paula roe - en la cama con su mejor amigo

EEnn llaa ccaammaa ccoonn ssuu mmeejjoorr aammiiggoo-- PPaauullaa RRooee

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EEnn llaa ccaammaa ccoonn ssuu mmeejjoorr

AAmmiiggoo PPaauullaa RRooee


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Argumento:

De amigos ntimos a amantes.

Despus de una noche de amor desatado, Marco Corelli se haba

convertido en alguien fundamental en la vida de Kat Jackson, porque

estaba a punto de convertirse en el orgulloso padre de su hijo.

Kat no era capaz de entender cmo haba podido acostarse con su

mejor amigo. Siempre haba logrado resistirse a sus innegables encantos,

pero cuando la llev a una isla privada para discutir el asunto, lleg la

hora de enfrentarse con la verdad que Marco y ella eran mucho ms

que amigos.


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Captulo 1

Diez semanas atrs, Katerina Jackson haba pasado una noche en la cama con su mejor amigo. Y haba sido absolutamente maravillosa.

En aquel momento, mientras iba por la carretera en direccin a Cairns,

tuvo que enfrentarse con una imagen del hombre en cuestin, desnudo

y sonriendo seductoramente.

Por instinto, pis el freno, y por un segundo evit chocar contra el coche

que estaba delante, parado en un semforo.

Frente a ella, un enorme cartel con la fotografa de Marco Corelli, el

chico de oro de la liga francesa y el mayor goleador del Marsella en toda

la historia del club, casi desnudo.

Bueno, no estaba exactamente desnudo, pero los calzoncillos dejaban

poco a la imaginacin y las manos sujetando el elstico parecan decir

atrvete a tocarme.

Kat sinti que le arda la cara, pero no por los marcados pectorales, los

fantsticos bceps o los abdominales que desaparecan bajo el

calzoncillo. No, era esa familiar y tentadora sonrisa, el cabello oscuro un

poco despeinado, la promesa de placeres prohibidos en esos ojos

sensuales.

La cmara haba capturado su hipntico encanto, y ella tena que pasar

frente a aquel cartel cada maana, con Marco mirndola como si

recordase cada detalle de esa noche. Cmo la haba hecho sudar,

cmo la haba hecho gemir, cmo la haba hecho jadear.

Kat apart la mirada del cartel para concentrarse en la carretera

cuando los coches empezaron a moverse.

Por favor, qu idiota soy murmur.

Se trataba de Marco, su mejor amigo desde el instituto. El antiguo


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jugador de ftbol convertido en comentarista estrella, modelo de ropa

interior y famoso casanova. Era su mejor amigo, su confidente, su

cmplice, su consejero, su acompaante cuando necesitaba una cita y

tambin el novio de su jefa, aunque tena entendido que haban roto la

relacin.

Record entonces sus muchas conversaciones con Grace sobre Marco.

S, definitivamente haban roto antes de esa noche, de modo que no

tena ese dilema moral. Solo le quedaban dos problemas: no poda

haber sido solo una noche loca con su mejor amigo, no, tena que

haberse quedado embarazada.

Si pudieras verme ahora, mam. Todos los sueos que tenas para m:

una vida perfecta, una carrera perfecta, un marido perfecto, unos hijos

perfectos.

Angustiada, tuvo que hacer un esfuerzo para contener un sollozo

mientras entraba en el aparcamiento del Canal 5.

Despus de mostrarle su identificacin al guardia de seguridad, aparc el

coche y se dirigi al estudio de grabacin. Una vez all, tir el bolso en el

escritorio y comprob los mensajes.

Cuatro llamadas perdidas, una de su amigo Connor y tres de Marco; mas

un mensaje de texto. Estaba de vuelta en la ciudad y tenan que hablar.

Tomamos una copa en el barco? Marco.

Ella suspir antes de responder:

Lo siento, tengo mucho trabajo. Adems, hay un aviso de cicln, en caso

de que no te hayas dado cuenta. Kat.

Despus, mir los mensajes que se haban enviado dos meses antes, un

doloroso recuerdo de tiempos mejores.

Que lo pases bien en Francia.

Tengo que tomar un avin, pero deberamos hablar de lo que pas

anoche.

No hay nada que decir. Echemos la culpa al alcohol y olvidemos ha

pasado, de acuerdo?


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Si a ti te parece bien.

Totalmente. Borrado de mi memoria en tres, dos, uno

Muy bien, nos vemos en unas semanas.

Y ya estaba. Debido a sus diferentes horarios de trabajo no solan hablar

por telfono, aunque l le haba enviado un par de fotos, pero haba

vuelto y quera quedar para charlar, como siempre. Y Kat no saba qu

iba a decirle.

No puedes seguir evitndolo le confirm Connor cinco minutos

despus, cuando le devolvi la llamada.

Pienso intentarlo.

No digas tonteras. Marco merece saberlo.

Kat apoyo la cadera en la esquina del escritorio, suspirando.

Noto ese tono de desaprobacin aunque ests en Brisbane.

Kat, no es que no lo apruebe. Adems, yo soy de los pocos que sabe lo

que has pasado en los ltimos aos, pero Marco merece saberlo.

Connor siempre era sincero con ella. Marco, Connor, Kat y Luke, el

Cuarteto Asombroso, se llamaban a s mismos en el instituto. Todos con

diferentes personalidades y temperamentos y, sin embargo

asombrosamente estupendos cuando estaban juntos, como Marco sola

decir. l siempre haba sido el ms fanfarrn, un seductor nato, mientras

su primo, Luke, era el que se meta en los, el chico malo siempre

buscando atencin. Connor era el guapo silencioso y profundo.

A veces daba miedo lo fro que pareca, aunque, irnicamente eso lo

haba convertido en el fabuloso empresario que era.

Nunca dejaba entrar a nadie en su crculo ntimo salvo a sus tres amigos.

No puedo hacerlo. Estoy angustiada y tener que contrselo

Es injusto, cario. Marco no te hara eso.

Kat se pellizc el puente de la nariz y mir hacia la puerta, donde un


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auxiliar le haca gestos para que fuese a la sala de maquillaje.

Tengo que colgar. Hablaremos ms tarde.

Connor suspir.

Mantn la calma durante la tormenta.

Lo har.

Kat intentaba olvidar la conversacin mientras iba a la sala de maquillaje

cuando su telfono volvi a sonar.

Era Marco.

No quiero hablar contigo murmur, dejando que saltase el buzn de

voz.

Evitando la llamada de algn novio?

Kat mir a Grace Callahan, la estrella del programa matinal ms visto de

Queensland, sentada en la sala de maquillaje. Tena cuarenta aos, solo

siete ms que ella, pero su aspecto era el de alguien que gastaba una

fortuna en su aspecto fsico y estaba convencida de que era lo ms

importante en la vida. El pelo rubio sujeto en un complicado moo, el

cuerpo trabajado en el gimnasio y bronceado de manera artificial

Sin embargo, a pesar de su aspecto, tena una personalidad

encantadora que atraa a la gente. Probablemente esa era la razn por

la que Marco volva con ella una y otra vez.

Kat mir su mvil.

Solo es un hombre.

Ah, s? Un hombre de verdad, de carne y hueso? Dios mo, dnde

est mi telfono? Quiero hacer una fotografa de este momento.

Lo dices como si yo fuera una monja.

Estaba empezando a pensar que lo eras, cario. Pero esto es

emocionante. Estoy harta de las noticias del cicln Rory.


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Puedo hablar de ello en el programa?

Kat solt una risita.

Ya sabes que no. Yo no soy noticia.

Claro que s Grace se mir al espejo por ltima vez antes de quitarse

la bata. Eres una celebridad y las celebridades siempre son noticia.

Por favor, no me lo recuerdes. Odio a la gente que es famosa por ser

famosa.

Lo siento, cielo, pero tus pequeos escndalos han dado de comer a

las columnas de cotilleos durante aos. Solo hace falta otro para que

vuelvan a hablar de ti Grace se dirigi a la puerta y Kat la sigui.

Era cierto. Aunque ella no era nadie especial, la hija de un conocido

inversor y una directora de eventos, la prensa haba tenido inters por

ella desde que decidi soltarse el pelo a los diecisiete aos.

Nunca contaste la verdad sigui Grace, mirndola por encima del

hombro mientras caminaban por el pasillo. Sera estupendo: La

antigua juerguista Katerina Jackson por fin cuenta la verdad sobre sus

matrimonios, el lado oscuro del ftbol francs y esas fotos escandalosas

en la ducha.

Eso no va a pasar, Grace.

Podramos empezar por el principio, incluso dedicar un programa

entero. Hablaramos de tu infancia, tu adolescencia, cmo pegaste a

Marco cuando tenas catorce aos

Fue un empujn, no le pegu.

y cmo terminasteis todos en el despacho del director como un

moderno Breakfast Club.

Saba que no debera haberte contado eso.

Grace solt una carcajada.

No voy a decir nada, a menos que t quieras que lo haga, pero me


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parece fascinante que tus mejores amigos sean una estrella del ftbol, un

banquero multimillonario y el sobrino de un mafioso. Todos machos alfa,

todos completamente diferentes y todos noticia.

Marco, Connor y Luke, sus mejores amigos desde el instituto, desde aquel

da en el despacho del director que los convirti en leyenda entre sus

compaeros. Se haban hecho amigos porque los cuatro detestaban el

instituto y compartan gustos por el cine, la msica y juegos de

ordenador.

Por qu estabais todos all? le pregunt Grace mientras entraban en

el estudio.

T sabes por qu.

Habas pegado a Marco

Le haba dado un empujn por ponerse chulito delante de sus amigos.

Por qu? Qu te dijo?

No me acuerdo respondi Kat. Pero s se acordaba. Haba sido un

estpido comentario adolescente sobre su falta de atributos femeninos

por el que Marco se haba disculpado despus. Haban pillado a Luke

destrozando los servicios y Connor estaba all por corregir al profesor de

matemticas y amenazar con arruinar su reputacin.

Madre ma.

As era Southbank Private Kat se encogi de hombros.

