libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de...

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¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular! 1 Colección Emancipación Obrera IBAGUÉ-TOLIMA 2015 GMM

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Cuentos Folklóricos Rusos. Afanasiev, Alekandr Nikoalevich. Colección E.O. Abril 18 de 2015. Guillermo Molina Miranda

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Page 1: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

1

Coleccioacuten Emancipacioacuten Obrera IBAGUEacute-TOLIMA 2015

GMM

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

2

copy Libro No 1633 Cuentos Folkloacutericos Rusos Afanasiev Alekandr Nikoalevich

Coleccioacuten EO Abril 18 de 2015

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Versioacuten Original copy Cuentos Folkloacutericos Rusos Alekandr Nikoalevich Afanasiev

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Cuentos Folkloacutericos

Rusos

Alekandr Nikoalevich Afanasiev

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CUENTOS FOLKLOacuteRICOS RUSOS

Alekandr Nikoalevich Afanasiev

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El pez de oro

En una isla muy lejana llamada isla Buiaacuten habiacutea una cabantildea pequentildea y vieja que serviacutea

de albergue a un anciano y su mujer Viviacutean en la mayor pobreza todos sus bienes se

reduciacutean a la cabantildea y a una red que el mismo marido habiacutea hecho y con la que todos

los diacuteas iba a pescar como uacutenico medio de procurarse el sustento de ambos

Un diacutea echoacute su red en el mar empezoacute a tirar de ella y le parecioacute que pesaba

extraordinariamente Esperando una buena pesca se puso muy contento pero cuando

logroacute recoger la red vio que estaba vaciacutea tan soacutelo a fuerza de registrar bien encontroacute

un pequentildeo pez Al tratar de cogerlo quedoacute asombrado al ver que era un pez de oro su

asombro crecioacute de punto al oiacuter que el Pez con voz humana le suplicaba

-No me cojas abuelito deacutejame nadar libremente en el mar y te podreacute ser uacutetil daacutendote

todo lo que pidas

El anciano meditoacute un rato y le contestoacute

-No necesito nada de ti vive en paz en el mar iexclAnda

Y al decir esto echoacute el pez de oro al agua

Al volver a la cabantildea su mujer que era muy ambiciosa y soberbia le preguntoacute

-iquestQueacute tal ha sido la pesca

-Mala mujer -contestoacute quitaacutendole importancia a lo ocurrido- soacutelo pude coger un pez

de oro tan pequentildeo que al oiacuter sus suacuteplicas para que lo soltase me dio laacutestima y lo dejeacute

en libertad a cambio de la promesa de que me dariacutea lo que le pidiese

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-iexclOh viejo tonto Has tenido entre tus manos una gran fortuna y no supiste conservarla

Y se enfadoacute la mujer de tal modo que durante todo el diacutea estuvo rintildeendo a su marido

no dejaacutendolo en paz ni un solo instante

-Si al menos ya que no pescaste nada le hubieses pedido un poco de pan tendriacuteas algo

que comer pero iquestqueacute comeraacutes ahora si no hay en casa ni una migaja

Al fin el marido no pudiendo soportar maacutes a su mujer fue en busca del pez de oro se

acercoacute a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-Se ha enfadado conmigo mi mujer por haberte soltado y me ha mandado que te pida

pan

-Bien vete a casa que el pan no les faltaraacute

El anciano volvioacute a casa y preguntoacute a su mujer

-iquestCoacutemo van las cosas mujer iquestTenemos bastante pan

-Pan hay de sobra porque estaacute el cajoacuten lleno -dijo la mujer- pero lo que nos hace falta

es una artesa nueva porque se ha hendido la madera de la que tenemos y no podemos

lavar la ropa ve y dile al pez de oro que nos deacute una

El viejo se dirigioacute a la playa otra vez y llamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute necesitas buen viejo

-Mi mujer me mandoacute a pedirte una artesa nueva

-Bien tendraacutes tambieacuten una artesa nueva

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De vuelta a su casa cuando apenas habiacutea pisado el umbral su mujer le salioacute al paso

gritaacutendole imperiosamente

-Vete en seguida a pedirle al pez de oro que nos regale una cabantildea nueva en la nuestra

ya no se puede vivir porque apenas se tiene de pie

Se fue el marido a la orilla del mar y gritoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez nadoacute hacia la orilla ponieacutendose con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia el

anciano y le preguntoacute

-iquestQueacute necesitas ahora viejo

-Construacuteyenos una nueva cabantildea mi mujer no me deja vivir en paz rintildeeacutendome

continuamente y dicieacutendome que no quiere vivir maacutes en la vieja porque amenaza

hundirse de un diacutea a otro

-No te entristezcas Vuelve a tu casa y reza que todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa y vio con asombro que en el lugar de la cabantildea vieja habiacutea

otra nueva hecha de roble y con adornos de talla Corrioacute a su encuentro su mujer no

bien lo hubo visto y rintildeeacutendolo e injuriaacutendolo maacutes enfadada que nunca le gritoacute

-iexclQueacute viejo maacutes estuacutepido eres No sabes aprovecharte de la suerte Has conseguido

tener una cabantildea nueva y creeraacutes que has hecho algo importante iexclImbeacutecil Ve otra vez

al mar y dile al pez de oro que no quiero ser por maacutes tiempo una campesina quiero ser

mujer de gobernador para que me obedezca la gente y me salude con reverencia

Se dirigioacute de nuevo el anciano a la orilla del mar y llamoacute en alta voz

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Se arrimoacute el Pez a la orilla como otras veces y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

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Eacuteste le contestoacute

-No me deja en paz mi mujer por fuerza se ha vuelto completamente loca dice que no

quiere ser maacutes una campesina que quiere ser una mujer de gobernador

-Bien no te apures vete a casa y reza a Dios que yo lo arreglareacute todo

Volvioacute a casa el anciano pero al llegar vio que en el sitio de la cabantildea se elevaba una

magniacutefica casa de piedra con tres pisos corriacutea apresurada la servidumbre por el patio

en la cocina los cocineros preparaban la comida mientras que su mujer se hallaba

sentada en un rico silloacuten vestida con un precioso traje de brocado y dando oacuterdenes a

toda la servidumbre

-iexclHola mujer iquestEstaacutes ya contenta -le dijo el marido

-iquestCoacutemo has osado llamarme tu mujer a miacute que soy la mujer de un gobernador -y

dirigieacutendose a sus servidores les ordenoacute- Cojan a ese miserable campesino que

pretende ser mi marido y lleacutevenlo a la cuadra para que lo azoten bien

En seguida acudioacute la servidumbre cogieron por el cuello al pobre viejo y lo arrastraron

a la cuadra donde los mozos lo azotaron y apalearon de tal modo que con gran

dificultad pudo luego ponerse en pie Despueacutes de esto la cruel mujer lo nombroacute

barrendero de la casa y le dieron una escoba para que barriese el patio con el encargo

de que estuviese siempre limpio

Para el pobre anciano empezoacute una existencia llena de amarguras y humillaciones teniacutea

que comer en la cocina y todo el diacutea estaba ocupado barriendo el patio porque apenas

cometiacutea la menor falta lo castigaban apaleaacutendolo en la cuadra

-iexclQueacute mala mujer -pensaba el desgraciado- He conseguido para ella todo lo que ha

deseado y me trata del modo maacutes cruel llegando hasta a negar que yo sea su marido

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Sin embargo no duroacute mucho tiempo aquello porque al fin se aburrioacute la vieja de su

papel de mujer de gobernador Llamoacute al anciano y le ordenoacute

-Ve viejo tonto y dile al pez de oro que no quiero ser maacutes mujer de gobernador que

quiero ser zarina

Se fue el anciano a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez de oro se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-iexclAy pobre de miacute Mi mujer se ha vuelto auacuten maacutes loca que antes ya no quiere ser

mujer de gobernador quiere ser zarina

-No te apures Vuelve tranquilamente a casa y reza a Dios Todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa pero en el sitio de eacutesta vio elevarse un magniacutefico palacio

cubierto con un tejado de oro los centinelas haciacutean la guardia en la puerta con el arma

al brazo detraacutes del palacio se extendiacutea un hermosiacutesimo jardiacuten y delante habiacutea una

explanada en la que estaba formado un gran ejeacutercito La mujer engalanada como

correspondiacutea a su rango de zarina salioacute al balcoacuten seguida de gran nuacutemero de generales

y nobles y empezoacute a pasar revista a sus tropas Los tambores redoblaron las muacutesicas

tocaron el himno real y los soldados lanzaron hurras ensordecedores

A pesar de toda esta magnificencia despueacutes de poco tiempo se aburrioacute la mujer de ser

zarina y mandoacute que buscasen al anciano y lo trajesen a su presencia

Al oiacuter esta orden todos los que la rodeaban se pusieron en movimiento los generales

y los nobles corriacutean apresurados de un lado a otro diciendo laquoiquestQueacute viejo seraacute eacuteseraquo

Al fin con gran dificultad lo encontraron en un corral y lo llevaron a presencia de la

zarina que le gritoacute

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-iexclVe viejo tonto ve en seguida a la orilla del mar y dile al pez de oro que no quiero

ser maacutes una zarina quiero ser la diosa de los mares para que todos los mares y todos

los peces me obedezcan

El buen viejo quiso negarse pero su mujer lo amenazoacute con cortarle la cabeza si se

atreviacutea a desobedecerla Con el corazoacuten oprimido se dirigioacute el anciano a la orilla del

mar y una vez alliacute exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Pero no aparecioacute el pez de oro el anciano lo llamoacute por segunda vez pero tampoco

vino Lo llamoacute por tercera vez y de repente se alborotoacute el mar se levantaron grandes

olas y el color azul del agua se obscurecioacute hasta volverse negro Entonces el Pez de oro

se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute maacutes quieres buen viejo

El pobre anciano le contestoacute

-No seacute queacute hacer con mi mujer estaacute furiosa conmigo y me ha amenazado con cortarme

la cabeza si no vengo a decirte que ya no le basta con ser una zarina que quiere ser

diosa de los mares para mandar en todos los mares y gobernar a todos los peces

Esta vez el pez no respondioacute nada al anciano se volvioacute y desaparecioacute en las

profundidades del mar

El desgraciado viejo se volvioacute a casa y quedoacute lleno de asombro El magniacutefico palacio

habiacutea desaparecido y en su lugar se hallaba otra vez la primitiva cabantildea vieja y

pequentildea en la cual estaba sentada su mujer vestida con unas ropas pobres y

remendadas

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Tuvieron que volver a su vida de antes dedicaacutendose otra vez el viejo a la pesca y

aunque todos los diacuteas echaba su red al mar nunca volvioacute a tener la suerte de pescar al

maravilloso pez de oro

Basilisa la Hermosa

En un reino viviacutea una vez un comerciante con su mujer y su uacutenica hija llamada Basilisa

la Hermosa Al cumplir la nintildea los ocho antildeos se puso enferma su madre y presintiendo

su proacutexima muerte llamoacute a Basilisa le dio una muntildeeca y le dijo

-Escuacutechame hijita miacutea y acueacuterdate bien de mis uacuteltimas palabras Yo me muero y con

mi bendicioacuten te dejo esta muntildeeca guaacuterdala siempre con cuidado sin mostrarla a nadie

y cuando te suceda alguna desdicha piacutedele consejo

Despueacutes de haber dicho estas palabras la madre besoacute a su hija suspiroacute y se murioacute

El comerciante al quedarse viudo se entristecioacute mucho pero pasoacute tiempo se fue

consolando y decidioacute volver a casarse Era un hombre bueno y muchas mujeres lo

deseaban por marido pero entre todas eligioacute una viuda que teniacutea dos hijas de la edad

de Basilisa y que en toda la comarca teniacutea fama de ser buena madre y ama de casa

ejemplar

El comerciante se casoacute con ella pero pronto comprendioacute que se habiacutea equivocado pues

no encontroacute la buena madre que para su hija deseaba Basilisa era la joven maacutes hermosa

de la aldea la madrastra y sus hijas envidiosas de su belleza la mortificaban

continuamente y le imponiacutean toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de

cansancio y para que el aire y el sol quemaran su cutis delicado Basilisa soportaba

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todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

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trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

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cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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22

-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

23

Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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24

El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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25

Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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26

El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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28

-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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29

necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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30

Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

32

El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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37

Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

38

El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

39

Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Coleccioacuten EO Abril 18 de 2015

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3

Cuentos Folkloacutericos

Rusos

Alekandr Nikoalevich Afanasiev

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4

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5

CUENTOS FOLKLOacuteRICOS RUSOS

Alekandr Nikoalevich Afanasiev

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6

El pez de oro

En una isla muy lejana llamada isla Buiaacuten habiacutea una cabantildea pequentildea y vieja que serviacutea

de albergue a un anciano y su mujer Viviacutean en la mayor pobreza todos sus bienes se

reduciacutean a la cabantildea y a una red que el mismo marido habiacutea hecho y con la que todos

los diacuteas iba a pescar como uacutenico medio de procurarse el sustento de ambos

Un diacutea echoacute su red en el mar empezoacute a tirar de ella y le parecioacute que pesaba

extraordinariamente Esperando una buena pesca se puso muy contento pero cuando

logroacute recoger la red vio que estaba vaciacutea tan soacutelo a fuerza de registrar bien encontroacute

un pequentildeo pez Al tratar de cogerlo quedoacute asombrado al ver que era un pez de oro su

asombro crecioacute de punto al oiacuter que el Pez con voz humana le suplicaba

-No me cojas abuelito deacutejame nadar libremente en el mar y te podreacute ser uacutetil daacutendote

todo lo que pidas

El anciano meditoacute un rato y le contestoacute

-No necesito nada de ti vive en paz en el mar iexclAnda

Y al decir esto echoacute el pez de oro al agua

Al volver a la cabantildea su mujer que era muy ambiciosa y soberbia le preguntoacute

-iquestQueacute tal ha sido la pesca

-Mala mujer -contestoacute quitaacutendole importancia a lo ocurrido- soacutelo pude coger un pez

de oro tan pequentildeo que al oiacuter sus suacuteplicas para que lo soltase me dio laacutestima y lo dejeacute

en libertad a cambio de la promesa de que me dariacutea lo que le pidiese

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7

-iexclOh viejo tonto Has tenido entre tus manos una gran fortuna y no supiste conservarla

Y se enfadoacute la mujer de tal modo que durante todo el diacutea estuvo rintildeendo a su marido

no dejaacutendolo en paz ni un solo instante

-Si al menos ya que no pescaste nada le hubieses pedido un poco de pan tendriacuteas algo

que comer pero iquestqueacute comeraacutes ahora si no hay en casa ni una migaja

Al fin el marido no pudiendo soportar maacutes a su mujer fue en busca del pez de oro se

acercoacute a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-Se ha enfadado conmigo mi mujer por haberte soltado y me ha mandado que te pida

pan

-Bien vete a casa que el pan no les faltaraacute

El anciano volvioacute a casa y preguntoacute a su mujer

-iquestCoacutemo van las cosas mujer iquestTenemos bastante pan

-Pan hay de sobra porque estaacute el cajoacuten lleno -dijo la mujer- pero lo que nos hace falta

es una artesa nueva porque se ha hendido la madera de la que tenemos y no podemos

lavar la ropa ve y dile al pez de oro que nos deacute una

El viejo se dirigioacute a la playa otra vez y llamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute necesitas buen viejo

-Mi mujer me mandoacute a pedirte una artesa nueva

-Bien tendraacutes tambieacuten una artesa nueva

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De vuelta a su casa cuando apenas habiacutea pisado el umbral su mujer le salioacute al paso

gritaacutendole imperiosamente

-Vete en seguida a pedirle al pez de oro que nos regale una cabantildea nueva en la nuestra

ya no se puede vivir porque apenas se tiene de pie

Se fue el marido a la orilla del mar y gritoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez nadoacute hacia la orilla ponieacutendose con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia el

anciano y le preguntoacute

-iquestQueacute necesitas ahora viejo

-Construacuteyenos una nueva cabantildea mi mujer no me deja vivir en paz rintildeeacutendome

continuamente y dicieacutendome que no quiere vivir maacutes en la vieja porque amenaza

hundirse de un diacutea a otro

-No te entristezcas Vuelve a tu casa y reza que todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa y vio con asombro que en el lugar de la cabantildea vieja habiacutea

otra nueva hecha de roble y con adornos de talla Corrioacute a su encuentro su mujer no

bien lo hubo visto y rintildeeacutendolo e injuriaacutendolo maacutes enfadada que nunca le gritoacute

-iexclQueacute viejo maacutes estuacutepido eres No sabes aprovecharte de la suerte Has conseguido

tener una cabantildea nueva y creeraacutes que has hecho algo importante iexclImbeacutecil Ve otra vez

al mar y dile al pez de oro que no quiero ser por maacutes tiempo una campesina quiero ser

mujer de gobernador para que me obedezca la gente y me salude con reverencia

Se dirigioacute de nuevo el anciano a la orilla del mar y llamoacute en alta voz

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Se arrimoacute el Pez a la orilla como otras veces y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Eacuteste le contestoacute

-No me deja en paz mi mujer por fuerza se ha vuelto completamente loca dice que no

quiere ser maacutes una campesina que quiere ser una mujer de gobernador

-Bien no te apures vete a casa y reza a Dios que yo lo arreglareacute todo

Volvioacute a casa el anciano pero al llegar vio que en el sitio de la cabantildea se elevaba una

magniacutefica casa de piedra con tres pisos corriacutea apresurada la servidumbre por el patio

en la cocina los cocineros preparaban la comida mientras que su mujer se hallaba

sentada en un rico silloacuten vestida con un precioso traje de brocado y dando oacuterdenes a

toda la servidumbre

-iexclHola mujer iquestEstaacutes ya contenta -le dijo el marido

-iquestCoacutemo has osado llamarme tu mujer a miacute que soy la mujer de un gobernador -y

dirigieacutendose a sus servidores les ordenoacute- Cojan a ese miserable campesino que

pretende ser mi marido y lleacutevenlo a la cuadra para que lo azoten bien

En seguida acudioacute la servidumbre cogieron por el cuello al pobre viejo y lo arrastraron

a la cuadra donde los mozos lo azotaron y apalearon de tal modo que con gran

dificultad pudo luego ponerse en pie Despueacutes de esto la cruel mujer lo nombroacute

barrendero de la casa y le dieron una escoba para que barriese el patio con el encargo

de que estuviese siempre limpio

Para el pobre anciano empezoacute una existencia llena de amarguras y humillaciones teniacutea

que comer en la cocina y todo el diacutea estaba ocupado barriendo el patio porque apenas

cometiacutea la menor falta lo castigaban apaleaacutendolo en la cuadra

-iexclQueacute mala mujer -pensaba el desgraciado- He conseguido para ella todo lo que ha

deseado y me trata del modo maacutes cruel llegando hasta a negar que yo sea su marido

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Sin embargo no duroacute mucho tiempo aquello porque al fin se aburrioacute la vieja de su

papel de mujer de gobernador Llamoacute al anciano y le ordenoacute

-Ve viejo tonto y dile al pez de oro que no quiero ser maacutes mujer de gobernador que

quiero ser zarina

Se fue el anciano a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez de oro se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-iexclAy pobre de miacute Mi mujer se ha vuelto auacuten maacutes loca que antes ya no quiere ser

mujer de gobernador quiere ser zarina

-No te apures Vuelve tranquilamente a casa y reza a Dios Todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa pero en el sitio de eacutesta vio elevarse un magniacutefico palacio

cubierto con un tejado de oro los centinelas haciacutean la guardia en la puerta con el arma

al brazo detraacutes del palacio se extendiacutea un hermosiacutesimo jardiacuten y delante habiacutea una

explanada en la que estaba formado un gran ejeacutercito La mujer engalanada como

correspondiacutea a su rango de zarina salioacute al balcoacuten seguida de gran nuacutemero de generales

y nobles y empezoacute a pasar revista a sus tropas Los tambores redoblaron las muacutesicas

tocaron el himno real y los soldados lanzaron hurras ensordecedores

A pesar de toda esta magnificencia despueacutes de poco tiempo se aburrioacute la mujer de ser

zarina y mandoacute que buscasen al anciano y lo trajesen a su presencia

Al oiacuter esta orden todos los que la rodeaban se pusieron en movimiento los generales

y los nobles corriacutean apresurados de un lado a otro diciendo laquoiquestQueacute viejo seraacute eacuteseraquo

Al fin con gran dificultad lo encontraron en un corral y lo llevaron a presencia de la

zarina que le gritoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-iexclVe viejo tonto ve en seguida a la orilla del mar y dile al pez de oro que no quiero

ser maacutes una zarina quiero ser la diosa de los mares para que todos los mares y todos

los peces me obedezcan

El buen viejo quiso negarse pero su mujer lo amenazoacute con cortarle la cabeza si se

atreviacutea a desobedecerla Con el corazoacuten oprimido se dirigioacute el anciano a la orilla del

mar y una vez alliacute exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Pero no aparecioacute el pez de oro el anciano lo llamoacute por segunda vez pero tampoco

vino Lo llamoacute por tercera vez y de repente se alborotoacute el mar se levantaron grandes

olas y el color azul del agua se obscurecioacute hasta volverse negro Entonces el Pez de oro

se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute maacutes quieres buen viejo

El pobre anciano le contestoacute

-No seacute queacute hacer con mi mujer estaacute furiosa conmigo y me ha amenazado con cortarme

la cabeza si no vengo a decirte que ya no le basta con ser una zarina que quiere ser

diosa de los mares para mandar en todos los mares y gobernar a todos los peces

Esta vez el pez no respondioacute nada al anciano se volvioacute y desaparecioacute en las

profundidades del mar

El desgraciado viejo se volvioacute a casa y quedoacute lleno de asombro El magniacutefico palacio

habiacutea desaparecido y en su lugar se hallaba otra vez la primitiva cabantildea vieja y

pequentildea en la cual estaba sentada su mujer vestida con unas ropas pobres y

remendadas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Tuvieron que volver a su vida de antes dedicaacutendose otra vez el viejo a la pesca y

aunque todos los diacuteas echaba su red al mar nunca volvioacute a tener la suerte de pescar al

maravilloso pez de oro

Basilisa la Hermosa

En un reino viviacutea una vez un comerciante con su mujer y su uacutenica hija llamada Basilisa

la Hermosa Al cumplir la nintildea los ocho antildeos se puso enferma su madre y presintiendo

su proacutexima muerte llamoacute a Basilisa le dio una muntildeeca y le dijo

-Escuacutechame hijita miacutea y acueacuterdate bien de mis uacuteltimas palabras Yo me muero y con

mi bendicioacuten te dejo esta muntildeeca guaacuterdala siempre con cuidado sin mostrarla a nadie

y cuando te suceda alguna desdicha piacutedele consejo

Despueacutes de haber dicho estas palabras la madre besoacute a su hija suspiroacute y se murioacute

El comerciante al quedarse viudo se entristecioacute mucho pero pasoacute tiempo se fue

consolando y decidioacute volver a casarse Era un hombre bueno y muchas mujeres lo

deseaban por marido pero entre todas eligioacute una viuda que teniacutea dos hijas de la edad

de Basilisa y que en toda la comarca teniacutea fama de ser buena madre y ama de casa

ejemplar

El comerciante se casoacute con ella pero pronto comprendioacute que se habiacutea equivocado pues

no encontroacute la buena madre que para su hija deseaba Basilisa era la joven maacutes hermosa

de la aldea la madrastra y sus hijas envidiosas de su belleza la mortificaban

continuamente y le imponiacutean toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de

cansancio y para que el aire y el sol quemaran su cutis delicado Basilisa soportaba

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

13

todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

14

trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

15

cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

16

satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

21

-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

22

-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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24

El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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25

Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

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33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

39

Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

41

-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

42

El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

44

El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

47

-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 3: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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3

Cuentos Folkloacutericos

Rusos

Alekandr Nikoalevich Afanasiev

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4

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5

CUENTOS FOLKLOacuteRICOS RUSOS

Alekandr Nikoalevich Afanasiev

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6

El pez de oro

En una isla muy lejana llamada isla Buiaacuten habiacutea una cabantildea pequentildea y vieja que serviacutea

de albergue a un anciano y su mujer Viviacutean en la mayor pobreza todos sus bienes se

reduciacutean a la cabantildea y a una red que el mismo marido habiacutea hecho y con la que todos

los diacuteas iba a pescar como uacutenico medio de procurarse el sustento de ambos

Un diacutea echoacute su red en el mar empezoacute a tirar de ella y le parecioacute que pesaba

extraordinariamente Esperando una buena pesca se puso muy contento pero cuando

logroacute recoger la red vio que estaba vaciacutea tan soacutelo a fuerza de registrar bien encontroacute

un pequentildeo pez Al tratar de cogerlo quedoacute asombrado al ver que era un pez de oro su

asombro crecioacute de punto al oiacuter que el Pez con voz humana le suplicaba

-No me cojas abuelito deacutejame nadar libremente en el mar y te podreacute ser uacutetil daacutendote

todo lo que pidas

El anciano meditoacute un rato y le contestoacute

-No necesito nada de ti vive en paz en el mar iexclAnda

Y al decir esto echoacute el pez de oro al agua

Al volver a la cabantildea su mujer que era muy ambiciosa y soberbia le preguntoacute

-iquestQueacute tal ha sido la pesca

-Mala mujer -contestoacute quitaacutendole importancia a lo ocurrido- soacutelo pude coger un pez

de oro tan pequentildeo que al oiacuter sus suacuteplicas para que lo soltase me dio laacutestima y lo dejeacute

en libertad a cambio de la promesa de que me dariacutea lo que le pidiese

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7

-iexclOh viejo tonto Has tenido entre tus manos una gran fortuna y no supiste conservarla

