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Ecoeficiencia y buenas prácticas ambientalesen la gestión hotelera

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PROGRAMA DE HOTELERÍA SUSTENTABLEEcoeficiencia y buenas prácticas ambientales en la gestión hoteleraAsociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT)

Textos: Jorge Vallina CrespoDiseño gráfico: Eduardo Lusarreta FernándezIlustraciones: Óscar Blanco Esporas© FORMAGRUPOBuenos Aires, 2011

Ecoeficiencia y buenas prácticas ambientales en la gestión hotelera

PROGRAMA DE HOTELERÍA SUSTENTABLE

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IntroducciónLa integración en la gestión hotelera de criterios de ecoeficiencia y calidad ambiental es, sin lugar a dudas, uno de los aspectos clave en el camino hacia un modelo turístico sustentable en su dimensión económica, social y ambiental.

Los hoteles no pueden ser ajenos a la creciente concientización acerca del deterioro del planeta de los viajeros y turistas a escala global, ni a sus crecientes exigencias de calidad y de disfrute en un entorno limpio y saludable, en el que la actividad turística sea respetuosa con la preservación de los recursos naturales.

Por ello, la competitividad del sector hotelero debe fundamentarse en la calidad turística, pero también en la necesidad de aplicar herramientas y prácticas de gestión compatibles con la conservación del medio ambiente.

En esta unidad didáctica conoceremos algo más sobre los impactos que puede causar el turismo y la hotelería en el privilegiado entorno que compartimos y ofrecemos a nuestros visitantes. Y podremos descubrir cómo sencillas acciones de mejora en la gestión cotidiana de los alojamientos turísticos pueden ayudarnos a todos a emprender el camino hacia una hotelería sustentable para la Argentina.

Objetivos de la Unidad Didáctica 4

1. Hacia un turismo sustentable en Argentina 5

2. Hoteles sustentables 6

4. Integración en el entorno 12

5. Compras y eco-consumo 13

6. Eficiencia energética 14

7. Gestión del agua 18

8. ¿Qué hacemos con los residuos? 20

Glosario 23

Bibliografía 26

Referencias en Internet 26

Índice

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Objetivos de la Unidad DidácticaComprender el concepto de desarrollo sostenible a escala global y su aplicación al turismo.

Sensibilizar sobre la importancia de la sustentabilidad como variable competitiva, oportunidad de reducción de costes y factor de diferenciación en el mercado turístico.

Conocer las principales interacciones de la actividad hotelera con el medio y su impacto, favoreciendo su mejor integración en el entorno.

Introducir el concepto de ecoeficiencia en la gestión hotelera y las pautas para diseñar un programa de buenas prácticas ambientales en un alojamiento turístico.

Fomentar una gestión de compras y proveedores más ecológica y sustentable.

Conocer algunas medidas de eficiencia energética que pueden implementarse en un hotel y las distintas opciones y ventajas del uso de energías renovables en los alojamientos.

Ofrecer sencillos consejos para una gestión eficiente y ambientalmente respetuosa del agua.

Insistir en la importancia de realizar una correcta gestión de los distintos tipos de residuos generados en un establecimiento hotelero.

Exponer buenas prácticas para fomentar la sensibilización ambiental del personal y de los clientes como elemento clave para la mejora y la sustentabilidad de un hotel.

Promover la adopción de políticas y estrategias de gestión ambiental destinadas a reducir el impacto de los hoteles y favorecer su avance hacia la sustentabilidad.

Dar a conocer recomendaciones, acciones y otras herramientas disponibles para mejorar la ecoeficiencia en el uso de los recursos y facilitar la implantación de modelos de gestión ambiental y ecoetiquetas en los establecimientos hoteleros.

En esta unidad didáctica aprenderás cómo ir haciendo más sustentable tu alojamiento turístico

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1. Hacia un turismo sustentable en Argentina¿Qué es el turismo sostenible o sustentable? ¿Porqué nuestra oferta turística debe ser más sustentable?

“El turismo sostenible es aquel que opera dentro de las capacidades naturales de regeneración y productividad futura de los recursos naturales; reconoce la contribución que las personas y comunidades, costumbres y estilos de vida, hacen a la

experiencia del turismo; acepta que estas personas deban tener una participación equitativa en los beneficios económicos del turismo; y está guiado por los deseos de las personas y comunidades locales en las áreas visitadas”

- TourismConcern& WWF (1992)

Desde la Cumbre de la Tierra, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Río de Janeiro (1992), se ha venido popularizando

el término desarrollo sustentable o sostenible para referirse a aquel modelo de desarrollo humano que sea capaz de satisfacer todas

las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades.

El principio del desarrollo sustentable implica hacer compatibles el crecimiento económico con el bienestar, la cohesión social y la protección del medio ambiente, con la finalidad de no comprometer la supervivencia de los sistemas ecológicos del planeta y de las generaciones futuras para permitir el acceso global a una mejor calidad de vida.

Aplicando este concepto al turismo, la Organización Mundial del Turismo (WTO) definió el turismo sustentable en 1993 como un modelo de desarrollo turístico que satisface las necesidades de los turistas y de las regiones receptoras, al mismo tiempo que protege y mejora las oportunidades del futuro. Para ello, el turismo debe enfocarse hacia la gestión integral de todos los recursos, de tal forma que se satisfagan todas las expectativas socioeconómicas de los destinos y estéticas de los turistas, al tiempo que se respeta la integridad cultural, los procesos ecológicos, la biodiversidad y los sistemas de apoyo a la vida.

En la actualidad, el medio ambiente y la sustentabilidad son un factor clave en la selección de la oferta turística y hotelera en una sociedad cada vez más concienciada sobre los problemas ambientales y los efectos que sobre el entorno, el principal recurso turístico, pueden tener los productos y servicios de los que disfruta en sus viajes o momentos de ocio.

Esa sensibilización hacia el medio ambiente de la nueva demanda turística reclama adecuar la oferta hotelera a las nuevas exigencias de calidad ambiental en los alojamientos por parte de los clientes, aún más cuando la oferta turística de Argentina está íntimamente ligada al valioso patrimonio natural y cultural de todas sus regiones, al legado de la naturaleza y de tantas generaciones, que es nuestro mayor atractivo turístico.

Por un turismo sustentable para la Argentina

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2. Hoteles sustentablesPor qué y cómo hacer nuestro establecimiento hotelero más verde y sustentable.Gestión ambiental y ecoetiquetas en el sector hotelero

2.1. Los impactos ambientales y sociales del turismo

A pesar de sus indudables beneficios en términos de generación de empleo y riqueza, la actividad turística puede conllevar impactos sobre el entorno socioambiental en el que se desarrolla, impactos que son más acusados en zonas rurales y naturales, históricamente ajenas al desarrollo turístico.

