ojo clínico 2

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Comunidad de médicos clínicos AÑO 1, NÚMERO 2 OCTUBRE DE 2009 EIN IMP 0160 BAHÍA BUSTAMANTE DESCUBRIMOS EL MEJOR SECRETO DE LA PATAGONIA DESDE EL ESPACIO CÓMO ES SER CLÍNICO Y ASTRONAUTA MÉDICO DE SELECCIÓN EL DOCTOR VILLANI CUIDA LAS PIERNAS DE MESSI, TEVEZ Y CÍA. ANHELOS Y EXPERIENCIAS Testimonios de médicos que recién comienzan a ejercer y de otros que ya llevan varias décadas en esta profesión. Sus sueños, sus recuerdos, sus opiniones. El presente y el futuro vistos desde perspectivas distintas.

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Comunidad de Médicos Clínicos

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Page 1: Ojo Clínico 2

Comunidad de médicos clínicos

AÑO 1, NÚMERO 2OCTUBRE DE 2009EIN IMP 0160

BAHÍABUSTAMANTE DESCUBRIMOS EL MEJOR SECRETO DE LA PATAGONIA

DESDE EL ESPACIOCÓMO ES SER CLÍNICO Y ASTRONAUTA

MÉDICO DESELECCIÓNEL DOCTOR VILLANICUIDA LAS PIERNAS DE MESSI, TEVEZ Y CÍA.

ANHELOS Y EXPERIENCIAS

Testimonios de médicos que recién comienzan a ejercer y de otros que ya llevan varias décadas en esta profesión.

Sus sueños, sus recuerdos, sus opiniones. El presente y el futuro vistos desde perspectivas distintas.

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Page 3: Ojo Clínico 2

StaffOjo clínico es una publicación de Capital Intelectual S.A. Francisco Acuña de Figueroa 459 (C1180AAG) Ciudad de Buenos AiresTel. 4866-1881 Fax. 4861-3172Contenidos y diseño. Happy Together Contenidos / Asesor médico. Ricardo Coler. / Comercialización de publicidad. 4866-1881 / Impresión. Nexo Grafico S.A, Corrales 1659 (Capital Federal) / Registro de la propiedad intelectual Nº 297625. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial. Sugerencias y comentarios: [email protected]

Sumario

/Sm

Mv4

Mira vos

3

2

1

4

Anécdotasde clínicos

Analizan el casode Dr. House

An5 6

Anécdotas

12

NtNota de tapa

Hs24

El casode House

Tx28

Textos

Lg30

Lugares

Bn32

Bienestar

Op18

Opinión

Cm16

Clínicos en el mundo

EnEntrevista

1

22

Rn22

Reunión

Dl34

De lujo

TemaNro. d epágina

Símbolo dela sección

Nombre

Xx1

Xxxxxxxx

Xxxxxxxxxxxxxx

Anhelos y experiencias

Notas deinterés

Médico de la selección

Responsabilidad médica

Médicosintergalácticos

Lo dice un maestro

Las relaciones sin nombre

Bahía Bustamente

Medicina: ¿ciencia y/o arte?

Estamos invitados a tomar el té

La mejor ambulancia del mundo

Re

Page 4: Ojo Clínico 2

página 4 ojoclinico.net

/MvMirá vos

No caben dudas de que Apple ve en los médicos unos muy buenos usuarios de sus productos. Por eso, en los últimos meses ha desarrollado más de setenta aplica-ciones relacionadas con la profesión para su iPhone y su iPod Touch. Desde completos sets de imágenes médicas y diccionarios hasta aplicaciones más sencillas como medidores de calorías o de azúcar, contadores de embarazo y más.

Muy pronto todos podremos controlar a Dr. House, el polémico médico de la serie televisiva. Es que recientemente Universal Pictures cedió los derechos a una compañía que programa videojuegos para que idee y desarrolle el juego. Se supo que el jugador podrá aconsejar a House en distintos casos y formará parte de su selecto staff. No hace falta aclarar que si se dan malos consejos se recibirán bastonazos.

Un diseñador londinense no tuvo mejor idea que utilizar las típicas cáp-sulas de medicamentos para hacer unos bonitos aros. Combinó distintos colores y no le fue nada mal. Bautizó su invento con el nombre de Magic Pills y ahora lo vende por internet, en la página www.thedrugstore.bigcar-tel.com, a la módica suma de 6 libras el par. Algo así como 37 pesos.

Gracias a los aportes de la ciencia, se había instalado la idea de que la capacidad atlética del hombre estaba llegando a su techo. Y entonces llegó Usain Bolt. Cuando corrió los cien metros en 9,58 segundos –una marca que algunas proyecciones científicas no esperaban para antes de 2030–, no fueron pocos los que debieron revisar sus ecuaciones. ¿Cuán rápido puede correr el hombre? La ciencia, por el momento, sigue haciendo cuentas.

iPhone para médicos

Más rápido de lo que pensaba

House en videojuego

Aritos encapsulados

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página 5

/An

Comunidad de médicos clínicos

Anécdotas

HOMBRECITOS DE BLANCOEl hombre, un paciente internado de unos 40 años que sufría ciertas alucinaciones debido a su alcoholismo, estaba mejo-rando. De a poco iba saliendo del sín-drome de abstinencia y ya no era necesario darle las altas dosis de psicofármacos que venía tomando para sentirse mejor. A punto de darle el alta, el doctor le pre-guntó: “¿Cómo se siente?”. “Mucho mejor –contestó el paciente–, le diría que bien. Lo único que me pasa es que veo hombrecitos blancos en la pared.” Desconcertado, el médico decidió aumentarle la dosis. A los dos días volvió a visitarlo. “Sigo viendo hombrecitos blancos en la pared”, insis-tió el abstemio. Recién a los tres días, al médico se le ocurrió mirar más allá de la pared de la habitación. Por la ventana, en el edificio de enfrente, unos hombrecitos blancos cubrían la fachada. Eran pin-tores. Y el paciente ya estaba curado.

CONCURSO UNIVERSITARIONo recuerda el año exacto en que le sucedió, pero este médico que escribió a [email protected] nos cuenta: “Era a mediados de los noventa. En un con-curso universitario bastante prestigioso se me ocurrió presentar un caso que yo consideraba muy interesante. En la presentación contaba cómo había llegado al diagnóstico y el tratamiento exitoso que le había reco-mendado a mi paciente. Lo gané. Era tal la alegría que me regalé un televisor de 29 pulgadas, algo bastante suntuoso por entones. A los dos meses, la paciente me llamó porque las cosas no iban como esperaba. Estaba perdiendo peso y se sentía cada vez peor. Mi diagnós-tico triunfal era completamente errado”.

BUEN DÕA, PROFESOR

Primer aÒo de la facultad. Materia: Salud M

ental.

Aplicados, todos los alumnos fuimos al Borda a

tomar la primera clase. Mientras nos acomod· -

bamos en los asientos, llegÛ el prof

esor. ìBuen dÌa,

alumnos. Estas clases van a ser los

martes

y viernes de 7 a 9 de la maÒana. Hoy vam

os a

verÖî El profesor anotaba en el

pizarrÛn mientras

nos contaba lo que Ìbamos a estudiar. N

osotros,

los alumnos, anot·bamos y lo escuch·bamos

atentamente. Al rato vino un enfermero y se lo

llevÛ. Era un paciente del hospi

tal que todos los

aÒos hace lo mismo. El verdadero

profesor llegÛ

unos minutos despuÈs.

¿Querés contarnos una anécdota? Mandanos un mail a [email protected]

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Page 7: Ojo Clínico 2

NOTA DE TAPA

SE HACE CAMINO AL ANDAR

Médicos entusiastas que recién empiezan. Médicos con experiencia que llegan al final de su carrera. Juntos, hablan, reflexionan. Y piensan sobre la profesión que eligieron

para sus vidas. Un repaso por el anhelo de los más jóvenes y los recuerdos

de los más adultos.

Por Santiago Bardotti

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página 8

Nota de tapa

/Nt

ojoclinico.net

Para la doctora Dromi, el futuro pasa por la humanización de la profesión.

“¿Qué espero de la profesión dentro de veinte años? ¡No hacer más guardias! –dice la doctora Carolina Dromi, de 32 años–. Jamas imaginé que iba a ser

médica. Primero elegí el trabajo social: duré un año. No era para mí. A los diecisiete era dema-siado joven para hablar de vocación y necesité de ese tiempo para darme cuenta de que quería ser médica. Pero una vez que me decidí por medici-na, nada me detuvo. Ahora espero progresar, ser buena en lo que hago, dar lo mejor, dar todo a los pacientes.”