Y se enfadoacute la mujer de tal modo que durante todo el diacutea estuvo rintildeendo a su marido

no dejaacutendolo en paz ni un solo instante

-Si al menos ya que no pescaste nada le hubieses pedido un poco de pan tendriacuteas algo

que comer pero iquestqueacute comeraacutes ahora si no hay en casa ni una migaja

Al fin el marido no pudiendo soportar maacutes a su mujer fue en busca del pez de oro se

acercoacute a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-Se ha enfadado conmigo mi mujer por haberte soltado y me ha mandado que te pida

pan

-Bien vete a casa que el pan no les faltaraacute

El anciano volvioacute a casa y preguntoacute a su mujer

-iquestCoacutemo van las cosas mujer iquestTenemos bastante pan

-Pan hay de sobra porque estaacute el cajoacuten lleno -dijo la mujer- pero lo que nos hace falta

es una artesa nueva porque se ha hendido la madera de la que tenemos y no podemos

lavar la ropa ve y dile al pez de oro que nos deacute una

El viejo se dirigioacute a la playa otra vez y llamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute necesitas buen viejo

-Mi mujer me mandoacute a pedirte una artesa nueva

-Bien tendraacutes tambieacuten una artesa nueva

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

8

De vuelta a su casa cuando apenas habiacutea pisado el umbral su mujer le salioacute al paso

gritaacutendole imperiosamente

-Vete en seguida a pedirle al pez de oro que nos regale una cabantildea nueva en la nuestra

ya no se puede vivir porque apenas se tiene de pie

Se fue el marido a la orilla del mar y gritoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez nadoacute hacia la orilla ponieacutendose con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia el

anciano y le preguntoacute

-iquestQueacute necesitas ahora viejo

-Construacuteyenos una nueva cabantildea mi mujer no me deja vivir en paz rintildeeacutendome

continuamente y dicieacutendome que no quiere vivir maacutes en la vieja porque amenaza

hundirse de un diacutea a otro

-No te entristezcas Vuelve a tu casa y reza que todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa y vio con asombro que en el lugar de la cabantildea vieja habiacutea

otra nueva hecha de roble y con adornos de talla Corrioacute a su encuentro su mujer no

bien lo hubo visto y rintildeeacutendolo e injuriaacutendolo maacutes enfadada que nunca le gritoacute

-iexclQueacute viejo maacutes estuacutepido eres No sabes aprovecharte de la suerte Has conseguido

tener una cabantildea nueva y creeraacutes que has hecho algo importante iexclImbeacutecil Ve otra vez

al mar y dile al pez de oro que no quiero ser por maacutes tiempo una campesina quiero ser

mujer de gobernador para que me obedezca la gente y me salude con reverencia

Se dirigioacute de nuevo el anciano a la orilla del mar y llamoacute en alta voz

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Se arrimoacute el Pez a la orilla como otras veces y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

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9

Eacuteste le contestoacute

-No me deja en paz mi mujer por fuerza se ha vuelto completamente loca dice que no

quiere ser maacutes una campesina que quiere ser una mujer de gobernador

-Bien no te apures vete a casa y reza a Dios que yo lo arreglareacute todo

Volvioacute a casa el anciano pero al llegar vio que en el sitio de la cabantildea se elevaba una

magniacutefica casa de piedra con tres pisos corriacutea apresurada la servidumbre por el patio

en la cocina los cocineros preparaban la comida mientras que su mujer se hallaba

sentada en un rico silloacuten vestida con un precioso traje de brocado y dando oacuterdenes a

toda la servidumbre

-iexclHola mujer iquestEstaacutes ya contenta -le dijo el marido

-iquestCoacutemo has osado llamarme tu mujer a miacute que soy la mujer de un gobernador -y

dirigieacutendose a sus servidores les ordenoacute- Cojan a ese miserable campesino que

pretende ser mi marido y lleacutevenlo a la cuadra para que lo azoten bien

En seguida acudioacute la servidumbre cogieron por el cuello al pobre viejo y lo arrastraron

a la cuadra donde los mozos lo azotaron y apalearon de tal modo que con gran

dificultad pudo luego ponerse en pie Despueacutes de esto la cruel mujer lo nombroacute

barrendero de la casa y le dieron una escoba para que barriese el patio con el encargo

de que estuviese siempre limpio

Para el pobre anciano empezoacute una existencia llena de amarguras y humillaciones teniacutea

que comer en la cocina y todo el diacutea estaba ocupado barriendo el patio porque apenas

cometiacutea la menor falta lo castigaban apaleaacutendolo en la cuadra

-iexclQueacute mala mujer -pensaba el desgraciado- He conseguido para ella todo lo que ha

deseado y me trata del modo maacutes cruel llegando hasta a negar que yo sea su marido

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Sin embargo no duroacute mucho tiempo aquello porque al fin se aburrioacute la vieja de su

papel de mujer de gobernador Llamoacute al anciano y le ordenoacute

-Ve viejo tonto y dile al pez de oro que no quiero ser maacutes mujer de gobernador que

quiero ser zarina

Se fue el anciano a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez de oro se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-iexclAy pobre de miacute Mi mujer se ha vuelto auacuten maacutes loca que antes ya no quiere ser

mujer de gobernador quiere ser zarina

-No te apures Vuelve tranquilamente a casa y reza a Dios Todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa pero en el sitio de eacutesta vio elevarse un magniacutefico palacio

cubierto con un tejado de oro los centinelas haciacutean la guardia en la puerta con el arma

al brazo detraacutes del palacio se extendiacutea un hermosiacutesimo jardiacuten y delante habiacutea una

explanada en la que estaba formado un gran ejeacutercito La mujer engalanada como

correspondiacutea a su rango de zarina salioacute al balcoacuten seguida de gran nuacutemero de generales

y nobles y empezoacute a pasar revista a sus tropas Los tambores redoblaron las muacutesicas

tocaron el himno real y los soldados lanzaron hurras ensordecedores

A pesar de toda esta magnificencia despueacutes de poco tiempo se aburrioacute la mujer de ser

zarina y mandoacute que buscasen al anciano y lo trajesen a su presencia

Al oiacuter esta orden todos los que la rodeaban se pusieron en movimiento los generales

y los nobles corriacutean apresurados de un lado a otro diciendo laquoiquestQueacute viejo seraacute eacuteseraquo

Al fin con gran dificultad lo encontraron en un corral y lo llevaron a presencia de la

zarina que le gritoacute

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-iexclVe viejo tonto ve en seguida a la orilla del mar y dile al pez de oro que no quiero

ser maacutes una zarina quiero ser la diosa de los mares para que todos los mares y todos

los peces me obedezcan

El buen viejo quiso negarse pero su mujer lo amenazoacute con cortarle la cabeza si se

atreviacutea a desobedecerla Con el corazoacuten oprimido se dirigioacute el anciano a la orilla del

mar y una vez alliacute exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Pero no aparecioacute el pez de oro el anciano lo llamoacute por segunda vez pero tampoco

vino Lo llamoacute por tercera vez y de repente se alborotoacute el mar se levantaron grandes

olas y el color azul del agua se obscurecioacute hasta volverse negro Entonces el Pez de oro

se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute maacutes quieres buen viejo

El pobre anciano le contestoacute

-No seacute queacute hacer con mi mujer estaacute furiosa conmigo y me ha amenazado con cortarme

la cabeza si no vengo a decirte que ya no le basta con ser una zarina que quiere ser

diosa de los mares para mandar en todos los mares y gobernar a todos los peces

Esta vez el pez no respondioacute nada al anciano se volvioacute y desaparecioacute en las

profundidades del mar

El desgraciado viejo se volvioacute a casa y quedoacute lleno de asombro El magniacutefico palacio

habiacutea desaparecido y en su lugar se hallaba otra vez la primitiva cabantildea vieja y

pequentildea en la cual estaba sentada su mujer vestida con unas ropas pobres y

remendadas

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Tuvieron que volver a su vida de antes dedicaacutendose otra vez el viejo a la pesca y

aunque todos los diacuteas echaba su red al mar nunca volvioacute a tener la suerte de pescar al

maravilloso pez de oro

Basilisa la Hermosa

En un reino viviacutea una vez un comerciante con su mujer y su uacutenica hija llamada Basilisa

la Hermosa Al cumplir la nintildea los ocho antildeos se puso enferma su madre y presintiendo

su proacutexima muerte llamoacute a Basilisa le dio una muntildeeca y le dijo

-Escuacutechame hijita miacutea y acueacuterdate bien de mis uacuteltimas palabras Yo me muero y con

mi bendicioacuten te dejo esta muntildeeca guaacuterdala siempre con cuidado sin mostrarla a nadie

y cuando te suceda alguna desdicha piacutedele consejo

Despueacutes de haber dicho estas palabras la madre besoacute a su hija suspiroacute y se murioacute

El comerciante al quedarse viudo se entristecioacute mucho pero pasoacute tiempo se fue

consolando y decidioacute volver a casarse Era un hombre bueno y muchas mujeres lo

deseaban por marido pero entre todas eligioacute una viuda que teniacutea dos hijas de la edad

de Basilisa y que en toda la comarca teniacutea fama de ser buena madre y ama de casa

ejemplar

El comerciante se casoacute con ella pero pronto comprendioacute que se habiacutea equivocado pues

no encontroacute la buena madre que para su hija deseaba Basilisa era la joven maacutes hermosa

de la aldea la madrastra y sus hijas envidiosas de su belleza la mortificaban

continuamente y le imponiacutean toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de

cansancio y para que el aire y el sol quemaran su cutis delicado Basilisa soportaba

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todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

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cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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25

Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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26

El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

28

-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

29

necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

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Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 4: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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CUENTOS FOLKLOacuteRICOS RUSOS

Alekandr Nikoalevich Afanasiev

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El pez de oro

En una isla muy lejana llamada isla Buiaacuten habiacutea una cabantildea pequentildea y vieja que serviacutea

de albergue a un anciano y su mujer Viviacutean en la mayor pobreza todos sus bienes se

reduciacutean a la cabantildea y a una red que el mismo marido habiacutea hecho y con la que todos

los diacuteas iba a pescar como uacutenico medio de procurarse el sustento de ambos

Un diacutea echoacute su red en el mar empezoacute a tirar de ella y le parecioacute que pesaba

extraordinariamente Esperando una buena pesca se puso muy contento pero cuando

logroacute recoger la red vio que estaba vaciacutea tan soacutelo a fuerza de registrar bien encontroacute

un pequentildeo pez Al tratar de cogerlo quedoacute asombrado al ver que era un pez de oro su

asombro crecioacute de punto al oiacuter que el Pez con voz humana le suplicaba

-No me cojas abuelito deacutejame nadar libremente en el mar y te podreacute ser uacutetil daacutendote

todo lo que pidas

El anciano meditoacute un rato y le contestoacute

-No necesito nada de ti vive en paz en el mar iexclAnda

Y al decir esto echoacute el pez de oro al agua

Al volver a la cabantildea su mujer que era muy ambiciosa y soberbia le preguntoacute

-iquestQueacute tal ha sido la pesca

-Mala mujer -contestoacute quitaacutendole importancia a lo ocurrido- soacutelo pude coger un pez

de oro tan pequentildeo que al oiacuter sus suacuteplicas para que lo soltase me dio laacutestima y lo dejeacute

en libertad a cambio de la promesa de que me dariacutea lo que le pidiese

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-iexclOh viejo tonto Has tenido entre tus manos una gran fortuna y no supiste conservarla

Y se enfadoacute la mujer de tal modo que durante todo el diacutea estuvo rintildeendo a su marido

no dejaacutendolo en paz ni un solo instante

-Si al menos ya que no pescaste nada le hubieses pedido un poco de pan tendriacuteas algo

que comer pero iquestqueacute comeraacutes ahora si no hay en casa ni una migaja

Al fin el marido no pudiendo soportar maacutes a su mujer fue en busca del pez de oro se

acercoacute a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-Se ha enfadado conmigo mi mujer por haberte soltado y me ha mandado que te pida

pan

-Bien vete a casa que el pan no les faltaraacute

El anciano volvioacute a casa y preguntoacute a su mujer

-iquestCoacutemo van las cosas mujer iquestTenemos bastante pan

-Pan hay de sobra porque estaacute el cajoacuten lleno -dijo la mujer- pero lo que nos hace falta

es una artesa nueva porque se ha hendido la madera de la que tenemos y no podemos

lavar la ropa ve y dile al pez de oro que nos deacute una

El viejo se dirigioacute a la playa otra vez y llamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute necesitas buen viejo

-Mi mujer me mandoacute a pedirte una artesa nueva

-Bien tendraacutes tambieacuten una artesa nueva

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De vuelta a su casa cuando apenas habiacutea pisado el umbral su mujer le salioacute al paso

gritaacutendole imperiosamente

-Vete en seguida a pedirle al pez de oro que nos regale una cabantildea nueva en la nuestra

ya no se puede vivir porque apenas se tiene de pie

Se fue el marido a la orilla del mar y gritoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez nadoacute hacia la orilla ponieacutendose con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia el

anciano y le preguntoacute

-iquestQueacute necesitas ahora viejo

-Construacuteyenos una nueva cabantildea mi mujer no me deja vivir en paz rintildeeacutendome

continuamente y dicieacutendome que no quiere vivir maacutes en la vieja porque amenaza

hundirse de un diacutea a otro

-No te entristezcas Vuelve a tu casa y reza que todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa y vio con asombro que en el lugar de la cabantildea vieja habiacutea

otra nueva hecha de roble y con adornos de talla Corrioacute a su encuentro su mujer no

bien lo hubo visto y rintildeeacutendolo e injuriaacutendolo maacutes enfadada que nunca le gritoacute

-iexclQueacute viejo maacutes estuacutepido eres No sabes aprovecharte de la suerte Has conseguido

tener una cabantildea nueva y creeraacutes que has hecho algo importante iexclImbeacutecil Ve otra vez

al mar y dile al pez de oro que no quiero ser por maacutes tiempo una campesina quiero ser

mujer de gobernador para que me obedezca la gente y me salude con reverencia

Se dirigioacute de nuevo el anciano a la orilla del mar y llamoacute en alta voz

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Se arrimoacute el Pez a la orilla como otras veces y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

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Eacuteste le contestoacute

-No me deja en paz mi mujer por fuerza se ha vuelto completamente loca dice que no

quiere ser maacutes una campesina que quiere ser una mujer de gobernador

-Bien no te apures vete a casa y reza a Dios que yo lo arreglareacute todo

Volvioacute a casa el anciano pero al llegar vio que en el sitio de la cabantildea se elevaba una

magniacutefica casa de piedra con tres pisos corriacutea apresurada la servidumbre por el patio

en la cocina los cocineros preparaban la comida mientras que su mujer se hallaba

sentada en un rico silloacuten vestida con un precioso traje de brocado y dando oacuterdenes a

toda la servidumbre

-iexclHola mujer iquestEstaacutes ya contenta -le dijo el marido

-iquestCoacutemo has osado llamarme tu mujer a miacute que soy la mujer de un gobernador -y

dirigieacutendose a sus servidores les ordenoacute- Cojan a ese miserable campesino que

pretende ser mi marido y lleacutevenlo a la cuadra para que lo azoten bien

En seguida acudioacute la servidumbre cogieron por el cuello al pobre viejo y lo arrastraron

a la cuadra donde los mozos lo azotaron y apalearon de tal modo que con gran

dificultad pudo luego ponerse en pie Despueacutes de esto la cruel mujer lo nombroacute

barrendero de la casa y le dieron una escoba para que barriese el patio con el encargo

de que estuviese siempre limpio

Para el pobre anciano empezoacute una existencia llena de amarguras y humillaciones teniacutea

que comer en la cocina y todo el diacutea estaba ocupado barriendo el patio porque apenas

cometiacutea la menor falta lo castigaban apaleaacutendolo en la cuadra

-iexclQueacute mala mujer -pensaba el desgraciado- He conseguido para ella todo lo que ha

deseado y me trata del modo maacutes cruel llegando hasta a negar que yo sea su marido

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Sin embargo no duroacute mucho tiempo aquello porque al fin se aburrioacute la vieja de su

papel de mujer de gobernador Llamoacute al anciano y le ordenoacute

-Ve viejo tonto y dile al pez de oro que no quiero ser maacutes mujer de gobernador que

quiero ser zarina

Se fue el anciano a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez de oro se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-iexclAy pobre de miacute Mi mujer se ha vuelto auacuten maacutes loca que antes ya no quiere ser

mujer de gobernador quiere ser zarina

-No te apures Vuelve tranquilamente a casa y reza a Dios Todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa pero en el sitio de eacutesta vio elevarse un magniacutefico palacio

cubierto con un tejado de oro los centinelas haciacutean la guardia en la puerta con el arma

al brazo detraacutes del palacio se extendiacutea un hermosiacutesimo jardiacuten y delante habiacutea una

explanada en la que estaba formado un gran ejeacutercito La mujer engalanada como

correspondiacutea a su rango de zarina salioacute al balcoacuten seguida de gran nuacutemero de generales

y nobles y empezoacute a pasar revista a sus tropas Los tambores redoblaron las muacutesicas

tocaron el himno real y los soldados lanzaron hurras ensordecedores

A pesar de toda esta magnificencia despueacutes de poco tiempo se aburrioacute la mujer de ser

zarina y mandoacute que buscasen al anciano y lo trajesen a su presencia

Al oiacuter esta orden todos los que la rodeaban se pusieron en movimiento los generales

y los nobles corriacutean apresurados de un lado a otro diciendo laquoiquestQueacute viejo seraacute eacuteseraquo

Al fin con gran dificultad lo encontraron en un corral y lo llevaron a presencia de la

zarina que le gritoacute

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-iexclVe viejo tonto ve en seguida a la orilla del mar y dile al pez de oro que no quiero

ser maacutes una zarina quiero ser la diosa de los mares para que todos los mares y todos

los peces me obedezcan

El buen viejo quiso negarse pero su mujer lo amenazoacute con cortarle la cabeza si se

atreviacutea a desobedecerla Con el corazoacuten oprimido se dirigioacute el anciano a la orilla del

mar y una vez alliacute exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Pero no aparecioacute el pez de oro el anciano lo llamoacute por segunda vez pero tampoco

vino Lo llamoacute por tercera vez y de repente se alborotoacute el mar se levantaron grandes

olas y el color azul del agua se obscurecioacute hasta volverse negro Entonces el Pez de oro

se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute maacutes quieres buen viejo

El pobre anciano le contestoacute

-No seacute queacute hacer con mi mujer estaacute furiosa conmigo y me ha amenazado con cortarme

la cabeza si no vengo a decirte que ya no le basta con ser una zarina que quiere ser

diosa de los mares para mandar en todos los mares y gobernar a todos los peces

Esta vez el pez no respondioacute nada al anciano se volvioacute y desaparecioacute en las

profundidades del mar

El desgraciado viejo se volvioacute a casa y quedoacute lleno de asombro El magniacutefico palacio

habiacutea desaparecido y en su lugar se hallaba otra vez la primitiva cabantildea vieja y

pequentildea en la cual estaba sentada su mujer vestida con unas ropas pobres y

remendadas

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Tuvieron que volver a su vida de antes dedicaacutendose otra vez el viejo a la pesca y

aunque todos los diacuteas echaba su red al mar nunca volvioacute a tener la suerte de pescar al

maravilloso pez de oro

Basilisa la Hermosa

En un reino viviacutea una vez un comerciante con su mujer y su uacutenica hija llamada Basilisa

la Hermosa Al cumplir la nintildea los ocho antildeos se puso enferma su madre y presintiendo

su proacutexima muerte llamoacute a Basilisa le dio una muntildeeca y le dijo

-Escuacutechame hijita miacutea y acueacuterdate bien de mis uacuteltimas palabras Yo me muero y con

mi bendicioacuten te dejo esta muntildeeca guaacuterdala siempre con cuidado sin mostrarla a nadie

y cuando te suceda alguna desdicha piacutedele consejo

Despueacutes de haber dicho estas palabras la madre besoacute a su hija suspiroacute y se murioacute

El comerciante al quedarse viudo se entristecioacute mucho pero pasoacute tiempo se fue

consolando y decidioacute volver a casarse Era un hombre bueno y muchas mujeres lo

deseaban por marido pero entre todas eligioacute una viuda que teniacutea dos hijas de la edad

de Basilisa y que en toda la comarca teniacutea fama de ser buena madre y ama de casa

ejemplar

El comerciante se casoacute con ella pero pronto comprendioacute que se habiacutea equivocado pues

no encontroacute la buena madre que para su hija deseaba Basilisa era la joven maacutes hermosa

de la aldea la madrastra y sus hijas envidiosas de su belleza la mortificaban

continuamente y le imponiacutean toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de

cansancio y para que el aire y el sol quemaran su cutis delicado Basilisa soportaba

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todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

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trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

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satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

29

necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

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67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 5: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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CUENTOS FOLKLOacuteRICOS RUSOS

Alekandr Nikoalevich Afanasiev

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El pez de oro

En una isla muy lejana llamada isla Buiaacuten habiacutea una cabantildea pequentildea y vieja que serviacutea

de albergue a un anciano y su mujer Viviacutean en la mayor pobreza todos sus bienes se

reduciacutean a la cabantildea y a una red que el mismo marido habiacutea hecho y con la que todos

los diacuteas iba a pescar como uacutenico medio de procurarse el sustento de ambos

Un diacutea echoacute su red en el mar empezoacute a tirar de ella y le parecioacute que pesaba

extraordinariamente Esperando una buena pesca se puso muy contento pero cuando

logroacute recoger la red vio que estaba vaciacutea tan soacutelo a fuerza de registrar bien encontroacute

un pequentildeo pez Al tratar de cogerlo quedoacute asombrado al ver que era un pez de oro su

asombro crecioacute de punto al oiacuter que el Pez con voz humana le suplicaba

-No me cojas abuelito deacutejame nadar libremente en el mar y te podreacute ser uacutetil daacutendote

todo lo que pidas

El anciano meditoacute un rato y le contestoacute

-No necesito nada de ti vive en paz en el mar iexclAnda

Y al decir esto echoacute el pez de oro al agua

Al volver a la cabantildea su mujer que era muy ambiciosa y soberbia le preguntoacute

-iquestQueacute tal ha sido la pesca

-Mala mujer -contestoacute quitaacutendole importancia a lo ocurrido- soacutelo pude coger un pez

de oro tan pequentildeo que al oiacuter sus suacuteplicas para que lo soltase me dio laacutestima y lo dejeacute

en libertad a cambio de la promesa de que me dariacutea lo que le pidiese

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7

-iexclOh viejo tonto Has tenido entre tus manos una gran fortuna y no supiste conservarla

Y se enfadoacute la mujer de tal modo que durante todo el diacutea estuvo rintildeendo a su marido

no dejaacutendolo en paz ni un solo instante

-Si al menos ya que no pescaste nada le hubieses pedido un poco de pan tendriacuteas algo

que comer pero iquestqueacute comeraacutes ahora si no hay en casa ni una migaja

Al fin el marido no pudiendo soportar maacutes a su mujer fue en busca del pez de oro se

acercoacute a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-Se ha enfadado conmigo mi mujer por haberte soltado y me ha mandado que te pida

pan

-Bien vete a casa que el pan no les faltaraacute

El anciano volvioacute a casa y preguntoacute a su mujer

-iquestCoacutemo van las cosas mujer iquestTenemos bastante pan

-Pan hay de sobra porque estaacute el cajoacuten lleno -dijo la mujer- pero lo que nos hace falta

es una artesa nueva porque se ha hendido la madera de la que tenemos y no podemos

lavar la ropa ve y dile al pez de oro que nos deacute una

El viejo se dirigioacute a la playa otra vez y llamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute necesitas buen viejo

-Mi mujer me mandoacute a pedirte una artesa nueva

-Bien tendraacutes tambieacuten una artesa nueva

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De vuelta a su casa cuando apenas habiacutea pisado el umbral su mujer le salioacute al paso

gritaacutendole imperiosamente

-Vete en seguida a pedirle al pez de oro que nos regale una cabantildea nueva en la nuestra

ya no se puede vivir porque apenas se tiene de pie

Se fue el marido a la orilla del mar y gritoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez nadoacute hacia la orilla ponieacutendose con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia el

anciano y le preguntoacute

-iquestQueacute necesitas ahora viejo

-Construacuteyenos una nueva cabantildea mi mujer no me deja vivir en paz rintildeeacutendome

continuamente y dicieacutendome que no quiere vivir maacutes en la vieja porque amenaza

hundirse de un diacutea a otro

-No te entristezcas Vuelve a tu casa y reza que todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa y vio con asombro que en el lugar de la cabantildea vieja habiacutea

otra nueva hecha de roble y con adornos de talla Corrioacute a su encuentro su mujer no

bien lo hubo visto y rintildeeacutendolo e injuriaacutendolo maacutes enfadada que nunca le gritoacute

-iexclQueacute viejo maacutes estuacutepido eres No sabes aprovecharte de la suerte Has conseguido

tener una cabantildea nueva y creeraacutes que has hecho algo importante iexclImbeacutecil Ve otra vez

al mar y dile al pez de oro que no quiero ser por maacutes tiempo una campesina quiero ser

mujer de gobernador para que me obedezca la gente y me salude con reverencia

Se dirigioacute de nuevo el anciano a la orilla del mar y llamoacute en alta voz

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Se arrimoacute el Pez a la orilla como otras veces y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

