marzo 2011 - nº 312 - g. 20.000.- - cepag.org.py · francisco de paula oliva, luis rojas villagra,...

44
ISSN 0001-4605 Revista de reflexión y diálogo de los Jesuitas del Paraguay Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- Sistema alimentario

Upload: lamque

Post on 18-Sep-2018

220 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

ISSN 0001-4605 Revista de reflexión y diálogo de los Jesuitas del Paraguay

Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.-

Sistemaalimentario

Page 2: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

Nº 312 - Marzo 2011

© M

arta

Car

eño

Gue

rra

- Man

os U

nida

s

Page 3: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

Vice-Presidente Sánchez 612 c/AzaraCasilla de Correo 1072Tel/Fax: (595-21) 233 541/[email protected]

Tercera ÉpocaAño XLII. Fundada en mayo de 1923 por Monseñor Aníbal Mena PortaLa Revista Acción es editada por el CEPAG (Centro de Estudios Paraguayos Antonio Guasch) de los Jesuitas del Paraguay. El CEPAG es un centro de investigación y acción social inspirado en la misión de los Jesuitas: proponer, en medio de la cultura y la sociedad en la que vivimos, la fe cristiana y la lucha por la justicia en un diálogo abierto a todos y todas

DirectorJosé María Blanch, sj

Jefa de RedacciónStella Ruffinelli

SecretaríaMagalí Casartelli

Consejo de RedacciónMelquíades Alonso, Galo Bogarín, Margot Bremer, Milda Rivarola, Fides Gauto, Gabriel Insaurralde, Oscar Martin, Bartomeu Melià, Tomás Palau, Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli

Difusión, suscripción y distribución:

Vice-Presidente Sánchez 612 c/[email protected]: (595-21) 233 541/3

Diseño y diagramación:Karina Palleros

Fotografías:Archivo CEPAG y Banco de imágenes

Impresión:Grafi ExpressEcuador 2.532 c/Yvyra Pyta,Tel.: 550 008 - Fax: 559 756

PreciosG. 20.000 el ejemplar.Números atrasados G. 20.000Suscripción10 ejemplares G. 150.000 / US$ 50

Acción no se responsabiliza por los juicios y opiniones de los artículos firmados.

Índice

Nº 312 - Marzo 2011

Editorial Cartes, el empresario adelantó el avispero del 2013 2 Actualidad Las organizaciones de migrantes paraguayos en el exterior: ¿Un nuevo actor social a considerar? 4 Gustavo Zaracho

Bicentenario Bicentenario del Paraguay: celebrar, pero desde 10 la condición colonial Aristides Ortiz

Tema del mes: Sistema alimentario El control sobre los alimentos: una cuestión 14 básicamente política Tomás Palau

La región más transparente: apuntes sobre la 17 producción de alimentos, el hambre y el Estado en Paraguay Milena Pereira Fukuoka

Los desafíos de la inclusión económica de la 22 juventud rural 22 Verónica Serafini Geoghegan

Cuando el tatakuá se apaga: la soja y la 26 destrucción de las bases de la cocina paraguaya Richard Doughman

Internacionales Las corporaciones multinacionales de 30 la alimentación Gustavo Duch Guillot y Fernando Fernández Such

Pensar y creer Herencia guaraní en la Independencia Nacional 34 Margot Bremer, rscj

Arte y Letras Ogue javé takuapú 38 Fides Gauto

Page 4: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

2

Cartes, el empresario adelantó el avispero del 2013

Las internas del Partido Colorado, más allá de su denominación, siempre tienen sabor a elecciones nacionales. Por la cantidad de afi-liados que tiene, por la estructura que mueve y la pasión con la que viven sus luchas internas.

La interna para elegir presidente de la ANR del pasado 13 de marzo no fue la excepción. Incluso fue más por el protagonista principal que se consolidó en el escenario colorado: el empresario Horacio Cartes, que no estaba candidatado a absolutamente nada.

La elección republicana fue una crónica de una victoria anunciada. La aparición de Car-tes en la política, específicamente en el Par-tido Colorado, empezó a finales del 2009 en un silencioso pero efectivo trabajo con los 9 gobernadores colorados.

La ANR, en la llanura, golpeada emocional y financieramente, abrió generosamente sus puertas a un generoso mecenas. Su aporte fue clave para las elecciones municipales, cuando se dio la espectacular recuperación colorada que obtuvo 200 mil votos más que el 2008. Justo la diferencia que obtuvo Fernando Lugo en aquellas históricas elecciones que provoca-ron la caída del coloradismo del poder.

Pero Cartes no entró a la ANR como sim-ple aportante. Él entró a la política apuntando al 2013. Por eso su primer paso fue afiliarse en setiembre del 2009.

Su segundo paso fue lograr la modificación del estatuto partidario que exigía un mínimo de 10 años de afiliación para ser candidato electivo. En enero, en medio de acusaciones y sospechas de compras de votos de convencio-nales, ganó por goleada y el estatuto se ade-

cuó a sus aspiraciones, bajando a un año tal requisito. La habilitación estaba hecha.

El golpe lo dio el 13 de marzo cuando su candidata Lilian Samaniego se impuso en la interna para presidente de la Junta de Go-bierno.

Con este triunfo, no solamente logra el control de la estructura partidaria de cara a su campaña presidencial. Quizá el golpe más letal que dio fue dejar prácticamente fuera de juego a Luis Castiglioni, el más promisorio candidato que se perfilaba casi solitariamente hacia el 2013.

Castiglioni ya sufrió dos derrotas en manos de Cartes; no pudo frenar la convención para evitar su candidatura y perdió ante su candi-data, quedando en punto muerto su pretendida carrera presidencial, en medio de peleas con su aliado Nicanor Duarte Frutos, que al día siguiente se desmarcó de él responsabilizán-dolo totalmente de la derrota.

Cartes en un año modificó el tablero colo-rado. Entró a la política y con cero conscrip-ción partidaria construyó su imagen a base de generosos aportes y éxitos electorales. Ahora es precandidato indiscutible en la ANR, y en el escenario republicano en este momento no hay figura alguna que frene sus pretensiones. Sin dudas, surgirá un candidato para hacer-le frente. La ANR es un partido muy grande que es improbable pensar que jugará solo en la cancha. Solamente que, por ahora, no hay alguien con peso que pueda considerarse un peligro en su carrera.

La ANR, con Cartes, está viviendo el mis-mo fenómeno que golpeó al PLRA, que en el

Page 5: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

3Nº 312 - Marzo 2011

editorial

2007 no tuvo otra alternativa que apoyar la candidatura de un obispo de sesgo izquierdista como candidato presidencial. El experimento fue exitoso y su audaz decisión lo posicionó en el poder. Segundos siempre, pero compar-tiendo cargos en el poder.

Cartes, como Lugo, es un outsider, pero de perfil totalmente diferente. Su poder no radica en su militancia social sino en su fortuna. Un arma poderosa e irresistible en un partido pre-bendario y clientelista como la ANR.

IDENTIKIT: Horacio Cartes nació en Asunción en 1956. Realizó sus estudios pri-meramente en el Colegio Goethe y los culmi-nó en el Colegio Cristo Rey en el año 1974. Estudió en Estados Unidos en la Spartan en Tulsa, Oklahoma. Es dueño de la empresa ta-bacalera (Tabesa), de la industria de gaseosas Bebidas del Paraguay, cuya marca insigne es Pulp. Tiene varias estancias, es presidente del Club Libertad. Ahora es el líder más impor-tante del Partido Colorado.

Tanto el empresario como el obispo son un toque de alerta para los partidos políticos tradicionales, porque son figuras fuera del sistema de partidos. Es decir, las estructuras partidarias han fracasado en la construcción de figuras creíbles para sus electores.

El fenómeno Cartes no solo causa impac-to en la ANR. Su victoria en esta semifinal, como definió él mismo la interna colorada pa-sada, pegó fuerte en el desarticulado oficialis-mo, que debate quién será su candidato.

El PLRA exige la chapa presidencial del 2013, como retribución de su renunciamiento en el 2008.

La izquierda sostiene que ningún candi-dato liberal puede concitar el interés electoral más allá del PLRA y por tanto apuesta a una figura independiente, aglutinadora. Hoy no tienen a esa persona con ese perfil.

Y están en ese superficial debate. Ni si-quiera se sientan a pensar cómo continuar este proceso de cambio con una gestión más efi-ciente y honesta del gobierno, de modo que la gente mantenga las esperanzas y quiera darle continuidad a ese proceso iniciado en el 2008, más allá de la candidatura.

La prebenda, el clientelismo y la corrup-ción están golpeando fuerte al gobierno lu-guista y con su gestión está fortaleciendo el eventual retorno colorado al poder.

Si bien la ANR instaló la sensación de su retorno al poder de la mano de un irrefrena-ble Cartes, el camino es largo y tortuoso para cualquier candidato. Cartes, más que rol polí-tico, tiene un rol económico en el Partido Co-lorado. No le será fácil mantener su liderazgo por más de un año (hasta la primaria presi-dencial) porque no ostenta un cargo específico en el partido, no tiene banca en el Parlamen-to y por tanto necesita de mucha estrategia y mucho dinero para mantener con oxígeno su liderazgo.

Es más compleja la situación del oficialis-mo, que no tiene rumbo como gobierno y me-nos aún los métodos para articularse de cara al 2013.

Y esa es la ventaja más grande que tie-ne hoy la ANR, donde la película está más clara que en el terreno de sus adversarios.

Page 6: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

4

actu

alid

adac

tual

idad

“No me llames extranjero, mírame bien a los ojos, mucho más allá del odio, del egoísmo y del miedo. Verás que soy un hombre, no puedo ser extranjero”.

(Fragmento del poema de Rafael Amor “No me llames extranjero”).

Antes de ser inmigrante, fuimos emigrantes

La última ola de migración internacional pa-raguaya, fundamentalmente hacia el continente europeo, ha conmovido fuertemente a distintos estamentos de nuestra sociedad y ello produjo una serie de debates mediáticos y algunos tra-bajos de investigación que dan cuenta de esta realidad.

En los últimos meses la temática volvió a ga-nar cierta fuerza, a partir del debate en torno al derecho al voto de los paraguayos/as en el exte-rior, con la aprobación en la Cámara de Diputa-dos del proyecto de enmienda constitucional del art. 120 que permitiría el ejercicio del sufragio a los ciudadanos de la República del Paraguay residentes en el extranjero. Aunque el desenlace de este proceso es incierto y aún faltan varias etapas para que el proyecto de enmienda se ins-

LAS ORGANIZACIONES DE MIGRANTES PARAGUAYOS EN EL EXTERIOR:

¿Un nuevo actor social a considerar?*

Gustavo Zaracho**

*Resumen de la presentación realizada en el ciclo “Acción en Debate” sobre “Compatriotas en el extranjero y el derecho al voto”, Centro Cultural “Juan de Salazar”, 27de octubre de 2010.

**Presidente del Colectivo Paraguay en Francia.

Page 7: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

5Nº 312 - Marzo 2011

actualidad

criba en el cuerpo constitucional (aprobación en senadores y posterior referéndum), este primer paso en Diputados renovó las esperanzas de las organizaciones de migrantes connacionales.

Pero la reivindicación por la conquista del derecho al voto (entre muchas otras demandas) no es fruto del azar, ella es sostenida e impul-sada desde hace décadas por una serie de orga-nizaciones de paraguayos en diferentes países del mundo. Dichas organizaciones comienzan a ganar una cierta visibilidad en el movimiento social y más ampliamente en la sociedad civil paraguaya.

No podemos afirmar que la organización de paraguayos en diferentes países sea un fenó-meno nuevo. Podemos afirmar incluso que ello constituye una estrategia esencial para el esta-blecimiento de redes de solidaridad y defensa de derechos en los países de acogida y se constitu-yen en verdaderos espacios de socialización y resistencia ante un entorno cultural a menudo, hostil y excluyente. La organización comunita-ria, los llamados “clubes de paisanos”, es una de las aproximaciones metodológicas para el estu-dio de la participación política de los diferentes grupos migrantes1.

En el caso de nuestro país, la comunidad resi-dente en Argentina ha sido la más estudiada y es la más representativa e influyente en el espacio público nacional (por razones históricas, demo-gráficas y geográficas evidentes). Recientemen-te ha sido publicada una obra bastante completa sobre esta comunidad del investigador argentino Gerardo Halpern2.

Sin embargo, las demás comunidades de mi-grantes paraguayos, prácticamente, no han sido objeto de reflexión o de estudios por parte de nuestros investigadores y tampoco han suscita-do mayor interés de parte de las organizaciones sociales en nuestro país.

Este artículo quiere ser una invitación a la comunidad académica y a las organizaciones so-ciales a interesarse en este fenómeno y a produ-cir una reflexión que ayude a visibilizar y com-prender la realidad de los migrantes paraguayos en diferentes partes del mundo, no solamente

como una cifra más en una curva estadística o como un emisor de remesas, sino como sujeto, como actor social y político y, por ende, un alia-do potencial. Este movimiento, por sus carac-terísticas, siempre está confrontado a un doble desafío:

“existir” en la sociedad de acogida (inser-tándose laboralmente, conquistando derechos y legitimidad) , y

a “no desaparecer” de su sociedad de ori-gen, donde el tiempo y las distancias lo borran paulatinamente del imaginario de sus seres que-ridos y en donde ciertas leyes injustas lo privan de derechos y de existencia política, como es nuestro caso en el Paraguay.

Las organizaciones de migrantes tienen esta doble dimensión en su actuar, una se dirige ha-cia la sociedad en la que viven para vencer la discriminación, la subalternización y la crimina-lización xenófoba de la que son víctimas; y, por otro lado, una dimensión que apunta a marcar una presencia en el propio país de origen, a tra-vés de diferentes tipos de acciones que van de lo asistencial a la conformación de verdaderas redes de solidaridad y de movilización de las opiniones publicas de otros países sobre la si-tuación que se vive en el Paraguay.

