lecciones de derecho ecuatoriano

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(Sucesión intestada.) «Ordenación de la sucesión del causante determinada legalmente por ausencia o defecto de testamento».
Históricamente, debe considerarse como la modalidad más antigua de sucesión, sobre la cual y lentamente reaccionó la vocación o llamamiento (acto solemne de concreción del eredero, por eficacia de la norma consuetudinaria y, luego, legal) testamentarios, asta convertirse !sta en regla y a"u!lla en e#cepción.
$n sus or%genes, debe estimarse, como la sucesión toda, t%tulo de sustitución pol%tica en la &efatura del grupo, ad"uiriendo con el transcurso del tiempo su actual carácter &ur%dico privado' no obstante, no acabará de perder a"uella valoración de inter!s
8/16/2019 LECCIONES DE DERECHO ECUATORIANO
general, "ue se manifiesta todav%a en el llamamiento a favor del $stado en grado ltimo. , naturalmente, la diversa evolución económico*social de la estructura familiar puede e#plicar la diversidad de preferencias respecto de los llamados ascendientes, descendientes, colaterales... +ebe, sin embargo, reconocerse, "ue en la doctrina suele discutirse tanto el origen y evolución de la sucesión abintestato como la fundamentación de la misma.
+ebe diferenciarse el abintestato de la sucesión legitimaria, tambi!n operada por efecto de la ley
incluso cuando e#iste testamento, "ue e#cluye de laautonom%a del causante unas cuotas m%nimas "ue, necesariamente, deben remitirse a los as% beneficiados (legitimarios). bintestato es, pues, sucesión leg%tima, pero no a la inversa, en el sentido de la compatibilidad de !sta con la sucesión testamentaria (e#cepción de los ordenamientos modernos a la regla romana nemo pro parte
testatus, pro parte intestatus decedere potest). $l abintestato se produce en diversas situaciones- a) por ausencia de testamento' b) por nulidad del e#istente' c) por no comprender la sucesión testamentaria todo el a su&eto a la transmisión' d) por inoperancia de la delación testamentaria (incapacidad, premoriencia, etc., del o de los
llamados a suceder), o repudiación de la sucesión'e) por no realiarse la condición puesta a la institución (art. /01 2.2.).
Son proferidos en el llamamiento abintestato los parientes del causante, el cónyuge sobreviviente y
el $stado. $ntre parientes es preferida la l%nea recta sobre la colateral y, dentro de a"u!lla, la descendente sobre la ascendente' el cónyuge sup!rstite es referido sobre los colaterales (salvo divorcio o separación de eco feaciente)' y entre !stos son preferidos los ermanos e i&os de ermanos. 3o e#istiendo colaterales dentro del cuarto grado de parentesco, la sucesión se defiere al $stado, entendi!ndose "ue !ste ad"uiere siempre beneficio de inventario (4. acrecimiento' deseredación del legitimario' preterición' representación ereditaria, dereco de). [E.V.B.]
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abuso del derecho subjetivo.
Derecho Civil
Supone el «e&ercicio de un dereco sub&etivo e#cedi!ndose de sus naturales y adecuados l%mites,
publicarse el B.G.B., cuyo párrafo 11B determina- «$l e&ercicio de un dereco es inadmisible cuando sólo puede tener por fin daar a otro». partir de a%, los ulteriores 2ódigos (suio, 0/G;' sovi!tico, 0/11' peruano, 0/<B' italiano, 0/F1, etc.) an recogido el principio. 3o es e#cepción nuestro +ereco (ya desde el 5eglamento de nuestra primera >ey ipotecaria), a partir, principalmente, de la reforma del t%tulo preliminar del 2.2., cuyo art%culo ;.0 e#ige, primeramente, un e&ercicio conforme con la buena fe y, en ;.1, sanciona "ue «la ley no ampara el abuso del dereco o el e&ercicio antisocial del mismo».
>a &ustificación de la doctrina del abuso del dereco, y la condena de un e&ercicio en tales t!rminos, fue elaborada modernamente por DOSS$53+. @omando como base los esfueros de :8?3O75 %(ropiet et contrat , =ar%s, 0/GG), conceb%a el abuso en el e&ercicio como la ausencia
de motivación leg%tima' la presencia de leg%tima motivación e#cluir%a el abuso el abuso, mientras "ue la ine#istencia de a"uella motivación, actuando en detrimento de tercero, ace el e&ercicio abusivo. $l motivo leg%timo estar%a presente cuando se da un criterio personal y especialiado de ese otro criterio universal, e incluso abstracto, "ue es dado por el destino social de los diferentes derecos.
?ácilmente se comprende la enorme dificultad "ue ofrece tal formulación para conseguir resultados prácticos, sobre todo cuando el propio concepto de motivación leg%tima es noción "ue se evade de las manos, trasladando la problemática &ur%dica al
campo de la psicolog%a' aparte, "ue la intencionalidad puede valer en un &uicio moral, pero no tiene "ue devenir til en +ereco.
@ales dificultades ya icieron "ue S>$7>>$Srecurriese a un planteamiento ob&etivo, considerando la e#istencia de abuso donde se produce un e&ercicio anómalo, sirviendo de referencia para &ugar la anomal%a el destino regular del dereco. $n el marco legislativo, esta tendencia se inició con el *.G.B., cuyo art%culo 1 vincula el deber de actuar con buena fe y el
e&ercicio abusivo (aun"ue en tal cone#ión pervivealguna relación entre el factor ob&etivo y el sub&etivo), plasmado definitivamente en el 2ódigo 2ivil brasileo, de 0/0B, "ue identifica abuso con e&ercicio irregular, con total independencia de criterios de intencionalidad o culpa.
$ntre nuestros autores, es famosa la tesis de
2>4O SO@$>O, "ue preparó el terreno a la nomenos destacada sentencia del @ribunal Supremo, de 0F de febrero de 0/FF, en "ue por primera ve nuestro @ribunal modificó el criterio de "ue «"uien e&ercita su dereco no daa a nadie», a partir de cuyo momento, ya acogiendo unas veces un criterio ob&etivo, ya, en otras, el sub&etivo, se inició una corriente &udicial de sanción al abuso. =reparado as%
el terreno se e#plica la incorporación al actualart%culo ; 2.2., de la condena del abuso.
>a fórmula empleada por el legislador en el art%culo ; 2.2., no es, sin embargo, sencilla. 2omo podr%a decirse del 2ódigo suio, el nuestro parece vincular
buena fe y abuso, por la inclusión sistemática de ambos conceptos en un mismo precepto. +e otro lado, la fórmula de "ue «la ley no ampara el abuso del dereco o el e&ercicio antisocial del mismo», no e#plicita si su abuso y el e&ercicio antisocial son conceptos distintos, e"uiparados, o dos formas de decir lo mismo. parte, la fórmula segn la cual la ley «no ampara», no de&a claro en "u! consiste la falta de amparo, dado "ue no se indica la sanción civil pertinente' lo cual, a su ve, puede e#plicar la obligación de indemniar de los daos "ue con tal e&ercicio se producan, y la adopción de medidas
&udiciales y administrativas "ue impidan el eco de persistir en el e&ercicio abusivo, a "ue alude el art%culo ;.1 2.2.' lo "ue puede significar tanto la nulidad del acto como una casi ineficacia de la sanción, ante las dificultades procesales "ue puede suponer una oposición al acto pretendidamente abusivo. Iuiá, lo más interesante de la fórmula
usada por el art%culo ;.1 sea "ue no re"uiere tansi"uiera "ue se aya producido dao para ser condenado el e&ercicio abusivo. , as%, dificulta el socorrido recurso a factores de coyuntura para pretender un e&ercicio aparentemente conforme con el +ereco y el dereco (4. acto &ur%dico' dereco sub&etivo' nulidad' principios generales del dereco' declaración de voluntad). [E.V.B.]
BIBLIOGRAFÍA
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C5@J3 :$53>, D. C.- $l a'uso del derecho. $d. Contecarlo, 0/E1.
accesión.
Derecho Civil
$n base a lo dispuesto en el art%culo <A< del 2ódigo2ivil, la doctrina suele definir la accesión como el dereco "ue corresponde al propietario para acer suyo lo "ue la cosa de "ue es dueo, produce o se le une o incorpora natural o artificialmente.
+e este concepto se derivan dos clases- a) accesión por producción o discreta' b) accesión por unión o continua' esta ltima a su ve, puede ser, en función de la cosa, mobiliaria e inmobiliaria, y tambi!n natural e industrial o artificial, segn el motivo "ue la causa.
>a primera categor%a, respecto a la cual se afirma "ue su fundamento es la regla accesorium se/uitur
principale, al igual "ue en la accesión continua no es considerada, sin embargo, por la doctrina como un verdadero supuesto de accesión, puesto "ue los frutos se ad"uieren por directa derivación del dereco de propiedad. $s por ello "ue su estudio se relega a la parte general del +ereco 2ivil (4. frutos).
5especto a la accesión continua, cabe distinguir como ya vimos-
0. ccesión artificial en bienes inmuebles (4. superficies solo cedit).