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Eacuteste le contestoacute

-No me deja en paz mi mujer por fuerza se ha vuelto completamente loca dice que no

quiere ser maacutes una campesina que quiere ser una mujer de gobernador

-Bien no te apures vete a casa y reza a Dios que yo lo arreglareacute todo

Volvioacute a casa el anciano pero al llegar vio que en el sitio de la cabantildea se elevaba una

magniacutefica casa de piedra con tres pisos corriacutea apresurada la servidumbre por el patio

en la cocina los cocineros preparaban la comida mientras que su mujer se hallaba

sentada en un rico silloacuten vestida con un precioso traje de brocado y dando oacuterdenes a

toda la servidumbre

-iexclHola mujer iquestEstaacutes ya contenta -le dijo el marido

-iquestCoacutemo has osado llamarme tu mujer a miacute que soy la mujer de un gobernador -y

dirigieacutendose a sus servidores les ordenoacute- Cojan a ese miserable campesino que

pretende ser mi marido y lleacutevenlo a la cuadra para que lo azoten bien

En seguida acudioacute la servidumbre cogieron por el cuello al pobre viejo y lo arrastraron

a la cuadra donde los mozos lo azotaron y apalearon de tal modo que con gran

dificultad pudo luego ponerse en pie Despueacutes de esto la cruel mujer lo nombroacute

barrendero de la casa y le dieron una escoba para que barriese el patio con el encargo

de que estuviese siempre limpio

Para el pobre anciano empezoacute una existencia llena de amarguras y humillaciones teniacutea

que comer en la cocina y todo el diacutea estaba ocupado barriendo el patio porque apenas

cometiacutea la menor falta lo castigaban apaleaacutendolo en la cuadra

-iexclQueacute mala mujer -pensaba el desgraciado- He conseguido para ella todo lo que ha

deseado y me trata del modo maacutes cruel llegando hasta a negar que yo sea su marido

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Sin embargo no duroacute mucho tiempo aquello porque al fin se aburrioacute la vieja de su

papel de mujer de gobernador Llamoacute al anciano y le ordenoacute

-Ve viejo tonto y dile al pez de oro que no quiero ser maacutes mujer de gobernador que

quiero ser zarina

Se fue el anciano a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez de oro se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-iexclAy pobre de miacute Mi mujer se ha vuelto auacuten maacutes loca que antes ya no quiere ser

mujer de gobernador quiere ser zarina

-No te apures Vuelve tranquilamente a casa y reza a Dios Todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa pero en el sitio de eacutesta vio elevarse un magniacutefico palacio

cubierto con un tejado de oro los centinelas haciacutean la guardia en la puerta con el arma

al brazo detraacutes del palacio se extendiacutea un hermosiacutesimo jardiacuten y delante habiacutea una

explanada en la que estaba formado un gran ejeacutercito La mujer engalanada como

correspondiacutea a su rango de zarina salioacute al balcoacuten seguida de gran nuacutemero de generales

y nobles y empezoacute a pasar revista a sus tropas Los tambores redoblaron las muacutesicas

tocaron el himno real y los soldados lanzaron hurras ensordecedores

A pesar de toda esta magnificencia despueacutes de poco tiempo se aburrioacute la mujer de ser

zarina y mandoacute que buscasen al anciano y lo trajesen a su presencia

Al oiacuter esta orden todos los que la rodeaban se pusieron en movimiento los generales

y los nobles corriacutean apresurados de un lado a otro diciendo laquoiquestQueacute viejo seraacute eacuteseraquo

Al fin con gran dificultad lo encontraron en un corral y lo llevaron a presencia de la

zarina que le gritoacute

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-iexclVe viejo tonto ve en seguida a la orilla del mar y dile al pez de oro que no quiero

ser maacutes una zarina quiero ser la diosa de los mares para que todos los mares y todos

los peces me obedezcan

El buen viejo quiso negarse pero su mujer lo amenazoacute con cortarle la cabeza si se

atreviacutea a desobedecerla Con el corazoacuten oprimido se dirigioacute el anciano a la orilla del

mar y una vez alliacute exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Pero no aparecioacute el pez de oro el anciano lo llamoacute por segunda vez pero tampoco

vino Lo llamoacute por tercera vez y de repente se alborotoacute el mar se levantaron grandes

olas y el color azul del agua se obscurecioacute hasta volverse negro Entonces el Pez de oro

se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute maacutes quieres buen viejo

El pobre anciano le contestoacute

-No seacute queacute hacer con mi mujer estaacute furiosa conmigo y me ha amenazado con cortarme

la cabeza si no vengo a decirte que ya no le basta con ser una zarina que quiere ser

diosa de los mares para mandar en todos los mares y gobernar a todos los peces

Esta vez el pez no respondioacute nada al anciano se volvioacute y desaparecioacute en las

profundidades del mar

El desgraciado viejo se volvioacute a casa y quedoacute lleno de asombro El magniacutefico palacio

habiacutea desaparecido y en su lugar se hallaba otra vez la primitiva cabantildea vieja y

pequentildea en la cual estaba sentada su mujer vestida con unas ropas pobres y

remendadas

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Tuvieron que volver a su vida de antes dedicaacutendose otra vez el viejo a la pesca y

aunque todos los diacuteas echaba su red al mar nunca volvioacute a tener la suerte de pescar al

maravilloso pez de oro

Basilisa la Hermosa

En un reino viviacutea una vez un comerciante con su mujer y su uacutenica hija llamada Basilisa

la Hermosa Al cumplir la nintildea los ocho antildeos se puso enferma su madre y presintiendo

su proacutexima muerte llamoacute a Basilisa le dio una muntildeeca y le dijo

-Escuacutechame hijita miacutea y acueacuterdate bien de mis uacuteltimas palabras Yo me muero y con

mi bendicioacuten te dejo esta muntildeeca guaacuterdala siempre con cuidado sin mostrarla a nadie

y cuando te suceda alguna desdicha piacutedele consejo

Despueacutes de haber dicho estas palabras la madre besoacute a su hija suspiroacute y se murioacute

El comerciante al quedarse viudo se entristecioacute mucho pero pasoacute tiempo se fue

consolando y decidioacute volver a casarse Era un hombre bueno y muchas mujeres lo

deseaban por marido pero entre todas eligioacute una viuda que teniacutea dos hijas de la edad

de Basilisa y que en toda la comarca teniacutea fama de ser buena madre y ama de casa

ejemplar

El comerciante se casoacute con ella pero pronto comprendioacute que se habiacutea equivocado pues

no encontroacute la buena madre que para su hija deseaba Basilisa era la joven maacutes hermosa

de la aldea la madrastra y sus hijas envidiosas de su belleza la mortificaban

continuamente y le imponiacutean toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de

cansancio y para que el aire y el sol quemaran su cutis delicado Basilisa soportaba

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todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

14

trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

15

cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

16

satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

32

El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 6: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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6

El pez de oro

En una isla muy lejana llamada isla Buiaacuten habiacutea una cabantildea pequentildea y vieja que serviacutea

de albergue a un anciano y su mujer Viviacutean en la mayor pobreza todos sus bienes se

reduciacutean a la cabantildea y a una red que el mismo marido habiacutea hecho y con la que todos

los diacuteas iba a pescar como uacutenico medio de procurarse el sustento de ambos

Un diacutea echoacute su red en el mar empezoacute a tirar de ella y le parecioacute que pesaba

extraordinariamente Esperando una buena pesca se puso muy contento pero cuando

logroacute recoger la red vio que estaba vaciacutea tan soacutelo a fuerza de registrar bien encontroacute

un pequentildeo pez Al tratar de cogerlo quedoacute asombrado al ver que era un pez de oro su

asombro crecioacute de punto al oiacuter que el Pez con voz humana le suplicaba

-No me cojas abuelito deacutejame nadar libremente en el mar y te podreacute ser uacutetil daacutendote

todo lo que pidas

El anciano meditoacute un rato y le contestoacute

-No necesito nada de ti vive en paz en el mar iexclAnda

Y al decir esto echoacute el pez de oro al agua

Al volver a la cabantildea su mujer que era muy ambiciosa y soberbia le preguntoacute

-iquestQueacute tal ha sido la pesca

-Mala mujer -contestoacute quitaacutendole importancia a lo ocurrido- soacutelo pude coger un pez

de oro tan pequentildeo que al oiacuter sus suacuteplicas para que lo soltase me dio laacutestima y lo dejeacute

en libertad a cambio de la promesa de que me dariacutea lo que le pidiese

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-iexclOh viejo tonto Has tenido entre tus manos una gran fortuna y no supiste conservarla

Y se enfadoacute la mujer de tal modo que durante todo el diacutea estuvo rintildeendo a su marido

no dejaacutendolo en paz ni un solo instante

-Si al menos ya que no pescaste nada le hubieses pedido un poco de pan tendriacuteas algo

que comer pero iquestqueacute comeraacutes ahora si no hay en casa ni una migaja

Al fin el marido no pudiendo soportar maacutes a su mujer fue en busca del pez de oro se

acercoacute a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-Se ha enfadado conmigo mi mujer por haberte soltado y me ha mandado que te pida

pan

-Bien vete a casa que el pan no les faltaraacute

El anciano volvioacute a casa y preguntoacute a su mujer

-iquestCoacutemo van las cosas mujer iquestTenemos bastante pan

-Pan hay de sobra porque estaacute el cajoacuten lleno -dijo la mujer- pero lo que nos hace falta

es una artesa nueva porque se ha hendido la madera de la que tenemos y no podemos

lavar la ropa ve y dile al pez de oro que nos deacute una

El viejo se dirigioacute a la playa otra vez y llamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute necesitas buen viejo

-Mi mujer me mandoacute a pedirte una artesa nueva

-Bien tendraacutes tambieacuten una artesa nueva

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8

De vuelta a su casa cuando apenas habiacutea pisado el umbral su mujer le salioacute al paso

gritaacutendole imperiosamente

-Vete en seguida a pedirle al pez de oro que nos regale una cabantildea nueva en la nuestra

ya no se puede vivir porque apenas se tiene de pie

Se fue el marido a la orilla del mar y gritoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez nadoacute hacia la orilla ponieacutendose con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia el

anciano y le preguntoacute

-iquestQueacute necesitas ahora viejo

-Construacuteyenos una nueva cabantildea mi mujer no me deja vivir en paz rintildeeacutendome

continuamente y dicieacutendome que no quiere vivir maacutes en la vieja porque amenaza

hundirse de un diacutea a otro

-No te entristezcas Vuelve a tu casa y reza que todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa y vio con asombro que en el lugar de la cabantildea vieja habiacutea

otra nueva hecha de roble y con adornos de talla Corrioacute a su encuentro su mujer no

bien lo hubo visto y rintildeeacutendolo e injuriaacutendolo maacutes enfadada que nunca le gritoacute

-iexclQueacute viejo maacutes estuacutepido eres No sabes aprovecharte de la suerte Has conseguido

tener una cabantildea nueva y creeraacutes que has hecho algo importante iexclImbeacutecil Ve otra vez

al mar y dile al pez de oro que no quiero ser por maacutes tiempo una campesina quiero ser

mujer de gobernador para que me obedezca la gente y me salude con reverencia

Se dirigioacute de nuevo el anciano a la orilla del mar y llamoacute en alta voz

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Se arrimoacute el Pez a la orilla como otras veces y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

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Eacuteste le contestoacute

-No me deja en paz mi mujer por fuerza se ha vuelto completamente loca dice que no

quiere ser maacutes una campesina que quiere ser una mujer de gobernador

-Bien no te apures vete a casa y reza a Dios que yo lo arreglareacute todo

Volvioacute a casa el anciano pero al llegar vio que en el sitio de la cabantildea se elevaba una

magniacutefica casa de piedra con tres pisos corriacutea apresurada la servidumbre por el patio

en la cocina los cocineros preparaban la comida mientras que su mujer se hallaba

sentada en un rico silloacuten vestida con un precioso traje de brocado y dando oacuterdenes a

toda la servidumbre

-iexclHola mujer iquestEstaacutes ya contenta -le dijo el marido

-iquestCoacutemo has osado llamarme tu mujer a miacute que soy la mujer de un gobernador -y

dirigieacutendose a sus servidores les ordenoacute- Cojan a ese miserable campesino que

pretende ser mi marido y lleacutevenlo a la cuadra para que lo azoten bien

En seguida acudioacute la servidumbre cogieron por el cuello al pobre viejo y lo arrastraron

a la cuadra donde los mozos lo azotaron y apalearon de tal modo que con gran

dificultad pudo luego ponerse en pie Despueacutes de esto la cruel mujer lo nombroacute

barrendero de la casa y le dieron una escoba para que barriese el patio con el encargo

de que estuviese siempre limpio

Para el pobre anciano empezoacute una existencia llena de amarguras y humillaciones teniacutea

que comer en la cocina y todo el diacutea estaba ocupado barriendo el patio porque apenas

cometiacutea la menor falta lo castigaban apaleaacutendolo en la cuadra

-iexclQueacute mala mujer -pensaba el desgraciado- He conseguido para ella todo lo que ha

deseado y me trata del modo maacutes cruel llegando hasta a negar que yo sea su marido

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Sin embargo no duroacute mucho tiempo aquello porque al fin se aburrioacute la vieja de su

papel de mujer de gobernador Llamoacute al anciano y le ordenoacute

-Ve viejo tonto y dile al pez de oro que no quiero ser maacutes mujer de gobernador que

quiero ser zarina

Se fue el anciano a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez de oro se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-iexclAy pobre de miacute Mi mujer se ha vuelto auacuten maacutes loca que antes ya no quiere ser

mujer de gobernador quiere ser zarina

-No te apures Vuelve tranquilamente a casa y reza a Dios Todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa pero en el sitio de eacutesta vio elevarse un magniacutefico palacio

cubierto con un tejado de oro los centinelas haciacutean la guardia en la puerta con el arma

al brazo detraacutes del palacio se extendiacutea un hermosiacutesimo jardiacuten y delante habiacutea una

explanada en la que estaba formado un gran ejeacutercito La mujer engalanada como

correspondiacutea a su rango de zarina salioacute al balcoacuten seguida de gran nuacutemero de generales

y nobles y empezoacute a pasar revista a sus tropas Los tambores redoblaron las muacutesicas

tocaron el himno real y los soldados lanzaron hurras ensordecedores

A pesar de toda esta magnificencia despueacutes de poco tiempo se aburrioacute la mujer de ser

zarina y mandoacute que buscasen al anciano y lo trajesen a su presencia

Al oiacuter esta orden todos los que la rodeaban se pusieron en movimiento los generales

y los nobles corriacutean apresurados de un lado a otro diciendo laquoiquestQueacute viejo seraacute eacuteseraquo

Al fin con gran dificultad lo encontraron en un corral y lo llevaron a presencia de la

zarina que le gritoacute

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-iexclVe viejo tonto ve en seguida a la orilla del mar y dile al pez de oro que no quiero

ser maacutes una zarina quiero ser la diosa de los mares para que todos los mares y todos

los peces me obedezcan

El buen viejo quiso negarse pero su mujer lo amenazoacute con cortarle la cabeza si se

atreviacutea a desobedecerla Con el corazoacuten oprimido se dirigioacute el anciano a la orilla del

mar y una vez alliacute exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Pero no aparecioacute el pez de oro el anciano lo llamoacute por segunda vez pero tampoco

vino Lo llamoacute por tercera vez y de repente se alborotoacute el mar se levantaron grandes

olas y el color azul del agua se obscurecioacute hasta volverse negro Entonces el Pez de oro

se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute maacutes quieres buen viejo

El pobre anciano le contestoacute

-No seacute queacute hacer con mi mujer estaacute furiosa conmigo y me ha amenazado con cortarme

la cabeza si no vengo a decirte que ya no le basta con ser una zarina que quiere ser

diosa de los mares para mandar en todos los mares y gobernar a todos los peces

Esta vez el pez no respondioacute nada al anciano se volvioacute y desaparecioacute en las

profundidades del mar

El desgraciado viejo se volvioacute a casa y quedoacute lleno de asombro El magniacutefico palacio

habiacutea desaparecido y en su lugar se hallaba otra vez la primitiva cabantildea vieja y

pequentildea en la cual estaba sentada su mujer vestida con unas ropas pobres y

remendadas

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Tuvieron que volver a su vida de antes dedicaacutendose otra vez el viejo a la pesca y

aunque todos los diacuteas echaba su red al mar nunca volvioacute a tener la suerte de pescar al

maravilloso pez de oro

Basilisa la Hermosa

En un reino viviacutea una vez un comerciante con su mujer y su uacutenica hija llamada Basilisa

la Hermosa Al cumplir la nintildea los ocho antildeos se puso enferma su madre y presintiendo

su proacutexima muerte llamoacute a Basilisa le dio una muntildeeca y le dijo

-Escuacutechame hijita miacutea y acueacuterdate bien de mis uacuteltimas palabras Yo me muero y con

mi bendicioacuten te dejo esta muntildeeca guaacuterdala siempre con cuidado sin mostrarla a nadie

y cuando te suceda alguna desdicha piacutedele consejo

Despueacutes de haber dicho estas palabras la madre besoacute a su hija suspiroacute y se murioacute

El comerciante al quedarse viudo se entristecioacute mucho pero pasoacute tiempo se fue

consolando y decidioacute volver a casarse Era un hombre bueno y muchas mujeres lo

deseaban por marido pero entre todas eligioacute una viuda que teniacutea dos hijas de la edad

de Basilisa y que en toda la comarca teniacutea fama de ser buena madre y ama de casa

ejemplar

El comerciante se casoacute con ella pero pronto comprendioacute que se habiacutea equivocado pues

no encontroacute la buena madre que para su hija deseaba Basilisa era la joven maacutes hermosa

de la aldea la madrastra y sus hijas envidiosas de su belleza la mortificaban

continuamente y le imponiacutean toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de

cansancio y para que el aire y el sol quemaran su cutis delicado Basilisa soportaba

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todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

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satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

19

-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

20

Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

21

-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

22

-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

23

Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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25

Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

28

-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

29

necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

30

Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

32

El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

36

No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

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43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 7: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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-iexclOh viejo tonto Has tenido entre tus manos una gran fortuna y no supiste conservarla

Y se enfadoacute la mujer de tal modo que durante todo el diacutea estuvo rintildeendo a su marido

no dejaacutendolo en paz ni un solo instante

-Si al menos ya que no pescaste nada le hubieses pedido un poco de pan tendriacuteas algo

que comer pero iquestqueacute comeraacutes ahora si no hay en casa ni una migaja

Al fin el marido no pudiendo soportar maacutes a su mujer fue en busca del pez de oro se

acercoacute a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-Se ha enfadado conmigo mi mujer por haberte soltado y me ha mandado que te pida

pan

-Bien vete a casa que el pan no les faltaraacute

El anciano volvioacute a casa y preguntoacute a su mujer

-iquestCoacutemo van las cosas mujer iquestTenemos bastante pan

-Pan hay de sobra porque estaacute el cajoacuten lleno -dijo la mujer- pero lo que nos hace falta

es una artesa nueva porque se ha hendido la madera de la que tenemos y no podemos

lavar la ropa ve y dile al pez de oro que nos deacute una

El viejo se dirigioacute a la playa otra vez y llamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez se arrimoacute a la orilla y le dijo

-iquestQueacute necesitas buen viejo

-Mi mujer me mandoacute a pedirte una artesa nueva

-Bien tendraacutes tambieacuten una artesa nueva

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De vuelta a su casa cuando apenas habiacutea pisado el umbral su mujer le salioacute al paso

gritaacutendole imperiosamente

-Vete en seguida a pedirle al pez de oro que nos regale una cabantildea nueva en la nuestra

ya no se puede vivir porque apenas se tiene de pie

Se fue el marido a la orilla del mar y gritoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez nadoacute hacia la orilla ponieacutendose con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia el

anciano y le preguntoacute

-iquestQueacute necesitas ahora viejo

-Construacuteyenos una nueva cabantildea mi mujer no me deja vivir en paz rintildeeacutendome

continuamente y dicieacutendome que no quiere vivir maacutes en la vieja porque amenaza

hundirse de un diacutea a otro

-No te entristezcas Vuelve a tu casa y reza que todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa y vio con asombro que en el lugar de la cabantildea vieja habiacutea

otra nueva hecha de roble y con adornos de talla Corrioacute a su encuentro su mujer no

bien lo hubo visto y rintildeeacutendolo e injuriaacutendolo maacutes enfadada que nunca le gritoacute

-iexclQueacute viejo maacutes estuacutepido eres No sabes aprovecharte de la suerte Has conseguido

tener una cabantildea nueva y creeraacutes que has hecho algo importante iexclImbeacutecil Ve otra vez

al mar y dile al pez de oro que no quiero ser por maacutes tiempo una campesina quiero ser

mujer de gobernador para que me obedezca la gente y me salude con reverencia

Se dirigioacute de nuevo el anciano a la orilla del mar y llamoacute en alta voz

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Se arrimoacute el Pez a la orilla como otras veces y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

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Eacuteste le contestoacute

-No me deja en paz mi mujer por fuerza se ha vuelto completamente loca dice que no

quiere ser maacutes una campesina que quiere ser una mujer de gobernador

-Bien no te apures vete a casa y reza a Dios que yo lo arreglareacute todo

Volvioacute a casa el anciano pero al llegar vio que en el sitio de la cabantildea se elevaba una

magniacutefica casa de piedra con tres pisos corriacutea apresurada la servidumbre por el patio

en la cocina los cocineros preparaban la comida mientras que su mujer se hallaba

sentada en un rico silloacuten vestida con un precioso traje de brocado y dando oacuterdenes a

toda la servidumbre

-iexclHola mujer iquestEstaacutes ya contenta -le dijo el marido

-iquestCoacutemo has osado llamarme tu mujer a miacute que soy la mujer de un gobernador -y

dirigieacutendose a sus servidores les ordenoacute- Cojan a ese miserable campesino que

pretende ser mi marido y lleacutevenlo a la cuadra para que lo azoten bien

En seguida acudioacute la servidumbre cogieron por el cuello al pobre viejo y lo arrastraron

a la cuadra donde los mozos lo azotaron y apalearon de tal modo que con gran

dificultad pudo luego ponerse en pie Despueacutes de esto la cruel mujer lo nombroacute

barrendero de la casa y le dieron una escoba para que barriese el patio con el encargo

de que estuviese siempre limpio

Para el pobre anciano empezoacute una existencia llena de amarguras y humillaciones teniacutea

que comer en la cocina y todo el diacutea estaba ocupado barriendo el patio porque apenas

cometiacutea la menor falta lo castigaban apaleaacutendolo en la cuadra

-iexclQueacute mala mujer -pensaba el desgraciado- He conseguido para ella todo lo que ha

deseado y me trata del modo maacutes cruel llegando hasta a negar que yo sea su marido

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Sin embargo no duroacute mucho tiempo aquello porque al fin se aburrioacute la vieja de su

papel de mujer de gobernador Llamoacute al anciano y le ordenoacute

-Ve viejo tonto y dile al pez de oro que no quiero ser maacutes mujer de gobernador que

quiero ser zarina

Se fue el anciano a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez de oro se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-iexclAy pobre de miacute Mi mujer se ha vuelto auacuten maacutes loca que antes ya no quiere ser

mujer de gobernador quiere ser zarina

-No te apures Vuelve tranquilamente a casa y reza a Dios Todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa pero en el sitio de eacutesta vio elevarse un magniacutefico palacio

cubierto con un tejado de oro los centinelas haciacutean la guardia en la puerta con el arma

al brazo detraacutes del palacio se extendiacutea un hermosiacutesimo jardiacuten y delante habiacutea una

explanada en la que estaba formado un gran ejeacutercito La mujer engalanada como

correspondiacutea a su rango de zarina salioacute al balcoacuten seguida de gran nuacutemero de generales

y nobles y empezoacute a pasar revista a sus tropas Los tambores redoblaron las muacutesicas

tocaron el himno real y los soldados lanzaron hurras ensordecedores

A pesar de toda esta magnificencia despueacutes de poco tiempo se aburrioacute la mujer de ser

zarina y mandoacute que buscasen al anciano y lo trajesen a su presencia

Al oiacuter esta orden todos los que la rodeaban se pusieron en movimiento los generales

y los nobles corriacutean apresurados de un lado a otro diciendo laquoiquestQueacute viejo seraacute eacuteseraquo

Al fin con gran dificultad lo encontraron en un corral y lo llevaron a presencia de la

zarina que le gritoacute

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-iexclVe viejo tonto ve en seguida a la orilla del mar y dile al pez de oro que no quiero

ser maacutes una zarina quiero ser la diosa de los mares para que todos los mares y todos

los peces me obedezcan

El buen viejo quiso negarse pero su mujer lo amenazoacute con cortarle la cabeza si se

atreviacutea a desobedecerla Con el corazoacuten oprimido se dirigioacute el anciano a la orilla del

mar y una vez alliacute exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Pero no aparecioacute el pez de oro el anciano lo llamoacute por segunda vez pero tampoco

vino Lo llamoacute por tercera vez y de repente se alborotoacute el mar se levantaron grandes

olas y el color azul del agua se obscurecioacute hasta volverse negro Entonces el Pez de oro

se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute maacutes quieres buen viejo

El pobre anciano le contestoacute

-No seacute queacute hacer con mi mujer estaacute furiosa conmigo y me ha amenazado con cortarme

la cabeza si no vengo a decirte que ya no le basta con ser una zarina que quiere ser

diosa de los mares para mandar en todos los mares y gobernar a todos los peces

Esta vez el pez no respondioacute nada al anciano se volvioacute y desaparecioacute en las

profundidades del mar

El desgraciado viejo se volvioacute a casa y quedoacute lleno de asombro El magniacutefico palacio

habiacutea desaparecido y en su lugar se hallaba otra vez la primitiva cabantildea vieja y

pequentildea en la cual estaba sentada su mujer vestida con unas ropas pobres y

remendadas

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Tuvieron que volver a su vida de antes dedicaacutendose otra vez el viejo a la pesca y

aunque todos los diacuteas echaba su red al mar nunca volvioacute a tener la suerte de pescar al

maravilloso pez de oro

Basilisa la Hermosa

En un reino viviacutea una vez un comerciante con su mujer y su uacutenica hija llamada Basilisa

la Hermosa Al cumplir la nintildea los ocho antildeos se puso enferma su madre y presintiendo

su proacutexima muerte llamoacute a Basilisa le dio una muntildeeca y le dijo

-Escuacutechame hijita miacutea y acueacuterdate bien de mis uacuteltimas palabras Yo me muero y con

mi bendicioacuten te dejo esta muntildeeca guaacuterdala siempre con cuidado sin mostrarla a nadie

y cuando te suceda alguna desdicha piacutedele consejo

Despueacutes de haber dicho estas palabras la madre besoacute a su hija suspiroacute y se murioacute

