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NOTAS DE ECONOMIA COLONIAL VENEZOLANA

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NOTAS DE ECONOMIACOLONIAL VENEZOLANA

SIGNIFICADO ECONOMICO DE LA CONQUISTA

El descubrimiento de América constituye la incorporaciónde un mundo nuevo a la economía mundial.Vastas extensionesterritoriales con múltiples riquezas surgieron en un momentoimpensado, producto de una aventura inicial que se convirtióen descubrimiento, y que marca una de las fechas másnotables en la historia de la humanidad.

El Viejo Mundo se halló ante una nueva riqueza, aúnpotencial, pero que en breve comenzaría a abrir nuevosderroteros y a determinar una transformación en la vidaeconómica de entonces. Inicialmente, se trató de una riquezaminera. Los hombres que realizaron el Descubrimiento, yparticularmente, quienes iniciaron la Conquista, eran por locomún más dados a la aventura que al trabajo reposado yreproductor, y de allí que buscasen la riqueza fácil que se lesaparecía en el oro en poder de los indios y el que suponían sehallaba en las minas. Sólo más tarde, cuando los paises nomineros como Venezuela agotaron sus precarias existenciasde oro accesibles al conquistador dentro de la tierra para esosmomentos conocida, fué cuando volvieron los ojos hacia laagricultura, ya que era indispensable hacer producir el suelo y

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garantizar así su sustento en los nuevos pueblos que habíanvenido a habitar desde el otro lado del océano.

Valor económico inicial

Fué dispar el panorama inicial que halló el conquistadorespañol a su arribo a las Indias Occidentales. Primeramente,territorios insulares poblados de seres de vida extrañacomparativamente a la vida del hombre europeo, donde unavegetación fastuosa hacía preveer una existencia providencialy fácil. Más luego, la tierra firme con sus dilatadas extensiones,cruzadas de ríos de caudales imponentes, y dentro de lasorpresa de las nuevas tierras, en algunas latitudes de ellas,pueblos que se hallaban en un estado de civilización que endistintos aspectos podría rivalizar con la de España. Eranpueblos de una organización social sui-géneris, con un sistemaeconómico organizado y donde, al decir de los cronistas de laépoca, existían ciudades que podrían equiparse con las mejoresde la nación conquistadora.

y fué así como apareció para España, y para las otrasnaciones conquistadoras que siguieron sobre el Atlántico lasrutas abiertas por Colón, nuevas extensiones territorialesdonde la riqueza estaba inédita, donde se habría de forjar unaserie de nuevas naciones con la aportación de la sangre, de lacultura, de los usos y de las costumbres de los pueblosoccidentales de Europa, amalgamados a algunas de lascaracterísticas de los nuevos pueblos surgidos de la proezadel Descubrimiento.

Nuevo valor de la conquista

La inmensa extensión de las tierras emergidas ante lasprimeras naves que cruzaron el Océano, cobraronpaulatinamente contorno definido y comenzaron a delinearse

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a medida que el conquistador tomaba asiento en ellas, quefueron surgiendo ciudades y que el poblador autóctono, fuésintiendo paso a paso la dominación del nuevo hombre quevino a convertirse fundamentalmente en su destino.

Las extensiones conquistadas no fueron ya sólo parajesdilatados cruzados por ríos caudalosos, poblados de seresdiferentes y en su mayor parte salvajes, que ostentaban sobresí alhajas de metales preciosos, labradas o no. Las nuevastierras se fueron desdoblando en su perfecta realidad. Lasexpediciones hacia las Indias Occidentales se fueronmultiplicando, el aventurero conquistador se comenzó a internarhacia el corazón del nuevo continente, a fundar ciudades másallá del litoral; las tierras comenzaron a estar regidas por unsistema especial, yel indio, dividido en grupos que iban, o atrabajar la agricultura, o a laborar las minas, o a compartir conel español el trabajo en los bancos perlíferos. Y fué de estaorganización sostenida y que avanzada paso a paso, comoapareció para España y para el mundo entonces conocido, elvalor ya positivo de un nuevo continente que en adelante, seríacentro de la atracción europea, factor fundamental en suorganización económica, que abría rutas inéditas para elcomercio marítimo y horizontes halagadores para hallar lariqueza de que muchas veces se carecía en el propio sueloeuropeo.

América se iba convirtiendo no sólo en vasto campominero que abastecía el ansia de metales preciosos de Europa,sino en extenso dominio con múltiples características donde laagricultura comenzaba a florecer, llevando al viejo Continenteno sólo algunos de los frutos allí conocidos, sino especies quesí comunes en las Indias Occidentales, significaban unarevelación para las naciones que hasta hacía poco habíanignorado estas tierras.

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y ese positivo económico valor de la conquista americana,alcanzó sus matizaciones, sus grados de mayor o menorimportancia, en concordancia con la significación de cada unode los sectores geográficos de las tierras descubiertas, a locual se añadió andado poco tiempo, la presencia de conquis­tadores de otras naciones de costumbres y lengua diversas ala de España, empeñadas en hacer sentir su presencia en lospueblos todavía inéditos que surgían ante la Europa civilizaday conmocionada.

Dificultades para la conquista

España no era para la hora del Descubrimiento de Américala nación más capaz para acometer empresa que lindaba conla aventura. Se recordará que para esta proeza admirable noposeía la España desgastada por la ocupación del moro y porlas guerras incesantes, recursos suficientes para armar losbarcos que habrían de salir a la búsqueda de un camino máscorto hacia las Indias Orientales, pero salidas las naves acumplir su aventura ejemplar y halladas otras tierras que noeran las que se buscaban, un motivo de orgullo patrióticoimponía a los Monarcas iniciar la conquista de las tierras quehabrían de engrandecer el nombre y el prestigio de la Corona.

Haring asienta con gran diafanidad las condiciones deEspaña para acometer la Conquista. Apoyándose en LeroyBeaulieu expresa: "... los españoles eran acaso menos aptosque cualquiera otra nación de la Europa occidental paraemprender la colonización del Nuevo Mundo. Sea cual hayasido el róle político impuesto a ellos en el siglo XVI por losenlaces con los Habsburgos, y digan lo que digan ciertoshistoriadores sobre la grandeza y nobleza del carácter nacionalhispano, España no era entonces ni rica, ni populosa, nilaboriosa. Por siglos se había visto obligada a mantener guerra

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continúa con el moro, y durante este período no sólo tuvo pocovagar para el cultivo de las artes de la paz, sino que hubo deadquirir el desdén por el trabajo manual que contribuyó amoldear su administración colonial e influyó luego en toda suhistoria. Y cuando el remate de la última de estas guerras lahizo dueña de una España unida y el beneficio de sus propiosrecursos parecía requerir todas las energías que ella pudiesedesarrollar, le fué deparado todo un nuevo hemisferio, quepara poseerlo y poblarlo, le adjudicó una bula pontificia. Yadebilitada por la expulsión de la parte más sobria y laboriosade su población, los judíos; arrastrada a una política extranjerapara la cual no tenía ni los recursos ni la inclinación, yestableciendo en casa una política económica casi epilépticaen sus consecuencias, vio disiparse sus fuerzas y descendiógradualmente a un estado de impotencia económica y política".

