oyentes de la palabra (mambre) - jesús espeja

141

Upload: jaster-ii

Post on 08-Jul-2016

48 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

TRANSCRIPT

Page 1: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja
Page 2: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

Oyentes de la PalabraPara dar sentido a la vida

Jesús Espeja

2

Page 3: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

Versión electrónicaSAN PABLO 2012

(Protasio Gómez, 11-15. 28027 Madrid)Tel. 917 425 113 - Fax 917 425 723E-mail: [email protected]

[email protected]: 9788428540490

Realizado porEditorial San Pablo EspañaDepartamento Página Web

3

Page 4: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

Introducción

«Al principio era la Palabra, y la Palabra estaba en Dios y la Palabra era Dios. Todas las cosas fueronhechas por la Palabra y sin la Palabra no se hizo nada de cuanto se ha hecho. En la Palabra estaba la viday la vida era la luz de los hombres. La Palabra era la luz verdadera que, viniendo a este mundo, ilumina atodo hombre». (Jn 1,1-3.9)

Según la fe cristiana, Dios es Palabra que comunica vida en la creación y perfecciona eldinamismo creacional en la encarnación. Como portadora de vida la Palabra es luz,criterio seguro para la conducta de todos los seres humanos: su bondad se medirá por suempeño y compromiso a favor de la vida. Y esta Palabra ilumina y trabaja la intimidadde todos los seres humanos, pues deja su eco en el sagrario de su conciencia. Paradiscernir esa Presencia de amor que nos sostiene y escuchar esa voz que nos habita,tenemos la revelación bíblica, cuya plenitud y referencia es Jesucristo, Palabra definitivade Dios en el corazón de la humanidad.

Lo que hizo y dijo Jesús de Nazaret fundamentalmente se encuentra en losevangelios. Por eso estas reflexiones giran en torno a frases del Evangelio que la liturgiacatólica va proponiendo en cada domingo del año. Han sido elaboradas y muchaspublicadas a lo largo de los cuatro últimos años en contextos diferentes. En la revista«Palabra Nueva» del arzobispado de La Habana, y en distintas hojas parroquiales deMadrid. Lógicamente en uno y en otro lugar tenían versión diferente para responder a lasdistintas situaciones. Por eso ha sido necesaria una nueva redacción con lo esencial delmensaje cristiano que debe ser concretado en el espesor de lo cotidiano.

No se trata de homilías, ni siquiera de guiones homiléticos. Son más bien meditacionespersonales en voz alta. ¿Por qué me animo a publicarlas? Parece que han sido bienacogidas no sólo por creyentes cristianos que asisten a misa, sino también por cristianosque frecuentan poco la iglesia. Por lo demás, me ha impresionado gratamente ver cómohan sido leídas con interés por algunos cubanos que se confiesan alejados delcristianismo.

He simplificado el texto excluyendo referencias que puedan dificultar su lectura oimpedir la claridad en la exposición. Intencionadamente se ha buscado la brevedad,aunque su precio a veces sea quedarnos sólo en la sugerencia. En todo caso más que darlargas explicaciones he preferido abrir horizontes para que las personas piensen yprocesen el Evangelio desde su experiencia. Para facilitar a los creyentes cristianos elmanejo, distribuyo las meditaciones siguiendo el año litúrgico; en cada domingo van tresmeditaciones correspondientes a los ciclos A, B, y C. Ello no supone ningún obstáculopara que cada meditación pueda ser leída y procesada independientemente, incluso fueradel contexto litúrgico.

Desde ahora, gracias a los posibles lectores.

4

Page 5: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

C

Tiempo de Adviento

omenzamos el año litúrgico. Lógicamente con un tiempo de apertura y esperanza.Adviento quiere decir «venida». Alguien está viniendo y debemos abrir la puerta para

que entre. Como objetivo inmediato de nuestra espera, la liturgia de estas cuatropróximas semanas nos orientan hacia la Navidad; que nos abramos, que nos preparemosa la llegada de este acontecimiento que, si bien tuvo lugar hace veinte siglos en Belén, seactualiza siempre que los seres humanos dejamos que Dios –amor inesperado y gratuito–irrumpa en nuestras vidas y las transforme.

Pero el Adviento sugiere también toda una dimensión de la existencia humana:llamados a ser más de lo que somos, la espera es ineludible mientras caminamos; y esfundamental que esta espera se haga esperanza, que significa mirar al porvenirconfiadamente.

El evangelio de Adviento suscita en nosotros mirar confiadamente al porvenir, elcoraje de futuro, alegría de que nuestros anhelos de felicidad no caerán en el vacío, puesNavidad es el sí de las promesas.

I domingo de Adviento

A. Mirar confiadamente al porvenir

La Palabra. «Estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá cuando menos lopenséis» (Mt 24,37-44).1. Los seres humanos llevamos dentro una nostalgia de infinito que puja sobre nuestrafinitud lanzándonos más allá de nuestras limitaciones. La espera de un futuro nosconstituye y, cuando miramos ese futuro confiadamente, la espera madura en esperanza.Con frecuencia sin embargo, a la hora de concretar ese futuro, pensamos sólo en elmomento de la muerte, y nos atemoriza el juicio final: «Que Dios nos coja confesados»es un dicho frecuente.

2. Con esa mentalidad, fácilmente identificamos al «Hijo del hombre» con Jesucristo,juez severo que por fin llega para pedirnos cuentas. Olvidamos que «volverá» el mismoque ya vino proclamando y ofreciendo el amor incondicional de Dios para todos. Dios-con-nosotros, Jesucristo está siempre a nuestro lado y a favor nuestro. Es Palabra queilumina y habla continuamente a todos los seres humanos. Está viniendo y llamando sindescanso a las puertas de nuestra libertad. Cuando menos lo pensamos, en todomomento.

5

Page 6: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

3. El evangelio trae dos formas de conducta que cierran los oídos a esa presencia de lapalabra de Dios que a todos nos habla solicitando respuesta. Una forma es la vidasuperficial y distraída: «Como en los días que precedieron al diluvio, hombres y mujerescomían, bebían, se casaban», pero no se preocupaban por construir una sociedad másjusta. Otra forma de conducta no recomendable es quedarnos en las apariencias:«Estarán dos en el campo, uno es tomado y otro es dejado»; no es suficiente hacerfaenas comunes de trabajo; uno puede trabajar dejando que el Hijo del Hombre, laPalabra entre y dé sentido a su trabajo, mientras otro no. Y al final se sugiere laverdadera conducta moral: si el dueño de la casa está informado a qué hora viene elladrón, ¿no se pondrá en vela? Cuánto más nosotros debemos estar velandocontinuamente para recibir y dejarnos transformar por el Hijo del Hombre, palabra deDios que está llegando y nos habla incluso en los momentos más inesperados.

B. Nuestra sed de felicidad sin límites

La Palabra. «Manteneos a la espera» (Mc 13,33-37).1. Dicen los entendidos que el 80% de nuestro cuerpo es agua; como necesitamosrecuperar gastos, con frecuencia tenemos sed, que significa necesidad y deseo de beber.En esta necesidad fácilmente se instala como cáncer de muerte la fiebre posesiva. Y esque por constitución estamos siempre ansiando tener y gozar más; «el que tiene cinco,quiere tener diez y el que tiene treinta busca los cuarenta», según el cántico de haceaños. Pero aunque consigamos muchas cosas y alcancemos altos puestos en la sociedado en la Iglesia, permanece nuestra insatisfacción, pues hay en nosotros como unainquietante nostalgia de lo absoluto, perfecto e infinito. Todos intentamos llenar ese vacíoque siempre nos golpea, pero la sed perdura. Y uno se pregunta: ¿encontraremos puertoseguro donde anclar nuestro barco?

2. Cada vez son menos los que confían en el solo esfuerzo humano y en lasdeslumbrantes invenciones para construir el paraíso en la tierra. Los grandes proyectospolíticos que fueron prometedores y tuvieron garra en el siglo pasado no han cumplidosus promesas; y el sistema capitalista neoliberal que se ha impuesto en el mundo esincapaz de implantar la justicia social y erradicar la pobreza, pues cada día se ahondamás el abismo entre pobres y ricos. Por eso nos invade hoy el desánimo que nos cierra elporvenir. Seguimos mirando al futuro porque la espera nos constituye, pero la esperanzase nos muere entre las manos.

3. En esta situación llega hoy la palabra de Dios: «Señor, somos obra de tu mano». ElCreador ha sembrado en nosotros ese anhelo, una sed de felicidad total; tiene queofrecernos el agua para saciarnos. San Agustín, un creyente cristiano muy significativo,en sus Confesiones interpretó bien la sed que no podemos satisfacer con los recursos,placeres y éxitos del mundo: «Señor, nos creaste para ti, y nuestro corazón andarásiempre inquieto mientras no descanse en ti». El evangelio invita: «Velad, manteneos a laespera». No os instaléis dando valor absoluto a cosas que sólo tienen un valor relativo.Mientras tratamos de mejorar nuestra propia vida y la vida de todos los humanos,

6

Page 7: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

tratemos también de curar nuestra fiebre posesiva manteniendo la sed y nostalgia deinfinito que nos alumbra para llegar a la Fuente.

C. ¿Es posible un porvenir feliz para todos?

La Palabra. «Levantad la cabeza, se acerca vuestra liberación» (Lc 21,25-28). 1. A veces tan cerrado está el horizonte y tantas son las dificultades, que no podemosmirar el futuro confiadamente. Ante la corrupción, la mentira y la injusticia, nos sentimosdesanimados, sin ánimo para nada. Únicamente tratamos de «resolver» la forma desobrevivir, y esperamos resignadamente a que otros solucionen los problemas de nuestrasituación actual.

2. Hay que «levantar la cabeza». El gesto es muy simbólico. Los humanos somos losúnicos animales que ya caminamos con nuestra cabeza erguida, mirando al espacioinfinito y preguntándonos por el sentido último de la existencia y de la historia. Esnecesario cultivar esa dimensión y esa mirada propias de quienes somos imagen delCreador. Cuando nos empeñamos en ser únicamente como los demás animales y noscurvamos sobre nosotros mismos, nuestra esperanza muere.

3. Antes que nosotros, más íntimamente a nosotros que nosotros mismos, y connosotros, Dios actúa suscitando sentimientos y obras de amor y convivencia pacífica.Jesucristo es el acontecimiento decisivo en esa encarnación liberadora que de algún modocontinúa hoy en la humanidad. Pero Dios no irrumpe como liberador en nuestraexistencia, si nosotros no le dejamos, no secundamos lo que interiormente nos sugiere:trabajar para que todos tengan vida, sean libres y felices. Eso significa «procederagradando a Dios» que nos recomienda Pablo en una de sus cartas que hoy leemos.

II domingo de Adviento

A. Qué da sentido a nuestra vida

La Palabra. «Dad el fruto que pide la conversión» (Mt 3,1-12).1. «Conversión» significa centrar el afecto, pensamientos y actividades mirando a unarealidad que nos atrae y da sentido a nuestra existencia. Supone por tanto una valoraciónde esa realidad que tiene atractivo para movilizarnos. Si pongo todos mis anhelos en serrico, todos mis pasos y empeños estarán determinados por conseguir más beneficios. Sicifro el éxito de mi vida en el prestigio social, toda mi existencia será una conversiónhacia ese objetivo. Si lo que me atrae como valor absoluto es el poder que me permiteuna vida cómoda, mi «conversión» u orientación de mi existencia irá en esa dirección.

2. El Evangelio propone la conversión al «reino de los cielos». Un símbolo paraexpresar una forma de realizar la vida humana con su jerarquía de valores. En la esferade las posesiones, el valor no es «acaparar» sino compartir. En el ámbito de lasrelaciones interpersonales, no priman las apariencias sociales, sino la dignidad de cadapersona en sí misma. Y el ejercicio del poder sólo humaniza cuando es mediación del

7

Page 8: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

amor. Por estos tres ejes procede la conversión al reino de los cielos.3. En el fondo los humanos soñamos una y otra vez con esa tierra de libertad y

convivencia pacífica donde «lobo y cordero» habitarán juntos; cuando «no alzará laespada pueblo contra pueblo». Hoy este anhelo es más acuciante, pues vamos tomandoconciencia de que todos integramos la única familia humana, y el mundo es la ciudadcomún. Dar «el fruto que pide la conversión al reino de los cielos» es el único caminopara mantener viva la esperanza y adelantar ese futuro que añoramos.

B. Compartir lo poco es el todo

La Palabra. «Preparad el camino al Señor» (Mc 1,1-8).1. En nuestra vida personal, familiar y social encontramos muchas dificultades paraseguir esperando: carencias, incertidumbres, miedos y amenazas de todas partes. A vecesno sabemos hacia dónde mirar, y caminamos preocupados sólo por lo inmediato. Llegandesastres naturales o crisis económicas que nos destruyen y nos paralizan. ¿Cómo enestas y en otras situaciones tan duras y opacas podemos seguir adelante? Una situacióndesastrosa vivía el pueblo judío, al que trató de animar el profeta Isaías: «Consolad,consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios; el Señor llega con fuerza, su brazo domina».Pero, ¿no caeremos en un idealismo ingenuo y cínico, mientras los problemas de cadadía nos atenazan y hunden?

2. El Dios revelado en la historia bíblica y sobre todo en la conducta histórica deJesucristo no vive alejado detrás de las nubes e interviene sólo de cuando en cuandohaciendo milagros y dándonos consuelos. Vive dentro de cada ser humano, es másíntimo a nosotros que nosotros mismos. Y continuamente sugiere a todas y a todos queno seamos individualistas, que nos preocupemos de los demás, que tratemos de levantaral socialmente humillado, que allanemos el camino desmontando las crestas erizadas de lasoberbia, la violencia, la envidia, el individualismo que hacen imposible la convivencia ynos sepultan en nuestra propia miseria.

3. Cuando mujeres y hombres son sensibles a esta llamada que acogen en suintimidad, van allanando el terreno y abriendo nuevos horizontes a la esperanza de todos.Hoy el Evangelio habla de una figura muy significativa: Juan el Bautista; comiendo yvistiendo con austeridad, invitando a compartir, prepara el camino de la fraternidaduniversal que Jesús de Nazaret proclamará en el símbolo reino de Dios. Esa fraternidadse construye con una conducta solidaria, compartiendo con los demás, especialmente conlos más pobres, lo poco que tenemos. Seguramente quería expresar esta necesidad yoportunidad de compartir que hoy tenemos una mujer pobre que sufriendo, como todoaquel poblado, la situación de miseria, sugería la conducta humanitaria: «Compartir lopoco es el todo».

C. Cómo abrir camino

La Palabra. «Que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale» (Lc 3,1-6).1. Una primera mirada sobre la realidad social donde habla el profeta Juan Bautista. El

8

Page 9: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

Evangelio deja bien claro que hay unos poderosos. Tiberio, emperador de Roma ydominador absoluto en el Mediterráneo; para mantener su Imperio, en Palestina tienecuatro gobernadores. En contraste Juan está fuera de la ciudad, en el desierto, símbolode la soledad y de la pobreza necesarias para el encuentro personal con Dios. Desde ahíhabla el profeta a una sociedad, donde unos se encaraman y se creen más que los demás,mientras otros quedan hundidos en el barranco. Es necesario allanar el suelo paracaminar juntos.

2. «Que lo torcido se enderece». Las desigualdades sociales no surgen por casualidad:son fruto de un corazón torcido que de algún modo todos llevamos dentro. Si nosaneamos ese corazón una y otra vez, en política, economía e incluso en el ámbitoreligioso, surgirán falsos mesianismos que tienen los pies de barro. Fácilmente losproyectos utópicos más prometedores caen por los suelos y se pueden volver contra susinventores porque su punto de partida y su objetivo estaban ya dañados por la fiebreposesiva que acaba generando ese individualismo de muerte.

3. Una sugerencia final. La palabra de Dios y el mesianismo liberados no vienen delos palacios donde se cultiva el poder, el lujo, las apariencias sociales y otros absolutosque falsean la verdad del ser humano. La Palabra sólo se escucha en la soledad y en elsuave rumor del desierto, cuando mujeres y hombres, saliendo de la superficialidad yrutina en que se ven atrapados, piensan en serio y tratan de ser ellos mismos escuchando,como Elías en el monte Horeb, la tenue voz del silencio que dejan la presencia y el pasode Dios en el mundo.

III domingo de Adviento

A. Llega ya la liberación

La Palabra. «Los ciegos ven, los cojos andan, los sordos oyen, los muertos resucitan, yse hace realidad la liberación de los pobres» (Mt 11,2-11).1. Porque los seres humanos somos capaces de soñar con lo infinito en la consecución dela verdad y en el gozo del amor, fabricamos una y otra vez la utopía de una tierra nuevasin mentira ni alienaciones. Los últimos siglos han sido escenario de proyectos utópicosglobales que prometían el logro de nuestros anhelos, pero cuyo fracaso experimentamoshoy con decepción. Por eso es natural que nos preguntemos: ¿este afán de infinitud noserá un simple sueño y una pasión tan inútil como absurda?

2. En ese dinamismo impaciente, la revelación bíblica se abre y se alimenta de unaPromesa. Llega un tiempo en que «la verdad brotará de la tierra», «se despegarán losojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, y la lenguadel mudo cantará». En esa esperanza bíblica tiene todo su significado la conducta deJesús: «Los ciegos ven, los cojos andan, los sordos oyen, los muertos resucitan y se hacerealidad la liberación de los pobres».

3. Es verdad que nuestro mundo, desfigurado por tantas lacras, hace cada vez menoscreíble que fuera del mismo no hay salvación. Pero este mundo es el mundo del Hijo de

9

Page 10: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

Dios, Palabra que sigue iluminando a todos e impulsa continuamente para que lahumanidad camine hacia esa utopía de plena liberación donde «la justicia y la paz seabracen»; donde los ciegos vean, los cojos anden, y los pobres salgan de su postración.Muchos seres humanos tratan de responder a esa llamada y en esa respuesta podemosvislumbrar que la utopía ya se realiza parcialmente aquí, en el dinamismo de nuestrahistoria, pues Dios está viniendo continuamente a nosotros desde lo más íntimo denosotros mismos y en los acontecimientos de cada día.

B. Llamados a ser profetas

La Palabra. «Surgió un hombre enviado por Dios que se llamaba Juan; venía comotestigo para dar testimonio de la luz» (Jn 1,6-8.19-28).1. Un profeta no es el visionario del futuro, sino el hombre o la mujer que, sensibles a loque Dios quiere, hablan y actúan para que las personas y las organizaciones sociales seenderecen buscando la vida para todos. Cuando el pueblo judío está sufriendo lahumillación en la cautividad a que le someten naciones más poderosas, el profeta Isaíasanuncia un liberador, suscitado y animado por el Espíritu del Señor; su misión esimplantar la justicia en la sociedad y que todos sus habitantes puedan vivir comopersonas libres. En los evangelios esta profecía se aplicó a la figura de Jesús, pero elServidor de que habla Isaías se refiere también a una colectividad. El bautismo es nuevonacimiento espiritual, y todos los bautizados debemos ser profetas. Pero según el relatobíblico de los orígenes, todos los seres humanos han recibido el Espíritu; luego laprofecía puede venir también de cualquier ser humano. En algún relato del Evangelio sedice que Jesús constató cómo un pagano, militar romano tenía más fe que los judíos muyreligiosos.

2. La profecía consiste en «dar testimonio de la luz». Según el Evangelio, Juan elBautista es buen ejemplo de este profetismo: quiere allanar los caminos para que llegue laluz que no dejan pasar los intereses mezquinos y la soberbia de los arrogantes. Ennuestro mundo continuamente surgen personas, grupos y movimientos que trabajan porla justicia, por erradicar la pobreza, por atender a los enfermos, por rehabilitar a losexcluidos. Siempre me causa un gran impacto y admiración ver cómo mujeres y hombresmuy sencillos y pobres se preocupan de los demás y comparten con ellos lo poco quetienen. Por ese camino seremos verdaderos profetas. No significa otra cosa ser cristiano.

3. «Y estad alegres», nos recomienda hoy san Pablo. No con alegría ingenua oinsensible a tanto sufrimiento que desfigura el rostro humano de la sociedad. Ni tampocoapoyados sólo en promesas de mejora política o económica que con frecuencia sequedan en fuegos artificiales. La esperanza cristiana es teologal; es decir, se apoya enDios. Si el Creador ha puesto en nuestros corazones esta sed de infinitud, como nunca sesepara de nosotros aunque nosotros no correspondamos, Él mismo dará la respuesta, contal de que nosotros nos dejemos guiar por el Espíritu que guió la vida de Jesús, le sostuvoen el trance duro del martirio, e hizo posible su victoria sobre la muerte. Porque laesperanza teologal se apoya en la presencia activa de Dios, que nos ama incluso cuando

10

Page 11: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

somos malos, nuestra espera puede y debe ir acompañada por una confianza profundaque nos da paz, alegría y vigor para ir construyendo el futuro.

C. Qué debemos hacer

La Palabra. «En aquel tiempo la gente preguntaba a Juan: ¿qué debemos hacer?» (Lc3,10-18).1. El pueblo judío estaba estructurado piramidalmente. Había una clase social muy ricaintegrada por unos pocos. En otro sector estaban los publicanos o recaudadores deimpuestos al servicio del Imperio de Roma del que Palestina era una colonia; lógicamenteel Imperio contaba con militares destacados allí para controlar la situación y garantizar elsometimiento de los colonos. Mientras, la mayoría del pueblo esperaba la liberación. Enese contexto apareció el profeta, llamado Juan, que, desde el desierto y desde laimpresionante austeridad, pedía conversión a todos y como signo a los que se convertíanbautizaba en el río Jordán.

2. Al profeta se acercaban los publicanos, los militares y la gente sencilla que erapoblación mayoritaria. A los publicanos, que podían abusar en el cobro de impuestos, lesdice: «No exijáis más de lo establecido». A los militares: «No hagáis extorsión a nadie, noos aprovechéis con denuncias, sino contentaos con la paga». Y a la gente: «El que tengados túnicas que las reparta con el que no tiene». Curiosamente la clase más elevada, losricos, ni se acercan al Bautista, más bien acabarán matando al profeta. Juan fueejecutado por Herodes, que gobernaba la región de Galilea.

3. Dejemos caer esta Palabra en nuestra situación. En teoría casi seguro que lamayoría estamos de acuerdo en lo que el profeta está pidiendo. Pero en la conductapráctica las cosas cambian. Pensamos que es muy bueno que todas y todos puedan gozarde los mismos derechos fundamentales, pero a la hora de la verdad la obsesión deseguridades y el individualismo nos devoran. Sin embargo una y otra vez retoña lo másauténtico de la humanidad: compasión eficaz, deseo de compartir y ser feliz con el otro.No sólo en el ámbito religioso. Dentro de la misma sociedad civil una y otra vez surgenpersonas, grupos y movimientos que optan por la solidaridad, por un mundo en quetodos podamos vivir con la dignidad de personas. En ese clamor imparable se manifiestala presencia del Espíritu, que puede mantener viva nuestra esperanza porque un cambio amejor siempre es posible.

IV domingo de Adviento

A. Dios afirma y perfecciona lo humano

La Palabra. «Su nombre será Emmanuel, que significa “Dios con nosotros”» (Mt 1,18-24).1. Hubo un tiempo, a veces en las mismas sociedades mayoritariamente cristianas, dondela divinidad era percibida como contraria, rival y opresora de los seres humanos. En la

11

Page 12: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

época moderna los hombres conscientes de su libertad y de su poder para organizar lasociedad, reaccionaron negativamente contra esa imagen de la divinidad y contra lareligión que suscitaba. Reacción negativa que, con distintas versiones, se ha idoconcretando en un fenómeno que se viene llamando «eclipse de Dios».

2. A primera vista el fenómeno puede ser alarmante sobre todo para quienes vivierontiempos de cierta oficialidad cristiana, cuando la organización de la sociedad eraimpensable sin la presencia de Dios y de la religión. Pero hay imágenes de la divinidad enque no se debe creer porque son simple proyección o fabricación de nuestras manos.¿Cómo el verdadero Dios, que por definición nos trasciende y es inabarcable, va a caberdentro de nuestras cabezas? Por ejemplo, ya no es de recibo una divinidad todopoderosaque se impone a los seres humanos desde fuera, que reprime su libertad, que les haceinhumanos e infelices. Luego la muerte de esas y otras imágenes parecidas de ladivinidad significa un paso adelante y necesario de humanización.

3. La encarnación manifiesta la presencia de Dios como afirmación y fundamento detodo lo humano. El que da consistencia y sostiene a la humanidad. Eso es lo que declarala Iglesia cuando confiesa que en Jesucristo sólo hay una persona divina. Según lafilosofía griega, empleada en esta confesión, persona es el último sujeto responsable delque brotan todas las acciones. En la encarnación se revela que Dios es más íntimo anosotros que nosotros mismos, fundamenta, sostiene y promueve todos nuestros valoreshumanos. Jesucristo es Emmanuel, «Dios con nosotros». Ocurra lo que ocurra nuestrahistoria está marcada por el amor; su destino es la vida y la felicidad, porque ya es lahistoria del Hijo de Dios.

B. María, madre de la esperanza

La Palabra. «El Señor está contigo», «aquí está la pobre del Señor» (Lc 1,26-38).1. Ya en vísperas de Navidad, la liturgia propone a María como figura del Adviento.Modelo para disponernos a recibir la llegada o manifestación de Dios en nuestras vidas.«El Señor está contigo» es la forma de saludo en la Biblia cuando alguien es elegido parauna misión especial. María es elegida y esa elección trae consigo el favor de Dios: «Llenade gracia». Para su nacimiento cada ser humano cuenta con el amor y el favor de Dios; ysu existencia se abre al porvenir impulsado por el Espíritu que le habita. En un antiguoritual, los que se preparaban para recibir el bautismo se llamaban «elegidos». Dios tienesiempre la iniciativa y no le buscaríamos si antes no se hubiera hecho presente y activoen nuestra vida. La preparación para la llegada del Salvador, que celebramos en Navidadpero que tiene lugar en todos los momentos de nuestra existencia, exige que, comoMaría, meditemos, profundicemos y tomemos conciencia: «El Señor está conmigo, meama y me ha elegido».

2. «La pobre del Señor». Hay dos clases de pobreza. Una que Dios no quiere:carencia de lo necesario para llevar una vida humana con dignidad; en lo posibledebemos erradicar esa pobreza. Otra pobreza se refiere a la persona que, siendohumildad abierta delante de Dios que a todos mira con amor, y consciente de que todos

12

Page 13: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

somos hermanos, se dispone a compartir cuanto es y cuanto tiene con los demás. Es unapobreza voluntaria porque se ha entendido que lo auténtico, lo que verdaderamentehumaniza es dejar que Dios amor emerja en nuestra conducta solidaria con los demás,especialmente con los que nada pueden dar a cambio. Esta es la pobreza que Diosquiere. Y María de Nazaret es un ejemplo vivo. Percibió en su corazón que Dios esPadre de todos y quiere la vida para todos; así se puso a total disposición de ese proyectomanifestado y realizado en Jesucristo.

3. La Virgen María es la mujer que ha sentido la mirada benevolente de Dios y seabrió confiadamente al porvenir: «Ha mirado la humillación de su sierva». Tal vez poreso la invocamos como «madre de la esperanza». Todo un signo para la verdaderaesperanza cristiana que llamamos teologal porque tiene su origen y fundamento en esamirada benevolente de Dios. La Iglesia, que contempla en María la imagen purísima delo que ella misma toda entera ansía y espera ser, debe aparecer en el mundo comoexpresión incondicional de que si es posible siempre un porvenir mejor. Tal debe ser eltalante para la presencia pública de la Iglesia en nuestra sociedad cuando la esperanza senos muere entre las manos, y el desencanto puede acabar con nosotros.

C. La fe, un encuentro personal con «El que viene»

La Palabra. «Dichosa tú que has creído» (Lc 1,39-45).1. Con frecuencia reducimos la fe a unas «creencias»: aceptación intelectual de verdadespor autoridad de quien las propone. Por eso cuando tenemos dudas no sabemos quéhacer e incluso nos inquietamos. Pero la verdadera fe no se reduce a creencias. Es unencuentro personal con Alguien, cuya cercanía de amor experimentamos y nos da másque seguridades, confianza.

2. El encuentro de fe con el verdadero Dios siempre deja en nosotros paz,sencillamente porque siempre se manifiesta como amor, que nos da vida y aliento, quenos anima, que nos perdona y que, siendo siempre mayor, nos llama para que demos unpaso hacia delante, saliendo de nuestra propia tierra: «Aquí estoy para hacer tuvoluntad». En ese dinamismo procedió la vida de Jesús y debe proceder la existenciacristiana.

3. La Virgen María es la primera creyente, en su humillación gustó el mirar de Diosque es amar, y fue la primera discípula de Jesús. La mujer que se abrió totalmente a lavoluntad de Dios: «Aquí está la pobre del Señor, hágase según tu palabra». La que dejó aDios ser Dios siempre mayor dentro de ella misma e invitándola una y otra vez a salir desu propia tierra. María es la que confió y estuvo siempre de camino siguiendo los pasosde su Hijo. Ella es figura del Adviento: «Dichosa tú, que has creído, porque lo que te hadicho el Señor se cumplirá». Contemplando la espiritualidad de María, somos invitados alencuentro personal que llamamos fe, con ese Dios que continuamente está viniendo anosotros e invitándonos a salir de nuestra propia tierra para crecer en humanidad.

13

Page 14: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

L

Tiempo de Navidad

a palabra quiere decir «Natividad», porque celebramos el nacimiento de Jesucristo.También podemos traducir por «Novedad», pues la encarnación de Dios es algo

novedoso e inaudito. Se ha manifestado la benevolencia de Dios a favor de todos losseres humanos y de la creación entera. Nuestro mundo y nuestra historia son tambiénmundo e historia del Hijo de Dios: «Un niño nos ha nacido y el Hijo se nos ha dado»,canta la liturgia. Navidad es como el sí definitivo al amor que ya existe en nuestra tierra ycuya plenitud anhelamos todavía. Es la fiesta de la ternura, del perdón y de la paz. Poreso, en la Navidad celebramos también ese calor de la familia donde los seres humanosabrimos los ojos y vamos creciendo. Y como ejemplo de familia la maternidad de Maríay la figura del justo José arrollando con su amor y solicitud al niño Jesús. La celebraciónnavideña termina con la Epifanía, o manifestación del recién nacido en Belén como luz ysalvación para todos los pueblos.

La encarnación fue un acontecimiento singular donde se manifestó «Dios connosotros», y en consecuencia la garantía de que todo lo bueno y noble de nuestras vidasya no se perderá. En el seno de la humanidad ha nacido un niño que por fin vence a laoscuridad de la muerte y es luz salvadora para todos los pueblos. En ese niño podemoscontemplar visiblemente al Invisible: los sencillos pastores y los magos vieron al niño yadoraron a Dios. Jesús mismo dirá: «Quien me ve a mí, ve al Padre».

Y en dinamismo de Navidad entra la humanidad a lo largo de la historia, pues según elConcilio, «en la encarnación el Hijo de Dios se ha unido en cierto modo a todo serhumano». Por eso los cristianos celebramos estas fiestas unidos a todas las mujeres y atodos los hombres de buena voluntad. Dios nos mira con amor a todos. Las semillas delEspíritu que ya pujan en todas las personas, en las culturas y la creación entera darán sufruto porque ya están acompañadas y son incorporadas a la Palabra de vida que esJesucristo: «Gloria a Dios y paz a los hombres porque Dios los ama». A ese inauditoencuentro –humanización de Dios y divinización de la humanidad– que tiene lugar en laencarnación de la Palabra nos aproxima el Evangelio proclamado en las celebraciones deNavidad.

Misa de Medianoche

Se ha manifestado la benevolencia de Dios

La Palabra. «Os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy en la

14

Page 15: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

ciudad de David, os ha nacido un Salvador» (Lc 2,1-14).1. «Sucedió por aquellos días». El nacimiento de Jesús no es invención de mentescalenturientas sino acontecimiento que ha tenido lugar en la historia humana, dentro deuna situación política. Cuando un emperador romano llamado Augusto decretó un censopara garantizar bien sus dominios; mientras había también otros que eran pastores,pertenecientes a la clase baja y despreciable de la sociedad. Como los demás niños, Jesúsnace desvalido; su madre lo envolvió en pañales y le acostó en un pesebre pararesguardarlo del frío en la noche.

2. «Aquí tenéis la señal: un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». ElMesías y Salvador es encontrado y reconocido en las más humildes y bajas condicioneshumanas que no cuadran con la imagen de la divinidad fabricada por nosotros. Laomnipotencia de Dios se revela como misericordia, como amor que se hace cargo y cargacon nuestra miseria. Su gloria incluye la paz entre los seres humanos, que todos puedangozar de su dignidad como personas: «Gloria a Dios en el cielo y paz a los hombresporque Dios los ama». Así lo celebraban los primeros cristianos: «Apareció labenevolencia de Dios que trae la salvación para todos los hombres». La Palabra eterna,fuente de luz y de vida, «se ha hecho carne»; ha puesto su tienda en nuestrocampamento y en esa inclinación de amor percibimos la verdad de Dios.

3. «Este niño es el Salvador, Cristo Señor». Dios mismo hecho hombre, asumiendonuestra condición humana y dando satisfacción a nuestros profundos anhelos deinmortalidad e infinitud. Es lo más inaudito, lo más peculiar y novedoso del cristianismo.Desde que Dios mismo se hace hombre, todo lo humano entra en una dimensión divina ya los que vivimos este acontecimiento con esa mirada de la fe cristiana, nada humanoserá ya indiferente o ajeno.

25 de diciembre: misa de Navidad

Un Dios solidario

La Palabra. «La Palabra estaba en Dios y era Dios, se hizo carne y ha puesto su tiendaentre nosotros» (Jn 1,1-18).1. En todo tiempo y lugar Dios se revela todo lo que puede a todos los seres humanos.Todo lo que puede según nuestra capacidad de acogida. Los cristianos creemos que laBiblia es un espacio singular de esta revelación, y que Jesucristo es Palabra que siemprepermanece. En cambio el término «carne» significa debilidad y caducidad, lo más alejadode la Palabra permanente; según el profeta, la carne es como la hierba que nace hoy ymuere mañana. Carne también significa solidaridad; al encontrarse con Eva, Adánexclama: «Esta sí que es carne de mi carne». El Evangelio proclama la novedad inaudita:«La Palabra se hace carne». En la encarnación la Palabra que es Dios mismo, se hacecargo y carga con nuestras debilidades para avanzar con nosotros en el proceso dehumanización.

2. La celebración de Navidad, fiesta del amor universal, es buena ocasión para que

15

Page 16: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

pasemos de una imagen de Dios intervencionista que sólo actúa desde fuera y de cuandoen cuando, a una percepción de Dios que continuamente nos habla desde dentro, y quecomo Amor quiere emerger en nuestra conducta. No debemos acudir a Él para ponerlede nuestra parte, pues ya está con nosotros y a favor de nosotros antes de que leinvoquemos, sino para nosotros abrirnos a su presencia y ponernos de su parte.

3. Los seres humanos deberíamos dar gracias a los animales, a las plantas y a la tierra,porque sin ellos no podríamos existir. Y la Navidad está proclamando que también ahícomo realidad fundante se hace presente Dios mismo como amor que a todo da vida:«No hay brisa que no alientes, monte si no estás dentro, ni soledad en que no te hagasfuerte, todo es presencia y gracia». La celebración de la Navidad es buena ocasión parasentirnos y actuar como lugartenientes de Dios en el mundo, «co-creadores» quetransmiten vida, la cuidan y la promueven.

La Sagrada Familia

A. Un hogar con sobresaltos

La Palabra. «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto, pues Herodes quierematar al niño» (Mt 2,13-15).1. Jesús de Nazaret nació y vivió en una familia humana. Aunque nosotros la calificamoscon razón de «sagrada», sin embargo no se vio libre de los conflictos que de algún modoafectan a todas nuestras familias, si bien a la postre siempre nos queda la nostalgia del«dulce hogar».

2. El conflicto ya surgió cuando José y María estaban prometidos y aún no se habíancasado. María, que iba a ser madre sin conocer a varón, se preguntaba: ¿cómo puede sereso? Mientras, José daba vueltas y no sabía qué hacer. Los dos sin embargo aceptaron lavoluntad de Dios. Después, porque un poderoso de turno, emperador de Roma, decidióhacer un censo para conocer bien hasta dónde llegaban sus dominios, la familia de José yMaría tuvieron que emigrar; y en ese camino de emigración nació Jesús, el Mesías. Perola cosa no acabó ahí. En cuanto Herodes, el mandatario de entonces, vio que con elnacimiento de un niño peligraba su reinado, buscó la forma de eliminarlo; y de nuevo elconflicto para la familia, que se vio obligada a emigrar.

3. Sin duda el evangelista Mateo quiere dejar bien claro que María y José sonpersonas justas que se fían totalmente de Dios. También intenta que veamos cómo elDios de la vida interviene para vencer a las fuerzas de la muerte; de ahí la presencia delos ángeles. Los mismos que quieren matar al niño, sellarán el sepulcro donde han dejadoel cadáver de Jesús y montarán guardia, para asegurar bien la muerte; pero también aquíde nuevo interviene «el ángel del Señor» burlando a los enemigos de la vida.

El relato evangélico nos deja una enseñanza importante. La familia humana –«el dulcehogar»– se va forjando en medio de conflictos, provenientes de dentro y de fuera. Perolos conflictos se van superando si dejamos que Dios-amor aflore y sea centro absoluto yvaya calando en las relaciones e historia de la familia.

16

Page 17: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

B. Los pobres son la familia del Mesías

La Palabra. «Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre honrado y piadoso,que aguardaba el consuelo de Israel» (Lc 2,22-40).1. En los primeros libros de la Biblia, Dios fue percibido como el defensor y liberador delos pobres que sufrían la dominación de los poderosos. El artículo fundamental del credoera un acontecimiento: estando esclavizado en Egipto, Dios vio el sufrimiento del puebloe intervino para liberarlo. Pero cuando el pueblo judío fue invadido y sus dirigentesdeportados a Babilonia, la pregunta era inevitable: ¿dónde está ahora ese Dios defensorde los pobres?

2. Es entonces cuando la revelación da un paso adelante. Dios no quiere la pobrezaque implica la esclavitud de los seres humanos, sino que sean libres de las riquezas yfalsos absolutos. Así nace la figura del pobre, sinónimo del justo que se abreincondicionalmente a la voluntad de Dios. Es el hombre o la mujer el que no espera laliberación de los ídolos o falsos absolutos sino de la Promesa que mantiene viva laesperanza en la historia bíblica.

3. Los evangelios que narran el nacimiento y la infancia de Jesús ven realizada esafigura del pobre en María, «la pobre del Señor», y en José, «el justo». Y también serefieren a otras muchas personas de aquel pueblo judío que «esperaban el consuelo»prometido. Entre ellos estaban Ana y Simeón, «hombre honrado y piadoso». Dospalabras bien significativas. Honrado porque su forma de vivir y actuar le hacía creíble.Piadoso porque Dios era el centro absoluto de su existencia. Estas figuras sugieren cómodebe ser la familia si quiere recibir a Jesucristo como Salvador.

C. Lo divino en la familia humana

La Palabra. «El niño Jesús vivió con sus padres en Nazaret y les estaba sumiso; ibacreciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres; (...) debo estaren las cosas de mi Padre» (Lc 2,41-52).1. Cuando se escriben estos evangelios, ya los primeros cristianos confesaban que Jesúsde Nazaret fue en todo igual a nosotros, menos en el pecado. Como este es el que nosdeshumaniza, bien podemos traducir: «En todo igual a nosotros aunque más humano quenosotros». Y eso quieren dar a entender los evangelistas con esos tres rasgos de suinfancia.

«Estaba sujeto a sus padres». Un sometimiento que no descartó los conflictosnormales: en viaje que la familia hizo a Jerusalén, Jesús se alejó del grupo, sus padres lebuscaron afanosamente y al encontrarle su madre le regañó: ¿no te dabas cuenta de quetu padre y yo andábamos preocupados porque no sabíamos dónde estabas?

2. «El niño iba creciendo». La constatación es muy importante. Si Jesús fue un niñonormal, tuvo que ir creciendo física, psicológica y espiritualmente. Tuvo que iraprendiendo de sus padres, de sus maestros y de los creyentes judíos que se reunían elsábado en la sinagoga para proclamar y comentar la palabra de Dios transmitida en laBiblia. También tuvo que crecer espiritualmente, dejándose alcanzar y transformar por el

17

Page 18: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

Espíritu que «le fue dado sin medida». La ignorancia y la oscuridad sobre el porvenir quepertenecen a nuestra condición humana fueron condición de Jesús. Nada de lo humano lefue ajeno, y así es proclamado por los primeros cristianos: «Primogénito de loscreyentes». Cuando confesamos que Jesucristo es el Hijo de Dios, esa confesión no es acosta de negar la integridad humana de Jesús, sino que más bien en esa humanidad semanifiesta el verdadero rostro de Dios.

3. «Debo estar en las cosas de mi Padre». La vida y la muerte de Jesús procedieronsiempre con un objetivo muy claro. Aquel hombre vivió y murió apasionado porconstruir en este mundo el reinado de Dios, la fraternidad universal. Así lo manifestó enel breve tiempo de su vida pública: «Mi alimento es hacer la voluntad del Padre». Poreso al hablar sobre la vida silenciosa de Jesús durante treinta años en Nazaret, elevangelista Lucas destaca este rasgo fundamental de su espiritualidad. Sin esta intimidadsingular de Jesús con Dios nunca vislumbraríamos su condición divina.

II domingo de Navidad

La vida, criterio de moralidad

La Palabra. «En la Palabra está la vida y la vida es la luz de los hombres; viniendo a estemundo, la Palabra ilumina a todo ser humano» (Jn 1,1-18).1. En tiempo de Jesús algunos religiosos cualificados pensaban que la norma y el criteriopara una conducta buena era cumplir leyes y prácticas religiosas. Pero el Evangelio,siguiendo la conducta del Maestro, dice que el criterio de verdad y de bondad no es tantoel cumplimiento de preceptos y prácticas religiosas cuanto la preocupación y elcompromiso por la vida; la propia, la de los otros y de la creación.

2. La palabra de Dios se ha hecho carne. Primero en Jesucristo; con su forma de viviry de morir Jesús de Nazaret fue la palabra de Dios en la condición débil histórica; y fuetambién la humanidad que se abrió, escuchó y respondió incondicionalmente a esaPalabra. Segundo en toda la humanidad, pues la encarnación continúa de algún modo entodo ser humano cuya realización tiene como referencia la conducta histórica deJesucristo.

3. Y esa Palabra «ilumina a todos los seres humanos». Una visión nueva de lahumanidad, toda ella en los brazos de Dios que imprime su Palabra en la conciencia detodos. Es en el eco de esa voz que brota en su propia intimidad, donde los sereshumanos tienen la referencia primera e insustituible para su conducta moral. Nadie debeactuar en contra de su conciencia, si bien también debe hacer todo lo posible porformarla en orden a que dictamine rectamente. Esta nueva visión amplía el horizontepara que confiemos y miremos con esperanza los pasos adelante que va dando lahumanidad siguiendo los anhelos profundos de su conciencia. Es la clave para entender,por ejemplo, el calado teologal en las declaraciones sobre derechos y deberes humanos.

La Epifanía del Señor

18

Page 19: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

¿Dónde se manifiesta Dios?

La Palabra. Los Magos «vieron una estrella y se pusieron en camino, llegaron a Belén yadoraron al niño» (Mt 2,1-12).1. Luz es sinónimo de vida y de felicidad. Porque la oscuridad y las dudas ensombrecennuestro presente y nuestro porvenir, mientras sentimos dentro de nosotros el anhelo defelicidad sin límites, más o menos conscientemente buscamos una luz, un motivo paraesperar e ir construyendo el futuro. En esta situación, podemos acudir a una divinidadalejada de nosotros, a ver si por fin interviene, ilumina nuestra ruta y salimos de dudas.Pero muchas veces, aunque hagamos largas oraciones, esa divinidad parece dormida, noresponde, y seguimos nadando como podemos en medio de las tinieblas.

2. El itinerario de los Magos, unos paganos, puede ser revelador para nosotros:«Hemos visto salir una estrella». Dentro de cada uno de nosotros, en el sagrario denuestra conciencia, está Dios mismo como anhelo de felicidad sin límites: hay ennosotros un deseo que no acallan todas las metas históricas. Reclamo que a la vez esimpulso y luz para seguir adelante. Cuando escuchamos esa voz que nos habita,recibimos nuevos ojos para ver que todos los seres humanos y todas las realidadescreadas son en cierto modo manifestación o epifanía de Dios que se revela no sólo a losque conocemos el Evangelio, sino a todos los seres humanos. Incluidos aquellos que,como los Magos en tiempo de Jesús, eran calificados de impuros.