El comerciante al quedarse viudo se entristecioacute mucho pero pasoacute tiempo se fue

consolando y decidioacute volver a casarse Era un hombre bueno y muchas mujeres lo

deseaban por marido pero entre todas eligioacute una viuda que teniacutea dos hijas de la edad

de Basilisa y que en toda la comarca teniacutea fama de ser buena madre y ama de casa

ejemplar

El comerciante se casoacute con ella pero pronto comprendioacute que se habiacutea equivocado pues

no encontroacute la buena madre que para su hija deseaba Basilisa era la joven maacutes hermosa

de la aldea la madrastra y sus hijas envidiosas de su belleza la mortificaban

continuamente y le imponiacutean toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de

cansancio y para que el aire y el sol quemaran su cutis delicado Basilisa soportaba

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todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

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trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

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cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

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satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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22

-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

23

Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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24

El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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25

Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

39

Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

40

1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Page 8: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

8

De vuelta a su casa cuando apenas habiacutea pisado el umbral su mujer le salioacute al paso

gritaacutendole imperiosamente

-Vete en seguida a pedirle al pez de oro que nos regale una cabantildea nueva en la nuestra

ya no se puede vivir porque apenas se tiene de pie

Se fue el marido a la orilla del mar y gritoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez nadoacute hacia la orilla ponieacutendose con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia el

anciano y le preguntoacute

-iquestQueacute necesitas ahora viejo

-Construacuteyenos una nueva cabantildea mi mujer no me deja vivir en paz rintildeeacutendome

continuamente y dicieacutendome que no quiere vivir maacutes en la vieja porque amenaza

hundirse de un diacutea a otro

-No te entristezcas Vuelve a tu casa y reza que todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa y vio con asombro que en el lugar de la cabantildea vieja habiacutea

otra nueva hecha de roble y con adornos de talla Corrioacute a su encuentro su mujer no

bien lo hubo visto y rintildeeacutendolo e injuriaacutendolo maacutes enfadada que nunca le gritoacute

-iexclQueacute viejo maacutes estuacutepido eres No sabes aprovecharte de la suerte Has conseguido

tener una cabantildea nueva y creeraacutes que has hecho algo importante iexclImbeacutecil Ve otra vez

al mar y dile al pez de oro que no quiero ser por maacutes tiempo una campesina quiero ser

mujer de gobernador para que me obedezca la gente y me salude con reverencia

Se dirigioacute de nuevo el anciano a la orilla del mar y llamoacute en alta voz

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Se arrimoacute el Pez a la orilla como otras veces y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

9

Eacuteste le contestoacute

-No me deja en paz mi mujer por fuerza se ha vuelto completamente loca dice que no

quiere ser maacutes una campesina que quiere ser una mujer de gobernador

-Bien no te apures vete a casa y reza a Dios que yo lo arreglareacute todo

Volvioacute a casa el anciano pero al llegar vio que en el sitio de la cabantildea se elevaba una

magniacutefica casa de piedra con tres pisos corriacutea apresurada la servidumbre por el patio

en la cocina los cocineros preparaban la comida mientras que su mujer se hallaba

sentada en un rico silloacuten vestida con un precioso traje de brocado y dando oacuterdenes a

toda la servidumbre

-iexclHola mujer iquestEstaacutes ya contenta -le dijo el marido

-iquestCoacutemo has osado llamarme tu mujer a miacute que soy la mujer de un gobernador -y

dirigieacutendose a sus servidores les ordenoacute- Cojan a ese miserable campesino que

pretende ser mi marido y lleacutevenlo a la cuadra para que lo azoten bien

En seguida acudioacute la servidumbre cogieron por el cuello al pobre viejo y lo arrastraron

a la cuadra donde los mozos lo azotaron y apalearon de tal modo que con gran

dificultad pudo luego ponerse en pie Despueacutes de esto la cruel mujer lo nombroacute

barrendero de la casa y le dieron una escoba para que barriese el patio con el encargo

de que estuviese siempre limpio

Para el pobre anciano empezoacute una existencia llena de amarguras y humillaciones teniacutea

que comer en la cocina y todo el diacutea estaba ocupado barriendo el patio porque apenas

cometiacutea la menor falta lo castigaban apaleaacutendolo en la cuadra

-iexclQueacute mala mujer -pensaba el desgraciado- He conseguido para ella todo lo que ha

deseado y me trata del modo maacutes cruel llegando hasta a negar que yo sea su marido

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

10

Sin embargo no duroacute mucho tiempo aquello porque al fin se aburrioacute la vieja de su

papel de mujer de gobernador Llamoacute al anciano y le ordenoacute

-Ve viejo tonto y dile al pez de oro que no quiero ser maacutes mujer de gobernador que

quiero ser zarina

Se fue el anciano a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez de oro se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-iexclAy pobre de miacute Mi mujer se ha vuelto auacuten maacutes loca que antes ya no quiere ser

mujer de gobernador quiere ser zarina

-No te apures Vuelve tranquilamente a casa y reza a Dios Todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa pero en el sitio de eacutesta vio elevarse un magniacutefico palacio

cubierto con un tejado de oro los centinelas haciacutean la guardia en la puerta con el arma

al brazo detraacutes del palacio se extendiacutea un hermosiacutesimo jardiacuten y delante habiacutea una

explanada en la que estaba formado un gran ejeacutercito La mujer engalanada como

correspondiacutea a su rango de zarina salioacute al balcoacuten seguida de gran nuacutemero de generales

y nobles y empezoacute a pasar revista a sus tropas Los tambores redoblaron las muacutesicas

tocaron el himno real y los soldados lanzaron hurras ensordecedores

A pesar de toda esta magnificencia despueacutes de poco tiempo se aburrioacute la mujer de ser

zarina y mandoacute que buscasen al anciano y lo trajesen a su presencia

Al oiacuter esta orden todos los que la rodeaban se pusieron en movimiento los generales

y los nobles corriacutean apresurados de un lado a otro diciendo laquoiquestQueacute viejo seraacute eacuteseraquo

Al fin con gran dificultad lo encontraron en un corral y lo llevaron a presencia de la

zarina que le gritoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-iexclVe viejo tonto ve en seguida a la orilla del mar y dile al pez de oro que no quiero

ser maacutes una zarina quiero ser la diosa de los mares para que todos los mares y todos

los peces me obedezcan

El buen viejo quiso negarse pero su mujer lo amenazoacute con cortarle la cabeza si se

atreviacutea a desobedecerla Con el corazoacuten oprimido se dirigioacute el anciano a la orilla del

mar y una vez alliacute exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Pero no aparecioacute el pez de oro el anciano lo llamoacute por segunda vez pero tampoco

vino Lo llamoacute por tercera vez y de repente se alborotoacute el mar se levantaron grandes

olas y el color azul del agua se obscurecioacute hasta volverse negro Entonces el Pez de oro

se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute maacutes quieres buen viejo

El pobre anciano le contestoacute

-No seacute queacute hacer con mi mujer estaacute furiosa conmigo y me ha amenazado con cortarme

la cabeza si no vengo a decirte que ya no le basta con ser una zarina que quiere ser

diosa de los mares para mandar en todos los mares y gobernar a todos los peces

Esta vez el pez no respondioacute nada al anciano se volvioacute y desaparecioacute en las

profundidades del mar

El desgraciado viejo se volvioacute a casa y quedoacute lleno de asombro El magniacutefico palacio

habiacutea desaparecido y en su lugar se hallaba otra vez la primitiva cabantildea vieja y

pequentildea en la cual estaba sentada su mujer vestida con unas ropas pobres y

remendadas

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Tuvieron que volver a su vida de antes dedicaacutendose otra vez el viejo a la pesca y

aunque todos los diacuteas echaba su red al mar nunca volvioacute a tener la suerte de pescar al

maravilloso pez de oro

Basilisa la Hermosa

En un reino viviacutea una vez un comerciante con su mujer y su uacutenica hija llamada Basilisa

la Hermosa Al cumplir la nintildea los ocho antildeos se puso enferma su madre y presintiendo

su proacutexima muerte llamoacute a Basilisa le dio una muntildeeca y le dijo

-Escuacutechame hijita miacutea y acueacuterdate bien de mis uacuteltimas palabras Yo me muero y con

mi bendicioacuten te dejo esta muntildeeca guaacuterdala siempre con cuidado sin mostrarla a nadie

y cuando te suceda alguna desdicha piacutedele consejo

Despueacutes de haber dicho estas palabras la madre besoacute a su hija suspiroacute y se murioacute

El comerciante al quedarse viudo se entristecioacute mucho pero pasoacute tiempo se fue

consolando y decidioacute volver a casarse Era un hombre bueno y muchas mujeres lo

deseaban por marido pero entre todas eligioacute una viuda que teniacutea dos hijas de la edad

de Basilisa y que en toda la comarca teniacutea fama de ser buena madre y ama de casa

ejemplar

El comerciante se casoacute con ella pero pronto comprendioacute que se habiacutea equivocado pues

no encontroacute la buena madre que para su hija deseaba Basilisa era la joven maacutes hermosa

de la aldea la madrastra y sus hijas envidiosas de su belleza la mortificaban

continuamente y le imponiacutean toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de

cansancio y para que el aire y el sol quemaran su cutis delicado Basilisa soportaba

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13

todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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21

-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

28

-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

29

necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

30

Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

47

-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 9: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Eacuteste le contestoacute

-No me deja en paz mi mujer por fuerza se ha vuelto completamente loca dice que no

quiere ser maacutes una campesina que quiere ser una mujer de gobernador

-Bien no te apures vete a casa y reza a Dios que yo lo arreglareacute todo

Volvioacute a casa el anciano pero al llegar vio que en el sitio de la cabantildea se elevaba una

magniacutefica casa de piedra con tres pisos corriacutea apresurada la servidumbre por el patio

en la cocina los cocineros preparaban la comida mientras que su mujer se hallaba

sentada en un rico silloacuten vestida con un precioso traje de brocado y dando oacuterdenes a

toda la servidumbre

-iexclHola mujer iquestEstaacutes ya contenta -le dijo el marido

-iquestCoacutemo has osado llamarme tu mujer a miacute que soy la mujer de un gobernador -y

dirigieacutendose a sus servidores les ordenoacute- Cojan a ese miserable campesino que

pretende ser mi marido y lleacutevenlo a la cuadra para que lo azoten bien

En seguida acudioacute la servidumbre cogieron por el cuello al pobre viejo y lo arrastraron

a la cuadra donde los mozos lo azotaron y apalearon de tal modo que con gran

dificultad pudo luego ponerse en pie Despueacutes de esto la cruel mujer lo nombroacute

barrendero de la casa y le dieron una escoba para que barriese el patio con el encargo

de que estuviese siempre limpio

Para el pobre anciano empezoacute una existencia llena de amarguras y humillaciones teniacutea

que comer en la cocina y todo el diacutea estaba ocupado barriendo el patio porque apenas

cometiacutea la menor falta lo castigaban apaleaacutendolo en la cuadra

-iexclQueacute mala mujer -pensaba el desgraciado- He conseguido para ella todo lo que ha

deseado y me trata del modo maacutes cruel llegando hasta a negar que yo sea su marido

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Sin embargo no duroacute mucho tiempo aquello porque al fin se aburrioacute la vieja de su

papel de mujer de gobernador Llamoacute al anciano y le ordenoacute

-Ve viejo tonto y dile al pez de oro que no quiero ser maacutes mujer de gobernador que

quiero ser zarina

Se fue el anciano a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez de oro se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-iexclAy pobre de miacute Mi mujer se ha vuelto auacuten maacutes loca que antes ya no quiere ser

mujer de gobernador quiere ser zarina

-No te apures Vuelve tranquilamente a casa y reza a Dios Todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa pero en el sitio de eacutesta vio elevarse un magniacutefico palacio

cubierto con un tejado de oro los centinelas haciacutean la guardia en la puerta con el arma

al brazo detraacutes del palacio se extendiacutea un hermosiacutesimo jardiacuten y delante habiacutea una

explanada en la que estaba formado un gran ejeacutercito La mujer engalanada como

correspondiacutea a su rango de zarina salioacute al balcoacuten seguida de gran nuacutemero de generales

y nobles y empezoacute a pasar revista a sus tropas Los tambores redoblaron las muacutesicas

tocaron el himno real y los soldados lanzaron hurras ensordecedores

A pesar de toda esta magnificencia despueacutes de poco tiempo se aburrioacute la mujer de ser

zarina y mandoacute que buscasen al anciano y lo trajesen a su presencia

Al oiacuter esta orden todos los que la rodeaban se pusieron en movimiento los generales

y los nobles corriacutean apresurados de un lado a otro diciendo laquoiquestQueacute viejo seraacute eacuteseraquo

Al fin con gran dificultad lo encontraron en un corral y lo llevaron a presencia de la

zarina que le gritoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-iexclVe viejo tonto ve en seguida a la orilla del mar y dile al pez de oro que no quiero

ser maacutes una zarina quiero ser la diosa de los mares para que todos los mares y todos

los peces me obedezcan

El buen viejo quiso negarse pero su mujer lo amenazoacute con cortarle la cabeza si se

atreviacutea a desobedecerla Con el corazoacuten oprimido se dirigioacute el anciano a la orilla del

mar y una vez alliacute exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Pero no aparecioacute el pez de oro el anciano lo llamoacute por segunda vez pero tampoco

vino Lo llamoacute por tercera vez y de repente se alborotoacute el mar se levantaron grandes

olas y el color azul del agua se obscurecioacute hasta volverse negro Entonces el Pez de oro

se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute maacutes quieres buen viejo

El pobre anciano le contestoacute

-No seacute queacute hacer con mi mujer estaacute furiosa conmigo y me ha amenazado con cortarme

la cabeza si no vengo a decirte que ya no le basta con ser una zarina que quiere ser

diosa de los mares para mandar en todos los mares y gobernar a todos los peces

Esta vez el pez no respondioacute nada al anciano se volvioacute y desaparecioacute en las

profundidades del mar

El desgraciado viejo se volvioacute a casa y quedoacute lleno de asombro El magniacutefico palacio

habiacutea desaparecido y en su lugar se hallaba otra vez la primitiva cabantildea vieja y

pequentildea en la cual estaba sentada su mujer vestida con unas ropas pobres y

remendadas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Tuvieron que volver a su vida de antes dedicaacutendose otra vez el viejo a la pesca y

aunque todos los diacuteas echaba su red al mar nunca volvioacute a tener la suerte de pescar al

maravilloso pez de oro

Basilisa la Hermosa

En un reino viviacutea una vez un comerciante con su mujer y su uacutenica hija llamada Basilisa

la Hermosa Al cumplir la nintildea los ocho antildeos se puso enferma su madre y presintiendo

su proacutexima muerte llamoacute a Basilisa le dio una muntildeeca y le dijo

-Escuacutechame hijita miacutea y acueacuterdate bien de mis uacuteltimas palabras Yo me muero y con

mi bendicioacuten te dejo esta muntildeeca guaacuterdala siempre con cuidado sin mostrarla a nadie

y cuando te suceda alguna desdicha piacutedele consejo

Despueacutes de haber dicho estas palabras la madre besoacute a su hija suspiroacute y se murioacute

El comerciante al quedarse viudo se entristecioacute mucho pero pasoacute tiempo se fue

consolando y decidioacute volver a casarse Era un hombre bueno y muchas mujeres lo

deseaban por marido pero entre todas eligioacute una viuda que teniacutea dos hijas de la edad

de Basilisa y que en toda la comarca teniacutea fama de ser buena madre y ama de casa

ejemplar

El comerciante se casoacute con ella pero pronto comprendioacute que se habiacutea equivocado pues

no encontroacute la buena madre que para su hija deseaba Basilisa era la joven maacutes hermosa

de la aldea la madrastra y sus hijas envidiosas de su belleza la mortificaban

continuamente y le imponiacutean toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de

cansancio y para que el aire y el sol quemaran su cutis delicado Basilisa soportaba

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

15

cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

16

satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

17

de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

32

El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 10: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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Sin embargo no duroacute mucho tiempo aquello porque al fin se aburrioacute la vieja de su

papel de mujer de gobernador Llamoacute al anciano y le ordenoacute

-Ve viejo tonto y dile al pez de oro que no quiero ser maacutes mujer de gobernador que

quiero ser zarina

Se fue el anciano a la orilla del mar y exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

El Pez de oro se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute quieres buen viejo

-iexclAy pobre de miacute Mi mujer se ha vuelto auacuten maacutes loca que antes ya no quiere ser

mujer de gobernador quiere ser zarina

-No te apures Vuelve tranquilamente a casa y reza a Dios Todo estaraacute hecho

Volvioacute el anciano a casa pero en el sitio de eacutesta vio elevarse un magniacutefico palacio

cubierto con un tejado de oro los centinelas haciacutean la guardia en la puerta con el arma

al brazo detraacutes del palacio se extendiacutea un hermosiacutesimo jardiacuten y delante habiacutea una

explanada en la que estaba formado un gran ejeacutercito La mujer engalanada como

correspondiacutea a su rango de zarina salioacute al balcoacuten seguida de gran nuacutemero de generales

y nobles y empezoacute a pasar revista a sus tropas Los tambores redoblaron las muacutesicas

tocaron el himno real y los soldados lanzaron hurras ensordecedores

A pesar de toda esta magnificencia despueacutes de poco tiempo se aburrioacute la mujer de ser

zarina y mandoacute que buscasen al anciano y lo trajesen a su presencia

Al oiacuter esta orden todos los que la rodeaban se pusieron en movimiento los generales

y los nobles corriacutean apresurados de un lado a otro diciendo laquoiquestQueacute viejo seraacute eacuteseraquo

Al fin con gran dificultad lo encontraron en un corral y lo llevaron a presencia de la

zarina que le gritoacute

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-iexclVe viejo tonto ve en seguida a la orilla del mar y dile al pez de oro que no quiero

ser maacutes una zarina quiero ser la diosa de los mares para que todos los mares y todos

los peces me obedezcan

El buen viejo quiso negarse pero su mujer lo amenazoacute con cortarle la cabeza si se

atreviacutea a desobedecerla Con el corazoacuten oprimido se dirigioacute el anciano a la orilla del

mar y una vez alliacute exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Pero no aparecioacute el pez de oro el anciano lo llamoacute por segunda vez pero tampoco

vino Lo llamoacute por tercera vez y de repente se alborotoacute el mar se levantaron grandes

olas y el color azul del agua se obscurecioacute hasta volverse negro Entonces el Pez de oro

se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute maacutes quieres buen viejo

El pobre anciano le contestoacute

-No seacute queacute hacer con mi mujer estaacute furiosa conmigo y me ha amenazado con cortarme

la cabeza si no vengo a decirte que ya no le basta con ser una zarina que quiere ser

diosa de los mares para mandar en todos los mares y gobernar a todos los peces

Esta vez el pez no respondioacute nada al anciano se volvioacute y desaparecioacute en las

profundidades del mar

El desgraciado viejo se volvioacute a casa y quedoacute lleno de asombro El magniacutefico palacio

habiacutea desaparecido y en su lugar se hallaba otra vez la primitiva cabantildea vieja y

pequentildea en la cual estaba sentada su mujer vestida con unas ropas pobres y

remendadas

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Tuvieron que volver a su vida de antes dedicaacutendose otra vez el viejo a la pesca y

aunque todos los diacuteas echaba su red al mar nunca volvioacute a tener la suerte de pescar al

maravilloso pez de oro

Basilisa la Hermosa

En un reino viviacutea una vez un comerciante con su mujer y su uacutenica hija llamada Basilisa

la Hermosa Al cumplir la nintildea los ocho antildeos se puso enferma su madre y presintiendo

su proacutexima muerte llamoacute a Basilisa le dio una muntildeeca y le dijo

-Escuacutechame hijita miacutea y acueacuterdate bien de mis uacuteltimas palabras Yo me muero y con

mi bendicioacuten te dejo esta muntildeeca guaacuterdala siempre con cuidado sin mostrarla a nadie

y cuando te suceda alguna desdicha piacutedele consejo

Despueacutes de haber dicho estas palabras la madre besoacute a su hija suspiroacute y se murioacute

El comerciante al quedarse viudo se entristecioacute mucho pero pasoacute tiempo se fue

consolando y decidioacute volver a casarse Era un hombre bueno y muchas mujeres lo

deseaban por marido pero entre todas eligioacute una viuda que teniacutea dos hijas de la edad

de Basilisa y que en toda la comarca teniacutea fama de ser buena madre y ama de casa

ejemplar

El comerciante se casoacute con ella pero pronto comprendioacute que se habiacutea equivocado pues

no encontroacute la buena madre que para su hija deseaba Basilisa era la joven maacutes hermosa

de la aldea la madrastra y sus hijas envidiosas de su belleza la mortificaban

continuamente y le imponiacutean toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de

cansancio y para que el aire y el sol quemaran su cutis delicado Basilisa soportaba

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todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

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trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

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cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

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satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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24

El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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25

Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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26

El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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30

Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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32

El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

39

Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

40

1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

41

-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

42

El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

44

El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

47

-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Page 11: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-iexclVe viejo tonto ve en seguida a la orilla del mar y dile al pez de oro que no quiero

ser maacutes una zarina quiero ser la diosa de los mares para que todos los mares y todos

los peces me obedezcan

El buen viejo quiso negarse pero su mujer lo amenazoacute con cortarle la cabeza si se

atreviacutea a desobedecerla Con el corazoacuten oprimido se dirigioacute el anciano a la orilla del

mar y una vez alliacute exclamoacute

-iexclPececito pececito iexclPonte con la cola hacia el mar y con la cabeza hacia miacute

Pero no aparecioacute el pez de oro el anciano lo llamoacute por segunda vez pero tampoco

vino Lo llamoacute por tercera vez y de repente se alborotoacute el mar se levantaron grandes

olas y el color azul del agua se obscurecioacute hasta volverse negro Entonces el Pez de oro

se arrimoacute a la orilla y dijo

-iquestQueacute maacutes quieres buen viejo

El pobre anciano le contestoacute

-No seacute queacute hacer con mi mujer estaacute furiosa conmigo y me ha amenazado con cortarme

la cabeza si no vengo a decirte que ya no le basta con ser una zarina que quiere ser

diosa de los mares para mandar en todos los mares y gobernar a todos los peces

Esta vez el pez no respondioacute nada al anciano se volvioacute y desaparecioacute en las

profundidades del mar

El desgraciado viejo se volvioacute a casa y quedoacute lleno de asombro El magniacutefico palacio

habiacutea desaparecido y en su lugar se hallaba otra vez la primitiva cabantildea vieja y

pequentildea en la cual estaba sentada su mujer vestida con unas ropas pobres y

remendadas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

12

Tuvieron que volver a su vida de antes dedicaacutendose otra vez el viejo a la pesca y

aunque todos los diacuteas echaba su red al mar nunca volvioacute a tener la suerte de pescar al

maravilloso pez de oro

Basilisa la Hermosa

En un reino viviacutea una vez un comerciante con su mujer y su uacutenica hija llamada Basilisa

la Hermosa Al cumplir la nintildea los ocho antildeos se puso enferma su madre y presintiendo

su proacutexima muerte llamoacute a Basilisa le dio una muntildeeca y le dijo

-Escuacutechame hijita miacutea y acueacuterdate bien de mis uacuteltimas palabras Yo me muero y con

mi bendicioacuten te dejo esta muntildeeca guaacuterdala siempre con cuidado sin mostrarla a nadie

y cuando te suceda alguna desdicha piacutedele consejo

Despueacutes de haber dicho estas palabras la madre besoacute a su hija suspiroacute y se murioacute

El comerciante al quedarse viudo se entristecioacute mucho pero pasoacute tiempo se fue

consolando y decidioacute volver a casarse Era un hombre bueno y muchas mujeres lo

deseaban por marido pero entre todas eligioacute una viuda que teniacutea dos hijas de la edad

de Basilisa y que en toda la comarca teniacutea fama de ser buena madre y ama de casa

ejemplar

El comerciante se casoacute con ella pero pronto comprendioacute que se habiacutea equivocado pues

no encontroacute la buena madre que para su hija deseaba Basilisa era la joven maacutes hermosa

de la aldea la madrastra y sus hijas envidiosas de su belleza la mortificaban

continuamente y le imponiacutean toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de

cansancio y para que el aire y el sol quemaran su cutis delicado Basilisa soportaba

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

13

todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

14

trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

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satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

32

El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

38

El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

47

-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

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50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 12: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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Tuvieron que volver a su vida de antes dedicaacutendose otra vez el viejo a la pesca y

aunque todos los diacuteas echaba su red al mar nunca volvioacute a tener la suerte de pescar al

maravilloso pez de oro

Basilisa la Hermosa

En un reino viviacutea una vez un comerciante con su mujer y su uacutenica hija llamada Basilisa

la Hermosa Al cumplir la nintildea los ocho antildeos se puso enferma su madre y presintiendo

su proacutexima muerte llamoacute a Basilisa le dio una muntildeeca y le dijo

-Escuacutechame hijita miacutea y acueacuterdate bien de mis uacuteltimas palabras Yo me muero y con

mi bendicioacuten te dejo esta muntildeeca guaacuterdala siempre con cuidado sin mostrarla a nadie

y cuando te suceda alguna desdicha piacutedele consejo

Despueacutes de haber dicho estas palabras la madre besoacute a su hija suspiroacute y se murioacute

El comerciante al quedarse viudo se entristecioacute mucho pero pasoacute tiempo se fue

consolando y decidioacute volver a casarse Era un hombre bueno y muchas mujeres lo

deseaban por marido pero entre todas eligioacute una viuda que teniacutea dos hijas de la edad

de Basilisa y que en toda la comarca teniacutea fama de ser buena madre y ama de casa

ejemplar

El comerciante se casoacute con ella pero pronto comprendioacute que se habiacutea equivocado pues

no encontroacute la buena madre que para su hija deseaba Basilisa era la joven maacutes hermosa

de la aldea la madrastra y sus hijas envidiosas de su belleza la mortificaban

continuamente y le imponiacutean toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de

cansancio y para que el aire y el sol quemaran su cutis delicado Basilisa soportaba

