me llamo octavio....y soy codependiente del alzheimer
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En donde se ponen a consideración mediante un breve manual práctico diversas estrategias a seguir por el cuidador-custodio ante el escenario Alzheimer, situaciones problema y principales eventos emergentesTRANSCRIPT
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 1
Me llamo Octavio… … y soy codependiente del ALZHEIMER.
Segunda parte.
En donde se ponen a consideración
mediante un breve manual práctico
diversas estrategias a seguir por el
cuidador-custodio ante el escenario
Alzheimer, situaciones problema y
principales eventos emergentes
DR. ORLANDO LEÓN Y VÉLEZ VASCO.
International Group Bernardini & Associated Company
© D.R., ® Dr, Orlando León y Vélez Vasco 2011
Se prohíbe la reproducción total o parcial de este documento por cualquier medio sin previo y expreso consentimiento del Autor a cualquier persona o actividad que sean
ajenas al mismo.
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Dedicada especialmente:
A la Profra. Ana María Vasco Flores (Q.E.P.D), paciente
Alzheimer quien al asistirla en su penoso proceso de la
enfermedad; me brindó la oportunidad de aprender y
experimentar las peculiaridades del padecimiento.
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CONTENIDO.
Capítulo UNO.
Útiles recomendaciones,
o procedimientos básicos en
la atención y cuidado de
pacientes Alzheimer. ………..……………… 4.
Capítulo DOS.
.
Plan “B”,
o mientras llega el médico. …………………. 66.
Capítulo TRES.
¿Emergencia o urgencia?
¿Qué hacer?
Primeros auxilios. ………………………..... 119.
Capitulo CUATRO...
Plegaria para un paciente Alzheimer. …… 170.
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Capítulo UNO.
Útiles recomendaciones,
o procedimientos básicos sobre la atención
y cuidado de pacientes Alzheimer.
-“El cotidiano itinerario del
custodio incluye la percepción
total del problema, permanente
atención, así como de un
sobrado juicio para resolver
oportuna, eficaz y puntual
ante cualquier problema
emergente en la jornada
correspondiente al rango
Alzheimer; veinticuatro horas
por siete días, cada semana, de
cada mes por todo el año) sin
obtener más recompensa que la
propia satisfacción del deber
cumplido.”-
Teorema 111 Noel y Zelev
2000,
El proceso atención cuidado del paciente Alzheimer
demanda una definición sobre la importancia del oficio;
así como la ejecución gradual y sistemática de diversos
procedimientos a seguir (primera instancia), con el fin de
adquirir una mejor comprensión del complejo entorno.
A seguir se plantea un conjunto de sugerencias o
procedimientos habituales (rutina diaria), acompañado
con un puntual anexo que denominamos “Plan B” o de
emergencia; es decir, la exacta intervención del custodio
ante eventos emergentes y/o padecimientos apremiantes
presentados por el enfermo a su cuidado.
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Primera instancia.
Existen tres clases de custodio o cuidador: el
designado, el temporal voluntario y el remunerado;
por lo general el primero es un familiar cercano, el
segundo un amigo o familiar y el tercero una
perrona ajena a la familia.
Para todos, el modelo de atención sugerido es
obligatorio y valedero; sin embargo, la diferencia de
la emotividad y del afecto constituye la piedra
angular en la atención y cuidado del paciente con
Alzheimer.
El cuidador pagado cuando lo desea puede
renunciar al puesto; pero el voluntario debe
permanecer hasta el extremo; el remunerado
obedece, el autoseñalado acata, el retribuido tiene
horario.
El cuidador por vocación no tiene paga, el
contratado tiende derecho a enfermarse, el pariente
designado siempre debe estar saludable; el
asalariado puede reclamar, el designado someterse.
El empleado tiene deberes, el voluntario
responsabilidades; el asistente tiene vida propia, el
familiar designado se encuentra sujeto tanto al
paciente, como al arbitrio de los demás parientes.
El cuidador contratado tiene derecho a vacacionar,
el designado se encuentra arraigado; el pagado goza
de días de asueto, el otro no; el empleado no lo
aíslan, lo uniforman y hasta tiene consideraciones,
el voluntario se encuentra marginado.
El custodio pagado en caso de mal trato puede
demandar a los contratantes, el designado debería
de hacerlo.
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El vigilante protector que es a la vez familiar, se
convierte en el personaje más comprometido con el
paciente; así como, el allegado que carga con las
mayores responsabilidades y deberes y quien menor
reconocimiento tiene.
El trabajo de cuidador requiere de un previo
adiestramiento, para cumplir con el anterior
requisito existen diversas estrategias; en base a la
práctica adquirida, se sugiere proceder de acuerdo
con los diez primeros pasos planteados a
continuación.
1.- Entender el significado verdadero del Alzheimer.
Su concepto, manifestaciones, implicaciones, alcances y
complejidad; el entendimiento de la enfermedad se
obtiene a través del conocimiento adquirido por la
estudio de libros, folletos, y consulta a distancia o
electrónica vía Internet (vgr. www.alz.org), asistencia a
cursos, conferencias; así como, observación y el análisis
de experiencias similares referidas por otros custodios o
familias con pacientes afectados del padecimiento.
2.- Convivencia tangible.
Se debe coexistir, entender y atender al paciente por un
lapso de prueba, por lo menos un mes de identificación
mutua; bajo esta circunstancia, el cuidador se percatará
del entorno, hábitos y estado actual de la enfermedad.
3.- Bitácora.
Registrar un informe diario que incluya todo incidente,
percance y nuevos hallazgos en las condiciones de salud
física, mental o emotiva del paciente.
4.- Historia clínica individual y familiar.
Elaborar junto con el paciente, familiares y/o médico
tratante una breve descripción clínica del paciente que
incluyan los datos importantes de su historia médica.
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En caso de no contar con ella, el mismo custodio puede
registrarla mediante datos sencillos obtenidos por
interrogatorio (al paciente, familiar o médico tratante) y
exploración física somera del paciente.
Esta referencia clínica se puede registrar en el formato
sugerido al final del capítulo, bajo el rubro de historia
clínica individual.
5.- Situación actual.
Referencia y registro acerca de las condiciones del
paciente en cuanto a:
Relaciones interpersonales.
Adaptación social y/o laboral.
Actitud hacia el resto de la familia.
Estado de ánimo predominante.
Presencia de ansiedad, euforia o depresión.
Aceptación o rechazo hacia la realidad.
Orientación en tiempo, espacio, lugar y persona
física.
Valoración de la autoestima.
Estado de tensión emocional o estrés.
Alteraciones del sueño (insomnio, pesadillas).
Terrores nocturnos.
Sueños repetitivos.
Alucinaciones.
Ensoñaciones.
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Actitud hacia la enfermedad y/o la muerte.
Creencias, normas y comportamiento ético,
moral o religioso.
Mediante este sencillo procedimiento posteriormente
pueden evitarse reprensiones, culpabilidad y hasta
posibles demandas por omisión, mal manejo negligencia.
Una vez terminada la sucinta revisión general de las
aparentes condiciones físicas y de las condiciones
familiares y psicosociales del paciente a cuidar se
procederá a:
6.- Exploración del entorno.
Conocer la casa, sobre todo los lugares de uso común,
cocina, baño, comedor, alacenas, preguntar por aquellos
lugares a los que no se tiene permitido el acceso.
Asimismo pasear por los alrededores, y saber la
ubicación de tiendas, farmacia, iglesia, jardín y otros
lugares de interés.
7.- Enumeración de inconvenientes.
De igual forma, haga una lista de restricciones,
limitaciones e inconvenientes para ponderar todas las
ventajas e inconvenientes.
Lo anteriormente escrito es con el fin de realizar el
trabajo aceptado con suficiente tolerancia, atención,
serenidad, entusiasmo, convicción y otra decena de
aptitudes y actitudes indispensables para calificarse
como un cuidador-custodio eficaz y eficiente en el
servicio.
8.- Plan de acción.
Elaborar y presentar a los familiares el proyecto de un
procedimiento de trabajo o rutina de actividades con el
fin de ser analizado y finalmente aceptado.
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9.- Prioridades.
Anotar una relación de requerimientos y necesidades,
con su correspondiente requerimiento de víveres,
provisiones, medicamentos, material de curación,
botiquín de primeros auxilios.
10.- Apoyos.
Elaborar un directorio con número telefónico de
familiares, médicos o personas a quien recurrir en caso
de presentarse algún evento no previsto.
Analizadas, acordadas y efectuadas las actividades
anteriormente descritas se procederá a llevar al cabo la
etapa de rutinas cotidianas acordadas en conjunto
(paciente, familia y custodio).
Cuidados habituales del paciente Alzheimer
en el hogar.
En las infaustas ocasiones en las cuales un
integrante de nuestra familia cae postrado ante una
enfermedad (moderada o grave), nos encontramos
de improviso atados por una impotente ignorancia
del como cuidarlo y atenderlo.
Ante todo no debemos perder la serenidad, una vez
asimilada esta primera orientación procederemos a
organizar un nuevo estilo de vida dentro del hogar.
Como paso siguiente hay que procurar al enfermo
un ambiente agradable, exento de todo ruido o
incomodidad tanto física como psíquica.
Estamos obligados a entender que se trata de un ser
querido, el cual ha perdido temporalmente el
valioso estado de salud y por lo tanto reaccionará en
forma distinta a lo acostumbrado ante cualquier
estímulo que represente una molestia.
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Tomando en cuenta lo expuesto se deberá
proporcionar un máximo de confort y bienestar
mediante un diestro cuidado que incluya las
prácticas usuales de higiene personal y una
saludable alimentación (según el régimen indicado
por el médico).
Estas dos básicas medidas contribuyen en mucho a
reducir las complicaciones, favorecer la posible
recuperación y permanecer en estado digno de
respeto e integración al paciente afectado.
La habitación en donde guarde reposo el paciente
deberá permanecer aseada y limpia en todo
momento y circunstancia, así mismo, se requiere de
una buena ventilación (sin formar corrientes de
aire).
La ropa de uso personal, las de la cama, las toallas,
pañuelos, apósitos, vendajes y orinales deben de
retirarse inmediatamente después de usarlos o
muestren evidente suciedad y/o mal olor.
Asimismo, debe establecerse un horario exacto para
la administración de medicamentos y alimentos, así
como para las visitas y el reposo.
Nuestro familiar o paciente a cargo elegirá una
posición confortable, para ello la más conveniente
es la semisentada que se logra mediante la
colocación de almohadas por debajo de las espaldas
o poniendo el respaldo convenientemente acojinado
de una silla pequeña en contacto con el dorso del
enfermo, fijando las patas de la silla en la cabecera
de la cama.
Lógicamente para los afectados con parálisis o
enfermedades en las que se tiene que guardar cama
por un período de tiempo prolongado es
conveniente hacer un desembolso de acuerdo a las
posibilidades económicas para procurar una cama
de posiciones ya sea de manejo mecánico o
eléctrico.
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La temperatura, el pulso y la presión arterial deben
valorarse y anotarse cada 8 horas en pacientes
delicados y sólo dos veces al día (al despertar y al
acostarse) en enfermedades crónicas.
Las indicaciones médicas hay que seguirlas al pie
de la letra y ante cualquier duda siempre preguntar
de inmediato para asegurarnos de haber entendido
correctamente lo prescrito.
Hay que tener siempre a la mano el teléfono del
médico tratante y de un reemplazo, así como el de
una institución que cuente con servicio de
ambulancia en caso de agravamiento de nuestro
paciente o de un accidente imprevisto.
Registro o "toma".
De la temperatura corporal.
La temperatura corporal se registra con un aparato
llamado termómetro.
Los antiguos termómetros son de cristal y se
encuentran constituidos por un cuerpo o columna y
un bulbo u oliva.
En el cuerpo que es una pequeña pirámide
triangular se encuentra grabada una escala que va
desde el número 35 hasta el 41.
Las líneas más largas corresponden a las unidades o
grados centígrados y las pequeñas a las décimas de
grado.
La oliva contiene una cantidad de mercurio, el cual
al elevarse la temperatura se dilata y asciende a
través de un pequeño canal que existen el interior de
la columna, marcando así la temperatura del sitio
en donde se coloque.
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El bulbo u oliva en los termómetros para aplicación
rectal es en forma de globo y en los que se usan
para registrar la temperatura en otros sitios (axilar,
bucal) es alargado.
Para leer el registro de un termómetro se toma entre
los dedos índice, pulgar y medio por la parte
opuesta a la oliva y se efectúa una suave y ligera
maniobra de rotación para encontrar el nivel donde
se sitúa la columna de mercurio (de color plateado).
Conviene practicar un poco para familiarizarnos
con su forma y la manera de visualizar la columna
del mercurio.
En los adultos puede registrarse en la axila, dentro
de la boca o en el interior de cualquier orificio de
nuestro organismo.
La temperatura normal registrada en el interior de la
boca corresponde a los 37 grados centígrados,
mientras que en el recto es de 37.5°C.
Cuando se realiza en la axila, se debe de limpiar
esta región con una toalla o un pañuelo desechable.
En los pacientes con fiebre, la temperatura debe
registrarse cada tres o cuatro horas.
Es aconsejable evitar el expresar "no tiene
temperatura" (sólo los cadáveres no tienen
temperatura), lo correcto es decir no tiene fiebre.
El termómetro debe de lavarse con agua y jabón y
de preferencia desinfectarse con alcohol antes y
después de usarlo.
Antes de tomar la temperatura hay que tener la
seguridad de que el mercurio esté contenido solo en
la oliva, para esto hay que realizar un movimiento
de sacudida enérgica para "bajar" la columna de
mercurio, hay que sujetarlo firmemente para evitar
que se resbale, caiga y rompa.
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Para registrar la temperatura por vía oral, ponga el
termómetro por la parte donde se encuentra el
depósito del mercurio debajo de la lengua y cierre
los labios mientras se esté tomando la temperatura
no se debe hablar, ni abrir la boca.
Un buen registro debe permanecer en el sitio por
espacio de tres minutos.
Retire el termómetro y tómelo por el extremo
opuesto a la oliva de mercurio pues el simple calor
de las yemas de los dedos puede alterar la
temperatura.
A continuación gírelo lentamente hasta encontrar el
nivel o la línea en que se encuentra el mercurio y
lea el grado que marca.
Anote la hora y el resultado de la lectura.
Si quiere simplificar esta antigua, útil y complicada
maniobra, en la actualidad existen a precio
sumamente asequible los termómetros electrónicos,
sumamente exactos.
También antes de usarlos se recomienda su aseo y
desinfección.
Posteriormente apretar un pequeño botón situado
en el extremo opuesto a la punta sensora y ver que
en su pantalla colocada en el cuerpo del aparato
(fácilmente visible) marque 888888 instantes
después cambiará a 37.02.
Es entonces cuando se debe de aplicar en el sitio
deseado o requerido (axilar, bucal, rectal o digital).
Al terminar de registrar la temperatura se emitirá un
sonido peculiar, se retira y en la pantalla aparece la
cifra exacta de la temperatura.
Para borrar la imagen únicamente vuelva a oprimir
el botón opuesto a la punta sensora.
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Existen a la venta pequeñas tiras de material
sensible al calor las cuales al ponerse en contacto
con la piel cambian de color de acuerdo con la
temperatura de la misma, son poco exactas y dan
lugar a lecturas erróneas.
Del pulso arterial.
El pulso puede sentirse con facilidad en la región de
la muñeca, para ello gire su mano, de manera que la
palma mire hacia usted y en el lado correspondiente
al dedo pulgar.
Busque sobre la parte externa con los dedos índice y
medio la existencia de un canal (canal del carpo) en
ese sitio mediante una pequeña presión de los dedos
notará la presencia de un latido rítmico.
Cuente el número de latidos durante un minuto, o
bien, durante veinte segundos y multiplíquelo por
tres, el resultado dará el número de latidos por
minuto ¡Anótelo!
El pulso también puede tomarse en la región situada
un poco más arriba de la prominencia o sea delante
de la oreja.
La fiebre o cualquier emoción hacen que el pulso se
acelere.
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__________________________________________
TEMPERATURA. NÚMERO DE
PULSACIONES
______________________________________
Cifras promedio.
______________________________________
37 º C. (normal. 70 por minuto.
Hasta 37.9 º C. 80 por minuto.
Hasta 38.5 º C. 90 por minuto.
Hasta 39.0 º C. 100 por minuto.
Hasta 39.5 º C. 110 por minuto
Hasta 40.0 º C. 120 por minuto.
Más de 40.5 º C. 130 por minuto.
De la presión o tensión arterial.
Para registrar la presión o tensión sanguínea se necesitan
dos instrumentos, un baumanómetro y un estetoscopio,
ambos se pueden conseguir en las farmacias o donde
venden aparatos médicos.
El procedimiento para tomar la presión arterial es el
siguiente:
1.- Siente a la persona junto a una mesa con el brazo
descubierto (de preferencia izquierdo) es muy importante
que no existe ninguna prenda de vestir que obstruya el
brazo para no obtener lecturas falsas o erróneas.
2.- Para una mayor comodidad descanse el brazo sobre
la mesa.
3.- Desinfle el mango de tela del aparato por medio de
la válvula conectada a él.
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4.- Envuelva el mango de tela alrededor del brazo con
su extremo inferior que es el sitio donde se encuentran
los tubos de hule, por arriba del pliegue del codo.
5.- Observe que los tubos que salen del mango
permanezcan libres.
6.- A continuación, coloque la cápsula del estetoscopio
por la parte donde se encuentra la membrana sobre la
región interna del brazo a un lado de la línea media.
7.- Resulta preferible que el estetoscopio se encuentre
por fuera del manguito.
8.- Cierre la válvula y con la perilla empiece a bombear
para insuflar el manguito, observará que la aguja (cuando
el aparato es de "reloj") o la columna de mercurio
principia a cambiar de posición.
9.- Conforme se va inflando el manguito se va oyendo
por medio del estetoscopio los latidos del corazón (tum-
tac).
10.- Siga inflando hasta un nivel en el que ya no se
escuchen esos sonidos.
11.- Acto seguido, suelte el aire aflojando lentamente la
válvula, de este modo la aguja o la columna descenderá
pausada y gradualmente.
12.- En un momento preciso usted notará de nuevo la
aparición de los latidos del corazón (tum-tac) en forma
firme y continua.
13.- El número en que usted escuchó estos sonidos
corresponderá a la cifra de la presión arterial sistólica o
máxima.
14.- Conforme se va disminuyendo el aire contenido en
el manguito va asimismo disminuyendo la intensidad de
los sonidos hasta desaparecer; es decir, hasta que no sean
audibles.
15.- En este momento observe la cifra en el aparato
usado corresponde a la presión arterial diastólica o
mínima. ¡Anótela!
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16.- Abra la válvula completamente y deje el manguito
totalmente desinflado.
17.- Anote la fecha, la hora y las cifras obtenidas.
Las cifras de tensión arterial normales se encuentran
entre los 120 mm. de mercurio para la máxima
(sistólica) y 80 mm de mercurio para la diastólica
en los adultos jóvenes.
En adultos menores de 60 años las cifras normales
son de 150/90 mm de Hg; y en los mayores a esa
edad de 160/95 milímetros de mercurio (Hg).
El mundo moderno ha simplificado este
procedimiento (como muchos otros) ahora en las
grandes ciudades (farmacias y hasta en centros
comerciales) se encuentran unos aparatos
electrónicos de más fácil manejo y de precio
asequible, en donde solo tiene que colocar el
manguito en la forma descrita anteriormente (ver
incisos del 1 al 5) y en cuestión de minutos en la
pantalla aparecerán las cifras de presión arterial
tanto sistólica como diastólica y hasta el número de
pulsaciones.
Conviene comprarlo y practicar su uso.
Se encuentran también a la venta útiles relojes
electrónicos que registran la presión y el pulso,
son un poco más caros pero fáciles de usar y
exactos en sus mediciones.
ADENDUM.
Historia Clínica Individual y Familiar.
Consideraciones generales.
Es el relato metódico y pormenorizado de todos los datos
y conocimientos anteriores como actuales (personales y
familiares) que sirven de base para la estimación integral
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del estado actual de salud, o de un padecimiento en
estudio.
La historia clínica individual es un documento
importante tanto para el médico como para toda
persona cuidadosa del estado de su salud, ya que
aporta valiosos datos precedentes o concurrentes a
una enfermedad.
Acompañada de un buen criterio clínico orientará
a establecer un correcto diagnóstico; así como un
inmediato y oportuno tratamiento y/o una
adecuada rehabilitación de los daños a la salud
planteados.
Por extensión, al inscribir los hechos significativos
en cuanto a salud se refiere de todos los
componentes o integrantes de un núcleo familiar,
se estará configurando la Historia Clínica
Familiar.
Médico y paciente deben tener un conocimiento
exacto de su contenido y estar capacitados para
elaborar una historia clínica.
Al afirmar lo anterior, las incógnitas a contestar serían:
¿Por qué únicamente al médico se le instruye acerca de
su elaboración?
¿Por qué algunos médicos hacen que la historia clínica se
considere como un documento casi secreto, sobre el cual
raras veces posa sus ojos el paciente o sus familiares?
Por ello, se estima necesario y obligatorio adiestrar
a todo individuo sobre su la elaboración de su
propia Historia Clínica, de seguro será el mejor
redactor de este importante documento.
Finalmente, la Historia Clínica es una breve
autobiografía relacionada con las enfermedades,
padecimientos o accidentes (físicos o mentales); así
como una sucinta reseña de aquellos factores
inherentes a la herencia, costumbres o estilos de
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vida y condiciones del medio ambiente en el que
se desarrolla la diaria existencia.
Para su correcta composición y ejecución se sigue
un determinado método, en donde prevalece la
lógica, la precisión, la claridad y el orden.
Una historia clínica muy larga no es sinónimo de un
buen documento de referencia y consulta.
Asimismo, el lenguaje de este documento debe ser
el utilizado en la vida cotidiana, el médico se
encuentra capacitado para interpretar o traducirlo a
la terminología técnica.
Ahora es una buena oportunidad para iniciar y
realizar su propia historia clínica y en la próxima
consulta muéstrela a su médico con el fin de
revisarla y en forma conjunta corregirla,
enriquecerla y actualizarla.
Los capítulos que constituyen el cuerpo de toda
historia clínica se enumeran a continuación, para
después efectuar un detenido desglose sobre cada
uno de ellos.
1.- Ficha de identificación.
2.- Admisiones previas a un hospital o servicio de
urgencias.
3.- Historia o antecedentes familiares.
4.- Historia personal social y ambiental
(antecedentes personales no patológicos).
5.- Antecedentes personales patológicos.
6.- Condiciones actuales de los aparatos y sistemas
de nuestro organismo.
7.- Exploración física.
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8.- Exámenes de laboratorio, de gabinete y rayos
"equis".
9.- Padecimiento actual.
Al seguir este sencillo orden se podrán recabar algunos
datos necesarios e importantes de su Historia Clínica
Individual.
La historia clínica no es un documento difícil de
elaborar, únicamente se requiere un mínimo de paciencia
y un máximo de observación.
Con toda seguridad es más complicado y tedioso
elaborar una declaración fiscal de impuestos.
Cuando no se tiene experiencia en la identificación de
signos o síntomas, parecerá una labor titánica o
sumamente especializada el mencionarlos.
¡Recuerde!
La historia clínica sólo es la simple enumeración con
cierto método de todas las molestias que nos aquejan.
Los capítulos que usted deberá recordar y anotar a partir
de este momento son únicamente los numerados del 1 al
5.
1.- Ficha de Identificación.
Como su nombre lo indica contendrá los pormenores que
permitan conocer o reconocer su identidad personal; esta
información se refiere fundamentalmente a la
enumeración y registro de sus datos particulares como
son:
Nombre completo.
Sexo.
Edad (en años cumplidos).
Estado civil (actual).
Grado de escolaridad.
Profesión u oficio (actual).
Domicilio actual y número de teléfono.
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Número de afiliación o de registro de alguna Institución
de salud a la que acuda o pertenezca.
Empresa en la que labora.
Domicilio y teléfono de la empresa.
Nombre del cónyuge o familiar responsable al que se le
pueda confiar cualquier información sobre su estado de
salud o pueda tomar decisiones en caso de urgencia.
Grupo sanguíneo y Rh
Presencia de alergia a algún medicamento o sustancia.
2.- Admisiones previas a un Hospital o a un servicio de
Urgencias.- Se anotarán todo tipo de internamientos
hospitalarios (de corta o larga estancia) procurando
seguir un orden cronológico.
Siempre que se nos interne en un hospital o sanatorio es
necesario interrogar al médico tratante sobre la
naturaleza de nuestro padecimiento y los estudios que se
hayan efectuando; así como de sus resultados.
También, se llevará un registro de los diagnósticos y
medicamentos que nos apliquen, no hay que confiar a la
memoria ningún detalle por más insignificante que éste
parezca.
3.- Historia o antecedentes familiares.
A los antecedentes familiares los podemos dividir en
generales y particulares.
Los generales se refieren al estado de salud guardado por
la familia cercana: abuelos, padres, tíos, hermanos e
hijos.
También hay que hacer referencia sobre aquellas
enfermedades importantes que han presentado o padecen
(artritis, cáncer, diabetes mellitus, epilepsia, hemofilia,
hipertensión arterial, obesidad, tuberculosis,
padecimientos cardíacos, mentales, musculares,
nerviosos o pulmonares).
Asimismo, hay que mencionar los antecedentes
familiares de tabaquismo, alcoholismo u otras
adicciones.
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Los antecedentes familiares particulares se refieren
específicamente a los datos del cónyuge actual y todos
los hijos; se anotará:
4.- Historia personal social y ambiental o antecedentes
personales no patológicos.
Estos datos se refieren a los hábitos dietéticos e
higiénicos como son: Horario de los alimentos y
refrigerios, lugar donde se come (empleo, fábrica,
hospital, domicilio, restaurante, puesto de comida); no
hay que olvidar mencionar la existencia de alergia o
intolerancia hacia algún alimento.
Efectuar un relato del los alimentos y líquidos ingeridos
el día anterior, anotando características, cantidades y
horarios de ingestión.
Hay que incluir en este capítulo todos los datos
referentes a la existencia de hábitos personales como
son: alcoholismo, tabaquismo u otras dependencias; se
anotarán indicando el tiempo de consumo, periodicidad,
cantidades y dosis diarias consumidas.
Por último se incluirá en este capítulo la Religión
practicada (costumbres, ayunos y restricciones), ya que
determinados dogmas prohíben el uso de transfusiones
sanguíneas, vacunas, medicamentos.
