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AMBIENTACIÓN

La sierra de Neila no tiene poetasque le sonrojen y le canten al oídoesos versos de pasión y sentimien-to que con tanto empeño adornanotros horizontes. Ahí está su vecinoURBIÓN que teniendo tantos méri-tos y menos lagunas que los paisa-jes de Neila, tuvo mil plumas quehan adornado sus ásperas laderasy sus frías y negras aguas. ¿Porqué este desinterés? me comenta-ron todos los duendes de los bos-ques y las xianas (duendes femeni-nos) de las aguas cuando paseabami rostro por las aguas y mi bellezame narcotizaba. No supe encontraruna respuesta que calmara elrumor de vientos, susurros de bos-ques y los sentimientos heridos delas aguas.

Llegará el cantor y llenará de ver-sos toda vida que nadie quiso ani-mar. ¿Por qué no puedes ser tú

esa pluma que necesitan estosmontes y collados; estas fuentes ylagunas; aquellos bosques encen-didos?

Mientras llegan los cantos y lle-nen los escritores de vanidad estascumbres me convertiré en un efí-mero profeta que anuncie sus bon-dades esperando la mano redento-ra.

DESCRIPCIÓN DE LA SIERRA.

LA SIERRA DE NEILA se encuen-tra en el centro este de la provinciade Burgos. Sus quince o veintekilómetros no menguan sus atracti-vos que se ofrecen a todos los visi-tantes agresivos o apaciblesdependiendo de los sentimientoscon que te acerques a tan engala-nada dama. Y digo dama sin saberqué es lo que puede significarNeila y, por lo tanto, sin conocer siel nombre es masculino o femeni-no.

Las laderas que miran hacia elsur, aquella que mira hacia PALA-CIOS, QUINTANAR, MONASTERIODE LA SIERRA tienen un paisajesuave, alomado. Como conociendosus escasas virtudes, la sierra seadorna con un traje de pinos,robles y solitarias hayas y escondi-dos acebos.

La cara norte, la que mira haciaLA RIOJA (de río Oja) la que recorrenuestro PASEO, es más atormenta-da: laderas inhóspitas, cortadosverticales, circos glaciares, morre-nas, ríos juveniles llenos de locurasuicida que se despeñan buscandola paz de las lagunas donde sedisuelve tanta agresividad. Todasestas formas crean un ambientesugerente que engrandece el almade los caminantes.

Todo este panorama (de todo yver: ver todo) es producto de unamorfología glaciar. Glaciar significafrío y por extensión también signifi-ca hielo. Y hablando de climas gla-ciares tenemos que remontarnos aaquellos tiempos, última glacia-ción, la de Wurn, que se desarrolló

LAS LAGUNAS DE NEILA

por Jesús Elena González

"Mil gracias derramando

pasó por estos sotos con presura

y yéndolos mirando con su sola figura

vestidos los dejó de su hermosura".

De San Juan de la Cruz.

Jesús Elena González, profesor delDepartamento de Geografía e Historia.

PASEOS POR CASTILLAPASEOS POR CASTILLA

Día 10 de marzo del 2007

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entre los 60.000 y los 12.000 a deC. Bien harías en preguntarte elporqué se producen las glaciacio-nes. ¿Te lo preguntarás algunatarde soleada de tu vida?

Sabiendo o desconociendo el pro-ceso de las glaciaciones, todasestas montañas se cubrieron denieves muy abundantes. Las nievesse solidificaron con el frío y si suespesor era notable, su peso tam-bién. Y con tanto peso empezaronlos hielos a deslizarse por las lade-ras. El hielo en movimiento erosio-nó montañas y arrastró sus mate-riales erosionados formando vallesen U o creando circos colgadosque con sus morrenas delanteras(materiales erosionados) hicieronposible la existencia de todasestas lagunas.

DESCRIPCIÓN DEL PASEO

LOS HORIZONTES DE NEILA

En esta inmensidad verde, dondela monotonía se convierte en pinosrabiosamente idénticos, iniciamosel PASEO en el Puerto de ElCollado que limita la cuenca del ríoEbro a través del Najerilla y la delDuero al que llegan sus aguas conel río Arlanza. Puedes ver su naci-

miento en el ascenso hacia elPuerto, ahí, a la derecha, junto aesa casa de aires alpinos.

