de descarte en tanto que ilustra
la propia forma de comunicación hacia el exterior de éstas redes; el siguiente criterio fue el
detectar proyectos de divulgación académica al interior, siendo 19 proyectos como resultado del
segundo criterio. Como tercer criterio, se seleccionaron las redes cuyos productos además de ser
enunciados como divulgación también lo son en la práctica; es decir, algunos sitios enunciaban
un área de divulgación pero al momento de revisarlos o no se encontraron o no son de
divulgación (por los canales, tipo de lenguaje y manejo de temas), de éste criterio son 10 las
redes que cumplieron dichos elementos.
El último criterio se relacionó con aquellos proyectos que además de explicitar y cumplir con
éstas condiciones se relacionan con los temas prioritarios en términos de problemáticas sociales
urgentes a atender por parte del programa -mujeres: personas con discapacidad, grupos indígenas
y migrantes- además que enuncian a los responsables de coordinar cada esfuerzo, así como la
posibilidad de acceder a los productos tangibles de cada red; siendo ellos los sujetos clave a
entrevistar como principales coordinadores y productores de los esfuerzos de Comunicación
científica. Como elemento complementario, se buscó entrevistar a funcionarios encargados del
problema con la intención de contrastar la visión institucional más allá de los documentos o
sitios en internet. El criterio último de selección tuvo como resultado la detección de al menos
ocho sujetos clave, con quienes se ha inició contacto y se entrevistó a partir de diciembre de
2015.
42 redes activas
19 enuncian divulgación
10 proyectos activos
6 proyectos sólidos y acorde a los criterios propuestos
42 redes activas
19 enuncian divulgación
10 proyectos activos
6 proyectos sólidos y productos estudiables
CAPÍTULO 7
7.1 Primer acercamiento en la obtención de datos
El inicio del trabajo de campo comenzó a partir de diciembre de 2015 dado que se apostó por la
afinación del aparato conceptual que soporta el análisis y planteamientos del protocolo original
de investigación, además se optó también por iniciar una fase de entrevistas exploratorias previas
al inicio formal de entrevistas de campo, esto con el objeto de conocer elementos que habían
quedado fuera de los supuestos iniciales e incorporarlos a la guía de entrevista. A continuación se
presenta la guía de cuestionario exploratorio y sus posteriores resultados.
Entrevista exploratoria sobre el programa “Redes Temáticas CONACyT”
El proyecto “Relación entre los científicos y los no científicos a partir de las políticas de Ciencia
y Tecnología en México desde las Redes temáticas CONACyT” -como fue el título inicial de la
investigación- tenía por objeto introducirse en la discusión sobre la importancia de establecer
categorías de análisis sobre el impacto social que la Ciencia y Tecnología en México tienen en la
sociedad a partir de la revisión de las políticas de CONACYT en particular la que refiere a las
Redes Temáticas de Investigación relacionadas con el Sistema Nacional de Investigadores (SNI)-
en el entendido que estas políticas tienen como objetivo general el desarrollo social de la nación
y el particular la resolución de problemáticas sociales desde la ciencia.
El objetivo de este ejercicio fue el conocer experiencias sobre el funcionamiento por parte de
investigadores que participen o hayan participado en el programa Redes Temáticas de
CONACyT.
Nombre del entrevistado:
Datos de adscripción:
Motivación institucional
1. ¿De dónde surge la idea o la inquietud de participar en el programa?, es decir, ¿fue una
inquietud individual de algún investigador llevada a lo institucional; fue un exhorto por
parte de tu institución o propio del grupo de investigación?
2. ¿Por qué era importante participar de esta iniciativa? Sobre todo en términos del trabajo
del grupo de investigación. ¿Les aportaba de alguna forma a su ejercicio de
investigación?
3. ¿Qué productos de investigación se generaron mientras funcionó la red?
Relación ciencia- sociedad
La idea fundamental de este programa de acuerdo a su normativa es el de “Conectar grupos de
investigación con intereses comunes para la resolución de problemas de gran dificultad”.
4. Desde la concepción de la red de investigación, ¿se tenía como objetivo la socialización
de productos en la resolución de problemáticas sociales?
5. ¿Existía interés por medir el impacto social de sus investigaciones?
Valoración
6. ¿Por qué dejó de participar la red en el programa?
7. ¿Qué valoración le darías al programa tomando en cuenta su objetivo principal? (el de
socializar el conocimiento para resolver problemáticas sociales)
8. ¿Se cumplen entonces los objetivos del programa?
