mario testa decidir en salud

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  • 7/22/2019 Mario Testa Decidir en Salud

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    SALUD

    COLECTIVA,BuenosAires,3(3):247-257,Septiembre-Diciembre,2007

    247ARTCULO/ ARTICLE

    RESUMEN Se analiza la decisin en salud como un proceso de crtica, diferenciando laactitud de la aptitud crtica, cuya combinacin resulta en posiciones de comportamien-tos polticos diferentes. Se proponen motivaciones subjetivas y sociales para la actitud cr-

    tica. A la pregunta retrica de "quin decide?" se responde que es el Estado, del que se

    hace una presentacin breve, sealando la importancia de la introduccin de temas de

    debate en su agenda por parte de actores sociales. Se mencionan hechos histricamente

    recientes en nuestro pas que significan una posible reformulacin del Estado. Se men-

    cionan las contradicciones y conflictos individuales y sociales como uno de los insumos

    de la constitucin de los actores sociales y de la manera como se decide, junto con diver-

    sos niveles sociales donde ello ocurre. Se responde a la pregunta "por qu?" sealando

    que el problema tratado se inserta estructuralmente en la vida social misma.

    PALABRAS CLAVE Toma de Decisiones; Estado; Controles Formales de la Sociedad;

    Controles Informales de la Sociedad; Formulacin de Polticas.

    ABSTRACT Health decisions are analyzed as a process of criticism, making a differencebetween critical attitude and aptitude, whose combination results in distinct political

    behaviors. Subjective and social motivations for the critical attitude are proposed. The

    answer to the rhetorical question "Who decides?" is the State, and a brief description is

    made pointing out the importance of the introduction of discussion subjects in its agenda

    by social actors. Recent historical events in our country are mentioned, entailing a

    possible State reform. Individual and social contradictions and conflicts are identified as

    one of the inputs to the formation of social actors and to decision-making, together with

    the diverse social levels where this takes place. The answer to the question "Why?" is

    because this problem is structurally embedded in social life itself.

    KEY WORDS Decision Making; State; Social Control, Formal; Social Control, Informal;Policy Making.

    Decidir en Salud:Quin?, Cmo? y Por qu?

    Health decisions:Who? How? Why?

    Mario Testa1

    1

    Mdico, Universidad deBuenos Aires. DoctorHonoris Causa UniversidadFederal de Baha, Brasil.Profesor Titular de laMaestra en Epidemiologa,Gestin y Polticas de Salud.Universidad Nacional deLans, [email protected]

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    Diciembre,

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    248 MARIO TESTA

    PARA COMENZAR

    Hablamos de decisiones que tengan

    una posibilidad efectiva de cumplimiento, con

    relacin a cuestiones que no constituyan una ruti-na aceptada por la prctica consuetudinaria,

    como por ejemplo la orden que el Principito

    daba al sol de salir todos los das al amanecer.

    Digamos que no hay que decidir todas

    las maanas de la semana laboral poner en fun-

    cionamiento el laboratorio hospitalario, o los

    consultorios externos. La decisin sera no poner-

    los en funcionamiento. La decisin rutinaria

    forma parte de la gestin tradicional y no es de

    los que nos ocuparemos hoy.

    Para que quede claro pondremos el

    ejemplo de las leyes, que presentan un homomor-fismo interesante con lo que venimos diciendo.

    En realidad, es algo ms que un homomorfismo,

    ya que una ley es una decisin que toma el legis-

    lador para que algo se haga de cierta manera.

    Afirmo la existencia de dos grandes

    tipos de leyes:

    a) las que sancionan como vlido un comporta-

    miento existente ("una pareja preferiblemente

    de distinto sexo, digo yo que convive durante

    un cierto tiempo, es un matrimonio", con todas

    las obligaciones y derechos que ello conlleva)

    para las que no es necesario tomar ninguna

    medida puesto que se cumplen de hecho, y

    b) las que modifican un comportamiento existen-

    te ("para formar parte de la administracin

    pblica no hay que cometer actos de corrup-

    cin") para las que habr que pensar cmo

    lograr modificar esa prctica tan consolidada,

    tambin de hecho.

    Entonces estamos hablando de las deci-

    siones que modifican un comportamiento exis-tente que, por supuesto, va a depender, entre

    otras cosas que intentaremos aclarar, del tipo de

    comportamiento enfrentado: no es lo mismo

    modificar hbitos alimentarios perniciosos

    (comer "fast food") que disminuir el nivel de vio-

    lencia en una sociedad (1,2).

    En consecuencia, de lo sealado hasta

    aqu se deriva la necesidad de tener una actitud

    crtica ante los hechos de la realidad, lo que sig-

    nifica no confiar que la forma en que los hechos

    se presentan es la nica posible (a). Todos recor-

    damos la poca de uno de los peores gobiernos

    nacionales en nuestro pas, que corresponde a los

    perodos del ex presidente Carlos Sal Menem, en

    que el mensaje no explcito permanente era: "esesto o el caos", con lo que se intentaba eliminar

    cualquier posibilidad de crtica ante las atroces

    y/o perversas decisiones polticas.

