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Revista de Humanidades: Tecnológico de Monterrey ISSN: 1405-4167 [email protected] Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey México Tornero, Angélica El tiempo, la trama y la identidad del personaje a partir de la teoría de Paul Ricoeur Revista de Humanidades: Tecnológico de Monterrey, núm. 24, 2008, pp. 51-79 Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey Monterrey, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=38402403 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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  • Revista de Humanidades: Tecnolgico deMonterreyISSN: [email protected] Tecnolgico y de Estudios Superioresde MonterreyMxico

    Tornero, AnglicaEl tiempo, la trama y la identidad del personaje a partir de la teora de Paul Ricoeur

    Revista de Humanidades: Tecnolgico de Monterrey, nm. 24, 2008, pp. 51-79Instituto Tecnolgico y de Estudios Superiores de Monterrey

    Monterrey, Mxico

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=38402403

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    Sistema de Informacin CientficaRed de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal

    Proyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

  • Anglica TorneroUniversidad Autnoma del Estado de Morelos

    En este ensayo se explora la hermenutica de Paul Ricoeur

    con la finalidad de resaltar aspectos que pueden aportar a los

    estudios literarios. Se parte de la idea de que la teora de las

    narraciones desarrollada por este filsofo, ofrece elementos para

    indagar sobre el tema de la identidad de los personajes en los

    relatos de ficcin. Se ofrece asimismo una reflexin inicial sobre

    la manera en que pueden ser utilizadas las nociones de Ricoeur

    para realizar estudios sobre la identidad narrativa en los textos

    literarios.

    The goal of this essay is to explore the hermeneutics of Paul

    Ricoeur by emphasizing the aspects that can contribute to literary

    studies. The starting point of this meditation is the idea that the

    theory of the narrative developed by this philosopher allows us to

    delve into the identity of characters in a fictional story. This essay

    also includes an initial reflection on how we can study narrative

    identity in fictional texts.

    Introduccin

    Paul Ricoeur intent dar respuesta a la pregunta dnde, cmoy bajo qu condiciones acontece el despliegue, la manifestacin,la apertura del sentido? La respuesta ha sido: en el espaciohermenutico, en el espacio de la interpretacin (Prez de Tudela369). Esta interrogante general condujo al filsofo francs adesarrollar una de las propuestas de filosofa hermenutica msrelevantes de la poca actual. Es importante no perder de vista quelos desarrollos de Ricoeur, aun cuando se realizan con otrasdisciplinas, tienen la intencin de comprenderse en trminosfilosficos. Es decir, las teoras lingsticas y literarias y los propios

    El tiempo, la trama y la identidadEl tiempo, la trama y la identidadEl tiempo, la trama y la identidadEl tiempo, la trama y la identidadEl tiempo, la trama y la identidaddel personaje a partirdel personaje a partirdel personaje a partirdel personaje a partirdel personaje a partir

    de la teoria de Paul Ricoeurde la teoria de Paul Ricoeurde la teoria de Paul Ricoeurde la teoria de Paul Ricoeurde la teoria de Paul Ricoeur

  • Anglica Tornero52

    textos de creacin, as como los textos histricos, tienen comoobjetivo final describir cmo se constituye el sujeto o el s en sustrminos. Lo que deseo resaltar es que su propuesta no es una teorade los textos literarios, como hemos estado habituados aconsiderarlas a lo largo de dcadas, a partir del formalismo ruso.Los textos literarios estn, desde luego, presentes, tanto en sudescripcin estructural como en las formas de produccin designificado, pero para explicar cmo han formado parte de laconstitucin de este sujeto.

    Esta situacin, no obstante, no impide extraer ideasfundamentales de la hermenutica del autor para reflexionar sobrelos textos literarios y su relacin con los lectores. En este ensayo mepropongo exponer la relacin entre las reflexiones sobre el tiempo yla narracin realizadas por Ricoeur y los estudios literarios. Meinteresa identificar algunos aspectos de la propuesta del filsofofrancs que pueden ser de utilidad para analizar narraciones, sindesplazar propuestas que han apuntalado de manera importante lainvestigacin literaria.

    I. El tiempo y la trama

    Para llevar a cabo la investigacin sobre las narraciones, el filsofofrancs parti de la idea de que el especficamente humano es untercer tiempo, entre el cosmolgico y el fenomenolgico, que slo elrelato hace comprensible. Ricoeur reflexiona sobre la forma en quelas fenomenologas del tiempo y las interpretaciones cosmolgicasse invalidan entre s. De este modo, confronta a Aristteles con SanAgustn, a Kant con Husserl y el concepto de tiempo de Heideggercon la concepcin vulgar del tiempo, no en un intento por llegar auna sntesis superior, sino de intersectar de modo dialgico (Pealver333-358) los pensamientos de los autores.

    Una de las conclusiones fundamentales de Tiempo y narracin esque la trama narrativa hace comprensible al sujeto como un smismo como otro1, que unifica la heterogeneidad. Tanto la historiacomo el relato de ficcin obedecen a una sola operacin configurante,que dota a ambas de inteligibilidad: la trama. El acto configurante dela trama dispone los elementos heterogneos de tal manera que seobtiene una totalidad temporal, lo cual hace inteligible al relato.

  • 53El tiempo, la trama y la identidad del personaje

    Ricoeur describi el acto narrativo como acto complejo en el que, poruna parte, la integracin de lo diferente es necesidad y, por otra, sehace evidente la distensin del tiempo. Las narraciones slo puedenser entendidas a partir de esta dialctica.

    La tesis que el filsofo francs intentar mostrar, tendr comopunto de partida el anlisis de la teora del tiempo de San Agustn yla teora de la trama de Aristteles. De la primera, le interesa laperspectiva planteada sobre las paradojas del tiempo; de la segunda,aprecia la idea de organizacin inteligible de la narracin (Ricoeur,TyN I:39). El acento de la tesis estaba puesto, dice Ricoeur, en larelacin inversa entre los rasgos de concordancia y los dediscordancia, pasando del plano de la experiencia del tiempo, dondela discordancia prevalece sobre el objetivo intencional, al plano dela intriga trgica, donde la concordancia instaurada por el mythosprevalece sobre la discordancia de las peripecias de la accin trgica(Ricoeur, Autobiografa 69).

    En Tiempo y narracin I, Ricoeur retoma aspectos de las meditacionesdel tiempo de Agustn para sealar los aportes centrales de estasreflexiones y, a la vez, destacar las aporas con las que se top elobispo de Hipona. Pensar sobre el tiempo humano se convierte enuna empresa difcil porque el propio tiempo forma parte del procesomismo de pensarlo, de ah la clebre frase de Agustn: Qu es,entonces, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo s; si quieroexplicrselo al que me lo pregunta, no lo s (Agustn 300). Estadificultad, segn Ricoeur, puede resolverse apelando al relato, cosaen la que Agustn no pens (Ricoeur, Autobiografa 69). Las aporassealadas por Ricoeur en el pensamiento de Agustn muestran queel tiempo no se puede definir; no obstante, es algo que constatamos,por lo que es posible afirmar que el tiempo existe, pero cmo seexplica esta existencia? Desde qu perspectiva puede hacerseinteligible a los humanos? Precisamente en los relatos.

    Para describir la trama narrativa propia de los relatos, Ricoeurtoma como base la Potica de Aristteles, sin pretender utilizar elmodelo como norma exclusiva (Ricoeur, TyN I: 81). Las dos nocionesaristotlicas que constituyen la piedra de toque de su descripcinson mythos y mimesis. En relacin con el primer aspecto, es importantepara el filsofo francs conservar la idea de mythos (trama), como la

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    reunin de elementos heterogneos que permiten la inteligibilidadde lo que se cuenta, es decir, conservar el carcter de concordanciade la trama. Con mythos se designa la operacin de componer la trama.El estagirita divisa en el acto potico por excelencia la composicindel poema trgico el triunfo de la concordancia sobre ladiscordancia (80). La nocin de mythos llevar a Ricoeur a pensar enla operacin no en la estructura de la narracin. La definicin demythos, como disposicin de los hechos subraya, en primer lugar, laconcordancia. Y esta concordancia se caracteriza por tres rasgos:plenitud, totalidad y extensin apropiada (92).