3. Iluminados con esa luz interior, los Magos miraron de otra forma los astros del cieloy ahí descubrieron la huella de Dios. Pero dieron un paso más: «Se pusieron en camino»;salieron de su propia tierra y emprendieron una trabajosa búsqueda, siempre guiados porla estrella cuyo resplandor singular descubrieron inesperadamente. Esa misma luz lespermitió descubrir en un niño pobre y desvalido al Salvador. Dejemos brillar en nosotrosla luz de Dios que nos habita para descubrir una nueva estrella que nos guíe. Quepodamos mirar con ojos limpios para ver signos de esperanza en las personas y en lasociedad. Que, saliendo de nuestras propias cenizas nos pongamos en camino, paradescubrir y adorar a Dios en los seres humanos, en el niño desvalido y en tantosexcluidos de la tierra.

El bautismo de Jesús

El bautismo de Jesús es un acontecimiento histórico donde los evangelistas resumen dealgún modo el significado de todo lo que Jesús dijo e hizo, incluyendo su muerte yresurrección. El que, atraído por la predicación del profeta Juan, recibe el bautismo, es elServidor que con su forma de vivir y de morir implantará la justicia y el derecho en latierra. Es el Hijo de Dios que por fin vence a la muerte. Y es el Portador del Espíritu delque participarán todos en las aguas bautismales.

A. «Tú eres mi Hijo amado»

La Palabra. «Apenas se bautizó Jesús, se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios

19

Page 20: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía: Estees mi Hijo, el amado, mi predilecto» (Mt 3,13-17).1. Para vivir, los seres humanos necesitamos amar y ser amados. Cuando nos aman,celebramos que nuestra vida sea valorada y, cuando nadie nos quiere, corremos peligrode creer que nuestra vida ya no merece la pena y no faltan quienes llegan a suicidarse. Lanecesidad de ser amados y la tentación de caer en el desánimo cuando noexperimentamos el amor también son prueba para los mismos cristianos que un díarecibimos el bautismo.

2. Jesús de Nazaret, hombre verdadero y profeta indefenso, pronto experimentó elrechazo de las autoridades religiosas judías que no aceptaban la buena noticia de Dios,Amor incondicional a favor de todos. En cierta ocasión, consciente de que su empeñopor anunciar el Evangelio podía desencadenar el proceso que le llevó a la muerte,manifestó su interioridad: «Te doy gracias, Padre, porque has ocultado estas cosas asabios y prudentes, y en cambio se las revelas a los sencillos». Jesús está viendo que laoposición y el rechazo de estos «sabios y prudentes» pueden llevarle a la cruz. Sinembargo, en medio del temor y del dolor, experimenta un gozo intenso: en cualquierhipótesis, ocurra lo que ocurra, Dios es «Abba», ternura infinita. Alguien en quiensiempre podemos encontrar alivio y descanso. Esta intimidad con el Padre generó en élesa confianza para vivir y morir con amor y por amor.

3. Relatando el bautismo de Jesús, el evangelista resume bien el espacio interior delProfeta que recorría las aldeas de Galilea proclamando el Evangelio, curando a losenfermos y defendiendo a los pobres. En él había una fuerza que le sostuvo en lascontradicciones y en la prueba de una muerte injusta. Según los evangelios, cuandotodavía es un niño, cuando predica y hace signos, y cuando tiene que morir en silencio,gracias al Espíritu, gusta siempre la cercanía benevolente del Padre y vive como Hijo. Esla profunda experiencia que los evangelios reflejan en el bautismo de Jesús. En losbautismos que hoy celebra la Iglesia, también el Espíritu desciende, y nos hace hijosamados de Dios. El mismo Espíritu que a todos da vida y renueva la faz de la tierra.

A. «Porque Dios estaba en él»

La Palabra. «Pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo porque Diosestaba en él» (He 10,34-38).1. A partir de su bautismo, Jesús recorría los pueblos de Galilea, región norteña dePalestina, anunciando el proyecto de Dios: la liberación de tantos males y sufrimientoscomo nos aquejan. Y lo anunció no con bellos discursos ni con palabras vacías, sino conacciones: curando a enfermos, expulsando al diablo, esa fuerza maligna que tira a laspersonas por los suelos destruyendo su propia dignidad.

2. Pero lo más importante y significativo es un detalle: Jesús cura enfermos y expulsalos demonios «porque Dios estaba en él». Experimentaba y gustaba la presencia de Dioscomo amor incondicional a favor de todos los seres humanos. Respiraba los sentimientosde Padre misericordioso, ese amor que se hace cargo y carga con la miseria humana.

20

Page 21: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

Sentía profundo respeto ante la dignidad de todas las personas y no soportaba laexclusión social o religiosa de nadie. Por eso dice el Evangelio que en Jesucristo hemosvisto la gloria de Dios: que todos y todas puedan vivir, convivir y ser felices.

3. Los cristianos hablamos de gracia para manifestar una experiencia: sentimos queDios mismo está dentro de nosotros amándonos, sosteniéndonos, perdonándonos eimpulsándonos a que seamos buenos con los demás. Y creemos que esta presencia se daen todos los seres humanos y todos tenemos posibilidad de acogerla. Estamos viendo quemuchos, y también nosotros frecuentemente, sólo hacen el bien a otros cuando recibenalgo a cambio. Por eso los más pobres suelen quedar abandonados porque no tienen nipueden. Pero el evangelio de hoy sugiere otra motivación más profunda: «Porque Diosestá en nosotros». Siguiendo la conducta de Jesucristo, dejémonos alcanzar y seducir poresta presencia y tratemos de «re-crear» en nuestra historia la conducta de Jesús. Noconsiste en otra cosa ser cristianos.

C. La humildad es la verdad

La Palabra. «En un bautismo general, Jesús también se bautizó, se abrió el cielo, bajó elEspíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: Tú eres mi hijo, elamado, el predilecto» (Lc 3,15-16).1. Jesús pasó la mayor parte de su vida como un trabajador sencillo en Nazaret, unpueblo de la región norteña de Palestina. Era un judío piadoso que esperaba la salvacióndel pueblo. Por eso cuando escuchó la predicación de un profeta llamado Juan Bautistaque pedía conversión a la justicia y a la fraternidad, se acercó para escucharle; y se pusoen fila para recibir como uno más el bautismo, signo de conversión. El evangelista noshace vislumbrar la verdad de este acontecimiento histórico que de algún modo resumetoda la vida y la muerte de Jesús.

2. Pudiendo ser el hombre más deslumbrante del mundo, Jesús de Nazaret actuó en lacondición de servidor; fue el hombre que aceptó su verdad. Somos auténticosreconociéndonos amados, dependientes y unidos con nuestro Creador, quien desdedentro de nosotros infunde continuamente vida, nos sostiene y nos impulsa. La humildad–viene de «humus», que en latín significa tierra– es vivir en la verdad.

3. A esa humildad corresponde la presencia del Espíritu que es Dios mismo ennosotros, dándonos vida y confianza para reconocerle e invocarle como Amor, cercaníabenevolente, padre y madre. Jesús, «manso y humilde de corazón», gustó esta presenciadel Espíritu «sin medida»; es como el nido para una paloma, el lugar del Espíritu. Así semanifestó como el Hijo amado de Dios. En nuestro bautismo todos entramos en esafiliación que nos hace hermanos. Y esta vocación bautismal actualizada cada día es loque llamamos espiritualidad cristiana.

21

Page 22: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

C

Tiempo Ordinario

elebradas ya las fiestas de Navidad, comienza lo que se llama «Tiempo Ordinario»del año litúrgico.

En estos domingos del Tiempo Ordinario el Evangelio trae palabras y gestos de Jesúsque se recuerdan y se celebran en las primeras comunidades cristianas. En la celebracióndominical la Iglesia proclama esas palabras y esos gestos para rejuvenecer la vida de loscreyentes:

«Jesús es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Sus milagros son signosde la liberación que ya está llegando. Cura enfermos y expulsa demonios porque Diosestaba en él. Jesús pide la conversión al reino de Dios que irrumpe. Lo hace conautoridad pero sin autoritarismos. La salvación es para todos».

«Hemos sido puestos en manos de nuestra propia decisión. La persona es sujeto y finde todas las instituciones sociales. La fe cristiana es un itinerario. El amor incluso a losenemigos es ley de la convivencia. Necesidad del perdón. La humildad es la verdad.Todo discípulo es misionero. La religión que Dios quiere».

II domingo del Tiempo Ordinario

A. El que quita el pecado del mundo

La Palabra. «Juan el Bautista vio a Jesús que venía hacia él, y exclamó: “Este es elcordero de Dios que quita el pecado del mundo”» (Jn 1,29-34).1. Vivimos una cultura donde lo más importante es gozar a costa de quien sea y de lo quesea. Se prescinde de Dios y de la religión, mientras el pecado parece cosa de otrostiempos. Sin embargo hay en la existencia humana y en nuestra relación con los otrosuna serie de incoherencias que falsean y desfiguran a nuestra humanidad. A esto serefiere san Pablo en una de sus cartas, cuando dice que todos somos capaces de «matarla verdad con la injusticia»; eso es pecado. Si utilizo al otro como si fuera una cosa,estoy negando su verdad como persona e imagen del Creador. Mato también mi propiaverdad, pues pretendo ser Dios absoluto cuando sólo soy imagen. Y estoy olvidando queDios-amor es el único Señor que a todos nos hace hijos y hermanos.

2. ¿Quién no experimenta estas incoherencias y estas mentiras en su propia conducta?¿Quién no ha sufrido esa dura tensión de hacer muchas veces lo que comprende que estámal, y de no hacer aquello que debía? Es necesario que avivemos la conciencia depecado, no por miedo a una divinidad que siempre nos amenaza con un palo, sino por el

22

Page 23: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

deseo de alcanzar el desarrollo auténtico de nuestra humanidad. El pecado va en primerlugar y directamente contra nosotros mismos. No ofenderíamos a Dios si nuestrasacciones u omisiones no implicaran una deshumanización.

3. Jesús de Nazaret fue hombre totalmente libre de falsos absolutos, siempre abiertocon amor hacia los demás. Según los evangelios no se dejó dominar por el ansia de tener,de figurar o de poder sobre los otros. Fue totalmente humano porque no hubo mentira ensu proceder. En su nacimiento, en su conducta histórica y en su muerte Dios estaba conél humanizando a la humanidad y abriendo un camino para todos. Haciéndose cargo ycargando con todas nuestras incoherencias. Ese mismo Dios, padre y madre, que nosama, también está en nosotros, como Espíritu de vida, para que «re-creemos» en nuestrapropia historia la conducta de Jesús.

B. La fe como itinerario

La Palabra. «Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús» (Jn 1,35-42).1. El cuarto evangelista presenta la fe cristiana como un encuentro personal conJesucristo. La iniciativa siempre es del Espíritu, que nos permite descubrir en Jesús deNazaret un sentido para nuestra vida: los primeros discípulos intuyeron que la buenanoticia de Jesús sobre el reino de Dios merecía la pena. Y aquí vino su decisión: seguirle,aceptar su doctrina como camino de salvación.

2. Pero el encuentro de fe no significa sin más un punto definitivo de llegada.También es punto de partida para un itinerario: «Maestro, ¿dónde vives?». Y Jesús lesresponde: «Venid y lo veréis». El encuentro con Jesucristo significa seguir sus pasos. Y lavida de aquel hombre a quien confesamos el Mesías fue realizada en intimidad con unDios siempre mayor, se le manifestó como ternura infinita, Abba; y su amor a todos sindiscriminaciones motivó a Jesús para entregarse totalmente para bien de la humanidad,incluyendo incluso a quienes lo crucificaron. Cuando somos contagiados por ese amorvamos descubriendo la verdadera casa del Mesías.

3. «Tú te llamarás Cefas, que quiere decir Pedro». En el bautismo todos hemosrecibido un nombre nuevo que significa nueva realidad. Como Pedro, todos losbautizados somos invitados a seguir las huellas de Jesús; eso significa «permanecer enél» según la expresión del Evangelio en la alegoría de la vid y los sarmientos. Perotambién como Pedro, cada uno debemos vivir este encuentro como un itinerario, con susaltos y bajos, con momentos de gran entusiasmo y con negativas a nuestra vocaciónbautismal. Confiando siempre, cuando le negamos, que Dios sigue mirándonos conesperanza.

C. Los milagros de Jesús

La Palabra. «Jesús comenzó sus signos» (Jn 2,1-11).1. A veces identificamos a Jesús como un milagrero. Nos imaginamos que Dios, el que lopuede todo, está sentado en su trono muy alejado de este mundo, y como Jesús tienemucha influencia, cuando le parece actúa, suspende las causas naturales y hace un

23

Page 24: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

milagro. Pero el mismo Jesús rechaza ese tipo de prodigios cuando las autoridades judíasle piden uno para que demuestre su procedencia divina. No está dispuesto a tirarse delpináculo del templo para que Dios le mantenga en el aire y todos acepten su Evangelio.

2. Tanto en la revelación bíblica como en los evangelios el milagro –«las maravillas deDios»– tiene otro sentido. Porque Dios está más íntimo a nosotros que nosotros mismosy también está en todos los acontecimientos; tienen base los relatos bíblicos cuando venel milagro de Dios en el viento que trae la lluvia, y en el diluvio que destruye los malesdel mundo. Jesús de Nazaret celebra la presencia de Dios no sólo en los colores quevisten los lirios del campo sino también en los pobres y en el mismo acontecimiento de sumuerte.

3. El milagro de Dios se realiza en y a través de la humanidad que se deja alcanzar ytransformar por esa Presencia de amor que a todos nos habita, o mejor, en la quehabitamos. El milagro más extraordinario ha sido Jesús de Nazaret, que pasó por elmundo haciendo el bien y curando a los oprimidos por las fuerzas de la muerte. Todo loque hizo y lo que dijo el Profeta de Galilea fue la manifestación de Dios en experienciahumana. Por eso el evangelio de Juan habla de «señales», «signos», obras del Padrerealizadas en y desde la humanidad. Es el milagro inaudito de la Encarnación.

III domingo del Tiempo Ordinario

A. Conversión al reino de Dios

La Palabra. «Jesús comenzó a predicar diciendo: convertíos porque está cerca el reino deDios» (Mc 4,12-23).1. «Reino de Dios» es símbolo de la utopía que una y otra vez mantiene viva laesperanza en el pueblo donde se escribió la Biblia. Un tiempo paradisíaco en el que loboferoz y cordero indefenso vivirán juntos y en paz; cuando los humanos, en vez de forjarlanzas y espadas para matarse, invertirán los recursos en fabricar arados y podaderaspara cultivar el campo. En nuestra cultura diríamos: se acabarán las violencias eimposiciones de unos pueblos sobre otros, y en vez de inventar armamentos cada vezmás sofisticados para destruir, la técnica servirá para producir más recursos y distribuirloscon equidad entre todos. Simplificando mucho podríamos decir que «reino de Dios» eslo que ocurre cuando mujeres, hombres y pueblos tienen como único Señor de su vida yde sus pasos a Dios, amor incondicional que quiere la vida en plenitud para todos.

2. El «reino de Dios», esa nueva sociedad con la que de algún modo todos soñamos,ya está irrumpiendo. Ha llegado ya de modo cumplido en el acontecimiento de Jesucristo:la nueva humanidad que se ha manifestado y ha procedido sólo por amor. Y siguellegando en esa comunidad que llamamos Iglesia, signo y proclamación de la salvación yoferta del camino para llegar a la perfección de la humanidad que ha tenido ya lugar enJesucristo. Y el reino de Dios está irrumpiendo en el corazón de todos los seres humanosque, gracias al Espíritu, se abren a la buena noticia y tratan de ser testigos elocuentes dela misma. Es el reino de verdad y de justicia, de amor y de fraternidad que crece ya en

24

Page 25: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

todos los rincones de nuestro mundo.3. Una y otra vez los seres humanos y los pueblos, movidos por el Espíritu que ya los

trabaja, han hecho proyectos económicos y políticos buscando ese Reino; a veceshaciendo promesas mesiánicas desmesuradas. Los cristianos confesamos que Jesús deNazaret, con su forma de vivir y de morir, es el verdadero Mesías. Según el Evangelio, éles camino, verdad y vida que puede inspirar, sanar y perfeccionar todos los proyectossociopolíticos intrahistóricos de liberación. Debemos seguir inventando y dando pasosadelante conscientes de que nuestros progresos ya tienen su propia consistencia; llevan lamarca de nuestra limitación; por eso necesitan la luz y la fuerza del Espíritu para noquedarse a medio camino. Porque Jesús pensó, vivió y actuó desde Dios, recorría lasaldeas de Galilea anunciando la buena noticia de Dios, «curando las enfermedades ydolencias del pueblo». Ahí tenemos una referencia fundamental para la buena salud delas necesarias liberaciones intrahistóricas que los hombres y los pueblos vamos logrando.Sin esa referencia serán peligrosos y mortales tantos falsos mesianismos en todos losámbitos de la vida humana.

B. Llamados a construir la nueva humanidad

La Palabra. «Venid y os haré pescadores de hombres; ellos inmediatamente dejaron lasredes y le siguieron» (Mc 1,14-20).1. Jesús no dice a sus discípulos que se conformen con ser buenos y piadosos, sinmeterse con nadie, cumpliendo sus deberes religiosos y sin preocuparse de los demás. Nisiquiera les dice que sean perfectos viviendo muy elevados sobre este mundo; santo engriego se dice «agios», sin tierra. Propone otro modelo de perfección: compromisoexistencial para construir el reino de Dios en este mundo.

2. Aunque Jesús nunca definió qué es el reino de Dios, expresó el contenido de estesímbolo con muchas imágenes y con sus acciones. Imágenes como un gran banquetepreparado por Dios donde todos los seres humanos podamos sentarnos y gustar juntoslos frutos de la creación; una comunidad de hermanos y amigos que comparten lo queson y lo que tienen buscando la felicidad de todos. Y Jesús trató de construir esa nuevasociedad curando enfermos, rehabilitando a los excluidos, defendiendo la dignidad detodos. Su gran preocupación fue cómo hacer para que hombres y mujeres nosucumbamos ante los males y el sufrimiento. Esta preocupación explica toda su vida ydio sentido a su muerte.

3. El apasionamiento por construir el reino de Dios es la entraña de la espiritualidadcristiana. No es suficiente ser buenos. La bondad del cristiano sólo se prueba si pasamospor el mundo haciendo el bien, curando a los enfermos y combatiendo las fuerzas delmal. Luego para ser discípulos de Jesucristo no es suficiente «hacer el bien»; hay queluchar también contra el mal. Tal empeño implicará muchas veces conflicto. Ya nos avisóel mismo Jesús: el que quiera seguirme en la construcción de este Reino, que «tome sucruz», que acepte la conflictividad, pues en realidad sólo se «gana la vida» perdiéndolapor esta causa.

25

Page 26: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

C. El reino de Dios ya está aquí

La Palabra. Lucas compone su evangelio «siguiendo las tradiciones transmitidas por losprimeros testigos oculares». Y añade dos cosas. Primera: «El Espíritu del Señor estásobre mí porque me ha enviado para anunciar a los cautivos la libertad». Segunda: «Hoyse cumple esta Escritura ante vuestros ojos» (Lc 1,1-4; 4,14-21).1. Los evangelios no cuentan invenciones imaginarias sino acontecimientos históricos deJesús narrados por los testigos oculares; así nos transmiten una historia real. Pero losevangelistas no son cronistas preocupados por contar todos los detalles. Redactaron susescritos en las primeras comunidades cristianas a modo de catequesis para promover la fey ofrecer al mundo la buena noticia de que Jesús es el Salvador. Con esa intencióntermina el cuarto evangelio diciendo que ha hecho una selección de lo que Jesús hizo ydijo para que «vosotros creáis que Jesús es el Mesías, Hijo de Dios, y para que creyendotengáis vida en su nombre» (Jn 20,31).

2. El profeta Isaías anunció la esperanza del pueblo judío: Dios mismo suscitará unverdadero Servidor que traerá la liberación: «El Espíritu del Señor está sobre mí porqueme ha ungido; me ha enviado a dar la buena noticia a los pobres, para anunciar a loscautivos la libertad, a los ciegos la vista; para dar la libertad a los oprimidos, paraanunciar el año de gracia del Señor». El año de gracia es el año de la reconciliación,cuando se cancelan todas las deudas contraídas. Esa liberación prometida mantiene vivala esperanza bíblica.

3. Participando con sus paisanos de Nazaret en la celebración del sábado, Jesúsproclama esa palabra de Isaías. Pero se permite cambiar el texto del profeta omitiendouna frase: «Y el día de la venganza». Todavía más, se atreve a decir: «Hoy ante vuestrosojos se cumple lo que habéis oído». Así afirma dos cosas. Primera, que Dios es amor yno sabe más que amar, en su corazón no cabe la venganza. Segunda, que Jesús mismo,con sus obras y palabras, es el portador de la liberación, el realizador de las promesas.

IV domingo del Tiempo Ordinario

A. El programa de vida cristiana

La Palabra. «Dichosos los que viven con espíritu de pobres» (Mt 5,1-12a).1. Según la revelación bíblica, Dios es defensor de los pobres y excluidos, porque quierela dignidad y la vida en plenitud para todos. Compadecido de los sufrimientos de unpueblo pobre y maltratado en el Imperio de Egipto, interviene para liberarlo. Es laconstante que vemos a lo largo de la historia bíblica y que Jesús hace manifiesta en suconducta que desconcertó a las autoridades religiosas judías de aquel tiempo. La paráboladel buen samaritano sugiere que la vida del ser humano expoliado debe ser objeto deatención más importante que todos los cumplimientos de la religión.

2. Enseguida un interrogante lógico: si Dios quiere la vida y la felicidad en plenitudpara todos, ¿por qué no interviene con su poder para acabar con nuestros males yerradicar la pobreza? Nos imaginamos a Dios como un señor que está allá arriba sentado

26

Page 27: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

en su trono contemplando desde fuera cómo marcha este mundo; desde lejos observa yguarda su poder mientras observa cómo nos portamos para darnos al final premios ocastigos. Pero esa imagen de la divinidad no responde a la revelación de Diosmanifestada en la conducta histórica de Jesucristo, quien pasó por el mundo curandoenfermos, rehabilitando a los pobres y combatiendo a los diablos que tiran a las personaspor los suelos.

3. El Dios revelado en Jesucristo es Alguien que se ha encarnado y desde dentro noshabla y nos impulsa para que, con su ayuda, los seres humanos construyamos un mundoen que todos podamos vivir y ser felices. En el evangelio de hoy tenemos el programa. Sihombres y mujeres se disponen a vivir con espíritu de pobres, a compartir con los demáscuanto son y tienen, los que no poseen recursos –en lenguaje bíblico, «tierra»– tendránrecursos, los que lloran serán consolados, y los que tienen sed de justicia, quedaránsaciados. Así se constituye la Iglesia: comunidad de personas misericordiosas, que sehacen cargo y se comprometen para que los otros salgan de la miseria; personas «decorazón limpio», coherentes entre lo que creen y lo que hacen; empeñadas en construirla paz; y dispuestas a sufrir las incomprensiones y la persecución por mantenerse fieles aeste programa.

B. Autoridad sin autoritarismo

La Palabra. «Todos se quedaban asombrados viendo cómo Jesús enseñaba, no como losletrados, sino con autoridad» (Mc 1,21-28).1. En principio todos pensamos que un ejercicio humano del poder debe tener como finayudar a que las personas crezcan; autoridad viene de un verbo latino –«augere»– quesignifica «crecer». Pero no sólo hay que lamentar esa terrible anarquía donde se imponenla violencia y el terrorismo con sus múltiples versiones. También hay que lamentarformas de autoritarismo que se instalan en los ámbitos de la convivencia humana.Aunque los cristianos cantamos frecuentemente «donde hay caridad y amor allí estáDios», en la práctica fácilmente cambiamos «caridad y amor» por «orden ysometimiento». Todos llevamos dentro ese instinto de dominación y a nada que nosdescuidemos, el poder suplanta y deja de ser mediación del amor.

2. ¿Qué dice Jesús de su propia autoridad y cómo la ejerce? El Evangelio conserva lashuellas de un asombro en la gente: Jesús no hablaba como las autoridades religiosas de supueblo, que dictaban normas en nombre de instancias venidas de arriba y de unas leyesintocables. Apoyaba su autoridad en la verdad misma de lo que decía y en elconvencimiento de las personas. Esta conducta tiene aplicación en las relaciones de lafamilia, en la educación, en la organización política y en el ámbito eclesial. El cristianismoes una religión de autoridad: la Iglesia recibe del Espíritu unos ministerios que implicanpoder. Hay también normas y prácticas imprescindibles para el buen funcionamiento dela comunidad. Pero es necesario que antes, continua y finalmente, el cristianismo seareligión de las personas que actúen desde dentro y por propia convicción.

3. Ahora se comprende por qué Jesucristo, que enseñaba con autoridad y promovía la

27

Page 28: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

libertad de las personas, se oponía frontalmente a todo autoritarismo. Primero, alautoritarismo civil: «Sabéis cómo los que en las naciones son considerados príncipes lasdominan con Imperio, y sus grandes ejercen poder sobre ellas; no ha de ser así entrevosotros; antes, si alguno de vosotros quiere ser grande, sea vuestro servidor». Y Jesúscritica también al autoritarismo religioso: no os dejéis llamar maestros, pues uno solo es elMaestro y todos vosotros sois hermanos; no llaméis padre a nadie sobre la tierra, porqueuno solo es vuestro Padre; no os hagáis llamar doctores porque uno solo es vuestroDoctor; el más grande de vosotros sea servidor de todos. Apliquemos esta críticacontinuamente a nosotros mismos que, en nuestras relaciones con los demás, sacamosfrecuentemente nuestras cualidades, títulos y cargos no para servir a los otros sino paracausar admiración y que nos rindan honores.

C. Pretensión escandalosa

La Palabra. «Hoy se cumple la Escritura que acabáis de oír» (Lc 4,21-30).1. A primera vista el relato evangélico de hoy es un poco desconcertante. Celebrando lafunción litúrgica en la sinagoga de su pueblo Nazaret, Jesús dice que él es portador de laliberación esperada. En un primer momento el evangelista comenta que «todos leexpresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de suboca». Pero al final cambia el panorama: «Todos en la sinagoga se pusieron furiosos y leempujaron fuera del pueblo hasta un barranco con intención de despeñarlo». ¿En quéquedamos?, ¿mostraban su admiración o su agresividad?

2. Jesús, en su comentario al profeta Isaías que anunciaba la llegada del Liberadorpara el pueblo judío, calificaba ese momento de su llegada como «día de venganza».Jesús omitió sin más ese detalle y leyó sólo «año de gracia». Y no se conformaba concambiar las Escrituras. En sus palabras y en sus acciones pretendía ser el Liberadoresperado. Esa conducta de Jesús escandalizaba irremediablemente a sus paisanos judíos.¿Por qué?

3. Según la legislación bíblica, si alguno pretendía corregir la Escritura por su cuenta,era sin más un falso profeta que debía ser condenado a muerte. Y el escándalo era mayortodavía pues Jesús, que andaba con los pobres, enfermos y religiosamente impuros, sedeclaraba el Liberador. Por eso repetían: «¿Pero no es este el hijo de José?», ¿quién secree que es para cambiar por su cuenta la Escritura y proclamarse Mesías esperado?Lógicamente le juzgaron blasfemo y debía morir lanzado a un barranco y apedreado. Erael castigo determinado por la Ley.

V domingo del Tiempo Ordinario

A. Todo discípulo es misionero

La Palabra. «Vosotros sois la sal de la tierra, la luz del mundo» (Mt 5,13-16).1. La oscuridad y la insipidez son la mejor definición de una vida que no merece la pena.

28

Page 29: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

No hay en ella nada claro; es como un alimento que no sabe a nada. Bautismo en griegosignifica iluminación, y los recién bautizados se llaman «neó-fitos», nuevos iluminados.La fe que han recibido es una luz nueva para caminar por la existencia y superar losmuchos nubarrones que oscurecen el horizonte. Su forma de vivir a partir del bautismodebe tener un sentido y todos sus pasos un sabor nuevo.

2. Pero el bautismo es un punto de partida y toda la existencia del cristiano esbautismal. Por eso Pablo insiste a los bautizados: «Fuisteis algún tiempo tinieblas, peroahora sois luz en el Señor; caminad como hijos de la luz», «consideraos muertos alpecado». Es lo que viene a decir el evangelio de hoy con el simbolismo de la sal. Habíajunto al mar Muerto montones de sal que no servían para condimentar o dar sabor a losalimentos, y era pisoteada por la gente que pasaba por allí. Los cristianos que con suforma de vivir no aportan el nuevo sabor del Evangelio son también ignorados odespreciados.

3. Y es de notar que Jesús no dice «vosotros podéis ser luz y sal», «conviene queseáis luz y sal». Sencillamente dice «sois». Deja bien claro que esa es su identidad y suvocación. Por eso cuando no iluminan ni dan sabor a la existencia humana, crean másconfusión y escandalizan incluso a los mismos incrédulos o alejados de la Iglesia.Implícitamente se está diciendo que todo cristiano es evangelizador no porque ande porlos púlpitos echando sermones sino sencillamente tejiendo su existencia con el espíritu deJesucristo. Para iluminar la luz no necesita más que ser luz, y sal buena siempre da sabor.Eso sí, tomando cuerpo en las realidades visibles y mezclándose con los alimentos;compartiendo gozos y esperanzas, alegrías y tristezas con todos los seres humanos. Aello nos invita el Evangelio.

B. Mesianismo de sanación

La Palabra. «Jesús fue a la casa de Pero y Andrés. La suegra de Pedro estaba en camacon fiebre. Jesús le cogió la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles»(Mc 1,29-39).1. No podemos negar que Jesús sanó a enfermos porque ello implicaría negar losevangelios. De Jesús se conservan más relatos de sanación que de cualquier otra figurade la tradición judía. Las curaciones que Jesús realiza tienen poco que ver con lascuraciones milagreras que hoy se ponen de moda en algunos ámbitos cristianos, pero nodebemos negar el hecho histórico, que Jesús fue un sanador.

2. Leyendo los evangelios uno saca la impresión de que las curaciones que Jesús hizoafectaban simultáneamente a lo físico, lo psíquico y lo espiritual. Por eso los enfermos,considerados pecadores e impuros en aquella sociedad judía, sintiéndoseincondicionalmente amados y perdonados, se ponían de pie fortalecidos por la confianzay hasta lloraban de gratitud. Según el Evangelio, cuando una pobre mujer pecadora sesintió perdonada, con sus lágrimas enjugaba los pies de Jesús en señal de agradecimiento.

3. Pensándolo bien, la conducta cristiana debe ser siempre sanadora. Creemos que enlos pobres y enfermos, en lo desechable de la sociedad, está el mismo Jesucristo: «Lo

29

Page 30: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

que hicisteis a cualquiera de estos a mí me lo hicisteis». Y hoy muchas heridas supuran yentristecen a los seres humanos. Es verdad que la beneficencia da fruto de un corazóncompasivo. Pero la curación que debe llevar a cabo la comunidad cristiana, sacramentode misericordia, debe ir más allá. El anuncio de que Dios es amor y no sabe más queamar, cuando cala en las personas, les da sentido y las capacita para integrar heridas ysufrimiento. El evangelio de hoy dice: Jesús tomó la mano de la suegra de Pedro, queestaba enferma, «y se puso a servirles». Cuando las personas experimentan la sanacióndel Evangelio, su preocupación más gratificante es servir a los demás.

C. Puestos en manos de nuestra propia decisión

La Palabra. «Rema mar adentro» (Lc 5,1-11).1. Desde antiguo se ha comparado existencia humana con una travesía en barca, cuyoremero es cada uno. Según los entendidos, hay muchos naufragios cuando los barcosentran y salen del puerto; tienen que calcular bien el calado del agua para no quedarempotrados en la arena, y así fracasar en su cometido: navegar vadeando las olas. Algoparecido puede ocurrirnos a los cristianos: un día optamos por seguir a Jesucristo; elEvangelio merecía la pena; pero luego, en la práctica de cada día, llegan los abrojos yespinas que ahogan la semilla, la obsesión por las seguridades que matan la confianza, lacomodidad que nos cierra en el individualismo. Y ahí nos quedamos atrapados; como eljoven rico del Evangelio que, apegado a sus muchas posesiones, no dio el paso adelante.

2. El caso es que, si bien Dios nos acompaña siempre y desde dentro suscita ennosotros el deseo de autenticidad, hemos sido puestos en manos de nuestra propiadecisión y Quien nos ha creado sin nosotros, no puede completar la obra de nuestraplena humanización, si no decidimos por nuestra cuenta pelear cada día para vivir enverdad. Al fin y al cabo lo que llamamos pecado no es más que matar la verdad con lainjusticia, pues siendo criaturas pretendemos ser absolutos y utilizar irreverentemente alos demás.

3. Muchas veces hemos sentido el deseo vivo de comenzar otra vez con autenticidadevangélica, echando de nuevo las redes y esforzándonos por llevar a cabo nuestro anhelode ser buenos y honrados. Pero una y otra vez nos vemos burlados por nuestraincoherencia y nuestros fallos. Es necesario actualizar cada día la confianza: Dios nos hacreado por amor, y en Jesucristo nos abrió el camino para llegar a nuestro destino defelicidad. No quedemos en la orilla, en la indecisión con un pie en tierra firme y otro en elagua: «Rema mar adentro». Según el Evangelio, cuando Pedro y sus compañerostomaron esta decisión, llenaron su barca de pesca abundante.

VI domingo del Tiempo Ordinario

A. La religión verdadera

La Palabra. «Si al poner la ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene algo

30

Page 31: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

contra ti, deja allí tu ofrenda en el altar y vete a reconciliarte con tu hermano, y entoncesvuelve a presentar la ofrenda» (Mt 5,17-37).1. Según el Evangelio hay una justicia legal, la que se atiene únicamente a lo mandado ya lo prohibido. Es la justicia que no cuenta con la gratuidad ni con la gratitud. La justiciade compra-venta. La que tenía el fariseo que orando en el templo presentaba sus méritospara que Dios le hiciera justicia pagándole sus cumplimientos. Por eso Jesús dice a susseguidores: «Si no sois más justos que los letrados y fariseos, no entraréis en el reino delos cielos».

2. El «reino de los cielos» es un símbolo que señala un nuevo orden social, donde nosólo se cumplen las normas, sino que hay un «más» de gratuidad que brota del corazón yque va más allá de todo lo mandado. Es el espíritu de toda buena ley. Se trata de unajusticia nueva inspirada en la misericordia. Sin esta inspiración, la misma justicia esinjusta.

3. En su Carta escribió Santiago: «La religión pura e inmaculada ante Dios Padre esvisitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y conservarse sin mancha delmundo». En esa práctica de la misericordia se prueba la verdad de todas lasmanifestaciones religiosas. Estas son convenientes y hasta necesarias porque la fe debeser públicamente confesada, pero sólo si son expresiones e impulso de una fe que se haceoperativa en el amor y en el compromiso para erradicar la miseria humana. Es el amor demisericordia.

B. La persona, sujeto y fin de todas las instituciones

La Palabra. «Viendo a un leproso que pedía ser curado, Jesús extendió la mano y le tocódiciendo: quiero, queda limpio» (Mc 1,40-45).1. El significado de esta curación sólo se aprecia dentro del contexto de aquel pueblojudío. La enfermedad se veía como castigo de Dios y en concreto la lepra era como unamaldición. Los desfigurados por ese contagio eran echados fuera de la sociedad, nopodían acercarse a los poblados y nadie podía entrar en contacto con ellos sin contraerimpureza. En esa mentalidad se entiende bien lo novedoso y arriesgado en el gesto deJesús. No sólo se acerca, sino que tiende su mano y la pone sobre la frente del leproso.Por curar y dar vida, Jesús arriesga su reputación, contrae la impureza y lógicamente,según el Evangelio, «ya no podía entrar abiertamente en ningún poblado, se quedabafuera, en descampado».

2. Una vez más aquí vemos algo que sale con frecuencia en los relatos evangélicos.Jesús, «movido a compasión», abre los ojos a ciegos, cura leprosos, hace un milagropara que coma la muchedumbre hambrienta. Aquel hombre, a quien nosotrosconfesamos Hijo de Dios, no se preocupó mucho por establecer ortodoxas y elevadasdoctrinas, tampoco de cumplimientos rituales y legales. Lo que verdaderamente lepreocupó fue la humillación y el sufrimiento de las personas. Estaba convencido de queDios quiere nuestra felicidad y por eso afloraban continuamente sus sentimientos demisericordia. No sin fundamento algunos traducen la recomendación que Jesús hace al

31

Page 32: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

leproso curado: «Preséntate a los sacerdotes como testimonio contra ellos». Declarandoimpuros a los leprosos y por ello excluyéndolos de la sociedad, los sacerdotes del temploestán siendo injustos, van contra la misericordia de Dios.

3. Concretando un poco más en nuestra sociedad, la curación del leproso estádiciendo: que la persona humana debe ser sujeto y fin de todas las instituciones y detodos los reglamentos. La gloria de Dios implica el compromiso para que todos y todastengan vida, pues nuestro destino es la felicidad. Las precisas declaracionesinternacionales y nacionales sobre derechos humanos dejan bien formulada esacentralidad de las personas, pero en la práctica el panorama es desolador. Cada uno ennuestras relaciones humanas debemos preguntarnos si nuestro criterio es salvaguardar ladignidad de todas las personas o curvarnos sobre nosotros mismos y nuestro grupo comoúnico centro, a costa de lo que sea y de quien sea.

C. El Evangelio es para todos

La Palabra. «Dichosos los pobres porque vuestro es el reino de Dios»; «¡ay de vosotroslos ricos, porque ya tenéis vuestro consuelo!» (Lc 6,17.20-26).1. El evangelista Lucas resume aquí lo que fueron la conducta y la predicación de Jesús.Estaban motivadas por la compasión ante la miseria y el sufrimiento de las personassocial y religiosamente excluidas: que no tenían lo suficiente para vivir, que estabanenfermas y olvidadas, que las tachaban de impuras y por tanto sin ningún derecho social.Desde su intimidad con el Padre que es amor y defiende a los pobres, Jesús reaccionacompasivamente, y se pone al lado de los pobres provocando el escándalo entre losjudíos más religiosos.

2. Con estos mismos sentimientos de Dios, Jesús lamenta la cerrazón y egoísmo delos poderosos, que pretenden llenar los anhelos más profundos de su corazón únicamenteacaparando riquezas «para sí mismos», sin preocuparse de los que junto a ellos pasannecesidad por falta de recursos. Jesús no les condena. Sólo lamenta su forma deproceder como una madre lamenta que su hijo se meta y se pierda en el consumo dedrogas.

3. El evangelio de Jesús es buena noticia para todos y en consecuencia llamada a laconversión. Pero, según las situaciones, la llamada tiene distinta versión. A los pobres yenfermos Jesús da confianza: Dios no quiere la pobreza ni la exclusión que estánsufriendo; está ya interviniendo para que las cosas cambien. A los poderosos arrogantesJesús pide que no se consideren centro absoluto, ni traten de asegurar sus posicionesalmacenando riquezas y poder; deben convertirse siendo solidarios con los demás. Sólocuando los poderosos dejen su arrogancia y se dispongan a participar con los pobres en laúnica mesa de la creación, la humanidad encontrará el verdadero camino dehumanización, lo que de algún modo expresamos con el símbolo reino de Dios.Confianza en el Padre que a todos nos ama y libertad ante los ídolos del tener y delpoder son dos aspectos inseparables que integra la verdadera conversión al Evangelio.

32

Page 33: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

VII domingo del Tiempo Ordinario

A. La regla de oro para la convivencia

La Palabra. «Si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; amad a vuestrosenemigos; haced el bien a quienes os aborrecen» (Mt 5,38-48).1. En la tradición bíblica se venía diciendo «ojo por ojo y diente por diente», «amarás atu prójimo y aborrecerás a tu enemigo». Era ya un correctivo de la venganza: «Por unojo los dos y por un diente toda la dentadura». Normalmente para establecer lasrelaciones entre las personas y los pueblos aceptamos ese correctivo del AntiguoTestamento. Pero con esa lógica no rebasamos la espiral de rencores, desconfianza yviolencia; una y otra vez caemos en la trampa. Jesús cambia la famosa ley del talión que,dentro de la revelación bíblica, mejoró la ley de la venganza: «Por un ojo dos y por undiente toda la dentadura».

2. El Evangelio propone una nueva inspiración para establecer esas relaciones. No essólo el cumplimiento de lo mandado, pues hay muchas normas sociales que son injustas;uno puede ser muy legal y también humanamente un monstruo. La inspiración tiene queser el amor a todos y la bondad que quiere y procura el bien del otro. Es el criterio biennovedoso y extraño a nuestra tendencia natural, pero tal vez el único que garantiza unverdadero humanismo en las relaciones interpersonales y en la convivencia entre lospueblos. Hay en el punto de partida una transformación interior, un nuevo nacimiento degracia: «Os arrancaré el corazón de piedra y os daré un corazón de carne».

3. La propuesta de Jesús en este evangelio no es una ley que se cumple y ya está. «Siuno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra» no debe entenderse comosuena, pues según el evangelio, cuando a Jesús le dieron una bofetada injustamente, nopuso la otra mejilla sino que reaccionó contra la injusticia. Es más bien invitación a unanueva forma de convivir, inspirada en la experiencia o encuentro con Dios, que a todosama incondicionalmente no porque seamos buenos, sino aun cuando somos malos,porque Él es bueno. Sólo se puede responder a ese ideal de la vocación cristiana cuandonos dejamos alcanzar, transformar e impulsar por esa presencia de Dios que es perfecta,que hace salir el sol para buenos y malos, y que envía la lluvia para justos y injustos.

B. La buena noticia del perdón

La Palabra. «Hijo, tus pecados quedan perdonados» (Mc 2,1-12).1. Los seres humanos nunca llegamos a superar la tensión entre lo que ansiamos ser y loque somos en realidad. Por eso nos sentimos deudores de nosotros mismos, yespontáneamente nace un sentimiento de culpabilidad. El problema se agrava cuandoencima pensamos en una divinidad que lleva cuenta de nuestros delitos y aguardaimplacable al ajuste de cuentas. Es la sensación que llegan a vivir muchos bautizados,para quienes el Evangelio no es ninguna buena noticia que genere confianza y alegría.

2. Jesús de Nazaret no dio muchas absoluciones de pecados, pero toda su forma deactuar fue revelación de que Dios es esencialmente bueno, sólo sabe amar y

33

Page 34: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

continuamente nos perdona si nos dejamos inundar por la presencia de su amor ennosotros. Viendo la fe o confianza que tenían unos hombres que, para llevar a unenfermo ante el Profeta, abrieron un boquete en la azotea, Jesús dice al paralítico: «Hijo,tus pecados quedan perdonados».

3. Acostumbrados a pagar y a que nos paguen todo, a los humanos extraña esagratuidad de Dios que nos ama cuando todavía somos pecadores. Según el Evangelio,Dios siempre nos está perdonando. Y podemos aceptar ese perdón escuchando ysiguiendo la voz de nuestra conciencia. Cuando con sinceridad rezamos el Padrenuestro,perdonamos a los demás, o al comenzar la Eucaristía nos confesamos pecadores ynecesitados de perdón. Y hay un sacramento que llamamos de la Penitencia donde laIglesia, sacramento de misericordia, sale a nuestro encuentro para que el perdón de Diosque ya experimentamos cale de verdad en nuestro corazón y transforme a mejor nuestromodo de vivir.

C. ¿Amar a los enemigos?

La Palabra. «Amad a vuestros enemigos; haced el bien a los que os odian, bendecid a losque os maldicen, orad por los que os injurian» (Lc 6,27-38).1. La conducta que Jesús propone resulta muy anticultural. Según nuestra mentalidadnormal, el enemigo amenaza la propia seguridad, y lo mejor que podemos desear es sudesaparición del mapa. En eso coinciden Freud y Tomás de Aquino. Y esa es la normaque seguimos espontáneamente: cuando alguien se nos enfrenta o sencillamente nopiensa como nosotros, la reacción normal es eliminarlo, si no físicamente, al menoshaciendo que caiga en desprestigio ante los demás.

2. En nuestra sociedad de mercado la necesaria competitividad hacia una meta cadavez mejor para todos ha degenerado en rivalidad a muerte. Y esa lógica no deja espaciopara la gratuidad ni el perdón. Por eso tanto las relaciones personales comointernacionales funcionan respondiendo a la ley del más fuerte, cuya preocupación únicaes «qué será de mí», sin preocuparse para nada de «qué será del otro».

3. Sólo si somos capaces de ver en nuestro enemigo algo amable, podremos amarle. Yciertamente hay en cada ser humano algo divino y absoluto: es imagen de Dios, cuyadignidad resulta inviolable. Tomás de Aquino plantea la cuestión: ¿podemos amar al serhumano en sí mismo? Ya en su tiempo, el siglo XIII, algunos decían que al prójimo sólole podemos amar por Dios, porque está preceptuado en los mandamientos. Pero elmaestro medieval dice que sí podemos y debemos amar al prójimo en sí mismo porquela huella de Dios está en toda persona humana garantizando su dignidad; en todo serhumano hay algo de Dios. El Evangelio da esa misma razón evocando la experiencia oencuentro de fe: «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo». Sólo desde estaexperiencia, más o menos consciente, cabe un verdadero amor a los enemigos.