    De dnde proviene la actitud crtica?

    Me parece difcil dar una respuesta totalmente

    convincente a esta pregunta, pero es indudable

    que tendremos que bucear en el pasado indivi-

    dual de las personas para comenzar a formular

    un conato de respuesta.

    Entre las motivaciones de orden psicol-

    gico ocupa un lugar interesante la expresada por

    los fenomenlogos (3), cuando hablan del "motivoporque", una razn histrica personal e intransfe-

    rible que nos lleva a los individuos a asumir esa

    actitud de inconformidad con la realidad (b).

    Ese "motivo porque" es parte del proce-

    so de socializacin que transcurre principalmen-

    te en el mbito familiar. Ah es donde aprende-

    mos cmo conducirnos en la vida cotidiana,

    desde hacer nuestras necesidades fisiolgicas en

    los recipientes adecuados hasta utilizar el tene-

    dor para comer y no para pinchar a la mam (o

    mejor: no solo para pinchar a la mam). Pero

    junto con ese aspecto pragmtico de la socializa-

    cin, tambin aprendemos a ser democrticos,

    igualitarios, solidarios, o autoritarios, elitistas y

    despreciativos, a travs de los ejemplos que

    vemos cotidianamente, o de las escuchas de con-

    versaciones que los adultos piensan que pasan

    desapercibidas para las nias y los nios.

    Pienso que no es la nica motivacin,

    que debe haber otras determinaciones operantes

    para generar esa actitud, en particular algunos

    procesos colectivos que conforman un ambiente

    donde los diferentes "motivos porque" alcanzansu plenitud de determinacin.

    La actitud crtica no alcanza (querer un

    mundo diferente no es suficiente para transfor-

    marlo), debe ser complementada con la aptitud

    crtica (cmo pensar), es decir, la capacidad

    adquirida para examinar reflexivamente los

    hechos de la realidad para extraer de ellos las

    conclusiones pertinentes y generar las acciones

    que correspondan.

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    Y as como es difcil modificar la actitud

    crtica (aunque algo se puede hacer intentando

    crear ese ambiente del que hablamos antes), es

    totalmente posible generar y fortalecer la aptitud

    crtica mediante la educacin en todos los nive-

    les. Y esta es una tarea ineludible de cualquiergobierno que intente mejorar las condiciones de

    vida de los ciudadanos. Dira que ste es hoy el

    principal objetivo de la educacin, desde el nivel

    preescolar hasta el posdoctoral. La informacin

    est en buena medida resuelta por los procedi-

    mientos de bsqueda en Internet.

    La combinacin de actitud crtica con

    aptitud crtica conforma un cuadro (Cuadro 1).

    Veamos los contenidos del cuadro: la primera

    celda dice que los sujetos transformadores se

    definen a partir de poseer simultneamente una

    actitud crtica sumada a una aptitud crtica. Elextremo opuesto de la tabla expresa la ausencia

    de ambas y, en consecuencia, la caracterizacin

    de seguidores pasivos: indiferentes, sin opinin y

    aceptando la realidad tal cual es.

    Los dos casos intermedios requieren

    algo ms de interpretacin: la combinacin de

    actitud sin aptitud es calificada como oposicin

    estril, lo que amerita alguna reflexin, ya que

    esa oposicin puede hacerse por "izquierda" o

    por "derecha" (c), por lo que pueden coincidir en

    el terreno de la poltica cotidiana, aunque no en

    el sentido de las transformaciones buscadas

    (vase si no algunas de las alianzas gestadas en

    cualquier perodo eleccionario).

    La celda restante debe interpretarse

    como que sera deseable que los funcionarios de

    gobierno tuvieran aptitud crtica, lo que sera til

    para que cumplieran ms eficazmente la funcin

    que tienen asignada, pues es el primer paso para

    poder realizar una autocrtica, es decir la crticadirigida al comportamiento propio.

    Es posible demostrar con algunos hechos

    recientes ocurridos a partir de decisiones (o indeci-

    siones) de gobierno que la aptitud crtica de los fun-

    cionarios es un requisito bsico para no cometer

    los errores que se cometen a menudo y que resul-

    tan en la transformacin de conflictos relativamen-

    te triviales en conflictos sociales graves (d).

    Ocurre que muchas veces los funciona-

    rios de gobierno no pertenecen a esta celda sino a

    la de seguidores pasivos, tal vez como consecuen-

    cia de que las autoridades mximas prefieren esacircunstancia y, en consecuencia, seleccionan per-

    sonal que cumple con ese requisito (e).

