lengua ii módulo oralidad

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FEBRERO 2015 Lengua y Literatura y TIC II Clase 1 – La oralidad: tecnologías para tomar la palabra En este módulo trazaremos un recorrido a través de los diferentes ejes sobre los que se organizan los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP): la oralidad, la escritura, la reflexión sobre el lenguaje (sistema, norma y uso) y la lectura. Clase a clase, analizaremos específicamente de qué forma podemos integrar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la enseñanza de estas habilidades y contenidos. Por último, abordaremos también las características que toman las prácticas de evaluación en Lengua y Literatura cuando trabajamos con recursos digitales. En esta primera clase nos centraremos, entonces, en las prácticas de oralidad. En particular, haremos un recorrido por: El lugar que ocupa la oralidad en la enseñanza de Lengua, desde su presencia en los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) hasta su papel cotidiano en las clases de nuestra materia. Las características del discurso oral, según las diferentes situaciones comunicativas en las que se desarrolle: desde una oralidad espontánea (la conversación) hasta las prácticas de oralidad planificadas (una exposición oral). Para esto, retomaremos los conceptos de “registro” (Halliday, 1982), de “géneros discursivos” (Bajtín, 1979) y de “secuencias textuales prototípicas” (Adam, 1992), imprescindibles para pensar las relaciones entre oralidad y tecnologías. Las características de la interacción en las redes sociales, además de la naturaleza oral y conversacional de los géneros discursivos digitales: e-mail, chat, foros, blogs, etcétera. A partir de estos temas, plantearemos algunas estrategias y recursos digitales para explorar las posibilidades que brindan las TIC a la hora de abordar las prácticas de oralidad en el aula. Así, delinearemos propuestas para trabajar las características de los géneros discursivos digitales y también propondremos diferentes ejemplos de consignas de comprensión y de expresión oral en las que se integran recursos TIC. 1. Enseñar la oralidad, ¿puro blablablá? Comencemos esta clase reflexionando a partir de las observaciones que plantea el lingüista Halliday (1989) acerca de las relaciones entre oralidad y escritura, en función de los papeles que toma cada una de estas prácticas en la historia educativa de cada individuo y en la vida social. Parafraseando el comienzo de su trabajo sobre el lenguaje escrito y hablado (Spoken and Writtenlanguage, 1989), podemos decir que, generalmente, en nuestra temprana infancia, comenzamos a hablar y a escuchar casi sin darnos cuenta (de hecho, suelen ser los mayores quienes nos recuerdan cuáles fueron las primeras palabras que pronunciamos). En cambio, si intentamos trazar una historia de nuestras primeras letras, sin duda nos vendrá a la memoria ese maestro o ese adulto-guía que nos enseñó a leer y a escribir: a diferencia de la oralidad, la lectura y la escritura suelen estar estrechamente asociadas a la escolaridad y a la educación. Escribir y hablar no son solo formas alternativas de hacer las mismas cosas, sino que son formas de hacer cosas diferentes. La escritura evoluciona cuando el lenguaje debe asumir

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  • FEBRERO 2015

    Lengua y Literatura y TIC II

    Clase 1 La oralidad: tecnologas para tomar la palabra En este mdulo trazaremos un recorrido a travs de los diferentes ejes sobre los que se organizan los Ncleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP): la oralidad, la escritura, la reflexin sobre el lenguaje (sistema, norma y uso) y la lectura. Clase a clase, analizaremos especficamente de qu forma podemos integrar las Tecnologas de la Informacin y la Comunicacin (TIC) en la enseanza de estas habilidades y contenidos. Por ltimo, abordaremos tambin las caractersticas que toman las prcticas de evaluacin en Lengua y Literatura cuando trabajamos con recursos digitales.

    En esta primera clase nos centraremos, entonces, en las prcticas de oralidad. En particular, haremos un recorrido por:

    El lugar que ocupa la oralidad en la enseanza de Lengua, desde su presencia en los Ncleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) hasta su papel cotidiano en las clases de nuestra materia.

    Las caractersticas del discurso oral, segn las diferentes situaciones comunicativas en las que se desarrolle: desde una oralidad espontnea (la conversacin) hasta las prcticas de oralidad planificadas (una exposicin oral). Para esto, retomaremos los conceptos de registro (Halliday, 1982), de gneros discursivos (Bajtn, 1979) y de secuencias textuales prototpicas (Adam, 1992), imprescindibles para pensar las relaciones entre oralidad y tecnologas.

    Las caractersticas de la interaccin en las redes sociales, adems de la naturaleza oral y conversacional de los gneros discursivos digitales: e-mail, chat, foros, blogs, etctera.

    A partir de estos temas, plantearemos algunas estrategias y recursos digitales para explorar las posibilidades que brindan las TIC a la hora de abordar las prcticas de oralidad en el aula. As, delinearemos propuestas para trabajar las caractersticas de los gneros discursivos digitales y tambin propondremos diferentes ejemplos de consignas de comprensin y de expresin oral en las que se integran recursos TIC.