5.- Antecedentes personales patológicos.
Se hará un breve resumen sobre algunas enfermedades
previas como serían las denominadas propias de la
infancia (sarampión poliomielitis, varicela, tos ferina,
escarlatina, "paperas").
Así como de los padecimientos generales (fiebre
reumática, paludismo, tifoidea, tuberculosis, alergias,
amigdalitis de repetición, gastritis, úlceras, mala
digestión, agruras, constipación o estreñimiento,
hepatitis, amibiasis, parasitosis).
También se debe anotar cualquier padecimiento crónico
(diabetes, hipertensión arterial, asma, enfermedades del
corazón, pulmonares, hepáticas, renales).
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6.- Padecimiento actual.
Pocas son las personas que se encuentran instruidos
sobre el modo adecuado de explicar una enfermedad y
debido a este pequeño problema la consulta puede
tornarse compleja o demorada, con la consiguiente
dificultad para establecer un buen diagnóstico y un mejor
tratamiento.
Cuando usted tenga la necesidad de visitar al médico por
un padecimiento se sugiere seguir estas diez claras y
sucintas indicaciones con el fin de poder ayudar a
obtener una mejor calidad, precisión y rapidez en su
atención.
Mediante estos sencillos datos anotados en forma
ordenada y cronológica se puede en determinado
momento o circunstancia darse una idea general acerca
del estado de salud guardado por la persona que
cuidadosamente lo ha registrado.
Conviene tenerlo a la mano para ser utilizado ante la
aparición de cualquier enfermedad, accidente o
emergencia que amerite atención médica u hospitalaria.
Empiece hoy mismo a elaborar este importante y
personal documento que con toda seguridad redundará
en un mejor conocimiento de su cuerpo y posibles
afecciones (algunas veces desapercibidas por mucho
tiempo); sobre todo aprenderá usted a ejercer el
autocuidado del bien más preciado que es su salud.
¡Quién conoce a su organismo y sus reacciones ante la
enfermedad aprende a cuidarlo mejor!
Una buena historia clínica actualizada por lo
menos una vez al año puede evitar un daño...
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Rutina diaria.
Entendemos por seguir una rutina diaria, la práctica
metódica, sistemática e invariable de una serie de
actividades relacionadas con el vivir cotidiano.
En los pacientes con Alzheimer esta práctica en
ocasiones suele sufrir modificaciones, o bien no
efectuarse debido a las condiciones del paciente; por lo
tanto, sugerimos que cuando sucedan estas
irregularidades, una vez restablecida la “normalidad” se
deberá continuar lo más pronto posible y con la
regularidad requerida la rutina elegida.
La rutina puede representar una carga agobiante debido
la irregularidad de cooperación (del paciente o la
familia), discrepante (por razón a los cambios en la
conducta del enfermo), problemática (provocada por el
variable curso de la enfermedad) y sobre todo con el
distintivo de extrema vigilancia.
Se reitera la premisa: -“Cuidar un paciente no significa
sólo acompañarlo, sino atenderlo en todas sus
necesidades.”-
Además de ofrecerle una íntegra atención; es decir,
aceptar el encargo que implica considerable nivel de
asistencia, con la perseverante vigilancia y ejecución de
la rutina diaria.
El custodio siempre ha de estar preparado para cualquier
eventualidad, seguir las instrucciones establecidas junto
con las propias aportaciones. El custodio ha de estar
dispuesto a modificar con criterio la rutina ante la
presencia de cualquier tipo de eventos.
El custodio debe estar dotado de una buena dosis de
tolerancia, pues algunas rutinas no son siempre bien
recibidas por el paciente a su cargo y algunas veces
intolerables o desagradables por las circunstancias
especiales del cuidado como: súbitas crisis emocionales,
insomnio, interrupción de sueño, gritos, incontinencia
(fecal y urinaria) que necesariamente tiene que atender.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 25
La rutina resulta natural y sencilla si el protegido se
encuentra en la tapa inicial o en la intermedia del
padecimiento, por lógica se convierte en complicada
hasta hacerse desgastante y agotadora cuando la
enfermedad progresa.
Por lo mismo, se sugiere que ante el surgimiento de la
fase moderada o intermedia sumar otro u otros custodios
(uno por turno) quienes asistirán a su enfermo
¡Condición indispensable!
La pregunta obligada es:
¿Qué hacer cuando no se poseen los recursos
económicos necesarios?
La réplica puntual sería:
¡Mayor unión, mejor comunicación y extraordinaria
cooperación!, de toda la trama familiar. ¡Sin límites,
hasta que duela!
De preferencia la rutina se documentará en forma escrita
(nunca de palabra), y ejecutada literalmente, para
después ser valorada y revisada cada semana con el fin
de ajustar detalles.
En caso de que el paciente se encuentre sensato y
consciente es necesario consultar con él cualquier
cambio de hábito o el inicio de la nueva rutina de vida;
antes de establecer determinada acción se le explicará el
qué, cómo y porqué se hace.
En seguida, se sugiere una básica rutina que puede servir
como base para personalizar el conjunto de acciones a
ejecutar en su paciente.
Puede ser que por olvido, descuido o negligencia se
omita alguna de las instrucciones convenidas; si esto
sucede tan solo reflexione sobre la posibilidad de
encontrarse en una similar circunstancia, a usted no
desearía un trato carente de respeto o con patente
descuido
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 26
Cuidador y custodio, recuerde que el enfermo a su cargo
no es un juguete, ni un mueble que se puede trasladar a
libre antojo.
El paciente a su cuidado es
Un ser humano que siente, oye y ve, pero carece de la
facultad de razonar adecuadamente, se encuentra
encadenado a un cerebro dañado, que en ocasiones le
impide expresarse o actuar independiente.
La atención y cuidado del
paciente con Alzheimer:
No admite demoras, excusas, ni omisiones para su
ejecución.
Para ciertos cuidadores la presentación en el paciente
de insomnio, interrupción de sueño, incontinencia y
gritos pueden ser intolerables, en cuanto a su
atención y cuidado.
Es un oficio de 24 horas con permanencia de varias
semanas o años; o de todo el lapso que se encuentre
bajo nuestro cuidado.
Requiere de suma prudencia, experiencia y
eficiencia.
No permite un sólo momento de descuido o
indolencia, ni realizar otra actividad más que el
cuidado.
Usted admitió por paga o por cariño el cargo; por lo
tanto no se vale expresar sus propias emociones
(enojo, fastidio, cansancio, tristeza o agobio) ante el
paciente a su cargo.
Todo enfermo siempre requerirá de apoyo físico,
mental y emocional.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 27
El paciente en situación de Alzheimer depende
totalmente de usted y de la amplia colaboración de la
trama familiar en la cual se encuentra inserto.
La asistencia de un paciente en esta condición
implica además de la inevitable mengua de la
economía familiar, un inevitable desgaste físico,
emocional y mental del encargado o asistente del
enfermo.
En igual orden de ideas, la víctima accesoria del
Alzheimer -el custodio- se instala en situación de
codependencia debido a un afán por ofrecer el mejor
cuidado, inhabilita su propio proyecto esencial, con
ello estropea su desempeño profesional, como su
interrelación social y su yo individual.
El consagrar trabajo, tiempo y energía más el plus de
tolerancia al cuidado y atención de un paciente con
Alzheimer representa un proceder humanitario al
convalidar sentimientos de estima, agradecimiento y
reciprocidad.
También es génesis de júbilo y autoestima, aún
cuando el enfermo o los familiares no consideren el
esfuerzo comprometido, ni en ningún tiempo
concedan reconocimiento o se desestime su
cometido.
Procedimientos cotidianos.
Por la mañana:
Al despertar no piense en los sentimientos negativos,
procure alentar su mente hacia la oportunidad brindada
por servir a un semejante en situación de discapacidad
corporal y/o mental.
Con su acertada compañía y custodia ayudará a
engrandecer la autoestima de ambos
Haga de su despertar un estado inalterable de
optimismo, emplee el tiempo requerido para su aseo
personal y empiece la rutina de un nuevo día.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 28
A continuación despierte a su paciente a quien cuida;
por supuesto hágalo con voz suave y movimientos
pausados; una vez despierto pregunte si no desea tomar
agua u otra bebida, aproveche para administrar el
medicamento recetado con la indicación “en ayunas”.
Abra paulatinamente cortinas y después ventanas con
el fin de suministrar ventilación e iluminación
adecuadas.
Dé un margen de tiempo conveniente para que su
paciente se incorpore, ayude en esta acción; una vez
atento, sugiera la toma del desayuno o el baño diario.
Es conveniente que primero se realiza el baño y aseo
personal cotidiano, así concederá el tiempo suficiente
para que el personal de servicio realice el arreglo de la
cama, la limpieza y aseo de la habitación.
Sin embargo, preserve la particular rutina del paciente,
en ocasiones es despertar, alimentarse, ducharse y
ataviarse (DADA) ó despertar, bañarse, vestirse y
desayunar (DDBD).
Aseo personal y baño del paciente a su cuidado:
Realice la rutina del baño personal diariamente en
igual horario (de preferencia matutino).
Si el paciente se niega a bañarse, no insista, tenga en
cuenta que puede realizarlo más tarde u omitirlo por no
más de dos días.
Contribuya a crear un ambiente tranquilo o agradable.
Utilice música de fondo suave o relajante.
Igualmente es útil permitir que perciba el aroma del
champú y del jabón que va a usar para facilitar el baño
con una sensación de disfrute.
No se precipite, usted cuenta con el tiempo necesario
para realizar con calma las indicaciones básicas; con ello
evitará incidentes o accidentes no deseados.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 29
Revise la temperatura del cuarto de baño, así como las
medidas de seguridad (barandales, tapetes
antiderrapantes, corrientes de aire) y verificar la
suficiencia de agua a la temperatura deseada.
Mantenga la privacidad y el confort necesario.
Resulta conveniente el baño en posición sedente
(sentado) en una silla fabricada para dicho fin, nunca
utilizar tina de inmersión, jacuzzi o similares.
Disponga y organice los enseres que se van a utilizar
como son: champú, jabón, esponja, estropajo, cepillo y
pasta dental, recipiente(s) para el suministro de agua,
soluciones específicas para el lavado genital.
Provéase de un juego de toallas limpias (grande,
mediana y chica); así como, de una toalla extra que
servirá para preservar el pudor de la persona a quien
auxiliara en su aseo.
Ayude a rasurarse (si es el caso) ya sea con “rastrillo”,
máquina o con rasuradora) a su paciente, el nivel de
ayuda varía cada día desde rasurarse solo hasta
necesidad de ayuda completa.
Lo anteriormente expuesto vale para el peinar.
Cuando sea el caso, evalúe el baño en cama con
esponja y jabón neutro o gel del tipo que no requiere
enjuagar.
Una vez terminado el baño seque perfectamente bien
toda el área corporal, especialmente el pelo, manos, pies
y anexos (dedos y uñas); así como las axilas e ingles que
representan zonas en donde la humedad se acumula;
inste al paciente para que seque cuidadosamente los
genitales.
Aproveche la oportunidad cuando su paciente se
encuentra limpio y seco para aplicar en forma de masaje
diversas soluciones para evitar resequedad o aparición de
grietas, lesiones, excoriación o rozaduras, para ello
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 30
impregne una solución oleosa como la glicerina, o
cremas usadas para el cuidado de la piel de los bebés; en
especial se recomienda el uso de cremas protectoras de
los rayos solares.
Además acostumbre el uso de desodorante y alguna
loción de uso corporal para que el paciente se sienta
limpio y con aroma agradable.
También es el momento, de examinar todos los dedos
y recortar cuidadosamente las uñas debido a que se
encuentran friables; al final realice un suave masaje con
glicerina o aceite de almendras.
Ayudando a vestir a su paciente.
Tocante a esta actividad existen diversas sugerencias
en cuanto al ropaje con el fin de que al ayudar a vestir a
su paciente las maniobras sean fáciles, proporcionándole
una sensación de comodidad, y a la vez se encuentre bien
arropado, seco, ventilado y sin olores desagradables.
En la magnitud en que progrese el Alzheimer, el
afectado manifestará considerables complicaciones tanto
para escoger y acomodarse adecuadamente su ropa.
Asimismo puede acontecer que ya no reconozcan las
partes de su organismo, o muestren excesivo pundonor
de vestirse o quitarse la ropa ante la presencia del
custodio.
En algunos casos, en el paciente existe dificultad para
advertir si se encuentran vestidos o desnudos, o se
encuentran sucios y precisen cambio de ropa.
Botones, prendedores, broches, sujetadores, hebillas y
cremalleras pueden causar frustración, enojo y hasta
depresión en el paciente ante la dificultad para servirse
de ellos.
¡Recuerde!
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 31
Respetar la intimidad y el pudor de la persona a quien
se atiende, por el motivo anterior, ayude a vestirlo en el
recinto donde él duerme (recámara) y con la puerta
cerrada.
Sustituya o prescinda ropas de tintorería, medias de
nylon, pantimedias, camisones u otras prendas difíciles
de lavar; mejor use la ropa llamada de “quitar, lavar y
usar”.
Prefiera el bienestar y la comodidad, al estilo o la
moda, busque siempre prendas que sean durables que se
puedan lavar con facilidad y tengan broches sencillos y
elásticos, cinturas ajustables.
Disponga sobre la cama un par de indumentarias (falda
o pantalón, blusa o camisa, camiseta, ropa interior) uno
sobre otro para seguir el orden y facilitar las maniobras
del vestir.
Permita elegir a su paciente la muda de ropa que ese
día va a usar.
Si nada mas prefiere usar una vestimenta de terminado
modelo o color, procure que existan dos o tres mudas
iguales.
El uso diario de ropa tipo “pants”, camisetas, playeras
o prendas holgadas, fáciles de quitar y poner; de
preferencia una talla más grande.
En ocasiones especiales pregunte sobre su vestido o
atuendo preferido y téngalo siempre limpio y guardado
en un lugar asequible.
Generalmente, los pacientes tienden a superponer
prendas de vestir; no se preocupe, ellos mismos al sentir
calor o incomodidad pedirán que se las retiren.
En temporada o climas fríos se mantengan con buena
temperatura tanto las manos y pies, como la cabeza pues
por lo común no advierten los cambios moderados de
temperatura ambiental.
Seleccione el zapato cómodo, bien ventilado, fácil de
limpiar y sin agujetas.
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No al uso de “chanclas”, tenis, botas o tacones altos.
Por último, arregle con moderación tanto el peinado,
como el aspecto del rostro y el atuendo, anímelo con
frases complacientes sobre su apariencia; si lo prefiere
use un espejo para que compruebe su imagen agradable.
Una vez, despierto, aseado y vestido, traslade a su
paciente al sillón preferido, procurando la comodidad
ofrecida por una posición que ofrezca comodidad y
descanso.
¡Avísele!, sobre la próxima disposición del desayuno.
Alimentación:
La mala nutrición (obesidad, desnutrición o anorexia) así
como la deshidratación se presentan frecuentemente en
los pacientes Alzheimer; estas condiciones, provocan
una mayor confusión mental, sopor y tensión emocional.
En etapas tempranas la persona deja de preparar e
inclusive ingerir sus alimentos ya sea por descuido u
olvido.
En la fase avanzada o terminal disminuye
considerablemente la aptitud para ingerir o deglutir los
alimentos y sufrir obstrucciones en la garganta con el
consecuente ahogo (asfixia) o atragantamiento.
Establezca un horario fijo para el consumo de
alimentos; por ejemplo, en nuestro medio se acostumbra
un desayuno ligero entre las (8:00 y 9:00 horas), en
algunas regiones acostumbran el almuerzo 10:00-11:00
horas), la comida formal (14:00-15:00 horas) y al
finalizar el día, la cena (20:00-21:00 horas.
Permanezca con él durante todo el proceso de
alimentarse.
Compruebe si los alimentos no se encuentran
demasiado fríos o sobrecalentados, revise la frescura del
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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pan (algunos prefieren ingerir galletas) y que los
utensilios se encuentren limpios.
Coloque mantel individual o una servilleta resistente
como sustituto, y un “babero”.
Ayude a su paciente con el uso de un popote flexible
para ingerir los líquidos, pues muchas veces tienen cierta
dificultad para hacerlo.
Provéase además de varias servilletas de papel para
usarse en cualquier eventualidad.
Durante el desayuno, según indicaciones del nutriólogo
o médico tratante, procure un ambiente sereno
melodioso, disfrute junto con él, el olor y sabor de la
comodidad, platique apaciblemente.
Generalmente los afectados por Alzheimer prefieren
los alimentos dulces, sobre los saldados y
constantemente piden dulces o chocolates; si es diabético
o existe una prohibición médica para su ingesta;
entonces permite el libre consumo de ellos.
Los alimentos se ofrecerán en la habitación frecuente
(comedor, antecomedor) salvo en el caso cuando el
deambular ofrezca problemas o dificulte el traslado;
entonces se acondicionará una mesa pequeña que
sirva de auxilio, el paciente consumirá sus alimentos
sentado cómodamente y será auxiliado para tal fin.
¡Cuidado!
Con la obstrucción de alimentos o líquidos.
Recuerde que los pacientes con Alzheimer presentan
dificultades para
tragar o ingerir alimentos sólido o líquidos
(atragantamiento o ahogo).
En caso de existir alguna indicación sobre la toma de
uno o varios medicamentos, es el momento adecuado
para ministrarlos.
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Tanto el desayuno como la comida o cena no requiere
de prisas, ni apremios, hay que tomar el tiempo que sea
necesario.
No insista si el paciente no desea tomar determinado
alimento, simplemente apártelo sin mayor comentario y
tenga otra opción que ofrecer para sustituirlo.
Si rehúsa a ingerir todo la ración, no discuta; retire la
charola y de inmediato avise al familiar responsable
sobre esta eventualidad.
Utilice el aceite de limón o menta para estimular el
apetito.
Piense en solicitar una consulta del médico tratante,
con el fin de descartar problemas en dentadura, o
enfermedades como infecciones o depresión que sean los
responsables de esta situación.
En caso de faltar varias piezas dentales, sobre todo las
molares pongan en un procesador de carne y picarlas un
poco para que sean fáciles de deglutir.
Comúnmente los agregados de la dieta como son los
complementos alimenticios en polvo no son agradables
al gusto, para mejorar la sensación insustancial de la
bebida añada pequeños fragmentos de fruta o una
pequeña porción de helado.
Coloque golosinas o frutas al alcance para que la
persona a su cargo pueda ingerir durante el resto del día.
Procure servir pequeños refrigerios o bocadillos
durante el día y colocar a poca distancia víveres para ser
ingeridos a indistinta hora de la mañana, tarde o noche.
De vital importancia resulta la ingesta de líquidos, por
lo menos dos litros al día, limpios, frescos y agradables
en forma de agua potable, refrescos (si no es diabético),
agua de frutas.
Constantemente revise la provisión adecuada, si
observa que no ingiere líquidos, ínstelo a beberlos para
evitar la presencia de deshidratación.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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Al terminar retire todo el servicio usado y vuelva a
revisar la apariencia del paciente y proceda a la limpieza
bucal según la rutina y destreza del paciente.
Después del desayuno o la comida recuerde que el
enfermo no debe ser cautivo de la cama o del sillón,
anímelo a dar un pequeño paseo, caminata o ejercicio y
siempre que se pueda o él lo demande.
Por la tarde.
Ejercicios o rutinas integrales.
Existen diversas prácticas que ayudan en el bienestar
integral del paciente, entre otras se aplican las siguientes:
corporales, mentales, espirituales y sensoriales.
Terapias o ejercicios corporales:
Al ejercitar el cuerpo se evita el anquilosamiento o
atenuar el desgaste y funcionamiento de diversas
órganos del cuerpo humano (corazón, pulmones,
estómago, intestinos, hígado, músculos, huesos,
articulaciones); como de la mente en sus facultades
motoras, cognitivas (memoria, razón, juicio), del
pensamiento abstracto (elaboración, proceso de
ideas, ideas y/o nociones), emocionales y de
comunicación.
La práctica constante y rutinaria de diversas rutinas
del ejercicio, además propicia un mejor estado de
salud.
Asimismo, se eliminan toxinas, mejoran actividades
vitales como son: digestión, respiración, circulación
sanguínea, función cardiaca e incrementan la
actividad de huesos, articulaciones y músculos.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 36
Fundamentalmente consisten en prácticas rutinarias,
y metodológicas de posturas, movimientos,
desplazamientos y actitudes (yoga, gimnasia,
respiración, marcha o caminata) las cuales aportan
relajación espiritual, distensión muscular y
proactividad.
Existen diferentes rutinas para ejercitar el organismo de
un anciano con demencia tipo Alzheimer, estas varían en
cuanto al sexo, edad, capacidades y avance de la
enfermedad.
Fase inicial (Alzheimer leve).
Durante las primeras etapas la rutina diaria del hogar
es el ejercicio suficiente, prácticas como el lavado y
secado de la vajilla, o el aseo del hogar, lavado y
planchado de ropa, elaboración de la comida.
Ir de compras, pequeñas caminatas y el trabajo laboral
son suficientes ejercicios para mantener un estado de
salud favorable.
Cuando el paciente todavía puede caminar se
recomiendan pequeños paseos, jugar con pelotas como
tipo “pelota de mano”, o subir y bajar escaleras, limpiar
y acomodar libreros, acomodar ropa en los clóset,
arreglo de ropa, o tejer.
Poco a poco según el progreso de la enfermedad
resulta necesario el auxilio de un asistente.
En este sentido el cuidador solicitara de los familiares
una rutina apropiada avalada por un fisioterapeuta;
además de ayudar a mover o estirar pasivamente brazos
y extremidades, cuidará de las diferentes posiciones
adoptadas, cambiándolas regularmente para evitar la
formación de escaras.
Es necesario también, evitar la presencia de arrugas
tanto en la vestimenta personal como en la ropa de cama
y cojines o almohadas.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 37
Se debe impedir el manejo y mantener apartados
utensilios como navajas, tijeras, alicatas, u otros objetos
punzo cortantes.
Como recomendación esencial hay que evitar el uso de
colchas, cortinas o carpetas con flecos largos, así como
tapetes o alfombras resbaladizos los cuales propician
caídas que en algunos casos causan con esguinces,
fisuras o fracturas óseas, posibles candidatos a
intervención quirúrgica.
Se han de proteger todas las partes corporales (cadera,
hombros, codos, rodillas, talones, pies) que se ponen en
contacto con las diversas superficies de la cama o del
sillón mediante cojines (los hay de un gel especial).
Todos estos ejercicios tienen como propósito el evitar
la rigidez en articulaciones, mejorar la circulación
sanguínea, facilitar la digestión, el tránsito de alimentos
y facilitar la evacuación fecal.
Así mismo, relajan al paciente proporcionando una
mejora en los sentimientos de autoestima y lo hacen
olvidar sus problemas reales o ficticios.
Rutinas psicoterapéuticas:
Ejercicio o terapia de eventualidades.
Su implementación se encuentra indicada tanto en la
fase leve, como en la moderada o intermedia.
Existen diversas rutinas o psicoterapias de apoyo
anímico su objetivo no es restaurar por completo el
deterioro mental, sino sólo se ofrecen como un medio
paliativo provisorio.
Es necesario estar perfectamente ejercitado y
capacitado en la práctica de todas ellas, y utilizarlas en
tiempo y paciente idóneos, o por sistema de ciclos.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 38
No pretenda ejercitarlas al mismo tiempo, no le
alcanzaría el tiempo, abrumaría al paciente, lo
confundiría y a corto plazo en lugar de beneficiar la
intercomunicación se deteriorara hasta convertir empatía
en antipatía.
Entre las más empleadas por los especialistas se
encuentran las denominadas: motivación emocional
(discriminación emotiva), ubicación de entorno
(orientación de la realidad), situaciones de reencuentros
y reminiscencias (legitimidad-validación).
Las estrategias a seguir se engloban entre secciones
básicas: material de apoyo (batería primordial), técnica
(método esencial) y procedimientos prácticos (pautas de
ejecución).
Si bien las intervenciones terapéuticas no revierten,
detienen cambian o curan el proceso progresivo de la
enfermedad, mantienen al paciente activo, ocupado,
involucrado y estimulado y significar que el deterioro no
avanza tan rápido.
Todo paciente se encuentra conformado por un ser
humano concreto, dotado de una historia de vida
irrepetible, personalidad definida y una peculiar
idiosincrasia.
Por lo mismo al emplear determinada rutina que pueda
significar intromisión en de su intimidad se deben
ponderar los siguientes factores:
Precedentes de conocimientos (aptitud) y proceder
(actitud) sobre su vivir anterior.
Total comprensión sobre la enseñanza y capacitación.
El rango de insuficiencia cognitiva.
El perfil de personalidad.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 39
La condición actual de habilidades y destrezas, así
como, el grado de desgaste en el comportamiento
motivacional; así como, la capacidad de comunicación y
concordancia intra y extrapersonal.
Terapia de motivación emocional
(discriminación emotiva).
En los pacientes que sufren la enfermedad de
Alzheimer, el valor de los sentimientos, la
expresividad y de la emotividad representa la piedra
angular en el avance de la enfermedad, tal parece
que el afecto, la comunicación, el cariño y el amor
son factores que mejoran la condición física y
espiritual del paciente y hasta la del cuidador si la
efectúa con sinceridad, calidez y probidad.
Para que se obsequie esta condición de emotividad
deben el custodio y/o los familiares deben poseer
capacidad y calidad de bondad espiritual y
humanista, para conseguir cabalmente especial
destreza o habilidad se necesita tiempo,
inteligencia, habilidad y un favorable margen de
tolerancia.
El cuidador debido a la escasa capacidad de
comunicación existente ejercitará su propia
estrategia que lo convierta prácticamente en eficaz
traductor, intérprete y comunicante del binomio
(paciente-custodio).
Con las destrezas mencionadas se obtiene una noción
global del la persona a su cargo, paciente con un cuerpo
literalmente atado a un sillón o a una cama quien intenta
darse a entender, expresarse; de ahí surgen las frases que
con gran frecuencia escuchan el custodio o los
familiares:
- ¡No te oigo...
- ¡No te entiendo...
- ¡Qué me quieres decir...
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 40
- ¡Quién eres tú...
- ¡No sé qué me dices...
- ¡No quiero platicar..