    Pero el modelo trgico no es simplemente un modelo deconcordancia, sino de concordancia discordante. La discordanciaest presente en cada estadio del anlisis aristotlico, aunque slo estratada temticamente bajo el ttulo de trama compleja (versussimple) (97). Este aspecto se introduce al distinguir en la accin ladicha o la desdicha. Los incidentes de temor y compasin son ladiscordancia primera y amenazan la coherencia de la trama (98).Los elementos de sorpresa y cambio, entre los que se incluye laperipecia, la anagnrisis y el lance pattico, introducen asimismo ladiscordancia. Aun cuando Aristteles se refiere a estos aspectos enrelacin con el drama, para Ricoeur es posible pensarlos tambinvinculados con las narraciones; es decir, con los distintos gnerosnarrativos. No tiene, en definitiva, cualquier historia narrada algoque ver con reveses de fortuna, tanto para mejor como para peor?(100), se pregunta el filsofo francs. La trama tiende a hacernecesarios y verosmiles estos reveses de fortuna, estos incidentesdiscordantes. Y as los purifica o mejor an, los depura. [] Alincluir lo discordante en lo concordante, la trama incluye loconmovedor en lo inteligible. De este modo, Aristteles llega a decirque el pathos es un ingrediente de la imitacin o de la representacinde la praxis (101).

    En cuanto a la actividad mimtica o mimesis2 descrita en la Potica,sta permite pensar el proceso activo de imitar o representar3. Estaparte del binomio es de utilidad para pensar la relacin de la poticacon el mundo y con la referencia. La reflexin sobre la distentio animide Agustn y la mimesis permitirn al filsofo describir el tiempo en lanarracin. La actividad mimtica descrita temporalmente ser

  • 55El tiempo, la trama y la identidad del personaje

    meditada conjuntamente con el mythos, y a la vez, se introducirnelementos de la filosofa de Husserl y Heidegger, que permitirn alfilsofo describir el tiempo en el relato y, por lo tanto, el carctertemporal de la experiencia humana.

    Estas nociones del estagirita y de Agustn permitirn a Ricoeurdesarrollar la teora de la triple mimesis. En la Potica est presente laaccin humana a travs de la nocin de mimesis y est tambinpresente la composicin, el mythos. Estos dos aspectos, fundamentalespara describir la tragedia, se integran en una visin compleja de lacomposicin de tramas, que incluye un componente tico descrito apartir de las acciones. As, la Potica se convierte en un tratado sobrela tragedia y de otros gneros, en menor medida4, que parte noslo de la explicacin del funcionamiento de los elementos del sistemaen s mismos, vistos autnomamente, sino que parte de las accioneshumanas y va a la composicin para regresar al mbito de losreceptores, mediante la catharsis.

    II. La triple mimesis

    Ricoeur vincula el tiempo con la narracin al desarrollar elconcepto aristotlico de mimesis. El filsofo logra este vnculo con laconstitucin de la mediacin que es la triple mimesis. Esta triada sedesprende, por una parte, del aspecto central de la praxis sealado enla mimesis aristotlica y por otra, de la idea de que la mimesis tiene sucumplimiento en el oyente o lector. El trmino praxis, dice el filsofo,pertenece a la vez al dominio real y al imaginario, por lo que notiene slo una funcin de corte, sino de unin, que estableceprecisamente el estatuto de transposicin metafrica del campoprctico por el mythos (103). Esta caracterstica de la praxis permite aRicoeur pensar en un momento anterior al de la composicin mismadel texto narrativo. A ese momento anterior le denomina mimesisI o prefiguracin, mientras que al de la composicin lo denominamimesis II o configuracin. En relacin con el receptor o lector, elfilsofo francs distingue un momento ms, un despus de lacomposicin, al que ha denominado mimesis III o refiguracin.Algunas expresiones includas en la Potica, v.g., la tragedia, alrepresentar la compasin y el temor [] realiza la purgacin de estaclase de emociones o cuando evoca el placer que experimentamos

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    al ver los incidentes horribles y lastimosos concurrir en el cambiode fortuna que la tragedia (140), conducen a pensar que Aristtelesno se refera al texto dramtico como estructura, sino comoestructuracin y sta es una actividad orientada que slo alcanza sucumplimiento en el espectador o lector (107).

    Con la estructura de la triple mimesis, Ricoeur muestra que laconfiguracin o mimesis II consigue su inteligibilidad de su facultadde mediacin, que consiste en conducir del antes al despus del texto;transfigurar el antes en despus por su poder de configuracin. Loque est en juego, pues, es el proceso concreto por el que laconfiguracin textual media entre la prefiguracin del campoprctico y su refiguracin por la recepcin de la obra (114). La ideaque gua el propsito del filsofo, es seguir el paso de un tiempoprefigurado a otro refigurado por la mediacin de uno configurado(114). La triple mimesis explica la evaluacin y maduracin de lanarracin y crea una dinmica entre los elementos bsicos de tododiscurso, el autor, el texto y la comprensin del texto (Agis 240).

    II.1. Mimesis I

    La mimesis I o momento de la prefiguracin supone que hay unareferencia al antes de la composicin potica. Este antes seconstituye a partir de tres anclajes: red conceptual, mediacinsimblica y estructura temporal. La trama es imitacin de lasacciones, por lo que es posible comprenderla previamente a suconfiguracin, precisamente, en trminos de accin. Para mostrarcmo ocurre esto, Ricoeur describe la estructura semntica del campoprctico. La trama encuentra su primer anclaje en la red conceptualde la accin. Esta red est constituida por agentes que hacen cosascon otros, con ciertos objetivos y fines. Construir una trama implicala comprensin prctica previa de la temporalidad que articula aestos agentes que hacen cosas con otros en ciertas circunstancias.

    Ahora, la relacin entre la comprensin prctica y la comprensinnarrativa es, a la vez, de presuposicin y de transformacin. Todanarracin presupone, por parte del narrador y de su auditorio,familiaridad con trminos como agentes, fines, circunstancia, ayuda,desgracia5. Por otro lado, la narracin aade a la red conceptual dela accin los rasgos discursivos que la distinguen de una simple

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    secuencia de frases de accin. Estos rasgos son sintcticos y su funcines engendrar la composicin de los diferentes discursos narrativos,ya sea de narracin histrica o de ficcin.

    La comprensin narrativa y la comprensin prctica tambin sevinculan a partir de los recursos simblicos del campo prctico. Si laaccin puede contarse es porque est ya articulada en signos, reglas,normas; est ya mediatizada simblicamente en el campo prctico.Ricoeur entiende el simbolismo no como un dato psicolgico, sinocomo una significacin incorporada a la accin y descifrable graciasa ella por los dems actores del juego social (120). Los smbolos nose someten a la interpretacin sino que son interpretantes internosde la accin; son los articuladores de la primera legibilidad de lasacciones.

    El tercer rasgo de la precomprensin de la accin que la actividadmimtica presupone es el de la estructura temporal. Se parte de laidea de que en la accin hay ya estructuras temporales que exigen lanarracin. Segn Ricoeur lo importante es el modo como la praxiscotidiana ordena uno con respecto al otro el presente del futuro, elpresente del pasado y el presente del presente. Pues esta articulacinprctica constituye el inductor ms elemental de la narracin (125).Para desarrollar este punto, el filsofo francs ech mano de laanaltica del tiempo de Heidegger, especialmente de la estructura dela intratemporalidad, que se organiza sobre la base de la temticadel cuidado (Sorge). La intratemporalidad est ligada a la idea decontar con el tiempo y al cuidado de s en la vida cotidiana. El serhumano vive en el tiempo, ser-en-el-tiempo, y cuenta con l; sepreocupa por el ahora y por el paso del tiempo. Se ocupa de s mismoy de las cosas en el tiempo. La descripcin de nuestra temporalidaddepende de la descripcin de las cosas de nuestro cuidado. Este rasgoreduce el cuidado a las dimensiones de la preocupacin. Laintratemporalidad se expresa en locuciones como ahora no quieroir al cine, no s si maana pueda ir, no pierdas el tiempo. Es elordenamiento de la praxis cotidiana lo que induce a la construccinde narraciones.

