primer número

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EL ACOCOTE FANZINE PULQUERO Número 01 Noviembre de 2014 Contenido Editorial / 2 También hay tlachiqueros en el DF / 4 Se nos fue Pancho al cielo / 6 Un buen pulque / 8 Neomuralismo pulquero / 10 Mujeres y pulque / 12 Gremio de tlachiqueros / 14 Poema: pulquero corazón / 16 Calaveritas pulqueras / 17 Las 400 letras y crucigrama / 20

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El acocote

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  • EL ACOCOTEFANZINE PULQUERO

    Nmero 01Noviembre de 2014

    Contenido

    Editorial / 2Tambin hay tlachiqueros en el DF / 4

    Se nos fue Pancho al cielo / 6Un buen pulque / 8

    Neomuralismo pulquero / 10Mujeres y pulque / 12

    Gremio de tlachiqueros / 14Poema: pulquero corazn / 16

    Calaveritas pulqueras / 17Las 400 letras y crucigrama / 20

  • El colectivo El Tinacal surgi en mayo del 2010 a partir de la unin de personas inte-resadas en un fin comn: la difusin, pre-servacin e investigacin en torno al pulque y las pulqueras en la ciudad de Mxico, quienes ha-bamos desarrollado un trabajo previo formando parte de los colectivos: Pulque nuestro, Proyecto xido y Pulquimia. Hemos llevado a cabo una buena canti-dad de Tours Pulqueros, en los que se invita a la gente a visitar pulqueras de zonas especficas de la ciudad de Mxico, que se acerquen a partir de una experiencia vivencial, a conocer las din-micas cotidianas y seguir llenando de vida estos espacios nicos. En 2012 publicamos el libro Los re-cuerdos del porvenir: las pulqueras de la ciudad de Mxico, donde hicimos un esbozo histrico de la dinmica pulquera en la ciudad, adems de resear textual y grficamente 72 pulqueras existentes hasta ese entonces. Tambin hemos realizado una serie de videos documentales sobre temas relacionados al pulque, desde historias de vida, personajes ca-ractersticos, ancdotas de las pulqueras, fiestas tradicionales, entre otros.

    Porqu un fanzine?

    Actualmente se ha visto un repunte de la cultura del pulque. Han surgido muchos eventos culturales con esa temtica. Des-graciadamente algunas pulqueras de antao cie-rran sus puertas, pero tambin hay otros nuevos espacios que le abren las puertas a esta bebida, a otros clientes y a propuestas interesantes. Surgen grupos y personas que aportan muchos elemen-tos para que esta cultura siga viva. Es en este contexto en el que el colecti-vo El Tinacal busca seguir aportando elementos con el inters de que la cultura del pulque y el maguey tenga una dinmica de difusin ms va-riada y que siga viva a partir de la participacin de muchos de los actores involucrados en esta cultura. En esta ocasin proponemos una pu-blicacin peridica de contenido cultural rela-cionado con el maguey y el pulque que contenga artculos, ensayos, ancdotas, cuentos, poemas, fotografas, noticias, sopas de letras, crucigra-mas, saludos, entre otras cosas. Que se distribu-ya a un precio mdico en las pulqueras, con los clientes, dueos, encargados y personas interesa-das. Asimismo publicaremos una versin digital para difundirla por las redes sociales. La publicacin estar abierta para que cualquier persona interesada pueda escribir, y as se fo-mentar el inters en la misma, lo cual formar lazos ms estrechos entre la poblacin relaciona-da con la cultura del pulque. Adems la publi-cacin quedar como documento histrico que podra ser utilizado para futuras investigaciones. En este primer nmero publicamos contenidos elaborados por los miembros del co-lectivo, pero para los posteriores esperamos reci-bir aportaciones de muchas personas interesadas en difundir esta cultura, esperamos sus colabo-raciones y sugerencias.

