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1 NDICE

Introduccin ...............................................................................................3Planteamiento del problema..........................................................................5 Objetivo general.............................................................................................13 Objetivo especifico.........................................................................................13 Hiptesis.........................................................................................................13 Metodologa....................................................................................................14

Capitulo 1 Inseguridad y violencia urbana: representaciones, imgenes, e imaginarios:1.1.- Las representaciones sociales...........................................................21 1.2.- La imagen.............................................................................................21 1.3.- Los imaginarios ................................................................................... 1.4.- Principales factores que inciden en la construccin de los imaginarios malficos (Los imaginarios malficos: Principales factores que inciden en su construccin) ........................................................................................................................16 1.4.1 El concepto de inseguridad y violencia urbana................................ 1.4.2 Los estereotipos sociales .................................................................. 1.4.3 Los estereotipos espaciales............................................................... 1.4.4 Los medios de comunicacin.............................................................

Capitulo 2 Representaciones de la inseguridad y la violencia: Espacios, actores y prcticas de los habitantes de la colonia San Jos Tecoh2.1 Antecedentes: surgimiento de la colonia.............................................40 2.1.2 Etnografa de la colonia......................................................................32 2.1.3 Perfil de los actores de la colonia San Jos Tecoh.........................47 2.2 Representaciones, imaginarios y discursos contradictorios de la inseguridad y violencia urbana en la colonia San Jos Tecoh.................47 2.2.1 Inseguridad y violencia en la colonia: representaciones e imaginarios contradictorios...............................................................................................51 2.2.2 Estereotipos de sujetos......................................................................54 2.2.3 Estereotipos de espacios en la colonia.............................................57 2.2.3.1 Las colonias aledaas..................................................................... 59

2 2.2.3.2 El centro de la ciudad.......................................................................61 2.3 Percepcin de la inseguridad y violencia en la ciudad por las personas de San Jos Tecoh.......................................................................................63 2.4 Imaginarios y estrategias defensivas. .................................................66

Capitulo 3 Representaciones sobre la inseguridad y la violencia entre los habitantes de la Residencial Pinos del Norte3.1 Antecedentes. Teoras del Surgimiento y difusin de las residenciales cerradas..77 3.1.1Teora de la Globalizacin y transformacin en el espacio urbano. ........................................................................................................................80 3.1.2. Teora del Aumento de la criminalidad en la ciudad.......................82 3.1.3 Las urbanizaciones cerradas como producto del sector inmobiliario ........................................................................................................................83 3.1.4 Consumo y distincin por parte de los grupos que acceden a los espacios residenciales cerrados.................................................................85 3.1.5 Los espacios residenciales cerrados en Mxico..............................87 3.1.6 Los fraccionamientos residenciales en la ciudad de Mrida..........90 3.2 El Fraccionamiento Residencial Pinos del Norte................................94 3.2.1 Etnografa en el fraccionamiento Residencial Pinos del Norte.......97 3.2.2 Perfil de los actores del fraccionamiento Residencial Pinos del Norte ........................................................................................................................100 4. Representaciones e imaginarios de la inseguridad y la violencia en el fraccionamiento.............................................................................................101 (Inconcluso) Bibliografa...................................................................................................... 92

3

INTRODUCCINEl objetivo de la presente investigacin fue indagar en las representaciones e imaginarios sobre la inseguridad y la violencia urbana entre los actores sociales de dos diferentes colectivos pertenecientes a dos zonas espacialmente diferenciadas en la ciudad de Mrida. Las

experiencias reales o imaginarias de los sujetos sociales con la inseguridad, inciden en las formas de relacionarse con espacios y sujetos sociales que se erigen como peligrosos. La inseguridad y violencia urbana se han constituido como una de las preocupaciones principales en la agenda de todos los partidos polticos, de las ciencias sociales y de los ciudadanos comunes (Adorno 1997:1). Estos fenmenos estn asociados con actividades criminales que, entre sus expresiones ms comunes, se encuentran los robos a mano armada, las amenazas, las agresiones, los golpes, los secuestros y el homicidio (Cruz, 1999: 6). La frecuencia e intensidad por las que acontecen los delitos en la ciudad, se reflejan en las formas en que las personas se relacionan con los espacios, sujetos de su entorno cercano y con la ciudad. Estudios como el de Crdia (2000), Svampa (2001) y Gonzles Placencia (2002), han analizado las formas en que las personas perciben y actan ante exposicin a la inseguridad y violencia en la ciudad. En Mxico, los estudios acerca de estos fenmenos, han sido llevados a cabo por el Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la Inseguridad, el cual, mediante un levantamiento con base a encuestas a nivel nacional, sealan los principales delitos, agresores, victimas y entidades federativas con ms altos porcentajes de criminalidad.

4 Las representaciones e imaginarios de la inseguridad y la violencia que inciden en el uso y formas de relacionarse con espacios y sujetos de la ciudad, se construyen a travs de las experiencias concretas con estos sucesos, pero tambin, de aquella experiencias indirectas producto de relatos, vivencias de otras personas y por la informacin vertida por los medios de comunicacin. En este contexto, el presente estudio, se propone el estudio de las representaciones e imaginarios que construyen acerca de la inseguridad y violencia urbana los pobladores de dos zonas de la ciudad de Mrida. Dichos sectores, corresponden a espacios habitacionales socialmente diferenciados. Por un lado, se encuentra la colonia popular San Jos Tecoh ubicada al sur de la ciudad, fundada en los aos 50s del siglo pasado y habitado en mayor proporcin desde la dcada 1970s, por diversas familias provenientes de la zona rural, del interior de la Republica Mexicana y por familias de escasos recursos de esta misma ciudad. La segunda zona, corresponde al fraccionamiento Residencial Pinos del Norte, ubicada al norte de la ciudad, cuya construccin, responde a las exigencias de diversos agentes involucrados en el mercado de la vivienda, y destinado para la habitacin de familias de clase media y alta.

5 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

Desde principios de la dcada de 1970, la ciudad de Mrida, ha presenciado una transformacin socio espacial que ha configurado el paisaje urbano. Antes de esta fecha, el crecimiento y desarrollo de esta ciudad y en general de Yucatn, se consider lento. Su principal fuente econmica giraba en torno a la produccin agrcola, misma que empezaba representar un obstculo para el desarrollo econmico de la regin. Lo anterior, motiv la bsqueda de alternativas y estrategias econmicas ante el fin del agave como recurso aprovechable (Pea Chapa, Castillo y Gonzles 2000). Mediante la inversin por parte del gobierno federal en el Estado como parte del Proyecto Nacional de Desarrollo, esta ciudad, se beneficia con las obras pblicas realizadas y cambia su estatus de ciudad rural por urbana. La inversin pblica canalizada a Yucatn, impuls nuevos espacios para la produccin industrial, comercial y de servicios. Las nuevas

oportunidades de empleo, se tradujeron en un desplazamiento de habitantes de la zona rural a las zonas urbanizadas. Esa movilidad, trajo consigo un aumento en el nmero de habitantes en Mrida, produciendo, un quiebre en la dinmica socio espacial en la ciudad (Garca de Fuentes y Tello Pen 1993). El nmero de habitantes en la ciudad de Mrida, sumaban un total de 241,964 habitantes que representaban el 31.9% del total en la entidad. Tal crecimiento demogrfico, motiv a la consecuente necesidad de apropiarse de mayores espacios para la vivienda generando con ello, la ocupacin de

6 asentamientos en tierras irregulares ejidales hacia el sur de la ciudad, comercializacin de tierras hacia el norte y oriente de Mrida.

Ao

No. total habitantes

Hombres Porcentaje de hombres

Mujeres

Porcentaje de mujeres

1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 1995 2000 .

76,127 97,009 159,410 190,642 241,964 424,529 556,819 649,770 703,324

37,302 47,825 75,651 92,349 117,128 203,638 267,917 314,703 337,338

49.0 49.3 47.5 48.4 48.4 48.0 48.1 48.4 47.9

38,825 49,184 83,759 98,293 124,836 220,891 288,902 335,067 365,986

51.0 50.7 52.5 51.6 51.6 52.0 51.9 51.6 52.1

Tomado de Garca y lvarez (2003). A partir de 1980 y hasta mediados de esta dcada, se haban expropiado 12 polgonos de tierras ejidales, las cuales se incorporaron a la mancha urbana para regularizar el desarrollo urbano. De esta forma, la ciudad crece anrquica y desordenadamente, propiciando una mayor ocupacin de asentamientos irregulares en tierras ejidales y se inicia la edificacin masiva de fraccionamientos para atender a un sector especfico de la poblacin. La invasin de asentamientos irregulares por parte de grupos e individuos en estos terrenos, obligan a su pronta regularizacin de estos mismos por parte de la Cousey y la CORETT, principales

7 instancias reguladores del uso del suelo urbano. La regularizacin de las tierras, favoreci su adquisicin al mercado pblico y privado para implementar a corto, mediano y largo plazo, diversos complejos

inmobiliarios en las reservas territoriales. La mayor parte de las tierras enajenadas por diversos agentes inmobiliarios y particulares, se concentr en la zona norte de la ciudad, misma que, mediante el apoyo de las instancias de Gobierno, recibi mayores recursos e infraestructura respecto a otras zonas de la urbe. En ese marco, las disparidades entre sectores de la ciudad, empiezan a generar una segregacin socio espacial entre las clases sociales con mayores recursos econmicos, que se desplazan en mayor proporcin hacia el norte de la ciudad confiriendo al sur para las clases con menores ingresos y viviendas precarias. A partir de 1993, las autoridades municipales, a travs de la actualizacin al Programa de Desarrollo Urbano, se estructura la ciudad en ocho distritos, los cuales mantienen un ordenamiento segn el nivel social y reas con mayores suministros de infraestructura. Segn estas nuevas jurisdicciones distritales la ciudad qued conformada de la siguiente manera: Distrito 1. El primer distrito es conferido a la zona norte de la ciudad, la cual es aun una de las zonas que albergan a la poblacin con mayores ingresos. Esta zona ha adquirido una mayor plusvala dadas las ofertas comerciales, de servicio, de recreacin, reas verdes y viviendas residenciales. Segn Fuentes Gmez "el primer distrito tiene un total de 71 asentamientos (...) 36 de tipo residencial alto, 4 de tipo residencial medio, 10 de tipo medio, 12 de