    Destacamos, en esta descripcin, la

    importancia que asume la columna positiva de

    aptitud crtica, al contener tanto a los sujetos

    transformadores como a los funcionarios (desea-

    bles, por lo menos desde el punto de vista de la

    sociedad) de gobierno. Esta columna podra cali-

    ficarse como la de "buena poltica", porque es la

    que permite dialogar, dentro o fuera del gobier-

    no, entre personas que se encuentran en polos

    opuestos del espectro poltico (f).

    La afirmacin realizada en el prrafo

    anterior equivale a decir que la posibilidad de

    Cuadro 1. ACTITUD Y APTITUD CRTICA

    Fuente: Elaboracin propia.

    funcionariosde gobierno

    S NOsujetos

    transformadores

    APTITUD (objetiva)

    seguidorespasivos

    oposicinestril

    ACTITUD

    (subjetiva)

    NO

    S

    CRTICA

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    dilogo se encuentra ligada a la aptitud crtica o,

    como se seala ms adelante, al uso positivo de

    las contradicciones y conflictos.

    En realidad, los funcionarios de gobier-

    no pueden encontrarse en cualquiera de las

    posiciones de la tabla, slo que algunas posicio-nes son menos frecuentes que otras, debido, en

    parte, a una de las condiciones sealadas en

    cuanto a la preferencia de quienes designan a

    los funcionarios por tener seguidores "fieles" u

    "obsecuentes", si se quiere utilizar trminos

    polticamente incorrectos en lugar de autno-

    mos. Podramos entonces construir un nuevo

    cuadro (ver Cuadro 2). La calificacin de ptima

    para la celda superior izquierda no implica su

    viabilidad aunque tampoco se la descarta,

    dependiendo de la caracterstica global de "pro-

    gresismo" del gobierno.En cualquier sociedad habr siempre

    una composicin de los cuatro componentes des-

    critos, slo que las proporciones varan en cada

    caso. La actitud puede modificarse en tiempos

    cortos dependiendo de la coyuntura histrica, es

    decir, del episodio histrico que se atraviese, den-

    tro de un desarrollo histrico no coyuntural (4).

    La aptitud, por el contrario, slo puede

    modificarse a travs de procesos de capacita-

    cin, que requieren ms tiempo y tal vez el acce-

    so a instituciones formales que hayan desarrolla-

    do formas de pensamiento crtico, no muy fre-

    cuentes en ese tipo de instituciones, (g) de

    manera que su transformacin tiene requisitos

    no tan fciles de cumplir.

    De todas maneras, esa composicin

    particular interviene decisivamente en la forma

    como se conduce la poltica.

    Tambin es conveniente mencionar la

    relacin estrecha de la crtica, que se expresa

    bsicamente por su negatividad respecto de laforma en que se presentan los hechos, con la

    ciencia, que siempre opera en base a una negati-

    vidad similar (la hiptesis de nulidad y su nega-

    cin como afirmacin de sus descubrimientos).

    El hecho de que la ciencia y la crtica

    compartan esta caracterstica es algo ms que una

    coincidencia; es el fundamento de que no existe

    ciencia verdadera sin crtica, y por contrapartida,

    de que no existe crtica sin ciencia (que es la que

    confiere a la crtica su "aptitud").

    Sobre estas ideas acerca de cambios de

    comportamiento y aptitud crtica deberemosconstruir los conceptos necesarios para introdu-

    cirnos en el anlisis de la decisin en salud.

    QUIN DECIDE EN SALUD?

    Si alguien est tentado de responder

    retricamente que las decisiones sobre salud

    las toma el ministro de Salud, djenme desalen-

    tarlo de entrada. Tampoco las toman los legis-

    ladores, que son quienes dictan las leyes por

    las que debemos regirnos en cualquiera de las

    circunscripciones de la administracin, nacio-

    nal, provincial o municipal. Ni se toman en los

    Cuadro 2. CALIDAD DE FUNCIONARIOS DE GOBIERNO

    Fuente: Elaboracin propia.

    buena

    S NO

    ptima

    APTITUD CRTICA

    ACTITUD

    CRTICA

    NO

    S

    mala

    psima

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    hospitales por sus directores o por los profesiona-

    les, ya que no se encuentran en condiciones de

    cambiar un comportamiento existente, con alta

    probabilidad de efectivizacin.

    La responsabilidad de las decisiones que

    afectan de manera tan significativa la vida de unasociedad no pueden ser tomadas sino por el

    Estado, lo que pone sobre el tapete una de las cate-

    goras mas elusivas y que ms polmicas ha prota-

    gonizado en las discusiones sobre la forma en que

    dicha sociedad elabora estas cuestiones (h).

    Debemos distinguir entre el momento

    de la toma de decisin y el proceso a partir del

    cual se toma la decisin. O sea que nos enfrenta-

    mos a la misma relacin que existe entre el curso

    de la historia y el episodio histrico, ya sealado

    en otro trabajo (4).

    Realizar esta distincin es lo mismo querelativizar la importancia de quien es el persona-

    je concreto que toma la decisin (aprueba la ley,

    firma el decreto, dicta la norma), que es lo que

    discutiremos en la seccin siguiente.