Las afirmaciones anteriores nos confunden y permiten
que nos invadan sentimientos de impotencia y fracaso
por no comprender y no hacernos comprender palabras,
expresiones o ideas tan primordiales y evidentes.
Ante esta situación y sensación de frustración, debemos
recapacitar sobre la complicada correspondencia del
lenguaje y el exacto entendimiento de la progresiva
privación de la facultad para comprender y emplear el
lenguaje hablado por parte de nuestro asistido.
Si la condición emotiva es la percepción mayormente
conservada en el enfermo de Alzheimer, por elemental
deducción se puede inferir que existe la posibilidad de
fortalecerse mediante la afable táctica de la
comunicación indirecta o silenciosa como lo es el
contacto físico.
Para tal efecto coexisten la comunicación verbal (la
palabra) y la no verbal (el contacto físico.
Comunicación verbal.
La comunicación verbal siempre ha de emitirse con
singular afecto, ternura y amabilidad.
En el momento que hable hágalo pausadamente, con
palabras y frases entendibles de uso habitual, recuerde
que los pacientes afectados por el Alzheimer padecen de
un notable problema de comprensión
Es posible el fomentar esta habilidad mediante la
comprensión y el cambio de actitud; ante el enojo la
concordia, ante la desilusión, la esperanza; en fin ante el
reto la audacia para lograr el sublime vínculo de la
interlocución.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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A través de la expresión verbal cuando este tipo de
comunicación es perceptible lo incorpóreo.
Todo paciente es sensible a su presencia, percibe su
esencia, siente su magnitud energía y aceptan con agrado
la intención complaciente; asimismo, rehúsan el fingir o
el engaño.
Gracias a esta peculiar sensibilidad rehúyen cualquier
perturbación que implique exclusión, rechazo o lástima y
aceptan sin desconfianza o temor los nobles sentimientos
que denotan aceptación, ayuda y tranquilidad y que les
permiten advertir la existencia de una persona que se
ocupa y preocupa por su protección y confort;
especialmente cuando existen situaciones de angustia o
inquietud emocional.
Al platicar con su paciente para tener un mejor contacto
visual mantenga su cara al nivel de su rostro y mírelo a
los ojos, procure no distraerse; de esta forma a su
paciente lo hará sentirse parte importante de la
conversación al sentir que se le presta atención y
participara con más serenidad con su interlocutor; al
iniciar la conversación usted debe mencionar su nombre
y el de su oyente, para propiciar una mejor identificación
y mayor comunicación.
Cuando habla con su paciente hágalo con un tono de voz
parejo y moderado; sin embargo, en ocasiones cuando lo
indique el paciente es necesario elevar la altura del
sonido pues puede no ser escuchado.
El paciente es capaz de advertir su exasperación, alegría,
angustia y también percibe cuando no se les pone
atención o se le ignora y responde con enojo o inquietud.
También suele captar la condición emocional de la
persona quién le habla, él puede sentir su enojo,
angustia, dolor o desesperación de usted; esta particular
capacidad se sentir, le hace reaccionar con ira,
intranquilidad o confusión al percibirlas; por lo tanto,
evite dialogar con su paciente si usted se encuentra
alterado por cualquier motivo o circunstancia.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 42
Prescinda en su presencia murmurar o hablar con otra
persona sin que él escuche la charla; al hacerlo, siente
que lo ignoran o que hablan mal de él. Siempre
incorpórelo en todo diálogo por trivial que este sea.
Si la persona a quien cuida se distrae al conversar con un
leve roce en su brazo o mano volverá de nuevo a atraer
su interés.
Al dar una instrucción, hágalo con una sola frase o
realice una sola pregunta, recuerde que su paciente se
encuentra imposibilitado para procesar demasiada
información, ni emitir diversos enunciados verbales.
Comunicación no verbal (contacto físico).
Cuando se encuentra impedida la comunicación verbal,
existe como alternativa viable la comunicación diversa o
corporal.
En ella se utiliza la expresión corporal, accesible
mediante las diferentes actitudes externas, diversas
expresiones del rostro y leves movimientos instintivos
las cuales al ser manifiestas, la persona experta pronto
identifica determinadas emociones, sentimientos y
alteraciones de la conducta, proceder y comunicar.
Desasosiego, retraimiento, dolor o enojo son algunas de
dichas alteraciones las cuales son percibidas con más
frecuencia y naturalidad mediante el entendimiento
logrado mediante la convivencia o la experiencia del
cuidador con su paciente.
Como contraparte el custodiado percibe en idéntica
condición en forma precoz la esencia emotiva y afectiva
de tensión, apremio, inquietud, dolor, intolerancia,
cansancio o enojo.
Es el contacto físico ingrediente capital para reforzar la
facultad intelectual disminuida y el debilitado enlace
externo; además de abarcar con generosamente la
necesidad de amparo y la percepción de seguridad, de
que alguien se encuentra a su lado para brindarle cuidado
y protección ante su indefensión.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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El contacto físico usado como vaso comunicante de
emociones resulta un acto prestidigitación, momento
mágico entre el paciente y custodio (contacto con tacto).
Finalmente siempre propicie, nutra y sostenga un
ambiente de sano sentido del ingenio y humorismo, su
paciente se lo agradecerá, él se encuentra tan ávido de
sensaciones optimistas y saturado de condiciones o
situaciones plenas de desesperanza o desaliento.
Terapia de ubicación individual y del entorno
(orientación de la realidad).
Fue el psicoterapeuta estadounidense James B. Folsem
quien proyectó y promovió el innovador método
terapéutico para intentar auxiliar a distintos pacientes
deteriorados por la demencia, con especial énfasis en el
Alzheimer.
La terapia consiste en identificar y ratificar al interior del
esquema mental del paciente, tanto la identidad como el
entorno vital según parece olvidados o soterrados.
El método utiliza información antecedente ya sea
expresado, documental, auditivo, visual o audiovisual
(texto en contexto) para estimular y respaldar su
ubicación de respeto y consideración en su realidad
interna y externa.
El sistema terapéutico de ubicación del entorno al
parecer contribuye a:
Situar en tiempo, lugar, espacio y ambiente corporal al
paciente en situación de confusión mental.
Reconocer el esquema corporal del paciente.
Distinguir con cierto grado de certeza a las personas
que lo rodean o asisten.
Comprender y precisar las actividades o acciones a
realizar.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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Método y procedimiento.
Elaborar conjuntamente (custodio-paciente)
ornamentos con motivos alusivos en fechas especiales
(fiestas patrias, pascuas, festividades familiares
(aniversarios, onomásticos), con el fin de recordar
eventos e historias relacionadas con ellos y asimismo
elevar el estado anímico del paciente y la familia.
Instalar varios relojes con carátula y números grandes,
así como calendarios con el nombre de los meses y días
en realce el nombre del mes y el día para tener una
superior retentiva acerca del momento exacto en que se
vive.
Colocar letreros, anuncios o inscripciones en los
objetos de uso frecuente, así como el contenido en cajas
o cajones de escritorios, clóset, gavetas, cómodas o
roperos más utilizados con el fin de informar sobre el
nombre, uso o empleo y contenido de los mismos.
Fijar marbetes con rótulos e imágenes alusivas en las
puertas de clóset, recámaras, baño, cocina y comedor.
Elaborar conjuntamente horario de actividades diarias,
toma de medicamentos, desayuno comida y cena, baño,
ejercicio o terapias y descanso; con una adecuada
ubicación del horario personal, espacio de fácil acceso y
al alcance de la vista.
Entender la íntima dimensión de un enfermo con
demencia significa colocarse en similar situación dentro
del universo mental en donde se refugia.
La anterior aseveración implica el ejercicio-
aprendizaje para penetrar y después salir indemne de esa
peculiar condición mental; adiestramiento que luego será
aplicado de acuerdo a la situación o circunstancia
emergente, siempre en beneficio del paciente.
Al utilizar estas guías de reforzamiento de la memoria
durante las diferentes etapas de la enfermedad puede ser
beneficioso para la presumible mejoría de la autoestima
e integridad del paciente.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 45
Terapia de apoyo espiritual.
Si entendemos por espiritualidad al estado ánimo (innato
o adquirido) propio de la condición humano, que con
evidente fe en un Ser Supremo, espera el amparo y la
protección perfecta.
Asistir a un paciente implica un vínculo místico que
impulse a considerar la particular fidelidad espiritual o
mística.
La vida espiritual además de proporcionar confort
emocional, ratifica los conceptos de vida-muerte, salud-
enfermedad en su relación con la Divinidad Suprema;
cualquiera que sea el dogma profesado.
La vida espiritual se confirma con el proceder
individual ante sus semejantes (sociedad), medio
ambiente (naturaleza) y se reconfirma ante la aparición
de la enfermedad o el sufrimiento.
La vida espiritual se encuentra conformada por la
religión profesada, creencias familiares y propio
discernimiento; así como los conflictos y aflicciones
actuales.
La vida espiritual conoce y reconoce realidad de Dios
Supremo; asimismo, confía en sus planes hacia la vida
personal, comunitaria y universal.
Aún así, a veces nos olvidamos como familiar o
cuidador de atender las necesidades espirituales y
religiosas del paciente.
Los pacientes con Alzheimer, a pesar de todo avatar,
sufrimiento y limitación de memoria y comunicación aún
conservan su espiritualidad y percepción religiosa.
La actividad de custodio también debe contribuir en el
rescatar, conservar y mantener vigente los emblemas,
ceremonias y rituales profesados por el paciente.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 46
Considerable ayuda es:
Para un paciente que practica el Judaísmo conocer
algunas de las fechas respetables, como el inicio del
Sabath; entonces se encenderán (con gran cuidado) las
velas correspondientes y se invocarán las oraciones
pertinentes. Recordar ayunos y comida Kosher (si no
están médicamente contraindicados).
Para el católico proveerlo de un rosario y una Biblia;
así como su libro de oraciones diarias y acompañarlo a la
sagrada Misa (si se encuentra en condiciones de
deambular).
Para los budistas participar en sus meditaciones.
Para los que profesan el Islamismo, proporcionales el
Corán y respetar sus rezos y abluciones.
Si se confiesa ateo, no discutir sus convicciones ni
tratar de convertirlo a determinada religión.
Si un paciente previamente a la aparición del
Alzheimer era devoto seguidor o profesaba algunas
prácticas religiosas, de igual forma, ahora se le ayudará a
retomar su vida espiritual.
En la medida en que se nutre de la sana espiritualidad
se encuentra sosiego y paz interior.
Solamente hay que proporcionar todo objeto
religioso que siempre había estado presente en la vida
espiritual del paciente.
La práctica cotidiana de estos ejercicios ponen en
juego nuestras propias motivaciones e intereses
espirituales los cuales marcarán un claro reencuentro en
el mutuo vivir y actuar.
El padecer la enfermedad de Alzheimer no cambia la
vida espiritual, simplemente la ubica en otro contexto,
quizá más íntimo, pero también más emancipado; por
ello las necesidades espirituales de los pacientes son
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 47
similares a las nuestras y requieren expresarse de
diferentes modos.
El desafío consiste en descubrir métodos creativos que
permitan restituir el significado de vivir en una persona
quien se encuentra inhabilitada para establecer el
significado de su propio ser.
Terapia de validación.
A finales de siglo la doctora en Ciencias Sociales Naomi
Feil decidió crear y promover un aparente nuevo método
terapéutico al cual denominó terapia de validación para
ser empleado exclusivamente en Alzheimer en el proceso
de comunicación tan dañado en el paciente afectado.
Pronto tuvo numerosos adeptos quienes la difundieron en
varios países entre ellos el nuestro (México), sus
resultados no han sido lo suficientemente difundidos.
Para sus detractores, la técnica de validación representa
sólo una mixtura de diversas terapias ya conocidas y
reconocidas por sus conclusiones favorables, en ella se
combina varios ejercicios y rutinas extrapoladas de otras
técnicas usadas para el apoyo conductual.
Al efectuar un análisis imparcial de algunas terapias
insertas en el evento Alzheimer se analiza en forma
puntual las reflexiones siguientes:
La terapia de emociones pone énfasis en el vínculo
intra y extra personal, en base a la comunicación.
La terapia de orientación de la realidad se basa en el
uso de señalamientos externos para mantener la
ubicación y posición objetiva.
De acuerdo con la socióloga Naomi Feil creadora de la
terapia validación hacía falta un sistema que reintegrar el
mundo interno del paciente.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 48
El procedimiento afirma sentimientos y conductas de
la persona en situación de confusión.
Sus principales objetivos concurren en el intento por
reconocer la verdad subjetiva y el significado de la
experiencia individual especialmente en pacientes que
muestran señales desmesuradas de ansiedad, aprensión o
soledad.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 49
Método y procedimiento.
La terapia en cuestión aplica el término y la acción de
validar como:
Admitir que los sentimientos expresados por el
paciente son verdaderos, aún cuando encarnen por
definición significados opuestos.
Disponer del tiempo suficiente y horario sujeto para la
atención de circunstancias simultáneas y/o situaciones
emergentes.
No juzgar, sentenciar, dictaminar ni establecer
confrontaciones o tratar de instituir pautas para fomentar
un cambio tanto en la emotividad individual o las
experiencias sentimentales del paciente.
Para entender sentimientos, atender, participar e influir
a una persona afectada por la demencia hay que pensar,
razonar, actuar como ella.
Para entender, participar e influir la demencia ajena, se
deberá acceder, asimilar y actuar en situación similar a la
del afectado e intervenir con nuestro discernimiento en
la inmediata solución a sus problemas.
Preocuparse dinámicamente por la expresión de
sentimientos, su importancia y trascendencia .reviste
gran importancia en el tratamiento integral.
Se reitera. para influir en la demencia ajena, se debe
acceder, asimilar y actuar en situación similar a la del
afectado.
Para influir en la demencia ajena, se deberá acceder,
asimilar y actuar en situación similar a la del afectado.
Terapia de reminiscencia.
La escuela reminiscente o de la añoranza fomenta toda
relación de los sucesos y eventos significativos en la vida
de la persona.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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Su objetivo cardinal es validar su propio proceso de
existencia, continuidad y trascendencia tanto en su
personal historia, como en su estancia vivencial ante los
demás.
Con un conveniente y continuo ejercicio de la terapia de
reminiscencia:
Se establece un fuerte vínculo de salud mental entre el
pasado y el presente elevar su calidad de autoestima.
Se conserva el significado real de la memoria.
Auspicia la interacción del paciente con la tríada,
custodio, familia y entorno social.
Proporciona una superior percepción de sus relaciones
pasadas y actuales,
De igual modo se cconsidera y valora el temple
empleado para enfrentar situaciones complicadas o
difíciles que se presentaron en la vida del ejercitado.
Método y procedimiento.
Se hace valedera la antigua premisa que pregona:
¡Recordar significa vivir nuevamente!
Se requiere de:
Disposición de tiempo suficiente y horario sujeto para
la atención de circunstancias simultáneas y/o situaciones
emergentes.
Estimulación sensorial con base a estímulos (auditivos,
visuales, táctiles, olfativos y del gusto) son usados para
originar y compartir recuerdos.
Dichos estímulos representan una eficiente vía de
acceso para recobrar memorias, hacer asociaciones de
personas, objetos y experiencias vividas.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 51
Al descubrir un solo estimulo provoca una reacción en
cadena de diferentes recuerdos.
Se obtiene una valiosa información sobre historia de
vida, condición corporal, mental y comportamiento
social del paciente, con el fin de lograr una absoluta
comprensión de su individualidad.
La práctica conlleva el reencuentro con sucesos
pasados mediante esta evocación la persona puede
encontrar la verdadera percepción de sus experiencias
pasadas y su intervención en su conducta presente.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 52
Proseguimos con la secuencia rutinaria
cotidiana.
Por la noche:
Ofrecer una cena ligera.
No alentar la ingesta de líquidos, a menos que note a
su paciente deshidratado.
Procurar un ambiente relajado.
Preparándose a dormir:
Antes de acostarse compruebe la condición física de su
paciente: temperatura corporal, hidratación bucal,
tensión arterial, pulso y en caso de ser diabético una
medición con tira reactiva o sensor.
En caso de que en la habitación se apreciase frío o
calor extremos, existen en la actualidad de radiadores
para aumentar y aparatos para aminorar la temperatura
ambiente que no utilicen sustancias o productos
químicos u orgánicos.
No cierre completamente a puerta para evitar exceso
de temperatura ambiental.
Asegúrese de un perfecto control de la temperatura al
interior de la habitación, cierre ventanas y acostumbre el
uso de cortina doble: una ligera transparente y otra
gruesa y oscura) en la noche cierre ambas,
En cuanto a iluminación son variables sus criterios
acerca de la intensidad, lo evidente es que la oscuridad es
negativa para los terrores, miedos e inquietud nocturnos
sentidos por el paciente de Alzheimer.
Para conciliar el sueño resulta conveniente la media
luz par que él se sienta seguro y custodiado.
Es importante que en la habitación conserve la
particular sensación de intimidad y privacía.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 53
Asimismo, en cualquier cambio de ropa, asegúrese que
la puerta se encuentre cerrada. Ahora con amabilidad,
inste a su ser querido a pasar a su cama.
Una vez instalado en ella, cambiar el pañal, arroparlos
en forma conveniente.
Desearle un buen reposo y ofrecerles por ardua o
difícil que haya sido la jornada ofrecerle una caricia de
afecto, un abrazo o un beso.
¡Buenas noches!
Miscelánea.
En esta sección se considera una somera relación de
imponderables menores, que no por diferentes disímiles
son perceptibles en la vida diaria del paciente con
Alzheimer.
Estamos enterados sobre lo oneroso que representa el
seguir al pie de letra algunas instrucciones de terapias,
medicamentos y sugerencias destinadas a la atención y
cuidado del paciente con Alzheimer.
No obstante, también sabemos en base a experiencia
personal que no quisimos omitir cualquier cuidado,
terapia o sugerencia en aras de un eficaz y eficiente
cuidado del ser querido o paciente con Alzheimer puesto
a nuestro encargo.
Inclusive conocemos de la dificultad para conseguir la
asistencia de un cuidador-custodio competente, como
especial sugerencia la participación familiar (todos
pueden más que uno), la contribución equitativa, efectiva
ayuda (concretamente de dinero o con especie) y hacer
gala de un mínimo ingenio y hábil destreza para suplir
con los elementos existentes las necesidades presentes.;
con solo estos tres elementos fáciles de adquirir se
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 54
reemplaza en gran medida la demanda económica en
bastantes casos factor de enojo y distanciamiento.
Personalmente he comprobado que únicamente se
requiere comunicación, cooperación y armonía
intrafamiliar para que el paciente o familiar afectado con
la enfermedad de Alzheimer goce de una merecida
tranquilidad (física y espiritual).
Compañía.
Por lo común confinan al paciente Alzheimer en el
“mejor” de los casos dentro de un ancianato; o lo
abandonan cual mobiliario deteriorado a un, recinto
aislado (generalmente oscuro) bajo el “humanitario”
pretexto de la tranquilidad (¿De quién?).
Pero, quizá sea con el objetivo encubierto del
aislamiento sea el de no trastornar rutinas familiares.
Por ende, se insiste en que a pesar de la compañía y
asistencia de un custodio-cuidador por más competente
que éste sea, no sustituye la convivencia diaria (por más
breve que sea) si periódica y constante resulta altamente
gratificante para el paciente, aunque al parecer no sea
patente.
La afectuosa compañía, al igual que la cálida asistencia
son valores insustituibles para elevar su autoestima ya de
por si dañada y ayuda a soportar soledad y pérdida
inherentes al padecimiento.
Privacidad.
El paciente con Alzheimer (en todas sus fases) debe
gozar de un ambiente digno, personalizado con cierto
grado de privacía (privacidad no es sinónimo de
reclusión).
El paciente quiere existir dentro de un ámbito que lo
sienta propio y privado.
Por regla general el paciente con Alzheimer se encuentra
se encuentra confuso y desorientado dentro de una
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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habitación supuestamente extraña; es entonces, cuando
necesita de la asistencia del custodio para reconocer el
entorno mediante un recorrido de la habitación
mostrándoles –como lo sugerimos- los carteles y
marbetes en los cuales se refrenda el nombre, contenido
y/o uso del aparato, utensilio o muebles instalados en el
interior de la estancia.
Dado el caso de intentar algún cambio de ubicación y sea
de cama, sillón, escritorio o cualquier mueble exclusivo
del paciente, se debe solicitar su opinión y respetarla.
Debido a las excesivas y diversas ocupaciones que usted
tenga, o por un imperceptible descuido, no lo confine un
sillón o la cama por más cómodos que parezcan.
Higiene y ambiente de la habitación.
Solicite ayuda del personal destinado al servicio
doméstico para que en determinado horario efectúe un
completo aseo y limpieza (barrer o aspirar, limpiar,
sacudir) de la habitación, que incluya cambio diario de
ropa de cama; literalmente todo rincón de la habitación
debe ser cuidadosamente aseado
pues debido a que el paciente al comer sus refrigerios o
comidas deja pequeños o considerables restos de
alimentos o golosinas que atraen y anidan fauna nociva
como cucarachas, mosca, mosquitos, arañas y hormigas.
Una adecuada iluminación de la habitación se obtiene al
abrir ventanas, cortinas parcialmente cerradas, con ello
también se obtiene una saludable ventilación y suficiente
aireación; solo hay que cuidar que no se formen nocivas
corrientes de aire.
Es recomendable el uso de desodorantes ambientales
según el gusto o preferencia del paciente.
Para el aseo correcto de los pisos, salvo que su uso se
encuentre contraindicado se empleará cloro junto con
alguna sustancia desinfectante con aroma
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 56
.
Por supuesto que las alfombras requieren también de
similar aseo.
Las cortinas, carpetas, tapetes y retratos, o imágenes son
también reservorios no sólo de polvo, sino también de
fauna nociva.
Extremado cuidado con las velas, veladoras, incensarios
o cirios es mejor utilizarlos en otros sitios más seguros.
Ubique uno o dos recipientes para la recolección de
basura y vacíe su contenido cada vez que sea necesario.
Acuérdese de tener una provisión suficiente de pañuelos
desechables, trapos de limpieza, toallas de mano y
servilletas.
Mobiliario.
En un mueble especial guarde en orden los
medicamentos que son administrados comúnmente al
paciente (procure tener una provisión mensual extra),
alcohol en gel, pañales, toallitas higiénicas, pañuelos de
tela y desechables, así como guantes de plástico
(multiusos).
Así mismo, se tendrán a la mano por lo menos dos
mudas de ropa limpias y dos o tres pañales desechables
para ser utilizados en varias situaciones como
incontinencia fecal o urinaria) o diarrea.
Reserve un espacio suficiente para la ubicación de los
muebles.
Prefiera un hábil acomodo a la estorbosa ambientación,
la comodidad, la comodidad a la elegancia.
Recuerde que usted debe desplazar tanto a los muebles,
como al paciente en las diferentes actividades diarias,
por lo tanto se aconseja dotar a los primeros de cojinetes
de rodamiento (ruedas) los encuentra en cualquier
tlapalerías y su instalaciones es rápida y fácil; y a sus
atendidos proveerlos de bastón, andadera y silla de
ruedas.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 57
Evite el uso de alfombras o tapetes pequeños, pues
generalmente son la causa de caídas, además de anidar
fauna nociva; asimismo prescinda de colchas o carpetas
grandes o con flecos largos.
En resumen un mobiliario utilitario mínimo para brindar
el suficiente confort a su paciente puede estar constituido
por los siguientes elementos: Por lo tanto, resulta
beneficioso acondicionar a los muebles con ruedas para
facilitar su traslado y a los pacientes con bastones (a su
medida), andaderas y/o sillas de ruedas como útiles
ayudas en su diario ambular.
En resumen un mobiliario utilitario mínimo para brindar
confort a su paciente lo constituye:
Cama cómoda.
Sillón de descanso (de preferencia reclinable).
Cajonera o cómoda.
Mesa auxiliar (pequeña y resistente).
Buró con lámpara de noche.
Reloj de pared.
Una o dos sillas.
Un banco pequeño.
Un escritorio (opcional).
Mueble de TV (opcional).
La acumulación de muebles implica menos espacio y
mayor limpieza.
Diversión y pasatiempos.
Si al paciente se le dificulta deambular provea un
pequeño revistero con publicaciones, periódicos, o
libros, en cantidad moderada y de actualidad.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 58
Reviste especial interés como terapia mental las revistas
de crucigramas y juegos lógicos que instan al lector a
elaborar pensamientos y soluciones apropiadas el grado
de dificultad varía de persona a persona y del grado de
avance de la enfermedad.
Entre los pasatiempos ideales también se encuentran los
que emplean letras para formar palabras (tipo scrabble),
o números (dominó); recuerde que en los pacientes
afectados por el Alzheimer la noción matemática y la
elaboración de ideas abstractas son las que primero se
deterioran.
El uso de la radio u la televisión solo son recomendable
por lapsos cortos pues comúnmente se transmite noticias
desagradables o películas de guerra que pueden inquietar
al paciente; prefiera momentos de música serena o
agradable.
Si el paciente aún puede deambular acompáñelo por las
tardes a dar un pequeño paseo, o frecuenten un jardín
cercano y platique con él.
Ropa de cama y enseres.
La cama de preferencia debe estar dispuesta con la
cabecera hacia el oriente (por donde sale el sol), deber
ser lo suficiente espaciosa para facilitar el manejo de la
paciente (cambio de pañales,
El colchón debe tener consistencia mediana, no tan
rígido.
Las almohadas de preferencia de rellenas de poliuretano
o algodón para prevenir alergias.
Ambos deben ser sacudidos diariamente para eliminar
parásitos y ácaros que cada noche se alimentan y
reproducen con las escamas de la piel que son
normalmente eliminadas.
En el mismo orden de ideas (limpieza y protección) suele
ocurrir que el paciente acostumbre en la cama comer pan
galletas, alimentos o golosinas, procure impedir esta
situación pues aumenta el riesgo de que algún insecto
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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(cucaracha o araña) lesione las comisuras de la boca y
produciendo una “buba” una lesión demasiado molesta o
alguna otra enfermedad más severa.
Para un correcto arreglo de cama se han de seguir los
siguientes pasos:
Cubrir el colchón con un primer protector de material
maleable (se encuentran en tiendas departamentales), a
continuación un segundo protector de algodón luego se
coloca la sábana inferior (de cajón) para asegurar su
uniformidad, existen pequeños resortes con pinzas para
colocarlos en las cuatro esquinas de la sábana baja, con
este procedimiento se evitan las arrugas que pueden ser
motivo de escaras o lesiones en la piel del enfermo.