8 inters social, 5 de tipo popular y 4 de tipo popular marginado" (2003:97) cuyos lotes poseen grandes extensiones. El segundo distrito se ubica en la zona nororiente de la ciudad y se vincula en gran medida con las caractersticas y soportes que ofrece el distrito. Su infraestructura concentra diversas escuelas pblicas y privadas, as como de hospitales de igual forma; tambin ofrece amplia gama de opciones de diversin dado su alto nmero de centros recreativos como parques, bares y diversos centros de consumo y de ocio. Los distritos 3 y 4 se ubican en la zona oriente de la ciudad y concentra en su mayora diversos asentamientos de carcter popular, marginado y conjuntos habitacionales de inters social con gran oferta en materia de educacin pero con una ausencia de comercios especializados y reas. Su equipamiento abarca centros educativos con escuelas pblicas y privadas, preparatorias y facultades como la de Derecho, de Qumica, Economa, estas ltimas todas ellas de la UADY. En el sector salud, se encuentran diversos centros de atencin Mdica a cargo del IMMS, clnicas privadas. En cuanto a recreacin se encuentra el Parque Recreativo Oriente, la Unidad Deportiva Kukulkn y el Estadio de Ftbol Carlos Iturralde Rivero; entre los ms sobresalientes. El distrito 5 corresponde a la zona sur de la ciudad. Es una de las zonas marginadas y de pobreza en la ciudad de Mrida, sus asentamientos son fraccionamientos de inters social, viviendas populares con materiales precarios; la mayora de la poblacin recibe los ms bajos ingresos. Contiene una alta concentracin demogrfica (aprox. 150, 000 personas) y, a diferencia del resto de los distritos, esta zona carece de una buena oferta en soportes

9 urbanos. Sus habitantes provienen de diferentes colonias de la ciudad, inmigrantes de la zona rural y de otras partes de la Repblica Mexicana, de manera que la densidad poblacin en esta zona sea elevada.1 Esta zona tambin presenta uno de los ndices ms altos de hechos delictivos con respecto al resto de los distritos2. Los distritos 6 y 7 se ubican en la zona sur y poniente de la ciudad. Contienen una de las vialidades ms importantes de la ciudad y se presenta como la parte industrial de la ciudad. Concentran viviendas populares, fraccionamientos y menor medida de viviendas marginadas. En ellos se ubican tres de los cementerios de la ciudad, el aeropuerto internacional, zonas recreativas, central de abastos y la Comisin Federal de Electricidad entre otros importantes. El distrito 8 corresponde al Centro Histrico. Este distrito est constituido por barrios tradicionales como los barrios de Santiago, San Sebastin, San Cristbal,San Juan, La Mejorada y Santa Ana. Esta zona representa el principal centro neurolgico de la ciudad, en l, se concentran la mayor oferta comercial y es el principal punto de interconexin entre las colonias de la ciudad y con poblaciones del interior del Estado. Los edificios Coloniales que sirvieron alguna vez como residencias, funcionan ahora como comercios, almacenes o estn abandonados; esto, ha provocado que la densidad de poblacin que aun reside en esta zona sea baja. Tursticamente hablando, ofrece una oferta cultural, simblica y recreativa que no se halla en ningn otro distrito de la1

Segn el Plan De Desarrollo Urbano de la Ciudad de Mrida (2003) el ndice de densidad poblacin reportada en 1993 alcanzaba un total de 36.8 hab/ha, incrementado inclusive hasta alcanzar los 140 hab/ha.2

Salvo el distrito 8 que concentran el mayor equipamiento comercial y se desarrollan el ms alto nmero de casos delictivos. Para este estudio, esta zona no fue considerada debido a la baja demografa que presenta esta zona.

10 ciudad. No obstante tambin es uno de los puntos con mayor incidencia delictiva debido a los factores comerciales. A mediados de los 80's hasta los 90's, con el gradual crecimiento de la ciudad se presenta un fenmeno de descentralizacin de esta zona. Los nuevos giros comerciales y de esparcimiento se ubican ahora en las zonas del Poniente y Norte de la ciudad, lo cual provoca que actores modifiquen su lgica de desplazamiento y se presenta la tendencia de los actores por usar el espacio urbano en forma regionalizada o por distritos (Cfr. Fuentes Gmez, 2003). (Ver mapa 1)3 El acelerado crecimiento de la ciudad, modific sustancialmente las fronteras del espacio urbano, desdibujndose con ello los antiguos lmites tradicionales monocntricos que definan la cartografa de la ciudad para dar paso a una fase de asentamientos policntricos. En este sentido, Mrida se ha transformado al interior de su propia rea, en diversos espacios especializados estableciendo con ello, zonas con mayor

plusvala, mejor localizacin y equipamiento urbano y por otro, zonas carecientes de estas ofertas y servicios. El proceso actual de urbanizacin difusa y fragmentaria en la ciudad, hace posible a la aparicin de lo que Borja (2004) ha llamado zonas in y zonas out. Estas, componen un tipo de segregacin en trminos socioeconmicos y espaciales (Bolio Oses 2001), que se caracteriza por un mayor distanciamiento entre los grupos de poblacin, los cuales, ante los reacomodos naturales, de la planeacin institucionalizada y de las exigencias del sector privado, han Estas conformado condiciones reas urbanas,

socioeconmicamente3

diferenciadas.

Mapa tomado del Gobierno del Estado, resumen de ante proyecto Metropolisur. Las puertas abiertas al Yucatn del Tercer Milenio. 2005

11 engendran nuevas formas de caracterizan a la ciudad contempornea (Sidorova 2001) que se caracterizan por la fragmentacin del espacio urbano, privatizacin de los espacios destinados para la vivienda, desestructuracin del espacio pblico. Con las marcadas especificidades y diferencias entre los espacios urbanos, cada vez es ms difcil conocer y reconocer los espacios de la ciudad, las dimensiones de la escala urbana imposibilitan tener un conocimiento derivado de la experiencia directa y cotidiana de usar y recorrer las distintas partes del mosaico urbano (Fuentes Gmez, Rosado Lugo y Aguilar Canche, 2005); por lo que la comprensin de la ciudad y sus espacios, es siempre incierta e incompleta, hay espacios y lugares conocidos y otros, por el contrario, suelen ser lejanos, violentos, peligrosos o inseguros. 4 Fenmenos recurrentes como la inseguridad y la violencia, se hallan presente en forma aleatoria en cualquier espacio urbano de la ciudad; sin embargo, hay zonas, colonias o distritos con mayor proporcin de estos sucesos. Las representaciones e imaginarios acerca de estos

acontecimientos, pueden realizarse desde diferentes perspectivas. Cada ciudadano construye representaciones sobre de estos hechos, a partir de la experiencia directa con algn tipo de agravio, de informacin compartida con sus similares, as como por la informacin difundida por los medios de comunicacin.

4

Sin embargo, estoy conciente de que los fenmenos de urbanizacin y cambios en la geografa urbana, no deben de ser responsabilizados de favorecer el aumento de la violencia en las ciudades ya que de lo contrario, se podra pensar que todas las ciudades son violentas, independiente de su tamao y localizacin (Mota de Carvalho, Tavares da Silva y Ferreira Tutti, 2005: 15).

12 Las mltiples imgenes de la inseguridad que las personas

construyen desde su posicionamiento geogrfico, social y cultural, influyen en las representaciones e imaginarios de los espacios y personajes de la ciudad percibidos, valorados e imaginados como peligrosos. A travs de las representaciones, se construyen socialmente la ciudad, asignando valoraciones y atributos, positivos o negativos que contribuyen al conformacin de estereotipos de espacios y personas que habitan en ellos, As, los actores sociales, tienden a relacionarse de forma mediada con los que consideran los otros, incrementando las diferencias sociales y simblicas ya presentes, entre los ciudadanos. Lo anterior, me llev a plantearme las siguientes preguntas Cules son las representaciones e imaginarios sobre la inseguridad y la violencia que construyen los actores de dos distintos grupos sociales social y espacialmente diferenciados acerca de su lugar en el que residen y de la ciudad?, Cules son las prcticas y representaciones ante espacios y figuras (personajes) considerados como potencialmente peligrosos?

Objetivo General:

13 Para encontrar las respuestas anteriores, se platea el siguiente objetivo general:

Indagar en las representaciones e imaginarios sobre la inseguridad y la violencia urbana entre los actores sociales de dos diferentes colectivos.

Y como objetivos especficos: Caracterizar a los residentes de la colonia San Jos Tecoh y los residentes del fraccionamiento Residencial Pinos del Norte. Analizar en cada caso, las representaciones acerca de la

inseguridad y la violencia urbana en su zona habitacional y los espacios que consideran como las principales fuentes de

inseguridad y violencia urbana. Analizar, en ambos colectivos, las representaciones acerca de la inseguridad en la ciudad y cuales son los espacios considerados como peligrosos. Conocer cuales son las figuras (personajes) que se proyectan como los principales amenazas en su zona habitacional y en la ciudad. Conocer cuales son las prcticas emprendidas para evitar algn encuentro con la inseguridad y la violencia urbana.

Hiptesis A modo de hiptesis planteo que el posicionamiento geogrfico, social y cultural de los actores, inciden de manera diferenciada en las prcticas y representaciones acerca de la inseguridad y la violencia urbana de los

14 habitantes de la colonia San Jos Tecoh y el fraccionamiento Residencial Pinos del Norte. Esto, permite la apropiacin y representacin de la ciudad, de manera diferenciada expresando con ello, las formas de relacin con espacios y personajes que se erigen como peligrosos. A pesar de no frecuentar todos los espacios de la ciudad, los actores de ambas zonas habitacionales, conforman representaciones e imaginarios de otras zonas de la ciudad; Como resultado de las representaciones e imaginarios acerca de la inseguridad y la violencia urbana, se presentan transformaciones en el espacio urbano, Los parques, las calles y prcticas de los habitantes de ambas zonas estudiadas, presentan una transformacin en cuanto a su uso de estos espacios pblicos y la modificacin de ciertas prcticas.