La doctora Dromi protesta contra la ultraes-pecialización. Dice que trae consecuencias sobre la figura del médico, que la disminuye. Para ella, el futuro pasa por la humanización constante de la profesión, por la relación con los pacientes. Y lo dice sin vueltas: “Soy amiga de mis pacientes. Soy médica no sólo durante los diez o veinte mi-nutos que los veo en el consultorio. En mi caso, los pacientes saben que hay alguien que los cuida, que piensa en ellos. Trabajo fuera de la ciudad y tengo a mi cargo una población fija. Cuando al-guien está enfermo espera que sea yo la que haya llegado para atenderlo. No buscan otra consulta, se sienten ‘mis pacientes’. Eso me hace bien; eso es muy importante para mí”.

Uno puede jubilarse de un trabajo, pero difícil-mente pueda retirarse de una vocación. Juan Al-berto Paidós, con sus 60 años, se siente en plena forma para seguir adelante. Trabaja con ganas “en la parte privada, al menos”. “Yo me recibí a los 23 años, muy joven, en Córdoba. A mis pa-dres –vale aclarar que uno de ellos era visitador médico– no les gustó mi elección. Decían que im-plicaba demasiados sacrificios, pero para mí ésa era desde siempre mi vocación”.

Al doctor Paidós lo sedujo una profesión que se le presentaba como “completa” y en la que la salud física de los pacientes era sólo un aspecto. Eso lo llevó a convertirse en médico de familia. En esta rama de la medicina, dice, “el médico es médico pero también consejero familiar, de pa-reja. Habla hasta con los más chicos. Es parte de la profesión, y es lo que a mí me gusta. Cada especialidad tiene su aspecto interesante. La del médico de familia es estar con la gente, charlar, orientar, medicar desde el punto de vista físico y

psíquico. Las patologías están influenciadas por el entorno, así que si no tratamos de mejorar ese entorno tampoco podemos mejorar lo puramente orgánico”.

Cuenta que antes trabajaba mucho, pero que con el tiempo comprendió que no tenía sentido. Encontró un balance apropiado que incluía un espacio en su vida para la familia, para su esposa y sus hijos. Ahora ya tiene cuatro nietos de los que puede disfrutar a gusto. “La parte social y económica no fue algo que me preocupara mucho cuando empecé. Sólo tener un estándar de vida adecuado, nada más. Nunca ambicioné demasia-do: ser feliz con mi familia, ser feliz con mi profe-sión, darles a mis hijos una buena educación.”

Eugenia Lara, de 26 años y en tercer año de la residencia en el hospital Luis C. Lagomaggiore de Mendoza, cuenta cómo llegó a ser médica. “Me decidí por la carrera de un día para el otro. No sabía qué estudiar y me metí en medicina.” Nuestro fotógrafo la interrumpe y le pide que se mueva hacia un sitio con mejores condiciones de luz. Ella contesta risueña pero sin dejar lugar a dudas: “No soy modelo, soy médica”.

Eugenia mira el futuro y le resulta demasiado grande: “Tratar de imaginarme el futuro es muy difícil. Cada vez hay más subespecialidades. A medida que avanza la ciencia, hay más compe-tencia. Hay más universidades y mayor número de profesionales. Me imagino una vida de estudio en forma continua que nunca lleve a una subespe-cialización definitiva”.

¿Irse al exterior? Es una posibilidad para la jo-ven médica. “Me gustaría hacer algo en otro país

_01

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página 9Nota de tapaComunidad de médicos clínicos

durante un tiempo. No me veo emigrando a pesar de tener muchos parientes que viven afuera. Sé que la calidad de vida es mejor donde están ellos, pero extrañaría las costumbres, los amigos. Espe-ro poder desarrollarme en mi país. Creo que aquí siempre voy a encontrar trabajo. Ojalá dentro de 20 ó 30 años pueda seguir con el mismo entusias-mo y las ganas de estudiar y aprender que tengo ahora. Eso es muy importante, ¿no?”

El consejo que un profesional con trayectoria puede darle a uno que recién comienza está

signado por la propia experiencia. El doctor Pai-dós atiende como médico generalista en su con-

sultorio. Además es médico de PAMI y tuvo una prolongada carrera docente. “Veo que los jóvenes tienen fuerza y ganas de trabajar, pero les diría que nunca se olviden de que un paciente es un ser humano. Eso es algo de lo que se debe tener con-ciencia. Como auditor veo que hay colegas que maltratan a los pacientes, en especial a la gente mayor. Desde mi lugar de trabajo, noto cómo los médicos jóvenes carecen de la paciencia necesa-ria para interpretar a una persona mayor, para entenderlos cuando pasan momentos difíciles,

Antes, el doctor Paidós trabajaba mucho. Ahora comprendió que eso no tiene sentido.

26 años

“Tratar de imaginarme el futuro es muy difícil. Cada vez hay más subespecialidades. A medida que avanza la ciencia, hay más competencia. Me imagino una vida de estudio en forma continua.”

32 años

“Soy amiga de mis pacientes. Soy su médica no sólo durante los diez o veinte minutos que dura la consulta.”

60 años

“Creo que hay una cuestión humana que se está perdiendo entre los jóvenes y en toda la sociedad,y los médicos no estamos a salvo de esa pérdida.”

EugeniaLara

CarolinaDromi

AlbertoPaidós

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_CONCLUSIÓN 01

_CONCLUSIÓN 02

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Las médicas solteras que dieron su opinión en esta nota esperan formar sus respectivas familias, tener hijos y pasarla bien con sus seres queridos. Un delicado equilibrio al que aspiran y que no sólo creen posible sino que consideran necesario.

Lo más llamativo que se escucha entre los que recién se inician y los que ya han recorrido un trayecto es el paso de la ciencia al humanismo. De la enfermedad al paciente. El médico termina por comprender que el que viene a consultarlo no es un cuerpo sino una persona. Parece una frase hecha pero –como a tantas otras frases hechas– con el tiempo, con mucho tiempo, logramos encontrarle el sentido.

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/Nt

cuando necesitan apoyo. Es lamentable ver a los médicos con pocos años de recibidos retar a los ancianos, como si los pacientes tuvieran la culpa de estar viejos y enfermos. Eso es lo que veo en la juventud. Creo que hay una cuestión humana que se está perdiendo en toda la sociedad y pienso que los médicos no estamos a salvo de esa pérdi-da. Algunos jóvenes son soberbios, irrespetuosos con los mayores, con la autoridad. El médico, por ser médico, no escapa a la decadencia social. Por eso les aconsejaría que si les gusta la medicina la practiquen con ganas, con amor a la profesión y al prójimo. La medicina no es una carrera como otras, y si no tienen paciencia es más honesto ele-gir otro camino.”

Pareciera que en las generaciones actuales la idea de una carrera se relaciona con el desarrollo y el cambio. Los que cuentan con un sostén familiar satisfactorio están listos para iniciar un proceso de enseñanza y aprendizaje continuo. El doctor Walter Valdivieso, de 28 años, dice que “la me-dicina es un arte, así que cuanto más uno se de-sarrolle, mejor estará. Me imagino dentro de 30 años mucho más capacitado que ahora.”

Formación, trabajo en equipo y participación en el proceso de enseñanza-aprendizaje: “Espero en el futuro estar en contacto con un buen servicio, no abandonar la práctica hospitalaria. Aunque prefiero el paciente ambulatorio, reconozco que el paciente de hospital tiene ciertas ventajas para el médico. En el hospital hay mucha vocación de docencia; siempre alguien te va a estar enseñando y siempre le vas a estar enseñando a alguien. Eso te mantiene actualizado”, aporta Eugenia Lara.

El doctor José Alberto Carena –profesor de medi-cina y jefe de Clínica Médica del hospital Luis C. Lagomaggiore de Mendoza– cuenta que cuando recién se iniciaba, era muy joven y un verdade-ro egoísta. Tenía un enorme deseo de aprender pero le interesaban más las enfermedades que los enfermos. “Lamentablemente, se aprende con el tiempo. Tan importante como el conocimiento es cómo se interactúa con el enfermo, cómo se lo acompaña y se le explica la situación por la que atraviesa. Hay que saber hablar con el pacien-

El doctor Valdivieso se imagina dentro de 30 años mucho más capacitado que ahora.

28 años

“La medicina es un arte, así que cuanto

más uno se desarrolle, mejor estará.”

WalterValdivieso

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Lo más llamativo que se escucha entre los que recién se inician y los que ya han recorrido un trayecto es el paso de la ciencia al humanismo. De la enfermedad al paciente. El médico termina por comprender que el que viene a consultarlo no es un cuerpo sino una persona. Parece una frase hecha pero –como a tantas otras frases hechas– con el tiempo, con mucho tiempo, logramos encontrarle el sentido.

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página 11Nota de tapaComunidad de médicos clínicos

te; es decisivo para el futuro de un enfermo la manera en que se le da una noticia”. El doctor Carena pensó que terminaría emigrando a Esta-dos Unidos, pero la familia pudo más y él decidió quedarse. Hoy duda de que en el exterior hubiera hecho tan buena carrera como la que logró en Argentina. Esa idea lo volvió optimista, más aún que muchos médicos jóvenes.