Le sigue después un lecho de pañales rectangulares
(entreverados); con esto se previenen acumulaciones
desagradables en caso de diarrea intestinal, incontinencia
(fecal o urinaria) u otras eventualidades (sangrado).
Si el “colchón” de pañales resulta demasiado costoso, se
puede sustituir con una simple sábana doblada a lo ancho
en tres partes iguales (sábana clínica), como la usada en
los hospitales y colocada a la mitad de la cama, sin
arrugas y bien sujeta al deslizar las orillas laterales
debajo del colchón; esta sencilla medida permite en caso
de expulsar un exceso de líquidos, o derrames
sanguíneos se tiene para contenerlos un buen
amortiguador, fácil de quitar.
También existen en negocios de implementos médicos u
ortopédicos tanto colchones como almohadas (de
diversos tamaños) que contienen en su interior gel
especial y simplemente se colocan encima de la sábana
de cajón; aunque son demasiado costosos resultan en
corto plazo útiles por su comodidad, fácil limpieza y alta
protección para evitar escaras de la piel.
Si no se cuenta con recursos económicos, simplemente
doble una sábana en cuatro y colóquela a altura donde
reposará la cadera del o la paciente; éste fácil artificio
resulta un útil, barato y buen protector.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 60
Al estar ya su paciente acomodado en la cama, cúbralo
con una sábana de algodón, seguida de dos tres frazadas
delgadas llamadas de viaje (afraneladas), con un cobertor
o edredón si el clima lo requiere.
¡Recuerde!
El cambio de ropa de cama es diario, o cada vez que por
algún incidentes se requiera su aseo.
Barandillas ¿Sí o no?
Ventajas:
Los barandales o barandillas son esenciales para la
protección del enfermo, pues comúnmente sufren
pesadillas y su dormir es bastante inquieto, esta situación
puede provocar una caída con resultados poco agradables
como fracturas óseas de cadera, craneales o golpe de
severidad variable.
Se recomienda la manufactura de barandillas ya sea por
un experto carpintero o por un herrero (según sea el
material de la cama) para que queden debidamente
ajustadas y con opción de ser removibles.
La parte interior puede cubrirse con cojines para que el o
la durmiente no se lesione.
Otra estrategia consiste en adosar la cama a la pared y
reforzar la parte expuesta con una hoja móvil portátil de
madera, convenientemente apoyada, puede ser con el
sillón de descanso.
Se cuidará que los tobillos y rodillas tengan una
protección acojinada para evitar excoriaciones al tener
contacto directo de la piel con la superficie firme de la
cama.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 61
Desventajas.
La instalación por lo general es costosa.
El paciente puede mostrar una gran inquietud al sentirse
confinado puede lesionarse con ellas o inclusive subirse
a ellas y tener una caída o golpe más infortunada con
mayores consecuencias.
La vigilancia nocturna será más acuciosa y continua.
Pañales.
Es conveniente el uso de pañales, sobre todo en las
noches en sobretodo en los afectados con mayor o menor
grado de incontinencia urinaria.
Existen varios tipos y tallas los mas como son los
modelo “pants”; si no se cuenta con ellos, se pueden
utilizar otro tipo de ellos adquirir, todos tienen un
instructivo de cómo usarlos.
Cambie de pañal por lo menos 4 veces al día o cuando se
requiera.
Al retirar el pañal usado, limpie perfectamente toda el
área cubierta por el pañal con una pequeña toalla y jabón
neutro, o bien con toallitas higiénicas usadas para el aseo
del bebé, especialmente las ingles, los genitales y el
surco anal.
Ante una evacuación espontánea no aflija o apene al
afectado, proceda con tolerancia y procure tranquilizarse
y tranquilizarlo, pues de seguro la situación es
desagradable y molesta para ambos.
Durante el cambio de pañal revise si no existe piel seca,
n manchas rojizas, irritación, moretones, escaras u otras
anomalías que por el lugar donde se encuentran muchas
veces son visibles.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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Las escaras por presión de el objeto donde se descansa
(cama, silla de ruedas, sillón) son comunes y pueden
convertir en erosión grave de la piel que requiere
tratamiento específico y prolongado.
Se reitera en mantener la piel de la “zona de pañal”
limpia y seca; sin residuos de sudoración, o residuos de
heces fecales.
Comunicación dentro de la vivienda.
El paciente siempre tendrá un canal de comunicación
directa con su cuidador con el fin de avisar de sus
necesidades inmediatas.
Para dicho fin tendrá una campanilla, un timbre o en su
defecto un silbato a la mano, para poder hacer uso de ella
en caso de necesitar ayuda.
Algunas familias dotan a su paciente y al custodio-
cuidador de un sencillo aparato de intercomunicación
inalámbrica.
En la cama o en el sillón de reposo haga instalar un
timbre al que pueda acceder el paciente para ser usado en
caso necesario.
Eventualidades.
Instale en la superficie de buró una lámpara de noche
con encendido elemental, las hay de simple contacto.
En cajón del buró debe estar una pequeña lámpara de
emergencia, un teléfono móvil, un recipiente de plástico
que contenga agua, una taza a medio llenar con agua o
refresco (si no es diabético), dos popotes flexibles y una
pequeña dotación de pañuelos desechables).
Recuerde que la deshidratación nocturna es bastante
frecuente en los pacientes con Alzheimer y muchas
veces pasa desapercibida aún para el custodio más
diestro.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 63
Por supuesto estas condiciones son ideales y las más de
las veces costosas, su ingenio transformará un
presupuesto exiguo en adecuada comodidad; sobretodo
el mejor remedio es el amor con que se realizan la
misión de custodiar a un paciente.
Botiquín de primeros auxilios.
El botiquín de componentes auxiliares debe incluir:
Gasa (rollo e individuales).
Algodón (rollo o paquete),
Venda de 5 y 10 cms.
Jabón de preferencia líquido.
Alcohol (líquido o en gel).
Agua oxigenada.
Vaselina líquida.
Tela adhesiva (de seda, microporo o transpor).
Termómetro.
Pinza de Pean.
Tijeras chicas.
Tinturas de yodo.
Tintura de violeta de genciana y merthiolate,
Benzal líquido.
Guantes desechables.
Torundas de algodón medianas y chicas
(Cotonetes).
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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¡Recuerde!
No medique, ni se automedique, ni recomiende
medicamentos.
Reposo.
No deje dormir a su paciente por las mañanas o en las
tardes, procure distraerlo con lecturas o pláticas o
diversiones para que tenga un suave dormir.
La siesta, si la acostumbra debe ser breve (15-20
minutos), para despertarlo roce levemente su mano con
la suya y háblele suavemente
Adornos.
Conserve la regla de uno de uno; es decir, un cuadro
pequeño una estatuilla, un florero con su contenido o una
maceta objetos predilectos del paciente,
Evite los cuadros o adornos ostentosos.
Cuidado con los olanes o encajes de las colchas, no
deben estar colgando, pues son un riesgo fácil para sufrir
caídas.
Animales domésticos.
Si no se encuentran prohibidos procure una mascota con
ella logrará compañía y distracción.
La mascota no debe dormir en la misma cama que el
paciente.
Procure que personalmente se atienda en la medida de lo
posible a la mascota elegida (pez, perro, gato, ave).
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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Sin dudarlo, sabemos que estas medidas
adicionales significan una mayor erogación
económica y sobretodo implican un
considerable cuidado; sin embargo, al
llevarlas al cabo evitan en grande proporción
lesiones definitivas o discapacitantes.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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Capítulo DOS. .
Plan “B”,
o mientras llega el médico.
-“En la atención de una emergencia
o accidente, lo primordial es no
hacer daño, sin olvidar el
conocimiento aprendido, el
ejercicio eficaz del oficio y la
comprobada práctica.
Si no se tiene magín, es poco el
saber y la pericia, repita “n”
veces: -“Para bien solucionar un
problema, lo primero es no hacer
daño”.-
Teorema 007.
Noel y Zelev, 1999.
En la vida cotidiana del paciente suelen aparecer
pequeños incidentes o graves accidentes los cuales deben
ser resueltos ya sea de manera inmediata o mediata.
En esta sección se proponen diversas medidas habituales
para la puntual atención de situaciones fortuitas; sin
embargo, conviene aclarar que estas sugerencias no son
recetas de cocina, que el criterio y experiencia del
custodio imperarán sobre toda empírica conseja en
beneficio de una eficaz solución del problema.
Por lo tanto, el custodio:
Siempre mantendrá la calma, por grave que sea el
acontecimiento.
Entenderá que no es un superhéroe; es decir
reconocerá sus capacidades, así como sus limitaciones.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 67
Sabrá que constantemente se requerirá de ayuda para
solucionar el problema; por lo tanto debe solicitar
refuerzo de personas convenientes.
Colocará a su paciente inmóvil, arropado y no tratará
de desplazarlo hacia otro sitio, a menos que el lugar
ponga en riesgo la vida de ambos.
Conversará con el enfermo con tono suave, lo
tranquilizará y le brindará confianza y seguridad.
Después de seguir las indicaciones sugeridas, relevará
su cuidado al personal experto en estas emergencias.
Las más frecuentes urgencias son, en estricto orden
alfabético:
Agresividad, enfado y enojo infundados.
Esta contingencia posiblemente se encuentre relacionada
con diversos cambios físicos y bioquímicos cerebrales
relacionados con la enfermedad de Alzheimer.
Consideraciones generales.
Es factible que ante estímulos adversos el paciente
reaccione desmedidamente para refrendar el predominio
de su jerarquía y dejar en claro su oposición a la acotada
autonomía y obligada dependencia a otro individuo o
ajeno comportar.
O, simplemente sea una irreflexiva manipulación para
captarla atención y demandar mayores cuidados.
La actuación provocadora implica exasperación,
enfrentamiento, desafío y agresividad; en esta situación
de conflicto, el paciente cambia su comportamiento
habitualmente sosegado en abierta agresión (verbal o
física) y lo dirige en contra de cualquier persona; dado
que el cuidador es quien se encuentra más cercano se
vuelve sujeto vulnerable a dicho embate.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 68
Causas.
Alguna razón de entorno o situación suele ser el factor
detonante de agresividad; contingencias como:
Amonestaciones sobre su persona o conducta.
Confrontación verbal o advertencia señalada.
Percepción de nerviosismo, irritación o fatiga de su
cuidador.
Existencia de abundantes o excesivos (en cantidad e
intensidad) estímulos como ruidos desagradables,
movimientos inesperados, maniobras, desordenes en el
entorno (reuniones, discusiones, juegos, fiestas, gritos de
niños).
Aparición de efectos secundarios de algún tipo de
medicamento.
Presencia de fiebre.
Estrategias:
Aprenda a ser positivo y propositivo ante estas
situaciones, recuerde que el paciente tiene disminuida su
capacidad para elaborar juicios y no valora los efectos de
su comportamiento; por lo tanto no tome en forma
personal la agresividad expresada.
No conteste con ofensas o. agravios, ni desafíe
cualquier agresión, ya sea verbal o física.
Apoye con tono de voz tranquilo, calmado y con
actitud de apoyo y calma.
Procure mantener un contacto físico (mano con mano,
abrazo amable) que sea agradable, armonioso y
amigable.
Descubra en la medida de lo posible la causa del
incidente.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 69
Sitúe al paciente en situación de comodidad (ropa,
posición, temperatura (corporal y ambiental) y mantener
una buena hidratación.
No proporcione bebidas estimulantes (café, té,
refrescos con cafeína), ni administre medicamento
alguno, salvo que estén indicados por el médico como
tranquilizantes o sedantes.
Estimule cualquier tipo de distracción para liberar
tensiones.
Si la seguridad o integridad física del custodio se
encuentra en peligro, apártese y solicite auxilio.
¡Cuidado!
El paciente puede auto infringirse cualquier daño físico
(aún la muerte), por lo tanto antes que suceda cualquier
tipo de incidente de ofuscación mental, el custodio como
medida preventiva deberá retirar del aposento cualquier
tipo de cuchillos, navajas o armas.
El paso subsiguiente una vez pasada la crisis de
agresión es solicitar una revisión médica para precisar
cualquier otra causa del comportamiento exhibido.
Alucinaciones.
Son diversas las situaciones mentales que producen
alteraciones tanto en la percepción visual, como en la
auditiva.
Consideraciones generales:
Algunos autores separan en diferentes entidades
patológicas la percepción ficticia de la realidad.
Es una anomalía mental consistente en una falsa
perspectiva sensorial, no fundada en una realidad
objetiva; puede ser visual, auditiva, olfativa, gustativa o
táctil.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 70
Causas:
.
Generalmente es causada por un efecto secundario,
reacción indeseable o sobredosis de un medicamento,
también se presentan, en infecciones virales, hipnosis,
sueño y en algunos tipos de depresión.
No es común que se manifiesten en la Enfermedad de
Alzheimer; sin embargo se han referido en algunos
pacientes, alucinaciones sobretodo auditivas y visuales.
Hemos de distinguir entre una situación de ilusión y
otra de alucinación:
Las ilusiones son distorsiones visuales, olfativas,
auditivas, gustativas y/o táctiles, en la percepción de
cosas presentes.
Las alucinaciones son distorsiones, que también
pueden ser visuales, u olfativas, auditivas, gustativas y/o
táctiles, en este caso, en la percepción de cosas no
presentes.
Estrategias:
Comprobar -en la medida de lo posible- si las
sensaciones, percepciones y reacciones del paciente
corresponden a estímulos reales o imaginarios.
No pretender persuadir al paciente sobre el origen real
de la alucinación; para el enfermo existe como tal y
puede producir conflicto si se le contradice.
Ante una percepción distorsionada de la realidad, el
paciente Alzheimer reacciona diferente, y es necesario
valorar el alcance de éstas.
Cada deformación sensorial tiene un procedimiento de
terapia diferente, pero en el momento de su presentación
existen prácticas comunes como:
No intente discutir con el paciente para aclarar lo
absurdo de su comportamiento.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 71
No impida la acción o razón, a menos que exista
amenaza a su integridad o de las personas que le rodean.
Permita al paciente disfrutar un rato de su alucinación
y a continuación intente rescatarlo de ella por medio de
una idea, juego o situación alternativa, entretenida como
mudarse a otra habitación, cambiar de sitio el mobiliario
habitual, darle una golosina, dirigir la plática hacia otros
temas, bailar, cantar; en estas circunstancias la
imaginación del custodio es puesta a prueba.
Si la percepción equívoca se presenta en un sitio
público y origina entre los presentes extrañeza, risa,
perplejidad, o miedo el custodio no debe perturbarse por
el irregular actuar paciente; sólo procure esclarecer el
trastorno padecido, sin entrar en mayores explicaciones.
Caminar errante.
A este trastorno se le denomina también desplazamiento
errátil, peregrinar inútil o marcha errática.
Consideraciones generales:
Consiste en caminar sin rumbo fijo, tanto al interior de
la casa o la habitación como al exterior; incluye el
marcharse del hogar y vagar dentro y hasta fuera del
lugar de residencia.
Representa una peculiaridad común en los enfermos de
Alzheimer, frecuentemente el paciente utiliza este
recurso como un mecanismo de defensa ante la tensión
acumulada y el estrés por encontrarse atrapado (ver
Síndrome de Prometeo).
Generalmente el paciente deambula durante la noche,
ya sea por que duerme durante el día (inversión del
nictámero), o por encontrarse desorientación en tiempo,
lugar y ambiente físico.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 72
A la marcha errática se le debe considerar como un
conflicto grave que debe atenderse médica y
psicológicamente.
Causas.
Entre los posibles motivos que predisponen o propician
el caminar errático se encuentran:
Alteraciones físicas o bioquímicas del cerebro.
Efecto colateral de algún medicamento.
Hastío o aburrimiento.
Sentimiento de aislamiento o soledad.
Escasez de estímulos emotivos.
Búsqueda de compañía o amistades.
Inactividad física y/o mental.
Ambiente hogareño ruidoso o en condición de
conmoción.
Inquietud o alteración nerviosa.
Incomodidad física.
Frustración.
Sensación de hambre.
Urgencia de orinar o para defecar.
Cansancio o fatiga.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 73
Estrategias:
Establezca una rutina diaria que incluya una breve
caminata para desalentar su deseo de salir a la calle.
Si solicita “salir de casa”, acompáñelo en su
deambulación.
La acción del paseo rutinario aunque sea por un poco
tiempo favorece al paciente porque al regresar advertirá
la presencia real de su casa y se sentirá protegido.
No trate de detener al paciente que necesita deambular,
intentarlo aumenta inquietud, de enojo y frustración, es
mejor permitir que salga en forma segura.
Debido al recorrido que efectúa en sus caminatas
erráticas, insista en la ingestión de líquidos (sin cafeína y
con poca o nada de azúcar) para evitar la deshidratación
no advertida por el paciente.
Disminuya los ruidos; así como los efectos para
divertirse (TV, aparatos de sonido, radio, juegos
electrónicos) y la tensión emocional dentro del hogar.
Generalmente se piensa que el paciente al oír o ver
cualquier programa de televisión o escuchar música
agradable puede calmarlos; sin embargo, sucede todo lo
contrario, se ha observado todo lo contrario lo exaspera y
pone en estado de ansiedad o hiperactividad después de
unos cuantos minutos de verlos y oírlos.
El paciente dispondrá de una habitación con un
ambiente tranquilo.
Instale en el piso señales fluorescentes que indiquen el
camino para dirigirse al excusado.
En la puerta de ese recinto coloque un letrero con la
palabra específica “excusado”, otros términos como
inodoro, servicio, sanitario o baño, pueden dar una
identificación equivocada.
Por las noches deje una pequeña luz encendida tanto en
la recámara como en el excusado.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 74
Conserve siempre cerrada con llave, o con candado la
puerta de acceso a la calle.
Coloque en la puerta de la recámara y en la de salida
uno o varios mecanismos de alerta (alarma con sonido,
campanas, móviles, tapetes con alarma de presión,
candados a prueba de niños).
Proteja los accesos a puertas, habitaciones o escaleras
que puedan ofrecer riesgo o peligro de escapatoria.
Si se aparecen signos de desasosiego por salir de casa
calme a su paciente, haga sentir su compañía,
demuéstrele que no se encuentra solo y sobre todo que
no va a sufrir un abandono.
Avise a los vecinos sobre la situación de marcha
errática que presente en su paciente.
Si su familiar se encuentra en situación de asilo es
frecuente que él trate de seguir al personal cuando sale
del trabajo; así mismo, si tiene personal de servicio no lo
aliente a despedirse y hacerlo en forma silenciosa.
Conducta obsesiva.
En la conducta o comportamiento obsesivo el paciente
maneja diversas artimañas con el fin de sentirse
acompañado y no advertirse indefenso.
Consideraciones generales.
Frecuentemente, el paciente Alzheimer incurre en
actitudes posesivas y caer en estado de angustia por
temor al abandono.
Es posible que dependa por completo de usted, incluso
en las tareas más sencillas requieren de su cooperación;
esta situación, además de impedir la ejecución de sus
tareas habituales, trae como inmediata consecuencia
malestar en el cuidador.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 75
El hábito posesivo resulta desgastante y agotador tanto
para el custodio o cuidado, como para el paciente.
Estrategias:
Proporcione mucho refuerzo emocional para que el
paciente perciba de que en su entorno todo este bien.
Trate de cumplir en la medida de lo posible todas las
peticiones de una manera apropiada y aceptable, sea
creativo y sepa cómo sacar provecho aún en situaciones
enojosas.
Evite usar la palabra no, incluso puede decir que si a
sus peticiones que finalmente no cumplirá; más tarde el
paciente olvida el motivo de sus peticiones y no se
acuerda de ellas.
Valore las situaciones que puedan denotar la ansiedad,
como un ambiente u horarios especiales (hora del
crepúsculo).
Un juguete, un agradable cobertor, escuchar música
suave, un animal de peluche, un té herbal servirá como
panacea ante esta situación.
Establezca un horario fijo para atender las necesidades
cotidianas del paciente y para las propias; no acceda,
salvo cuando se presente una situación emergente que
éste se modifique, pues cualquier cambio en la
alimentación, ejercicios o el reposo altera de
sobremanera el ánimo del paciente.
Conducta o comportamiento sexual
inadecuado.
Las necesidades, preferencias e instintos sexuales por lo
general representan un papel importante en el adulto,
aunque con la edad amenguan, sin embargo en ocasiones
se exacerban debido a fluctuaciones hormonales en el
proceso del Alzheimer.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 76
Consideraciones generales:
Pueden manifestarse tanto hombres como mujeres,
pero es más usual en el varón.
También se piensa que es un síndrome de bienestar
mental ante una sana acción no premiada (comer bien,
dormir mejor, no enojarse).
Causas:
Acaso, el origen sea un malestar físico (incontinencia,
estreñimiento) o algún atuendo inconveniente (pañal
húmedo o sucio, prendas íntimas demasiado ajustadas,
mal lavadas alergénica), o sufrir calor por excesiva
ropa).
quizás exista la eventualidad de una infección urinaria
o del aparato genital, se expresan de diversas formas, no
siempre apropiadas, como: aumento de la libido,
desnudarse públicamente, exhibir los genitales,
masturbarse o acosar lascivamente a las personas.
Estrategias:
Utilizar el servicio sanitario (excusado) con mayor
periodicidad para advertir y registrar una posible
continencia.
Uso de ropa cómoda para el paciente, pero difícil de
retirar, tipo overol.
Trate de no alterarse, ni llamar la atención ante la
situación expuesta.
Explique a las personas afectadas por la ofensa el
problema actual del paciente.
En forma pronta notifique al médico tratante sobre la
contingencia presentada para ser atendida de inmediato.
En caso de que el paciente manifieste sugerencias
lascivas, acoso sexual o insinuaciones lúbricas se debe
reaccionar y oponerse en forma sosegada pero firme,
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 77
serena pero honesta; corregir sin condescender, no
culpar, ni amenazar al paciente. Pero sí, comunicarlo de
inmediato tanto a los familiares como al médico tratante.
Desvíe la atención y acción hacia otra actividad
diferente.
Si el paciente abiertamente exhibe los genitales o se
masturba, cubra discretamente los órganos sexuales y
aléjelo del lugar donde se produjo el incidente.
No es conveniente coartar o impedir la masturbación
(onanismo) privada, a menos que sea compulsiva o irrite
en demasía los genitales Internos o externos).
Comportamiento o proceder repetitivo.
Como consecuencia inevitable de la disminución o
pérdida definitiva de la memoria manifestada en la
enfermedad de Alzheimer, resulta lógico pensar que la
persona afectada no se percate sobre repetir palabras o
preguntas, ni de la insistencia sobre el porfiar en algunas
acciones.
Consideraciones generales:
Quizás el escuchar la constante letanía de expresiones,
frases, o demandas sea uno de los absurdos hábitos que
más impacienta a los custodios; igualmente el sentirse
acosados por la inevitable sujeción del paciente hacia
ellos (como una costra añadida a la herida), flanqueado
por la insistente demanda de asistencia y el constante
preguntar sobre lo mismo reducen en mucho sus
capacidades físicas y emocionales.
Por ende hay que advertir a tiempo estas
complicaciones, para solucionarlas de manera eficiente y
no caer en la codependencia, nociva patología que afecta
en mucho la salud del cuidador; o el actuar con dañina
indolencia, igual de absurdo por su carácter inhumano.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 78
La pérdida de la memoria hace que los pacientes con
Alzheimer se encuentren privados para comprender o
recordar lo que hacen, dicen o preguntan.
Cada reiteración de acciones y palabras, para ellos
representa la primera ocasión en que la realiza o
menciona; pero para los custodios acaso sea la cien veces
cien que las escuchan o las atestiguan.
Algunas palabras o frases repetitivas primero
inquietan, luego preocupan, pero más tarde molestan; lo
más sensato es reflexionar junto con el paciente el rol de
ambos, el significado sustantivo de estas acciones o
palabras; así como la técnica para superar los momentos
difíciles.
El prototipo de frases repetitivas a las cuales el
custodio tendrá que acostumbrarse puede ser:
- ¿Cuándo nos vamos...
- ¿Ya llegaron...
- ¿No encuentro a mi mamá.
- ¿Y el niño...
- ¿Lupe donde está...
- ¿Ya se fueron los otros...
- ¿Tú quién eres...
Causas.
:
Las acciones repetitivas pueden exteriorizar una
tentativa para elevar la autoestima.
Diversos medicamentos suelen producir efectos
adversos conocidos como discinecia o disquinecia,
trastorno que origina movimientos sin control en los
labios y boca, así como contracciones o sonidos
desagradables (chasquidos y chirridos) de los labios y
dentadura.
Estrategias:
Reflexione sobre el sentido oculto bajo o el significado
real de una palabra, frase o pregunta repetida, si el
paciente a su cargo se encuentra atribulado por sus
padres, familia u hogar, converse acerca de recuerdos
(terapia de reminiscencia).
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 79
Es mejor el demostrar más interés a sus necesidades
emocionales ocultas o encubiertas, que a la frase emitida
por el paciente o la interrogante misma.
Un masaje en la nuca, espalda alta y hombros; un
cordial abrazo son la mejor terapia corporal /sed de piel)
y del espíritu (sed de alma), pues al hacerlo el paciente
se siente querido, protegido y mimado.
Un apretado saludo de mano es un bálsamo sedante
que supera a ciento dos palabras de aliento.
Si el paciente no le escucha o ignora su presencia,
expresar en forma escrita sus palabras en un papel y
déselo para fortalecer la expresión de su sentir.
Si tiene que salir de la habitación ponga a su paciente a
efectuar una acción sencilla, desenredar una madeja de
estambre, apretar pelotas de espuma, emparejar
calcetines, contar las vocales de un texto, buscar palabras
en un diccionario; si el lapso de ausencia es largo,
solicite ayuda para que lo acompañen durante ese
tiempo.
Toda presencia física ya sea de personas o de un
animales domésticos le confiere al paciente un ambiente
cálido, armónico, de compañía y agradable, lo cual baja
la tensión emocional y el sentimiento de soledad o
aislamiento.
Comportamiento o proceder social
inapropiado.
Algunos pacientes se comportan de manera socialmente
inapropiada o inadecuada; se desnudan, levantan la falda,
abren la bragueta, exhiben y manipulan sus partes
genitales delante de personas conocidas o extrañas.
