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Prólogo EN UNA SERIE de artículos publicados en LA PRE:-.lSA y reimpresos en un folleto titulado Los pies descalzos de Nicaragua, en 1970 Pedro Joaquín Chamorro Cardenal hilvana geografía e historia y enfoca "un aspa'to poco conocido de nuestra Patria, aun por aquellos que se precian de ser investigadores, curiosos, o viajeros de «tierra Con hábil pluma Pedro Joaquín relata su reciente gira por el río San Juan, acompañado de guía, historiador y fotógrafo, dejando en letras de molde, para la posteridad, su valioso, fiel retrato de "San luan del Norte, o Greytown, en 1970: un cadáver de pueblo. No es un pueblo abandonado, que es distinto, sino un sitio en donde quedan los restos de un pueblo, y cosa curiosa, el más imperecedero de esos restos, está representado por los dos cementerios, uno católico y el otro masón, cuyas verjas de hierro fundido, rematadas en lancetas con base de una pll1gada de grueso, desafían al tiempo y hacen de inútiles centinelas tratando de preservar lo que nunca puede preservarse: los muertos" ..... Hilvanando la geografía y la historia preservada en los libros disponibles y en nuestra memoria colectiva. Pedro Joaquín concluye: San Juan del Norte, dejó de ser puerto por abandono del hombre, y no por causas de la naturaleza; su barra se llenó de arena porque pararon de funcionar las dragas, y el tránsito fluvial vino a menos, en virtud de aquel abandono. ocasionado quizás por la competencia que el canal de Panamá hizo a nuestra precaria vía de tránsito interoceánico. Pl:dro Joaquín Chamorro, Los pies descab:os de Nicaragua, Managua: Talleres de la Prensa, 1970, p .. H. u Ibid., p. 22. 15 Ahora bien, si los nicaragüenses estimáramos necesario para nuestro destino, reabrir esa ruta, contamos para ello, con los mismos elementos con que contaron nuestros antepasados quienes se propusieron hacer a su país más grande., y no más pequeño. El RÍo San Juan, es el mismo, con raudales, barras, lagunetas, bajíos. bancos, piedras y demás dificultades. Es el hombre, el nicaragüense de hoy, a quien toca intentar su aprovechamiento, utilizando bien la geografía que la Providencia ha puesto a su Dos años después-en 1972-el profesor e investigador norteamericano David I. Folkman, Jr., publica Tbe Nicaragua Route (traducción al español: La Ruta de Nicaragua, en 1976), un "acucioso estudio" que "viene a llenar un vacío de infonnación. del que adolecíamos, sobre el Tránsito a través de Nicaragua, tanto en su aspecto histórico y político como social y económico, siendo, por lo tanto, una valiosa contribución para el mejor conocimiento de esa época de nuestro acontecer. histórico". En sus páginas. Folkman mfonaa que un terremoto obstruyó la bahía: Entre 1851 Y 1857 la barra de la entrada al puerto tenía unos 23 pies de profundidad, de manera que barcos de todo porte la franqueaban fácilmente. En esos años los vapores oceánicos fondeaban en la propia Ibid., p. 28. ""'. "Nota explicativ:l" del Fondo de Prumociún Culmral del B:lnco de América, en Dayid 1. Fulkman, La RutJ;J de ,"... ·icaragua, tradul:ción al español de luciano Cuadra, Managua: Fondo de Promoción Cultural del Ballco de América, 1976, p. iii.

