pesca y piscicultura

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descripción gráfica de la piscicultura

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PESCA Y PISCICULTUR A EN AGUA S CONTINENTALES DE A MERICA LATINApor

Argentino A . BonettoCentro de Ecologia Aplicada del Litoral Corrientes, AR GENTINA

y

Hugo P.Castello Divisin LimnologlaMuseo Argentino de Ciencias Naturales Buenos Aires,ARGENTINA

Secretara General de laOrganizacin de los Estados AmericanosPrograma Regional de Desarrollo Clentfflco y Tecnolgico Washington, o.e. - 1985

Copyrigh t 1985 byThe General Secretar iat of the Organiza tion of Amer ican States Washington , D.C.

Derechos Reservados, 1985 Secretaria General de laOrga nizacin de J os Estados America nos Washington, D.C.

Esta monografa ha sido preparada para su publicacin en el Depar tamento de Asuntos Cientficos y Tecnolgicos de la Secretara General de la Organizacin de los Estados Americanos.

Editora: Eva V. Chesneau

Asesora Tcnica: Prof. lrma Vila P.Departamento de Ciencias Ecolgicas Facultad de Ciencias Bsicas y Farmacuticas Universidad de ChileSantiago, CHILE

El programa de mon09rafas cientficas es un aspecto de la vasta labor de la Organizacin de los Estados Americanos, a cargo del Depar tamento de Asuntos Cientficos y Tecnolgicos de la Secretara General de dicha Organizacin, a cuyo financiamiento contribuye en forma impor tante el Pr09rama Regional de Desarrollo Cientfico y Tecnolgico.

Concebido por los Jefes de Estado Americanos en su Reunin celebra da en Punta del Este, Uruguay, en 1967, y cristalizado en las delibera ciones y mandatos de la Quinta Reunin del Consejo Interamericano Cultural, llevada a cabo en Maracay, Venezuela , en l.968, el Programa Regional de Desarrollo Cientfico y Tecnolgico es la expresin de las aspiraciones preconizadas por los Jefes de Estado Americanos en el sen tido de poner la ciencia y la tecnologa al servicio de los pueblos latinoamericanos.

Demostrando gran visin, dichos dignatarios reconocieron que la ciencia y la tecnologa estn transformando la estructura econmica y social de muchas naciones y que, en esta hora, por ser instrumento indispensable de progreso en Amrica Latina, necesitan un i.TlNA Y SU DISTRIBUClONGEOGRAFICA..

CAPITULO 2. LA PROOUCCION EN LAS COMUNIDADES ICTICAS DE LOS GRANDES SISTEMAS LATINOA!o!ERlCANOS Y SU ECOLOGIA .

Bl Rio Magda lena . ... . . ..... . . El Ro Or inoco . El Ro Amazonas . . . . . . El Polgono de las Sequas de la Re9i6n Nordeste del Br asil El Rio San Francisco y Otros de la Pend iente Atlnticadel Sur del Bras il . ... ... .... . . El Lago Titicaca .............................................El Ro Paran

CAPITULO 3. LA MIGRACION DE LOS P8CES Y SU INFLUENCIA EN LAPRODUCTIVIDAD PESQUERA DE LOS GRANDES RIOS,. La Construcci6n de Repre sas y los Peces Migrator ios . .

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CAPITULO 4 . LA PISCICULTORA DE LOS PECES MIGRATORIOS MEDIANTEVEL EMPLEO DE ESTlMULANT&S DEL DESOVE. METOOOS GENERALES DEM1'YOR APLICACION,.,. 41CAPITULO 5. LA ACTIVIDAD Y PRODUCCION PESQUERA EN LOS DISTINTOS PAISES LATINOAMERICANOS . 47CAPITULO 6. FACTORES NATURALES Y ANTROPICOS QUE GRAVIT1'NNF.GATIVAMEN'?E EN LA PRODOCCION PESQUERA . 53CAPITULO 7. LA PISCICULTURA BN AMERICA LATINA TENDENCIAS YPRINCIPALES BSPECIES UTILIZADAS . 61Alapaima gigas ( "Paiche" o "Piraruc "I .. . . 61CoLossoma macropomwn ("Pac, "Picapitinga"I y C. bidens("Pac", "Tambaqu."l . . . . . ... . .64Co'lossoma mitrei ( "Pac" I . . 66Odont:esthes bonariansis 1Pejerrey") . . 67Chirostoma estor ( "Pescado Blanco de Pt2cuaro"} .. . 7lPtagioscion squamosiasimus ("Corvina , Pescada de Piau{") . 72PLagioscion GUl'inamensis ( Cor vina ", "Pescada cacunda") 73PeJ'Ciochi1.odus.

Por otra pacte, no faltan en esta cuenca los peces que aprovechan las macr6fitas acuticas, como ocurre con Litho.mazonas equi valdra a la mitad del de los tramos superiores y medio. En consecuen cia, el clculo total fluctuara entre las 320.000 y 350.000 t para la cuenca amaznica en su totalidad.

El grueso de los productos pesquecos obtenidos se consume como pescado fresco y se conserva en hielo dentro de recip ientes que progre sivamente van incorporando en su confecci6n mejores materiales aislan tes.Esta necesidad se torna perentoria ante las caractersticas clim tlcas de la regin y las grandes distancias que deben recorrer los bar cos para obtenec rendimientos satisfactorios.Segn Junk y Honda (1976) y Silva (1980), ese recorrido es superior en algunos casos a 2000 km,

debindose emplear entre tres y cuatro semanas de viaje. Benchimol (1977), citado por Junk (en prensa), estima que en Manaos las prdidas por el mal estado de conservacin del pescado pueden llegar al 30%. Este problema se est tratando de resolver con diversas medidas y, en tre ellas, con la instalacin de fbricas productoras de hielo a lo largo de las rutas que recorren las flotillas pesqueras .

El producto de la pesca es aprovechado en su mayor parte dentro de la cuenca y representa una fuente de protenas de fundamental importan cia para la poblacin regional, No obstante, a causa de algunas situa ciones especiales, como los prejuicios relativos al aprovechamiento de determinadas especies --sera el caso de los grandes siluriformes a cuyo consumo an se le atribuyen diversas enfermedades--, la presin sobre la pesca es menor y los "stocks que originaron permiten hoy unaconsiderable actividad exportadora. Silva (op. it.) estima que a estos fines se utilizan sobre todo l:Jraohyp 'lat:yatoma. -uai Z.l.anti , B. fas ciat'Wn e HypophtflaZmus eden:tatua . El wpiraruc" (AJ'apaima. gigas) seprepara tambin en forma sal.ada y desecada y constituye un importante producto en toda la regin (Junk, en prensa). En cambio, el ahumado de las distintas especies se practica en forma muy limitada y no tiene mayor importancia.

20Dentro de la dilatada cuenca amaz6nica la pesca no constituye una actividad muy especializada, ni provechosa, aunque su aporte sea esen cial para el sustento de grandes sectores de la poblacin regional. En realidad, y sin considerar la pesca de subsistencia practicada por la poblacin riberena, slo una parte de los pescadores se dedica de lleno a esta ocupaci6n, siendo muy corriente que la compartan o alternen con otras actividades, sobre todo cuando las capturas no rinden mucho .Este hecho, como lo sefiala Junk (op. cit.), provoca no pocos conflictos por cuanto la excesiva afluencia de pescadores en los perodos favorables reduce en alto grado los precios.

Tales circunstancias , los escasos ingresos reales (Junk y Honda, 1976, mencionan estudios segn los cuales la ganancia para el pescador es 3,3%, en tanto que para los intermediarios puede llegar a 87%), la falta de preparaci6n en asuntos ajenos a su profesin (la gran mayora de los pescadores son analfabetos), y el difcil e ingrato esfuer20 que deben realizar en su trabajo, seffalan la necesidad de adoptar medidas correctivas con el fin de elevar la situacin socioeconmica del pesca dor, en especial el de dedicaci6n exclusiva, dada la importancia de su aporte al sustento de la poblacin regional.

Conviene recordar que no pocas medidas se han adoptado con miras a corregir estas cond iciones, aunque se ha de admitir , tambin, que no han sido del todo suficientes para encontrar soluciones realistas y eficaces.

Probablemente, la solucin de este problema est firme e indisolu blemente vinculada a la aplicacin de un programa global encaminado al mejor aprovechamiento de los recursos pesqueros en la regin amazni ca. Dicho programa, a juicio de Junk y Honda (op. cit;.) , debe prever la administraci6n y proteccin de un ecosistema en extremo complejo y escasamente conocido (en el que se inserta una creciente presin humana y que incluye l.a construccin de represas en sus aguas, Caufiel.d, 1983); el establecimiento de una organizacin e infraestructura moderna en lo relativo a la pesca profesional y aspectos econmicos conexos1 la adecuaci6n y mejora de las disposiciones reguladoras de la actividad pesquera conforme a l.as caractersticas y exigencias locales y regiona les, y la creacin de organismos laborales de pescadores que les asegu ren condiciones socioeconmicas mnimas compatibles con su labor y su significado en el plano regional.

En lo que atane a los mtodos y modalidades de la pesca, se ad vierten, corno es natural, pronunciadas diferencias sectoriales, pud ien do distim3uir11e de acuerdo con Junk (op. ci.t .) y Hanek ( 1982) los implementos pesqueros de tipo clAsico o artesanal y los modernos . Los primeros presentan un sinnmero de particularidades regionales y, salvo raras excepciones , no resultan demasiado .lesivos. En cambio, las nue vas tcnicas adoptadas, que emplean materiales de gran resistencia (cor.o fibras sint ticas) y moderado costo, contribuyen a ejercer una pre&in cada vez mayoc sobre los stocks de peces; el verdadero efecto de estas tcnicas debe ser adecuaOamente evaluaOo para regular mejor las actividades pesqueras y poder as lograr la efec tiva conservacin de la ictiofauna.