Desde el punto de vista social de los destinos, el turismo estimula el interés de las comunidades locales hacia su cultura, patrimonio, tradiciones y costumbres, favoreciendo su identidad. Igualmente, el turismo puede contribuir a la preservación y rehabilitación del patrimonio cultural y a la revitalización de las tradiciones, gastronomía, etc.

Pero, si la actividad turística no se desarrolla de un modo sustentable, pueden aparecer efectos no deseados, como el deterioro de espacios públicos por la afluencia masiva de visitantes, la difícil convivencia entre el turismo y otras actividades económicas, el abandono de actividades tradicionales u otros conflictos sociales.

Y, por otra parte, el desarrollo turístico puede interactuar con mucha fuerza sobre el entorno ambiental de los destinos, provocando impactos adversos, tales como los siguientes:

La escasa integración en el entorno de las nuevas construcciones e infraestructuras turísticas, que alteran el paisaje natural o humanizado.

El aumento en la demanda de recursos básicos como el agua y la energía, lo que puede llevar a sobrecargas en los suministros básicos o al agotamiento y contaminación de manantiales.

La generación de grandes cantidades de residuos, con las consiguientes dificultades para su correcta gestión y tratamiento. La aparición de vertederos incontrolados.

La contaminación de las aguas y de los suelos por los vertidos sin depurar.

La contaminación del aire por las emisiones del transporte y los sistemas de climatización de los alojamientos.

La alteración o destrucción de hábitats naturales.

En conclusión, se deben tomar en consideración los aspectos sociales y culturales y de la variable ambiental en el diseño, planificación y gestión de las instalaciones, equipamientos y actividades hoteleras y turísticas como un factor clave para un manejo sustentable de los recursos, minimizando los impactos negativos sobre el medio.

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2.2. Los actores del turismo y su interés en el medio ambiente

El sector hotelero tampoco debe ser ajeno a las fuerzas impulsoras y a los actores del mercado turístico, a todos sus grupos de interés, los cuales están demandando cada vez con más intensidad modelos de gestión más ecoeficiente y servicios amigables con el medio ambiente en un escenario de creciente competitividad y apuesta global por un turismo más sustentable.

Hoy en día, la sustentabilidad es un aspecto imprescindible para la gestión y promoción de cualquier destino, que apuesta por un modelo de desarrollo turístico arraigado en el entorno y la comunidad local.

Los accionistas e inversores están preocupados por la competitividad y el ahorro de costes de la empresa turística. Y no olvidemos que muchos de esos costes están directamente relacionados con los consumos de energía, agua y otros recursos naturales.

Los empleados de los establecimientos hoteleros trabajan mejor en un ambiente en el que se cuide su higiene y salud laboral, gestionando eficazmente los desechos. Y se implican más en los esfuerzos comunes cuando la organización contribuye de algún modo a conservar el planeta, alineándose con un estilo de vida más sensibilizado por los problemas ambientales.

Las administraciones públicas, en consonancia con la creciente concientización de la sociedad, desarrollan cada vez más normas para la protección del medio ambiente y obligan a su cumplimiento a todas las empresas, también a las del sector turístico.

Desde las grandes cadenas hoteleras a muchos pequeños alojamientos, el sector hotelero de los principales destinos mundiales está desarrollando mejoras en la eficiencia energética de sus instalaciones, en la gestión de residuos y avanzando en programas de responsabilidad social y sustentabilidad. Todo por una oferta más atractiva para el viajero cada vez más sensible a la preservacióndel medio ambiente.

En consonancia con lo anterior, las agencias de viajes y tour operadores de los grandes mercados emisores de turistas tienen como criterio básico la

selección de alojamientos que promuevan el respeto por el entorno y la oferta de paquetes ecoturísticos.

Y, sobre todo, los clientes y turistas quieren ser más “ecológicos” y elegir hoteles respetuosos con el medio ambiente. Ya en 2007, TripAdvisor publicaba una encuesta en la que se apuntaba que el 38% de los viajeros se habían alojado al menos una vez en un hotel “ecológico” y que

el 10% de los viajeros buscaban específicamente este tipo de hoteles. Actualmente, la responsabilidad hacia el entorno es uno de los criterios intangibles más importantes en la selección de un alojamiento, tan sólo por detrás de la calidad, la oferta cultural y de ocio y la influencia de las

redes sociales.

“En el futuro nuestra mayor preocupación no será si podemos viajar a todos los rincones de la tierra. Nuestro mayor interés será si es o no interesante llegar allí”.

Herman Lons, 1908.

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2.�. Gestión ambiental y ecoetiquetas en el sector hotelero

Diversos son los instrumentos de gestión ambiental al alcance de los establecimientos hoteleros para la integración de las preocupaciones ambientales y de los principios de la sustentabilidad turística en sus modelos de gestión, con los consiguientes beneficios para su imagen, reducción de costes, calidad de servicio, posicionamiento en el mercado turístico y disminución de los impactos en el entorno ambiental, natural y cultural del destino.

No obstante, de todos ellos sin duda son los Sistemas de Gestión de la Calidad, la Seguridad y el Ambiente cuyos requisitos establece la Norma Argentina IRAM-SECTUR 42200 o los Sistemas de Gestión Ambiental certificables según la Norma Internacional ISO 14001, además de las distintas ecoetiquetas aplicables al sector, los instrumentos que pueden aportar mayor relevancia y utilidad práctica para un hotel, dado que éstos favorecen la mejora continua y la adopción de sistemáticas eficaces y de calidad en la gestión hotelera.

Tanto los sistemas de gestión ambiental como las ecoetiquetas son una valiosa oportunidad para destacarse en el emergente mercado de los alojamientos y otras empresas turísticas que apuestan por una hotelería sustentable.

Un sistema de gestión ambiental facilitará a la empresa turística la prevención y el control de los potenciales daños al entorno consecuencia de sus instalaciones, actividades y servicios, a la vez que permiten acreditar ante la comunidad local, los potenciales turistas y otros grupos de interés los esfuerzos que se realizan para la protección del medio ambiente.

Los sistemas de gestión ambiental constituyen una eficaz respuesta al reto competitivo que supone la creciente concienciación de la sociedad hacia el medio ambiente, sensibilización que se traslada a los hábitos de compra y selección de productos y servicios, aún más si cabe en el sector turístico, dada la íntima relación entre turismo y entorno. Y están muy relacionados con los sistemas de gestión de la calidad, puesto que ambos son mecanismos que proporcionan un proceso sistemático y cíclico de mejora continua.

Estos sistemas de gestión comprenden básicamente los siguientes requisitos:

El compromiso de mejora continua del desempeño declarado en una Política Ambiental.

El análisis y evaluación de los aspectos ambientales y la normativa aplicable a las instalaciones, actividades y servicios del hotel y de sus potenciales impactos, para facilitar su prevención y control.