Las chicas no se atrevan a hablar con ellos y a m no me daban ningn

miedo. Supongo que por eso nos hicimos amigos.

Y nunca has pensado? Grace movi cmicamente las cejas. Ya

sabes.

Qu? No!

Ni siquiera con Marco?

Kat puso los ojos en blanco para disimular mientras Grace se acercaba al


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sof amarillo del estudio, rodeado de cmaras.

Nunca lo he pensado y no tengo intencin de darle una exclusiva a

nadie. Ahora soy tu ayudante, nada ms. El resto son asuntos viejos que

no interesan a nadie.

S interesan, y yo seguir intentndolo replic su jefa, tomando el

vaso de agua que le ofreca una auxiliar.

Ya lo s Kat acept su habitual t verde mientras Grace se sentaba

en el sof y empezaba a colocar papeles encima de la mesa.

Sabes algo de Marco?

Hace tres das estaba comentando los ltimos partidos de la liga

francesa.

He odo que volva hoy. He organizado una cena sorpresa para el

viernes.

Ah, s? Kat tom un sorbo de t. Estis juntos otra vez?

En realidad, nunca hemos dejado de salir juntos y tengo planes

Grace tom un sorbo de agua. Mi reloj biolgico lleva aos dndome

la lata y ahora que tengo un programa propio y cierta credibilidad en la

industria; es hora de pensar en tener un hijo.

Kat se atragant con el t.

Con Marco?

Pues claro Grace frunci el ceo. Eso sera un problema para ti?

S que tenis una relacin muy estrecha

No, no, claro que no. Es que me ha sorprendido Kat

intent respirar. Somos muy amigos, pero tenemos una regla:

no meternos en la vida amorosa del otro.

Ah, s? Entonces nunca te ha dicho nada sobre James o Ezio? Ni

siquiera un comentario de pasada?


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No.

Y t nunca le has contado nada sobre m?

No es asunto mo, Grace. Si quieres tener hijos, me parece muy bien.

Seguro? insisti Grace, colocando sus papeles. Siempre he

pensado que haba cierta tensin sexual entre vosotros, pero

Entre Marco y yo? Por favor, en absoluto la negativa tal vez sonaba

demasiado intensa, pens Kat. Es un hombre guapsimo y mi mejor

amigo, pero en fin, l es un espritu libre.

Yo dira ms bien un fanfarrn brome Grace. Y un mujeriego, pero

eso es bueno, as no se meter en mi vida ni intentar decirme cmo

tengo que criar a mi hijo.

Era cierto. No haba sitio en la vida de Marco para una compaera

permanente, y menos para un hijo.

Kat trag saliva mientras los miembros del equipo colocaban las

cmaras.

Haba algo que estaba claro: Marco no querra un hijo, y tampoco lo

quera ella.

Suspirando, se puso los auriculares y observ a Grace sonriendo a las

cmaras mientras empezaba con su monlogo.

Su jefa poda ser exigente, pero bajo ese pulido exterior haba un corazn

de oro. Kat buscaba las historias y Grace se las contaba al mundo,

consiguiendo miles de dlares para los proyectos benficos que

publicitaban. La antigua estrella de la televisin haba pasado por una

clnica de rehabilitacin para convertirse en la presentadora del

programa ms visto en las maanas de Queensland.

Ella, en cambio, prefera trabajar detrs de las cmaras. Los reporteros

del corazn an le pedan entrevistas, pero estaba contenta con su vida.

Le gustaba su trabajo y, como le haba dicho a Connor, Luke y Marco

diez semanas antes, en un bar de Brisbane, no le apeteca tener una

relacin.


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Demasiado esfuerzo, demasiado difcil de controlar y muy doloroso al

final haba dicho, mirando a sus amigos.

Marco y Luke se haban redo, pero Connor la miraba de una forma

extraa, serio y triste, como si no la creyera. Y eso la enfad tanto que

pidi ese ltimo e infausto vodka con naranja.

No le pasaba nada raro. De adolescente no se haba obsesionado con

novios, bodas o hijos, algo que la separaba del resto de las chicas del

instituto Southbank Private, en Brisbane.

Adems, su aficin por los deportes y las bandas de rock haba hecho

que se acercase ms a los chicos.

Y luego estaba el incidente, como lo llamaba su padre, cuando

empuj a Marco Corelli, hijo del notorio jefe de la mafia Gino Corelli. Fue

entonces cuando se convirti en una leyenda entre sus compaeros.

Connor Blair, el silencioso, haba dejado que se sentara con ellos durante

el almuerzo. Luke, siempre enfadado, iba con ella a los conciertos de

rock y Marco bueno, Marco se disculp por su tonto comentario y se

haban hecho amigos de por vida.

Marco, fanfarrn y casanova adolescente con un increble don para el

ftbol que se haba convertido en un hombre guapsimo, interesante,

famoso y seguro de s mismo. Marco conoca sus secretos, sus sueos

infantiles, sus tragedias familiares.

Especialmente sus tragedias familiares. Tras la muerte de su madre por la

enfermedad de la neurona motora, y la posibilidad de que ella misma

fuese portadora de ese mal, nunca se haba permitido a s misma la

fantasa de ser madre. Pero enfrentada con la realidad del embarazo, no

saba qu sentir. Despus de tantos aos negndose a hacerse las

pruebas y discutiendo con Marco porque prefera vivir sin esa espada de

Damocles sobre su cabeza, por fin se las haba hecho y estaba

esperando el resultado; algo que aada ms estrs a una situacin ya

de por s estresante.

Y por eso no iba a decrselo a Marco. Nunca.

Suspirando, se concentr en el presente. Cuando terminaron de grabar el

programa eran las once de la noche y estaba agotada. Despus de


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despedirse de todo el mundo se arrastr hasta el aparcamiento,

pensando en lo que iba a pedir para cenar.

Pero cuando estaba llegando al coche se qued inmvil.

Marco.

El corazn se le volvi loco al ver el traje de chaqueta, la corbata

torcida, el pelo oscuro cayendo sobre la frente, la sombra de barba

oscureciendo el firme mentn. Alto, erguido, sexy y despreocupado, con

las manos en los bolsillos del pantaln y esos ojos castaos, tan

penetrantes, mirndola directamente.

En otro hombre menos masculino sus facciones casi podran parecer

demasiado bonitas, pero Marco tena un aura de puro macho que lo

rodeaba como un halo. Su pelo oscuro, un poco rizado, enmarcaba unos

pmulos altos, una boca de labios generosos y unos ojos Y cuando

sonrea, bueno, cuando sonrea casi poda or bragas cayendo a su

alrededor. Le recordaba a un hroe de capa y espada, gestos

romnticos y poemas de amor desesperado.

Y haba sido el mejor sexo de su vida.

Marco era adorado por millones de personas. Todo el mundo conoca su

historia: nico hijo de una familia de emigrantes italianos, criado en

Australia hasta que un cazador de talentos lo reclut para la liga

francesa de ftbol a los diecisis aos. Marco, el italiano de ojos

romnticos y sonrisa irresistible. Y, por si esa no fuera una ventaja injusta,

adems haba adquirido cierto acento francs trabajando en Marsella y

Pars.

Marco, su mejor amigo.

Se le encogi el corazn al pensar eso. Se conocan desde adolescentes

y contrselo lo cambiara todo de manera irrevocable. Marco no se

comprometa con nadie. Le encantaba su trabajo, las mujeres y su

libertad para disfrutar de ambos. Y no quera perderlo como amigo

despus de una tonta, aunque asombrosa, noche. No poda hacerlo.

Respirando profundamente, sigui adelante. Pero cuanto ms se

acercaba, ms extraa se senta.


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Haban hecho cosas ntimas, cosas que jams hubiera imaginado hacer

con l. Haban estado desnudos, l la haba tocado y besado por todas

partes y quera hablar del asunto.

Mostrando una falsa valenta, desconect la alarma del coche y alarg

una mano para abrir la puerta.

Qu haces aqu? le pregunt, conteniendo el deseo de llevarse una

mano al vientre.

Tenemos que hablar dijo l, con ese acento nico, una mezcla de

francs e italiano que siempre la haca temblar.

De qu?

Podemos hablar en mi barco.

Kat suspir.

Mira, Marco, es tarde y se acerca un cicln. No puedes esperar a otro

da?

El cicln tardar horas en llegar aqu.

Estoy cansada.

Y evitndome.

Ella parpade.

No vas a dejarme en paz, verdad?

No.

Muy bien, pero que sea rpido. Estoy agotada.

Marco se apart del coche.

No irs a dejarme plantado, verdad? le pregunt, con el ceo

fruncido.

No, te lo prometo.


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Muy bien.

Tenemos que hablar.

Esas tres palabras cargadas de significado conjuraban una multitud de

escenarios que no le gustaban nada, pens mientras lo vea subir a su

coche. Diez semanas antes haban cruzado la lnea que separaba a los

amigos de los amantes, y una parte de ella quera correr a casa y

esconderse bajo las mantas. Pero otra parte quera terminar con aquella

incmoda situacin lo antes posible.

Suspirando, subi al coche y sali del aparcamiento. No poda huir para

siempre. Era hora de dar la cara y enfrentarse con las consecuencias.

El puerto era un hervidero de actividad, con gente asegurando barcos y

pertenencias en preparacin de la tormenta.

Kat aparc y se dirigi al muelle, mirando las oscuras aguas.

En unas horas, un cicln de categora cuatro golpeara la costa y todos

saban la devastacin que poda traer porque an estaban

recuperndose del cicln Ysi, que haba golpeado el norte de

Queensland unos aos antes.

El barco de Marco estaba amarrado al final del muelle. Era un barco

brillante con un montn de metros de eslora del que no paraba de

hablar cuando lo compr. Pero lo que recordaba de esas

conversaciones no eran los caballos del motor, las dimensiones o el

consumo de gasolina, sino la emocin de Marco, que pareca un cro

con un juguete nuevo.

Marco le ofreci la mano para subir a cubierta y, sin pensar, Kat la

acept.

Haban hecho eso mil veces y, sin embargo, ese simple gesto la pona

nerviosa. Como si estuviese alerta, esperando el siguiente paso.

