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UNMSM 91 P ara casi todos ha sido evidente, desde principios de los 90s, que el orden económico mundial na- cido de la posguerra ha muerto casi de- finitivamente. Tras alcanzarse un largo período de crecimiento sin igual entre fines de los 40s y comienzo de los 70s, las economías tanto de países desarro- llados como subdesarrollados, experi- mentaron posteriormente un largo perío- do recesivo. Recesión que fue enfrenta- da en los países desarrollados con un proceso de desregulación general de la LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO: UNA VISIÓN DESDE ADENTRO ALEJANDRO SANCHO R. * RESUMEN La globalización ha sido descrita como el proceso de instaura- ción de un nuevo orden económico mundial, el de la economía global de un mundo sin fronteras. Este artículo pretende aclarar qué sentido tiene la noción de globalización y cuáles son algunas de sus implicancias para los países en vías de desarrollo a través de una exposición y análi- sis breve de algunas de las ideas fundamentales de Kenichi Ohmae, uno de los más conspicuos e influyentes propugnadores de la globalización y de sus grandes ventajas. ANÁLISIS economía, y un desmantelamiento de todo el orden institucional en que se basó la economía mundial en la edad de oro del capitalismo. Al iniciarse los 90 era evidente que la economía mundial po- seía ya, una nueva configuración en todo orden de cosas. Consustancial a este proceso de transición y surgimiento de un nuevo orden económico mundial, caracteriza- do por una muy acentuada internaciona- lización de las economías, fue la elabo- *Economista y Filósofo por la Universidad del Pacífico.

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    Para casi todos ha sido evidente,desde principios de los 90s, queel orden económico mundial na-cido de la posguerra ha muerto casi de-finitivamente. Tras alcanzarse un largoperíodo de crecimiento sin igual entrefines de los 40s y comienzo de los 70s,las economías tanto de países desarro-llados como subdesarrollados, experi-mentaron posteriormente un largo perío-do recesivo. Recesión que fue enfrenta-da en los países desarrollados con unproceso de desregulación general de la

    LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOSPAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO:

    UNA VISIÓN DESDE ADENTRO

    ALEJANDRO SANCHO R.*

    RESUMENLa globalización ha sido descrita como el proceso de instaura-

    ción de un nuevo orden económico mundial, el de la economía global deun mundo sin fronteras. Este artículo pretende aclarar qué sentido tienela noción de globalización y cuáles son algunas de sus implicanciaspara los países en vías de desarrollo a través de una exposición y análi-sis breve de algunas de las ideas fundamentales de Kenichi Ohmae, unode los más conspicuos e influyentes propugnadores de la globalización yde sus grandes ventajas.

    ANÁLISIS

    economía, y un desmantelamiento detodo el orden institucional en que se basóla economía mundial en la edad de orodel capitalismo. Al iniciarse los 90 eraevidente que la economía mundial po-seía ya, una nueva configuración en todoorden de cosas.

    Consustancial a este proceso detransición y surgimiento de un nuevoorden económico mundial, caracteriza-do por una muy acentuada internaciona-lización de las economías, fue la elabo-

    *Economista y Filósofo por la Universidad del Pacífico.

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    ración y difusión del concepto deglobalización.

    La noción de globalización quenació dentro de las principales escuelasde negocios de los EE.UU. se ancló muyrápidamente en el periodismo económi-co y financiero, en la clase política, y lacomunidad de negocios; y pronto llegóa formar parte de un referente obligadode casi cualquier discurso económico opolítico, tanto en los países desarrolla-dos como subdesarrollados. En Améri-ca Latina, como en nuestro país, coinci-dió con el establecimiento de las políti-cas de estabilización y reformas estruc-turales y, en general, con la redefiniciónde un nuevo modelo de desarrollo.

    Aunque la noción de globalizaciónes empleada por casi todo el mundo des-de las más variadas actividades, al juz-garla por sus usos, pareciera dotada deuna gran polisemia con un vago sentidoal referente que designa. Sin embargo,lo concreto es que la realidad a la quepretende referir tal concepto ha sido uti-lizada para defender gran parte de laspolíticas económicas implementadas enlos 90s, y ha servido como soporte ab-solutamente indubitable del «nuevo mo-delo económico peruano».

    Sin tratar de examinar las razo-nes para ello es útil conocer la visiónmás o menos completa de alguno de en-tre los varios autores que han ayudado ala conformación, desarrollo y difusiónde la noción de globalización. Entre ellos

    Kenichi Ohmae ocupa un lugar central.Ohmae1, consultor en administración delas más grandes empresas del mundo,adquirió fama mundial con varios libroscomo La Mente del Estratega (1982),El Poder de la Tríada (1985), Más Alláde las Fronteras Nacionales (1987), yen especial, con El Mundo sin Fronteras(1990) y El Fin del Estado-Nación(1995).

    El objetivo del presente trabajo esexponer y examinar brevemente el con-junto de las ideas de Ohmae sobre laglobalización y sus implicancias para lospaíses en vías desarrollo, y que sirva in-directamente para confrontarlas con elconjunto de difundidas creencias y vi-siones equívocas que se tiene sobre laglobalización. Para tener una visión com-pleta del cuadro pero “desde adentro”,por medio de uno de sus más renom-brados apologistas.

    EL SURGIMIENTO DE UNANUEVA REALIDAD: LA ECONO-MÍA SIN FRONTERAS

    Para Ohmae, hay un hecho incon-trastable en el mundo a inicios de losnoventas, una nueva realidad económi-ca a nivel mundial está surgiendo. Se-gún Ohmae:

    «Está surgiendo un empo-rio más grande que un continen-te - la Economía Entrelazada dela Tríada (EE.UU., Europa, Ja-pón), a la que se han unido las

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    economías más agresivas delmundo como son las de Taiwán,Hong Kong y Singapur.

    Se trata de un emporio tanpoderoso que ya ha absorbido ala mayoría de los consumidoresy de las corporaciones, ha logra-do la casi virtual desapariciónde las fronteras nacionales tra-dicionales y ha reducido a los bu-rócratas, los políticos y los mili-tares al estado de industrias envías de extinción» (Ohmae, 91:xii).

    «La Economía Entrelaza-da cuenta con una población decasi 1 000 millones de habitan-tes y goza de un producto nacio-nal bruto per cápita de casi 10000 dolares en promedio. Es enesta Economía Entrelazada don-de se crea, se consume y redis-tribuye la mayor parte de la ri-queza del mundo. La participa-ción de la Economía Entrelaza-da es fundamental para que lasnaciones tradicionalmente ais-lacionistas puedan prosperar.Sólo mediante el establecimien-to de una vigorosa arteria comer-cial de dos vías una nación en

    Max ERNST: Ciudad con animales

    LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO

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    desarrollo podrá prosperar, por-que es en la Economía Entrela-zada donde las naciones puedenconseguir el mejor precio paraaquello que producen.» (Ohmae,91: xiii).