Los anteriores conceptos de Haring en la parte inicial desu obra "Los Bucaneros de las Indias Occidentales en el SigloXVIII", señala meridianamente cuál era el estado de España ysus condiciones económicas para emprender obra de tan altasaspiraciones como la conquista de las nuevas tierrasdescubiertas. Sin embargo, pese a esas condiciones realmenteprecarias, admira cómo pudo acometer la empresa y dar a laposteridad el conjunto de naciones que hoy integran la AméricaHispana.

Los obstáculos iniciales

La empresa que España debía cumplir en la Conquistaera de proporciones insospechadas. Puede decirse que cadaexpedición que de la Península partía para las zonas vírgenesde América, significada el descubrimiento de nuevas tierras delas cuales el conquistador tomaba posesión en nombre de laCorona Española. Cada día se hacía sentir la necesidad de

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nuevos recursos y de más hombres para entrar en dominio delas extensiones que se multiplicaban.

En un principio se trataba de descubrir, poco después, deconquistar, y más tarde, de entrar en posesión de lasextensiones descubiertas, de dominarlas, de poblar lasciudades que se iban fundado, de aprovechar las riquezas, demanejar a los indios, lo cual debía implicar la presencia deelevados contingentes humanos que España no poseía. Y fuéasí como la deficiencia del número, fué sustituida por elespíritu de aventura y el carácter ejemplar del español. Lasexpediciones se hacían más numerosas y no cabe duda quela fama de riquezas que acompañaba el nombre de los nuevospueblos, estimuló ese espírituaventurero a que hemos aludido.

El obstáculo del conquistador

Aunque parezca paradójico, muchas veces, el propioconquistador, constituyó un obstáculo para el desarrollo regularde la Conquista, y con ella, de la posesión de las tierrasdescubiertas en una forma normal. Electivamente, elconquistador, como asienta Depons, en los primeros treintaaños, no trató de sacar de Tierra Firme género comercialalguno; se escarbaba en las entrañasde la tierra buscando oroy plata, y como no se hallaba minas que satisficiesen el anhelode riqueza, la ambición se enrumbó hacia la pesca de perlas,"pero muy pronto ésta dejó de pagar los gastos que ocasionabay fué abandonada".

y fué con estos métodos de ansia desbocada de riqueza,como el propio conquistador se interpusoa la marcha favorablede la conquista y a la incorporación regular y sistemática de lasnuevas tierras a España. Sólo fué después de pasados estostreinta años iniciales de ambición desmedida y de vandalajeincontrolado las más de las veces, cuando se volvió la vista

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hacia la agricultura y un ritmo más normal apareció para losjóvenes pueblos transoceánicos.

Nuevo panorama en el mundo

Consolidado el Descubrimiento y encaminada la Conquistase hizo perfecta verdad el concepto denso de Rafael MaríaBaralt: "Entonces, nuevas tierras y nuevos climas, produccionesdiversas de las conocidas en todos los reinos de la naturaleza,y una raza de hombres diferentes, ofrecieron vasto campo alestudio y a la meditación, enriquecieron la historia natural,dilataron el dominio de la Geografía, dieron extensión alcomercio, perfeccionaron el arte de la navegación, y marcaronen fin una nueva era en los anales filosóficos, morales ypolíticos de la especie humana. Y en efecto, por consecuenciade estos descubrimientos se rodeó el globo terráqueo; lo cualprodujo desde luego el conocimiento de su verdadera figura yel de sus partes principales". Y más adelante expresa: "Mucho,sin duda, ganó también la Europa con el descubrimiento deAmérica; pues además de las ventajas que con él redundarona las ciencias y a las artes, fueron inmensos los tesoros que sesacaron de sus minas. Los mares antes solitarios se poblaronde navíos, perdido el miedo a las tempestades, perfeccionadala navegación e incitada la codicia con la sed de oro".

Es sin duda el juicio de Baralt en su "Resumen de laHistoria de Venezuela", volumen inicial, de los más acertados,de más amplia visión, de los que se hayan elaborado en tornoa la significación que para el mundo y de manera particularpara Europa, tuvo el descubrimiento y la conquista de América,hechos que imprimieron un nuevo rumbo a la vida universal.

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BIBLlOGRAFIA:

Francisco Depons, "Viaje a la Parte Oriental de Tierra Firme",Tipografía Americana, Caracas, 1930.

Luis Alberto Sánchez, "Historia de América", 2 t; EdicionesErcilla, Santiago de Chile, 1942.

Rafael María Baralt, "Resumen de la Historia de Venezuela",Desclée, de Brouwer, Brujas, París, 1939.

José de Oviedo y Baños, "Historia de la Conquista y Poblaciónde la Provincia de Venezuela", Edición de Paul Adams,Nueva York, 1940.

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LA AGRICULTURA EN LOS PRIMEROS·

TIEMPOS DE LA COLONIA

Un panorama desolado

La agriculturano posee significación alguna en los primerostiempos de la Colonia. Los gobernadores españoles,afanándose en los beneficios mineros, despreciaban de estamanera la fuente más segura de prosperidad para los pueblos.El conquistador llegaba a esta tierra, con la alucinación del oroestimulada por las primeras muestras llevadas a la Penínsulapor quienes regresaban de los viajes iniciales a las IndiasOccidentales.

Comarcas de fertilidad prodigiosa, cruzadas de ríosapropiados para el riego, con climas adecuados para iniciar yvigorizar cultivos conocidos en Europa o para incrementar laproducción de plantas alimenticias nativas, yacían en el máscompleto abandono ante la mirada indiferente del primercolonizador. Los bosquesy los jarales, las extensiones cubiertasde arbustos o de hierbas dilataban sus vastas extensioneshacia el corazón de las tierras recién descubiertas. Pero todasestas comarcas sólo sabían del paso del conquistador quebuscaba oro en intenso afán, del indio atemorizado que

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cultivaba primitivamente, o de la soledad que sólo un centenarde años más tarde comenzó a sentir una acción realmentecreadora. En toda esta etapa, la agricultura como actividadeconómica del hombre, era prácticamente inexistente.

El indio, trabajador indolente

Hemos puntualizado que la atención primordial de losprimeros españoles que vinieron a Venezuela, se centralizó enla búsqueda de materiales preciosos, oro de manera particulary perlas en el litoral insular del oriente. Fué en primer términoel oro, labrado o no, en poder de los indios, el que despertó elinterés en el conquistador, y tras ese mostrario inicial del oro,el bruto originario de las precarias minas venezolanas delnorte de la región, el labrado según lo asienta Arístides Rojastraído de otras zonas del Continente, el afán de localizar lasminas, mito en El Dorado, realidad en Buría y en otras máspobres, el objetivo fundamental del español guerrero no afectóa la labranza de la tierra. Y fué así como esta tarea, inicialmente,se abandonó al indio.