BL POLXGOHO DE LAS Sl!IQOU.S DJ! LA IUIGXOlll NORDBS'l'K DEL BllASXL

En e.l contexto del estudio de la productividad pesquera y la pis oicultura latinoamericana procede dedicar espec ial atencin al llamado "Polgono de las Sequas de.l Nordeste del Brasil", extensa regin del pas que se caracteriza por sus condiciones de semiaridez. Esta re9i6n que ocupa unos 942.000 km2 (o sea ms del l.l\ del territorio del pas) abarca total o parcialmente los Estados de Piau, Ceadi, Rio Grande do Norte, Parnaba, Pernanbuco, Alagoas, Sergipe , Baha y Minas Gerais.

A fin de contrar restar los problemas derivados de las bajas preci pitaciones y los fenmenos cclicos de sequi.as que afectaban y afectan la regin, se cre en 1909 una dependencia del Ministerio del Inter ior, boy denoinada Departamento Nacional de Obras Contra as Secas (ONOCS) encargada , enteotros objetivos principales, de formular una polticade construccin de represas de variado tamafto y distribucin con miras 21a al.Jllacenar agua para el consumo humano y promover el desarrollo de la agricultura y ganadera (Silva, 1980) El propsito de aprovechar complementariamente estas presas para la produccin pesquera surgi6 batante ms tarde, en 1932, cuando se cre6 la Comisi6n Tcnica de Pis cicultura. lleede entonces, no s6lo se han registrado importantes pro-gresos en tal sentido, sino que stos han sobrepasado enucho las pre visiones iniciales, al punto de que la piscicultura aparece hoy COtM> una opcin en el aprovechamiento de terrenos inapropiados para cultivos (Gurgel y Peixoto, 1980) .

La construccin de presas para los fines indicados avanz sin ce sar, de modo que ya en 1979 la zona de loa embalses del ONOCS alcanzaba 150.000 ha, a las que deben sumarse 16.280 ha de obras al\blogas parti culares construidas bajo su direcci6n, as COCIO otras 15.000 de diver sas proporciones diseininadas en .la regi6n (una zona cercana a las285.000 ha). Todo esto configura un rea superior a las 4 50.000 ha derepresas susceptibles de ser aplicadas a la piscicultura (Gurgel, 19791Silva, op. oit.).

La productividad de tales presas vara considerablemente segn sus caractersticas limnolgicas, el r9imen de lluvias y su evolucin en el tiempo , resultando , colllO es de prever, ma productivas en las prime ras etapas despus de su construccin, paca estabilizarse a los 10aos, Es, entonces, necesario o conveniente controlar ms detenidamen te las condiciones de productividad (Silva, op.cit.).

Si bien la actividad pesquera ha experimentado muy significativos incrementos en el transcurso del tiempo, aproximndose a las 20,000 t anuales, tambin ha sido objeto de considerables oscilaciones debido a diversas causas relacionadas slo en parte con el manejo de las pesque rasen lo fundllJOental se deben a factores aleatorios y sobre tOdo a las intensas sequas,

La pesca es principalmente artesanal, en armona con las condicio nes socioecon6micas locales. No hay que olvidar la gran significacin de la produccin pesquera de estas presas en el aporte de protenas a las poblaciones interiores de la regin. Si se fija en 6000 el prome d io de los pescadores en ejercicio en tales represas en los l.timos afios, se calcula que unas 25.000 personas dependen directamente de lasactividades extractivas (Gurgel , 19791 Silva, op. cit.) .La productividad pesquera de un conjunto de 33 de estas presas fue estudiada por Paiva y Gesteira (1977) quienes obtuvieron resultadosmuy variables , destacando que en un tercio de ellas se alcanzan valores de 100 kg/ha/ano. Gurgel (op. cit.) expresa que este valor puede con- siderarse apopiado para una estimacin de la produccin de las presas regionales de mayor importancia.

Si se toma en cuenta que la superficie que abarca el total de las presas regionales, grandes y pequetlas, supera las 450.000 ha, puede calcularse en 45.000 t/ano la cantidad de los productos pesqueros obte nidos, lo que, aparte de su indudable inters econmico, representa una fuente de protenas de significativa importancia para amplios sectores de la poblacin regional que vive en condiciones pauprrimas . Por otra parte, esta cifra puede aumentarse sustancialmente con medidas apropia das que ya se encuentran en variadas etapas de ejecucin.

De cualquier manera, es preciso elevar sustancialmente la produc cin de pescado en l.a regin, ya que en realidad lo que se ha 109rado hasta hoy dista bastante del. rendimiento terico potencial. Por otra parte, se estima (Gurgel y Peixoto , 1980) que hacia finales del siglo la demanda se aproximara a l.soo.ooo t/ano, a base de un ndice de 2522kg de pescado por habitante al. ano de la zona estudiada. La sol.ucininmediata parece consistir en realizar investigaciones y ensayos paraaclimatar nuevas especies cticas, a la vez que promover la piscicultu ra intensiva o semiintensiva, actividad en la que se ha logrado consi- . derable progreso. Se estima asimismo que es necesario modernizar lalogstica de la capacidad extractiva --aunque con las precauciones del caso-- ya que la actual resulta muy primitiva . Gurgel (op.cit . senala que en l.978 s6lo el l.\ de las embarcaciones pesqueras en operacin eran motorizadas .

Con todo, como se ha indicado, l.os progresos son estimulantes y abren nuevas perspectivas no slo para dar solucin a los problemas re gionales, sino tambin para estimular la piscicultura tropical. latino ameicana en su conjunto.

Entre las numerosas realizaciones que han tenido muy importante gravitacin en el desenvolvimiento de la piscicultura regional. y gene ral., cabe mencionar el establecimiento de mtodos para inducir el deso ve de los peces migratorios --que no desovan en aguas leniticas y menos en los estanques en que se los mantiene confinados-- mediante la apl.i cacin de extractos de hipfisis. La historia de las investigaciones Y ensayos y su aplicacin efectiva a partir de los estudios fisiolgicos de Roussay (1930) ha sido expuesta por Fontenele (1981.) y Gurgel (1981)1 por separado se comentan los mtodos ideados recientemente, l.os que se apl.ican de manera rutinaria en las estaciones de piscicultura del DNOCS.

Resul.tados de tales investigaciones son l.os trabajos de piscicul tura con el. "curimat" ( Prochi'lodua c:eax>onsia y P. argenteus) , como asimismo con algunas otras especies que alcanzaron moderada difusin actualmente merecen mencionarse los muy importantes trabajos local.es que posibilitan la multiplicaci6n, cra y difusin masiva de los "pa-

ces amaznicos: pirapit inga " (CoZossoma bid.ens ) y tambaqu i" (C.macl'Opomum) . En el caso de ambas especies, or iginarias del Alllazonas,se justif ica plena111ente su cr a, estimulando la reproducci6n iante h ipof isaci6n, ya que su carne es muy preoiada1 se alimentan principal mente de semil.las y f rutos (y , eventualmente , de zooplancton por lo menos en el caso del. "tambaqui", segn Lovshin, 1980 a y b) ; son de crecimiento rpido1 resistentes a l.aa manipulaciones y a los bajos te nores de oxgeno (que con f recuencia se dan en los tanques de cra) y aceptan una g ran var iedad de f rutos, semillas y dietas balanceadas de formulaci6n cor r iente.

Conf orme sel\ala Lovsh in (op. cit.), ambas especies, ent re todos los peces sudamer icanos ensayados hasta la fecha , habr an dernost r1>do poseer las mejores apt itudes para los t raba jos de piscicul.tur a y han dado rendimientos super iores a 9000 kg/ha/ano. Por otra parte , se t r a ta de peces que dan car ne de la 111ejor calidad dentro de la amplia gama de especies neotropicales son especies muy super iores a las clsicas que se introducen para estos trabajos, como la "tilapia", la "carpa y otras adaptables a la piscicultura intensiva tropical o subtropical. No presentan l.os problemas ecol6gicos implcitos en la d iseminaci6n de estas especies.

Como realizaciones de gran importancia de la Direcci6n de Pesca y Piscicultura del DNOCS mencionaremo s tambin el establecimiento de tc nicas de pisc1oultura para numerosas especies de alta calidad y adapta das a la regin --la mayor a de est irpe amaz6nica-- como el pirar uc" o "paiche" (Arapaima gigas), el "tucunar" o pavn" (Ciah'La spp .) , el "apa iar" (Aett>onotus ooe'L'latue ), la corvina" o "pescada de Pieui" (Plagioooion aquamaaissimua), que resultan de mucho interb en estostraba jos, ai bien son de aplicacin ms r estr ingida por su rgimen ali- 23111entario carnvoro (ms adelante se proporciona informacin detalladasobre las m ismas)

No debemos dejar de mencionar el xito en la adaptacin del llllllla do "camarn aossego" del Amazonas \!act>obraohium amazoni.cum), cuya pro ducci6n actual en las represas del ONOCS --adems de su empleo como elemento terrajero en la alimentacin de los peces mencionados-- viene ocupando un lugar muy destacado (Gu rgel, 1981) . Por cierto que muchos otros ens&yos se han efectuado con especies neotrpicas o ajenas a este mbito zoogeogrf ico y se han obtenido resultados muy diver11oe, los que , con excepcin de las "tilapias , tueron de escasa aplicabilidad o f canoamente desalentadores. En lo ref erente a las " tilapias , se ha impul&11do la produccin de la tilapia del Nilo" (Sa:f'otherodcn ni toti cics) que actualmente ocupa un luga r prepond erante en las capturas y que, conforme a Gurgel y Vasconceloa (1981) , alcanzaba en 1980 un total de 5850 t, lo que representaba el 32 ,2\ del volu.,en producido en las presas del DNOCS. La "tilapia de Zanzibar (Sarotherodon hornol'W'I), segn Gurgel (op . cit.) , f ue inttouG (Alfara et at., op. cit .). Los machos maduran al alcan zar unos 20 cm de longitud y las hembras a los 25 cm. Los ejemplareshembras, cuyo tamalto oscila entre los 27 y 31 cm, aportaron ms de 21100.000 ovas.La "trucha arcoiris" Salmo gairdnerii fue introducida en el lago en 1942se adapt con rapidez, permitiendo captoras superiores a las 500 t en 1965, aunque su pesca estara actualmente declinando. Los ma chos resol.tan en el lago mucho ms precoces que las hembras; la pcopor ci6n de los sexos a favor de stas es de 3 a l. (Bustamante, 1975). Se- 9n parece, el rgimen alimenticio varia considerabl.emente de un lugar a otro y en relacin con la edad. En general, es un pez carnvoro que ejerce diverso grado de presin sobre los peces aut6ctonos.