    1. Ensear la oralidad, puro blablabl?

    Comencemos esta clase reflexionando a partir de las observaciones que plantea el lingista Halliday (1989) acerca de las relaciones entre oralidad y escritura, en funcin de los papeles que toma cada una de estas prcticas en la historia educativa de cada individuo y en la vida social. Parafraseando el comienzo de su trabajo sobre el lenguaje escrito y hablado (Spoken and Writtenlanguage, 1989), podemos decir que, generalmente, en nuestra temprana infancia, comenzamos a hablar y a escuchar casi sin darnos cuenta (de hecho, suelen ser los mayores quienes nos recuerdan cules fueron las primeras palabras que pronunciamos). En cambio, si intentamos trazar una historia de nuestras primeras letras, sin duda nos vendr a la memoria ese maestro o ese adulto-gua que nos ense a leer y a escribir: a diferencia de la oralidad, la lectura y la escritura suelen estar estrechamente asociadas a la escolaridad y a la educacin.

    Escribir y hablar no son solo formas alternativas de hacer las mismas cosas, sino que son formas de hacer cosas diferentes. La escritura evoluciona cuando el lenguaje debe asumir

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    nuevas funciones en la sociedad. Estas tienden a ser las funciones de prestigio, las relacionadas con el aprendizaje, la religin, el gobierno, el comercio. []

    Pero el habla naci antes, algunos millones de aos atrs, y llega tambin primera en nuestra historia de vida como individuos. Habremos aprendido a leer y escribir, pero an as seguimos hablando y escuchando, y todava seguimos aprendiendo al hablar y al escuchar. El hecho de que seamos menos conscientes de los procesos discursivos orales no los vuelve menos importantes. Alcanzamos diferentes objetivos mediante el lenguaje hablado y mediante el lenguaje escrito, pero ninguno de ellos tiene un valor superior sobre el otro. (Halliday, 1989: vii)

    Como plantea Halliday (1989) en el mismo trabajo, para la mayora de las personas alfabetizadas, "lenguaje" suele ser sinnimo de lenguaje escrito y, en general, si algo se expresa por escrito, somos mucho ms propensos a creerlo. Pensemos, por ejemplo, en los contratos y en otros documentos administrativos, que exigen la presencia del papel. O tambin, en expresiones como te tomo la palabra o es una persona de palabra, que recuerdan la confianza en el otro de aquellos tratos orales que no se firmaban. En esta tradicin letrada, no es de extraar que el lenguaje escrito haya sido casi siempre el medio y el modo privilegiado en la enseanza de Lengua.

    1.1 El lugar de la oralidad en los NAP

    Sin embargo, para enmarcar la importancia del trabajo cotidiano y reflexivo sobre el lenguaje oral, vale recordar aqu que los Ncleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP), tanto los dedicados al Ciclo Bsico como al Ciclo Orientado de la Educacin Secundaria, dedican un eje especfico a la oralidad. En ambos documentos se hace referencia a las prcticas de comprensin y de produccin oral.

    Sugerimos repasar el eje de la oralidad en los Ncleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) para el Ciclo Bsico y para el Ciclo Orientado de la Educacin Secundaria.

    De esos contenidos y prcticas orales sugeridas en los NAP, cules suelen incluir en sus propuestas de clase?, de qu forma y con qu frecuencia? Cules de ellos estaran estrechamente vinculados con las TIC?

    En estas estrategias y en estos contenidos sugeridos para la enseanza de la oralidad en Lengua, podemos notar que: (a) se da tanto lugar al habla espontnea (conversaciones, discusiones) como a las situaciones orales planificadas (exposicin oral, debates, etc.); (b) se contempla el trabajo tanto en torno a las habilidades de escucha comprensiva y crtica como a las habilidades de produccin oral.

    Por otra parte, y en cuanto al enfoque didctico disciplinar, estos NAP sobre oralidad hacen hincapi tanto en el saber hacer (estrategias y prcticas de oralidad) como en los saberes especficos (medios y gneros discursivos orales, como la radio, las entrevistas orales, las exposiciones orales, etc.). Asimismo, se toman como punto de partida los usos del lenguaje (la lengua como prctica social, la lengua en uso, las variedades lingsticas) y se enfatizan los aprendizajes de la lengua oral en contexto.

    Al igual que en los NAP para el Ciclo Bsico, en estos contenidos a ensear se contemplan tanto las situaciones de habla espontneas y planificadas como las habilidades de escucha y produccin de textos orales. Pero es importante notar que en los NAP para el Ciclo Orientado se incluyen especficamente contenidos y recursos TIC, tales como la realizacin y el registro de entrevistas en audio o video, la utilizacin de soportes digitales para preparar y exponer oralmente, la escucha crtica de informacin en los medios de comunicacin, la participacin en foros y debates en redes sociales, etctera. En particular, destacamos los siguientes contenidos que, como veremos ms adelante, se centran en las formas orales y conversacionales propias de los gneros digitales:

    Explorar y analizar las particularidades de los modos de hibridacin y mixtura de las formas de oralidad y escritura en los nuevos soportes, medios y lenguajes digitales (mensajes de texto, chat /chat de voz, teleconferencias, foros, redes sociales).