Convertir la doble ausencia3, en doble presencia

El cambio político generado en abril del 2008 (al igual que el fin de la dictadura en 1989) influyó fuertemente en las organizaciones de pa-raguayos en el mundo y renovó las expectati-vas de poder concretizar el reconocimiento del aporte (no solo económico) de las poblaciones migrantes a la vida nacional y de ver al fin con-cretizadas sus históricas demandas (derecho al voto, bancarización de las remesas, reingeniería del servicio exterior paraguayo para responder a las demandas de los migrantes, etc.). En este sentido, podemos afirmar que el cambio de go-bierno de abril 2008 estimuló una repolitización (en el sentido amplio de la expresión) de las or-ganizaciones de paraguayos en el exterior y su deseo de ser reconocidos como un actor social

Page 8: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

6

junto a los otros movimientos sociales presentes en el territorio nacional.

La constitución del espacio de los Congresos de la Migración Paraguaya, iniciados justamen-te algunos meses después de la victoria de Fer-nando Lugo en el 2008 y que van por su tercera edición, son un paso positivo y crean una ins-tancia de diálogo entre las organizaciones mi-grantes y diversas esferas del Estado paraguayo. Sin embargo, el riesgo es que éste quede vacío de esencia si las reivindicaciones y propuestas surgidas de aquí no son escuchadas e integradas en planes de trabajo concretos y se encarnen en políticas públicas. Esto condenaría al Congreso a la repetición incesante de los mismos temas y convertiría dicho encuentro en rituales vacíos o en puros eventos de comunicación, sin ninguna capacidad de incidencia. Este riesgo desafía a las organizaciones a establecer una agenda pro-pia y un plan de acción concreto que contemple también la confrontación y la presión para hacer cumplir los compromisos asumidos por parte del Estado.

Lo verdaderamente novedoso en el campo de las organizaciones de migrantes paraguayos en el mundo es su capacidad y posibilidades de ar-ticulación y, por otro lado, la diversificación de las voces y zonas geográficas representadas en dichas articulaciones, si bien los paraguayos y paraguayas en Argentina, España y Estados Uni-dos siguen siendo centrales y sus organizaciones antiguas y consolidadas; comienzan a emerger y hacerse sentir organizaciones de Paraguayos en otras partes del mundo, como: Brasil, Francia, Bélgica, Italia, Suiza o Chile. Esta pluralidad no puede sino ser beneficiosa al proceso en curso.

Actualmente, una consigna cristaliza las as-piraciones y agrupa a estas diferentes organiza-ciones: la enmienda del art. 120 de la Constitu-ción Nacional, que puede permitir el derecho al voto a todos quienes vivimos fuera del territorio nacional. Otros artículos en esta misma publica-ción analizaran con mayor pertinencia el proceso de la enmienda constitucional y sus desafíos, lo abordo aquí como un eje central de la articula-ción y un elemento movilizador de las diferentes organizaciones de compatriotas en el mundo.

Page 9: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

7

actualidad

Esta articulación se produce a dos niveles. A nivel de cada país de acogida, en donde se vive un creciente proceso de coordinación y confor-mación de instancias aglutinantes, federaciones de organizaciones paraguayas, como en el caso de España, o la conformación de versiones lo-cales de los congresos de migrantes, como en el caso de la Argentina y los Estados Unidos. En aquellos países donde no existe un gran número de organizaciones de connacionales ello no im-pide el trabajo en conjunto en torno a determina-das temáticas o momentos de celebración. Es el caso por ejemplo, en Francia, donde el año pasa-do 2 organizaciones prepararon conjuntamente la celebración de las fiestas patrias del mes de mayo y participaron en una movilización por la defensa de la soberanía hidroeléctrica sobre Itaipú, movilización convocada por el Colectivo Paraguay en Francia4.

El segundo espacio de articulación es a ni-vel internacional, las federaciones, las organi-zaciones locales e incluso individualidades de diferentes países deseosos de integrarse a gru-pos existentes o impulsar nuevas agrupaciones en sus países de acogida, se van organizando a través de listas de correos electrónicos, comuni-dades virtuales en las redes sociales o a través de blogs en internet que funcionan como una formidable herramienta de comunicación y ca-nalizan discusiones centradas sobre las acciones a desarrollar.

Un elemento novedoso es el grupo Migran-tes Paraguayos sin Fronteras, que nuclea a unas 40 personas, dirigentes asociativos o individua-lidades de al menos 15 países distintos; este gru-po funciona exclusivamente a través de internet, por medio de un intercambio cotidiano de mails de información, discusión y análisis centrados en la temática de la migración paraguaya, y en estos momentos, fundamentalmente centrado en la campaña por el derecho al voto. La revolución de las comunicaciones permite un intercambio fluido y la organización de cíber-reuniones en las que dirigentes de diferentes partes del mundo conversan y plantean acciones o formas de in-tervenir en el debate público. La experiencia es incipiente, balbuceante, pero auspiciosa.

Page 10: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

8

Esta iniciativa se retroalimenta con otras pre-existentes, como por ejemplo el Colectivo APE5, Agencia de Paraguayos en el Exterior, novel or-ganización de jóvenes periodistas y profesiona-les de distintas áreas, que surgió en Argentina en el 2008 y que actualmente tiene una activa militancia en Asunción, mantiene sus vínculos con Argentina, recientemente extendió sus con-tactos con los demás países mencionados en este articulo y cuyo objetivo es desarrollar una estra-tegia comunicacional que permita la reflexión y la visualización de la realidad de las poblaciones migrantes del Paraguay en el mundo.

Toda esta energía desplegada necesita espa-cios de reflexión para no agotarse en el hacer y para dotarse de un verdadero horizonte estraté-gico de desarrollo y de posicionamiento en el campo de la lucha social.

Sin embargo, tanto en el campo académico, de los medios de comunicación, como en la rea-lidad de todos los días, este enorme potencial es invisibilizado y subalternizado, incluso en el campo de los movimientos sociales que luchan por un modelo de sociedad sin exclusiones y sin explotación y que pretenden crear ese otro mun-do posible al que todos aspiramos.

Esta es la pata que falta a la articulación, el vínculo con los movimientos sociales de nuestro país. Los movimientos son impactados por esta migración y los migrantes en muchos casos fue-ron expulsados por ese modelo excluyente que combaten las organizaciones populares de nues-tro país. Entonces, ¿por qué no pueden encon-trarse esos dos mundos?, ¿por qué no discutir juntos de esta realidad que nos atañe?

El hecho de que los migrantes no puedan engrosar las filas de las manifestaciones en las calles asuncenas o de otras ciudades del país no quiere decir que los mismos se encuentren ausentes del debate social y la agenda política del país. Las organizaciones de paraguayos en el exterior cumplimos y podemos reforzar nuestro papel de movilizador de la solidaridad interna-cional y de presión sobre el gobierno, o al con-trario, de defensa de nuestro endeble proceso democrático, podemos hacer caja de resonancia

Page 11: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

9

actualidad

a los diferentes combates en curso y a los dife-rentes actores sociales que luchan contra la ex-plotación y la injusticia.

El movimiento social paraguayo en sus dife-rentes expresiones (obrero, campesino, barrial, de mujeres, de jóvenes, etc.) debería integrar la dimensión de la migración en su reflexión, en sus planes de acción y en sus estrategias de alianzas, y, a la inversa, las organizaciones de migrantes deberían romper con cierta visión corporatista y de “lobbyng” y abrirse a la discusión con el conjunto de las organizaciones sociales de nues-tro país y renovar sus estrategias de lucha y su política de alianzas.

Este año del bicentenario puede ser el mo-mento de una gran discusión sobre el tipo de Paraguay que estamos construyendo y que que-remos en este nuevo milenio. Todos los paragua-yos, sin exclusiones. El desafío está lanzado.

1 Calderón Chelius, Leticia (2004). “La nostalgia como poder político: aproximaciones metodológicas para el estudio del ejercicio político de los migrantes”, Revista Enfoques, Nº 3, Uni-versidad Central de Chile. Santiago. P. 45

2 Halpern, Gerardo (2010). Etnicidad, inmigración y política. Representaciones y cultura política de exiliados paraguayos en Argentina, Prometeo Libros, Buenos Aires.

3 El sociólogo magrebí Abdelmalek Sayad, uno de los más fi-nos estudiosos de la migración argelina en Francia, tituló su obra cumbre: “La doble ausencia: de las esperanzas del emigra-do a los padecimientos del inmigrante” (2011). Ed. Anthropos, Barcelona. Este libro fue prologado por el sociólogo francés Pierre Bourdieu, compañero y colega de Sayad.

4 Para mayor información sobre el trabajo del Colectivo Para-guay ver: http://collectifparaguay.webnode.com

5 Pagina web: www.apeparaguay.org

Page 12: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

10

¿Es independiente el Paraguay contemporá-neo? Esta es la pregunta central que debemos respondernos en el marco de la recordación del Bicentenario.

Recordar es un acto que se realiza desde un lugar, desde un imaginario presente construido socialmente. En este caso, el imaginario de la memoria colectiva recuerda un hecho acaecido hace casi 200 años: la gesta cívico-militar que depuso al gobernador español de la provincia del Paraguay, los días 14 y 15 de mayo de 1811, y puso en el gobierno a criollos nacidos en la co-lonia. Se inscribe en el imaginario colectivo que aquel acto fue de independencia de una colonia que pasó a ser una república. Se memora desde el Estado, y también desde la sociedad, como un acto emancipatorio inmanente –esto es estático, no en movimiento– que se mantiene hasta nues-tros días.

Abordado así el pasado en el que ocurrió aquella gesta, se da por hecho que el Paraguay es hoy una nación y un Estado independientes.

El mito del 14 y 15 de mayo Sin embargo, la independencia debe ser

entendida, como todo acto humano, como un proceso histórico, interminable, no como un acto único. Toda independencia es inconclusa, incompleta, porque está dentro del movimiento

Bicentenario del Paraguay: celebrar, pero desde la condición colonial

Aristides Ortiz*

*Coordinador del Periódico Digital de Interpretación y Análisis E’a.

Page 13: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

11Nº 312 - Marzo 2011

incesante de la historia, del de-venir que lo ex-pone permanentemente ante el desafío de seguir acumulando actos y gestos independientes o de-pendientes. En este sentido, el abordaje histórico de los sucesos del 14 y 15 de mayo es un mito: es decir, una creación social, una invención de paraguayos y paraguayas. Un mito en el enten-dido de que aquel acto político militar fue tan sólo un hito del largo proceso de construcción nacional, no la consagración eterna de la inde-pendencia.

Puede también entenderse esta invención so-cial, el mito, como un símbolo potenciador de lo que se quiere, a lo que quiere llegar la co-lectividad en el futuro, o la negación, tal vez, de una verdad dura: la no independencia. O las tres cosas a un mismo tiempo. El mito no puede ser entendido como un simple autoengaño, sino como una necesidad social satisfecha colectiva-mente. Así, el mito contiene una negación y un proyecto colectivo futuro. La negación de una realidad presente arropada con deseos de vida, de cohesión social, de proyecto nacional.

La independencia como un proceso histórico

Aquel acto protagonizado por los próceres de la Patria fue un hecho precedido por incontables actos y gestos que, con el tiempo, hicieron posi-ble la ruptura de la relación política-económica de subordinación al Imperio Español. Un acto, la gesta de mayo, en el que se expresó la nacio-nalidad paraguaya construida desde que guara-níes y españoles se encontraron por primera vez, y luego confrontaron, en los años del siglo XV.

El río histórico continuó corriendo. 55 años después (1811-1964) aquella nacionalidad había construido un Estado robusto a través de los go-biernos de Rodríguez de Francia y los López. Un Estado que iba ocupando territorialmente su geografía con población, infraestructura y políticas sociales. Para 1864, el largo proceso de acumulación histórica había contorneado un Estado-Nación diferente al de los otros países de la América de aquellos tiempos: uno que iba rompiendo ataduras económicas y proyectando

bicentenario

Page 14: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

1212

desarrollos peligrosos para los imperios y su-bimperios de entonces. Era un proyecto de inde-pendencia política y económica crecientes.

El punto “0” histórico y la vuelta a la colonia

La Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) significa una ruptura histórica para el Paraguay. El largo proceso de acumulación de organización nacional, de proyecto país, se corta abruptamente y se cae en un punto cero histórico. Los intereses contrapuestos de los vencedores, la influencia de la comunidad in-ternacional y el azar confluyeron para que la nacionalidad sobreviviente siguiera teniendo un pedazo de geografía.

El punto “0” implica la vuelta a la colonia. Los primeros 30 años posteriores a la guerra (1870-1900) el Paraguay fue directamente go-bernado, principalmente en las cuestiones es-tratégicas, por las cancillerías de Argentina y Brasil, tutelados a su vez por el imperio inglés. En las primeras décadas de 1900 la condición clásica de colonia se transforma en tutelaje de los dos estados vecinos. Corre la nueva historia y se va consolidando un Estado oligárquico: pe-queño, administrador de los intereses de la mi-noría política y económica en permanentes riñas políticas y militares, sin control alguno sobre la geografía que había quedado tras la guerra. La nación y el Estado fueron mutando durante todo el siglo XX, pasando de una época liberal a una colorada, con crecimiento poblacional y aumen-to de las funciones estatales. Pero, en esencia, la nacionalidad seguía atravesada por la condición colonial y, sobre ésta, el Estado seguía siendo gobernado por una oligarquía.

Es decir, una mentalidad colectiva coloniza-da, y un Estado controlado desde fuera, apoyado en la oligarquía.

La condición colonial hoyLas formas del coloniaje fueron cambiando.