La técnica de entrevista para esta primer fase exploratoria fue una entrevista desde un entorno
virtual, en algunos casos vía Skype y en otros por intercambio vía correo electrónico, fue más
importante en este caso la retro alimentación vía correo electrónico no sólo por las
complicaciones técnicas que una plataforma como Skype conlleva, sino por la posibilidad de
pensar más las respuestas de los entrevistados.
SISTEMATIZACIÓN ENTREVISTAS EXPLORATORIAS
Texto Tema
La respuesta a esta pregunta depende de cuál
generación dentro del programa de redes temáticas. El
primer programa fue invitación expresa del CONACYT,
posiblemente como consecuencia de la convocatoria a
mega-proyectos que tuvo lugar en el período foxista.
He llenado la encuesta considerando el primer programa
de redes temáticas del CONACYT. La importancia de
Motivación institucional
participar en el programa viene en el propósito del
mismo: crear redes de investigadores con múltiples
propósitos, incluyendo el crear una agenda nacional en
la disciplina, y el co-adyuvar en la solución de retos
nacionales. Es en este segundo propósito arriba
señalado que manifiesta la importancia de participar en
grupos de investigación, pues el programa en principio
estaba diseñado para potenciar el desarrollo de un
investigador tanto por su impacto en los ámbitos
nacional y científico.
Hubieron, entre otras cosas, movilidad, formación de
recursos humanos, publicación de libros, realización de
eventos académicos y en menor proporción publicación
de artículos.
Al menos en la Red, sí. La red se estructuró en dos
dimensiones las cuales se cruzaban formando una
matriz: la primera era sobre disciplinar, en la que los
investigadores se asociaban de acuerdo a sus intereses y
fortalezas científicas, mientras que la segunda era sobre
grandes retos nacionales (seguridad, salud, educación,
etc.), en la que los investigadores se sumaban de
acuerdo a su propia concepción en donde pudieran
agregar mayor valor.
No de los investigadores, pero sí de la red en su
conjunto.
Relación ciencia- sociedad
El CONACYT cerró el programa durante 2012 – 2014.
Mi valoración es alta, aunque considero tomará varios
años más ver los resultados de este programa.
Actualmente, en la última convocatoria, participan redes
más orientadas al ámbito científico, y que emergieron
de la antigua RED.
Parcialmente, faltó continuidad.
Valoración
La anterior tabla es una representación de condensación de datos de una entrevista, que a
consideración del entrevistador fue la más útil para conocer el funcionamiento del programa
pero sobre todo, para detectar algunos temas que debían ser tomados en cuenta en el cuestionario
final, si bien era de esperarse que aún no se tuvieran resultado concretos de este apoyo
institucional, existe una valoración positiva sobre el programa, lo cual lleva a pensar en añadir la
valoración personal de los académicos en el programa en el guión de la entrevista. A partir de
este ejercicio también se da a entender dos cosas en términos de Comunicación científica: Existe
interés por comunicar los resultados de investigación y hacerlos visibles socialmente, sin
embargo no hay una idea clara de parámetros y estilos de comunicar ciencia a públicos no
especializados, lo cual lleva a plantear en la guía de entrevista qué estilos de Comunicación
científica reconocen los participantes de las diferentes redes.
7.2 Segundo acercamiento con sujetos clave
En este punto y a partir de lo encontrado en aquél primer acercamiento, se realizó el contacto vía
electrónica con los responsables de cada red de investigación estudiada, toda vez que ya se había
identificado a quienes serían los sujetos clave para la reflexión final de la investigación. Este
contacto se realizó a finales de 2015 y a partir de enero de 2016 y hasta abril del mismo año
concluyeron tales entrevistas, todas presenciales y alguna con complementos electrónicos a
sugerencias de los propios entrevistados. A continuación el cuestionario que sirvió de base para
CONCEPTOS CATEGORÍAS ORIENTACIONES
CAMPO ¿Cómo se genera el conocimiento?
HABITUS ¿Dónde se genera?
¿Cómo se organiza el trabajo?
Temáticas¿Cómo se decide qué investigar?
¿Cómo se decide qué divulgar?
Organización disciplinar ¿Cómo es la división disciplinar de la red?
Resultados y beneficiarios
¿Se cumplen entonces los objetivos del programa?
Control de calidad
Relaciones con el entorno
¿Cómo es la relación de la red con la sociedad?