“Creo que hoy en día la medicina posibilita cierto crecimiento social y también un lugar de bienestar económico. Mucha gente joven elige ser anestesista o hemodinamista, hacer cualquier tipo de procedimiento que implique un rendi-miento económico. No creo que esté mal: cada uno elige lo que le parece según su filosofía. No todos somos iguales y eso es respetable. En mi

caso, voy a terminar mi carrera viendo enfermos. Me siento apto para la gestión, la investigación y la enseñanza. Lo mío es estar al lado del enfermo, enseñar al lado del paciente, enseñar con el ejem-plo en todo sentido”, reflexiona Carena.

La médica Susana Salomón es instructora de re-sidentes y lleva 17 años de recibida; habla del privilegio de tener un maestro, de tener un hori-zonte. “Creo que a lo largo de la carrera uno va cambiando y va encontrando las cosas que mejor le quedan. Hace diez años no pensaba que me iba a apasionar tanto por la gestión en medicina”.

El camino se construye paso a paso, día a día. Cuando se mira de lejos, desde el presente hacia el futuro, nada es claro. Para ella, lo más impor-tante es mirar hacia atrás y recordar por qué se eligió la profesión. Ser fiel a la propia vocación: eso es lo que trata de trasmitirles a sus alumnos.

El doctor Luis Urdaniz tiene 45 años de feliz pro-fesión y actualmente es docente de posgrado en la Universidad Nacional de Cuyo. Con una profun-da vocación solidaria, ejerció 15 años en forma gratuita en un consultorio parroquial. Conoció los extremos, atendió en Estados Unidos y en Europa, en lugares de excelencia, y también en otros en los que no había ni agua corriente ni luz eléctrica. Por supuesto, tiene consejos para los más jóvenes, pero también una sana envidia hacia ellos. “Ejercí una medicina de tipo solitaria, en un consultorio, a solas con el paciente. Hoy soy un ferviente tra-bajador en equipo, en una institución con otros especialistas. Eso permite una mejor atención. Creo que los jóvenes evolucionan con esa idea y se adaptan a ello."l

Hace 45 años que Urdaniz es médico y tiene una profunda vocación solidaria.

65 años

“Voy a terminar mi carrera viendo enfermos. Me siento apto para la gestión, la investigación y la enseñanza. Lo mío es estar al lado del enfermo, enseñar al lado del paciente.”

43 años

“Creo que a lo largo de la carrera uno va cambiando y va encontrando las cosas que mejor le quedan.”

72 años

“Una cosa es transmitir conocimiento y otra cosa es compartir experiencia.”

José AlbertoCarena

SusanaSalomón

LuisUrdaniz

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página 12 ojoclinico.net

Page 13: Ojo Clínico 2

página 13EntrevistasComunidad de médicos clínicos

Donato Villani no ocupa el centro de la escena. Las cámaras de televisión prefieren ocuparse

de José Pekerman, Alfio Basile o Diego Armando Maradona, los técnicos que fueron ocupando el cargo de entrenadores de la selección argentina de fútbol. Pero si observamos con atención al resto de los ocupantes del banco de suplentes, allí encontra-remos a Villani, el médico del plantel desde hace 16 años. Lo cierto es que los técnicos y los jugadores pasan, pero Villani queda.

En realidad, ya lleva dos décadas vinculado a la elite del deporte. Fue médico de la selección ar-gentina de básquet y de las selecciones de hockey masculino y femenino; estuvo en treinta peleas por títulos del mundo de boxeo, cuidando a grandes campeones como Juan Martín “Látigo” Coggi, Ju-lio César Vázquez y Jorge “Roña” Castro. Luego se pasó al fútbol; le tocó y le toca velar por la salud de Leonel Messi, Sergio Agüero, Carlitos Tevez, Ga-briel Batistuta, Diego Simeone, Román Riquelme, Ariel Ortega y tantas otras estrellas.

¿Cuáles son las lesiones típicas de los jugado-res de la Selección?Es difícil decirlo, porque la Selección se sale del contexto de lo que ocurre en cualquier equipo de fútbol común. Esto es porque nosotros tenemos a los jugadores cuatro o cinco días solamente para cada partido, salvo en los torneos del mundo o para la Copa América. Por eso, las lesiones más típicas no coinciden con lo que habitualmente se ve en el fútbol doméstico. Sin lugar a duda, las fatigas y le-siones musculares cubren el 80 por ciento de los casos. Lo que pasa es que nosotros, en 16 años que llevo como médico de la Selección, hemos tenido pocas lesiones difíciles. Interpolar una estadística fidedigna es muy difícil.

Dados los antecedentes de Messi, ¿hay que te-ner algún cuidado específico con él?No, para nada. Todos los jugadores de la Selec-ción son jugadores de equipos muy importantes donde los médicos trabajan muy bien. Hay que tomar los recaudos higiénicos y dietéticos que se tiene con cualquiera. Es decir, trabajamos en pre-venir lesiones.

¿En qué consisten esos recaudos?Nosotros seguimos una rutina hecha por F-Marc (el Centro de Evaluación e Investigación Médica de la FIFA). Antes y después de cada entrenamiento hacemos un circuito de ejercicios que previenen las lesiones musculares. Básicamente son trabajos de elongación y agilidad articular, sumados a algunos de fuerza.

¿Cómo se conforma su equipo de profesionales? Yo soy el médico que está en la primera línea. Detrás de mí hay un montón de gente con la que trabajamos codo a codo. Kinesiólogos, masajistas, médicos clínicos, nutricionistas y médicos especia-listas en imágenes. En mi equipo, cada rama tiene un especialista. Y si tengo algún problema con al-guna patología que escape a la parte traumatológi-ca clínica, contamos con otros especialistas que nos dan una mano en forma inmediata.

¿Es difícil la relación con los médicos de los grandes clubes europeos donde actúan muchos de los jugadores de la Selección?La relación es muy buena, porque es fundamental que así sea. De otra manera, sería imposible ente-rarnos fehacientemente, a 12.000 kilómetros de distancia, del estado en que se encuentra cada uno de los muchachos. Los médicos de los clubes son muy participativos: tenemos información semanal y nosotros hacemos el seguimiento particular de cada uno de los jugadores. Y cuando tenemos al-gún tipo de dudas, nos comunicamos con el médico

Cuidando piernas millonariasHace 16 años que es el responsable de la salud de los jugadores de la selección. En esta nota explica los desafíos de tratar a un equipo de profesionales muy especial. Un trabajo con muchas particularidades que requiere talento, creatividad y –claro– un poco de calle.

“Yo soy el médico que está en la primera línea. Detrás de mí hay kinesiólogos, masajistas, clínicos, nutricionistas, especialistas en imágenes...”

DONATO VILLANI, MÉDICO DE LA SELECCIÓN

/En

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página 14 ojoclinico.net

una necesidad de esta índole, lo derivo al psicólogo, pero no me desentiendo del problema. Los jugado-res buscan en el médico algún consejo, y siempre que esté dentro de la órbita de lo que me ocupa, intento dárselo. Eso me pasa mucho con las selec-ciones juveniles.

¿Cuáles son las especialidades que tiene que tener un médico para ser el médico de una se-lección nacional de fútbol?Hoy en día eso está muy dividido. Me parece que un buen médico de batalla tiene que ser especialista en ortopedia y traumatología, o especialista en me-dicina del deporte.

No aconseja que sea un clínico, entonces…No quiero decir que no pueda ser clínico. Un clí-nico puede ser médico de la Selección, sin ninguna duda, siempre y cuando sepa derivar. Tendría que estar permanentemente asesorado y secundado por un traumatólogo.

¿Cuál es su desafío más grande como médico de la Selección?El compromiso más grande es que el jugador lle-gue en perfectas condiciones al partido; es decir,

/En

que corresponde para que nos ponga al tanto de cada situación.

En el caso de tener un problema importante, ¿los jugadores prefieren tratarse con su médico particular o se quedan tranquilos con la aten-ción que reciben en el país donde trabajan?En general, los jugadores argentinos confían mu-cho en los médicos argentinos. Por eso, si la lesión es importante, prefieren hacer una interconsulta con su médico de confianza en la Argentina. En cambio, si la lesión no es importante se manejan con el médico del club. En el 90 por ciento de los casos se quedan tranquilos con los profesionales de cada club. Y podríamos decir que hay un 10 por ciento en los que sólo se quedan tranquilos cuando el médico de confianza les da el visto bueno. Porque todos sabemos que los médicos, además de prepa-rar o curar lesiones, somos un apoyo fundamental para los jugadores.