Las pesqueras en el lago Titicaca son de tipo artesanal y de sub sistencia; representan un complemento de las actividades agropecuarias y tienen una importante gravitacin socioeconmica en J.os territorios adyacentes. Las artes de pesca conservan muchos caracteres nativos, si bien su importancia decrece ante el. auge de las ms modernas , que son de mayor eficacia. La captora anual, a juzgar por datos de los pesca dores censados en 1976, se aproximara a las 6500 t, de las cuales ms de 90\ corresponde a la obtenida con redes agalleras.

La actividad pesquera en el lago Titicaca no est, al parecer, muy organizada y los embarcos y desembarcos se efectan en los lugares que en definitiva resultan ms convenientes, de modo que no se llevan cegistros de captura . El pescado generalmente se consume en estado fresco y slo una peqoel\a parte es sometida a procesos de secado, asado o ahumado.

En el consumo de las provincias riberellas, las especies de Or>eatias representan ms del 60\ del total; el "pejerrey" (0. bonarienaia )contribuye con un 20\, en tanto que el aporte de la "trucha arcoiris" (S. gairdnerii ) a la alimentacin rural es muy bajo, superando apenas el lt del conjunto (Alfaro et ai., op. ait.) .

Pese a los elevados niveles extractivos actuales y a los progresosde la acuicultura, referidos en lo esencial a la piscicultura intensiva de Salmo gail'dnerii {que afronta grandes dificultades por falta de abasteciaiento de alevinoe, 11.nlitaciones en la consecucin de dietaspara peces y escasa colocaci6n local de los productos), es de esperar que puedan realizarse en la cuenca del lago investigaciones y trabajos tendientes a incrementar sustancialmente la produccin de peces para el consumo local.

El lUO PARA!ll'.

Este ro, el segundo en importancia de Amrica del Sur, posee unos4000 km d longitud, una amplia cuenca de captacin de 2.800.000 km2, una descarga anual estimada en 500.ooo millones de m3 y caudales decrecida que alcan:te.n a los 65.000 1113/s.Define prcticamente el limi te austral de la subregin biogeogrfica conocida como Brasilica.

LOS tramos superiores del ro y sus mucho& afluentes se desl:an por terrenos accidentados y montal\osos1 pero, despus de recibir al Paraguay, su principal tributario, ae transfocma en un tpico ro de llanura (Paran.6 Medio e Inferior), coo la presencia de un amplio val.le aluvial que se resuelve en un delta de unos 60 kde ancho en su deseM bocadura en el rio de l.a Plata.

Como puede apreciarse, la cuenca del Paran abarca una muy dilata da superficie que puede set considerada unitaria desde el punto de vis ta ictiogeogrfico, como lo hace Gery (1969), aunque para este investi gador podra desc0111ponerae en entidades menores. En efecto, Ringuelet{1975), dentro de este marco geogrfico, distingue la provincia P(2J"(l:IW28PZat6rnJe que comprende los ros Uruguay, de la Plata y Paran& Inferior,Medio y Superioc, as como al Paraguay, hasta Baha Negra otra provin cia ms septentrional del Parcm Superior, que incluye este tramo sepa rado del Alto Paran por l.os saltos de Guayr, en tanto que segrega l.a parte superior del Paraguay en la pcovincia del Atto Paraguay.

La dicecci6n predominante de l.os ros Paran, Paraguay y Uruguay es norte-sur, lo que, en buena parte, define un gradiente trmico que influye en la distribucin y abundancia relativa de las eapecies. El mayor nmero de stas (unas 550 en total) se encontrara en el r1o Paraguay (sobre todo en J.a provincia del Alto Paraguay), que abarca compl.ejos sisteas inundables, como los del Gran Pantanal, a la ve que establece contactos, mediante sus afluentes de cabecera, con algunos tributarios del Amazonasesto facilita el intercambio de peces entre ambas cuencas en per.odoa de intensas lluvias. La provincia Parano Platense , dada su extensi6n y la complejidad del valle aluvial del Paian Medio e Inferior, comprende taAtbin un importante n111ero de es pecies y la producein ctica es relativamente elevada. Por su parte, el Paran Superior to sea el Paran aguas arriba de los saltos de Guayr) presenta una ictiofauna muy particular, de marcada endemicidad y con un nmero bastante reducido de espeeies .

En todo este territorio la pesca exhibe diferencias locales signi flcativas, que se relacionan con l.a posicin en el gradiente trmico encionado --por lo menos en los tramos s australes de la cuenca--, la complejidad del lecho (por la presencia o no de una dilatada forma cin islena y extensas planicies inundables), y la presin de pesca en la que influyen una muy distinta cobertura demogrfica y las diversas posibilidades locales de acceso a otras fuentes de protena de origen animal.

Lo tca111os del Paran Medio e Inferior --y parte del Uruguay infe rior y Ro de la Plata-- qui:ts resulten los ms importantes concentra-

dores de 1a ictiomasa, en funci6n de 1a complejidad del val1e aluvia1 y el aporte de materia orgnica desde los tramos superiores. Procede destacar a este respecto las muy abundantes cantidades de "sbalo (Proc:hiZodus plat;ensis ) que se renen aguas abajo en concentracionesque son exp1otadas industria1mente para la obtencin de aceite y harina de pescado, o COlllO carne de exportaci6n en creciente esca1a.Sin embar go, debe tenerse en cuenta que en invierno en estas zonas suele regis trarse una considerab1e mortandad en anos de marcado descenso trmico.

Tambin se observan en este ro y en los vinculados al mismo, como fenmenos reguladores de la pesca, procesas migratorios en los que par t iciparian la mayor parte de las especies de valor comercial.. Estos fen6menos no son bien conocidos, aunque han sido estudiados intensamen te en un par de especies del gnero Prochi l.odua (P. pl.at;ensis y P. scrofa) y en e1 depredador Salminua maxil losus. Estos estudios se describen ms adelante.

Es muy difcil estimar la produccin pesquera del Paran y sus tributarios, ya que este r o y sus afluentes recorren distintos paises, donde el tema es objeto de diverso grado de atencin segn la extensin del territorio, los niveles demogrficos y las distintas necesidades de protenas de origen animal.

La explotacin pesquera parece ser mucho ms activa en el Paran Superior, en el territor io del Brasil.Pese a ello, aunque Machado{1976) serlala rendimientos superiores a 600 kg/ha/aflo en sitios espe cialmente favorables, estima que en el Estado de Sao Paulo --que com prende tales localidades-- el resultado promedio de la pesca es infe rior a 25 kg/ha/aflo.29En algunos casos, como en el Paran Medio e Inferior, es an msdifcil. estimar el rendimiento de la pesca debido a la extensin del valle aluvial. Si bien en 1os perodos de aguas bajas los peces ae concentran en el cauce principal, lo que facilita las operaciones ex tractivas como igual.mente l.a elaboracin de mejores estadsticas, du rante las crecientes se diseminan por el vall.e de inundacin y resulta muy complicado ca1cular el. rendimiento pesquero en tan amplio terri torio.

El aparejo de pesca vara conforme a la importancia y organizacin del trabajo de los pescadores . En su forma ms simple se usan arpones de diverso tipo y anzuelos dispuestos en variadas formas y nmero, en tanto que los pescadores de mayores recursos o ms organizados usandistintas clases de redes de hilo sinttico, en el Paran Superior es bastante comn el empl.eo pe redes arrojadizas, tipo esparavel o atarraya ("tarrafa") .

El producto de la pesca es, en su mayor parte, acopiado y trans portado a los centros de consumo en barcos o camiones con acondiciona miento en hielo. En general, la organizacin es bastante deficiente y de poco rendimiento para los pescadores)raras veces existen cooperati vas que pudiecan proporcionar mayores y ms seguros beneficios.

Como ya se ha senalado , la demanda y e1 vaJ.or de los productos pesqueros son muy diferentes a lo lacgo del ro. En los pases donde es fcil. conseguir proteinas de origen animal, como ocurre en la AI:gentina, a6lo los peces de mayor cal.idad encuentran sostenida demandaen los mercados de consumo ("surubi": Psettdop latyetoma coruscana y P. fas oiat;wn; "pat :[,uciopi.me fodu:;pat>i 1 "pejerrey": Odonteethes bonarwnsis; "b09a"i Leporinus o'bt;usins; "bagres": Pime1.odi.c el.arias y P.aZbicans, y "dorado"i Sal.minue maxil1.osue, entre otros). El "sbalo"

(Prochikxlua platenaiaJ representa el grueso de las capturas, que puede llar al 80\ del total, segn laa estadsticas pesqueras oficiales de 1980, aunque es probable que la mayor parte de tal produccin se desti ne a la industrializacin y exportaci6n1 el resto slo encuentra colo cacin entre loe consumidores de menores recursos. En cambio, en el Brasil.. en pleno Paran superior, una especie muy cercana, como P.sc:r>ofa, registra una sostenida demanda y otras especie s que casi no se consumen en la Argentina, como la tararira o "traira (HopZiaB mala baricus) y el "caacudo" (RhineZepie aepei>a) (Monteiro, 1965), son objeto de importante demanda popular.

si bien escasean las referencias objetivas acerca de la produccin real o potencial de las aguas, conviene recordar que Bonetto ot al ., 1970, empleando ictiotxicos y otros mtodos, han determinado en laslagunas permanentes del valle de inundacin del Paran6 Medio una ictio masa de alrededor de 1100 k9/ha con claro predominio del "sbal.o" (Pro ahiZodus platenaia) que supera el 60\ del total. El contenido en am bientes lent icos temporales --es decir, que se secan con frecuencia durante el estiaje-- es mucho ms variado en sus valores de icti0111asa y su corn>osici6n especfica, aunque sie pre el "sbalo" tiene manifiesto predominio en el conjunto (Bonetto e"t aZ.. . 1969)

La precariedad y profusin de estos ambientes que, con frecuencia, llegan a desecarse por completo durante el estiaje, determinan cuantio sas prdidas de peces, generalmente de pequena a mediana dimens16n, que son aprovechados en gran parte por las aves acuticas. En diversos en sayos se ha examinado la posibilidad de promover una opcin, teniendo en cuenta esta situacin: rescatar loa peces y cultivarlos en lugares apropiados antea de que se pierdan por desecacin. No obstante, al pa-30recer, poco se ha hecho hasta el presente, por lo menos a un nivelsignificativo.