Tal situación no podía de ninguna manera ofrecerrendimiento alguno. El indio, ser indolente por lo común, sinconocimientos avanzados de agricultura en la mayoría de laextensión de los terrenos conquistados, poco progreso habíade ofrecer en sus trabajos de laboreo, y de allí cómo ese sellode pereza y de ignorancia aborigen fué el que caracterizó larealidad agrícola de la etapa inicial de la colonización.

Hay que diferenciar este cuadro de la agricultura enmanos del aborigen, cuando se entra en la consideración delas diversas porciones del territorio que se estudia, y el cual, encada sitio está en relación directa con la zona de que se trata.Ese atraso agrícola será más pronunciado cuando se consideradentro de las zonas pobladas por las diversas tribus caribes,

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conquistadoras y guerreras, o en las zonas de las tribusdesplazadas, como la de los aruacos; pero al estudiar elpanorama agrícola del indio de las montañas occidentales,hasta donde no llegó el caribe conquistador y guerrero, elpanorama de la agricultura era mucho más importante, másorganizado, más próspero, como en el caso de la nación de lostimoto-euicas, extendida desde los sectores cordilleranos altosde lo que es hoy el Estado Trujillo y posiblemente de lossectores andinos más occidentales de lo que es hoy el EstadoLara, hasta amplios sectores de lo que constituye el EstadoMérida. Allí, donde en la época pre-colombina existía unaeconomía organizada con defensas contra la erosión, vistasaños más tarde por Fray Pedro Simón, para los primeros añosde la colonización, debía prolongarseese panorama halagadorde una producción agrícola más rica. Es interesante a esterespecto revisar los trabajos que sobre la economía y elsistema monetario de los timoto-cuicas, publicó Mario Briceño­lragorry en los "Anales de la Universidad Central".

y fué así como durante los años en los cuales la agriculturase dejó abandonada al indio, perezosoy salvaje, prácticamenteno puede hablarse de esta actividad como tarea creadora ycon un verdadero sentido económico.

Dos etapas de la agricultura

Cuando se estudia el estado de la agricultura en lostiempos iniciales de la presencia del español en nuestrastierras, podríamos distinguir dos etapas. La primera de ellas,ya la hemos señalado, cual fué, la de los primeros treinta ocuarenta años de la conquista y colonización, en la cual, pococaso se hizo a las faenas del agro, dejándose completamenteal indio el laboreo de la tierra. La segunda etapa, es aquella enla cual el español comenzó a interesarse por la agricultura, envista de que el mito de los metales preciosos decaía, de que

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la producción de las minas de oro era bastante precaria, y deque éstas, no se hallaban en tan abundante número como secreía.

Fué entonces cuando el conquistador español miró conmayor atención hacia la prodigalidad que ofrecía la tierraamericana para su cultivo, y pensó ya no sólo en aprovecharlos frutos nativos del continente descubierto, sino, además,traer hasta él todos aquellos cultivos que procedentes deEuropa, era dable aclimatar en el Nuevo Mundo.

El período inicial de la agricultura

Fué a mediados del siglo XVI cuando comenzó ageneralizarse la agricultura en el país. A este respecto Saralten su "Resumen de la Historia de Venezuela" tiene conceptosbastante categóricos y esclarecedores al respecto,reconociendo como enemigos fundamentales de la agricultura,la encomienda y las minas. Sobre este aspecto de la economíade la provincia de Venezuela, expresa: "El cultivo de las tierrastenía dos grandes enemigos en el sistema de encomiendas yen el anhelo por las minas; pues si las de San Felipe habíansido abandonadas con frecuencia, fué a causa de los indios,y no porque se hubiese destruído en los colonos el deseo detrabajarlas. Revivido, por el contrario, este deseo con elhallazgo de los veneros de Los Teques, llegó a ser el principalestímulo de la conquista del país en que se hallaban. No puedenegarse que para animar la agricultura y la población de loscampos y ciudades, dictaron los reyes de España en variasocasiones medidas importantes. Entre otras merece citarseuna cédula de 20 de noviembre de 1556, que fijaba tres mesesde término al poseedor de tierras, para labrarlas y levantarhabitación en ellas, so pena de perder su propiedad. Perosemejantes reglamentos y otros muchos sobre esta mismamateria, y las de gobierno, justiciay policia, no fueron ejecutadas

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en Venezuela sino más tarde, cuando sojuzgado el territorio yaniquilados los indígenas, cesó de hervir el alboroto sangrientode la conquista, se asentó el gobierno colonial, y se pensó enfin seriamente en hacer útil aquella vastísima comarca".

El Profesor Roberto MolI en sus "Lecciones de EconomíaVenezolana" puntualiza la etapa inicial del desarrollo agrícolade Venezuela, así: "La agricultura, desde fines del siglo XVI fuágeneralizándose en toda la provincia, sin duda porque era laprimera necesidad para suministrar a la población medios deexistencia y porque ella podía ser dirigida sin gran esfuerzo porlos colonizadores, quienes se limitaban a hacer trabajar suspeones indios y sus esclavos negros, bajo la dirección de unmayordomo. Las exportaciones ventiladas en los registros dela Real Hacienda nos indican las características de esaexplotación". Prosigue así el antiguo profesor de EconomíaVenezolana en la UniversidadCentral: "La primera exportaciónde productos venezolanos, además del oro, se nota en 1584:se despachan en este año 40 cueros de vaca para SantoDomingo, es decir que la cría está ya desarrollada. Desde1599 se sucederán las exportaciones de productos comocueros de res, harina de trigo, zarzaparrilla, palo de guayacán,algodón, tabaco, sebo".

Eduardo Arcila Farías en interesante trabajo inserto en elnúmero 16 de la "Revista de Hacienda" bajo el título de "ElComercio Venezolano en los siglos XVI Y XVII" trae una citainteresante sobre la etapa inicial de las exportaciones deproductos venezolanos, signo revelador de que ya existíacierto estímulo en la producción agrícola y pecuaria quepermitiese el intercambio comercial. Al respecto dice ArcilaFarías: "La exportación de productos venezolanos se inició amediados del siglo XVI. Consistieron los primeros embarquesen algunas porciones de maíz y especies vegetales de usosmedicinales.

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Cuando la ganadería se desarrolló en el país, los cuerosde reses vacunas, en pelo o curtidas, fueron objeto de comerciocon los dominios españoles vecinos. Para el año de 1583 sonnumerosas las partidas de diversos géneros de productosextraído con destino a Santo Domingo y a Margarita, desdedonde eran remitidosa España o consumidos allí mismo.Prontohubo una gran diversidad de productos que por La Guairasalían con diferentes destinos. Pero estas exportaciones noalcanzaron un volumen de consideración sino ya entrado elsiglo XVII, cuando comenzó a exportarse el tabaco en gruesascantidades y más tarde los cueros".