El dominio que ejercieron los primeros españo-les sobre los guaraníes tuvo otras característi-

Page 15: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

13Nº 312 - Marzo 2011

bicentenario

13

nen su economía, su justicia y sus armas. Es un espacio, el nuestro, cuyo Estado no controla su geografía terrestre y aérea ni su espacio comu-nicacional, y no tiene políticas económicas, cul-turales y sociales incluyentes para la mayoría de su población.

Este modelo imperial y oligárquico descrito sostiene su poder en la colonialidad: las gran-des mayorías sociales excluidas de paraguayos y paraguayas legitiman a sus amos a través de su pensamiento, un pensamiento organizado y narrado por sus amos desde la modernidad capi-talista. Gran parte del soporte simbólico de esta condición colonial del Paraguay lo dan los gran-des medios de comunicación asentados dentro y fuera del territorio.

Celebrar la nacionalidadLa propuesta es entonces recordar aquel pa-

sado, pero desde la condición colonial presente descrita aquí, no desde la colonialidad tejida por los amos ni dictada por los miedos propios. A partir del lugar de la memoria, es necesario y lúcido recordar celebrando a nuestros persona-jes históricos, gobernantes, intelectuales, artis-tas; celebrar nuestras heroicas gestas de pueblo; celebrar nuestros dos idiomas, especialmente el guaraní, para reivindicar a nuestros antepasados originarios de este lugar, negados injustamente por el pensamiento occidental, y para resaltar nuestra principal diferencia de la otredad. Ce-lebrar esta tierra que, a pesar del saqueo inter-minable, sigue teniendo riquezas. Celebrar que seguimos vivos como nacionalidad y que, en medio de las complejidades y la contradicción, las grandes mayorías de este país siguen cami-nando, luchando y deseando un país más libre y más justo. Celebrar que el futuro es una posibili-dad real que se construye en el presente.

cas: fue un colonialismo de ocupación militar y administración territorial directa. Eran otros los tiempos del Capitalismo y otra la particularidad cultural de este lugar del mundo.

Las formas del Paraguay colonial de hoy son otras. Si antes los estados imperiales y subimpe-riales necesitaban invadir con una guerra con-vencional a otro país para dominarlo, el Capita-lismo Global de ahora les evita aquella fatiga.

La condición colonial del Paraguay de hoy se entiende mediante un fenómeno llamado colo-nialidad: ya casi no es necesaria (aunque a veces sí, como en el caso de Irak) la ocupación militar para gobernar, porque hoy se gobierna a otros con las ideas, con patrones culturales impuestos a través de lo que se llama la colonialidad del sa-ber: hacer que el otro piense y actúe en función de tus intereses.

Siendo más concretos, el Paraguay contem-poráneo se ubica en la periferia del Sistema Mundo Capitalista. Este sistema ha construido redes económicas, financieras y comunicaciona-les mediante las cuales los Estados imperiales y subimperiales, ubicados en el centro del sis-tema, despliegan sus estrategias geopolíticas y geoeconómicas. La consecuencia es la desterri-torialización y trasnacionalización de los países periféricos como Paraguay; dicho de otra forma, este Estado que tenemos no tiene poder sobre sus tierras ni su economía, porque éstas están en manos de las empresas trasnacionales de los es-tados imperiales y sus aliados locales.

Cubiertos por un modelo agroexportador sin Estado, los alrededor de 250 mil brasileños y brasiguayos asentados en las parte este de la geografía nacional controlan una economía agraria que es funcional al mercado financiero brasileño; las trasnacionales dedicadas a la ex-tracción de recursos naturales controlan parcelas de tierras ricas en minerales y fertilidad; el cri-men organizado trasnacional controla extensos corredores de la geografía convertidos en rutas para el narcotráfico, el armatráfico y otros pro-ductos ilegales que van a los mercados europeo y brasileño; los terratenientes sojeros y ganade-ros controlan vastos territorios en donde impo-

Page 16: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

14

tem

a de

l mes

tem

a de

l mes

SistemaalimentarioSistemaalimentario

“Quien controla los alimentos, controla a la gente; quien controla la energía, controla los continentes; quien controla el dinero, controla el mundo”.

Henry Kissinger

La mayoría de la gente en nuestro país no sabe que la alimentación es un derecho, es un derecho de cada persona que debe ser garanti-zado por las instituciones del Estado y por los gobiernos de turno. La Constitución Nacional de 1992 y varios tratados internacionales de de-rechos humanos que forman parte del ordena-miento jurídico paraguayo, por haber sido ratifi-cados por el Estado, consagran este derecho.

¿Por qué entonces el veintitantos por ciento de la población paraguaya pasa hambre? ¿No es esto una violación a la Constitución? ¿O la Constitución sólo se viola cuando se tocan los intereses de los politiqueros y empresarios? Al parecer sólo algunos tienen derechos y los de-más…

El tema de la producción de alimentos, del acceso que tiene la mayoría de la gente a ellos, el precio de los mismos (harina, maíz, azúcar, carne, etc.) aumenta permanentemente y cada vez hay más gente con hambre (y con desnutri-ción y con más enfermedades a causa de ella). Esto no pasa sólo acá, está pasando en todos los países1. ¿Por qué ocurre esto si la producción de alimentos acompaña al crecimiento de la pobla-ción mundial?2

El control sobre los alimentos: una cuestión básicamente política

Tomás Palau

Page 17: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

15Nº 312 - Marzo 2011

tema del mes

1. Por la forma cómo está estructurada la pro-ducción mundial de alimentos. El agronego-cio.Hoy en día para que un alimento llegue desde el productor al consumidor pasa por un circuito controlado por grandes empre-sas multinacionales monopólicas que hacen grandes negocios en los cuatro eslabones principales de ese circuito. El primero de esos eslabones es el de la provisión de insu-mos (semillas, insecticidas y otros biocidas, fertilizantes, combustibles, tractores y otros) proveídos en su casi totalidad por corpora-ciones multinacionales. El segundo eslabón es el de la agroexportación o comercializa-ción internacional (en nuestro país operan cuatro multinacionales que controlan el 75% de toda la exportación de granos). El tercer eslabón es el de las empresas procesadoras de alimentos (como Unilever, Nestle, Coca Cola, Pepsico, Parmalat, Arcor y muchas otras), eslabón cada vez más controlado por multinacionales. Y finalmente, y último esla-bón, el de las distribuidoras minoristas de ali-mentos; grandes hiper y supermercados que controlan una creciente porción de la venta de alimentos. Este sistema, el del agronego-cio, muy concentrado y dominante es ávido de ganancias crecientes y controla los precios en todos los eslabones.

2. Por la especulación internacional de los pre-cios.Debido a la debilidad (o volatilidad) del dólar, a la inestabilidad de las bolsas de valo-res, a las bajas tasas de interés de los bonos del tesoro (principalmente norteamericanos y a su vez nominados en dólares) y a otros factores, los inversores, desde hace tiempo, prefieren invertir en “activos”, o sea en cosas tangibles: tierra, metales, petróleo y materias primas agrícolas, esto lleva a una carrera por comprar cosechas a futuro3. Lo mismo hacen muchos bancos; invierten sus capitales volá-tiles en mercancías agrícolas, para protegerse de la crisis general.

3. Por la producción agrícola de agrocombusti-bles (etanol y agrodiésel), que tiene sus pre-cios basados en el petróleo, lo cual termina empujando la tasa media de ganancia en la

agricultura hacia arriba. O sea, suben los pre-cios de los cultivos que producen alcohol y diésel4.

4. Por el elevado costo de transformar millones de toneladas de cereales en proteína animal. O sea, las élites, los consumidores y países ricos, demandan cada vez más carnes, y por eso parte de la producción de vegetales (que es el caso de la expansión del cultivo de soja transgénica en nuestro país), que podría ser consumida por la población, va para la pro-ducción de los animales (que es el caso cla-rísimo en nuestro país en el que las grandes haciendas ganaderas ocupan crecientes ex-tensiones de tierra).

5. Por las privatizaciones de los servicios públi-cos para la agricultura, que los transfieren al control de las empresas multinacionales. Los silos del Ministerio de Agricultura y Gana-dería por ejemplo fueron vendidos al mejor postor, la asistencia técnica fue tercerizada, se abandonó la investigación en semillas y ahora se compra de multinacionales extran-jeras y así… varios ejemplos.

7. Por la vigencia de legislaciones ambien-tales de sanidad y certificados de patentes, implementados en el periodo de los gobier-nos neoliberales (como lo fueron los de Ro-dríguez, Wasmosy, Cubas, Duarte Frutos y Lugo) para favorecer el control oligopólico de algunas empresas, lo cual les da poder para imponer precios (el caso de las regalías que la Monsanto cobra a los productores de soja, las variedades de semillas que imponen, etc.).

8. Por la regla general impuesta por la OMC (Organización Mundial del Comercio) a par-tir de 1994, que transformó los alimentos en meras mercancías, que deben ser reguladas sólo por el mercado. O sea, que los países de-ben adaptarse a sus disposiciones que consi-dera a los alimentos como artículos sujetos a la legislación comercial impuesta de manera general.

9. Por la introducción de la propiedad priva-da de las semillas transgénicas que impuso

Page 18: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

16

una nueva matriz tecnológica con costos de producción mayores y en beneficio de las mismas empresas que controlan el comercio, las semillas y los insumos agrícolas. Semi-llas que vienen acompañadas de un paquete tecnológico (en particular herbicidas espe-ciales) que encarecen significativamente los costos de producción.

10. Porque los precios de los alimentos se in-ternacionalizaron. Los parámetros de pro-ducción y de los precios no son más el costo real de producción de alimentos en cada país, sino que se establece un precio medio mun-dial, controlado por las empresas. Como la cadena del agronegocio está tan concentra-da, esos precios se fijan a voluntad y están en condiciones hasta de fijar “precios suge-ridos”, como ocurrió con el caso de la “Casa Grutter” hace pocos meses.

Además de todo lo anterior, deben conside-rarse otros aspectos; la insalubridad de lo que se come dado el alto nivel de contaminación de los alimentos con pesticidas, metales pesados, modificación transgénica; la dependencia de la agricultura del agronegocio con respecto al pe-tróleo5 hace que la correlación entre el precio de éste y los alimentos sea muy alta; otro tema es la padronización, igualación, de las dietas en todo el mundo (lo que se llamó la macdonalización alimentaria): todos comemos hamburguesas y tomamos colas; cuál será el futuro de las socie-dades campesinas si se les usurpa su rol de pro-ductoras de alimentos, en fin, abordar el tema alimentario como lo hacemos en este número de Acción es abordar un tema que está en la base misma de nuestra cultura y de nuestra existencia como nación.

…y tenemos que anticipar con el mayor detalle posible un futuro que ya está entre no-sotros, un futuro para nada promisorio si las políticas públicas no lo toman en cuenta, si la gente, nosotros, no tomamos conciencia de que el alimento es la energía que mueve a los seres humanos6.

1 “Entre 2010 y 2011, los precios de los alimentos han batido ré-cords siete meses consecutivos ( ) asimismo, los incrementos en los precios de los productos básicos se han convertido en un factor desestabilizador de la economía mundial, y que han provocado tensiones y disturbios en varios países en desa-rrollo y, más recientemente, en Argelia, Túnez y Egipto”. Así lo aseguraba el Parlamento Europeo en una resolución apro-bada el 17 de febrero, añadiendo que “…los altos precios de los alimentos sumen a millones de personas en la inseguridad alimentaria y amenazan la seguridad alimentaria mundial a largo plazo”. http://www.europarl.europa.eu/RegData/sean-ce_pleniere/textes_adoptes/provisoire/2011/02-17/0071/P7_TA-PROV%282011%290071_ES.pdf. En: http://www.el-parquedelashamacas.org/html/verbo.html

2 Boix, Vicente (2011). “Otra crisis alimentaria y al ‘Dios Mer-cado”’ no hay quien le tosa”. http://www.efeverde.com/esl/contenidos/blogueros/la-blogosfera-de-efeverde/la-voz-del-experto/otra-crisis-alimentaria-y-al-dios-mercado-no-hay-quien-le-tosa

3 Por ejemplo, se compra a precio de hoy (2011) y se vende en el 2013 al precio que esté en esa fecha, que por efecto de la especulación siempre será mucho más alto y se hacen super-ganancias especulativas.

4 Las razones siguientes han sido tomadas del artículo “Por qué sube el precio de los alimentos” http://alfacentauro.info/2011/02/27/%c2%bfpor-que-suben-los-alimentos/

5 Un mundo sin petróleo amenaza nuestra posibilidad de acceder a los alimentos. Para muestra un dato: El 17% de la energía consumida en el mundo se utiliza en la producción, distribución y suministro de productos agrícolas. Este por-centaje se divide de la siguiente manera: 4% a la producción; 5% al procesamiento; 8% al transporte y distribución desde la granja hasta los supermercados. Beyond Oil, J. Gever, Uni-versity of Colorado, 1991, pág. 172. En: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=57390

6 Charles Hugh Smith (2011). Beyond the False Dawn: Global Crisis 2020-2022. http://www.benzinga.com/11/02/873673/beyond-the-false-dawn-global-crisis-2020-2022

© J.

M. B

lanc

h

Page 19: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

17

tema del mes

Necesitamos instituciones que apoyen la puesta en marcha de la soberanía alimentaria, que protejan nuestros derechos e intereses contra el comportamiento destructivo de las empresas transnacionales, los propietarios de latifundios y otros que hacen un mal uso del poder para acumular riqueza mediante la explotación de las personas y el saqueo de los recursos. Nece-sitamos instituciones internacionales que creen el espacio necesario y establezcan un marco que permita que los gobiernos nacionales y locales respondan a las necesidades de su gente.