Generadores deConocimientoCAPITAL
SIMBÓLICO
¿Qué valoración le darías al programa tomando en cuenta su objetivo principal? (el de socializar el conocimiento para resolver problemáticas sociales)
¿Existía interés por medir el impacto social de sus investigaciones?
¿se tenía como objetivo la socialización de productos en la resolución de problemáticas sociales?
¿Consideras que los productos impactan en la forma de vida de las personas?
la obtención de información; cabe aclarar que se buscó un cuestionario corto con preguntas lo
suficientemente abiertas que permitiese la expansión hacia otros temas del campo científico que
cuestionados directamente quizá no hubiese podido acceder, por ejemplo, ahondar en la pregunta
R1 y R2 no sólo me permitió conocer las razones llanas sobre el porqué participar en el
programa de redes temáticas, sino que abrió la posibilidad a la mención por parte de los
entrevistados, de lo importante que es para la consolidación de los campos de estudio de cada red
el financiamiento público como señal de autonomía.
PREGUNTA Clave
1R
2R ¿Qué productos de investigación se generaron mientras funcionó la red? 3R
4R5R
¿Cuáles son tus líneas de investigación? 6R ¿En qué medios estás considerando difundirlo? 7R
8R
9R
10 ,¿ las políticas, programas están diseñados para influir en tal relación? 11
12
¿De qué formas intangibles es estudiable el impacto del conocimiento? 13
14
¿De dónde surge la idea o la inquietud de participar en el programa?, es decir, ¿fue una inquietud individual de algún investigador llevada a lo institucional; fue un exhorto por
parte de tu institución o propio del grupo de investigación?
¿Por qué era importante participar de esta iniciativa? Sobre todo en términos del trabajo del grupo de investigación. ¿Les aportaba de alguna forma a su ejercicio de investigación?
Desde la concepción de la red de investigación, ¿se tenía como objetivo la socialización de productos en la resolución de problemáticas sociales?
¿Existía interés por medir el impacto social de sus investigaciones?
¿Consideras maneras en que este/éstos proyectos puedan tener un impacto social más allá del académico? P1
¿Además de los que mencionas específicos para los temas que desarrollas, conoces o consideras otros? P2
¿El sistema científico conacyt, la universidad promueven un acercamiento con la sociedad para la promoción en desarrollo social?
¿Existe interés por medir el impacto social de sus investigaciones? Por parte de las intituciones
¿Puedes compartirme algun anécdota a propósito de tu trabajo de investigación en donde haya existido algún proceso de movilidad de conocimiento?
7.3 Tercer acercamiento de contraste con
académicos externos
Durante la estancia de investigación realizada en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina se busco
relacionarse y conocer experiencias cercanas de investigadores con una trayectoria en el tema del
estudio del impacto social en la ciencia, sobre todo en el marco de los grupos de investigación
emanados de la RYCYT, en particular del centro Redes AC.
A sugerencia del tutor con quien tuve oportunidad trabajar, planteamos como ejercicio de
contraste la aplicación del mismo cuestionario a tales académicos quienes también tienen
dinámicas de trabajo en red -sin que este sea igual al del programa estudiado-, ello, con la
finalidad de afinar las reflexiones finales del presente documento; en algunos temas se reforzaron
algunas ideas, en particular el que refiere a la responsabilidad de la ciencia con la sociedad.
Tanto académicos mexicanos como argentinos coincidieron en que los campos científicos se
encuentran en una etapa en que los profesionales del ejercicio científico están retomando el papel
de actores políticos que tuvieron en décadas anteriores; asimismo la complicación que supone
para las áreas de Ciencias Sociales justificar socialmente la asignación de diferentes recursos y
becas, puesto que la dinámica productiva actual en los campos académicos, exige cada vez y en
mayor medida, producciones tangibles y medibles-en su caso- situación que para los agentes de
la ciencia social, pueden ser complicados de empatar con sus intereses.
Un mátiz a tomar en cuenta es que los académicos mexicanos consideran que es necesario la
consolidación del campo de la divulgación académica en distintos aspectos del ejercicio
científico; en algunas entrevistas se habló de profesionalizar a quienes decidan optar por
comunicar sus resultados de investigación por éstas vías, así como la necesidad que el campo
científico valide en los reconocimientos institucionales tales labores para dejar de ser altruismo
académico y se conviertan en un aspecto fundamental de quienes profesionalmente se dedican a
la investigación científica.
