Máquina para hacer caballones.

MECANIZACIONDE LA CAVA DE

ESPARRAGO

El cultivo del espárrago es, entre los de lasplantas hortícolas al aire libre, uno de losque más horas de trabajo emplea por unidadde superficie, oscilando entre las 700 y 2.000horas por hectárea, de las que entre el 70 y el80 por 100 se destinan a recolección y de un10 a un 15 por 100 a la operación de cava decaballones.

Debido a la peculiaridad del cultivo del es-párrago blanco, la mecanización de la recolec-ción es prácticamente imposible, aunque se hanllevado a cabo un sinfín de intentos para sumecanización, con el empleo de células foto-eléctricas y palpadores que realizaran esta ope-ración, pero ninguno de los prototipos que sehan experimentado han dado un resultado nitan siquiera esperanzador.

En cambio, en la operación de cava de ca-ballones se ha llegado a su mecanización to-tal, aunque los resultados que se obtienen dela tarea no sean tan perfectos como los obte-nidos cuando se lleva a cabo la operación ma-nualmente.

DETALLES DEL CULTIVODE ESPARRAGO EN LAS ZONASDE RIOJA Y NAVARRA

Las fases de cultivo son dos: la primera,de semillero y la segunda, en terreno definiti-vo. A nosotros sólo nos interesa describir, parael presente artículo, la fase de producción quecomienza al segundo ario de plantación.

En este segundo ario de plantación se pro-cede a la formación de los caballones dentrode los cuales va a crecer el espárrago. En elcultivo tradicional este caballón no se deshacíanunca y el espárrago, una vez finalizada larecolección, emitía los tallos por encima delos mismos. Con la llegada de las primerasheladas estos tallos se secaban y, entre los me-ses de diciembre y marzo, se procedía a cortarestos tallos. A primeros de abril se cavabancon la azada los caballones y se eliminaban,a mano, los trozos de turiones que habían que-dado pegados a las zarpas. Esto se hace en unaépoca que normalmente suele ser muy lluviosaen la zona, lo que hacía muy pesada la men-cionada labor.

Además y debido a una tendencia naturalde la planta del espárrago por la que sus raí-ces crecen hacia arriba, al cabo de seis u ochoaños, las esparragueras obligaban a hacer ca-ballones de hasta un metro de altura, lo quehacía muy poco rentable su cultivo, pues larecolección y cava se hacían muy dificultosas.Igualmente estos caballones llegaban a juntar-se, lo cual obligaba, en definitiva, a quitarla esparraguera cuando aún tenía capacidadproductiva.

Rejas para acaballonar.

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NUEVA TECNICA DEDESCABALLONADO

En cambio, el cultivo del espárrago se reali-za en Francia de muy diferente forma. La di-ferencia fundamental consiste en eliminar loscaballones en el momento que se acaba larecolección.

A la vista de ello, y por no existir unarazón convincente para que en nuestra zona sehubiese de esperar a cavar los espárragos enlos meses de febrero a abril, se hicieron algu-nas experiencias de eliminación de caballonesnada más terminada la recolección, operaciónésta que se puede mecanizar, empleando parael descaballonado el rotovator o el cultivador,y dejando le terreno completamente llano.

Empleando el rotovator se consigue unaperfecta regulación de la profundidad, aun-que se afecte bastante la estructura de la tie-rra. En cambio, cuando se utiliza el cultiva-dor, la regulación de la produndidad es mu-cho más dificultosa, pero se conserva muchomejor la estructura de la tierra.

Unos días antes de iniciarse la recolección,en el mes de abril, se procede a la formaciónde los caballones para lo cual se emplean di-ferentes tipos de maquinaria.

MAQUINARIA EMPLEADA

La más sencilla consiste en una dobleteja cuya embocadura es más ancha que la sa-lida. Su longitud es de unos 1,25 metros sien-do la anchura de la embocadura de 1,65 y la

salida de 0,70 metros, variando con la edad dela esparraguera en que se vaya a utilizar y laaltura de caballón que queramos obtener.