Metodologa

La estrategia metodolgica seleccionada, parte de una postura que considera que para comprender como los sujetos piensan, se representan e imaginan la inseguridad y la violencia en la ciudad, se debe tener presente que estos fenmenos estn cargados de subjetividad, emotividad y de abstraccin; por lo que su estudio mantiene una naturaleza cualitativa. Ante ello, Armando Silva (1992) ha propuesto una herramienta operativa para la recoleccin de este tipo de informacin que conduce al registro de los discursos de los actores, para encontrar en ellos, prcticas e imaginarios de las personas. A travs de la propuesta de un formularioencuesta en el que se combina un tipo de cuestionario y una entrevista, la

15 preguntas no se limitan a respuestas cerradas, sino que por el contrario, permite un flujo de informacin tal como una entrevista abierta. 5 El formulario- encuesta, puede encontrar similitudes con algunas estrategias empleadas por historiadores sociales y socilogos. Crdia (2000), en su estudio acerca de la violencia y de su impacto en la sociedad de Sao Paulo, Brasil, desarrolla una investigacin mediante la aplicacin de encuesta que incluyen, las actitudes, los valores, las normas culturales y los comportamientos relacionados con la violencia (Crdia 2000:141). En este mismo sentido, De Garay (1999), ha propuesto la utilizacin de lo que ha llamado "reportaje testimonial" un tipo de entrevista, donde "las personas, estimuladas por preguntas abiertas y atmsferas

conversacionales, relataban sus vidas o fragmentos de experiencias. Los entrevistados, adems de ofrecer informacin, manifestaban sus vivencias, juicios de valor, puntos de vista, mitos, ideologas"(De Garay, 1999). Considero que la utilizacin de este tipo de encuestas- entrevistas, resulta til para encontrar como las personas crean sus imgenes, experiencias y referencias acerca de la inseguridad y la violencia, en que forma usan, imaginan y viven la ciudad, sus espacios y sus habitantes. Estas miradas, tambin dependen del posicionamiento de los actores en la estructura social; el cual, mediante su exposicin a mltiples y diferentes discursos sobre la realidad, crea representaciones e imaginarios con significados diferentes que al reiterarse, se incorporan a la cotidianidad y se revierte en la forma en que los actores se relacionan con la ciudad.5

Cabe mencionar, que este tipo de herramienta metodolgica, ha sido utilizada en los estudios sobre imaginarios en la ciudad de Mrida, por ejemplo, Fuentes Gmez (2000) y Sidorova (2002) la han empleado para obtener informacin valiosa y han sugerido interesantes aportaciones al estudio de los imaginarios.

16 El posicionamiento de cada actor, se refiere no slo a su ubicacin espacial, sino que tambin incluye su pertenencia a una clase, su estrato socioeconmico o un grupo etreo, lugar de residencia, a que lugar acude, como utiliza los espacios y cuales son sus medidas de proteccin. Los recuerdos, la informacin vertida por los medios de comunicacin, la experiencia directa o indirecta con eventos sobresalientes, son parte de este posicionamiento que al estar vinculadas a fenmenos como la inseguridad y la violencia, crea valoraciones, imgenes y representaciones de la ciudad, sus espacios y de personajes. Las entrevistas en forma de reportaje testimonial aplicado en la colonia San Jos Tecoh y el fraccionamiento Residencial Pinos del Norte, contenan un conjunto de preguntas en las que se solicitaba informacin acerca de su lugar de origen, aos de residencia en la ciudad, ocupacin, sexo, edad, tipo de trabajo y escolaridad. Una seccin, incluy preguntas acerca de las experiencias con algn hecho de violencia, sus prcticas y formas de proteccin. As mismo, se solicit informacin acerca de las representaciones de la inseguridad y la violencia en cada zona

habitacional, de los lugares colindantes, de la ciudad y de personajes considerados peligrosos. El nmero de entrevistas aplicadas vari en cuanto a nmero en cada una de las zonas de estudio. Para el caso de la colonia San Jos Tecoh, el nmero fue un total de 90. Para el fraccionamiento Residencial Pinos del Norte el nmero de entrevistados fue un total de 60 personas. Para obtener mltiples representaciones e imaginarios sobre la inseguridad y la violencia se dividi en tres variables etreas del nmero total de las

17 entrevistas, esto, con el fin de abarcar al mayor nmero de individuos con diferentes edades. Para el caso de la colonia San Jos Tecoh, se estableci un total de 30 entrevistas con personas con un rango de edad que comprenda de los 18 aos a los 30 aos, la segunda variable, con el mismo nmero de entrevistas, la edad entre los entrevistados deba de fluctuar entre los 31 aos a los 60 aos y la ltima variable abarca de los 61aos en adelante. Las entrevistas de aproximadamente 40 preguntas procuraron abarcar en ellos la mayor informacin posible segn lo establecido en los parmetros del posicionamiento. Las entrevistas, se aplicaron en los espacios pblicos y en los hogares de las personas en tres diferentes horarios. Para ello, se dividi la jornada en periodos de relativa similitud cronolgica, cubriendo el horario de 8 a 22 horas; sin embargo, para los recorridos en los lugares estudiados, la jornada comenzaba desde las 5 AM o se realizaban recorridos hasta pasada la medianoche 6. Par el caso del fraccionamiento Residencial Pinos del Norte, se mantuvo el mismo rango de edad, con la diferencia en el nmero de entrevistas aplicadas que resultaron en cada rango con un total de 20 entrevistas. Debo reconocer las dificultades para llevar a cabo las entrevistas en este ltimo lugar, entre los contratiempos ms recurrentes era la disposicin de las personas para aplicar las entrevistas por las maanas; esto, se debi, a que la mayora de las personas trabaja o estn escuela o bien estaban en labores del hogar. Sin embargo, se aprovech la

6

Cabe mencionar que los recorridos en las noches, se desarrollaban en auto y por las maanas en aquellas avenidas con mayor fluidez de personas.

18 jornada matutina para aplicar las preguntas a las amas de casa, destinando la tarde y noche a los jefes de familia y jvenes. Por ltimo la observacin, se utiliz para realizar las descripciones en ambas zonas de la ciudad, de su infraestructura, de sus viviendas, de sus espacios, de las interacciones en ellos. Se realizaron observaciones en diferentes periodos, maana, tarde y noche durante el mayor nmero de das de la semana en un periodo que abarca de septiembre de 2005 a enero de 2006. El inters que generaba el tema de la inseguridad y la violencia, fue una puerta que sirvi para establecer contactos con conocidos de los entrevistados que estaban por dems, dispuestos a proporcionar la informacin requerida. Las plticas informales fueron por dems valiosas y aunque no se ajustaban al esquema y estructuracin de las entrevistas, proporcionaban informacin acerca de personas o incluso de ellas mismas, con experiencias por dems dolorosas relacionadas con la inseguridad y la violencia urbana.

Plan de exposicin de la tesis. Adems de la seccin introductoria hasta aqu expuesta, la presente tesis, se integra por cuatro captulos y seccin destinada a las conclusiones generales. El primer captulo desarrolla una discusin referencial en torno al concepto de las representaciones sociales, las imgenes e imaginarios. Se presenta que entiendo por inseguridad y violencia urbana, su relacin con las representaciones e imaginarios. El segundo capitulo aborda el tema de las representaciones e imaginarios en torno a la inseguridad y la violencia en la colonia San Jos

19 Tecoh. En esta seccin se analiza las implicancias que tienen estos fenmenos en las prcticas de los actores, poniendo especial nfasis en analizar cuales son las principales zonas y sujetos que generan mayor inseguridad en la colonia y en la ciudad. En el tercer captulo se presenta, presenta un breve recorrido por las principales formas que dieron origen a las urbanizaciones cerradas en Latinoamrica, en Mxico y los acercamientos elaborados en Yucatn sobre estos espacios. Este capitulo muestra las formas en que los residentes de la zona habitacional del fraccionamiento Residencial Pinos del Norte, ofrecen diversas representaciones, imgenes e imaginarios de la inseguridad y la violencia urbana en su colonia, las zonas cercanas a ella y de la ciudad. Posteriormente en el cuarto capitulo, expone una comparacin de representaciones e imaginarios de las personas de San Jos Tecoh y del fraccionamiento Residencial Pinos del Norte. Entre estas comparaciones se presenta la informacin acerca de las zonas de la ciudad que se consideran como seguras. Considero pertinente indagar acerca de estas reflexiones ya que en ellas, tambin existen valoraciones, sentidos y elementos simblicos con las que se amplia las percepciones y representaciones del espacio urbano. As mismo, se analiza las

representaciones en torno a las personas que son consideradas como ms propensas o estn ms expuestas a algn evento relacionado con la violencia urbana. En este sentido, se identifican las diferencias, si las hay, respecto a la mayor probabilidad de inseguridad segn la condicin de ser hombre o mujer y por ltimo, se propone analizar como la informacin

20 meditica influye en las representaciones sobre las zonas y sujetos que representan mayor inseguridad. Por ltimo, el quinto captulo expone las conclusiones de la investigacin, en la cual, se exponen las contribuciones de esta investigacin y de la importancia de continuar con este tipo de estudios relacionados con la inseguridad urbana.

21

Capitulo 1 Imgenes, imaginarios: su relacin y utilizacin en los estudios sobre la inseguridad y la violencia.

Abordar el fenmeno de la inseguridad y la violencia en la ciudad, resulta novedoso y actual tanto por sus magnitudes y singularidades que este concepto conlleva. Conocer como estas nociones influyen en las representaciones de las personas, es por hoy un tema relevante para ampliar las magnitudes que adquiere estos fenmenos sociales.

La imagen. Dentro de la discusin acerca de los imaginarios, la polmica por definir entre imagen e imaginario es cada vez ms notoria. Algunos autores califican la imagen como un vector de contemplacin que no tiene una finalidad expresa y es ms bien una evocacin (Maffesoli, 2001), otros la sitan como una representacin de un referente material, grafica, plstica o arquitectnica (Aug, 2001) o como arquetipos para crear una realidad (Perceval, 1995). Monnet relaciona la imagen con conceptos como percepcin y representacin. Estos tres conceptos, imagen, percepcin y representacin estn vinculados a un actor con un entorno, en este caso un entorno urbano (Cfr. Monnet, 1995 citado por Fuentes Gmez, 2000a). Es debido a la percepcin de la informacin recibida dentro del entorno por la que nuestros sentidos construyen las imgenes.

