levantar el vuelo nº 11

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LEVANTAR EL VUELO LEVANTAR EL VUELO boletín de algunos jóvenes del barrio Pajarillos 22 de mayo 2003 22 de mayo 2003 LUCHAMOS POR UNA COMUNIDAD DE INDIVIDU@S LIBRES LUCHAMOS POR UNA COMUNIDAD DE INDIVIDU@S LIBRES PISAMOS EN LA REALIDAD PARA BUSCAR LA IDEA PISAMOS EN LA REALIDAD PARA BUSCAR LA IDEA Frente a lo que nor rente a lo que nor malmente se dice, la dr malmente se dice, la dr oga no ayuda a uno a evadirse de esta oga no ayuda a uno a evadirse de esta realidad (si realmente fuera así, andaríamos todos puestos sin el más mínimo realidad (si realmente fuera así, andaríamos todos puestos sin el más mínimo repar repar o), más bien, su función es posibilitar la e o), más bien, su función es posibilitar la e xistencia dentr xistencia dentr o de ella. o de ella. Que cada cual saque sus conclusiones... Que cada cual saque sus conclusiones... El problema de la legalidad es un problema central en todo este asunto. Lo legal y lo ilegal conviven demasia- do como para no confundirse. Las leyes defienden la propiedad (de quien tiene propiedades que ser defendidas) y persiguen el delito. Supuestamente el delincuente es ilegal y el policía legal, pero conviv- en demasiado como para no confundirse. Según la policía no puede hacer nada con los toxicómanos de la vía porque el consumo es legal: eso mismo pen- sábamos cuando empezaron a cachear y a poner multas por tenencia y consumo de hachís en los parques y plazas. El consumo en la calle es ile- gal: ah, pues yo creía que la vía esta- ba en la calle. Lo legal y lo ilegal se confunden, conviven demasiado para no confundirse. ¿Y lo justo, tiene que ver con lo legal o es otra cosa? Muchas cosas legales son injustas y muchas ilegales son justas. La legali- dad no viene determinada por la justi- cia (aunque los jueces parecen arrog- arse el derecho de ser los únicos que saben lo que es la justicia). La legali- dad viene determinada por el poder del dinero y la justicia es la voz de su amo. No habrá justicia si no es por la negación de la justicia burguesa de los juicios y los testigos, no habrá jus- ticia sin la destrucción de las rela- ciones de poder -salario-mercancía- sumisión en que sobrevivimos. La movilización que los vecinos y vecinas de Pajarillos estamos protagonizando es un ejemplo de unidad y autonomía de pen- samiento. Entre todos hemos conseguido unir posturas, sacar acuer- dos en asamblea, llevar a buen término manifestaciones importantes y masivas, un paro de 3 horas de la práctica totalidad de los com- ercios de Pajarillos y algunos barrios cercanos solidarios. Y esto lo estamos haciendo los vecinos, la gente normal, trabajadora, humilde, parada, joven, mayor, mujeres y hombres. NI asociaciones, ni partidos, ni nada de nada. Ni uno sólo de los partidos políticos mayoritarios se ha dignado a apoyar las movilizaciones o dar solución al problema. Los políticos se muestran como lo que son: gestores de nuestra miseria que sólo benefician a los poderosos (y no vamos a cambiar nada votando a “independientes” de tres al cuarto que pactarán con el PP, en cuan- to puedan). Lo medios de comunicación siguen empeñados en men- tir sobre nuestras reivindicaciones, machacándonos con la “lucha contra la droga”. NUESTRA LUCHA ES CONTRA EL NARCOTRÄFICO, CONTRA LAS MAFIAS que destrozan nuestros barrios con el beneplácito y la complicidad de polícías, instituciones y demas. Fuera mafias, sacad vuestra mierda del barrio Contra la prohibición, autocultivo. Convivencia y solidaridad. En occidente, las drogas, de ser un producto medido y controlado por sus utilizadores (drogas naturales, p. ej.) han pasado a ser, ya en forma de mercancía -esto es, controladas en su proceso de producción por las leyes del mrecado- algo muy distinto: a.- la oferta, representada por las grandes mafias capi- talistas de todo el mundo, máxima expresión del próspero empresario esclavizador y explotador. b.- la demanda, representada por los entusis- tas consumidores de instantes mercantiliza- dos, cada vez más alejados del proceso de producción de lo que consumen y, por tanto, de las consecuencias que les pro- ducen. Este es el control efectivo de las dro- gas sobre sus consumidores; el control que tiene la mercancía sobre nuestra vida cotidi- ana y, en general, el control que ejerce la economía sobre la sociedad.

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Hoja repartida en las manifestaciones con motivo de la Huelga general del comercio de Pajarillos y las movilizaciones contra el narcotráfico, la especulación y la corrupción. Boletín de los jóvenes descontentos del barrio de Pajarillos.