    EDITORIAL

  • Hasta hace apenas algunos aos era comn escu-char que las pulqueras se estn muriendo, ya casi no queda ninguna. Esta premisa, en parte muy acertada, dio pie a que quienes hoy integramos el colectivo El Tinacal nos di-ramos a la tarea de peinar la ciudad en busca de estos recin-tos de convivencia e historia citadinas. A lo largo de esta labor, que nos llev aproxima-damente tres aos, pudimos darnos cuenta de que, aunque en efecto el nmero de pulca-tas vivas es mnimo comparado al que se poda encontrar a principios del siglo XX, en realidad superaba cualquier expectativa: encontramos 68 pulqueras que denominamos tradicionales por sus caractersticas e historia. Durante esta labor tambin descubrimos que la cultura pulquera en la ciudad abarca no slo estos espacios, sino que tambin es posible lo-calizar una cantidad indeterminada de toreos expendios y restaurantes donde tambin es posible conseguir unos litros de pulque de muy buena calidad, incluso mejor que en muchas pul-queras. Todo muy bien hasta aqu, pero duran-te este proceso y estos aos de trabajo, constan-temente nos encontrbamos con informacin de algo que a primer instancia podra sonar irreal: que en la ciudad de Mxico an se producen ma-gueyes, se obtiene aguamiel y se produce pulque gracias a la labor milenaria de tlachiqueros que da a da mantienen viva esta tradicin a travs de sus manos, su sabidura y su inagotable ener-ga de trabajo. La produccin no es abundante pero s muy variada y suficiente como para ali-

    mentar y saciar la sed de mu-chas comunidades ubicadas sobre todo en la periferia de la mancha urbana, as como para crear pequeos osis pulque-ros donde en contacto directo con los tinacales, la naturaleza y los magueyes, se puede no slo degustar un pulque de ex-celente calidad y frescura, sino tambin descansar y vivir por un momento a una ciudad de Mxico que, pese a su moder-nizacin, se yergue sobre una historia predominantemente rural y tradicional, que se re-siste a desaparecer y que ofrece

    una verdadera alternativa al consumo masivo. La investigacin que presentamos en esta ocasin va enfocada a los magueyes y tla-chiqueros del Distrito Federal. El objetivo es co-nocer, difundir, valorar y preservar la actividad de los productores de pulque en las periferias de la ciudad. Nos hemos dado cuenta que la mayor parte del pulque que se comercializa en las pul-queras es procedente de los estados de Tlaxcala e Hidalgo. Curiosamente todas las pulqueras de la ciudad de Mxico se localizan en colonias y pueblos urbanos, y en las zonas montaosas del Distrito Federal no existen pulqueras como tal. Sin embargo el consumo de pulque se da de una forma distinta, ya que la situacin geogrfica po-sibilita el sembrado de magueyes y la produc-cin de pulque, as como su consumo en lugares acondicionados de manera sencilla, como patios de casas o terrenos. Las delegaciones donde se produce pulque en el Distrito federal son: Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo, lvaro Obregn, Cua-jimalpa, Magdalena Contreras, Tlalpan, Milpa

    Alta, Xochimilco, Tlhuac e Iztapalapa, espec-ficamente en sus zonas rurales y montaosas. En muchos de los lugares que hemos visitado a los largo de las delegaciones del Dis-trito Federal encontramos elementos en comn como:Tlachiquero en casi todos los casos se trata de hombres en edad madura, quienes heredaron el oficio de su familia y quienes tambin son los en-cargados de su tinacal y de la venta del pulque.Tinacal se encuentra en el hogar donde vive el tlachiquero, en algunos casos se ubica junto a la magueyera misma o bien muy cerca.Venta su precio es muy accesible y la venta se realiza ya sea en el mismo tinacal, o en algn ex-pendio casero.Curados en muy pocos casos se preparan cura-dos, la venta es exclusivamente de pulque blanco en sus variedades dulce, fuerte y campechano, as como aguamiel.Clientela - se conforma principalmente por ve-cinos, gente mayor y slo en algunos casos, se vende el producto a algn tercero o pulquera. Tambin existen algunos casos dnde se produce solamente para consumo familiar o en el caso de alguna festividad o celebracin.Ubicacin - Principalmente en zonas montao-sas del Distrito Federal.Magueyeras en la mayora de los casos los tla-chiqueros raspan sus propios magueyes y son propietarios de los mismos, en algunos otros ca-sos rentan el maguey a otro dueo. Como conclusin coincidimos en que es importante el reconocimiento de que en una de las ciudades ms pobladas del mundo se si-guen conservando prcticas rurales como la pro-duccin de pulque, que genera una convivencia distinta a la de las pulqueras ubicadas en zonas rurales.