22 Si bien la imagen es una representacin de un objeto, el trmino imagen urbana denota concepciones y conocimientos del medio urbano por parte de los sujetos que la habitan. La imagen urbana es una representacin mental sobre el entorno de forma incompleta ya que esta suele ser parcial por no concebir toda la ciudad, simplificada por omitir informacin, idiosincrsica por ser de carcter individual en cada sujeto y distorsionada por basar nociones subjetivas (Cfr. Fuentes Gmez, 2000b:3). Coincido con Fuentes Gmez (2005) que la imagen es concibe como un elemento subjetivo, sin embargo, los individuos estn en constante interaccin con otros sujetos y por lo tanto comparten imgenes sobre algn contexto o fenmeno en particular. La imagen es pensada como un fenmeno individual y como un fenmeno cultural debido a que en situaciones generales se desarrollan imgenes similares. Al integrar la imagen como una construccin cultural, se pueden encontrar imgenes similares como resultado de experiencias o de informaciones semejantes. Las imgenes de un espacio o de una figura (personaje) se puede considerar como una construccin cultural, ya que estos forman parte de un vasto sistema de referencias y valores a un grupo (Fuentes Gmez 2005). Las experiencias vividas directa o indirectamente en el espacio urbano que ocupa cada actor, da como resultado la construccin de diversas imgenes que conforman un referente cultural compartido. Dentro de este ultimo, se encuentran las diversas formas de representacin que tiene cada grupo social sobre las formas deseables que deben constituir

23 los espacios urbanos y los sujetos que los ocupan. Las experiencias, las vivencias y las prcticas, dan lugar a la formacin de representaciones e imaginarios acerca de la ciudad. Dichos imaginarios se contextualizan a nivel de escalas, es decir, las primeras representaciones de los actores proviene acerca de los lugares donde se ha desarrollado la mayor parte de su vida, en este sentido, el barrio o la colonia se alza como el primer espacios urbano que es directamente representado por los actores. Una vez, elaborado lo anterior, las proyecciones se extienden a las zonas ms cercanas al lugar habitado y sucesivamente se expandirn hasta conformar una representacin parcial de la ciudad. A partir de las imgenes, experiencias y representaciones de la urbe, actan en la forma en que nos relacionamos con la ciudad. El posicionamiento de los actores explica de igual forma, las formas y atributos que asignamos al espacio urbano y a los fenmenos que en l acontecen; como seala Fuentes Gmez (2005) la imagen de la ciudad se carga de contenidos subjetivos desprendidos de las experiencias particulares y grupales, los cuales otorgan a las imgenes diversas interpretaciones particulares.

Los imaginarios. Hasta hace poco ms de una dcada, el modo de cmo los sujetos piensan, representan e imaginan sus ciudades as como de las prcticas que estos desarrollan, era un campo an no explorado por las ciencias sociales. El concepto del imaginario, ha sido utilizado por socilogos, psiclogos y antroplogos respondiendo a la necesidad de estudiar aquellos actos, pensamientos, comportamientos individuales y colectivos

24 Segn Castoriadis (2000 citado en Hurtado 2004) los imaginarios son productos de las relaciones sociales, as como de las condiciones histricas y sociales que favorecen su aparicin. En el mismo sentido, Baeza (2000, citado y por Hurtado del 2004) los imaginarios colectivo estn su

contextualizados constitucin.

requiere

reconocimiento

para

Por su parte, Shotter (2000 citado por Hurtado Op Cit) agrega algunos elementos al concepto de imaginarios. Para esta autor, los imaginarios caractersticas dinmicas y con la capacidad de operar en las acciones, por lo que propone indagar en las prcticas y los discursos de las personas y encontrar en ellos, los elementos que hacen posible una mejor

interpretacin de la realidad social. Para Vergara Figueroa (2001), el imaginario va mas all de solo ser una construccin mental producto de imgenes mltiples, es un

estructrante de lo real y de las prcticas sociales. Este concepto alude a un espacio productor de sentidos, conflictos sociales, ejercicio del poder y es til, como seala "para elaborar dimensiones de la cultura urbana" (Aguilar, Nieto y Cinco 2001:165). Como construccin mental, el imaginario puede ser entendido como "construcciones sociales e histricas, que llevan a la creencia continua e indeterminada de figuras, formas e imgenes de la ciudad. A travs de ellos se busca aprender y comprender las caractersticas y atributos reales o irreales de la ciudad y la vida urbana" (Nieto Calleja, 1992 citado por Fuentes Gmez, 2000a:66). Por lo tanto, se puede plantear que el imaginario aparece como "una dimensin por medio de la cual, los distintos

25 habitantes de una ciudad representan, significan y dan sentido a sus distintas prcticas cotidianas en el acto de habitar [...] una dimensin en la que se establecen distintas identidades y [...] se reconocen diferencias" (Nieto Calleja, 1998: 125). Definidos de esta forma este concepto y teniendo en cuenta los sentidos diversos otorgados en el acto de habitar la ciudad, las experiencias que se tienen del entorno puede construir imaginarios relacionados con experiencias placenteras o de goce; este tipo de representaciones de imgenes positivas nos llevan a la utopa, los ideales y las aoranzas (Perceval, Op Cit). No obstante la contraparte de lo placentero y el disfrute, se encuentran aquellos imaginarios que se aluden a conflictos, distopas, pesadillas que afectan de algn modo a los sujetos. Tal es el caso de los imaginarios relacionados al miedo vinculado en gran medida por la presencia de la inseguridad y violencia que existen en las ciudades. Este tipo de representaciones se les ha denominado "imaginarios malficos." Este tipo de imaginarios provoca diversas representaciones debido en parte a las imgenes de espacios y sujetos que representan riesgo o peligro a la sociedad. Estos imaginarios "lejos de ser ficticios, encarnan la tensin social y el antagonismo de clase" (Mandoky, 1998:210-211). Como se aprecia en la cita anterior, esta clase de proyecciones son diversos de acuerdo al estrato social a la cual se pertenece por lo que los imaginarios del miedo pueden ser diversos.

26

Los imaginarios de la inseguridad. La inseguridad se ha convertido en uno de los problemas que ataen a diversos sectores de la sociedad. Sus causas y caractersticas estn an en discusin, aunque una de sus principales manifestaciones en la poblacin se evidencia con el temor hacia la delincuencia. La importancia de estudiar esta clase de representaciones est anclado en gran mediada por el incremento de la inseguridad y la violencia urbana. La inseguridad se percibe como una amenaza real o imaginaria a la integridad fsica y a las condiciones materiales de vida producto de las expresiones de la criminalidad. Inseguridad y violencia enuncian conflictos sociales por lo que su estudio se convierten as en un fenmeno social, cuyas causas son multifacticas y multidimensionales por lo que no pueden ser agenciadas a un solo origen. La violencia y la inseguridad, surgen como producto de diversos factores sociales y culturales, de tal forma que el estudio de estos temas sociales se encuentra inmerso en conjuntos de elementos objetivos y subjetivos. Por su capacidad de estigmatizar espacios e individuos as como de generar diversas prcticas y estrategias de proteccin personal, ambas dimensiones juegan un papel importante en la construccin de sentidos acerca de la ciudad, sus espacios y los actores gracias a las representaciones que le atribuyen estos a los sitios, lugares y personas. Como seala Concha Eastman (2000) La inseguridad puede ser percibida, subjetiva (percepcin muchas veces basada en la realidad) o, peor an, objetiva y derivada de haber

27 sufrido un hecho violento contra la persona misma, contra sus bienes o contra ambos. (Concha Eastman 2000). En este sentido, la inseguridad debe abordarse desde una visin integral, en el que tenga en cuenta tanto los factores objetivos que en ella intervienen as como los aspectos subjetivos. Ambas nociones basadas en hechos concretos por un lado, y por el otro como producto de las representaciones de las personas, inciden en las formas de valorar, usar y representar la ciudad y los actores que la ocupan.

Las dimensiones objetivas y subjetivas de la inseguridad.

Berger y Luckmann (1979: 169) apuntaban que la sociedad existe como una realidad objetiva y subjetiva en el que ambos aspectos deben ser analizados para una comprensin adecuada de la sociedad. La inseguridad y la violencia como producto de la sociedad, poseen estas dos dimensiones, las cuales, se encuentran recprocamente vinculadas y su estudio debe abordarse desde una visin que atienda estos dos factores (Burgos y Tudela, 2002). Las formas subjetivas y subjetivas moldean nuestros conocimientos acerca de los acontecimientos delictivos y se retroalimentan

recprocamente como resultado de los distintos tipos de informacin tal como lo presentan las cifras estadsticas sobre los ndices de criminalidad, los relatos generados por los sujetos de sus experiencias directas o indirectas con estos hechos, la informacin vertida por los medios de comunicacin etc.

28 Inseguridad objetiva. En este punto se analiza la dimensin objetiva de la inseguridad. Dicha forma de inseguridad, hace referencia a una cuestin estadstica (Noceti, 2005:) por registrar el nmero de incidentes acontecidos en la ciudad. Como una primera forma de de acercarse al estudio de la inseguridad y la violencia en la ciudad, la utilizacin de cifras numricas para cuantificar los hechos criminales, se puede cuantificar los tipos de delitos, su frecuencia de acontecimiento, tipos de victimas y victimarios, lugares de incidencia, temporalidad. Gonzles Placencia (2002) en su libro La percepcin ciudadana de la inseguridad llama seguridad objetiva a la situacin de probabilidad de en la que las personas pueden resultar ser victimas de algn acto delictivo. Las aproximaciones a la inseguridad objetiva, es posible a travs de los datos cuantitativos de los registros de los actos criminales. Al igual que lo expresado, ms arriba, este tipo de estudio puede determinar las frecuencias en que puede efectuarse algn hecho criminal, la hora, las circunstancias del lugar y de la vctima entre otras variables. Otros autores como Perogaro (2000), Burgos y Tudela (2002), y Concha Estman (2000) sealan que las condiciones y situaciones generadas por las propias vctimas, pueden acrecentar las probabilidades ser parte de sufrir algn atraco. Los autores coinciden en sealar que entre estos factores que complementan las situaciones objetivas de la

inseguridad (frecuencias de actividad delictiva), se encuentran las variables como la edad, el sexo, las rutinas personales, la clase o estar ubicados en

29 cierto lugar con incidencia delictiva, las cuales inciden en acrecentar las probabilidades delictivas. Entre otros factores de las causas objetivas de la violencia que inciden en las representaciones e imaginarios de las personas se hallan aquellas donde la violencia tiene un origen estructural, poltico y social: en la pobreza, en las desigualdades econmicas, la represin poltica, en la falta de oportunidades y las desigualdades de gnero.