    Sin embargo, es menester aclarar la

    cuestin del Estado, para entender el doble punto

    de vista diacrnico y sincrnico, sin los cuales no

    es posible un conocimiento acabado de las vas

    por las que transcurre la vida social.

    En otro texto diferencibamos "Estado"

    como homogneo o heterogneo y llambamos

    "nacin" al primero y "sociedad" al segundo (5).

    Pero la idea de homogeneidad del Estado es una

    contradiccin en los trminos, si aceptamos que

    la definicin que corresponde a la etapa actual

    de las "naciones estado" es la de un espacio de

    conflictos (entre clases sociales o fracciones de

    clase, como quera Nicos Poulantzas (6)).

    Si es el Estado el que decide, y el deci-

    sor no es homogneo, estamos en presencia de

    una situacin conflictiva, que es lo que acabamos

    de afirmar en el prrafo anterior.

    Y lo primero que debemos aclarar paraentender esa situacin conflictiva es: quines

    son los que conforman lo que llamamos Estado?

    En nuestra conceptualizacin, llama-

    mos actores del Estado, a todos aquellos sujetos

    u organizaciones que adquieren la capacidad de

    introducir temas de debate en la agenda del

    Estado. Como se ve, la definicin es tautolgica,

    aunque tiene la virtud de destacar el tema de la

    agenda, que es el fundamento bsico de la poltica.

    Para decirlo provocativamente, si un tema no

    est en la agenda del Estado, no existe.

    En palabras de Guillermo O'Donnell: si

    consigo meter mis temas en la agenda del

    Estado, e impedir que metas los tuyos, y despus

    te digo ven y discutamos, ya gan (7).Y en la frase anterior se revela el signifi-

    cado de Estado como "espacio social", ya que es

    el lugar "social", que puede ser un espacio fsico

    o virtual, donde se "encuentran" los actores.

    Porque la "discusin" puede hacerse cara a cara,

    o mediante publicaciones, reuniones pblicas o

    privadas y las mil y una formas en que la informa-

    cin circula en la sociedad.

    Pero, qu quiere decir que el Estado es

    el que decide? Quiere decir que el resultado del

    debate, en el que tienen oportunidad de interve-

    nir todos los sujetos que conforman ese Estado,aunque no todos lo hagan en cada uno de los

    temas que conforman su agenda, se prolongar

    hasta alcanzar algn tipo de consenso o acuerdo,

    sea generalizado o por alguna mayora significa-

    tiva, que entonces ser tomado por la autoridad

    decisoria para ser transformado en una norma

    poltica (ley, reglamento, disposicin, decreto).

    La descripcin realizada es, natural-

    mente, un plido reflejo de la realidad, ya que

    aparece como si existieran instancias formales

    establecidas en forma permanente que seran las

    encargadas de participar en los debates. Esto no

    es as, aunque tal vez pudiramos encontrar algu-

    nos pases altamente desarrollados en el sentido

    poltico del trmino donde las cosas transcurrie-

    ran de la forma descripta.

    Esta es una de las cuestiones planteadas

    en otros trabajos ver los captulos "Cul cien-

    cia?" y "Ensear medicina", de Pensar en Salud

    (5) donde se afirma la necesidad de contextuali-

    zar las categoras histricas del anlisis, en este

    caso de entender que la condicin de desarrollo

    o subdesarrollo implica, entre otras cosas, quelos procesos polticos no funcionan de la misma

    manera en una u otra circunstancia.

    Lo cierto es que el Estado del subdesa-

    rrollo en general y ms especficamente de

    cada pas en particular y an de cada circuns-

    cripcin en singular funciona segn pautas

    propias; por eso somos un pas federal, y tambin

    por eso Lisandro de la Torre afirmaba la centrali-

    dad del rgimen municipal (8).

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    252 MARIO TESTA

    Pero no slo el Estado difiere en distin-

    tos lugares y circunstancias, sino que tambin

    presenta variaciones a lo largo del tiempo histri-

    co para adecuarse a circunstancias cambiantes,

    tanto internas del propio pas o lugar, como

    externas de nuestra relacin con el mundo.Una de las formas en que se expresa esa

    variabilidad es la aparicin de nuevas maneras de

    entender la ciudadana. Todos recordamos, sin

    duda, cuando en tiempos histricamente muy

    recientes, connotados polticos defendan sus pri-

    vilegios vociferando en cuanto les era posible

    que "el pueblo no delibera ni gobierna sino por

    medio de sus representantes", que era una mane-

    ra de decir "no se metan con lo mo".

    Es la trampa fetichista; una creacin de

    un grupo humano, lo de que el pueblo no delibe-

    ra ni gobierna sino por medio de sus representan-tes, es separada de quien la cre y tomada como

    verdad absoluta e inconmovible para justificar

    intereses corporativos.