Los principales cultivos

Aunque la agricultura venezolana no cobra verdaderoauge sino a partir del siglo XVII, es imprescindible hacermención de los principales cultivos existentes para el primersiglo de la Colonia. Existían tres nativos, que alcanzaron ciertoauge ya durante el siglo XVI, o sean el algodón, el cacao y eltabaco.

El algodón de manera especial dió margen a un desarrollodesde los primeros días coloniales. Cuando el español llegó alas costas de Venezuela, se encontró con que esta planta eracultivada por la nación timoto-cuica, que la utilizaba para hacerdeterminado tipo de tejidos con los cuales comerciaban entresi, y con los que llegaron a comerciar con los españoles conasiento en El Tocuyo. A este respecto dice Arcila Farías en sucitado trabajo: "Los españoles encontraron en el territoriovenezolano grandes plantaciones de algodón y su primerpensamiento fué el de explotar esta riqueza". y añade másadelante: "... Ios españoles se dedicaron a trabajar el algodóny establecieron telares en Trujillo, Mérida, Barquisimeto y elTocuyo, y más tarde en Araure y Acarigua. Fabricaron unlienzo ordinario que se vendía a 3 reales la vara, y también pita,

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en cantidades pequeñas. El volumen y condiciones de lasventas no permitían pagar salarios. Para llenar la falta deoperarios hábiles, se empleó a algunos indígenas, que teníanya algunos conocimientos en el arte de hilar pues ellostrabajaban el algodón mucho antes de que llegaran losespañoles. A causa de ser tan ordinario, este lienzo eraempleado para el vestido de los indios y de los negros; pero losmismos españoles no desdeñaban usarlo y en El Tocuyo llegóa ser el primer género de comercio. Se fabricaron tambiénalfombras, adornospara las camasy otros artículos de algodón".Podría decirse con respecto a los hilados de la indicada regiónque la nación timoto-cuica determinó una zona de influenciaindustrial que fijó para aquella época la localización de lamencionada industria textil.

El cacao era conocido en Venezuela antes de la llegadade los españoles y los timoto-cuicas, según Briceño -Iragorryen su trabajo sobre el sistema monetario de dicha naciónusaban granos del fruto como moneda para el intercambiocomercial. Fué sólo a partir del siglo XVII cuando este cultivoalcanzó gran incremento. La distribución geográfica de aquélse extendió desde las regiones de Capaya hasta el golfo deTucacas, Una especie de chocolate, era preparado por lostimotes.

El tabaco, originario de América, alcanzó su desarrollomás notable a partir del siglo XVII.

Entre los cultivos de importación se halla la caña deazúcar traída por Colón en su segundo viaje. MolI asienta queya para 1515 fué llevada la primera azúcar de América aEspaña. En el siglo XVI este cultivo no alcanzó gran desarrolloen Venezuela, pero más tarde, se fueron ampliando las zonasde cultivo, las cuales inicialmente deben haber estado situadasen los actuales valles de Barquisimeto y El Tocuyo, y enMérida y Trujillo.

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Uno de los cultivos que alcanzó mayor auge para la fechaque nos ocupa, fué el cultivo del trigo, situando Arcila Faríaslos principales centros productores de harina en las regionesde El Tuy, Barquisimeto y Mérida. Agrega que para 1611 yaeste articulo había desaparecido como producto de exportación.Dice este mismo autor que para 1579 la cosecha de harina enMérida era abundante saliendo fuera del país por el puerto deMaracaibo. Para ese mismo año, Mérida y Trujillo exportabancon destino a Cartagena jamones, bizcochos, ajos, cordobanesy bananas así como "mucha ropa de algodón", azúcar y cacao.

De esta manera queda esbozado someramente yfundamentadas en fuentes históricas de bastantes solvencia,lo relativo al cuadro que presenta la agricultura venezolanapara el primer siglo de la Colonia.

BIBLlOGRAFIA:

o. Joseph Luis de Cisneros, "Descripción exacta de laProvincia de Benezuela" Librería General de VictorianoSuárez, Madrid, 1912.

Eduardo Arcila Farías, "El Comercio Venezolano en losSiglos XVI Y XVII", "Revistade Hacienda", N° 16, Caracas,Junio de 1944.

Roberto MolI, "Lecciones de Economía Venezolana". Litografíadel Comercio, Caracas, 1944.

Rafael Maria Baralt, "Resumen de la Historia de Venezuela",Desclée, de Brouwer, Brujas, París, 1939.

Mario Briceño-Iragorry, "Sistema monetario de los timoto­cuicas", Anales de la Universidad Central de Venezuela,Julio - Septiembre, 1928.

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Mario Briceño-Iragorry, "Relación Geográfica de la Provinciade los Cuicas (Trujillo) 1578", Imprenta Nacional, 1942.

Arístides Rojas, "Estudios Indígenas", Editorial Cecilio Acosta.Caracas, 1941.

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LA ACTIVIDAD MINERA EN EL PRIMER

SIGLO DE LA COLONIA

Valor prominente de la minería

Como hubimos de expresarlo, casi ninguna significaciónposeyó la agricultura para las nuevas tierras descubiertas, porespacio de casi un siglo. Los metales preciosos, acrecida sumilagrosa atracción por el mito de El Dorado, rigieron demanera fundamental la actividad económica de los primeroshombres que vinieron de España hasta los vastos territorios entrance de conquista y de incipiente colonización.

Los cronistas de la época están acordes en reconocer lasabundosas existenciasde metales preciosos, fundamentalmen­te oro, que tenían en su poder los indios que poblaban lasextensiones geográficas que hoy constituyen Venezuela; y eraasí como el retorno de cada nave que iba desde estas tierrashasta la metrópoli, al par de las muestras de oro y perlas queconducía, estaba el relato abultado del conquistador quehabía entrevisto el medio fácil para enriquecerse, no importael peligro de la aventura en que habría de internarse.

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No valían para este afán de riqueza las condiciones queprivaban en cuanto al dominio de los nuevos territorios porparte de los monarcas de España, quienes entraban enposesión de ellos por virtud de bula pontificia que los haciadueños de los vastos dominios descubiertos y que se fuesendescubriendo, y con ellos, de todas las riquezas que allíestuviesen contenidas, conforme lo asienta el doctor JoséRamón Ayala en su "Epítomede Legislación y Derecho MineroVenezolano", Tomo 1, "por el derecho español, ya pertenecíanal rey todos los metales y nadie podía sin licencia labrarlos; yaquienes quisieran podían buscarlos, apropiarse la terceraparte e integrar las dos terceras en el tesoro del estado; ora seincorporaron al Real Patrimonio las minas de oro, plata yazogue, estuviesen o no en terrenos baldíos, concejiles o departiculares" .