La violencia poltica La violencia poltica se presenta como una amenaza por restringir la participacin de la poblacin en el ejercicio de la democracia o bien cuando se presenta algn dao al momento que ciertos grupos intentan cambiar o modificar el rgimen vigente al que estn inmersos (Carrin 2002). Entre estos grupos humano que quieren legitimar sus aspiraciones recurren para lograr sus fines a las armas; entre estos se pueden citar los grupos que conforman las guerrillas (vase los casos de Colombia, Guatemala, Mxico por citar algunos. La violencia institucional Otra forma de violencia es la institucionalizada. sta, proviene de aquellos Estados (autoritarios o militares) ante la necesidad por resolver la inconciabilidad de las contradicciones de las contradicciones que no permitan el desenvolvimiento de la sociedad (Tecla Jimnez, 1998: 42). El Estado, surge como el catalizador entre las disputas al interior del cuerpo social que lo compone, al mismo tiempo que garantiza la proteccin y seguridad para los suyos. Entre estas garantas, se encuentra el buen

30 funcionamiento de las instituciones democrticas, defensa contra la criminalidad y de toda aquella forma que imposibilite e transgreda los derechos de las personas. El debilitamiento o la ausencia de las funciones bsicas, supone el cuestionamiento de esta institucin en el cumplimiento de sus premisas fundamentales. Para mantener dichas premisas, El Estado se presenta como el nico organismo que reclama el monopolio de la coaccin fsica legitimada quedando habilitado para el uso de la violencia. Weber (1987) sealaba que el Estado se basa en la fuerza siendo la coaccin su medio ms eficaz para imponer el orden. Los aparatos represivos del Estado, conducen a una violencia socio poltica que, ante la justificacin de mantener la vida poltica en paz, se justifican las acciones como etnocidios, asesinatos, ejecuciones y otras amenazas a la vida, todo ello, en nombre del orden social. (Sodr, 2000). El Estado, al extender ms all de sus fronteras el control sobre otros que no pertenecen a su cuerpo social, ha sistematizado la guerra y mantiene mecanismos especializados para ejercerla (Tecla Jimnez 1998). Los conflictos blicos, se constituyen de esta forma, como otra de las formas de la violencia. No es el espacio aqu para citar los innumerables enfrentamientos entre naciones que ha presenciado la historia humana. Lo que aqu se ha intentado es resaltar como el Estado, posee la nica forma legitimada de ejercicio de la violencia para con los suyos o los no pertenecientes a l. La violencia econmica

31 La violencia econmica, se puede enmarcar en los procesos de mundializacin de la violencia. Entre las caractersticas de este fenmeno est su desterriolizacin y las redes por las cuales se propaga (Riella, 2001). En este tipo de violencia se incluyen las economas y mercados ilegales, la distribucin de la droga, los secuestros y el narcotrfico. Aunque no existe un consenso sobre los orgenes de esta tipo de violencia, Odiwissy y Bewley- Tylor (2005) rastrean la historia del concepto de crimen organizado y como esta se convierte en un fenmeno transnacional gracias a los procesos acontecidos por la globalizacin desde los setenta. Cabe mencionar que este tipo de violencia global depende de las significaciones y conflictos de cada contexto local o regional para su reproduccin y su mantenimiento.7 La violencia domstica o intrafamiliar Segn Larrain (2002), el entorno familiar, resulta un espacio donde se manifiestan las primeras experiencias con la violencia. Por violencia intrafamiliar se entiende el maltrato fsico o psquico hacia la mujer o a cualquier otro miembro de la familia. Entre sus acciones concretas se encuentran la violacin, el dao corporal, psicolgico y abuso sexual. Los motivos para que esta se genere son diversos: el incumplimiento de las tareas domsticas, la infidelidad, los celos, falta de dinero, el desempleo, ebriedad entre otros. En este sentido en la violencia intrafamiliar interactan variables culturales, sociales, demogrficas, familiares y personales.

7

Un estudio acerca de la economa informal y de la droga la ofrecen Schneider y Schenider (2002) sobre la mafia de Al Qaeda y para el caso de Mxico el trabajo de Ovalle Marroquin (2005) quien da cuenta del narcotrfico en Tijuana.

32 La violencia domstica no es privativa de la gente de bajos recursos o disfuncionales sino que se ha convertido en un problema que ocurre en todos los niveles de la sociedad y en todas las clases sociales, sin distincin de factores sociales, raciales, econmicos, educativos o religiosos. Actualmente, la violencia intrafamiliar o domstica se ha integrado a los estudios de gnero, en la cual, se presta atencin a la violencia hacia mujeres, nios y nias perpetradas en la mayora de las veces por el hombre. Estos estudios, han traspasado el mbito familiar y sus anlisis se extienden a todas aquellas esferas donde el poder y control masculino refuerza la subordinacin de la mujer. De tal forma el concepto de violencia de gnero, hace referencia a la violencia que sufre la mujer en diferentes mbitos de la sociedad por su condicin de gnero. La violencia es un fenmeno que encuentra relacin con las condiciones y procesos econmicos, sociales, jurdicos, polticos, culturales y psicolgicos. Ante las distintas acepciones que tiene este fenmeno aqu la entendemos como el uso de la fuerza fsica con la intencin de atentar contra la integridad fsica, material o simblica de otro individuo o grupos de individuos o contra s mismo. El individuo o un grupo de individuos, pueden efectuar estas transgresiones. Sin embargo encasillar este fenmeno a esta definicin, es resaltar lo evidente, lo cuantificable, la magnitud y los sujetos involucrados, es decir, esto sera objetivar los hechos (Hernndez, 2002). Lo cierto, es que resulta necesario este tipo de definiciones para un primer acercamiento al tema de la violencia. Debemos complementar dicho estudio mediante el conocimiento e interpretaciones

33 que dan los sujetos sobre ella, los contextos sociales y culturales donde se originan las acciones y, desde los cuales, se generan los discursos, prcticas y representaciones de la violencia. De este modo, a los hechos objetivos por los cuales se reconoce como inseguro o violento a ciertas situaciones, espacios o sujetos, se envuelven al mismo tiempo, en un contexto construido socialmente y toman parte importante en la edificacin de las valoraciones y representaciones a priori acerca de la inseguridad.

La inseguridad subjetiva Tal como seala Romero Vzquez, el campo de la inseguridad subjetiva, est compuesto por el conjunto de representaciones que los individuos y los grupos sociales han hecho respecto de lo que representan como criminal, de sus caractersticas y alcances [] esas representaciones sociales sobre lo criminal, incluyen mitos y creencias, informaciones estereotipadas, temores infundados (2005: 148). El carcter subjetivo, puede manifestarse objetivamente mediante formas expresivas que adoptan los sujetos para comunicar sus opiniones, valoraciones y actitudes personales. En estas expresiones, se encuentran los cmulos de conocimiento producto de nuestras experiencias, al igual que es capaz de recuperar y transmitir nuestros depsitos subjetivos y objetivos de un fenmeno en particular. De manera general, se puede decir que las formas expresivas tienen como principal manifestacin al momento de emitir juicios, comentarios o discurso que los actores articulan con bases a sus experiencias directas o indirectas, reales o imaginarias de la

34 inseguridad y la violencia. Cada relato, hace referencia a una

representacin social o espacial a partir de la valoracin de cada individuo y de su posicionamiento particular. En este sentido, las representaciones no estn restringidas exclusivamente a los espacios urbanos, sino tambin hacen mencin de las dimensiones sociales y temporales cuya apariencia, actividad o estado puede ser objeto de consideracin una situacin que constituya inseguridad o peligro. Concuerdo con Noceti (2005) que la inseguridad subjetiva tienen menos atencin que la recibida por la inseguridad objetiva. Sin embargo, es una dimensin fundamental para analizar las formas en que la poblacin pone en marcha diversas prcticas y representaciones ante le riesgo de presenciar algn hecho delictivo a su persona o sus bienes. La dimensin subjetiva est relacionada con la percepcin del riesgo de sufrir un delito y con el miedo. La inseguridad subjetiva y el miedo, se correlacionan de manera tal que el entorno fsico (la ciudad, el barrio, calle, plazas y sujetos), adquiere distintas representaciones acerca del riesgo de sufrir una trasgresin. El miedo, funciona como un estado de alerta y como un mecanismo de percepcin selectiva de la realidad cotidiana. (Thome 2005). Las representaciones acerca de la inseguridad, dan lugar a la formacin a lo que Nio Murcia (1998) ha llamado miedo imaginario. Dicho imaginario est relacionado con aquellas situaciones, espacios y sujetos que son asociados con situaciones generadoras de inseguridad y miedo. El componente que hace detonante la aparicin de esta tipo de imaginarios es el miedo. Silva (1992) menciona que el miedo a situaciones

35 de inseguridad en la ciudad "origina una seleccin y nuevos caminos para quienes la moran (...) el miedo es un elemento cada vez ms estructurante en el comportamiento de la ciudad."(1992:194). En el mismo sentido Reguillo (1998), menciona que el miedo de ser victima de un asalto o de robo a la propiedad, se ha convertido en un operador simblico que modifica el uso de la ciudad, de esta forma, la sensacin de miedo e inseguridad se generaliza y amplia al extremo que se convierte en una "expectativa cada vez ms comprobable para cualquier ciudadano que de hecho ya es potencialmente una victima de la agresin criminal. (Adorno, 1997: Internet). Concuerdo con Borja (200?) que el miedo en la ciudad no es un fenmeno exclusivo de nuestra poca, el socilogo Jean Delumeau (2002) ha elaborado un estudio acerca de las diversas manifestaciones reales o imaginarias acerca de los temores y miedo ms importantes en los siglos XIV al XVIII. Cada situacin y contexto social en que se halla presente el miedo an en la actualidad, este refleja un tipo de situacin o fenmeno social. El miedo imaginario, puede tener diversas caras e intensidades. A partir del modelamiento de las imgenes sobre los espacios, sujetos y situaciones relacionados con la inseguridad, se pueden experimentar prcticas y representaciones que inciden en las formas en que los individuos se relacionan en su entorno. En la ciudad, el miedo imaginario se deposita en lo que se ha denominado como miedo al crimen producto de la violencia urbana.

36 La violencia urbana es un fenmeno que se constituye como una de las preocupaciones principales en la agenda de todos los partidos polticos, de las ciencias sociales y de los ciudadanos comunes (Adorno 1997:1). La violencia urbana est asociada a los fenmenos de criminalidad, cuyas expresiones ms comunes se encuentran los robos a mano armada, las amenazas, las agresiones, los golpes, los secuestros y el homicidio (Cruz, 1999: 6). Las causas por las que esta puede generarse es por dems multifactico y su anlisis puede derivar en diversas aristas, sin embargo, el crecimiento y la intensidad por las que acontecen los delitos, se proyectan en las formas en que las personas se relacionan con los espacios, sujetos y con la ciudad. A pesar de ser entendido como un problema multidimensional y multifactico, la violencia se le ha intentado definir como aquel uso de la fuerza fsica con la intencin de ejercer un dao al patrimonio, los bienes, lesionar o matar a otro o bien atentar contra la propia integridad (Cruz, 1999, Del Olmo, 2000, Arriagada, 2002). De la misma forma, se han estudiado a los principales actores involucrados en el ejerci de la violencia, las principales victimas as como de los espacios en el que se hace presente (la calle, el barrio, el hogar, los lugares pblicos entre otros). Es en este sentido, que algunas de las manifestaciones de la violencia que preocupan a la ciudadana en general se erijan como una las mayores amenazas a la integridad de los sujetos. Sin embargo, la produccin de imgenes e imaginarios sobre la inseguridad es solamente de los individuos. El papel de los medios de

37 comunicacin, juegan un papel fundamental en la transmisin de imagen e imaginarios.