    Como es evidente, Ohmae expre-sa, el hoy aceptado punto de vista de laexistencia de una nueva realidad econó-mica, una economía mundial intrínseca-mente entrelazada (Tríada) a la que to-das las economías nacionales, sin excep-ción, deben integrarse. Esto se logra víala producción y el comercio internacio-nal, que es ya una realidad efectiva enlos países capitalistas avanzados (PCA).Esta integración también es el caminopara los países en vías de desarrollo(PVD).

    La globalización es, desde un pun-to de vista económico, un auténtico«Mundo sin Fronteras», que ha supera-do la realidad de las economías nacio-nales y la lógica económica de acumula-ción basada en ellas: las del Estado-Na-ción. La dinámica del entorno impe-rante, las nuevas tecnologías, el flujo deinformación exige una nueva visión, yesa es considerar al mundo sin fronte-ras. Ohmae afirma:

    «La globalización de losgustos de los consumidores y susefectos sobre los costos fijos, larápida dispersión de las tecno-logías, el crecimiento explosivodel imperio de las divisas, en

    pocas palabras, el flujo acumu-lado e ininterrumpido de infor-mación alrededor del planeta,tardó años en alterar el paisajetan familiar para los estrategascorporativos. Pero lo hecho, he-cho está y muy bien hecho. Hoyen día, quien observe con dete-nimiento el mundo en el que ope-ran las compañías de la Tríadapodrá darse cuenta de que lasfronteras nacionales han desapa-recido efectivamente y, junto conellas, también la lógica econó-mica que las convertía, para em-pezar, en útiles líneas de demar-cación. Sin embargo, no todo elmundo parece haberse dadocuenta de tales cambios.» (Oh-mae, 91:87).

    «Con el tiempo, el dineroy la suerte suficientes, usted pue-de ampliar sus marcas y su sis-tema de distribución por sí solo:todo lo puede hacer a solas. Elproblema es que hoy en día esostres elementos son escasos. Enparticular, nadie tiene el tiempopara establecer nuevos mercados,uno a uno, en toda la Tríada. Elmodelo «en cascada» de la ex-pansión ya no funciona. Actual-mente es menester lanzar los pro-ductos simultáneamente en todoslos mercados importantes paraevitar que los competidores es-tablezcan sus posiciones. Laglobalización no espera. Se ne-

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    cesitan alianzas, y se necesitanya. Pero no las del tipo tradicio-nal..» (Ohmae, 91:126).

    Esta exposición nos permite evi-denciar cómo el origen del términoglobalización y la idea de la eliminaciónde las fronteras se encuentra asociada adesarrollos en el área de estrategia cor-porativa. En particular, en el intento dediseñar estrategias competitivas para lasempresas mundiales de acuerdo a la nue-va realidad caracterizada por entornosextremadamente cambiantes, con unacreciente e intensa competencia a escalamundial.

    El concepto y su promoción na-cen para señalar a las empresas la nece-sidad imperativa de adoptar una nuevavisión estratégica en su proceso deinternacionalización acorde a la nuevarealidad.

    La estrategia tradicional imperantehasta mediados de los 80s era una estra-tegia donde el principal mercado era elmercado nacional, o donde las compa-ñías y productos primero se desarrolla-ban en los mercados nacionales, antesde cualquier intento de internacio-nalización y, sólo posteriormente, salíana buscar la oportunidad de penetrar losmercados más importantes (OCDE);para, finalmente, alcanzar al de los paí-ses en vías de desarrollo. Esta es la es-trategia de cascada caracterizada por unproceso de penetración y conquista

    secuencial de mercados en un tiempolargo2.

    Frente a esto, Ohmae sostiene lanecesidad de elaborar una auténtica es-trategia mundial, que significa ver, pen-sar, diseñar y dirigir los productos en tér-minos de un mundo globalizado (LaTríada), es decir, EE.UU.-Europa-Japón,y no en términos de una división entremercados nacionales e internacionales.Dada, principalmente, la velocidad delcambio tecnológico, la imprescindiblenecesidad de explotar todos los merca-dos potenciales posibles al mismo tiem-po es parte de una estrategia mundial.Es decir, las empresas deben operar suestrategia sobre la base de un mundo sinfronteras3. De ahí, también la presenciaomnipresente de las alianzas estratégi-cas que son consustanciales a la globali-zación. Como sostiene: «La globa-lización exige alianzas, las hacen abso-lutamente indispensables para toda es-trategia.»4

    Así, la idea del proceso deglobalización como un Mundo sin Fron-teras es doble. Por un lado, expresa lalógica de acumulación de las empresasbajo la nueva realidad que se está for-mando, en la que desde el punto de vis-ta económico no hay fronteras. Por otrolado, expresa la necesidad imperiosa, casinormativa, del diseño de estrategias cor-porativas y modificaciones organiza-cionales orientadas hacia un mundo sinfronteras, si las empresas pretenden al-gún éxito, ya no sólo en los mercados

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    internacionales, sino aún, en el suyo pro-pio. Es aquí donde se ubica el origen ydifusión del concepto de globalización.5

    LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOSPAÍSES EN VÍAS DE DESARRO-LLO: APERTURA Y COMERCIO

    La globalización que hace referen-cia esencialmente a la Economía Entre-lazada (EE.UU.–Europa–Japón) puedeextenderse a algunos países o regionessubdesarrolladas si adoptan una política

    de integración a los mercados mundia-les. Porque en este mundo globalizadoel crecimiento sostenido sólo es posibleintegrado a la economía de este mundosin fronteras. El aislamiento trae pobre-za. Así:

    «Pero lo peor es que alaislar a sus poblaciones de laeconomía mundial que está apunto de emerger, de hecho tam-bién las sumen en una espiraldescendente de esperanzas frus-

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    tradas y de estancamiento indus-trial.” (Ohmae, 90: x).

    Más recientemente y con más fuerzaexpresa:

    «Si un país se abre genui-namente al sistema global, laprosperidad vendrá. Y si no lohace o si lo hace sin entusias-mo, confiando más bien en lapesada mano conductora del go-bierno, entonces el progreso va-cilará.” (Ohmae 95:123).

    Sin embargo, la apertura comple-ta al Mundo sin Fronteras que garantizael crecimiento sostenido no es de cual-quier tipo. Así, explicitando los alcancesde esta apertura Ohmae sostiene:

    «Empero, lo que no se pue-de es mantener la integridad so-cial de toda la nación, ni brin-dar una vida mejor a la mayoríade la población. Para lograr estoúltimo hace falta promover uncrecimiento económico sosteni-do. Y en este fin de siglo, esoimplica formar parte activa delmundo sin fronteras. Significa ol-vidarse de la quimera de los re-cursos y descubrir nuevas formasde agregar valor.