La subestimación de la agricultura por el predominio deloro y de las perlas en el antiguo territorio de Venezuela,expuesta fiel o erradamente en parte por los viejos cronistas,ha sido considerada y analizada por los historiadores y loseconomistas modernos que se han detenido en estudiar taninteresante materia. A este respecto, el Profesor Roberto Mol!en sus "Lecciones de Economía Venezolana", expresa: "En laprimera colonización, la explotación agrícola no era sinofunción de las necesidades inmediatas de la colonia. Laeconomía no tenía sino una sola industria; la extractiva de oroy perlas. El papel de la agricultura será únicamente permitirlesubsistir; no será considerada como una explotación útildestinada a enriquecer a los colonos". Por su parte, el doctorCarlos A. D'Ascoli en su "Bosquejo Histórico de la EconomíaNacional", parcialmente inserto en ediciones de los diarios "ElPaís" y "El Universal" (1944-45) y correspondientea su cátedrade Economía Venezolana para ese mismo lapso en laUniversidad Central, participa de este mismo criterio, cuandodice: "Durante gran parte del Siglo XVI la búsqueda de oro

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constituyó la actividad económica esencial desarrollada en laColonia".

Origen de los minera/es

Oro de manera particular fué el metal precioso que logróel conquistador español de manos del primitivo poblador de lascostas de Venezuela, el cual se hallaba ya en bruto, yalabrado. Puede decirse que el oro en bruto encontrado enpoder del aborigen era extraído de las minas venezolanassituadas al norte del territorio, que por su pobreza, se agotaronrápidamente una vez que fueron sometidas a una explotaciónintensiva por parte de los españoles. Más adelante, estudia­remos la distribución geográfica de los yacimientos,basándonos en los datos imprecisos de que hasta el presentese dispone sobre la distribución en el territorio, así la riquezarelativa, de los yacimientos.

A pesar de las aseveraciones del Profesor MolI que hablaen su citada obra de fundiciones organizadas en el medioindígena venezolano pre-colombino, existe casi la certeza deque el oro labrado hallado en poder de los indios, era productode importación de otras comarcas donde estaba bastanteavanzada la labor de fundición. Entreese oro labrado, productode fundición, se contaban sin duda alguna, algunos restos dela vieja cultura tairona, pobladora de la Guajira, que poseyósuficientes conocimientos para alear con bronce el oro, y así,obtener objetos de arte más resistentes. Don Aristides Rojasen su interesante estudio sobre "La Penínsulade los Caracas",inserta en el volumen "Estudios Indígenas", Editorial "CecilioAcosta" , 1941, admite categóricamente que las tribus quehabitan estas zonas, si poseían oro labrado, todo él eraproducto de importación.

Era muy posible que hubiesen existido algunos otrosyacimientos de oro antes de la llegada de los españoles en lo

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que hoy constituye el territorio venezolano, y que ellos, fuesendejados exhaustos por los indígenas, que si bien no tenían unaestimación valorativa del oro similar a la del europeo, cuyovalor se acrecía para los momentos de la conquista en virtudde la política mercantilista, si poseyese para ellos unasignificación superior a la del resto de las sustancias naturalesque estuviesen a su alcance.

Además del oro, la otra riqueza hallada en poder delaborigen fueron las perlas, procedentes indudablemente delos placeres de Cubagua, Coche y resto de las actuales zonasperlíferas de la parte oriental de Venezuela. El descubrimientode las perlas en los indios por el conquistador, corrió paralelacon el de las primeras muestras de oro, y a este respecto,Oviedo y Baños tiene palabras precisas. Así, al reseñar elviaje de Cristóbal Guerra, dice: "...y volviendo a navegar haciael Poniente, pasando por las islas de Margarita y de Cubagua,rescataron de los indios en cambio de algunas bujerías deCastilla, considerable cantidad de perlas, que fueron lasprimeras que tributó a nuestra España este occidente". Yañade más adelante: "...prosiguieron su navegación pasandoel Ancón de Refriegas, punta de Araya, y golfo de Cariaco,hasta llegar al puerto de Cumanagoto, donde los indios llevadosde la novedad de ver en sus tierras jente extraña sin receloalguno de los forasteros, luegoque descubrieron la embarcaciónse fueron a bordo en sus piraguas, llevando muchas perlas, ychagualas de oro en los cuellos, brazaletes y orejas que conliberalidad feriaron a los huéspedes... n

Distribución geográfica de las minas de oro

Son bastante vagos los datos que se consignan sobre laexacta localización de los yacimientos auríferos en el territoriovenezolano, pero de todas maneras, los cronistas de la épocay los historiadores que posteriormente han fijado su atención

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en estos estudios, coinciden en determinar cierto número delugares en los cuales se explotó el oro, en yacimientos deriqueza relativa, rápidamente agotados y que valió a Deponspara aseverar en los días iniciales del siglo XIX que "la mayorventaja de que gozan las provincias de Caracas es no tenerminas en explotación".

Es este autor uno de los que más ordenadamente presentala distribución sobre el territorio de la antigua provincia de lasminas de oro, por lo cual consideramos de interés copiarfielmente lo que al respecto dice: "A fuerza de buscar, losprimeros conquistadores hallaron cuatro minas de oro, quefueron muy pronto abandonadas.

"En 1551, Pedro Damián del Barrio descubrió una en elvalle de Nirgua, la cual fué explotada bajo el nombre de minareal de San Felipe de Buría. En 1554 estaba ya abandonadaa causa de la revuelta de los negros que trabajaban en ella yde los Indios que veían en este establecimiento la pérdida mássegura de su independencia. Al año siguiente, el GobernadorVillacinda quiso reanudar los trabajos de esta mina y fundó unaciudad que se llamó Las Palmas la cual tuvo breve existencia.Se renovó la empresa seis meses después, bajo el mando deParadas, pero sin mejor éxito que las precedentes. Aquélfundó la villa de Nirgua que los indios hicieron luego abandonar.El Gobernador Gutiérrez de la peña reanudó el proyecto en1557. Con el nombre de Nueva Jerez fundó a orilla del ríoNirgua una ciudad que se creyó tuviera mejor suerte, pero queno se sostuvo contra los indios sino hasta 1568.

"Francisco Fajardo halló una segunda mina en losalrededores de la villa de San Sebastían de los Reyes, que elGobernador Collado comenzó a hacer explotar. Unlevantamiento de los indios la hizo abandonar. A favor de unapaz poco sincera pedida por el Cacique Guaicaipuro sereanudaron los trabajos que duraron muy poco tiempo, porque

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los indios la atacaron en tan gran número y tanintempestivamente, que degollaron todos los trabajadores ydestruyeron las obras sin que hasta hoy se hayan restablecido.