Inseguridad, medios de comunicacin e imaginarios

La prensa, es el mbito donde se aprecia las mediaciones que han hecho de los sujetos, de sus experiencias y representaciones de la ciudad; este medio de comunicacin contribuye a la formacin de variados tipos de imaginarios urbanos. La prensa ubica los lugares donde ocurren las noticias ms sobresalientes sobre la inseguridad y la violencia, al hacerlo en forma reiterada, contribuye a conformar imgenes de la ciudad, estigmatizando a espacios y personas que habitan en ellos. Esto, convoca al lector a relacionarse de forma mediada con los otros e incrementa las diferencias sociales y simblicas ya presentes, entre los ciudadanos. Los peridicos recuerdan a quienes transitan por un conjunto reducido de espacios, que entre stos y los no visitados, hay una ciudad y (les) proporciona el material para imaginarla y valorarla" (Aguilar Daz 1998:86). Las mltiples imgenes que proyectan los medios de comunicacin sobre los espacios urbanos, influyen en las representaciones e imaginarios que el pblico se forma de una ciudad, "La manera de percibir y reconstruir informativamente la ciudad y las acciones de quienes la habitan, deja su huella entre los meridanos que consumen informacin meditica" (Quiroz Carranza 2004, s/ p).

38 La percepcin y representacin acerca del crimen e inseguridad se relacionan con las formas como los medios abordan este tipo de noticias que ocurren en determinados lugares. Los medios locales presentan diariamente elementos objetivos de la inseguridad en la ciudad (aumento de robos, asesinatos, asalto en la va pblica entre otros), pero al mismo tiempo proyectan imgenes negativas de zonas con mayor ndice delictivo, determinando con ello las formas de relacionarse con la ciudad (Martn Barbero 2001). Los medios de comunicacin, influyen en las

representaciones sobre la inseguridad y la violencia en la ciudad por su capacidad de transmitir imgenes de espacios, sujetos y situaciones estereotipadas como peligrosas. Como seala Jimnez rnelas (2005), las noticias desprendidas de los medios de comunicacin, generan en los diversos receptores, diversas representaciones acerca de la vulnerabilidad, el miedo y la posibilidad de ser vctimas del crimen. Violencia, crimen, inseguridad forman parte de la agenda de los medios de comunicacin, en especial la prensa, y es detonante para la configuracin de representaciones en torno a los fenmenos que acontecen en la sociedad. Las investigaciones tienden a demostrar como las adaptan sus puntos de vista sobre la criminalidad a los estereotipos que facilitan los medios de comunicacin diversos autores han discutido esta situacin y el caso de la violencia no es la excepcin (Reguillo, 1996; Peralta, 1997). En los siguientes captulos, se trataran de abordar con mayor nfasis, las imgenes, los imaginarios de la ciudad, sus espacios y actores considerados como inseguros y violentos elaborados por los habitantes de

39 dos zonas diferenciadas de la ciudad. Se trata de los referentes socios espaciales que son pensados por los actores de dichas zonas y bajo los cuales se relacionan con su contexto particular.

Nota aclaratoria para este borrador: este capitulo an est en proceso de consolidacin mediante el anlisis de conceptos relacionados con los imaginarios, sin embargo, se pretende que este escrito sea parte del cuerpo final.

40

Capitulo 2

Representaciones de la inseguridad y la violencia: Espacios, actores y prcticas de los habitantes de la colonia San Jos Tecoh.2.1 Antecedentes: Orgenes de la colonia San Jos Tecoh Este capitulo presenta el estudio de los espacios y personas que inciden en la configuracin de las representaciones e imaginarios de la inseguridad y la violencia en la colonia San Jos Tecoh. sta, con ms de 50 aos de existencia, se ha convertido en una de las colonias que albergan a diversidad de actores provenientes de distintas partes del interior del Estado y del interior de la Repblica Mexicana. La colonia San Jos Tecoh I y II es producto de la incorporacin de nuevas reas para la vivienda en Mrida a principios de la dcada de los aos 50s. Esta se ubica dentro de los terrenos pertenecientes al ejido de Cinco Colonias y hectreas de tierra de ex haciendas henequneras. Segn Fuentes Gmez la comercializacin de estas tierras, permiti el establecimiento de otros asentamientos entre los que sobresalen

Dzununcan, Molas, San Jos Dzal, Yaxnik y Texan Palomeque; y al mismo tiempo dio lugar a la creacin de los asentamientos Cinco Colonias, San Jos Tecoh, San Antonio Xluch y Emiliano Zapata Sur (Fuentes Gmez 1990:46). En sus orgenes, esta colonia careca de servicios bsicos como agua, luz, transporte urbano, calles de tierra y una baja densidad poblacional.

41 El censo del INEGI del ao 2000, evidencia que la poblacin residente era de 12092 personas, de las cuales 6883 son hombres y 5209 mujeres. Del total de esta poblacin segn este censo, 10588 personas son nacidas en la entidad y 1470 fuera de ella. Esto indica 1) la llegada de ms personas del interior del Estado, 2) la llegada de gente fornea que optan por vivir en la ciudad. En el rango de de 15 aos y ms la poblacin alfabeta es de 7314, poblacin de 15 aos y ms sin instruccin escolar 1498, poblacin de 15 aos y ms con primaria incompleta 2206, poblacin de 15 aos y ms con primaria completa 929; poblacin de 15 aos y ms que poseen instruccin secundaria, tcnicos o comerciales 2367 y poblacin de 15 aos y ms con instruccin media y superior 2664, lo cual nos habla de una poblacin altamente alfabetizada. La poblacin ocupada es de 4741. En cuanto a salarios, la poblacin que recibe menos de un salario mnimo mensual de ingreso por trabajo est representada por un total de 1434, de uno a dos salarios mnimos con 2267 y de dos a cinco salarios con un total de 729 personas. 8 Segn este mismo censo, el nmero total de viviendas era de 2325 con un promedio de 4.54 ocupantes por vivienda, lo que confirma una alta concentracin habitacional en la colonia.9 San Jos Tecoh se beneficia de los diversos programas del Gobierno del Estado y del H. ayuntamiento de Mrida cuyos objetivos estn la restauracin de calles y la dotacin de infraestructura pblica. Esta colonia8

Las cifras, contemplan a la poblacin de la colonia San Jos Tecoh I y II segn el INEGI 20009

La mayora de estas viviendas estn hechas con materiales perecederos, techo con lmina de cartn, zinc, madera, vigueta, asbesto o incluso de corte vernculo. Estas viviendas se caracterizan por su adaptacin al espacio y por la combinacin de estas viviendas con materiales segn los recursos econmicos con los que cuentan los propietarios.

42 se vio favorecida por la puesta en marcha del programa Hbitat, la cual, impuls acciones para mejorar y ampliar el equipamiento urbano as como el desarrollo comunitario.10

Entre

las

acciones

sobresalientes

se

encuentran, la construccin de instalaciones deportivas de usos mltiples, la edificacin del Centro de Superacin Integral, el gimnasio municipal y la ampliacin y mejoramiento de la carretera principal que une sta colonia con el perifrico de la ciudad en cuyas cercanas se encuentra situado el Hospital de la Amistad Corea- Mxico. La promocin del proyecto Metrpoli sur a cargo del Gobierno del Estado, tambin influy en la dotacin de mayores soportes servicios urbanos, entre los que sobresale la

construccin de calles secundarias, el remozamiento de los parques y campos deportivos y limpieza de zonas baldas.11

2.1.2 Etnografa de la colonia. Cmo es la colonia? Este espacio habitado congrega diversas formas de vida, personas que la viven, transitan y se relacionan. En este contexto, propongo realizar una breve etnografa del lugar, para que el lector posea un panorama general de la colonia, considerando que la vida cotidiana en San Jos Tecoh est marcada por algo ms que la violencia La jornada matutina de lunes a viernes comienza desde muy temprano. A partir de las cinco de la maana, las personas (en su mayora10

Segn el SEDESOL, el Programa Hbitat, cont con una inversin de 175 millones de pesos. Dicha cantidad fue otorgada por el gobierno federal con un total de 64 millones 777 mil pesos, 75.5 millones por el gobierno del Estado; y 29 millones de pesos por las autoridades municipales de Mrida. (SEDESOL 2003)11

Dicho proyecto tena como objetivo la reubicacin del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Mrida, aprovechar los terrenos liberados por esta reubicacin y propiciar con ello, una reordenacin del espacio urbano y un mejoramiento de las condiciones sociales en la Zona Sur de la Ciudad de Mrida.

43 hombres), que acuden a trabajar a otras partes de la ciudad, esperan en las esquinas o junto al puesto de peridicos, el paso del autobs que los llevar al centro de la ciudad. Las mujeres y los jvenes que tambin se trasladan a trabajar o estudiar, realizan esta espera en las esquinas cerca de las seis de la maana o cuando los primeros rayos del sol empiezan a desvanecer la noche. Las amas de casa, apresuran el paso de sus hijos cuando el reloj marca muy cerca de las siete de la maana por lo que de lo contrario, llegaran tarde a la escuela con el riesgo de no dejarlos pasar. Tambin se puede observar otras mujeres de distintas edades caminar por las calles para dirigirse muy temprano a los puestos caseros o al mercado de la colonia el cual, este ltimo se observa con gran afluencia de hombres y mujeres que llegan para conseguir sus alimentos o para ofrecerlos a la venta. Durante el resto de la maana, paulatinamente se abriendo diversos comercios, farmacias, tiendas soldadura, herrera entre otros. Gran parte de la movilidad en esta colonia se registra en los alrededores del Centro de Readaptacin Social (CERESO) o comnmente llamado Peni. Aqu, el aforo vehicular y de personas es considerable en las maanas en la semana y aumenta los fines de semana. Tambin se encuentran diversos vendedores de ropas, frutas, alimentos preparados o aguas frescas que se ofrecen al pblico o bien para que estos ltimos los compren para los familiares recluidos en este lugar. Otro sitio es el Centro de Superacin Integral, el cual, ofrece por las maanas y por las tardes asistencia mdica as como diversas actividades recreativas para nios y manualidades para mujeres. de abarrotes, talleres de mecnica,

