los frutos de la oración

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Braid44 LOS FRUTOS DE LA ORACIÓN LOS FRUTOS DE LA ORACIÓN Utiliza el mouse Música

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Este pps lo hice para celebrar a Santa Teresa de Avila en el día de su Fiesta y como un regalo para las carmelitas descalzas de Chile.

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LOS FRUTOS DE LA ORACIÓNLOS FRUTOS DE LA ORACIÓN

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Ana Maria
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Hola hola

Condiciones para saber si estamos haciendo verdadera oración:

Coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. La hipocresía es la consecuencia de parecer buenos sin serlos, como los fariseos.

Mayor humildad. La soberbia es la consecuencia de la poca necesidad de Dios. Sólo los humildes de corazón buscan al Señor pues lo necesitan.

Mayor celo apostólico y amor a nuestro Señor. La indiferencia es la consecuencia de no preocuparnos de lo que sucede en nuestra Iglesia y de no colaborar en la salvación de las almas.

Mayor amor por el prójimo. Amor que con el tiempo será sin distinción. El egoísmo es la consecuencia de la tibieza y falta de compromiso con nuestro Señor.

Mayor delicadeza de alma. No queremos fallar en nada al Señor, incluso llegamos a ver lo bueno en los demás. Asimismo, con mucha precisión y dolor vemos nuestras caídas. Lo contrario de esto es la autojustificación al ver lo malo sólo en los otros.

Ansias de recibir los sacramentos con frecuencia y de dar a conocer a Jesús. Esto último, no tanto con palabras sino con nuestro testimonio de vida.

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COHERENCIA ENTRE LO QUE DECIMOS Y LO QUE HACEMOSCOHERENCIA ENTRE LO QUE DECIMOS Y LO QUE HACEMOS

Muchas veces predicamos y no practicamos.Muchas veces predicamos y no practicamos.

Vamos a misa, recibimos la Eucaristía, rezamos y, sin embargo, regresamos Vamos a misa, recibimos la Eucaristía, rezamos y, sin embargo, regresamos enojados, sin reflejar de donde venimos y a quien hemos recibido. Además enojados, sin reflejar de donde venimos y a quien hemos recibido. Además juzgamos, condenamos y no practicamos la caridad.juzgamos, condenamos y no practicamos la caridad.

Nos falta alegría y estamos desanimados y hasta agrios y lo peor es que no somos Nos falta alegría y estamos desanimados y hasta agrios y lo peor es que no somos capaces de ver lo bueno en los demás.capaces de ver lo bueno en los demás.

Al contrario, si nuestra oración ha sido fecunda, vamos a regresar contentos. Si esta Al contrario, si nuestra oración ha sido fecunda, vamos a regresar contentos. Si esta alegría perdura, si trasmitimos paz, estamos dando a conocer a nuestro Señor e alegría perdura, si trasmitimos paz, estamos dando a conocer a nuestro Señor e induciendo a acercarse a su Palabra, a la oración y a los sacramentos.induciendo a acercarse a su Palabra, a la oración y a los sacramentos.

Estar contentos porque llevamos a Dios y lo reflejamos en nuestros actos, hace que Estar contentos porque llevamos a Dios y lo reflejamos en nuestros actos, hace que de alguna manera quienes están a nuestro lado, quieran conocerlo más e incluso ser de alguna manera quienes están a nuestro lado, quieran conocerlo más e incluso ser mejores.mejores.

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MAYOR HUMILDAD

Es en la oración donde conocemos las grandezas de Dios y también nuestra pequeñez, pues sin su auxilio somos capaces de cometer cualquier acto aberrante.

Es en la oración donde conocemos la humildad de la Santísima Virgen a quien mientras más conocemos, más la queremos, teniéndola por modelo de vida.

Ser humilde no significa arrastrarse ni renegar de nuestros talentos. Teresa de Ávila nos dice que “la humildad es andar en verdad”.

Cuando se es humilde, se destierra la soberbia, la que tanto mal nos hace y la que nos hace ver, a veces, despectivamente a los demás.

Una persona humilde de corazón es asequible, sabe escuchar, sabe reconocer los méritos de los otros.

Un corazón humilde contribuye a que a su alrededor exista cordialidad y no rivalidad.

Por último, un corazón humilde es el reflejo de Jesucristo que trasmite confianza, justicia y paz.