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todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

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trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

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cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

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satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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25

Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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26

El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

42

El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

44

El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

47

-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Page 13: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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todo con resignacioacuten y cada diacutea creciacutea su hermosura mientras que las hijas de la

madrastra a pesar de estar siempre ociosas se afeaban por la envidia que teniacutean a su

hermana La causa de esto no era ni maacutes ni menos que la buena Muntildeeca sin la ayuda

de la cual Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones La

Muntildeeca la consolaba en sus desdichas daacutendole buenos consejos y trabajando con ella

Asiacute pasaron algunos antildeos y las muchachas llegaron a la edad de casarse Todos los

joacutevenes de la ciudad solicitaban casarse con Basilisa sin hacer caso alguno de las hijas

de la madrastra Eacutesta cada vez maacutes enfadada contestaba a todos

-No casareacute a la menor antes de que se casen las mayores

Y despueacutes de haber despedido a los pretendientes se vengaba de la pobre Basilisa con

golpes e injurias

Un diacutea el comerciante tuvo necesidad de hacer un viaje y se marchoacute Entretanto la

madrastra se mudoacute a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que seguacuten

deciacutea la gente aunque nadie lo habiacutea visto viviacutea la terrible bruja Baba-Yaga nadie

osaba acercarse a aquellos lugares porque Baba-Yaga se comiacutea a los hombres como si

fueran pollos

Despueacutes de instaladas en el nuevo alojamiento la madrastra con diferentes pretextos

enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia pero a pesar de todas sus astucias la joven

volviacutea siempre a casa guiada por la Muntildeeca que no permitiacutea que Basilisa se acercase

a la cabantildea de la temible bruja

Llegoacute el otontildeo y un diacutea la madrastra dio a cada una de las tres muchachas una labor a

una le ordenoacute que hiciese encaje a otra que hiciese medias y a Basilisa le mandoacute hilar

obligaacutendolas a presentarle cada diacutea una cierta cantidad de trabajo hecho Apagoacute todas

las luces de la casa excepto una vela que dejoacute encendida en la habitacioacuten donde

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

14

trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

15

cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

16

satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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36

No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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37

Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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38

El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 14: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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trabajaban sus hijas y se acostoacute Poco a poco mientras las muchachas estaban

trabajando se formoacute en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra con el

pretexto de cortarlo apagoacute la luz con las tijeras

-iquestQueacute haremos ahora ndashdijeron las joacutevenes- No habiacutea maacutes luz que eacutesta en toda la casa

y nuestras labores no estaacuten auacuten terminadas iexclHabraacute que ir en busca de luz a la cabantildea

de Baba-Yaga

-Yo tengo luz de mis alfileres ndashdijo la que haciacutea el encaje- No ireacute yo

-Tampoco ireacute yo ndashantildeadioacute la que haciacutea las medias- Tengo luz de mis agujas

-iexclTienes que ir tuacute en busca de luz ndashexclamaron ambas- iexclAnda iexclVe a casa de Baba-

Yaga

Y al decir esto echaron a Basilisa de la habitacioacuten Basilisa se dirigioacute sin luz a su cuarto

puso la cena delante de la Muntildeeca y le dijo

-Come Muntildeeca miacutea y escucha mi desdicha Me mandan a buscar luz a la cabantildea de

Baba-Yaga y eacutesta me comeraacute iexclPobre de miacute

-No tengas miedo ndashle contestoacute la Muntildeeca- ve donde te manden pero no te olvides de

llevarme contigo ya sabes que no te abandonareacute en ninguna ocasioacuten

Basilisa se metioacute la Muntildeeca en el bolsillo se persignoacute y se fue al bosque La pobrecita

iba temblando cuando de repente pasoacute raacutepidamente por delante de ella un jinete blanco

como la nieve vestido de blanco montado en un caballo blanco y con un arneacutes blanco

en seguida empezoacute a amanecer Siguioacute su camino y vio pasar otro jinete rojo vestido

de rojo y montado en un corcel rojo y en seguida empezoacute a levantarse el sol Durante

todo el diacutea y toda la noche anduvo Basilisa y soacutelo al atardecer del diacutea siguiente llegoacute

al claro donde se hallaba la cabantildea de Baba-Yaga la cerca que la rodeaba estaba hecha

de huesos humanos rematados por calaveras las puertas eran piernas humanas los

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cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

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satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

29

necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

30

Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

47

-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 15: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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cerrojos manos y la cerradura una boca con dientes Basilisa se llenoacute de espanto De

pronto aparecioacute un jinete todo negro vestido de negro y montando un caballo negro

que al aproximarse a las puertas de la cabantildea de Baba-Yaga desaparecioacute como si se lo

hubiese tragado la tierra en seguida se hizo de noche No duroacute mucho la oscuridad de

las cuencas de los ojos de todas las calaveras salioacute una luz que alumbroacute el claro del

bosque como si fuese de diacutea Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo doacutende

esconderse permaneciacutea quieta

De pronto se oyoacute un tremendo alboroto los aacuterboles crujiacutean las hojas secas estallaban

y la espantosa bruja Baba-Yaga aparecioacute saliendo del bosque sentada en su mortero

arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba Se acercoacute a la puerta se

paroacute y husmeando el aire gritoacute

-iexclHuele a carne humana iquestQuieacuten estaacute ahiacute

Basilisa se acercoacute a la vieja la saludoacute con mucho respeto y le dijo

-Soy yo abuelita las hijas de mi madrastra me han mandado que venga a pedirte luz

-Bueno ndashcontestoacute la bruja- las conozco bien queacutedate en mi casa y si me sirves a mi

gusto te dareacute la luz

Luego dirigieacutendose a las puertas exclamoacute

-iexclEa mis fuertes cerrojos iexclaacutebranse iexclEa mis anchas puertas iexcldeacutejenme pasar

Las puertas se abrieron Baba-Yaga entroacute silbando acompantildeada de Basilisa y las

puertas se volvieron a cerrar solas Una vez dentro de la cabantildea la bruja se echoacute en un

banco y dijo

-iexclQuiero cenar iexclSirve toda la comida que estaacute en el horno

Basilisa encendioacute una tea acercaacutendola a una calavera y se puso a sacar la comida del

horno y a serviacutersela a Baba-Yaga la comida era tan abundante que habriacutea podido

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satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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22

-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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23

Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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24

El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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25

Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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26

El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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30

Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

32

El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

38

El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

39

Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

40

1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

41

-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

42

El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 16: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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satisfacer el hambre de diez hombres despueacutes trajo de la bodega vinos cerveza

aguardiente y otras bebidas Todo se lo comioacute y se lo bebioacute la bruja y a Basilisa le dejoacute

tan soacutelo un poquitiacuten de sopa de coles y una cortecita de pan

Se preparoacute para acostarse y dijo a la nueva doncella

-Mantildeana tempranito despueacutes que me marche tienes que barrer el patio limpiar la

cabantildea preparar la comida y lavar la ropa luego tomaraacutes del granero un celemiacuten de

trigo y lo expurgaraacutes del maiacutez que tiene mezclado Procura hacerlo todo porque si no

te comereacute a ti

Despueacutes de esto Baba-Yaga se puso a roncar mientras que Basilisa poniendo ante la

Muntildeeca las sobras de la comida y vertiendo amargas laacutegrimas dijo

-Toma Muntildeeca miacutea come y escuacutechame iexclQueacute desgraciada soy La bruja me ha

encargado que haga un trabajo para el que hariacutean falta cuatro personas y me amenazoacute

con comerme si no lo hago todo

La Muntildeeca contestoacute

-No temas nada Basilisa come y despueacutes de rezar acueacutestate mantildeana arreglaremos

todo

Al diacutea siguiente se despertoacute Basilisa muy tempranito miroacute por la ventana y vio que se

apagaban ya los ojos de las calaveras Vio pasar y desaparecer al jinete blanco y en

seguida amanecioacute Baba-Yaga salioacute al patio silboacute y ante ella aparecioacute el mortero con

el mazo y la escoba Pasoacute a todo galope el jinete rojo e inmediatamente salioacute el sol La

bruja se sentoacute en el mortero y salioacute del patio arreando con el mazo y barriendo con la

escoba

Basilisa se quedoacute sola recorrioacute la cabantildea se admiroacute al ver las riquezas que alliacute habiacutea

y se quedoacute indecisa sin saber por cuaacutel trabajo empezar Miroacute a su alrededor y vio que

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

17

de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

18

Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

19

-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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20

Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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21

-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

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35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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36

No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

37

Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

38

El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 17: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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de pronto todo el trabajo apareciacutea hecho la Muntildeeca estaba separando los uacuteltimos

granos de trigo de los de maiacutez

-iexclOh mi salvadora ndashexclamoacute Basilisa- Me has librado de ser comida por Baba-Yaga

-No te queda maacutes que preparar la comida ndashle contestoacute la Muntildeeca al mismo tiempo que

se metiacutea en el bolsillo de Basilisa- Prepaacuterala y descansa luego de tu labor

Al anochecer Basilisa puso la mesa esperando la llegada de Baba-Yaga Ya anocheciacutea

cuando pasoacute raacutepidamente el jinete negro e inmediatamente obscurecioacute por completo

soacutelo lucieron los ojos de las calaveras Luego crujieron los aacuterboles estallaron las hojas

y aparecioacute Baba-Yaga que fue recibida por Basilisa

-iquestEstaacute todo hecho ndashpreguntoacute la bruja

-Examiacutenalo todo tuacute misma abuelita

Baba-Yaga recorrioacute toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo

motivo para regantildear a Basilisa

-Bien ndashdijo al fin y se sentoacute a la mesa luego exclamoacute- iexclMis fieles servidores vengan

a moler mi trigo

En seguida se presentaron tres pares de manos cogieron el trigo y desaparecieron

Baba-Yaga despueacutes de comer hasta saciarse se acostoacute y ordenoacute a Basilisa

-Mantildeana haraacutes lo mismo que hoy y ademaacutes tomaraacutes del granero un montoacuten de semillas

de adormidera y las escogeraacutes una a una para separar los granos de tierra

Y dada esta orden se volvioacute del otro lado y se puso a roncar mientras Basilisa pediacutea

consejo a la Muntildeeca Eacutesta repitioacute la misma contestacioacuten de la viacutespera

-Acueacutestate tranquila despueacutes de haber rezado Por la mantildeana se es maacutes sabio que por

la noche ya veremos coacutemo lo hacemos todo

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

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34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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36

No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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37

Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

44

El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 18: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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Por la mantildeana la bruja se marchoacute otra vez y la muchacha ayudada por su Muntildeeca

cumplioacute todas sus obligaciones Al anochecer volvioacute Baba-Yaga a casa visitoacute todo y

exclamoacute

-iexclMis fieles servidores mis queridos amigos vengan a prensar mi simiente de

adormidera

Se presentaron los tres pares de manos cogieron las semillas de adormidera y se las

llevaron La bruja se sentoacute a la mesa y se puso a cenar

-iquestPor queacute no me cuentas algo ndashpreguntoacute a Basilisa que estaba silenciosa- iquestEres

muda

-Si me lo permites te preguntareacute una cosa

-Pregunta pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las

hace Cuanto maacutes sabio se es se es maacutes viejo

-Quiero preguntarte abuelita lo que he visto mientras caminaba por el bosque Me

adelantoacute un jinete todo blanco vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco

iquestQuieacuten era

-Es mi Diacutea Claro ndashcontestoacute la bruja

-Maacutes allaacute me alcanzoacute otro jinete todo rojo vestido de rojo y montando un corcel rojo

iquestQuieacuten era eacuteste

-Es mi Sol Radiante

-iquestY el jinete negro que me encontreacute ya junto a tu puerta

-Es mi Noche Oscura

Basilisa se acordoacute de los tres pares de manos pero no quiso preguntar maacutes y se calloacute

-iquestPor queacute no preguntas maacutes ndashdijo Baba-Yaga

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19

-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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20

Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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21

-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

32

El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 19: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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-Esto me basta me has recordado tuacute misma abuelita que cuanto maacutes sepa sereacute maacutes

vieja

-Bien ndashrepuso la bruja- bien haces en preguntar soacutelo lo que has visto fuera de la cabantildea

y no en la cabantildea misma pues no me gusta que los demaacutes se enteren de mis asuntos

Y ahora te preguntareacute yo tambieacuten iquestCoacutemo consigues cumplir con todas las obligaciones

que te impongo

-La bendicioacuten de mi madre me ayuda ndashcontestoacute la joven

-iexclOh lo que has dicho iexclVete en seguida hija bendita iexclNo necesito almas benditas en

mi casa iexclFuera

Y expulsoacute a Basilisa de la cabantildea la empujoacute tambieacuten fuera del patio luego tomando

de la cerca una calavera con los ojos encendidos la clavoacute en la punta de un palo se la

dio a Basilisa y le dijo

-He aquiacute la luz para las hijas de tu madrastra toacutemala y lleacutevatela a casa

La muchacha echoacute a correr alumbrando su camino con la calavera que se apagoacute ella

sola al amanecer al fin a la caiacuteda de la tarde del diacutea siguiente llegoacute a su casa Se acercoacute

a la puerta y tuvo intencioacuten de tirar la calavera pensando que ya no necesitariacutean luz en

casa pero oyoacute una voz sorda que saliacutea de aquella boca sin dientes que deciacutea laquoNo me

tires lleacutevame contigoraquo Miroacute entonces a la casa de su madrastra y no viendo brillar luz

en ninguna ventana decidioacute llevar la calavera consigo

La acogieron con carintildeo y le contaron que desde el momento en que se habiacutea marchado

no teniacutean luz no habiacutean podido encender el fuego y las luces que traiacutean de las casas de

los vecinos se apagaban apenas entraban en casa

-Acaso la luz que has traiacutedo no se apague ndashdijo la madrastra

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

47

-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 20: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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Trajeron la calavera a la habitacioacuten y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos

hijas quemaacutendolas sin piedad Intentaban esconderse pero los ojos ardientes las

perseguiacutean por todas partes al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas

soacutelo Basilisa permanecioacute intacta

Por la mantildeana la joven enterroacute la calavera en el bosque cerroacute la casa con llave se

dirigioacute a la ciudad pidioacute alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaloacute alliacute

esperando que volviese su padre Un diacutea dijo Basilisa a la anciana

-Me aburro sin trabajo abuelita Coacutemprame del mejor lino e hilareacute para matar el

tiempo

La anciana comproacute el lino y la muchacha se puso a hilar El trabajo avanzaba con

rapidez y el hilo saliacutea igualito y finito como un cabello Pronto tuvo un gran montoacuten

suficiente para ponerse a tejer pero era imposible encontrar un peine tan fino que

sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometiacutea a hacerlo La muchacha

pidioacute ayuda a su Muntildeeca y eacutesta en una sola noche le preparoacute un buen telar

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido

enhebrar en una aguja En la primavera lo blanquearon y entonces dijo Basilisa a la

anciana

-Vende el lienzo abuelita y guaacuterdate el dinero

La anciana miroacute la tela y exclamoacute

-No hijita ese lienzo salvo el zar no puede llevarlo nadie Lo ensentildeareacute en palacio

Se dirigioacute a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de

palacio

El zar la vio y le preguntoacute

-iquestQueacute quieres viejecita

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21

-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 21: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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-Majestad ndashcontestoacute eacutesta- he traiacutedo conmigo una mercanciacutea preciosa que no quiero

mostrar a nadie maacutes que a ti

El zar ordenoacute que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedoacute admirado

-iquestQueacute quieres por eacutel ndashpreguntoacute

-No tiene precio padre y sentildeor te lo he traiacutedo como regalo

El zar le dio las gracias y la colmoacute de regalos Empezaron a cortar el lienzo para hacerle

al zar unas camisas cortaron la tela pero no pudieron encontrar lencera que se

encargase de coserlas La buscaron largo tiempo y al fin el zar llamoacute a la anciana y le

dijo

-Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino por fuerza tienes que saber coserme

las camisas

-No soy yo majestad quien ha hilado y tejido esta tela es labor de una hermosa joven

que vive conmigo

-Bien pues que me cosa ella las camisas

Volvioacute la anciana a su casa y contoacute a Basilisa lo sucedido y eacutesta repuso

-Ya sabiacutea yo que me llamariacutean para hacer este trabajo

Se encerroacute en su habitacioacuten y se puso a trabajar Cosioacute sin descanso y pronto tuvo hecha

una docena de camisas La anciana las llevoacute a palacio y mientras tanto Basilisa se lavoacute

se peinoacute se vistioacute y se sentoacute a la ventana esperando lo que sucediera

Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar que dirigieacutendose a la joven dijo

-Su Majestad el zar quiere ver a la haacutebil lencera que le ha cosido las camisas para

recompensarla seguacuten merece

Basilisa la Hermosa se encaminoacute a palacio y se presentoacute al zar Apenas eacuteste la vio se

enamoroacute perdidamente de ella

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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36

No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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37

Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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38

El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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39

Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

44

El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 22: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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-Hermosa joven ndashle dijo- no me separareacute de ti porque seraacutes mi esposa

Entonces tomoacute a Basilisa la Hermosa de la mano la sentoacute a su lado y aquel mismo diacutea

celebraron la boda

Cuando volvioacute el padre de Basilisa tuvo una gran alegriacutea al conocer la suerte de su hija

y se fue a vivir con ella En cuanto a la anciana la joven zarina la acogioacute tambieacuten en

su palacio y a la Muntildeeca la guardoacute consigo hasta los uacuteltimos diacuteas de su vida que fue

toda ella muy feliz

El adivino

Era un campesino pobre y muy astuto apodado Escarabajo que queriacutea adquirir fama

de adivino

Un diacutea roboacute una saacutebana a una mujer la escondioacute en un montoacuten de paja y se empezoacute a

alabar diciendo que estaba en su poder el adivinarlo todo La mujer lo oyoacute y vino a eacutel

pidieacutendole que adivinase doacutende estaba su saacutebana El campesino le preguntoacute

-iquestY queacute me daraacutes por mi trabajo

-Un pud de harina y una libra de manteca

-Estaacute bien

Se puso a hacer como que meditaba y luego le indicoacute el sitio donde estaba escondida

la saacutebana

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

37

Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

38

El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

39

Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

44

El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 23: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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Dos o tres diacuteas despueacutes desaparecioacute un caballo que perteneciacutea a uno de los maacutes ricos

propietarios del pueblo Era Escarabajo quien lo habiacutea robado y conducido al bosque

donde lo habiacutea atado a un aacuterbol

El sentildeor mandoacute llamar al adivino y eacuteste imitando los gestos y procedimientos de un

verdadero mago le dijo

-Enviacutea tus criados al bosque alliacute estaacute tu caballo atado a un aacuterbol

Fueron al bosque encontraron el caballo y el contento propietario dio al campesino

cien rublos Desde entonces crecioacute su fama extendieacutendose por todo el paiacutes

Por desgracia ocurrioacute que al zar se le perdioacute su anillo nupcial y por maacutes que lo

buscaron por todas partes no lo pudieron encontrar

Entonces el zar mandoacute llamar al adivino dando orden de que lo trajesen a su palacio

lo maacutes pronto posible Los mensajeros llegados al pueblo cogieron al campesino lo

sentaron en un coche y lo llevaron a la capital Escarabajo con gran miedo pensaba

asiacute

laquoHa llegado la hora de mi perdicioacuten iquestCoacutemo podreacute adivinar doacutende estaacute el anillo Se

encolerizaraacute el zar y me expulsaraacuten del paiacutes o mandaraacute que me matenraquo

Lo llevaron ante el zar y eacuteste le dijo

-iexclHola amigo Si adivinas doacutende se halla mi anillo te recompensareacute bien pero si no

hareacute que te corten la cabeza

Y ordenoacute que lo encerrasen en una habitacioacuten separada diciendo a sus servidores

-Que le dejen solo para que medite toda la noche y me deacute la contestacioacuten mantildeana

temprano

Lo llevaron a una habitacioacuten y lo dejaron alliacute solo

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

40

1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 24: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se sentoacute en una silla y pensoacute para sus adentros laquoiquestQueacute contestacioacuten dareacute

al zar Seraacute mejor que espere la llegada de la noche y me escape apenas los gallos

canten tres veces huireacute de aquiacuteraquo

El anillo del zar habiacutea sido robado por tres servidores de palacio el uno era lacayo el

otro cocinero y el tercero cochero Hablaron los tres entre siacute diciendo

-iquestQueacute haremos Si este adivino sabe que somos nosotros los que hemos robado el

anillo nos condenaraacuten a muerte Lo mejor seraacute ir a escuchar a la puerta de su

habitacioacuten si no dice nada tampoco lo diremos nosotros pero si nos reconoce por

ladrones no hay maacutes remedio que rogarle que no nos denuncie al zar

Asiacute lo acordaron y el lacayo se fue a escuchar a la puerta De pronto se oyoacute por primera

vez el canto del gallo y el campesino exclamoacute

-iexclGracias a Dios Ya estaacute uno hay que esperar a los otros dos

Al lacayo se le paralizoacute el corazoacuten de miedo Acudioacute a sus compantildeeros dicieacutendoles

-iexclOh amigos me ha reconocido Apenas me acerqueacute a la puerta exclamoacute laquoYa estaacute

uno hay que esperar a los otros dosraquo

-Espera ahora ireacute yo -dijo el cochero y se fue a escuchar a la puerta

En aquel momento los gallos cantaron por segunda vez y el campesino dijo

-iexclGracias a Dios Ya estaacuten dos hay que esperar soacutelo al tercero

El cochero llegoacute junto a sus compantildeeros y les dijo

-iexclOh amigos tambieacuten me ha reconocido

Entonces el cocinero les propuso

-Si me reconoce tambieacuten iremos todos nos echaremos a sus pies y le rogaremos que

no nos denuncie y no cause nuestra perdicioacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

25

Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

26

El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

28

-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

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Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 25: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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Los tres se dirigieron hacia la habitacioacuten y el cocinero se acercoacute a la puerta para

escuchar De pronto cantaron los gallos por tercera vez y el campesino persignaacutendose

exclamoacute

-iexclGracias a Dios iexclYa estaacuten los tres

Y se lanzoacute hacia la puerta con la intencioacuten de huir del palacio pero los ladrones salieron

a su encuentro y se echaron a sus plantas suplicaacutendole

-Nuestras vidas estaacuten en tus manos No nos pierdas no nos denuncies al zar Aquiacute

tienes el anillo

-Bueno por esta vez los perdono -contestoacute el adivino

Tomoacute el anillo levantoacute una plancha del suelo y lo escondioacute debajo

Por la mantildeana el zar despertaacutendose hizo venir al adivino y le preguntoacute

-iquestHas pensado bastante

-Siacute y ya seacute doacutende se halla el anillo Se te ha caiacutedo y rodando se ha metido debajo de

esta plancha

Quitaron la plancha y sacaron de alliacute el anillo El zar recompensoacute generosamente a

nuestro adivino ordenoacute que le diesen de comer y beber y se fue a dar una vuelta por el

jardiacuten

Cuando el zar paseaba por una vereda vio un escarabajo lo cogioacute y volvioacute a palacio

-Oye -dijo a Escarabajo- si eres adivino tienes que adivinar queacute es lo que tengo

encerrado en mi puntildeo

El campesino se asustoacute y murmuroacute entre dientes

-Escarabajo ahora siacute que estaacutes cogido por la mano poderosa del zar

-iexclEs verdad iexclHas acertado -exclamoacute el zar

Y daacutendole auacuten maacutes dinero lo dejoacute irse a su casa colmado de honores

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

32

El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

47

-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 26: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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El campesino el oso y la zorra

Un diacutea un campesino estaba labrando su campo cuando se acercoacute a eacutel un Oso y le

gritoacute

-iexclCampesino te voy a matar

-iexclNo me mates -suplicoacute eacuteste- Yo sembrareacute los nabos y luego los repartiremos entre

los dos yo me quedareacute con las raiacuteces y te dareacute a ti las hojas

Consintioacute el Oso y se marchoacute al bosque

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten El campesino empezoacute a escarbar la tierra y a sacar

los nabos y el Oso salioacute del bosque para recibir su parte

-iexclHola campesino Ha llegado el tiempo de recoger la cosecha y cumplir tu promesa -

le dijo el Oso

-Con mucho gusto amigo Si quieres yo mismo te llevareacute tu parte -le contestoacute el

campesino

Y despueacutes de haber recogido todo le llevoacute al bosque un carro cargado de hojas de nabo

El Oso quedoacute muy satisfecho de lo que eacutel creiacutea un honrado reparto

Un diacutea el aldeano cargoacute su carro con los nabos y se dirigioacute a la ciudad para venderlos

pero en el camino tropezoacute con el Oso que le dijo

-iexclHola campesino iquestAdoacutende vas

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27

-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

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28

-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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29

necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 27: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues amigo -le contestoacute el aldeano- voy a la ciudad a vender las raiacuteces de los nabos

-Muy bien pero deacutejame probar queacute tal saben

No hubo maacutes remedio que darle un nabo para que lo probase Apenas el Oso acaboacute de

comerlo rugioacute furioso

-iexclAh miserable iexclCoacutemo me has engantildeado iexclLas raiacuteces saben mucho mejor que las

hojas Cuando siembres otra vez me daraacutes las raiacuteces y tuacute te quedaraacutes con las hojas

-Bien -contestoacute el campesino y en vez de sembrar nabos sembroacute trigo

Llegoacute el tiempo de la recoleccioacuten y tomoacute para siacute las espigas las desgranoacute las molioacute y

de la harina amasoacute y cocioacute ricos panes mientras que al Oso le dio las raiacuteces del trigo

Viendo el Oso que otra vez el campesino se habiacutea burlado de eacutel rugioacute