Lo cual era estpido, ridculo y muy inconveniente.

Eso era lo que pasaba cuando una se acostaba con su mejor amigo. No

poda dejar de recordar esas manos sobre su cuerpo, hacindola gemir,

jadear


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Consigui soltarse furtivamente, evitando su mirada. Qu horror sentirse

tan incmoda. Haban hecho lo impensable y las cosas nunca volveran

a ser como antes. Era como una de sus desastrosas relaciones otra vez,

como todo lo que su padre le haba dicho durante aquella horrible

discusin: Por el amor de Dios, Kat, no puedes dejar de ser noticia en las

pginas de cotilleos? Deja de montar escndalos y prtate como una

persona normal.

Kat volvi a sentir la vergenza que haba sentido entonces al verlo tan

enfadado, tan decepcionado con ella.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el familiar ruido del motor al

entrar en la cabina.

Has levado el ancla?

Oui. Nos vamos a la isla.

Ella lo mir, perpleja y furiosa.

Ests loco? No, de eso nada! Kat sali de la cabina, pero ya era

demasiado tarde. Yo no he aceptado ir a la isla! Y se acerca un cicln,

en caso de que no te hayas dado cuenta. Todo el mundo est poniendo

tablones en las ventanas y mi coche est en el puerto

Marco se cruz de brazos.

Primero, mi casa en la isla est construida para aguantar cualquier

cicln; es ms seguro que estar en tierra firme en este momento.

Segundo, llamar a alguien para que vaya a buscar tu coche. Y tercero,

el informe del tiempo dice que el cicln apenas llegar a la isla. Llegar

a Cairns a las tres de la madrugada, pero a nosotros nos rozar de refiln.

Pero entonces no podremos saber en cunto tiempo. No, de eso nada.

Vuelve a tierra, Marco.

No.

Cmo que no?

l se limit a esbozar una sonrisa y Kat lo fulmin con la mirada.


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Ests evitando mis llamadas dijo Marco por fin.

No s si lo sabes, pero a veces eres insoportable.

Dice la mujer que an no me ha contado que est embarazada.

El corazn de Kat dio un vuelco y luego empez a latir como si quisiera

salrsele del pecho.

Voy a matar a Connor.

Marco enarc una ceja.

No lo culpes a l. Pens que yo debera saberlo.

Da la vuelta. No es seguro estar en medio del mar ahora mismo.

He hablado con los guardacostas y el cicln no llegar aqu hasta

dentro de una hora, tiempo ms que suficiente para llegar a la isla

Marco sacudi la cabeza. Y tenemos que hablar.

No hay nada que decir.

Lo dirs de broma. Ests embarazada, as que tambin tiene que ver

conmigo.

Kat lo saba, pero la frustracin le oblig a decir:

Es mi cuerpo, es mi decisin.

Marco se qued inmvil, su expresin una mezcla de sorpresa y seriedad.

Ests diciendo que vas a abortar?

T sabes lo que sufr con mi madre. Muri dos aos despus de que le

diagnosticaran la enfermedad y yo podra ser portadora.

l se pas una mano por el pelo.

Pues hazte las pruebas. Llevo aos dicindotelo.

Me las he hecho. Adems, yo no podra ser madre. Los nios me odian

y


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De verdad te has hecho las pruebas?

S, la semana pasada.

Despus de tantos aos diciendo: No quiero eso sobre mi cabeza,

dictndome lo que tengo que hacer con mi vida?.

Despus de las veces que hemos discutido cuando yo intentaba

convencerte?

S.

Y cundo pensabas contrmelo?

Acabo de hacerlo! Y hablando de cosas que contar, qu pasa

contigo y con Grace?

Marco hizo una mueca.

Qu pasa conmigo y con Grace?

Estis juntos, no? Vais a tener un hijo.

Qu?

Grace me ha dicho que estis juntos otra vez y s que ella quiere tener

un hijo.

Marco dej escapar un suspiro.

Primera noticia. Que yo sepa, rompimos antes de la final de Copa.

Cundo?

Mucho antes de la noche que t y yo pasamos juntos, chrie.

Ests diciendo que Grace me ha mentido?

Tal vez eso es lo que le gustara, pero no estamos juntos.

Kat suspir pesadamente.

Esto es un desastre.


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Por qu? Yo no puedo evitar que tomes esa decisin. Si fuera por m

tendra el nio, fuera cual fuera el resultado de la prueba, pero es tu

decisin.

T no estabas all, Marco. No sabes lo que la enfermedad le hizo a mi

madre cada da durante dos aos. Me niego a dejar que mi hijo pase por

algo as.

Una ola golpe el barco y, de repente, el almuerzo no pareca seguro en

su estmago.

Estar a tu lado el tiempo que necesites dijo Marco. Eres mi mejor

amiga, chrie, y eso es lo que hacen los amigos.

Amigos. De nuevo, su estomago se rebel. Aquella no era una

confesin de amor, ni una promesa de final feliz ni un no puedo vivir sin

ti. Era Marco ofrecindole su amistad y apoyo, como haba hecho

siempre.

No lo s, an no he tomado una decisin. Adems, no puedo no

quiero tener un hijo solo porque t lo quieras. Los medios se volveran

locos y tu carrera se vera afectada.

Acurdate de los titulares la ltima vez. De verdad crees que te hara

eso? Yo Kat se llev una mano al estmago y Marco la tom del

brazo, alarmado.

Qu ocurre? Qu?

Kat se dio la vuelta para asomarse por la barandilla, pero no fue lo

bastante rpida. Un segundo despus estaba vomitando sobre la

cubierta, encima de los carsimos zapatos italianos de Marco.


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Captulo 2

Debera haberlo imaginado murmur Marco mientras Kat se volva hacia la barandilla para seguir vomitando.

Ay, Dios, no

Tranquila, no pasa nada.

l mir al cielo, cada vez ms oscuro. Si Larry, el capitn, se daba prisa,

podran llegar a la isla antes de que empezase el diluvio. Lo que tena

que hablar con Kat era privado, y no quera que nadie escuchase la

conversacin.

Se volvi hacia Kat, que segua doblada sobre la barandilla.

Debera haber pensado que, estando embarazada, se mareara en un

barco...

Quieres algo? le pregunt, compungido.

Le dola verla as. Saba que le costaba trabajo vomitar porque le haba

sujetado el pelo en ms de una ocasin mientras frotaba su espalda

despus de alguna borrachera.

Kat no se movi. Se qued inclinada sobre la barandilla, con el viento

golpendole la cara hasta que por fin llegaron al muelle de Sunset Island

veinte minutos despus. Entonces se irgui, apartndose el pelo de la

cara y haciendo una mueca de asco.

Voy al bao murmur.

Cinco minutos despus, mientras Marco repasaba mentalmente la

conversacin que iba a tener con ella, Kat volvi del bao, plida y seria.

Sin embargo, pareca tan tranquila que sinti el deseo de besarla, de

hacer que se sintiera tan frustrada y confusa como l.


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Una idea estpida, porque Kat haba dejado bien claro que quera

olvidar lo que ocurri esa noche y, adems, sera lo ms sensato. Eran

amigos. Su amistad haba perdurado en el tiempo, estuvieran donde

estuvieran. S, los rumores de la prensa siempre daban a entender que

haba algo ms entre ellos, pero ellos se rean del asunto.

Sin embargo, mientras l tena el estmago encogido, ella pareca casi

tranquila. Como si ya hubiera tomado una decisin y estuviera

convencida.

Era tan fuerte. A veces, demasiado fuerte. Una de las cosas que ms lo

atraan e irritaban de ella a la vez.

No s qu ms tenemos que discutir empez a decir Kat, viendo

cmo la tripulacin se preparaba para atracar. Es una prdida de

tiempo. Adems, se acerca un cicln y tenemos que informar de nuestro

paradero.

He llamado a las autoridades antes de salir. Y a tu padre, a mi madre y

a Connor respondi l.

Vaya, lo tenas todo planeado, no?

Marco decidi pasar por alto el sarcasmo.

Estamos a salvo aqu, Kat.

A salvo? A juzgar por su expresin, estaba pensando lo mismo que l. En

la noche que pasaron juntos; recordando cada segundo a pesar de su

determinacin de olvidarla.

Era increblemente excitante saber que estaba recordando una noche

que en lugar de saciar su ansia solo haba conseguido atizar ms el

deseo.

Cuando la tom del brazo para bajar del barco, Kat lo fulmin con la

mirada y clav los tacones en el suelo.

Vas a quedarte en el barco como forma de protesta?

Debera hacerlo.


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No digas tonteras. Se acerca una tormenta.

Eres t quien me ha arrastrado hasta aqu.

Marco suspir.

Mira, chrie, vamos a casa. Si quieres gritarme, al menos all estaremos

a salvo.

Kat levant la barbilla y lo fulmin con la mirada.

Muy bien, pero en cuanto haya pasado la tormenta me llevars de

vuelta a casa.

Marco tuvo que disimular una sonrisa.

De acuerdo.

Kat volvi a mirarlo por ltima vez antes de bajar al muelle, sus tacones

repiqueteando sobre el suelo de madera mientras l daba rdenes a la

tripulacin para que volviesen a tierra en la motora.

El carrito de golf que solan usar para ir del muelle a la casa por la

carretera de la costa era eficiente y rpido y, como tantas otras veces,

Kat contuvo el aliento, maravillada ante la fantstica casa con paredes

de cristal, medio escondida entre la vegetacin y, sin embargo, con una

vista espectacular del ocano Pacfico.

Era el paraso de Marco, un sitio para relajarse y ser l mismo con sus

amigos; la persona a la que conoca tan bien, el hombre que desde un

par de meses antes conoca su cuerpo ntimamente, el que la haba

hecho gemir y llegar al orgasmo.

Cuando llegaron a la entrada Marco le ofreci su mano y ella se vio

obligada a aceptarla, aunque la solt en cuanto estuvo fuera del carrito

de golf.

Tenemos que asegurar las ventanas dijo l, mirando al cielo.

Kat lo sigui por el camino que llevaba a la puerta. El viento empezaba a

soplar con fuerza, sacudiendo las copas de los rboles.