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CELO APOSTÓLICO

Es en la oración donde entendemos que Jesús quiere que todos logremos la gloria eterna, pues Él se hizo hombre y padeció por amor a nosotros con el fin de redimirnos.

Se comprende de tal modo su “sed de almas” que la trasmite como si fuese nuestra propia sed, convirtiéndola en celo devorador para apaciguar la de Él.

Nos da a entender que para acercar a las almas a Él, debemos ser Luz del Mundo, es decir, su fiel reflejo, pues de lo contrario, en lugar de llevar las almas a Dios, cabe también la posibilidad de alejarlas si nuestra conducta no es la de un verdadero cristiano.

Es en la oración donde entendemos que debemos rezar por la santificación de la Iglesia , de todos sus miembros y de los sacerdotes, luchando para que su Reino se extienda aquí y ahora.

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AMOR A NUESTRO SEÑOR

Es en la oración donde doblegamos nuestra voluntad , para hacer no lo que se nos da la gana sino para hacer lo que Él quiere de nosotros. Siempre , quiere algo bueno . Siendo dóciles a su querer, el mundo sería mejor.

A mayor amor a Dios, mayor amor a los hombres. Es en la oración donde lo conocemos más profundamente, meditando su vida y su acción permanente en cada uno de nosotros.

Los santos se han destacado por su gran amor a Dios y también por su gran amor a las personas. Dar las espaldas a alguien o dejar que se marche con las manos vacías es decirle “no” a Jesucristo.

Es en la oración donde conocemos su plan divino, su perfección, su misericordia , su paciencia al esperarnos; su delicadeza al dejarnos libres para acercarnos o alejarnos de Él.

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AMOR A NUESTRO SEÑOR

Es en la oración donde doblegamos nuestra voluntad para hacer no lo que se nos da la gana sino para hacer lo que Él quiere de nosotros y, como siempre , quiere algo bueno , obedeciéndole,el mundo sería mejor.

A mayor amor a Dios, mayor amor a los hombres. Es en la oración donde lo conocemos más profundamente, meditando su vida, su acción permanente en cada uno de nosotros.

Los santos se han destacado por su gran amor a Dios y también por su gran amor a las personas,. Dar las espaldas a alguien o dejar que se marche con las manos vacías es decirle “no” a Jesucristo.

Es el la oración donde conocemos su grandeza, su perfección, su misericordia , su paciencia de esperarnos, su delicadeza al dejarnos libres para acercarnos o alejarnos de Él.

AMOR AL PRÓJIMO

Es en la oración donde nos damos cuenta cuánto vamos queriendo a Jesucristoen la medida en que vamos conociéndolo.

Es en la oración donde Él se comunica y se da.

También es en la oración donde nos hace ver que hay personas que nos necesitan, a veces hasta con urgencia.

La oración nos abre al amor de Dios, pero también nos abre al amor de los otros.

Esto se traduce en un darse cuenta de lo que otros no ven, de entender la situación de los demás, de saber colocarnos en su lugar y de salir en su auxilio.

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1- DELICADEZA DE ALMA

Consiste, entre otras cosas, en tener conciencia que cualquier acto malo, por pequeño que sea, es motivo de gran pena por el daño que podemos causarle a alguien y por lo que podemos herir a Dios.

Estos actos negativos, antes de emprender el camino de la oración, eran nimiedades, pues los considerábamos normales. No se trata de escrúpulos sino de finura, de ofrecer lo mejor nuestro al Señor y al prójimo.

También apunta a hacer nuestros deberes, por sencillos y cotidianos que sean, con cariño, con profesionalismo y perfección, para contentar al Señor, para contentar a quienes nos rodean y para mejorar nuestro entorno.

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2.- DELICADEZA DE ALMA

Tal como la oración afina nuestra conciencia, también nos hace valorar a quienes nos rodean, viendo en ellos lo mejor que tienen y valorizando sus esfuerzos y actitudes positivas.

Dejamos de juzgar, dejamos de pensar mal de ellos. Comenzamos a mirarlos y a quererlos desde otro prisma: son hermanos nuestros; todos son hermanos, hijos de un mismo Padre y como a tales debemos tratarlos y quererlos, entregándoles lo mejor de nosotros mismos.