    TAMBIN HAY TLACHIQUEROS EN EL DFPor el colectivo El Tinacal

  • La primera vez que supe de la existencia de don Pancho fue a la edad de 7 aos, cuan-do mi abuelo, hombre de campo y capaz de aguantarse el hambre mas no la sed, estaba tra-bajando en su milpa. Un seor achaparrado de aspecto sucio por el trabajo de campo le dijo Fe-lipe ah tengo un pulquito bien bueno, qu dices si le damos matarile, mi abuelo sin dudarlo dijo que s, y me dej abandonado quin sabe dnde para irse a tomar pulque con ese seor que ola raro y tena barba de muchos das, era joven, an tenia el cabello negro y la mirada menos perdida. Pasaron los aos y mi gusto por el pul-que fue creciendo como mi gusto por visitarlo en su casa y que sus perros me corretea-ran. Los aos no pasan sin dejar huellas, la huella ms marcada de esos aos fue una cojera que se acentuaba a cada vaso de pulque que disfrutamos en su casa con vista a infinitos cielos azules o gri-ses plomizos por la lluvia. Don Pancho jams dej de ofrecer una sonrisa desdentada para todos aquellos que lo buscaran para con-seguir pulque, ni tardo ni perezoso se pona a sus ordenes para degustar el nctar de los Dioses, muchos aos fueron as.Cuando de adulto tuve la curiosi-dad de saber el proceso de capa-do y raspado del maguey, fue don Pancho quien me llev a sus magueye-ras (rentadas por cierto), en

    cuatro magueyes pequeos sacaba pulque ms que suficiente para l y sus hermanas, y porqu no? para algunos visitantes como mi primo y yo. Mi abuelo dej de consumir pulque, y su decli-ve comenz junto con una tristeza en sus ojos. Cada que vea llegar a don Pancho no le deca que se fuera, pero s se vea que extraaba esas escapadas. Mi abuelo muri hace poco ms de un ao, y don Pancho fue el primero en llegar para ayudar a abrir la fosa y limpiar su casa. En el velorio estaba de pie con su pulque en mano para despedir a don Felipe como l se lo mereca,

    con su pulque y con sus amigos; no faltaron sus lagrimas por aquellas borracheras en las que hasta el nieto se le olvidaba, no hay ren-

    cores no hay disculpas, pasa en la vida, pasa en la vida que en ese entierro me haya consegui-

    do 15 litros de pulque por menos de 30 pe-

    sos, le

    di 100 porque el trabajo de ir y venir con una botella no es fcil: Que Dios te de mas, Fipe me dijo llorando. Uno no sabe cunto tiempo estar la gente que amas, quieres o aprecias contigo, por eso yo aprovech mi tiempo y platiqu mucho con l, aprend mucho y sobre todo tom mucho. En una ocasin nos bebimos 24 litros de pulque, y yo francamente no poda subir el borde que se-paraba su casa de la de mi to, no por lo borracho sino por lo somnoliento y los gritos de Chin-gada borrega se volvi a cair, risas, carcajadas y ganas de orinar en ese da fro de diciembre, casi para el ao nuevo de 2012. Lo vi por ultima vez un 4 de enero de 2013, y dicen que preguntaba por mi muy segui-do. Hace unos das me enter de su fallecimiento,

    Se nos fue Pancho al cieloPor Felipe Ramrez Aldama

    fue algo muy revelador porque qu edad tena don Pancho? Desde mi perspectiva infantil no llegaba a los 60 aos, muri al irse a dormir, como muchos dicen, fue un toque de Dios, debi serlo, muri en paz y dej sus conocimientos en mi memoria, que han sido usados en ponencias, artculos y muchas platicas con otras personas. Lo ms triste ser llegar y ya no tener quien me diga qu, nos echamos un pulquito? Descanse en paz un gran amigo y un gran pulquero, un compaero de mi abuelo y una persona que valor mis palabras y me es-cuch atento, que siempre tenda su mano y su sonrisa para ofrecerte un simple vaso de pulque.Pasa en la vida.

