Curso: lectura de la Biblia Fecha: 09/09/2015

Nombre: Rafaela Rosario Díaz Hernández Aporte No. De lista:

Tema:

La meditación: rumiar, dialogar, actualizar

1. La meditación indica el esfuerzo que se hace para actualizar el texto e introducirlo en el horizonte de nuestra vida y realidad, tanto personal como social. El texto que fue escrito para nosotros, debe hablarnos. Dentro de la dinámica de la Lectio Divina, la meditación ocupa un lugar central.

2. La meditación es una actividad diligente que con ayuda de la propia razón, busca el conocimiento de la verdad oculta. En él debe existir un valor permanente que quiere producir en el presente la misma conversión o cambio que producía. ¿Cómo hacer meditación? Una forma de realizar la meditación es usar la mente y la razón para poder descubrir la verdad oculta.

3. ¿Qué hay de semejante y de diferente entre la situación del texto y la nuestra de hoy? ¿Cuáles son los conflictos de ayer que existen hoy? La meditación es repetir el texto, rumiándolo, masticándolo hasta descubrir lo que tiene que decirnos.

4. “Meditar día y noche la ley del Señor” “Si, Yahvé, tu nombre y el recuerdo de ti resumen todo el deseo de nuestra alma”, es bueno procurar resumir todo en una frase, de preferencia del propio texto bíblico, para llevarla en la memoria, repetirla y masticarla durante el día, hasta que se mezcle con nuestro propio ser.

5. Por la meditación o masticación la Palabra de Dios va entrando poco a poco, devolviéndonos a nosotros mismo para que nos convirtamos en una expresión viva de la Palabra oída, meditada y rumiada. “instruidos por aquello que nosotros ya no percibimos el texto como algo que solo escuchamos, sino como algo que experimentamos y tocamos con nuestras manos, no es la lectura la que nos hace penetrar en el sentido de las palabras, sino nuestra propia experiencia adquirida anteriormente en la vida de cada día”

6. Casiano dice que la percepción de sentido del texto no viene del estudio, sino de la experiencia que nosotros mismos tenemos de la vida. La meditación oprime el botón, hace correr la energía por los cables y enciende la lámpara del texto. Tanto el cable como la energía son necesarios para que haya luz. La vida ilumina el texto, el texto ilumina la vida.

7. La meditación también profundiza la dimensión personal de la Palabra de Dios, por la persona que la pronuncia y por la manera como es pronunciada, así ella va adueñándose de la persona y uno ya no consigue separar lo que es de Dios y lo que es de uno. Por la lectura se llega a la cascara de la letra, en la meditación alcanzar el fruto del espíritu.

8. La meditación nos ayuda a descubrir el sentido espiritual, esto es el sentido que el Espíritu de Dios quiere comunicar hoy a su Iglesia a través del texto de la Biblia, la meditación es una actividad personal y también comunitaria, es semilla de oración. Basta practicarla para que, por si misma, se transforme en oración.