"Sebastián Díaz Alfara, descubrió en 1584 entre Apa yCarapa, no lejos de las orillas del Tuy, dos minas muyabundantes en oro de veintitrés quilates; desgraciadamentepara los autores del descubrimiento y felizmente para lageneración actual, el terreno era tan insalubre que todo elmundo caía enfermo y muchas personas perdieron la vida. Asífué indispensable abandonar tesoros que no se podían obtenersino con una pérdida de hombres que la escasez de lapoblación no permitía soportar. En 1606 quiso restablecerlasSancho Alquiza, Gobernadorde la Provincia... " De esta maneraDepons sintetiza y ordena en lo que respecta a minería, loexpresado por algunoscronistas, siguiendode manera especiala Oviedo y Baños. Este autor, al hablar de las minas de Apay Carapa, las cuales ubica "unas cuatro leguas más abajo" dela unión del Tuy con el Guaire, señala que eran tan ricas queen los dos primeros meses de su beneficio produjeron 40.000castellanos oro de 23 quilates.

Joseph Luis de Cisneros en su obra "Descripción Exactade la Provincia de Benezuela" alude a las minas de oro deBaruta, al decir, "en el pueblo de Baruta, distante poco más dedos leguas de esta Ciudad, se trabajaron Minas de Oro desuperiores quilates; y al presente los Indios del Pueblo, ymuchos Pobres de su Vecindario, sacan granos bien gruesos;y yo he comprado algunos, y es tan suave. y de superiorexcelencia, que los Plateros lo solicitan con bastante anhelopara dorar diferentes Piezas".

El Profesor Roberto MolI expresa que gracias a lasfundiciones citadas en los libros de la Real Hacienda, se podríaestablecer aproximadamente la localización de las minas. Envarios aspectos podría carecer de exactitud tal apreciación, al

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paso que en otros. podría ser veraz. Precisamente, algunasde las ciudades citadas a tal respecto, no se han distinguidopor ser centros de una zona aurífera, existiendo si la posibilidadde que el oro de algunos yacimientos -pese a la distancia quemediaba entre minas y ciudades- fuese conducido a ellas paraallí ser fundido. Tal podría ser el caso del oro de Buría en loque respecta a Barquisimeto y El Tocuyo, y el oro de Apa yCarapa, y Caracas. Sobre la relación entre los centros deproducción de oro y las fundiciones, dice así MolI: En losprimeros tomos de los libros de la Real Hacienda "encontramoslas mismas ciudades ya mencionadas en la cronografía deLópez de Velasco: el puerto de Borburata, las ciudades deNueva Segovia de Barquisimeto, Coro, Tocuyo, Trujillo yNueva Valencia. Más tarde, Santiago de León, Caraballeda,Zamora de Maracaibo y la ciudad de Portillo de Carora, queparecen ser los centros de extracción de oro. Los mineros,todos vecinos de esas ciudades, llevaban a ellas su polvo deoro para hacer fundir y marcar los lingotes".

Normas para la extracción del oro

La presencia de ricas muestras de oro llevadas a Españaal regreso de los primeros conquistadores, y más tarde. laevidencia de la existencia de minas, determinaron la necesidadde establecer una legislación que rigiese las actividadesmineras. MolI admite que el derecho de oro fué fundado "sobreuna antigua prescripción metropolitana, que estableció unadeclaración de las cortes de Alcalá en 1386". Se establecía asíque sólo una tercera parte del producto neto de la extracciónsería propiedad de los explotadores.

En virtud de que todas las riquezas pertenecían al Rey,para explotarlas, era indispensable conceder a aquél ciertasregalías. La Corona, siempre conservaría el dominio eminentesobre la explotación. El colono, sólo podría explotar bajo dos

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condiciones: 1°) era indispensable proveerse de una licenciareal, estipulada según MolI para 1501, que le habilita parabuscar filones y comerciar con metales , y 2°) reservar yentregar a la Corona parte de los beneficios de la explotación.

En Venezuela la modalidad que prevaleció, dice MolI, fuépagar el diezmo el primer año de explotación, el noveno elsegundo año, el octavo el tercer año, y así sucesivamente,siguiendo una tarifa descendente cada año hasta el sexto,donde quedaba fijado tal derecho en el pago del quinto anual.Añade MolI, a quien seguiremos particularmente en estamateria, que "el derecho de quinto aparecerá como la rentanormal abandona sobre el oro extraído de las minas". Desde1520, "se establecerá una distinción entre el oro extraído delas minas, que pagará el quinto, y el oro que se recoge en losríos o en las vertientes, el cual no pagará sino el diezmo". Elcitado derecho que representaba el 20%, señala el citadoprofesor, por razón de ser Venezuela pobre en metalespreciosos, "produjo una escasez de moneda circulante, hastapara pagar los derechos reales y comprar las mercancíasnecesarias a la vida corriente".

Citaremos fielmente algunos conceptos emitidos por Moll:"Para la época en que comienza el Libro Común y General dela Real Hacienda en nuestra región, todos los pueblos hastaentonces existentes eran centros de extracción y tenía sufundición. El personal de esas fundiciones comprendía: unfundidor con su teniente, un ensayador, un escribano con suteniente y un marcador. Se funde separadamente el oroproveniente de las minas y el oro elaborado que viene deltrueque con los indios. Cada propietario recibe una cédulaatestiguando que ha pagado los derechos y, una vez que suspiezas o lingotes han sido marcados, puede exportarlos de laprovincia y hacerlos vender en España o en otra de lasprovincias del dominio colonial, pero queda prohibido sacarlas

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del territorio español". Según el Libro de la Real Hacienda, eraprincipalmente oro en polvo el que era fundido en las fundicionesvenezolanas" .

Añade más adelante: "Desde el principio los lingotes seacuñaron en España al llegar a la Casa de ContrataCión, quedebía mandarlos a la Casa de la Moneda". Las mayoresfundiciones de oro en Venezuela se hicieron para aquellaépoca en 1565 y 1566, equivalentes respectivamente a 8.018pesos y a 8.936 pesos. Pero de ninguna manera puedecompararse la importancia de esta producción, a la que paraaquella misma época se lograba de otros territorios comoMéxico y Perú.

Otros minerales y subsistencias

Ninguna significación poseen otras ramas de la mineríaen el primer siglo de la Colonia. Las minas de cobre de Aroasólo fueron descubiertashacia 1605por don Alonsode Oviedo,vecino de Barquisimeto, y su rendimiento económico se inicióa partir de 1632 por orden y permiso del Rey.

También durante el primer siglo de la Colonia se hizoaprovechamiento de las minas y existencias de sal, de la cualson bastante ricas las costas venezolanas. La explotación dela sal, y un comercio primitivo de ella se hacia ya en laVenezuela pre-colombina.

La riqueza perlera

Las perlas eran conocidas por los indios que poblabanVenezuela mucho antes de que los españoles llegasen a esteterritorio. Ya hemos citádo el relato de Oviedo y Baños decómo los indios salieron a recibir a los conquistadoresaderezados con oro y perlas. Los astrales perlíferos eranpropiedad del Rey quien otorgaba permisos para su libreexplotación.