1. ccesión natural en bienes inmuebles. $l 2ódigo 2ivil contiene en sus art%culos <BB a <;F varios supuestos-
1.0 luvión o acrecentamiento "ue las eredades confinantes con las riberas de los r%os reciben por efecto de las aguas paulatinamente (art. <BB 2.2.),
si bien el art%culo siguiente seala "ue en el caso en"ue las eredades fueran confinantes con estan"ues o lagunas, sus dueos no ad"uieren ni pierden el terreno afectado en la disminución o crecida de las aguas.
1.1 vulsión o aumento "ue las eredades ribereas sufren derivado de la avenida o fuera del r%o. $l art%culo <BE 2.2. establece "ue en ese caso si la porción de terreno es conocida, el dueo de la eredad beneficiada no ad"uiere la propiedad, y tampoco en el caso de árboles arrancados y transportados por la corriente de las aguas, salvo "ue no los reclamase su dueo originario, sin
per&uicio de abonar, caso contrario, los gastos causados.
1.< Cutación de cauce, supuesto "ue el 2.2. regula
en el art%culo <;G 2.2., siguiendo la soluciónromana, y atribuyendo el cauce nuevo a los propietarios de los predios ribereos, dividido en su caso por la mitad (art. <;1). $l cauce será de dominio pblico en el caso de los r%os navegables y flotables, principio !ste "ue parece ser aplicable a los demás cauces, as% como a r%os, torrentes y arroyos, de conformidad con el art%culo FG;.0 y 1, y
sin per&uicio de lo sealado en el art%culo FGE 2.2. =or ltimo, en caso de aislamiento de una eredad o de parte de ella, la propiedad sigue perteneciendo al dueo de la misma, de acuerdo con el art%culo <;F 2.2.
1.F ?ormación de isla. 2uando por efecto de la corriente de los r%os se forma una isla en los
mismos, el 2.2. (arts. <;0 y <;<) establece un criterio intermedio, distinguiendo entre el supuesto de r%os navegables y flotables, caso en el "ue pasará al dominio pblico, y el supuesto de otras corrientes de agua, caso en el "ue pertenecerá a los propietarios de tierras de las márgenes más cercanas, o por mitad a ambas márgenes en el caso en "ue estuviera la isla en el medio. =ara el caso en "ue la isla se forme en los mares adyacentes a las costas de $spaa, !sta pertenecerá al $stado (art. <;0 2.2. y art. 1 de la >ey de 2ostas).
<. ccesión en bienes muebles. $s este un supuesto "ue se produce cuando una cosa mueble se une o
incorpora a otra tambi!n mueble, perteneciendo ambas cosas a distintos propietarios y siendo inseparable la unión (art. <;E). $n este caso, y si ay convenio entre los afectados, a !l ay "ue estar. $n otro caso, el 2.2. resuelve el problema atribuyendo la nueva cosa al propietario de la principal (art. <;A), sin per&uicio de indemniar al dueo de la accesoria, y salvo mala fe, determinando el art%culo <;B "u! cosa es principal y "u! cosa es accesoria. 2aso de "ue no fuese suficiente ese criterio, el 2.2. sigue el del valor y, subsidiariamente, el del volumen (art. <;;), teniendo como especialidad el caso de la pintura, escultura, escrito, impreso, grabado y litograf%a.
+e conformidad con las escuelas clásicas, cabe distinguir los siguientes supuestos en este tipo de accesión-
a) d&unción o unión de cosas muebles "ue no se
pueden separar. Sin per&uicio de lo ya sealadoasta a"u%, y si ay mala fe ("ue se especifica en el art. <;/) se distingue el supuesto en "ue esa mala fe sea del dueo de la cosa accesoria o del de la principal. $n el primer caso, la cosa se atribuye al dueo de la principal, indemniando el otro los daos y per&uicios sufridos. $n el segundo caso, el dueo de la cosa accesoria puede optar entre
"uedarse con la nueva o pedir el valor de su cosa, yen ambos casos con la indemniación pertinente, "ue consistirá en entregar una cosa de igual especie y valor "ue la "ue se pierde, o simplemente su valor, segn tasación pericial (arts. <;/ y <EG 2.2.).
b) 2onmi#tión o unión de dos cosas de igual g!nero pertenecientes a distintos propietarios, "ue ni se distinguen ni se pueden separar. Si la unión se produ&o por casualidad o por acuerdo, o con buena fe de uno de los dueos, se forma un condominio, en el "ue el dereco de cada uno de ellos es proporcional al valor de las cosas mecladas o confundidas (art. <E0 2.2.). Si se produ&o la unión con mala fe, el causante pierde su cosa e indemnia al dueo de la otra los per&uicios causados (art. <E1 2.2.).
c) $specificación o incorporación del traba&o a lamateria, resultando una obra de nueva especie. $l 2ódigo 2ivil distingue, como en supuestos anteriores, entre la buena y la mala fe. $n el primer caso, atribuye el resultado al "ue aporta el traba&o y salvo el criterio del valor (art. <E<.0 y 1 2.2.). $n el segundo, o bien pierde el autor el resultado producido sin dereco a indemniación, o bien se
"ueda con !l pagando el valor de la materia y la indemniación pertinente (art. <E<.< 2.2.).
?inaliada la breve e#posición de la regulación del 2ódigo 2ivil en tema de accesión, cabe sealar, por ltimo, "ue en el ordenamiento &ur%dico espaol, dos compilaciones regulan de forma incidental el tema "ue tratamos, "ue son la catalana y la
navarra, separando, al menos la segunda de formamás clara, la doctrina de los frutos de la accesión. mbas se basan en lo dispuesto en el 2ódigo 2ivil y fundamentan, como a"u!l la accesión en el &uego social de los principios de buena y mala fe unidos con la función social de la propiedad.
poder "ue el ordenamiento &ur%dico confiere a los acreedores para impugnar los actos "ue el deudor realice en fraude de su dereco».
parece regulada en los arts. 0.000 y 0.1/0 y ss.del 2.2., as% como algunos otros del propio 2ódigo y de la >ey Hipotecaria.
$l -undamento del poder e#cepcional "ue se atribuye al acreedor para inmiscuirse en las relaciones entre deudor y terceros "ue le reconoce la acción pauliana a sido discutido, manteni!ndose distintas teor%as "ue simplemente enumeraremos, como la de la «afección real» del patrimonio del deudor al pago de los cr!ditos contra el deudor, o la del «delito civil» o del «enri"uecimiento in&usto» per&udicial para el acreedor o la teor%a de la «colisión de derecos» "ue da preferencia al dereco del acreedor defraudado.
$n ltima instancia dico fundamento radica en el
dereco del acreedor a "ue no sea disminuida la garant%a "ue la ley le concede sobre los bienes del deudor en virtud del principio de responsabilidad patrimonial universal consagrado en el art. 0./00 y, consecuentemente, la protección del tráfico &ur%dico.
$n su evoluci&n hist&rica nace la «pauliana» en el +ereco Dustinianeo, como consecuencia de la
refundición de tres remedios de origen pretorio- elinterdictum -raudatorium, "ue reintegraba al acreedor en la posesión de un bien "ue el deudor a traspasado a otro' la restitutio in inte!rum o' -raudem, de caracteriación más dudosa, destinada a destruir los efectos de la ena&enación con la
consecuencia de restituir los bienes a la situación anterior a ella y la actio e34delicto, de naturalea penal, en cuya virtud se condena al deudor y sus cómplices al pago de una indemniación. $n el +ereco intermedio se ve en el origen de la acción un delito, una in&usticia sub&etiva y esta corriente es la "ue llega al +ereco moderno.
>as notas caracter%sticas de esta acción, en cuanto a su naturale5a 6urdica, son las siguientes-
* $s una acción personal, ya "ue no persigue un bien, sino "ue pretende remediar las consecuencias ob&etivas de una conducta il%cita, acto personal del deudor y ad"uirentes, "ue per&udica el dereco de cr!dito.
* $s una acción rescisoria y no de nulidad, como se infiere claramente del art. 0.1/0.< 2.2.
* $n consecuencia, es una acción subsidiaria por el
&uego del art. 0.1/F. * , finalmente, es una acción con una función conservativa y no e&ecutiva, aun cuando esto ltimo es mantenido por algunos autores, lo "ue se pone de manifiesto en la e#presión «despu!s de aber perseguido los bienes» del primer inciso del art. 0.000, si bien, esta e#presión parece referirse más bien a la acción subrogatoria.
$#aminando ya la mec7nica de la acci&n pauliana, ay "ue distinguir los re"uisitos ob&etivos y los re"uisitos sub&etivos.
1. Reuisitos objetivos!
0.0. $s necesaria la e#istencia de un crdito a favor del impugnante, "ue a de ser-
* nterior al acto fraudulento. 3o obstante, autores
como >OHC33 admiten "ue pueda tratarse de uncr!dito futuro, siempre "ue !ste sea conocido y aya de tener pró#ima y segura e#istencia posterior, fundándose en el carácter conservativo y no e&ecutivo de la acción. s% parece reconocer la tambi!n la sentencia del @.S. de 1 de maro de 0/E0.
* 4álido.