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Los pjaros y los murcilagos desaparecieron hace tiempo coment

Marco, con el ceo fruncido mientras cerraban las persianas de

seguridad. Saben que va a pasar algo.

Dicen que el cicln pasar por Cairns.

Marco asinti con la cabeza.

Hay que prepararse para lo peor, as que no debemos quedarnos aqu.

Vamos dentro.

No tengo nada que ponerme dijo Kat entonces.

Aqu hay cosas tuyas de la ltima vez. Y puedo prestarte algo de ropa.

Llevar la ropa de Marco con su olor, sabiendo que esas mismas

prendas haban estado en contacto con su piel? No, gracias.

No dijo nada mientras iban hacia la parte trasera de la casa, pasando

por la asombrosa piscina con un bar a la derecha, una elegante y

cantarina fuente a la izquierda.

Por fin, llegaron al corazn de la casa: la enorme cocina saln con

cmodos sofs, pantalla de plasma, mesa para diez personas y paredes

de cristal. Marco siempre reciba a sus invitados.

Kat fue directamente a la nevera, sac un refresco y se acerc a una de

las ventanas, desde las que normalmente se poda ver el ocano

Pacfico. Desafortunadamente, tenan que cerrar contraventanas y

persianas para que el cicln no las destrozase.

Durante el da se poda ver el cielo azul y el mar infinito. Por la noche, una

absoluta negrura lo envolva todo, las nicas luces las de tierra firme al

otro lado. Pero en aquella ocasin solo poda or cmo se agitaban las

palmeras tras las persianas mientras escuchaba las firmes pisadas de

Marco sobre el pulido suelo de mrmol. El aroma de su locin de

afeitado le llev el recuerdo de aquella noche, diez semanas antes

Aqu estaremos a salvo de la tormenta empez a decir, de espaldas

a l.

S Marco abri la puerta que daba al patio. Pero debemos tomar


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todas las precauciones.

El stano Kat empez a recoger las sillas.

l asinti con la cabeza.

Y vosotros os reais de m por haberlo convertido en un refugio.

Es una bodega. Y lo peor que has visto nunca ha sido una tormenta

tropical, no un cicln.

Siempre hay una primera vez para todo.

Esas palabras adquiran un nuevo significado esa noche.

Kat lo vio llevar las sillas dentro, esperando que rompiera el silencio

mientras ella, nerviosa, araaba la etiqueta del refresco.

Por fin, Marco cerr la puerta y coloc sillas y tumbonas en una esquina

sin decir nada. Y ella estaba a punto de explotar.

Marco

Kat

Los dos empezaron a hablar al mismo tiempo, pero fue ella quien hizo

una pausa, dejndolo seguir.

Cuando se pas una mano por el pelo, suspirando, Kat tuvo que disimular

un gemido. Saba muy bien lo suave que era ese pelo, cmo se rizaba

como con vida propia y cmo con un pequeo tirn poda dirigir la boca

de Marco hacia su cuello

Ay, Dios, tienes que dejar de pensar en eso.

Cuando levant la cabeza, l la miraba con sus penetrantes ojos oscuros

haciendo que se sintiera desnuda. Ridculo, porque lo ltimo que querra

Marco en ese momento era llevarla a la cama.

Qu visin acababa de conjurar.

No, no, para!.


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Entonces, abruptamente, l se dio la vuelta.

Tienes que comer algo murmur, abriendo la nevera. Y tenemos

que preparar la cena para esta noche.

Su estmago eligi ese momento para recordarle que el almuerzo haba

desaparecido por la barandilla del barco.

Qu tienes?

Elige t. Yo voy a colocar cintas de seguridad en las ventanas.

Kat prepar panecillos, queso, embutidos y ensalada de patata mientras

Marco pona cinta en todos los cristales.

Despus de comer se sentaron en el sof y tomaron un caf, la televisin

muda dando continuos informes sobre al avance del cicln.

Era algo normal entre ellos: el caf, la televisin en silencio, ella sentada

en una esquina del sof sobre un montn de cojines, Marco al otro

lado sin embargo, la tensin que haba entre ellos era algo nuevo.

Y fue Kat quien rompi el silencio:

Grace pensaba organizarte una cena sorpresa el viernes.

Ah, s? Marco enarc una ceja.

S.

Ya.

Por qu pones esa cara?

Qu cara?

T sabes a qu cara me refiero.

Marco suspir.

No s por qu sigue intentndolo. Rompimos hace meses.

Ya veo Kat apret los labios. Marco no le mentira, de modo que


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deba ser cosa de Grace, que sola exagerar sus relaciones: el ejecutivo

de televisin tres meses antes, el escritor ruso, la antigua estrella de

televisin.

Pero Marco se volvi abruptamente hacia ella y Kat se olvid de Grace

por completo.

Oye, soy yo. T y yo siempre hablamos de todo y

De todo no.

Deja de evitar el tema. Vamos a pensar con lgica en la situacin.

Ya te he dicho que me he hecho las pruebas.

No estoy hablando de eso. Quiero saber si ests dispuesta a tener ese

hijo.

No vas a convertir esta discusin en un debate sobre el derecho a

decidir.

No estoy haciendo eso. Solo quiero que tomes en consideracin todas

las opciones.

Eso es lo que he estado haciendo desde que descubr que estaba

embarazada replic Kat. No puedo encariarme sabiendo que existe

una posibilidad de que el beb herede la enfermedad. Adems,

supuestamente las mujeres tienen un reloj biolgico que les hace desear

ser madres, pero yo no lo tengo.

Y, sin embargo, cuando sus pensamientos no estaban ocupados por el

trabajo, su apartamento en Cairns o las solitarias noches que tena ante

ella, haba dejado volar su imaginacin y haba visto una casa, un jardn,

un marido, hijos.

Un pensamiento aterrador.

No poda ser.

Yo no s qu decir. De verdad.

Bueno, no est mal. Eso significa que no ests convencida del todo.


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No voy a tomar ninguna decisin hasta que reciba el resultado de las

pruebas. No voy a Kat apart la mirada. No voy a encariarme

con la idea de adems, qu hara yo con un beb? Estamos

hablando de m.

Que eres una persona estupenda, divertida, generosa e inteligente y

tienes mucha gente que te quiere.

Kat se ruboriz ante los inesperados halagos.

Pero ser madre?

Otras mujeres empiezan con mucho menos.

Pero ser madre es un trabajo a tiempo completo, un compromiso de

por vida murmur ella, araando las costuras del cojn. No se puede

repetir si sale mal.

Ningn padre es perfecto. Mira la familia de Connor, por ejemplo. Te

garantizo que t lo hars mejor.

Kat asinti con la cabeza. Era imposible evitar a los Blair porque su padre

y el de Connor eran socios en Jackson & Blair.

Al contrario que los padres de Marco, los de Connor nunca le haban

cado bien. Stephen Blair era un hombre exageradamente ambicioso,

con un gusto particular por las rubias, y su mujer, Corinne, una obsesa del

gimnasio con adiccin al botox. Con la infancia de Connor se podra

hacer un estudio de familias desestructuradas, el sueo de cualquier

psiclogo.

Mi padre no es mucho mejor. Prefiere seguir enfadado por antiguos

titulares que hacerme un simple elogio.

Al menos tus padres fueron felices.

Kat asinti con la cabeza.

Haban sido estrictos, pero justos, incluso cuando ella se saltaba los lmites

fumando, bebiendo y escapndose para ir a fiestas. No eran

particularmente cariosos, pero cuando a su madre le diagnosticaron la

enfermedad de la neurona motora, su padre se haba convertido en un


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hombre airado, amargado, siempre juzgndola, siempre infeliz. Kat no

haca nada bien, decidi dejar la carrera para vivir la vida e ir de fiesta,

que era su nico momento en el que no pensaba en la enfermedad de

su madre. Hasta que una noche, al llegar a casa al amanecer su padre

estaba esperndola, furioso.

Has tenido todo lo que podamos darte y mrate! Tu madre est

murindose y t tiras por la ventana tu educacin para emborracharte

cada fin de semana!

Tal vez lo haga por eso haba replicado ella. No dejo de pensar en

ello cada segundo del da. Necesito olvidarme de todo! Si no, me

volver loca!

Su padre apret los puos y, por un momento, Kat se pregunt si iba a

pegarla. En lugar de eso, la hiri con sus palabras.

Un mes ms tarde su madre muri y Kat se fue a Francia, donde Marco

era entonces una estrella del ftbol. Y donde haba descubierto que

haba algo ms en el mundo que faldas cortas, fiestas y copas gratis.

Kat trag saliva, intentando olvidar ese recuerdo. Era lgico que la

prensa la odiase. Haba sido la tpica nia rica mimada.

Pero has madurado desde entonces dijo Marco. Y tu padre sigue

anclado en el pasado, recordando viejas discusiones.

Ya.

No tenemos que ser como nuestros padres con nuestro hijo.

Nuestro hijo. Esas palabras fueron como un mazazo.

Mira, Marco, seamos sinceros: t has trabajado mucho para llegar

donde ests, tienes una carrera estupenda y una vida maravillosa, sin

compromisos. Tienes montones de novias. No voy a obligarte a cambiar

de vida; y un hijo te la cambia.

Adems, los medios se volveran locos y eso afectara a nuestras carreras.

Si decides tener el beb, yo har lo que tenga que hacer.


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Lo que tengas que hacer? Estamos en los aos cincuenta? No tienes

que casarte conmigo porque est embarazada.

Quin ha dicho nada de casarse? Estoy hablando de ayudarte, como

amigo.

Kat frunci el ceo, inesperadamente decepcionada. No era lo

bastante buena como para casarse con ella?

Estaba a punto de decirlo, pero se mordi la lengua. Marco estaba

intentando manipularla descaradamente. No poda ponerlo en esa

situacin, no lo hara. Y casarse era lo ltimo que deseaba.

Mejor, porque se me dan fatal las relaciones. Lo he intentado varias

veces, demasiadas, pero no es lo mo. Las relaciones son dolorosas y

siempre acaban en desastre. No quiero arruinar nuestra amistad, Marco.