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    Participar en proyectos de escritura colaborativa (tanto de textos ficcionales como no ficcionales) en blogs organizados por los y las estudiantes, en redes virtuales de escritores adolescentes y jvenes y en otros formatos propios del mundo virtual. (Resolucin N 180/12)

    Por ltimo, tambin vale mencionar el lugar que los NAP otorgan a los gneros de tradicin oral en el eje de la Literatura: mitos, leyendas, cuentos populares, coplas, chistes, entre otros. En estos casos ser importante recordar que, aunque hoy los encontremos impresos, esos relatos y poemas transmitidos de boca en boca siguen conservando muchos de los rasgos poticos de la palabra hablada. Aqu, entonces, encontraremos otro espacio de interseccin interesante para abrir entre la literatura, la oralidad y las tecnologas.

    Tradiciones orales

    Para trabajar con gneros literarios de tradicin oral (narrativas orales, chistes o incluso coplas) pueden proponer a los alumnos una consigna que articular diferentes tareas: la recopilacin de datos, el registro de audios y la edicin de un repertorio de historias orales.

    Entre todos, elegirn o bien un gnero narrativa, chistes, coplas, etc. o bien un tema la amistad, la solidaridad, el recuerdo que sirva como eje articulador para la compilacin. Luego, cada alumno identificar a un miembro de la comunidad que sea un buen orador y que tenga una historia memorable o una copla tradicional para compartir. Con un celular o con la grabadora de la netbook registrarn esas voces. Una vez finalizada la recopilacin, entre todos trabajarn en la organizacin de esas historias para presentarlas a una audiencia. Con la ayuda de un editor de audio como Audacity, podrn agregar separadores, cortinas musicales, efectos y transiciones, para luego publicarlas en una plataforma de podcasts como Ivoox y compartirlas con toda la comunidad escolar.

    (Actividad adaptada: Magadn, 2014)

    1.2 El lugar de la oralidad en la enseanza de Lengua

    Hemos visto, entonces, que los NAP hacen hincapi en la enseanza del lenguaje oral, en el dominio de sus rasgos especficos y tambin en los gneros discursivos y en los medios de comunicacin en los que resulta protagonista. Sin embargo, a pesar de este lugar destacado de la oralidad en el curriculum, en nuestras clases, suele ser recurrente que dediquemos un tiempo de trabajo ms intensivo a la escritura y descansemos en la conviccin de que el habla se ejercita naturalmente todo el tiempo.

    A menudo, incluso, solemos escuchar valoraciones contrastivas entre las formas de significar propias del habla y de la escritura, en las que la oralidad sale perdiendo: escribe como habla. Es cierto que el discurso oral suele enfrentarnos con particularidades individuales demasiado marcadas y tambin dar lugar a errores y titubeos (Blanche Benveniste, 1998: 21). Pero es justamente la naturaleza del lenguaje hablado, que es heterogneo e impredecible: [en su superficie] aparecen variedades dialectales (diferencias fonticas, morfosintcticas, lxicas, discursivas), formas coloquiales, formas no aceptadas, y algo debemos hacer, decir o ensear al respecto (Magadn, 2014).

    En Lo que quiere decir hablar, el socilogo francs Pierre Bourdieu se pregunta: Ensear el lenguaje oral? Pero, cul lenguaje oral? Y responde: el cdigo, en el sentido de cifra, que rige la lengua escrita, y que se identifica a la lengua correcta en oposicin a la lengua hablada (a la conversacin), considerada implcitamente como inferior, adquiere fuerza de ley en y por el sistema de enseanza. (Bourdieu, 1985: 23)

    Si reflexionamos sobre la afirmacin de Bourdieu (1985), quiz tambin podamos descubrirnos juzgando las intervenciones orales con la vara de la escritura. Esperamos oraciones completas cuando, en verdad, en el continuo del lenguaje oral, producimos y comprendemos unidades de informacin (Halliday, 1976 citado en Kress, 1979). As, en este afn por trabajar una oralidad cuidada, solemos

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    pasar por alto, como oportunidades para la enseanza de la lengua, la riqueza del material lingstico que nos proporciona el habla espontnea (el uso de muletillas, los falsos arranques, las frases inacabadas, las repeticiones, etctera). (Magadn, 2014)

    Desde esta necesidad de gramaticalizar (emprolijar?) la expresin oral y frente a los rasgos inasibles de la oralidad espontnea, trabajamos ms frecuentemente en el aula aquellas formas que Ong (1983) considerara cercanas a una oralidad secundaria: una oralidad ms deliberada y formal, basada permanentemente en el uso de la escritura y del material impreso. (Ong, 1983: 134)

    Sin duda, la riqueza est en abordar la mayor variedad posible de gneros orales en clase: desde los que requieren mayor planificacin (presentaciones, debates, recitaciones) hasta las intervenciones improvisadas (ronda de chistes, ancdotas, narrativas, preguntas y respuestas), pero siempre a conciencia de que los lmites entre una mayor o menor espontaneidad en el habla suelen ser difusos. Y en el caso de esos gneros que requieren mayor planificacin exposiciones orales, lecturas en voz alta, alguna entrevista, ser fundamental trabajar sobre el escrito en el que se apoyar ese discurso oral para luego dar la voz a los estudiantes.

    Escuchemos y veamos a la lingista Amparo Tusn Valls en la siguiente entrevista. En este fragmento, ella sintetiza varios de estos conceptos y plantea las formas de ampliar un repertorio lingstico que incluya tanto las formas de habla verncula de los alumnos como las formas requeridas en contextos y gneros acadmicos.

