Lección 27:Seamos agentes de cambioMalaquías 3.1-10

«Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, pues esto es la Ley y los Profetas».

—Mateo 7.12

Propósito

Si las revelaciones de Dios se actualizan y no se las amarra al pasado, el propósito de la lección es abrirnos el entendimiento para que no caigamos en prácticas deshonestas que pongan en evidencia nuestra falta de temor a Dios y así evitar que su juicio se deje sentir en su pueblo.

Bosquejo de la lección

I. La profecía de un mensajero enviado por Dios (Mal 3.1-4). A. Su misión. B. Su presencia en el templo.

II. Anuncio de un juicio (v. 5). A. Mención de quiénes serán juzgados y por que.

III. Reclamos de Dios a violaciones a la ley (vv. 6-10). A. Reclamo para arrepentimiento. B. Censura al robo en los diezmos y ofrendas.

Vocabulario bíblico

«AFINAR»: Es perfeccionar una cosa dándole su último punto o toque. En música es poner en tono un instrumento y en metales purificarlos. «DIEZMOS»: La décima parte de las ganancias que se obtienen de labores realizadas y que se ofrendan a la iglesia. «ALFOLI»: Es un granero o almacén de sal.

Malaquías 3.1

RVR

1 «Yo envió mi mensajero para que prepare el camino delante de mi. Y vendrá súbitamente a su Templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros, ya viene», ha dicho Jehová de los ejércitos.

VP

1 El Señor todopoderoso dice: «Voy a enviar mi mensajero para que me prepare el camino. El Señor, a quien ustedes están buscando, va a entrar de pronto en su templo. ¡Ya llega el mensajero de la alianza que ustedes desean!»

Malaquías 3.2

RVR

2 ¿Pero quién podrá soportar el tiempo de su venida? o ¿quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador y como jabón de lavadores.

VP

2 Pero ¿quién podrá resistir el día de su venida? ¿Quién podrá entonces permanecer en pie? Pues llegará como un fuego, para purificarnos; será como un jabón que quitará nuestras manchas.

Malaquías 3.3-4

RVR

3 Él se sentará para afinar y limpiar la plata: limpiará a los hijos de Levi, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. 4 Entonces será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos.

VP

3 El Señor se sentará a purificar a los sacerdotes, los descendientes de Levi, como quien purifica la plata y el oro en el fuego. Después ellos podrán presentar su ofrenda al Señor, tal como deben hacerlo. 4 El Señor se alegrará entonces de la ofrenda de Judá y Jerusalén, igual que se alegraba de ella en otros tiempos.

Malaquías 3.5

RVR

5 «Vendre a vosotros para juicio, y testificare sin vacilar contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran falsamente; contra los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, contra los que hacen injusticia al extranjero, sin tener temor de mi», dice Jehová de los ejércitos.

VP

5 El Señor todopoderoso dice: «Yo vendre a juzgarlos a ustedes. Y al mismo tiempo sere testigo contra los que practican la magia, los que cometen adulterio, los que juran en falso, los que oprimen a los trabajadores, a las viudas y a los huérfanos, los que tratan mal a los extranjeros y los que me faltan al respeto.

Malaquías 3.6-7

RVR

6 «Porque yo, Jehová, no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.7 Desde los días de vuestros padres os apartáis de mis leyes y no las guardáis. ¡Volveos a mi y yo me volvere a vosotros!, ha dicho Jehová de los ejércitos. Pero vosotros decís: “¿En que hemos de volvernos?”

VP

6 »Yo soy el Señor. No he cambiado. Y por eso ustedes, descendientes de Jacob, no han sido aniquilados. 7 Ustedes se han apartado de mis preceptos, como se apartaron sus antepasados, y no han querido obedecerlos. Yo, el Señor todopoderoso, les digo: ¡Vuélvanse a mi, y yo me volvere a ustedes! Pero ustedes dicen: “¿Por que hemos de volvernos a ti?”

Malaquías 3.8-9

RVR

8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y aún preguntáis: “¿En que te hemos robado?” En vuestros diezmos y ofrendas. 9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.

VP

8 Y yo pregunto: ¿Acaso un hombre puede defraudar a Dios? ¡Pues ustedes me han defraudado! Y todavía preguntan: “¿En que te hemos defraudado?” ¡En los diezmos y en las ofrendas me han defraudado! 9 Si, toda la nación, todos ustedes, me están defraudando, y por eso voy a maldecirlos. Yo, el Señor todopoderoso, les digo:

Malaquías 3.10

RVR

10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi Casa: Probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, a ver si no os abro las ventanas de los cielos y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

VP

10 Traigan su diezmo al tesoro del templo, y así habrá alimentos en mi casa. Pónganme a prueba en eso, a ver si no les abro las ventanas del cielo para vaciar sobre ustedes la más rica bendición.

Resumen - 1

• El negarle la parte que le pertenece de todo lo que Él nos da, incluyendo las ganancias materiales, implica robarle y por ello seremos amonestados.

• Tome en cuenta las ideas centrales de la lección que se basan en un rechazo a estilos de vida que reflejan ausencia de temor a Dios. No pase por alto el cumplimiento de otros deberes más allá de la conducta moral que tienen que ver con la fidelidad a los diezmos y ofrendas.

Resumen - 2

• La lección le enseña que inevitablemente Dios tendrá que ejercer su voluntad mediante juicios disciplinarios que le permitan al pueblo recapacitar para arrepentirse y reformar su estilo de vida. El título de la lección le reta a que con su testimonio limpio, sea un agente de cambio, ya que viviendo en desobediencia no solo ofende a Dios y lacera su vida, sino que le acarrea juicios que podría evitar.

Oración

¡Señor, Dios mío! Quiero mantenerme firme y fiel en mi camino para ser un modelo a los demás y convertirme en un agente de cambio. Echo fuera de mi desde hoy todo aquello que me aparta y distancie de en quien radica la seguridad y salud espiritual de mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.