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Fué tal la importancia de la pesca de perlas, que hizoescribir a Deponsque "a principiodel descubrimiento de TierraFirme, la pesca de perlas formó la rama más considerable delas riquezas del país y de las entradas del Rey". Sólo laimportancia de las pesquerías pudo convertir en asiento deuna ciudad a la Isla de Cubagua, "sin agua, estéril y sinbosques".

La industria de las perlas en Cubagua se hizo de talimportancia, dice MolI, que para 1527 el "rey sacaba una rentade 20.000 ducados que representaban los derechos de quinto".La importancia aumentó con los placeresde Coche, lo cual dióuna renta anual estimada en 20.000 marcos. La pesca sinninguna técnica y moderación provocó un descenso en laproducción lo cual originó, ya para 1535, una crisis, hasta elpunto de que dió margen a una migración de los pescadoresde Cubagua. Emigraron hacia el cabo de La Vela, "dondefundaron Nuestra Señora de los Remedios, cuya población setrasladó luego a Río Hacha". Puede establecerse que losdescubrimientos hechos en este sector, fueron losdeterminantes de la migraciónde los pescadoresde Cubagua.

La escasez de circulante provocó la costumbre de utilizarlas perlas para los pagos, poseyendo éstas un obligado poderliberatorio. La Corona de España legalizó tal proceder por1604 ante "la escasez de numerario que sigue hasta el sigloXVII".

La pesca de perlas determinó la iniciativa de una serie demedidas sociales para proteger a los trabajadores en losastrales y las cuales fueron elevadas al rey por Diego deCaballero, según lo asienta MolI, y llevaron por finalidadprimordial aliviar el trabajo esclavizador de los indios. Talesmedidas, al parecer, buscaban también beneficiar laexplotación. MolI, quien alude a ello, no señala si tales medidas

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fueron acogidas, las cuales, posiblemente no fueron llevadasa la práctica en virtud del pronto agotamiento de los ostrales.

BIBLlOGRAFIA

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Francisco Depons, "Viaje a la Parte Oriental de Tierra Firme",Tipografía Americana, Caracas, 1930.

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Telasco A. Mac-Pherson, "Diccionario Histórico, Geográfico,Estadístico y Bibliográfico del Estado Lara", EditorialElite, Caracas, 1941.

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Víctor M. López, John C. Davey y Enrique Rubio, "InformeGeológico y Minero de los Yacimientos de Cobre deAroa, Estado Yaracuy", "Revista de Fomento" número57, Caracas, octubre-diciembre de 1944.

José de Oviedo y Baños, "Historia de la Conquistay Poblaciónde la Provincia de Venezuela", Edición de Paúl Adams,Nueva York, 1940.

José Ramón Ayala, "Epítome de Legislación y DerechosMineros Venezolano", Tomo 1, Edición Multigrafiada,Caracas, 1944.

Arístides Rojas, "Estudios Indígenas", EditorialCecilio Acosta,Caracas, 1941.

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ORIGEN, JUSTIFICACION y REALIDAD DE LA

ENCOMIENDA

Un estudio jurídico para el indio

Luego del descubrimiento de América, una vez que nuevastierras se comenzaron a incorporar a la corona de España,hubo de plantearseinmediatamente una cuestión que ameritabauna solución urgente, cual era la condición en que habrían deconsiderarse los pobladores de esas tierras que se ibandescubriendo. Sobre todo, tal cuestión cobró visos de mayorcomplicación cuando tras los descubrimientos posterioresapareció más nítidamenteel cuadro general de la población delas nuevas tierras y se halló que aliado de pobladores salvajescomo eran los que ocupaban las zonas geográficas queintegraban las islas del Caribe o la mayoría de las extensionesterritoriales del Nuevo Continente, surgieron pueblos de unacivilización avanzada, como una cultura propia bastantedesarrollada, como eran las naciones inca y azteca.

El conquistador español, que superaba al indio encivilización, fuerza y malicia, habría de hallar presa fácil enaquél, y en tal circunstancia, habrían de surgir todos esos

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atropellos, todo esos abusos, de que están poblados losestadios de la historia inicial de América. Como unaindispensable regularización de las relaciones entre españolese indios, debería surgir una reglamentación que rigiese talesrelaciones, y de allí emanó la encomienda, institución que sefué perfeccionando a través de los años de dominio español,pero cuya utilidad y fiel cumplimiento es bastante dudoso,sobre todo en cuanto a la cabal interpretación de la finalidadque se proponía tal institución.

Expresa Ambrosio Perera que "fueron las Encomiendaslas primitivas formas de Gobierno que España implantó en suscolonias para llevar a la vida civil al aborigen de América".Conforme lo asienta el Profesor MolI, las primeras institucionessobre la condición de los indios parte de la Instrucción de losReyes a Colón en 29 de mayo de 1493, y cuya doctrina, varióy se multiplicó en adelante. El mismo Perera asienta que "yaCristóbal Colón había repartido indios entre los primitivosconquistadores, para el servicio de conquista y de vivienda", yque el ejemplo del Almirante fue seguido por otros jefes deconquista y entre ellos por Cortés en Nueva España y eladelantado Francisco Montejo en la Provincia de Yucatán".

Es indudable que estos repartos de indios, convertían aéstos en verdaderos esclavos y de ninguna manera, vinierona constituir principios que estatuyesen una garantía para lavida de los mismos. En tal virtud, asienta el mismo autor queacabamos de citar, "los Reyes velando por la suerte de losindios y oyendo los clamores del Obispo La Bastida,despacharon varias órdenes prohibiendo la referida prácticapor considerar los dichos repartimientos en contra del privilegiocon que Dios favoreció a los indios al crearlos libres".

Más, el trabajo del indio era indispensable para el con­quistador. Los primeros de ellos, que por lo común no seseleccionaban entre lo más idóneo de España, aparte de su

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misión de guerreros, venían atralcos por el afán del lucro,acrecido en ellos por las muestras constantes de metalespreciosos que se hallaban en poder del aborigen. El indio,trabajador primitivo, era indispensable para mantener loscultivos en los años inicialesde la conquista, y sobre todo, paralabrar la minas, trabajo que no invitaba halagadoramente alespañol, pero que debería realizarse para satisfacer su codicia.Había independientemente que lograr normas para regir lacondición del trabajo del indio y su condición jurídica, de dondesurgió la Encomienda.

Con fecha de 1529 se ordenó al Consejo de Castilladesignar una comisión para considerar la condición de libertado servilismo del indio, y se recomendó al Soberano de Españadecretar la libertad completa de los indios, estipulándose quehabrían de ser repartidos en Encomiendas y obligados a pagarun tributo. A tal respecto Solórzano y Pereira, citado porPerera, expresa que desde entonces fué la Encomienda "underecho concedido por merced Real a los beneméritos de lasIndias para percibir, y cobrar para sí los tributos de los indios,que se le encomendaren por su vida y la de un heredero,conforme a la ley de la sucesión con cargo de cuidar del biende los indios en los espiritual, y temporal, y de habitar, ydefender las Provincias donde fueron encomendados, y hacercumplir todo esto, homenaje o juramento particular".