No se te dan mal las relaciones dijo l. T no obligaste a James a

engaarte. T no le diste a la prensa esas fotos, fue Ezio. Y en cuanto a

Ben

Por favor, no me lo recuerdes.

Si haba una relacin para los anales de las relaciones desastrosas era la

suya con Ben Freeman, el director de publicitad de Jackson&Blair,

cuando tena veintids aos. Ben haba resultado ser un misgino, egosta

y canalla. Su segundo matrimonio, cinco aos despus, fue una boda

rpida en Bali con un compaero de equipo de Marco anulado

setenta y dos horas ms tarde, cuando encontr a James en la cama de

la suite nupcial con una de las camareras del hotel. Y luego su

compromiso con Ezio Cantonio un ao antes. Ezio, que le haba hecho

fotografas en la ducha que por accidente haban llegado a las revistas

de cotilleos.

Estaba harta del escrutinio pblico, de los cotilleos, de la inseguridad y la

angustia. Era humillante.

Cmo iba a traer un nio a ese mundo?

Kat suspir.

No pensabas volver a Francia dentro de tres semanas?


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Era una opcin.

No era as como hablabas del asunto hace unos meses.

Marco dej escapar un suspiro.

Tengo el contrato de publicidad y la escuela de entrenadores. Y mi

nuevo contrato en televisin se va a renegociar el mes que viene. An no

he decidido lo que voy a hacer.

No te atrevas a tomar una decisin contando con el beb.

No lo permitir.

No lo permitirs?

No repiti ella. No estamos casados, ni siquiera somos una pareja,

solo dos amigos que podran tener un hijo juntos.

Marco se qued callado un momento.

Parece que ha empezado la tormenta dijo luego, levantndose.

Deberamos bajar al stano.

Muy bien.

Marco le ofreci su mano y ella la tom automticamente, la urgencia

del asunto hizo que olvidasen la conversacin. Pero el inocente calor de

sus dedos creaba una sensacin de intimidad.

Bajaron al stano, una bodega en realidad, con una sala de estar que

Marco haba modificado pensando en las tormentas y los ciclones que

azotaban la zona.

Las botellas de vino estaban colocadas a la izquierda de la habitacin, y

a la derecha haba un sof, un bar y un pequeo generador.

No te preocupes, chrie dijo Marco, al ver que se detena en la

puerta. Aqu estaremos a salvo.

Pero ella no se senta a salvo.

Kat intent disimular el miedo haciendo caf mientras Marco cerraba la


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pequea ventana de ventilacin y encenda las lmparas. Unos minutos

despus, sentados en el sof, Marco sac una baraja y se prepararon

para aguantar la tormenta.

Qu tal el trabajo con Grace? Es insoportable?

No, no est mal.

Ya murmur l, escptico, mientras daba las cartas.

La verdad es que echo de menos mi trabajo en Londres.

El que hacas entre Ben y James?

Kat hizo una mueca.

Perdona, pero en mi vida hay cosas ms importantes que los hombres.

Lo siento, no quera decir eso. Te refieres al trabajo que hiciste a los

veinticinco aos en Oxfam, cuando pasaste un par de aos viviendo en

Londres?

Kat asinti con la cabeza.

Solo fue un ao, pero ese trabajo me gustaba ms que ningn otro. Tal

vez debera

Deberas qu? pregunt l cuando no termin la frase.

Debera hacer algo as.

Por ejemplo?

No s, donar dinero a una organizacin no gubernamental o abrir mi

propia fundacin.

Kat esper que l expresase sus dudas, que dijese lo que haba dicho su

padre cuando se lo coment unos meses antes:

que era absurdo dejar un buen trabajo por algo inseguro.

Nunca lo habas mencionado.


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Dej de pensar en ello despus de contrselo a mi padre.

A ver si lo adivino: te dijo que t no sabas nada de fundaciones. Por

qu dejar un buen trabajo por algo incierto en momentos de crisis

cuando perderas inters el primer ao?

Todo eso, s.

Marco suspir, echando una carta.

Has hecho nmeros? Sabes cunto costara hacer algo as?

No.

Pues hazlos, Kat. Elabora un plan de negocios, habla con tus viejos

compaeros, llama a tu contable y a la porra tu padre. Lo digo en el

mejor de los sentidos, claro explic Marco, con una sonrisa. T eres

una mujer inteligente y tienes experiencia. Sabes qu hacer para

recaudar fondos y cmo manejarte con la prensa. Pase lo que pase con

las pruebas y con el nio, puedes hacerlo.

Kat mir su mano, pensativa. Le gustara hacerlo. Entre varios segmentos

de cotilleos, las historias de inters humano en el programa de Grace

eran las que ms gustaban a los espectadores. Y el deseo de hacer algo,

de ayudar, de llevar un poco de felicidad a gente que lo necesitaba, era

importante para ella. Tanto que siempre acababa donando dinero a las

causas que defenda el programa.

Podras darle a esos asuntos ms cobertura meditica, dedicarles ms

tiempo sugiri Marco.

Kat murmur algo ininteligible mientras tiraba una carta, dando por

terminada la discusin.

No dijeron nada ms durante media hora. Siguieron jugando, fingiendo

que todo estaba bien, aunque los crujidos de la casa y el sonido del

viento hacan que mirasen hacia las ventanas de cuando en cuando. Por

fin, Marco encendi la radio para escuchar el informe del tiempo y Kat

dio un respingo cuando se fue la luz. Afortunadamente, gracias al

generador la luz volvi unos segundos despus.

Qu estamos haciendo aqu? murmur Kat, sacudiendo la


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cabeza. Hemos salido a mar abierto con una amenaza de cicln ha

sido una estupidez muy peligrosa.

No estbamos en el camino del cicln dijo l. Crees que pondra

nuestras vidas en peligro? En serio, Kat, estamos a salvo.

Despus de decir eso le puso una manta sobre los hombros y Kat casi

esper que le diese un beso en la frente. De hecho, le hubiera gustado.

Solan besarse y abrazarse como amigos, pero jams la haba besado en

los labios.

Hasta esa noche.

Siguieron jugando a las cartas durante veinte minutos, mientras la lluvia y

el viento cobraban fuerza.

Media hora despus, el cicln golpe la casa.

Olvidando la partida de cartas, los dos se quedaron en silencio, pegados

a la radio. El viento aullaba, moviendo los rboles y sacudiendo las

contraventanas cerradas. Desde el interior del refugio podan or crujidos,

golpes. La casa aguantaba, pero el viento y la lluvia eran constantes y los

minutos parecan horas.

La radio daba informacin crucial: el cicln estaba golpeando la costa

de Cairns, pero dos horas despus, por fin pas de largo, dirigindose al

sur, antes de morir en mar abierto.

Entonces empezaron a llegar detalles de la desolacin que haba dejado

a su paso, contada por sus protagonistas:

Vamos a tener que empezar de nuevo. Lo hemos perdido todo.

Tenemos amigos, familia, somos una comunidad.

Sobreviviremos.

No s si podremos reconstruir la casa. No estaba asegurada.

Uno tiene que seguir adelante, no?.

Por favor, aydennos. Nuestra casa lo hemos perdido todo.


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Necesitamos ayuda.

Kat se emocion al escuchar ese ltimo testimonio y, sin sentir vergenza

alguna, dej que las lgrimas rodasen por su rostro. Pero dio un respingo

cuando Marco le puso una mano en la rodilla.

Su mirada, una mezcla de pena y comprensin, reflejaba todo lo que ella

senta por dentro.

No llores murmur, secndole una lgrima con el pulgar.

Todo se arreglar.

Pero esa gente

Reconstruirn sus casas. Afortunadamente, no ha habido vctimas

mortales y nosotros estamos a salvo.

La verdad es que he tenido miedo.

Lo s Marco tom su cara entre las manos poniendo su calida boca

primero en su mejilla, luego en la otra. Aos antes, ese saludo

tpicamente francs le haba divertido. Pero en aquel momento, con sus

labios tan cerca de los suyos, el corazn le dio un vuelco.

Calma, Kat. Si dejas de ser la misma de siempre, Marco se dar cuenta

de que pasa algo.

Pero de verdad poda seguir siendo la misma? Poda besarlo, abrazarlo

y no dejarse afectar por ello?

Mir su boca, esa boca tan sensual que, en un hombre tan hermoso,

pareca una conspiracin diablica.

S, hermoso era el calificativo que mejor encajaba con Marco Corelli.

Pareca un tipo fanfarrn, seguro de s mismo, que siempre consegua lo

que quera, fuese una entrevista, una mesa en el mejor restaurante o una

mujer, pero Kat lo conoca mejor que nadie y saba que esa persona

pblica solo era una parte de l. Tambin era generoso, leal, apasionado

con las cosas y las personas a las que quera

Con la garganta seca, Kat lo mir a los ojos.


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Y se qued sin aliento.


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Captulo 3

Kat no saba cmo haba pasado, porque fue instantneo. Lo nico que saba era que un segundo antes estaba mirando a Marco con el

corazn acelerado y, de repente, estaban besndose.

Le ech los brazos al cuello como si fuera lo ms normal del mundo y l la

apret contra su pecho, casi como invitndola a echarse all. Y eso hizo.

Durante el largo, increble beso, sinti sus manos por todas partes, tirando

de su ropa, deslizndose por su piel, acaricindola hasta que estuvo

ardiendo y el corazn le lata como loco. Luego se apart un poco,

levantndole la falda hasta la cintura mientras ella le tiraba de la camisa

para sacarla del pantaln.

Deja Marco apart su mano para tirar del pantaln con urgencia

mientras sus bocas se encontraban de nuevo. Le meti una rodilla entre

las piernas, abrindolas bruscamente, y empuj sus caderas hacia

delante para entrar en ella.

Kat no poda pensar, no poda respirar. Las sensaciones eran crudas,

primitivas, mientras la llenaba completamente. No era tierno o lento, no

le ofreca romnticas palabras de amor. La tomaba, la haca suya.

Y cuando se le pas la impresin, tambin ella lo hizo suyo, dndole la

bienvenida, empujando las caderas contra l, sin aliento, mordindole el

cuello casi de forma salvaje.