    Amparo Tusn Valls es doctora en Antropologa lingstica y cultural y en Filologa (Universidad de Barcelona). Es catedrtica de Lengua espaola en

    la Universitat Autnoma de Barcelona.

    Entrevista: Amparo Tusn Valls

    Video: http://youtu.be/NhrNUmqvwv0

    2. Las caractersticas del discurso oral

    Comencemos a desmenuzar las particularidades de la oralidad analizando la imagen que muestra este leo de Camille Pisarro (1830-1903). En prinicipio, nos orientar para caracterizar las diferentes situaciones en las que tiene lugar el discurso oral, segn: (a) la cantidad de hablantes que participan (un monlogo, una conversacin, etc.); (b) el grado de inmediatez (copresencia) en tiempo y espacio entre los participantes; (c) el grado de espontaneidad (mayor o menor preparacin) de la intervencin oral; (d) el canal (Jakobson, 1963), en el sentido del medio fsico por donde circula el mensaje; y (e) la naturaleza material del habla, es decir, qu elementos intervienen en la oralidad? (voz, entonaciones, gestos, movimientos).

    Aunque sin sonido, esta imagen nos ayuda a congelar para observar detenidamente ciertos rasgos propios de una conversacin: en principio, la copresencia de dos hablantes especficos (una muchacha y un muchacho), vestidos de una manera particular, que parecen participar en un intercambio de palabras (ms o menos extendido, ms o menos espontneo), en un cierto lugar (rural, quiz) y en un cierto momento (durante el da, por la luz que notamos).

    Camille Pissarro. Conversacin (circa 1881). [Dominio pblico], via WikimediaCommons. Disponible en:

    http://commons.wikimedia.org/wiki/File%3APissarro_Conversation.jpg (ltima consulta: enero de 2014).

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    Despus de esta lectura de la imagen, podemos preguntarnos: todas las prcticas orales implican una conversacin?, son todas espontneas?, a qu rasgos materiales o indicios debemos atender para analizar la oralidad?. En definitiva: de qu est hecha la oralidad?, cules son sus caractersticas?.

    Como dijimos, la oralidad espontnea se nos presenta desordenada, desprolija: aparecen huecos, muletillas, repeticiones, autocorrecciones. La escritura, en cambio, parece imponerse como un discurso bien formado, metdico y consciente. Pero vale la pena admitir que un escrito nos brinda varias oportunidades de revisin y correccin antes de considerarlo listo (para imprimir, enviar o publicar). Justamente en la prxima clase, nos detendremos a reflexionar sobre estos procesos de escritura, sobre todo en relacin con las posibilidades que expanden los recursos digitales.

    Hasta aqu, entonces, sinteticemos las diferencias entre la naturaleza de lo escrito y de lo oral a partir del siguiente contrapunto desarrollado por Halliday (2002: 330):

    Lo escrito Lo oral

    Ms denso. Ms sinptico. Menos redundante. Uso de nominalizaciones. Necesidad de ser explcito para ser

    comprendido por quienes no estn presentes.

    Tendencia a utilizar la tercera persona para referirse a los eventos.

    Despegado del contexto. Tendencia al uso de formas pasivas. Tiene un aura de objetividad. Tendencia a representar el mundo como

    un producto.

    Ms palabras que en el escrito para expresar un sentido equivalente.

    Frases ms breves, pero ms numerosas. Unidades de informacin (una tras otra). Sin necesidad de referirse a sujetos,

    tiempos o lugares porque todos estn presentes y se sobreentienden.

    Puede generar y apoyarse en sobreentendidos.

    Localizado en el aqu y el ahora. Tendencia al uso de la voz activa. Tiene un aura de subjetividad. Tendencia a representar el mundo como

    un proceso.

    No podemos olvidar que la oralidad est hecha de voces; las voces representan lo material y lo tangible del discurso hablado. En nuestras clases de Lengua, solemos trabajar sobre algunos aspectos de la materialidad de la voz: la entonacin, las pausas, los acentos (en la enseanza de lenguas extranjeras, estas prcticas son aun ms frecuentes), pero en muchas ocasiones nos encontramos con el obstculo de su fugacidad. Afortunadamente, hoy el grabador de un celular o de una netbook nos permite registrar esos relatos o sonidos espontneos, para volver sobre ellos y analizarlos, editarlos o interpretarlos. As, aquella ventaja de almacenamiento que antes se atribua exclusivamente a la escritura se extiende tambin hoy a los materiales orales.

    As como la voz nos da nuestra identidad como hablantes, ella tambin viene acompaada por gestos y por un cuerpo. De hecho, en varias ocasiones, no hacen falta demasiadas palabras para comprender una idea o un mensaje. Muchos otros elementos, ms all de los lingsticos (interjecciones, palabras o enunciados completos e incompletos), funcionan tambin como seales o indicios de alguna situacin. (Magadn, 2014).

    El siguiente esquema sintetiza los diferentes recursos que intervienen en la comunicacin oral:

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    Verbales Paraverbales No verbales ! ! !

    Desde una interjeccin hasta palabras o enunciados completos e incompletos.

    Acompaa a las palabras, por ejemplo, la entonacin o el ritmo que se le da a una frase.

    Se suman, acompaan a las palabras. Son gestos, objetos, detalles de la situacin.