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Page 1: Levantar el vuelo nº 11

LEVANTAR EL VUELOLEVANTAR EL VUELOboletín de algunos jóvenes del barrio Pajarillos22 de mayo 200322 de mayo 2003

L U C H A M O S P O R U N A C O M U N I D A D D E I N D I V I D U @ S L I B R E SL U C H A M O S P O R U N A C O M U N I D A D D E I N D I V I D U @ S L I B R E SP I S A M O S E N L A R E A L I D A D P A R A B U S C A R L A I D E AP I S A M O S E N L A R E A L I D A D P A R A B U S C A R L A I D E A

FFrente a lo que norrente a lo que normalmente se dice, la drmalmente se dice, la droga no ayuda a uno a evadirse de estaoga no ayuda a uno a evadirse de estarealidad (si realmente fuera así, andaríamos todos puestos sin el más mínimorealidad (si realmente fuera así, andaríamos todos puestos sin el más mínimoreparreparo), más bien, su función es posibilitar la eo), más bien, su función es posibilitar la existencia dentrxistencia dentro de ella.o de ella.Que cada cual saque sus conclusiones...Que cada cual saque sus conclusiones...

El problema de la legalidad es unproblema central en todo este asunto.Lo legal y lo ilegal conviven demasia-do como para no confundirse. Lasleyes defienden la propiedad (dequien tiene propiedades que serdefendidas) y persiguen eldelito. Supuestamente eldelincuente es ilegal y elpolicía legal, pero conviv-en demasiado como parano confundirse. Según lapolicía no puede hacernada con los toxicómanosde la vía porque el consumoes legal: eso mismo pen-sábamos cuando empezaron acachear y a poner multas por tenenciay consumo de hachís en los parques yplazas. El consumo en la calle es ile-gal: ah, pues yo creía que la vía esta-ba en la calle. Lo legal y lo ilegal seconfunden, conviven demasiado parano confundirse. ¿Y lo justo, tiene quever con lo legal o es otra cosa?Muchas cosas legales son injustas ymuchas ilegales son justas. La legali-dad no viene determinada por la justi-cia (aunque los jueces parecen arrog-arse el derecho de ser los únicos quesaben lo que es la justicia). La legali-dad viene determinada por el poderdel dinero y la justicia es la voz desu amo. No habrá justicia si no es porla negación de la justicia burguesa delos juicios y los testigos, no habrá jus-ticia sin la destrucción de las rela-ciones de poder -salario-mercancía-sumisión en que sobrevivimos.

La movilización que los vecinos y vecinas de Pajarillos estamosprotagonizando es un ejemplo de unidad y autonomía de pen-samiento. Entre todos hemos conseguido unir posturas, sacar acuer-dos en asamblea, llevar a buen término manifestaciones importantesy masivas, un paro de 3 horas de la práctica totalidad de los com-ercios de Pajarillos y algunos barrios cercanos solidarios. Y esto loestamos haciendo los vecinos, la gente normal, trabajadora,humilde, parada, joven, mayor, mujeres y hombres. NI asociaciones,ni partidos, ni nada de nada. Ni uno sólo de los partidos políticos mayoritarios se ha dignado aapoyar las movilizaciones o dar solución al problema. Los políticosse muestran como lo que son: gestores de nuestra miseria que sólobenefician a los poderosos (y no vamos a cambiar nada votando a“independientes” de tres al cuarto que pactarán con el PP, en cuan-to puedan). Lo medios de comunicación siguen empeñados en men-tir sobre nuestras reivindicaciones, machacándonos con la “luchacontra la droga”. NUESTRA LUCHA ES CONTRA ELNARCOTRÄFICO, CONTRA LAS MAFIAS que destrozan nuestrosbarrios con el beneplácito y la complicidad de polícías, institucionesy demas.

Fuera mafias, sacad vuestra mierda del barrioContra la prohibición, autocultivo.

Convivencia y solidaridad.

En occidente, las drogas, de ser un producto medido y controlado por susutilizadores (drogas naturales, p. ej.) han pasado a ser, ya en forma demercancía -esto es, controladas en su proceso de producción por las leyesdel mrecado- algo muy distinto:

a.- la oferta, representada por las grandes mafias capi-talistas de todo el mundo, máxima expresión del

próspero empresario esclavizador y explotador.b.- la demanda, representada por los entusis-

tas consumidores de instantes mercantiliza-dos, cada vez más alejados del procesode producción de lo que consumen y, portanto, de las consecuencias que les pro-ducen. Este es el control efectivo de las dro-

gas sobre sus consumidores; el control quetiene la mercancía sobre nuestra vida cotidi-

ana y, en general, el control que ejerce laeconomía sobre la sociedad.

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LA DROGA: OTRO MEDIO DE CONTROL SOCIAL.