  • Un buen pulquePor Ulises Ortega

    Cuando a menudo se plantea la pregunta Cmo es un buen pulque? Por mi mente y cuerpo se desatan una infinidad de reac-ciones que no logran convertirse en una respues-ta breve, clara y concisa. Y es que de acuerdo a cada organismo, quiz un buen pulque sea el que est acostumbrado a tomar cada quien. Arreba-tada es la actitud de un comentario repetido has-ta la saciedad por miles de expertos, al decirnos que el mejor pulque es el de su pueblo, rancho, tinacal o comunidad, aunque nos aclaran, sola-mente lo beben cuando van hasta all lejos, casi cada ao o cuando se puede. El hecho es que para los asiduos bebe-dores citadinos de pulque, aclaro, la cuestin es mucho ms profunda porque abastecernos de esta bebida est condicionado a nuestro hbitat y hbitos, porque hasta el momento no hemos podido teletransportarnos a provincia, cada que se nos pega la gana para ir por un buen pulque. No obstante, afortunados somos de tener toda-va algunas pulqueras, toreos y expendios ni-cos en su tipo, que nos proveen del producto en cuestin. Una vez ms, por comodidad, asistimos al local ms cercano a nuestro domicilio buscan-do esa bebida milagrosa, en ocasiones condicio-nando el paladar, integrndonos a su dinmica y hasta prodigndole un cario propio. Esto sigue sin contestar la pregunta primaria, pero nos ha dado algunas pistas de la bsqueda del buen pul-que. En un terreno ms complicado y no falto de honduras, digamos lo siguiente, en la ciudad existen dos grandes tendencias de introductores de pulque, Nanacamilpa, Tlaxcala y Singuilucan, Hidalgo, slo lo afirmo por cantidad, porque como bien sabemos hay ms introductores que ofrecen su producto pero su alcance es ms re-ducido.

    Ya tenemos un obstculo que podra cegar nuestro criterio y ser un prejuicio de facto que limite nuestra opinin sobre un producto, cuya oferta y demanda se reduce a determinados crculos de consumo, las pulqueras. De ningu-na manera puede ser as porque para aquellos que hemos recorrido decenas de veces esos es-tablecimientos, no hemos logrado encontrar uniformidades consistentes sobre la calidad del pulque, como bien nos diran sus jicareros, todo depende de cmo se trabaje, entonces una clave se encuentra en el trato del pulque. Desde las condiciones de higiene, m-todos de conservacin y por supuesto venta, la calidad del pulque ser distinta. No es lo mismo el almacenamiento en plstico que en barrica. Y hoy en da, las siguientes presentaciones de ven-ta son: jcara, jarro de barro, peltre, unicel y mi favorito, el vaso de vidrio. Tomemos prestado el test del caf Cuer-po, Aroma, Sabor y Acidez (CASA), para ver qu sucede con el pulque. Hablemos idealmente del pulque, recuerden, idealmente. Cuerpo: consistente, uniforme con apariencia benigna. El mito de un pulque vis-coso, con baba no es un buen criterio, tampoco acuoso, delgado o translcido. En ocasiones un pequeo residuo en el vaso delata buen origen, salvo las acumulaciones grandes que pueden re-ferirnos su adulteracin, desde papa o nopalillo. Aroma: fresco, dulce o neutro. Nunca debe oler mal un pulque, si es as no lo bebas, cuida tu salud. Una cosa es llamarle poliuhqui, podrido por etimologa, pero eso no guarda re-lacin con un buen producto. Justamente esta concepcin nos remite al llamado tlachique, pul-que corrioso procedente de magueyes gigantes, antpoda del pulque fino. Bien puedes acarrear una desagradable diarrea que hasta puede con-vertirse en salmonelosis, he escuchado algunos casos reales por libar en el primer cuadro. Sabor: aqu abrimos un debate inter-minable porque debemos recordar que el ciclo productivo de los magueyes define el sabor del