* 4encido. $n este punto es interesante distinguir los siguientes supuestos-
a) 2r!dito a plao o condición resolutoria. 3o ay duda de "ue el acreedor puede e&ercitar la acción.
b) 2r!dito a plao suspensivo. =uede admitirse por"ue, como consecuencia de la insolvencia del
deudor, desaparece el plao (art. 0.11/). c) 2r!dito a condición suspensiva. Si se considera "ue la acción pauliana es conservativa y no e&ecutiva, a de admitirse su e&ercicio, puntualiando autores como >2589, "ue para "ue prospere la acción es necesario "ue se demuestre directamente, y no por presunciones, la intención
de defraudar al acreedor impugnante. 0.1. ctos impugnables de los "ue se deriva el per&uicio al acreedor. Serán no sólo los contratos, sino todo tipo de actos o negocios &ur%dicos de contenido patrimonial, en cuya virtud se produca
un menoscabo económico (los arts. 0.1/; y 0.000 acen referencia a actos fraudulentos). Hay "ue incluir, por tanto, actos de gravámenes, renuncias y, en general, los "ue propician una reducción de la capacidad económica del deudor.
Han de ser reales o verdaderos, en el sentido "ue producan una aut!ntica y efica disposición, diferenciándose de los simulados.
0.<. =er&uicio de los acreedores. $ste per&uicio se pone de manifiesto, segn la generalidad de la doctrina y de la &urisprudencia, por la insolvencia del deudor, re"uisito necesario para el e&ercicio de la acción, y tal insolvencia debe derivarse directamente del acto cuya revocación se persigue con la acción pauliana. ctualmente, se viene admitiendo "ue no es necesaria la insolvencia del deudor y, en consecuencia, el dao "ue se produce al acreedor puede consistir en poner en peligro la
posibilidad de cumplimiento del cr!dito, siempre"ue raonablemente sea de tal entidad "ue permita prever "ue, por el empobrecimiento "ue se determina en el patrimonio del deudor, an cuando el acreedor no llegue a ser insolvente al vencimiento de la obligación, no encontrará bienes libres para satisfacer su dereco. $n todo caso debe e#istir una relación de causalidad entre el acto
dispositivo y el per&uicio e#istente al iniciar laacción.
". Reuisitos subjetivos!
1.0. $n relación al deudor. 3o es otro sino el fraude e#istente entre el deudor y el ad"uirente. ?rente a
los "ue e#igen el animus nocendi (2S@5O), la generalidad considera "ue no es necesaria la intención de per&udicar a los acreedores, bastando la conciencia del per&uicio "ue ocasiona con el acto a sus acreedores. Si el acto de disposición es anterior al nacimiento del cr!dito, es necesario "ue est! dolosamente preordenado a fin de per&udicar la satisfacción del futuro acreedor.
>:>+$DO va más allá y afirma "ue debe asimilarse a la conciencia realmente tenida de "ue el acreedor no podrá cobrar el supuesto de "ue el
deudor debiera aber tenido esta conciencia deacuerdo con una diligencia media.
1.1. 5especto al ad"uirente, si es a ttulo oneroso, basta con conscientia -raus, es decir, el conocimiento del per&uicio causado como del futuro. Si la disposición es anterior al cr!dito, debe aber participado en la ma"uinación dolosa, no siendo
necesario el animus lucrandi. 2onviene traer acolación la presunción iuris tantum del art. 0.1/;.1.
Si la ad"uisición es a ttulo !ratuito, se plantea la cuestión de la necesidad de la e#istencia del fraude. s% lo considera la generalidad de los autores, ya "ue el art. 0.1/0.< lo e#ige, sin distinguir entre actos onerosos o gratuitos, si bien e#cluyendo el caso de las renuncias en el "ue autores como 5O2 consideran "ue no es preciso el consilium -raudis, por"ue no lo e#ige el art. B.1' más matiadamente se e#ige el fraude del deudor ena&enante, pero no la mala fe del donatario.
3o obstante, 2S@5O, >:>+$DO, >OHC33..., estiman innecesario el re"uisito del fraude en las ena&enaciones a t%tulos gratuito. :asta el per&uicio del acreedor aun sin ser fraudulenta la ena&enación, ya "ue el art. BF<.1, determina aber fraude por el eco de darse el per&uicio, argumentando tambi!n "ue esta solución es de mayor &usticia, al dar preferencia al inter!s del acreedor sobre el del beneficiario de la liberalidad posterior.
Jntimamente ligada con esta cuestión está la de si la presunción del art. 0.1/; es iuris tantum o iuris
et de iure. >a l%nea tradicional considera "ue, deacuerdo con el art. 0.1A0, es iuris tantum, y as% lo avalan distintas resoluciones de la +.6.5.3., como las de 1B de mayo de 0/GE o la de 11 de febrero de 0/0;. $n apoyo a la tesis de encontrarnos ante una presunción iuris et de iure se manifiestan 2S@5O, >:>+$DO, =876 :58@8... >2589 argumenta "ue en el art. 0.1/;.0, la presunción a de
entenderse como ficción' no ay verdadera presunción, y bien claro se ve en el «se presumirá siempre» del art. BF<, confirmado por el art. <;.F >.H., al establecer, sin e#cepción, la impugnabilidad de todas las donaciones sin necesidad de demostrar el ánimo fraudulento del donante al acerlos.
$n su aspecto procesal, las partes del &uicio
impugnatorio son el acreedor o sus erederos ocausaabientes, el deudor, el ad"uirente y eventualmente, los posibles subad"uirentes' la acción debe e&ercitarse en el plao de caducidad de F aos (art. 0.1//).
Sólo "uedan por e#aminar los e-ectos "ue produce el e&ercicio de la acción. +emostrada la conducta defectuosa, fraudulenta o no, el acto "ue produce el per&uicio es declarado inefica ante el acreedor, de suerte "ue, respecto de !l, es inoponible la disposición patrimonial efectuada por su deudor, cuando el ad"uirente fuera part%cipe del il%cito o el acto ubiera sido gratuito.
Se a defendido "ue la rescisión opera e3 tunc, en cuanto "ue el efecto de la acción rescisoria es destruir todas las consecuencias del contrato,
restituyendo las cosas al ser y estado "ue ten%ancuando a"u!l se celebró, conclusión "ue se apoya en la obligación impuesta por el art. 0.1/A de devolver las cosas con sus frutos y el precio con sus intereses.
Cás matiadamente, se a dico "ue la rescisión produce efectos e3 tunc respecto al acreedor actor.
=ara 5O2, sin embargo, en la acción pauliana no ay efectos e3 tunc, ya "ue el efecto revocativo "ueda paraliado frente a un subad"uirente oneroso de buena fe y las cosas ena&enadas se reputan como si no ubieran salido del patrimonio del ena&enante fraudulento, a efectos procesales de la e&ecución y en cuanto sea necesario para "ue el acreedor defraudado pueda cobrar sus cr!ditos subsistiendo la ena&enación en todo lo demás.
a) $-ectos en relaci&n al ad/uirente. $l efecto fundamental, segn los arts. 0.1/A y 0.1/E, es la obligación de devolver las cosas ad"uiridas en fraude, siempre "ue ello sea posible. $n otro caso,
deberá indemniar los daos y per&uicios ocasionados a los acreedores.
Se a planteado si la obligación de devolver implica
la restitución material de la cosa ob&eto delcontrato. =ese a la dicción de los arts. 0.1/A y 0.1/E "ue imponen la obligación de devolver las cosas ena&enadas y "ue a dado pie a "ue algn sector doctrinal as% lo considere, 5O2, >OHC33 y +J$9*=729O mantienen "ue la sentencia no tiene efectos reales traslativos del bien del patrimonio del tercer ad"uirente al ena&enante. =uede el bien
"uedar de eco y de dereco en poder delprimero, pero a efectos de su relación con el acreedor se entiende "ue contina en poder del deudor.
=or otra parte, la ineficacia del acto dispositivo sólo tendrá lugar asta tanto se e#tienda el per&uicio del acreedor y sólo a este per&uicio deben limitarse las
consecuencias. +e a% su carácter relativo y laposibilidad de la rescisión parcial. $ igualmente de ello deriva "ue la rescisión no aprovece a los demás acreedores del deudor "ue no e&ercitaron la acción (5esolución 1; de diciembre de 0/FA).
b) $-ectos en relaci&n a los acreedores personales del ad/uirente. 3o podrán dirigirse contra las cosas ena&enadas fraudulentamente ya "ue declarada la rescisión, en relación al acreedor del deudor transmitente se a producido desplaamiento patrimonial. >uego, los acreedores del ad"uirente sólo podrán dirigirse contra tales cosas e&ecutando su cr!dito antes de "ue naca la obligación de
devolver. $n este caso, pasarán a ser las terceras personas a "ue se refiere el art. 0.1/A.1.
c) $-ectos en la relaci&n entre deudor, ena6enante "
ad/uirente. Serán de aplicación, en su caso, lasnormas de e&ecución.
d) $-ectos respecto a su'ad/uirentes. $n este punto se ace indispensable mencionar, aun"ue sea someramente, una discusión doctrinal tradicional derivada de la sucinta redacción del 2ódigo 2ivil y la >ey Hipotecaria. Su origen radica en la >.H. de 0EB0 "ue e#clu%a la protección registral frente a las acciones rescisorias de ena&enaciones en fraude de acreedores cuando la segunda ena&enación aya sido eca a t%tulo gratuito y cuando el tercero aya sido cómplice en el fraude. $l código, por su parte, abla de tercero en el art. 0.1/A. @ras las >eyes de 0/FF*FB el art. <; ace desaparecer la e#presión «segunda ena&enación» aun cuando sigue ablando
de tercero, lo "ue plantea dudas a la doctrina sobresi lo mismo "ue el 2ódigo, la >.H. trataba tanto la situación del primer ad"uirente como la de los sucesivos. $n realidad, ay "ue distinguir-
* =rimer ad"uirente. Su situación se regula por el 2ódigo 2ivil-
* Si ad"uirió de mala fe, cual"uiera "ue sea el
t%tulo, no "ueda protegido. * Si ad"uirió de buena fe, a t%tulo gratuito, aun"ue los arts. 0.1/A y 0.1/E no soportan criterio alguno, es e#tendida la creencia de "ue no "ueda protegido.
