mejor vida año2 num19

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EJEMPLAR GRATUITO. PROHIBIDA SU VENTA Valores La semilla que todo padre debe sembrar ¡falta tanto por hacer! Popolocas Año II - No. XIX - MARZO 2014

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Publicación especializada en valores, creada para concientizar al público en general de la necesidad de fomentarlos en todos los aspectos de nuestra vida, para impactar nuestro entorno.

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EJEMPLAR GRATUITO. PROHIBIDA SU VENTA

ValoresLa semilla que todo padre debe sembrar

¡falta tanto por hacer!

Popolocas

Año II - No. XIX - MARZO 2014

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CONTENIDO

Una vida con valores.

Integridad.

Popolocas. Rescate 1910.

Tolerancia vs Libertinaje.

El regreso de Sodoma y Gomorra.

Honestidad.

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Mejor Vida es una publicación mensual de Rescate 1910 a.c. Un proyecto autosustentable para la obtención de recursos que se utilizan en la creación de programas de ayuda a co-munidades vulnerables, además de ser una herramienta de desarrollo integral para cada familia con el fin de lograr una Mejor Vida.

Mejor Vida, año 2, No. 19 marzo es una publicación mensual editada por Rescate 1910 A.C, Paseo de la Candelaria M.67 L.15 Hacienda Ojo de Agua, Tecámac, Estado de México. 55770, Editor responsable: René Caire, Reserva de Derechos al Uso Exclusivo en tramite. ISSN: en tramite, Impreso por: Impresos Velazquez, José Ma. Roa Barcenas, no. 118 acc. A, col. Obrera, Deleg. Cuauhtémoc, C.P. 06800. Tel. 5740-0702. [email protected]

Este número se terminó de imprimir el 28 de febrero de 2014 con un tiraje de 5,000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imagenes de la publicación sin previa autorización del Instituto Nacional del Derecho de Autor.

EditorialMercedes Ramírez

Diseño y ArteVianey Lúa

PublicidadAbimael Acosta

AdministraciónYeri González A.

DirecciónRené Caire

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Los valores son esas semi-llas que se deben sem-

brar en el corazón de todo ser humano desde los primeros años de vida, esta siembra es tan importante que a medi-da que la vayamos regando podremos observar cómo crecen y en un futuro cer-cano o lejano se podrán re-coger los frutos cosechados. Es de suma importancia que des-de niños se les inculque el amor, el respeto, la honestidad, entre otros valores fundamentales para el de-sarrollo humano, así podremos observar como ese pequeño será un hombre que busque el bien de su entorno, sin embargo, cono-cemos la otra cara de la moneda, vemos que a veces se siembran an-tivalores como el odio, la envidia, la lujuria, avaricia, la maldad etc, que no permiten ser feliz en cuer-po, alma y mente a la persona.

Desde un punto de vista socio-educativo, podemos plantear que:

“Los valores son considerados re-ferentes, pautas o abstracciones

que orientan el comportamiento humano hacia la transforma-ción social y la realización de la persona. Son guías que dan determinada orientación a la conducta y a la vida de cada in-dividuo y de cada grupo social”.

Educar en base a valores es acompa-ñar a los niños en el libre proceso de formación personal, ellos son quie-nes buscan cuales serán sus metas y su felicidad, los cuales serán funda-mentales en la formación y forjación del individuo definirán su mañana.

Definitivamente, no puede dejarse a un lado la planificación u organi-zación de una educación en valores, donde se le brindarán herramientas o estrategias que podrá utilizar para

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escoger aquello que lo ayudará a ser un mejor ser humano o todo lo con-trario. Si no se tienen, ese individuo esta destinado a una fuga y pérdida de valores que lo corromperán y ter-minarán por destruir su vida, ¡afec-tándo su entorno familiar y social!, amable lector, ¿le suena familiar...?

Es aqui donde entra el papel pro-tagónico de los padres, ya que ellos son los que van a decidir cuáles serán los valores que desean in-culcarles en la ardua educación durante la infancia y sean reflejos de integridad en la etapa adulta. Los valores que se siembran en los primeros años de vida pueden agruparse de la siguiente manera: 1- Valores Biológicos: son los alimentos, salud, etc. Los cua-les son necesidades básicas.

2- Valores Intelectuales: tales como el conocimiento, la creativi-dad, razonamiento, etc. Esto ori-gina el mundo cultural del niño.

3- Valores Ecológicos: Comprende el cuidado, el respeto, y aprecio del

medio en que se desarrolla la vida.

4- Valores Morales: Involucra el respeto, la tolerancia, la solida-ridad, la verdad, que son los pi-lares de las relaciones afectivas con el mundo y con los demás.

5- Valores Religiosos: Son propios de los creyentes y su orientación en la infancia corresponde a los padres.