    pulque as como su casa de procedencia, intro-ductor y especie del mismo maguey. Sin embar-go, es posible fijar algunos patrones que nos pue-den ayudar. Por lo general en poca de lluvias el pulque no posee una buena calidad a diferencia de las pocas fras. Por otra parte, retomando el tema de la monopolizacin productiva, es justo decir que el pie o semilla es el detonante de la fermentacin del pulque y es un secreto que muy pocos poseen, por lo que el gradiente artesanal del pulque definir su sabor. Es una prctica co-mn que aquellos que no pertenecen a la cade-na productiva ms alta del pulque, produzcan el pulque a su manera o necesariamente, acudan a adquirir su simiente con los grandes producto-res. Asimismo existe un enorme condicio-nante para mantener al pulque con un sabor ade-cuado y es recurrir a su mismo origen, el agua-miel, cuya disponibilidad a veces es limitada, es raro encontrar aguamiel en una pulquera, por lo general se recurre al azcar como conservador. Adems, en el caso de los expendios ambulantes, es una prctica comn ofertar pulque fuerte y suave como muestra clara de la dismbola for-ma de conservacin. Un pulque recin adquirido puede complementar y mejorar a uno rezagado.En lo personal opto por un sabor que en ocasio-nes tiene tintes dulces, poco burbujeante y por supuesto con esa dosis de acidez. Acidez: concluida la anterior descrip-cin, unimos el tema del sabor del pulque con su acidez, que resulta indispensable, pero nun-ca para convertirlo en intomable, no se puede confundir un breve dejillo cido con lo agrio. El pulque hace un juego perfecto con los alimen-tos picantes y adems suele ser recomendado para afecciones gstricas, motivo por el cual esa acidez referida es opuesta a cualquier sensacin molesta a su entrada a nuestro sistema digestivo. Todo cuanto arriba fue sealado res-ponde al pulque blanco, natural, de ajo, etc. Qu hay de los curados? Este rubro es ms complica-do todava, porque son tantos y variados que for-

    malizar un criterio resulta titnico. Sin embargo dejemos unas pistas que pueden servir e incluso diagnosticar algunas dudas que se tengan. Las dos variantes de curados son los de leche y los de fruta y verdura, una alusin co-mn es llamarles a los segundos de temporada. En los primeros figuran los de semillas que van desde el pin, pistache, cacahuate y otros ms. No desglosar todos los sabores existentes, pues no es el objeto de estos comentarios, adems que la inventiva es un proceso constante, aunque de paso puedo recomendar algunos sitios donde hay una gran variedad de estos, La paloma azul, Saln casino, La titina, El templo de Diana o La gloria tienen esa gran oferta. Al estar mezclados agentes externos con el pulque es relativamente sencillo disfrazar la calidad del mismo, quiz en ocasiones gene-re desconfianza su consumo, ms all de poder ser un mito infundamentado o una necesidad econmica, los curados brindan la posibilidad de darle salida o venta al pulque rezagado. Por lo general sugerimos desconfiar ms de aquellos que sean sumamente azucarados, un efecto fsi-co ser el dolor de cabeza. En los procesos de ela-boracin destacan desde los mtodos tradicio-nales de macerar los ingredientes y filtrarlos con manta de cielo o recurrir a implementos como la licuadora y el colador. Las maneras, mtodos y recetas para hacer curados son sumamente diversas y que-da en el cliente el juicio definitivo, sin embargo saltan a la vista incongruencias como vender cu-rado de guayaba en formato rosa cuando se ha utilizado amarilla para su elaboracin, el uso de saborizantes, esencias o hasta maizena, para do-tar de porte a una bebida que de lo contrario no poseera vistosidad. Pero a final de cuentas y para ti. Cul es el mejor pulque? Esperamos tu respuesta. El mo? Lo consigo en Los zorros, creo que los de-ms apenas le hacen cosquillas.