¿El factor psicológico influye mucho al momen-to de encarar una recuperación? Lo psicológico influye en todos los ámbitos de la vida y para todas las personas, sin importar a qué se dediquen. Para los jugadores también es una va-riable de peso, sobre todo porque su trabajo es ob-servado por millones de personas. Desde ya que si un deportista no está bien psicológicamente, puede resentirse o retrasarse la recuperación de una le-sión. Pero es parte de nuestro trabajo también le-vantarle el ánimo.

¿Te toca a vos, particularmente, brindar ese tipo de apoyo?No directamente. Cuando algún deportista tiene

EQUIPAMIENTOEn el predio de la AFA tie-nen tecnologías similares a los que usan los mejo-res equipos del mundo.

No es para menos.

“En general los jugadores argentinos confían mucho en los médicos argentinos. Si la lesión es importante, hacen una interconsulta en el país.”

Page 15: Ojo Clínico 2

página 15Comunidad de médicos clínicos

que pueda jugar en gran forma 72 horas después de haberse sumado al plantel. El médico de un club de fútbol, que está todo el día con un jugador, tiene la posibilidad de trabajar de lunes a viernes, para dárselo al técnico el domingo. En la Selección no contamos con esos tiempos. El jugador juega el domingo, viaja, llega el lunes y casi siempre juega el miércoles y, probablemente, el domingo siguien-te. Cuando hacemos los partidos amistosos llegan pocas horas antes de un partido. Entonces es muy difícil tomar decisiones drásticas, porque el margen de trabajo es muy acotado. El desafío entonces es ser resolutivo y rápido para que el técnico tenga al jugador listo en el menor tiempo posible.

Y hay que contar con la mejor tecnología...La selección argentina tiene un respaldo económico importante detrás. Eso hace que uno tenga determi-nados implementos que son difíciles de conseguir en un consultorio común. Tenemos tecnología de últi-ma generación debido a que el presiente de la AFA, Julio Grondona, nunca pone un pero con las cues-tiones médicas. En el predio, nosotros tenemos un

laboratorio de análisis clínico, un ecógrafo portátil y todo lo que se puede necesitar a nivel deportivo. Por supuesto, hay cosas que contratamos, porque no podemos tener permanentemente, por ejemplo, un resonador. Pero las cosas que hay en los clubes del primer mundo nosotros las tenemos.

Además de fútbol, usted trabajó en básquet, hockey, boxeo. ¿Cada deporte es muy distinto desde el punto de vista médico?Sí, lo es. Cada deporte tiene sus particularidades. Por ejemplo, en el boxeo no es tan frecuente como en el fútbol la rotura de ligamentos cruzados. En el fútbol no hay tantas lesiones de mano como las que padecen los boxeadores; ni hablar de los trau-matismos y lesiones en la cara. Cada deporte tiene tres o cuatro patologías. Pero hay algo que es com-parable: el deportista de elite sabe que el cuerpo es su herramienta de trabajo. Por eso suelen pensar y sentir de la misma manera.

¿Cuáles son las consecuencias físicas de jugar en la altura? ¿Hay alguna manera de evitar las complicaciones?Yo creo que el deporte profesional tiene muchos inconvenientes. Y así como es difícil jugar en la altura, también es problemático hacerlo con cua-tro o cinco grados de temperatura, o con marcas que superen los cuarenta grados. Hay que tomar los recaudos necesarios para cada caso; y si se los toma, generalmente no hay problemas. Lo que pasa es que uno tiene que ir prevenido. Los equi-pos tienen que hacer una adaptación al medio en donde van a jugar. Cuando nos tocó jugar cerca del Canal de Suez, en pleno verano, o en Bélgica, en pleno invierno, nos preparamos antes de ir y todo salió bien. l

“Es difícil tomar decisiones drásticas, porque el margen de trabajo es muy acotado.”

“Soy fanático de los Beatles”José Luis Mansur, presidente de la Sociedad Argentina de Osteoporosis, nos cuenta algunos de sus placeres.

Mini reportaje

/Mr

_MIS DISCOS FAVORITOS SON…

_MIS CANCIONES PREFERIDAS SON…

_UN MOMENTO PLACENTERO ES CUANDO…

_EN MI MESA DE LUZ SIEMPRE ESTÁ…

_EL DÍA MÁS FELIZ DE MI VIDA FUE…

_MI CIUDAD EN EL MUNDO ES…

_EL LIBRO QUE ME MARCÓ LA VIDA FUE…

_MI RESTORANTE PREFERIDO ES…

_MI HOBBIE ES…

_TRES PERSONALIDADES QUE INVITARÍA

A MI CUMPLEAÑOS SON

_TOP 5 DE CINE.

_EL FIN DE SEMANA IDEAL ES…

La balsa de Litto Nebbia con Los Gatos, pasando por toda la discografía de los Beatles (soy fanático), Joan Manuel Serrat y los Bee Gees. Ah, y El lado oscuro de la luna, de Pink Floyd.

Las tres que más me gustan son Como la cigarra, de María Elena Walsh; Sur, de Homero Manzi, y Uno, de Enrique Santos Discépolo. También me gustan las letras de Eladia Blázquez.

Juego al paddle los domingos con mis amigos. También cuando juego con mi perro.

Mi infaltable radio portátil.

Cuando nacieron mis hijos.

La Plata. Y también Nueva York y San Francisco.

Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.

Friday’s y cualquier lugar de comida mexicana.

La fotografía.

Joan Manuel Serrat, Nelson Castro y Víctor Hugo Morales.

Gran Torino (Clint Eastwood), Mi hermano es hijo único (Daniele Luchetti), La vida de los otros (Florian Henckel-Donnersmarck), La saga de Terminator (James Cameron) La noche de los lápices (Héctor Olivera).

En familia, comiendo un buen asado.

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página 16 ojoclinico.net

/OpOpinión

En Argentina aún no hay normas relacionadas con la responsabilidad civil profesional médi-

ca. Las normas que regulan el ejercicio de la medi-cina están reflejadas en una ley viejísima, la 17.132 del año 1967. Aunque la norma tuvo alguna que otra reforma mínima, se requiere un cambio mu-cho más profundo.

El derecho está a la zaga de los descubrimientos científicos y tecnológicos porque la realidad siem-pre supera a la ficción jurídica. Sin embargo, los médicos clínicos no sufren una siniestralidad im-portante. No son reprochados ni imputados como en otras especialidades, como la cirugía estética o reparadora, la cirugía general, la anestesiología, la obstetricia y la neonatología.

HERRAMIENTAS PARA DIFERENCIARNo todo resultado desfavorable derivado de un acto médico supone una mala praxis. Existe una línea divisoria: una cosa es la complicación y otra muy distinta es la mala práctica, y es de vital im-portancia tener herramientas que nos permitan di-ferenciar ambos aspectos.

En primer lugar, existe la reacción propia de cada organismo. Por eso, un buen médico tiene la obligación de efectuar un interrogatorio sobre los antecedentes del enfermo. Luego deberá ha-

cerse un diagnóstico presuntivo, un pronóstico y un tratamiento. Pero además, se requieren los exámenes complementarios, que dependen de la patología del paciente. El problema es que mu-chas veces, en la práctica, los médicos no tienen el tiempo necesario para respetar estos pasos como corresponde. Es difícil hacer buena medicina en quince minutos.

Otro tema es que el médico clínico jamás pue-de garantizar un resultado. La obligación de los médicos es demostrar, si surge algún reclamo, que puso al servicio del paciente todo su saber y su empeño para tratar de restablecerle la salud.

La historia clínica debe confeccionarse con letra clara y legible, en lo posible sin tachaduras y, si las hubiere, deben estar salvadas con fecha y firma. Eso sirve como reaseguro en el caso de que haya un reproche.

La mala praxis es policausal. Es muy impor-tante la relación médico-paciente. Hay que sa-ber informar, advertir y atender bien. Cuando el profesional actúa con humildad y mantiene con el paciente una buena relación, aunque exista un hecho desfavorable, eso tiende a atenuar reclamos posteriores.

ResponsabilidadmédicaUn abogado especializado en mala praxis cuenta cuáles son los riesgos y cómo suelen desarrollarse los juicios.

CONSEJOS PARA TENER EN CUENTA

El médico clínico jamás puede garantizar un resultado. La obligación del médico es demostrar, si surge algún reclamo, que puso al servicio del paciente todo su saber y su empeño para tratar de restablecerle la salud.

por Gerardo Judkovsky, abogado

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página 17Comunidad de médicos clínicos Opinión

LAS CAUSASHay tres ejes importantes para detectar las causas de la mala praxis: la negligencia, la impericia y la imprudencia.

Negligencia significa descuido, por ejemplo el olvido de una pinza en el tórax de un paciente durante una cirugía. Imprudencia es la falta de sensatez, por ejemplo la prescripción excesiva de medicamentos. Impericia es la falta de forma-

ción: médicos que encaran especialidades que no manejan como deberían.

Por otra parte, la mala praxis también tiene que ver con los avances de la tecnología. Muchos apa-ratos modernos se usan sin tener un conocimiento pleno de cómo funcionan.