-iexclCampesino iexclEstoy muy enfadado contigo iexclNo te atrevas a ir al bosque por lentildea

porque te matareacute en cuanto te vea

El campesino volvioacute a su casa y a pesar de que la lentildea le haciacutea mucha falta no se

atrevioacute a ir al bosque por ella consumioacute la madera de los bancos y de todos sus toneles

pero al fin no tuvo maacutes remedio que ir al bosque

Entroacute sigilosamente en eacutel y salioacute a su encuentro una Zorra

-iquestQueacute te pasa -le preguntoacute eacutesta- iquestPor queacute andas tan despacito

-Tengo miedo de encontrar al Oso que se ha enfadado conmigo amenazaacutendome con

matarme si me atrevo a entrar en el bosque

-No te apures yo te salvareacute pero dime lo que me daraacutes en cambio

El campesino hizo una reverencia a la Zorra y le dijo

-No sereacute avaro si me ayudas te dareacute una docena de gallinas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

28

-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

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29

necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

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30

Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 28: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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-Conforme No temas al Oso corta la lentildea que quieras y entretanto yo dareacute gritos

fingiendo que han venido cazadores Si el Oso te pregunta queacute significa ese ruido dile

que corren los cazadores por el bosque persiguiendo a los lobos y a los osos

El campesino se puso a cortar lentildea y pronto llegoacute el Oso corriendo a todo correr

-iexclEh viejo amigo iquestQueacute significan esos gritos -le preguntoacute el Oso

-Son los cazadores que persiguen a los lobos y a los osos

-iexclOh amigo iexclNo me denuncies a ellos Proteacutegeme y escoacutendeme debajo de tu carro -le

suplicoacute el Oso todo asustado

Entretanto la Zorra que gritaba escondieacutendose detraacutes de los zarzales preguntoacute

-iexclHola campesino iquestHas visto por aquiacute a alguacuten oso

El corredor veloz

En un reino muy lejano lindando con una ciudad habiacutea un pantano muy extenso para

entrar y salir de la ciudad habiacutea que seguir una carretera tan larga que yendo de prisa

se empleaba tres antildeos en bordear el pantano y yendo despacio se tardaba maacutes de cinco

A un lado de la carretera viviacutea un anciano muy devoto que teniacutea tres hijos El primero

se llamaba Ivaacuten el segundo Basiliv y el tercero Simeoacuten El buen anciano pensoacute hacer

un camino en liacutenea recta a traveacutes del pantano construyendo algunos puentes

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

36

No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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37

Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

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Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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73

Page 29: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

29

necesarios con objeto de que la gente pudiese hacer todo el trayecto tardando

solamente tres semanas o tres diacuteas seguacuten se fuese a pie o a caballo De este modo

hariacutean todos gran economiacutea de tiempo

Se puso al trabajo con sus tres hijos y al cabo de bastante tiempo terminoacute la obra el

pantano quedoacute atravesado por una ancha carretera en liacutenea recta con magniacuteficos

puentes

De vuelta a casa el padre dijo a su hijo mayor

-Oye Ivaacuten ve sieacutentate debajo del primer puente y escucha lo que dicen de miacute los

transeuacutentes

El hijo obedecioacute y se escondioacute debajo de uno de los arcos del primer puente por el que

en aquel momento pasaban dos ancianos que deciacutean

-Al hombre que ha construido este puente y arreglado esta carretera Dios le concederaacute

lo que pida

Cuando Ivaacuten oyoacute esto salioacute de su escondite y saludando a los ancianos les dijo

-Este puente lo he construido yo ayudado por mi padre y mis hermanos

-iquestY queacute pides tuacute a Dios -preguntaron los ancianos

-Pido tener mucho dinero durante toda mi vida

-Estaacute bien En medio de aquella pradera hay un roble muy viejo excava debajo de sus

raiacuteces y encontraraacutes una gran cueva llena de oro plata y piedras preciosas Toma tu

pala excava y que Dios te deacute tanto dinero que no te falte nunca hasta que te mueras

Ivaacuten se fue a la pradera excavoacute debajo del roble y encontroacute una caverna llena de una

inmensidad de riquezas en oro plata y piedras preciosas que se llevoacute a su casa

Al llegar alliacute su padre le preguntoacute

-iquestY queacute hijo miacuteo queacute es lo que has oiacutedo hablar de miacute a la gente

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

30

Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

33

Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

34

cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

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35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

38

El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

44

El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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47

-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 30: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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Ivaacuten le contoacute todo lo que habiacutea oiacutedo hablar a los dos ancianos y coacutemo eacutestos lo habiacutean

colmado de riquezas para toda su vida

Al diacutea siguiente el padre envioacute a su segundo hijo Basiliv se sentoacute debajo del puente y

se puso a escuchar lo que la gente deciacutea Pasaban por el puente dos viejos y cuando

estuvieron cerca de donde Basiliv se hallaba escondido eacuteste los oyoacute hablar asiacute

-Al que construyoacute este puente todo lo que pida a Dios le seraacute concedido

Salioacute en seguida Basiliv de su escondite y saludando a los dos ancianos les dijo

-Abuelitos este puente lo he construido yo con ayuda de mi padre y de mis hermanos

-iquestY queacute es lo que tuacute deseariacuteas -le preguntaron

-Que Dios me diese para toda mi vida mucho grano

-Pues vete a casa siega trigo sieacutembralo y veraacutes coacutemo Dios te daraacute trigo para toda tu

vida

Basiliv llegoacute a casa contoacute al padre lo que le habiacutean dicho segoacute trigo y luego sembroacute

la semilla En seguida crecioacute tantiacutesimo trigo que no sabiacutea doacutende guardarlo

Al tercer diacutea el viejo envioacute a su tercer hijo Simeoacuten se escondioacute debajo del puente y al

cabo de un rato oyoacute pasar a los dos ancianos que deciacutean

-Al que hizo este puente y esta carretera de seguro que Dios le daraacute todo lo que le pida

Al oiacuter Simeoacuten estas palabras salioacute de su escondite y se presentoacute a los dos hombres

dicieacutendoles

-Yo he construido este puente y esta carretera con la ayuda de mi padre y de mis

hermanos

-iquestY queacute es lo que pides a Dios

-Que el zar me acepte como soldado de su escolta

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31

-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

37

Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

38

El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

39

Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

44

El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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73

Page 31: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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-Pero muchacho iquestno sabes que esa profesioacuten de soldado es difiacutecil y pesada iexclCuaacutentas

laacutegrimas vas a verter Piacutedele a Dios cualquier otra cosa maacutes agradable para ti

Pero el joven insistioacute en su propoacutesito dicieacutendoles

-Ustedes son viejos y sin embargo lloran iquestqueacute tiene de particular que llore yo que

soy maacutes joven El que no llore en este mundo lloraraacute en el otro

-Ya que te empentildeas sea nosotros te bendeciremos

Y diciendo esto pusieron las manos sobre su cabeza y al instante el joven se convirtioacute

en un ciervo que corriacutea con gran velocidad Corrioacute a su casa y su padre y hermanos

apenas lo vieron quisieron cazarlo pero eacutel escapoacute y volvioacute junto a los ancianos

quienes lo transformaron en una liebre Volvioacute por segunda vez a su casa y cuando alliacute

se dieron cuenta de que habiacutea entrado una liebre se echaron sobre ella para cogerla

pero se escapoacute y se volvioacute a acercar a los dos viejos los cuales por tercera vez lo

transformaron en un pajarito dorado que volaba con gran rapidez Voloacute a casa de su

familia y entrando por la ventana se puso a piar y saltar en el alfeacuteizar Los hermanos

procuraron cogerlo pero eacutel con gran ligereza escapoacute al campo Esta vez cuando el

pajarito dorado se arrimoacute a los dos viejos se transformoacute en el joven de antes y eacutestos le

dijeron

-Ahora Simeoacuten vete a alistarte en el ejeacutercito del zar Si tuvieses que ir a alguacuten sitio

con gran rapidez podraacutes transformarte en ciervo en liebre o en paacutejaro tal como

nosotros te hemos ensentildeado

Simeoacuten volvioacute a casa y pidioacute al padre que le dejase ir a servir al zar como soldado

-iquestPor queacute quieres ir a servir al zar cuando todaviacutea eres joven y auacuten no tienes

experiencia de la vida

-No padre deacutejame ir porque es la voluntad de Dios

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 32: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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El padre le dio permiso y Simeoacuten preparoacute todas sus cosas se despidioacute de su familia y

tomoacute la carretera que iba a la capital Caminoacute muchos diacuteas y al fin llegoacute entroacute en el

palacio y se presentoacute al mismo zar Se inclinoacute delante de eacutel y le dijo

-Mi zar y sentildeor no te ofendas por mi osadiacutea quiero servir en tu ejeacutercito

-iexclPero muchacho iexclTuacute eres demasiado joven todaviacutea

-Puede que sea demasiado joven e inexperto pero creo que podreacute servirte igual que los

demaacutes y asiacute lo prometo a Dios

El zar consintioacute y lo nombroacute soldado de su escolta personal

Pasado alguacuten tiempo un rey enemigo emprendioacute una guerra sangrienta contra el zar

Eacuteste empezoacute a preparar su ejeacutercito y quiso dirigirlo en persona Simeoacuten pidioacute al zar que

lo dejase ir tambieacuten a eacutel para acompantildearlo el zar consintioacute y todo el ejeacutercito se puso

en camino en busca del enemigo

Caminaron muchos diacuteas y atravesaron muchas tierras hasta que al fin llegaron a

enfrentarse con el enemigo La batalla habiacutea de tener lugar dentro de tres diacuteas

El zar pidioacute que le preparasen sus armas de combate pero con la prisa con que se

marcharon de la capital habiacutean dejado olvidados en palacio la espada y el escudo iexclEl

zar sin sus armas no queriacutea entrar en batalla para batir al enemigo

Hizo leer un bando disponiendo que si habiacutea alguien que se considerase capaz de ir y

volver a palacio en tres diacuteas y traerle la espada y el escudo que se presentase Al que

consiguiese traerle sus armas el zar ofreciacutea darle en recompensa por esposa a su hija

Mariacutea la cual llevariacutea como dote la mitad del Imperio y ademaacutes seriacutea declarado

heredero del trono

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

42

El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

44

El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

47

-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Page 33: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se presentaron varios voluntarios uno de ellos deciacutea que eacutel podriacutea ir y volver en tres

antildeos otro que en dos antildeos y un tercero que en uno Entonces Simeoacuten se presentoacute al

zar y le dijo

-Majestad yo puedo ir a palacio y traerte tu espada y tu escudo en tres diacuteas

El zar se puso contentiacutesimo lo abrazoacute dos veces y escribioacute en seguida una carta a su

hija en la que disponiacutea que entregase a su soldado Simeoacuten la espada y el escudo que

habiacutea dejado olvidados en palacio

Simeoacuten cogioacute el mensaje del zar y se marchoacute Cuando estuvo a una legua del

campamento se transformoacute en ciervo y se puso a correr con la rapidez de una flecha

Corrioacute corrioacute y cuando se cansoacute se transformoacute en liebre continuoacute asiacute con la misma

rapidez y cuando las patas empezaron a cansarse se transformoacute en un pajarito dorado

y voloacute con maacutes rapidez que antes Un diacutea y medio despueacutes llegaba a palacio donde la

zarevna Mariacutea se habiacutea quedado Se transformoacute entonces en hombre entroacute en palacio

y entregoacute a la zarevna el mensaje del zar Eacutesta lo tomoacute y despueacutes de leerlo preguntoacute al

joven

-iquestDe queacute modo has podido pasar por tantas tierras en tan poco tiempo

-Pues asiacute -respondioacute Simeoacuten

Y transformaacutendose en un ciervo dio con gran velocidad unas carreras por el parque

Despueacutes se acercoacute a la zarevna y descansoacute la cabeza sobre las rodillas de la joven eacutesta

cortoacute con sus tijeritas un mechoacuten de pelo de la cabeza del ciervo Despueacutes se transformoacute

en una liebre y se puso a dar saltos y brincos cobijaacutendose luego en las rodillas de la

zarevna quien tambieacuten cortoacute otro mechoacuten de pelo de la cabeza de la liebre Por uacuteltimo

se transformoacute en un pajarito con la cabeza dorada voloacute de un lado a otro y se posoacute

sobre la mano de la zarevna Mariacutea La joven le arrancoacute algunas plumitas doradas de la

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

36

No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

38

El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 34: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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cabeza cogioacute los mechones de pelo que habiacutea cortado al ciervo y a la liebre y las

plumas del pajarito y lo puso todo en su pantildeuelo que atoacute y escondioacute en su bolsillo El

pajarito esta vez se transformoacute en el joven de antes

La zarevna hizo que le diesen de comer y beber y le dio provisiones para el camino

Despueacutes de entregarle el escudo y la espada del zar su padre al despedirse le dio un

abrazo y el joven corredor se marchoacute al campamento de su zar

Otra vez se transformoacute en ciervo cuando se cansoacute de correr en liebre cuando se cansoacute

de nuevo en pajarito y al tercer diacutea vio ya no lejos la tienda imperial Al llegar a la

distancia de media legua se transformoacute en su verdadero ser y se echoacute en la sombra de

un zarzal a la orilla del mar para descansar un poco del viaje Puso la espada y el

escudo a su lado pero era tanto el cansancio que teniacutea que se durmioacute al momento

Uno de los generales del zar que por casualidad paseaba por alliacute descubrioacute al corredor

dormido aprovechaacutendose de su suentildeo lo tiroacute al agua y cogiendo la espada y el escudo

fue a la tienda de campantildea del zar y le entregoacute las armas dicieacutendole

-Sentildeor he aquiacute tu espada y tu escudo yo mismo te los he traiacutedo

El zar entusiasmado dio las gracias al general sin acordarse de Simeoacuten A las pocas

horas se entabloacute la batalla con el enemigo el resultado de la cual fue una gran victoria

para el zar y su ejeacutercito

Al pobre Simeoacuten cuando cayoacute al mar lo cogioacute el zar del Mar y lo arrastroacute a las

profundidades de su reino Vivioacute con este zar durante un antildeo y se puso muy triste

-iquestQueacute tienes Simeoacuten te aburres aquiacute -le preguntoacute un diacutea el zar del Mar

-Siacute majestad

-iquestQuieres ir a la tierra rusa

-Siacute quiero si su majestad lo permite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

35

El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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36

No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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37

Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

44

El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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73

Page 35: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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El zar lo subioacute y lo sacoacute a la orilla durante una noche muy oscura

Simeoacuten se puso a rezar diciendo

-iexclDios miacuteo haz salir el Sol

Cuando el cielo empezaba a tentildeirse de puacuterpura por levante con la luz de la aurora el

zar del Mar se presentoacute a Simeoacuten lo agarroacute y se lo llevoacute otra vez a su reino

Vivioacute alliacute otro antildeo y de la tristeza que teniacutea estaba siempre llorando Otra vez le

preguntoacute entonces el zar

-iquestPor queacute lloras muchacho iquestTe aburres

-Mucho majestad

-iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo cogioacute y lo dejoacute a la orilla del mar Simeoacuten con laacutegrimas en los ojos rogoacute al Sentildeor

diciendo

-iexclDios miacuteo haz que salga el Sol

Apenas empezoacute a tentildeirse el horizonte el zar del Mar se presentoacute como la otra vez lo

cogioacute y lo arrastroacute a las profundidades de su reino

Pasoacute el pobre Simeoacuten el tercer antildeo y estaba tan afligido que no haciacutea maacutes que llorar

todo el diacutea Un diacutea que estaba maacutes triste que de costumbre el zar del Mar se le acercoacute

y le dijo

-Pero iquestpor queacute lloras iquestTe aburres iquestQuieres volver a la tierra rusa

-Siacute majestad

Lo sacoacute por tercera vez fuera del agua y lo dejoacute a la orilla del mar Apenas se encontroacute

Simeoacuten fuera del agua se puso de rodillas y con grandiacutesimo fervor rogoacute asiacute

-iexclDios miacuteo ten piedad de miacute Haz que salga el Sol

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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37

Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

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50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 36: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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No habiacutea tenido tiempo de decirlo cuando el Sol se mostroacute en todo su esplendor

iluminando el mundo con sus rayos Esta vez el zar del Mar tuvo miedo a la luz del diacutea

y no se atrevioacute a salir a coger a Simeoacuten el cual se vio libre

Se puso en camino hacia su reino transformaacutendose primero en ciervo despueacutes en

liebre y finalmente en un pajarito y en poco tiempo llegoacute al palacio del zar

En los tres antildeos que habiacutean pasado el zar llegoacute con su ejeacutercito a la capital de su reino

e hizo los preparativos para la boda de su hija con el general embustero que dijo ser

quien habiacutea llevado al campamento la espada y el escudo imperiales

Simeoacuten entroacute en la sala donde estaban sentados a la mesa Mariacutea Zarevna el general y

los convidados y apenas Mariacutea lo vio entrar lo reconocioacute y dijo a su padre

-Padre y sentildeor permiacuteteme decirte algo muy importante

-Habla hija miacutea iquestqueacute es lo que quieres

-El general que estaacute sentado a mi lado en la mesa no es mi prometido Mi verdadero

prometido es el joven que acaba de entrar en la sala

Y dirigieacutendose al recieacuten llegado le dijo

-Simeoacuten haznos ver coacutemo fuiste tuacute el que consiguioacute llevar tan velozmente la espada y

el escudo

Simeoacuten se transformoacute en ciervo corrioacute por el saloacuten y se paroacute cerca de Mariacutea Zarevna

eacutesta sacoacute de su pantildeuelo el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado al ciervo y mostraacutendolo

al zar le ensentildeoacute el sitio de donde lo habiacutea cortado y le dijo

-Mira padre eacutesta es una prueba

El ciervo se transformoacute en liebre saltoacute por todas partes y se fue a echar en el regazo de

la zarevna Mariacutea mostroacute entonces el mechoacuten de pelo que habiacutea cortado a la liebre

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37

Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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38

El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

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50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

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Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 37: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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Se transformoacute la liebre en un pajarito con la cabeza de oro y despueacutes de volar con gran

rapidez por todo el saloacuten vino a posarse en un hombro de la zarevna Eacutesta desatoacute el

tercer nudo de su pantildeuelo y mostroacute al zar las plumitas doradas que habiacutea arrancado de

la cabeza del pajarito

Al ver esto el zar comprendioacute toda la verdad y despueacutes de escuchar las explicaciones

de Simeoacuten condenoacute a muerte al general A Mariacutea la casoacute con Simeoacuten y eacuteste fue

nombrado heredero del trono

El Gallito de Cresta de Oro

Un viejo matrimonio era tan pobre que con gran frecuencia no teniacutea ni un mendrugo

de pan que llevarse a la boca

Un diacutea se fueron al bosque a recoger bellotas y traerlas a casa para tener con queacute

satisfacer su hambre

Mientras comiacutean a la anciana se le cayoacute una bellota a la cueva de la cabantildea la bellota

germinoacute y poco tiempo despueacutes asomaba una ramita por entre las tablas del suelo La

mujer lo notoacute y dijo a su marido

-Oye es menester que quites una tabla del piso para que la encina pueda seguir

creciendo y cuando sea grande tengamos bellotas en casa sin necesidad de ir a

buscarlas al bosque

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 38: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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El anciano hizo un agujero en las tablas del suelo y el aacuterbol siguioacute creciendo

raacutepidamente hasta que llegoacute al techo Entonces el viejo quitoacute el tejado y la encina siguioacute

creciendo creciendo hasta que llegoacute al mismiacutesimo cielo

Habieacutendose acabado las bellotas que habiacutean traiacutedo del bosque el anciano cogioacute un saco

y empezoacute a subir por la encina tanto subioacute que al fin se encontroacute en el cielo Llevaba

ya un rato paseaacutendose por alliacute cuando percibioacute un gallito de cresta de oro al lado del

cual se hallaban unas pequentildeas muelas1 de molino

Sin pararse a pensar maacutes el anciano cogioacute el gallo y las muelas y bajoacute por la encina a

su cabantildea Una vez alliacute dijo a su mujer

-iexclOye mi vieja iquestQueacute podriacuteamos comer

-Espera -le contestoacute eacutesta- voy a ver coacutemo trabajan estas muelas

Las cogioacute y se puso a hacer como que moliacutea y en el acto empezaron a salir flanes y

pasteles en tal abundancia que no teniacutea tiempo de recogerlos Los ancianos se pusieron

muy contentos y cenaron suculentamente

Un diacutea pasaba por alliacute un noble y entroacute en la cabantildea

-Buenos viejos iquestno podriacutean darme algo de comer

-iquestQueacute quieres que te demos iquestQuieres flanes y pasteles -le dijo la anciana

Y tomando las muelas se puso a moler y en seguida salieron en montoacuten flanes y

pastelillos

El noble los comioacute y propuso a la mujer

-Veacutendeme abuelita las muelas

-No -le contestoacute eacutesta- eso no puede ser

Entonces el noble envidioso del bien ajeno le roboacute las muelas y se marchoacute

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 39: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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Apenas los ancianos notaron el robo se entristecieron mucho y empezaron a

lamentarse

-Esperen -les dijo el Gallito de Cresta de Oro- volareacute tras eacutel y lo alcanzareacute

Echoacute a volar llegoacute al palacio del noble se sentoacute encima de la puerta y cantoacute desde alliacute

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En cuanto oyoacute el noble el canto del gallo ordenoacute a sus servidores

-iexclMuchachos iexclCojan ese gallo y tiacuterenlo al pozo

Los criados cogieron al gallito y lo echaron al pozo dentro de eacuteste se le oyoacute decir

-iexclPico pico bebe agua

Y poco a poco se bebioacute toda el agua del pozo En seguida voloacute otra vez al palacio del

noble se posoacute en el balcoacuten y empezoacute a cantar

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

El noble enfadado ordenoacute al cocinero que metiese el gallo en el horno Cogieron al

gallito y lo echaron al horno encendido pero una vez alliacute empezoacute a decir

-iexclPico pico vierte agua

Y con el agua que vertioacute apagoacute toda la lumbre del horno

Otra vez echoacute a volar entroacute en el palacio del noble y cantoacute por tercera vez

-iexclQuiquiriquiacute iexclSentildeor iexclSentildeor iexclDevueacutelvenos las muelas de oro que nos robaste

En aquel momento se encontraba el noble celebrando una fiesta con sus amigos y

eacutestos al oiacuter lo que cantaba el gallo se precipitaron asustados fuera de la casa El noble

corrioacute tras ellos para tranquilizarlos y hacerlos volver y el Gallito de Cresta de Oro

aprovechando este momento en que quedoacute solo cogioacute las muelas y se fue volando con

ellas a la cabantildea del anciano matrimonio que se puso contentiacutesimo y vivioacute en adelante

muy feliz sin que gracias a las muelas le faltase nunca queacute comer

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 40: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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1 Muela Cuerpo soacutelido de origen natural o artificial que actuacutea por abrasioacuten y se emplea en

numerosos trabajos Piedra de molino cada una de las dos piedras redondas o ruedas que giran una

sobre otra y trituran los granos que caen entre ellas

El gato el gallo y la zorra

En otros tiempos hubo un anciano que teniacutea un gato y un gallo muy amigos uno de

otro Un diacutea el viejo se fue al bosque a trabajar el gato le llevoacute el almuerzo y el gallo

se quedoacute para guardar la casa Pasado un rato se acercoacute a la casa una zorra y situaacutendose

debajo de la ventana se puso a cantar

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Si sales a la ventana te dareacute un guisante

El Gallo abrioacute la ventana y en un abrir y cerrar de ojos la Zorra lo cogioacute para llevaacuterselo

a su choza El Gallo se puso a gritar

-iexclSocorro Me ha cogido la Zorra y me lleva por bosques oscuros profundos valles y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

Cuando el Gato oyoacute los gritos echoacute a correr en busca del Gallo encontroacute a la Zorra le

arrancoacute el Gallo y se lo trajo a casa

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 41: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Ten cuidado querido Gallito ndashle dijo el Gato- de no asomarte maacutes a la ventana no

hagas caso de la Zorra que lo que quiere es comerte sin dejar de ti ni siquiera los

huesos

Al otro diacutea se fue tambieacuten el anciano al bosque el Gato le llevoacute la comida y el Gallo

se quedoacute a cuidar de la casa no sin haberle recomendado el buen viejo que no abriese

la puerta a nadie ni se asomase a la ventana Pero la Zorra que teniacutea muchas ganas de

comerse al Gallo se puso debajo de la ventana y empezoacute a cantar como el diacutea anterior

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro Mira por la ventana y te dareacute un guisante y otras

semillas

El Gallo se puso a pasearse por la cabantildea sin responder a la Zorra entonces eacutesta repitioacute

la misma cancioacuten y le echoacute un guisante por la ventana El Gallo se lo comioacute y dijo a la

Zorra

-No Zorra no me engantildeas lo que tuacute quieres es comerme sin dejar ni siquiera los

huesos

-iquestPero por queacute te figuras que yo te quiero comer Lo que quiero es que vengas a mi

casa para hacerme una visita presentarte a mis hijas y regalarte como te mereces

Y otra vez se puso a cantar con una voz muy suave

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y cabecita de seda Mira por la ventana asiacute como

te di un guisante te dareacute tambieacuten semillas

El Gallo asomoacute la cabeza por la ventana y la Zorra lo cogioacute con sus patas y se lo llevoacute

a su choza

El Gallo asustado se puso a dar grandes gritos

-iexclSocorro La Zorra me ha cogido y me lleva por bosques oscuros valles profundos y

altos montes iexclGatito compantildeero miacuteo socoacuterreme

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Page 42: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Gato oyoacute los gritos del Gallo lo buscoacute por todas partes y al fin lo encontroacute se lo

quitoacute a la Zorra lo trajo a casa y le dijo

-iquestNo te habiacutea dicho querido Gallito que no mirases por la ventana El mejor diacutea te

comeraacute la Zorra y no dejaraacute de ti ni siquiera los huesos Ten cuidado mantildeana porque

iremos muy lejos de casa y no te podreacute oiacuter ni ayudar

Al diacutea siguiente el viejo se marchoacute otra vez al campo y el Gato como de costumbre

le llevoacute la comida Cuando la Zorra vio que se habiacutea marchado el anciano vino debajo

de la ventana de la cabantildea y se puso a cantar la misma cancioacuten de siempre la repitioacute

tres veces pero el Gallo no le respondiacutea

-iquestQueacute te pasa ndashdijo la Zorra- iquestPor queacute hoy Gallito no me respondes