La integración de estas variables ambientales en la gestión de la empresa turística.

El establecimiento de los procedimientos necesarios para alcanzar los objetivos de mejora que se propongan, asignando los recursos necesarios para garantizar su cumplimiento.

La eficiencia en la utilización y el consumo de los recursos naturales.

La prevención de la contaminación del aire, del suelo y de las aguas.

La gestión sostenible de los residuos.

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La información, sensibilización y formación continua del personal en aquellos aspectos ambientales relacionados con su trabajo, así como de los clientes, usuarios o visitantes en aquellas cuestiones en las que éstos puedan influir en la sostenibilidad de la empresa.

Por su parte, el ecoetiquetado está alcanzando un gran interés en el sector turístico, al existir numerosos programas específicos de ecoetiquetas que avalan la calidad ambiental de hoteles y otros alojamientos, empresas del sector e incluso destinos en su conjunto.

Las ecoetiquetas turísticas pueden ayudar a las empresas del sector a identificar puntos críticos y áreas de mejora, agilizar la implementación de soluciones de gestión ambiental ecoeficientes basadas en medidas de ahorro y tecnologías limpias, garantizando una información fiable sobre el desempeño ambiental de cara a los potenciales usuarios y turistas.

Existen numerosos sistemas de ecoetiquetado turístico en todo el mundo aplicables a instalaciones turísticas, servicios, áreas de recreación (playas, parques naturales,...) o incluso destinos en su conjunto. Algunos ejemplos se presentan a continuación.

Las ecoetiquetas avalan la calidad ambiental y de servicio de los establecimientos hoteleros que las poseen

Las ventajas y beneficios de la implantación de un Sistema de Gestión Ambiental o la obtención de una ecoetiqueta por parte de un alojamiento turístico son indudables:

Cumplimiento de la normativa legal y otros requisitos reglamentarios.

Mayor ecoeficiencia y ahorro de costes en recursos.

Consolidación de una oferta turística de calidad y sustentable.

Promoción y atracción de los clientes sensibilizados hacia el medio ambiente.

Mejora de la imagen y de las relaciones con la comunidad local y los diversos actores que componen el mercado turístico.

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3. Ecoeficiencia y buenas prácticas ambientalesEl camino a la ecoeficiencia a través de las buenas prácticas ambientales

El camino hacia un turismo más responsable y sustentable pasa por lograr que sus establecimientos hoteleros sean más eficientes en el uso de los recursos a la vez que generen menos residuos, es decir, que sean más “ecoeficientes”.

La ecoeficiencia es un término que alude a la prestación de servicios de alojamiento, ocio y restauración que satisfagan las necesidades de los potenciales clientes y que conlleven una mejora en la calidad de vida de la comunidad local, a la vez que se promueve la reducción progresiva de los impactos ambientales de dichos servicios a lo largo de todo su ciclo de vida.

La ecoeficiencia en los alojamientos de turismo se basaría así en los siguientes principios:

Minimizar la intensidad material y energética de los bienes y servicios, reduciendo el consumo de recursos mediante prácticas de ahorro y eficiencia.

Reducir la dispersión de contaminantes mediante la prevención de la polución.

Fomentar la reutilización, recogida selectiva y reciclaje de los materiales, así como las prácticas de compra ecológica.

Maximizar el uso de recursos renovables, por ejemplo mediante el uso de energías limpias.

Alargar la durabilidad de los productos mediante las buenas prácticas de mantenimiento y conservación de instalaciones y materiales.

Alentar el consumo de productos locales de la zona y divulgar sus atractivos culturales y naturales entre los clientes.

Incrementar la calidad y la oferta de servicio de los bienes y servicios del hotel, innovando para ofrecer un mejor servicio al cliente sin necesidad de aumentar el consumo de recursos.

En definitiva, se trata de crear más valor turístico con menos impacto ecológico, satisfaciendo las crecientes exigencias ambientales de la nueva demanda turística, conservando el medio ambiente y avanzando hacia un turismo sustentable.

El primer paso hacia la ecoeficiencia hotelera sería aplicar un Programa de Buenas Prácticas Ambientales en el hotel alineado con estos principios, reduciendo el impacto ambiental de sus actividades y servicios, y favoreciendo más adelante la aplicación de herramientas de gestión ambiental más complejas.

Las buenas prácticas ambientales son el conjunto de hábitos personales y colectivos que hacen que la actuación individual

de cada una de las personas que trabajan y utilizan el alojamiento redunde en una mejor gestión ambiental

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El programa de buenas prácticas serviría para…

… Sensibilizar y formar a los responsables del hotel sobre su necesaria aplicación y sobre los beneficios que puede comportar en la gestión e imagen del establecimiento.

… Mejorar los hábitos y el comportamiento ambiental de los empleados y los proveedores del hotel, así como incentivar la colaboración de sus clientes.

… Mostrar los beneficios para el ambiente que supone su cumplimiento.

A continuación, proponemos una serie de pasos que pueden ayudar a planificar, poner en marcha y evaluar la eficacia de un programa de buenas prácticas ambientales en un alojamiento turístico.

Definir una Política Ambiental en la que se incluyan las razones que mueven a poner en marcha medidas y prácticas de mejora ambiental y los compromisos que se adquieren con el entorno.

Realizar una autoevaluación de la gestión actual: compras, agua, iluminación, climatización, gestión de residuos, etc.

Seleccionar las buenas prácticas y las áreas del alojamiento que son prioritarias a la hora de implementar acciones de mejora ambiental.

Asignar funciones y responsabilidades ambientales entre el personal. Su implicación es esencial para el éxito de esta iniciativa.

Establecer objetivos y metas ambientales de mejora y asignarles un plazo.

Asignar los recursos necesarios para llevar a cabo las buenas prácticas ambientales y supervisar su aplicación por parte de los empleados.

Comprobar periódicamente la eficacia de las buenas prácticas a través del seguimiento de indicadores sencillos de gestión ambiental, tales como el consumo de agua o el consumo de energía...

Evaluar continuamente la satisfacción ambiental de los clientes con la gestión y las prácticas ambientales que se están llevando a cabo, atendiendo a sus quejas y sugerencias de mejora.

Para identificar las buenas prácticas que pueden aplicarse en un hotel, deberán estudiarse los servicios ofertados, las actividades turísticas y analizar los impactos que estas actuaciones tienen sobre el medio ambiente. Por ello, antes de plantearse cuáles son las buenas prácticas ambientales que se pueden aplicar, siempre es conveniente realizar un proceso de autoevaluación o diagnóstico de las prácticas actuales de gestión ambiental.

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4. Integración en el entornoCriterios para una mejor integración en el entorno de una instalación hotelera

El patrimonio natural, cultural o la biodiversidad de un área son los valores que permiten el desarrollo turístico de un destino. Los establecimientos hoteleros, como parte integral y dinamizadora de ese destino tienen como primer reto para avanzar hacia la sustentabilidad procurar la mejor integración en su entorno social, ambiental y cultural.