    Significa permitir que lasmejores y mas honradas compa-ñías del extranjero lleguen a ope-rar en el territorio nacional e im-

    porten todo lo necesario para quelos productos que fabriquen pue-dan competir a nivel internacio-nal. Significa gastar dinero conmiras a explorar y desarrollar losmercados foráneos.» (Ohmae,91:21).

    Justamente aquí está el detalle.Como lo sugieren las citas, la globali-zación no es de todo tipo de actividad oproductos, sino básicamente del tipo in-dustrial, y la integración que ella traepareciera no darse a través de la «qui-mera de los recursos naturales». Más aúnla integración a la economía mundial sig-nifica apertura al capital extranjero el cualdesarrolla industrias dirigidas directamen-te al mercado internacional creando asíun impulso al desarrollo industrial-exportador.

    Pero, ¿realmente la asociación dela globalización como un mundo sin fron-teras, se refiere principalmente al mun-do de actividades industriales? Ohmaeno deja duda:

    «En un mapamundi polí-tico, las fronteras entre los paí-ses siguen siendo tan evidentescomo siempre. Pero en un mapa-mundi competitivo donde aparez-can los flujos reales de las acti-vidades financieras e industria-les, en gran medida esas fronte-ras ya no existen.”6(Ohmae,91:21).

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    En otras palabras, el mundo sinfronteras a que alude la globalización estáreferido a los intercambios reales, indus-triales y de servicios intensivos en cono-cimiento asociadas a ella, los que repre-sentan la «vigorosa arteria comercial dedos vías», y al correspondiente diseñode estrategias empresariales que tiene queconsiderar el mundo como uno sin fron-teras. Este elemento es común a la vi-sión de varios investigadores en admi-nistración y estrategia corporativa.

    Así, una visión semejante se en-cuentra en los trabajos de Michael Porter,cuando nos damos cuenta de cuál es larealidad detrás del modelo «ilustración»de una industria global norteamericana.Para Porter una configuración de activi-dades típica de una empresa global, pro-pia de esta nueva etapa de la economíamundial, es aquella en la que no sólo lasactividades como servicios, comercia-lización y ventas, o gestión de recursoshumanos está localizada en los principa-les mercados del mundo, como podríaser el caso anterior al período deglobalización; sino también, las «activi-dades claves» como producción de com-ponentes, ensamblaje, comprobación,aprovisionamiento, logística hacia aden-tro e investigación y desarrollo. En elejemplo de Porter la empresa global nor-teamericana desarrolla actividades delogística en EE.UU., Gran Bretaña, Ale-mania y Japón; operaciones de fabrica-ción de componentes en EE.UU. y GranBretaña; operaciones de ensamblaje ycomprobación en EE.UU., Alemania y

    Japón, mientras que las de aprovisiona-miento e investigación y desarrollo enEE.UU. y Japón (Porter, 86).

    Es a este complejo sistema deinterrelaciones internacionales de produc-ción industrial y de servicios intensivosen conocimiento, crecientemente demayor nivel tecnológico, al que se hacealusión cuando se refiere a un mundosin fronteras y a un intercambio comer-cial de doble vía. Es este mundo globalinterdependiente estructurado sobre esetipo de relaciones que se postula la ideadel crecimiento económico sostenidoúnicamente vía la integración total a laeconomía global.

    GLOBALIZACIÓN Y DESARRO-LLO: MALASIA, UN CASO EXI-TOSO

    Para esta nueva realidad queconstituye la economía global el rol delgobierno debe enfocarse en hacer atrac-tivo el país para las compañías mundia-les. Ohmae sostiene que:

    «Ahora más que nunca, son res-ponsables de educar a esas po-blaciones y de proporcionar unainfraestructura de primera cate-goría a las empresas que vengana darles empleo y a ofrecerles susproductos y servicios. Debenconvertir sus países en lugarescon los atractivos necesariospara que las compañías mundia-

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    les se sientan dispuestas a insta-lar sus negocios, a invertir y apagar impuestos ahí».(Ohmae,91:211).

    Pero cuando Ohmae habla de in-tegrarse plenamente a este mundo sinfronteras, olvidándose tanto del señuelode la mano de obra barata y de la qui-mera de los recursos naturales, para elcaso de los países subdesarrollados, estápensando en una integración donde lasempresas mundiales establecen la baseindustrial del país anfitrión rompiendolas cadenas de su dependencia de losrecursos naturales. Se trata de una inte-gración a la economía global que des-cansa en una apertura al capital extran-jero el cual se instala para promover undesarrollo industrial con una orientaciónexportadora dirigida a los mercados mun-diales. Claro que esto exige una inmen-sa tarea para el gobierno y la sociedad yprecondiciones sociales, políticas y eco-nómicas, tanto internas como externas,de las que Ohmae nunca atisba a pre-guntar. Pero el éxito se juzga por el quie-bre de una inserción de recursos natura-les a una basada en la industria (expor-tadora) integrada a la economía mun-dial. Así sostiene:

    «Es probable que los efec-tos perniciosos de esta quimerade los recursos resulten más evi-dentes en el caso de Malasia,nación que por décadas padeciólos dolorosos efectos de su he-rencia británica que predicaba

    la conservación de sus riquezasy sus minerales y pretendía man-tener su sector manufacturero enel subdesarrollo para evitar quecompitiera contra las importa-ciones británicas.

    Pero al fin Malasia con-siguió deshacerse de su heren-cia ancestral...

    (Hoy) Todo eso ha queda-do atrás. En 1988, por primeravez en su historia, las exporta-ciones de manufacturas de Mala-sia superaron a las exportacio-nes de mercancías básicas. En laactualidad, Malasia es el expor-tador de chips de semicon-ductores más grandes del mun-do, más grande que Japón en tér-minos de cantidad. Hoy en díaexporta más artículos industria-les que mercancías básicas»7

    (Ohmae,91:189-190).

    El problema es que, lamentable-mente, como ignora Ohmae, no existerazón alguna para extender, sin más, atodos los países en vías de desarrollo lasexcepcionales condiciones internas, ysobre todo externas, que han posibilita-do a Malasia tal camino8. De ahí, justa-mente, el hecho que más allá de la ince-sante repetición del nuevo orden, el deuna economía mundial como un «Mun-do sin Fronteras», tenga que admitir queaquél tiene sus propias fronteras. No in-cluye a toda Asia, Africa es totalmenteignorada, y sólo algunos países de Amé-

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    rica Latina formarían parte. ¿Será el Perúparte de ella?9 Como sostiene Ohmae:

    «Es un hecho que la Eco-nomía Entrelazada va a crecercon mayor rapidez durante la dé-cada de los 90 y principios delsiglo XXI. Con toda seguridad,va a incluir la mayor parte delos países de Europa oriental, lamayor parte de las economíasasiáticas recién industrializadasy algunos países de América La-tina, si adoptan políticas de Eco-nomía Entrelazada»(Ohmae,91:xiii).