Las drogas añaden un elemento básico para el podere imprimen obligatoriamente el ideario del sistema,ya que son, pese a quien pese, la forma más acaba-da de control social, subvirtiendo el sentido de nues-tras ganas de diversión (hacer cosas diferentes) ysustituyéndolo por la ‘obligatoriedad’ de su repeticiónfácil y alienada (hacer siempre lo mismo). Las dro-gas, actualmente, en manos del Estado constituyenun importe medio de alienación y degradación social.Las drogas ilegales no están prohibidas para evitarsu consumo, sino por otras razones como mantenerel estado de lincuencia o desviar la rebeldía y la com-batividad. La histórica política clasista de los suce-sivos gobiernos del Estado ha desarrollado las condi-ciones sociales para la introducción de la droga (elcrack en los barrios negros, la heroina en los barriosobreros europeos).Los ‘problemas’ que el Poder permite con el negociode las drogas prohibidas y adulteradas le sirven, a suvez, para darse soluciones a sí mismo, fomentando elfantasma de la inseguridad ciudadana, que servirá dejustificación para el aumento de las cárceles (en lasque la droga sirve como instrumento de exterminio),y de cuerpos represivos, que le harán falta al Estadopara responder cuando haya auténticos problemas.Las hipócritas campañas oficiales contra el consumode drogas tienen su punto en la propaganda legalista.El movimiento por la legalización lucha a favor de loprohibido y paradójicamente a favor de quien pro-hibe, protestando para que el Estado les deje droga-rse tranquilamente, pero sin cuestionarse si al Estadole interesa o no que se droguen...

“Nuestro sistema Democrático y nuestra Leyes determinan el mismocastigo para uno que para otro” (El Buho, boletín informativo de laUnión de Pajarillos). Los bienpensantes progres creen que todostenemos que ser idiotas porque ellos lo son. SÓLO LOS POBRESVAN A LA CÁRCEL, delito: no formar parte de vuestra mafia

En un desfile de derrotas ocultamos nuestros anhelos. Bajo la ame-naza de la autoridad, crimen y castigo, un vértice de plástico.Llamamos prudencia al miedo buscando lo razonable con una razónmediatizada. Corremos asustados al refugio aislados del resto delUniverso. Buscando consuelo en nuestras miserias podemos com-prar la rebeldía en forma de coche y ser guerreros de fin de sem-ana. Prudentemente sufrimos. Prudentemente morimos en esteabsurdo ‘democrático’. Este progreso que lleva al abismo necesitanuestra prudente sumisión para extinguir toda utopía. Por dineroolvidamos, por miedo aceptamos, por prudencia sostenemso el mássangrante y definitivo genocidio. Un rescoldo de vergüenza intenta

VOTA - NOStu barrio se pudrecon nuestra ayuda

Sólo cuando sean conscientes de su fuerza se rebelarán, sólo cuando se rebelen serán cosncientes de su fuerza.

las razas no nos separan, nos separa la clase social

¿Qué es lo que hace tolerable la presenciade la policía, el control policial a unapoblación si no es el miedo al delin-cuente? Esta institución tan reciente y tanpesada de la policía no se justifica sino espor esto. Si aceptamos entre nosotros aesas gentes de uniforme, armadas, mien-tras nosotros no tenemos el derecho deestarlo, que nos piden nuestros papeles,que rondan delante de nuestra puerta.¿Cómo sería posible esto si no hubiesedelincuentes? ¿Y si no saliesen todos losdías artículos en los priódicos en los quese nos cuenta que los delincuentes sonmuchos y peligrosos?

La manifestación mássimple de la barbariemercantil (esta sí,pacifica, porsupuesto): decenas depersonas acudiendo díay noche a por cocaína.Fuera traficantes dicenlos vecinos. Siempre elvendedor ¿y el consumi-dor? Claro depende paraquién de esto no sepuede hablar mucho nosea qué. Hay vecinosque dicen que sonenfermos. Enfermospueden serlo por variasrazones:a) porque sean toxicó-manos graves que nece-siten la dosisb) porque viven unavida esquizofrénica sinpausa: fin de semanasin apusa (ocio - droga

- consumo), semana sinpausa (trabajo - sofá -cama)c) porque están podri-dos y no saben cómocontinuar su ritmo ver-tiginoso de vida(cocaína para trabajarporque mi culo me loexige). Seguramentehaya decenas de “enfer-medades” menos comunes.De todos modos, siparece exagerado llamara los consumidores engeneral “enfermos” loque no puede dejar deafirmarse es que lalasociedad en su consociedad en su con--junto está enferma yjunto está enferma y

grave.grave.

Consumas o no,man-tente libre.

El alcalde afirma, bas�ndose en informaciones de la UniÛn, que el n˙mero detoxicÛmanos se ha reducido a un 10 % desde la desapariciÛn del Poblado. Locual indica que sÛlo entienden por toxicÛmano al heroinÛmano. SeÒores, laheroÌna es un problema, pero hoy en dÌa la cocaÌna lo es m�s. Y no hay cien-tos, sino miles de consumidores. B�jense del burro y legalicen la droga.