Opinión Popular

El cuarto Sondeo de Opinión Pública realizado por el ERIC refleja la

percepción de la ciudadanía sobre la situación económica, social y

política de Honduras.

Sobre los cuatro años de gobierno de Porfirio Lobo, la opinión pública

ha mostrado gran desconfianza respecto a entidades y poderes del

Estado, gobierno, instituciones de Justicia, Congreso Nacional, Consejo

Nacional Anticorrupción, Comisionado Nacional de Derechos Humanos,

Ministerio Público, Policía Nacional, entre otros. Tampoco confía

mucho en partidos políticos, empresarios y otros entes públicos y

privados.

Las mayorías oprimidas de Honduras han visto mermado su nivel de

vida bajo la presidencia de Porfirio Lobo, pues éste ha sido incapaz de

resolver ninguna de las demandas populares ni de sus promesas

electorales. El pueblo opina que ha aumentado la pobreza, la

desigualdad , la violencia, el narcotráfico y la corrupción; el desempleo,

la emigración y la violación a los derechos humanos.

La opinión pública es mayoritaria en cuanto a considerar que las

elecciones generales son el resultado de un proceso fraudulento. Aun

así, su buena participación es signo de su preferencia por el sistema

democrático a cualquier otro.

¿Qué espera la gente del nuevo gobierno? Las mayorías, a pesar de que

su nivel de vida y seguridad han disminuido, mantienen esperanza en

el futuro. Lo que es verdaderamente sorprendente, pues los síntomas

son que el gobierno de Juan Orlando va a radicalizar la opresión contra

el pueblo para favorecer a las élites económicas y políticas del país.

Puede que lo que en la encuesta figura como “esperanza” de las

mayorías, sea en realidad “deseos”. Pues los pobres siempre aspiran

vivir mejor. De Juan Orlando, la gente no se fía, piensan que hay que

vigilarlo; es necesario que haya participación popular, aunque no se

dice cómo. Se le debe exigir al nuevo presidente que resuelva la crisis

económica y la involución en seguridad, también ha de ir frenando la

corrupción.

La ciudadanía ya ha hablado. Escuchemos su clamor de justicia y

cambio, y pongámonos todos los sectores a buscar e implementar las

respuestas que toquen la raíz de la inestabilidad y desigualdad social.

Nuestra Palabra | 23 Enero 2014