Consideraciones generales:
La mayoría de las veces se etiquetan erróneamente
como sexualmente discrepantes o inapropiadas; pero
también existe la posibilidad de apuntar simplemente a
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 80
una necesidad orgánica (orinar, defecar) u otro tipo de
incomodidad (ropa ajustada, sucia, arrugada).
Quizás el paciente no percibe en forma adecuada el
frío o el calor ambiental, ya no recuerda cómo vestirse,
ni percibe acudir al excusado para satisfacer en el sitio
adecuado sus necesidades orgánicas, o tal vez ya no
recuerda el asearse o el baño cotidiano.
Mostrar un comportamiento o conducta inapropiada
suele confirmar su necesidad de atención a su persona, o
reconocer su propio cuerpo o sentirse vivo.
Estrategias.
Procure no reaccionar con escándalo o regañar
recuerde que el daño cerebral hace que pierda el control
de sus impulsos.
Tome suavemente del brazo condúzcalo al baño o la
recámara y lo más importante trate de identificar la
conducta que existe detrás de la necesidad (al revés).
Dedíquele más atención, procure distraerlo, platicar.
Si el problema compromete el ámbito o desempeño
sexual recurra a un profesional.
Comportamiento o manía denunciante.
A este tipo de actitud o conducta también se le
denomina, hábito acusador o actitud delatora.
Consideraciones generales.
Por lo común los ancianos y no por ello los afectados
de Alzheimer atesoran, guardan y esconden (síndrome de
la urraca, comadreja o mouse) sus pertenencias, después
ya no se acuerdan en qué lugar las ocultaron y con gran
suspicacia e insistencia condenan a cualquiera.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 81
El Alzheimer propicia que el paciente guarde u oculte
diversos objetos (hasta comida, galletas o golosinas) en
lugares insospechados, para después no encontrarlos y
llamarse a robados.
Varios afectados por el Alzheimer transitan por ciclos
en los cuales se tornan inflexible y severos al referir
extrañas conjeturas sobre personas u objetos
aparentemente perdidos o sustraídos; se sienten
despojados de sus bienes materiales (algunas veces de
atenciones).
Es entonces, cuando atribuye -el incidente- ya sea a los
cuidadores, las asistentes, o inclusive a los propios
familiares (cercanos o lejanos) y se llaman a hurtados de
dinero, joyas u objetos; insignificantes para los demás,
muy valiosos y apreciados para ellos.
La obsesión de sentirse despojado o permanentemente
se afirme a robado, conlleva una preocupación y
problema constante que desestima, molesta y daña a sus
ya precarias relaciones personales y sociales; cuando se
instala este prejuicio de padecer rapacería hacia su
persona resulta demasiado erradicarlo.
Asimismo, la posesión o acumulación de objetos
confirma que es todavía agente proveedor y
administrador.
Estrategias.
Trate de mantener la calma.
Aclare si es verdadera la desaparición o acusación;
pues en diversas ocasiones algunos ancianos son
despojados, o estafados y efectivamente sufren la
sustracción de dinero, joyas y hasta propiedades por
algún rapaz aprovechado.
Provea al paciente de recipientes (bolsas, cajas o
carteras) de poco volumen para qué el guarde con
confianza en un sitio seguro sus objetos apreciados o
valiosos.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 82
No debe facilitarle objetos que puedan extraviarse con
facilidad.
No se recomienda por resultar contraproducente
prometer esclarecer el presunto robo, pues entonces -el
paciente- acrecienta su disgusto hasta convertirse en
franca ofuscación y agresividad.
No se adjudique los comentarios desfavorables
insinuados por el paciente.
Sugiera conjuntamente emprender la búsqueda de lo
extraviado; se sugiere adquirir copias o replicas de los
objetos más utilizados o estimados por el paciente, para
en dado caso reponerlos remplazarlos.
Manifieste su convicción sobre el hecho, ante el
paciente no dude en lo afirmado por él.
Comente al personal de servicio sobre las ideas
desorientadas de su paciente y afirme la confianza acerca
de la honradez y confianza depositada en cada uno de
ellos.
Deposite en un sitio seguro y resguardado todo
documento importante, joyas valiosas, valores o dinero
en efectivo.
Comportamiento o hábito exigente.
Se le conoce también como conducta inflexible, actitud
posesiva, manía reclamante, postura demandante,
condición de protesta u propósito de reproche.
Consideraciones generales:
Ante tal cantidad de designaciones equivalentes resulta
ocioso establecer una definición más completa sobre esta
actitud anómala de la conducta manifestada por algunos
pacientes Alzheimer.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 83
El comportamiento señalado es un proceso mediante el
cual el paciente ratifica su menguada valía, disminuida
autoridad o poder de mando sobre las demás personas
que antes permanecieron bajo su mandato u obediencia.
El paciente asume una postura severa e intransigente
que demanda atención pronta y eficiente ante cualquier
mandato; o aún de ciertos antojos personales o
“caprichos”, los cuales debe efectuar de inmediato y sin
reclamo el custodio-cuidador.
El paciente presupone que se cuenta con varias
personas a su servicio y que todos ellos se encuentran a
su pronta disposición para solucionar lo exigido.
Especial mención merece la disposición de cantidad,
calidad y horario del suministro y consumo de alimentos;
el paciente imagina contar a su disposición con diversa
clase de alimentos sin importar horarios ni existencia.
Por ejemplo, en el mismo momento de disponerse a
procurar su alimentación, el paciente decide elegir entre
varios tipos de sopas, guisados o postres y cuando se le
procura el alimento requerido cambia de opinión; por
ejemplo, en determinados casos se debe mantener en
reserva tres o cuatro diferentes postres para que entre
ellos seleccione el de su imprevista preferencia.
También reclama la obligación de efectuar diversas
pautas o procedimientos en la limpieza de la habitación y
del hogar, lavado o planchado de ropa o la colocación
exacta de muebles u objetos dentro de la habitación;
actitud contraria sucede con su aspecto personal.
Estrategias.
No confrontar, aceptar sin réplica todas y cada una de
las indicaciones propuestas; su criterio lo guiará para
cumplir con ellas o modificarlas según el tiempo y la
carga de trabajo.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 84
Converse amablemente con el paciente, exprésele con
tersa franqueza, sin lastimar su alterada sensibilidad, el
beneficio que el paciente representa mucha importancia
para usted; sin embargo, también tiene que efectuar otras
actividades más urgentes.
Esgrima escenarios artificiosos como:
“La demás servidumbre no ha llegado…
“La muchacha del servicio se fue a su tierra...
- “La asistente de limpieza está enferma…
Sitúelo con tacto delicado dentro de la exacta realidad:
- “No tengo quién me ayude, nada más acabo un
trabajo y hago con mucho gusto lo que me
pide...
- “Estoy aquí para servirte con gusto y lo hago
con cariño…
- “No escuché lo que me ordenó…
Coloque en la habitación letreros legibles en donde se
lean con claridad frases como:
- “No existe el personal de ayuda suficiente…
-”En esta casa no hay servidumbre…
- “Se solicita sirvienta con referencias…
En cuanto al aseo del cuarto y enseres personales; así
como la alimentación:
Cuando se realice el aseo de la pieza o la guarda y
ordenamiento de sus objetos personales donde se
encuentra avísele que se hará conforme a lo pedido por
él, así quedará contento que le cumplan sus deseos u
órdenes.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 85
Por lo que respecta a los alimentos, sobretodo en la
llamada “comida principal”, pregunte cuál de dos
opciones (solo dos) de menú desea, si insiste en otro
reemplazo avise que únicamente existe lo que le
propone; durante un poco lapso disminuirán las
exigencias hasta aceptar sin mayor objeción lo
propuesto.
Diversifique la presentación y el sabor de los platillos;
a la llamada sopa aguada o de pasta en el momento de
cocción cuélele un huevo, así su consistencia, apariencia
y sabor cambiará y la hará más apetecible; hasta puede
darse el lujo de bautizarla con un nombre original.
O bien, añada unas rodajas de plátano o sabrosos
frijoles; por igual con fríjol negro aderece a la sopa de
arroz blanco (moros con cristianos), o consomé de pollo,
o con huevo estrellado, diariamente modifique la
apariencia para que el platillo no resulte monótono o
desagradable a los sentidos.
Para los guisados puede usted una vez preparado
pasarlos por el procesador para hacer un semi puré; y
añadir puré de papas o manzanas, verduras cocidas,
perejil picado; alterne las diferentes carnes) pollo, cerdo,
pescado) o un “dip” de atún o sardina; con ello lo hará
diferente y accesible al gusto.
En cuestión de postres procure tener conservas ya
preparadas (manzana, durazno, mango) en pequeños
recipientes; prepare varias así ahorrará tiempo dinero y
esfuerzo.
Un “tip” de gran utilidad es la de ofrecer un
“trabadillo” (o llámelo como se le ocurra) consistente en
mezclar porciones iguales de fruta envasada para niños,
con leche condensada y el toque gran chef de una cereza
en almíbar; con ello motivara la vista y el gusto por
saborear tan desconocido postre.
Al termino de la comida, si el paciente cumplió con
todo el proceso; es decir ingirió todos los alimentos, no
puso trabas, “peros”, ni críticas, resulta conveniente
“premiarlo” (si no está contraindicado) con un dulce o
chocolate preferido, una copita de rompope o un
“digestivo”.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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Generalmente la ingesta continua de galletas tipo
“soda” o planas (“marías”, saladas) tiende a provocar
masas fecales muy sólidas que llegan a formar duras
amalgamas (coprolitos) causantes de severa constipación
y estreñimiento.
Todo es cuestión de buena voluntad, paciencia,
ingenio, comunicación y habilidades.
Confusión mental o desvarío.
Es una irregularidad de las facultades mentales, a veces
se acompaña con alteración del criterio moral.
Consideraciones generales.
Suele asociarse con lenguaje incomprensible,
excitación nerviosa y alteraciones en el dormir o en el
sueño.
Su manifestación es común en las etapas avanzadas del
Alzheimer.
Estrategias.
Determinar -en la medida de lo posible- si las
sensaciones, percepciones y reacciones del paciente
corresponden a estímulos reales o imaginarios.
No pretenda persuadir al paciente sobre la irrealidad de
su ofuscación. ni rebata la obcecación de ideas; para el
enfermo existe en ese lapso una perturbación difícil de
precisar e imposible de solucionar.
El custodio debe estar al tanto que la crisis es
transitoria.
Se aproximará con sigilo al paciente, sin alarmar, ni
inquietar y conversar con un tono de voz calmado y
suave, con el fin de regresarlo sin premura hacia una
apacible situación de retorno a la realidad evidente.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 87
Si el paciente le interroga sobre su crisis confusional,
sea sincero y con sutileza dele a entender la falsa
apreciación vivida.
No de mayor importancia si la confusión fue breve o
no inquietó al paciente; es posible que él no se preocupe
por lo apreciado, escuchado o hablado.
Existen medicamentos los cuales reducen la frecuencia
y la magnitud de estos problemas de percepción; no
obstante, los efectos indeseables que producen son
muchas veces contraproducentes.
¿Cuándo me voy? o ¿Ya nos vamos?
El paciente Alzheimer ya sea en el inicio tardío, o en la
etapa intermedia de la enfermedad siempre manifiesta el
deseo de irse a su casa, aunque él se encuentre en la
propia.
Consideraciones generales:
El anhelo de mudarse a “su casa” gradualmente se
eclipsa a medida que el padecimiento progresa.
La reiterada pregunta ¿Cuándo nos vamos?, tiene su
correspondencia a la expresión “irse a casa”, que acaso
sea la vivienda donde transcurrió su niñez o juventud y
el anhelo de regresar a ella; puede también evocar el
deseo de un reencuentro con sus seres queridos; aunque
algunos de ellos ahora sean difuntos, porque para el
paciente todas las personas objetos, sucesos o situaciones
son duraderos e intemporales.
Causas.
La obsesiva manifestación por irse a casa puede ser
originada por:
Cambio de residencia.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 88
Incapacidad de reconocer su propio hogar.
Exceso o ausencia de actividad.
Sentimientos de incertidumbre, temor y confusión al
advertir las alteraciones que ocurren en su mente, cuerpo
y vida.
Estrategias.
No lo contradiga.
No pretenda contestar la pregunta expuesta; no le haría
caso.
No insista en aclarar o comunicar sobre diversos
amigos, parientes (cercanos o lejanos) no presentes, ya
sea por fallecimiento, enfermedad, ausencia, ingratitud o
repudio.
No tiene caso conocer su abandono o vacío existencial,
el sufrimiento de ya no conservarlos es mayor que el
tenerlos presentes o incluirlos aunque sea solo en la
evocación.
El paseo cotidiano mucho ayuda en advertir otros
lugares, reafirmar la sensación de espacio, socializar con
diversas personas; para luego al retornar reconocer “su
casa” y prevenir el quejumbroso comentario de ¿Cuándo
nos vamos?
Aplique las prácticas o ejercicios para ubicar en la
realidad adyacente, junto con la rutina de reminiscencia;
ambas ya comentadas.
Delirio.
Se trata de una perturbación de las facultades mentales
con la presencia o ausencia de principios morales,
expresiones incoherentes, agitación e insomnio.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 89
Consideraciones generales:
Es una condición de ofuscación mental, diálogos
confusos, coloquios inconexos y razones
incomprensibles.
Este contexto puede considerarse como demencia; sin
embargo, se encuentra notable diferencia ya que el deliro
aparece bruscamente y en forma exagerada.
Es posible que un paciente súbitamente exteriorice
confusión mental, desasosiego, privación del
conocimiento, alucinaciones (visuales o auditivas) y
expresión de delirios; pero no despliega un franco estado
demencial.
Causas:
Esta situación puede ser originada por un padecimiento
infeccioso, resultado de una reacción secundaria adversa
de un medicamento o deberse a diversas perturbaciones
hormonales.
Pero también, puede tener un origen demencial u
orgánico.
La perturbación mental implica falsas conjeturas las
cuales no se logran modificar, ni erradicar sin importar la
cantidad de reflexiones que se argumenten.
Por definición el paciente Alzheimer se comporta
perturbado, desconfiado, intransigente, receloso y
obsesivo.
Del mismo modo y grado el paciente Alzheimer
manifiesta desconfianza, incertidumbre y sensación de
inseguridad.
El paciente Alzheimer puede incorporarse en un estado
de delirio o demencial (paranoia); confirmada mediante
diversas expresiones; por ejemplo:
-“Alguna persona de esta casa me odia…
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 90
-“Guadalupe nunca viene a verme…
-“A mi nieto pocas veces lo veo...
-“Mi hijo Arturo no se preocupa por mí…
-“El dentista me quitó siete dientes…
-“Algunos sirvientes me dicen que soy muy
holgazana, porque duermo mucho…
Estrategias.
De inmediato consulte al médico tratante sobre estos
síntomas y signos presentados por su paciente.
Si el delirio o enajenación perdura converse con el
paciente para poner en claro que usted advierte y
comparte sus opiniones; pero que juntos las afrontarán.
Construya una presencia real de compañía y ayuda, en
lugar de oponerse al delirio (transitorio o perdurable).
No inculque, ni enfatice percepciones negativas.
Depresión.
Constituye un trastorno trascendente determinado por
diversos indicios como son: carencia o disminución de la
afectividad y la sensibilidad, períodos de abatimiento,
ciclos de nostalgia, mínima conformidad (lipotimia).
Consideraciones generales:
El empleo informal del término depresión ha
modificado su acepción médica.
Acaso sea, la más frecuente de las enfermedades
mentales asociadas al Alzheimer, de sencillo diagnóstico
y benigno pronóstico; siempre y cuando sea atendida por
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 91
un buen médico especialista y con medicamentos
adecuados.
Existen diversas clasificaciones de acuerdo a criterio
médico, presentación y duración (maníaca,
medicamentosa, circular, estacional, leve, profunda,
moderada, crónica); simplemente se menciona dicha
tipificación por considerarse de índole médica.
El tratamiento por lo general es de control y
prolongado puede llevarse meses o años con el uso del
medicamento.
Por lo común, demencia, depresión y Alzheimer suelen
mal acompañarse.
Es por eso que ante cualquier transitoria sensiblería,
leve desilusión, momentáneo desengaño sentimental o
abatimiento efímero producido por cualquier
circunstancia impersonal como el extravío de un objeto,
mal día, sobrecarga de trabajo, fatiga excesiva o
simplemente momentánea tristeza se califica como
depresión; así el uso y costumbre de la palabra la ha
transformado en un hecho aceptado formalmente como
tal.
Sin embargo, el significado médico indicado para
calificar al síndrome depresivo implica una serie de
signos y síntomas que van más allá del breve
desconsuelo.
La genuina depresión incluye un estado de ánimo
continuo de tristeza, una sentida consternación y la
extrema invalidación para percibir emociones que antes
brindaban alegría o gozo.
La depresión menoscaba raciocinio, sentimientos,
apetitos (de comer y carnal), reposo mental, descanso
corporal y proceder físico.
En conjunto, el sistema neurovegetativo es atacado por
la desorganización del mismo con las consiguientes
manifestaciones; palpitaciones, diarrea, aumento en los
gases intestinales (flatulencia), dolor sordo de cabeza,
ausencia del gusto de comer, exagerada desilusión
emotiva.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 92
La depresión es un producto multicausal, ocurre ante
eventos tales como:
Fallecimiento de un ser querido.
Boda, divorcio o separación de un familiar o amigo
apreciado.
Embarazo.
Infidelidad.
Pérdidas materiales significativas.
Crisis financieras.
Pérdida de empleo, desempleo o jubilación.
Problemas laborales.
Acoso laboral.
Sobre carga de trabajo.
Trabajo con un alto grado de presión.
Cambio de residencia.
Accidente automovilístico.
Carga tensional o emotiva excesiva.
Problemas sexuales.
Vejez.
Menopausia y andropausia.
Y como suceso extremo se puede anexar la presencia
de demencia; binomio común sobre todo en la
enfermedad de Alzheimer, en donde la pérdida de la
memoria, la disminución de la cognición y los cambios
frecuentes en el estado de ánimo son sus acompañantes
extremos.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 93
La depresión produce diversas modificaciones
intelectuales corporales como:
Pérdida de peso, adelgazamiento.
Dolores precordiales.
Sensación de pesantez en el área cardiaca.
Gran congoja.
Sofocamiento.
Profunda pena.
Inseguridad.
Mareo.
Oleadas de calor.
Sensación de excesivo calor corporal.
Sudoración fría y profusa.
Trastornos del sueño.
Hormigueo y escozor en las manos, sobre todo antes
de acostarse.
Estrategias.
Tal y como pregona cualquier anuncio comercial,
primero consulte al médico, de preferencia especialista.
Nunca trate usted de medicar.
Platique con el paciente para tratar de aumentar la
autoestima depuesta, evoque las experiencias positivas
de su carrera o trabajo, logros, triunfos anteriores y
satisfacciones pasadas.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 94
Pregunte sobre sus reconocimientos laborales.
Ínstelo a referir el éxito de los hijos o nietos.
Junto con él, repase revistas con imágenes, pasajes de
libros que se exalten valores humanos, salmos,
versículos (Biblia), azoras (Corán), suras (Budismo),
quemará y misná (Talmud) u otro tipo de lecturas
religiosas según sea la creencia del paciente.
Se reitera la importancia de instaurar una medicación
adecuada y permanente.
¡Dijo el doctor...
Es un hábito que se enmarañar entre diversas actitudes o
comportamientos insanos del paciente Alzheimer en él se
entremezclan exigencia, reiteración, manipulación e
irritabilidad y demanda ante la situación de postración e
inactividad que en las etapas avanzadas se manifiestan
.
Consideraciones generales.
El paciente Alzheimer puede manipular a los demás
para:
Recibir gratificación emotiva.
Tener compañía en todo momento.
Llamar la atención.
Coaccionar sentimentalmente (chantaje).
No sentir temor.
Mostrar una reacción de rebeldía.
Demandar cuidado.
Negarse a efectuar una rutina cotidiana.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 95
No tomar medicamentos.
Comer un antojo.
Evadir conversaciones.
Y todo intento de mandato u órdenes lo pretende avalar
con la frase: “Me dijo el doctor que…
Sugerencias.
Conceder sin ceder.
Mantener una charla amigable, pues invariablemente el
paciente reclama mayor atención, interés o afecto.
Sea amable sin caer en la sumisión.
Aplique la terapia de reminiscencia.
Preste atención sin caer en la afectación.
Elabore y muéstrele una aparente hoja de Indicaciones
u Órdenes Médicas la cual ajusta la rutina cotidiana
normal o habitual.
Aprenda a mimarlo sin exagerar.
Protéjalo sin caer en la dañina sobreprotección.
Permute la situación demandante en demandada, al
solicitarle que obedezca las instrucciones del médico.
Ejercítese a entenderlo sin contradicción.
No permita la manipulación, por el contrario aliente la
conformidad.
Investigue la causa de la exigencia propuesta.
Un paseo corto eliminará la tensión del paciente y al
regresar olvidará la petición no atendida.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 96
Falta de cooperación.
En ocasiones, la persona en esta condición, rehusar a
obedece órdenes simples o participar en la actividades
habituales (bañarse, tomar alimentos o medicamentos.
Estrategias.
Como ironía, algunas de estas tácticas son las
comúnmente usadas por los abogados ante un litigio.
Ante toda negativa o repudio, no importune al
paciente, mejor posteriormente realice otro intento para
disuadirlo de efectuar cualquier rutina o maniobra
sugerida.
Utilice tácticas diferentes.
Máxima flexibilidad garantiza una rápida solución.
Nada es urgente, todo puede aguardar.
Usted posee superior habilidad para adaptarse a
situaciones extremas.
A tareas difíciles, decisiones ligeras; hay que
realizarlas cuando el paciente se encuentre más alerta.
Invertir horarios, logra superiores resultados.
No anticipe actividades, ejecute acciones.
Sea afirmativo, no elusivo.
Procure una carta de Indicaciones u Órdenes Médicas,
con ella quedará claro el horario de comidas, ejercicios o
rutinas y toma de alimentos y medicamentos.
Amenice el ambiente con tenue jovialidad y música
ligera.
Ecuanimidad y humor resisten todo temblor.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 97
Frustración.
Es una disposición de ánimo que incorpora una
imposibilidad del mundo emocional del paciente para
responder adecuadamente a estímulos adversos, con el
consecuente aumento en la tensión nerviosa y agitación
corpórea.
Consideraciones generales:
El Alzheimer al abreviar gradualmente todo ejecutar
físico y mental, torna al paciente presa fácil para ingresar
al mundo de la desilusión interpuesto a la realidad
adyacente entre su persona y propósitos, metas o planes
preestablecidos.
Causas.
Se encuentra determinada por toda una suma de
decepciones (reales o imaginarias) caracterizada por
sentimientos contrapuestos de apatía, tristeza y enojo por
la discapacidad para de lograr propósitos deseados o
estímulos apreciados como vitales.
Estrategias.
Deje que su ser querido realice cualquier movimiento,
labor o trabajo lo más posible sin contar con ayuda
externa.
Pregúntele como se hacen las cosas.
Refrene la necesidad de corregir a la persona.
Organice la jornada para realizar disponer más tiempo
en los cuidados diarios y evitar prisas o eficiencia.
No altere su propio tiempo libre, sólo adminístrelo
adecuadamente.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 98
No se prive de su descanso, pasatiempo o sana
diversión.
En estos lapsos procure no pensar en los problemas
que implican su trabajo, en la condición actual de su
paciente, ni mucho menos en nada relacionado con el
alemán Alzheimer.
No realice diversas tareas, no denota incompetencia,
únicamente significa conocer mejor el arte de ajustar
tiempos y movimientos.
Ejecute la práctica invariable de las actividades diarias,
recuerde que cualquier cambio o novedad en ellas
consecuentemente afectan el ánimo del paciente y por
supuesto el de usted.
Con estas medidas, la frustración raras veces aparecerá
en el talante de su paciente y en el suyo.
Incontinencia.
Es la emisión inadvertida o involuntaria ya sea de orina o
fecal.
Consideraciones generales.
Representa una anomalía común en el paciente
Alzheimer, en la cual ya no puede controlar sus
esfínteres (vesical y anal), la incontinencia se manifiesta
en cualquier etapa de la enfermedad.
Es una condición irreversible, predomina la
incontinencia sobre la fecal.
Puede acontecer en la micción urinaria (enuresis) o en
la evacuación de heces (fecal o alva).
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 99
La aparición de incontinencia en forma súbita puede
tener una causa distinta al proceso Alzheimer; luego
entonces, se tiene que investigar la causa u origen para
corregirlo.
Causas:
Diabetes mellitus.
Padecimientos de la próstata.
Estreñimiento.
Infecciones de las vías urinarias.
Medicamentos como los antidepresivos, sedantes,
hipnóticos y
tranquilizantes.
O, por que el paciente no encuentre el sitio del
excusado, no sepa que hacer frente al retrete o no pueda
deambular.
Estrategias.
Implementar una regulación de evacuación fecal,
estableciendo un horario o circunstancia para efectuarla
(después del desayuno, antes del baño, antes de acostarse).
El paciente deberá permanecer sentado en la taza del
excusado el tiempo preciso y suficiente para promover la
defecación (10 a 15 minutos) aunque para ello tenga que
utilizarse algún sistema de contención; silla para defecar,
barras de sujeción.
Proporcionar una dieta higiénica, equilibrada y suficiente
en nutrientes y líquidos.
Si el paciente necesita usar pañales, realizar el cambio de
de pañal en forma higiénica con asepsia y antisepsia de la
región perianal.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 100
Cambiar el pañal de inmediato cuando se Si la
incontinencia es habitual, se sugiere anticiparse a los
episodios de incontinencia dotando y colocando pañales de
uso respectivo (leve, moderado o nocturnos)
Especificar la ubicación del cuarto de baño con un
anuncio (excusado) o una imagen correspondiente
representativa colocada en la puerta.
Precisar la ruta para llegar al cuarto de baño y despejar
de todo objeto que impidan el pronto arribo.
Trazar el camino desde el dormitorio al excusado con
luces de guía nocturna (fluorescente o por funcionamiento
mecánico) y dejar en el interior del baño una luz encendida
durante la noche.
Procurar que el enfermo orine y/o deponga antes de
acostarse y si se considera necesario reducir la ingestión de
líquidos en las últimas horas de la tarde.
Determinar la frecuencia de la expulsión urinaria y
acompañar al excusado cada vez que se prevea una micción
(2 a 3 horas).
Procurar una mayor facilidad en la maniobras de
despojar la vestimenta.