    GLOBALIZACIÓN Y RECURSOSNATURALES: LA TRAMPA DELDESARROLLO

    Pero, ¿qué hay de una estrategiade desarrollo basada en una integracióna la economía mundial basada en recur-sos naturales? ¿A qué pudiera referirseese «olvidarse de la quimera de los re-cursos»? ¿Acaso las citas previas pue-dan ser una extracción sesgada, o inclu-so malintencionada, que desvirtúa el pun-to de vista del autor? Nada de eso, comolo reitera Ohmae el nuevo orden mun-dial, el que hace referencia a la globaliza-ción como un mundo sin fronteras, lo espropiamente de la actividad industrialdonde los recursos naturales no tienennada que ver. Así:

    «Debemos aceptar el he-cho de que, lo mismo para laseconomías en desarrollo quepara las desarrolladas, para Ca-nadá y Australia lo mismo quepara Brasil y las naciones de laOPEP, los recursos naturales handejado de ser la clave de la ri-queza. Debemos aceptar que lasfronteras nacionales han perdi-do casi todo su significado antelas corrientes reales de la acti-vidad industrial»(Ohmae,91:209).

    Pero, ¿no es acaso la sabiduríaconvencional prevaleciente la que nos«revela» continuamente que la mejor oúnica forma de integrarnos a este mun-do globalizado es vía la explotación denuestros recursos naturales mineros ypesqueros? Sin embargo, acontece, parasorpresa de algunos, que la nueva reali-dad expresa una lógica distinta en el fun-cionamiento de las economías de lospaíses más avanzados totalmente con-traria a la idea de basar la competitividaden los recursos naturales, la cual es par-te de la lógica anterior. Así:

    «Esta falta de visión no esaccidental, es el resultado prede-cible de la negativa o de la inca-pacidad de ciertos líderes políti-cos y economistas para recono-cer que la lógica económica deantaño ya no funciona, situaciónque es muy común hoy en día enpaíses en desarrollo... Durante

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    los muchos años que estuvo envigor, esa lógica - la creencia deque la riqueza de un país y lacompetitividad de sus productosdependían de contar con gran-des reservas de recursos natura-les - sirvió como un fundamentomuy sólido a la idea de un na-cionalismo económico» (Oh-mae,91:187-188).

    En el porqué esto es así Ohmaecoincide con lo que historiadores y eco-nomistas del desarrollo conocen de lar-go tiempo. Son economías vinculadas aalgunas pocas mercancías básicas, cuyovalorización, de la cual depende la suer-te de la nación, presenta gran volatilidad,con una clara tendencia recurrente a lasobreoferta, y una propensión a desa-rrollar una estructura de valores másacorde a sociedades rentistas.

    «Hasta hace unos ochoaños, (referiéndose a Malasia)sus depósitos atávicos de rique-zas naturales la mantuvieron ata-da a una economía que se basa-ba en los productos de primeranecesidad y que resultó serle su-mamente volátil. Su población sehabía vuelto sumamente perezo-sa y complaciente porque dabapor sentada su riqueza natural.»(Ohmae,91:189)

    La quimera de los recursos escreer que se crea riqueza a través de laexplotación de los recursos naturales. El

    punto es que la explotación de recursosnaturales llega a ser tan esencial a esaestrategia de desarrollo que se constitu-ye en un obstáculo al crecimiento de lar-go plazo. Más aún en una época deglobalización donde los intercambios sonen actividades industriales y serviciosintensivos en conocimiento. Los paísesasiáticos que hoy forman parte de laglobalización evitaron ese camino. Así:

    «Como esos países (Ja-pón, Corea del Sur, Taiwan) nocontaban con nada siquiera pa-recido a la base de recursos deMalasia, se habían visto obliga-dos a encontrar otras formas deasegurar el bienestar de sus pue-blos. Su misma carencia de re-cursos había evitado que caye-ran en la quimera de los recur-sos» (Ohmae,91:189).

    Cuando se cae en la quimera delos recursos naturales se descansa en lafacilidad de la explotación de las rique-zas naturales, y se tiende a estructurarun sistema de valores que favorece lapereza, el rentismo, y la falta de dina-mismo de la actividad productiva y delconjunto de la sociedad. Esto por la sen-cilla razón que la productividad de losrecursos naturales no depende de la ac-titud pujante e innovativa de procesos,productos, sistemas de producción o tec-nologías, como en el caso de la indus-tria. En ella, la competencia presiona porel mantenimiento incesante de lacompetitividad. Ahí, el trabajo creativo,

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    el trabajo esforzado, crecientemente tra-bajo de la mente de los hombres, y elahorro para reinversión, son esencialespara mantener la competitividad de susproductos. Pero en el caso de los recur-sos naturales la productividad del mis-mo no se lo da ninguna innovación, oalgún diseño de ingeniería, o la creaciónde nuevos productos, o el gasto en in-vestigación y desarrollo; sino el trabajoduro y esforzado de la naturaleza10

    (Schuldt, 95). La productividad lo es dela naturaleza y no del trabajo, y con ellono se ingresa al nuevo orden económicomundial. Así:

    «En una economía mun-dial verdaderamente entrelazada,el factor clave del éxito se trans-fiere de los recursos al mercadoen el cual hay que participar paratener éxito. Y esto a su vez signi-fica que las personas son el úni-co medio real para crear rique-za.

    Al igual que con las com-pañías, la prosperidad de los paí-ses depende de su capacidadpara crear valor a través de sugente...» (Ohmae,91:12).

    Centrarse en los recursos natura-les y olvidarse que la creación de rique-za del trabajo, crecientemente del traba-jo de la mente de los hombres, tiende adesarrollar un tipo de mentalidad. Unamentalidad de proveedores que no pien-sa en valor agregado.

    «Cuando un país padeceesa mentalidad de proveedor,normalmente deja de pensar entérminos de valor agregado.Piensa en términos de toneladasy bushels de mercancías indi-ferenciadas (Ohmae,91:191).

    Y«Para lograr el desarro-

    llo económico, usted debe encon-trar formas de agregar valor»(Ohmae,91:192).

    Más aún:

    «La mayoría de las nacio-nes ricas en recursos tienen unamentalidad de proveedores..... Amenos que sean la única fuentede alguna materia absolutamen-te esencial, los demás recursoscon que cuentan pueden fácil-mente verse sujetos al arbitrio deterceros. Se convierten en mer-cancías básicas. Si no se agregaun valor, tampoco es posible co-brarlo. Si el mercado para lo queproducen está en auge, su eco-nomía florece. En caso contra-rio, entonces su economía sehunde...y nada pueden hacerpara evitarlo. Ninguna planea-ción realista es posible, porquesus mercados críticos dependende la demanda de los países de-sarrollados, y ésta, además de sersumamente volátil, casi siempremuestra una tendencia crónica acaer en una situación de exceso

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    de oferta. Por muy ricos que seconsideren, los países con men-talidad de proveedores están amerced de esas rachas. Les esimposible planear su desarrollocon realismo» (Ohmae,91:190).