En su acción responsable está la posibilidad de que la cultura, la naturaleza, las especies y el paisaje de su destino se conserven para las generaciones venideras. Por tanto, deben promover las conductas respetuosas con el entorno, la naturaleza y la cultura local.

Esa integración debe partir desde la propia concepción de sus instalaciones, estudiando y evaluando el impacto ambiental de sus infraestructuras sobre el entorno, rural, costero o urbano. Ello permitiría que en la construcción de las instalaciones hoteleras se tuvieran en cuenta medidas de conservación o recuperación del paisaje o del medio natural o humanizado.

Las construcciones deberían respetar las normas urbanísticas y las tipologías arquitectónicas propias de la zona, así como en algunos casos usar los materiales constructivos locales (o bien usar materiales ecológicos).

A ser posible, siempre facilitando un aislamiento térmico y acústico, para evitar las molestias ocasionadas por los ruidos, y teniendo en cuenta principios de arquitectura bioclimática.

De otro lado, las empresas de alojamiento deben conocer los valores naturales y los problemas ambientales del destino, implicándose con las comunidades y promoviendo el conocimiento de su cultura, naturaleza y tradiciones, facilitando a sus clientes la integración en el modo de vida local como elemento fundamental de una experiencia turística sostenible.

Un hotel integrado en su entorno social y natural es un hotel sustentable



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5. Compras y eco-consumoFomentando la sustentabilidad de nuestros proveedores y las compras eco-lógicas

Por lo general, las compras en un establecimiento turístico eligen entre las opciones que ofrece el mercado de bienes y servicios, utilizando fundamentalmente criterios económicos y de calidad, pero la posibilidad de tener en cuenta criterios eco-lógicos en las compras puede reducir costes y mejorar la imagen “verde” del alojamiento.

En la adquisición de productos no debe tenerse en cuenta sólo el momento de la compra, sino también las posibilidades de ahorro que permiten los productos durante su uso y el tratamiento que pueden recibir al final de su vida útil.

Por tanto, es muy importante recabar y analizar la información facilitada por los fabricantes mediante las etiquetas de sus envases o embalajes. Pequeñas modificaciones en los hábitos de compra, fácilmente adaptables a las necesidades particulares de cada hotel, pueden dar lugar a una reducción de los impactos provocados sobre el entorno.

A continuación se proponen una serie de criterios generales de compra sostenible que puedan ayudar a un establecimiento de turismo rural a elegir productos más ecológicos y a evaluar a sus proveedores desde un punto de vista medioambiental.

Adquiera preferiblemente detergentes ecológicos o biodegradables.

Use siempre la mínima cantidad de producto, respete las indicaciones del fabricante.

Elija productos de aseo naturales y hágaselo notar a sus clientes. Evite, en la medida de lo posible, los dispensados en paquetes pequeños y coloque dosificadores de jabón en los baños.

Reduzca el consumo de papel, sustituyéndolo por medios electrónicos. Reutilice el papel impreso. Evite las copias innecesarias. Sustituya el papel blanco por papel reciclado, libre de cloro o con una certificación ecológica

Siempre serán mejores los colchones y la ropa de cama de composición natural frente a materiales sintéticos. Los colchones de látex elaborados con caucho natural son muy recomendables por su alta calidad y bajo impacto ambiental.

Antes de adquirir mobiliario de madera, infórmese de si tiene un certificado de gestión forestal sostenible.

Compre productos alimenticios a granel o mínimamente envueltos

Priorice el consumo de productos de elaboración local y de temporada.

Evite alimentos modificados genéticamente o con aditivos alimentarios artificiales (colorantes, conservantes, etc.).

¡Y no olvide informar a los proveedores de su interés por el medio ambiente!

¡Solicíteles productos respetuosos con el entorno!

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6. Eficiencia energéticaAhorro de costos mediante el buen uso de la energía.Utilización de energías más limpias

La mayor oferta de servicios, el aumento en los estándares de calidad y la creciente preocupación por el confort y la satisfacción del cliente en los hoteles han tenido como consecuencia un incremento constante del consumo energético por estancia.

En los alojamientos turísticos, la energía supone una media del 10% de los costos totales. El ahorro en la energía empleada para iluminación, calefacción o refrigeración no sólo incidirá directamente en una disminución del gasto, sino que además contribuirá a proteger el clima y a la conservación de los recursos naturales.

La sustentabilidad económica y ambiental del sector hotelero requiere de la reducción del consumo energético y de la progresiva utilización de energías más limpias y eficientes. Para ello, es necesario sensibilizar al personal y a los clientes, llevar a la práctica medidas técnicas y de gestión para reducir el consumo sin disminuir el confort, mejorar la eficiencia energética y sustituir las fuentes de energía fósil por energías renovables.

La gestión energética podría empezar por la realización de un estudio técnico o auditoría energética de la que se obtengan propuestas de mejora y seguimiento de los consumos energéticos de la instalación. Cualquier medida que consiga reducir el consumo energético supondrá, además de beneficios ambientales, ahorros económicos. Las posibilidades de ahorro son muchas, en especial en la iluminación, la calefacción y el aire acondicionado, el agua caliente sanitaria y la cocina y lavandería.

Controle su consumo energético

El primer paso a la hora de implantar una gestión energética sustentable debe ser el análisis y seguimiento de los consumos de energía en el establecimiento hotelero. El consumo real en un alojamiento hotelero es muy variable y dependerá de un amplio número de factores, como pueden ser la tipología y categoría del alojamiento, el número de habitaciones, el nivel de ocupación, la localización geográfica, los servicios que ofrece a sus clientes, etc.

Los principales elementos y procesos consumidores de energía en un hotel son los equipos de climatización, las cocinas, el agua caliente, para cuya generación se requiere un elevado aporte de energía térmica, y la iluminación de habitaciones, exteriores y zonas comunes.

El ahorro de energía es la mejor contribución de un establecimiento turístico a la conservación del clima y el medio ambiente. Siga estas recomendaciones de eficiencia energética…



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ILUMINACIÓN

El consumo de energía eléctrica en la iluminación tiene una gran influencia en el consumo energético total. La iluminación es el apartado que representa un mayor consumo eléctrico, dependiendo este porcentaje de sus usos, de las dimensiones del establecimiento y del clima de la zona donde está ubicado.

Aproveche al máximo la luz natural en las estancias y exteriores del hotel.

Analice las necesidades lumínicas de cada estancia, adecuando su nivel de iluminación. Controle que cada zona posea la iluminación adecuada a sus necesidades.

Sólo con la utilización de luminarias de bajo consumo podrá reducir hasta el 30-50% del consumo eléctrico.

Programe un mantenimiento adecuado de los sistemas de iluminación y limpie las lámparas y luminarias con regularidad.