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    II.2. Mimesis II

    La mimesis II o configuracin es el reino del como s (130), el momentode la representacin creadora. La configuracin es una actividad decomposicin que no pone en juego los problemas de referencialidad y deverdad; es el sentido del mythos aristotlico, que se define, como ya se dijo,como disposicin de los hechos. La trama desempea, en el campo textual,una funcin de integracin, de mediacin, que le permite operar fuera deeste mismo campo, una mediacin de mayor alcance entre laprecomprensin y la poscomprensin del orden de la accin y de susrasgos temporales (131).

    La trama es mediadora por tres razones: porque media entreacontecimientos individuales y la historia tomada como un todo;porque integra factores heterogneos y por sus caracteres temporalespropios. En relacin con el primer punto, un acontecimiento es algoms que un suceso aislado; se define por su contribucin al desarrollode la trama. Adems, una historia debe ser ms que una enumeracinde acontecimientos; debe organizar estos acontecimientos en unatotalidad inteligible, de modo que se pueda conocer a cada momentoel tema de la historia. En cuanto al segundo aspecto, Aristtelesequipara la trama con la configuracin, que Ricoeur ha caracterizadocomo concordancia-discordancia. Este rasgo constituye la funcinmediadora de la trama. Se toman elementos del campo prctico y seintegran echando mano de la sintaxis, con ello se constituye latransicin misma de la mimesis I a la mimesis II. En relacin con elltimo punto, los caracteres temporales estn implicados en eldinamismo constitutivo de la configuracin narrativa. El acto deconstruccin de la trama combina en proporciones variables dosdimensiones temporales: una cronolgica, otra no cronolgica. Latrama transforma los acontecimientos, dimensin cronolgica oepisdica, en historia, dimensin no cronolgica, configurante,propiamente dicha. Mediante la configuracin se ponen en relacinlos acontecimientos (incidentes) y la historia que constituyen; esteacto transforma, as, los acontecimientos en totalidad significante,porque impone a la sucesin de episodios el punto final, a partir delcual la historia puede comprenderse como totalidad.

    La construccin de la trama aporta una solucin a las aporas deltiempo al mediatizar los dos polos, el del acontecimiento y el de la

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    historia; la solucin es el propio acto potico (133). Para Ricoeur,continuar es avanzar en medio de contingencias y avatares ycomprender lo que se cuenta. La disposicin configurante transformala sucesin de acontecimientos en una totalidad significante, quehace que la historia se deje seguir. El punto final, introducido tambinen la dimensin configurante, permite comprender los sucesos comouna totalidad.

    La mimesis II es un proceso de esquematizacin, al cual Ricoeurdenomina esquematismo de la funcin narrativa. Con estaexpresin el filsofo francs se refiere al poder de la configuracin dela trama de engendrar la inteligibilidad mixta entre el tema, elpensamiento de la historia narrada y la presentacin intuitiva delas circunstancias, de los caracteres, de los episodios y de los cambiosde fortuna que crean el desenlace6. El esquematismo permite tomarjuntas a las acciones, circunstancias, agentes, etc., de la mimesis I yla trama configurante de la mimesis II. Por otro lado, el tiempo es elhilo lgico presente en toda esquematizacin; en la teora de Ricoeur,la relacin entre tiempo y narracin. El esquematismo de la funcinnarrativa se constituye, a su vez, en una historia que tiene todos loscaracteres de una tradicin7. La constitucin de una tradicindescansa en el juego de la sedimentacin y la innovacin. A la primerahay que asociar los paradigmas que constituyen la tipologa deconstruccin de la trama; estos paradigmas estn sedimentados yse ha borrado su origen. Los paradigmas (forma, gnero, tipo) nacendel trabajo de la imaginacin creadora; surgen a la vez de lainnovacin y proporcionan reglas para la experimentacin posterioren el campo narrativo. Estas reglas cambian por presin de lasnuevas intervenciones, pero lo hacen lentamente, e incluso resistenal cambio en virtud del propio proceso de sedimentacin (138).

    Ricoeur observa que en la cultura occidental se sedimentaron losparadigmas a partir no slo de la forma, concordancia-discordancia, o el gnero dramtico, sino tambin de las obrassingulares: La Iliada, Edipo, etc., de donde deriv el tipo, la propiadisposicin de los hechos de estas obras se erigi como tipo. Noobstante, hay que recordar que esta cultura es heredera de otrastradiciones: hebrea, cristiana, germnica, y que las innovaciones quecondujeron a esos paradigmas, ya sedimentados, partieron de

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    aquellos otros paradigmas. Las innovaciones retoman de los modelossedimentados para crear; el trabajo de la imaginacin no surge de lanada. Ahora, la relacin vara: puede tratarse de una aplicacin servilo de la desviacin calculada. Adems, la desviacin puede actuarconforme a los distintos planos: tipo, gnero, forma. En relacin conel primero, es constitutivo de cualquier obra singular; en cuanto algnero, los cambios son menos frecuentes. Los cambios ms radicalesestn en el principio formal de la concordancia-discordancia, loscuales se han verificado a lo largo del siglo XX poniendo en riesgo,segn Ricoeur, la propia forma narrativa.

    II.3. Mimesis III

    La mimesis III o refiguracin no es explcita en la Potica, noobstante se hacen algunas alusiones, por ejemplo, al hablar del placerque experimentamos al ver los incidentes de horror o cambio defortuna en los dramas. Mimesis III marca la interseccin entre elmundo del texto y el mundo del lector; interseccin del mundoconfigurado por el poema y del mundo en el que la accin efectiva sedespliega y despliega su temporalidad especfica (140). Ricoeurexplicar detalladamente la manera en que ocurre la interseccinentre el mundo del texto y el del lector.

    El objetivo general de la descripcin de esta mimesis es mostrarcmo se transita de la configuracin a la refiguracin mediante elacto de lectura. Para proceder a ello, en primer lugar, el filsofo francsdestaca los dos rasgos, la esquematizacin y la tradicionalidad,desarrollados tambin en la mimesis II, que contribuyen a borrar laoposicin entre el afuera y el adentro del texto. Esta oposicin estligada a la concepcin esttica y cerrada de la estructura del texto,defendida por la semitica8. La esquematizacin y la tradicionalidad,dice Ricoeur, son categoras de la interaccin entre la operatividadde la escritura y la lectura (147). Por una parte, los paradigmasrecibidos estructuran las expectativas del lector; es decir, al momentode leer el lector tiene ya en mente expectativas que le ayudan areconocer la regla formal, el gnero o el tipo ejemplificados en lahistoria narrada. Estos paradigmas proporcionan lneas directricespara el encuentro entre el texto y el lector. Por otro lado, el acto deleer actualiza la capacidad de la configuracin para ser seguida; es

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    decir, leer es seguir y actualizar una historia. El acto de leer esttambin acompaado por el juego de la innovacin, mediante el cualel lector se enfrenta con propuestas que cuestionan sus expectativasy experimenta lo que Roland Barthes llama el placer del texto9.Adems, el lector llena los espacios vacos o indeterminaciones10. Elacto de lectura es el agente que une mimesis III a mimesis II.