* Si ad"uirió a t%tulo oneroso y de buena fe, no es per&udicado por la acción' pero tal protección no deriva del 5egistro, sino del simple eco de fallar un re"uisito sustantivo para el e&ercicio de la acción, cual es la conciencia del dao "ue se produce.
* Subad"uirentes. ellos se aplica tanto el 2ódigo 2ivil como la >.H. si la ad"uisición está inscrita.
* Si el subad"uirente es a t%tulo gratuito, no es e#actamente "ue no est! protegido, sino "ue su situación es la del ltimo párrafo del art. <F >.H.
* Si ad"uiere a t%tulo oneroso y de mala fe, en ningn caso "ueda protegido.
* Si ad"uiere a t%tulo oneroso y de buena fe e inscribe, se paralia la pauliana por el &uego de la fe pblica' caso de "ue no inscriba, "ueda protegido por el art. 0.1/A 2.2.
(4. responsabilidad patrimonial, acción revocatoria, rescisión del negocio &ur%dico, revocación del negocio &ur%dico, en negocio &ur%dico, ineficacia del). [M.R.A.#.]
acción pauliana.
Derecho Civil >a acción pauliana es una medida conservativa del patrimonio del deudor y, por tanto, protectora de cr!ditos. ella se refiere el art. 0.000 2.2. en su inciso 1 al indicar "ue los acreedores «pueden
tambi!n impugnar los actos "ue el deudor aya realiado en fraude de su dereco». +e acuerdo con ello, puede ser definida con +J$9*=729O, como «el poder "ue el ordenamiento &ur%dico confiere a los acreedores para impugnar los actos "ue el deudor realice en fraude de su dereco».
parece regulada en los arts. 0.000 y 0.1/0 y ss. del 2.2., as% como algunos otros del propio 2ódigo y de la >ey Hipotecaria.
$l -undamento del poder e#cepcional "ue se atribuye al acreedor para inmiscuirse en las relaciones entre deudor y terceros "ue le reconoce la acción pauliana a sido discutido, manteni!ndose distintas teor%as "ue simplemente enumeraremos, como la de la «afección real» del patrimonio del deudor al pago de los cr!ditos contra el deudor, o la del «delito civil» o del «enri"uecimiento in&usto» per&udicial para el acreedor o la teor%a de la
«colisión de derecos» "ue da preferencia aldereco del acreedor defraudado.
$n ltima instancia dico fundamento radica en el dereco del acreedor a "ue no sea disminuida la garant%a "ue la ley le concede sobre los bienes del deudor en virtud del principio de responsabilidad patrimonial universal consagrado en el art. 0./00 y, consecuentemente, la protección del tráfico &ur%dico.
$n su evoluci&n hist&rica nace la «pauliana» en el +ereco Dustinianeo, como consecuencia de la refundición de tres remedios de origen pretorio- el interdictum -raudatorium, "ue reintegraba al acreedor en la posesión de un bien "ue el deudor
a traspasado a otro' la restitutio in inte!rum o' -raudem, de caracteriación más dudosa, destinada a destruir los efectos de la ena&enación con la consecuencia de restituir los bienes a la situación anterior a ella y la actio e34delicto, de naturalea penal, en cuya virtud se condena al deudor y sus cómplices al pago de una indemniación. $n el +ereco intermedio se ve en el origen de la acción un delito, una in&usticia sub&etiva y esta corriente es la "ue llega al +ereco moderno.
>as notas caracter%sticas de esta acción, en cuanto
a su naturale5a 6urdica, son las siguientes- * $s una acción personal, ya "ue no persigue un bien, sino "ue pretende remediar las consecuencias ob&etivas de una conducta il%cita, acto personal del deudor y ad"uirentes, "ue per&udica el dereco de cr!dito.
* $s una acción rescisoria y no de nulidad, como se
infiere claramente del art. 0.1/0.< 2.2. * $n consecuencia, es una acción subsidiaria por el
&uego del art. 0.1/F.
* , finalmente, es una acción con una función conservativa y no e&ecutiva, aun cuando esto ltimo es mantenido por algunos autores, lo "ue se pone de manifiesto en la e#presión «despu!s de aber perseguido los bienes» del primer inciso del art. 0.000, si bien, esta e#presión parece referirse más bien a la acción subrogatoria.
$#aminando ya la mec7nica de la acci&n pauliana, ay "ue distinguir los re"uisitos ob&etivos y los re"uisitos sub&etivos.
1. Reuisitos objetivos! 0.0. $s necesaria la e#istencia de un crdito a favor del impugnante, "ue a de ser-
* nterior al acto fraudulento. 3o obstante, autores como >OHC33 admiten "ue pueda tratarse de un cr!dito futuro, siempre "ue !ste sea conocido y aya de tener pró#ima y segura e#istencia
posterior, fundándose en el carácter conservativo yno e&ecutivo de la acción. s% parece reconocer la tambi!n la sentencia del @.S. de 1 de maro de 0/E0.
* 4álido.
* 4encido. $n este punto es interesante distinguir los siguientes supuestos-
a) 2r!dito a plao o condición resolutoria. 3o ay duda de "ue el acreedor puede e&ercitar la acción.
b) 2r!dito a plao suspensivo. =uede admitirse por"ue, como consecuencia de la insolvencia del deudor, desaparece el plao (art. 0.11/).
c) 2r!dito a condición suspensiva. Si se considera
"ue la acción pauliana es conservativa y noe&ecutiva, a de admitirse su e&ercicio, puntualiando autores como >2589, "ue para "ue prospere la acción es necesario "ue se demuestre directamente, y no por presunciones, la intención de defraudar al acreedor impugnante.
0.1. ctos impugnables de los "ue se deriva el per&uicio al acreedor. Serán no sólo los contratos, sino todo tipo de actos o negocios &ur%dicos de contenido patrimonial, en cuya virtud se produca un menoscabo económico (los arts. 0.1/; y 0.000 acen referencia a actos fraudulentos). Hay "ue incluir, por tanto, actos de gravámenes, renuncias y, en general, los "ue propician una reducción de la capacidad económica del deudor.
Han de ser reales o verdaderos, en el sentido "ue producan una aut!ntica y efica disposición,
diferenciándose de los simulados. 0.<. =er&uicio de los acreedores. $ste per&uicio se pone de manifiesto, segn la generalidad de la doctrina y de la &urisprudencia, por la insolvencia del deudor, re"uisito necesario para el e&ercicio de la acción, y tal insolvencia debe derivarse directamente del acto cuya revocación se persigue
con la acción pauliana. ctualmente, se vieneadmitiendo "ue no es necesaria la insolvencia del deudor y, en consecuencia, el dao "ue se produce al acreedor puede consistir en poner en peligro la posibilidad de cumplimiento del cr!dito, siempre "ue raonablemente sea de tal entidad "ue permita prever "ue, por el empobrecimiento "ue se determina en el patrimonio del deudor, an cuando
el acreedor no llegue a ser insolvente alvencimiento de la obligación, no encontrará bienes libres para satisfacer su dereco. $n todo caso debe e#istir una relación de causalidad entre el acto dispositivo y el per&uicio e#istente al iniciar la acción.
1.0. $n relación al deudor. 3o es otro sino el fraude e#istente entre el deudor y el ad"uirente. ?rente a
los "ue e#igen el animus nocendi (2S@5O), lageneralidad considera "ue no es necesaria la intención de per&udicar a los acreedores, bastando la conciencia del per&uicio "ue ocasiona con el acto a sus acreedores. Si el acto de disposición es anterior al nacimiento del cr!dito, es necesario "ue est! dolosamente preordenado a fin de per&udicar la satisfacción del futuro acreedor.
>:>+$DO va más allá y afirma "ue debe asimilarse a la conciencia realmente tenida de "ue el acreedor no podrá cobrar el supuesto de "ue el deudor debiera aber tenido esta conciencia de acuerdo con una diligencia media.