Si bien en los últimos años hubo un incremento de los juicios de mala praxis, la estimación que existe no es precisa. Se calcula –sobre la base de datos estadísticos– que sólo prospera entre un 16 y un 22 por ciento de los juicios de este tipo. Y, de haber un desenlace negativo para el profesional, sólo puede haber suspensión en la matrícula si hay acción penal. Si se trata de una acción civil, no se lo pueden inhabilitar.

Mi recomendación, ante cualquier conflicto, es recurrir a abogados especializados. En todos los juicios de mala praxis son varios los codeman-dados potenciales: el médico, su aseguradora, la prepaga u obra social y su aseguradora y hasta la clínica, sanatorio u hospital. En general son de-mandas multiparte. ¿Quién se hace cargo de pa-gar? Abona el que tiene más potencialidad econó-mica, más solvencia. Es decir, es muy difícil que un damnificado vaya a cobrarle al médico. l

Se calcula que sólo prospera entre un 16 y un 22 por ciento de los juicios de este tipo. Sólo puede haber suspensión en la matrícula si hay acción penal de por medio.

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Clínicos en el mundo

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MISIÓN AL ESPACIOEl médico clínico Scott

Parazynski (primero a la izquierda)

justo antes de partir.

El éxito de una misión está directamente ligado a la salud de sus tripulantes. Para que todo funcione

como se espera y que los astronautas puedan llevar a cabo sus planes, es necesario que gocen de un exce-lente estado físico, antes, durante y después del viaje. Aquí entran en escena los médicos espaciales, hombres y mujeres que cambiaron los consultorios y los quiró-fanos por largas horas flotando en el espacio.

Un caso notable es el de Scott Parazynski, un es-tadounidense que supo ser uno de los hombres más fuertes de la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA) durante 17 años. Parazynski acaba de renunciar a la agencia para trabajar en el sector pri-vado, pero antes de convertirse en un eximio astronau-ta se ganó la vida como biólogo y médico clínico. Dejó la medicina tradicional cuando comenzó a investigar todo lo que se podía hacer en el campo astronómico. “Fui médico de cabecera y también me formé en emer-gencias, pero ya no ejerzo. Ocasionalmente asesoro para algunas expediciones en tierra, como el viaje que hice hace poco al monte Everest”, cuenta a Ojo Clínico, y explica que los “médicos astron-autas” están al servicio del equipo para el que vuelan. “Somos responsables del área de robótica y de las caminatas lunares, entre otras cosas”, agrega. Si un médico astronauta no está en un equipo en particular, se dedicará a entrenar a otro para el soporte médi-co del equipo en el espacio, siempre con la ayuda de un cirujano que dará

instrucciones a través de una radio. “El trabajo de un astronauta conlleva mucho desgaste físico. Por esta razón, los entrenamientos son muy duros, sobre todo para las caminatas lunares. Incluso cuando han vuel-to a sus casas los tripulantes siguen entrenado, ya que luego de pasar meses en el espacio, sus cuerpos quedan muy débiles”, apunta Parazynski.

Por otra parte, la médica Eleanor A. O’Rangers, CEO de SMA (Space Medicine Associates), una enti-dad estadounidense que se dedica a la salud y la segu-ridad de astronautas y turistas que viajan al espacio, explica: “Los programas actuales que se implementan en Estados Unidos exigen un entrenamiento exhaus-tivo para los candidatos a los vuelos. Pero están más enfocados en la misiones de investigación que en el cuidado médico. Por supuesto, los astronautas deben cumplir con ciertos estándares médicos que son los mismos que tienen los pilotos de la Fuerza Área”. So-bre la relación entre médicos y astronautas, O’Rangers confiesa que nunca fue muy buena: “Los astronautas no nos quieren demasiado porque temen que duran-te los exámenes encontremos alguna razón fisiológica que no les permita volar”.

Se decidieron por la especialidad más excéntrica: preparar y acompañar a astronautas y turistas que viajan al espacio. A gravedad cero, destacados profesionales han logrado todo tipo de intervenciones quirúrgicas. Sus protagonistas afirman que la medicina espacial origina importantes beneficios para la ciencia básica y la fisiología del ser humano. Súmese al espacio en esta nota.

CÓMO ES ATENDER A ASTRONAUTAS

MÉDICOS INTERGALÁCTICOS

Por Soledad Ferrari

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página 19Clínicos en el mundoComunidad de médicos clínicos

VIAJE A LAS ESTRELLASLas perspectivas para la medicina espacial mejo-raron notablemente el 25 de septiembre de 2006, luego de que un equipo de cirujanos franceses extir-para un quiste benigno del brazo de un paciente

durante un vuelo. Pero más allá de este tipo de intervenciones, el rol de los médicos en la vida diaria

El rol de los médicos en la vida diaria de los astronautas es de gran importancia. Junto a un comité especial, son los encargados de seleccionar a las personas indicadas para viajar al espacio. Pueden decir: “Usted no viaja”.

de los astronautas es de gran importancia. Junto a un comité especial, son los encargados de seleccio-nar a las personas indicadas para viajar al espacio. Califican a aquellas que no sean propensas a sufrir enfermedades, que no tengan problemas coronarios ni claustrofobia, entre otras: se sabe que son típicas las sensaciones de mareo y desorientación durante las primeras ocho horas de vuelo. También es importan-te estar preparado psicológicamente para tolerar la soledad que conlleva un viaje de esta magnitud.

Para evitar que algunos de los tripulantes con-traigan una enfermedad durante el tiempo que pasan en el espacio, todos deben realizar un aisla-miento de ocho días antes del viaje que evitará el contagio de cualquier tipo de virus. Sólo pueden tener contacto si toman ciertas medidas de segu-ridad, como vestirse con unos trajes apropiados y cubrirse la boca con una mascarilla. A bordo, las naves cuentan con todo tipo de equipos, como un desfibrilador, un aparato para medir la presión y una conexión directa con un médico, disponible las 24 horas, que está en la Tierra.

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Clínicos en el mundo

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PASIÓN ASTRALLa idea de viajar al espacio tienta a cada día más per-sonas en todo el mundo. Por esta razón, los médicos que trabajan en el área se dedican a investigar a fondo cómo evitar cualquier tipo de afección a bordo. “Pro-bablemente puedan ocurrir muchos problemas, pero son de fácil solución en la nave. Todavía tenemos mu-cho que aprender y esperamos minimizar cualquier inconveniente. No tenemos intención de destruir esta incipiente industria de turismo al espacio por no ser lo suficientemente cautelosos con la salud de los pasa-jeros. ¿Te imaginás lo que puede pasar si en un viaje suborbital sube una persona insulina-dependiente y tiene una crisis?”, advierte la O’Rangers.

Este tipo de viajes, donde la nave circula alrededor de la Tierra, exige de parte de sus pasajeros mucha

A BORDOUna afección durante el viaje puede hacer que fracase una misión.

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más energía que en los orbitales, donde la nave hace un movimiento de sube y baja. Además, tiene un cos-to alto: un promedio de 30 millones de dólares que han pagado sólo seis personas en todo el mundo para darse el gusto de jugar al astronauta. Virgin Galactic, una de las compañías más fuertes del mercado, está planeando para el futuro realizar viajes suborbitales por la moderada suma de 200.000 dólares.

Lo cierto es que los únicos viajes orbitales se realizan con el apoyo del gobierno de Estados Uni-dos y sólo pueden viajar astronautas profesionales en excelente estado de salud. Los requerimientos médicos los establecen la NASA y la Agencia Espa-cial Rusa. “No recomendaría que viajen embara-zadas, ya que aún no se ha investigado qué puede ocurrir con ellas, como tampoco niños o personas con problemas psicológicos”, explica la doctora Petra Illig, de SMA.

Los especialistas en la materia coinciden en que tomarse un cohete con el fin de conocer los dife-rentes universos que podrían existir más allá de la Tierra es una experiencia que nadie debería perder-se. Quienes decidan embarcarse en semejante odi-sea, ya sean médicos, tripulantes o turistas, tienen que estar listos para largos meses de concentración y cuidado extremo de su organismo. Ah, y mucha plata para sacar el ticket. l

Virgin Galactic, una de las compañías más fuertes del mercado, está planeando para el futuro realizar viajes turísticos suborbitales por la moderada suma de 200.000 dólares.

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/RnReunión

Lo dice un maestroEl médico y escritor presentó en Mendoza su nuevo libro, La dignidad del otro. Un auditorio repleto de colegas escuchó sus reflexiones.

CHARLA DE FRANCISCO “PACO” MAGLIO

El prestigioso doctor Francisco “Paco” Maglio estuvo en la ciudad de Mendoza para presen-

tar su último libro, La dignidad del otro. Dueño de un gran sentido del humor, como siempre, desple-gó un estilo directo y de gran aceptación por parte de un auditorio que, a pesar del Zonda, colmó el auditorio del hotel Huentala.