    Ricoeur argumenta asimismo que no se trata slo de un asuntode comunicacin entre el texto y el lector, sino tambin del problemade la referencia. Para exponer este punto, el autor sostendr que noslo en el discurso cientfico, descriptivo, se puede hablar dereferencia; tambin es posible hacerlo en el discurso literario. En losdiscursos en general, lo que se comunica es el mundo que proyecta eltexto y que constituye su horizonte. El filsofo francs rechaza lacorrelacin del significado y el significante dentro de la inmanenciade un sistema de signos. El lenguaje se orienta hacia afuera de smismo porque dice algo sobre algo. Alguien toma la palabra y sedirige a un interlocutor porque desea llevar al lenguaje y compartircon otro una nueva experiencia, que, a su vez, tiene al mundo porhorizonte (149). No es en el propio lenguaje en donde surge lacomunicacin, sino en la experiencia de estar en el mundo.Precisamente por estar en el mundo intentamos orientarnos sobreel modo de la comprensin y tenemos algo que decir, una experienciaque llevar al lenguaje, una experiencia que compartir. sta es lapresuposicin ontolgica de la referencia, reflejada en el interior delpropio lenguaje (149). El lenguaje es del orden de lo mismo y elmundo de su otro. La atestacin de esta alteridad proviene de lareflexividad del lenguaje sobre s mismo, que, as, se sabe en el serpara referirse al ser (149).

    A partir de estas reflexiones, Ricoeur concluye que la aptitud paracomunicar y la capacidad de referencia deben plantarsesimultneamente. Toda referencia es referencia dialgica o dialogal.Al reflexionar sobre la literatura, el autor afirma que no hay queescoger entre esttica de la recepcin y ontologa de la obra de arte,porque el lector no slo recibe el sentido de la obra, sino por mediode ste, su referencia, la experiencia que sta trae al lenguaje y, enltimo trmino, el mundo y su temporalidad que despliega ante ella(150). La obra literaria aporta al lenguaje una experiencia, afirmacin

  • Anglica Tornero62

    que se opone a las teoras literarias que decretan la ilusinreferencial. La literatura es una experiencia que, en el acto de lectura,provoca un impacto en la experiencia cotidiana. La literatura noconstituye un mundo en s, cerrado, porque afecta el orden moral ysocial. Para el autor, ningn texto literario, por ms fragmentadaque sea su propuesta, por ms que enajene al extremo su relacincon lo real, evita la interseccin entre el mundo del texto y el mundode lector. La fusin conflictual de los horizontes en este tipo de textosse relaciona con la dialctica dinamizada por el texto entresedimentacin e innovacin. No es que los textos as estructuradosrompan con el mundo, borren el mundo, creen un mundo lingsticoautosuficiente, sino que estos textos tensan la dialctica entre losedimentado en una cultura, en trminos, por ejemplo, de gnerosliterarios, y la innovacin, que introduce desviaciones a losparadigmas por la desviacin de obras singulares. De este modo, laliteratura, entre todas la obras poticas, modela la efectividad prxicatanto por sus desviaciones como por sus paradigmas (151).

    Todos los textos literarios hablan del mundo, aunque no lo hagande modo descriptivo. En relacin con los textos metafricos11, Ricoeurmostr que la referencia se revela en una segunda aproximacin,como la condicin negativa para que sea liberado un poder msradical de referencia a aspectos de nuestro ser en el mundo que no sepueden decir de manera directa (152). En cuanto a los textosnarrativos, el mundo se resignifica en su dimensin temporal, en lamedida en que narrar, recitar, es rehacer la accin segn la invitacindel poema (154). En los textos narrativos el mundo es aprehendidodesde la perspectiva de la praxis humana. La narracin re-significalo que est pre-significado en el mundo del obrar humano, lo cualhace ms sencillo hablar de referencia en los textos narrativos. Noobstante, desde la perspectiva del autor, el objetivo referencial y lapretensin de verdad hacen ms complicado el problema de lareferencia en los textos narrativos. Es en este punto en el que seintroduce la importancia de la distincin entre los textos histricosy los de ficcin y la necesidad de pensar en la referencia cruzada. Lostextos de ficcin toman de los textos histricos porque son narradoscon el empleo de los tiempos verbales como si las acciones hubiesentenido lugar. Por otro lado, los textos histricos, que hacen referencia

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    a lo real pasado, slo pueden reconstruirse va la imaginacin. Es asque los textos de ficcin y los histricos establecen prstamosrecprocos. La historia no puede eludir este aspecto, como la teoraliteraria tampoco puede ignorar el alcance de la referencia. El crucede la referencia por huellas, segn el relato histrico, y de la referenciametafrica, segn el relato de ficcin, ocurre en la temporalidad dela accin humana. Ambos tipos de discursos refiguran el tiempohumano y evitan las aporas provocadas por la aproximacinespeculativa.

    Un ltimo punto de la mimesis III se relaciona especficamentecon la refiguracin del tiempo. Para desarrollar este aspecto, el autormenciona los tres anclajes descritos en la primera mimesis, conespecial nfasis en el tercero. En relacin con el primero, la redconceptual, dice el autor, la trama ordena la intersignificacin entreproyecto, circunstancias y azar. La obra narrativa es una invitacina ver nuestra praxis como (156). En relacin con la simbolizacininterna a la accin, sta es resimbolizada o desimbolizada de acuerdocon el esquematismo, unas veces convertido en tradicin y otras,subvertido por la historicidad de los paradigmas. Ahora bien, segnRicoeur, es el tiempo lo que en la mimesis I denomin los caracterestemporales de la accin lo que es realmente refigurado por surepresentacin. Para desarrollar este aspecto de la mimesis III,Ricoeur realiz la amplia y difcil tarea de poner a dialogar a lafenomenologa pura del tiempo a partir de las propuestas de Agustn,Husserl y Heidegger con la epistemologa de la historiografa y lacrtica literaria, con la finalidad de que la fenomenologa uniera suvoz a las de las dos disciplinas, para emparejar el crculo hermenuticocon la potica de la narratividad (158).

    III. La identidad narrativa

    El amplio estudio realizado sobre la fenomenologa del tiempo, lahistoriografa y la crtica literaria llev al filsofo francs a la solucinnarrativa de las aporas sobre el tiempo que resultan de laespeculacin. Una de las soluciones ms importantes a esta aporaes la de la identidad narrativa. El trmino identidad es consideradopor Ricoeur en el sentido de una categora de la prctica (Ricoeur,TyN III: 997). Decir identidad de un individuo o de una comunidad es

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    responder a la pregunta: quin ha hecho esta accin?, quin es elagente? Al tratar de responder a esta pregunta, acudimos al nombrepropio, pero qu soporta la permanencia del nombre propio? Lanarracin de la historia de una vida. Es decir, la respuesta por laidentidad es narrativa. La historia narrada dice el quin de la accin.Por lo tanto, la propia identidad del quin no es ms que una identidad narrativa(997). La narracin ayuda a salvar la antinomia de la identidad: o sepresenta un sujeto idntico a s mismo en la diversidad de sus estados,o se afirma que este sujeto no es ms que una ilusin sustancialista.La identidad narrativa resuelve esta antinomia y nos permiteaproximarnos a la identidad mediante la refiguracin del tiempo.Esto quiere decir que somos capaces de reconocer al quin nosotrosmismos u otro a pesar de los cambios, del azar, de la contingencia,no porque conservemos un nombre, sino porque cuando hablamosde nosotros o alguien nos habla de s mismo, narramos la historia denuestra vida o parte de ella, realizando una sntesis de lo heterogneoen el marco de un pensamiento o tema. Los relatos propios y ajenosnos permiten conocernos y recrear nuestro ser temporalmente. Elrelato apunta hacia la comprensin del sujeto no como realidadaislada, sino vinculada con el mundo.

    La identidad narrativa surge de la estructura temporal dinmicadel texto mediante el acto de lectura; da coherencia al cambio porquese relata una historia. En otras palabras, lo que da coherencia a lacontingencia es que se narra con una estructura de tiempo, en elmarco de una historia.

    Ricoeur distingue dos tipos de identidades: idem e ipse. La identidadidem (el mismo) se relaciona con el sustancialismo y el fenomenismo,lo cual quiere decir que se presenta como sustancia inmutable o comopura subjetividad. La identidad ipse (s mismo) se refiere a lo propio,lo cual quiere decir que la identidad no es una nica y para siempre,sino que se resuelve a travs de diferentes situaciones propias delsujeto actuante, del agente de la accin, que se reconoce al narrar lasacciones que realiza. As, la ipseidad incluye el cambio en la cohesinde una vida. La identidad narrativa es el resultado de la integracinde lo heterogneo en la historia narrada.