    En suma, una descripción cono-cida: el conocimiento de la experienciade desarrollo de la mayoría de los hoypaíses desarrollados, los países asiáti-cos de reciente industrialización, inclui-dos los efectos y consecuencias de lareciente crisis financiera internacional,debiera hacernos reflexionar.

    LA GLOBALIZACIÓN A FINESDE SIGLO: ESTADO-REGIÓNVS. ESTADO-NACIÓN

    A mediados de la década, Ohmaeextrema su posición para sostener conmayor radicalidad que ninguno la com-pleta obsolescencia del Estado-Nación ysu reemplazo por el Estado-Región den-tro la Economía Entrelazada. El estadonacional se estaría convirtiendo así, enuna unidad completamente disfuncionalen el nuevo Mundo sin Fronteras debi-do a su incapacidad para poner la lógicaglobal del sistema primero al momento

    Max ERNST: Los hombres no sabrán nada de esto

    LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO

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    de tomar sus decisiones11. Los Estados-Región serían las zonas económicas na-turales del nuevo mundo sin fronteras,en las que las demandas de la economíaglobal forman sus contornos, al estable-cer inequívocamente su compromiso deapertura completa a la economía global».Así:

    «En una economía sinfronteras, las unidades que real-mente tienen sentido son las quellamo region-states-geograficunits como el norte de Italia;Wales; Baden Wuttember en Ale-mania; San Diego, California, yTijuana; Hong Kong y el sur deChina; el triángulo del creci-miento en Singapur y las islasIndonesia vecinas... Ellas son laszonas económicas naturales.Ellas pueden o no caer dentro delos límites de una nación parti-cular. Si lo hace es un accidentede la historia. En términos prác-ticos, ello realmente no importa.Lo que importa es que cada unaposea los ingredientes clavespara una participación exitosaen la economía global – de loscuales una de las más importan-te es la habilidad y determina-ción para poner la lógica globalprimero» (Ohmae,95:120-121).

    En esta visión más radical de laglobalización, los elementos integrantesya no son los países de la economía en-trelazada (Tríada), sino algunas regiones

    de aquellos países, las que desarrollanvínculos con la economía mundial mu-chísimo más estrechos que con sus pro-pias regiones dentro del ámbito de cadaEstado-Nación12. En esta versión de laglobalización la lógica del mercado, nola del mercado vigilado y regulado porel Estado, sino la del mercado mundialcarente de regulación, es convertida enley casi absoluta para el funcionamientode la totalidad de esferas de la vida so-cial13.

    Sin embargo, la enumeración delos Estado-Región evidencia que aque-llas son regiones donde se encuentranjustamente concentradas las industrias demayor nivel tecnológico dentro de cadapaís14. Es por esto que cada vez más,en forma creciente, a medida que el pro-greso técnico continúe en el tiempo, elingrediente clave para participar en elproceso de globalización es poseer unelevado desarrollo de la base industrialy del sector de servicios intensivos enconocimiento; junto con el compromiso(orientación) para participar en el mer-cado mundial.

    Es en este caso, que representaprincipalmente a los países capitalistasmás avanzados y los de reciente indus-trialización, donde apertura significa,efectivamente, globalización. Globa-lización vía comercio que trae benefi-cios mutuos crecientes. Pero el más com-pleto compromiso de apertura sin la po-sesión de capacidades industriales y tec-nológicas existentes o sin las bases

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    para su creación, fomento y crecimien-to, no conduce necesariamente al desa-rrollo.

    GLOBALIZACIÓN: LOS ESTA-DO-REGIÓN, LOS PAÍSES ENVÍAS DE DESARROLLO Y ELROL DE LA MANO DE OBRABARATA

    Para los países en desarrollo, laidea de participar en el proceso deglobalización no puede descansar en unaestrategia basada en el principio de lamano de obra barata. Ohmae, ya en elPoder de la Tríada, expresaba la ideaque el surgimiento de este nuevo ordeneconómico mundial estaba poniendo fina la relación entre mano de obra de ba-rata, inversión extranjera y desarrollo.Esto debido a que el estadio tecnológicoprevaleciente caracterizada por unaautomatización de los procesos de pro-ducción, con centros de maquinadoscontroles numéricos, nuevos métodos dediseño y producción por computadores,llevaba crecientemente tanto a una re-ducción significativa del contenido demano de obra en el producto final comouna reducción significativa en el costolaboral en relación al costo total de pro-ducción. Mientras, antes el contenido demano de obra constituía un 25% del costototal, ahora sólo significa alrededor de10 a 5%. Con esta estructura, ladeslocalización internacional en prove-cho de mano de obra barata es míni-ma15. Así sostenía:

    «Quizá el resultado másimportante de este cambio de lamano de obra al capital es queecha por tierra el espejismo dela mano de obra barata que ofre-cen los países en desarrollo...De-bemos aceptar que la mano deobra en los países en desarrollosigue costando la tercera partede lo que cuesta en los paísesindustrializados. Empero debidoa que en las compañías competi-tivas actualmente el contenido demano de obra directa ni siquie-ra representa 10% del costo totalde producción, la ventaja que segana al emplear mano de obrabarata desaparece por los fletesadicionales que deben pagarsepara transportar los componen-tes críticos desde los países endesarrollo (muchos de los cualescarecen de los proveedores ysubcontratistas indispensables)hasta los lugares de producción,además de los fletes y seguros quedeben erogarse para llevar losproductos terminados hasta losmercados principales (...) el re-sultado neto de las compensacio-nes favorece la ubicación de lasinstalaciones de producción enel entorno del mercado principalo bien en el área donde se consi-guen los componentes más im-portantes.(...)

    Por esto, está a punto dedesaparecer la ventaja de produ-

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    cir bienes en los países en desa-rrollo (en comparación con losde la OCDE), y con frecuenciaesta situación se agrava debidoa la falta de una mano de obraapropiada y a la carencia de ad-ministradores locales calificadosen los países en desarrollo.»(Ohmae,90:5-6).

    Los bajos salarios ya no represen-tan el punto central de una estrategia paracompetir. Quizás, sólo en el caso que setenga un nivel de salarios extremadamen-te bajo, en algunas industrias poco in-tensivas en capital, cercana a zonas muydinámicas, y/o con importantes nivelesde deslocalización de producción inter-nacional, se podría obtener algún mar-gen de maniobra16. Tal parecería ser elcaso de China y de algunos países delsudeste asiático con niveles salarialesvarias veces inferiores a los prevalecien-tes en cualquier país de América Latina.