En cuanto a los efectos antr6picos sobre la produccin de las aguas, cabs sealar que no parecen darse fenmenos de sobrepesca, salvo en contadas situaciones locales que no han sido bien evaluadas.

Respecto a loa fenmenos de contaminacin de las aguas, si bien los mismos son de reducida importancia en el tronco principal del ro y sus principales afluentes, suelen adquirir significac16n en los tribu tarios menores . LOs efectos de la contaminacin resultan particular mente notables en los extrell\08 de la cuenca, por ejemplo en el Estado de Soo Paulo, en Brasil, y, meridional111ente, en el Paran Inferior en la Argentina, donde se ristra la mayor concentracin de.mogrfica e industrial de ambos pases.

Ona mayor importancia presentan las grandes represas construidas en el Paran Superior, que cuentan con numerosos embalses destin.ados a la produccin de energa hidroelctrica, como asimismo otras muchas obras en planeo o en construccin que vendrn a transformar al rio y 11 sus principale s afluentes en una serie casi continuada de lagos de re presa. Aunque en la Argentina se han construido o proyectado estable cer en dichas obras dispositivos para el paso de loo peces (de diverso tipo o en variada s conobinaciones), en el Brasil, donde se encuentran la gran mayora de tales embalses, no se han instalado dispositivos seme jantes o stos son muy escasos, de modo que la prod uctividad de laa especies migratorias se ve bastante comprometida por la interposicin de las presas que les impiden desplazarse para l.levar a cabo sus fun ciones vitales (Bonetto, 1977, 1980).

Este problema se ha tratado de superar con la construccin de una serie de modernas estaciones de piscicultura destinadas a la produccin

de alevinos y peces pequenos que se sembraran en los embalses (Fig.2) . El. programa de actividad de estas estaciones de piscicultura no tiende tanto a la conservacin del. poblamiento inicial del. rio, como a la recomposicin de su ictiofauna, con miras a lograr los mejores nive les de calidad y produccin (Machado, 19761 Machado y Al2uguir, 1976). Con este propsito se han introducido en el Paran Superior varias es pecies desde otras cuencas del pas, en especial del Amazonas, que tie nen la particularidad de reproducirse en estanques, permitiendo con ello el. estmulo de una piscicultura convencional.. Por ejemplo, se han introducido o se proyecta introducir :"apaiar" (Astronotus oasiZatus), "tucunar" (CichZ.a oceZZ.aris ) "pescada de Piaui" (P7..agioscion squamoeiBsimua ), "trairao" (!lupZias lacerdae), as como tambin el 9ran "piraruc" (Ax>apaima gigcro), a la vez que se estudia 1.a posibilidad de multiplicar especies migratorias mediante el desove poc hipofizacin.!lasta ahora, la "pescada de Piauift pacece haberse multipl.icado y diseminado con xito poc toda la cuenca del. Pacan Superioc.

Hemos ya set!alado que las cataratas de Guayr representaban una barrera insuperable para los peces, diferenciando significativamente la ictiofauna del Paran superior de 1.a del resto de su cuenca. Empero, con 1.a reciente construccin de la represa de Itaip se ha salvado este obstculo: tales saltos quedan cubiertos por el. embal.se, de modo que se ha de lograr cierto intercambio de peces entre ambos territorios cti cos con el. paso de ejempl.ares a travs de las turbinas.

31

UBICACION :- Ato PARANA AGUAS ABA.JO Qa EMBALSE DE A VSINA HIDROElECTRICA 04i JVPIA, SNfl ESTADO DE SO PAULO, !. MI TANDO CON EL ESTADO DE MATOGROSSO.CARACTEIUSTIC AS:-1' TANOVES DE 20SOm.-10 TANOVES DE 10 20 rn.-10 TANQUES DE 25 m-108 TANQUES OE 1,500.SOm.-13 Tl\NOUES DE l.ABOftATORIO DE tOOl,()Om,-LABORATOR O CENTRAL Y 2 AUXILIARES-DEPOSI TOS Y !.OCALES DE PREPARACION DE RACIOllES.

32HUERTO PRODUCTOR oe SIMIENTES DIFERENCIADO DENTRO DEL AREA CON 112 ESPECIES PARA FORESTACION MARGINALf AREA TOTAi., INCLUIDA A FORESTADA DE 2al CTAFIEAS.PROOUCCION :350,000 ALGVINOS POR AO A PARTIR oe1978

ESCALA 1 '3000

( 31/3/ 1974 )

f'i9.2. Planta de la estacin de piscicultura de Jupi, una de las ftls lllOdernas del Brasil, establecida en la central hidroelctrica del mismo nombre en el ro Paran .

3LA MIGRACION DI! LOS Pl!Cl!S Y SO INl'LOENCIA BN LA PRODOCTIVIDAD PESQUERA DE LOS GRANDES RIOS

En atencin al espacio vital que necesitan los peces y a los fen menos ecolgicos conexos podra dividrselos en dos grandes grupos: sedentarios y migratorios.

Los peces sedentarios son aquellos que pueden realizar sus funcio nes vitales , prosperar y multiplicarse en las aguas estancadas (leniti cas) de diversa extensin y caractersticas limnolgicas. Los migrato rios, en cambio, requieren por lo comn recorrer grandes distancias en los ros en que viven para cumplir d iversas necesidades fisiolgicas, entre las que se destacan las de carcter reproductivo y, en general, no pueden multiplicarse en aguas estancadas o lenticas.

La biologa, ecolog.La y productividad de los peces sedentarios suelen ser ms conocidas por las menores dificultades que presenta su estudio y porque dichos peces a menudo pueden adaptarse fcilmente a los trabajos de piscicultura. Las especies m igratorias generalmente son mucho menos conocidas, incluyendo los movim ientos que realizan(causas, distancie recorrida, perodos en que se efectan, dependenciade los ciclos climticos e hidrol6gicos, etc .). Tal circunstancia,33unida al hecho de que en este grupo se encuent ra el grueso de las espe- cies de mayor inters e importancia pesquera de los grandes sistemas hidrogrficos regionales, justifica la preocupacin por ahondar en el estudio de dichos fenmenos. Este estudio resulta sumamente difcil, entre otros motivos, por la extensin y complejidad de estos ros, por la cantidad de especies que intervienen y sus diferentes modalidadesmigratorias, como asimismo por la variacin de estos factores en tanextenso territorio.

La investigacin de los fenmenos migu1torios en estos peces re viste mucho inters e importancia ya que, entre otros aspectos prcti cos, los mismos determinan procesos que regulan la actividad de los cardJaenes y, por ende, condicionan en gran medida el resultado de las actividades extractivas. Por otra parte, el conocimiento de la migra cin de los peces de los grandes ros, sobre todo de la migracin con fines reproductivos, constituye un requisito prcticamente indispensable paca el mejor manejo de los recursos pesqueros, cuya explotacin debiera reglamentarse, en buena parte, sobre tal base. Tales desplazamientos tambin tienen importancia para evaluar el efecto ne9ativo de la cons truccin de represas en auge creciente en los grandes ros regionales, como igualmente para estudiar las soluciones posibles (paso de peces, captura y transplante, trabajos de piscicultura, etc.).

La diferenciacin entre los peces sedentarios y migratorios no puede consider..rse categ6rica1 entrana un considerable grado de arbi tnriedad, ya que la gran mayora de las especies realiza d istintos desplazamientos temporales o circunstanciales, de magnitud e importancia nuy variable. A los efectos de precisar el alcance de los trminos, pueden considerarse peces migratorios slo a los "que efectan deapla" 11111ientos peridicos o continuos, derivados de fenmenos vitales intrn secos y del mantenimiento de sus poblaciones, entre distintas regiones

de su rea de dispersin y, por lo menos, durante una parte de su ciclo ontoochilodu8maI'i.ae en el ro Orinoco.La proporcin de individuos activos y pasivos de un stock" de poblac in variara con las distintas especies y, probablemente , con las zonas o tramos del ro, colllO pareochitodua argenteus es bastante explcita (Tabla I)

Los efectos de la aplicacin de las hormonas hipofisiarias se hacen sentic a las cuatro horas, aproximadamentei en consecuencia, el inter valo en tres dosis sucesivas ba sido fijado en seis horas.

El operador debe permanecer atento en las fases finales del proceso con el objeto de determinar el momento propicio para reunir los repro ductores y lograr el desove. Para esto han de tenerse en cuenta los signos precursores del inicio de la reproduccin, ms o menos manifies tos y particularizados segn las especies. Si esto no ocurriera, debe continuarse con el tratamiento .

Durante el proceso de reproduccin los peces no deben ser perturba dos y hay que mantenerlos en los acuarios con aireacin suficiente. Des pus de la fecundacin y cuando los huevos se encuentran en las primeras etapas de segmentacin, se trasladan a incubadoras adecuadas segn la especie y situacin.

Tabl.a I. Dosis KipoLisiaria Aplicada a P. argenteuo,Segn Fontenele (1953)

6 ,uLoteFecha: 28.05.19473 22

Preparado de Dosis

la. dosis4 hipfisis de 4 oc de suero fisiol6gico 2a. dosis 8 hip6fisis de 4 ce de suero fisiol69ico Ja.dosis 12 hipfisis en 4 ce de suero fisiol6qico 4a. dosis 16 hip6fisis en 4 ce de suero fisiol69ico

DosisFechala. 28/052a. 28/05Ja. 29/054a. 29/05Hora14200208.o..."u0,10 ceO,lO H0,20 H0,30 H0,40 t>"'220,15cc0,15 H0,30 H0,45 H0,60 RIRe9i6nS.d.1:.d .s.i.I.i.45

H, hip6fisis; s.superlor, I, inferior, d, derecha, i, izquierda .