34

Page 35: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

E

Tiempo de Cuaresma

s el tiempo en que la Iglesia hace un alto en el camino para reflexionar en suvocación, revisar y enderezar lo torcido. Cuaresma evoca «la cuarentena», que tiene

gran simbolismo en la historia bíblica. Moisés y Elías llegaron al encuentro con Diosdespués de una purificación de cuarenta días y cuarenta noches en la montaña. El puebloliberado de la esclavitud llegó a la tierra prometida después de cuarenta años en eldesierto. Jesús mismo, después de su bautismo, estuvo retirado en el desierto cuarentadías y cuarenta noches.

En los primeros siglos de la Iglesia Cuaresma era tiempo de preparación para los quedeseaban ingresar en la comunidad cristiana con el bautismo. Recibían instrucción sobreJesucristo y su Evangelio, mientras la comunidad los acompañaba con su oración ypenitencia. En la Vigilia Pascual para celebrar la resurrección de Jesucristo, tenía lugar lacelebración del bautismo.

Cuaresma es el tiempo adecuado para que los creyentes cristianos revisemos nuestraforma de vivir: si estamos procediendo con los criterios del Evangelio, si tratamos derecrear la conducta de Jesús, o si nos dejamos llevar por la soberbia, las apariencias y elindividualismo que nos deshumanizan y desfiguran nuestra existencia cristiana. Serecomiendan la conversión y la penitencia. Pero siempre teniendo en cuenta que laconversión no es hacia una divinidad que está detrás de las nubes, sino al «Dios delReino», a la construcción de una sociedad y de la comunidad eclesial más fraternas. Lapenitencia no es tanto para evitar los castigos que una divinidad imaginada nos tienepreparados, sino para perfeccionar a nuestra humanidad amenazada por tendencias quela pervierten. El verdadero ayuno es compartir lo que somos y tenemos con los demás,especialmente con los que no tienen y no pueden.

Cuaresma es el tiempo de la misericordia. Caigamos en la cuenta de que Dios siemprenos mira con buen corazón y se pone a nuestro favor. Y dejemos que esa mirada de Diosnos contagie para mirar a los demás con sus mismos ojos y ayudarles a que salgan de sumiseria.

I domingo de Cuaresma

A. Convertirnos, ¿a qué divinidad?

La Palabra. «Al Señor, tu Dios, adorarás y a Él solo darás culto» (Mt 4,1-11).1. Los seres humanos necesitamos tener un proyecto de vida que dé sentido global a

35

Page 36: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

nuestra existencia y unifique todos nuestros pasos. En la ideología con que hoy estáfuncionando el neoliberalismo económico que de algún modo se va infiltrando en todo elmundo, hay unos falsos absolutos –tener, poder y satisfacción inmediata de todo deseo–que desfiguran la existencia humana en individualismo feroz. Esas fueron ya lastentaciones que, según la Biblia, sufrió el pueblo cuando atravesaba el desierto; y no lassuperó.

2. Todos sufrimos esas mismas tentaciones. Soñamos con alcanzar toda la felicidadalmacenando muchos recursos económicos, asegurándonos bien una posición socialprivilegiada; consiguiendo y manteniendo un poder para dominar sobre los demás. Encontraposición a estas ambiciones, el Evangelio propone la conducta de Jesús, queresponde a la vocación del pueblo liberado de la esclavitud en Egipto. Donde ese pueblodijo no, Jesús dice sí: es libre ante los falsos absolutos y su único absoluto es Dios-Amorque a todo da vida y aliento. En vez de acaparar recursos económicos, fue hombre paralos demás compartiendo cuanto era y tenía. En vez de buscar seguridades, se fió de Diosy trató de realizar su proyecto de fraternidad en este mundo; y no quiso emplear supoder para dominar a los otros, sino que lo ejerció como mediación del amor,especialmente a favor de los pobres y excluidos que nada pueden dar a cambio.

3. En el mundo actual muchos mueren porque no tienen pan, mientras otros viveninsatisfechos y a veces asqueados porque quieren llenar los anhelos más profundos de suvida sólo con pan. Tenemos que trabajar para que todos los seres humanos puedan vivircon dignidad; y el primer requisito es que puedan gozar de los recursos necesarios. Peroes inútil pretender la satisfacción de nuestros anhelos más profundos con los muchosrecursos materiales, con una posición social segura, y con apariencias de poder. EnCuaresma somos invitados a convertirnos –volver la mirada y el corazón– a ese «Dios delos seres humanos», que a todos arropa con su amor y cuyo poder se manifiesta comomisericordia. Que nos transforme la nueva justicia que no da a cada uno lo que merecesino lo que necesita. Por ahí nos orienta Jesús cuando dice: «No podéis servir a Dios y aldinero».

B. Dios nos mira con amor y esperanza

La Palabra. «El reino de Dios está irrumpiendo» (Mc 1,12-15).1. Para funcionar los seres humanos necesitamos ser amados y valorados. Cuando noencontramos ese calor, nos sentimos tristes y decaídos. Buscando valoración ante losotros, tratamos de ser amables. Por eso es natural que soñemos con alguien que nosacepte, nos valore y nos ame tal como somos, incluso con nuestras muchas deficiencias.

2. El pueblo donde se escribió la Biblia intuyó que Dios es alguien siempre fiel en suamor a los seres humanos. Lo expresa un término que se usaba en aquella cultura semitapara manifestar las buenas relaciones entre los seres humanos: alianza o pacto en que losfirmantes se comprometían a un mutuo apoyo. El creyente de la Biblia experimentabaque Dios había firmado alianza con la humanidad, se había comprometido a ser siempresu aliado y se mantenía fiel a ese compromiso aunque los seres humanos seamos infieles

36

Page 37: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

y como resultado llegue un diluvio.3. Los cristianos hemos percibido que Jesucristo es la nueva alianza. Transformado

por el Espíritu, «porque Dios estaba en él», fue la humanidad la que por fin respondió aese amor gratuito de Dios. Por eso en el acontecimiento Jesucristo llega el reino de Dios:lo que ocurre en la humanidad cuando deja que Dios-Amor sea el único rey y señor ensu existencia. Porque esa novedad de Jesucristo se realiza también en quienes según suconciencia obran con buena voluntad, Jesús nos dice que caigamos en la cuenta: Diosestá actuando con amor ya en todos los seres humanos y espera que acojan esa presenciade amor. Seamos sensibles a esta buena noticia: «Está irrumpiendo el reino de Dos; creeden el Evangelio».

C. Conversión para ser libres

La Palabra. «No sólo de pan vive el hombre» (Lc 4,1-13).1. De nuevo las tentaciones de Jesús. Ahora en la versión del evangelista Lucas. Según latradición bíblica, cuando el pueblo sufría la esclavitud en Egipto, Dios no intervino parasometerlo sino para impulsarlo a un proceso de liberación. Era lo que debía realizar elpueblo atravesando el desierto, donde una y otra vez asaltan la sed que todo ser humanolleva dentro y la tentación de saciarla totalmente con lo que salga.

2. Igual en todo a nosotros menos en el pecado, Jesús de Nazaret tambiénexperimentó esa tentación. Podía elegir el camino de la riqueza o del poder para llevar acabo su misión en este mundo. Pero experimentó que ni la riqueza ni el poder son algoabsoluto; no merecen la entrega incondicional. Pudiendo presentarse y actuar como elhombre más poderoso del mundo –eso que según nuestra imaginación significa «ser iguala Dios»–, fue y actuó como servidor de todos hasta entregar la propia vida y morirperdonando.

3. La conversión cristiana es el proceso para ir fraguando la propia libertad. Procesoporque no se hace de una vez para siempre. Más bien es tarea de cada día. Por elbautismo nos comprometimos a modelar nuestra existencia tratando de ser libres ante losídolos que van saliendo al camino: riquezas, prestigio, dominio sobre los demás. Perotoda la existencia cristiana es bautismal: morir cada día y en cada paso a las falsasseguridades que nos deshumanizan. Y en el encuentro con Jesucristo ir tejiendo esaliberación total que responde a nuestro anhelo más profundo.

II domingo de Cuaresma

A. Procesar las contradicciones de la vida

La Palabra. «Este es mi Hijo, el amado, escuchadle» (Mt 17,1-9).1. La existencia humana como camino hacia la plena humanización está tejida demomentos gozosos y de crisis duras ante las dificultades y sufrimientos que confrecuencia encontramos. La tendencia normal es evitar cualquier tema o situación que

37

Page 38: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

nos sean desagradables; pero nunca logramos totalmente esos sueños de paraíso. Porotra parte, cuando en nuestra convivencia surgen los conflictos, tratamos de imponernuestros puntos de vista o nuestra forma de vivir; y si no podemos hacer que los demásse nos sometan, eliminarlos con la imposición y con mañas muy sutiles.

2. Cuando se escribe este Evangelio, ya la primera comunidad cristiana está sufriendola incomprensión y la persecución. Los primeros discípulos –Pedro, Santiago y Juanrepresentan a toda la comunidad– se ven tentados a buscar refugios seguros al margen deeste mundo conflictivo: «Hagamos tres tiendas» para vivir cómodamente sin exponernosa que nos crucifiquen. El sectarismo y el espiritualismo evasivo han sido siempre y siguensiendo amenaza para la comunidad cristiana cuya salud exige tener conciencia de que esparte del mundo, cuyas alegrías y tristezas son también suyas.

3. En el evangelio de este domingo esa comunidad confiesa que Jesús de Nazaret es elHijo de Dios; está envuelto por la nube, símbolo de la presencia divina; en el relato sobrela ascensión de Jesucristo resucitado, se dice que una nube lo envolvió y fue elevado alcielo. Ante sus discípulos Jesús brilla con la gloria de Dios: «Este es mi Hijo amado».Pero a los mismos discípulos cuesta mucho aceptar que el Hijo tenga que recorrer elcamino de los demás mortales, sufrir los conflictos y la humillación. Sin embargo lopeculiar de aquel hombre, a quien los cristianos confesamos Mesías, se manifestó envivir a fondo las dificultades y conflictos de la existencia humana, no egoístamente sinosiendo, actuando, alegrándose y sufriendo con y por amor a favor de todos. Y así nosmanifestó quién es y cómo actúa Dios: amor incondicional a nuestro favor. Es lavocación que nos sugiere el mismo Jesús: «Sed misericordiosos como el Padre celestiales misericordioso». Es el camino de la perfección cristiana. El espíritu para procesardebidamente los conflictos.

B. ¿Un Mesías crucificado?

La Palabra. «No comentéis a nadie lo que habéis visto hasta que el Hijo del Hombreresucite de entre los muertos» (Mc 9,2-10).1. Los primeros discípulos de Jesús vislumbraban en aquel Maestro algo extraordinario,pero no calaban del todo en su Evangelio. La transfiguración remite a uno de esosmomentos de lucidez: Jesús es envuelto por la nube que significa el mundo de ladivinidad; es el Hijo amado, la autocomunicación de Dios mismo. Sin embargo, aunquetuvieron estos momentos de lucidez, los primeros seguidores no captaron totalmente laverdad de Jesús ni entendieron todo lo que les quería decir: «Estaban dormidos». Poreso el evangelista Marcos dice que, pasado ese momento de la transfiguración, losdiscípulos «no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos». No entendían lo queJesús hablaba: «Es necesario subir a Jerusalén donde el Hijo del Hombre será condenadoa muerte», «discutían qué quería decir aquello de resucitar de entre los muertos».

2. Sobre todo en el evangelio de Marcos, cuando Jesús tiene algunas intervencionesque llaman la atención por su grandiosidad, pide a sus discípulos que guarden silencio. Lagran tentación en aquel pueblo judío que soñaba con dominar a todos los pueblos de la

38

Page 39: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

tierra era un Mesías interpretado como caudillo revestido de poder. La conducta de Jesúsen cambio, «manso y humilde de corazón», habla de un mesianismo desconcertante: laliberación no llega por el poder que se impone con fuerza indiscutible, sino por el amordel que siempre sirve a los demás sin esperar nada a cambio.

3. Según el Evangelio, cuando Pedro confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, elMaestro le llama dichoso porque tal confesión no es fruto «de la carne ni de la sangre»,es decir, del solo esfuerzo humano, sino «de mi Padre que está en los cielos». A laconfesión en la divinidad de Jesucristo sólo tenemos acceso en la fe, luz del Espíritu queactúa en nuestro corazón. Pero esa divinidad es inseparable de la conducta histórica deJesús. Ahí está lo más novedoso, el Evangelio del cristianismo: «Dios-con-nosotros»,siempre a nuestro lado y de nuestra parte.

C. Jesucristo es el sí de las promesas

La Palabra. «De repente dos hombres conversaban con Jesús; eran Moisés y Elías queaparecieron con gloria y hablaban de su muerte que iba a consumar en Jerusalén» (Lc9,28b-36).1. También el evangelista Lucas cuenta la transfiguración de Jesús ante sus discípulos,precisamente cuando el horizonte se oscurece y ya se vislumbra el fracaso de la cruz. Lasituación fue dura y supuso una crisis para Jesús y también para sus primeros seguidores.Pero a diferencia de estos, «cuyos ojos estaban cargados de sueño» y no podíanentender el porqué de ese fracaso, Jesús lo acepta dentro de su apasionamiento por llevara cabo la voluntad del Padre: que todos tengan vida en plenitud. Los discípulos quierenseguir contemplando la singularidad y gloria de su Maestro sin exponerse al sufrimientoque van a encontrar yendo a Jerusalén. Ante su fracaso, comenta el evangelista: «Jesússe encontró solo».

2. Pero la decisión de Jesús dispuesto a proclamar el Evangelio a las autoridadesreligiosas judías exponiéndose a la muerte, viene avalada por dos figuras decisivas en lahistoria bíblica. Moisés, portador de la Ley para el pueblo, y Elías, símbolo delprofetismo. En realidad el evangelista quiere decir que la muerte del Mesías ya estaba dealgún modo anunciada en la esperanza del pueblo. ¿Cómo?

3. La Ley había puesto como centro el amor incondicional a Dios con todos losrecursos, con todo el corazón y en todos los momentos de la vida. Y el profeta Isaíashabló de que la liberación llegaría en la conducta desconcertante del Servidor: quiensiendo inocente, transformado por el Espíritu, es capaz de entregar gratuitamente lapropia vida para instaurar el derecho y la justicia en la tierra. Con buen fundamento en larevelación bíblica los primeros cristianos han proclamado y celebrado que con su formade vivir y de morir Jesús de Nazaret es el Servidor que debía venir, es el sí de laspromesas.

III domingo de Cuaresma

39

Page 40: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

A. Culto en espíritu y en verdad

La Palabra. «Llega la hora en que quienes quieran dar culto verdadero adorarán al Padreen espíritu y en verdad» (Jn 4,5-42).1. El cristianismo es una religión y como todas las religiones tiene sus prácticas y ritosreligiosos. Estas manifestaciones externas son necesarias, pero puede ocurrir a veces quesean pura rúbrica y cumplimiento vacío, si no responden y animan una experiencia de fey una conducta según el espíritu de Jesucristo. Lo más importante para un cristiano estratar de vivir y actuar como Jesús de Nazaret vivió y actuó: buscando y trabajandosiempre, hasta entregar la propia vida, por realizar en este mundo el proyecto de amor,de justicia y de fraternidad entre todos los seres humanos. Eso que Jesús expresó con elsímbolo «reino de Dios». Para celebrar y alimentar esa conducta tienen sentido lasprácticas religiosas.

2. Con frecuencia sin embargo los ritos religiosos se independizan de la experiencia yconducta humanas en que la fe cristiana toma cuerpo. Entonces se reducen a estructuracultual sin vida. Algo así ocurrió en la historia del pueblo donde se escribió la Biblia.Hubo una época en que los potentados que se asentaban en Jerusalén eran también losdueños del templo y del culto. Observaban y cumplían meticulosamente los ritosreligiosos, pero practicaban la discriminación y la injusticia explotando a los más pobres ydébiles. Ante tal perversión del culto, profetas como Isaías, Oseas o Amós denunciaronese culto vacío y clamaban por un culto verdadero en derecho y en justicia, que fuera laexpresión de una existencia a favor de los demás. En esta línea profética se comprende eldiálogo de Jesús con una mujer samaritana, preocupada por el ritualismo pero instaladaen la mentira de su propia vida.

3. El clima social que hoy respiramos no favorece la esperanza, y tenemos latentación de refugiarnos en prácticas religiosas desentendiéndonos de los problemas yapuros que vive nuestra sociedad. Sin duda necesitamos descubrir que en este dinamismosocial no estamos solos y debemos avivar la presencia en nosotros de Alguien que,ocurra lo que ocurra, siempre está con nosotros y de nuestra parte. Pero esa presencia deDios sólo se hace real en la responsabilidad y en el compromiso histórico de cada uno denosotros por una sociedad más humana y más justa. Sólo como expresión de Diosrevelado en Jesucristo, que nunca nos abandona, y como expresión de nuestra conductarealizada con el espíritu de Jesús, tiene lugar el culto «en espíritu y en verdad».

B. No hay culto verdadero sin justicia

La Palabra: Jesús encontró en el templo de Jerusalén a los cambistas sentados ytraficando. «Haciendo un azote de cordeles los echó a todos del templo, esparció lasmonedas y les volcó las mesas. Y a los que vendían palomas les dijo: “No convirtáis enun mercado la casa de mi Padre”» (Jn 2,13-25).1. Hay garantías de que fue histórico este gesto de Jesús. Lo cuentan los cuatroevangelistas, si bien los Sinópticos lo traen ya al final poco antes de que las autoridadesjudías condenaran a Jesús por blasfemo, mientras que Juan lo trae al inicio de la vida

40

Page 41: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

pública. Según los Sinópticos este gesto pudo ser argumento para el juicio contra Jesús.El evangelista Juan, en cambio, quiere dar a entender que el verdadero templo, el lugardonde Dios recibe honor y gloria es la conducta de Jesús curando enfermos, defendiendoa los pobres y abriendo un camino de vida para todos, hasta entregar la propia venciendoa la muerte.

2. No es fácil saber en qué consistió aquella intervención de Jesús en el templo. Dadala guardia fuerte del recinto cultual, cuyo buen orden era cuidado también por losmilitares romanos que tenían cerca un destacamento, no es pensable que Jesúsirrumpiera como un revolucionario violento. El gesto fue más bien profético: elfuncionamiento del templo iba en contra de su inspiración original, se oponía de frente alo que Dios quería. Por un lado, al templo de Jerusalén no podían entrar los paganos. Porotra parte, el templo y el culto se habían convertido en el organigrama de una sociedadinjusta. La casta más elevada de los sacerdotes, emparentados con los terratenientes, enel templo y en el culto engrosaban su patrimonio a costa de los pobres. Todos los judíosdebían pagar tributo al templo y ofrecer sacrificios de caro importe. Además, desde eltemplo se dictaban las leyes de pureza e impureza que, dentro de aquella sociedadteocrática, eran también criterio para discriminar la posición económica, pues los impurosno tenían acceso a un puesto de rentabilidad.

3. Viviendo en intimidad con el Padre que a todos ama sin medida, quiere la vida paratodos y es defensor de los pobres, Jesús reacciona en la misma línea de los profetas quetuvieron que denunciar una situación similar: «Mi casa es casa de oración para todos lospueblos, y la estáis convirtiendo en una cueva de ladrones». El templo y el culto nopueden ser lugar para discriminar a las personas ni para justificar el dominio de unossobre otros. Según el cuarto evangelista, el nuevo templo y el nuevo culto «en espíritu yen verdad» es Jesús de Nazaret, que por la entrega de amor hasta la muerte, ha entradoen la plenitud de vida: «Destruid este templo y en tres días lo levantaré. Cuando resucitóde entre los muertos, sus discípulos se acordaron de que había dicho esto».

C. Las desgracias no son castigo de Dios

La Palabra: «¿Pensáis que los galileos, asesinados por Pilato, eran más pecadores quevosotros y por eso acabaron así? Pues os digo que no» (Lc 13,1-9).1. Me tocó estar en la isla de Santo Domingo cuando tuvo lugar el maremoto que asoló ala población de Haití. En la República Dominicana, donde también tembló la tierra,lamentaban lo sucedido, y con frecuencia añadían: «Gracias a Dios que no nos ha tocadoa nosotros». Pero, ¿es que Dios anda castigando a unos y premiando a otros?

2. En Galilea, región donde Jesús anunció el Evangelio, había grupos revolucionarioscontra el dominio de Roma; a esos revolucionarios los ortodoxos judíos considerabanpoco religiosos y por tanto pecadores. Por eso, al enterarse de que Pilato, representantedel Imperio romano, los había asesinado, interpretaron que era castigo de Dios, y en esaidea informaron a Jesús de lo sucedido. Pero él rechazó esa interpretación: losacontecimientos tienen su explicación natural, y no hay que meter a Dios ahí como un

41

Page 42: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

intruso caprichoso. A todos y a todo sostiene dando vida y aliento, pero respetando laautonomía de las realidades terrenas y la libertad de los seres humanos.

3. Ante la catástrofe de Haití como ante tantas horribles desgracias, Dios, como suavebrisa, está en la compasión eficaz, en la solidaridad, en el amor que se hace cargo y cargacon el hermano maltratado. Hoy el evangelio nos dice cómo debemos actuar ante lasdesgracias: «convirtiéndonos», cambiando de mentalidad, siendo testigos elocuentes deque lo más humano y humanizador no es organizar el mundo bajo la ley del más fuerte,sino vivir y practicar la compasión eficaz a favor de las víctimas. En los días quesiguieron a la catástrofe me contaron que una mujer de la República Dominicana daba elpecho a un bebé haitiano que sufrió lesiones en su cráneo durante el terremoto y cuyamadre se encontraba en estado de gravedad. Por ahí va el camino de la humanización.

IV domingo de Cuaresma

A. El ciego que llegó a ver

La Palabra. «He venido a este mundo para que los que no ven vean, y los que ven sequeden ciegos» (Jn 9,1-41).1. En el tiempo y en la sociedad judía religiosa donde Jesús vivió, los declaradosreligiosamente impuros socialmente quedaban excluidos. Entre ellos estaban losenfermos, pues la ceguera, la lepra y otras enfermedades eran signo de maldición.Lógicamente el ciego de nacimiento no podía ver debido a los pecados suyos o de susantepasados. Por eso preguntan a Jesús: ¿quién ha cometido el pecado que causa laceguera?, ¿el enfermo, sus padres o sus abuelos?

2. Jesús responde que la culpa de la ceguera no es del ciego ni de sus antepasados. Y,evocando el gesto de la creación según el relato bíblico –el primer hombre hecho debarro–, hace un poco de barro con su saliva y unge los ojos del ciego para que recobre suvocación original: ha nacido para ver, decidir y pensar por su propia cuenta. Una vezcurado el ciego, al encontrarse con sus vecinos, afirma: «Soy yo mismo». Cuando laspersonas abren los ojos, leen la realidad y juzgan por sí mismas, recobran su dignidadoriginal.

3. Sin embargo las autoridades religiosas de aquella sociedad judía, que se creíandueños de la situación, no aceptan que el ciego de nacimiento comience a ver y a pensarpor su cuenta. Prefieren que no sea protagonista de su propia historia, para que así vivasometido y dominado: «Jamás se oyó decir que nadie abriera los ojos a un ciego denacimiento». La lógica de dominación, encubierta de mil modos, se repite una y otra veza lo largo de la historia: los instalados en el poder no quieren que los dominados vean ysean ellos mismos. Pero el Evangelio invierte la situación: «He venido para que los queno ven, vean; y los que ven se queden ciegos».

B. Hacer la verdad

42

Page 43: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

La Palabra. «El que realiza la verdad, se acerca a la luz» (Jn 3,14-21).1. Según la filosofía griega, la verdad es conformidad de lo que uno piensa con larealidad tal cual es; una visión lógica o intelectual. Pero la revelación bíblica va en otradirección. La verdad es en primer lugar un atributo; significa honradez y fidelidad; setrata de una virtud, de una cualidad moral; así la verdad se hace y se manifiesta en laforma de vivir. Por eso Dios como Verdad se revela en la conducta histórica de Jesús.Nunca vivió en la mentira ni actuó con hipocresía. Sus mismos adversarios loreconocieron: «Maestro, sabemos que eres sincero».

2. Según el prólogo del cuarto evangelio, con Jesús se abrió para todos los sereshumanos una forma de construir su vida con verdad: en misericordia y en justicia. Perolos seres humanos muchas veces no aceptan ese camino y prefieren seguir en la mentira.No se dejan cambiar por el espíritu de Jesús, no quieren nacer de nuevo. La figura deNicodemo, que para no ser visto, aprovecha la oscuridad de la noche para visitar a Jesús,evoca bien al que busca la verdad pero sin apearse de la hipocresía.

3. Según el Evangelio, sólo el que «hace la verdad» llega a la luz. Es decir, sólo el quetrata de vivir de modo justo y honrado; que no pretende actuar como si fuera centroabsoluto, que se mira a sí mismo y a los demás desde Dios-Amor como centro, estárealizando la verdad. Es el único camino para llegar a la Luz, a esa plenitud de vida cuyoreclamo habita ya en nuestro corazón.

C. El otro es nuestro hermano

La Palabra. «Deberías alegrarte porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido,estaba perdido y lo hemos encontrado» (Lc 15,1-3.11-32).1. Ante la conducta del padre bueno perdonando al hijo que ha malgastado la herencia yse ha entregado a todos los vicios, espontáneamente reaccionamos como el hermanomayor: eso no puede ser, ese hijo pervertido no debe ser admitido ya en la casa delpadre. Como el hermano mayor nos consideramos los fieles, los que cumplimos con lasórdenes que nos han dado, los buenos con derecho a la consideración y a los beneficiosdel Padre; no somos como esos otros que ni practican la religión ni siquiera creen enDios. Todos llevamos dentro a ese hijo mayor que no quiere reconocer al otro comohermano, y dice con desprecio: «Ese hijo tuyo», infiel y perdido.

2. Hoy, en una sociedad desfigurada por el individualismo, es urgente que todos nosveamos, nos respetemos y nos ayudemos como hermanos; admitiendo formas de pensary de vivir distintas dentro de una convivencia pacífica y constructora de una vida máshumana y confortable para todos. Esto supone un cambio de mentalidad: que todos nosconsideremos necesitados, que ninguno se crea perfecto y se constituya en juez de losdemás. No vivimos como hijos de Dios si realmente no miramos y aceptamos al otrocomo hermano. La fraternidad es un imperativo de máxima actualidad en nuestrasociedad individualista e insolidaria.

3. Es la llamada a la conversión en este tiempo de Cuaresma. El hijo mayor de laparábola sólo está pensando en asegurarse la herencia para él; en realidad no es bueno

43

Page 44: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

sino calculador. Por eso no quiere saber nada con el otro que se considera pecador eindigno. Pero el padre bueno insiste: «Hijo, recibe a tu hermano». Los dos estáninvitados a la fiesta, ese mundo de vida y felicidad para todos. Ese es nuestro destino,que ya desde ahora y relacionándonos como hermanos, debemos ir construyendo cadadía.

V domingo de Cuaresma

A. Dios es compasión

La Palabra. «Viendo llorar a María, hermana del fallecido Lázaro, y a los judíos que laacompañaban, Jesús sollozó muy conmovido» (Jn 11,1-45).1. El primer domingo de Cuaresma nos preguntábamos: «Convertirnos, ¿a quédivinidad?». Nuestros miedos, ambiciones y fantasmas ante las muchas limitaciones quenos entristecen hacen que todas y todos nos fabriquemos imágenes de la divinidad anuestra medida que, una vez fabricadas, nos culpabilizan y atormentan. Es frecuenteincluso en muchos cristianos la imagen de un Dios indiferente, alejado de sus criaturas ypreocupado únicamente por su honor sin que le importe para nada el sufrimiento de losseres humanos.

2. El evangelio de hoy cuenta que Jesús, viendo llorar a los familiares de su amigoLázaro que había muerto, «sollozó muy conmovido». Y los cristianos confesamos queen esa conducta histórica de Jesús se revela cómo es y cómo actúa Dios mismo connosotros. Jesús experimentó a Dios como amor incondicional. Como un padre que noguarda para sí la herencia sino que sólo sabe amar y da todo a sus hijos; incluso cuandoestos se echan a perder, los mira con esperanza y mantiene sus brazos abiertos; así losugiere la parábola del hijo pródigo que podríamos titular «del padre inexplicablementebueno».

3. El Evangelio nos presenta una vocación sublime: que seamos «perfectos como elPadre celestial». Y según el mismo Evangelio, esto se traduce en: «Sed compasivos». Laexperiencia de la compasión de Dios inspiró y dinamizó toda la existencia y actividad deJesús. «Movido a compasión» curó a un leproso, abrió los ojos de los ciegos y multiplicólos panes para saciar el hambre de las multitudes agotadas. Jesús es el primer testigo de lacompasión de Dios, y nos invita siempre a seguirle, re-creando su propia conducta ennuestra propia historia. La parábola del buen samaritano es todo un símbolo de laverdadera conversión cristiana: al ver un hombre maltratado y medio muerto, «se lerevolvieron las entrañas», rompió todos sus programas, se inclinó con amor hacia eldesvalido, y se puso totalmente a su servicio para curarlo. La parábola indica elverdadero camino de la conversión: «Ve y haz tú lo mismo».

B. Gloria de Dios y vida del ser humano

La Palabra. «Ha llegado la hora en que sea glorificado el Hijo del Hombre» (Jn 12,20-

44

Page 45: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

33).1. Una y otra vez se dice que los seres humanos hemos nacido para dar gloria a Dios. Locual puede dar la impresión de que Dios nos ha creado para ampliar su dominio, teniendosiempre más súbditos. A veces la gloria de Dios ha justificado persecución y hasta muertede los seres humanos porque no tienen fe ni practican una determinada religión. Eso nocuadra bien con la conducta histórica de Jesús: la vida y la libertad del ser humano sonmás sagradas que todas las leyes y todos los ritos religiosos. Si Dios es amor y no sabemás que amar, hemos sido creados para ser nosotros mismos, para crecer y llegar aplenitud con y desde nuestra misma singularidad. Esa condición divina es lo que hainfundido el Espíritu en nuestros corazones: glorificamos a Dios cuando nos dejamosmotivar por ese amor a los demás y nos comprometemos para que tengan vida. Porquela creación es continua bien podemos decir que así somos «co-creadores».

2. Jesús de Nazaret recibió este Espíritu «sin medida». Él mismo dice que sualimento, lo que le sostiene y agrada, es hacer la voluntad del Padre y llevar a cabo suproyecto: que todos y todo tengan vida. «Aprendió a obedecer», caminando por estemundo, discerniendo lo que ocurría, acercándose a las personas para curarlas, animarlas,sacarlas de su postración, librarlas de sus falsas seguridades. Por eso los cristianosconfesamos que Jesucristo es «Dios-con- nosotros», y la humanidad alcanzada ytransformada totalmente por Dios.

3. Los cristianos celebramos la muerte y la resurrección de Jesús. Aquel hombre sedejó modelar totalmente por el Espíritu que a todo da vida y aliento. Manifestación de lagloria o grandeza inefable de Dios, que actúa con misericordia y como afirmación detodo lo humano. Inspirado por esa cercanía benevolente, Jesús dio gloria y honor a Dioscurando enfermos, rehabilitando a los pobres, tratando de humanizar a los arrogantes. Enesa tarea manifestó en qué consiste y cómo se forja el verdadero humanismo. Cuando,movido por ese amor, Jesús acepta la muerte para vida de todos, no sólo proclama lagloria de Dios; es también glorificación del ser humano. Según el Evangelio, el queentrega su vida por amor a los demás es como la semilla que muere para «dar muchofruto».

C. Conversión a nuevo porvenir

La Palabra. «Yo no te condeno; anda y en adelante no peques más» (Jn 8,1-11).1. A veces entendemos la conversión sólo como arrepentimiento del mal hecho en elpasado. Nos esforzamos por desandar lo andado, y nos perdemos en el afán obsesivopor arreglar cuentas con una divinidad que nos puede castigar. Pero, si nos fijamos en elEvangelio, Jesús pide conversión al reino de Dios que ya está irrumpiendo y brota en latierra como el grano de trigo. La conversión más bien es sensibilidad y apertura de gozoante lo nuevo que despunta.

2. Aceptar lo nuevo que Dios está realizando continuamente con amor en el mundo yen la humanidad se llama conversión. Descubrir la presencia de Dios en todas laspersonas amándolas, y en todos los acontecimientos es gustar cómo se abren cauces de

45

Page 46: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

agua en el desierto. Cuando somos capaces no sólo de ver sino de mirar con los ojos dela fe, nuestras pupilas se dilatan y proyectan a todos y a todo en un horizonte nuevo.

3. San Pablo vivió con intensidad el encuentro personal con Dios, futuro del hombre,que renueva la creación en cada instante y rejuvenece sin tregua la vida de los sereshumanos. Por eso, no se perdió dando vueltas a los fracasos de su pasado farisaico;desde que se cayeron las escamas de sus ojos, miró siempre al porvenir corriendo haciala meta. Cuando Jesús perdona a la mujer pecadora, no es para que ella vuelva y sepierda en su oscuro pasado en remordimientos inútiles, sino para que camine hacia elporvenir en libertad. A todos nosotros, en este tiempo de conversión, Dios nos mira nocomo juez recordando y culpabilizándonos por nuestro pasado, sino con esperanza,confiando en nuestro empeño por llegar a ser lo que ansiosamente y en el fondo denuestro corazón anhelamos.

46

Page 47: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

P

Muerte y resurrección de Jesús

ascua quiere decir paso. El pueblo donde se escribió la Biblia todos los años celebrabael paso de Dios que, compadecido del pueblo esclavizado en Egipto, intervino para

liberarlo. Esa celebración no sólo evocaba el paso de la esclavitud a la liberación como unacontecimiento del pasado; actualizaba ese acontecimiento en el presente. Actualizandoese acontecimiento el pueblo miraba confiadamente al porvenir soñando con la liberacióndefinitiva que todavía era promesa.

En ese marco, Jesús de Nazaret se presentó como el Portador de la liberación. Perosu mesianismo no procedió por la lógica del poder y del éxito triunfalista, sino en lacondición de servidor hasta entregar con amor la propia vida. Y los primeros cristianosfueron testigos de algo inaudito: el mismo Jesús que recorrió las aldeas de Galileaproclamando el Evangelio y que fue clavado en la cruz ha resucitado, vive para siempre.Vida, muerte y resurrección de Jesús es lo que celebramos en la Semana Santa.

Los evangelistas resumen el evangelio de Jesús en algunos gestos días antes de sucondena y muerte. La Semana Santa comienza con la entrada de Jesús en Jerusalén,acogido con entusiasmo por los pobres y sencillos, los que viven como niños y esperan elconsuelo de Dios; es el Domingo de Ramos. En contraposición a la conducta de lospobres y sencillos que se acercan y aclaman a Jesús como el Enviado de Dios, ya en estedomingo leemos el relato de la Pasión: las autoridades religiosas judías declaran que Jesúses blasfemo y reo de muerte.

En su forma de vivir y de morir Jesús, Evangelio viviente, compartió todo lo que era ytenía; «pasó por el mundo haciendo el bien, curando enfermos y liberando a losoprimidos por las fuerzas del mal». Así lo expresó en una comida de despedida y en elgesto de lavar los pies a sus discípulos: «Os he dado ejemplo para que sigáis miconducta»; «comed y bebed mi forma de vivir y de actuar». Es lo que celebramos elJueves Santo.

Jesús murió en la cruz porque los seres humanos somos capaces de matar al otro poregoísmo; y aquella muerte injusta nos hace pensar en tantas víctimas inocentes queoscurecen la faz de nuestra tierra. Pero en la muerte de Jesús se desvela el verdaderorostro de Dios y el verdadero humanismo de la humanidad. Porque la muerte de Jesús esante todo epifanía o manifestación de Dios amor encarnado; Jesús de Nazaret curóenfermos, significó a los excluidos y fue capaz de morir con amor y esperanza, «porqueDios estaba en él». Y al mismo tiempo aquella muerte fue manifestación o epifanía de lahumanidad que, alcanzada y transformada por la presencia de Dios, vivió y murió conamor. Por eso en el Viernes Santo leemos el relato de la muerte de Jesús, adoramos la

47

Page 48: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

Cruz y abrimos nuestro corazón a la humanidad entera en la oración universal.El Sábado Santo es un día silencioso y sin eucaristía; el silencio litúrgico da pie para

que pensemos en ese lado oscuro y sórdido de nuestra humanidad. Pero ya en la nochedel Sábado Santo al domingo, celebramos la resurrección de Jesús, un acontecimientodonde por fin se revela de modo único y definitivo el Dios capaz de dar vida a losmuertos y llamar a las cosas que no son para que sean. Después de recorrer la historiabíblica escuchando esa Palabra que poco a poco, según tiempos y culturas, ha idocalando como el agua suave para la sementera, Cristo resucitado como lucero de lamañana, simbolizado en el cirio pascual, se levanta como luz y vida para toda lahumanidad y para toda la creación.

Del cirio pascual recibimos su luz los bautizados que, siguiendo al Resucitado, puedenavanzar, en medio de la oscuridad que todavía nos sale al camino, hacia esa plenitud deluz sin sombras. La Vigilia Pascual es el espacio adecuado para celebrar y renovar elbautismo.

Domingo de Ramos

Un mesianismo al revés

La Palabra. «Mira a tu rey que viene a ti humilde, montado en un asno, en un pollino»(Mt 21,1-11).1. Porque los seres humanos sufrimos siempre la insatisfacción de no llegar a sertotalmente lo que somos, siempre caminamos en espera de una liberación. Soñamos conuna realidad de plenitud que aún tiene lugar en nuestra existencia, es lo que llamamos«utopía». Y como solos no podemos alcanzar ese mundo que añoramos, volvemos losojos hacia un Mesías, un Enviado que nos dé repuesta. La historia bíblica procedeanimada con la promesa de que ese Mesías llegará para librar a la humanidad de todassus deficiencias e introducirla en el paraíso de la felicidad.

2. A lo largo de esa historia bíblica surgieron falsos mesianismos. El pueblo judío pusoa veces su esperanza en el dominio político sobre los demás pueblos, en la prosperidadeconómica sin límites, en un jefe vencedor de todos sus enemigos, o en un templo muylujoso con ritos solemnes y deslumbrantes. Cuando llegó Jesús de Nazaret, aquel pueblojudío, entonces una insignificante colonia bajo la dominación de Roma, seguía esperandoa un Mesías que portentosamente acabara con el imperialismo y con la pobreza. Por eso,cuando Jesús hace milagros para curar enfermos o dar de comer a una multitudhambrienta, esta se levanta con entusiasmo y quiere proclamarle su rey, el enviado paraliberar al pueblo.

3. En esta idea del mesianismo, la gente sencilla, enterada de que llega Jesús, corre alas afueras de Jerusalén para aclamar al Libertador. Pero significativamente Jesús llega,no en un caballo como los grandes emperadores, sino en un borriquillo; y en esaconducta humilde, los pobres le reconocen como Mesías, el enviado del Señor. Las horasque siguieron a esta recepción por parte de los sencillos fueron el tiempo en que Jesús

48

Page 49: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

demostró ser el Mesías no mediante un poder que se impone por la fuerza, sino en elamor que incondicionalmente se entrega. Con su muerte Jesús nos dejó trazado elcamino de la verdadera liberación: sólo llega cuando el ejercicio del poder es mediacióndel amor.

Jueves Santo

Lo que cuenta es el amor

La Palabra. «Os he dado ejemplo, para que vosotros hagáis lo mismo» (Jn 13,1-15).1. Jesús de Nazaret vivió y actuó apasionado por construir un mundo de felicidad paratodos; curó enfermos, infundió confianza en los pobres y excluidos, invitó una y otravez, con palabras y gestos, a los soberbios y arrogantes para que se liberaran de susídolos o falsos absolutos que son el tener, poder, aparentar y gozar inmediatamente y lomás posible a costa de quien sea y de lo que sea. Pero la respuesta fue la que loshombres damos una y otra vez: eliminemos al profeta. En vez de huir o renunciar a suproyecto –esa nueva humanidad evocada en el símbolo «reino de Dios»– Jesús siguióadelante.

2. Horas antes de ser detenido y condenado a muerte, Jesús celebró una comida paradespedirse de sus discípulos más próximos. En ella manifestó lo que había intentado ensu vida y cómo interpretaba él su muerte. Cuando parecía que todo estaba perdido y nohabía porvenir, Jesús se entrega incondicionalmente: aquí está mi carne y mi sangre, mipersona, con toda mi vida, con lo que he dicho y hecho: «Tomad y comed». Como sidijera: que mi conducta histórica sea la referencia para vuestra forma de vivir y de actuar.

3. Y esto mismo dio a entender en otro gesto inaudito dentro de aquella cultura judía.Nunca el señor lava los pies al siervo; si este llegaba cansado del campo, tenía obligaciónde preparar el agua y lavar los pies del amo. Pero Jesús, siendo señor y maestro, actuócomo un esclavo; se despojó de su manto, se ciñó con el mandil del servidor y,arrodillándose delante, lavó los pies de cada discípulo.

Pedro no entiende ni acepta este cambio de perspectiva: ¿no es Jesús el Libertadorpolítico que a todos someterá con su poder? Pedro expresa la mentalidad que todavíahoy tenemos incluso muchos cristianos. En esa mentalidad se comprende que, cuando lascosas se ponen mal y llega la humillación, no soportemos el fracaso, y la esperanzafenece. Cuando Jesús lavó los pies a sus discípulos, dijo: «Os he dado ejemplo para quevosotros hagáis lo mismo». Al celebrar la Eucaristía debemos recordar no sólo un gestoque Jesús hizo, sino cuándo lo hizo: «En vísperas de su muerte», cuando no había futurohumanamente posible. Pero Jesús vivía una experiencia muy singular: «No estoy soloporque el Padre está conmigo». Fundamentada en esa presencia brotaba una esperanzacapaz de dar sentido al sufrimiento y a la muerte.

Viernes Santo

49

Page 50: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

El poder se manifiesta en el amor

La Palabra. Pilato no encuentra causa para condenar a Jesús. Mofándose de este, quesegún dicen pretende ser rey de los judíos, los soldados le han puesto una corona deespinas. Y el gobernador romano, mostrando a Jesús ya desfigurado por los malos tratos,se dirige al pueblo judío: «Aquí tenéis a vuestro rey» (Jn 18,1–19,42).1. Resulta difícil pensar en una divinidad que no sea omnipotente; nos la imaginamoscomo un poderoso de este mundo, eso sí, infinitamente más elevado pero en la mismalínea y con la misma lógica del poder intocable que se impone, si es necesario, con lafuerza. Por eso la conducta de Jesús, profeta itinerante, sin relieve social e indefenso, notenía crédito para presentarse como enviado del Dios Altísimo que es dueño y señor detodo.

2. La conducta histórica de Jesús, que pasó por el mundo haciendo el bien, curando alos enfermos y liberando a los oprimidos por las fuerzas diabólicas, no fue tanto unaostentación de poder, sino un signo del amor de Dios encarnado en un hombre que actuósiempre motivado por ese amor. Aunque desfigurado físicamente por mantenerse fiel alproyecto de amor, Jesús es presentado como la verdadera realeza y la verdaderahumanidad: «Aquí tenéis a vuestro rey», «he aquí el hombre». Amando a todos hasta lasúltimas consecuencias, Jesús revela cuál es la vocación de los seres humanos y en quéconsiste su auténtica realización.

3. La lógica del amor brilla de modo especial en la muerte de Jesús. Es la «epifanía»,la revelación del amor de Dios cuyo poder se manifiesta como misericordia. Un amorencarnado en la humanidad que por fin se ha dejado transformar totalmente por el amorde Dios hasta morir siendo testigo de ese amor. En el Viernes Santo damos gracias a Dioscuya omnipotencia se revela como misericordia; un amor que se hace cargo y carga connuestra miseria para perfeccionar la obra de la creación que realiza en nosotros y connosotros. Una oración litúrgica invoca: «Oh Dios, que manifiestas tu poder en lamisericordia».

Vigilia Pascual

A. «No tengáis miedo»

La Palabra. «Ya sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí; ha resucitado» (Mt28,1-10). 1. La resurrección de Jesús es un acontecimiento que tuvo lugar en nuestra historia. Perosólo tenemos acceso al mismo por la fe: por un encuentro personal en que Dios tiene lainiciativa. Según los relatos evangélicos Jesucristo, lleno de vida después de la muerte,irrumpió en la vida de sus discípulos, «se dejó ver». En el bautismo, Jesucristoresucitado entra en la vida de cada persona; podemos decir que también «se le aparece»al bautizado; creemos que Jesucristo vive no por un discurso racional, sino porque loexperimentamos vivo y activo dentro de nosotros.