-No Zorra esta vez no me engantildeas no mirareacute por la ventana

La Zorra le echoacute por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy

dulcemente

-iexclCucuricuacute Gallito de la cresta de oro y la cabecita de seda sal a la ventana Yo tengo

un palacio grande grande en cada rincoacuten hay muchos sacos de grano y podraacutes comer

tanto como quieras iexclSi tuacute vieras cuaacutentas golosinas tengo alliacute No creas al Gato que si

yo hubiese querido comerte ya lo habriacutea hecho yo te quiero mucho y mi deseo es que

viajes y veas tierras nuevas para que aprendas a vivir bien en el mundo iquestMe tienes

miedo Pues mira asoacutemate a la ventana que yo me retirareacute un poquito

Y se escondioacute debajo de la ventana El Gallo saltoacute sobre el marco y sacoacute su cabeza

afuera la Zorra de un golpe lo cogioacute y se lo llevoacute a su casa El Gallo se puso a dar

gritos desesperadamente llamando al Gato en su socorro pero tanto el viejo como el

Gato estaban muy lejos y no lo oyeron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

43

Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

47

-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 43: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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Apenas el Gato volvioacute a casa se puso a buscar a su amigo y no encontraacutendolo pensoacute

que le habriacutea ocurrido la misma desgracia de siempre Cogioacute una lira y un palo y se fue

en busca de la choza de la Zorra Una vez llegado se sentoacute y empezoacute a cantar

acompantildeaacutendose con la lira

-Toquen cuerdecitas de oro iquestEstaacute en casa la sentildeora Zorra iexclQueacute hermosas son sus

hijas la mayor Maniquiacute la otra Ayuda Maniquiacute la tercera Dame el Huso la cuarta

Carda la Lana la quinta Cierra la Chimenea la sexta Enciende el Fuego y la seacuteptima

Hazme Pasteles

La Zorra oyendo cantar dijo a su hija Maniquiacute

-Sal a ver quieacuten canta tan bonita cancioacuten

Apenas Maniquiacute se presentoacute al Gato eacuteste le dio un golpe en la cabeza con el bastoacuten y

la guardoacute en un saco que llevaba Repitioacute la misma cancioacuten y la Zorra envioacute a su

segunda hija y despueacutes envioacute a la tercera y asiacute hasta la uacuteltima Conforme saliacutean de la

choza el Gato las mataba y las guardaba en su saco Por fin salioacute la misma Zorra y

apenas el Gato la vio le dio con el palo un golpe tan fuerte en la frente que la Zorra

cayoacute rodando por el suelo para no levantarse maacutes

El Gallo se puso muy contento saltoacute por una ventana dio las gracias al Gato por

haberlo salvado y volvieron los dos a casa del viejo donde los tres vivieron muy felices

durante muchos antildeos

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

52

El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

73

Page 44: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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El gato y la zorra

Eacuterase un campesino que teniacutea un gato tan travieso que su duentildeo perdiendo al fin la

paciencia lo cogioacute un diacutea lo metioacute en un saco y lo llevoacute al bosque dejaacutendolo alliacute

abandonado

El Gato vieacutendose solo salioacute del saco y se puso a errar por el bosque hasta que llegoacute a

la cabantildea de un guarda Se subioacute a la guardilla y se establecioacute alliacute Cuando teniacutea ganas

de comer cazaba paacutejaros y ratones y despueacutes de haber satisfecho el hambre volviacutea a su

guardilla y se dormiacutea tranquilamente Estaba contentiacutesimo de su suerte

Un diacutea se fue a pasear por el bosque y tropezoacute con una Zorra Eacutesta al ver al Gato se

asombroacute mucho pensando laquoTantos antildeos como llevo viviendo en este bosque y nunca

he visto un animal como eacutesteraquo

Le hizo una reverencia preguntaacutendole

-Dime joven valeroso iquestquieacuten eres iquestCoacutemo has venido aquiacute iquestCoacutemo te llamas

El Gato erizando el pelo contestoacute

-Me han mandado de los bosques de Siberia para ejercer el cargo de burgomaestre de

este bosque me llamo Kotofei Ivanovich

-iexclOh Kotofei Ivanovich -dijo la Zorra- No habiacutea oiacutedo ni siquiera hablar de tu persona

pero ven a hacerme una visita

El Gato se fue con la Zorra y llegados a la cueva de eacutesta ella lo convidoacute con toda clase

de caza y entretanto le preguntaba detalles de su vida

-Dime Kotofei Ivanovich iquestestaacutes casado o eres soltero

-Soy soltero -dijo el Gato

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45

-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Page 45: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Yo tambieacuten soy soltera iquestQuieres casarte conmigo

El Gato consintioacute y en seguida celebraron la boda con un gran festiacuten

Al diacutea siguiente se marchoacute la zorra de caza para procurarse maacutes provisiones poderlas

almacenar y poder pasar el invierno sin preocupaciones con su joven esposo El Gato

se quedoacute en casa

La Zorra mientras cazaba se encontroacute con el Lobo que empezoacute a hacerle la corte

-iquestDoacutende has estado metida amiguita Te he buscado por todas partes y en todas las

cuevas sin poder encontrarte

-Deacutejame Lobo Antes era soltera pero ahora soy casada de modo que ten cuidado

conmigo

-iquestCon quieacuten te has casado Lisaveta Ivanovna

-iquestCoacutemo No has oiacutedo que nos han mandado de los bosques de Siberia un burgomaestre

llamado Kotofei Ivanovich Pues eacutese es mi marido

-No he oiacutedo nada Lisaveta Ivanovna y tendriacutea mucho gusto en conocerlo

-iexclOh mi esposo tiene un genio muy malo Si alguien lo incomoda en seguida se le

echa encima y se lo come Si vas a verle no te olvides de preparar un cordero y

llevaacuterselo en sentildeal de respeto pondraacutes el cordero en el suelo y tuacute te esconderaacutes en un

sitio cualquiera para que no te vea porque si no no respondo de nada

El Lobo corrioacute en busca de un cordero

Entretanto la Zorra siguioacute cazando y se encontroacute con el Oso el cual empezoacute a su vez

a hacerle la corte

-iquestQueacute piensas tuacute de miacute zambo Antes era soltera pero ahora soy casada y no puedo

escuchar tus galanteriacuteas

-iquestQueacute me dices Lisaveta Ivanovna iquestCon quieacuten te has casado

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

46

-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

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67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 46: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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-Pues con el mismiacutesimo burgomaestre de este bosque enviado aquiacute desde los bosques

de Siberia y que se llama Kotofei Ivanovich

-iquestY no seriacutea posible verle Lisaveta Ivanovna

-iexclOh amigo Mi esposo tiene un genio muy malo y cuando se enfada con alguien se le

echa encima y lo devora Ve prepara un buey y traacuteeselo como demostracioacuten de tu

respeto pero no olvides al presentarle el regalo esconderte bien para que no te vea si

no amigo no te garantizo nada

El Oso se fue en busca del buey

Entre tanto el Lobo matoacute un cordero le quitoacute la piel y se quedoacute reflexionando hasta

que vio venir al Oso llevando un buey contento de no estar solo lo saludoacute diciendo

-Buenos diacuteas hermano Mijail Ivanovich

-Buenos diacuteas hermano Levon -contestoacute el Oso- iquestAuacuten no has visto a la Zorra con su

esposo

-No aunque llevo esperando un buen rato

-Pues ve a llamarlos

-iexclOh no Mijail Ivanovich yo no ireacute Ve tuacute que eres maacutes valiente

-No amigo Levon tampoco ireacute yo

De pronto vieron una liebre que corriacutea a toda prisa

-Ven aquiacute tuacute diablejo -rugioacute el Oso

La Liebre asustada se acercoacute a los dos amigos y el Oso le preguntoacute

-Oye tuacute pillete iquestsabes doacutende vive la Zorra

-Siacute Mijail Ivanovich lo seacute muy bien -contestoacute la Liebre con voz temblorosa

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Page 47: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Bueno pues corre a su cueva y aviacutesale que Mijail Ivanovich con su hermano Levon

estaacuten listos esperando a los recieacuten casados para felicitarlos y presentarles como regalos

de boda un buey y un cordero

La Liebre echoacute a correr a casa de la Zorra y el Oso y el Lobo se pusieron a buscar el

sitio para esconderse El Oso dijo

-Yo me subireacute a un pino

-iquestY queacute hareacute yo iquestDoacutende podreacute esconderme -preguntoacute el Lobo desesperado- No

podriacutea subirme a un aacuterbol a pesar de todos mis esfuerzos Oye Mijail Ivanovich seacute

buen amigo ayuacutedame por favor a esconderme en alguacuten sitio

El Oso lo escondioacute entre los zarzales y amontonoacute encima de eacutel hojas secas Luego se

subioacute a un pino y desde alliacute se puso a vigilar la llegada de la Zorra con su esposo el

terrible Kotofei Ivanovich

Entre tanto la Liebre llegoacute a la cueva de la Zorra dio unos golpecitos a la entrada y le

dijo

-Mijail Ivanovich con su hermano Levon me han enviado para que te diga que estaacuten

listos y te esperan a ti con tu esposo para felicitarlos y presentarles como regalo de

boda un buey y un cordero

-Bien Liebre diles que en seguida iremos

Un rato despueacutes salieron el Gato y la Zorra El Oso vieacutendolos venir dijo al Lobo

-Oh amigo Levon alliacute vienen la Zorra y su esposo iexclQueacute pequentildeiacuten es eacutel

El Gato se acercoacute al sitio donde estaban los regalos y precipitaacutendose sobre el buey

empezoacute a arrancarle la carne con los dientes y las untildeas Se le erizoacute el pelo y mientras

devoraba la carne como si estuviese enfadado refunfuntildeaba laquoiexclMalo iexclMaloraquo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

48

El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

49

En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 48: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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El Oso pensoacute asustado laquoiexclQueacute animal tan pequentildeo y tan voraz iexclY queacute exigente A

nosotros nos parece tan sabrosa la carne de buey y a eacutel no lo gusta a lo mejor querraacute

probar la nuestraraquo

El Lobo escondido en los zarzales quiso ver al famoso burgomaestre pero como las

hojas le estorbaban para ver empezoacute a separarlas

El Gato oyendo el ruido de las hojas creyoacute que seriacutea alguacuten ratoacuten se lanzoacute sobre el

montoacuten que formaban y clavoacute sus garras en el hocico del Lobo Eacuteste dio un salto y

escapoacute corriendo El Gato asustado tambieacuten trepoacute al mismo aacuterbol donde estaba

escondido el Oso

laquo iexclMe ha visto a miacuteraquo pensoacute el Oso y como no podiacutea bajar por el tronco se dejoacute caer

desde lo alto al suelo y a pesar del dantildeo que se hizo se puso en pie y echoacute a correr

La Zorra los persiguioacute con sus gritos

-iexclEsperen un poco y se los comeraacute mi valiente esposo

Desde entonces todos los animales tuvieron un gran miedo al Gato y la Zorra con su

maridito provistos de carne para todo el invierno vivieron contentos y felices de su

suerte

El infortunio

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 49: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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En una aldea viviacutean dos campesinos hermanos uno pobre y el otro rico

El rico se trasladoacute a una gran ciudad se hizo construir una gran casa se establecioacute en

ella y se inscribioacute en el gremio de comerciantes Entretanto al pobre le faltaba muchas

veces hasta pan para sus hijos que lloraban y le pediacutean de comer

El desgraciado padre trabajaba como un negro de la mantildeana a la noche sin lograr ganar

lo suficiente para sustentar a su familia

Un diacutea dijo a su mujer

-Ireacute a la ciudad y pedireacute a mi hermano que me preste ayuda

Fue a casa del hermano rico y le habloacute asiacute

-iexclOh hermano miacuteo Ayuacutedame en mi desgracia mi mujer y mis hijos estaacuten sin comer

y se mueren de hambre

-Si trabajas en mi casa durante esta semana te ayudareacute -respondioacute el rico

El pobre se puso a trabajar con ardor limpiaba el patio cuidaba los caballos traiacutea agua

y partiacutea la lentildea Transcurrida la semana el rico le dio tan soacutelo un pan dicieacutendole

-He aquiacute el pago de tu trabajo

-Gracias -le dijo el pobre e hizo ademaacuten de marcharse pero el hermano lo detuvo

dicieacutendole

-Espera Ven mantildeana a visitarme y trae contigo a tu mujer porque mantildeana es el diacutea de

mi santo

-iquestCoacutemo quieres que venga Vendraacuten a verte ricos comerciantes que visten abrigos

forrados de pieles y botas grandes de cuero mientras que yo llevo calzado de liacuteber y

un viejo caftaacuten gris

-iexclNo importa Ven eres mi hermano y habraacute sitio tambieacuten para ti

-Bueno hermano miacuteo gracias

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El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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53

-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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73

Page 50: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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50

El pobre volvioacute a casa entregoacute a su mujer el pan y le dijo

-Oye mujer nos han convidado para mantildeana

-iquestQuieacuten nos ha convidado

-Mi hermano porque es el diacutea de su santo

-Muy bien Iremos

Por la mantildeana se levantaron y se marcharon a la ciudad Llegaron a casa del rico lo

felicitaron y se sentaron en un banco Habiacutea mucha gente notable sentada a la mesa y

el duentildeo atendiacutea a todos con amabilidad pero de su hermano y de su cuntildeada no haciacutea

caso ninguno ni les ofreciacutea nada de comer Los dos permaneciacutean sentados en un rincoacuten

viendo coacutemo comiacutean y bebiacutean los demaacutes

Al fin terminoacute el festiacuten los convidados se levantaron de la mesa y dieron las gracias a

los duentildeos de la casa Entonces el pobre se levantoacute tambieacuten del banco e hizo a su

hermano una respetuosa reverencia

Todos se dirigieron a sus casas haciendo un gran ruido y cantando con la alegriacutea del

que ha comido bien y bebido mejor El pobre se fue tambieacuten y mientras caminaba dijo

a su mujer

-Vamos a cantar tambieacuten nosotros

-iexclQueacute estuacutepido eres La gente canta porque ha comido bien y bebido mucho iquestPor queacute

vas a cantar tuacute

-De todos modos cantareacute porque hemos presenciado el festiacuten de mi hermano y me da

verguumlenza por eacutel el ir callado Si voy cantando los que me vean creeraacuten que yo tambieacuten

he comido y bebido

-Pues canta tuacute si quieres que por lo que a miacute hace no cantareacute -dijo la mujer con malos

modos

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51

El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

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Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 51: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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El campesino se puso a cantar una cancioacuten y le parecioacute oiacuter que otra voz acompantildeaba

a la suya en seguida dejoacute de cantar y preguntoacute a su mujer

-iquestEres tuacute la que me acompantildeaba cantando con una vocecita aguda

-Ni siquiera he pensado en hacerlo

-Pues iquestquieacuten podraacute ser

-No seacute -contestoacute la mujer- Empieza otra vez yo escuchareacute

Se puso a cantar otra vez y aunque cantaba eacutel solo se oiacutean dos voces entonces se paroacute

y exclamoacute

-iquestQuieacuten es el que me acompantildea en mi canto

La voz contestoacute

-Soy yo el Infortunio

-Pues bien Infortunio vente con nosotros

-Vamos mi amo ya no me separareacute de ti nunca

Llegaron a casa y el Infortunio le propuso irse los dos a la taberna El campesino le

contestoacute

-No tengo dinero amigo

-iexclOh tonto iquestPara queacute necesitas dinero iquestNo llevas una pelliza iquestPara queacute te sirve

Pronto vendraacute el verano y no la necesitaraacutes Vamos a la taberna y alliacute la venderemos

El campesino con el Infortunio se fueron a la taberna y se dejaron alliacute la pelliza

Al diacutea siguiente el Infortunio teniacutea dolor de cabeza se puso a gemir y otra vez pidioacute

al campesino que le llevase a la taberna para beber un vaso de vino

-No tengo dinero -le contestoacute el pobre hombre

-Pero iquestpara queacute necesitamos dinero Lleva el trineo y el carro y seraacute bastante

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 52: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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El campesino no tuvo maacutes remedio que obedecer al Infortunio Cogioacute el trineo y el

carro los llevoacute a la taberna alliacute los vendieron y se gastaron todo el dinero y se

emborracharon ambos

A la mantildeana siguiente el Infortunio se quejoacute auacuten maacutes pidiendo al que llamaba su amo

una copita de aguardiente el desgraciado campesino tuvo que vender su arado

Auacuten no habiacutea pasado un mes cuando se encontroacute sin muebles sin sus aperos de

labranza y hasta sin su propia cabantildea todo lo habiacutea vendido y el dinero habiacutea tomado

el camino de la taberna

Pero el insaciable Infortunio se pegoacute a eacutel otra vez dicieacutendole

-Vaacutemonos a la taberna

-iexclOh no Infortunio iquestNo ves que ya no me queda nada que vender

-iquestCoacutemo que no tienes nada Tu mujer tiene auacuten dos sarafanes con uno tiene bastante

para vestirse y podemos vender el otro

El pobre cogioacute el vestido de su mujer lo vendioacute gastaacutendose el dinero en la taberna y

despueacutes pensoacute asiacute

laquoAhora siacute que no tengo nada ni muebles ni casa ni vestidosraquo

Por la mantildeana el Infortunio despertoacute y viendo que su amo ya no teniacutea nada que vender

le dijo

-Escucha amo

-iquestQueacute quieres Infortunio

-Ve a casa de tu vecino y piacutedele un carro con un par de bueyes

El campesino se dirigioacute a casa de su vecino y le dijo

-Preacutestamo tu carro y un par de bueyes por hoy y trabajareacute despueacutes para ti una semana

-iquestY para queacute los necesitas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

73

Page 53: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Tengo que ir al bosque a coger lentildea

-Bien lleacutevatelos pero no los cargues demasiado

-iexclDios me guarde de hacerlo

Condujo los bueyes a su casa se sentoacute en el carro con el Infortunio y se dirigioacute al

campo

-Oye amo -le preguntoacute el Infortunio- iquestconoces un sitio donde hay una gran piedra

-Ya lo creo que lo conozco

-Pues si lo conoces lleva el carro directamente alliacute

Llegado al sitio indicado se pararon y bajaron a tierra El Infortunio indicoacute al campesino

que levantase la piedra eacuteste lo hizo asiacute y vieron que debajo de ella habiacutea una cavidad

llena de monedas de oro

-iquestQueacute es lo que miras ahiacute parado -le gritoacute el Infortunio- Caacutergalo pronto en el carro

El campesino se puso a trabajar y llenoacute el carro de oro sacando del hoyo hasta la uacuteltima

moneda

Viendo que la cavidad quedaba vaciacutea dijo al Infortunio

-Mira Infortunio me parece que alliacute ha quedado auacuten dinero

El Infortunio se inclinoacute para ver mejor y dijo

-iquestDoacutende Yo no lo veo

-Alliacute en un rincoacuten brilla algo

-Pues yo no veo nada

-Baja al fondo y veraacutes

El Infortunio bajoacute al hoyo y apenas estuvo alliacute el campesino dejoacute caer la piedra

exclamando

-iexclAhiacute estaacutes mejor porque si te llevo conmigo me haraacutes gastar todo el dinero

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

54

El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Page 54: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El campesino una vez llegado a su casa llenoacute la cueva con el dinero devolvioacute el carro

y los bueyes a su vecino y empezoacute a meditar sobre el modo de arreglar su vida

Comproacute madera se construyoacute una magniacutefica casa y se establecioacute en ella llevando una

vida mucho mejor que la de su hermano el rico

Pasado alguacuten tiempo un diacutea fue a la ciudad a convidar a su hermano y a su cuntildeada para

el diacutea de su santo

-iquestQueacute tonteriacutea se te ha ocurrido -le contestoacute su hermano- No tienes queacute comer y

quieres celebrar el diacutea de tu santo

-Verdad es que en otros tiempos no teniacutea queacute comer pero ahora gracias a Dios no

tengo menos que tuacute Tuacute ven a casa y veraacutes

-Bien iremos

Al diacutea siguiente el rico se fue con su mujer a casa de su hermano al llegar vio con

asombro que la cabantildea del pobre se habiacutea convertido en una magniacutefica casa ninguacuten

comerciante de la ciudad teniacutea una parecida

El campesino los convidoacute con ricos manjares y vinos finos Despueacutes de acabada la

comida el rico preguntoacute a su hermano

-Dime por favor iquestqueacute has hecho para enriquecerte de ese modo

El hermano le contoacute todo Coacutemo se habiacutea pegado a eacutel el Infortunio coacutemo lo habiacutea

hecho gastar en la taberna todo lo que teniacutea hasta el uacuteltimo vestido de su mujer y

cuando ya no le quedaba nada le habiacutea ensentildeado el sitio donde se hallaba escondido un

inmenso tesoro que habiacutea recogido libraacutendose al mismo tiempo de su mal

acompantildeante

El rico envidioso de una suerte tan grande pensoacute para sus adentros

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

55

laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

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56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 55: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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laquoMe ireacute al campo levantareacute la piedra y devolvereacute la libertad al Infortunio para que

arruine por completo a mi hermano y no se vanaglorie delante de miacute de sus riquezasraquo

Envioacute a casa a su mujer y eacutel se dirigioacute al campo Llegoacute a la gran piedra la levantoacute de

un lado y se inclinoacute para ver lo que habiacutea escondido debajo No tuvo tiempo de observar

la profundidad del hoyo porque el Infortunio saltoacute fuera y se colocoacute a caballo sobre su

cuello gritaacutendole

-iexclQuisiste hacerme morir aquiacute pero ahora por nada del mundo nos separaremos

-Escucha Infortunio No soy yo -repuso el comerciante- quien te habiacutea encerrado en

este calabozo

-Pues si no fuiste tuacute iquestquieacuten ha sido

-Ha sido mi hermano y yo he venido expresamente para libertarte

-iexclEso son mentiras Me has engantildeado ya una vez pero no me engantildearaacutes la segunda

El Infortunio se agarroacute al cuello del rico comerciante y eacuteste se lo llevoacute a su casa Desde

entonces todo empezoacute a salirle mal Todas las mantildeanas el Infortunio empezaba

pidiendo una copita de aguardiente y a fuerza de beber le hizo gastar mucho dinero en

la taberna

-Esto no puede durar maacutes -decidioacute el comerciante- Bastante he divertido al Infortunio

ya es tiempo de que me separe de eacutel pero iquestcoacutemo

Pensoacute en ello mucho tiempo y al fin se le ocurrioacute una idea Fue al patio hizo dos

tapones de madera de encina cogioacute una rueda de un carro y metioacute soacutelidamente uno de

los tapones en el cubo de ella despueacutes se fue a buscar al Infortunio y le dijo

-Oye Infortunio iquestpor queacute estaacutes siempre acostado

-iquestY queacute quieres que haga

-Podiacuteamos ir al patio a jugar al escondite

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

56

El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

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57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

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58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 56: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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El Infortunio se puso muy contento y ambos salieron al patio el comerciante se

escondioacute pero el Infortunio lo encontroacute en seguida Cuando le llegoacute el turno de

esconderse dijo a su amo

-A miacute no me encontraraacutes tan pronto porque yo puedo esconderme en cualquier rendija

-iexclA que no -le contestoacute el comerciante- iquestNo eres capaz de esconderte en el cubo de

esta rueda y crees que te vas a poder esconder en una rendija

-iquestCoacutemo que no puedo entrar en el cubo de la rueda Veraacutes coacutemo me escondo

El Infortunio se introdujo en el cubo de la rueda y el comerciante cogiendo el otro

tapoacuten de encina tapoacute bien con un mazo el lado abierto luego cogioacute la rueda y la tiroacute

al riacuteo

El Infortunio se ahogoacute y el comerciante se volvioacute a su casa y siguioacute viviendo como en

sus mejores tiempos estrechando la amistad con su hermano

El gigante Verlioka

En tiempos remotos viviacutea en una cabantildea un anciano con su mujer y sus dos nietas

hueacuterfanas Eran tan preciosas y doacuteciles que sus abuelos estaban constantemente

alabaacutendolas

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

57

Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 57: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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Un diacutea el anciano sembroacute en su huerto guisantes Los guisantes crecieron y se cubrieron

de flores el anciano contemplaba su huerto con gran satisfaccioacuten pensando para sus

adentros

laquoDurante todo el invierno proacuteximo podreacute comer pasteles con guisantesraquo

Pero para desgracia del anciano los gorriones invadieron el huerto y empezaron a

picotear los guisantes Viendo en peligro su cosecha mandoacute a su nieta menor que

espantase los gorriones y eacutesta provista de una rama seca se sentoacute en el huerto al lado

de los guisantes y empezoacute a amenazar a los paacutejaros malhechores gritaacutendoles

-iexclFuera fuera gorriones iexclNo se coman los guisantes de mi abuelito

De pronto se oyoacute un espantoso ruido por el lado del bosque y aparecioacute el gigante

Verlioka Era de un aspecto terrible teniacutea un solo ojo la nariz como un garfio la barba

como un haz de paja el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con puacuteas de

puerco espiacuten andaba apoyaacutendose en un enorme cayado1 y sonreiacutea con una sonrisa

espantosa

Cuando se encontraba con alguacuten ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos

hasta que le haciacutea crujir los huesos y lo mataba No teniacutea piedad ni de viejos ni de

joacutevenes y lo mismo acometiacutea a los cobardes que a los valientes Apenas Verlioka

divisoacute a la nieta del anciano la matoacute con su cayado

El abuelo esperoacute un rato a la nintildea Al ver que no volviacutea envioacute a su nieta mayor a

buscarla pero Verlioka la matoacute tambieacuten

El anciano cansado de esperarlas perdioacute la paciencia y dijo a su mujer

-iquestPor queacute tardan tanto en volver las nintildeas Se habraacuten entretenido charlando con los

mozos mientras tanto los gorriones devoraraacuten mis guisantes Ve y llaacutemalas a casa