7.4 Análisis de resultados
El marco que provee la referencia del modo2 de producción de conocimiento permite sumar a los
límites que Bourdieu traza en la noción de campos sociales; desde ésta idea el campo científico
en su amplitud y en sus particularidades (disciplinas) se encuentra acotado por sus propias
condiciones, sin embargo el pensar este tipo de noción desde la idea de lo temático o de lo
interdisciplinar sugiere una mejor comprensión del fenómeno de la vinculación ciencia-
sociedad.
La compleja trama de la realidad y los retos que implica para el conocimiento la resolución
de sus diversas problemáticas están presionando a las universidades y a los centros de
investigación a salir del círculo cerrado de las disciplinas, para aceptar, con humildad, que
ningún fenómeno, ningún acontecimiento, ningún problema, es reducible al saber de una sola
disciplina” (Vilar, 1997)
Es así que, pensar desde lo interdisciplinar les significa a los académicos el reconocer que la
complejización de las problemáticas sociales requiere de distintas miradas y enfoques
focalizados con herramientas de áreas diversas pero comunes. Si bien el ejercicio científico se ha
construido en comunidades de pares, éstas parecieran ya no ser suficientes en tanto que el avance
en cuánto a diagnósticos científicos de eventos políticos (por citar un ejemplo) también tienen
aristas medioambientales, biológicas, sociológicas, perspectivas de género, entre otras. En esta
investigación no se considera que el ejercicio científico se encuentre en un punto de quiebre que
termine por derrumbar las barreras entre disciplinas, por el contrario, se encuentra un estadio
paradójico en dónde cada ciencia vive procesos de alta especialización y a su vez el contacto
entre ellas se da desde éstos parámetros. También debe tomarse en cuenta que la alta
especialización responde a dinámicas de mercado que exigen ejercicios de productividad en cada
ámbito de la vida social, sin que la academia quede fuera de ello.
Bajo este marco de pensamiento es que se comenzó a reflexionar sobre la idea de cómo estudiar
el impacto social de la investigación, en un primer término a partir de indicadores; sin embargo,
el avance del proyecto evidenció lo contradictorio que suponía medir lo cuantitativo, es decir
construir indicadores en términos de elementos no medibles suponía entonces una tarea poco
congruente -no por ello imposible- ,en algún punto del trayecto de construcción de la propuesta
de investigación y a partir de la revisión del estado del arte es que se presentan diferentes
escenarios que ofrecen herramientas analíticas para responder los cuestionamientos iniciales
(¿cómo es que la ciencia impacta socialmente?). El primer y más obvio de ellos es por supuesto a
partir de la correlación entre las diferentes mediciones ya existentes, sin embargo y a pesar de lo
valioso que pudiera ser esta relación, no había posibilidad de ahondar en características propias
de las socializaciones en el campo. El segundo enfoque, se refería entonces al análisis de
públicos, es decir acercarse a quienes de alguna manera habían sido dirigidos los esfuerzos de
difusión de conocimiento ya fueran comunidades, grupos específicos o individuos a partir de
alguna clase de selección particular, sin embargo, la profundización en los sujetos receptores
dejaría en segundo plano el interés principal referente la interacción de los campos temáticos con
relación al impacto social de la población.
El tercer escenario entonces, se presenta como el apropiado a partir de la localización del tema
en dos momentos: Dando por hecho que es un tema que tendría que ser abordado por la
Comunicación como disciplina, fue necesario delimitar entonces la dinámica a la que pertenece
el estudio que se buscaba hacer, siendo la Comunicación Pública de la Ciencia la noción
abarcadora sobre las obras y esfuerzos que buscan conectar con la sociedad e incidir en la calidad
de vida de las personas, pensar desde esta noción proveía del marco inicial de búsqueda tanto
del estado del arte, como de los primeros esbozos teóricos y empíricos a estudiar. Al ser una
investigación a partir de agentes productores y bajo el cobijo de conceptos del estructuralismo-
constructivismo en Bourdieu y nociones de ciencia Posacadémica en Ziman es que se piensa
entonces por tomar como referente empírico grupos de investigación en México.