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Page 1: Prólogo Ahora bien, si los nicaragüenses · Prólogo EN UNA SERIE de artículos publicados en LA PRE:-.lSAy reimpresos enun folleto titulado Los pies descalzos de Nicaragua, en

Prólogo

EN UNA SERIE de artículos publicados en LA

PRE:-.lSA y reimpresos en un folleto titulado Lospies descalzos de Nicaragua, en 1970 PedroJoaquín Chamorro Cardenal hilvana geografíae historia y enfoca "un aspa'to poco conocidode nuestra Patria, aun por aquellos que seprecian de ser investigadores, curiosos, oviajeros de «tierra adentro.»"~ Con hábil plumaPedro Joaquín relata su reciente gira por el ríoSan Juan, acompañado de guía, historiador yfotógrafo, dejando en letras de molde, para laposteridad, su valioso, fiel retrato de "San luandel Norte, o Greytown, en 1970: un cadáver depueblo. No es un pueblo abandonado, que esdistinto, sino un sitio en donde quedan losrestos de un pueblo, y cosa curiosa, el másimperecedero de esos restos, está representadopor los dos cementerios, uno católico y el otromasón, cuyas verjas de hierro fundido,rematadas en lancetas con base de una pll1gadade grueso, desafían al tiempo y hacen deinútiles centinelas tratando de preservar lo quenunca puede preservarse: los muertos" .....

Hilvanando la geografía y la historiapreservada en los libros disponibles y ennuestra memoria colectiva. Pedro Joaquínconcluye:

San Juan del Norte, dejó de serpuerto por abandono del hombre, yno por causas de la naturaleza; subarra se llenó de arena porquepararon de funcionar las dragas, y eltránsito fluvial vino a menos, envirtud de aquel abandono. ocasionadoquizás por la competencia que el canalde Panamá hizo a nuestra precaria víade tránsito interoceánico.

~ Pl:dro Joaquín Chamorro, Los pies descab:os deNicaragua, Managua: Talleres de la Prensa, 1970, p..H.

u Ibid., p. 22.

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Ahora bien, si los nicaragüensesestimáramos necesario para nuestrodestino, reabrir esa ruta, contamospara ello, con los mismos elementoscon que contaron nuestrosantepasados quienes se propusieronhacer a su país más grande., y no máspequeño.

El RÍo San Juan, es el mismo, conraudales, barras, lagunetas, bajíos.bancos, piedras y demás dificultades.Es el hombre, el nicaragüense de hoy,a quien toca intentar suaprovechamiento, utilizando bien lageografía que la Providencia hapuesto a su disposición.~~·

Dos años después-en 1972-el profesor einvestigador norteamericano David I.Folkman, Jr., publica Tbe Nicaragua Route(traducción al español: La Ruta de Nicaragua,en 1976), un "acucioso estudio" que "viene allenar un vacío de infonnación. del queadolecíamos, sobre el Tránsito a través deNicaragua, tanto en su aspecto histórico ypolítico como social y económico, siendo, porlo tanto, una valiosa contribución para elmejor conocimiento de esa época de nuestroacontecer. histórico". ~..... En sus páginas.Folkman mfonaa que un terremoto obstruyóla bahía:

Entre 1851 Y 1857 la barra de laentrada al puerto tenía unos 23 piesde profundidad, de manera quebarcos de todo porte la franqueabanfácilmente. En esos años los vaporesoceánicos fondeaban en la propia

~.... Ibid., p. 28.

•""'. "Nota explicativ:l" del Fondo de PrumociúnCulmral del B:lnco de América, en Dayid 1. Fulkman,La RutJ;J de ,"...·icaragua, tradul:ción al español deluciano Cuadra, Managua: Fondo de PromociónCultural del Ballco de América, 1976, p. iii.

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bahía frente a Punta de Castilla, y losvapordtos del río atracaban a ellospara transbordar a los pasajeros. Peroen 1862 que la compañía reabri6 laruta, las acrecencias aluviales creadaspor la lengueta de arena de Punta deCastilla comenzaron a invadir labahía. La compañía creyó al principioque podía rehabilitarla. Luego, en1863, lln terremoto levantó la barrade la entrada y redujo su profundidada menos de 10 pies. Después de estolos vapores y buques de vela de grancalado no pudieron volver a cruzarla.-·