1.1. 5especto al ad"uirente, si es a ttulo oneroso, basta con conscientia -raus, es decir, el
conocimiento del per&uicio causado como del futuro. Si la disposición es anterior al cr!dito, debe aber participado en la ma"uinación dolosa, no siendo necesario el animus lucrandi. 2onviene traer a colación la presunción iuris tantum del art. 0.1/;.1.
Si la ad"uisición es a ttulo !ratuito, se plantea la cuestión de la necesidad de la e#istencia del fraude.
s% lo considera la generalidad de los autores, ya"ue el art. 0.1/0.< lo e#ige, sin distinguir entre actos onerosos o gratuitos, si bien e#cluyendo el caso de las renuncias en el "ue autores como 5O2 consideran "ue no es preciso el consilium -raudis, por"ue no lo e#ige el art. B.1' más matiadamente
se e#ige el fraude del deudor ena&enante, pero no la mala fe del donatario.
3o obstante, 2S@5O, >:>+$DO, >OHC33...,
estiman innecesario el re"uisito del fraude en lasena&enaciones a t%tulos gratuito. :asta el per&uicio del acreedor aun sin ser fraudulenta la ena&enación, ya "ue el art. BF<.1, determina aber fraude por el eco de darse el per&uicio, argumentando tambi!n "ue esta solución es de mayor &usticia, al dar preferencia al inter!s del acreedor sobre el del beneficiario de la liberalidad posterior.
Jntimamente ligada con esta cuestión está la de si la presunción del art. 0.1/; es iuris tantum o iuris et de iure. >a l%nea tradicional considera "ue, de acuerdo con el art. 0.1A0, es iuris tantum, y as% lo avalan distintas resoluciones de la +.6.5.3., como las de 1B de mayo de 0/GE o la de 11 de febrero de 0/0;. $n apoyo a la tesis de encontrarnos ante una
presunción iuris et de iure se manifiestan 2S@5O,>:>+$DO, =876 :58@8... >2589 argumenta "ue en el art. 0.1/;.0, la presunción a de entenderse como ficción' no ay verdadera presunción, y bien claro se ve en el «se presumirá siempre» del art. BF<, confirmado por el art. <;.F >.H., al establecer, sin e#cepción, la impugnabilidad de todas las donaciones sin necesidad de demostrar
el ánimo fraudulento del donante al acerlos. $n su aspecto procesal, las partes del &uicio impugnatorio son el acreedor o sus erederos o causaabientes, el deudor, el ad"uirente y eventualmente, los posibles subad"uirentes' la
acción debe e&ercitarse en el plao de caducidad de F aos (art. 0.1//).
Sólo "uedan por e#aminar los e-ectos "ue produce
el e&ercicio de la acción. +emostrada la conductadefectuosa, fraudulenta o no, el acto "ue produce el per&uicio es declarado inefica ante el acreedor, de suerte "ue, respecto de !l, es inoponible la disposición patrimonial efectuada por su deudor, cuando el ad"uirente fuera part%cipe del il%cito o el acto ubiera sido gratuito.
Se a defendido "ue la rescisión opera e3 tunc, en cuanto "ue el efecto de la acción rescisoria es destruir todas las consecuencias del contrato, restituyendo las cosas al ser y estado "ue ten%an cuando a"u!l se celebró, conclusión "ue se apoya en la obligación impuesta por el art. 0.1/A de devolver las cosas con sus frutos y el precio con sus intereses.
Cás matiadamente, se a dico "ue la rescisión produce efectos e3 tunc respecto al acreedor actor.
=ara 5O2, sin embargo, en la acción pauliana no ay efectos e3 tunc, ya "ue el efecto revocativo "ueda paraliado frente a un subad"uirente oneroso de buena fe y las cosas ena&enadas se reputan como si no ubieran salido del patrimonio del
ena&enante fraudulento, a efectos procesales de lae&ecución y en cuanto sea necesario para "ue el acreedor defraudado pueda cobrar sus cr!ditos subsistiendo la ena&enación en todo lo demás.
a) $-ectos en relaci&n al ad/uirente. $l efecto fundamental, segn los arts. 0.1/A y 0.1/E, es la obligación de devolver las cosas ad"uiridas en fraude, siempre "ue ello sea posible. $n otro caso, deberá indemniar los daos y per&uicios ocasionados a los acreedores.
Se a planteado si la obligación de devolver implica la restitución material de la cosa ob&eto del contrato. =ese a la dicción de los arts. 0.1/A y 0.1/E "ue imponen la obligación de devolver las cosas ena&enadas y "ue a dado pie a "ue algn
sector doctrinal as% lo considere, 5O2, >OHC33 y+J$9*=729O mantienen "ue la sentencia no tiene efectos reales traslativos del bien del patrimonio del tercer ad"uirente al ena&enante. =uede el bien "uedar de eco y de dereco en poder del primero, pero a efectos de su relación con el acreedor se entiende "ue contina en poder del deudor.
=or otra parte, la ineficacia del acto dispositivo sólo tendrá lugar asta tanto se e#tienda el per&uicio del acreedor y sólo a este per&uicio deben limitarse las consecuencias. +e a% su carácter relativo y la posibilidad de la rescisión parcial. $ igualmente de ello deriva "ue la rescisión no aprovece a los demás acreedores del deudor "ue no e&ercitaron la
acción (5esolución 1; de diciembre de 0/FA). b) $-ectos en relaci&n a los acreedores personales del ad/uirente. 3o podrán dirigirse contra las cosas ena&enadas fraudulentamente ya "ue declarada la rescisión, en relación al acreedor del deudor
transmitente se a producido desplaamiento patrimonial. >uego, los acreedores del ad"uirente sólo podrán dirigirse contra tales cosas e&ecutando su cr!dito antes de "ue naca la obligación de devolver. $n este caso, pasarán a ser las terceras personas a "ue se refiere el art. 0.1/A.1.
c) $-ectos en la relaci&n entre deudor, ena6enante " ad/uirente. Serán de aplicación, en su caso, las normas de e&ecución.
d) $-ectos respecto a su'ad/uirentes. $n este punto se ace indispensable mencionar, aun"ue sea someramente, una discusión doctrinal tradicional derivada de la sucinta redacción del 2ódigo 2ivil y la >ey Hipotecaria. Su origen radica en la >.H. de 0EB0 "ue e#clu%a la protección registral frente a las acciones rescisorias de ena&enaciones en fraude de acreedores cuando la segunda ena&enación aya sido eca a t%tulo gratuito y cuando el tercero aya
sido cómplice en el fraude. $l código, por su parte,abla de tercero en el art. 0.1/A. @ras las >eyes de 0/FF*FB el art. <; ace desaparecer la e#presión «segunda ena&enación» aun cuando sigue ablando de tercero, lo "ue plantea dudas a la doctrina sobre si lo mismo "ue el 2ódigo, la >.H. trataba tanto la situación del primer ad"uirente como la de los sucesivos. $n realidad, ay "ue distinguir-
* =rimer ad"uirente. Su situación se regula por el 2ódigo 2ivil-
* Si ad"uirió de mala fe, cual"uiera "ue sea el t%tulo, no "ueda protegido.
* Si ad"uirió de buena fe, a t%tulo gratuito, aun"ue los arts. 0.1/A y 0.1/E no soportan criterio alguno, es e#tendida la creencia de "ue no "ueda protegido.
* Subad"uirentes. ellos se aplica tanto el 2ódigo 2ivil como la >.H. si la ad"uisición está inscrita.
* Si el subad"uirente es a t%tulo gratuito, no es e#actamente "ue no est! protegido, sino "ue su situación es la del ltimo párrafo del art. <F >.H.
* Si ad"uiere a t%tulo oneroso y de buena fe e inscribe, se paralia la pauliana por el &uego de la fe pblica' caso de "ue no inscriba, "ueda protegido por el art. 0.1/A 2.2.
(4. responsabilidad patrimonial, acción revocatoria, rescisión del negocio &ur%dico, revocación del negocio &ur%dico, en negocio &ur%dico, ineficacia del).
[M.R.A.#.]
$n su evoluci&n hist&rica nace la «pauliana» en el +ereco Dustinianeo, como consecuencia de la refundición de tres remedios de origen pretorio- el interdictum -raudatorium, "ue reintegraba al acreedor en la posesión de un bien "ue el deudor a traspasado a otro' la restitutio in inte!rum o' -raudem, de caracteriación más dudosa, destinada a destruir los efectos de la ena&enación con la consecuencia de restituir los bienes a la situación anterior a ella y la actio e34delicto, de naturalea penal, en cuya virtud se condena al deudor y sus cómplices al pago de una indemniación. $n el +ereco intermedio se ve en el origen de la acción un delito, una in&usticia sub&etiva y esta corriente es la "ue llega al +ereco moderno.
>as notas caracter%sticas de esta acción, en cuanto a su naturale5a 6urdica, son las siguientes-
* $s una acción personal, ya "ue no persigue un
bien, sino "ue pretende remediar las consecuenciasob&etivas de una conducta il%cita, acto personal del deudor y ad"uirentes, "ue per&udica el dereco de cr!dito.
* $s una acción rescisoria y no de nulidad, como se infiere claramente del art. 0.1/0.< 2.2.