    Los únicos Estados-Región fuerade los países capitalistas más avanzadosse encuentran en los países de recienteindustrialización (PRI) que incluye aCorea, Taiwán, Singapur, Hong Kong,y apoyándose sobre ellos, algunas zo-nas de los países de segunda genera-ción como Malasia, Indonesia, Tailandia,Filipinas (ASEAN-4)17 incluida China.Pero, otra vez, Ohmae falla en explicitar,o al menos identificar, las particularida-des intrínsecas del funcionamiento dedichas zonas. Qué hacer en países oáreas continentales, que es el caso de la

    mayoría de los países en desarrollo,Medio Oriente, África o América Lati-na, donde no existen significativamenteactividades de deslocalización internacio-nal importantes, ni se vislumbra ni amediano plazo el surgimiento de algúnestado-región, dentro o en las vecinda-des de los Estados-nacionales en dichasáreas. Aquí la respuesta de los principa-les proponentes de la globalización, in-cluido Ohmae, es una e idéntica paratodos los países: integración absoluta ycompleta a la economía global.

    En algunos casos dicha recomen-dación descansa en una no fundamenta-da y errónea extensión de las caracterís-ticas y efectos de la vinculación interna-cional entre los países más indus-trializados con las que caracterizan a larelación entre aquellos y los países sub-desarrollados. En otro casos, más pro-piamente el de Ohmae, especialmentedespués de su libro «El Mundo sin Fron-teras», la respuesta indirecta descansaen la simple extrapolación de ciertas ex-periencias liberales de desarrollo, espe-cialmente el caso de Hong Kong ySingapur, a cualquier otra región o país.

    Sin embargo, la tesis implícita esla de la espera, y el caso representativoes Malasia. Así como Malasia se integróa la economía mundial vía desarrollo in-dustrial producido por empresas transna-cionales, del mismo modo va a aconte-cer para algunos potenciales estado-re-gión, que la misma inversión extranjerapuede ayudar a crear o desarrollar, si se

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    integran plenamente a la economía mun-dial. Sólo tendrían que esperar18.

    GLOBALIZACIÓN VÍA REGIO-NALIZACIÓN: EL ROL DE LOSPAÍSES LIDERES

    La generalización del caso deMalasia es errónea porque olvida las es-peciales circunstancias que caracterizanel proceso de desarrollo del sudeste asiá-tico, en particular el rol de los países in-dustriales líderes de su propia región; loque limita o mediatiza la extensión desus conclusiones y recomendaciones aotras zonas en desarrollo. Esto está re-ferido al rol central desempeñado porJapón, el país industrializado de más rá-pido crecimiento desde la postguerra, enla organización y coordinación del desa-rrollo industrial de toda la región pormedio de importantes actividades dedeslocalización industrial de sus empre-sas. Proceso que responde a la políticade deslocalizar actividades en forma con-centrada en áreas de su propia periferia.

    A medida que Japón progresabaen el desarrollo y exportación de pro-ductos industriales de creciente nivel tec-nológico, también avanzaban su produc-tividad y sus costos laborales. Comoconsecuencia, las empresas japonesas,con el apoyo del gobierno japonés, co-menzaron a trasladar la producción deactividades industriales menos intensivasen conocimiento y de menor nivel tec-nológico, las que constituían sus “indus-trias maduras”, a los países de reciente

    industrialización (PRI), ya que se hacíancrecientemente menos competitivas endichos sectores, además de operar a ple-no empleo.

    Corea y Taiwán, por su parte, se-guían estrategias autónomas de desarro-llo imitando en variado grado el patrónjaponés, con Estados fuertementeintervencionistas, con políticas industria-les basadas en un fuerte ahorro internoy el desarrollo de empresas nacionalesembarcadas en procesos acelerados degeneración de capacidades tecnológicasdirigidas a un desarrollo industrial, aun-que con un mayor énfasis exportador(Kwon,94).

    Así, estos países, denominados dereciente industrialización, pronto repli-caron el patrón japonés. A medida queprofundizaban su propio desarrollo in-dustrial–exportador comenzaron a tras-ladar sus propias actividades industria-les más intensivas en trabajo hacia lospaíses de segunda generación, los deno-minados ASEAN-4 que incluyen Mala-sia, Tailandia, Indonesia y Filipinas. Paí-ses estos últimos que, a diferencia deJapón y de los países de reciente indus-trialización, disponían de abundantes re-cursos naturales19.

    De esta forma, Japón recibió cre-ciente ayuda por parte de los países deprimera generación para infundir un im-pulso industrializador al resto de paísesen vías de desarrollo de la región. Ejem-plo de esto último representa el cambio

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    de importancia relativa del creciente vo-lumen de la inversión extranjera directaen la región. Si para 1986 la inversiónextranjera directa japonesa en Malasia,Indonesia, Tailandia y Filipinas era el tri-ple de la de los países de reciente indus-trialización (PRI), para 1990 la inver-sión de los países de reciente industriali-zación en los países conformantes delASEAN-4 había ya sobrepasado al totaljaponés (Oman,94).

    De ahí las características particu-lares del proceso de desarrollo de lospaíses asiáticos de segunda generación.Estos países, a pesar de su amplia dota-ción de recursos naturales, siguieron unpatrón de inserción a la economía mun-dial que, pasando por su integración alos circuitos económicos regionales, des-cansaba en un desarrollo industrial-exportador. Todo lo anterior ayuda acomprender la lógica de especializaciónindustrial que el proceso de apertura,entendido como apertura a la inversiónextranjera, les significa.

    Y es que la apertura al crecienteflujo de inversión directa extranjera noes de cualquier tipo ni de cualquier ori-gen. La especialización industrial es con-seguida por medio de inversión directade Japón y los países de reciente indus-trialización (PRI), los países másindustrializados de su propia región. Porotra parte, la inversión directa extranje-ra a diferencia de otras regiones, no haestado primariamente destinada a la com-pra de activos existentes, o a la implan-

    tación de industrias que compitan conlas domésticas, o al desarrollo primor-dial de actividades primarias extractivas,sino a la creación de industrias que lospaíses receptores no poseen y/o indus-trias nuevas dirigidas al mercado mun-dial.

    Este es el camino del desarrolloindustrial-exportador organizado vía lainversión extranjera directa de los paí-ses más industrializados de la región. Estoclarifica el caso de Malasia, un país ricoen recursos naturales, y que Ohmaemenciona como paradigma del desarro-llo industrial transnacional que la inte-gración a la economía global trae paralos países en vías de desarrollo.

    Por tanto, existen serias dudassobre las posibilidades de desarrollo enáreas donde no existe un panorama ex-terno similar. En particular, para Améri-ca Latina, ¿existe o es dable un rol simi-lar por parte de los EE.UU, país centrode la región y base de la economía mun-dial? ¿Existen o existirán importantes ac-tividades de deslocalización industrial deempresas norteamericanas en AméricaLatina, además de México? ¿Existe oexistirá creciente inversión extranjera di-rigida no a sectores primarios sino in-dustriales, en industrias que no posee-mos y que lleven a un desarrollo indus-trial-exportador de forma parecida al delsudeste asiático? La respuesta mayori-taria a estas interrogantes no es positiva.