Esto me lleva a una porción de 1 Pedro 2:1-3 que nos ha-bla de la contraparte de los va-lores ejercidos en el corazón del hombre, y una fórmula in-equívoca para contrarestarlos:

“Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia, deseen con ansias la leche pura de la pa-labra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación, ahora que han pro-bado lo bueno que es el Señor.”

Hablando de valores, seamos como padres al enseñarlos y sea-mos como niños al recibirlos.

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La integridad brinda un ca-mino seguro a través de la

vida. Tiene que ver con la en-trega de buenas cuentas; no sólo en el área financiera sino en to-dos los aspectos de nuestra vida.

Integridad es estar completo, no carecer de nada, aquello que con-

serva su valor. En estos días es tan necesario rescatar este valor porque al parecer las generacio-nes actuales poco saben de la im-portancia de conservarse firme ante los retos propios de la vida y frente a situaciones donde solo una cosa es necesaria: ¡no flaquear!

China construyó una inmensa mu-ralla para impedir que los invasores penetraran en la ciudad. Pero los enemigos siempre pudieron inva-dirlos, porque les fue posible en-contrar cómo sobornar a los que

cuidaban las puertas de la ciudad: no eran hombres de integridad. La educación, la religión, y asocia-ciones como RESCATE 1910 se han dado a la tarea de hacer una promoción de los valores dentro de la sociedad, trabajo que redunda en demasiado esfuerzo y empeño por-que esta generación y las venideras

realmente vivan una vida con pro-pósito y destino. Me atrevo a decir que este trabajo realmente requiere de los propios padres de familia, de nada sirve que los externos aporten su granito de arena si en casa no se llevan a cabo acciones que exijan integridad en la familia. Es tiempo de cerrar filas y no ser permisivos ante aquellas cosas o personas que minimicen nuestro anhelo por vivir siendo hombres y mujeres íntegros.

¡Decir NO, es mejor que perder tu valor!

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POPOLOCASCómo olvidar la carita de Mar-

tina, una pequeña niña de tres años quien vive cerca de un jagüey, su hermanita mayor nos cuenta las travesías para llevar el agua de este estanque de agua con-taminada hasta su casa con la cual lavan su ropa, trastes y toman un baño una vez a la semana. O aque-lla anciana quien con una ligera muestra de dolor solicitaba ayuda para aliviar el malestar provocado por una fractura que desde ya ha-cia veinte días le “incomodaba”.

La visita a la etnia de los Popolocas en San Martín Esperillas, Puebla, nos ha motivado aún más a redo-blar esfuerzos en el apoyo a comu-nidades de escasos recursos. Partici-par en Rescate 1910 nos recuerda que aun somos seres humanos con la capacidad de sentir amor por el prójimo e impulsarnos a salir de nuestra zona de comodidad. Agra-decemos a cada persona y empresa que con sus aportaciones y accio-nes; contribuyó a esta noble causa.

¡Todavía falta mucho por hacer!

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Las convicciones en nuestra fa-milia permiten establecer pa-

rámetros de conducta que se ven reflejados en nuestra sociedad. Las definiciones de hace veinte años han comenzado a cambiar y tomar otro sentido en nuestro vocabulario y la conducta de nuestros hijos. La definición de tolerancia es “Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias”.

Larry Fowler dice: -”Todos tienen el derecho a su propia opinión. Lo que la gente hace en privado es asunto suyo. Religiones diferentes son simplemente maneras diferen-tes de llegar a Dios.” Esta es la clase de tolerancia que nuestra sociedad está vendiendo a través de los me-dios.

La cultura hoy en día quiere que nuestros hijos crean que todas las

opiniones son válidas, que aprue-ben todos los estilos de vida y que traten todos los comportamientos como aceptables. Sus hijos sentirán presión para ajustarse a esta cosmo-visión. Así que, ¿cómo les enseña a responder?

En la actualidad hemos dejado de ser tolerantes y nos convertimos en participantes de conductas que de-terioran el verdadero significado de

una familia o una so-ciedad. Es una virtud tener un equilibrio de valores para ser tole-rantes, la tolerancia es respeto de valores, conductas y compor-tamientos correctos. No tolerar la inmo-ralidad, la mentira, el robo… que es con-trario a lo que fuimos llamados, ya que cada uno de ellos nos lleva-

rán invariablemente a un lado nega-tivo y a fortalecer la maldad dentro de la sociedad.

Nuestra labor no es solamente como líder, padre o maestro; no solo es-cucharlos sino aceptarles, alabar sus valores y creencias de vida sino ser un ejemplo y enseñarles el verda-dero significado de la tolerancia… Ser como Jesús, modelo de lideraz-go y virtud.