    Esta relacin entre identidad ipse e identidad narrativa conduce aRicoeur a confirmar una de sus premisas centrales: el s del

  • 65El tiempo, la trama y la identidad del personaje

    conocimiento de s es el fruto de una vida examinada segn laexpresin de Scrates en la Apologa. Y una vida examinada es, engran parte, una vida purificada, clarificada, gracias a los efectoscaractersticos de los relatos tanto histricos como de ficcintransmitidos por nuestra cultura (998).

    La eleccin del nivel narrativo para reflexionar sobre la identidadse justifica, adems, en el hecho de que la ficcin permite explorar

    la escala de las variaciones del vnculo entre las dos modalidades

    de identidad, idem e ipse, desde el caso extremo de una

    superposicin casi total entre carcter e ipseidad, como en el

    caso de la leyendas y mitos, hasta el otro caso extremo de la

    disociacin casi total, tambin ella, entre idem e ipse, como en

    ciertas novelas, donde lo que llamamos impropiamente disolucin

    de la identidad personal, pone al desnudo la pregunta quin?

    convertida en el nico testigo de la ipseidad, una vez perdido el

    apoyo de la mismidad de un carcter (Ricoeur, Autobiografa 108).

    La identidad narrativa, no obstante, tiene lmites, por lo que debeunirse a componentes no narrativos del sujeto actuante, localizadosespecficamente en la dimensin tica. Ricoeur trabajar estoscomponentes ticos para constituir lo que l mismo denomin lapequea tica (80). La constitucin de la identidad narrativa ilustrael juego cruzado de la historia y la narracin en la refiguracin deltiempo, pero esta identidad no equivale a una ipseidad verdadera,sino gracias a este momento decisivo, que hace de la responsabilidadtica el factor supremo de la ipseidad (Ricoeur, TyN III: 1001). Esdecir, Ricoeur plantea que la identidad narrativa por s misma noresuelve el asunto de la constitucin de la subjetividad; requiere delmomento tico, que si bien est presente en las narraciones, segn loafirmaba tambin Aristteles en la Potica, no parece suficiente paraconstituirse, por lo menos en los relatos, como ipseidad, la cual, en elsentido de Ricoeur, implica la promesa.

    Estas reflexiones conducen al autor a vincular la teora de lanarracin, con la de la accin y la teora moral. No seguir por elcamino que condujo a Ricoeur a desarrollar este vnculo, porque noes el propsito de este artculo. En Si mismo como otro este aspecto es

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    desarrollado de manera vasta; es precisamente en este texto en elque se incluye la pequea tica. Mi intencin ser seguir sobre laidea de la identidad narrativa, retomando el aspecto que el mismoRicoeur observa en relacin con la defensa que la teora de lanarracin puede hacer en relacin a la objecin que l encuentra.Esta defensa consiste en recordar que la narratividad no estdesprovista de dimensin normativa, valorativa y prescriptiva,como l mismo lo mostr en el anlisis de la triple mimesis.

    Lo que me interesa destacar de este punto es el anlisis que elpropio filsofo francs ofrece en relacin con los personajes de ficcin,no en s mismos sino en tanto refiguracin del tiempo y lasimplicaciones para la accin y la comprensin del lector de lanaturaleza de su propia identidad. En el siguiente apartado, retomolos aspectos centrales de la propuesta del filsofo francs que puedenser de utilidad para los estudios literarios y profundizo en el aspectosealado.

    IV. Trama, personaje e identidad

    En este apartado retomar aspectos de la propuesta del filsofofrancs que permitan pensar en una aproximacin al estudio delpersonaje literario. La idea central que deseo rescatar de la propuestade Ricoeur es la de identidad del personaje, a partir de la cual tambinreflexionar sobre la identidad del lector de relatos literarios. Esimportante sealar que me referir slo a los relatos literarios, sinque por ello se excluyan los histricos, el otro polo de la reflexin deRicoeur. Es preciso recordar que para hablar de relatos en el marcode la teora del filsofo francs se debe tomar en cuenta la referenciacruzada, relatos histricos y relatos de ficcin, expuesta ya en elprimer inciso de este artculo.

    En su tica, Ricoeur desea reivindicar al quin como agente deimputacin de responsabilidad en relacin con la promesa que esthaciendo al otro. La ipseidad, segn su propuesta, debe alcanzareste momento de la promesa para no ser slo la expresin de loscambios de identidad de una persona a lo largo de su vida. Lainsercin de esta idea de la promesa es precisamente lo que conducea Ricoeur a vincular la teora de la narracin con la teora moral. Lapropuesta de la identidad ipse, como se vio en el inciso anterior,

  • 67El tiempo, la trama y la identidad del personaje

    intenta superar la identidad idem, sustancialista o fenomnica. Peroesta identidad ipse analizada en el marco de las narraciones de ficcin,no es suficiente para lograr la promesa, el mantenimiento del s,porque, sobre todo en las novelas contemporneas, pensemos en elcaso extremo de la nouveau nouveau roman (McHale 14), de lo que setrata es de cuestionar la identidad, de poner en tela de juicio laexistencia de un quin responsable de sus acciones. Esto condujo aRicoeur a pensar en la solucin tica y no slo en la narrativa. Estalimitacin no impide, no obstante, afirmar que los textos literariosresultan ser esplndidos laboratorios en los que se puede poner aprueba el funcionamiento de las dos modalidades de la identidad:idem e ipse (Ricoeur, S mismo 147-148). Es aqu, me parece, en dondeencontramos una interesante veta para realizar estudios de laidentidad de los personajes en las ficciones.

    Conforme se avanza en el desarrollo de la novela, desde susorgenes hasta nuestros das, se aprecia ms claramente laimposicin del personaje sobre la trama. Mientras que en los mitos,leyendas y cuentos maravillosos, la identidad idem y la ipse sesuperponen, con lo que la trama funciona en trminos del mythosaristotlico, en la novela propiamente, la trama empieza aexperimentar ciertas metamorfosis (Ricoeur, TyN II). En la novelapicaresca se observa ya la liberacin del carcter en relacin con latrama; ms adelante, en la novela educativa, el carcter compite conla trama y, finalmente, el primero eclipsa totalmente a la segunda enla novela contempornea (586-588). Ahora bien, segn Ricoeur, lasmetamorfosis observadas histricamente, no alteran la descripcindel mythos. Aun cuando se aprecian modificaciones importantes, lanocin de mythos sigue funcionando para describir las narracionesliterarias. El concepto de imitacin de las acciones puede extendersems all de la novela de accin a la de carcter y pensamiento, porqueestas ltimas tambin implican acciones, con lo cual quedan incluidaslas novelas contemporneas.

    Sin embargo, Ricoeur expresa sus dudas en relacin con lapermanencia de las narraciones en la cultura occidental, debido alas desviaciones permitidas por el esquematismo que ha gobernadola inteligencia narrativa. Estas desviaciones han surgido en el propioseno de los paradigmas; son variaciones que amenazan la identidad

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    de estilo hasta el punto de anunciar su muerte (Ricoeur, TyN II: 404).Ricoeur ejemplifica la manifestacin de estas desviaciones con elasunto del cierre o terminacin de la obra de arte. El abandono delcriterio de totalidad en la novela contempornea es un sntoma delfin de la tradicin de construccin de la trama. La discusin sobre lainconclusividad de la novela conduce a pensar que quiz las formasnarrativas estn en decadencia. Queda, no obstante, un resquiciopara pensar que no es totalmente as. Ricoeur afirma que si el asuntose observa a partir de la distincin entre mimesis II y mimesis III, laspropuestas de ruptura, fragmentacin o no terminacin de lasnovelas, en el sentido tradicional, no necesariamente hablan del finde las narraciones. No se debe pensar slo en la estructura, en eltexto, sino en la lectura. Al leer estas novelas el lector podrexperimentar con una mayor profundidad la manera de comprenderel orden de la vida humana en toda su amplitud. La configuracinpuede sugerir el cierre o no cierre de la novela, pero el lector esperaalgo, est a la expectativa de la concordancia. Si la concordancia nose ofrece en una novela en la que la tendencia es a la disolucin de latrama, entonces, el lector esperar una seal para que co-opere enla obra, para que cree l mismo la trama (Ricoeur, TyN II: 412).