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    Y es que a diferencia de los doscentros de la economía mundial, Japóny Europa, los EE.UU. han seguido unpatrón de deslocalización industrial fue-ra de su propia periferia que es Améri-ca Latina20.

    Es por eso que para muchas re-giones en vías de desarrollo, en especialel Perú, es más factible pensar que unapolítica de apertura generalizada queimplemente una estrategia de desarrollo

    primario-exportadora, apoyada en unapolítica de un laissez-faire completo, nosólo no conduzca al desarrollo, sino que,al mismo tiempo, signifique un caminoseguro hacia una menor participación alargo plazo en el proceso de globa-lización, a medida que el comercio mun-dial, aceleradamente, se estructure enbienes de creciente nivel tecnológico.Como acertadamente señala OscarUgarteche, para el caso de América La-tina la alternativa entre una apertura

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    completa o un desligamiento del proce-so de globalización es un falso dilema(Ugarteche, 97).

    Y es que una integración viable ala economía mundial globalizada impli-ca políticas distintas a aquellas que seestablecen cuando se cree, como sostie-ne Ohmae, en “la quimera de los recur-sos naturales”. Esto implica cuando me-nos políticas específicas destinadas acapacitar, entrenar y educar a la perso-nas21 (la única fuente de riqueza en elnuevo orden), a desarrollar capacidadestecnológicas, establecer políticas de cien-cia y tecnología`22 y políticas industria-les de algún tipo que promuevan agresi-vamente la exportación de manufactu-ras, incluidas las actividades agro-indus-triales, y a implementar políticas agresi-vas de innovación y competencia en elconjunto del sistema económico23.

    La misma búsqueda de inversio-nes de empresas transnacionales en áreasindustriales de cierto nivel tecnológicoimplica una visión y políticas distintasde aquellas que centran su esperanza enlos recursos naturales. Un ejemplo re-ciente en América Latina es Costa Rica,donde Intel ha terminado de construiruna fábrica de microchips con una in-versión de 500 millones de dólares, pla-neando exportar en el primer año de ope-ración 1 000 millones de dólares.

    Este no ha sido el resultado deuna política liberal, o fruto de la manoinvisible del mercado. Costa Rica ha pla-nificado concentrarse en un pequeñogrupo de industrias y, para ello, tiene unapolítica industrial y tecnológica emmar-cada dentro de su política económicageneral, acompañada de coherentes yfirmes estrategias de negociación que,ciertamente, coinciden, en este caso, conlas necesidades de una empresas multi-nacional.

    Esto evidencia palmariamente elesfuerzo por parte de Costa Rica porsalirse de su “especialización natural”:el banano y el turismo. Es sintomáticoque, desde varios puntos de vista, CostaRica no era el país más adecuado enAmérica Latina para ello. Como sostie-ne un funcionario de Intel los proble-mas residían en que era un país muypequeño, con burocracia y con costoslaborales más altos que otros países envías de desarrollo (Vogel, 98). No obs-tante, la búsqueda de actividades indus-triales, de creación de ventajas compa-rativas dinámicas, y no la aceptaciónpasiva de una especialización internacio-nal basada en recursos naturales, lleva-ron a Costa Rica a tal camino.

    En suma, un camino que está másen consonancia con la lógica de laglobalización, que nos señala la inexis-tencia de políticas únicas o indiferen-ciadas para la integración a la economíaglobal, y que puede señalarnos algunasposibilidades para el Perú.

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    OBSERVACIONES FINALES

    Por lo expuesto, debe entenderseque la representación de la globalizacióncomo un nuevo orden económico, el dela Economía Global como un Mundo sinFronteras, descansa, esencialmente, enlos intercambios industriales y de servi-cios con alto contenido tecnológico yde conocimiento, entre los países capi-talistas más avanzados (Tríada) o entrelos Estado-Región dentro de ella, y en elproceso de expansión mundial de em-presas transnacionales acorde con estra-tegias mundiales. Sólo al margen algu-nos países en desarrollo, especialmentelos de reciente industrialización, desem-peñan un rol.

    En este nuevo ordenamiento quetrae la globalización carece absolutamen-te de sentido basar la estrategia de desa-rrollo de un país, o su integración a laeconomía mundial, en la explotación delos recursos naturales o de la mano deobra barata. Tales son parte de una lógi-ca errada y constituye una quimera con-traria al desarrollo económico. Pues, enel nuevo orden, la riqueza se dacrecientemente a través del trabajocreativo de las personas, que son las queagregan valor. En el desarrollo econó-mico se trata de encontrar formas deagregar valor.

    La participación en el proceso deglobalización implica tomar parte de losflujos de intercambios comerciales y deinversión referidos a las actividades in-

    dustriales y de servicios intensivos enconocimiento, porque la globalizaciónesta basada en dichos intercambios. Laintegración plena a la economía mundialtrae consigo crecimiento económico sos-tenido, porque hace formar parte de ta-les flujos internacionales que soncrecientemente beneficiosos para cadauna de las partes.

    Para el caso de los países capita-listas avanzados la integración a la eco-nomía mundial se da a través de los Es-tado-Región, las zonas más dinámicas ymás vinculadas a la economía global, queson las tecnológicamente más avanza-das.

    Para los países en vías de desa-rrollo, sólo los países de reciente indus-trialización (PRI) y los países de segun-da generación del sudeste asiático(ASEAN-4) parecen tener un rol claroque desempeñar en la economía global.Y es que el Mundo sin Fronteras de laglobalización parece tener sus propiasfronteras.

    Para el resto de países en vías dedesarrollo, la asociación entre crecimien-to económico sostenido e integración ala economía mundial, por medio de lainversión extranjera que lleva a un desa-rrollo industrial-exportador, no es váli-da. Ella es una no justificada generaliza-ción de las particulares condiciones delSudeste Asiático, referidas al origen, di-rección y racionalidad de la inversiónextranjera y del rol de los países más

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    industrializados de la región sobre su pro-pia periferia.

    El resto de países en vías de de-sarrollo, según Ohmae, corren el riesgode quedar fuera de este Mundo sin Fron-teras, a menos que tomen políticas es-pecíficas destinadas a ello. Sin embar-go, la certidumbre para ellos de los in-numerables beneficios de la globalizaciónno son tan claras si no existen las mis-mas condiciones externas y se prescin-de al mismo tiempo de políticas nacio-nales de desarrollo.

    Todo esto significa dejar de ladoel ilimitado optimismo sobre la globali-zación y la necesidad de seguir pensan-do el problema del desarrollo en el Perú.