    Pero hechos histricamente recientes

    ocurridos en nuestro pas van en camino de desar-

    mar la trampa fetichista; desde las heroicas viejas

    locas de la Plaza de Mayo dentro mismo del per-

    odo de la dictadura asesina, pasando por las mar-

    chas del silencio hasta llegar a los piquetes, grupos

    autoconvocados comienzan a desmentir lo de que

    el pueblo no delibera sino por medio de sus

    representantes; ya le llegar el turno a lo de ni

    gobierna. Y algo hemos avanzado tambin en ese

    sentido: el ejemplo de las fbricas abandonadas

    por los antiguos patrones y tomadas por sus traba-

    jadores apunta en esa direccin, porque hiere pro-

    fundo en el corazn de la formacin social capita-

    lista al transformarse en un instituyente de un

    nuevo modo de produccin no capitalista.

    Estos nuevos sujetos sociales han adqui-

    rido la capacidad de "introducir temas de debate

    en la agenda del Estado", y no todos tienen la

    misma actitud de apoyo o rechazo a los respecti-vos gobiernos: no son lo mismo en ese sentido

    Madres de Plaza de Mayo que Madres lnea fun-

    dadora, para poner un slo ejemplo.

    CMO SE DECIDE?

    Se trata de un largo proceso, en parte ya

    descrito en los prrafos precedentes al presentar

    a los sujetos que conforman el Estado. El debate

    que se mantiene sobre los temas de agenda es el

    insumo principal de la decisin a tomar. Lo que

    falta es aclarar cmo llegan los actores a encon-

    trarse en la situacin del debate, es decir, cmo

    se conforma el espacio social que es el Estado.En trabajos anteriores (4, p. 48-55; 9,10)

    he tratado de dar cuenta de esa conformacin, a

    travs de identificar distintos espacios sociales

    interrelacionados que son, de hecho, espacios de

    intermediacin para sucesivas transformaciones

    subjetivas y objetivas de quienes, en definitiva,

    van a constituirse en actores del Estado.

    Veamos en primer lugar la cuestin sub-

    jetiva. Se trata de un proceso interno a los indivi-

    duos, de crecimiento y maduracin, aunque tam-

    bin de retrocesos y dao, que todos atravesamos

    a lo largo de nuestras vidas, en formas individua-les y colectivas.

    Las transformaciones se realizan en

    torno de una base constante en toda sociedad,

    aunque de diferentes caractersticas circunstan-

    ciales, como ya fue sealado, que son las contra-

    dicciones y conflictos que existen tanto a nivel de

    los individuos como de los diversos grupos que

    conforman la sociedad. (9, p.104-114)

    Las contradicciones son visiones diferen-

    tes frente a mltiples cuestiones que tienen sentido

    para nosotros, y los conflictos son las formas mate-

    riales en que se expresan esas contradicciones.

    En ambos casos, y en parcial contradic-

    cin con la afirmacin clsica de la lgica dialc-

    tica, postulo que no se llega a una resolucin o

    sntesis, sino a un cierto "uso", positivo o negati-

    vo, de dichas contradicciones y conflictos.

    Ambos pueden utilizarse, decamos

    antes, para crecer o retroceder, como todos sabe-

    mos por experiencia personal de haber atravesa-

    do situaciones conflictivas. Si a esta dualidad

    agregamos un tercer uso, al que denominamos

    "modal" con el significado estadstico del trmi-no habremos completado las categoras necesa-

    rias para entender la dinmica de estas transfor-

    maciones, aunque no resulta claro cules son las

    circunstancias que promueven la aparicin de

    uno u otros de los usos descritos.

    Este aspecto subjetivo de la constitu-

    cin del sujeto que decide es de suma importan-

    cia, pues es el que abre camino para la "buena"

    decisin, cuando el sujeto se ha constituido en

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    base a un uso positivo de sus propias individua-

    les o colectivas sociales contradicciones y

    conflictos, o "mala" si lo ha sido en base a usos

    negativos.

    El otro aspecto, objetivo, se refiere a

    diversas instancias sociales que son espacios deintermediacin de lo que, en definitiva, ser la

    accin de la decisin. Identificamos los siguien-

    tes: individual, colectivo, institucional, poltico,

    estatal (10, p.41).

    Hay formas de pasaje de lo individual a

    lo colectivo, de ambos a institucional, de todos

    ellos a poltico y por fin a estatal.

    Pero tambin existe la transformacin

    en cada uno de ellos a una forma de organiza-

    cin superior, que significa tambin la posibili-

    dad de acciones cuyas caractersticas dependern

    del tipo de espacio correspondiente.En el nivel individual el individuo se

    transforma en sujeto, en el colectivo la masa forma

    agrupaciones, las instituciones se organizan, los

    receptores de lo poltico devienen participantes y la

    poblacin del Estado en actores sociales.

    Sin embargo, es menester aclarar que,

    para que se produzcan estas dos ltimas transfor-

    maciones, antes debe haberse producido alguna

    de las tres anteriores. Es decir, no habra transfor-

    maciones organizativas internas en los espacios

    poltico y estatal.