7.5 Descripción de estrategias
A partir de la información obtenida en entrevistas y con posterior contraste con los productos en
los sitios de cada red, puede afirmarse la coincidencia de elementos que conforman la estrategias
de comunicación de las redes en el marco del programa Redes Temáticas CONACyT, las cuales
denotan el proceso de planeación pero sobre todo el interés por generar conocimiento a partir de
un ámbito específico ya no relacionado únicamente con la disciplina sino con el espacio social en
que se desarrollan tales proyectos; se puede hablar entonces de los siguientes elementos:
Definición de públicos, análisis científico, traducción de mensajes, canales de comunicación,
evaluación.
7.5.1 Definición de públicos
Una de las condiciones que enumera el modo2 de producción de conocimiento se refiere a el
conocimiento producido en el contexto de aplicación, la cuál quizá es la característica más
diferenciadora con el modo1, ya que el interés inicial de cualquier académico en la forma
tradicional, parte de intereses personales, sin que ello signifique que no hay interés por incidir
socialmente a través de su ejercicio, pero de entrada, las orientaciones en cuanto a la producción
de conocimiento se relacionan con orientaciones individuales adherentes al campo disciplinar al
que se insertan. Sin embargo, en el modo2, la vinculación social es un elemento presente desde
el planteamiento inicial de las investigaciones; de ahí que los proyectos encuentren espacios muy
puntuales sobre los cuáles actuar y que permiten pensar las maneras en que podrían comunicarse.
7.5.2 Producción de conocimiento
Como se ha señalado a principios de la investigación, pensar desde el modo2 de producción de
conocimiento no implica necesariamente una ruptura o una sustitución total en cuanto al
ejercicio disciplinar, por ello, puede decirse, que si bien el punto inicial necesario del ejercicio
académico en el marco de éstas redes está delimitado por el contexto de aplicación, después
sucede un regreso a las disciplinas para construir el conocimiento que es trabajado a partir de
temáticas como ejes; es decir, los sociólogos producen como sociólogos, los biólogos como
biólogos, los astrónomos como astrónomos. Por la lógica de tales redes, es posible pensar cómo
es que una vez que cada disciplina ha utilizado sus propias herramientas, comienza un proceso de
generación de lenguajes comunes a partir de los objetivos de intervención que se tracen en éstos
ejercicios.
7.5.3 Traducción de mensajes
Como parte de los objetivos tanto de proyecto como de académicos, existe el interés por
comunicar a públicos no especializados, por lo cuál, a partir del proceso de construcción de
conocimiento, surge de manera casi automática el proceso de traducción es decir, llevar los
conceptos y resultados de investigación hacia conceptos entendibles para quienes están dirigidos
tales esfuerzos, durante las entrevistas resultó interesante como el contexto de aplicación de las
investigaciones, vuelve a ser fundamental toda vez que las investigaciones se encuentran
avanzadas, así que, tal elemento, se encuentra relacionado con las alternativas y herramientas
tecnológicas disponibles.
7.5.4 Canales de comunicación
Tanto la traducción de trabajos como los canales de comunicación, se encuentran estrechamente
relacionados, decido separarlo para hacer mención que son procesos hermanados pero separados
e incluso con una secuencia lógica, ya que después del proceso de traducción, hay interés de los
académicos por encontrar canales fuera de la academia que sean congruentes a la idea de
impactar socialmente que se persigue en la aplicación de proyectos, es de suma importancia
seleccionar las plataformas en las cuales se depositan los productos en formas que la
Comunicación Pública de la Ciencia permite; es de llamar la atención que la apuesta natural de
éstos esfuerzos sean las que ofrecen herramientas como redes sociales y plataformas de audio o
video, sin embargo, todos los actores señalaron la necesidad de profesionalizar tales ejercicios,
ya que los productos producidos, fueron realizados de acuerdo a la poca instrucción en
producción y documentación de tales elementos o en todo caso, a partir de contrataciones a
empresas externas que realicen los productos. Como el aspecto de divulgación comienza a ser un
tema importante, comienza a existir la intención y petición de algunos académicos y sus
instituciones por instrumentar cursos y herramientas que permitan comunicar de una mejor
forma.