Marco mascull una palabrota mientras aumentaba el ritmo,

aplastndola contra los cojines del sof. Y ella no dejaba de moverse. El

deseo se apoder de ella, alejando la realidad hasta que solo existan

ellos dos, sus jadeos mezclndose en el silencio y, en el aire, el familiar

aroma a sexo y deseo.

Sin aliento, levant las caderas una y otra vez, deseando lograr la

liberacin. Y cuando lleg al orgasmo sinti que se rompa por dentro.

Unos segundos despus se dio cuenta de que Marco segua sujetndole

las caderas mientras se dejaba ir, cayendo sobre ella. Su gemido de


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satisfaccin la hizo temblar.

Kat enred una pierna en su cintura y empuj hacia arriba para tomarlo

todo de l con un gemido que le sali del fondo del alma.

Era no poda expresarlo en palabras. No quera volver a la realidad

inmediatamente. Quera quedarse as un momento ms para poder

disfrutar de l, del presente.

El cicln segua golpeando la casa, y Marco la solt sin decir nada. Y

lenta, muy lentamente, sinti que se apartaba de ella.

Haban vuelto a hacerlo. Despus de todo lo que se haba dicho a s

misma, de todas las advertencias.

Kat abri la boca para decir algo, pero volvi a cerrarla. Se sent en el

sof, bajndose la falda a toda prisa, y empez a abrocharse botones en

el embarazoso silencio, sin mirar a Marco, que haca lo mismo.

Pero cuando terminaron de vestirse y no haba nada que los distrajera,

Kat por fin levant la mirada.

Marco empez a decir, con la boca seca.

S?

Yo nosotros Kat hizo una pausa. Quieres mirarme de una vez?

Cuando la mir, tuvo que contener un gemido. Estaba tan serio, su

expresin era tan solemne que sinti la tentacin de pasarle un dedo por

los labios para provocarle una sonrisa.

Esos bonitos labios que haba besado unos minutos antes.

Se puede saber qu estamos haciendo?

Suspirando, Marco se pas una mano por el pelo.

Bueno, la primera vez habamos bebido bastante.

Y esta vez Kat seal la ventana ha sido la tormenta.Pero no me

refiero a eso. Yo nunca haba pensado en ti en fin, de ese modo. No

entiendo qu nos pasa.


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Ya murmur l.

No poda mirarlo a los ojos y eso la avergonzaba an ms. La verdad era

que haba pensado en l de ese modo ms de una vez, pero no se

permita esa debilidad durante ms de unos segundos. Marco nunca la

haba visto ms que como amiga, de modo que no tena sentido. Y,

hasta ese momento, ella se haba conformado con ser su amiga.

Qu haba cambiado? Y por qu?

Estaba cansada de darle vueltas. No saba qu hacan o qu estaba

pasando y ni siquiera poda culpar al alcohol. Anhelaba besarlo,

tenerlo dentro de ella, sentir que la haca suya de la forma ms primitiva.

Marco haca que se olvidase de todo, al menos durante unos minutos,

pero no poda ser. Tena cosas ms importantes en las que pensar. Cosas

que podan cambiar su vida.

Como haban dicho en la radio, durante las ltimas horas mucha gente lo

haba perdido todo: sus casas, sus efectos personales, sus recuerdos,

cosas que eran importantes y que no podran recuperar nunca, borradas

por la madre naturaleza en unas horas. Era un milagro que no hubiese

muerto nadie.

Tambin ellos estaban vivos. Tarde o temprano volveran a la ciudad,

recibira el resultado de las pruebas y tendra que tomar una decisin.

Pens entonces que Grace querra que cubriese los resultados del cicln.

Querra que buscase una historia de especial inters que animase a la

gente a donar dinero. Lo haban hecho despus de las inundaciones en

Queensland, despus de los incendios que haban asolado parte del pas

y despus del reciente terremoto en Nueva Zelanda. Sin embargo, solo

poda pensar en el resultado de las pruebas.

Un hijo. Su hijo, de los dos. Era increble.

Marco segua mirndola fijamente. El pelo castao despeinado, el cuello

enrojecido por el roce de su incipiente barba, los botones de la blusa mal

abrochados con las prisas por recuperar la compostura.

Supongo que estamos liberando una tensin sexual latente que ha

aumentado debido al cicln.


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Sorprendida, Kat se volvi para mirarlo.

S, claro.

Marco sigui mirando sus largas piernas, su estrecha cintura, la casi

inexistente curva de su estmago.

Y, de repente, experiment una abrumadora emocin; una mezcla de

deseo y fiera proteccin hacia ella y el beb que creca en su interior.

Solo un puado de gente conoca a la autntica Kat, la encantadora y

divertida mujer que hara cualquier cosa por un amigo, la que se haba

rebelado contra unos padres exageradamente protectores, la que haba

pasado por un infierno con la enfermedad de su madre, los titulares de

las revistas de cotilleos y un montn de imbciles que no la merecan.

Era inteligente, apasionada y obstinada. Demasiado obstinada. Una vez

que tomaba una decisin era imposible hacer que cambiase de opinin.

Como la de no hacerse las pruebas. Durante aos haba intentando

convencerla para que se las hiciera y por fin lo haba hecho.

Aunque evitaba mirarlo, saba que estaba pendiente de l.

La tensin en sus hombros, en el rictus de su boca, la delataban.

Marco encendi la radio y, por fin, Kat se sent al otro lado del sof para

escuchar en silencio las noticias.

Te sientes raro? le pregunt unos minutos despus.

Por el cicln?

No, por nosotros.

No. Y t?

S no. No lo s.

Muy bien.

Ella suspir, apoyando los codos en la mesa.


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Esto es murmur, sacudiendo la cabeza. No deberamos haberlo

hecho.

Un poco tarde, chrie. Aunque esperaba que dijeras eso.

Ah, s?

Tienes tendencia a salir corriendo cuando las cosas se complican.

Eso no es verdad!

Marco enarc una burlona ceja.

S, es verdad.

Ben era un egosta que me dej cuando le dije que no quera tener

hijos.

No estoy hablando de l, aunque sigo pensando que deberas

haberme dejado que le diese un puetazo.

Y que te denunciase por agresin? No, de eso nada.

De todas formas, hablaba metafricamente.

James se acost con otra mujer en nuestra suite. Ezio me hizo fotos en

la ducha y las vendi a una revista Kat se apart el pelo de la cara.

No creo que hubiese nada que arreglar. Sal corriendo porque eso era lo

que deba hacer.

Y nosotros, Kat? Acostarte con un amigo es algo que no se puede

arreglar?

El sexo siempre lo estropea todo.

Pareca muy convencida, pero al ver que apartaba la mirada, en un

extrao gesto de timidez, Marco sinti el deseo de besarla.

Bueno, y qu vamos a hacer? le pregunt, intentando disimular.

Kat se encogi de hombros.

Los medios


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A la porra los medios. Que quieres hacer t?

Marco su nombre sonaba como una splica mientras se frotaba las

sienes con los dedos. Estoy cansada. S que te gusta desmenuzar las

cosas hasta el infinito, pero podemos dejarlo por el momento?

Al ver que se le cerraban los ojos, Marco se sinti culpable.

Deberas dormir un rato.

Por una vez, Kat no discuti.

Y t tambin.

Yo sigo con el horario europeo, no estoy tan cansado.

Venga la anim l, colocando los cojines. Duerme.

Kat se tumb en el sof y Marco la cubri con la manta.

Gracias.

De nada.

l se sent en un silln y cerr los ojos hasta que la oy respirar

suavemente. Se haba quedado dormida.

Sonriendo, mir sus largas pestaas, que hacan sombra sobre la curva de

sus pmulos, el suave cabello, el largo y esbelto cuerpo que ocupaba

todo el sof. Llevaban aos siendo amigos, desde que aquel embarazoso

momento en noveno lo haba cambiado todo.

A los catorce aos haba sido un chulito inconsciente, insoportable y

bocazas. Haba hecho un estpido comentario para quedar bien

delante de sus amigos y Kat haba replicado empujndolo con tal fuerza

que lo tir al suelo. Aquel fue el principio de su adoracin por ella. Eso y

su inocente sonrisa, su sentido del humor y la fiera lealtad que haba

cimentado su relacin.

A partir del encuentro en el despacho del director del instituto haban

sido un cuarteto inseparable. Luke, Connor, Kat

y l hasta que a los diecisis aos le ofrecieron la increble oportunidad


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de jugar al ftbol en la liga francesa. Entonces sus vidas se haban

separado, l con su carrera en el ftbol, ella con la enfermedad de su

madre y sus problemas con la prensa.

Siempre haban seguido en contacto, pero fue una sorpresa verla en la

puerta de su casa tres aos ms tarde, tras la muerte de su madre. Kat se

haba alojado en su casa de Marsella unos das, despus viajaron durante

unos meses y luego ella vivi entre Europa y Australia seis aos. Era como

si estuviese buscando su sitio en el mundo y hasta que fue a Londres

pens que tal vez no sera capaz de encontrarlo. Pero tres aos antes

haba consigui el trabajo en el programa de Grace y desde entonces

era feliz.

Al menos, l crea que era feliz. Los dos haban tenido problemas en sus

relaciones y ella haba sido su hombro sobre el que llorar los aos en los

que el nombre de su padre haba sido arrastrado por la prensa, antes de

ser exonerado de todo cargo en el juicio por lavado de dinero negro.

Kat era la persona a la que acuda entre novia y novia o cuando

necesitaba una acompaante para algn evento. Era su apoyo, su mejor

amiga, su confidente.

Y desde diez semanas antes, su amante.

Iba a tener un hijo suyo. Su hijo, de los dos.

Marco experiment una docena de emociones diferentes al imaginarla

embarazada de su hijo guapa, sonriente, feliz.

Pero Kat Kat estaba en silencio. Ellos nunca haban tenido ningn

problema para hablar de todo, desde los ex a la familia, las ilusiones, los

sueos, las decepciones, todo.