2. Aquí llega la buena noticia de la resurrección: «Este es el día en que actuó el Señor

50

Page 51: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

venciendo a la muerte». Alguno puede pensar: esa creencia en que Jesús, que murió en lacruz, ha resucitado, ¿no será fruto de una imaginación calenturienta o invención dealgunos ilusos? Según los primeros cristianos, la resurrección de Jesús es unacontecimiento real, no inventado; están seguros de que Jesucristo vive: «Nosotrossomos testigos», y están dispuestos a dar testimonio hasta con la propia vida. Para que sevea que es la confesión de toda la Iglesia, y no sólo de algún discípulo ideal, según elEvangelio, cuando el discípulo amado intuye y corriendo llega al sepulcro antes quePedro, que es el representante oficial de la Iglesia, el discípulo amado espera a que lleguePedro y confiese la fe de toda la comunidad cristiana: Jesucristo ha resucitado.

3. Los cristianos somos invitados a vivir como resucitados, muriendo cada día anuestro egoísmo, nuestra soberbia, nuestros instintos de placer a costa de lo que sea y dequien sea, nuestra existencia aburguesada que se despreocupa de los pobres. Conlenguaje metafórico, san Pablo recomienda a los primeros cristianos: «Buscad los bienesde arriba»; en otras cartas identifica estos valores con la misericordia, la comprensión, lajusticia. Vivir como resucitados significa relacionarnos con todos como hermanos para irconstruyendo la fraternidad o reino de Dios en la confianza de que llegará a su plenitud.En los relatos evangélicos sobre la resurrección de Jesús una y otra vez escuchamos lainvitación: «No tengáis miedo».

B. Buscar en el mundo al Resucitado

La Palabra. El ángel dice a las mujeres que encuentran el sepulcro vacío: «Id a toda prisay a decir a sus discípulos: ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotrosa Galilea; allí lo veréis, como os dijo» (Mc 16,1-7).1. El evangelista Marcos presenta la resurrección de Jesús en el marco de las teofaníasque cuenta la Biblia: aparece un ángel, símbolo de la presencia de Dios; ante la apariciónangélica, el ser humano queda sobrecogido; pero enseguida viene el mensaje. En nuestrocaso la buena noticia es: el Crucificado ya no está en el sepulcro; ha resucitado. Laresurrección de Jesús culmina todas las teofanías o manifestaciones de Dios a favor delos seres humanos que han tenido lugar no sólo en la historia bíblica, sino en la historiade toda la humanidad.

2. Pero, ¿dónde encontrar hoy al Resucitado? Otra vez la tentación de levantarenseguida los ojos al cielo e imaginarnos un trono donde Jesucristo ya está sentado a laderecha del Padre. Según el Evangelio, el Resucitado sigue vivo aquí en nuestra tierra:«Va por delante de vosotros a Galilea; allí le encontraréis». Galilea es la región pobre, lagente sencilla, los excluidos a quienes acogió y dignificó Jesús de Nazaret. El mismoJesús nos sigue hablando desde los necesitados: «Tuve hambre y me diste de comer». Encualquier rincón de la tierra donde se promueve la vida y la libertad está el Espíritu delResucitado. Y esta presencia es vivida y proclamada en una comunidad cristiana que unay otra vez, sin abandonar al mundo, trata de ser testigo significativo de la vida que vencea la muerte.

3. El evangelio de Marcos sobre la resurrección de Jesús termina de una forma

51

Page 52: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

extraña: «Las mujeres salieron corriendo del sepulcro, temblando de espanto; y nodijeron nada a nadie del miedo que tenían». Según el evangelista Marcos, el mesianismode Jesucristo es desconcertante: Hijo de Dios en la humillación hasta la muerte injusta decruz. Esto es un escándalo para los piadosos judíos y una locura para los paganos.¿Quién es ese Dios que rompe todos nuestros esquemas mentales? El Dios inabarcable ysiempre mayor en su misma cercanía.

C. «En esta noche de gracia»

La Palabra. «Cristo resucitado, al salir del sepulcro, brilla sereno para el linaje humano»(Pregón Pascual). «¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?» (Lc 24,1-12).1. En la celebración de esta Vigilia leemos el relato de la creación y el acompañamientode la misma por el Creador, que nunca abandona su obra. El proyecto diseñado –humanidad capaz de lo divino e infinito– se hace realidad en la resurrección de Jesús,donde la muerte queda vencida. Para un mundo como el nuestro, donde tantas violenciasy guerras nos destruyen, este acontecimiento que hoy celebramos los cristianos es unaluz en la noche. Al salir del sepulcro, Jesucristo es lucero de la mañana cuando nuestraesperanza fácilmente se diluye y desvanece. Según el Evangelio, las mujeres iban alsepulcro preguntándose: «¿Quién removerá la losa?». Nosotros también nospreguntamos: ¿«Quién nos quitará la losa de tantos males que nos ahogan?». Es elmismo Dueño de la vida quien realiza en nosotros y con nosotros la liberación anhelada.

2. Por el bautismo somos incorporados a Jesucristo. En esta noche santa la Iglesiaquiere recordarnos esta buena noticia: si seguimos a Jesucristo tratando de vivir como élvivió, estamos destinados también a la resurrección, a la plenitud de la vida. Por eso en lacelebración renovamos las promesas que hicimos un día en nuestro bautismo, y somosrociados de nuevo con agua manifestando que Dios se mantiene fiel al compromiso deamor y de vida que ha firmado en nuestro bautismo.

3. A veces los cristianos damos la impresión de caminar por la existencia con cara depoco redimidos. Otras veces nos desalentamos porque surgen nuevas mentalidades ynuevas situaciones que no entran en nuestros esquemas. Sobre todo en este cambiocultural tan profundo y tan vertiginoso. Debemos acostumbrarnos a dejar morir lo quetiene que morir para que surja lo nuevo que quiere brotar. En esos brotes de novedaddebemos discernir y quedarnos con los despuntes de vida, pues ahí, en esa tierracultivada ya por el Espíritu, está presente y activo el Resucitado.

Domingo de Resurrección

Artículo novedoso de la fe cristiana

La Palabra. El discípulo auténtico llegó al sepulcro vacío: «Vio y creyó» (Jn 20,1-9).1. La resurrección de Jesús es un acontecimiento que tuvo lugar en nuestra historia. Perosólo tenemos acceso al mismo por la fe: por un encuentro interpersonal en que Dios tiene

52

Page 53: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

la iniciativa. Según los relatos evangélicos Jesucristo, lleno de vida después de la muerte,irrumpió en la vida de sus discípulos, «se dejó ver». En el bautismo Jesucristo resucitadoentra en la vida de cada persona; podemos decir que también «se le aparece»; creemosque Jesucristo vive no por un discurso racional, sino porque lo experimentamos vivo yactivo dentro de nosotros.

2. Alguno puede pensar: esa creencia en que Jesús, que murió en la cruz, haresucitado, ¿no será fruto de una imaginación calenturienta o invención de algunosilusos? Según los primeros cristianos, la resurrección de Jesús es un acontecimiento real,no inventado; están seguros de que Jesucristo vive: «Nosotros somos testigos», y estándispuestos a dar testimonio hasta con la propia vida. Para que se vea que es la confesiónde toda la Iglesia, y no sólo de algún discípulo, según el Evangelio, cuando el discípuloamado que intuye y corre más de prisa, llega al sepulcro, espera a que llegue Pedro quees el representante oficial de la Iglesia, espera a que llegue Pedro y confiese la fe de todala comunidad cristiana y proclame: Jesucristo ha resucitado.

3. Sin embargo el relato sugiere también que la resurrección de Jesús no se demuestracon argumentos racionales. Sólo hay acceso a ese acontecimiento por la fe, una intuiciónque, gracias al Espíritu, tiene el verdadero creyente. En la revelación bíblica se percibeque el «Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob», es decir, el Protector de los sereshumanos, es dueño de la vida y por tanto no abandonará en la oscuridad de la muerte asus protegidos. En esta experiencia, la resurrección de Jesús es la revelación definitiva deDios capaz de dar vida a los muertos y llamar a las cosas que no son para que sean.

53

Page 54: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

E

Tiempo Pascual

n la tradición latina de la Iglesia frecuentemente se ha puesto más énfasis en lamortificación de Cuaresma que en la confianza que inspira la resurrección. Sin

embargo Jesucristo no murió para quedar muerto sino para entrar en la plenitud de lavida, y nosotros somos redimidos para caminar en ese horizonte nuevo que nos abre a lavida y es vencida la muerte. De ahí la importancia que tiene celebrar la resurrección deJesús, en la cual toda la humanidad y la creación están ya incluidas.

No hay argumentos racionales para demostrar apodícticamente la resurrección deJesús. Ni siquiera podemos explicar la naturaleza de la misma, salvo que no se trata deuna mera revivificación, pues no conocemos otro caso igual. Según el Evangelio, Lázaro,ya muerto, fue reanimado por un milagro, pero siguió siendo mortal; Jesús en cambio haentrado en la plenitud de vida donde ya no tiene lugar la muerte. A lo largo de la historiabíblica, Dios se ha venido manifestando como el que protege a los seres humanos ynunca los abandona; por eso en los últimos escritos de la Biblia encontramos ya laesperanza en la resurrección. Cuando Jesús cura enfermos, consuela y perdona, comecon los pobres y acoge a los religiosamente impuros, el Dios de la vida actúa yavenciendo a la muerte. Y ese Dios de la vida se manifiesta de modo único y definitivo enla humanidad de Jesús que, transformada por la presencia del Espíritu, se entrega poramor y con libertad.

La victoria definitiva sobre la muerte responde a los anhelos más profundos de lahumanidad marcada ya por la huella del Infinito. Hay en esa profundidad humana unsordo clamor de justicia y de libertad; se han dado y se dan pasos hacia una mejora de laexistencia humana; se formulan una y otra vez derechos para salvaguardar la dignidad detodos los seres humanos. Ya son signos del mismo Espíritu que resucitó a Jesús de entrelos muertos.

Las semanas del tiempo pascual son la oportunidad para que los cristianos gustemos yprofundicemos en nuestra experiencia creyente y ofrezcamos un sentido a los anhelos,progresos y esperanzas que abriga la humanidad de la que somos parte. Para los anhelosy la opción radical por la libertad, por la justicia, por el humanismo de la humanidad, quehoy respiran los seres humanos, la resurrección de Jesús puede ser luz y referenciaesperanzadora.

II domingo de Resurrección

A. Un mensaje de paz

54

Page 55: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

La Palabra. «Los discípulos estaban reunidos en una casa con las puertas cerradas pormiedo a los judíos. En esto entró el Resucitado, se puso en medio y les dijo: ¡paz avosotros!» (Jn 20,19-31).1. Ya en la segunda generación cristiana, donde escribe san Juan su evangelio, algunospensaban que los primeros discípulos que habían acompañado a Jesús, después demuerto le habían vuelto a ver con los ojos de la carne; así ya no habrían creído porquecreer es aceptar lo que no vemos con esos ojos. Por eso el evangelista les dice queaquellos primeros discípulos vieron a Jesús «con los ojos de la fe» y creyeron. MaríaMagdalena, Pedro, Andrés, Santiago, Juan..., son los primeros creyentes, y en sutestimonio se apoya la fe de la comunidad cristiana. También como nosotros, ellosdudaron, tuvieron miedo. Cristo vivo había irrumpido en su existencia pero tardaban enreconocerle y gustar su presencia. Es el proceso de la fe que dejan entrever los relatospascuales de las apariciones.

2. La fe o encuentro con el Resucitado se manifestó en los primeros creyentes comoperdón, paz, opción por seguir a Jesucristo y compromiso de anunciar al mundo enterosu Evangelio. En el encuentro personal y comunitario con Cristo vivo consiste la fe oexperiencia cristiana de la resurrección. La única forma de proclamar la resurrección esvivir con la sensación de ser amados y acogidos por el amor, respirar sentimientos deperdón, vivir reconciliados con nosotros mismos para construir la paz en nuestrasfamilias y en la sociedad.

3. En una de sus homilías que hoy leemos, san Pedro da gracias a Dios que, «en sugran misericordia, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hechonacer de nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura,imperecedera». San Pablo en una Carta lo decía con otra bella imagen: la resurrección deJesús es primicia de una gran cosecha que recibimos nosotros. El Dios de la vida,presente y activo como amor en el Crucificado, ha vencido a la muerte. Los cristianossomos testigos amando a los demás, transmitiendo confianza y alegría: «No habéis vistoa Jesucristo y lo amáis; no lo veis y creéis en él; y os alegráis con un gozo inefable ytransfigurado» (1Pe 1,8).

B. Misericordia y perdón

La Palabra. «Como el Padre me ha enviado, así os envío yo. Y dicho esto exhaló elaliento sobre ellos y les dijo: recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecadosles quedarán perdonados» (Jn 20,19-31).1. Los primeros discípulos, a la hora de la verdad, cuando Jesús fue apresado ycondenado, huyeron y dejaron solo al Maestro. Tenían buen fundamento para sentirseculpables. Pero el Resucitado no les dice nada sobre su mala conducta. Sencillamente lestransmite paz y perdón.

2. En ese encuentro los discípulos se sienten perdonados, amados y enviados paraseguir anunciando el Evangelio de Jesucristo: «Como el Padre me ha enviado, asítambién os envío yo». El envío es la expresión de un amor que precede, impulsa y

55

Page 56: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

sostiene: «Como el Padre me amó, yo también os he amado». La misión de losdiscípulos es manifestar ese amor de Dios que ya ellos experimentan.

3. Gracias al espíritu del Resucitado, la comunidad de discípulos tiene el poder detransmitir el perdón. Cuando Jesús cura a un paralítico, todos se quedan admirados,«viendo el poder que Dios había dado a los hombres». En nuestra capacidad para amartambién está nuestra capacidad para perdonar. Gracias al Espíritu, la comunidad cristianaes lugar y mediación donde se actualizan y se celebran la misericordia y el perdón deDios, que nos ama incluso cuando somos malos.

C. Los dos fallos del racionalista

La Palabra. «Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con los demásdiscípulos cuando se apareció el Resucitado. Los otros discípulos le decían: hemos vistoal Señor. Pero él les contestó: si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto eldedo en el agujero de los clavos, y no meto la mano en su costado, no lo creo» (Jn20,19-31).1. No tengo nada contra la razón humana; todo lo contrario; pienso que la misma fe debeser razonable. Pero no se puede aceptar un racionalismo chato que sólo acepte lo quevea y domine nuestra razón. Pensándolo bien, nuestra vida humana se desarrolla másbien gracias a la fe o confianza en lo que nos dicen. Por ejemplo, no dudamos que unaciudad existe aunque nosotros no la hayamos visto, pues otros así lo afirman. Nuestrasmismas relaciones de amor y de amistad funcionan más en la confianza que con la lógicade la racionalidad. Algo similar ocurre con la resurrección de Jesús. Tomás, elracionalista, tiene dos fallos.

2. Tomás no cree que es posible el nacimiento de lo nuevo e inesperado para la razónhumana: ¿cómo va a ser posible que un crucificado y sepultado, para más seguridad deque ha muerto, pueda vencer a la muerte?; sin argumentos racionales eso no es creíble.La verdad es que los primeros cristianos no creían en la resurrección sólo como un hechodel pasado que tuvo lugar en Jesús de Nazaret ni como un hecho que tendrá lugar ennosotros al final de los tiempos. Vivían la presencia del Resucitado dentro de ellos, comoun acontecimiento actual: «No vivo yo, es Cristo quien vive en mí». El razonamiento deTomás no alcanzaba esta fe.

3. Los discípulos creyentes insistían: «Hemos visto al Señor». Pero Tomás noaceptaba su testimonio. Aquí estuvo el otro fallo. Como los primeros cristianos tambiénhoy los bautizados tenemos nuestras dudas y nuestros momentos de crisis. La fe es ciertapero oscura y nuestro encuentro con Dios siempre implica una salida de la propia tierrapara dar un paso hacia delante. Precisamente por eso necesitamos agarrarnos de la manoque, a través de los hermanos con quienes caminamos, se nos tiende gratuitamente desdelo alto. El Espíritu no se encarnó en nadie pero actúa siguiendo la economía o ley de laencarnación.

III domingo de Resurrección

56

Page 57: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

A. La fe da nuevos ojos para ver

La Palabra. «Esperábamos que fuera el libertador de Israel, y ya ves, hace dos días quesucedió eso» (Lc 24,13-35).1. Hay en nosotros anhelo innato de poder para dominar situaciones que nos desbordan.Son tantas las limitaciones en todos los ámbitos, que de modo espontáneo clamamos porun liberador. Y de hecho se presentan de cuando en cuando mesianismos que prometenliberación. En nuestras carencias fácilmente creemos en esos mesianismos y esperamosque con su poder nos liberen. Pero una y otra vez los mesianismos se derrumban ynuestra esperanza cae por los suelos.

2. Jesús de Nazaret se presentó como portador de liberación para el pueblo. Y susprimeros seguidores interpretaron que se trataba de un mesianismo político. Por eso,cuando llegó el fracaso de la cruz, su esperanza naufragó; en vez de imponerse a susenemigos con poder, Jesús había sido ajusticiado como un indeseable y había muertoincluso perdonando a sus verdugos. Evidentemente su mesianismo había fracasado:«Nosotros esperábamos que aquel profeta, poderoso en palabras y obras, fuera el futurolibertador de Israel», pero la sorda muerte de cruz ha matado también nuestra esperanzade liberación.

3. La comunidad donde escribe Lucas ya estaba sufriendo la incomprensión y lapersecución, de parte de los judíos y del Imperio romano. Por eso la pregunta eraineludible: ¿dónde está la liberación que había prometido el Nazareno? Pero también enesta comunidad cristiana que camina en el tiempo sigue apareciéndose el Resucitado:«¿No era necesario que el Mesías padeciera antes de entrar en su gloria?». Dios noquiere el sufrimiento, sino que los humanos crezcamos en el amor; pero el verdaderoamor lleva consigo el sufrimiento. Jesús de Nazaret fue símbolo transparente de ese amorque demostró hasta la muerte a favor de los demás. Según el relato de Lucas, elResucitado sigue hoy presente, nos habla y rejuvenece nuestro corazón en laproclamación de la Palabra y en la Eucaristía: «Le reconocieron al partir el pan».

B. El Resucitado es el mismo que murió en la cruz

La Palabra. «Soy yo en persona; un fantasma no tiene carne y huesos como veis que yotengo» (Lc 24,35-48).1. No era fácil anunciar la buena noticia de la resurrección de Jesús en el mundo griegodonde se pensaba que el cuerpo era una mala prisión del alma, y esta con la muerte seliberaba del cuerpo. Los primeros cristianos tienen la experiencia de que Jesucristo –cuerpo y alma, la humanidad completa– ya ha entrado en la plenitud de la vida y en eseacontecimiento a todos se abrió ya el camino para llegar a ese destino. Por eso insisten:no es un fantasma; el Resucitado es el mismo que recorrió las aldeas de Galilea, quecomió con los demás seres humanos, que murió en la cruz.

2. Para insistir en el realismo de la resurrección, se comprende bien el relatoevangélico. Introduce palabras y gestos que Jesús había dicho y había realizado cuandorecorría con sus seguidores las aldeas de Galilea: caminaba, les acompañaba en la barca

57

Page 58: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

por el lago de Galilea, comía con ellos, escuchaban sus palabras de confianza y sufrieronviendo cómo en la cruz clavaban sus manos y sus pies.

3. La resurrección de Jesús no fue una reanimación como pudo ser, por ejemplo, laresurrección de Lázaro, que también cuenta el cuarto evangelista. Lázaro sale delsepulcro envuelto en el sudario, símbolo de la muerte; todavía envuelto en el sudario.Pero la resurrección de Jesús es ya la entrada definitiva en la vida venciendo parasiempre la oscuridad de la muerte; según el Evangelio, en el sepulcro ha quedado elsudario que envolvió su cadáver. Porque no conocemos otro caso igual y porque nisiquiera sabemos en qué consiste la corporeidad humana, caben muchas disquisicionessegún las distintas antropologías. Pero en realidad la confesión cristiana en la resurrecciónde Jesús no dice nada más ni nada menos que esto: el mismo Jesús que nació de María,que vivió como trabajador sencillo en Nazaret, que recorrió Galilea proclamando elEvangelio, que murió en la cruz, ha entrado en la plenitud de la vida venciendo a lamuerte.

C. El ministerio de Pedro

La Palabra. «Señor, tú sabes que te amo» (Jn 21,1-19).1. La figura de Pedro tuvo ya gran relevancia en las primeras comunidades cristianas. Lovemos en los relatos evangélicos sobre la resurrección. Su papel era confirmar la fe delos hermanos. El discípulo «amado» intuye la presencia del Resucitado, corre más y llegaenseguida al sepulcro, pero no entra hasta que llega Pedro y oficialmente proclama laresurrección de Jesús. El ministerio de Pedro, que sigue teniendo el obispo de Roma, esun don del Espíritu a la Iglesia para mantener la unidad y la fidelidad a la tradiciónapostólica.

2. El carisma de Pedro no es sólo un poder que se le otorga. Su origen está en unaconfesión de amor: «Señor, tú sabes que te amo». Y este amor significa vivir y actuar«re-creando» la conducta de Jesucristo, que no actuó como dominador de nadie sinocomo servidor de todos. El camino que Jesús propone a Pedro no es el éxito que suelentener los poderosos de este mundo, sino la entrega por amor hasta la muerte: «Otro teceñirá y te llevará a donde no quieras. Esto le dijo Jesús aludiendo a la muerte con quePedro iba a dar gloria a Dios».

3. En general, los papas han sido fieles seguidores de Jesucristo. Pero a veces elministerio de Pedro que reciben los sucesores funciona configurado en apariencias depoder y de triunfalismo que chocan de frente con el espíritu evangélico. No es fácil lanecesaria reforma que los mismos papas quieren promover y no pueden llevar a cabo.Pero la inspiración y el origen de su ministerio es el amor siempre dispuesto a servirhaciendo inolvidable a Jesucristo.

IV domingo de Resurrección

A. Jesús es la Puerta

58

Page 59: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

La Palabra. «Yo soy la puerta; quien entre por mí se salvará» (Jn 10,1-10).1. Puerta aquí es un símbolo. Como el camino. Con su forma de actuar Jesús abrió unapuerta para la verdadera realización de la humanidad. Roturó un camino siempre abiertopara todos. Una invitación no sólo a los cristianos que pretenden seguir a Jesucristo, sinotambién para todos los seres humanos empeñados en construir un mundo más justo ymás fraterno.

2. Pronto en la Iglesia se aplicó a los dirigentes de la comunidad cristiana la imagen delque entra por la puerta que es Jesucristo, y no «salta por otra parte». La vocación de loscristianos que reciben un ministerio de autoridad en la Iglesia es representar a Jesucristocon verdad, dando a entender con su forma de vivir y de actuar que entran por la puerta;que un propósito único es hacer visible a Jesucristo compasivo, «manso y humilde decorazón».

3. El candidato a recibir el bautismo pide «entrar en la Iglesia». Y como toda laexistencia del cristiano es bautismal, continuamente debe sentir con la Iglesia. Pero lapuerta, la entrada, la referencia para nuestra verdadera comunión en la Iglesia es laconducta histórica de Jesucristo. Puede ocurrir incluso que a veces suframos laincomprensión y hasta el conflicto dentro de la misma Iglesia cuando nos opongamos yrechacemos incoherencias y pecados que han entrado en la comunidad cristiana por otraspuertas que no son Jesucristo. Aunque con arrugas y desfigurada por el pecado, siguesiendo santa –presencia de lo divino en lo humano– la Madre Iglesia que, gracias alEspíritu, nos engendró en las aguas bautismales y nos sostiene a lo largo de nuestra vida.

B. Jesús es el buen pastor

La Palabra. «Yo soy el buen pastor que da la vida por sus ovejas» (Jn 10,11-18).1. Los cristianos creemos que la conducta histórica de Jesucristo fue la manifestación deDios, dueño de la vida venciendo a la muerte. Esa victoria tenía lugar cuando Jesúscuraba enfermos, ponía en pie a los hundidos por la discriminación y el desprecio,transmitía perdón y confianza para los pecadores, y se sentaba a la mesa con los pobres.En la muerte de cruz la entrega de la vida por amor a los demás fue total, y ese amorvenció a la muerte. Es lo que celebramos en estos domingos de resurrección.

2. Ya pasados más de cincuenta años de la muerte de Jesús, el evangelio de san Juanproclama esta fe de las primeras comunidades cristianas. Con una imagen muy familiar ala cultura rural de sus oyentes, Jesús se presenta como buen pastor que da la vida por susovejas. Y vida significa todo lo que uno es, tiene y hace. Jesús manifiesta que es enviadode Dios, la Palabra o el Hijo, precisamente porque hace las obras de Dios: dar vidaentregándose a sí mismo por amor. Una entrega continua incluso cuando nosotros somosinsensibles a esa Presencia benevolente que nos constituye.

3. La imagen del buen pastor se aplica normalmente a los dirigentes de la comunidadcristiana; con toda razón, pues en ella de algún modo representan a Jesucristo resucitadoque convoca y da vida. En 1990 Juan Pablo II publicó una exhortación sobre losministerios ordenados con el título: Os daré pastores, que diseña bien la espiritualidad en

59

Page 60: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

el ejercicio de estos ministerios. El pueblo cristiano, animado por el Espíritu, tiene buenolfato para intuir cuándo hay en sus pastores verdadera experiencia cristiana, y cuándoson asaltantes con intereses bastardos de comodidad y de dominación. Claro que estemismo criterio proporcionalmente vale para la conducta de todos los bautizados.

C. Conocer y seguir a Jesucristo

La Palabra. «Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen» (Jn 10,27-30).1. Todavía hoy en algunas regiones rurales de Palestina es frecuente ver al pastorcaminando y las ovejas siguiendo sus pasos. Escuchar la voz de Jesucristo que por amorda su vida para que los demás tengan vida, y hacer lo posible por «re-crear» su conductaen la propia conducta, se llama espiritualidad cristiana. El encuentro con el Resucitado esuna experiencia muy singular de fe, que la Iglesia viene celebrando en estos domingos dePascua. Para presentar este encuentro de fe, Jesús remite a la imagen familiar del buenpastor cuya voz es conocida por las ovejas y le siguen.

2. La relación del cristiano con Jesucristo, que tiene lugar en el encuentro de fe,implica un conocimiento. No tanto ni sólo intelectual, sino también afectivo. Según elEvangelio, conocer a Jesucristo es vivir en sintonía con él, tener sus mismossentimientos, respirar sus mismos anhelos.

3. Encontrarse y conocer a Jesús es «seguirle». Re-crear su conducta en la propiahistoria. Viviendo la intimidad con el Padre que siempre nos ama y a todos mira conesperanza. Trabajando para que todos tengan vida en plenitud; eso significa reino deDios. Haciendo nuestra la causa de los humillados y excluidos. Esta forma de realizar laexistencia es la vida «eterna» que el buen pastor infunde a quienes le siguen. Una vidaque ya comienza en el tiempo y que, según el evangelio, nadie, ni siquiera la muerte,«nos puede arrebatar».

V domingo de Resurrección

A. ¿Creemos en la divinidad de Jesucristo?

La Palabra. «¿Cómo dices “muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre yel Padre en mí?» (Jn 14,1-12).1. Cuando escuchamos este evangelio, la pregunta del discípulo Felipe parece ingenua:«Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Felipe sigue funcionando con la imagen deDios que se ha fabricado y tiene bien incrustada en su cabeza: Señor todopoderoso, quetodo lo sabe, todo lo juzga y que al final ajustará cuentas. Algo similar ocurre también amuchos cristianos. Aunque a Dios nadie le ha visto, desde niños hemos aprendido dememoria definiciones conceptuales sobre Dios.

2. Los cristianos creemos que en el Hijo se ha manifestado cómo es y cómo actúaDios. En la humanidad se transparenta la condición divina: «Hemos conocido a Dios

60

Page 61: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

visiblemente», canta la liturgia de Navidad. Aquel hombre tiene conciencia de queAlguien le origina, fundamenta, sostiene y alienta. Se siente amado y enviado. Las obrasque hace son las obras del Padre. En todos sus pasos vive con toda intensidad esacomunión: «El Padre y yo somos una misma cosa».

3. Confesamos una y otra vez que Jesucristo es Dios, y reaccionamos hastaviolentamente cuando alguno se atreve a ponerlo en duda. Pero el problema no está en elenunciado, sino en el contenido que damos a la palabra «Dios». Lo verdaderamentenovedoso no es tanto decir que Jesucristo es Dios sino aceptar la condición de ladivinidad tal como se revela en la conducta histórica de Jesús. Eso es lo enteramentenuevo: que Dios es amor, no sabe más que amar; pero en su misma cercanía benevolentesigue siendo inefable y desborda todas nuestras categorías mentales. Alguien cuyapresencia nos sostiene, anima pero nos desinstala y abre siempre al porvenir.

B. Permanecer en Jesús

La Palabra. «El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante» (Jn 15,1-8).1. San Juan escribe ya para la segunda generación de cristianos que no han conocido aJesús de Nazaret y se encuentran con él gracias a la fe. Y el evangelista trata deexplicarles en qué consiste ese encuentro, trayendo la alegoría o ejemplo de la viña. Enesta hay una cepa o especie de tronco en la que brotan distintos sarmientos a modo deramas. Jesús no dice «yo soy la cepa y vosotros los sarmientos», sino «yo soy la vid, esdecir, la totalidad cuya vida participáis vosotros». La Iglesia no es más que Jesucristoresucitado en forma de comunidad.

2. La fe cristiana no se reduce a creencias o aceptación intelectual de unas verdadessublimes que nos proponen con autoridad. Es más bien un encuentro personal conJesucristo, cuya vida –sentimientos de misericordia, obras de liberación, entregaincondicional por amor a los demás– participamos transformando todo cuanto somos yhacemos. A este encuentro llamamos gracia, pues se trata de una experiencia gratuita enque nos sentimos agraciados, vivimos agradecidos y queremos ser agradables para losdemás.

3. Los sarmientos deben dar fruto, racimos para el vino que alegra la vida de los sereshumanos. La fe o permanencia en comunión de vida con Jesucristo se prueba en el amoreficaz dentro de las distintas situaciones. Por eso el mismo san Juan recuerda en lasegunda lectura de este domingo: «No amemos de palabra ni de boca, sino con obras ysegún la verdad». Sólo así seremos sarmientos que participan la savia de la verdaderaVid, Jesucristo resucitado.

C. El amor, marca del discípulo

La Palabra. «Ahora es glorificado el Hijo del hombre y Dios es glorificado en él»;«amaos unos a otros como yo os he amado» (Jn 13,31-33a.34-35).1. En nuestro deseo de infinitud los seres humanos somos un enigma para nosotrosmismos, y de modo más o menos explícito nos preguntamos por nuestra última verdad,

61

Page 62: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

lo que nos constituye y puede ser nuestra gloria. Según el Evangelio, en la victoria sobrela muerte es glorificado el ser humano. Refiriéndose a su muerte Jesús dice: «Ahora esglorificado el Hijo del Hombre». Porque murió con amor, Jesús venció a la muerte, y asímanifestó que la humanidad se realiza, logra su verdad, «es glorificada» cuando ama. Yen su muerte por amor a los demás Jesús manifiesta la gloria de Dios, que también estáen él dando vida y plenitud a la humanidad.

2. «Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os heamado». Pero, ¿es que el amor se puede imponer con un precepto de ordeno y mando?El amor, para que sea verdadero, tiene que ser totalmente libre. Sólo cuando nossentimos amados y perdonados somos capaces de amar y perdonar. Es el dinamismo dela gracia. Más que un precepto Jesús nos hace una recomendación; nos encarga: sedtestigos creíbles de mi amor a toda la humanidad ratificado con mi propia muerte. LaIglesia es parte de esa humanidad donde Dios se hace presente y activo como amor ycompromiso por una sociedad más humana y más justa.

3. Alcanzados por esa experiencia de amor –«vosotros sois mis amigos»–, losprimeros cristianos se lanzaron al mundo como testigos de un amor que no admitediscriminaciones y, como el padre bueno de la parábola, salen corriendo con los brazosabiertos para estrechar al hijo deteriorado. Porque la gracia de Dios no excluye a nadie,todos los hombres y todas las mujeres del mundo somos de algún modo enviados paraser testigos del amor que nos humaniza.

VI domingo de Resurrección

A. Una presencia que fortalece

La Palabra. «Yo pediré al Padre otro Defensor para que esté siempre con vosotros, elEspíritu de la verdad. Yo estoy en el Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros» (Jn14,15-21).1. Los discípulos de Jesús deben caminar en un mundo desfigurado por la mentira, laspretensiones absolutistas del ser humano y las idolatrías o falsos absolutos. Mentiras queno agarran sólo fuera, sino también dentro de cada bautizado y en la misma organizaciónde la comunidad cristiana. Por eso necesitan un Abogado que defienda en ellos la causade Jesús: el Espíritu de la verdad.

2. Al mismo tiempo Jesús dice que ya estamos caminando en los brazos del Padre quenos ama, pues el Resucitado es primicias de una gran cosecha que viene a ser toda lahumanidad y la creación entera. Es la realidad que proclama la Iglesia, símbolo einstrumento de la unión con Dios y de la unidad de todo el género humano. La vidacristiana no es más que realizar la existencia en este dinamismo de comunión que nosofrecen hoy las palabras del Resucitado.

3. En nuestra organización social frecuentemente se da prioridad a la producciónindividualista de recursos postergando la dignidad de las personas. Esta ideologíaperversa contamina también a los cristianos, que incluso podemos seguir con nuestras

62

Page 63: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

prácticas religiosas pero funcionando en la vida con la jerarquía de valores que soncontrarios al Evangelio y acaban deshumanizando a todos. Sí, necesitamos abrirnos alEspíritu de la Verdad: «re-cordando», haciendo pasar por nuestro corazón lo que Jesúshizo y dijo; esto nos defenderá y nos dará fuerza para ser testigos del Evangelio.

B. «Vosotros sois mis amigos»

La Palabra. «Ya no os llamo siervos porque el siervo no sabe lo que hace su señor; avosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído del Padre os lo he dado aconocer» (Jn 15,9-17).1. «Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando». La frase tal como suenaresulta extraña, porque la amistad es una clase de amor muy peculiar. Tiene consistenciaen sí misma y no responde a ningún mandato ni a ninguna obligación. Incluso las otrasformas de amor, por ejemplo el que hay entre dos cónyuges o el amor de la madre haciasu hijo, realmente maduran cuando llegan a establecerse unas relaciones de amistad. Lafrase debe tener otro sentido más hondo: «Vosotros sois mis amigos pues hacéis lo que osmando»; vuestra forma de vivir expresa vuestra sintonía profunda o amistad conmigo.

2. Nos puede ayudar a comprender esta hondura viendo lo que Jesús dice un pocoantes y repite al terminar este evangelio: os encargo que «os améis unos a los otros comoyo os he amado». Pero esta forma de amar siguiendo la conducta de Jesús no es posiblesi antes no recibimos y nos dejamos transformar por el Espíritu que nos infunde la pasiónpor realizar en este mundo la voluntad del Padre, que quiere la vida para todos y que fuealimento y aliento en la vida y en la muerte del Mesías. A diferencia del Maestro, enquien nunca hubo engaño, nuestra existencia cristiana es un itinerario de personas quedesean ser justas pero al mismo tiempo son incoherentes con su proyecto bautismal. Deahí que Jesús encargue una y otra vez: «Permaneced en mi amor amándoos unos aotros». Es la única forma de vivir la verdadera amistad.

3. Explicando el contenido de la virtud que llamamos caridad, Tomás de Aquino ladefine como amor de amistad pues entraña benevolencia, siempre queremos el bien parael amigo. Pero no es suficiente la benevolencia para que haya amistad, pues se necesita lareciprocidad del amor, «ya que el amigo es amigo para el amigo». Dios nos comunicagratuitamente su propio ser y su propia vida; pero el ser humano debe responder tambiéncon amor a ese Dios que a todos ama y mira con esperanza. Jesús habla desde suexperiencia personal cuando dice a sus discípulos: «Os llamo amigos» porque aceptáis elamor del Padre que ha sido alimento de mi vida y ha dado sentido a toda mi existencia.

C. Humanidad habitada por Dios

La Palabra. «El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a ély haremos morada en él» (Jn 14,23-29).1. Los discípulos entran en crisis al ver que Jesús es eliminado y se quedan solos ante elpeligro. Pero Jesús les garantiza que sigue con ellos «si escuchan su palabra» y tratan deponerla en práctica. Dios está más íntimo a nosotros mismos, y en el fondo de nuestra

63

Page 64: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

conciencia podemos escuchar su voz. Así nos lo indica el evangelio de Jesucristo. Siescuchamos esa palabra en nuestra intimidad, y dejamos que esa presencia de Dios-Amor emerja en nuestra existencia, podemos experimentar como Jesús: «No estoy soloporque el Padre está conmigo». Esta presencia es garantizada por Dios mismo, Espírituque «recuerda todo lo dicho por Jesucristo».

2. La comunidad cristiana que llamamos Iglesia es una sociedad organizada donde hayunas normas y distintas funciones. Pero ante todo y finalmente es la comunidad demujeres y hombres convocados y animados por el Espíritu de Jesucristo. Por eso lofundamental en la Iglesia no son las leyes y la organización visible, sino el encuentropersonal y comunitario de las personas con el misterio de Dios, Padre que nos ama, Hijosolidario con nosotros, y Espíritu que nos acompaña y fortalece para ir construyendo lafraternidad: «El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a Ély haremos morada en Él».

3. Dicen que ahora nuestra sociedad es de riesgo, pues hemos logrado un progresotécnico extraordinario pero tenemos miedo al descalabro que puede ocasionar lautilización de nuestras invenciones. Si nos quedamos funcionando sólo según nuestrosantojos egoístas, podemos actualizar el paradigma bíblico sobre la torre de Babel: losseres humanos intentamos construir el futuro de forma individualista, sin escuchar yentendernos con el de al lado, y acabamos destruyéndonos todos. El evangelio de hoynos dice que no estamos solos; nuestra humanidad está habitada, o mejor, está habitandoAlguien que a todos nos ama y nos abre la posibilidad de forjar como hermanos eldesarrollo integral de la humanidad y de la creación.

La Ascensión del Señor

A. Hacer discípulos

La Palabra. «Haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre delPadre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado»(Mt 28,16-20).1. Los primeros cristianos proclamaron la resurrección de Jesús, porque el mismo quevivió con ellos en Palestina y que murió en la cruz, irrumpió lleno de vida y por la fegustaron su presencia. El acontecimiento era inaudito y trataron de explicarlo condistintos lenguajes, todos ellos simbólicos. En la cultura judía se comparaba la muertecon el sueño, y así para hablar de la resurrección los evangelistas emplean el verbo griegoque significa «despertar». Según esa misma cultura la realidad estaba seccionada en tresplanos: la región inferior, lugar de las tinieblas, la tierra, casa de los mortales, y el cielo,donde Dios habita; lógicamente la resurrección de Jesús es interpretada como unaascensión a los cielos.

2. «Hacer discípulos». No es lo mismo discípulo que alumno; este recibe unaslecciones que trata de asimilar para responder en el examen; pero el discípulo entra ensintonía con el espíritu del maestro, hace suyas las convicciones de aquel, y se propone

64

Page 65: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

re-crear su misma conducta. La fe cristiana no se reduce a escuchar y aceptarintelectualmente algunas verdades sublimes que nos dice un profesor de teología o unapersona bien informada de la Iglesia. Implica dejarse alcanzar y transformar por elespíritu de Jesús. Esforzándonos por vivir y actuar como él vivió y actuó.

3. «El bautismo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo». Laexperiencia fundamental de Jesús, la inspiración que dio sentido a su práctica existencial,fue la cercanía de Dios como amor incondicional y la fuerza del Espíritu que siempre leacompañó para vivir como Hijo. Partiendo de esta experiencia de Jesús vislumbramos loque Dios es en sí mismo: comunidad de personas distintas que mutuamente se afirman yninguna es más que la otra. Es una forma de confesar que es Dios. Y ese amorcontinuamente se abre a los seres humanos, a todas las criaturas como fuente de vida eimpulso de amor. En este dinamismo comunitario entramos cuando recibimos elbautismo.

B. Buena noticia para toda la creación

La Palabra. «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc16,15-20).1. Jesús de Nazaret, en la línea de los profetas bíblicos, proclamó la voluntad de Diosbuscando que el pueblo judío se convirtiera respondiendo fielmente a la Alianza. Inclusohay algunos textos evangélicos donde Jesús pide a los discípulos que sigan evangelizandodentro del mundo judío. Ello explica el gran debate que tuvo lugar en una asamblea deJerusalén, después de la muerte de Jesús, sobre la necesidad de llevar el Evangeliotambién a los paganos o gentiles.

2. «A toda la creación». Gracias al Espíritu aquellos primeros cristianos fueronentendiendo que Dios no hace distinción de personas, y el evangelio de Jesucristo esbuena noticia para todos. No sólo para la humanidad, sino para la creación entera.Todavía hoy este mensaje de universalidad es imperativo saludable para la Iglesia,siempre amenazada por la tentación de cerrarse en sí misma. Si no es signo creíble de launidad entre todos los seres humanos que ya está realizando la presencia de Dios entodos y en todo, no responde a su verdadera misión.

3. «Echarán demonios en mi nombre y hablarán lenguas nuevas». El encuentro con elResucitado termina siempre en misión y servicio del mundo. Este servicio incluye dosfunciones. Primera, ser exorcistas; discernir dónde están los demonios o fuerzas malignasque desfiguran a la sociedad y con la fuerza del Espíritu echarlos fuera de la ciudad. Lasegunda, ser profetas, portavoces de la voluntad de Dios revelado en Jesucristo. La fecristiana no autoriza sin más para decir cómo se debe gestionar la política o la economía,que tienen su propia consistencia y racionalidad. Pero sí podemos y debemos recordarque Dios es el único absoluto y que las personas deben ser fin y no medio en todas lasinstituciones y mediaciones sociales.

C. «Vosotros sois testigos de esto»

65

Page 66: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

La Palabra. «Así estaba escrito: El Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos altercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todoslos hombres. Vosotros sois testigos de esto» (Lc 24,46-53).1. La tentación que ya tuvieron los primeros cristianos es quedarse mirando al cielo sinmeter las manos en la masa de este mundo para fabricar el pan caliente. Sin elcompromiso por construir una sociedad más confortable, más fraterna y más justa paratodos, no hay fe cristiana o encuentro con el Resucitado.

2. Ser cristiano y hacer inolvidable a Jesucristo, Dios encarnado y camino desalvación para todos, son aspectos de la única vocación bautismal. Actualizar en la propiaexistencia el mesianismo de Jesucristo que pasó por el mundo haciendo el bien, curandoenfermos y combatiendo las fuerzas del mal. «De esto» debemos ser testigos creíbles loscristianos.

3. Desde sus orígenes la evasión espiritualista es una tentación fuerte para la Iglesia.En el mundo continuamente brotan idolatrías o falsos absolutos del tener, poder y gozarinmediato, que nada quieren saber de solidaridad y preocupación por los otros. Así lasociedad se pervierte por el individualismo egoísta e, incapaz de amar, es portadora demuerte. Ante esta situación que se opone de frente a lo que Jesucristo expresó con elsímbolo «reino de Dios», los cristianos no deben quedar «plantados mirando al cielo».Como decía Juan XXIII al convocar el Vaticano II, debemos trabajar «para infundir enlas venas de la humanidad actual la virtud perenne, vital y divina del Evangelio».

66

Page 67: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

N

El Resucitado en forma de comunidad: la Iglesia

o se debe negar la continuidad entre la vida de Jesús y la Iglesia; según losevangelios, en torno al Profeta nació una comunidad de seguidores. Pero esa

comunidad toma fuerza dentro del mundo judío y se abre a los demás pueblos, gracias ala luz del Espíritu cuya efusión, según los Hechos de los apóstoles, tuvo lugar en la fiestajudía de Pentecostés. Esa presencia del Espíritu rejuvenece continuamente a lacomunidad cristiana que llamamos Iglesia, signo de la encarnación continuada y de lacomunión universal que se va concretando en el dinamismo de la historia.

Jesús de Nazaret vivió como Hijo, experimentó de modo único el amor del Padre yrecibió el Espíritu «sin medida». De modo análogo la Iglesia es comunidad donde loshumanos, gracias al Espíritu, se consideran hijos en el Hijo, y tratan de vivir comohermanos. Así lo es el pueblo «reunido en la unidad del Padre, del Hijo y del EspírituSanto» (Vaticano II). Un misterio: «Realidad profunda penetrada por la divinapresencia». Y misterio aquí no se refiere a una verdad sublime que no podemos conocerlos mortales. Se refiere al proyecto realizado en Jesucristo: el Creador desde dentrocontinúa sosteniendo a la humanidad y a la creación entera para que lleguen a superfección que es la plenitud de vida.