    De manera que este es el proceso, com-

    plejo, ambiguo, que no siempre llega a buen

    puerto, perdindose en alguno de los numerosos

    vericuetos que dibuja su trayectoria para quedar

    trunco en alguna de las instancias previas a la

    posicin del decisor, que es el espacio estatal

    organizado, que tambin podemos identificar

    como actor social constituido.

    Esto no quiere decir que ese actor sea

    un funcionario de gobierno, ni tampoco que sea

    el encargado de realizar el acto de tomar la deci-

    sin, sino que est constituido de tal manera quetiene la actitud y posee la aptitud de decidir, en

    el sentido antes sealado.

    De manera que, hasta aqu, resulta que

    la pregunta del cmo se decide est en relacin

    con la constitucin de los actores sociales, la que

    a su vez depende de la forma en cmo se elabo-

    ren (el uso que hagamos de) las contradicciones

    y conflictos que nos afectan como individuos o

    como grupos.

    Constitucin de actor social deviene

    entonces en la principal categora para el anlisis

    de cmo se decide. Se trata de un proceso din-

    mico que presenta similitudes muy significativas

    con la psicognesis revelada por Jean Piaget en el

    desarrollo infantil (11).La manera en que Piaget presenta este

    problema es a travs de lo que llama "desequili-

    bracin reequilibracin", que consiste en la pertur-

    bacin que se produce en la estructura de la per-

    sonalidad frente a circunstancias extraas o con-

    flictivas, seguida por la reaccin frente a la misma

    reequilibrndose con una estructura diferente,

    apta para resolver el conflicto planteado (12).

    El ejemplo inicial de Piaget se debe a

    la observacin de sus propios hijos durante la

    lactancia: el reflejo chupador inicial requiere

    que la madre coloque el pezn en la boca delinfante; posteriormente al colocar al beb sobre

    el pecho sin colocarle el pezn en la boca, el

    infante desencadena un proceso de bsqueda

    hasta encontrar el pezn y comenzar a chupar.

    Se ha transformado su estructura de personalidad

    de chupador a buscador chupador.

    De esta manera, afirma Piaget, el nio

    se autoconstruye y construye el mundo social: a

    partir del pezn construye la teta, luego la mujer,

    y sigue sin detenerse hasta lo que llegamos a ser.

    El estudio de Piaget se interrumpi al

    llegar al adolescente. Lo que proponemos es

    extender sus conclusiones para los adultos, slo

    que interpretando la desequilibracin reequili-

    bracin como uso (neutro, positivo o negativo)

    de las contradicciones y conflictos. Tal vez sea

    pertinente en este momento recordar que uno de

    los libros de sntesis que escribi Piaget se llama

    "Las formas elementales de la dialctica" (13).

    El sujeto individual, colectivo "actor

    social" forma parte del Estado, es decir, se

    encuentra en capacidad de introducir temas de

    debate en la agenda del Estado, sin lo cual noexisten problemas.

    Afirmo que un problema lo es cuando

    se lo "problematiza", lo que a esta altura es equi-

    valente a decir: cuando se incorpora a la agenda

    del Estado, a travs de la accin de algn(os)

    actor(es) social(es).

    El debate en el Estado decidir la

    forma en que se enfrentar (o no enfrentar) el

    problema planteado.

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    254 MARIO TESTA

    POR QU?

    La pregunta no es retrica; muy por el

    contrario, se trata de una pregunta fundamental

    para entender a fondo el proceso decisorio con

    es menester insistir las caractersticas definidasen este texto. Es as puesto que al entender el por

    qu de la decisin que se toma, queda explicado

    tambin el quin y el cmo.

    Seamos apodcticos para despus relati-

    vizar nuestras afirmaciones. La razn por la que

    se toma una decisin (en salud o en cualquier

    otro mbito de la vida social) es porque el proble-

    ma enfrentado se inserta estructuralmente en la

    vida social misma.

    Cul es el significado de la afirmacin

    realizada en el prrafo anterior? Vayamos por par-

    tes, comenzando con "el problema enfrentado".Esta frase puede interpretarse de dos

    maneras: por una parte se puede entender que

    los problemas tienen existencia real, indepen-

    dientemente de los sujetos a los que afecta o de

    los que toman conocimiento del mismo aunque

    no sean directamente afectados por l; por otra

    parte, en coincidencia con una afirmacin previa

    en este mismo texto, los problemas slo tienen

    existencia real en la medida que hayan sido intro-

    ducidos por algn o algunos actores sociales en

    la agenda de debate del Estado.

    La diferencia entre ambas versiones es

    que la primera destaca los aspectos objetivos de

    la cuestin (una apendicitis aguda es un proble-

    ma en s, es decir que tiene existencia objetiva) y

    la segunda hace nfasis en aspectos subjetivos (si

    el paciente con apendicitis aguda no lo manifies-

    ta, el problema no existe, aunque las consecuen-

    cias puedan ser fatales). Estos aspectos, que en

    algunos casos son muy obvios, como en el men-cionado, en otros son de ms difcil identifica-

    cin: la enfermedad de Chagas, por ejemplo.