    Estas reflexiones sobre las modificaciones de la trama sonimportantes porque estn relacionadas con la constitucin de laidentidad de los personajes. La trama, entendida en el sentido msprximo a la propuesta de Aristteles, supone la supeditacin de lospersonajes a las acciones. Esta configuracin de la trama implica queno interesa el perfil individual del personaje, sino el del hroe querealiza acciones. En este tipo de narraciones importa el quin, perono como entidad desarticulada, sino como un quin siempre enrelacin, siempre haciendo cosas con otros, con ciertos fines ymotivos. La trama se construye precisamente como imitacin deacciones y como sntesis de lo heterogneo. El lector de este tipo detextos refigura la trama y no la temporalidad de un individuo. Estoes precisamente lo que Ricoeur quiere rescatar de los relatos. Losrelatos en los que prevalece la trama, aun cuando se haya modificadoen relacin con la concepcin aristotlica, es posible que el lectorrefigure la temporalidad como un entramado en el que ciertasacciones tienen antecedentes y consecuentes; es decir, estn

  • 69El tiempo, la trama y la identidad del personaje

    concatenadas cronolgicamente, lo que permite su inteligibilidad.Narrar, dice Ricoeur, es decir quin ha hecho qu, por qu y cmo,desplegando en el tiempo la conexin entre estos puntos de vista(Ricoeur, S mismo 146).

    Para aproximarnos al estudio de la identidad de los personajesen una obra de ficcin, podemos partir de la relacin que hace Ricoeurentre la trama y el personaje, para distinguir a este ltimo como unacategora narrativa. El modelo narrativo se distingue porque en steel acontecimiento es definido por su relacin con la operacin mismade configuracin; participa de la estructura inestable de concordanciadiscordante caracterstica de la propia trama. Es fuente dediscordancia en cuanto que surge y es fuente de concordancia encuanto que hace avanzar la historia (Ricoeur, S mismo 140). Laidentidad de los personajes es dinmica porque, por medio de laconfiguracin, se relacionan la concordancia y la discordancia. Laconfiguracin de las acciones introduce la contingencia que romperlas expectativas de acuerdo con el curso anterior de losacontecimientos, pero esta contingencia formar parte integrantede la historia aun cuando sea comprendida despus, una veztransfigurada por la necesidad que procede de la totalidad temporalllevada a su trmino. La contingencia que introduce la discordanciase convierte, en el marco de la totalidad de la historia, en necesidaddesde el punto de vista narrativo y su efecto de sentido procede delacto configurador.

    El personaje es el que hace la accin del relato, por lo que se puededecir que su funcin concierne a la misma inteligencia narrativa quela propia trama; dicho en otras palabras, el personaje est constituidonarrativamente. Como se dijo en el inciso anterior, el relatoconstituye la identidad del personaje que podemos llamar suidentidad narrativa. Esta identidad ser la mediacin entre laidentidad idem y la ipse, o sea entre la identidad entendida comocarcter y la identidad entendida como uno mismo, como el que semantiene s mismo en relacin con el otro, con quien estestableciendo un compromiso. En la literatura, la identidad ipse serefiere a los cambios del personaje que ocurren por las variacionesimaginativas propias de las ficciones en el marco de una situacin

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    de conjunto, su propia historia, que le permite al lector reconocerlocomo el mismo.

    Los relatos literarios no solamente toleran, en palabras de Ricoeur,sino que engendran las variaciones imaginativas (Ricoeur, S mismo147), con lo que ponen en tensin los polos de la identidad idem e ipse,llevndolos, en ocasiones, hasta las ltimas consecuencias: por unaparte, confundir identidad idem con ipse, por otro lado la puesta aldesnudo de la ipseidad por la prdida de la mismidad (149), lo cualsucede en aquellos casos en los que ya no es posible igualar alpersonaje con su carcter. Segn Ricoeur, esto ltimo ocurre slo enlos casos imaginarios (puzzling cases), en las ficciones tecnolgicas,como las utiliza Derek Parfit para ejemplificar, quien slo considerala identidad en el sentido de mismidad. Las ficciones literarias siguensiendo variaciones imaginativas en torno a un invariante, lacondicin corporal vivida como mediacin existencial entre s y elmundo (Ricoeur, S mismo 149-150). En los mitos, leyendas, cuentosmaravillosos, los personajes mantienen su carcter a pesar de lasperipecias. Este carcter permanece porque est en el marco de unahistoria que va ms all del propio personaje. Por otro lado, se da elcaso, sobre todo en cierta narrativa del siglo XX, que lo que se deseaplantear es la Ichlosigkeit, la prdida de la identidad.

    Estas reflexiones nos permiten analizar la constitucin de laidentidad narrativa de los personajes, no slo para descubrir cmofunciona la dialctica entre la identidad idem y la ipse, que tendra, enel marco de la teora de Ricoeur, un propsito tico, adems delnarratolgico, sino tambin para trazar un mapa de la manera enque determinada narrativa, la que elijamos para realizar el estudio,afecta la configuracin del gnero literario y la refiguracin del lector.

    En primera instancia debe identificarse en l o en los relatos o enel gnero de que se trate, la relacin que la trama establece con elcarcter. Aun cuando, como dice Ricoeur, podemos diferenciar estasrelaciones en distintos periodos del desarrollo de los gneros,tambin es posible, sobre todo en una poca como la actual, encontraruna importante diversidad de manifestaciones que no cumplen conuna forma establecida, prescrita. As, por ejemplo, se escribennovelas para nios y jvenes que son ledas tambin por adultosen las que, como en los cuentos infantiles y maravillosos, se privilegia

  • 71El tiempo, la trama y la identidad del personaje

    la trama sobre el carcter; ejemplo paradigmtico de esto en el sigloXX es El seor de los anillos de J. R. R. Tolkien. Lo importante en estosrelatos es la historia que se cuenta y cmo los personajes se integranen la historia. La constitucin de la identidad del personaje de estetipo de obras est mucho ms cerca de la idea de la sobreimposicinde idem e ipse. El personaje permanecer siempre igual a pesar de susvicisitudes; sus valores no sern trastocados, aun cuando se veanconstantemente amenazados en el transcurso de la narracin. Estoscaracteres se sostendrn, sern los mismos, a pesar de todas laspruebas a las que sean sujetos, porque la propia configuracin esttrazando la estabilidad como necesidad, el triunfo de la concordanciasobre la discordancia. Es decir, la estructura temporal del relato yotros recursos, vocabulario, sintaxis, retrica, formarn parte deesta necesidad de concordancia. Las peripecias, los avatares, loscambios, sern comprendidos por el lector en el marco de la totalidadde la historia, por lo que no sern elementos que dificulten lainteligibilidad. No se trata de defender la idea superficial del triunfoa ultranza del bien, sino de la concordancia; es decir, de la idea deque, aun la desdicha tiene un sentido en el marco de losacontecimientos. Cuando Aristteles privilegia la trama sobre elcarcter, cuando afirma que la trama permanece por encima de lospersonajes, lo que quiere decir es que la integracin de los elementosheterogneos est por encima del personaje, el cual, vistoindividualmente, no tiene ningn sentido. La trama es lo importante,porque es una estructura temporal, puede repetirse de manerasemejante en los distintos personajes. Los agentes pueden variar, noas los sucesos porque stos estn concatenados de manera necesaria.Pero lo ms prioritario de todo es la ordenacin de los sucesos.Porque la tragedia es imitacin, no tanto de los hombres, cuanto delos hechos de la vida [] (Aristteles 26).