  • A principios del si-glo XX la ciudad de Mxico contaba con ms de mil pulque-ras en sus calles. Los esta-blecimientos dedicados a este rubro formaban parte importante del paisaje ur-bano. Una caracterstica que distingua de mane-ra significativa a muchas pulqueras era su decora-cin vistosa de fachadas e interiores; en sus muros se conjugaban colores, matices, formas y diseos para darle vida a obras de una gran expresin pls-tica. Esas pinturas conte-nan todo motivo posible: mujeres hermosas, charros, suertes del toreo, personajes histricos, paisajes campiranos, aves exticas, magueyes, tlachiqueros, pulque y todas las representaciones que resultaban queridas y entraables para la gente. La pintura de pulqueras logr seducir de sobremanera el gusto esttico de propios y extraos, hasta llegar a ser considerada una de las manifestaciones ms relevantes dentro del arte popular mexicano. A principios de los aos 20, el muralista de origen francs Jean Charlot lleg a radicar a la ciudad de Mxico. El arte popular de nuestro pas lo impresion de sobremanera. Inmediata-mente se vuelve un admirador profundo de la pintura mural plasmada en las pulqueras.

    En uno de los artculos es-critos por Jean Charlot men-ciona lo bueno que sera que alguien se interesara en llevar a cabo una documentacin seria de este arte callejero, un arte que por razones natura-les no estaba historiado, no tenia cronologas, no tenia nombres, ni tampoco estaba registrado en algn tipo de catalogo. Desafortunadamen-te nadie atendi ese llamado. Con el paso de los aos, el consumo del pulque disminuy de manera consi-derable en la ciudad de Mxi-co. Debido a esto, muchas de las pulqueras tuvieron que cerrar sus puertas quedando

    en el abandono, y con ello se perdi para siem-pre la riqueza de todos sus elementos, incluyen-do por supuesto, el maravilloso arte visual que alguna vez las distingui. Afortunadamente en este siglo XXI el pulque y muchas de las expresiones culturales que se generan a partir de la bebida misma, han tomado un nuevo impulso. Tal es el caso de la pintura mural, en donde algunos propietarios de pulqueras de la ciudad de Mxico se han in-teresado en decorar los muros de sus estableci-mientos, por lo que nos ha llamado la atencin investigar al respecto. La caracterstica principal que observa-mos en la pintura mural actual que se realiza en las pulqueras es que se encuentra, en su mayo-ra, inspirada en motivos prehispnicos, propo-

    niendo idlicas representaciones de voluptuosas Mayahueles, calendarios aztecas, calaveras o dio-ses. El maguey y todo lo que rodea al proceso de produccin del pulque es otra imagen recu-rrente, as como los tlachiqueros y los paisajes rurales. Finalmente encontramos otro tipo de representaciones que se enfocan a las pulqueras mismas y sus tradiciones, como son el juego de rayuela o bien sus asiduos clientes. Destaca den-tro de estas temticas la que se puede apreciar en La risa donde se representa El toque divino de Miguel ngel pero en su versin pulquera. Otra caracterstica importante que de-bemos destacar es a los autores, jvenes en su mayora, a quienes podemos englobar en dos grandes grupos: el primero, integrado por cha-vos cuyo inters principal es el graffitti y cuya formacin dentro del arte ha sido autodidacta; y el segundo grupo, conformado por muralistas profesionales dedicados a esta labor, y quienes por diversas circunstancias fueron invitados a pintar estas pulqueras. Cabe destacar que la ma-yora de las veces los autores no han recibido re-muneracin econmica por su trabajo y el pago fue realizado en especie, esto es, con pulque y materiales.

    Neomuralismo pulquero. Pintas, pinturas y pintores en las pulqueras de la ciudad de MxicoPor Rodrigo Garca, Nelly Rodrguez.

    Luis Alberto Salazar, Saln casino.Jorge Gonzlez Suaret, La Rosita.

    Daniel Vera Sierra Stash, Los Zoros.

    Chube, Las duelistas.

    Juan Manuel Valdz, La gallina de los huevos de oro.

  • Tepetlaoxtoc significa en nahuatl entre las cuevas de tepetate, es un pueblo localiza-do en el extremo poniente de los llanos de Apan, territorio importante para la produccin de pulque. Una de sus fiestas ms importantes es en honor a San Sebastian Martir, se organiza mediante siete gremios o mayordomas, que son: de los mexicanos, del 20 de enero, de los cirios, de las molende-ras, de los gaanes, de los tlachiqueros y de los arrieros. A cada uno de los gremios le corres-ponde realizar fiesta un da despus del 20 de enero. Cuando es el turno del gremio de los tlachiqueros, los ma-yordomos ofrecen un desayuno en su casa, luego se realiza una misa para pedir y dar gracias por la produc-cin de pulque del ao, y posteriormente se lle-va a cabo un recorrido hacia el centro del pueblo encabezado por el rey y la reina del pulque, que van en una carreta jalada por un burro, junto con un nicho con la imagen de San Sebastin Mrtir saliendo de un maguey. Asimismo colocan magueyes en diversas esqui-nas para simular el raspado y la extraccin del aguamiel. Van personas vestidas de tlachiqueros, hacendados, caporales, y llevan tlacuaches que simulan robarse el aguamiel; tambin acom-paan el recorrido hombres vestidos de mujer,