Los artículos de Maglio, que se nutren de la experiencia tanto profesional como humana, son una manera de crear puentes entre la biología y la antropología, entre la condición personal y social de los pacientes y las personas, entre las políticas de salud pública y las políticas a secas. Como se trata de crear lazos, las referencias del doctor Ma-glio son múltiples: de la literatura científica a la filosofía, de la poesía a la epidemiología, de las políticas de gestión a la falta de políticas.

Autor y coautor de numerosos libros y trabajos científicos, premiado por la Academia Nacional de Medicina y la Secretaría de Cultura de la Nación, entre otras instituciones, el especialista condimen-tó su charla con numerosas anécdotas personales, como todo orador que se precie. Según Maglio, vivimos en un tiempo de crisis y la salida no puede ser una solución única. Por el contrario, se nece-sita una triple acción: solidaridad a nivel macro, solidaridad a nivel de las redes sociales, solidari-dad a nivel personal enmarcada en una ética de la cotidianeidad. l

Sus artículos crean puentes entre la biología y la antropología, entre la condición social de los pacientes y las personas, entre las políticas de salud pública y las políticas a secas.

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página 23ReuniónComunidad de médicos clínicos

“Busco una nueva perspectiva para ampliar mi mirada biológica sobre las ciencias sociales. Reflexionar en dichas ciencias es reflexionar sobre la búsqueda del sentido, el significado profundo de por qué pasan las cosas que pasan.”

“La corrupción no sólo hay que verla desde el punto de vista político, moral y ético, sino también desde el punto de vista sanitario; la corrupción enferma.”

“Siempre hay múltiples causas. Hablar de una historia natural de las enfermedades es un engaño, un error, un error moral. Natural no es natural, es producto de una construcción social.”

“Las dos grandes causas de enfermedades son las necesidades insatisfechas y las esperanzas frustradas. Ese es el caldo de cultivo. Sobre eso ponemos los factores de riesgo y aparece la enfermedad; sobre eso ponemos una oncogenia y aparece el cáncer. Los oncólogos lo saben muy bien.”

“Los grandes problemas de salud no los solucionamos los médicos; los médicos damos los instrumentos y es la sociedad quien los soluciona.”

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Caso House

/Hs

Dr. House vs. Dr. RoelEl doctor José Roel analizó el tercer episodio de la tercera temporada de Dr. House. El paciente es un varón de 71 años que sufrió disnea aguda y pérdida de conciencia. ¿Qué hubiera hecho usted?

¿Pulmonar o cardíaco? Con ECG y RX de tórax normales, House propone suspender el apoyo respiratorio y aclarar la duda. El equipo se opone. Realizan una ergometría que fracasa por cansan-cio. House le inyecta adrenalina. FC 130 sin isque-mia. Conclusión: origen pulmonar, receta ATB.

Solicita RMN, cultivos, amilasa, dímero D y PCR, análisis de orina, biopsia de médula ósea y rastreo del laboratorio para radiación o tóxicos. Todo negativo. Le realizan toracocentesis. El paciente pide morir y House hace una parodia de eutanasia. Lo pone en coma farmacológico y sigue con los estudios. Imágenes pulmonares con “cicatrices” en los lóbulos superiores.

Luego de un episodio de neumotórax a tensión advierte de manera accidental hipoestesia en mano derecha. Revisa al paciente y constata tam-bién hipoestesia en el miembro inferior derecho. Diagnóstico presuntivo: Kawasaki, linfoma o sar-coidosis. Hacen una biopsia de piel, pero no da lo esperado. House saca de la galera otro diagnósti-co: Amiloidosis. Rojo congo, positivo.

_bloque 2

_bloque 3

_bloque 1

_primera parte

_segunda parte

_tercera parte

Antecedentes: temblor senil, melanoma extirpado años atrás. Hipoxemia severa y derrame pleural.

Fracasan los ATB. El paciente se niega a continuar los estudios y House le pide 24 horas.

¿Enfermedad autoinmune? Indica IG. Fracaso. Indica biopsia pulmonar.

DR. GREGORY HOUSE

Estudió en la Johns Hopkins

Jefe de Diagnóstico

Hospital Princeton-Plainsboro

Episodio 3. Temporada 3

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página 25Caso HouseComunidad de médicos clínicos

DR. JOSÉ ROEL

Estudió en la UBA

Especialista en Clínica Médica, CCPM

Profesor adscripto de la UBA

Lo peor es la pésima relación médico-paciente. Lo amenaza, lo tortura (psicológica y físicamen-te), le practica iatrogenias premeditadas, y finalmente, en un acto de bondad, lo mata para conseguir un resultado.

Una relación médico-paciente que asusta

El Dr. Roel se animó a desafiar a Dr. House. ¿Usted? Escríbanos a [email protected]

También edema agudo de pulmón de inicio súbito por ruptura de cuerda tendinosa, IAM o taquiarritmia. La hipoxemia con ECG normal reforzaría el diagnóstico de TEP. La conducta a seguir es una tomografía helicoidal de tórax con protocolo para TEP.

_dice el Dr. Roel

Con esos síntomas, se debe pensar en neumotórax a tensión, obstrucción aguda de la vía aérea superior o TEP.

Con estos datos nos informan que la enfermedad está afectando al sistema nervioso periférico (SNP). Salvo la mononeuritis múltiple, el SNP suele comprometerse en forma bastante simétrica, con lo cual sorprende que hayan caído en esta hipótesis.

_la clínica es soberana

La anestesia de MS y MI se descubre por azar, por no revisar al paciente.

Jamás informaron resultado de toracocen-tesis. Además, leen un RX de tórax como normal y luego aparecen las cicatrices, la efusión pleural y hasta llegan a practicarle una biopsia de pulmón.

_empieza una serie de desatinos.

Llama la atención la decisión de obtener biopsia de piel.

Un match entre métodos de diagnóstico y clínica médica. Sabemos quién gana. Por algo es soberana.

_conclusión

Episodio 3. Temporada 3 “Consentimiento informado”

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/TxTexto

ojoclinico.net

Cuando se instala la modernidad, la medicina se arroga con más fuerza un carácter científico, aun cuando no se trate de una ciencia pura sino de un conocimiento de tipo antropológico.

Me atrevo a asegurar que el amor preside a la medicina.

Platón, El banquete

Hemos hablado largamente sobre médicos, pero nos falta acaso recorrer los distintos

significados asignados a la medicina a lo largo de su historia. En sus diálogos, Platón enfatiza la re-lación de la medicina con el amor. Así, en El ban-quete, Erixímaco, médico él mismo, sostiene que la medicina es la ciencia del amor corporal, es de-cir, la ciencia de los amores y deseos del cuerpo, de su saciamiento y vaciamiento, y compete al médi-co específicamente distinguir los deseos enfermos de los saludables. “El médico que sabe discernir mejor en este punto el amor arreglado del vicioso, debe ser tenido por más hábil, y el que dispone de tal manera de las inclinaciones del cuerpo que puede mudarlas según sea necesario, e introducir el amor donde no existe y hace falta, y quitarlo del punto donde es perjudicial, el médico de esta clase es un excelente práctico”.

Es sorprendente, en la visión platónica, la rela-ción trazada entre la música y la medicina. Ambas

armonizan los opuestos: si la música logra concor-dar opuestos como lo grave y lo agudo, la medicina opera análogamente, ya que el médico se propone conciliar lo frío y lo caliente, lo seco y lo húmedo, lo amargo y lo dulce, como lo ha enseñado Esculapio.

Ciencia del amor corporal es la medicina, enton-ces, para la mirada platónica. También es ciencia trágica, porque tiene a la vista un horizonte perma-nente de muerte y de vida. Pero una visión tan ele-vada y exigente no prospera sin más en las épocas posteriores. Si bien, a partir de los tiempos moder-

nos, nos encontramos claramente ante una praxis sustentada en conocimientos teóricos y empíricos que suelen acumularse progresivamente a través del tiempo, la naturaleza de esta praxis, la parte de la intuición, compromiso emocional o conocimiento científico que informa la conducta del médico, han sido siempre temas sujetos a acalorados debates profesionales y filosóficos. “La más humana de las ciencias, la más científica de las humanidades”, es la medicina para Edmund Pellegrino.

En épocas de acentuado racionalismo, la medicina se define ante todo como un arte, y no siempre ex-cesivamente respetable. Ya Voltaire, escéptico hasta las últimas consecuencias, decía juguetonamente que el arte que practicaban los médicos consistía en entretener al paciente hasta que la naturaleza lo curara. Y en el período plenamente empirista que caracteriza las postrimerías de la Revolución france-sa, la medicina sigue siendo considerada sin rodeos como un arte, pero un arte ante todo descriptivo: “El arte de describir los hechos es el arte supremo en medicina: todo palidece ante él”.