La trampa que la sociedad imponeTolerancia vs Libertinaje

Por Abimael Acosta

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Por Mercedes Ramírez

El regreso de Sodoma y GomorraO la pérdida de los valores

El espectáculo es desolador, la vida fue erradicada por com-

pleto, se puede percibir el olor a azufre en el ambiente, nada pue-de crecer en esa tierra que alguna vez fue fértil. Pero fue esa misma fertilidad y lo próspero de sus ha-bitantes lo que hizo que voltea-ran su rostro hacia la maldad.

Jebel Usdum localizado en la parte sudoeste del Mar Muerto en Israel. Vivió una de las historias más im-pactantes de la humanidad, pero nada de esto hubiera pasado de no haber sido por la pérdida de valo-res que creció en los habitantes de este paraje, al cual hoy llamamos Monte Sodoma, constituido bási-camente por rocas con cantidades excesivas de “ácido clorhídrico” o ácido muriático, el cual es nocivo tanto para la vida animal, huma-na y medio ambiente. Sodoma y Gomorra, el nombre se encuen-tra relacionado con la raíz ára-be sadama, ‘tristeza’, ‘angustia’, ‘arrepentimiento’, ‘agotamiento’.Estos lugares se caracterizaron por la maldad que prevalecía entre sus habitantes, habían traspasado los límites aceptados en materia sexual y de relaciones humanas, la codicia, el robo y el asesinato eran norma-

les; por lo tanto, sus prácticas se consideraban abominables, poco a poco el ambiente fue empeorando, la conciencia se fue cauterizando.Sodoma representa la perver-sión humana en todas sus formas.

Pero ante estos antecedentes, ¿qué está haciendo la sociedad actual?

Nos encontramos ante una sociedad que ha aprendido a llamarle bueno a lo malo, que ha perdido el respeto por todo y por todos. Actualmen

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muchos de los problemas sociales como alcoholismo, suicidios, de-lincuencia, se deben a la pérdida de valores sobre todo de la población joven, esto se debe a que en los ho-gares ya no se fomenta su enseñanza.

Valor, actitud de una persona que se transforma en una creencia, que define su comportamiento y fi-nalmente repercute en la toma de decisiones, ¿Cómo serán esas deci-siones si los valores se han perdido? Ante esta situación y el conformis-mo de los adultos que miran con permisividad los cada vez más alar-mantes actos de sus hijos, ¿qué está haciendo la sociedad en general?

Veo una generación de jóvenes que se pierde sin que nadie haga nada. Padres que fingen no ver, ni oír y tampoco tienen deseos de actuar para evitar la devasta-ción desoladora a la que irreme-diablemente nos enfrentaremos, nuestra sociedad está caminan-do hacia una destrucción total.

Es el momento de buscar aprendi-zajes fundamentados en valores. La diferencia de una persona formada en valores es su accesibilidad hacia el entendimiento humanístico de los problemas, su desarrollo acerta-do en circunstancias desfavorables, su respeto hacia los individuos y hacia sí mismo. Preparemos una sociedad más humana, propician-do una formación de la concien-cia, para que aprenda a discernir la verdad del error, el bien del mal. Si es así, el sujeto de la edu-cación sabrá afrontar las dificulta-des de la duda, del cansancio, del sufrimiento moral y físico y, sobre todo, del propio egoísmo, salien-do victorioso en la lucha contra sí mismo y contra el ambiente.

Sin una educación en valores, los elementos característicos de la cul-tura contemporánea como el mate-rialismo, utilitarismo, pragmatismo y hedonismo, se acentuarán pro-moviendo la propia destrucción.

Haz todo el bien que puedas; por todos los medios que puedas; de todas las maneras que puedas; en to-dos los lugares que puedas; tantas veces como puedas; a to-das las personas que puedas, por todo el tiempo que puedas.

John Wesley

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Mentir es una “fácil” herra-mienta que utilizamos para

ocultarnos y, cuando se emplea a menudo, pronto degenera en un vicio que arrastra hacia la descon-fianza.

La honestidad es de suma impor-tancia. Toda actividad social, toda empresa humana que requiera una acción que trascienda, se ve obs-taculizada cuando la gente no es sincera. Esta no consiste sólo en la franqueza o en la capacidad de decir la verdad, sino en el valor que pro-voca al hombre a no decir palabras

falsas para quedar bien con los de-más; prefiere la paz y tranquilidad antes que el éxito, la riqueza o el triunfo obtenido con engaños o ac-ciones prohibidas por las normas de una comunidad.

Cuando compartimos la honesti-dad estamos creando un ambiente de confianza y progreso para la vida diaria, la verdad abre todas las puer-tas, exprésala con tu familia, amigos, compañeros de trabajo. Quien dice la verdad conquista el respeto de los demás y te convierte en una perso-na valiente digna de ser imitada.

Para obtener respeto y confianzaPor Yeri González

Honestidad

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