La Vía Campesina, Documentos Políticos1

Si como enseña la tradición crítica, para ana-lizar rigurosamente un modo de producción es necesario estudiarlo allí donde se presenta en su más nítida expresión, la sociedad paraguaya mostraría hoy de modo privilegiado la posición de dependencia de los países proveedores de materia prima en el sistema alimentario global emergente con el neoliberalismo; los costos so-cioeconómicos y ambientales del crecimiento en clave productivista y, la lógica predatoria e

La región más transparente: apuntes sobre la producción de alimentos, el hambre y el Estado en Paraguay

Milena Pereira Fukuoka

© J.

M. B

lanc

h

Page 20: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

1818

injusta de la “ley del más fuerte” desplegada en toda su intensidad.

Si bien, son comunes las limitaciones de los Estados para garantizar los derechos humanos de las personas sujetas a su jurisdicción bajo el actual marco de liberalización, el modo de fun-cionamiento del Estado paraguayo y el grado de irresponsabilidad social de las elites econó-micas-mediáticas nacionales, han venido gene-rando un nivel de desregulación extremo en la producción, la agroindustria y el comercio. Los efectos de esta ausencia estatal en la defensa del interés público evidencian hasta qué punto un pueblo puede perder su soberanía alimentaria pese a batir récords en la cantidad de alimentos que se producen en su territorio, pues la forma en la que se genera y el móvil de dicho creci-miento productivo nada tienen que ver con am-pliar la satisfacción de necesidades y el ejercicio de derechos de la población nacional.

En este artículo se analizará la actuación del Estado paraguayo en algunos aspectos vincula-dos a su obligación de protección del derecho a la alimentación adecuada de la población. Se contrastará dicha actuación con los actuales de-bates en torno a la soberanía alimentaria y a la implementación de nuevos mecanismos de go-bernanza del sistema alimentario mundial.

Algo no funciona: más alimentos, más hambre

Pese a que la cosecha mundial de cereales y la producción general de alimentos ha alcanzado cifras récord en los últimos años, produciéndose alimentos suficientes para alimentar diariamente a casi el doble de la población mundial, el nú-mero de personas subnutridas también ha ido en aumento: es mayor que hace cuarenta años y mayor que en 1996, 2 año en que la Cumbre Mundial sobre Alimentación acordó reducir a la mitad el número de personas subnutridas en el mundo. Ya en el marco de aquella cumbre los movimientos sociales habían planteado el con-cepto de soberanía alimentaria, considerándola como condición previa para lograr la seguridad

alimentaria genuina y cuestionando los efectos producidos por la agricultura industrial y el co-mercio agrícola liberalizados. Se postulaba a la soberanía alimentaria como “el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrate-gias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población”.

A su vez, ya en 1996 las organizaciones de la sociedad civil exigieron el desarrollo de dos nuevos instrumentos jurídicos de carácter inter-nacional: un Código de Conducta sobre el De-recho a una Alimentación Adecuada, que rija las actividades de aquellos actores involucrados en la materia, incluidas instituciones nacionales e internacionales, así como sectores privados como las empresas transnacionales. Y una Con-vención Mundial de Seguridad Alimentaria que reemplace el actual Acuerdo sobre la Agricul-tura y cláusulas relevantes de otros acuerdos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), generando un marco internacional de políticas coherente con los derechos humanos básicos de todas las personas.

Tras años de esfuerzo desde la sociedad civil por el establecimiento de un Código de Conduc-ta, la FAO desarrolló y adoptó en 2004 las Di-rectrices voluntarias en apoyo de la realización progresiva del derecho a una alimentación ade-cuada en el contexto de la seguridad alimentaria nacional. En estas se incluía una sección relativa a medidas, acciones y compromisos internacio-nales, señalándose en el apartado relativo al co-mercio internacional la necesidad de un “progra-ma de reforma fundamental que abarque normas reforzadas y compromisos específicos sobre la ayuda y la protección para corregir y prevenir las restricciones y distorsiones en los mercados agropecuarios mundiales”.

Sin embargo, fue con posterioridad a la crisis de 2008 y a la estampida de los precios de ali-mentos que sumió en el hambre a cerca de cien millones de personas, que las más altas autorida-des de los organismos internacionales reconocie-ron la necesidad de mejorar los mecanismos de gobernanza del sistema alimentario mundial. El

Page 21: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

19Nº 312 - Marzo 2011

tema del mes

19

Secretario General de las Naciones Unidas ins-tituyó en abril de 2008 el Equipo de Trabajo de Alto Nivel sobre la Crisis Alimentaria Global, integrado por todas las principales agencias de la ONU, el Banco Mundial, el Fondo Moneta-rio Internacional y la Organización Mundial del Comercio. Fue propuesta también la reforma del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA), en su carácter de plataforma interguber-namental, cuestionado desde la sociedad civil por haber sido hasta entonces un instrumento muy débil, sin capacidad de monitoreo.

Existen otros marcos institucionales que se vienen impulsando y se encuentran en debate, sobre todo con relación a problemáticas acu-ciantes que adquieren dimensión global como el acaparamiento de tierras y la responsabilidad de corporaciones transnacionales con respecto a los derechos humanos. Entre los más importantes se encuentran las Directrices de la FAO sobre la gobernanza de la tierra y los recursos natura-les, apoyado por los principales movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil. Estos mismos sectores instan al CSA a rechazar definitivamente los Principios para Inversiones Agrícolas Responsables del Banco Mundial, por considerarlos ilegítimos e insuficientes para ha-cer frente a los fenómenos en curso.3

Por su parte, el Prof. Olivier De Schutter, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, ha señalado algu-nos de los aprendizajes logrados por la comuni-dad internacional en los últimos años respecto de los factores que contribuyen al hambre y la desnutrición, entre los que se encontraría “el in-cremento de los sistemas duales de producción agrícola, bajo los cuales los campesinos a pe-queña escala tienen dificultades para sobrevivir de la agricultura”; así como factores a gran es-cala: “la falta de una regulación adecuada de la cadena alimenticia, los sistemas inequitativos de comercio internacional, los mercados no regu-lados que no garantizan precios remunerativos, las inversiones agrícolas dirigidas insuficiente o inadecuadamente y la especulación en los mer-cados a futuro de insumos agrícolas.”4

Así también, el relator ha sostenido que las fallas en la toma de acciones decisivas destina-das a la erradicación del hambre y de la mal-nutrición se deben a la combinación de algunos factores entre los que se encuentra la insuficien-cia de las estrategias nacionales sobre el dere-cho a la alimentación, sobre todo porque “los campesinos a pequeña escala son en general y frecuentemente marginalizados por las políticas públicas tanto como resultado del desempode-ramiento político, como de las presunciones equivocadas de los decisores políticos según las cuales la agricultura a pequeña escala es menos productiva que los cultivos a gran escala. Más que en el fortalecimiento del sector agrícola y las cadenas locales de alimentos, muchos gobiernos han centrado sus esfuerzos para lograr la seguri-dad alimentaria en la importación de alimentos a bajo precio, provenientes de los mercados in-ternacionales, pagando con ingresos adquiridos mediante la exportación de insumos de materia prima hacia el exterior.”5

Las afirmaciones del relator y los cambios que se vienen generando en los mecanismos de gobernanza internacional del sistema alimenta-rio confirman la necesidad de implementar las áreas de acción que el movimiento campesino ha venido postulando desde hace más de una década, señalándolas como prioritarias para garantizar el derecho a la alimentación e ir re-cuperando el poder de decisión de los pueblos y comunidades sobre su sistema alimentario: la adopción de políticas de alimentación y agricul-tura con un enfoque basado en derechos; el ac-ceso de los pequeños productores/as y pueblos indígenas a los recursos productivos, en particu-lar tierras, aguas, recursos genéticos y otros re-cursos naturales utilizados para la alimentación y producción agrícola; la promoción de los mo-delos agroecológicos familiares y comunitarios de producción de alimentos; y la implementa-ción de políticas de comercio equitativas, que fortalezcan los mercados locales.6

Page 22: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

20

El “modelo paraguayo”, a contramano de los aprendizajes internacionales

Dentro de este contexto y del camino recorri-do por la comunidad internacional en la materia, resulta llamativa la persistencia de la desregula-ción extrema y de la ausencia del Estado en el cumplimiento de sus obligaciones de protección de los derechos de las personas que viven en el país.

Paraguay tuvo el mayor crecimiento porcen-tual en producción de carne a nivel regional en la última década. Pasó de exportar productos pe-cuarios por un valor de 42.9 millones de dólares en 1995, a exportarlos por valor de 418 millones de dólares en 2006. Sin embargo, el consumo per cápita de carne en el país (cifra que además implica un cálculo promedio que no muestra las diferencias de consumo entre estratos sociales) pasó de 77 kilos de carne anual en 1995, a 32 kilos en 2005; por mucho el mayor índice de re-ducción en América Latina.7

Una explicación a esta aparente contradicción se encuentra en las cifras oficiales de comercia-lización de la carne: si se comparan las cifras del año 2003 con las actuales se observa que, de los bovinos faenados en el país en el 2003, la car-ne de 337 mil se destinó a exportación (60.2%), y la de 222 mil quedó para el consumo interno (39.7%). En 2009, en cambio, se faenaron más de 1 millón cien mil bovinos para exportación (97%), y tan sólo 36 mil quedaron para el con-sumo interno (2.9%). Ante la total desregulación estatal es posible encontrarse, por ejemplo, que en los cuatro primeros meses del 2010 sólo el 1.2% de la carne bovina faenada quedó para el consumo interno de la población en Paraguay (474 mil bovinos faenados exportados, frente a 6 mil para el consumo interno).8

Ignorando cualquier discusión con perspecti-va de derechos sobre la necesidad de garantizar la disponibilidad de un volumen adecuado de carne que la haga accesible a toda la población paraguaya, la Mesa Sectorial de Carne y Cuero, impulsada desde un organismo estatal como es la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex),

hizo públicos sus ejes de acción y metas hasta el 2014, entre otros, exportar carne bovina por valor de 850 millones de dólares, lo que equival-dría prácticamente a duplicar los valores de ex-portación actuales.9 Se exacerbaría de este modo el ya intenso proceso de expulsión de familias rurales y de concentración de tierras para desti-narlas a la reproducción de ganado con destino al mercado exterior.

Por su parte, si desde el sector privado y pú-blico se ha venido potenciando la producción de commodities, no ha ocurrido lo mismo con diversos productos frutihortícolas consumidos por la población paraguaya, cuya producción ha caído en forma considerable. Atendiendo las informaciones publicadas por el MAG y FAO, la producción nacional anual de tomates fue de 53 mil toneladas en 1989, y de sólo 36 mil to-neladas en 2009; pese a que la población creció en dos millones de personas aproximadamente. Algo similar ocurrió, por ejemplo, con el poro-to, de 55 mil toneladas producidas en 1989, se bajó a 44 mil toneladas en 2008. La Dirección de Comercialización del MAG publicaba que de los productos agrícolas ingresados entre 2004 y 2008 reportados por la Dirección de Abasteci-miento de la Municipalidad de Asunción, el 49% del tomate era de origen extranjero, así como el 70% de la cebolla, el 82% del locote, el 98% de la papa y el 100% del ajo.

En forma concomitante con el intenso creci-miento de la agroexportación de granos y carne, la pobreza y la pobreza extrema también aumen-taron exponencialmente en el país. Según cifras oficiales, existirían más de un millón cien mil personas en situación de pobreza extrema en Pa-raguay, definida esta como el conjunto de perso-nas cuyo nivel de ingresos es inferior al costo de una canasta básica de alimentos. Cabe destacar que en el área rural la pobreza llega al 48.8% de la población, correspondiendo el 30.9% a personas en situación de extrema pobreza. Los índices de pobreza muestran la imposibilidad de acceso a una alimentación suficiente y adecuada por parte de un amplio sector de la población, aunque la falta de estudios actualizados sobre

Page 23: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

21

tema del mes

Nº 312 - Marzo 2011

situación nutricional impide visualizar el grado de deficiencia nutricional de las mismas y con-firmar sus causas. En el mismo campo en el que se concentran recursos para producir alimentos destinados al mercado externo, ha ido crecien-do el hambre, la malnutrición y la inseguridad alimentaria afectando a las comunidades locales campesinas e indígenas.

Respecto de las políticas de desarrollo eco-nómico, las directrices de la FAO señalan que los Estados deben establecer objetivos basados en las necesidades de su población en materia de seguridad alimentaria, y deben distribuir los beneficios derivados del aumento de la producti-vidad. Prescriben también que cuando la pobre-za y el hambre afecten fundamentalmente a la población rural, los Estados deben concentrar-se en el desarrollo agrícola y rural sostenible, por medio de medidas encaminadas a mejorar el acceso de las comunidades rurales a la tierra, el agua, tecnologías, recursos productivos y fi-nancieros, y promoviendo su participación en la adopción de decisiones sobre política económi-ca. Respecto de los sistemas de mercado, las di-rectrices indican que los Estados deben mejorar el funcionamiento de sus mercados agrícolas y alimentarios a fin de promover tanto el creci-miento económico como el desarrollo sosteni-ble; y deben esforzarse por que las políticas co-merciales en general, y de comercio alimentario y agrícola en particular, contribuyan a fomentar la seguridad alimentaria para todos/as, teniendo en cuenta las deficiencias de los mecanismos del mercado y que estos no producen de modo au-tomático el resultado de que todas las personas dispongan de ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas.

A modo de conclusiónEn 2005 fue creado el programa Tekoporã de

transferencias monetarias condicionadas a fami-lias en situación de extrema pobreza. Este tipo de programas responden al derecho que tienen todas la personas a ser protegidas contra el ham-bre y a que el Estado haga efectivo ese contenido mínimo del derecho a la alimentación de modo

inmediato cuando estas no pueden hacerlo con los propios medios que tiene a su alcance. Sin embargo, dichas intervenciones son a la vez un síntoma que evidencia la pérdida de soberanía y seguridad alimentaria que ha ido en aumento en el país. Se trata de programas de contingencia que deben estar acompañados por políticas que posibiliten el acceso a tierras suficientes y a otros recursos productivos a las familias productoras rurales, y a empleos de calidad a quienes son trabajadores/as asalariados/as o por cuenta pro-pia; ya que las personas tienen derecho a contar con los recursos que les permitan obtener por sí mismas los alimentos que necesitan y desean.