    ! ! ! Interjecciones. Enunciados completos

    o incompletos.

    El tono de voz. El ritmo de las frases. La pronunciacin.

    Los gestos. Las posturas. Las miradas. El lugar donde se charla.

    (Magadn, 2014)

    Puede ser interesante trabajar con los alumnos sobre los indicios que, junto con las palabras, proporcionan los elementos paraverbales y no verbales para comprender e interpretar la relacin entre los interlocutores. Para esto sugerimos una consigna como la siguiente:

    En cmara lenta

    Sugerimos analizar algn fragmento de una charla en una pelcula o de una entrevista, disponible en YouTube y desconocida para el grupo. En ese video, debern leer todos los indicios para determinar y describir el tipo de vnculo entre los participantes. Puntualmente, ser rico examinar: (a) lo verbal, para determinar el trato entre los hablantes (ms o menos familiar, ms o menos formal); (b) lo paraverbal (la entonacin, las pausas, el tono, etc.); (c) lo no verbal, el mbito en el que se desarrolla la charla (si se trata de un espacio pblico o privado; si la distancia entre los participantes es social o ntima, etc.), los gestos, las miradas.

    Una actividad como est permitir la escucha y la observacin crtica de un intercambio oral. Si cuentan con conectividad a Internet, podrn utilizar la herramienta de anotaciones en YouTube para que, en cada fragmento del video, los alumnos plasmen sus observaciones.

    Como cierre para el recorrido por las caractersticas de las interacciones orales, les proponemos ver este video en el que la lingista Deborah Tannen explica qu son y cmo funcionan los rituales conversacionales.

    Deborah Tannen es profesora de Lingstica en Georgetown University (Washington DC). Su libroYou Just Don't Understand: Women and Men in Conversation (1990) fue un xito editorial.

    Deborah Tannen: los rituales conversacionales

    Video: http://youtu.be/ooiu41-XwNQ

    Por ltimo, para abordar situaciones de habla ms ligadas a los contextos acadmicos, es necesario analizar el discurso oral en funcin de un rasgo especfico: la espontaneidad. En general, la oralidad pura suele asociarse a la improvisacin, a la naturalidad y al fluir del lenguaje: cuando hablamos cotidianamente es posible rectificar, pero no borrar lo que decimos. Pero este rasgo espontneo del habla no es comn ni constante para todos los eventos orales; en muchas situaciones (una clase, un dictado, una obra teatral, etc.) comunicamos un mensaje o damos un discurso, que se apoya en mayor o menor medida en un guin o en un escrito completo.

    El siguiente cuadro, adaptado de Cassany et al. (1994), presenta una gradacin de situaciones comunicativas en funcin de su naturaleza ms planificada o ms espontnea.

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    Muy preparado (- espontneo y +

    basado en lo escrito)

    Situaciones comunicativas

    1. Lectura/ Produccin en voz alta de un escrito (por ejemplo: dictados, lectura expresiva, audiolibros, comunicaciones en congresos, obras de teatro o pelculas sin tcnicas de improvisacin).

    2. Exposicin oral a partir de un resumen completo y escrito del texto oral (por ejemplo: comentarios de textos, explicaciones de resmenes, boletn/podcasts de noticias en radio o televisin).

    3. Exposicin oral a partir de una ayuda-memoria o de un guin con las ideas principales (por ejemplo: clases magistrales, conferencias, entrevistas en radio o televisin).

    4. Exposicin oral preparada mentalmente, sin soporte escrito (charlas, exposiciones, entrevistas en radio o televisin).

    5. Improvisacin (por ejemplo: monlogos, confesiones, conversaciones).

    Nada preparado (+ espontneo y

    basado en lo escrito)

    (Adaptado de: Cassany et al., 1994).

    Estos diferentes grados de espontaneidad requieren que, en nuestras clases de Lengua, trabajemos en profundidad las relaciones entre oralidad y escritura. As, las actividades focalizadas en el desarrollo de soportes textuales (ayudamemorias, esquemas, apuntes, mapas conceptuales) pueden resultar un elemento facilitador para que los alumnos planifiquen y produzcan aquellos gneros orales menos espontneos. De la misma manera, analizar gneros en los que escribimos-como-hablamos (mensajes de texto o chat) nos impone tambin reflexionar sobre las posibilidades y las limitaciones que trae consigo cada modo: la oralidad, por un lado, y la escritura, por otro. (Magadn, 2014)

    Para trabajar con la oralidad planificada, podemos proponer en clase variadas consignas en las que la integracin de las TIC resulte un aporte estratgico.

    (1) Una exposicin oral en parejas Los alumnos debern distribuir sus turnos y desarrollar un tema apoyndose en algn tipo de presentacin multimedia (Prezi, Google Drive, PowerPoint, etc.). Para esto, sugerimos trabajar primero en la elaboracin de las diapositivas e incluso guiarlos en la confeccin de un ayudamemoria. Una vez que cada pareja de estudiantes se sienta lista para exponer, ser importante que, alternativamente, un compaero exponga y otro grabe (audio o video) la presentacin. Mientras tanto, el resto de la clase podr tomar apuntes. As, toda la clase estar involucrada en instancias de escucha crtica y, como audiencia, podr determinar la claridad y la organizacin en la explicacin del tema desarrollado.