Precisamente cuando Folkman escribía esaslmeas, yo comenzaba a recopilar documentospara el estudio de la historia de Nicaraguadurante la crucial década de mediados del SigloXIX. Entonces encontré en los ArchivosNacionales de los Estados Unidos. enWashington, una declaración juramentada delcapitán ]oseph Newton Seott. agente de laCompañía Accesoria del Tránsito en San Juande Nicaragua desde agosto de 1853 hastadiciembre de 1859. Scott compareció comotestigo de la defensa en un juicio entablado porDavid Colden Murray, Depositario de laCompañía, contra Cornelius Vanderbilt, en1861, en Nueva York. Le hicieron 1.100preguntas que numeré, traduje al español,anoté y publiqué bajo el título El Testimoniode Seatt, (Serie: Fuentes Históricas N" 5, Fondode Promoción Cultural del Banco de América),en Managua, en 1975.

El testimonio del testigo presencial Scott.que Folkman y otros investigadores habíanignorado, descubrió para nosotros los del SigloXX, ya casi a finales del siglo, la destruccióndel puerto de San Juan de Nicaragua acaecidaen 1859. Como veremos adelante, narrado porScott y demás testigos oculares, y comprobadoplenamente en diversos mapas y documentos

~ Ibid., p. 203.

fidedignos de la época, la bahía de San Juan deNicaragua no se cegó en 1863 como afinnaFolkman, sino en 1859, y el desastre no sedebió a ningún terremoto ni al abandono porel hombre, sino a otras causas.

Buscando las causas de dicha tragedia deconsecuencias más graves y duraderas que la deWaIker. en seguida investigué en todo archivoy biblioteca que pude, comenzando en elArchivo General de Indias de Sevilla; laBiblioteca Central Militar, el ServicioGeográfico del Ejército, el Museo Naval y elArchivo Histórico Nacional de Madrid; laPublic Record Office y la British MuseumLibrary de Londres; Tbe National Archives yThe Library of Congress de Washington. yotros, recopilando numerosos documentos ymás de cien mapas del río y el puerto de SanJuan de Nicaragua. Su estudio, y el de losdocumentos publicados en la Colección Somozadel Dr. Andrés Vega Bolaños, en la Revista deGeografía e Historia de Nicaragua, en laRevista Conservadora del PensamientoCentroamericano y otras fuentes, me hapermitido dilucidar valiosos detalles de lavariable geografía y dolorosa historia de la quefuera nuestra puerta al Atlántico.

En El Testimonio de Scott (1975) y despuésen la biografía de Walker-William Walker:Tbe Gray Eyed Man ofDestiny, cinco tomos eninglés (1988-1991) y WilIiam Walker: ElPredestinado de los Ojos Grises, cinco tomos enespañol (1989-1994), presenté informespreliminares acerca de la destrucción de labahía de nuestro San Juan de Nicaragua. Enesta monografía ahora presento el resultadocompleto de mi investigación.

* >:' ,~

EN RESUMEN, el cierre de la puerta deNicaragua al Atlántico es una catástrofeproducida por el hombre, que alteróradicalmente el destino de nuestra nación.Aunque los depósitos aluviales en la bahía deSan Juan de Nicaragua son un proceso natural

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de muchos siglos, su postrer etapa, brusca eirreversible, fue causada por actos humanos,intencionales unos)' accidentales otros.

Las arenas volcánicas que entregan al SanJuan sus tributarios San Carlos y Sarapiquí sonpartículas livianas que la rauda corrienteacarrea en suspensión hasta el mar, pero que alperder fuerza )' velocidad se sedimentanformando bajíos e islas sobre troncos, ramas ydemás obstáculos en su camino. En un procesonatural se han depositado paulatinamente en ellecho del San Juan a través de los siglos. Peroademás, tres intervenciones de la mano delhombre aceleraron el proceso que en 1859 cegóel antiguo puerto de San Juan de Nicaragua ehizo intransitable el Bajo San Juan en el delta.