Instale, siempre que sea posible, sistemas de control y regulación de la iluminación, interruptores temporizados o fotocélulas automáticas.

CLIMATIZACIÓN

La climatización sirve para el acondicionamiento térmico de las instalaciones con el fin de asegurar el confort de los usuarios y proporcionar una sensación agradable y equilibrada entre humedad, temperatura, velocidad y calidad del aire. Las necesidades de acondicionamiento térmico estarán en función de la ocupación y de la actividad que se vaya a desarrollar en cada uno de los locales a climatizar.

Los sistemas de climatización suponen durante gran parte del año la principal demanda de consumo energético. Los sistemas de calefacción en los hoteles son altos consumidores de energía en la época invernal, durante la cual consumen aproximadamente un 45% del total.

Asegure y revise periódicamente el aislamiento térmico del edificio.

Optimice el rendimiento de las calderas. Aumentar el rendimiento de las calderas ahorra energía, a la vez que reduce las emisiones y la contaminación.

Instale un sistema de regulación de la temperatura de las zonas comunes mediante termostatos para aumentar la eficiencia energética del sistema de climatización.

Informe a sus clientes de cómo usar adecuadamente el termostato de las habitaciones y la recomendación para el confort térmico de no modificar la temperatura fijada.

Estudie la posibilidad de utilizar energías renovables para dar apoyo al sistema de climatización del hotel, con el consiguiente ahorro energético.

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AGUA CALIENTE

Las necesidades de agua caliente sanitaria representan una parte importante del consumo, alcanzando valores que oscilan entre un 15 y un 25% del consumo total de energía. La producción de ACS se realiza generalmente mediante calderas de agua caliente, por lo que son de aplicación las mejoras mencionadas para las calderas de calefacción.

La instalación de sistemas de bajo consumo en duchas y baños, que reducen el caudal suministrado sin perjuicio de la calidad del suministro, también conllevan importantes ahorros energéticos debido a que disminuye notablemente el caudal de agua a calentar, con una reducción que puede alcanzar valores del 50-60% del consumo de agua.

Otra mejora importante es la producción de ACS mediante la utilización de la energía solar térmica, lo que puede suponer ahorros notables en el consumo energético además de reducir las emisiones de CO2 causantes del efecto invernadero.

Instale equipos de optimización del caudal para calentar sólo la cantidad de agua necesaria, reduciendo el consumo de energía.

Minimice todas las fugas de agua caliente con un mantenimiento apropiado de las conducciones y los grifos de duchas, bañeras y lavabos.

Aísle adecuadamente las conducciones y depósitos de almacenamiento.

Instale grifos con temporizador en lavabos y aseos.

EQUIPOS ELECTRÓNICOS

Sitúe el frigorífico y las cámaras alejadas de fuentes de calor y evite la apertura innecesaria de las puertas de las cámaras frigoríficas.

Realice un mantenimiento programado de las cámaras para evitar la acumulación escarcha, suciedad en los filtros de aire, etc.

Utilice las lavadoras y lavavajillas cuando estén totalmente llenos, a plena carga y con los programas de ahorro. A ser posible, lave en frío o a bajas temperaturas. El 80% de la energía que se consume se emplea para calentar el agua. Limpie periódicamente sus filtros.

Compruebe la etiqueta de eficiencia energética de los equipos eléctricos y electrónicos que adquiere.

No utilice el modo en espera stand-by de televisores y otros aparatos electrónicos. Desconéctelos de la red cuando no están en uso.

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Y no olvide que la mejor medida de ahorro energético en un hotel es concienciar a todo el personal y a los clientes de la importancia de preservar la energía y el agua como recursos naturales limitados para que racionalicen su consumo.

ENERGÍAS RENOVABLES

La utilización del sol y la biomasa (e incluso en algunos casos del viento o el agua) para generar energía en los alojamientos turísticos es una práctica cada vez más extendida en el sector hotelero, como así lo atestiguan las exitosas experiencias llevadas a cabo para el uso de renovables, tanto por grandes hoteles urbanos como por pequeños alojamientos rurales.

El uso de energías renovables ayuda a limitar el efecto invernadero y es una seña de innovación tecnológica y respeto por el medio ambiente para muchos clientes. La implantación de energías renovables en el sector debe contribuir al ahorro energético y la competitividad desde la concienciación con la conservación del medio ambiente y del entorno natural.

Actualmente, las energías renovables con mayor aplicabilidad en los establecimientos hoteleros son la energía solar térmica para la producción de agua caliente y apoyo a calefacción y la energía proveniente de la biomasa para calefacción y agua caliente, ambas muy interesantes por el elevado consumo de agua caliente en los alojamientos turísticos.

Otra posibilidad es el uso de energía solar fotovoltaica para producir electricidad o para el autoconsumo en determinados puntos de alumbrado exterior o sistemas autónomos.

¡Apueste por las energías renovables para producir energía limpia!

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7. Gestión del aguaEl agua, ese recurso tan valioso que debemos conservar. Ahorro y eficiencia en el uso del agua

El agua es un recurso limitado, y debe tratarse como tal. Su consumo en un hotel oscila bastante en función de la actividad y de los servicios ofrecidos, pero también de los medios técnicos y de la sensibilización de empresarios y clientes.

Cabe recordar, por otra parte, que el agua -además de un recurso natural- tiene un gran valor económico pues forma parte del patrimonio natural. Además, un elevado consumo de agua genera inevitablemente un gran caudal de aguas residuales que, en caso de no tratarse convenientemente, puede provocar efectos no deseados sobre el paisaje o la biodiversidad.

Se debe ser consciente de que antes de que el agua llegue a las instalaciones, debería ser necesario disponer de las infraestructuras necesarias para captarla, potabilizarla y distribuirla, y que, tras su uso, debe recogerse siempre

que ello sea posible mediante un sistema de alcantarillado y saneamiento que la lleve hasta una estación depuradora.

La reducción del consumo de agua puede resolverse de una manera barata, ecológica y relativamente rápida mediante el ahorro y el aumento de la eficacia de su uso. El primer paso para tomar conciencia del gasto de agua y poder determinar las necesidades de cambio en los hábitos de consumo es la medida del consumo actual en las instalaciones.

Para su conservación, intente seguir algunos de estos consejos que pueden contribuir al ahorro de agua y a la reducción de la carga contaminante del vertido de aguas residuales.

Tenga una red efectiva de contadores de agua (instalando contadores por zonas o áreas si se considera necesario). El seguimiento y control de consumos es la mejor manera de conocer los puntos de mayor consumo y de prevenir fugas o consumos elevados.

Revise periódicamente la instalación para detectar fugas y lleve a cabo un mantenimiento programado para prevenir averías.