Justificación de la Encomienda

La institución de la encomiendase justifica por dos razonesfundamentales: una es la fundación de las ciudades, y la otra,considerada como principal, la de dar protección al indígenacontra los desmanes de los conquistadores, Comúnmente lacreación de una ciudad estaba determinada por la presenciaen sus inmediaciones de veneros de metales preciosos, porfines de producción agrícola, y cuando no por estos motivos,

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por conveniencias estratégicaspara asegurar la defensa contralos indios en rebelión y para "asegurar la conquista", según laexpresión de Baralt.

Este mismo autor sintetiza diáfanamente lo relativo alsurgimiento de una nueva ciudad como consecuencia deldescubrimiento de metales preciosos y a las condiciones enlas cuales quedaba el aborigen: "Si se hallaban veneros en elterritorio, desatendiéndose todo lo demás, no se cuidaba sinode beneficiarlos agolpando a ellos los esclavos negros quetenian y los indios. Dispuestas las primeras barracas, unoscuantos españoles procedian a constituirse pueblo de lanueva ciudad, a la cual se daba un gobierno municipal queindistintamente se llamaba cabildo o ayuntamiento; y hechoesto, se repartía la tierra entre los pobladores, según su rangoy mérito, siguiendo la misma suerte los hombres; no porque deesta manera adquiriesen los españoles sobre ellos un derechode propiedad, sino de protección, como algunos lo han llamado.y agrega más adelante Baralt: "la ley... ordenaba alencomendero proteger al indígena puesto a su cuidado, contratodas las injusticias a que su ignorancia en los usos y costumbressociales le exponía: que los reuniese en un lugar que no podíahabitar él mismo: que los instruyese en la doctrina cristiana:que organizase su gobierno doméstico, haciendo respetar laautoridad paternal, débil o, por mejor decir, nula entre lospueblos que no han alcanzado un cierto grado de civilización:que los dirigiese en sus trabajos agrarios y domésticos; yúltimamente, que sembrando en el seno de sus familias lasemilla de la cultura política y religiosa, procuráse destruír porsu medio las inclinaciones, hábitos y creencias de la vidasalvaje. En cambio de estos beneficios, el indio debía dar aleuropeo un tributo anual que pagaría en oro, en frutos olabrando para él las tierras y las rninas'.

Los subrayados son nuestros.

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El historiador venezolano, en sus anteriores párrafos, fijaclaramente los conceptos sobre las finalidades y alcancesreales de la encomienda, que como lo expresa Depons, erauna institución que traducía una especie de aprendizaje de lavida civil. Y en verdad que tal era el propósito esencial de unestablecimiento que procuraba proteger las comunidadesindígenas contra las injusticias por su desconocimiento de losderechos civiles, y que procuraba organizar "su gobiernodoméstico según las reglas sociales" y "hacer observar a lasfamilias las relaciones que la sociedad establece entre susmiembros", como lo apunta Depons.

Verdadera utilidadde la Encomienda

No cabe duda alguna que el legislador, alintituír laencomienda, obró con verdadero sentido de justicia. Lainstitución en sí posee un gran sentido de humanidad, unaintención evidente de hacer bien y propósito de relievesdefinidos en cuanto a crear un medio civilizado donde privabanla ignorancia y el retrasode muchos siglos de cultura. Pero unavez más se dió en la encomienda el caso de una hermosa leyestructurada para no ser cumplida a cabalidad, y muchasveces, para ser soslayada en grado absoluto. A medida que elespañol tomaba mejor posesión de nuevos dominios, y quehasta la Metrópoli llegaban a menudo acallados los rumoresde los vejámenes que se hacían pesar sobre el aborigen, seintentaba perfeccionar la institución de la encomienda y hacercumplir cabalmente sus propósitos, pero sin que ello llegase aalcanzar un plano de realidad.

Los mismos hombres que estaban llamados a hacercumplir fielmente lo establecido por medio de las disposicionesreales en materia de encomiendas, eran muchas veces quienesprimero violaban o contribuían a hacer violar taJes disposiciones.A este respecto existen ejemplos patentes, y uno de ellos

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reside en el caso del Obispodon Rodrigo de Bastidas, designadogobernador de la Provincia de Venezuela para 1541, cuandoya había sido establecido por el Consejo de Sevilla la condiciónde hombres libres de los indios. A este respecto FebresCordero en sus "Décadas de la Historia de Mérida"asientacómo este obispo y gobernador aprehendió "más de quinientaspersonas de ambos sexos"en las riberasdel lago de Maracaibopor órgano del capitán Limpias. Se agrega que "no tuvoescrúpulos en venderlos como esclavos". Concluyendo asíFebres Cordero su expresada relación: "Estos infelices indiosperecieron todos en la isla de Santo Domingo que era la plazay mercado de tan infametráfico". Ejemploscomo los del obispoy gobernador Bastidas, que bien tan a la inversa prodigó a losindios, sobran.

Como hemos expresado, los propósitos cardinales de lainstitución de la encomienda eran loables, y el legislador buscóir perfeccionando tal institución que vanamente trató de crearun régimen social humano en América. Muchas veces, conmedidas enérgicas o con perfeccionamiento de la legislación,que se persiguió hacer cumplir lo pautado por los principiosque regían las encomiendas. Baralt asienta que de 1526 a1542 se expidieron varias leyes que prohibían esclavizar a losindios, "sin exceptuar ni aún a los que se cogiesen con lasarmas en la mano", pero añade el mismo autor que el mismo"emperador Carlos V violó él primero la ley, en la autorizacióndada a los Belzares para cautivar a los indígenas, y que en1542 debía Cubagua al tráfico de esclavos americanos suefímera opulencia".

De todas maneras, si la historia de la provincia deVenezuela está plagada de violaciones de la institución de laencomienda, sobre todo durante los siglos XVI Y XVII, bienestá reconocer que hubo gobernadores que lucharon conenergía porque se cumpliese fielmente lo establecido por la

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humanitaria institución. A este respecto, Mario Briceño-Iragorryexpresa cómo la "historia recuerda los esfuerzos realizadospor los gobernadores Diego de Mazariego, Diego Osorio, PiñaLudueña, Sancho Alquiza, Porres y Toledo y otros más enorden a hacer que los encomenderos no burlasen las Leyes deIndias ... " Mas, estos esfuerzos resultaban inútiles las más delas veces, pese a la imposición de castigos a los violadores,viniendo a resultar de todo ello a última instancia, que comodice Baralt, "las encomiendas no fueron útiles a losencomenderos ni a los encomendados". Cada encomenderointerpretaba la ley a su capricho, y en el indio venían areflejarse las propias inclinaciones y los particularessentimientos del respectivo encomendero.

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