En la etapa intermedia de la enfermedad de Alzheimer es
cuando el paciente precisa utilizar pañales en forma
permanente; como precauciones adicionales se debe:
Intentar que durante el día, utilice su ropa interior
habitual, acoplada con el pañal.
Cuando el evento ocurra no hacer comentarios, ni
reprender al paciente.
¡Recuerde!
Sobre todo en las pacientes del sexo femenino el pañal
sucio siempre se debe retirar por la parte trasera y el limpio
ha de colocarse de delante hacia atrás.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 101
En los pacientes varones hombres, si la incontinencia es
únicamente urinaria, se debe evaluar la opción de usar un
colector de orina.
Insomnio.
Es la condición anormal vinculada a una carencia de sueño o
desvelo anormal.
Consideraciones generales.
Puede ocurrir en dos circunstancias distintas; antes de
dormir (dificultad para conciliar el sueño) o durante el
dormir (despertar prematuro o precoz).
El paciente suele dormir mal por las noches en todas las
fases de la enfermedad, siendo este uno de los problemas que
más desazón causa a los cuidadores.
Alentar el que se acueste limpio, agradablemente
cansado, sin hambre, con una ropa cómoda y adecuada, en
un lecho confortable, rodeado de un ambiente sin factores
distorsionantes.
El insomnio suele manifestarse a través de los siguientes
síntomas o signos:
Intranquilidad.
Irritabilidad.
Deshidratación.
Bostezos.
Letargo.
Cabeceo.
Pérdida de apetito.
Náuseas.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 102
Causas.
Suele estar ocasionado por:
Depresión.
Cambios de ámbito o entorno.
Supresión de medicamentos.
Cambios o alteraciones en el estilo de vida del afectado.
En los pacientes Alzheimer los trastornos del sueño y del
dormir son las iniciales expresiones de la enfermedad;
debidos a la demencia acompañante y progresiva.
O, por efectos indeseables de algún medicamento
utilizado en el Alzheimer (sedantes, tranquilizantes,
somníferos, antihistamínicos).
también, ser el síntoma de otro padecimiento ajeno al
Alzheimer (infecciones, diabetes).
La recuperación de un adecuado patrón de sueño
nocturno es una tarea difícil y generalmente con poco éxito;
no obstante se deben poner en marcha toda acción conocida
como:
Hacerle sentir que aunque está enfermo siempre habrá
alguien a su lado para acompañarle y dispuesto a ayudarle.
Procurar que tenga debidamente satisfechas el resto de
sus necesidades básicas, como alimentación, eliminación,
higiene, vestido, comunicación, entretenimiento.
Intentar el que se acueste limpio, agradablemente
cansado, sin hambre, con una ropa cómoda y adecuada, en
un lecho confortable, rodeado de un ambiente sin factores
distorsionantes.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 103
Estrategias:
Establezca un horario convenido, mantenga un ambiente
tranquilo.
A la hora de dormir demuéstrele seguridad y afectividad,
efectúele ejercicios diurnos.
En caso de que se encuentre en casa propia, mantenga
una buena iluminación diurna.
Apague temprano el radio, la televisión, intente la
musicoterapia.
Sugiera y ofrezca un leve refrigerio.
No comer alimentos o ingerir bebidas que contengan
cafeína, alcohol u otra sustancia estimulante.
No complique el cambio de ropa, puede dormir con un
ropa deportiva o un ligero pañal, si la temperatura ambiente
lo permite.
En diversas ocasiones el paciente prefiere dormir en el
sillón de descanso, en un cómodo sofá, o en su cama
habitual; no se oponga a ese deseo, únicamente evita una
posible caída o accidente.
No reprima la siesta; resulta mejor descansar y dormitar
unos minutos, que no dormir en absoluto.
Exprese a su ser querido que ya es hora de dormir.
Bostece repetidamente y diga que usted también tiene
ganas de dormir y descansar.
Pondere las ventajas del sueño y del buen dormir.
Dígale al paciente que hoy tuvo una jornada con mucho
trabajo y que por lo tanto, ambos tienen que acostarse y
reposar.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 104
Léale un rato, contarle o dejar que le cuente alguna
historia.
Recítele unas frases o salmos relajantes con voz
monótona; o bien, efectúe una oración conocida por el
paciente.
Elimine la conversación sobre los proyectos del día
siguiente.
Por lo general, los pacientes Alzheimer en esas precisas
horas entablan conversaciones sin sentido, divagaciones
incesantes o inician la búsqueda de un supuesto objeto
perdido, o se empeñan en arreglar los cajones del escritorio o
buró; todo ello con el fin de alejar la posibilidad de
acostarse.
Amablemente reitere su preocupación por la hora de
dormir; no discuta ni se altere; si no hace caso, apague luces
cierre puertas, ventanas y cortinas para regresar cinco
minutos después a intentar convencerlo; de seguro, lo
conseguirá.
El dormir en demasía no es perjudicial, a menos que su
origen sea debido a un estado de depresión mental,
abatimiento emocional.
Si se despierta desorientado a media noche y decidido a
realizar una actividad que es propia, ni del lugar, ni de la
hora; por ejemplo: hacer la maleta para irse a su casa, irse a
la cocina a comer, vestirse para salir; no intente razonar
acerca de lo inadecuado de su proceder, mejor trate de
entretenerlo con alguna otra actividad e intentar con cariño
que vuelva a la cama.
Si se empeña en su realización y no es peligrosa dejarle
hacer y controlarle a distancia, así como extremar las
medidas de seguridad: cerrojos en puertas y ventanas, rejas
en sitios de riesgo.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 105
Indolencia o apatía.
Es una condición en la cual se observa una total ausencia de
sentimientos o emociones, serenidad aparente y abandono
afectivo.
Consideraciones generales.
La indolencia es un proceder complicado presentado por
la mayoría de los pacientes de Alzheimer que en aumento
según progresa la enfermedad.
La apatía como evento propicia irregularidades en los
hábitos del sueño y apetito.
Es notoria la insensibilidad inclusive en eventos que
provocarían sentimientos o repuestas emotivas típicas o
habituales; también son elementos integrantes una carencia
de motivación, frecuentes lapsos en los cuales el paciente se
mantiene sedente, ensimismado, arrellanado en su cama o
sillón con la mirada perdida en el horizonte cual si
contemplara un universo o panorama singular, diferente al
nuestro; su indescifrable mundo interno.
Los signos y síntomas utilizados para proclamar su
postura de indolencia pueden incluir momentos de irritación,
enfado e incidentes reiterados de evocación, lamento y
nostalgia por los seres queridos o situaciones pasadas.
Algunos autores la asocian con la depresión y la
melancolía.
Estrategias.
Emplear mente y cuerpo de su paciente en actividades
lúdicas, juegos, pasatiempos o entretenimiento preferidos.
Aplicar la rutina o terapia de reminiscencia.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 106
Inquietud o ansiedad.
Se define como una situación anormal de la conciencia
manifestada por angustia e impaciencia puede tener un
motivo imaginario o tener una causa verídica.
Consideraciones generales.
Comúnmente se acompaña de abatimiento, inquietud,
desasosiego emocional y opresión en el área cardiaca.
La ansiedad implica una sensación de sobresalto extremo
ante un emergencia cercana, un próximo suceso o peligro
inminente cierto o figurado.
Causas.
Es una manifestación emotiva multicausal; es decir
diversos motivos pueden producirla.
Es una respuesta natural a las pérdidas mentales o físicas
causada por la enfermedad de Alzheimer.
Estrategias.
¡Convencido para convencer!, tome en serio las
preocupaciones del paciente.
¡Tranquilo para tranquilizar!, para su paciente su
angustia siempre es real.
¡Ocupado para despreocupar!, la ansiedad produce
impaciencia extrema.
Como claves valederas para ofrecer una efectiva ayuda
se recomienda la comprensión, paciencia y tolerancia.
Intégrese a la situación presente de su paciente, aprecie
su entorno como propio (ver terapia de validación).
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 107
Si el sentimiento de ansiedad es motivado por no saber
sobre la existencia de amigos, o familiares muy queridos;
entonces se valen las mentiras piadosas:
- Fue al súper…
- Está de vacaciones...
- Llamó por teléfono, pero te encontrabas dormido(a)...
- Se encuentra trabajando…
- Se fue al cine...
Si el motivo es su trabajo, puede continuar con las
excusas piadosas:
- El dueño de la empresa le dio unos días de asueto...
- Están remodelando el edificio donde trabaja…
- Se hallan pintando su oficina…
- Se encuentran en huelga los empleados de limpieza y
cerraron
temporalmente el negocio…
- Tiene un período extra de vacaciones...
De seguro usted tendrá mejores subterfugios o evasivas;
sin embargo, trate de expresar la supuesta realidad con
aparente sinceridad y un grado máximo de credibilidad.
¡Recuerde!
Hay que validar con hechos (verdaderos o supuestos) antes
de distraer la atención del paciente sobre sus problemas
(ciertos o imaginados).
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 108
Los precisos ¡Si!
Los adherentes ¡No!
No son perturbaciones cerebrales, ni seguidores de algún
partido político, sólo encarnan una grave amenaza a la salud
mental tanto para el paciente Alzheimer (y todo enfermo
crónico), como para el custodio y la familia cercana, quienes
en el mejor de los casos deben tolerar.
Consideraciones generales:
Tras de un provechoso traspié y harto cavilar se optó por
no omitir el singular cortejo que indefectiblemente concurre
en el transcurso del padecimiento; los visitantes (asiduos,
temporales, cercanos, allegados, voluntarios y morbosos los
más).
A esta inevitable comparsa se le puede objetivamente
clasificar en: precisos y adyacentes.
Los precisos u oportunos.
Estos preciados visitantes:
Son siempre bienvenidos.
Alegran al paciente con sus visitas.
Aportan.
Ayudan.
Comprenden.
Cooperan.
Contribuyen.
Al final de su visita dejan un ambiente optimista.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 109
Los inoportunos adherentes o visitas adyacentes.
En notable contraste con las anteriores personas
mencionadas, existen estos especiales personajes:
Siempre son imprevistos e imprevisibles.
Aparecen de forma inesperada.
No son bienvenidos.
Manifiestan conductas inverosímiles.
Incluyen grandes iniciativas para resolver todos los
problemas de cualquier enfermedad.
Conocen el Vademécum Médico actualizado y emiten su
opinión sobre los medicamentos recetados al paciente.
Critican diversos procedimientos sobre el cuidado
cotidiano del enfermo.
Opinan con gran sapiencia sobre cualquier terapia
alternativa, o natural insólita.
Algunos critican los cuidados y al cuidador.
Otros contradicen las órdenes del médico.
Los demás ponen duda la eficacia de los medicamentos.
Y todos conocen a una persona más confiable, que cobra
poco y muy eficiente.
Inquietan y alarman al paciente.
Pretenden imponer sus puntos de vista.
Producen barullo.
Hacen sentir al paciente, inhábil, inepto, humillado y
finalmente no toman en cuenta su opinión, criterio o sentir.
Acuden a visitarlo por compromiso, de mala gana y con
deseos de pronto retirarse.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 110
Se sientan, acomodan o hasta dormitan en la cama del
paciente.
Conocemos a un hijo-visitador que únicamente acude
mensualmente a la forzada visita, lleva flores, platica cinco
minutos y literalmente se literalmente se “echa” en la cama y
pronto se duerme hasta el ronquido de última etapa el cual lo
despierta azorado; balbucea y medio dice que se le ha hecho
tarde y se retira contento no sin antes pedir la bendición de la
madre anciana-paciente a la cual “visita”.
No aportan en ningún aspecto práctico, emocional o
económico, por evidente que este sea.
No procuran nada, ni un buen consejo.
Sus frases favoritas son:
- ¡No se te ofrece nada…
- ¡Yo también me encuentro muy enfermo…
- ¡Tengo tanto trabajo…
Cuando son requeridos o se necesitan:
No se encuentran o hábilmente desaparecen
Tras de su visita el paciente se muestra cansado,
deprimido y con ganas de ya no verlos.
A su retiro dejan un ambiente negativo, pesimista y de
enojo.
Estrategias.
Establezca límites, horarios y comportamientos.
Escríbalos en una hoja informativa y colóquelos a la
vista de todos.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 111
Proteja su integridad moral y mental.
Amablemente invítelos a establecer un ciclo de visitas y
relevos para cada uno de ellos a fin de que periódicamente
lleven al paciente al parque, a un paseo corto, a la iglesia.
Provéalos con libros, publicaciones e información acerca
de las características del padecimiento y sus cuidados.
Si es necesario sugiérale al médico prohibir las visitas
nocivas.
Síndrome del Ángelus.
Representa una totalidad de indicios que casi siempre justo
cuando el sol entre en el ocaso, los pacientes con Alzheimer
inexplicablemente manifiestan con mayor o menor
intensidad.
Consideraciones generales:
A este conjunto de síntomas y signos se le conoce por varias
denominaciones tales como: Señales crepusculares,
Síndrome del crepúsculo, Inquietud del atardecer. La hora de
la plegaria. Víspera emocional, Postración del obscurecer.
Causas:
Se desconoce su causa u origen,
Aunque puede estar relacionado con: alguna otra
enfermedad, posiciones fastidiosas, la sensación de hambre,
necesidad de orinar o defecar, molestia o incomodidad por
algunas prendas de vestir.
Sus principales componentes distintivos son:
Temor vespertino.
Inquietud.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 112
Irritabilidad.
Sensación de abandono.
Llanto sin lágrimas.
Terquedad.
Inseguridad.
Desprotección.
Confusión mental.
Desorientación psíquica.
Caprichos.
Soliloquios incomprensibles.
Insomnio.
Cambio del horario de sueño (noches de vela, mañanas
de dormir).
Propensión a desnudarse o por el contrario desean
vestirse para ir a su lugar de trabajo, o estar presentables.
Presencia de alucinaciones.
Estrategias.
Comente con los familiares y el médico el
comportamiento notado, ya sea con el fin de averiguar si la
presentación de estos síntomas es producida por efectos
colaterales indeseables de algún medicamento; o bien para
instituir un tratamiento adecuado para eliminarlos o
disminuirlos.
De preferencia, procure que la iluminación de la
habitación en esas horas precisas sea regulada mediante
luces, cortina, persianas o “dimers”; dicho arreglo se
establecerá según del binomio paciente-custodio.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 113
La oscuridad de las sombras, luces deslumbrante o la
penumbra pueden ser factores desencadenantes del
mencionado síndrome.
Se recomienda la oración conjunta si ambos profesan
alguna religión.
No discuta, objete, ni propicie discusiones, así
favorecerá un ambiente de calma que desvanecerá la
inquietud y la desazón del paciente.
Trate de entender los sentimientos de abandono, baja
estima e impedimentos que en esas peculiares horas se
vuelven más patentes en su paciente.
Ofrecer seguridad y tranquilidad significa obtener un
ambiente mutuo de paz y confraternidad.
Ejecuten ambos -en esas horas- diferentes pasatiempos o
juegos favoritos u oraciones.
Síndrome de Prometeo.
Es el conjunto de síntomas y signos que el paciente presenta
justo al despertar, o en las primeras horas del amanecer.
Consideraciones generales.
Su nombre hace alusión a la tragedia griega escrita por
Esquilo (522-456 a.C.) en donde narra la cruel condena
impuesta de al titán Prometeo quien fue encadenado a una
roca del Cáucaso para sufrir el tormento de los agresiones de
una poderosa águila, y luego en las noches desencadenarlo
brevemente para que se repusiera, para posteriormente por la
madrugada volver a ser encadenado y sufrir la misma
situación de cautivo.
Se presenta al despertar pues el paciente de seguro se
intuye la reiterado e ineludible tránsito cama-sillón-cama;
despertar, alimentar, aseo, ejercicios, comer, reposar, cenar;
rutina, rutina, rutina; tres veces rutina,
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 114
Causas:
Se invocan diferentes razones como son:
Posición incómoda.
Extremos de temperatura ambiental.
Pañal demasiado húmedo.
Evacuación espontánea,
Ciertos cambios en las hormonas neurotransmisoras del
cerebro disminuye.
Condiciones ambientales.
Manifestaciones:
Despertar inquieto.
Enfado.
Lamentaciones, suspiros o quejidos.
Trastornos del sueño; sobretodo pesadillas.
Dormir inquieto.
Cuando el paciente logra conciliar el sueño.
El amanecer es pesaroso.
Siente dolores en todo el cuerpo.
Manifiesta un exacerbamiento de sus males.
Protesta por todo.
No desea despertar, ni incorporarse de la cama.
Le molesta la luz y los sonidos.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 115
Se resiste a observar el horario establecido.
Se rehúsa a tomar sus alimentos correspondientes.
Impide o difiere el cambio de pañal.
Se niega a bañarse, asearse y vestirse.
Una vez despierto el paciente ignora todo y no coopera
con la rutina establecida.
Estrategias:
Cambio de pañal antes de que se recobre completamente.
Despertarlo con tono de voz suave y con un mensaje
amigable.
Recordarle amablemente que debe asearse, cambiar de
ropa y desayunar.
Algunos días, sobre todo en días de lluvia o húmedos
retrase la rutina, el paciente se lo agradecerá.
¡Cuidado!
Tanto el síndrome del crepúsculo como el de Prometeo
son altamente adictivos para el cuidador, al advertir en su
persona los primeros signos de estas condiciones sin lugar a
dudas o demoras consulte a su médico particular.
Soliloquios.
Es un trastorno mental que se hace patente al pronunciar el
paciente un discurso solitario o con una persona imaginaria.
Su manifestación es común en los pacientes con la
Enfermedad de Alzheimer.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 116
Estrategias.
El custodio debe:
Determinar -en la medida de lo posible- si las
sensaciones, percepciones y reacciones del paciente
corresponden a estímulos reales o imaginarios.
No pretender persuadir al paciente que la situación no es
real, para el enfermo existe como tal y puede producir
conflicto si se le contradice.
El trastorno puede ser temporal o reflejar una situación
crónica y complicada, por lo que de inmediato debe
consultar al medio tratante sobre la aparición de cualquier
síntoma o signo anteriormente referidos.
Indicaciones marginales para el custodio-
cuidador, o lo que deben evitarse (en estricto
orden de importancia):
No gritar.
No alarmar.
No correr.
No mover al paciente (a menos que sea necesario).
No amonestar.
No llorar.
No enojarse.
No permanecer impasible.
No pecar de ignorancia.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 117
No resolver el problema solo.
No hacer daño.
No medicar
No desesperar.
No desalentar...
Apreciación de contingencias posibles.
La falta de capacidad del paciente para discriminar y
valorar situaciones potenciales de riesgo hace que ponga en
riesgo su propia seguridad la de las personas que lo rodean e
inclusive de terceros como sucede cuando algunos pacientes
con capacidades ya deterioradas manejan autos o
maquinarias y los familiares lo permiten.
Es importante que los familiares se concienticen que el
paciente ya no puede ni debe seguir manejando.
Algunas medidas esconder las llaves de encendido o
descomponer el automóvil.
Acompáñelo cuando quiera salir pues desconocer los
alrededores a veces y se puede perder.
Póngale una placa con nombre en el cuello o bolsa y una
anotación persona dañada de la memoria.
Tenga a la mano, fotografías recientes por si su paciente
se pierde.
Manténgalo alejado de la estufa cacerolas con agua o
aceite hirviendo, cerillos encendedores, planchas, navajas
rasuradoras, porque son potenciales peligros.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 118
Coloque fuera del camino extensiones eléctricas,
taburetes, banquillos, tapetes sueltos u objetos
desperdigados.
Conserve en sitio seguro detergentes líquidos, sosa
cáustica barnices y tóxicos.
Evite el uso de agujetas.
Elimine cerrojos de seguridad en baños y recámaras.
Usted amigo lector, familiar (quizás cuidador) de
un paciente Alzheimer sabe que existen días en
extremo difíciles de sobrellevar, agotadoras
jornadas sin recompensar, sufrimientos sin
aparente límite; propios o ajenos.
Pero, también deducirá que mañana el sol de
nuevo brillará...
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 119
Capítulo TRES.
¿Emergencias o urgencias?
En tratándose del cuidado para la
salud se vulnera por intervención
acción (propia o externa);
raciocinio (apropiado o
perjudicial), pensamiento (lúcido o
alienado), palabra (mentiras o
propósitos quebrantados) u omisión
(precaución o higiene).
El “pecar” contra la salud trae
como resultado penitencia del
malestar, el asedio del dolor, el
fastidio del achaque y la molestia
del padecer.
Es entonces, cuando se recurre al
médico quien sana los cuerpos (a
veces las almas) y como clérigo
ungido ha de dilucidar
(diagnosticar), dar contrición
(tratamiento) y sanar (penitencia) y
a veces la extremaunción
(certificado de defunción); la única
diferencia es el peculio (viático).
Codeándose con el Alzheimer se
alistan más agravantes como son la
suspicacia del dictamen, el dudoso
tratamiento, el oneroso cuidado y
la cruel inclemente crueldad, sin
faltar el prorrogado e inicuo
tiempo.
Ante estos aciagos sucesos ha de
convenir el saber de ciertos
consejos y recomiendas, mismos
que se aplicarán antes que arribe el
galeno y de seguro costarán el
papel de este leído compendio.
Teorema Zona Cero, Noel y Zelev,
1991.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 120
¿Emergencia o urgencia?
Estos dos términos durante décadas han sido motivo de
discusión semántica; por un lado la explican ciertos
médicos quienes se creen eruditos del lenguaje y de
algunos puristas del lenguaje quienes además se sienten
poseedores de la verdad absoluta.
Por eso no es raro encontrar en diversos hospitales o
clínicas la palabra urgencias o bien el término
emergencias; para fines prácticos ambas expresiones son
sinónimos.
Emergencia es un evento fortuito, cuya resolución es
imperiosa, oportuna y precisa; una emergencia puede o
no ser urgente pero por lo general grave o mortal.
Urgencia por definición es una circunstancia ya
existente, no emergente que debe atenderse ágilmente y
destreza; es un evento anterior, fijo y postergado, que
actualmente se agudiza, no necesariamente mortal.
Útiles especificaciones.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS),
las 10 urgencias reales son (sic):
Dificultad repentina o persistente para respirar.
Sangrado abundante y constante por cualquier vía.
Dolor repentino y persistente.
Pérdida del conocimiento, sin recuperación del
mismo.
Amputación o heridas.
Convulsiones.
Quemaduras.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 121
Inhalación de gases o vapores.
Dificultad aguda y persistente para orinar.
Vómitos o diarreas frecuentes.
Fracturas y golpes.
Retención o dificultad para orinar.
Parálisis repentina.
Ingestión de sustancias tóxicas.
Introducción de cuerpos extraños en cualquier
orificio del organismo.
Pérdida repentina de la visión.
Mordedura o picadura de animales.
Fiebre o temperatura demasiado baja.
Controversia aclarada y anexada como breviario cultural
pasamos a temas importantes como son las diversas
tácticas o maniobras que se deben realizar por parte del
custodio-cuidador ante la emergencia o urgencia de
distintas situaciones clínicas que comúnmente se
presentan en la vida de un paciente crónico, en especial
el Alzheimer:
Es de fundamental obligación para todo cuidador que se
precie de eficiente estar al tanto sobre las técnicas y
métodos empleados para el inmediato auxilio en
circunstancias de urgencia o emergencia, accidentes o
incidentes; así como estar capacitados para afrontar
dichos eventos que se presentan en los pacientes a su
cargo con el fin de ser útil, para no perjudicar o dañar a
sus paciente y llevarlo hasta llevarlo al buen fin.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 122
Equivocación, negligencia e ignorancia representan la
nociva trilogía que conduce a la confusión, indecisión y
error, condiciones todas que finalmente ocasionan
errores casi siempre fatales.
Su contraparte, el buen juicio, preparación y firmeza
traen el beneficio que concede confianza, precisión y
destreza ciertamente oportunas, casi siempre benéficas
para la vida.
En situaciones de emergencia o urgencias el custodio
deberá saber, conocer y reconocer la siguiente veintena
de advertencias u orientaciones; ellas establecen el frágil
trecho entre vida y muerte.
Útiles recomendaciones en casos de urgencia.
No pecar de ignorancia, ¡Si no sabes que hacer, no
hagas nada!
Entender el cabal significado de las siete “P”;
pertinencia, presencia, pericia, paciencia, prudencia,
práctica y perseverancia.
Hacer frente a los hechos.
Utilizar equipos o instrumentos que se encuentren a la
mano.
Solicitar la presencia inmediata del médico tratante o
en su defecto al profesional más cercano y si es
necesario llamar a los servicios de urgencia de la
localidad.
Nunca dejar al enfermo solo.
Practicar un examen cuidadoso y exploración total del
paciente afectado antes de realizar cualquier
procedimiento.
Asegurarse si existe un entrada salida de aire hacia los
pulmones; es decir, si no hay obstrucción o dificultad
que impida la respiración.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 123
Percatarse si no existe hemorragia.
No precipitarse en movilizar al afectado, primero se
debe analizar la gravedad de la emergencia.
No suministrar líquidos por vía oral, ni menos bebidas
alcohólicas.
Observar si existen síntomas de conflicto grave (shock)
como:
Pérdida de conciencia o intranquilidad.
Sensible baja de la presión arterial.
Pulso arterial acelerado y muy débil.
Respiración rápida.
Piel fría, sobre todo en las extremidades.
Palidez de piel y mucosas.
Sudoración profusa y fría.
Boca seca.
Pupilas aumentadas de tamaño.
Inmovilizar con maniobras suaves y sin precipitarse.
Serenar y brindar confianza al afectado.
Cubrir al paciente para proporcionar calor.
Conservar la calma.
Los incidentes o accidentes que conforman con mayor
frecuencia una urgencia o emergencia son en estricto
orden alfabético:
Ahogamiento.
Es la sensación de opresión respiratoria o dificultad para
respirar.
El ahogamiento, representa una dificultad o interrupción
(sofocación) para el libre intercambio de gases
respiratorios desde el exterior a los pulmones y
viceversa.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 124
Por definición, ahogamiento (ahogo) es la obstrucción
parcial, o total puede ser debida por la introducción de
agua u otros gases extraños, al interior del árbol
respiratorio; numerosas veces se usa como sinónimo de
asfixia.
Se presenta por:
Introducción e hundimiento en la tina de baño y/o
alberca, recintos, espacios o mobiliarios en los que a
veces los pacientes se encierran y ya no pueden salir.
Hábito de fumar acostado en la cama o sillón.