Instale elementos de fontanería eficientes: aireadores, perlizadores, grifos de botón en los aseos, cabezales de ducha y limitadores de presión, doble descarga o descarga en dos tiempos en cisternas, etc.

En las tareas de limpieza procure usar la cantidad necesaria de agua. Utilice la dosis correcta de productos de limpieza. Una mayor cantidad de producto no mejora el resultado de la limpieza, sólo incrementa la carga contaminante del agua.

Prohíba arrojar productos de limpieza por el desagüe. Los detergentes que se usan y vierten en la limpieza llegan a ríos y arroyos acabando con la vida que sustentan. Evite también el vertido de aceites, recójalos para su reciclaje.

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Compruebe que los conductos de la calefacción se encuentren en buen estado y, si es posible, instale un sistema de recirculación de condensados.

Si el hotel dispone de zonas verdes o ajardinadas, a veces se consumen importantes cantidades de agua en su cuidado y mantenimiento. La selección de las especies que plantemos va a condicionar la cantidad de agua consumida. La elección de especies vegetales autóctonas facilitará un consumo reducido ya que están adaptadas a las condiciones climáticas de la zona en la que se ubica el hotel. Además, mejorará la integración en el paisaje.

Elegir el sistema de riego adecuado y revisarlo periódicamente pueden ayudarnos a minimizar el consumo hídrico. Es conveniente regar en las horas de menos calor, evitando las pérdidas de agua por evaporación. El riego debe plantearse con flexibilidad, adaptándolo a la meteorología. Es recomendable comprobar el grado de humedad del suelo antes de regar.

Instale sistemas de riego de bajo consumo (aspersión, goteo, exudación, etc.) y adapte la frecuencia de riego a la meteorología, para evitar los que sean innecesarios a causa de la lluvia.

Recoja las aguas pluviales en depósitos y destínelas a otros usos o al riego de jardines.

Realice campañas de sensibilización para el personal y los clientes, proporcionando la información necesaria para conseguir un uso responsable del agua mediante carteles o notas informativas en zonas de trabajo, aseos y habitaciones.

¡Ahorre agua! La disminución del consumo de agua no sólo redunda en un menor costo, sino que conlleva también un importante ahorro energético

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8. ¿Qué hacemos con los residuos?El tratamiento y la gestión sustentable de los desechos en un hotel. Reciclemos nuestros desechos

Uno de los aspectos ambientales más importantes en cualquier establecimiento hotelero es la producción incesante de residuos de todo tipo, consecuencia de la propia actividad turística y del mantenimiento de las instalaciones. Sin olvidarnos de los residuos generados por los clientes y depositados en el alojamiento durante su estancia.

Un alojamiento turístico puede producir muy diversos tipos de residuos: basura orgánica, papel, envases de vidrio, plásticos, mobiliario usado, equipos electrónicos fuera de uso, pilas, fluorescentes, escombros de pequeñas obras, pinturas, envases de productos de limpieza...

Las características de los desechos en un hotel dependerán de una serie de variables, entre las que destacan los servicios que ofrece, cómo se realiza el mantenimiento de las instalaciones y los hábitos de conducta del personal y clientes. Por otra parte, el nivel de generación de residuos guarda una relación directa con la ocupación, siendo obviamente mayor en los meses en los que esta ocupación aumenta.

Estas cuestiones deben tenerse en cuenta a la hora de plantearse actuaciones de mejora que nos encaminen hacia una gestión responsable con el medio de todos los residuos.

En cualquier caso, con relación a la gestión de los residuos también influyen factores externos. Así, las posibilidades de realizar una gestión responsable de los residuos generados en el establecimiento dependerán de la existencia en la zona de sistemas de recogida y reciclaje de los residuos.

Y también dependerán de la educación y concientización ambiental de los clientes, puesto que ellos también deberían colaborar para el buen funcionamiento de la recogida y el reciclaje de los residuos. De ahí la importancia de que las actuaciones de mejora respecto a los residuos deban estar orientadas a mejorar la calidad ambiental y del servicio, informando y sensibilizando a los turistas para que se impliquen activamente en las mismas.

En un hotel se pueden generar residuos muy diversos que exigen una gestión diferenciada, la cual tenga en consideración sus características, el volumen del residuo, dónde se genera, sus posibilidades de reutilización o reciclaje, si el residuo es peligroso o no... A continuación, se señalan los distintos tipos de desechos que nos podemos encontrar.

RESIDUOS URBANOS. Son los residuos asimilables a las basuras domésticas, en los que aparecen todo tipo de materiales, aunque estarán compuestos principalmente por materia orgánica en el caso de existir servicio de cocina y restauración. Son retirados por los servicios públicos de cada zona, para lo que deben ser depositados separadamente con el fin de prevenir molestias y malos olores.

RESIDUOS RECICLABLES. Son residuos que pueden ser aprovechados para otros usos o bien reciclados con facilidad, por lo que debemos

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procurar su segregación adecuada para facilitar su reciclaje. Entre ellos, están los residuos de papel y cartón, todo tipo de envases (botes y botellas de vidrio o plástico, envases tipo brick, latas metálicas...), los plásticos de envoltorios, el material de embalaje, etc.

RESIDUOS PELIGROSOS. En cualquier hotel también se generan determinados residuos que son potencialmente peligrosos o tóxicos para el medio ambiente y la salud de las personas, por lo que deben ser almacenados y gestionados cumpliendo unas mínimas condiciones de seguridad.Son residuos peligrosos los envases de los productos de limpieza que son agresivos con el medio ambiente, los residuos de algunos productos utilizados en el mantenimiento de las instalaciones (aceites, pinturas, barnices, colas...), los cartuchos de las impresoras, las pilas y baterías, los fluorescentes, los envases de productos fitosanitarios, etc.

OTROS RESIDUOS. Por último, también se pueden generar otros tipos de residuos de características distintas a los anteriores. Cada uno de ellos exigirá sistemas de recogida y de gestión diferentes, aunque siempre debe tenerse en cuenta la necesidad de favorecer su valorización o reciclaje. Por ejemplo:

Residuos del mantenimiento de zonas verdes.

Residuos de equipos eléctricos y electrónicos.

Residuos voluminosos, muebles y enseres usados.

Lodos de depuradoras o de la limpieza de piscinas.

Residuos de obras, etc.

La gran cantidad de basura producida en los alojamientos turísticos implica una gran responsabilidad por parte del sector hotelero para minimizar el impacto ambiental que estos residuos provocan en el medio. Un tratamiento eficiente y una gestión eficaz en materia de residuos permitirá no sólo evitar una contaminación innecesaria de nuestro entorno, sino que también conllevará una reducción de los costes de transporte y eliminación de los residuos, mejorando la imagen del establecimiento ante los clientes y la comunidad local.