Este misterio de comunión que es la Iglesia nace, y se renueva constantemente por lapresencia del Resucitado, que como alimento y fuerza nos entrega su propia vida en la celebración eucarística. La presencia real de Jesucristo en la Eucaristía fortaleciendo lavida de sus discípulos hace que la Iglesia sea cuerpo espiritual de Jesucristo en la historiade la humanidad.

Se comprende ahora que Pentecostés, fiesta de la Santísima Trinidad y «CorpusChristi» puedan ser como tres referencias o coordenadas decisivas para aproximarnos aese misterio que es la Iglesia.

Pentecostés

Las dos manos de Dios

La Palabra. «Paz a vosotros. Recibid el Espíritu Santo. Como el Padre me ha enviado,así también os envío yo» (Jn 20,19-23).1. Aunque muchas veces en los relatos pascuales el Resucitado nos dice «¡no tengáismiedo!», da la impresión de que el miedo se nos ha metido en la sangre. Desconfiamosde todos cada vez más, y procuramos cerrar las puertas por miedo a que nos asalten. Sinembargo este mundo y la humanidad entera ya caminan arropados en el amorindefectible de Dios, que sigue perfeccionando su obra con las dos manos que son el Hijo

67

Page 68: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

y el Espíritu.2. «Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Jesús el primer

abogado, Dios de nuestra parte defendiendo la dignidad de todos los seres humanos.Sintiéndose amado y enviado para que todos tengan vida en plenitud, trató de infundiresa mística en sus seguidores. Para completar su obra Dios sigue actuando con otroabogado, el Espíritu.

3. En la revelación bíblica no se define qué es el Espíritu, pero sí sale una y otra vezla sensación del Espíritu. Es como el aire que nos permite respirar para seguir viviendo ynos une a todos en la común atmósfera; como el fuego que da calor y enardece, como elagua que con la lluvia fecunda los campos para que den fruto. Un lenguaje simbólico quevemos en los Hechos de los apóstoles cuando relata el acontecimiento de Pentecostés.Según la liturgia de este domingo, el Espíritu de Jesús es «luz que penetra las almas,fuente del mayor consuelo, descanso de nuestro esfuerzo, brisa en las horas de fuego,gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos».

La Santísima Trinidad

A. En Jesucristo hemos conocido a Dios

La Palabra. «Dios envió su Hijo al mundo no para condenar al mundo sino para que elmundo se salve por él» (Jn 3,16-18).1. Que Dios es trinidad de personas constituye un artículo central de la religión cristiana.Lo hemos intuido viendo la conducta histórica de Jesucristo: habla de Dios como Padre,y él mismo vive como Hijo, consciente de que ya está habitado e impulsado por elEspíritu. Cuando confesamos esa trinidad de Dios en sí mismo, estamos diciendo que noes un soberano monolítico que desde arriba se impone por la fuerza y justifica lospoderes dictatoriales del mundo. Dios es comunidad de amor, que no destruye lasingularidad de cada uno sino que más bien la fortalece. A esta realidad de Dios no sellega con razonamientos metafísicos; es el fruto de una experiencia que tenemos loscreyentes en Jesucristo.

2. En su vida y en su martirio Jesús de Nazaret vivió de modo único esta experiencia:«El Padre y yo somos uno»; «el Espíritu del Señor está en mí». Y la Iglesia, comunidado cuerpo de Jesucristo, debe simbolizar en la historia esa comunidad de amor quevislumbramos en Dios. Si bien hay en ella distintos ministerios, todos sus miembrostienen la misma dignidad como hijos de Dios, y nadie es más que nadie.

3. La sociedad se humanizará si hombres y mujeres tratamos de ser imagen de Dios-Amor, o comunidad de personas que mutuamente se aman, se apoyan y se afirman. Enel evangelio según san Mateo hay una invitación que parece un poco excesiva: «Sedperfectos como el Padre celestial es perfecto». El evangelista Lucas da otra versión máscomprensible: «Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso».Misericordia es un amor especial de talante comunitario pues implica hacerse cargo ycargar con la miseria del otro. La simbólica trinitaria nos permite avanzar en esa idea:

68

Page 69: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

caminamos hacia la perfección en la medida en que nos esforzamos por crearcomunidad, respetando la singularidad de cada persona, amándonos y afirmándonosmutuamente.

B. Catolicidad de la vocación bautismal

La Palabra. «Bautizados “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”» (Mt28,16-20).1. «A Dios nadie le vio jamás», aunque cada uno fabricamos imágenes de la divinidad anuestra medida. Los cristianos creemos que Jesucristo en su conducta histórica nos harevelado cómo es y cómo actúa Dios, que sin embargo en su misma cercanía permanecesiempre mayor e inabarcable. Jesús de Nazaret vivió como Hijo en la intimidad de Dios,a quien experimentó como ternura infinita –Padre, Abba– y como Espíritu o fuerza que atodo da vida y aliento. Partiendo de esa conducta histórica la Iglesia confesó que desdesiempre Dios es Padre, Hijo y Espíritu. Confesión que no es fruto de una elevadadisquisición metafísica, sino de una experiencia que gustan los verdaderos cristianos.

2. El Evangelio propone una forma peculiar de llegar a ser persona: «perder la vida»para que todos puedan vivir, para crear la fraternidad. Visión impopular en una culturadonde la personalidad se mide por el poder y dominio que uno tiene sobre los demás.Según esa mentalidad cultural hoy generalizada, se realiza el que guarde su vidautilizando egoístamente la vida de los otros. Pero desde la visión evangélica, que loscristianos consideramos de lo que Dios mismo es, hombres y mujeres nospersonalizamos en la medida en que amamos saliendo de nuestra propia tierra yconstruyendo la comunidad.

3. Los cristianos somos bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu.Somos al mismo tiempo llamados para ser hijos, y «con-vocados» para vivir comohermanos. Y como Dios revelado en Jesucristo es Padre de todos sin discriminaciones,por el bautismo quedamos integrados en la catolicidad o universalidad de la Iglesia. Poreso perversiones funestas de la vocación bautismal o cristiana son el sectarismo y elfundamentalismo, que en vez de acoger con amor, discriminan y excluyen.

C. Cómo discernir al verdadero Espíritu

La Palabra. «Cuando venga el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad completa,pues de lo que hable no será suyo: recibirá de mí lo que os vaya comunicando» (Jn16,12-15).1. Si realmente de algún modo en la encarnación el Hijo de Dios se ha unido a todo serhumano, bien podemos hablar de encarnación continuada. Pero esta continuidad implicaun dinamismo que se recrea en una historia cambiante. La situación cultural en quevivimos hoy los cristianos es muy distinta de la situación que vivió Jesús de Nazaret o dela que vivieron otras generaciones de cristianos. Eso implica nuevas versiones de la únicafe. Para ello la Iglesia y cada bautizado tiene asistencia del Espíritu.

2. En nuestra época, mientras las religiones, incluida la cristiana, son objeto de críticas

69

Page 70: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

negativas, hay como una demanda de espiritualidad; hasta se habla de espiritualidad laica.Pero dentro de la misma Iglesia desde hace varias décadas está despertando unaespiritualidad que continuamente recurre al Espíritu Santo. ¿Qué criterio tenemos paradiscernir al verdadero Espíritu?

3. «El Espíritu recibirá de mí y os lo irá comunicando». Según el credo de la Iglesiacatólica, el Espíritu procede del Hijo. Luego la forma inequívoca de conocer su verdad essi recuerda y actualiza en nosotros la conducta histórica de Jesús: intimidad con el Padre,apasionamiento por construir la fraternidad o reinado de Dios, y opción preferencial porlos pobres. Ya en las primeras comunidades cristianas había peligro de un carismatismoetéreo. San Pablo escribe a los fieles de Corinto que nadie pretenda hablar en nombre delverdadero Espíritu, negando al Jesús de la historia. Y, con la misma preocupación, en unade sus cartas Juan avisa: «No creáis a cualquier espíritu; todo espíritu que confiese queJesucristo ha venido en la carne, es de Dios; pero todo espíritu que no confiese a Jesús,ese no es de Dios».

Corpus Christi

A. «Habitar en Jesucristo»

La Palabra. «El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él» (Jn 6,51-58).1. Según los evangelios, Jesús, ya en vísperas de su martirio, celebró con sus discípulosuna comida de despedida. Había pasado por el mundo haciendo el bien y curando a losoprimidos por las fuerzas del mal; pero las autoridades del pueblo judío se opusieron almensaje que ponía en peligro su situación de privilegio, y determinaron eliminar alProfeta. En esa despedida Jesús hizo un gesto muy significativo. Tomando pan y vinodijo: aquí está mi vida, con todos sus anhelos de felicidad para todos y con todos susdesvelos para conseguir ese objetivo; con esa misma intención voy a la muerte. En estepan y en este vino os entrego mi vida para que sea vuestro alimento: «Tomad y comed».Y añadió: «Haced este gesto en memoria mía».

2. Cuando Jesús murió crucificado, sus seguidores perdieron la esperanza: todo habíasido un sueño. Pero Jesús, lleno de vida, les salió al camino diciéndoles: «Soy yo, notemáis». Y animados por el Espíritu aquellos primeros cristianos recuperaron la confianzay, siguiendo la recomendación del Maestro, celebraban la comida fraterna donde elResucitado se hace presente y se ofrece como alimento para el camino. Esa presenciareal de Cristo en la Eucaristía es la que proclama y celebra la Iglesia en esta fiesta.

3. En el lenguaje bíblico «carne y sangre» significan la totalidad de la persona: su ser,su espíritu, sus aspiraciones, proyectos y conducta. A las autoridades religiosas judíasque no aceptaban a Jesús como enviado de Dios, él les advierte: «Si no coméis mi carney no bebéis mi sangre, no tendréis vida»; es decir, si no aceptáis mi persona y miconducta histórica como revelación de Dios y camino de salvación, «moriréis en vuestropecado», en vuestra curvación egoísta. Nosotros en la comunión eucarística damos un

70

Page 71: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

paso más en nuestra unión con Jesucristo: «Habitamos un poco más en él y él ennosotros».

B. Un sacrificio singular

La Palabra. «El primer día de los ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual» (Mc14,12-16.22-26).1. El evangelista Marcos introduce el relato de la Última Cena con la frase: «Cuando sesacrificaba el cordero pascual». Según el concilio de Trento, «en la Misa se ofrece a Diosun verdadero y propio sacrificio». Pero, ¿cómo es el sacrificio de Jesucristo que seactualiza de modo sacramental en la Eucaristía?

2. Hay un esquema común de sacrificio religioso muy sencillo: el ser humano debeaplacar y poner de su parte a la divinidad, ofreciendo y desprendiéndose de lo que lecuesta, sean cosas, animales o incluso la vida humana. Pero en Jesucristo, Dios se harevelado como Alguien más íntimo a nosotros mismos, que siempre nos ama y está denuestra parte antes de que le invoquemos. Luego el sacrificio en la fe cristiana debe tenerotro sentido.

3. Sin duda toda la conducta de Jesús, incluida su muerte, fue un verdadero sacrificiohasta derramar su propia sangre por los demás. Pero el objetivo no fue aplacar a unadivinidad airada, sino más bien expresión del amor de Dios encarnado. La vida y lamuerte de Jesús fueron sacrificadas porque antes fueron apasionadas, motivadas por elamor. Fueron epifanía del amor de Dios y también manifestación de la humanidad que estransformada por este amor. Ese es el sacrificio que se renueva de modo incruento,simbólica y realmente, en la celebración eucarística.

C. El milagro se hace compartiendo

La Palabra. Ante una multitud de gente hambrienta, Jesús dice a los discípulos: «Dadlesvosotros de comer». Y a continuación, tomando cinco panes y dos peces, «alzó lamirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulospara que se los sirvieran a la gente» (Lc 9,11b-17).1. Esas palabras de Jesús antes del milagro –«alzó la mirada al cielo»...– evocan las quepronunció en la Última Cena. El evangelista relaciona el milagro de saciar el hambre de lagente necesitada con la celebración de la Eucaristía, que actualiza sacramentalmente laCena del Señor. Esa referencia nos permite reflexionar.

2. El mundo ha sido puesto en nuestras manos y podemos organizarlo como si Diosno existiera haciendo las cosas como se nos antoje. Lo malo es que, curiosamente,cuando las cosas nos salen mal, con frecuencia recurrimos a una divinidad que está en elcielo y tratamos de convencerla para que haga un milagro. Todo eso es fruto de nuestraimaginación. El gran milagro lo hace Dios en nosotros y con nosotros cuando nosdisponemos a compartir con los necesitados cuanto somos y tenemos.

3. Es el milagro que tuvo realización perfecta en la vida y muerte de Jesucristo, y queél mismo simbolizó en el gesto profético de lavar los pies a sus discípulos en el transcurso

71

Page 72: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

de la Última Cena. Es el milagro que se puede y se debe actualizar en la vida de todocristiano cuando, celebrando la Eucaristía, comulgamos de verdad el cuerpo y la sangrede Jesucristo. La espiritualidad del cristiano tiene que ser eucarística: acción de gracias aDios y amor gratuito a favor de los demás.

72

Page 73: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

E

Continúa el Tiempo Ordinario

s la etapa final del año litúrgico. La Iglesia selecciona en los evangelios que expresanla fe de las primeras comunidades cristianas, dimensiones y aspectos que pueden

animar la espiritualidad de los bautizados en nuestro tiempo. Valgan como indicativoalgunos títulos de los comentarios que siguen:

«La roca es Jesucristo. Jesús no acusa sino que sana. Seguir al Mesías de Dios. Estarcon Jesús y ser enviados. No hay cristianismo sin mística.

Misericordia entrañable. Sed compasivos. Del miedo a la confianza. La compasiónredime a las religiones. El mandamiento nuevo. La intolerancia es intolerable. Matrimonioy divorcio.

Un mundo trabajado por Dios. Pureza e impureza en la conducta moral. Creativospara ser solidarios. Cómo erradicar el hambre. Dadles vosotros de comer. Guardaos detoda codicia. Las riquezas atan. Los pecados de omisión. Nuevo criterio para organizar laeconomía.

Escuchar y poner en práctica. La fe que mueve montañas. La perseverancia en laoración. En la oscuridad de la vida, confiar. La Virgen, icono de la comunidad cristiana».

El año litúrgico finaliza con la fiesta de Jesucristo, rey del Universo. En la encarnaciónnuestra historia es ya la historia del Hijo de Dios. Ya es definitiva la alianza de Dios afavor de la humanidad. En Jesucristo se abrió una puerta que nunca se cerrará, y nuestrofuturo está habitado ya por la gracia. Podemos mirar confiadamente al porvenir.

XI domingo del Tiempo Ordinario

A. Sed compasivos

La Palabra. «Al ver Jesús a las gentes se compadeció de ellas, porque andabanextenuadas y abandonadas como ovejas que no tienen pastor» (Mt 9,36–10,8).1. Jesús estaba viendo que los dirigentes religiosos de su pueblo se preocupaban de ellosmás que de la pobre gente, que se veía cargada de preceptos y obligaciones mientrassufría la miseria y la exclusión. Y la reacción de Jesús fue la compasión eficaz. Ellaexplica su cercanía benevolente con los pobres, las muchas curaciones de enfermos,sobre todo de leprosos, los más olvidados y despreciados en aquella sociedad.

2. La compasión fue uno de los rasgos más salientes en la conducta de aquel hombre.Movido a compasión ante una pobre viuda cuyo hijo llevaban a enterrar, cuenta elevangelio que Jesús resucitó al joven. Conmovido ante la situación de un leproso,

73

Page 74: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

rompiendo con todas las prohibiciones religiosas, Jesús le dio la mano y el leprosorecuperó la salud. Compadecido ante una multitud hambrienta, multiplicó los panes y lospeces. Si realmente confesamos que Jesús es el Hijo, debemos concluir que Dios escompasión, misericordia, un amor singular que se hace cargo y desde dentro de nosotrosmismos nos impulsa para que salgamos de nuestra miseria.

3. No resulta fácil a los seres humanos aceptar esta gozosa noticia sobre Dios, que nocabe en nuestras cabezas y sólo deja un cierto eco en nuestro corazón. El artículo centraldel Evangelio es que Dios es Abba, padre y madre, ternura infinita. Sólo desde esaexperiencia podemos cambiar nuestra mirada y nuestra relación con los demás sereshumanos y la creación entera. La compasión pertenece a la entraña misma de la fecristiana o encuentro personal con el Dios revelado en Jesucristo. Por eso Jesúsrecomienda: «Sed compasivos como vuestro Padre celestial es compasivo».

B. Un mundo trabajado por Dios

La Palabra. «El reino de los cielos se parece a un hombre que echa simiente en la tierra;él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo sin que élsepa cómo» (Mc 4,26-34).1. La expresión «reino de los cielos» significa lo mismo que «reino de Dios»: lahumanidad que va creciendo en fraternidad. Un dinamismo muy similar al de la semillaque, brotando en las entrañas de la tierra, sale a la luz del día como tierno tallo y al finalda la espiga con trigo para el pan nuevo. En la cultura rural de Galilea, Jesús compara elreino de los cielos con la simiente.

2. Pero lo que destaca en esa parábola es un aspecto muy importante: la gratuidad.Como la semilla de trigo en las entrañas de la tierra, el reino de los cielos está creciendoen el mundo porque hay una Energía que lo sostiene y lo impulsa, si bien los sereshumanos pueden ayudar a que tal impulso de vida no se pierda. Jesús de Nazaretexperimentaba que el Padre continuamente trabaja, incluso en sábado, sustentando ytransmitiendo vida. Por eso quiere que sus seguidores tengan confianza: «No temas,pequeño rebaño, porque el Padre te da el Reino».

3. En una sociedad donde todo se compra y se vende, cuando la gratuidad ya no tienecabida ni espacio, es fácil a la hora de programar nuestro compromiso en la construcciónde un mundo más humano y más fraterno pensar que estamos solos. Esa sensaciónacaba en agotamiento y hasta en esquizofrenia. Urge recordar y actualizar que «en Diosexistimos, nos movemos y actuamos». Ese Dios es Padre que continuamente alienta ypromueve a la humanidad y a la creación con sus dos manos, que son el Hijo y elEspíritu Santo. Cuando se vive esta presencia sí es posible y en todo caso apasionantetrabajar para que la semilla ya sembrada en la tierra crezca y dé fruto.

C. El verdadero amor perdona todo

La Palabra. «Los muchos pecados de esta mujer están perdonados porque ella semuestra muy agradecida» (Lc 7,36–8,3).

74

Page 75: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

1. El relato evangélico es impresionante. En una comida de familia bien, donde Jesús esinvitado por un fariseo rico, irrumpe una mujer pecadora que llora y que con sus lágrimaslava los pies del Maestro acariciándolo con sus manos. El evangelista no da más detallessobre quién era esa mujer, pero debió de sentirse muy amada y perdonada para expresartanto agradecimiento.

2. El fariseo es símbolo de practicante religioso, muy preo-cupado de laspurificaciones rituales y de las apariencias, pero individualista y malpensado en sucorazón. Es la figura de los hipócritas, a quienes el mismo Jesús calificó de sepulcrosblanqueados por fuera y llenos de podredumbre por dentro.

3. Y allí también está Jesús de Nazaret mostrando la humanidad de Dios. Nunca hizodiscriminación de personas y por eso desconcertó a todos: a los ricos porque comía conlos pobres, a los pobres porque aceptaba la invitación de los ricos; a los puritanosreligiosos porque andaba con los pecadores, y a estos porque Jesús era un judío piadoso.Es curioso que Jesús acepta el amor sensible de la mujer pecadora: besos, lágrimas,caricias de la mujer. En el fondo está diciendo: son más importantes el amor y la gratitudde las personas que todos los cumplimientos religiosos sin amor.

XII domingo del Tiempo Ordinario

A. No cabe el anonimato

La Palabra. «Lo que os digo de noche, decidlo en pleno día; y lo que os digo al oídopregonadlo desde la azotea» (Mt 10,26-33).1. El Evangelio es buena noticia para todos, y consiguientemente a todos debe sertransmitido. Pero a la hora de una transmisión eficaz, hay dos aspectos que merecenatención. Primero, el Evangelio choca de frente con una jerarquía de valores marcadapor el individualismo del que sólo busca su bienestar a costa de los otros; y por eso laevangelización puede provocar conflicto y hasta la muerte de los evangelizadores: «Notengáis miedo a los que matan el cuerpo». Segundo, los paradigmas y la mentalidad delos seres humanos cambian en el tiempo y en las distintas culturas: ¿cómo presentar hoyel Evangelio con un lenguaje que la gente entienda?

2. Ser testigos del Evangelio en una sociedad curvada sobre sí misma, donde los sereshumanos son incapaces de trascender y salir de la propia tierra, el mensaje de amorincluso a los enemigos resulta extraño y contradictorio; por eso la tentación de silencio ytolerancia mal entendida es peligrosa para los cristianos. Sin embargo en nuestra sociedadtan secularizada y donde la indiferencia religiosa está cundiendo hoy más que nunca, nocabe el anonimato y urge avivar la experiencia personal de la fe cristiana.

3. Pero hay otro aspecto importante: ¿qué lenguaje emplear para una transmisióncreíble del Evangelio? Por hablar de lo más conocido, en la historia de la sociedadespañola, que discurrió por largo tiempo en situación de cristiandad, la Iglesia,prácticamente reducida al clero, es percibida por muchos como instancia de poder, y esoles evoca los clásicos signos clericales. Esa historia puede justificar el cambio de muchos

75

Page 76: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

clérigos que abandonan esos signos de poder. Sin embargo no vale caer en el anonimato.Es necesaria una presencia pública y visible. ¿Cómo encontrar los signos adecuados? Esuna tarea que tenemos pendiente.

B. Del miedo a la confianza

La Palabra. «Se levantó un fuerte huracán y las olas chocaban contra la barca hasta casillenarla de agua. Jesús estaba a popa, dormido. Lo despertaron, se puso en pie e increpóal viento. El viento cesó y vino una gran calma. Volviéndose a los discípulos les dijo: ¿porqué sois tan cobardes?, ¿aún no tenéis confianza?» (Mc 4,35-40).1. Muchas veces se compara la existencia humana como una travesía en una barca. Y enla catequesis bautismal san Pedro compara el bautismo con el arca de Noé que flotasobre las aguas sin hundirse y en ella muchos se salvan del diluvio. La misma Iglesia escomparada frecuentemente con una barca que también sufre los impactos de lastormentas y a veces se tambalea.

2. En las primeras comunidades cristianas que surgen después de la muerte de Jesús,aunque son visitadas por el Resucitado, una y otra vez se habla del miedo. Jesús irrumpey dice: «No temáis, soy yo». Por mucha confianza que tengamos en que Dios nos amasiempre, ¿quién no ha experimentado noches oscuras donde no se ve nada claro, se dudade todo y hasta el miedo nos congela? Algo similar ocurre con la Iglesia. Es verdad quebrillan en ella testigos veraces y creíbles de Jesucristo en los que se vislumbra la santidadde ese organismo vivo que es el cuerpo espiritual de Jesucristo en los vaivenes deltiempo. Pero también hay en la Iglesia visible huellas del mal y de perversión, hipocresíasy errores que hieren y hacen dudar de su santidad.

3. Conviene despertar a esa presencia de Jesucristo resucitado que no sólo vive dentrode cada cristiano, sino que también rejuvenece continuamente a la Iglesia con su Espíritu.Mediante la oración y el silenciamiento de nuestras ambiciones, nos abrimos a esapresencia vivificante y en nuestros miedos emerge la confianza.

C. Seguir al mesías de Dios

La Palabra. «Y vosotros, ¿quién decís que soy? Pedro tomó la palabra y dijo: “El Mesíasde Dios”. Y dirigiéndose a sus discípulos Jesús dijo: el que quiera seguirme, cargue consu cruz cada día y se venga conmigo» (Lc 9,18-24).1. Parece un texto decisivo porque con algunas variantes la invitación al seguimiento quehace Jesús a los discípulos, la traen los cuatro evangelios. Como punto de partida está la confesión central: Jesús deNazaret es el Mesías, el Hijo de Dios según la versión del evangelista Mateo. La Palabraque es Dios mismo y ha puesto su tienda en nuestro campamento, según el cuartoevangelio.

2. La invitación al seguimiento puede ser malinterpretada si se lee tal como suelehacerse: parece que lo esencial de la vida cristiana es cargar con la cruz, sufrir, asíganamos el cielo. Nada más alejado de la conducta histórica de Jesús, enamorado y

76

Page 77: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

apasionado por llevar a cabo en este mundo la voluntad del Padre, el reino de Dios, quetodos tengan vida en plenitud; sin esta mística no es posible captar el Evangelio en la viday muerte del Mesías. Por eso en la invitación al seguimiento hay un supuesto inspirador:«Si alguno está apasionado por la causa que motivó mi vida y mi muerte, que acepte laconflictividad y me siga».

3. Durante mucho tiempo se destacaron en la espiritualidad cristiana el sacrificio y lamortificación. El monje Tomás de Kempis redactó La Imitación de Cristo que, si bienha sido guía de santificación para muchos, insiste en la visión negativa del mundo y en lanecesidad de ascesis continua. Sin duda no hay cristianismo sin mortificación, pues elcuerpo del bautizado se hace carne del Crucificado. Pero en Jesús de Nazaret lainspiración fontal fue la experiencia mística o intimidad con el Padre que es amor y nosabe más que amar. Esa fe o encuentro personal con Dios es hoy la clave fundamentalpara la renovación de la espiritualidad cristiana.

XIII domingo del Tiempo Ordinario

A. ¿Perder la vida para salvarse?

La Palabra. «El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; elque quiere a su hija o a su hijo más que a mí no es digno de mí. El que guarde su vida laperderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará» (Mt 10,37-42).1. Este Evangelio suena raro; parece inhumano. Y las frases finales parecen un acertijo.Y sin embargo lo que aquí se apunta es la entraña de la vocación cristiana, pues en esaorientación van los cuatro evangelistas. Si se interpretan como suenan estas frasescontradicen la conducta de Jesús, que fue profundamente humano y se dejó impactar porlas necesidades y el sufrimiento de las personas, que amó y fue sensible al amor, quelloró al enterarse de que su amigo Lázaro había muerto.

2. Sin embargo hay en la conducta de Jesús un detalle significativo. Apasionado porllevar a cabo la voluntad del Padre, cuando tenía alrededor de 30 años dejó no sólo eltrabajo que le proporcionaba una cierta seguridad, sino también a sus familiares. Ycuando estos fueron a buscarle porque pensaban que había perdido la cabeza, respondió:«Mi madre y mis hermanos, mi verdadera familia es la humanidad entera que es sensibley se abre a la voluntad del Padre». Cuando los lazos familiares rompen esa vocaciónuniversal, deshumanizan y es necesario cortarlos.

3. En esta perspectiva hay que interpretar también esa frase final: «El que guarde suvida la perderá, pero el que la pierda por mí la encontrará». Si organizamos la existenciade modo egolátrico, teniendo como centro único y absoluto a nosotros mismos y nuestrapropia seguridad, utilizando para ellos a los otros, nos deshumanizamos. Pero si en vezde «acaparar para sí», la persona gasta sus energías para construir un mundo de vidapara todos, entonces se realiza creciendo en humanidad.

B. Jesús no acusa sino que sana

77

Page 78: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

La Palabra. «Se acercó un jefe de sinagoga que se llamaba Jairo y al verlo se echó a lospies de Jesús, rogándole con insistencia: “Mi niña está en las últimas, ven y pon lasmanos sobre ella para que cure”. Había una mujer que padecía flujos de sangre;acercándose por detrás a Jesús le tocó el manto y quedó curada...» (Mc 5,21-43).1. Pongo puntos suspensivos porque son tantas las curaciones que narran los evangelios,que la sanación es nota muy significativa en la actividad profética de Jesús. Susbeneficiarios no sólo son judíos, también el hijo de un militar romano y una mujercananea. Ciegos, paralíticos, leprosos, y tantos otros que ya quedaban marcados por lamaldición en aquella sociedad judía religiosamente puritana, en Jesús no encontraronacusación ni desprecio sino sanación.

2. Pero los mismos relatos evangélicos sobre curaciones amplían el horizonte, puesJesús suele decir a los enfermos: «Tu fe te ha curado», «tus pecados están perdonados»,«levántate y anda». Las curaciones milagrosas de Jesús van mucho más allá de lasanación corporal. Con su forma de mirar y acoger a los enfermos y desvalidosmanifestaba que están incondicionalmente perdonados y su destino es la vida. Por esoalgunas personas curadas rompían a llorar manifestando su gratitud.

3. En ejercicio del ministerio como presbítero uno se encuentra con muchas personashundidas no sólo por la enfermedad o problemas que sufren, sino también porque secreen culpabilizadas y abandonadas de Dios. Y al ver cómo reaccionan y recobran laconfianza en sí mismas cuando toman conciencia de que no están solas, de que el Abba,ternura infinita, siempre les mira con amor, es cuando se intuye lo que significaron lascuraciones de enfermos que Jesús realizó.

C. La intolerancia es intolerable

La Palabra. Jesús pasaba por la región de Samaría, quiso alojarse en un pueblo, «pero nole recibieron porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto Santiago y Juan, discípulos suyos,preguntaron a Jesús: ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo para que acabe conellos? Él se volvió y les regañó» (Lc 9,51-62).1. Judíos y samaritanos estaban reñidos, no se trataban. Por eso cuando los discípulosven a Jesús hablar con una mujer samaritana quedan sorprendidos. Así se comprendeque los samaritanos, viendo que Jesús es un judío camino de Jerusalén, se nieguen arecibirlo.

2. La intolerancia como cerrazón en sí mismo y sometimiento de los otros a nuestrospropios puntos de vista es una pretensión que falsea y destruye al ser humano. Todossomos criaturas limitadas y continuamente crecemos aprendiendo unos de los otros. Bienpodemos decir que la verdadera educación es sacar al niño de su narcisismo, que por otraparte necesita en sus primeros pasos, para que acepte a los demás y madure dialogando.En el Evangelio Jesús dice «no» a la intolerancia de los samaritanos y de sus propiosdiscípulos.

3. La tolerancia verdadera, según este mismo Evangelio, se logra con el seguimientoradical de Jesucristo. No dando valor absoluto a las propias convicciones, seguridades

78

Page 79: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

económicas, prácticas religiosas o lazos familiares. El único Absoluto es Dios, cuyaimagen y cuya verdad participan todos los seres humanos que, compartiendo, avanzaránhacia la Verdad completa.

XIV domingo del Tiempo Ordinario

A. El gozo es siempre posible

La Palabra. «En aquel tiempo Jesús exclamó: te doy gracias, Padre, Señor del cielo y dela tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes y se las has reveladoa la gente sencilla» (Mt 11,25-30).1. «En aquel tiempo». Jesús ya lleva algunos meses proclamando el Evangelio, pero lasautoridades religiosas judías –los sabios y entendidos– rechazan su mensaje y estántramando la forma de eliminarlo. Jesús es consciente del peligro y hace oraciónactualizando su intimidad única con el Padre. Aunque no es ingenuo ante las amenazas,de su corazón brotan sentimientos de gozo y gratitud porque experimenta que, encualquier situación, Dios sigue siendo para él Abba.

2. Dios se revela continuamente a todos, todo lo que puede, o mejor dicho, todo loque permite la capacidad libre de apertura que tenemos los seres humanos. Por eso nopuede revelarse a los soberbios; por definición estos se creen absolutos y no dejan que lapresencia de Dios emerja en su vida. En cambio en los sencillos, que son humildadabierta, esa Presencia se manifiesta como consuelo y esperanza.

3. Se comprende que la oración de Jesús respira gozo en medio de tantos males yamenazas. Expresa lo que vive y al mismo tiempo es aliento nuevo para su forma devivir. Jesús experimenta la compasión del Padre ante la exclusión que sufren los sencillos.Por eso come con los pobres, cura enfermos y acoge a los pecadores. Su conducta nofue más que poner en práctica su experiencia de Dios que se revela como amor en favorde los humillados y despreciados.

A. Actuar con el espíritu de Jesús

La Palabra. «Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón» (Mt 11,25-30).1. Lo primero que nos dice el Evangelio es la intimidad única de Jesús con Dios, a quienexperimentó como ternura infinita: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de latierra». Luego Dios es señor amando, siendo Abba. Esta palabra en el arameo de Galilea,región donde vivió Jesús, expresa los sentimientos que inspira una madre a su hijoarrollado entre sus brazos maternos, y la confianza que da un padre al niño pequeñoagarrado de su mano. Esos ejemplos nos permiten vislumbrar cómo es la intimidad queJesús vive con Dios.

2. «Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón». Jesús de Nazaret actuósiempre como servidor de todos, sin arrogancia ni ambición de protagonismo; por eso fuela imagen transparente de cómo es Dios: todopoderoso en el amor hasta entregar la

79

Page 80: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

propia vida para que todos puedan vivir. Y Jesús propone su modo de actuar como elcamino de salud para todos: ser humildes, reconocer que ninguno somos absolutosseñores de los demás.

3. Aceptando su verdad de criaturas, los soberbios se liberarán de la obsesión portener más y dominar, mientras los pobres serán liberados de su miseria y podrán sersujetos activos en la construcción de una sociedad más fraterna. Jesús de Nazaret vivió ymurió pensando no tanto en qué será de mí, sino qué será de los demás, especialmentede los que no tienen ni saben ni pueden. Esa lógica del amor puede ser buen indicativono sólo para la conducta de cada persona, sino también para la forma de organizaciónsociopolítica.

B. La confianza ya es el milagro

La Palabra. «¿De dónde saca todo eso?, ¿qué sabiduría es esa que le han enseñado?,¿esos milagros que hace?, ¿no es el hijo del carpintero? Y desconfiaban de él. Y Jesús nopudo hacer allí ningún milagro» (Mc 6,1-6).1. Después de recibir el bautismo de conversión que Juan, llamado el Bautista,administraba en el Jordán, Jesús había salido de su pueblo Nazaret, y estuvo recorriendolas aldeas de Galilea como profeta itinerante. Sus paisanos habían escuchado lo que lagente decía con admiración sobre su Evangelio y sus milagros. Un sábado Jesús visitóNazaret, participó en la celebración del sábado, y comentó el texto de la Biblia que seproclamaba en la sinagoga. Su comentario sorprendió a los oyentes que le miraron conrecelo: pero, ¿de dónde saca Este tales enseñanzas?, ¿quién se las ha enseñado?, ¿quéestudios ha hecho?, ¿no es acaso el hijo de José, que era un simple carpintero sinninguna formación especial?, ¿cómo andan diciendo que hace milagros?

2. Esos comentarios tenían su fundamento, pero se quedaban cortos. Pretendíanmedir a Jesús de Nazaret sólo con los criterios sociales corrientes: ¿de dónde le viene aeste su autoridad para comentar la Escritura si no ha recibido una formaciónespecializada como los maestros de la Ley?, ¿quién le da poder para hacer esos milagros?Pero no contaban con la intimidad de Jesús con Dios, que es fuente de la nueva sabiduríay de autoridad especial. Los primeros cristianos sí entendieron esa novedad cuandoconfesaron: Jesús pasó por el mundo curando enfermos y expulsando demonios «porqueDios estaba en él».

3. El evangelista deja caer una observación importante: «Jesús no pudo hacer allíningún milagro; sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos; y se extrañó de sufalta de fe». Ahora entendemos que los milagros de Jesús no fueron prodigios por laintervención directa de una divinidad que vive alejada del mundo y actúa arbitrariamentey sólo de cuando en cuando suspendiendo las causas segundas. Dios está presente ycontinuamente activo en todos los acontecimientos y en la intimidad de todos los sereshumanos. El verdadero milagro tiene lugar cuando dejamos que su presencia inundenuestra vida. Sin la fe o confianza como apertura incondicional a ese Dios en quienhabitamos, el milagro no es posible.

80

Page 81: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

C. Radicalismo evangélico e itinerancia

La Palabra. «No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadiepor el camino» (Lc 10,1-12.17-20).1. El evangelio sugiere que todos los bautizados deben ser evangelizadores. Jesús«designó otros setenta y dos y los mandó por delante». Bíblicamente el número setentaevoca la totalidad. El detalle tiene gran interés, pues viene a decir que la Iglesia seconstituye en la misión, y esta no es sólo de obispos y de algunos colaboradoresinmediatos, sino de todos los bautizados.

2. Para responder a esta vocación misionera es decisivo el radicalismo. Es verdad quehoy no estamos ni en el tiempo de Jesús ni en el tiempo de generaciones cristianas quenos han precedido. Podemos y debemos servirnos de medios imprescindibles para laproclamación del Evangelio. Pero quede bien claro que cada vez es más imprescindibleabandonar la lógica del poder, de la imposición y de las apariencias triunfalistas.

3. Y como expresión de este radicalismo, la itinerancia: estar siempre de camino sindejarnos atrapar por los ídolos o falsos absolutos que nos salen al camino. Al menosentre los dominicos hablamos mucho de itinerancia. Y hace unos años se aireó la misiónde frontera. Pero con el tiempo se va viendo que la itinerancia no es sólo estar enregiones o espacios que te sacan de tu propia región o cultura. Implica sobre todo unaactitud personal profunda y continua de apertura y confianza en el futuro. Cuando faltaesa espiritualidad personal, tanto vivir en barrios pobres como las prácticas religiosas conhorarios inmutables pueden ser cobertura y sutil encubrimiento de la nefasta instalación.

XV domingo del Tiempo Ordinario

A. Escuchar y poner en práctica

La Palabra. «El que escucha la Palabra, dará fruto» (Mt 13,1-23).1. Las parábolas de Jesús no se reducen a cuentos para entretener a la gente. La paráboladel sembrador es muy sencilla y elocuente. Con la imagen de la semilla Jesús se refiere ala palabra de Dios. Esa Palabra es lo que él anuncia. Unos se acercaban, oían el mensajede Jesús, incluso les gustaba, pero su forma de vivir no cambiaba en nada; seguían en lasuperficialidad. Otros veían que la predicación cuestionaba sus posiciones de seguridad ybuscaron la forma de eliminar cuanto antes al profeta. Sin embargo, algunos se acercabana Jesús, oían lo que decía y trataban de ponerlo en práctica. A estos se refiere la parábolacon la imagen de la buena tierra que recibe la semilla y con su jugo hace que prosperehasta dar fruto.

2. Puesto que el mismo Espíritu que sin medida se dio a Jesús de Nazaret e inspira suEvangelio habla continuamente a todos los seres humanos en su conciencia, la parábolade la siembra vale para todos los seres humanos. Todos oímos la voz de ese maestrointerior invitándonos a ir por un camino y dejar el otro, que juzga nuestra conducta y nossugiere rectificarla, que nos tranquiliza cuando hacemos lo recto. También esa voz puedeser dejada a un lado, acallarla sin más, o dejar que tenga su eco en nuestra forma de vivir

81

Page 82: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

y de actuar.3. Según el Evangelio, no es suficiente oír. Hay que «escuchar». Es la invitación que

una y otra vez vemos en la Biblia: «Escucha, Israel». Implica dejarse impactar ytransformar por la Palabra que viene a ser como la lluvia que suavemente mulle la tierrapara que sea madre de vida. María de Nazaret es celebrada en las primeras comunidadescristianas como la que oyó el mensaje de Dios y lo escuchó, lo meditó y orientó suexistencia según la voluntad divina. En cierta ocasión una mujer lanzó este piropo aJesús: «Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron». Pero Jesús dioun nuevo paso: «Más bien dichosos los que escuchan la Palabra y la cumplen». María esla discípula de Jesús, un signo para toda la comunidad cristiana.

B. Autoridad, ¿para qué?

La Palabra. «Llamó Jesús a los Doce y les fue enviando de dos en dos, dándolesautoridad sobre los espíritus inmundos. Salieron a predicar la conversión, echabandemonios, ungían con aceite a muchos y los curaban» (Mc 6,7-13).1. Doce es un número simbólico que de algún modo evoca las doce tribus que integrabanla totalidad del pueblo judío. El mensaje por tanto es en cierto modo para todos losbautizados, que también son enviados a la misión por el hecho de ser discípulos. A todospor tanto se les da autoridad, si bien hay en la Iglesia ministerios con poderes al serviciode toda la comunidad cristiana. Pero lo importante es para qué se dan esa autoridad yesos poderes.

2. Primero, «para echar demonios»; es decir, para combatir y animar el combate detantas fuerzas malignas que desde la intimidad del ser humano y desde las organizacionespolíticas o religiosas tiran a las personas por los suelos pisoteando su dignidad. «Y paracurar enfermos ungiéndoles con aceite». En la tradición bíblica el aceite es símbolo dealivio, medicina y fortaleza. Son los cometidos que implica la fe cristiana como encuentrocon Jesucristo.

3. El Espíritu, que continuamente rejuvenece a la Iglesia, suscita en ella ministeriosordenados porque se confieren por el sacramento del Orden, con unos poderes al serviciode la comunidad. Pero en el ejercicio de esos poderes no faltan ambicionesantievangélicas, luchas, cismas, conflictos, caza de herejes y excomuniones injustificadas.Sin embargo, y como correctivo saludable, siempre ha fructificado en la Iglesia la místicay el profetismo, no por nombramiento curial, sino por acción directa del Espíritu, que dealgún modo deben ser también el clima necesario e imprescindible para el ejercicio de laautoridad en la Iglesia.

C. Una moral samaritana

La Palabra. «Pasó por allí un samaritano, vio al hombre caído, le dio lástima, se acercó yle vendó las heridas» (Lc 10,25-37).1. Con frecuencia algunos ven la moral evangélica como un complicado entramado denormas y preceptos tan innumerables que resulta imposible retenerlos y muy difícil

82

Page 83: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

cumplirlos. Por otra parte convertirse al Señor «con todo el corazón y con toda el alma»,es decir, totalmente y en todos los momentos de la existencia, es todavía demasiadogenérico y abstracto, aunque esté de algún modo grabado en nuestra intimidad. Cuandoun letrado que conocía bien la ley preguntó a Jesús qué más necesitaba para conseguir lavida plena o su propia realización humana, Jesús no le respondió con nuevas teorías, sinoindicando una forma de vivir.

2. La parábola del buen samaritano es impresionante por su realismo y su claridad.Hay un hombre, se supone que es judío –también podía ser una mujer– asaltado,magullado a golpes y medio muerto a la orilla del camino. Vienen primero dos que sonjudíos y sirven al culto del templo. El caído puede confiar en ellos: son de su mismopueblo y además religiosos. Pero los dos, al ver de lejos al desgraciado, dan un rodeopara no encontrarse con él. Después, el hombre caído ve acercarse a un samaritano queno se relaciona y es enemigo de los judíos; además como samaritano era considerado unhereje o desviado de la verdadera tradición bíblica. De ese hombre se podía esperar todolo peor. Sin embargo, movido a compasión, baja de su cabalgadura, deja a un lado susprogramas y atiende al enfermo con un amor y una gratuidad que desbordan todas lasprevisiones humanas.

3. Y Jesús saca la moraleja: «Haz tú lo mismo que el samaritano». La moral cristianadebe ser compasiva. Su inspiración es la experiencia del Padre, que se ha revelado enJesucristo como misericordia. Sin esa sensibilidad evangélica, el culto y el templo no sonsin más espacio donde brota la misericordia. Y sin embargo, en todos los rincones delmundo, muchas veces fuera de las religiones y de los templos, continuamente actúa elEspíritu suscitando buenos samaritanos. ¡Cómo necesita esta compasión y esta gratuidaduna organización social donde sólo vale lo económicamente rentable!

XVI domingo del Tiempo Ordinario

A. La libertad es sagrada y arriesgada

La Palabra. «No arranquéis la cizaña, pues podríais sin quererlo arrancar el trigo» (Mt13,24-43).1. Los labradores del campo ven con preocupación cómo con el trigo que sembrarontambién brotan las malas hierbas que en la tierra de Galilea donde hablaba Jesús llamabancizaña. Lógicamente la reacción espontánea es arrancar la cizaña, pero la operación no esfácil porque sus matas crecen entrelazadas con las del trigo. Y en ese marco el evangeliosugiere aspectos de gran actualidad.

2. Vislumbrando las características del mundo moderno el concilio Vaticano IIconstata: «La orientación del hombre hacia el bien sólo se logra con el uso de la libertad,la cual posee un valor que nuestros contemporáneos ensalzan con entusiasmo; y con todarazón, pues la libertad es el signo de la imagen divina en el hombre». Luego a la libertadse la puede acompañar, educar o ayudar, pero nunca suplir o anular. Una nuevaperspectiva evangélica para que la Iglesia entre de verdad en diálogo con este mundo

83

Page 84: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

moderno, donde junto con la mala hierba, nace y crece también la semilla del reino deDios sembrada por el Espíritu. Y un buen indicativo para pasar de una moralprioritariamente preceptiva a una moral que promueva la libertad de las personas.