El primer cambio brusco en el delta ocurrea finales del Siglo XVII, cuando el Colorado depronto se convierte en el ramal principalsiendo antes inexistente o a 10 sumo el menorde los ramales. Nuestra memoria colectiva hoyno lo recuerda; ma.'i en el Siglo XIX latradición achaca ese cambio a que nuestrosantepasados ensancharon el Colorado a finalesdel XVII para impedir la entrada de los pirataspor el Bajo San Juan.

La segunda intervención ocurre endiciembre de 1780, fecha en que los ingleseshunden tres barcos a propósito para obstruir elpuerto. Su efecto se manifiesta en las siguientesdécadas con grandes islas obstruyendo la propiaboca del río (formadas por las arenas volcánicasdepositadas sobre los navíos hundidos en 1780.pues antes de esa fecha no existían).

Aunque dañado ya dos veces por la manodel hombre, San Juan de Nicaragua siguesiendo un buen puerto cuando en 1849 lafiebre del oro en California abre la Ruta delTránsito por nuestro río y lago. La GuerraNacional contra el filibustero William Walkercierra el Tránsito en enero de 1857. Presionadopor la depresión económica que sobreviene. elvecino de San Juan Mr. John Leefe despalatreinta árboles de cedro de la isla Concepciónen el río San Juan frente a la bifurcación delColorado, y los exporta. La isla se desmorona

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al secarse las raíces, y la subida del río se lalleva en pedazos durante el siguiente invierno.Al desintegrarse la isla frente a la bifurcación,el 90% de las aguas se desvía ya por el cauce delColorado. Al entrar el verano en noviembre de1858 y bajar el río, la débil corriente que llegaa la bahía deposita en ella toda su arena)' ciegael puerto, anegándolo en 1859.

De allí en adelante, los esfuer.lOs porreanudar la Ruta del Tránsito son efímeros )'tropiezan con numerosas dificultades de todaíndole, siendo la obstrucción del puerto y delBajo San Juan el factor decisivo que le impidea la Ruta de Nicaragua competir con Panamá.En vez de transbordar como antes, del vaporoceánico al fluvial en la bahía abrigada, en1862 que se reanuda el Tránsito los vaporesoceánicos anclan en mar abierto. Los pasajerosbajan en lanchitas en aguas agitadas einfestadas de tiburones. En vez de un día comoantes, tardan de cuatro a siete transitando elistmo, si es que no hay dilaciones mayores.

El último pasajero del Tránsito se aleja denuestras costas en abril de 1868. La apertura, alaño siguiente. del ferrocarril transcontinentalen los Estados Unidos, hace ya innecesaria laruta de Nicaragua para esa nación, pero. detodos modos, ya ésta se ha cerrado de...de ante....Y, claro está. desde entonces queda tambiéncerrada para nosotros la que fuera nuestrapuerta del Atlántico.

Aunque '-"errada la puerta. durante variasdécadas nos vemos obligados a seguir usando elrío con todos sus escollos para nuestroraquítico tráfico local y escaso comercio delAtlántico. Además, la ruina de San Juan deNicaragua aumenta los costos en los proyectosde construcción del canal y a finales del SigloXIX contribuye a indinar la balanza en favorde Panamá. Cuando en 1914 se inaugura dicharota interoceánica. nuestro creciente tráficoexterior pasa todo a Corinto y San Juan delSur, en el Pacífico.

Por otro lado, hay otro aspecto de esatragedia que aparentemente nos benefició. Laruina de San Juan de Nicaragua hace que en

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1860 Inglaterra devuelva el cadáver al legítimodueño y junto con los despojos devuelvetambién a Nicaragua y Honduras toda la costaAtlántica llamada Mosquitia. El28 de enero de1860 se finna en nuestra capital el tratadoZeledón-Wyke [Tratadn de Managua], en elque Inglaterra nos devuelve "San Juan delNorte" y r~onoce nUe5tra soberanía sobre laMosquitia. El comisionado de Nicaragua donRamón Sáenz toma posesión del antiguopuerto eli de enero de 1861, en cumplimientodel tratado. Para entonces, ya San Juan deNicaragua ha perdido todo su valor y aInglaterra no le interesa, pues ya ni siquiera espuerto.