Casi siempre hemos empezado acaminar en el CIRCO DE LAS LAGU-NAS. Hoy no es posible. La carrete-ra tiene excesiva nieve casi conver-tida en una pista de hielo y ascen-der con vehículos es imposible. Noes la primera vez que iniciamos elascenso desde el Puerto; variosvideos pueden ratificarlo: la nievese convertirá en jolgorio y risasmientras ascendemos hacia elCIRCO DE LAS LAGUNAS.

Son tres o cuatro kilómetros. Enel ascenso y a medida que los bos-ques se ahuecan y la visión, antesencarcelada entre pinos, ya esposible puedes volver la vista haciaatrás y escuchar todas las historiasque se cuentan eternamente lospinos; observar sus sonrisas y aca-llar sus llantos.

Más allá de las historias y loscuentos a los que se entregan conpasión unida los pinos, observarása tus espaldas el MACIZO DEURBIÓN, que como ángel de laguardia, vigila permanentementelos desasosiegos de las almas delos seres que pueblan la naturale-za. Hoy ha engalanado su cuerpode cristalino algodón y su luz debeorientar tus pasos: siempre sabrásque tu ángel, si te pierdes, estaráen las alturas del este de esteEdén. Mejor será que no te pier-das. Podría ser que nuestro ángel,aburrido, se haya ido al mesón dela esquina y en el doloroso soporque producen ciertas bebidas norecuerde su función y trabajo. Esposible: los ángeles se estánhumanizando.

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EL MIRADOR DE SAN FRAN-CISCO.

Donde la monotonía del pinardeja de ser atosigante, donde losespacios se abren y se hacen eter-nos por la sugerente composiciónde los cordales; donde la vista ,por fin, es libre y nadie ocupa ladistancia entre tus ojos y tusdeseos, allí, en ese pedestal, ciertahumanidad colocó un miradordedicado a honrar al seráfico SANFRANCISCO DE ASIS. Digo yo quesólo personas con la inmensidadardiente que poseía el padre FRAN-CISCO podrán gozar tan felizmentede la musicalidad de tantos paisa-jes como se contemplan desdeeste lugar. Y es que, como sabrás,SAN FRANCISCO veía y oía en lanaturaleza creada por su Señormundos muy distintos a los quepercibimos nosotros.

Es necesario prepararse paradeleitarse y en ese gozo amar lanaturaleza. Y amar es respetar pro-fundamente y luchar para queotros, otras generaciones, puedanaspirar saberes y respirar los aro-mas de todos los vientos que seacerquen a tu vida.

GLACIARES Y MORRENAS.

Ya estamos en la gran plataformacircular de NEILA. Más que un valleglaciar es un circo glaciar. El teatrodonde se acumulaba la nieve querebosando caía por la derechapara formar la LAGUNA DE LASCASCADAS que se encuentra en unnivel geológico inferior. No te acer-ques al lugar por donde se precipi-taban los hielos hace 15.000años; podrías precipitarse y unambiente desgarrador inundaríatodos nuestros deseos.

Hay un camino que sin nieve seobservan perfectamente sus lími-tes. Con nieve se desdibujan lossenderos y las personas, en undescuido, pueden meter las pier-nas en cualquier lugar indeseableEste camino actúa como unamorrena para formar esas lagunasque observas a tu izquierda (lalaguna sería mucho más pequeñasi el hombre no hubiese recrecidoel camino en forma de presa): sonlas LAGUNAS NEGRAS DE NEILA.Llegados al final de la laguna des-aparece el camino entre pastos,brezales y bloques erráticos deconglomerados de cuarcita deescasa textura.