Reciclando los residuos contribuyes a la sustentabilidad del turismo

Si se pretende mostrar la responsabilidad hacia el medio ambiente, el primer paso para lograr que el alojamiento sea más ecológico debería ser conocer las cantidades y tipos de residuos que se generan. Una vez identificados, es muy conveniente analizar cómo se están gestionando esos residuos y plantearse en su caso opciones y alternativas más respetuosas con el entorno.

Evaluar las cantidades de residuos generadas y el destino final que le damos a cada una de las fracciones de residuos, nos permitirá determinar aspectos como, por ejemplo, si el consumo de embalajes es excesivo, cómo podemos reducirlo, si los recogemos selectivamente, etc.

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9. Sensibilización y comunicación ambientalCómo sensibilizar e implicar a los clientes y turistas en la sustentabilidad

Una actitud de respeto por el medio ambiente requiere de la participación de todos. La buena información y sensibilización de los huéspedes es un factor clave para la sustentabilidad del hotel, para lo cual es necesario diseñar e implementar acciones de comunicación efectivas con quienes deben ser actores de la gestión sustentable del alojamiento turístico.

Informe a sus clientes de la política ambiental de la empresa turística, expresión de su compromiso con el desarrollo sustentable, invitándoles a colaborar en este compromiso. Ubica en un lugar visible esta política en la recepción.

Entregue a los visitantes información a su llegada que les anime a adoptar hábitos de consumo más eficientes durante su estancia.

Disponga en recepción y salones de planos, folletos turísticos y publicaciones del entorno en que se ubica el establecimiento, de su patrimonio natural o cultural, de las posibilidades de ocio y recreación. ¡Preocúpese por la experiencia turística de sus clientes en el destino!

Dé a conocer entre tus clientes los valores naturales, ecológicos y culturales del entorno. Ofrezca la posibilidad de realizar visitas y rutas guiadas.

Infórmeles de las posibilidades de transporte público para desplazarse hasta el hotel y visitar los recursos turísticos de la zona.

Anime a los visitantes a comprar productos locales y artesanos. Puede tenerlos en venta en su establecimiento hotelero.

Fomente entre los turistas la práctica de un turismo sostenible y respetuoso con el entorno. Elabore un código de conducta ecológica o responsable.

Registre las sugerencias medioambientales y analícelas como oportunidades de mejora.

Todo viajero experimenta su viaje 3 veces, cuando organiza su partida, durante su estancia y cuando lo comparte a la vuelta con su entorno social y familiar. Mantenga abiertos canales de comunicación con sus clientes desde el momento de la reserva y tras su partida mediante las redes y nuevos medios de comunicación social, se sorprenderá de su potencial para promover el atractivo de su oferta turística y mejorar su gestión ambiental.

¡Anímeles a que sean partícipes de una experiencia hotelera sustentable!

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Glosario

Aspecto ambiental: Elemento de las actividades, productos o servicios de una organización que puede interactuar con el medio ambiente.

Aislamiento térmico: Capacidad de los materiales para oponerse al paso del calor o el frío. El aislamiento supone una forma de ahorro energético en la climatización.

Biomasa: Conjunto heterogéneo de materias orgánicas, tanto por su origen como por su naturaleza. Es una fuente de energía renovable basada en la utilización de la materia orgánica formada por vía biológica en un pasado inmediato o de los productos derivados de ésta.

Biodiversidad: La variedad de la vida en todas sus formas, niveles y combinaciones. Incluye la diversidad de los ecosistemas, la diversidad de especies y la diversidad genética.

Biodegradable: Propiedad de un compuesto para ser degradado por la acción de microorganismos y otros seres vivos, o para ser descompuesto o absorbido en un medio natural.

Buenas prácticas ambientales: Conjunto de acciones emprendidas para reducir los impactos medioambientales y las pérdidas de materiales y recursos, mediante cambios en los hábitos y en la actitud de las personas para realizar los procesos y las actividades.

Cambio climático: Conjunto de alteraciones sobre el clima que son consecuencia del calentamiento del planeta provocado por la emisión incontrolada de gases de efecto invernadero en las actividades humanas, en particular el dióxido de carbono CO2.

Capa de ozono: Zona alta de la atmósfera en la que existe una elevada concentración de este gas, que tiene la capacidad de filtrar la radiación ultravioleta del sol, muy dañina para la vida.

Certificación Energética: Concesión de un certificado de eficiencia energética que incluye valores de referencia y valoraciones comparativas con el fin de que se pueda comparar y evaluar la eficiencia energética.

Ciclo de vida: Duración total de un producto desde su fabricación a su eliminación definitiva.

Climatización: Proceso de tratamiento de aire que se efectúa para controlar, en los espacios interiores, temperatura, humedad, pureza y velocidad del aire.

Combustibles: Materiales capaces de liberar energía tras un proceso de transformación o modificación de sus propiedades. Los combustibles pueden ser sólidos (carbón, madera), líquidos (gasóleo, queroseno o gasolina) o gaseosos, (gas natural y los gases licuados de petróleo).

Compostaje: Someter la materia orgánica a un proceso de transformación natural hasta obtener un producto, el compost, de gran calidad como abono orgánico, ya que además de su función como fertilizante, mejora la estructura del suelo aportando materiales húmicos.

Contaminación: Presencia en el medio ambiente de sustancias o formas de energía que, excediendo los límites tolerables, implican riesgos, daños o molestias graves para la salud de las personas, los seres vivos y los bienes de cualquier naturaleza.

Desarrollo sustentable: Modelo de desarrollo humano que pretende compatibilizar el crecimiento económico con el bienestar social y la protección del medio ambiente.

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Desempeño ambiental: Resultados medibles de la gestión que hace una organización de sus aspectos ambientales.

Ecoeficiencia: La distribución a precios competitivos de bienes y servicios que satisfagan las necesidades humanas y mejoren la calidad de vida al tiempo que reducen los impactos ecológicos y la intensidad de recursos a lo largo de su ciclo de vida.

Ecoetiquetas: Herramientas de gestión ambiental orientadas al producto, instrumentos de mercado de carácter voluntario que están concebidos para promocionar la producción, distribución y utilización de productos y servicios de consumo final con un menor impacto ambiental a lo largo de su ciclo de vida, es decir, más respetuosos con el medio ambiente.

Efecto invernadero: Calentamiento de la atmósfera producido por la alteración del balance térmico debido al aumento de la concentración de gases que no transmiten en onda larga (gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, CO2 y el metano, CH4).

Eficiencia energética: Reducción del consumo de energía manteniendo los mismos servicios energéticos, sin disminuir nuestro confort y calidad de vida, protegiendo el medio ambiente, asegurando el abastecimiento y fomentando un comportamiento sostenible en su uso.

Emisiones: Descargas continuas o discontinuas a la atmósfera de materias, sustancias o formas de energía procedentes de cualquier fuente susceptible de producir contaminación atmosférica.