3. Sin embargo son también evidentes los desastres causados por el ejercicio denuestra libertad. Valga como ejemplo la forma de producir y distribuir los recursoseconómicos. Si falta la libertad para que cada uno sea creativo e invente, el desinterés yla pasividad nos destruye a todos. Pero, si no hay un control para que la libertad y lacreatividad de cada uno respeten y hagan posible la libertad de los otros, la sanacompetitividad acaba en rivalidad, y los más poderosos acaban comiéndose a los másdébiles. El fallo está en el «para qué de nuestra libertad». En el origen de las revolucionessus mentores más lúcidos vieron la necesidad de que surgiera «el hombre nuevo». Laexpresión también se encuentra en el Evangelio, donde este nuevo nacimiento es obra delEspíritu.

B. Estar con Jesús y ser enviados

La Palabra. «Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo quehabían hecho. Jesús les dijo: vamos a un sitio tranquilo, porque eran tantos los que iban yvenían que no tenían tiempo ni para comer. Se fueron al otro lado del lago pero aldesembarcar Jesús vio una multitud, le dio lástima de ellos porque andaban como ovejassin pastor y se puso a enseñarles con calma» (Mc 6,30-34).1. Cuenta el evangelista Marcos que Jesús llamó a los que quiso para que estuvieran conél y enviarlos a proclamar el Evangelio por las aldeas de Galilea. Los discípulos salieron acumplir su misión, fueron bien acogidos por la gente, y volvieron a Jesús para contarlesus éxitos. Pero Jesús se dio cuenta de que no debían olvidar algo importante: reunirse denuevo con él y procesar sus actividades en un lugar silencioso y retirado. Sin embargocuando ya están en el retiro deseado, Jesús ve a la gente, se compadece y otra vez seentrega con amor a la misión.

2. Al evangelista lo que le importa sobre todo no es lo que pudo ser histórico sino elsignificado que tal relato puede tener para los primeros cristianos. El seguimiento deJesucristo conlleva dos dimensiones inseparablemente unidas. Primera, «estar conJesús»; en esa intimidad nace la confianza, caen los miedos y brota el coraje de futuro;sin ese clima de intimidad y contemplación no hay seguimiento. Pero en la espiritualidadcristiana no se confunde interioridad con intimismo, porque el encuentro auténtico con elDios revelado en Jesucristo nos lleva sin remedio a la preocupación por los otros,motivados por la compasión al ver sus necesidades. Estar con Jesús y ser enviados sonaspectos inseparables de la única experiencia que llamamos fe cristiana.

3. En el ejercicio del ministerio como dominico muchas veces he tenido que soportar,no sin algún sufrimiento, la tensión entre el deseo de estar con la gente, y la necesidad desepararme físicamente para procesar mi tarea evangelizadora en la oración y el estudio. Yeste evangelio de Marcos me ha venido muy bien; me ha permitido comprender que laevangelización incluye «estar con» –no sólo junto a, o menos aún enfrente o por encima

84

Page 85: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

de– los seres humanos. Pero esta solidaridad, si quiere ser «de parte de Dios», exigetambién una separación no para huir de la gente sino para garantizar una presenciaevangelizadora.

C. Escuchar también es un servicio

La Palabra. «María, sentada a los pies de Jesús, escuchaba su palabra, mientras suhermana Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio» (Lc 10,38-42).1. Siempre resulta muy humano ver cómo Jesús tenía sus amistades. Según el Evangelio,en Betania, pueblo muy cerca de Jerusalén, había una familia muy querida –Lázaro y susdos hermanas– que visitaba de cuando en cuando. El evangelista evoca una de esasvisitas para transmitir un mensaje muy orientador.

2. Frecuentemente la figura de Marta viene siendo presentada como la mujer deacción ansiosa que tiene muchos peligros, porque fácilmente se queda en lasuperficialidad. Mientras la figura de María es como ideal de las contemplativas, que vana lo fundamental. Pero uno se pregunta: ¿no responderá esa interpretación a la dificultadde articular contemplación y acción, que se han venido viendo con frecuencia como dosconductas opuestas e incluso contradictorias? ¿Acaso puede haber una contemplacióncristiana o encuentro personal con Jesucristo sin un compromiso por ayudar a los sereshumanos? ¿Cómo se puede calificar de cristiana una acción que se realiza sin climacontemplativo?

3. En una primera lectura de este evangelio hay un aspecto bien interesante. Uncompromiso auténticamente humano con las personas no se reduce sin más a trabajar;hacer cosas para ellas, y prestarles servicios. Muchas veces más importante y difícil esno sólo oír sino escuchar, mirar con amor y escuchar a las personas. A veces lo que másnecesita un pobre que tiende la mano solicitando unas monedas, es una mirada deconfianza que de algún modo reconozca y le despierte a su dignidad como persona. Sinduda, la escucha de María cuando Jesús habla significa una transformación de suintimidad. Sugiere la importancia que hoy tiene saber escuchar al otro vislumbrando ensu mirada la presencia del Otro, en quien los dos habitamos.

XVII domingo del Tiempo Ordinario

A. No hay cristianismo sin mística

La Palabra. «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido; el que lo halla congran alegría vende todo lo que tiene para hacerse con el campo donde está el tesoro» (Mt13,44-52).1. En esta parábola Jesús de Nazaret expresa lo que él mismo vivió. Apasionado porllevar a cabo el proyecto de Dios –que todos tengan vida–, desgranó su existencia yaceptó la cruz con dolor pero con el gozo profundo de que la causa merecía la pena. Aese apasionamiento llamo mística. Una sociedad donde todos podamos gozar de la

85

Page 86: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

dignidad que nos corresponde como personas –eso que Jesús quiso decir con el símbolode reino de Dios– puede atraer irresistiblemente como una perla que sólo funciona en eldinamismo del amor que todos conocemos por experiencia.

2. Según la parábola que hoy leemos, reino de Dios o nueva sociedad es un tesoro tanvalioso que tiene dos efectos. Primero, causa gran alegría; por fin descubrimos elobjetivo que puede dar sentido a toda nuestra existencia. Segundo, el empeño porconstruir ese futuro hace que «con gran alegría» nos dispongamos a todo sacrificio,poniendo en juego todo lo que somos y tenemos. La novedad del cristianismo no puedeser una práctica religiosa ni unas obligaciones que impone la religión. Tampoco se reducea promesas de felicidad para después de la muerte. El tesoro que puede cambiar nuestraforma de vivir es la nueva humanidad que todos, en el fondo de nuestro corazón,anhelamos: un ambiente de respeto, tolerancia, estima, donde todos podamos vivir comopersonas.

3. Es significativa la última imagen de la parábola: «El reino de los cielos se parecetambién a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces». Según el Evangelio,el verdadero Dios a todos ama, impulsa y respeta la libertad de todos y deja el eco de suvoz en la intimidad de cada uno esperando la libre respuesta. Si bien la Iglesia es signo einstrumento del reino de Dios, este crece ya en todos los rincones de la tierra, siempreque un hombre o una mujer escuchen la voz de su conciencia y actúen con sincerocorazón. Esta fe cristiana nos permite mirar a todos los seres humanos y también laevolución de nuestro mundo con los ojos del corazón y con esperanza. Buen punto departida para construir una sociedad fraterna en clima de sano pluralismo.

B. Cómo erradicar el hambre

La Palabra. «¿Con qué compraremos panes para que coman estos?» (Jn 6,1-15).1. En la conducta de Jesús, viviendo la intimidad única con Dios, es destacable lacompasión. Pero no como un sentimiento etéreo sino como preocupación por librar a losseres humanos del sufrimiento y de la exclusión. Había en aquella sociedad judía muchaspersonas, religiosamente tachadas de impuras y que vivían abandonadas en la miseria.Jesús no se redujo a decirles palabras bonitas; hizo todo lo que pudo para combatir esainhumana situación. No tanto y sólo con sus palabras sino sobre todo con sus gestos.

2. Uno de esos gestos proféticos fue la multiplicación de los panes y de los peces.Debió de ser un gesto muy significativo en las primeras comunidades cristianas, pues elevangelista Marcos lo narra dos veces. Y es que su intención es dejar bien sentada lapropuesta de Jesús: el hambre del mundo sólo se podrá erradicar en la medida en que losseres humanos estén dispuestos a compartir con los demás lo que son y lo que tienen.Dios encarnado sólo puede realizar el proyecto de vida para todos con la colaboraciónlibre de los seres humanos.

3. En el relato evangélico se alude finalmente a las palabras que Jesús pronunció en laÚltima Cena: «Tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estabansentados». Si la comunión eucarística no va realizando en nosotros la configuración de

86

Page 87: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

nuestra existencia con los sentimientos y conducta de Jesús, no «discernimos el cuerpode Cristo», no crecemos en humanidad solidaria, y por tanto en la verdadera experienciaque debe tener el seguidor de Jesucristo.

C. La oración cristiana

La Palabra. Los discípulos piden al Maestro: «Enséñanos a orar». Y Jesús responde:«Cuando oréis decid: “Padre, santificado sea tu nombre”» (Lc 11,1-13).1. Jesús no habló nunca sobre métodos de oración, ni siquiera cuando los discípulos lepidieron que les enseñase a orar. Pero sí se refirió al contenido de la oración, que por símismo incluye también un cambio de método. Y lo más novedoso del contenido es lapalabra Padre, Abba, ternura infinita, cuya presencia de amor nos origina ycontinuamente nos alienta.

2. Por tanto, la oración cristiana no es empeño trabajoso del ser humano paradespertar y poner de su parte a una divinidad que reposa tranquila detrás de las nubes. Esmás bien despertar a la presencia de Alguien más íntimo a nosotros mismos que siemprenos está mirando y cuyo mirar es amar. Nos cuesta mucho a los mismos cristianosaceptar esta novedosa e inaudita revelación de Dios.

3. Por tanto la oración cristiana siempre es de acción de gracias porque se inspira enesa presencia gratuita. Y siempre es de petición, porque abriéndonos libremente a esapresencia, estamos confesando que Dios-amor es el único absoluto y nosotroscontinuamente necesitamos su presencia de amor que nos constituye. Cuando entramosen sintonía con esa presencia, nos apasionamos por realizar en este mundo la voluntaddivina, por construir la fraternidad, compartiendo el pan con los otros, perdonandosiempre y confiando en que el Abba nunca nos abandona en las pruebas de la existencia.

XVIII domingo del Tiempo Ordinario

A. «Dadles vosotros de comer»

La Palabra. «Viendo a la muchedumbre hambrienta, Jesús tuvo compasión y dijo a susdiscípulos: dadles vosotros de comer» (Mt 14,13-21).1. No se interpreta bien el gesto de Jesús multiplicando los panes y los peces, se reduce aun milagro para manifestar su poder divino. Así lo interpretaron algunos de los allípresentes e intentaron proclamar a Jesús rey para que, haciendo milagros, quitara elhambre del pueblo. Pero Jesús, termina diciendo el Evangelio, se retiró de entre la gente.

2. Todo empieza con algo muy frecuente: hay muchas personas que tienen hambre yestán en descampado, no tienen dónde acudir para encontrar algo de comer. Lo másescandaloso es que, mientras en el mundo hay recursos suficientes para satisfacer lasnecesidades de todos, pocos acaparan las riquezas mientras muchos se quedan sin nada.Una situación intolerable para el cristiano que sueña con esa humanidad donde todos ytodas se puedan sentar como hermanos y amigos en la mesa común de la creación.

87

Page 88: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

3. Viendo a la multitud hambrienta, dice el Evangelio que Jesús «tuvo compasión».Manifestó así los sentimientos de Dios. Pero no pidió al Padre que con un milagroconvirtiera las piedras en pan. Más bien se volvió hacia los seres humanos y les dijo:«Dadles vosotros de comer». El mundo y su organización están en nuestras manos.Podemos crecer siendo más solidarios, o desarrollarnos egoístamente haciendo que esedesarrollo se vuelva contra nosotros y nos destruya. La invitación de Jesús supone unaconversión a la solidaridad, inspirada en la compasión ante el sufrimiento de los sereshumanos. Recordemos la parábola del buen samaritano que, movido a compasión, curólas heridas del hombre asaltado por los ladrones y, dejando a un lado los negocios, hizotodo lo posible para que aquel pobre hombre saliera de la postración.

B. El alimento que perdura

La Palabra. «Trabajad no por el alimento que perece sino por el alimento que perdura»(Jn 6,24-35).1. Seguramente la expresión «alimento que perdura» evoca en muchos un más allá de lamuerte, ya fuera del tiempo. Pero aquí, se refiere más bien a una realidad que yatenemos en nuestras manos, y que permanecerá siempre; una realidad que nunca muere.Y es natural que, viendo cómo el ser humano fenece cuando anhela seguir con vida, nospreguntemos con cierta curiosidad: ¿qué alimento será ese?

2. Hay una vida que ya implica cierta felicidad: comer, trabajar en lo que nos gusta,divertirnos, celebrar fiestas, sentirnos amados y amar... Todo eso es bueno, lonecesitamos y lo buscamos ansiosamente cada uno como podemos; sin cubrir nuestrascarencias elementales no podemos realizarnos. Pero al mismo tiempo vemos cómo esoslogros, incluso «hasta hartarnos», se desgastan y acaban en el seno sordo y oscuro de lamuerte. ¿Cuál es entonces «el alimento que perdura»? ¿Tiene que ver algo con lasatisfacción de estas necesidades elementales, o procede al margen de las mismas?

3. El alimento que perdura se genera en la forma de satisfacer estas necesidades quetodos llevamos dentro. Porque hay dos enfoques a la hora de saciar nuestras necesidadesbiológicas, psíquicas y de relación con los otros. Uno, «comer hasta hartarnos», acaparar«para nosotros mismos», sin pensar para nada en los demás e incluso utilizándolosirreverentemente para nuestro bienestar egoísta. Otro, vivir, trabajar, divertirnos, gozarpensando también qué será del otro, especialmente del más indefenso, y preocupándonosde su bienestar. Es la forma de vivir y de actuar que plasmó de modo único Jesús deNazaret: «Yo soy el pan de vida». Lo único importante, nos dice Jesús, es «creer en elPadre que me ha enviado». Es decir, realizar la existencia siendo imágenes de ese Padreque descubrimos en la conducta humana de Jesús.

C. «Guardaos de toda clase de codicia»

La Palabra. «Pues aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes» (Lc12,13-21).1. En la experiencia de cada día constatamos lo que dice el libro del Eclesiastés que

88

Page 89: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

expresa la sabiduría del pueblo: cuando menos pensamos se corta la trama de nuestraexistencia; el que trabaja y consigue bienes, al final «tiene que legar su porción al que noha trabajado». Sin embargo por un ciego instinto continuamente nos afanamos por tenermás y asegurar posiciones. La crisis económica mundial que estamos sufriendo y quecausa tantos estragos en los más débiles en el fondo es una crisis de codicia.

2. Según la breve parábola que hoy leemos, el rico hacendado que almacenó la grancosecha en graneros nuevos y se echó a dormir tranquilo porque ya tenía bien aseguradasu vida en los meses de invierno, es tachado de insensato, estúpido. Está poniendo suseguridad absoluta en realidades sin consistencia: «Necio, esta noche te van a quitar lavida, ¿para qué te sirve lo acumulado?». Y el relato termina con la moraleja: «Así estodo aquel que acapara para sí y no es rico ante Dios».

3. A Dios sólo le conocemos de modo inequívoco en la conducta huma de Jesucristo,que vivió y murió compartiendo con todos y entregando la propia vida para la vida detodos. Luego proceder «según Dios», significa un camino totalmente opuesto al caminode individualismo y de muerte que a todos nos consume. No es fácil concretar esteproyecto en la organización sociopolítica, que debe articular igualdad de oportunidadespara que todos los ciudadanos satisfagan sus derechos fundamentales, y libre iniciativa delos mismos en orden al bien común. Pero en cualquier caso esa articulación exige ysupone «un hombre y una mujer nuevos», que no se dejan atrapar por la fiebre posesiva.

XIX domingo del Tiempo Ordinario

A. En la oscuridad de la noche, confiad

La Palabra. «Soy yo, no tengáis miedo» (Mt 14,22-33).1. «Después que se sació la gente». Ha tenido lugar la multiplicación de los panes. Lagente quiere hacer rey a Jesús, y sus discípulos piensan como la gente: ¡qué bien! Estenos va a dar de comer sin trabajar. Quieren quedarse allí, pues el éxito ya está asegurado.Pero Jesús les «apremió» a que se retirasen de allí, que se fueran a la otra orilla del lagocon su barca. Él despidió a la gente y se fue al monte a orar solo.

2. En la conducta de Jesús se ha revelado el rostro humano de Dios: no soportar queel pueblo pase hambre, compadecerse. Pero no actúa con populismo ni triunfalmente, nobusca los votos para que le nombren jefe; él se retira como las olas del mar para quecrezca la playa. Jesús, como hombre, sufrió la tentación del poder, y para superarla tuvoque volver en sí, hacer oración y caer en la cuenta de que la voluntad del Padre es quetodas las personas puedan vivir con dignidad: «Se alejó de la gente y subió al monte asolas para orar».

3. ¿Y qué pasa con los discípulos que se han ido solos en la barca sin Jesús y con sussueños de triunfo y de éxito como los grandes y poderosos de este mundo? Pues que alllegar la tempestad, las contrariedades y los fracasos, se encuentran perdidos yatemorizados; el mismo Pedro, siempre lleno de audacia y admirador de Jesús, se hundeen el mar. Para colmo les entra la duda sobre si Jesús es o no el enviado de Dios: este

89

Page 90: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

hombre, en quien descubren algo extraordinario y cuyo Evangelio es una feliz noticia,¿no será un fantasma, una imaginación falsa? Pero Jesús les dice: «No temáis, soy Yo»;es la expresión bíblica de la presencia de Dios mismo. Según el Evangelio aquellosdiscípulos asustados y a punto de perecer «se postraron» ante Jesús; es una forma dereconocer que en su forma de vivir este hombre «verdaderamente es el Hijo de Dios».

Hoy el Resucitado nos dice también a nosotros: «No temáis, soy Yo». Dejemos queJesús de Nazaret –su apasionamiento por construir la nueva humanidad, y sucompromiso en esta causa con amor hasta la muerte– suba a nuestra barca y su espírituanime nuestra débil confianza. Así recuperaremos la calma cuando los vientos seancontrarios.

B. Jesucristo, el enviado de Dios

La Palabra. «Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende, viene a mí. No es quenadie haya visto al Padre sino el que viene de Dios; ese ha visto al Padre» (Jn 6,41-51).1. Los cristianos confesamos la divinidad de Jesús. Pero esta fe no se apoya enargumentos racionales apodícticos. Más bien, si nos dejamos guiar por las imágenes quenos hacemos de la divinidad –el todopoderoso, el omnisciente y el impasible–, la formade presentarse y de actuar de Jesús de Nazaret no tiene nada de divino. Se explica lo quehoy dice el Evangelio: muchos judíos murmuraban de Jesús, como en otro tiempo susantepasados murmuraban de Moisés. La confesión en la divinidad de Jesús sólo puedebrotar de una experiencia singular que llamamos gracia: «Nadie puede venir a mí si no loatrae el Padre que me ha enviado».

2. Sin duda la divinidad de Jesucristo es artículo singular e irrenunciable de la fecristiana. Pero quizá no reparamos suficientemente sobre lo que implica esta confesión.Tira por tierra las imágenes que todos nos fabricamos de la divinidad y que son falsas porser obra de nuestras manos. Pero, ¿cómo es posible que Dios se haya encarnado,asumiendo las mil limitaciones y siendo sujeto del sufrimiento humano? Eso para unaracionalidad normal es una locura y para los hombres religiosos es un escándalo.

3. Jesús no se preocupa demasiado de que los seres humanos proclamen su divinidad,sino más bien de que crean, que acepten y traten de «re-crear» su conducta viviendocomo hermanos. Por ello insiste una y otra vez: «Soy el pan vivo bajado del cielo; el quecoma de este pan vivirá para siempre». La única forma elocuente para mostrar ladivinidad de Jesús es una existencia humana tejida y amasada con el espíritu deJesucristo.

C. Donde hay miedo al castigo no hay amor

La Palabra. «No temáis, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros elReino» (Lc 13,32-48).1. Este evangelio no es para meternos miedo sino para darnos confianza. Jesús vivió conintensidad y nos transmitió su experiencia: Dios es amor y no sabe más que amar.Cuando el ser humano gusta esa presencia, espontáneamente se siente agradecido y

90

Page 91: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

motivado para ser grato amando y perdonando a los demás. Nada hay más ajeno a estaexperiencia o fe cristiana que el miedo. En una de sus cartas Juan dice: «Donde haymiedo al castigo no hay amor porque el amor expulsa al miedo».

2. En la mentalidad apocalíptica, muy extendida por el Mediterráneo, y cuando losprimeros cristianos pensaban que la segunda venida del Señor estaba muy próxima, esteEvangelio quiere recomendar a los fieles que estén preparados. Pero nunca que andencabizbajos y temerosos del juicio que les amenaza.

3. Hoy el Evangelio debe ser aliento y confianza para los que quieren seguir aJesucristo: a pesar de sus fallos e incoherencias el Padre los ama y en ellos sigueconstruyendo la fraternidad. El aviso es más serio para los que, según el Evangelio,siguen instalados en la superficialidad, «comiendo, bebiendo y emborrachándose». No esque el placer de comer y beber sea malo; gustar los alimentos no sólo es un placer,también es una forma de sentirse agradecido. Lo malo es cuando, en lenguaje paulino,hacemos de nuestro vientre una divinidad. Los falsos absolutos continuamente nosamenazan y hoy el Evangelio recomienda que estemos vigilantes.

XX domingo del Tiempo Ordinario

A. La fe que amplía el horizonte humano

La Palabra. «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel». A pesar de ello,Jesús cura también a una mujer cananea: «Mujer, ¡grande es tu fe!; que se cumpla lo quedeseas» (Mt 15,21-28).1. Según los evangelios, Jesús únicamente actuó en el territorio del pueblo judío; sólo unavez salió fuera de sus fronteras, «al país de Tiro y Sión», que eran tierra de paganos. Yallí una mujer cananea se le acerca pidiendo que cure a su hija. Tal vez con la mismamentalidad de los judíos, que consideraban a los paganos como animales sin más, Jesúscomenta: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos». Siguiendo la línea de losprofetas, Jesús piensa que su misión es congregar «a las ovejas descarriadas de Israel»en la respuesta fiel a la Alianza que Dios ha concedido al pueblo.

2. Una primera lectura manifiesta el realismo de la encarnación. «En todo igual anosotros, menos en el pecado». Por tanto Jesús de Nazaret estuvo condicionado por losmarcos y patrones culturales de su familia, de sus vecinos y de su tiempo. Pero alencontrarse con personas no judías como esta mujer sirofenicia o en otra ocasión con uncenturión romano que pide la salud para un subalterno, Jesús ve su confianza y por tantoconcluye: también en ellos está Dios presente amándolos; viendo que el Padre los ama,es capaz de mirar con el corazón respetando la singularidad cultural de cada uno. Aquíprecisamente una mujer hace que Jesús dé un paso adelante en su experiencia de Dios,padre y madre que a todos ama.

3. La sociedad en que vivimos cada día es más plural; hay distintas visiones delmundo, distintas maneras de interpretar y organizar la existencia, distintas lenguas,distintas religiones. La migración fomenta ese pluralismo. Es verdad que cada uno

91

Page 92: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

pertenecemos a una cultura determinada, amamos a nuestro pueblo con sus costumbres,podemos organizarnos sin ninguna religión y somos libres para tener la religión que mejornos parezca. Pero ya es hora de aceptar al otro, al diferente. Tan humano comonosotros, aunque distinto, también es imagen de Dios, sus derechos tienen algo de divinoy es necesaria la convivencia en el respeto mutuo y en el diálogo sincero para que todoscrezcamos en más humanidad. Según el Evangelio, todos formamos la única familiahumana y sólo nos realizamos en la convivencia fraterna con todos.

B. «¿Cómo puede darnos a comer su carne?»

La Palabra. «Si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tenéisvida en vosotros; mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida» (Jn6,51-58).1. En el evangelio de Juan sale una y otra vez el debate de Jesús con las autoridadesreligiosas judías que no aceptaron su mensaje; se negaron a creer que podía venir deDios aquel hombre tan libre ante las sagradas normas como era el descanso sabático. Sugran escándalo: «Porque tú siendo un hombre te presentas como Hijo de Dios».

2. El escándalo ya es irritante cuando Jesús dice: «Yo soy el pan vivo bajado del cielo,y si alguno come de este pan vivirá para siempre». Abrirse a esta revelación conhumildad y dejarse transformar por ella es lo que llamamos fe cristiana. El encuentro deesta fe lo expresa de otro modo: «Comer la carne y beber la sangre del Hijo delHombre». El título «Hijo del Hombre» sale ya en el Antiguo Testamento, en el libro deDaniel, para designar a una figura que viene de Dios y actúa con sentimientos humanosde misericordia y justicia. «Carne y sangre» se refieren a la humanidad íntegra de Jesúsen la que Dios se entrega como amor, vida y perdón.

3. El cuarto evangelista no trae el relato de la Última Cena. En su lugar introduce ellavatorio de los pies. Con ello sugiere que la comunión eucarística no es un rito religiosomás, sino «comer la carne y beber la sangre» de Jesucristo. Aceptar su camino como elúnico válido para la verdadera realización humana.

Fiesta. La Virgen María, icono de la comunidad cristiana

La Palabra. «El Poderoso ha hecho obras grandes en mí» (Lc 1,39-56; esta lecturacorresponde a la solemnidad de la Asunción, que en 2010 coincidió en domingo).1. La Asunción de María es la última declaración dogmática hecha por Pío XII en 1950.Una declaración dogmática es la profesión pública de la fe que vive el pueblo de Dios,todos los bautizados que integran la Iglesia. Ellos, animados por el Espíritu, manifiestanesa fe y el papa, también con la asistencia de ese mismo Espíritu, la proclamasolemnemente. Por eso antes de hacer esa proclamación Pío XII consultó a los obisposdel mundo que son de algún modo los representantes oficiales de las distintascomunidades cristianas.

2. Según la antropología o visión grecorromana que se impuso en el Occidenteeuropeo y después llegó a los países latinoamericanos, el ser humano consta de cuerpo y

92

Page 93: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

alma. Por otro lado en la cosmovisión del mundo estructurado en tres plantas, el cieloque está en las alturas es el lugar de Dios, de la gloria y de la vida. En ese contextocultural, la declaración dogmática dice que la Virgen María entró ya «en cuerpo y alma»en el cielo. Es la primera discípula de Jesucristo que ha triunfado sobre la muerte.

3. María de Nazaret es la imagen purísima de lo que la Iglesia entera ansía y esperaser. Y la Iglesia de algún modo es signo que incluye a la humanidad entera. Imagen, omejor, icono. Porque los iconos son imágenes que nos miran y nos hacen pensar en un«más» que no acertamos a definir. Contemplando la figura de María, mujer amada deDios, trabajada por el Espíritu, abriéndose totalmente –«pobre del Señor»– para recibir laPalabra, está diciéndonos a cada uno lo que todos podemos y debemos gustar: elTodopoderoso, cuya misericordia a todos envuelve de generación en generación, «haceen mí maravillas» cuando me dejo seducir por su presencia que me habita.

XXI domingo del Tiempo Ordinario

A. Dónde radica la consistencia de la Iglesia

La Palabra. «Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia» (Mt 16,13-20).1. A este Evangelio se recurre siempre para interpretar el ministerio de Pedro y de sussucesores como obispos de Roma. Pero dos detalles permiten ampliar el horizonte.Primero, sólo en el evangelista Mateo, aunque también Marcos se refiere al episodio,aparece la confesión explícita de Pedro en la divinidad de Jesús, y las palabras de Jesúsconfirmando la autoridad de Pedro. Por otra parte, Pedro hace la confesión en nombrede todos los demás apóstoles. Luego parece normal que lo dicho por Jesús a Pedro valgatambién para los otros.

2. Pedro confiesa el artículo central de la fe cristiana: Jesús de Nazaret es el Mesías,el Enviado, la Palabra, el Hijo de Dios. A esta confesión no se llega por razonamientoshumanos –«nadie de carne y hueso»–, sino fruto de ese encuentro con el Resucitado quellamamos fe cristiana. Pero ahí confesamos algo inaudito: en la conducta histórica deaquel hombre se ha manifestado el rostro humano de Dios. La novedad de la revelacióncristiana no es que Dios existe, sino creer en el Dios que se ha manifestado en Jesucristo,donde humanidad y divinidad van inseparablemente unidas. No es suficiente decir conpalabras que Jesucristo es el Hijo de Dios; hay que desmontar todas las imágenes de Diosque continuamente nos fabricamos para vivir el encuentro con el Padre, inabarcable ysiempre mayor en su misma entrañable cercanía.

3. La primera comunidad cristiana es consciente de que los cristianos somos«edificados sobre el fundamento de los apóstoles, siendo la piedra angular el mismoCristo Jesús». Luego la referencia primera y última para esa comunidad no son losapóstoles sino Jesucristo, cuyo seguimiento es vocación común de todos los bautizados.Pero Jesús promete a Pedro: «Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y el poder delinfierno no la derrotará» ¿Cómo interpretar esta promesa? Pedro acaba de hacer laconfesión de fe: Jesucristo es el Hijo de Dios. Mientras la comunidad cristina permanezca

93

Page 94: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

en esta fe de los apóstoles, nadie podrá contra ella. Como la permanencia en esa fe a lolargo de la historia no es fácil, la Iglesia recibe unos ministerios –obispos presididos por elobispo de Roma–, para que la comunidad cristiana se mantenga fiel a la tradición viva.

B. ¿Cómo aceptar un mesianismo sufriente?

La Palabra. «En aquel tiempo muchos discípulos de Jesús, al oír esto, dijeron: este modode hablar es inaceptable, ¿quién puede hacer caso?». (Jn 6,60-69).1. «Al oír esto». Pero, ¿qué es lo que había dicho Jesús? Pues había dicho que él era elpan vivo bajado del cielo; que por su entrega hasta la muerte sería vida para todo elmundo; y que si no se aceptaba su conducta humana como la presencia de Dios, nohabía posibilidad de llegar a la plenitud de la vida. Todo eso era escandaloso y absurdopara quienes conocían su procedencia: pero, ¿no es este el hijo de José?

2. Y el escándalo era también para los mismos discípulos. Esperaban la liberación y enJesús vislumbraban al Mesías liberador. Pero, ¿cómo entender esa liberación por elcamino de la humildad y del fracaso? Por eso dice que algunos de los más cercanosseguidores no veían salida y abandonaron al Maestro.

3. Jesús entiende que su propuesta sea escandalosa y no quiere imponerse a nadie,pues nadie viene a él «si el Padre no lo atrae». Y se dirige a los discípulos que, viendo eldesconcertante camino, dudan: «¿También vosotros queréis marcharos?». Es la preguntaque hoy nos hace también a los creyentes cristianos. Pedro puede ser la referenciasaludable para nosotros: «¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna;nosotros creemos y sabemos que eres el Santo consagrado por Dios».

C. El número de los que se salvan

La Palabra. «Señor, ¿serán pocos los que se salven?» (Lc 13,22-30).1. Es la pregunta de todos los tiempos. Aunque con frecuencia con la palabra salvación aveces sólo nos referimos a salvarnos del pecado y casi siempre pensamos en unasituación que sólo tendrá lugar después de la muerte. Jesús no responde directamente a lapregunta, pero rompe los esquemas de aquellos religiosos judíos miopes que seconsideraban los únicos amados y predestinados por Dios: «Vendrán de Oriente y deOccidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios».

2. Jesús habla de dos puertas. Una que conduce al fracaso, y otra que conduce a larealización de la humanidad que llamamos salvación. ¿Cuál es una puerta y cuál es otra?La que conduce al fracaso es la puerta cómoda, individualista e insolidaria de quienacapara sólo para sí. La puerta de la salvación se abre en una conducta de amor que nospermite salir de la propia tierra para ayudar al necesitado: «Tuve hambre y me diste decomer».

3. ¡Qué aleccionador puede ser este Evangelio para nosotros los cristianos! El criteriopara si estamos o no en el buen camino, si nos estamos realizando humanamente, no sonsin más nuestra frecuencia en prácticas religiosas ni nuestra familiaridad con lasinstituciones eclesiales: «Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras

94

Page 95: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

plazas». El criterio que vale para todos y en todos los rincones del mundo, cualesquierasean su cultura o su religión, es seguir la conducta de la Palabra encarnada que ilumina atodo ser humano en el sagrario de su conciencia.

XXII domingo del Tiempo Ordinario

A. El escándalo de la cruz

La Palabra. «En aquel tiempo Jesús empezó a explicar a sus discípulos que tenía que ir aJerusalén y padecer allí mucho». Pedro trató de disuadirle para que no fuera a la ciudadsanta. Pero Jesús le increpó: «Apártate de mí, Satanás; tú piensas como los hombres, nocomo Dios» (Mt 16,21-27).1. «Empezó a explicarles que tenía que ir a Jerusalén». Según otros textos evangélicos,«era necesario». Para evitar ma-lentendidos quede bien claro que Dios no quiso ni tramóla muerte de Jesús para satisfacer su honor ofendido. Esa muerte sobrevino por lafidelidad de Jesús a su misión, y porque los seres humanos somos capaces de matar alinocente. Luego las expresiones «tenía que», «era necesario» y otras similares se refierena la misma conducta de Jesús: su apasionamiento y opción incondicional por el reino deDios exigió, llegado el momento, la entrega de la propia vida. Jesús no abrió un caminode salvación porque murió en la cruz, sino porque vivió y murió con amor.

2. «Apártate de mí, Satanás». Poco antes –lo leímos el domingo pasado–, elEvangelio trae la confesión valiente de Pedro: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».Pero curiosamente, a continuación, en el evangelio que hoy leemos, Pedro no acepta laconducta de Jesús como revelación de Dios, se une a Satanás, que propone a Jesús unmesianismo triunfalista de poder. Como las autoridades religiosas judías que condenarona Jesús, Pedro tampoco soporta el escándalo de un Dios que muestra su amor en lamuerte de cruz. Es la tentación que, a la hora de concretar en nuestra vida cristiana,sufrimos todos los bautizados, incluido el sucesor de Pedro a quien llamamos papa.

3. Por eso no deberíamos escandalizarnos ante las limitaciones culturales eincoherencias evangélicas de los hermanos constituidos en autoridad dentro de la Iglesia.Si el mismo Jesús de Nazaret estuvo condicionado por la mentalidad y cultura de supueblo, ¿por qué no aceptar los condicionamientos de su historia y de su cultura, inclusode su visión teológica, en todos los cristianos, incluidos quienes han recibido unministerio de autoridad? Como Pedro, teóricamente confesamos la divinidad de Jesús,pero a todos en la práctica nos cuesta procesar el escándalo de la cruz, donde Dios revelasu poder en la misericordia y en el anonadamiento por amor. Como al apóstol Pedro, elfracaso y el sufrimiento nos asustan y en la vida práctica somos incoherentes con elEvangelio. Si esto nos ocurre a todos los bautizados, ¿por qué dispensar de esa condicióntambién a los hermanos que han recibido unos poderes para servir a la comunidadcristiana? Podemos a veces no estar de acuerdo con sus puntos de vista. Pero,agresividad y críticas amargas pecan de autosuficiencia y a nada conducen. Aunque cabeun razonable disentimiento, nuestra comunión o sentir con la «santa madre Iglesia»

95

Page 96: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

siempre inspira escucha humilde, comprensión y en todo caso agradecimiento.

B. Pureza e impureza en la conducta moral

La Palabra. «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradiciónde los mayores?» (Mc 7,1-8.14-15.21-23).1. Según cuenta el Evangelio, «los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarselas manos, restregando bien y aferrándose a la tradición de sus mayores». En esecontexto se comprende que denuncien a Jesús porque no se somete a la tradición. PeroJesús reacciona llamándoles hipócritas, porque se preocupan de las apariencias; honran aDios con los labios pero «su corazón está lejos de Dios» y por eso sus purificaciones son«un culto vacío».

2. Y Jesús añade un criterio decisivo: «Nada que entra de fuera puede hacer alhombre impuro, lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre». Loexperimentamos todos. Es dentro de nosotros mismos donde se fraguan nuestros deseostorcidos y donde se programan, a veces con tapaderas incluso de religiosidad, losatropellos y fechorías más bajas. Una vez más Jesús no rechaza leyes ni tradiciones sinmás; lo que cuestiona radicalmente es el sentido que tienen las leyes y las tradiciones.Sólo son válidas si ayudan al crecimiento de la interioridad en las personas.

3. Todavía hoy, incluso entre los cristianos, hay una mentalidad dualista y maniqueaque desde fuera dicta criterios sobre lo puro y lo impuro. Mientras las prácticas religiosasson espacio de purificación, las diversiones, el comercio, el trabajo etc., son profanas yportadoras de impureza. No faltan quienes consideran impuro todo lo relacionado con lasexualidad; por eso hablan de actos impuros. Incluso distinguimos en nuestro cuerpopartes impuras que algunos se atreven a llamar «las vergüenzas». El Evangelio sugiereque la moral brota del corazón, cuya mirada limpia sólo se garantiza cuando nos abrimosa la presencia de Dios, que continuamente nos habla en el sagrario de nuestra conciencia.Necesitamos una moral de la gracia para caminar en el mundo con gratitud y engratuidad.

C. Optar por los últimos

La Palabra. «Cuando te inviten a una boda, no te sientes en el puesto principal; al revés,siéntate en el último puesto» (Lc 14,1.7-24).1. Siguiendo la tradición bíblica, las comidas, sobre todo con ocasión de una boda,tuvieron para Jesús gran significado. Según nos dejan entrever los evangelios, Jesús no esun asceta como el Bautista; comparte con todos, se sienta a la mesa también conpersonas pudientes como Zaqueo y el fariseo Simón. En un banquete de boda hizo elprimero de sus milagros o signos. Incluso a la hora de proponer en qué consiste el reinode Dios, nos regaló aquella elocuente parábola del señor que preparó un banquete paracelebrar la boda del hijo e invitó a todos los que encontró por los caminos de la vida:«Lisiados, cojos, ciegos».

2. En la recomendación de ocupar el último puesto hay una sabiduría popular nacida

96

Page 97: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

de la experiencia cotidiana: «Así cuando venga el que te invitó, te llevará más arriba yquedarás muy bien ante los demás comensales». Con frecuencia hemos visto cómo tienelugar este proceso en muchas ocasiones. Las personas más inteligentes y sensatas, nosólo porque no se les sobrevalore sino por educación elemental, evitan ocupar puestos derelieve.

3. Pero en el Evangelio hay un matiz nuevo y muy significativo: «Cuando des unacomida o una cena, no invites a los amigos, ni a tus hermanos ni a tus parientes ni a losricos, porque corresponderán invitándote y quedarás pagado. Invita a pobres, lisiados,cojos y ciegos que no pueden pagarte, te pagarán cuando resuciten los justos». Estásugiriendo dos cosas. Primero, la comida tiene un simbolismo de amistad y gratuidad;que no se pervierta con intereses bastardos. Segundo, «pobres, lisiados, ciegos y cojos»,que nunca eran invitados, son los llamados al banquete del reino de Dios, según laparábola evangélica. La opción por ellos abre las puertas de la vida, pues el criterioúltimo de juicio será: «Tuve hambre y me diste de comer».

XXIII domingo del Tiempo Ordinario

A. Podemos perdonar

La Palabra. «Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos; si te hace caso, hassalvado a tu hermano... Os aseguro que todo lo que desatéis en la tierra quedará desatadoen el cielo» (Mt 18,15-20).1. En las primeras comunidades cristianas el bautismo era un compromiso reflexionadoseriamente y asumido con libertad, de modo que no se entendía cómo un bautizadopodía llevar una conducta en oposición a ese compromiso. Pero pronto las comunidadessufrieron esa contradicción en su propio seno, y cada una buscó la forma de solucionar elproblema. En la comunidad donde escribe Mateo ya vemos el proceso: primero hablascon el pecador a solas y le reprendes; si no te hace caso llamas a otro u otros para que teayuden, y después díselo a la comunidad; si ni siquiera escucha la reprensión de lacomunidad, «consideradlo como un pagano».

2. Y el evangelio de hoy añade: «Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedaráatado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo». Luegola comunidad cristiana, cuyos miembros todos son animados por el mismo Espíritu, tieneel poder de perdonar; es comunidad de salvación y de perdón; el amor verdadero essiempre perdonador. También nosotros, como algunos que vieron cómo Jesús curaba yperdonaba, podemos admirarnos del poder que «Dios ha dado a los hombres».

3. A partir del siglo III se organizó en la Iglesia la celebración de la Penitencia y delPerdón. Y en esa organización obispos y presbíteros, presidentes de las comunidades,son ministros suscitados por el Espíritu para conceder el perdón. Es la práctica que,validada en el concilio de Trento, ha llegado a nuestros días. Pero en todo caso essignificativo que el poder de perdonar que, según el evangelio de hoy recibe todobautizado –«lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo»–, en otros pasajes

97

Page 98: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

evangélicos se concede a Pedro y también a todos los apóstoles. El poder de perdonarque reciben obispos y presbíteros no es separable del poder que tiene cada cristiano y lacomunidad eclesial. Lo cual tiene muchas implicaciones para la necesaria renovación delsacramento de la Penitencia.

B. Que todos tomen la palabra

La Palabra. Encontrándose Jesús con un sordomudo, lo curó: «Al momento se leabrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad» (Mc 7,31-37).1. En nuestro mundo algunos toman la palabra de tal modo que no dejan que los demáshablen. Los países económicamente más ricos imponen su ley a los más pobres, cuyapalabra nada cuenta. El silenciamiento reviste muy variadas formas y se da en todos losámbitos: familiar, social y eclesial. Dentro de las familias con frecuencia los más débilescuentan poco y en la organización social las dictaduras de todo tipo –pensemos en elatolondramiento que supone la fiebre posesiva de tener mucho y aparentar ante losdemás– marginan y dejan fuera de juego a las personas.

2. Esto puede ocurrir también dentro de la comunidad cristiana. En teoría decimosque todos y todas hemos recibido la misma dignidad en el bautismo, y nadie es más quenadie. Pero fácilmente la lógica del poder se nos camufla y hacemos de la comunidadcristiana una pirámide donde unos tienen la palabra y los demás aguantan pasivamente.Según leemos hoy en la Carta de Santiago ya en aquella primera comunidad cristianaquienes iban lujosamente vestidos, con anillos en los dedos, eran recibidos con todos loshonores, mientras que los pobres con vestidos andrajosos eran despreciados.

3. El Evangelio destaca una buena noticia: Jesús de Nazaret ha venido para que losque no ven ni pueden hablar porque otros quieren que permanezcan ciegos y mudos,puedan ver con sus propios ojos y decir su propia palabra. Según el relato bíblico de losorígenes, el creador infundió su espíritu en el barro y surgió el ser humano, que tomó lapalabra. El gesto de Jesús tocando la lengua del sordomudo evoca la nueva creación.Significativamente el gesto de Jesús fue introducido en el ritual del bautismo donde tienelugar el nuevo nacimiento.

C. La roca es Jesucristo

La Palabra. «¿Quién de vosotros si quiere construir una torre no echa bien los cimientosy calcula si tiene recursos para construirla?» (Lc 14,25-33).1. La propuesta de Jesús exige revisar a fondo nuestras actitudes, pues sugiere algo muyserio: «Quien no pospone a su padre o a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sushermanos y a sus hermanas, incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío». No estádiciendo que para seguir a Jesucristo debemos abandonar, y mucho menos odiar anuestros seres queridos. Está diciendo que la opción por el reino de Dios, la fraternidades tan absoluta, que no debe ser suprimida ni suplantada incluso por lo más queridocomo son nuestras relaciones de familia.

98

Page 99: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

2. Pero la cosa no es fácil. Lo sabemos todos por experiencia. Para mantenernosfieles a la opción por el reino de Dios a lo largo de la vida, muchas veces entre sombras,hay que llevar a la práctica lo que sacramentalmente celebramos en el bautismo. Y estono es posible sin avivar nuestra condición de hijos, que sólo se sostiene con la intimidadcon el Padre. Esta comunión es necesaria si queremos construir bien el edificio o dar labatalla que implica nuestra vocación bautismal.

3. La roca donde apoyar el edificio con garantías de que no se derrumbe no puede serotra que la conducta histórica de Jesucristo. Su vida y su muerte realizadas como amorsólo son explicables por su intimidad con el Padre, su apasionamiento por la construcciónde la fraternidad y compasión ante los sufrimientos humanos. Ahí tenemos lascoordenadas imprescindibles de la espiritualidad cristiana.

XXIV domingo del Tiempo Ordinario

A. Una existencia con los sentimientos de Dios

La Palabra. Un señor tuvo lástima de un empleado que le debía una gran cantidad dedinero, «y le dejó marchar perdonándole la deuda». Pero este empleado encontró a unomás pobre que le debía una cantidad pequeña, no admitió los ruegos de aquel pobre, sinoque «le metió en la cárcel hasta que le pagara» (Mt 18,21-35).1. En esta parábola Jesús nos habla del corazón del Padre, cuyos latidos gusta en suintimidad. Es amor, no sabe más que amar y siempre nos está perdonando. Admiramosla conducta del Señor que, según la parábola, perdona una deuda cuantiosa sin pedir acambio nada. Sólo movido a compasión.