Probabilidad de arrancar el coche dentro del garaje
cerrado.
Manifestaciones de alerta:
Dificultad para respirar.
Cambios en la tonalidad de la piel (rojo escarlata, azul
índigo o francamente morado), sobre todo en las partes
visibles (cara, manos o pies).
Por lo común existe pérdida de la conciencia.
Procedimientos sugeridos:
Llame o haga llamar a los servicios de urgencias o
ambulancia.
Retire al afectado del lugar donde se presentó el
incidente.
Si se encuentra solo y en aguas poco profundas, de
inmediato inicie el procedimiento de respiración “boca a
boca”.
Intente respirar sobre la boca del afectado, se permite
que tenga que espirar con gran fuerza, el aire pasa a
través del agua concentrada en los pulmones.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 125
No deje de aplicar la maniobra de respiración durante
el traslado, no se detenga hasta que el afectado respire
por sí mismo, o hasta que llegue la ayuda requerida.
Una vez afuera del agua; arrópelo, no permita que su
cuerpo se enfríe.
Asfixia.
Literalmente se define como carencia de pulso.
En la actualidad el término únicamente se utiliza para
denotar la interrupción de las funciones respiratoria por
diversas causas.
En este evento se interfiere el intercambio habitual de
los gases inspirados y expirados contenidos en los
pulmones, la sangre y el medio ambiente.
En casi todos los casos es fundamental la rapidez con
que se actúa, la asfixia constituye una verdadera
urgencia.
A veces las vías respiratorias se encuentren solo
parcialmente obstruidas; en este caso no intervenga si la
persona tose o presenta buen color de piel y mucosas; es
posible que el mismo afectado arroje el cuerpo extraño.
Una persona con obstrucción total no puede toser,
hablar ni respirar.
La asfixia se presenta por diversos motivos como:
- Obstrucción por objetos pequeños dejados
alcance del paciente.
- Atragantamientos de comida.
Manifestaciones de alerta:
Dificultad para respirar.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 126
Cambios en la tonalidad de la piel (rojo escarlata, azul
índigo o francamente morado), sobre todo en las partes
visibles (cara, manos o pies).
Mirada fija.
Eventualmente pérdida de la conciencia.
Una mano extendida en la garganta con los dedos
tratando de expulsar el estorbo es el signo frecuente de
ahogamiento.
Al igual, que se presentan ojos llorosos y desorbitados.
Ansia por captar aire para respirar.
Procedimientos sugeridos:
Mantener la calma e invitar a conservarla a las
personas que se encuentren cerca del paciente que
presenta dicho suceso.
Requerir su retirada y no escuchar cualquier consejo.
Evitar mayor confusión y anarquía.
Solicite ayuda experta.
Desanudar o aflojar la ropa ajustada.
Observar el estado de conciencia.
No moverlo, a menos que permanezca incómodo.
Arrópelo en forma ligera.
Asegure una vía libre para respirar.
Sitúe la cabeza del paciente hacia delante.
Si la impulsa hacia atrás dificultará el paso del
alimento u objeto que obstruye.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 127
Valore la pulsación o pulso del latido cardiaco (65 a 75
por minuto), mediante el tacto sobre una arteria
localizadas en el antebrazo, pliegue del codo (radial) o
parte lateral del cuello (yugular).
Converse con él con voz calmada, mientras aparece la
ayuda requerida.
En caso necesario aplique, si conoce y ha practicado la
“Maniobra de Heimlich”.
Valoración de riesgos.
Este concepto es útil para adoptar criterios preventivos y
tomar medidas convenientes y oportunas como:
Reformas en la habitación o en la casa.
Cambios en la disposición de muebles.
Eliminar cerrojos, picaportes o cerraduras de difícil o
dotadas con un complicado mecanismo de cierre o
apertura con el fin de reducir cualquier contratiempo o
riesgo.
Quitar de la vista todo objeto pequeño el cual pueda
alojarse en la boca o nariz.
Evitar las bolsas de plástico grandes en cuyo interior es
posible introducir la cabeza y/o el cuerpo.
Establezca pautas preventivas con el fin de evitar el
atragantamiento con alimentos o bebidas.
En las etapas más avanzadas del Alzheimer en ocasiones
se presenta aspiración hacia el interior de la tráquea y
bronquios con la ingesta ya sea de secreciones (saliva,
moco, sangre, vómito) o de alimentos sólidos, blandos y
líquidos.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 128
En este caso las acciones a llevar a cabo son:
Valorar los factores de riesgo e intentar evitarlos.
Si no hay contraindicación mantener la cabecera de la
cama elevada y la cabeza girada hacia un lado.
Procure que durante la comida y al menos durante una
hora después el enfermo permanezca sentado.
Repartir la comida en más tomas de menor cantidad.
No administrar a la vez sólidos y líquidos en forma
conjunta.
Evitar un aumento la presión abdominal:
estreñimiento, ropa apretada.
Si la administración es a través de una sonda,
comprobar antes que ésta no se ha removido y se
encuentre permeable.
Maniobra de Heimlich.
Antes de iniciar la maniobra, sitúese de pie detrás del
afectado.
Coloque los brazos de usted alrededor de la cintura del
afectado.
Sujete al aquejado con el brazo de usted, su puño cerrado
con el pulgar hacia fuera, alrededor y debajo de las
costillas y esternón; encima del ombligo, paralelo al
estómago del afectado.
Abarque el puño con la otra mano de usted y efectúe una
comprensión rápida hacia adentro y hacia arriba.
Repita el movimiento de presión hasta que el objeto o
alimento que obstruye las vías respiratorias sea arrojado.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 129
Si la persona se encuentra inconsciente o el obstáculo se
mantiene, el siguiente paso es proceder a acostarlo en un
piso rígido, una vez que el afectado se encuentre “boca
arriba”, con el dedo índice de usted, trate de retirar el
cuerpo extraño o trozo de alimento alojado en la
garganta.
Abra la boca del afectado mediante el siguiente
procedimiento; con el pulgar oprima la lengua y la
mandíbula inferior, introduzca el dedo índice de la otra
mano por la parte interna de la mejilla hasta tocar la base
de la lengua.
A continuación, desplace el dedo como un gancho en
forma de y “barra” desde la garganta hacia el exterior,
trate de sacar el objeto con sumo cuidado a fin de
encajarlo o llevarlo más adentro y así complicar el
suceso.
Si falla la operación, pruebe la respiración “boca a
boca”.
Si también, ésta acción no funciona, móntese a
“horcajadas” sobre el afectado, ponga la palma de la
mano encima del estómago, coloque “mano sobre mano”
y presione en forma rápida, hacia abajo y en dirección a
la cabeza del afectado.
Si a pesar de todo lo anterior no reacciona la persona,
nuevamente efectúe la respiración “boca a boca”.
Si no hay respuesta repita la secuencia desde el paso
número 8 hasta que sea expulsado el cuerpo extraño o
llegue a asistencia médica requerida.
¡Precaución!
Nunca efectué prácticas de la maniobra de Heimlich en
personas sanas; debido a que la operación de presión
realizada sobre el abdomen puede provocar lesiones en
los órganos internos.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 130
En Instituciones como la Cruz Roja se ofrecen cursos
sobre primeros auxilios y en ellos se aprenden a efectuar
correctamente las maniobras anteriormente referidas
(respiración “boca a boca” y la de Heimlich).
Catarro, gripa o resfriado.
Catarro, gripa(e), constipado, resfrío, resfriado o
romadizo son términos equivalentes para denotar una
padecimiento o infección producido por diversos virus.
Consideraciones generales:
Por definición toda enfermedad viral no tiene
curación, ni tratamiento algunos, simplemente sigue
su historia natural hasta llegar a su recuperación; o
la presencia de complicaciones o secuelas.
En niños y ancianos el catarro o gripa se presente
muy frecuentemente.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 131
La posición que adopta el anciano (encorvada)
propicia que las secreciones se retengan, con el
consiguiente proliferación de microbios y bacterias,
que al no poder ser expulsadas con facilidad (por la
misma circunstancia) sean motivo de infección y
aspiración hacia los bronquios y pulmones.
Así mismo, el oído por su contigüidad con la
faringe frecuente que se infecte.
La gripa se transmite por medio de la saliva o por
contacto directo con personas u objetos
contaminados.
La etapa de transmisión es de 24 a 48 horas cuando
existe una persona infectada, medio ambiente con
chambos bruscos de temperatura, lluvia y frió.
Un catarro mal tratado o cuidado conduce
necesariamente a otras complicaciones o
padecimientos como la bronquitis y la neumonía.
Manifestaciones de alerta:
Malestar general (cuerpo cortado).
Decaimiento.
Dolor de cabeza y articulaciones.
Congestionamiento y “cosquilleo” en la mucosa
nasal.
Escurrimiento de moco por las fosas nasales.
Ojos irritados y llorosos.
Dolor y ardor de garganta.
En ocasiones puede existir fiebre.
Puede también presentarse diarrea leve (gripe
intestinal).
Accesos de tos seca.
Deshidratación.
Procedimientos sugeridos.
La gripa es un padecimiento que no tiene
tratamiento curativo, sólo se emplean
medicamentos paliativos o sintomáticos llamados
“antigripales”.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 132
Importante advertencia acerca de la tos, es saber
que representa un mecanismo de defensa propio del
organismo y su presencia en las etapas iniciales del
catarro resulta necesaria para expulsar las
secreciones infectadas junto con los virus y
bacterias acumuladas; por lo que no se debe
disminuir el reflejo de la tos.
Solamente si la tos es muy intensa se debe aplicar
un medicamento bajo supervisión médica.
Se deben mantener las vías respiratorias despejadas
de secreciones (mocos) por lo tanto hay que insistir
con el paciente para que se suene (desboque)
frecuentemente y sin emplear mucha fuerza.
No suspender el alimento.
Se recomienda no emplear antibiótico alguno como:
ampicilina, sulfas, penicilina, tetraciclina,
cefalosporinas u otros (salvo prescripción médica);
pues además de no ser eficaces, pueden producir
daños severos a diversos órganos del cuerpo
humano o complicaciones indeseables como la
resistencia de los gérmenes a dichos medicamentos.
Ingerir abundantes líquidos, por lo menos 2 a 3
litros al dispara prevenir la deshidratación; de
preferencia bebidas preparadas con agua y jugo de
limón, naranja, toronja, guayaba u otros cítricos
debido a la vitamina C que estos frutos aportan.
Reposo relativo.
Abrigarlo bien.
Evitar la salida al exterior y evitar la existencia de
corrientes de aire.
Puede administrarse un calmante como la aspirina
(si no se encuentra contraindicada) o acetoaminofén
para ayudar a disminuir la fiebre y el dolor de
cabeza y cuerpo.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 133
Los llamados medicamentos “antigripales” además
de ser costosos suelen contener cafeína,
antiinflamatorios y antihistamínicos sustancias
irritantes del estomago y en personas hipertensas
aumentan considerablemente la presión arterial.
También como efectos secundarios suelen producir
retención urinaria en pacientes con problemas de
próstata; por lo que se recomienda no administrarlos
en pacientes con edad avanzada o Alzheimer.
Si el catarro o gripa persiste por más de cinco o seis
días, se presenta fiebre, o la tos se vuelve húmeda y
con flemas, no insista en tratarlo con otros
medicamentos o remedios, de inmediato: ¡Consulte
a su médico!
Deshidratación.
Es la condición anormal que posee dos acepciones
semejantes, por definición semejantes, en su expresión
como integrante de algún padecimiento casi siempre
complementarias.
Consideraciones generales:
Se entiende como la disminución o pérdida de agua
constituyente del tejido orgánico.
O, restricción en la ingestión de líquidos.
El paciente Alzheimer puede olvidad beber
suficientes líquidos deshidratarse.
Manifestaciones de alerta:
La deshidratación puede causar:
Confusión.
Mareos,
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 134
Estreñimiento.
Diarrea.
Fiebre.
Aceleración del pulso.
Procedimientos sugeridos.
Inste a su paciente a beber líquidos en forma de
agua, leche, refrescos, jugo de fruta, suero oral,
consomé, atole o bebidas usadas por los deportistas
para hidratación (“rades”) por contener en forma
dosificada agua, sales minerales y electrolitos.
Mantenga un vaso con agua o bebida favorita al
alcance de su paciente todo el día.
Aliente a su ser querido con frases como:
-¿Le falta azúcar?
- ¿Sabe bien tu jugo?
- ¿Está fría tu agua?
- ¿Quieres que le ponga un cubito de hielo?
Si su paciente rutinariamente se niega a ingerir
líquidos; además de las recomendaciones ya
referidas se debe procurar:
Buscar diariamente alguna estratagema para realizar
una ingesta compartida.
Poner al alcance líquidos en envases herméticos y
opacos: zumos, batidos.
Procurar opciones al líquido habitual: frutas
jugosas, pudines, helados, gelatinas, líquidos
espesados, yogur.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 135
Si la deshidratación continúa por más de doce
horas, o se presenta diarrea, fiebre, náusea o vómito
consulte de inmediato al médico tratante
Diarrea.
Es una manifestación de diversos padecimientos en la
cual la evacuación intestinal es frecuente, líquida y
abundante.
Consideraciones generales.
En ocasiones la evacuación se presenta mezclada
con moco o con sangre.
Puede acompañarse de dolor.
Y/o deseos de pujar.
La diarrea es casi siempre causada por microbios o
parásitos que entran por la boca a través del agua,
manos, polvo, utensilios u objetos contaminados; es
más frecuente en tiempos de excesivo calor
ambiental.
En esa época, los microbios proliferan y la fauna
nociva (moscas, cucarachas y otros insectos) las
transportan hacia el agua, alimentos, con la
consecuente contaminación.
Cuando los microbios llegan al intestino, el
organismo trata de eliminarlos a través de las
evacuaciones; entonces, los intestinos se mueven
más rápido y junto con agua y otras sustancias
(sales y electrolitos) tratan de expulsarlos.
Con la diarrea se pierden líquidos, sales minerales y
otros fluidos que son indispensables para el correcto
funcionamiento del organismo.
Esta pérdida excesiva de líquidos y otros elementos
provoca que el organismo se deshidrate.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 136
La gravedad de la diarrea es la deshidratación o
falta de agua y sales en el organismo, déficit que
puede causar la muerte -si no se atiende- en pocas
horas.
Manifestaciones de alerta.
Aumento en número y cantidad de las
evacuaciones.
Decaimiento o irritabilidad.
Sed intensa.
Puede existir fiebre.
Dolor intestinal (cólicos).
Distensión abdominal (flatulencia)
Lengua y labios resecos.
Ojos hundidos.
Mirada sin brillo.
Orina en escasa cantidad y de color oscuro.
Piel reseca y poco elástica.
Puede existir náusea y vómito.
¡Ante cualquiera de estas señales es urgente la
consulta médica!
Procedimientos sugeridos.
No administrar ningún remedio, thés preparados ni
medicación o pócima alguna; únicamente se
proporcionará el medicamento que el médico
prescriba.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 137
Dar a beber líquidos en forma de agua, refrescos,
jugo de fruta, suero oral, consomé, atole o bebidas
usadas por los deportistas para hidratación (“rates”)
por contener en forma dosificada agua, sales
minerales y electrolitos.
Si no existe náusea y/o vómito, continuar con la
alimentación normal.
Evitar comidas grasas, muy condimentadas y/o
picantes.
Si la diarrea continúa por más de dos días, o se
presenta deshidratación, fiebre, nausea, vómito o en
el excremento existe moco o sangre, consulte de
inmediato al médico tratante.
Para prevenir la diarrea:
Lavarse las manos con agua y jabón antes de
preparar, aderezar, condimentar o ingerir todo
alimento, comida o víveres.
Así como, antes y después de ir al baño o de asear a
su paciente.
1. Beber agua potable, de preferencia embotellada, o
hervirla por 20 minutos para después higienizarla
con cloro, yodo o soluciones desinfectantes.
Lavar con agua y jabón frutas y verduras.
Aquellas que no se puedan restregar, se den poner
en remojo por 20 minutos con cloro, yodo o gotas
desinfectantes.
Cocer bien los alimentos, especialmente la carne y
en su caso recalentar a fondo -hasta el hervor-
aquellas comidas que fueron preparadas o guisadas
previamente.
Comprar y preparar solo la cantidad de alimentos
que se van a consumir en el día.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 138
Guardar y conservar los alimentos en sitios frescos.
Mantener cerrado -con tapa- el recipiente usado
para contener la basura.
Evitar los recipientes en el baño para depositar el
papel higiénico, estos utensilios sólo contienen
pergaminos repletos de microbios expuestos al aire
libre.
Dolor.
Es la percepción severa manifestada por una parte
integrante o sección del organismo primero se transmite
primero al cerebro para luego exteriorizarse; todo este
proceso se realiza mediante el área cerebral y los nervios
sensitivos.
Consideraciones generales:
El Alzheimer, por sí mismo no es un factor
productor de dolor, aunque es posible que el
paciente afectado llegue a expresar dolor por otros
motivos como:
Cefalea.
Caries dental.
Infecciones del oído.
Neuralgias.
Cólicos Intestinales, vesiculares, renales).
Lesiones de la piel (escaras).
Fracturas (recientes o antiguas). luxaciones óseas.
Desgarros, calambres, distensiones musculares.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 139
Lesiones por compresión persistente en una o varias
regiones corporales, causadas inclusive por
vestuarios apretados.
El verdadero problema más complejo consiste en
saber interpretar el dolor a medida que el paciente
pierde el potencial de expresarse con claridad el
lugar u órgano afectado; así como el progreso la
dolencia o malestar.
Manifestaciones de alerta:
Conozca, entienda y atienda los gestos, muecas o
expresión de la cara y del lenguaje corporal con el
fin de detectar de inmediato cualquier señale de
dolor, ya que el paciente Alzheimer en muchas
ocasiones, sobre todo en las etapas avanzadas se
encuentra inerme para determinar el sitio o la
magnitud del dolor padecido.
En el tiempo de cambio de ropa o pañal, o cuando
se desviste para el baño diario observe
detenidamente todo lugar posible de sufrir algún
tipo de traumatismo o lesiones, así como señales de
moretones o enrojecimientos.
Por lo común las quejas, lamentos o ayes de dolor
en forma reiterada son la expresión de situaciones
concomitantes como depresión, aburrimiento o
fatiga; este tipo de manifestación se calma
fácilmente mediante la administración de un
placebo o un medicamento inocuo; por ejemplo:
una pastilla o cápsula de vitaminas, agua destilada.
Si el dolor es persistente, tiene una causa conocida
o es demasiado molesto, consulte con el médico
tratante sobre la posibilidad de instalar una terapia
individual preventiva o curativa contra el dolor
manifiesto.
Procedimientos sugeridos.
El dolor suele ser el problema asociado a la
enfermedad en su fase terminal mas temido.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 140
Normalmente el dolor continuo durante un largo
tiempo agota al enfermo terminal y a veces impide
que piense en otra cosa: actualmente es evitable, es
posible utilizar medicamentos antes que la persona
los solicite
En el caso de utilizar calmantes del dolor se deben
sostener dosis bajas; así el enfermo terminal se
mantiene prácticamente sin dolor y con la mente
despierta.
Cabe mencionar que en ocasiones se presentas el
llamado “dolor emocional” (al pensar en la muerte);
así como, dolores vagos, “fantasmas”; dolores
“lémures” en situaciones de enfado, soledad o
depresión.
Estreñimiento o constipación.
Es un trastorno en la evacuación de las heces fecales, en
donde existe irregularidad en el ritmo normal del
movimiento intestinal con la consiguiente interrupción
(24 a 48 horas) en la retención y eliminación del
excremento.
Consideraciones generales.
Existen serios problemas cuando la evacuación se
rezaga por más de dos días en forma sistemática o
constante; por eso al estreñimiento crónico también
se le denomina habitual.
Representa un problema muy frecuente en enfermos
Alzheimer.
Sinónimos: Constipación, obstinación, coprostaxis,
editripsis.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 141
Probables causas:
El estreñimiento es debido a múltiples causas;
generalmente es el resultado de una:
Alimentación escasa en fibra.
Escasa consumo de líquidos.
Actividad física reducida.
Insuficiente ingesta de fibra, frutas o vegetales.
Deficiente masticación.
Rutinaria utilización de laxantes.
Voluntaria y reiterada contención de la evacuación
intestinal.
Ingesta de ciertos medicamentos los cuales suelen
presentar como un efecto secundario indeseable al
estreñimiento.
Inusual presencia de elementos constitutivos
propios del individuo.
Coexistencia de factores psicológicos.
Circunstancia de ancianidad.
Enfermedad orgánica (obesidad, hipotiroidismo,
diabetes, tumores.
Carencia de vitamina B.
Condición mental depresiva.
Manifestaciones de alerta:
Malestar general indeterminado.
Distensión abdominal.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 142
Aumento de gases intestinales (flatulencia).
Malestar general.
Dificultad o incapacidad para defecar.
Sensaciones imprecisas de incomodad.
Irritabilidad.
Lengua sucia (saburral).
Dolor de cabeza.
Torpeza.
Nauseas.
Fiebre.
Dolor abdominal difuso.
Prevención del estreñimiento.
Conviene:
Ingerir vegetales que no produzcan demasiados
gases intestinales (flatulencia).
Consumir vegetales y verduras con alto contenido
en fibras y con semillas ricas en celulosa (ciruelas,
chícharos, lentejas, higos, dátiles, tomates, pepinos,
fresas, frambuesas y moras).
Preferir el pan integral, al pan blanco.
Beber poca leche, mucho yogurt.
Aportar junto con la alimentación una conveniente
cantidad de líquido.
Tomar un vaso de agua fría antes de cada alimento
no influye en la consistencia de las heces, pero sí
estimula el tránsito intestinal de las mismas.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 143
Evitar refrescos o aguas gaseosas.
Tomar una copa de vino blanco.
Ingerir (después de la comida) una taza con thé de
boldo, manzanilla, menta o yerbabuena.
Procedimientos sugeridos.
Prevenir es mejor que remediar, nunca como ahora
se aplica este tan socorrido consejo; por lo tanto, se
deben evitar:
La ingesta de comidas o alimentos a base de
alimentos preparados con carbohidratos refinados
(harina, azúcar entre otros) demasiado procesados,
irritantes, grasosos o muy condimentados.
La hidratación deficiente.
El sedentarismo.
Cuando se presente el estreñimiento
Invariablemente se procederá a poner en práctica
métodos tradicionales para agilizar la defecación en
forma natural, tales como:
Beber un vaso con de naranja o de agua tibia en
ayunas.
Agregar linaza o salvado a los platos. Administrar
masajes abdominales.
No utilizar laxantes sin prescripción médica.
Valorar la necesidad de utilizar ablandadores de
heces
como los supositorios de glicerina.
Si se requiere la administración de lavados
intestinales (enemas) del tipo casero o de farmacia,
hay que colocar estos siempre en posición de
decúbito lateral izquierdo.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 144
Si se presenta retención por tapones duros de
excrementos (fecalomas) en el recto, intentar con
maniobras cuidadosas y muelles ablandar y
desbaratarlos mediante un tacto rectal para después
extraerlos.
Alimentos aconsejables o permitidos:
Alimentos con abundantes residuos o con
ingredientes de arrastre (verduras, hortalizas,
cebollas).
Frutas con excepción de plátano, tunas.
Nueces.
Verduras y frutas crudas.
Pan integral.
Semillas de linaza, psillyum, girasol.
Hojuelas crudas de avena.
Barritas de granola, manzana, amaranto, nuez,
girasol, pasas, ciruela.
Frutas secas.
Miel.
Jugos de fruta.
Huevos.
Nata.
Yogur.
Leche descremada.
Vino blanco.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 145
Alimentos desaconsejados o negados.
Pan blanco.
Pan tostado.
Chocolate.
Cacao.
Cereales sin cáscara.
Arroz blanco.
Plátanos.
Tunas
Vino tinto.
Carne magra.
Papas.
Si la condición de estreñimiento persiste o se vuelve
crónica conviene efectuar una revisión médica
integral para afinar el diagnóstico de la enfermedad
causante del problema.
Fiebre.
Literalmente es una temperatura del cuerpo más alta que
lo normal.
Es un síndrome acompañante de diversos padecimientos
como una respuesta inmunológica o de defensa del
organismo ante cualquier presencia extraña o agresión
física, química o biológica.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 146
Manifestaciones de alerta:
En un cuadro febril suelen presentarse:
Ascenso en la temperatura corporal normal (37.4°
C).
Aumento de la frecuencia en los latidos cardiaca o
taquicardia (60 a 80 latidos por minuto).
Incremento de la frecuencia respiratoria normal o
taquipnea (15 a 20 respiraciones por minuto).
Lengua pastosa, blanquecina o saburral.
Intranquilidad.
Escalofrío.
Sensación de cuerpo cortado.
Dolor en articulaciones.
Mal estado general.
Falta de apetito.
Deshidratación.
Sopor.
Procedimientos sugeridos:
Determinar la temperatura corporal mediante un
termómetro clínico, de mercurio o digital.
Anotar la cifra encontrada, así como el día y la hora
en la cual se registró.
Si la temperatura se encuentra elevada investigue su
posible causa.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 147
Avise del hallazgo al familiar responsable o al
médico tratante.
Mientras llega el médico.
Aplicar lienzos de agua fría, o bolsa con hielo en la
frente.
Hidratar.
No medicar.
Fracturas.
En ocasiones acompañando a las caídas se encuentra una
o varias fracturas, se entiende por el fraccionamiento de
un hueso en una o varias zonas.
Cuando no se produce una fractura completa; es
decir sólo se ocasiona una "grieta" se denomina
fisura, ésta solo se puede detectar por medio de los
rayos equis.
Son diferentes huesos por cuya situación se
encuentran más expuestos a sufrir este accidente.
Por regla general existe el antecedente de haber
sufrido un golpe, una caída o una contusión.
Manifestaciones de alerta.
Una fractura se clasifica como simple o cerrada
cuando al seccionarse el hueso no rasga la piel, ni
produce lesiones musculares, por el contrario, una
fractura, complicada, abierta o expuesta es aquella
en la que se producen desgarramientos o lesiones en
los músculos, venas, arterias, nervios y piel.
Al producirse la fractura se presenta dolor intenso,
deformación de la región e incapacidad para realizar
cualquier movimiento.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 148
Procedimientos sugeridos.