De continuar la profundización del modelo vigente en el Paraguay en las últimas décadas, difícilmente se pueda pensar en que dicha recu-peración de capacidades y derechos sea posible.

1 La Vía Campesina, Documentos políticos de La Vía Campesina, Yakarta, 2009, versión en castellano, pág. 68.

2 Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Estado de la inseguridad alimentaria en el mundo. La inseguridad alimentaria en crisis prolongadas, FAO, Roma, 2010, pág. 8.

3 Llamamiento de Dakar contra el Acaparamiento de Tierras, disponible en: http://www.fian.org/noticias/comunicados-de-prensa-1/llamamiento-de-dakar-contra-el-acaparamien-to-de-tierras/pdf

4 Olivier De Schutter, “La Gobernanza de la Seguridad Alimen-taria Mundial: Un Nuevo Rol para el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial”, en: Pan Para el Mundo, ICCO, FIAN, Ob-servatorio del Derecho a la Alimentación y Nutrición 2009, pág. 11.

5 O. De Schutter, op. cit., págs. 12-13.6 Fórum sobre Soberanía Alimentaria, Declaración política

“Soberanía alimentaria un derecho para todos”, 2002.7 Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la

Alimentación, El estado mundial de la agricultura y la alimen-tación 2009, Anexo estadístico.

8 SENACSA, Anuario Estadística Pecuaria Primer Cuatrimestre 2010.

9 http://www.ultimahora.com/notas/320181-Meta-es-expor-tar-carne-por-US--850-millones

Page 24: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

22

En el mes de febrero pasado se realizó la 34ª Asamblea del Consejo de Gobernadores del FIDA, dedicado particularmente a la juventud rural. Tal como señaló el presidente, Kanayo F. Nwanze, en su discurso de apertura de la Asam-blea, “las zonas rurales del mundo son la clave para resolver algunos de los desafíos más im-portantes con que se enfrenta la humanidad. El desarrollo de las zonas rurales es fundamental para superar el hambre y la pobreza, mitigar el cambio climático, alcanzar la seguridad ener-gética y proteger el medio ambiente”.

Sin embargo, el contexto nacional e interna-cional hoy es diferente al pasado. La economía rural debe insertarse en mercados altamente vo-látiles, con exigencias que van más allá de pre-cios bajos, con la influencia cada vez mayor de cadenas de valor y empresas multinacionales. Una economía rural dinámica y competitiva re-quiere la presencia activa de hombres y mujeres jóvenes. El rol de la juventud es determinante para garantizar que estas condiciones se generen en el corto plazo y trasciendan al largo plazo. Por ello, es necesario crear capacidades y opor-tunidades que se incorporen de manera efectiva al desarrollo rural.

Los desafíos de la inclusión económica de la juventud rural

Verónica Serafini Geoghegan*

* Coordinadora de la Unidad de Economía Social del Ministe-rio de Hacienda. Licenciatura en Economía en la Universidad Católica (Paraguay). Maestría en Ciencias Sociales y Doctorado en Economía (México).

El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) es un organismo financiero de las Nacio-nes Unidas creada en 1977 a partir de la Con-ferencia Mundial de la Alimentación en 1974. Dicha conferencia señaló que uno de los obje-tivos principales de la nueva agencia sería la de financiar proyectos de desarrollo agrícola, prin-cipalmente para la producción de alimentos en los países en desarrollo.

Page 25: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

23

tema del mes

Nº 312 - Marzo 2011

Las oportunidades económicas de la juventud paraguaya rural son escasas y de mala calidad

Paraguay enfrenta múltiples desafíos econó-micos para disminuir la pobreza y las diversas desigualdades que históricamente le han carac-

terizado. Una estructura demográfica marcada por un gran número de jóvenes en edad y con aspiraciones de incorporarse al mercado de tra-bajo, una economía que debe insertarse en la dinámica internacional económica y cultural, una sociedad con profundas desigualdades y exclusiones, con pensamientos e ideas cargados de prejuicios acerca de la juventud y la pobreza pero también con demandas y reivindicaciones tendientes a cambiar dicha situaciones.

En 2009, más de 1.200.000 paraguayos y pa-raguayas tienen entre 15 y 24 años (20,5% de la población total), de los cuales poco más de 800.000 señalan que trabajan o desean trabajar. La mitad de estos jóvenes con intenciones labo-rales no encuentran trabajo y si lo encuentran, es de mala calidad1. En efecto, su tasa de desem-pleo llega al 13,4%, superando ampliamente el promedio nacional de 6,4%. Las mujeres jóve-nes son, a su vez, las más afectadas, ya que esta cifra llega al 17,9%.

De la juventud que consigue un trabajo, una parte importante se encuentra subempleada y por fuera de las condiciones que garantizan un trabajo decente, como por ejemplo sin acceso a la seguridad social.

En el área rural las condiciones laborales para la juventud empeoran por diversas razo-nes: el bajo acceso a la tierra por parte de ella, el menor nivel educativo, la baja cobertura de la seguridad social y de la educación técnica y profesional. Adicionalmente a estas variables socioeconómicas, la baja cobertura de las tecno-logías de la información y comunicación confi-gura un escenario poco propicio para el desarro-llo pleno de los y las jóvenes.

En la juventud hoy se configuran nuevas sub-jetividades, estilos de vida y de consumo y mo-dos de existencia en los que el acceso a internet, a las redes sociales y a los medios de comuni-cación constituye medios esenciales para ellos y ellas, además de su menor aversión al riesgo y mayor potencial emprendedor y capacidad de adaptación a los cambios tecnológicos y a la di-námica del mercado.

© J.

M. B

lanc

h

Page 26: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

24

La economía nacional e internacional puede ayudar a mejorar estas oportunidades

Paralelamente a estos fenómenos que tienen que ver con la dinámica interna del país, a nivel internacional, con el gran crecimiento y apertura económica de China e India y los cambios en los patrones de consumo de estos y otras naciones, la demanda mundial de alimentos se incrementa, presionando a los precios internacionales de los mismos e imponiendo a los países productores el desafío de proveerlos pero con el peligro del traslado del aumento de las cotizaciones interna-cionales en sus precios internos. Este fenómeno, que a simple vista parece una oportunidad para los países productores de alimentos, en realidad ocasionó entre 2005 y 2008 un aumento de la pobreza. Paraguay está entre los países que veri-ficaron esta situación en 2006.

Con la crisis financiera de 2008, la cautela mundial frente al desconocimiento de las conse-cuencias futuras disminuyó la demanda mundial de alimentos durante dos años. Sin embargo, esta demanda se ha recuperado paulatinamen-te, originando nuevamente una alta demanda de alimentos y la consiguiente presión sobre los precios.

En este contexto nacional e internacional, ¿cómo combatimos la pobreza y las desigualda-des aprovechando el bono demográfico susten-tado en un gran número de jóvenes que desean trabajar y lograr su autonomía económica y la gran demanda de alimentos siendo Paraguay un país privilegiado en recursos naturales y en cul-tura y conocimientos agrícolas y cuyo principal motor del desarrollo ha sido históricamente la agricultura?

Para el Paraguay, la producción de alimen-tos es un imperativo no solo en virtud de su po-tencialidad para generar ingresos en las fincas campesinas y diversificarse para disminuir los riesgos de aumentar su pobreza, sino sobre todo para garantizar el acceso a alimentos baratos a esas familias como al resto de la población.

El aporte económico de los jóvenes a estos objetivos es fundamental; sin embargo, es nece-

sario crear las condiciones adecuadas para una inserción acorde con sus necesidades y aspira-ciones. La pregunta que se plantea es: ¿cuáles son estas condiciones?

Pero se requieren acciones específicas de corto, mediano y largo plazo

A continuación expongo algunos ejes de ac-ción que podrían ayudar a la incorporación de la juventud en las políticas públicas dirigidas al sector rural.

- Educación pertinente y de calidad para la ju-ventud: la cobertura de la educación escolar básica se ha incrementado hasta llegar a casi el 100% de la niñez paraguaya; sin embargo, apenas el 64,5% de la juventud rural logra estar en la educación media y un porcentaje todavía menor accede a la formación técnica o profesional. El rol de las escuelas agríco-las, del Servicio Nacional de Promoción Pro-fesional (SNPP) y del Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral (SINA-FOCAL) es central para crear competencias en las áreas de administración, cooperativi-zación, búsqueda de mercados, trabajo en equipo y negociación, estándares de calidad, planes de negocios y de inversión, gestión sostenible de los recursos naturales.

- Inserción de la juventud en organizaciones sociales y económicas: gran parte de los esfuerzos actuales en materia de asociativi-dad y creación de confianza está destinada a adultos y con excepciones a mujeres. En general, los proyectos no tienen como objeti-vo ni “cuota” obligatoria la incorporación de la juventud. Si se asume que el dinamismo del sector rural en la producción de alimen-tos depende del mayor acceso a los merca-dos competitivos y la incorporación de nue-vas tecnologías y prácticas, la organización constituye un componente fundamental para disminuir riesgos y costos de transacción. La juventud podría tener un rol fundamental en estas acciones, dadas las características pro-pias de su edad.

- Servicios financieros adaptados a las con-

Page 27: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

25

tema del mes

Nº 312 - Marzo 2011

diciones juveniles: la juventud no cuenta, en general, con garantías físicas ni historia crediticia y, adicionalmente, se encuentra ex-puesta a los prejuicios de los adultos acerca de su irresponsabilidad y falta de experiencia, a lo que se suman los prejuicios propios so-bre la conducta financiera de los pobres (los pobres no pueden pagar intereses de merca-do o no saben ahorrar), traduciéndose en un mayor riesgo y, por lo tanto, condiciones de acceso al sistema financiero en condiciones sumamente desventajosas. Por lo tanto, la inclusión de la juventud en las actividades agropecuarias requiere el diseño de produc-tos alternativos y de educación financiera que permitan una combinación virtuosa de servicios financieros, no financieros y orien-tación.

- Expansión de las tecnologías de la comuni-cación e información en el sector rural: la juventud es la que está en mejores condicio-nes para el uso de las TICs, no solo porque sus componentes lograron mayor educación formal que sus padres y madres, sino también porque estuvieron expuestos desde su niñez y por lo tanto tienen mayor receptividad al aprendizaje y uso de las mismas. Por otro lado, el acceso a información es fundamen-tal para la inserción competitiva de la pro-ducción agrícola: el acceso a los precios, a compradores, a mejores insumos. El rol de la juventud en el uso de las TICs para mejorar el acceso a los mercados es innegable.

- Creación de capacidades para la inserción en la economía rural no agrícola: la ex-pansión de la producción agrícola dinamiza los mercados no agrícolas, creando nuevas ocupaciones y ampliando las existentes que podrían ser ocupadas por la juventud si está debidamente capacitada y cuenta con el capi-tal necesario para ofrecer los bienes y servi-cios demandados: servicios de reparación de maquinarias, procesamiento de los alimentos originados en las fincas campesinas, trabajo asalariado en las empresas procesadoras de alimentos eslabones de las cadenas produc-tivas ubicadas en el territorio, comercio y

1 Conformado por los desempleados y subocupados.

transporte de materias primas agrícolas, en-tre otros.

Enfrentar los múltiples y, a la vez, conver-gentes desafíos a los que se enfrenta Paraguay: la lucha contra la pobreza, el aumento de los precios internacionales de los alimentos, la in-clusión económica de la juventud, exige reexa-minar sus políticas públicas, rediseñándolas y creando nuevas para lograr un desempeño eco-nómico inclusivo, que generen capacidades y oportunidades sociales, económicas y culturales apropiadas para la juventud, para que ella, con autonomía, pueda ser capaz de llevar a cabo sus proyectos de vida y sus aspiraciones presentes y futuras. No es posible hablar de desarrollo si en el presente no hay futuro para la juventud.

© J.

M. B

lanc

h

Page 28: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

26

Los campesinos y las campesinas paragua-yos han desarrollado una forma única de trans-formar la naturaleza en alimento; única porque está especialmente adaptada a las particularida-des del suelo, del terreno y del clima del país, y porque se basa en los conocimientos desarrolla-dos localmente durante miles de años, primero por los pueblos indígenas y después por la po-blación campesina. Las comidas que identifica-mos como típicamente paraguayas: la chipa y la sopa, el vorí y el mbeyú, son productos de esta experiencia, de modo que parte de la identidad nacional se arraiga en la producción campesina de alimentos. Sin embargo, la forma distinta-mente campesina de vivir dentro de la naturale-za y nutrirse de ella sin hacerle daño está en vías de extinción en Paraguay. Con la desaparición del campesinado se apagan conocimientos mile-narios sobre la naturaleza y la agricultura nece-sarios para superar la crisis ecológica y la crisis alimentaria, las dos expresiones de una crisis cultural mayor.

Las comunidades campesinas en la región Oriental del país viven rodeadas por la soja y la ganadería extensiva. Lote por lote, la soja y el ganado penetran estas comunidades expulsando unas familias y hostigando a las que quedan. Al

Cuando el tatakuá se apaga: la soja y la destrucción de las bases de la cocina paraguaya

Richard Doughman*

* Estudiante en la Maestría de Estudios Latino Americanos, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional del Cuyo, Mendoza, Argentina. En Paraguay está investigando la erosión de la cocina tradicional en las comunidades afectadas por el monocultivo de la soja, en BASE-Investigaciones Sociales.