Para pequeñas variaciones pueden llevarse acabo regulaciones de apertura de las tejas. Enla parte trasera lleva una zona articulada, conla que se apelmaza el caballón, gracias a untornillo y un muelle de presión. A veces sesustituye esta última parte por un arco en elque se colocan cadenas.

Para la buena utilización de esta máquinahay que dejar el caballón limpio de los restosde fustas del ario anterior.

Otra máquina, un tanto más complica-da, consiste en dos vertederas colocadas en elsentido opuesto a la posición en que normalmenteaparecen en los arados convencionales de estetipo y que van instaladas en un porta-aperos.La profundidad y anchura de la labor se regu-la mediante la apertura de las vertederas asícomo mediante la inclinación de las mismas.

Este apero tiene la ventaja de que es regu-lable dentro de ciertos limites y permite su uti-lización en esparragueras de muy diferentesedades.

Su mayor inconveniente es que no re-mueve la tierra, por lo que previamente hayque labrarla con el fin de que haya tierrasuficiente para la formación del caballón.

La finalización de la labor y alisado de loscaballones se consigue, como con la anteriormáquina, mediante la utilización de una cha-pa móvil que presiona la tierra mediante untornillo y muelle, o bien mediante un grupode cadenas.

Vista posterior del rotovator.

También se ha empleado otra máquinaque, para hacer los caballones, utiliza unjuego de dos discos en cada una de las bandas,en lugar de las vertederas antes mencionadas.

Por último, y recientemente, ha aparecidoen uno de los pueblos de la zona una máquinamás perfeccionada, con la que se consigue unalabor muy próxima a la perfección y que pa-samos a describir a continuación. Esta máqui-na se divide en varias partes.

La primera consiste en un rotovator de unaanchura de 2 metros que va montado en trescuerpos con 5 cuchillas cada uno. Con él selabra el caballón y la calle, con lo que se con-sigue una buena cantidad de tierra recién re-movida y la trituración de los restos de fustasde la anterior cosecha.

La regulación en profundidad de este roto-vator se hace mediante una rueda. El rotova-tor va accionado por la toma de fuerza deltractor que debe tener, al menos, 30 CV. defuerza.

A continuación viene la parte propiamenteacaballonadora, consistente en unas rejas colo-cadas, como en la anterior máquina, en posi-ción contraria a la normal y que son regula-bles tanto en profundidad como en aperturade recogida de tierra. Esto se consigue única-mente con apretar unos tornillos del apero, loque permite hacer caballones desde 30 centí-metros de altura para esparragueras de primerario de producción, hasta caballones de 1 me-tro de altura en esparragueras de mayor edad.

Probablemente la solución del acabado delcaballón ha sido el punto de esta máquina

que más problemas está creando. Se empezócolocando detrás del acaballonador una mediateja que, mediante un tornillo de presión,dejaba apelmazada la tierra; pero cuandoésta tenia un pequeño exceso de tempero elapelmazamiento resultaba excesivo. Se intentóel empleo de cadenas sueltas, siendo esta unasolución que tampoco da resultados perfectoscuando la tierra no tiene un tempero ade-cuado.

Por último se han empleado unos rodillosregulables en inclinación y presión que aun-que no hacen una labor totalmente perfecta,se asemeja bastante a la manual.

RENDIMIENTOS

Los rendimientos de estas máquinas sonmuy variables, dependiendo de la propia má-quina y tractor que las remolque, edad dela esparraguera y estado vegetativo de la mis-ma, longitud y anchura de los surcos, texturadel terreno, etc., aunque oscilan alrededor delos 2.000 metros cuadrados por hora trabajada.

Como es natural y fácilmente comprobablelos gastos del cultivo del espárrago con el em-pleo de estos aperos disminuyen sensiblemente.

Como principal inconveniente se mencionael hecho de que la labor de estas máquinases menos perfecta que la realizada manual-mente, lo que puede influir negativamenteen la calidad del producto obtenido, así comoen la longevidad de la esparraguera.

FRANCISCO COTRINA VILA

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