2. Pero nos quedamos en la admiración e incluso pensamos que es una conductaideal. En la práctica todos sabemos lo difícil que es perdonar, sobre todo si se trata deperdonar una deuda de dinero. En nuestra cultura, donde se valora más tener riquezaeconómica que a las personas, incluso a veces estamos dispuestos a que nos insulten yutilicen con tal de sacar beneficio económico.

3. Pero con esta parábola Jesús va más allá, pues en ella responde a Pedro, quepregunta: «¿Cuántas veces tengo que perdonar?». Y la expresión «setenta veces siete»,en lenguaje bíblico, quiere decir indefinidamente. El Evangelio no es un código denormas sino una buena noticia: por la presencia en nuestra intimidad de Dios que,siempre amando y perdonando, nos habita, nosotros podemos humanizar nuestra vidaperdonando y amando siempre. Al sentirnos perdonados, espontáneamente somoscapaces de perdonar.

B. ¿Tiene algún sentido el sufrimiento?

La Palabra. «Quien quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con sucruz y que me siga» (Mc 8,27-35).1. El mal y tanto sufrimiento inútil son la nube negra que oscurece nuestra existencia

99

Page 100: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

humana: ¿por qué suceden tantas desgracias ante las que nada podemos hacer? Siponemos en una balanza las alegrías que la vida nos depara y el dolor que debemossoportar, pesa más el segundo. ¿Cómo encontrar una explicación convincente y unasalida esperanzada? No hay ninguna explicación metafísica que convenza, pero sí hayuna salida esperanzada.

2. Ante esta realidad tan dura y decepcionante, muchos a lo largo de la historia nieganla existencia de Dios, pues si pudiendo quitar esos males no los quita, es una divinidadperversa. Para contrarrestar a ese discurso y disculpar al que todo lo puede, otrosjustifican la situación diciendo que Dios nos envía o permite los males para probarnuestra resistencia y fidelidad. Unos y otros piensan en una divinidad que vive detrás delas nubes manipulando desde fuera la red que teje nuestra vida.

3. Unas palabras de Jesús cuando se enfrenta ya con la muerte y se ve abandonado detodos son clave: «No estoy solo porque el Padre está conmigo». Dios estaba con Jesús ydesde dentro le sostenía para que su amor permaneciera vivo en el dolor y la muerte. EseDios también nos habita y nos trabaja desde dentro de nosotros mismos dándonos fuerzae impulso para que, superando con amor los males y sufrimientos, no mueran nuestroamor y nuestra esperanza.

C. Misericordia entrañable

La Palabra. «Jesús acoge a los pecadores y come con ellos» (Lc 15,1-32).1. Es muy frecuente que los dioses y las religiones, lejos de sostener y dar confianza ensí mismos a los seres humanos, acentúen sentimientos de culpa y miedo al castigo. Asíocurría en buena parte de la sociedad judía donde actuó Jesús de Nazaret. El Evangeliohabla de pobres y pecadores que, atraídos por la sencillez y afecto de Jesús, se acercabana él para recibir la buena noticia sobre el Padre que siempre nos ama. Otros en cambio –los religiosos impecables– no se acercaban, más bien espiaban de lejos con una mirada demuerte contra Jesús.

2. Las tres parábolas de la misericordia –el pastor bueno, la moneda perdida y el hijopródigo– remiten a una experiencia de Dios que gusta intensamente a Jesús,desconcertante para los religiosos de su tiempo y novedosa para todos. Un pastor quedeja las noventa y nueve ovejas para buscar la extraviada porque ella tiene valor en símisma que no suplen las demás. Dios se preocupa de cada uno como la mujer queafanosamente busca la moneda perdida que necesita para comprar la comida. Laparábola del hijo pródigo se puede llamar del padre bueno que no sabe más que amar,esperar y proporcionar felicidad al hijo aunque este sea malo y se haya destruido por suculpa.

3. Un Dios así deja fuera de juego a todos los religiosos cumplidores con unadivinidad que necesita sacrificios y prácticas religiosas para satisfacer su honor ofendido.Así lo vemos en la parábola del hijo pródigo: el hermano mayor no entiende lagenerosidad del Padre; había vivido cumpliendo todo y puntualmente lo que lemandaban, pero no tenía experiencia del amor gratuito. No podía entender que el destino

100

Page 101: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

de la humanidad, lo que Dios quiere para nosotros, es una fiesta, un banquete dondetodos nos encontraremos felices y hermanados.

XXV domingo del Tiempo Ordinario

A. Humanizar la economía

La Palabra. Un propietario contrata operarios a distintas horas del día, y al final dice alcapataz: «Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos yacabando por los primeros. Vinieron los que habían llegado a última hora y recibieron undenario cada uno. Cuando llegaron los obreros de primera hora recibieron también undenario cada uno, y entonces comenzaron a protestar ante el amo. Pero este replicó:amigos, no os hago ninguna injusticia, ¿no nos ajustamos en un denario? Quiero dar a losúltimos igual que a vosotros. ¿O vais a tener envidia porque tengo un corazóngeneroso?» (Mt 20,1-16).1. Desde luego mal economista es el que paga el jornal completo no sólo al obrero quetrabaja las ocho horas soportando los fuertes calores del día, sino también al obrero quellegó tarde y apenas trabaja una hora. Según la racionalidad económica de producción ysalario, esta parábola es un desastre. Decididamente el Evangelio no es un programa paragestionar directamente la economía, pero la racionalidad de la economía como únicocriterio ético tampoco, pues resulta desastroso para la humanidad: pocos acaparan muchomientras la mayoría más débil carece de lo necesario para sobrevivir.

2. Y es que la racionalidad de la economía, si olvida que su finalidad es servir paraque todos los seres humanos puedan satisfacer sus necesidades, acaba en crematista oespeculación acaparar dinero sacrificando la vida de los más débiles. Ahí está laperversión ideológica del neoliberalismo económico: obsesión por la mayor producción yel mayor lucro, postergando a las personas y convirtiéndolas en piezas de rendimientoeconómico. Se valoran sólo por su rentabilidad económica; valen si producen, compran yconsumen; de lo contrario son material desechable y su existencia sobra para la buenamarcha del sistema. De ahí que las relaciones laborales sean las que cuentan y seimpongan sobre las relaciones humanas. Si hubo tiempos del pasado, y todavía hoy es elcaso de muchos, en que había que trabajar para sobrevivir, en una generación másreciente de países económicamente más avanzados se introyectó la idea de vivir paratrabajar. Las buenas relaciones laborales eran lo único importante. El hombre llega yacansado del trabajo, se sienta delante de la televisión para distraerse y no quiere sabernada de lo que les ocurre a sus hijos en el colegio. Por conseguir o mantener buen puestode trabajo incluso se traiciona o miente al mejor amigo.

3. En la parábola que hoy escuchamos se da prioridad a las relaciones humanas que seinspiran en «un corazón generoso»; que brotan del afecto, la compasión, la amistadverdadera capaz de dar al otro no lo que merece por lo que rinde y produce, sino lo quenecesita; en la sociedad donde vivía Jesús, un denario que, según la parábola tambiénreciben los que llegaron tarde al tajo, era suficiente para cubrir las necesidades vitales en

101

Page 102: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

un día. Según la parábola, Dios no es el patrón de una fábrica, sino ternura infinita, padrey madre buenos que valoran, defienden y sostienen a sus hijos no tanto por lo que rentaneconómicamente sino porque los aman. La organización económica, para que seaverdaderamente humana, debe proponerse cubrir las necesidades básicas de todas laspersonas; su racionalidad, sin este correctivo de una ética que garantice su servicio paraque todos y todas puedan tener los recursos imprescindibles para vivir con la dignidad depersonas, se pervierte y se vuelve contra el humanismo de la humanidad. Necesitamosdar prioridad a las relaciones humanas y fraternas sobre las relaciones laborales para nodegradar a las personas. Otra forma de organizar la economía es posible, si cada unovamos cambiando de mentalidad y de conducta.

B. ¿Quién es el más importante?

La Palabra. «Quien quiera ser primero sea el último de todos y el servidor de todos» (Mc9,30-37).1. En distintos lugares de los evangelios sale ya la pretensión de los primeros discípulospor ocupar los primeros puestos y ser los más importantes del grupo. Un evangelista diceque fueron los hermanos Zebedeo los que se acercaron a Jesús para pedirle un puesto deprivilegio; quizá para suavizar un poco la cosa, otro evangelista dice que no fueron ellosdirectamente sino que fue su madre quien se acercó a Jesús solicitando que concedieraesos primeros puestos a sus dos hijos. En todo caso los demás discípulos abrigaban lamisma pretensión, pues enseguida protestaron por ese atrevimiento de los dos hermanos.

2. En aquella sociedad judía la importancia se medía por la buena posición social quela persona tenía, su forma de vestir, sus amistades. Esa persona recibía honores de todosy siempre ocupaba los primeros puestos en las sinagogas y en los banquetes. En nuestrasociedad, marcada por un chato economismo, el honor no se rinde a los que llevan ensus venas sangre azul en la cual ya nadie cree, sino a los que tienen dinero y poder. Peroen el fondo, la tentación del ser humano a constituirse centro absoluto –«ser comoDios»– se repite una y otra vez aunque con distintas versiones. En la organización socialy en el ámbito religioso.

3. Jesús propone otra lógica: «Os aseguro que si no cambiáis y os hacéis como niños,no entraréis en el reino de Dios». En la mentalidad de la sociedad judía en que hablabaJesús y sobre todo en la cultura mediterránea donde se escribieron los evangelios, unniño era un ser débil, sin derechos ni pretensiones, no tenía nada que decir sino esperartodo de los mayores. Hacerse y actuar como niños, según el Evangelio, no es carecer depersonalidad. Es entender que la verdadera personalidad humana se fragua nodominando a los demás como hacen «los príncipes de este mundo», sino sirviendo conamor a los otros. En esta perspectiva, Jesús dice a los hermanos Zebedeo que pedían losprimeros puestos: «No sabéis lo que pedís».

C. Creativos para ser solidarios

La Palabra. «Ganaos amigos con el dinero injusto para que cuando os falte os reciban en

102

Page 103: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

las moradas eternas» (Lc 16,1-13).1. Un administrador astuto que, previendo el despido en su cargo, inventa sus artimañaspara ganarse el favor de los subordinados. ¿Cómo es posible que Jesús traiga comoejemplo a un administrador que fue destituido por marrullero y sinvergüenza?, ¿es unbuen modelo a seguir? La parábola trae dos enseñanzas: los cristianos deben ser creativosy compartir los recursos que tienen.

2. Es evidente que Jesús no aprueba las maniobras del administrador para beneficiarsecon el dinero que no le corresponde. El mayordomo de la parábola se ha dejado llevarpor la codicia que es como una idolatría, pues da valor absoluto a lo que sólo tiene unvalor relativo; en ese mismo Evangelio se insiste una vez más en que no se puede servir aDios y al dinero. Lo que se alaba en ese administrador infiel es su creatividad paraencontrar salida y abrir porvenir. Alabanza que indirectamente interpela también a loscristianos: ¿por qué reducen el cristianismo al cumplimiento de unas prácticas religiosasritualmente prescritas y no son más creativos para emplear sus talentos en construir unasociedad más humana y más fraterna?

3. Y otra enseñanza viendo la astucia del administrador que trata de hacerse amigosque le acojan cuando le despida el amo: «Haceos amigos con las riquezas injustas». Dapor supuesto que las riquezas almacenadas para la propia seguridad, mientras hayapersonas que no pueden comer, son «injustas». Luego compartir lo que uno es y tienecon los demás no es optativo, ni pertenece a eso que algunos llaman «obras de caridad».Es más bien imperativo de la «nueva» justicia. Y digo «nueva» porque se inspira en lamisericordia, sentimiento de Dios mismo en nosotros que respiramos en el encuentro quellamamos gracia.

XXVI domingo del Tiempo Ordinario

A. La verdad se prueba en la práctica

La Palabra. Jesús habla a «los sacerdotes y los ancianos del pueblo», interpelándolos conla «parábola de los dos hijos». Uno dice sí a todo lo que le manda el padre pero nocumple nada. Otro dice de entrada no, pero luego se arrepiente y hace lo que el padre leordena (Mt 21,28-32).1. Jesús ya está amenazado de muerte. Le van a condenar las autoridades religiosasjudías, «sacerdotes y ancianos del pueblo». En esta situación de amenaza, Jesús hablacomo los profetas, en nombre de Dios. Esas autoridades se presentan como los elegidosy cumplidores, pero en realidad su práctica de vida responde a todo lo contrario de lo queDios quiere: aplastan a los pobres, discriminan a los enfermos y sólo buscan prestigioante los demás.

2. En la línea profética, esta parábola desenmascara el ejercicio de la autoridad, queno busca tanto ayudar a las personas para que crezcan, sino asegurarse a sí misma enposiciones de poder y de privilegio. En la preparación de las elecciones todos los políticosprometen vida y libertad para todos; pero las teorías no sirven, su verdad se prueba en la

103

Page 104: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

práctica.3. De modo similar puede ocurrir en los cristianos. Por supuesto el fallo es nefasto

cuando la incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace se da en los cristianosconstituidos en autoridad dentro de la Iglesia. Pero la enfermedad se da con frecuenciaen todos los bautizados. Pertenece al reino de Dios no tanto el que dice «Señor, Señor»y se conforma con darse golpes de pecho, sino el que, alcanzado por el espíritu deJesucristo, trata de realizar en este mundo la voluntad del Padre: que todos tengan vida yse relacionen como hermanos.

B. Proselitismo y evangelización

La Palabra. «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y se lohemos querido impedir porque no es de los nuestros. Jesús respondió: no se lo impidáis,porque uno que hace milagros en mi nombre no puede hablar mal de mí. El que no estáen contra de vosotros está a favor vuestro» (Mc 9,38-43.45.47-48).1. Según los evangelios Jesús no habló nunca de sí mismo para manifestar sugrandiosidad. Consta que, ya camino de Jerusalén donde le esperaba el fracaso, dijo: «Elque entregue su vida por mí y por el Evangelio». Sólo cuando ya se identificaba como elMesías en el sufrimiento y en la muerte de cruz, se permitió poner su conducta como labuena noticia, el Evangelio viviente. Su apasionamiento fue siempre por la llegada delreino de Dios; pero el camino para realizar ese proyecto no era su seguridad ni laseguridad de sus discípulos. Implicaba una salida de sí mismo y una entrega no exenta desufrimiento. Jesús quiere una Iglesia referida totalmente al reino de Dios.

2. Precisamente porque reino de Dios es símbolo de la fraternidad universal, nadamás contrario al evangelio de Jesús que el espíritu de secta. Él no perteneció a ningúngrupo de aquella sociedad judía marcada por el grupismo: saduceos, fariseos, esenios.Salió incluso de su propio clan o grupo familiar para irse con la gente de a pie, los que notenían nombre ni pertenecían a ningún grupo.

3. La tentación de sectarismo que amenaza siempre a la Iglesia. Pensar que la verdadsólo la tenemos nosotros, y los demás no tienen derecho a tenerla. De ahí la obsesión porel éxito de nuestras instituciones eclesiales y el aumento numérico de bautizados; unaobsesión que tiene mucho de proselitismo, pues interesa más el relumbre de la institucióneclesial que la libertad y el crecimiento de las personas.

Siguiendo la conducta de Jesús, la verdadera evangelización debe preocuparse antetodo y sobre todo de que las personas sean ellas mismas y crezcan en libertad: «Laverdad no se impone de otra manera que por la fuerza de la misma verdad, que penetrasuave y a la vez fuertemente en las almas» (Dignitatis humanae, 1).

C. Los pecados de omisión

La Palabra. «Había un hombre rico que vestía de púrpura y de lino, y banqueteabaespléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal,cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico, pero

104

Page 105: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

nadie se lo daba» (Lc 16,19-31).1. La parábola refleja bien lo que está ocurriendo hoy en nuestra sociedad mundial ydentro de cada pueblo. Unos tienen la copa de champán a rebosar, mientras otrosesperan a que se caigan algunas gotas para no desfallecer de sed. Y todos estamos dentrode esa organización social injusta donde cada vez menos pueden seguir banqueteandoespléndidamente y muchos se ven reducidos a la miseria.

2. El pecado del rico que la tradición llama Epulón no es que sea un calculadorcriminal, ni que esté insultando al pobre. Tampoco su conducta es afeada porque nocumpla con las leyes de la economía o con los preceptos religiosos. Su pecado está en lainsensibilidad, no sólo viendo el sufrimiento del otro, sino por no darse cuenta de que laretención y el gasto superfluo de esos bienes, cuando alguien está sufriendo necesidad,son injustos.

3. Saludable correctivo también para la conducta de los cristianos. Andamospreocupados por los pecados personales; desde los pensamientos que llamamos impurosporque se refieren a la sexualidad, hasta las ausencias por no ir a misa el domingo. Pero,¿tenemos sensibilidad para caer en la cuenta de que nuestros gastos superfluos traenconsecuencias nefastas para los pobres?, ¿caemos en la cuenta de que compartir nuestrosbienes con los pobres no es optativo sino expresión normal de la fe cristiana o encuentrocon el Dios revelado en Jesucristo? El mayor pecado en la crisis económica radica en lafiebre posesiva, que nos hace insensibles al pecado de omisión.

XXVII domingo del Tiempo Ordinario

A. Jesús encontró sentido a su muerte

La Palabra. «Los labradores, al ver al hijo, se dijeron: este es el heredero; venid, lomatamos y nos quedamos con su herencia» (Mt 21,33-43).1. «Jesús dijo esta parábola a los sacerdotes y senadores del pueblo». El Profeta ve yaque las autoridades religiosas judías quieren eliminarlo, y denuncia la injusta reacción delos dirigentes, pero sobre todo busca un sentido a su fracaso. ¿Cómo puede respondereste fracaso a la voluntad del Padre?

2. Una primera sugerencia. Dios quiere la salvación para todos y ningún pueblo debeapropiarse de esta vocación universal. Este evangelio, escrito ya después del año 70 enque tuvo lugar la destrucción de Jerusalén, constata que la novedad de Jesucristo ha rotoya las fronteras del pueblo judío. El reino de Dios es para todos.

3. Pero esta parábola refleja cómo interpretó Jesús el fracaso que le venía encima.Para buscar sentido lógicamente acudió a la revelación bíblica, donde se descubre algoimportante: la humanización de la humanidad o la salvación no se realiza con el poderimpositivo de los faraones sobre los esclavos, sino a través de hombres y mujeres quedejan a Dios-Amor ser en ellos el único rey y señor. Eso fueron los justos y los profetasen la historia del pueblo judío. En esa línea Jesús interpreta su muerte: será el momentoen que Dios se revela como amor incondicional a favor de todos los seres humanos.

105

Page 106: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

B. Matrimonio y divorcio

La Palabra. «Al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer» (Mc 10,2-16).1. Se han manipulado mucho los textos evangélicos donde Jesús habla del matrimonio yel divorcio. Unas veces para justificar el divorcio en caso de adulterio, y otras paradefender a ultranza la indisolubilidad canónica del matrimonio. Por otra parte, esta vezcon apoyo en algunas recomendaciones de san Pablo, más o menos solapadamente sedeja entrever la sumisión de la mujer al hombre como algo ya natural desde los orígenes.

2. En el evangelio Jesús va directamente a la intención más profunda del amor segúnel mismo relato bíblico de los orígenes: «Hombre y mujer serán una sola carne; y lo queDios ha unido, que no separe el hombre». Consiguientemente la realización auténtica delamor incluye la fidelidad que cada cónyuge tiene que rehacer cada día. Pero Dios no unea hombre y mujer por un código de leyes que desde fuera impone la indisolubilidad, sinopor el amor que, si no se cultiva como a una planta, puede morir; y entonces lalegislación tendrá que canalizar el divorcio. El matrimonio por la Iglesia es canónicamenteindisoluble, pero la fidelidad la deben vivir y mantener los cónyuges. Si esa fidelidadfalla, la legislación canónica queda en el aire.

3. Y otro aspecto a destacar. En la sociedad donde vivió Jesús y donde crecieron lasprimeras comunidades cristianas, estaba generalizada la cultura patriarcal y la sumisión dela mujer al hombre. Este podía repudiar a su mujer a veces por causas triviales, mientrasla mujer quedaba legalmente desvalida. Y Jesús denuncia esa injusta desigualdad, puesDios «los creó hombre y mujer». Son dos formas de ser persona humana; mujer yhombre tienen igual dignidad e iguales derechos fundamentales.

C. La fe que mueve montañas

La Palabra. «En aquel tiempo los apóstoles dijeron a Jesús: auméntanos la fe» (Lc 17,5-10).1. No deberíamos escandalizarnos los creyentes por tener momentos de oscuridad ydudas. Ya ocurrió eso mismo a los primeros seguidores de Jesús. Leyendo los evangeliosvemos cómo ellos se movían entre momentos de gran entusiasmo porque descubrían enel Maestro algo extraordinario, y momentos de duda sobre su porvenir: «A nosotros quete hemos seguido, ¿qué nos darás en recompensa?».

2. El grano de mostaza es entre las semillas la más insignificante, pero dicen quepuede crecer hasta ser hortaliza robusta y árbol grande. Comparando la fe al grano demostaza, el Evangelio sugiere que se trata de un proceso histórico. La fe como encuentrocon Dios siempre mayor sólo se mantiene viva en un dinamismo de crecimiento.

3. Pero, ¿cómo es la fe que puede mover de lugar árboles robustos y trasladarmontañas? No se trata de un poder milagroso para ir por el mundo haciendo prodigiosdeslumbrantes. La fe, como apertura libre y en el amor a ese Dios que se nos harevelado en Jesucristo y a todos nos habla en el sagrario de nuestra conciencia, deja ennosotros sentimientos de gratitud. Suscita en nosotros el apasionamiento por construir unmundo en el amor, no viviendo como siervos sino respirando la confianza de hijos.

106

Page 107: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

Cuando se vive de verdad esa confianza, los problemas se miran de otra forma, y lasmontañas más agrestes se diluyen.

XXVIII domingo del Tiempo Ordinario

A. Quiénes entran en el reino de Dios

La Palabra. El reino de los cielos, la nueva humanidad fraterna que Dios quiere, «separece a un rey que celebraba la boda de su hijo». Mandó a los criados con la invitación,pero no les hicieron caso porque andaban con sus negocios, e incluso no faltaron quieneslos insultaron. En vista del fracaso, el señor invitó a todos, «buenos y malos». Se llenó lasala del banquete, pero el amo pasó revisión, encontró algunos sin vestido de boda, ymandó echarlos fuera (Mt 22,1-14).1. La parábola es muy significativa para vislumbrar qué significa el símbolo «reino deDios». En principio todo arranca del Padre bueno que quiere la felicidad para todos. Esavoluntad se va manifestando a todos a través de personas que, alcanzadas por lossentimientos de Dios, hacen la invitación al banquete. Y vemos todavía hoy las distintasreacciones: unos siguen apegados a sus negocios y no quieren saber nada de compartir;no están dispuestos a sentarse con los pobres en la misma mesa. Otros se quedan en laindiferencia; ese proyecto les da de lado. Y algunos hasta quieren silenciar a losportadores de la invitación.

2. Hoy leemos la versión de la parábola según el evangelista Mateo, que tiene unapeculiaridad respecto a la versión del evangelista Lucas. Este dice que, al ver laindiferencia y agresividad de los invitados, el señor anfitrión mandó a los criados queinvitaran a todos incluidos los «lisiados, cojos y ciegos»: a quienes nadie invitaba;entraron y se celebró el banquete. Pero la versión del evangelista Mateo añade unacoletilla: el señor que había hecho la invitación vio algunos sin vestido de boda y los echófuera. ¿Qué significa esto?

3. Son dos versiones complementarias de lo que significa el reino de Dios. Es unaposibilidad abierta para todos; pero cada uno es libre de abrirse a la invitación o curvarsesobre sí mismo. Al reino de Dios no pertenecen los seres humanos sin más. Necesitanllevar «vestido de fiesta». En lenguaje bíblico la expresión significa: nacer del Espíritu, yactuar con los sentimientos de Dios revelado en Jesucristo. De ahí la distinta versión enel programa de las Bienaventuranzas. Lucas dirá: «Felices los pobres», los que viven enla miseria y sufren la exclusión porque Dios no quiere tales sufrimientos e interviene yapara erradicar la pobreza. Mateo puntualizará: «Felices los que se disponen a vivir conespíritu de pobres», pues ellos son los testigos del reino de Dios.

B. Las riquezas atan

La Palabra. «¡Qué difícil es entrar en el reino a los que ponen su confianza en eldinero!» (Mc 10,17-30).

107

Page 108: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

1. El Evangelio habla de un joven bueno, pues cumplía todo lo mandado religiosamente:ni mataba, ni cometía adulterio, ni robaba, ni levantaba falso testimonio. ¿Qué más se lepodía pedir? Pero Jesús le pide que dé un paso más: «Anda, vende lo que tienes y da eldinero a los pobres».

2. Ante esta invitación, «el joven frunció el ceño y se marchó pesaroso porque eramuy rico». Todos sabemos por experiencia que los cumplimientos religiosos no suponencarga especial. También nos preocupamos de no cometer grandes pecados y mantenercon todos una convivencia pacífica. Pero cuando peligra nuestra seguridad económica,ya es otra cosa. Es muy difícil la liberación de nuestra libertad esclavizada por elegoísmo. En la parábola evangélica de la sementera, el apego a las riquezas son losespinos que acaban ahogando a la Palabra recibida con entusiasmo en un primermomento.

3. No es fácil el desapego que implica una conducta como proceso de liberación tanlargo como la misma existencia humana. Por eso la reacción de los discípulos es normal:entonces, ¿quién puede salvarse? Y Jesús les remite a la novedad de la fe cristiana: «Esimposible para los hombres, pero no para Dios». Alguien que nos ama está en nosotros ydesde dentro nos sostiene y nos impulsa para que vayamos liberando nuestra libertad.

C. Gratitud ante la gratuidad

La Palabra. Jesús se compadece de diez leprosos que piden curación; los manda que sepresenten a los sacerdotes, y en el camino se curan. Nueve eran judíos y uno samaritano.Pero sólo este «volvió a Jesús y se echó a sus pies dándole gracias» (Lc 17,11-19).1. En la Palestina de aquel tiempo la lepra era una enfermedad bastante corriente, y en latradición bíblica significaba una especial muestra de maldición. Por eso los leprosos eranexpulsados de las ciudades, no se permitía trato alguno con ellos y, si se curaban, debíanpresentarse a los sacerdotes para que certificaran la curación y les declarasen legalmentepuros.

2. Primera observación. Jesús lamenta la falta de sentimientos humanos: «Han sidocurados diez, ¿los otros nueve dónde están?». En el Cántico de las criaturas unoescucha el corazón agradecido de Francisco, que percibe la presencia de Dios amando ydando vida en el agua, el sol, la tierra y hasta en la misma muerte. El agradecimiento esla versión normal de la experiencia cristiana: en Dios-Amor existimos y respiramos.

3. Segunda observación. En la parábola el curado que regresa para dar gracias es «unextranjero», un samaritano. Es decir, uno que no es religioso, no practica el culto deltemplo ni observa los preceptos de la Ley. En cambio los religiosos judíos, que conocenbien las leyes de impureza de las que Jesús les ha librado, no entienden nada de gratitud.Una práctica religiosa que, en vez de promover estos sentimientos humanos, los anula nomerece ninguna credibilidad.

XXIX domingo del Tiempo Ordinario

108

Page 109: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

A. Política y religión

La Palabra. «Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios» (Mt 22,15-21).1. Primero, un detalle. Jesús de Nazaret fue un hombre que nunca se impuso por lafuerza; su autoridad se apoyaba en la verdad de lo que decía y hacía. Incluso sus mismosadversarios lo reconocieron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas elcamino de Dios conforme a la verdad, sin que te importe nadie, porque no te fijas en lasapariencias».

2. Y ahora la pregunta nada fácil de responder: «¿Es lícito pagar impuesto al César ono?». El César era el emperador de Roma, una de cuyas colonias era Palestina. Segúnlos acuerdos establecidos, los judíos debían pagar un impuesto al César. Pero el grupo delos fariseos, muy apegados a la Ley según la cual Dios es el único rey y señor del pueblojudío, pensaban que no se debía pagar ese tributo porque ello implicaba reconocer alCésar como rey y señor del pueblo. Jesús responde con una sentencia lapidaria: «Dad alCésar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». ¿Respuesta evasiva, o estádiciendo algo fundamental?

3. Está diciendo algo muy importante para las relaciones entre organización política yreligión. La organización política tiene su propia racionalidad y sus propias leyes, que lareligión no puede abolir; se necesitan un ordenamiento jurídico y una gestión de laeconomía que garantice los derechos fundamentales de todas las personas, sean religiosaso no. Pero el conflicto con la religión llega cuando esos derechos fundamentales sonatropellados porque él o los gobernantes de turno se creen con poder absoluto como sifueran dioses. Era el caso del emperador romano. Jesús viene a decir: si habéis acordadopagar un impuesto, mientras no reviséis el acuerdo, «dad al César lo que es del César».Pero en ningún caso podéis considerar arrodillaros ante el César como si fuera un Dios.A los primeros cristianos los persiguieron y mataron porque se negaban a ofrecersacrificios a dioses falsos como era el emperador de Roma.

B. Las dos lógicas

La Palabra. Santiago y Juan se acercan a Jesús pidiéndole que, cuando establezca sureinado, les conceda los dos puestos más importantes. Pero Jesús les responde: no sabéislo que pedís; «¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber y os bautizaréis con elbautismo con que me voy a bautizar?» (Mc 10,35-45).1. Los dos discípulos están pensando con una lógica muy frecuente: vamos a ver cómoalcanzamos los primeros puestos en la gestión sociopolítica. Eso nos dará seguridad. Nose lo dicen a los demás discípulos, ante los cuales siguen aparentando, pero en su interiory entre ellos están maquinando cómo hacerse con el poder. Fácilmente hablamos de lostrepas en política e incluso dentro de la organización eclesiástica. Pero, ¿no llevamostodos dentro ese aguijón de muerte?

2. Jesús propone otra lógica: no ambicionar el poder sino crecer en el amor gratuito eincondicional que supone ir entregando la propia vida renunciando a las seguridades y

109

Page 110: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

prestigios sociales. Con los símbolos «cáliz que ha de beber» y «bautismo» Jesús serefiere a su muerte, que fue la consecuencia de su vida gastada a favor de los demás,especialmente de pobres y enfermos que nada pueden dar a cambio.

3. Con frecuencia y no sin razones lamentamos la corrupción en el ejercicio del podertanto en la sociedad civil como dentro de las religiones. Pero el Evangelio de algún modoa todos nos alcanza, pues todos tenemos algún poder: fuerza física, belleza corporal,capacidad de convencer, facilidad para comunicarnos. Cuando los ancianos ya nopodemos servirnos de esas cualidades, contamos nuestras memorias e incluso noshacemos los enfermos para atraer la atención. Pero el Evangelio rompe esa lógica: lo quehumaniza y salva es el amor, y el poder sólo vale como mediación del amor.

C. La perseverancia en la oración

La Palabra. Si un juez injusto, harto de que una pobre viuda pida una y otra vez justicia,para que le deje en paz, atiende sus demandas, «¿Dios no hará justicia a sus elegidos quegritan día y noche?» (Lc 18,1-8).1. Según los evangelios, Jesús de Nazaret oraba con mucha frecuencia; incluso seretiraba en lugares solitarios y oraba durante toda la noche. Pero sobre todo hacíaoración en momentos importantes de su vida, cuando sobrevenían las crisis y eranecesario el discernimiento para seguir caminando: en su bautismo, cuando eligediscípulos, cuando tiene que enfrentarse a una muerte injusta. Sugiere que en esaoración, más que pedir al Padre un cambio, Jesús trataba de buscar la voluntad de Dios ymodelar su conducta conforme a la misma.

2. Y este es el significado profundo y el objetivo que tiene la oración cristiana depetición. Sencillamente porque no creemos en una divinidad alejada del mundo y denosotros mismos a la que debemos despertar y poner de nuestra parte. Según nuestra feo experiencia cristina, Dios está en todos los acontecimientos y dentro de nosotrosamándonos y mirándonos con esperanza. Cuando pedimos, estamos confesando estapresencia y despertando a este apoyo incondicional.

3. Siguiendo la conducta de Jesús, toda nuestra existencia humana debe proceder enun clima contemplativo. Vislumbrando la presencia de Dios en los acontecimientos de lavida. Y amando a los seres humanos en sí mismos, pero siempre descubriendo en ellosuna Presencia que los dignifica e impide utilizarlos irreverentemente. En esta perspectivadebemos interpretar la oración cristiana de petición.

XXX domingo del Tiempo Ordinario

A. El mandamiento primero

La Palabra. «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y contodo tu ser. Y amarás a tu prójimo como a ti mismo. Estos dos mandamientos sostienenla Ley entera y los profetas» (Mt 22,34-40).

110

Page 111: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

1. En el credo bíblico ya estaba claro cuál era el núcleo central de la Ley, la vocación detodo ser humano: «Amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tuser». Amar implica estar afectivamente relacionado con la persona amada, pendiente deella. Corazón significa el centro de la persona, donde brotan los sentimientos, se piensa yse programa. Alma significa vida, eso que vamos gustando y entregando en cada instante.Ser quiere decir cuanto somos y tenemos, todos nuestros recursos. En la Biblia, junto alamor a Dios, se propone también el amor al prójimo; pero entre los rabinos discutíancuál era el primero, se lo preguntan a Jesús.

2. La novedad de la respuesta. El amor al prójimo y el amor a Dios vaninseparablemente unidos. No podía ser menos pues por ahí nos orienta la parábola delbuen samaritano y sobre todo el criterio del juicio final: «Lo que hicisteis con los pobresy abandonados, a mí me lo hicisteis». Los primeros cristianos percibieron bien esanovedad; en una de sus cartas Juan interpela: «¿Cómo dices que amas a Dios si estásodiando al hermano?».

3. No faltan cristianos que entienden a su manera el amor al prójimo; no hay queamarlo en sí mismo, sino que debemos amarlo por amor de Dios, que nos preceptúa eseamor al prójimo; así podremos alcanzar la vida eterna como premio. Pero eseprocedimiento es una forma muy sutil de utilizar al prójimo, hacer de él un medio ynegarle su condición de fin. Hay que amar al prójimo en sí mismo, porque es imagen deDios, y sus derechos humanos tienen algo de divino.

B. El dinamismo de la fe cristiana

La Palabra. Salió Jesús de Jericó, y encontró un ciego de nacimiento «sentado al bordedel camino pidiendo limosna». Al oír que se acercaba Jesús el ciego comenzó a gritar:Jesús, «Hijo de David, ten compasión de mí». Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo». Elciego «soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús: Maestro, quiero ver». Jesús ledijo: «Anda, tu fe te ha curado». Al momento recuperó la vista «y le seguía por elcamino» (Mc 10,46-52).1. Este evangelio de san Marcos es una pieza teológica extraordinaria sobre el proceso defe cristiana como seguimiento de Jesús. La palabra «camino» sale dos veces y tiene unprofundo significado. Se refiere al camino de Jesús hacia Jerusalén, donde consumará suproyecto de vida sufriendo la muerte. Es el camino que deben seguir los discípulos deJesús.

2. El ciego está sentado «al borde del camino»; aún no es discípulo de Jesús, no escreyente, no le sigue. El evangelista quiere dejar claro que la comunidad cristiana no debecurvarse sobre sí misma; debe acoger a quienes encuentra por el camino y que andanciegos, no creen en Jesús. Significativamente dice que «algunos de los discípulosregañaban al ciego para que se callara». Pero Jesús lamenta esa conducta de susdiscípulos e imperativamente dice: «Llamadlo».

3. Y ahora el dinamismo de la fe que nos da nuevos ojos para ver y seguir a Jesús. Lainiciativa parte de Dios, que en Jesús va camino de Jerusalén. Cuando el ciego

111

Page 112: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

experimenta que Jesús le llama, viene la respuesta: suelta el manto, deja las seguridadesfalsas y se pone delante de Jesús: «Maestro, quiero ver». Y enseguida «se pone encamino».

C. El fariseo que todos llevamos dentro

La Palabra. El fariseo oraba en su interior: «“Oh Dios, te doy gracias porque no soycomo los demás: ladrones, injustos, adúlteros, ni como ese publicano. Ayuno tres vecespor semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”. El publicano, en cambio, se quedóatrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho diciendo:“Señor, ten compasión de este pecador”» (Lc 18,9-14).1. Fariseo y publicano son las figuras del religioso cumplidor intachable y delreligiosamente considerado impuro e indeseable pero de buen corazón. El fariseo se ve así mismo como el justo, el que es como debe ser, como Dios manda. Por tanto seconsidera el centro y a los demás les mira como seres inferiores y despreciables: «Te doygracias porque no soy como los demás». El publicano parte de que es pecador, y seacoge a la misericordia divina.

2. El fariseo es imagen de aquellos y aquellas, incluso bautizados, que se creensuperiores a los demás, con méritos suficientes para ganarse el cielo. Pensándolo bien,esa pretensión es inútil, pues si uno es sincero consigo mismo, con sus solas fuerzasnunca logra la perfección. Esa postura de arrogancia pervierte a la oración, pues no dejaque Dios-Amor, que gratuitamente nos ama, se muestre en nuestra intimidad como únicoSeñor.

3. El publicano queda justificado sencillamente porque deja a Dios ser el único señorde su vida. Se siente amado, sustentado y perdonado por un Amor que se hace cargo desu miseria y le ama tal cual es. Confía en ese amor dentro del cual procede su existencia.En esa confianza, previendo incluso que no será siempre justo, su oración sí que esverdadera: trato de amistad con Dios, ese Padre y amigo que siempre nos ama. Nohacemos méritos para que Dios nos pague, sino que amados y dejándonos amar porDios, nuestra vida sí merece la pena y tiene garantías de vencer a la muerte.

XXXI domingo del Tiempo Ordinario

A. Cómo ir por la vida

La Palabra. «En la cátedra de Moisés se han asentado los letrados y los fariseos; haced ycumplid lo que os digan pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo quedicen» (Mt 23,1-12).1. Los letrados y fariseos en la sociedad judía donde se escribe el evangelio de Mateoeran los dirigentes del pueblo. Y en el ejercicio del poder tenían cuatro lacraslamentables. Primera, «no hacen lo que dicen»; cargan a la gente con fardos depreceptos y prácticas insoportables mientras ellos no mueven ni un dedo. Segunda, «todo

112

Page 113: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

lo hacen para que la gente los vea». Tercera, «ensanchan las franjas del manto, les gustaocupar los primeros puestos en los banquetes y en las sinagogas». Y cuarta, «les gustaque les hagan reverencias por las calles y que la gente los llame “maestros”».

2. Sin duda este evangelio autoriza para una necesaria y continua reforma de laautoridad y de sus manifestaciones en la Iglesia; tanta diplomacia y tanta vestimentaevocan fácilmente más un poder mundano que una cercanía evangélica de quien estádispuesto siempre a servir. Pero esas apariencias y excesiva rentabilidad y privilegios dequienes ocupan cargos políticos elevados es enfermedad grave para nuestra sociedad.

3. Este evangelio habla sobre todo a cada cristiano. Pues todos llevamos dentro eseaguijón de «estar por encima de», de «no ser como los demás». Las mañas del fariseo ydel letrado nos carcomen por dentro. Si no estamos atentos para vivir nuestra verdad decriaturas débiles, podemos fracasar por tejer nuestra existencia engañosamente.

B. El amor vale más que todos los sacrificios

La Palabra: «Amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo elser y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios»(Mc 12,28b-34).1. En la revelación bíblica se pone como centro de la Ley el amor a Dios con todo elcorazón, con todo el entendimiento y con todo el ser. También estaba mandado el amoral prójimo, si bien según el Evangelio, se trata de un solo amor que se dirige a Dios en elser humano y al ser humano mirado por lo que en sí mismo tiene de Dios.

2. Pero en la sociedad judía donde vivió Jesús, el cumplimiento de la Ley seconcretaba en sacrificios y prácticas cultuales, olvidando el núcleo central de larevelación que es el amor y encubriendo la discriminación de los pobres. En ese contextose comprende la buena noticia: sacrificios rituales y cumplimientos religiosos pueden serrechazados por Dios cuando no son expresiones y alicientes para amar.

3. Al letrado que recuerda esa revelación bíblica sobre la centralidad del amor, Jesús ledice: «No estás lejos del reino de Dios». Hoy en el mundo hay infinidad de mujeres y dehombres que viven motivados por el amor hacia los demás y que se sacrifican porresponder a las exigencias del mismo según les dicta su conciencia. Muchas veces niconocen a Jesucristo ni a la Iglesia; mucho menos las prácticas religiosas que tenemos loscristianos. Mirando a esas mujeres y esos hombres de buena voluntad que actúanescuchando la voz del Espíritu, también podemos celebrar: «No están lejos del reino deDios». Ellos son terreno preparado para recibir la buena noticia de Jesucristo.

C. La salvación es oferta para todos

La Palabra. Zaqueo era jefe de publicados y rico; por tanto considerado en aquellasociedad judía como ladrón y religiosamente impuro. Sin embargo Jesús le dice:«Zaqueo, hoy tengo que hospedarme en tu casa» (Lc 19,1-10).1. Se explica el escándalo de los puritanos judíos, que murmuraban de Jesús: «Haentrado a hospedarse en casa de un pecador». El escándalo farisaico sigue hoy en

113

Page 114: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

muchos cristianos, que todavía catalogan a la gente como puros o impuros, de losnuestros o de los alejados. El Vaticano II amplió el horizonte hablando de distintasformas en que los seres humanos se ordenan al pueblo de Dios, aludiendo incluso a losque no tienen ninguna religión pero, siguiendo la voz de su conciencia, hacen lo quecreen justo. No es fácil erradicar la mentalidad sectaria creyéndonos los elegidos.

2. El gesto de Jesús invitándose a la casa de Zaqueo es bien significativo. Lo primeroes aceptar al otro tal como es, en su propia casa que es continuidad de su persona,compartiendo sus mismos alimentos y sus preocupaciones. Sin duda esa presencia deamor, respeto y apertura es el único punto de partida válido para anunciar el Evangelio.Más aún, ese gesto ya es anuncio del Evangelio.

3. En su conducta Jesús desconcertó a los ricos porque defendió a los pobres, perotambién desconcertó a los pobres porque no abandonó a los ricos. El Evangelio es paratodos. Eso sí, con su forma de vivir y actuar, al contacto con Jesús los ricos y poderososentendieron que debían compartir. Muchos no aceptaron al Profeta y lo eliminaron.Otros, como Zaqueo, sí: «Hoy ha sido la salvación de esta casa; también este es hijo deAbrahán».

XXXII domingo del Tiempo Ordinario

A. La espera que madura en esperanza

La Palabra. «Velad, porque no sabéis el día ni la hora» (Mt 25,1-13).1. Independientemente de la respuesta que demos, la vida humana es continuaexpectativa de algo; se define como espera que unas veces termina en esperanza y otrasen desesperación. Es importante que nos reconciliemos con nosotros mismos, aceptandoesta condición. De lo contrario nos impacientamos y nos angustiamos inútilmente porqueno llegamos a todo. La misma ansiedad con su ritmo vertiginoso produce hoy el estrés yla depresión.

2. En las parábolas de Jesús se debe distinguir entre el sentido que originariamentetuvo la parábola cuando Jesús la dijo, y la aplicación de la misma en las comunidadesdonde se escriben los evangelios. Originariamente parece que Jesús dijo esta parábola, yaen vísperas de su muerte, para denunciar la conducta de las autoridades religiosas judías:se creían que con pertenecer al pueblo judío y cumplir con las purificaciones prescritas,podían dormir tranquilas sin preocuparse de la misericordia y de la justicia. A la hora deljuicio el Señor dirá: «¡No os conozco!». La comunidad cristiana, donde escribió Mateo,posiblemente ansiaba y esperaba la parusía o manifestación gloriosa del Señor. De ahí laexpresión: «Velad, porque no sabéis el día ni la hora».

3. Hoy, para nosotros la parábola debe ser leída en nuestro horizonte, y tieneactualidad para convertir nuestra espera en esperanza. En los primeros siglos de la Iglesiase llamaba «neófito» –nuevo iluminado– al que recibía el bautismo; y todavía hoy elritual sugiere dar al recién bautizado una vela encendida como signo de la fe que ha derenovar y hacer brillar cada día. La parábola de las vírgenes denuncia la insensatez de los

114

Page 115: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

que se instalan en los falsos absolutos que salen al camino y se echan a dormir. Estar envela significa el encuentro en la historia con un Dios que está viniendo, nos mira y juzgadesde los seres humanos, pero que es siempre mayor y nos invita siempre a mirar yconstruir confiadamente el porvenir.