    NOTAS

    1 Kenichi Ohmae, consultor en administra-ción y doctor en ingenería, ha sido ante-riormente socio senior de McKinsey &Company, Inc. en Tokio, una de las empre-sas en consultoría más afamadas del mun-do, y autor de más de 40 libros en adminis-tración. Actualmente es fundador y direc-tor de Heisei Ishin no Kai, un movimientode reforma política en el Japón.

    2 La explicación más detallada se encuentraen K. Ohmae, «El poder de la Tríada. Pa-norama de la Competencia mundial enla próxima década», Ed. Mc.Graw-Hill,México, 1990, pp.18-23.

    3 Exactamente lo mismo puede rastrearse enPorter con su enfoque de estrategia globalpara industrias globales frente al tradicio-nal enfoque de las industrias multipaís.Véase, Porter, M., «Competition in Globalindustries: A conceptual framework», en:Porter (ed.),»Competition in Global Indus-

    tries», Harvard Business School Press,Boston, 1986.

    4 Ohmae, Op.Cit., p.124.5 La poderosa combinación de profundos cam-

    bios tecnológicos y cambios en la organi-zación de la producción y mercados, juntocon sistemas organizativos caracterizadospor su gran flexibilidad, aunados a la nor-mativa de los estrategas corporativos parael diseño de estrategias empresarialesglobales han contribuido a la expansión yprofundización de la vinculación interna-cional que caracteriza el proceso deglobalización económica.

    6 Aquí hace referencia al aspecto financierode la globalización. Pero para Ohmae, elverdadero fundamento del nuevo orden nodescansa en los intercambios financierossino en los flujos de comercio de mercan-cías. A los primeros los ve como los cau-santes del movimiento de divisas, aunqueejemplifican la creciente pérdida de con-trol sobre la economía por parte de los Es-tados nacionales. Su análisis va dirigido alos flujos de comercio de mercancías.

    7 Confróntese esto con la difundida y acepta-da creencia en los 90s que los países másindustrializados en su proceso de desarro-llo tuvieron que especializarse en unoscuantos productos y que, en nuestro caso,estos «debieran ser» nuestros preciados y“elaborados” productos como plata, co-bre, oro, hierro, más algunos productospesqueros (harina de pescado) con la in-clusión del turismo.

    8 Véase supra sección 6.9 Lo cual no implica que no puedan ser parte

    de la globalización financiera, pero no dela productiva, comercial e industrial, queconstituye el fundamento real de la globali-zación para Ohmae.

    10 Para una exposición amplia de estos temasvéase Jürgen Schuldt, “Repensando el De-sarrollo: Hacia una Concepción Alternati-va para los Países Andinos”, CAAP, Quito,1995.

    11 Ohmae, K.»Putting global logic first», en:Harvard Business Review, January-Februa-

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    ry, 1995. Este artículo es una adaptaciónde su último libro «The End of the Nation-State, Free Press, 1995, al que no hemostenido acceso.

    12 Como sostiene Ohmae : «Los estados-na-ción no son ya las unidades significativasen las cuales pensar cuando se tiene enmente la actividad económica. En un mun-do sin fronteras ellos combinan las cosas aun equivocado nivel de agregación».Ohmae, K., Ibidem., p.120. La traducciónes nuestra.

    13 Es sintomático el cambio de la relación en-tre las esferas económica y política entre«El Mundo sin Fronteras» (90) y «El Findel Estado-Nación (95)». Mientras en el pri-mero esperaba que el proceso llevaría a unaespecie de gobierno mundial, en el segun-do eventualmente el Estado, más aún, ladimensión política, desaparece casi porcompleto. Es el caso del Estado-Región,pues: «Los estados-región son unidadeseconómicas no políticas, su vinculaciónprimaria es con la economía global».Ibidem, p.122. La traducción es nuestra.

    14 Inadvertidamente para Ohmae, el mundo sinfronteras de la Tríada va construyendo den-tro de ella misma también fronteras y con-centración de ingresos. Lo que pueden es-perar las regiones dentro de los EstadosNacionales no conformantes de los Esta-do-Región, como el Sur de Italia, no es otracosa que una versión global del chorreosin ninguna intervención estatal, ni políti-ca de redistribución, ni de transferencia deingresos o igualación de oportunidades deacceso a los mismos servicios.

    15 Ohmae, «El poder de la Tríada. Panoramade la Competencia mundial en la próximadécada», Ed. Mc.Graw-Hill, México, 1990,pp. 3-4.

    16 El mismo también está condicionado por eltipo de régimen político asociada a dichaestrategia.

    17 Denominados así por formar parte de laAsociación del Sudeste Asiático (ASEAN)formada en 1967 e integrada además porSingapur y Brunei. Esta organización fue

    constituida con el objetivo básico de coor-dinar la política exterior de estos paísespara la defensa de la paz y estabilidad po-lítica de la región. De ahí que a estos paí-ses en vías de industrialización de segun-da generación se les denomine ASEAN-4.

    18 En realidad, Ohmae en adición al sudesteasiático sólo menciona el norte de Méxicoy Sao Paulo en Brasil. El primero como unarealidad creciente y el segundo como posi-bilidad.

    19 A pesar de que no existe un único modelode desarrollo asiático, todos ellos compar-ten el que sus políticas de desarrollo otor-garon la más alta prioridad a la exporta-ción de manufacturas, lo que forzó a susindustrias a volverse competitivas en tér-minos internacionales (Perkins, 94).

    20 Un caso diferente puede ser México a par-tir del Nafta, donde la deslocalización deactividades industriales generada por em-presas norteamericanas y europeas con vis-tas casi exclusivamente al mercado norte-americano es creciente.

    21 Actividades que, a pesar de extendida creen-cia, no significan lo mismo.

    22 La evidencia palmaria es que no existe po-lítica nacional alguna en relación a lasáreas relacionadas con el nuevo paradig-ma tecnológico. ¿Es que existe alguna po-lítica con respecto a la biotecnología y suutilización para el desarrollo agrario oactividades agro-exportadoras? Del mismomodo no existe política estatal alguna res-pecto a la microelectrónica, las tecnologíasde la información o el desarrollo de servi-cios intensivos en conocimiento, como laproducción de software.

    23 Aun en el caso que se haga uso extensivode la dotación de recursos de un país unaestrategia de desarrollo viable exige diri-gir el esfuerzo nacional rápidamente a in-dustrializar y procesar aquellos recursosnaturales a través del desarrollo de la pro-ducción industrial de insumos intermedios,la provisión de servicios de ingenería, laproducción de maquinaria y equipo alre-dedor de complejos industriales que se for-

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    man en torno a los recursos naturales. Estaindustrialización en torno a los recursosnaturales no se dirige únicamente al mer-cado interno sino que se dirige a largo pla-zo a captar los mercados internacionaless.Este camino, sin embargo, exige una clarapolítica de promoción y fomento por partedel Estado. Véase (Ramos, 98).

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