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

58

La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

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62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Page 58: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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La anciana bajoacute de su lecho sobre la estufa cogioacute un bastoacuten salioacute al patio y se

encaminoacute al huerto donde se encontroacute a sus nietas sin vida al percibir a Verlioka

comprendioacute que aquella desgracia era obra del gigante Llena de dolor y de ira se

abalanzoacute a eacutel y se agarroacute a sus barbas con lo que Verlioka la matoacute con mucha maacutes

facilidad

En tanto el anciano lleno de impaciencia se levantoacute de la mesa rezoacute sus oraciones y

se fue despacito al huerto para ver lo que les habiacutea sucedido a su mujer y a sus nietas

Una vez alliacute vio a sus queridas nintildeas tendidas en el suelo como si durmiesen

tranquilamente pero una de ellas teniacutea toda la frente ensangrentada y en el cuello de la

otra se veiacutea la sentildeal de cinco dedos en cuanto a la anciana estaba tan destrozada que

era imposible reconocerla

El desgraciado viejo lloroacute con desconsuelo gimiendo y lamentaacutendose durante un largo

rato pero poco a poco se tranquilizoacute volvioacute a su cabantildea cogioacute un cayado de hierro y

lleno de ira y de ideas de venganza se dirigioacute en busca de Verlioka para matarlo

Despueacutes de andar bastante tiempo llegoacute a un estanque donde estaba nadando una Oca

sin cola la cual al ver al anciano empezoacute a gritarle

-iexclAsiacute iexclAsiacute Estaba segura de que vendriacuteas por eso te esperaba iquestCoacutemo te va abuelo

-Buenos diacuteas Oca iquestPor queacute me esperabas

-Porque sabiacutea que no perdonariacuteas ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de

tus nietas

-iquestY tuacute conoces a ese monstruo

-iexclYa lo creo iquestCoacutemo no he de conocerle Me acuerdo muy bien del diacutea en que se puso

a pegar en este mismo sitio a un desgraciado Yo entonces teniacutea la costumbre de decir

iexclay iexclay y mientras Verlioka se divertiacutea en la orilla yo le gritaba sentada en el agua

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laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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73

Page 59: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

59

laquoiexclAy iexclayraquo Entonces eacutel despueacutes de matar a aquel pobre hombre corrioacute a miacute

gritaacutendome laquoiexclYo te ensentildeareacute a defender a los demaacutesraquo Y me cogioacute por la cola Pero

yo nunca he sido cobarde y haciendo un esfuerzo me escapeacute dejando mi cola entre

sus manos espantosas Claro estaacute que la cola no es una cosa imprescindible pero de

todos modos siento haberla perdido y nunca se lo perdonareacute a Verlioka Desde

entonces no soy tan tonta y ya no grito laquoiexclAy iexclayraquo sino que siempre apruebo laquoiexclAsiacute

iexclasiacute iexclasiacuteraquo de lo que resulta que vivo maacutes tranquila y la gente me respeta maacutes Todos

dicen laquoEsta Oca no tendraacute cola pero es muy listaraquo

-Estaacute bien -dijo el anciano- entonces iquestpodraacutes ensentildearme doacutende vive Verlioka

-iexclAsiacute iexclAsiacute -contestoacute la Oca saliendo del agua Balanceaacutendose sobre sus torpes patas

se encaminoacute por la orilla delante del anciano

Asiacute anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Cuerdecita

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka quien ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclTan hermosas y buenas como eran

-Conociacutea a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte iexclLleacutevame contigo

El anciano pensoacute laquoiexclQuieacuten sabe Quizaacute me sirva para atar a Verliokaraquo Y contestoacute

-Pues bien ven con nosotros si conoces el camino

La Cuerdecita se arrastroacute tras ellos como si fuese una culebra Anduvieron los tres un

buen rato y vieron un Pisoacuten2 tendido en la carretera el cual les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Pisoacuten

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-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

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La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

73

Page 60: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

60

-iquestCoacutemo estaacutes iquestAdoacutende vas

-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka que ha ahogado a mi vieja mujer y

matado a mis dos nietas iexclSi supieses queacute hermosas y buenas eran

-Lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Bueno anda si conoces el camino -le dijo el anciano pensando laquoRealmente el Pisoacuten

podraacute ayudarnos muchoraquo

El Pisoacuten se levantoacute se apoyoacute con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos Asiacute

anduvieron hasta que encontraron una Bellota que les dijo

-Buenos diacuteas abuelito

-Buenos diacuteas Bellota

-iquestAdoacutende vas

-Voy a matar a Verlioka no seacute si lo conoceraacutes

-Ya lo creo que lo conozco Es necesario castigarlo lleacutevame contigo y te ayudareacute

-Pero tuacute iquestde queacute me vas a servir

-No me desprecies abuelito Acueacuterdate del proverbio que dice No escupas en el pozo

porque tendraacutes que beber su agua

El anciano pensoacute laquoNo hay inconveniente en que venga con nosotros cuanta maacutes gente

haya mejor seraacuteraquo

Y luego en alta voz dijo

-Vente detraacutes

Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos

Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabantildea en cuyo interior no habiacutea nadie

La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar habiacutea un puchero lleno de gachas

de mijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

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67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

73

Page 61: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

61

La Bellota se metioacute de un salto en el puchero la Cuerdecita se tendioacute en el umbral de

la puerta el Pisoacuten se subioacute encima de eacutesta la Oca se sentoacute detraacutes de la estufa y el

anciano se escondioacute en un rincoacuten al lado de la puerta

Pronto llegoacute Verlioka echoacute un haz de lentildea al suelo y se puso a encender la lumbre del

horno Entonces la Bellota desde dentro del puchero empezoacute a cantar

-iexclPi pi pi han venido a matar a Verlioka

-iexclCalla papilla de mijo o te echareacute en el cubo -exclamoacute Verlioka

Pero la Bellota no lo obedecioacute y siguioacute cantando su cancioacuten Verlioka se enfadoacute cogioacute

el puchero y de un golpe vertioacute las gachas en el cubo Al choque la Bellota saltoacute y fue

a dar en el uacutenico ojo de Verlioka dejaacutendolo ciego El gigante quiso escapar y echoacute a

correr pero apenas llegoacute al umbral la Cuerdecita se le enredoacute a los pies y lo tiroacute al

suelo

El Pisoacuten saltoacute de la puerta y el anciano se precipitoacute sobre Verlioka desde el rincoacuten

donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle Mientras tanto la Oca sentada

detraacutes de la estufa aprobaba diciendo laquoiexclAsiacute iexclasiacute iexclasiacuteraquo

Esta vez no le sirvioacute a Verlioka su fuerza pues el anciano con la ayuda de sus buenos

amigos logroacute matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso

1 Cayado Palo o bastoacuten corvo por la parte superior el cayado del pastor

2 Pisoacuten En las fundiciones instrumento manual que tiene una extremidad ancha y

plana con el que se apisona o aprieta la arena en la parte exterior del molde

Instrumento pesado y grueso que sirve para apretar o apisonar tierra asfalto piedras

capas de hormigoacuten y para asentar adoquines

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

62

El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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El hombre bueno y el hombre malo

Una vez hablaban entre siacute dos campesinos pobres uno de ellos viviacutea a fuerza de

mentiras y cuando se le presentaba la ocasioacuten de robar algo no la desperdiciaba nunca

en cambio el otro temeroso de Dios y de estrecha conciencia se esforzaba por vivir

con el modesto fruto de su honrado trabajo En su conversacioacuten empezaron a discutir

el primero queriacutea convencer al otro de que se vive mucho mejor atendiendo soacutelo a la

propia conveniencia sin pararse en delito maacutes o menos pero el otro le refutaba

diciendo

-De ese modo no se puede vivir siempre tarde o temprano llega el castigo Es mejor

vivir honradamente aunque se padezca miseria

Discutieron mucho pues ninguno de los dos queriacutea ceder en su opinioacuten y al fin

decidieron ir por el camino real y preguntar su parecer a los que pasasen

Iban andando cuando encontraron a un labrador que estaba labrando el campo se

acercaron a eacutel y le dijeron

-Dios te ayude amigo Dinos tu opinioacuten acerca de una discusioacuten que tenemos iquestCoacutemo

crees que hay que vivir honradamente o inicuamente

-Es imposible vivir honradamente -les contestoacute el campesino- es maacutes faacutecil vivir

inicuamente El hombre honrado no tiene camisa que ponerse mientras que la

iniquidad lleva botas de montar Ya ven nosotros los campesinos tenemos que trabajar

todos los diacuteas para nuestro sentildeor y en cambio no tenemos tiempo para trabajar para

nosotros mismos Algunas veces tenemos que fingirnos enfermos para poder ir al

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bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

73

Page 63: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

63

bosque a coger la lentildea que nos hace falta y aun esto hay que hacerlo de noche porque

es cosa prohibida

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- mi opinioacuten es la verdadera

Continuaron el camino anduvieron un rato y encontraron a un comerciante que iba en

su trineo

-Paacuterate un momento y permiacutetenos una pregunta iquestCoacutemo es mejor vivir honradamente

o inicuamente

-iexclOh amigos Es difiacutecil vivir honradamente a nosotros los comerciantes nos engantildean

y por ello tenemos que engantildear tambieacuten a los demaacutes

-iquestHas oiacutedo Por segunda vez me dan la razoacuten -dijo el Hombre Malo al Bueno

Al poco rato encontraron a un sentildeor que iba sentado en su coche

-Detente un minuto sentildeor Danos tu opinioacuten sobre nuestra disputa iquestCoacutemo se debe

vivir honradamente o inicuamente

-iexclVaya una pregunta Claro estaacute que inicuamente iquestDoacutende estaacute la justicia Al que pide

justicia le dicen que es un picapleitos y lo destierran a Siberia

-Ya ves -dijo el Hombre Malo al Bueno- todos me dan la razoacuten

-No me convencen -contestoacute el Bueno- hay que vivir como Dios manda suceda lo que

suceda no cambiareacute de conducta

Se fueron ambos en busca de trabajo y durante mucho tiempo anduvieron juntos El

Malo sabiacutea halagar a la gente y se las arreglaba muy bien en todas partes le daban de

comer y de beber sin cobrarle nada y hasta le proveiacutean de pan en tal abundancia que

siempre llevaba consigo una buena reserva El Bueno no poseyendo la habilidad de su

compantildeero era muy desgraciado y soacutelo a fuerza de trabajar mucho conseguiacutea un poco

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de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

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Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

73

Page 64: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

64

de agua y un pedazo de pan pero estaba siempre contento a pesar de que su compantildeero

no dejaba de burlarse de su inocencia

Un diacutea mientras caminaban por la carretera el Bueno sintioacute gran hambre y dijo a su

compantildeero

-Dame un pedacito de pan

-iquestQueacute me daraacutes por eacutel -le preguntoacute el Malo

-Piacutedeme lo que quieras

-Bueno te quitareacute un ojo

Y como el Bueno teniacutea mucha hambre consintioacute el Malo le quitoacute un ojo y le dio un

pedacito de pan Siguieron andando y al cabo de un buen rato el Bueno tuvo otra vez

hambre y pidioacute al Malo que le diese otro poco de pan pero eacuteste le dijo

-Deacutejame sacarte el otro ojo

-iexclOh amigo ten compasioacuten de miacute iquestQueacute hareacute si me quedo ciego

-iquestQueacute te importa A ti te basta con ser bueno mientras que yo vivo inicuamente

iquestQueacute hacer Era imposible resistir un hambre tan grande y al fin el Bueno dijo

-Quiacutetame el otro ojo si no tomes la ira de Dios

El Malo le vacioacute el otro ojo le dio un pedacito de pan y luego lo dejoacute en medio del

camino dicieacutendole

-iquestCrees que te voy a llevar siempre conmigo iexclNo era mala carga la que me echaba

encima iexclAdioacutes

El ciego comioacute el pan y empezoacute a andar a tientas pensando en llegar a un pueblo

cualquiera donde lo socorriesen Anduvo anduvo hasta que perdioacute el camino y no

sabiendo queacute hacer empezoacute a rezar

-iexclSentildeor no me abandones Ten piedad de miacute que soy alma pecadora

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

65

Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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Rezoacute con mucho fervor y de pronto oyoacute una voz misteriosa que le deciacutea

-Camina hacia tu derecha y llegaraacutes a un bosque en el que hay una fuente a la que te

guiaraacute el oiacutedo porque es muy ruidosa Laacutevate los ojos con el agua de esa fuente y Dios

te devolveraacute la vista Entonces veraacutes alliacute un roble enorme suacutebete a eacutel y aguarda la

llegada de la noche

El ciego torcioacute a su derecha llegoacute con gran dificultad al bosque sus pies encontraron

una vereda y siguioacute por ella guiado por el rumor del agua hasta llegar a la fuente

Cogioacute un poco de agua y apenas se mojoacute las cuencas vaciacuteas de sus ojos recobroacute la

vista Miroacute alrededor suyo y vio un roble enorme al pie del cual no creciacutea la hierba y

la tierra estaba pisoteada se subioacute por el roble hasta llegar a la cima y escondieacutendose

entre las ramas se puso a aguardar que fuese de noche

Cuando ya la noche era obscura vinieron volando los espiacuteritus del mal y sentaacutendose al

pie del roble empezaron a vanagloriarse de sus hazantildeas contando doacutende habiacutean estado

y en queacute habiacutean empleado el tiempo Uno de los diablos dijo

-He estado en el palacio de la hermosa zarevna Hace ya diez antildeos que estoy

atormentaacutendola todos han intentado echarme del palacio pero no logran realizarlo

Soacutelo me podraacute echar de alliacute el que consiga una imagen de la Virgen Santiacutesima que

posee un rico comerciante

Al amanecer cuando los diablos se fueron volando por todas partes el Hombre Bueno

bajoacute del aacuterbol y se fue a buscar al rico comerciante que teniacutea la imagen Despueacutes de

buscarlo bastante tiempo lo encontroacute y le pidioacute trabajo dicieacutendole

-Trabajareacute en tu casa un antildeo entero sin que me des ninguacuten jornal pero al cabo del antildeo

dame la imagen que posees de la Santiacutesima Virgen

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66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

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68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

73

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iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

66

El comerciante aceptoacute el trato y el Hombre Bueno empezoacute a trabajar como jornalero

esforzaacutendose en hacerlo todo lo mejor posible sin descansar ni de diacutea ni de noche y al

acabar el antildeo pidioacute al comerciante que le pagase su cuenta pero eacuteste le dijo

-Estoy contentiacutesimo con tu trabajo pero me da laacutestima darte la imagen prefiero pagarte

en dinero

-No -contestoacute el campesino- No necesito tu dinero paacutegame seguacuten convinimos

-De ninguacuten modo -exclamoacute el comerciante- trabaja en mi casa un antildeo maacutes y entonces

te dareacute la imagen

No habiacutea maacutes remedio que aceptar tal decisioacuten y el Hombre Bueno se quedoacute en casa

del comerciante trabajando otro antildeo Al fin llegoacute el diacutea de pagarle la cuenta pero por

segunda vez se negoacute el comerciante a darle la imagen

-Prefiero recompensarte con dinero -le dijo- y si insistes en recibir la imagen queacutedate

como jornalero un antildeo maacutes

Como es difiacutecil tener razoacuten cuando se discute con un hombre rico y poderoso el

campesino tuvo que aceptar las condiciones propuestas se quedoacute en casa del

comerciante un antildeo maacutes trabajando como jornalero con maacutes celo auacuten que los

anteriores Acabado el tercer antildeo el comerciante tomoacute la imagen y se la entregoacute al

campesino dicieacutendole asiacute

-Toacutemala hombre honrado toacutemala que bien ganada la tienes con tu trabajo Vete con

Dios

El campesino cogioacute la imagen de la Santiacutesima Virgen se despidioacute del comerciante y

se dirigioacute a la capital del reino donde el espiacuteritu del mal atormentaba a la hermosa

zarevna Anduvo largo tiempo y por fin llegoacute y empezoacute a decir a los vecinos

-Yo puedo curar a vuestra zarevna

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

67

Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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Inmediatamente lo llevaron al palacio del zar y le presentaron a la joven y enferma

zarevna

Una vez alliacute pidioacute una fuente llena de agua clara y sumergioacute en ella por tres veces la

imagen de la Santiacutesima Virgen entregoacute el agua a la zarevna y le ordenoacute que se lavase

con ella Apenas la enferma se puso a lavarse con el agua bendita expulsoacute por la boca

el espiacuteritu del mal en forma de una burbuja la enfermedad desaparecioacute y la hermosa

joven se puso sana alegre y contenta

El zar y la zarina se pusieron contentiacutesimos y en su juacutebilo no sabiacutean con queacute

recompensar al meacutedico le proponiacutean joyas rentas y tiacutetulos nobiliarios pero el Hombre

Bueno contestoacute

-No no necesito nada

Entonces la zarevna entusiasmada exclamoacute

-Me casareacute con eacutel

Consintioacute el zar y dispuso que se celebrase la boda con gran pompa y en medio de

grandes festejos Desde entonces el campesino Bueno vivioacute en palacio llevando

magniacuteficos vestidos y comiendo en compantildeiacutea del zar y de toda la familia real

Transcurrido alguacuten tiempo el Hombre Bueno dijo al zar y la zarina

-Permiacutetanme ir a mi aldea tengo alliacute a mi madre que es una pobre viejecita y quisiera

verla

El zar y la zarina aprobaron la idea la zarevna quiso ir con eacutel y se fueron juntos en un

coche del zar tirado por magniacuteficos caballos

En el camino tropezaron con el Hombre Malo Al reconocerlo el yerno del zar le habloacute

asiacute

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

68

-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

69

El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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-Buenos diacuteas compantildeero iquestNo me conoces iquestNo te acuerdas de cuando discutiacuteas

conmigo sosteniendo que se obtiene maacutes provecho viviendo inicuamente que

trabajando honradamente

El Hombre Malo quedoacute asombrado al ver que el Bueno era yerno del zar y que habiacutea

recuperado los ojos que eacutel le habiacutea quitado Tuvo miedo y no sabiendo queacute decir

permanecioacute silencioso

-No tengas miedo -le dijo el Hombre Bueno- yo no guardo rencor nunca a nadie

Y le contoacute todo lo de la fuente maravillosa que le habiacutea hecho recobrar la vista lo del

enorme roble sus trabajos en casa del comerciante y por fin su boda con la hermosa

zarevna El Hombre Malo escuchoacute todo con gran intereacutes y decidioacute ir al bosque a buscar

la fuente laquoQuizaacute -pensoacute- pueda tambieacuten encontrar alliacute mi suerteraquo

Se dirigioacute al bosque encontroacute la fuente maravillosa se subioacute al enorme roble y esperoacute

la llegada de la noche A media noche vinieron volando los espiacuteritus del mal y se

sentaron al pie del aacuterbol pero percibiendo al Hombre Malo escondido entre las ramas

se precipitaron sobre eacutel lo arrastraron al suelo y lo despedazaron

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

73

Page 69: Libro no 1633 cuentos folklóricos rusos afanasiev, alekandr nikoalevich colección e o abril 18 de 20

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El nintildeo prodigioso

Eacuterase un acreditado comerciante que viviacutea con su mujer y poseiacutea grandes riquezas Sin

embargo el matrimonio no era feliz porque no teniacutea hijos cosa que deseaban ambos

ardientemente y para ello pediacutean a Dios todos los diacuteas que les concediese la gracia de

tener un nintildeo que los hiciese muy dichosos los sostuviera en la vejez y heredase sus

bienes y rezase por sus almas despueacutes de muertos

Para agradar a Dios ayudaban a los pobres y desvalidos daacutendoles limosnas comida y

albergue ademaacutes de esto idearon construir un gran puente a traveacutes de una laguna

pantanosa proacutexima al pueblo para que todas las gentes pudiesen servirse de eacutel y

evitarles tener que dar un gran rodeo El puente costaba mucho dinero pero a pesar de

ello el comerciante llevoacute a cabo su proyecto y lo concluyoacute en su afaacuten de hacer bien a

sus semejantes

Una vez el puente terminado dijo a su mayordomo Fedor

-Ve a sentarte debajo del puente y escucha bien lo que la gente dice de miacute

Fedor se fue se sentoacute debajo del puente y se puso a escuchar Pasaban por el puente

tres virtuosos ancianos hablando entre siacute y deciacutean

-iquestCon queacute recompensariacuteamos al hombre que ha mandado construir este puente Le

daremos un hijo que tenga la virtud de que todo lo que diga se cumpla y todo lo que le

pida a Dios le sea concedido

El mayordomo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras volvioacute a casa

-iquestQueacute dice la gente Fedor -le preguntoacute el comerciante

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

70

-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

71

-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

iexclPor una Cultura Nacional Cientiacutefica y Popular

72

-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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-Dicen cosas muy diversas seguacuten unos haz hecho una obra de caridad construyendo

el puente y seguacuten otros lo has hecho soacutelo por vanagloria

Aquel mismo antildeo la mujer del comerciante dio a luz un hijo al que bautizaron y

pusieron en la cuna El mayordomo envidioso de la felicidad ajena y deseoso del mal

de su amo a media noche cuando todos los de la casa dormiacutean profundamente cogioacute

un pichoacuten lo matoacute manchoacute con la sangre la cama los brazos y la cara de la madre y

roboacute al nintildeo daacutendolo a criar a una mujer de un pueblo lejano

Por la mantildeana los padres se despertaron y notaron que su hijo habiacutea desaparecido por

maacutes que lo buscaron por todas partes no pudieron encontrarlo Entonces el astuto

mayordomo sentildealoacute a la madre como culpable de la desaparicioacuten

-iexclSe lo ha comido su misma madre -dijo- Mira todaviacutea tiene los brazos y los labios

manchados de sangre

Encolerizado el comerciante hizo encarcelar a su mujer sin hacer caso de sus protestas

de inocencia

Asiacute transcurrieron algunos antildeos y entretanto el nintildeo crecioacute y empezoacute a correr y a

hablar Fedor se despidioacute del comerciante se establecioacute en un pueblo a la orilla del mar

y se llevoacute al nintildeo a su casa

Aprovechaacutendose del don divino del nintildeo le mandaba realizar todos sus caprichos

dicieacutendole

-Di que quieres esto y lo otro y lo de maacutes allaacute

Y apenas el nintildeo pronunciaba su deseo eacuteste se realizaba al instante

Al fin un diacutea le dijo

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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-Mira nintildeo pide a Dios que aparezca aquiacute un nuevo reino que desde esta casa hasta

el palacio del zar se forme sobre el mar un puente todo de cristal de roca y que la hija

del zar se case conmigo

El nintildeo pidioacute a Dios lo que Fedor le deciacutea y en seguida de una orilla a otra del mar se

extendioacute un maravilloso puente todo eacutel de cristal de roca y aparecioacute una espleacutendida

poblacioacuten con suntuosos palacios de maacutermol innumerables iglesias y altos castillos

para el zar y su familia

Al diacutea siguiente al despertarse el zar miroacute por la ventana y viendo el puente de cristal

preguntoacute

-iquestQuieacuten ha construido tal maravilla

Los cortesanos se enteraron y anunciaron al zar que habiacutea sido Fedor

-Si Fedor es tan haacutebil -dijo el zar- le dareacute por esposa a mi hija

Con gran rapidez se hicieron todos los preparativos para la boda y casaron a Fedor con

la hermosa hija del zar Una vez instalado Fedor en el palacio del zar empezoacute a

maltratar al nintildeo lo hizo criado suyo lo rentildeiacutea y pegaba a cada paso y muchas veces

lo dejaba sin comer

Una noche hablaba Fedor con su mujer que estaba ya acostada y el nintildeo escondido

en un rincoacuten oscuro lloraba silenciosamente con desconsuelo la hija del zar preguntoacute

a Fedor cuaacutel era la causa de su don maravilloso

-Si antes soacutelo eras un pobre mayordomo iquestcoacutemo conseguiste tantas riquezas iquestCoacutemo

pudiste en una noche hacer el puente de cristal

-Todas mis riquezas y mi poder maacutegico -contestoacute Fedor- las he obtenido de ese nintildeo

que habraacutes visto siempre conmigo y que le robeacute a su padre mi antiguo amo

-Cueacutentame coacutemo -dijo la hija del zar

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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-Estaba yo de mayordomo en casa de un rico comerciante al que Dios habiacutea prometido

que tendriacutea un hijo dotado de tal virtud que todo lo que dijera se realizariacutea y todo lo

que pidiese a Dios le seriacutea dado Por eso apenas nacioacute el nintildeo yo lo robeacute y para que

no se sospechase de miacute acuseacute a la madre diciendo a todos que se habiacutea comido a su

propio hijo

El nintildeo despueacutes de haber oiacutedo estas palabras salioacute de su escondite y dijo a Fedor

-iexclBriboacuten iexclPor mi suacuteplica y por voluntad de Dios transfoacutermate en perro

Y apenas pronuncioacute estas palabras Fedor se transformoacute en perro El nintildeo ataacutendole al

cuello una cadena de hierro se fue con eacutel a casa de su padre

Una vez alliacute dijo al comerciante

-iquestQuieres hacerme el favor de darme unas ascuas

-iquestPara queacute las necesitas

-Porque tengo que dar de comer al perro

-iquestQueacute dices nintildeo -le contestoacute el comerciante- iquestDoacutende has visto tuacute que los perros se

alimenten con brasas

-iquestY doacutende has visto tuacute que una madre se pueda comer a su hijo Has de saber que soy

tu hijo y que este perro es tu infame mayordomo Fedor que me roboacute de tu casa y acusoacute

falsamente a mi madre

El comerciante quiso conocer todos los detalles y ya seguro de la inocencia de su

mujer hizo que la pusieran en libertad Luego se fueron todos a vivir al nuevo reino

que habiacutea aparecido en la orilla del mar por el deseo del nintildeo

La hija del zar volvioacute a vivir en el palacio de su padre y Fedor se quedoacute en miserable

perro hasta su muerte

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