B. Amar es darse a sí mismo

La Palabra. «Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie»(Mc 12,38-44).1. Jesús no elabora muchas teorías, pero lee lo que pasa en la vida y lo deja caerexpresando lo divino en lo humano. Sentado frente al cepillo del templo donde los fielesechan sus limosnas, ve cómo los grandes señores se acercan arrogantemente y echancantidad de dinero de lo que les sobra para darse importancia ante la gente. Y ve tambiéna una pobre viuda que se acerca tímidamente y echa los dos reales que tiene para vivir.La diferencia: para los potentados dar una limosna significa cumplir con una práctica queles permite quedar bien ante los demás y seguir manteniendo sus posiciones de privilegio.La viuda en cambio ofrece algo de su propia vida, pues debe renunciar a su seguridad.

2. Por experiencia humana todos entendemos muy bien esta distinción. Una cosa esdar de lo que nos sobra, que no lo necesitamos, que no rompe para nada nuestracomodidad; y otra cosa es arriesgar nuestra propia seguridad. Incluso podemos hacercaridad con tal de mantener intactas nuestras posesiones y que nuestra conductaindividualista se mantenga intocable. Así concluimos fácilmente que todo lo que sea delimosna o acciones caritativas es optativo, mientras los pecados de omisión parece que nollevan culpa ni pena.

3. Esa forma de pensar es lo más opuesto al evangelio de Jesús, cuya vida fue unéxodo, una salida de la libertad esclavizada por el egoísmo, a una libertad inspirada en elamor y motivada por la compasión. Seguir a Jesús no significa sólo cumplir con algunasnormas, dar limosna con aquello que nos sobra, o incluso cumplir con todo lo mandadopor el Estado y por la Iglesia. Implica «re-crear» la conducta de Aquel que paso a pasofue ser humano totalmente para los demás como expresión de que Dios estaba en él. ElEvangelio no es ningún programa social; es más bien marco y luz para que las personas ylos Estados busquen cada día soluciones más humanas e inventen los programassociopolíticos adecuados; y nunca se conforma con éticas mínimas, sino que sugenerosidad va más allá de lo exigido por las leyes. Siendo Evangelio viviente lacomunidad cristiana prestará un valioso servicio al humanismo de nuestra sociedad.

C. ¿Resucitarán los muertos?

La Palabra. «El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, no es un Dios de muertos sino devivos» (Lc 20,27-38).1. La esperanza en la resurrección de los muertos no se encuentra en los primeros librosde la Biblia, pero sí en el siglo II a.C. En tiempos de Jesús la mayoría de los judíosexcepto los saduceos o casta sacerdotal creían en la resurrección de los muertos, si bien

115

Page 116: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

sería de toda la colectividad humana al fin de los tiempos. Por otra parte, según una leyllamada del Levirato, si un hombre moría sin descendencia, su hermano debía unirse conla viuda para subsanar el vacío. En ese contexto se explica el caso que traen los saduceospara negar la resurrección: si hay resurrección, ¿de quién va a ser mujer la que tuvo sietemaridos?

2. Jesús creía en la resurrección de los muertos. Ya cuando se acercaban los días enque sería condenado, cuenta el cuarto evangelista su diálogo con Marta la hermana deLázaro que había fallecido; Jesús le dice: «Tu hermano resucitará». Mientras iba decamino a Jerusalén, ya en vísperas de su muerte, varias veces manifestó su confianza enque el Padre no le abandonaría en la oscuridad del sepulcro. Y en el evangelio de hoyargumenta desde la revelación bíblica.

3. El libro de la Zarza se refiere el libro del Éxodo: Dios se manifestó a Moisés en unazarza ardiendo sin consumirse. Y en ese libro se revela como «el protector de Abrahán,de Isaac y de Jacob». Si por otra parte ese Dios es dueño de la vida, ¿cómo abandonaráen la muerte a sus protegidos? Dios es Alguien que desde dentro de nosotros mismos nosfundamenta, nos sostiene y nos impulsa; es el Creador, dueño de la vida, que noabandona jamás a sus criaturas; y es el Padre con entrañas de misericordia, que siemprenos ama. Capaz de dar vida a los muertos y de llamar a las cosas que no son para quesean; en la resurrección de Jesús ha sellado definitivamente su sí a la Alianza de vida afavor de la humanidad y de la creación entera.

XXXIII domingo del Tiempo Ordinario

A. Arriesgar la vida siendo creativos

La Palabra. «Debías haber puesto mi dinero en el banco para que, al volver yo, pudierarecoger lo mío» (Mt 25,14-30).1. En una primera lectura esa parábola puede sugerir que Dios es un tirano: ha dado acada persona unos talentos para que trabajando saquen rendimiento que luego devuelvenal amo. Nada tiene que ver eso con el revelado en Jesús de Nazaret. El significado esotro: el Creador ha confiado y confía en los seres humanos; hemos sido puestos enmanos de nuestra propia decisión, con libertad para programar nuestra existencia comonos parezca y orientar nuestras cualidades o talentos en uno u otro sentido.

2. Pero la confianza implica creatividad por nuestra parte. La misma parábola secuenta en otros escritos del mundo judío, pero de forma distinta que en el Evangelio: elque ha guardado sus talentos para no perderlos en una inversión bancaria es alabado porel amo. Según la versión del Evangelio, es tachado de «negligente y holgazán», no hasido creativo.

3. Ese empleado tuvo miedo al riesgo. No aceptó exponerse a los cambios del tiempoy de la sociedad. En el fondo se dejó paralizar por el miedo a perder sus seguridades ypor el miedo al amo que le había entregado los talentos. El Dios revelado en la conductade Jesús, que se fió siempre del Padre y buscó su voluntad en la oscuridad del camino

116

Page 117: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

arriesgando hasta la propia vida, quiere que seamos libres, creativos y que arriesguemostodas nuestras cualidades en la tarea de gestionar el dinamismo social y creacional paraconstruir el reino de Dios, la fraternidad universal.

B. Confianza en la victoria final

La Palabra. «Entonces verán venir al Hijo del Hombre sobre las nubes con poder ymajestad: enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, delextremo de la tierra al extremo del cielo» (Mc 13,24-32).1. Donde se escribe este evangelio, estaba muy metida la visión apocalíptica queimaginaba el final de los tiempos como tiempo de una gran tribulación: «La luna no daráresplandor, las estrellas caerán del cielo, los ejércitos celestes temblarán». Es la visiónque ha quedado en el imaginario popular, alimentado a veces por predicadoresapocalípticos amenazantes.

2. En ese clima de visiones apocalípticas espantosas, Jesús quiere infundir confianza:vendrá el Hijo del Hombre, esa figura que, según el libro de Daniel, procede del cielo, yque los evangelios ven realizada en Jesús de Nazaret. Y vendrá no a condenar sino acompletar su obra ya comenzada y parcialmente realizada en el tiempo: «Enviará a losángeles para reunir a sus elegidos». Entonces se manifestará el reino de Dios en suplenitud.

3. En el «credo» confesamos que Jesucristo ha de venir a juzgar a vivos y a muertos.Y a veces nos lo imaginamos como un juez insobornable y gladiador certero que vienesobre las nubes y nos aterroriza. Pero fácilmente olvidamos que el que «ha de venir» esel mismo que vino ya, Dios con nosotros y a favor nuestro, con entrañas de misericordia,que nunca nos condenará, si bien lamentará nuestro fracaso pues no puede arrebatarnosla libertad de elegir el camino. Según el Evangelio cada uno pronunciamos cada díanuestra propia sentencia: «Tuve hambre y me diste de comer». El final de los tiemposserá la manifestación de Dios, misericordia entrañable, llevando a plenitud la creaciónasumida y promovida en la conducta histórica de Jesucristo y en la conducta de quieneshan intentado vivir con su mismo espíritu.

C. Un futuro habitado por la gracia

La Palabra. «Os perseguirán por mi causa; así tendréis ocasión de dar testimonio» (Lc21,5-19).1. En el contexto apocalíptico el evangelista Lucas insistirá en algo muy importante: sertestigos de Jesucristo. Digo «insistir» porque en su libro Hechos de los apóstoles, dejaclaro que los discípulos de Jesús, viendo cómo Jesús asciende al cielo, no debenquedarse mirando a las nubes, sino caminar como testigos del Resucitado en todo elmundo.

2. El evangelio de hoy une la persecución y la necesidad de dar testimonio a ladescripción apocalíptica sobre el fin del mundo. Pero una y otra vez en lasconversaciones de Jesús con sus primeros discípulos sale la invitación a seguirle,

117

Page 118: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

aceptando la conflictividad y la propia cruz ante las persecuciones e incomprensiones deun mundo idolátrico y cerrado en sí mismo. De forma que el tiempo de la Iglesia, quecomienza a partir de la Ascensión, es el tiempo de dar testimonio, de proclamar lasalvación para todos en Jesucristo. La Iglesia se constituye en la misión; ahí está sucometido y su gloria: «Os envío como me envió el Padre».

3. No sabemos cuándo ni cómo terminará este mundo. Pero desde la fe cristianapodemos confesar dos cosas. Primera, que este mundo es ya el mundo del Hijo de Dios,y en consecuencia nunca será destruido, si bien tendrá que ser purificado y plenificado.Segunda, que los cristianos tenemos la importante y grata misión de anunciar, contra losposibles profetas de calamidades, que este mundo está ya habitado por el Espíritu, y quenuestro futuro no es de soledad y desgracia sino de amistad y de gracia.

XXXIV domingo del Tiempo Ordinario:

Jesucristo, rey del Universo

A. Un rey que reúne a todas las naciones

La Palabra. «Cuando venga en su gloria el Hijo del Hombre y todos sus ángeles con él,se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones» (Mt 25,31-46).1. Serán reunidas. En realidad todas las naciones son la única familia. Pero ese proyectoa lo largo de la historia humana se ha visto fallido una y otra vez por los egoísmos eintereses individualistas, por las guerras, por los distanciamientos y divisiones de todotipo. La historia de Caín y de Abel, o el fracaso en la construcción de la torre de Babel,son paradigmas válidos para todos los tiempos. Según la fe de la Iglesia, Jesucristoderribó el muro de separación entre los pueblos, pero la división nos sigue mortificando atodos. Jesucristo se manifestará como rey universal «re-uniendo» a todas las naciones.

2. Esta «re-unión» será el fruto de lo que hayan hecho los seres humanos en suhistoria cuando han escuchado y secundado la voz de Dios, que les hablaba en laconciencia y en sus enviados, que culminaron en Jesucristo: «Tuve hambre y me diste decomer, tuve sed y me diste de beber, fui forastero y me hospedaste, estuve desnudo yme vestiste, enfermo y me visitaste, en la cárcel y viniste a verme». El criterio de juiciono es religioso sino ético. No de teorías sino de prácticas.

3. Y este criterio no es inventado sino que responde a lo más elemental de los sereshumanos: la forma de tratar a los demás. Si realmente has hecho lo posible para que losotros tengan vida y sean felices, o más bien los has dejado a un lado porque no podíandarte nada a cambio. Este criterio rompe todos los moldes religiosos y nos permitevislumbrar ese misterio de la Iglesia como signo de una comunión universal que incluye atodos los justos desde Abel. En esa comunión se manifiesta la realeza de Jesucristo.

B. Un Reino que ya está en el mundo

118

Page 119: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

La Palabra. «Pilato preguntó a Jesús: “¿Conque tú eres rey?”. Y Jesús respondió: “Tú lodices, soy rey”» (Jn 18,33b-37).1. Este capítulo del cuarto evangelio está muy elaborado. Quiere dejar claro que Jesús esrey aunque su reinado no funciona como los de este mundo. Ante el gobernador deRoma las autoridades judías acusan a Jesús: pretende ser rey de los judíos. Y elgobernador Pilato no entiende cómo aquel hombre, que sin ejército ni nadie que ledefienda es maltratado, puede tener tal pretensión. Por eso le pregunta para cerciorarse side veras es rey. Jesús le responde afirmativamente, pero lógicamente Pilato no loentiende.

2. Cuando uno asiste al diálogo entre Jesús y el gobernador romano, piensa: ¿por quéJesús sigue insistiendo en que él es rey cuando Pilato no entiende? Sin duda elevangelista quiere dejar bien clara la fe de la Iglesia: Jesucristo es rey del universollamado a ser un reino de vida que es la voluntad de Dios. Tal es el lenguaje del cuartoevangelista para expresar lo que, según los sinópticos, es el reino de Dios o reino de loscielos.

3. «Mi Reino no es como los de este mundo». Mejor esta traducción que la otracorriente: «Mi Reino no es de este mundo». Porque lo que significa el símbolo «reino deDios» ya tiene lugar en este mundo; está presente y activo dentro de nuestra historia, sibien todavía en tensión hacia su plenitud. Eso sí, no funciona como los reinos de estemundo cuyos príncipes emplean la fuerza y frecuentemente tiranizan a los pueblos. Elreino de Dios crece sólo cuando los seres humanos, movidos por el amor y actuando conlibertad, dejan crecer la semilla sembrada en su corazón por la Palabra y por el Espíritu.

C. Una extraña realeza

La Palabra. «Se burlaban de Jesús también los soldados que hacían guardia junto a lacruz: “Si eres rey de los judíos, sálvate a ti mismo”» (Lc 23,35-43).1. Solemos mirar la categoría de las personas por el puesto elevado que ocupan; cuantomás alto, son más respetables. En esa visión, a Jesucristo le ponemos por encima detodos los reyes; pero, ¿cómo entender esa elevación?, ¿cómo es posible que aquelhombre abofeteado, ensangrentado, burlado y humillado sea presentado ante el pueblocomo rey universal?

2. El pueblo donde se escribió la Biblia, como todos los pueblos, añoró un rey, jefe omandatario, ideal: que no sea opresor, que no imponga su voluntad por la fuerza, quedefienda y haga poderoso al pueblo. Que sea «como un pastor», imagen que en aquellacultura rural es el que conduce al rebaño para que encuentre buenos pastos. Comoprototipo de ese rey ideal, Jesucristo fue capaz de morir para manifestarnos que Dios nosama, que todos tenemos el mismo Padre, y que debemos vivir reconciliados comohermanos. Formó así el verdadero pueblo de Dios, que incluye a todos los pueblos.

3. Y una observación importante. La realeza de Jesús no está en la humillación, en eldesprecio ni en la muerte de cruz, sino en el amor al Dios de los seres humanos y a losseres humanos como imagen de Dios. Animado e impulsado por ese amor, fue hombre

119

Page 120: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

para los demás, y se sacrificó entregando incluso la propia vida que le arrebataroninjustamente. Un camino para todos los cristianos que, al proyectar nuestra existenciasobre las huellas de Jesucristo, participamos en su realeza y podemos colaborar aconstruir ese Reino «de verdad y de vida, de justicia, de amor y de paz».

120

Page 121: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

Epílogo: «Cuando oréis decid: Padre nuestro...»

1. A lo largo de estas meditaciones hay ideas que se repiten machaconamente:– El Dios revelado en Jesucristo:

• No es una divinidad intervencionista desde fuera y sólo de cuando en cuando ainstancias de nuestras oraciones y de sacrificios; ni una divinidad celosa de su honor ydispuesta siempre a castigarnos si no cumplimos sus mandamientos.

• Es Padre, Abba, ternura infinita. Es fuente que a todos y a todo da vida y aliento.Nos ama siempre, no sólo cuando somos buenos sino también cuando somos malos.En Él existimos, nos movemos y actuamos.

• Padre nuestro. De todos y de todo. Con los demás seres humanos, con todos losvivientes y con la creación entera cada uno somos originados y sostenidos por eseAmor que en su misma cercanía rebasa todas nuestras categorías mentales y nuestrasformas de hablar. Es el Dios de los hombres, cuya voluntad es que nuestro mundo seaun reino «de justicia, de amor y de paz». Por eso Dios es el defensor de los excluidossocial y religiosamente. La presencia de Jesucristo en los pobres es tan real como supresencia en la Eucaristía. Dos formas de presencia inseparablemente unidas en laespiritualidad cristiana.–En Jesucristo, Dios mismo desde dentro de la humanidad abre un camino de vida y

de felicidad para todos.–Como signo de este camino, la Iglesia trata de hacer inolvidable a Jesucristo,

referencia para la comunión entre todos los pueblos que constituyen la única familiahumana, cuyo destino es la felicidad o plenitud de vida.

–Hombres y mujeres hemos sido puestos en manos de nuestra propia decisión. Opodemos dejar que la presencia de Dios, más íntima a nosotros que nuestra mismaintimidad, emerja en nuestra conducta, o podemos alimentar la obsesión de ser centroabsoluto, impidiendo que se perciba en nuestra forma de vivir esa presencia de amor quenos sostiene. La fe cristiana implica mirarnos a nosotros mismos y mirar a los demásdesde Dios como único Centro. Entonces participamos de la mirada del Padre, cuyomirar es amar, y así podemos perdonar incluso a nuestros mayores enemigos. La grantentación que siempre nos acecha es negar nuestra condición de criaturas pretendiendoser absolutos como Dios.

2. En estas ideas centrales destacan algunos puntos de interés para la existenciacristiana:

– Pasar de siervos a hijos

121

Page 122: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

En la experiencia de Jesús, Dios es esencialmente bueno. Su omnipotencia y su justiciallegan hasta nosotros mediadas por el amor. No actúa nunca con un poder que paraliza oreprime; su amor prueba su verdad acompañando eficaz y silenciosamente, respetando ladecisión libre de cada uno, en la paciencia de quien siempre mira con esperanza. El padredel hijo pródigo no practica la justicia vindicativa que a cada uno da lo suyo, lo quemerece; da más bien lo que cada uno necesita, más de lo que merece.

El símbolo «Padre» nos dice algo de Dios, cuya ternura, si bien podemos gustar,resulta siempre inabarcable. Como todos los símbolos, también este no sólo estásometido a la limitación cultural; puede incluso tener un significado negativo dentro deuna determinada experiencia humana; para un niño cuyo padre ha sido un degenerado,ese término evocará inevitablemente algo negativo. Saliendo al paso de una posibleinterpretación negativa, Jesús puntualiza que cuando habla de «Padre», se refiere a laexperiencia positiva que tienen tantos niños a quienes su progenitor cuida con solicitud yda siempre lo que necesitan: «¿Hay alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan, ledé una piedra?».

En Jesucristo «nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creídoen él». Somos sus hijos, no sus esclavos. Entonces, ¿cómo es posible que a vecesandemos tullidos por el miedo al juicio final y a unos terribles castigos bien tramados porequipos especializados en torturas? «Donde hay miedo al castigo no hay amor, porque elamor descarta al miedo». Como introducción al tercer milenio de cristianismo, JuanPablo II escribió una preciosa carta donde insistía: «Toda la vida cristiana es como unaperegrinación hacia la casa del Padre, del cual se descubre cada día su amorincondicional para toda criatura humana y en particular para el hijo pródigo». Sobrantemores serviles y falta confianza. No acabamos de creernos que Dios nos ama, noporque seamos buenos, y sólo en la medida en que lo seamos, sino porque Él es bueno.

Por otro lado hay en nuestra sociedad una indiferencia religiosa cada vez másgeneralizada. Conviene, pues, que los cristianos nos planteemos con seriedad elinterrogante que, siguiendo al Concilio, lanza también Juan Pablo II en dicha Carta:«¿Qué parte de responsabilidad debemos reconocer los cristianos por no habermanifestado el genuino rostro de Dios, a causa de los defectos de su vida religiosa moraly social?».

– Testigos de la misericordia

En tiempos de Jesús los religiosos judíos se imaginaban así a la divinidad: perfecta en suley, en su templo, en su trascendencia deslumbrante. Pero Jesús tuvo otra percepción deDios y la ofreció a todos los morales: «Sed misericordiosos como vuestro Padre esmisericordioso». La misericordia es una forma peculiar de amor que se deja impactar porla miseria del otro y sale de sí mismo para ponerse al lado de los oprimidos, ayudándolosa superar su postración.

En el Antiguo Testamento hay un artículo central de fe. Es aquel en que, cuando elpueblo de Israel estaba en Egipto sufriendo la opresión de sus capataces, Dios se dejó

122

Page 123: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

alcanzar por sus gemidos y, movido a compasión, intervino para liberarlo. De generaciónen generación aquel pueblo celebrará la gesta liberadora del Dios compasivo, «lento a laira y rico en clemencia y lealtad, misericordioso hasta la milésima generación, queperdona culpa, delito y pecado». Impresiona también leer en el profeta Oseas que, apesar de que el pueblo no responde al proyecto de amor diseñado para él, Dios, en sussentimientos de padre y de madre, no abriga nunca venganza: «No dejaré correr el ardorde mi ira, no volveré a destruir a Efraín, porque yo soy Dios, no hombre; en medio de tiyo estoy, el Santo, y no me complazco en destruir».

Esa misericordia, como atributo más entrañable de Dios, se personificó en la historiade Jesús, que pasó por el mundo «haciendo el bien, curando a todos los oprimidos por eldiablo porque Dios estaba con él». Movido a compasión aquel hombre curó a losleprosos, abrió los ojos a los ciegos, perdonó a la mujer adúltera e hizo milagros para darde comer a las multitudes hambrientas. Sólo quien respiraba sentimientos de misericordiapudo construir las parábolas del buen samaritano, del hijo pródigo, del buen pastor, o delseñor que, compadecido ante la situación menesterosa de quien le debe dinero, perdonatoda la deuda.

Muchas veces nosotros nos sentimos envueltos y animados por ese amor demisericordia. Como es un don que se nos regala, lo llamamos gracia; y ella nos haceencontrarnos aceptados y acogidos por Alguien que gratuitamente nos ama. Estasensación provoca en nosotros gratitud y es invitación a que seamos agradables ennuestra relación con los demás. Los que han gozado en su vida de apoyo y ternura, losque se consideran beneficiados por un amor inesperado, han conocido al Padremisericordioso, y pueden ser testigos de la misericordia en un mundo cada día más secoy sediento de gratuidad y de ternura.

Hace unos años, en su encíclica Dives in misericordia, Juan Pablo II señalaba latarea prioritaria para la Iglesia evangelizadora en nuestro tiempo, que es «profesar yproclamar la misericordia divina en toda su verdad». En efecto, dado que los hombresnecesitan cada vez más sentimientos y prácticas de misericordia, porque estos valoresapenas tienen audiencia en una cultura de violencia y de máximo goce inmediato, laIglesia samaritana puede ser hoy la buena noticia de liberación.

La misericordia, como sentimiento de compasión ante la miseria de las personas ypráctica liberadora en la superación de la misma, es hoy artículo de primera necesidad.Lo económicamente rentable se impone cada día más como ley única, y cada vezcuentan menos las personas que no tienen recursos porque no pueden y no saben. Poreso la tarea evangelizadora más importante de la Iglesia en esta situación es ser testigo dela misericordia.

Los cristianos necesitamos acoger y proclamar con nuestra forma de vivir esamisericordia que Dios mismo nos regala. El buen samaritano se inclina con amor hacia elexpoliado junto al camino, porque antes acoge y se deja transformar por la misericordiade Dios, que vibra cuando ve sufrir a los pobres. Más aún, si somos capaces de mirarcon ojos limpios, la creación y la humanidad están, como dice el Vaticano II,«fundamentadas y acompañadas por el amor del Creador y liberadas por Cristo». El

123

Page 124: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

mundo está trabajado ya por el Espíritu; en él brotan sentimientos y prácticas demisericordia antes de que la Iglesia llegue. Tarea y vocación de la comunidad cristiana esacoger estos signos históricos de gracia, trabajando para que las semillas den fruto.

Ofrecer misericordia es una práctica coherente de vida. Dos terrenos complementariosdemandan aquí el compromiso de los bautizados.

En primer lugar, el tema de los derechos humanos. Hace unos años celebramos el 50ºaniversario de la Declaración Universal de 1948. Si bien se han dado muchos pasospositivos, las sombras y vacíos empañan el horizonte no sólo de nuestra sociedadespañola, sino también de la organización internacional. Si realmente los cristianoscreemos que los derechos humanos tienen algo de divino, una práctica histórica en lapromoción de tales derechos es imperativo ineludible de nuestra fe. Esos derechoshumanos exigen una organización social en justicia, que sin misericordia acaba siendoinjusta.

En segundo término, la opción por los pobres. El compromiso por los derechoshumanos tendrá garantías de verdad y recibirá impulso con la opción por la causa de lospobres. Si la comunidad cristiana quiere de verdad emprender una práctica demisericordia, debe recobrar su vocación evangélica: ayudar a que los excluidos tenganvoz y puedan vivir con dignidad.

– Amor que nos libra del mal

La existencia del mal en el mundo es un enigma terrible. Hay males causadosdirectamente por la libertad humana, pero hay otros muchos que suceden a los hombrespor una especie de fatalidad inscrita en el dinamismo creacional. Ante tanta negatividad ysufrimiento, muchos concluyen que Dios no existe. Si existiera, acabaría con tantadeficiencia que tortura inútilmente a las personas. Los mismos creyentes no se venexentos de la duda y también se preguntan cómo está Dios presente y activo en estemundo tan desfigurado por el dolor y la muerte.

La dificultad va directamente contra el poder de Dios. Suponiendo que Él no desea elmal, algo falla en su poder si no hace que las cosas sean de otra forma. Hay a vecescristianos que, para defender el poder divino cuestionado, discurren así: Dios puedequitar los males, pero no lo hace para probar nuestra paciencia y darnos oportunidad dellegar al cielo. Este es un discurso piadoso pero ineficaz; en el fondo la divinidad sigueahí fuera, como poder arbitrario que juega con nuestro destino, quedándose al margen denuestra aventura humana.

Antes de confesar que Dios es todopoderoso, en el Credo confesamos que es Padre.Quiere decir que la omnipotencia de Dios debe ser medida desde su paternidad, y no alrevés. Por nuestra experiencia normal de vida conocemos el poder que funciona comodominación sobre los demás; y en esta lógica, «todopoderoso» significa el que puededominarlo todo; no hay ámbito que se le resista, y el omnipotente entra en contradicciónconsigo mismo cuando permite la existencia de realidades que no quiere. Pero en nuestraforma de pensar, ¿dejamos espacio suficiente al poder ejercido por el amor? Cuando es

124

Page 125: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

auténticamente gratuito, este amor no impone nada; seduce, sugiere, inspira y provoca,pero nunca emplea la fuerza del poder coercitivo. Ante la resistencia de personas o derealidades, ese amor se hace presencia indefectible, acompañamiento activo, esperapaciente; pero nunca se vuelve para negar la decisión libre o la condición real del seramado. Una madre no quiere la drogadicción del hijo, pero no puede tampoco evitarla; laverdad de su amor no se prueba en conseguir lo que quiere sino en su ternura fiel junto ya favor del hijo. El ejemplo puede servirnos para vislumbrar los sentimientos y conductade Dios ante los males que nos destrozan: quiere que los venzamos, pero no puedehacerlo silenciando nuestra libertad y atropellando la condición finita de las criaturas.Precisamente porque sigue junto a nosotros y con nosotros aceptando ese «no-poder»,pero trabajando con amor en nosotros la victoria sobre el mal, manifiesta la omnipotenciade su amor.

El ejemplo de Jesucristo es aquí muy elocuente. Siendo el Hijo, se manifestó «en lacondición de servidor». Y su conducta en nuestra tierra estuvo marcada por la lógica delno-poder. Jesús no fue indiferente ante los males y sufrimientos de los seres humanos.En los evangelios se cuenta cómo se derrumbó la torre de Siloé dejando dieciochovíctimas. En la interpretación del hecho Jesús descarta cualquier castigo divino:«¿Pensáis que ellas eran más culpables que los demás hombres que habitaban enJerusalén?; no, os lo aseguro». El mal no viene de Dios; queda al otro lado. Es la febíblica confesada en los primeros capítulos del Génesis. Jesús gusta la cercanía de Diosque quiere la vida en abundancia para todos; su objetivo no es castigar a los hombres,sino «salvarlos», hacer que lleguen a la plenitud de vida.

Con esa experiencia de Dios, ante la injusticia social y la enfermedad, Jesús nopermaneció pasivo. «Pasó haciendo el bien» y combatiendo a las fuerzas diabólicas quetiran por el suelo a las personas. Pero no acabó con el dolor y la muerte. En JesucristoSuperstar hay una escena en que, al pasar Jesús, de las cuevas escondidas entre rocas,salen infinidad de manos deformadas por la lepra pidiendo sanación; y Jesús exclama:«¡No puedo!». En sus curaciones y gestos manifestaba los sentimientos del Padrecompasivo que nos acompaña en nuestros males y es sensible a nuestro dolor. Laencarnación significa la entrada de Dios mismo en nuestra condición doliente,participando con nosotros del azote seco de tantos males, del fracaso en tantos empeñosfallidos y de la zozobra de la muerte.

Pero Dios no sólo es compañero en nuestros males; hace suyo nuestro sufrimiento,pues el Hijo, siendo «de la misma substancia del Padre, sufrió». De poco serviría elmero acompañamiento, si a la hora de la verdad el mal no fuera vencido. ¿Cómopodríamos confiar en un Dios incapaz de hacer felices a nuestros seres queridos y anosotros mismos? En la conducta de Jesús se revela que Dios está venciendo al mal ennosotros y con nosotros, fortaleciéndonos y haciéndonos libres en el sufrimiento. Essignificativa la oración de Jesús en Getsemaní, poco antes de su martirio. Suplicainsistentemente al Padre que le libre de la muerte; pero no se le concede lo que pide. Sinembargo, en su intimidad experimenta una fuerza nueva que le conforta y sostiene paraentregarse con amor y libertad hasta la muerte. Dios-Espíritu trabajaba en aquel hombre

125

Page 126: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

venciendo al mal y librándolo de la desdicha en medio del sufrimiento.«Dios ha resucitado a Jesús» fue posiblemente la primera fórmula de la fe cristiana en

la resurrección. El Padre no sólo nos acompaña en nuestros males, ni sólo realiza ennosotros y con nosotros anticipaciones de victoria sobre nuestros sufrimientos.Resucitando a Jesús, garantiza la victoria definitiva sobre los males de la historia y sobrela muerte. A pesar de tantas sombras en la existencia y de tantas contrariedades en elcamino, merece la pena empeñarnos en erradicar el mal, porque todo compromiso deliberación, hecho con amor, no cae ya en el vacío.

– Orar confiadamente

En su forma de orar Jesús de Nazaret manifestó su experiencia de Dios. Fue uncontemplativo sobre los surcos de la historia, y, en medio de los conflictos, una y otravez acudió en la oración al Señor de la vida y de la muerte. Oró en su bautismo yescuchó la voz del cielo: «Tú eres mi Hijo». Oró también cuando la incomprensión de lasautoridades judías cuestionaba su misión; en su oración descubrió la presencia del Padrecon su proyecto de salvación para todos, y optó por subir a Jerusalén arriesgando lapropia seguridad. Cuando llegó la crisis final, en su agonía siguió invocando a Dios comoAmor cercano e incondicional, pero al mismo tiempo escondido en su misma cercanía;fortalecido por el Espíritu, aceptó el difícil trance de la cruz. La oración de Jesús fueunas veces de alabanza, otras de petición y en muchas ocasiones oró para dar gracias alPadre, que hace salir el sol también para los pecadores y se pone al lado de losindefensos. Sabiéndose amado del Padre, e inspirado por ese amor, Jesús se dirige «alque todo es posible», seguro de que se puede confiar en Él siempre.

La oración cristiana no tiene por objetivo despertar a Dios y ponerle de nuestra parte,pues ya está con nosotros antes de que le invoquemos. Más bien oramos para caer en lacuenta de que Dios está dentro de nosotros, a nuestro lado y a favor nuestro como amorindefectible; al escuchar su voz y actuar en consecuencia. San Pablo gustó esa cercaníade quien nos ama «cuando todavía somos pecadores», y comenta: «El Espíritu mismoviene en ayuda de nuestra flaqueza; pues nosotros no sabemos cómo pedir para orarcomo conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables,permitiéndonos orar en la confianza de hijos».

Toda oración, como espacio en que nos abrimos a esa Presencia y nos dejamosinundar por ella, es de alabanza, de gratitud y de petición. Pero, ¿cómo entender esapetición si no necesitamos despertar a Dios ni convencerle para que se ponga de nuestraparte o a favor de aquellos por los cuales pedimos? Según el Evangelio, Jesucristo es lavid y los que creen en él, es decir, tratan de seguir sus huellas, son los sarmientos. Haysólo una vida de Dios manifestada plenamente en Jesucristo de la cual participamos todoslos seres humanos, y ocurre lo mismo en la Iglesia, cuerpo espiritual de Cristo. Por esocuando un miembro crece, todos nos beneficiamos del crecimiento, como el pecado deuno marca también negativamente a toda la comunidad. Cuando pido por otra persona,me abro a la presencia de Dios, crece mi comunión con Él y mi crecimiento repercute de

126

Page 127: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

modo positivo y para bien de todos los hermanos. Esa es la oración del publicano, quenada tiene que ver con el egocentrismo de la oración farisaica. Se comprende que laoración cristiana, esos tiempos fuertes cuantos más mejor, suponen, expresan yfortalecen el talante contemplativo que nos permite descubrir la presencia de Dios entodas las personas amándolas, y mirar a las personas como sustentadas y amadas porDios.

– María, «hija predilecta del Padre»

Así califica el Concilio a la madre de Jesucristo, favorecida singularmente por Dios, es«la pobre», la que acoge la Palabra incondicionalmente, confía totalmente y sale de lapropia tierra sin exigir nada a cambio. Aquella mujer no vio a Dios cara a cara, y tuvoque ir descubriendo su presencia en los acontecimientos a veces desconcertantes de cadadía. En ese clima de búsqueda contemplativa hizo muchas veces oración paramantenerse fiel al proyecto de gracia. Según el libro de los Hechos, todavía después demorir Jesús, permanecía en oración con los discípulos pidiendo la venida del Espíritu.

Ya en la Anunciación, María pide luces para descifrar la voluntad de Dios, y concluye:«Aquí está la pobre del Señor». Pide, no para cambiar a Dios, sino como expresión deque ella misma se dispone a cambiar; muestra su fidelidad inquebrantable cuando, ensilencio cargado de amor y de interrogantes, «permanecía en pie junto a la cruz». ElMagnificat permite asomarnos a la intimidad singular de María, delicadamente trabajadapor el Espíritu. Las formas de oración en ese cántico son de alabanza y de acción degracias. Dialoga no con una divinidad metafísica y trascendente, sino con Dios «misalvador», alguien que vive a nuestro lado y camina con nosotros; se deja impactar por«nuestra humillación» y se hace presente a nuestro lado «como salvador».

Aunque tengamos confianza, en la vida no podemos ser ingenuos. Una y otra vez seimpone la ley del más fuerte, y en la sociedad no queda lugar para los que no saben, nitienen ni pueden. El círculo maligno de tal modo se repite que a veces uno se ve tentadoa pensar que la justicia es imposible. María de Nazaret, probada por la dureza de la vida–«a ti una espada te atravesará el alma»–, fue la primera discípula de Jesús. Creyó ycelebró la llegada del reino de Dios, que «derriba a los potentados de sus tronos y liberade la opresión a los pobres».

«Imagen purísima de lo que la Iglesia toda entera ansía y espera ser», María es elicono de la comunidad cristiana, un signo de gracia para todos los cristianos. Lainvocamos «madre de misericordia», porque se dejó alcanzar y transformar por elespíritu del «Padre misericordioso». Y esa transformación se hizo en la conflictividad decada día y en la oscuridad del camino, porque María supo ser «pobre», creyente ycontemplativa. Su oración como expresión y recurso para seguir a Jesús y poner enpráctica su Evangelio queda como ejemplo de quienes nos hemos empeñado en el mismoseguimiento. Antes que nosotros, María realizó esa «peregrinación a la casa del Padre»,que garantiza la realización auténtica de la humanidad, y que los cristianos tratamos depracticar en nuestra existencia como seguidores de Jesucristo. El mirar de Dios es amar,

127

Page 128: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

y miró la humillación de María como mira nuestras humillaciones, con ese amor gratuitoque continuamente nos rejuvenece y anima nuestra esperanza. Con María de Nazaret loscristianos celebramos el amor de Dios, en quien siempre podemos confiar, diciendo:«Padrenuestro».

128

Page 129: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

Índice

Introducción

Tiempo de Adviento I domingo de Adviento

A. Mirar confiadamente al porvenir

B. Nuestra sed de felicidad sin límites

C. ¿Es posible un porvenir feliz para todos?

II domingo de Adviento

A. Qué da sentido a nuestra vida

B. Compartir lo poco es el todo

C. Cómo abrir camino

III domingo de Adviento

A. Llega ya la liberación

B. Llamados a ser profetas

C. Qué debemos hacer

IV domingo de Adviento

A. Dios afirma y perfecciona lo humano

B. María, madre de la esperanza

C. La fe, un encuentro personal con «El que viene»

Tiempo de Navidad Misa de Medianoche

Se ha manifestado la benevolencia de Dios

25 de diciembre: misa de Navidad

129

Page 130: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

Un Dios solidario

La Sagrada Familia

A. Un hogar con sobresaltos

B. Los pobres son la familia del Mesías

C. Lo divino en la familia humana

II domingo de Navidad

La vida, criterio de moralidad

La Epifanía del Señor

¿Dónde se manifiesta Dios?

El bautismo de Jesús

A. «Tú eres mi Hijo amado»

A. «Porque Dios estaba en él»

C. La humildad es la verdad

Tiempo Ordinario II domingo del Tiempo Ordinario

A. El que quita el pecado del mundo

B. La fe como itinerario

C. Los milagros de Jesús

III domingo del Tiempo Ordinario

A. Conversión al reino de Dios

B. Llamados a construir la nueva humanidad

C. El reino de Dios ya está aquí

IV domingo del Tiempo Ordinario

130

Page 131: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

A. El programa de vida cristiana

B. Autoridad sin autoritarismo

C. Pretensión escandalosa

V domingo del Tiempo Ordinario

A. Todo discípulo es misionero

B. Mesianismo de sanación

C. Puestos en manos de nuestra propia decisión

VI domingo del Tiempo Ordinario

A. La religión verdadera

B. La persona, sujeto y fin de todas las instituciones

C. El Evangelio es para todos

VII domingo del Tiempo Ordinario

A. La regla de oro para la convivencia

B. La buena noticia del perdón

C. ¿Amar a los enemigos?

Tiempo de Cuaresma I domingo de Cuaresma

A. Convertirnos, ¿a qué divinidad?

B. Dios nos mira con amor y esperanza

C. Conversión para ser libres

II domingo de Cuaresma

A. Procesar las contradicciones de la vida

B. ¿Un Mesías crucificado?

131

Page 132: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

C. Jesucristo es el sí de las promesas

III domingo de Cuaresma

A. Culto en espíritu y en verdad

B. No hay culto verdadero sin justicia

C. Las desgracias no son castigo de Dios

IV domingo de Cuaresma

A. El ciego que llegó a ver

B. Hacer la verdad

C. El otro es nuestro hermano

V domingo de Cuaresma

A. Dios es compasión

B. Gloria de Dios y vida del ser humano

C. Conversión a nuevo porvenir

Muerte y resurrección de Jesús Domingo de Ramos

Un mesianismo al revés

Jueves Santo

Lo que cuenta es el amor

Viernes Santo

El poder se manifiesta en el amor

Vigilia Pascual

A. «No tengáis miedo»

B. Buscar en el mundo al Resucitado

132

Page 133: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

C. «En esta noche de gracia»

Domingo de Resurrección

Artículo novedoso de la fe cristiana

Tiempo Pascual II domingo de Resurrección

A. Un mensaje de paz

B. Misericordia y perdón

C. Los dos fallos del racionalista

III domingo de Resurrección

A. La fe da nuevos ojos para ver

B. El Resucitado es el mismo que murió en la cruz

C. El ministerio de Pedro

IV domingo de Resurrección

A. Jesús es la Puerta

B. Jesús es el buen pastor

C. Conocer y seguir a Jesucristo

V domingo de Resurrección

A. ¿Creemos en la divinidad de Jesucristo?

B. Permanecer en Jesús

C. El amor, marca del discípulo

VI domingo de Resurrección

A. Una presencia que fortalece

B. «Vosotros sois mis amigos»

133

Page 134: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

C. Humanidad habitada por Dios

La Ascensión del Señor

A. Hacer discípulos

B. Buena noticia para toda la creación

C. «Vosotros sois testigos de esto»

El Resucitado en forma de comunidad: la Iglesia Pentecostés

Las dos manos de Dios

La Santísima Trinidad

A. En Jesucristo hemos conocido a Dios

B. Catolicidad de la vocación bautismal

C. Cómo discernir al verdadero Espíritu

Corpus Christi

A. «Habitar en Jesucristo»

B. Un sacrificio singular

C. El milagro se hace compartiendo

Continúa el Tiempo Ordinario XI domingo del Tiempo Ordinario

A. Sed compasivos

B. Un mundo trabajado por Dios

C. El verdadero amor perdona todo

XII domingo del Tiempo Ordinario

A. No cabe el anonimato

B. Del miedo a la confianza

134

Page 135: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

C. Seguir al mesías de Dios

XIII domingo del Tiempo Ordinario

A. ¿Perder la vida para salvarse?

B. Jesús no acusa sino que sana

C. La intolerancia es intolerable

XIV domingo del Tiempo Ordinario

A. El gozo es siempre posible

A. Actuar con el espíritu de Jesús

B. La confianza ya es el milagro

C. Radicalismo evangélico e itinerancia

XV domingo del Tiempo Ordinario

A. Escuchar y poner en práctica

B. Autoridad, ¿para qué?

C. Una moral samaritana

XVI domingo del Tiempo Ordinario

A. La libertad es sagrada y arriesgada

B. Estar con Jesús y ser enviados

C. Escuchar también es un servicio

XVII domingo del Tiempo Ordinario

A. No hay cristianismo sin mística

B. Cómo erradicar el hambre

C. La oración cristiana

135

Page 136: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

XVIII domingo del Tiempo Ordinario

A. «Dadles vosotros de comer»

B. El alimento que perdura

C. «Guardaos de toda clase de codicia»

XIX domingo del Tiempo Ordinario

A. En la oscuridad de la noche, confiad

B. Jesucristo, el enviado de Dios

C. Donde hay miedo al castigo no hay amor

XX domingo del Tiempo Ordinario

A. La fe que amplía el horizonte humano

B. «¿Cómo puede darnos a comer su carne?»

Fiesta. La Virgen María, icono de la comunidad cristiana

XXI domingo del Tiempo Ordinario

A. Dónde radica la consistencia de la Iglesia

B. ¿Cómo aceptar un mesianismo sufriente?

C. El número de los que se salvan

XXII domingo del Tiempo Ordinario

A. El escándalo de la cruz

B. Pureza e impureza en la conducta moral

C. Optar por los últimos

XXIII domingo del Tiempo Ordinario

A. Podemos perdonar

136

Page 137: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

B. Que todos tomen la palabra

C. La roca es Jesucristo

XXIV domingo del Tiempo Ordinario

A. Una existencia con los sentimientos de Dios

B. ¿Tiene algún sentido el sufrimiento?

C. Misericordia entrañable

XXV domingo del Tiempo Ordinario

A. Humanizar la economía

B. ¿Quién es el más importante?

C. Creativos para ser solidarios

XXVI domingo del Tiempo Ordinario

A. La verdad se prueba en la práctica

B. Proselitismo y evangelización

C. Los pecados de omisión

XXVII domingo del Tiempo Ordinario

A. Jesús encontró sentido a su muerte

B. Matrimonio y divorcio

C. La fe que mueve montañas

XXVIII domingo del Tiempo Ordinario

A. Quiénes entran en el reino de Dios

B. Las riquezas atan

C. Gratitud ante la gratuidad

137

Page 138: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

XXIX domingo del Tiempo Ordinario

A. Política y religión

B. Las dos lógicas

C. La perseverancia en la oración

XXX domingo del Tiempo Ordinario

A. El mandamiento primero

B. El dinamismo de la fe cristiana

C. El fariseo que todos llevamos dentro

XXXI domingo del Tiempo Ordinario

A. Cómo ir por la vida

B. El amor vale más que todos los sacrificios

C. La salvación es oferta para todos

XXXII domingo del Tiempo Ordinario

A. La espera que madura en esperanza

B. Amar es darse a sí mismo

C. ¿Resucitarán los muertos?

XXXIII domingo del Tiempo Ordinario

A. Arriesgar la vida siendo creativos

B. Confianza en la victoria final

C. Un futuro habitado por la gracia

XXXIV domingo del Tiempo Ordinario: Jesucristo, rey del Universo

A. Un rey que reúne a todas las naciones

138

Page 139: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

B. Un Reino que ya está en el mundo

C. Una extraña realeza

Epílogo: «Cuando oréis decid: Padre nuestro...»

– Pasar de siervos a hijos

– Testigos de la misericordia

– Amor que nos libra del mal

– Orar confiadamente

– María, «hija predilecta del Padre»

139

Page 140: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

140

Page 141: Oyentes de La Palabra (Mambre) - Jesús Espeja

141