* $n consecuencia, es una acción subsidiaria por el
&uego del art. 0.1/F. * , finalmente, es una acción con una función conservativa y no e&ecutiva, aun cuando esto ltimo es mantenido por algunos autores, lo "ue se pone de manifiesto en la e#presión «despu!s de aber
puntualiando autores como >2589, "ue para "ue prospere la acción es necesario "ue se demuestre directamente, y no por presunciones, la intención de defraudar al acreedor impugnante.
0.1. ctos impugnables de los "ue se deriva el per&uicio al acreedor. Serán no sólo los contratos, sino todo tipo de actos o negocios &ur%dicos de contenido patrimonial, en cuya virtud se produca un menoscabo económico (los arts. 0.1/; y 0.000 acen referencia a actos fraudulentos). Hay "ue incluir, por tanto, actos de gravámenes, renuncias
y, en general, los "ue propician una reducción de lacapacidad económica del deudor.
Han de ser reales o verdaderos, en el sentido "ue producan una aut!ntica y efica disposición, diferenciándose de los simulados.
0.<. =er&uicio de los acreedores. $ste per&uicio se pone de manifiesto, segn la generalidad de la
doctrina y de la &urisprudencia, por la insolvencia del deudor, re"uisito necesario para el e&ercicio de la acción, y tal insolvencia debe derivarse directamente del acto cuya revocación se persigue con la acción pauliana. ctualmente, se viene admitiendo "ue no es necesaria la insolvencia del deudor y, en consecuencia, el dao "ue se produce al acreedor puede consistir en poner en peligro la posibilidad de cumplimiento del cr!dito, siempre "ue raonablemente sea de tal entidad "ue permita prever "ue, por el empobrecimiento "ue se determina en el patrimonio del deudor, an cuando el acreedor no llegue a ser insolvente al
vencimiento de la obligación, no encontrará bienes libres para satisfacer su dereco. $n todo caso debe e#istir una relación de causalidad entre el acto dispositivo y el per&uicio e#istente al iniciar la acción.
1.0. $n relación al deudor. 3o es otro sino el fraude e#istente entre el deudor y el ad"uirente. ?rente a los "ue e#igen el animus nocendi (2S@5O), la generalidad considera "ue no es necesaria la intención de per&udicar a los acreedores, bastando la conciencia del per&uicio "ue ocasiona con el acto a sus acreedores. Si el acto de disposición es anterior al nacimiento del cr!dito, es necesario "ue est! dolosamente preordenado a fin de per&udicar la satisfacción del futuro acreedor.
>:>+$DO va más allá y afirma "ue debe asimilarse a la conciencia realmente tenida de "ue
el acreedor no podrá cobrar el supuesto de "ue el deudor debiera aber tenido esta conciencia de acuerdo con una diligencia media.
1.1. 5especto al ad"uirente, si es a ttulo oneroso, basta con conscientia -raus, es decir, el conocimiento del per&uicio causado como del futuro. Si la disposición es anterior al cr!dito, debe aber
participado en la ma"uinación dolosa, no siendonecesario el animus lucrandi. 2onviene traer a colación la presunción iuris tantum del art. 0.1/;.1.
Si la ad"uisición es a ttulo !ratuito, se plantea la cuestión de la necesidad de la e#istencia del fraude.
s% lo considera la generalidad de los autores, ya "ue el art. 0.1/0.< lo e#ige, sin distinguir entre actos onerosos o gratuitos, si bien e#cluyendo el caso de las renuncias en el "ue autores como 5O2 consideran "ue no es preciso el consilium -raudis, por"ue no lo e#ige el art. B.1' más matiadamente se e#ige el fraude del deudor ena&enante, pero no la mala fe del donatario.
3o obstante, 2S@5O, >:>+$DO, >OHC33..., estiman innecesario el re"uisito del fraude en las ena&enaciones a t%tulos gratuito. :asta el per&uicio
del acreedor aun sin ser fraudulenta la ena&enación,ya "ue el art. BF<.1, determina aber fraude por el eco de darse el per&uicio, argumentando tambi!n "ue esta solución es de mayor &usticia, al dar preferencia al inter!s del acreedor sobre el del beneficiario de la liberalidad posterior.
Jntimamente ligada con esta cuestión está la de si
la presunción del art. 0.1/; es iuris tantum o iuriset de iure. >a l%nea tradicional considera "ue, de acuerdo con el art. 0.1A0, es iuris tantum, y as% lo avalan distintas resoluciones de la +.6.5.3., como las de 1B de mayo de 0/GE o la de 11 de febrero de 0/0;. $n apoyo a la tesis de encontrarnos ante una presunción iuris et de iure se manifiestan 2S@5O, >:>+$DO, =876 :58@8... >2589 argumenta
"ue en el art. 0.1/;.0, la presunción a deentenderse como ficción' no ay verdadera presunción, y bien claro se ve en el «se presumirá siempre» del art. BF<, confirmado por el art. <;.F >.H., al establecer, sin e#cepción, la impugnabilidad
de todas las donaciones sin necesidad de demostrar el ánimo fraudulento del donante al acerlos.
$n su aspecto procesal, las partes del &uicio
impugnatorio son el acreedor o sus erederos ocausaabientes, el deudor, el ad"uirente y eventualmente, los posibles subad"uirentes' la acción debe e&ercitarse en el plao de caducidad de F aos (art. 0.1//).
Sólo "uedan por e#aminar los e-ectos "ue produce el e&ercicio de la acción. +emostrada la conducta defectuosa, fraudulenta o no, el acto "ue produce el per&uicio es declarado inefica ante el acreedor, de suerte "ue, respecto de !l, es inoponible la disposición patrimonial efectuada por su deudor, cuando el ad"uirente fuera part%cipe del il%cito o el acto ubiera sido gratuito.
Se a defendido "ue la rescisión opera e3 tunc, en cuanto "ue el efecto de la acción rescisoria es
destruir todas las consecuencias del contrato, restituyendo las cosas al ser y estado "ue ten%an cuando a"u!l se celebró, conclusión "ue se apoya en la obligación impuesta por el art. 0.1/A de devolver las cosas con sus frutos y el precio con sus intereses.
Cás matiadamente, se a dico "ue la rescisión
produce efectos e3 tunc respecto al acreedor actor. =ara 5O2, sin embargo, en la acción pauliana no ay efectos e3 tunc, ya "ue el efecto revocativo "ueda paraliado frente a un subad"uirente oneroso de buena fe y las cosas ena&enadas se reputan
como si no ubieran salido del patrimonio del ena&enante fraudulento, a efectos procesales de la e&ecución y en cuanto sea necesario para "ue el acreedor defraudado pueda cobrar sus cr!ditos subsistiendo la ena&enación en todo lo demás.
a) $-ectos en relaci&n al ad/uirente. $l efecto fundamental, segn los arts. 0.1/A y 0.1/E, es la obligación de devolver las cosas ad"uiridas en fraude, siempre "ue ello sea posible. $n otro caso, deberá indemniar los daos y per&uicios ocasionados a los acreedores.
Se a planteado si la obligación de devolver implica la restitución material de la cosa ob&eto del contrato. =ese a la dicción de los arts. 0.1/A y 0.1/E "ue imponen la obligación de devolver las cosas ena&enadas y "ue a dado pie a "ue algn sector doctrinal as% lo considere, 5O2, >OHC33 y +J$9*=729O mantienen "ue la sentencia no tiene
efectos reales traslativos del bien del patrimonio deltercer ad"uirente al ena&enante. =uede el bien "uedar de eco y de dereco en poder del primero, pero a efectos de su relación con el acreedor se entiende "ue contina en poder del deudor.
=or otra parte, la ineficacia del acto dispositivo sólo tendrá lugar asta tanto se e#tienda el per&uicio del acreedor y sólo a este per&uicio deben limitarse las consecuencias. +e a% su carácter relativo y la posibilidad de la rescisión parcial. $ igualmente de ello deriva "ue la rescisión no aprovece a los
demás acreedores del deudor "ue no e&ercitaron la acción (5esolución 1; de diciembre de 0/FA).
b) $-ectos en relaci&n a los acreedores personales
del ad/uirente. 3o podrán dirigirse contra las cosasena&enadas fraudulentamente ya "ue declarada la rescisión, en relación al acreedor del deudor transmitente se a producido desplaamiento patrimonial. >uego, los acreedores del ad"uirente sólo podrán dirigirse contra tales cosas e&ecutando su cr!dito antes de "ue naca la obligación de devolver. $n este caso, pasarán a ser las terceras
personas a "ue se refiere el art. 0.1/A.1. c) $-ectos en la relaci&n entre deudor, ena6enante " ad/uirente. Serán de aplicación, en su caso, las normas de e&ecución.
d) $-ectos respecto a su'ad/uirentes. $n este punto se ace indispensable mencionar, aun"ue sea someramente, una discusión doctrinal tradicional
derivada de la sucinta redacción del 2ódigo 2ivil y la >ey Hipotecaria. Su origen radica en la >.H. de 0EB0 "ue e#clu%a la protección registral frente a las acciones rescisorias de ena&enaciones en fraude de acreedores cuando la segunda ena&enación aya sido eca a t%tulo gratuito y cuando el tercero aya sido cómplice en el fraude. $l código, por su parte, abla de tercero en el art. 0.1/A. @ras las >eyes de 0/FF*FB el art. <; ace desaparecer la e#presión «segunda ena&enación» aun cuando sigue ablando de tercero, lo "ue plantea dudas a la doctrina sobre si lo mismo "ue el 2ódigo, la >.H. trataba tanto la
situación del primer ad"uirente como la de los sucesivos. $n realidad, ay "ue distinguir-
* =rimer ad"uirente. Su situación se regula por el
2ódigo 2ivil- * Si ad"uirió de mala fe, cual"uiera "ue sea el t%tulo, no "ueda protegido.