Bueno, de casi todo. Tenan prohibido hablar sobre sus relaciones. A l le

habra gustado saltarse esa prohibicin mil veces, pero por ella se morda

la lengua y permaneca en frustrado silencio.

Kat poda proyectar una imagen altiva y segura ante el mundo, pero

para sus mejores amigos solo era Kat Jackson, una chica llena de dudas,

frustraciones y sueos que tema no hacer nunca realidad. Tena un

perverso sentido del humor, lea novelas de crmenes, era fantica de La


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guerra de las galaxias, pero tambin le gustaba Star Trek y tena una

enorme coleccin de comics y msica de los ochenta. Odiaba los

pepinillos en la hamburguesa, le encantaban los pinginos y los bolsos,

era divertida, preciosa, impaciente, discutidora e increblemente

inteligente.

Y, sin embargo, la prensa siempre la haba tratado como si fuese una

nia mimada que solo estaba interesada en ir de fiesta. Claro que no

ayudaba nada que a los diecisiete aos hubiera ido de escndalo en

escndalo. O las fotos en las que sala borracha de alguna discoteca.

Todos los paparazzi deseaban publicar una foto de la hija de Keith

Jackson en las revistas de cotilleos.

Cuando dej de portarse como una cra irresponsable, empez a

trabajar como reportera de sociedad, un trabajo que le haba durado

hasta la muerte de su madre.

l viva entonces en Marsella, donde se convirti en el jugador estrella de

la liga francesa, con un contrato millonario y tratado como si fuera una

estrella del rock, algo ridculo, porque apenas era un cro. Se convirti en

una celebridad que se codeaba con los ricos y famosos y sala con

supermodelos mientras su mejor amiga tena que lidiar con eventos que

cambiaran su vida.

Marco apret los dientes. Kat haba aparecido en su casa cuando el

Marsella gan la liga y se haba echado a llorar en sus brazos,

desesperada. Despus de eso haban viajado por toda Europa durante

tres meses, recuperando su amistad y la vieja camaradera de antes.

Esos meses haban sido fundamentales para l. Haba dejado de beber y

tomado decisiones responsables, invirtiendo su dinero sensatamente en

lugar de gastrselo en carsimas botellas de champn, fiestas y coches

de lujo.

Y tambin haban representado un cambio en su relacin.

Los dos tenan treinta y tres aos y nunca dejaban pasar dos das sin una

llamada o un mensaje de texto. Hablaban de todo, daba igual lo

privado o embarazoso que fuera. Bueno, de todo salvo de sus relaciones.

An no poda creer que se hubiera hecho las pruebas.


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Recordaba una acalorada discusin, una semana antes de la muerte de

su madre, que estuvo a punto de romper su amistad.

Cmo puedes no querer saberlo? le haba preguntado l.

Porque no quiero! No quiero una sentencia de muerte colgando sobre

mi cabeza, quiero vivir mi vida!

Y no era la nica que pensaba de ese modo. Haba investigado un poco

y haba descubierto que mucha gente prefera no saber si eran

portadores de tan terrible enfermedad.

Y, sin embargo, se le encoga el corazn cada vez que pensaba que ella,

su Kat, pudiera sufrir lo que haba sufrido su madre.

Marco dej escapar un largo suspiro mientras sacaba una botella de

agua mineral y se la tomaba de un trago.

Kat nunca tema hablar de nada. Siempre deca la verdad, por dolorosa

que fuera, y l haca lo mismo, pero el sexo estaba cambiando la

relacin. Se mostraba incmoda y avergonzada, se guardaba cosas

para s misma y no le gustaba esa nueva Kat.

Marco intent ponerse cmodo en el silln y, poco despus, el ulular del

viento hizo que se quedara dormido.


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Captulo 4

Marco fue el primero en despertar y, unos segundos despus, Kat bostez perezosamente, frotndose la mejilla, donde el cojn haba

dejado una marca. Tena un aspecto tan adorable que, por un segundo,

el imposible deseo de verla as cada da lo dej sin aliento.

Qu hora es?

Las siete respondi l, tomando el mvil para comprobar si tena

seal. No la haba.

Seguimos sin cobertura murmur, mientras encenda la radio.

Poco despus recibieron noticias del resultado del cicln Rory: los puertos

estaban cerrados y no haba actividad en el aeropuerto, aparte de los

vuelos de emergencia.

Marco se levant, estirndose y moviendo la rodilla a un lado y a otro.

Ests bien?

Ms o menos.

Te sigue doliendo?

Solo si estoy sentado mucho rato.

Debe ser raro tener clavos en la rodilla.

Marco sonri.

Uno se acostumbra. Podra haber sido peor.

Kat asinti con la cabeza. La lesin haba terminado con su carrera

estelar como jugador de ftbol, pero haba tenido suerte; podra haberlo

dejado con muletas. An lo amargaba a veces, pero un mes ms tarde

se haba abierto ante l un mundo de oportunidades.


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El mar estar lleno de desechos. Habr que limpiarlo antes de poder

zarpar.

Y tendremos que quedarnos aqu hasta entonces.

Te parece mal?

S que muchas mujeres daran un brazo y una pierna por quedarse

atrapadas en una isla contigo.

Marco suspir.

Por qu haces eso?

A qu te refieres?

Siempre mencionas a otras mujeres.

Ah, s?

Pareca tan sinceramente cortada que su irritacin desapareci.

Olvdalo. Deberamos ir a ver si el barco sigue a flote.

Solo era una broma dijo Kat entonces.

Lo s.

Pero cuando le ofreci la mano, su breve vacilacin antes de tomarla lo

deca todo. Algo se haba roto entre ellos.

Fuera ola a tierra mojada, pero no haba una sola nube en el cielo y los

rayos del sol se colaban entre los rboles. Las palmeras seguan en pie,

pero muchas haban perdido todas las hojas, tiradas en el suelo. Mientras

miraba alrededor, asombrado, vio que algunos pjaros volvan a sus

nidos.

Marco esper hasta que estuvieron en el carrito de golf para decir:

T sabes que sera diferente con tu propio hijo, verdad?

Kat lo mir, pero l segua concentrado en la carretera para evitar las

ramas de los rboles.


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T crees?

Estoy seguro. Je vous le

Como digas esa estpida frase, te pego un empujn.

Sigue sin gustarte, eh?

Je voy le garantis. Puedes garantizarlo? Por favor, nadie puede

garantizar nada.

La prensa parece creerlo. Todo el mundo espera ansioso mis

predicciones para los partidos.

Un poquito fanfarrn, no te parece? Adems, te has equivocado

alguna vez.

Tres veces en dos aos Marco sonri y vio que ella haca lo mismo.

Ah, por fin sonres.

No era una sonrisa.

S lo era. Detesto verte seria y enfadada, chrie.

Kat sigui mirando hacia delante.

No dejes de mirar la carretera. Hay escombros por todas partes.

Por fin llegaron al muelle, con los rboles pelados, el agua cubierta de

ramas y escombros de todo tipo. Afortunadamente, el barco segua

amarrado, las olas empujndolo contra el embarcadero.

Marco lo inspeccion y, diez minutos despus, satisfecho, decidi que

podan volver a la casa.

Una vez all, salieron al jardn para inspeccionar los daos.

La piscina estaba cubierta de ramas, hojas y restos y a Kat el estmago

empez a protestarle violentamente.

Necesito comer algo murmur.

S, claro. Qu te apetece? le pregunt Marco mientras iban a la


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cocina. Puedo hacerte lo que quieras.

Puedo hacerlo yo solita.

En serio? Has tomado clases de cocina desde la ltima vez que nos

vimos?

No te pases.

No has tomado clases de cocina, de modo que cocinar yo.

T haz el caf.

Muy bien Kat sac del armario el molinillo y un paquete de caf.

Todo le pareca irreal. Estaba haciendo cosas que haba hecho cientos

de veces, pero pareca una realidad distinta a la de siempre. Un cicln

haba golpeado la costa con resultados devastadores, su profunda

amistad con Marco haba cambiado despus de una noche, y un hijo

podra cambiar sus vidas para siempre.

Kat mir el molinillo mientras echaba los granos de caf.

An no poda tomar esa decisin, ni siquiera cuando tuviese el resultado

de las pruebas.

Poco despus se sentaron a la mesa para ver las noticias en televisin.

Las escenas eran tan desoladoras que a Kat se le encoga el corazn.

Mir a Marco y luego apart la mirada, concentrndose en su plato

hasta que el silencio empez a resultar insoportable.

Me han dicho que la federacin de ftbol australiana va a darte un

premio el mes que viene.

S asinti l.

Piensas llevar a alguien?

A ti, si quieres.

S, claro respondi ella de manera automtica.

La federacin de ftbol australiana celebraba una entrega de premios


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anual en el mejor hotel de Sdney. Irnicamente, en una nacin donde el

deporte era parte fundamental de la vida, el ftbol apenas se

mencionaba en las noticias, y eso inclua la entrega de premios.

Sera en junio. Faltaban tres semanas. Y tres semanas significaba

Vas a quedarte en Australia hasta entonces?

Marco asinti con la cabeza Tengo que organizar el seminario de

entrenadores y rodar un anuncio. Y una aparicin en televisin cuando

empiece la temporada.

Kat sonri.

No paras, eh? Ya saba yo que esa lesin en la rodilla no cambiara

nada.

Siempre tienes razn, verdad?

Siempre.

Mientras terminaban de comer, Kat pregunt:

Alguna noticia, algo nuevo en tu vida?

Marco tard en responder:

Ruby aparecer en la portada del prximo Playboy.

Ah.

Es mi ex mujer, no debera importarme lo que hiciera.

No, claro.

Llevamos cuatro aos separados, dos divorciados.

S.

Llmame anticuado, pero no me parece bien que mi ex

mujer aparezca ensendolo todo en una revista. Esas cosas son

privadas.


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Estoy de acuerdo.

Marco tom el tenedor y sigui jugando con la comida en silencio

durante unos segundos.

Ni siquiera me pidi opinin. Debera haberme advertido.