    Otra diferencia entre ambos casos es

    que el primero no requiere una decisin del tipo

    de las que estamos analizando, puesto que ya es

    un comportamiento aceptado que ante un caso

    de apendicitis aguda la conducta es la interven-

    cin quirrgica. En cambio no existe un compor-

    tamiento de ese tipo ante el problema objetivo de

    la enfermedad de Chagas.

    La importancia de separar las caracters-

    ticas objetivas y subjetivas de un problema, con-siste en que el predominio de las primeras con-

    duce a las soluciones de preferencia tcnicas, es

    decir a los procedimientos de eleccin para la

    resolucin del problema, en tanto que el predo-

    minio de las segundas lleva a la necesidad de

    constitucin de actores que generen propuestas

    de soluciones de preferencia sociales. Sin embar-

    go, no se descartan algunas soluciones tcnicas

    para problemas subjetivos, ni algunas sociales

    para problemas objetivos. Lo que estamos plante-

    ando en este texto se refiere, de preferencia, a las

    decisiones que implican soluciones sociales para

    problemas subjetivos, lo que no implica desco-

    nocer las restantes celdas del Cuadro 3.

    Cuadro 3. PROBLEMAS Y SOLUCIONES

    Fuente: Elaboracin propia.

    X

    tcnicas sociales

    XXX

    soluciones: de preferencia

    XXX

    X

    subjetivos

    objetivos

    problemas:

    aspectos

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    255DECIDIR EN SALUD, QUIN?, CMO? Y POR QU?

    El desconocimiento de algunas de lascombinaciones conduce, generalmente, a solu-

    ciones parciales y con frecuencia falsas, como es

    el caso cuando slo se reconoce a la primera

    celda (soluciones tcnicas para problemas objeti-

    vos, generalmente conocido, en el caso de la

    salud, como "medicina basada en la evidencia").

    Veamos ahora lo que corresponde a la

    segunda parte de la frase analizada: "se inserta

    estructuralmente en la vida social misma".

    Esto significa que el problema no es

    slo un problema de salud, sino que forma parte

    intrnseca del conjunto de la vida social, de sudinmica en los aspectos reproductivos (14).

    Estos aspectos reproductivos tienen que

    ver, por ejemplo, con la provisin de trabajado-

    res para una economa en crecimiento. Esta, que

    es en apariencia una afirmacin crudamente

    casi podra decirse "cruelmente" materialista,

    encuentra una confirmacin histrica en la cuna

    misma del capitalismo, donde el cuidado de los

    nios comienza a hacerse efectivo cuando la

    enorme mortalidad que se produca por el traba-

    jo infantil en las primitivas hilanderas manches-

    terianas pona en riesgo la provisin de futurostrabajadores para esos mismos talleres (15).

    Y para hablar de la actualidad: por qu

    ocuparse de la salud de los trabajadores si hay

    una tasa alta de desempleo?, o tambin: por qu

    ocuparse de la salud de poblacin en edad de tra-

    bajar no capacitada para el trabajo?, o de los

    nios no escolarizados?, o de la mortalidad

    materna si existe lo que algunos economistas lla-

    man "poblacin excedente"?

    Preguntas cuyas respuestas puedenaportar una confirmacin a la inquietante afirma-

    cin formulada, sobre todo si se comprueba a tra-

    vs de lo que est ocurriendo en el terreno de la

    realidad. Sin necesidad de mencionar que en

    nuestro pas, uno de los todava mayores produc-

    tores de alimentos por habitante, la principal

    enfermedad que ocasiona mortalidad infantil se

    cura con pan y leche.

    Desde un punto de vista epistemolgi-

    co, puede afirmarse la distincin entre "vida

    social" como categora analtica es decir, como

    categora abstrada de la realidad que permite lacomprensin de un fenmeno, en este caso un

    problema y "sector salud" como concepto ope-

    racional, esto es, que permite operar sobre la rea-

    lidad pero no entender sus problemas, lo que

    lleva a que lo primero la vida social es explica-

    tivo de lo que ocurre en lo segundo y, en forma

    inversa, que los problemas en lo segundo el sec-

    tor salud encuentran la solucin en lo primero.

    (5, p.92-93)

    Abandonemos ahora la seguridad apo-

    dctica para sealar que es posible que algunas

    decisiones sean tomadas, en el terreno de lasalud, aunque no se encuentren insertas estructu-

    ralmente en la vida social.