5

LA ACTIVIDAD Y PllODUCCIOH PESQ EN LOS DISTINTOS PAISBS LATINOAMBR.ICANOS

Las estimaciones cuantitativas de la produccin pesquera en Amrica Latina, como asimismo las informaciones relativas a su 9rado de desarrollo en los pases , suelen ser bastante limitadas y , a menudo , no seajustan mucho a la realidad. Tal situacin deriva principalmente del extenso territorio que sera necesario abarcar en una apropiada cober tura estadstica; hay 9randes sectores de muy dificil acceso, con poblaciones de pescadores bastante dispersas, cuando no sujetas a un constante nomadismo y , en 9eneral, no se dispone de puertos fijos de descarga.

La mejor informacin es la que se obtiene de las concentraciones de pescadores cercanas a las 9randes ciudades, donde suelen establecerse puntos fijos de desembarco de pescado, ya sea para facilitar esta tarea y la venta de los productos. o para verificar la observancia de al9unas disposiciones eglamentarias (como la de la talla mnima que deben te ner los ejemplares extrados), el cobro de algunos impuestos y otros motivos. Adems, estas pesqueras suelen ser las que concentran el mayor esfuerzo extractivo, de modo que sus resultados brindan los datos ms valiosos.47Es mucho ms dificil evaluar la pesquera profesional nmade o seminmade, la de subsistencia y la deportiva, aunque no dejan de tener importancia en la estimacin del producto 9eneral de las aguas.

Por otra parte, la produccin depende en gran medida de los imple mentos de pesca y de su eficiencia que, naturalmente, varan de manera apreciable en las distintas re9iones y pases, se9n el desarrollo eco n6mico y las posibilidades de i.ncorporar modernos recursos tcnicos. De tal suerte, las pesqueras varan desde la de tipo casi estrictamen te artesanal, como es el caso de las poblaciones indgenas, hasta la altamente tecnificada, en la que se usan barcos modernos equipados para trabajar a 9randes distancias, toda clase de redes de hilado plstico, cmaras frigorficas para mantener el pescado, plantas de tratamiento para salar, ahumar o enlatar el pescado obtenido y otros dispositivos que permiten aprovecharlo mejor y con menor dependencia de las f luctua ciones del mercado .

Los valores relativos a la produccin pesquera de las a9uas conti nentales de Amrica Latina han sido estimados por la FAO (en su informe derivado de las reuniones de la Comisin de Pesca Continental para Am rica Latina (COPESCAL), de 1981) en 277.679 t a base de informes nacio nales de 1979. No obstante, la captura potencial, incluyendo las lagu nas costeras ocenicas, ha sido estimada en 2.030.700 t, lo que vendra a indicar las enormes posibilidades que an ofrece la adecuada explota cin de este recurso natural de la regin.

En realidad, si resulta en extremo complicado calcular l.ir topor cin real de la actividad pesquera en tan extenso territorio mucho ms difcil es estimar sus posibilidades productivas debido a s grandesvariaciones que se dan en los distintos sistemas hidrogrfil os1 a etr,ose suman las dificultades inherentes a los mtodos para 1rn:t1mar .Los

recursos pesqueros y su i:endimiento . POcos pai:ecen haber sido los intentos objetivos destinados a pi:ocurar una aproximaci6n al problema, dndose cifras que oscilan entre extremos muy altos y otros demasiadoprudentes.

Segn algunos datos. como los de Machado (1976), en ciertos secto res del ro Mogi-Guassu (un afluente del co Pai:do que, a su vez, lo es del ro Grande, en el Paran Superior) la captura puede alcanzar a 625 kg/ha/alto, cifra muy alta que quizs decive de la gran concentraci6n de peces migratocios que se observa en este ro antes de que encuentren las escals que permiten su paso a travs de la represa de Cachoeira deEmas (Picassununga, Sao Pablo, Brasil). NO obstante, el mismo autor calcula que la producci6n media de las aguas en el Estado de Sao Paulo (que comprende al ro Mogi-Guassu) se acerca a 130 kg/ha/ao.a la vez que seltala que el promedio de lo extrado en los grandes rios de dicho Estado resulta, en general, inferior a los 25 kg/ha/ano.

Evidentemente, los valores obtenidos en determinadas zonas, donde se consiguen rendimientos extremos por diversos motivos, no pueden extrapolarse a todo el ro o tramo del ro en que estn compcendidas, ya que, sin duda, representan situaciones muy particulares.

De cualquier modo, es muy difcil en las condiciones propias de la regin tcatar de evaluar la productividad pesquera de las aguas, espe cialmente en los grandes ros1 en la mayor parte de ellos hay extensas planicies de inundacin, cuyo aporte al conjunto es muy variado y complejo.

Por otra parte, la presin de la pesca es muy diferente en los dis48tintos pases e inc1uso en un mismo ro. Sin tomar en cuenta situaciones limno1gicas particulares, ello depende de la densidad de concentraci6n de la poblacin, de los requerimientos de protenas de origen animal de la misma, de las comunicaciones, como asimismo de un complejo conjunto de situaciones locales .

En la .Argentina, poi: ejemplo, la demanda de peces dulceacucolas es bastante reducida y my seleccionada por la abundancia de carnes deri vada de su importante actividad pecuacia y los crecientes progresos de la pesca marina. No obstante, como ya se ha senalado, un pez extrema damente abundante como el sbalo (P. pZatenaiB ) , reputado de calidad in-ferior, tiene sostenida demanda en los sectoces ms humildes de la poblacin por su precio reducido.

Se han realizado no pocos estudios --varios de stos antes comenta dos-- sobre las modalidades y los niveles de extraccin en determinados pases y ros o ambientes lenticos, en relacin con el rendimiento por esfuerzo de pesca en determinadas zonas1 clculos de produccin y mane jo de embalses1 densidad media mensual de los peces migratorios en de terminadas secciones del ro1 nmeco y peso de los peces que es preciso transferir por pasos especiales en los embalses cue se establecern sobre ciertos ros, etc., referidos a problemas localizados, pero que, en la enorme extensin del territorio de cue se trata, resultan de limitada signif icaci6n, aunque pueden apuntar a soluciones tcnicas deimportancia ..

En el mencionado informe de la FAO, de 1981, se presenta de 'las capturas reales y potenciales anuales estimadas en continentales de los distintos pases de Amrica Latina, reproduce a continuacin:

un resumen las aguas el que se

Tab1a II. R.elBUIDn de las Capturas R.ea1ea y Potencia1ee Anuales Estimadas de las Aguas Continentales de J\mrica Latina

PasCaptura NominalCaptura EstimadaCaptura Potencial

(1979)(t)(t)

ArgentinalS.61515.00086.000Bolivia4.0004.00060.000Brasil146.352146.000700.000Colombia35504.000Costa Rica48.53563.300112.000Chile100100100 +Ecuadoro1.000l.000 +El Salvador6016003.000Guatemala615800l.600 +GuyanaoDesconocidoHOnducas14415015.000 yMxico28.653128.000 !Y341.000 !YNicacagua1.8341.80060.000l'an-oDesconocidoDesconocidoParaguay2.7003.000100.000Per15.21725.000 +340.000Surinam2352503.000Uruguay57857814.000 yVenezuela12.45637.000 y190.000 y

49Total277.679426.6282.030.700

Incluidas las lagunas costeras.

como puede apreciarse, la captura total estimada (426.628 t) alcan zara solamente a casi un quinto de la potencial (2.030.700 t), lo que revela claramente las posibilidades de la explotacin efectiva de este recurso natural, tanto ms si se considera que tal cifra parece muy prudente, ya que --para dar un ejemplo-- vendra a ser inferior a la calculada por Bayley (1981) para el Amazonas Superior y Medio nicamen te (217.000 ton/ano).

Desde luego, la intensificacin de la explotacin de la pesca den tro del marco en extremo selectivo en que hoy se practic --que compro mete sobre todo a l.as especies de 10ayor talla-- no podr sostenerse biolgica ni econmicamente en lmites superiores o similares a los que se registran en l.a actualidad. Incluso, es posible que se llegue a la sobreexpl.otacin en el caso de algunas especies y cuencas hidrol6gicas.

Por ahora, sl.o procede senalar que Amrica Latina posee grandes recursos pesqueros en sus aguas interiores, una ictiofauna extremada mente diversificada y mecanismos bioproductivos bastante particulares que, en general, aseguran una elevada y sostenida produccin.

Si excluimos la zona patagnica, de Amrica Central. y el caribe, el resto (que prcticamente comprende la Subregi6n Braslica) se caracte riza por una gran variedad de peces (sobre todo cbaraciformes y siluri formes) y por estar la produccin pesquera muy condicionada, segn pa rece, por el rgimen hidrolgico. En sus diversos ciclos, este rgimen

regula el aporte de materia orgnica principa lmente vegetal, slidos suspendidos y disueltos, como tambin los principales nutrientes y con diciona en gran parte las migraciones y fenmenos reproductivos, adems de muchos aspectos relacionados con la dinmica de sus poblaciones.

Como ya hemos acotado, la materia orgnica --derivada de las plan tas y de las otras comunidades biticas (Fig. 4)-- experimenta variadas modif icaciones y se transforma en un detrito muy apto para sustentaruna elevadsima ictiomasa de peces ilifagos (especialmente de los g neros Proahilodu::r y Semaprochi.Zodus) , los que pueden lle9ar a ms del60% en peso fresco del total del contenido en los ambientes lenticos del valle de inundacin de estos ros, como ocurre, por ejemplo, en el Paran Medio (Bonetto et ai.,1.969, 1970).

sayley (1981) destaca, basndose en las observaciones de muchos autores, que la ictiofauna latinoamericana y su produccin tienen mucha similitud con las de Africa en lo que se refiere a su composicin, a laimportancia de los peces detritvoros que constituyen el grueso de la ictiomasa general, a la abundante biomasa y 9can variedad de peces ictifagos y a la escasa cantidad de peces planctfagos especializados.