Quien defiende el carácter estético y sensible que debe presentar la mirada clínica es Cabanis: “En la medicina todo, o casi todo, depende de una mira-

da feliz; las certezas se encuentran más en las sen-saciones mismas del artista, que en los principios del arte”. Como comenta Foucault, planea aquí el mito de una pura Mirada que sería puro Lenguaje, en una adecuación transparente. Aun cuando se han superado los tiempos de los médicos satiriza-dos por Molière, que hablaban latín para no ser entendidos, la palabra que describe lo visto por la nueva medicina no está, sin embargo, al alcance de todos; se trata, en cierta medida, de un conoci-miento iniciático.

Medicina: ¿ciencia y/o arte?

Presentamos un extracto del libro A la escucha del cuerpo (Libros del Zorzal), de la poetisa y ensayista Ivonne Bordelois.

PUENTES ENTRE LA SALUD Y LAS PALABRAS

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página 27TextoComunidad de médicos clínicos

Cuando se instala la modernidad, la medicina se arroga con más fuerza un carácter científico, aun cuando no se trate de una ciencia pura sino de un co-nocimiento de tipo antropológico. Foucault asignará a la medicina el papel de soporte arquitectónico de todas las ciencias del hombre, en particular porque es aquella que se atreve a contemplar su fin. La sa-lud, desde esta perspectiva, sustituye a la salvación. En la medicina la muerte es reafirmada pero también conjurada; el pensamiento médico está comprometi-do con el estatuto filosófico del hombre.

Santiago Castellanos de Marcos señala que la

medicina no es una ciencia pura, como la biología o la matemática, sino una aplicación de la ciencia, porque está recortada por el factor humano. Al mis-mo tiempo debería estar guiada por una ética, que desde el juramento hipocrático está orientada por el ideal de la cura y el bien de la humanidad, aunque en la historia no siempre fue así.

Lo que dificulta la definición del estatus de la medicina y su delimitación específica es que los desequilibrios vitales, que se definen genérica-mente como enfermedades, no resultan sólo de la biología, sino del ambiente, la sociedad y la cul-tura, factores que trascienden el estricto enfoque científico-biológico.

Con la progresiva invasión, por parte de la em-presa capitalista globalizada, de los dominios vi-tales de la salud y el bienestar –que en principio son competencia del grupo familiar y humano y en última instancia de las personas individuales–, se ve amenazado el estatus de la medicina como ciencia, ya que se la sujeta a un modelo puramente econó-mico-administrativo.

Pocas actividades y profesiones han sido más amenazadas y afectadas por el ritmo avasallador de los tiempos modernos que la medicina y los mé-dicos. Aunque hay un momento en la modernidad en que los médicos profesionalizados reclaman sus privilegios como grupo académico y rector, luego el Estado y las prepagas van disolviendo ese esta-tus, y los médicos se convierten de privilegiados en asalariados. En vez de honorarios –noción cuasi sacerdotal–, los médicos reciben salarios. Y la mis-ma medicina va siendo vista como un servicio más, administrado por los poderes económicos que nos rigen, antes que por políticas de ciencia y salud. En otras palabras, aquello que se sirve en tal ser-vicio no son las necesidades de los pacientes, sino

los intereses de la patronal. Institucionalmente va desapareciendo la medicina liberal (“profesión que puede ejercerse en libre competencia, o sea que no es retribuida por el Estado”, define María Moliner). En vez de atender pacientes libremente, el médico tiene patrones y atiende clientes.

Así, a través del tiempo, la medicina, concebida primero como un arte y luego, por su orientación específicamente humana, como una ciencia de es-tatus particular, se va degradando hasta convertirse casi exclusivamente en una suerte de servicio ad-ministrativo, más sujeto a las normas burocráticas

que a la mirada intuitiva del artista-médico o a la pasión investigadora del científico. Ciertamente, existen áreas privilegiadas del mundo contemporá-neo que ofrecen un tipo de medicina que conjuga virtuosamente el arte, la ciencia y el servicio, en sus versiones óptimas; pero son pocas, y suelen estar monopolizadas por y para los grupos de mayores posibilidades económicas.

Bien lo dice Alberto Agrest en Ser médico ayer, hoy y mañana (2008): “La medicina ha existido du-rante siglos y milenios. Es una actividad humanísti-ca, mezcla de arte y de ética, y eso debería perdurar. Hace poco apenas más de medio siglo se ha conver-tido en una disciplina científica con pretensión de una exactitud preñada de verdades. Esto también debería perdurar, pero junto a una actitud escéptica –crítica– que nos permita enfrentar los estragos que, en pocas décadas, ha llevado a cabo su econo-mización. Hoy en día, la medicina se ha convertido en una actividad eminentemente comercial. Esto, a mi entender, no debería perdurar”.

Quizá una de las más dramáticas situaciones del mundo contemporáneo se esté dando precisamen-te en torno al estatus y la definición actual de la medicina, ya que este debate toma como rehén el sufrimiento humano, un rehén eternamente dispo-nible, tanto para lo mejor como para lo peor de las empresas, viles o nobles, que giran a su alrede-dor. El ser humano enfermo precisa tanto del arte y de la ciencia, como del amor que evoca Platón en sus diálogos, y necesita asimismo ser defendido contra la rapiña que pretende sacar ventaja de su desventura. La definición de la medicina no es tri-vial: antes que un problema lexical o histórico, en ella se juega una de las condiciones centrales de la justicia y de la vigencia de los derechos humanos en nuestros días. l

Pocas actividades y profesiones han sido más amenazadas y afectadas por el ritmo avasallador de los tiempos modernos que la medicina y los médicos.

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/ReReflexión

ojoclinico.net

La mujer que se hizo cargo de la hija del viudo venía con una hija propia de la misma edad. Las dos chicas crecieron en el mismo hogar, sin tener ni el mismo padre ni la misma madre. ¿Qué son entre ellas?

FAMILIAS NO TRADICIONALES

Una joven viene a la consulta. La acompaña una mujer que bien podría ser su madre. Podría,

pero no lo es. Es la mujer del padre. La madrastra. Y madrastra significa mala madre.

¿Por qué la acompaña? La madre biológica falle-ció durante el parto. Dos años más tarde la mujer conoció al padre. Se casaron y, con el mayor de los afectos, se hizo cargo de la criatura. Hace veinte años que funcionan como una familia, pero cada vez que le preguntan a la joven ¿quién es esa mujer?, ella no encuentra otra palabra que madrastra.

A los nuevos vínculos del amor todavía se los lla-ma con los antiguos nombres del miedo. Madrastras y hermanastras alcanzaron su momento de gloria en tiempos de la Cenicienta. Pero en la actualidad, aunque todo ha cambiado tanto, no hay forma de dirigirse a la mujer del padre, al marido de la madre o a sus hijos, sin usar términos despectivos.

Si no es uno mismo, ¿quién no tiene un familiar o un amigo integrando una familia no tradicional? Divorciados, vueltos a casar, convivientes. A pesar de su importancia, las nuevas relaciones no han en-contrado nombres apropiados.

Volvamos al ejemplo anterior. La mujer que se hizo cargo de la hija del viudo venía con una hija propia de la misma edad. Las dos crecieron en el mis-mo hogar, sin tener ni el mismo padre ni la misma madre. Sin embargo, compartieron habitación, jue-gos, educación y vacaciones. ¿Qué son entre ellas? Nada. A lo sumo hermanastras. Y hermanastra es una palabra que suena a que algo salió mal.

Padre, madre y hermano son términos que nunca habría que modificar y que deben quedar en manos de quienes corresponden. Pero la verdad es que se podría ser un poco más generoso con los nuevos vín-culos. En lugar de mostrar buena disposición para

incluir a alguien, es como si optáramos por recibirlo con desprecio. Quizá por eso son pocos los que usan los términos padrastro, madrastra y hermanastro. Pa-rece una tontería, pero son los vínculos básicos de muchos hogares.

Los hijos de mismo padre pero de dis-tinta madre son medios hermanos. Imagi-nemos que voy a presentarles a mi medio hermano. Es como anunciar a un familiar

que tiene un solo ojo, un solo brazo.

Si existieran los nombres correspondientes a los nue-vos lazos familiares sería más fácil para el médico saber en quién confiar, a quién darle información y a quién considerar responsable. Cuando en un hospital sólo se deja pasar a los familiares directos habría que ponerse a pensar quiénes son, hoy, esos familiares directos.

La hija adoptiva de Mia Farrow –la esposa de Wo-ody Allen– es Soon Yi. Cuando tomó estado público el tipo de lazo que la unía al marido de su madre (Woody), fue un verdadero escándalo. ¿Era o no era incesto? Imposible saberlo, por eso no hubo condena. Para la ley era una relación inexistente, sin nombre.