Observarás que llegados a esazona hay un precipicio. En sus pro-fundidades una pequeña laguna.Tenemos que acercarnos a ella.¿Por dónde bajar? Hay un mojónindicativo de MONTE PÚBLICO conun número: el 118. Desde aquí seabre una pequeña senda desdibu-jada (con nieve invisible) que cum-brea entre dos laderas. La seguire-mos hasta que los cortados, losprecipicios, desaparezcan y unasuave ladera, que hoy más queladera será un tobogán admirable,nos permita descender.

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Ya estamos en el interior de unode los valles por los que descen-dían las lenguas de los glaciares.Mirando hacia el sur, y colgado, seobserva una laguna glaciar deesas que se pintan en los librospara que los niños y mozos entien-dan qué es una morfología glaciar.Dicen las leyendas que de susaguas brotan canciones. Unos pas-tores añosos me lo contaron. Pero,me dijeron más: que habían inten-tado gravar aquellas musicalesolas y que las cintas, siempre, apa-recían vírgenes. Me llevaron aque-lla tarde a sus orillas y oí cancio-nes que nunca había escuchado;ritmos jamás imaginados. Nos dor-mimos y en el despertar no recono-cimos los paisajes.

Ya sé que no te creerás estas rea-lidades que sólo ocurren cuando tuánimo se encuentra predispuesto aescuchar y entender. ¿Quieres queen cualquier tarde de nuestra vidanos acerquemos y comprobemosque es necesario soñar?

En el fondo del valle discurre unrío que se dirige hacia tu derecha,hacia el noreste. Es la tentacióndel caminante. No debes, hoy,seguirlo. O síguelo y nos darás eldía. ¿También la noche?

En este ambiente helado se estábien escuchando el cantar de losvientos pero debemos continuar.Para ello ascendiendo lentamentenos dirigimos hacia la izquierdahasta encontrar un cortafuegosque corre paralelo a una valla deespinos. Ambos, cortafuegos yvalla se dirigen hacia el nortehasta encontrar que la valla tieneuna puerta que se asoma a unapista forestal.

Cuando lleguemos a este lugar ydependiendo del tiempo, bajare-mos o por la pista de la izquierda opor ese bosque tenebroso en el

que me perdí y perdiéndome meocurrieron acontecimientos muydifíciles de describir.

LA REALIDAD SIN LÓGICA. LOSMISTERIOS DE AQUEL DÍA.

Y ahora tengo que contar una his-toria que me ocurrió descubriendoestos paisajes y que hemos guar-dado en doloroso silencio esperan-do de todos los posibles lectoresuna explicación que atempere miánimo exaltado y acalle el rumorde mis desasosiegos.

Me acompañaba entonces, hanpasado años, por estos andurria-les, Eustaquio (¿significa buenaespiga?). Que me acompañabaEustaquio es evidente porque, nohabiendo crecido su talla de bota,pudimos observar con extrañezaabsoluta que aquellas pisadas queestaban allí, ante nosotros, en elmes de septiembre, eran aquellasque habíamos dejado nosotroshacía tanto tiempo. Perfectamentedefinidas y tras las comprobacio-nes adecuadas concluimos queaquellas muestras eran de nuestrapropiedad.

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Y tú, lector, serás de aquellos queviendo la evidencia no quieras ver.Aún perduran allí, el allí que sola-mente conocemos Eustaquio,Mamerto y yo. No me importa tuposible indiferencia e incredulidad.

Preguntamos a un ganadero quetenia aparcado un todoterreno enla pista y con prismáticos buscabasu ganado. La matrícula era BU-607. Le preguntamos si habíanevado en los días precedentes.Nos miró con indulgencia, comoindicando que la pregunta apunta-ba a ciertos aires de locura. Deanormalidad evidente. ¡Nevar enverano! Le preguntamos el porquése mostraba tan incrédulo antetanta evidencia. Allí, a veintemetros y extendiéndose por unaladera hasta un acebo que seencontraba a trescientos metros,había nieve. Y en la nieve las hue-llas que habíamos dejado añosatrás. ¡Las mismas! Nosotros,Eustaquio y yo, veíamos, sentía-mos, tocábamos la nieve. El pastor-ganadero de incómodo pasó a sen-tirse nervioso ante nuestras insis-tencias de aparente impertinenciay tomadura de pelo.