Las fotos fueron tomados por el autor. La primera muestra una mesa campesina en la colonia Tierra Prometida, Itakyry, Alto Paraná. La segunda muestra una cocina campesina en la colonia Yerutí, Curuguaty, Canindeyú.

Page 29: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

27

tema del mes

Nº 312 - Marzo 2011

contrario de lo que dicen los medios, los sojeros no están alimentando al mundo, y mucho menos a Paraguay. Según un estudio reciente del Grupo ETC (ETC Group), casi 40% de las provisiones globales de granos van para alimentar animales, la mayoría de los cuales son consumidos en los países ricos del norte1. Este porcentaje es mucho más alto cuando se trata de la soja. Siete de cada diez reses que produce Paraguay van al exterior, lo cual explica en buena medida por qué resul-ta tan caro comprar la carne. En cambio, según el mencionado estudio, campesinos alimentan a más de 70% de la población mundial.

La producción agroexportadora mina las ba-ses alimentarias de las comunidades campesinas y así fomenta su salida de las comunidades, las cuales inevitablemente se convierten en sojales o pasturas. De este proceso el Estado paraguayo es plenamente cómplice al no proveer las condi-ciones básicas para desarrollar una vida digna en las comunidades rurales.

A veces la dominación es directa; la deriva de una fumigación en un sojal llega a la chacra de una familia campesina; se secan los porotos; se caen las frutas de los árboles; mueren los chan-chos y las gallinas por tomar agua envenenada. O el pasto sembrado por avión por los ganade-ros, cae en la chacra, crece más rápido que los cultivos, y la familia, incapaz de carpir todo, es forzada a su producción.

Otras veces, el proceso es más sutil. En las últimas dos décadas, animadas por los llamados proyectos de desarrollo promovidos por el Ban-co Mundial e implementados por el Ministerio de Agricultura, muchas familias de las comuni-dades rurales fueron tentadas a plantar soja para salir de su pobreza, sin saber que la soja no es para el pobre. Sacaban crédito para mecanizar sus tierras y para la compra de los insumos –se-millas transgénicas, agrotóxicos, fertilizantes químicos, servicios de siembra, fumigación y cosechas contratados con los brasileños–, cuan-do les salió mal, quedaban con la deuda. Refi-nanciaron con el silo, apostando en la próxima cosecha. Cuando ésta salió mal, los hijos busca-ban changas o salían de la comunidad para tra-bajar en las ciudades; la familia sentía presión

para vender sus tierras. Funcionarios corruptos del Indert (el ente estatal responsable para el arraigo de las comunidades campesinas) se en-riquecieron jugando el papel de inmobiliario y encontrando compradores por las tierras entre los brasileros.

Cuando las tierras de las comunidades se me-canizan y los campesinos emigran, se sustraen superficie de la producción alimentaria y mano de obra de las chacras. Cuando los hombres sa-len a buscar changas en las estancias o haciendo carbón, descuidan sus chacras y baja su produc-ción en términos de cantidad y diversidad. La reducción en biodiversidad tanto en la chacra como en la región –resultado del desmonte de-predador de los sojeros y ganaderos–significa que los cultivos resisten menos a las plagas y a los extremos del clima, éste más violento y menos predecible que antes por la misma des-trucción ambiental. La familia campesina, sin seguros para sus cultivos, ni quién la alimente cuando pierde su cosecha, es la más vulnerable al cambio climático.

La emigración de los jóvenes para terminar el colegio para buscar trabajo significa un cor-te en su aprendizaje en el campo. El ritmo del trabajo y de los estudios en las ciudades provo-ca un cambio en la dieta de los jóvenes, en vez de platos elaborados, comen comidas rápidas –sándwiches y empanadas–. Viven en un entor-no urbano que desprecia abiertamente al cam-pesinado, tildándolo de haragán e ignorante, y descalifica su conocimiento. Mientras tanto, hay menos brazos en la chacra y menos manos en el hogar; se recortan la plantación y la prepara-ción de alimentos. Las mujeres quedan solas en la casa sin ayuda para cuidar a los hijos meno-res. La sobrecarga laboral crónica que soporta la mujer campesina redunda en las comidas que elige cocinar. Con menos alimentos disponibles y menos tiempo para prepararlos, frecuentemen-te se opta por comidas de conveniencia, fideos o arroz, en vez de platos cuya preparación lle-va más tiempo, como el vorí vorí o el locro. La dieta campesina sufre en términos de variedad y nutrición, y los hijos menores adquieren hábitos alimentarios y gustos que los alejan de las comi-das tradicionales.

Page 30: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

28

Los efectos de la emigración no se restringen a la finca familiar. La ida de las familias cam-pesinas reduce la producción global de alimen-tos en la comunidad, y las redes de intercambio claves para la producción y distribución de ali-mentos se descomponen. Experiencias y cono-cimientos integrales a la agricultura y la cocina campesina desaparecen con los migrantes, y así la posibilidad de su transmisión. Al haber me-nos alimentos producidos en la comunidad, las familias pasan a depender más de los almacenes, y de allí del sistema agroalimentario dominante. La tortilla de harina de trigo frita en aceite de soja reemplaza al mbeyú y el rorá. Participan menos en su propia alimentación; es decir, la cultura campesina incide cada vez menos en sus dietas, y comen cada vez más alimentos indus-trialmente procesados en desmedro de su salud y de la economía familiar.

Si el efecto para las familias que quedan en el campo es grave, es peor para las que se van a la ciudad. Cada familia forzada a salir del campo significa un tatakuá menos que se prende para hacer la chipa de Semana Santa. No hay leña en las periferias urbanas donde se concentran los campesinos expulsados; sin tierra no hay maíz ni mandioca; sin trabajo, tampoco hay plata para comprarlos. Estas familias no solo pierden su derecho de practicar y reproducir un rito central a su cultura, pierden la experiencia vivida en que el conocimiento de este rito es traspasado de una generación a otra. Sin estas experiencias vividas y sin espacios para desarrollarlas, los jóvenes crecen sin aprender, y los abuelos se vuelven ob-soletos portadores de conocimientos autóctonos que ya no encuentran el lugar de su aplicación. Se destruyen los espacios fundamentales para la reproducción de la cultura alimentaria para-guaya entre las mismas clases quienes son sus progenitores.

El karú guazúPor haber nacido en el campo entre familias

que compartían condiciones de vida parecidas y en comunidades donde predominaban relaciones de igualdad y solidaridad, la cocina paraguaya es sumamente democrática. En ella, no existe una alta cocina, como el haute cuisine de la oligar-

quía francesa o la comida imperial de la china. El karú guazú no es un banquete exclusivo, sino todo lo contrario, es una celebración familiar y comunitaria en el sentido más amplio de estas palabras. Es una fiesta inclusiva en que partici-pan todos y todas y al que cada persona aporta lo que pueda de su chacra y de su trabajo. El tema es que ahora la participación de las fami-lias campesinas está negada y sus aportes usur-pados. Irónicamente, solo el rico puede comer como el mboriahu ryvatã. La comida paragua-ya, y en ella una parte importante de la cultura paraguaya, como tantos otros bienes comunes, se queda en las manos de una pequeña élite que retiene las posibilidades de practicarla, aunque el afán de éstos por todo lo ajeno, por la cultura comprada del norte que ellos tanto promueven en los medios de comunicación, pone en duda si realmente quieran hacerlo.

La importancia de la cocina campesina y por extensión de la agricultura campesina no se deriva de una nostalgia por el pasado. Su valor, como cualquier aspecto de la cultura, reside en su capacidad de darnos una forma de entender el mundo en que vivimos, y, más aún, en su capaci-dad de ofrecernos una guía práctica para orientar nuestra vida. La cocina campesina en su mejor expresión representa una forma de vivir de la naturaleza y como parte de ella sin destruirla y a nosotros mismos en el proceso.

La familia campesina vive con economía de energía actual, de la energía que el sol engen-dra en sus cultivos y de la energía que el bosque guarda y reproduce en su madera. La producción mecanizada vive del petróleo, de energía acu-mulada, como el hijo pródigo que derrocha sus ahorros. Mientras el sojero sale en sus tractora-zos para reclamar subsidios al gasoil, el campe-sino pocas veces tiene que salir de su finca para obtener la energía que necesita. Se estima que lleva cuatro veces más energía producir un ali-mento en la cadena agroindustrial que producir el mismo alimento por métodos tradicionales. Empero, el sojero no solo derrocha los ahorros de él sino los ahorros que pertenecen al pueblo paraguayo: la fertilidad de sus suelos, las rique-zas de sus montes y sus aguas abundantes.

Page 31: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

29

tema del mes

Nº 312 - Marzo 2011

Destrucción de la armonía de la comida de la familia campesina y el ambiente

Más importante aún, la familia campesina obtiene sus alimentos de donde vive, y así debe cuidar la tierra para seguir disfrutando de su uso. En cambio, el sistema alimentario industrial produce un distanciamiento entre el consumidor y la fuente de su alimento. El consumidor come sin pensar en las consecuencias de su dieta. Así, las ciudades exportan al campo y los países del norte exportan al sur la destrucción ambiental que provocan sus dietas insostenibles. Mientras tanto, unos pocos empresarios se enriquecen vendiendo la patria como pastura.

Los valores que guían la agricultura campe-sina buscan vivir dentro de los límites de la natu-raleza; la agricultura moderna busca dominarla y trastornarla para crear condiciones aptas para la ganancia. En la soja transgénica, por ejemplo, la biotecnología cruza dos especies no para me-jorar las calidades alimenticias de la soja, ni si-quiera para mejorar sus rendimientos, sino para hacerla resistente a un agrotóxico que unas pocas empresas venden a ganancias extraordinarias. ¡Y ahora inventan hasta un salmón transgénico! Franz Hinkelammert, filósofo latinoamericano, compara a la ciencia moderna como un tortura-dor que somete la naturaleza a torturas para que devele sus secretos2. El problema con el método es que, al igual con la tortura, los límites solo se conocen cuando se han pasado, y la víctima ya está muerta.

Comer el veneno es suicidarse; comer al cos-tillo de la naturaleza es suicidarse lentamente. De la misma forma que la cultura nos ayuda en determinar qué es comida y qué no la es, la cultura también nos da pautas en cuanto a cómo producir alimentos suficientes y sobrevivir la experiencia. Arrasar con prácticas comprobadas durante milenios a favor de modos de produc-ción que en poco más de un siglo y medio han arrimado la naturaleza a sus límites y con ella la vida humana es una apuesta poco segura al futuro.

No se trata de glorificar la cultura de la co-mida campesina indiscriminadamente para re-fugiarnos en un tradicionalismo férreo. Se trata

de evaluarla desde la coyuntura del presente, un presente en que miles de paraguayos sufren hambre y las riquezas natural y humana del país se destruyen para engordar las vacas de los paí-ses norteños. Se trata de reconocer en el comer campesino los no pocos elementos que nos sir-ven para comer y vivir mejor en el Paraguay y asegurar que generaciones futuras pueden hacer lo mismo. Se trata de ser flexible en incorporar en nuestro comer nuevos valores y nuevos co-nocimientos: igualdad de género y más respeto para las culturas y conocimientos indígenas, por ejemplo. Se trata de ser flexible también fren-te al conocimiento científico, y sin reconocer-lo como conocimiento único aprovechar de los méritos que ofrecen los nutricionistas e incluso los ingenieros agrónomos siempre y cuando sus investigaciones se dirigen al bien común y no hacia el lucro de pocos.

Si bien la crisis es cultural, la solución es po-lítica. Comer es un acto político, especialmente en un país donde los principales terratenientes también son los principales industrializadores de alimentos y los dueños de los supermercados, y todos guardan vínculos estrechos con la dicta-dura stronista. Asegurar la soberanía alimentaria paraguaya y así fortalecer los elementos de la cultura campesina que guardan promesa para superar la crisis alimentaria y la crisis ecológica de que padece el país, depende de una reforma agraria integral que no se agota en la entrega de tierras. Hace falta una amplia red de políticas públicas que permite a los campesinos vivir bien en las comunidades rurales, y así cuidar la tierra y alimentar al pueblo paraguayo.

Si nuestra comida incide en nuestra identi-dad, si materialmente y simbólicamente somos lo que comemos, entonces determinar sobera-namente qué vamos a comer y cómo lo vamos a producir, es decidir como un pueblo quiénes vamos a ser.

1 ETC Group. 2009. ¿Quién nos alimentará? Preguntas sobre las crisis alimentaria y climática. Comuniqué, Nº. 102.

2 Hinkelammert, Franz. 2001. El nihilismo al desnudo: Los tiempos de la globalización. Santiago, Chile: Lom Editorial.

Page 32: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

30

La historia política del campesinado nos muestra la opresión y vulneración de derechos a la que ha sido sometida como clase social desde siempre. Millones de esclavos y esclavas africanas fueron conducidos desde sus tierras a América Latina para emplearlos como mano de obra en cultivos como el azúcar, el café o el cacao. Millones de campesinos y campesinas han sido desplazados de sus tierras por los intereses de unos pocos negociantes que han sustituido los cultivos de alimentación básica y sustento de esas familias, por cultivos para la exportación y el lucro.

Millones de campesinas y campesinos han sido reconvertidos en mano de obra asalariada de las grandes agroindustrias, o simplemente se han visto obligados a emigrar, repitiendo la historia. Muchas niñas y niños en el medio ru-ral de todo el mundo están obligados a trabajar en fincas agrícolas de señores feudales. Y desde siempre, junto a este panorama, empresas agra-rias –como las famosas bananeras, que dieron el despectivo nombre a según qué repúblicas– jugando un destacado papel en la pauperización del campesinado.

Un poder creciente A principios de los noventa, y gracias al pa-

trocinio y expansión de la Revolución Verde,

Las corporaciones multinacionales de la alimentación

Gustavo Duch Guillot y Fernando Fernández Such*

*Cristianisme í Justicia. Barcelona. Noviembre, 2010.