Saber a quién le corresponde la prohibición del incesto es algo que debería ser claro de antemano, nunca una cuestión de debate. Si ese vínculo hubiera tenido un nombre, habría sido posible saber quién era quién en esa casa. Por supuesto que un nombre no es garantía, pero ayuda con los ajustes.

La muerte de nuestro cónyuge nos vuelve viu-dos, pero la de un hermano ¿en qué nos transfor-ma? En nada. Hijos y esposos cambian de estado frente a la muerte. Se vuelven huérfanos y viudos. Padres y hermanos, no. La pérdida de un hijo –la más terrible de todas las pérdidas–, así como la de un hermano, nos deja en la misma situación que antes. Sin nombre. No hay huérfanos de hijos ni viudos de hermanos. Carecer de una palabra que pueda representarnos hace mucho más complicado el acceso al duelo. Sabemos qué fue lo que perdi-mos, pero no hay forma de decir en qué nos con-vertimos para poder superarlo.

Relaciones sin nombre, el lugar donde el habla se vuelve afónica. l

Las relaciones sin nombre

por Ricardo Coler*

* Médico y periodista. Autor de los libros Eterna Juventud y El reino de las mujeres, entre otros. Comentarios y réplicas a [email protected]

Si existieran los nombres correspondientes a los nuevos lazos familiares sería más fácil para el médico saber a quién considerar responsable.

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Cuando parece que el concepto de ciudad no ha de-jado nada por descubrir, aparece Bahía Bustamante

para cambiarlo todo. Se trata de un fascinante pueblito alguero fundado en 1950 y ubicado en la margen norte del Golfo San Jorge, al sur de la localidad de Camarones y 180 kilómetros al norte de Comodoro Rivadavia. Allí se puede vivir una experiencia única con un escenario de archipiélago, rocas, arenas blancas y aguas turquesas. Todo el pueblo se dedica a la recolección de algas marinas, la base de su economía junto con el turis-mo, que ocupa el segundo lugar. El viejo bar López,

ubicado frente al mar, es la construcción más antigua del pueblo y constituye un silencioso testigo de los años de historia de la zona. En su patio de más de 80 años, un parral logra dar frutos a pesar de la rudeza del clima. Las casas principales, construidas con vis-ta al mar durante los años sesenta, fueron recicladas para recibir huéspedes. A pocos metros se encuentra la proveeduría que vuelve a tomar vida: allí, en un ambiente típicamente sureño, se ofrecen comidas, to-das elaboradas a partir de productos autóctonos de la zona, como algas marinas, carne ovina y de guanaco, pescados y mariscos. En la zona abundan pingüinos magallánicos, lobos marinos, patos y cormoranes. Incluso se pueden ver orcas y ballenas. Y a la noche empieza un espectáculo único: Matías Soriano, bisnieto del fundador del pue-blo y encargado del lugar, pone a disposición un tele-scopio astronómico que permite estudiar la vía láctea.Podríamos seguir contándole las maravillas de este lugar bien guardado de la Patagonia, pero preferimos dejar espacio para las imágenes y su imaginación. Para más información: www.bahiabustamante.com. l

Lugares

/Lg

EL MEJOR SECRETO PATAGÓNICOEl único pueblo alguero del mundo es un paraíso escondido, Comodoro Rivadavia y Trelew. Tiene apenás 40 habitantes instalados, acostumbrados a divisar delfines, pingüinos, guanacos y zorros grises.

BAHÍA BUSTAMANTE

Txt y fotos: Juan Frenkel

Cuatro casas con vista al mar reciben a los huéspedes.

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Bienestar

/Bi

ojoclinico.net

ESTAMOS INVITADOS A TOMAR EL TÉ

LAS MEJORES INFUSIONES

Aunque el mate es el ritual argentino por excelencia, el té cultiva sus propios fanáticos, a quienes les encanta el placer de Sherlock Holmes. Qué hay que saber para poder elegir y las mejores opciones en las góndolas.

CAROLINA ROSSI, PERSONAL TRAINERFanática del running, corre una maratón de 42 K por año.

En los últimos años se está desarrollando una tendencia que une los conceptos de belleza

y salud orientadas a lo natural. Aquí los alimen-tos a base de elementos de la naturaleza adquie-ren cada vez más adeptos. En esta nueva forma de conectarse con el cuerpo, para mejorar la calidad de vida, el té juega un papel protagonista por su vínculo con la salud física y mental. Esta bebida milenaria proporciona el equilibrio que necesitan los amantes de las pausas para beber una infusión calentita y estimulante. Pero atención: combinar hierbas es un arte y por eso es importante saber qué comprar.

por Cecilia Di Genaro

INÉS BERTONFundadora de Tealosophy y creadora de IntiZen y Chamana.

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página 33BienestarComunidad de médicos clínicos

Inés Berton es la inspi-radora de esta marca. De ella se dice de todo: desde que es una de las mejores creadoras de té del mundo hasta que es puro marketing. Lo cierto es que los Inti Zen van de un extremo a otro: desde el maravilloso té con canela, jengibre y cardamomo hasta el in-tomable té con ¡dulce de leche! y frutos rojos.Tienen muy buena relación entre precio y calidad. Se consiguen en todos los hipermercados e incluso en algunas dietéticas.

www.intizen.com.ar

• Tipos. Existen cin-co tipos de té y están clasificados de acuerdo a su fermentación: blanco, negro, verde, azul y rojo. Aunque ahora el verde se puso de moda, el negro es el que más se toma en Argentina.

• Hebras. Dentro de esos tipos de té, hay muchas variedades y cosechas, clasificadas según su sabor y su procedencia. Algunas de las más cono-cidas son Ceylon, Assam, Darjeeling, Oolong, Sencha, Gunpowder y Lapsang Souchong.

• Blends. Todas esas va-riantes pueden mezclarse (el término correcto es “blendearse”) con espe-cias, frutas, flores, raíces o hierbas que les dan distintos sabores.

ANTES DE IR DE COMPRAS HAY QUE TENER EN CUENTA:

EN EL SÚPER:

Inti Zen

Para muchos, las mejo-res infusiones del país. La chef Narda Lepes se declaró fan número uno de esta marca. Es una línea premium con un gran énfasis en la estética y el diseño. Se vende no sólo en super-mercados, sino también en tiendas gourmet, en el hotel de Alan Faena y en ¡spas! Además, se exportan a Europa y Estados Unidos. El mate cocido es directamente el mejor que se puede conseguir. Y el té negro con rosa mosqueta es ideal para acompañar un buen chocolate. En fin, lo más top, rico y accesible del mercado.

www.jose-organic.com

José

¿Existirá algo en el mun-do más tradicional que los tés Twinings? ¿Sabe cuándo empezaron a vender sus hebras en Londres? Hace más de 300 años, en 1706. Sin dudas, decir Twinings es decir té. A los clásicos Earl Grey, Lady Grey, Ce-ylon o English Breakfast se les suman nuevos blends constantemente, desde frutales hasta exóticos. Su nueva línea “Voyage” es audaz y tentadora.

www.twinings.com

Twinings

ESTAMOS INVITADOS A TOMAR EL TÉ

Quizás de premium no tenga absolutamente nada. Pero ¿cómo no va a estar entre los mejores? Si cada vez que nos damos un atracón en una parrilla o un bodegón la orden al mozo es siempre la misma: “Un chachamai, por favor”. En los últimos años esta marca se ha ido sofisti-cando y cada vez tiene más variedades: boldo, menta, tilo, manzanilla, verde, rosa y amarillo. www.cachamai.com

Cachamai

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página 34 Ojo clínico. Comunidad de médicos

De lujo

/Dl

FICHA TÉCNICA

EQUIPAMIENTO

Mercedes-Benz Citaro

Origen: Alemania

3 modelosA. Cuidados intensivosB. Accidentes con muchos heridosC. Combinación de A y B

La ciudad de Dubai fue la primera en tenerla

La mejor ambulancia del mundo

EQUIPO DE RAYOS

Y ULTRASONIDO

INSPECTRA™ STO2

TISSUE OXYGENATION

MONITOR

CAMILLAS PARA

OBSERVACIÓN

Las imágenes se muestranen una computadora entiempo real. Es el equipomás chico del mundo, especialmente diseñado para este vehículo.

Para monitorear la satu-ración de oxígeno con solo ponerlo en la mano del pa-ciente. Se pueden detectarhemorragias internas.

Hay tres camas para observación. Cada una puede transformarse en una camilla de operación.

HOSPITALSOBRE RUEDAS

12.000 litros de oxígenogarantizan

el abastecimientomúltiple

80pacientes

pueden seratendidos

La ambulancia cuenta con el mejor equipamiento. No sólo tiene tecnología de punta; además está equipada para llevar a cabo una operación de cesárea o un cuidado óptimo de bebés prematuros.

Infografía Guillermina Eichel

SALA DE OPERACIÓN SALA DE OBSERVACIÓN

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