* Si ad"uirió de buena fe, a t%tulo gratuito, aun"ue los arts. 0.1/A y 0.1/E no soportan criterio alguno, es e#tendida la creencia de "ue no "ueda protegido.
* Subad"uirentes. ellos se aplica tanto el 2ódigo
2ivil como la >.H. si la ad"uisición está inscrita. * Si el subad"uirente es a t%tulo gratuito, no es e#actamente "ue no est! protegido, sino "ue su situación es la del ltimo párrafo del art. <F >.H.
* Si ad"uiere a t%tulo oneroso y de buena fe einscribe, se paralia la pauliana por el &uego de la fe pblica' caso de "ue no inscriba, "ueda protegido por el art. 0.1/A 2.2.
(4. responsabilidad patrimonial, acción revocatoria, rescisión del negocio &ur%dico, revocación del negocio &ur%dico, en negocio &ur%dico, ineficacia del). [M.R.A.#.]
acción subro$atoria.
Derecho Civil
1. %oncepto.
$n nuestro +ereco, a vista del art. 0.000 2.2.,
puede ser definida como «el recurso "ue la ley concede al acreedor "ue no tenga otro medio de acer efectivo su cr!dito, para e&ercitar los derecos y acciones no utiliadas por el deudor, cuando no sean inerentes a la persona de !ste».
Se le llama tambi!n acción indirecta u oblicua, por"ue el acreedor no llega a dirigirse contra los
terceros, deudores de su deudor, sino por elintermedio de !ste.
Sin embargo, para autores como ?76 ?85, la verdadera acción subrogatoria es una facultad dirigida preventivamente a conservar el patrimonio del deudor para mantenerlo intacto con vistas a una eventual e&ecución. $n consecuencia, afirma "ue tal acción subrogatoria no es admitida, con toda su amplitud, en el 2ódigo 2ivil "ue a limitado y condicionado, de manera tan absoluta, tal facultad, "ue a desnaturaliado la acción subrogatoria.
". Funda&ento.
5eside en el principio de garant%a patrimonial concedida a los acreedores en el art. 0./00 2.2. $n definitiva, es un remedio contra la inacción del deudor "ue, procediendo as% por malicia o negligencia, atenta, no sólo a sus propios intereses, sino tambi!n a los del acreedor.
'. (aturale)a jur*dica.
Se dan distintas soluciones para definir &ur%dicamente esta institución. lgunos autores ven un caso de representación del deudor por su acreedor' otros consideran "ue se trata de una mera sustitución de la acción para e#igir el pago. =arece más acertado considerar "ue se trata de una sustitución procesal, en "ue se ace valer un dereco por "uien no es su titular %le!itimaci&n por derecos propios).
=ero el principal problema "ue se plantea en torno a esta acción es su función conservativa o más bien
e&ecutiva. ?76 ?85 considera "ue la acción subrogatoria, istóricamente, tuvo un carácter verdaderamente conservativo, pero tal y como aparece regulado en nuestro 2ódigo tiene una función claramente e&ecutiva. 7nteresa a"u% e#aminar brevemente la tesis mantenida por ?76. Se apoya para mantener su afirmación del carácter puramente e&ecutivo en los siguientes argumentos-
* $l art. 0.000 e#ige "ue la finalidad del acreedor al e&ercitar la acción subrogatoria sea realiar cuanto se le debe, siendo necesario para tal realiación "ue el cr!dito sea l%"uido y vencido.
* demás, sólo podrá e&ercitarse despu!s de aber perseguido los bienes de "ue est! en posesión el deudor, siendo igualmente necesario "ue el cr!dito est! vencido.
>a función preventiva es, por tanto, ine#istente en el art. 0.000 2.2. +e a% "ue, en nuestro +ereco, la acción subrogatoria careca de importancia, ya "ue el ob&etivo "ue la misma persigue puede lograrse con mayor eficacia y rapide a trav!s del embargo de derecos y acciones.
?76 e#amina otros preceptos de nuestro 2.2., en los cuales aprecia una concepción tradicional de la acción subrogatoria como medida conservativa, se trata de los supuestos previstos en los arts. 0.GG0, 0./<; y 0.BAG, "ue permiten a los acreedores e&ercitar acciones "ue corresponder%an al deudor, ante la inacción de este ltimo, e&ercicio "ue no está su&eto a las limitaciones del art. 0.000 y, por
tanto, cumplen una función tanto e&ecutiva comopreventiva.
+. Antecedentes históricos.
2S@L3 opina "ue puede allarse un remoto precedente de la acción subrogatoria en la missio in 'ona "ue el +ereco romano conced%a a los acreedores. =ero, a su &uicio, el verdadero origen
están en la 6losa y despu!s en el +ereco franc!s,del cual pasó al 2ódigo de 3apoleón y a casi todas las legislaciones latinas.
,. %ondiciones de ejercicio.
a) Iue el actor tenga un cr!dito contra el deudor, cr!dito "ue, a la vista de la regulación "ue de esta acción ace el 2ódigo, a de ser e#igible, vencido y l%"uido. $n consecuencia, el acreedor condicional no puede e&ercitar la acción puesto "ue en realidad todav%a no es acreedor. $n cuanto al acreedor a plao, en principio tampoco podrá e&ercitar tal acción' no obstante, al amparo del art. 0.01/.0, en caso de insolvencia del deudor despu!s de contra%da la obligación, !ste pierde dereco al plao.
b) Iue el acreedor e&ercite la acción despu!s deaber perseguido los bienes de "ue est! en posesión el deudor para realiar cuanto se le debe. @iene, por tanto, carácter subsidiario.
c) Iue los derecos y acciones ob&eto de la acción subrogatoria no sean inerentes a la persona del deudor. s%, "uedan e#cluidos los "ue carecen de
inter!s pecuniario y a"uellos otros en los "ue sue&ercicio e#ige la previa apreciación de un inter!s moral o %ntimo "ue es e#clusivo del deudor.
-. Eectos.
Siguiendo a 2S@L3 cabe distinguir-
a) =osición del acreedor accionante. =uede e&ercitar las acciones de su deudor no sólo asta el l%mite y cuant%a de lo "ue a !l se le debe, sino en su totalidad, sin per&uicio de devolver al deudor lo "ue sobre. =or otra parte, en principio, lo obtenido "ueda afecto no sólo al dereco de cr!dito del acreedor "ue actuó, sino a los "ue puedan ostentar
otros acreedores, sin per&uicio de "ue el acreedor actuante, trabando embargo sobre los bienes de "ue se trate, pueda e&ecutarlos en su favor e#clusivo.
b) =osición del deudor demandado. =odrá utiliar en su defensa las e#cepciones "ue e&ercitar%a si le demandase su verdadero acreedor.
c) =osición del propio deudor. ste no pierde la disponibilidad sobre su dereco, sin per&uicio de "ue las circunstancias de la disposición puedan demostrar la e#istencia de un fraude de acreedores. =ara evitar la disponibilidad conviene *dice =876 :58@8* detener el embargo del dereco del cr!dito del propio deudor (4. acción pauliana' responsabilidad patrimonial). [M.R.A.#.]
Derecho Civil
1. %oncepto.
$n nuestro +ereco, a vista del art. 0.000 2.2., puede ser definida como «el recurso "ue la ley concede al acreedor "ue no tenga otro medio de acer efectivo su cr!dito, para e&ercitar los derecos y acciones no utiliadas por el deudor, cuando no sean inerentes a la persona de !ste».
Se le llama tambi!n acción indirecta u oblicua, por"ue el acreedor no llega a dirigirse contra los terceros, deudores de su deudor, sino por el intermedio de !ste.
verdaderamente conservativo, pero tal y como aparece regulado en nuestro 2ódigo tiene una función claramente e&ecutiva. 7nteresa a"u% e#aminar brevemente la tesis mantenida por ?76. Se apoya para mantener su afirmación del carácter puramente e&ecutivo en los siguientes argumentos-
>a función preventiva es, por tanto, ine#istente en el art. 0.000 2.2. +e a% "ue, en nuestro +ereco, la acción subrogatoria careca de importancia, ya "ue el ob&etivo "ue la misma persigue puede
lograrse con mayor eficacia y rapide a trav!s del embargo de derecos y acciones.