44 Entre las 11 y 12 del da, a las puertas de las escuelas primarias, se observan gran cantidad de alumnos que se disponen a retirarse a sus casas ya sea solos o en la compaa de algn adulto. En las escuelas de educacin media, algunos alumnos se retiran en bicicletas, otros permanecen ms tiempo a las puertas del colegio platicando o bien, jugando una cascarita o reta de ftbol. A esta misma hora, mujeres, nios o jvenes se concentran a las puertas de los expendios de tortillas o bien en las tiendas consiguiendo alguna bebida o algn ingrediente faltante para la comida. Por las tardes, los grupos de jvenes se concentran en los parques de usos mltiples para realizar algn deporte a cargo de maestros o jugar algn partido de ftbol o basketball. Las jovencitas utilizan estos espacios para ensayar las rutinas de formacin y de marcha como parte de la escolta de la bandera de alguna de la escuela cercana. Los adultos hombres empiezan a llegar a sus hogares aunque espordicamente a lo largo de la tarde. Las mujeres por su parte, se les observa lavando las ropas de la familia con ayuda con alguna hija, limpiando la casa o simplemente estar sentados a las puertas de los hogares. Por la noche, la colonia adquiere otro aspecto por la poca iluminacin que ofrece el alumbrado pblico. Algunos espacios quedan sumergidos en la oscuridad y son poco transitables. Las actividades en la va por consiguiente disminuyen conforme la noche avanza. En los espacios de diversin antes mencionados, se reduce el nmero de sus ocupantes, grupos de jvenes se prestan en las esquinas de las calles a departir con algunos de sus conocidos con msica de algn

45 vehculo a altos decibeles; muchas veces estos estn fumando o consumiendo alguna bebida alcohlica. Durante mis visitas por las noches fueron pocas las veces que se observ grupos de jvenes realizando desmanes en la va pblica, salvo algunos insultos en voz alta, no presencie ningn acto vandlico por parte de ellos, aunque, segn los vecinos, estas actividades los realizaban por la madrugada. Algunos comercios cierran a temprana hora auque otros de giros diferentes como puestos de carnitas cocina econmica y de antojitos yucatecos abren sus puertas para ofrecer sus productos. Las familias por las noches, se les observa mirando alguna telenovela o alguna caricatura de Los Simpson, algunas parejas se disponen a las puertas de la casa y algunos ancianos salen a tomar el fresco y platicar con el vecino ms cercano. Cerca de la medianoche, los autobuses de transporte urbano siguen recogiendo pasajeros que se dirigen al centro de la ciudad aunque el nmero de estos es considerablemente bajo. Por el contrario, aumenta la llegada de numerosos hombres y mujeres empleados de algn centro comercial12; estas ltimas recorren las calles solas o acompaadas. Los fines de semana, por las maanas, las amas de casa salen ms tarde a comprar lo indispensable para la comida. Los nios disfrutan de la barra televisiva infantil que ofrece un canal nacional. Los ms jvenes ayudan en las labores del hogar o bien son los encargados de realizar las compras pertinentes. Las tardes son para sentarse al frente de la casa, recorrer en bicicleta la colonia o salir de paseo a otras partes de la ciudad.12

Algunas de estas casas comerciales disponen de uniformes a sus empleados y por este motivo es fcil reconocer su pertenencia a este centro laboral.

46 Por las noches, las salas de fiesta o en las casas se celebran alguna festividad que rene a diversos vecinos y algn otro invitado. Tambin los sbados por la noche es comn escuchar la invitacin para asistir a alguna tocada de luz y sonido en un parque cercano, lo cual congrega a diversos jvenes de esta y otras colonias. Esto segn los residentes, tiende a ocasionar problemas, ya que sirve de encuentro entre pandillas rivales por lo que las rias entre ellos son constantes. Los domingos, desde temprana hora, los puestos de cochinita se aduean de las esquinas y las personas madrugadoras son sus primeros clientes. Las personas de la tercera edad, apresuran el paso para llegar a la capilla ms cercana y escuchar la misa de las siete de la maana. En el mercado de San Roque, los vendedores ambulantes, llegan a ocupar sus respectivos espacios, y dada la gran cantidad de ellos, tienden a ocupar amplia extensin del estacionamiento del mercado. Desde el medioda, se escucha el jolgorio en las casas debido a alguna fiesta o alguna reunin ocasional para ver algn partido de ftbol. Las salas de fiesta, tambin son un punto que concentra mayor cantidad de personas; esto ltimo, crea inconformidad entre los vecinos del rumbo por los constantes insultos y peleas entre alcoholizados hasta entrada la noche. Por las noches, los parques y las calles se encuentran semivacos, apenas entrada la noche, las familias se concentran para ver algn programa televisivo, realizar alguna actividad o cenar. Pienso, como Torres Carrillo (s/f Internet) como al igual que en su caracterizacin sobre los barrios de Bogot, la colonia San Jos Tecoh, ms all de una divisin administrativa de la ciudades, es un escenario de

47 sociabilidad, de encuentros y desencuentros, de vivencias, experiencias y recorridos, de mltiples miradas que conforman diferentes imgenes y representaciones en el acto de habitar de este espacio urbano.

2.1.3 Perfil de los actores de la colonia San Jos Tecoh. Como ya he sealado en la parte metodolgica, se conform tres grupos etreos de 20 aos por cada gnero con el cual se intent obtener un registro de los datos ms o menos equitativo. La cantidad de las entrevistas se aplicaron a diferentes horas del da, siendo por la maana con mayores resultados obtenidos con las mujeres y la tarde con los hombres, ancianos y jvenes. En cada caso, la mayora de las entrevistas se realizaron en los hogares con las mujeres y hombres adultos y en ocasiones con los jvenes en aquellos espacios destinados para el deporte. En el entendido de que la prctica etnogrfica permite un

acercamiento general a los espacios urbanos particulares, sus funciones, usos, rutinas y personajes (Fuentes Gmez, 2005); la investigacin social debe complementar esta informacin con aquella donde el actor se hace presente ms all de la simple descripcin y observacin del investigador. En este sentido, conocer cuales son las imgenes que tienen los actores sobre el lugar vivido y la visin de estos ms all de los lmites del territorio conocido, nos lleva a una construccin de diferentes referentes asociados con tipos de actividades, grupos sociales, infraestructura urbana, bienes y servicios que inciden en la representacin y desenvolvimiento con la ciudad y con el espacio particular.

48 Por tanto, acercarse a la visin de los actores sobre la inseguridad en la colonia, de los espacios y sujetos que inspiran mayor inseguridad, represent indagar en cuales son estos conjuntos de referentes socio espaciales cargados de valoraciones los cuales conforman las

representaciones que asisten a los individuos en su relacin con el lugar habitado y con el resto de la ciudad. Para conocer informacin, se diseo un tipo encuesta tipo survey, una especie de "reportaje testimonial" en donde las personas, mediante preguntas abiertas y comentarios, relataban sus vidas, vivencias, juicios de valor, puntos de vista, o experiencias relacionadas con la inseguridad y la violencia urbana. Si bien, el estudio de los referentes socios espaciales es construido por cada actor, dichas imgenes y representaciones, no pueden estar del todo elaboradas con relativa autonoma sino que stas se encuentran dentro de un marco colectivo compartido que nos obliga, a compartir un repertorio bastante amplio de elementos simblicos para nuestro desenvolvimiento (Nio Murcia: 1998). Las mltiples miradas a partir de los casos individuales sobre la inseguridad y la violencia, de las percepciones, representaciones y experiencias, con ella, es posible dar cuenta de la relacin de las personas con el lugar de residencia y la ciudad. Dichas representaciones e imaginarios conforman construcciones culturales que, como seala

Fuentes Gmez, producen nuevas formas de relacionarse con el territorio, de habitarlo y apropiarlo" (2000:8). En esta perspectiva pienso como Delumeau (2002) que partir del anlisis de los casos individuales, ayuda a comprender las actitudes colectivas y de su

49 relacin con el espacio vivido. Este ltimo, Segn Prez (2004) incorpora tanto el espacio real as como el imaginado y en el que se incluyen elementos simblicos y representaciones del espacio urbano. En este marco Bachelard (1975) menciona que el espacio en tanto vivido, no se remite construye nicamente por elemento fsico que demarca al espacio sino que tambin este se conforma tambin por lo procesos que quedan dentro del mbito de la imaginacin. Visto de esta forma, el lugar vivido, se conforma en primera instancia por el lugar de la residencia, y a partir de ella, la conexin con el resto de la ciudad. (Campos y Yvar, 2004).

2.2 Recuerdos de la colonia: carencia de infraestructura urbana e inseguridad en San Jos Tecoh. Las personas entrevistadas coinciden en sealar un panorama rural los rboles, las calles de tierra, la ausencia de vehculos pero tambin de los constantes asaltos en este lugar que caracterizaba a San Jos Tecoh en el pasado. Cuando vine a vivir aqu era monte, no haba lugar donde pasar porque estaba el lodo, ahora ya mejor bastante hemos luchado mucho en esta colonia para que se hagan muchas cosas, ahorita vivimos tranquilos, hay luz, hay agua, hay calles. Antes si haba mucho peligro, era una cosa! Venan bandas de las que asaltaban, haba mucho muchacho que hacan esas cosas, pero se van calmando, los van llevando presos, sufrimos como 5 o 10 aos as, aqu mi casa me la apedrearon, todas las casas, la gente ya no buscaba que hacer, en la noche tenamos miedo.

50 Temprano comprbamos algo porque de momento empiezan las pedradas, los insultos. (Mujer 77 aos ama de casa)

Ahorita est cambiado, cuando pasamos aqu, era pura calle mala, no haba nada, lo primero que conseguimos fue la luz, luego agua era monte, era basurero por todo lado hasta que se hizo la carretera. No haba carreteras, bardas, no haba calles, la delincuencia era peor, se guardaban entre las yerbas, haba puro montes de henequn. La verdad ahorita est ms calmado, pero anteriormente estaba de la patada (Martn Uc, 58 aos vendedor).

De antes si me daba miedo porque era puro monte, empezamos a mandar cartas al presidente Ernesto Zedillo, nos hizo caso cuando botaron el monte y nos vinieron a decir que van a hacer casas de INFONAVIT pues as ya estamos ms tranquilos. (Elena, 62 aos ama de casa)

Estas dos entrevistas proyectan una imagen de una colonia carente de servicios pblicos. La seguridad es un referente que aun permanece en el imaginario colectivo de aquellas personas que residen en este lugar desde hace varios aos. El cobijo de la noche y de los montes en este lugar, favoreca la presencia de sujetos que atentaban contra la integridad y la propiedad de las personas; Delumeau menciona que noche "era el lugar por excelencia en que los enemigos del hombre tramaban su prdida, tanto en lo fsico como en lo moral" (2002:139). No menos importante es la participacin de las personas para conseguir ante las autoridades diversas

51 peticiones para el mejoramiento de la colonia. Entre ellos, hemos visto en estas citas, la insistencia ante las autoridades como la JAPAY, la CFE, el H. ayuntamiento servicios de trasporte urbano para dotar de mayor infraestructura a la zona.