    En este tipo de obras, la idea de promesa de Ricoeur se realiza. Lospersonajes se relacionan de manera que unos y otros manifiesten sudeseo de mantenerse, en trminos de la identidad ipse, con la finalidadde no fallarle al otro, de que el otro sepa que cuenta con l. As, lasperipecias ocurren en acciones al exterior del personaje no depensamiento o psicolgicas, acciones que lo hacen sufrir y que puedenafectar sus emociones, pero que no lo modifican radicalmente, porque

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    la promesa hecha al otro lo hace mantenerse. Ricoeur observa que enestas narraciones se constituye el tiempo humano que el lectorrefigura porque comparte la experiencia con los personajes. Es enestas narraciones en las que se hace evidente la relacin entre ladialctica idem e ipse, a manera de identidad narrativa. De lo que setrata aqu, en relacin con un anlisis literario, es de identificar,primero el carcter del personaje y su relacin con la trama; segundo,las situaciones lmite que ponen en riesgo el carcter y la manera enque el personaje resuelve la amenaza. En relacin con el primerpunto, se trata de observar si el texto parte de un metarrelato, entrminos de Lyotard (1979) que ser identificado por el lector deacuerdo con la esquematizacin y la tradicionalidad con el cual sele otorga al personaje una identidad idem. Es decir, el personaje sepresenta con una identidad aparentemente indisoluble, permanente,constituida a partir del metarrelato. En relacin con el segundoasunto, se trata de analizar las situaciones que conducen al personajea sentir su identidad amenazada, de qu manera estas situacionesafectan al personaje y cmo el lector refigura la historia, no slodesde el punto de vista temporal, sino tambin tico.

    Para realizar este anlisis de la identidad del personaje, esimprescindible observar las estructuras temporales del relato, yaque stas ofrecern pistas para saber qu relacin establecen elpersonaje y la trama. Las narraciones realistas y aquellas que tiendena presentar acontecimientos en el marco de una historia aun cuandoen el discurso la historia se presente con ciertos juegos con el tiempoofrecen situaciones de personajes que cambian sus valoracionesconforme se enfrentan a ciertas vicisitudes de la vida, sin embargo,se puede hablar an de personajes que se mantienen, ya sea porquehacen promesas a otros o porque se las hacen a s mismos osimplemente porque el lector puede identificarlos, al conservar unaparte de su s mismo a lo largo de la historia.

    Las narraciones llamadas de vanguardia tendieron a romper conla simblica del realismo, no slo con la propuesta de nuevas formasde decir las cosas, otros recursos retricos, por ejemplo, sino tambinmediante la bsqueda de nuevas estructuras espaciotemporales. Lavanguardia, como se sabe, manipul estas estructuras para lograrel resquebrajamiento del absoluto, de la linealidad, de la idea de

  • 73El tiempo, la trama y la identidad del personaje

    identidad, de la nocin de personaje y con ella la del sujeto. La apuestaen escritores como Beckett fue hacer enmudecer a las palabras,llevarlas a las ltimas consecuencias del mutismo, a la combinacinque conduce a la prdida del sentido, si se puede hablar de esto. Enobras como La Maison de rendez-vous (1965) de Robbe-Grillet, proliferanlas paradojas que desarticulan el espaciotiempo y que desestabilizanel mundo proyectado en la obra (McHale 14). Es importante sealarque no se intenta aqu catalogar a estos escritores, ya que ellos mismosmodificaron sus propuestas en sus diversas novelas, con las quetransitan de formas vanguardistas, cercanas a las primerasvanguardias del siglo XX, a formas ms radicales, que algunos crticosinsertan en la esttica posmoderna (McHale). Esta mencin tiene lafinalidad de ilustrar con algunos nombres de autores de narrativaorientada a la desarticulacin de la trama. En Hispanoamrica estanarrativa est identificada inicialmente con la obra de FelisbertoHernndez, Pablo Palacio, Robert Arlt, por ejemplo. Es innegableque, ms tarde, la obra de Cortzar persigue la clara intencin,explcita en sus propios escritos reflexivos12, de abolir la narracinpara slo mostrar. Abolir la narracin implica hacer lo propio con eltiempo, y por lo tanto, por lo menos en apariencia, poner en crisis lanocin de mythos que Ricoeur intenta rescatar. Es en estas narracionesen las que surge la inquietud por preguntarse si efectivamente ladesfiguracin del espacio-tiempo provoca la disolucin de laidentidad de los personajes, incluso la identidad ipse, yconsecuentemente la imposibilidad del sentido. El filsofo francssigue pensando que esto no es as, ya que al momento de leer, el lectortiene la expectativa de la coherencia y ser l quin realice el esfuerzopor entramar temporalmente, de acuerdo con su propia experiencia,para comprender e interpretar. Es decir, para que lo que se lee tengasentido en el marco de esta condicin temporal que nos hace serhumanos.

    En este tipo de antinarraciones o antinovelas es preciso descubrirla propuesta espaciotemporal que provoca la disolucin de laidentidad del personaje, la borradura de la voz, del punto de vista,de la situacin. Tambin es importante rescatar el como s deltiempo, su configuracin, expresado mediante estrategias tales comoel flujo de conciencia o el tiempo del pensamiento, con la finalidad de

  • Anglica Tornero74

    analizar de qu manera el lector refigura este tipo de propuestas yqu pueden significar en la comprensin de su propia temporalidad.Las obras de Cortzar, por ejemplo, son laboratorios de constitucinde la identidad de personajes, importantes ejercicios deexperimentacin, porque la tesis de la mostracin del ser, de surevelacin, vs. la de su narracin, implica construcciones literariasque desafan la experiencia de la vida cotidiana. Ahora bien, msall de que el lector est a la expectativa de la coherencia o de que lmismo la construya, qu puede provocar la lectura de este tipo detextos al lector, antes incluso de que l mismo organice el sentido?Es posible hablar de esto? Desde mi perspectiva, las obras que sehan propuesto resquebrajar la trama, la linealidad, la identidad idem,poner en tela de juicio una manera de comprendernos, logran que ellector se cuestione radicalmente, es decir, ponga en tela de juicio noslo sus valores, las variaciones sobre su s mismo, sino algo queest ms all de lo posible, lo que lo conduce a esforzarse acomprender(se) e interpretar(se) de una manera diferente. En estepunto, en relacin con obras en las que prevalece la idea de laantinarracin, que echan mano de expresiones en las que parece queel tiempo se ha detenido, podra pensarse en vincular las reflexionesde la hermenutica del tiempo con aquellas relacionadas con lossmbolos y las metforas. Recordemos que Cortzar, que es un ejemploparadigmtico de lo que aqu quiero destacar, pugn por construirnovelas-poema, en las que la imagen se convirtiera en la forma porexcelencia de la expresin (Cortzar, OC II). Para el autor de Rayuela,la imagen borra los lmites del tiempo y del espacio, y logra lasimultaneidad de dos momentos; logra unir lo diferente. El poetacomparte con el mago la sospecha de una omnipresencia delpensamiento intuitivo, la eficacia de la palabra, el valor sagrado delos productos metafricos (271). Algo semejante plantea Paul Ricoeuren la teora de la referencia metafrica que desarrolla en La metforaviva (2001), la cual considera complementaria a la reflexin sobre eltiempo y la narracin. La metfora no es un ornamento, sino unamanera de redescribir lo real.

    Lo que tenemos en ese caso, es el intento y, me parece, la consecucinde la sntesis de lo narrativo y lo metafrico, en una expresin

  • 75El tiempo, la trama y la identidad del personaje

    novedosa que si bien no prescinde totalmente del tiempo, su base noes el dominio de la trama.

    Las narrativas de posvanguardia en Hispanoamrica, sin haberabandonado las propuestas de la vanguardia, parecen habersedesplazado hacia el realismo para intentar una nueva sntesis. Tales el caso del llamado realismo mgico; por ejemplo, obras de GarcaMrquez. Que aun cuando introducen elementos de las vanguardias,se proponen contar, narrar. Lo mismo ocurre con el xito de la novelahistrica, incluso de cimas picas, como La guerra del fin del mundo, deVargas Llosa. En la actualidad, las novelas tienden a rescatar lashistorias, ms all de la experimentacin estilstica o, dicho de otromodo, procuran que el estilo pase desapercibido, que la construccinde personajes, tiempos y espacios est supeditada a la trama.