    (2) Un audiodebate en Voxopop Voxopop es una plataforma online para organizar foros de debate, en los que los participantes, adems de escribir, dejan sus comentarios grabados oralmente. Como en todo debate, ser importante acordar un tema de inters para los alumnos, investigar posiciones sobre el asunto y planificar la organizacin de los papeles que asumirn los diferentes actores: quin estar a favor, quin en contra, quin ser moderador, etc.

    (Actividades adaptadas: Magadn, 2014)

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    2.1 El registro, una variedad lingstica acorde con el uso

    Para profundizar sobre la naturaleza de los intercambios orales, resulta imprescindible repasar aqu el concepto de registro (Halliday, 1982), una variedad lingstica acorde con el uso:

    La nocin de registro es a la vez muy simple y muy importante; se refiere al hecho de que la lengua que hablamos o escribimos vara de acuerdo con el tipo de situacin. [] La nocin de registro constituye as una forma de prediccin: dado que conocemos la situacin, el contexto social de utilizacin del lenguaje, podemos predecir mucho respecto del lenguaje que se producir, con probabilidades razonables de estar en lo cierto. (Halliday, 1982: 46)

    Vale recordar que el registro se caracteriza por importantes distinciones entre lo hablado y lo escrito; el lenguaje en accin y el lenguaje en reflexin. Por eso, ms all de la distincin cotidiana entre formal vs. coloquial, para analizar los gneros discursivos digitales ser clave tener en cuenta que el registro vara tambin segn el canal de comunicacin que se utiliza y segn la relacin entre los participantes que intervienen.

    Para trabajar la nocin de registro, podemos proponer en clase la siguiente consigna grupal:

    Diccionario digital de espaol coloquial

    Primero tendrn que elaborar entre todos un listado con las expresiones coloquiales de uso ms frecuente y luego, a modo de tabla, podrn agregar: (a) una definicin posible para esa palabra o expresin, y (b) una forma equivalente una traduccin que podra utilizarse en una situacin de habla formal.

    A modo de ejemplo-gua podrn consultar el Diccionario del Espaol ColoquialColoquial.es http://www.coloquial.es/es/diccionario-del-espanol-coloquial/ 2012 Victoriano Gavio Rodrguez. Este proyecto se centra en los trminos y expresiones del espaol peninsular; por lo tanto, los alumnos debern crear uno que recupere los usos coloquiales que se dan en su regin y en su comunidad.

    (Actividad adaptada: Magadn, 2014)

    2.2 Gneros discursivos y secuencias textuales: formas de describir la oralidad

    Con el objetivo de analizar estas situaciones comunicativas orales, y sobre todo las formas de intercambio mediadas por tecnologas digitales, nos parece importante volver brevemente sobre la nocin de gneros discursivos (Bajtn, 1979):

    Las diversas esferas de la actividad humana estn todas relacionadas con el uso de la lengua. [] El uso de la lengua se lleva a cabo en forma de enunciados (orales y escritos) concretos y singulares que pertenecen a los participantes de una u otra esfera de la praxis humana. Estos enunciados reflejan las condiciones especficas y el objeto de cada una de las esferas no slo por su contenido (temtico) y por su estilo verbal, o sea por la seleccin de los recursos lxicos, fraseolgicos y gramaticales de la lengua, sino, ante todo, por su composicin o estructuracin. Los tres momentos mencionados el contenido temtico, el estilo y la composicin estn vinculados indisolublemente en la totalidad del enunciado y se determinan, de un modo semejante, por la especificidad de una esfera dada de comunicacin. Cada enunciado separado es, por supuesto, individual, pero cada esfera del uso de la lengua elabora sus tipos relativamente estables de enunciados, a los que denominamos gneros discursivos. (Bajtn, 1979: 248)

    Como dijimos hasta aqu, para trabajar la oralidad es valioso recorrer un amplio repertorio de situaciones discursivas. En este sentido, la nocin de gneros discursivos nos permite describir enriquecidamente las prcticas de habla y escritura social, as como los formatos que emergen y se transforman en los entornos digitales.

    A la hora de disear propuestas para nuestras clases, buscamos, por un lado, recuperar situaciones y

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    formas de habla autnticas y, por otro lado, integrar diferentes contenidos (lingsticos, literarios) de nuestra asignatura. Para esto, nos servir siempre como gua crear consignas de oralidad (pero tambin de escritura y de lectura) que se apoyen en dos criterios complementarios y productivos de organizacin y clasificacin del universo del discurso: los gneros discursivos y las secuencias textuales.

    Qu entendemos por secuencias textuales? Segn Adam (1992), las secuencias prototpicas responden a tipos relativamente estables de combinacin de enunciados, dotados de una organizacin reconocible por su estructura jerrquica interna (esquema) y por su unidad compositiva (plan). (Calsamiglia Bancafort y Tusn Valls, 1999: 255). As, este lingista francs determina cinco secuencias prototpicas que pueden identificarse en un texto: narrativa, argumentativa, descriptiva, explicativa y dialogal. Ahora bien, aunque podamos encontrar algunos textos homogneos y construidos sobre la base de una sola secuencia, muchos textos se construyen a partir de la combinacin o alternancia de una variedad de secuencias. (Calsamiglia Bancafort y Tusn Valls, 1999). Como veremos en el siguiente apartado, este es el caso que se observa especialmente en diferentes situaciones comunicativas en entornos digitales.