    nombrados tlacualeras, que representan a las esposas de los tlachiqueros, y hacen maldades a los asistentes; toda esta representacin es ameni-zada por una banda de viento. Asimismo varias camionetas que llevan tinacos llenos de pulque y regalan la bebida a todos las personas. El re-

    corrido concluye en un terreno donde se lleva a cabo un baile popular y se sigue regalando pul-que. Segn datos de los organizadores, esta fes-tividad se realiza desde 1685, ao en que lleg la imagen de San Se-bastin al pueblo. Cada ao se realiza la fiesta el ltimo jueves de enero. Para llegar a al pueblo se pueden ir a Texcoco y de ah to-mar un microbs que vaya a Tepetlaoxtoc, es recomendable llegar antes del medio da para presenciar la par-te ritual de la fiesta y verlo desde un enfoque crtico, ya que por lo

    regular llega mucha gente solo con la intencin de ponerse en altos grados ethilicos sin conocer el origen de la festividad, que comnmente se le conoce como la feria del pulque, pero que en realidad corresponde al gremio o mayordoma de los tlachiqueros de la fiesta patronal de San Sebastin Mrtir.

    Gremio de tlachiquerosPor Miguel ngel Alemn Torres

  • Mi meyolote aguamieladotlachique de mi vivirque elevas mis flores hasta el cieloy alegras a los Centzontotochtincuando ests cerca. Eres el vino sagrado de mi tierra.

    Mi Quetzalcatl - mi dualidad- mi aguamiel -mi saciedad-mi mezontete, - mi concavidad- Quiero fermentar en ti con nuez moscabaday cuando me agrie,me cures con la hierba de la iguana.Quiero tu aguamiel todos los daspara seguir fermentandohasta ser tu pie de pulque.

    Mi curado de jitomatede pin,de guayaba Quiero ser el raspador para tu coraznquitarte el bagazo, para que tus poros sigan viviendo. Mi acocote - donde me vierto-mi tinacal -donde me doy a la vida-mi castaa -donde me refugio- Te propongo actualizar la leyendade Mayahuel y Quetzalcatl,venir a la tierra sin persecucinsembrarnos como un rbol dador y amoroso: Yo t virgen,t mi Juan Diego.

    Pulquero amorPor Alejandra Velasco

  • Las 400 letras

    Crucigrama

    Horizontales1. Savia del maguey rica en azcares y nutrientes.2. Principal dios prehispnico, que sedujo a Mayahuel para bajar a la tierra.3. Nombre genrico de la comida que se ofrece en las pulqueras, cantinas, etc.4. Fibra procedente del maguey utilizada para la elaboracin de textiles y artesanas.5. Espacio destinado a la fermentacin del aguamiel y posterior transformacin en pulque.6. Accin de estimular el maguey para la produccin de aguamiel.7. Instrumento similar a una calabaza ahuecada que se utiliza para succionar el aguamiel del maguey.

    Verticales1. Deidad prehispnica femenina por excelencia asociada al pulque.2. Curado ms popular.3. Larva de la hormiga comestible, que hace su nido principalmente debajo del maguey.4. Marsupial mexicano que roba el aguamiel de los magueyes.5. Platillo tradicional mexicano muy popular en Hidalgo y que suele acom-paarse con pulque.6. Nombre que se la da al maguey en lengua nhuatl.7. Accin aplicada al maguey para evitar que cresca el quiote.

    VitroleroJcara

    TlachiqueroPenca

    ConejoTornilloAlacrnTinacal

    GolumboGuaje

    ChinicuilOdre

    PulqueraQuiote

    CuradoJicarero