* :} *

EN MARZO DE 1995 fui a conocer el no,acompañado de varios hijos, nueras y nietos.Cruzamos Chontales en jeep hacia San Carlos,donde nace el San Juan en el Gran Lago, yproseguimos en lancha hasta su boca en elCaribe. Navegamos cinco días, ida y vuelta:travesía inolvidable, plagada de zancudos, llenade escollos, pero maravillosa. Ahí mis ojosvieron la otrora buena bahía, convertida enlaguneta inservible para la navegaci6n desdehace casi siglo y medio. Además vieron que yatampoco existe el pueblo de San Juan deNicaragua (alias San Juan del Norte, aliasGreytown), totalmente destruido hacía apenasdiez años. En el cadáver del viejo San Juan quePedro Joaquín vio en 1970, hoy no queda unasola choza ni habitante. Todo es pantanos ymonte. Sólo los mudos vestigios del pasadomarcan el sitio: praderas de camalotes dondefuera la bahía; una campana rota perdida entrela maleza donde antes hubo una iglesia, y lastwnbas abandonadas (y saqueadas) del

cementerio, cuyas verjas de hierro fundidosiguen desafiando al tiempo y haciendo deinútiles centinelas tratando de preservar lo quenunca puede preservarse: los muertos.

Los sobrevivientes del antiguo San Juan deNicaragua residen hoy kilómetros arriba en laribera del río Indio, en un villorrio bautizado"Greytown" y rebautizado "San Juan delNorte" (los alias de nuestro histórico puerto).Ellos me contaron que en nuestra recientecontienda fratricida, allá por 1985, nuestropropio ejército nicaragüense (entonces llamadosandinista) bombardeó y arrasó hasta la últimavivienda de la población.

La noticia no sólo me entristeció, sino querevivió en mi mente el salvaje bombardeo ydestrucción de San Juan de Nicaragua. por la.corbeta Cyane del Capitán Hollins el 13 de.julio de 1854, cuando estábamos en otra.contienda. fratricida.. La historia. se repite,aunque con diferencias. La a.cción de Holliosrecibió una merecida condena. universal. La. delsandioismo madie la. condena. y aparentementea. nadie le interesa. Por ello incluyo aquí elepisodio del Siglo XIX (en "Diplomacia decañoneras", en la página 50).

De regreso en Managua, no encontrérelato alguno de 10 ocurrido. Pronto me dicuenta de Ja ignorancia. generalizada y apatíaque existe acerca de la destrucción deJ pobladohace apenas cortos años. (Además de laignorancia generalizada que persiste de lacatástrofe de 1859, con todo y que el Fondo dePromoción Cultural del Banco de América ladio a conocer hace un par de décadas). Hay unsilencio sepulcral que me obliga a agregar elolvido como parte integral del cadáver junto ala campana, los camalotes y las tumbas.

Alejandro Bolaños GeyerMasaya, martes 10 de noviembre de 1998.

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MARZO 1995

Todo es pantanos y monteSólo los IIllclos vestigios del pasado marcan el sitio

SAN JUAN DE N[CARAGUA

Travesla inolvidable plagoda de lancudosllena de escollos pero maravillosa

lk1 villorrio bautizado Greyto.men la ribera del do Indio

las tunbas abcmdonadils (y saqueadas) elel c:elIlellteriocuyas verJas de hlerro fundido slguen desafiandO al tl6llpo

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Aqul fue Punta de Castilla [Punta Arenas]

(El actual "Greytown~ o ~San Juan del Norte­queda r~o arriba,

en la ribera del Río Indio)

Aqu'i

Fotografía Aérea de SAN JUAN DE NICARAGUA en 1986

Har CaribeRío Indio