Ella asinti con la cabeza. Saba que eso le afectaba ms de lo que

quera dar a entender. No era por su reputacin o por la atencin de los

medios, era algo ms personal. Marco era un hombre honorable que

respetaba a las mujeres y valoraba las buenas maneras. A pesar de tener

multitud de novias era conocido en la liga francesa como un caballero.

Sabes una cosa? Deberamos casarnos.

Kat, que iba a llevarse el tenedor a la boca, se qued inmvil.

Perdona, has dicho que deberamos casarnos?

S.

Ella lo mir, boquiabierta.

Por qu?

Por qu no?

Porque deberas estar loco de amor antes de pedirle a alguien que se

case contigo.

Porque no tenemos que hacerlo.

Entonces no te preocupa que los paparazzi hablen de tu embarazo?

Pues claro que s, pero no puedo vivir encerrada en una burbuja.

Adems, qu tiene eso que ver con el matrimonio?

Sera una manera de controlar los daos.

Perdona?

Marco suspir.


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No has tenido ningn sntoma en veinte aos, as que pensemos que el

resultado de la prueba ser negativo hasta que se demuestre lo

contrario, de acuerdo?

Muy bien, de acuerdo.

Y, te guste o no, el matrimonio sigue siendo una opcin respetable. Al

fin y al cabo, ests esperando un hijo mo. Cuando el asunto del cicln se

haya solucionado, la prensa empezar a buscar otra historia y esta les

encantar. Te perseguirn a ti y a tu familia y cuando descubran que yo

soy el padre, me perseguirn a m Marco levant una mano cuando

Kat iba a interrumpirlo. Las revistas recordarn todas nuestras relaciones

y encontrarn alguna forma de involucrar a tu padre o al mo. Habr

repercusiones para todos porque en mi contrato hay un cdigo de

conducta. Grace seguramente exigir una exclusiva y dirn que

estuvimos juntos durante el cicln

Marco

Y ahora piensa en la alternativa sigui l. Si nos casamos en una

ceremonia privada, discreta, sin prensa, los medios cubrirn la historia

durante una semana. Tendremos que contrselo a Grace, claro, pero se

olvidarn de nosotros en pocos das.

Kat dej el tenedor sobre el plato.

No es tan sencillo.

S que la noticia atraer mucha atencin, pero pasaremos menos

tiempo en las portadas.

En serio te casaras conmigo?

Marco se encogi de hombros.

Por qu no?

Sera la mujer de Marco Corelli. Por un segundo, el corazn se le detuvo;

una respuesta alarmante que la asust de verdad.

Pero no, era imposible. Marco quera casarse con ella, pero por las

razones equivocadas. Por sentido del deber, por responsabilidad, para


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evitar publicidad. No por amor. Era Marco. Marco no la amaba, la quera

como amiga, pero eso no era amor.

Adems, ella no quera que estuviese enamorado. En absoluto.

T sabes que sera lo ms sensato sigui l, mordiendo una tostada.

Esa palabra otra vez: sensato. Inteligente, lgico. Todo lo que haba

querido tras la traicin de Ezio. Todo lo que Marco le ofreca.

No quiero casarme dijo por fin.

Nunca o solo conmigo?

Ya lo he hecho dos veces.

Lo s, chrie. Yo estaba ah para recoger los pedazos.

Se le encogi el corazn al recordarlo. S, era cierto. Marco haba estado

all tras la muerte de su madre y despus de sus divorcios, soportando la

persecucin de los paparazzi. Era su ancla, la persona en la que poda

confiar, ms que si fuera de su familia. Lo haba dejado todo para

consolarla, para animarla. Y estaba ofrecindole ayuda de nuevo,

aceptando su responsabilidad por esa noche insensata.

No puedo casarme contigo, Marco. Sera muy egosta por mi parte.

Por qu? Lo he sugerido yo, no t. Y no tengo intencin de casarme

con nadie ms.

Ah, eso me hace sentir muy especial.

Marco solt una carcajada.

Eres mi mejor amiga.

Y Grace?

Hemos roto, ya te lo he dicho. Todo lo dems est en su cabeza.

Kat cruz los brazos sobre el pecho, echndose hacia atrs en la silla.

Esa no sera una solucin. No quiero forzarte a nada que puedas


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lamentar ms adelante no, djame terminar. S que te encanta tu

libertad, poder hacer la maleta e ir donde quieras cuando quieras, pero

yo necesitar a alguien que est ah constantemente. Un padre que

aparece y desaparece no sirve de nada, yo lo s de primera mano. Un

nio no puede ser un nombre en tu agenda, alguien a quien ves cuando

tienes algo de tiempo libre.

Marco la mir en silencio largo rato.

Eso es ridculo dijo por fin.

Qu es ridculo?

Todo lo que has dicho. No me digas lo que siento. S, me encanta mi

trabajo, pero solo es un trabajo.

Lo dirs de broma. El ftbol es tu vida. Es parte de lo que eres, te

moriras si no pudieras dedicarte a ello de una forma o de otra.

Lo dices como si tuviera que elegir, pero no es as.

Kat suspir.

Y estamos otra vez como al principio. T tienes que viajar por todo el

mundo y estars alejado del beb durante meses.

Y alejado de ella.

Y por qu no puedes ir conmigo?

En caso de que lo hayas olvidado, tengo un trabajo le record Kat.

Era una conversacin absurda. Todo eran especulaciones, sueos. No

poda tomar una decisin basada en eso cuando podra no haber futuro

para ese beb.

De repente, el miedo la dej sin aliento y tuvo que levantarse.

No puedo pensar, necesito aire fresco sin esperar respuesta, Kat se

dio la vuelta para ir a su habitacin y busc la ropa que haba dejado en

su ltima visita: una falda vaquera y una camisa de lino. Se cambi a

toda prisa y cuando sali de la habitacin, diez minutos despus, Marco


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no estaba por ningn lado.

Un respiro para preguntas sin respuesta, un respiro para no pensar y para

controlar esos sentimientos irritantes cada vez que lo vea sonrer o

pasarse una mano por el pelo o

Respirar sencillamente.

Despus de sacar del bolso las gafas de sol y el peridico del da anterior,

Kat sali al patio. Marco no estaba all, afortunadamente.

El suelo de baldosas le calentaba los pies y la brisa de la maana le

refrescaba los brazos desnudos, haciendo que se le pusiera el vello de

punta.

Con el sol brillando en un cielo sin nubes, Kat mir las hojas, troncos y

restos que flotaban en la piscina y, decidida, fue al cobertizo para sacar

una escoba y una red para piscinas.

Era bueno tener algo que hacer y se dedic a limpiar con singular

concentracin. El sol brillaba, hacindola sudar mientras limpiaba las

baldosas y empezaba a sacar ramas de la piscina. Una hora despus le

dolan los hombros y tena la frente cubierta de sudor, pero por fin se dej

caer en una tumbona para leer el peridico.

Lo intent, pero no poda concentrarse. De nuevo empez a recordar lo

que haba querido olvidar en esa hora y, suspirando, cerr el peridico.

Aparte del resultado de las pruebas, quieres tener ese hijo? se

pregunt a s misma en voz alta, como si as le diese la importancia que

tena. No lo s. Tal vez. Kat, ests pensando otra vez en lo que

pensarn los dems?

S, as era. Su padre se pondra lvido cuando descubriese que estaba

embarazada, la prensa lo pasara en grande y Grace bueno, no saba

lo que hara su jefa.

Por otro lado, Connor y Luke le ofreceran su apoyo y se alegraran por

ella. Su opinin era ms importante para ella que todas las dems juntas.

Olvdate de los resultados por un momento y piensa:


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tener un hijo te hara feliz?

Suspirando, Kat record el extrao pensamiento que haba tenido unas

semanas antes, cuando se permiti a s misma soar con un marido y una

familia.

Haba suprimido esos deseos durante tanto tiempo porque en el fondo no

quera que todos se compadecieran de ella. No quera proyectar la

imagen de me da igual mientras por dentro se mora de ganas de tener

una familia.

Haba investigado las neuronas motoras cuando le diagnosticaron la

enfermedad a su madre; esa debilitante enfermedad que atacaba a los

msculos, pero dejaba la mente clara. Las estadsticas, las posibilidades

de supervivencia, el porcentaje de mortalidad se le rompa el corazn

con cada detalle que descubra, y tras unas semanas de agona haba

apagado el ordenador, prometindose a s misma no hacerse nunca la

prueba.

Por fuera, proyectaba la imagen de una mujer capaz, moderna, que no

quera hablar de familias y nios. Por supuesto, la enfermedad de su

madre no era un secreto para nadie, pero se negaba a dejar que los

dems sintieran compasin por ella. Para el resto del mundo haba

tomado la decisin de no tener hijos.

Pero de repente

Un nio, una familia.

Cosas aterradoras murmur.

Lo era, aterrador. Abrirse, ser vulnerable. Lo haba hecho demasiadas

veces en sus relaciones y cada da era ms difcil soportarlo cuando

terminaban. Casi siempre mal.

Le haba abierto su corazn a Ben, su primer marido, contndole por qu

no quera tener hijos, y l le haba pedido el divorcio por un mensaje de

texto al da siguiente.

Espera un momento, estamos hablando de Marco.

Marco nunca le hara dao. l la entenda como nadie. Era el


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compaero perfecto.

Kat se incorpor abruptamente, alarmada. No. Para nada.

Marco era su amigo, no su futuro ex. Deba pensar en el nio, no

convirtiendo en romntica una simple atraccin fsica.

Ya murmur, apartndose el pelo de la cara. El nio, piensa en el

nio.

Muy bien. Desde cundo haba empezado a pensar en l como un

nio de verdad?

Entonces vas a tenerlo?

Dej que la pregunta quedase colgada en el aire de la maana, el

viento moviendo las hojas de los rboles tiradas por el suelo, mientras se

llevaba una mano al vientre, cerrando los ojos.

Un nio. Una mezcla de Marco y ella. Un nio precioso con el pelo rizado,

los ojos castaos de Marco o tal vez los suyos, azules en contraste con

una masa de pelo negro. Un nio divertido, aventurero y encantador,

una combinacin de los dos, pero nico, no una copia de nadie

paula roe - en la cama con su mejor amigo

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