    En sntesis, por qu tomar como eje los gneros discursivos y las secuencias textuales? Porque una clasificacin segn la nocin de gneros discursivos (Bajtn, 1979) habilita un anlisis semitico-social, que nos permite comprender cmo estos surgen, se desarrollan y se diferencian en diferentes sociedades y en diferentes pocas. Por otra parte, una clasificacin segn secuencias textuales prototpicas (Adam, 1992; Ciapuscio, 1994) nos permite hacer zoom en la estructura interna de los textos orales y abordar as un plano de anlisis lingstico. (Magadn, 2014)

    3. La conversacin en los gneros discursivos digitales

    En este ltimo tramo de la clase analizaremos el carcter oral y conversacional de los gneros discursivos que han surgido en esas esferas de comunicacin, al decir de Bajtn (1979), mediadas por tecnologas digitales. Comencemos, entonces, observando los siguientes intercambios:

    Podemos preguntarnos: de qu tipo de intercambios se trata?, a qu gnero discursivo pertenecen?, la superficie del discurso se asemeja en uno y otro caso? Reconoceremos, sin duda, que son mensajes de texto y que, como tales, ambos despliegan una conversacin (vale notar incluso los conos en los que se apoyan). Sin embargo, las formas de hablar no son exactamente iguales, y para distinguir sus rasgos especficos debemos examinar el registro.

    Como vimos previamente, el registro est directamente vinculado a la situacin comunicativa y, en este sentido, se ve determinado por tres variables: (a) el campo (el tipo de actividad social en la que los hablantes participan); (b) el tenor (las relaciones entre los participantes); y (c) el modo, esto es, el canal escrito u oral y el estilo retrico particular adoptado por el hablante, que en definitiva determinan la textura del mensaje (Halliday, 1982). Si analizamos cada una de estas variables veremos que estos hablantes intercambian mensajes de texto un tipo de conversacin especfica, mediada por celulares

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    y ms o menos diferida en el tiempo y comparten ciertas formas de expresin propias de ese canal. Adems de la brevedad de los mensajes, podemos notar tambin los intercambios imbricados, propios de la conversacin espontnea; esto es, las preguntas yuxtapuestas que enva un interlocutor son respondidas en una secuencia inversa: de la ltima a la primera, ya que este orden agiliza el dilogo.

    Mientras que en el segundo de los intercambios la escritura ideofonemtica (Cassany, 2012) est casi ausente, en el primero predominan las expresiones abreviadas, quiz motivadas en la urgencia de respuestas rpidas, es decir, en el ritmo que marca la inmediatez de una charla diferida en el espacio pero no el tiempo. Esta economa de caracteres, que comenz siendo impuesta por los mismos sistemas de SMS o por el tamao de las pantallas de los celulares, hoy en da ya nos resulta parte de la gramtica y del vocabulario de estos gneros.

    Siguiendo a Ferreiro (2006), Crystal (2009) y Cassany (2012), puede ser rico analizar las formas lingsticas que los hablantes emplean en estos gneros discursivos digitales (sms, chat):

    Acortamientos, omisin de algunas letras o formacin de siglas, como en grax (gracias). Las siglas, como LOL (laughing out loud) o ASAP (as soon as possible), son frecuentes en ingls, pero tambin las encontramos cada vez ms en espaol: TQM (te quiero mucho).

    Escritura ideogrfica o de rebus: representar algo que tiene un significado, no para aludir a su significado sino a su nombre (Ferreiro, 2006: 292); en estos ejemplos, x o salu2 (saludos).

    Escritura silbica: el nombre de la letra se lee como slaba y, por lo tanto, la representa; por ejemplo, en uno de estos SMS, las letras t (en t), b (en bso).

    Escritura fontica: sin atender a la ortografa, se trata de emplear una letra que represente el sonido que se quiere comunicar; as, es frecuente notar la sobreabundancia de K, en ke (que), la ausencia de H, o el uso de c (se).

    Uso de emoticones, que combinan signos de puntuacin para transmitir el estado de nimo o las intenciones comunicativas de los participantes (ironas, chistes, etc.).

    Integracin de recursos de la historieta: maysculas para expresar un grito, uso de interjecciones, onomatopeyas, etc.

    Reiteracin de signos para expresar intensidad: aaaaahhhhh!!!, grrrrrr, entre otros. Omisin de tildes, signos de puntuacin o maysculas al comienzo de la oracin o en nombres

    propios. En sntesis, en los gneros discursivos digitales (chat, mensajes de texto, tuits, intercambios en redes sociales, blogs y foros) resulta generalmente vlida la regla de escribimos-como-hablamos. Por qu? Porque estos textos tienen mucho de conversacin y, por lo tanto, toman formas del habla espontnea. As, podramos referirnos a ellos como oralidad digital.