La importancia de los peces ilifagos , que encuentran su sustentoespecialmente en los detritos derivados de la vegetacin acutica ribe rena y otras comunidades biticas --y, en menor proporcin, los de or ganismos transportados con el fango que ingieren-- es particularmente notabledichos peces sustentan adems, como peces forrajeros, a una significativa vaciedad y biomasa de grandes ictifagos que ocupan un lugar preponderante en toda la regin y sirven de apoyo a las principa les actividades pesqueras . Los peces il.i6fagos son objeto de una cre50ciente demanda en el mercado de consumo de las regiones menos favoreci das en la obtencin de protenas de orlgen animal, de modo que puedencontribuir a paliar un grave problema socioeconmico que afecta a an> plios sectores del territorio sudamericano.

El hecho de que los peces ilifagos no se reproduzcan en cautividad ni aun en ambientes lenticos de considerable tamal'lo, no crea mayores problemas, ya que esto puede solucionarse con los procesos de hipofiza cin que inducen el desove controlado. Adems, en las lagunas del valle aluvial de los grandes ros pueden obtenerse, despus de las cre cientes, un elevado nmero de ejemplares pequeos, de fcil captura, y transportarse a los sitios de cra, incluyendo arrozales, y generarse as una piscicultura promisoria (Jensen, 1974).

No obstante , la piscicultura intensiva de estos peces no ha progre sado en grado importante debido fundamentalmente a 1.a dificultad de proporcionarles adecuada alimentacin en los estanques de cra, que permita obtener los altos rendimientos que se pretende con esta forma de cultivo. Aunque el proceso de su alimentacin parece sencillo en condiciones naturales por el abundante material. nutritivo (aunque va riado conforme a las formas de exportacin, acumulacin y transforma cin de los detritos), esto no es as debido a la dificultad de lograr una apropiada alimentacin en cautiverio, que haga posible el desarr llo de la piscicultura intensiva, lo que guardara relacin con la com plejidad del aparato digestivo {Angelescu y Gneri, 1949Gneri y An9elescu, l9Sl Domitrovic, 1983).

Los problemas relacionados con la alimentacin de los peces ilifa9os constituyen, segn parece, uno de los temas de investigacin de mayor inters e importancia en el conocimiento de la biologa pesquera de la gran Subregin Brasl.tca --que representa, como ya fuera senalado, la m ayor parte del territorio considerad--, ya que no es f-

. .. .: :PAT.A!j.>;T 1:CJiS: ::-: f Rl0EA$ . .SUSTANCIAS E!< SOLUCUlNY LUZ SOLAR51

Fig. 4. Representacin tentativa del circuito trfico de las aguas en los ros de la gran Subregin Braslica de Amrica Neotropical y sus ambientes lenticos afines. M:detritvoros miorfa9os1 Mh: mioroher bvoros1 Me :microcarnivoros1 S:saprfitos1 P: algas perifticas .

cll determinar las caractersticas del detrito, ni la serie de comple jas modificaciones que experimenta (sobre todo el de origen vegetal) para que sirva de apropiado alimento a estos peces (Bowen et aZ., 1984).

Por el momento, la explotacin de dichos peces resulta fcil y proficua y su captura parece rendir ms en los tramos inferiores de los 9randes ros y sus afluentes, donde hay una mayor concentraoi.6n de detrito. Estos peces, que pueden considerarse subexplotados en grado diverso, aseguran una fuente muy importante de protenas de origen anal a amplios sectores de la poblacin de Amrica Latina.

6

PM:'l'ORBS NATURALES 'i AHTROPICOS QUE GRAVITAN NBGATIVAMJ!lftEElil LA PRODDCCIOR PESQUERA

Muchos son los f actores f sicos, qumicos y biolg icos que inf luyen negativamente en la vida y produccin de peces y que incluso pueden determinar mor tandades en g ran escala de los mismos.

En genei:al, los ef ectos negat ivos no son tan espectaculares y los ecosistemas acuticos se ven prog resivamente af ectados, como es el caso de procesos de eutrof izacin y polucin, aunque st,os en circunstancias de suma gravedad pueden provocar una enorme moi:tandad . En las situa ciones ms f recuentes, los fenmenos mencionados se relacionan ent re s y dependen de la eliminacin o acumulacin de importantes cantidades de materia orgnica, lo que determina un consumo de oxgeno que el ecosis tema acutico no puede reponer o corregir con la velocidad necesar ia. Otras veces, se trata de compuestos txicos, contenidos en diversos efluentes, generalmente de naturaleza muy compleja, que pueden ser le tales en mayor o menor g r:acdlil:'i ) de los llanos de Venezuela (cor tesa de Mago) . Las rayas de los gneros Potamotrygon y Dysceus constituyen especies cartilagino sas, cuyo dimetro puede alcanzar ms de 1 m en el d isco. Son peces muy peligrosos pues, al pisarlos inadver t idamen te, clavan en la pierna el aguij6n ponzotloso de su cola causando heridas muy dolorosas y de dif cil curacin.

57de mucha menor importancia . Otro pez reputado como pelig roso por lospescadores en las aguas tropicales es la anguila elctr ica (EZectr-o phorus eZectr-icus) , cuya longitud a veces supera 1,5 m, es capaz de producir descargas de ms de 500 voltios. Segn los pescadores del Amazonas , puede atontar a personas y g randes animales que entren en contacto con el cuerpo de la m isma y provocar su ahogo (Grundfest, 1960) .

En el amplio conjunto de especies ictif agas regionales no f altan, desde luego, otros peces que tienen un ef ecto negativo en la produccin pesquera , especialmente en las estaciones de piscicultura , ya que re sultan depredadores de signif icaci6n y no son tiles para el consumo , pud iendo constitu ir se en verdaderas plagas . Tal es el caso , para citar un ejemplo, de diversos "dientudos, como HopZias maZabaricus, Aceo trorhamphus jenynsi y A. hspsetus , en las estaciones de piscicultura del pejer rey en la Argentina (Ringuelet , 1943) , donde pueden ocasio nar danos de importancia.

Numerosos tetrpodos acuticos se alimentan parcial o totalmente con la ictiof auna y ejercen una presin que, en el plano natural, no reviste impor tancia en las relaciones implcitas del equilibr io ecol gico. Pero , con el tiempo, las actividades depredadoras de estos ani males pueden intensif icarse, sobre todo en las estaciones de piscicul tura , por lo que deben adoptarse las med idas necesar ias para corregi r tal situacin.

En cuanto a la inf luencia de la vida y act ividad antr6pica sobre la ictiof auna y su productividad, son muchos los f actores negativos producidos que determinan sustanciales reducciones en las pesqueras, llegando incluso a la errad icacin total o parcial de ciertas especies en a lgunos ecosistemas acuticos de moderada impor tancia .

La presi6n de la pesca sin adecuadas med idas previsoras y carente d e los correspond ientes controles, l.a creciente polucin de los ros debida a las descargas cloacales e industriales, la modif icacin del ambiente acut ico por alteracin del escenario natural que lo comprende y, en especial, por las obras hidrulicas, como los embalses, han pro vocado diversas respuestas negativas de la fauna ctica que inf luyen en la r educcin de las capturas e incluso en la rest e iccin del espacio ocupado por no pocas especies.

Es probable que haya sobrepesca en los tramos de los g randes ros que sirven de asiento a impor tantes ciudades , aunque no debe conf und ir se esto con la r educcin en el nmero de los voluminosos ejemplares que se registraban tiempo atrs, fenmeno implcito en toda explotacin pesquera. Sin ebargo, la gran densidad permanente o circunstancial de extensas redes (como ocurre, por ejemplo, en la mayor parte de los pai ses lat inoamericanos al conmemorarse la Semana Santa) , la obliteracio con tales artefactos de r ios y ar royos, el agotamiento de laguna s, la extraccin masiva con ' f ines industriales o de expoi:tacin mediante g ra ndes dispositivos de arr astre y otros factores, pueden causa r danos signif icativos, qui2 s irreparables, en los recursos cticos y su prcr duccin, aunque lo f recuente es que eliminado el factor de per turbacin la pesca vuelva a reestablecerse.

Como es natural, la pesca abusiva se limita por s misma cuando las act ividades pesqueras no resultan rentables. De cualquier modo, sta puede ser una consecuencia tardo y siempre es mucho lo que cabe hocer med iante la aplicacin de normas que tod icen objetivamente la pesca. Desde luego, tal.es procedimientos abusivos implican un muy d is tinto grado de peligrosidad , segn el ecosistema acut ico de que 11e58trate, los mtodos empleados y su capacidad de rerd y

Ferreyra da Sil.va (1978) a expresar {refir indose a las especies de Piagio8cion en general.) que parecen resultar ms aptas para la pisci cultura extensiva que para l.a intensi'1a y que su cultivo deber 1a aso ciarse con peces f orrajeros de cicl.o alimentar io corto o con camarones.

Esta especie es de menor tamafto que la anter ior , a la que se ase meja mucho en sus rasgos generalesi desova por primera vez al afio de edad cuando alcanza ya los 16 cm de longitud total.

su alimentacin en los azudes del nordeste del Brasil, conforme a Chacn {1972) , est const ituida por insectos (especialmente efemerpte ros y odonatos} en un 40\ del total, camarones (30\) y el cesto por peces ( PoeoiLia vivipax>a, cclidos, etc.) .

En cuanto a su produccin en las instalaciones del DNOCS, Dourado (op. cit.) sel\ala que se capturlln con mayor f recuencia cuando tienen entre 26 y 42 cm el peso de los ejemplares de mbs de 30 cm es super ior a 400 g . En el nordeste del Brasil en el peciodo comprendido entre 1972 y 1979 la pr:oduccin media anual f ue de 122 t .