Page 33: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

31Nº 312 - Marzo 2011

internacionales

las empresas agrarias (semilleras, de fertilizan-tes, de pesticidas, de maquinaria, etc.) con una presencia ciertamente significativa en el sector, eran ya consideradas una amenaza latente por su capacidad de influencia en las negociaciones po-líticas impulsando con fuerza el modelo indus-trial de agricultura que destruía la biodiversidad agrícola, mientras decía promover la producción y la abundancia de alimentos.

Bajo la globalización económica y las polí-ticas neoliberales características de estos veinte años, el poder corporativo en el sistema alimen-tario ha crecido tanto, acapara tantas relaciones y segmentos de la cadena alimentaria, que hoy podemos decir sin miedo a equivocarnos que son las corporaciones quienes fijan las reglas globales, mientras los gobiernos y la investiga-ción pública siguen sus directrices. Las corpora-ciones utilizan todo su poder para expandir los monocultivos; intentan acabar con los sistemas campesinos de posesión, usos e intercambio de semillas; buscan el control de la genética animal; integran los modelos de producción en todos los segmentos; e incluso las corporaciones situadas al final de la cadena agroalimentaria han logrado capturar cuotas muy altas en la distribución de alimentos en perjuicio de los mercados locales.

En todos los eslabones de la producción ali-mentaria se ha producido este hecho. En el año

PRODUCTO CONTROL DEL MERCADO COMPAÑÍAS

Trigo, Maíz y Soja 6 compañías controlan el 85% Cargill, Continental, Louis Dreyfus, Bun-

ge et Born, Toepfer

Café 6 compañías representan el 85% Rothos, Cargill, Aron, Volkart, Socomex, ED&F Man

Azúcar 4 compañías representan el 60% ED&F Man, Sucden, Phibro, Tate and Lyle

Bananos 3 compañías representan el 80% United Brand, Castle&Coock, Del Monte

Cacao 3 compañías representan el 80% Gill et duffus, Berisford, Sucden

Té 3 compañías representan el 85% Unilever, Lyons-tetley, Ass. British food

2007 los datos disponibles mostraban ya una imagen extremadamente peligrosa.

Las cinco grandes transnacionales alimen-tarias generan el 75% del comercio mundial de cereales. Cargill controla el 42% y el 33% de las exportaciones en Estados Unidos de maíz y soja, respectivamente.

Cercanas al sillón de la política Este papel hegemónico de las multinaciona-

les de la alimentación ha encontrado un para-guas institucional y normativo favorable en la propia OMC, sin embargo este proceso hubiera sido mucho más difícil de no haberse producido desde su inicio una confluencia de intereses y actores entre los gobiernos de los países nego-ciadores y las multinacionales.

Desde la propia negociación de los acuerdos hasta la composición de los grupos de trabajo y comisiones tenemos cientos de casos que mues-tran esta complicidad de intereses, lo que se co-noce en el argot, como “puertas giratorias”.

Uno de los casos es el de M. Daniel Ams-tuzt. En 1993 era un alto cargo de Cargill, y abandonó el puesto para ser nombrado represen-tante de los Estados Unidos para el Comercio en el momento final del GATT y de creación de la OMC. Pasado un tiempo se reincorporó

Page 34: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

32

a Cargill. Arthur Dunkel, coordinador general del GATT entre 1980-1993, pasó al consejo de administración de Nestlé. Su sucesor, Peter Su-therland, acabó en BP. Michael Kantor también realizó un viaje de ida y vuelta entre Monsanto y la Secretaría de Estado del Comercio americana. El antiguo comisario europeo de comercio, Lord Brittan of Spennithorne, dejó sus funciones pú-blicas en 1999 y pasó al consejo de administra-ción de Unilever. Otro caso destacable ha sido el de Kraft, la Señora de los chocolates Milka, las galletas Oreo y los quesos Philadelphia y El Caserío, entre muchas marcas más. Hasta la pri-mera mitad de este año “crítico” 2009 Kraft ha-bía generado unas ganancias de 1.487 millones de dólares, lo que supone un aumento del 10,6% respecto de 2008. Entre estos dueños destaca el mayor accionista, el Sr. Warren Buffet, uno de los tres hombres más ricos del mundo y asesor “para negocios y finanzas” de Mr. Obama, al que Kraft apoyó económicamente en las elecciones presidenciales

La desregulación de mercados junto a las indicaciones (y presiones) del Fondo Moneta-rio Internacional, Banco Mundial y de la Orga-nización Mundial de Comercio ha conducido a muchos países a diseñar políticas agrarias en-focadas a la agroexportación, a la venta de sus materias primas, como fórmula de desarrollo del país. Y, como se ha podido constatar, en definiti-va, les ha llevado a una pérdida de su soberanía alimentaria, con la consecuente vulnerabilidad alimentaria de la población. Existe una regla que se cumple a la perfección: a más agroexporta-ción, mayor participación de los agronegocios y menos oportunidades para el sector campesino.

Subidas al carro de la Revolución VerdeLa agricultura industrializada (la Revolución

Verde) funciona como un paquete único donde todo encaja y nada puede salir de él. Se utiliza una variedad muy específica de semillas, con sus agrotóxicos asociados, con unas pautas de riego y fertilización muy estrictas en grandes plantaciones donde apenas hay presencia de ma-nos campesinas. Bajo esta horma sólo encaja la participación de grandes corporaciones, muchas

veces en varios eslabones, lo que ha favorecido su expansión.

El caso más dramático e ilustrativo es el ex-plosivo crecimiento en las ventas de semillas de soja transgénica de Monsanto que, desde 1996, acompañó la expansión masiva de las plantacio-nes de soja de exportación en Argentina, Brasil y otros países del Cono Sur. Pero también tenemos otros ejemplos, como los programas por parte de la China de introducción de semillas de arroz hí-brido para potenciar su cultivo en terceros países del área para luego de nuevo exportarlos hacia la misma China.

Si queremos observar la evolución del poder de las corporaciones en los últimos veinte años, podemos hacer un paralelismo con la expansión de las “plantaciones”, es decir, de monocultivos industriales. Mientras que en 1995 el cultivo de soja ocupaba 61 millones de hectáreas, en el año 2007 ascendieron a 92. En el caso de la palma africana, la extensión pasó de 5,5 millones de hectáreas a 13,2 millones. La caña de azúcar pasó de ocupar 18,5 millones de hectáreas de la tierra a 22,7 millones y los árboles de rápi-do crecimiento en su mayor parte destinados a la fabricación de pasta de papel pasaron de 137 millones a 185 millones. La conclusión es cla-ra: este tipo de cultivos asociados a las grandes corporaciones (y que por cierto ninguno de los cuatro se dedica a la alimentación humana) ha aumentado hasta ocupar un 20% del total de áreas cultivadas del planeta.

Es obvio que todas estas circunstancias (y no las catástrofes naturales, como muchas veces nos quieren hacer creer) son la causa principal de las grandes dificultades que tiene el pequeño campesinado para mantenerse en sus tierras.

Y ahora disfrazadas de solidaridad En estos momentos existe una serie de pro-

gramas para desarrollar una segunda vuelta a la Revolución Verde, ahora en África. Encabezado por un grupo de grandes corporaciones y fun-daciones como Gates o Rockefeller, se propa-gan una serie de proyectos que favorecerán la instalación de dichas empresas en África, donde

Page 35: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

Nº 312 - Marzo 2011 33

internacionales

podrán ampliar sus negocios y su mercado, des-plazando los sistemas públicos nacionales.

Según explica GRAIN “el esquema típico que siguen es facilitar la ejecución de proyectos de instalación de pequeñas compañías semille-ras, que establecen canales de comercialización y montan redes de productores de semillas. Tar-de o temprano la mayoría de estas pequeñas semilleras será comprada (o aplastada) por las grandes transnacionales”. La presencia de estas empresas y este modelo agrícola en África va acompañada de mucha información y propa-ganda en la línea de “progreso y lucha contra el hambre”. También disponen de los mecanismos necesarios para contar con el respaldo de las ad-ministraciones locales que favorecerán cambios en las regulaciones de semillas, en las leyes de propiedad intelectual y en la legislación de bio-seguridad, según convenga a sus intereses.

Lo que la experiencia demuestra es que este proceso erosiona principalmente los sistemas semilleros del pequeño campesinado, aumenta su dependencia y aumentan sus costes de pro-ducción. Y no necesariamente generarán más beneficios económicos, pero sí, seguro, habrán perdido suficiencia alimentaria. La participación de Fundaciones solidarias como Gates no deja de ser preocupante y distorsionadora. Sólo en el mes de septiembre del 2010 Gates ha donado 8 millones de dólares para favorecer la entrada de Cargill y su soja en África y ha invertido 23,1 millones de dólares en Monsanto. Lo más curio-so es que la puesta de largo de este plan fue du-rante la Conferencia de Alto Nivel celebrada en Madrid en el año 2008 recién estallaba la crisis internacional y cuando la crisis alimentaria ha-bía disparado el número de personas hambrien-tas hasta la cifra de 1.000 millones.

Otro ejemplo de solidaridad disfrazada es la de la ya citada multinacional Monsanto. La empresa estadounidense donó semillas transgé-nicas a Haití. El ministro de Agricultura haitiano aseguró que las semillas donadas por Monsanto no eran transgénicas y que eran sólo semillas hí-bridas adaptadas a las condiciones tropicales de Haití. La donación formó parte de una campaña del ministerio para reactivar el sector agrícola

después del terremoto del 12 de enero. Para ello, informó el ministro, más de 65 mil hectáreas de tierra han sido beneficiadas con tractores que preparan el suelo, fertilizantes, pesticidas y for-mación para los agricultores. Lo que no ha sido dicho ni por la Monsanto, ni por el Ministerio de la Agricultura haitiano, es que esas semillas híbridas de maíz sólo podrán cumplir sus pro-mesas de productividad y adaptación al clima tropical haitiano si son tratadas con herbicidas, fertilizantes y productos químicos específicos, que no por casualidad son producidos por la pro-pia Monsanto. Eso significa que los agricultores haitianos que reciban las semillas híbridas sólo conseguirán volverlas productivas si adquieren los herbicidas y fertilizantes de la Monsanto.

Además, las familias campesinas no podrán reaprovechar las semillas que broten de ese maíz, ya que una de las características de las semillas híbridas es que sólo su primera generación es adecuada para la siembra. Si quisieran continuar produciendo en la próxima siembra, los campe-sinos tendrían que comprar nuevas semillas de la Monsanto.

Page 36: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

34

Herencia guaraní en la Independencia Nacional

Margot Bremer, rscj

Sin lugar a dudas, el pueblo paraguayo que hoy habita estas tierras guaraníticas lleva den-tro de sí una gran herencia de la cultura guaraní. Esta herencia había entrado también en la gesta histórica de la Independencia y ha seguido mar-cando e impulsando a todos los intentos popula-res de independización a lo largo de los últimos dos siglos. Demostrar este legado es propósito de este artículo.

1. Conquista española y Resistencia guaraní

La Conquista española ha iniciado el proceso de una nueva cultura y civilización en esta tie-rra. Especialmente la cultura guaraní ha entrado activamente en este proceso por su espontáneo contacto inicial con los nuevos invasores. Según Branislava Susnik, “el fenómeno de la conquis-ta es un fenómeno humano… que representa el primer paso en la formación de todas las civili-zaciones…loquesignificaelcambiosociocul-tural y sociopolítico. La conquista… siempre es el inicio de una nueva fase de la civilización. Ya antes de la venida de los españoles, en este Continente habían conquistas como la incaica, la azteca, la maya”1. Y con el intento de los es-pañoles de conquistar y dominar, van mano a mano los múltiples intentos de los guaraníes a independizarse de la colonización para recupe-rar su autonomía política.

Page 37: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

35Nº 312 - Marzo 2011

pensar y creer

En este sentido, los próceres del 14 de mayo, en su gran mayoría mestizos guaraní-españoles, en su gesta liberadora de la corona española, portaron una fuerte herencia guaranítica de re-sistencia y lucha por independencia de trescien-tos años, es decir, desde la conquista y sucesiva colonización hasta dicha fecha.

2. La Resistencia guaraní comienza con la lengua

Al llegar los españoles por el río Paraná hacia lo que hoy es Asunción, ellos fueron bien reci-bidos por los carios guaraníes. Estos pobladores originarios al principio les dieron el nombre ka-raí, que se aplicaba a personas o cosas sagradas; a la vez, fue la designación para cristianos refi-riéndose a su religión. Pero pronto, al cambiar los españoles su trato con ellos, el término se lle-nó de ambigüedades en la medida de las contra-dicciones en el proceso colonial. El nombre ka-raí en su doble significado de señor extranjero y cristiano y más delante también se nombraba así a cualquier guaraní bautizado, perdió su signifi-cado original y se llenó de desprecio. Un poco más de un siglo más tarde de la llegada de los conquistadores, en 1639, Montoya anota en su famoso Diccionario de la Lengua Guaraní que karaí significa astuto, mañoso, lo que los gua-raníes antes aplicaron a los hechiceros malos2, pero ahora a los españoles y todos los cristianos. Es el reflejo de una transformación de “amigos y cuñados” en “enemigos e invasores”. El cambio de un significado de reverencia a otro de des-precio que se manifiesta en el uso de la palabra karaí da pie a la interpretación de un primer in-tento de toma de consciencia guaraní de distan-ciamiento y oposición interior, aún desapercibi-da por los españoles. Una toma de conciencia que impulsaría a los guaraníes al deseo de in-dependizarse de aquellos. Este nuevo desprecio a los invasores se expresa en una carta dirigida a España de uno de los conquistadores: “llega-mos así a que los carios nos llamen ladrones, adúlteros y sinvergüenzas”3. En una “conquista

espiritual” es la lengua guaraní que finalmente venció a los españoles, haciéndoles hablar su lengua nativa, lengua del aparentemente venci-do, lengua que hasta hoy hablan los paraguayos. Es una de las máximas manifestaciones de inde-pendizarse interiormente. Fue el frustrado inten-to del vencedor que suele dominar con su lengua al “vencido” con su pensamiento, su saber y su cosmovisión.