    Para cerrar, nos interesa destacar la naturaleza conversacional que predomina en la mayora de estos gneros discursivos digitales. Si los analizamos en funcin del concepto de secuencias textuales prototpicas, podramos decir que su base es principalmente dialogal (hay una estructura de intercambio entre los participantes) y que, a su vez, esta secuencia dialogal de base suele combinarse con otros tipos de secuencias. Por ejemplo, en los foros de debate, sobre la base de ese dilogo entre los participantes, encontraremos tambin secuencias argumentativas o expositivas; en los blogs, tuits y redes sociales, sobre la base del dilogo, a veces se tejern secuencias narrativas, argumentativas, explicativas, descriptivas. En otras palabras, en estos gneros, estamos siempre conversando: a veces conversamos para argumentar, otras veces para narrar, otras para describir y otras para explicar

    Finalmente, en cuanto a la espontaneidad e inmediatez de estos intercambios, es interesante observar que, aunque los consideremos formas de comunicacin sincrnicas (los interlocutores coinciden en el mismo tiempo), solo el chat exige la copresencia de los interlocutores. El resto de los gneros (sms, correo electrnico, tuits, redes sociales, foros, comentarios en blogs) es de naturaleza asincrnica o diferida. Es cierto que se suele esperar una respuesta breve, rpida como en los mensajes de texto analizados y hasta ingeniosa, pero la participacin simultnea de los participantes no es necesaria.

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    Para trabajar en clase la naturaleza conversacional de los gneros discursivos digitales, podemos proponer a los alumnos las siguientes consignas:

    (1) Un diccionario para el escritor digital Pidan al curso que recopile, entre familiares y amigos, mensajes de texto y/o fragmentos de sesiones de chat. Con ese corpus en mano, debern identificarn todas las abreviaturas y particularidades que observan para luego clasificarlas y ordenarlas alfabticamente. Para esto, puede ser interesante explorar algunos diccionarios de SMS disponibles online. Entre todos podrn debatir si suelen usar esas formas de escritura compiladas, entre los hablantes y en los diccionarios. (2) Una versin SMS de un texto teatral clsico Propongan a sus alumnos que elijan un fragmento de un texto teatral en el que dialoguen dos personajes. Podra ser un fragmento de una obra de Florencio Snchez, Federico Garca Lorca, William Shakespeare, etc. Pueden buscar opciones en Wikisource: http://es.wikisource.org/ Luego, pdanles que imaginen que ese dilogo no es presencial sino va chat o SMS. Cada uno deber tomar el papel de un personaje y deber comunicar las misma informacin o los mismos sentimientos de cada rplica del dilogo, pero a travs de mensajes de chat o SMS.

    (Actividad adaptada: Magadn, 2014)

    Actividades 1. Refranero de presentaciones

    Comenzaremos nuestras charlas en el foro-fogn. Para iniciar esta rueda, les proponemos que se presenten en un mximo de tres lneas algo especiales. En esta breve intervencin, debern incluir un refrn que los represente y diez sustantivos (comunes o propios) que los retraten en genio y figura. El desafo consiste en no utilizar ningn adjetivo! Tampoco vale repetir los refranes.

    2. La lectura de la semana

    Para completar el recorrido de la clase, lean Ramrez Martnez (2002), La expresin oral.

    3. El foro semanal: Qu lugar tiene la expresin oral en nuestras prcticas de enseanza?

    Despus de haber ledo la clase y el texto de Ramrez Martnez (2002), les proponemos analizar el papel que ocupa la expresin oral y, en particular, los gneros digitales conversacionales en sus prcticas de enseanza. Qu lugar otorgan a la oralidad en sus clases? Suelen integrar las TIC en el diseo de actividades con gneros orales? Cmo evalan la expresin oral? Qu trabajos han realizado o podran realizar en torno a los gneros digitales conversacionales? Compartan sus experiencias sobre estas prcticas de enseanza (para que no se las lleve el viento) y reflexionen sobre ellas en funcin de las lecturas de este primer encuentro.

    4. Hacia el proyecto final: esquema inicial de la clase a implementar

    En el documento Proyecto final, que pueden descargar con esta clase, les presentamos los lineamientos generales sobre las actividades que completarn durante este mdulo.

    Durante estas dos primeras semanas, debern elaborar un esquema inicial de un plan de clase, para que sea puesto en prctica durante el cuatrimestre en curso. Pueden tomar como punto de partida, la clase diseada en PE I; sin embargo, si esa planificacin no resultara adecuada para el momento del ao o para el curso en el que estn enseando actualmente, podrn crear una nueva propuesta de clase con TIC. En el aula virtual, seccin Actividades, encontrarn una gua para organizar este esquema inicial de la clase a implementar.

    A fines de la semana 2, debern enviar al tutor este boceto a travs de la seccin Actividades. All debern consignar la fecha de puesta en prctica, segn las posibilidades del calendario escolar.

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    Bibliografa ADAM, J.-M. ([1992], 2011). Les textes. Types et prototypes. Pars: ArmandCollin. BAJTN, M. ([1979], 2011). Esttica de la creacin verbal. Mxico: Siglo XXI. BLANCHE-BENVENISTE, C. (1998). Estudios lingsticos sobre la relacin oralidad-escritura.

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    Autores: Fernanda Cano y Cecilia Magadn Cmo citar este texto: Fernanda Cano y Cecilia Magadn (2014). Clase 1. La oralidad: tecnologas para tomar la palabra. Propuesta Educativa II - Lengua y Literatura Nivel secundario. Especializacin docente de nivel superior en educacin y TIC. Buenos Aires: Ministerio de Educacin de la Nacin.