Energía fotovoltaica: Sistema de captación de la radiación solar capaz de transformar la energía luminosa en eléctrica.

Energía eólica: Las turbinas eólicas o aerogenera-dores transforman la energía cinética del viento en energía mecánica, que se convierte en electricidad mediante un generador.

Energía renovable: Energías que no generan emisiones dañinas para el medio ambiente, y que aparentemente, son inagotables por formar parte de ciclos naturales.

Energía solar: Energía radiante del Sol, que puede ser aprovechada para la producción de electricidad en virtud del efecto fotoeléctrico, es decir, de la capacidad de la radiación electromagnética para extraer electrones de algunos materiales, como metales o semiconductores.

Etiqueta energética: Ecoetiqueta que informa sobre la eficiencia energética de un producto en relación al consumo medio de otros productos de la misma naturaleza.

Fauna: Conjunto de especies animales presentes en un determinado biotopo.

Flora: Conjunto de especies vegetales presentes en una determinada región o biotopo.

Gestión Ambiental: Conjunto de actuaciones, ins-trumentos y técnicas relacionadas con la conservación, protección y mejora del medio ambiente.

Impacto ambiental: Cualquier alteración de un factor ambiental o del medio ambiente en su conjunto consecuencia de una actividad humana.

Medio ambiente: Conjunto de factores físicos, biológicos, sociales, culturales y económicos que interactúan de forma sistémica e influyen sobre el desarrollo y la supervivencia del hombre y el resto de seres vivos.

Panel o colector solar: Sistema de captación de la radiación solar.

Política Ambiental: Declaración de la organización sobre sus intenciones y principios en relación con su desempeño ambiental global, que provee un marco para la acción y para el establecimiento de sus objetivos y metas ambientales.

Prevención de la contaminación: Utilización de procesos, prácticas, técnicas, materiales, productos, servicios o energía para reducir o controlar la generación, emisión o descarga de cualquier tipo de contaminante o residuo, con el fin de reducir impactos ambientales adversos.

Reciclaje: Transformación de los residuos, dentro de un proceso de producción, para su fin inicial o para



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otros fines. El reciclaje permite utilizar los materiales desechados en la fabricación de nuevos productos.

Recogida selectiva: El sistema de recogida diferenciada de materiales orgánicos fermentables y de materiales reciclables, así como cualquier otro sistema de recogida diferenciada que permita la separación de materiales valorizables contenidos en los residuos.

Reducción en origen: Disminución del volumen o la peligrosidad de los subproductos generados mediante la puesta en marcha de prácticas adecuadas o la modificación de procesos que impliquen el cambio a tecnologías más limpias, equipos más eficientes, sustitución de materias primas o modificación de la composición de los productos.

Radiación solar: Energía procedente del sol en forma de ondas electromagnéticas.

Residuos: Sustancias, materiales u objetos generados como resultado de una actividad humana, y de los cuales su poseedor se desprende o tiene intención de desprenderse o bien su calidad no permite utilizarlos nuevamente.

Sistema de gestión ambiental: Parte del sistema de gestión de una organización empleada para implementar y desarrollar su política ambiental y gestionar sus aspectos ambientales. Un sistema de gestión ambiental es un grupo de requisitos interrelacionados para cumplir unos objetivos ambientales. Incluye la estructura organizativa, la planificación de actividades, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos y los recursos necesarios para ello.

Termostato: Aparato que mediante un dispositivo automático sirve para controlar la temperatura.

Tóxico: Las sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o penetración cutánea en pequeñas cantidades puedan provocar efectos agudos o crónicos sobre la salud humana y/o el medio ambiente.

Turismo sustentable: Modelo de desarrollo turístico que satisface las necesidades de los destinos y de los turistas, al mismo tiempo que protege y mejora los

recursos turísticos del futuro. Según esta definición, serían sostenibles aquellas actividades turísticas, aquellos hoteles, respetuosos con el medio natural, cultural y social de su comunidad local.

Vertido: Es el efluente residual evacuado fuera de las instalaciones con destino directo o indirecto a colectoras, colectores, cloacas, conductos pluviales, cursos de agua y el suelo, ya sea mediante evacuación o depósito. El vertido puede contaminar o degradar el agua o el suelo, es decir, de producir alteraciones perjudiciales de su calidad en relación con los usos posteriores o con su función ecológica.

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BibliografíaTurismo sostenible. Ayuso, S. &Fullana, P. Rubes Editorial. Barcelona, 2002.

Buenas prácticas para el turismo sostenible. Rainforest Alliance, 2005.

Manual de buenas prácticas ambientales para el sector del turismo en los espacios naturales de Castilla y León. Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León. 2006.

Guía práctica para la gestión medioambiental en hoteles. Comunidad de Madrid, 2006.

Guía de Recomendaciones Ambientales. Secretaría de Turismo. Buenos Aires, 2007.

Juego de herramientas para desarrollar y promover turismo sostenible en América Latina. Rainforest Alliance, 2005.

Guía de buenas prácticas para un turismo sustentable. Servicio Nacional de Turismo. Santiago de Chile, 2008.

Manuales de Ecoeficiencia y Gestión Ambiental en el sector hotelero asturiano. Vallina Crespo, J. Unión Hotelera del Principado de Asturias. Oviedo, 2008.

Responsabilidad Social Empresarial. Ideas claves y buenas prácticas en hoteles. Govern de les Illes Balears y Federació de la Petita i Mitjana Empresa de Mallorca. 2011.

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Referencias en InternetAsociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT)http://www.ahtra.com.arConsejo Mundial de Viajes y Turismohttp://www.wttc.orgEnvironmentally Friendly Hotelshttp://www.environmentallyfriendlyhotels.comGreenLodginghttp://www.greenlodgingnews.comIniciativa Ambiental de Hoteles Internacionaleshttp://www.ihei.orgIniciativa de Tour Operadores para el Desarrollo de un Turismo Sustentable http://www.toinitiative.orgInstituto Argentino de Normalización y Certificaciónhttp://www.iram.org.arInstituto Tecnológico Hotelero - Españahttp://www.ithotelero.comOrganización Mundial del Turismohttp://www.world-tourism.orgOrganización Internacional de Normalizaciónhttp://www.iso.orgPrograma de Naciones Unidas para el Medio Ambiente - Turismohttp://www.unepie.org/tourismRainforest Alliance – Viaje Sosteniblehttp://www.viajesostenible.orgResponsible Hoteleshttp://www.responsiblehotels.travelSecretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Ministerio de Salud y Ambiente de la Naciónhttp://www.medioambiente.gov.arSecretaría de Turismo de la Naciónhttp://www.turismo.gov.ar

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Telf.: (0034) 91 434 20 80 Fax: 91 501 93 37

www.formastur.es

www.escueladeturismo.es

programa de hotelerÍa sustentable - … y buenas prácticas ambientales en la gestión hotelera...

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