Para decir verdades, no es necesario herir ni humillar. La verdad enfrentada con amor, delicadeza y con el ánimo de ayudar a que el otro crezca, es uno de los frutos de la oración.

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ANSIAS DE RECIBIR LOS SACRAMENTOS CON FRECUENCIA

Al hacer oración, el corazón se va ensanchando para dar cabida al Cristo total: resucitado, transfigurado, sumo y eterno sacerdote, pastor, redentor, omnipresente y siempre pendiente de todos y de cada uno.

Jesucristo, cabeza del Cuerpo Místico de la Iglesia, quien nos da la misión de formar parte activa de su Cuerpo Místico, nos necesita.

Jesucristo, quien se ofrece para permanecer en nosotros a través de la Eucaristía, nos busca para que nosotros también lo busquemos y lo encontremos en la Eucaristía, en la oración y en todos nuestros actos.

No se puede concebir la Eucaristía sin el Sacramento del Perdón. Nos pide que antes nos purifiquemos mediante éste.

Esto lo sentimos en la oración y también sentimos la necesidad de propagar lo indecible e inconmesurable: recibirlo, si queremos, diariamente en nuestro corazón.

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¿CÓMO ORAR?

Escuelas de oración no existen. Grupos de oración sí los hay y es recomendable pertenecer a alguno para así crecer en la oración y considerar las experiencias de otros.

Sin embargo, no es necesario aprender a orar pues se aprende mejor, orando.

Sí es importante saber rezar el rosario y detenerse en cada misterio. Decirle a la Virgen que nos conduzca a través del Avemaría a su Hijo, glorificar a la Trinidad con el Gloria; rezar, como Cristo nos enseñó , el Padrenuestro.

Leer diariamente una parte del Evangelio y meditarla. (Podemos aprovechar internet para pedir que un sitio católico, nos envíe diariamente el Evangelio del día). Es enriquecedor leerlo antes de asistir a misa pues así se medita mejor y queda más grabado en nuestro corazón.

Buscar lecturas de santos de la Iglesia que inflamen nuestro amor.

Si es posible, tener un director espiritual que nos guíe y nos indique si vamos por el camino correcto.

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¿BASTA SÓLO EL ROSARIO Y LA MEDITACIÓN DE ALGUNA LECTURA ?

Esta respuesta sólo la puede dar un director espiritual.

La oración personal y comunitaria, la litúrgica, la del rosario y la meditación, siempre son necesarias.

Sin embargo, sin darnos cuenta, después de meditar y meditar, después de quedarnos dormidos en el Señor , siendo nuestro último pensamiento dirigido a Él, en la medida que pasa el tiempo, surge muchas veces un deseo espontáneo de contemplar.

Hay personas llamadas a la oración contemplativa sin necesidad de ser monjes o monjas, hay otras que se quedarán con la oración vocal. Ambas son oraciones que dependen de nuestras naturalezas y por donde Dios nos quiera conducir.

No se es más santo ni menos santo si se contempla o no. Lo importante es perseverar en la oración , queramos o no, con ganas o sin ellas.

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LO IMPORTANTE ES ORAR

Tal cual, eso es lo importante, pues el fin de la oración es conocer y amar a Dios para llegar a la unión con Él, lo que nos conducirá a la vez a amar más a nuestros hermanos y así el mundo será mejor.

Pero debemos buscar ambientes propicios para hacer oración. La soledad y el silencio son fundamentales para crecer en la oración. Lo que no significa que estemos solos.

Edith Stein, carmelita descalza canonizada, nos dice que antes de entrar al monasterio, buscaba los minutos de silencio interior para entrar en comunión con Dios. Para ello, antes de presentarse en el aula donde impartía clases, dedica inmediatamente al despertar , el primer pensamiento al Señor. Lo hace tranquila, sin apuros, pues despierta más temprano para ello.

Teresa de Jesús de Los Andes , antes de entrar al convento de carmelitas, nos cuenta que debido a las labores que debe hacer en su hogar, pues ha asumido como dueña de casa, debe acostarse muy tarde, teniendo muy poco tiempo para la oración, pues las tareas comienzan muy temprano , aunque sí asiste a misa diariamente. Por las noches tiene su cita con Cristo, cuando todos duermen y nadie reclama de sus servicios.

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MEDITACIÓN

Es una búsqueda constante para conocer y amar cada día más a nuestro Señor.