"Pretendéis hacerme comulgarcon ruedas de molino", dijo másque enfadado.

"Por Dios, dijo Eustaquio, ¿real-mente no ve Vd. la nieve o nos diceque no la ve para tomarnos elpelo?

Venga aquí. Se acercó con esasonrisa de insatisfacción hastadónde nosotros veíamos treintacentímetros de nieve. Eustaquio seinclinó hacia la nieve. Con susmanos hizo una bola. Realizó todoslos gestos naturales para ponerlaen las manos del pastor. Cuandoesperábamos que nuestro acompa-ñante hiciera todos los gestos ade-cuados para coger la bola de

nieve, éste, y para nuestro descon-cierto, se mantenía inmóvil e inex-presivo. ¿Realmente no veía lanieve? ¿No sentía la nieve? ¿Porqué no cogía la bola de nieve queEustaquio le ofrecía? El asombroera mutuo. ¿Cómo era posible queMamerto, así se llamaba el pastor,no viera la nieve? Y Mamerto sepreguntaba, ¿qué pretenden éstoshaciéndome ver aquello que noexiste?

No sé si os atreveréis a atravesarese bosque donde se producenacontecimientos difíciles de enten-der. ¿Sentirás el lógico miedo sipenetras en él? Con misterios o sinellos, si caminamos por el bosqueel camino se acorta unos ocho kiló-metros. ¡Decídete! Como te veocon esa expresión indefinida, bor-dearemos los misterios, y juntos, laproximidad que da el miedo, cami-naremos por la pista interminable.Si por casualidad se produjesealgún acontecimiento extraño,podrían ocurrir, y el grupo se des-bandase, te diremos que el cami-no, la pista siempre desciende yaunque de ella salen otras muchaspistas jamás dejarás de descenderhasta llegar a un campo de fútbol yun parque infantil. Allí estará elautobús.

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RECOMENDACIONES GENERA-LES.

Decía uno de mis adorablesmaestros de infancia y juventudque el método "machaca" no eramuy brillante, creativo e innovadorpero, decía, se acomodaba feliz-mente a la mente olvidadiza de losalumnos. Se basa tan ingeniosoinvento, creado, supongo, por losprimeros padres de la humanidad,en recordar continuamente quéactitudes debemos tener y qué vir-tudes debemos alcanzar. Decíamás. La verdad es que decíamuchas cosas con su discursoingenioso y llamativo, por extremo,ante las mentes, más bien perezo-sas, de casi todos sus alumnos.Decía, recuerdo, que alcanzar lavirtud no era fácil ya que supone,tantas veces, ir en contra de nues-tros deseos hasta alcanzar unaconvivencia entre los intereses detodos los componentes de la socie-dad en la que vivimos. En unaexcursión de este tipo, la virtud esuna palabra amable ante el can-sancio; un dejar unos calcetines ozapatillas cuando alguien las nece-site. Es la virtud un trago de aguao de esos otros zumos que llevasen la mochila. Sé virtuoso, te sen-tará bien.

ADVERTENCIA.

No quisiéramos dudar de tusaires ecológicos, tu saber estar enla calle o en la montaña. Parececomo si en nuestra vida cotidiana,en la calle, en el centro escolar,estuviese permitido tirar papeles,envoltorios, envases de todo tipo ycolor. Mal hecho. En estos paseos,es cierto que no se ven tantos atro-pellos hacia la limpieza y el recicla-je. Algún despistado tiene actitu-des que no son plausibles y al queamablemente se le sugiere una

actitud más correcta. Por eso, paraaquellos que aún no han alcanza-do ninguna virtud de respeto haciay en la naturaleza, les indicamosque no deterioren más el moribun-do planeta.

Hay otra basura que más cotidia-namente se tira en la vida, en cual-quier parte. Se refiere el redactor atodas esas palabras tipo juramen-tos, tacos fuera de contexto, expre-siones incalificables que ensucianel ambiente creando atmósferasirrespirables. ¿Te corregirás algunavez? Viviré para aplaudirte.

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