    Quiz, como dice Ricoeur, es difcil pensar en la existencia deculturas sin narraciones; de ah que, como se ha hecho evidente enlas ltimas dcadas, haya una vuelta a las historias. Sea como sea,la literatura ser siempre este interesante laboratorio de constitucinde la identidad, que puede permitirnos comprender un poco mejorla naturaleza de nuestra temporalidad y su relacin con nuestrasituacin en el mundo. Los estudios literarios vinculados con el temade la identidad narrativa pueden ofrecernos mayor comprensinsobre los propios textos, el desarrollo de los gneros, los lectores, elcontexto, desde una perspectiva ya no slo lingstica oestructuralista del tiempo en los relatos, sino con la visin que nospermite pensar en el lenguaje literario como mediacin que permiteal autor y al lector ir ms all para alcanzarse, para comprendersede otro modo. Este ltimo paso, sin duda, corresponde ms al mbitode la filosofa; como estudiosos de la literatura podemos optar porquedarnos slo con la exploracin del texto, contexto, gneros y lectorimplcito, sin transitar hacia asuntos filosficos, pero tambinpodemos proponer estudios transdisciplinarios, que nos ofrezcanambas perspectivas. En relacin con el tema de la tica, es precisosealar que las narraciones se construyen con acciones que implicanvaloraciones de los propios personajes y de los lectores, comopropona Aristteles. En estudios literarios, se puede intentar ir delo literario a lo tico para comprender ms ampliamente la maneraen que los productos culturales, en este caso la literatura, impactan

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    a la sociedad de un momento determinado. Esto sin olvidar que lasnarraciones actuales han incorporado, como se dijo arriba, loshallazgos de las vanguardias, lo que hace difcil escribir literaturasin pensar en la forma y, por lo tanto, hace difcil estudiar los textosliterarios sin tener en cuenta los importantes aportes del formalismo,la semitica y la narratologa.

    En este ensayo se han ofrecido apenas algunas ideas relacionadascon este tipo de estudios, desprendidas de la hermenutica de PaulRicoeur, con la finalidad de despertar el inters por profundizar enesta aproximacin a la lectura de textos.

    Notas1 Esta idea est contenida en la conclusin de Tiempo y narracin III y

    desarrollada en S mismo como otro, como se ver ms adelante.2 Ricoeur insiste en la improcedencia de interpretar la mimesis como la

    copia o rplica de lo idntico, ya que slo cabe hablar de actividad

    mimtica porque se produce ese entramado que arregla y adereza los

    hechos mediante la mise en intrigue (Pealver 400).3 Segn el filsofo francs, en la Potica, la mimesis y la construccin de la

    trama tienden a confundirse. Para l ser fundamental distinguir la

    actividad mimtica de la construccin de la trama, ya que de la primera

    desea destacar la relacin entre los textos poticos y el mundo real

    tico, y de la segunda pretende destacar el carcter de sistema, de

    composicin de los elementos heterogneos (2000).4 Ricoeur analiza detalladamente la teora de gnero de Aristteles y

    argumenta por qu es posible pensar la narracin en trminos de gnero

    y no como especie, segn se deduce de la teora de Aristteles. El

    estagirita distingui entre tragedia y comedia y epopeya. Esta distincin

    va en contra de la intencin del filsofo francs de considerar la narracin

    como gnero comn y la epopeya como especie narrativa. El gnero,

    para Aristteles, es la imitacin de las acciones, de la que la narracin y

    el drama son especies coordinadas. Segn Ricoeur, lo que distingue a

    estos gneros es el modo, el cmo, y no el qu. Por el qu, Ricoeur

    entiende el objeto de la representacin, que incluye la intriga, el carcter

    y el pensamiento, segn las distinciones del propio Aristteles. Mimesis

    y mythos coinciden en el qu. Es decir, las distinciones entre estos

    gneros estn dadas en el modo y no en el objeto de la representacin,

    que es el mismo. Ricoeur propone caracterizar la narracin por el objeto

    y no por el modo, lo que le conduce a pensar que el objeto es el mismo

  • 77El tiempo, la trama y la identidad del personaje

    en todos los gneros, entendido en sus trminos, como narracin, y en

    los trminos de Aristteles, como mythos: llamamos narracin

    exactamente a lo que Aristteles llama mythos, la disposicin de los

    hechos (Ricoeur, TyN I: 88).5 Segn Ricoeur no existe anlisis estructural de los textos narrativos que

    no recurra a la fenomenologa implcita o explcita del hacer (TyN I: 118).6 Ricoeur retoma de Kant la nocin de imaginacin creadora para explicar

    el tema de la esquematizacin. La nocin de esquema de Kant es

    complicada y no es este el sitio para profundizar en el tema; baste con

    decir algunas palabras al respecto las cuales pueden aclarar el sentido

    y la interpretacin que el propio Ricoeur hace de esta nocin. Kant

    concibe la imaginacin como potencia o facultad mediadora entre el

    entendimiento y la sensibilidad. La imaginacin es productora y

    portadora de esquemas. Un esquema es una regla o un procedimiento

    para la produccin de imgenes que esquematizan o delimitan una

    categora, de tal modo que permiten su aplicacin a apariencias. El

    esquema no es una imagen sino que representa un procedimiento general

    para la constitucin de imgenes (Coppleston 246-247). Gilles Deleuze

    explica as las nociones de imaginacin y esquema de Kant. La

    imaginacin es el acto por el cual las determinaciones espacio-

    temporales van a ser puestas en correspondencia con las

    determinaciones conceptuales. La imaginacin para Kant no es la

    facultad mediante la cual se producen imgenes, sino la facultad por la

    cual se determina un espacio y un tiempo de una manera conforme a un

    concepto, pero que no deriva del concepto que es de otra naturaleza

    que la determinacin del espacio y del tiempo. Para Kant un esquema es

    una operacin de la imaginacin productora. El esquema no es

    reproductor sino productor, es decir, produce en la experiencia algo

    conforme a un concepto determinado (Deleuze, 1978).7 Ricoeur entiende por tradicin no la transmisin inerte de un depsito

    ya muerto, sino la transmisin viva de un innovacin capaz de reactivarse

    constantemente por el retorno a los momentos ms creadores del hacer

    potico (TyN I: 136).8 Ricoeur no rechaza las propuestas de la semitica; las retoma e integra

    en su hermenutica.9 Ricoeur alude al terico Roland Barthes, con la idea de destacar que los

    textos literarios no slo buscan cumplir las expectativas de los lectores,

    sino cuestionarlas. El cuestionamiento, no obstante, no impide la

    comprensin.10 Ricoeur retoma la nocin de espacio vaco de Wolfgang Iser.11 Paul Ricoeur desarroll este aspecto de manera amplia en La metfora

    viva.

  • Anglica Tornero78

    12 Aun cuando Cortzar rechaz ser identificado con los surrealistas,

    algunas de las propuestas, sobre todo de los precursores, fueron

    importantes para el desarrollo de su obra. El escritor parece compartir

    la idea que expresa sobre los surrealistas: no producen textos

    discursivos, sino situaciones de alta tensin potica (OC I: 105).

    Bibliografa

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    . Autobiografa intelectual. Buenos Aires: Nueva Visin,

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    . La metfora viva. Madrid: Cristiandad/Ediciones

    Trotta, 2001.

  • 79El tiempo, la trama y la identidad del personaje

    Contacto con el autor: [email protected]

    Ttulo: El tiempo, la trama y la identidad del personaje a partirde la teora de Paul Ricoeur.

    Fecha de recepcin: 7 de julio de 2008.Fecha de aceptacin: 20 de agosto de 2008.Palabras clave: hermenutica, estudios literarios, trama, tiempo,

    identidad, personaje.

    Title: Time, Plot, and Character Identity as seen in the Theory ofPaul Ricoeur .

    Date of submission: July 7th, 2008.Date of acceptance: August 20th, 2008.Key words: hermeneutics, literary studies, plot, time, identity,

    character.