Al pensar en su probabilidad o al comprobarse la
presencia de una fractura (ya sea simple o
complicada) rápidamente se procederá a inmovilizar
el sitio o la extremidad afectada, colocando a los
lados una férula confeccionada con pequeñas tablas
o recortes de material lo suficiente grueso o
resistente, sujeta con un vendaje adecuado, no muy
apretado.
No hay que olvidar que una fractura simple puede
tener graves consecuencias si se aplican "sobadas",
masajes, estiramientos o distensiones innecesarias,
indebidas y perjudiciales.
Trasladar con sumo cuidado al accidentado a un
servicio de urgencias médicas.
Las fracturas es una discontinuidad en los huesos, a
consecuencia de golpes, fuerzas o tracciones cuyas
intensidades superen la elasticidad del hueso.
En una persona sana, siempre son provocadas por
algún tipo de traumatismo, pero existen otras
fracturas, denominadas patológicas, que se
presentan en personas con alguna enfermedad de
base sin que se produzca un traumatismo fuerte.
Es el caso de algunas enfermedades orgánicas y del
debilitamiento óseo propio de la vejez.
Si se aplica más presión sobre un hueso de la que
puede soportar, éste se parte o se rompe.
Una ruptura de cualquier tamaño se denomina
fractura y si el hueso fracturado rompe la piel, se
denomina fractura abierta (fractura compuesta).
La fractura por estrés o sobrecarga es una fisura
delgada en el hueso que se desarrolla por la
aplicación prolongada o repetitiva de fuerza sobre el
mismo.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 149
Causas
Las siguientes son causas comunes de fracturas óseas:
Caída desde una altura.
Accidentes automovilísticos.
Golpe directo.
Maltrato al menor, indefensa o senecta.
Fuerzas repetitivas, como las que se presentan
cuando una persona corre, pueden ocasionar
fracturas por estrés en los pies, los tobillos, la tibia
o la cadera.
Clasificación
Existen varios tipos de fractura, que se pueden clasificar
atendiendo a los siguientes factores: estado de la piel,
localización de la fractura en el propio hueso, trazo de la
fractura, tipo de desviación de los fragmentos y
mecanismo de acción del agente traumático.
Según el estado de la piel
Fracturas cerradas. (que también se conoce como
fractura compuesta).
Son aquellas en las que la fractura no comunica con
el exterior, ya que la piel no ha sido dañada.
Fracturas abiertas. (que también se conoce como
fractura simple).
Son aquellas en las que se puede observar el hueso
fracturado a simple vista, es decir, existe una herida
que deja los fragmentos óseos al descubierto.
Unas veces, el propio traumatismo lesiona la piel y
los tejidos subyacentes antes de llegar al hueso;
otras, el hueso fracturado actúa desde dentro,
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 150
desgarrando los tejidos y la piel de modo que la
fractura queda en contacto con el exterior.
Según su el mecanismo de producción.
Traumatismo directo. La fractura se produce en el
punto sobre el cual ha actuado el agente traumático. Por
ejemplo: fractura de cúbito por un golpe fuerte en el
brazo.
Traumatismo indirecto. La fractura se produce a
distancia del lugar donde ha actuado el agente
traumático. Por ejemplo: fractura del codo por una caída
sobre las palmas de las manos.
Contracción muscular brusca. En deportistas y
personas con un gran desarrollo muscular se pueden
producir fracturas por arrancamiento óseo al contraerse
brusca y fuertemente un músculo determinado. También
se han observado fracturas de este tipo en pacientes
sometidos a electroschok.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 151
Síntomas.
Aunque cada fractura tiene unas características
especiales, que dependen del mecanismo de producción,
la localización y el estado general previo del paciente,
existe un conjunto de síntomas común a todas las
fracturas, que conviene conocer para advertirlas cuando
se producen y acudir a un centro hospitalario con
prontitud.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 152
Estos síntomas generales son:
Dolor. Es el síntoma capital. Suele localizarse sobre
el punto de fractura. Aumenta de forma notable al menor
intento de movilizar el miembro afectado y al ejercer
presión, aunque sea muy leve, sobre la zona.
Impotencia funcional. Es la incapacidad de llevar a
cabo las actividades en las que normalmente interviene
el hueso, a consecuencia tanto de la propia fractura como
del dolor que ésta origina.
Deformidad. La deformación del miembro afectado
depende del tipo de fractura. Algunas fracturas producen
deformidades características cuya observación basta a
los expertos para saber qué hueso está fracturado y por
dónde.
Hematoma. Se produce por la lesión de los vasos que
irrigan el hueso y de los tejidos adyacentes.
Fiebre. En muchas ocasiones, sobre todo en fracturas
importantes y en personas jóvenes, aparece fiebre
después de una fractura sin que exista infección alguna.
También puede aparecer fiebre pasados unos días,
pero ésta es debida, si no hay infección, a la reabsorción
normal del hematoma.
Entumecimiento y cosquilleo
Ruptura de la piel con el hueso que protruye
Golpe de calor o insolación.
Esta irregularidad no es frecuente en adultos, pero muy
alarmante y severa, sucede especialmente en ancianos
que permanecen expuestos por un largo lapso, o durante
las temporadas de calor extremo.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 153
Manifestaciones de alerta.
Piel enrojecida y caliente.
Boca seca.
Piel seca, no existe sudor.
Fiebre superior a 40° C.
En ocasiones existe pérdida de la conciencia.
Procedimientos sugeridos.
Descender la temperatura corporal de inmediato.
Retirar a la persona de los rayos solares y dejarlo en
un lugar fresco y a la sombra.
Desabrigue al afectado hasta que se encuentre con
la menor ropa posible.
Aplique fomentos de agua fría o bolsas con cubitos
de hielo en la cabeza (nuca) y abdomen.
Busque rápidamente ayuda médica.
No precipitarse en la hidratación, es conveniente
dar a beber un vaso de agua fría en la que se
disolverá media cucharadita de sal (no más de
cuatro vasos).
ingerir poco a poco medio litro de cualquier tipo
de bebida hidratante con sales y electrolitos orales
(tipo “rate”) o suero oral.
No administrar agua helada, pues aumenta la
sudoración y por ende la deshidratación.
Ni hielo porque puede provocar quemaduras.
No medicar.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 154
Hemorragias.
Al presentarse una ruptura (espontánea o accidental) de
alguna arteria, vena o vaso capilar de nuestro organismo,
se produce la salida más o menos abundante de la sangre
contenida en su interior; situación conocida como
hemorragia.
Manifestaciones de alerta.
De acuerdo a la estructura afectada las hemorragias
se clasifican en tres grupos: arterial, venosa y
capilar.
En la hemorragia arterial la sangre expulsada es de
color rojo vivo, se expele por chorros y en forma
rítmica siguiendo la frecuencia de los latidos del
corazón.
Cuando la hemorragia es venosa la sangre es de
color rojo oscuro (vino), fluye en forma de
escurrimiento.
Como contraparte al producirse una sencilla
hemorragia capilar la sangre mana en forma de
gotas, en forma poco abundante y al efectuar una
moderada compresión en el sitio de la lesión cede
fácilmente, sin mayor complicación.
Cuando la sangre puede observarse a simple vista,
se llama hemorragia externa; si no se ve pero ocurre
por dentro del organismo se le denomina
hemorragia interna.
Procedimientos sugeridos.
Antes que todo lavarse cuidadosamente las manos y
no permitir la aplicación en la herida de objetos o
materiales sucios como pañuelos, telarañas, barros,
lodos, tela de cebolla, aceite y/o papel de cigarrillo.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 155
También es necesario lavar enérgicamente el sitio
de la herida o lesión con abundante agua y jabón.
Aplicar algún desinfectante del tipo del
Benzalconio, no usar alcohol, pues los daños que se
pueden producir podrían ser mayores.
Una vez lavada y desinfectada la herida, se cubrirá
con compresas o gasas estériles.
Dependiendo de la extensión o el sitio de la herida
aplicar un torniquete, taponamiento o una simple
compresión; se aconseja utilizar siempre esta última
maniobra mediante la aplicación de un vendaje
razonadamente ajustado ya que el empleo de un
torniquete requiere de conocimientos y cuidados
especiales.
Trasladar en caso de hemorragias producidas por
heridas extensas o profundas al accidentado a un
servicio de urgencias médicas para su posterior
atención.
Hemorragia por la nariz.
A la pérdida esporádica de sangre a través de la nariz en
poca cantidad se le denomina epistaxis, cuando es
frecuente, más o menos abundante y se encuentra
acompañada de expectoración se le llama hemoptisis.
Manifestaciones de alerta.
La epistaxis es un síntoma de fragilidad de los
pequeños vasos sanguíneos que irrigan la mucosa
nasal debida a una irritación o inflamación local,
aunque en ocasiones es un síntoma de una
enfermedad más severa, por lo tanto, si se presenta
en forma frecuente o continua se debe acudir al
médico para investigar su causa.
La hemoptisis indica la presencia de un
padecimiento grave que debe ser atendido a la
mayor brevedad posible por un facultativo.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 156
Procedimientos sugeridos.
Cuando existen pequeñas y esporádicas pérdidas de
sangre se recomienda taponar la fosa nasal por
donde emana con algodón o gasa impregnada de
agua oxigenada, comúnmente es suficiente esta
maniobra.
También se utilizan gasas o tapones de algodón
remojados en una solución de 3 o 4 aspirinas
disueltas en 8 a 10 cucharadas de agua hervida.
Antes de iniciar el taponamiento, el auxiliador
deberá lavarse cuidadosamente sus manos con agua
y jabón.
Una vez preparado y dispuesto este tapón se
introduce poco a poco ayudándose de un hisopo
(Cotonete) sin tratar de forzar demasiado (no es
necesario que entre toda la gasa).
Por último se hace una presión moderada sobre las
aletas de la nariz por espacio de 10 a 15 minutos.
Valioso auxilio es la aplicación de bolsas con hielo
en la frente, debido a su acción constrictora de los
vasos sanguíneos.
También suele utilizarse una pomada preparada de
la siguiente forma; se pulverizan dos aspirinas, se
mezcla perfectamente este polvo con 30 gramos de
vaselina y se aplica en el interior de la fosa nasal,
con ello se evita la repetición de la hemorragia.
Hipotermia.
Es la disminución o descenso de la temperatura corporal
normal (37.0° C - 37.5° C).
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 157
Consideraciones generales.
En la condición de hipotermia la baja de la
temperatura corporal es de dos grados centígrados
por debajo de los 37.0° C habituales.
La muerte deja de ser una posibilidad para
convertirse en un suceso real cuando la hipotermia
perdura durante más de dos horas.
Cualquier persona puede presentar hipotermia y
perecer por congelación si se expone al frío extremo
durante el lapso señalado sin la protección
adecuada.
La hipotermia representa un factor de riesgo patente
para todo ser humano que habite en climas fríos o
cuando en el invierno se encuentre demasiado
tiempo desprotegido en un medio externo gélido.
Las personas ancianas y con mayor frecuencia los
pacientes Alzheimer son el grupo especialmente
vulnerable a la hipotermia aún en sitios con climas
templados.
La aparición de este evento es acompañada de dos
variables, la primera es la edad etapa de la vida en
donde la piel, capa protectora del organismo pierde
su grosor y elasticidad, y por ende disminuye
progresivamente su capacidad para conservar la
temperatura corporal en condiciones extremas de
clima ambiente.
Por otra parte, el mecanismo central, sensor y
regulador de la temperatura corporal también
disminuye su capacidad de detección y regulación;
lo que trae como consecuencia una sensible baja del
potencial de reacción ante el frío extremo;
condición desfavorable en los ancianos quienes no
se percatan debidamente de la temperatura
ambiental con el consiguiente peligro de
hipotermia.
Esta situación se duplica y complica si se tiene más de
sesenta años y padece el Alzheimer.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 158
Manifestaciones de alerta.
La aparición de hipotermia se manifiesta mediante los
siguientes síntomas y signos.
Insensibilidad de la persona a la temperatura
ambiente, dentro de una habitación particularmente
fría o expuesta al aire en un clima gélido.
Somnolencia.
Confusión mental.
Palidez.
Pérdida de la conciencia.
Manos y pies fríos.
Piel fría sobre todo en el abdomen.
La mejor forma de detectar hipotermia es el registro
de la temperatura corporal mediante la aplicación de
un termómetro.
Como precaución inmediata y general, si una
persona tiene o se encuentra en situación de frío y
también se muestra somnoliento o confuso, llame al
médico tratante.
Procedimientos sugeridos.
Retirar a un lugar cálido a la persona quien se
encuentre expuesta a un ambiente frío.
Arroparla convenientemente.
Además, compruebe que su hogar en general y la
habitación del paciente en lo particular disponga de
buena calefacción y que su ser querido porte ropa
suficiente en climas fríos o durante el invierno.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 159
Infecciones de las vías urinarias (IVU).
El mayor trastorno de las vías urinarias lo
constituye la llamada estasis de orina; es decir la
retención o dificultad en el normal drenaje urinario.
Toda estrechez que produzca estancamiento
urinario, cualquier alteración en las paredes de las
vías urinarias, una acodadura o una franca
obstrucción reducen la eliminación de orina y
aumentan la presión de las estructuras excretoras,
con la consiguiente inflamación.
Esta circunstancia termina por afectar a los riñones
al verse impedida su función de filtración, el
estancamiento conduce por un efecto mecánico a la
producción de infecciones, esta situación se ve
favorecida por una alta concertación de bacterias en
la orina.
El sistema urinario efectúa una diversidad de
funciones dentro de las cuales se destacan la de
filtrar y eliminar por medio de unas estructuras
microscópicas localizadas en el interior de los
riñones (glomérulos) y a través de la orina las
sustancias químicas o elementos tóxicos producidos
por el metabolismo de nuestro organismo, así como
la de regular y equilibrar las sales orgánicas,
minerales y electrólitos del medio interno.
El sistema urinario básicamente se encuentra
constituido por: los riñones, los cálices o pelvecillas
renales, los ureteros, la vejiga urinaria y la uretra.
Las principales afecciones de las vías urinarias,
dependiendo del órgano donde se localicen son:
- Glomerulonefritis.
- Pielonefritis.
- Cistitits.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 160
- Uretritis.
Por lo general, son producto de una infección aguda
o crónica causada por diversos microbios.
Manifestaciones de alerta.
En las afecciones de las vías urinarias se producen un
cuadro clínico muy similar caracterizado por:
Fiebre (38.5- 40 º C.) de iniciación brusca.
Escalofrío intenso.
Abundante sudoración.
Somnolencia.
Pérdida de apetito.
Dolor de moderada intensidad de tipo pesantez en
uno o ambos flancos inferiores de la espalda (región
de los riñones).
Deseo imperioso de orinar.
Micción frecuente, acompañada generalmente por
ardor.
Dificultad para orinar.
Algunas veces, existe salida de sangre o secreción.
Mal estado general.
Procedimientos sugeridos:
Una pequeña cantidad de nuestra orina puede
detectar en unos cuantos minutos, mediante
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 161
reacciones químicas que se efectúan por medio de
unas "tirillas".
La presencia de padecimientos tanto generales
(diabetes, enfermedades del hígado y/o del riñón)
así como de padecimientos locales (infecciones en
las vías urinarias).
Es conveniente también realizarse periódicamente
un examen general de orina.
Para ello se utiliza la primera orina eliminada por la
mañana, la cual se deposita en un recipiente de boca
ancha limpio que no haya sido usado para guardar
sustancias químicas o bebidas azucaradas.
En la orina se revisa el color, la densidad y la
presencia de sustancias o compuestos anormales
que en estado de salud no se manifiestan como la
albúmina, glucosa, hemoglobina, cuerpos cetónicos,
pigmentos biliares y desechos orgánicos
(leucocitos, cilindros, sangre o una secreción
purulenta).
El color oscuro de la orina, una orina turbia o la
presencia de cilindros, hemoglobina, glóbulos rojos
o leucocitos puede demostrar la presencia de una
afección en las vías urinarias de mayor o menor
gravedad.
La presencia de cetonas, albúmina o bilirrubina nos
demuestra la existencia de un padecimiento severo
en los riñones, en el hígado.
La glucosuria (azúcar en orina) como ya se expresó
en el capítulo de diabetes es prueba evidente de la
existencia del padecimiento.
Si usted presenta uno o varios de los síntomas
señalados como particulares o específicos del
aparato urinario de inmediato debe acudir al médico
con el fin de que se le realicen estudios
complementarios (aparte del examen general de
orina).
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 162
El examen general de orina debe practicarse
periódicamente por lo menos una vez al año.
Introducción de un cuerpo extraño en nariz
y/o en oídos.
Frecuentemente los niños así como los pacientes
mayores afectados por el Alzheimer se introducen
diferentes objetos en el interior de nariz o en el de los
oídos como pueden ser: granos de maíz, frijoles, lentejas,
habas, dulces, botones, gomas de borrar, cacahuates u
otros elementos insólitos.
En algunos casos se encuentra uno en serias dificultades
para extraerlos, sin dejar de existir la posibilidad de
complicar este accidente al impulsar hacia partes más
internas o profundas el objeto en cuestión.
Procedimientos sugeridos.
El mejor tratamiento y modo para extraer de la nariz
u oídos un cuerpo extraño es valiéndose de unas
pinzas puntiagudas (como las de depilar, o las de
Pean) con las cuales puede sujetarse el objeto.
Si no se logra el resultado apetecido en unas pocas
maniobras hay que acudir al médico.
Introducción de un cuerpo extraño en los
ojos.
Es muy común que alguna basura, partícula de vidrio,
madera o limadura de metal se introduzca dentro del ojo
y pueda producir desde una leve irritación hasta
trastornos más severos en la conjuntiva.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 163
Por lo que ante esta situación, es preferible de inmediato
acudir a consulta con un especialista (Oftalmólogo)
quien mediante maniobras e instrumentos especiales
solucionará tal problema.
Procedimientos sugeridos.
No frotar el párpado sobre el ojo, ya que con esta
maniobra sólo se conseguirá aumentar la erosión del
cuerpo extraño en la conjuntiva.
Muchas veces, con sólo abrir y cerrar los párpados
en forma rápida y repetida es más que suficiente
para que las lágrimas producidas por esta acción
arrastren la partícula extraña.
Pueden usarse mientras se acude al médico breves
lavados en el ojo afectado con té de manzanilla o té
negro.
Los lavados oculares se efectúan usando una
pequeña copa o un lava ojos, hay que grabarse en la
memoria que simplemente es un ligero lavado no
una irrigación a presión.
Si no cede la sensación de cuerpo extraño, de
inmediato consultar al médico.
Lesiones por compresión o ulceras de
decúbito.
Se les denomina también como lesiones de presión,
escaras o postillas de comprensión.
Consideraciones generales:
Por lo general todo paciente en fase avanzada de
Alzheimer, tiende a permanecer sentados en un
sillón de reposo, o bien pasan varias horas
durmiendo en la cama.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 164
Debido a la posición adoptada es común que en las
zonas de presión; es decir, donde la piel ya de por sí
delgada y sensible al tener contacto con la colcha,
sábanas o inclusive con la ropa de cama, o el cojín
del sillón presenta lesiones o laceraciones en su
superficie, las cuales se inician primero con un
cambio de color (enrojecimiento) más tarde existe
una lesión, que si no se atiende puede complicarse y
agrandarse hasta llegar a la infectarse y producir
úlceras difíciles de curar, o infecciones
concomitantes y rebeldes.
Manifestaciones de alerta.
Cambios en la coloración de la piel sobre todo en
los puntos de contacto con superficies duras.
Inflamación y/o dolor en la zona afectada.
Temperatura aumentada en la región lesionada.
Sensación de “hormigueo” y/o entumecimiento en
alguna de las extremidades.
Aparición de zonas de piel inflamada.
Inquietud generalizada.
Fiebre de origen a determinar.
Procedimientos sugeridos:
Solicitar ayuda médica ante la aparición de
cualquier mancha extraña pues son las primeras
señales de posteriores laceraciones que después se
vuelven llagas que se infectan hasta en ocasiones
exponer el hueso, con el consiguiente dolor y
malestar.
Cambiar de posición al paciente por lo menos cada
dos o tres horas.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 165
Cuando duerme o reposa en su cama o sillón
colocar almohadillas delgadas de hule espuma o gel
especial en los sitios de presión (codos, rodillas,
tobillos, entrepiernas, glúteos, cadera) para
proporcionar protección y comodidad.
Revisar la dieta alimenticia para evitar la
disminución de la masa muscular y
consecuentemente disminuir el área de presión.
Así como el uso de ropas adecuadas para eliminar
tanto las ropas apretadas como muy holgadas cuyas
arrugas o pliegues irritan y lastiman la piel hasta
llegar a erosionarla.
Quemaduras.
Se denomina así a la o las lesiones producidas en el
organismo por el calor en sus diversas formas.
Consideraciones generales:
Se clasifican según su aspecto y profundidad en tres
grados:
Primer grado.- Se presenta eritema, enrojecimiento
o irritación.
Segundo grado.- Existen flictenas, pústulas,
vejiguillas o ampollas.
Tercer grado.- Aparecen escaras, llagas, úlceras o
costras negras.
Las quemaduras son producidas por:
Calor seco o húmedo.
Vapor o líquidos calientes.
Electricidad.
Fricción o rozamiento.
Me llamo Octavio… Segunda parte.
Orlando León y Vélez Vasco. Página 166
Sustancias corrosivas.
Manifestaciones de alerta.
En quemaduras de primer grado:
Piel roja.
Ardor.
Dolor.
En las de segundo grado:
Ámpulas o ampollas grandes.
Piel encarnada o moteada.
Ardor.
Dolor.
Y en quemaduras de tercer grado
Piel blanca y carbonizada.
Puede advertirse la carne viva, o verse el hueso.
Dolor intenso.
En algunos casos pérdida del conocimiento.
Procedimientos sugeridos:
SÍ.
En todos los grados:
Sumerja la parte afectada en agua fría, hasta que el
dolor se quite o disminuya.
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Orlando León y Vélez Vasco. Página 167
Aplique lienzos o paños limpios humedecidos con
agua helada que no dejen pelusa.
Seque con una toalla o trapo limpio.
Cubra la quemadura con gasa o tela limpia.
En quemaduras de tercer grado.
Busque ayuda rápidamente.
Cubra a la persona con una sábana o lienzo
húmedo.
Traslade al lesionado al hospital o servicio de
emergencias más cercano. Retire objetos que
puedan oprimir la zona afectada como corbatas,
zapatos, pulseras, anillos collares y zapatos.
NO.
Aplicar aceite, mantequilla, lociones, ungüentos o
remedios.
Perforar las ampollas.
Toser, estornudar o respirar cerca de la quemadura.
Tos.
Es la eliminación brusca y estrepitosa de aire contenido
en los pulmones.
Consideraciones generales:
Habitualmente es continua y reiterada en accesos.
Representa un acto reflejo debido a la irritación de
las vías respiratorias; es un vehículo para el
transporte y eliminación de cuerpos extraños
alojados en el aparato respiratorio; así como de
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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flemas o secreciones acumuladas en los pulmones y
árbol bronquial.
Es una situación muy común en las fases finales del
Alzheimer, siendo una de las complicaciones más
graves y peligrosas, debido a la posibilidad de
bronco aspiración de las mismas.
Manifestaciones de alerta.
Existen diversos tipos de tos, según su
manifestación:
Tos leve, poco intensa con expectoración
blanquecina y escasa, pero permanente se
manifiesta en la (EPOC) Enfermedad Pulmonar
Obstructiva Crónica, se le conoce también como tos
de fumador.
Tos angustiosa, agitada, con expectoración difícil,
escasa o ausente denota infección aguda de tipo
gripal, o padecimiento crónico pulmonar.
Tos seca con escasa o nula expectoración, ruidos,
tipo perruno y a veces acompañada de dificultad
para hablar (disfonía) indica un padecimiento de
faringe o laringe.
Tos silbante, aguda, apremiante, con piel azulada,
dificultad para exhalar y sin expectoración sugiere
un padecimiento grave alérgico o asmático.
Procedimientos sugeridos.
Si se da este supuesto, se deben poner en marcha
acciones tales como:
Proporcionar un ambiente saludable, y húmedo, un
humidificador o un recipiente de cerámica de boca
ancha y con agua, han de estar en la habitación del
paciente.
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Cuidar la hidratación y darle no menos de 1.5 litros
de líquidos al día.
Procurar que el paciente se incorpore -mientras sea
posible-diariamente.
Colocar cada día un rato en postura de decúbito
prono (boca abajo).
Realizar golpeteo, con la mano hueca, del tórax
posterior del paciente, con el objetivo de despegar
las secreciones mucosas de la pared pulmonar.
Solicitar cuanto antes valoración del paciente por el
médico tratante.
Las funciones de cuidado y atención del paciente con
Alzheimer incluyen alrededor de 76 acciones diarias, las
cuales deben ser consideradas por el custodio en forma
paciente, prudente y sobretodo optimista.
¡Recuerde!
La primera maniobra ante una urgencia o
emergencia es no dañar…
Me llamo Octavio… Segunda parte.
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Capítulo CUATRO
Plegaria para un paciente Alzheimer. (*) ¡Gracias Dios Mío!, por esta soledad en que me has dejado, no tengo un corazón paternal, ni maternal en donde abrir el mío; esto sería un gran consuelo... ¡Gracias porque me lo niegas! No cuento con ese sostén visible que Tú mismo has instituido, no tengo en que apoyarme, sino solamente en Ti Tú sólo quieres ser para mí padre, madre, hermano, TODO; que no cuente con nadie en la tierra, ya que permites que me dejen aquellos de quien podía esperar un bien espiritual. Yo temo errar por mí mismo, pero puesto que Tú me pones en estas circunstancias, estoy seguro que me darás directamente el consejo que necesito. Todo eso no es más que una dulce respuesta a mi petición: -¡Qué me sean amargura los consuelos en la tierra! - ¡Y vaya Jesús mío, si me has tomado la palabra! A veces mi pobre naturaleza humana parece no resistir más. ¡Amarguísima amargura me han sido muchos de estos consuelos! Tú lo sabes Jesús mío, en medio de tanto cariño, de tanta aparente alegría; sobre todo después de mi enfermedad, sólo he encontrado amargura y soledad.
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¡Hágase tu Voluntad! ¡En Vuestra Infinita Misericordia yo confío, para soportar y salir avante en este padecimiento! (*) Adaptada de una reflexión de la Hna. María Inés-Teresa Arias. (+) Sierva de Dios, próximamente Beata. Fundadora de las Misioneras Clarisas del Espíritu Santo.
El autor primavera del 2011.