2.2.1 Inseguridad y violencia en la colonia: representaciones e imaginarios contradictorios.

Por otra parte, para dar cuenta de las representaciones sobre la inseguridad en esta colonia, se pidi a los informantes su opinin acerca de cmo consideran este lugar. Cabe mencionar que en dicha pregunta no estaba explicita la pregunta sobre la seguridad en la colonia sino que gran parte de los discursos, este tema surga como un referente que caracteriza a la zona.

Donde yo vivo es tranquilo, tenemos todos los servicios porque estamos adelante, ya para atrs ya hay problemas, viene siendo la misma colonia, las personas estn un poquito alejado de nosotros. (Mujer 48 aos, vecina de San Jos Tecoh 1)

La violencia, no hay, todo es tranquilo, ltimamente he visto que se quiere armar la pedradas pero es pandillerismo pero que te asalten en la calle nada puedes andar y nada. Puede ser ms en San Jos Tecoh 2 porque hay ms chavos por all. Lo nico de ahora es que estn parados

52 en las esquinas para buscar pleitos. (Hombre 50 aos, vecino de San Jos Tecoh 1)

Pues la verdad aqu donde estamos no hay tanta delincuencia si hay un poco de droga pero no como eso en [San Jos] Tecoh 1, puta, hasta de noche te asaltan, en cambio aqu tranquilo Yo llego 12 de la noche y todo bien. (Gilberto 51 aos, vecino de San Jos Tecoh 2)

Tiene sus das que se renen los muchachos, estn los cholos, pero si no te metes con ellos no se meten contigo por ac hay banda de San Jos Tecoh 1, no son de ac, ellos venir hacen. Hay veces que asaltan, en estas calles, por all te persiguen, te apedrean (Mujer 20 aos estudiante, vecina de San Jos Tecoh 2).

Como se observa en las opiniones anteriores, estos resultan interesantes en la medida de que expresan una situacin aparente contradictoria, es decir, algunos de los entrevistados dan cuenta de que aun en el mismo barrio, este posee determinados zonas con mayor ndice delictivo. Aunque no existen lmites fsicos que determinen a San Jos Tecoh 1 de San Jos Tecoh 2, los habitantes mantienen una

representacin de la violencia en cada una de las zonas y por medio de esta se traza una diferenciacin entre ellos. Las imgenes sobre la violencia en la colonia, indican que, evidentemente, las representaciones sobre la inseguridad en San Jos Tecoh no son homogneas.

53 La informacin obtenida de las entrevistas, muestran como las personas de San Jos Tecoh 1 y San Jos Tecoh 2 establecen una diferenciacin entre el territorio conocido13 y con aquellos desconocidos o imaginados. En ambos casos, se establece una relacin con una parte del espacio vivido por el sujeto, posibilitando diferentes formas de reconocer (se) y desde ella reconocer otros lugares. Sin embargo, varios

entrevistados planteaban que la violencia e inseguridad no est exenta, por lo que en otras entrevistas se enfatizan la cotidianidad de las actividades delictivas. A continuacin varias respuestas sobre esto ltimo: La verdad, ac hay mucha banda, hay mucho problema entre ellos. Se juntan en la esquina, nosotros estamos en el centro de la calle cuando empiezan las pedradas, son de aqu y no s por qu tienen rivalidad (hombre 30 aos, vecino de San Jos Tecoh 1)

Hay un poquito menos de violencia pero siempre existe pues no es muy seguro porque a veces se forman los vndalos, las pedradas y son momentos de tensin que uno tiene, mayormente en las esquinas, siempre se agarran constante. (Miguel, 57 aos vecino de San Jos Tecoh 2) Es una zona peligrosa, hay muchos vndalos, porque de repente dejas colgado algo en la soga y te lo roban, no te puede confiar, Muchos se apedrean, hay pelas callejeras. (Mujer 30 aos vecina de San Jos Tecoh 2).

13

El territorio conocido es una derivacin del concepto de terra cognite utilizado por Lindn (2005) el cual hace referencia al territorio percibido por el sujeto. La forma en que se construye el reconocimiento de este territorio, se construye por la experiencia de habitarlo

54 2.2.2 Estereotipos de sujetos. Sumado a las referencias que exaltan exaltar la inseguridad en la colonia, estos discursos sealan a los agentes que administran la violencia: jvenes vndalos y pandilleros los cuales provocan la mayor cantidad de actos delictivos. Estudios como los desarrollados por Adorno (2000), Castillo Berthier (2004), Salazar (2002) y Saravi (2004), dan cuenta de la incidencia de los jvenes en el ejercicio de la violencia, comnmente relacionado con agrupaciones como pandillas, la droga, las crceles, etc. A manera de prejuicio, las personas de la colonia San Jos Tecoh, han vinculado a los jvenes con estas agrupaciones delictivas. Como los principales promotores de la inseguridad y violencia en la colonia, a los jvenes se les atribuyen caractersticas tales como tatuajes, greudos, ropa sucia o rota, portar aretes entre otros, con las cuales se les identifica como sujetos peligrosos. Cito a continuacin las representaciones sobre los jvenes: Ah en el monte, si pasas un momento te asaltan, ah se meten a drogarse, por eso dicen los vecinos que no es justo, estamos

abandonados, ese monte es peligroso Los chavos en ese monte asaltan a los borrachos les quitan su dinero, de por s hay mucho muchacho que son de ac. Son chavos, son morenos, con cicatrices o tatuados (mujer 45 aos) Un muchacho es delincuente por su forma de vestir, por su arete en la colonia hay muchos maleantes, dan miedo por que salen las chiquitas a comprar a cualquier hora del da o de la noche, hay sus pedradas, a las

55 12 del da nos estamos escondiendo de que no nos caiga la piedra. (mujer 52 aos) Son los muchachos por lo que no se puede andar de noche porque te asaltan o te roban y no hay tranquilidad porque no puedes salir, hasta de da pasar y te insultan. Si bamos a comprar nos molestaban, a las mujeres les dicen groseras. A veces se alocan, creo que quien sabe que les pasa, se drogan y hacen maldad. A veces te dicen algo o se acercan a pedirte dinero y sino les das te sacan su cuchillo y te hacen algo. (Severino 30 aos). Con la informacin expuesta, se observa las representaciones que tienen las personas sobre los jvenes y su relacin con la violencia. Esto ha constituido a la categora de juventud, diversos imaginarios en los cuales se les estigmatiza para generar como delincuentes en la o sujetos con Entre alta las

potencialidad

violencia

ciudad.

manifestaciones que comnmente se les acredita son las lesiones, el robo a vehculos, el vandalismo, daos a la propiedad, el homicidio y lesiones corporales. La relacin juventud, violencia hace presente en el imaginario colectivo diversos estereotipos que encasillan al jven como el "otro" peligroso. Del mismo modo, los estereotipos a sujetos, incluyen de igual forma a personajes como los migrantes y las personas alcoholizadas, que se alzan como responsables de la violencia urbana, a la vez que encarnan la prdida de los valores de la sociedad o a la transformacin de la sociedad. Sobre los migrantes las personas de San Jos Tecoh mencionaban lo siguiente:

56 Si hay violencia pero no es de los Yucatecos, son lo de los que vienen de afuera y empiezan a ensear a los chavitos y lo que hacen lo aprenden, por ejemplo, en la esquina hay unos Chiapanecos que se juntan y empiezan a drogarse y eso lo aprenden los dems, casualmente un vecino que vive por aqu, lo mataron, un yucateco no lo hace, lo aprende de lo que hacen los dems. (Hombre 50 aos) La violencia lo traen esos los de all afuera, esos tabasqueos y los chilangos ellos son. Muchas personas de diferentes estados vienen aqu, su ropa, sus pantalones, visten diferente, yo los saco fuera! Son fuereos (Fernando 56 aos). Al respecto sobre las personas alcoholizadas algunos entrevistados comentaron: Cuando hay fiesta hay borrachos. Hay un seor que, cuando est borracho, viene a decirte cosas a las puertas de tu casa. Aqu en la esquina se agarran a machetazos. (Hombre 45 aos) Tengo miedo de borrachos que estn peleando, en cada esquina y all del parques, yo no voy, no me gusta, ese de enfrente es un borracho, se emborracha su mam, su pap, hacen escndalos, no s cuantas veces ya peleamos con ellos. (Mujer 77 aos). Los discursos sobre los migrantes y las personas alcoholizadas se les califica como desviados sociales en los cuales se incluye entre otros a prostitutas, drogadictos, delincuentes, criminales, msicos de jazz, bohemios, gitanos, comparsas de carnaval, vagabundos de las playas, homosexuales y al mendigo impenitente de la ciudad (Goffman, 1963 citado por Nio Murcia y otros 1998). Ante el aumento de los delitos en la

57 colonia o la ciudad, Reguillo (1998) menciona que a estos elementos objetivos de inseguridad se les revista de un discurso moralizado que seala a los culpables del caos social, entre ellos, delincuentes, drogadictos, inmigrantes o personas que alteren el orden pblico. De tal forma que se construyen atributos o prejuicios tomados de la realidad o de la fantasa las cuales actualizan las imgenes estereotipadas con los que se identifica a los otros. Esto, establece una identidad, que lo acerca al terreno del imaginario debido a que este, confiere diversos significados con los cuales hace posible que la imagen se encasille como el extrao portador de valores diferentes.

2.2.3 Estereotipos de espacios en la colonia

Por otra parte, los entrevistados sealaban aquellos espacios pblicos que se presenta como los escenarios donde se asienta el locus de la violencia. La calle y los parques, como espacios pblicos, funciona como lugar de encuentro, interaccin pero tambin es un escenario que est bajo sospecha ya que este es relacionado con diversos agentes que provocan mayor temor. Los entrevistados se refieran al respecto: La calle es peligrosa, porque cuando uno va a comprar hay borrachos en la esquina, en el da del grito, asaltaron a un taxista. Por el penal est peligroso. En la calle si vas sola te pueden agarrar, una vez que te agarren te pueden hacer dao (Mujer 48 Aos)

58 Yo digo que de noche hay muy poca seguridad en la calle, de da si hay seguridad, en la mera esquina hay dos grupos de chavos que se agarran a veces ha pedradas, una vez entr uno aqu en la casa, hice que lo saquen eso como a las dos de la maana. (Mujer 55 aos)

Si quieres ir al parque a m me da miedo, porque no vaya ser que yo est en el parque y empiecen a tirar piedras, la otra vez as pas, a la nia de ac enfrente le avisaron que van a tir