?76 e#amina otros preceptos de nuestro 2.2., en los cuales aprecia una concepción tradicional de la acción subrogatoria como medida conservativa, se trata de los supuestos previstos en los arts. 0.GG0, 0./<; y 0.BAG, "ue permiten a los acreedores
e&ercitar acciones "ue corresponder%an al deudor,ante la inacción de este ltimo, e&ercicio "ue no está su&eto a las limitaciones del art. 0.000 y, por tanto, cumplen una función tanto e&ecutiva como preventiva.
+. Antecedentes históricos.
2S@L3 opina "ue puede allarse un remoto precedente de la acción subrogatoria en la missio in
'ona "ue el +ereco romano conced%a a losacreedores. =ero, a su &uicio, el verdadero origen están en la 6losa y despu!s en el +ereco franc!s, del cual pasó al 2ódigo de 3apoleón y a casi todas las legislaciones latinas.
Son re"uisitos-
a) Iue el actor tenga un cr!dito contra el deudor, cr!dito "ue, a la vista de la regulación "ue de esta acción ace el 2ódigo, a de ser e#igible, vencido y l%"uido. $n consecuencia, el acreedor condicional no puede e&ercitar la acción puesto "ue en realidad todav%a no es acreedor. $n cuanto al acreedor a plao, en principio tampoco podrá e&ercitar tal
acción' no obstante, al amparo del art. 0.01/.0, encaso de insolvencia del deudor despu!s de contra%da la obligación, !ste pierde dereco al plao.
b) Iue el acreedor e&ercite la acción despu!s de aber perseguido los bienes de "ue est! en posesión el deudor para realiar cuanto se le debe. @iene, por tanto, carácter subsidiario.
c) Iue los derecos y acciones ob&eto de la acción subrogatoria no sean inerentes a la persona del deudor. s%, "uedan e#cluidos los "ue carecen de inter!s pecuniario y a"uellos otros en los "ue su
e&ercicio e#ige la previa apreciación de un inter!s moral o %ntimo "ue es e#clusivo del deudor.
-. Eectos.
a) =osición del acreedor accionante. =uede e&ercitar las acciones de su deudor no sólo asta el l%mite y cuant%a de lo "ue a !l se le debe, sino en su totalidad, sin per&uicio de devolver al deudor lo "ue sobre. =or otra parte, en principio, lo obtenido "ueda afecto no sólo al dereco de cr!dito del
acreedor "ue actuó, sino a los "ue puedan ostentarotros acreedores, sin per&uicio de "ue el acreedor actuante, trabando embargo sobre los bienes de "ue se trate, pueda e&ecutarlos en su favor e#clusivo.
b) =osición del deudor demandado. =odrá utiliar en su defensa las e#cepciones "ue e&ercitar%a si le
demandase su verdadero acreedor. c) =osición del propio deudor. ste no pierde la disponibilidad sobre su dereco, sin per&uicio de "ue las circunstancias de la disposición puedan demostrar la e#istencia de un fraude de acreedores. =ara evitar la disponibilidad conviene *dice =876 :58@8* detener el embargo del dereco del cr!dito del propio deudor (4. acción pauliana' responsabilidad patrimonial). [M.R.A.#.]
Derecho Civil
1. %oncepto.
$n nuestro +ereco, a vista del art. 0.000 2.2., puede ser definida como «el recurso "ue la ley
concede al acreedor "ue no tenga otro medio deacer efectivo su cr!dito, para e&ercitar los derecos y acciones no utiliadas por el deudor, cuando no sean inerentes a la persona de !ste».
Sin embargo, para autores como ?76 ?85, la verdadera acción subrogatoria es una facultad dirigida preventivamente a conservar el patrimonio del deudor para mantenerlo intacto con vistas a una eventual e&ecución. $n consecuencia, afirma "ue tal acción subrogatoria no es admitida, con toda su amplitud, en el 2ódigo 2ivil "ue a limitado y
condicionado, de manera tan absoluta, tal facultad, "ue a desnaturaliado la acción subrogatoria.
". Funda&ento.
Se dan distintas soluciones para definir &ur%dicamente esta institución. lgunos autores ven un caso de representación del deudor por su acreedor' otros consideran "ue se trata de una mera sustitución de la acción para e#igir el pago. =arece más acertado considerar "ue se trata de una sustitución procesal, en "ue se ace valer un dereco por "uien no es su titular %le!itimaci&n por derecos propios).
=ero el principal problema "ue se plantea en torno a esta acción es su función conservativa o más bien
e&ecutiva. ?76 ?85 considera "ue la acciónsubrogatoria, istóricamente, tuvo un carácter verdaderamente conservativo, pero tal y como aparece regulado en nuestro 2ódigo tiene una función claramente e&ecutiva. 7nteresa a"u% e#aminar brevemente la tesis mantenida por ?76. Se apoya para mantener su afirmación del carácter puramente e&ecutivo en los siguientes argumentos-
>a función preventiva es, por tanto, ine#istente en el art. 0.000 2.2. +e a% "ue, en nuestro +ereco, la acción subrogatoria careca de importancia, ya "ue el ob&etivo "ue la misma persigue puede
lograrse con mayor eficacia y rapide a trav!s del embargo de derecos y acciones.
?76 e#amina otros preceptos de nuestro 2.2., en
los cuales aprecia una concepción tradicional de laacción subrogatoria como medida conservativa, se trata de los supuestos previstos en los arts. 0.GG0, 0./<; y 0.BAG, "ue permiten a los acreedores e&ercitar acciones "ue corresponder%an al deudor, ante la inacción de este ltimo, e&ercicio "ue no está su&eto a las limitaciones del art. 0.000 y, por tanto, cumplen una función tanto e&ecutiva como
preventiva. +. Antecedentes históricos.
2S@L3 opina "ue puede allarse un remoto precedente de la acción subrogatoria en la missio in 'ona "ue el +ereco romano conced%a a los acreedores. =ero, a su &uicio, el verdadero origen están en la 6losa y despu!s en el +ereco franc!s,
del cual pasó al 2ódigo de 3apoleón y a casi todas las legislaciones latinas.
Son re"uisitos-
a) Iue el actor tenga un cr!dito contra el deudor, cr!dito "ue, a la vista de la regulación "ue de esta
acción ace el 2ódigo, a de ser e#igible, vencido yl%"uido. $n consecuencia, el acreedor condicional no puede e&ercitar la acción puesto "ue en realidad todav%a no es acreedor. $n cuanto al acreedor a plao, en principio tampoco podrá e&ercitar tal acción' no obstante, al amparo del art. 0.01/.0, en
caso de insolvencia del deudor despu!s de contra%da la obligación, !ste pierde dereco al plao.
b) Iue el acreedor e&ercite la acción despu!s deaber perseguido los bienes de "ue est! en posesión el deudor para realiar cuanto se le debe. @iene, por tanto, carácter subsidiario.
c) Iue los derecos y acciones ob&eto de la acción subrogatoria no sean inerentes a la persona del deudor. s%, "uedan e#cluidos los "ue carecen de inter!s pecuniario y a"uellos otros en los "ue su e&ercicio e#ige la previa apreciación de un inter!s moral o %ntimo "ue es e#clusivo del deudor.
-. Eectos.
a) =osición del acreedor accionante. =uede e&ercitar las acciones de su deudor no sólo asta el l%mite y
cuant%a de lo "ue a !l se le debe, sino en su totalidad, sin per&uicio de devolver al deudor lo "ue sobre. =or otra parte, en principio, lo obtenido "ueda afecto no sólo al dereco de cr!dito del acreedor "ue actuó, sino a los "ue puedan ostentar otros acreedores, sin per&uicio de "ue el acreedor actuante, trabando embargo sobre los bienes de "ue se trate, pueda e&ecutarlos en su favor e#clusivo.
b) =osición del deudor demandado. =odrá utiliar en su defensa las e#cepciones "ue e&ercitar%a si le demandase su verdadero acreedor.
c) =osición del propio deudor. ste no pierde la disponibilidad sobre su dereco, sin per&uicio de "ue las circunstancias de la disposición puedan demostrar la e#istencia de un fraude de acreedores. =ara evitar la disponibilidad conviene *dice =876 :58@8* detener el embargo del dereco del cr!dito del propio deudor (4. acción pauliana' responsabilidad patrimonial). [M.R.A.#.]
Derecho Civil 1. %oncepto.
$n nuestro +ereco, a vista del art. 0.000 2.2., puede ser definida como «el recurso "ue la ley concede al acreedor "ue no tenga otro medio de acer efectivo su cr!dito, para e&ercitar los derecos y acciones no utiliadas por el deudor, cuando no sean inerentes a la persona de !ste».
Sin embargo, para autores como ?76 ?85, la verdadera acción subrogatoria es una facultad dirigida preventivamente a conservar el patrimonio del deudor para mantenerlo intacto con vistas a una eventual e&ecución. $n consecuencia, afirma "ue tal acción subrogatoria no es admitida, con toda su amplitud, en el 2ódigo 2ivil "ue a limitado y
condicionado, de manera tan absoluta, tal facultad, "ue a desnaturaliado la acción subrogatoria.
". Funda&ento.
Se dan distintas soluciones para definir &ur%dicamente esta institución. lgunos autores ven un caso de representación del deudor por su acreedor' otros consideran "ue se trata de una mera sustitución de la acción para e#igir el pago. =

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