7.5.5 Evaluación
Como se ha visto a lo largo del documento, el tema de la evaluación de impactos es un apartado
que se posiciona en el centro de las discusiones sobre productos de Comunicación Pública de la
Ciencia, ello significa entonces que desde la visión de los agentes productores, el impacto social
de los productos de investigación en el marco del modo2 de producción de conocimiento,
sucede, pero no es estudiable desde estadísticas oficiales o procesos de correlación con otras
cifras, puesto que éste es palpable en el contexto de aplicación de tales esfuerzos, es reconocible,
por tanto, siendo la evaluación de impactos de éstos esfuerzos el último paso como parte de las
herramientas de comunicación, surge en éstos grupos de investigación la inquietud por saber el
éxito de sus proyectos a la luz de lo que ellos mismos observan y que consideran, los marcos
institucionales no contemplan, así que, como se ha señalado, si busca cumplirse con los objetivos
trazados tanto por el proyecto redes a nivel particular, como de la institución a nivel estructural,
es necesario plantear que las evaluaciones a este tipo de programas, deben incluir necesariamente
impactos de tipo cualitativo, que de acuerdo a los agentes productores, éstos son observables en
forma de la mejora tangible de la calidad de vida de las personas a quienes van dirigidos tales
esfuerzos, observables en las relaciones sociales a nivel -quizá- micro sociológico, pero del que
de todos modos, los agentes productores tienen una visión privilegiada.
Es posible entonces encontrar algunos puntos específicos sobre cómo es que los académicos
vinculan sus producciones académicas con la sociedad. Como es de suponerse, para cada uno de
los entrevistados, las formas disciplinares de producción, son la las directrices sobre su ejercicio
profesional; el haber tenido la oportunidad de entrevistar académicos de distintas áreas permitió
clarificar cómo es que de inicio, las llamadas Ciencias Duras encuentran posibilidades de
conexión con la sociedad vinculado a productos tangibles, en particular los que refieren a la
tecnología; por parte de quienes se relacionan a las Ciencias Sociales el tema no se resuelve con
productos tangibles como sí con formas de intervención social que en algunos casos se
denominan como movilidad de conocimientos es decir, la apropiación por parte de los públicos
de los conceptos y proyectos emanados de la producción científica, traducidos a un lenguaje
cotidiano, ya en un apartado interior señalé la necesidad de plantear el impacto desde los
públicos, y desde las ideas que las disciplinas sociales proveen, me parece altamente pertinente
pensarlos de esa manera.
Ahora bien, esa primera separación, obvia quizá, se relaciona con otro elemento que de inicio no
se encontraba presente en el planteamiento inicial, y el cual se refiere a las salidas institucionales
que el tema de divulgación científica encuentra por vía de programas y evaluaciones, es decir,
que bajo los criterios de evaluación que programas de estímulos de CONACyT como el SNI, el
rubro de vinculación, extensión o divulgación -relacionados entre sí- no es parte sustancial del
currículo del investigador, por lo que la realización de ejercicios de éste tipo, queda constreñida a
una labor altruista, lo cual supone entonces, que de inicio, hay una incongruencia entre los
programático y lo operativo, es decir, dentro de las metas y objetivos que CONACyT y en
particular el programa Redes Temáticas sostienen, hay una clara preocupación por incidir
socialmente, sin embargo, no hay relación con los incentivos individuales que orienten a los
académicos en esa dirección o incorporándola como una de sus habilidades. Esta relación
también fue parte de algunos de los comentarios recabados en Argentina, en donde si bien hay un
área más trabajada en ese rubro, sigue sin existir una valoración real del trabajo de vinculación
social más allá de esfuerzos aislados sin conexiones a largo plazo, por lo cual puede empezar a
pensarse en la necesidad de consolidad a la divulgación o vinculación como un elemento esencial
en las valoraciones científicas.
La reflexión anterior también está acompañada de la relación de académicos con lo que la
condición de transdiciplina les supone, ya que en algunos académicos de las Ciencias Duras, al
no ser disciplinas cercanas con temática sociales, por instrucción y adhesiones previas al campo,
no se pensaba en tal elemento como importante para el investigador; sin embargo, al participar
de colaboraciones entre varias disciplinas, emerge un deseo por comunicar más allá de las
fronteras disciplinares, por convertirse pues, en un agente divulgador.
Como parte fundamental de las estrategias de comunicación, el aspecto tecnológico provee de
herramientas con las que antes no se contaban, en entrevista con académicos con más de 30 años
de trayectoria profesional, se señalaba que ciertas inquietudes de vinculación siempre han sido
parte del campo académico, pero la especialización de cada disciplina clausura entradas de otras
herramientas cuando estás no son cercanas al objeto de estudio de cada una; la oportunidad desde
ya hace algunos años de comunicar desde redes sociales y plataformas que no requieren de un
conocimiento demasiado especializado, han contribuido a la emergencia de la actitud que supone
vinculación social.
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