La meditación hace intervenir el pensamiento, el deseo, la imaginación, la emoción. Es fundamental que esté orientada hacia el conocimiento del amor de Jesucristo y hacia la unión con Él.

La meditación puede ser sobre una oración o un pasaje del Evangelio. Pero lo importante no es detenerse a desglosar un hecho con la inteligencia y quedar éste flotando sólo en el intelecto. Santa Teresa de Ávila nos dirá que “la cuestión no está en pensar mucho sino en amar mucho”, pues la oración no es un ejercicio mental sino un tú a tú con quien sabemos que nos ama.

Si hay distracciones extremas o sólo es el intelecto quien trabaja, tal vez es recomendable redoblar la oración vocal, es decir, rezar con más continuidad el rosario y las diferentes oraciones.

Por muy elevada que sea la oración de alguien, jamás debe dejar el rezo del rosario y las demás oraciones.

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LA CONTEMPLACIÓN

Contemplar no es mirar, no es pasividad ni arrobamiento. Simplemente es un modo de oración.

Es un camino y un proceso al cual , con la gracia de Dios, podemos llegar si hemos meditado con frecuencia, orientándonos con amor hacia Jesucristo y buscando la unión con Él.

El recorrido no es sencillo, pues el medio para hacerlo es la fe, la cual es oscura para el entendimiento.

La contemplación es un camino para llegar al conocimiento de Dios. Santa Teresa de Ávila nos dice que “procuremos esforzar la fe”, dejándonos claro que la fe necesita ejercitarse, pues es el medio para llegar a la contemplación.

Contemplar es detenerse con amor en algo relacionado con Jesucristo y que se ha meditado una y otra vez. Es dejarse inundar por el fuego abrasador de Dios y dejarse guiar por Él.

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FECUNDIDAD DE LA ORACIÓN

Si en la oración buscamos a Cristo , los frutos serán fecundos.

¿Qué sería del mundo sin la oración?

¿Cuántos acontecimientos malos ha evitado la oración?

¿Cuántas maravillas ha producido la fuerza de la oración?

En el mundo de hoy falta fe y esperanza, por lo tanto la alegría es escasa. Sin la alegría, es muy difícil valorar las maravillas que existen. Al contrario, se ve sólo lo malo. El ser humano se desmoraliza y no lucha para mejorarlo.

Si intensificamos la oración, habrá más amor, más esperanza, justicia, paz, pues la oración siempre tiende al Bien y a lo que trasciende.

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EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA

Si pudiéramos dimensionar el poder de la oración, seguro que nadie dejaría de rezar.

Hay situaciones límites que ante los ojos humanos son imposibles de resolver. Sin embargo, para nuestro Señor nada es imposible.

Por lo demás, no es lo mismo vivir esas situaciones solos que vivirlas asidosa Dios, en sintonía con Él.

Con determinación, propongámonos a orar.

Conozcamos a Cristo en la oración.

Seamos otro Cristo, pues Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

Hagamos que los demás también se transformen en Cristo y que el Reino de Dios impere aquí y ahora en la tierra para perpetuarse en la eternidad.

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Toda la vida de Jesús se realiza en un clima de oración. Su vida públicacomienza con una oración en el Bautismo y un largo retiro de oración en soledad.

Ora en los momentos de decisiones importantes, como al elegir a sus apóstoles, al enseñar el Padrenuestro, antes de curar al pequeño epiléptico…

Se retira de su vida pública para dedicarse a conversar con su Padre. Pasa horas en comunión con Él.

Jesús no se limita a las oraciones litúrgicas como era la costumbre en su tiempo, sino que le da a la oración un carácter personal, de confianza, de un tú a tú.

Fue Él quien introdujo la oración a la vida cotidiana, íntima, personal, familiar , colocándola en medio de la existencia como algo natural y propio del ser humano.

Y también es Él quien nos pide que continuemos este coloquio íntimo porque quiere darse y darnos, porque quiere que le pidamos, porque nos ama y necesita demostrarlo.

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15 de octubre: Festividad de Santa Teresa de Jesús de Ávila Maestra de oración, Doctora de la Iglesia

COLECCIÓN CULTURA ARTE Y FEMúsica : Canon en Re Mayor de PachelbelFotografías tomadas de [email protected]