    Pero ello depender, sin duda, de la

    actividad de actores sociales que luchen por

    razones fundamentalmente ticas, para lograr la

    resolucin favorable de ciertos problemas para

    los que no hay consenso, como es en nuestro

    pas la cuestin del aborto, para nombrar uno de

    los casos ms conflictivos del mbito pblico. Y

    Cuadro 4. POLTICA Y ESTRATEGIA

    Fuente: Elaboracin propia.

    implementacin

    sector salud vida social

    ideologa

    diseo

    decisin

    estrategia

    poltica

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    256 MARIO TESTA

    NOTAS FINALES

    a. La consigna permanente del Foro SocialMundial es "otro mundo es posible".

    b. Mi "motivo porque" central es el recuerdo demis tos jugando a las cartas los domingos y con-versando sobre poltica (todos ellos adheran alsocialismo de Amrico Ghioldi de los aos 30-40del siglo pasado), conversacin que invariable-mente terminaba (en mi recuerdo o mi fantasa)con la frase: "y no se pudo hacer la revolucinsocial en esa oportunidad porque no estabandadas las condiciones". Desde entonces, mi pen-samiento gira en torno de cules son las condi-ciones para que se pueda hacer la revolucinsocial, que es mi mayor ambicin en la vida.

    c. La calificacin poltica de izquierda o derecha

    puede hacerse respecto de cualquiera de las cel-das de la tabla (salvo tal vez la combinacin"no-no"). Esto no significa un reconocimiento a laactual posicin de las derechas acerca de la anu-lacin de las diferencias entre estas adscripcionespolticas, a pesar de los esfuerzos quiero creerque no premeditados de algunos grupos polti-cos de pretendida izquierda por coincidir conque lo que define a un buen gobierno es su capa-cidad de gestin.

    d. Durante la primera mitad del corriente ao(2007) la provincia de Santa Cruz sufri una cri-sis educativa por un conflicto con los maestros

    que se hubiera podido resolver fcilmente conuna mnima aptitud crtica, pero se transformcasi en un conflicto nacional de graves conse-cuencias, posiblemente con influencia en losresultados de las elecciones para jefe de gobier-no en la ciudad de Buenos Aires.

    e. Recuerdo haber ledo en uno de los cuentospoliciales de Gilbert Keith Chesterton (pienso queen "El candor del padre Brown"), que al prncipeno hay que obedecerlo sino servirlo (con lo quese justifica el asesinato de uno de sus enemigos).

    La pretensin de los gobernantes expresada en eltexto es exactamente la opuesta a la del famosodetective ingls (no servir sino obedecer, lo querevela la pobre capacidad del gobernante).

    f. En los perodos en que fui funcionario de la

    Organizacin Panamericana de la Salud (1966,1968-1971), la relacin con su director, Dr.Abraham Horwitz, era de ese tipo. Confesaba suposicin poltica ("de tan 'momio' ya me pas,soy momia"; momio: trmino coloquial chilenoque significa conservador) pero era extraordina-riamente honesto, circunstancia que no caracteri-za a la derecha verncula.

    g. La universidad latinoamericana no parece estarpasando por su mejor momento, con las debidasexcepciones, que en general no ocurren en nues-tro pas. Y no es de extraar, ya que la crnicadesfinanciacin de la enseanza en todos sus

    niveles tiene consecuencias deletreas para lacreacin de un ambiente que promueva el pensa-miento crtico. Sin profundizar en el tema, es sufi-ciente con mirar el estado de los edificios desti-nados a la enseanza para percibir que esa no es,desde hace muchos aos, una preocupacin seriade los gobiernos de turno (de cualquier turno). Esdifcil que un docente universitario en Argentinapueda vivir de su salario, que con frecuencia nisiquiera existe. Menos que acceda a becas u otrasoportunidades de estudio, perfeccionamiento,reflexin, investigacin, ao sabtico. Y si esto esas con los docentes, qu decir de los estudian-tes?, a quienes cada vez es ms "natural" tratar

    como clientes. En estas condiciones, pensar crti-camente es un lujo que no nos podemos dar.

    h. Es por lo menos curioso advertir que algunosde los grupos que apoyan la afirmacin del texto,son los que con frecuencia pelean por cambiar elEstado. El reconocimiento que son las luchaspopulares las que obtienen determinados resulta-dos, no siempre de acuerdo con los deseosexpresos de los gobiernos, es la expresin con-creta de esa conclusin.

    esto implica recuperar la poltica como escenario

    central de las decisiones en salud (ver Cuadro 4).

    Se destaca que si bien la decisin corres-

    ponde al espacio de la vida social, la ideologa que

    se formula a nivel del sector es uno de sus deter-

    minantes (el otro es la insercin estructural del

    problema en la vida social misma). Pero adems

    esa ideologa (una de las maneras de "hacer pol-

    tica") es determinante, tambin, de la forma de

    implementacin de la decisin tomada.

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    Recibido el 1 de junio de 2007

    Versin final presentada el 16 de agosto de 2007

    Aprobado el 20 de septiembre de 2007

    FORMA DE CITAR

    Testa M. Decidir en Salud, Quin?, Cmo? y Por qu? Salud Colectiva. 2007;3(3):247-257.