Percichthya ooZhuapienaia ("Percaw o "Tr ocha Bocona"lLas "truchas cr iollas" o percas" del gnero Per>cichthys son per ciformes que habitan los ros del norte de la Patagonia, en especial las cuencas de l.os r os Colorado y Neg ro. Dos especies resultan las ms comunes e interesantes: la "bocona" (Per>cichthys coihuapiensis) y la boca chiea9' (P. trucha) .73La "bocana se caracter iza por: sus f auces 9randes, con maxila r ypremaxilac largos y desar rollados y cabeza proporcionalmente ms gr an de, en tanto que la "boca chica" presenta el maxilar ms pequeno, la cabeza menos desar rollada y grcil y su tarnallo es ms reducido. una serie, no completamente estudiada , de "razas geogrf icas" de ambas especies ha sido descr ita poc Mac Donagh (1950, 1953)1 pueden ser con sideradas como "ecotipos" ambientales, sin alcanzar cate9oda de subes pecies con distr ibucin geog rf ica propia . As, por ejemplo, las "boca nas" de la cuenca del ro Neg ro son todas ms esbeltas, de lneas ms hidrodinmicas, con el pednculo caudal al.argado , bajo, y perf il elegan te, con excepcin de las "boconas" del Lago Pelleg rini, que son ms robustas .

La "bocana" es la mayor de todas las formas que se encuentran en la Patagonia; a menudo sobrepasa los 60 cm y su peso excede de 6 a 8 kg. Desde el punto de v ista de la d ieta es predominantemente ictif a ga su amplia boca le permite inger ir ejemplares jvenes de "pejec rey patagn ico, puyen" (Galaxias macr1iZ.atus) y a veces otros Percichthyc, asi como el "cangrejo" Aegia neuquensis (PEECRN, 1981) .

Las especies del gnero Pe:!:'cinlO especie coestible y de mucho valor paca la pesca deportiva, razn por la cual se le ha difundido en las aguas del centro-oeste de la Argentina .Rhamdia sapo ("Bagre sapo")En fecha reciente esta especie ha sido objeto de consderable aten Clon en la Argentina, con airas a la promocin de una piscicultura semi intensiva rentable.se a su as oto, constituye un pez de cierta demanda debido a la calidad de su carne, resistencia al manipuleo y condiciones ambientales adversas, fcil adaptaci6n o las comidas secas y ausencia de comportamiento agresiv (Espinach Ross ot ai., 1981), lo que justificara los ensayos en ejecuci6n. segn estudios preliminares, esta especie podra ser criada en combinacin con cultivos de arroz, donde podra rendir unos 1300 k9/ha. Al ao de crianza el pez pesara unos 300 9Ciohia oceZlaria ( "Tucunar ", "Pavn)se trata de un cclido de mediano tamafto, de conformacin y colo r ido muy caractersticos que ha sido introducido desde hace tiempo en el nordeste del Brasil poc la Director a de Pesca y Piscicultura del ONocs a partir de ejemplares derivados de la cuenca amaznica. Tal introduccin se justifica poc la calidad de su carne, su fcil reproduc c1n en cautividad y su tendencia a coopterus sal.moides y M. dol-omieu (Boca Grande", LObim

Estas especies, originarias de Amrica del Norte, han alcanzado im portante difusin, sobre todo por su aplicacin en la pesca deportiva. La primera (l.lamada tambin de "boca grande") parece preferirse para ser introducida en Amrica Latina por su mayor rusticidad y su fcil adaptacin a los cambios trmicos. Se trata de un pez que soporta al tas temperatui:as, de hasta 3zc, y su crecimiento prcticamente cesa cuando sta desciende por debajo de lO'C. Se desarrolla en aguas tran quilas (leniticas), limpias y con abundante vegetacin sumergida y ele vados tenores de oxgeno disuelto. Confocme a lo senalado por Gally y

* Segn Lovshin (1982), en Panam se emplea de preferencia S. mossambi cuD en vez de S. nil-o-ticus.

Tocloni (1962), en Brasil alcanza cocrientemente 3 kg de peso y, en al gunos casos, sobcepasa los B kg. Empero, es una especie carnvora y voraz, de modo que su uso para obtener carne resulta excepcional. No obstante, tal propiedad puede ser aprovechada para reducir los cultivos de "tilapian superpoblados por peces pequeflos carentes de valor, cue se transformaran as en forrajeros de las 1obinas de mayor valor comec cial.

SAIMONIDOS

La introduccin de los salmnidos en Amrica Latina se inici6 al comenzar el presente siglo. Tal actividad se llev a cabo en buena parte sin las precauciones tcnicas del caso, de modo que su aclimata cin no siempr e tuvo xito. De cualquier modo, en el marco de Amrica Latina constituyen especies de variada difusi6n, aunque las predominantes en la actualidad son Sal.mo trutta (wtrucha marrnw) , S. gairdnerii("trucha arco irisw) y Satvet.inus fontina1-i8 ("trucha de arroyo").

En un territorio predominantemente tropical y subtcopical, el xito de los ensayos cealiz1>dos con estas especies de clima fr.o dependi6 fundamentalmente de la latitud geogrfica y la altitud de las masas de agua en que fueron sembradas, es decic, del rango anual de la tempera tura del agua. Resultaron importantes, adems, la cantidad de alevinos introducidos, la frecuenci1> de las operaciones, los problemas de compe tencia entre las especies que se utilizaron, el orden en que fuecon introducidas y las caractersticas limnol6gicas del ambiente.

En consecuencia, se da un mosaico de especies de comportamiento ecolgico variado, como asimismo con una distribuci6n y un predominio84que pueden diferir notablemente en ciertas regiones y aun en los distintos ecosistemas acuticos en que fueron introducidas. En la Argentina,por ejemplo, la "trucha marrn", que prolifera en los cursos medios e inferiores de los ros de la Patagonia, se comporta como icti6faga y ejerce fuerte presin sobre los peces autctonos, en tanto que en Europa tiene fama de insectvora. La misma parece competir con la "trucha arco iris" (muy difundida en los ambientes fluvio-lacustres de la Patagonia) que, en el ro Limay, resulta insectvora y secundariamente ictifaga; es la especie dominante o subdominante en el curso medio y superior de dicho ro. En cambio, en las nacientes del m ismo ro (arroyos de mon talla) predomina la "trucha de arroyo" (Castello, 1981). Es de seftalar que el "salmn del Atlntico , Salmo 13a1-ar aebago, tambin se encuentra presente y en el lago Traful sostiene desde hace algunas dcadas una ininterrumpida pesqueca comercial.

Como ya se dijo, debido a las caractersticas ecol6gicas de la re gin, estos peces se han propagado con mayor xito en los pases meri dionales y zonas montanosas que permitan su desarrollo en un gradiente trmico adecuado . En Chile, que cuenta con una ictiofauna aut6ctona escasa y ambientes muy favorables para las truchas, se ha concedido especlal atencin a la posibilidad de introducir estas especies. Tambin se ha exper imantado con los "salmones del Paof ico" Orn.orohynchu8 spp.) y las perspectivas son promisorias (FAO, 1961).

Resumiendo, los salmnidos se cultivan en forma extensiva, semiin tensiva e intensiva en una magnitud que se relaciona con las limitadas posibilidades que ofrece la regin. Posee particular importancia en lapesca deportiva, lo que puede constituir una atracci6n turstica designificacin. sus productos, de excelente calidad, slo son accesi bles a ncleos restringidos de la poblacin regional.

8OTROS PRODUCTOS DB LAS AGUAS CONTlJCKMTllLl!S, SO EXPLOl!ACION YCULTIVO

Fuera de los peces aprovechados para el consumo d irecto o f ines industriales, otros peces y animales pueblan el medio acut ico cont inen tal y poseen considerable importancia econmica. En algunos casos se idean mtodos y se establecen criaderos con el f in de asegurar una pro duccin continuada y controlada que pueda independizarse de les azares de las capturas naturale s y de las f luctuaciones del mercado, a la vez que impida la reduccin tanto de la densidad de la poblacin como de la distr ibucin 9e09rf ica , o el r iesgo de ext incin de las especies.

El n.Smero y la importancia de estas actividades se incre111enta en forma constante. Bey dia const ituyen un r ubro --que si bien es en ex t relllO variado y no siempre est suf icientemente controlado y r acionali zado-- interesa considerar , aunque sea brevenente , para poder formarse une idea general de la product iv idad de las aguas regionales y su po tencialidad.

Una actividad pe&quera de caracter sticas muy particulares es la destinada a la prov isi6n de peces ornamentales, et11pleados en amplia es-cala en ecuar ismo. Esta actividad entrana complejo s proce&es de detec- 85ci6n, ca.ptura, conservacin y traslado a 1011 11ercados de consulllO, cuandono, como ocurre cada vez en 111ayor escala, la cra de los 111 ismos con f lnee comerciales.

Desde hace muchos anos y en g rado creciente , la comercializacin de peces ornamenta les ha venido a constitu ir un importan te cubro de explotacin de no pocos pases en desar rollo, hasta el pun to que ha motivado estudios por parte de organismos internacionales, como la FAOCConroy, 19751 Welconune B ai ., 1979).Tal situacin adquier e par ticularrelieve pa ra ciertos pa ses latinoamer icanos, sobre todo de c09iones t ropicales y subtropicales, por la diversidad de su ictiofauna, en la que abundan especies su11a11ent e atractiva s por sus abigarrados y br illan tes colores, var iadas conformaciones e interesante c010portamiento, las que se prestan en d iverso g rado a su cultivo en acuarios. Los peces ornamentales han originado un comercio de singulares proporciones en la cu11ooa amaznica, especialmente a travs de Br asil, Colombia, Per y Venezuela . Conroy (1975) estima que el 28\ , aproximadamente, de la produccin mundial de esos peces cor responder a a los pa ises latino u1er icanos .

No obstante la extraordinar ia diversidad de la ictiof euna n eotr6- pica y el hecho de que 111uchas de sus especies se prestan .,uy bien al acune is1110, la actividad econmica pertinente parece centrarse en unas pocas especies. Corno senala Junk (en prensa) , aunque ms de 100 espe cies de peces ornamentales f ueron exportadas en 1980 desde Manaos, Br asil, slo unas pocas pueden considerarse importantes por su volumen,Glendo as que el "caed inal" (Cheirod.on M8"Lrod i) representa alrededor del 81\ del total, lo que deja un escaso margen para las otras muchas incluidas en este trt ico.