En la medida en que aumentaban domina-ción y explotación, en esta misma medida creció en los guaraníes la resistencia, siempre acompa-ñada y sostenida con el sueño de recuperar su antigua soberanía.

3. La Independencia es inherente al Guaraní

Siempre se habla en la historia oficial de las armónicas alianzas y tratados hispano-guaraníes y del mestizaje romántico guaraní-español, pero se suelen olvidar los numerosos levantamientos y rebeliones guaraníes. Según Melià4 entre 1537 y 1616 había nada menos que veinticinco rebe-liones guaraníes contra la colonización, un signo evidente de deseo de independencia.

Los guaraníes buscaron de diferentes mane-ras liberarse del yugo de la opresión; no supor-taron la imposición de una cultura ajena, nece-sitaban volver a ser verdaderos guaraníes y esto significaba: ser independientes. La nueva forma de explotación con la encomienda (1556) ame-nazaba seriamente con la destrucción de todo el sistema cultural guaranítico. Muchos huyeron al monte en busca de libertad, volviendo a las tra-diciones de su cultura. Desde allí surgieron va-rios movimientos mesiánicos con la finalidad de “que tornen… a sus cantares pasados, a que son inclinados de su naturaleza”5. Bartomeu Melià comenta poética y proféticamente que “durante décadas los guaraní cantarán la epopeya de su libertad amenazada en sus danzas de liberación; y la represión colonial será despiadada”6.

Page 38: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

36

En una ocasión se preparó un gran motín contra los españoles para el cual se unieron va-rios caciques (de Acahay, Quindy, Quyquyo, Caazapá y otros) y quizás hubieran conseguido la ansiada independencia si no hubiesen sido traicionados por una sirvienta guaraní. Como siempre, la razón última de aquella rebelión ha sido la recuperación de la independencia que es la dignidad guaraní. En aquel momento históri-co ya no se experimentaron tratados como pa-rientes, sino como tapi´í, que significa esclavo, ser menor a quien se puede imponer la lengua del opresor.

Otra gran revuelta guaraní desencadenó el cacique Tavaré cuando los guarambarenses bajo su cacique Aracaré se negaron acompañar a Al-var Núñez Cabeza de Vaca en una expedición al Chaco y éste, como castigo de aquella rebel-día, ordenó el ahorcamiento del cacique. Ante este hecho, los parientes y vecinos del asesina-do, por su principio de reciprocidad, se unieron bajo el mando del cacique Tavaré, a vengar la muerte de Aracaré. Sin embargo, el poder de las armas de fuego fue superior al de los arcos y flechas. Tavaré se sintió obligado a solicitar la paz a los españoles al ver que la mayoría de los suyos huyeron al monte por miedo a las armas españolas.

Una curiosidad es que en aquel momento de la historia se daba una inversión en el uso del significado de independencia que se pone a la vista simultáneamente en el grupo español y el guaraní: pues mientras que los guaraníes se ha-bían articulado para vengar la muerte indignan-te de uno de los suyos, por su gran sentido de independencia y dignidad, el grupo de españo-les en Asunción hicieron una revuelta, tomaron preso a Alvar Núñez y le enviaron como reo a España por una causa vergonzosa. Alvar Núñez había intentado imponer una reglamentación so-bre el trato de los indios. Pero sus compatriotas buscaban independencia individual para poder “ir a su manera y con su manera a civilizar a los indios”7. Branislava Susnik menciona que “por primera vez corrió en Asunción el grito

de “libertad”8, pero aquí se trata más de una búsqueda de independencia para el libertinaje (“libertad para civilizar”), mientras que los ca-ciques guaraní y su gente arriesgaron y dieron su vida para poder vivir independientemente la propia cultura con su pueblo en plena la sobera-nía. En los ojos del conquistador los guaraníes eran rebeldes, insurgentes y desobedientes por levantarse contra el sistema colonial, ajeno a su cultura. Existía una gran diferencia entre la or-ganización guaraní y el concepto occidental de gobierno; eran y siguen siendo dos realidades diametralmente opuestas. José Zanardini enfa-tiza que esto hace comprender “la problemática derelacionesyladialécticaenlosconflictos”9.

Hoy día es un derecho reconocido universal-mente por las NN.UU. de que cada pueblo indí-gena pueda vivir su propia cultura. ¿El Estado paraguayo independiente vela suficientemente sobre estos derechos a los indígenas del país?

4. Fondo religioso de la Independencia guaraní

¿De dónde sacaron los guaraníes la fuerza de rebelarse contra la dominación y dependencia? Iban en busca de recuperar su independencia por amor a su cultura e identidad guaraní, para ellos unos de los dones más grandes que Dios les ha-bía dado. Hasta hoy podemos escuchar decirles: “Ñamandú nos hizo guaraní y debemos vivir y morir como guaraní”.

La gran mayoría de las rebeliones guaraníes fueron impulsadas por motivos mesiánicos, que surgieron de su tradición religiosa, enriquecida por la religión cristiana que para los españoles católicos significaba una clara herejía: “volvían a sus idolatrías, profanando el santo bautismo” (1577) o: “por causa de ciertos cantores que con sus cantos les hacen cometer algunas cere-monias y ritos con que se apartan del servicio de Dios y no vienen a servir a sus encomende-ros” (1589). A partir de la reafirmación en sus propias tradiciones religiosas, los guaraníes en las encomiendas lucharon principalmente por la

Page 39: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

37Nº 312 - Marzo 2011

pensar y creer

independización y liberación de un trabajo de servidumbre.

El caso más famoso de levantamiento reli-gioso es el de Overá, guaraní bautizado y “señor de la palabra”. Overá se presentó con rasgos me-siánicos cristianos como salvador de su pueblo. Se proclamaba “hijo del verdadero Dios”, quien vino por la liberación de su pueblo. Propuso que fueran borrados los nombres españoles a todos los guaraníes que los cristianos les habían im-puesto en el bautizo y que volvieran a rebauti-zarse en sus antiguos ritos, en los que el chamán les daba un nombre revelado por Dios, por su-puesto nombre guaraní. Era el momento en que los guaraníes recomenzaron a orar según sus an-tiguas tradiciones, cantando y bailando.

Estos numerosos levantamientos religiosos fueron una respuesta profética a una indebida dominación. Más que mero intento de liberación e independización política, ha sido una búsque-da de volver a ser ellos mismos, es decir, a ser guaraníes. Esto solamente se iba a conseguir con plena independencia, la que incluye “unaafir-mación a su identidad y una voluntad de auten-ticidad, permaneciendo en el modo de ser tradi-cional,específicamentereligioso”10.

En esta ocasión se confirma la palabra de un indígena iroquese: “La conciencia espiritual es la más alta forma de política”. Podemos con-cluir que los múltiples intentos guaraníes de in-dependización en la época colonial fueron im-pulsados por el sueño de revitalizar los mitos y ritos tradicionales de la propia cultura guaraní. Encontramos aquí un concepto de independen-cia que es inherente al guaraní y que se funda-menta en una profunda espiritualidad, nace de una cosmovisión grande que nos desafía hoy a repensar nuestras propias dependencias hereda-das de otros sistemas.

Reflexión conclusivaCon esta herencia guaraní actuaron nuestros

héroes el 14 de mayo 1811. También sigue pre-sente esta herencia en los descendentes de aque-

llos que no entraron como héroes en la historia paraguaya a pesar de que actuaron como tales. A su espíritu independista, ellos están resistiendo a toda clase de dependencias desde más de 500 años.

Si queremos celebrar este año nuestra Inde-pendencia Nacional, no debemos olvidar a este gran pueblo guaraní del que hemos heredado el espíritu de independencia. Un poema de Barto-meu Melià sintetiza esta herencia desafiante con las siguientes palabras:

“¡Singular y asombroso el destino de un pueblo como los guaraníes!

Marginados y periféricos, nos obligan a pen-sar in fronteras.

Tenidos como parcialidades, desafían la to-talidad del sistema.

Reducidos, reclaman cada día espacios de libertad sin límites.

Pequeños, exigen ser pensados a lo grande”11.

1 Susnik, La Independencia y el Indígena, Asunción, 2010, 14. 2 Meliá, El Guaraní conquistado y reducido, Asunción, 1986,

29.3 Carta de Rivadaneira al Consejo de Indias en Sevilla, escrita

en 1539, citado en B. Susnik, La Independencia y el Indígena, Asunción, 2010, 33.

4 Cf. Melià, ibid. , 31.5 CI 1877: 632, citado por Melià, ibid., 31. 6 Melià, ibid., 32.7 Documentos no citados en: Susnik, Branislava, La Indepen-

dencia y el Indígena, 38. 8 Susnik, ibid., 38. 9 José Zanardini, Estado bicentenario y Pueblos Indígenas mile-

narios, conferencia en la Academia de Historia, 28-X-2010.10 Melià, El Guaraní, conquistado y reducido, Asunción, 1986,

38. 11 Bartomeu Melià, El Paraguay Inventado, CEPAG, Asunción,

1997, 50.

Page 40: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

38

Ogue javé takuapú

Fides Gauto

Uno de los recientes lanzamientos biblio-gráficos es el libro de poesía bilingüe de Susy Delgado, titulado Ogue javé takuapú/Cuando se apaga el taku. La edición del libro estuvo al cuidado de la editorial Arandurã. Con este nue-vo poemario la autora acrecienta su aporte a la literatura castellano-guaraní y se reafirma en la idea de que es posible pensar, sentir y cantar en nuestras dos lenguas con propiedad y arte.

“Los ecos y repercusiones de las tacuaras que escanden el canto y la danza de los Guara-níes son el bajo continuo que sin pausa sirven para la armonía del acompañamiento instru-mental. Forman parte esencial del teko maran-gatu, la religión guaraní. Sin el resonar de las tacuaras en manos de las mujeres no hay ritmo niequilibrioenlafiesta,y lapalabracantadade los hombres quedaría sin apoyo e impreci-sa. Pero esas tacuaras cuyo retumbar satura el suelo, lo estremece y pasa a través de los pies a nuestras entrañas, hace tiempo han sido rele-gadas al olvido y la ignorancia por la sociedad paraguaya. (…) Y sin embargo, ahí están toda-vía y es Susy Delgado quien nos los presenta en palabras, no de pasado, sino de futuro”. Estas son las sabias palabras de Bartomeu Melià en su prólogo al poemario, y justamente, cada uno de los poemas trasmite un mensaje y un reclamo respecto a la dura realidad en la que vivimos, pero lo hace apelando al canto originario, al len-guaje simbólico y mítico, uniendo en una misma expresión poética nuestras raíces culturales gua-raníes y españolas.

La obra de Susy Delgado abarca tópicos uni-versales como el paso del tiempo, la naturale-za de la propia poesía o el poder de la palabra; al mismo tiempo se preocupa de aspectos muy particulares de la realidad paraguaya, la situa-ción de los niños en las calles, la desesperación del hombre sumido en la miseria, nuestra reali-dad lingüística. Lo desemboca en un cóctel más que interesante de experiencias, sentimientos e ideas, la visión del mundo de Susy Delgado siempre se caracterizó por ser crítica y a la vez enternecedora.

“Susy Delgado hace honra a la definiciónde poesía en cuanto palabra creativa –dice más

Page 41: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente

39Nº 312 - Marzo 2011

arte y letras

adelante Melià dentro del prólogo–; palabra nunca hecha del todo, porque crece continua-mente mientras no se llame a silencio. La poe-sía crea sin cesar lenguajes apropiados a cada situación de vida, que son diferentes, pero son fielesasímismoscomopalabracompartidaconuna comunidad de comunicación”.

La autora, por su parte, expresa en una bre-ve introducción: “Vivimos indudablemente un tiempo en que las cosas se mueven y cambian vertiginosamente. Una de esas cosas es la len-gua, ese elemento fundamental de nuestra cul-tura y nuestro ser, que a veces ingenuamente quisiéramos guardar en un cofre bien cerrado,

como se guarda en la memoria todo lo más en-trañable, para que no sufra alteración alguna. Pero estamos en el ojo del huracán, a expensas de todo lo que arrastra ese viento implacable de la globalización, de la aculturación, de la pér-dida de identidad. (…) Y el escritor, lejos de ser dueño de la lengua como algunos creen, es ape-nas una víctima más de esa revolución gigan-tesca, alguien que puede asumir su condición de multicolonizado y ofrecer su testimonio”. Definitivamente, este poemario corresponde a la opción de ofrecer un testimonio, un testimonio que merece ser leído con atención.

He aquí el fragmento de uno de los poemas

Vivir Jeiko

Vivir Jeiko

buscar jeheka

arañar ñekaräi

arrancar cada día el aliento pytu jeharyvo ára ha ára

del fondo de las sombras amo pytû ruguaitégui

asumir jeipyhy

la luz sucia del hambre ñembyahýi rendy ky’a

la áspera camisa del hastío kuerái kamisa havara

la puerta de la ausencia. pore’ỹ okẽ.

Inventar Tetia’e

las ganas de la bronca ñeguenohë ñeko’õigui

la risa de la burla puka ñembohorýgui

la paciencia vulgar del olvido. ha’arõ kachiãi tesaráigui. (…)

Page 42: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente
Page 43: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente
Page 44: Marzo 2011 - Nº 312 - G. 20.000.- - cepag.org.py · Francisco de Paula Oliva, Luis Rojas Villagra, Estela Ruiz Díaz, Luís E. Ughelli Difusión, suscripción y distribución: Vice-Presidente