Una situacin similar , aunque menos pronunciada, se dara en el Per, donde de un n111eco siiailar de especies que se vuelcan al mercado

internacional, segn estadsticas del at'\o 1978, slo seis especies (Corydovc:s pwwtatue, Hypheesob1']jCon inneai, Corydorac jutii., Hypheseo bvycon rubroetigma, Otooinaiua affinis y An.aahiw>r y lograr su cultivo intensivo y provechoso (Coelho et az.., 1982) .

El cultivo extensivo del "camarn canela(Ua,crobraahiW71 amazon1:cum) est siendo estimulado y difundido por el DNOCS, Fortaleza, Cear, Brasil, desde hace 40 aos. Este camarn se encuentra en casi todas la cepresas o azudes del nordeste brasilefto y constituye hoy un importante cecurso pesquero. En 1977 ocup el segundo lugar en volumen de produc cin de las represas controladas por el DNOCS:se capturaron 2700 t . Con todo, el rendimiento por hectrea result muy bajo:20 kg/ano.

Es una especie de reproduccin continua, precoz (primera maduce? sexual a los S 6 meses de edad)i el desove ocucce cuando el camarn alcanza 5 cm de longitud. Puede desovar en cautiverio, aunque no con tanto xito como en las represas.Al principio se alimenta de fitoplanc ton y, luego, de zooplancton, como asimismo de materia vegetal o animalen descomposicin (Dourado, 1981).

En el Secvicio de Biologa y Tecnologa Pesquera del DNOCS se han realizado ensayos expecimentales con miras a su aprovechamiento indus trial en la forma de tabletas congeladas de camarn en distintas presen taciones (descascarado crudo, descabezado crudo, etc.). A fin de man tenerlo en buenas condiciones para el consumo humano es congelado en un tunel con circulacin forzada de aire a 30C bajo cero y conservado durante cuatro meses a -2oc (Freitas et aL., 1979).

Del cultivo intensivo de algunas especies de Macrobra.1oc:aetor coypus ) , excelentes pi:oveedores de cuero y carne como el "carpinchoft o "capybara (Hid.z>o.:!haer ia hidroahaerie) , y gran nmero de especies que pueden adaptarse a la vida acutica o en zonas anegadas . Muchos de ellos son plagas reales o potenciales o se encuentran vinculados con cadenas zoon6ticas silvestres, algunas pelig rosas paca el hombre , comola esquistosom iasis, la leishmaniasis y la encefalitis.

Dos especies de roedores ex6ticos han sido introducidos en el sur en Tierra del Fuego y constituyen un recurso natural potencialmente valioso la 'rata alroizclera (Or.datx>a zibethi.oa) y el "castor" (Caator ca:ru:uier.s) .

El "carpincho" ha sido incorporado como recurso natural muy produc tivo y de manejo relativamente fcil en Venezuela (Ojasti, 1973), y la "nutria" --que se e.r a con xito en cautividad-- representa un rubro importante entre los derivados de la fauna silvestre en la Argentina(Godoy, 1963).

El manad, Trial1echus inunguw ( "peixe-boi en el Brasil) , habite en las cuencas de los r os Or inoco y Amazonas. Entce los anos 1935 a 1954 en la Amazonia se exterminaron probablemente 200. 000 ejemplatea par a extraerles el cuero que se u saba en la fabr icacin de colas, co r reas de mquinas, man9ueras y otros ar tculos corneroiales. A pesar de estar protegido of icialmente en el Brasil, como especie en extinci6n desde 1977, se si9ue practicanlo la caza de subsistencia y cierto g rado de caza co.ercial en todo el Amazonas. Una situacin igualmente desola dora afecta al manat de los aJabientes ma rinos costeros y del extrerio septentrional de Jll1lr ica del Sur Tri.cheohuen, A. eM. Osorio Alm ida, Ro de Janciro, plgs . 35-42 (1939).(10) BA.IU\MONDE, I., sooo , o. y VILA, r. Hl.bitos Alimentarios de los Pe jerreyes (Piscest Atherinadae) del Embalse Rapel, Chile, Medio Ambien:to, 4, 113-18 < 1979).

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(197) VARGAS, J. I., LOUREIRO, C.G. C . y MILWARD da ANORJ\OE, R.(eds.).Ent An11is do Prieiro Encontro Nacional sobre Limnologia, Pisci cultura o Pesca Continental, Funda9ao Joao Pinheiro, Belo Hori zonte, Broail, &OS pgs.(197&).

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COLBCCIOM DB MONOGRAPIJ\S CIBllTIFICAS

Pyblicadas

Serie de 111atewltica

N' l. La Revolucin en las Matemticas Escolares, por el Consejo Nacional de Maestros de Matemticas de los Estados Unidos de Amrica.N' 2. Espacios Vectoriales y Geometra Analtica, por Luis A. Santal. N' 3. Estructuras Algebraicas I, por Enzo R. Gentile.N' 4 . Historia de las Ideas Modernas en la Matemt ica, por Jos aablni.

N' 5.N' 6.

N' 7.

Al.gebra Lineal, por Orlando E, Villamayor.Al9ebra Linear e Geometc ia Euclideana, por Alexandre Augusto Martina Rodri9ues.El Concepto de Nmero, por csar A. Trajo.

N' 8. Funciones de variable Compleja, por Jos I.Nieto.

N' 9.N' 10.N' 11.N' 12.

N 13.

N' 14.

N' 15.N' 16 .

N' 1'1.

N' 18 .

N' 19.N' 20.N' 21.N' 22,

Introduccin a la Topologa General, por Juan Rorvth. Func;oe Reais, poc Ojairo G.de Fi9ueiredo.Probabilidad e Int'l:rencia Estadistica, por Luis A . Santal.Estructuras Al9ebraicas II (Algebra Lineal), por Enzo R.Gentile.La Revolucin en las Matemticas Escolares (Segunda Fase), por Boward P.Fehr, John Camp y Howard Kellog.Estructuras Algebraicas III (Grupos Finitos), por Horacio 11.O'Brien.Introduccin a la Teora de Grafos, por Fausto A. Toranzos. Estructuras Algebraicas IV (Algebra Multili.neall , por Artibano Micali y Orlando E. Villamayor.Introdu9ao a Anlise Funcional Espat;os de Banach e ClculoDiferencial, por Leopoldo Nacbbin.Introducci6n a la Integral de Lebesgue en la Recta, por Juan Antonio Gatica.Introduccin a los Espacios de Hilbect, por Jos I.Nieto. Elementos de Biomatemtlca, por Alejandro B.Engel.Introduccin a la Computacin, poc Jaime Michelow.Estructuras Algebraicas V (Teora de Cuerpo:>), por Hctor A.Merklen.

115

N' 23. Estructuras Algebraicas VI {Forma s Cuadrticas), poc FranciscoM. Piacoya.N' 24. Estructuras Algebraicas VII (Estructuras de l\lgebras) , por Artiban o Micali.N' 25. Aritmtica Elemental, por Enzo R. Gentile.

Scc ie de fsica

N'. l.

Concepto Moderno del Ncleo, por o.Allan Bromley.

N' 2. PanoraMa de la Astronoma Moderna, por Flix Cernuschi y SaydCodioa.N' 3. La Estructura Electcnica de los Slidos, por teopoldo M. Falicov.N' 4. Fsica de Partculas, por Igor Saavedra.

N' s.

Experimento, Razonamiento yCernuachl..

Creaoi6n en

Fisice,

por Flix

N' 6. Semiconductores, por Geoc9e Be ski.N' 7. Aceleradores de Partculas, por Fernando Alba Andrade. N' 8. Fsica Cuntica, por Onofre Rojo y Harold v .Hclntosh.

N" 9.N" 10.N" 11.

La Radiacin csmica, por Castn R. Meja y Carloa Agulrre. Astrofsica, por Carlos Jaschek y Mercedes c. de Jaschak. Ondas, por Osear J. Bressan y Enrique Gaviol.a.

N 12. El Lser, por Mario Garavaglia.

ti l).

N 14.

Teoc.a Estadstica de la Materia, por Antonio E. Rodrguez yROberto E.Caligaris .Apllcal(oes da Teoria de Grupos na Espectroscopia Ra11an e do Infra-Vermelho , por Jorge Humberto Nicola y Anildo Bristoti .

Serie da quaica

N' l. Cintica Qumica Elemental, poc Harold Behrens Le Bas.N' 2. Bioenergtica, por Isaias Raw y Walter Colli.N' 3. Macromolculas, por Alejandro Paladini y Moiss Burachik.

N' 4 .

Mecanismo de las ReaccioneOrgnicas, por Jorge A. Brieux.

N' 5. Elementos Encadenados, por Jacobo Gmez Lara.N' 6. Enseffanza de la Qumica Ex.perirnental, por FTanciSn tales, por Samuel Murgel Branco.Etologa: El Estudio Biolgico del Comporta111iento Mimal, por Ral Vaz-Ferreira.Fotosntesis, por Carlos S. Andreo y Rubn R .Vallejos.

N 31. Pesca y Piscicultura en l\quas Continentales de Amrica Latina, por Argentino A. Bonetto y Hugo P.Castello.

En preparacin Serie de matemticaGeometras Finitas, por Osear Barriga. Algebra Elemental , por Leopoldo Nachbin.Computadoras y Procesamiento de Datos, por Julio Villanueva y Osear Harasic.Principios Matemticos da Dinamica dos Fluidos, por Guilherme M. de la Penha.Anlisis Multivariado-Mt odo de Componentes Principales, por LauraPla.

Serle de foica

Teora de Fl idos en Equilibrio, por Antonio E.Rodrguez y Roberto E.Caligaris .Fundamentos de Cristalografa Fsica, por Jaime Rodrguez Lara.

Serie de quaica

Pisicoquica de Interfases. por Francisco Javier Garfias.

Serie de biologa

cromosomas Humanos y de Primates, por Mximo E.Drets y Hct:or Seuanez.Fitomorfologa Funcional y Adaptativa, por Elas R. de la Sota. Fundamentos de Gentica Biomtrlca y sus Aplicaciones al Mejoramien to Gentico, por Jorge A , Mariotti .Origen y Anatoma del Croll'Osoma Eucarionte, por Nestor o.Bianchi.Limnologa Bsica, por Jos Galizia Tundisi.

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Not1.u Las personas interesadas en adquirir estas monografas deben diri